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Delitos de enriquecimiento por apoderamiento, con

peligro o daño de la vida, salud o seguridad de las


personas: robos con violencia o intimidación.

1.- Bien Jurídico protegido.


Los art. 433 a 439 tratan bajo el epígrafe “del robo con violencia o
intimidación en las personas” los delitos más graves del título XI, por
incorporarse un elemento de daño o peligro cierto para las seguridad y la
integridad de las personas. Estos delitos no requieren la sustracción como
conducta típica, bastándose la ley con la entrega o manifestación que la
propia víctima del delito hace de ellas a su autor.

2.- Figura básica: el art. 436 inc. Primero.


Se castiga con presidio mayor en su grado mínimo a máximo a
quienes ejecutaren robos con violencia o intimidación en las personas,
“cualquiera sea el valor de las especies sustraídas”.

A. Tipicidad. Bien jurídico protegido y conducta punible: la


relación del medio empleado, violencia o intimidación y el
apoderamiento.
Es un delito pluriofensivo en donde lo esencial es la protección
a la seguridad e integridad de las personas, además de contribuir
un atentado contra la propiedad. Ocurre que el robo con violencia
puede verse como una figura agravada de las violencias (lesiones,
etc.) en atención a lo perseguido por el agente: la apropiación de
cosas ajenas.
Esta relación de medio a fin puede darse tanto si la violencia
o intimidación se ejercen para facilitar la apropiación, en el acto e
cometerla, o después de realizada, para favorecer su impunidad.
Esta vinculación subjetiva es la que le da a esta figura la
configuración de delito complejo. (La violencia o intimidación es un
medio de para obtener la apropiación)
En la simple apropiación por sustracción no hay nunca un
robo. La apropiación en el robo consiste en una vinculación
subjetiva del autor con el medio violento o intimidatorio empleado
para obtener la entrega o manifestación de la cosa apropiada.
Además de este elemento subjetivo, de vinculación de medio
a fin, la figura básica del robo con violencia o intimidación contiene
otros que se pasan a analizar:

a. Circunstancias de lugar: la relación espacio-temporal


entre la violencia o intimidación y la apropiación. El rol de
la esfera de resguardo.
Según el art. 433 tres son los momentos en que el empleo de
violencia o intimidación puede importar un robo: antes del robo
para facilitar su ejecución, en el acto de cometerlo o después de
cometido para favorecer su impunidad. (Estos momentos solo se
vinculan con la posibilidad efectiva de disponer de la cosa por
parte del autor del delito)
Los límites del robo quedan fijados de la siguiente manera:
i. La violencia e intimidación ejecutados antes de la
apropiación deben serlo para conseguir la apropiación,
para violentar la esfera de resguardo de la cosa,
ingresando al lugar donde se encuentra o asegurando que
tal ingreso se pueda llevar a cabo.
ii. La violencia o intimidación ejecutadas “en el acto de
cometerlo” deben serlo para conseguir la apropiación ,
mediante la entrega de la cosa o la aprehensión material
de la misma una vez obtenida la manifestación de ella (una
vez que se está en la esfera de resguardo de la cosa)
iii. La violencia o intimidación ejecutadas “para favorecer su
impunidad” ya no dice relación con la apropiación de la
cosa sino con el aseguramiento de la misma. Solo cuando
dicho aseguramiento tiene como objeto salir de la esfera
de resguardo de la cosa, asegurando la impunidad del
delito, o en términos jurisprudenciales, solo cuando se
produce “inmediatamente después de producida la
sustracción, con el objeto de favorecer la impunidad”.

b. Modalidades de la conducta: violencia o intimidación.


b.1 La violencia: es la energía o fuerza física empleada sobre
la víctima o malos tratos para hacer que se manifiesten o
entreguen las cosas o para impedir la resistencia a que se quiten
(439).
La primera cuestión es determinar si toda fuerza física es
idónea para constituir la violencia que requiere este tipo penal,
Echeverry dice que la respuesta es afirmativa, pero no
compartimos su criterio, la clave se encuentra en los artículos
433, 439, inciso segundo del artículo 436 y 140 del código penal
de acuerdo a lo dispuesto en articulo 433 dos son los objetos de
protección que califican el delito: la vida, salud integridad de las
personas, su seguridad y libertad personal.
No toda violencia que se ejerza sobre el cuerpo puede ser
considerada violencia para estos efectos, el artículo 436 inciso
segundo contempla la hipótesis de violencia no adecuada para
estimar el hecho como un robo con violencia o intimidación de
las personas, porque la integridad o la seguridad no se ve
afectada de manera significativa, ejemplo de ellos son las
hipótesis en que la violencia o maltrato podría ser ejercido en
riña aparente o las lesiones leves que naturalmente se producen
cuando procediendo por sorpresa se sustrae a alguien lo que
lleva consigo, como sucede en el “robo del tirón”, en que se dejan
llaves leves equimosis o heridas en el cuello, manos u orejas de
los ofendidos. Quien actúa por sorpresa debe hacerlo de
modo que el ofendido no se percate del hecho o que lo haga sin
tiempo para reaccionar, pudiendo hacerlo por lo que las lesiones
leves, no deben ser tales que por el sufrimiento que importa
impidan toda reacción, en definitiva, que no se pase del ataque
a la propiedad a un ataque a las personas.
No todos los malos tratos son adecuados para constituir el
delito de robo, debe de tratarse de un significativo atentado
contra la integridad o la seguridad personal. En primer lugar será
violencia para estos efectos aquella que importe una lesión
efectiva y será de la integridad de las personas que constituyan
al menos lesiones menos graves del artículo 439 del código
penal, y el segundo término serán aquellas que importen una
lesión efectiva y seria a la seguridad de las personas mediante
la privación de libertad.
Sin embargo debe tenerse presente que por el hecho de faltar
la violencia no necesariamente el delito de robo con violencia o
intimidación se degrada en otra figura penal, pues queda
pendiente establecer si los hechos que no son violencia
constituyen o no intimidación en el caso concreto.

b.2. La intimidación: el articulo 439 define lo que se entiende


por intimidación, en principio comprende las amenazas que son
necesarias para facilitar la ejecución del delito o la ejercida
durante su perpetración pero del juego del articulo 436 y de lo
dispuesto en el 433 inciso primero que señala los tres momentos
en que se ejerce la violencia o la intimidación, solo cabe concluir
que tal definición de intimidación es aplicable a cualquier de esos
momentos.
Hay que destacar que la definición de intimidación
contemplada en el 439 es de carácter amplio (amenaza y
cualquier acto) que debe complementarse con la dada en el
diccionario según el cual la intimidación es tanto la “acción” como
el “efecto” de “intimidar” e intimidar es desde el punto de vista
de quien intimida “causar o infundir miedo” y desde el intimidado
“entrarle a cometerle a uno el miedo”. La intimidación supone
una relación comunicativa en la que una persona perturba a otra
haciéndole ver la posibilidad real o imaginaria, de un riesgo o
daño, amenazándola implícita o explícitamente (con “cualquier
acto”).
El temor por tanto se refiere a la conciencia que tiene el
amenazado de ser víctima del mal con el que se le amenaza que
tal temor que se sienta surja un acto de temeridad o valor y se
repela la amenaza (grado de tentativa) o uno de cobardía o
prudencia ( y el delito se consuma) y dependerá del carácter del
amenazado, la amenaza debe reunir los mismos requisitos que
el articulo 296 y algo más que permita la distinción del robo y
las amenazas condicionales del articulo 296 N° 1.
b.2.1. La amenaza debe ser seria (existir): La amenaza
como señalamiento de un mal futuro hecho por el que intimida
debe existir de objetivamente de forma explícita o implícita,
una amenaza inexistente objetivamente es impune, aún si se
entregan las especies por un temor imaginario de la víctima,
se exige entonces que la amenaza exista, que sea verdadera.
b.2.2. El mal con que se amenaza debe ser grave: tiene
que relacionarse con la esencia del delito con un mal que
importe un ataque a la vida, salud o integridad del amenazado
o de otra persona relacionada que se encuentre presente o
una privación de libertad superior al tiempo que importa a la
amenaza, si la amenaza es de ejecutar daños materiales no
se corresponde a esta figura a menos que tales daños
supongan un peligro para la seguridad de las personas
(artículo 296 o 297 según las circunstancias)
b.2.3. El mal con que se amenaza debe ser verosímil: el
mal amenazado debe parecer posible de realizarse a ojos del
ofendido (posibilidad relativa) conforme a un juicio ex ante de
un tercero puesto en la concreta situación fáctica de que se
trate. Un mal absolutamente imposible de causar excluye
posibilidad por este título al faltar el peligro por el bien jurídico
protegido.
Por tanto, para determinar si la amenaza es verosímil,
hay que atender a la concreta situación relacional entre el
afectado y el autor del delito y no solo al medio al que se emplea
para amenazar.
En cambio de la persona extremadamente sensible que
se asusta con facilidad aun cuando no ha sido amenazada ni
expresa ni explícitamente no puede decirse que se encuentre
intimidada pues el solo temor de la víctima no constituye el
delito, este debe ser infundido de alguna manera por el
autor.
b.2.4. La amenaza debe ser concreta (inmediata): por
concreta se entiende una amenaza respecto de la cual debe
decirse que la ejecución del mal amenazado aparece en sus
propios términos como una inmediata o inminente, un mal que
seguirá directamente a la amenaza que se trata de no
conseguirse el propósito del autor, de faltar la inmediatez en
la amenaza se estará en presencia de un delito de amenazas
condicionales del artículo 196 N° 1.

b.3 La llamada “violencia ficta” como forma de


intimidación por engaño: la parte final del artículo 439 señala
que “hará también violencia el que para obtener la entrega o
manifestación alegare u orden falsa de una autoridad o le adhiere
por si fingiendo ser un ministro de justicia o funcionario público”,
lo que se denomina “violencia ficta”. La “violencia ficta” debe
admitirse solo si el engaño que se ejerce, reviste los mismos
caracteres de seriedad, gravedad e inmediatez de la intimidación
propia del robo. Se debe ejecutar un acto que pondría en peligro
la seguridad o la integridad, cometa robo con violencia o
intimidación en las personas, pero si la amenaza hecha con
engaño no se refiere a la seguridad o integridad física o no es
inmediata, entonces el hecho puede consistir en una simple
estafa de los artículos 468 y siguientes o en un delito de
amenazas condicionales del artículo 296 N° 1.
c. El delito de extorsión como forma de “entrega o
manifestación ficta” de la cosa: el articulo 438 castiga “como
culpable de robo”, “al que para defraudar a otro lo obligare con
violencia o intimidación a suscribir o entregar un instrumento
público o privado que importe una obligación estimable en
dinero”.

3. Figuras calificadas de robo con violencia del Art. 433 N°1 CP.
El articulo 433 N° 1 castiga con la pena de presidio mayor en su
grado medio a presidio perpetuo calificado al que “con motivo u ocasión
del robo” comete, “además” homicidio, violación, castración, mutilaciones
o lesiones graves gravísimas.

A. Robo con homicidio: la figura típica no está constituida sobre un


robo más un homicidio, sino sobre una apropiación violenta donde
el medio violento es el homicidio.

a. Significado de la voz “Homicidio”: el homicidio calificado


incluye la figura de robo con homicidio como agravantes de
premeditación y alevosía, en cuanto al parricidio Labatud dice
que si quedaría incluido, en cambio Echeverry dice que la pena
del robo con homicidio es más benigna que el parricidio al menos
en su límite inferior entonces debiera apreciarse un concurso
entre un robo simple y un parricidio, en nuestra opinión
consideramos aplicables en el caso de un robo con parricidio solo
el delito de parricidio aplicando el principio de subsidiariedad.

b. Momento de la calificación: homicidio cometido con


motivo u ocasión del robo: para Echeverry se comete un
homicidio con motivo del robo cuando el sujeto lo ha realizado
para robar, el sujeto busca lograr o facilitar la perpetración del
delito, en tanto si el hechor lo comete para asegurarse u obtener
la impunidad, estará actuando con ocasión del robo, la voz
ocasión se destaca que no requiere el designo anticipado.

c. Culpabilidad: es necesario que se presente el dolo, aunque sea


en su forma eventual, se excluyen los casos en que la muerte se
produce fortuitamente o por imprudencia, en este último caso
debiese sancionarse el robo simple en concurso con un
cuasidelito de homicidio.
d. Iter criminis: el artículo 450 del código penal plantea para
efectos de la pena, ya que tanto tentativa como frustración se
castigan con la pena de delito consumado, para que exista
tentativa de robo con homicidio debe verificarse en el principio
de ejecución del dolo respecto de las dos conductas, respecto de
las dos conductas (apropiación y homicidio), de modo que solo
será tentativa de robo simple si el agente empieza a dar
ejecución al delito sin tener el dolo de matar. Habrá tentativa de
robo con homicidio en el caso en que la gente mate al querer
robar sin dar comienzo al principio de ejecución de la
apropiación.

e. Participación: tratándose de un delito complejo lo decisivo sería


ser el dolo de los partícipes.

f. El problema del cúmulo de homicidios: si se cometen varios


homicidios, habrá un único delito de robo con homicidio. Labatut
sostiene que se trata de un caso de tipicidad reforzada, teniendo
plena aplicación el art. 69 CP.

B. Robo con violación: la violencia en este caso va dirigida en la


realización de la copula, además de esta debe presentarse violencia
encaminada a la apropiación, de todos modos debe tener presente
que en una situación relacional compleja las víctimas de la violación
y la de apropiación pueden ser distintas.

C. Robo con mutilación o lesiones gravísimas: en este número se


comprende tanto la castración, las mutilaciones y las lesiones
gravísimas del 397 N°1, las mutilaciones requieren ser realizadas
con dolo directo en tanto las lesiones gravísimas con dolo directo o
eventual.

4. Figuras calificadas menos graves del Art. 433 N°2.


“Cuando las víctimas fueron retenidas bajo rescate o por más de un
día” o “se cometieren” lesiones simplemente graves.

A. Robo con detención: cuando se establece un precio por la libertad


de la víctima, en esta forma de robo calificado al igual que el
anterior es un delito complejo por lo cual exige que se verifique su
apropiación más la reiteración.
5. Robo por sorpresa (Art. 436 inc. 2° CP)
Artículo 436 Inciso 2 del código penal, significa arrebatar por
sorpresa, ropa alijas u otros objetos a la persona que los lleva consigo o
aparentando riñas en lugar de concurrencia o haciendo otras maniobras
a causar agolpamiento o confusión a fin de robar por este medio o
proporcionar ocasión para que roben los compañeros.

A. Bien Jurídico y naturaleza: esta figura no es un robo propiamente


tal, sino que se trata de una forma de apropiación particular
calificada en atención al medio empleado (La sorpresa y astucia) y
por otra al especial peligro que representa la acción cuando recae
sobre una cosa que la víctima lleva consigo.
La pena asignada al delito no atiende al monto de la propiedad
sino que le se establece una pena una bastante más benigna que la
del robo violento (Presidio menor en sus grados medio a máximo).

B. Tipicidad.
a. Objeto material: la ley habla de dinero o especies que los
individuos lleven consigo, llevar consigo significa:
i. Llevarlo puesto
ii. Llevarlo en la ropa
iii. Llevarlo asiduo o cogido en las manos u otra parte del cuerpo
iv. Llevar consigo se entiende a las cosas antes dichas cuando son
dejadas en el suelo u otra parte, pero siempre en la esfera del
resguardo material que constituye el propio cuerpo de la víctima.

b. Conducta:
b.1. Sustraer por medio de sorpresa: Según el diccionario
sorpresivo es la conducta que se conmueve, suspende o
maravilla con algo imprevisto, raro o incomprensible, en este
delito no hay una conducta clandestina ni debilitamiento de
defensas ni de violencia o intimidación propiamente tales, es
un arrebato repentino, súbito e imprevisto de una cosa que
lleva la victima consigo, cuya propia rapidez suspende la
reacción de la víctima y la priva de toda posibilidad de
repelerlo, la victima sea sorprendida y tendrá que darse
cuenta de ello, pero sin tener la posibilidad de repeler el
ataque, el peligro para el ofendido radica en los efectos que
este ataque pueda producirle.
b.2. Sustraer aparentando riñas o haciendo maniobras
dirigidas a causar agolpamiento o confusión: no se
requiere que la víctima se percate que la confusión o
agolpamiento es aparente, ni aunque se percate del hurto
como se sucede en las sorpresas. La confusión o agolpamiento
cuando no ha sido causado por el delincuente solo cuando esta
genera o provoca tal situación podemos apreciar al riesgo
para la víctima atrapada en el ardid del malhechor.
C. Culpabilidad.
Se requiere el dolo necesario para el actuar por sorpresa o
aparentar riñas o hacer maniobras dirigidas a causar agolpamiento o
confusión.

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