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Cecy

Las personas con una lesión de la médula espinal (LME) “incompleta” tienen mayor potencial de recuperar la
capacidad de caminar que las que tienen una lesión medular “completa”, pero las personas con ambos tipos
de LME pueden notar que la rehabilitación de la marcha se incluye en su plan de terapia, si su equipo de
terapeutas lo considera pertinente.

La rehabilitación de la marcha consiste en practicar el caminar (también llamada la de ambulación) con


dispositivos de asistencia (ver descripción en la página 2), ortesis (braces) y otro tipo de apoyos según sea
necesario. Los profesionales de la salud utilizan las siguientes categorías para describir el tipo de marcha que
usted es capaz de hacer

 Comunidad: Es capaz de caminar por la casa y por la comunidad.

 Casa: Puede caminar dentro de la casa y usar una silla de ruedas como forma principal de desplazamiento
por la comunidad.

 Ejercicio: Utiliza silla de ruedas para desplazarse por la comunidad y por la casa, y camina con ayuda una o
dos veces al día para hacer ejercicio.

 No-ambulatorio: Sólo utiliza silla de ruedas para su movilidad.

Keydil

¿Por qué podría ser necesaria la rehabilitación de la marcha?

Una lesión de la médula espinal daña las células nerviosas y sus conexiones. Este daño puede impedir el flujo
de las señales del movimiento que van del cerebro a los músculos, lo que normalmente causa debilidad o
parálisis. También puede interrumpir las señales que llegan a los músculos, provocando “brincos” de los
músculos por cuenta propia o que estén muy entumecidos y sean difíciles de mover (espasticidad). Por lo
tanto, una lesión medular por lo general resulta en debilidad, parálisis y/o espasticidad de pies, piernas,
cadera y tronco, así como de manos y de brazos. La lesión también puede dañar y perturbar las señales
nerviosas de la sensibilidad (sensación) por lo que algunas partes del cuerpo carecerán de sensación o
tendrán sensaciones anormales, como de ardor u hormigueo. Es común que cada uno de estos problemas
derive en dificultades para caminar y aumente el riesgo de caídas o resulte en la imposibilidad de volver a
caminar. Los objetivos de la rehabilitación de la marcha son:

 Mejorar la capacidad de deambulación de las personas con LME que pueden volver a caminar.

 Mejorar la condición física de todas las personas con LME, incluidas aquéllas sin poder caminar.

Karim

¿Le será efectiva la rehabilitación de la marcha?

Cada individuo progresa con la terapia a su propio ritmo. Algunas personas pueden aprender a caminar bien
en unos meses; otras pueden tardar años en poder caminar y en hacerlo tan solo como una forma de
ejercicio.

Y otras nunca podrán someterse a la rehabilitación de la marcha. Es importante que todas las personas que
hayan sufrido una LME se mantengan activas y saludables, lo que puede incluir comer bien, empujar su silla
de ruedas, entrenar con máquinas adaptables en su gimnasio local, practicar deportes en equipo o cualquier
otro tipo de actividad física y social que pueda usted realizar con seguridad. La habilidad para caminar
después de una lesión de la médula espinal dependerá de varios factores, entre los que figuran:
 El nivel de la lesión.

 La severidad de la lesión.

 El tiempo transcurrido desde la lesión.

 La edad.

 El nivel de la condición física.

 Otras lesiones.

 El nivel de la sensibilidad.

 Otros problemas relacionados como la espasticidad o problemas de las articulaciones (contracturas). El


nivel del dolor. Por lo tanto, es difícil predecir si una persona lesionada recuperará la capacidad de caminar.
La mayoría de las personas con una LME que pueden caminar de manera regular siguen necesitando de
dispositivos, de ortesis o de ambos; y la mayoría usan una silla de ruedas para las distancias largas.

Annakaris

¿Cómo determinar si la rehabilitación de la marcha es adecuada para usted?

Un fisioterapeuta (FT) u otro médico determinarán si la rehabilitación de la marcha es algo apropiado para
usted por medio de varios exámenes. Pondrán a prueba su fuerza, sensación, capacidad de levantarse,
equilibrio mientras está de pie, espasticidad o rigidez, y el rango de movimiento de sus caderas, rodillas,
tobillos y tronco. Si es capaz de dar algunos pasos, el médico clínico observará cómo camina para identificar
los aspectos de seguridad.

 El médico puede también proporcionar dispositivos de asistencia u ortesis para darle mayor equilibrio,
proteger las articulaciones y garantizar su seguridad mientras camina.Luego puede evaluar su velocidad,
capacidad de aguante y equilibrio al caminar con estos dispositivos y ortesis para dar seguimiento al
progreso alcanzado con la terapia. La rehabilitación de la marcha puede requerir de mucho trabajo y ser un
proceso largo, por lo que es importante que el FT u otro médico le explique lo qué usted puede esperar.
Algunas personas con LME trabajan en el equilibrio y otras actividades de “pre-marcha” varias veces a la
semana durante muchos meses antes de empezar con la rehabilitación de la marcha (que incluye el
caminar). Las actividades de pre-marcha incorporan estiramientos, fortalecimiento, Aguantar peso y
reeducación del equilibrio y de la coordinación a fin de prepararlo para caminar. Puede suceder que la
rehabilitación de la marcha no sea apropiada para usted si:

 Su condición física es demasiado débil como para soportar el peso de su cuerpo sobre el suelo.

 Su presión arterial es inestable.

 Tiene fracturas o riesgo de fracturas.

 Presenta un alto riesgo de caerse y lastimarse.

 Es poco probable que usted vuelva a ser independiente para caminar. El médico y el terapeuta querrán
asegurarse de su seguridad antes de iniciar la rehabilitación de la marcha y durante el entrenamiento. Sería
mucho peor si usted se cayera y se lastimara, lo que retrasaría su progreso, que continuar con una terapia
segura. Con el tiempo su condición puede cambiar, afectando si la rehabilitación de la marcha es adecuada
para usted.
Angela

Objetivos

La de ambulación implica un ejercicio físico, que origina una actividad aeróbica, el estiramiento de grupos
musculares concretos (especialmente a nivel de caderas y rodillas), la potenciación de los miembros
superiores y la puesta en carga de las extremidades inferiores, que favorece en los pacientes el
mantenimiento de los recorridos articulares, una mayor flexibilidad articular y globalmente una mejora de la
capacidad funcional y grado de independencia. En los lesionados medulares que realizan marcha, también
esta descrita una menor incidencia de fracturas y úlceras por decúbito (1, 5, 6), así como un positivo efecto
psicológico con mejora de la autoestima

Desde los años cuarenta se sabe que la inactividad produce alteraciones en el sistema cardiovascular, con
una menor actividad vasomotora. El ejercicio mejora el retorno venoso y reduce el gasto cardíaco

Al margen de los beneficios metabólicos, vasculares y psicológicos ya descritos, hay que considerar una serie
de mejorías subjetivas de los pacientes, que en ocasiones son la principal motivación para la perseverancia
en la realización de bipedestación y marcha a lo largo de los años.

Mantener una vía aérea despejada y trabajar la respiración

Mantenimiento del rango articular en todas las articulaciones

Evitar el movimiento de la columna inestable que puede producir más daño

Mantenimiento-fortalecimiento de la musculatura total o parcialmente inervada

Se debe luchar contra el desequilibrio, la espasticidad, el tono y la hipoestesia.

Cuidar la función vesical e intestinal

Se debe incentivar a la aceptación de la situación por parte del paciente y de sus familiares

Como en las lesiones incompletas aparece una amplia gama de carencias en las actividades funcionales, el
tratamiento dependerá del grado de incapacidad y de los problemas físicos específicos.

Marianni

Ulceras por presion

Las úlceras por presión son un tipo de herida originado principalmente por una fuerza leve pero sostenida en
el tiempo, en un mismo punto del cuerpo, normalmente en zonas de apoyo como son los talones, el gluteo o
el sacro.

Esta fuerza que origina la rotura inicial de la piel puede ser debida por el propio peso de la persona cuando
esta encamada o en decúbito y su situación general es débil, unido a una ausencia parcial o total de
movilidad.

Clasificación

La clasificación de las Úlceras suele realizarse en función de la profundidad de afectación de los tejidos y se
estructura tradicionalmente en cuatro estadios:

Estadio I: Alteración observable de la piel íntegra, que se manifiesta con eritema cutáneo que no palidece al
presionar. En pieles oscuras, puede presentar tonos azulados, rojizos o morados.
Estadio II: Pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a la epidermis, la dermis o ambas. Tiene aspecto de
abrasión, ampolla o cráter superficial.

Estadio III: Pérdida total del grosor de la piel que implica lesión o necrosis del tejido subcutáneo.

Estadio IV: Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión en el
músculo, el hueso o las estructuras de sostén (tendón, cápsula articular, etc.).

GRADO 0-1: enrojecimiento de la piel, con presencia de calor y dolor en la zona. La piel permanece integra
(no hay herida). En esta fase la curación oscila entre 7 y 14 días, siendo reversible tomando las medidas
preventivas vistas anteriormente.

GRADO 2: se caracteriza por una pequeña lesión cutánea con aparición, en ocasiones, de una ampolla llena
de líquido. Existe afectación de la piel superficial o profunda, si no se toman medidas suele aparecer una
coloración grisácea- negruzca que indica necrosis. En esta fase la curación oscila entre 14-30 días y hay más
probabilidades de que degenere en una úlcera de grado 3.

GRADO 3: pérdida de todas las capas de la piel, con afectación del tejido subcutáneo. Aparece placa
necrótica y son más susceptibles de infección. En esta fase la curación oscila entre 30 y 60 días.

GRADO 4: la lesión afecta a músculo y hueso, apareciendo exudados y tejido necrótico. En esta fase la
curación va de 90 días en adelante

Felipe y Wilmer

Tipos de marchas patológicas


Ya conocido el proceso de la marcha fisiológica normal, se les hará fácil distinguir las distintas marchas
patológicas que existen según las causas que la generan: paresias de origen central y periféricas, alteración
de la coordinación, causas funcionales (antiálgicas, histéricas), entre otras.
Marcha Atáxica
Tiene muchísimos sinónimos según el lugar de la lesión (ataxia cerebelosa, vestibular y sensitiva), la marcha
es inestable gracias a los movimientos desiguales por la inadecuada colocación del pie durante la fase final
del balanceo. Se caracteriza por la hipotonía de grado variable de músculos antagónicos, golpeteo en el suelo
con el talón (taconeo), hay pérdida del equilibrio, dificultad para medir la ejecución del movimiento con
precisión (dismetría), imposibilidad de realizar de forma rápida movimientos en sentido puesto
(adiadococinesia), dificultad para coordinar movimientos del tronco y miembros inferiores, retardo para
iniciar una actividad o prolongación excesiva de esta, pérdida del sentido de posición debido a una lesión en
los cordones posteriores de la médula que altera la sensibilidad profunda (ataxia sensitiva) y a su vez provoca
movimientos incontrolados, pasos lentos y cautelosos durante la marcha. Aquí es imposible que el paciente
pueda caminar con los ojos cerrados o en la oscuridad, necesitando mirar continuamente sus pies. Cuando
hay una lesión a nivel del cerebelo .
Ataxia cerebelosa, los movimientos tienden a tener una base de sustentación amplia y la marcha es en
forma de zig-zag como si la persona estuviera ebria. Si existe una lesión en el sistema vestibular, el paciente
no tiene equilibrio y control de los movimientos de los ojos (nistagmo), no tiene estabilidad postural, tiene
también vértigo giratorio, base de sustentación amplia para evitar tambalearse hacia atrás y adelante. La
inestabilidad en este caso, es más por mantener los pies juntos en bipedestación que por estar en la
oscuridad. La fisioterapia esencialmente consiste en la reeducación con ejercicios oculomotores (fijación de
un punto luminoso durante la marcha o sobre un objeto giratorio), ejercicios laberínticos (movimientos de
cabeza con rapidez variable, ejercicios con ojos cerrados y abiertos en distintas posiciones y en marcha),
ejercicios de orientación espacial, propioceptivos, coordinación, trabajar lo músculos posturales,
estiramientos.

Marcha hemipléjica
La hemiplejía está relacionada y es típica en personas que han sufrido una lesión unilateral de la vía
piramidal (fibras corticoespinales), en donde el hemicuerpo ipsilateral se paraliza, por lo que uno de los
miembros inferiores se encuentra mantenido en extensión durante la marcha, es precisamente en la fase de
balanceo donde realiza un movimiento de circunducción, eleva la cadera para tratar de adelantar un paso y
en la fase de apoyo la cadera cae del lado opuesto debido a la debilidad de los músculos abductores. La
movilidad voluntaria de dicho miembro se ve afectada, hay sincinesias, espasticidad, modificación de los
reflejos tendinosos y cutáneos, trastornos sensitivos, agnosia espacial (hemiplejía izquierda), afasia
(hemiplejía derecha) y apraxias. El brazo ipsilateral pierde su balanceo normal, manteniéndose en
semiflexión y pronación por delante del cuerpo. Las causas generalmente son vasculares (isquemia o ECV),
pero también se deben a traumatismos, tumores e infecciones.
Marcha paraparésica o espástica
Ocurre cuando hay lesiones medulares que afectan bilateralmente las vías piramidales, por lo que afecta a
ambos miembros inferiores. La cadera y rodillas se mantienen moderadamente flexionadas, con hipertonía
de ambos aductores donde las piernas se cruzan al caminar como si ambas rodillas chocarán y entrecruzaran
un poco generando la famosa marcha en tijeras con una gran compensación del tronco y miembros
superiores. La hiperextensión espástica de ambos miembros inferiores hace que los pies queden en
equinovaro y exista una sensación de pesadez como si no pudiera quitar los pies del piso.
Marcha parkinsoniana o festinante
La marcha Parkinsoniana se caracteriza por ser rápida pero con pasos cortos, como si estuviera trotando,
siempre apoyando la planta del pie, el tronco está inclinado hacia adelante con ambas piernas ligeramente
flexionadas y los brazos en semi-flexión. No son capaces de alargar el paso, esto lo hacen para intentar
mantener el equilibrio. La postura del paciente es encorvada y rígida, con la cabeza y cuello anteriorizados.
Su causa principal por supuesto es el Parkinson, el cual es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la
sustancia negra, el cual tiene repercusiones neuromusculares y articulares que modifican la postura y la
marcha. Hay hipertonía que disminuye al reposo y aumenta al movimiento, con el frio y emociones, los
temblores son muy comunes en especial en miembros superiores y disminuye con los movimientos pero
aumenta cuando se intenta tener selectividad del movimiento, acinesia (distinto a la parálisis, disminución
importante de la movilidad, incluye la pérdida de balanceo de los brazos.
Marcha de pato o balanceante
La presencia de paresia en los músculos de la cintura pélvica debido a trastornos congénitos, del desarrollo,
dislocaciones, displasias, distrofia musculares, la combinación de espasticidad y ataxia, provoca un balanceo
latero-lateral con elevación de cadera que es muy parecido al de los patos o pingüinos al caminar.
Marcha equina o en estepaje
La Marcha equina o steppage (en inglés), es característica de las lesiones del nervio periférico, en especial
del ciático y poplíteo externo, el cual afecta principalmente la acción de flexionar dorsalmente el pie y
realizar la eversión, el pie se observa caído con los dedos mirando al suelo como si estos rasparan el suelo al
caminar. El paciente siempre evita arrastrar el pie durante la marcha por lo que levanta exageradamente la
pierna y al momento de apoyar el pie en el suelo lo hace con la punta de éste.
Marcha Distónica
La Distonía son movimientos involuntarios intermitentes que imponen a los miembros superiores e inferiores
a actitudes extremas. La principal causa es la distonía muscular deformante, que provoca que en la marcha
haya una inversión del pie que hace que se apoye el borde externo este. Además produce contracturas que
modifican la postura de la persona y espasmos de la musculatura torácica. La fisioterapia consiste en relajar
los músculos implicados y de enseñar al paciente a desenvolverse a pesar de las contracciones.
Marcha Coreica
La marcha no es coordinada, tiene un apoyo podal errático con movimientos rápidos, bruscos y cambiantes
de todo el cuerpo. Aumenta con la emoción, la atención y los movimientos voluntarios a distancia, disminuye
con el aislamiento y desaparece durante el sueño. La Fisioterapia en este caso se concentra en la
reeducación neuromuscular activa con ligera resistencia, se le indica ejercicios simétricos, de equilibrio,
coordinación, de mantenimiento que no ocasionen fatiga, técnicas de reeducación psicomotora y de
relajación, todo esto debe ser realizado en un ambiente tranquilo.
Marcha antiálgica
La alteración del desplazamiento o apoyo inadecuado de los miembros inferiores durante la marcha es
causada generalmente por el dolor según sea su etiología, como forma de compensación para aliviarlo o
evitarlo. Esto a la larga trae consecuencias como modificaciones estructurales en el cuerpo humano por el
desequilibrio muscular y articular que este puede generar.
Marcha histérica
Los aspectos son más teatrales, la persona realiza movimientos de piernas exageradas dando saltos con gran
separación de pies. Se puede distinguir de otras marchas realmente patológicas porque al realizar bruscos
vaivenes la persona no cae, evidenciándose unos buenos mecanismos de control. Generalmente se observa
en niños y en pacientes psiquiátricos.
Marcha senil
Depende de factores de etiología variable que incluyen desde las alteraciones visuales (disminución de
agudeza visual, cataratas, etc.), a los problemas osteotendinosos producto de la edad. Usualmente sufren de
dolores a nivel de cadera y rodillas, alteraciones en la sensibilidad propioceptiva y en el arco reflejo (con
hiporreflexia y disminución de la respuesta cutáneo plantar).
Marcha espasmódica
en este tipo de marcha, los pasos son cortos, lentos y dificultosos. Al realizarlos, la punta del pie del
individuo roza el piso, lo que provoca que camine en puntillas. Generalmente, quien padece esta
enfermedad eleva de forma alternada ambos lados de la pelvis. Esta marcha es común en individuos que
poseen alguna lesión que sea bilateral en las vías piramidales y que posean fenómenos espásticos.
Marcha de los lacunares
Esta se presenta en aquellos individuos que padecen esclerosis cerebral crónica, lo que hace que los pasos
que dé sean pequeños y que los pies se arrastren.
Marcha en tijeras
Esta marcha es común en niños que poseen diplejía espástica cerebral y se caracteriza por hacer que las
rodillas se peguen entre sí y que las piernas se crucen.

Maria

Qué es la ortesis?
La palabra ortesis es utilizada para definir todos aquellos aparatos externos que sirven como ayuda, soporte
y se utilizan en el campo de la ortopedia. El significado de ortesis proviene del término griego orthos, que
quiere decir recto.
Dentro de la ortesis encontramos todos aquellos elementos que corrigen algún movimiento o alguna
posición anormal, deficiente del cuerpo, y además facilitan desplazamientos, actividades de articulaciones y
partes del cuerpo humano con deficiencias o dificultades Incluyen férulas, aparatos, dispositivos, objetos
técnicos, cuya utilización está indicada con pacientes necesitados de alguna ayuda para moverse como
consecuencia de dolores, deformación o deficiencias en articulaciones, dificultades locomotrices y patologías
similares.
Por ello, ortesis son piezas de apoyo utilizadas con el objetivo de mejorar la condición de una articulación o
parte del cuerpo inferior o superior concreta, como rodillas, espalda, tobillos, pies, pero en ningún caso
sustituyen a esa parte en sí misma.
La ortesis da estabilidad a zonas y articulaciones carentes de esta, reduce los dolores, corrige posturas, limita
la capacidad de movimientos en articulaciones y partes del cuerpo .

Clasificación
Se pueden clasificar en cuatro tipos según su función
Estabilizadoras: mantienen una posición e impiden movimientos indeseados, por lo que se pueden utilizar
en parálisis fláccidas o espásticas si el objetivo es actuar como soporte de un segmento paralizado, o para
disminuir la amplitud articular de un segmento inflamado y doloroso. El grado de inmovilización deseado
varía según el tipo de ortesis utilizado. Son las que tienen mayor utilidad en el ámbito de la AP.
Funcionales: también llamadas dinámicas, ya que llevan incorporado un elemento elástico que permite
movilizar un segmento de un miembro paralizado.
Correctoras: indicadas para corregir una deformidad esquelética. Son más efectivos si se utilizan durante el
desarrollo infantil.
Protectoras: mantienen la alineación de un miembro enfermo o lesionado

En cuanto a la extremidad, articulación o región anatómica a la que están destinadas, también se clasifican
en ortesis para:
Extremidad superior: brazo, codo, mano.
Extremidad inferior: pie-tobillo-pantorrilla; rodilla; muslo-cadera (férulas o arneses); funcional o adaptativa
del pie (plantilla y calzado ortopédico).
Dorsolumbares.

Tipos de ortesis

Existen cuatro tipos fundamentales de ortesis dependiendo de la función correctora y la rigidez o no de cada
una: ortesis estabilizadora, ortesis funcional, ortesis correctora y ortesis protectora. Su utilización está
destinada a distintas partes del cuerpo.

· La ortesis estabilizadora mantiene la parte del cuerpo tratada inmovilizada, y se utiliza en casos de
parálisis o para reducir alguna parte inflamada. Estas presentan mayores efectos secundarios al
generar atrofia muscular por inmovilización, por eso conviene ceñirse bien a las instrucciones del
especialista.

· La ortesis funcional en cambio, permite movimiento de las partes y miembros del cuerpo tratados al
incorporar una parte elástica. Entre estas se encuentra la ortesis lumbar, destinada a tratar
desviaciones y dolores lumbares. Los corsets y fajas lumbares son semirrígidas y se utilizan tanto de
día como de noche y cumplen la función de reducir los dolores y deformidades, además de
mantener inmovilizadas las vértebras.
· La ortesis correctora se usa para corregir deformidades esqueléticas y generalmente, se utilizan
durante la infancia puesto que su eficacia es mucho mayor durante este periodo cuando huesos,
músculos y cuerpo aún son cambiantes, pues están endesarrollo.

· las ortesis protectoras facilitan alinear una parte del cuerpo lesionada. Entre estas, destacan ortesis
de rodilla, que están específicamente dedicadas a personas con problemas de ligamentos externos,
internos, cruzados, síndromes rotulianos, artrosis y otras enfermedades degenerativas. También
suelen ser usados tras intervenciones quirúrgicas para acelerar la recuperación

Para pies y tobillos también se utiliza ortesis DAFO, una técnica especial para corregir debilidades en esta
parte del cuerpo, especialmente de articulaciones. Se fabrica a medida mediante un molde en positivo en el
pie o tobillo.

Los deportistas son algunos de los principales consumidores de ortesis, especialmente OTP y DAFO, ya que
ayudan prevenir lesiones, y se unen a otros tratamientos como la rehabilitación o las intervenciones
quirúrgicas, para complementarlas.

Este tipo de dispositivos, también llamados ortesis OTP (Tobillo-Pie), muy populares y utilizados por
cualquier persona de manera preventiva para evitar lesiones mientras se practica deporte, especialmente si
se tuvo una lesión previa en esa zona.
Otro tipo es la ortesis craneal, cuya función es corregir deformidades en el cráneo. Su forma es una especie
de casco. Se utilizan generalmente en bebés de entre 4 y 12 meses con asimetrías craneales. Este mecanismo
evita el crecimiento de unas partes para favorecer otras, generando

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