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Estructura de los Metales

Los metales, en general, son sólidos a temperatura ambiente - salvo el caso


del mercurio -, conducen la corriente eléctrica y se caracterizan por la forma en
que se disponen sus átomos. Éstos adquieren estructuras geométricas espaciales,
donde cada átomo se ubica en un vértice o en el centro de un poliedro, las cuales
se repiten en tres direcciones y dan forma a los cristales. Los metales se
diferencian entre sí por el ángulo que delimitan sus cristales y por los planos de las
caras de los poliedros, que son distintos en cada caso.

Estos parámetros permiten la identificación rápida de un metal mediante


técnicas cristalográficas.
El tipo de estructura cristalográfica que tenga el metal definirá sus
propiedades físicas, es decir, la densidad, la dilatación térmica, el calor de fusión,
el magnetismo, el potencial electroquímico, la resistividad, etc. Además, como las
estructuras cristalinas nunca son del todo perfectas, las imperfecciones influyen en
las propiedades mecánicas, eléctricas y magnéticas de un material.

Los metales puros, o sea, con estructura cristalina de átomos iguales, son
muy difíciles de obtener y en general no tienen aplicaciones tecnológicas. Por eso
casi todos contienen, en forma natural o artificial, átomos de elementos extraños. A
estas mezclas de metales modificados se las denomina aleaciones.
En sus estructuras cristalinas, uno o varios átomos del metal se reemplazan
por los del elemento agregado. Con las aleaciones se consigue modificar las
propiedades de los metales para lograr distintas características; éstas tienen
diversos usos industriales.
Estructura Cristalina de la Cerámica
Estructura

Puede ser cristalina, no cristalina, o una mezcla de ambas. Se presentan en


las más variadas formas; de estructuras muy simples a las más complejas
mezclas de fases. Su abundancia en la naturaleza y las diferencias que presentan
en sus propiedades respecto a las de los metales los convierte en materiales
sumamente importantes.
Según su estructura, los cerámicos pueden clasificarse en dos grandes
grupos, los cristalinos o cerámicos, y los no cristalinos o vidrios. A su vez, los
cristalinos pueden ser monocristalinos o policristalinos.

Clasificación de los cerámicos según su estructura.

Los que presentan estructura policristalina o no cristalina pueden a su vez


ser monofásicos o polifásicos.

Las cerámicas cristalinas pueden clasificarse en tres grupos. Las cerámicas


de silicato, cuya unidad estructural fundamental es el SiO2, incluyen por ejemplo a
la porcelana y los materiales refractarios. Los cerámicos de óxido sin silicatos son
compuestos a los que se les agregan impurezas, como el Al2O3, MgO y BeO. Las
cerámicas sin óxidos, como el ZnS, SiC y TiC, se utilizan como material para
elementos calefactores de horno, así como material abrasivo.

Cerámicas cristalinas.

Estructura no cristalina. Los átomos se acomodan en conjuntos irregulares


y aleatorios. Los sólidos no cristalinos con una composición comparable a la de las
cerámicas cristalinas se denominan vidrios. La mayor parte de los vidrios que se
comercializan son silicatos.

Cristales cerámicos

Hay dos características de los iones que componen los materiales


cerámicos cristalinos que determinan la estructura cristalina:

v El valor de la carga eléctrica de los iones componentes.

v Los tamaños relativos de los cationes y aniones.

Con respecto a la primera, el cristal debe ser eléctricamente neutro; es decir


debe haber igual número de cargas positivas ( de los cationes) que de cargas
negativas (de los aniones). La fórmula química de un compuesto indica la
proporción que debe haber entre cationes y aniones para que se mantenga la
neutralidad. El segundo aspecto comprende el tamaño de los radios iónicos de los
cationes y aniones RC y RA . Puesto que los elementos proporcionan electrones al
ser ionizados los cationes son generalmente menores que los aniones por lo tanto
RC/RA es menor que uno. Cada catión de rodeará de tantos aniones vecinos más
próximos como le sea posible. Los aniones también se rodearán del máximo
número de cationes posibles como vecinos más próximos.

Las estructuras cristalinas se vuelven más estables mientras mayor sea el


número de aniones que rodean al catión central.

Estructura de los Polímeros


Cuando se hace referencia a la estructura física de los polímeros se trata
básicamente de la orientación y cristalinidad que, como veremos, dependen en
gran medida de la estructura química y a su vez condicionan el
comportamiento del material durante el procesado y durante su vida de
servicio.
ESTRUCTURA QUÍMICA

Tipo de átomos en la cadena principal y sustituyentes


En los polímeros la unión entre monómeros se realiza siempre mediante
enlaces covalentes. Tomando como ejemplo el polietileno, los átomos de
carbono que constituyen la cadena principal presentan una configuración sp3,
por tanto sus orbitales se dispondrán formando un tetraedro en torno al átomo
de carbono y el ángulo de enlace de dos carbonos consecutivos será de
aproximadamente 109º, aunque en las siguientes representaciones
consideraremos que se trata de moléculas planas.

Sin embargo, las fuerzas responsables de la cohesión entre cadenas


diferentes pueden ser de naturaleza muy diversa, y están fuertemente
condicionadas por las características de los átomos y de los sustituyentes de la
cadena principal. La polaridad y el volumen de estos átomos afectarán
especialmente a las fuerzas de cohesión entre cadenas, que a su
vez determinarán la flexibilidad del material, temperatura de transición
vítrea, temperatura de fusión y capacidad de cristalización entre otras
propiedades.
En el caso de la molécula de polietileno (PE), molécula sencilla no polar, las
cadenas diferentes se atraen entre sí por fuerzas intermoleculares débiles de
tipo London (dipolo inducido-dipolo inducido). En consecuencia el polietileno
es un material blando y tiene una temperatura de fusión relativamente baja.
Para moléculas polares, tales como el PVC, las cadenas se mantienen unidas
mediante interacciones fuertes de tipo dipolo-dipolo resultantes de la atracción
electrostática entre los átomos de cloro de una molécula y los de hidrógeno
de otra, lo que resulta en un polímero muy rígido. Las cadenas de
moléculas altamente polares que contienen átomos de oxígeno o
nitrógeno se atraen entre sí por puentes de hidrógeno, como es el caso
del poli(óxido de metileno) (POM). En general, cuanto mayor sean las fuerzas
de cohesión entre las cadenas, tanto más rígido resultará el polímero y tanto
mayor será la temperatura de fusión en el caso de polímeros cristalinos o la
temperatura de reblandecimiento en el caso de polímeros no cristalinos. En
las poliamidas, por ejemplo, las fuerzas de cohesión entre las moléculas son
el resultado de una combinación de enlaces por puentes de hidrógeno, fuerzas
dipolo-dipolo y fuerzas de tipo London, lo que confiere una elevada temperatura de
fusión al polímero. La introducción en la cadena principal de grupos
aromáticos (grupos voluminosos y fácilmente polarizables) aumenta la rigidez de
la misma como es el caso del polietilenterftalato (PET). Igualmente ocurre con la
introducción de grupos voluminosos como sustituyentes de la cadena principal,
como es el caso del polipropileno (PP) o del poliestireno (PS).

Ejemplos de materiales compuestos

Plásticos reforzados con fibra:


 Clasificados por el tipo de fibra:
Madera (fibras de celulosa en una matriz de lignina y hemicelulosa)
Plástico reforzado de fibra de carbono o CFRP o
Plástico reforzado con vidrio (GRP, GFRP o, informalmente, "fibra de vidrio")
 Clasificados por la matriz:
Termoplásticos reforzados por fibra larga.
Termoplásticos tejidos de vidrio.
Compuestos termoformados o termoestables.
Compuestos de matriz metálica o MMCs:
Cermet (cerámica y metal).
Fundición blanca.
Metal duro (carburo en matriz metálica)
Laminado metal-intermetal.
Compuestos de matriz cerámica:
Hormigón/Concreto
Carbono-carbono reforzado (fibra de carbono en matriz de grafito).
Hueso (matriz ósea reforzada con fibras de colágeno)
Adobe (barro y paja)
Compuestos de matriz orgánica/agregado cerámico
Madreperla o nácar
Concreto asfáltico
Madera mejorada
Contrachapado
Tableros de fibra orientada (OSB).
Desirex
Weatherbest (fibra de madera reciclada en matriz de polietileno)
Pykrete (aserrín en matriz de hielo)

Estructura
Aunque existe una gran variedad de materiales compuestos, en todos se pueden
distinguir las siguientes partes:
 Agente reforzante: es una fase de carácter discreto y su geometría es
fundamental a la hora de definir las propiedades mecánicas del material.
 Fase matriz o simplemente matriz: tiene carácter continuo y es la
responsable de las propiedades físicas y químicas. Transmite los esfuerzos
al agente reforzante. También lo protege y da cohesión al material.
Clasificación
Los materiales compuestos se pueden dividir en cuatro grandes grupos:
Materiales compuestos reforzados con partículas
Están compuestos por partículas de un material duro y frágil dispersas discreta y
uniformemente, rodeadas por una matriz más blanda y dúctil.
Tipos:
 Compuestos con partículas propiamente dichas.
Materiales compuestos endurecidos por dispersión
El tamaño de la partícula es muy pequeño (diámetro entre 100 y 2500 μ). A
temperaturas normales, estos compuestos no resultan más resistentes que las
aleaciones, pero su resistencia disminuye con el aumento de la temperatura. Su
resistencia a la termofluencia es superior a la de los metales y aleaciones.
Sus principales propiedades son:
 La fase es generalmente un óxido duro y estable.
 El agente debe tener propiedades físicas óptimas.
 No deben reaccionar químicamente el agente y la fase.
 Deben unirse correctamente los materiales.
Materiales compuestos reforzados con fibras
Un componente suele ser un agente reforzante como una te: fibra de vidrio,
cuarzo, kevlar, Dyneema o fibra de carbono que proporciona al material su
resistencia a la tracción, mientras que otro componente llamado matriz, que suele
ser una resina como epoxy o poliéster, envuelve y liga las fibras, transfiriendo la
carga de las fibras rotas a las intactas y entre las que no están alineadas con las
líneas de tensión. También, a menos que la matriz elegida sea especialmente
flexible, evita el pandeo de las fibras por compresión. Algunos compuestos utilizan
un agregado en lugar de una matriz.
En términos de fuerza, las fibras (responsables de las propiedades mecánicas)
sirven para resistir la tracción, la matriz (responsable de las propiedades físicas y
químicas) para resistir las deformaciones, y todos los materiales presentes sirven
para resistir la compresión, incluyendo cualquier agregado.
Los golpes o los esfuerzos cíclicos pueden causar que las fibras se separen de la
matriz, lo que se llama delaminación.

Materiales compuestos estructurales

Panel sándwich con núcleo en forma de panal.


Están formados tanto por compuestos como por materiales sencillos y sus
propiedades dependen fundamentalmente de la geometría y de su diseño. Los
más abundantes son los laminares y los llamados paneles sándwich.
Los laminares están formadas por paneles unidos entre si por algún tipo de
adhesivo u otra unión. Lo más usual es que cada lámina esté reforzada con fibras
y tenga una dirección preferente, más resistente a los esfuerzos. De esta manera
obtenemos un material isótropo, uniendo varias capas marcadamente anisótropas.
Es el caso, por ejemplo, de la madera contrachapada, en la que las direcciones de
máxima resistencia forman entre sí ángulos rectos.
Los paneles sándwich consisten en dos láminas exteriores de elevada dureza y
resistencia, (normalmente plásticos reforzados, aluminio o incluso titanio),
separadas por un material menos denso y menos resistente, (polímeros
espumosos, cauchos sintéticos, madera balsa o cementos inorgánicos). Estos
materiales se utilizan con frecuencia en construcción, en la industria aeronáutica y
en la fabricación de condensadores eléctricos multicapas.

Propiedades Físicas
Las propiedades físicas son aquellas que logran cambiar la materia sin alterar su
composición. Por ejemplo, cuando moldeas un trozo de plastilina, sus átomos no
se ven alterados de ninguna manera, pero exteriormente cambia su forma.
Estas propiedades pueden variar en tres estados distintos como: Estado Sólido,
Líquido y Gaseoso.

Propiedades térmicas
Las Propiedades térmicas de los materiales son las que determinan el
comportamiento de los materiales frente al aumento de temperatura, es decir, el
comportamiento de éstos frente al calor.

Las propiedades térmicas de los materiales son las siguientes:

Conductividad térmica: Capacidad de los materiales de conducir o transmitir el


calor, o de transferir el movimiento cinético de sus moléculas a otras moléculas
adyacentes, o a otras sustancias con las que está en contacto. La conductividad
térmica es elevada en metales y cuerpos continuos en general, y es
especialmente baja en los materiales aislantes térmicos como lana de roca, fibra
de vidrio, poliuretano, etc.
Resistividad térmica: Capacidad de los materiales para oponerse al paso del
calor. Es lo contrario a la conductividad térmica.
Dilatación térmica: Es el aumento de tamaño que sufre un material cuando se
eleva la temperatura del mismo. Las juntas de dilatación separadoras en
construcción se hacen para que, con los aumentos de temperaturas y el
consiguiente aumento de volumen, el material pueda expandir o alargarse
libremente.
Contracción térmica: Es lo contrario a la dilatación térmica, es la reducción de
tamaño que experimenta un material al reducirse su temperatura.
Fusibilidad: Capacidad de un material para fundirse, pasar de sólido a liquido o
viceversa. Viene determinada por el punto de fusión, que describe la temperatura
en la cual llega a fundir.
Soldabilidad: Capacidad de un material para soldarse, consigo mismo o con otro
material. Los materiales que tienen buena fusibilidad suelen tener, como es lógico,
buena soldabilidad.

Clasificación de los materiales.


Cuando un cuerpo neutro es electrizado, sus cargas eléctricas, bajo la acción de
las fuerzas correspondientes, se redistribuyen hasta alcanzar una situación de
equilibrio. Algunos cuerpos, sin embargo, ponen muchas dificultades a este
movimiento de las cargas eléctricas por su interior y sólo permanece cargado el
lugar en donde se depositó la carga neta. Otros, por el contrario, facilitan tal
redistribución de modo que la electricidad afecta finalmente a todo el cuerpo. Los
primeros se denominan aislantes y los segundos conductores.
Esta diferencia de comportamiento de las sustancias respecto del desplazamiento
de las cargas en su interior depende de su naturaleza íntima. Así, los átomos de
las sustancias conductoras poseen electrones externos muy débilmente ligados al
núcleo en un estado de semilibertad que les otorga una gran movilidad, tal es el
caso de los metales. En las sustancias aislantes, sin embargo, los núcleos
atómicos retienen con fuerza todos sus electrones, lo que hace que su movilidad
sea escasa.
Entre los buenos conductores y los aisladores existe una gran variedad de
situaciones intermedias. Es de destacar entre ellas la de los materiales
semiconductores por su importancia en la fabricación de dispositivos electrónicos
que son la base de la actual revolución tecnológica. En condiciones ordinarias se
comportan como malos conductores, pero desde un punto de vista físico su interés
radica en que se pueden alterar sus propiedades conductoras con cierta facilidad
mejorando prodigiosamente su conductividad, ya sea mediante pequeños cambios
en su composición, ya sea sometiéndolos a condiciones especiales, como elevada
temperatura o intensa iluminación.
A temperaturas cercanas al cero absoluto, ciertos metales adquieren una
conductividad infinita, es decir, la resistencia al flujo de cargas se hace cero. Se
trata de los superconductores. Una vez que se establece una corriente eléctrica en
un superconductor, los electrones fluyen por tiempo indefinido.
Materiales Conductores

Una propiedad común a prácticamente todos los materiales, es la de permitir, en


algún grado, la conducción de la corriente eléctrica, pero así como algunos
materiales son buenos conductores, otros son malos conductores de dicha
corriente.

Un conductor eléctrico o un material conductor es un cuerpo que puesto en


contacto con un cuerpo cargado de electricidad transmite ésta a todos los puntos
de su superficie. Un material conductor contiene cargas eléctricas que se mueven
cuando se aplica una diferencia de potencial.

Los materiales conductores son aquellos cuya resistencia al paso de la


electricidad es muy baja. Generalmente los mejores conductores son los metales y
sus aleaciones o compuestos con electrones libres que permiten el movimiento de
cargas. Algunos conductores no metálicos son el grafito, algunas soluciones
salinas y materiales en estado de plasma.

De los metales más comúnmente utilizados como conductores se encuentra la


plata que tiene una lata conductividad, pero debido a su costo no es práctico su
uso. Sin embargo es utilizada en equipos especializados tales como satélites.
Para el transporte de la energía eléctrica, así como para cualquier instalación de
uso doméstico o industrial, el mejor conductor es el oro pero es muy caro, así que
el metal empleado universalmente es el cobre en forma de cables de uno o varios
hilos.

Alternativamente se emplea el aluminio, metal que tiene una conductividad


eléctrica del orden del 60% de la del cobre, sin embargo, es un material mucho
más ligero, lo que favorece su empleo en líneas de transmisión de energía
eléctrica en las redes de alta tensión.

Los conductores en general pueden clasificarse en: metálicos, electrolíticos y


gaseosos.
En los conductores metálicos la conducción es electrónica, es decir, los portadores
de cargas son electrones libres. Pertenecen a este grupo los metales y aleaciones.
Se suele hablar en estos casos de conducción metálica. En los conductores
electrolíticos la conducción es iónica; pertenecen a este grupo los llamados
electrolitos, es decir, los ácidos (bases o sales, disueltos o fundidos). Las
moléculas de estas sustancias, cuando se disuelven o funden, de disocian total o
parcialmente formando iones positivos o negativos, y estos iones son portadores
de cargas. En estos casos, el paso de la corriente eléctrica corresponde a un
desplazamiento de material, y viene acompañada de una reacción química.
En los conductores metálicos la electricidad circula a través de la materia,
mientras que en los conductores electrolitos circula con la materia. Los gases
pertenecen a un tercer grupo de conductores, los conductores gaseosos; en
estado normal, los gases no son conductores, pero pueden convertirse
relativamente en buenos conductores cuando están ionizados. Normalmente no se
utilizan los gases para conducir corriente, salvo en casos muy especiales. La
conducción a través de los gases no cumple con la Ley de Ohm.

Semiconductores
Los semiconductores son elementos que tienen una conductividad eléctrica
inferior a la de un conductor metálico pero superior a la de un buen aislante. El
semiconductor más utilizado es el silicio, que es el elemento más abundante en la
naturaleza, después del oxígeno. Otros semiconductores son el germanio y el
selenio. Los elementos químicos semiconductores de la tabla periódica se indican
a continuación:

Los semiconductores presentan un diagrama de bandas similar al de los sólidos


aislantes pero con una separación entre las bandas de valencia y de conducción
menor de ≈ 3.0 eV.

El comportamiento eléctrico de un semiconductor se caracteriza por los siguientes


fenómenos:
Los electrones libres son portadores de carga negativa y se dirigen hacia el polo
positivo de la pila.
Los huecos son portadores de carga positiva y se dirigen hacia el polo negativo
de la pila.
Al conectar una pila, circula una corriente eléctrica en el circuito cerrado, siendo
constante en todo momento el número de electrones dentro del cristal de silicio.
Los huecos sólo existen en el seno del cristal semiconductor. Por el conductor
exterior sólo circulan los electrones que dan lugar a la corriente eléctrica.

Aislante

Aislante hace referencia a cualquier material que impide la transmisión de la


energía en cualquiera de sus formas: con masa que impide el transporte de
energía.
Un aislante eléctrico es un material con escasa capacidad de conducción de la
electricidad, utilizado para separar conductores eléctricos evitando un cortocircuito
y para mantener alejadas del usuario determinadas partes de los sistemas
eléctricos que de tocarse accidentalmente cuando se encuentran en tensión
pueden producir una descarga. Los más frecuentemente utilizados son los
materiales plásticos y las cerámicas. Las piezas empleadas en torres de alta
tensión empleadas para sostener o sujetar los cables eléctricos sin que éstos
entren en contacto con la estructura metálica de las torres se denominan
aisladores.
El comportamiento de los aislantes se debe a la barrera de potencial que se
establece entre las bandas de valencia y conducción que dificulta la existencia de
electrones libres capaces de conducir la electricidad a través del material. Para
más detalles ver semiconductor.
Aislantes eléctricos:
El aislante perfecto para las aplicaciones eléctricas sería un material
absolutamente no conductor, pero ese material no existe. Los materiales
empleados como aislantes siempre conducen algo la electricidad, pero presentan
una resistencia al paso de corriente eléctrica hasta 2,5 × 1024 veces mayor que la
de los buenos conductores eléctricos como la plata o el cobre. Estos materiales
conductores tienen un gran número de electrones libres (electrones no
estrechamente ligados a los núcleos) que pueden transportar la corriente; los
buenos aislantes apenas poseen estos electrones. Algunos materiales, como el
silicio o el germanio, que tienen un número limitado de electrones libres, se
comportan como semiconductores, y son la materia básica de los transistores. En
los circuitos eléctricos normales suelen usarse plásticos como revestimiento
aislante para los cables. Los cables muy finos, como los empleados en las bobinas
(por ejemplo, en un transformador), pueden aislarse con una capa delgada de
barniz. El aislamiento interno de los equipos eléctricos puede efectuarse con mica
o mediante fibras de vidrio con un aglutinador plástico. En los equipos electrónicos
y transformadores se emplea en ocasiones un papel especial para aplicaciones
eléctricas. Las líneas de alta tensión se aíslan con vidrio, porcelana u otro material
cerámico.
La elección del material aislante suele venir determinada por la aplicación. El
polietileno y poliestireno se emplean en instalaciones de alta frecuencia, y el mylar
se emplea en condensadores eléctricos. También hay que seleccionar los
aislantes según la temperatura máxima que deban resistir. El teflón se emplea
para temperaturas altas, entre 175 y 230 ºC. Las condiciones mecánicas o
químicas adversas pueden exigir otros materiales. El nylon tiene una excelente
resistencia a la abrasión, y el neopreno, la goma de silicona, los poliésteres de
epoxy y los poliuretanos pueden proteger contra los productos químicos y la
humedad.

¿Cuál es la diferencia existente entre conductor, semiconductor y aislante?


Es sencillo, los conductores son todos aquellos que poseen menos de 4
electrones en la capa de valencia, el semiconductor es aquel que posee 4
electrones en la capa de valencia y el aislante es el que posee más de 4
electrones en la capa de valencia.

Clasificación según el ordenamiento de los átomos

Material monocristalino
Cuando la disposición atómica de un sólido cristalino es homogénea, sin
interrupciones, a lo largo de toda la muestra, el resultado es un monocristal. Todas
las celdillas unidad están entrelazadas o unidas del mismo modo y tienen la
misma dirección.

Material policristalino
La mayoría de los sólidos cristalinos son un conjunto de muchos cristales
pequeños o granos. Este tipo de material se denomina policristalino. Durante la
solidificación aparecen pequeños cristales o núcleos en distintas posiciones. Estas
orientaciones cristalográficas son completamente al azar. Los granos pequeños
crecen por la sucesiva adición a la estructura de átomos del líquido subenfriado.
Los extremos de granos adyacentes interaccionan entre sí al finalizar el proceso
de solidificación. También existe alguna irregularidad en la disposición atómica en
la región donde se unen dos granos: esta área se denominada límite de grano. De
estas características va a depender el comportamiento del material. En general si
el material está conformado por grano pequeños, éste será más duro y resistente
que un material con granos grandes.
Material Vitreo
Vítreo:
El estado vítreo es amorfo, caracterizado por la rápida ordenación de las
moléculas para obtener posiciones definidas. Tradicionalmente se ha considerado
que la materia podía presentarse bajo tres formas: la sólida, la líquida y la
gaseosa. Nuevos medios de investigación de su estructura íntima -particularmente
durante el siglo XX han puesto al descubierto otras formas o estados en los que la
materia puede presentarse. Por ejemplo, el estado mesomorfo (una forma líquida
con sus fases eméticas, nemáticas y colestéricas), el estado de plasma (o estado
plasmático, propio de gases ionizados a muy altas temperaturas) o el estado
vítreo, entre otros.

Los cuerpos en estado vítreo se caracterizan por presentar un aspecto sólido con
cierta dureza y rigidez y que ante esfuerzos externos moderados se deforman de
manera generalmente elástica. Sin embargo, al igual que los líquidos, estos
cuerpos son ópticamente isótropos, transparentes a la mayor parte del espectro
electromagnético de radiación visible. Cuando se estudia su estructura interna a
través de medios como la difracción de rayos X, da lugar a bandas de difracción
difusas similares a las de los líquidos. Si se calientan, su viscosidad va
disminuyendo paulatinamente como la mayor parte de los líquidos hasta alcanzar
valores que permiten su deformación bajo la acción de la gravedad, y por ejemplo
tomar la forma del recipiente que los contiene como verdaderos líquidos. No
obstante, no presentan un punto claramente marcado de transición entre el estado
sólido y el líquido o "punto de fusión".

Todas estas propiedades han llevado a algunos investigadores a definir el estado


vítreo no como un estado de la materia distinto, sino simplemente como el de un
líquido sub-enfriado o líquido con una viscosidad tan alta que le confiere aspecto
de sólido, sin serlo. Esta hipótesis implica la consideración del estado vítreo como
un estado meta estable al que una energía de activación suficiente de sus
partículas debería conducir a su estado de equilibrio, es decir, el de sólido
cristalino.

Sólido Amorfo
El sólido amorfo es un estado sólido de la materia, en el que las partículas que
conforman el sólido carecen de una estructura ordenada. Estos sólidos carecen de
formas bien definidas. Esta clasificación contrasta con la de sólidos cristalinos,
cuyos átomos están dispuestos de manera regular y ordenada formando redes
cristalinas.

Muchos sólidos amorfos son mezclas de moléculas que no se pueden apilar bien.
Casi todos los demás se componen de moléculas grandes y complejas. Entre los
sólidos amorfos más conocidos destaca el vidrio.

Un mismo compuesto superenfriado, según el proceso de solidificación, puede


formar una red cristalina o un sólido amorfo. Por ejemplo, según la disposición
espacial de las moléculas de sílice (SiO2), se puede obtener una estructura
cristalina (el cuarzo) o un sólido amorfo (el vidrio).

Las moléculas de los sólidos amorfos están distribuidas al azar lo que se traduce
en que las propiedades físicas macroscópicas del sólido son isótropas, idénticas
en todas las direcciones .

Los sólidos amorfos tienen una temperatura característica a la cual sus


propiedades experimentan cambios importantes. Esta temperatura se conoce
como temperatura de transición vítrea (Tg). La temperatura de transición a vidrio
de un material amorfo puede reducirse añadiendo moléculas pequeñas,
denominadas "plastificadores", que se adaptan entre las moléculas vítreas y les
proporciona mayor movilidad.

Una consecuencia directa de la disposición irregular de las partículas en un sólido


amorfo, es la diferencia de intensidad que toman las fuerzas intermoleculares
entre las mismas, de ahí que la fusión se alcance a distintas temperaturas, según
la proporción de las distintas partículas que forman la muestra. De ello se deduce
que un sólido amorfo no tiene un punto de fusión definido, sino que dicha
transformación acontece en un intervalo de temperatura. Cuando se calienta un
sólido amorfo, la sustancia no manifiestan un punto de fusión, aunque se ablandan
progresivamente aumentando su tendencia a deformarse. En contraste, la
temperatura de fusión de un sólido cristalino es precisa y está bien definida. La
distribución de los átomos y superficies de un sólido es variada, la distribución de
los electrones provoca que las fuerzas de atracción o enlaces tengan algunas
características de cada tipo de objeto.
En cuanto a sus propiedades elásticas, se puede afirmar que los sólidos amorfos
manifiestan las propiedades de los cristales. Por ejemplo, al aplicar una carga a un
material amorfo en un intervalo racionado de tiempo, la sustancia desarrollará una
deformación pseudo-permanente, es decir, fluirá como si fuera un líquido de
viscosidad muy alta.

Respecto al magnetismo, los metales amorfos presentan las propiedades


magnéticas más notables, comportándose como materiales ferromagnéticos
(aquellos en los que se produce un ordenamiento magnético de todos los
momentos magnéticos en la misma dirección y sentido).

Imperfecciones

El plantear que un material clasificado como cristalino posee estructura


cristalina es una idealización que no siempre se cumple en los materiales
reales. La forma como están colocados los átomos en un material real
normalmente difiere de la posición ideal que se espera a partir de la
estructura cristalina. Esas diferencias pueden explicarse planteando que
el modelo de arreglo atómico puede poseer defectos.

Dislocación
Se dan a nivel de varios átomos confinados generalmente a un plano. Los
defectos lineales más importantes en los materiales son las dislocaciones. Las
dislocaciones se generan durante la solidificación o la deformación plástica de los
materiales cristalinos, y consisten en planos “extra” de átomos insertados en la
estructura cristalina.
Las dislocaciones están formadas por los átomos originales del material (no
por impurezas). Debido a que el plano de átomos está insertado en la estructura
en lugares no definidos por la misma, las dislocaciones causan la deformación del
material cercano a ellas. Los átomos en la estructura perfecta se
encuentran a una distancia fija de equilibrio entre sí. La presencia de las
dislocaciones (y también de los defectos puntuales) altera esta distancia de
equilibrio.
Las dislocaciones tienen dos características importantes:
• Tienen la capacidad de moverse o desplazarse en el interior del material.
• Cuando una dislocación se desplaza, se divide aumentando el
número de dislocaciones presentes en el material.
Cuando se aplica una fuerza sobre la dislocación, ésta se desplaza sobre
un plano específico y en determinadas direcciones. Al plano se le llama plano de
deslizamiento y a la dirección se le llama dirección de deslizamiento. A la
combinación de un plano de deslizamiento con una dirección de deslizamiento se
le llama sistema de deslizamiento. La fuerza aplicada directamente sobre la
dislocación es una componente de alguna fuerza externa aplicada sobre el
material.

Límite de Grano
El borde, frontera, o límite de grano es la superficie de separación entre dos
cristales de un mismo grano policristal. Surge como consecuencia del mecanismo
del crecimiento de grano, ó cristalización, cuando dos cristales que han crecido a
partir de núcleos diferentes se "encuentran". A pesar de tener la misma estructura
cristalina, las orientaciones, debido al azar, serán diferentes y unos cristales
compensarán a los otros: los policristales suelen ser isótropos.
Propiedades
 A mayor (>) tamaño de grano, mayor conductividad eléctrica pues menor
cantidad de superficie de borde de grano impide el movimiento de los
electrones.
 A menor tamaño de grano, mayor resistencia mecánica, pues las
dislocaciones tendrán menor movilidad al estar impedido su movimiento.
Los límites de grano "anclan" las dislocaciones impidiendo su movimiento,
por tanto un policristal resistirá mejor la tracción que un monocristal.
Límite de Macla
Un límite de macla es un tipo especial de límite de grano a través del cual existe
una simetría de red especular; esto es, los átomos de un lado del límite son como
imágenes especulares de los átomos del otro lado. La región de material entre
estos límites se denomina macla. Las maclas se generan por desplazamientos
atómicos producidos al aplicar fuerzas mecánicas cizallantes (maclas mecánicas)
y también durante tratamientos térmicos de recocido posteriores a la deformación
(maclas de recocido). Los bordes de macla interfieren con el proceso de
deslizamiento incrementando la resistencia del metal.

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