misterio de la p r o p i a existencia. A h o r a hemos de p r o c u r a r c o m - E n este nivel los verdaderos interrogantes antropológicos n o
prender más a f o n d o cuáles son las intenciones que a n i m a n a se presentan nunca c o m o problemas objetivos e impersonales, esta reflexión y la caracterizan específicamente c o m o antropología. cuya solución deja indiferente a la condición personal del que busca la respuesta. A u n cuando millones de hombres hayan sus- citado esos mismos interrogantes y hayan reflexionado ansiosa- mente p a r a buscar su solución, esto no dispensa a nadie de la 3. Raíces más profundas del problema antropológico necesidad de aclarar p o r cuenta p r o p i a l a pregunta f u n d a m e n t a l : ¿Quién soy y o ? ¿Qué es lo que significa ser h o m b r e ? L a reflexión L a problemática a n t r o p o l ó g i c a parece estar sostenida sobre hecha p o r los demás, sobre t o d o la reflexión sistemática a nivel t o d o p o r ciertas experiencias e instancias específicas: p o r una tic la antropología filosófica, p o d r á ser un estímulo y una guía, l i b e r t a d que busca ser ella m i s m a y n o puede sustraerse a la p r o - a veces una gran luz, o bien u n engaño que aparta de la verda- p i a responsabilidad; p o r las relaciones c o n las otras personas, dera comprensión. E n cualquier hipótesis esa reflexión n o podrá especialmente con las personas queridas; finalmente, p o r una ne- reemplazar j a m á s al esfuerzo personal p o r aclarar los problemas cesidad impelente e insoslayable de encontrar u n significado glo- (le l a p r o p i a existencia V i v i r la p r o p i a v i d a c o m o vida «humana» bal a l a existencia h u m a n a . significa v i v i r l a — a l menos en cierta m e d i d a — en presencia de estos interrogantes. N o mostrar n i n g u n a sensibilidad o interés por ellos sería señal de una p r o f u n d a alienación y de una inmensa a) Libertad que realizar l a l t a de a u t e n t i c i d a d .
L o s interrogantes fundamentales del h o m b r e parecen nacer
del hecho de que el h o m b r e no existe c o m o u n p e r r o o c o m o una piedra, sino c o m o sujeto personal, esto es, c o m o alguien que es b) La convivencia con los demás capaz de decir y o , tú, nosotros, esto es, de reflexionar, de t o m a r A u n q u e sea cada uno personalmente, bajo el i m p u l s o de su distancias frente a las cosas, de darse cuenta, aunque n o plena- propia l i b e r t a d que va en busca de sí m i s m a , el que tiene que sus- mente, de su p r o p i a condición h u m a n a . Su existencia n o se des- citar el p r o b l e m a antropológico, esto n o j m p i d e que el p r o b l e m a pliega ciegamente según los r i t m o s de l a naturaleza, del i n s t i n t o nazca también - y con frecuencia de f o r m a p r e v a l e n t e - de las o de las estaciones. Se da cuenta de que vive y de que está en la relaciones con los demás. Los problemas antropológicos tienen i m p o s i b i l i d a d de sustraerse de esta tarea de v i v i r . un elemento c o m u n i t a r i o y social. Nacen específicamente en el Por consiguiente, el p u n t o de a p o y o de estos interrogantes espacio de los vínculos que nos unen c o n los demás hombres en antropológicos n o es t a n t o la contemplación del h o m b r e y del el m u n d o : en el trabajo, en el d o l o r , en el gozo del a m o r y de la universo c o m o la experiencia de que es preciso v i v i r y de que hay amistad, en la muerte del ser q u e r i d o , en los conflictos que dividen que hacer algo, sin que p o r lo demás esté m u y claro qué es lo que a los hombres y en l a esperanza que los une. E l m i s m o sentido de hay que hacer. E l h o m b r e se ve lejos de l a meta, alienado, t o d a - i;i existencia y l a p o s i b i l i d a d de realizar una auténtica libertad vía n o plenamente h o m b r e , en c a m i n o hacia la realización de su parecen depender en a m p l i a m e d i d a de los demás. L a frustración existencia, homo viator. P o r consiguiente, en el centro se encuentra (le estas relaciones parece c o n d u c i r p o r t a n t o casi inevitablemente la experiencia de una l i b e r t a d que tiene que hacerse plenamente 11 .suscitar el p r o b l e m a del ser y del significado del hombre. libre y que p o r esto necesita ver c l a r o , comprenderse a sí m i s m a , L a muerte parece sin embargo ocupar u n lugar privilegiado su ser y su destino. Podría decirse que la antropología nace de una c.i esta experiencia. L a muerte estimuló en otros tiempos la re- l i b e r t a d i n q u i e t a y necesitada, necesariamente responsable de sí flexión antropológica de los griegos. Y a través de t o d a la historia m i s m a y de su p r o p i a existencia, pero al m i s m o t i e m p o ansiosa de comprenderse a sí m i s m a y de descubrir el camino que tiene que recorrer. L i b e r t a d inevitable, pero libertad incierta, amena- 13. Cf. W. Luijpen, Nieiiwe inleiding lot de e-xislenliele fenomenologie, zada en el m u n d o y expuesta a la traición de sí misma. Ulrecht 1969, 22-23.