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La reparación del ADN es un conjunto de procesos por los cuales una célula identifica y corrige
daños hechos a las moléculas de ADN que codifican el genoma. En las células humanas, tanto
las actividades metabólicas como los factores ambientales, como los rayos UV o la radiactividad,
pueden causar daños al ADN, provocando hasta un millón de lesiones moleculares por célula por
día.1 Muchas de estas lesiones causan daños estructurales a la molécula de ADN, y pueden alterar
o eliminar la capacidad de la célula de transcribir el gen que codifica el ADN afectado. Otras
lesiones producen mutaciones potencialmente nocivas en el genoma de la célula, lo que afecta la
supervivencia de sus «células hijas» a la hora de la mitosis. Por consiguiente, el proceso de
reparación del ADN es constantemente activo, respondiendo a daños a la estructura del ADN.23
La velocidad de la reparación del ADN depende de muchos factores, como el tipo de célula, su
edad, y el ambiente extracelular. Una célula que haya acumulado una gran cantidad de daños en el
ADN, o que no pueda reparar eficazmente los daños producidos en su ADN, puede entrar en uno
de tres estados posibles:
La capacidad de reparación del ADN es vital para la integridad de su genoma, y por tanto, de su
funcionamiento normal y el del organismo. En el caso de muchos de los genes que se había
demostrado que influían en la longevidad, más tarde se ha revelado que tienen un papel en la
reparación y protección del ADN.4 La incapacidad de corregir lesiones moleculares en las células
que forman gametos pueden introducir mutaciones en el genoma de sus descendientes,
influyendo en el ritmo de la evolución.
Índice
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o 1.2Tipos de daño
o 1.3Daños al ADN nuclear y al ADN mitocondrial
o 1.4Envejecimiento y apoptosis
3Fuentes
o 3.1Referencias
o 3.2Bibliografía
4Enlaces externos
Los daños al ADN, que se deben a factores ambientales y a los procesos metabólicos habituales
dentro de la célula, tienen lugar a un ritmo de entre mil y un millón de lesiones moleculares por
célula por día.1 Aunque esto sólo representa un 0,000165% de las aproximadamente seis mil
millones de bases (tres mil millones de pares de bases) del genoma humano, las lesiones no
reparadas en genes críticos (como los genes supresores de tumores) pueden impedir que una
célula lleve a cabo su función y aumentar de manera significativa la posibilidad de que se forme
un tumor.
La inmensa mayoría de los daños al ADN afectan a la estructura primaria de la doble hélice, es
decir, la química de las bases mismas es modificada. Estas modificaciones pueden a su vez destruir
la estructura normal helicoidal de las moléculas, introduciendo nuevos enlaces químicos o aductos
voluminosos que no caben en la hélice doble estándar. A diferencia de las proteínas y el ARN, el
ADN suele carecer de estructura terciaria, por lo que no suele haber daños o perturbaciones a este
nivel. Sin embargo, el ADN tiene unas superhélices envueltas alrededor de proteínas
"empaquetadoras" llamadas histonas (en las eucariotas), y ambas estructuras son vulnerables a
los efectos de los daños al ADN.
1. Radiación ultravioleta del sol [UV 200-300nm] u otras frecuencias de radiación, incluyendo
los rayos X y los rayos gamma.5
2. Radiación ionizante.6
3. Hidrólisis o disrupción térmica.
La replicación de ADN dañado antes de que la célula se divida puede provocar la incorporación de
bases erróneas ante las dañadas. Las células hijas que heredan estas bases erróneas llevan
mutaciones en los que la secuencia de ADN original es irrecuperable (excepto en el raro caso de
una reversión de la mutación, o bien más frecuentemente a través de la recombinación genética a
pesar de ser igualmente raro).
Tipos de daño[editar]
Hay cuatro tipos principales de daños al ADN debido a procesos celulares endógenos:
Los daños causados por agentes exógenos son de muchos tipos.8 Algunos ejemplos son:
Los daños por radiación UV, la alquilación/metilación, los daños por rayos X y los daños oxidativos
son ejemplos de daños inducidos. Los daños espontáneos incluyen la pérdida de una base, la
desaminación, plegamientos de los anillos de azúcar, y los desplazamientos de tautómeros.11
En las células humanas, y las células eucariotas en general, el ADN se encuentra en dos puntos de
la célula: en el núcleo y en las mitocondrias. El ADN nuclear(ADNn) existe en forma
de cromatina durante las fases no replicadoras del ciclo celular, y es condensado en estructuras
agregadas denominadas cromosomasdurante la división celular. En ambos estados, el ADN es
altamente compacto y se enrolla alrededor de proteínas en forma de perla, llamadas histonas.
Cuando una célula necesita expresar la información genética codificada en su ADNn, se desenrrolla
la región cromosómica correspondiente, expresan sus genes, y luego la región vuelve a ser
condensada en su forma de reposo. El ADN mitocondrial (ADNmt) se encuentra dentro de las
mitocondrias (un tipo de orgánulos), existe en múltiples copias, y está estrechamente asociado
con una serie de proteínas para formar un complejo llamado nucleoide. Dentro de las
mitocondrias, las especies reactivas del oxígeno (ERE) y los radicales libres, subproductos de la
producción constante de adenosín trifosfato (ATP) mediante la fosforilación oxidativa, crean un
medio altamente oxidativo que se sabe que daña la ADNmt. Una enzima clave a la hora de
compensar la toxicidad de estas especies es la superóxido dismutasa, que está presente tanto en
las mitocondrias como en el citoplasma de las células eucariotas.
Envejecimiento y apoptosis[editar]
Es importante distinguir entre los daños en el ADN y las mutaciones, los dos tipos principales de
errores en el ADN.14151617 Los daños en el ADN y las mutaciones son fundamentalmente diferentes.
Estos daños son en último término anormalidades químicas en la estructura del ADN, como
roturas de cadena sencilla y cadena doble, residuos de 8-hidroxideoxiguanosina, y aductos
de hidrocarburos aromáticos policíclicos. Determinadas proteínas pueden reconocer estas
alteraciones en el ADN, de manera que los pueden reparar si hay disponible información
redundante para ser copiada, a partir de la secuencia intacta de la cadena de ADN
complementaria que no ha sufrido esta alteración. Si una célula no repara daños en su ADN,
puede quedar parada la expresión de un gen.18
En contraste a los daños en el ADN, una mutación es un cambio en la secuencia de bases del ADN,
es decir que no se produce ningún cambio que pueda ser reconocido por las proteínas encargadas
de la corrección de estas alteraciones, ya que su composición química y estructural es «normal».
Las mutaciones provenientes de los errores de síntesis no pueden ser reconocida por
las enzimas una vez que el cambio de bases está presente en ambas cadenas del ADN, de manera
que las mutaciones resultan indetectables en la corrección y no son reparadas. Las mutaciones son
replicadas durante la división celular.19
Teniendo en cuenta las propiedades de los daños en el ADN y las mutaciones, se puede ver que los
daños en el ADN son un problema especial en células que no se dividen o que lo hacen
lentamente, pues los daños no reparados tienden a acumularse con el tiempo. Por otra parte, en
las células que se dividen rápidamente, los daños en el ADN no reparados que no matan la célula
evitando su replicación suelen provocar errores durante la replicación y, por tanto, mutaciones.21
La gran mayoría de mutaciones que no tienen un efecto neutro son deletéreas para la
supervivencia de una célula. Así pues, en una población de células de un tejido con células que se
replican, las células mutantes tienden a desaparecer. Sin embargo, las pocas mutaciones que
ofrecen una ventaja para la proliferación celular tienden a extenderse de manera clónica a
expensas de las células vecinas. Esta ventaja para la célula es una desventaja para el organismo en
general, pues estas células mutantes proliferan libremente escapando al control del ciclo celular,
son las células cancerosas. Aquellos tipos celulares que se dividen más frecuentemente tienden a
acumular más fácilmente las mutaciones, ya que una vez ocurridas las mutaciones tardan estas
células poco tiempo en replicar el ADN y por tanto la mutación incorporará poco tiempo con la
copia inicial de la cadena complementaria. Así pues una vez dividida una de las dos células
resultantes de la división habrá «fijado» la variante mutante, siendo más difícil que ocurra la
corrección. Así pues, los daños en el ADN en células que se dividen frecuentemente son una causa
importante de cáncer,22 pues dan pie a mutaciones. En cambio, los daños en el ADN en células que
se dividen poco son probablemente una causa importante del envejecimiento.23
Los daños al ADN alteran la configuración espacial de la hélice, su topología, y la célula es capaz de
detectar estas alteraciones. Una vez que se detectan los daños, unas moléculas específicas
reparadoras del ADN se adhieren al punto dañado o cerca de él, induciendo a otras moléculas a
adherirse y formar un complejo que permite que tenga lugar la reparación. Los tipos de moléculas
implicados y el mecanismo de reparación que se utiliza depende del tipo de daños que haya
sufrido el ADN y de la fase del ciclo celular en que se encuentre la célula.
Cuando sólo una de las dos cadenas de la doble hélice tiene un defecto, la otra puede ser utilizada
como plantilla para dirigir la corrección de la cadena dañada. Para reparar daños a una de las
moléculas pareadas de ADN, existen varios mecanismos de reparación de escisiones, que eliminan
el nucleótido dañado y lo sustituyen con un nucleótido intacto complementario al que se
encuentra en la cadena de ADN no dañada.
Reparación por escisión de base (BER), que repara daños a un único nucleótido causados
por oxidación, alquilación, hidrólisis o desaminación. Una glicosidasa escinde la base
nitrogenada del nucleótido dañado, generando un sitio apurínico o apirimidínico. El
esqueleto pentosa-fosfato residual es eliminado por una AP endonucleasa y finalmente es
sustituido por el nucleótido adecuado por la actividad secuencial de ADN
polimerasa y ADN ligasa.
Reparación por escisión de nucleótido (NER), que repara daños que afecten cadenas más
largas, de entre dos y treinta bases. Este proceso reconoce cambios grandes que
distorsionan la hélice, como dímeros de timina, así como roturas de cadena única
(reparados con enzimas como la UvrABC endonucleasa. Una forma especializada de NER,
conocida como reparación acoplada a transcripción (TCR) desarrolla enzimas de alta
prioridad en genes que se están transcribiendo activamente.
Estos métodos mencionados hasta ahora reparar el ADN de forma fidedigna, recuperando el
genotipo original. Pero cuando los daños son excesivos, se producen los siguientes tipos de
reparación, que ya son propensos a errores: no recuperan el genotipo original, se trata de
soluciones de emergencia cuando está en juego la supervivencia celular.
Proteína p53, que más que un sistema de reparación, induce la apoptosis celular cuando
los daños no pueden ser reparados ni siquiera por la respuesta SOS, para impedir que se
desarrollen tumores.
Las roturas de cadena doble, en el que ambas cadenas de la doble hélice quedan rotas, son
especialmente peligrosos para la célula, ya que pueden provocar problemas en el genoma. Existen
dos mecanismos que reparan estas roturas: la unión de extremos no homólogos (NHEJ del
inglés Non-homologous DNA End Joining) y la reparación recombinativa (también conocida como
reparación asistida por plantilla o reparación de recombinación homóloga).
En el NHEJ el ADN ligasa IV, un ADN ligasa especializada que forma un complejo con el
cofactor XRCC4, une directamente los dos extremos.24 Para asegurarse de una reparación precisa,
el NHEJ se basa en cortas secuencias homólogas llamadas microhomologías, presentes en las colas
monocatenarias de los extremos de ADN que deben ser unidos. Si estas secuencias son
compatibles, la reparación suele ser correcta.25262728 El NHEJ también puede causar mutaciones
durante la reparación. La pérdida de bases nitrogenadas en el lugar de rotura puede provocar
deleciones y la unión de translocaciones de forma terminal no correspondientes. El NHEJ es
especialmente importante antes de que la célula haya replicado su ADN, pues no hay ninguna
plantilla que permita la reparación por recombinación homóloga. Hay rutas de NHEJ «de
seguridad» en las eucariotas superiores.29 Además de su papel como «cuidador» del genoma, el
NHEJ es necesario para unir roturas de la cadena doble con extremos de horquilla, causados
durante la recombinación V (D) J, el proceso que genera la diversidad de los receptores de
los linfocitos B y los linfocitos T en el sistema inmunitario de los vertebrados.30
La reparación recombinante requiere la presencia de una secuencia idéntica o casi idéntica que
sea utilizada como plantilla para reparar la rotura. La maquinaria enzimática responsable de este
proceso es casi idéntica a la maquinaria responsable del cruce cromosómico durante la meiosis.
Esta ruta permite que un cromosoma dañado sea reparado utilizando una cromátida hermana
(disponible en G2 después de la replicación del ADN) o un cromosoma homólogo como plantilla.
Las roturas de cadena doble causados por los intentos de la maquinaria replicante de sintetizar a
través de una rotura de cadena única o una lesión no reparada provocan un colapso de la horquilla
de replicación y son generalmente reparados por recombinación.
Las topoisomerasas provocan roturas tanto de una única cadena como de la cadena doble cuando
cambian el estado de superenrollamiento del ADN, lo que es especialmente habitual en regiones
situadas cerca de una horquilla de replicación abierta. Estos roturas no son consideradas como
daños en el ADN, ya que son un intermedio natural del mecanismo bioquímico de las
topoisomerasas y son inmediatamente reparados por las enzimas que los han creado.
1) Errores en la replicación: la seguridad con que una secuencia de DNA se copia durante la
replicación depende de la fidelidad de la polimerasa en la selección correcta del dNTP para
insertarlo en la cadena complementaria que se sintetiza a partir del DNA parental. Los errores en
la replicación se incrementan si el balance de los 4 dNTP en la célula del DNA precursor se
desordena, si un dNTP se encuentra en exceso se puede alterar la normalidad de la polimerasa
e incorporará este nucleótido en lugar del correcto.
3) Daños endógenos: la mayor parte de estos cambios se producen por la generación de radicales
librescomo subproductos de la respiración aerobia normal. Estos radicales que son moléculas o
fragmentos moleculares con electrones sin aparear son capaces de acelerar la ruptura de las
cadenas del DNA.
4) Daños exógenos:
a) Radiaciones ionizantes: los rayos X y γ, provocan ruptura de simple cadena, ruptura de doble
cadena, bases dañadas por ionización directa y generan radicales libres.
b) Radiaciones ultravioleta (UV): es el agente que daña el DNA más estudiado, causa la formación
de enlaces intracadenas (dimerización de pirimidinas), en orden de abundancia T·T, C·T y C·C. La
figura siguiente muestra dos tipos de dímero de timina:
c) Agentes alguilantes: Etil Metano Sulfonato (EMS), N-metil-N’-nitro-N-nitrosoguanidina (MNNG):
d) Acido nitroso: provoca desaminación de bases.
Daños en el DNA
Cambios de 1 base: afectan la secuencia, pero no la estructura total del DNA. Ellos no afectan la
transcripción o replicación, cuando las cadenas del DNA dúplex se separan. Así estos cambios
ejercen su daño sobre futuras generaciones a través de las consecuencias del cambio en la
secuencia del DNA.
Mecanismos de reparación
En líneas generales los mecanismos de reparación eucarióticos son similares a los mecanismos de
reparación de E. coli(que es donde mejor se han estudiado), aunque en eucarioticos hay muchas
más proteínas implicadas.
Los mecanismos de reparación pueden clasificarse como (ver Tabla 25-5 Lehninger):
Reparación por escisión de bases BER (Base Excision Repair) ó reparación de parches muy cortos
(VSP)
Reparación por escisión de nucleótidos NER (Nucleotide Excision Repair) ó reparación de parches
cortos (SP)
4) Reparación inducida:
Respuesta SOS.
Reparación directa
Son aquellos mecanismos de reparación en los que se elimina la zona en la que se encuentra la
lesión. Hay dos tipos de mecanismos de reparación por escisión:
1) BER: Reparación por escisión de bases: la base que se encuentra modificada se escinde.
Ejemplo: oxidación de citosinas que se convierten en deoxiuracilos. La N-uracil glicosidasa rompe
el enlace glicosídico que une la base con el azúcar, originádose así un hueco en el DNA: sitio
apirimidínico si le falta una pirimidina o apurínico si la base que faltara fuera una purina. Existen
AP endonucleasas que reconocen el DNA al que le falta una base y producen un corte; una
exonucleasa degrada el DNA a partir de este corte y deja una zona que es reparada por la DNA
polimerasa y sellada por la ligasa. A veces, la AP endonucleasa corta la cadena con la base
modificada. En cada célula humana se generan diariamente unos 10000 sitios AP que son
reparados por una máquina proteica, el reparosoma, formado por cuatro proteínas que actúan
concertadamente: la UDG (Uracil-DNA glicosilasa, que elimina el uracilo), HAP1 (AP endonucleasa
humana, que corta la cadena azúcar-fosfato), la polimerasa β (que introduce el nucletido que
faltaba) y la ligasa (que sella el corte).
2) NER: Reparacin por escisión de nucleótidos, se corta la cadena de azúcar - fosfato. Los genes
implicados, en el caso de E. coli, son Uvr (A, B, C, D). Los mutantes en genes Uvr son muy sensibles
a la luz ultravioleta, por tanto, los genes Uvr confieren resistencia a UV. Las figuras siguientes
muestran el mecanismo:
2 UvrA rastrean el DNA hasta encontrar una distorsión estructural (por ejemplo un dímero de
timina). UvrB queda unido en la zona lesionada, UvrA es eliminado y se recluta UvrC, que produce
dos cortes endonucleotídicos a ambos lados de la lesión, unos 5 nts en dirección 3' y unos 8 nt 5'.
UvrD que es una helicasa (también llamada helicasa II) desplaza el oligo que incluye la distorsión
(aproximadamente 14 nucletidos). La DNA polimerasa I rellena el hueco a partir del extremo 3' OH
libre y la ligasa lo sella. (Ver también la figura 14.28 Genes VII y otra representación alternativa del
mecanismo).
Los errores que comete la DNA polimerasa dan lugar a desapareamientos de bases, así si a una G
por error se le enfrenta una A, aunque son bases normales, no lo es su apareamiento, (mismatch:
bases desapareadas). En condiciones normales la actividad exonucleasa asociada a la polimerasa
evita los desapareamientos, pero si no lo hace hay que eliminarlo antes de que la banda se
replique, ya que si no, la mutación quedaría fijada. En E. coli existe un grupo de genes
llamados Mut, implicados en la eliminacin de estos desapareamientos (si hay mutantes en estos
genes Mut se produce una tasa de mutación más elevada de lo normal). El sistema de E. coli usa
un reparisoma formado por las siguientes proteínas:
Pasos en el mecanismo de reparación del sistema de Mut:
1. Unión de Mut S al error: Mut S recluta al menos otros 2 polipéptidos Mut H y Mut L.El
ensamblaje del complejo activa la endonucleasa latente de Mut H, la cual entonces inicia el
proceso de escisión introduciendo una mella en la cadena nuevamente sintetizada, del lado 5' del
todavía no metilado GATC. El reconocimiento se lleva a cabo por las secuencias GATC que no están
metiladas en la banda de nueva síntesis, ya que la metilasa Dam aún no ha actuado sobre ellas,
recordemos que la actuación de la metilasa Dam tarda unos minutos, este es el tiempo que
permite reconocer la base errónea (ver Fig. 14.29Genes VII).
2. La degradación de la cadena conteniendo el nucleótido mal incorporado comienza en esta
mella y continúa hacia y después de las bases mal apareadas.Este proceso es mediado por Exo VII,
si la mella se encuentra del lado 5' del error o Exo I, si la mella se encuentra del lado 3' del error.
En ocasiones el sistema reparador no tiene una forma intríseca de distinguir la base salvaje de la
mutada y es esta una forma en que se fijan las mutaciones. Existen sin embargo otras formas de
dirigir la restauración de la secuencia salvaje. Por ejemplo para casos tales como la desaminación
de 5-metil citosina a timina, hay un sistema especial para restablecer la propia secuencia. La
desaminación genera un par G-T, y el sistema que actúa sobre tal par tiene un sesgo para
corregilos a G-C (más que a A-T). Se ha observado que el sistema Mut L, S traslada siempre T de los
dos apareamientos incorrectos G-T y C-T.
Otra actividad reparadora identificada por mut Y, reemplaza la A en los errores C-A y G-A. Este
sistema funciona por el traslado directo de la base del DNA (reparación por escisión de bases).
Reparación inducida
Ante una cantidad masiva de daños en el DNA, se disparan, como respuesta, mecanismos de
emergencia que se caracterizan por tener niveles superiores de proteínas implicadas en
reparación y recombinación. El ejemplo típico es larespuesta SOS, si la cantidad de lesiones que
hay en E. coli es muy superior a lo normal, se induce la respuesta SOS.
En los casos de reparación vistos hasta ahora, los daños estaban en una sola de las dos bandas,
con lo que bastaba replicar la complementaria, pero si tenemos mutaciones masivas, se puede
replicar la zona antes de que dé tiempo a reparar la lesión. Por ejemplo cómo se reparan los
dímeros de timina una vez que la horquilla ha pasado? Ahora la zona dañada está en la banda
molde. Hay dos maneras de hacerlo:
A nivel molecular la respuesta SOS consiste en la inducción de la expresión de una serie de genes.
Todos estos genes (la mayor parte de ellos implicados en reparación), se encuentran reprimidos
por la proteína lex A, forman lo que se llama un operón. Lex A se autorregula, es decir, reprime su
propia expresión, (cuando decimos que la expresión está reprimida, no es que no haya nada, hay
un estado basal, al dispararse la expresión no es de nada a todo sino de "poco" a todo). El
represor lex A se proteoliza debido a la presencia de Rec A activado (se activa uniéndose a banda
simple), por lo tanto con muchos daños en el DNA tenemos varias zonas de banda simple a las que
se une Rec A. El represor lex A se proteoliza por lo que se induce la expresión de todos esos genes
incluido el propio lex A. Una vez reparados los daños, Rec A se inactiva y lex A reprime los genes
del operón. Es un sistema reversible, que puede representarse por el siguiente esquema:
En la respuesta SOS se induce la expresión de una serie de genes (ver Tabla 25.6 Lehninger):
Uvr (reparación por escisión de nucleótidos).
UmuD/C, que hace que la DNA polimerasa replique moldes dañados a costa de introducir
mutaciones. Rec A activa, rompe proteolíticamente, además de lex A, a Umu D generando
la forma activa de la proteína. El conjunto de Umu C y Umu D hace perder fidelidad a la
DNA polimerasa III (que estaba parada como consecuencia de la existencia de daños en el
DNA) y que copie la cadena molde aunque está dañada, dándose una replicación errónea y
en definitiva, generando mutaciones.
El gen sfi A está implicado en división celular, hace que se pare la división celular y se
producen filamentos de células.
En células eucariotas, cuando hay un gran número de lesiones en el DNA, aumentan los niveles y
se activa la proteínap53, factor de transcripción que activa la expresión de p21. p21 bloquea la
ciclina G1 / cdk y por lo tanto se para el ciclo celular en G1, de esta manera se impide la replicación
del DNA, dando tiempo para que se reparen los errores (p21 además interacciona con PCNA y
frena la replicación en fase S). p53 activa mecanismos de reparación y también induce apoptosis.
La apoptosis, muerte celular programada o suicidio celular, es un proceso controlado
genéticamente y es fisiológicamente distinto al proceso necrótico. En la apoptosis la célula se
deshidrata, se redondea, el núcleo se condensa, se parten los cromosomas, y se degrada en
vesículas que son engullidas por los macrófagos (ocurre sin inflamación, no como en necrosis).
» Células con gran cantidad de lesiones en el DNA; antes de seguir dividiéndose y acumulando
mutaciones que podrían llevar a procesos tumorales, la célula se suicida.
» El desarrollo (por ejemplo: las células que forman la cola de los renacuajos, células nerviosas
sobrantes, etc.)
p53, por tanto, actúa por diversos mecanismos protegiendo el DNA de daños e impidiendo la
proliferación de células defectuosas, se le ha llamado por eso "el ángel guardián del genoma". Es
un gen supresor de tumores (el 50% de los tumores tienen p53 mutado). Ratones knock-out en
p53 nacen normales pero desarrollan tumores a las pocas semanas, a los 6 meses la mayoría han
muerto. En ratones knock-out en p53 no se induce apoptosis.