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CIRUGÍA GENERAL
1
TABLA DE CONTENIDO
ETIOLOGÍA ...................................................................................................................................................................... 13
ETIOPATOGENIA............................................................................................................................................................. 13
FISIOPATOLOGÍA ............................................................................................................................................................. 15
EXAMEN FÍSICO............................................................................................................................................................... 16
• SINTOMATOLOGÍA: ............................................................................................................................................... 17
• SIGNOS FÍSICOS..................................................................................................................................................... 17
INTRODUCCIÓN
OBJETIVOS
CONCEPTOS GENERALES
DEFINICIÓN DE PERITONITIS
El peritoneo deriva del tejido mesódermico. El celoma primitivo es dividido por el Septum
transversalis entre la cuarta y séptima semana de la vida intrauterina en dos cavidades
completamente separadas, la cavidad pericárdica y la cavidad peritoneal.
Esta serosa recubre las vísceras y paredes abdominales sin solución de continuidad en el
hombre. En la mujer hay comunicación a través de las Trompas de Falopio. En sentido
estricto no contiene órganos, éstos son retroperitoneales pero se les dice intrape-ritoneales.
A medida que el peritoneo envuelve las vísceras en el curso del desarrollo embrionario se
van formando numerosos comparti-mientos.
Se divide en Peritoneo Visceral, que reviste los órganos y mesenterios y Peritoneo Parietal,
que reviste las paredes laterales, posterior, anterior, diafragma y pelvis. La parte anterior y
lateral está reforzada por la fascia transversalis.
En cuanto a su Anatomía Microscópica, está formada por dos capas de células: una
Superficial de mesotelio (capa simple de células escamosas) y otra Profunda de tejido
conectivo laxo que contiene fibras elásticas, colágenas, grasas, reticulares, macrófagos,
eosi-nófilos, cebadas, etc., en donde hay una rica red de capilares y de linfáticos.
La superficie del peritoneo es normalmente lisa y brillante y está lubricada por un líquido
peritoneal normal que contiene entre 2000 a 2500 células por milímetro cúbico, que en los
procesos inflamatorios son macrófagos, linfocitos y polimorfonucleares.
El peritoneo visceral es relativamente insensible, sólo registra estímulos si son muy intensos
o prolongados, tipo tensión como: aumento de presión intraabdominal y aumento de presión
de tejidos. Este dolor es vago y sordo, se localiza generalmente en la parte media del
abdomen, mediado por inervación esplácnica.
El gran epiplon, ese doble pliegue de peritoneo que usualmente cargado de grasa cuelga
del estómago y del colon transverso como un delantal sobre el intestino, desempeña un
preponderante papel en la defensa del peritoneo en virtud de su gran movilidad y función
activa en el control de la inflamación supurativa y de la infección dentro de la cavidad
peritoneal. Lo mismo que la división en compartimientos de la cavidad peritoneal, que
impide la diseminación de los cuadros supurativos. (1)
Sobre el líquido peritoneal normalmente hay unos 50 ml de líquido amarillo pálido claro en
la cavidad peritoneal; la acumulación de un volumen mayor (ascitis) puede tener las
características de un exudado o de un trasudado. El liquido peritoneal normal es pobre en
proteinas (< 2 g/dl). El pH del liquido peritoneal del sujeto sano es superior a
7.35. Normalmente la cavidad peritoneal contiene de 75 a 100 ml de líquido claro,
de color pajizo, que facilita la lubricación de la membrana. En las ascitis se acumula
liquido dentro de la cavidad peritoneal que puede presentar, según la causa,
diversos aspectos. En la peritonitis infecciosa presenta un aspecto turbio o purulento.
Puede ser hemorrágico en neoplasias, tuberculosis, pancreatitis y traumatismos.
En la obstrucción linfática por trauma, neoplasias, tuberculosis, filariasis y
anormalidades congénitas es quiloso. El líquido peritoneal normal es pobre en proteínas (<
2 g/dl). El lactato suele ser inferior a 25 mg/dl y se eleva en las mismas situaciones en las
que desciende el pH. Tambien es util el gradiente sangre/ascitis cuando supera los 15
mg/dl.
Es una membrana muy permeable por la que atraviesan agua, electrolitos, sustancias
tóxicas endógenas y exógenas.
CLASIFICACIÓN DE LA PERITONITIS
POR SU EXTENSIÓN:
Pueden ser:
a) Localizadas o Focalizadas
b) Generalizadas, Difusas o Propagantes
a) Sépticas
b) Asépticas
Peritonitis Asépticas.- Se deben a irritación del peritoneo por causa no bacteriana. Puede
ser provocada por la introducción en la cavidad peritoneal de ciertos líquidos o
preparaciones químicas con fines terapéuticos (por ejemplo, polvo de guantes, talco o
almidón) o por el escape hacia la cavidad peritoneal de sangre, bilis, quimo, jugo gástrico o
jugo pancreático pero que en tales casos, si bien el exudado peritoneal al principio no está
infectado, tarde o temprano ocurre invasión bacteriana y la peritonitis, luego de un tiempo
de no encontrar gérmenes, se torna infecciosa.
Peritonitis Secundarias.- Son entidades que pueden complicar casi cualquier patología
abdominal ya sea traumática, infecciosa, ulcerosa, obstructiva o neoplásica. La peritonitis
postquirúrgica es una causa frecuente en cirugía de mucha gravedad. Generalmente son
polimicrobianas.
POR SU EVOLUCIÓN:
Pueden ser:
a) Agudas
b) Crónicas
Peritonitis Agudas.- Aquí tenemos a la mayoría de las peritonitis secundarias que producen
procesos, como su nombre lo dice, agudos: infecciosos, perforación de víscera hueca,
estrangulación o infarto intestinal que se producen en un tiempo corto y evolución rápida.
Peritonitis Crónicas.- Patologías peritoneales que inflaman al peritoneo pero cuyo cuadro
clínico demora en su forma de presentación, ejemplo típico de ello es la peritonitis crónica
tuberculosa, actinomicosa, granulomatosa por cuerpos extraños, etc.
PERITONITIS PRIMARIA
Peritonitis de causa no aparente y cuando no existe una lesión iniciadora discernible dentro
de la cavidad abdominal. Estas peritonitis en sentido estricto son de naturaleza secundaria
ya que los organismos infectantes, que habitualmente son estreptococos o neumococos,
llegan al peritoneo de algún foco distante por medio del torrente circulatorio, por los canales
linfáticos, etc. (3)
Las infecciones bacterianas en los pacientes cirróticos tienen una prevalencia a nivel
mundial del 25% al 30%, y son responsables del 30% al 50% de la mortalidad en los
pacientes con hepatopatías crónicas; en América Latina se han reportado cifras similares,
con prevalencias que van del 11,1% al 37,1%, con cifras para mortalidad que oscilan entre
21,9% y 32% .
Tras el primer episodio de PBE, las tasas de mortalidad a 1 y 2 años de seguimiento son
del 70% y 80%, respectivamente. Se considera que una Peritonitis Bacteriana Espontánea
fue adquirida intrahospitalariamente cuando los síntomas se instauran luego de 72 horas
desde la admisión del paciente, caso en el cual la infección se constituye como un factor de
riesgo independiente para la mortalidad intrahospitalaria y a 30 días, la cual puede ascender
hasta un 58,7% frente a la infección adquirida en la comunidad, que tiene una mortalidad
reportada a 30 días del 37,3%.
FACTORES DE RIESGO
ETIOLOGÍA
PATOGENIA
Los pacientes cirróticos con ascitis con una concentración de proteínas baja tienen
la actividad metabólica y fagocitica del sistema reticuloendotelial y la capacidad
opsonizante y bactericida del líquido ascítico.
PERITONITIS TUBERCULOSA
- Los pacientes tratados con Diálisis Peritoneal (DP) están expuestos a una posible
infección de la cavidad peritoneal debido a la comunicación no natural de la misma
con el exterior a través del catéter peritoneal y por la introducción reiterativa de las
soluciones de diálisis. (9) Las defensas peritoneales tienen una acción protectora de
la cavidad peritoneal frente a la invasión de un microorganismo, relacionada con la
actividad fagocítica de los leucocitos y con los factores inmunológicos, por eso la
inmunidad local tiene un importante papel en la prevención y resolución de la
peritonitis. Las soluciones dialíticas alteran la concentración y la función de las
defensas peritoneales, tanto de la población celular: macrófagos, leucocitos,
linfocitos y células mesoteliales, como de los mediadores solubles locales.
- En la peritonitis que complica la diálisis peritoneal los microorganismos proceden de
la piel, de los líquidos de diálisis que pueden estar contaminados o del tubo intestinal
por migración transmural o por perforación directa. (6)
- La morbilidad de la peritonitis puede ser grave y, de hecho, estos pacientes están
expuestos a un mayor riesgo de muerte, sobre todo aquellos que tienen episodios
frecuentes y peritonitis severas de evolución tórpida.
- Tras las peritonitis agresivas y persistentes la membrana peritoneal puede quedar
dañada con alteraciones estructurales y funcionales. En todos los casos durante la
fase aguda aumentan las pérdidas peritoneales de proteínas y también cae la
ultrafiltración temporalmente. En algunos episodios de peritonitis es necesario retirar
el catéter para la curación: más de una cuarta parte de los pacientes pasa a
Hemodiálisis por peritonitis.
- A pesar de la mejoría en la conectología la prevalencia de las bacterias Gram
positivas sigue siendo alta, particularmente el S. Epidermidis por contaminación de
la via intraluminal por toque. Otro germen Gram positivo, el S. Aureus, se asocia con
frecuencia a infección del túnel y del orificio. Mención especial merece el
Enterococcus por las posibles resistencias y por causar recidivas, lo que es propio
de los agentes bacterianos formadores de biofilm en el catéter peritoneal
PERITONITIS SECUNDARIA
Es la infección peritoneal producida por contaminación a partir de alteraciones del conducto
gastrointestinal, sistema biliar, páncreas y tracto genitourinario que pueden ser debidas a
alteraciones intestinales inflamatorias, mecánicas, vasculares o neoplásicas.
La infección intraabdominal generalmente es secundaria a perforación del tracto
gastrointestinal y se puede presentar como peritonitis generalizada o como abscesos
localizados.
ETIOLOGÍA
Las causas más frecuentes son: Perforaciones del tracto gastrointestinal (ulcus
gastroduodenal, yeyuno-ileal, colónica), pancreatitis aguda, isquemia mesentérica,
apendicitis, diverticulitis, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, enfermedad inflamatoria
pélvica, colecistitis aguda, embarazo ectópico y torsión ovárica.
Las de causa infecciosa son general son polimicrobianas en el 94% de los casos. Los
gérmenes más frecuentes presentes en Intestino Delgado son: Enterobacterias (E. Coli,
Klebsiella y Proteus), Enterococcus y gérmenes anaerobios que incluyen el grupo
de Bacteroides fragilis. En el colon hay una abundante flora con aproximadamente
1012 organismos/gr de heces y predominan los anaerobios del grupo del Bacteroides
fragilis y Eubacterium spp.
ETIOPATOGENIA
La peritonitis química puede ser producida por escape de bilis o de secreciones gástricas o
pancreáticas en la cavidad peritoneal. Cuando el ácido gástrico escapa a la cavidad
peritoneal, existe una trasudación de proteínas séricas y electrolitos desde la sangre a la
cavidad peritoneal. El líquido intraperitoneal y la fibrina que ingresan a la cavidad peritoneal
como resultado de la mayor permeabilidad vascular debida a traumatismo local o infección
bacteriana son importantes componentes de la respuesta inflamatoria. El atrapamiento de
bacterias por debajo de las capas de fibrina puede limitar su diseminación pero también
puede conducir a la formación de abscesos y aislamiento de las bacterias de los
mecanismos de defensa del huésped (10).
A las 3 horas de la contaminación bacteriana, los macrófagos locales son las células
fagocíticas predominantes y son también aclaradas por el sistema linfático. Si la
proliferación bacteriana se mantiene, los polimorfonucleares son los más numerosos y
además se produce aumento del flujo esplácnico y de la permeabilidad capilar, que origina
un aumento de la exudación que puede originar hipovolemia o shock (12).
PERITONITIS TERCIARIA
Una de las mayores dificultades radica en dar una definición de peritonitis terciaria
adecuada, ausente de ambigüedad y consensuada, no obstante se suele indicar como tal
a la peritonitis posoperatoria secundaria que no responden al tratamiento y que presentan
fallo multiorgánico o sepsis.
FISIOPATOLOGÍA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las manifestaciones clínicas más características (17) son la fiebre (80%) y el dolor abdominal
difuso (78%) con náuseas y vómitos. El abdomen está distendido, es doloroso a la
palpación, con defensa muscular y signo de la descompresión positivo. El peristaltismo está
disminuido o ausente y los pacientes con cirrosis, síndrome nefrótico o tuberculosis suelen
presentar ascitis en mayor o menor grado.
Algunos pacientes con hepatopatías avanzadas y ascitis abundante pueden tener cuadros
febriles subagudos sin síntomas de peritonitis aguda o pueden presentar otros síntomas de
descompensación como la encefalopatía hepática, síndrome hepatorrenal, etc. La
peritonitis espontánea también puede aparecer como complicación de las varices
esofágicas sangrantes.
EXAMEN FÍSICO
El comienzo y la evolución pueden variar según cada caso individual. Súbito en los casos
de perforaciones y en otras gradual o insidioso en lesiones no perforadas o en ciertos casos
post-quirúrgicos.
Algunos pacientes mueren en pocos días por sepsis, pero también existen casos donde la
muerte es casi fulminante. Generalmente la muerte ocurre por toxemia bacteriana,
distensión abdominal paralítica, oligohemia, insuficiencia renal, a lo cual se suma falla
respiratoria y circulatoria.
• SINTOMATOLOGÍA:
Podemos dividirla en sintomatología local y de repercusión sistémica (18).
• SIGNOS FÍSICOS
El examen debe ser minucioso, completo y con frecuencia es imperativa la evaluación
repetida por los mismos médicos cuando no se ha logrado un diagnóstico preciso
rápidamente.
Dolor sobre la región afectada al ejercer presión sobre una porción no afectada de
peritoneo (Signo de Rovsing).
DIAGNÓSTICO
EXÁMENES DE AYUDA EN LA PERITONITIS PRIMARIA
Se realiza siempre con la punción del líquido ascítico, donde tiene un alto valor predictivo
para el diagnóstico cuando se obtienen los siguientes datos:
Debe de practicarse cultivo del líquido ascítico además del análisis bioquímico. La
combinación de neutrofilia con un gradiente elevado entre el pH de la sangre arterial y el
líquido ascítico >0.10 o bien la disminución del pH en líquido ascítico tiene una precisión
diagnóstica del 91-97 %. Cifras de leucocitos por encima de 10.000/mm3 nos deben hacer
pensar en la posibilidad de que la peritonitis sea secundaria. La realización rutinaria de
paracentesis diagnóstica en pacientes con ascitis consigue un diagnóstico precoz dela PBE.
La PBE del cirrótico debe sospecharse siempre que un paciente cirrótico con ascitis
desarrolle fiebre y/o dolor abdominal.
Los pacientes con peritonitis primaria, habitualmente responden dentro de las 48 horas al
tratamiento antimicrobiano adecuado, observándose un descenso progresivo del número
de leucocitos del líquido ascítico. El diagnóstico de peritonitis tuberculosa se hace por
baciloscopia del líquido peritoneal o por biopsia del peritoneo y el cuadro clínico es de inicio
gradual, con fiebre, pérdida de peso, malestar general, sudoración nocturna y distensión
abdominal. En este caso se objetivan en la laparotomía o laparoscopia, nódulos
diseminados en la superficie peritoneal y epiplón.
La TAC es la más rentable de todas las exploraciones, con una sensibilidad entre 78-100%
y una especificidad del 98% siendo bastante específica en la pancreatitis aguda, en la
La peritonitis terciaria es una forma secundaria, que pese al tratamiento que se le haya
administrado, hay una persistencia de la repuesta inflamatoria y un desarrollo progresivo a
una disfunción orgánica múltiple
BACTERIOLOGÍA
- La repetición de estos estudios puede mostrar datos que no han sido debidamente
valorados o que han aparecido en la evolución como abscesos tabicados, derrame
pleural, distensión intestinal por obstrucción, etc.
ECOGRAFÍA ABDOMINAL
TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
TRATAMIENTO
TRATAMIENTO DE LA PERITONITIS PRIMARIA
Debe ir dirigido al agente aislado en el líquido ascítico y/o en sangre. La PBE es una
infección monomicrobiana en más del 90% de los episodios, siendo los bacilos
gramnegativos aeróbicos (especialmente Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae) los
responsables más frecuentes (1), seguidos de los grampositivos; por lo que mientras llegan
los resultados de los cultivos, el tratamiento empírico debe cubrir a los bacilos aerobios
gramnegativos y a los cocos grampositivos, siendo las cefalosporinas de 3ª generación las
mas utilizadas (Cefotaxima 1-2gr/iv/6 o Ceftriaxona 1-2gr/iv/12h).(20)
Cuando se sospecha infección por Staphylococccus aureus debe tratarse con cloxacilina o
una cefalosporina de primera generación (cefazolina). Cuando la coloración del gram sea
sugestiva de Bacteroides o es evidente la infección polimicrobiana, deben agregarse
antimicrobianos con actividad contra B.fragilis y otros microorganismos anaerobios
(metronidazol, clindamicina).
Una alternativa puede ser la ofloxacino oral (400 mg/12h) o IV (200mg/12h). (21)
No obstante, una dosis de 2 g/12 horas parece ser igualmente eficaz en cuanto a tasa de
curación y mortalidad hospitalaria. La dosis debe ajustarse de acuerdo a la función renal (1
g cada 6, 8 o 12 horas para niveles de creatinina sérica entre 1,5-2,0, 2,0-2,5 o mayores de
2,5 mg/dl, respectivamente).
Debe ocurrir mejoría clínica junto con una declinación significativa en el recuento de
leucocitos del líquido ascítico tras 24-48 horas de tratamiento antimicrobiano. La ausencia
de respuesta clínica esperada o la persistencia de un recuento elevado de leucocitos en
líquido ascítico deben conducir a la consideración de otros diagnósticos (20). El tratamiento
antimicrobiano debe continuarse durante 10-14 dias según evolución clínica.
La respuesta al tratamiento antibiótico debe ser evaluada mediante los datos clínicos y con
una nueva paracentesis a las 48 horas del inicio del tratamiento para determinar el recuento
de PMN en líquido ascítico. Se considera fracaso del tratamiento cuando se produce un
deterioro clínico del enfermo o el recuento de PMN no ha descendido al menos en un 25%.
En estos casos, el tratamiento antibiótico debe modificarse en función del antibiograma en
los pacientes con cultivo positivo y empíricamente en aquellos con cultivo negativo. En
estos últimos, una opción adecuada es imipenem 500 mg/8 horas. Asimismo, es importante,
como se ha mencionado con anterioridad, descartar en estos pacientes una peritonitis
secundaria mediante los estudios de imagen pertinentes.
disminuyendo de forma notoria hasta un 20-30% las recidivas de la PBE, en los casos
tratados (21).
PROFILAXIS
La elevada mortalidad de la PBE justifica el uso de antibióticoscon fines profilácticos. La
profilaxis está claramente indicada en dos grupos de enfermos: pacientes cirróticos con
hemorragia digestiva (profilaxis primaria) y pacientes que se han recuperado de un episodio
de PBE (profilaxis secundaria). En todo paciente con hemorragia gastrointestinal aguda
tenga o no ascitis, tras descartarse PBE u otras infecciones, debe administrarse profilaxis
antibiótica con norfloxacino oral 400 mg/12 horas durante siete días. En aquellos en que la
vía oral no es posible, la administración de otros antibióticos por vía intravenosa parece
igualmente eficaz (ciprofloxacino, ofloxacino, ceftriaxona, amoxicilina-clavulánico). Los
pacientes que se recuperan de un episodio de PBE han de ser incluidos en un programa
de trasplante hepático y recibir profilaxis continuada con norfloxacino 400mg/24 horas hasta
la desaparición de la ascitis (por ejemplo, tras una hepatitis alcohólica), muerte o trasplante.
Existe un tercer grupo de pacientes en quienes está aumentado el riesgo de PBE y son
aquellos cirróticos con una concentración de proteínas en líquido ascítico menor de 1 g/dl.
Sin embargo, no existe consenso sobre la conveniencia de administrar profilaxis antibiótica
a estos pacientes, pues no todos los estudios han demostrado un beneficio claro con tal
medida, principalmente debido a que el riesgo de PBE en esta población no es muy elevado.
CONTROL DE LA VOLEMIA
Todos los pacientes con peritonitis tienen cierto grado de hipovolemia como consecuencia
de la existencia de fluídos extravasculares secuestrados en la cavidad peritoneal inflamada
y dentro de la luz del intestino y por tanto deben administrarse volúmenes adecuados de
líquidos, monitorizando la presión arterial, presión venosa y diuresis. Las soluciones
cristaloides son los fluidos de elección para mantener y restaurar la perfusión tisular. En los
pacientes en estado crítico la colocación de un cateter de Swanz-Ganz y el cateterismo
arterial son indispensables para dirigir el tratamiento.
Hay que tener en cuenta que un buen manejo en el tratamiento de las infecciones
intraabdominales incluye: control del foco causal de la peritonitis y drenaje de las
colecciones intracavitarias
En cuanto a las ventajas de su uso, aparte de su buena sensibilidad a los germenes gram
negativos, hay que tener en cuenta que los regímenes que contienen aminoglicósidos mas
anaerobicidas son mas baratos que los regimenes de monoterapia. En los pacientes
jovenes con peritonitis aguda el regimen de anaerobicida mas aminoglicósido es
perfectamente válido y apropiado.
SOPORTE NUTRICIONAL
En la sepsis se incrementa la neoglucogenesis, lipolisis y el catabolismo protéico. Ademas
en la IIA grave existe un paralelismo entre la evolución clínica y metabólica: aumento en
sangre de la cifras de lactato, glucagón, trigliceridos y aminoácidos aromáticos en los
pacientes que fallecen., lo que obliga a prestar especial atención al soporte nutricional.
Debe emplearse Nutrición Parenteral Total (NPT) si el paciente no puede alimentarse por
via oral o enteral. Las caracteristicas de la NPT deben ser las siguientes:1) relación calorias
no proteicas/gr de N de 100-130:1, 2) aporte de glucosa no superior a 5 gr/kg/d y
equivalente al 60%-70% del aporte calorico no proteico, 3) los lípidos deben administrarse
a razon de 1 gr/kg/d bien en forma de triglicéridos de cadena larga o en mezcla con
triglicéridos de cadena media, equivalente al 30-40% de calorías no protéicas, 4) aporte
protéico entre 1.5-2 gr/kg/d.
En el paciente séptico se deben aportar las soluciones protéicas con alta proporción de
aminoácidos de cadena ramificada (45%), ya que mejoran el balance nitrogenado,
disminuyen el catabolismo protéico y recuperan más precozmente las proteínas viscerales.
La Nutrición Enteral debe emplearse tan pronto como sea posible para evitar la atrofia de
la mucosa intestinal, la traslocación bacteriana y las complicaciones de la NPT. Debe
utilizarse una dieta hiperprotéica de 2000 calorias y siempre que sea posible, entre los
aminoácidos a aportar en el paciente critico se acepta el empleo de Glutamina por via
intestinal, por ser la mejor fuente energètica para el enterocito sometido a un largo tiempo
de ayuno.
MEDIDAS QUIRÚRGICAS
Para ello la técnica quirúrgica (23) se planea cuidadosamente, eligiendo incisiones amplias
generalmente verticales en casos peritoneales de adultos y transversas en niños por mejor
exposición pero siempre para lograr un mejor acceso a la lesión causal, así, por ejemplo,
para una peritonitis por apendicitis aguda se elige una paramediana derecha o una incisión
mediana y para patología supraumbilical que no sea vesícula biliar, mediana supraumbilical.
Cuidando siempre de proteger la pared del foco séptico sobre todo el celular subcutáneo,
que es lo que más se contamina y produce los abscesos de pared tan frecuentes en el
postoperatorio de estas patologías.
La limpieza mecánica de cavidad, que generalmente se realiza con gasa humedecida con
agua o solución de cloruro de sodio es una de las maniobras quirúrgicas más usadas para
limpiar fondos de saco. Asimismo el lavado de la cavidad peritoneal cuando existe una
peritonitis generalizada, para lo cual se aconseja exteriorizar todas las asas completamente
y tener una buena aspiración y dejar de lavar con líquido tibio cuando salga el agua
completamente clara. Algunos agregan algún antibiótico diluido al líquido de lavado, pero
sin que ello haya sido estadísticamente demostrado que aumente la supervivencia en este
tipo de pacientes.
Generalmente las intervenciones deben ser lo más rápidas posibles, ya que el cirujano
siempre tratará de hacer lo absolutamente necesario, dejando establecido que se hará lo
estrictamente esencial quedando todo otro procedimiento que no revista urgencia para
después. Generalmente el procedimiento a realizar dependerá de la causa de la peritonitis.
Por ejemplo, en las peritonitis por Apendicitis Agudas Complicadas el tratamiento quirúrgico
será la Apendicectomía con limpieza mecánica de la cavidad o lavado y drenaje si es
necesario.
Los drenajes siguen siendo algo controvertidos entre las diferentes escuelas quirúrgicas
cuando se trata de peritonitis localizadas o existen abscesos y existe aún más controversia
en las difusas en donde luego del lavado algunos prefieren no realizarlo. Nosotros no
compartimos esa opinión y luego de un lavado enérgico preferimos colocar buenos drenajes
que se sacan cuando ya no funcionan, siendo esto diferente en cada paciente.
Los drenajes siempre se localizan en los sitios de declive, como los fondos de saco, donde
por gravedad tienden a coleccionarse las secreciones en las peritonitis. Cuando las
secreciones han sido totalmente eliminadas lo mismo que el foco infeccioso que le dio lugar
no es necesario colocar estos drenajes que por lo general se colocan y salen por
contraberturas de las heridas operatorias para facilitar el cierre de éstas así como para
evitar hernias incisionales o eventraciones por infecciones postoperatorias tan frecuentes
en estas patologías.
Existen casos en donde tampoco se colocan drenajes, como por ejemplo: las Peritonitis
Primarias.
MEDIDAS DE SOSTÉN
Intubación nasogástrica
Aspiración del contenido abdominal (aire y líquidos).
Restitución de Volúmenes de líquido extracelular secuestrado (fluidoterapia).
Corrección de deficiencias de electrolitos séricos.
Transfusiones de sangre total, paquetes globulares, plaquetas, plasma, etc.,
corrigiendo cualquier anomalía sanguínea existente.
Alimentación con sustancias asimilables y uso de vitamina C.
Mantener adecuado aporte de oxígeno.
Antagonizar las bacterias y sus toxinas con el tratamiento antimicrobiano apropiado
desde el diagnóstico.
PRONÓSTICO Y MORTALIDAD
El pronóstico de las peritonitis dependerá de la causa de ella así como de varios otros
factores como son:
La mortalidad en este tipo de peritonitis llega en algunos casos hasta el 50 a 60% siendo el
shock séptico la causa de muerte más frecuente.
Las Peritonitis por Perforaciones Duodenales también presentan una incidencia algo alta
de mortalidad (10%) por la gravedad de las lesiones que conllevan generalmente
Otras peritonitis que presentan altas tasas de mortalidad son las Peritonitis Biliares cuyo
factor principal es que se dan en pacientes de muy avanzada en edad (primera causa de
abdomen agudo en el anciano).
Se han ideado algunos métodos para predecir el pronóstico de los pacientes con cuadros
peritoneales, así tenemos, por ejemplo, el Sistema Apache, que por sus siglas en inglés
significa Acute Physiology and Chronic Health Evaluation, que requiere de 12 valores de
mediciones fisiológicas sistémicas que al dar una puntuación nos dan una idea de
perspectivas de muerte. Lo mismo sucede con otros sistemas como el Score de Goris, que
mide la insuficiencia sistémica orgánica múltiple y también nos da una idea de la suerte del
paciente.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS.
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