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LA CRIANZA EN LOS ANDES. A PROPÓSITO DE FREIR.

El educador, en este contexto, es el que guía a las mentes de los educandos –


cualquiera fuese su método– en la búsqueda de la verdad.

La función de estar como responsable de una estancia infantil, a cargo de 9 miss,

60 niños menores de 4 años y mas de 120 papis. Conlleva a desempeñar un rol de

educando con una responsabilidad muy grande e importante.

La índole de lo humano en los Andes es la de estar “en relación”, es constitutivo


suyo la conversación, el diálogo, la participación, la vida comunitaria y no cada ser
Lo mental, en la vivencia andina, no está sola, sino estrechamente relacionada,
eslabonada con los sentidos y toda la comunidad viviente que anida en cada ser.
Para entender el acento en la relación, debemos antes precisar lo que entendemos
por la noción de hombre desde una perspectiva andina. En la perspectiva occidental
el hombre –ser humano– es un animal portador de la idea, de la razón, del espíritu.
Eso es lo que lo define y lo diferencia de los otros seres de la naturaleza, esa es su
identidad.
Como educadora o facilitadora en la comunidad de Jamapa, durante la estadía del
niño en la estancia se busca que el menor logre identificarse y conocerse a sí mismo
con lo cual él logra estabilidad emocional y adquiere seguridad para la vida.
Logramos trabajar en equipo al mantener un dialogo participativo. Buscamos
rescatar tradiciones del pueblo, así como abrir las puertas a nuevas culturas. Que
se tenga diversidad de ideas para llevar acabo nuevos proyectos que apoyen en la
educación del menor. Se trabaja facilitador-padres-hijos-comunidad.
De este modo cada persona es en sí una comunidad de relaciones, estando el
acento de una actividad realizada no tanto en cada uno de estos “cuerpos” sino en
la conversación que mantienen éstos entre sí y con los demás seres que le rodean.
Esta armonía interna se expresa a través de los sentidos, de los sentimientos y de
las emociones; es una relación centrada en el afecto. La preocupación de un criador
no es sólo por su chacra, es decir por la chacra humana, sino por la crianza de la
chacra de los miembros de la naturaleza y de las deidades.
Una chacra será saludable en la medida en que todas las demás chacras del
paisaje estén vigorosas. De esta manera la salud de la colectividad humana está
asociada tanto a la salud de sus chacras como al de la naturaleza toda. Las
ceremonias rituales son conversatorios para el bienestar de todas estas
colectividades, pues la armonía de una de ellas está en relación con la armonía del
conjunto.

Es muy gratificante cuando la misma comunidad expresan el interés por conocer

cómo mejorar la educación de sus hijos, más aun ver como la misma comunidad

logra ser parte de este proyecto de cambio para la niños. Factores en contra durante

nuestra labor docente, la escases de empleo y falta de recurso económico para

brindar una buena alimentación y vivienda digna a la familia. Esta situación aunada

a los desvíos de recursos en el área educativa que deriva a no realizar adecuadas

gestiones para la comunidad en sí. Afectando a las localidades más retiradas,

terminando por cerrar escuelas donde más se necesita. Es por ello que en lo

personal cuando tu trabajo lo realizas por vocación y amor, rinde los objetivos

deseados. Y se logra mantener un trabajo de toda la comunidad en mira a un mejor

futuro profesional para sus hijos.

La escuela está en los pueblos andinos para imponer un modo de ver el mundo
basado en el conocimiento científico y técnico. No está allí para propiciar un diálogo
de saberes ni para estimular la sabiduría nativa. Esto lo sabe la comunidad y
reconoce el rol que tiene la escuela como puente para conectarse de mejor modo
con el mundo oficial moderno. Por esta razón casi nunca la comunidad campesina
ha pedido reformas tendientes hacia una pluralidad cognoscitiva en los ambientes
de la escuela. Desea que allí se enseñe la ciencia y la tecnología modernas
cualquiera sea el método y que se ejecute bien la tarea educativa. La experiencia
les ha mostrado además que es posible este aprendizaje.
Muchos de los hijos de los comuneros son actualmente profesionales egresados
de centros superiores de estudios. Su queja es por el poco respeto que muestran
los escolares jóvenes hacia ellos y por el desinterés de algunos profesores en la
enseñanza, pero no por el contenido mismo ni por el método, incluso algunos
reclaman modalidades más severas en la enseñanza.

Estas actividades deben ser apreciadas como un modo de criar la diversidad. La


crianza no significa olvidar, cancelar y anular una de las tradiciones cognoscitivas –
la científico técnica– para en su reemplazo proponer el saber andino como el único,
sino criar un ambiente pluricultural en la comunidad procurando que la escuela sea
más amplia, variable y abierta hacia lo heterogéneo y plural. Y esto lo hace la
comunidad mostrando y estimulando en los profesores el afecto por la diversidad
de formas de vida que hay en sus chacras.

Es muy marcado el rol de los padres con los hijos en la comunidad. El hijo del albañil

termina siendo albañil, el hijo de un chofer pues chofer, el de un profesionista

continua el rol de alguna licenciatura. Pero hoy mi comunidad está preocupada por

el futuro de la niñez. Ellos están sufriendo el desempleo y golpeándoles el factor

económico de tal manera que lo que buscan es que sus hijos no sufran lo que ellos

viven. Con mucho sacrificio veo el esfuerzo de los padres por que sus hijos asistan

a la Estancia Infantil. Ellos ven que no solo les proporcionamos el cuidado que

requiere el menor mientras el papa trabaja. Sino que también proporcionamos

alimentación equilibrada, balanceada y adecuada. Además de proporcionar

conocimientos básicos para la vida.


La comunidad propicia además una manera de vivir festivamente los
acontecimientos al brindar a la escuela diversidad en cambio pide consensos,
diálogos, crianzas, equivalencias, digestiones, simbiosis, inclusiones.

Los campesinos andinos están acostumbrados a conversar con una pluralidad de


situaciones, y su manera de ser es la de ampliar la diversidad, no recortarla. Como
hemos visto cada persona es una comunidad en sí. A nuestro modo de ver, esto
explica la persistencia de las iglesias, la escuela y de los extensionistas de la
revolución verde, entre otros agentes externos, en el ámbito de las comunidades.

Otro aspecto a aprender de los campesinos es el de evitar la colonización de una


especie vegetal en todo el ámbito de la chacra. Los campesinos “ralean” la
vegetación dominante para que pueda emerger la diversidad criada. Este raleado
no significa la desaparición de la planta colonizadora sino su presencia dentro de
límites tolerables y de sana sintonía con los demás cultivos. Toda la experiencia
campesina está saturada de pluralidad.

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