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http://www.nel-mexico.org/index.php?

sec=Actividades-internacionales&file=Actividades-
internacionales/Textos-Conferencias/13-11-08_Fabian-Fajnwaks.html

http://www.abc.es/cultura/arte/20140605/abci-sexo-desnudo-courbet-performance-201406051014.html

ELLO TRES (novela corta)

"Historia de la prensa peruana (1594-1990)" de Juan Gargurevich

Revistas de España e hispanoamerica de la época

maricieloaguinaga@gmail.com

el título de su ponencia (el definitivo),


* la hipótesis redactada en dos líneas como máximo (ya reformulada los que debían
corregir),
* el nombre del autor del grupo de exposición al que pertenecen.

Acaba de publicarse el libro "El silencio del rey mono. Autoconocimiento y ética" (Fondo
Editorial de la UNMSM, 2016) cuyo autor es el Dr. Miguel Polo, que es una contribución
enfocado a la disciplina filosófica de la ética. Este libro pueden conseguirlo en la Escuela
de Filosofía de la UNMSM.

https://www.youtube.com/watch?v=XqO2GD1mMEo

Violeta reflexiones

Black y blue sia

http://www.artofmanliness.com/2012/07/29/bosom-buddies-a-photo-history-of-male-
affection/

http://www.homohistory.com/2013/01/rock-hudson-gay-icon.html

sílfide , harpía,

dubidubi christel

kriss tonight

new limit

russian red
¿mujer siempre dominada? Las señales de una particular dialéctica

Miro la lluvia. Es otra persona siempre la que mira, la que palpa, la que huele, la que prueba.

Pues nunca soy yo. Soy yo y un poquito de cada uno de los demás. Soy quizá todos ellos menos
yo.

Es alguien siempre dolorido quien hace reír, es alguien siempre miedoso quien te defiende, es
alguien siempre desgraciado quien te levanta ánimo.

Pero nunca, nunca soy yo. ¿cuándo mi espacio? ¿Cuándo si tengo que amar?

El día en que todas no fueron heterosexuales

Laberinto
No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Elogio de la sombra (1969)

http://www.escritores.org/recursos-para-escritores/18435-concurso-nacional-de-microficcion-
qhistorias-minimasq-peru

Poéticas del flujo: Migración y violencia


verbales en el Perú de los 80
http://pijamasurf.com/2016/04/la-amistad-es-homicida-del-amor-una-atrevida-hipotesis-de-
george-
steiner/?utm_source=Facebook&utm_medium=timelinepijamasurf&utm_campaign=conversio
n&utm_content=noticias
La memoria de América colonial: inconsciente colectivo y vida cotidiana

http://cadenaaurea.com/2016/10/que-es-la-vacuidad-de-la-que-tanto-habla-el-budismo/

He perdido la confianza frente a los demás. Desearía de nuevo entablar relaciones de uno en
uno, pues de dos a más que trate ya se me hace problemático. O al menos me encantaría a mí
tratar con cada uno aunque estén todos, pero no tratarlos como todos, sino de uno en uno.
Pero luego pienso: ¿para qué? ¿ellos de verdad verán en mí un uno? ¿o ellos mas bien tratan
de incluirme dentro de todos y es ahí donde surge mi decepción?

Muchos psicólogos, y hasta psicoanalistas, creo que ofrecerían la misma respuesta para una
distimia que con tanto temor me estoy detectando: cansarme por nada, estar lleno de energía
por nada; pero poder resistir a estos estados y seguir con la vida cotidiana. No me debería
admirar por ello, aunque otro tipo de depresivo abandonara todos sus objetivos. Ellos dirían:
es tu excesivo Yo, y tienes que dejarle cabida al Tú. ¡Oh, pero no sabes cuánto pierdo por dejar
al Tú libre”. YO mismo me estoy comiendo la sensibilidad que quiero transmitir. Soy tan
consciente de que cada día crezco más, gano un día más y a la vez lo pierdo. En realidad todos
van a ganar experiencia, casi normativamente, sin embargo sería saludable también pensar en
este tipo de ganancia, que implicaría tantas pérdidas, que significaría tumbar a todas las
personas que te estorban para llegar al lugar-meta donde comprobarás que solo corriste para
ya no volver a ver a quien tumbaste, a quien dejaste. Pero mientras no corras, no puedes estar
seguro de ello. Si no corres, todos tus órganos se llenan de cáncer, no recibes ni la mínima
mirada de los mayores y solo consigues volverte más somnoliento de lo que estás ya
predestinado.

Cuánto frío hace aquí. Aunque tuviera un par de manos heladas las apretaría tanto para tener
calor. Pero jamás.

“Nadie se dejar ser paisaje” (A.P). Y si alguien se deja, entonces tú también tienes que dejarte
ser paisaje. Pero los árboles, las aves, las casas, los niños: todos duelen. Hasta duele la
obligación, la necesidad imperiosa de tener lazos afectivos.

¿No es este otro tipo de castigo arcádico? En lo pre-adánico la afectividad era la maleza, la
introducción del dilema del eros. Presagio que también los psicólogos me van a decir:
confundes entre deseos sexuales y deseos afectivos. Pero yo no estoy confundido, o si yo estoy
confundido es por la admiración (no positiva) que siento ante los que escinden tajantemente
esos tipos de deseos (si en realidad existen). Al fin y al cabo, ellos serían los que más
bruscamente están confundidos, al separar con tanta agresividad la ternura de la seducción, la
simpatía de la atracción. Y los deseos homoeróticos, de nuevo la incisión narcisista me resuena
de los psicólogos. Pero mas bien, cuán neuróticas deben ser las personas que se creen
determinantemente heterosexuales, que quieren parecer tan des-problematizados y seguros
cuando re-afirman su feminidad o masculinidad heterosexual. En el fondo no los envidio ni
siento cólera por ellos. Si los envidio es un poco por su capacidad actoral que a mí me falta. Y si
les tengo cólera un poco es por su resistencia a aceptar su propia psique, su propio campo
borroso de deseos. Porque prefieren determinarlo todo a través de la palabra, finalizarlo en
una categoría. ¡Pobres! ¿Y los sueños, y la poesía, y la maternidad, y la paternidad, y la
infancia? ¿Me van a decir que aquí no asciende esa homosexualidad especialísima, localizada
en otro tipo filosófico?

En realidad lo que yo siento es cierta pérdida, cierta derrota anticipada para iniciar una re-
conversión teórico-pragmática con al menos uno de los semejantes. Puesto que ya todos están
convertidos, cambiados desde siempre. Uno cuando quiere introducir un nuevo paradigma no
asienta la primera vez. Me parece una mentira neurótica cuando dicen que “alguien cambió mi
vida”, cuando se enamoraron la primera vez. Es que creo, de nuevo, que no hay primera vez.
Creo que esa primera vez ya está negada y lo que pasa es una especulación terrible. La gente
debería rechazar las declaraciones de amor porque este es el falso origen del desamor.

Se tenga la primera “luz” desde una vagina o una cerviz, tú no estás ahí, nunca estás ahí. No
hay ninguna partera salvadora que en vez de recibirte te devuelva al sitio original. Esa
“primera” luz es tan voraz, tan hambrienta que te devora toda la subjetividad, todos los
deseos. Pero el dolor de las mordidas recién viene con la ilusión de los primeros años del
desarrollo racional. Y se acentúa tanto en la juventud, la adultez. Y no me imagino cuán
mordido uno se sentiría en la vejez, pues acentuada esa mordida solo para que venga la otra
mordedora, la que se llevará tu cuerpo completo y tu alma completa y los restos de ellos.

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