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Este proyecto consiste en elaborar y comercializar una bebida natural, nutritiva a base de
remolacha y uvas frescas la cual no contenga ninguna clase de químicos en su elaboración,
Permitiendo así su consumo para todos los segmentos de mercado. Además, permite al
consumidor tener acceso a una bebida saludable con sabor agradable.
2.2. Naturaleza:
Ser una empresa líder en la región Lambayeque elaborando y comercializando una bebida
nutritiva y natural que ayude a prevenir enfermedades y a mejorar el estado de salud y dando
una iniciativa de aumentar el consumo y darle valor agregado a las frutas y hortalizas.
Caracterizadas por una personalidad y estilo de vida moderna, de actitud responsable, abiertas
al cambio, de compra permanente que esperan satisfacer sus necesidades de salud y nutrición
con una actitud positiva ante nuestro producto.
2.3. Ubicación:
Esta idea surge en el marcado interés con el cuidado de la salud, el constante incremento en la
esperanza de vida y el deseo de las personas para mejorar su calidad de vida son factores
determinantes para la investigación y desarrollo en el campo de alimentos capaces de promover
buena salud y prevenir o aliviar enfermedades, estos han empezado a ser el objeto fundamental
de enfoque de la industria alimentaria.
Nuestra bebida tendría una amplia oportunidad de negocio en diversas zonas, aumentando el
valor agregado utilizando uva y remolacha de las cuales sus componentes tienen una multitud
de nutrientes que ayudan a proteger nuestro organismo beneficiando al consumidor. De forma
similar existen clientes que consideran que la actual oferta de bebidas naturales del mercado es
“excesiva” para lo que ellos necesitan, y serían más felices con una oferta más barata pero con
mejores precios.
OBJETIVO GENERAL
Elaboración y comercialización de bebida a base de uva (Vitis vinífera) y remolacha (Beta
vulgaris) que sean favorables para la salud de acuerdo con las normas técnicas para su
aceptación por el consumidor en el distrito de Lambayeque.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Es una bebida natural a base de remolacha y uvas frescas, que se formula para satisfacer la
demanda de bebidas naturales producidas localmente, que permitan al consumidor tener acceso
a una bebida de sabor agradable, además que aporte a su ritmo de vida diario nutrientes y
antioxidantes mejorando su calidad y previniendo la aparición de enfermedades.
Las propiedades de esta bebida dependen mucho de los ingredientes base de su elaboracion.
Destacando las siguientes:
Por su lado la remolacha al ser un alimento vegetal de color rojizo contiene multitud de nutrientes
que ayudan a proteger nuestro organismo contra enfermedades del corazón, defectos de
nacimiento y ciertos tipos de cáncer, en especial, el cáncer de colon, es muy rico en triptófano lo
que le confiere propiedades relajantes y disminuye la ansiedad de comer. Por su lado la uva
es buena depurativa, alcalinizadora y uno de sus componentes, es el resveratrol, además
previene el cáncer y enfermedades cardiovasculares.
En cuanto al envase y estilo de presentación, por tratarse de productos naturales estarán en
envases de vidrio transparentes, para que el consumidor pueda apreciar la frescura, buena
calidad y el color llamativo del producto, permitiendo así que el cliente vea en todo momento lo
que está consumiendo.
Durante las últimas décadas, los gobiernos de turno del Perú han tratado de mantener una
estabilidad política, económica y jurídica que aparenta ser un buen ámbito para invertir,
emprender y apostar por un nuevo mercado con productos saludables. En términos del control
fiscal y monetario, el país ha llevado un accionar ejemplar que es motivo de admiración por parte
de otros países, mientras que en términos sociales y políticos se presenta inestabilidad debido a
las crisis mediáticas que surgen frecuentemente, así como los conflictos sociales producto de
diferentes motivos, como los medios ambientales o la desigualdad en la distribución de la riqueza.
Ley de Alimentación Saludable
Que, asimismo la precitada Ley estableció en su Primera Disposición Complementaria Final que
los parámetros técnicos sobre los alimentos y las bebidas no alcohólicas referentes al alto
contenido de azúcar, sodio y grasas saturadas son elaborados por el Ministerio de Salud vía
reglamento y estarán basados en el conjunto de recomendaciones emitidas por el organismo
intergubernamental en salud: Organización Mundial de la Salud – Organización Panamericana
de la Salud OMS – OPS. Asimismo dispone que en cuanto a los alimentos con contenido de
grasas trans, el reglamento establecerá un proceso gradual de reducción hasta su eliminación,
conforme a los parámetros técnicos y plazos que establezca;
Que, por Decreto Supremo N° 033-2016-SA, se aprobó el Reglamento que establece el proceso
de reducción gradual hasta la eliminación de las grasas trans en los alimentos y bebidas no
alcohólicas procesados industrialmente.
El primer foco de críticas con respecto a esta ley es la incorporación de una tabla de parámetros
técnicos de la sal, el azúcar y la grasa saturada. Otra crítica a la tabla, desde los gremios de la
industria de alimentos y bebidas, es que resultaría draconiana. “Lo que en Ecuador es alto a
partir de 7,5 g de azúcar por 100 ml y en Chile desde 6,0 g de azúcar por 100 ml, en el Perú es
a partir de 2,5 g de azúcar por 100 ml.
Según el reglamento, todo alimento industrial que supere los límites de grasas saturadas,
azúcares y sodio dictaminados por el Minsa deberá llevar una advertencia en su etiqueta, idea
con la que Luza discrepa dados los exigentes parámetros planteados. “El 95% de los productos
de la industria formal de alimentos y bebidas tendría esa advertencia, inclusive el agua potable”,
sostiene (Luza, 2016).
Con ello coincide Alejandro Daly, presidente del Comité de Alimentos de la SNI, quien explica
que la comisión multisectorial a cargo de reglamentar la ley pidió el sustento de los parámetros
a la Organización Panamericana de la Salud, pues el reglamento se basa en informes de esta
entidad, pero estos aún no han sido recibidos (Daly, 2016).
Raventós, por su parte, resalto la necesidad de reglamentar el contenido de las etiquetas por ser
labor del Estado garantizar el derecho a la información de los consumidores (Raventós, 2016).
En ese sentido, Delgado calificó el reglamento como un “chiste”, pues no especifica cómo deben
ser las advertencias. “Cada compañía podrá poner [las advertencias] como quiera y donde
quiera. Lo correcto sería que fueran diseñadas por la autoridad”, asegura.
Para Alejandro Falla, socio de Bullard Falla Ezcurra, el enfoque tanto de la ley como del
reglamento no ataca la verdadera raíz de la obesidad. “Es más fácil echarle la culpa al alimento
industrializado, pero el problema real está en el sedentarismo y los malos hábitos”, critica (Falla,
2016).
Delgado, por su parte, se inclinó por la mejora paulatina del reglamento. “La prepublicación va a
servir para recibir opiniones y corregir deficiencias, pero hay que poner en vigencia la ley”, dice.
La decisión final se supo en dos meses.
Cambios en la Ley N° 30021
Una vez publicado este documento, las industrias alimentarias tenian 6 meses para empezar a
incluir las etiquetas octogonales en sus empaques. Sin embargo, con la arremetida
del Congreso, todo este proceso que ha tardado cerca de 5 años será en vano y el proceso
volverá a fojas cero. La implementación de una nueva ley tardaría 3 años más, es decir, los
peruanos tendremos que esperar cerca de 8 años para poder tener una Ley de Alimentación
Saludable implementada.
"Son los grandes intereses económicos de la industria quienes han atentado contra la salud
pública. (Fuerza Popular) son obstruccionistas, dejan sin efecto una ley que ya estaba para
aplicarse con advertencias claras y contundentes", dijo el congresista de Acción Popular Yonhy
Lescano (Lescano, 2018).
"Se está permitiendo que se demore 3 años más en volver a reglamentarse. Ya no importa si es
o no claro, vamos a comer comida chatarra durante 3 años más sin la etiqueta necesaria para
saber si vale la pena comerla o no", advirtió la congresista Marisa Glave, de Nuevo Perú (Glave,
2018).
Y es así que el 1 de marzo del presente año, con 11 votos a favor y 8 en contra, la Comisión
Permanente del Congreso aprobó, en primera votación, la modificación de la Ley de promoción
de la alimentación saludable para niños, niñas y adolescentes, que permite eliminar las
advertencias octogonales con los mensajes 'Alto en azúcar', 'Alto en sodio', 'Alto en grasas
saturadas' y 'Contiene grasas trans'.
A pesar de la opinión contraria de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), del
Ministerio de Salud, del Colegio de Nutricionistas del Perú y del Colegio Médico del Perú, Fuerza
Popular (FP) hizo uso de su mayoría en la Comisión Permanente y aprobó la modificación que
establece un sistema inédito en el mundo que combina colores, cifras y porcentajes que generan
confusión en el consumidor. A los 10 votos de FP se sumó el parlamentario aprista Javier
Velásquez Quesquén. En contra de la modificación votaron los congresistas del Frente Amplio,
Nuevo Perú, Alianza para el Progreso y Peruanos por el Kambio.
Proyectó que durante los primeros meses del próximo año se logrará un alto crecimiento en el
consumo de esta categoría de bebidas y sobre todo de té verde en el mercado.
Precisó que hombres y mujeres de entre 18 y 24 años son los que más consumen este tipo de
productos pues a esa edad toman una mayor conciencia sobre su salud.
“Por la información que tenemos, la frecuencia de consumo promedio es de una a dos botellas
de bebidas saludables al día, pero eso depende de la necesidad y de la estacionalidad” (Polanco,
2017).
Referencias Bibliográficas
Andina. (03 de 11 de 2017). Demanda de bebidas saludables en Perú crece a ritmo de 300% en
últimos meses, señala Ajegroup. Recuperado el 22 de 05 de 2018, de Andina. AGENCIA
PERUANA DE NOTICIAS: http://andina.pe/agencia/noticia.aspx?id=262394