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Acción de libertad
Expediente: 14756-2016-30-AL
Por memorial presentado el 18 de abril de 2016, cursante a fs. 7 y vta., el accionante a través de
su representante sin mandato expuso lo siguiente:
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a instancia de Hebert Pablo Aguilera
Quiroga y otros, el 8 de abril de 2016, se llevó la audiencia de consideración de aplicación de
medidas cautelares, por la Jueza de Instrucción Penal Quinta del departamento de Santa Cruz
en suplencia legal de su similar Cuarto, quien ordenó su detención preventiva. Ante ello, el 11
de similar mes y año, presentó recurso de apelación incidental contra dicha resolución judicial y
por memorial de 13 del referido mes y año, hizo presente a la autoridad ahora demandada que
no remitió los actuados pertinentes al tribunal de alzada, para que esa instancia conozca y
resuelva la apelación planteada, omisión que constituye una restricción “de acceso al recurso”
(sic) y violación al debido proceso, que compromete su libertad, siendo que hasta la
interposición de la presente acción tutelar, no se remitieron los actuados al superior en grado.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, ordenando que la autoridad demandada proceda a remitir los
actuados al tribunal de alzada, a efectos que se conozca y resuelva el recurso de apelación
incidental.
Celebrada la audiencia pública el 19 de abril de 2016, según consta en el acta cursante a fs. 42 y
vta., se produjeron los siguientes actuados.
Rosario Ximena Flores Paniagua, Jueza de Instrucción Penal Quinta del departamento de Santa
Cruz, mediante informe cursante de fs. 16 a 18, manifestó que: a) Asumió competencia para el
conocimiento del proceso penal seguido por el Ministerio Público a denuncia de Hebert Pablo
Aguilera Quiroga y otros contra Patricio Ángel Fukuhara Álvarez, por la presunta comisión de los
delitos de estafa, estelionato y asociación delictuosa, pues se encuentra en suplencia legal de su
similar cuarto; b) En audiencia de consideración de aplicación de medidas cautelares de 8 de
abril de 2016, al verificar los elementos de convicción sobre la existencia del hecho y la
probabilidad de participación del imputado, dispuso la detención preventiva del mismo, en el
Centro de Rehabilitación Santa Cruz “Palmasola”, no habiendo planteado recurso de apelación
incidental ninguna de las partes; c) El 11 de abril de 2016, el impetrante de tutela planteó el
recurso de apelación incidental contra la Resolución de 8 de similar mes y año, a cuyo efecto se
emitió el decretó de 12 del referido mes y año, en cumplimiento de los arts. 403 inc. 3), 404 y
405 del Código de Procedimiento Penal (CPP), disponiendo el emplazamiento a las partes y la
remisión del recurso planteado dentro del plazo legal establecido en la norma; d) El Auxiliar del
Juzgado de Instrucción Penal Cuarto del departamento de Santa Cruz, el 18 de abril de 2016,
procedió a generar el emplazamiento y notificaciones a la central de notificaciones, toda vez que
el recurrente no se apersonó a dejar las fotocopias de ley; y, e) El impulso procesal, no solamente
está confiado a los jueces, sino también a la partes que están obligados a cooperar en las
diligencias para cumplir con la finalidad de los actos procesales, el accionante se limitó a
presentar la acción de libertad, sin apersonarse al juzgado a revisar las actuaciones judiciales y
dar cumplimiento a lo ordenado.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Noveno, Anticorrupción y contra la Violencia Hacia la Mujer del
departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, por Resolución 01/16 de 19 de
abril de 2016, cursante de fs. 43 a 45 vta., denegó la tutela solicitada; bajo los siguientes
fundamentos: 1) El accionante presentó apelación incidental de forma escrita contra la
Resolución de 8 de abril de 2016, y al haberse dispuesto por la Jueza ahora demandada las
notificaciones al Ministerio Público y a la parte civil, implicó que la misma actuó acorde a nuestra
normativa legal, concediendo el término respectivo a las partes del proceso, conforme se
evidenció de la providencia de 12 del referido mes y año, a efectos que se pronuncien conforme
estipulan los arts. 132 y 403.3 del CPP, lo contrario implicaría vulnerar el debido proceso,
igualdad y derecho a la defensa; y, 2) Al no haberse notificado a las partes del proceso, pese a
que se generó las notificaciones respectivas, no corresponde computar el plazo de veinticuatro
horas para la remisión de la apelación incidental de medida cautelar; la misma corresponde
computar una vez realizadas las diligencias de notificación, excepto si la apelación hubiera sido
planteada en audiencia de manera oral, en cuyo caso previa notificación a las partes en
audiencia, la juez esta compelida en remitir los actuados dentro del plazo previsto por el art.
251 del CPP.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 8 de abril de 2016, la Jueza de Instrucción Penal Quinta del departamento de Santa Cruz
en suplencia legal de su similar Cuarto, llevó adelante la audiencia de consideración de
aplicación de medidas cautelares dentro el proceso penal seguido por el Ministerio Público a
denuncia de Hebert Pablo Aguilera Quiroga y otros contra Patricio Ángel Fukuhara Álvarez –
ahora accionante–, por la presunta comisión de los delitos de estafa, asociación delictuosa y
estelionato, pronunciando el Auto respectivo, ordenó la detención preventiva a cumplirse en el
Centro de Rehabilitación Santa Cruz “Palmasola” (fs. 27 a 35 vta.).
II.2. El 11 de abril de 2016, Patricio Ángel Fukuhara Álvarez, interpuso el recurso de apelación
incidental contra la Resolución de 8 del mismo mes y año, que dispuso su detención preventiva
(fs. 5 a 6 vta.).
II.3. El 12 de abril de 2016, la Jueza de Instrucción Penal Quinta del departamento de Santa Cruz
en suplencia legal de su similar Cuarto, mediante decreto refirió que: “En atención al Recurso
de Apelación interpuesto por el imputado PATRICIO ÁNGEL FUKUHARA ÁLVAREZ en contra del
auto de Medidas Cautelar de fecha 08 de abril de 2016 y de conformidad a lo dispuesto en los
artículos 403 inc. 2), 404 y 405 del Código de Procedimiento Penal; TRASLADO al Ministerio
Público y la parte civil, para que contesten en el plazo de tres días a partir de su legal notificación
con el presente recurso y en su caso acompañen u ofrezcan pruebas.
Se dispone que con o sin contestación del presente recurso, vencido el plazo anteriormente
mencionado; SE REMITA ANTECEDENTES PROCESALES EN FOTOCOPIAS LEGALIZADAS ante S.R.
el Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, a objeto de que resuelva el recurso de
apelación interpuesto…” (sic) (fs. 40).
II.4. El 13 de abril de 2016, el accionante mediante escrito dirigido al Juez de Instrucción Penal
Cuarto del departamento de Santa Cruz, puso a su conocimiento y advirtió retardación de
justicia, por no remitirse actuados al tribunal de alzada en veinticuatro horas conforme
establece el art. 251 del CPP (fs. 2 y vta.).
II.5. El 15 de abril de 2016, la Jueza ahora demandada, emitió la providencia solicitando informe
al Secretario-Abogado sobre el memorial referido en el párrafo anterior, y der ser evidente lo
manifestado remitir en el día la apelación planteada, disponiendo al otrosí 1ro.- que presente
en el día las fotocopias del proceso en Secretaria (fs. 41 vta.).
III.1. Sobre los principios ético morales de la sociedad plural y los valores que sustenta el
Estado boliviano
En primer lugar cabe mencionar que la Constitución Política del Estado promulgada el 7 de
febrero de 2009, señala el horizonte en el que habrá de erigirse el nuevo Estado Unitario Social
de Derecho Plurinacional Comunitario, fundado en la pluralidad y pluralismo político,
económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país. En ese
contexto esta dicho que la nueva institucionalidad del Estado Plurinacional debe superar con
creces la estructura colonial asimismo, en base al esfuerzo individual y colectivo, en cada
estructura organizacional de los órganos e instituciones del poder público. El órgano judicial a
través de su jurisdicción, como también en la función judicial ejercida por sus autoridades en
naciones y pueblos indígena originario campesinos, donde los valores que sustenta el Estado
como unidad, igualdad inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto,
complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad
social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social,
distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, contribuirán para el vivir bien,
como señala el art. 8.II de la CPE.
Resulta necesario señalar que la Constitución Política del Estado, por otra parte, refiriéndose a
la nueva institucionalidad del Estado Plurinacional, superar la estructura de una visión colonial,
lo previsto en el art. 8.I de la CPE, sobre la justicia para ello estableció los principios ético morales
de la sociedad plural que el Estado asume y son: suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida
armoniosa) tekokavi (vida buena), ivimaraei (tierra sin mal) y qhapajñan (camino o vida noble),
así como ama quilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso, ni seas ladrón).
Estos últimos mandatos restrictivos resultan ser imperativos para cada persona y en cada hogar
de las bolivianas y bolivianos. Es también la esencia de un pensamiento colectivo enraizado en
las naciones y pueblos. El Estado ha encontrado como un elemento transformador dichos
principios en la sociedad. Una inequívoca señal de esa voluntad está en la previsión del art. 123
de la CPE que instituye el principio político-jurídico de irretroactividad de la ley de manera
excepcional en materia de corrupción, esto con el fin de investigar, procesar y sancionar los
delitos cometidos por servidores públicos contra los intereses del Estado.
Se ha dicho que la jurisprudencia constitucional, conforme al mandato de los arts. 178 y 179 de
la CPE, la Justicia es única en tanto que la potestad de impartir la misma, emana del pueblo
boliviano y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica,
pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana,
armonía social y respeto a los derechos, entre otros. En ese mismo orden, está el respeto a los
principios procesales que rige la justicia ordinaria, y entre otros, la verdad material y el debido
proceso.
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la CPE;
además que también, en su art. 22, expresamente establece que: “La dignidad y la libertad de
la persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la “libertad”, lo hace en su acepción más general,
como expresión normativa del valor libertad, lo que supone, para cada individuo o colectividad,
la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la
libertad personal, la misma que conforme se precisa en el art. 23.I de la Ley Fundamental del
ordenamiento jurídico, que: “Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y
que esta libertad personal “…sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para
asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias
jurisdiccionales”, luego entonces, la libertad de la persona es aquél derecho fundamental y
constitucional que no sólo debe ser respetado sino debe ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del numeral IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra
persona, aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad
competente; de conformidad al numeral III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido,
aprehendido o privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la
ley. La ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que
sea emitido por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que: “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes…”. Así, la Constitución, al tiempo de señalar en el art. 14.I, que los
derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables, establece que el Estado
tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
El art. 125 de la CPE establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal,
podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a
su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en
materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
El art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo), al referirse al objeto de la acción de libertad,
señala lo siguiente: “La Acción de Libertad tiene por objeto garantizar, proteger o tutelar los
derechos a la vida, integridad física, libertad personal y libertad de circulación, de toda persona
que crea estar indebida o ilegalmente perseguida, detenida, procesada, presa o que considere
que su vida o integridad física está en peligro”.
Bajo esa premisa fundamental, debe entenderse que toda autoridad que conozca de una
solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de
tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues
de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho, lo que no significa,
que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva, pues esto dependerá
de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, dado que se reitera la lesión del
derecho a la libertad física, está en la demora o dilación indebida de una solicitud de tal
naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley
no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la solicitud”’.
III.4. La apelación incidental prevista en el art. 251 del Código de Procedimiento Penal, no
puede ser asimilada, efectivizada y aplicada mediante el procedimiento previsto por los arts.
403.3, 404 y 405 del mismo cuerpo legal
En este sentido, la tramitación prevista por el art. 251 del CPP, modificado por la Ley del Sistema
Nacional de Seguridad Ciudadana (LSNSC), se constituye en un procedimiento y tramitación
especial que no reúne los mismos parámetros jurídicos o requisitos procedimentales establecidos
por los arts. 403, 404 y 405 del CPP, pues dicho recurso se puede interponer inclusive de forma
oral al momento de culminar o escuchar el pronunciamiento en audiencia sobre la procedencia
o no de la detención preventiva o alguna otra medida sustitutiva, además de que no es necesario
que acompañe ninguna otra prueba como así exige el art. 404 del CPP; en todo caso, el juez
cautelar tiene el deber de remitir los actuados procesales pertinentes que hacen la apelación
dentro de las 24 horas, sin que sea requisito que acompañe nueva prueba para el efecto, y menos
aún, se emplace o corra traslado a las otras partes para que contesten dentro de los tres días;
aclarando más bien que, el juez no tiene que esperar de ninguna manera que el apelante
presente o ratifique su apelación de forma escrita, en todo caso como se dijo, tiene la obligación
de imprimir celeridad en sus actos y remitir la documentación ante el Tribunal superior dentro
del plazo previsto en el procedimiento especial establecido en el art. 251 del referido cuerpo
adjetivo.
Consiguientemente, las autoridades que imparten justicia en materia penal, deben considerar
que el legislador ha diseñado una apelación incidental especial, distinta a la naturaleza y
procedimiento que prevé el art. 403 del CPP, por ello, no deben confundir la aplicación de la
norma, procediendo a dilatar indebidamente la tramitación rápita, expedita y eficaz establecida
por el art. 251 del citado Código, pues ésta última norma inclusive le otorga la facultad al
Tribunal superior de corregir omisiones del Juez cautelar y por ello, de manera fundamentada y
motivada, puede aprobar o revocar la decisión inferior restableciendo en su caso y si
corresponde, la libertad del imputado o procesado.
Conforme los antecedentes que ilustran el expediente se colige que la Jueza de Instrucción Penal
Quinta del departamento de Santa Cruz en suplencia legal de su similar Cuarto, el 8 de abril de
2016 llevó adelante la audiencia de consideración de aplicación de medidas cautelares dentro
el proceso penal seguido por el Ministerio Público a denuncia de Hebert Pablo Aguilera Quiroga
y otros contra Patricio Ángel Fukuhara Álvarez –ahora accionante– por la presunta comisión de
los delitos de estafa, asociación delictuosa y estelionato, ordenando la detención preventiva a
cumplirse en el Centro de Rehabilitación Santa Cruz “Palmasola”. Ante dicha determinación el
11 del referido mes y año, el impetrante de tutela interpuso el recurso de apelación incidental,
mereciendo el decreto de 12 del mismo mes y año, por la Jueza ahora demandada quien dispuso
el traslado a las partes del proceso para que respondan al recurso planteado, conforme
establecen los arts. 403.2, 404 y 405 del CPP.
En ese sentido, la Jueza de Instrucción Penal Quinta del departamento de Santa Cruz en
suplencia legal de su similar Cuarto, debió tomar en cuenta que el recurso de apelación
incidental, para el caso de medidas cautelares de carácter personal, donde dispuso la detención
preventiva del accionante, debe ser tramitada con celeridad conforme establece el art. 251 del
CPP, por ser un procedimiento especial y no puede estar supeditada al cumplimiento de los
requisitos establecidos por los arts. 403, 404 y 405 del mismo cuerpo legal, ya que no se estaría
cumpliendo con la finalidad de dicha norma, pues la apelación incidental diseñada por el
legislador contra Resoluciones que dispongan, modifiquen o rechacen las medidas cautelares,
es garantizar un procedimiento efectivo, rápido y oportuno para que la situación jurídica del
imputado pueda ser revisada y valorada por un tribunal de alzada, advirtiéndose que la jueza
demandada no remitió los actuados dentro las veinticuatro horas, mas al contrario dispuso el
traslado a las partes, ocasionando una dilación indebida, sin considerar que la fundamentación
u objeción del recurso, debe realizarse en la audiencia señalada por el tribunal de alzada,
consecuentemente, se concede la tutela solicitada.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías al haber denegado la tutela, no efectuó una
correcta compulsa de los antecedentes, por lo que corresponde aplicar el art. 44.2 del Código
Procesal Constitucional (CPCo).
POR TANTO
No interviene el Magistrado, Dr. Macario Lahor Cortez Chavez, por ser de voto disidente.
MAGISTRADO
PRESIDENT