ARGUMENTACIÓN.

Un argumento es un razonamiento que se hace con el fin de conseguir la aceptación

o bien, el rechazo de la tesis que se propone, la cual solamente es aceptada
después de presentar y discutir estos mismos, tanto los favorables como los
adversos.
Se recurre a la argumentación cuando no se puede dar una prueba concreta o
fehaciente de la certeza de una tesis. Se trata de justificar una tesis con base en
principios aceptados comúnmente, más precisamente, la argumentación es un
razonamiento que no siempre es enteramente cierto, sino casi cierto o
probablemente cierto.
Por otro lado, el razonamiento demostrativo se basa en fundamentos comprobados
y aceptados como postulados primordiales.

FUNCIÓN.
La argumentación cumple con la función de sostener nuestras opiniones, de
hacerlas admitir por otros y de inducir a estos a obrar en consecuencia.
La función principal de una argumentación es la de hacer verosímil lo que se
asevera, justificando su postulación. También cumple con la función de justificar una
acción o la disposición de una acción.
La argumentación tiene la aplicación inmediata ay obvia de desarrollar la destreza
en argumentar. Conociendo los medios de argumentar, se puede planear mejor la
resolución de un problema y ejecutar ese plan hasta encontrar efectivamente la
solución.
La argumentación sirve para defender una proposición o para atacarla o refutarla.

INFERENCIAS POR ABDUCCIÓN

Es la forma más común y simple del razonamiento plausible o argumentativo. En
primer lugar, son inferencias por abducción aquellas inferencias inductivas,
transductivas o deductivas en las cuales por lo menos una de las premisas es
solamente el juicio probable, verosímil o plausible.
MODOS DE ARGUMENTAR
1. El primero consiste en determinar las proposiciones verosímiles a partir de
las cuales se argumenta. Como fuentes de verosimilitud se pueden tomar la
concordancia con los resultados de observaciones o experiencias reiteradas;
los testimonios generales, las aseveraciones de opiniones calificadas en el
dominio en cuestión; y las proposiciones comprobadas en otros dominios y
cuya aplicación sea admisible.
2. Otro modo de argumentar es el de distinguir los diversos sentidos en que se
usa una expresión dada, para indagar si retiene el mismo significado en el
caso concreto de que se trate, o si dicha expresión se hace ambigua.
3. Y por último, el tercer modo de argumentar consiste en poner al descubierto
la diferencia ente un hecho y una opinión fundada en ese hecho, es decir,
entre la descripción estricta de lo comprobado objetivamente y la
interpretación que se haya formulado.

DISCUSIÓN Y POLÉMICA
En una discusión, los participantes sostienen puntos de vista que difieren de muchas
maneras y pueden oponerse hasta ser completamente antagónicos. Cada uno de
los sustentantes trata de presentar argumentos que no solo hagan plausibles sus
puntos de vista, sino que también persuadan sus oponentes y, sobre todo, al
auditorio y lectores. A la vez, el sustentante tiene que defender sus puntos de vista
de los ataque que se le lance, contraponiendo mejores argumentos con los que
pueda destruir las objeciones.
La discusión se entabla en torno de los argumentos aducidos, lo mismo que
respecto a sus alcances, su interpretación, su relación con otras tesis ya admitidas,
y la forma deponerlas en práctica.
Los dos propósitos de un discurso polémico son el de hacer triunfar los argumentos
propios y el de refutar los del adversario. Primero hay que contestar los argumentos
opuestos y luego hacer valer los favorables.

ARGUMENTACION RETORICA.
La argumentación retórica tiene por fin llamar la atención y conseguir la adhesión
del auditorio; lo primero lo consigue la elocución y lo segundo la invención y
disposición, que son las encargadas de elaborar tesis y presentarlas. Los lugares o
tópicos son las clases de argumentos que se suelen utilizar más a menudo.
Su principal fin es la persuasión de los interlocutores o antagonistas, en el marco y
contexto de la argumentación, debido a que sin persuasión o convencimiento no
tendría sentido la argumentación y sería una simple explicación.
La retórica emplea en el discurso los medios adecuados para persuadir. Entre los
factores que ocurren a la persuasión, tres son los principales. El primero está
determinado por la persona misma del orador, quien al hablar necesita establecer
una vinculación profunda y reciproca con su auditorio, pero manteniendo para sí la
posición dominante. El segundo factor es la habilidad del orador para apelar
emocionalmente a sus oyentes. El tercero es el discurso mismo, o sea, la prueba
aparente contenida en la argumentación persuasiva. Por lo tanto, el orador debe
comprender los caracteres humanos y saber suscitar sus emociones.

REFUTACIÓN.
Es el razonamiento o serie de razonamientos que prueba la falsedad de una
hipótesis. La hipótesis se expresa en la forma de juicio y el razonamiento que prueba
su falsedad es lo que se denomina propiamente refutación. Tiene que ser probada
para ser refutada. La refutación tiene que apoyarse en los fundamentos de la
ciencia, o en otros conocimientos que hayan sido comprobados anteriormente. Los
procedimientos refutatorios sirven para poner al descubierto la falta de conexión
lógica entre la hipótesis que se pretendía demostrar y los fundamentos que se
toman como base. La refutación de las hipótesis se efectúa por medio de
procedimientos y estos se dividen en cuatros grupos. Primer grupo y con ellos se
consigue dar una prueba negativa de la hipótesis. El segundo grupo incluye
procedimientos encaminados amostrar la existencia de una contradicción formal
entre la hipótesis y ciertas premisas cuya validez ya se encuentra demostrada. El
tercer grupo incluye procedimientos para descubrir un caso en el que no se cumpla
la hipótesis propuesta, con lo cual pierde automáticamente y por completo su base.
El cuarto grupo los procedimientos sirven para encontrar los errores que se hayan
podido cometer en la supuesta demostración de una hipótesis. Desde luego existen
errores en la demostración, esto puede constituir un indicio poderoso de que la
hipótesis sea falsa, pero no es prueba suficiente de ello, en algunas ocasiones llega
a ser comprobada experimentalmente después, con lo cual se niega objetivamente
su falsedad. La refutación de una hipótesis nunca es prueba de su falsedad,
ésta únicamente se puede comprobar mediante la experimentación.
Refutación de las hipótesis.
Se puede conseguir mediante cualquiera de los procedimientos de demostración
utilizándolos para obtener una prueba negativa. Para refutar se puede recurrir a la
demostración directa, a la recursión, la integración, la reducción de lo absurdo, la
eliminación y la representación, siempre refiriéndola a la hipótesis opuesta a la que
se trata de refutar y aplicando el concepto de no contradicción. La demostración
directa prueba la falsedad de una hipótesis estableciendo que ésta es incompatible
con determinados conocimientos. El razonamiento por reducción al absurdo
refuta la hipótesis demostrando que conduce a una conclusión falsa.
Inconsecuencia de las hipótesis.
Cuando se tiene 2 juicios opuestos y se quiere refutar algo, basta con probar la
validez de uno de ellos, para considerar que el otro juicio es falso por ser
contradictorio, es suficiente con demostrar que se puede cumplir el antecedente sin
que se cumpla el consecuente para que la hipótesis sea refutada

Incumplimiento de las hipótesis.

Uno de los procedimientos más eficaces para refutar una hipótesis es hallar un caso
el cual no tenga cumplimiento. La prueba de que existe una sola excepción
suficiente para refutar una hipótesis. La hipótesis pretende tener cumplimiento
general dentro de un determinado conjunto de objetos y para refutarla basta con
hacer una particularización en dicho conjunto hasta encontrar un caso en el cual no
se cumpla la hipótesis, si se confirma la hipótesis, siempre podemos seguir
ensayando con otros casos particulares. En algunos casos tal hecho puede llegar a
convertirse en un indicio sobre la validez de la hipótesis; en cuyo caso habría que
buscar la demostración por otros procedimientos.