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Germán E. 8errios, Luis 1. Fernánde::.

Problemas conceptuales en la investigación de


trastornos esquizofrénicos
Parece necesario realizar un estudio con­ rios para determinar si las nuevas técnicas
ceptual para la clarificación de la causa del de investigación (p. ej .. PET) sirven por
estancamiento actual de la investigación en igual en todas las materias de investigación
la esquizofrenia: si es debida a deficiencias (p. ej .. esquizofrenia o trastorno obsesivo­
en la forma de acercamiento actual en la compulsivo). o si su sensibilidad es limita­
investigación o a la opacidad de la materia da.
en sí. Parece existir poco interés (especial­ Este tipo de conocimiento. nos preven­
mente en la psiquiatría angloparlante) en dría de una aplicación automática a todas
formas de análisis de segundo orden; y no las enfermedades (¡con la esperanza de ser
es absurdo sugerir que se deba a la ideolo­ afortunados en la búsqueda!) y del proble­
gía neopositivista reinante en el pensa­ ma ético generado por el gasto económico
miento de la psiquiatría inglesa y estadou­ y la pérdida de tiempo del paciente que esto
nidense. Además. la realización de este tipo supone.
de trabajo es esencial para el abordaje de La «opacidad del objeto» puede deberse
las desigualdades presentadas entre el nivel a deticiencias intrínsecas del objeto en sí
de complejidad inherente a las técnicas de mismo (p. ej .. falta de definición). estructu­
investigación actual. y la descripción -ya ra interna pobre. límites permeables e ines­
pasada de moda- del objeto de nuestro tabilidad temporal (9) o al lenguaje de la
estudio ( 1-5). descripción. La historia nos enseña que ha
También parece claro que la maraña sido lo primero (estabilidad nosológica) lo
conceptual y la deficiencia en el manejo de que más atención ha recibido. y que se ha
la complejidad no pueden desentrañarse ni dirigido mucha investigación (social y
superarse por medio de una mayor investi­ empírica) hacia el diseño de sistemas diag­
gación empírica. Por lo tanto. se hace nece­ nósticos con el fin de conseguir una adecua­
sario un metalenguaje para tratar los pro­ da tiabilidad (DSM-III-R. CIE-I O. Present
blemas creados por la investigación en State Examination). lo que ha deparado
esquizofrenia. bien sea de nueva genera­ finalmente un «extraño» concepto acerca de
ción. bien sea a partir de la filosofía de la la esquizofrenia. Debido a que sistemas que
ciencia (6). Éste debería ir más allá de pre­ compiten tienen menor relevancia social
cauciones acerca de inferencias falaces (7) ( 10. 11), existe el peligro de que esta visión
o de abordajes en profundidad de opacida­ oticial pueda perpetuarse (12-15). Este artí­
des existenciales (8). Lo que se necesita es culo tratará solamente de aspectos pertene­
un «mapeado» de las estructuras que carac­ cientes al objeto de estudio y al lenguaje
terizan el objeto de estudio. y una evalua­ usado para «mapear» la esquizofrenia.
ción del valor heurístico de los espacios de En general, llamamos PO (Psicopato­
investigación en los que dichas estructuras logía Descriptiva) al lenguaje creado du­
se hallan inmersas. También se necesita rante el siglo XIX con el tin de captar los
que los modelos analicen el nivel de orga­ signos y síntomas de enfermedad mental.
nización de cada uno de los síntomas de la Ah initio, la PO fue modelada a partir de la
esquizofrenia; como. por ejemplo. los crite­ semiología. una disciplina que ayudó a

Rev. As()('. Esp. Neuropsiq .. 1996. vol. Xv. '1.


0
59. pp. 4) 1-667.
(50) 452 Germán E. Berrios. Luis J. Ferl/(índe::
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semiología. una disciplina que ayudó a embargo. la PO ha cambiado poco. mante­


nacer al modelo anatomoclínico de enfer­ niendo actualmente su bagaje sintomático y
medad. Oe acuerdo con esta visión. «enfer­ su forma de cuantificación binaria. Los
medad». era una combinación de lesión y intentos de mejorar el reconocimiento sin­
su signo o síntoma correspondiente. No es tomático se han limitado a mejorar la fiabi­
el propósito de este artículo realizar un lidad por medio de «definiciones operacio­
repaso histórico de este modelo en detalle nales» e incluso se asume que la PO es
ni tampoco de su aplicación a la locura; transparente y carente de problemática
baste decir que esto forzó a los alienistas a ( 17).
prestar atención al cerebro y a considerar Para entender cómo estos problemas han
los signos físicos y los «conductuales» afectado al diagnóstico de esquizofrenia. es
como semánticamente equivalentes. A par­ fundamental conocer cómo se formó este
tir de 1840. los «signos» incluyeron tam­ constructo. Sorprendentemente. son pocos
bién informes introspectivos ( 16). los autores que tratan la evolución concep­
La semiología psiquiátrica se basó en la tual. debido en parte al hecho de que se han
creencia de que la conducta podría ser divi­ confundido con facilidad la historia de la
dida en fragmentos significativos represen­ palabra con la de los conceptos y conductas
tativos de los cambios en alguna función o que ésta incluye.
estructura; y en la creencia de que estos
estados permanecían estables a lo largo del
tiempo (p. ej .. alucinaciones como anorma­ Aspectos históricos
lidades de la percepción o ideas delirantes
como trastornos en el pensamiento). La La historia de la «dementia praecox» ha
antigua noción de locura total fue dividida presentado mayor continuidad con el con­
en distintas locuras «parciales». que afecta­ cepto de de¡nentia que con el concepto pos­
ban selectivamente a las funciones afecti­ terior de esquizofrenia. Hacia 1800. el sig­
vas. emocionales y volitivas. Influenciada nificado legal y clínico de demencia se cris­
por las dos corrientes predominantes de la talizó en torno a la «incompetencia psico­
época (asociacionismo y faculty psycho­ social»; además del deterioro cognitivo. su
logy). la PO se encargó de la descripción significado clínico incluía delirios y aluci­
detallada. lo cual la mantenía instalada de naciones. por lo que la demencia llegó a ser
forma armónica en la organización de la considerada como el estado terminal de la
ciencia del cerebro en el siglo XIX (lesión mayoría de enfermedades neurológicas
anatómica). la tecnología (p. ej .. el poder ( 18). La adopción del «modelo anatomoclí­
de resolución del microscopio) y la socie­ nico» trastornó este arreglo descriptivo y
dad (la visión acerca de la locura). A partir provocó la búsqueda de las lesiones presen­
de entonces. se han dado cambios a tres tes en la demencia. Oe forma gradual. esta­
niveles: la lesión es definida actualmente a dos de estupor (<<demencias agudas»).
nivel molecular; la tecnología va alcanzan­ demencias vesánicas (démence précoce. en
do nuevas cotas de realidad y operando de su sentido moreliano original). y muchas
acuerdo a nuevas teorías de medida; y las formas de deterioro de memoria fueron
expectativas sociales acerca de la enferme­ separadas del concepto de demencia hasta
dad mental generan nuevas demandas. Sin que se estableció el «paradigma cognitivo».
Los trastornos f'squi~ofrénicos 453 (51)
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-creencia de que la característica patogno­ un caso de «catalepsia» o «esquizofrenia


mónica de demencia era el deterioro inte­ catatónica» pero existe poca evidencia clí­
lectual- (19). nica para hacerlo. Desde luego. todo 10 que
Basada en una interpretación insuficien­ puede concluirse es que esa conducta
te de los hechos históricos y en el significa­ «catatónica» existe (aunque percibida de
do de la noción moreliana de «dementia forma di ferente) antes de la monografía de
praecox». la visión oficial de la historia de Kahlbaum (33). De nuevo. esto no signifi­
la esquizofrenia se ha desarrollado de caba describir una «nueva enfermedad».
acuerdo a que: (a) Morel (20) acuñó el tér­ sino clasificar los límites clínicos de la
mino démence précoce para referirse a un melancholia attonita. De los 26 casos des­
estado de deterioro cognitivo ocurrido critos por Kahlbaum. sólo 10 pueden mere­
durante la adolescencia o poco después cer el actual diagnóstico de catatonÍa.
(21-24): (b) Kraepelin (25) usó esta versión mientras que el resto incluían casos de
latinizada para denominar al concepto depresión. epilepsia y trastornos de la moti­
«enfermedad»: (c) Bleuler (26) redenomi­ lidad (algunos secundarios a un intento de
nó el mismo concepto como «esquizofre­ ahorcamiento). En realidad. fue un acto de
nia»: (d) Kurt Schneider (27) sugirió un fe el que hizo que Kraepelin combinara la
conjunto de criterios «empíricos» para «catatonía» con la dementia simplex (35.
«capturar» su sintomatología. 36). paranoide y hebefrénica (37.38) para
Existe poca evidencia histórica acerca constituir una «nueva enfermedad» caracte­
de esta continuidad lineal. Los cálculos rizada por un mal pronóstico y por una
varían de acuerdo con la elección de «10 anatomopatología común (39).
invariable»: por ejemplo. si lo invariable es La dementia praecox se convirtió en
una conducta esqui:.ofrenia like, entonces. «esquizofrenia» en el libro publicado por
no está claro por qué la historia debe empe­ Bleuler en 1911 (26). aunque tanto el tér­
zar con Morel ya que existen casos de mino como el concepto ya habían sido
enfermedad documentados antes de él (28­ sugeridos desde. al menos. 1907 por parte
32): si por otro lado. se elige la continuidad de diversos profesionales del hospital de
conceptual como lo invariable. entonces es Burgholzli (40): y. desde luego. la psicolo­
muy poca la conexión existente entre gía de la dementia praecox de Jung (41)
Morel y Kraepelin. Morel usó el término contiene conceptos similares. La noción de
démence précoce para redenominar el esta­ Bleuler de esquizofrenia se solapó con la
do clínico que Georget llamó stupidité -un psicología de la asociación y con la teoría
síndrome general caracterizado por non psicodinámica. Él justificó el uso del neo­
responsiveness. Morel ilustró esta categoría logismo con el argumento de que la demen­
con el caso de un joven con preocupaciones cia praecox tenía connotaciones fatales y se
religiosas. delirios. excitación alucinatoria refería a una demencia que afectaba a la
y «contracciones musculares generales» juventud. El cambio de nombre. sin embar­
que desarrolló un «estupor» de seis meses go. condujo al cambio en la metáfora: desa­
de duración durante el que presentó posi­ fortunadamente «spaltung» (partida. escin­
ciones corporales extrañas. falta de res­ dida) acabó perdiéndose al igual que lo
puesta y doble incontinencia (20). Existe la hicieron otras metáforas anteriores (42).
tentación de rediagnosticar este caso como Kraepelin tuvo cuidado en no ofrecer
(52) 454 Germán E. Bnrio,\', Luis J. Fernández.
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una patofisiología especulativa de la de­ habría perdido si los términos positivo y


mentia praecox. ofertando exclusivamente negativo fueran reemplazados por otras
una descripción clínica. una historia natural siglas sin sentido? (c) ¿Son las categorías
y un pronóstico (39). Sin embargo. durante «positivo y negativo» específicas de los
los primeros años de este siglo. la idea de síntomas de esquizofrenia? Si esto fuera
que los síntomas eran «símbolos» de even­ así, ¿por qué es así? Si no. ¿por qué están
tos que ocurren más allá de la conciencia siendo usadas para clasificar los síntomas
-basada en razones argüidas por Jung y de otros trastornos mentales? De acuerdo
Bleuler- se hizo popular. Incluso los sínto­ con la ciencia clínica actual. lo positivo se
mas cognitivos y motores de esta nueva refiere a un síntoma que es la exageración
enfermedad llegaron a «psicologizarse»: de una función. que la gente normal no pre­
por ej. las estereotipias y las ecopraxias no senta; a partir de ahí. se puede afirmar que
fueron consideradas corno trastornos del presenta contenidos tloridos. accesibles y
sistema motor sino de la voluntad (43). La mensurables. Por otro lado, un síntoma
concepción de Bleuler acercó la vieja neu­ negativo describe un déficit o ausencia de
ropsiquiatría a las ideas psicodinámicas. una función o señal. o un estado carencial
llegando a ser popular en los Estados Uni­ de una conducta presente en sujetos norma­
dos: los síntomas eran. en sentido estricto. les.
«incomprensibles» aunque aún podrían ser Los términos fueron usados por primera
causados por alguna «toxina desconocida». vez por Sir J. R. Reynolds para referirse a
Kurt Schneider (27) aportó una clasifi­ signos independientes (44); y crecieron
cación jerárquica de criterios diagnósticos juntos gracias a J. H. Jackson que los enca­
que describió como «empírica» (no teóri­ denó de forma lógica y ontológica (45).
ca). Después de un período de olvido. los además de formular su asociación en térmi­
síntomas de primer rango de Schneider fue­ nos evolutivos (46-48). También creía que
ron descubiertos por los americanos. lle­ la consciencia (para él una función solo
gando a hacer una definición «neokrepeli­ presente en humanos) está situada de forma
niana» de esquizofrenia. Podría parecer. si n difusa en el cortex (49). y que en el hom­
embargo. que los síntomas de primer rango bre. otras facultades también presentes en
de Schneider pueden captar solo una parte animales estaban situadas en zonas subcor­
de los trastornos que Kraepelin denominó ticales. La concepción de Jackson de sínto­
delllentia praecox. mas positivos y negativos y la forma de
relación entre ellos. estuvo basado en: a)
una visión jerárquica de las funciones del
La dasUicación de los s[nfOlllas
cerebro; b) la pérdida de la noción de fun­
De todos los esfuerzos recientes para ciones «mentales» (suposición de que todas
clasificar los síntomas de esquizofrenia. la las funciones eran «orgánicas»); c) una
distinción entre «positivos y negativos». ha visión evolutiva de las jerarquías funciona­
probado ser la más duradera. En este senti­ les; d) una visión antilocalizacionista del
do. el historiador conceptual debe pregun­ cerebro; y e) una concepción sólida de
tarse: (a) ¿En qué medida contribuyen estos «disolución» corno mecanismo paralelo a
términos (y otros no) a la comprensión de evolución (44, 45).
los síntomas de esquizofrenia? (b) ¿Qué se Existe. por lo tanto. una ambigüedad en
Los trastornos esquiz.oFrénicos 455(53)
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el uso de la distinción entre POSItIVO y de síntomas por sí mismos y su posibilidad


negativo por parte de los autores actuales. o preparación para ser cuantificados. Este
Pero, ¿a quién siguen, a Reynolds o a artículo tratará selectivamente de cuestio­
Jackson? Berrios (45) sugirió que allá nes relacionadas con la especificidad, el
donde predomina el uso de las ideas de nivel de organización e «integridad» de los
Reynolds no se hace la suposición de que síntomas de esquizofrenia. Una vez que
los síntomas positivos y negativos estén esto haya sido tratado, podrá abordarse lo
relacionados entre sí. Otros, sin embargo, relacionado con la medición.
persisten en la vuelta a la visión jacksonia­
na, a pesar de que presupone la destrucción
de capas superiores (vulnerando las «fun­ Especificidad de los síntomas
ciones humanas complejas» y ocasionando
síntomas negativos) para la «liberación» de Se estudia poco actualmente la cuestión
capas más internas (tejido normal) y la pro­ de la especificidad de los síntomas, es
ducción de síntomas positivos. A pesar de decir, lo «patognomónicos» que son los
todo, no existe evidencia de que este proce­ síntomas incluidos en los menús actuales
so se dé en la esquizofrenia. Desde luego, de diagnóstico, como por ejemplo, las alu­
la distinción jacksoniana entre positivo y cinaciones auditivas en tercera persona.
negativo es altamente teórica y está basada Esto no se refiere al hecho de que algunos
en un modelo jerárquico que la neuropsico­ pacientes con esquizofrenia no muestren
logía actual no puede mantener. este síntoma ni a la posihilidad de que este
síntoma pueda ser percihido en otras enfer­
medades (manía, trastornos orgánicos),
La conceptuali::.ación de los síntomas sino a la utilidad de las alucinaciones en
general en el diagnóstico diferencial de las
La PO de la esquizofrenia nos propor­ psicosis: ¿,pudiera ser que fuesen solamen­
ciona códigos (signos, síntomas. etc.) en te conductas no específicas (codificadas en
términos de qué información es grabada a un gen muy común en la población y refe­
partir de la obtenida en sujetos considera­ ridas a la capacidad para mantener las imá­
dos enfermos. Por contra. la enfermedad es genes)? Estas conductas. quizás útiles
diagnosticada después de la comprobación durante la evolución. podrían ser fácilmen­
de la presencia de estos mismos síntomas. te provocadas por alguna enfermedad cere­
Esto significa que los síntomas y el recono­ bral. Esto explicaría, por ejemplo, por qué
cimiento de la enfermedad están ligados de el delirium, la demencia, la manía, la
forma circular, y que la fiabilidad y validez depresión, la esquizofrenia, el trastorno
de la esquizofrenia depende tanto de la obsesivo-compulsivo pueden o no estar
coherencia. estabilidad. y claridad de la acompañados por alucinaciones, y por qué
acumulación sintomática como de la legiti­ algunas personas son mucho más resis­
mación de esa «cadena circular». Como tentes que otras para presentar alucinacio­
esto es la hase del diagnóstico psiquiátrico nes en situaciones de deprivación sensorial,
actual. existe poca probahilidad de camhiar toma de drogas. o estimulación cerebral por
sus deficiencias a este nivel: será mucho medio de electrodos. La hipótesis puede
más productivo el estudio de los cúmulos llegar a demostrar que puede predecirse
(54) 456 Germán E. Berrios. Luis 1. Fernálldez.
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que la capacidad para alucinar sea familiar cerebrales o funciones psicológicas dife­
y podría demostrarse si uno de sus miem­ rentes. Lo que se sugiere es que: (a) los sín­
bros está afectado por una determinada tomas son constructos cuyo contenido y
condición neuropsiquiátrica. Si gracias al organización interna están determinados
argumento, esta especulación llega a por la historia, la teoría, los data hase del
demostrarse como cierta (y es válida para paciente, la moda, etc. y necesitan ser sepa­
ideas delirantes pri marias, etc.) ¿cómo rados; y (b) la evolución de un síntoma
podría afectar al diagnóstico de esquizofre­ puede cesar y cristalizar a un nivel particu­
nia? Aquí no se trata de si estos cambios lar de organización, y ese nivel da informa­
pueden ser fatales para la definición, sino ción acerca de sus orígenes y cualidad:
de que la mayoría de los investigadores desde luego, el nivel de organización,
parecen asumir que la descripción fenome­ puede estar directamente relacionado con
nológica de la esquizofrenia en estos la capacidad de acarrear, mantener y pre­
momentos está finalizada, por lo que no servar la información (desde las fuentes) y
hay necesidad de cuestionar la especifici­ la propensión a la cuantificación. Aunque
dad de cada síntoma. es necesaria más investigación al respecto,
se proponen dos modelos para estudiar la
organización interna.
Organización de los síntomas El primer modelo contempla los sínto­
mas como puntos convergentes en un espa­
Otra cuestión interesante es si el nivel de cio multidimensional. El número de las
organización interna es similar en todos los dimensiones participantes debe ser contro­
síntomas de esquizofrenia: la fórmula en la lado por la teoría, la realidad y la historia;
que se configuran la ./árllla v contenido de p. ej., un síntoma puede constituirse por un
las conductas (ej. los criterios de conducta, número pequeño de dimensiones, bien por­
las dimensiones, etc.) tras la evolución de que es una forma simple de conducta, o
la estructura conceptual (50, 51 ) y los avan­ bien porque aún no ha sido estudiado com­
ces en la investigación clínica. pletamente. El modelo multidimensional
Los síntomas de esquizofrenia difieren está basado en suposiciones susceptibles de
claramente en su estructura interna, y la modificación: una es que las dimensiones
tendencia a considerarlos como simples y son lineales, independientes, y siguen una
homogéneos ha disminuido claramente su dirección en el espacio geométrico; otra es
posibilidad de medición y comprensión que no están organizadas en jerarquías
adecuada. Desde luego, existe poca eviden­ (p. ej., algunas dimensiones no son más
cia para creer que los delirios, alucinacio­ «patognomónicas» que otras); y la última
nes, despersonalización, anhedonia, tras­ es que son susceptibles del mismo nivel de
tornos del pensamiento, estereotipias. medida. Puede ser necesario el cambio
manierismos (y cualquier otro síntoma), hacia alguna de estas suposiciones cuando
tienen algo en común excepto la categoría a un síntoma parezca demandar mayor com­
la que han sido asignados. Esto. por plejidad y organización, por ejemplo, cuan­
supuesto, va más allá de la concepción de do la linealidad y la organización no jerár­
que los síntomas son diferentes por ser quica sean demasiado restrictivas. El
expresiones patológicas de localizaciones modelo es simple, fácilmente representable
Los trastornos esquizofrénicos 457 (55)
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y puede explicar la variación de los sínto­ Integridad de los síntomas


mas: por ejemplo, dentro del mismo espa­
cio pueden entrecruzarse dimensiones dife­ Otra cuestión importante es la referida a
rentes en puntos diferentes y llegar a for­ la «integridad»; por ejemplo, si cada sínto­
mar «síntomas similares» que pueden ser ma contiene información suficiente para
considerados como variaciones «de un pro­ garantizar su reconocimiento completo sin
totipo» o como «copias incompletas». tener una referencia en pistas externas
El segundo modelo representa la organi­ (otros síntomas o hipótesis diagnósticas), o
zación sintomática como una serie de com­ si todos los síntomas son estímulos farra­
ponentes que «anidan» entre ellos: empe­ gosos que necesitan perder la ambigüedad
zando con un criterio simple o definición, el contextual (17). El reconocimiento de los
modelo permite la adición de otros criterios. síntomas es enseñado como una definición
y cada adición redefine o estrecha el campo «ostensible», por ejemplo, una exposición
semántico de los síntomas, incrementando repetitiva de los casos que exhiben el
su valor informativo de forma esperanzado­ «mismo síntoma», esperando generar «pro­
ra. La jerarquía implícita en este modelo totipos». Los sistemas de diagnóstico
puede generar distintas versiones del sínto­ actual (DSM-IlI-R. por ejemplo) asumen
ma. Se determinará empíricamente el sínto­ que el reconocimiento de síntomas y enfer­
ma elegido como versión representativa. medades son eventos cognitivos «sucesivos
También puede pasar en ocasiones que cada e independientes»: inicialmente se da una
versión sea apropiada para un diferente pro­ identificación de unidades de análisis o
pósito clínico o de investigación; por ejem­ «building bricks» y posteriormente su sín­
plo, los niveles más simples de organiza­ tesis dentro de un diagnóstico ( por ejemplo
ción pueden generar versiones con gran dado a, b, y c, entonces resulta D). Es claro
sensibilidad pero con baja especificidad que la fiabilidad de este rnodelo se basa en
(útiles para el estudio de poblaciones); por una independencia absoluta de los dos
otro lado, los niveles complejos. pueden niveles y en la calidad del algoritmo que
alcanzar una gran especificidad, útiles para dicta el camino desde a, b y c hasta D.
la investigación neurobiológica. Según nuestro conocimiento, la investi­
El conocimiento de la organización gación en este campo ha sido escasa o poco
interna de los diferentes síntomas parece seria. Además, tal como ha sido menciona­
esencial para entender su conducta semán­ do anteriormente, el conocimiento del nivel
tica y numérica. aportando las reglas de de «integridad» de cada síntoma debería
clasificación. que deben ser más una distin­ ser considerado como crucial para la fiabi­
ción heurística que positiva/negativa. lidad y validez de estudios en la esquizo­
También, deben ayudarnos a entender por frenia.
qué la adición de las puntuaciones de un
síntoma a la puntuación total de una escala
es tan absurda. Por último. esto también Cuant(jic(/ción de los síntomas
podría ofrecernos posiblemente una luz
acerca de la estructura de las localizaciones Se considera que un observador entrena­
cerebrales donde los síntomas se originaron do es capaz de reconocer, nominar y cuan­
en primer lugar. tificar «configuraciones estables» dentro de
(56) 45X Germún E. Berrios. Luis 1. FernLÍndez.
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la conducta presentada por un paciente con esquizofrenia estará basado en la capacidad


esquizofrenia. Se supone que esto funciona «fenomenológica de las descripciones» y
así porque el observador relaciona de algu­ en lo apropiado de su cuantificación.
na manera ciertas formas de conducta con No se ha realizado aún un esfuerzo serio
prototipos que, desde el siglo diecinueve, en la medición de cada síntoma esquizofré­
han sido acompañados por reglas del tipo nico de acuerdo con un modelo que encaje
per genus et dUferentiae. La aplicación de en su estructura interna específica: aunque
estas reglas se basa en un primer acto cuan­ se han construido muchas escalas referidas
titativo llamado de decisión binaria «pre­ a la distinción de grupos (positivos y nega­
sente o ausente» (decisión O ó 1). Durante tivos); estos esfuerzos solamente tienen
mucho tiempo esto ha sido suficiente para valor en lo concerniente a la distinción
los propósitos clínicos: la cuestión es si entre positivos y negativos. La resistencia a
esto es igualmente suficiente para la inves­ abordar los síntomas individualmente
tigación. puede ser debida probablemente a distintas
Para la mayoría de los investigadores razones prácticas y te()ricas. Entre las pri­
actuales los síntomas son «signos» de alte­ meras está el hecho de que es una opera­
raciones biológicas siendo los receptores ción en la que se pierde tiempo y que, a
neuroquímicos las unidades de análisis más menos que se use un modelo consistente, la
usadas. Se cree que los síntomas son la forma de almacenar la información en algo
expresión de su disfunción (que parten de que realmente se parezca a la enfermedad
la «fuente» de la señal). Dado que la señal permanecerá desconocida para los investi­
viaja «hacia afuera», se cree que llega gadores. Se han referido distintas razones
envuelta de ruido (resultante de la interven­ teóricas al hecho histórico de que la psico­
ción de códigos de expresión personales y metría tradicional -la desarrollada a princi­
culturales). Los síntomas deberían estar pios de siglo por los psicólogos para medir
considerados como tímidas representacio­ la inteligencia y la personalidad- estuviera
nes de fuentes disfuncionales residentes en basada en una estructura factorial o grupal.
la profundidad del cerebro. Por otra parte, el nivel de la estabilidad del
Si este modelo es correcto, podría tener objeto y su durabilidad asumidos por la psi­
sentido captar la mayor cantidad posible de cometría de la inteligencia, es inaceptable
la información residente en el síntoma. en algunos de los síntomas de esquizofre­
Para conseguirlo deberíamos servirnos de nia, que como la práctica clínica y la histo­
protocolos estándar basados en los tipos de ria nos muestran, son inestables y presen­
modelos descritos (ver organización de los tan una duración limitada (por ejemplo, los
síntomas), que hacen que los síntomas sean síntomas motores y catatónicos). La mayo­
susceptibles de una descripción numérica. ría de los factores implicados en esta
El análisis estadístico del conjunto final de «maraña» longitudinal y transversal perma­
números conduciría a la identificación de necen desconocidos. Si los síntomas de
patrones y configuraciones (con un uso c1í­ esquizofrenia son susceptibles de cambio a
nico variable) y para tener una visión gene­ largo plazo (desde luego, se ha realizado
ral de la ganancia o pérdida de la tímida muy poca investigación es este área),
señal. Esta es la razón por la que el progre­ entonces su medida puede ser abordada de
so futuro acerca del conocimiento de la nuevas formas. Una podría ser el abandono
Los trastornos eSLjui;,ojí-éllicos 459 (57)
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de la psicometría tradicional «fija» y la discriminante han sido usados de forma


construcción de instrumentos sensibles creciente para mostrar que los límites entre
cuya característica esencial fuera la equiva­ las psicosis son poco fiables: la naivet!
lencia semántica. biológica y numérica de matemática. desafortunadamente. hizo que
los síntomas o de las dimensiones de los muchos asumieran que los fracasos en la
síntomas. obtención de distribuciones bi modales
como ra::.ones que probaban o demostraban
sus investigaciones. Durante los años
Concepciones de las psicosis setenta emergió un útil e importante debate
acerca del poder de estas técnicas estadísti­
Incluso si se llega a describir propia­ cas: se volvió. por suerte. a pensar en cues­
mente los síntomas y se evidencia que pue­ tiones como la validez y la búsqueda de
den permanecer juntos. la cuestión es si marcadores de enfermedad (55).
existe una relación entre esquizofrenia y Las clasificaciones de la enfermedad
otras condiciones como la manía o la mental están imbuidas de una teoría taxo­
depresión. Este problema de límites ha sido nómica y del concepto de enfermedad (56­
tratado otras veces en la literatura en el 58). La taxonomía médica clásica incluye
contexto del debate acerca de la psicosis estrategias para la descripción y agrupa­
única. «La psicosis única» expresión de la miento de síntomas. enfermedades y lesio­
Einheitspsychose,. es el nombre adoptado nes (59-69). Las llamadas clasificaciones
para una colección de aproximaciones naturales. especial mente en psiquiatría.
diversas que tienen en común la afirmación están basadas en la descripción: por ello
de la existencia de una sola psicosis. Esta son necesarias reglas para el reconocimien­
afirmación. presupone que: (a) las diferen­ to de los síntomas. Los períodos de cambio
cias cHnicas entre las psicosis tradicionales taxonómico son ventanas privilegiadas para
son debidas totalmente al efecto patoplásti­ observar los mecanismos implicados en la
ca de la personalidad. los eventos vitales o clasificación de la enfermedad: una de esas
el «cristal con el que mira» el observador: ventanas se dio durante el siglo dieciocho
y que (b) la psicosis única es la expresión cuando se empezaron a usar los criterios
clínica de algo que subyace como «invaria­ botánicos (70) y otra. más cercana. en este
ble» (concebido como «orgánico» (52»). siglo. durante la introducción del modelo
«psicológico» (por ejemplo. Freud) o anatomoclínico de la enfermedad (71 ).
«estructural» (por ejemplo. L10pis (53) Y
Ey(54».
Durante el período pre-estadístico. los Las psicosis unitarias antes del siglo XIX
«unitarios» (nombre dado a los que defien­
den la doctrina) arguyen que la mente no El siglo XVIII presenció la apoteosis de
puede dividirse en facultades. que los casos un tipo de taxonomía médica y el final de
«intermedios» son comunes o que todos los otro. Siguiendo el interdicto de Sydenham
diagnósticos son inestables longitudinal­ (72). los médicos clasificaron a las enfer­
mente. Después de la revolución estadística medades «de la misma forma que los botá­
de los años treinta. el análisis factorial. el nicos» (70): además. muchos eran ambas
cluster-análisis y el análisis de la función cosas (73-75). Las enfermedades. como las
(58) 460 Germán E. Berrios, Luis J. Fernández
COLABORACIONES

plantas, fueron clasificadas como «caracte­ de una nueva enfermedad: a) el reconoci­


rísticas privilegiadas» (76) por ejemplo, de miento del síntoma; b) la observación de
forma descendente o «top to bottom». Para los cúmulos y la covarianza de los sínto­
realizarlo fueron necesarias dos suposicio­ mas, particularmente durante el estado
nes: a) el objeto que iba a ser clasificado agudo de la enfermedad; y c) la distinción
(bien planta, bien enfermedad) era una entre las enfermedades simples y comple­
entidad completa e inmutable; y b) estas jas, mostrando en su curso dos o tres
características o aspectos privilegiados «cúmulos sintomáticos» diferentes (yen
eran parte de un diseño universal (en perío­ esto siguió a Cullen). Pinel mantuvo un
do pre-darwiniano provenía de la mano punto de vista «menos orgánico» que
divina; en etapas posteriores, de la evolu­ Cullen acerca de la enfermedad mental
ción). Las clasificaciones «naturales» retle­ dado que su experiencia en Bicétre le había
jaban el orden natural; las «artificiales», las convencido de que las fuentes comunes de
necesidades prácticas (77-79). los trastornos mentales estaban relaciona­
Durante los últimos años del siglo del das con la tristeza y la pérdida y que, por
dieciocho, Adanson sugirió un segundo tanto, «la locura no febril, lejos de proceder
acercamiento al tema (80). Intluenciado de lesiones cerebrales, podía estar desenca­
por ideas aristotélicas, creía que podía lle­ denada por pasiones desenfrenadas». Pinel
gar a ser identificado el agrupamiento «más no tuvo dificultad alguna en aceptar las cla­
natural» si esa determinada característica sificaciones sintomáticas. Debemos recor­
no era privilegiada o no tomaba mayor peso dar, a pesar de todo, que el uso de términos
específico. Por ejemplo, las plantas (o como manía, melancolía y demencia era
enfermedades) debían ser descritas de diferente del actual, y, a menos que las
forma exhaustiva e indagar fuera de ahí notas de los casos fueran estudiadas de
acerca de sus patrones. Este acercamiento nuevo, no es siempre posible determinar
«descendente» asume que los acúmulos o de qué tipo de paciente estaba hablando.
clusters son determinados por la densidad Kant, por el contrario, es un típico ejem­
de la característica. Por razones que están plo de «clasificador» del siglo dieciocho.
más allá de las pretensiones de este artícu­ Sugirió que los trastornos mentales podían
lo, las ideas de Adanson tuvieron poca partir de problemas en el cerebro y que su
influencia durante aquellos años, pero fue­ clasificación debía estar basada en «la
ron la base del desarrollo de la taxonomía facultad de la mente» implicada (85). La
numérica (81, 82). disfunción de las capacidades mentales
Cullen (83) sugirió que los trastornos para tratar con la realidad, el juicio y la
mentales debían ser clasificados con base razón se deben a diferentes trastornos men­
en características anatómicas, funcionales, tales:
sintomáticas y de evolución (84). Cullen,
un taxonomista «descendente» usó princi­ «Me gustaría clasificar todas (las enferme­
pios ya presentes en Sauvage, Linneus, dades de la mente) de acuerdo a las tres
Vogen, Sagan y Mc Bride (84). Pinel (86) categorías siguientes: perturbación de la
experiencia, a la cual denominaré confu­
conocía las aproximaciones de Cullen sión; disfunción del juicio, al que llamaré
(incluso, lo había traducido al francés) y delirio; y pérdida de la razón a la cual lla­
había sugerido tres niveles en la formación maremos manía. Otras clasificaciones de
Los trasTornos eSLfui::,oji"énicos 461 (59)
COLABORACIONES

ef{jermedad mental pueden ser. o al menos cambios a todos los niveles: la descripción
eso me parece, e/asificadas como variacio­ de los síntomas (imponiendo por primera
nes del grado o cOl/lhinaciones de estos tres
vez información subjetiva), el contexto
trastornos (hásicos) o de su amalgama con
las emociones». temporal (enfermedad aguda versus cróni­
ca), el pronóstico (reversible frente a irre­
La clasificación de Kant es un buen versible). la causalidad (psicológica frente
ejemplo de un acercamiento botánico «des­ a física), el tipo de lesión (anatómica fren­
cendente» no complicado con la experien­ te a fisiológica) y la localización «,sitios»
cia clínica. cerebrales frente a localización difusa).
La clasificación "descendente» de Battie Dentro de esos cambios las locuras empe­
(87), combinó criterios clínicos y etiológi­ zaron su transformación desde entidades
cos y causó problemas a las hipótesis <,sen­ monolíticas a categorías múltiples, defini­
sacionalistas» de la percepción (dominan­ dos como cúmulos sintomáticos (16).
tes en aquel tiempo). Él se basó en la supo­ <,Síntoma y signo» son categorías ya
sición de que la sustancia «medular» del presentes en la medicina hipocrática.
cerebro era la sensación, y que las sensa­ Durante el siglo dieciocho, los «signos» (de
ciones eran producidas por estímulos. Las enfermedad) y las «características» (de una
sensaciones imaginarias estaban causadas planta) jugaron el mismo papel dentro de
«por un trastorno interno de la sustancia las clasificaciones. Pero las reglas que
nerviosa» o porque da sustancia nerviosa regían su combinación eran bastante más
había llegado a estar de alguna forma claras para las plantas que para las enfer­
desordenada: pero desordenada ab extra: medades. Las clasificaciones médicas con­
debido a cualquier causa accidental». Cada sistían muchas veces en meras listas de
mecanismo incluye diferentes tipos de «síntomas» incluidos en enfermedades. A
locuras: «las primeras, pudieran ser llama­ partir de 1820, las nuevas reglas de combi­
das originales hasta que se encuentre un nación se basaron en un nuevo conocimien­
nombre mejor. las segundas podrían lla­ to anatómico y fisiológico. Las antiguas
marse secundarias». Pudiera ser anacrónico locuras «estallaron en pedazos» y los frag­
interpretar esto como una versión temprana mentos resultantes se convirtieron en «uni­
de la dicotomía entre endógeno y exógeno dades de análisis» (building blocks) que
ocurrida a finales del siglo diecinueve o la podrían formar parte de la definición de
del siglo XX. entre funcional-orgánico y más de una enfermedad. No hay mejor ilm.­
primario-secundario. Battie estaba sola­ tración que la aportada por Landré­
mente aplicando las sensaciones anormales Beauvais en su libro Semi%gfa (94): «no
a un modelo extraído de Hartley (88-91) Y es suficientemente fiable hacer listas de sig­
Condillac (92. (3). nos de enfermedad. se requiere también un
orden que muestre su relación con la fisio­
logía y la nosografía». Consideró a la
Psicosis unitarias durante el siglo XIX Sémeiotique como una nueva ciencia que
trataría del lenguaje de la descripción médi­
Los alienistas del siglo XIX se encontra­ ca: <,en tanto en cuanto las ciencias progre­
ron con el trabajo de clasificar objetos cuya san. los términos para dar nombres a distin­
definición estaba modiricándose. Hubo tos objetos van multiplicándose y su len­
(60) 462 Germán E. Bcrrios. Luis 1. Ft'rnández.
COLABORACIONES

guaje va siendo más apropiado». Distinguió cara externa mirando hacia el mundo y la
entre fenómeno, síntoma y signo, y vio que otra acercándose hacia el alma. El cuerpo
este últi mo portaba información acerca de contenía nervios o ganglios y no era el cen­
cambios ocultos (lesiones) en el cuerpo. tro real de estos sistemas (98).
Antes de 1750. la locura tendía a ser Kraepelin destituyó la visión unitaria de
considerada como un todo o nada: como un Zeller por ser «especulativa y clínicamente
estado metafísico referido al cuerpo de no productiva», y basó su nosología en la
forma abstracta. La mente estaba total men­ lesión cerebral, su curso y síntomas: «noso­
te alienada y existía poca «maquinaria» tros necesitamos hechos y no teorías».
para explicar las locuras parciales, a pesar Almacenó notas clínicas detalladas y desa­
de que ya se había sugerido su existencia rrolló los estudios genuinamente «longitu­
por médicos y por abogados (95). La dinales» (39). Hacia 1899 había llegado a
amplía aceptación de esta idea «holística» la conclusión de que solamente había dos
había permanecido oculta por el hecho de locuras: la demencia precoz y la locura
que antes de 1800 (desde John Locke), la maníaco depresiva. Este concepto ha domi­
locura había sido siempre definida en tér­ nado la psiquiatría durante casi un siglo.
minos intelectuales. Por ejemplo, aunque Griesinger y otros habían aludido a esto,
en la clasificación de Kant parecen ser pero la originalidad de Kraepelin residió en
incluidas algunas formas parciales de locu­ que fundamentó su clasificación en el uso
ra, en la vida real la locura era considerada clínico, la respuesta al tratamiento y el pro­
como la «pérdida de la razón». También nóstico.
parece claro que no se habían creado con­ Kraepelin era consciente de las dificulta­
ceptos para distinguir «remisión, mejoría y des que eso llevaba, y cerca de 1887 se
cura». Por ejemplo, se creó el concepto de había dado cuenta de que los trastornos
«intervalo lúcido» (96) a pesar de la creen­ mentales podían entremezclarse. En el
cia de que se mantenía un estado subyacen­ libro Ends and means 01' psichiatric re­
te y continuo de locura. s('arch. Kraepelin usó la palabra síndrome
El fin de las clasificaciones del siglo (99, 100) Y en La manf!éstación de la locu­
XVIII se debió más a la pérdida de una des­ ra, abandonó la idea de que los síntomas
cripción clara de síntomas y enfermedad eran patognomónicos: «Es incorrecto atri­
que al fracaso del modelo teórico. Ambos buir signos a procesos específicos de enfer­
elementos se solaparon durante el siglo medad ... Los síntomas no están limitados a
siguiente (97). La taxonomía psiquiátrica distintos procesos de enfermedad sino que
poco pudo beneficiarse de estos avances y ocurren en la misma forma en respuesta a
los trastornos mentales continuaron siendo diferentes insultos mórbidos». Desde
clasificados por medio de principios teóri­ luego, Kraepelin, generó dudas acerca de la
cos hasta tiempos de Esquirol. No fue cues­ distinción entre la demencia precoz y
tión de azar, por tanto, que el cenit de la enfermedad maniaco-depresiva: «debemos
doctrina unitaria en Alemania coincidiera estar acostumbrados al hecho de que las
con la primacía de la Naturphilosophie y de check-Iists -muy usadas en clínica- no nos
sus ideas psicológicas de corte anticartesia­ permitan diferenciar en forma fiable la
no y antf!(¡clIlty. Por ejemplo, Reí! concibió enfermedad maníaco depresiva y la demen­
su cuerpo como una esfera hueca con la cia precoz ( 101 ).
Los trastornos esqui::.o{rénicos 463 (61)
COLABORACIONES

Wernicke. oponiéndose a la clasificación tante a los síntomas complejos. Aunque


dicotómica de Kraepelin y basándose en su nunca hahló de una visión unitaria. su no­
propia fisiopatología especulativa (102­ ción de síndrome enfatizó la descripción y
104) desarrolló una taxonomía múltiple desestimó el estudio de las causas (tanto or­
para la psicosis ( lOS). Su muerte inespera­ gánicas como psicológicas). Las enferme­
da despojó a la psiquiatría europea de una dades debían ser solamente colecciones de
alternativa fascinante a pesar de los inten­ síndromes sin estructura por sí mismas.
tos posteriores de profundización por parte Hoche calificó a esta búsqueda de entida­
de Kleist y posteriormente de Leonhard des como la «caza de fantasmas». Sin em­
006. 107). bargo dirigió su atención hacia el papel de
La doctrina unitaria resurgió en Europa las distintas propiedades cerebrales en la
y Estados Unidos durante la década de los modulación de los síntomas complejos.
cuarenta. Valenciano ( 1(8) ha abordado los También estaba implícita en la noción de
factores que explican este fenómeno: 1) Kretschmer de los tipos corporales un tipo
Cambio de opinión de Kraepelin respecto a de visión unitaria (112): el carácter depen­
la especificidad de los síntomas y de las en­ día de la forma del cuerpo y las psicosis en­
fermedades. 2) La dificultad para encontrar dógenas no eran entidades aisladas sino
bases orgánicas específicas. y límites claros «episodios constitucionales». Debido a que
en la descripción de la psicosis. 3) El efec­ los estímulos ambientales eran parte de es­
to a largo plazo de las ideas de Bonhoeffer ta ecuación patogénica. las enfermedades
respecto a la inespecificidad de los síndro­ endógenas y psicogénicas no eran indepen­
mes psiquiátricos y la crítica de Hoche so­ dientes entre sí. Kretschmer desestimó la
bre la dicotomía de Kraepelin. 4) Las ideas noción de Hoche de síntomas complejos en
de Specht respecto a que la única diferencia favor de «cuadros vivos de enfermedad»
entre psicosis endógenas y exógenas es la (living illness pictures). Él creía que la de­
referida a la severidad y la rapidez de apari­ mencia precoz y la locura maníaco depresi­
ción: por ejemplo un desarrollo menos se­ va no eran verdaderamente independientes:
vero y más lento de una psicosis será reco­ «no est:'ln separadas. sino que influyen una
nocido posiblemente como «endógeno». S) en la otra».
La aplicación de ideas evolucionistas Las ideas de Kretschmer pueden ser juz­
(1acksonianas) y psicodinámicas a la psico­ gadas como una resurrección de la unidad
patología. 6) La int1uencia de modelos ho­ romántica del cuerpo y el alma en las pri­
lísticos y gestálticos. especialmente en es­ meras décadas del siglo XX (98). Es evi­
tudios de localización cerebral. dente que la doctrina de la psicosis unitaria
La idea de que los patrones de síntomas ha dejado un poso importante en la concep­
llevan información acerca de la etiología ción de la esquizofrenia como una enfer­
fue cambiada por Bonhoeffer (1 (9). In­ medad independiente.
f1uenciado por la moda antilocalicionista.
sugirió que el cerebro estaba constituido
por un pequeño repertorio de reacciones
mentales estereotipadas que podían ser pro­
vocadas por una variedad de noxae (1 10­
111). Auguste Hoche dio un papel impor­
(62) 464 Germán E. Berrios, Luis J. Fernández
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* Germán E. Berrios, Dpt. of Psychiatry, University of Cambridge, Psiquiatra. Luis J. Fernández,


Centro de Salud Mental de Tudela (Navarra), Psiquiatra.
Correspondencia: Germán E. Berrios, Dpt. of Psychiatry, University of Cambridge, Addenbro­
oke's Hospital, Cambridge, Gran Bretaña.
** Fecha de recepción: 8-III-1996.

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