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1. ¿Cómo puede definirse una psicopatología analítica?

La psicopatología analítica trata de establecer las leyes que rigen la producción de los fenómenos que nos presenta la
psicopatología descriptiva. Estudia causas y mecanismo de acción de dichas causas (etiopatogenia). La etiopatogenia nos
remite a la integración de factores biológicos, psicológicos y sociales.
Ella estudia las variaciones y/o perturbaciones que se producen en las respuestas del sujeto enfrentado a la compleja relación
Edipo-castración, que definirán estructuras diferentes, neurosis, perversiones y psicosis, y divisiones dentro de las mismas,
como modalidades de ubicarse en relación al deseo y al goce.

2. Diferentes nociones de salud y enfermedad y que determinaciones presenta


Canguilhem trato de clasificarlas y unificar, vano intento no se puede establecer una noción univoca de salud o enfermedad.
Las nociones de salud y de enfermedad tienen un componente ideológico ineludible. Componente que quedo oculto tras la
pretensión de cientificidad que prescinde de, o deja de lado, la dimensión de la ética. Cuando se está dando un criterio de
salud o una definición de la enfermedad, se lo está definiendo desde una posición respecto de la ética aunque esto no esté
explicitado.
De Canguilhem tomare la constatación histórica en la que menciona que la enfermedad ha sido considerada durante siglos
como una posesión. Es a partir de Hipócritas cuando la enfermedad se plantea en términos naturales, tanto respecto a sus
causas, como a sus manifestaciones. Plantea que la medicina no llega a ser científica hasta que no aparece la noción de
enfermedad como entidad y no solo como un conjunto de síntomas concretos de un individuo. La enfermedad será entonces
"una forma de desorden orgánico que asume como riesgo el ser vivo". Aparece así un saber sobre la enfermedad del que
de alguna manera participa el paciente. Las condiciones personales del enfermo se olvidan para centrarse en la enfermedad
y el médico general es desplazado por el médico especialista.
La noción de salud también aparece con Hipócrates, como una antinomia de la enfermedad. Será en la biología, con Claude
Bernard, cuando aparezca un concepto de salud que mostrará el triunfo del vitalismo contra el mecanicismo. El cuerpo no es
una máquina. Su salud es un estado y un orden. Estado que dependerá de su inserción en el entorno, no de mecanismos
internos. La salud es también un sentimiento de nuestra capacidad para desarrollarnos, para expandirnos.
La salud se basa en un conocimiento científico pero también en hacernos responsables de ella. Y esto es siempre subjetivo.

3. ¿Cómo se puede definir Psicopatología? Especificar el origen etimológico del término y explicar por qué la noción
de enfermedad mental implica nociones ideológicas. (Temas Básicos de Psicopatología – Neurosis y Perversiones –
José Barrionuevo – Cap. 1)
Psicopatología: disciplina que se refiere a los conocimientos relativos a las anormalidades y desórdenes de la vida mental.
Etimológicamente formada por 3 palabras que provienen del griego:
Psyché: alma
Pathos: afección, dolencia, sufrimiento
Logos: tratado, definición de…
La noción de enfermedad tiene un componente ideológico ineludible, cuando se está dando una definición de enfermedad,
se la está definiendo desde una posición respecto de la ética aunque esto no esté explicitado. La ética que sostiene la teoría
psicoanalítica supone reconocimiento, fortalecimiento o rectificación de la posición del sujeto respecto de su deseo. Apunta
a descubrir la dimensión oculta del deseo en el enigma del síntoma neurótico y en la falta de nitidez de la construcción
fantasmática, para que el sujeto pueda actuar conforme a su deseo.

4. Enuncie y explique cuál es el sujeto de una psicopatología psicoanalítica. (Temas Básicos de Psicopatología –
Neurosis y Perversiones – José Barrionuevo – Cap. 1, Sujeto del inconsciente – Sujeto deseante – José Barrionuevo y
Magalí Sanchez)
Al considerar cuál es el sujeto de una psicopatología psicoanalítica, este se trata del sujeto del inconsciente, subordinado a
una estructura que lo determina, un sujeto escindido.
“El orden simbólico opera como determinante, como legalidad, en cuanto a la posición del sujeto en relación al otro que está
regulada o mediada por un código o sistema de reglas y convenciones del orden simbólico que permite estructurar el
intercambio a partir del lenguaje. Cuando leemos Otro, con mayúscula inicial, o discurso del Otro, nos referiremos al lugar
de la convención significante que determina simbólicamente al sujeto (…). Otro además es la otra localidad psíquica, o sea,
el inconsciente, que confronta al sujeto con algo que está “más allá” de su control por su pensamiento o en su decir. Lo
inconsciente, como otro orden, condiciona y determina al sujeto. De tal forma el sujeto no es centro sino que, por lo
contrario, está sujetado, determinado o condicionado por lo inconsciente como otro orden, y lejos de ser síntesis o unidad
está marcado por la ruptura o escisión consciente-inconsciente. O sea: no hay subjetividad fundada en una reciprocidad
inmediata, pero sí en una relación triádica que pasa por la convención significante. Hay un código que representa la función
simbólica, y esa función simbólica es la que va a permitir caracterizar el funcionamiento del inconsciente que tiene
básicamente la característica de ser supra-individual, que está por encima del sujeto, es un lugar, una convención significante
que está en relación de exterioridad con el sujeto”.

5. Haga referencia de ética desde el psicoanálisis (puede ser Freud o Lacan)


La ética es entonces, dimensión esencial de práctica y teoría en psicoanálisis. La ética que sostiene la teoría psicoanalítica y
que se expresa en su quehacer, supone reconocimiento, fortalecimiento o rectificación de la posición del sujeto respecto de
su deseo. Apunta a descubrir la dimensión oculta del deseo en el enigma del síntoma neurótico y en la falta de nitidez de la
construcción fantasmatica, para que el sujeto pueda llegar a actuar conforme a su deseo.
La ética del psicoanálisis no es una ética hedonista. Son éticas hedonistas las que ubican el placer como meta. O sea que
Freud utiliza para la construcción de su teoría conceptos que provienen de la ética hedonista, pero ocupándose bien en
destacar que dicho principio de placer es impotente, incapaz por si solo de mantener con vida al organismo, y que si fuera lo
único que rige la vida anímica el sujeto iría hacia su destrucción. Si hablamos de ética del psicoanálisis, lo primero que hay
que afirmar es que no es una ética hedonista.
La ética de Freud la podríamos definir a la consecución de la cura, y consistiría en que el sujeto llegue a ubicar su deseo en el
lugar del imperativo categórico. Cuando el sujeto, en vez de seguir pegando o abrochando al deseo de los padres, puede
descubrir y sostener su propio deseo, habría llegado a un fin de análisis, y por ende se ubica algo del orden de la “normalidad”
en ese punto.

Lacan se refiere a la ética sadiana que ubica en el lugar del imperativo categórico el goce, el imperativo de gozar. Sostiene
Lacan que el superyó le dice, o exige, al sujeto: goza. No es un bien, es un mal, por lo cual podría definir como ética del mal.
La ética del psicoanálisis es una ética del deseo y no del goce. No es ética utilitarista, y por eso tiene una particular concepción
de síntoma, y por lo tanto la cura no tiene nada que ver con el criterio liso y llano de supresión del síntoma. Su máxima que
deberíamos ubicar y que Lacan expresa como pregunta respecto de si el sujeto actúa conforme al deseo que lo habita. La
propuesta del psicoanálisis respecto de un sujeto debe consolidarse como tal y hacerse cargo de su deseo. Pues el deseo no
es universal sino que cada quien. En la cura se logra la normalidad como algo que incluye la singularidad del sujeto y no hace
referencia a ningún modelo o tipo ideal, en posición diferente al utilitarismo no se pretende cumplir con un ideal impuesto
por la sociedad de consumo.
Freud no elude hablar de salud o normalidad, sostiene:
Llamamos normal o sana una conducta que reúne determinados caracteres que no niega la realidad, al igual de la neurosis,
pero se esfuerza en transformarla, como la psicosis. Esta conducta normal y adecuada conduce naturalmente a una labor
manifiesta sobre el mundo exterior y no se contenta, como en la psicosis, con la producción de modificaciones internas; no
es autoplástica (adaptarse al mundo) sino aloplástica (lo que nos rodea se adapta a una).

6. A que se refiere un diagnostico estructural en psicoanálisis y diferencie del diagnóstico psiquiátrico (desde el DSM-
IV)
Es diagnóstico del sujeto, producido en transferencia, da cuenta de la posición del sujeto en la estructura.
Freud. Él no desestima la clasificación. Retomando incluso los tipos clínicos de la psiquiatría, nos propone una categorización
nosográfica, pero la reordena, la reedita y se interroga sobre las condiciones y mecanismos de su producción. La clasificación
adquiere así una nueva determinación.
Cuando se realiza un diagnostico o un análisis estructural (llamado desde la materia) el mismo es una cuestión a nivel de
estructura y no mera consideración de los síntomas presentes. Si bien es común el término “diagnostico” el síntoma por sí
mismo no hace diagnostico sino en tanto articulado con la posición del sujeto respecto de la castración, lo cual definirá una
estructura psicopatológica puesta en juego, reafirmando que cuando realizamos un análisis estructural es evidente que se
está trabajando una dimensión diferente a aquellas que considera manifestaciones o trastornos observables para definir lo
patológico.
La psiquiatría, al igual que las demás ramas de la medicina, recaba información a través de la observación de signos objetivos
y comprobables. Utiliza el método científico para examinar aquellas conductas que se encuentran fuera de la norma y que
pueden indicar la presencia de una patología, estableciendo después un tratamiento proyectado para restablecer el estado
de salud.

7. Concepción del síntoma desde el psicoanálisis


Para el psicoanálisis, el síntoma se inserta en el campo del lenguaje y existe en tanto se puede decir, constituyendo ésta su
materialidad fundamental. Toma su más elemental estatuto de la experiencia de ser comunicable, de ser un fenómeno
atrapado, cercado en la estructura de la lengua. Fenómeno de lenguaje consustancial a la noción de sujeto (del inconsciente)
que, a diferencia de la categoría individuo, es un sujeto en división, que surge y existe a condición de la escisión.
El síntoma, como axioma en psicoanálisis, es una manifestación de un cuerpo psíquico.
En psicoanálisis el objeto síntoma vale como símbolo. Y en tanto símbolo es representante, representable y articulante. Es
sustituible y desplazable. Intercambiable y sujeto a juegos de oposición. Es decir, que por ser símbolo produce sentidos, lo
que implica que al ser hablado habla de otra cosa, despliega historia, o sea, porta un saber no sabido y por ello es efecto del
inconsciente. Lo que lleva a concluir que se aprehende la causa del síntoma al hacerle hablar.
Lacan dirá que el síntoma es portador de un mensaje.
Tomando los aportes de la lingüística, Lacan identifica que las leyes del funcionamiento del inconsciente introducidas por
Freud se asimilan a las leyes de funcionamiento del lenguaje: metáfora y metonimia. Para este autor existe una relación muy
importante entre el inconsciente y el lenguaje. Lacan afirma en su Seminario: Los cuatro conceptos fundamentales del
psicoanálisis que: “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”.
El síntoma es un mensaje cifrado dirigido al Otro, es portador de un saber inconsciente, no sabido por el sujeto y que es
posible descifrar

8. Diferencia psicosis y neurosis desde Freud (caso tausk)


Tomando como apoyo el texto de “La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis” en este momento Freud tiene
interés en diferenciar neurosis y psicosis y resume sus hallazgos anteriores: ha distinguido que en la neurosis el sujeto
renuncia al primado de las pulsiones mientras que en el caso de la psicosis se observa una renuncia a un fragmento de la
realidad.
Supone que en la neurosis el sujeto se sitúa en relación al principio de la realidad y en la psicosis, en relación a la vida
pulsional. Así parecería que la pérdida de la realidad estaría dada de antemano en la psicosis, mientras que la realidad estaría
asegurada para el neurótico.
Freud explica que hay un segundo paso en la neurosis – el que lo convierte en neurosis precisamente – que consiste en la
reacción del ello contra la represión. Es en el fracaso de la represión donde se produce la pérdida de realidad para el neurótico
puesto que se aflojan los vínculos con ésta.
Procura dar cuenta también de un segundo paso en la psicosis: de lo que se trata es compensar de algún modo la pérdida de
realidad para lo cual se crea una realidad nueva con el apoyo de percepciones que le correspondan: las alucinaciones.
En el segundo paso de la neurosis decía que se aflojaba el vínculo con la realidad por el hecho observable de que se evita o
rehuye un fragmento de realidad. Se precisa entonces una cierta reparación. Para explicar cómo se reconstruye la realidad
para el neurótico, dice que la guía es el deseo a partir de un ámbito que en su momento fue segregado del mundo exterior
real por la instauración del principio de realidad y que desde entonces quedó liberado, a la manera de una “reserva” de los
reclamos de la necesidad de la vida...
Lacan propuso en un momento de su enseñanza que el psicótico no realiza la metáfora fundamental, de tal modo que para
él hay identidad entre las palabras y los objetos. No así para el neurótico para el que el establecimiento de la metáfora
fundamental, permitirá la simbolización, es decir la representación de los objetos.
Se diría que ambos, Freud y Lacan, sustentan la idea de que para el psicótico no hay construcción adecuada de la realidad
por motivos estructurales. En la neurosis el vínculo con la realidad podría cambiar de grado pero no se perdería del todo,
también por motivos de estructura.

A partir de Freud es necesario establecer la diferente relación entre cuerpo y lenguaje en la neurosis y en la psicosis. En esta
última hay predominio de la representación verbal por sobre la objetiva y las palabras quedan sometidas al proceso primario.
La ausencia de investidura de objeto conduce a una relación distinta de las palabras con el cuerpo. El contenido de una o más
frases bien puede quedar representado en su totalidad por la referencia a un órgano del soma. Así sucede en el caso Tausk,
donde la paciente construye frases bizarras, tales como: "Los ojos no están derechos, están torcidos". Al seguir hablando,
ella misma explica la frase. Está enojada con su novio quien le hace ver las cosas torcidas, es un torcedor de ojos.
Freud afirma que una histérica hubiese torcido los ojos sin poder explicar la razón de esos movimientos. En el síntoma
histérico, el cuerpo es el cuerpo atravesado por múltiples expresiones de la lengua compartida y al mismo tiempo recorrido
por trayectos singulares de satisfacción. La represión, operante en las neurosis de transferencia, hace que en el síntoma
histérico se encarne una significación que no está al alcance de la conciencia.

NEUROSIS PSICOSIS
1° paso Represión Huida de la realidad. Paso patológico
2° paso Retorno de la represión (síntoma). Es lo Reparación
patológico
Perdida de la Fantasía Alucinación
realidad

9. Explique las neurosis desde la referencia a la metáfora paterna desde lacan (sem. V)
El complejo de Edipo es el determinante de la estructura subjetiva y el núcleo de las neurosis. Tiene función normativizante.
Lleva a la asunción del sexo, articulado con el significante del nombre del padre.
Referirse al padre como función, pone de relieve su diferencia respecto de la persona del padre, con lo que Lacan enuncia
que un Edipo podía también constituirse muy bien incluso cuando el padre no estuviera presente.
El padre normaliza, al inscribir en el sujeto la norma, representando en el Otro del lenguaje al Otro de la ley, lo que quiere
decir que en el Otro de lenguaje, en Nombre del Padre es el significante que opera como ley. El fundamento del Complejo
de Edipo, resumiendo la elaboración freudiana, es que el padre opera la interdicción por la que prohíbe a la madre como
objeto de las mociones amorosas eróticas, quedando de este modo ligado a la ley primordial de prohibición del incesto, que
funda la estructura subjetiva. Tal prohibición se dirige también a la madre, que no puede reintegrar el producto de su vientre.
La prohibición dirigida al niño se realiza bajo amenaza de castración con lo que queda sellado el lazo esencial de la castración
a la articulación simbólica de la ley. Lacan ubica el centro del temor a esta amenaza en el sujeto, ligada a su propia agresión
imaginaria por lo que resulta una retorsión de la agresión del propio niño hacia el padre que prohíbe a su objeto privilegiado,
la madre; suponiendo del padre, por proyección, unas tendencias agresivas idénticas a las propias.
El otro aspecto de esta función normativa puede designarse como desnormalización, en tanto es por el Edipo que el sujeto
se inscribe en el Otro no como “normal”, sino según una determinada estructura clínica, la condición del sujeto, neurótico,
psicótico o perverso, depende del recorrido del complejo de Edipo y en este sentido se produce un borramiento de la
categoría de normalidad.
El padre no es un objeto real aunque intervenga como tal para encarnar la amenaza de castración, tampoco es únicamente
un objeto ideal: el padre es el padre simbólico, una metáfora, acorde a la definición que Lacan da de ésta. Es un significante
que viene a sustituir a otro significante, siendo éste el instrumento esencial del padre que interviene en el Edipo. La función
del padre es la de ser un significante que sustituye al significante materno, primero introducido en la simbolización. Solo es
posible pensar una sustitución del padre por la madre en el registro simbólico.
Si bien lo que pide el niño está del lado de la necesidad o del amor, la metáfora indica que el deseo se sostiene por el Nombre
del Padre, en la medida que introduce un borde entre la madre y el niño, limitando la acción fuera de ley del DM. Sin embargo,
esta operación tiene un resto, toda metáfora paterna es siempre, fallida, de esta falla emerge el enigma del deseo del Otro,
que bordea aquello que el padre no puede nombrar, donde se recorta el objeto a.

10. Postulaciones sobre neurosis según Freud. (Temas Básicos de Psicopatología – Neurosis y Perversiones – José
Barrionuevo – Cap. 2)
• La neurosis es resultado de un conflicto entre el Yo y el Ello
• ¿Cómo se origina? Dos pasos en la formación de la neurosis:
- El Yo emprende la represión de la moción pulsional
- Hay resarcimiento a los sectores perjudicados del Ello como reacción contra la represión y desarrollo de la
enfermedad ante el fracaso de la represión
• Diferencias entre las neurosis:
- Histeria: la representación insoportable o inaceptable se torna inofensiva por la transformación del afecto en una
inervación somática o conversión.
- Neurosis obsesivas: en las representaciones el afecto que deviene libre por ser separado de la representación
intolerable se adhiere a otras representaciones no inquietantes, quedando apartada de toda asociación en la conciencia,
pero el afecto libre de adhiere a otras representaciones que, a través del ¨falso enlace¨ se convierten en representaciones
obsesivas.
- Fobias: para las representaciones fóbicas, el afecto de angustia inexplicable se enlaza a diferentes representaciones
que producen miedo.

11. En su contexto previo a ¨los estudios sobre la histeria¨ y a la función del psicoanálisis ¿Qué fenómenos describió
Charcot para identificar la histeria? (Temas Básicos de Psicopatología – Neurosis y Perversiones – José Barrionuevo
– Cap. 4)
En su contexto previo a ¨los estudios sobre la histeria¨ y a la función del psicoanálisis Charcot describió los siguientes
fenómenos para identificar la histeria:
• sensibilidad de la piel y de las regiones más profundas,
• alteraciones de los órganos sensoriales (ceguera),
• contracturas y parálisis (impedían la marcha),
• perturbaciones tróficas,
• trastornos de la nutrición.

12. Diferenciar sugestión para Bernheim y Charcot.


Arranca fundamentalmente de la experiencia de Freud en París, bajo la dirección de Charcot. El propio Freud lo señala con
claridad en 1888, al referirse a la sugestión hipnótica: "Se instila al enfermo en la hipnosis una sugestión cuyo contenido es
la eliminación de su padecimiento" (es el primero de los empleos, como “sugestión prohibidora”, tal como dirá en 1890),
agregando que también nos encontramos con el método de Breuer, "más eficaz todavía (...), que usa la hipnosis para (...)
reconducir al enfermo (...) a la prehistoria psíquica del padecer" (como lo había hecho, antes que Freud, el propio Breuer). El
mejor ejemplo de ambos empleos en un mismo tratamiento lo constituye el historial de Emmy Von N., probablemente de
1889, (Freud, 1895), quizá uno de los primeros a partir de los que Freud comenzó a utilizar la sugestión hipnótica de la manera
mencionada en segundo término. Su explicación de cómo opera el método terapéutico pergeñado en ese entonces
(Freud,1895) incluye ambas alternativas para cancelar la acción de la representación

13. A partir del caso “la Bella Carnicera” (Lacan) explique el deseo en la histeria y cual es uno de los modos para
procurarse el deseo.
Freud produjo a finales del siglo XIX una extracción de la histeria del discurso médico. Descubre que las histéricas “sufren de
reminiscencias”, las que se mantienen apartadas de la conciencia por medio de una “disociación” que interviene en ciertos
grupos de representaciones. A este proceso le da el nombre de represión. Considera que lo reprimido tiende a expresarse
simbólicamente por intermedio del cuerpo (parálisis, cegueras, contracturas, dolores, etc.). El análisis del sueño de La bella
carnicera permite a Freud discernir cómo la histérica se crea un deseo insatisfecho, cuyo correlato es la distancia del objeto.
El rasgo de estructura de la histeria es el mantenimiento del deseo insatisfecho.
La Histeria cree que el otro tiene lo que le Falta y no lo entrega. La modalidad del deseo histérico son posiciones defensivas
frente al goce supuesto en el encuentro con el deseo del Otro y su demanda. La histeria sostiene un deseo insatisfecho.
Se puede decir que el deseo viene a estorbar, como el deseo estorba, mejor reculo y huyo por la derecha, es una suerte de
cambio en la fachada que se desliza de un significante a otro, que desorienta y sostiene lo esencial del deseo, que no busca
la satisfacción con el objeto, sino que éste (el objeto) se sostiene como resto, corte, por tanto el goce está en "desear", de
mantener el deseo insatisfecho.
Como el deseo de la histérica (la bella carnicera), su deseo despierto, deseo de caviar, es un deseo de mujer colmada y que
precisamente no quiere serlo, "quiero, pero no me lo des", "quiero saber, pero a la vez no me interesa saber nada". No quiere
ser satisfecha en sus únicas y verdaderas necesidades, puesto que tampoco sabe cuáles son y ni le interesa saber, sólo pide
porque en esencia esto mantiene el deseo despierto, y mientras exista el deseo, existe ella misma como mujer, una mujer
que goza de desear. Es la neurosis histérica que le permite a Lacan formular la estructura funcional del deseo.
El deseo en la histeria en sí es un deseo de estar insatisfecha, se encargará de procurarse esa insatisfacción, a través de otro,
el hombre, que funcione como un Amo, mediador entre ella y su goce, entre ella y su satisfacción. Ahí va ella o el con su
demanda, a pedir, a querer más.
Toda demanda es demanda de amor. Lo que evoca toda demanda más allá de la necesidad que se articula en ella, y es sin
duda aquello de que el sujeto queda privado, tanto más satisfecha queda la necesidad articulada en la demanda. Y más aún,
la satisfacción de la necesidad es el engaño contra el que se estrella la demanda de amor.

SEGUNDO PARCIAL
1- Etapas de la fobia
2- ¿Qué es una idea obsesiva? Tipos. Ejemplos.
3- Sexualidad infantil en el neurótico obsesivo, articular con el hombre de las ratas.
4- Identificación histérica en Freud.

RECUPERATORIO DEL 1° Y 2° PARCIAL


PRIMER PARCIAL
1- Defina a qué se refiere un diagnóstico estructural en Psicopatología Psicoanalítica y diferencie del diagnóstico
psiquiátrico.
2- Especifique neurosis para Freud (aclarando referencia a Complejo de Edipo y defensa)
3- En un contexto previo al estudio sobre la histeria y a la fundación del psicoanálisis: ¿qué fenómenos identificó Charcot
para identificar la histeria?
4- En el texto ¨Neurosis y Psicosis¨ ¿cuál es para Freud la etiología en común para el estallido de una neurosis y de una
psicosis? ¿Cuáles son las diferencias que plantea entre ambas?

SEGUNDO PARCIAL
1- Explique la especificidad de las perversiones desde el Psicoanálisis.
Alternativas:
- Desarrollar ataque de pánico.
- Los actos obsesivos: describa y luego ejemplifique con los relatos breves del libro Temas Básicos…
2- Defina la constitución de una fobia según Freud, ejemplificando con el caso Juanito.
3- ¿Cómo explica Lacan en el mito individual del neurótico los cuatro elementos que intervienen en la neurosis obsesiva,
distinguiéndolos de la configuración edípica?
4- ¿Cómo plantea Freud la constitución del trauma a partir del caso Emma?

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