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líquido cefalorraquídeo fluye por el sistema ventricular de nuestro cerebro. Éste consiste en una
serie de cavidades que se encuentran en el interior del encéfalo.
Una vez segregado, este líquido circula desde los ventrículos laterales hasta el tercer ventrículo a
través del agujero interventricular de Monro. Luego, el líquido cefalorraquídeo llega al cuarto
ventrículo por el acueducto de Silvio. El cuarto ventrículo es el que está situado en la parte
posterior del tronco cerebral.
Para entrar en el espacio subaracnoideo, el fluido debe atravesar tres aberturas: la abertura
mediana y las laterales. También se denominan el orificio de Magendie y los orificios de Luschka.
Al pasar por estos orificios, el líquido llega a la cisterna magna y, posteriormente, al espacio
subaracnoideo. Este espacio cubre todo el encéfalo y la médula espinal. El líquido cefalorraquídeo
llega a esta última a través del obex cerebral.
El fluido circula desde el espacio subaracnoideo hasta la sangre para absorberse a través de unas
estructuras llamadas vellosidades aracnoideas. Ésta conecta con senos venosos que posee una
membrana que recubre el cerebro llamada la duramadre. Dichos senos se vinculan directamente
con el torrente sanguíneo.
Sin embargo, algunos autores han sugerido que el líquido también puede reabsorberse en los
nervios craneales a través de canales linfáticos. Parece que son fundamentales sobre todo en los
recién nacidos, en los que las vellosidades aracnoideas no están muy bien distribuidas aún.
Por otro lado, existe otra hipótesis que afirma que el líquido cefalorraquídeo no fluye
unidireccionalmente, sino que depende de más factores.
Sistema Nervioso
Encéfalo
Esquema del encéfalo
Médula Espinal
Los dos grandes grupos de nuestro Sistema Nervioso serían el Sistema Nervioso
Central (SNC) y el Sistema Nervioso Periférico (SNP).
Podríamos decir, a grandes rasgos, que la mayor diferencia entre uno y otro reside
en la función. El SNC, donde reside el cerebro por ej., sería la parte logística. El
que “maneja el cotarro“, organiza y manda directrices a todo nuestro cuerpo. El
SNP, sería análogo al mensajero, enviando señales e información percibida, tanto
del exterior como del interior de nuestro cuerpo hacia el SNC y del SNC al resto
del cuerpo, a través de nuestros nervios. Por tanto, se produce una comunicación
entre ambos sistemas, facilitando así, el funcionamiento del organismo.
Dentro del SNP, podemos encontrar otros subtipos, como por ejemplo el SN
Somático y el SN vegetativo. En estos apartados profundizaré un poco más
adelante.
Enfermedades
Puede ser que en este último apartado, os choquen los ejemplos que pongo,
¿acaso la contracción de la vejiga va unida a la relajación?, y por ende, la
inhibición de la saliva está relacionada con la activación?. Y es que no habla de
conductas que requieran de energía o activación en sí, sino que, cuando se
produce una situación que nos activa, se producen estas consecuencias. Por
ejemplo, si nos atracaran por la calle.
Se acelera el pulso, se nos queda la boca seca e incluso, si tenemos mucho
miedo, podríamos orinarnos encima (imaginad correr o luchar teniendo que
aguantarnos nuestras necesidades).
Cuando hemos pasado el momento del atraco y hemos salido indemnes, nos
relajamos y se pone en funcionamiento nuestro sistema parasimpático.
Siendo así que nuestras pupilas vuelven a su estado natural, se reduce el
pulso y nuestra vejiga vuelve a su contracción normal.
8. Conclusiones
De todos modos, no podría ser de otra manera. Somos un ser vivo muy
evolucionado y desarrollado y para ello, no podemos estar compuestos por
estructuras simples solamente.