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TIPOS DE GRUPOS

El conjunto de, por lo menos dos individuos, que interactúan entre sí y comparten
objetivos en común se denomina grupo.
GRUPOS PRIMARIOS: La característica principal de este tipo de grupos es la forma
en la que interactúan sus miembros. La relación entre los mismos está basada en
la afectividad, el compromiso y la solidaridad. Son grupos reducidos, y la interacción
es cara a cara. Los sujetos que conforman los grupos primarios no son
intercambiables, es decir, cuando uno se va, la relación deja de existir. Por otra
parte, este vínculo es creado de manera totalmente libre y voluntaria.
GRUPOS SECUNDARIOS: Están constituidos por un gran número de personas, lo
que impide que la relación se establezca cara a cara. La unión entre ellos está sujeta
a los objetivos que persiguen en común, y no a vínculos afectivos. Sus métodos de
organización suelen estar escritos, formando reglamentos o estatutos. Los grupos
secundarios están compuestos, a su vez, por varios grupos primarios.

GRUPOS DE REFERENCIA: Es el grupo utilizado por un individuo a modo de


comparación, con el fin de establecer sus conductas como forma de
comportamiento propio. Es decir, es el grupo a través del cual una persona
internaliza reglas o valores, pero al cual no sólo no pertenece, sino que tampoco es
reconocido como parte de este por sus integrantes.
GRUPOS DE PERTENENCIA: El término define el grupo al que un individuo
pertenece. Aquí la persona forma parte de este y, a su vez, es reconocida como
integrante. De esta manera, las normas y reglas establecidas en los grupos de
pertenencia son adoptadas y acatadas por sus miembros.
GRUPOS FORMALES: Son aquellos en donde existe una estructura, y las
conductas de sus integrantes están reglamentadas y encaminadas a conseguir
propósitos determinados. Los grupos formales son creados específicamente con un
fin y pueden ser temporales o permanentes.
GRUPOS INFORMALES: Son establecidos a partir de relaciones de compañerismo
y amistad entre sus miembros. No cuentan con una estructura formal, pero su
constitución se lleva a cabo en el contexto de los grupos formales.
PRINCIPIOS BASICOS DE LA ACCION DE GRUPO
Los principios básicos de la acción de grupo tienen como objetivo fundamental
lograr una buena integración de los elementos del grupo y dará como resultado
grupos más maduros, productivos y armónicos.
Los principios básicos son:
AMBIENTE: El ambiente puede definirse de dos maneras:
1. el ambiente natural que implica, buena ventilación, mobiliario adecuado y un
local amplio.
2. el ambiente psicosocial que es la consecuencia de la interacción entre los
elementos el grupo, producto de que el grupo es conducido en forma amable,
comprensiva y amistosa.
LIDERAZGO DISTRIBUIDO: Es la forma democrática que se caracteriza por la
participación de todos los miembros del grupo a través de sus ideas y opiniones.
FLEXIBILIDAD: A veces los objetivos se definen con niveles muy altos de logro, lo
que dificulta su consecución. La flexibilidad permite la retroalimentación de los
objetivos del grupo.
CONSENSO: Los integrantes de los grupos deben saber que no se permiten
“bandos” ni “camarillas2, sino que debe reinar la colaboración, la simpatía y las
buenas relaciones con el fin de llegar a conclusiones mediante acuerdo mutuo.
FORMULACION DE OBJETIVOS: Los miembros del grupo deben participar en la
formulación de los objetivos, para desarrollar el sentido de NOSOTROS y eliminar
el individualismo.
EVALUACION CONTINUA: Consiste en la revisión continua de las metas logradas
y del trabajo realizado.

CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONES DE LOS ESTEREOTIPOS


Los estereotipos son un conjunto de creencias sobre los atributos asignados a un
determinado grupo social, son modelos de conducta que se convierten en
esquemas profundamente arraigados en nuestras mentalidades al punto que los
adoptamos como parte de la naturalidad humana.
El primer proceso que lleva a la aparición de estereotipos es el simple acto
perceptivo de la categorización, que significa, colocar en un grupo a un objeto,
persona, animal o estímulo. La categorización es un proceso cognitivo básico y
automático que cumple una enorme función de adaptación en nuestros esfuerzos
por afrontar un mundo complejo. Catalogamos a las personas en grupos, por sexo,
raza, edad, ocupación y muchas otras categorías. Este proceso es automático y
damos por hecho que la totalidad del grupo comparte ciertas características
peculiares. Por desgracia, estas simplificaciones son inexactas con la mayor parte
de los grupos humanos.
La categorización de personas en grupos tiene algunas consecuencias cognitivas
inmediatas e importantes. Una es que magnifican o acentúan las diferencias entre
los individuos que forman parte de grupos diferentes, por este motivo pensamos
que personas de grupos diferentes son tan diferentes entre sí. Ejemplo de esto es
la película “Una clase dividida”, donde los niños ya tienen creados unos estereotipos
hacia la gente de color, que luego se aplican a ellos mismos, por tener los ojos de
color diferente.
Los estereotipos ejercen poderosos efectos en nuestro pensamiento sobre los otros,
ya que implican generalizaciones sobre las características típicas o predominantes
de los miembros de diversos grupos sociales, sugiriendo que todos los miembros
de estos grupos poseen ciertos rasgos. Los estereotipos, en parte, se corresponden
con la realidad, lo que sucede, y esta es una de las características, es que tienden
a exagerarla, bien sea en el adjetivo que se aplica o bien en la cantidad. Ejemplo:
cuando decimos que los andaluces son muy alegres, puede que sea cierto, pero no
tanto como hemos expresado. O, los andaluces son unos gandules, evidentemente,
aunque generalicemos, no son todos.
Otra de las características de los estereotipos es su gran resistencia al cambio, ya
que, incluso pasan de generación en generación. Además, los estereotipos generan
expectativas que no se modifican a pesar de disponer de más información. Ejemplo:
una niña que en el colegio, en vez de gustarle jugar con sus amigas, juega con los
niños al futbol, seguramente habría niños y niñas que se meterían con ella y la
harían sentir desplazada. Una de las principales funciones de los estereotipos
sociales es la función cognitiva de sistematizar y simplificar el entorno así como de
predecir conductas, simplifican y ordenan nuestro medio social, cosa que facilita
una comprensión más coherente del mismo, nuestra adaptación e incluso su
predicción, al mismo tiempo que ahorramos esfuerzo analítico y tiempo.
Los estereotipos codifican nuestras reacciones con la gente y nuestras ideas sirven
para construir y a la vez reforzar un sistema de convenciones sociales que
presentamos y utilizamos. De este modo también los utilizamos para justificar o
racionalizar nuestra conducta en relación con la categoría que representa, es decir,
sirve para justificar nuestro acogimiento o rechazo de un grupo.
Otra función de los estereotipos es la motivacional, de representación y
preservación de importantes valores sociales, es decir, atribuir una característica
mala a alguien para resaltar una buena característica nuestra. También existen las
funciones grupales, la primera de ellas, la función explicativa, en la que los
estereotipos contribuyen a la creación y mantenimiento de creencias grupales que
son utilizadas para explicar determinados hechos. Ejemplo: “hay crisis porque hay
mucha gente de fuera”.
La función justificadora, se da al utilizarse los estereotipos para crear y mantener
creencias grupales que son aprovechadas para justificar diversas formas de acción
colectiva. Ejemplo: “la mujer debe estar en su casa y no en el bar”.
Por último, cabe nombrar la función de distinción positiva intergrupal, la tendencia a
diferenciar de manera positiva el propio grupo de otros grupos. Los estereotipos
facilitan la identidad social, la integración grupal y el ajuste de unas normas sociales.

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