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GRANDES UNIDADES ESTRUCTURALES

PUNA

Ocupa el ángulo noroeste del país y es parte del elevado macizo que en
Bolivia recibe el nombre de altiplano, en Chile Puna de Atacama y en nuestro
país Puna argentina.
Por el este la Puna termina en un borde montañoso con altos nevados:
las Sierras de Santa Victoria y Aguilar y los macizos de Chañi y Acay. La Puna
desaparece a los 27º S donde la masa montañosa reduce su ancho y adquiere
alturas enormes como el cerro San Francisco de 6000 mts. El borde montañoso
señala, además, la divisoria de aguas entre la cuenca cerrada puneña y la
pendiente oceánica. La Puna es un altiplano de 3500 mts. de altitud media, de
antigua formación y constituye una cuenca cerrada sin desagüe al océano,
subdividida en muchas depresiones. El fondo de estas depresiones es playa y
está ocupado por salares.
La aridez es el rasgo característico. La amplitud térmica es muy marcada
lo que provoca la desagregación mecánica de las rocas, por esta razón abundan
los depósitos de escombros. La erosión eólica pule las rocas y esparce los
materiales más finos en los sectores bajos. Es un ambiente de clima riguroso,
hostil y silencioso, por lo tanto, la flora y fauna deben adaptarse a la escasez de
agua, oxígeno y humedad. No hay cursos permanentes de agua. En las vegas,
humedales en zonas bajas donde se acumula el agua de lluvia o de deshielo, el
agua es generalmente de buena calidad, apta para el consumo humano. En la
actualidad, el aprovechamiento de las aguas superficiales se limita a su
utilización para usos domésticos y para el consumo del escaso ganado (llamas,
ovejas y cabras). Las únicas obras hidráulicas son compuertas de desviación
para el riego de pequeños predios. La vegetación que predomina es la estepa
arbustiva, hay tolares, arbustos bajos y resinosos y bosquecillos de churqui y
quinoa.
La población se ve afectada por el enrarecimiento del aire provocado por
la altura (mal de Puna o soroche), debido a la disminución de la presión y del
contenido de oxígeno de la atmósfera.

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En la Puna se concentra una gran variedad de recursos minerales como
estaño, oro, cobre, plomo y zinc. Los salares y salinas son explotados para la
extracción de bórax, de gran valor industrial (se explotan en los salares de
Cauchari, Pocitos, Arizaro). Las salinas formadas por cloruro de sodio son
aprovechadas por los pobladores puneños para su consumo o venta (se
destacan las de Incahuasi, Rincón y Llullaillaco).
Las condiciones no son propicias para el asentamiento humano, los pocos
pobladores se dedican a las actividades mineras. Sólo en los grandes
establecimientos mineros se instalan complejos habitacionales que se
transforman en pequeñas poblaciones, como es el caso de Mina Aguilar, que
cuenta con unos 6000 habitantes. En la Puna jujeña las poblaciones más
importantes son Abra Pampa a 3400 mts. de altura y La Quiaca. En la Puna
salteña, los únicos poblados son San Antonio de los Cobres, la estación Salar
de Pocitos y la localidad de Santa Rosa de los Pastos Grandes.

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CORDILLERA ORIENTAL

También llamada Precordillera Salto-Jujeña. Constituye el borde oriental


de la Puna. Está formada por elevadas montañas con orientación norte-sur. Es
una barrera climática pues no permite que los vientos alisios del Atlántico tengan
influencia en la Puna.
Esta cordillera está disectada por tres quebradas: la de Humahuaca (en
Jujuy) recorrida por el río Grande, la del Toro, recorrida por el río homónimo y
los Valles Calchaquíes (Salta), recorridos por el río Calchaquí Estas quebradas
se inician como “abras” hacia la Puna, situadas a 3600-3700 mts. y tienen un
doble origen: tectónico (pues las presiones del plegamiento andino formaron
valles agostos y escalonados), y erosivo (pues los ríos formaron surcos
alargados). Las quebradas siempre han tenido un papel destacado en las
comunicaciones, pues a través de ellas se accede a la Puna y a los valles de
Jujuy y de Lerma. La quebrada de Humahuaca está recorrida por la ruta nacional
Nº 9 y las vías del exferrocarril Belgrano, que unen las localidades de San
Salvador de Jujuy y La Quiaca. Las comunidades de las quebradas son
pequeñas: Humahuaca (6000 hab.), Tilcara (2900 hab.), se organizan en
economías de subsistencia, basadas en el cultivo de huertas familiares y en la
cría de cabras, ovejas y llamas.
Los valles, bajos y amplios, han recibido la acumulación de sedimentos
provenientes de las zonas altas. Por eso cuentan con suelos de gran aptitud para
la horticultura y otros cultivos, como el tabaco y la caña de azúcar, muy
significativos en la región. En los valles se asientan las ciudades más
importantes: San Salvador de Jujuy en el valle del mismo nombre, y Salta en el
valle de Lerma.
La historia geológica de la Cordillera Oriental, expuesta en las paredes de
las quebradas, otorga una gran riqueza paisajística a la región.

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SIERRAS SUBANDINAS

Son montañas jóvenes y bajas, angostas y alargadas, de formas suaves


que llegan a la llanura chaqueña. Tienen una altura media de 1000 a 1500 mts.
Están formadas por varios encadenamientos, muy disectados por la acción
erosiva de los grandes ríos. Estos han labrado las llamadas puertas, valles
antecedentes por los que se abren paso hacia la llanura chaqueña el río Bermejo
y el río Pasaje o Juramento. Por estas áreas se establece la comunicación entre
el noroeste y el nordeste de la Argentina.
Los procesos erosivos constituyen una de las características más
notables del ambiente. El clima es subtropical serrano, las precipitaciones son
suficientes concentradas mayoritariamente en verano. El bioma es la selva
tucumana-oranense, muy densa, también denominada “Yungas”. Su desarrollo
varía según las condiciones del clima, altitud y exposición a los vientos húmedos.
Con amplio predominio de especies higrófilas, la selva posee tres estratos:
arbóreo de mayor porte, con árboles de más de 30 mts. de altura; sotobosque
con árboles de menor tamaño y, por último, el estrato superficial, cuyos helechos,
cañas, epífitas y trepadoras forman una densa maraña.
El avance de la frontera agropecuaria y la indiscriminada explotación
forestal han afectado negativamente al ambiente. Las especies arbóreas
mayores, son maderables y tienen un alto valor económico, por lo que han sido
explotadas irracionalmente. La incorporación de tierras para cultivo o ganadería
se asocia a la tala indiscriminada. Este uso del suelo, combinado con las lluvias
torrenciales del verano, favorece la erosión por lavado de los mismos.
En estas sierras se localizan yacimientos de hidrocarburos en
Madrejones, Campo Durán y Río Pescado, que se vinculan con los de
Caimancito en la provincia de Jujuy. En los estratos paleozoicos se ubican
yacimientos de hierro como los de la sierra de Zapla en la provincia de Jujuy.

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SIERRAS PAMPEANAS

Las formas de relieve han sido el resultado de un proceso de fracturación


sobre rocas cristalinas precámbricas por el plegamiento andino. Las fracturas de
dirección predominante norte-sur, dieron lugar al movimiento diferencial en
bloques que originó cordones serranos, como los del sector oriental o de
Aconquija, el central o de Velasco, el occidental o de Famatina y las sierras de
Córdoba y San Luis. Las depresiones según su extensión y forma reciben la
denominación de: valles, bolsones o campos.
Los cordones serranos tienen una orientación general norte-sur, y están
separados por planicies que reciben el nombre general de bolsones. Sin
embargo, como estas planicies adquieren formas muy variadas toman distintos
nombres: campos (bolsones redondeados y de gran extensión), valles (bolsones
alargados encerrados por dos cordones) y quebradas (surcos alargados y de
estrechas pendientes). Esta diversidad de elevaciones y planicies posibilita una
multiplicidad de condiciones de clima, relieve, suelo y vegetación, por lo que no
predomina un bioma en particular. Se trata de una zona de transición donde en
algunos lugares, como los bolsones, predomina el monte; en las laderas, el
bosque xerófilo (que aquí se llama bosque serrano) y, en las zonas de mayor
altura, los pastizales.
La aridez, un rasgo típico de toda esta zona, se acentúa hacia el oeste.
Las temperaturas medias oscilan entre los 14 y 18º C con grandes variaciones
por las diferencias de altura entre sierras y bolsones. Las lluvias se concentran
en verano y fluctúan entre los 200 y los 500 mm., son mayores en los faldeos
orientales expuestos a los vientos húmedos del Atlántico.
Los ríos presentan un régimen irregular con crecientes de carácter
torrencial en verano. En épocas de sequía pueden desaparecer. Entre los ríos
más importantes se destacan el Primero, Segundo, Tercero, Cuarto y Quinto que
nacen en las laderas más húmedas de las sierras de Córdoba y San Luis.
La apropiación de esta zona por parte del hombre estuvo signada en gran
medida por el acceso al agua. Los oasis son las áreas de mayor
aprovechamiento del recurso hídrico para riego, consumo y producción de
energía eléctrica. El uso del agua es regulado mediante embalses. Se cultivan
principalmente olivo, vid, frutales de carozo y hortalizas. Actualmente, la

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actividad minera se concentra en la explotación de rocas de aplicación (calizas,
mármol, ónix) y piedras semipreciosas (cuarzo, rodocrosita) Estos minerales
también son utilizados en las artesanías que se fabrican en la zona. La ganadería
extensiva es una actividad muy difundida en la zona. El ganado caprino es el
más abundante porque se adapta con facilidad a las condiciones de aridez, pero
también es el que genera más procesos de degradación en suelos y bosques. El
ganado vacuno solo se cría en los oasis y sobre todo en las sierras orientales de
Córdoba y San Luis. El turismo es otra actividad que se va potenciando día a
día.

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PRECORDILLERA DE LA RIOJA, SAN JUAN Y MENDOZA

Se inicia en la provincia de La Rioja, alcanza en San Juan las mayores


alturas y la mayor amplitud. Se extiende entre las Sierras Pampeanas y la
Cordillera Frontal. Se presenta formando una serie de cordones paralelos,
orientados de norte a sur, separados por valles alargados y estrechos rellenados
por bloques rocosos y sedimentos finos, producto de la intensa erosión mecánica
a la que está sometido todo el sistema. Los procesos erosivos de meteorización
mecánica son intensos debido al clima árido (escasez de precipitaciones y
marcadas amplitudes térmicas). Las cumbres son chatas y planas debido al
prolongado ciclo erosivo que desde el Mesozoico se prolonga hasta nuestros
días.
Toda la unidad presenta una alta sismicidad y fallamientos activos que
provocan los frecuentes movimientos que afectan a la zona, como los que
destruyeron las ciudades de Mendoza en 1861, San Juan en 1944 y Caucete en
1977.
Los numerosos cursos de agua que bajan de la cordillera se ven obligados
a unirse en el borde occidental de esta cordillera en tres grandes colectores: ríos
Jáchal, San Juan y Mendoza, que gracias a sus considerables caudales permiten
organizar en su pie oriental los oasis frutícolas, vitivinícolas y hortícolas, cuya
producción satisface no sólo las demandas nacionales sino también las
internacionales.

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CORDILLERA DE LOS ANDES

ANDES ARIDOS

La CORDILLERA PRINCIPAL es el resultado del plegamiento andino y


forma un encadenamiento uniforme de gran altura. Sus cumbres llevan la
divisoria de aguas entre las pendientes oceánicas y marcan el límite con Chile
en la provincia de Mendoza y hasta el sur del paralelo 31° S en San Juan.
Predominan el paisaje de escombros, causados por la desagregación
mecánica y la acción fluvio-glaciaria. Los picos son elevados y de pendientes
abruptas, como el Aconcagua (6959 mts.) y el Mercedario (6769 mts.). Hay
también numerosos volcanes como el Tupungato (6800 mts.), el Maipú (5325
mts.), o el Overo. La red de drenaje alimentada por la fusión del hielo y la nieve
es muy densa y los aludes de escombros se hacen muy frecuentes por la
escasísima cubierta vegetal. Son pocos los glaciares y el límite inferior de las
nieves eternas es muy elevado debido a la aridez y la fuerte insolación.
Entre los 36º y 39º S presenta una serie de modificaciones en su
morfología, clima y flora, por lo que se la considera una zona habitualmente
denominada Andes de Transición: con aumento de las formaciones volcánicas,
disminución de la altura, pasos más amplios y a menor altitud, cimas de formas
más agudas con crestas y picos rocosos, aumento de las precipitaciones, menor
altura de las nieves persistentes, participación creciente de especies de la flora
patagónica y mayor número y extensión de praderas (vegas) utilizadas para
pastoreo estival.
Hacia el este se extiende la escarpada CORDILLERA FRONTAL, unidad
más antigua rejuvenecida por efecto del movimiento andino. Hacia el este está
separada de la Precordillera por los valles longitudinales de Rodeo, Iglesia,
Calingasta, Barreal y Uspallata. Es portadora del límite internacional por poseer
la línea continua de altas cumbres, que también es divisoria de aguas en las
provincias de La Rioja y San Juan. Los cordones no tienen una orientación
definida y no configuran una cadena continua. Los ríos descienden
violentamente por las profundas gargantas que han erosionado durante los
períodos de ascenso del sistema, salvando fuertes desniveles. La sequedad del
ambiente lleva el límite de las nieves permanentes por encima de los 5000 mts.

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ANDES PATAGONICO-FUEGUINOS

Se extienden en sentido norte-sur y corresponden al sector más bajo de


la Cordillera de los Andes, con alturas que en pocos casos superan los 3000 mts.
Las montañas que los conforman tienen laderas abruptas, cumbres con aristas
marcadas y puntiagudas y están separadas por numerosos valles transversales
de orientación oeste-este. Algunos de estos valles se encuentran a baja altura y
son de fácil acceso, por ese motivo son muy utilizados como pasos para
establecer comunicaciones terrestres con Chile. Entre los principales se
encuentran el Paso de Pino Hachado y el Paso Cardenal Samoré (Neuquén) y
el de Pérez Rosales (Río Negro). Estos pasos y también otros, de uso frecuente,
permiten una mayor vinculación entre ciudades como San Martín de los Andes,
Bariloche o Esquel con localidades chilenas.
Gran parte de las formas que presenta el relieve cordillerano fueron
modeladas por las glaciaciones del Cuartario. Las lenguas glaciarias alcanzaron
las costas del Océano Pacífico y les dieron el modelado que presentan hoy.
Hacia el este, llegaron hasta el Atlántico, en las provincias de Santa Cruz y Tierra
del Fuego. Al retirarse, desgastaron en forma de agujas a numerosos picos. Los
valles tomaron la forma de “U”, en las que la parte más baja suele estar ocupada
por lagos, como el Nahuel Huapi, Lácar, etc. El campo de hielo continental
ubicado en la provincia de Santa Cruz y que se extiende también en territorio
chileno, es un relicto de esas antiguas glaciaciones. De este campo de hielo
descienden numerosos glaciares, entre los que se destacan el Perito Moreno, el
Viedma y el Upsala.
A medida que se avanza hacia el sur, las características de los Andes
patagónicos van variando: disminuyen las alturas medias, los valles se hacen
más amplios e incluso, en Tierra del Fuego, cambia la dirección predominante
de los cordones montañosos que se disponen en sentido oeste-este. Estas
variaciones en latitud, no sólo se producen en relación con el relieve sino también
con las condiciones climáticas y el asentamiento de la población.
Los Andes patagónico-fueguinos tienen clima frío y húmedo. Las
temperaturas anuales disminuyen a medida que aumenta la latitud y también la
altura, las temperaturas medias son inferiores a los 10º C. Los vientos húmedos
provenientes del anticiclón del Pacífico provocan abundantes precipitaciones en

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el área cordillerana, son mayores en invierno y caen en forma de lluvias y de
nieve. La acumulación y compactación de esta última da lugar a la formación de
glaciares, sobre todo en los lugares de temperaturas más bajas. Las
precipitaciones son abundantes (entre 1000 y 2000 mm.).
Las condiciones ambientales favorecen el desarrollo del bosque
patagónico, en él se distinguen el bosque valdiviano, al norte del paralelo 47º S,
y el bosque magallánico, extendido hasta la Isla de los Estados. El primero
aparece donde las lluvias alcanzan sus valores máximos, presenta una gran
riqueza florística y vegetal, y es el dominio del coihue, ñire, o guindo, lenga y
alerce entre las especies arbóreas más representativas. El sotobosque está
conformado por matorrales y cañas colihue. Al norte, en altura, hasta las nieves
permanentes, se desarrolla un bosque casi puro de coníferas, entre las que
domina la araucaria araucana o pehuén. El bosque magallánico presenta
especies como el guindo; el sotobosque es menos denso.
El área cordillerana está habitada por una pequeña proporción de la
población patagónica. Las características ambientales favorecen la explotación
del recurso paisajístico a través del turismo. Los centros urbanos más
importantes ligados a esta actividad son: San Carlos de Bariloche y Villa La
Angostura a orillas del lago Nahuel Huapi en las provincias de Río Negro y
Neuquén respectivamente; San Martín de los Andes (Neuquén) a orillas del lago
Lácar; Esquel en la provincia de Chubut, El Calafate y El Chaltén en la provincia
de Santa Cruz. La localidad de Copahue junto al volcán homónimo en la
provincia de Neuquén ofrece aguas termales.
Entre los problemas ambientales se pueden mencionar: la tala desmedida
de las especies arbóreas (algunas de crecimiento muy lento) y la perturbación
ecológica producida por la introducción de especies animales y vegetales
europeas que han logrado una increíble adaptación, como la rosa mosqueta, hoy
convertida en plaga, o animales como el ciervo colorado, el jabalí y el castor.
También son comunes los incendios forestales que asociados a la tala
indiscriminada ponen en peligro la supervivencia del bosque.

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MESETA MISIONERA

Comprende la provincia de Misiones y el NE de la provincia de Corrientes


(la limita el río Aguapey). Forma parte de la estructura geológica del macizo de
Brasilia. Su subsuelo está formado por rocas cristalinas precámbricas cubiertas
por areniscas rojas de origen continental y mantos de rocas eruptivas que
salieron a la superficie a lo largo de grandes fallas que coinciden con los cursos
de los ríos Paraná y Uruguay. Sobre estos terrenos se hallan formaciones
sedimentarias más recientes.
Su relieve es el de una meseta ligeramente abovedada. Este relieve se ha
originado porque la meseta ha experimentado un movimiento de ascenso en
masa que ha provocado una reactivación de la erosión de los ríos y arroyos
afluentes del Paraná o del Uruguay. El eje de la meseta coincide
aproximadamente con la parte central de la misma, y sus mayores elevaciones
llevan la divisoria de aguas entre los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay. De sur a
norte ese eje que tiene el aspecto de una planicie ondulada, está formado por
las sierras de Imán, Misiones (cerro Rincón, 805 mts.) y de la Victoria. Esta
última, al descender hacia el NO interrumpe el curso del río Iguazú y provoca la
formación de las cataratas del mismo nombre, de 60 mts. de caída, que se
cuentan entre las más hermosas del mundo y constituyen la principal atracción
del Parque Nacional de Iguazú.
El clima es subtropical sin estación seca, con lluvias abundantes
superiores a 1500 mm. anuales, estando distribuidas en forma bastante regular
en el transcurso del año, con un leve aumento durante el verano y comienzos
del otoño, época en la cual suelen caer chubascos violentos lo cual favorece a
los procesos de erosión pluvial. Erosión que se va acentuando con la progresiva
deforestación de la selva misionera para aprovechamiento de la madera y para
incorporar tierras a la agricultura (yerba mate, té, algodón, tabaco, tung).

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MESETA PATAGONICA

Se extiende desde el pie oriental de los Andes Patagónicos hasta el


Océano Atlántico. Su límite norte está indicado por una zona de transición a la
pampa occidental, que coincide aproximadamente con los valles de los ríos
Atuel, Salado-Curacó y Colorado inferior. Hacia el sur la Patagonia extrandina
se extiende hasta los Andes fueguinos, abarcando toda la porción llana de Tierra
del Fuego. Hacia el este se prolonga por la plataforma submarina argentina hasta
las Islas Malvinas.
Está formada por un macizo antiguo de rocas cristalinas precámbricas que
ha quedado separado del macizo de Brasilia en épocas geológicas muy antiguas.
Sobre esta vieja estructura precámbrica se depositaron sedimentos marinos y
continentales durante el Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico. Las series
sedimentarias marinas del Mesozoico tienen importancia por contener los ricos
yacimientos petrolíferos de Comodoro Rivadavia. Al comenzar la era Mesozoica,
la Patagonia debía hallarse a poca altura sobre el mar y poseer clima lluvioso,
como lo atestigua el hallazgo de abundantes restos silicificados de araucarias en
distintos lugares, en especial en la meseta situada al sur del río Deseado, donde
se ha creado el Monumento Natural del Bosque Petrificado. Además, los
sedimentos continentales del Cretácico superior contienen restos fósiles de
dinosaurios.
En el Terciario tuvo lugar una intensa actividad volcánica. Siguió luego un
movimiento descendente del área patagónica, que permitió una extensa
transgresión marina y la acumulación de sedimentos marinos, que contienen
abundantes ostras fósiles de gran tamaño o bien mantos de lignito (Río Turbio).
Con la segunda fase andina que provocó la formación de los Andes patagónicos,
se produjo un ascenso en masa que provocó el retiro del mar, y a continuación
se acumularon sedimentos terrestres. A continuación, tuvo lugar una ingresión
marina de menor intensidad que las anteriores, que se limitó a ocupar la zona
costanera atlántica en Río Negro y Chubut. Después de ella, se inicia la
tendencia al ascenso en masa de las mesetas patagónicas. Durante el Cuartario
se produjeron las glaciaciones, uno de cuyos resultados fue la acumulación del
manto de rodados.

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La Patagonia extrandina, a la vez que ha sido área de sedimentación, ha
sufrido reiterados movimientos verticales o epirogénicos de ascenso y de
descenso, a los cuales debe su actual relieve. En las últimas épocas de su
historia geológica, esos movimientos fueron de ascenso, pero tuvieron lugar de
manera diferencial o regional, de tal forma que hubo zonas que se mantuvieron
ajenas al ascenso, o bien descendieron, formándose así superficies de erosión
de distinto nivel que constituyen la característica saliente del actual relieve del
ambiente patagónico.
En definitiva, es posible distinguir en el ambiente de la Patagonia
extrandina los siguientes elementos morfológicos: mesetas y terrazas, sierras,
valles fluviales y cañadones, y depresiones y bajos.

A) Mesetas y terrazas: aparecen en todas partes, y por su superficie llana se


las suele llamar también pampas. De norte a sur las más importantes son las del
Payún en el sur de Mendoza, Auca Mahuida en el norte de Neuquén, la meseta
de Somuncurá en el sur de Río Negro y norte de Chubut; la meseta de
Montemayor y Pampa del Castillo en el este de Chubut, a lo largo de la costa del
golfo de San Jorge; la meseta central de Chubut y en la provincia de Santa Cruz
las mesetas basálticas del lago Buenos Aires y la meseta central de Santa Cruz.
Los bordes de estas mesetas caen en barrancas de fuerte inclinación
hacia las depresiones, valles o cañadones. Su altitud varía, siendo mayor en el
norte y en la proximidad de la cordillera andina. En algunas partes la sucesión
de mesetas de altitud creciente hacia el oeste, da la impresión de un relieve
escalonado. En la costa del Océano Atlántico las mesetas caen formando un
cantil de más de 50 metros, que desciende hacia la amplia playa cubierta de
rodados gruesos e invadida periódicamente por la marea. A veces la barranca
se aleja hasta más de 1 km. de la costa, o bien se abre ampliamente en
coincidencia con la desembocadura de los ríos.
La prolongación submarina de las playas rocosas origina la formación de
restingas, que influyen notablemente en la localización de los puertos, pues
quedan al descubierto durante las bajas mareas. Desde lo alto de las mesetas
se desciende a los valles fluviales o a las cuencas interiores, por medio de
terrazas escalonadas, cuyo origen debe vincularse a la variación experimentada
por el caudal de los ríos patagónicos durante el Cuaternario y, por ende, la

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variación de su poder erosivo, así como a los movimientos de carácter
epirogénico que han afectado a la región.

B) Sierras: se hallan en la parte noroccidental del ambiente patagónico y


corresponden al sistema de los Patagónides. Son sierras bajas, originadas a
fines de la era Mesozoica y luego reascendidas por el movimiento orogénico
andino.

C) Valles fluviales y cañadones: las mesetas patagónicas están cortadas de


oeste a este por amplios valles fluviales que pertenecen a los ríos alóctonos que
bajan de los Andes y terminan en el Océano Atlántico. Son valles chatos, que en
el caso del río Negro alcanza entre 5 y 20 km. En el fondo chato de esos valles
se desplaza lentamente el río.

D) Depresión y bajos: se presentan esparcidos por todo el ambiente


patagónico. Son cuencas de hundimiento tectónico, es decir formadas por
hundimientos del subsuelo a lo largo de líneas de fallas, y su área y contorno
suelen ser muy variados. Algunas depresiones son, sin embargo, de origen
erosivo, provocadas por la acción de los vientos al transportar los materiales
sueltos por alteración química. Entre las principales depresiones se pueden
mencionar: bajo de Añelo en el norte de Neuquén y del Gualicho en Río Negro;
el bajo de la península de Valdés (-45mts.), la extensa cuenca de los lagos
Musters y Colhué Huapi, o bajo de Sarmiento; el bajo de San Julián al este de
Santa Cruz.
El clima de la Patagonia extrandina es frío árido, con días templados y
noches frescas en verano, e inviernos rigurosos con temperaturas bajas y
frecuentes caídas de nieve en lo alto de las mesetas. La heliofanía es alta,
especialmente en el verano, y los vientos soplan casi exclusivamente del oeste
con gran violencia, levantando polvo y pequeñas piedritas. Las lluvias son
escasas, inferiores a 400 mm. anuales, y caen preferentemente en otoño e
invierno.
El bioma es una estepa arbustiva xerófila: en las mesetas está formada
por arbustos rastreros a menudo espinosos (neneo, mata amarilla, yareta),
gramíneas duras (coirón). En cambio, en los valles y cañadones abrigados contra

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los vientos y que cuentan con agua, crecen arbustos más altos, pastos tiernos y
algunos árboles, sobre todo, sauces criollos y molles.
Pese a las condiciones climáticas y edáficas poco favorables, el hombre
desarrolla en esta región actividades económicas de gran valor, tales como la
cría de ovinos, la explotación petrolífera, extracción de carbón en Río Turbio; y
los cultivos de árboles frutales y de forrajeras en los valles con riego artificial de
los ríos Negro (zona del Alto Valle), Chubut y Colorado.

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TIERRA DEL FUEGO EXTRANDINA:

Comprende la parte septentrional de Tierra del Fuego. Su relieve es


bastante ondulado y ha sido elaborado por la erosión glaciaria, que ha borrado
parcialmente las antiguas mesetas dejando solamente colinas de formas
redondeadas, acumulaciones morrénicas y grandes bloques erráticos. Los ríos
y arroyos son numerosos y bastante caudalosos y recorren valles anchos
ocupados parcialmente por lagos, lagunas y turbales.
El clima es frío, la temperatura media anual es de 5º y 6º C; las
precipitaciones son de regular intensidad, van en aumento en dirección al sur.
La vegetación es una pradera de pastos tiernos que cubre totalmente el suelo.
Hacia el sur aparecen primero en forma aislada, bosques de hayas y luego la
vegetación arbórea se hace dominante en la proximidad de los Andes fueguinos.
En las partes más bajas, la excesiva humedad provoca la descomposición de los
restos de vegetales muertos y ha originado importantes depósitos turbosos.
La población es escasa. Las actividades económicas son la cría de ovinos,
las industrias (leyes de promoción industrial), la explotación forestal, la
explotación petrolífera y en los últimos años, ha alcanzado muy buen nivel el
turismo.

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