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Estudio de caso de instituciones jurídicas

El Estado, puede ser un término bastante complejo, distante de la realidad de


muchas personas en la sociedad mexicana actual. ¿Por qué en cuántas ocasiones
se ve a dos mujeres en una carnicería hablando del Estado como tal?, muy pocas
o nulas diría yo. La población de clase baja, es la que menos interacción tiene con
este tipo de terminologías, no por la falta de recursos o herramientas disponibles a
las que pueden tener acceso, es desde un punto de vista más a fondo, que a la
mayoría de la población ni siquiera le interesa estar informado de las
composiciones más simples o redundantes de lugar en donde se desenvuelven
día con día, mientras sus satisfactores básicos sean cubiertos, complacidos o
ligeramente alcanzados ellos pueden seguir desarrollándose con ciertas
incomodidades o inquietudes es cierto, pero eso no detendrá el hecho de que sus
exigencias han sido cumplidas, al entrar en esta “zona de confort”, se olvidan
totalmente del resto de recursos que podrían exigir y estar disfrutando a diario,
pero el conformismo(desde mi punto de vista) es el mayor enemigo del ser
humano. Pero, aterrizando esta idea de que básicamente a las personas no les
interesa aprender más allá de lo que se les dificulta, es decir, que están más que
satisfechas con el conocimiento base que han desarrollado y que mantienen, más
o menos, por los siguientes 2-7 años de su vida, y que de vez en cuando por
alguna razón, adquieren conocimiento de manera indirecta, la población en
general de esta clase social baja se encuentra en un grado de felicidad, no
elevado, pero arriba de la media común, aquí es donde todo parece o nos
encamina a que el único responsable y nadie más, es aquel que no quiere
informarse, pero esta idea es errónea, por muchos factores, pero el más
importante y que se puede distinguir desde las lejanías de los otros, no solo por el
impacto que presenta de manera no consciente en las personas o que ni siquiera
lo llegan a tomar en cuenta, es el Estado, que ya ha ideado y controlado la manera
en la que no deja sin información al pueblo, sino que, lo vuelve un pueblo que no
necesita de dicha información porque simple y sencillamente no lo ve entre sus
necesidades cotidianas el poseer dicha información, hasta que llega un momento.
Pero, ¿cuál es dicho momento?, una persona no comienza a desarrollar un
sentimiento de ausencia de algo, hasta que sabe que ese algo se ha perdido y que
en una respuesta de tiempo corta no se ve donde pueda volver a aparecer. En
este punto es donde las personas comienzan a salir de esa “zona de confort”
anteriormente mencionada, es aquel lugar en el que se ven expuestos a
situaciones que en su comodidad común jamás habrían imaginado estar, que
nunca habrían podido concebir o que ni una sola ocasión imaginarían, este es el
momento, donde comienzan a llenarse de dicha información que el Estado les
alejo poco a poco, no porque se las haya censurado, sino porque los mantenía
distraídos en otras situaciones, mientras allá fuera, en el “Mundo real”, sucedían
estas acciones de las que ellos ahora son parte y lo serán el resto de sus días,
porque una vez que estas dentro, no vas a salir, aunque se vean satisfechas tus
necesidades nuevas, porque ahora te sientes parte de un movimiento mayor a lo
que eres, a un lugar en el que sientes que al haber “triunfado” eres una adición de
vital y suma importancia a la plantilla a la cual le rindes cuentas, tu vida se ha
transformado, gira entorno a este nuevo ambiente en el cual te encuentras
desenvuelto, en el que tus conocimientos a comparación de años anteriores se ha
desarrollado de manera exponencial, pero esto no se debe a que encontraras
cantidades gigantescas de información, se debe a que te estas “poniendo al
corriente” de toda esa información que te has perdido a lo largo de tu vida, en
aquella bonita ,chula ,preciosa zona en la que te encontrabas, en aquel lugar del
que difícilmente vuelvas a ser parte, por la lucha que estas desarrollando ahora
mismo y que desarrollaras el resto de tu vida, o hasta que estas nuevas
necesidades sean satisfechas (lo cual viéndolo desde un punto de vista objetivo,
se ve lejano ¿no?.

Y es aquí, donde el análisis llega, ¿es realmente culpable el Estado de todo lo que
pasa?, la respuesta más lógica tras haber leído todo esto sería: “¡Claro, por
supuesto que lo es, no cabe duda”. Y en cierta parte lo es, si en porcentajes nos
manejamos, podría decirse que de este 100% el Estado es culpable en su 60%, el
resto de población en un 30% y las personas que se encuentran en el conflicto con
el Estado en un 9%, porque ese 100% nunca va a estar completo, debido a que el
1% restante es variable según el Estado que se analice y por lo tanto no siempre
será igual el porcentaje.

Ahora bien, todos tienen una “cola que les pisen”, por lo tanto aquellas personas
que se encuentran inmiscuidas en el conflicto con el Estado y que no pertenecen a
ese 30% de población que está en su constante burbuja de “si no lo veo no pasa
nada”, son aquellos ciudadanos que de alguna u otra manera atentan contra los
intereses del Estado, de forma directa o indirecta, con acciones que saben que
dañan a los ideales planteados por el gobierno del lugar en el que se desenvuelven
o con un total desconocimiento de esto, que en una rendición de cuentas final, poco
o casi nada da igual si lo sabían o no, porque el final parece ser el mismo siempre,
esto es algo que a diferencia de los porcentajes luce como que nunca va a cambiar,
aquel momento en el que el Estado resulta siempre el beneficiado, en el que por
más que se equivoquen el proceso de ocultar todo lo acontecido ante la mirada
distraída del pueblo que tienen controlado y que de vez en cuando logra mantener
esa mirada fija en todo lo que está sucediendo a su alrededor para darse cuenta
ligeramente que no todo lo que le rodea es “miel sobre hojuelas”. Pese a todo esto,
el Estado siempre parece salirse con la suya, luce siempre como aquel ser
indestructible, que por más que le ataquen de distintas maneras, seguirá de pie,
siendo contemplado como un coloso, un coloso que cada vez que logra mostrar un
indicio de debilidad se supera a sí mismo para mostrarse ante los demás como ese
ser supremo que mitológicamente solo existe en los cuentos, y que solo está en la
búsqueda de su beneficio a costa de su pueblo, que toda esa idea de que el Estado
es para el pueblo no es más que una utopía porque para seguir siendo un gobierno
fuerte, debe alejarse cada vez más del pueblo, para de manera esporádica regresar
y satisfacer las necesidades que él ha vuelto básicas, que a su conveniencia
modifico para así volverse intocable, y que la lucha de aquellas personas que hace
tiempo ya han salido de la burbuja confortiana en la que vivían se ve cada vez más
cuesta arriba, que sus pensamientos pueden ser modificados poco a poco con el
solo chasquear de los dedos de sus opositores, que poniéndolo en situación, parece
que al Estado le conviene mantenerlos en esa lucha que no tiene un fin cercano,
pero que lejos de esto es todo lo contrario a lo que dicho Estado busca, porque está
gastando recursos en esa lucha que ahora por simple que parezca, de darla por
perdida puede generar un gran impacto, que su imagen de “deidad” ante la sociedad
que controla se vea dañada y que esa pequeña posibilidad de derrocarle que ha
mostrado ya una vez, se convierta en una posibilidad aún mayor si más y más
personas se suman a los movimientos, mismos movimientos que van poco a poco
perdiendo ante mi punto de vista su objetivo inicial, que los va moldeando al tipo de
movimiento genérico que existe y ha existido a lo largo de los años, que eso que los
volvía diferentes al resto de intereses de otras personas poco a poco se va
perdiendo con el pasar de los años, porque personas que nada tienen que ver con
sus ideales se suman, y modifican el contexto original de la idea, lo cual termina por
desorientar a muchos miembros iniciales que son básicamente los que mejor
plantada y desarrollada tienen la idea de lo que se está buscando, de aquello por lo
que se está peleando y que se ha perdido entre un nuevo mar de ideas, que solo
permanece la más fuerte, pero que no es identificada por todos, porque se han
formado grupos que tienen esa raíz, esa base, pero a medida que avanzan, se
vuelve algo totalmente distinto a lo inicial, y esto es algo que favorece al gobierno
enormemente aunque no parezca, porque es cierto que allá fuera hay miles de
personas que están en contra de ti, pero, al mismo tiempo están en contra de ellos
mismos, porque su pensamiento es aquel que dice: “Si no estás conmigo, estas en
mi contra”, y este es un factor fundamental por el cual miles de movimientos en
contra del Estado por desaparición forzada pierden poder de magnitud, porque no
saben separar los intereses de sus integrantes, porque no son capaces de lograr
una unión mayor y hasta que esto no se logre, se ve de manera muy difícil que se
pueda lograr un cambio, una revolución o el concepto que se le quiera etiquetar,
hasta que esto suceda, el Estado siempre tendrá las de ganar, porque aunque
parezca algo imposible, existe una alta posibilidad de derrocar y cambiar al Estado
para el beneficio no solo de este sector de la población que pelea por todo lo que
ha perdido a consecuencia del Estado y de los intereses del mismo, sino, que el
beneficio puede ser enorme, puede abarcar a todos los sectores de la población
que conforman el Estado, para así lograr una mejoría en general y un mayor
desarrollo humano que logre el avance de la sociedad a paso agigantados.
El Estado, es el mayor culpable de las desapariciones forzadas, como ha sido
abordado con anterioridad, jamás se sabrá si estas desapariciones fueron por
algún interés que afectara de manera directa aquello que el Estado protegía, es
difícil apostar, que los implicados en esto eran inocentes, esto debido a que, para
el gobierno, los implicados siempre van a lucir culpables por los hechos sucedidos
y ante el pueblo siempre resultaran inocentes, porque el gobierno dice que son
culpables, porque es inexistente la ocasión en la que ambos estén de acuerdo con
ello. Para el Estado la desaparición de cierta cantidad de personas siempre es
porque estaban inmiscuida en algún tipo de negocio ilícito, porque eran parte de
un cartel de drogas, porque , básicamente eran enemigos de todo aquello que el
Estado ha jurado proteger(que ironía) y al estarlo dañando el Estado tiene que
tomar medidas para así dejar de sufrir daños a su estructura que a simple vista
parecen impactos menores, pero que poco a poco y en una reacción en cadena
pueden traer grandes problemas para todo aquello en lo que el gobierno, sus
mandatarios y todas aquellas cabecillas poderosas han estado trabajando se vea
desmantelado por simples errores que no fueron detectados. Aquí es donde viene
la contraparte del pueblo, de aquellas personas que han perdido identidad en su
movimiento y ahora no se sabe porque luchan, pero se mantienen en la lucha por
el simple hecho de que el Estado atenta ante esa creencia inicial que se ha ido
distorsionando, pero que en esencia, en espíritu se mantiene ahí, en pie, y que
ante estos ataques se ven en la necesidad de defender a capa y espada todo
aquello por lo que han luchado, pero no por lo que representa, sino, por lo que han
invertido y se han gastado en ella, por eso se suman más al movimiento, porque
son personas que se han dejado de identificar con lo que luchaban, pero ahora,
con todo eso perdido, buscan sumar de esta manera antes nuevos movimientos
que busquen el mismo objetivo: Evidenciar al Estado ante todos.

Y esta será una lucha que seguirá durante un tiempo más, durante unos años
más, hasta que se logre identificar una debilidad en común de todos estos
acontecimientos, que logren explotar y dar un duro golpe sobre la mesa, donde se
deje de lado todo aquel interés personal y se convierta realmente en uno común.

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