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La responsabilidad es la situación legal en que una persona se ve inmersa para asumir

coactivamente esas consecuencias como la carga de su obrar. Responsable es la persona que


por haber ejecutado el hecho punible en circunstancias que no lo exoneran de cargar con las
consecuencias jurídicas del mismo, se ve abocado por ley y la sentencia a soportarlas, sufrirlas
o llevarlas sobre sí.

La protección por parte del Ordenamiento Jurídico a los bienes, intereses, derechos o facultades
de los integrantes de la sociedad, les otorga a estos la calidad de bienes jurídicos, a la vez que
los convierte en objeto de su protección o tutela, y cuando se les ocasiona una lesión o puesta
en peligro, el Derecho acude en su resguardo atribuyendo responsabilidad a los autores de las
acciones lesivas o peligrosas.

Atribuir responsabilidad implica que mediante la coerción estatal, se obliga al agente a


responder por las consecuencias lesivas de sus acciones sobre los bienes jurídicos, pues
constituyen intereses vitales de la comunidad o del individuo, que debido a su importancia social
son protegidos jurídicamente.

Existen bienes jurídicos cuyo contexto del interés protegido está vinculado únicamente al
ámbito privado o particular de los individuos, cuya lesión o ataque afecta únicamente al
individuo en particular, en estos casos el Ordenamiento Jurídico propende a satisfacer o resarcir
el interés particular lesionado, es decir, a reparar el daño ocasionado al bien jurídico con la
conducta lesiva, para estos supuestos el OJ responde mediante la atribución de Responsabilidad
civil, proveniente del derecho privado. Pero también existen otros bienes jurídicos q trascienden
al interés particular del individuo, estos son los llamados intereses públicos, para cuya
protección se recurre al ejercicio del IUS PUNIENDI estatal, a través del cual el Estado ejercita su
potestad administrativa sancionadora y la coerción penal, las mismas que dan origen a la
responsabilidad administrativa y penal; a ellas se les suma la política.

La responsabilidad civil ha evolucionado desde una perspectiva netamente individualista basada


en factores subjetivos como la culpa hasta una perspectiva objetiva orientada a la reparación
del daño, sin interesar si el causante es culpable o no, habiéndose llegado a considerar diversos
factores objetivos como riesgo credo, la solidaridad, la garantía de reparación y la equidad, más
allá de la culpa (y el dolo) como único factor de atribución de responsabilidad civil.

Antiguamente el centro de la responsabilidad civil estaba fundamentado en la culpa,


actualmente el centro de la responsabilidad civil es el daño, por lo que la responsabilidad tiene
como fin lograr la reparación de este en todos los casos, sea que el causante haya actuado con
culpa o no; pues, para ello se han creado los factores objetivos de atribución de responsabilidad
civil, con los que se llama a terceros para que colaboren o sustituyan al causante en la
reparación, esto es, a los garantes, terceros, aseguradores, etc, esta nueva realidad ha llevado a
una configuración de la responsabilidad civil.

Esta nueva configuración de la responsabilidad civil tiene sentido, si tenemos en cuenta que
asistimos a la llamada sociedad en riesgo1, en que la realización de cualquier actividad implica
uso de la técnica y la ciencia, a la vez que la complejidad del desarrollo de las actividades de

1
Ha sido desarrollado por la doctrina alemanda, se caracteriza por: a) el cambio en el potencial de los
peligros actuales en relación a otras épocas, b) la complejidad organizativa de las relaciones de
responsabilidad, con el considerable incremento de las interconexiones causales y su desconocimiento,
junto al creciente carácter colectivo de las acciones humanas, que producen inclusive riesgos de
autodestrucción, c) la constante sensación de inseguridad de los individuos, que reclaman la actuación de
los instrumentos más gravosos del control jurídico (el control penal).
intercambio de bienes y servicios, con los consiguientes peligros y riesgos, además de la división
del trabajo y actividades, así como el uso de la tecnología, han concluido a una indeterminación
entre los hechos y los daños, y en consecuencia en la dificultad de atribución o imputación de la
responsabilidad, lo que ha deteminado la exigencia impostergable de la ampliación de los
cánones de responsabilidad y las categorías que la integran, a fin de responder a las justas
aspiraciones de seguridad plateadas por la sociedad y las personas. Esta nueva realidad y
nuevas necesidades, el daño es el elemento esencial y objetivo de la responsabilidad, por ello
es que se habla de derecho de daños antes que de responsabilidad.

FUNCIONES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL: En nuestro ordenamiento jurídico cumple


eminentemente una función resarcitoria, a la cual se puede añadir la función preventiva, la que
sin embargo es común a todas las instituciones de control jurídico.

El daño es todo detrimento o menoscabo que a consecuencia de un acaecimiento o evento sufre


una persona, ya sea en sus bienes vitales naturales, ya en su propiedad o en su patrimonio. El
daño es la aminoración o alteración de una situación favorable. Modernamente se conceptúa al
daño como la lesión a un interés patrimonial o extrapatrimonial de las personas respecto de
determinados bienes, derechos o expectativas. No se trata de cualquier interés, sino de uno
jurídicamente protegido. Para Tomás Aladino Gálvez Villegas, el daño es la afectación o lesión a
un interés o bien jurídico, la misma que significa un menoscabo al valor de uso o valor de cambio
del bien, si se trata de un bien jurídico de naturaleza patrimonial, o a su naturaleza intrínseca si
se trata de un bien jurídico extrapatrimonial, afectación que debe provenir de una acción u
omisión del causante, al que se le imputa la producción y resultado, a travñes del
correspondiente factor de atribución de responsabilidad, y susceptible de reparación conforme
al Derecho.

Tipos de responsabilidad civil:

La responsabilidad contractual es cuando la fuente de la responsabilidad es el contrato. Cuando


la fuente de la obligación consiste en la infracción del deber general de no dañar a nadie se habla
de responsabilidad extracontractual, en este caso el contenido de la obligación está
determinado por la entidad y magnitud del daño que de cualquier modo se hubiese causado a
la víctima.

La Responsabilidad contractual tiene origen en la voluntad de las partes y la extracontractual en


la Ley.

La Responsabilidad contractual resulta del vínculo exclusivo establecido únicamente entre las
partes contratantes, mientras que la extracontractual resulta del deber general erga omnes que
vincula a todos los integrantes del grupo social.

En el primer caso se trata del incumplimiento de una obligación singularizada e instituida


previamente entre los interesados o por alguien que asume unilateralmente una deuda.
Mientras que el segundo trata de una obligación general estatuida por el ordenamiento jurídico
o por la propia convivencia social.

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