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La medicina alternativa incluye prácticas como la medicina basada en la mente-cuerpo, plantas medicinales, manipulación corporal y energía. Aunque ofrece tratamientos a bajo costo que consideran la cultura, también plantea riesgos debido a la falta de regulación y estudios científicos. Elegir un terapeuta alternativo inadecuado puede ser contraproducente para la salud.
La medicina alternativa incluye prácticas como la medicina basada en la mente-cuerpo, plantas medicinales, manipulación corporal y energía. Aunque ofrece tratamientos a bajo costo que consideran la cultura, también plantea riesgos debido a la falta de regulación y estudios científicos. Elegir un terapeuta alternativo inadecuado puede ser contraproducente para la salud.
La medicina alternativa incluye prácticas como la medicina basada en la mente-cuerpo, plantas medicinales, manipulación corporal y energía. Aunque ofrece tratamientos a bajo costo que consideran la cultura, también plantea riesgos debido a la falta de regulación y estudios científicos. Elegir un terapeuta alternativo inadecuado puede ser contraproducente para la salud.
MEDICINA ALTERNATIVA La Medicina alternativa es un sistema de conocimientos tan antiguo como el hombre ya que inclusive aparece antes que la medicina occidental. Su importancia se debe a la fácil accesibilidad de sus servicios de salud principalmente en los países en desarrollo, además de eso toman en cuenta la cultura y la tradición de los pueblos y también por su bajo costo. Aunque no hay una definición estricta de medicina alternativa, se entiende como aquella que suele incluir aquellas prácticas curativas que no forma parte de la medicina tradicional, es decir, cualquier práctica que no se enseñe en las facultades de medicina o que no se utilice frecuentemente en las consultas de médicos titulados ni en los hospitales. Por poner un ejemplo En EE.UU. el principal organismo federal encargado de investigar científicamente las prácticas de la medicina alternativa es el National Center for Complementary and Alternative Medicine (NCCAM, Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa) perteneciente al Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés). El NIH clasifica a la medicina alternativa en cuatro áreas generales: Medicina mente-cuerpo. Incluye prácticas como la meditación, la oración, el Tai Chi y la musicoterapia, cuyo objetivo consiste en desarrollar la capacidad de la mente para repercutir sobre los síntomas físicos. Prácticas basadas en la biología. Incluyen sustancias como plantas medicinales, alimentos, vitaminas y suplementos alimenticios cuyo objetivo consiste en favorecer la curación del cuerpo. Se pueden adquirir en algunas tiendas de alimentación ordinarias, por internet, en tiendas de alimentos naturales, a menudo en forma de infusiones, cápsulas y extractos. La FDA (Food and Drug Administration) de EE.UU. no regula su uso Prácticas manipulativas y corporales. Estas prácticas se basan en la manipulación y/o el movimiento de partes del cuerpo. Incluyen métodos como el masaje terapéutico y el toque terapéutico, en las que se manipulan y realinean partes del cuerpo para ayudar a aliviar los síntomas. Un ejemplo serían los "ajustes" quiroprácticos, cuyo objetivo es optimizar el funcionamiento del sistema nervioso "reajustando" la columna vertebral. Medicina energética. Esta área de la medicina se basa en la teoría (que no ha sido corroborada científicamente) de que hay campos energéticos que rodean el cuerpo y que penetran en su interior. Incluye prácticas como el Reiki y el Chi Gong. También se incluyen en este grupo las prácticas basadas en la bioelectromagnética, la teoría de que las corrientes eléctricas que hay en el interior de todos los organismos vivos generan campos magnéticos que se extienden más allá del cuerpo. La medicina alternativa se suele distinguir por sus métodos holísticos, lo que significa que el médico o terapeuta trata a la persona globalmente en vez de tratar solamente su enfermedad o trastorno. En la medicina alternativa, muchos terapeutas también tienen en cuenta las necesidades emocionales y espirituales de sus pacientes. Este enfoque holístico y humanista contrasta con el de la medicina tradicional, que tiende apoyarse en pruebas de alta tecnología y a concentrarse en los aspectos puramente físicos de la enfermedad. A pesar de todos los beneficios que ofrece la medicina alternativa, también conlleva ciertos riesgos ya que la falta de estudios científicos implica que algunos de los problemas posiblemente asociados a las terapias alternativas pueden ser difíciles de identificar y además a diferencia de los medicamentos que se venden con o sin receta médica, las plantas medicinales y los productos elaborados con ellas no están rigurosamente regulados por la FDA. No tienen que pasar extensos controles antes de ser comercializados ni tienen que cumplir ningún criterio de calidad. Elegir a un terapeuta también puede plantear problemas. Aunque en muchos estados hay colegios profesionales de acupuntores y masajistas, por ejemplo, no hay ningún organismo federal que controle a todos los terapeutas de medicina alternativa o fije criterios de calidad sobre los tratamientos que administran. Básicamente, al no haber títulos oficiales de estas especialidades casi cualquiera puede autoproclamarse terapeuta, independientemente de que esté o no suficientemente preparado. Elegir a un terapeuta también puede plantear problemas. Aunque en muchos estados hay colegios profesionales de acupuntores y masajistas, por ejemplo, no hay ningún organismo federal que controle a todos los terapeutas de medicina alternativa o fije criterios de calidad sobre los tratamientos que administran. Básicamente, al no haber títulos oficiales de estas especialidades casi cualquiera puede autoproclamarse terapeuta, independientemente de que esté o no suficientemente preparado. En conclusión "Natural" no es lo mismo que "bueno", y la gran mayoría de las personas no son conscientes de que algunas plantas medicinales, o productos “naturales” de hecho, pueden provocarles aún más problemas de salud. Consumir alguno de estos productos o asistir a alguna de estas terapias sin consultar previamente al médico o especialista del área de la salud puede ser de hecho contraproducente.