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Confederalismo democrático

El concepto del confederalismo democrático se basa en una proclamación de Abdullah


Öcalan1 el 20 de marzo de 2005 y desde entonces funda la base ideológica del Partido de los
Trabajadores de Kurdistán (PKK) y sus organizaciones afines. Este modelo ideológico incluye
algunas concepciones de la ecología social, así como reflexiones de Immanuel Wallerstein. La
realización práctica se orienta en el modelo del municipalismo libertario de Murray Bookchin.
Actualmente es la forma de gobierno en Rojava.

Índice
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 1Metas
 2Modelo organizativo
 3Referencias
 4Bibliografía
 5Enlaces externos

Metas[editar]
La meta será la organización de una sociedad civil democrática- ecológica para llegar a
una paz estable en el Medio Oriente2 sin tocar la existencia ni de estados-nación ni de
sus límites territoriales. Así deberían vivir en paz las etnias y religiones distintas de la región.
Según Murat Karayilan, presidente del Kongra Gel, el principio básico sería "la
unidad equitativa y voluntaria".3
De tal manera como propugna el EZLN en el estado mexicano de Chiapas, la sociedad tomará
y organizará más y más tareas sociales, culturales y políticas por cuenta propia, limitando de
este modo las intervenciones de los estados a lo estrictamente necesario.

Modelo organizativo[editar]
En contraste con la federación de estados, el confederalismo democrático aspira a
una confederación de estructuras parciales autónomas de la sociedad como consejos de la
juventud, de las mujeres, consejos de los territorios distintos con población
kurda (Turquía, Irak, Irán, Siria u Europa), pero también asociaciones civiles, organizaciones
no gubernamentales, partidos políticos, comunas y cooperativas o instituciones sociales.23
Como organización general para dar estructura a esta política, se fundó la Koma Civakên
Kurdistan (KCK) (Confederación de Pueblos de Kurdistán) con el Congreso Popular del
Kurdistán como comité superior.3

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Öcalan, Abdullah,Declaration of Democratic Confederalism in Kurdistan
 Archivado el 29 de septiembre de 2016 en la Wayback Machine., 20/03/2005, (inglés)
2. ↑ Saltar a:a b Nilüfer Koç,Menschen sind in der Lage, ihre Organisierung selbst zu
schaffen, Kurdistan Report No.133, Septiembre/Octubre 2007, (alemán)
3. ↑ Saltar a:a b c Nihat Kaya, Şevin Bingöl, Nalin Penaber, Sinan Cudi, Baki Gül,PKK'den KKK'ya
yeni bir sistem -3-
 Archivado el 16 de julio de 2010 en la Wayback Machine., Özgür Gündem, 08/10/2006,
(turco)
Bibliografía[editar]
 Abdullah Öcalan: Confederalismo democrático, Neuss: Mesopotamien Verlag, ISBN 978-
3-941012-53-0 (PDF)

Enlaces externos[editar]
 El Confederalismo Democrático - Solidaridad Kurdistán
Rojava Azadî
Colectivo por la revolución social de Rojava ~ Kurdistán paz
y libertad
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 Webs
o Estatal
o Internacional
o Organizaciones Kurdas
o Otras fuentes

Confederalismo Democrático
<<<ORIGINAL DE SOLIDARIDAD KURDISTÁN>>>
El Confederalismo Democrático de Kurdistán no es un sistema estatal, sino
un sistema democrático de las personas si un Estado. Con las mujeres y la
juventud en vanguardia, es un sistema en el cual todos los sectores de la
sociedad desarrollarán sus organizaciones democráticas propias. Es una
política ejercida por los ciudadanos libres confederales, iguales para
elegir sus representantes regionales. Esta basado en su propia fuerza y
pericia. Su poder deriva de las personas en todas las áreas, incluyendo su
economía, se buscará la autosuficiencia.

Abdullah Öcalan, Al Pueblo Kurdo y a la Comunidad Internacional.

El Confederalismo Democrático es la propuesta de Abdullah Öcalan para


una solución de la cuestión kurda, de los problemas de Oriente Medio, y no
solo eso, sino que considera que esta práctica política puede ser clave para
la liberación y verdadera democratización de los pueblos del mundo. El
Confederalismo Democrático es el programa y la meta de los partidos y
demás colectivos que se agrupan bajo la KCK (Koma Civakên Kurdistan).

Si bien en su origen el PKK, y Öcalan, como su principal ideólogo,


luchaban desde una perspectiva marxista-leninista por la creación de un
Estado kurdo, con el paso del tiempo se hicieron visibles los errores de esta
concepción de la liberación social y nacional, y Abdullah Öcalan,
influenciado por pensadores como el anarquista y ecologista social Murray
Bookchin o el sociólogo Immanuel Wallerstein, avanzó de un socialismo de
corte centralizador y estatalista, a un socialismo de influencia libertaria,
un socialismo democrático cuyo tipo de administración “puede ser llamada
administración política no estatal o democracia sin Estado”.

Öcalan ha desarrollado una crítica al Estado-Nación que le ha llevado a


interpretar el derecho de los pueblos a su autodeterminación como “la
base para el establecimiento de una democracia de base, sin necesidad de
buscar nuevas fronteras políticas”.

En su publicación el Confederalismo Democrático (pág. 21), Öcalan


presenta a esta forma de organización social así:

“Este tipo de autoridad o administración puede ser llamada administración


política no estatal o democracia sin Estado. Los procesos de toma de
decisión democráticos no deben ser confundidos con los procesos
conocidos de la administración pública. Los Estados solo administran
mientras que las democracias gobiernan. Los Estados están fundados en el
poder, las democracias están basadas en el consenso colectivo. El mandato
en el Estado está determinado por decreto, aunque puede en parte ser
legitimado a través de elecciones. Las democracias usan elecciones
directas. El Estado usa la coerción como medio legítimo. Las democracias
se apoyan sobre la participación voluntaria.

El Confederalismo Democrático está abierto a otros grupos y facciones


políticas. Es flexible, multi-cultural, anti-monopólico, y orientado hacia el
consenso. La ecología y el feminismo son pilares centrales.
En el marco de este tipo de auto-administración, una economía alternativa
se vuelve algo necesario, lo que incrementa los recursos de la sociedad en
lugar de explotarlos y así hace justicia a las múltiples necesidades de la
sociedad.”

El Confederalismo Democrático plantea un rechazo del centralismo y basa


su confederalismo en la tradición y herencia colectiva que en el pueblo
kurdo se encuentra en la organización en clanes y tribal. Este tipo de
organización se ha opuesto siempre a los imperios y Estados que han
buscado centralizar el poder, aunque como bien plantea Öcalan estas
formas sociales tribales pueden convertirse en instituciones parasitarias por
lo que hoy han de integrarse en la lucha por el cambio democrático.

Respecto al Estado, Öcalan es un profundo crítico de éste, pero entiende


que su abolición total no es hoy posible, por lo que el Confederalismo
Democrático es la herramienta que mediante la organización de base y
democrática al margen del control estatal, posibilitará la superación del
Estado una vez que se demuestre la capacidad del Confederalismo
Democrático. Pero esta convivencia que puede darse con el Estado no
significa una subyugación a este, pues aunque el Confederalismo
Democrático es una política de paz, las confederaciones democráticas han
de mantener sus fuerzas de autodefensa para protegerse de los ataques del
Estado (el cual Öcalan define como una entidad militarmente estructurada y
para el que la guerra y la militarización de la sociedad son cuestiones
claves) y ejercer así su legítimo derecho a la defensa.
Como se ve en el extracto citado de la obra de Öcalan, esta organización
política no estatal, requiere además de una organización económica
alternativa, esta organización económica alternativa del Confederalismo
Democrático se trata del socialismo. En los orígenes del pensamiento de
Öcalan y del PKK, como se ha dicho, estaba el marxismo-leninismo pero
esta concepción de la liberación social fue abandonada y criticada por
Öcalan que planteo el socialismo democrático como alternativa a la
economía actual. Este socialismo tiene un marcado carácter local y
autogestionario, como no podía ser de otra manera en una propuesta
política que rechaza al Estado, planteando a la democracia directa como
alternativa.

Por lo tanto ante la barbarie capitalista y la centralización del socialismo


estatal, el Confederalismo Democrático plantea la necesidad de la posesión
de los recursos económicos no por el Estado, sino por la sociedad. Esta
economía ha de enfocarse en una redistribución justa de los recursos
económicos y el objetivo de esta ha de ser los beneficios sociales, no la
acumulación de riquezas o la sobre-producción. Tal como lo expresa
Öcalan:

“Una de las principales razones del deterioro de la sociedad se encuentra


en los efectos nocivos de los mercados financieros. La producción de
necesidades artificiales, la búsqueda interminable de nuevos mercados de
consumo y la codicia sin límites de beneficios cada vez mayores son los
responsables de la diferencia cada vez más abismal entre pobres y ricos,
hinchando a diario el batallón de los que viven bajo el umbral de la
pobreza o incluso de los que pasan hambre. Una política económica de este
tipo no se puede tolerar ya más. Este es entonces el mayor desafío del
proyecto socialista: implementar una política económica alternativa que no
aspire únicamente al beneficio por el beneficio, sino a una distribución
justa de los recursos y a la plena satisfacción de las necesidades básicas
del conjunto de la sociedad” Guerra y Paz en el Kurdistán, pág 36.

Pero el socialismo no es solo la alternativa económica para la distribución


justa de los recursos y para que estos estén en manos de la sociedad y no
del Estado o de las corporaciones, sino que la alternativa socialista se hace
además necesaria pues es la única que puede conservar el medio ambiente,
es por ello la única compatible con otro de los pilares del Confederalismo
Democrático, el ecologismo. Esta importancia del ecologismo y su relación
con el socialismo es resumida en un fragmento de Guerra y Paz en el
Kurdistán:

“Un modelo de sociedad ecológico es por esencia un modelo socialista. Un


equilibrio ecológico solamente será posible con el paso de una sociedad
alienada basada en el despotismo, a una sociedad socialista. Sería iluso
creer que la preservación del medio ambiente es compatible con el sistema
capitalista. Al contrario, el sistema capitalista contribuye ávidamente a la
devastación del medio ambiente. Debe tenerse seriamente en cuanta la
protección ecológica en el proceso de cambio social.” Guerra y Paz en el
Kurdistán, pág. 35

Otra de las cuestiones que el Confederalismo Democrático plantea como


primordiales y que es un pilar de su propuesta es la liberación de la mujer.

En su crítica al Estado, Öcalan señala como uno de los pilares ideológicos


del Estado al sexismo. Señala como el Estado y el capitalismo convierten a
la mujer tanto en objeto sexual como en mercancía y que solo permiten su
desarrollo para convertirla en un accesorio de la sociedad patriarcal.
Establece además una relación entre el poder y el estatalismo y el sexismo.
Por ello uno de los pilares del Confederalismo Democrático es
el feminismo.

“El hecho de que a lo largo de la historia la mujer haya sido desposeída


por el hombre de su identidad y su personalidad (la eterna cautiva) ha
provocado considerablemente más daño que la división en clases. La
cautividad de la mujer es una medida del declive y la esclavización general
de la sociedad; es también una medida de sus mentiras, robo y tiranía. pág
33.

Cada hombre dentro de la familia se considera el propietario de un


pequeño reino (…) Es importante también analizar la familia actual como
una institución ideológica. Si elimináramos a la mujer y a la familia del
sistema civilizado, su poder y el Estado, no quedaría nada que constituyera
el orden”. Liberando la vida: la Revolución de las mujeres, pág 23.

Esta necesidad de la lucha por la emancipación de la mujer se acrecienta


aún más cuando el islamismo sexista se impone en los Estados que someten
al Kurdistán, como es el caso de la dictadura islámica de Irán. Se entiende
así que el PJAK (Partido por la Vida Libre del Kurdistán), integrado en la
KCK y cuyo ámbito de actuación es el territorio iraní, esté nutrido de
numerosas mujeres que, como ellas mismas indican, luchan tanto por la
liberación nacional como por la liberación femenina.

Las libertades individuales, como por ejemplo de expresión y decisión,


son otras de las bases del Confederalismo Democrático por la que lucha la
KCK, y que junto a los puntos ya nombrados conforman esta propuesta
para liberación del Kurdistán, la cual es un ejemplo para los pueblos del
mundo.
La experiencia del
Confederalismo Democrático:
¿opción para los pueblos?
Por: Alejandro Azadî

A mediados del 2011 estalló la Guerra Civil en Siria, diversas bandas


terroristas financiadas por países de Europa y Estados Unidos se
levantaron contra el gobierno de Bashar Al-Asad.

Oriente Medio es históricamente visto, desde Occidente, como una zona caliente. Desde las
películas hollywoodenses hasta las empresas de viaje, ponen el acento en la extrema
violencia que vive la región. Sin embargo, lo que nadie dice sobre esa violencia es que es
agitada, y financiada, sistemáticamente, por Occidente y su punta de lanza: los Estados
Unidos.

A mediados del 2011 estalló la Guerra Civil en Siria, diversas bandas terroristas financiadas
por países de Europa y Estados Unidos se levantaron contra el gobierno de Bashar Al-Asad.
El territorio norte de Siria fue el principal teatro de operaciones de las bandas terroristas
(Ejército Libre Sirio primero, Estado Islámico y Frente Al-Nusra después). En esa encrucijada,
los kurdos y las kurdas que habitan el norte de Siria se opusieron a ambos bandos y
decidieron embarcarse en una Tercera Vía, basada en las ideas de Abdullah Öcalan, el líder
que reformuló la cuestión kurda, la naturaleza de la revolución, y una alternativa a la
modernidad del Estado-nación y el capitalismo. Hay que recordar que Kurdistán es una nación
que se encuentra dividida bajo la administración de cuatro estados: Turquía, Siria, Irak e Irán.
Allí se encuentran las mayores reservas de petróleo y de agua dulce en la región.

Para comprender el proceso de reconstrucción del tejido social en Rojava (norte de Siria, que
significa Oeste para los kurdos), y la Revolución que lo configura, es primordial entender que
en esta zona en 2011 el Estado se retiró para combatir a las organizaciones terroristas en
otros frentes de batalla. Al retirarse el Estado, y con ello todas las instituciones jerárquicas que
le componen, el vacío de poder se hizo presente y fue abordado por diversas facciones,
algunas militaristas y otras democráticas. Estas facciones confrontaron con dos visiones de
mundo contrapuestas: por un lado, el Estado Islámico (ISIS) y el Frente Al-Nusra que busca
instaurar las leyes islámicas represivas e implantar el terror; por el otro, el Movimiento por una
Sociedad Democrática (TEV-DEM) que adopta la ideología del Confederalismo Democrático y
brega por la autodeterminación de los pueblos ubicados al norte de Siria.
Al confrontar estas dos visiones de mundo posible, y ante la ausencia del Estado y sus
instituciones, la Guerra Civil patente en el corazón de Rojava forzó a amplios sectores de la
población a migrar, a quedarse y “ver qué pasa”, o a tomar las armas y resistir. Quienes se
volcaron por esta última opción se organizaron en las Unidades de Protección Popular (YPG)
y en las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ). Basados en una visión antiautoritaria,
pluralista, multiétnica, multireligiosa y multipartidista, las YPG y las YPJ son el brazo armado
del TEV-DEM (un conjunto de asociaciones civiles, partidos políticos e grupos religiosos que
buscan una verdadera democracia directa, participativa y pluralista).

La ideología de la liberación de la mujer es el sustento del paradigma del Confederalismo


Democrático. Tras 5000 años de sexismo y dominación patriarcal las mujeres kurdas son la
revolución y no un agregado más en la revolución. Para decirlo de otra manera: la revolución
es, en la medida en que la mujer se libera, y en consecuencia se organiza y transforma las
relaciones sociales de la dominación patriarcal y la mentalidad estatista del capitalismo
moderno.

Una vez que las YPG/YPJ recuperaron los territorios de Rojava dominados por las bandas
terroristas, la Revolución comenzó a armar un nuevo tejido social, siguiendo el paradigma del
Confederalismo Democrático, apoyándose en la sociedad civil y en las mujeres kurdas,
principal baluarte en la lucha por la liberación. Bajo el principio de que las mujeres
colectivamente organizadas son el ejército revolucionario que puede implantar una nueva
sociedad, y que el patriarcado es el enemigo principal en la lucha por el socialismo, las etnias
kurdas, armenias, asirias, turcomanas, árabes, chechenas, configuran colectivamente, desde
sus barrios, municipios y cantones (similar a una provincia), la administración social de la
producción y determinan sus necesidades básicas para saciarlas.

¿Cómo se organiza el Confederalismo Democrático?


Muy someramente, y esquemáticamente, podemos decir que el Confederalismo Democrático,
basado en una democracia directa, ecológica y donde la mujer es el factor de transformación
social, se ubica en la antípoda directa de la modernidad patriarcal, capitalista e imperialista.

Bajo este paradigma, las mujeres revolucionan las condiciones de vida sociales. En tal
sentido, se organizan en la Comunidad de Mujeres del Kurdistán (KJK) tomando un rol de
vanguardia revolucionaria, ganando mayor envergadura, en lo ideológico, lo teórico y lo
estratégico. “El KJK sostiene que el nivel de libertad de la sociedad está vinculado con el nivel
de libertad de las mujeres. Una democratización sustentable sólo puede ser asegurada y
garantizada por la liberación de las mujeres. Las ideologías patriarcales de dominación, que
degradan a las mujeres como a objetos e institucionalizan la mentalidad sexista, son los
puntos más débiles del sistema dominante. No podemos hablar de real democracia, el
establecimiento de una vida socialista y libre, a menos que luchemos contra las ideologías
patriarcales y sus concepciones relativas a la cultura y la moral” (1).
A su vez, la mínima unidad en que se organiza la sociedad y donde se toman las principales
decisiones se denomina Komin (común – especie de asamblea ciudadana). Estos espacios de
organización son a nivel territorial, en cada barrio hay unos siete u ocho Komin. También hay
Komin de mujeres y según el grupo étnico. Cada barrio, a través de sus Komin, elige a sus
representantes a los consejos ciudadanos (similares a los municipios), quienes llevan las
propuestas de leyes para ser modificadas, mejoradas o aprobadas. En el caso de ser
modificas o mejoradas, las propuestas vuelven a los Komin y esperan su aprobación, para
luego volver a los consejos ciudadanos. Es importante rescatar que las asambleas ciudadanas
son permanentes y sistemáticamente se vuelcan a discutir los problemas del barrio, a su vez
los representantes a los consejos ciudadanos son rotativos y tiene que haber la misma
cantidad de representantes mujeres-hombres, e inclusive más mujeres.

Por otro lado, en vistas de las necesidades económicas (en un contexto marcado por la
guerra, un bloqueo económico feroz, y una economía prácticamente de subsistencia), los y las
ciudadanas conforman pequeñas unidades productivas (las cooperativas). En Rojava se han
desplegado cooperativas agrícolas y ganaderas, y pequeñas industrias, que aportan un
porcentaje ínfimo a los cantones para el desarrollo de las actividades organizativas,
administrativas y vinculadas a la coyuntura de guerra actual, sostenidas por socios que, o bien
pueden aportar una cuota (que puede ser individual, o familiar-colectiva) o unirse con su
fuerza de trabajo. Desplegando una estrategia de desprendimiento del modelo y mentalidad
capitalista se crea un nuevo paradigma basado en la economía social: la misma busca que el
80% de la economía este en control de producción comunal, mientras que se permite un 20%
de iniciativa privada. La idea es que las personas tengan un rol activo en la sociedad y la
trasformación se da paso a paso con la participación popular.

También está prohibido en zonas autodeterminadas el monopolio económico, la realización


del capital inmoral en la actividad productiva, las malas prácticas productivos que utilizan
tóxicos y contaminan, la inversión de capital financiero parasitario y el sostenimiento de
prácticas comerciales indebidas que vayan contra el Contrato Social y perjudiquen a la
población de los cantones. Siendo el Contrato Social el que regula la vida comunal, en el
mismo se establece la creación de una Asamblea Constituyente compuesta por 162
representantes de la sociedad (donde no existe la minoría, y todos los sectores sociales se
ven representadas). Es de destacar que todos los cargos son rotativos sistemáticamente, y
que todos los cargos están co-presididos por una mujer y un hombre, buscando de esta
manera socavar el burocratismo y el poder del patriarcado respectivamente.

Abdullah Öcalan, quien es el líder de los pueblos libres del Kurdistán, propone desde una
mirada estrechamente ligada a las necesidades del pueblo, que los mismos pobladores se
organicen “sobre la experiencia histórica de la sociedad y su herencia colectiva”, desarrollando
estructuras propias distintas y opuestas a la de “monopolios económicos, políticos, ideológicos
y militares” que son “construcciones que contradicen la naturaleza de la sociedad a través de
la simple pugna por un superávit. Estos no crean valores. Tampoco puede una revolución
crear nuevas sociedades. Solo puede influencias el tejido social” (2).
NOTAS
(1) Koma Jinên Kurdistanê – KJK – Unión de Mujeres de Kurdistán (2016) “El Movimiento de la
Liberación de las Mujeres de Kurdistán por una lucha universal de las mujeres” .
En www.kurdistanamericalatina.org
(2)
Öcalan Abdullah (2005) “Confederalismo Democrático” por International Initiat
¿Qué es el
Confederalismo Democráti
co?
CITA
Publicado en noviembre 24, 2015

Extraído de RojavaNoEstaSola

Para entender qué es el Confederalismo Democrático, hay que entender de donde viene.

El PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) nació en la zona turca del Kurdistán en
1978 como una apuesta por la liberación nacional y social del pueblo kurdo desde una
posición marxista-leninista, con la intención de generar un Estado Kurdo Socialista dentro

de la órbita de la antigua URSS. Tras años de guerra contra Turquía, se comienza a


producir en seno del partido un alejamiento del Socialismo Real, una evolución ideológica que
comenzó a hacerse patente entre finales del pasado siglo y comienzos del presente, fruto de un
estancamiento del proceso de lucha pasado y de una valoración crítica del camino (algo que ya
de por sí nos parece muy sano dentro de cualquier organización), y que a ritmos no siempre
parejos ha involucrado tanto a las bases como a los cuadros del partido (con especial mención
a Öcalan, carismático líder del PKK, encerrado en una prisión turca desde 1999). Este cambio
vino de la mano de la creación por parte del PKK de un frente amplio denominado KCK
(Unión de Comunidades del Kurdistán), sobre el que pivotan más de 400 organizaciones
políticas y sociales, y que fue generando un nuevo proyecto político basado en lo que ellos
denominan Confederalismo Democrático.
Murray Bookchin, Anarquista. Autor de “Seis tesis del Municipalismo Libertario”

Esta nueva tendencia, sin renegar del marxismo, bebe principalmente del municipalismo
libertario y la ecología social teorizada por el norteamericano Murray Bookchin. En este
sentido, su núcleo ideológico pivota sobre el socialismo, el ecologismo y el feminismo. Se
plantea una “democracia sin Estado”, que se fundamenta en la economía comunal, en la
decisión y el trabajo desde abajo y en la centralidad de los municipios como ejes de la vida
social (que irían generando una gran confederación); aunque incluyendo en todo ello la
contradictoria participación en el aparato estatal actual a través de elecciones, algo que ya
prescribe el anarquista norteamericano. El comunalismo de Bookchin plantea una estrategia en
cinco pasos:
1. Empoderar legalmente a los municipios existentes intentando así llevar el poder de decisión a
las localidades.

2. Democratizar los municipios a través de asambleas de base.

3. Unir a los municipios “en redes regionales y confederaciones más amplias […] que trabajen
para reemplazar gradualmente los estados-nación por las confederaciones municipales“,
mientras se asegura que “los niveles” más altos “de la confederación tienen principalmente
funciones administrativas y de coordinación.”

4. “Unir a los movimientos sociales progresistas” para fortalecer la sociedad civil y establecer
“un punto focal común de iniciativas y movimientos de todos los ciudadanos”: las asambleas.
Esta cooperación es “no porque esperamos encontrarnos siempre un consenso armonioso, sino
—por el contrario— porque creemos en el desacuerdo y la deliberación. La sociedad se
desarrolla mediante el debate y el conflicto“. Además, las asambleas deben ser laicas,
“combatiendo las influencias religiosas en la política y el gobierno”, y conformando un
“escenario para la lucha de clases”.

5. Con el fin de lograr su visión de una “sociedad sin clases, basada en el control político
colectivo de los medios de producción socialmente importantes”, se llama a la
“municipalización de la economía” y se propone una “asignación confederal de recursos para
garantizar el equilibrio entre regiones”. En términos simples, esto equivale a una combinación
de la autogestión obrera y la planificación participativa para satisfacer las necesidades sociales:
economía anarquista clásica.

Tal como lo expresa Eirik Eiglad, ex-editor de Bookchin y estudioso del KCK: “Es de
particular importancia la necesidad de combinar las ideas de los movimientos feministas y
ecológicos progresistas con los nuevos movimientos urbanos y las iniciativas de los
ciudadanos, así como con las de sindicatos, cooperativas y colectivos locales… Creemos que
las ideas comunalistas de una democracia asamblearia contribuirán a hacer posible este
progresivo intercambio de ideas sobre una base más permanente, y con consecuencias
políticas más directas. Aún así, el comunalismo no es sólo una forma táctica de unir estos
movimientos radicales. Nuestra llamada a la democracia municipal es un intento de llevar la
razón y la ética al primer plano de las discusiones públicas.“

Abdullah Öcalan, Presidente del Partido de los Trabajadores del Kudistán (PKK). Condenado a cadena perpetua por el
Estado Turko desde 1999

Para Öcalan el Confederalismo Democrático significa una “sociedad democrática, ecológica y


liberada en cuanto al género”, o simplemente “democracia sin estado”. Él explícitamente
señala la diferencia entre “modernidad capitalista” y “modernidad democrática”, en la que “los
tres elementos básicos: el capitalismo, el estado-nación, y el industrialismo” se sustituyen por
una “nación democrática, la economía comunal, y la industria ecológica”. Esto implica “tres
proyectos: uno para la república democrática, otro para el Confederalismo Democrático y un
tercero para la autonomía democrática ”. El concepto de la “república democrática” se refiere
esencialmente al logro para los kurdos de los por mucho tiempo negados derechos de
ciudadanía y derechos civiles, incluyendo el de hablar y enseñar su propio idioma libremente.
La autonomía democrática y el Confederalismo Democrático se refieren ambos a las
“capacidades autónomas del pueblo, una estructura política más directa y menos
representativa”.
En la práctica, el peso de esta teoría recae sobre la asambleas y los consejos locales, apostando
por la autogestión a nivel político y económico (a nivel de “educación, salud, cultura,
agricultura, industria, servicios sociales y seguridad, asuntos de la mujer, la juventud y el
deporte”). La lucha armada ha ido quedando en segundo plano (si es que se pude hablar así en
un contexto de guerra soterrada con los diferentes estados de la región) frente a un proceso de
extensión de la política a pie de calle: «Existe participación popular en los consejos, incluso de
personas no kurdas, y mientras las Diyarbakir, la ciudad más grande en el Kurdistán turco, hay
asambleas en casi todas partes”. En otro lugar, “en las provincias de Hakkari y Sirnak… hay
dos autoridades paralelas [el KCK y el Estado], de los cuales la estructura confederal
democrática es más poderosa en la práctica”. El KCK en Turquía “se organiza a nivel de aldea
(köy), barrio urbano (mahalle), distrito (ilçe), ciudad (kent), y la región (Bölge), que se
denomina “el Norte de Kurdistán.” El nivel “más alto” de la federación en el norte de
Kurdistán, el DTK (Congreso de la Sociedad Democrática), es una mezcla de delegados de a
pie con mandatos revocables elegidos por sus iguales, que constituyen el 60 por ciento, y los
representantes de “más de quinientas organizaciones de la sociedad civil, sindicatos y partidos
políticos”, que conforman el 40 por ciento restante, de los cuales aproximadamente el 6 por
ciento está “reservado para los representantes de minorías religiosas, académicos u otros con un
conocimiento o punto de vista particular”.»
Del mismo modo, el aspecto más étnico y nacionalista, aun perviviendo en cierta medida, va
dejando paso a una apuesta federativa que se aleja de las fronteras, en la que el Estado-Nación
ya no es el paradigma a seguir, sino que se presenta una sociedad con poder descentralizado en
asambleas locales. A fin de cuentas, y teniendo en cuenta las palabras del periodista y
antropólogo kurdo Mehmet Dogan: “El Estado-Nación capitalista es un Estado que legitima
la dominación en tres sentidos: en primera instancia, permite que una clase explote a las
clases populares; en segunda instancia, a través del machismo; y, por último, tenemos la
dominación sobre la naturaleza… El Confederalismo Democrático no prevé solamente la
autodeterminación de los pueblos kurdos, turcos, armenios, árabes y persas, sino que también
apuesta a construir una manera de organización comunitaria desde la base donde todos
podamos vivir en armonía con la naturaleza, donde hombres y mujeres sean realmente
iguales”.

Fuentes:
– “El confederalismo democrático: un acercamiento al conflicto kurdo” de Todo Por Hacer.
-“El nuevo PKK: desatando una revolución social en el Kurdistán” de Roar Magazine.

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