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TEOLOGIA VIVENCIAL

TALLER 22

EL DIABLO TIENE CACHOS

Un día le dijo Jesús a la gente: "Si yo echo fuera a los demonios


con el Espíritu de Dios, eso quiere decir que el Reinado de Dios ha
llegado ya aquí". (Mt 12,28). O sea, que la señal de que el Reinado de
Dios llega a un sitio es que allí se van los demonios. Por eso, cuando
Jesús mandó a sus discípulos a predicar por los pueblos, les dijo:
"Proclamad que ya llega el Reinado de Dios... echad a los demonios".
(Mt 10,7). Dicho en pocas palabras, cuando en un sitio, en una casa,
en una persona o en un país sigue habiendo demonios, eso quiere
decir que ahí no está todavía el Reinado de Dios, porque cuando llega
el Reinado de Dios se van los demonios. Por lo tanto, los demonios
tienen mucho que ver con el Reinado de Dios, son los enemigos del
Reinado de Dios, hasta el punto que donde hay demonios no reina
Dios; y por el contrario, donde reina Dios no puede haber demonios.
Por todo esto, es importante ver lo que pasa con los demonios y lo que
hace el diablo, pues así nos enteraremos de lo que pasa con el
Reinado de Dios y cómo es el Reinado de Dios.

MARCOS 5, 1-17
Mar 5:1 Jesús y sus discípulos cruzaron el Lago de Galilea y
llegaron a un lugar cerca del pueblo de Gerasa. Allí había un
cementerio, donde vivía un hombre que tenía un espíritu malo. Nadie
podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. ¡Cuántas veces lo habían
encadenado y le habían sujetado los pies con gruesos aros de hierro!
Pero él rompía las cadenas y despedazaba los aros. ¡Nadie podía con
su terrible fuerza! Día y noche andaba en el cementerio y por los
cerros, dando gritos y lastimándose con piedras. En el momento en
que Jesús bajaba de la barca, el hombre salía del cementerio, y al ver
a Jesús a lo lejos, corrió y se puso de rodillas delante de él. Jesús
ordenó al espíritu malo: —¡Espíritu malo, sal de este hombre!
Entonces el espíritu malo le contestó a gritos: —¿Qué tengo que ver
contigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? ¡No me hagas sufrir! ¡Por Dios,
te pido que no me hagas sufrir! Jesús le preguntó: —¿Cómo te
llamas? Él respondió: —Me llamo Ejército, porque somos muchos los
malos espíritus que estamos dentro de este hombre. Por favor, te
ruego que no nos mandes a otra parte.

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En una colina, cerca de donde estaban, había unos dos mil


cerdos comiendo. Entonces los malos espíritus le rogaron a Jesús: —
¡Déjanos entrar en esos cerdos! Jesús les dio permiso, y ellos
salieron del hombre y entraron en los cerdos. Los animales echaron a
correr cuesta abajo, hasta que cayeron en el lago y se ahogaron. Los
que cuidaban los cerdos corrieron al pueblo y contaron a todos lo
sucedido. La gente fue a ver lo que había pasado. Cuando llegaron a
donde estaba Jesús, vieron al hombre que antes estaba endemoniado,
y lo encontraron sentado, vestido y portándose normalmente. Los que
estaban allí temblaban de miedo. Las personas que vieron cómo
Jesús había sanado a aquel hombre empezaron a contárselo a todo el
mundo.
Pero la gente le pidió a Jesús que se fuera a otro lugar.

ACLARACIONES
Hay mucha gente que cree en el demonio. Y algunos dicen que
no hay un solo demonio, sino muchos demonios. Además algunas
personas piensan que el demonio tiene cachos y rabo; y que anda
suelto por ahí haciendo daño y ocasionando desgracias. En cualquier
caso, es una opinión bastante extendida entre los cristianos que el
demonio está en el infierno; y el demonio es el que causa muchos de
los males que pasan en la vida.
En los tiempos antiguos, cuando Jesús andaba por el mundo, la
gente creía en los demonios más que ahora. Y se pensaba que los
demonios andaban sueltos por el mar y por el campo, y que estaban
en el vino y en el fuego, en el aire y en las cuevas. Cuando uno se
ponía malo, sobre todo sí le daba ataques y se tiraba por el suelo, se
decía que tenía un demonio dentro o un espíritu malo. Los judíos
pensaban que los malos y las amenazas contra el hombre eran el
demonio. En los evangelios se habla con frecuencia de los demonios,
y se dice que Jesús los echaba o que los espíritus malos le tenían
miedo a Jesús.
Pero, vamos a ver, ¿Es verdad que existe el demonio? Sin duda
alguna, eso es cierto. Porque los evangelios hablan de él y dicen que
Jesús lo echaba y que los demonios le obedecían a Jesús. Pero con
decir eso no tenemos bastante. Porque lo más importante está en
saber en qué consiste el demonio. O sea, lo que nos interesa es saber
lo que quiere decir el evangelio cuando habla de los demonios. Y
entonces, la pregunta que hay que hacerse es la siguiente: ¿es el
demonio una especie de monstruo, superior a los hombres, con

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inteligencia y con un poder muy grande para hacer daño y causar el


mal? ¿o no será más bien una simple manera de hablar para indicar
que en la vida pasan cosas malas y desgracias tremendas?
Para responder a esta pregunta, hay que tener en cuenta, ante
todo, que en la vida usamos muchas veces la palabra "demonio" (o
diablo) para indicar simplemente una cosa mala. Por ejemplo, si uno
dice "mí chiquillo es un demonio", lo único que quiere decir es que el
chiquillo es malo. Por otra parte, también muchas veces se usa una
palabra para indicar otra cosa, que no es lo que esa palabra significa.
Por ejemplo, si uno está contando un partido de fútbol y dice que un
jugador "tiró un cañonazo y metió un gol", no quiere decir que el
jugador llevara un cañón, sino que le pegó muy fuerte al balón.
Bueno, pues ahora se ha demostrado que cuando en los
evangelios se habla del demonio, lo que allí se quiere decir no es que
existe este monstruo tremendo, sino que eso es una simple manera de
hablar para indicar otra cosa. ¿Y qué es lo que eso quiere indicar?
Quiere decir que el mal es más fuerte que el hombre, pero no es más
fuerte que Dios. Por eso, cuando el Reinado de Dios llega a un sitio o
a una persona, se va el demonio, es decir, de allí se va el mal. El
Reinado de Dios es la victoria de Jesús sobre el mal. Y ahora ya se
comprende lo que quiere decir este evangelio que tenemos en el tema
de hoy. El hombre que tenía dentro una legión de demonios era un
hombre al que le pasaban estas tres cosas:
1ª) Que vivía en los cementerios y en las tumbas.
2ª) Que estaba atado con cadenas.
3ª) Que andaba por los montes, lejos de la gente. Además, el
pobre desgraciado se hacía heridas con piedras y andaba pegando
gritos como un loco.
¿Qué quiere decir con todo esto el evangelio? Quiere decir que en
el mundo, el mal es una fuerza que causa la muerte o lleva a la gente
hacia la muerte (eso indica los cementerios y las tumbas); además, el
mal encadena a la gente, es decir, le quita la libertad y esclaviza a las
personas (eso indican las cadenas de hierro) y también el mal hace
que muchas personas no puedan convivir con la gente (eso indica el
que andaba por los montes). El mal destroza al hombre, lo pone como
fuera de sí, como un loco.
El Reinado de Dios se hace presente en un sitio, en una persona,
en un grupo o en una comunidad, cuando se echa fuera el demonio o
los demonios, es decir, cuando se quitan esos males. Eso es lo que

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hacía Jesús siempre que expulsaba al demonio. Y eso es lo que tiene


que pasar en la comunidad en la que estemos.
Hoy existen muchos "demonios" que andan sueltos por la vida.
Tienen dentro demonios los hombres que causan la muerte o llevan a
la gente hacia la muerte: los gobernantes que mandan fabricar
armamentos de guerra para matar; los políticos que se gastan en esos
armamentos millones de dólares cada día en el mundo entero; los que
son responsables de que haya tantos millones de criaturas que no
pueden comer lo que necesitan y de esa manera se van muriendo
cada día; los que matan a otras personas de la manera que sea; todos
los que son responsables de que alguien se muera o de que se
enferme o de que viva peor… Esos son los verdaderos demonios, que
tienen que ser expulsados para que venga el Reinado de Dios.
Son también demonios los que echan cadenas sobre los demás;
los que quitan la libertad a los demás; los que suprimen los derechos
de las personas; los que son dominantes y mandones y de esa
manera esclavizan a los que conviven con ellos; los gobernantes que
meten en la cárcel a la gente por que son de ideas políticas que ellos
consideran peligrosas; los capitalistas que someten a los obreros; los
testarudos que no toleran que otros piensen de manera distinta a
como ellos piensan; los curas que atormentan las conciencias de la
gente… Todos esos son también verdaderos demonios que tienen que
ser expulsados para que venga el Reinado de Dios.
Tienen también dentro demonios los que se portan de tal manera
que los echan a los demás y no les dejan convivir como personas
normales: los que desprecian a las madres solteras, a los
subnormales, a los ancianos, a los borrachos y a los que toman
drogas; los que también desprecian a las mujeres de mala vida, a los
jóvenes con barbas y melenas, a los "mariquitas"; los que desprecian a
quien sea, a los gitanos, a los negros, a los analfabetos, a los tontos, a
los enanos, a los que hacen cosas raras… Todo el que se porta de tal
manera que echa o desprecia a los demás, ese es un verdadero
demonio que tiene que ser expulsado para que venga el Reinado de
Dios.
El evangelio termina contando que los demonios le pidieron a
Jesús que los dejara meterse en la manada de cerdos. Y Jesús se lo
permitió. Y todos los marranos se tiraron de cabeza al mar y se
ahogaron. Evidentemente, aquella gran manada de cerdos valía
dinero. Pero entonces, todos los dueños de los cerdos, al ver que
habían perdido su capital y se habían quedado sin matanza, le

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pidieron a Jesús que se fuera de allí, o sea, no quisieron que Jesús


estuviera con ellos y lo echaron de su tierra. La conclusión que se
saca de todo esto es clara: Para Jesús es más importante un hombre
que un capital, por eso prefirió liberar al hombre, aunque el capital se
fuera al fondo del mar. Por el contrario, para la gente de aquella región
era más importante su capital (sus marranos) y por eso no les
importaba que el hombre estuviera por los cementerios y las tumbas
(abocado a la muerte), atado con cadenas (privado de libertad) y
corriendo por los cerros como un loco (marginado por la sociedad).
Consecuencia final: lo más importante en el Reinado de Dios es el
hombre, la vida del hombre, la libertad del hombre, la solidaridad con
el hombre, sea quien sea y le pase lo que le pase. Por eso, cuando
Jesús llega a una persona o a una comunidad, echa a los demonios y
salva al hombre. Eso es lo que tiene que hacer la comunidad, si es
que quiere que venga el Reinado de Dios.

PREGUNTAS
1. ¿Cuáles son los demonios que llevan a la gente hacia la
muerte en el ambiente concreto en que tú vives? (indicar los
que cada uno ve en el área de: familia, trabajo, barrio, pueblo,
país, etc..)

2. ¿Cuáles son los demonios que echan cadenas en tu ambiente?

3. ¿Cuáles son los que causan la marginación?

4. ¿Qué decisiones debe tomar nuestro grupo para ir echando a


todos esos demonios?

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