Sunteți pe pagina 1din 595

DEL MISMO AUTOR

Medicina ‫ ﺀ‬Historia (Madrid. .541).


Estudios d« historia de ١٥ medicina ‫ ﻻ‬antropologia midica ‫؟‬n ، , M ١.
Sobre ia cultura española (Madrid. .543).
Menéndez Pelayo (Madrid, 1544).
‫ﻵا اﺳﺔﻋﻪﺀ‬4‫ة‬١•
١‫ ﻟﻢ‬generaciones en ١٥ historia ٠
La ‫ سﺀﺀ‬٠‫ »ضﺀ‬٥٠. 5‫( ﺀ‬Madrid, 1545).
‫ﺀأﺀئﺀ‬٠‫ إ‬٥٠ la Medicina: Bichat (Madrid, 1546), Claudio Bernard (Madrid, 1547),
Harvey (Madrid, 1548), ‫ „ س ﺀ‬٠‫( ﺀ‬Madrid, 1555).
La antropologia en ia obra ٥٠ fray Luis ٥٠ G r a n à (Madrid. 1546).
Vestigios. Ensayos ٥٠ critica y amistad (Madrid, 1548).
La historia clinica (Madrid, 1550).
7 „ ،o ٥«c«'dn historica al ‫ﺀﺀ‬،«‫أه‬٠ ٥٠ la patologia páosom dtica (Madrid, 15»).
Palabras menores (Barcelona, 1552).
Historia ٥٠ la M e d i ä . Medicina moderna y contemporánea (Barcelona, 15»).
Mysterium doloris. Hacia una teologa cristiana de ١٥ enfermedad ‫؛‬J Aaàúà, \ ‫ةةو‬١.
España como problema (Madrid, 1556).
La aventura ٥٠ ! . . . (Madrid, 1556).
PEDRO LAIN ENTRALGO

LA ESPERA
Y LA ESPERANZA
HISTORIA Y TEORIA DEL ESPERAR HUMANO

cR evista j de; Occidente;


Bilbar.٥٠B ra i...., ،٠
M . ٥r l d
c ٠ f , ( l ، k ، by
R e is t، d t, O c c id ta tti ‫ق‬. ٤‫ ع‬٠
M .d y ïd ٠ 1 . 17

H 8 O h Xf ICAS O A V IIiR O . ٥. A. - MiBBtD


INDICE DE MATERIAS

Pág 8.

PR O LO G O ...................................................................................................................... 9

IN T R .D U C C I.N .......................................................................................................... J3

P rimera parte

CONSTITUCION DE LA TEORIA CRISTIANA DE LA ESPERANZA ... ... 17


Cap. I.^A N P ablo y la esperanza cristiana ......................................................... 21

I.—La esperanza de los gentiles ........................................................................ 22


II.—La esperanza de los israelitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 2٥
111.-1 ‫ م‬es۴ anza de San Pablo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 29
§1. El tiempo en San Pablo (30).—§2. Objeto, sujeto, moti-
vo, ascética y esencia de la esperanza cristiana (34).

Cap. II.—E speranza y tiempo humano : San AcusTfN ........................................... 46

I.—Memoria y esperanza .................................................................................... 48


§1. Estrtictura de las Confesiones (49). — §2. Aparición del
tema de la memoria (50).—§3. Teoria de la memoria (52).—
§4. frlemoria y esperanza: conexiones primera y segunda (55).—
§5. Memoria y esperanza: tercera conexión (60).

II.-E spcranza e h isto ria ....................................................................................... 62


§1. Génesis de La Ciudad 2§—.(62) ‫ ﻻ ﺀى‬٠'٠‫ﺀ‬. Visión cristia-
na de la liistoria' (64).—§3. Teologia de la historia (66).—§4. His-
toriologla de la esperanza cristiana (73).
Cap. I I I . - E speranza natural y esperanza cristiana: Santo T omAs de
A quino ....................................................................................................................... 77

I._ L a esj^ranza como p a sió n ............................................................................ 79


§1. Esperanza y posibilidad (82). — §2. Esperanza y tiem-
po (84)._§3. Esperanza y confianza (86) ._ §4. Esperanza y an.
gustia (86).—5‫؛‬. Esperanza y amor (88) ._ §6. Esperanza y ex-
perlencla (88).—87. Esperanza y desesperación (89).
582 U ESPERA Y LA ESPERANZA

Pige.

n .-E speran za y fortaleza ............................................................. ... ... ... ... 8‫و‬


§،. La magnanimidad adquirida (94).—§2. Magnanimidad y
fortaleza (94).—§3. Objeto de la magnanimidad (95).—84. Mag-
nanimidad y esperanza (95).—§5. Humanización de la esperan-
za-pasidn (96). — §٥. Vicios contra la magnanimidad (96). —
§7. La magnanimidad infusa (96).

III.—La virtud de la esperanza ......................................................................... 97


§1. Esencia de à esperanza (98).—§2. Objeto y sujeto de la
esperanza (98).-83. Modos viciosos de esperar ( 9 9 ) . . . La es-
peranza y las restantes virtudes teologales (100).—§5. Esperanza
natural y esperanza sobrenatural (101).

Cap. w.—Memoria y ESPERANZA: San Juan de la Cruz ................................. 105

L—La unión por la esperanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 107


. . —Doctrina de la memoria .................................... - ..................................... 108
IIL-M em oria y esjjeranza .................................................................................... 116
Conclusión.—La elpidolocIa cristiana .................................................................... 122

Secunda parto

LA ESPERANZA EN EL MUNDO ،MODERNO ................................................. 125

Cap. I . - L a esperanza de los toadicionales ........................................................ 13.

I.—La esperanza escatològica ........................................................................... 131


§1. Fray Luis de Granada (132).—82. Fray Luis de León (134).
83. Quevedo (135).—§4. El Greco (137).—§5. Bossuet y New-
mann (138).

. . —La esperanza terrenal ....................................................... ......................... 14.


81. Afontaigne (141).—§2. Bossuet (143).—§3. Quevedo (145).
84. Otras actitudes (149).

in .—'Teoria de la esperanza ................................................................................ 150


§1. Alotivo de -la esperanza teologal (150)._§2. Esperanza y
amor de Dios (151)._83. Providencia histórica y esperanza: Mo-
lina (152).

Cap. I I .- L a esperanza de los reformados ............................................................ 154

!.—‫ ﻣ ﺎ‬esperanza en los orígenes de la Reforma . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 154


§1. ‫ ﻣﻞ‬situación histérica de Lutero (155). — §2. Psicologia
de Lutero (157).—83. ‫ ﻣ ﺎ‬esperanza de Lutero (159).—84. ‫ ﻣ ﻞ‬es-
peranza terrena: Lutero y Calvino (162).

n . - L a esperanza en el protestantismo actual ................................................ 165


§1. ‫ ﻣﻞ‬esperanza en la “teologia dialéctica” (166).—§2. ‫ﻣ ﺎ‬
“desmitologización” de Bultmann y la esperanza (169).
INDICE DE MATERIAS 583

Págs.
Cap. I ! I .- L a ESPERANZA DE IOS SECULARIZADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 176

I.^«c،ilarízación y esperanza: el progresismo ............................................ 177


§1. Contenido y estructura de la secularización (178).—
§2. El progresismo y su estructura (183).—§3. Limite de' la es-
peranza progresista (190).

II.—Etapas de la esperanza secularizada ........................................................ 192


§1. Descartes (193).—§2. Condorcet .(198).—83. Kant (201).—
§4. De Hegel y Comte a Marx: la esperanza marxista (21٩.
Cap. IV.—L a ESPERANZA DE ‫ ﺳﻞ‬desencaSatos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 220
I .- L a esperanza de leopardi ......................................................................... 223
§1. La esperanza en la-vida humana (223)._§2. Teoria de
la desesperación (229)._83. De la desesperación a la desesperan-
za (233).—84. Conclusión : “Esperemos” (237).

IL—La es۴ranza de Baudelaire... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 239


§1. Desesperación multiforme (240). — §2. La interpretación
de Sartre (245).—83. La vocación de Baudelaire: DÍ08-Satán (248).
84. ^ l o r , culpabilidad, hastio (254).—§5. Conclusión : “un' de-
seo henchido de esperanza” (257).

T ercera parte

LA ESPERANZA. EN LA CRISIS DE NUESTRO TIEMPO .......................... 259


Cap. I . - L a crisis t la esptoanza .......................................................................... 268

I.—Angustia y esperanza: Martin H eidegger................................................ 269


§1. El punto de partida (269).— 82. Posibilidad, existencia
autóntica y .angustia (272)._§3. La temporeidad de la existen-
cia (276). — 84. Miedo, angustia, esperanza y espera (278). —
85. ¿Finitud o infinitud de la existencia? (281).

II.-E speranza y trascendencia: Gabriel Marcel ............................................ 282


§1. El pensamiento de Gabriel Marcel (283)._§2. Fenomeno-
logia, objeto y sujeto" de la esperanza (285).—83. Situación his-
tórica de la esperanza (290). — 54. Metafísica de la es۴ran-
za (291).—§5. Dinámica de la esperanza (294).—§6. Interroga-
ciones criticas (295).

HI.—
‫ ﻣﻞ‬deses^ranza como forma de vida: Jean-Paul Sartre ... ... ... ... 2^
8 ‫ا‬. ‫ ﻣﻞ‬esperanza y la desesperanza en el pensamiento de Sar-
tre (300).—82. ‫ ﻣﻞ‬esperanza y la desesperanza en el teatro de
Sartre (308)3§—‫ا‬. Notas criticas (311).
Cap. II.—^ORfA DE LA ESPERANZA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 313
I .- L e Senne ............................................................ .......................................... 313
n .—Bollnow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 318
III.—Brednow y Piagge ......................................................................................... 321
584 LA ESPERA y LA ESPERANZA

Pigs.

Cap. III.—L a REACJÓN CRISTIANA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 328

I. - L a reacción católica ................................................................................. 331


§1. Novedades en la teoria de la esperanza (331).—§2. La
estimación del mundo visible (337).—§3. La comprensión católi-
ca de la angustia (340).

II. - L a reacción protestante ........................................................................... 34٥


§1. Actitud frente a la angustia (346).—§2. Esperanza e his.
toria (348).

Cuarta PARTE

LA ESPERANZA EN LA ESPASA CONTEMPORANEA ............................... 351


Cap. I.—Miguel de U namuno o la desesperación esperanzada......................... 356

I. - L a experiencia decisiva ........................................................................... 357


n .—Vida en esperanza ......................................................................................... 362
III. —Tiempo, memoria y esperanza .............................................................. 370
IV. - L a congoja inexorable .............................................................................. 381
Nota adicional sobre la esperattza en el Cancionero de Unamuno ... ... ... 390

Cap. I I .- T ie.١
ipo٠recuerdo y ESPERANZA EN LA POESÍA DE A ntonio Machado ... 399

I.—Palabra en el tiempo ................................................. ............................... 400


II. -T iem p o , recuerdo y espem nza.................................................................. 402
III.—El objeto de la esperanza ............................................................................ 409

Cap. I I I . O rtega y EL EUTURO.............................‫؛‬....................................................416

I. —Vida humana y felicitlad ......................................................................... 417


u .—El futurismo y su fundamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 419
III. —La previsión del fu tu ro .............................................................................. 425
IV. - E 1 futuro y la esperanza ........................................................................ 428
Cap. IV.—L a ESPERANZA EN LA POESÍA ESPAÑOLA ACTUAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 434

I.—Firme o incietta esperanza ........................................................................ 437


II. —El viento de la angustia ........................... .......................................... 442

Quinta parte

ANTROTOLOGIA DE LA ESPERANZA ............................................................. 446


Cap. I . C uerpo y ESPÍRrru EN EL ACTO DE ESPEaAR .......................................... 451

I.—Introducción cosmológica al estudio de la esperanza ... ... ... ... ... 452
§1. El futuro del cosmos (452).—§2. El. futuro de la realidad
inanimatla (455).—§3. El futuro del vegetal y el del animal (457).
INDICE DE MA IERI AS S8S

Págs.
II. —Biologia de la espera humana .............................................................. .67
§1. El proyecto como forma primarla de la espera huma,
na (467),—§2. Anatomia y fisiologia de la espera hu.nana (472).—
§3. Patologia de la espera liuraana (475).

III. —Introducción neuntatoldgica al estudio de la esperanza . . . . . . . . . . . . ... 476


§1. La esperanza del espíritu puro (477).—§2. ‫ ﻣﻞ‬espei-anza
del espíritu encarnado (478).

Cap. II.—E l proyecto, la pregunta y la ESPERA ................................................ 481

I. —Proyecto y pregunta ................................................................................ 481


§1. La experiencia de la realidad (481).—§2. Proyectar y pre-
guntar (484).—§3. Pregunta y posibilidad (4861.

II. —Pregurrta y creerrcia................................................................................... 490


§1. La creencia eir ١ ١'. James y en Ortega (491).—52. ¿Qu،
es una creencia? (493).—§3. Clasificación de las creencias (495).—
§4. Firrrreza de las creencias (496).—§5. Pregunta y creencia (497).

III. —Pregunta y creación ................................................................................. 499


§1. Vida personal y creación (499).—§2. La obra creada (500).
§3. La actividad creadora : sus trotas descriptivas (5.1).—§4. Pre-
gurrta y creación (507).

IV. —Pregunta y comunidad .............................................................................. 507


§!. ‫ ﻣﻞ‬pregunta a otro (507).—§2. l a pregrrrrta err sole-
dad (508).—§3. El “Tú” absoltrto (510).

V.—Estructura de la espera humaua ................................................................. 511

Cap. 111.-1.‫ا‬ espera y la esperanza ....................................................................... 514

I.—La espera en la vitla del honrbre ............................................................ 514


§1. La espera como hábito entifativo (514).—§2. La espera
como actividad (517).

IL—Modos ،le la esjrcra : espera y fortaleza ................................................ 518


§1. l a esjrcra como expectaciótr y como creación (518).—
§2. Espera y entrega : esjrera i tratte, esjrcra circuits jrectit'a. espera
radical (520).

m .—^Iodos de la espera: espera, angustia y csper'anza ............................... 528


§1. Espera confiante y esjrera difiante: sus formas (521).—
§2. La angustia (530).—§3. Gónesis de la angustia (537).

IV. La esjreranza natural ................................................................................... 543


§1. Descrijrcidn de la esperanza (545).—§2. Olrjeto de la es-
peratrza (553).—§3. Sujeto de la esperanza (557).—§4, Ascética de
la esjreranza (563).—§5. Deformaciones de la esperanza (569).

V.—“Beata spes” ....................................................... y


.. ... .
..
.... ... ... ... ... 570
“ ...parati semper ad satisfactionem om-
ni poscenti vos rationem de ea, quae in
▼obis est, spe.”
(I Petri, III, ،5.)
PROLOGO

A falta de titulos mefores, nadie negaTd a este libro el que pue-


٥٥ otorgarle la lentitud ‫ ﺀى‬su ٠٤٥٥or٥ci'dw. Un mejo ‫ ﻻ‬wo caduco
precepto —nonum prematur in annum— ha 5t'٥o cow él holgada-
mente cumplido. No menos de quince aftos lian jasado, en efecto,
desde que apareció ante mi, sutil e incitante, el tema antropológico
de la esperanza. La confección del escrito que los aspirantes a la do-
cencia universitaria suelen llamar, con cierto error semántico, “Me-
morid», me llevó a revisar el pensamiento Historiológico de Martin
Heidegger, y casi al término de mis ٠wt'rwos٥5 consideraciones me
atrevl a escriPir el párrafo que sigue: “¿Es que la analitica de la exis.
f٠wci٥ wo puede adoptar COWIO punto de partida «w rwodo ٥٠ ser dis-
،t'wío ٥٠ aquel que el preguntar expresa? Esto wo ‫ ﻫﻪﺀ«و‬oculto al pro-
pio Heidegger, c«٥w٥o ٥t'c٠ que ‫ ﺀﺀﺀ‬modo ٥٠ ¿wi'ct'٥r el ٠s٤M٥i'o WI٠-
tafisico de la existencia Humana nunca podrd arrogarse la pretensión
٥٠ ser dwico. ¿Qué sucedería si, ٠w lugar ٥٠ partir ‫ ﺀهﺀﺀه‬el Wi0٥0 ٥٠
ser ٥٠ la pregunta, ‫ ﺀﺀ‬partiese ‫ ﺀهﺀﺀه‬el rwo٥o ٥٠ ser ٥٠ ٤٥ cr٠٠wci٥?
Nadie negará que este Ultimo es un Habitual modo de ser de la exis-
tencia humana... Más ٥tíw. Cw٥w٥o »W. hago «w٥ pregunta, ello wo
suc٠٥٠ sin un determinado temple ٥٠ animo ^«w٥٥rw٠wf٥٤ («w. Be.
findlichkeit). que puede corresponder ow*o٤o'gt'c٥ ‫ ﻻ‬existencialmente,
bien ٥ nuestra ٤٥٠٥ ٥٠ ٤٥ esperanza. ‫ ﻻ‬.wiowces consiste ٠w «w٥ suer-
te de 0‫ﻵه‬0‫ ﻻ‬de la existencia en la seguridad de obtener Tespuesta
esclarecedora‫ ؛‬bien a la desesperanza, esa especie de retracción de
la existencia sobTe si misma ante la vacia niHilidad de lo por ve-,
niT. Acaso podria Hablarse del temple de la espeta, al cual peTtene-
cerian como formas derivadas la esperanza ‫ ﻻ‬la desesperanza. Ten-
go ٤٥ seguridad ٥٠ que un ٥W٥'٤¿J¿S ٥٠ ‫ ﺀﺀﺀﺀ‬fenómeno ٥٠ ٤٥ espera,
íoww٥o COWIO p r á o«'٠wí٥ci'dw (leitende Hinblicknahme) ٠w w«٠s
tTO pregunta por el ser de la existencia Humana, nos mostrarla a ¿sta.
،0 ESPERA Y ‫س‬ ESPERANZA

venciendo de algún modo su recortada finitud aparente, ‫ ﻻ‬nos haria


ver con ello ‫ ﺀ ﻻ و‬la c o à n c i a ‫ هﺀﺀ ﺀ ه‬finitud no ‫ ﺀﺀ‬una con5ít'íw،j'v٥
‫ ﺀ‬inexorable. necesidad de la existencia misma, sino un posible modo
de ser suyo” ì.
Mis cavilaciones en torno ٥ la antropologia médica hicieron pron-
to mas intensa y compleja la atracción que sobre mi habia comeih
zado a e‫ ؛‬e٣ceT ese inagotable tema de la esperanza. En lo mds hondo
‫ ﻻ‬decisivo de su entidad propia, ¿qué eS el médico para el enfermo,
sino un hombre perito en el arte de posibilitar, dilatar y mejorar las
quebrantadas esperanzas teTTenales de éste‫ ؟‬Cualquier reflexión acerca
dei oficio de curar deberá tener en cuenta, si aspira ٥ ser profunda,
esa condición de “ dispensador de esperanza” que distingue ‫و‬ enno.
¿dece al médico: tal era una de ‫ ﻟﻂ‬conclusiones implícitas en mi li-
bro Medicina e Historia (Madrid, 1942).
Valgan esos pensamientos lo que valieren, desde entonces han
sido en m i alma germen y acicate. Lecturas, meditaciones y apuntes
—intercalados, a veces, en el curso de mds urgentes faenas, ‫ﻻ‬ sub.
yacentes siempre a todas ellas— han ¿d. c o n v ir tie á aquel tenue
germen en a r tic u là cuerpo de doctrina; cuerpo modesto, porque mi
natura y mi Salmantica —0 m i Complutum, si se quiere mayor pre•
á ió n geográfica— no permiten otra cosa, pero concerniente a wno
de los temas en que mefor ‫ﻻ‬ mds directamente se expresa la situa»
cidn espiritual de ¿os hombres de este tiempo, . o s series de leccio٠
nes, «na en ¿a Universidad ,,Menéndez Pelayo”, de S a n ta á r {1950),
otra en e¿ Colegio Mayor “Jiménez de cuneros”, de Madrid (¿‫وووو‬, y
mi discurso de ingreso en ¿a Real Academia Española (La memoria
y la esperanza, M d rid , 1954), ¿tan sido e¿ principal testimonio de
esa nunca extinta dedicación mia a la antropologia de la esperanza.
¿Qué ¿ta dado a este tema intelectual su bien probad permanen•
cia en m i espíritu‫¿ ؟‬Su actualidad histórica, incipiente cuando 0‫ ﻻ‬lo
descubrí, ‫ لا‬cada vez mds notoria a lo largo de este quindenio ‫ ؟‬٤M ٠
condición de español c á lo so ? ¿La indole mds personal de mi propia
alma? Tal vez e¿ conjunto de esas tres instancias. Un somero exa-
men de la producción filosófica ‫ لا‬literaria de nuestTO tiempo 0, mds
elementalmente, e¿ tránsito alertado por e¿ vivir cotidiano de¿ m«n.
do actual, enseñan a cualquiera que e¿ corazón de¿ ¿tombre late des-
de ¿tace no pocos d o s en «na azorante situación de ansiedad, a ‫ط‬
cual pertenecen, mds 0 menos solapados enire si, estos ¿res términos
posibles: ¿a esperanza, ¿a desesperación y ¿a evasión. La “inquietud”

1 ‫ ﺀ‬0 ‫ﺀﺀﺀﺀا‬٠, método y fuentes de ¡a Historio de to Medicina. Madrid, 1٥٠1.


PROLOCO li

del corazón humano, inexorable durante su terreml aventura, ha Ile٠


gado a trocaTse en verdadera “ansiedad”. No es, ^neSj extTafto que ‫ﻣﺎ‬
Semana de los Intelectuales Católicos de 1951 hiciese de la esperanza
su tema principal; 0 que un Congreso Internacional por ‫ ط‬Paz y la
Civilización Cristianas, celebrado Hace algunos meses en Florencia,
fuese dedicado ٥ discutir sobre “٤٥ esperanza y las esperanzas hur
manas'); 0 que, como reverso, la palabra “angustia" haga gemir opor-
tuna e ino^oTtunamente, desde Hace varios decenios, las prensas de
todos los Raises cultos.
Mas no ‫ ﺀﺀ‬solo vivamente actual; í٥,n ٥t'e'n parece ser medular-
mente Hispánico el tema de la esperanza. Unamuno ‫ ﻻ‬Américo Cas-
tro, ‫ ﻫﻰهﺀ‬cual por 5« propio camino, han descubierto que ¿٥ vida en
e sp e ra n za -“la visión esperanzosa de otra vida”, segUn la fueTte ex-
presión unamunianor- constituye uno de los nervios à t'n،t',„os y
decisivos de la existencia españolad No debo repetir aqui lo que 0‫ﻻ‬
mismo He apuntado en torno a tan sugestivo tem a‫ ؛‬. Sólo dÍTÓ aHoTa
que esa secreta propensión del español ٥ esperar J ‘Y solo en la ‫ﺀﺀ‬-
peranza me confio”, escribió, ٥ manera de mote colectivo, el espano٠
lisimo don Francisco de Quevedo— no Ha sido enteramente a‫' ؛‬ena ٥
la morosa gestación ‫ ﺀى‬este libro.
Uno y otro motivo, la actualidad y la espanolia, asientan, sin em-
bargo, sobre un empefto fundamental, a medias intelectual ‫ ﻻ‬religio-
so: entender la realidad humana desde el punto de vista de su con٠
dición de “realidad esperante” ‫ ﻻ‬contribuir en alguna medida al
cumplimiento de la apremiante consigna que figura al frente de es.
tas páginas, segUn la cual el cristiano debe Hallarse siempre dispues-
to “٥ dar razón de ¿٥ esperanza que hay ‫'ﻻﺀ «ﺀ‬.. ¿Seria .COJO posible
««٠ cabal teologia de la esperanza, ‫ „ﺀ‬cuanto virtud teologal ‫ ﺀ‬infu ٠
sa, sin un previo estudio antropologo de la necesidad ‫ ﻻ‬del acto de
esperar? Puesto que la gracia ¿٥ perfección ٥ la naturaleza y no ‫ط‬
niega o destruye, la esperanza cristiana tiene que ser un misterioso,
gratuito y sobrenatural a c a b ä e n to de la pasión y del habito ‫ ﺀى‬vi-
vir esperando, tan esencialmente sellados en lo à hondo ‫ ﺀى‬٤٥ na-
turaleza Humana durante su existencia terrenal. De aHi que este li-
¿ o , consagrado sin pretensiones teológicas ٥ ٤٥ antropologia ‫ ﺀى‬٤٥
2 La frase de Unamuno sirve de conclusión al cap. IX de ‫ ﺀﺀ‬sentimiento tra-
gico de ‫ هﺀ‬vida. El pensamiento de Américo Castro ha sido por ،1 expuesto en sus
libros España en su historia (Buenos Aires. 1948) y La realidad histórica ‫ ﺀه‬España
(México. 1954). y en el articulo “El enfoque histórico y la no hispanidad de 1<»
visigodos” (Nueva Revista de Filologia H ispäica, III, .(1948 ‫ت‬٠
‫ ا‬Remito a mis articulos “Sobre el ser de EspaSa" y “La espirittJaUdad del
pueblo español”. recogidos en ml libro Palabras menores (Barcelona, 1952).
,2 ‫ﻣﺎ‬ ESPERA V LA ESPERANZA

esperanza, aspire limpiamente ٥ ser, ٥ ¿٥ vez, un praeambulum theo-


logiae spei.
Para ello he seguido el método ٥ que antaño recurri para la com-
posición de m i libro La hist٠ria clinica, consistente en el e m p le o ‫اﺀ‬-
multdneo y sucesivo de la indagación histórica y la reflexión siste-
á t i c a . Cuatro ‫ﺀ‬٠„ las vias naturales para el humano co«oct'„M '٥„،.
de la realidad: la historia, la especulación, la observación y el expe-
Timento, ‫ ﻻ‬a las cuatro debe TecuTTir el espíritu de quien aspire ٥ sa-
beT algo seTiamente. La historia, en este caso, nos mostTaTd cómo los
hombres han entendido la esperanza humana y su propia esperan-
za; la especulación intelectual nos llevara ٥ conjeturar cómo tiene
que hallarse c o n s titu é la realidad del hombre para ser desde su
raiz misma una “realidad e s p e r a n t e ¿٥ observación y el experimen-
،٥, en ‫„آر‬, nos ensenarán como varia ‫ آﺀ‬modo ‫ ﺀى‬esperar del hombre
cuando cambian natuTal o artificialmente las condiciones de su exis-
tencia. Bafo foTma de reflexión sistemática, ١ en la medida a que m i
información y m i caletre alcancen, procurar¿ que la meditación an-
tropologica subsiguiente ordene ‫ ﺀ‬interprete de manera aceptable
cuanto aceTca de la es^eTanaa nos ha١ an mostTado la historia, la ob.
‫ „ىآﺀه^ﺀﺀ‬y ‫ آﺀ‬experimento.
Puesto que ¿ste es un libTO de patente intención científica, be
creído conveniente declarar ‫ „ﺀ‬su ٠*„'٠ cuales han sido su génesis,
su propósito y su método. M e n e a d o ‫ ﺀﺀ‬siempre, ‫ „آﺀ‬embargo, ‫ آﺀ‬mé-
rito de la ‫„ﺀﺀ„آﺀ‬٠ ‫ آﺀ ﻗﻬﻖ‬co„ él «0 ‫ ﺀﺀ‬asocian ‫ „ﺀ‬discreta proporción ‫آﺀ‬
acieTto ‫ ﻻ‬la eficacia. ٤De què servirla escTÍbiT sobTe la esperanza, si la
lectura de lo ‫ﺀ‬5‫آس‬،0 «0 ‫ ﺀﺀه^ﺀﺀ«ﺀ‬٥ esperar CO« «« poco à ‫ ﺀى‬luci-
dez ‫ ﻻ‬rectitud? Lo que San Pablo decla a los coTintios aceTca de la
caTidad, bien ^uede afiTmaTse también aceTca de la esperanza: si
0‫ ﻻ‬hablase todas las lenguas de los hombTes ‫ ﻻ‬de los dngeles ‫ ﻻ‬no
tuviese esperanza, vendria a seT como un metal que resuena 0 un
címbalo que retine. ، Podrá volverse ese texto contra m i 0 contra al-
guno de mis posibles lectores? Tal es m i mds secreto temor a la hora
de componer definitivamente estas desmanadas prosas en torno a la
espera y la esperanza ‫ آﺀى‬hombre.

PEDRO L A IN ENTRALGO
M d r id , marzo de 1956.
IN T R O D U C C IO N

‫ ﻣ ﺄ‬primero que debe afirmarse acerca de la esperanza - " l a vir-


tud que tiene peor prensa'., según un donoso y certero decir de Eu-
.genio d 'O rs - es la hondura y la universalidad de su implantación
en el corazón del hombre. Cualesquiera que sean la indole de aque-
lio que se espera y la interpretación teorética del hecho de esperar,
nadie podrá negar que la esperanza e n te n d id a , en una primera
aproximación, como la agridulce necesidad de vivir e s p e r a n d . es
uno de los hábitos que más profundamente definen y constituyen la
existencia humana. En la medida en que nuestra existencia es tem-
pórea y es imprevisible nuestro futuro, en esa medida nos vemos
obligados a esperar‫ ؛‬y parece cosa segura, cuando la mente no renie,
ga de la realidad, que en la vida del hombre no hay espera sin es.
peranza. Más de una vez he recordado la aguda reflexión de Andró
Gide ante el rótulo “Sala de espera.' de una modesta estación ferr^
viaria del Marruecos español: Quelle belle langue, que celle qui con-
fond Vattente et l’espoir! El lindo elogio de Gide no es del todo cer-
tero, porque el español suele distinguir muy bien entre “esjjera” y
“esperanza'.‫ ؛‬pero es lo cierto que, poética y realmente, toda “Sala
de espera'.. Salle d’Attente, es siempre de algún modo “Sala de es-
peranza... Salle d’Espoir.i. Si no fuese asi, nadie entraria en ella.
Por el hecho de ser como es, el hombre tiene que esperar, no
puede no esperar. En sus lecciones de logica, tardíamente redactadas
por G. B. Jäsche, expuso Kant lo que la filosofia dete ser para el
hombre en cuanto tal, y no sólo para quienes en las escuelas la cui-
tivan. Entendido según este “concepto mundano", Weltbegriff, el
1 Con ello queda antropológicamente justificado è titulo de un hermoso poe-
ma de Luis Felipe Vivanco : “Sala de Esperanza”. Véase lo que acerca de tal pe-
culiaridad del castellano se dice en la quinta parte de este libro.
14 J A ESPERA Y ESPERANZA

saber filosòfic, podria ser reducido a cuatro disciplinas, correspon-


dientes a cuatro interrogaciones cardinales:
1. ¿Qué puedo yo saber?
2٠ ¿Qué debo yo hacer?
3. ¿Qué me es licito esperar?
4. ¿Qué es el hombre?
Responde a la primera de esas preguntas la Metafisica; a la se-
gunda. la Moral; a la tercera, la Religión; a la cuarta, la Antropo-
logia. Y, puesto que las tres primeras -concluye K a n t - pueden ser
referidas a la cuarta, la Antropología vendria a ser el centro de las
tres restantes disciplinas filosóficas ٥. Anotemos, para comentarla en su
bora, esa idea de la religión como un repertorio de nociones acerca
de lo que nos es licito esperar 5. Limitémonos aqui a consignar el ca-
rácter constitutivo que la esperanza posee en la realidad del hombre,
dentro del pensamiento kantiano. El hombre es un ser que, por im.
perativo de su propia contitucián ontològica, necesita saber, hacer y
esperar, y t.odo ella dentro de ciertos limites y conforme a ciertas nor.
mas. Un hombre sin esperanza seria un absurdo metafisico, como
un hombre sin inteligencia o sin actividad.
Quiere esto decir que, corrigiendo una deficiencia inveterada y tó٠
pica, el tema de la esperanza debe ser resueltamente introducido en
la reflexión antropológica y en la descripción historiogràfica. Una si-
tuación humana, sea individual y biográfica o colectiva e histórica
—Napoleón en Austerlitz o el Renacimiento-, sólo podrá ser cabal,
mente descrita distinguiendo en ella su intimidad y su expresión.'
Aquélla sirve de fundamento a ésta, y se halla constituida por el sis.
tema de creencias, esperanzas y dilecciones del hombre singular ٠
del conjunto de hombres a que nuestra descripción haya de referirse.
¿Qué creyeron, qué esperaron, qué amaron y prefirieron los hombres
del Renacimiento? Sin contestar a esta compleja y previa interroga,
ción, nunca llegaremos a saber con suficiencia lo que el Renacimiento
fuá. Esto es, no conseguiremos entender desde dentro la expresión
» Immanuel Kants Werke, ed. de Cassirer, t v n i, pigs. 343-344. El prólogo de
Gottlob Benjamin Jäsche a la Logik de Kant nos enseSa que el texto de esas lee-
ciones fu، redactado antes de 1765. A esa ،poca bay que referir, por tanto, la Idea
kantiana de una Philosophie nach dem Weltbegriffe. M is tarde, ya en 1781, afirmó
Kant en la Critica de la razón pura (A 805) qUe Cn las tres interrogaciones prime,
ras - “¿Qu، puedo saber? ¿QU، debo hacer? ¿Qu، me es licito esperar’’— se
com ^ndian “todos los intere'ses de mi razdn, tanto es۴ culativa como práctica”.
En Su opúsculo Kant und das Problem der Metaphysik, Heidegger ha «»mentado
penetrantemente este sugestivo pasaje kantiano.
» La fe es, ensefid San PablO a los hebreos, “el supuesto o sustancia de las co.
sas que hemos de esperad’ (Hebr., XI. 1). M is adelante seri estudiada la concep-
ción kantiana de las relaciones entre la fe y la esperanza
INTRODUCCION ‫ا‬5

visible de la situación histórica con esa palabra nombrada: las ideas,


y los propósitos en ella vigentes, sus obras y acciones, las institucio-
nes en' que la vida renacentista se realizó. El penúltimo fondo de la
existencia humana - s u Ultimo fondo es trascendente a e ll a - hállase
integrado por aquello que en el cristiano sirve de supuesto natural a.
cada una de las tres virtudes teologales.
Ciñámonos ahora a la consideración de la esperanza, en cuanto-
ineludible y fundamental actividad de la naturaleza humana. ¿Cómo١
estudiar y conocer adecuadamente lo que la esperanza sea? Una in.
dagación a la vez histórica y sistemática obligaria a tratar sucesiva.,
mente las siguientes cinco cuestiones:
1.. Qué han esperado los hombres a lo largo de su historia. Den.-
tro de cada una de las principales situaciones que constituyen la his-
toria de la Humanidad, ¿cuál ha sido el sistema de las esperanzas
vivas y operantes en el alma de sus protagonistas? ¿Qué esperaron,
para sus propias vidas y para la vida humana en general el israelita
que escuchaba a Isaías, el griego del siglo de Pericles, el romano con-
temporáneo de Cicerón, el súbdito de Carlomagno y el inglés de la
era victoriana? ¿Qué esperan, en el hondón mismo de sus almas, los
hombres de hoy?
2٠. Cómo los hombres han esperado aquello que en verdad espe..
raron. La esperanza del liombre —baste aqui, a titulo de ejemplo,
una distinción escolástica— puede atenerse de preferencia a las ca.
paridades de la humana naturaleza, a la virtus propria de ésta, para
usar el lenguaje de Sto. Tomás, o confiar en la eficacia de una virtus
aliena, esencialmente superior a los recursos naturales de la humani-
dad. La actitud del hombre frente a su futuro seria en el primer caso-
un sperare, y un expectore en el segundo. Hay, pues, “situaciones de
espera'., en las cuales el hombre piensa conseguir el término de su
esperanza mediante sus propios recursos, y “situaciones de experta-
c‫؛‬ón”, aquellas en que el logro de la esperanza pende de una mrtus
ajena a quien se halla en el trance de esperar. Expectore —dice San-
to Tomás, forzando un poco la semántica— vale tanto conto ex alio
spectare (Summa, 1.11, q. 40, a. 2).
3.. Cómo los hombres han entendido su propia esperanza y la
esperanza humana en general. ¿Qué significaron realmente las pala,
bras elpis y spes en la mente de un griego y un romano? ¿Qué fué
la esperanza para el israelita y qué para el cristiano primitivo? ¿Cóma
San Agttstin y Santo Tomás de Aquino, Descartes y Bossuet, Voltai,
re y Condorcet, I^ibniz y Kant concibieron esa fundamental artivi..
‫ل‬6 U ESPERA Y U ESPERANZA

-dad del ser hum an, a que se re fe ra , los términos spes, espérance y
Hoffnung, cuando ellos los usaban?
4.. Cómo la esperanza es entendida por el hombre de hoy. No
F os autores de nuestro tiempo han dicho de modo expreso lo que
para ellos es la esperanza. Otros muchos han manifestado con su
vida y con su obra cuál ha sido su modo de esperar lo que real y
verdaderamente esperaron. ¿Qué nos enseñan todos esos testimonios
-acerca de lo que en nuestra situación histórica es la esperanza del
hombre?
5.. Qué es en si misma la esperanza humana. Ilustrada por su
pesquisa histérica y puesta directamente frente a la realidad del hom.
bre, la mente debe esforzarse por construir una teoria antropológica
de la esperanza lo más completa y satisfactoria que le sea posible.
Este libro - q u e distará mucho, sin duda, de responder a tan exi.
gente c u estio n ario abordará el tema de la esperanza según una se-
rie de cinco epígrafes, correspondientes a otras tantas partes princi.
pales. En la primera será estudiada la paulatina constitución de la
teoria cristiana de la esperanza; en la segunda, los diversos modos
de esperar del hombre moderno; en la tercera, la situación de la es-
peranza en la crisis histórica de nuestto tiempo; en la cuarta, la vi-
8‫؛‬ón y el sentimiento de la esperanza en la España de ayer y de hoy;
en la quinta y Ultima, intentaré edificar, ya con propósito sistemático,
una teoria del esperar humano que exprese mi modo personal de vi.
‫ ؟‬irlo y entenderlo.
P R IM E R A PARTE

CO NSTITUCIO N DE LA TEORIA CRISTIANA


DE LA ESPERA N ZA
Desde la predicación de Jesucrist., la esperanza pertenece a la
esencia misma de la religión cristiana. Tema principal de esa predi-
cación fué la venida del “reino de Dios” 0 “de los cielos’.. Ese reino
comenzó a ser definitiva realidad con el nacimiento y la palabra de
Jesús. A la pregunta de los fariseos: “¿Cuándo vendrá el reino de
Dios?”, responde Jesucristo : “Tened por cierto que el reino de Dios
está ya en medio de vosotros” {Luc., XVII, 21). ‫ ﻣﻞ‬mismo afirma Je-
sús cuando se le acusa de expulsar a los demonios por la virtud de
Beelzebub: “Si yo lanzo los demonios por la virtud de Dios, es evi-
dente que el reino de Dios ha llegado ya a vosotros” (Luc., XI, 20).
No hay duda: ese modo supremo de existir llamado “reino de Dios"
o “rei¿o de los cielos'” ha tenido su comienzo en este mundo, y
asi lo enseñan las parábolas en que figuradamente se le describe
(Mt., XIII).
Pero si el orto del reino de Dios es histórico, su consumación
será escatològica. Sólo al término de los tiempos volverá al mundo
el Hijo del hombre e instalará en la gloria del Padre a los justos de
todas las naciones (Mt., XXV, 31-32; Marc., VIII, 38, XIV, 62;
Luc., XVII, 24). Entre uno y otro término —la existencia terrena de
Jesucristo y la Parusia—, el mundo cristiano se verá obhgado a vivir
en ansia espiritual no satisfecha: “Tiempo vendrá en que desearéis
ver uno de los dias de'1 Hijo del hombre, y no le veréis” (Luc., XVII,
22); ansia sólo consolada por la esperanza de esa gloriosa salvación
allende el tiempo y por la misteriosa y gratuita presencia de Cristo
entre sus fieles : "Estaré con vosotros hasta la consumación de los si-
glos” (M٤٠, XXVIII, 20).
Según esto, la vida del cristiano es y tiene que ser vida en espe
ranza. Esta esperanza adoptará muy diversas figuras : será impacien-
te y conturbada cuando los hombres entiendan demasiado literal,
mente riertas expresiones del Evangelio (por ejemplo, la enunciada
en Marc., VIII, 39) 0 cuando crean próximo el fin de los tiempos;
confortará serena y luminosamente el alma de los santos a lo largo
20 LA ESPERA T LA ESPERANZA

de su existencia terrena; quedarà en ocasiones obnubilada por la es-


pera de tal o cual realidad temporal; cederá el paso, si alguna vez
desfallece, a la congoja de la desesperación; pero nadie podrá lia-
marse cristiano sin sentirla de algún modo en el fondo de su ser.
¿En qué consiste la esperanza predicada en el Evangelio? ¿Cómo
puede conseguirla y cómo debe entenderla y vivirla el seguidor de
Cristo? Por obra de una interna necesidad, la historia de la espiritua-
lidad cristiana - h a y a sido ésta regla práctica (ascética) 0 vida teoré-
tica (teologia)- es, en buena parte, la elaboración sucesiva de una
teoria de la esperanza. Sigamos aquí esa secular empresa a la luz de
cuatro de sus hitos principales: San Pablo, San Agustín, Santo To-
'más de Aquino y San Juan de la Cruz.
C a p it u l o

SAN PABLO Y LA ESPERANZA CRISTIANA

Puesto que los asertos humanos se destacan siempre sobre el fon.


do de las tesis que directa 0 indirectamente se oponen a ellos, elegi.
remos como punto de partida, para bien entender la idea paulina de
la esperanza, el texto de la Epistola a los Efesios en que San Pablo
deslinda la situación de los gentiles, los israelitas y los cristianos en
la economia de la salvación : “Recordad que un tiempo vosotros, los
gentiles según la carne, los llamados incircuncisos por los que se lia.
man circuncisos a causa de la circuncisión hecha en la carne por
mano del hombre, recordad que en aquel tiempo estabais sin Cristo,
excluidos de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas, caren.
tes de la esperanza de la promesa y sin Dios en el mundo." La san.
gre de Cristo, dice el Apóstol, ha roto el muro de enemistad inter-
puesto entre el judio y el gentil y ha hecho a entrambos conciuda-
danos, de los santos y miembros de la familia de Dios (Ef., II, 11-19).
No parece un azar que sea en la carta dirigida a los fieles de Efe.
so - o a los de toda el Asia Menor, como hoy se p ien sa- donde San
Pablo esboce ese rápido contraste espiritual entre el gentil, el israe-
lita y el cristiano. En el corazón mismo de la costa jónica, Efeso, cu-
y as 'calles habían oido enseñar a Heráclito el Oscuro su visión del
eterno retomo y su idea del logos como razón del mundo, era ciudad
todavía capaz de amotinarse en defensa del prestigio religioso de
Artemis, gritando durante horas y horas, contra los judíos cristia-
nizados: “ ¡Grande es la Diana de los'Efesios!'. (Act., XIX, 34);
mas también albergaba a la sazón una floreciente sinagoga, asidua-
mente utilizada por el Apóstol, durante su tercer periplo misional,
para la predicación del misterio de Cristo. Gentiles todavía fieles a
la religión helénica o a la romana, israelitas desconocedores del Nue.
22 LA ESPERA Y LA *SPERANZA

vo Testamento, cristianos nuevos, procedentes de una y otra reli.


gión٠ y. por fin, adeptos a los más diversos sincretismos religiosos,
convivían en la vieja pòlis Jónica y encamaban otros tantos modos
de sentir la esperanza. A todos ellos habla San Pablo : a los gentiles,
para ofrecerles, una esperanza; a los israelitas, para mostrarles cómo
ha empezado a cumplirse, por obra de Cristo, lo mejor de su gran
esperanza antigua; a los cristianos, para afirmarles en las virtudes
del hombre nuevo; a los sincretistas, para oponer a la naciente gnosis
una epignosis o sobreciencia cristiana. Veamos cómo entendió San
Pablo la consoladora esperanza del cristiano, frente a la esperanza
deficiente del gentil y a la esperanza enfebrecida del israelita.

I.—L a esperanza de los gentiles

De los cinco trazos con que San Pablo pinta la situación espiritual
de los gentiles —sin Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, ex-
ttafios a las alianzas, carentes de la esperanza de la promesa, sin
Dios en el m u n d o -, el cuarto atañe directamente a nuestro proble-
ma: promissionis spem non habentes ٤. Todavía es más enérgico un
texto de la primera carta a los Tesalonicenses, relativo a la conside,
ración CTistiana de la muerte: “no os contristéis como aquellos otros
que no tienen esperanza", à u t et ceteri, qui spem non habent (I Tes.,
IV, 13); y con muy análogo sentido es empleado en la Epistola de los
Efesios (TV, 19) el. término apèlgèkóíes (“descuidados"), que la Vul.
gata traduce por desperantes. Los gentiles, según todo esto, carece-
rían de esperanza.
Es obvio que san Pablo se está refiriendo a la inmensa y miste-
riosa novedad de la esperanza cristiana, a la esperanza de los hom.
bres en la consumación gloriosa del reino de Dios. El sabia muy bien
que los griegos usaban en su habla ordinaria la palabra elpis, y los
romanos la palabra spes, vocablos ambos que nuestros diccionarios
traducen recta e invariablemente por “esperanza” ; tanto lo sabia, que
1 Sigo la lección de Torres Amat y Bover: ,,hospites testamentorum, promissio٠
ttis spem non habentes”. En ella, la coma precede a la palabra promissionis. Cram-
pon, que sitfla la coma después de esa palabra, vierte el texto as‫ ؛‬: “étrangers aux
٠lli ٥n¿، s de la promesse, sans espirane et sans Dien dans le monde?.. U É Ï Ï W É V
de San Pablo 8¿r،a asi más absOluta y drástica, y se corre‫ ؟‬fxjnderfa más llttralmen-
te con las contenidas en Ef., IV, 15, y I Tes., IV, 13. Concordante con la de Cram-
pon es, en lo que a este pUnto a tafle, la traducción de J. M. Gonzalez R i z , en 8“
ieclente libro San Pablo. Cartas de la cautividad (Roma-Madrid, 1556): ..Sin Cristo,
privados de la ciudadanía de Israel y extraños 'a las alianzas de la Promera, sin
tener esperanza y sin Dios en el mundo.”
SAN F A S I . ٢ LA ESPERANZA CRISTIANA 23

para nombrar la novísima esperanza de los cristianos usó de manera


-Constante el término griego elpis. A la originaria significación de
-éste habremos de atenernos, por tanto, si queremos entender con 8U٠
ficiencia el pensamiento de San Pablo.
En la mente de un griego clásico, elpis si^ificaba a la vez espe.
ranza, espera, previsión, conjetura, preocupación y temor. Era, en
suma, la artitud 0 el sentimiento del alma humana frente a un even,
-to futuro y probable, fuese éste feliz 0 desdichado. Más que a nues-
tra “esperanza”, la elpis griega equivaldría a nuestra “espera”, espera
-complacida y confiada unas veces, temerosa y preocupada otras. Uli.
-ses, por ejemplo, comunica a Telémaco, antes de que éste le reconoz-
ca, la esperanza de que retorne el padre peregrino: éti gar kai elpi-
dos aisa (Od., XVI, 101). Platón, en cambio, enseña que el hombre
empecatado suele vivir “en desgraciada espera”, metà kakes elpidos
(Rep., I, 330 e).
Este significado a la vez terrenal y ambivalente de la elpis helé,
'nica aparece con fuerza y elocuencia en el bien conocido mito de
Pandora. Cuando la curiosa y fascinante esjwsa de Epimeteo abre la
caja enviada a éste por Zeus, salen volando del interior y se diftm-
‘den por el mundo todos los males que afligen al hombre: la -enfer,
medad, el dolor, la muerte ‫ أ‬y CTiando, consciente ya'de su error, cie.
Tra Pandora de nuevo la nefasta caja, tan sólo queda dentro de ella
Elpis, la esperanza falaz. Es la vana y ciega esperanza que en la tra.
:gedia de Esquilo entrega Prometeo a los hombres, como triaca contra
'-las necesidades de la vida (Prom., 250), o la que Teognis tiene por
daimon maligno y hace compañera del peligro (V. 637 ss.)‫ ا‬. Desde
‫؛‬sus mismos orígenes fué animoso y abierto a la aventtira el pueblo
griego. No supo ser, sin embargo, ni siquiera en sus momen'tos de
mayor brio histórico, un pueblo esperanzado; no conoció por 8Í mis.
mo la Intima certidumbre de un futuro entera y definitivamente glo-
rioso y feliz. Nietzsche, temprano descubridor del pesimismo griego,
acertó a poner el dedo en la más secreta llaga de los viejos helenos.
Puesto que la esperanza expresa una actitud espiritual del hombre
ante el futtiro, ese tan radical talante del alma griega hubo de tener

‫ ا‬Véase el articulo de Waser fEXn‫) ؛‬, en la Realencyclopädie, de Pauly-W‫»؛‬-


*owa. as، como ‫ ﺀآ ه‬Mythologie der Griechen, de K. Kerdnyl (Zürich, 1951). Elpis
y T ykh i, la Esperanza y la Fortuna, fueron en la época helenística las divinidades
que Impulsan la vida de los hombres. Un texto de Polibio muestra muy claramente
esa conexión polar entre la “esperanza” y la “fortuna”. Comentando el rápido e
imprevisible auge de los raacedonios. escrito: “Esta fortuna, que nunca pacta con
la vida, que siempre destroza nuestros cálculos con nuevOT golpes, esta fortuna,
que suele demostrar su poder aniquilando nuestras esperanzas..... (Hist., XXIX, 21).
24 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

SU primer fundament, en la visión helénica del tiempo. Mirado en


su conjunto, ¿qué fué el tiempo para los griegos? La célebre defini-
ción de Aristóteles —“el número del movimiento según lo anterior
y lo posterior.. (Phys., 219 ‫ ر ﻷ‬sólo puede ayudamos después de ha-
ber leído otro, texto aristotélico, aquel de los Problemata en que el
filósofo explica que las cosas humanas recorren un ciclo, y que, poj
tanto, el momento en que él escribe es a la vez posterior y anterior
a la guerra de Troya : posterior a la guerra de Troya de que habla
Homero, anterior a la que volverá a acaecer, cuando un nuevo ciclo
del mundo comience (Problem., XVII, 3). Las opiniones de los hom-
bres, dice Aristóteles en otro escrito, se han de repetir, idénticas a
si mismas, un número ilimitado de veces (Meteor., I, 3). Y Platón,
por su parte, había enseñado en el Timeo que el tiempo imita en sus.
mudanzas al aion inmóvil e intemporal “transcurriendo en circulo,
según el número’. (!Tim., 38 a).
Estos textos —y tantos otros semejantes a e l l o ^ muestran cla-
ramente que el pensamiento griego, naturalista y cosmológico desde
sus orígenes hasta su extinción, entendió el tiempo cósmico y el tiem-
po humano, el movimiento del universo y el curso de la historia, con
arreglo a la idea astronómica del “ciclo" ٥. La duración de las cosas
seria, a la larga, anakyklosis, circulación, eterno retomo: ya que el
mundo no puede ser inmóvil y perfecto, como en su perfección in
superable es inmóvil la Divinidad, es al menos ritmico y recurrente,
y tal es la razón por la cual, según Aristóteles, el movimiento circu
lar goza de primacia sobre el movimiento rectilíneo “según la natu-
raleza, según la razón y según el tiempo.. (Phys., 265 a).
La concepción ciclica del tiempo tuvo para la mente griega muy
graves consecuencias. Impidió, por lo pronto, su acceso a una noción
suficientemente profunda de “lo nuevo". Si todo se repite indefinida-
mente, la noveda.d de lo que ante nuestros ojos surja —una realidad
natural 0 un evento histórico- no puede ser más que aparente: el
hombre griego concibió el origen y no la originalidad, la génesis y
no la novedad, el término y no la postrimería ٠. Sólo en el Cristia-
nismo pudo adquirir un sentido absoluta y verdaderamente “escato.
lógico’, la expresión griega ‫ هﺀ‬éskhata, “las terminaciones” o “postri-
merias”. La idea de la anakyklosis impuso, además, una visión pe.
» Las fuentes principales para el estudi. de la doctrina clásica del eterno re-
torno son: HerácliO (Fragm., 30, 31, 51, 63, 88 7‫ ة‬٠), Empedocles (Fragtn., 15), Pla-
tdn, Aristóteles (Met., XII, 8; ‫ ﺀ ه‬caelo, I, 3, 14‫ ؛‬Problem., XVII, 3 ‫ ؛‬Meteor., I. 3),
Eudemo (Fragm., 51), Nemesio (٥٠ „ ٠،. horn., 38, 147), Marco Aurelio (lib. XI) y
Seneca (Ep. ٠٥ Lucilium, 24).
٠ Por lo menos, entendidas esas palabras en su acepción más radical.
SAN PABLO Y LA ESPERANZA CRISTIANA 25

simista y peyorativa del curso temporal. Puesto que la mudanza del


mundo no es otra cosa que retorno al origen, destrucción y recons-
trucción sucesivas, el tiempo viene a ser, a la postre, degradación, de,
generación. Sólo en apariencia, y por accidente, es el tiempo causa
de generación y de existencia‫ ؛‬sus acciones más propias so¿ el olvi-
do y la destrucción, afirma Aristóteles (Phys., 222 b). Sólo lo origi.
nario, lo recién construido es sano y fuerte, ensefia Platón; la ley qUe
preside el curso de las instituciones politicas no es y no puede Ser
otra que la decadencia (Rep; 546 a -547 a). Desde el viejo Herá-
clito, la imagen helénica del devenir es el flujo constante y declinan-
te del rio. La concepción ciclica del tiempo, en fin, hace al hombre
ciego para la adecuada intelección de la historia y para el recto sen.
timiento de la esperanza, entendida ésta a la mahera cristiana. El
griego pensó, con Aristóteles, que la fisica, ciencia general de lo
que ante nosotros “está siendo'., es superior a la poesia o conoci-
miento de lo que “podría ser'., y que ésta, a su vCz, tiene ventaja
sobre la historia, limitada a describir de un modo particular lo que
“ha sido'.; y, frente al espectáculo de la realidad, gozó o sufrió en
su alma un sentimiento en el que se mezclaron —en proporción di-
versa, según las épocas— la admiración y la melancolía. Predominó
la admiración cuando, en los primeros siglos de su historia, descu,
brid el orden maravilloso del universo, su esencial condición de kos-
m os5; prevaleció la melancolía, en cambio, cuando, ya en la época-
helenística, se le hicieron cada vez más patentes y opresoras la mo-
notonia y la fatalidad de un destino que forzosamente exigía la de-
cadencia de todas las cosas. Admiración y melancolía, no esperanza..
En la declinación de su historia, el hombre helénico c in ic o , epi-
cúreo o estoico— sólo pudo aspirar a una vida nec spe nec ntetu,
sin esperanza y sin miedo. Su esperanza fué, a lo sumo, la módica
y cotidiana que Horacio recomendará a Sestio, después de haberle-
recordado la acción inexorable e igualadora de la muerte:
vitae summa brevis spem n ٠8 vetat inchoare longam «.

‫ ا‬No hay que olvidar qtie de esa palabra provienen "cosmologia” -y "cos-
m itica”.
» Oda IV. Para lo que atafie a la concepción ciclica del tiempo, vianse -a p a rte
las fuentes ya c ita d a s - Le Mythe de l’Éternel Retour, de Mircea Eliadc (Paris,.
1949), y el Eranos Jahrbuch 1951, “Mensch und Zeit” (Zilrlch, 1952). La melancolía
del griego frente a la realidad del universo ha sido muy bien subrayada Jjor
H. Ch. Puech en su trabajo “t a Gnose et le Temps”, contenido en el Eranos
Jahrbuch antes mencionado, y por j. Daniilou, en Essai sur le mystère de Vhistoi-
re (Paris, 1953). Según t é lo dicho, el griego no tuvo una noción clara de la es-
g ra n za. Acercáronse a ella, sin embargo, Heráclito, los adeptos al orfismo y a los.
26 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

Había escrit. Horacio este verso tres cuartos de siglo antes que
.San Pablo sus cartas a los cristianos de Salónica y de Efeso. No era,
pues, una hipérbole del apóstol el afirmar tan resuelta y escueta-
mente que los gentiles “carecen de esperanza”.

I I . - L a esperanza de los israelitas

Frente a la esperanza deficiente del gentil, griego o romano ',


alzábase en tiempos de San Pablo la esperanza febril del israelita.
No era ésta un hecho nuevo. Desde sus orígenes, la existencia reli-
giosa e histórica del pueblo de Israel tuvo en la esperanza uno de
:sus nervios más intimos y eficaces. Constituyóse Israel, en efecto,
por la virtud de una “alianza” (berit) entre Dios y Abraham, cabe-
za de la estirpe iraelita. A cambio de su fidelidad religiosa, el Dios
Unico y verdadero prometió a los hombres de aquella tribu ndma-
'da y a sus descendientes un destino de gloria y bendición (Gen.,
XII, 1-3): la palabra -divina (davar) se revelaba asi como promesa,
como garantia de una bienaventuranza futura. ¿Cuál había de ser
la realidad de ese premio: la posesión de tierras feraces, la victoria
sobre los otros pueblos o algo trascendente y superior a la riqueza
y al poder politico? Rebasa mi actual propósito la mención de las
diversas actitudes de Israel ante esa interrogación. Me basta ahora
con señalar que, desde su vocación a la vida histórica, ese pueblo
sintió su existir como una CTeyente y esperanzada tensión hacia la
meta siempre futura de la promesa divina. Para el hebreo, vivir
humanamente fué, ante todo, creer y esperar, fidelidad y esperan-
za. Pocos espectáculos ofrece la historia tan sobrecogedores como el
accidentado curso de esa alianza entre un pueblo y su Dios.
El griego concibió el tiempo como un eterno retomo. El israeli-

misterio, y, a travis de istos, Platdn. D ice, dos fragmentos de Heráclito: “Si no


se espera, no se dará con lo inesperado, que es lo inencontrable e inaccesible”
(Fragm., ‫ ا‬8) ‫“ ل‬A los hombres, despuis de la muerte, les aguarda lo que no esperan
ni suponen” (Fragm., 27). Heráclito SUJW barruntar que allende el engañoso hor‫؛‬-
zonte humano de la Elpis hay siempre un paisaje desconvido y sobrehumano, l a
esjKranza de una vida bienaventurada más allá de la muerte es, como se sabe, ،:!
tema principal del Fedón. “‫ ا‬Qui grande y hermosa esperanza)”, dice de ella Ce-
bes, despuis, de h ater ofdo los argumentos de Sócrates (Fed., 70 a b). Pero lo cierto
es que, pese al prestigio de Platón, esa poll¿ kai kale elpis no llegó a infonnar la
vida helénica.
7 ‫ ﻣ ﺎ‬que se ha dicho de la elpis griega podria decirse mutatis m u t a i de
la spes romana. Asi y todo, conviene no olvidar que la diosa Spes alcanzó en Roma
-una veneración cultual que nunca habla tenido en Grecia la diosa Elpis (víase el
Articulo “Spes”, en la Realencyclopädie, de Pauly-Wissowa).
SAN W M A T LA ESPERANZA CRISTIANA 27

ta, en cambio, lo entendió como a hazañosa continuación de un


proceso rectilíneo, iniciado de modo absoluto por la palabra creado-
ra y promovedora de Dios c o n su “palabra creó Dios el cielo y
la tierra, según el Génesis— y Jalonado por las distintas renovacio
nes de la alianza, desde Abraham hasta los profetas posteriores al
-cautiverio del pueblo hebreo en Babilonia. De ahf que el legado his-
tórico de Israel difiera muy esencialmente del legado histórico de
Drecia 8. No será ocioso mencionar alguno de los principales puntos
de esta fecunda divergencia.
La actitud intelectual de los. griegos ante la realidad del universo
hizo posibles la ciencia natural y la filosofia‫ ؛‬la de los israelitas ante
su propio destino dió nacimiento a la historia y a la espiritualidad
religiosa. La idea de una “creación” del mundo, la fidelidad a la
alianza y la esperanza en un futuro real y verdaderamente “definiri-
vo” otorgan a cada una de las vicisitudes del pueblo de Israel valor
singular y significación propia. Su conjunto, por tanto, no es ya,
como para Heródoto y Tucidides hubiera sido, un espectáculo 8U3-
citador de curiosidad y digno de relato, sino la ttama que envuelve
y determina lo que más importa al hombre: la perfección de su
ser, su felicidad, su salvación. Para Israel, “la verdad - h a escrito
.Zubiri— no está oculta tras el movimiento, como en Grecia, sino tras
la historia. El tiempo de la historia no es el tiempo del movimiento,
sino el tiemjxj del destino. Este tiempo oculta el secreto que promete
cuanto hay. ‫ ﻣﻞ‬que las cosas son, su destino, será transparente, por
esto, cuando llegue la consumación de los siglos”. “Los griegos -d ic e ,
por su parte, A. Neher— han hecho morir al tiempo en ciclos infi-
nitos. Los hebreos han hecho vivir al tiempo, convirtiéndole en la

« Que yo sepa, el primero en Indicar ese contraste tu ، el filósofo Hermann


Cohen, en su libro ‫ ﺀا ه‬Religion der Vernunft aus den Quellen des Judentums (Lelp-
zig, ‫ ل)واوا‬luego vienen el trabajo de E. von Dobschütz. “Zeit und Raum im Den.
ken des Urchristentums”, en Journal of Biblical Literature, XU, 1922, y el diseur-
.80 de von Soden, Was ‫ ئ‬، W ahrheitf (Leipzig, 1927). Especialmente precisas e ilu-
minadoras son las páginas que X. Zubiri consagra al tema en su estudio “Sobre el
problema de la filosofia”. Revista de Occidente, XXXIX y XL, 1933. En estos diti-
mos años han estudiado la peculiaridad del jrcnsamiento hebreo, respeto del hel،-
nico, Th. Boman, en Das hebräische Denken im Vergleich mit dem G à h is c h e n
(2.» ed., Göttingen, 1954)‫ ؛‬Cl. Tresmontant, en Essai sur la pensée hébraïque (Pa-
T ،8, 1953), y. A. Neher, en L ’essence ‫ ﻻى‬prophétisme (Paris, 1955).
No deja de ser curiosa la Jttnetración de estas consideraciones en el pensamien.
to espaftol contemjwráneo. ^ 8 p u ،8 de la publicación del ensayo _de Zubiri, han
atraído la atención de j. Ortega y Gasset (Esquema ‫ ﺀه‬las crisis), j. Marlas (Intro•
ducciòn ٠ 1. filosofia), A t t i : ‫ »؟‬C as«. (España en su historia, ‫ ﻣ ﺎ‬Tealidad histórica
d e España) y j. Ferrater Mora (El hombre en ‫ ' « ﻻ د ط‬, ' ٠‫)ﻫﻰ‬. La oposición entre
Job y Prometeo ha sido muy bien estudiada por A. Alvarez de Miranda en “Job
y Prometeo, o religión e Irreligión” (Anthologien Annua, nUm. 2, Roma, 1954).
28 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

imprevisible y perpetuamente fecunda histeria de su alianza con-


yugal con Dios”. Por eso es el rio el simbolo griego del devenir, y
el árbol creciente y floreciente, su simbolo hebreo ^resmontant).
Para el hombre de Grecia el cosmos es un bello organismo que se
deshace en su ritmico caminar hacia el término del Gran Año; para
el hombre de Israel, en cambio, es una voz que canta con la cria-
tura humana la gloria de Dios y la esperanza de una gozosa pieni-
tud. Asi lo proclama el salmista : “ ¡Alégrense los cielos y salte do
gozo la tierral ¡Conmuévase el mar con todo cuanto en si contienei
¡Muestren su júbilo los campos y todo lo que hay en ellos, lancen-
gritos de alegria todos los árboles de los bosques delante de Yahvé,
porque El vienel'. (Salmo XCVI, 11-12).
A esa oposición entre la “historia natural” de los griegos' y la
"historia personal” de los israelitas corresponde otra, no menos pro-
funda, entre la concepción helénica y la concepción hebrea de la
verdad y la palabra. La verdad fué para el griego aUtheia, descubri-
miento, patencia de lo que es; en suma, un acto de visión, de evi-
dencia intelectual. El logos, la palabra, es asi la expresión o declara-
ción de la verdad patente a la inteligencia. Para el hebreo, en cam-
bio, la verdad fué emunah, algo en que se puede confiar; no, por tan-
to, la visión intelectual de lo presente y patente, sino la confianza de-
todo el ser en el cumplimiento de lo futuro y prometido. La palabra,
davar, es entonces espíritu creador y promesa de lo que será: por
eso' la “palabra de Dios", creadora del mundo y fundadora de la-
alianza, pudo hacer histórico el universo. Asi, mientras el pueblo grie-
go creó el tipo humano del sophos, el sabio que declara “lo que es”,,
y pensó que lo opuesto a la verdad es la “falsificación”, la falsa apa-
riencia, el pueblo hebreo dió a luz el tipo humano del nabi, el p ro
feta que anuncia “lo que será", y consideró que a lo verdadero se
opone lo que nos produce “desilusión”, esto es, aquello que no cum-
pie lo que de su realidad esperábamos (Zubiri).
En los decenios que precedieron a la predicación de Jesucristo, la-
esperanza de Israel, viva y operante desde los primeros patriarcas,
hizose especialmente compleja y tensa. Esperaban los israelitas la re-
surrección de los muertos y el .juicio final, sobre todo si pertenecían
al grupo de los fariseos : recuérdese la declaración de San Pablo ante
el sanedrín (Act., XXIII, 6). Esperaban, además, el cumplimiento de
las promesas hechas por Dios a su pueblo; promesas muy quebran-
tadas en apariencia por dos tremendos hechos históricos: la cauti-
vidad en Babilonia y la dominación helenística y romana. En el sen.
de la esperanza surgen ahora vetas de desesperación, y de ahí el ca-
SAN PABLO T ESPERANZA CRISTIANA 29

riz irritable y crispad, que el esperar hebreo adquiere desde la per-


secucidn helenística de Antioco IV Epifanes (168 a. j. c.). El me-
sianismo, la intima necesidad de un Salvador que realice de modo
visible la antigua Promesa, cobra cada vez mayor vehemencia; fa-
riseos y zelotes llenan el aire de Israel con su grito menesteroso, casi
desesperado : Maratia tha! (“ ¡Señor, veni”) .. La literatura apoca-
liptica, no más que incipiente en el periodo áureo del profetismo (Li-
bro de Daniel, textos ocasionales de Isaías y Ezequiel), alcanza un
nervioso florecimiento : “Se quiere conocer al Mesías -escribe Ne-
her— para, entrando en su tiempo, salir de todos los tiempos. Se
quiere penetrar el misterio del Mesías por cualquier camino con tal
de que éste sea el último. Hasta entonces se reconocía la vía de la
alianza en cuanto ella era la única; ahora se sigue la. que conduce
al fin, la última. Si el camino es largo se recurre a trucos para des
cifrar el misterio. La esperanza mesiánica se convierte en ciencia, y
no se vive más que en la. espera de una confirmación de esa ciencia.
Tal es el tema de la literatura apocalíptica” !.. La división de los he-
breos en grupos hostiles entre si -saduceos, fariseos, zelotes y esenios.
según la tópica enumeración de Flavio Josefo— hacia aún más con.
fusa la anhelante situación espiritual de los hijos de Abraham Con
su rabiosa, desesperada esperanza, el alma del pueblo de Israel mos.
traba la necesidad y la inminencia de una alianza nueva.

H I .- L a e sp e r a n z a d e S an P ablo

Repetiré lo que ya dije‫ ؛‬San Pablo proclama su esperanza - l a


«speranza cristiana— frente a dos contrapuestos modos de esperar,
«1 deficiente de los gentiles y el enfebrecido de los hebreos. Pablo es
judio, fariseo, y ha heredado la esperanza de sus mayores: “Soy
٠ Esta es. recuerda .rte g a (ob. cit., t. V, pág. 101), la razón por à u a l los
españoles vinieron a llamar “marranos” a los judlos conversos. “Marrano” : hombre
estremecido por la esperanza de la venida del Mesías. Pero ¿es òste el Unico sen-
tido etimolUgico de la palabra “marrano” ? ¿No habrá que tener en cuerna el ca-
rácter de anatema que la expresión marana tha tuvo? “El que no ama a Nuestro
Seftor Jesucristo, sea anatema. Marana ،A٥”. dice S n Pablo (1 Cor., XVI, 22). Fa-
rinelli estudió hace años o n mucha erudición la historia de este curioso dicterio.
1. L ’essence du prophétisme, pág. 246. Lóese también una excelente caracteri-
zacidn de la literattira apocalíptica en “La religión de Israel”, de G. Ricciottl (His-
t é ‫ ﺀه‬las religiones, de Tacchi-Venturi, L II de la trad, esp., Barcelona, 1947).
t i El libro de Ferrater Mora antes mencionado deserite muy lelizmente el ta-
lante religioso e histórico de los diversos grupos de israelitas en los decenios que
precedieron al nacimiento de Jesucristo (El hombre en la eticrucijada, Buenos
Aires, 1952, cap. . l o s futuristas”).
30 LA E S P ra A LA ESPERANZA

acusado en juicio - d ic e ante A g rip a - por la esperanza que tengo


de la promesa .hecha por Dios a nuesttos padres; promesa en la cuai
esperan nuestras doce tribus, sirviendo a Dios noche y dia'. (Act.y
XXVI, 7‫) ﺀ‬. Pero su condición de israelita no le impide conocer el
derecho histórico y el derecho natural de la gentilidad: cuando es
necesario, se declara ciudadano romano (Act., XXII, 27), y en su,
capta a los cristianos de Roma afirma la divina validez de ia ley es-
٥٠٤ta por la naturaleza en el corazón de los gentiles (Rom., II, 1،15)►
‫ي‬Cuál será la esperanza de este cristiano ejemplar, que tan honda-
piente comprende la razón del hebreo y la del gentil? ‫و‬Qué idea del
tiempo y del mundo sirve de supuesto" a esa nUeva esperanza?
§1. No poco de lo que el cristiano San Pablo piensa acerca dei
tiempo procede de la sahidurla religiosa de Israel. “El Nuevo Tes-
tamento está latente en el A n tic o , el Antiguo está patente en el
Nuevo", dirá más tarde San Agustín. La finitud del tiempo de este-
mundo, limitado en su comienzo por un acto de divina Creación, y
a su fin por un término escatològico - l a “consumación de los si-
glos”- , allende el cual transparecerá la verdad de todo y la Jeru.
salén celestial durará indefinidamente (holam, eis atona); la rectih-
nea y sucesiva “maduración espiritual’, de los tiempos, a través de
las diversas manifestaciones de Dios, en su alianza con el pueblo-
elegido; la radical oposición, en suma, a la concepción ciclica del
tiempo y a la consiguiente idea de una decadencia del mundo, todo
ello pertenecía a la más pura tradición israelita.
Pero sobre la tradición del Antiguo Testamento se inserta ahora,
salvadoramente, la inmensa novedad de una Nueva Alianza. Desde
el fugaz respiro de la rebelión macatea, el judio ortodoxo vivió con-
esperanza casi desesperada en la expectación del Mesías. Con ello-
aniquilaba el valor de su propio presente, constantemente deshecho
por la proyección del alma hacia el bien absoluto que nunca llega,
ba. San Pablo, en cambio, sabe dertamente que el Salvador ha lie-
gado y que. en consecuencia, toda la extensión del tiempo, desde la
Creación del mundo hasta la Partisia, debe ser ordenada con rela.
ción a un centro absoluto de referencia, justamente aquel en que
Dios ha querido hacerse hombre. Un suceso histórico muy preciso,
el nacimiento de Cristo, parte la sucesión del mundo en dos fraccio-
nes cualitativamente distintas entre sf. ¿Cómo, entonces, habrá de
ser concebida esa sucesión? En cinco conceptos principales se ex-
presa, a mi juicio, la visión paulina del tiempo: el concepto de “pie-
nitud’. (pleroma), el de “oportunidad’, (kairos), el de “unicidad” (hd-
SAM PABLO Y LA ESPERANZA CRISTCANA 3‫ء‬

pax, ephdpax), el de “novedad” (kainotes) y el de “siglo” (aion, ‫ﺀهﺀ‬٠


culum). Examinémoslos sumariamente.
Acaeció el nacimiento de Cristo, nos dice el apóstol, cuando el
tiempo histórico adquirió “plenitud” (Gal, VI, 4); esto es, cuando el
espíritu de los hombres se “llenó” de un modo suficiente en el orden
religioso y en el intelectual ٤٥. El hecho de que San Pablo llame tam-
bien “plenitud”, pleroma, a la conversión religiosa - l a posible y es-
perada conversan de l‫ ؟‬s judíos (Rom., XI, 12)— indica muy bien
io que esa palabra significó en su mente: la “plenitud” es en ella un
cierto grado de madurez espiritual, una determinada sazón religiosa
del espíritu. Más aún, un cierto nivel de perfección metafísica: Dios,
dice San Pablo, quiso que en Cristo habitase “toda plenitud” (Col.,
I, 19).
El transcurso del tiempo es, por lo pronto, un progreso, un ere-,
cimiento del espíritu humano hacia su perfección. Ahora bien: ese
proceso maturativo 0 perfectivo del tiempo se halla jalonado por una
serie de “oportunidades” u “ocasiones', bien fijas (kairol), correspon-
dientes a las manifestaciones históricas de Dios y coronadas por el
sumo kairos de la encarnación del Verbo: “El tiempo —la oportuni-
dad, el kairós— ha llegado a su plenitud, y el reino de Dios se acer-
ca”, dice el Evangelio de San Marcos (I, 15): y San Pablo, poniendo
en perspectiva histórica el nacimiento de Jesús, añadirá que Dios dis.
puso la recapitulación de todas las cosas en Cristo cuand.o “la pieni-
tud de los tiempos', e s t o es, de todas las ocasiones histórico-religio-
sas anteriores a esa recapitulación: pleroma ton kairon— fué defini-
tivamente alcanzada (Ef., I, 10). El uso que San Pablo hace otras ve.
ces de la palabra kairos (II Cor., VI, 2; Rom., XIII, 11) confirma ese
significado de señal en el transcurso del tiempo, impresa en éste por
una súbita y bien determinada emergencia de la Divinidad. La re-
Íación metafísica y religiosa entre el tiempo y la eternidad se harfa
visible y plástica en los diversos kairol de la historia.
Cada uno de esos kairol posee plena singularidad histórica: aun-
que unos anuncien a otros, todos adoptan la forma y el contenido que
convienen al momento de su producción. Son, por tanto. Unicos y
singulares en el curso de los siglos. Por eso San PCdro (I Petri, III, iS)
y San Pablo (Hebr., IX, 12) dirán a una que el kairós supremo, la
1» La «presión es clásica (Platón, Leg., IX, 866 A) y procede, como observa
el p. Prat (La teologia ٥، San Pablo, trad, esp., México, 1947, L I, pág. 128), de la
costumbre de medir el tiempo por la calda de agua en un recipiente que se iba He-
nando. Sobre las distintas acepciones de la palabra pleroma Cn las Cartas de San
Pablo C r i s t o , ,,pleroma la Iglesia, “pleroma de Dios” ;de Cristo”- , véase el libro
de González Rulz antes mencionado.
32 LA ESPERA Y ESPERANZA

encarnación y la muerte del Hijo de Dios, se produjo “de una vez


para siempre., (hapax, ephdpax). De ahí el carácter irrevocable y de.
finitivo de la “novedad.., a la vez cronológica y esencial (kainótes),
que el hecho de la Redención ha traído al tiempo comprendido en-
tre ‫ اخ‬y la.segunda venida de Cristo. Los tiempos ulteriores a la As-
censión de Cristo a los cielos no son sólo cronológicamente posterio-
res a los tiempos que precedieron a la Encarnación‫ ؛‬son también
cualitativamente distintos de ellos, y esa diferencia merece, ante todo,
el nombre de “novedad”.
Todo es 0 puede ser nuevo después de la Encamación, afirma
reiteradamente San Pablo : el hombre que cree en la palabra de Cris-
to (Col., III, 10: Ef., IV, 24), la creación entera (II Cor., V, 17), la
vida a través de la cual caminamos (Rom., VI, 4): ‫ أﺀ‬qua ergo iw
Christo, wot>٥ creatura; vetera transierunt: ‫ ﺀﺀﺀﺀ‬facta sunt omnia
W0V٥, dice el tajante texto de la segunda carta a los corintios. Pero
esa “novedad” no niega la realidad antigua, sino que la continúa
y corona‫ ؛‬y, por otra parte, no llega a ser definitiva, porque sólo con
la Pamsia alcanzará la innovación su total acabamiento. Con especial
dramatismo afirma San Pablo la continuidad orgánica entre el tiem-
po anterior y el tiempo posterior a la Redención.. Después de pro-
clamar ante el tribunal de Agripa su fidelidad de judio a la espe-
ranza de sus mayores, afirma: “Por esa esperanza, oh rey, soy acu-
sado de los judíos" (Act., XXVI, 7)‫ ؛‬es decir, por creer y predicar
que con el nacimiento de Cristo ha empezado a cumplirse la anti-
gua esperanza. La fe del cristiano no destmye la ley mosaica, sino
que la confirma (Rom., III, 31)‫ ؛‬la ley ha sido el pedagogo, el ayo
que nos ha conducido a Cristo, para que en ¿1 nos justifiquemos (Gal.,
III, 24). Por eso la esperanza nueva, que nos acerca ciertamente a
Dios, debe ocupar el lugar de la Ley y es superior a ella, melior ‫ﺀﺀﺀﺀ‬
(Hehr., VII, 19). En la oikonomia espiritual y soteriológica de la his-
toria (Ef., I, 1٠), el tiempo anterior a Cristo, tiempo de minoridad, ha
sido para el hombre una sucesiva paidagogia hacia su redención
(Gal., IV, 1-3).
¿En qué consiste la “novedad.’ que Cristo ha traído al tiempo del
hombre? Desde un punto de vista meramente histórico, por obra de
esa novedad han sido equiparados judíos y gentiles, aun cuando
aquéllos hayan sido los primeros en esperar (Ef., I, 12): no hay dis-
tinción entre los que creen en Jesucristo (Rom., III, 22)‫ ؛‬no hay ju.
dio, ni griego, ni siervo, ni libre, entre quienes han sido bautizados
(Gal., III, 27-28). Desde un punto de vista esencial, soteriológico, la
novedad de la vida nueva (kainótes zoes) consiste ante todo en la
SAN PABLO T LA ESPERANZA CRISTCANA 33

r u p tu r a de Ja s e rv id u m b re a l p ecad o y a Ja m u e rte (Hehr., n , 14) ‫ذ‬


Ja s e rv id u m b re al pecado, m u e rte del alm a, q u e d a a b o lid a p o r el
b a u tism o ; la v ic to ria sobre la m u e rte del cuerpo, té rm in o d e n u e s,
tr a re su rre cc ió n f u tu r a y o b je to d e n u e stra a c tu a l esp e ra n za , lia sido
g a ra n tiz a d a p o r u n a p re n d a in d u d a b le , la re su rre cc ió n d e l p ro p io
C risto (I Cor., 20-28). P o r eso h e d ic h o q u e la n o v e d ad d e l ¿ e ih p o
p o sterio r a C risto es a la vez c o n tin u a d o ra e in c ip ie n te . C ie rto es
q u e con la re su rre cc ió n d e C risto tp d o e s y a del c ris tia n o : el m u n d o ,
ia v ida, lo p re se n te y lo fu tu ro (I Cor., III, 22); p e ro ta m b ié n es cier.
to que el h e re d e ro n iñ o n o posee d e h e c h o n a d a , a u n sien d o d u e ñ o
d e to d o (Gal., IV , 1). “Som os y a h ijo s d e D ios ^ l i r á S an J u a n - Í
p ero lo q u e u n d ía serem os n o nos h a sido to d a v ía m a n ife s ta d o .
(I Joh., I I I , 2).
J a lo n a d a asi p o r los diversos- kairoi, la sucesión te m p o ra l d e l m u n -
d o q u ed a p recisa y m iste rio sa m e n te o rd e n a d a e n “ siglos” , saecula ٠
aiones. T a l es el sen tid o g en érico de la p a la b ra aion e n los te x to s pail"
linos, seg ú n u n o d e la p rim e ra c a rta a los c o rin tio s : “T o d a s estas
cosas les o c u rría n (a los a n tig u o s Judíos) en figura, y e stá n escritas
p a ra e sc a rm ie n to d e los q u e nos h a lla m o s a l fin d e los siglos, ‫ى‬
télé o « aiônôn ” (I Cor., X , 11). A n te s d e n u e stro “siglo” c ristia n o
h a n tra n s c u rrid o , pues, varios saecula o ‫ ﺀ ﺀ « ة' اه‬.. el d e N o é, el de A b ra -
h a ra , el d e M oisés ٤٥. A h o ra b ien , el kairós v e rd a d e ra m e n te decisivo
p a ra la h is to ria y la. salvación d e l h o m b re , el c o rre sp o n d ie n te a ,a
“p le n itu d ” d e to d o s ellos (Ef., I, 1٠ ), es el n a c im ie n to d e C risto : 'p o r
causa de C risto creó D ios los “siglos.. (Hebr., I, 2); e n C risto estable-
ció la d e m a rc a c ió n d e los “siglos’. (Ef., III, 11). P o r lo ta n to , el tiem -
p o h istó ric o d e l m u n d o —e l “hoy.. (Hebr., II I, 13) o “siglo p re sen te ”
(Gal., I, 4), p o r oposición al “siglo fu tu ro ” q u e seg u irá a la P a r u s f a -
q u e d a d iv id id o e n dos aiones c u a lita tiv a m e n te d is tin to s e n tre ، ٤ : e l
a n te rio r y el p o ste rio r a la E n c a m a c ió n d e l V erbo. E l “siglo presen,
te ”, c o m p u esto p o r el A n tig u o T e s ta m e n to o tie m p o d e la ley, y e l
N u e v o T e s ta m e n to o tie m p o d e la fe, y el “siglo fu tu r o ”, aion in .
te rm in a b le q u e h a d e v e n ir tra s la “ co n su m a c ió n d e los siglos” , c o n s
titu y e n , e n sum a, el esq u e m a p a u lin o de la h isto ria , c o n sid e ra d a com o
proceso d e salvación ٤٠.

‘» Sobre la correspondencia entre los kairoi y los aiones, víase una breve nota
en Prat. op. cii., t II, pág. 128. En otro lugar de su libro (II. 77) es discutida la
correlación entre el ٠‫ » ةآ‬de los Setenta y San Pablo y el holam de los textos be-
bralcos.
14 Acerca de la relación entre los a l e s paullnM y los mencionados en la
literatura judia anterior a San Pablo, víase K, PrUmm, Christentum à Ncuheits-
erlebnis (Freiburg ‫ ا‬Br., 1539), pág ٠. 80-83. ‫ ئ‬concepción cristiana del tiempo
34 LA ESPERA ï LA ESPERANZA

§2. O rie n ta d a p o r esa e sp lé n d id a visión d e l tie m p o y e l d e stin o


d e l h o m b re , crece sin im p a c ien c ia y se define con rig o r la c ristia n a
e sp e ra n z a d e S an P ablo. Si S an P e d ro es e l ap ó sto l d e la esperanza»
S an P a b lo es su teólogo, escribe s. H a r e n t ٤٥. E l c ap itu lo V III d e la
E p isto la a los R o m a n o s y casi to d a la E p isto la a los H e b reo s son dos
m o n u m e n to s a la se g u n d a v irtu d teologal, y e n el resto d e las C artas
es m u y fre c u e n te su m e n ció n expresa. C on p ro p ó sito m u c h o m ás a n .
tro p o lò g ico q u e teológico e x p o n d ré su cesiv am en te el p e n sa m ie n to
p a itlin o acerca d el o b jeto , el su jeto , los m otivos, la ascética y la esen-
c ia de la e sp e ra n z a cristia n a.
‫ و‬Q ué espera, q u é d e b e e sp e ra r el CTistiano? D os órd en es d e re a .
lid a d e s c o n stitu y e n el objeto material d e la e sp e ra n z a d e S an P ablo,
seg ú n e l e sp íritu y la le tra d e sus tex to s. D e m o d o p rim a rio y em i-
n e n te , S an P a b lo esp era e l c u m p lim ie n to escatològico d el U ltim o fin
d e l m u n d o y del h o m b re , ta l y com o C risto h a e n se ñ a d o a verlo.
E sp e ra , en consecuencia, la se g u n d a v e n id a d e Jesu c risto (I Cor., I, 7 ‫ل‬
/ Tesai, IV , 14), la, resu rre cc ió n 0 re d e n ció n del c u erp o (Rom., V III .
11 y 2 3 ; í Cor., X V , 42; I l Cor., V, 2-4), u n a v id a in te rm in a b le (Rom.,
II, 7) y e x e n ta de to d a m o rta lid a d (II Cor., V , 4), el goce d e la com .
p afila d iv in a (I Tesai, IV , 16) y la m a n ife sta c ió n 'de la gloria d e los
h ijo s d e D ios (Rom., V , 2 ; Rom., V III, 19; C o l, I, 27). E n esta cobe-
re n te serie d e b ien es p ro m e tid o s y esperados co nviene a h o ra se ñ a la r
tre s n o ta s p rin c ip a le s : su in v isib ilid a d , su in c ip ie n te p re sen c ia espi,
ritu a l e n este m u n d o y su esencial re fe re n c ia a l cu erp o h u m a n o .
“N o so tro s, q u e poseem os las p rim ic ia s del E s p íritu . d i c e la E p is,
to la a los R o m a n o s - , g em im o s a g u a rd a n d o la ad o p ció n d e los h ijo s
d e D ios, la re d e n c ió n d e n u e stro cuerpo. P u es e n e sp e ra n z a som os
salvos. P o rq u e la e sp e ra n z a d e lo q u e se ve n o es esp eran za. ¿ Q u ién
esp era lo q u e ve? Si, pues, esperam os lo q u e n o vem os, p o r m e d io
d e la p acie n c ia a g u a rd a m o s'. (Rom., V III, 23-25). L a e sp e ra n z a - y
m á s la e sp e ra n z a c ristia n a — se refiere siem p re a lo fu tu r o e in v isi,
b le ; lo p re sen te y visible se g o za 0 se sufre, n o se espera. P ero, sin
m e n g u a d e su in v isib ilid a d , los b ienes q u e c o n stitu y e n el o b je to d e
esa- e sp e ra n z a a ta ñ e n de m a n e ra esencial a l cu erp o y p u e d e n ser
p a rc ia l e in c ip ie n te m e n te poseídos p o r el a lm a d e l ju s to !.. E s te te-
histórico ha sido bien estudiada por ٠ . Cullmann eo Christus und die Zeit (Zol.
I n - Z u r i c h , 1946).
t* Art. .‘Esperance”, en el Dictionnaire ٥٠ Théologie Catholique de Vacant.
Mangenot, t. V. col. 606.
1* Dirá luego San Agustfn: “San Pablo no ha dicho 'seremos salvados', sino
'estamos ya salvados'; pero todavfa no en realidad, sino ‫ﺀ‬en esperanza: dice 'en
la esperanza somos salvOs’. l a esperanza nuestra está en Crispo, porque en ،1 esti
ya cumplido lo que como protnesa esperamos” (Contra Faustum, 11, 7).
SAN F A B I . ٢ LA ESPERANZA CRISTCANA 35

n u isim o c o m ie n zo d e posesión - “estad o d e g ra c ia ", le lla m a rá si-


gJos m ás ta rd e la teologia— es p a rte e n la a le g ria q u e in fu n d e el
D i o s d e la e sp e ra n z a " (Rom., X V , 13); y esa c o n stitu tiv a re fe re n c ia
al c u erp o o to rg a a la e sp e ra n z a c ristia n a su h u m a n a in te g rid a d , su
Jjeso y su d ra m a . Si m i cu erp o n o m e a c o m p a ñ a e n el goce del b ie n
q u e espero, p ie n sa e l cristia n o , ese b ie n n o es el su m o b ien . Si m i
e sp e ra n z a n o m e ofrece u n a v icto ria to ta l so b re la m u e rte , si m i
cu erp o a n im a l y c o rru p tib le n o re su cita co m o “ cu erp o e sp iritu a l', e
in c o rru p tib le (I Cor., X V , 42-44), e n m o d o a lg u n o p u e d e c o n te n ta rm e
lo q u e espero. T e n g a m o s p re se n te desde a h o ra esta esencial cone-
x ió n e n tre la e sp e ra n z a c ristia n a, el cu erp o y la m u e rte . “ ¿ D ó n d e
está, m u e rte , tu v icto ria, d ó n d e tu a g u ijó n ? ” , e x c la m a S an P a b lo
(I Cor., X V , 55), con el p ro fe ta O seas, m ovido p o r su fe y su esperan-
z a d e a p ó sto l cristian o .
N o sólo bienes invisibles y escatológicos espera S an P ab lo . A u n .
q u e d e m o d o sec u n d a rio y su b o rd in a d o , su e sp e ra n z a — n o p o d ía ser
d e o tro m o d . , se refiere ta m b ié n a bienes te rre n a le s. P id e a D ios
y esp era d e E l u n a ocasión fa v o rab le p a ra v isita r a los c ristian o s d e
R o m a (Rom., I, 10); es fin n e su e sp e ra n za en la p e rsev eran cia de los
fieles d e C o rin to (II Cor., I, 7); esp era q u e C risto sea glorificado e n
su cu erp o d e h o m b re p ecad o r, n o sólo c u a n d o tra s la c o n su m ació n
d e los siglos llegue él, P ab lo , a re su cita r, m as ta m b ié n d u ra n te su
v id a m o rta l y p e re g rin a ( F il, I, 20); y c u a n d o defiende, fre n te a los
m ale d ice n te s d e C o rin to , su d e re c h o a re c ib ir a lim e n to s d e aquellos
a q u ie n es ev an g eliza, h a b la a s i: “E n la ley d e M oisés está e sc rito :
N o p o n g a s b o z al a l b u e y q u e trilla . ¿S erá q u e D ios se c u ra d e los
b u ey es? ¿A caso n o se h a d ic h o eso p o r n u e s tra causa? Si, p o r nos-
o tro s h a sido e sc rito : p u e sto q u e e n e sp e ra n z a d eb e a ra r el q u e a ra ,
y co n la e sp e ra n z a d e co n seg u ir e l fru to d eb e tr illa r el q u e trilla ..
‫ وﻟﻢ‬C or., IX , 9-10).
B asta la sim ple le c tu ra d e esos te x to s - e n tre s d e los cuales a p a .
rece d e u n m o d o ex preso la p a la b ra elpis— p a ra a d v e rtir q ue, sin
m e n g u a d e la a b so lu ta p re e m in e n c ia d e los b ien es invisibles y esca-
tológicos, S an P a b lo espera c ris tia n a m e n te el lo g ro d e bienes visibles
y te rre n o s. ¿C ó m o se a rtic u la n e n tre si un o s y otros, ta n to e n la rea-
lid a d d e q u ie n espera, esto es, e n el acto su b jetiv o d e esp erar, com o
e n la re a lid a d o b jetiv a de lo esp erad o ? S an P ab lo , q u e n o escribió
sus E p isto la s p a ra edificar u n a te o ria de la re a lid a d , n o h a d a d o u n a
re sp u esta a n tro p o ló g ic a 0 m etafísica a esa in te rro g a c ió n . N o s ofrece,
e n cam b io , u n 3 a p re ta d a y d ia m a n tin a re sp u esta m o ra l. Es' e n la
C a rta a los R o m an o s, c u a n d o a la b a el m o d o d e c re er y e sp e ra r d e
36 ESPERA r u ESPERANZA

A b ra h a m , a q u ie n Y a h v é h a b la p ro m e tid o d escen d en cia d e S ara, n .


o b s ta n te la a v a n z a d a e d a d d e ésta. A b ra h a m , nos dice S an P ablo,
su p o a c e p ta r la p ro m e sa d e D ios in spe contra spem (Rom., IV , 18).
D ic h o de o tro m o d o : esp e ra n d o e n la p a la b ra de A q u e l q u e re su cita
a los m u e rto s y lla m a h a c ia el ser a las cosas q u e to d a v ía n o son, con-
t r a lo q u e e n a p a rie n c ia p e rm ite esp erar la visible re a lid a d n a tu ra l
d e l m u n d o creado. In spe contra spem, esp e ra n d o c o n tra e sp e ra n z a :
a lta y a rd u a fó rm u la . S egún ella d eb e a g u a rd a r e l c ristia n o la seg u n
d a v e n id a d e C risto, la re su rre cc ió n d e su cu erp o ' y la g lo ria in te rm i-
n a b le. ¿C óm o e n la e sp e ra n z a s o b re n a m ra l d e esos bienes p u e d e que►
d a r CTistiana y ra c io n a lm e n te e n g a rz a d a n u e s tra n a tu ra l e sp e ra n za
d e to d o aq u ello q u e la re a lid a d te rre n a d el h o m b re n ecesita y ex ig e?
H e a q u f u n a in te rro g a c ió n q u e el p e n sa m ie n to c ristia n o d e los siglos
subsiguientes" n o p o d rá e lu d ir.
A la p re g u n ta p o r el o b je to m a te ria l d e la e sp e ra n z a d e S an P a-
b lo d eb e seg u ir o tia , acerca d e l sujeto d e l e sp e ra r c ristia n o . ¿ Q u ié n
es real y v e rd a d e ra m e n te e l sujeto del acto h u m a n o d e e sp e ra r? P o r
su p u esto , e l h o m b re , to d o el h o m b re : n o sólo, e n consecuencia, ta l
٠ c u a l fa c u lta d d e l a lm a , sin o to d a el a lm a y to d o e l cu erp o ٤T. S an
Ire n e o d e L y o n , m u c h o m á s cerca d e S an P a b lo q u e nosotros, y an-
te rio r a las su tilezas y las disp u ta? d e las escuelas, d irá , e n e l siglo n ,
q u e e n e l c ristia n o c ab al — el c ristia n o en estado d e g r a c i a - h a sta el
c u erp o “posee la e sp e ra n z a d e la re su rre cc ió n ” !.. E sp e ra , pues, la
re a lid a d e n te ra d el h o m b re , a través d e sus diversos a rto s sensitivos,
in te le ctu a le s, volitivos y afectivos. L a sed, a d em ás d e ser u n t i p i e ,
se n tim ie n to corpoi-al, ¿ n o es ta m b ié n , p o r v e n tu ra , ocasión p a ra q u e
a tra v é s d e ella g a n e e x isten cia Jjersonal u n a rto de e sp e ra n z a , sus.
c ep tib le d e re a lid a d y d e vivencia c ristia n as rtia n d o es c ristia n o q u ie n
la e x p e rim e n ta ? “ ¿ N o sabéis q u e n u e stro s cuerpos son m ie m b ro s d e
C ris to ? ” , dice San P a b lo a los C o rin tio s (I Cor., V I, 19). Y q u ie n asi
h a b la , ¿ d e ja rá d e s e n tir y d e p e n sa r q u e su sed es d e a lg ú n m o d o y
e n a lg u n a m e d id a sed p a ra C risto o sed c o n tra C risto ? U n a le c tu ra
d e los escritos p a u lin o s con m e n te e x e n ta d e p re ju ic io s y dogm atis-
m o s an tro p o ló g ico s, n e c e sa ria m e n te a trib u irá a to d a la p e rso n a h u .
m a n a la c o n d ició n d e su jeto d e la e sp e ra n z a ٤٠.
IT Podrfa repetirse aqul la a rte ra observación del padre Bover, en su co.
mentarlo a la Pneumatologfa de San Pablo: “San Pablo habla de las cosas no
en sentido precislvo, unilateral 0 formal, sino más bien en sentido global. Integral
y real.. (Teologia de San Pablo, Madrid, 1940, pág. 181).
t* Texto citado por j . Mouroux en Sens chrétien de l’homme (Paris, 1950),
página 89.
: Acerca de ‫ ئ‬Id«، paulina del cuerix) ^ ^ n o , véare c tra b a jo d e l patire
Alonso, s. J i Antropologia&subyacente a l conceptos neotestamenlarios r e i a à
SAN PABLO ESPERANZA CRISTCANA 37

E l h o m b re , to d o el h o m b re , es el su jeto p rin c ip a l del acto d e es-


p erar. P ero , ¿es el h o m b re la Unica c ria tu ra a n im a d a p o r la espe.
Tanza? ¿ P u e d e ser la Unica, sien d o com o es u n a re a lid a d c o rp ó rea y
m a te ria l? " E n su im p a c ie n te esp era d i c e San P a b l o - , la creación
a g u a rd a la m a n ife sta c ió n d e los hijos d e D ios. P o rq tie la creación
h a sido su je ta a la v a n id a d , n o de g rad o , sin o a causa de aq u el q u e
la puso en' ta l sujeción ‫ ل‬m as con la e sp e ra n z a d e ser sacad a d e esa
se rv id u m b re a la c o rru p c ió n h a cia la gloriosa lib e rta d de los h ijo s
de D ios. Sabem os, e n efecto, q u e h a sta a h o ra la c reació n to d a g im e
y su fre d e dolores de p a rto " (Rom., V III, 19-22).
E n tre s proposiciones p u e d e ser e x p la n a d a la e n se ñ a n z a co n ten i-
dii en ese tex to de S an P a b lo : 1.. L a c reació n e n te ra se h a lla h a sta
a h o ra en estado d e serv id u m b re a la co rru p c ió n , a cau sa del h o m b r e
2.. E se e sta d o la tie n e e n "im p a c ie n te esp era” (apokaradokia, exspeC‘
tatio ), e n u n iv ersal g e m id o (systcndzei, ingemiscit) y com o con dolo-
res tie p a rto (synodinei, parturit). 3 .‫ ا‬L a “ espera” de la creación y su
“ e sp e ra n z a ” (eph’elpidi, t'« spe) tie n e n com o té rm in o final el e sta d o
d e “lib e rta d gloriosa^ q u e to d a s las c ria tu ra s h a n d e a lc a n z a r p o r
o b ra d e los h ijo s de D ios.
¿Q ué son esas so rp re n d e n te s expresiones d e San P a b lo ? ¿Sólo u n a
m e tá fo ra ? P o r m i p a rte , p ien so q u e el gemitus creaturae n o ' d e b e ser
in te rp re ta d o sólo e n sen tid o m etafó rico , sino ta m b ié n e n sen tid o m e .
tafisico. D os ideas filosóficas d e Z u b iri p e rm ite n esa in te le cc ió n me-
tafisica d el p e n sa m ie n to p a u lin o . A n te to d o , la con cep ció n d e la re a .
li d a d de los e n tes finitos com o u n a “p r e te n s ió n ” , seg ú n e l m o d elo
q u e b rin d a a n u e s tra in te lig e n c ia la c o n stitu ció n del ser viviente.
C o m p a ra n d o a l ser cread o con el ser in fin ito y cre ad o r, escribe Z u .
b ir i: “T ra tá n d o s e de e n tes fin ito s..., la a c tiv id a d del a cto tie n e m á s
c a rá c te r d e a c tu a lid a d q u e d e a cc ió n ; la v irttio sid a d , m ás c a rá c te r
d e v irtu a lid a d , y la u n id a d p rim a ria del ser, m ás c a rá c te r d e te n d e n .
cia, d e p re te n sió n .” Y e n o tra p á g in a : -“E l ser es u n a especie de- p ri.
m a ria y ra d ic a l o p e ra ció n activa p o r el q u e las cosas, m á s q u e realir
dades, son algo q u e se realiza .”
L as c ria tu ra s son, pues, núcleos de o p eració n a ctiv a en e sta d o de
p re te n sió n . E n p re te n sió n ¿ d e q u é ? ¿Q ué p re te n d e su c o n stitu tiv a
a c tiv id a d ? O n to lò g ic a m en te , la p le n itu d d e su p ro p io sel.. A n tro p o -
ló g icam en te, u n o frec im ie n to d e “ in sta n cia s” y “ recursos” a la exis.
ten cia d el h o m b re qtie vive e n tre ellas. “ Iitstan cias y recursos, p o r

nados C . « la escatologia individual, leldo e i l la *.Semana Biblica” de Madrid el afii


1955. En ،1 es recogida y discutida una amplia bibliografia relacionada con .1
tema.
38 LA ESPERA y LA ESPERANZA

u n l a d ., o fre c im ie n to , p o r o tro , son - d i c e Z u b i r i - dos d im e n s io n «


d e la m ism a e stru c tu ra . P o rq u e las cosas n o e stá n dadas, sino ofre-
cidas, lo q u e en ellas se nos ofrece e s: 0 la fo rz o sid a d d e a c tu a r ( i n .
ta n cia) 0 lo q u e p e rm ite a c tu a r (recurso)" ٥٠.
P e ro esa “p re te n d id a ” p le n itu d o n to lò g ica y este c o n stitu tiv o “es.
ta d o d e o b la ció n ” d e b en ser en ten d id o s, a su vez, teo ló g icam en te. San
P alilo in d ic a el cam in o . E l “g e m id o ” y la “im p a c ie n te espera” de
to d a la cre ac ió n v ien en a ser, e n U ltim o e x tre m o , u n te stim o n io re-
velado acerca d e la c o n stitu c ió n m etafisica del m u n d o real. E ste pa-
dece “h a s ta a h o ra ” u n a deficiencia ra d ic al, q u e a fe cta a la d in á m ic a
in te rn a d e su to ta lid a d y a la de cad a u n o d e sus e n te s p a rtic u la res.
“ S er” e n este m u n d o es m overse activa y m e n e ste ro sa m e n te h a cia la
posible p erfecció n te rm in a l q u e S an Pab'lo lla m a “lib e rta d d e la glo.
ria ” , eleutheria tes dôxës; p erfecció n q u e el h o m b re p u e d e lo g ra r d i.
re c ta m e n te , y q u e el m u n d o no h u m a n o h a d e co n seg u ir d e u n m o d o
in d ire c to a trav és d e los “h ijo s d e D io s” .
¿Q u é p u e d e ser esa “ lib e rta d gloriosa” d e q u e h a b la San P a b lo ?
L a re sp u esta viene d a d a , a m i ju icio , p o r la id ea p a u lin a de la R e-
d e n ció n . R ecuérdese cóm o su a u to r la e x p o n e e n la E p isto la a los
E fesio s: “D ios P a d re ... nos d ió a conocer el m iste rio d e su v o lu n ta d ,
q u e se h a b ía p ro p u e sto e n Si, p a ra re a liz a rlo e n la p le n itu d de los
tie m p o s : q u e sean re c a p itu la d a s todas las cosas e n C risto, las q u e
e s tá n e n los cielos y las q u e e stá n sobre la tie rra ” (Ef., I, 9-10). E l
p e n sa m ie n to d e S an P a b lo es inequívoco. P o r o b ra de la E n c a rn a c ió n ,
n o sólo el h o m b re , sin o to d a s las c ria tu ra s h a n g a n a d o u n a su e rte
d e a c a b a d a o rd e n a c ió n m eta física y g ra tu ita , q u e e l A p ó sto l lla m a
u n a s veces “p le n itu d ” , pleroma (C ol, I, 19), y o tra s anakephalaiosis,
“e n c a b e z a m ie n to ', o “ re c ap itu lac ió n ., - “anacefaleosis", solia d e c ir
U n a m u n o — : u n e stad o e n e l c u al la p e rso n a d e C risto las e n c a b e z a
y re su m e e n si.
A h o ra b ie n , « a o b ra d e recap itu lació n , com o la R ed e n c ió n m i^
m a, h a de re a liza rse en este m u n d o de u n m o d o te m p o ra l e h istó ric o .
D isp u esta p o r D ios desde la e te rn id a d , c u m p lid a y rev e lad a fisica-
m e n te p o r la E n c a rn a c ió n del V erbo, p ro sig u e re a lizá n d o se e n el
tie m p o , h a sta la co n su m a c ió n de los siglos. L a h is to ria del universo
y d e la h u m a n id a d son, e scato lò g icam en te co n sid erad as, el tra n s c u r.
80 d e la C reació n e n te ra h a c ia su definitiva re c ap itu lac ió n en C r'sto .
Y si la “anacefaleosis" está re a lm e n te a co n tecien d o , ¿ d e q u é m o d o
aco n tece? ¿ C u á l es, si vale h a b la r asi, el m ecan ism o real, h istó ric o .

‫؛‬:٠٠ N a tu r è z a , H i s í á f Dios (Madrid, 1944).


RAN P A R I . T LA ESPERANZA CRISTIANA 39

d e la re c a p itu la c ió n d e las cosas e n C risto ? C abe a d m itir q u e el u n i.


verso e n te ro se m u eve n a tu ra l y e sp o n tá n e a m e n te h a c ia ella:" es la
visió n c ris tia n a d e l e v o lu c io n ism o ‫‘ ا‬. M as ta m b ié n es posible p e n sa r
—sean o n o In te g ra m e n te c iertas las tesis e v o l u c i o n i s t a s q u e la re-
c a p itu la c ió n d e las c ria tu ra s n o h u m a n a s y la p a u la tin a satisfacción
d e su m eta física "esp eran za., acontece a tr a v C del h o m b re . U tili-
z a n d o te o ló g ic am e n te el p e n sa m ie n to filosófico d e Z u b iri, p o d ria d e.
cirse q u e el h o m b re p u e d e “o frecer" las cosas a D ios p o rq u e la reali-
d a d c re ad a es e n si m ism a o frec im ie n to , oblación. C on o tra s pala-
b ra s : p o rq u e la creación e n te ra es sujeto d e esp e ra n za .
Sabem os y a lo q u e p ie n sa S an P a b lo d e l o b je to m a te ria l y d el
su jeto de la e sp e ra n z a c ris tia n a ; tra te m o s a h o ra de in d a g a r cóm o e n .
tie n d e los motivos p o r los cuales e l c ristia n o se sien te co n d u cid o a
esp erar, o, co m o dice el su til tecnicism o escolástico, e l obiectum for-
male quo d e la e sp eran za, d isce rn ib le del obiectum formale quod u
"o b je to d e a trib u c ió n '.; esto es, el o b jeto fo rm a l p o r el c u al se espe-
ra , y n o el o b je to fo rm a l q u e se espera. Si nos acercam os a los te x to s
p au lin o s, n o p a ra c o n firm a r en ellos las d istin c io n es c o n cep tu ales d e
los teólogos — ta n artificiosas, a veces, en lo q u e al m orivo d e la es-
p e ra n z a c o n c ie rn e ‫ _ ا ا‬, sin o p a ra re c o n s tru ir.e l e sp íritu con q u e f u ^
ro n escritos, p ro n to ad v ertirem o s q u e e n la m e n te d el A p ó sto l ese
m o tiv o se h a lla in te g ra d o p o r dos p rin c ip a le s a trib u to s d e l o b je to
q u e re a lm e n te se espera : Ja in d u d a b le fidelidad d e D ios a sus p ro .
m esas y la b o n d a d su p re m a de la re a lid a d esp erad a. E l c ristia n o es.
p e ra p o rq u e sabe q u e D ios c u m p le lo q u e p ro m e te — lo sabe, a veces,
in spe contra spem—, y p o rq u e eso q u e D ios le h a p ro m e tid o es el
b ie n su p rem o . M ás c o n c isa m e n te : p o rq u e D ios es la s u m a v e rd a d y
el su m o b ien . " M a n te n g a m o s in co n m o v ib le la co nfesión d e la esp¿.
ra n z a , p ues fiel es q u ie n h iz o la prom esa.., dicese e n la E p isto la a los
H eb reo s (X, 23); sepam os e sp e ra r com o Sara, " q u e tuvO p o r fiel al
q u e h a b ía h e c h o la p ro m e sa ” (Hebr., X I, 11). T ¿ n t 0 m á s h e m o s d e
im ita r a la esposa d e A b ra h a m , c u a n to q u e D ios se h a o b lig ad o a la
vez con p ro m e sa y ju ra m e n to (Hebr., V I, 17-18). C u a tro tesrigos irre-
cusables y soberanos, la c reació n e n te ra , e l E s p íritu S an to , D io s Pa-
d re y la p a la b ra d e C risto, nos d ic en de co n su n o q u e “som os salvos
en e sp e ra n z a ” (Rom., V III, 19-39) ‫ أ‬٠

»1 Rem it, a los libros de !.com te du Noiiy y Teilhard de Chardin, y espe.


clalmente al de este ùltimo. Le phénomène hummn (Paris. 1955).
‫ اﺀ‬S. Harent (toc. «'،.٠ cols. 632.645) reduce a tres sistemas principales las dl.
versas teorfas acerca del motivo de la esperanza; pero asegura que el número de
tales teorías habrfa que contarlo por veintenas (1 1).
« El motivo de la esperanza en la Epistola a los Hebreos ha sido estudiad.
40 LA ESPERA LA ESPERANZA

D Î.S es la s u m a v e rd a d , y p ٠ r e s . creem os e n Jo q u e p ro m e te . L a
Id e a h e lé n ic a y la id e a h e b ra ic a d e la v e rd a d D ios» U ltim o fu n d a ,
m e n to de lo q u e es y g a ra n tia p o stre ra d e aq u ello e n q u e p u e d e con-
fiarse, alélheia y emuTuih suprem as) la te n e n la visión p a u lin a d e l
m o tiv o d e la. e sp eran za. ¿A caso la invisible y s e m p ite rn a “p o te n c ia "
d e D ios (su dynamis, su virtus) n o se h a ce d e a lg ú n m o d o in te lig ib le
p o r m e d io de la c reació n ? (Rom., I, 20). ¿A caso la h is to ria e n te ra d e
la h u m a n id a d (Hebr., X I, 4.32) y, p o r a ñ a d id u ra , la re su rre cc ió n d e
'C risto, n o son reales y h o n d ísim o s lla m a m ie n to s a n u e s tra con fian za?
In Christo habemus fiduciam et accessum in confidentia t>er fidem
« '‫ﻻ‬ (Ef., I l l , 12). L a fidelidad d e D ios a sus prom esas y n u e s tra con.
fianza en ellas d a n consistencia real, o b je tiv a y su b jetiv a, a l m o tiv o
d e la e sp e ra n za c ristia n a. N ó te se el c a rá c te r a la vez lú c id o y e n tre ,
g a d o d e esa co n fia n za ; la cual, e n efecto, es lú cid a, p o rq u e se basa
e n hech o s h u m a n a m e n te com probables, y e n tre g a d a , p o rq u e n o se
a tre v e a c o n ta r con h e ch o s h u m a n a m e n te previsibles. S in lu c id e z,
n u e s tra e sp e ra n z a seria p u r a ilu s ió n ; sin e n tre g a , q tte d a ria converti*
d a e n p u ro cálculo.
L a e sp e ra n z a c ris tia n a es v irtu d teologal e in fu sa , m a s n o p o r ello
el a cto d e e sp e ra r c ris tia n a m e n te re su lta a je n o a la e jercitacid n , a la
ascética. A d q u ié re se la e sp e ra n z a a c e p ta n d o m e d ia n te la fe la v e rd a d
d e l E v a n g e lio (Col, I, 5), y crece c u a n d o e l a lm a se e n tre g a a l go zo
d e se n tirla e n su seno (Rom., X V , 13). E n u n o y e n o tro caso. D ios
la d a g ra tu ita m e n te . P ero , ¿có m o el h o m b re p u e d e acercarse, c o n las
sim p les fu e rz a s d e -s u h u m a n a n a tu ra le z a , a la s o b re n a tu ra l recepción
d e ese reg alo d iv in o ? S egún S an P ab lo , m e d ia n te el ejercicio de tre s
a c tiv id a d e s : la in c o n fo rm id a d , la p acie n c ia y la le c tu ra . C a m in a rá
'h a c ia la e sp e ra n z a q u ie n cu ltiv e en si la v irtu d d e n o c o n fo rm a rse
con los bienes d e este siglo (Rom., X II, 2 ; I Cor., X V , 19), q u ie n sepa
so p o rta r co n p acie n c ia la trib u la c ió n (Rom., V , 3-4) y q u ie n b u sq u e
e n la E s c ritu ra el consuelo de c o n te m p la r cóm o D ios h a sido fiel a
sus p ro m esas (Rom., X V , 4). A m b ic ió n a n im o sa m e n te so sten id a, tri.
b u la c ió n p a c ie n te m e n te su frid a , le ctu ra c re y e n te m e n te e je rc ita d a : ta.
les son, p a ra S an P alilo, los cam inos reales h a c ia la e sp e ra n z a cria-
tia n a .
C o n m u y significativa re ite ra c ió n afirm a el A p ó sto l la v irtu d es-
p e ra n z a d o ra d e la paciencia, u n a p a cien cia a c tiv a m e n te a b ie rta h a cia
el fu tu r o y toto coelo d is tin ta , p o r ta n to , de a q u ella a q u e conduce

por el radre Bo^er (op. «L, p á f . 857.858). ‫ ﻵ‬padre : ‫^ ﺀ‬Jn sid er^ más e s p f ، :
mente ‫ ﺋ ﻊ‬espléndido« texto, de la Epistola a los Romanos (op. cil., t. ‫ ا‬págí:
na« 267-280).
SAN PABLO Y LA ESPERANZA CRISTIANA 4،

cl sustine et abstine de la moral estoica. «La tribulación —nos d ic e -


produce la paciencia (hypomone), la paciencia da lugar a la prueba, y
la prueba a la esperanza'. (Rom., V, 5-4): «os es necesaria la pacien.
cia para que cumpliendo la voluntad de Dios obtengáis la promesa'.
(H cb r ., X, 36); “por la paciencia aguardamos” (Rom., VIII, 25); y
asi en tantos otros textos (Rom., VI, 12; XII, 1; XV, 4, etc.). Es cier..
to. La paciencia conduce a la esperanza: quien cristianajnente se
ejercita en el empeño de soportar con buen ánimo la limitación y el
dolor, acabará sintiendo que su vida se abre hacia una meta conso.
ladora y esperada. Pero, a la vez, y por obra de una de esas estruc.
turas en circulo que tan frecuentes son en la dinámica del alma bu.
mana, la esperanza es fuente de paciencia: quien mucho espere, mu.
cho será capaz de sufrir sin agrura. La Carta segunda a Timoteo
muestra con claridad conmovedora la eficacia real de la paciencia y
la esperanza en el alma de San Pablo...
No sólo paciencia engendra la esperanza; también, según los tex.
tos paulinos, seguridad, alegria y paz. «La esperanza no confunde",
léese en la. Epistola a los Romanos (V, 5); y también: «alegraos con
la esperanza” (Rom., XII, 12); «que el Dios de la esperanza os llene
de alegria y de paz'. (Rom., XV, 13) **. Y hasta un adarme de limpia
arrogancia debe producir en nosotros la virtud de esperar, puesto
que, según la Epistola a los Hebreos., los cristianos somos la casa de
-Cristo «si mantenemos firme hasta el fin la confianza y el alarde
(kattlihema) de la esperanza” (III, 6). Una antropología de la espe-
ranza cristiana que aspire a cierta suficiencia, por necesidad habrá
de dar razón psicológica de todas estas expresiones de San Pablo ‫ ا‬٠♦
¿Qué es, entonces, la esperanza cristiana? La teologia posterior a
los tiempos apostólicos dirá, con indudable razón, que es una virtud
teologal. San Pablo no usa. todavía esta locución; no escribe que la
esperanza sea una dynamis del alma cristiana. Cuando declara los
nombres de las que nosotros llamamos “virtudes teologales”, las
llama, concisamente, «estas tres cosas”, tria tauta: N u n c autem ma-
nent fides, spes, caritas, tria haec (1 Cor., XIII, 13). No es más expli.

2* Afin a Ia paciencia es la longanimidad o makrothymia, la constante per-


*cvcrancia con que los antiguos patriarcas supieron esperar el cuntplimiento de
las promesas (Hcbr., VI, 15).
25 Esa alegria no es y no puede ser completa: vivir en la tierra es siempre
- h a s ta en los momentos de mayor gozo— gemir (Rom., VIII, 23 y I Tesai., V, 2-4).
‫ اﺀ‬la s relaciones que los escritos neotestamentarios establecen entre la esjje-
ranza, la alegría, el dolor y la paciencia han sitio muy bien estudJatlas por F. Or-
tiz de tlrtaran en su tesis doctoral El premio como motivo ascético según el Nuevo
Testamento (Universidad Gregoriana, 1952). En ella es mencionada una amplia
bibliografía jxrtinente al tetna.
42 IA ESFERA T I A ESPERANZA

c ito e n I Tesai., V , 8. P o d em o s decir, sin e m b arg o , q u e S an P a b lo


u sa el té rm in o elpis, “ esperanza.., e n dos sen tid o s d is tin to s : u n o ob-
je tiv o , “las cosas q u e se e sp e ra n ” ,, o tro subjetivo, “el a cto d e e sp e ra r” ‫؛‬
y u n e x a m e n d e te n id o d e los tex to s e n q u e prevalece esta U ltim a
acep ció n n o s p e rm ite lle g a r a este m o d esto re su lta d o c o n c e p tu a l:
p a ra S an P ablo, la e sp e ra n z a c ristia n a es u n a co n fian za h a b itu a l d e l
h o m b re e n la fidelidad d e D ios a sus prom esas. E sp e ra c ristia n a m e n -
'te, pues, q u ie n co n fia e n q u e D ios c u m p lirá lo q u e desde e l c o m ie n zo
d e la h is to ria h a ido p ro m e tie n d o a l gén ero h u m a n o .
L a p re c isa e n u m e ra c ió n p a u lin a d e las tres v irtu d e s teologales
—tria haec, fides, spes, caritas— e n se ñ a m u y c la ra m e n te q ue, p a ra
San P ab lo , c a d a u n a de ellas es u n h á b ito s o b re n a tu ra l d el a lm a cris,
tia n a d is tin to d e los re stan te s. ¿Q u iere ello d ecir, sin e m b arg o , q u e
esas tre s activ id ad es esp iritu ales, creer, e sp e ra r y a m a r, son in d e p en -
d ie n te s e n tre si, o q u e sólo existe e n tre ellas ese v in c u lo d e a trib u ,
c ió n a l m ism o su p u esto que u ne, p o r ejem plo, a las diversas faculta-
d es d el a lm a ? E n m o d o alg u n o . S an P a b lo nos a d v ierte q u e la e s p ^
r a n z a tie n e re la c ió n .con la fe y con la c a rid a d . Fides sperandarum
substantia rerum, dice im célebre y d iscu tid o te x to ' d e la E p isto la a
los H e b reo s (X I, 1); caritas omnia sperat, a ñ a d e o tro d e la p rim e ra
E p isto la a los C o rin tio s (X III, 7).
A p o y a d a e n estos dos aserto s d e S an P ab lo , la te o lo g ia p ro te sta n -
te h a tra ta d o d e re d u c ir al m in im o y a u n d e n e g a r la d ife re n c ia e n .
tre las v irtu d e s teologales. “L a e sp e ra n z a — d ic e u n n o to rio tr a ta d ‫؛‬.-
' t a - es el ro stro d e la fe d irig id o h a c ia el p o rv e n ir... N o es algo a ñ a .
d id o a la fe. L a e sp e ra n z a es fe, y la fe es la s e g u rid a d y la c e rtid u m .
b re d e lo q u e se esp era (Hebr., X I, 1). L a c a rid a d es ta m b ié n e s p e r a n
za, p u e sto q u e ella espera todo (I Cor., X III, 7)” *r. T a l in te rp re ta -
.ción d e los te x to s p a u lin o s es a to d as luces abusiva, y e n ello con.
v ie n e n h o y n o pocos teólogos p ro te sta n te s 2*. M as ta m b ié n serla ab u .
sivo. a m i ju icio , e n te n d e r la m u tu a im p lic a ció n d e las tre s v irtu d es
in fu sas co m o u n a m e ra y casi e x te rn a co n ex ió n fu n c io n a l — la cola-
b o ra c ló n d e los tre s m ie m b ro s d e u n t r i u n v i r a t o o com o u n sim p le
ordo secundum viam generationis: la fe seria asi el su p u esto d e la
e sp e ra n za , y ésta u n a in tro d u c c ió n a la c a rid a d .
T ra te m o s d e v e r el p ro b le m a con sim p lic id a d , desde d e n tro del
،n u n d o e sp iritu a l d e S an P ablo. V iv ir c ristia n a m e n te es v iv ir e n Cris-
to. E s to e s : a ce p ta r con clara fidelidad la e n se ñ a n z a d e la p a la b ra de

71 Herzog.Hauclt, Realeticyclopiidie für protestantische Theologie, 1900, ‫ ا‬v in ,


pagina 233.
»» S. Harem, ٠۶. cif., cola. 613^15.
SAN pAB ‫ ﻣﺎ‬r ‫ﻫﺎ‬ ESPERANZA CRISTIANA 43

C risto , e sp e ra r con firm e co nfianza el c u m p lim ie n to d e sus p ro m e sas


y a m a r e n C risto y p o r C risto to d a re a lid a d , d esd e la in v isib le y
c re a d o ra d e D ios h a sta la visible y c o n tin g e n te d e las c ria tu ra s. A h o .
ra b ie n : d u ra n te su ex isten c ia te rre n a , los h o m b r e s d e b en e je rc ita r
ta l a c tiv id a d so m etid o s a la in e lu d ib le y esencial co n d ició n te m p ó re a
d e esa e x isten cia s u y a ; es decir, sabedores d e lo q u e significa la oca-
٠ión e n q u e viven — eidotes ton kairon— y u rg id o s p o r el c o n sta n te
im p e ra tiv o d e p a sa r d e la n o c h e q u e se aleja al d ía que, se a c e r.
ca (Rom., X III, 11-12). “P u e sto q u e to d as las cosas h a n d e disolverse
e s c r i b e v ig o ro sa m en te S an P e d r ^ , ¿cuáles n o d e b e n ser v u e stra
s a n tid a d y v u e stra p ie d a d , esp e ra n d o y u rg ie n d o (speiidontas) la Pa-
ru sia del D ía de D io s? " (II Petr., III', 11-12). P a ra u n c ristia n o , la v id a
te rre n a es siem p re spoude, u rg e n c ia, a u n q u e e l v iv ir re q u ie ra a veces
la c alm a y e x ija siem p re la paciencia.
A si, la fe del h o m b re in à es fe e n e l tie m p o , fe c o n c e rn ie n te a
re a lid ad e s esp iritu ales y e tern as, cu y a e x isten cia é l a cep ta, p e ro q u e
to d a v ía n o h a visto : fe e sp e ra n te y e sp e ra n za d a , e n su m a. P o r eso
d ic e San P a b lo q u e la fe es “el su p u esto — hypostasis, substantia—
d e las cosas q u e se esp eran .' : la fe, en efecto, convence a l c ristia n o
d e la re a lid a d de aquello q u e c o n stitu y e el o b je to d e su e sp e ra n z a y
d e la p o sib ilid a d de lo g ra rlo al té rm in o d e su p ro p ia v id a ٥٠. Y la
c a r id a d d el h o m b re v ia d o r es, a su vez, c a rid a d e n el tie m p o , a m o r a
re a lid ad e s q u e “van sien d o " y que él n o sabe cóm o a c a b a rá n p o r ser,
a m o r e sp e ra n te y esp eran zad o . ¿ P u e d e e x tra ñ a r, entonces, la frase en
q u e San P a b lo afirm a q u e “ la c a rid a d to d o lo esp era” ? L a c a rid a d
esp era, p o rq u e es a m o r e n el tie m p o ; y lo espera to d o , omnia sperat,
p o r lo m ism o q u e omnia credit, p o rq u e es a m o r a todo lo re a l y
p o rq u e a m a r a u n a re a lid a d , c u a lq u ie ra q u e ésta sea, es siem p re es.
p e ra r d e ella y c o n e lla ٥٥. F e y c a rid a d " e n el tie m p o ” . T a l es, a m i
ju ic io , el fu n d a m e n to real d e l d isc u tid o te x to d e la E p isto la a los Co-
losenses e n q u e S an P a b lo p arece h a c e r d e la e sp e ra n z a la cau sa o
el tn o tiv o d e la fe y la c a r id a d : “H a b ie n d o o íd o v u e stra fe e n C risto

٥٠ Sobre el sentido de Ja palabra hypóstasis en el texto pautlno, liase la fina


y bien documentada discusión del padre Bover en su Teologia de San Pabla, pi.
ginas841848‫؟‬
». Y esperar “en ella”, cuando la realidad amada es personal. Hay muy lion,
das reflexiones teológicas acerca de la relación entre las tres virtudes teologales
en La théolojie de l’histoire de H Urs von Balthasar (Paris, 955 ‫ل‬. pigs. 43-48).
l a tesis de la inseparabilidad de las tres virtudes es muy antigua: aparece en el
primer ensayo de una teoria cristiana de la esperanza, el escrito de spe, fide ‫ﺀ‬،
c á ta te , de San Zenón de Verona (P. L., XI, col. 269), y pervive en San Ambrosio
(in Ps., CXVIII, núm. 3, p. L , XV. col. 1.321) y San Agustín (Enchiridion de fide,
spe et c á ta te , c.'VUI, p. L , XL, col 235).
44 IA ESPERA ‫ى‬ «SPERANZA

Jesú s y la c a rid a d q u e te n é is p a ra con to d o s los santos, p o r causa (dià}


d e la e sp e ra n z a q u e OS está reserv ad a e n los cielos" (Col., I, 4.5). E n
el v iad o r, la fe d a fu n d a m e n to a la esp e ra n za , y el o b je to d e la e .٣
r a n z a - b i e n fu tu r o q u e h a c o m en z a d o a ser u n b ie n p r e s e n t e - s ir.
ve de p à b u lo a la fe.
T a n esencial re la ció n e n tre la c a rid a d y la e sp e ra n z a n o s p e rm ite ,
e n fin, d e sc u b rir la q u e e X ste e n tre la e sp e ra n z a y el a m o r al pró-
Jim o. D os a u to re s h a n e stu d ia d o e sp ecialm en te el te m a , e l p . D a n ié.
lo u y F . O rtiz d e U rta ra n . E l p rim e ro lo a b o rd a a tra v é s d e u n a bella
exégesis d e la “ u rg en cia., a q u e a lu d e el te x to d e S an P e d ro a n te ,
m e n c io n a d o ‫ د ا‬. L a p re v ia co n d ició n d e la P a ru sfa es, a n te to d o , “q u e
el E v a n g e lio d el R e in o sea p re d ic a d o e n e l m u n d o e n te ro , e n testi,
m o n io a to d a s las n a cio n es’. (Mat., X X IV , 14); y s u re tra so e n el
tie m p o h a sid o d isp u esto p a ra p e rm itir “q u e n a d ie p erezca, sino q u e
to d o s v e n g an a p e n ite n c ia ” (II Petr., II I , 9). P o r ta n to , la in v ita c ió n
d e San P e d ro “a u r g ir la P a ru s ia ” sólo p u e d e ser e n te n d id a com o u n
lla m a m ie n to a la ev an g elizació n , a la m isión. D e lo c u al se d e sp ren .
d e q u e la e sp e ra n z a d e l c ristia n o en g lo b a n e c e sa ria m e n te la h u m a n i-
d a d e n te ra , el c o n ju n to d e todos los p ró jim o s reales y jw sibles. P o r
eso d ice u n a vez S a n to T o m á s q u e “se p u e d e e sp e ra r p a ra o tro c u an ,
d o se está u n id o a él p o r el am or.. (Summa, 11-11, q. 17, a. 3).
O rtiz d e U r ta r a n h a p re fe rid o aten e rse m ás d ire c ta m e n te a los
esc rito s p a u lin o s. U n e x a m e n cu id ad o so d e éstos h a c e v e r q ue, p a ra
S an Palilo, la e sp e ra n z a del c ristia n o d e b e in c lu ir la e sp e ra n z a d e sus
p ró jim o s y el a m o r h a c ia ellos. D ice el A p ó sto l a los T e salo n ice n se s:
“ ¿ C u á l h a d e ser n u e s tra e sp e ra n za , n u e stro go zo y n u e s tra co ro n a
d e g lo ria? ¿ N o sois vosotros a n te n u e stro S eñor Jesu c risto , a su ve.
.n id a? Si, vosotros sois n u e stra g lo ria y n u e stro g o z o ” (I Tesai, II,
19-20).. Y a los C olosenses: “H e m o s sab id o d e v u e stra fe e n C risto
Jesú s y d e v u e stro a m o r a to d o s los san to s - e s d ecir, a ' to d o s los
c r i s t i a n o s - , p o r cau sa d e la e sp e ra n za q u e ten éis p u e sta e n los cie.
los” (C ol, I, 4-5). L a salvación del p ró jim o d e b e ser, pues, p a rte d e
m i e sp eran za, y m i e sp e ra n z a causa d e m i a m o r fra te rn o ‫ﻋﻞ‬٠ C u a n d o
G a b rie l M arce l d ig a q u e el olijeto del e sp e ra r h u m a n o es siem p re u n
“ n o so tro s” , su reflexión se a p o y ará, acaso sin él saberlo, sobre e sta
'Vieja lección d e S an P e d ro y S an P ablo.
S an P a b lo es lu z e n el m isterio, m as ta m b ié n c a m in o h a c ia n u eva

»1 Essai sur le mystère de Vhistoire, págs. 33‫و‬-34‫ ا‬٠


»» F. Ortiz de Urtaran, Esperanza y caridad ‫ «ﺀ‬el Nuevo Testamento, v ،t ٥٠
ría, 1953. EJ mismo sentido tiene la tertninante sentencia en que San Pablo afirma
que tos cristianos liemos sido llamados a “una sola esperanza” (Ef., IV, 4).
SAN P A M . ï ‫ﻣﺎ‬ KSPERANZA CRISTIANA 45

!uz. Su a u ro ra l visión d e la e sp e ra n z a c i s t i a n a e n se ñ a m u c h a s y m u y
p ro fu n d a s cosas acerCa d e l h u m a n o esperar,, pero, a la vez, p la n te a
U na la rg a serie d e p ro b le m a s a la m e n te d e l teólogo y a la del a n .
tro p d lo g o . ¿Q u é re la ció n e x iste e n tre la p ro m e sa, la e sp e ra n z a y ١a
p re d e stin a c ió n ? ¿Q ué d e b e p e n sa r el c ristia n o d e la elpis y la spes
d e los g e n tile s? .E n tre la e sp e ra n z a n a tu ra l y la e sp e ra n z a c r is tia n a
¿ q u é a rtic u la c ió n ex iste? L a “e sp e ra n za ', so terio ló g ica y m eta física
d e la creació n , ¿ tíe n e algo q u e v e r con la e sp e ra n z a n a tu ra l d el h o m .
b re ? ¿ Q u é es, e n los senos d el alm a, el acto d e e sp e ra r? H e aq u f u n
h a z d e in te rro g a c io n es, c o n el c u al te n d rá q u e e n fre n ta rs e e l p en sa,
m ie n to c ristia n o d e los siglos p o sterio res a S an P ab lo .
Ca psulo n

E S P E R A N Z A Y T I E M P O H U M A N O : S A N A G U S T IN

E l á n c o ra es el sim b o lo p a u lin o y tra d ic io n a l d e la e s p e ra n z a :


e n la e sp e ra n z a — léese e n la E p isto la d e H e b r e o s - tie n e el a lm a “u n
á n c o ra seg u ra y firm e, q u e pen.etra, m ás a llá d e l velo, e n el sa n tu a rio
d o n d e Jesús e n tró p o r n osotros com o p recu rso r.. (Hebr., V I, 19-20).
E l á n c o ra d e la e sp e ra n z a c ristia n a se h u n d e , b u sc a n d o firm eza in .
deficiente, e n “ la rocosa e n tra ñ a d e lo etern o ... p a ra d ecirlo co n la
fu e rte e x p re sió n u n a m u n ia n a . Sólo asi p u e d e a lc a n z a r a lg u n a segu-
ri d a d la su til y p e re g rin a flu id ez d e n u e stra e x isten c ia te rre n a , ta n
e se n c ia lm e n te fo rz a d a a la in q u ie tu d . A tra v é s d e la m u d a n z a del
m u n d o (la h is to ria , e l tie m p o histórico), la in e lu d ib le in q u ie tu d d e l
e x istir d el h o m b re (su a v e n tu ra biográfica, su tie m p o In tim o y p e r.
sonal) afirm a el a n c la d e su e s p e m z a a llá d o n d e la e te rn id a d h a
c o b ra d o especial relieve p a ra el e sp íritu h u m a n o ; esto es, e n las e x .
p resio n es d e D ios m á s h u m a n a m e n te accesibles y co n m o v ed o ras, e n
las p ro m esas d e la D iv in id a d . L a e sp e ra n z a d el h o m b re es. la a d h e-
siOn c o rd ia l d e su ex isten cia te m p ó re a a u n a e te rn id a d p ro m e te d o ra .
A si c o n sid e ra d a , u n a te o ria d e la e sp e ra n z a c ris tia n a d eb e tr a ta r
d e m o d o c o h e re n te tre s cuestiones p rin c ip a le s; 1.. R elariO n e n tre ١a
in c e rtid u m b re te rre n a l d e la ex isten cia h u m a n a y los desig n io s d e
la D iv in id a d , e n c u a n to ésta h a q u e rid o re v e larlo s: e sp e ra n z a y p re .
d e stin ac ió n . 2 .. E l acto d e e sp e ra r e n la re a lid a d c o n c re ta del in d i,
v id u o h u m a n o : an tro p o lo g ia de la e sp e ra n za c ristia n a . 3 .. E l c a m in o
d e la h u m a n id a d h a c ia e l té rm in o d e su e sp e ra n z a : e sp e ra n z a e h is .
to ria .
E n el a lm a d e S an A g u s tín — varia, multimoda ‫ﺀﺀ‬ immensa ‫ ﺀ »أ‬٠
hementer— resonó con s in g u la r h o n d u ra ese trip le lla m a m ie n to d e
la esp e ra n za . P a rte m u y co n sid erab le d e su in g e n te v id a relig io sa e
ESPERANZA TIEMPO humano: san a c u s t in 47

in te le c tu a l fu é ٠ e n efecto, u n cu erp o a cu erp o ap asio n a d o con c ad a


u n a de esas tres cuestiones. A la p rim e ra re sp o n d ió con su cam bian--
te d o c trin a d e la p re d e stin a c ió n , desde e n to n ces te m a d e u b a d is p u ta
teológica in a c a b a d a e in acab ab le. A la seg u n d a, c o n sus p e n e tra n te s
refleXiones psicológicas y m etafísicas acerca del tie m p o , la m e m o ria
y la e sp eran za. A la U ltim a, con la p o d ero sa visión d e la h is to ria u n i.
versal q u e c o n tie n e n las p á g in a s de L a Ciudad de Dios.
N o m e p arece posible d eslig ar el te m a de la e sp e ra n z a d el p r ^
b le m a teológico de la p re d e stin a c ió n ٤. P re d e stin a c ió n es, seg ú n S an
A g u stín , “la p rescien cia y la p re p a ra c ió n d e los beneficios d e D ios,
p o r los cuales serán lib erad o s los q u e d e b a n serlo” (de dono persev.,
35). Sálvanse, pues, aquellos a quienes la m iste rio sa y g ra tu ita lib e r,
ta d d iv in a h a p re d e stin a d o a re c ib ir el p re m io d e la g lo ria e te rn a ,
los “elegidos” e n tre los “lla m a d o s'.. P ues b ie n : si es asi, ¿ q u é se n ti,
do real p u e d e te n e r la e sp e ra n z a d e los n o p re d e stin a d o s a la salva,
c ió n ? Fiel al p ro p ó sito d e este lib ro - n o teológico, sin o h istó ric o y
a n tro p o ló g ic o — , m e a b ste n d ré de seg u ir y e stu d ia r, desde el punto-
d e vista d e la te o ria c ristia n a de la esp eran za, el ta n d iscu tid o cu rso
d e las a c titu d e s in te le ctu a le s d e S an A g u stín e n to rn o a l p ro b le m a
d e la p re d e stin a c ió n . M e lim ita ré a decir, con J e a n G u itto n , q u e la
im p o rta n c ia de la e sp e ra n z a e n la o b ra a g u stin ia n a va crecien d o sin
cesar, a m e d id a q u e el e sp íritu del san to g a n a su ú ltím a m a d u r e n
“ Q u e S an A g u stín - e s c r i b e G u itto n — h a y a fo rz a d o a veces u n poco
su p e n sa m ie n to , sobre to d o c u a n d o h u b o d e p e rse g u ir a P elagio, y
q u e h a y a sido tra ic io n a d o p o r el lenguaje, el c u al tra d u c e sie m p te
e n té rm in o s de p rev isió n el a cto sim p le de D ios, to d o esto n o p arece
du d o so . P e ro si se tie n e el d o b le c u id ad o d e d is tin g u ir e n tre la expe-
rie n c ia y la ex p resió n y de o b serv ar los m a tic es d e la p rim e ra y los
a rre p e n tim ie n to s d e la seg u n d a, se d e sc u b rirá q u e S a ¿ A g u stín h a
sab id o fijar con u n a rte desi.gual, sin d u d a , p ero q u iz á s in ig u a la b le,
las m ás re c ó n d ita s exp erien cias d e la concienCia religiosa. Y si el es.
tu d io siem p re re n o v a d o d e las Confesiones h u b ie se sid o com entario-
vivo d e los pesados tra ta d o s sobre la g racia, Ja n se n io n o h a b ría p o .
d id o e sc rib ir su Augustinus ” 2.
D ejem os, pues, in ta c ta la co n sid e ra c ió n g e n u in a m e n te teológica
d e la e sp e ra n za , y ex am in em o s con a lg ú n c u id a d o cóm o c o n te m p li
y e n tie n d e S an A g u stín e l e sp e ra r h u m an o ,- e n c u a n to filósofo d e l

‫ ؛‬Asi parece jKRsarlo también el padre Prat en sus comentarlos al cap. VIH
de la Epistola a los Romanos (op. ‫آﺀ‬،., t. 1, pigs. 270.280).
2 Le Temps ٠، 1’Éternit¿ chez Piotiti ‫ﺀ‬، ‫ ه ﺀ‬،«، Augustin (Paris, 1933), p ig i.
48 LA ESPERA y ،SPER A N ZA

.alm a y d e la h isto ria . D os d e sus esCTitos, las Confesiones y La Ciu-


‫ ىﻫﻰ‬de Dios, c o n stitu irá n cl o h je to p rin c ip a l d e n u e stro estu d io . E a
el p rim e ro in d a g a re m o s u n a delicad a y o rig in a l d o c trin a a g u stin ia n a
ace rc a d e la c o n ex ió n e n tre la e sp e ra n z a y la m e m o ria ; e n e l segun-
d o , la g e n ial c o n trib u c ió n d e S an A g u stín a la h is to rio lo g ia d e la
e sp e ra n z a cristia n a.

I .-M em o w a y espe r a n z a

Pocos fra g m e n to s tie la o b ra a g u stin ia n a h a b rá n sid o ta n com en-


ta d o s có m o el lib ro X de las Confesiones. E n él. to d o s lo saben, ex-
p o n e el sa n to su p o rte n to so análisis de la m e m o ria y se d e b a te con
el a rd u o p ro b le m a de tra s c e n d e rla A caso las d escripciones psicolo-
gicas d e l escrito de Trinitate (libros IX -X V ) tra te n de u n a ¿ la n e ra
m ás ric a y m in u c io sa la a c tiv id a d m e m o ra tiv a d e l a lm a ; m as p a r a
p e rc ib ir e n to d a su ab ism al h o n d u ra lo q u e e n la m e n te d e S an
A g u s tín fu á la m e m o ria y, so b re todo, p a ra d e sc u b rir cóm o este g ra n
a n a lista d e 8Í m ism o e n tre v ió por. vez p rim e ra la esencial con ex ió n
e n tre la m e m o ria y la e sp eran za, el te x to d e las Confesiones es a b s ^
lu ta m e n te im p rescin d ib le.
N o creo q u e h a sta la fe c h a h a y a sido v islu m b ra d a esta su til p a r.
cela a n tro p o ló g ic a d e l p e n sa m ie n to d e S an A g u stín . L os m ás fino«
e stu d io s q u e conozco sobre la concepción a g u stin ia n a d e la m e m ^
ria , el d e SO hngen y el d e G u itto n 5, n i siq u ie ra a lu d e n a ella. Y, sin
e m b a rg o , la a n tro p o lo g ía del m á x im o P a d re d e la Iglesia y su vastisi.
m a h u e lla e n la h is to ria d el p e n sa m ie n to c ristia n o q u e d arían , m an cas,
d esco n o cien d o o m en o sp rec ia n d o las lineas del lib ro X d e las Confesio٠
nes q u e m á s ab ajo a d u z c o y co m en to . M as n o p arece co n v en ie n te ha-
cerio s in a n tes in d ic a r la situ a ció n d e ese lib ro X e n el cu erp o d e las
Confesiones y e n la in q u ie ta v id a e sp iritu a l d e S an A gustín.'
» G. Söhngen, Der Aufbau der augustinischen Gedächtnislehre; articulo pu-
blicado por vez primera en el libro Aurelius Augustinus, editado por M. Grab-
mann y j. Mausbach (Köln. 1930), y recogido luego en ‫ ﺀآ ه‬Einheit ٠'« der 7‫ل‬/،‫ﺀ‬٠.
logie (Milnehen, 1952). La recopilación bibliográfica del padre Angel Custodio Vega,
٠ . S. A., en su bonísima edición de las Confesiones (1‫؛‬. A. c ., M adrid 1946), no
menciona este valioso trabajo de SOhngen. La conexión entre la memoria y la
esperanza es también totalmente desconvida en las páginas que Fr. Seiffert
consagra a la visión agustiniana de la memoria (“Psychologie”, en el Handbuch
der Philosophie de A. llaeumler y M. Schröter, München U . Berlin, 1929).
El bello libro de j. Gultton antes mencionado alude, hablando de la prede.,
tlnacidn, a la Importancia creciente de la esperanza en el curso de la vida espiri-
tuai de San AguStln, mas no sefiala la Intima relación entre la memoria y l a e a -
peranza, qtie en las páginas subsiguientes se describe y analiza.
ESPERANZA TIEMPO HUMANO : SAN A G U - 49

§ 1. L a clave m ás in tim a y decisiva d e la e x isten c ia d e S an A g u s.


ti n hállase, sin so m b ra d e d u d a , en u n brev e y cèlebre coloquio in-
te rn o d e sus Soliloquios: Deum et animam scire cupio.—Nihilne
plus?—N ihil omnino (Sol., I, c. 7). N o fu é p a rc o e l san to , ta n vehe-
m e n te confesor d e su in tim id a d , e n d e c la ra r esa e n érg ica y d u a l ex-
e lu siv id a d d e su a p e tito in te le c tiv o : D ios, la p ro p ia a lm a y n a d a
m ás. E n tr e ta n to s y ta n to s tex to s ig u a lm e n te significativos, recu érd e-
se el Noverim te, noverim me!, ta m b ié n de los Soliloquios ( n , c. 1),
y el ta n re p e tid o Noli foras ire: “N o quier.as salir de ti,_ y vuelve a ti
m ism o. L a v e rd a d h a b ita e n el h o m b re in te rio r ; y si ta m b ié n en-
c u e n tra s m tid a b le tu p ro p ia n a tu ra le z a , tra sc ié n d e te a ti m ism o . M as
n u n c a olvides que, al. su b ir, tra scie n d e s u n a lm a racio n al. D irig e te ,
pues, h a c ia aquellas regiones d o n d e to m a su lu z la ra z ó n m is m a "
(De vera religione, c. 39, n . 72). E n su c am in o h a c ia D ios, el h o m b re
debe a b a n d o n a r lo q u e está fuera d e él, volverse h a c ia su p ro p io *'«٠
terior y elevarse sobre éste. Foris, intus, desuper. S o h n g e n h a h e c h o
n o ta r la frec u en c ia de este e sq u e m a espacial y te m a rio d e la m istic a
n e o p la tá n ic a e n to d a la o b ra d e S an A g u stín , y su tá c ita p resen cia
o rd e n a d o ra e n la e stru c tu ra del lib ro X de las Confesiones. N o tar-
d a re m o s e n c o n tem p larla.
A d v iértese, con sólo lo expuesto, cu ál h u b o d e ser la m ás a lta
e m p re sa e sp iritu a l de San A g u stín . In e x o ra b le m e n te m ovido p o r la
re n o v a d o ra y fu lg u ra n te v ivencia de su co n v ersió n —perveni ad id
quoti est in ictu trepidantis aspectus (Conf., I , c. VI, u. l ' v *١ el
fu tu r o sa n to va a esforzarse b u scan d o , a través de su a rd o ro sa a lm a
h u m a n a , a l D ios u n o y trin o en q u ie n el h o m b re h a lla la p le n itu d
d e to d a posible deficiencia; u n D ios invisible, CTeido y, p o r crefdo,
esperatlo. “B u sq u em o s a D ios e n su s e q ie ja n z a ; reconO zcam os a l
C re a d o r e n su im agen.., d irá , y a obispo, c o m e n ta n d o a S an J u a n
E v a n g e lista (Tract, in loan. Evang., c. 23, n . 10), y reco g ien d o , u n a
vez m ^s, ‫؛‬a visión d e l a lm a h u m a n a com o im a g e ¿ y s e m e ja n z a d e
D ios. E l a lm a y, p o r el alm a, a D io s : ta l es la fO rm ula c o n sta n te .
P u es b ie n : el lib ro X d e las Confesiones, to ta lm e n te e x en to d e su.
cesos autobiográficos visibles, refleja el m o m e n to m ás reso lu tiv o y
c u lm in a r e n ese vigoroso e m p e ñ o e sp iritu a l d e S an A g u stín . E l 1٤٠
fero IX re la ta el té rm in o d e la conversión d e A g u s tín y la m u e rte d e
M ó n ica , su m a d re . E l a lm a del converso h a Q uedado sola consigo
m ism a y co n su an h elo d e D ios. M ie n tra s vivió M à n ic a — asi e n la
p o sad a d e O stia T ib e rin a , fre n te a la v e rd u ra d e u n m in im o Ja rd in
i n t e r i o r - , p o d ia co n v ersar d u lc e m e n te co n e lla so b re la r id a ¿ u e v a
q u e p ro n to h a b ía n d e in ic ia r e n la T a g a ste n a tiv a , o e n to m o a lo
5٠ ESPERA T LA ESPERANZA

q u e d eb e de ser la v id a e te rn a de los santos. A h o ra , m u e rta la m a d re ,


nifio a n A d e o d a to , el h ijo del pecado, A g u stín q u e d a so lo : solus in
lecto (IX , c. 12, n. 3), con sus recu erd o s y sus lá g rim a s, con su h a m -
b re in e x tin g u ib le d el D ios q u e acab a de h e rirle el co razó n . E n esa
h o ra , u n Unico recu rso aparece a n te los ojos de su e s p ír itu : volver su
m ira d a h a c ia si m ism o, c o n te m p la r, ju n ta , la v a ria m u ltip lic id a d d e
sus recu erd o s, y b u sc a r con a h in c o al D ios q u e ta n u rg e n te m e n te le
h a lla m a d o . T a l es e l c o n te n id o d e l lib ro X.
C o n sid e ra d o e n si m ism o, el lib ro X posee u n a e s tru c tu ra dra-
m á tic a in te g ra d a p o r ocho p a rte s 0 e ta p a s : ex p resió n in ic ia l y orien-
ta d o ra d e l in v a ria b le pro p ó sito a g u stin ia n o (c. 1); p la n te a m ie n to d e l
p ro b le m a teológico y a n tro p o ló g ico d e la “confesión'. : ¿có m o la cria-
tu r a h u m a n a se conoce a si m ism a, y cóm o es p osible q u e los d em ás
h o m b re s c re a n lo q u e u n o .co n fiesa a D io s? (cc. 2-5) ‫ ذ‬p esq u isa de D io s
a trav és d e l cosm os y e n la p ro p ia v id a a n im a l (cc. 6 y 7) ‫ ذ‬b ú sq u e d a
d e D ios e n la m e m o ria , análisis d e ésta y d e cla ra c ió n d e l p ro b le m a
q u e p re s e n ta la n e ce sid ad d e tra sc e n d e rla (cc. 8-19) ‫ ل‬visión relig io sa
d e la m e m o ria ; la m e m o ria y la v id a b ie n a v e n tu ra d a (cc. 20-25);
solución del p ro b le m a fu n d a m e n ta l; acceso a D ios desde la in tim i-
d a d (cc. 26 y 27); d e p u ra c ió n d e la m e m o ria d e los recu erd o s capaces
d e m o v e r a te n ta c ió n (cc. 28-42); c án tico final a C risto, m e d ia d o r en-
tre D ios P a d re y los h o m b re s (c. 43). P ero , e n o rd e n a m i p a rtic u la r
ta re a , esa c a m in a n te serie d e cuestiones p u e d e ser re d u c id a a c u a tro
p u n to s, c o n sag rad o e l p rim e ro a m o s tra r e l p u n to d e p a rtid a y el
m é to d o d e S an A g u stín , y d e stin ad o s los tre s re sta n te s a e x p o n e r
o tra s ta n ta s esenciales conexiones e n tre la re a lid a d d e la m e m o ria
y la p o sib ilid a d d e la esp eran za.
§ 2. C o m ie n za el lib ro X glo san d o las p a la b ra s de S an P a b lo q u e
m e jo r y m ás c e ñ id a m e n te e x p re sa n el m e n e ste r e sp iritu a l d e San
A g u s tín : Tunc autem cognoscam, sicut et cognitus sum (I Cor., X III ,
12). “ C o n ó zcate a ti, co n ocedor m ío - d i c e el te x to d e las Confesio-
nes— , co n ó zcate a ti com o yo soy conocido. V irtu d d e m i alm a, en-
tr a e n ella y a jú sta la a ti, p a ra que la te n g as y poseas sin m a n c h a n i
a rrtjg a. E s ta es m i esp eran za, p o r eso h a b lo ; y e n esa e sp e ra n z a
g o z o ...” (c. 1, n . 1). C onocer a D ios c o n la n itid e z y la in te g rid a d
con q u e D ios le conoce; ta l es la a sp iració n m á s c im e ra d e l converso,
y en lo g ra rla a lg ú n d ía p o n e su e sp e ra n z a y h a lla su c o n te n to . E n la
g ra n a v e n tu ra in te rio r d e su conversión, la p a la b ra d e D ios h a pe-
n e tra d o , e x ig en te, e n los m á s p ro fu n d o s senos de su a lm a : “A tra -
vesaste m i c o ra z ó n con tu p a la b ra , y te am ó” (c. 6, n . 8). SI; c u a n d o
la p a la b ra d iv in a h ie re , la san g re de esa h e rid a es u n secreto y su stan -
ESPERANZA Y TIEM PO JIUAEANO : SAN A C È S „ N 5‫ا‬

cial am o r. P ero, ¿q u é es, en su re a lid a d p ro p ia , ese a m o r? “ ¿Q ué es lo


que yo a m o c u a n d o te a m o ? " , se p re g u n ta , sed ie n to de saber, e l inso-
born.able in te le c tu a l q u e fu é A g u stín de T a g a ste . N o se c o n te n ta con
a m a r a D ios y con creer e n la in fin itu d v iv ien te y p a te rn a l d e l D ios
a que a m a ; q u ie re conocer, asp ira a p e n e tra r con sab e r d e in telig en -
cia h u m a n a en la re a lid a d m ism a de lo a m ad o , y ello le co n d u ce a
tro c a r el s e n tim ie n to en idea, h a s ta d o n d e sea posible a su a im a de
h o m b re viad o r. “ ¿Q ué es lo q u e yo am o c u a n d o te a m o ? '. C on esta
p re g tm ta de h o m b re c re y en te y solo, Sócrates y P la tó n se c o n v ie rte n
ai cristia n ism o , y el c ristia n ism o de O ccidente, m á s rico, h a s ta en-
tonces, e n v irtu d e s h ero icas q t e e n v irtu d e s especulativas, lo g ra h a-
cer suyo lo m e jo r de P la tó n .
T o d o consiste a h o ra en sab e r resolver a d e c u a d a m e n te esa sim ple
y a rd u a in te rro g a c ió n . E sp o lead o p o r 'ella, A g u stín re c u rre a u n m é-
to d o ta n in m e d ia to com o eficaz: se s itu a rá in g e n u a y g ra v e m e n te
fre n te a c ad a u n o de los ó rd en es de la re a lid a d creada, ra d ic a liz a rá
e n su a lm a la e x p erien c ia de vivirlo con p le n a ria afección in te le c tu a l
y am o ro sa, y p re g u n ta rá : “ ¿E re s tú lo q u e yo am o c u a n d o am o a
m i D io s? " N o tr a ta d e o b te n e r asi u n a e x p erien c ia m e ra m e n te inte-
lectu al o m e ra m e n te estética, al m o d o de aq u ella q u e el h o m b re d e
ciencia 0 el a rtis ta consigtien fre n te al fra g m e n to del m u n d o re a l a
q u e su a lm a se a p lic a ; asp ira a lo g ra r u n a v e rd a d e ra “ fru ic ió n m e-
tafisica.’ tie la re a lid a d c o n te m p la d a , y a saber, viv ién d o la con to d a el
a lm a , y n o sólo con el in te le cto o con el g u sto , si ella es cap az de d a r
al q u e la co n tem p la todo lo que u n c ristia n o d eb e e sp e ra r de su D ios.
Si la ex p resió n no se h a lla se ta n d esfigurada p o r el uso y e l abuso,
m e a tre v e ría a d ecir q u e San A g u stín in te n ta re sp o n d e r a su p reg u n -
ta m e d ia n te u n a “ex p erien c ia e x isten c ia l’, de la re a lid ad .
-“P re g u n té a la tie rra , y ésta m e d ijo : N o soy yo” (c. 6, n . 9); y
com o la tie rra , el m a r y los abism os, y el aire, pese a l s e n tir d e A n a -
x im e n e s .y e l cielo y los astros, y los diversos an im ales, y la m o le d el
m u n d o . T o d a s las c ria tu ra s d e l 'cosmos le re sp o n d e n a Coro: "Neque
nos sumus Deus quem quaeris.” N o m en o sp recia los seres creados
este g ra n h a m b rie n to de D ios y del sab e r d e D io s ; n o q u ie re ser es-
q u iv o al d e leite q u e re g a la n la lu z , la voz, la fra g a n c ia , e l m a n ja r o
la c a ric ia ; m á s a ú n , está seguro d e a m a r c ie rta lu z , y c ie rta vOz, y
c ie rta fra g a n c ia , y c ierto m a n ja r, y cierta caricia, c u a n d o a m a a sU
D ios, p o rq u e éste es lu z, voz, frag a n cia, m a n ja r y caricia d e l h o m b re
in te rio r (c. 6, n . 8); p ero , co n to d o , ese deleitoso m u n d o sensible n o
se m u e stra cap az d e d a r a u n h o m b re esencial, y m en o s a u n CTistia-
n o , lo q u e e l h o m b re esencial y el cristia n o d e b e n e sp e ra r d e D ios.
52 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

L a e x p erien c ia se re p ite fre n te a la v id a q u e nos a n im a los m iem -


t r o s d e l cu erp o y sensifica n u e stra carn e, p o rq u e t a m tié n el c a ta llo
y el m u lo viven y sien ten , m as n o p o r ello tu s c a n a D ios (c. 7 ٠ n . 11).
E s preciso, p o r ta n to , tra s c e n d e r re su e lta m e n te el m u n d o se n s itle ,
sea e x te rio r a m i 0 co n sista en m i p ro p io cu erp o viviente, e in d a g a r
e n el seno d e la p ro p ia in tim id a d . L o cu al p la n te a a l caviloso y a n te -
la n te S an A g u s tín el t o n d o p r o tle m a psicológico y ontològico d e la
m e m o ria t u m a n a .
§ 3. E l espectáculo de su p e rso n al in tim id a d se p re s e n ta inm e-
d ia ta m e n te a la m ira d a reflexiva de S an A g u s tín com o ingens aula
memoriae (c. 8, n . 14). N o d e te e x tra ñ a r ta l ta lla z g o . E l t o m t r e es,
p o r lo p ro n to , lo q u e t a sido, y eso q u e t a sido y sigue siendo p u e d e
s a te rlo e n c u a n to posee la v irtu d p o r él lla m a d a ..m e m o ria ". P ero,
¿ c u á l es el c o n te n id o de esa “a u la in g e n te ., q u e p a re ce ser la m em o-
ria ? Y , s o tr e to d o , ¿ e n q u é consiste la m em o ria, q u é significa e n la
in te g rid a d d e l ser t u m a n o ?
D e to a ts te n e r m e d e e n u m e ra r los m odos de la m e m o ria t u m a n a
q u e d istin g u e S a n 'A g u s tín , c o n fo rm e a la in d o le de los o tje to s y de
las afecciones a n ím ic as p o r ella reco rd ad o s. C o n ello n o t a r i a sino
re p e tir lo q u e y a t a sido d i c t o — t i e n d i c t o - p o r F e rra z , G r a tm a n n ,
S eiffert, s o tn g e n , G u itto n y a lg u n o m ás. S u tra y a ré , e n c a m tio , las
dos g ra n d e s no v ed ad es tis tó ric a s de la concepción a g u stin ia n a d e la
m e m o ria . E s ta es c o n c e tid a , e n p rim e r té rm in o , com o u n conoci-
m ie n to d e l p a sa d o p ro p io e n ta n to qire pasado. M e d ia n te ella “m e en-
c u e n tro c o n m ig o m ism o y m e a cu e rd o d e m i y d e lo q u e t i c e , y
c u á n d o y d ó n d e y cóm o, y d e q u é m o d o m e t a l l a t a a fe cta d o ’, (c. 8,
n . 15) ‫ أ‬y, p o r o tra p a rte , “n o e sta n d o alegre, re c u e rd o m i aleg ria pa-
sada, y m i tris te z a p re té rita n o esta n d o tris te ” (c. 14, n . 21); y soy:
e n fin, cap az de re c o rd a r q u e m e t e o lv id ad o d e algo (c. 16, n . 24).
C o n o tra s p a la t r a s : la m e m o ria es, a n te to d o , el espejo y el testim o-
n io d e n u e s tra t u m a n a te m p o re id a d . E l ser d el t o m t r e tra n s c u rre ,
es te m p á re o , y tie n e c o n cien cia de ello m e rc ed a su m e m o ria . P e ro a
la vez q u e p a te n tiz a la te m p o re id a d del t o m t r e , la m e m o ria , o ts e r-
v a S an A g u stín , te stim o n ia la to ta lid a d d el ser t u m a n o ; n o p o rq u e
re c o rd em o s to d o lo q u e som os, sino a l c o n tra rio , p o rq u e, a u n sien d o
ta n a m p lia e in m e n sa , n u e stra a c tiv id a d m e m o ra tiv a — penetrale
amplum e، infinitum L n o es c ap a z de a ta r e a r p o r m o d o co nsciente
la p le n itu d d e n u e stro ser. “ ¿ Q u ié n t a llegado a su fo n d o ? C o n ser
d e m i a lm a esta v irtu d y p e rte n e c e r a m i n a tu ra le z a , n o llego a a ta r -
c a r to d o lo q u e so y : nec ego capio totum quod sum. D e d o n d e se
sigue q u e el al-ma es an g o sta p a ra co n ten erse a si m ism a. P ero , ¿ d ó n ­
ESPERANZA Y TIEMPO HUMAXO: SAN AGtSTIN 53

de p u e d e e sta r lo q u e d e si m ism a n o cabe e n ella ? ¿A caso fu e ra de


ella y n o e n ella? ¿C óm o, pues, n o lo p u e d e a b a rc a r? ” (c. 8, n . 15).
C on estas p a lab ras, la id e a d e l « in co n scien te" - u n in c o n sc ie n te de
a lg ú n m o d o ra d ic a d o e n la m e m o ria , n o ex clu id o d e ella— h a c e su
a p a ric ió n e n el te a tro d e la h isto ria .
L a m e m o ria es el te stim o n io psicológico d e n u e s tra te m p o re id a d
y d e n u e s tra to ta lid a d . P ero esa te m p o re id a d y esa to ta lid a d , ¿se
a g o tan , p o r v e n tttra , e n el p asad o q u e se re c u e rd a y e n e l p re sen te
tlesde el c u al y e n el cu al se re c u e rd a ? ¿A caso n u e stro fu tu ro n o per-
tenece - d e a lg ú n m o d o , e n a lg u n a m e d i d a - a la in te g rid a d t e m p ^
rea y e stru c tu ra l de n u e stro ser? L a a c tiv id a d d e la m e m o ria , q u e
nos h ace conocer n u e stro p asad o , e n ta n to qtie pasado, ¿p u ed e ser
a jen a a n u e s tra cap a c id ad p a ra p re fig u rar y conocer el fu tu ro , e n
ta n to que fu tu ro ? L a m ira d a m e n ta l d e S an A u s t i n , ta n a g u d a y
sensible, no p o d ia q u e d a r ciega a n te la re a lid a d q u e esas in te rro g a -
ciones ex p resan . «A lli - e n la m e m o ria — e stá n to d a s las cosas qtie
yo re c u erd o habet, e x p e rim e n ta d o 0 creído. D e ese m ism o teso ro sa-
len las sem ejan zas d e las cosas, ta n diversas u n a s de otras, y y a ex.
p e rim e n ta d a s, y a creídas en v irtu d de las q u e a n tes e x p e rim e n tó ‫؛‬
de to d a s las cuales, c o teján d o las con las p re té rita s, infiero acciones
fu tu ra s, aco n te c im ie n to s y esp eran zas (spes), to d o lo cu al pienso com o
p re se n te ” (c. 8, n. 14). E l te x to es d ia fa n o : la m e m o ria m e p e rm ite
vivir el p a sa d o en el p resen te, y edificar, ta m b ié n e n el p resen te, los
p royectos y las esp eran zas del fu tu ro . E x memoria spes. L a m e m o ria
y la esp e ra n za , ésta fu n d a d a sobre aquélla, se h a lla n esen c ialm en te
conexas e n tre s i: u n a y o tra son, a n te todo, m o dos d e e x p re sió n de
!‫؛‬، esencial te m p o re id a d d e la ex isten cia te rre n a d e l h o m b re ٠.
Q u iere esto d e cir q u e la psicología d e S an A g u stín n o es sólo
a n a litic a y d e sc rip tiv a; es ta m b ié n , y d e m o d o p rim a rio , e x isten c ia l
y ontològica. P ro n to verem os el alcance d e ta l a c titu d e sp iritu a l fren-
te al p ro b le m a de la m e m o ria . E n tre ta n to , debo a p o stilla r brev em en -
te la ta n m e n c io n a d a apelación d e S an A g u stín a la d o c trin a plató-
nica de la rem in iscen cia. L as verd ad es q u e voy a p re n d ierid o — h a b fa
e.nsefiado P la tó n — e x istía n en m f a n tes d e q u e las a p re n d ie ra ; apren-
d e r seria, en fin de cu entas, reconocer, d e sc u b rir lo q u e y a e sta b a e n
m i. H e a q tii el te x to d e las Confesiones: «A lli (en el alm a ) e sta b a n (las
v erdades ap ren d id as), y a u n a n tes de q u e yo las a p re n d ie s e ; p e ro no
en la m e m o ria . ¿ E n d ó n d e , pues, 0 p o r q ué, al ser n o m b ra d a s, las

4 En el U S . de la palabra spes, San Agustín no es siempre fiel a su precisa


distinción entre expectatio f u t u r á m o espera de los eventos del futuro, y ‫*ﺀ‬،‫ﺀهﺀ‬-
sio ٠٥ superiora 0 esperanza teologal en sentido estricto.
54 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

reco n o cí y d ije : ‘.‘A si es” , “es v e rd a d '., sino p o rq u e y a esta b a n en


m i m e m o ria , a u n q u e ta n re tira d a s y soterrafias com o e n cuevas ocul-
tisim as, y ta n to q u e si a lg u ie n n o las su sc ita ra p a ra q u e saliesen, ta l
vez n o las h u b ie ra p o d id o p e n sa r? " (c. 10, n . 17). L a co in cid en c ia en-
tre este p á rra fo y la e n se ñ a n z a del M enon es so b re m a u e ra p a te n te .
E l h o m b re , decía u n a a g u d e z a de la sofistica, es in c a p a z d e s e n tir
ctirio sid a d p o r la a d q u isició n de u n co n o cim ien to nuevo. L o q u e ya
se sabe no p u e d e in s p ira r c u rio sid ad , p o rq u e y a se sab e ; y lo que
n o se sabe, ¿cóm o p o d rá in sp ira rla , si se ig n o ra to d o lo q u e a ello
se refiere? P la tó n acep'ta o sad a m e n te la cu estió n p la n te a d a Jjor los
sofistas y, com o es b ie n sabido, la resuelve m e d ia n te su te o ria d el c o
n o c im ie n to p o r re m in isc e n c ia : conocer, a la postre, e q u iv a ld ria a re-
c o rd a r. T a l es el a n te c e d e n te in m e d ia to de ese fra g m e n to d e las
Concesiones.
¿D eb e pensarse, seg ú n esto, q u e S an A g u s tín es u n sim p le glosa,
d o r d e P la tó n ? ¿L e verem os apClar, p a ra C xplicar la d o c trin a d e la
re m in isc en c ia , al m ito de u n a eX istencia a n te rio r a ésta te rre n a , com o
el P la tó n d e l Fedro y d e la República? E l p ró x im o a p a rta d o n o s d a rá
la respuesta. E ste d eb e c o n clu ir volviendo a l h ilo d e la a v e n tu ra agus-
tin ia n a y c o n te m p la n d o a l san to fre n te a l a rd u o p ro b le m a q u e le
p la n te a la in d a g a c ió n d e su p ro p ia m em o ria.
S an A g u s tín e x a m in a su m e m o ria e s decir, e l te stim o n io m ás
in m e d ia to d e su homo interior— p a ra d e sc u b rir si está e n e lla lo que
a m a c u a n d o a m a a D ios. Su e x a m e n es e m p e ñ a d o y m in u c io s o ‫ ؛‬re-
fiórese ta n to a las im ág en es de las cosas co rpóreas co m o a los o bjetos
ideales, y ta n to a los actos in te n c io n ale s com o a las pasiones anim i-
cas. N a d a d e c u a n to la m e m o ria co n tien e, n i siq u ie ra lo q u e p o r
m o d o d e olvido está y p arece no e sta r e n ella, escapa a la fina y pe-
n e tra n te in q u isic ió n d e este g ra n anali'sta d e si m ism o. E l yo del
h o m b re A g u s tín se ve a si m ism o e n la m e m o ria - “soy yo el que
re c u erd o , yo e l a lm a ” (c. 16, n . 25) - ‫ ا‬m uévese co n a v id ez p o r los
cam pos y los senos in so n d ab les a q u e p u e d e lleg ar su cap a c id ad m e-
m o ra tiv a — “p o r to d a s estas cosas m e ag ito y revoloteo, y p e n e tro
c u a n to p u ed o , y n u n c a h a llo el fin” (c. 17, n . 2 ^ , y e n p a rte a lg u n a
e n c u e n tra la re a lid a d de lo q u e am a, c u an d o a m a a D ios. U n h e rm o -
80 verso d e D io n isio R idrtiejo.

el hambre dolorosa de Dios en la memoria,

ex p re sa b ie n la m e n este ro sa situ a ció n del a lm a a g u stin ian a .


E s ta co n clu sió n se im p o n e : la lu e m o ria h u m a n a n o b a sta p a ra e n .
espera n za y t ie m p o humano: sa n a gustto 55

c . n t r a r a D ios. Q u ien e n v e rd a d desee h a lla rle con seg u rid ad y lu.,


c id ez d eb e resolverse a tra s c e n d e r el m u n d o d e sus re c u e rd o s; des-
pués de to d o , ta m b ié n las bestias tie n e n m e.m oria, y n o p a re c e n v iv ir
ia n ecesid ad de b u scar a D ios. “T rasp a sa ré , pues, la m e m o ria , p a ra
lle g a r h a s ta aq u el q u e m e separó de los c u ad rú p ed o s y m e h iz o m ás
sabio q u e las aves del cielo. Si, tra sp asa ré la m e m o ria p a ra e n c o n tra r,
te ’, (c. 17, n . 26). P ero q u ie n ta n p a la d in a m e n te h a confesado la doc.
tr in a p la tó n ic a de la re m in isc e n c ia *, q u ie n p ie n sa q u e el a cto de
a p re n d e r se h a lla In tim a m e n te conexo co n el d e re c o rd a r, ¿ p o d rá
d'esconocer la grav e d ificu ltad e n q u e le p o n e, respecto a su c o n sta n te
p ro b le m a , esa n ecesid ad d e tra sc e n d e r el á m b ito de la m e m o ria l
¿ P u e d e el h o m b re b u sc a r lo q u e su a lm a desconoce? L as p a la b ra s de
San A g u s tín son com o u n a tra sla c ió n a lo d iv in o d e la c u e stió n e n
q u e se h a b ía n e je rc ita d o los sofistas : “Si te h a llo fu e ra de m i m e .
m o ria d i c e A g u stín a D i o s - , olv id ad o esto y d e t i ; y si n o te re.
c u erd o , ¿cóm o te p o d ré h a lla r y a ? " (c. 17, n. 27). L a a p o ria v ita l e
in te le c tu a l d e l b u sca d o r d e D ios es v e rd a d e ra y a r d u a ; ta n v e rd a d e ra
y a rd u a , q u e se ve oliligado a a ta c a rla c o n nu ev as y m á s eficaces
a rm a s.
§ 4. D e n tro d e la in d u d a b le e stru c tu ra d ra m á tic a d e l lib ro X de
las Confesiones, los capítulos 20 al 25 re p re se n ta n la m u ta c ió n que
A ristó teles lla m a e n su Poética metabolë 0 metdbasis: u n sesgo nue-
vo e n el c a m in o desde la exposición del p ro b le m a d ra m á tic o h a sta
su desenlace. S ú b ita m e n te , ese p ro b le m a a d o p ta u n a in so sp ech ad a
a p a rie n c ia y c o b ra su v e rd a d e ra p ro f u n d id a d : A g u s tín d irá vita
beata, “ vida b ie n a v e n tu ra d a ’’, d o n d e h a s ta a h o ra v e n ia d ic ie n d o
“ D io s” ; y e n lu g a r d e m overse e n tre los diversos c o n ten id o s d e la
m e m o ria a n tes m en cio n ad o s, co n sid e ra rá , m ás ra d ic a lm e n te , si su
a m p lia id e a d e la a c tiv id a d m e m o ra tiv a p u e d e ser a p lic ad a a las cues-
tio n e s - y a n o psicológicas, sin o m e t a f ís ic a s - q u e p la n te a n las Ulti-
m as te n d en c ia s y aspiraciones esp iritu ales d e sU p ro p io ser. C o n o tra s
p a la b ra s : d e l o rd e n d el “co n o cer” y d el “ sab er” , e l p ro b le m a de San
A g u s tín h a p asad o al o rd e n d e l “ ser” .
“ ¿ D e q u é m o d o te buscaré, Seftor? P o rq u e c u an d o te busco, la
v id a b ie n a v e n tu ra d a bu sco ” (c. 20, n . 29). E l c am b io d e a p arien c ia
d el p ro b le m a es del to d o ev id en te. P ero, ¿cóm o resolverlo, e n esta su
:nueva fo rm a ? ¿C óm o b u sc a r y d ó n d e e n c o n tra r la v id a bienaven-
titra d a ?
A u n q u e p o r cau telo sa vía in te rro g a tiv a , com o a le rta d o p o r la di-
« No puedo estudiar aquf el problema de la concordancia cutre estos textos
de las C o n fe ä e s y el libro. I de las Retractaciones (Retract., 1, 8, 2).
56 LA ESPERA Y ESPERANZA

ficultad q u e el c o n te n id o y e l alcance de su m e m o ria a ca b a n d e ofre-


cerle, S an A g u s tín n o vacila e n a p ela r d e nu ev o a las p o sib ilid a d es
d e la re m in isc e n c ia : “ ¿C óm o, pues, b u sca ré la v id a b ie n a v e n tu ra -
d a ? ... ¿A caso p o r m e d io de la rem in iscen cia, com o si la h u b ie se ol-
v id ad o , p e ro co n serv an d o el re c u erd o d el olvido? ¿ 0 ta l vez p o r el
deseo de sab e r u n a cosa ig n o ra d a , sea p o r n o h a b e rla conocido, sea
p o r h a b e rla o lv id ad o h a s ta el p u n to d e o lv id a rip e d e h a te r m e olvi-
d a d o ?., (c. 20, n . 29).
D e nu ev o es p la n te a d a la cu estió n e n té rm in o s p lató n ico s, y d e
nu ev o se a b o rd a c o n fo rm e a la m e n te del d iv in o P la tó n la in g e n te
ta re a d e resolverla. V id a b ie n a v e n tu ra d a es la q u e todos, ab so lu ta-
m e n te todos los h o m b re s desean. M as p a ra asi q u e re rla y a m a rla ,
¿ d ó n d e la co n o ciero n ? P uesto e n el tra n c e d e c o n te sta r a esa insos-
lay ab le in te rro g a c ió n , S an A g u stín co m ie n za Justificándola. S I‫ ؛‬a u n
c u a n d o n o sepam os cóm o, la vida b ie n a v e n tu ra d a está d e a lg ú n m o d o
en nosotros, “n o la a m a ría m o s si n o la conociésem os", dice. M as
¿ d ó n d e y e n q u é fo rm a está? P o r lo p ro n to , e n la m e m o ria , p o rq u e
“ si todos p u d ie se n ser in te rro g a d o s si q u e rría n ser felices, to d o s a u n a
re sp o n d e ría n sin v acilación q u e re r serlo. ‫ ﻣ ﺎ‬c u al n o p o d ria acaecer
si la cosa m ism a, cuyo n o m b re es éste (vita beata), n o estuviese e n su
m e m o ria ’, (c. 20, n . 29). C o n ello S an A g u stín h a p a sa d o resu elta-
m e n te de u'na visión psicologica a u n a visiOn m eta física de la m em o-
ria h u m a n a . D e a h í q u e ese ig n o to y m isterioso vestigio de la vida
b ie n a v e n tu ra d a y a ce n te e n los senos de n u e s tra re a lid a d de h o m b re s
n o p u e d a ser re c o rd a d o com o lo son las im ág en es de la v id a corpo-
ra l (el re c u erd o d e la c iu d a d d e C artago), los o bjetos ideales (los nU-
m eros), los h á b ito s (la elocuencia) y las pasiones d el a lm a (el gozo):
el vestigio de la v id a b ie n a v e n tu ra d a no p ro c e d e d e m i ex p erien cia,
sino q u e ra d ic a e n m i m ism o ser, e n la tra m a de m i h u m a n a reali-
d a d ‫ ؛‬y p e rte n ec e a m i m e m o ria , e n c u a n to m i m e m o ria es te stim o n io
- c o n s c i e n t e 0 in co n scien te, psicológico 0 m e t a f i s i c o - d e esa to ta l
re a lid a d m ía. E l p la to n ism o a g u stin ian o , in te le c tu a lista , com o e l de
P la tó n , e n su p rim e ra a p arien cia, acab a rev e lan d o SU' in d o le plena-
ria m e n te “e x isten cial” : lo q u e el h o m b re tie n e a h o ra e n si n o es u n
o cu lto y desconocido “sab e r in telectu al., acerca d e l c u a d ra d o y de la
esfera, com o a q u e l esclavo del Menon q u e sab ia g e o m e tria sin ha-
b e rla a p re n d id o , sino la oculta, descono cida y m isterio sa h u e lla enti-
ta ti va de u n “ser re a l" : el “ser fe liz ” la te n te e n la p o sib ilid a d h u m a
n a d e s e rlo ‫ ؛‬y e n v irttid d e esa h u e lla a n sia e l h o m b re la fe lirid a d
sin conocerla, y la “reconoce" 0 “re c u e rd a " c u a n d o le es d a d o a ce r.
carse a ella. P o r eso S an A g u s tín n o p u e d e p o n e r e l té rm in o d e su
ESPERANZA ١- TIEAIPO IICAtANO : SAX AGCSTIX 57'

aventura en el “m it.” 0 relat, de un hipotético evento pasado, a la


manera de Platón en la República y en el Fedro, y lo descubre en el
“misterio" de su relación espiritual con Dios. No es, en suma, un.
platónico cristianizado, sino un cristiano platonizante. En ello consis.
te su verdatlera originalidad histórica *.
Asi entendida la memoria, ¿tendrá alguna conexión con la es-,
peranza? La esperanza de la vida bienaventurada, insita en la natu.
raleza humana y elevada a la sobrenaturalidad por las promesas de-
Cristo, ¿se hallará en relación con esa misteriosa “memoria entitati.
va” que de la vida bienaventurada posee, allende todo recuerdo con.
creto y evocable, la realidad misma del hombre? No parece que la
respuesta pueda ser negativa. “Es uno el modo de ser feliz —dice-
San Agtistin— en aquel que lo es por poseer la vida bienaventurada,
y otro en aquellos que son felices en esperanza. Estos la poseen de-
un modo inferior al de aquellos que ya son felices en realidad; pero,
con todo, son mejores que qttienes ni en realidad ni en espe.ranza son.
felices: los cuales, sin embargo, no desearan tanto ser felices si no la
poseyesen de algUn modo; y que lo desean es certísimo” (c. 20, n. 29)..
Con otras palabras : todos los hombres desean ser felices, y todos, sé-
panlo o no, poseen de algón jnodo dentro de si mismos la vida bien-
aventurada; ese deseo se ptiede trocar en esperanza cuando el hom-
bre, por .modo más 0 menos expreso y lùcido, entrevé la vida bien-
aventurada secreta y constitutivamente poseída por él 7; y tal espe-
ranza tie felicidatl llegará a convertirse en felicidad real y cumplida
cuando el atisbo alcance a ser plena y clara visión. ‫ ﻣ ﺎ‬cual, en el len.
guaje del cristiano platonizante que fué San Agustín, equivale a afir-
mar que la esperanza es tin advertimiento más 0 menos amplio y
claro de nuestra Ittemoria metafísica fie la vida bienaventurada. Es-
perar la felicidad, vivir unitaria y simultáneamente la expectación y
la reminiscencia metafísica de una existencia bienaventurada, es, se.
gUn esto, una posibilidad siempre abierta al ser concreto y terreno
del hombre.
La memoria y la esperanza aparecen ahora unidas entre si por
٠ Sobre et problema de la relación entre la memoria agustiniana y la .« -»٥٠
‫ ﺀ(لﺀ؛ا‬platónica hay muy finas páginas en el libro Mémoire ٠، personne, de G. Gus-
dori (Paris, 1951). La conexión y las diferencias entre el pensamiento de San Agus-
tin y el platonismo de Plotino han sido muy bien estudiadas por Guitton en 8‫اا‬
obra' anteS mencionada.
7 Asi aconteció a San Agustín y a su madre en su ،xtasis de Ostia, cuan-
do, conversando acerca de la vida eterna de los santos, lograron “trcarla un po
quito” : ‫ه‬،،»'«‫ ا«هﺀ ﺀﻻا «آج‬modice ictu cordis (Conf., IX, c. 10. n. 24).
La expresión “ser feliz en esjttranza" se lee tamblón, referida a los empera-
dores cristianos de Roma, en La C iu ä d de ٠ ‫ أ‬٠‫ اﺀ‬V, 24.
‫ذ‬8 LA ESPERA ï LA ESPERANZA

.una n u e v a y m ás p ro fu n d a conexión. C om o antes, ex memoria spes;


m a s ya n o e n e l o rd e n de la v id a psicológica, y e n c u a n to los proyec-
tos y las esp e ra n za s d e l v iv ir te rre n a l h a y a n de s u rg ir y sean cons-
tru ld o s so b re el suelo de los recuerdos, sin o e n el o rd e n de la re a lid a d
onto lò g ica, es decir, e n c u a n to la m e m o ria y la e sp e ra n za poseen u n
m ism o su p u esto m etafisico, y éste p e rte n ec e a la c o n stitu c ió n m ism a
.de la re a lid a d d el h o m b re . E l deseo de fe lic id a d c o m ú n a to d o s los
h o m b re s tie n e com o su p u esto real u n a “m e m o ria tra n sp sic o ló g ic a '’ de
,la v id a b ie n av e n tu ra d a .; supuesto que, a su vez, se b a lla c o n stitu ti-
v a m e n te a b ierto a la p o sib ilid a d d e ser fu e n te d e .e s p e ra n z a . E n el
desear la v id a b ie n a v e n tu ra d a la te de m a n e ra e n tita tiv a , com o u n
" p o d e r ser” , la re a l e sp e ra n z a d e esa vida.
Y to d o ello, ‫ي‬no aco n tecerá, com o e n el o rd e n d e la p rim e ra co
n e x ió n aco n tecía, e n v irtu d de la c o n stitu tiv a te m p o re id a d d e la exis-
te n c ia h u m a n a ? In d u d a b le m e n te . Si la ex isten cia d e l h o m b re n o ftje-
«e te m p d re a ‫ ؛‬su disposición respecto al fu tu ro de su p ro p io ser seria
to d o m enos e sp e ra n z a ; p e ro si esa ex isten cia n o fuese de a lg ú n m o d o
su p ra te m p ó re a ,. e te rn a , ¿ p o d ría e x p e rim e n ta r en sf m ism a, psicológi-
•ca y o n to lò g ic a m en te, la m e m o ria y la e sp e ra n z a d e u n a v id a b ien-
a v e n tu ra d a p le n a ria y definitiva? p p d e r co n ce b ir la ex isten c ia d e la
« te rn id a d , ¿ n o su p o n e ser d e a lg ú n m o d o e te rn o , “llev ar la e te rn id a d
.dentro d e la m e m o ria " , com o S an A u s t i n d iria ? Y e n ta l caso,
¿có m o e l h o m b re p u e d e ser a la vez te m p ó re o y e te rn o , q u é re lació n
« x iste e n tre e l tie m p o cósm ico, e l tie m p o h u m a n o y la e te rn id a d ?
T a n h o n d a y a s id a m e n te sien te S an A g u stín la u rg e n c ia d e e sta
p u n z a d o ra rá fa g a d e p re g u n ta s, q u e se ve o b lig ad o a d iscu tirla s e n
-.una n u e v a sección de sus Confesiones, e l lib ro X I. e x ig id o desde
d e n tr o p o r el q u e le p re c ed e y n o m en o s im p o rta n te q u e é l e n la h is.
to r ia d e l p e n sa m ie n to . E l tie m p o de la ex isten cia h u m a n a e ‫ ؟‬cierta
..d is te n sió ¿ d el a lm a ” —nihil esse aliud tempus quam distentionem.
■Sed cuius rei, nescio, et mirum si non ipsius animi (X I, c. 26, n . 35)— ;
p e ro el a lm a d el h o jn b re no es sólo c ap a z de “ d iste n sió n ” : ta m b ié n
lo es de la “in te n s ió n ” q u e le rep lieg a h a c ia lo e te rn o y le p e rm ite
“la vocación d e lo a lto ” (X I, c. 29, n . 39). T e m p o re id a d y e te r n id a d ;
.ésta h a c ie n d o ser y a q u élla siendo, se e n tra m a n e n la c o n stitu ció n
re a l d e la c ria tu ra h u m a n a 8.

« El descubrimiento del carácter “Intensivo” del tiempo —el repliegue del


Rima bacia el fondo de su Intimidad y, por lo tanto, hacia el centro en que la
realidad del hombre puede trascenderse a s، misma— es consecutivo a la vivencia
.de la conversión. Paia el convertido, escribe certeramente Guitton, .‘el trozo de
vida que ha precedido a la conversión no sólo ha quedado superado para siempre :
le parece también que desde entonces ha sido Introducido en una forma nueva y
ESPERANZA Ï TIEMPO HUMANO: SAN ACUSTIN 5‫و‬

D ejem os, sin e m b arg o , este célebre d e b a te de S an A g u stín co n el


p ro b le m a d e l tie m p o , y volvam o‫ ؟‬a los capítulos d e l h b ro X e n que
1‫ ة‬san to afirm a la e x isten c ia de cierta secreta n o tic ia de la v id a bien-
a v e n tu ra d a e n los senos transpsicológicos d e la m e m o ria h u m a n a . E l
h o m b re lleva denti-o de si, siq u ie ra sea com o p o sib ilid a d d e ser, el
.‘ser fe liz ” h a c ia el c u al el deseo y la e sp e ra n z a d e la v id a bienaven-
tu ra d a se o rie n ta n . P ero ese ser feliz, esa v id a b ie n a v e n tu ra d a , ¿qué
so n , e n su re a lid a d ? ¿ E n q u é co nsisten? L a re sp u esta d e S an A g u stín
c o n tie n e y fo rm u la dos m aravillosos h allazgos, u n o de o rd e n m e ta
fisico y o tro de co n d ició n religiosa, m istica.
Refiérese el p rim e ro a la id en tificació n e n tre la “v id a b ie n a v e n .
tu r a d a " y la “ v e rd a d ” . L a vita beata es gaudium de veritate: “cuan-
d o los h o m b re s a m a n la v id a b ie n a v e n tu ra d a , q u e n o es o tra cosa que
gozo de la v e rd a d , c ie rta m e n te q u e a m a n la v e rd a d ” (c. 23, n . 33 ) ‫ل‬
po.rque “ de ta l m o d o se a m a la v e rd a d , q u e quienes a m a n o tr a cosa
q u is ie ra n q u e esto q u e a m a n fuese v e rd a d " (c. 23, n . 34). N o p re te n .
do a firm a r q u e e n estos te x to s sea e x p resad a p o r vez p rim e ra la esen-
c ia l co n ex ió n e n tre la v id a b ie n a v e n tu ra d a y el goce d e la v e rd a d :
la concepción p la tó n ic a de la theoria y d e l bios theoretikós ‫ ﺀ‬ofrece
u n claro e in d u d a b le a n te c e d e n te de la d o c trin a a g u stin ia n a . P e ro lo
q u e en los griegos P la tó n y P lo tin o e ra “visión in te le c tu a l” , epopteia
<Symp.} 210 a), a la m a n e ra de E leusis, hácese “ v id a p le n a ria ” e n el
c ris tia n o A g u stín . E l gaudium de veritate viene a ser, e n U ltim o ex-
tre m o , el gozo de la “ vida e n la v e rd a d ” y d e la “ v id a v e rd a d e ra ..‫؛‬
a lg o m u c h o m ás h o n d o y consistente, valga la e x p resió n , q u e la p u ra
fru ic ió n in te le c tu a l d e la e v id en c ia .
E l seg u n d o de los h a lla zg o s de S an A g u stín es g e n u in a m e n te cris,
.tiano, y consiste e n d e sc u b rir p o r vía e sp ecu lativ a y e x p e rim e n ta l
q u e la vita beata y el gaudium de veritate n o son, a la p o stre, sino
TelaciOn p e rso n a l con D ios, v id a e n u n D ios vivo y vivificante. 1 8 ‫م‬
.capítulos 26 y 27 d el lib ro X son com o u n g rito d e ju b ilo : la ex-
p re s ió n e x u lta n te d el b u sca d o r de D ios que, ai térm inO de su aven-

‫ اا‬٠‫ ﻟﻊ‬alta de la duración. Todas las dimensiones de ese primer pasado, que para
1‫ ؛‬es a la vez Intimo y extraño, le son desde entonces familiares: puede recorrer-
las en todos 1.8 sentidos: ve la proporción y la conveniencia de todos .los momen.
tos‫ ؛‬contempla, en fin, el orden de" su tiempo : en la sucesión percibe una conti,
nuidad, y en la continuidad un designio. Desprendiéndose paia siempre de su
presente, su pasado se hace espiritual. ¿No es quizá en una luz semejante a ،sta
como aparecen los recuerdos de una vida entera, «Jando el porvenir cesa para
siempre y la muerte obtiene la ecuación eterna de lo que somOs y de lo que he-
mos sido?” (op. pág. 284).
٠ Véase è excelente libro de A. G. Festugiére Contemplation et ‫ ﺀآﻵ‬contem-
platine selon Platon (Paris, 1936).
60 LA ESPERA Y LA E S P E ^ Z A

tu r a e sp iritu a l, casi e x te n u a d , p o r su in c esa n te b re g a In tim a , descu-


b re a la d iv in id a d com o fu n d a m e n to U ltim o de su e x isten c ia p erso ,
n al. " ¿ D ó n d e , pues, te h a llé p a ra conocerte, sino e n ti sobre m i? ’»
(c. 26, n . 37). In te supra me. P ero S an A g u s tín a d v ie rte sin d e m o ra
el v alo r sim p le m e n te m etafó rico d e esa p a la b ra espacial, ese supra
— et nusquam locus, et recedimus, et accedimus, et nusquam locus,
dice a re n g ló n s e g u i d o - , y p ro n to la s u stitu y e p o r otraS eq u iv alen -
te s : " d e n tro d e m i" (intus eras et ego foris), “conm igo., (mecum eras
et tecum non eram) (c. 27, n. 38). L a “religación., m e ta física d e l se r
h u m a n o con u n a re a lid a d fo n ta n a l y fu n d a m e n ta n te (Z u b iri), h a
sido c ris tia n a m e n te v iv id a p o r S an A u s t i n , y ello c o n stitu y e e l tér-
m in o d e su em p resa. C o m en zó e l san to p re g u n ta n d o : “ ¿Q ué es lo
q u e yo am o, c u a n d o te a m o ? '.; y después d e su a rd u a pesquisa, cum -
p lid a s las tre s etap a s a q u e a n tes a lu d í — foris, intus, desuper— , en-
c u e n tra q u e eso q u e a m a c u an d o a m a a D ios es el fu n d a m e n to m is-
m o d e su in tim id a d y d e su existencia. Sero te amavi, pulchritudo
tam antiqua et tam nova, ex clam a. T a n a n tig u a , q u e estaba, sin él
saberlo, e n e l fo n d o U ltim o d e su m e m o ria ; ta n n u ev a, q u e consti-
tu y e, sin q u e el tie m p o la d e te rio re 0 e m p añ e , el o b je to p e rm a n e n te
d e su esp e ra n za .
§5. L leg a d o a este p u n to , S an A g u stín se e n c u e n tra con el p ro -
b le m a de la p e sa n te z te rre n a l de su p ro p ia vida. Si el D ios vivo d e l
c ristia n ism o es e l fu n d a m e n to y la fu e n te d e la h u m a n a e x iste n c ia ,
¿ q u é d e b e rá h acerse co n ella? T a l es la cu estió n . “C u a n d o yo m e
a d h irie se a T i con to d o m i ser - d i c e el s a n t o - , y a n o h a b r á d o lo r
ni tra b a jo p a ra m i, y m i v id a ,.lle n a to d a de T i, será viva. M as a h o ra ,
com o a l q u e TU llenas lo elevas, soy c arg a p a ra m i, p o rq u e n o e sto y
lleno de T i', (c. 28, n. 39). L a ta re a de A g u s tín consiste, p o r lo ta n -
to, en a lig e ra r su e x isten cia in d iv id u a l d e p e sa d u m b re te rre n a , a fin
de q u e p u e d a q u e d a r ín te g ra m e n te lle n a d e D ios.
P a ra ello h a b rá d e e x a m in a r, u n a a tin a, las varias te n ta cio n e s q u e
le p o n e n en p elig ro de e n tre g a rse al d eleite te rre n a l; asi p o d rá com -
b a tirla s a d ec u a d a y eficazm ente. P e ro to d as esas te n ta cio n e s - l a m u i-
tifo rm e concupiscencia de la carne, los placeres del oído y d e la vi-
sión, la cu rio sid ad , el a p e tito de e stim ació n y fa m a , y ta n ta s m ás—,
p u e d e n ser in c ita d a s ta n to p o r la re a lid a d m is m a com o p ‫ ا ﺀ‬te-
c u erd o d e la re a lid a d ; esto es, p o r la m e m o ria . D e a h í q u e la fina
y m e tó d ic a ascesis m o ra l a que se refieren los U ltim os cap ítu lo s d el
lib ro X sea, e n el fo n d o , u n a delicad a p u rg a c ió n d e la m e m o ria cons-
c ien te e in co n scien te, con el fin d e q u e to d a ella p u e d a q u e d a r lle n a '
ESPERANZA r H E M P . HUMANO: SAN AGUSTIN 6 ٠

y c o lm a d a d e v id a e n D ios. Y esto, ¿cóm o lo co n se g u irá e l a lm a del


h o m b re a q u ie n la tie rra lla m a ?
San A g u s tín p o n e e n ejercicio su p ro p ia v o lu n ta d ; m a s n o se
a tre v e a confiar en e lla si n o se ve a y u d a d o p o r la m ise ric o rd ia di-
v in a. “T o d a m i e sp e ra n za - a s i lla m a a l c o m p leto v e n c im ie n to d e
sus te n ta cio n e s y a la c o m p le ta d isp o n ib ilid a d d e su a lm a p a ra la
v id a de D i o s - no está sino e n tu g ra n d ís im a m ise ric o rd ia ” , dice p o r
tre s veces en m u y pocas p á g in as (c. 29, n . 40; c. 32, n. 4 8 ; c. 35, n. 57).
E sa m ise ric o rd ia es la que h a id o c a m b ia n d o y m e jo ra n d o los h á b i-
to s del a lm a , h a s ta su co nversión y después d e e lla ; y, a m e d id a que
el c am b io e sp iritu a l se p ro d u c ía , la v id a de San A g u s tín se h a ido
c o n v irtie n d o m ás y m ás e n e sp e ra n z a : “ ¿ H a y algo q u e nos re d u z c a
a e sp e ra n z a si no es tu co n o cid a m iserico rd ia, p u e sto q u e h a s com en-
z a d o a m u d a rn o s ? ” (c. 36, n. 58). L a c o n clu sió n es o b v ia : c o n fo rm e
la m e m o ria va siendo p u rg a d a de co n ten id o s te n ta d o re s, la m iseri,
c o rd ia d iv in a va tro c a n d o la e x isten cia h u m a n a e n e sp eran za, redu-
cit nos in spem. P o r o b ra d e D ios, fu n d a m e n to vivificante d e nues-
tr o ser, la jn e m o ria p u ra es a la vez la m a te ria y el vaso d e la espe-
ra n z a . L a b ie n a rtic u la d a d o c trin a m istica de San J u a n d e la C ru z
so b re la con ex ió n e n tre la m e m o ria y la e sp e ra n z a se h a lla te n u e, p ero
in e q u ív o c a m e n te in co ad a, e n esas dos lineas d e las Confesiones.
San A g u stín se h a h e c h o cu estió n de si m ism o a n te los ojos de
D ios, y e n p o d e r y te n e r q u e h acerlo ve co n sistir su h u m a n a dolen-
c\a٠. T u G U te u i Domine Deus meus, ,,,in cuius oculis m ihi quaestio
factus sum, et ipse languor meus (c. 33, n . 50). ¿A caso la ra íz de las
dolencias h u m a n a s no consiste en la n ecesid ad in e x o ra b le de “h a -
cerse c u estió n ” de u n o m ism o p a ra p o d e r v iv ir h u m a n a m e n te ? ¿A ca-
so n o es ta l n ecesid ad u n o d e los in g re d ie n te s fu n d a m e n ta le s d e n u e stro
" c u id a d o ” existencial, de la cura o Sorge d el h u m a n o e x istir? P e ro
S a n A g u stín , a n a lista de si y c re y en te e n la re a lid a d fo n ta n a l d e u n
D ios vivo y vivificante, sabe d ó n d e la n z a r ese c u id a d o p a ra q u e su
v id a p e rso n a l m e re z c a d e veras ese n o m b re : Ecce Domine, iacto in
te curam m eam ,u t vivam (c. 43, n. 70). “H e a q u í. Señor, que, p a ra
vivir, a rro jo e n T i m i c u id ad o .” M il q u in ie n to s años anteS d e que
H e id e g g e r p u b licase Sein und Zeit, el lib ro X d e las Confesiones
o frecía a la a n a litic a d e la ex isten cia la m e jo r y m á s seg u ra vfa d e
salvación.
62 ESPERA y ESPERANZA

II.— E speranza e historia

D e c o n sid e ra r la situ a ció n de la e sp e ra n z a e n la in tim id a d d e l


tie m p o p erso n al, pasem os a c o n te m p la rla e n la m a g n a u rd im b re del.
tie m p o h istó rico . E n el fo n d o m ism o de la m e m o ria psicológica la te ,
com o p re n d a d e e te rn id a d , la e s p e m z a : q u ie n re c u erd a , espera, pese-
a lo q u e e n su p rim e ra a p a rie n c ia sea el acto d e re c o rd a r. ¿ N o s lie-
v a rá al m ism o re su lta d o u n a c o n sid eració n d e te n id a y p ro fu n d a de-
la m e m o ria d e l g é n ero h u m a n o 0 “h is to ria u n iv e rsa l” ? ,E l acto d e
re c o rd a r e l p a sa d o d e la h u m a n id a d c u a l q u i e r a q u e sea la suficien.
cia técn ica d e este re c u erd o h i s t ó r i c o , ¿ lle v ará consigo, p o r m o d o
m ás 0 m enos secreto, e l ejercicio d e la e sp e ra n za ? Y esa m u tu a im .
p lic a ció n d e la m e m o ria y la e sp e ra n za e n la viv en cia y e n la reali-
d a d d e l tie m p o h istó ric o , ¿ n o será, a la p o stre, u n a e x p re sió n h u m a ,
n a d e la e te rn id a d q u e subyace a la h isto ria , o to rg a n d o causa p rim e -
ra y U ltim o sen tid o a los ocasionales eventos d e su cu rso visible? P a ra
re sp o n d e r a g u s tin ia n a m e n te a estas graves in te rro g a c io n es, a ce rq u é ,
m o n o s c o n m e n te sensible a las p á g in a s d e L a Ciudad de Dios y es-
tu d ie m o s e n ellas su m o tiv ació n , su significación y su e s tr u rtu ra .
§1. E l d ía 24 d e agosto d e l a ñ o 410 a tra v e sa b a n la Porta Salaria
los ru b io s g u e rre ro s de A la ric o . L as m u ra lla s d e R o m a, aquellas altae
moenia Romae d e l p o e m a d e V irg ilio , sim bolo h a s ta en to n ce s d e
u n a s e g u rid a d h is tó ric a q u e p a re c ía definitiva e in te rm in a b le , caye-
ro n p a ra siem p re, y h o rd a s b á rb a ra s d e ,allende el R h in y e l D a n u -
bio señ o rea ro n la sacra a ltu ra ro m a n a del C apitolio. T o d a la A n ti-
g ü e d a d clásica yacía, ro ta , b a jo los pies m o n ta ra c e s d e los invasores.
E n la h is to ria de la h u m a n id a d h a b ía c o m en z a d o u n a e ta p a n u e v a ,
lle n a de o sc u rid a d e in c e rtid u m b re .
T o d o s los e n c o n tra d o s se n tim ie n to s q u e su scitan las crisis h istó -
ricas p o b la ro n e n to n ces las alm as d e los ciu d ad a n o s d e l Im p e rio : la
zo zo b ra, el a b a tim ie n to , la in c o n fo rm id a d , la irrita c ió n , la evasión, la
desesp eran za. Y, ju n to a ellos, u n o q u e p arece in e v ita b le e n tre h o m .
b re s v e n cid o s: e l a n sia de justificación p ro p ia, a expensas de la cui-
p a b ilid a d ajen a. C o n o tra s p a lab ras, la n e ce sid ad d e h a lla r u n res-
p o n sab le d e la d e rro ta . L os p ag an o s c u lp a b a n a los cristian o s. E l
a b a n d o n o d e los dioses an tig u o s, p ro te c to re s leales d e la U rb e du-
r a n te los siglos de su e n c u m b ra m ie n to ‫ أ‬la u lte rio r co nversión d e los
e m p e ra d o re s al C ristian ism o , h a b ría n sido causa d e la rtiin a d e R o m a.
I^5S cristian o s, a su vez, a trib u ía n el d esastre a la d iso lu ció n d e la s
a n tig u a s v irtu d e s ro m a n a s y a la crecien te c o rru p c ió n d e las c o stu m ­
ESPERANZA Y TJEMPO h u m a n o : san ACUSTIX 63

bres p o r la relig ió n y la m o ra l del p a g a n ism ‫ ؟‬. ‫ ؤ‬E r a posible resolve‫؟‬


honeSta y e lev a d a m en te esa m ed io cre d isp u ta ? ‫ ؟‬re n te a_la c ald a del'
Im p erio , ¿có m o u n cristia n o , fuese 0 no ‫ ؟‬omfere d ‫ ؟‬R o m a , R abia
d e e n te n d e r su situ ació n e n el curso de la h isto ria de la h u m a n id a d ?
¿ Q u é d eb ía re sp o n d er a las im p u g n a c io n es y a l ۶ s d o c trin a s d e loa
p ag an o s? O p rim id o p o r esta g rav e p e rp le jid a d , el p ro c ó n su l M aree .
linO, c ristia n o fiel y asiduo a m ig o d e A g u stín , se d irig ió al obispo de-
H ip o n a en súplica de consejo. C o rria el añ o 4.12. N o se h iz o espe-
ra r la re sp u e sta : pocos m eses después de re c ib ir la c a rta d e M aree-
lino, el san to , exardescens zelo domus Dei, e n tre g a b a a sus lectores-
los tre s p rim e ro s lib ro s d e L a Ciudad de Dios. Sólo tre c e años m ás
ta rd e , e n 426, p o d ria d a r té rm in o a la in g e n te obra.
Q uiso S an A g u s tín , a n te to d o , c o m p o n e r u n a g ra n ap o lo g ia d e l
C ristian ism o . U n a apologia de d o b le ro stro . F r e n te a los h o m b re a
de acción, p oliticos y m ilitares, los cinco lib ro s iniciales d e L a Ciu ٠
dad de Dios ib a n a d e m o stra r q u e n i el c u lto a los dioses d e l paga--
nism o, n i la étic a ro m a n a , n i e l im p e rio c o n ju n to d e las a rm a s y
las leyes h a b ía n sido capaces de p ro c u ra r a los ro m a n o s u n a m orada,
estab le y e x e n ta de calam id ad es. F re n te a los h o m b re s d e pensa-
m ie n to , filósofos y m o ra lista s d e d iversa laya, los cinco lib ro s subsi-
g u ie n te s e n se ñ a rá n q u e las con stru ccio n es d e la ra z ó n n a tu ra l n o
p u e d e n a se g u ra r a los h o m b re s u n a fidelidad a d e c u a d a a lo q u e su
n a tu ra le z a re a lm e n te pide. “E n los cinco p rim e ro s de estos d ie z li-
bros - d i c e te x tu a lm e n te A g u stín — escribo c o n tra los q u e p ie n sa n
q u e se d eb e a d o ra r a los dioses p o r los bienes d e esta tie r r a ; y, en-
los o tro s cinco, c o n tra los q u e e n tie n d en ' q u e d e b e conservarse el
cu lto de los dioses p o r la v id a q u e h a d e h a b e r después d e la m u e r-
te ” (de civ. Dei., X , 32). A c o n tin u a ció n , e n o tro s doce h b ro s, ex-
p o n d rá A g u stín el origen, la h is to ria y el té rm in o d e las dos c iu d ad e s
en q u e se o rd e n a la ex isten c ia te m p o ra l de la H u m a n id a d , la civitas
terrena y la civitas Dei.
B asta ta n levísim o a p u n te p a ra a d v e rtir q u e la ap ologia h a sido-
‫ ؟‬sta vez algo m ás q u e u n ocasional aleg ato def'ensivo 0 suasorio. B ajo
1۶ e x te n sa m a lla de los a rg u m e n to s q u e la ocasión p edia, las p á g in a ,
de L a Ciudad de Dios c o n tie n en , en efecto, u n a teo lo g ia y u n a nieta-
fisica d e la h is to ria u n iv ersal, u n a m in u cio sa p a u ta h isto rio g ràfica y
- p o r lo q u e a n u e stro te m a a ta ñ e — u n a g ra n d io sa te o ria h i s to r i¿
lógica de la e sp e ra n z a c ristia n a. D esde este p u n to d e vista h e m o s de
c o n te m p la r la significación re a l d el escrito a g u stin ia n o !..
1» Para cuanto atafte a Ja significación blstoriológica de La ü à d de Dios
sigue siendo clásico el libro de H. Scholz Glaube und Unglaube in der Weltge-
64 LA E S P I A Y LA ESPERANZA

§2. P u n to de p a rtid a d el p e n sa m ie n to de S an A g u s tín es u n a


tesis im p lic ita acerca d e la p e c u lia r h is to ric id a d d e l h o m b re cristia-
no. U n c ristian o , viene a d ecirnos el san to , n o d eb e y n o p u e d e sen-
tirse ra d ic a lm e n te a rru in a d o con la ru in a h is tó ric a d e R o m a , p o r
d e sc o n c ertan te y p en o sa q u e ésta sea. L a ex isten c ia d el c ristia n o tie-
.ne su fu n d a m e n to U ltim o e n la e te rn id a d , n o en e l tie m p o : e te rn o
y div in o , n o te m p o ra l y h u m a n o , es el m a n a n tia l de su. v id a m ás
In tim a . Si la cald a d e l Im p e rio ro m a n o h a sido u n a c atá stro fe p a ra
c u a n to s v iv ía n d e n tro d e sus lim ites, p a ra e l c ristia n o h a sido ta m -
b ié n u n a lib eració n , p o rq u e le h a d e satad o d e su v in c u la ció n a la
m á x im a c o n stru c c ió n te rre n a del p a g an ism o . “ ¿Q ué h a n p ad ecid o los
c ristian o s e n aq u ella c o m ú n devastación, que, b ie n co n sid e ra d a ésta,
n o les h a y a v alid o p a ra m a y o r a p ro v e ch a m ie n to su y o ? ” (de civ.
Dei., I, 9).
¿ Q u iere to d o ello d e cir q u e a l c ris tia n o d eb e serle in d ife re n te su
d e stin o h istó ric o ? E n m odo alg u n o . L a h is to ria es a la vez e l trá n -
sito progresivo d e l g én ero h u m a n o , desde su o rig e n h a c ia su té rm i-
n o , y la m e lo d ia d e las diversas m an ife stac io n e s d e D ios, e te rn id a d
-creadora, e n la ex isten c ia sucesiva d e sus dos c ria tu ra s tem p ó reas, e l
u n iv e rso y la h u m a n id a d . A lgo ta n im p o rta n te p a ra e l cristia n o com o
su re la c ió n co n D ios se h a lla d e a lg ú n m o d o d e te rm in a d o p o r su si.
tu a c ió n p e rso n al e n el tie m p o : de a h í q u e la n e ce sid ad de u n a visión
-cristiana d e la h is to ria h a y a la tid o siem p re e n e l a lm a de los segui-
d o res del E v an g elio , d esde q u e éste fué p re d ic ad o . R ecuérdese lo d i.
c h o a p ro p ó sito d e la e sp e ra n z a de S an P ablo.
E l h o m b re S an A g u stín , igneo y m e d ita b u n d o p o r n a tu ra le z a , no
p u e d e quedai. in d ife re n te a n te el h u n d im ie n to del Im p e rio ro m an o .
E n c u a n to h a b ita n te d e ese Im p e rio , la e n tra d a de A la ric o e n R o m a
h a rta id o a su á n im o c o n tu rb a c ió n y zo zo b ra. Q u ie n lo d u d e , véalo
-en la g r a titu d con q u e su p lu m a re c u e rd a la p ro sp e rid a d d e la Igle-
s ia y de la v id a civil e n tiem jjos d e U o n stan tin o y T eodosio (de civ.
Dei, V , 25-26). E n c u a n to c ristian o , la caid a d e R o m a, ev en to grave

schichte. ‫ « أ ﺀ‬Kommentar zw Augustinus) ٠٠ civitate ٠ ‫( آه‬Leipzig, 19!j). El as-


pecto histórico-sociológico de este escrito agustlniano ha sido finamente estudiado
por E. Gilson en Las metamorfosis ٥٠ la Ciudad ٥٠ Dios (trad, esp., Buenos Ai.
res, 1954). ‫ ﻣ ﺎ‬actitud de San Agustín trente a las diversas manifestaciones histd-
ricas del paganismo romano ha sido muy bien tratada por Fr. G. Maier en
Augustin und ٥٠s antike Rom (Stuttgart-Köln, 1955), Remito también a las fin s
reflexiones de K. Lowith en su libro Weltgeschichte u ٠،٥ Heilgeschehen (Stuttgart,
1953). La importante obra colectiva que los agustinos españoles han consagrado
recientemente a La Ciudad ٥٠ Dios (dos números extraordinarios de la revista La
Ciudad ٥٠ Dios, CLXVII, 1956) ha aparecido después de compuesto el presente
capitulo.
ESPERANZA ٢ n B jro HUM ANO: SAN AGUSTIN 65

y decisivo e n la h is to ria de la h u m a n id a d , le s itú a co n p ersp ectiv a‫؟‬


y resp o n sa b ilid a d es in é d ita s e irre p e tib le s e n el procursus te m p o ra l
del g é n ero h u m a n o , d esd e la c reació n d e A d á n h a s ta e l in s ta n te d e l
ú ltim o ju icio . Y, p u e sto q u e esa cald a d e R o m a h a sido la consecuen.
c ia d e u n a h is to ria p re c e d e n te , o b ra c o m ú n d e la p ro v id e n c ia d e
D io s y la lib e rta d d e los h o m b re s, síguese d e a h i q u e él, e l h o m b re
in d iv id u a l A g u s tín d e T a g a ste , e l c ristia n o a q u ie n la d ev astació n
d e la U rb e h a situ a d o ta n in é d ita m e n te e n e l c a m in o h istó ric o y so.
te rio O g ic o 'de la e stirp e d e A d á n , sie n ta y p ie n se q u e su v id a se h a lla
v in c u la d a p o r m o d o irre n u n c ia b le a la v id a d e to d o s los h o m b re s
.que le h a ¿ p reced id o , desde a q u ella in ic ia l p a re ja qu e' prefirió e l
p e ca d o a la o b ediencia, y a la v id a d e todos los h o m b re s q u e h a n
d e n a c e r después de su m u e rte , h a s ta la c o n su m a c ió n de los siglos.
E l h o m b re es co n g én ere del h o m b re n o sólo p o r im p e ra tiv o d e la
n a tu ra le z a , com o h a b la e n se ñ a d o el cosm opolitism o d e los estoicos,
m as ta m b ié n p o r ex ig en c ia d e la h isto ria . L a Ciudad de Dios es la
g ra n d io s a e p ifa n ia lite ra ria d e esta g ra n v e rd a d c ristia n a , y a g e rm i.
n a lm e n te visible y eficaz e n los escritos d e l N u e v o T e sta m e n to .
E l d e sc u b rim ie n to d e la h is to ria - a l u m b r a d o p o r Israel, cristia-
n iz a d o luego p o r S an P a b lo — lo g ra con S an A g u stín su definitiva
v a lid e z u n iv e rs a l: e n lo sucesivo, n in g ú n h o m b re de O c cid e n te pen-
« a rá q u e es p le n a m e n te “ h o m b re ., si n o posee e n su e sp íritu u n a id e a
su ficien te acerca de su conexión h istó ric a con el re sto d e l g én ero h u -
m a n o . D esde A d á n h a sta el fin de los siglos, a firm a g e n ia lm e n te S an
A g u stín , la vida d e la h u m a n id a d es com o la d e u n solo h o m b re
<Conf ... X I, c. 28, n . 38, y de vera relig., X X V II, 50); y ese c o n tin u o
« re c im ie n to n o es o tra cosa q u e u n a p ro g resiv a m a d u ra c ió n e sp iri,
tu a i : “D e l m ism o m o d o q u e v a n fo m e n tá n d o se y a p ro v e c h a n d o las
b u e n a s in stru c cio n es d e u n h o m b re virtuoso, asi las d e l lin a je h u m a -
no, e n lo re fe re n te al pue.blo d e D ios, fu e ro n crecien d o p o r d e te rm i
-nados periodos, com o q u ie n crece p ro g re siv a m e n te segUn el e sta d o
d e su e d ad , p a ra q u e v in ie ra a elevarse d e la c o n te m p la c ió n d e las
«osas te m p o ra le s a la d e las e tern as, y d e las visibles a las invisibles.’
(de ct'ü. Dei, X , 14).
E s ta visión c ris tia n a d e la h is to ria - r e d u c i b l e ta l vez a seis ideas
b á sic a s: creación, re d e n ció n , progreso, ju ic io final, p ro v id e n c ia y li-
b e rta d — ex ig e d e la m e n te u n a ta ja n te y d e fin itiv ¿ im p tu ra coH la
« o n cep ció n ciclica del tiem p o . N o fu é rem iso S an A g u s tín e n e l cum -
p lim ie n to de ta n e stricto d e b e r in telectu al. V arios cap ítu lo s d e L a
Ciudad de Dios (X II, 10-21) se h a lla n co nsagrados a r e iu ta r co n tex-
io s d e la E s c ritu ra y c o n a rg u m e n to s de la ra z ó n la d o c trin a d el eter-
s
66 LA ESPERA T ‫ئ‬ ESPERANZA

n . r e t o r n . : “estos volubles circuios q u e la o p in ió n h a in v e n ta d o ,


ró m p e lo s la ra z ó n d e m odo m anifiesto'. (X, 18). A la im a g in a c ió n
d e l falsus circulus, la fe y la in te lig e n c ia d e l c ristia n o c o n tra p o n e n
la v e rd a d del rectum iter, y a la su p u esta re p e tició n in d efin id a, la
n o v e d a d s in g u la r d e c ad a u n o d e los eventos h istó ric o s (X II, 14). L a
h is to ria d e la h u m a n id a d es u n c a m in o re c to desde la c reació n del
h o m b re h a sta el fin d e los tiem p o s, d iv in a y s a lv a d o ra m e n te j a l o n a d ,
p o r C ris to ; el c u al h a m u e rto , com o dice S an P ab lo , u n a sola vez, y
u n a sola vez h a re su cita d o p a ra n o m o rir ja m á s (Rom., V I, 9-10). Si
n o fu e ra asi, ¿ p o d ría m o s lla m a r v e rd a d e ra a la b ie n a v e n tu ra n z a q u e
n o s h a sido p ro m e tid a ? “ ¿C óm o p u e d e ser v e rd a d e ra u n a b ien av en -
tu r a n z a d e cu y a e te rn id a d ja m á s e stà seg u ra el a lm a , 0 p o r n o co.
n o c e r la h itu r a m is e ria ..,, 0 p o r te n e r co n te m o r n o tic ia d e e lla ? "
(X II, 14). ¿Y cóm o h a b ría d e ser .posible la e sp e ra n z a d e l h o m b re ,
d u ra n te su trá n s ito te rre n o , som eti'da su a lm a a i te m o r o a la c erti-
d u m b re d e u n p e rp e tu o re to m o a la m iseria y al d o lo r? Si la h is to ria
d e la h u m a n id a d h a d e repetirse, es in e v ita b le la m elan co lía, p o rq u e
e n la h o ra de n u e s tra felic id a d será d e sd ic h a d a n u e stra e sp eran -
z a (X II, 21).
A s i c o n sid erad as, las p á g in as d e L a Ciudad de Dios se n o s m u e s-
tr a n com o u n a in g e n te h isto rio lo g ia d e la e sp e ra n z a c ristia n a . E n -
g a rz a d o e n la tr a m a in m e n s a d e la h isto ria , e l c ristia n o v e r d a d e r .
sie n te y sabe q u e su e sp e ra n z a p e rso n al se in te g ra y o rd e n a d e n t r .
d e la c o m ú n e sp e ra n z a d e l g én ero h u m a n o . “A u n a m is m a e sp e ra n za
halréis sido llam ad o s.', escribió S an P a b lo a los Efesios. P u es b ie n :
a los ojos lo n g iv id e n te s d e S an A g u stín , la h is to ria es la m e ló d ic a,
te m p o ra l y m u ltim d in a r ia diversificación d e esa una spes p a u lin a e n
las in d iv id u a lid a d e s y c o n cretas e sp e ra n za s de to d o s y c ad a u n o d e
los cristian o s, y a u n d e to d o s y c ad a u n o d e los h o m b re s. V eám oslo,
a n a liz a n d o la e s tru c tu ra e x te rn a e in te rn a d e L a Ciudad de Dios.
§ 3. C u m p lid o el p ro p ó sito polém ico d e los d ie z p rim e ro s libros,
S an A g u s tín a b o rd a re su e lta m e n te la p a rte p o sitiv a d e su p o d e r o s ,
e m p e ñ o in te le c tu a l; a saber, la co n stru cc ió n d e u n a d o c trin a teoló-
g ic a y d esc rip tiv a acerca d e l curso te m p o ra l y el d e stin o p o stre ro d e
la creación. D os v a n a ser sus recursos p rin c ip a le s en la e m p re sa : la
y a m e n c io n a d a visión de la h is to ria de la h u m a n id a d com o la exis-
te n c ia te m p o ra l y p ro g resiv a de u n solo h o m b re y la o rd e n a c ió n d e
to d a s las vidas h u m a n a s p o r Su v o lu n ta ria a d sc rip c ió n e sp iritu a l a
u n a d e las dos' “ ciu d ad es', e n q u e se d iv id e el in m e n so c o n ju n to d e
la s c ria tu ra s libres, la “ c iu d a d te rre n a " y la “c iu d a d d e D io s” .
E x te rn a m e n te co n sid erad a, esa d u a l escisión de las c ria tu ra s li.
esperanza t TIEM PO h u m a n o : san a cu su n ،7

b re s tie n e u n a p re h is to ria — si se m e p e rm ite e ste e m p leo tra sla tic io


de u n m a l v o c a b l o - y u n a h is to ria g e n u in a , sep arad as e n tre si p o r
el h e ch o decisivo de la creació n d e l h o m b re . E n aq u élla, la desobe-
d ie n cia d iv id ió a los ángeles, creados con la lu z , e n dos estados con-
tra p u e sto s, y c ad a u n o de ell.os dió p rim e r fu n d a m e n to e sp iritu a l a
u n ¿ de las d o s fu tu ra s c iu d ad es h is tó ric a s: los ángeles fieles y b ie n ,
a v en tu rad o s, a la cimtas D ei; los ángeles rebeldes y p recitos, a la ci-
vitas terrena. L a c reació n d e l h o m b re , e l p ecad o d e A d á n , la p é rd id a
d e la ex isten c ia p a ra d isía c a y la o b ra de C ain c o n stitu y e ro n luego e l
o rig e n h istó ric o de esas dos riu d a d e s. C ain fu é “el p rim e r fu n d a d o r
de la c it.d a d te rre n a " (XV, 5 ): la c iu d a d d e H e n o c q u e n o m b ra el
G énesis (Gén., IV , 17) d eb e ser c o n sid e ra d a p rin c ip io y a rq u e tip o de
to d as las construcciones p o liticas d e los h o m b re s. N o p u e d e h a b la r-
se, e n cam bio, d e u n a fu n d a c ió n h is tó ric a d e la c iu d a d d e D io s :
“A bel, com o p e re g rin o , n o la fu n d ó , p o rq u e la c iu d a d d e los santos
es so b eran a y celestial, a u n q u e p ro d u z c a e n la tie rra los c iu d a d a n o s
e n que es p e re g rin a h a s ta q u e llegue el tie m p o de su re in o " (X V , 1).
S egún esto, la ciu d ad te rre n a a v e n ta ja a la c iu d a d d e D ios e n con-
sistencia m a te ria l e h istó ric a , y a q u e n o e n excelen cia e sp iritu a l.
D esde la edificación de H e n o c p o r C ain, a m b as ciudades, la te-
rre n a l y la celeste, co ex istirán h a s ta la co n su m a c ió n d e los siglos.
Q u e d a rá fo rm a tla la c iu d a d te rre n a p o r todos los h o m b re s que, com o
los ángeles rebeldes, se am en d e so rd e n a d a m e n te a si m ism o s; d a rá n
cu erp o a la c iu d a d d iv in a to d o s cu an to s a m e n re c ta m e n te a D ios.
N o se tra ta , pues, de u n a sep aració n ju rid ic a e in s titu c io n a l e n tre los
p e rte n ec ie n te s a u n a y o tra c iu d ad , sino d e u n a d iv e rg e n cia volun-
‫؛‬a ria y m o.ral: la salvación n o h a fa lta d o n u n c a , dice e n o tr a p a rte
S an A g u stín , a qu ien es p o r su v id a p ia d o sa y ju s ta fu e ro n dignOs d e
çlla, d o n d e q u ie ra y c u a n d o q u ie ra q u e viviesen (Ep., C II, 12-15). L a
h is to ria d el g é n ero h u m a n o ap arece asi com o el d esarro llo 0 excursus
d e las dos c iu d a d » , a trav és d e seis p erio d o s sucesivos: e l p rim e ro ,
e x ‫؛‬e n d id o desde C ain y A b e l h a s ta el D ilu v io , eq u iv ale a la p u e ric ia
d e l h o m b re in d iv id u a l; e l seg u n d o , desde N o è h a s ta A b ra h a in , a su
n iñ e z ; el tercero , e q u ip a ra b le a la adolescencia, v a d e A b ra h a m a
D a v id ; e l c u arto , c o m p arab le a la m a d u re z , tra n s c u r te desde D a v id
h a s ‫؛‬a el C au tiv erio d e Isra e l e n B a b ilo n ia ; e l q u in to co rre sp o n d e a
la d ecad en cia senil, y a b a rc a el tie m p o c o m p re n d id o e n tre ¿1 C auri-
yerio d e Isra el y el n a c im ie n to de C risto ; e l sexto, e n fin, p e rio d o d e
!a g ra c ia y la n u e v a vida, h a c o m en z a d o co n C risto y te rm in a rá a l
fin d ‫ ؟‬los tie m p o s, con e l ju ic io final, la re a su n c ió n dCl tie m p o e n la
e te rn id a d y la sep aració n d e fin itiv a de las dos riu d a d e s, la d e D ios
68 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

h a c ia la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a , la te rre n a h a c ia la e te rn a c o n d e n a ,
c ió n ٤‫ ؛‬. E l p u e b lo d e Israel, h a s ta el m o m e n to de la R ed en ció n , y la
Ig lesia d e C risto, después d e ella, c o n stitu y e n la p a rte p rin c ip a l d e
la c iu d a d d e D io s ; lOs rein o s e im p e rio s le v an tad o s p o r la a m b ic ió n
te rre n a - a su cabeza. A siria y R o m a— v a n d a n d o c re cie n te reali-
d a d a la c iu d a d d e l siglo. L as dos c iu d ad es n o e stá n siem p re e n m u .
tu a p u g n a , p o rq u e los im p erio s p u e d e n beneficiarse d e l o rd e n espiri-
tu a i, y la Iglesia d e l o rd e n te rre n o . Sus fro n te ra s visibles n o son, p o r
o tr a p a rte , m u y precisas, p o rq u e en la Iglesia h a y rép ro b o s y e n e l
Im p e rio santos. Sólo co n el ju ic io final lle g a rá la sep aració n e scu eta
e irrev o c a b le d e los h ijo s d e l siglo y los h ijo s d e D ios ia.
T a l es, e n esq u em a, la e s tru c tu ra e x te rn a d e la c o n stru c c ió n agus-
tin ia n a . S u e s tru c tu ra in te rn a — su “fo rm a in te rio r'., d iría Schleier-
m a c h e r— p u e d e ser p e rc ib id a in d a g a n d o e n L a Ciudad de Dios cóm o
se a rtic u la n e n tre si e l p ro p ó sito de S an A g u stín , los conceptos y há-
b ito s in te le ctu a le s con q u e o peró su m e n te y sus diversas a c titu d e s
p erso n ales fre n te a la v a ria c irc u n sta n c ia e s p iritu a l e n q u e se m ovia.
Sabem os y a c u á l fuó, alle n d e c u a lq u ie r m o tiv a c ió n ocasional, e l
m á s In tim o p ro p ó sito d e S an A g u stín , e n c u a n to a u to r d e L a Ciudad
de Dios: edificar u n a concepción c ristia n a d e la re la c ió n sucesiva en-
tre la e te rn id a d c re a d o ra y p ro v id e n te d e D ios y la h is to ria te rre n a
d e l h o m b re , e n te n d id a ésta com o la o b ra d e u n a lit e r t a d finita, p e.
c a d o ra y re d im id a . L a lib e rta d p e ca d o ra d e los ángeles r e te ld e s dió
a la civitas terrena su p rim e r fu n d a m e n to ; la lib e rta d p e c a d o ra d e
A d á n y C ain, su o rig e n h istó ric o y visible. E n u n o y o tro caso, u n
to rc id o “a m o r p ro p io ', prevaleció sobre e l recto y deliido “a m o r d e 1

11 También fueron seis los dfas de la creación del mundo. San Agustín atri-
buye una e s p i a l perfección al nUmero seis “porque es el primero que resulta de
la suma de sus partes" (٥٠ cío. ٠٠٠', XI, 80). Otras veces divide la historia de laa
dos ciudades en tres periodos : uno sin ley (desde la creación del hombre hasta
Abraham), otro bajo la Jey (desde' la alianza con Abraham, articulus temporis,
hasta el nacimiento de Jesucristo) y otro de la grada (desde el nacimiento de Je-
sucristo hasta el fin de los tiempos).
1» Ensefta San Agustín, en electo, 'que los limites de la ciudad de Dios no
coinciden necesariamente con los del pueblo de Israel y la Iglesia. A la ciudad de
los santos Jjertenece Job, no obstante ser idumeo (٥٠ civ. Dei, x v in , 47), la sibila
Eritrea (XVIII. 23), ciertos excomulgados —más numerosos de lo que suele creer-
se— que por la paz de la Iglesia soportan afrentas no merecidas (٥٠ vera relie., lJ),
el centurión Cornelio (Sermo., 7 ,49 ‫ )ل‬y todos los que viven de acuerdo con su
conciencia (contra Faust., XII, 7; XIII. 15). “Puede decirse que San Agustín - e s -
cribe Battifol— entrevó la doctrina del alma de la Iglesia, esta alma a la cual per.
tenecen los santos que Dios santifica sin que hayan Jjertenecido a su cuerpo visi-
h‫؛‬e... Pero esta doctrina del alma de la Iglesia no es una doctrina en la cUal pu-
diera complacerse el doctor, que, combatiendo el cisma donatista, tanto ha soSte-
nido la necesidad de la Iglesia visible" (Guirton, op. ‫آﺀ‬،., pág. 314).
ESPERANZA Y TIEM PO h u m a n o : sa n acu- ‫وه‬
D io s” (de civ. Dei, X IV , 28): el egoism o, dice G u itto n , a u m e n tó la
d ista n c ia in fin ita q u e sep a ra a las c ria tu ra s d e l C read o r. S in e l peca-
do angéJico y e l pCcado h u m a n o , la creación e n te ra h u b ie se sido u n a
p e re g rin a n te y a rin o n io sa civitas Dei; n ٥ h a b ‫ ؛‬ía lleg ad o a c o n stitu ir-
Se e n su seno u n a civitas terrena. P u e s b ie n : d e n tro d e la p ersp ectiv a
im p u e sta al e sp íritu h u m a n o p o r el p ecad o y sus secuelas, (c ó m o el
h o m b re p o d rá e n te n d e r la re la ció n e n tre el tie m p o h is tó ric o y la
e te rn id a d , e n tre su h is to ria y D ios?
S an A g u stín tr a ta d e a lc a n z a r ese e n te n d im ie n to m e d ia n te el em -
pleo c o h e re n te d e to d a u n a serie d e conceptos y recursos, d o g m á ti-
Cos u n o s y e lab o rad o s otros. H e aq u í, e sc u e ta m e n te e n u n cia d o s, los
q u e a m i Juicio d e sc u e lla n : creación, m al, in te rv e n c ió n d iv in a , tra s ,
cen d e n c ia h u m a n a , n o v e d ad h istó ric a , c o n tin u id a d p ro g resiv a d e los
tiem p o s, c o n su m a c ió n d e los siglos, p re d e stin a c ió n y d o b le p e r a
pectiva.
D ios, p o r u n lib re d e c re to de su v o lu n ta d , creó a la vez el m u n d o
y el tie m p o . C on o tra s p a la b ra s : D ios quiso c re ar u n m u n d o su jeto
a m u d a n z a . T a n to m ás sujeto, c u a n to q u e u n a p a rte d e las c ria tu ra s
fu e ro n , p o r ex p resa v o lu n ta d d iv in a , seres in te lig e n te s y lib re s : esto
es, e n te s capaces d e m odificar a su a rb itrio la re a lid a d y d e e leg ir
.entre el b ie n y el m a l, d e a d o p ta r Una c o n d u c ta re g id a p o r el amor
D ei o d e in v e n ta r o tra g o b e rn a d a p o r el amor sui. E s ta com placen-
cia o p e ra tiv a y m o ro sa en el a m o r p ro p io es el m al. C o n tra lo soste,
n id o p o r los m an iqueos, el m a l n o posee re a lid a d p ro p ia : ' n o h a y
"esencias” c o n tra ria s a D io s: las c ria tu ra s n o p u e d e n o ponerse a
D io s p o r n a tu ra le z a , sino p o r v o lu n ta d c o n tra ria : la m a la v o lu n ta d ,
en consecuencia, n o tie n e causa eficiente, sino cau sa deficiente (de civ.
Dei, X II, 1-8). E llo, sin e m b arg o , n o im p id e q u e San A g u stín , arras-
tra d o p o r su celo antipelagiano., se aproX im e e x cesiv am en te a M afies
en lo to c a n te a las consecuencias d e l p ecado o rig in a l: p o r o b ra de
A d á n , afirm a, la h u m a n id a d e n te ra es massa peccati, massa damm•
ta, u n ‫ ؛‬loque d e in iq u id a d q u e sólo p o r o b ra d e la g ra c ia h a p o d id o
co n v ertirse p a rc ia lm e n te e n civitas Dei.
P a ra q u e u n a p a rte d e la h u m a n id a d p u d ie se al fin ser fiel a su
o rig e n d iv in o y salvarse, e ra precisa, en consecuencia, la in te rv e n c ió n
de D ios e n la h is to ria d e sus C riaturas. L a e te rn id a d n o es sólo el fu n -
d a m e n to en v o lv en te d e l tie m p o . P a ra el cristia n o . D ios n o es sólo
c re a d o r d e l u n iv erso y c o n se rv a d o r d e su m o n ó to n o o rd e n n a tu ra l.
D esde su e te rn id a d c'readora y s u ste n ta d o ra h a q u e rid o in te rv e n ir
en e l tie m p o d e m o d o e x tra o rd in a rio : lo h iz o h a b la n d o a A b ra h a m
y a M oisés e in s p ira n d o a los p ro fe ta s ; lo h a c e a tra v é s d e los m ila-
7٠ LA ESPERA ï LA ESPERANZA

gros, esos ev en to s in te rm e d io s e n tre la a b so lu ta n o v e d a d d e la crea-


c id n ex nihilo y e l curso o rd in a rio y pre.visible d e la n a tu r a le z a ‫ ؛‬lo
h a h e ch o , sobre to d o , p ro m o v ie n d o el m a g n o suceso d e la e n ca rn a -
cid n d el V erb o . L a red e n ció n , factum h istó ric o in d u d a b le , re p re se n ta
la m á s im p o rta n te via de co m u n ic ac ió n e n tre la e te rn id a d y e l tiem -
po, d iv id e a la h is to ria e n dos eras c u a lita tiv a m e n te d is tin ta s y per-
m ite a to d o s los h o m b re s tra s c e n d e r la te m p o ra lid a d in h e re n te a su
trá n s ito te rre n o . P o r o b ra de la re d e n ció n , los h o m b re s h a n p o d id o
ser ín te g ra m e n te fieles a si m ism os, a su n a tu r a l c o n d ició n d e “im a-
g e n y s e m e ja n z a ” d e D ios.
S egún esto, la c o m u n ic ac ió n e x tra o rd in a ria e n tre el tie m p o y la
e te rn id a d p u e d e a co n te c er en dos d ire c cio n e s: la e te rn id a d intervie-
n e e n el tie m p o c u an d o asi lo d e creta la lib re v o lu n ta d d iv in a , y e l
tie m p o llega a ser tra sc e n d id o c u a n d o el h o m b re , a trav és d e si m is-
m o, desde el U ltim o fo n d o de su in tim id a d p erso n al, e m p le a su lib re
v o lu n ta d h u m a n a e n el em p eñ o d e b u sc a r a D ios. L a conversión, el
éxtasis y la o ració n so n los tre s m odos p rin c ip a le s d e esa tra sce n d e n -
eia del h o m b re a lle n d e e l curso n a tu ra l d e su e x isten c ia te rre n a , y
a los tres supo re c u rrir el a lm a se d ie n ta d e S an A g u stín .
L a in te rv e n c ió n d iv in a y la tra sc e n d e n c ia h u m a n a tra e n a l curso
h is tó ric o aq u ello q u e la n a tu ra le z a c re a d a n u n c a p o d ría a lc a n z a r p o r
sf m is m a : la n o v e d a d v e rd a d era , u n a n o v e d a d s o b re h u m a n a y a h
so lu ta. D e n tro d e la con cep ció n h e lé n ic a d el tie m p o , las m ás a lta ،
m a ra v illa s q u e la n a tu ra le z a h u m a n a sea c a p a z d e p ro d u c ir, la filo-
sofia de P la tó n o la a rq u ite c tu ra d e la A crópolis, v o lv e rá n a e x istir
in d e fin id a m e n te y n u n c a serán n u e v a s; p a ra u n cristia n o , e n cam -
bio, la m ás h u m ild e p le g a ria d el alm a m á s sencilla a b re siem p re in-
calculables perspectivas nu ev as e n el o rd e n d e la re a lid a d , p o rq u e
D ios, e te rn id a d y o m n ip o te n c ia , la oye m á s allá del tie m p o y d e sus
d e te rm in a c io n e s ap aren tes. P ero u n a y o tra n o v e d ad , la q u e p rocede
d e la in te rv e n c ió n d iv in a y la q u e d e p e n d e d e la tra sc e n d e n c ia h u -
m a n a , n o lle g a n a ro m p e r la c o n tin u id a d d e l tie m p o h istó ric o . L a
co n v ersió n c a m b ia c u a lita tiv a m e n te la v id a d e l converso, m as n o la
in te rru m p e ; la re d e n c ió n a b rió u n a n u e v a e ra e n la h is to ria d e la
creación, p e ro n o a n iq u ila n d o la e ra p re c ed e n te , p o rq u e el N u e v o
T e s ta m e n to e stá la te n te e n el A n tig u o , y éste se h a c e p a te n te en el
N u e v o . F re n te a los m a n iq u eo s, S an A g u stín a firm a rá la c o n tin u i-
d a d p ro g resiv a de la historia salutis, desde A b ra h a m h a s ta la Igle-
sia de C risto : eso. e n se ñ a u n a exégesis e sp iritu a l y aleg ó rica de la
E s c ritu ra . F r e n te a los d o n a tistas, h a r á b rilla r la u n id a d h istó ric a
y m istic a de la Iglesia, pese a la in e v ita b le ex isten c ia d e p ecado­
ESPERANZA Y T O M T O HUM ANO: SAN ACUSTIN 71

res y rep ro b o s e n el cu erp o visible d e ¿sta. L a ‫ ؛‬is to ria es c a l m e n ,


te c o n tin u a y p ro g resiv a, y tra n s c u rre “com o la in g e n te m e lo d a d .
u n ta ñ e d o r in e ia b le " (Ep. C X X X V III). A si la ve, p o r lo m enos, aquel"
q u e sabe c o n te m p la r a la lu z d e la fe la to ta lid a d d e su ctirso m u lti-
sCcular, “ desde e l tie m p o e n q u e los h o m b re s e m p e z a ro n a e n g en -
d ra r, h a sta e l tie m p o e n q u e d e ja rá n d e p ro c re a ri' (de Dei, X V , 1).
A trav és de novedades y secuencias, la h is to ria d e la h u m a n id a d ,
e q u ip a ra b le a la v id a de u n h o m b re aislado, lle g a rá u n d ia a su tér-
minO, y c o n ¿1 a su ju ic io y c o n su m a c ió n : e l fin d e los siglos con-
sum ará" y n o c o n su m irá la m u d a b le re a lid a d d e l m u n d o (En. in Ps.,
68, 5), d a rá a c a b a m ie n to glorioso a u n o s y a c a b a m ie n to penoso a
.t r o s . T o d o s los seres creados a lc a n z a rá n e n to n ces su e sta d o defini-
tivo, aq u el a q u e en ju stic ia les h a y a c o n d u cid o su ex isten cia en el
tie m p o , y e n ¿1 seg u irán in te rm in a b le m e n te . P o r m o d o nu ev o y m is-
terioso, c u a n to h a b la su rg id o d e la n a d a a l ser, seg u irá sien d o in
aeternum.
E n tr e los h o m b re s, ¿ q u ién es se sa lv a rá n ? E s ta tre m e n d a p re g u n -
ta p u e d e ser co n testa d a seg ú n la d o b le p ersp ectiv a q u e la e s tru c tu ra
m ism a d e la re a lid a d c re ad a ofrece a la m e n te c ristia n a. C u a n d o la
in te lig e n c ia del h o m b re c o n te m p la los d atos revelados seg ú n su id e a
d e la e te rn id a d , la resp u esta viene fu n d a m e n ta lm e n te d e te rm in a d a
p o r la no ció n de la prescien cia y la lib e rta d d iv in a s : sálvanse, p ie n sa
e n to n c e s el cristian o , aquellos a quienes D ios, ab aeterno, h a p re d e sti,
n a d o a la g lo ria. D ios no seria D ios si su p ro v id e n c ia n o fliese pres-
c ien c ia in fin ita, to ta l c o n o cim ien to de lo q u e la lib e rta d d e c a d a h o m -
b re h a d e h acer, y si su v o lu n ta d o m n ip o te n te y lib é rrim a n o h u b ie -
se q u e rid o d e a n te m a n o to d o lo q u e e l h o m b re h a d e q u e re rj desde
q u e a lg u ie n es concebido. D ios sabe con p re sen c ia l y abSoluta v e rd a d
si su a lm a h a d e c o n d en a rse o salvarse y o to rg a la g ra c ia q u e esa
salv ació n re q u ie re . E s la d o c trin a d e la p re d e stin a c ió n . C u an d o , p o r
e l c o n tra rio , la in te lig e n c ia d e l c ristia n o prefiere le e r la E scritU ra
desde la p ersp ectiv a d e su tie m p o p erso n al, ¿sto es, seg ú n la in te n c ió n
re a l y e l curso efectivo d e sus acciones religiosas y n iorales, e n to n ces
la re sp u esta es o tr a : se salvan, d irá , aquellOs cu y ¿ v id a b u sca h u m il-.
de, re c ta y c o n sta n te m e n te su salv ació n y la s a lta c ió n ajen a , m e d ia n -
te el ejercicio de la v irtu d . E s la d o c trin a d el m e re cim ien to . L a tesis
de la p re d e stin a c ió n tie n e com o su p u esto la in te lig e n c ia y la lib e rta d
in fin itas d e D io s; la tesis d el m ere cim ien to , la in fin ita m ise ric o rd ia
de su v o lu n ta d . L a c o n d ició n in fin ita e in so n d ab le d e la ju s tic ia di-
v in a p e rm ite q u e u n a y o tra tesis p u e d a n c o n v e n ir m iste rio sa m e n te
e n tre si.
?2 LA ESPERA T LA ESPERANZA

A to d ٠ 8 estos conceptos, h á b ito s in te le ctu a le s y p u n to s d e v is ta


re c u rre la m e n te d e S an A g u s tín p a ra el c u m p lim ie n to d e l p ro p ò s it»
a n te s n o m b ra d o : o rd e n a r c ristia n a m e n te e l tie m p o e n la eternidad'.
M as n o siem p re los em p leó d el m ism o m o do, p o rq u e su alm a, v a ria
e in m e n sa , vivió siem p re e n ap asio n ad o c re cim ien to , y p o rq u e fu e ro n
m u y diversas las solicitaciones con q u e le re q u irió su co m p leja c ir-
c u n sta n c ia e sp iritu a l. Secuaces d e la re lig ió n p a g an a , m an iq u eo s, d o .
n a tista s, n e o p lató n ico s y p elag ian o s a tra je ro n sucesivam en.te su in te-
lig e n c ia y sU celo d e p o le m ista ٤٥٠ y e n ocasiones con d e trim e n to n o -
to rio de su m e su ra teológica. E se fu é el caso en su c o n tro v e rsia con-
tr a los seguidores d e P elagio. P a ra re sp o n d e r a l ab usivo y e r r ó n e .
o p tim ism o an tro p o ló g ico de los pelagianos — e l h o m b re , seg ú n ellos,
n ace sin p ecad o o rig in a l y p u e d e a lc a n z a r la p e rfe cc ió n e s p iritu a l
m e d ia n te e l lib re ejercicio d e sus p o te n cias n a t u r a l e s , S an A g u s tín
p ro p u so u n a id e a d e m asia d o so m b ría d e la n a tu ra le z a h u m a n a cal-
d a, asi e n lo re la tiv o a las consecuencias d e l p ecado o rig in al, c o m .
e n lo 'to c a n te a las po sib ilid ad es d e la lib e rta d h u m a n a y a la te o ria
d e la p re d e stin a c ió n , e n te n d id a a veces c o n excesiva s e rv id u m b re a
u n a v isió n an tro p o m ò rfica de la e te rn id a d . L o s n u e v e años de su a n -
tig u a afección a la secta de M anes, a n típ o d a teológico d e P e la g io ,
¿ d e ja ro n e n el a lm a v e h e m e n te d e A g u s tín u n U ltim o y leve poso d e
p e sim ism o m a n iq u e o ? ٤٠13

13 T. Guitton ha estudiad, muy documentada y sutilmente Ja Influencia de


ese diverso empefio polémico en la configuración del Jtensamiento historiológico de
San Agustín. Escribe Guitton, resumiendo su pesquisa : “ 8‫ ﻣ ﺎ‬maniqueos le pro-
ponen el problema de la dualidad de los tiempos y de la novedad del Cristianismo.
Para responderles. San Agustín se ve conducido a trascender la diferencia entre
lo antiguo y lo nuevo y a buscar la inmanencia de lo nuevo bajo lo antiguo. Pue-
de asi definir la naturaleza de esta duración ٠«،٠ Christum que está implicada en
la historia de la Iglesia. Los donatistas levantan una cuestión complementaria: la.
de la duración post Christum, es decir, ‫ ئ‬de las relaciones d e la Iglesia con el
mundo, de su difusión en el espacio y de sus fracasos. Si el manlquefsmo le ayu-
dó a ver la prehistoria de la Iglesia, el donatismo le reveld el sentido de su his-
toria. El maniqueismo le ayudaba a comprender la continuidad, el donatismo 1‫ﺀ‬
manifestaba la unidad. Respondiéndoles, Jjodia trazar las bases de la eclesiologfa.
El neoplatonismo, por su parte, incita a San Agustín a enfrentarse con el problema-
de la mediación y a definir cómo el tiempo puede pasar a la eternidad: es, en el
fondo, la cuestión de la salvación. 1 8 ‫ م‬pelagianos, en fin, le mueven a definir cómo
la eternidad puede pasar al tiempo e infundirse en él sin absorberlo en ella, cómo•
el don de Dios puede injertarse en la naturaleza: es el problema de la gracia.
Neoplatonismo y pelagianismo le permiten comprender, ya no la Iglesia visible c-
histórica, sino la Iglesia trascendente, interior y eterna. Haciéndolo, preparaba la
mistica de la Edad Media., (op. «'،., págs. 305-306). Mi exposición ha recurrid,
más de una vez al excelente esquema de Guitton.
1. Piensa Gultton que la doctrina historiológica de La Ciudad ٥٠ Dios pro-
cede, en parte, de transponer al orden de la historia srcial la experiencia de que
son testimonio las C o n fe ä e s , estrictamente relativa a la historia ۴ rsonal de»
ESPERANZA Y TIEM PO h u m a n o : sa n ACUSTIN 73‫؛‬

A l fin, te m p la d o s y a los excesos polém icos, g a n A g o s tin s u p .


co n ced er m a y o r im p o rta n c ia al p u n to d e v ista d e la m ise ric o rd ia di-
v ina. E n dos d e sus U ltim os escritos — De praedestinatione sanctorum>
D e dono perseverantiae— a d o p ta u n a a c tiv id a d m á s a b ie rta a las ne-
cesidades d el c o ra zó n h u m a n o , m á s p e rm e ab le a la esp e ra n za . Con-
c eb id a seg ú n u n c rite rio h u m a n a m e n te div in o , es d ecir, e s c ru ta n d o
la e te rn id a d d e D ios con n u e s tra in te lig e n cia, la p re d e stin a c ió n m i-
n im iz a o a n iq u ila la lib e rta d y el m é rito d e l h o m b r e ‫ ؛‬m ira d a , en-
cam b io , d e u n m o d o d iv in a m e n te h u m a n o , esto es, e x p lo ra n d o el'
fo n d o d e n u e stro c o ra zó n co n fo rm e a lo q u e D io s q u ie re d e él, e l
p ro b le m a de la p re d e stin a c ió n tie n d e a resolverse e n h u m ild a d y
¿ sp e ra n za . A los ojos d e D ios se h a lla rá n p re d e stin a d o s a la c o n d e ,
n a c ió n 0 a la g lo ria aquellos q u e con su c o n d u c ta m e re z c a n co n d e-
n a rs e 0 salv a rse : el le n g u aje y la m e n te d e l h o m b re n o lo g ra rá n re-
b a sa r los lim ites d e esta d o c ta ig n o ra n c ia (de don. persev., II, 62)►
P e ro , ¿ p u e d e el m ás ju sto e sta r seguro d e su p ersev e ra n cia final? ¿Es-
h u m a n a m e n te p rev isib le e l fu tu ro p ro p io ? E l c a rá c te r te m p á re o d e
su ex isten cia te rre n a im p o n e al h o m b re u n a “in q u ie tu d " c o n stitu .
tiv a : com o el d e San A g u stín , su co ra zó n es, p o r n ecesidad, inquie-
tum cor. “A firm a n d o q u e la salvación n o es n u n c a u n a evidencia,,
incluso p a ra el m ás p erfecto, d e m o stra n d o q u e e n tr a r e n la Ig le sia,
v iv ir e n su u n id a d y b a jo sus leyes es p a ra e l m en o s p e rfe rto u n a
p re n d a a n tic ip a d a , S an A g u stín co n su m ó la a lia n z a d e la re lig ió n
in te rio r con la relig ió n e x terio r, del c u lto con la p ie d a d verdadera,,
y a rra ig ó la fidelidad en la in q u ie tu d ’. (G uitton).
§4. Si las Confesiones nos o frecen in nuce u n a a n tro p o lo g ía d o
la e sp e ra n z a c ristia n a. L a Ciudad de Dios n o s b r in d a d e m o d o re-
su elto su h isto rio lo g ia. E l tie m p o p e rso n a l es, seg ú n aquéllas, disten-
tio animi, la “d iste n sió n ” d e l a lm a en la serie m etó d ica d e sus re-
cuerdos, p ro y e rto s y e sp e ra n z a s : In te, anime meus, tempora metior
(Confi, X I, c. 27, n . 36). P e ro esa “d iste n sió n ” seria v a n a d isp ersió n
0 d isip a ció n d e la e x isten c ia h u m a n a e n las cosas fu tu ra s y tia n s ito -
ria s si el tie m p o d e l h o m b re n o fuese, ad em ás, “in te n s ió n ” y “exten-,
sió n ” , secreto rep lie g u e h a c ia ese h o n d o c e n tro d e la in tim id a d per-
sonal e n q u e la e te rn id a d se atisb a, y d esp lieg u e e sp e ra n za d o h ¿ c ia
la m e ta d e u n a fe lic id a d su p re m a y definitiva. U n h o m b re es c a b a l

santo. Lo que en las Confesiones es lucha de dos “tendencias" en el seno del alma,,
truncase en oposición de dos ..ciudades" en La Ciudad de Dios.
Una buena exposición de la polémica antipelagiana de San Agustín puede leerst
en la Kirchengeschichte de Joh. Peter Kirsch, t. I, págs. 580-606 (Freiburg 1. Br.,
1930). Para Kirsch. San Agustín no sostuvo nunca la tesis de la predestinación ab-
soluta a la gloria eterna y a la eterna condenación.
74 LA ESPERA ESPERANZA

y p le n a m e n te h o m b re , p a ra S an A g u stín , c u a n d ., sin d e ja r d e v iv ir
distentus e n el tiem po.- vive ta m b ié n intentus y extentus h a c ia el
-.fundam ento tra n s te m p o ra l d e su ex isten c ia (Conf., X I, c. 29, n . 39).
.E ntonces d escu b re q u e el o b jeto de su e sp e ra n z a yace e n el fo n d o
m ism o d e su m e m o ria ; 0 , con o tra s p a lab ras, q u e e l té rm in o d e la
-esperanza c ristia n a, la fru ic ió n in te rm in a b le d e D ios, n o es sino u n
re to rn o a l orig en . L a ex isten cia te m p o ra l d el h o m b re tie n e su fu n -
l a m e n t o e n la e te rn id a d , y p o r la e te rn id a d se h a lla e n v u e lta ; su
'“in te n sió n ., y su “e x te n sió n ” no son, a la postre, sino el acto d e aso-
m a rs e - i n t r o s p e c t i v a 0 m e m o ra tiv a m e n te e n aq u élla, esp e ra n za d a -
m e n te e n é s t a - a la lin d e h u m a n a e n tre lo te m p o ra l y lo eterno.
P ero la e sjjera n z a c ris tia n a e stá in e lu d ib le m e n te so m e tid a a la in-
-quietud, p o rq u e p a ra n u e stra n a tu ra le z a c aíd a el tie m p o es siem p re
o c a sió n de p e c a d o ; 0 , p o r lo m enos, riesgo d e c o n su m irse en la v a n a
e sp e ra n z a te rre n a d e lo fu tu r o y tra n s ito rio . Sólo c u a n d o la espera
d e los b ienes fu tu ro s y tra n sito rio s —ea quae futura ‫ ﺀ ﺀ‬transitura
sunt— se o rd e n a d e n tro de la ex p ectació n d e l b ie n su p rem o , tras-
c e n d e n te y e te rn o —ea quae ‫ ﺀ ﺀ „ ه‬5‫ „ ﻻ‬، - ‫ ا‬sólo e n to n ces p u e d e d e cir
-el h o m b re q u e h a a rro ja d o e n D ios el c u id a d o d e e x is tir: su “in-
-quietud', subsiste, p o rq u e siem p re la lleva e n su seno e l tie m p o del
h o m b re , p e ro e n to n ce s la c arn e “ descansa e n la e sp e ra n z a ” (de civ.
Dei, X III, 20).
L as acciones d e u n a v id a h u m a n a in d iv id u a l so n las n o ta s que
'in te g ra n su m e lo d ia ; las vidas d e los h o m b re s y d e las g eneraciones
s o n , a su vez, las n o ta s q u e c o n stitu y e n el magnum carmen d e la
h is to ria d e la h u m a n id a d , e n te n d id a com o el curso v ita l d e u n solo
h o m b re ‫ ؛‬٥. P u es b ie n : si el tie m p o d e la ex isten c ia p e rso n a l es dis-
tentio animi, el tie m p o d e la h is to ria u n iv e rsa l d e b e rá ser conside-
ra d o com o distentio generis humani; esto es, com o te m p ò re a “dis-
te n sió n ” d e la h u m a n id a d e n la serie sec u la r de sus recuerdos, em -
-presas y esperanzas. E l re c u erd o de la h u m a n id a d es su id e a d e la
h is to ria u n iv e rs a l; id e a q u e será d e sc a rria d a c u a n d o los h o m b re s li-
m ite n su m e m o ria al p asad o de su civitas terrena y c e rte ra c u a n d o
la o rd e n e n sig u ien d o el h ilo d iv in a m e n te lu m in o so d e la h is to ria sa-
era, d esde A d á n h a s ta C risto, y desde C risto h a s ta el fin d e los si-
glos. O tro ta n to cabe d ecir d e la e sp e ra n za e n esa in g e n te disten-
sió n d el g én ero h u m a n o . C u a n d o los h o m b re s p refieren el amor sui

1« Recuérdese lo anteriormente dicho. El empleo de la “generación’, —en el


sentido del Génesis y del Evangelio (Mat., I, 17>— como unidad de medida en el
cómputo del tiempo histórico es muy patente en los párrafos finales de La Ciudad
.٥٠ Dios.
ESPERANZA T TIEM PO h u m a n o : sa n AGUSTIN 75

a l amor Dei, su v id a h istó ric a q u e d a lim ita d a a la edificación d e la


.ciudad te rre n a , y su e sp e ra n z a es sólo o rg u llo sa p revisión, co nfianza
a rro g a n te y osada e n Jas fu e rz a s y po sib ilid ad es d e la h u m a n a n a tu .
rale za . A m a rs e a si m ism o n o es o tra cosa, e n fin d e cu en ta s, q u e
e sp e ra r e n si m ism o.
M as n o siem p re aco n tece asi, p o rq u e la h is to ria d e l h o m b re pue-
d e ser vivida com o el c a m in o h a c ia la una spes d e q u e S an P a b lo
h a b ló a los efesios. T a l fu é el caso d el p u eb lo de Isra el y ta l es e l
.de la Iglesia d e C risto, pese a los pecados y d esfallecim ien to s q u e en
el cu erp o visible d e u n o y o tra h a y a n ex istid o y p u e d a n e x istir. P a ra
el m ie m b ro d e la civitas Dei, el lo g ro d e la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a ,
té rm in o de su esp e ra n za , es u n a e m p re sa c o lectiv a: “el lin a je m or-
tal, ju s ta m e n te c o n d en a d o p o r su p ro p ia culpa, va, p o r g ra c ia d e
D ios, reco g ien d o m u ltitu d de gentes, p a ra co n ellas s u p lir la g rey
an g élica calda, y p a ra q u e de este m odo n o q u e d e sin ciu d ad a n o s
-su q u e rid a y so b eran a c iu d ad , y a ú n v en g a acaso a g o z a r de u n n ú -
m ero m ás copioso” (de civ. Dei, X X II, 1). A m a r re c ta m e n te a D ios
— m overse h is tó ric a m e n te e n el' rectum iter q u e S an A g u s tín c o n tra-
p o n e al falsus circulus de los filósofos pag an o s (X II, 18 y 21 ‫ر‬ e q u i,
v a le a e sp e ra r e n D ios y a o rd e n a r h a c ia la co n su m a c ió n d e su re in o
las varias esp eran zas te rre n a les, los nerviosos m o v im ien to s histó rico s
c o n q u e el h o m b re busca ea quae futura et transitura ‫„ﻻﺀ‬،.
E n te n d id a com o p e re g rin a n te “c iu d a d de D io s” , la Ig lesia d e
C risto viene a ser, p a ra S an A g u stín , la in stitu c ió n e n q u e el g én ero
h u .n a n o , i.nexorablem ente ‫ ى‬،‫„ﺀ‬، ‫ﺀﻻ‬, distenso e n su h is to ria , p u e d e
v iv ir ta m b ié n intentus y ‫*ﺀ‬، ‫„ﺀ‬، ‫ﺀﻻ‬, rep le g ad o h a c ia la e te rn id a d sobre
-que el tie m p o h istó ric o se ftm d a y e sp e ra n za d o h a c ia la e te rn id a d a
-que el tie m p o h istó ric o conduce. E n el fo n d o m ism o d e la m e m o ria
d e l g én ero h u m a n o ۴ e l o rig e n d e h is to ria tm iversal, in te rp re ta -
d a al h ilo de la h is to ria sa‫ ؟‬ra — yace la e te rn id a d c re a d o ra y Jjrovi-
d e n te d e D ios, té rm in o y o b je to de la e sp e ra n z a c o le rti va d e la h u -
m a n id ‫ ؛‬d j y, com o e n el caso de la e x isten c ia in d iv id u a l, esa espe-
ra n z a lleva sec re ta m en te e n su seno el a n sia m u ltise c u la r y m u ltitu -
d in a i'ia de u n re to m o a l p rim e r origen. E l curso d e l tieiU po n o es,
c o n tra lo q u e los griegos p e n sa ro n , u n e te rn o re to rn o , perO si es u n
re to rn o a la e te rn id a d .
٧ n re to rn o , ad em ás, in e x o ra b le m e n te tra n s id o p o r la in q u ie tu d .
L a lib e rta d d e l h o m b re h a c e q u e el proceso del m u n d o sea p a ra él
u n a e sp e ra n z a in q u ie ta , y n o aq u ella m ela n co lía seren a a q u ¿ le re-
d u jo el p e n sa m ie n to helénico. N a d ie vive e n la tie rra sin riesgo de
e x tra v io . L a p re d e stin a c ió n d e l h o m b re m ás ju sto y piadoso, ¿ le lie.
7٥ IA ESPERA LA ESPERANZA

v a râ a la g l .r i a colectiva q u e la c iu d a d d e D ios h a d e conocer a l fin


d e los tie m p o s, O le s u m irà e n la c o n d e n a c ió n q u e a g u a rd a a la d u .
d a d te rre n a ? L a m e n ta lid a d p e la g ia n a declaró in c o m p a tib le s la p re-
d e stin a c ió n y la Iglesia. ¿ P a ra q u é la Iglesia, decla J u lia n o d e E c la .
n o a S an A g u stín , si D ios, ab aeterno, tie n e p re d e stin a d o s a la g lo ria
a to d o s c u a n to s h a n d e salvarse? P ero S an A g u s tín n o in c u rrió ja .
m á s e n la a rro g a n c ia d e co n ce b ir h u m a n a m e n te la lib e rta d d e D ios,
y siem p re co nsideró q u e la relació n e n tre la e te rn id a d y e l tie m p o es
ta n p a te n te co m o m is te rio s a : “I ^ jo s d e m i, c re a d o r d e l u n iv erso ,
c re a d o r de las alm as y los c u e rp o s ‫ ؛‬lejos d e m i el p e n sa r q u e t ú co-
noces d e ig u a l m o d o q u e yo las cosas fu tu ra s y las p re té rita s.., ex-
c la m a e n la Confesiones (X I, c. 31, n . 41). A firm ó, p o r su p u esto , la
p re d e stin a c ió n , m as n o desconoció la lib e rta d del h o m b re , n i n e g ó
el m é rito q u e g ra n je a e l recto y e sfo rza d o ejercicio d e l lib re albe-
d r i o ‫ ؛‬d eclaró in e x o ra b le la in q u ie tu d d e la e x isten c ia h u m a n a , p e ro
sostuvo, a la vez, la Jjosibilidad te rre n a d e ser fe liz e n e sp e ra n z a
(Retract., I, IV , 3). Si a l h o m b re le h a c e g e m ir lo q u e es, le consuela
lo q u e e s p e ra : gemimus in re, consolamur ‫ „'ﺀ‬spe (En. in Ps., 145, 7).
Pese a su in n e g a b le pesim ism o an tro p o ló g ico , y ta l vez a causa d e
ese pesim ism o, S an A g u stín es u n o d e los g ra n d e s clásicos de la es.
p e ra n z a c r is tia n a ‫ ا ا‬٠

1« La Indole fundamentalmente antropológica e historioldgica de este libro


me exime, como ya dije, de exponer y glosar las no muy copiosas consideraciones
sistemáticas de San Agustín acerca de la esperanza teologal. Me refiero, sobre todo,
al Enchiridion de fide, spe ‫ ﺀﺀ‬caritate, anteriormente mencionado. En ،1 afirma rl
santo la diferencia esencial entre la fe y la esperanza, porque se puede creer una
cosa sin esperarla, al paso que no se esjxra sino lo que se cree. “La esperanza no
8€ refiere más que a un bien, a un bien futuro y al bien personal del que espera” ‫؛‬
lo cual no acontece con la fe, que puede referirse a lo peitoso (las penas del In-
fiemo), a lo pasado (la resurrección de Cristo) y a cosas que no conciernen perso,
nalmente al creyente (a los ángeles). Todo lo cual no es obstáculo para que en rl
justo sean inseparables las tres virtudes teologales; en el justo y no en el peca-
dor. contra lo que dice la exógesis jansenista de los textos agusrinianos.
C a pít u lo in
E S P E R A N Z A N A T U R A L Y E S P E R A N Z A C R IS T IA N A : S A N T O
T O M A S D E A Q U IN O

C o nsiderem o s d e nuevo la te rm in a n te se n te n c ia d e S an P a b lo :
los g en tiles carecen d e esp e ra n za . R efiérese e l ajWstol, com o sabe-
m os, a la ex p ectació n c ristia n a de lo que n o se ve (Rom., V III, 24-25),
a la e sp e ra n z a com o v irtu d te o lo g a l; en m o d o a lg u n o desconoce qUe
to d o h o m b re espera y n o p u e d e d e ja r de e sp e ra r bienes fu tu ro s, aun-
q u e éstos sean los m e n g u ad o s que S an A g u s tín lla m a futura et tran-
situra. A ellos se c o n tra en , en U ltim a in sta n cia , la elpis d e los g rie.
gos y la spes de los ro m an o s. ¿Q u iere esto d e cir q u e la e sp e ra n z a
c ris tia n a es u n h á b ito e sp iritu a l a b so lu ta m e n te ajen o a l q u e co n
esas p a la b ra s n o m b ra b a n los g en tile s d e G recia y R o m a ? L a espe.
r a n z a n a tu ra l d e l infiel y la e sp e ra n z a so b re n a tu ra l d e l cristia n o ,
¿so n m odos h u m a n o s d e e x istir in d e p e n d ie n te s e n tre si?
L a re sp u esta a estas in te rro g a c io n es p o n d rá fre n te a fre n te las
d o s a c titu d e s e n q u e sie.m pre se h a d iv id id o la. e s p iritu a lid a d cristia-
n a : la q u e ve e n lo s o b re n a tu ra l u n a p erfecció n de lo n a tu ra l y la
q u e lo e n tie n d e com o su neg ació n . H a c e c in c u e n ta años p . RousSelot
o rd e n ó e n dos tip o s card in ale s las diversas posiciones d e la E d a d
M e d ia a n te el p ro b le m a teológico d e l a m o r i. L la m ó “co n cep ció n fi-
sica" a la d e aquellos p a ra qu ien es e l a m o r es la n a tu r a l tC ndencia
d e to d o s los seres h a c ia su p ro p io b ien . N o h a b ría , pues, u n a oposi-
ción m etafísica e n tre el a m o r dC D ios y e l a m o r de Si m ism o, n i en-
‫ ؛‬re el a m o r de a m is ta d y el d e concupi'scencia : “p o rq u e - c o m o d irá
S a n to T o m á s - to d a c ria tu ra es n a tu ra lm e n te de DiOs, seg ú n lo q u e

1 Pour } ,histoire ‫ ﺑﺎي‬problème de ¡,amour au Moyen-Age, c . 1.8 Beitrage de


]‫؛‬aeumker (Münster, 1^8),
78 LA ESPERA ESPERANZA

e lla es" (Summa, I, q. 60, a. 5 ) ‫ ا‬. F r e n te a e sta co n cep ció n fisica, ‫ئ‬
“ concepción e x tá tic a " a firm a rá que, e n el h o m b re , el a m o r p e r f e c t ,
n o es a m o r n a tu ra l, sino a m o r p erso n al, y q u e n o consiste, p o r lo
ta n to , e n u n a arm o n io sa o rd e n a c ió n d e la n a tu ra le z a h a c ia su p e r-
feccid n su m a, sino e n u n v io len to “ salir d e si” , e n u n éxtasis. ES l a
tesis d el p e n sa m ie n to m istico del M edioevo.
D ejem o s in ta c to el p ro b le m a d e si es p osible u n a c ris tia n a co n ci,
lia c iá n e n tre a m b as tesis, y observem os cóm o esa d iv e rg e n cia a n te
el p ro b le m a d el a m o r se rep ite, mutatis mutandis, a n te el problem a-
d e la e sp e ra n za . L a ra d ic a l co n tra p o sic ió n q u e S an A g u s tín e sta b le ,
ce e n tre la cimtas terrena y la civitas D ei — m ás a ú n : la re p e tid a
c o n sid eració n de aq u élla com o civitas diaboli (de civ. Dei, X V II, 20.
y X X I, 1‫ر‬ le p o n d rá e n el tra n c e d e a firm a r la in com patibilidad-
e n tre las esp e ra n za s m u n d a n a s , o rie n ta d a s h a c ia lo ftJturo y tra n s i,
to rio , y la e sp e ra n z a teologal, q u e tie n e e n D ios su objeto. S a n t .
T o m á s so sten d rá, e n cam bio, q u e “e n n u e s tra o rd e n a c ió n a la vida-
e te r n a esp eram o s d e D ios n o sólo el socorro de los beneficios espiri-
tu ales, m a s ta m b ié n e l d e los te m p o ra le s” (Quaest. disp. de spe, 1).
¿ Y n o es re fe rib le a e sta h o n d a d ife re n ria e n la c o n sid e ra c ió n de-
la n a tu ra le z a la m u tu a d is p u ta d e las d o c trin a s e n to m o a l m o tiv o u
o b je to fo rm a l de la e sp e ra n z a c ristia n a ? C u a n d o S an B u e n a v e n tu ra
y J u a n d e S an to T o m á s afirm e n q u e e l m o tiv o d e la e sp e ra n z a teo-
logal es el socorro d iv in o . D ios com o p o te n c ia a u x ilia d o ra , b a jo sus
p a la b ra s se o c u lta rá u n a secreta desconfianza acerca de las p o sib i.
lid a d e s d e la n a tu ra le z a h u m a n a c a ld a ; y c u an d o , fre n te a ellos, en-
señen E sco to y S u á re z q u e el deseo de poseer a D ios, c o n s id e ra d ,
com o n u e stro b ie n su p rem o , es e l m o tiv o d e n u e s tra e sp e ra n za , SU '
tesis e x p re sa rá u n a id e a d e la c o n d ició n h u m a n a h a rto m ás o p tim is ta
y c o n so la d o ra ; visión d e la cu al n o se a p a rta n m u c h o los q ue, c o m .
S an to T o m á s y R ip a ld a , p refieren n o re n u n c ia r a n in g u n o d e esos,
dos p u n to s d e v ista ٥.
C on ello n o se a trib u y e a S an to T o m á s la m e n o r vacilación e n
c u a n to a la e x trin s e c id a d de la e sp e ra n z a te o lo g a l: virtutes theolo-
gicae sunt totaliter ٥ ٥ extrínseco, d e cla ra in e q u ív o c a m e n te (I-H, q. 63 ٠.
a. 1). L a e sp e ra n z a c ris tia n a es u n a v irtu d in fu sa . “E s ta e sp e ra n z a
e s c r i b i r á co n suave castellano fra y F ran c isco de O s u n a - n o la p .

» Quede aparte el problema de las diferencias psicológicas y morales entre


las diversas esJacies del amor.
» Sigo aqui la documentada exposición de s. Harent en el ٠ j'cft'٠„„ ٥ir« ‫ﺀى‬-
Théologie Catholique (loe. cit., cois. 632-645). Véase también “Charité parfaite et
désir de Dieu”, del padre j . de Guibert, en Revue d’Ascitique et Mystique, V .
(.926), pigs. 225.250.
ESPERANZA N A - T ESPERANZA c r i s t i a n a : sa n to tom as de AQUINO 79.

d ia m o s te n e r ta n re c ta y .r d e n a d a c o m . e ra m e n este r, y p o r esto-
nos la in fu n d e D ios, p a ra q u e c o n e lla nos reg lem o s” ٠٠ P e ro si es'
cierto q u e la g ra c ia su p o n e y perfeccio n a la n a tu ra le z a , y q u e ésta
asp ira de a lg ú n m odo h a c ia aq u élla — omnis creatura ingemiscit, o‫؛‬-
mOs d e cir a San P a b l o - , p o r n ecesid ad h a b rá de e x istir c ie rta a rti-
culaciOn e n tre la e sp e ra n z a n a tu ra l de los g en tiles y la e sp e ra n z a so.
b re n a tu ra l de los cristianos. T a l es, a m i ju icio , la d o c trin a d e Santo.
T o m á s d e A q u in o .
Q uienes se c o n fo rm a n con e x p o n e r la so b re h a z del pensam iento-
de S an to T o m á s - y n o son pocos, e n tre los q u e se lla m a n tom istas—
suelen re tlu c ir su .teo ria d e la e sp e ra n z a a u n a constrticciO n sencilla y
d ile m á tic a : p a ra el D o c to r A ngélico, d icen , la e sp e ra n za es, 0 bien-,
u n a pasió n n a tu ra l, 0 b ie n u n a v irtu d teologal. M u y c la r a - y gracio-
sá m e n te lo e n se ñ a b a fra y A lonso de M a d rid , u n m istico fran c isca n o
:
del siglo XVI “C u a n to a la p a sió n q u e lla m a esp e ra n za , h a b ern o s de
m ir a r q u e n o es u n a m ism a cosa con la v irtu d q u e es e s p e ra n z a ‫؛‬
p o rq u e la q u e es v irtu d n o la tie n e n to d o s; pero la e sp e ra n z a q u e es-
p asión to d o s la tie n e n , y es n a tu ra l asi a los c ristian o s com o a los n o
cristian o s, en la m a n e ra que vem os ser n a tu ra l a u n o s y a o tro s go.
zarse y h a b e r m ie d o ; y asi vem os q u e espera h a rta s cosas el m oro-
com o el c ristia n o '. ٥. U n a le c tu ra a te n ta de la o b ra de S an to T om ás-
nos h a rá a d v e rtir, sin em b arg o , q u e el g ra n d o m in ic o d istin g u e tres-
m o dos de la esp eran za en la vida te rre n a l del h o m b re : la spes com o
pasión irascible, coino supuesto de la v irtu d c a rd in a l de la fo rta le z a
y com o virturl teologal. E stu tliem o s u n o a u n o esos tres m odos de la
esp e ra n za , y tra te m o s d e p e rc ib ir y e n te n d e r su m u tu a co n ex ió n en.
la e x isten cia u n ita ria del h o m b re cristiano.

I.- L a esperanza como pasión

A través de S an J u a n D am ascen o , cu y a definición a d o p ta , S anto


T o m a s h e re d a d e los griegos su co n ce p t¿ de “p asió n ” : ésta es, nos
d i‫ ؟‬e, " u n m o lim ie n to d e la p o te n c ia sensible a p etitiv a , su b sig u ie n te
3 la im a g in a c ió n de lo b u e n o 0 lo m alo, o d e o tro m o d o : u n m ovi.
m ie n to irta c io n a l d el a lm a p o r la sospecha d e lo b u e n o 0 d e lo m alo..
(1-11, q. 22, a. 3). N o es ajCna la aTOplia lielenofilia d e l p e n sa m ie n to

‫ ؛‬L fy de amor santo, c. 16, en Místicos franciscanos, ed. de la B. ‫ ه‬. c . (Ma-


drid, 1948), I, 365066. f QA
‫ ﺀ‬Arle ‫ ﺀي‬s á r ٥ Dios, n , c. 9. 5 ‫؛‬, en Místicos Sanciscano, ed. de la B.
A. c .. 1 15‫؛‬ *k
‫؛‬80 LA ESPERA ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA

d e S an to T o m á s a su generosa e stim a c ió n d e la n a tu ra le z a h u m a n a ‫؛‬


s i n é sta n o h a b rla p o d id o h a c e r d e la filosofia de los griegos e l f u n .
-dam ento ra c io n a l d e su especulación teológica. G recia, flor d e la h u -
m a n a n a tu ra le z a : ta l fu á u n o d e los p rin c ip a le s supuestos a n tro p o .
lógicos e h istó ric o s d e la o b ra in te le c tu a l d e S an to T o m á s.
E l h o m b re es n a tu ra lm e n te u n ser “ap asio n a d o ” , p o rq u e sin ce-
-sar im a g in a , y p o rq u e sus im ag in acio n es so n p a ra Ó1, d e m o d o in-
e lu d ib le , b u e n as o m a la s; aserto que, pese a su p rim e ra a p arien c ia , es
‘to d o m en o s ro m á n tic o . N o h a y , pues, experiencia- sin pasión. P ero
la fn d o le d e la p a sió n q u e m u ev e a l h o m b re —o, m á s g e n e ra lm e n te ,
n i a n im a l, p u e sto q u e las pasiones son m o v im ie n to s d e l anima sensi-
tiva— será d is tin ta , seg ú n el g én ero d e la situ a c ió n q u e la h a y a d e.
te rm in a d o . A h o ra b ien , u n e x am e n d e te n id o de las m ú ltip le s situa-
-ciones vitales e n q u e e l h o m b re y el a n im a l p u e d e n e n c o n tra rse per-
m ite clasificarlas e n dos g ru p o s p rin c ip a le s: el c o n stittild o p o r aque-
lias q u e n o c o m p ro m e te n g ra v e m e n te la v id a d e l in d iv id u o q u e las
..experim enta y el fo rm a d o p o r aquellas o tra s q u e - p a r a b ie n 0 p a ra
m a l— le p o n e n 'en d ificu ltad , grave. Q u e e n tre u n a s y o tra s h a y a
tra n s ic ió n c o n tin u a n o q u ita lic itu d a l esquem a.
L a c o n d u c ta d e l o rg a n ism o sensitivo, h o m b re o a n im a l, lim ita se
-en el p rim e r caso al goce d e aq u ello q u e e n la situ a c ió n le es fav(^
'Table y a l p a d e c im ie n to o la ev ita ció n d e lo q u e e n e lla le desplace
-٠ p e rju d ic a : ta l es la o b ra d e l a p e tito “c o n cu p iscib le". M u y d is tin ta
-es la rea cc ió n c u a n d o se h ace d ifícil el tra n c e vital, sea p o r la gra-
-vedad y la in m in e n ria d e l p elig ro co n q u e ese tra n c e a m e n a z a 0 p o r
la a rd u id a d y la elevación del b ie n con q u e e n c a n d ila . P a r a su b sistir
.sin d e trim e n to 0 co n v e n taja, el o rg a n ism o d eb e a h o ra e m p eñ a rse e n
.u n a v e rd a d e ra p u g n a , a la vez defensiva y a g re siv a : d eb e re sistir, e n
.efecto, a to d o c u a n to le su strae recursos o le infiere d a ñ o s (sustinere),
y debe, ad em ás, c o n q u ista r e l ob jeto h a c ia q u e su m o v im ie n to tie n ,
de, im p o n ié n d o se a g re siv a m e n te sobre to d o c u a n to e n e l cu rso d e ta l
.em preSa se in te rp o b g a (aggredi). E l a p e tito q u e p e rm ite e l cumpli--
m ie n to d e ese v io le n to e m p e ñ o recibe el n o m b re d e “irascib le.', y el
(objeto q u e c o n stitu y e la causa final del c o m b a te — la v ic to ria so b re
el m a l con q u e se lu c h a , la co n q u ista del b ie n q u e se p r e t e n d e - es
té c n ic a m e n te lla m a d o “a rd u o " (Summa, I, q. 81, a. 2); esto es, g ra n ,
d e, elevado, e m in e n te , d ifícil 6. L as in c id e n cia s vitales q u e la biolo-
g ía a c tu a l d e n o m in a “ situaciones d e a la rm a ’, so n p re c isa m e n te las
-que ex ig en el e je rric io d e l a p e tito q u e la psicología a n tig u a d e n o m in ó

٠ El primero en usar con precisión técnica la palabra arduum parece h ater


-.sido Alejandro de Hales, en su Comentario ٠ ¡as Sentencias. La ulterior lnterpre-
ESPERANZA NATURAL Y ESPERANZA CRISTIA NA : 8ANTO TOMAS DE AQUINO 8‫ا‬

- ‘irascible... E l cual, co nviene a d v ertirlo , tie n e siem p re e n la opera-


e ió n del a p e tito concupiscible su .principio y su té rm in o : h álla se si-
tu a d o , dicC S anto T o m ás, e n tre las pasiones concupiscibles q u e lie-
van consigo m o v im ie n to respecto de lo b u e n o 0 d e lo m alo (se lu c h a,
v erb ig racia, com o consecuencia d e u n p.revio deseo), y las q u e pro-
c u r a n descanso e n lo b u en o 0 e n lo m alo (se lu c h a p a ra re p o sar en
el gozo d e lo q u e se ansia) (1-11, q. 25, a. 1).
B a sta rá c o n sid e ra r q u e el ob jeto d e la rea cc ió n p u e d e h a lla rse
p resen te o au se n te - s e goza, p o r ejem plo, de u n b ie n p resen te, y se
desea u n b ie n a u se n te — p a ra o b te n e r la clasificación d e las pasiones
.que p ro p o n e S a n to T o m ás. T re s p ares o con ju g acio n es correspon-
.den a la p o te n c ia co n ctip iscib le: el a m o r y el odio, el deseo y la abo-
m in a c ió n 0 fuga, el gozo y la tris te z a ; dos p ares m ás, y u n a pasió n
a la que n in g u n a o tra se opone, p e rte n ec e n a la p o te n c ia ira sc ib le :
la e sp e ra n za y la desesperación, la a u d a c ia y el te m o r, la ira . E n
s u m a , once pasiones del a lm a , sub quibus omnes continentur (1-11,
q. 23, a. 4). D e ellas, c u a tro p a re ce n ser p rin c ip a le s : el gozo y la tris-
te z a , pasiones concupiscibles del b ie n y d e l m a l p re se n te s; la espe.
ra n za y el tem o r, pasiones irascibles del b ie n y d e l m a l a rd u o s y fu-
tu ro s (1-11, q. 25, a. 4). C on ello la esp eran za, p rim e ra e n tre las pa-
.siones de la p o te n cia irascible (1-11, q. 25, a.. 3), q u e d a c la ra y precisa-
m e n te situ a tla en el am p lio c o jtju n to de los m o v im ien to s apetitivos.
Es, pues, u n m o v im ie n to de la v irtu d a p etitiv a, consecutivo, a la re-
p re sen ta c ió n d e u n bien fu tu ro , a rd u o y Jjosible d e co n seg u ir (1-11.
•q. 40, a. 2).
L a definición p re c e d e n te ex p resa con g ra n n itid e z c u a n to con-
c ie rn e al o b jeto y al sujeto de la esperanza-pasión. Su o b jeto es siem -
p re u n b ien, lo c u al la d istin g u e d e l te m o r; y u n b ie n fu tu ro , lo q u e
la sep ara del g o z o ; y a rd u o , e n c o n tra ste c o n los bienes apacible¿ a
q u e tie n d e el m ero deseo; y, e n fin, posible d e co n seg u ir, pOr lo c u al
la e sp e ra n z a difiere d e la desesperación, q u e es la ‫ ؛‬a sió ¿ fre n te a l

tacirtn del firmino ha dado lugar a divergencias graves. Bastará Indicar que los
salmanticenses distinguen hasta seis concesiones distintas de la arduitas, p3ra re.
chazar cinco de ellas (De spe theologica, disp. I, dub. 2). Tales divergencias mo-
viero‫؛‬i a Esco‫؛‬o a borrar la arduitas de la teOlogia de la esperanza, y ya en nues-
tro .tiempo, al. padre Charles (“Spes Christi”, en Nouv. fi،.. ThéoL, L x iv , 1937.
páginas 1057-1075). Sobre el seiitido del arduum en Santo Tomás, viase c . Ziinaral
‫ا ﻟ ﻬ ﻪ‬Vesen der Hoffnung in Natur und Uebernatur (Paderborn, 1933), y R. ;٨
‫ ؟‬au^hier. Magnanimité. L’idéal de ‫ ط‬grandeur dans la philosophie païenne ‫ ﺀﺀ‬dans
¡1 théologie chrétienne (Paris, 1951). Por mi parte, creO -c o n io EsCoto y el padre
Charles— que la nota d . la arduitas no pertenece “esenrialmente” a la esperanza
... genere, aun cuando 8، a sus formas “auténticas”. En la quinta parte reaparecer¿
82 U ESPERA ٢ LA ESPERANZA

b ie n im p o sib le (1-11, q. 40, a. 1). E l su jeto p ro p io d e la e sp e ra n z a ,


la fa c u lta d a n im ic a p o r la c u al e l h o m b re espera, es el a p e tito sen-
sible, la vis appetitiva d e l a lm a . P uesto q u e la e sp e ra n z a es u n m ovi-
m ie n to del a lm a h a c ia u n b ien , y éste es o b je to de la v irtu d a p eti-
tiv a , síguese de a h í q u e la p a sió n d e e sp e ra r p e rte n e z c a a ta l virtus
y n o a la c o g n itiv a (1-11, q. 40, a. 2). N o espera e l h o m b re e n c u a n t .
conoce, sino e n c u a n to apetece. Si la vis cognitiva m u e v e la espe-
ra n z a , h ácelo in d ire c ta m e n te , Jjresentando al a p etito el o b je to h a c ia
q u e éste se h a d e m over.
Y to d o ello, ¿ n o co n d u ce a so sten er q u e ta m b ié n los a n im a le s
irra c io n a le s son capaces d e e sp e ra r? M u y a b ie rta y re s u e lta m e n te lo
afirm a S a n to T o m á s : p u e sto q u e la e sp e ra n z a es u n a p a sió n de la
p o te n c ia irascible, y ésta ex iste e n los an im a les c aren te s d e razón»
d eb e co n clu irse q u e ta m b ié n e n ellos h a y e sp e ra n z a y desesp eració n .
E l ra z o n a m ie n to de S anto T o m á s, d e cufio c o n d u c tista , se b asa e n
la p u ra observación. D ice a s i: “las pasiones in te rio re s d e los a n im a -
les p u e d e n ser d e d u cid a s d e sus m o v im ie n to s ex terio res, e n los cua-
les se m an ifiesta q u e e n los b rtito s h a y esp eran za. P u es si el p e rro ve
la lieb re, o e l h a lc ó n ve el ave, y la p resa se h a lla d em asiad o d ista n -
te, n o se m u e v en h a c ia ella, n o esp e ra n p o d e r c o n se g u irla ; p ero si
la p resa está cerca se m u e v en com o b a jo la e sp e ra n z a d e lo g ra rla ’»
(1-11, q. 40, a. 3). E s v e rd a d q u e los anim-ales n o conocen e l f u tu r o ;
p e ro ta m b ié n lo es q u e a la e strtic tu ra d e l in s tin to - c o n c e d i d o al
a n im a l ٥ ٥ intellectu divino— Jjertenece la o rd e n a c ió n d el m o v im ien -
to o rg á n ic o e n e l tie m p o , desde el p re se n te h a c ia e l fu tu ro . N o es
p re v isto el fu tu ro p o r e l brtJto, sino p re d e te rm in a d o p o r la in d o le d e
sus in stin to s n a tu ra le s y p o r las c irc u n sta n c ias e n q u e éstos h a y a n d e
o p erar.
T a l es, e n a p re ta d a sinopsis, la concepción to m is ta d e la e sp eran -
za-pasión. V eam os a h o ra las p rin c ip a le s cuestiones q u e esa concep-
c ió n p la n te a e n el caso d e -la psicología h u m a n a . Son siete, a m i ju i-
cio, y p u e d e n re d u c irse a o tro s ta n to s escuetos e n u n c ia d o s : e sp e ra n ,
z a y p o sib ilid a d , e sp e ra n z a y tie m p o , e sp e ra n z a y confianza, espe-
r a n z a y an g u stia, e s p e m z a y a m o r, e sjjera n z a y ex p erien cia, esjjeran-
z a y desesperación.
§1. L a p o sib ilid a d d e l o b jeto h a c ia el cu al tie n d e el m o v im ie n to
a p etitiv o es esencial p a ra q u e ese m o v im ie n to p u e d a ser lla m a d o es-
p e ra n z a . N o se espera sino lo p o sib le : en ello ra d ic a, com o h e m o s vis-
to , la d ife re n c ia e n tre la e sp e ra n z a y la desesperación. “L o p osible
y lo im p o sib le no a ta ñ e n p o r a cc id e n te al o b je to d e la v irtu d a p eti.
tiv a ”, dice S an to T o m á s (1-11, q. 40, a. 1). P e ro acontece q u e h a y d o s
ESPERANZA NATURAL Y ESPERANZA CRISTIANA : SANTO TOMAS D E AQUINO 83

m o dos d e p o s ib ilid a d : seg ú n la v e rd a d y seg ú n la p o ten cia. E l p n -


m ero co n ciern e a la p o sib ilid a d lógica y m etafísica del p re d ic a d o res.
pecto d el su jeto de Un ju ic io : a q u ‫ ؛‬l será posible c u ^ n d ‫ ؟‬n o sea con.
tra d ic to rio . Si digo, p o r ejem plo, “la rosa es b la n c a ”, afirm o im p lic i.
ta m e n te q u e la b la n c u ra es u n a Jjosibilidad d e la rosa. E l seg u n d o
m o d o se refiere, e n cam bio, a la p o sib ilid a d g e n é tic a y n a tu r a l d e
ta l 0 c u al e sta d o de u n e n te m ó v il respecto d e sus estad o s a n terio re s.
E n ta l sen tid o , la e n c in a a d u lta es u n a p o sib ilid a d d e la b e llo ta y la
e n fe rm e d a d u n a p o sib ilid a d d el h o m b re sano. ¿ C u á l es, en to n ces, la
p o sib ilid a d d e l o b jeto a q u e asp ira la p asió n d e la e sp e ra n z a ?
E v id e n te m e n te , la c o n c e rn ie n te a l seg u n d o d e esos dos m odos.
C om o p asió n , la e sp e ra n z a es motus, m o v im ie n to d e l a lm a h a c ia u n
e sta d o fu tu ro , e n el cual p o d rá g o z a r d e l b ie n esperado. E se goce
c o n stitu y e e n rig o r el o b jeto m a te ria l d e la esp e ra n za . L a posibili-
d ati de ta l o b je to es, p o r ta n to , d e o rd e n p o te n c ia l 0 genético, res-
p e cto del estado d e caren c ia en q u e e l a lm a lo e sp e ró : asi “esp era”
el galgo la c a p tu ra d e la lie b re q u e Jttrsigue. P e ro esa id e a d e la p ^
sib ilid a d secundum aliquam potentiam (1-11, q. 40, a. 3), p ro p ia de
la “e sp e ra n za .' q u e sie n te n el p e rro y el h a lcó n , ¿ p u ed e ser a p licad a,
sin m ás, a la e sp e ra n za n a tu ra l del lio m b re ? L a jw sib ilid a d de la
c a p tu ra d e la lieb re p o r el galgo, ¿es etju ip a ra b le a la q u e e l p o e m a
fu tu r o tie n e p a ra el p o e ta q u e espera escribirlo, 0 a la del e n c u e n tro
d e dos en am o railo s q u e esp e ra n verse? E s in d u d a b le q u e no. L a dis.
tin c ió n d e Z u ljiri e n tre “p o sib ilid a d p o te n cial” y “p o sib ilid a d posibi-
lita n te ” - o , m ás sen cillam en te, e n tre “p o te n c ia ” y “p o sib ilid a d ” 7—
es de to d o p u n to necesaria p a ra e n te n d e r con p ro p ie d a d la contex-
tu r a m etafísica y psicológica d e la e sp e ra n z a h u m a n a . ,E n u n a u o tra
m cd itla, el o b jeto d e la. esper.anza del h o m b re es siem p re el posible
re su lta d o de u n a “ cuasi-creación” p e rs o n a l‫ ؛‬es d ecir, ¿1 té rm in o d e
u n a serie d e acciones lib re m e n te p ro y e c tad a s y CTtmplidas. A si, h a s.
ta c u a n d o se espera u n b ie n cuyo a d v e n im ie n to parCce ser d el to d o
g ra tu ito .
C o n sid erem o s desde este nu ev o p u n to d e v ista la p o sib ilid a d d e l
‫ ؟‬b je to d e la esp e ra n za . ¿ E n q u ié n ra d ic a e fe c tiv a m e n te la virtus p o r
la cual ese o b jeto p a sa rá d e la p o sib ilid a d a la re a lid a d ? S an to ToH iás
‫ ؛‬b o rd a e sta cu estió n d is tin g u ie n d o e n tre el “ e sp e ra r’, y e l “e x p e c ta r” .
E n e l sim ple “e sp e ra r” , la p o sib ilid a d e sp e ra d a se tru e c a e n re a lid a d
p o r el solo p o d e r del. q u e e sp e ra : quod ergo aliquid sperat per pro~
priam virtutem adipisci, non dicitur expectore, sed sperare tantum.7

7 Víase "Grecia y la pervlvencia del pasado filosòfico", ‫ هﺀ‬Naturaleza, Historia,


Dios (Madrid. 1944). y
». LA ESPERA Y I A ESPERANZA

E s n u e s tra e sp e ra n z a de aquello que, com o suele decirse, “sólo de-


p e n d e d e n o so tro s’.. B ien d is tin to es el caso de la “e x p ectació n ” . E n
ella, la p o sib ilid a d d e lo q u e se espera sólo p u ed e conY ertirse e n rea.
lid a d con a y u d a d e u n p o d e r ajen'o: proprie dicitur expectore quod
sperat ex auxilio virtutis a k n a e . Expectore v e n d ria a ser ex alio spec٠
tare, c o n sid e ra r lo q u e nos viene de o tro , a sp ira r a algo co n tan d o
c o n o tro . L a p o sib ilid a d a h o ra c o n sid e ra d a n o se refiere sólo a l b ien
q u e se tr a ta d e conseguir, sino a l fav o rab le ejercicio d e l p o d e r aje-
n o ; y a m b as po sib ilid ad es, la d e l o b jeto esp erad o y la de la in stan -
c ia co ad y u v a n te , son e stim ad as p o r la p re v ia in sp ecció n d e la virtus
cognitiva (1-11, q. 40, a. 3, y Quaest. disp. de spe, a. 1).
L a fina d istin c ió n d e S anto T o m á s d e slin d a los dos m o dos cardi-
n ales d e la e sp e ra n z a h u m a n a . B ien p o d ria llam árseles “m o d o he-
8Íódico” y “ m o d o m osaico” de esperar. “ P o r su tra b a jo lle g a n los
h o m b re s a ser ricos e n g an ad o s y e n o ro ” , decía H esio d o a los viejos
h e len o s (Trab., 308). “V o y a hac'er q u e os llu ev a p a n del cielo” , pro-
m e tió D ios, p o r m e d ia c ió n de M oisés, a los h a m b rie n to s israelitas del
E x o d o (Ex., X V I, 4). U n o y o tro m o d o de esp erar tie n e n su justifi-
cació n re sp e c tiv a : la p le n itu d del p ro p io ser y la ex p ec ta ció n d e la
fe lic id a d su p re m a ex ig en la e sp e ra n za m o saica; la p e rfe c c ió n oca-
sio n al y re la tiv a d e la ex isten cia te rre n a pide, e n cam b io , la espe-
r a n z a hesiódica. P e ro e n cad a u n a de las situaciones c o n cretas d e la
e x isten c ia h u m a n a , y en lo c o n c e rn ie n te a la p o sib ilid a d d e to d as
las acciones personales y creadoras, tales com o e'scribir u n lib ro , lie-
v a r a té rm in o u n a in v e n c ió n o g a n a r u n a b a talla, ¿ h a y esperas y es-
p e ra n z a s q u e n o su p o n g a n la a y u d a de u n a virtus aliena, c u a lq u ie ra
q u e ésta sea, y expectaciones n o a te n id a s en a lg u n a m e d id a a la mr-
tus propria d el e x p e c ta n te ? E s ta n ecesaria im p lic a ció n d e la virtus
propria y la virtus aliena e n el h u m a n o e sp e ra r h a b rá de ser te n id a
m u y e n c u e n ta a l m e d ita r sobre lo que la e sp e ra n z a sea.
§2. E l sujeto p ro p io de la esp eran za-p asió n es el a p e tito se n s ib le ,.
e n se ñ a S an to T o m á s. E l h o m b re espera y re c u e rd a e n c u a n to su exis-
te n c ia es te m p ó re a , nos h a b ía dictio S an A g u stín . ¿A caso S an to T o-
m á s h a o lv id ad o la esencial c o n ex ió n e n tre la e sp e ra n z a y la me-
m o ria ? L a extensio in bonum futurum q u e es la e sp e ra n za , ¿sera
p o r c o m p leto in d e p e n d ie n te de la extensio in praeteritum que prae-
tic a la m e m o ria ?
P o r tre s vias d escu b re S anto T o m á s la relació n e n tre la e s p e m z a
y la m e m o ria . E n su análisis de la d electació n h u m a n a , e n te n d id a
com o “u n ió n con el b ie n " (coniunctio boni), aisla tres g rad o s d istin -
tos e n el deleite. E l m á s a lto es la delectatio secundum rem, e n la
ESPERANZA NATURAL Y ESPERANZA CRISTIANA: SANTO TOMAS DE AQUINO 85

c u al h a y fru ic ió n re a l d e u n b ie n p re se n te y sen sip le; delectatio per


sensttm, p o r o tro n o m b re . V ie n e luego, en o rd e n d e scen d en te, la de-
Icctación p o r la e sp e ra n za de u n b ie n fu tu ro 0 delectatio per sperrt.
E n e lla nO d e leita lo q u e es, sino lo q u e p u ed e ser. E l g ra d o in fe rio r
lo o cupa la delectatio per memoriam o fru ic ió n p o r la re p re se n ta ció n
del b ien q u e fu é y y a n o p u e d e volver a ser (1-11, q. 32, a. 3). L a
fru ic ió n v ital se h a lla m o d u la d a p o r la te m p o re id a d d e la existencia,
y en ésta e s m á s im p o rta n te el p re sen te que el fu tu ro , y m á s el fu .
tu ro que el pretCritO. F re n te al fu tu rism o de los p ro g resistas y a l
pasatliSm o d e los nostálgicos, S an to T o m ás, e sp íritu c ristia n o y ‫ ﺑ ﻚ‬-
Sico, afirm a la excelencia d el presen cialism o y, a la vez, a tisb a la
c o n ex ió n esen cial y e x isten cial e n tre la m e m o ria y la esp e ra n za , en
c u a n to m o dos co n trap u esto s de la extensio d el a lm a e n su te rre n a l
te m p o ra lid a d .
A l m ism o h a lla zg o le c o n d u ce u n e x a m e n d e la cu estió n utrum
in iuvenibits abundet spes. P u e sto q u e el ob jeto d e la e sp e ra n z a es
u n b ie n fu tu ro , posible y a rd u o , re su lta n a tu ra l q u e e n los jóvenes,
cu y a v id a es, a n te to d o , p o rv e n ir, a b u n d e la e sp e ra n z a : “T ie n e n los
jóvenes m u c h o fu tu ro y poco p re té rito : y, com o la m e m o ria es de
lo p re té rito y la e sp e ra n za de lo fu tu ro , serán escasas sus m em o rias
y v iv irán m u c lio en la e sp e ra n z a ” (1-11, q. 40, a. 6). H a b la S anto T o-
m ás, com o es obvio, de la e sp e ra n z a n a tu ra l, y n o d e la teologal, la
cual no puetle e sta r n e g ad a a los viejos: y, e n re la ció n c o n aquélla,
d e nu ev o dcsculjre y expone la c o n tin u id a d d in á m ic a e n tre la espe-
ra n z a y la .m e m o ria . L a v id a a n im ic a d el h o m b re lleg a e n el tie m p o
liasta d o n d e a lca n z a la d o b le d iste n sió n de su ex isten c ia desde cad a
u n o de sus “p resen tes” : la d iste n sió n h a c ia el p re té rito , a fav o r de
la m e m o ria , le lleva h a s ta el p rim e r d e sp e rta r d e su conciencia, y
afin m ás a llá ; la d iste n sió n h a c ia el fu tu ro , o b ra de la e sp eran za, le
sitú a p ro y e c tiv a m e n te e n el lim ite p o stre ro de las po sib ilid ad es de
e s is ti‫ ؟‬en q u e confia. A lo largo de su v iv ir real, la e d a d va p o n ie n d o
al in d iv id u o h u m a n o m ás o m en o s' cerca d e u n o y o tro extrC m o.
Y a n o p u e d e e x tra fia r q u e S anto T o m á s o p o n g a d ire c ta y fo rm al-
m e n te la m e m o ria y la e sp e ra n z a : “lo que ia e sp e ra n z a es p a ra las
cosas fu tu ra s, eso es la m e m o ria p a ra las p re té rita s ”, léese e n 1‫ ة‬Quaes-
tio disputata de spe (a. 1). L a diferencia" e n tre u n a y o tra co n sistiría
- a p a r t e la q u e d im a n a de su co n tra p u esto m o d o d e “ d iste n d er., el
tie m p o p e rso n al— e n q u e la m e m o ria n o p u e d e ser v irtu d , non im-
portat aliquam inhaesionem unde possit habere rationem virtutis,
al paso q u e la e sp e ra n za teologal si lo es, p o rq u e e n ella existe c ie rta
in h e sió n 0 c o n ta c to e s p iritu a l co n lo que se espera. L a v irtu d , afirm a
86 LA ESPERA Y ‫ﻣﻞ‬ ESPERANZA

S an to T o m á s e n o tra p a rte , es u n h á b ito p erfecto , u n h á b ito e n el


c u al llega a c o n su m a c ió n el b ie n o b ra r; y el c o n o cim ien to d e la v e.-
d a d . al cual sirv e n las p o te n cias sensibles ap re h en siv a s - a las q u e la
m e m o ria p e r t e n e c e - , n o se c o n su m a e n ellas. L a m e m o ria p re p a ra
e l co n o cim ien to in telectiv o , m as n o lo acaba, y d e a h í q u e n o p u e d a
ser lla m a d a “v irtu d ” (1-11, q. 56, a. 5). P ero , ¿ p o d rá d ecirse eso d e la
m e m o ria , ta l y com o San A g u stín la e n te n d ió , esto es, e n c u a n to co-
n o c im ie n to a c tu a l de to d o lo q u e el h o m b re es y h a sido?
§ 3. C om o p a sió n d e l a p e tito sensitivo, la e sp e ra n z a se a p o y a e n
la co nfianza (fiducia), m as n o se c o n fu n d e co n ella. Si e n el o rd e n teo-
logal la fe es, seg ú n San P ablo, el “su p u esto " d e la esp era n za -v irtu d ,
su hypostasis, en el o rd e n n a tu ra l, al q u e p e rte n ec e la esperanza-pa-
sión, ese “su p u esto ” es la confianza 0 creen cia e n la e fectiv a re a lid a d
f u tu r a d e la p o sib ilid a d q u e se espera. E l h o m b re , explica S an to T o-
m ás, cree q u e lleg ará a c o n s e n tir aquello q u e desea y e stim a alea n ,
z a b le ; y esa fe, esa su e rte de co n o cim ien to previo y a n tic ip a d o r, de-
te rm in a e n el a p e tito el m o v im ie n to d e n o m in a d o “ co n fian za" (1-11,
q. 40, a. 3). L a co nfianza es, seg ú n esto, u n su til esla b ó n in te rp u e sto
e n tre la c reen cia y la esp e ra n za , p a ra ro b u ste c e rla ; fiducia importat
quoddam robur spei (11-11, q. 129, a. 6 y 7); y asi acaece q u e el h o m -
b re — ta l fu é el caso d e P au lo , el “c o n d e n a d o p o r desconfiado” de
T irso d e M o lin a — p u e d a creer esperables m u y g ra n d e s cosas descon-
fiando d e c o n se n tirla s.
4 ‫ ة‬. A u n c u a n d o n o c o in c id a n In te g ra y fo rm a lm e n te la espe-
r a n z a y la confianza, es lo cierto q u e sin a l b i n a co n fian za n u n c a será
re a l y v e rd a d e ra la e sp e ra n z a h u m a n a . P e ro la co n fian za del h u m a n o
esp erar, ¿ p u e d e lle g a r a ser “s e g u rid a d '.? ¿ P tted e u n o e sta r previa-
m e n te seguro d e co n seg u ir lo q u e espera? E s e v id e n te q u e n o , p o rq u e
el o b je to d e la e sp e ra n z a n o p asa d e ser “ p osible..; te n e r p o r seguro
el b ie n q u e se espera n o es e sp eran za, sino “p re su n c ió n ” : la seguri-
d a d “ m ás p arece o ponerse al te m o r qtte p e rte n e c e r a la e sp e ra n za '.
(1-11, q. 40, a. 8). D e lo cu al se sigue q u e e n el seno m ism o d e la es-
p e ra n z a la te siem p re, p o r n ecesid ad in e lu d ib le , u n a fina v e ta d e l sen-
tim ie n to d e in s e g u rid a d qtte S an to T o m á s lla m a anxietas 0 angustia.
E x a m in e m o s de cerca este in sospechado h a lla zg o . L a triste z a , el
se n tim ie n to in tim o d el dolor, se re a liza e n el a lm a seg ú n especies
d ife re n te s. H a y la tris te z a del b ie n ajeno, 0 en v id ia, y la d e l m a l
a jen o , o m ise ric o rd ia ; h a y ta m b ié n la tris te z a del m a l p ro p io pre-
sen te (triste z a e n sen tid o estricto), la d e l m a l p ro p io p re té rito (pe-
n ite n c ia 0 a rre p e n tim ie n to ) y, e n fin, la del m a l p ro p io fu tu r o (an-
8Íedad, an g u stia, acedia). E l efecto p ro p io de la tris te z a consiste e n
ESPERANZA NATORAL ! ESPERANZA CRISTIANA‫؛‬ SANTO TOMA8 DE AQUINO 87

c ie rta h u id a p ٠ r p a rte del ap etito . P u es b i e n ‫ ؛‬c u a n d o algo e x tra ñ o


a ese efecto im p id e la fuga appetitus a q u e la tris te z a ‫؛‬ien d e, ésta
reviste la fo rm a d e “ a n sie d a d " : la c u al o p rim e y a h o g a e l á n im o de
ta l m o d o , q u e n o aparece a n te ‫ ا خ‬re fu g io alg u n o , y d e a h f q u e con
o tro nom brC se la lla m e “a n g u stia ’.; y si la p e sa d u m b re lleg a h a s ta
in m o v iliz a r los m iem bros exteriores, la p a sió n d el a lm a se co n v ierte
e n “ace d ia " o “a b a tim ie n to ” . P o r eso. N em esio y G reg o rio d e N is a
p u e d e n d e cir q u e la acedia es tristitia vocem amputans, tris te z a q u e
C orta la voz, p o rq u e e n tre to d o s los m o v im ien to s ex terio re s es la voz
aq u el q u e m ás y m e jo r ex p re sa los afectos in te rio re s (1.11, q. 35, a. 2
y a. 8). Die Angst verschlägt uns das Wort, “la a n g u stia nos c o rta
ia p a la b ra ” , d irA luego H eid eg g er, n o sé si ap o y ad o e n e ste recoleto
a rtic u lo de la Summa Theologica ‫ ﺀ‬.
L a an sie d a d y la a n g u stia son, pues, sen tim ie n to s q u e a ta ñ e n a
la relació n del h o m b re con su fu tu ro . E n o tro lu g a r de la Summa
se p re g u n ta S anto T o m á s p o r la d ife re n c ia e n la o p e ra ció n e sp iritu a l
d e l d o n d e consejo, seg ú n q u e el h o m b re se h a lle in patria 0 in à ,
y concluye q u e e n el v iad o r, n e ce sariam e n te som etido a u n a anxietas
dubitationis fre n te a los eventos fu tu ro s de su v id a te rre n a , el d o n
d e consejo a c tú a p ro c u ra n d o a lg u n a sedación a ta l a n sie d a d (11-11.
٩ . 52, a. 3). L o c u al nos co n d u ce a d e sc u b rir q u e e n la a c titu d d e la
e x iste n c ia h u m a n a a n te los bienes d el fu tu ro se e n tra m a n in sep ara-
ljle m e n te dos sen tim ie n to s c o n tra p u e sto s: la co nfianza y .l a a n sie d a d ,
a q u é lla e n c u a n to creem os q u e se h a rá re a l la p o sib ilid a d d e l b ie n
esp erad o , esta o tra e n c u a n to te m e m o s e l m a l d e q u e esa p o sib ilid a d
n o llegue a realizarse. L a e sp e ra n z a h u m a n a es a la vez confiada y
a n sio s a : inquieta spes mea, p o d ria decirse, im ita n d o a S an A g u stín .
P ‫ ؟‬C0 im p o rta q u e h a y a situaciones e n q u e la co n fian za p red O m in a
so b re la a n sie d a d , h a s ta h a ce rse casi p re su n c ió n , y o tra s e n q u e la
a n sie d ‫ ؛‬d b o r‫ ؛‬ea la lin d e d e la desesperación, e n fuC rza d e p revalecer
so b re la confianza. P o r e x tra ñ o q u e esto suene, S a n to T .r a á s , ho m -
b re d e l siglo x in , e n señ a q u e n o h a y y n o p u e d e h a b e r e sp e ra n z a sin
u n a d a rq ie de a n ^ r s tia . C a re n te d e ella, e i e sp e ra r d e l hO m bre deja
d e ser y irtu d y se co n v ierte e n p re su n c ió n v a ¿ a 0 e n p re su n c ió n o r.
g u llo sa *.

‫؛‬ Was ist Metaphysikt, ‫ة‬.‫ ﺀ‬ed. (Frankfurt a. M., 1951), pàg. 30.
‫ا‬ Inquiere Samo Tomis si en los ebrios abunda la ¿Sparanza, y responde que
‫؟‬،٠ por dos razones: porque la ingestión de vino m ultipli¿ los espíritus: istos Ca-
Iie۶tan y dilatan el ¿razó n, y la amplitud del corazón mueve a iCtentar empresas
arduas; y ademis porque, actuando sin suficiente deliberación, creen los Cbrios
que. todo es ficij. Una _y otra razón les hacen equiparables a los jóvenes, en los
«uales no sólo abunda la esperanza por la ampli¿ ¿xtensidn de su' vida hacia el
LA ESPERA Y LA ESPERANZA

§ 5. ¿ E x iste a lg u n a relació n e n tre la e sp e ra n z a n a tu ra l y el am or?.


A esta d e licad a in te rro g a c ió n - q u e , c o m . es obvio, sirve d e supues-
to n a tu ra l al p ro b le m a de la relació n e n tre la e sp e ra n z a y la c a rid a d
t e o l o g a l e s d a S an to T o m á s u n a resp u esta p o sitiv a y doble. L a r e .
Íación e n tre la e sp e ra n za y el a m o r es re c ip ro c a : h a y casos e n q u e el'
a m o r e n g e n d ra e sp e ra n z a ; h a y o tro s e n q u e la e sp e ra n z a es causa
d e a m o r. A caece lo p rim e ro c u a n d o la e sp e ra n z a a ta ñ e a u n b ie n
cu y a consecución d e p e n d e p rin c ip a lm e n te d e n o so tto s m ism o s; cSr
d ecir, e n el m o d o d e esperar, que S an to T o m á s lla m a sperare tantum:
el a m o r al b ie n fu tu ro nos m ueve entonces a l deseo y a la esperanza,
d e ese b ien, ex amore spes (1-11, q. 25, a. 4). P resé n tase la posibilidad-
rec ip ro c a c u an d o n u e stro esp erar es u n expectore, y el logro d e l bien,
esperado d e p en d e p rin c ip a lm e n te de o tr o : en ta l caso, n u e stra espe-
ra n z a e n aq u el q u e p u e d e o to rg a m o s la f u tu r a posesión de ese b ie n
nos h a c e am arle, amor ex spe (1-11, q. 40, a. 7). M as com o la e sp e ra n z a
real del h o m b re siem p re es a la vez “h e sió d ica ” y “m osaica” - r e -
cuérdese lo a n te s .d ic h o acerca de estos v o c a b l o s , síguese de a h f
q u e su re la ció n con el a m o r será siem p re d o b le : e n su concj-eto vi-,
vir, el h o m b re espera p o rq u e a m a y a m a p o rq u e espera. L a confian-
za, la e sp e ra n z a com o p asió n y la afección am orosa, m u tu a m e n te
im p licad as, sin m e n g u a d e su respectiv a p e c u lia rid a d , e v ita n e n el
o rtlen n a tu ra l d e la ex isten cia q u e se tru e q u e e n a n g u stia la c o n sti-
tu tiv a “in q u ie tu d ” d e l homo viator.
§ 6. T a m b ié n se m u e stra doble, e n c u a n to a sus efectos, la re la .
ción e n tre la e sp e ra n za y la ex p erien cia. P ttesto q u e el ob jeto de la,
e sp e ra n z a es u n b ie n fu tu ro , a rd u o y posible, y p u esto q u e la e x p e.
rie n c ia lo g ra h a c e r posibles em p resas fu tu ra s q u e sin ella n o lo se-
ria n , h a y ocasiones e n q u e la e x p erien cia a u m e n ta la e sp eran za. M as
ta m b ié n p u e d e aco n tecer lo c o n tra rio ; a saber, q u e la ex p erien c ia
nos h a g a ver la re a l im p o sib ilid a d de algo e n cu y a p o sib ilid a d lig era
y a n im o sa m e n te se creyó, c o n lo cual a q u élla v e n d rá a re d u c ir e l
á m b ito de la e sp e ra n za te rre n a . T a l es el caso d e los viejos cu y a v id a
h a sido p ró d ig a e n desengaños. C abe, pues, d e cir q u e la e x p erien c ia
a u m e n ta la e sp e ra n za de los discretos y d ism in u y e la de los necios

futuro. según 1. ya dicho, mas también por la cálida grandeza de su corazón y


por su lnex ۴ riencia de contratiempos y fracasos (1-11, q. 40, a. 6). Está claro ٠1‫ﺀ‬
pensamiento de Santo Tomás : jóvenes y ebrios esperan más jwrque, unos por i»
experiencia, otros Jjor indeliberación, todos ellos contemplan el futuro infravalo-
rando la posibilidad del fracaso propio: es decir, con una esjttranza en que pre-
domina resueltamente la confianza sobre la ansiedad. De ah‫ ؛‬que entrambos itt
curran con facilidad en el vicio de la presunción.
ESPERANZA NATURAL Y ESPERANZA c r i s t i a n a : SAOTO t o c i a s d e AQUINO 89

y estu lto s (1-11, q. 40, a. 5). E n definitiva, la e x p erien c ia acrisola la


¿ sp e ra n z a n a tu ra l d el h o m b re ‫؛‬
§ 7.. L a p a sió n c o n tra ria a la e sp e ra n za recib e el n o m b re d e deses.
p e ra cid n (desperatio), y consiste e n u n im p o te n te gesto d e re tra c c ió n
del á n im o fre n te a u n b ie n v e h e m e n te m e n te deseado, a rd u o e i m p ^
sible. E l m o v im ie n to de avance e n tu sia sta h a c ia el b ie n posible, pro*
pio de la e sp e ra n z a ‫ ؛‬se tru e c a, e n la desesperación^ e n m o v im ie n to d e
i-etirada y d e rro ta fre n te a l b ie n in c o n q u ista b le (1-11. q. 40, a. 4); e l
gozo q u e e n si lleva la p a sió n d e esp erar (1-11, q. 32, a. 3 11-1 ‫أ‬, q. 40,
a. 8 : spes per se causat delectationem), hácese te m o r (1-11, q. 25, a. 3).
y an g u stia, p o rq u e al alm a p arece cerrársele el fu tttro ( I I I , q. 35, a. 8);
la confianza, re la tiv a c e rtid u m b re d e lo esperado, tra n sfó rm a se, e n
fin, en p e sa d u m b re y a n sie d a d (1-11, q. 37, a. 2). L a desesperación es
la p a sió n de las alm as fre n te a u n p o rv e n ir re a l o a p a re n te m e n te
im p e n e tra b le e in d o m in a b le .

II.— Esperanza y fortaleza

V olvam os a c o n sid e ra r los tre s caracteres p rin c ip a le s d el b ie n h a .


cia el cual se m u eve la p asió n de la e sp e ra n z a : ese b ie n es fu tu ro ,
a rd u o y posible. N o re b a sa las po sib ilid ad es d e l q u e espera, p e ro con
su elevación y su d ificu ltad le o b lig a a em p learse en u n c o m b a te
d u ro y áspero. Sin ese co m b ate, n i el b ie n q u e se esp era p o d ria s e r
re a lm e n te c o n q u istad o , n i el m o v im ien to d e l a lm a h a c ia ‫ ا خ‬m e re c e
ría el n o m b re de e sp eran za, p a sió n d e l a p e tito ira s c ib le : seria, a lo
sum o, u n a p a sió n concupiscible, u n deseo m ás o m enos in te n so . L a
pasió n d e la esp e ra n za , esforzado m o v im ie n to h a c ia el b ien , com ba-
ti va e x ten sió n del a lm a e n b u sca d e su p ro p ia p erfecció n (In III Sent.,
d. 26, q. 1), re q u ie re a m p litu d y calo r e n el c o ra z ó n d el esp eran te,
exige cierto. le v a n ta m ie n to d e l á n im o (erectio animi, 1-11, q. 37, a. 27 ‫ل‬
elevatio animi, 1-11, q. 25, a. 1) y suscita la a u d a c ia (audacia non est
pars spei, sed à effectus, 1-11, q. 45, a. 2 y a. 3) y la ira (ira causatur
a spe, 1-11, q 46 ‫؛‬, a. 1 ‫ ذ‬nullus irascitur nisi sperans, 1-11, q. 48, a. 1).
N a d a m ás lejos d e la m e n te d e S an to T o m á s q u e la ten d eficia a co n -
ceb ir la e sp e ra n z a com o u n a a sp iració n q u ie ta y c o n te m p la tiv a , pia-
tó n ic a , com o suele decirse. P a ra él, e sp erar es m overse Con ard o ¿ y
d eq u ed o d e l cu erp o y el a lm a h a c ia la co n q u ista d e u n b ie n a lto y
difícil. L a p a sió n de la e sp eran za, e n su m a, h a c e d e l homo viator,
sim ple c a m in a n te desde su n a c im ie n to h a c ia su m u e rte , u n homo
pugnator, u n resu elto c o m b a tie n te h a c ia su p ro p ia g ra n d e z a .
'9 0 U ESPERA T LA ESPERANZA

A h o ra h ien , la e sp e ra n z a n a tu ra l es u n a pasión, n o u n a v irtu d


(1-11, q. 62, a. 3). Es, c ie rta m e n te , el m o v im ie n to d e l a p e tito sensitivo
m ás p ró x im o a la c o n d ició n ra c io n a l d e la n a tu ra le z a h u m a n a , por-
‫؛‬q u e su scita la ira, y ésta se h a lla m ás v in c u la d a a la ra z ó n y es m ás
p ro p ia d e l-h o m b re q u e la concupiscencia (1-11, q. 46, a. 5). P ero, con
todo., su c a rá c te r d e m o v im ie n to a p etitiv o n o liega a ser el habitus
operations bonus e n q u e la v irtu d c o n siste : e l a n im a l, com o sabe-
m os, p u e d e s e n tir e sp e ra n z a ; y, p o r o tra p a rte , u n a e sp e ra n z a h u -
m a n a a p asio n a d a y v e h e m e n te p u e d e m overse h a c ia u n b ie n desor-
d e n a d o , ajen o a la ra z ó n , d istin to , p o r ta n to , d e l bonum rationale
q u e la n a tu ra le z a d e l h o m b re p id e desde su m is m a e se n c ia : bonum
hominis est secundum rationem esse, malum autem quod est praeter
rationem (1-11, q. 18, a. 5). U n a co n clu sió n se im p o n e : p a ra q u e la
p a sió n de la esp'eranza sea v e rd a d e ra m e n te .‘h u m a n a .’, será necesario
-que se racio n alice p o r p a rtic ip a c ió n y se o rd e n e a rm o n io sa m e n te e n
el ejercicio d e u n a v irtu d m o ra l (1.11, q. 59, a. 4). E s ta v irtu d es la for-
'ta le z a ; y, p re c isa n d o m ás, la m a g n a n im id a d , v irtu d p e rte n e c ie n te A
la fo rta le z a com o p a rte in te g ra l suya. L a m a g n a n im id a d , v irtu d m o-
Tal y h u m a n a , re g u la la p asió n de la e sp e ra n za , ta n to p a ra e v ita r su
m o v im ie n to h a c ia b ienes q u e n o tra ig a n a l h o m b re g ra n d e z a y per-
fe c c ió n v e rd a d era s, com o p a ra im p e d ir q ue, e m p e ñ á n d o se irta c io n a l-
m e n te e n la c o n q u ista d e bienes im posibles, caiga e n el fracaso y se
-.trueque e n desesperación. G racias a la m a g n a n im id a d , el m o v im ie n to
d e l a p e tito ira s rib le tra n s c u rre c o n fo rm e a u n ordo rationis.
L a magnanimitas o megalopsykhia, la g ra n d e z a d e l a lm a , v irtu d
rie la étic a p a g a n a , rtivo e n la A n tig ü e d a d clásica dos sen tid o s socia-
les m u y d istin to s e n tre si ٤٠. P a ra los filósofos estoicos e ra g ra n d e de
n lm a , m a l à n i m o , el h o m b re c a p a z d e m e n o sp rec ia r e l m u n d o “ ;
p a r a los po litico s y p e r r e r o s , e n cam b io , m a g n a n im id a d significa
-conquista y d o m in io d el m u n d o : m e re ce rla n o m b re d e m a g n á n im o
e l v a rá n cap az d e v ic to ria y señorío. Fieles a la n o v e d a d q u e tra e el
E v a n g elio , los c ristian o s c o n v e rtirá n e n h u m ild a d y e n re n u n c ia d e l
m u n d o la m a ۶ a n im id a d d e los filósofos y tro c a rá n e n c o n q u ista de
D ios la m a g n a n im id a d d e los politicos. “C o n q u ista d e l R ein o de
D io s” , d irá , siglos m ás ta rd e , n u e stro fra y J u a n d e los A ngeles. ¿ H a-

1» Para todo lo concerniente a la historia de la Idea de-magnanimidad y a


la Interpretación tomista de esta virtud me atenei en muy buena parte al excelente
'libro del padre Gauthier antes citado. A Ó1 remito a quienes deseen referencias
bibliográficas precisas.
II Vóase el capitulo “Cínicos y estoicos: desprecio, resistencia y resignación”
del libro de Ferrater Mora £1 hombre ‫ ط „ﺀ‬e n c r u c ijà .
espera n za natural y espera n za c r is t ia n a : sa n to tom as de a q u in o ‫وو‬

b re m o s d e p e n sa r, seg ú n esto, q u e la g ra n d e z a d e l h o m b re e n el
m u n d o q u e d o to ta lm e n te e x c lu id a de la ¿tic a c ristia n a ?
E n m o d o alg u n o . Y a e n la A lta E d a d M ed ia , E g in h a rd n o vacila
e n lla m a r “ m a g n á n im o ” a C arlo m ag n o . P e ro m u c h o m á s im p o rta n te
f e el em pleo la u d a to rio d e ese e p ite to - f r e c u e n t e , com o 3‫ ؟‬sabido,
a todo lo largo del M e d i o e v o - es la in c a rd in a c ió n filosófica de la
magnanimitas e n la fortitudo y su in te rp re ta c ió n com o “ra z o n a b le
e m p re sa d e cosas a lta s". E llo fu ¿ o b ra de A b e la rd o , h a c ia 1142, y
d e aquellos que, com o el can c ille r F elipe, c o n tin u a ro n y p e rfeccio n a‫؛‬
ro n en el siglo XIII la tra d ic ió n a b ela rd ia n a . L a m a g n a n im id a d , v irtu d
p o r la cual el h o m b re se sien te cap az de e m p re n d e r acciones g ran -
d e s y le v an tad as, es en la Summa de bono d e l c an ciller F e lip e ‫ ظ‬p ri-
m e ra de las “p a rte s in te g ra le s', de la fo rta le z a ; 0 , con o tra s p a lab ras,
la p rim e ra d e las condiciones d e l acto psicológico y ¿tico d e esa
v irtu d n .
L a magnanimitas d e q u e h a b la n A b e la rd o y el c a n c ille r F e li ۴ es
u n a v irtu d e n te ra m e n te n a tu ra l. L a d escrib en y e stim a n com o p u ro s
filósofos, n o com o teólogos; y n o es m in ú sc u la esta h a z a ñ a in te le c.
tu a l d e v a lo ra r p o sitiv a m e n te la m a g n a n im id a d de la c o n q u ista d e l
m u n d o : n o lleg aro n a co n ced er ta n to los pen sad o res d e la a n tig ü e ,
d a d p a g a n a . P e ro esa concepción d e la m a g n a n im id a d com o “r a z .
n a b lc em p re sa de cosas a lta s ’, n o p o d ia q u e d a r e n la E d a d M e d ia
sin u n a tran sp o sició n in m e d ia ta a los p ro b le m a s y los fines d e la v id a
c ristia n a. P a ra S an B ern ard o , la magnanimitas es la re su e lta dispo-
síció n del c re y en te p a ra el c u m p lim ie n to d e a lta s em p re sa s esp iritu a -
les, magnanimitas fidei. R a ú l .A rd e n t, seg u id o r de G ilb e rto P o rre ta -
n o , y T o m á s de P erseigne, d iscipulo d e S an B e rn a rd o , d a rá n u n
p aso m ás e id e n tific a rá n la m a g n a n im id a d y la e sp e ra n z a te o lo g a l:
“,H acen al h o m b re m a g n á n im o e n la p leg aria, la e sp e ra n z a del. p e r.
d ó n , la e sp e ra n z a de la g ra c ia y la e sp e ra n za d e la g lo ria'., escribe
T o m á s d e P erseig n e e n su Comentario al “Cantar de los Cantares...12*

12 Elaborando una distinción Iniciada por los estoicos, la ،tica escolástica en.
señará que las virtudes cardinales —asi llamadas por ser cardo o quicio de todos
los hábitos morales que hacen humanamente digna la vida del h o m b re - contis-
nen a las restantes virtudes de tres modos distintos: el subjetivo, el integral y el
potencial, !.lámanse “partes subjetivas” de una virtud cardinal 8U8 diversas eSpe-
«‫؛‬es, como el toro y el caballo son partes subjetivas del g،nero “animal”. Reciten
el nombre de “partes integrales’, las que contribuyen a su jwfección y acabamlen-
to. como las paredes y los techos respeto de la fábrica de la casa. Son, en fin, sus
.'partes ۴ tenciales” las que. sin esta? acttialmente en el acto de la virtud cardinal
a que pertenecen, la hacen posible con su ejercicio, como las potencias vegetativas
y wnsitivas hacen posibles los actos _de la razón humana. Sahto Tomás re c o ^ y
precisa esta distinción en la Summa, 11-11, q. 48, a. 1.
92. ESPERA LA ESPERANZA

P o e . m á s ta rd e . S an A lb e rto M a g n o y S an B u e n a v e n tu ra c o n v erti-
r á n e n d o c trin a esa in tu ic ió n m istica. “L a su sta n c ia m ism a d e l a r t .
d e e sp e ra n z a ^ i c e S an A l b e r t . es d ila ta rse co n m a g n a n im id a d
(magno animo) h a c ia los bienes e tern o s'. (In III Sent., d. 26. a. 3).
C on ello 'quedan re d u c id as a síntesis a rm o n io sa las dos concepciones
c ristia n a s de la m a g n a n im id a d : la -que p o n e su a cen to e n la re n u n -
ciació n y la q u e m.ueve a la c o n q u is ta ia. L a m a g n a n im id a d -h u m il-
d a d . con su m enosprecio d e la c ria tu ra , y la m a g n a n im id a d -e sp e ra n -
za, o rie n ta d a h a c ia la c o n q u ista del C read o r, n o son, com o d ic e
R . A . G a u th ie r, m ás q u e el aspecto positivo y e l neg ativ o , e l a n v erso
y el reverso d e u n a m ism a re a lid a d esp iritu a l.
,
A m e d ia d o s del siglo XIII la te o ria c ristia n a d e la m a ^ a n i m i d a d
e ra u n a c o n stru cc ió n in te le c tu a l o rd e n a d a e n dos p la n o s paralelos :
u n o n a rtira l 0 a b e la rd ia n o ' y o tro e sp iritu a l 0 b e rn a rd in o , re s u lta n te
d e la tra n sp o sic ió n m istic a de aquél. ¿C a b ía in te g ra rlo s e n u n a nue-
va y m ás vigorosa síntesis, u n a síntesis e n la cu al la g ra n d e z a d e la
c ria tu ra h u m a n a 'esplendiese e n todos los ó rd e n e s d e su re a lid a d y
su ex isten c ia ? T a l fu é el e m p eñ o de S a n to T o m á s. P e ro la ta re a de
c u m p lirlo ib a a com plicarse p o r la in te rp o sic ió n d e u n a im p o r ta n te
n o v e d a d h is tó ric a : la in c o rp o ra c ió n d e la Etica d e A ristó te le s, y a
en versió n in te g ra , al re p e rto rio in te le c tu a l d e los p e n sad o res m e-
dievales ٤٠.
¿C óm o o rd e n a r la re la ció n e n tre el h o m b re y el m u n d o , d e m o d o
q u e la d ig n id a d d e a q u é l re sp lan d e z ca y e l goce d e los bienes ex te-
rio res n o s u fra m en o scab o ? T a l es el p ro b le m a q u e A ristó te le s se
p ro p u so e n la Etica ٥ Nicomaco, m u c h o a n te s d e q u e prevaleciese
e n el m u n d o a n tig u o la concepción estoica y re n u n c ia d o ra d e la
magnitudo animi (Et. Nie., IV , 7-8; 1123 a 30-1125 a 45). L a verdade-
ra g ra n d e z a d e l h o m b re , c o n sisten te e n la posesión de la v irtu d , h a
d e a n n o n iz a rs e con la posesión d e aq u ello q u e constirtiye la s u m a
g ra n d e z a d e l m u n d o : el h o n o r, p re m io social de la v irtu d . Es, pues,
m a g n á n im o , el h o m b re que se siente d ig n o d el h o n o r q u e su v ir tu d
m erece, c u a n d o u n o y o tra son altos, y q u e a la vez d o m in a ese h .
n o r y e l m u n d o e n te ro , y a en fo rm a de posesión co n d esc en d ie n te , IS

IS Esta síntesis era Imposible en el mundo pagano, porque ambas magnani,


midades contrapuestas, la menospreciadora de los filósofos y la conquistadora de
los politicos, tenían un mismo objeto: el mundo.
1. La Translatio hispánica de Hermann el Alemán fu، acabada en 1240; la
Translatio a le x a â in a , entre 1243 y 1244; la Translatio lincolniensis de R obert.
Grosseteste, ya mucho más fiel, quedd conclusa hacia 1246-1247. Guillermo de
Moerbeke revisó veinte afios más tarde esta excelente versión del oblsjJO de Lincoln.
ESPERANZA NATURAL Y ESPERANZA CRISTIA NA : SANTO TOMAS DE AQUINO ‫و‬3
« n las épocas de p ro sp e rid a d , y a com o seren o m enosprecio, e n las
situ a c io n e s adversas.
L a a p a ric ió n de este nuevo elem en to , el h o n o r, e n la te o ria d e la
m a g n a n im id a d , va a p e rtu rb a r c o n sid e ra b le m en te 08‫ ا‬esquem as vi.
g e n tes e n el p e n sa m ie n to m e d ie v al h a c ia el co m edio d el siglo xm .
S an A lb e rto lle g a rá h a sta a n e g a r g ra n d e z a a la m a g n a n im id a d :
ésta seria la v irtu d de los peq u eñ o s h o n o res, p á lid a ju n to a la mavor-
tia (de Mavors, M arte), v irtu d de los h o n o re s e m in e n te s ٤٥. S anto
T o m á s, p o r su p a rte , se e sfo rz a rá p o r in te g ra r a rm o n io sa m e n te .la
tra d ic ió n a b e la rd ia n a y el legado aristotélico, la g ra n d e z a y el h o n o r;
p e ro la le c tu ra de sus textos, d e o rd in a rio ta n n itid o s, d e ja e n la
m e n te u n in e v ita b le se n tim ie n to de p e rp le jid a d . “L a m a g n a n im id a d
- e s c r i b e C ay etan o e n su c o m e n ta rio a la q. 129 de la S e c u n ä 5 ‫ ﺀ‬-
cundae— ¿ tie n e p o r o b je to p ro p io la g ra n d e z a y p o r a rto p ro p io el
c u m jjlim ie n to de a ltas em presas, 0 b ie n c u m p le estas a ltas em presas
p o rq u e asi p u e d e e sp e ra r re c ta m e n te g ra n d e s h o n o re s ? ” ¿ C u á l es el
.b j e t o de la m a g n a n im id a d , la g ra n d e z a o el h o n o r? ٤‫ ا‬T ra te m o s ' de
e n te n tle r con a lg u n a c la rid a d la idea to m is ta d e la magnanimitas y
la relació n e n tre esta v irtu d y la p asió n de la esp eran za.
H a y m u c h o s pasos en la o b ra de S anto T o m ás, sobre to d o e n su
Comentario a las Sentencias, en los cuales tra n sp a re c e la in flu en c ia de
A b e la rd o y el c an ciller F elipe. L a m a g n a n im id a d es e n ellos conce-
h itla com o el h á b ito m oral q u e in c lin a al a lm a al c u m p lim ie n to de
g ra n d e s em presas. Es, p o r ta n to , la v irtu d c o rre sp o n d ien te a la pasió n
d e la e sp e ra n z a : “ la confianza (fidentia) es u n a e sp e ra n z a cierta de
lo que co n d u ce al té rm in o d e la em p resa in ic ia d a o d e lo q u e p erm i-
te co n seg u ir la cosa esperada. Y, seg ú n esta acepción, creo q u e la
m a g n a n im id a d es lo m ism o que la confianza'. (In III Sent., d. 33.
-q. 3, a. 3). L a m a g n a n im id a d q u e d a asi e q u ip a ra d a a la confianza,

٠* En el pensamiento de San Alterto acerca de la magnanimidad hay que


distinguir dos periodos. En el primero (Summa de bono, 1244 a 1248) opera su
mente bajo la influencia de Cicerón : las virtudes incardinadas en la fortaleZa, con-
cebi‫ ؛‬as como partes jwtenciales, y no como partes integrales, serian la magnifi-
cencia, la confianza, la paciencia y la perseverancia. La magnanimidad queda rele-
gatla a ser una parte potencial de la Magnificencia. Ello no obstante, s¿n Alberto
se mantiene ttriavla dentro de la tradición abelardiana. Sale abiertamente de ella
en el segundo periodo (Comentario a la versión lincolniense de la Etica ٥ NÍCÓ-
maco, 1248 a 1252). en el cual, bajo la influencia de Aristóteles, definirá la mavortia
y la magnanimitas como las virtudes circa arduum in honoribus.
‫ ؛‬٠ Francisco de Vitoria hará notar que la solución de Cayetano se halla esta
v_ez en desacuerdo con el texto de Santo Tomás (Comentarios ‫ ذ‬la Secunda Secti«.
dae de Santo Tomás, ed. del p. Beltrán de He'redia, Salamanca, 1935, tomo V).
R- Egenter (Von christlicher E h r á a ftig k e it, München, 1937) habla de un “deS-
equilibrio” en la drctrina tomista de la magnanimidad.
٥٠ LA ESPERA Y LA ESPERANZA

y ésta a la e sp e ra n z a . O tra s veces, e n c a m b i., b a jo la in flu en c ia p re -


p o n d e ra n te d e A ristó teles, se n o s dice q u e e l o b je to p ro p io d e la-
magnanimitas n o es la g ra n d e z a simpliciter (11-11, q. 134, a. 4), sin o la
g ra n d e z a e n los h o n o re s (De virt. in comm., 13, obj. 5 ; Summa,
11-11, q. 129, a. 4); co n lo cual, e n lu g a r d e ser la v irtu d m o ra l d e l a
e sp e ra n z a simpliciter, d e la e sfo rza d a asp irac ió n h a c ia c u a lq u ie r b ie n
p osible y a rd u o , la m a g n a n im id a d q u e d a rla re d u c id a a ser la v ir tu d
c o rre sp o n d ie n te a la e sp e ra n z a de los h o n o re s descollantes (1-11, q. 60.
a. 5). N o p u e d e e x tra ñ a rn o s la p e rp le jid a d d e C a y e ta n o : los textos-
d e S an to T o m á s relativ o s a la m a g n a n im id a d ado lecen d e c ie rta in -
co n g ru e n cia . ‫ ﻣ ﺎ‬c u al n o es Obice p a ra q u e e n la p o d ero sa m e n te d .
su a u to r a len tase u n a concepción in te g ra d o ra y sin té tic a , q u e p ro c u .
ra ré e x p o n e r e n siete p u n to s sucesivos.
§ 1. L a m a g n a n im id a d es v irtu d m o ra l, u n a d e las v irtu d e s q u e
o rd e n a n ra c io n a lm e n te - h a c i a el v e rd a d e ro b ie n y c o n la in te n s id a d
y la firm ez a d e b i d a s las pasiones y las operaciones d e l h o m b re .
P e ro u n a m is m a v irtu d m o ra l p u e d e ser a d q u irid a o in fu s a : es a d -
q u irid a c u a n d o e l 'a l m a p u e d e a lc a n z a rla m e d ia n te sus p ro p ia s fu er-
zas, e in fu s a c u a n d o p ro ced e d e la g ra c ia (1-11, q. 63, a. 3). H a y , p u e s,
u n a m a g n a n im id a d a d q u irid a , la d e l h o m b re q u e h a a p re n d id o a
p ro p o n e rse las m ás a ltas y esforzadas em p resas a q u e sus fu e rz a s lie-
g u e n , y u n a m a g n a n im id a d in fu sa , la d e l c ristia n o a q u ie n la fe, la
e sp e ra n z a y la c a rid a d m u e v en a la g ra n h a z a ñ a d e c o n q u ista r con-
sus acciones p ersonales el re in o de D ios. A m b a s son esp ecíficam en te
d is tin ta s e n tre si (1-11, q. 63, a. 4), p ero e n m o d o a lg u n o in c o m p a .
tibies.
§ 2 . L a m a g n a n im id a d a d q u irid a es a la vez p a rte in te g ra l y
p a rte p o te n c ia l d e la fo rta le z a , u n a d e las v irtu d es card in ale s d e la
v id a m o ra l. E n sen tid o lato , la fo rta le z a es la v irtu d de sostenerse fir-
m e e n lo q u e es d e ra z ó n (1-11, q. 61, a. 2); e n sen tid o m ás e stric to
y e m in e n te , la d e a fro n ta r con firm eza y s e re n id a d los pelig ro s d e
m u e rte , es decir, las situ acio n es e n q u e la e sta b ilid a d d e l á n im o se-
h a lla m ás g ra v e m e n te a m e n a z a d a (1-11, q. 61, a. 3). P u e s b ie n : c u a n -
d o la fo rta le z a se e je rc ita a rro s tra n d o c o m b a tiv a m e n te u n p e lig ro d e
m u e rte - s u m a te ria m á s a lta y p r o p i a - , la m a g n a n im id a d es p a r te
in te g ra l suya, p o rq u e , e n ta l caso, sin m a g n a n im id a d n o h a b rfa fo r-
ta le z a ; m as c u a n d o la fo rta le z a se p o n e e n acto en. c o y u n tu ra s me.-
n o s graves, en to n ce s la m a g n a n im id a d es p a rte p o te n c ia l de la vir-
tu d c a rd in a l a q u e p erten ece, p u esto q u e h a c e lo m ism o q u e e lla de.
m o d o m ás te n u e y se c u n d a rio (11-11, q. 128, a. 1, y q. 129, a. 5). C on
o tra s p a la b ra s : fre n te a las situaciones q u e c o m p o rta n p e lig ro d e
ESPERANZA NATURAE Y ESPERANZA CRISTIA NA : S A fr ro TOMAS DE AQUINO ‫ه‬5
m u e rte , la fo rta le z a ex ig e m a g n a n im id a d ; a n te em peños n o ta n g ra -
v e m e n te c o m p ro m eted o res, la m a g n a n im id a d c u m p le el p a p el d e la
fo rtale z a. EllO n o q u ita a la m a g n a n im id a d su c o n d ició n d e v irtu d ,
p rin c ip a l (1-11, q. 61, a. 3, y q. 66, a. 4) y d e v irtu d g e n e ra l (In III Sent.,
d. 44, q. 2, a. 1, et a lib i)17. M ás a ú n cabe d e c ir: la m a g n a n im id a d e s
com o el o rn a to d e las re sta n te s v irtu d e s ; y e n este sen tid o (secundum
quid, n o simpliciter) re s u lta su p e rio r a todas ellas (1-11, q. 66, a. 4).
§ 3. E l m a g n á n im o b usca a n te to d o la g ra n d e z a y la p e rfe c c ió n
d e si m ism o, la elevación m o ra l e in te le c tu a l d e su p ro p ia p e rso n a
h a sta los m á s altos y nobles n iv eles; m as ta m b ié n b u sca e l h o n o r y
la g lo ria e x terio re s q u e le g ítim a m e n te le sean d eb id o s. L a g ra n d e z a
de las h a z a ñ a s in te n ta d a s es el “fin" de la m a g n a n im id a d ; el h o n o r
q u e ellas p ro c u ra n , su “ m a te ria ” (11-11, q. 129, a. 8, y q. 131, a. 2)-
C om o dice C ayetano, c o m e n ta n d o a S an to T o m á s, e l o b je to propio-
d e la m a g n a n im id a d es la g ra n d e z a d e l m a g n á n im o ; el cu al sólo
p o r m o d o a cc id e n tal y se c u n d a rio J ^ rsig u e el h o n o r q u e su grandeza-
m erece. D e esta m a n e ra q u e d a n a rm o n io sa m e n te in te g ra d a s e n una-
co n stru cc ió n u n ita ria la in'fluencia d e A b e la rd o y la d e A ristó teles, y.
re c ia tn e n te afirm ado u n a u té n tic o h u m a n is m o cristian o .
§ 4. E n c u a n to e n d e re z a d a h a c ia la g ra n d e z a y la excelencia de-
la n a tu ra le z a h u m a n a . Ja m a g n a n im id a d a d q u irid a es la v irtu d m o -
ra l q u e p o n e e n ortlcn y ra z ó n a la p asió n d e la e sp e ra n z a (11-11.
q. 21, a. 1). E s m a g n á n im o q u ie n sabe e sp e ra r d e u n m o d o ra c io n a l;
es decir, q u ie n asp ira e sfo rza d a y a n im o sa m e n te a bienes altos y a r .
duos, e incluso a los m ás alto s y a rd u o s bienes, p ero sólo c u a n d o p a ra
él son re a lm e n te posibles y sólo p o r cam inos p a ra él v e rd a d e ra m e n te
tra n sita b les. L a m a g n a n im id a d e v ita asi q u e la e sp e ra n z a se trtie q u e
e n desesperación (1-11, q. 60, a. 4) y a cierta c o n la ra z o n a b le v ía ¿le-
d ia q u e tra n s c u rre e n tre la p re su n ció n , falsa e sp e ra n z a de u n a g ra n -
d eza q u e n o p.uede a lca n z arse (11-11, q. 130, a. 2), y la p u sila n im id a d ,
tim ada r e n u n c ia a la g ra n d e z a q u e se p u e d e c o n q u is ta i (11-11, q. 133...
a. 2). E s, pues, u n a e sp e ra n z a ilu s tra d a p o r la in te lig e n c ia (11-11,
q. 132, a. 1), a firm a d a y ro b u ste c id a p o r la co nfianza e n si m ism o y-
e n los d em ás h o m b re s (11-11, q. 129, a. 6), in accesible a la desesper¿-
ción (11-11, q. 161, a. 1), sa z o n a d a p o r la. a le g ria (11-11, q. 20, a. 4) e-
in c ita d o ra d e la acció n lú c id a y so seg ad a: q u e rie n d o cO nquistar al-

” Sobre el problema de la relación entre la magnanimidad y la fortaleza, y-


sobre ‫ ؟‬1 ‫ ؟‬ará^er de “virtud general” de aquilla, viase Gauthier, op. citi pigi-
nas 360-368. En el orden natural hay, según Santo Tomis, tres grandes virtudea.
generales‫ ؛‬tres virnides eficaces, por tanto, sobre toda la vida moral: la magnani-
midad, la justicia social y la religión.
٥٥ LA ESPERA ESPERANZA

ta s cosas, e l m a g n á n im o sabe ser reposado e n sus m o v im ie n to s, habet


motum tardum (11-11, q. 129, a. 3), p o rq u e las cosas e n v e rd a d a lta s
.son m u y escasas y ex ig en g ra n a te n c ió n d el h o m b re q u e a ellas aspira.
§ 5 . L a m a g n a n im id a d e s .a la vez p a rte in te g ra l de la fo rta le z a ,
c u a n d o ésta h a d e a fro n ta r peligros d e m u e rte , y v irtu d m o ra l d e la
p a sió n de la e sp e ra n za . E llo im p lic a dos ^ a v e s consecuencias, e n
o rd e n a la psicología d e l e sp e ra r h u m a n o . M ira d a desde el p la n o d e
la v id a m o ral, la esp e ra n za , p a sió n d el a p e tito irascible, se h u m a n iz a
.en c u a n to c o n stitu y e u n o de los supuestos psicológicos d e la fo rta le .
.z a: la e sp e ra n z a se h a ce h u m a n a o frec ie n d o al fu e rte u n fu tu r o in-
c ita n te , y e l fu e rte llega a serlo p o rq u e - e n t r e o tra s c o s a s - s a te
esp erar. L o cu al nos h a ce co n clu ir, y ésta es la se g u n d a consecuencia,
q u e la e sp e ra n z a no lleg ará a .ser u n m o v im ie n to d e l á n im o verdade-
la m e n te h u m a n o , m ie n tra s n o posea la cap a c id ad d e e x ten d e rse ha-
cia el logro d e bienes q u e m erC zcan ra c io n a lm e n te el riesgo d e m o .
r ir . T e n g a m o s d esde a h o ra p re sen te esta a p a ric ió n d e la m u e rte , bajo
especie d e p o sib ilid a d d e m o rir, e n el h o riz o n te psicológico d e l es-
p e ra r.
§ 6. h re la c ió n e n tre la m a g n a n im id a d a d q tiirid a y la esperan-
z a nos p e rm ite re fe rir a ésta los diversos vicios q u e se o p o n e n a la
g ra n d e z a d el alm a. L a p re su n ció n , o p u e sta p o r exceso a la m a g n a n i-
m id a d , consiste e n e sp e ra r bienes a los cuales n o Jjueden a lc a n z a r
las fu e rz a s d e l q u e espera ‫ ل‬es decir, e n a sp ira r m e d ia n te los recursos
p ro p io s (sperare tantum), lo q u e p o r su Indole re q u ie re co nfianza e n
e l a u x ilio ajen o (expectore): es, pues, la e sp e ra n z a in m o d e ra d a d e los
débiles q u e p o r v a n id a d o p o r o rg u llo se cre en fu e rte s. C o n tra ria a
ella, la p u s ila n im id a d se m anifiesta com o u n a e sp e ra n z a d eficien te:
es u n a falsa desesperación, b ie n p o r ig n o ra n c ia cu lp ab le d e las pro-
p ia s fu e rz as, b ie n p o r e n tre g a viciosa a los goces d e la concupiscen-
cia, fre n te a b ienes q u e u n o p o d ria le g ítim a m e n te esp erar. L a vana-
g lo ria y la a m b ic ió n , en fin, co n sisten e n e sp e ra r y b u scar h o n o re s
q u e n o se m e re ce n 0 q u e co rre sp o n d e n a excelencias q u e n o se po-
seen (11-11, q. 131 y 132). F r e n te al p re su n tu o so , a l p u silá n im e , a l am -
bicioso y al v ano, el m a g n á n im o es el h o m b re q u e sabe e sp e ra r d e u n
m o d o a la vez e n tu sia sta , confiado y racio n al.
§ 7. S obre la m a g n a n im id a d a d q u irid a h állase, com o d ije, la
m a g n a n im id a d in fu sa , p ro c e d e n te d e la g racia, m as n o e q u ip a ra b le
a la v irtu d teologal d e la esperanza. L as v irtu d e s teologales o rd e n a n
inmediatamente a D ios la re a lid a d h u m a n a ‫ ل‬las v irtu d e s m orales in-
fusas tie n e n su té rm in o in m e d ia to e n las c ria tu ra s, a u n c u an d o , p o r
o b ra d e la c a rid a d , e stén mediatamente o rd e n a d a s a D ios, fin sobre-
ESPERANZA NATURAL T ESPERANZA CRISTIANA : SANTO TOMAS ٠* AQUINO 97

n a tu r a l del h o m b re (1-11. q. 63, a. 2). N o escapa la m a g n a n im id a d


in fu s a a e sta regla. E n c u a n to v irtu d m o ra l, tie n e com o o b je to p ro .
pío Ja p e rfe c c ió n y ‫؛‬a g ra n d e z a d e q u ie n 1‫ ؛‬pos‫ ؟‬e ; e‫ ؟‬c u a n t‫ ؟‬v irtu d
in fu sa , esa p erfecció n y esa g ra n d e z a e stá n o rie n ta d a s h a c ia D ios,
exi'sten in ordine tamen ad Deum ; y asf, e l h o m b re m a g n á n im o , r a .
z o n a b le m e n te confiado e n sf m ism o, a c ie rta a p o n e r sus e sp e ra n za s
h u m a n a s b ajo la m a n o o m n ip o te n te d e D ios, per fiduciam ... habet
spem in seipso, tarnen sub Deo (11-11, q. 128, a. 1). Tres, son, ensefia
Santo T o m ás, las v irtu d e s generales, la m a g n a n im id a d , la ju stic ia
social y la religión. L as tre s — p o r eso se las lla m a g e n e r a l e s en-
-vuelven to d a s las re stan te s v irtu d e s : la m a g n a n im id a d a d q u irid a , e n
ljeneficio d e la g ra n d e z a d e l h o m b r e ‫ ؛‬la ju s tic ia social, p a ra e l b ie n
de la c iu d a d ‫ ؛‬la re lig ió n , p a ra la g lo ria d e D ios. P ues bie'n: asf com o
la m a g n a n im id a d a d q tiirid a y la g ra n d e z a h u m a n a q u e d e e lla resul.
ta e stán al servicio d e la ju s tic ia y la relig ió n , asf la m a g n a n im id a d
in fu sa sirve a la e sp e ra n z a te o lo g al y a la c a rid a d . L a v irtu d teo lo g al
d e la e sp e ra n za p u e d e ser co n cebida, seg ú n esto, com o u n a m a g n a n i-
m id a d so b re n a tu ra l. M e rc e d a u n a co n stru cció n g en ial, S a n to T o m á s
h a m u d a d o e n a rm o n ia la c o n tra d ic c ió n a p a re n te e n tre la fo rta le z a
pagana, q u e to d o lo esp era de sf, y la fo rta le z a c ristia n a , q u e to d o lo
esp'era de D io s ‫ ؛‬y h a sab id o h a c e rlo re sp eta n d o esc ru p u lo sa m en te la
o rig in a lid a d d e c a d a u n a d e esas dos v irtu d e s y e n g lo b án d o las e n u n
concepto Unico, el concepto d e e sp e ra n z a (G au th ier).

I H . - L a virtud de la esperanza

E n la asp irac ió n d e l h o m b re h a c ia el b ie n ftitu ro , a rd u o y posible,


'Santo T o m á s d istin g u e , sucesiva y a sc e n d e n te m e n te , la m e ra p a sió n
de la esp e ra n za , e n la cu al esa a sp ira c ió n p u e d e a ten erse a los re c u r,
sos p ro p io s d e l q u e espera, la e x p ectació n , c u a n d o el lo g ro d e lo es-
perad.o d e b e c o n ta r con e l a u x ilio ajeno, la m a g n a n im id a d a d q u iri.
d a , v irtu d m o ra l q u e re g u la la p a sió n d e esperaT d e u n m o d o ¿ a tu .
ra ím e n te h u m a n o , y la m a g n a n im id a d in fu sa , v irtu d m o ra l g ra tu ita ,
p o r o b ra d e la c u al sabe e l h o m b re o rd e n a r a D ios la grandeZ a d e su
p ro p ia vida. U n p aso m ás, y llegam os a la v irtu d te o lo g al d e la espe-
ra n z a o m a ^ a n i m i d a d sobren.atural.
L a e sp e ra n z a m e ra m e n te h u m a n a n o es y n o p u e d e ser u n a r i r .
t u d : sien d o p o r n a ttira le z a u n m o v im ie n to im p e rfe c to , p u e sto que
sólo se esp era lo q u e n o se posee, n o m erece ta l n o m b re , deficit ٥ ra-
tione virtutis (1-11, q. 62, a. 3). M u y O tt. es e l caso d e la e sp e ra n z a
98 LA ESPERA T U ESPERANZA

teologal. E s ésta, dice S anto T o m ás, s i t i e n d o al M ae stro d e las Sen-


ten cias, “u n a e x p ec ta ció n c ie rta de la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a , prove-,
n ie n te de la g ra c ia y d e los m éritos.. (11.11, q. 18, a. 4 ; Quaest. disp.
despe, a. 1). T rá ta s e , pues, d e u n a expectatio, d e u n a e sp e ra n z a cuyo■
a d e c u a d o c u m p lim ie n to re q u ie re el a u x ilio de o tro ‫ أ‬y asi d eb e ser,
p o rq u e la e sp e ra n z a teologal a sp ira a la c o n q u ista y posesión d e
D ios, ob jeto q u e reb asa in fin ita m e n te la c a p a c id a d y las p o sib ilid a .
des d e la n a tu ra le z a h u m a n a . N u n c a , pues, lo a lc a n z a ría el h o m b r e
si el p ro p io D ios n o viniese e n su ay u d a, acced ien d o a la m ira d a m e-
nesterosa, im p e tra d o ra y confiada del a lm a q u e espera. D esde e l p u n -
to de v ista de su o b jeto m a te ria l — la fru ic ió n d e D io s p o r e l a lm a
h u m a n a - , la e sp e ra n z a teo lo g al no serla u n a v ir tu d ; lo es, e n cam -
bio, desde el p u n to d e v ista d e su o b je to fo rm a l — e l au x ilio d iv i-
n o - , p o rq u e la m ira d a q u e e l e sp e ra n za d o d irig e a D ios com porta,
in h e sió n a c tu a l a la D iv in id a d , co n tac to e s p iritu a l con D ios, perfec-
ció n y a lo g ra d a (Quaest. disp. de spe, a. 1 ; Summa, 11-11, q. 17, a. 1).
N o debo e x p o n e r a q u l la teologia to m is ta d e la e sp e ra n z a teo lo -
gal. F ie l a la m a te ria de este libro, h e de lim ita rm e a m o s tra r selec.
tiv a m e n te los p rin c ip a le s aspectos a n tro p o ló g ico s d e esa te o lo g ia ; y,
com o e n los a p a rta d o s a n terio re s, o rd e n a ré m i exposición e n u n a d i s
c re ta serie d e p u n to s : Indole d e la e x p ectació n e sp e ra n za d a , o b j e t ,
y su jeto d e l acto d e esperar, m odos viciosos d e la e sp e ra n za , c o n ex ió n
e n tre la e sp e ra n z a y las dos re stan te s v irtu d e s teologales, relacionen
e n tre la e sp e ra n z a n a tu ra l y la s o b re n a tu ra l.
§1. L a e x p ectació n e n q u e la esperan.za teo lo g al consiste n o es;
y n o d eb e ser u n a sim p le espera p asiv a d e l au x ilio d iv in o : el espe-
ra n z a d o c ristia n o esp era a D ios y espera e n D ios e jercitán d o se a ctiv a
y e sfo rz a d a m e n te e n la co n q u ista de ese D ios a q u ie n y e n quien'
e sp e ra ; n o es u n so ñ ad o r, sino u n m a g n á n im o in ordine tamen ad
Deum , u n h o m b re d isp u esto a la lu c h a c o n q u istad o ra . L a a ctiv a ex-
pectatio d e la e sp eran za, a d v ie rte con su tile z a S anto T o m á s, n o debe-
ser c o n fu n d id a con la pasiva expectatio d e la lo n g a n im id a d (11-11,
q. 17, a. 5); n o es la p u ra y sim p le espera d e lo q u e h a d e v e n ir, sino,
la co nfianza e n aq u ello q u e la erectio .wt'wti y la p ro p ia o p e ra ció n
p e rso n al e stá n a c tu a lm e n te c o n q u ista n d o ; u n a co n fian za q u e n o ex-
clu y e el te m o r, sino q u e lo envuelve y exige. L a e sp e ra n z a teologal'
es, e n su m a, u n p rin c ip io de acción p a ra la e n te ra re a lid a d del h o m b re .
§2. E l ob jeto m a te ria l d e la e sp e ra n za teo lo g al es el m á s alto-
y a rd u o de los bienes fu tu ro s a que el h o m b re p u e d e a s p ira r: la p o .
sesión de D ios, la vita aeterna, quae t'w fruitione ipsius ٠ ‫ ' اﺀ‬consistit.
D ios, en su m ism a re a lid a d , es, pues, el o b jeto m a te ria l p rin c ip a l de-
ESPERANZA NATURAL Y ESPERANZA CRISTCANA: SANTO TOMAS DE AQUINO 99

la e sp e ra n z a c ristia n a, su “ o b je t, d e a trib u c ió n '., com o d ic en los ted-


logos “ . P e ro com o la co n q u ista d e ese so b eran o b ien , a tra v é s d e la
p e re g rin a ció n te rre n a , exige la posesión in s tru m e n ta l d e o tro s bie-
Ues — la v id a fisica, la salu d , la lib e rta d , e l su ste n to c o tid ia n o , la asis.
te n cia d el p ró jim o , etc.— , síguese de a h í que, s e c u n d a ria m e n te , ta m .
b ié n d e b en ser esperados y p ed id o s esos bienes te m p o ra le s in ordine
ad beatitudine™ aeternam 1 .٩. ١٦٠ ‫ة‬%de spe, a. Yy u ‫ةﻋﺄ‬١‫ ﺀ‬٠
ria de la e sp e ra n z a v ien e asi a c o in cid ir, seg ú n u n a c e rte ra observa-
ciOn de S an A g u stín , con la de la p le g a ria : el c ristia n o espera lo q u e
p id e y p id e lo q u e espera, desde el re in o d e D ios h a s ta e l p a n d e
cad a día.
¿ A g o ta lo d ic h o el o b je to d e la e sp e ra n za ? E n m o d o a lg u n o ;
p o rq u e, ju n to al “ob jeto d e atribución.» q u e es a la vez obiectum
materiale y obiectum formale quod, lo q u e Se esp era d e m a n e ra m ás
d ire c ta y lo q u e d a u.nidad a to d o lo q u e p rin c ip a l 0 se c u n d a ria m en -
te se espera— , está e l “m o tiv o ', u obiectum formale quo, lo q u e nos
h ace esp erar. ¿Q ué es aquello en cu y a v irtu d esp era te o lo g a lm en te el
c ristia n o ? ¿ C u á l es e l m o tiv o de la v irtu d teologal de la e sp e ra n z a ?
¿ so lo el au x ilio div in o , com o afirm a San B u e n a v e n tu ra , 0 sG o el h e .
cho de q u e D ios sea n u e stro b ien , com o so ste n d rá E scoto? D e b ajo
de cad a u n a d e esas dos tesis e x tre m as acerca del m o tiv o d e la Cs-
p e ra n z a h a y , com o vim os, u n a m a n e ra de e n te n d e r las posib ilid ad es
de la n a tu ra le z a h u m a n a caída, m ás pesim ista e n el caso d e S an B ue.
n a v e n tu ra , m ás o p tim ista e n el caso de E scoto. S a n to T o m á s, n u n c a
u n ila te ra l, re c u rre e x p re sa m e n te a u n a y o tra , p u esto que u n a y o tra
son m u tu a m e n te c o m p le m en ta ria s (1.11, q. 25, a. 3 ; 11.11, q. 17, a. 6).
E l h o m b re p u e d e e sp e ra r y espera p o rq u e D ios es u n b ie h y p o rq u e
D ios le a y u d a ; e l esp erar ٥ D ios y el e sp e ra r en D ios son dos m o .
m e n to s de la e sp e ra n z a in tim a m e n te conexos e n tre sf.
§3. D esd e u n p u n to d e v ista an tropológico, m a y o r im p o rta n c ia
tie n e e l p ro b le m a .d e l sujeto d e la e sp e ra n z a teologal. ¿ Q u ié n esp era?
Y , p re c isa n d o m ás, ¿q u é fa c u lta d es la q u e p ro p ia y re a lm e n te espe-
ra e n el e sp e ra n za d o ? ¿C o n c u ál d e sus fa c u ltad e s espera el h o m b re ?
A la p rim e ra de tales in te rro g a c io n es re sp o n d e e l co n cep to m is.

1» En la S u m m a contra ‫„ﺀح‬،»'1‫( ﺀﺀ‬IV, 79-97) puede leerse una acabada exposi.


cldn de la doctrina tomista acerca de la bienaventuranza eterna, objeto material de
la esperanza cristiana. Serla deseable que el tema a que en esas páginas se aplici
la mente de Santo Tomás —cómo vivirá el hombre después de la resurrección de
la carne— fuese profundamente estudiado por un teólogo "actual”. Véanse, entre-
tanto‫ ؛‬los parágrafos 313§ -301 ‫ ة‬de la II Parte del t. III de la K atholische D ogm a ٠
tik, de M. Schmaus (München, 1941).
100 LA ESPERA LA ESPERANZA

m o d e esp e ra n za . E s ta im p lic a la e x te n sió n d e l ser h u m a n o h a c ia


u n m o d o d e e x istir fu tu r o y d is tin to d e aq u el e n q u e se e n c u e n tra .
P o r ta n to , e sp e ra rá el h o m b re m ie n tra s te n g a y v islu m b re a n te si
esa p o sib ilid a d f u tu r a ; c o n o tra s p a lab ras, m ie n tra s se h a lle in via.
E l su jeto d e la e sp e ra n z a teologal es el homo viator, e l v ia d o r o ca
m in a n te , h állese Cn la tie rra 0 en el p u rg a to rio : spes in viatoribus
est. N i los b ie n a v e n tu ra d o s n i los co n d en a d o s e sp e ra rá n (11-11, q. 18,
a. 2 y a. 3), p o rq u e u n o s y o tro s h a b rá n llegado al té rm in o definitivo
d e su ex isten cia.
P ero , d e n tro del h o m b re , ¿ q u é es lo q u e m ás p ro p ia m e n te espera?
L a resp u esta d e S an to T o m á s ¿s te r m in a n te : espCra la v o lu n ta d . A si
com o la p a sió n n a tu r a l d e la e sp e ra n z a tie n e su su jeto p ro p io e n el
a p e tito sensitivo, asi la v irtu d teologal de la e sp e ra n z a lo tie n e e n el
a p e tito in te le c tiv o ; es d ecir, e n la v o lu n ta d (II-ÏI, q. 18, a. 1 ; ‫ ى‬spe,
a. 2). E n c u a n to fa c u lta d a n im ic a q u e a sp ira a u n b ie n fu tu ro , a rd u o
y posible, la v o lu n ta d es el sujeto d e la e sp e ra n z a ; e n c u a n to facul-
ta d q u e p e rm ite la posesión e sp iritu a l del b ie n q u e rid o , la v o lu n ta d
es el su jeto d e la c a rid a d (1-11, q. 62, a. 4). ¿Esm eraría la v o lu n ta d ,
s in e m b a rg o , si e l b ie n esperado n o se hall'ase d e a lg ú n m odo, com o
S an A g u s tín enseñó, e n e l fo n d o m ism o d e la m e m o ria ? Y e n ta l
caso, ¿ n o se rá m e jo r d e c ir q u e es el to d o d e la re a lid a d liu m a n a lo
q u e espera, e n CTianto esa re a lid a d e x iste so m e tid a a sucesión y tiem -
p o ? P o r fu e rz a h a b r á q u e p la n te a rse d e fre n te estas dos graves cues-
tiones.
§4. Se o p o n e n a la v irtu d d e la e sp eran za, co n ce b id a com o ju sto
m ed io , la d esesperación y la p resu n ció n . In c u rre el h o m b re e n a q u é ٠
lia c u a n d o e stim a im p o sib le la co n secu ció n d e la b ie n a v e n tu ra n z a
e te r n a : e l desesperado p e ca p o r d e fe rto de e sp e ra n z a (11-11, q. 20,
a. 1). C ae el h o m b re , p o r el c o n tra rio , e n p re su n c ió n rtia n d o p ien sa
y siente q u e sus p ro p ia s fu e rz as n atirrales son s u frie n te s p a ra e l lo g ro
d e la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a o c u an d o p re te n d e o b te n e rla sin m ere,
c im ie n to s y sin p e n ite n ria : el p re su n tu o so p eca p o r e sp e ra r m á s de
lo q u e debe, per immoderantiam spei (11-11, q. 21, a. 1). C o m o dice
j . P ie p e r, fino c o m e n ta rista de S an to T o m á s, e n los dos casos h a y
un'a “a n tirip a c ió n " (Vorwegnahms) ab u siv a e ilíc ita : la desespera-
d ò n a n tir ip a sin fiin d a m e n to el fracaso d e la v id a h u m a n a , su defi-
n itiv o m a lo g ro ; la p re su n ció n , p o r su p a rte , a n tic ip a c o n lig e re za el
triu n fo d e la existencia, su to ta l y U ltim a p le n itu d . A m b a s “d e strti.
y e n e l c a rá c te r itin e ra n te d e l e x istir h u m a n o e n e l status viatoris...
E n la d esesperación com o e n la p re su n ció n , se rigidifica y co ngela lo
ESPERANZA NATURAL T ESPERANZA CRISTIA NA : ١
SANTO TO. !A 8 DE AQUINO 1.1

' h q m a n o , q u e sól ٠ la e sp e ra n z a es cap a z d e m a n te n e r


en su elta flu id ez ” !..
P o r la v ia del p e s im is m . ٠ p o r la d e l o p tim ism o , la desesperación
y la p re su n c ió n re v e lan u n a p re te n sió n d e suficiencia d e ‫ ؛‬h o m b re acer-
Ca de su U ltim o fin y n ie g a n ٥ radice el c a rá c te r c o n stitu tiv o q u e e n
la ex isten c ia h u m a n a tie n e la no v ed ad , lo n u e v o : e l desesperado n o
sabe o n o q u ie re p e rc ib ir lo p o sib ilid a d de p erfecció n q u e lo n u e v o
ofrece al h o m b re ‫ ل‬el p re su n tu o so desconoce p o r so b erb ia o p o r vani-
d a d (11-11, q. 21, a. 4) el riesgo de defección q u e la n o v e d a d siem p re
e n tra ñ a . P a ra u n o y o tro , el cu rso d e l tie m p o p e rso n al es p u ra in a .
n id a d , v ic isitu d in s ip id a y vacia. L a c o n d ició n a g rid u lc e e in c ita n te
de la a v e n tu ra d e e x is tir in via, c u an d o la e sp e ra n z a b rin d a p ro m e-
sa y riesgo, d esaparece ta n to e n la v id a d el desesp erad o comO e n la
d e l p re s u n tu o so ; la d e a q u é l carece de la a leg ria p ro p ia del a cto de
e sp e ra r (spes per se causat delectationem: 1-11, q. 40, a. 8); la d e
éste, p riv a d a d e l te m o r in h e re n te a la e sp e ra n z a v e rd a d e ra (11-11,
q. 19, a. 9), conviértese a sus ojos e n u n a d e sa b rid a c ad e n a d e p re v i,
siones y confirm aciones. Spes incerti boni nomen est, dice Seneca
(Epist., X ). A la larga, ¿ te n d r ía a lg ú n sa b o r y a lg ú n m é rito n u e stra
ex isten cia, si de e lla desapareciese la p o sib ilid a d d e l fracaso ?
D os son, p a ra S a n to T o m ás, las causas p rin c ip a le s d e la desespe-
ra c ió n : la e n tre g a a los placeres d e l cu erp o y la tris te z a g ra v a tiv a e
in h ib id o ra , la acedia. A q u e lla desespera p o rq u e re b la n d ec e e l á n im o
del h o m b re y b o rra lo a rd u o d e su h o riz o n te v ita l; e sta o tra , por-
q u e a n u la e n e l a lm a e l se n tim ie n to de p o s ib ilid a d : al triste y a l a n .
g u stiad o to d o le p arece im posible, y d e a h í su p ro c liv id a d h a c ia la
d esesperación (11-11, q. 20, a. 4). D o b le es ta m b ié n , com o h e d ich o ,
la causa d e la p re s u n c ió n : la v a n id a d (inanis gloria) y la soberbia.
P re su m e el vano p o r confiar falsa y d e sm e d id a m e n te e n sus p ro p ias
fu e rz as, y e l soberbio p re su m e p o r p e n sa r q u e D ios n o le c astig ará,
a u n q u e su a lm a in c u rra e n p ecado (11-11, q. 21, a. 4). L a v a n id a d es
u n a viciosa p o n d e ra c ió n d e la p ro p ia c a p a c id a d ; la so b erb ia, u n a es-
tim a c ió n ab u siv a de la p ro p ia d ig n id a d . P a ra e l v ano, to d o es posi,
b le ; p a ra e l soberbio, to d o es m erecido.
§5. L a m u tu a co n ex ió n d e las tre s v irtu d e s teologales m u éstrase
a los ojos d e S a n to T o m á s com o u n p ro b le m a g en ético , ordo secun-
dum à m generationis (1-11, q. 62, a. 4 ; 11-11, q. 17, a. 8). D os razo-
nes p rin c ip a le s lo d e te r m in a n : la in d o le precisi va y d is tin tiv a de la
in te lig e n c ia d e l D o c to r d e A q u in o , a te n ta , sobre to d o , a m o s tra r la

‫ل‬٠ j . Pieper. Ueber die Hoffnung (4.. cd., Mönchen. 949‫) ا‬, pág. 51.
)02 LA ESPERA Y ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA

in d iv id u a lid a d teológica y a n tro p o ló g ic a de esas tre s v irtu d es, y a


d e sc u b rir, p o r lo ta n to , la d ife re n c ia e n tre cad a u n a de ellas y las
re stan te s, y la visión a risto té lica de la re a lid a d , seg ú n las ideas b¿-
sicas d e m a te ria , fo rm a, p o te n c ia y acto. V ista asi e l a lm a cristia n a,
la fe es a n te rio r ‫ ﺀ‬la e sp e ra n z a p o rq u e .só lo se p u e d e d esear y e sp e ra r
lo q u e d e a lg ú n m odo estuviese y a e n el sen tid o 0 e n e l in te le cto , y
la e sp e ra n z a po n e e n c a m in o h a c ia la c a rid a d (1-11, q. 62, a. 4).
L a fe, fu n d a m e n to in telectiv o de la e sp e ra n z a (11-11, q. 4, a. 1),
d a rla a é sta p o r p a rtic ip a c ió n la re la tiv a c e rtid u m b re q u e el a rto d e
e sp e ra r n ecesita (ÏI-II, q. 18, a. 4). N o se q u ie re sino lo q u e se h a co-
n o c id o ‫ ؛‬n o se espera sino lo q u e se cree posible. P u es b ie n : ese ju i-
cio d e esp e ra b ilid a d , re fe rib le siem p re a u n ju icio d e p o sib ilid a d , cons-
titu y e el p re á m b u lo in te le c tu a l q u e la fe concede a la e sp e ra n z a (II.
II, q. 17, a. 17) y es u n m o m e n to esencial e n la génesis de la confian-
z a 0 fiducia: “D e la creen cia (fides) en la a se q u ib ilid a d d e lo espe-
ra d o , p re c e d e n te e n la in te lig e n cia, recib e su n o m b re la co nfianza
(fiducia), esto es, el m o v im ie n to q u e de aq u élla se sigue e n e l apeti-
to ” (1-11, q. 40, a. 2). D el m ism o m odo, la e sp e ra n z a teologal recibe
p a rtic ip a tiv a m e n te de la fe la confianza q u e le es p ro p ia : p o r o b ra
d e la fe, e n efecto, creem os e n el au x ilio d iv in o , sin e l c u al n o seria
p osible e l logro d e l b ie n su p re m o a q u e a sp ira la e sp e ra n z a ٥٠.
H a y en la e sp e ra n z a u n p re á m b u lo in te le c tu a l‫ ؛‬p e ro ella, e n rtian -
to h á b ito específico, se h a lla ra d ic a d a e n la p a rte a fe rtiv a y volitiva
d e l alm a. D e a h i la p e c u lia rid a d d e la c o n ex ió n g e n ética e n tre la es-

». HabJand. de la esperanza, ¿ n . serla preferible sustituir "certidumbre” por


"firmeza” ? Más que "cierta”, la esjjeranza es “firme”. 8‫ ﻣﺎ‬teólogos, siguiendo a la
letra la definición del Maestro de las Sentencias (certa expectatio...), han usado
.adicional y rutinariamente el tórmino certitudo. Pero es el caso que San Pablo
quiso llamar firm a anim a a la confortada por la esjrcranza (H ebr., VI, ‫ )وا‬y que
el Concilio de Trento no dice spes certa, sino f i r m i s à a spes (vide Harent, loe. ‫آﺀ‬,.,
columnas 618-6)9). ¿No habrá sido excesivamente “intelectual” el tratamiento tro-
lógico de la esperanza?
El problema de la certidumbre de la esjjeranza, ya planteado en la Edad Me-
dia, sigue siendo muy discutido. “De qu، indole sea esa certidumbre es cosa di-
ffcil de ver”, decía San Buenaventura (II Sent., 26, 1, 5). No pocos teólogos moder-
nos (P. Laymann. H. Tournely, R. Billuart. G. Antoine, j. Perrone, etc.) sostienen
que la esperanza teologal es “cierta” ex parte ٠‫ آﺀ‬e “Incierta” 0 .‘condicionada”
‫ *ﺀ‬parte sperantis. A ellos se ha opuesto el padre s. Ramfrez, o. p., distinguiendo
tres esjjecies de certidumbre: certitudo cognitionis, certitudo ordinis y certitudo
eventus ‫ «ﺀﺀ‬exeeutionis. ‫ ﻳﺎ‬certidumbre dC la esjjeranza cristiana perienecerfa a
la segunda de esas tres especies: certitudo ordinis sew inten tio n is (“De certitudine
8jjei Christianae”, en L a ciencia tom ista, 1938, t. 58, págs. 184-203 y 353-378). Pero
8٠ la certidumbre de la esperanza es del afecto, a diferencia de la certidumbre de
la f‫ ؟‬, que es del Intelecto, y si aquélla, en contraste con ،sta, puede faltar per
accidens (pág. 377), ¿no será deseable revisar el empleo de la p¿labra certitu d o f
Más que con “certidumbre”, el cristiano espera con ‘-‘firmeza”.
ESPERANZA NATURAL y ESPERANZA c r i s t i a n a : sa e t t o t o m a s de AQUINO 103

p e ra n z a y la c a rid a d , q u e g a n to T o m á s p ro c u ra e x p lic a r m e d ia n te
¡u d o c trin a d e l a m o r. E n el acto d e a m a r, e n señ a, h a y tre s tè rm i,
n o s : el a m a n te , el b ie n a m a d o y la p e rso n a p a ra la c u al se q u ie re ese
b ien (I, q. 20, a. 2). C u an d o c o in cid en .en u n a m ism a p e rso n a los
té rm in o s p rim e ro y tercero, el a m a n te q u ie re e l b ie n am ad o p a ra 81
m ism o, y e l a m o r es in te re sa d o o “de concuJjiscencia” . C u an d o , p o r
el c o n tra rio , se q u ie re p a ra o tro el b ie n a m ad o , son re a lm e n te tre s
los té rm in o s d e l acto, y el a m o r es d e sin tere sad o o “de a m ista d .'.
“H a sta e n la a m is ta d h u m a n a - d i c e el s a n t o el v e rd a d e ro a m ig o
busca m á s el b ie n de su am ig o q u e el p la ce r d e su p resen cia” (In I V
Sent., d. 25, q. 1, a. 4). T a l es el e sq u e m a m e d ia n te e l cu al concibe
S anto T o m á s las relaciones e n tre la e sp e ra n za y la c a r id a d : “E l a m o r
perfecto consiste e n a m a r a a lg u ie n p o r é l m ism o, es decir, e n q u e re r
el b ien p a ra a lg u ie n p o r él m ism o , com o e l am ig o a m a a su am igo.
E l a m o r im p e rfe c to consiste e n a m a r a u n o b jeto , n o p o r él, sin o
p a ra q u e ese b ie n re c aig a so b re nosotros, com o e l h o m b re a m a las
cosas q u e él an sia. A h o ra b ien , el p rim e r a m o r p e rte n ec e a la cari-
d a d , q u e se refiere a D ios p o r él m ism o ; p e ro la e sp e ra n z a p e rte n ec e
.al seg u n d o , p o rq u e aq u el q u e esp era a sp ira a o b te n e r algo p a ra 8Í"
(11-11, q. 17, a. 8). P o r eso el a m o r d e esp e ra n za , q u e re q u ie re m e n o r
p e rfecció n e sp iritu a l, sirve d e in tro d u c c ió n a la c a rid a d y es a n te-
rio r a esta secundum à m generationis. Y Jjor eso e l a m o r p e rfe rto ,
q u e n o s u n e a l a m a d o b u sca n d o el b ie n d e éste, p e rm ite q u e poda-
m os e sp e ra r p a ra é l (11-11, q. 17, a. 3).
D ije a n te s q u e la fe es u n . esencial m o m e n to co n stittitiv o d e la
c o n fia n z a ; deb o a ñ a d ir a h o ra q u e el seg u n d o y d efinitivo m o m e n to
d e é sta es e l am o r. R ecuérdese q u e e n la e x p ec ta ció n e s d ecir, e n
la asp irac ió n a u n b ie n a rd u o cuyo lo g ro d e p e n d e d e l au x ilio a j e n ^
la e sp e ra n z a es causa de a m o r; p o rq u e, “d esd e e l p u n to y h o ra e n
q u e esperam os co n seg u ir u n b ie n d e alg u ien , nos m ovem os h a c ia él
co m o h a c ia n u e stro b ien , y c o m en z a m o s a a m a rle ” (1-11, q. 40, a. 7).
T a l es el caso de la e sp e ra n z a teologal, e n la cu al la a leg ria q u e e n .
g e n d ra la s e ^ jr id a d d e l au x ilio div in o , y el a m o r a D ios, q u e se dig-
n a o to rg a rlo , y la h u m ild a d e n la c o n sid eració n d e n u e stra s pro-
p ias fu e rz a s, d e te rm in a n e n nosotros, sin m e n g u a d e l a rtiv o y ani-
m oso esfuerzo q u e el acto d e e sp e ra r c o m p o rta , u n a su erte d e en tre-
g a d o reposo e n la d iv in a v irtu d q u e nos a y u d a. N o o tra cosa es la
co n fian za 0 robur spei, y n o d e o tro m o d o c o n fia e l e n fe rm o e n la
a y u d a del m édico. In s ta la d o e n esa co nfianza teologal, p o d ia d e c ir
104 LA ESPERA LA ESPERANZA

S a n P a b lo a los c o rin tio s : “C u an d o soy m ás déb il, e n to n ce s soy fu e r-


te " (‫ ر ر‬Coy., X II, 10).
§6. R a ú l A r d e n t y T o m á s d e P erseig n e c o n v irtie ro n a lo divino,
la id e a a b e la rd ia n a d e la m a g n a n im id a d e id e n tific a ro n esta v irtu d
co n la e sp e ra n z a teologal. S an to T o m á s n o p o d la c o n te n ta rse c o n
ese fácil ex p ed ie n te . C om o teólogo, afirm ó d e l m o d o m á s claro y re-
su elto e l c a rá c te r s o b re n a tu ra l d e la v irtu d d e e sp e ra r a D io s j c o m .
h u m a n is ta c ristia n o quiso a su m ir la n a tu ra le z a e n la g racia, e n la -
z a n d o e n a rm ó n ic a u n id a d flin cio n a l y o p e ra tiv a las pasiones, las vir-
tu d e s m orales y las v irtu d e s teologales del h o m b re . E n este caso, la.
p a sió n irascib le d e esperar, la v irtu d c a rd in a l d e la fo rta le z a y la
v irtu d teologal de la esp eran za.
P a ra ello c o m en z ó p o r m o s tra r la re lació n an aló g ica e n tre la es-
p e ra n z a com o p a sió n y la e sp e ra n z a com o v irttid . U n a y o tra son la-
a ctiv a asp irac ió n h a r ia u n b ie n fu m ro , a rd u o y p o s ib le ‫ ؛‬u n a y o tr a
tie n e n com o su jeto p ro p io la p a rte a p e titiv a d e l a lm a ; u n a y o tra
- a q u é l l a , casi s ie m p re ; ésta, siem p re y n e c e s a r i a m e n te - re q u ie re n
el a u x ilio de unz virtus aliena; u n a y o tra so n p ro p ia s d e la e x isten -
cia te m p o ra l, a ú n a n la confianza y el te m o r, e n tr a n e n re la ció n con
e l a m o r y la creencia, tie n e n e n la desesperación su m o v im ie n to opues-
to. M as no e ra esto suficiente, p o rq u e la g'racia n o es u n a super-
e s tru c tu ra p a ra le la a la n a tu ra le z a . M e d ia n te la d o c trin a to m is ta d e
la fo rta le z a , la p a sió n d e esp erar, h u m a n iz a d a y e n n o b le c id a p o r la
m a g n a n im id a d a d q u irid a y la m a g n a n im id a d in fu sa , llegó a ser u n
m o m e n to c o n stitu tiv o — co rp o ra l, sensible, d i n á m i c a d e la esp e ra n ,
z a teologal. E n c u a n to s e n tid a p o r u n a n im a l d o ta d o d e ra z ó n , la
p a sió n n a tu ra l de la e sp e ra n z a p id e a b ie rta o s e c re ta m e n te su c o rt^
n a c ió n p o r u n a v irtu d te o lo g a l; e n c u a n d o e je rc ita d a p o r u n h o m -
b re in à , la v irtu d so b re n a tu ra l d e la e sp e ra n z a n e cesita in e lu d i-
b le m e n te su apoyo e n el m o v im ie n to de u n a p e tito sensitivo, y p o r
esto ciertos estad o s psicofisicos p u e d e n m o v e r a desesperación. C o n
ello q u e d a b a n a su m id as e n u n a a n tro p o lo g ía c ris tia n a la elpis y la
spes de los gentiles. ¿ Q u e d a b a n , sin e m b a rg o , to ta l y definitivam en-
te resu elto s to d o s los p ro b lem as que p la n te a n la antropolo'gia y la
teologia d e la esjjera n z a?
Capítulo IV

M E M O R IA Y E S P E R A N Z A : S A N J U A N D E L A C R U Z

S a . A g u s tín d e sc u b rió p a ra siem p re la esencial co n ex ió n q u e exis-


te e n tre la m e m o ria y la e s p e ra n z a U n a y O tta c o n stitu y e n , e n Ul-
tim o e x tre m o , la e x p re sió n d e la p e c u lia r hum ana‫ ؛‬y
la lla m o “p e c u lia r” p o rq u e e n la re a lid a d d e l h o m b re se e n tr a m a n
de m o d o u n ita rio y m isterio so su visible y v iv id a y 8‫ﻻ‬
in v isib le y a d iv in a d a e te m a lid a d , su trà n s ito te rre n o y su p e rm a n e n .
cia e sp iritu a l. E n el fo n d o m etafisico de la m e m o ria h à lla n se la posi-
b ilid a d .y el fim d a m e n to d e la esp e ra n za . E l e n c u e n tro c o n D ios, ob-
Jeto d e la esp e ra n za , es a lc a n z a d o tra sc e n d ie n d o la m e m o ria .. Y si
ello es asf, ¿ q u é relació n existe e n tre u n a y o tra e n e l seno d e la rea-
lid a d h u m a n a , y e n tre a m b a s y la u n ió n d e l h o m b re c o n D ios? N a -
die h a sa b id o d a r a esa p re g u n ta u n a re sp u esta ta n am p lia , clara y
d is tin ta com o S an J u a n d e la C ruz.
‫ ﻣ ﺎ‬q u e e n S an A g u s tín n o pasó d e ser esbozo y a p u n te , h ácese
m é to d o rig u ro so y d o c trin a b ie n a rtic u la d a e n n u e stro c a ra ie lita , e l
g ra n clásico d e la re la ció n e n tre la m e m o ria y la esp e ra n za . E sa doc-
tr in a d e l m istico castellano, ¿có m o d eb e ser v ista p o r e l h is to ria d o r?
¿E s u n a e la b o ra c ió n siste m á tic a d e la in tu ic ió n a g u stin ia n a , ٠ u n
v e rd a d e ro h a lla z g o e x p e rim e n ta l? N o p arece Jjosible q u e la le c tu ra
de los te x to s d e S an A g u stín , e l c o n ta c to escolar co n la e n se S a n z a
de J u a n d e B a c o n th o rp , tra d ic io n a l e n la o rd e n c a rm e lita n a , y la
in d u d a b le fa m ilia rid a d c o n los escritos d e la m istic a fran c isca n a, en-
cabezado8 Jjor los Abecedarios d e O su n a, careciesen d e eficacia so b re
el p e n sa m ie n to d e S an J u a n d e la C rtiz, y m en o s e n lo q u e a ta ñ e a
la m e m o ria y la esp e ra n za . N i siq u ie ra u n h o m b re ta n dev o to de
S an J u a n c o m n el p a d re C risógono d e Jesús p o n e e n d u d a esa trip le
106 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

in f lu e n c ia ‫ ا‬. P e ro t o d . ello n o a lc a n z a a m e n o sc a b a r la ro b u s ta ori-


g in a lid a d d e la co n cep ció n san ju a n ista de la e sp e ra n za . 1 8 ‫ م‬antece-
d e n tes de u n a g ra n h a z a ñ a a y u d a n a e n te n d e rla y a s itu a rla e n la
h is to ria , m a s n o d e b e n e x im im o s de a d m ira rla ; y g ra n h a z a ñ a es
e n la h is to ria del e sp íritu h u m a n o , pese a cu an to s a n te c e d e n te s su-
yos se d e sc u b ra n y certifiquen, la o b ra m istic a d e S an J u a n d e 1‫ﺀ‬
C ruz.
C om o a n ta ñ o la d e A g u stín , la in g e n te a v e n tu ra e sp irim a l de
,Ju a n d e la C ru z tie n e su p u n to de p a r tid a e n u n Deum ‫ ﺀ ﺀ‬animam
scire cupio. P e ro el p ro p ó sito d e l m ístico c astellan o es m u c h o m ás
ra d ic al, p o rq u e e l c o n o cim ien to d el a lm a le im p o rta sólo e n c u a n to
p re su p u e sto d e l a n iq u ila m ie n to a q u e d e b e lle g a r el ejercicio n a tu -
ra l de las p o te n cias an ím icas. T a l es e l U ltim o sen tid o d e las “nad as..,
la “n o c h e ” y la “se n d a e strech a', de e st‫ ؟‬m á x im o n e g a d o r d e 8Í m is-
m o. T r a ta S an J u a n de la C ru z d e conocerse p a ra m e jo r n e g a rse ; 0 ,
si se q u iere, y e n ello consiste la tre m e n d a p a ra d o ja d e la e x p erien c ia
m istica, p a ra meJ.or poseerse.
Q u e d e a q u í in ta c to el ab ism al y te n ta d o r p ro b le m a h u m a n o d e
la m istica, y n o m en o s in to c a d o e l q u e e n su fim d a m e n to m ism o
.ofrece e l p e n sa m ie n to m ístico s a n ju a n is ta ; a saber, si la e x p erien c ia
m istic a p u e d e ser p e n sa m ie n to y cóm o p u e d e serlo. M as n o detoj
p ro c e d e r a l e x a m e n p a rtic u la r d e c u a n to a la m e m o ria y la esperan-
z a c o n cie rn e sin in d ic a r u n a e se n ria l tr in id a d d e p ro c e d en c ia e n el
.contenido d e la o b ra -d e S an J u a n . D ejem o s qtie Ó1 m ism o lo declare.
E n e l p ró lo g o a l Cántico espiritual dice a la m a d re A n a de J e sú s:
*..aunque a v u e stra rev eren cia le fa lte el ejercicio de la te o lo g ia esco,
lá stic a co n q u e se e n tie n d e n las verd ad es d iv in as, n o le fa lta e l d e la
m istica, q u e se sabe p o r a m o r, e n qtie n o so la m e n te se saben, m as
J u n ta m e n te se g u s ta n " ٥. ‫ ﻣ ﺎ‬c u al m an ifiesta q u e las p á g in a s d e S an
.Ju a n d e la C ru z p ro v ie n e n d e tre s fu e n te s d is tin ta s : la S a g ra d a Es-
-critura, depósito d e la p a rte d e esas “v erd ad es d iv in a s” rev e lad a al
g én ero h u m a n o ; la teo lo g ia escolástica, q u e tr a ta d e p e n e tra r e n ta-
les verd ad es m e d ia n te e l racio cin io in te le c tu a l, y la e x p erien c ia m is-
tica, qtie p e rm ite saberlas y g u sta rla s a la v e z 'e n la in tim id a d d e l
.alm a. L a c o n c o rd a n c ia su stan cial e n tre la p rim e ra y la te rc e ra de
.estas fu e n te s es in n e g a b le ; d e o tro m o d o n o seria S an J u a n d e la

1 Padre Crlsgono de Jesús, ٠ . c. . . . San Juan de la Cruz. Su obra científica


.‫ ﻻ‬su obra literaria (AviJa, 1929).
» “Cántico espiritual", en Vida ‫ ﻻ‬obras ٥، San Juan ٥٠ Ja Cruz, de la B. A, c.
(Madrid, 1946). Los textos de San Juan de la Cruz serán siempre citados por esta
<ed‫؛‬ci6n, bien cuidada por el padre laiclnlo del ss. Sacramento, o. c. D.
MEMORIA y ESPER A N ZA ‫؛‬ SAN JUAN DE ‫ﻣﺎ‬ CRUZ ‫ل‬07
C r u z d o c to r de la Iglesia. ¿ P u e d e decirse o tro ta n to d e la correspon-
d en cia e n tre las dos U ltim as? ‫ ﻣ ﺎ‬q u e a S an J u a n en señ ó su p ro p ia
e x p erien c ia m istica, ¿s‫ ؟‬co m p ad ece siem p re y p e rfe c ta m e n te c o n lo
que los te x to s y las lecci‫ ؟‬nes d el saber escolásti‫ ؟‬o p u sie ro n e n su m en-
te y d e ja ro n e n sus escritos? T e m a es éste a rd ita m e n te d isc u tid o e n .
tre los co m en tad o re s del m istico c a rm elita. Q u ed e p la n te a d o a q u í, e n
«spera de verlo ap arec er a p ro p ó sito d e la co n ex ió n e n tre la m e m o ria
.y la esp eran za.

T— T a unión por la esperanza

L as v irtu d e s teologales son h á b ito s d e l e sp íritu h u m a n o rec tam e n -


'te o rd e n a d o a D io s; y, a los ojos d e l m istico, vias 0 cauces p a ra la
u n ió n d el a lm a con la D iv in id a d . L a fe u n e c o n D ios n u e stro en-
'te n d im ie n to ; la c a rid a d deifica n u e stro s actos v o lu n ta rio s. ¿Y la es-
p e ra n z a ? ¿C óm o la esp e ra n za , v irtu d cuyo p rim e r su p u esto es u n
'“ no h a b e r lleg ad o ", p u e d e u n ir a l h o m b re c o n su C re a d o r? ¿ N o ha-
b rá e n ello u n c o n tra se n tid o a n tro p o ló g ico y teológico? S an J u a n de
la C ru z p ie n sa q u e no, si e l a lm a sabe e sp e ra r a D ios “p le n a m e n te ” ;
lo c u al le p o n e a n te e l p ro b le m a d e sab e r cóm o p u e d e ser “plena-
m en te esp erad o ” el D ios u n o y trin o d e la fe c ristia n a.
P a ra resolverlo, S an J u a n re c u rre u n a y o tra vez a la seg u ra doc-
trin a de S an P a b lo : “ ... la e sp e ra n z a - e s c r i b e - siem p re es d e lo q u e
n o se posee, p o rq u e si se poseyese y a n o seria e sp e ra n za . D e d o n d e
San P a b lo dice ad Romanos (8, 24): Spes, quae videtur, non est spes;
nam quod videt quis, quid sperat? E s a s a b e r: la e sp e ra n z a q u e se
ve n o es e sp e ra n za , p o rq u e lo q u e u n o ve, esto es, lo q u e posee, ¿có m o
lo espera? L u eg o ta m b ié n h a c e vacio e sta v irtu d , pues es d e lo q u e
n o se tie n e , y n o d e lo q u e se tie n e ” (Subida, II, 6, 3). M u év en se S an
P ablo y S an J u a n d e la C rtiz e n u n o rd e n d e l v iv ir h u m a n o — el p u -
ra m e n te e sp iritu a l— e n q u e el “ ver” y e l “poseer” so n acciones equi-
v a len tes; sólo asi p u e d e n ser re c ta m e n te explicados ese tru e q u e e n
la versión sa n ju a n is ta d e l te x to p a u lin o y la in m e d ia ta consecuencia
ascética q u e e l d o c to r m istico e x tra e. P o rq u e S an J u a n , cuyo objeti-
vo es a h o ra la consecución d e u n a p u ra y p le n a ria e sp e ra n za d e D ios,
p ro p o n d rá al deseoso de p erfecció n la e m p resa de e lim in a r de su a lm a
to d o lo q u e e lla h a s ta en to n ce s poseyese; esto es, u n to ta l v aciam ien-
To d e la m e m o ria d e c u an ta s fo rm as, noticias, nociones y h á b ito s pu-
d iese c o n te n e r e n su se n o : “c u a n to m ás el a lm a desaposesionare la
m e m o ria d e fo rm as y cosas m em o ra b le s, q u e n o so n D ios, ta n to m ás
108 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

p o n d rá la m e m o ria e n D ios y m á s vacia la te n d r á p a ra e sp e ra r d e


1‫ ة‬el llen o d e su m e m o ria ; lo q u e h a d e h a c e r, pues, p a ra v iv ir e n
e n te ra y p u r a e sp e ra n z a d e D ios es q u e to d a s las veces q u e le o cu -
rrie re n nOticias, fo rm a s e im á g e n es d istin ta s, sin h a c e r a sien to e n
ellas, v u elva luego el a lm a a D ios e n vacio d e to d o aq u ello m e m o ra -
b le c o n a fe rto a m o ro so ..." (Subida, ni, 15, 1).
L a c o n clu sió n es p a te n te : ta n to m á s p e rfe c ta será la u n ió n c o n
D ios e n e sp e ra n z a c u a n to m ás se desposea el a lm a d e lo q u e y a te-
n ía ; esto eS, c u a n to m á s se vacie su m e m o ria d e to d o lo q u e e n e lla
h u b ie re . D e a h í la re p e tid a fó rm u la ascética y m istic a d e S an J u a n
d e la C r u z : “u n ió n d e l a lm a con D ios p o r esp e ra n za , seg ú n la m e-
m o ria.’ (S u b à , II, 6, I, et passim).
N o debo e x p o n e r a q u i las diversas reglas p rá c tic a s e n c u y a v ir.
tu d la m e m o ria p u e d e q u e d a r vacia d e sus c o n ten id o s y a lc a n z a r e l
e sta d o d e “n o c h e ” . D iré , si, que e n ta l estad o , m o v id a la m e m o ria
“ desde d e n tro " d e e lla p o r D ios m ism o , y n o p o r fo rm as 0 n o tic ia s
ex terio re s, e l a lm a h u m a n a existe “e n e n te ra y p u r a e sp e ra n z a d e
D io s” . L a e m p e ñ a d a o p e ra ció n ascética d e S an J u a n d e la C ru z
— u saré sus p ro p ia s p a l a b r a s - h a lleg ad o a sacar a la m e m o ria d e
sus lim ites y ju ic io s n a tu ra le s, y la h a su b id o so b re si, esto es, so b re
to d a n o tic ia d is tin ta y posesión a p re n sib le e n su m a e sp e ra n z a d e
D io s in c o m p re n sib le (Subida, III, 2, 1). P e ro , a to d o esto, ¿q u é es la
m e m o ria p a ra San J u a n d e la C ruz?.

II.— Doctrina de la memoria

D is p u ta n e n tre si los in té rp re te s acerca d e la concepción sanj.ua.


n is ta d e la m e m o ria . S ostienen algunos, c o n e l p a d re C risógono d e
Jesús, q u e S an J u a n se a p a rtó e n e lla su sta n c ia lm e n te d e la d o c trin a
tra d ic io n a l e n las escuelas. F r e n te a S an to T o m á s, S an J u a n —riic e
el p a d re C r i s ó g o n . afirm a la d is tin c ió n real e n tre la m e m o ria y el
e n te n d im ie n to , y a trib u y e a la m e m o ria h u m a n a , com o o b je to p r ^
pio, el co n o cim ien to del pasado com o pasado, “q u e e n la d o c trin a
d e la Summa está e n é rg ic a m e n te ex clu id o del o b je to de la m e m o ria
in te le c tiv a e n ftie rz a de la te o ria d e la n o in te le cc ió n d e los sin g u -
la re s” ٩ E l m a g isterio d e J u a n de B a c o n th o rp e n los clau stro s c ar.

» op. cit. Más extremoso es el juicio de j. Baruzi. Para ،1, los esquemas in-
telectuales. psicológicos o teológicos, con que opera la mente de San Juan de la
Cruz, son no más que d e s où s’insère la plus originale recherche, véase su dis-
cutible pero magnifico libro Saint Jean de la Croix «، le problème ٥٠ Vexpirience
mystique, IV, n (Paris, 1924).
MEMORIA Y ESPERA N ZA : SAN JUAN DE LA CRUZ ‫ل‬09
m e lita n o s h a b ría p u e sto en e l a lm a de S an J u a n d e la C ru z el pri-
m e r g e rm e n d e esa o p in ió n d isid e n te. E l p a d re M arce lo d e l N iñ o Je-
sus, Cn cam bio, n ie g a ro tim d a m e n te esa d iscrep a n c ia e n tre e l d o c to r
de F o n tiv ero s y el de A q u in o ٠ : los te x to s e n q u e San J u a n d e la C ru z
« n u m e ra las tres p o ten cias d el a lm a n o e x ig en n e ce sariam e n te la h i-
pOtesis d e u n d istin c ió n “re a l” e n tre l a R e m o ria y el e n te n d im ie n -
io , y S an to T o m ás, p o r su p a rte , e n se ñ a sin celajes la in te lig ib ilid a d
de los sin g u lares inmateriales - s ó l o los sin g u lares materiales serian
in in telig ib les— y reconoce e n la m e m o ria in te le c tiv a cierto conoci.
m ie n to d e l p a sa d o com o p a sa d o : “ Sic igitur salvatur ratio memo٠
fine quantum ٥ ٥ hoc quod est praeteritorum in intellectu, secundum
quod intelligit se prius intellexisse” (Summa, I, q. 79, a. 6 a d 2). E n lo
su sta n c ial de su d o c trin a , y pese a ciertas ap arien c ia s m a l in te rp re -
tadas, S an J u a n d e la C ru z h a b ría sido u n fiel seg u id o r d e to m ism o .
T rá ta se , b ie n se ad v ierte, d e p iq u es d e escuela. N o h e d e e n tr a r
yo en ta l polém ica. A n te s q u e d is c u tir la p o sib ilid a d d e a c o m o d a r el
p e n sa m ie n to an tro p o ló g ic o y m istico d e S an J u a n d e la C ru z a los
esquem as in te le ctu a le s d e S a n to T o m á s d e A q u in o — m á s am plios,
e n c u a lq u ie r caso,, d e lo q u e ciertos c o m en tarista s suyos d e ja n S u p ^
n e r— , im p o rta conocer la ra íz m ism a d e c u a n to S an J u a n dice. T a l
vez los te x to s o rig in ales d e l sa n to sean m ás elocuentes y satisfacto-
rios q u e los alegatos d e sus d iscrep a n te s exegetas.
A p rim e ra v ista, la id e a d e la m e m o ria e x p u esta e n la Subida del
Monte Carmelo es la m ás ob v ia y accesible. L a m e m o ria es la p o ten -
eia del a lm a p o r c u y a v irtu d ésta conserva (II, 16, 2,. III, 7, 1) y pue-
d e re p ro d u c ir (III, 13, 6 y 7 ‫ ل‬II I, 14, 1) las n o tic ia s y las f o n n a s q u e
recibió e n e l p asad o . T a le s ap reh en sio n es p u e d e n ser, c o n fo rm e a su
.r i g e n y a su in d o le, de tre s Ordenes, c o rre sp o n d ien te s a o tro s ta n to s
m odos d e la m e m o ria h u m a n a : e l n a tu ra l, el im a g in a rio o im a g in a -
tiv o y e l e sp iritu a l. S on a p re h en sio n e s “n a tu ra le s ” , d e n tr o d e la clasi-
ficación d e S an J u a n , las q u e p ro c e d e n d e los cinco sen tid o s corpora-
les “y to d a s las q u e a este ta lle e lla [la m e m o ria j p u d ie ra fa b ric a r
y fo rm a r'. (III, 2, 2). L as ap reh en sio n es “im a g in a ria s” , asi lla m a d as
p o r cau sa d e su asiento, la im a g in a c ió n a c t i v i d a d m e n ta l cualita-
tiv a m e n te d is tin ta d e la m e ra re p ro d u c c ió n m e m o ra tiv a d e u n a per-
c ep ció n sen so rial a n te rio r— , p u e d e n ser, a su vez, n a tu ra le s y sobre,
n a tu ra le s. L as ap re h en sio n e s im a g in a ria s n a tu ra le s p ro c e d e n d e l ejer-
cicio activ o de n u e s tra cap a c id ad de fa n ta s e a r; las so b re n atu rale s,
e n cam b io , son p a siv a m e n te in fu n d id a s p o r D ios, e n e l a lm a , b a jo

E l tom ism o de San Juan de la C ruz (B urgi. 1930).


Ilo LA ESPERA ESPERANZA

fo rm a o n o tic ia de visión, revelación, lo cu ció n o s e n tim ie n to (III, Ir


1). V ie n en e n te rc e r lu g a r las ap re h en sio n e s “e sp iritu a les”, carentes,
d e “ im a g e n y fo rm a co rp o ral'., p ero n o m enos susceptibles d e re m i-
n iscencia, e n c u a n to sujetas a “fo rm a o n o ticia, 0 im a g e n e s p iritu a l’»"
(III, 14, '1). S an J u a n refiere ta x a tiv a m e n te estas a p re h en sio n e s e sp i-
ritu a le s a “las in te lig e n c ia s de v erd ad es d e sn u d a s” , esto es, a las n o -
tic ia s q u e D io s p u e d e p o n e r e n el e n te n d im ie n to d e l h o m b re , b ie n
ace rc a d e su d iv in o ser, y e n to n ces e l a lm a sie n te “a ltfsim am en tfr
a lg ú n a trib u to d e D ios” , b ie n acerca “de las cosas q u e son, fu e ro n y
s e rá n ” (II, 26, 1). L o c u al equivale a d e cir q u e tales n o tic ia s d e ver-
d a d es d e sn u d a s “son e n dos m a n e ra s : u n a s in c re ad a s y o tra s d e
c ria tu ra s ” (III, 14, 1, y II, 26, 1). E n su m a, cinco tip o s' d e a p reh en sio -
n e s : n a tu ra le s, im a g in a ria s n a tu ra le s, im a g in a ria s so b re n a tu ra le s, es-
p iritu a le s in c re ad a s y esp iritu ales d e c ria tu ra s. P ero , cu ale sq u iera que-
sean su fodole y su orig en , to d a s p u e d e n ser p a rte d e l c o n ten id o d e la
m e m o ria , y to d as, p o r c o n sig u ien te, son susceptibles d e co n serv ació n
y de re m in isc e n c ia ٥.
¿ P e n só S an J u a n d e la C rtiz q u e los m o d o s d e la m e m o ria n .
p u ra m e n te sensitivos tie n e n com o o b jeto p ro p io e l co n o cim ien to d e l
p asad o com o p a sa d o ? o, com o d irla u n escolástico : ¿crey ó San J u a n
q u e e l p a sa d o com o p asad o p u e d e p e rte n e c e r a la c o n d ic ió n d e un.
s in g u la r in m a te ria l? S a n to T o m á s lo h a b la n e g a d o : e l praeteritum
ut praeteritum es ta n sólo p e rc ib id o e n el caso d e los sin g u la res c o r.
póreos q u e re tie n e y re c u e rd a la m e m o ria s e n s itiv a ‫ ؛‬e n la m em oria-
in te le rtu a l, el e n te n d im ie n to e n tie n d e h a b e r e n te n d id o a n te rio rm e n -
te (I, q. 79, a. 6): S an J u a n no a b o rd a d ire c ta m e n te este su til p r o b i s
m a ; p e ro h a b la n d o e n u n a ocasión de las visiones so b re n a tu ra le s de-
su stan cias corpóreas o in co rp ó reas, sean te rre n a le s 0 celestes, dice q u e
“ de .tal m a n e ra se q u e d a n e n e l a lm a im p resas aq u ellas cosas que-
c o n el e sp íritu v id ..., asi com o e n el esjjejo se v e n las fo rm a s q u e es.
tá n e n 01 c a d a vez q u e en él se m ire n , y es d e m a n e ra q u e y a a q u e -
» Obsérvese que San Juan empjea el adjetivo “natural*, en dos sentidos: para
desipiar lo relativo a la naturaleza sensible (tal es el caso cuando habla de “apren-
siones naturales”), 0 para nombrar todo cuanto no jKrtencce a la sobrenaturaleza,
aun cuando proceda de la actividad espiritual del hombre (asi acontece en el caso
de las “aprensiones imaginarias naturales”, por oposición a las “sobrenaturales”).
Tal vez no sea Inútil afiadlr que ni Baruzi ni el padre Crisdgono han entendido,
correctamente la descripción de la actividad memorativa contenida en el libro. III de
la Subida. Baruzi (٠۶. cit.) atribuye a San Juan de la Cruz la distinción entre un»
memoria “Imaginativa”, otra “inteligible” y otra ..espiritual”, apartándose de la le.
tra y del ۴ nsamiento del santo. El padre Crisdgono afirma, por su parte, que la me.
moria “espiritual” y la memoria “imaginativa” de San Juan se corresponden “per.
fertamente” con la memoria “intelecojal” y la memoria “sensitiva" de la psicolo.
gia escolástica; lo «jal, como acabamos de ver, no es del todo cierto.
MEMORIA Ï ESPERA N ZA : SAN JUAN DE CRUZ 11‫ا‬

jjas fo rm a s d e las cosas q u e vid n u n c a ja m á s se le. q u ita n d e l to d o


del alm a, a u n q u e p o r tie m p o s se v a n h a c ie n d o algo re m o ta s” (II,
24, 4). L a re a lid a d d e los ángeles, ejempl.o d ‫“ ؟‬s in g u la r in m a te ria l.'
tu \‫ ة‬t k n a . de 0‫ أﻋﺔ>؟‬T o x á s - s i aliqua singularia sunt sine materia,,
sicut sunt angeli (Summa, I, q. 56, a. 2)— , cae d e n tro d e l te x to pre-
cedente. E n to n ce s, ¿ c o n d u c irá la ex p erien c ia psicológica y m istic a de
San J u a n d e la C ru z a so sten er q u e ta m b ié n las nociones espirituales,
de los sin g u lares n o m a te ria les n i corpóreos son d e te rio ra d a s p o r el
tiem p o , d e ta l m o d o q u e su co n o cim ien to nos p o n g a fre n te al p asad o
com o p asad o , com o e n el c o n o cim ien to d e los sin g u lares corpóreos
y sensibles aco n te c e? ¿ 0 su cederá, m ás b ien , q u e d u ra n te la vida,
te rre n a l d el h o m b re to d o co n o cim ien to , in clu id o s los m ás in te le ctu a -
les, tie n e q u e ser - d e a lg ú n m odo, e n a lg u n a m e d id a — sensitivo?'
L a c o n d ició n “sen tien te., d e la in te lig e n cia h u m a n a , tesis cen tral'
en la a n tro p o lo g ia filosófica d e X a v ie r Z u b iri, v e n d ría c o n firm a d a
p o r la e x p e rie n ria m n e m ó n ic a d e S an J u a n d e la C ru z .
D em os u n paso m ás e n la c o m p re n sió n de la d o c trin a san ju an is-
ta de la m e m o ria ; al h ilo d e los te x to s del san to , pasem os resuelta-,
m e n te d el o rd e n psicológico al o rd e n m etafisico, y p re g u n té m o n o s,
p o r lo q u e la m e m o ria es y significa e p la re a lid a d d el h o m b re . ¿A ca-
So la e x p erien c ia m istic a d e S an J u a n n o fué, a la vez, u n a h o n d lsi-
m a e ilu m in a d o ra e x p erien c ia m etafisica? U n e x a m e n d e te n id o de
la Subida p e rm ite d e sc u b rir e n ella, a lm a a d e n tro , dos cuestiones
h a rto m ás p ro fu n d a s y graves q u e to d a s las a p u n ta d a s h a s ta a q u i;
dos te m a s antro p o ló g ico s q u e tra sc ie n d e n sin d u d a el á m b ito d e la
psicología y nos in s ta la n e n u n a ra d ic a l co n sid e ra c ió n o n to lò g ica de
n u e s tra a c tiv id a d m e m o ra tiv a : la visión d e la m e m o ria com o p o te n ,
'cia d e sn u d a y la relació n e n tre la m e m o ria y la te m p o re id a d d e l ser
hum ano.
R eco rd em o s el p ro p ó sito fu n d a m e n ta l d e S an J u a n d e la C ru z
A sp ira el san to , en U ltim o ex trem o , a v a cia r su m e m o ria d e to d o
co n ten id o p ro c e d e n te d e la ex p erien cia, sea é sta n a tu r a l 0 sobreña-
tu ra i. E l e m p eñ o es a rd u o y a u n s o b re h u m a n o : “h á y dos dificulta-
des d e c l a r a S an J u a n — q u e son sobre la fu e rz a y h a b ilid a d h u m a -
n a : d e sp e d ir lo n a ttrra l con h a b ilid a d n a tu ra l, q u e n o p u e d e ser, y
to c a r y u n irse a lo so b re n a tu ra l, q u e es m u c h o m ás dificu lto so ; y,
p ٠ r h a b la r la v e rd a d , co n n a tu r a l h a b ilid a d sólo, es im p o sib le'. (II,
2 ٠ 11). S in la a y u d a d e D ios n o p o d ría el h o m b re c u m p lir u n a ta re a
que excede las p o sib ilid ad es d e su p ro p ia n a tu ra le z a ; p ero al m e n o s
- y e n ello consiste lo q u e n u e stro m istico lla m a “p u rg a c ió n a ctiv a ”
d el alm a — si p u e d e d isp o n erse ascética m e n te a ella, p ro c u ra n d o r a e r
112 U ESPERA Y LA ESPERANZA

d e su m e m o ria to d o lin a je d e recu erd o s e im p id ie n d o la c o n stitu c ió n


d e aquellos q u e las diversas ap re h en sio n e s p u e d a n e n g e n d ra r d e n u e .
vo. H e a q u i las vigorosas p a la b ra s d e la Subida: “e n to d a s las cosas
q u e oyere, viere, oliere, g u stare o tocare, n o h a g a el h o m b re e sp irittia l
a rc h iv o n i p re sa d e ellas e n la m e m o ria , sino q u e las deje luego ol.
v id a r... 'de .m anera q u e n o le q u ed e e n la m e m o ria a lg u n a n o tic ia n i
figura d e ellas, com o si e n e l m u n d o n o fuesen, d e ja n d o la m e m o ria
lib re y d e se m b a ra z a d a , n o a tá n d o la a n in g u n a co n sid eració n , d e a rri-
b a n i d e abajo, com o si ta l p o te n c ia d e m e m o ria n o tuviese., ( n , 2, 12).
A lc á n z a se asi, e n lo q u e a la m e m o ria toca, la “n o c h e a ctiv a ” d e l
a lm a , p re lu d io o b lig ad o d e la “n o c h e pasiva” , y a g ra tu ita , “m e d ia n -
.te la c u al se h ace la ju n ta del a lm a con D ios".
Q u ed e sólo m e n cio n ad o el curioso estado psicológico d e q u ien es
c o m ie n z a n este áspero c o m b a te c o n tra su p’r o p ia m e m o ria , CTiando
a l in c ip ie n te e s p iritu a l “ se le v a n ra y e n d o las fo rm a s y n o tic ia s", e
in c u rre e n “m u c h as fa lta s acerca d e l uso y tra to e x te rio r, n o acor-
d á n d o se d e c o m er n i d e b eb er, n i si h iz o , si vió, si n o vió, si d ije ro n
o n o d ije ro n ” (II, 2, 6). A q u í debo a te n e rm e ex clu siv a m e n te a la si-
tu a c ió n d el a lm a q u e y a h a conseguido a lc a n z a r la “n o c h e a c tiv a ”
.de sus po ten cias, p a ra e n te n d e r, si es posible, lo q u e e n la re a lid a d
d e l h o m b re sea la to ta l cesación d e su p o te n c ia m e m o ra tiv a , ese ra ro
v iv ir e n q u e la m e m o ria p arece h a b erse a n iq u ila d o .
¿Q u é es la “n o c h e a ctiv a ” d e la m e m o ria ? ¿ E n q u é consiste la
m e m o ria , re d u c id a ascética m e n te a la c o n d ició n d e p o te n c ia v acia
y d e sn u d a ? E sta s a rd u a s in te rro g a c io n es serian co n testa d as d e m o d o
.distinto p o r u n escolástico, u n m istico y u n filósofo ex isten cialista.
E l escolástico v e rá e n la n o c h e activa de la m e m o ria u n a d e m o stra-
c id n e x p e rim e n ra l d e la d istin c ió n real e n tre la su sta n c ia d e l a lm a
y sus po ten cias. L a tesis de S a n to T o m á s acerca d e ta l d istin c ió n ,
p o r él so ste n id a con i ^ i a l rig o r en e l caso d el a lm a h u m a n a (Summa,
I , q. 77, a. 1) y e n el caso d el e sp irittr an gélico (I, q. 54, a. 3), q u e d a rla
e x p e rim e n ta lm e n te c o n firm a d a p o r esa ex isten cia v iv ie n te d e u n a lm a
-cuyas p o te n cias h a n p e rd id o to d a o p e ra ció n n a tu ra l, y ta n p ró x im a
a a c tu a liz a rse e n D io s — nam anima secundum suam essentiam ‫ﺀ ﺀ ﺀ‬
actus— c u a n to p u e d a co n se n tirlo su c o n d ició n c re a d a y te rre n a l. E l
re c o rd a r, oficio d e la p o te n c ia m e m o ra tiv a , n o p e rte n e c e ría a la esen-
eia d el alm a. T o d a la o b ra d o c trin a l de S an J u a n d e la C ru z h á lla se
c o lm a d a d e alusiones a este d isc e rn im ie n to escolástico e n tre la esen-
c ia 0 s u s ta n ria d e l a lm a y sus Jjotencias n a tu ra le s.
E l m istico , re g id o p o r su p e c u lia r e m p e ñ o e sp iritu a l, te n d e rá a
-considerar la n o c h e a ctiv a d e la m e m o ria com o u n e sta d o d e l a lm a
MEMORIA T ESPER A N ZA : 8A N JUAN D E LA CRUZ ‫ال‬3

en q u e ésta, vacia d e to d a su e rte d e a p re h en sio n e s e x terio re s a su


csenCia p ro p ia , p u e d e ser m o v id a y tra n s fo rm a d a p o r D ios, q u e c o n s,
titu y e e l c e n tro y e l fu n d a m e n to d e su re a lid a d . L a d ecla ra c ió n d e l
,tercCr verso d e la Llam a ‫ ﺀ ى‬amor viva,

de mi alma e . el mía profundo centro.

m u e stra c o n m u c h a c la rid a d el p e n sa m ie n to d e S an J u a n d e la C ru z
.acerca de esa tra n sfig u ra c ió n d e l e s p íritu h u m a n o desde su “c e n tro ”
m etafisico, c u a n d o la ascesis p u rg a tiv a le h a p u e sto a c tiv a m e n te e n
.estado d e “n o c h e ” . V arios versos d e l Cántico espiritual - “y e l g a n a ,
do p e rd i, q u e a n tes seguía” , “Y a n o g u a rd o g a n a d o ”- a lu d e n sin
.celajes a l vacio d e la m e m o ria e n la n o c h e m istic a d el a lm a ‫ ل‬vacio
p ro n to lle n a d o , desde d e n tro , p o r la re a lid a d in fin ita , s u ste n ta d o ra
y vivificante d e D ios, p o rq u e ta m p o c o e n e l o rd e n d el ser e s p iritu a l
es to le ra d a p o r la n a tu ra le z a la v a c u id a d (Subida, II, 15, 3). “E l vacio
d e é sta es d e h a c im ie n to y d e rre tim ie n to d el a lm a p o r la posesión d e
D ios”, d ic e S an J u a n (Llama, III, 17), d e sc rib ie n d o e l aspecto positivo
.de la n o c h e a ctiv a d e la m e m o ria ; e ig u a lm e n te fu e rte s y gustosas
.son las ex p resiones q u e e m p le a e n la Subida: “ a b so rb im ie n to d e la
m e m o ria e n D ios” , “tra n s fo rm a c ió n d e la m e m o ria e n D ios” (III, 2,
ó). L leg a d o el h o m b re a ta l estad o , “n a d a h a y e n su m e m o ria q u e n o
sea D ios.. (III, 11, 1), y es D ios q tiien e n to n ce s m ueve, y g o b ie rn a el
h u m a n o - m e n e ste r d e re c o rd a r. “L a m e tn o ria , q u e d e suyo p e rc ib ía
sólo las figuras y fa n ta sm a s d e las c ria tu ra s, es tro c a d a p o r m e d io d e
e sta u n ió n a te n e r e n la m e n te los años' e tern o s q u e dice D a v id ”
(Llama, II, 24).
M u y o tro será e l p ro b le m a d el filósofo ex isten cialista. Si e l ser
-de la e x isten c ia h u m a n a es c o n stitu tiv a m e n te u n “e s ta ra n -e l m u n .
d o ” , y si e l e x istir d e l h o m b re es e n su e se n ria m ism a t e m a r e ,
— p e n sa rá — , ¿ cu ál p u e d e ser la te m p o re id a d d e u n m o d o d e e x istir
.que, co m o este lla m a d o “n o c h e a ctiv a d e l a lm a ” , n o se h a lla psico.
ló g ic a m e n te re fe rid o a l m u n d o e n q u e e l h o m b re e stá ? C o n o tra s
p a la b ra s : la n o c h e a rtiv a d e la a c tiv id a d m e m o ra tiv a , la re d u c c ió n
d e la m e m o ria al estad o d e p u ra y d e sn u d a p o te n cia, ¿ p u ed e d e cir,
nos algo su sta n tiv o acerca d e la te m p o re id a d h u m a n a ? C om o e l ca.
viloso S an A g u stín , el m istico S an J u a n d e la C rtiz p o n e a n te n u e s,
tro s ojos e l g ra v e p ro b le m a d e la re la ció n e n tte la m e m o ria y e l
tiem p o .
P a ra n o p e rd e m o s e n especulaciones in fu n d a d a s, b u sq u em o s ap o .
yo e n dos preciosos te x to s d e la Subida. R efiérese el p rim e ro a los to-
11. ‫ﻣﺎ‬ ESPERA T ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA

q ues d e l e n te n d im ie n to h u m a n o p o r la lu z e s p iritu a l 0 n o tic ia g e n e-


r a l d e D io s : “ . . . a veces (que es CTiando e lla [la lu z e sp iritu a l] es:
m á s p u ra), le h a c e e l a lm a tin ie b la , Jjorque le e n a je n a d e sus acos-
tu m b ra d a s luces, d e fo rm a s y fa n ta sia s, y e n to n ce s siéntese b ie n y
échase b ie n de v e r la tin ie b la . M as c u an d o e sta lu z d iv in a n o e m b is.
te co n ta n ta fu e rz a e n e l a lm a , n i sien te tin ie b la , n i ve lu z , n i a p re n .
d e n a d a q u e e lla sepa, n i d e a cá n i d e allá, y, p o r ta n to , se q u e d a e l
a lm a a veces com o e n u n olvido g ra n d e , q u e n i su p o d ó n d e se esta,
b a , n i q u é se h a b la h ech o , n i le p arece h a b e r p asad o p o r ella tie m jw .
D e d o n d e p u e d e acaecer, y asi es, q u e se p a se n m U chas h o ra s e n este-
olvido, y e l a lm a , c u a n d o vuelve e n si, n o le p a re z c a u n m o m e n to ٠ -
q u e n o e stu v o n a d a . Y la cau sa de este olvido es la p u re z a y sen cillez
d e e sta n o tic ia , la cual, oCTtpando e l alm a, asf la p o n e sencilla, y p u ra ,
y lim p ia d e to d a s las a p ren sio n es y fo rm a s d e los sen tid o s y d e la
m e m o ria , p o r d o n d e e l a lm a o b ra b a e n tie m p o , y asi la d e ja e n olvi-
d o y sin tie m p o ; d e d o n d e al a lm a e sta o ració n , a u n q u e , com o de.,
cim os, le d u re m u c h o , le p arece b re v ísim a , p o rq u e h a e sta d o u n id a
e n in te lig e n c ia p u ra , q u e n o e stá e n tie m p o ; y es la o ra c ió n breve-
d e q u e se dice q u e p e n e tra e n los cielos, jw rq u e es b reve, p o rq u e n o
es e n tie m p o ” (II, 14, 5). E l seg u n d o te x to d escrib e los to q u es d e la
m e m o ria p o r la lu m b re d iv in a : “Y asi es cosa n o ta b le lo q u e a veces
p asa e n e sto ; p o rq u e alg u n as veces, c u a n d o D io s h a c e estos to q u e s
d e u n ió n e n la m e m o ria , s ú b ita m e n te le d a u n vuelco e n e l cerebro,
q u e es d o n d e e lla tie n e su asiento, ta n sensible, q u e le p a re ce se des.
van ece to d a la cab eza, y q u e se p ie rd e e l ju ic io y e l s e n tid o ; y esto,
¿ veces m ás, a veces m enos, seg ú n q u e es m á s o m en o s fu e rte e l to-,
q u e ; y entonces, a causa d e e sta u n ió n , se v acia y p u rg a la m e m o ria ,
co m o digo, d e to d a s las no ticias, y q u e d a o lv id ad a, y a veces olvida-
d lsim a, q u e h a m e n e ste r h acerse g ra n fu e rz a y tra b a ja r p a ra a c o r-
d a rse d e algo. Y de ta l m a n e ra es a veces este olvido d e la m e m o ria
u n id a con D ios, q u e se p a sa m u c h o tie m p o sin sen tirlo n i sab er q u é
se h iz o a q u e l tie m p o ... Y estas suspensiones es d e n o ta r q u e y a e n
los p erfectos n o las h a y asi, p o r c u a n to h a y y a p e rfe c ta u n ió n , q u e
son d e p rin c ip io d e u n ió n " (III, 2, 4 y 5).
L a rg a s so n las dos rita s , m as no .hueras, n i ociosas. D escrib e San
J u a n d e la C ru z dos estad o s de v a cia m ie n to de la m e m o ria y c esa,
c ió n d e la vivencia d el tiem p o . A m b o s son im p erfecto s, desde e l p u n -
to d e v ista d e la unio mystica a q u e el e s p íritu a s p ira ; acaece e l p r i-
m e ro c u a n d o n o es m u y g ra n d e la fu e rz a con q u e la lu z d iv in a Cm.
b iste e n el a lm a ; so b rev ien e el seg u n d o e n los p rin c ip ia n te s, m ie n tra s
la d iv in a u n ió n es sólo in c ip ie n te. Y e n los dos casos es fiel e l sa n to
MEMORIA Ï ESPERA N ZA : SAN J A N DE LA CRUZ 1،5

a su co n d ició n d e d o cto r, y p a sa re su e lta m e n te de la d e scrip ció n a la


explicación. C esa la v ivencia d e l tie m p o — a u n c u a n d o la re a lid a d
psicofisica d e l h o m b re n ۶ q u e d e e x e n ta d e f lu e n d a t e m p o r a l - , p o r.
‫ ﺀ ﻻ ؤ‬descaece y se a n u la la a c tiv id a d de la m e m o ria , p o te n c ia €٥ q u e
p rim a ria m e n te se p ^ te n ^ z a la te m ç o re id a d d e la ex isten c ia h u m a n a ,
y activida.d, com o dice s‫؛‬n Juan» “p o r d o n d e e l a lm a o b ra e n tiem -
po” . L as “ap ren sio n es y form as., q u e la m e m o ria c o n tie n e son. e n la
C ontinua sucesión d e su flu jo v ital, los h ito s d e n u e s tra p ercep ció n
del tie m p o , las señales q u e m a rc a n e l a n tes y e l después d e n u e s tra
m u d a n z a . E l a lm a d e sn u d a d e ellos qtreda “e n olvido y sin tie m p o '.,
esto es. sin tiem jjo v iv id o ; pero, a la vez, e n in te m p o ra l a c tiv id a d
in te le ctiv a — “ u n id a e n in te lig e n cia p u ra , q u e n o está e n tie m p o '.—
y m o s tra n d o en acto la U ltim a y ra d ic a l co n d ició n su p ra te m p ó re a d e
su re a lid ad . L a m e m o ria , e n sum a, ex p resa y te stim o n ia la intfole a
la vez te m p ó re a y s u p ra te m p ó re a d e la re a lid a d h u m a n a . Su o p e ra ,
ción nos p e rm ite v iv ir e l tie m p o , m ás a ú n , n o s o b lig a a v iv irlo ; su
m e ra e n tid a d , en. e sta d o d e p u ra y d e sn u d a p o te n cia, d e ja p e rc ib ir
que e n n o so tro s h a y algo a lle n d e el tie m p o ; y su p le n a in fo rm a c ió n
p o r el d iv in o e sp íritu , c u a n d o el a lm a , lle n a sólo d e D ios, a lc a n z a
su “n o c h e pasiva.., h ace q u e la te m p o re id a d de la e x isten c ia sea v i.
v id a d e u n m o d o in é d ita m e n te suave y gustoso, e x e n to d e “c u id a d o ” ,
com o re d u c id a a p u ra esp e ra n za . E s la situ a ció n d e l e s p íritu a q u e
d a p o é tic a ex p resió n la U ltim a e stro fa de la Noche oscura:

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
‫ﺀﺀ‬8٠‫ل‬todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

E l c u id a d o d e e x istir consiste, seg ú n S an A g u stín , e n te n e r que


h acerse cu estió n d e si m is m o ; y seg ú n S an J u a n d e la C ru z , ra d ic a
e n n u e s tta n e ce sid ad de b re g a r con la re a lid a d c read a, q u e a e lla y
n o a o tra cosa a lu d e n esas m e ta fó ric as “a zu cen as” d e l verso p o strero .
D os caras d e u n a m ism a v erd ad . P o r eso e l tra to m istico c o n la re a li,
d a d d iv in a e in c re a d a p e rm ite d e ja r o lv id ad o e n tre las a zu cen as el
h o n d o , e n tra ñ a b le c u id ad o d e n-uestra existencia, y d a r a la m e m o ria
u n m odo n u e v o y s o b re n a ttira l d e activ id ad . E n q u ie n ta l e stad o lo-
g ra, la m e m o ria consiste e n p u r a e sp eran za, y re c o rd a r se tru e c a e n
esperar. “P a ra q u e la e sp e ra n za sea e n te ra d e D ios, n a d a h a d e h a b e r
e n la m e m o ria q u e n o sea D ios", dice San J u a n (Subida, II I, 2, 1). ‫ﻣ ﺎ‬
11‫ه‬ LA ESPERA ESPERANZA

c u al nos p la n te a de nu ev o e l te m a c e n tra l y c o n sta n te d e estas refle-


x io n e s: la re la c ió n e n tre la m e m o ria y la e sp eran za.

II I.— M emoria y espeiwnza

H ic e y a n o ta r la clara e x p lic itu d c o n q u e S an J u a n d e la C ru z


refiere las tre s v irtu d e s teologales a las tres p o ten cias d e l a lm a : “H a-
b ie n d o , pues, d e tr a ta r d e in d u c ir las tre s p o te n cias d el a lm a , m e-
m o ria , e n te n d im ie n to y v o lu n to d , e n e sta N o c h e e sp iritu a l, q u e es el
m e d io d e la d iv in a u n ió n - d i c e e n u n a p á g in a m u y expresiva—
n ecesario es p rim e ro d a r a e n te n d e r... cóm o las tre s v irtu d e s teolo-
gales, fe, e sp e ra n z a y c a rid a d , q u e tie n e n respecto a las d ic h a s tre s
p o te n cias com o p ro p io s objetos so b re n atu rale s, y m e d ia n te las cuales
e l a lm a se u n e con D ios, seg ú n sus po ten cias, h a c e n el m ism o vacio
y o sc u rid a d c a d a u n a e n su p o ten cia. L a fe e n el e n te n d im ie n to , la
e sp e ra n z a e n la m e m o ria y la c a rid a d e n la v o lu n ta d . Y después ire-
m os tra ta n d o cóm o se h a d e p e rfe cc io n a r e l e n te n d im ie n to e n la ti-
n ie b la d e la fe, y cóm o la m e m o ria e n e l vacio d e la e sp e ra n z a , y
cóm o ta m b ié n se h a de e n te r ra r la v o lu n ta d e n la c aren c ia y desnu-
d e z d e to d o afeCto p a ra ir a D ios" (Subida, II, 6, 1). D e a h i la fó rm u -
la ta n ta s veces re p e tid a e n los escritos d e S an J u a n : “u n ió n s e ^ i n la
m e m o ria e n e sp e ra n z a perfecta.. (III, 11, 1, et passim). Y sien d o esto
asi, ¿ d e b e r¿ co n clu irse q u e p a ra S an J u a n d e la C rtiz es la m e m o ria ,
y n o la v o lu n ta d , e l su jeto real d e la e sp e ra n z a ?
E l te m a n o es b alad!, lo m ism o e n el orde'n a n tro p o ló g ic o q u e
e n el teológico. S a n to T o m á s p o n e e n el a p e tito sensitivo e l su jeto
re a l d e la e sp e ra n z a co m o p a s ió n : “cum spes importet extensionem
quondam appetitus in bonum, manifeste pertinet ad appetitivam vir-
tutem” (1-11, q. 40, a. 2); y e n la v o lu n ta d o a p e tito in te le c tiv o e l
su jeto d e la e sp e ra n z a com o v irtu d te o lo g a l: “E t ideo spes est in
٥t>t>eùtu superiori, quae dicitur voluntas, sicut in subiecto” (11-11. ٩. \%,
a. 1). C on o tra s p a la b ra s : p a ra S an to T o m á s, la v o lu n ta d es la po-
te n c ia a la c u al d e t e n ser a trib u id o s los actos pro p io s d e la v irtu d
lla m a d a e sp e ra n za . Ig u a l o p in ió n confiesan to d o s 0 casi to d o s los teó ٠
logos. E l p ro p io S an B u e n a v e n tu ra , n o o b s ta n te a firm a r q u e la es-
p e ra n z a re fo rm a p o r vía a fectiv a a la m e m o ria , n ie g a q u e e sta po-
te n c ia sea el su jeto p ro p io de aq u ella v ir tu d : “ Virtus spei reforman•
do potentiam affectiva per consequens reformat ipsam memoriam
quae in actu communicat cum ea, videlicet, in actu tenendi. E t ideo
non oportet quod st>es redonatur in memoria sicut in ٣ o$rio subiec-
MEMORIA ‫ا‬ ESPERA N ZA : SAN JUAN D E LA CRUZ 1‫ا‬7

Jo” (In III Sert*, disi., 24, a. 2, q. 5 a d 4). ¿Q u é p e n sa r en to n ce s d e


la sen te n c ia d e S an J u a n d e la C ru z , c u a n d o escribe q u e la m e m o ria
tie n e a la e sp e ra n z a “com o p ro p io o b je to so b re n a tu ra l” ? ¿Se tr a ta r á
n o m ás q u e de u n a lig e re za expresiva, m e re c e d o ra de ser “b en ig n a-
m e n te in te rp re ta d a " , com o c o n ta n ta su a v id a d d ice el p a d re W ar-
celo d e l N iñ o Jesús?
L a c u estió n h a p re o c u p ad o a los lectores d e l san to , d esd e q u e e l
D efinitorio g e n e ra l c arm e lita n o d e 1601 decid ió la p u b lic a ció n d e los
escritos d e l re fo rm a d o r. E n la ed ició n p rin c ip e (A lcalá, 1618), p re .
p a ra d a p o r e l p a d re D iego d e Jesús, p u e d e leerse u n b re v e paso q u e
re d u c iría la m e n te d e S an J u a n d e la C ru z a la d o c trin a tra d ic io n a l.
D ice a s i: “P o r la e sp e ra n za , q u e se p u e d e a trib u ir a la m e m o ria
(a u n q u e e lla esté e n la v o lu n tad ), n o se u n e e l a lm a sin o p o r e l va-
clo y el o lv id o d e c u a lq u ie ra cosa c ad u c a y tem p o ra l.. ’(11,-6). P e ro la
c ritic a p o s te rio r h a d e m o stra d o q u e el p a ré n te sis y la frase -que le
sigue d e b e n p ro c e d e r d e u n a in te rp o la c ió n d e l e d ito r, celoso e n de-
m asia p o r d e m o stra r a los critico s suspicaces q u e e l g ra n m istico d e
la D escalcez n o se h a b ía desviado d e la h a b itu a l te o lo g ia e sc o lá stic a
E l p rim e ro e n a ten e rse a u n a in te rp re ta c ió n lite ra l d e l te x to d e S an
J u a n d e la C ru z , a u n q u e ello acarrease la h ip ó te sis d e u n a r u p tu r a
del s a n to co n la c o m ú n o p in ió n d e los teólogos, h a sid o e l p a d r¿ C ri-
sógono : “A p a rtá n d o s e d e S a n to T o m á s y su escuela, q u e p o n e n la
e sp e ra n z a e n la v o lu n ta d , e l m istico d o c to r h a c e su jeto -de e lla a la
m e m o ria ... dice e n e l lib ro a n tes citado® . M as n o p arece h a b e r re.
suelto co n ello la vieja c u estió n , p o rq u e dos h e rm a n o s suyos d e O r-
d e n , e l p a d re M arce lo d e l N iñ o Jesús f y el p a d re E f ré n d e la M a d re
d e Dios®, a trib u y e n a S an J u a n u n a o p in ió n so b re la e sp e ra n z a in ti,
m á m e n te c o n fo rm e con e l s e n tir g eneral.
D ice e l p a d re M arcelo , c o n tra la p o sib ilid a d d e concebir- la me-
m o ria c o m o su je to re a l d e la e s p e ra n z a : “ ¿C óm o se p u e d e com pa-
g in a r y c o m p o n e r la e sp e ra n za , q u e es de futuris, co n la m e m o ria ,
q u e es de praeteritisr A lo c u al c a b ria ju s ta m e n te re sp o n d e r co n
o tra in te rro g a c ió n : ¿acaso n o tie n e n algo c o m ú n e n tre si e l p re té rito
y el ftrtu ro ? ¿ N o son u n o y o tro , p o r v e n tu ra , los c o n sta n te s y con-
tra p u e sto s té rm in o s a q u e tie n d e , desde c a d a u n o d e sus p re sen te s
sucesivos, la co n stiftitiv a te m p o re id a d de la e x isten c ia h u m a n a ? E ste

٠ La misma opinión parece expresar el padre V. Capánaga. o. s. A., en San


Juan ‫ ﺀد‬la Cruz. Valor psicológico de su doctrina (Madrid, 1‫و‬5‫) ه‬.
7 Op. ‫آﺀ‬،., cap. XI, pág8. 125-133.
* “La esperanza según San Juan de la C n jz” , en Revista de Espiritualidad, I,
1942, págs. 255-281.
118 ESPERA T LA ESPERANZA

es, a m i ju icio , el p u n to de v ista desde el c u al p u e d e in te n ta rs e u n a


in te le c c ió n cab a l de las d iscu tid as expresiones d e S an J u a n d e la C ru z.
T o m a d a e n si m ism a , la m e m o ria n o es su jeto re a l d e la esperan-
z a, sin o d el re c u e rd o : la m e m o ria es, e n efecto, la p o te n c ia a la cu al
d eb e ser re fe rid o el acto d e re c o rd ar. P e ro e n el acto d e re c o rd a r, ¿n o
h a y , acaso, u n a secreta y esencial re fe re n cia a l fu tu ro ? C o n m u c h a
d o n o s u ra lo a p u n ta b a h a c e años O rteg a. “E l re c o rd a r e s c r i b í a - se
h a c e e n v ista d e l p o rv e n ir, y d e a h í q u e si nos a n a liz a m o s m ie n tra s
e sta m o s e n tre g a d o s a la m e m o ria , o b serv arem o s q u e a l re m e m o ra r
b iz q u ea m o s, y q u e m ie n tra s reco rd am o s c o n u n ojo e l p asad o , con
e l o tro seguim os a te n to s a l p o rv e n ir, com o refirien d o c o n sta n te m e n te
lo q u e fu è a lo q u e p u e d e ser. E l recu erd o es la c a rre rilla q u e e l h o m -
b re to m a p a ra d a r u n b rin c o enérgico so b re e l f u t u r o " ‫ ا‬. L o cu al
p u e d e y d e b e acaecer e n v irtu d d e la p e c u lia r c o n d ició n te m p ó re a
d e la ex isten cia h u m a n a : p o r ser te m p ó re a n u e stra e x isten c ia y p o r
serlo com o lo es.
P o r ser te m p ó re o , m e veo o b lig ad o a te n d e r h a c ia lo q u e espero
ser re c o rd a n d o lo q u e h e sido. C o n o tra s p a la b ra s : la m e m o ria , po-
te n c ia a n im ic a a la q u e refiero e l acto d e re c o rd a r, y la esperanZ a,
c o n c e b id a com o la v irtu d d e q u e d im a n a e l a cto d e e sp e ra r, tie n e n
u n m ism o su p u esto real, a saber, la te m p o re id a d d e m i e x isten cia.
P e ro esa te m p o re id a d n o se e x p re sa ría com o re c u erd o y com o espe-
r a n z a d e m i m ism o , si ese “m i m ism o ” n o fuese u n a re a lid a d q u e
d e a lg ú n m o d o tra sc ie n d e la flu en cia te m p o ra l. C om o d iria X . Z u-
b iri, el tie m p o h u m a n o n o seria concebible sin u n a re fe re n c ia esen-
c ial d e la m u ta c ió n a l “siem p re ” , e n te n d id o com o e strtic tu ra m etafi-
sica d e la re a lid a d d e l h o m b re . U n fino y h o n d o verso de P a u l V aléry.

، peine en souvenir change-t.il un présage.

e x p re sa b ie n la co n v ersió n in c esa n te e in a p re n sib le d e l fu tu r o e n


p re te rito ; ta n in a p re n sib le , que, m ie n tra s e l h o m b re vive sobre ١a
tie rra , su evocación de lo q u e e sp iritu a lm e n te h a sido n u n c a d e ja d e
im p lic a r e l te m o r 0 la e sp e ra n z a d e volverlo a ser. O tro verso, n o
m en o s p ro fu n d o , d e A n to n io M ac h a d o ,

Hoy es siempre todavía.

d e c la ra q u in ta e se n c ia d a m e n te la ra d ic ac ió n d e l trá n s ito h u m a n o e n
algo q u e tra sc ie n d e la tra n s ito rie d a d y h ace posible su con fig u ració n

٠ “En el centenario de una Universidad... Obras Completas, t. V, pág. 460.


MEMORIA Y ESPERA N ZA : 8AN JUAN DE LA CRUZ .‫ ا ا‬9

( o m . re c u erd o y e sp e ra n z a d e u n a in tim a y p e rm a n e n te re a lid a d


personal. U n te rc e r verso, éste d e L u is R osales,

abaadonado a ser puro instante supremo,

hace p a la b ra p o é tic a la secreta c o n d ició n tra n s te m p ó re a d e los ins-


ta n te s' h u m a n o s ; c o n d ició n siem p re real, m as sólo a d v e rtid a c u a n d o
el alm a, d e sa ta d a d el q u e h a c e r m u n d a n o , p o n e la m ira d a e n el p ro .
b lem a d e su p ro p ia re a lid a d .
D e la m a n o d e S an J u a n d e la CrtJZ, pasem os a h o ra a la conside-
rac ió n m istic a d e esa re la ció n e n tre la m e m o ria y la e sp e ra n za . E l
a lm a d e l h o m b re esp era siem p re su p ro p ia deificación, a u n q u e a ve-
ces, p e rd id a e n tre las in sta n cia s y los espejism os d e l m u n d o , n o a l.
canee a s a to rlo de u n m o d o claro y eficaz. B ie n d is tin to es el caso
d e l m istico. H o n d a y m e n e ste ro sa m e n te p e n e tra d o d e ese saber, se
-esfuerza p o r co n seg u ir la u n ió n c o n D io s d u r a n te su tra n s ito ria exis-
te n c ia te rre n a . D ios vivo d e b e lle n a r su a lm a , n o las c ria tu ra s y 8U8
fa n ta sm a s. L a p re sen c ia m eta fisica 0 esen cial d e D io s e n e l a lm a
- e s a p o r la c u al m a n tie n e e n e l ser a to d a re a lid a d c r e a d a - d e b e
tro carse e n “ presen cia a fectiv a” , e n h a b ita c ió n p le n a ria , riv ific a n te y
d e le ito sa : D ios, causa p rim e ra y fu n d a m e n to c o n sta n te d e la reali-
d a d d el h o m b re , h a de c o n v ertirse s o b re n a tu ra lm e n te e n m o tiv o y
re c re a c ió n d e su v id a p e rso n a l y sucesiva (Cántico, c. 11, 3) 1.. E l ca-
m in o p a ra ello consiste e n desasirse d e to d o lo q u e n o sea D io s; y,
p o r lo q u e a 'l a m e m o ria a ta ñ e , e n t o r r a r a c tiv a m e n te d e su seno el
re c u e rd o d e c u a n ta s a p re h en sio n e s n a tu ra le s o so b re n a tu ra le s p udie-
se c o n ten e r. U n d e n o d a d o e im p la c a b le e m p eñ o d e la v o lu n ta d d e ja
a la m e m o ria e n estado d e p o te n c ia d e sn u d a y vacia, y a la su sta n c ia
d e l a lm a sin p asad o o p e ra n te y sin tie m p o vivido. E l a lm a , d esp ren -
d id a d e c u a n to e l m u n d o h a y a p u e sto e n e lla — ta l d ep ó sito d e n .
tiria s y d e h á b ito s es, e n e fe rto , lo q u e c o n stitu y e n u e stro “p a sa d o ”— ,
existe en to n ce s ex clu siv a m e n te a te n id a a lo q u e espera, la “p resen cia
a fectiv a” d e D ios e n la in te g rid a d d e su esencia y sus p o tencias. P u r-
g a d a d e todos sus co n ten id o s, la m e m o ria , d ice te x tu a lm e n te S an
J u a n d e la CrtJZ, q u e d a ftjn d a d a e n la e sp e ra n z a (Subida, III, 16, 1).
Y e n ta n e x tre m a d o tra n c e d e la ex isten cia h u m a n a , ¿ q u é p u ed e
a c a e c e r?

1. Distingue San Juan de la Cruz tres modos de la presencia de Dios en el


alma: la “presencia esencial” o metafisica, la “presencia eSplrltual” 0 “por gracia”
que traen los sacramentó, y la “presencia afectiva” o mistica. Apenas Cs necesario
advertir que yo sdlo me refiero aqul al primero y al tercero. El segundo es una
«uerte de incoación de este ùltimo en la sustancia del alma.
‫و‬20 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

P u e d e acaecer q u e e l a lm a vuelva, e x h a u sta , a 'su p rim itiv o esta,


d o d e afección m u n d a n a l, p o rq u e la deificación m istic a 0 “ afectiv a"
d e la re a lid a d d e l h o m b re es u n acto g ra tu ito d e la D iv in id a d . M as
ta m b ié n es posible, y ta l es el caso de la e x p e rie n c ia m istic a p erfecta,
q u e el d iv in o E s p íritu im p re g n e , si vale ta n g ro se ra ex p resió n , la sus-
ta n c ia y las potC ncias d e l a lm a q u e ta n fiel y v e h e m e n te le e sp e ra y
desea. San J u a n lo e x p lica p o r an alo g ia, v e rtie n d o a lo d iv in o la vie-
ja tesis fisica d e horror vacui: “p o rq u e, fa lta n d o lo n a tu ra l a l a lm a
e n a m o ra d a , lu eg o se in fu n d e d e lo div in o , n a tu ra l y s o b re n a tu ra l-
m e n te , p o rq u e n o se d é vacio e n la n a tu ra le z a " (Subida, II, 15, 3)..
E l E s p íritu S anto, dice e n o tra p á g in a, es “asp irad o ', a m a n e ra de
soplo p o r e l a lm a q u e asi sabe a sp ira r a ‫( اج‬Cántico, c. 39, 3). Y,
c u a n d o ta l e sta d o d e u n ió n m istic a ad v ien e, dos so n sus efectos p rin -
cipales. D eificada en su su stan cia, el a lm a sien te la fru ic ió n d e la
v id a b ie n a v e n tu ra d a to d o c u a n to e n este m u n d o sea p o sib le : e l sa-
b e r d e D ios se tru e c a asi e n el gustoso sab o r d e D ios a q u e a lu d e el
“m o sto d e g ra n a d a s ’, d el Cántico espiritual. D iv in a m e n te m o v id a e n
sus p o ten cias, éstas n o o p e ra n p o r la v irtu d d e las ap re h en sio n e s y-
estím u lo s d e l m u n d o , sino p o r in c ita ció n in tim a , d ire c ta y eficaz d e l
E s p íritu S a n to : “ las o peraciones d e la m e m o ria y d e las d e m ás po-.
te n c ia s e n este e stad o to d a s son d iv in a s ^ l i c e S an J u a n - , p o rq u e ,
poseyendo y a D io s las p o te n cias com o y a e n te ro señ o r d e ellas, p o r
la tra n s fo rm a c ió n d e ellas e n si, ‫ اج‬m ism o es el q u e las m u eve y m an-
d a d iv in a m e n te , seg ú n su d iv in o e sp íritu y v o lu n ta d '. (Subida,
II I , 2, 6).
M ire m o s a h o ra m ás especialm ente lo q u e a las operaciones d e la
m e m o ria concierne. ‫ ﻣ ﺎ‬p riip e ro q u e debe d ecirse es q u e e n estado-
d e u n ió n p e rfe cta d e ja n de p ro d u c irse las suspensiones de la a ctiv i-
d a d m e m o ra tiv a : “Y estas suspensiones es d e n o ta r q n e en los p e r-
fectos n o las hay .. (III, 2, 5). E l a lm a vive el tie m p o (III, 2, 13), re-
c u e rd a y espera, pero de u n m odo in é d ito , b ie n d is tin to d e l m e ra -
m e n te n a tu ra l. V ive el tie m p o sin la in q u ie tu d 0 la a n g u stia q u e e l
sucesivo y c a m b ia n te com ercio con e l m u n d o p o n e sin tre g u a e n l a
e x isten c ia d el h o m b re n a tu ra l. R ec u e rd a lo q u e co n v ien e a su m e -
n e s te rj m a s n o espoleada p o r la d iv e rsa su g estió n d e sus situaciones
y ap reh en sio n es, sino m o v id a desde d e n tro d e ella p o r la lu z y el
consejo d e l E s p íritu S a n to (III, 2, 8 y 9). C abe d e c ir que, b a jo las-
m ás varias especies y acciones, el a lm a re c u e rd a e n D ios y a D ios.
E sp e ra , e n fin, q u e la u n ió n p o r ella go zad a, siem p re p a rc ia l y a m i.
sib le d u ra n te la ex isten cia te rre n a - “ apenas se h a lla rá a lm a q u e e n
to d o y p o r to d o tie m p o sea m o v id a d e D ios” , a d v ie rte S an J u a n (III..
MEMORIA Y ESPER A N ZA : SAN JUAN DE LA CRUZ .12،

2, 1 3 h se tru e q u e e n J u n a t . a l y definitiva. A trav és d e sus dis--


tin ta s v icisitu d es sucesivas esp era a D ios y e n D ios. D e a h i que, en.
ese estad o , la m e m o ria se h a lle fu n d a d a e n la e sp e ra n z a ; 0 q ue, com o-
a n tes dije, re c o rd a r c o n sista e n esperar. L a v iv ie n te y o b ra d o ra ins-
a l a c i é n d e la ex isten c ia e n e l fu n d a m e n to m etafisico y so b re n a tu
ra l d e su “siem p re ” p e rm ite q u e se estab lezca u n a c o n e x ió n m u c h o
m ás h o n d a y visible e n tre la e sp e ra n za y e l re c u erd o . L a tem porei-
d a d d e la e x isten c ia h u m a n a , su p u esto re a l d e la m e m o ria y la e sp e -
ra n z a , q u e d a c o n sta n te m e n te re fe rid a a su c e n tto s u p ra te m p ó re o y
se re a liz a e n u n a v id a te rre n a l sin sobresalto, casi sin in q u ie tu d . La.
e x isten c ia psicofisica d el h o m b re viene a ser u n m isterio so y bien-
a c o rd ad o c o n n u b io sucesivo e n tre el tie m p o y la e te rn id a d .
A fu e rz a d e re c o rd a r, S an A g u s tín h a lló lo q u e esp e ra b a - l a v id a
b ie n a v e n tu ra d a — e n el tra s fo n d o m etafisico d e su Jjotencia m em ora-,
tiva. A fu e rz a d e a n iq tiila r sus recuerdos, S an J u a n d e la C ru z en-,
c u e n tra q u e su e sp e ra n z a es cap a z d e d a r v id a n u e v a a su m e m o ria .
C ad a u n o a su m o d o , los dos h a n sab id o ilu m in a r ra ra y h o n d ís im a -
m e n te los abism os psicológicos y ontológicos e n q u e la re a lid a d deli
a lm a se h a c e m iste rio im p e n e tra b le .
C o n c l u s ió n

L A E L P ID O L O G IA C R IS T IA N A

A trav és d e c u a t r . de sus h ito s m ás im p o rta n te s — ^ a n P a b lo , S an


A g u s tín , S anto T o m à s d e A q u in o , S an J u a n d e la C r u z - h e m o s asis-
tid o a la c o n stitu c ió n d e la te o ria c ristia n a d e la esp e ra n za . N o h e
p re te n d id o tr a z a r u n c u a d ro h istó ric o co m p leto . M i exp o sició n no
h a te n id o e n c u e n ta el’ p e n sa m ie n to d e los p a d re s griegOs y la tin o s
a n te rio re s a S an A g u stín , n i h a e stu d ia d o la m istic a d e l a E d a d M e-
d ia con la a te n c ió n q u e e lla m erece, n i h a co n sid erad o e n suficiente
m e d id a la teo lo g ia fran c isca n a. P o r o tra p a rte , la h is to ria d e la el-
-pidologia c ris tia n a ^ a c é p te s e el n e o l o g i s m o n o q u e d a co n clu sa con
S a n to T o m á s d e A q u in o y S an J u a n d e la C r u z : o casió n h a b r á de
c o m p ro b a rlo e n p á g in as u lte rio res 1. P ero, c o n to d o , p ienso q u e lo
e x p u esto Jjerm ite d is tin g u ir la e s tru c tu ra in te rn a d e c a d a u n o d e los
cinco g ra n d e s cap ítu lo s q u e c o n stitu y en , a m i ju icio , esa c ris tia n a el-
p id o lo g ia : el teológico, el m etafisico, el an tro p o ló g ic o o psicológico,
e l ascético y el historiológico. A m odo d e c o n clu sió n d e eSta p rim e ra
p a rte , c o n tem p lem o s re tro sp e c tiv a m e n te las lineas principales, d e to-
d o s ellos.
I. E l te m a c e n tra l d e la teo lo g ia c ristia n a d e la e sp e ra n z a h álla-
se c o n stitu id o , com o es obvio, p o r la v irtu d teo lo g al d e ese n o m b re .
E l c ristia n o lo es e n c u a n to esp era a ctiv a y c o n fia d am e n te la bien-
a v e n tu ra n z a e te rn a . P e ro el c ristia n o no p u e d e c o n fo rm a rse c o n vi-
vir su e s p e ra n z a : p o r im a e x ig en cia in tim a d e su fe — siem p re afa-
n o sa de in telecció n , seg ú n el p re c ep to d e S an A n se lm o — , d e b e en-
tender e n a lg u n a m e d id a esa esp eran za q u e com o c ristia n o v iv ej debe 1

1 Un apretado pero exœlente resumen de la historia de la teologia de la es-


g ra n z a hasta el Concillo de Trento puede leerse en dos articulos del padre Pierre
Charles: “Spes Christi", N o i Rev. Thiol., LXI (1934). págs. 1009-1021. y LXIV
(193‫ﺞ‬ ‫ ا ا ﻳ ﺌ‬057-1075.
LA KLPIDOLOCIA CRISTIANA ‫ﺀ‬23
p o d e r, e n consecuencia, dar razón d e ella. R eco rd em o s e l m a n d a to
d e S an P e d ro : “h a lla o s sie m p re dispuestos a d a r satisfacció n a cual-
‫؛‬q u ie ra q u e os p id a ra z ó n d e la e sp e ra n z a q u e h a y e n vosotros” (I Pe-
tri, III, 15). T a l e x ig en cia h a e n g e n d ra d o la te o lo g ia c ris tia n a d e la
-esperanza. ¿Q u é es la e sp e ra n z a c ristia n a ? E n ella, ¿ q u é y cóm o se
.espera? ¿ P o r q u é e l c ristia n o p u e d e ra z o n a b le m e n te e sp e ra r to d o lo
q u e su e sp e ra n z a le ofrece? ¿ C u á l es la re la ció n e n tre la v irtu d d e
e sp e ra r y las dos re sta n te s v irtu d e s teologales? L as p á g in a s prece-
d e n tes d a n a l b i n a re sp u esta a to d a s estas in te rro g a c io n es.
II. In tim a m e n te conexo co n ese p ro b le m a teológico se h a lla el
p ro b le m a m etafisico d e la e sp e ra n z a ; ta n to , q u e sin u n a d e te rm in a -
d a m e ta física - l a q u e e n ‫ ظ‬m e n te d e l h o m b re e x ija n a la vez la
rev elació n y la re a lid a d , la p a la b ra d e D io s y su o b ra— n o serla p o .
-sible la te o lo g ia c ristia n a. A h o ra la p re g u n ta fu n d a m e n ta l e s : ¿cóm o
tie n e n q u e e sta r c o n stitu id a s la re a lid a d e n g e n e ra l y, d e n tro d e ella,
la d e l h o m b re , p a ra q u e sea posible y ra z o n a b le la e sp e ra n z a cristia .
n a ? ¿ P o r q u é la re a lid a d c re a d a e n g en eral, y e n especial la h u m a ,
n a , es c o n stim tiv a m e n te u n a “re a lid a d e x p e c ta n te ” ?. D eb em o s confe-
« a r q u e la m e ta fisica e x ig id a Jjor la le tra y e l e sp íritu d e l caplttt-
lo V I I I d e la E p isto la a los R o m an o s n o h a sido su ficien tem en te
e l a t e r a d a d esd e q u e S an P a b lo lo escribió.
in. C om o la te o lo g ia ex ig e la m etafísica, asi u n a y o tr a p id e n
-de la m e n te la a n tro p o lo g ia y la psicologia. N o e n te n d e ría m o s, e n
e fe c to , la e sp e ra n z a c ris tia n a si n o supiésem os cóm o se re a liz a e n la
e s tru c tu ra c o n c re ta y ob serv ab le d el ser h u m a n o . ¿ Q u é p asa realm en -
’te e n e l h o m b re q u e esp era? ¿C óm o se o rig in a , d ó n d e ra d ic a , cóm o
tra n s c u rre psico fisicam en te, có m o se a lte ra e l a cto te o lo g al d e espe.
-rar? ¿Q u é re la c ió n ex iste e n tre la e sp e ra n z a so b re n a tu ra l d e l cristia-
’n o y sus e sp e ra n z a s n a tu ra le s, y e n tre a q u élla y la e sp e ra n z a d e l
h o m b re n o c ristia n o ? D esd e e l p u n to d e v ista d e la teologia, la doc-
-.trina d e S a n to T o m á s p a re ce ser la m á s c o m p le ta y a rtic u la d a res-
p u e sta d a d a h a s ta h o y a esa su gestiva serie d e cuestiones. P e ro , ¿n o
-obligan a m o d ificarla e n a lg ú n p u n to las h o n d a s in tu ic io n e s psico-
lógicas d e S an A g u s tín y S an J u a n d e la C rtJz?
IV . E l C ristia n ism o tie n e q u e ser d o c trin a , p o rq u e la fe c ristia .
-na p id e in te le c c ió n ; p e ro a n te s q u e d o c trin a es y d e te ser v id a y
c o n d u c ta . J u n to a la te o lo g ia d e la e sp e ra n za , y a u n a n te s q u e ella,
d e b e e x istir u n a ascética d e la e sp e ra n za . Si esa teo lo g ia n o sirviese
p a ra e sp e ra r m e jo r, m ás lú c id a y p ro fu n d a m e n te , serla p a ra e l cris-
tia n o poco m enos q u e p u r a v a n id a d . A la p re g u n ta fim d a m e n ta l de
la e lp id o lo g ia teológica — “ ¿ Q u é es la e sp e ra n z a c ristia n a ” ? - d e t e
12. LA ESPERA LA ESPERANZA

a c o m p a ñ a r, p o r lo ta n to , e s ta 'O tra : “ ¿C óm o e sp e ra r c ris tia n a m e n te ,


sien d o lo q u e es la. e sp e ra n z a c ris tia n a ? ” D esd e S an P a b lo v ie n e n su-
ced ién d o se las respueStas a esta g ra v e c u estió n e sp iritu a l.
V . A la teo lo g ia y la a n tro p o lo g ia d e la c ris tia n a v irtu d d e es-
p e ra r p erten ece, a m o d o d e co ro lario in e lu d ib le , la h is to rio lo g ia d e
la e sp e ra n z a CTistiana. N o esjjera e l c ristia n o d e u n m o d o aislado í
e sp e ra e n y co n e l CTierpo m istico d e C risto. N o e sp e ra el h o m b re de
u n m o d o in d iv id u a l; espera e n y con la h u m a n id a d . N o e sp e ra c a d a
u n o sólo p a ra si m is m o ‫ ؛‬espera ta m b ié n p a ra o tro , si c o n ese o tro le
u n e u n a in o r d e a m ista d , si le ve y le a m a com o “p ró jim o ” . E n ta l
caso, ¿ cu á l será la e s tru c tu ra h istó ric a y social d e la e sp e ra n za ? ¿ C ó m o
h a esp erad o la h u m a n id a d , d esde su o rig e n h a s ta h o y , y cóm o la
m e n te c ristia n a p u e d e d a r ra z ó n d e esa sucesiva. U nica y c a m b ia n te
e sp e ra n z a d e los h o m b re s?
M ie n tra s e l c ristia n o n o sepa d a r u n a re sp u esta m ín im a m e n te sa-
tis fa c to ria a estos cin co grtipos d e in te rro g a c io n es, n o p o d rá d e c ir
q u e h a CTimplido con su firien cia a q u e l a p re m ia n te m a n d a m ie n to d e
S an P e d ro .
SEGUNDA PARTE

u ESPERANZA EN EL MUNDO MODERNO


P a sa d a la p le n itu d e s p iritu a l d e l siglo XIII, u n a r a r a y compleja;:
d esazó n v a a d u e ñ á n d o se d e los m ejores e sp íritu s europeos. Sigue s ie n -
do clásica la p in tu r a q u e d e esa in q u ie tu d h iz o j . H u iz in g a , hace-
tre in ta años, b a jo u n titu lo su g estiv o : E l otoño de la Edad Media.
A e lla re m ito a l lector, p a ra a ñ a d ir al c u ad ro u n m o tiv o n o especial,
m e n te c o n sid e ra d o p o r el g ra n h is to ria d o r h o la n d é s : la a c titu d del
h o m b re a n te el fu tu ro .
C u a n d o la Jjropia situ a ció n h istó ric a desplace, c u a n d o a letea e n
las alm a s “ la n o stalg ia d e u n a v id a m ás bella.’, tre s son, d ic e H u i.
z in g a, los cam in o s q u e se o frec en a l h o m b re : la n e g ac ió n ascética
del m u n d o , el m e jo ra m ie n to c o tid ia n o y p ro g resiv o d e la re a lid a d e n
to rn o y la id e a liz a c ió n so ñ ad o ra y a rtis tic a d e lo q u e se to c a y se ve.
L a B aja E d a d M e d ia h a b ría elegido re su e lta m e n te e l p rim e ro y e l
te rc ero d e esos c am in o s ‫؛‬. P ero fuese g ra n d e o chico e l b rio reform a-,
d o r d e los europeos d u ra n te los siglos XIV y XV, n o fa ltó e n m u ch o s de
ellos e l s e n tim ie n to v e h em e n te y la id e a — vaga e n alg u n o s, m u y p re .
cisa e n o t r o s - d e la p ro x im id a d d e u n a época h istó ric a n u ev a, n o
ta n p ro p ic ia a la e fu sió n d el h u m o r m elancólico y el lla n to com o la
que e n to n ce s se e x tin g u ía . T o d a v ía e n e l siglo x m , e l in q u ie to y ge-
n ia l fran c isca n o R o g erio B acon p ro p o n ía y a n u n c ia b a a los ho m b res,
de su tie m p o u n a Respublica fidelium b a sa d a sobre la tè cn ica y la
ju stic ia , y los “e sp iritu a le s” d e J o a q u in d e F io re p re d ic a b a n e l p ro n -
to a d v e n im ie n to d e u n “ re in o d e l E s p íritu S a n to ” , h is tó ric a y reli-
g io sam en te d isrin to d e l A n tig u o T e sta m e n to , “re in o d e l P a d re ” , y'

‫ ﻣ ﺎ “ إ‬Edad Media apenas ha conocido esta aspiración (la del mejoramiento


del mundo). El mundo era para ella tan bueno y tan malo como potila ser ‫ ل‬es de-
clr, todas las cosas, puesto que Dios las ha querido, son buenas: los - d o s de
los hombres son los que tienen al mundo en la miseria. Aquella edad no conoce
ninguna aspiración consciente al mejoramiento y a la reforma de las Instituciones
«*:iales y politicas, como resorte del pensamiento y de la acción” (Huizinga. El
otoño ٥٥ ‫ ط‬£ ٥٠٥ Media, t r a i esp., Madrid, 1930, t ‫ ا‬pág. 54). ‫ ﻣ ﺎ‬afirmación es
demasiado absoluta. No hay que Olvidar -v a lg a este e je m p lo que el Estado flo-
rentlno comenzó a usar en e l siglo X IV la estadística para ordenar la vida econd-
m lca.de la c iu d a i Giovanni y Matteo villani dan teStimonlo fehaciente de ello.-
128 U ESPERA T LA ESPERANZA

d e 1.8 tre c e siglos d e h is to ria c ristia n a h a s ta en to n ce s tra n s c u rrid o s ,


o “re in o d el H ijo ” ٥. B u rd a c h h a h e c h o n o ta r la frec u en c ia c o n q u e
los verbos q u e e x p re sa n la c o n q u ista d e la n o v e d a d — re n o v a r, re s ta u .
r a r , r e f o r m a r - se a c u m u la n e n los h im n o s religiosos d e T o m á s d e
C elano, b ió g ra fo d e S an F ran c isco y p o e ta d e l Dies irae. Y y a d e eli.
n a n te el M edioevo, E u s ta c h e D esch am p s p ro c la m a rá co n in sisten c ia
la c o n d ició n te rm in a l d e la e d a d e n q u e v iv e :

A ٥g 8 meneur près du difinem ent

E n e l seno d e la d e sa z ó n y la m ela n co lía — “Touts coeurs ont


prins par assaut— tristesse ‫ * ﺀ‬mélancolie” , d e c la ra e n n o m b re d e sus
co etán eo s el p ro p io D e s c h a m p s - - v a a b rié n d o se paso la e sp e ra n z a
h is tó ric a d e u n a v id a nu ev a. “M e e n c u e n tro situ a d o e n e l c o n fín d e
dos p u e b lo s d ife re n te s, y desde ‫ ا ج‬veo a la vez e l p a sa d o y e l porve-
n i r " . h a b ía e scrito e l m a d ru g a d o r P e tra rc a . Se e sp e ra u n a n u e v a v id a
re lig io sa : testigos, A rn a ld o de V ilanova, T o m á s d e K em pis, los “H e r-
m a n o s d e la v id a c o m ú n " y los secuaces d e la devotio moderna; se
su eñ a n , se p ro y e c ta n 0 se re a liz a n u n a ciencia y u n a rte n u e v o s ‫ ؛‬se
p o stu la n nuevos m o d o s e n la co n v iv en cia Jjolitica y social, desde e l q u e
o sa d a m e n te p ro p o n e N ic o lás d e C usa e n D e pace fidei, h a s ta e l q u e
a n u n c ia n los vagidos in iciales d e l in c ip ie n te E sta d o m o d e rn o . S in
a b a n d o n a r los e sq u e m a s h istoriológicos d e S an P a b lo y S an A g u s.
tin , la e sp e ra n z a d e los h o m b re s e n las re a lid ad e s tem p o ra le s — las
q u e S an A g u s tín lla m ó futura ‫ ﺀ ﺀ‬transitura, las q u e “e stá n m e d id a s
p o r e l tie m p o ” , com o e n D e monarchia dice D a n te — v a a g u z á n d o se
p ro g re siv a m e n te y a d q u ie re m o d u la c io n es in é d ita s.
O tro ta n to o c u rre c o n la e sp e ra n za escatològica, in d iv id u a l o co.
le rtiv a . D ios, s u m o b ie n y o b je to m a te ria l y fo rm a l d e la e sp e ra n z a
h u m a n a , h a b ía sido h a s ta -E s c o to la su p re m a ra z ó n , ra z ó n in fin ita e
U lereada, co n la c u al la ra z ó n finita y c re a d a d e l h o m b re , espejo d e
a q u élla, se h a lla e n decorosa re la c ió n d e a n alo g ia. P u e s b ie n : c o n el
a u g e h istó ric o d el n o m in a lism o q u e su b sig u e a D u n s E sc o to y a G u i.
lle rm o d e O ck am , la ra z ó n , s u b o rd in a d a a la v o lu n ta d , v a a se r a
» La investigación histórica de 1.8 últimos decenios • H . Grundmann, Studien
aber Joachim ‫رﺀ‬٠‫ ﻟﻪ‬Floris (Leipzig, 1927); E. Buonaiuttl, Gioachino ٥٠ Fiore. Í tempi,
٤٠ à , ‫ ﻻ‬messaggio (Roma, 1931); E. Benz, Ecclesia spiritualis (Stuttgart, 1934)-
ha puesto de relieve la decisiva Importancia de Joaquín de Flore (1131.1202) y del
movimiento franciscano que ،1 promovió en la génesis de la visión “moderna” de
la historia. Contra la voluntad de su autor, la drctrina del “E v a n tilo eterno" vino
a ser un eslabón Intermedio entre la escatologia CTlstlana tradicional y la escatelo-
gla secularizada de la modernidad. Véase el excelente resumen que ofrece K. LÖ-
with en Weltgeschichte und Heilgeschehen. La historia real de la esperanza en il
Occidente cristiano serla Inconcebible sin Joaquín de Flore y 8U8 secuaces.
ESPERANZA EN EL MUNTO M.DERNO .1 2 ‫ﺀ‬

los ojos d e m u ch o s p u ra re a lid a d h u m a n a , cosa de tejas abajo. D ios


n o es y a ra z ó n su p re m a, sin o v o lu n ta d y lib e rta d o m n ip o te n te s e in .
finitas, p o te n c ia ra d ic a l y a b so lu ta m e n te d is ta n te de la ra z ó n c re ad a
y finita d e l h o m b re ; y asi‫ ؛‬éste n o será im a g e n y vestigio d e D ios
p o r ser e s p íritu racio n al, sin o p o r ser c ria tu ra lib re. D ios d eb e ser
ín tim a m e n te creído, esp erad o y a m ad o , m as n o p u e d e ser racional-
m e n te p e n sa d o : ta l es la c o n clu sió n a q u e lleg an n o pocas m e n te s
.cristianas d el siglo XV ٥.
E sa d ifu sa a c titu d e sp iritu a l, ¿ p o d ía q u e d a r sin consecuencia in-
m e d ia ta e n la configuración y en la te o ria d e la e sp e ra n z a escatoló-
gica de los cristia n o s? N o se a te n ú a ta l e sp e ra n z a con la d eclin ac ió n
de la E d a d M e d ia y el o rto d el m u n d o m o d ern o . A l c o n tra rio : m u-
chas veces crece e n a fá n y n erv io sid ad . P ero, sin q u e n a d ie se lo pro-
ponga, el c am b io en to n ces p ro d u c id o e n la id e a d e D ios im p o n d rá
p o r n ecesid ad u n a m u ta c ió n co n sid erab le e n la concepción d ¿ la es-
p e ra n za , q u e e n D ios tie n e su U ltim o objeto. C o n o tra s p a la b ra s : los
h o m b re s e n qu ienes se c o n stitu y e y p e n e tra la m e n ta lid a d “ m oder-
n a " c o n sid e ra rá n q u e el su m o b ie n de su e sp e ra n z a es, si, infinita-
m e n te a m ab le y deseable, m a s no p e n sab le e im a g in a b le p o r el alm a
h u m a n a ; y m ás g e n e ra lm e n te , q u e a n te la creiTle y c re íd a g a m a de
las re a lid ad e s escatológicas — el ju icio , el infierno, la g lo ria— , el cris-
tian o reflexivo p u e d e y d eb e a c e p ta r lo q u e la Iglesia d o g m á tic am e n -
'te le p ro p o n e , m as n o p re te n d e r la posesión te rre n a d e u n a im a g e n
idónea, sea ésta d e in d o le fig u rativ a 0 co n cep tu al. E l o b je to de la
e sp e ra n za escatològica, sin m enoscabo de la a tra c c ió n in m e n sa q u e
su c re íd a re a lid a d ofrece, hácese im p e n sab le e in im a g in a b le . T o d a v ía
en el c o ra zó n del siglo XV especula g ra v e m e n te D io n isio el C a rtu jo
acerca del m o d o com o las alm a s d e los am igos se re c o n o ce rá n e n la
o tra vida. E n tr e los p e n sad o res d e su n iv el in te le ctu a l, ¿ cu á n to s h o m -
bres del m u n d o d e d ic a rá n a ese te m a el c u id ad o d e su ra z ó n , u n
siglo m ás ta rd e ?
A lg u n o s, sin em b arg o , se g u irá n h a c ié n d o lo ; y esta n o in te rru m -
p id a p ro secu ció n de la via antiqua e n el á m b ito de la m o d e ra id a d
nos p e rm ite d e slin d a r e n ella c u a tro m odos p rin c ip a le s de esperar,
de que son titu la re s los trad ic io n a les, los re fo rm ad o s, los seculariza-
dos y los desen g añ ad o s. A esos c u a tro m odos de la e sp e ra n z a v a n a
referirse los c ap ítu lo s subsiguientes.
‫ ع‬De la abundantísima literatura en torn, a la formación del “espíritu mo-
derno”, el lector de lengua española hará bien leyendo los ensaj'08 “Nuestra situa-
cidn Intelectual” y “Hegel y el problema metafisico”, de X. Zubiri (en su libro
N aturaleza, H istoria, ‫اه‬0‫رﺀ‬٠y las lecciones de Ortega “En torno a Galileo” (Obras
■completas, ‫ ا‬V. págs. 8٥-164).
Capítulo i

L A E S P E R A N Z A D E L O S T R A D IC IO N A L E S

L la m o a q u l tra d ic io n a les, seg ú n lo in d ic a d o , a to d o s los h o m b r e ,


q u e e n el seno d el m u n d o m o d e rn o sig u en su sta n c ia lm e n te fieles .١-
la id e a c ris tia n a de la e sp e ra n za , ta l com o ésta h a q u e d a d o e sb o z a d a
e n las p á g in a s p reced en tes. D e m a n e ra in g e n u a , p o é tic a 0 m etafisica,,
to d o s ellos c o n tin ú a n ju z g a n d o im a g in a b le s 0 p ensables e l o b je to d e
la e sp e ra n z a teologal y e l m o d o d e su c u m p lim ie n to ; y concediendo-
m a y o r o m e n o r valor, seg ú n la Indole d e su e sp irittia lid a d , a los b ie .
n e s in m e d ia to s d e su e sp e ra n z a te rre n a , to d o s a d m ite n la c ristia n a
o rd e n a c ió n d e e sta U ltim a e n la lin e a q u e c o n d u ce a l fin U ltim o d e l
h o m b re . T a n firm e co in cid en cia e n lo esencial n o e x clu y e la e x isten -
cia d e m u y diversas m o d u lacio n es e n la con fig u ració n h is tó ric a y so-
r ia l d e la e sp e ra n za . H a y cristia n o s “tra d ic io n a le s” e n cuyas almas-,
a p en as h a p e n e tra d o la m e n ta lid a d p ro p ia del m u n d o m o d e rn o : son,,
e n consecuencia, enclaves d e v id a m ed iev al e n e l cu erp o d e la v id a
h is tó ric a q u e su b sig u e a la E d a d M ed ia . P iénsese com o ejem p lo en-
B áñ e z , el teólogo d e la p re m o c ió n fisica, m u e rto e n los p rim e ro s a ñ o s
d e l siglo xvn. H a y otros,, ju n to a éstos, q u e lo g ra n m o d e rn iz a r la tra -
d ic ió n c ristia n a m e d ie v al o fu n d irla de u n m o d o m ás o m enos cohe-
re n te y a rm ó n ic o co n los te m a s y las fo rm a s d e la e x isten c ia m o d e l,
n a . A titu lo d e ilu stra c ió n , b a sta rá m e n c io n a r los n o m b re s d e C ar.
los V y L u is d e L eó n , M o lin a y S uárez, B ossuet y F é n e lo n . H a y m u -
chos, e n fin, cu y a v ida, sin m e n g u a de u n a U ltim a fidelidad a la sus-
ta n c ia d e la tra d ic ió n c ristia n a - f i d e l i d a d h o n d a y v e h e m e n te e n
c ierto s casos, tib ia y a d o rm e c id a e n o tros, eficazm ente re c a ta d a e n
a l g u n o s - , p u e d e p a sa r com o p a ra d ig m a d e l m o d o m o d e rn o de exis-
tir. D escartes y P ascal, A m p è re y P a steu r, V e láz q u e z y G oya, C h a -
te a u b r ia n d y M a n z o n i, son o tra s ta n ta s cim as d e este p o stre ro y más-
LA ESPERANZA DE 1 . 8 T O A .I0 N A 1 E 8 131

e s t i l , m e d e rn o d e la tra d ic io n a lid a d c ristia n a. M ira d e s los


tre s g ru p o s e n lo q u e tie n e n de c o m ú n — su p e rte n e n c ia a la C ris,
tia n d a d católica— , e x a m in e m o s a h o ra cóm o e n ellos se e x p re sa n y
co n fig u ran la e sp e ra n z a escatològica y la e sp e ra n z a te rre n a .

I .- L a esperanza escatològica

C on sesgo in te le c tu a lis ta 0 v o lu n ta rista , e n fo rm a in g e n u a 0 p re .


cavida, co n m e n te m e ta fó ric a 0 m etafísica, la a m p lia frac ció n cató,
lica d e l m u n d o m o d e rn o sigue e stim a n d o p en sab le o im a g in a b le el
objeto p ro p io d e la e sp e ra n z a e n el m ás allá. D e c u an to s e n la A n ti-
g ü e d ad y e n la E d a d M e d ia c ristia n as h a n id e ad o u n a im a g e n de las
realid ad es escatolágicas 1, n in n i n o m ás in sig n e q u e D a n te . L a Dt'ü*'.
na Comedia es, to d o s lo sab en , u n a in m e n sa figuración p o ética d e la
escatologia c ristia n a, e n c u a n to a ta ñ e a las p o strim e ría s q u e sig u en
al ju ic io p a rtic u la r : el infierno, el p u rg a to rio y e l paraíso. L a hU m a-
n a p o sib ilid a d de co n seg u ir u n a re p re se n ta c ió n m ás 0 m enos fa n tá s.
tic a d e l o b je to d e la e sp e ra n z a c ristia n a —o d e l te m o r c ristia n o , e n
el caso d e l i n f i e r n a c o n stitu y e, pues, el p rim e r su p u esto d el e m p e ñ o
dantesco. D a n te im a g in a y describe aq u ello q u e luego h a b rá d e verse :

Li si vedrà ciò che tenem per fede,


non dimostrato‫ ؛‬ma fia per se noto
a guisa del ver primo che l'uom crede.

E sto e s : lo q u e él, el h o m b re D a n te A lig h ie ri, desea y espera. N o


sé si los d a n tis ta s h a n lla m a d o a lg u n a vez la a te n c ió n acerca d e u n
curioso y significativo p o rm e n o r : c u a n d o el p o e ta va a p a sa r del oc-
tav o cielo a l n oveno, es d ecir, c u a n d o va a re m o n ta rs e sobre la U ltim a
de las esferas a q u e lleg an los m ás gloriosos de los e sp íritu s h u m a n o s
b ie n a v e n tu ra d o s — el n o v en o cielo p e rte n e c e y a a los e sp íritu s an-
g á l i c o s , B e a triz , a u x ilia d a p o r S an tiag o y M oisés, e x a m in a co n pa-
te n te rig o r p ro feso ra l la co m p eten c ia de su a m a d o r e n m a te ria d e
esp e ra n za . “H a z re so n a r la e sp e ra n z a e n esta a ltu ra ... dice B e a triz a
D a n te Î. '.D im e cóm o florece e n tu m e n te la esp e ra n za , y d e d ó n d e
p ro v ien e'., a ñ a d e M oisés. Y e l v e n tu ro so y d iserto d o rtrin o , to m a n -
do com o p u n to de p a r tid a u n a rig u ro sa versión lite ra l d e l te x to es-
colástico d e P e d ro i m b a r d o

1 Aquellos a quienes Interese el tema, lean los libros L o que ،‫ ﺀ‬espera ‫ى‬ ‫ﺀﺀ‬-
p u is d e ،« m uerte, de A. Frank-Duquesne (trad, esp., Buenos Aires, 1953), y Los
m ás bellos textos del à allá , de j . Joubert y L Cristiani (trad, esp., Madrid, 1956).
‫ ا‬32 ESPERA U ESPERANZA

- “Spera” disslo “، uno attender certo


delia gloria futura, 11 qual produce
grazia divina e p - e n t e merto”- .

e x p o n e bella y c o n cisa m en te la esencia) el m o tiv o y el o b je to d e la


e sp e ra n z a cristia n a. N o es posible la d u d a : D a n te es e l m á s claro y
ex im io d e to d o s los im a g in a tiv o s de la esp eran za. P e ro esa h a z a ñ a
d a n te sc a n o carecerá de c o n tin u a d o re s e n el curso d e los siglos mo-
d e m o s.
¿ N e c e sita ré d e c ir q u e los m o d ern o s im a g in a d o re s d e la e sp e ra n z a
c ristia n a son, e n su m a y o r n ú m e ro , h o m b re s d e E sp a ñ a ? D os r a z o
nes, p o r lo m enos, d e te rm in a n ese h e c h o : n u e s tra esp añ o la c o n sta n ,
cia e n la e m p re sa de o frecer a la H u m a n id a d fru to s h istó rico s ta r-
dios, ta n re ite ra d a m e n te a firm a d a p o r M e n é n d e z P id a l 2, y el v ig o r
c o n q u e la esp e ra n za , en. el m ás g e n u in o sen tid o d e l té rm in o , o p e ra
so b re las alm as de H isp a n ia , desde q u e e n la E d a d M e d ia se consti-
tu y e ro n los h á b ito s del v iv ir español. E n este p u n to , los resu ltad o s
d e l an álisis de A m é ric o C astro son, a m i juicio, m u y p e n e tra n te s y
c e r te r o s 5. E sp a ñ a, b a stió n de e sp e ra n z a : E sp a ñ a, la “re tra s a d a e n
D io s” , seg ú n el fino d e cir de L u is F e lip e V ivanco, ex iste e n el m u n -
d o p o stm e d iev a l im a g in a n d o a fa n o sa m e n te la figura de la b ie n av e n .
tu r a n z a e te rn a .
§1. H e a q u l al tie rn o , d elicado y fa cu n d io so fra y L u is d e G ra-
n a d a . U n a b u e n a p a rte de su Tratado de la oración y meditación
— lib ro q u e en la E sp a ñ a d e 1560 “las n iñ a s d el c á n ta ro lo tra ía n
b ajo el b ra z o y las fru te ra s y v erd u leras lo leían c u an d o v e n d ía n y
p e sa b a n la fru ta '. *— se h a lla c o n sag rad o a ilu s tra r a l lecto r acerca
d e la b ie n a v e n tu ra n z a e tern a. E sta será n u e stra v id a v erd ad era, no

í liase, entre otros, este slgniScativo texto: 'Tem ando el Católico habla pre-
sidido la aparición de obras de interós europeo, como la Celestina y el Amadis.
Ahora, su nieto Carlos vela propagarse, no sólo las obras individuales de Guevara
o el Lazarillo, sino obras colectivas, como el Romancero y los libros de caballerías,
otro fruto tardlo que producía Espafia : una abundante poesia ،pica, versificada y
en prosa, cuando toda Europa habla olvidado por completo la epopeya y la novela
medievales‫ ؛‬ya también escriten los maestros de S n ta Teresa y de San Juan de
la Cruz: ya apunta la nueva mistica, otro de los más preciosos frutos seruendos
que produjo el renacimiento espaflol. ese gran árbol que hundla sus ralees en ١,
tierra medieval, ya infecunda en toda Europa, y de cuyo tronco fonnaba parte
la Idea imperial nacida en las Cottes de La Corufia” (Idea imperial ‫ى‬ ‫ ﺀ‬Carlos V,
Colección Austral, Madrid, 1940, pág. 31).
s Remito a las publicaciones anteriormente mencionadas y a los textos que
más adelante se transcriben.
4 H i s t à del Colegio ‫ ﺀه‬San Gregorio ‫ى‬ ‫ ﺀ‬Valladolid, ms. conservado en el
Archivo de la Diputación Provincial de Valladolid (véase mi libro La antropologia
‫¡ «ﺀ‬a obra de fray Luis ‫ ﺀه‬G r a r à , Madrid, 1940).
ESPERANZA DE ID S ™ a d ic io n a l e s 133
la a m a rg a q u e vem os y h a ce m o s sobre la h a z de la tie r r a : “P o r esto
la P ro v id e n c ia nos pu so ta n to a c íb a r e n los pechos de la v id a te rre ,
nal. p a ra d e ste ta m o s d e lla ...., y p o rq u e d e m e jo r g a n a la dejásem os
y sospirásem os siem p re p o r la v id a v e rd a d e ra .’ ‫ ﺀ‬. P e ro esa v id a fu-
tu ra del h o m b re n o seria re a l e in te g ra m e n te “v e rd a d e ra ” si n u e stra
ex isten cia te rre n a l y a p a re n te n o estuviese d e a lg ú n m o d o a su m id a
e n ella. M isero y to d o , e l m u n d o visible n o h a sido cread o p a ra su
a n iq u ila m ie n to . E l p ro b le m a consiste e n sab e r cóm o la v id a a c tu a l
seguirá e x istie n d o e n la gloria.
E l lu g a r, p o r lo p ro n to , será in m e jo ra b le . F ra y L u is d e G ra n a d a
ech a m a n o d e sus m ejores recursos d e p re d ic a d o r p a ra p o n d e ra r la
belleza y la d e licia d e l cielo : “A lli el lu g a r es a n ch o , h e rm o so , res-
p la n d ec ie n te y se g u ro ; la c o m p añ ía, m u y b u e n a y a g ra d a b le ; e l
tie m p o , d e u n a m a n e ra , n o y a d is tin to e n ta rd e y m a ñ a n a , sin o
c o n tin u a d o co n u n a sim ple e te rn id a d . A lli h a b rá p e rp e tu o verano,
que con el fresco r y a ire d el E s p iritti S an to siem p re flo re c e ...” ¿ N o
es a d m ira b le la o sadía re tó ric a d e este españolfsim o fra y L u is, q u e
a im p u lso s d e la e tim o lo g ía y la e sp e ra n z a co n v ierte al E s p íritu San-
to e n b risa p rim a v e ra l d e l e m p ire o ? ‫ ﺀ‬In m e n s a y refin ad a será alli la
fru ic ió n d e los sen tid o s : los ojos, el oído, el sen tid o d el oler, el gusto,
to d o g o z a rá e n la g lo ria d e inso sp ech ab le deleite. C onm ueve im agi-
n a r e l espectáculo d e aquellas m o zu elas del c á n ta ro y fn jte ra s d e Cas-
tilla , consoladas de la e stre c h e z y la p o b re z a de sus vidas te rre n a les,
con la firm e e sp e ra n z a d e u n a v id a p e rd u ra b le ta n c o lm a d a d e goce
sensible y fe lic id a d e sp iritu a l.
P a ra fra y L u is d e G ra n a d a , esa fe licid ad será, a n te to d o , com pa-
ñ ía. C o m p a ñ ía d e los p a rie n te s y am igos te rre n a le s : “P ues, ¿ q u é ale-
g ria será e n to n ces p a ra las á n im a s d e los ju sto s v e r d el to d o y a
cu m p lid o su deseo, y verse ju n to s los h e rm a n o s, ta n q u e rid o s y ta n
.amados, a cabo d e ta n larg o d e stie rro ? ¿C óm o p o d rá e n to n ces d ecir
el á n im a a su c u e rp o : ‫ل‬O h cu erp o m fo, y fiel c o m p añ e ro m ío, q u e
asi m e a y u d a s te a g a n a r esta c o ro n a l" C o m p añ ía, a m a y o r a b u n d a -
m ie n to , d e los san to s y elegidos : “P u es si la c o m p a ñ ía y com u n ica-
ción d e los b u e n o s es ta n d u lc e y a m ig ab le, ¿ q u é será tr a ta r alli con
ta n to s bu en o s, h a b la r con los apóstoles, co n v ersar con los p ro fetas,
c o m u n ic a r con los m á rtire s, y fin alm en te con to d o s los escogidos?”
L a im a g in a c ió n y la aflu en cia v e rb a l d e l b u e n o de fra y L u is se afa-
» Obras d el V. P. M . Fray L u is d e Granada, ،. n , cd. de la B. A. E.. pig. 32 b.
« A ca«í la expresión de fray Luis de Granada prrceda del him n. al Espíritu
Santo que canta iaIglesia el Domingo de Pentecostés: in aestu t e m p à s , se dice
‫ ؟‬٥ él. Pero lo que en el himno es metáfora, truncase descripción en el texto de
fray Luis.
134 LA ESPERA T LA ESPERANZA

n a n y m u ltip lic a n p a ra p re s e n ta r a l le rto r el g ٠Z0 in c esa n te y v a.


r ia d is im . d e e x istir e n tre “ aq u el ejército glorioso d e los m á rtire s ,
vestidos d e ropas b lancas, con sus p a lm a s e n las m a n o s” , y “ aque-
lias o n ce m il v írgenes y aquellos d ie z m il m á rtire s ” , y “aq u el glo-
rioso d iáco n o con sus p a rrilla s e n la m a n o , re sp lan d e c ien d o m u c h o
m á s q u e las lla m a s e n que a rd ió '., y S a n ta C a ta lin a , y los siete m a-
cabeos, y ta n to s m ás. S u m a c o m p añ ía, e n fin, d e l m ism o D ios, con-
ceb id o Jjor n u e stro c o rd ia l d o m in ic o com o a c o m p a ñ a n te s u p re m o :
“Y si ta n g ra n d e g lo ria es g o z a r de la c o m p a ñ ía de los bu en o s,
¿ q u é será g o z a r d e la c o m p a ñ ía y p re sen c ia d e a q u e l a q u ie n ala-
b a n las estrellas d e la m a ñ a n a , d e cu y a h e rm o s u ra el sol y la lu n a
se m a ra v illa n , a n te cuyo a c a ta m ie n to se a rro d illa n los á n g e le s ...? " ٢
B ie n se ve que, p a ra fra y L u is de' G ra n a d a , a lm a d e l R en a c im ie n -
to e n la q u e p e rd u ra e l e sp íritu m ed iev al d e D a n te , C a ta lin a de
S iena y D io n isio e l C a rtu jo , la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a es e n algu-
n a m e d id a im a g in a b le, y consiste, sobre to d o , e n c o m p añ ía, e n am is-
to sa y g u sto sa ,convivencia. L a g lo ria celestial es co n ce b id a com o
u n a p la c e n tisim a te rtu lia in a cab ab le, y el m u n d o q u e d a e n ella gozo-
s á m e n te a su m id o sub specie sodalitatis.
§2. M u y d is tin ta es la e sp e ra n z a escatològica d e fra y L u is de
L e ó n . E sa e sp e ra n z a se m anifiesta n ítid a m e n te e n las h e rm o sas liras
d e la Oda ٥ Felipe Ruiz, la cual, com o e n o tra p a rte h e d em o stra-
do 8, viene a ser e l re la to d e u n ju lio v ern esco viaje a través d e l u n i-
verso d e P to lo m eo , c o n o b jeto d e e n te n d e r la c o n stitu c ió n In tim a de
su re a lid a d . Q u iere fra y L u is d e l ^ ó n c o n te m p la r “la v e rd a d p u ra .'
y e n ello co n sistirá la frtiic id n m á x im a d e la v id a tra n s m o rta l q u e él
espera'. A si lo dice a su am ig o e n la p rim e ra e stro fa d el p o e m a :
¿Cuándo será que pueda,
libre de esta prisión, volar al cielo,
Felipe, y en la rueda
que huye más del suelo
contemplar la verdad pura, sin duelo?

E n la m eiite d e este a ^ is tin o re n a c e n tista p e rd u ra , h e c h a y a pen-


Sarniento c ristian o , la v ieja id e a òrfica y p ita g ó ric a d e l cu erp o h u -
m a n o : soma, sim a, e l cu erp o es tu m b a . D esde esa tu m b a o p risió n
h a d e v o la r el a lm a d e este o tro fra y L u is, e n alas d e su e sp eran za,
h a s ta la U ltim a e sfera d e l u n iverso o “ ru e d a q u e h u y e m ás d e l sue-
7 Los textos de fray Luis de Granada aqul transcritos proceden de la obra y
la edición antes citadas, págs. 53 b, 57 a, 45 a, 53 a, 55 b y 53 b.
8 En mi ensayo “Poesia, ciencia y realidad”, recogido en el libro P d a b ra s « ٠-
flores (Barcelona, 1952).
LA ESPERANZA DB LOS TRADICIONALES 135

lo ” . Y d esd e allí, “e n lu z re sp lan d e c ien te co n v ertid o ... v e rá con es-


p iritu a l e in su p e ra b le c la rid a d t o d o '0 ‫ ا‬q u e su c u rio sísim a m e n te an-
Sla ver. E sto es, to d o : “lo q u e es", “ lo q u e h a sido., y e l “p rin c ip io
pro p io y esc o n d id o ” d e lo q u e h a sido y es.
C inco e tap a s te n d rá ese viaje asc e n d en te d e la á v id a m ira d a in-
te le rtu a l de fra y L u is. L as c u a tro p rim e ra s c o rre sp o n d e n a los cua-
tro elem en to s d e la cosm ología tra d ic io n a l : la tie rra , e l agua, e l a ire
y el fuego, y e n to d a s ellas lo g ra rá el e x p e c ta n te v iajero lo q u e cons-
titu y e l a c i r ^ a de su e s p e ra n z a : v e r y e n te n d e r. “V er¿, veré, v e r¿ ...’.,
v a n d icien d o , con eficaz y significativa m o n o to n ia , las liras d el poe-
m a. Y asi h a s ta lle g a r a l té rm in o d e esta im p re s io n a n te ascensión vi.
siva, el e m p ire o d o n d e h a b ita n las ideas p la tó n ic as y los esp íritu s
b ie n a v e n tu ra d o s :

Ver، 8،n movimiento


en la más alta erfera las moradas
del gozo y del contento,
de oro y luz labradas,
de espíritus dichosos habitadas.

C o m o e l d e G ra n a d a , fra y L u is d e L e ó n c o n sid e ra p e n sa b le e
im a g in a b le el o b je to d e su e sp e ra n z a escatològica. P e ro 01, m ás in te-
le c tu a l y so lita rio q u e su h o m ó n im o , co ncibe la s u p re m a fe lic id a d
com o u n a a g o ta d o ra visión te o ré tic a d e la cre ac ió n y d e l C read o r.
A sp ira , y a lo h e d ich o , a v e r y e n te n d e r. Y asi la re a lid a d c re ad a
q u e d a e sp iritu a lm e n te a su m id a e n la v id a p e rd u ra b le sub specie con-
templationis.
§3. ¿B ajo q u é fo rm a im a g in a rá la d e fin itiv a re a liz a c ió n d e su
v e h e m e n te e sp e ra n z a - “Y sólo e n la e sp e ra n z a m e confio... n o s d ijo
e n u n o d e sus s o n e t o s - e l p ro fu n d o y m en estero so d o n F ran c isco
d e Q uev ed o ? C om o té rm in o a la vez lógico y ex isten c ia l d e su id ea
d e la v id a h u m a n a , Q uevedo te m e a la m u e rte y la espera. E n o tro
lu g a r lo h e d e m o stra d o c o n te x to s fe h a cie n te s ٠. T e m e d e la m u e rte
lo q u e e lla q u ita : e l goce d e l m u n d o v isib le ; goce m e n e a d o e in-
cierto , m a s n o p o r ello m en o s real. E sp e ra d e la m u e rte lo q u e la
m u e rte p u e d e d a r : u n m o d o d e e x istir e n e l c u al sea re a lid a d p ie.
n a r ia la fe lic id a d q u e ta n d efic ien tem e n te ofrece la v id a te rre n a l. ¿S erá
p osible resolver e l conflicto e n tre esos dos se n tim ie n to s c o n tra d ic to ,
rio s? M ie n tra s e n su a lm a p u g n a n el te m o r y la e sp e ra n za , Q uevedo

٠ En mi estudio “La vida del hombre en la poesia de Quevedo... recogido en


«1 libro Vestigios (Madrid, 1948).
136 LA ESPERA LA ESPERANZA

tr a ta de co n seg u ir su h o n d o p ro p ó sito p o r la via de la creen cia y e l


e n s u e ñ o ‫ ؛‬esto es, m e d ia n te u n a p refig u ració n de la v id a p e rd u ra b le
e n q u e él c ris tia n a m e n te cree y espera.
T rá ta s e d e u n a solución agónica, e n el sen tid o de U n a m u n o ; p ero
la a g o n ia n o e n g e n d ra a h o ra desesperación, sino esp e ra n za , la espe.
r a n z a de u n a v id a y u n m u n d o tran sfig u rad o s. Q uevedo espera reci-
b ir alle n d e la m u e rte alegres p a ra b ien e s “ de n u e v a lib e rta d , d e nue-
vo e sta d o ” ‫ ؛‬m as n o se c o n fo rm a si e n ese “ nuevo e stad o ', n o vuelve-
a e n c o n tra r, .bajo re n o v a d a figura, to d o c u a n to p a ra él fué bello y
a m ab le en su ex isten cia te rre n a l. Q u iere q u e m ás a llá de la m u e rte
le a c o m p a ñ e d e m o d o suficiente y d efinitivo c u a n to e n su v id a am ó,
com o si sólo asi p u d ie ra ser co m p leta 'su fe lic id a d e te rn a . L a .espe-
ra n z a le p e m i t e ven cer la oposición q u e n u e stra m e n te d escu b re en-,
tr e el m u n d o real y el ideal, y su p e sim ism o a n tro p o ló g ic o hácese
o p tim ism o tra sc e n d id o c u a n d o p ien sa q u e la v id a h u m a n a , su pro-
p ia vida, es c ap a z d e llev ar a definitiva e te rn id a d lo q u e él a m ó y
q u iso e n este m u n d o . L a disociación e n tre “a p a rie n c ia " y “re a lid a d
v e rd a d e ra ” q u e d a c o n v e rtid a e n su p e rio r u n id a d p o r o b ra d e la fe.
la v o lu n ta d y la e sp eran za.
Q uevedo n o q u ie re q u e su cu erp o y su m e n te se separen, y m e-
n o s q u e se o p o n g a n e n tre si. A sp ira a que, c ru z a d a la rib e ra d e la
m u e rte , lleve el a lm a consigo los cu id ad o s y se n tim ie n to s d el c u e rp o :

Conmigo van m ٤ 8 cuidados,


y por eso parto alegre,
y aun quiero que lleve el alma
la parte que el cuerpo siente,

dice, im a g in a n d o su p ro p io m o rir; y to d a v ía m ás v ig o ro sa es o tr a
ex p resió n p ré tic a d e l m ism o p e n sa m ie n to :

De esotra parte de la tnente dura


vivirán en mi sombra mis cuidados
y más allá del l^ th e mi memoria.

L as ag u as obliviscentes del I ^ t e o n o im p e d irá n la p re sen c ia tra n s -


m o rta l d e to d a la v id a te m p o ra l del p oeta, e te rn iz a d a ya. C o n ta l
v iveza la espera, q u e a n h e la u n a m u e rte in m e d ia ta m e n te cau sad a p o r
el a m o r - “ ‫؛‬Q ué g lo ria, q u e el m o rir d e a m a r n a c i e s e s ó l o p a r a
q u e sea m ás d ire c to e in te g ro su trá n s ito desde la v id a a la sobrevida.
A lg o m ás, sin e m b arg o , e sp e ra Q uevedo. Q tiiere el cuerpo, su
cu erp o , c o n la lla m a q u e c o rría p o r sus v enas y h a c ia a rd e r e l tu é ٠
LA ESPERANZA DE W S TOAMCt.NALES 13?

ta n o de sus h u e so s; q u ie re y esp era n o tic ia y pasión, lu m b re d e v i -


siOn y lu m b re d e fuego. T a l es el sen tid o d e estos tre s versos d e u n ‫؛‬
soneto a L is id a :

L lam a que a la Inm ortal ▼Ida trasciende


ni tem e con el cuerpo sepulnira,
ni el tiem po la m arch ita n i la o fen d e‫؛‬

y el d e estos otros, p ro c e d en te s d el epitafio q u e p a ra su tu m b a p r o -


pone:
A ú n ard en de las llam as habitado s
sus huesos, de la vida despoblados.

E l te m a d e la cen iz a e n a m o ra d a se re p ite con m u y significativa


frec u en c ia e n la poesia grav e d e Q uevedo. ‫ ﻣ ﺎ‬q u e h a de y a ce r e n su
tu m b a es “el cuerpo, q u e d e a m o r a ú n n o se olvida... “V iv iré tie rra
a m a n te '., dice o tra vez, d a n d o v alie n te acepción tra n s itiv a a l verbo
“ vivir’.. P e ro .e s el e stu p e n d o so n eto A mor constante m i s allá de la
muerte el te stim o n io m ás p o d eroso y bello de su m e d u la r necesidad,,
de su in tim a e sp e ra n z a de tra sc e n d e r ín te g ra m e n te a v id a m á s a lta :.

... n ad ar s a l» m i llam a la ag u a fria


y jK rder el respeto a ley severa.
A lm a a qu ien t é u n Dios prisidn h a sido,
venas q ue hu m o r a ta n to fuego h a n dado,
m e d u la que h a n gloriosam ente ardido,
su cuerpo d ejarán , no su cu id a d o ‫؛‬
serán ceniza, m as ten d rá sentido,
polvo serán, m as polvo enam orado.

E l cu id ad o , el sen tid o , la llam a, el a m o r d e l h o m b re e n te ro , con-


su a lm a y su cuerpo, sig u en viviendo a lle n d e el m o rir. Q u ie n d ijo
“a m o la v id a co n sab er q u e es m u e rte ., dice ta m b ié n “am o la m uerte-
p o r sab e r q u e es v id a ". E l d ra m á tic o in te n to de re d u c ir las dos tesis
a u n id a d vivida, n o m e ra m e n te d o c trin a l, es, a m i jtiicio, la clave-
m ás p ro fu n d a d e la poesia de Q uevedo.
Q uevedo, e n su m a, e n tie n d e q u e n o ser¿ c o m p le ta la fe lic id a d de
la v id a p e rd u ra b le , o b je to d e su e sp eran za, si n o posee e n ella pie.
n a ria y e te rn a m e n te to d o c u a n to su a lm a a m ó y a n h e ló e n el curso--
de su ex isten c ia te rre n a l. A sp ira a poseer, y e l poseer le co n ce d e r¿
la fru ic ió n q u e espera. P o r eso q u ie re q u e el m u n d o visible quede-
a su m id o .en la v id a p e rd u ra b le sub specie possessionis.
§4. F r a y L u is d e G ra n a d a esp era e n la v id a p e rd u ra b le la s a -
338 U ESPERA ‫ﻣﻞ أ‬ ESPERANZA

tis fa c c ió n d e u n s e n tim ie n to d e c o m p añ ía. co„W ٠ e„c¿ ٥ ,٠'f r a y L u is de


L e ó n , e l go zo d e c o n te m p la r la v e rd a d , evidencia; Q uevedo. e n fin.
e l c o n te n to p le n a rio d e la posesión, posidencia. T re s m o dos h is p á n i.
eo s, tra d ic io n a le s y m o d e rn o s d e la e sp e ra n z a c ristia n a . Y o los veo
g lo rio sa m e n te re u n id o s e n e l Entierro del conde de Orgaz. ¿A caso
-este lie n z o d e l G reco n o es, e n su m ás secreta cifra, u n a p ro d ig io sa
fig u ració n d e esa e sp e ra n z a ? Sus te m a s cen trale s so n la m u e rte y la
g lo ria. E n to m o a la m u e rte d e l co nde d e O rg a z y a l m ila g ro que
l a d is tin g u e se a g rtip a y e v id en cia la e sp e ra n z a e sp añ o la d e la C on-
tra rre fo rm a . E x p ré s a n la m e jo r q u e c u a lq u ie r te x to las m ira d a s gra-
ves, c o n te n id a s y a rd ie n te s de los h id a lg o s q u e a sisten al pro d ig io so
e n te r ra m ie n to : a te n ta s, unas, a la re a lid a d visible d e u n m u n d o te-
rr e n o , q u e e n e l c a d á v e r d e l co nde se les m u e stra com o d e n sa y sal-
v a b le tr a m a d e p o m p a y c a d u c id a d ‫ ؛‬alzad as, o tras, h a c ia la re a lid a d
e sp e ra d a d e la a lta g lo ria c ristia n a q u e las n u b e s cela n y tra n sp a re n -
ta n . ¿C óm o será esa g lo ria q u e esp e ra n los h id a lg o s d e l Entierro del
conde de Orgaz? M e jo r : ¿có m o es? P o rq u e San' P a b lo n o d ijo que
los cristia n o s “serem os salvos e n e sp e ra n z a ” ‫ ؛‬d ijo « s e m ism o S an
A g u s tín q u e sostiene e l cu erp o m u e rto nos lo h iz o n o t a r - q u e “en
« s p e ra n z a som os salvos” . ¿C óm o es, en to n ces, esa g lo ria q u e y a po-
-seemos e n e sp e ra n z a ?
C on su c u a d ro p o rte n to so , e l G reco n o s dice q u e e n e lla h a y vi-
-8Íón e v id e n te de la D iv in id a d y d e la c reació n tra s c e n d id a : asi ١o
.acred ita n los ojos b rilla n te s y extóticos, saciados y sedientos, d e los
.santos y b ie n a v e n tu ra d o s q u e se c o n g re g a n b a jo las m a n o s d e l Sal.
v a d o r ‫ ؛‬y co n la visión ev id en te, la a p re ta d a y m u tu a convivencia
d e esos cuerpos q u e se a p iñ a n e n ra c im o s d e c a rn e esclarecida, y a
posesión fe liz y d e fin itiv a d e c u a n to e n la tie rra co m en zó a p o seerse:
e l a rp a , el vaso v id ria d o , la m itra , la tia ra , e l arn és, s im to lo s d e u n a
v id a p e re g rin a q ue, a su m id a y a e n la e x isten c ia gloriosa, g a n a su Ú1-
ti m a e in d e fe c tib le e n tid a d . E n v e rd a d , el Entierro del c o à de Or•
gaz es u n a d e las claves m á s seguras p a ra e n te n d e r a q u ella esperan-
z a esp añ o la, a u n tie m jjo m o d e rn a y m edieval, de los años q u e tta n s -
c u r te n e n tre ! « p a n to y la In v e n c ib le ‫ إ‬٠.
§5. E n m o d o a lg u n o tra to d e a firm a r q u e d u ra n te los siglos m o-
d e rn o s sólo p o r españoles h a sido c ris tia n a m e n te im a g in a d o el obje-
t o d e la e sp e ra n z a escatològica. A caso h a y a sido E s p a ñ a e l pu eb lo
<jue co n m á s v ig o r y p la stic id a d h a ex p re sa d o su fe e n la c o n tin u i-

10 Américo Castro ha visto muy bien esa eficaz presencialidad de la gloria


esperada en el alma de la hutnanidad es۴ rante. por la cual gana su último sentido
«1 prodigioso lienzo del Greco (La realulad histórica ‫ى‬‫ ﺀ‬España, pigs. 6 3 1 .2 ).
IA ESPERANZA DE LO S TRADICIONALES ‫ودر‬

.dad re a l y sucesiva d e 1.8 d ٠ s m u n d o s d e l e sp íritu e n c a rn a d o : e l


'm u n d o q u e se ve y e l q u e se espera. P ero, c o n m a y o r o m e n o r com -
p lacen cia en. ‫؛‬a f l o r a c i ó n sensible d e la v id a espera.da, la teologia y
la e sp iritu a lid a d católicas n o h a n d e jad o d e c o n sid e ra r p ensable, y
h a s ta im a g in a b le, esa v id a h a c ia la c u al se e sfu e rz a y m u e v e la es-
p e ra n z a d e l c ristian o .
L a d escripción, a veces, se c u b rirá c o n la c a u te la d e la an alo g ia.
“P o r a n a lo g ia c o n las cosas corporales h a y q u e co n ce b ir y e x p lic a r
.las cosas e sp iritu a les", dice Ia s s io ‫ ل‬y, de a cu e rd o c o n su p ro p i¿ nor-
m a, describe e l lumen gloriae com o u n a irra d ia c ió n lu m ín ic a d e D ios,
'“sol d e l m u n d o in c o rp ó re o '. (De su m m o bono, II, 8). O tra s veces, e n
cam bio, la Indole d e la p o s trim e ría c o n te m p la d a h a r á m á s in ttiitiv o y
d ire rto e l relato . I^ a s e , a m o d o d e ejem p lo , e sta visión d e la resu-
rre c c ió n de la carn e, p ro c e d e n te d e u n serm ó n d e B o ssu e t: “C u a n d o
lle g u e la h o ra e n q u e D ios d e cid a d e sp e rta r a los elegidos d e su sue-
fio, sa ld rá d e l tro n o y d e la p ro p ia boca del- H ijo d e D ios u n a voz
q u e m a n d a r á re v iv ir a los d ifu n to s ... A l so n d e esa o m n ip o te n te voz,
q u e se h a r á o lr e n u n m o m e n to desde O rie n te h a s ta O ccid en te, y
.desde e l S e p te n trió n h a s ta e l M ed io d ía, los cuerpos y acentes, los
h u e so s desecados, la cen iz a y e l polvo frio e in sen sib le se conm ove-
r á n e n e l h u e co d e sus tu m b a s. T o d a la n a tu ra le z a e m p e z a rá a re-
m o v e rs e ; y e l m a r y la tie rra y los ab ism o s se d is p o n d rá n a devol-
v e r sus m u e r t o s ...'. ‫دد‬. M ás co nceptuales y m enos im a g in a tiv o s son,
pese a l Im p e tu o ra to rio , los p á rra fo s q u e e l p ro p io B ossuet co n sag ra
a la ex p lic ac ió n d e la v id a b ie n a v e n tu r a d a ‫ ا د‬. P e ro c u a n d o la m e n te
c a tó lic a a c tú a a n im a d a p o r e l e stro poético, e n to d o tie m p o y e n
to d a la titu d se h a le v a n ta d o h a s ta la im a g in a c ió n in ttiitiv a o m eta-
fisic a d e la v id a tra n s m u n d a n a . U n f r a ^ e n t o d e l Jjoem a E l sueño
de Geroncio, d e l c a rd e n a l N e w m a n , re la tiv o a l ju ic io p a rtic u la r, pue-
d e serv ir d e p a ra d ig m a . D ice e l á n g el a l a lm a sep arad a, q u e p id e ver
‫ ق‬D ios :
Entonces, una visión, o Jo que sea visión pata las almas,
vendrá sobre ti, como un rayo.lI

I l Bossuet, Serm ón para el dia de D ifu n to s (Goubert y Cristiani, ٠۶. cit., pá-
ginas 169-170). Esta católica estimación de la naturaleza creada y del cuerpo - y ,
por lo tanto, de la realidad te rre n a l- es la clave de la actitud de Bossuet en su
lamosa polémica con Fénelon acerca del amor de Dios. Aunque menos ingenua
que la de Iray Luis de Granada, la esperanza cristiana de Bossuet no era menos
plenariamente hum ana Cuando la “vida espiritual” se hace “vida espiritada”, co-
mienza a dejar de ser ortodoxamente católica: ése fti، el caso de Molinos y c o n
menor gravedad— el de Fénelon.
1» ‘*Méditations sur l'Evangile”, Oeuvres, cd. de P. Lachat, c VI, pàg8. 605.
607 y 647-648.
140 ESPERA LA ESPERANZA

y verás, desde el sen. de las profundas tinieblas,


al que ama tu alma y ha de hacerte feliz al acercarte.'
Un momento. Porque td no sabes, hijo mio,
lo que pides. Esa visión de la bellesa misma
te regocijará, mas te traspasará también.

D esde la m ás re m o ta a n tig ü e d a d c ristia n a h a s ta ho y , la m u d a n z a


de los tie m p o s n o h a ro to n i a lte ra d o su sta n c ia lm e n te la concepción
tra d ic io n a l d e la esp e ra n za . U n a m ism a id e a d e la e sp e ra n z a teologai
h a p e rd u ra d o eodem sensu, eadem sententia b a jo ta n ta s y ta n ta s d i.
feren cias accid en tales.

II.— L a esperanza terrenal

P o r el h e ch o d e ser e sp e ra n za c ristia n a, la e sp e ra n z a te rre n a l d e


los cristia n o s tra d ic io n a le s - o , si se q uiere, de los católicos m o d e r.
n o s - m u e stra u n a lin e a cen tral, n o rm a tiv a , y dos a c titu d e s ex tre-
m as. Ser c ristia n o exige o rd e n a r h a c ia el fin U ltim o d el h o m b re to-
dos los fines te m p o ra le s ‫ ؛‬y, p o r lo ta n to , s itu a r e n la lin ea de la es-
p e ra n z a teologal las v arias esp eran zas te rre n a les q u e d e m o d o ta n
in e lu d ib le p id e la ex isten c ia in via. E s la b ie n co n o cid a tesis igna-
c ia n a d e l “ta n to c u a n to " . P e ro esa o rd e n a c ió n p u e d e ser c u m p lid a d e
dos m o dos c u a n tita tiv a m e n te o p u esto s: la re d u c ció n d e la e sp e ra n z a
te rre n a a u n m in im o (negación ascética d e l m u n d o ), 0 la re c ta exal-
ta c iá n d e la m a g n a n im id a d a d q u irid a (recreación h u m a n a de la re a .
lid ad ) 1٥. A p e n as será necesario a d v e rtir q u e el catolicism o de los si-
glos m o d e rn o s, h is tó ric a m e n te fiel a lo q u e esos siglos significan en.
la e x isten c ia del g én ero h u m a n o , h a p re fe rid o esta seg u n d a vía. Es-
v e rd a d q u e el R e n a c im ie n to com ien za con el ásp ero gesto d e Savo-
n a ro la , y q u e siem p re la ascética c ristia n a h a o p uesto a- la v a n id a d
de lo te m p o ra l la firm eza de lo e tern o , y q u e n u n c a h a n fa lta d o y
n u n c a fa lta rá n c ristian o s con vocación d e c a rtu jo 0 de tra p e n se .
T o d o ello, sin e m b arg o , n o h ace sino su b ra y a r p o r c o n tra ste la ere-
c ien te afirm ación d e la re a lid a d c re ad a e n cierto sen tid o , d el m u n -
d o - q u e desde el siglo XVI viene h a cie n d o la e sp iritu a lid a d católica.
D e o tro m odo n o p o d ría e n ten d e rse la o b ra h istó ric a d e la C om pa-
ñ ía de Jesús, el m ás tip ic a y eficazm ente “ m o d e rn o ” e n tre to d o s loa
m o v im ie n to s de esa e sp iritu a lid a d . L a d o c trin a teológica d e la cien-
cia m ed ia, el cu ltiv o sistem ático de la ciencia p ro fa n ¿ , la e stim ac ió n
I» Recuérdese lo dicho acerca de la magnanimidad en la exposición de la Idea
tomista de la carranza.
LA ESPERANZA ٠‫ﺀ‬ LOS TO A D C O N A L ES 141

¿e Ja n a tu ra le z a en el a rte b arro co , el p ro b a b ilism o m o ra l y ta n ta s


. t r a s cosas, ¿se ria n h istó ric a m e n te explicables sin esa a sc e n d en te es.
tim a c id n d e l saeculum?
E l R en a c im ie n to tra e consigo u n fu e rte au g e d e la e sp e ra n z a te-
rre n a . E l h o m b re m o d e rn o esp era m u c h o d e s i: Deus in terris, se
lla m a a si m ism o, p o r boca de M arsilio F ic in o j petit Dieu, p o r la de
L e ib n iz . T a n to espera d e su virtus propria qtie, com o p ro n to vere-
m os, a c a b a rá e sp e ra n d o d em asiad o . P ero, a u n sien d o o rd e n a d a , esa
vigorosa e sp e ra n z a te rre n a d e l católico p o stm e d iev a l p u e d e a d o p ta r
dos figuras m u y d istin ta s e n tre si, seg ú n sea m á s o m enos firm e la
in sta la c ió n d el e sp e ra n za d o e n su p ro p ia h isto ria . T ra te m o s de com -
p re n d e rla s, a fa v o r de ejem plos b ie n d em o strativ o s.
§1. Si e n la v id a d e l h o m b re h a ex istid o u n a sirtiació n h istó ric a
v e rd a d e ra m e n te c o n fo rta d a p o r la vivencia d e la seg u rid ad , esa si-
tu a c ió n es, sin d u d a , el siglo XVII francés. N o parece u n . a z a r lin-
gü ístíco q u e la p a la b ra c o n q u e el fran cés ex p resa el s e n tim ie n to de
.sentirse seguro (sécurité) en el seno de u n a s e ^ ir id a d o b je tiv a (sûreté)
fuese oficial y d e fin itiv a m e n te a ce p ta d a en el siglo XVII. Je prévois
que ce mot sera un jour fort en usage, à cause qu’il exprime bien cette
‫ ﺀ‬0 „ ‫ ﺀ ﺀ أ» ه'ﻟﺮ‬asseurée que nous ne sçaurions exprimer en un mot que
par celuylà, e scrib ía en 1647 el g ra m á tic o Vaugela's. U n h o m b re algo
a n te rio r a esa fecha, M o n ta ig n e , y o tro m u y poco p o sterio r a ella,
B ossuet, v a n a m o stra rn o s cóm o se configura e n ,una situ a ció n d e se-
g u rid a d la e sp e ra n z a te rre n a l d el católico m o d e rn o .
M o n ta ig n e , todos lo saben, espera en el m u n d o la fe licid ad de su
serv ir te rre n o , lo g ra d a m e d ia n te el co n o cim ien to y el cu ltiv o d e si
m ism o . V ivid y m u rió com o católico sincero pero, im p re g n a d o
h a s ta e l tu é ta n o del a lm a p o r su m e n ta lid a d d e “h o m b re m o d e rn o .',
llegó a e x tre m o s m u y poco c o m p atib les con la o rto d o x ia c a tó lic a : se-
p a ró la m o ra l d e la re lig ió n y la ra z ó n de la fe. D esde su b ie n cince-
la d a in tim id a d p e rso n al d e CTistiano ep icú reo y escéptico, si se m e
ad m ite, ta l expresión, p ro c u ró v iv ir v is to s a m e n te en el m u n d o y
p a ra si m is m o : “E n m i o p in ió n , es ‫ ا ﺀ‬vivir dichosamente y no, com o
d ecla A n tlste n es, el morir dichosamente lo q u e c o n stitu y e la felici-
d a d h u m a n a ” , d e cla ra en sus reflexiones sobre el a rre p e n tim ie n to 1 .‫ ؛‬٥

1. No debo tratar aquí el problema de la religiosidad de Montaigne, tan am-


pllamente debatido desde el siglo xvni, ni exponer la polémica en torno a su
supuesto criptoprotestantlsmo. Me atengo simplemente, a este respecto, a la con-
clusidn de c . Constantin en el articulo “Montaigne’., del D ictionnaire d e Théologie
C atholique de Vacant y Mangenot.
1« Essais de M ontaigne, UI, 3. cito jwr la ed. de J. V. Leclerc, t. n , pág. 2٥٠
(Paris, 8. a.).
142 LA ESPERA LA ESPERANZA

Q u ie n e n situ a ció n d e se ٣ id a d asi co n cib e y asi p la n e a su p ro p i*


v id a, ¿có m o e n te n d e r ، y s e n tir ، su e sp e ra n z a te rre n a ?
M o n ta ig n e sabe q u e e l e sp e ra r p e rte n ec e c o n stitu tiv a m e n te a 1*
e x isten c ia te rre n a l d e l h o m b re . P u e sto q u e d e m o d o ta n sú b ito cam -
b ia n las cosas h u m a n a s , “es d ifícil ju z g a r - n o s dice— c u á n d o e sta -
m o s e n v e rd a d a l cab o d e n u e stra e sp e ra n z a ” ‫ ل‬y asf, com o e n se ñ a
u n viejo verso d e P e n ta d io , esp era h a s ta el g la d ia d o r v e n cid o sobre-
la a re n a y c o n d en a d o p o r el p u lg a r d e la plebe (II, 3). S abe tam b ié n ,,
c o n tra los q u e to rp e m e n te p re d ic a n el p u ro a te n im ie n to a los bienes-
p resen tes, q u e e l h o m b re e stá siem p re m ،s a ll، d e si m ism o, porque,
“ el te m o r, e l deseo y la e sp e ra n z a nos la n z a n h a c ia e l p o rv e n ir y
n o s ro b a n el se n tim ie n to y la c o n sid eració n d e lo q u e es, p a ra c o m .
p la c e m o s con lo q u e s e r،, in clu so c u a n d o n o so tro s n o seam os” (I, 3).
Sabe, e n fin, q u e la e sp e ra n z a de u n g ra n b ie n h a c e a veces desear-
la m u e rte , y q u e ese deseo, “a l c u al el c alo r d e la e sp e ra n z a y una-
tra n q u ila y rep o sad a in c lin a c ió n d e l ju ic io nos llev an a m e n u d o ” , n a
d e b e ser lla m a d o ‘-'desesperación” , com o ta n im p ro p ia m e n te algunos-
p ro p o n e n (II, 3). P ero , sab ie n d o to d o eso, Ó1 prefiere poseer el a r te
d e g o z a r d e l p re se n te c u a n d o éste m erece d e m o ra rse e n ¿1: “U n.
d ic c io n a rio te n g o p a ra m i u s o : paso e l tie m p o c u a n d o es m alo e in .
cóm o d o Î m as, c u a n d o es b u e n o , n o lo qtUero p a sa r, lo g u sto m o rt^
sá m e n te (je le retaste), m e d e ten g o e n Ó1: es necesario a p re su ra r l a
m a lo y a se n ta rse e n lo b u e n o '. (III, 13).
T re s reglas p rin c ip a le s c o n tie n e n los Ensayos d e M o n ta ig n e p a r *
la a d q u isic ió n d e ese a rte s u til: e v ita r e l a rte p e n tim ie n to , h a s ta d o n .
d e ello sea p osible (III, 2 ) ‫ ل‬p e n sa r con frec u en c ia e n la m u e rte , para,
q u e el h á b ito d e m e n o sp rec ia rla n o nos im p id a g o z a r d e la v id a (I, 19),.
y p ro p o n e rse acciones y em presas acordes con las in clin a cio n e s y las-
p o sib ilid ad es d e la p ro p ia n a tu ra le z a (II, 12, y III, 12). Q tiien sig a
esas reglas n o lle g a r،, c ie rta m e n te , a señ o rear su p ro p io p o rv e n ir, p o r-
q u e “es im p ru d e n c ia e stim a r q u e la p ru d e n c ia h u m a n a p u e d a lle n a r
e l oficio d e la fo rtu n a , y es v a n a la e m p re sa d e l q u e p re su m e a b a rc a r
causas y consecuencias y llev ar de la m a n o el progreso de su acción” '
(III, 8),. p ero , a l m enos, a u m e n ta r ، h a s ta el m á x im o la p ro b a b ilid a d
d e u n p o rv e n ir p lacen tero . P a ra M o n ta ig n e , la e sp e ra n z a te rre n a e&
la a c titu d d e l a lm a fre n te a u n ev en to fu tu ro , g ra to y susceptible d e
ser a lc a n z a d o m e d ia n te e l re c to ejercicio d e las v irtu a lid a d e s q u e la
n a tu ra le z a y la e d u cació n h a n d a d o a l h o m b re . E l “a rte d e esperar.^
c o n o tra s p a la b ra s : el a rte d e co n seg u ir q u e la v id a sea u n a se-,
g u ra sucesión .de p resen tes g u s t o s o s - es u n a de las p rim e ra s condi.,
ciones de la felic id a d h u m a n a y re q u ie re u n refinado cu ltiv o d e las.
IA ESPERANZA DB LOS TO A B JC IO N A l^a ‫ أ‬4‫ل‬

cap acid ad es y d .t e s n a tu ra le s. A s‫؛‬, e l e sp e ra n z a d o seg ú n arte , sin de^


ja r d e c u m p lir la in e v ita b le ex ig en c ia d e e x istir p ro y e c ta ‫ ؛‬, h a c ia e l
iu tu r o — estre tousjours ‫ ﻻ ه‬delà (I, 3 ) - . lo g ra v iv ir co n la m á x im a
in te n s id a d y la fru ic ió n m á x im a e l in s ta n te q u e pasa. E n o rd e n a s u
e x isten cia p erso n al, y a fa v o r d e lo q u e S a n to T o m á s llam ó virtus
propria, M o n ta ig n e a sp ira a ser, y a e n la tie rra , d u e ñ o y señ o r d e s u
p ro p ia te m p o ra lid a d . N o es o tra la clave d e sus Ensayos, e n lo q u e
¿stos tie n e n d e co nfesión y e n lo q u e tie n e n d e d o c trin a .
§2. M á s re lig io sa m e n te se n tid a y m ás c a tó lic a m e n te p en sad a, la.
a sp irac ió n d e B ossuet e n o rd e n a la ex isten c ia c o le rtiv a e histórica,
del h o m b re es m u y a n á lo g a a la d e M o n ta ig n e fre n te a los eventos-
de su v id a in d iv id u a l. A s‫ ؛‬lo d e c la ra n a u n a m ira d a a te n ta la e s tru c .
tu r a y e l c o n te n id o d e su Discours sur rHistoire Universelle. M u c h a s
veces se h a d ich o , y n o sin ra z ó n , q u e el Discurso d e B ossuet es u n a
versió n d e L a Ciudad de Dios a co m o d a d a a la e x p erien c ia y a l s a b e r
h istó ric o d el siglo xvn. C om o S an A g u stín , a u n q u e a l servicio d e un-
p ro p ó sito in m e d ia to m u y d is tin to 1٠, B ossuet co n stru y e u n a visión ca-
tá lic a d e la h is to ria u n iv e rsal, y lo h ace o rd e n a n d o e n dos lineas,
p a ra lela s las vicisitudes del g én ero h u m a n o : la lin e a q u e v a tra z a n -
d o e l d esa rro llo c o n tin u o de la re lig ió n v e rd a d era , desde la creación-
d el p rim e r h o m b re , y la q u e d ib u ja n los sucesivos im p e rio s politicos,
a p a r tir d e aquellos q u e p re c ed ie ro n al egipcio. N o es d ifícil descu-
b r ir e n este e sq u e m a u n a re so n an c ia de las dos “ ciu d ad es" ag u sti-
n ian as. T a m b ié n a g u stin ia n a es la div isió n tra n sv e rsa l d e l a c o n te c e r
h istó ric o e n “épocas", q u e a h o ra son doce. Y a g u stin ia n a y c ristia n a
es, e n fin, la re su elta a trib u c ió n d e u n a c o n tin u id a d y u n a co n siste n -
cia m u c h o m ay o res a la lin e a tra z a d a p o r la h is to ria de la re lig ió n :
“c u a n d o veis r i i c e B ossuet al D e lfin — a los asirios a n tig u o s y n u e .
vos, a los m edos, los persas, griegos y ro m a n o s p re se n ta rse a n te v o s
sucesiv am en te y caer, p o r d ecirlo as‫؛‬, un o s sobre otros, ese estru en d o ,
espantoso os h a c e s e n tir q u e n o h a y n a d a sólido e n tre los h o m b re s
y q u e la in c o n sta n c ia y la a g ita c ió n es la su erte p ro p ia d e las cosas-
h u m a n a s .’ (III, 2). L a re lig ió n , e n cam bio, se sostiene p o r su p ro p ia
f u e r z a : su sólida y c o n tin u a d a g ra n d e z a es, pues, “aq u ello e n que-
u n h o m b re sensato d eb e d e p o sita r su e sp e ra n z a ” (III, 8) 7‫ ؛‬.
¿ Q u iere esto d e cir que, p a ra B ossuet, n o p u e d e n i d eb e e l h o m bre-
p o n e r e sp e ra n z a e n los sucesos d e la h is to ria ? ¿ D eb e re m o s c o n clu ir
q u e se p ro p o n e e d u c a r al D e lfin e n el m enosprecio d e l m u n d o y en-

1« San Agustín se propuso explicar a los cristianos de su tiempo el sentido


de la cafda de Roma: Bossuet pretende formar la conciencia histórica del ^ l f i n .
17 Cito por la trad. esp. de Manuel de Montoliu (Barcelona, 1940).
144 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

>el a b a n d o n , de to d a e sp e ra n za te rre n a ? E n m o d o alg u n o . T a m b ié n


la h is to ria d e l o s . im p e rio s tie n e c o n tin u id a d y o rd e n ; ta m b ié n d e
e l l a p ro c e d e la v e rd a d e ra g ra n d e z a d el h o m b r e : “co m o la re lig ió n
-y el g o b ie rn o p o litic o son los p u n to s so b re los q u e ru e d a n las cosas
h u m a n a s , v e r lo q u e acerca d e estas cosas se e n c ie rra e n u n com -
p e n d io , y d e sc u b rir p o r este m e d io to d o el o rd e n y to d a la conti*
-nuaciOn, es c o m p re n d e r con el p e n sa m ie n to to d o c u a n to h a y de
g ra n d e e n tre los h o m b re s'. (Proposito general). “O rd e n ', y “c o n tin u a ,
e i ó n ” , tales so n las n o ta s q u e re ite ra d a m e n te d escu b re B ossuet e n el
-curso de la h isto ria . T a n to o rd e n ve en ella que, p a ra ilu s tra r al D el.
f in acerca d e lo q u e va a ser su re la to h istó rico , n o vacila e n c o m p a.
ra rlo con u n a c a rta geográfica: “esta especie d e h is to ria u n iv e rsa l es,
Tespecto a las h isto ria s de cad a pals y c a d a pueblo, lo q u e u n m a p a
g e n e ra l es respecto a los m apas p a rtic u la re s'.. C ad a a c o n te c im ie n to
tie n e “su p u e sto p ro p io ” en el o rd e n de los tiem pos, y este o rd e n es
e l q u e d e sc u b re y c o n te m p la “d e u n g olpe” e l ojo d e l h isto ria d o r.
E l a co n te c er h istó ric o aparece a n te B ossuet com o u n a p ro cesió n de
sucesos b ie n o rd e n a d a y b ie n c o n d u c id a p o r u n a “ra z o n a b le ” P ro v i,
d e n c ia : “N o h a b lem o s m ás del a z a r n i d e la f o r tu n a ( o n c l u y e - ,
o h a b le m o s so lam en te d e ésta com o si fuese sólo u n n o m b re c o n el
q u e e n cu b rim o s n u e stra ig n o ra n c ia ” (III, 8). L os sucesos h istó rico s
d e ja n d e ser irreg u la re s y azarosos en c u a n to , con u n a m ira d a a b a r.
c ad o ra y co m p ren siv a — a la postre, e t e r n a - , los c o n te m p la m o s d e n .
tro del c o n ju n to u n iv e rsal a q u e p erten ecen .
E se “o rd e n ” in te rn o y p ro v id e n c ial d e l U n iv e rso y d e la h is to ria
p ro fa n a (III, 2) m u e stra d e m o d o in d u d a b le su “v alo r” . L a h is to ria
de los im p e rio s es valiosa en si m ism a p o rq u e la h a q u e rid o y .orde,
-nado D ios, y p o rq u e d a ocasión a la g ra n d e z a d el h o m b re . D e las
doce épocas e n q u e la v id a de la H u m a n id a d p u e d e dividirse, desde
la creación d el p rim e r h o m b re h a s ta q u e C arlo ra ag n o in s ta u ra el
N u e v o Im p e rio , varias llev an epígrafes p u ra m e n te p ro fan o s : “L a cal-
d a de T ro y a ” , “R ó m u lo , o fu n d a c ió n de R o m a ” , “E scip ió n , 0 C a rta ,
go v e n c id a ” . T a n to m ás valiosa será la a v e n tu ra h istó ric a d e los h o m .
b re s c u a n d o éstos, com o acaece e n las dos U ltim as épocas d e la h is to .
ria u n iv e rsa l — “C o n sta n tin o , 0 la p a z d e la Iglesia", “C arlo m a g n o , 0
el e sta b le cim ien to d el N u e v o Im p e rio ”— , sepan a u n a r el servicio a
la v e rd a d e ra re lig ió n y la co n q u ista d e la g ra n d e z a politica. D e m a-
n e ra e m in e n te h a b ría lo g rad o valor y co n sisten cia la acción h is tó ric a
d e l h o m b re b ajo el re g im ie n to politico de L u is X IV : “P ro teg e la re-
Íigión - d i c e d e él B ossuet— d e n tro y fitera d e l re in o , y h a s ta los
confines d e l m u n d o ... Su a u to rid a d , re v e re n c ia d a ta n to p o r e l m è ri-
LA ESPERANZA DK 1 . 8 ™ a d ic io n a l e s 145

to d e SU p e r s .n a c u a n to p o r ‫ ئ‬m a je sta d d e su cetro, n u n c a se 808.


tie n e m e jo r q u e c u a n d o defiende la causa d e D ios. Y a n o se o y en las
b la sfem ias; la im p ie d a d tie m b la a n te é l; es éste el re y señ alad o p o r
Salom ón, p o rq u e d isip a to d o e l m a l c o n su m ira d a . Si a ta c a c o n ta n .
tos m edios la h e re jía, n o es p o rq u e te m a p o r su tro n o , q u e to d o e stà
tra n q u ilo a sus pies y sus a rm a s son te m id a s e n to d a la tie rra , sino
p o rq u e a m a a sus pu eb lo s y p o rq u e ,, viéndose elevado p o r la m a n o
d e D ios a u n p o d e r q u e n a d a p u e d e ig u a la r e n e l universo, n o conoce
o tro uso m ás bello q u e h a c e rlo serv ir p a ra c u ra r las llagas d e la I g l e
sia" (II, 31).
L a e x te n sió n d e l fra g m e n to tra n s c rito qireda b ie n c o m p en sa d a p o r
la n itid e z con q u e d e cla ra e l s e n tir y el p e n sa r d e B ossuet. E l obispo
d e M e a u x ve la h is to ria com o u n a sc e n d e n te c a m in a r h a r ia la si-
tu a c ió n e n q u e é l existe. E n é sta se h a n re u n id o c o n in tim a y con.
c o rd e a lia n z a las dos in sta n c ia s m ás decisivas e n el re g im ie n to y la
c o n f i n a c i ó n d e l destino, h is tó ric o : la re lig ió n v e rd a d e ra y e l g o b ier.
n o p olitico. E l p re se n te v ivido es u n suelo consistente, salv a d o r y.
p o r a ñ a d id u ra , g u sto so ; n o sólo p o rq u e e n él se fu n d e n arm o n io sa-
m e n te la .creencia y el p o d er, sino p o rq u e desde él, com o d esde u n a
c im a fav o rab le, p u e d e la m e n te c o n te m p la r “d e u n golpe to d o el o r.
d e n d e los tiem pos.’. L a e x isten c ia e n te ra reposa so b re el siglo e n q u e
vive, y la e sp e ra n z a te rre n a es la esp era ra z o n a b le y lab o rio sa d e u n
p o rv e n ir q u e p u e d e d ila ta r e n e l espacio y e n e l tie m p o la v e n tu ro sa
g ra n d e z a y a lo g ra d a : “Im ita d , m o n señ o r, ta n h e rm o so e je m p lo y
le g ad lo a vuestros d e sc e n d ie n te s... Q ue v u e stra a u g u sta casa, la p ri-
m e ra e n d ig n id a d q u e h a y a e n e l m u n d o , sea la p rim e ra e n defen-
d e r los d erech o s d e D io s y e n e x te n d e r p o r to d o e l u n iv e rso e l rei-
n a d o d e C risto , q u e la h a c e re in a r con ta n ta g lo ria ” (II, 31). C om o
p a ra S an A g u stín , la h is to ria es p a ra B ossuet u n magnutn carmen
ta ñ id o p o r u n ineffabilis modulator. P ero , sin m e n g u a d e la in fin ita
y p ro v id e n c ia l so b eran ía d e D ios, in e fa b le ta ñ e d o r su p re m o d e la
h is to ria u n iv e rsal, la lib e rta d y la o b ra d e l h o m b re — effabilis com-
modulator d e su p ro p io d e stin o , p a ra seg u ir c o n la h e rm o sa m etáfo-
r a a g u s t i n i a n a - h a n id o g a n a n d o im p o rta n c ia y valor. B ossuet, a r.
q u e tip o d e católico m o d e rn o e n la se g u n d a m ita d d e l siglo xvn, ex.
p re sa m e jo r q u e n a d ie la m a n e ra fran cesa d e s e n tir y g o z a r e l p re .
s e n te v iv id o ; u n p re se n te q u e e n to n ce s to d a v ía se ve a rra ig a d o e n la
ro c a d e la e te rn id a d . M o n ta ig n e a n te e l flu ir d e su e x isten c ia perso,
n a l, B ossuet fre n te al curso d e la v id a h is tó ric a ; a q u é l d e u n m o d o
m á s e p icú reo y rela tiv ista, éste co n a lm a recia y fo rm a lm e n te cató-.
،٠
146 ‫ﻣﺎ‬ ESPERA ٢ ‫ﻣﻞ‬ ESPERANZA

‫ ﻻ‬ca, m u e stra n b ie n cóm o el c ristia n o m o d e rn o e n tie n d e la e sp e ra n z a


te rre n a , CTtando su in sta lac ió n e n e l m u n d o es s e ^ t r a y firm e.
§ 3. O tro es el caso, c u an d o el católico m o d e rn o vive h istó ric a -
m e n te e n situ a ció n de in se g u rid a d . ¿ N o fu é éste el tra n c e d e l e sp a .
ñol, a p e n a s tra sp u e sta aq u ella a lta c u m b re d e an h elo s q u e p a ra él
fu e ro n los decenios cen trales d e l siglo XVI? H a c ia 1550, la in sta la c ió n
del h isp a n o e n su p re sen te era, m ás q u e in seg u ra, p ro v isio n al. Sen
tiase in c ita d o ra , d e sa z o n a d o ra m e n te p ró x im o al lo g ro d efinitivo d e
la m ás fa b u lo sa e m p re sa h istó ric a q u e h a b ía n visto los siglos. L o s
versos d e l cono cido so n eto de H e rn a n d o d e A c u ñ a

- Y r se acerca, Seflor. o y a e s llegada


la edad suprejaa en que proclama el c ie lo ...-

d e c la ra n con m u y c e ñ id a elo cu en cia esa visión d e l jw rv e n ir in m e -


d ia to com o n o su p erab le tie rra p ro m e tid a : h a c ia ella se m o v ía n el
b rio in m e n so y e l a fá n co lertiv o d e los h o m b re s d e E s p a ñ a 18. C in .
c u en ta , cien años' m ás ta rd e , la a n h e la n te e ilu sio n a d a p rovisionali-
d a d d e l p re se n te se tru e c a e n d esengaño. E l p o rv e n ir n o es y a u n a
a ltís im a m e ta casi a l alcan ce d e la m a n o , sino la in c ie rta sede tem -
p o ra l d e la a m e n a z a 0 d e l vacio ; el p re sen te , e n consecuencia, n o es
p a ra la e x isten c ia d e l q u e lo vive suelo p ro v isio n a l e in c ita n te , s i n .
flu y e n te e in seg u ro tre m e d a l sobre la e te rn id a d . E s ‫ ظ‬h o ra de Q ue-
vedo, V aJdés l ^ a l , C al'derón y el p a d re N ie re m b e rg .
H e m o s e stu d ia d o e n p á g in a s a n te rio re s la e sp e ra n z a escatològica
d e Q uevedo, y lo d ic h o e n to n ces p e rm ite colegir sin d ificu lta d el
m o d o d e su e sp e ra n z a terrenal.. 8‫ ﻣ ﺄ‬dos té rm in o s d e é sta — e l to can -

‫ ال‬De nuevo remito a la. páginas de L a realidad histórica ‫ ﺀه‬España, el pe.


netrante y removedor libro de Américo Castro. Ya he dicho que sus tesis centra-
les ٩ uede a salvo la posible eficacia de alguna critica de carácter parcial— me
parecen sumamente certeras e iluminadoras. “El creyente hispano ha vivido *n
la confianza y en la esperanza, y desde ellas conclbid 8U8 ideas respecto de 8Í
mismo y del espacio vital en que proyectaba su actividad personal” (pág. 13). “El
rigor usado Jjor otros hombres para penetrar en el problema del ser y de la arri-
culacidn racional del mundo se volvió para el espafiol impulso expresivo de su
conciencia de estar, de existir en el mundo: a la visión segura del presente lntem-
poral del ser se sustituyó el vivir como un avanzar afanoso por la región Incalcu-
lable del deber ser; a ‫ ئ‬actividad del hacer y del razonar, olvidados de la pre-
sencia de quien hace y razona, corresponde en Iberia la artividad personalizada,
no valorada según sus resultados útiles, sino de acuerdo con lo que la persona es
o quiere ser: hidalgo, mistico, artista, soñador, conquistador de nuevOs mundos
que incluir en el panorama de su propia vida... o se vive en tensión de proeza, ٠
en espera de rasion es para realizarla...” (pág. ٠6). ‫ ﻣﺎ‬propio del espafiol serla
“viyir desviviéndose” ; Espafia es “la historia de una Inseguridad”. Inseguridad,
aflado yo, ascendente 0 desengañada‫ ؛‬tal es la diferencia que separa a Hernando
de Acufla de Quevedo.
ESPERANZA DE 1 8 ‫™ م‬ a d ic io n a l e s 147

te a la v id a p e rs ٠ n a l y c l r e la tiv , a la v id a h i s t ó r i c a - fu e ro n p o r ¿1
e x p lic ita y re ite ra d a m e n te .declarados. Q uevedo a m a la v id a te m p o ,
r a l y la re a lid a d del m u n d o : pocos h o m b re s h a n ex p re sa d o co n ta n
h o n d a y d ra m á tic a v e h em e n c ia su afección al cu erp o p ro p io y a to d o
lo que ese cu erp o le h iz o conocer y d e se a r:

Siento haber de dejar deshabitado


cuerpo que amante espíritu ha ceftido,

dicen dos d e sus versos m ás confidenciales. D esde el p la ce r d e la


lectu ra, co n sisten te, seg ú n Q uevedo, e n “e sc u c h ar c o n los ojos a los
m u e rto s'., h a s ta las m ás b ajas y m ateriales fo rm as del h u m a n o exis.
tir, to d o e n cie n d e la c u rio sid a d y el gu sto de este a p asio n a d o d e la
v id a : “A m o la v id a con sab e r que es m u e rte ” , nos h a d ich o . N a d ie
m enos p ró x im o q u e él a u n asceta d e la T e b a id a . P ero c u an d o tr a ta
de h a c e r pie e n esa v id a q u e ta n p ro fu n d a m e n te le o cu p a y e n c a n ,
dila, la e n c u e n tra in c ie rta , fu g a z e in co n sisten te. “ )C óm o d e e n tre
m is m an o s te re s b a la s !” , dice u n a y o tra vez a la e d a d d e su exis.
ten cia, co n á n im o m il leguas d is ta n te de aq u el je le retaste de M o n .
ta ig n e , a n te el cu rso de la suya. T o d o u n m u n d o sep ara a l en say ista
fran cés d e l p o e ta castellano. E l suelo d e su p e re g rin a c ió n te rre n a es
p a ra éste u n d esierto a re n o so ; e l p resen te, la a rtu a lid a d de u n a m u e r,
te sucesiva, lé a n s e , si no, estos dos estrem eced o res te rc e to s :

Ayer se fu،, maflana DO ha llegado,


hoy se está yeudo sin parar un punto‫؛‬
soy U D fu،, y un será, y un es cansado.
En .el hoy y mañana y ayer, junto
paflales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.

“Y a n o es ayer, m a ñ a n a no h a l l e g a d o , - h o y pasa, y es, y fu á ...” ,


nos dice e n o tro soneto. D esde su m e d u la r desen g añ o , Q u evedo con.
te m p la el trá n s ito d e la re a lid a d c re a d a — re a lid a d a la cu al su p ro .
p ia v id a p e rte n ec e — , com o e l rá p id o d e sliz a m ie n to d e u n a p elicu la
La visión histórica que yo propongo —el mundo moderno, modulador de la
esperanza de los cristianos tradicionales- no es incompatible con la existencia de
"vividuras” o “moradas vitales”, en el sentido de Castro. Hernando de Acufla y
Quevedo, Bossuet y F،nelon son cristianos modernos y tradicionales. aqu،llos a la
española, estos otros a la francera. Lo cual no equivale a sostener que la “vlvidu.
ra” sea en cada situación histórica un molde psíquico uniforme e Inexorable: bas-
ta pensar en Luis Vives y en Suárez, los cuales, sin dejar de ser inequívocamente
“españoles”, fueron a la vez hombres “copiables”, y de ahí su influencia intelec.
tual allende la frontera hispana. Véase mi articulo Sobre ‫ اﺀ‬ser d e España, antes
mencionado.
148 LA ESPERA r LA ESPERANZA

su g estiv a e in c o n siste n te sobre ei abism o d e la e te rn id a d c re a d o ra y


fu n d a m e n ta l. P a ra M o n ta ig n e , e l p re se n te vale p o r e l p la ce r q u e re-
gala, p re n d a y a n tic ip o del in fin ito p la ce r a q u e la v id a a s p ir a ‫ ؛‬p a ra
Boss.uet, p o r la e te rn id a d e n q u e ese p re se n te re c ta y goZ osam ente
a rra ig a , c u a n d o e l p o d e r p o litico vive e n c o n c o rd ia c o n la religidn-
v e rd a d e ra . Q uevedo, e n cam b io , sdlo e stim a el p re se n te CTrando a tta -
vés d e su in c o n siste n te e in c ie rta fu g a c id ad , a lle n d e la m u e rte q u e 1‫ة‬
a n u n c ia y re a liza , d e sc u b re e n si m ism o y b ajo sus pies c a m in a n te s
la e te rn id a d q u e le d a U ltim o fu n d a m e n to . D e a h i q u e la e sp e ra n z a
te rre n a d e Q uevedo sea, e n su p rim e r té rm in o , u n a ra ra m e zc la de
a v id e z y d e se s p e ra n z a ‫ ؛‬y e n su té rm in o p o stre ro , e sp e ra n z a resuel-
ta m e n te tra sc e n d id a , a su n c ió n d e l m u n d o re a l y firgitivo e n la exis.
te n c ia tra n s m o rta l q u e la e sp e ra n z a escatològica le ofrece. L la n a m e n -
te lo d e c la ra u n a co p la p o p u la r:

Quien espera, desespera‫؛‬


quien desespera, no alcanza.
Por eso es bueno esperar
y no perder la' esperanza 1».

A l m ism o re su lta d o c o n d u ce e l e x a m e n d e la a c titu d quevedesca


a n te 'el fu tu r o h istó ric o . L a Epistola censoria a l C o n d e -D u q u e ‫ ؛‬e l 80-
n e to a l m a l g o b ie rn o d e F e lip e I V ‫ ؛‬aq u el m e m o ria l q u e c o m ie n z a
in v o c a n d o a la “C atólica, sacra y re a l m a je sta d ” ‫ ؛‬la s á tira Sobre et
e stà de la Monarquia:

Toda E s p á está en un tris


y a pique de dar un trasj

e l ta n sab id o so n eto “M iré los m u ro s de la p a tria m ia ” ‫ ؛‬la av ersió n


a la n o v e d a d q u e e l Marco Bruto p ro c la m a : “E l novelero tie n e p o r
v id a m u e rte s y fa lle cim ien to s p e rp e tu o s. Y es fu e rz a , o q u e d e je d e
ser novelero, o q u e siem p re te n g a p o r o cu p ació n e l d e ja r d e s e ri.‫؛‬
to d o n o s dice q u e e l h o m b re F ran c isco d e Q uevedo vivid h istó ric a ,
m e n te e n la in se g u rid a d y la d esesperanza. Y n o p o rq u e su p a tria
n o conservase p o d e r, sino p o rq u e , h a b ie n d o a n h e la d o p o d e rlo y po-
seerlo to d o , la m e n g u a y la d e rro ta h a c ía n s e n tir com o p u ra n a d a lo
to d a v ía poseído. E sc rib id N ie tz s c h e q u e lo p ro p io d e los españole»

1« D ebo esta copla a la b uena am istad de L uis Rosales. L a actitu d d e Que-


vedo fren te a la realid ad de la vida h u m an a h a sido am pliam ente estu d iad a por mf
e n el ensayo q u e antes m ención،. A él rem ito al lector deseoso d e m ás am plia do-
.!m e n ta c ió n .
LA ESPERANZA DE 8 ‫مﺀ‬ ™ a d ic io n a l e s ‫ل‬4‫و‬
es h a b e r q u e rid o dem asiad o . A d e la n tá n d o s e a él. Q uevedo h a b a d i.
c h o q u e la a m b ic ió n d e las g e n tes d e E s p a ñ a llegó p a ra a d q u irir m á s
allá d e d o n d e a lc a n z a la fu e rz a p a ra c o n se rv a r; y asi. la e sp e ra n z a
h istó ric a , q u e p a ra H e rn a n d o d e A c u ñ a h a b ía sid o la in m e d ia ta e x .
p e cta c ió n d e u n a in su p e ra b le p le n itu d , será luego, a la h o ra d e l des.
Cngaño quevedesco, e l re sig n a d o o el acedo te m o r a l a d v e n im ie n to
de u n a CTeciente v a c u id a d — recu érd ese e l “G ra n d e sois, F elipe, a
m a n e ra d e h o y o ”- o, e n alas d el deseo, e l a rb itrism o y e l e n su e ñ o
u n id o s, m esián ica y m ara v illo sa re sta u ra c ió n d e la p a sa d a g ra n d e z a .‘

L ograd, sefior, ed ad t a a venturosa...

M andadlo as،: que a s e r r a r o s puedo


q ue habéis de re sta u ra r m ás que Pelayo,
pues valdrá por ejércitos e l m iedo
y 08 verá el cielo a d m in istra r su rayo.

C o n M o n t a j e , B ossuet y Q uevedo n o q u e d a n a g o ta d a s las a r ti,


tu d e s d e l católico m o d e rn o fre n te a la e sp e ra n za te rre n a l. E l R enaci-
m ie n to y el B arro co europeos son a n c h o cam p o d o n d e e sp ig a r m o d o s
sin g u la res y típicos d e la e sp e ra n z a c ris tia n a e n las re a lid ad e s tem -
p o rales, y las v icisitu d es d e la e sp iritu a lid a d u lte rio re s a l siglo x v n
m a tiz a n d e m o d o in é d ito la tra d ic ió n re c ib id a : la sim p le m e n c ió n
d e l R o m a n tic ism o cató lico es suficiente p a ra su g e rir nuevos h o riz o n ,
tes y pesquisas. T o d a s esas a c titu d e s p o d ría n ser o rd e n a d as, sin e m .
b arg o , con a rre g lo a u n do b le sistem a d e referen cia, seg ú n e l g ra d o
d e afección a l m u n d o p o r p a rte d e l h o m b re q u e e sp e ra y seg ú n la
seg u rid a d d e l suelo h istó ric o q u e sirve d e asien to a la esp e ra n za . M ás
e sp e ra rá e n el m u n d o q u ie n le a m e y co n fie en él, q u e q u ie n d e él
viva desp eg ad o y sie n ta su curso com o la in m in e n c ia d e u n a am en a-
z a o co m o u n a n g o sta m ie n to c recien te d e sus posib ilid ad es d e exis-
tir. P e ro sea te n u e 0 ro b u sta , a m e n a z a d a 0 invasora, ascética 0 m u n .
d a n a , re sig n a d a 0 e x u lta n te , n u n c a la e sp e ra n z a c ris tia n a e n la reali-
d a d c re a d a se tro c a rá e n desesperación o e n p esim ism o m etafisico.
S iem pre, d e u n m o d o u o tro , descan sará so b re la id e a d e q u e la
creació n y sus m u d a n z a s son el re su lta d o d e u n a cto de am o r. Siem .
p re, co m o decfa S u lly -P ru d h o m m e , será c ap a z la e sp e ra n za d e voi.
verse h a c ia las fa tig a d as D a n a id e s d e la acción h istó ric a , p a ra d e c ir con
v o z p e rs u a s iv a :. “H e rm a n a s , ¿y si co m en zásem o s d e n u e v o ? " L a
cu rio sa h is to ria d e l a rb itrism o español, desde a q u e l an im o so e n fe rm o
c e rv a n tin o q u e e n E l coloquio de O í perros e sp e ra b a re m e d ia r los
150 LA ESPERA LA ESPERANZA

m ales d e l r e i n , con la in s ta u ra c ió n d e u n d ia d e a y u n o , lo d e m u e s tra


d e m o d o b ie n p a te n te .

I I I . T eorIa de la esperanza

N o sólo son tra d ic io n a le s los católicos m o d e rn o s p o r e sp e ra r sus-


ta n c ia lm e n te lo m ism o q u e los c ristian o s d e la A n tig ü e d a d y d e la
E d a d M e d ia ; ta m b ié n lo son p o r seg u ir enten d ien d .o su e sp e ra n z a
d e u n m o d o q u e sólo a c c id e n ta lm e n te difiere d e l c o n stitu id o e n tre el
siglo d e S an P a b lo y el de S anto T o m ás. L a d o c trin a m ed iev al d e la
e sp e ra n z a , sea su cufio to m ista , b o n a v e n tu ria n o 0 escotista, conti-
n u a r á e n v ig o r d u ra n te los siglos q u e s i t i e n a l R en a c im ie n to . L a
p o lé m ic a teológica c o n tra M o lin o s y F é n e lo n y la h is to ria d e la teo-
lo g ia católica, desde R ip a ld a h a sta t e p i d i y B illo t, p ru é b a n lo sin
s o m b ra d e d u d a . Divus Thomas... tenebras, mysticam theologiam
obscurare molientes, angelice dissipans, re z a, b ie n significativam en-
te, el b a rro c o titu lo d e i lib ro q u e e l v a len cian o V ic en te C a la ta y u d
p u b lic a b a e n 1732, fre n te a la m e n g u a d a visión q u ie tis ta d e la espe-
r a n z a c ristia n a.
P e ro esa su sta n c ia l tra d ic io n a lid a d d e l p e n sa m ie n to católico n o
h a im p e d id o q u e la m e n ta lid a d m o d e rn a a p o rta se al tro n c o d e la
v ieja d o ttr in a novedades a ccid en tales y com pletivas. M e lc h o r C an o
te n ia p o r ru d o s a los teólogos “e n CTiyas especulaciones está m u d a la
h is to ria ..; y esta h o n d a d v e rd a d , c ie rta e n m ás d e u n sen tid o , h a
g a n a d o firm e y asc e n d en te v igencia después del siglo XVL E n lo q u e
atafte a la te o ria d e la esp eran za, tres son, a m i ju icio , las p rin c ip a le s
n o v ed ad es su scitad as p o r la situ a ció n “m o d e rn a ” d e la e x isten cia h u -
m ana.
§1. R efiérese la p rim e ra al m otivo d e la e sp e ra n z a teologal, y la
tra e n consigo e l n o m in a lism o d e la B aja E d a d M e d ia y el n a tu ra lis-
m o d el R en a c im ie n to , co n su crecien te e stim ac ió n d e la in d iv id u a li-
d a d y las p o sib ilid ad es d e la n a tu ra le z a h u m a n a . C u a n d o S u árez y
A rria g a , sig u ien d o a E scoto, so stien en q u e el m o tiv o u objeto for-
m a l d e la e sp e ra n z a c ristia n a es D ios, co n sid erad o com o su m o bien,
y n o e n c u a n to p o te n c ia a u x ilia d o ra , sus m e n te s n o son ajen as a la
c o n cie n c ia q u e el h o m b re m o d e rn o tien e d e su p ro p ia e n tid a d . P a ra
e sp e ra r la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a , p ien sa S u árez, n o es preciso ape-
la r a la o m n ip o te n c ia d e D ios, b a sta con q u e D ios sea n u e stro b ie n
s u p re m o : non posse recte assignari in obiectum huius virtutis [sc.
‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA DE 1 . 8 TO A D iaO N A LES 151

Spei] formale omnipotentiam ٠ « '* ٠. E l au g e e n la e stim a c ió n d e la


potentia h u m a n a es e v id en te.
§2 ٠ P ro ced e la seg u n d a n o v e d a d d e l c a m b io e n la id e a de D ios
q u e a p u n ta c o n el n o m in a lism o y se d e sa rro lla — h a sta e x tre m o s abu-
sivos y v ic io s o s - c o n la su b sig u ie n te m a d u ra c ió n d e l p e n sa m ie n to
m o d e rn o . E l a m o r de esp eran za, ¿es in teresad o 0 d e sin tere sad o ? C uan-
do el c ristia n o a m a a D ios con p u ro a m o r d e e sp e ra n z a y n o con p ie.
n o a m o r d e c a rid a d , ¿le a m a p o r la re c o m p en sa q u e d e D ios espera
o p o r lo q u e D ios es y m erece? Y, si la e sp e ra n z a se fu n d a sobre el
in te ré s d el h o m b re q u e espera, ¿q u é e stim a c ió n d eb e m erecer del
c ristia n o q u e aspire a la p erfecció n esp iritiia l o viva e n ella? L os
pen sad o res d e la E d a d M e d ia se m o v e rá n e n tre dos a c titu d e s extre-
m a s : la de A b e la rd o y S an A lb e rto M ag n o , cam peones d e l a m o r
d e sin tere sad o — p a ra ellos, el in te re sa d o a m o r n a tu ra l a D ios n o me-
rece a la b a n z a — , y la d e H u g o d e S an V icto r, e n q u ie n la tesis del
a m o r a D ios p o r in te ré s d e q u ie n le a m a tu v o su m ás re su elto p a la,
d in . “T ú n o a m as a D ios p o r su b ie n - d i c e H u g ^ , sino p o r el
tu y o ... ¿ Q u é p u e d es t ú d esear a q u ie n tie n e to d o ? T u p ie d a d es su-
p e rflu a ; m ás te v a ld rá te n e r p ie d a d d e t i m ism o . E l tie n e y a bas-
ta n te . A l q u e es p erfecto , ¿ q u errás, Jjor v e n tu ra , h a ce rle m e jo r? ” 21
E n tr e la ex ag eració n in te le c tu a lista y la ex ag eració n m istica. S anto
T o m á s, com o vim os, supo a d o p ta r u n a posición a rm ó n ic a : el a m o r
d e e sp e ra n z a es a m o r d e concupiscencia y c o n d u ce, p e rfe c c io n á n d n
se, a l a m o r de c a rid a d 0 d e a m ista d .
E l p ro b le m a volverá a p la n te a rse cuando, e l n o m in a lism o d e los
siglos XIV y XV — y, tra s él, la m e n ta lid a d m o d e rn a — s u b ra y e n y ex-
tre m e n la tesis d e la a b so lu ta irra c io n a lid a d d e D ios. Si D ios n o es.
ra z ó n su p re m a, sino lib e rta d y p o te n cia in fin ita s; si la ra z ó n finita
d e l h o m b re n o p u e d e te n e r con la m e n te in fin ita d e D ios u n a rela-
c ió n d e an alo g ia, ¿có m o la c ria tu ra h u m a n a , fo rz a d a a p e n sa r con
su in te lig e n c ia c a rn a l y lim ita d a , p o d rá n o m b ra r y e n te n d e r los bie-
nes q u e D ios, con su o m n ip o te n c ia , h a de d a rle ? ¿ N o será re b a ja r a
D ios y n e g arle e n a lg u n a m a n e ra su in fin itu d y su in e fa b ilid a d , la
o sa d ía d e co n v ertirle , c o n n u e stro a m o r de concupiscencia, e n am a-
d o q u e nos o to rg a los bienes apetecidos p o r n u e stro in te ré s? A m a r
in te re sa d a m e n te a D ios, ¿ n o e q u iv a ld ría a ra c io n a liz a rle h u m a n a -
m e n te , a “c o n ta r'’ ra c io n a lm e n te con E l, a tro c a rle e n ‫ ؟‬n te d e ra z ó n
y h a s ta e n e n te de ragioneria 0 c o n ta b ilid a d ? E l h o m b re n o d eb e
a m a r a D ios p o r lo q u e d e E l espera, sino p o r lo q u e E l e s; a m a r a

»٥ Suárez, Opera (Paris, 1858), t xn,


p ig . 609.
ai ٥٠ sacramentis, ‫ ا‬H, p a n . XIII, ‫ ﺀ‬VII (Patr. ‫ ط‬،., CLXXVI, col. 533).
152 LA ESPERA LA ESPERANZA

D io s es e n tre g a r lib re y c .n fia d a m e n te n u e s tra fin itu d a su o m n ip o -


te n c ia in fin ita. D iv e rsa m e n te m a tiz a d a , ésa s e r ، la m é d u la d e la ac-
titu d e sp iritu a l d e E c k a rt y D u ra n d o , nuevos defensores d el a m o r a
D ios com o p u ro desinterés, y e n ella te n d rá n su p u n to de p a rtid a
las tesis, m á s o m enos e x tre m a d a s y e rró n e as, d e to d o s los m o d e rn o s
a sp iran te s a “d e p u ra r” la e sp e ra n z a c ris tia n a : Jan se n io , M o lin o s y
F é n e lo n . L a e x p lic ita co n d en a c ió n eclesiástica d el jan se n ism o , d e l
q u ie tism o y d el sem iq u ietism o - e n este U ltim o in c u rrió el su til a rz -
o b ispo d e C a m b ra i— afectab a, sobre to d o , a u n a e rró n e a in te r p r e ta ,
ció n teológica d e la e sp eran za. P ero esa c o n d en a c ió n , co n v ien e d e c ir,
lo, seria to rp e m e n te in te rp re ta d a com o la c a n o n iz a c ió n d e aq u ello s
que, fre n te a F é n e lo n , re d u je ro n to rp e y a b u siv a m e n te la c a rid a d a l
a m o r d e c o n c u p is c e n c ia ‫ ا إ‬٠
§3. C o n ciern e la te rc e ra n o v e d a d al aspecto h istó ric o d e la es.
p e ra n z a c ristia n a, es d ecir, a las relaciones e n tre la h u m a n a lib e rta d ,
e l curso d e la h is to ria y la p ro v id e n c ia d iv in a . L a e stim ac ió n m o d e r-
n a d e la lib e rta d e fe rtiv a d e l h o m b re , ta n p a te n te e n la d o c trin a del
“co n cu rso sim u ltán eo ., d e l je su íta L u is de M o lin a , ¿ p o d ía q u e d a r
sin co nsecuencias e n o rd e n al p ro b le m a h isto rio ló g ico d e la espe-
ra n z a ? ‫اﺀ‬
U n a id e a n o to ria m e n te p o sitiv a y o p tim is ta acerca d el a lcan ce
re a l de la lib e rta d h u m a n a c o n stitu y e el m ás im p o rta n te su p u esto
h is tó ric o y a n tro p o ló g ic o d e l m olinism o. T a n ta d ig n id a d posee n u e s,
tr o lib re a lb ed río a los ojos d e M o lin a q u e D ios n ecesita d e u n a cien-
cia especial, la lla m a d a “ ciencia m e d ia '., d is tin ta d e la “cien cia na-
tu ra i., y d e la ..ciencia lib re ”, p a ra conocer los fu tu ro s c o n tin g e n te s
d e la b io g ra fia y d e la h is to ria ; y asi D ios n o p re d e te rm in a física-
m e n te n u e stro s a c to s 'lib re s , sino q u e se lim ita a c o n c u rrir s im u ltá .
n e a m e n te c o n la v o lu n ta d del h o m b re e n su e jecu ció n real. D e a h f
la n o v e d a d e n la concepción m o lin ista d e la p ro v id e n c ia d iv in a. P a ra
q u e h a y a p ro v id e n c ia n o seria necesario, c o n tra lo p e n sad o p o r C a.

»2 N o anduvo lejos de ello el propio Bossuet. V íase el ya citad o articu lo d e


s. l e t t i ett e\ Dictionnaire de Théologie Catholique.
»8 T am b ién el problem a antrofw ldgico de la esperanza es considerado por
M olina. SegUn él, cuando la inteligencia hu m an a se ad h iere a las verdades reve-
ladas, la Ubre voluntad, con el solo concurso general q ue Dios presta a todas las
causas segundas, puede esperar lo qtte Dios nos h a prom etido. Ello no constituiré»
sin em bargo, el acto sobrenatural que la salvación exige, sino u n acto n a tu ra l; no
es la esperanza cristian a, sbto la sustancia del acto de esperanza. Dios se ingiere
de alg una m anera en ese m ovim iento, para Intensificarlo y so b ren atu ralizarlo : es
la gracia previnlente, que excita la voluntad a esperar. Si, con ay u d a d e esta g ra .
CUI, la vo lu ntad pone librem ente ‫ ي‬prim er : so brenatu ral d e : ‫ ؟‬ranza, re c ib e
d e ' D s u n Z i t u s sp e i s u p e r n a tu r Á , que p e H n ^ m u ltip licar los actos sem ejan-
tes (C on cordia U beri a r b itr ii cu m g ra tia e d o n is ..., q . XIV, a. 13, disp. XIII). .
‫دا‬ ESPERANZA D E 8 ‫ﻣﺎ‬ TRADICIONALES ‫ل‬5‫ﺀ‬

y e tan o , q u e ios fines p ro v id en ciales sean siem p re alcan zad o s. E n la


sim p lic id a d d e l d e creto p ro v id e n c ia l c a b ria d is tin g u ir, e n efecto, u n a
in te n c ió n a b so lu ta y u n a in te n c ió n co n d icio n al. L a p ro v id e n c ia di-
rig e a la h u m a n id a d h a c ia su fin, e n c u a n to h a dispuesto la existen*
cia d e u n o rd e n d e m ed io s p o r e l c u al los h o m b re s a lc a n z a rá n ese-
fin, si ellos q u ie re n . A h o ra b ie n : e n lo q u e a ta ñ e a l curso re a l y efec.
tiv o d e los ev en to s h istó ric o s p a rtic u la re s, esa d iv in a p ro v id e n c ia n ^
supone e n D ios u n a v o lu n ta d ab so lu ta, sin o co n d icio n al, y asi se e x .
p lic a q u e el o rd e n p ro v id e n c ia l q u ed e con ta n d o lorosa fre c u e n c ia
¿ a l o g r a d .. H a b ría , pues, e n la prO videncia u n p la n d iv in o , ratio or-
dinis rerum in suos fines, q u e p ro p ia m e n te la c o n stitu y e, y la eje.
cu ció n d e ese p la n , q u e se refiere al g o b ie rn o d e l m u n d o y d e ja lu g a r
a la lib re acció n d e las causas seg u n d as. D ios q u ie re e l b ie n y dispone-
to d a s las cosas p a ra q u e e l b ie n sea re a liz a d o ; n o qiiiere e l m a l q u e
prevé y p e rm ite , y n o h a p re p a ra d o sus causas p a ra q u e los hom bres-
lo re a lic e n * ..
E s suficiente e sta s u m a rlsim a exposición d el p e n sa m ie n to d e M o .
lin a acerca d e la p ro v id e n c ia p a ra a d v e rtir la h o lg u ra q u e el teólogo-
Jesuíta concede a la e sp e ra n z a h istó ric a d e l h o m b re , y la acrecid a
re sp o n sa b ilid a d q u e so b re éste h a c e recaer, e n c u a n to su lib e rta d le-
c o n stitu y e e n in v e n to r d e pro y ecto s m e jo r 0 p e o r adecu ad o s a l p la n
divino. M u c h o m ás q u e h a s ta a h o ra , la acción d el h o m b re e n e l ¿ u n -
do q u e d a in c lu id a e n la e sp e ra n z a c ris tia n a com o su sta n c ia de sus
actos *‫ ا‬. L a d o c trin a to m is ta d e la m a g n a n im id a d y el ‫ا‬
c ristia n o q u e esa d o c trin a c o m p o rta a lc a n z a n e n la o b ra d e M o lin a
— a la vez tra d ic io n a l y m o d e r n a - u n vigoroso e in é d ito d esarrollo.
H a b re m o s d e lle g a r h a s ta e l siglo XX p a ra e n c o n tra r u n av an ce d e
im p o rta n c ia p a re ja e n la h is to ria d e la e lp id o lo g ia c ristia n a.

» . Concordia, q. XXII. a. ٠, disp. I y Appendix, I. L a cuestión d e la e sp eran za


"p o r el prójim o.’ ‫ ﻋ ﺊ ﺀ‬: ‫ ئ‬4 ‫ع‬٠ : ٠ ‫؛‬٠: : ٠ ‫ هﺀﻻهﺀ‬Tom ás, y m u y clara, am -
p ^ y valientem ente sostenida por el jesu íta español T . M uniessa (1627.1696) en el
volum en segundo d e sus Disputationes scholasticae (Barcelona, 1689)— será expues.
ta en el cap. III de la tercera parte. S61o en nuestros dias, m erced a los padres C h a r,
les y D an iilo u , h a logrado esa cuestión verdadera actualidad.
*» Creo q u e sería posible dem ostrar la existencia de u n a conexión en tre las
ideas de &J88uet acerca del "orden providencial” de la histo ria —v íase lo q ue o n .
cisam ente se dice de ellas en páginas a n te r io r e s - y la teologia d e la providencia-
de L uis de M olina. Bossuet se lim ita a racionalizar e re d ita , em pirica y h u m a n a -
m ente la parte que en el curro de la h isto ria corresponde a la "Noluntad c o n d ic io
nal” de la Providencia divina.
C a pítu lo II

L A E S P E R A N Z A D E LOS R EFO R M A D O S

F r e n te a los cristia n o s tra d ic io n a les o católicos h á lla n se , e n la


c o m p le ja tra m a h is tó ric a del m u n d o m o d e rn o , los c ristian o s refor-
m a d o s o p ro te sta n te s. N o p u ed o n i debo e stu d ia r a q u í e n su porm e-
Tior el in g e n te suceso d e la R efo rm a . R ec o rd a ré ta n sólo q u e e n él se
d a n c ita to d a s las fu e rz as y todos los m otivos q u e in te g ra n la d in à .
m ic a d e la e x isten c ia h u m a n a , desde los religiosos y teológicos h a s ta
los p oliticos y raciales. L a R e fo rm a p ro te s ta n te n o es u n a h e re jía
m ás. E n m o d o a lg u n o p u e d e ser re d u c id a a la n e g ac ió n 0 a la de-
.fo rm ació n d e tales o cuales dogm as. E s - y de ello p ro v ie n e n la h o n -
d u r a y la g ra v e d a d d e la p e rtu rb a c ió n q u e tra jo a la v id a d e la Ig le,
s i a - el p rim e r re su lta d o de a firm a r y p ra c tic a r el in d iv id u a lism o re-
ligioso. E l m u n d o m o d e rn o tlivo asi “su " h e re jía. Sólo v ien d o a l Pro-
.testantism o com o “la " h e re jía de la m o d e rn id a d p o d rá ser recta-
m e n te p e rc ib id a to d a su e n o rm e significación religiosa e h istó ric a .
¿C ó m o h a e n te n d id o el P ro te s ta n tis m o la e sp e ra n z a c ristia n a ?
E n el a lm a y e n la m e n te de los c ristian o s re fo rm ad o s, ¿ q u é altera-
-ciones h a su frid o la d o c trin a tra d ic io n a l d e la e sp e ra n z a ? T r a ta r é de
re sp o n d e r a estas in te rro g a c io n es e stu d iá n d o la s e n los dos m o m e n to s
m á s decisivos d el m u n d o h istó ric o m o d e rn o : los orígenes d e la Re-
fo rm a y la a c tu a lid a d .

I.-L a e sp e r a n z a e n l o s o r íg e n e s d e la R e fo r m a

L a a c titu d e sp iritu a l fre n te al p ro b le m a religioso d e la e sp e ra n z a


-constituye u n a de las m ás in tim a s y decisivas claves p a ra la c ab al
in te le c c ió n d e la R efo rm a . N a d ie h a sab id o verlo c o n m ás a g u d ez a
LA ESPERANZA ‫ﺳﻞ ﺀه‬ REFORMATOS 155

7 ex p resarlo con m á s v ig o r y p re c isió n q u e j . L . L . A r a n g u re n : " E l


'lu te ran ism o « s c r i b e - n o h a n a cid o d e la concupiscencia, com o
p e n sa b a e l p a d re D enifle. H a n a cid o d e la d esesperación” Ì. L a deses-
Jjeración fu é, e n efecto, el s e n tim ie n to p re d o m in a n te e n el a lm a de
L u te ro d u ra n te los años e n q u e fu é c o n stitu y én d o se su m o d o perso-
n a l d e v iv ir y e n te n d e r e l C ristian ism o . T ra te m o s , pues, d e sCfialar
‫؛‬con a lg ú n rig o r las ralees y las consecuencias d e ese o rig in a rio senti-
m ie n to lu te ra n o .
§1. U n a d e esas raíces es d e o rd e n h istó rico . L a situ a ció n e n q u e
:se fo rm ó el a lm a d e L u te ro — la crisis q u e sep a ra a la B a ja E d a d
M e d ia d e l m u n d o m o d e rn o , in c ip ie n te e n aq u ella sazó n — e ra suelo
id ó n eo p a ra los ra p to s de desesperación e sp iritu a l. J u n to a la in c ie r.
ta e sp e ra n z a d e u n a época n ueva, a lte rn a n d o a veces con ella, e n el
a ire q u e re s p ira n los h o m b re s d e 1500 p e rd u ra n la triste z a , el pesim is-
m o y la in seg u rid a d . L a visión e n tu sia sta d e la d i ^ i d a d d el h o m b re
,coexiste c o n la desconfianza e n la v irtu a lid a d d e la n a tu ra le z a h u -
m a n a , y e l eco ta rd ío d e las d a n z a s de la m u e rte a c o m p a ñ a a la na-
-ciente e x a lta c ió n d e la v id a secular.

Dios no manda ‫ ﻟﻪ‬aconseja


que se desista del mundo,

-dice, en su Nave de los locos, S e b astián B ra n t, Cabeza lite ra ria d e la


.generación a le m a n a q u e p re c ed e a L u te ro . E llo, sin em b arg o , n o ex-
( lu y e la v ig en cia social d e l m ie d o a l p ecado n i e l c o n sta n te asedio d e
la m elan co lía, esa melencolia q u e co n ta n ta fu e rz a va a d ib u ja r D u re-
ro. o tro J a n o d e la época. E sg rim ie n d o su b ie n sa b id a g ra m á tic a h e .
b rea, R e u c h lin d iscu te la e x a c titu d d e la Vulgata, y u ir i c o d e H u t.
'ten , con sus sátiras c o n tra Ju lio II, m in a e n G e rm a n ia la a u to rid a d
y el p re stig io d e l P a p a d o ; p e ro la re b e ld ía c o n tra el o rd e n eclesiás.
tico, e n e l c u al seguia re p o san d o la ex isten c ia e sp iritu a l d e l a le m á n
medi.o, su scitab a e n éste u n a a z o ra d a v ivencia d e p e lig ro e insegu-
rid a d . E ste m u n d o e n tu sia s ta e in c ie rto , fu e rte y d u b ita n te , esp e ra n .
'Zado y m elancólico, d ió p á b u lo c o tid ia n o a l e sp íritu d e L u te ro du-
ra n te sus años de e stu d ia n te e n E r f u r t y jo v e n p ro feso r e n W itte n b e rg .
D os in g re d ie n te s d e ese m u n d o fu e ro n e sp e c ialm en te eficaces e n
la con fig u ració n del p e n sa m ie n to teológico lu te ra n o : e l n o m in a lism o
,y el a g u stin ism o . E n e l o rd e n religioso, el n o m in a lism o d e G uiller-
1 C a to licism o y P ro te sta n tism o co m o fo rm a s ٥٠ existen cia (Madrid. ،952), pá-
gina 52. En mi exposición utilizo ampliamente este excelente libro, tan útil para
-entender desde dentro el suceso de la Reforma protestante. Véase también, del
Jnismo autor, £1 P ro te sta n tism o y ‫ ط‬m o ra l (Madrid, 1954).
156 ESPERA Y EA ESPERANZA

m . d e O ccam , P ie rre d ’A illi y G a b rie l B iel, im p e ra n te e n las a u la s


d e E r f u r t, e ra a la vez pesim ista y o p tim is ta : pesim ista, e n c u a n to
a l co n o cim ien to in te le c tu a l de D ios, cu y a a b so lu ta irra c io n a lid a d afir-
m a b a d e l m o d o m ás re su e lto ; o p tim ista , sem ip elag ian o , e n c u a n to a
las p o sib ilid ad es d e la n a ttira le z a h u m a n a c aíd a p a ra a lc a n z a r su
p ro p ia Justificación. D ios d a ría su g ra c ia d e u n m o d o in fa lib le a
q u ie n p o r c o n seg u irla h a ce to d o lo q u e n a tu ra lm e n te p u e d e h a c e r.
L a a n g u stio sa e x p erien c ia d e L u te ro fre n te a las te n ta d o n e s d e la
c a rn e y del e sp íritu , su desesperada in c a p a c id a d p a ra d o m in a rla s con
el esfu erzo d e la v o lu n ta d , le h ic ie ro n a b a n d o n a r p ro n to ese o p ti-
m ism o, soteriológico del v o lu n ta rism o n o m in a lista . Q u ed ó fiel, e n cam -
bio, a la id e a d e D ios q u e el n o m in a lism o le e n se ñ ó : e l D ios irra -
cional, in e fa b le y a rb itra rio de q u ien es p ie n sa n q u e la ra z ó n es cosa
m e ra m e n te h u m a n a ; u n D ios in c alcu la b le y tre m e n d o a n te e l c u al
acaso será falsed ad y p ecad o lo q u e e l h o m b re cree re c titu d n a tu ra l.
P o r h u ir d e u n D ios ra c io n a l y cuasicalculable, an tro p o m ó rfico , los
n o m in a lista s — y L u te ro co n e l l o s - v in ie ro n a p ro p o n e r u n D io s
in im a g in a b le y caprichoso, a n te e l c u al sólo c a b ria e l te rro r d e g .
o la ciega confianza. D ilth e y h a expresado m u y c la ra y vig o ro sam en -
te esta ra d ic a l h o s tilid a d n o m in a lis ta de L u te ro c o n tra el p e n sa m ie n -
to q u e E u g e n io d 'O rs h a b ía d e lla m a r “figurativo” : “E l C ristia n is-
m o g rieg o n o su p o salir d e l p e n sa r in tu itiv o y figurai. Su cosm os in -
te lig ib le y tra s c e n d e n te e ra el tra s u n to d e l cosm os q u e se ofrece a
la visión. Su id e a d e la tra sc e n d e n c ia n o rebasó ja m á s e l p e n sa m ie n -
to in tu itiv o . V iv ía a n te el espectáculo su p ra se n so rial d e la T r in id a d ,
d e la p ro c re ac ió n e te rn a y d e u n m u n d o d e fu e rz a s d iv in a s ... Sólo
e n los pu eb lo s d e l N o rte se did, e n la evo lu ció n religiosa, el paso h a -
cia la in v is ib ilid a d ... L u te ro , h ijo d e u n m in e ro de la m o n ta ñ a n ó r-
d ica, m o n je e n tre la n ie b la y la nieve, h u é sp e d d e u n a n a tu ra le z a
in im a g in a b le , sin u n destello de a rte en su a lm a , e in clu so sin u n a
fu e rte exig en cia d e sab e r científico, con sólo la in v isib ilid a d d e to d o
lo su b lim e e n to rn o a si, y la in im a g i n a b ilid a d de las fu e rz as supe-
rio res y de las relaciones e n tre ellas, h a sido el h o m b re q u e lib e rtó
a la v id a religiosa d e la fig u ralid ad del p e n sa m ie n to d o g m á tic o . P a ra
él, la v id a es lo p rim e ro . D e la vida, d e las experiencias religiosas y
m o rales q u e e n ella se d a n , p ro ced e to d o saber acerca d e n u e stra
re la ció n con lo in v isib le" ‫ع‬. E n n o m b re d e esa “fo rm a p a té tic a ” d e
la re lig io sid ad se n ie g a to d a posible “fo rm a noètica., d e la re la ció n
del h o m b re con D ios (Z u b iri y A ra n g u re n ). A h o ra b ie n : u n D io s

» .W e lta n sc h a u u n g u n d A nalyse des M enschen seit Renaissance u n d R efor-


m atlon ", en Gesammelte Schriften, t. II, pigs. 57-58.
LA ESPERANZA DE 1 . 8 REFORMADOS ‫ا‬57

p u ra m e n te a rb itra rio , o cu lto y p a tético es, a n te todo, u n D io s d -


p e ra n te .
T a n to m á s lo será si la m e n te , com o rea cc ió n c o n tra a q u ella con.
cepción o p tim is ta d e la n a tu ra le z a h u m a n a calda, cede a la te n ta -
c i¿ n d e a g ra v a r h a s ta e l U ltim o e x tre m o las consecuencias d e l p ecado
o rig in a l. A ello c o n d u ela e l ex ag erad o ag u stin isn io d e la B aja E d a d
M ed ia. E l h o m b re es massa peccati; la n a tu ra le z a h u m a n a , esencial-
m e n te c o rro m p id a p o r el p ecado d e A d á n , n o Serla c ap a z p o r si m is-
m a d e c u m p lir u n a sola a cció n m e rito ria ; el p ecado o rig in a l consis.
t e re a lm e n te e n la co n cu p isc en c ia : tales fu e ro n -la s tesis q u e in fo r.
m a ro n e l e sp íritu d e L u te ro después d e a b a n d o n a d o el o p tim ism o
n o m in a lis ta d e su p rim e ra m o c e d a d : “H a c ia 1510 e s c r i t a j . Pa-
q u ie r— , L u te ro se nos m u e s tra so m etid o a u n a d o b le serie d e in-
fluencias. P o r sus estudios, con la cabeza, es n o m in a lista , se a d h ie re
a este sem irra cio n a lism o q u e ta n to concede a las fu e rz a s d e la v o
lu n ta d nat.ural, y a u n las h a c e in v a d ir e l d o m in io s o b re n a tu ra l. P e ro
vive a to rm e n ta d o p o r p reo cu p acio n es religiosas, so b re to d o a propU-
s ito d e la p re d e stin a c ió n ; su fre te n ta c io n e s d e a b a tim ie n to y desespe-
ra c ió n , d e odio d e D ios. L ee o b ras d e p ie d a d y d e consolación. Y
p o r la p ie d a d q u e d a d e sp re n d id o d e l n o m in a lism o y se a rro ja vio-
le n ta m e n te a las d o c trin a s pesim istas, q u e v en a l m a l p e rm a n e n te -
m e n te a se n ta d o e n e l h o m b re ... Y , com o e l a g u stin ism o m ed iev al,
d o n d e S an .A g u stín h a b la d ic h o concupiscencia é l d irá pecado” 5. L a
d esesp eració n fre n te a la p ro p ia concupiscencia c o n d u c irá a L u te ro a
u n a co n cep ció n d esesp erad a d e la n a ttira le z a h u m a n a . Abyssus abys-
sum invocat, h u b ie ra d ic h o e l v e rd a d e ro S an A g u s tín a n te la b io g ra .
fia e sp iritu a l d el R efo rm a d o r.
§2. L a se g u n d a d e las ralees d e la d esesperación lu te ra n a es d e
In d o le psicológica. D esd e n iñ o vivid L u te ro a to rm e n ta d o p o r t e r r ^
res, escrú p u lo s y an g u stias d e c a rá c te r religioso. E l m ied o a l d ia b lo
y a las b ru ja s le ase d ia b a e n su in fa n c ia ; el e sp a n to a n te la cald a
d e u n ra y o y la “visión te rrib le " q u e le siguió, u n d ía d e ju lio d e
1505, d e te rm in a ro n su in g reso e n el c la u s tro ; la p ro x im id a d d e la
h o s tia c o n sa g ra d a e n u n a p ro cesió n le in u n d a d e te rro r sa c ro ; u n
d ia , e n el coro d el c o n v en to d e E r fu rt, se lee e l ev angelio d e l poseído,
y L u te ro cae a tie rra , g r ita n d o : “ jN o soy yo, n o soy y o l " . T o d o s
lo s b ió g rafo s d e l R e fo rm a d o r se h a lla n concordes e n a firm a r la com -
» Art. *Luther” ٠٥ ‫ وﺀ‬Dictionnaire ‫ ﺀه‬Théologie Catholique d . Vacant-Man-
genot, y trad, francesa del libro del padre Denifle Luther und Luthertum (Luther
e t le luthéranisme, 4 vols.. Paris, 1913-1916).
* Véase‫ ؛‬R Grlsar, Martín Lutero: SM i y SM obra (Madrid, 1934), y el ar-
riculo de j. Paqjjler antes mencionado.
‫ ا‬58 ‫دل‬ ESPERA Y tA ESPERANZA

p le ja e in e sta b le c o n d ició n de su te m p e ra m e n to , a la vez vio len to Y


ansioso, ap asio n ad o y e sp a n ta d izo , escrupuloso y osado, voluntarioso,
e im p resio n a b le, y ta n p ro p en so a l a rre b a to com o a l pavor. Si u n
h o m b re asi es e d u c a d o e n el seno d e u n a relig io sid a d p ro fu n d a y
tr is te ; si luego a p re n d e a ver a D ios com o u n ser in fin ita m e n te arbi-.
tra rio y tre m e n d o ; si, p o r a ñ a d id u ra , es in d u c id o a co n ce b ir su h u -
m a n a n a tu ra le z a com o m asa de co rru p c ió n , im p re g n a d a ٥ radice por-
la co n cu p iscen cia y el pecado, e in c a p a z d e actos valiosos a los ojos
d e D ios, ¿ p o d rá e v ita r q u e la desesperación se a d u eñ e de su a lm a ?
T o d a s las a n g u stia s esp iritu a les q u e p re c e d ie ro n , a la Turmerlebnis,
la fa m o sa “e x p erien c ia d e la to rre ” de 1513, to d as las desolaciones y-
lu c h as in te rio re s d el W a rtb u rg , después d e la D ie ta d e W o rm s (1521-
1522), tu v ie ro n su p rim e r fiin d a m e n to e n la co n flu en cia d e esos tres-
m o tiv o s : te m p e ra m e n to , n o m in a lism o y ag u stin ism o . T a la n te y 8Í٠.
tu a c ió n , d irla A ra n g u re n .
L a d esesperación de L u te ro fué, pues, teológica y psicológica.
U n a c reen cia p ro fu n d a , v ic ia d a y obsesiva e n la v e rd a d d e la p re -
d e stin a c ió n , y las ideas acerca d e D ios y d e la n a tu ra le z a h u m a n a
a n te s m e n cio n ad a s, le h ic ie ro n d esesp erar d e su p ro p ia salvación e-
in c u r r ir e n u n a n g u stio so odium Dei. ¿C óm o e sp e ra r la salvación,
si la o m n ip o te n c ia y la a rb itra rie d a d d e D ios n o d e ja n lu g a r a l lib re
a lb e d rlo d el h o m b re , y si u n o se sien te h e c h o d e b a rro c o rro m p id o ,
de “e stiérco l"? ¿Y cóm o a m a r a u n D ios cu y a p resen cia e n e l s e n .
d e l a lm a es u n a o scu ra e in e x o ra b le a m e n a z a d e c o n d e n a c ió n eter-.
n a ? A ese m ism o té rm in o c o n trib u ía n , desde el seno d e la e s tru c tu ra
p sico so m àtica d e la p erso n a, la co n cu p iscen cia y la tris te z a ; ex ace-
dia ‫ ﺀ ﺀ‬luxuria oritur desperatio, h e m o s o íd o d e cir a S an to T o m ás.
Y ese e sta d o religioso y teológico d e l e sp íritu , c o n flu e n te m e n te en-,
g e n d ra d o p o r lo m ás cim ero y lo m á s b ajo de la re a lid a d personal,-
se h a c ia desesperación psicológica en los te rrib le s rap to s de angustia,,
a b a tim ie n to y lla n to q u e L u te ro padeció. “H e conocido p o r ex p erien -
cia este versiculo d e u n S a lm o : C ad a n o c h e q u e d a m i lecho b a ñ a d o
p o r las lá g rim a s y re g a d o p o r m i lla n to . E n m is ten ta cio n e s, m e h a
e x tra ñ a d o con frec u en c ia h a lla r to d a v ía e n m f u n a p a rc ela d e m i
c o ra z ó n ” , d irá e n sus Tischreden, re c o rd a n d o la desolación e s p iritu a l
d e l W a rtb u rg .
H á llase a h í u n a de las fu e n te s del o rg u llo religioso de L u te ro . N .
h a y d esesperación v e rd a d e ra sin orgullo, y éste crece c u a n d o se pien-
sa, com o L u te ro p en sab a, q u e se h a sido el p rim e ro e n conocer la ver-
d a d e ra desesperación. E n o tra d e sus Tischreden co m en ta e l R efor-
m a d o r la escasa 0 n u la c o n sid eració n de las te n ta cio n e s e sp iritu a le s
ESPERANZA DE LOS REFORMATOS 159،

p o r p a rte d e los teólogos y escritores c ristia n o s; sólo G u ille rm o de


‫ ؛‬aris y J u a n G erso n h a b ría n d ic h o algo, m u y poco, acerca d e e lla s ‫ ا‬.
E n v e rd a d , n o carecía de ra z ó n el in sig n e desesperado. P a ra T o m á s
de A q u in o , in te le c tu a l, san to y h o m b re d e a lm a serena, la desespe-
ració n es u n o b je to d e ra z ó n , m á s o m enos susceptible d e id ó b e a
co m p ren sió n co n cep tu al. S an A g u stín , m u c h o m ás ap asio n ad o y vi-
vencial q u e S an to T o m á s, conoció, si, el d e sa m p a ro religioso d e su
alm a, p e ro esta e x p erien c ia fuó e n él u n estad o p re v io a la conver.
sió n : sin tió la in q u ie tu d y la z o zo b ra d e ser h o m b re d esa rra ig a d o ,
no la desesperación teológica d e l c ristia n o q u e cree “ con te m o r y
te m b lo r" e n las prom esas d e l E v a n g e lio y n o se sien te cap az d e al-
canzarlas. P a ra L u te ro , e n cam b io , la desesperación n o fu é u n con-
cepto, sino u n a e x p erien c ia re a l y estrem eced o ra, u n a v ivencia q u e
le tra sp a sa b a to d o el ser, desde el ápice h a sta el h o n d ó n del alm a, u n
se n tim ie n to q u e le s u m ía e n d ep resió n y lla n to . O rte g a h a a f ir m a d ,
con in sisten c ia la fe c u n d id a d h istó ric a d e la desesperación : d e ella
h a b ría n a cid o la filosofia, y e n ella tu v o su m e jo r aliad o la v e rd a d
del C ristian ism o , c u an d o S an P a b lo la p red icó p o r las c iu d ad e s del
m u n d o a n tig u o *. N o , n o h a sido L u te ro el p rim e r desesperado de-
la h is to ria ; p e ro acaso h a y a sido el p rim e ro e n s e n tir u n a desespe-
ra c ió n re a l desde u n a re a l situ a c ió n de c ristian o . C rela y n o espera-
b a ; n o p o d ia d e ja r d e creer y n o sab ia lleg ar a esp erar. A n te s de-
L u te ro , e n la h is to ria del c ristia n ism o h a h a b id o m u c h o s descreídos,,
pecadores, d u b ita n te s, h e re jes y m elancólicos, p ero m u y pocos deses-
perados, e n el v e rd a d ero sen tid o teológico de la p a la b ra . Y q u ie n
h a con o cid o ,esa desesperación e n su p ro p io e sp íritu , ¿q u é p o d rá
h a ce r?
§ 3. “N in g ú n h o m b re p u e d e p e rm a n e c e r e n la triste z a ” , dice San-
to T o m á s e n sus Quaestiones disputatae de malo (X I, 4). Refiérese el
aserto a la tris te z a e sp iritu a l y religiosa q u e d a o rig e n a la desespe-
ra c ió n teológica. C on m a y o r ra z ó n p o d rá afirm arse, e n co n secu en -
cia, q u e n in g ú n h o m b re es c ap a z de v iv ir e n la d ese sp era c ió n : é sta
p u e d e ser u n ab ism o q u e fu g a z m e n te m u e stra su a m en a z a, n o u n

٥ T am b ién a las Tischreden pertenece este otro texto, en el que, como tan tas
veces TOurre en los dichos de L utero, ta n codo a codo riv alizan la confesión y el
d icterio : “E l diablo echa sobre el alm a ۴ nsam íent 08 horrorosos, el odio de Dios,
la blasfem ia, la desesperación. H e ah f las grandes tentaciones, q u e n i uno solo de-
los papistas h a com prendido. Esos asnos idiotas no conocen m ás tentaciones que
las de la carne” (Tischreden, t. IV, n. 5097).
٠ Obras completas, t. V I, pág. 407, y t v , p ig s. 107-121. Sobre la esjjeranza
y la desesperación en el pensam iento de O rtega: véase el capitulo “O rtega y el
fu tu ro ” .
, ٥٥ U Km* T ‫ف‬ Hm*OT*

su e lo so b re e l c u al h a b itu a lm e n te se c a m in a . P e ro d e la desesperación
p u e d e salirse d e m u c h o s m o dos ‫ ل‬e n tre ellos, e l suicidio, e l a rre p en -
tim ie n to y la evasión. E l su icid a p o r d esesperación in te n ta sa lir d e
« lia d e stru y e n d o su m á s a p a re n te supuesto, la e x isten c ia c o rp ó re a y
te m p o ra l q u e le n ie g a to d o asidero. E l a rre p e n tim ie n to lo g ra a n u la r,
la su stitu y é n d o la p o r la e sp e ra n z a : e l desesperado q u e d e v eras se
a rre p ie n te d e ja d e serlo, com o d e ja de ser e n fe rm o e l p a c ie n te q u e
re c o b ra la salu d . E l evadido, e n fin, o lv id a su desesp eració n e n tre -
g á n d o se a l q u e h a c e r o casional de u n a e m p re sa re a l 0 sofiada, descu-
b r i r tie rra s, h a la g a r la p ro p ia carne, a p re n d e r c ien cia o e sc rib ir poe-
m as. M u y o tro fu é e l c a m in o d e L u te ro , c u a n d o la Turmerlebnis y
las consolaciones d e l W a r tb u rg le sac a ro n d e .s u desesperación. L u te -
r o n o se suicidó n i tr a tó de d isip arse e n p ro fa n id a d e s, m as ta m p o c o
«e a rre p in tió . L a d esesperación siguió e n ¿1; p e ro ju n to a ella, en-
v o lv ién d o la, conso lán d o la, co m p en sá n d o la ^ n m o d o a lg u n o su sti.
tu y é n d o la , com o h u b ie ra acaecido p o r o b ra d e l a r r e p e n t i m i e n t o ,
s u rg ie ro n s ú b ita m e n te e n el a lm a d e l d esesperado u n a n u e v a fe y
u n a n u e v a esjjeran za. E l d e sc u b rim ie n to v iv en cial d e u n a te n sió n
c o m p e n s a d o ra e n tre la desesperación y la e sp e ra n z a , la a su n c ió n d e
la Kreuztheologie o “te o lo g ia d e l m a rtirio ” e n u n a Trosttheologie ٠
" te o lo g ia d el consuelo", p o r la cu al a q u élla q u e d a b a en v tielta, fu e ro n
e l c o n te n id o re a l d e la célebre “E x p e rie n c ia d e la to rre ” y d ie ro n su
v e rd a d e ro com ienZ o religioso a la R e fo rm a p ro te s ta n te . L os Comen-
tarios sobre ٤٥ Epistola ٥ los Romanos, poco p o sterio res a la Turmer-
lebnis, s e rá n la e x p re sió n teológica d e esa e x p e rie n c ia fu n d a m e n ta l
y o rig in a ria .
E l co n so lad o r h a lla z g o de L u te ro tie n e u n n o m b re : es la “fe jus-
¿ fic a n te ”, la in tim a y v iv id a convicción d e q u e la fe, e n te n d id a co m o
p u r a co n fian za e n D ios 0 fiducia, p u e d e, sin obras, ju stificar a l cris-
tia n o . L a fe, com o h a h e c h o n o ta r el p a d re D enifle, q u e d a e n to n .
c e s re d u c id a a ser m e ra fiducia; esto es, confianza, e sp e ra n za . M ás
q u e “ c re er” la v e rd a d d e D ios el l u t e m o a u té n tic o “ co n fia ” e n la
b u e n a v o lu n ta d d e D ios, “espera” q u e D ios le salvará, v ien d o la con-
fian za c o n q u e él se e n tre g a a la o m n ip o te n c ia d iv in a . P e ro e sta con-
s o la d o ra e sp e ra n z a n o a n u la la d ese sp era c ió n : las causas d e ésta - v i -
8Íón d e D io s com o p o te n c ia y a rb itra rie d a d infinitas, visión de la n a .
tu ra le z a h u m a n a com o m asa to ta l y s u sta n c ia lm e n te c o rru p ta , te m o r
a la p re d e stin a c ió n , neg ació n d e l lib re a lb ed río y d e la acción m e-
rito ria — p e rd u ra n in ta c ta s. “L a vivencia lu te ra n a d e la e sp e ra n z a
e s c r i b e A r a n g u r e n - n o es, com o e n e l C atolicism o, u n a a c titu d
p rim o rd ia l, sin o u n refu g io , u n a salid a d e la desesperación. Y ade-
LA ESPERANZA DE LOS RETORMATOS ‫ ا‬61
m ás. ésta, al ig u a l q u e el p e c a d ., sólo es c u b ie rta , p e ro sin desapa-
re c er Jam ás. L a confianza n o b o rra la inseguridad... M ás to d a v ía :
u n a relig io sid a d viva m a n tie n e siem p re d e sp ie rta la desesperación
com o c o n d ició n p a ra la a c tu a liz a c ió n d e la fe ... P ii et vere sancti
semper pavent, p o rq u e sobre ellos pesa, o p rim e n te com o u n a losa, la
d u d a so b re su salvación” 7. L a ex isten c ia lu te ra n a viene a ser, segUn
esto, u n a desesperación e n v u e lta p o r la confianza, com o la e x isten cia
d e la A le m a n ia m o d e rn a — h ija , e n m u y b u e n a p a rte , del lu te ra n is-
m o— es u n p e sim ism o e n v u e lto p o r la a p a re n te s e g u rid a d d e la tèe-
n ic a : a q u e l “p e sim ism o d e la fo rta le z a ” q u e N ie tz s c h e d escu b rió e n
la ra íz de la tra g e d ia griega. Pecca fortiter sed fide fortius, “peca
fu e rte y co n fia m ás fu e rte ” , d ijo L u te ro . E sto e s: c u ltiv a e n e l cen-
tr o de tu a lm a la desesperación de sab e r q u e to d as tu s o b ras so n pe-
e ad o , y co n su élate confiado e n que t u fe te h a d e salvar.
D esde el p u n to d e v ista d e la teologia católica, ¿ p u ed e ser llam a-
0 ‫“ ل‬e sp e ra n z a ” e l s e n tim ie n to d e consuelo q u e conoció e l a lm a de
L u te ro ? ¿ N o será m ás b ie n la te n sió n p o lar, el d in á m ic o e q u ilib rio
v ita l d e u n a desesperación y u n a p re su n c ió n teológicas, m e zclad as
e n tr e si? E n el a lm a d e l Justo lu te ra n o p e rd u ra la desesperación acer-
ca d e las po sib ilid ad es d e su n a tu ra le z a : n i e n el h o m b re m á s san to
h a sido ésta c ap a z d e u n a acció n m e rito ria e n o rd e n a la salvación
e te rn a . Y e n to rn o a esa desperatio, 0 p síq u ic a m e n te m e z c la d a con
ella, u n a p re s u n tu o sa confianza e n D io s : la a b so lu ta c e rtid u m b re d e
q u e la fe justifica, la. s e g u rid a d to ta l d e q u e D ios, m o v id o p o r esa fe
fiducial d e q u ie n e n E l confia, p e rd o n a rá los pecados y co n ce d e rá al
( r is tia n o la salvación. E l lu te ra n o lla m a “ e sp e ra n za ’, a u n a confianza
a la vez segura, in a c tiv a y desesperada, e n c u b rid o ra d e la desespera-
c ió n : el católico, e n cam b io , d a ese n o m b re a u n a co nfianza insegu-
ra , o p e ra tiv a y letificante, c a p a z d e a leg rar, desde su m ism o fu n d a -
m e n to m etafisico, la re a lid a d p e rso n a l d e l h o m b re q u e espera. In .
q u ie tu d alegre y lu c h a d o ra , esto es lo p ro p io d el c ristia n o c ató lico :
“ la s e g u rid a d n o p e rte n e c e a la e sp e ra n z a ” , oím os d e cir a S a n to T .
m ás. P a ra e l católico, el c ristia n o e n la tie rra es v ia d o r e n la inte- 7*lo

7 op. cit., págs. 53-54. Un texto de Troeltsch expresa muy claramente esa si-
multdnea afirmación luterana de la desesperación y la confianza: “Mientras un
hombre esté convencido de que puede hace.r lo más Insignificante por su salvación,
tiene confianza en si mismo y no desespera radicalmente de 8، mismo; no se
humilla, por lo tanto, delante de Dios; se imagina que llegará a salvarse, 0 jxjr
lo menos espera ocasión, tiempo y obra para ello. Pero quien no dude de que
todo depende de la voluntad de Dios, quien desespera completamente de 8، mismo,
،se... espera al Dios que puede salvar; ،se es qUien está más cerca de la gracia
que le salvará” (“Renaissance und Reformation”, en Gesammelte Werke, t. IV, pá-
gina 275).
11
162 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

g rid a d de su p erso n a, ta n to e n el o rd e n d e la ex isten c ia n a ttrra l, m e-


d ia n te los pro y ecto s te m p o ra le s d e su v id a te rre n a , com o e n el o rd e n
d e la ex isten cia so b re n a tu ra l, p o r o b ra de sus sucesivos m é rito s 0 de-
m é rito s. P a ra el p ro te s ta n te , e n cam bio, sólo e n lo q u e a ta ñ e a su
ex isten c ia m u n d a n a es v ia d o r el c re y en te cristia n o , p o rq u e n in g ú n
m é rito d e c a rá c te r so b re n a tu ra l p u e d e m e jo ra r su c o rru p ta n a tu ra le -
za, y n in g ú n d e m é rito d e te rio ra la in tim id a d m eta física d e lo q u e
y a es, su sta n c ialm en te , massa peccati. ‫ ﻣ ﺎ‬seria, a lo sum o, e n c u a n to
el c re y e n te es cap az d e p e rd e r la fe — ٠ d e r e c o b r a r l a - e n el cu rso
te rre n a l .de su existencia.
A la m ism a conclusión se llega c o n sid e ra n d o e l ra d ic a l irra c io .
n a lism o teológico de L u te ro . E l lu te ra n o co n fia e n q u e D ios h a de
salv arle a lle n d e la m u e rte . E sp era, pues, la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a .
A h o r a b ie n ; ¿ q u é es esa b ie n a v e n tu ra n z a e n q u e c o n fia ? 1 8 ‫ م‬p e n -
sadores d e l catolicism o, in q u irie n d o con m e n te a n aló g ica el s e n t i d ,
de los tex to s revelados, h a n e lab o rad o u n a teo lo g ia d e la v id a in pa-
tria. L a re a lid a d d e la ex isten c ia b ie n a v e n tu ra d a q u e c o n stitu y e el
oljjeto m a te ria l de su e sp e ra n z a es p a ra el católico so b re rra c io n a l y
m isterio sa, p ero ra z o n a b le , y ello im p rim e c a rá c te r a su m odo d e es-
p e ra r. L u te ro , e n cam bio, afirm a ta ja n te m e n te q u e las p ro m esas d iv i,
n a s son p a ra la ra z ó n “rid icu las, im posibles, ab su rd as. L a ra z ó n des-
p re c ia a D ios, es “b e stia ” y “ a c é rrim a y p e stile n tísim a e n e m ig a d e
E l” ‫ ا‬. U n a v id a e te rn a b ie n a v e n tu ra d a seria p a ra el a lm a c re y e n te u n
m o d o d e e x istir a la vez c ierto y a b su rd o , seg u ro e im p en sab le. P e ro
el h o m b re , ¿p u ed e acaso e sp e ra r con e sp e ra n z a lo q u e p a ra él es
a b su rd o e im posible, lo q u e de n in g ú n m o d o p u e d e co n ce b ir y pen-
sar su in te lig e n c ia ? Sólo es re a lm e n te esp erab le lo p e n sa b le ; y sólo
aq u ello que, sin d e ja r de ser p ensable, sigue sien d o p ro m e te d o r y
m isterioso, tru e c a la espera e n e sp e ra n z a y c o n v ierte e n in q u ie tu d
confiada la p re v isió n c alc u la d a y c ierta. L a visión d e lo “s o b re rra c io
n a l', com o “a n tirra c io n a l.’ o b lig a al lu te ra n o a la im p o sib le e m p re sa
d e e sp e ra r lo a b su rd o .
§ 4. L as reflexiones a n te rio re s nos p e rm ite n e n te n d e r con a lg u n a
p recisió n la a c titu d p ro te s ta n te fre n te a la e sp e ra n z a t e r r e n a Si el
h o m b re es ra d ic a lm e n te in c a p a z d e acciones m e rito ria s d u ra n te su
ex isten c ia e n este m u n d o , ¿q u é sen tid o p u e d e te n e r su e sp e ra n z a d e
b ienes te m p o ra le s? Si las o b ras h u m a n a s sólo valen p o r la fe de q u ie n
las ejecu ta, y n o p o r lo q u e ellas sean e n si m ism as, ¿ d isp e n sará el
p ro te s ta n tism o de to d a n o rm a m o ra l? E l pecca fortiter sed fide for-

In Galatas, 3, ٠. Tomo estos textos de Araagurea, op. eit., p g . 38.


LA ESPERANZA DE LOS REFORM A M S 163

tius de L u t e r ., ¿es u n m a n d a m ie n to q u e d e b a in te rp re ta rs e y cum -


plirse lite ra lm e n te ?
H u b o u na. época - l a c o m p re n d id a e n tre 1518 y 1533— e n la cu al
L u te ro p areció d e ja r la p u e rta a b ie rta a la re la jac ió n m o ral. H e a q u í
‫ ا ﺀ‬te x to en q u e figura e l fam oso pecca fortiter, p ro c e d e n te d e u n a
c a rta e sc rita a M e la n c h to n desde el W a rtb u rg , el 1 d e agosto d e 1521 :
“Sé p e c a d o r y peca fu e rte m e n te , p ero co n fia y re g o c íjate m ás fu er-
te m e n te e n C risto, v en ced o r d el pecado, la m u e rte y el m u n d o . H a y
que pecar, m ie n tra s estem os a q u í a b a jo ... N o s b a sta h a b e r conocido
el C o rd ero q u e q u ita los pecados del m u n d o ; con ello e l pecado n o
p o d rá se p a ra m o s de él, a u n q u e fo rn iq u e m o s 0 m a te m o s m il veces
u n d ía ". L a m o ra l q u e d a ria asi d e sg a rra d a d e la re lig ió n . P e ro esta
grave d is t i n c i ó n n o p a sa rá a l cu erp o tra d ic io n a l d e la teo lo g ia lute-
ra n a . L u te ro m ism o a p en as la m e n c io n a después d e su p u g n a con
A gricola, e n 1537, y el d u lce y. reflexivo M e la n c h to n la h a r á desapa-
recer d e l lu te ra n ism o , a la m u e rte del R e fo rm a d o r.
E l fo m e n to de la e sp e ra n z a te rre n a y su o rd e n a c ió n m o ra l cobra-
ro n re a lid a d e n el m u n d o p ro te s ta n te a fa v o r d e dos ex p ed ie n te s p rin -
cipales : u n o típ ic a m e n te lu te ra n o , la d istin c ió n , d e n tro d e c a d a h o m -
bre, e n tte el cre y en te y el h o m b re del m u n d o ; o tro de cufio calvinis-
ta , la d o c trin a de los signos de p red estin ació n .
L u te ro d istin g u e y sep ara c ru d a m e n te e n el h o m b re in d iv id u a l el
c ristia n o y el c iu d a d a n o , la in tim id a d y la v id a e x te rn a y riv il, la
a c tiv id a d religiosa y las acciones sociales. L leg a, a veces, h a s ta afir-
m a r la o p i c i ó n real d e esas dos m itad es d e l ser h u m a n o , com o si el
acto religioso y 'el acto m u n d a n o tu v ie sen dos sujetos d e a trib u c ió n
d istin to s e n tre si. A l homo interior lu te ra n o co rresp o n d e com o acti-
vid ad . m á s p ro p ia y decisiva la fe ju stifican te, la salv ad o ra confianza
e n D io s; Jjertenecen, e n cam b io , a l homo exterior, las o b ras tem p o -
rales, visibles y m u n d a n a s , c u alesq u iera q u e sean su Indole y su con-
te n id o . E n estas o b ras se re a liz a y ex p resa te m p o ra lm e n te la. c o rru p ta
n a tu ra le z a del h o m b re . P u es b ie n : si p a ra el “h o m b re in te rio r” la
e sp e ra n za es la salvación, u n a salvación e x te rn a m e n te im p u ta d a y
ra c io n a lm e n te in co n ceb ib le, ¿ cu á l p o d rá ser, c u ál d e b e rá ser la espe-
r a n z a del “ h o m b re e x te rio r” ? E n p rin c ip io , c u alq u iera , d e n tro d e las
p o sib ilid a d es e n c a d a m o m e n to o frecidas a la n a tu ra le z a h u m a n a :
desde el p u n to d e v ista de la salvación, negocio p rin c ip a l d e la v ida,
las o b ras e x te rn a s son in d ife re n te s. P ero la a p licació n con secu en te
d e este p rin c ip io religioso c o n d u c iría a l d eso rd en so cial; d e a h í la
n ecesid ad h is tó ric a d e l p rin c ip e — luego se d ir á : d el E s t a d . - com o
in s ta n c ia p a ra u n a o rd e n a c ió n ra c io n a l y a u to rita ria d e la c o rru p ­
164 ESPERA Y ESPERANZA

c ió n m o ra l y m e tafísica q u e el h o m b re es. D e n tro de la n o rm a im -


p u e sta p o r la ra z ó n h u m a n a y m u n d a n a d e l p rin cip e, el h o m b re , e n
c u a n to ser te m p o ra l y te rre n o , p u e d e e sp e ra r lo q u e le p la z c a y m o-
verse h a c ia ello, con to d a la fu e rz a d e su n a tu ra le z a caída. E l pecca
fortiter se c o n v ierte asi e n u n age fortiter. “A c tú a , o b ra con. fu e rz a
e in te n s id a d , d a satisfacción e sfo rza d a y plenai-ia a los im p u lso s de
t u v id a, a través del o rd e n ra c io n a l e n q u e existes” : ta l es la con-
sig n a d e la e sp e ra n z a te rre n a l d e l lu te ra n o . 1 8 ‫ م‬ju icio s de H e g el
acerca del E sta d o p ru s ia n o ,.la “m o ra l d e l tra b a jo ” y el n ie tz sc h e a n o
‘.pesim ism o de la fo rta le z a " a q u e a n tes a lu d i, tie n e n e n su alm en -
d r a esa e stim ac ió n lu te ra n a de la e sp e ra n za te rre n a l* .
A la concepción lu te ra n a de la v id a e n e l m u n d o se a ñ ad ió , m odi-
ficdndola, e l m o d o calv in ista d e e n te n d e r la m o ra l. N o debo e s tu d ia r
a q u í la d ife re n c ia e n tre la re lig io sid ad y la te o lo g ia de L u te ro y las
d e C alvino. D iré ta n sólo q u e e n el a lm a de éste tu v o la desesperación
u n a im p o rta n c ia m u c h o m e n o r q u e e n la de aquél. E l p ro te sta n tism o
d e C alvino, c e n tra d o e n to rn o a- u n a fé rre a id e ¿ d e la p re d e stin a c ió n ,
fu é m u c h o m ás frio, ra c io n a l y circu n sp ecto q u e e l lu te ra n o ; y e n
o rd e n a la v id a te rre n a d e l h o m b re , p ro c u ró con te n a z y a g u z a d a vi-
g ila n c ia d e sc u b rir los signos de la e te rn a p re d e stin a c ió n d e cad a in-
d iv id u o al b ie n y al m al. “E l Sefior asistió a José, y to d o c u a n to éste
h a c ia le salia b ie n ” , dice el G énesis (X X X IX , 2). T o m a n d o a la le tra
ese te x to , el c alv in ism o tu v o com o signo e m in e n te d e la d e stin ac ió n
a la b ie n a v e n tu ra n z a e te rn a el b u e n é x ito e n los negocios d e l m u n -
d o , y suscitó e n tre sus fieles u n a te n sa y lab o rio sa p re o c u p ac ió n p o r
conseguirlo. L os ta n conocidos estu d io s d e M a x W e b e r acerca d e l'
o rig e n calv in ista y p u rita n o del c ap italism o m o d e rn o lo h a n dem o s,
tra d o con especial b rilla n te z . P a ra 1‫ ؟‬calv in ista, la e sp e ra n z a te rre n a
tie n e su o b je to m á x im o e n el triu n fo social, m ira d o com o p re n d a de
salvación, y a d o p ta la fo rm a de u n a p re v isió n d e l flitu ro su p erlativ a.

« He aquj dos significativos textos de Lutero: “Si alguien se propusiera gober-


nar según el Evangelio y abandonar la espada y todas las leyes profanas, podria
muy bien pretextar que un pais bautizado y cristiano se halla compuesto por gen-
tes en las que el Evangelio no quiere leyes ni espada y en las que, en efecto, és-
tas no debieran ser necesarias. Decidme, ¿qué resultarla de ello? Eso seria poner
las fieras en libertad, darles carta blanca para desollar y morder. Aunque se las
presentase como animales dulces y domésticos, en mis heridas sentirla su realidad"
(Ed. de Weimar, t. XI, pág. 251). “Se deben separar profundamente los dos reinos,
el que perdona y el que castiga, el que abandona su derecho y el que lo rcivin-
dica. En el reino de Dios, donde se actúa según el Evangelio, no va uno con 8U8
derechos eti la mano, no se exige ningún derecho... En el gobierno del mundo se
dice, por el contrario: 'Paga lo que debes‫ ؛‬si no, se te encarcelará’. Este gobier*
no es necesario‫ ؛‬pero no es con él « ,n lo que se va al Cielo” (Ed. ٥٠ k r t t a r ,
tomo XII, pág. 675).
ESPERANZA DE LOS REFORMAtXJS 165

m e n te rac io n al, esfo rzad a. N o p arece u n a z a r ٩ u e G in e b ra h a y a lie-


g a d o a ser la sede m ás im p o rta n te de la in d u s tria relojera.
E l a ñ o 1818, el p u rita n o J o h n Q u in c y A d a m s, secretario de E s.
ta d o d e los E stad o s U n id o s, esc rib ía a u n jo v e n d ip lo m à tic o n o rte -
a m erica n o d e stin a d o e n E u r o p a : “U n a m erica n o , sobre to d o u n jo .
ven n o rte a m e ric a n o e n E u ro p a , re sp ira uria a tm ó sfera de la m ás m or-
tife rà in fe c ció n p a ra su m o ra l... L a m ism a c o m p lacen cia q u e expe-
rim e n ta su c u rio sid a d v isita n d o los m aravillosos o bjetos a c u m u la d o ,
e n las capitales europeas p a ra q u e los c o n te m p le n los e x tra n je ro s, n o
suele ser sin o u n m o d o d e p e rd e r e l tie m p o ” !.. ¿ Q u é será, en to n ces,
g a n a r e l tie m p o ? Y a lo sab e m o s: p a ra u n p u rita n o , convencerse a sf
m ism o y c o n v en cer a los d em ás, m e d ia n te el tra b a jo , la p u n ttia lid a d
m o ra l y e l b u e n éx ito , d e q u é se e stá p re d e stin a d o a la salvación e te r.
n a . “E l tra b a jo — e sc rib ía Z w i n g l i o - es cosa d iv in a m e n te b u e n a ...
D e las m a n o s del laborioso b ro ta n p la n ta s y fru to s, com o de las m a-
n o s d e D ios saliero n vivas to d a s las cosas a l c o m ien zo d e la c re a c ió n ‫؛‬
y asi el h o m b re tra b a ja d o r es, e n las cosas e x te rn a s, m ás sem e ja n te
a D io s q u e c u a lq u ie r o tra re a lid a d d e l m u n d o ’, n . L a c o n te m p la c ió n
e stética seria, seg ú n esto, casi u n a señal d e c o n d en a c ió n c ierta. P o r
fo r tu n a p a ra los zu riq u eses y los b o sto n ian o s, la n a tu ra le z a h u m a n a
h a sido m á s fu e rte q u e el p u rita n is m o , y e n su m is m a c iu d a d p u e d e n
h o y , sin m ie d o a c o n d en arse, v isita r u n M u seo d e B ellas A rte s ٠ asis-
t i r a u n co n cie rto sin fó n ico ‫ﻫﻞ‬٠

I I . - L a esperanza en el protestantismo actual

P asem o s d e l siglo XVI a l siglo XX. M ás p re c isa m e n te, a los años


d e l siglo XX u lte rio re s a la p rim e ra g u e rra m u n d ia l y a la crisis d e l
1. Cit. por A. Castro en E spaña ‫ «ﺀ‬su h istm ia , pág. 652.
11 E rm a h n u n g ٥„ die Eidgenossen, 1524. Cit. por R. ‫ ه‬Tawney en R eligion
a n d ،٨٠ R ise o f C apitalism (London, 1937).
1» La vieja regla benedictina deeia Ora ٠، labora; los calvinistas y puritanos
dirán: Laborare est orare.
Sobre las relaciones entre el capitalismo moderno y el protestantismo, son clá ٠
slco8 los estudios de E. Troeltsch, ‫ ﺀآه‬Soziallehren der christlichen K irchen u n d
G ruppen (Tübingen, 1912), recogido, luego en G esam m elte Sch riften , Bd. I (TUbin-
gen 1923): Max Weber, D ie protestantische E th ik u n d der Geist des K apitalism us,
en A rc h iv fü r Soziahoissenschaft u n d Sozialpolitik, Bd. 20 (1904) y Bd. 21 (1905),
reimpreso más tarde en G esam m elte A u fsä tze zu r R eligionssoziologie, Bd. I (TU-
bingen, 1921), y recientemente vertido al Castellano (La ¿tica protestante y ‫ اﺀ‬espi-
ritu del capitalism o, Madrid, 1955). El libro de R. H. Tawney antes mencionado
contiene abundantes referencias a ‫ ئ‬bibliografia ulterior. ‫ ﻣ ﺎ‬moral de las diver8١8
confesiones protestantes ha sido bien estudiada por j. L L. Aranguren en su li.
bro, ya mencionado, E l P rotestantism o y la moral.
166 LA ESPERA ï LA ESPERANZA

o p tim ism o b u rg u é s q u e esa g u e rra tra e consigo. D ejem o s a trá s, sin


c o m e n ta rio , u n o s cu an to s sucesos de p rim e r o rd e n e n la h is to ria del
p ro te s ta n tism o — e l p ie tism o d e los siglos XVII y xvm , K a n t. Schleier-
m a c h e r. K ie rk e g a a rd , e l h isto ric ism o y el lib e ra lism o d e l siglo XIX-.
y tra te m o s d e p e rc ib ir la a c titu d de los p ro te sta n te s a ctu ales fre n te
a l p ro b le m a y a l m iste rio d e la e sp eran za. D os son, e n c u a n to yo
p u e d o J u z g a r, las n o ta s p rin c ip a le s d e esa a c titu d : e l re d e sc u b rim ie n -
to d e la d esesperación com o s e n tim ie n to religioso fu n d a m e n ta l y el
in te n to d e u n a visión “d e sm ito lo g iz ad a " d e la e sp eran za.
§ 1. E n e l seno d e l p ro te s ta n tism o lib e ra l — ta n b u rg u é s y m u n -
d a n o , ta n to cad o d e o p tim ism o p ro g resista, ta n alejad o , e n su m a , d e
la a n g u stia religiosa d e L u t e r o , h e aq u f q u e h a rea p are c id o la deses-
p e ra c ió n e sp iritu a l. T re s eventos, p o r lo m enos, h a n c o n trib u id o a
ello : la crisis h istó ric a d e l m u n d o m o d e rn o , c a d a vez m ás p a te n te
d esd e 1914,. la c re rie n te b o g a d e K ie rk e g a a rd , e n m o d o algunO inde-
p e n d ie n te d e esa crisis, y la a c tu a liz a c ió n d el lu te ra n ism o g e n u in o
co n m o tiv o del c u a rto c e n te n a rio d e la p ro c la m a c ió n de las tesis con-
tr a las In d u lg e n c ia s ٤٥. U n Zurück zu Luther!, u n ٠‫ل ﺀ‬V olvam os a L u-
te r o ! " , h a reso n ad o , com o consecuencia, e n el c o ra zó n m ism o d e l
p ro te s ta n tism o d e n u e stro siglo.
. E se " re to m o a L u te ro " - u n re to rn o in e lu d ib le m e n te a lq u ita ra -
do, d e p u ra d o r — h a te n id o su ex p resió n m ás calificada e n el suceso
d e la “teo lo g ia dialéctica., d e K a rl B a rth , E m il B rtin n e r y F r ie d ric h
C g a r t e n ٤٠. L a “dialéctica., d e esa teo lo g ia n o es, e n rig o r, u n “diá-
logo', in tim o , com o el q u e in e fa b le m e n te sostiene con D ios e l a lm a
d el c ristia n o católico c u a n d o d ecid e m overse h a c ia E l, sino u n su til
y desesperado in te n to d e la m e n te teológica p o r a firm a r la re a l si-
m u lta n e id a d e sp iritu a l d e dos series de té rm in o s a b so lu ta m e n te con-
tra d ic to rio s e n tre s i: la g ra c ia y el pecado, la desesperación y la es-
p e ra n z a , la d u d a e x isten c ia l y la fe religiosa, el a m o r y la có lera d e
D ios. N u n c a h a sido e x p u e sta y d e fe n d id a con m ás ra d ic a lid a d la
tesis d e la in fin ita e in salv ab le d ista n c ia e n tre D ios y e l h o m b re y
e n tre la e te rn id a d y el tiem po. N u n c a , p o r ta n to , h a sido m á s ta ja n -
te m e n te o p u e sta la fe a la ra z ó n y a la ex p erien cia, a la filosofia y a

‫ ﻻ‬Celebróse éste en 1917; y, n . ٠bstante hallarse Alemania en el tercer año


de una guerra terrible, el mundo arm ónico produjo casi un tnillar de escritos so.
bre Lutero, muchos de ellos en ediciones qUe llegaron a los 1 .0 0 0 ejemplares.
Véase “Die Literatur des lAJtherjubiläums 1917'., del padre Grlsar, s. ‫ل‬.‫ ا‬eh Zeit-
sch nft fur kath. TheolTgie, X l i I1918 ‫؛‬
1. De nuevo remito al libro Catolicismo y Protestantismo como formas ٥٠ exis-
tenda, de j. L. L. Aranguren. En ،1 encontrará el lector las pertinentes indicaci.-
nes bibliográficas.
LA ESPERANZA DB W S RERORMATOS 167

Ja lógica, a la m istic a y a l co n o cim ien to h u m a n o , a to d a a c tiv id a d 0


co n stru cc ió n d el e sp íritu cread o y p e ca d o r ‫ ل‬h a s ta las p a la b ra s “ reli-
giOn" y “s o b re n a tu ra l" serian rech azab les, p o r ex cesiv am en te a n trt^
‫ ؛‬om órficas. D ios es p a ra el h o m b re , n o s d ic e n estos teólogos, das
ganz Andere, lo a b so lu ta m e n te O tro , lo ra d ic a lm e n te Inaccesible. L a
fe d e l c ristia n o q u e d a asi re d u c id a a la e sfo rza d a d ecisión d e confiar
e n el a b su rd o , en la p a ra d o ja d e q u e D ios h a de q u e re r salvarle. Ge-
troste Verzweiflung, “desesperación co n so lad a” , la lla m a B a rth . “Sólo
el desesperado sabe d e la fe y sólo el desesp erar re c ta m e n te en señ a
la fe", aftade B ru n n e r. D el fo n d o m ism o d e la desesperación com o
u n a re sp u esta d e l e sp íritu a la im p o sib ilid a d de v iv ir e n ella, sa ld ría
la co n fian za d e l c re y en te e n la in c o m p re n sib le v o lu n ta d salvifica
d e D ios.
P a ra q u ie n es asi e n tie n d e n su h u m a n a re la c ió n c o n D ios, ¿q u é
p u e d e ser la e sp e ra n z a ? E v id e n te m e n te , to d o y n a d a . T o d o , p o rq u e
la fe, fttn d a m e n to vivido d e su ex isten cia p erso n al, n o es e n U ltim a
in s ta n c ia o tra cosa q u e co nfianza e n D ios, d esesp erad a co nfianza e n el
e n c u e n tro salv ad o r co n el a m o r d e D ios, a lle n d e la m u e rte ; n a d a , a
la vez, p o rq u e el a lm a h u m a n a ve y no p u e d e d e ja r d e v e r com o a h
su rd a s las p ro m esas d iv in a s c o n ten id as e n la E s c ritu ra . E s p e ra r cris,
tia n a m e n te serla el a cto d e e n tre g a rse a l fu tu ro co n la salv a d o ra con.
fian za q u e n ace de la desesperación, com o e l a b su rd o m a n a n tia l de
u n oasis ab su rd o b ro ta e n la z o n a m ás d eso lad a y a re n o sa d el desier-
to . K a rl B a r th p o stu la u n a fe c ristia n a ohne Hoffnung auf Hoffnung,
“ sin e sp e ra n z a d e e sp e ra n z a ” : sólo ella, p a ra d ó jic a m e n te , p e rm itirla
el consuelo d e confiar. L a ex p resió n p e rte n ec e d e llen o a l ethos des-
g a rra d o y p a té tic o d e n u e stra época, es a c tu a l. ¿ P u e d e decirse q u e sea
r a te r a m e n te c ristia n a ? S an P a b lo nos d ió a los CTistianos el m a n d a -
m ie n to d e v iv ir contra spent, p ero in spe; c o n tra la v a n a e sp e ra n z a
q u e p u e d e su sc ita r la a p a rie n c ia d e l m u n d o , p e ro e n la e sjjera n z a d e
u n a P ro m e sa q u e y a h a e m p e z a d o a c u m p lirse ; e n definitiva, con
firm eza e n la e sp eran za. E se decisivo te x to d e la E p isto la a los R .
m a n o s n o p arece ser fá c ilm e n te conciliable con la d o ttr in a d e l fam o-
so lib ro — D er Römerbrief— e n q u e K a rl B a rth la co m en ta.
L a in a cc e sib ilid ad a b so lu ta d e lo d iv in o vacia to ta lm e n te d e con-
te n id o e l acto d e esp e ra n za , com o p a ra a c e n tu a r m ás la co n d ició n
a b su rd a , la “lo c u ra " q u e d e l e sp e ra r teologal p re d ic a la te o lo g ia dia-
léctica. “D e esta vida - a f i r m a E m il B ru n n e r— n a d a p u e d e salvarse.
L a id e a d e la su pervivencia, la id e a d e la in m o rta lid a d del a lm a que
se basa e n el su p u esto de la c o n tin u id a d e n tre la v id a te m p o ra l y la
v id a e te r n a es, e n rig o r, falsa. L a e sp e ra n z a c ristia n a n o consiste e n
16S LA ESPERA ESPERANZA

la p ro lo n g a c ió n so b re n a tu ra l d e la v id a después de la m u e rte , sino e n


e l v e n c im ie n to d e l a m u e rte , e n la re su rre cc ió n d e los m u e rto s, e n el
triu n fo d e la V id a d iv in a sobre la v id a h u m a n a , q u e es m u e rte ’.
(A ra n g u re n ). M as p a ra q u ien es asi sien ten y p ie n sa n , ¿ cu á l p u e d e
ser la re a lid a d d e lo q u e co n p a la b ra s y conceptos h u m a n o s lla m a el
C redo “ re su rre cc ió n d e los m u e rto s” ? P o rq u e lo a b so lu ta m e n te in e fa .
b le a ca b a siem p re siendo, p a ra la m e n te h u m a n a , lo a b so lu ta m e n te
in e x iste n te e irre a l. Si los teólogos dialécticos fu e sen consecuentes
consigo m ism os h a s ta e l U ltim o e x tre m o , a c a b a ría n e n el silencio, irr e .
m isib le m e n te p ro ste rn a d o s a n te u n D ios d e l c u al n a d a p u e d e d e cir,
se. Su e sp íritu p o d rfa a sp irar, e n el m e jo r d e los casos, a u n a in e fa b le
“te o p a tia ” tra n s m o rta l, e n m o d o a lg u n o a u n a “te o lo g ia” p e n sa d a y
e sc rita e n este m u n d o .
V a ria s veces h e d ic h o . b v i a y p a te n te v e rd a d — q u e e l h o m b re
n o p u e d e v iv ir e n la desesperación, a u n q u e com o tesis y p ro g ra m a la
afirm e. L a v iv en cia d e la desesperación p u e d e ser m u y h o n d a y ver-
d a d e ra , m as nun'ca h a s ta e l e x tre m o d e “ser” desesperación la exis-
te n c ia q u e com o p ro p ia la siente. S iem p re re s u lta rá q u e la desespera-
c ió n está ‫ „ ﺀ‬la v id a d e l desesperado, p ero n o es esa v ida. L a v ie ja
tra d u c c ió n la tin a d el S alm o rv decía asf, en su versiculo fin a l:
Quoniam tu, Domine, singulariter in spe constituisti me I S . “ M e cons-
titu is te e n la e sp e ra n za .” Si de esta e x p re sió n se s u p rim e m e n ta lm e n -
te su o rig in a rio sen tid o teológico y g ra tu ito , p a ra d e ja rla re d u c id a a
u n a escu eta tesis an tro p o ló g ic a , p o r fu e rz a h a y q u e ver e n e lla u n a
re d u n d a n c ia m etafisica, p o rq u e e l ser te m p ó re o d el h o m b re n o pue-
d e n o e sta r c o n stitu id o e n la e s p e ra n z a ‫ ؛‬co n o tra s p a la b ra s, p o rq tte
la re a lid a d h u m a n a n o p u e d e e sta r c o n stitu id a e n la desesperación.
Sólo a si es posible e n te n d e r la v id a real d e los q u e con v e rd a d psico-
lógica se lla m a n a si m ism os “ desesperados” . P u es b ie n : co m o el h o m -
b re n o p u e d e v iv ir e n la desesperación, a u n q u e a veces v iv a la deses-
p e ra c id n , el c re y e n te n o p u e d e v iv ir e n la teo lo g ia d ialéctica, a u n
c u a n d o la h a y a seria y sin c e ra m e n te p en sad o y c o n stru id o . D u ra n te
los d ie z U ltim os años d e su vida, L u te ro fu é m u c h o m enos lu te ra n o
q u e e n e l W a r tb u r g : la elab o rac ió n d el lu te ra n is m o — u n a esp eran -
z a d a e m p re sa v ital— fu é p a ra su d esesperación o rig in a ria u n v erda-
d e ro arrangement. K a rl B a rth , p o r su p a rte , h a id o a b a n d o n a n d o el
rig o r d e la teo lo g ia d ialéctica, p a ra co n ced er m a y o r v ig en cia a la dig-
n id a d d e la c ria tu ra y m ás real c o n te n id o a n tro p o ló g ic o a su f e .‫ا د‬
‫ﺀل‬ La nueva versión reza: Q uonw tn ft. solus, ٠‫آد‬,.‫ ﺀ‬, ‫«أ‬ securitate m e cons -
ft'ftiistt'.
1« Viase el am pli, estudio de Hans Ura von Balthasar Karl Barth. Darstellung
und Deutung ‫ * ل ﺀ‬Theologie (Köln. 1951) y el libro de Aranguren ya mencionado.
U ESPERANZA DE to s REFORMATOS 169

E s t . e s : p a ra h a c e r m á s c o n sisten te y h u m a n a su e s p e ra n z a G o.
g a rte n , p o r su p a rte , escribe u n lib ro sig n ific a tiv am en te t i t u l a d .
Verhängnis und Hoffnung der Neuzeit (“R u in a y e sp e ra n z a d e .la
M o d e rn id a d "). E n la te rc e ra p a rte d e este lib ro m o s tra ré a lg u n o d e
los p rin c ip a le s rasgos d e la reacción p ro te s ta n te a la ta n p ro c la m a d a
desesperación c o n te m p o rá n e a .
§ 2. D esd e la p u b lic a c ió n d e l c o m e n ta rio d e K a rl B a r th a la E p is,
to la a los R o m a n o s (Der Römerbrief, 1919), pocos sucesos h a n con-
m o v id o la v id a e s p iritu a l d el P ro te sta n tism o ta n v iv a m e n te com o la
d iscu sió n d e u n p ro b le m a su scitad o p o r el teólogo R u d o lf B u ltm a n n ‫؛‬
el lla m a d o “p ro b le m a d e la d e sm ito lo g iz ac ió n ” d e l N u e v o T e s ta m e n -
to. E n e l cu rso d e la p o lé m ic a h a p ro p u e sto B u ltm a n n u n a n u e v a
im a g e n d e la e sp e ra n z a c ristia n a, y ello m e o b lig a a e x a m in a r d e
m a n e ra s u m a ria esta U ltim a v ic isitu d d e l p e n sa m ie n to teológico p ro -
te s ta n te 17.
T r e ‫ ؟‬p a re c e n ser las m e ta s a q u e con m a y o r o m e n o r e x p liritu d
a sp ira B u ltm a n n . L a p rim e ra y m ás im p o rta n te consiste e ¿ h a c e r
a ce p ta b le e l m e n sa je evangélico p o r la m e n te d el h o m b re actual»
in e x o ra b le m e n te a te n id a a la visión científica d e l m u n d o . L a p ro fu n -
d a y perdurab.le v e rd a d c ristia n a d el N u e v o T e s ta m e n to yace, según
B u ltm a n n , b a jo u n a e n v o ltu ra m ito ló g ica q u e contiene" e lem en to »
ju d ío s y helénico-gnósticos y p ro ced e d e la co n cep ció n d e l u n iv e rso
v ig e n te e n la época e n q u e los escritos n e o te sta m e n ta rio s ftreron re.
d actados. E l p e n sa m ie n to científico .m oderno h a b rfa a rm iñ a d o defini-
tiv a m e n te esa id e a m itic a d e l cosm os y d e l h o m b re . P a ra la in te li-
g e n c ia d e u n le cto r acttral m e d ia n a m e n te cu lto , ¿ q u é p u e d e n sig n i-
ficar, p o r ejem plo, la d iv isió n d e l u n iverso e n tre s pisos 0 niveles, im -
p h c ita e n las fó rm u las descendit ad inferos y ascendit ad coelos, o la
p lá stica d e scrip ció n de la se g u n d a v e n id a d e C risto q u e S an P a b lo
ofrece? (I Tes., IV , 15). P u es b ie n : si se qtiiere q u e la v e rd a d c ristia .
n a p e n e tre con eficacia v e rd a d e ra e n las alm a s d e n u e stro siglo, p o r
n e ce sid ad h a b r á q u e p ro c e d e r a u n a im p la c ab le “d e sm ito lo g iz ac ió n ..
(Entmythologisierung) d e l N u e v o T e sta m e n to .
Se d irá , ta l vez, q u e esa h a sido ju s ta m e n te la m á x im a e m p re sa
d e l p ro te s ta n tism o lib eral, d esde S c h le ie rm a ch e r h a s ta H a rn a c k ; p ero

17 ‫ »دل‬dos escritos cardinales d e Bultmann. N eues T esta m en t u n d M yth o lo g ie


(1941) y Z u m Problem der E ntm ythologisierung (1951), unidos a otros muchos que
los comentan o discuten, han sido recogidos, en tres volúmenes, bajo el tltu l.
K erygm a u n d M y th o s (Hamburg, 1951-1954). Desde el punto de vista católico, los
mejores estudios criticos son los de 1. Malevez, s. ‫ل‬.‫ ا‬L e message chrétien ‫ﺀ‬، le
m y th e . La théologie de R u d o lf B u ltm a n n (Bruxelles-Brugs-Paris, 1954), y Ren،•
Mari¿, S. J.> B u ltm a n n ،، l’interprétation ¿٠٠ N ouveau T e sta m en t (Paris, 1956).
'17. LA ESPERA LA ESPERANZA

B u ltm a n n c ٠ n te s ta - y c ٠ n c i l . señ ala el seg u n d o d e sus objetivos—


q u e su p a s s i t o es p o r c o m p leto d istin to . L a desm itologizaciO n d e la
“escuela liberal., - c u m p l i d a , q u e rié n d o lo o n o sus au to res, desde los
supuestos d e u n a cien cia e n te ra m e n te p ro fa n a y s e c u l a r i z a d a - tra tó
d e a rra n c a r a l E v a n g e lio su co n d ició n d e m en saje d iv in o y rev elad o
p a ra co n v ertirlo e n p u ro d o c u m e n to h is tó ric o ; y, p o r o tra p a rte , con.
cibió esa fa e n a d e sm itiz a d o ra com o u n a sim ple e lim in a c ió n d e lo
m itológico. F re n te a ella, B u ltm a n n q u ie re salv ar e n el N u e v o Tes-
ta m e n to el “e scán d alo d e la C ru z ” , la eficacia g e n u in a m e n te religio-
-sa d e l m en saje evangélico, y concibe su e m p re sa com o u n a in te rp re -
ta c ió n e x is te n tia l d e l m ito . P ro n to verem os lo q u e estas p a la b ra s sig-
nifican.
B u ltm a n n , e n fin, sin e c h a r p o r la b o rd a to d a la o b ra d e B a r th
-contra e l su b jetiv ism o religioso d e S c h le ie rm a ch e r y sus seguidores,
in te n ta c o rre g ir e n a lg u n a m e d id a el ab usivo m enosprecio d e lo h u -
m a n o e n q u e e l p rim e r b a rth is m o h a b ia in c u rrid o . D e l b a rth is m o
-conserva B u ltm a n n la id e a d e la justificación co m o u n a cto ob jetiv o
d e D io s; p ero , a d ife re n c ia d el teólogo d e B asilea, se e sfu e rz a p o r lo-
,g ra r q u e los d ato s d e la fe, ta l y com o éstos a p a re c e n e n la a lm e n d ra
de la E s c ritu ra , c o n c u e rd e n co n la in te lig e n c ia n a tu r a l q u e e l h o m b re
tie n e d e si m ism o y c o n v en z a n asi d e su s o b re h u m a n a v erd ad .
P a ra la consecución d e tales objetivos, e l e m p e ñ o teológico de
B u ltm a n n se a tie n e a estos tre s p rin c ip io s : 1.. E n e l m e n sa je n eo.
'te s ta m e n ta rio sólo d e b e n ser te n id o s e n c u e n ta los e lem en to s q u e
a y u d a n a l h o m b re a e n te n d e rse a si m ism o , y n o los relativos a la
fra c c ió n n o h u m a n a d e la re a lid a d : e l m e n sa je b ib lico seria rig u ro -
-sám ente ex isten c ia lista y p erso n alista, e n m o d o a lg u n o teó rico y es-
p ecu lativ o . 2 .٥ L a in te rp re ta c ió n m a n ife sta rá la c o rre sp o n d e n c ia en-
tr e e l m e n sa je y los existenciales co n stitu tiv o s d e la re a lid a d d e l h o m .
'bre in via. 3.. E sto s existenciales d e b e n ser e n te n d id o s c o n a rre g lo a
la d o c trin a filosófica q u e m ás p ro fitn d a y c e rte ra m e n te p arece h a b e r-
los e stu d ia d o h a s ta a h o r a : la a n a litic a h e id e g g e ria n a de la ex isten cia.
T ales son, e n m u y a p re ta d o esquem a, los supuestos sobre q u e des-
cansa la id e a d e la e sp e ra n za c ristia n a q u e B u ltm a n n p ro p o n e X8. A
la v ista de ellos, n o es d ifícil im a g in a r la tr a z a d e la c o n stru c c ió n b u lt-
m a n n ia n a . ¿Q ué esp era el cristian o , seg ú n e l N u e v o T e s ta m e n to ?
E sp e ra e l “D ia d e l S eñor'., la “v e n id a ” d e C risto com o “salv a d o r” ,

1« S« halla expuesta e . Das christliche Hoffnung und das Problem der Entmy-
thologisierung (Stuttgart, 1954). Acompaña, a la exposición de Bultmann dos con-
ferencias sobre el mismo tema, una de G. Bornkamm y otra de Fr. Schumann.
‫ﻻ‬ ESPERANZA DE 1 . 8 REFORMATOR 171

SU “ m a n ife stac ió n ". ¿ Y có m ٠ acaecerá eso q u e e l c ristia n o esp era?


S an P a b lo d escrib e co n p lu m a vigorosa y p lá stic a la re su rre cc ió n de
los m u e rto s, la S e g u n d a v e n id a d e l S eñ o r y la elevación a los cielos,
sobre n u b es, d e los ju sto s q u e en to n ces viv an . S an J u a n , p o r su par-
te , nos h a b la de u n trá n s ito de los ju sto s a la g lo ria celestial después
de su m u e rte , y el p ro p io C risto p ro m e te al b u e n la d ró n q u e a q u e l
d ía e sta rá con E l e n el P araíso. F r e n te a esos textos, ¿ q u é p u e d e y
qué d eb e p en sar, segUA B u ltm a n n , el c ristia n o m o d e rn o e ilu stra d o ?
V arias cosas. P e n sará, p o r lo p ro n to , q u e la m a te ria d e esos dos rela-
tos n o es específicam ente cristia n a. E l d e San P a b lo es u n a versión
c ris tia n a d e la e sp e ra n z a ju d ia e n el fin de los tiem p o s y e n e l ad-
v e n im ie n to d e l H ijo d el H o m b r e : ta l h a b ía sido, e n efecto, el te m a
p rin c ip a l d e la lite ra tu ra ap ocalíptica. E l d e S an J u a n n o seria sino
la figura ev an g élica de la e sp e ra n z a h elen ístic a , g n ó stica, e n e l suce-
sivo paso de las alm as a l re in o d e la lu z a q u e p e rte n e c e n y e n el
q u e se salvan. P e n sará, ad em ás, q u e a esas dos ideas d e la e sp e ra n z a
-corresponden o tra s dos concepciones d e l a co n te c er h is tó ric o : a la es-
p e ra n z a israelita, la visión d e la h is to ria q u e ex p re sa e l L ib ro d e D a-
n ie l ‫ أ‬a la e sp e ra n z a g n ó stica, el proceso d e lib e ra ció n d e las alm a s
q u e d escrib e la gnosis !.. P e n sará, e n fin, q u e su m e n te , in fo rm a d a
p o r la ciencia n a tu ra l y la ciencia h is tó ric a q u e el m u n d o m o d e rn o
h a elab o rad o , n o p u e d e a c e p ta r el c o n ten id o lite ra l d e e n tra m b o s re.
latos, n i la visión d e la h is to ria q u e a c a d a u n o d e ellos sirve d e fu n -
d a m e n to . U n o y o tro serian co n stru ccio n es m itológicas. E se h o m b re ,
¿ d e b e rá en to n ce s d esech ar, p o r m itológico, el m e n sa je d e l N u e v o
T e s ta m e n to , y a b a n d o n a r, p o r h is tó ric a m e n te cad u ca, su p e rso n al
co n d ició n d e c ristia n o ? E n m o d o alg u n o , c o n te sta B u ltm a n n . Pero,
si q u ie re seg u ir sien d o in tim a y sin c e ra m e n te cristian o , se v erá o b li,
gad o a "d esm ito lo g iz a r" los te x to s n e o te sta m e n ta rio s, con o b je to de
a p re h e n d e r su “sen tid o p ro fu n d o .', u n iv e rsa l y Jjeren n e m e n te sal-
v ador.
E l p ro b le m a del c re y e n te co n sistirá, p o r ta n to , e n d e te rm in a r la
in d o le d e esa n ecesaria “d e sm ito lo g iz ac ió n ” . ¿A caso é sta n o h a sido

I« La historia de la Humanidad es para 1.8 gnósticos un proceso iniciado en


el origen de los tiempos, cuando por la toezcla de luz y oscuridad quedó formada
la tierra. Las almas humanas sod chispas de luz que deben ser liberadas de su
prisión en el mundo, y en tal prTOeso de liberación consistiria la historia del eos-
mos. F u، ese proceso iniciado, según la gnosis, por el envlo de un redentor, que
enseñó è camino hacia el reino de la luz, ascendiendo a ،ste. Para el tema de la
esperanza de los gnósticos puede verse -a p a rte los estudios clásicos sobre la gno-
sis: !.isegang, Cumont, Brdhier, Festugiére: e t c . - el articulo de E Ch. Puech en
Eranos Jahrbuch 1951, que anteriormente mención،.
‫ ا‬72 LA “ ° " ‘ LA ESPERANZA

a m p lia m e n te c u m p lid a p el ra c io n alism o critico d e l m u n d o m o d e r.


n o ? E s v e rd a d . L a visión sec u la riz ad a de la h is to ria en q u e se a p o y a
el p rogresism o d e los siglos x v m y XIX n o es o tra cosa q u e e l té rm in o
d e u n a ra d ic a l d e sm ito lo g iz ac ió n d e la h is to rio lo g ia c ris tia n a : ta l
co m o la 'co n cib en H egel, C o m te y M arx , ¿ q u é viene a ser la m e ta
de la h is to ria , sino escatologia c ristia n a to ta lm e n te d esm ito lo g iz ad a .
ra c io n a liz a d a ? S ii p ero , sec u la riz an d o asi el c o n ten id o d e l N u e v o
T e s ta m e n to , tra n sp o n ié n d o lo d el p la n o religioso y sacro al p la n o se.
c u la r y p ro fa n o , el ra c io n a lista m o d e rn o h a d e stru id o de ra íz e l sen-
tid o d e aquellos relato s m itológicos, su h o n d o y re a l m e n sa je d e re-
d e n c iô n y salvación. N a d ie q u e piense ta n " ra c io n a lm e n te " com o la
ciencia m o d e rn a exige e s decir, sólo aten id o , a su h u m a n a ra z ó n —
p o d rá sen tirse “In tim a ’, y “a c tu a lm e n te ” re d im id o y salvado p o r esa
visión p ro g resista d e la m e ta d e la h isto ria . M ás se a p ro x im a ría a
ello o tro m o d o d e CTimplir esa d e sm ito lo g iz ac ió n d e los viejos tex -
to s : la e sp iritu a liz a c ió n e stética y cu asirrelig io sa de la e sp e ra n z a neo-
te s ta m e n ta ria q u e p ro d u c e e n el a lm a sensible la le c tu ra d e los So٠
netos Quilidsticos d e K a rl Im m e rm à n n *٥ o la a u d ic ió n d e los Re-
quiem d e M o z a rt, B ru c k n e r, V e rd i y B ra h m s. E l a lm a d el le cto r y
d el o y e n te se sien te co n so lad a y e n sa lz a d a c u a n d o vive e n su in ti-
m id a d esa p refig u ració n a rtistic a d e la g lo ria p ro m e tid a .
P a ra salv ar el “sen tid o p ro fu n d o ” d el N u e v o T e s ta m e n to n o bas-
ta , sin e m b arg o , la e m o ció n de u n a vivencia estética. T re s e le m e n to s
c o m p o n e n y c o m p o n d rá n siem pre,, dice B u ltm a n n , e l re a l se n tid o
d e la im a g e n n e o te sta m e n ta ria de la e s p e ra n z a : la c o n sta n te in sa tis,
fa c ció n d el h o m b re en e l a q u l y el a h o ra d e su p e re g rin a c ió n te m -
p o ral, la afirm ació n d e q u e es posible el lo g ro de u n a gozosa p ie n i,
tu d d e la e x isten c ia h u m a n a m e d ia n te el trà n s ito a u n a re a lid a d
tra s c e n d e n te a l m u n d o de la e x p erien c ia y el tra b a jo , y la id e a d e
q u e esa p le n itu d , inaccesible a la m e ra c a p a c id a d n a tu ra l d e l ser h u -
m a n o , sólo p o d rá ser a lca n z ad a , m ás a llá d e la m u e rte , p o r u n a c to
g ra tu ito d e la m ise ric o rd ia d iv in a. E l c o n te n id o d e l N u e v o T e s ta ,
m e n to n o será n u n c a la co n stru cció n o el te o re m a de u n a a n tro p t^
log ia racional,, la ra z ó n de q u ie n c o n él se e n fre n ta se se n tirá siem -
p re sa c u d id a p o r el “escán d alo de la C ru z ”, y éste será e n to d o m o -
m e n to algo m u y d is tin to de u n ocasional escalofrío estético.

». En 8U8 C h ik tis c h e n Sonetten, K. Immermann (179Ô-1840) opone su propia


visión del porvenir a la utopia socialista de Saint-Simon. El Meslas de Immerman»
es el "hombre natura.l”, un tipo humano exento de toda deformación y artificiosidad:
su advenimiento dará fin a lOs niales que afligen a la estirpe de Adán.
LA SSPERANZA DE LOS REFORMADOS ‫ إ‬73

¿C óm o ese m ensaje, y a d esm ito lo g izad o , p o d rá a c tu a r so b re m i?


¿ C u á n d o p o d ré d e c ir con v e rd a d q u e m i e sp e ra n z a es c ristia n a ? Evi-
d e n te m e n te , sólo a fav o r de u n vigoroso y so b re rra c io n a l acto d e fe.
Sólo, re sp o n d e B u ltm a n n . cre y en d o con S an P a b lo q u e la e n c a rn a ,
c ió n de C risto h a c o m en z a d o a c u m p lir e n este m u n d o la e sp e ra n z a
de la p le n itu d p ro m e tid a — vetera transierunt, ecce facta sunt omnia
nova, dice la S e g u n d a E p isto la a los C o rin tio s (V, 17)— . y q u e el
D ios p re se n te e n m i a lm a es ta m b ié n el D ios a d v e n id e ro ; o, con
o tra s p a lab ras, cre y en d o q u e la in c o a d a p le n itu d a c tu a l d el a lm a ere-
y e n te se h a lla re a lm e n te d e te rm in a d a p o r su esp erad o p o rv e n ir glo-
rioso. “ S egún San P a b lo y S an J u a n e s c r i b e el teólogo d e M a rb u r.
g o , la v id a d e l h o m b re se h a lla ya lib e ra d a e n e l p re sen te p o r la fe
e n la g ra c ia d e D ios q u e e n C risto se m an ifestó . P e ro esa v id a n o es
p a ra él u n a sim ple posesión, co m o su fe n o es u n a convicción p a ra
sie m p re poseída, sin o u n a cto e sp iritu a l c o n sta n te m e n te ren o v ad o . E l
p re se n te d el h o m b re n o es tie m p o d e te n id o ; com o u n entre p ecu liar,
e stá d e te rm in a d o p o r e l p re té rito o p o r el fu tu ro : el h o m b re m u e re
p e rm a n e n te m e n te con su pasado, u n p asad o sin cesar fiigitivo, o vive
d e su p o rv e n ir. E l D ios d e l p resen te es siem p re el D ios a d v en id e ro ,
y só la m e n te p o r serlo es el D ios del p re sen te , el D ios cu y a g racia li-
b e ra al h o m b re de su a ta d u r a al p a sa d o y a b re su e sp íritu a l por-
v e n ir (al p o rv e n ir de D ios).” E l sen tid o p ro fim d o y la ra z ó n de aque-
lias im ág en es m itológicas d e la e sp e ra n za c ristia n a — la v ic to ria d el
in d iv id u o h u m a n o sobre la m u e rte — ’q u e d a ría n asi salvados p a ra el
a lm a actu al. “Si lo Unico c ierto d e l fu tu ro d e l h o m b re es su p ro p ia
m u e rte , p a ra aq u él cuyo f u tu r o es a b e rtu ra h a c ia D ios a d v e n id e ro
la m u e rte h a p e rd id o to d o su esp an to . E se h o m b re d e sistirá d e pin-
ta r el p o rv e n ir q u e D ios nos re g a la a lle n d e la m u e rte , p o rq u e to d a s
las im á g e n es de u n a g lo ria tra n s m o rta l p u e d e n n o ser o tra cosa q u e
im a g in a cio n e s d e u n a fa n ta sia in c ita d a p o r e l deseo, y la re n u n c ia
a los espejism os d e l deseo es p a rte n ecesaria d e la a b e rtu ra d e la fe
a l p o rv e n ir de D ios. E l sen tid o d e las im á g e n es m itológicas d e la es-
p e ra n z a , lib re y p a te n te y a p o r o b ra d e la d esm ito lo g izació n , es é ste :
que ellas nos h a b la n d e u n fu tu ro e n D ios y p o r D ios com o p le n itu d
de la v id a h u m a n a .” L a d esm ito lo g iz ac ió n d e los te x to s neotesta-
m e n ta rio s relativos a la e sp e ra n z a c ristia n a c o n d u ce a B u ltm a n n , e n
U ltim o e x tre m o , a la ta ja n te sen te n c ia de L u te ro e n su c o m e n ta rio
a la E p isto la a los R o m an o s : el c ristia n o sabe q u e espera, p ero no
lo q u e espera.
N o p u e d e negarse n o b le z a y h o n d u ra al in te n to d e B u ltm a n n .
174 ‫ئ‬ ESPERA ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA

m a s ta m p o c o es p o sib le e lu d ir u n a u rg e n te in te rro g a c ió n : esa es-


p e ra n z a b u ltm a n n ia n a , ¿ e n c ie rra e n si la in te g rid a d d e la e sp e ra n z a
c ris tia n a ? L a “ d e sm ito lo g izació n ” d e l N u e v o T e s ta m e n to q u e Bult*.
m a n n p ro p o n e, ١¿ n o será m ás b ie n la re d u c ció n siste m á tic a d e l Cris.,
tia n is m o a los estrechos lim ites d e u n sim p le e x isten cialism o c ristia n o ?
T a n so licita a te n c ió n a los m otivos de c re d ib ilid a d d e l m e n sa je n e o .
te sta m e n ta rio , ¿ n o a ca b a re d u c ie n d o la fides Christiana a sus praeam-
bula fidei? L a po sició n d e B u ltm a n fre n te a la ra z ó n h u m a n a con-
tie n e dos a c titu d e s d ifíc ilm e n te conciliables e n tre s i: e n c u a n to afir-
m a d a p o r u n h o m b re d e este tiem p o , p ro c la m a la p leitesía d e l N u e -
vo T e s ta m e n to a las actu ales exigencias de la ra z ó n científica y ‫ﻃ ﺞ‬
8Ófica; y a la vez, en c u a n to p ro p u e sta p o r u n lu te ra n o , n ie g a a esa
m ism a ra z ó n la p o sib ilid a d d e c o n stru ir u n a te o lo g ia d e la e x iste n ,
cia gloriosa fiel al c o n te n id o d e l N u e v o T e s ta m e n to y lib re d e los.
excesos im a g in a tiv o s a q u e la relig io sid a d p o p u la r suele conducir►
D e sm ito lo g iz a d a a la m a n e ra d e B u ltm a n n , la e sp e ra n z a c ris tia n a
n o sabe y a q u é e s p e ra r: la v id a e sp e ra n z a d a es e n ta l caso e l re su el-
to y a n im o so c a m in a r d el h o m b re h a c ia u n m o d o d e e x istir — la v id a
in p a t r i a r — d e l c u al n a d a sabe y n a d a p u e d e saber. V iv ir h u m a n a y
c ris tia n a m e n te seria “ser-para-la-m uerte” y “ser-en-D ios” , sá-zum ~
Tode e in-Gott-sein, p o r o b ra d e C risto ; p e n sa r c ristia n a m e n te , cris,
tia n iz a r al H e id e g g e r d e Sein und Zeit. P e ro .el e m p eñ o d e in d a g a r
las co n d icio n es m etafísicas y an tro p o ló g ic a s p a ra q u e sea real y v er.
d a d e ra m e n te “h u m a n a ” y “ m ía ” la ex isten cia g l o r i l a q u e p ro m e te
el N u e v o T e s ta m e n to , ¿ n o es ta m b ié n , p o r v e n tu ra , u n a le g itim a p ^
sib ilid a d d el p e n sa m ie n to cristia n o ? B ien está la e m p resa d e b u s c a r
e l “sen tid o ex isten c ia l" de los tex to s revelados m e d ia n te u n a c o m p re n
sión a n tro p o ló g ic a ilu m in a d a p o r la fe ; b ien , asim ism o , la firm e d e -
cisión d e a p lic a r la rie n c ia h istó ric a y la té cn ica filológica m ás d e -
p u ra d a s a la m e jo r in te le cc ió n d e la S a g ra d a E s c ritu ra . L a c o m p re n ,
sión e x isten cial y la h e rm e n é u tic a h istó ric a q u e d a ría n re d u c id as, s in
e m b arg o , a in c ie rto y m o v ed izo su b jetiv ism o — y, p o r lo q u e a la
e sp e ra n z a a ta ñ e , a h n p u ro q u e re r y n o p o d e r e sp e ra r— si e n tre e l
“sen tid o h istó ric o ', d e l te x to y su “sen tid o ex isten c ia l" n o se in te r -
p u siesen u n d o g m a, u n a m eta física y u n a teo lo g ia d e v alid e z u n iv e r.
sal. E l d o g m a, lib re m e n te a ce p ta d o p o r la fe, d irá a l c ristia n o lo q u e
e n c u a n to c ristia n o p u e d e y d e b e e sp e ra r; Ia m etafis.ica, c o n stru id a
sobre n u e stro sab e r científico acerca de la n a tu ra le z a h u m a n a , m os-
tr a r á la ra z ó n p o r la cu al e l h o m b re espera y tie n e q u e e sp e ra r m á s
‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA DE LOS REFORMATOS ‫ ا‬7‫ﺀ‬

allá de si m ism o ‫ ل‬la teologia, en fin. tr a ta r á d e e x p lic a r d e m o d o ra .


zo n ab le la v in cu lació n e n tre la m etafisica y e l d o g m a . Sólo m e rc e d
a u n a a rm o n io sa co n ex ió n e n tre la h e rm e n é u tic a , el d ogm a, la te o .
Ì.g ia , la a n tro p o lo g ia y la m etafisica p o d rá edificarse u n a te o ria ca-
bal de .la e sp e ra n z a c ristia n a ‫ ا ه‬٠

2 ‫ ا‬U na critica generai de la “desm itologización” b u ltm an n ian a q u ed a fu era


de los lim ites de este libro. A quel a quien interese el problem a deb erá leer los ya
m encionados libros de L M alevez. s. j., y R. M ari،, s. as، com o el largo estudio
de K. Jaspers Wahrheit und Unheil der Bultmannschen Entmythologisierung (re.
producido en el lib ro ‫ ﺀ آ ه‬Frage der Entmythologisierung, d e K. Jaspers y R. B u lt,
m ann , M ünchen, 1954). M alevez y M a rl، c ritican eficazm ente a B u ltm an n desde
el p u n to de vista de la teologia y la escriturlstica católicas; Jaspers, por su parte,
estu d ia el m odo cdmo B ultm ann entiende el m ito, la verdad científica y las re la-
d o n e s en tre el creer y el com prender. D entro del ،r e a d e la teologia pro testan te
deben señalarse los estudios de K. B arth (Rudolf Bultmann. ‫ « آ ﺀ‬Versuch ‫ا‬7‫ﻻﺀ « ا‬
verstehen, Z u rich , 1952), E . B ru n n er (٠٥ * Ewige als Zukunft und Gegenwart, Z ü ٠
rieh, 1953) y F r. G ogarten (Entmythologisierung und Kirche, S tu ttg art, 1953). E n
‫ ئ‬te rre ra p a tte de este libro reaparecerá el tem a de la c o n c e s ió n b u ltm a n n ia n a
de la esperanza.
C a p ít u l o n i

L A E S P E R A N Z A D E LOS S E C U L A R I Z A I S

E n e l filo d e los siglos x v n y X I c o m ie n z a a a d q u irir v ig en cia SO.


c ia l e l suceso d e la secu larizació n . H a s ta la p a z d e W estfa lia , los eu-
ropeos, c a tó lic o s '0 p ro te sta n te s, confiesan e n su in m e n s a m a y o ría
u n a re lig ió n positiva, cre en e n la revelación, a d o ra n c u ltu a lm e n te
u n D ios p erso n al. Pese a l au g e c o n sta n te d e la v id a secular, d esd e la
B a ja E d a d M e d ia , to d a v ía n o se h a sec u la riz ad o la c u ltu ra eu ro p ea.
U n d a to sig n ificativ o : a p a r tir d e 1662, el p rim e r acto p ú b lic o d e los
licenciados e n la F a c u lta d d e M e d ic in a d e P arfs c o n sistia e n u n a
v is ita colectiva a N o tre -D a m e p a ra Ju ra r, a n te el a lta r d e S aint-D enis,
la d efe n sa d e la re lig ió n cató lica usque ad effusionem sanguinis. D es-
c a rte s y P ascal, V e lá z q u e z y C ald eró n , H a rv e y y N e w to n , G alileo y
l ^ i b n i z sig u en sien d o homines religiosi, a u n q u e sep a n d a r a la na-
tu ra le z a y a la ra z ó n lo m u c h o q u e u n a y o tra p id e n d e los h o m b re s
d e su tie m p o .
P ro n to c am b ia, sin e m b arg o , e l c lim a e sp iritu a l d e E u ro p a . E n
F r a n c ia e In g la te rra - l a s dos p o te n cias re c to ra s d e la v id a e u ro p e a
h a c ia 1700— crece rá p id a m e n te la im p o rta n c ia d e los « lib e rtin o s” ,
a la m a n e ra de S a in t-E v re m o n d ; d e los “d eístas” , com o J o h n T o la n d i
e l a u to r d e Christianity not mysterious (1696 ) ‫ ي‬d e los “crítico s” , se-
g ú n e l re c ie n te m odelo d e P ie rre B ayle (Dictionnaire historique ‫ﺀ ﺀ‬
critique, 1695-1697), y de los “lib rep e n sa d o re s” , a la m a n e ra d e A n -
th o n y C ollins (A discourse of freethinking, 1713). A m e d id a q u e a v a n .
z a el siglo - , e l te n so e q u ilib rio e n tre la fe y la ra z ó n e n q u e vi-
v fan los h o m b re s d e l B arro co se ro m p e a fa v o r de e sta U ltim a, y la
“crisis d e la c o n cien cia eu ro p ea'. (P au l H a z a rd ) te r m in a c o n e l triu n -
fo d e u n p ro g ra m a in te le c tu a l y p o litico c a d a vez m ás c lara, re s u e lta
y a m p lia m e n te c u m p lid o : la sec u la riz ac ió n d e la v id a h u m a n a . Es-
LA ESPERANZA DE 1 . S SECULARIZA TO S 77 ‫ل‬

t u d ‫؛‬e m ٥ 8 las consecuencias d e ese p ro g ra m a e n o rd e n a la e sp e ra n z a


d e los h o m b re s.

í . — S e c u l a r iz a c ió n y espera n za : el P R rc R E S iS M o

T o d o vicio es la d e fo rm a c ió n d e u n a v ir tu d ; to d o e rro r, la con-


tr a f a c tu r a d e u n a v e rd a d . Sólo a la lu z d e estos obvios p rin c ip io s
p u ed e e n te n d e rse desde su ra iz e l suceso h istó ric o d e la seculariza-
c‫؛‬ó n d el m u n d o m o d e ra o . ¿Q u é o tra cosa es ésta sin o la d e fo rm a ,
c ió n , el d e sm e su ra m ie n to sistem ático d e u n a v e rd a d c ristia n a ? E l
C ristia n ism o co ncibe a l h o m b re com o im a g e n y s e m e ja n z a d e D io s;
ta l es el fu n d a m e n to U ltim o d e la d ig n id a d n a tu r a l d e l ser h u m a n o
y la ra z ó n d e l titu lo d e «rey d e la C reació n " con q u e le d is tin g u ía
la v ie ja retó ric a . A h o ra b ie n : D ios, d e l c u al es im a g e n y se m e ja n z a
la c ria tu ra h u m a n a , p u e d e ser p a ra ella u n a re a lid a d p ró x im a 0 le.
ja n a . P ró x im o estu v o D ios m ie n tra s e l h o m b re pensó q u e su ra z ó n
fin ita se h a lla e n re lació n an aló g ica con la in fin ita ra z ó n d iv in a ; le-
ja n o c o m en z ó a e sta r c u a n d o el n o m in a lism o d e los siglos xre y XV,
a fu e rz a d e a firm a r la c o n d ició n so b re rra c io n a l d e la potentia ٠ ٥ í
absoluta, fu é poco a poco ro m p ie n d o el lazo d e la an alo g ia m e ta fi.
sica e n tre la c ria tu ra h u m a n a y su cre ad o r. " N o soy a n álo g o a D ios
e n c u a n to ser rac io n al, sin o e n c u a n to ser v o lu n ta rio y libre.., se dijo
el h o m b re e n e l siglo XIV. D ios, a ñ a d ía , h a q u e rid o lib re m e n te lim i-
t a r su in c o m p re n sib le e in fin ita o m n ip o te n c ia c re a n d o u n m u n d o 80-
m e tid o a o rd e n y re g la : e n el m u n d o cread o , la potentia ٠ ‫ ﺀ ﺀ ه 'ﺀﺀ‬٠ ‫ل‬
iuta se h a h e c h o potentia ‫ ي ﺀ ه‬ordinata, y asi e l fu e g o q u e m a “ siem .
p re ” y e l h ie lo "siem pre., e n fria , p u d ie n d o n o h a b e r sido asi. P ro n -
to , s in e m b arg o , se e x tre m a rá la tesis y e l h o m b re d ir á : D ios e n e l
cielo y y o e n la t i e r r a T a l es, m á s o m enos e x p licito , e l s e n tir d e l
H u m a n is m o d e l siglo XV. E l a lm a h u m a n a es aemula Dei, y e l h o m .
b re . Deus in terris, e sc rib irá M a rsilio F icin o , e x p re sa n d o aforística-
m e n te e l e s p íritu d e la época.
L a e n fá tic a p ro c la m a c ió n d e la d ig n id a d h u m a n a , e l m ás frecu en -
t e e n tre 1.8 tópicos d e l H u m a n ism o , llevaba im p lic ita u n a tesis m u y
p o sitiv a y o p tim is ta acerca d el p o d e r d e l h o m b re . L a Oratio de ho-
minis dignitate, d e P ic o d e lla M ira n d o la , tie n e su c o rre la to e n la
visió n d e la n a tu ra le z a h u m a n a co m o u n "m icrocosm os o p e ra tiv o ” ,
t a n p a te n te e n N ic o lás d e C usa y e n P a ra c e lso : el h o m b re n o es
m icrocosm os sólo p o r c o n te n e r e n si, a b re v ia d a m e n te , la to ta lid a d
d e l m acrocosm os, sin o ta m b ié n p o r su c a p a c id a d de “h a c e r to d o ” lo
‫ا‬2
1 3 ESPERA Y LA ESPERANZA

q u e la c reació n h ace y p u e d e h acer, desde p e sa r c ٠ m ٥ la p ie d ra h a s .


ta p e n sa r com o el á n g e l ٤. Sin e l a u x ilio de u n a virtus aliena, con-
sólo su virtus propria, la c ria tu ra h u m a n a serla c a p a z .d e o rd e n a r ra-
z o n a b le y s a tisfa c to ria m e n te c u a n to a ta ñ e a su v id a te rre n a l y a u n
m u c h o d e lo c o n c e rn ie n te a su v id a so b re terren a , p o rq u e e l sem ipela-
g ia n ism o , a la sazón vigente, red u ce al m in im o la acción d el p e c a d ,
o rig in a l so b re la n a tu ra le z a del h o m b re y e n sa lz a a l m á x im o la v ir.
tu d n a tu ra l d e l a lm a h u m a n a p a ra c o n se g u ir su p ro p ia justificación.
E t in terra ego, dice e n to n ces e l europeo, lleno d e a n im o sa confianza-
e n si m ism o.
E l .e x tre m a d o p e sim ism o a n tro p o ló g ico d e la R e fo rm a n o im p id ió
e l b u e n é x ito d e ese in c ip ie n te proceso d e secu larizació n . A l c o n tra-
r io : los p rim e ro s re fo rm a d o re s e n se ñ a ro n a l h o m b re a d e c ir y s e n tir
co n in é d ita y d esesp erad a v e h em e n c ia e l et in terra ego d e los h u -
m an istas. Y asi, a trav és d e católicos y p ro te sta n te s — B acon, D escar-
tes, P ascal, l ^ i b n i z , N e w t o n - , ése vino a ser e l le m a in ic ia l d e la
Ilu stra c ió n . L a a u to n o m ia d e l h o m b re e n e l re g im ie n to d e su p ro .
p ia vida, a firm a d a h a s ta e n to n ce s co n te m o r y a u n con estrem eci-
m ie n to ٥, es p ro c la m a d a sin am b ag es p o r to d o s los “ilu stra d o s” d e l
siglo xvm , d esd e F o n te n e lle h a s ta K a n t. E l h o m b re d eb e se c u la riz a r
su v id a j la sec u la riz ac ió n d e la e x isten c ia h istó ric a n o es sólo u n
d erech o , es ta m b ié n u n d e b e r : “es culposa la m in o rid a d d e u n h o m -
b re — so ste n d rá K a n t e n k ist Aufklärung?— c u an d o su cau sa n .
ra d ic a e n la c aren c ia d e e n te n d im ie n to , sin o d e reso lu ció n y d e áni-
m o p a ra servirse d el e n te n d im ie n to p ro p io sin la d ire c ció n d e o tro ” .
E l c a n to a la d ig n id a d d e l h o m b re se tru e c a a h o ra e n c la ra y resuel.
ta p re te n sió n d e ex clusividad, d e m o n o p o h o . Y si la e sp e ra n z a h u -
m a n a es siem p re, e n su U ltim a ra lz , la e sp e ra n z a de u n a p le n itu d ,
¿ q u é p o d rá n e sp e ra r los q u e d e este m o d o h a n sec u la riz ad o su v id a?
§ 1. P a ra re sp o n d er a esta in te rro g a c ió n , com encem os esttid ian -
d o el c o n te n id o y la e s tru c tu ra de la sec u larizació n dieciochesca. E s e
c o n te n id o tie n e , com o p rim e r fu n d a m e n to , u n a id e a d e la D iv in id a d
y d e la re la ció n d e l h o m b re con ella. L os secu larizad o s d e l siglo -
n o n ie g a n a D io s; se c o n fo rm a n con re d u c irle a ser u n e n te ab strae-
to, im p e rso n a l y lejan ísim o , q u e después d e h a b e r cread o e l m undo- 1

1 Véase E. Cassirer, Iiu liv â u m ««٥ Kosmos in der Philosophie der Renais-
sance (Leipzig, 1927), y m i e s ttid i. La antropologia en ‫ ط‬obra ٥، fray Luis ‫ﺀ ه‬
Granada (M adrid. 1946).
» E a ese tem ero s, estrem ecim iento se expresa el sentido histórico de la obra
trág ica de Shakespeare. Sobre la significación de la trag ed ia como espejo de esa
tem erosa osadfa del hom bre en la afirm ación de su propia autonom ia, véase m i
ensaj’o “La acción catártica de la tragedia”, en Vestigios (M adrid, 1948).
LA ESPERANZA DE L O S S E C U L A R IZ A IS .179

se lim ita a c .n te m p la rlo , sin in te rv e n ir e n él. T a l es el D Ì.S d e l deis,


m o. u n D ios q u e re in a y n o g o b ie rn a , seg ú n e l d ic h o d e V o ltaire.
D ios e n el cielo, y e n la tie rra la n a tu ra le z a y la ra z d n d e l h o m b re .
E l D ios lejan o del n o m in a lism o , relegado luego a ser u n D ios m era-
m e n te cread o r, h a v en id o a c o n v ertirse en u n Deus 0 ٤‫'أ‬0 ‫ ﺀ « ﺀ‬. Pocos de-
cenios m ás ta rd e a c a b a rá sien d o u n D io s in e x is te n te : “U n d eista
e s c r i b í a p o r e n to n ce s P . B o n h o m m e - es u n a especie d e h o m b re
que n o tie n e b a sta n te d e b ilid a d p a ra ser c ristia n o n i b a sta n te v a lo r
p a ra ser a teo ” ٥. P ero si al d e ista le fa ltd ese valor, sus h ijo s lo te n d rá n .
C on ese D ios a b stra c to y re m o tísim o , el h o m b re ilu s tra d o va a
sostener d o b le y c o n tra p u e s ta relación. T r a ta rá , p o r u n a p a rte , d e
m antenerl'e alejad o d e su p ro p ia r a z ó n : ta l es el secreto d esignio d e
la “c ritic a racional», d e la E s c ritu ra , u n a d e las a ctiv id ad es in te le c .
tuales m ás caras a los h o m b re s d e la Ilu stra c ió n , desde la publica-
ción d e l D ic cio n a rio de B ayle. P ro c u ra rá , p o r o tra p a rte , su id e n ti.
ficación con Ó1, n e g a n d o d e p la n o la existenCia d e u n pecado o rig in a l
- a lo c u al n o h a b ía llegado la a n tro p o lo g ía d el H u m a n is m o ren acen -
tista — y d iv in iz a n d o la a c tiv id a d de la n a tu ra le z a h u m a n a . N o sólo
V o ltaire, R ousseau y H u m e ; h a s ta los teólogos p ro te sta n te s se pro-
n u n c ia n , deso y en d o a L u te ro , c o n tra la c o rru p c ió n o rig in a l d e la
h u m a n a n a tu ra le z a . R eim aru s, p o r ejem plo, so ste n d rá q u e el pecado,
en c u a n to acció n sólo im p u ta b le a la co n cien cia del q u e lo com ete,
n o p u e d e tra n s m itirs e físic am en te d e u n su jeto a o tro . L a concdia-
cid n d e l h o m b re co n D ios, la deificación d e la criartrra h u jn a n a , es
ta re a q u e sólo d e p en d e d el h o m b re m ism o. Si el sem ip ela g ia n ism o
n o m in a lis ta p u d o p e n sa r q u e el h o m b re , p o r su p ro p io m ó rito , es ca-
p a z d e co n seg u ir d e D ios su justificación, el su p erp ela g ia n ism o ilus-
tra d o d irá a b ie rta m e n te q u e la o b ra d el h o m b re es su propia- ju sti-
ficación. “E l p ro b le m a d e la con ciliació n d el h o m b re y D ios, p o r
cu y a solución lu c h a ro n los g ra n d e s sistem as escolásticos y to d a la
m istic a d e la E d a d M e d ia o b s e r v a C assirer— , aparece a h o ra a u n a
n u e v a lu z . E sa c o n ciliació n n o se espera d e la acción d e la g ra c ia
d iv in a, sin o q u e d eb e verificarse p o r m e d io d e l tra b a jo h u m a n o y e n
v irtu d d e su p ro p io d esarro llo " ٠.
S obre ese fu n d a m e n to religioso a sie n ta el c o n te n id o h istó ric o d e
la sec u larizació n ilu stra d a . E n ella, com o h a h e c h o n o ta r D ie z del
C o rral, lo sag rad o n o desaparece, sino que se m u n d a n iz a ‫ ا‬٠ E l h o m -
» A pud p . H azard , El pensamiento europeo ‫ „ﺀ‬el siglo XVIII (trad. e ٥p., M a-
d rid , 1940).
i Filosofia de ٤٠ Ilustración (trad, esp., M¿x،co ٠ 1943), pág. 139.
٥ "E s preciso d istin g u ir —dice D iez del C o r r a l - en tre secularización y pro-
fonación. E sta significa desacralizacldn; lo sagrado no se m un d an iza, sino q ue
180 ESPERA Y LA ESPERANZA

b re secu larizad o h a c e su vida h istó ric a tra n s p o n ie n d o al saeculum


e l viejo m o d o d e v iv ir in d iv id u a l y colectivo en el D ios del C ristia-
n isjn o . U n a in g en io sa frase de C h e ste rto n — “e l m u n d o m o d e rn o es
u n tro p e l de ideas cristia n as q u e se h a n v u elto locas”— seria m u c h o
m á s e x a c ta su stitu y e n d o “ locas” p o r “ m u n d a n a s ” . A titu lo d e ejem -
pio, co n tem p lem o s cóm o se h a c e n seculares, m u n d a n a s , las ideas cris-
tia n a s de p ro v id e n c ia, re d en ció n , cu erp o m istico y e sp eran za.
C ree el c ristia n o q u e el curso e n tero d e la creación y los even-
to s de la h is to ria d e l h o n tb re se h a lla n som etidos a u n d esig n io di-
v in o m á s 0 m en o s escrtrtable p o r la m e n te h u m a n a , al cu al lla m a
“P ro v id e n c ia ” . Poco im p o rta qtie de ésta se te n g a el co n cep to d e
S an A g u stín , el d e M o lin a o el de B ossuet, y qtte se a trib u y a u n a
eficacia m a y o r o m e n o r a la lib e rta d d e l h o m b re , e n c u a n to a u to r
d e su v id a y a c to r de la h is to ria ; lo decisivo es q u e esa h is to ria se
h a lla re g id a desde fu e ra de ella. E l sen tid o d e la h is to ria u n iv e rsal
es tra s c e n d e n te a l a co n te c er h istó rico . P a ra el secu larizad o , e n cam -
bio, el CTirso d e la h is to ria tie n e e n si m ism o su p ro p io sen tid o , el
c u al seria accesible a la ra z ó n h u m a n a b a jo fo rm a d e “ley'.. L a “ley
h is tó ric a ” es el e q u iv a le n te sec u la riz ad o de la “ P ro v id en cia... N o
c o n stitu y e u n a z a r q u e la “ filosofia d e la h isto ria .’, co n ce b id a e n sus
o rígenes com o u n a 'ré p lic a “ ilu stra d a ., a la “te o lo g ia d e la h is to ria ”
d e B ossuet », naciese c u a n d o M o n te sq u ie u y V o ltaire, seducidos p o r
la h a z a ñ a de N e w to n , c o m e n z a ro n a in d a g a r las “leyes n a tu ra le s ”
q u e rig e n las vicisitudes d e los pueblos.
A lg o a n álo g o a co n tece con la id ea d e R ed e n c ió n . C on su p asió n
y m u e rte . C risto, D ios y h o m b re v e rd a d ero , p e rso n a d iv in a trascen -
d e n te a la h u m a n id a d p o r é l a su m id a , re d im ió los la c a d o s d e los
h o m b re s. L a R ed e n c ió n n o h a to r r a d o d e la T ie rr a el pecado, p ero
h a p e rm itid o q u e éste p u d ie ra lo g ra r p e rd ó n definitivo. Los ilu s tra ,
dos n o p u e d e n n e g a r la e v id en cia d e l m a l y la in ju stic ia d e la v id a
d e l h o m b r e ; m ás aUn, con la e x isten cia d e ese m a l y e sta in ju s tiria

desaparece; mientras que en Ja seCTjJarlzacidn Ja ferma especifica de Jo sagrado


Jrrad'ia y penetra Jos diversos sectores de Ja cultura, los cuales se expanden y es-
peciaizan a impulsos de este proceso de secularización... Hay formas extremas de
Secularización que se revuelven formalmente contra el cristianismo y que conser-
van. sin embargo, el sello originario, no significando, con todo su negativismo,
verdadera profanación” (El rapto de Europa, Madrid, 1954, pág. 177).
٠ Con su esfuerzo por hacer humanam.ente razonable ia
ordenación providen.
cial de la historia, el Discours de Bossuet brindó a los secularlzadores un cómodo
trampolín. Diez del Corral subraya, con razón, la proximidad formal de una de
sus frases finales — tout s’avance avec une suite réglée— a la hlstorlologla de 1.1
Ilustración. Sobre la relación entre el Discours de Bossuet y la teologia de Molina,
véase lo que anteriormente queda apuntado.
LA ESPERANZA DE LOS S E C U L A R IZ A IS 181

a rg u y e n c o n tra el o p tim ism o le ib n iz ia n o : léase el C a d d e . V o lta ire


y R o u sse au siguen de b u e n g ra d o a ‫ ؟‬asea!, c u a n ‫ ؛‬, ¿ste d escrib e la
r.rúltiple p re sen c ia de la in iq u id a d y el d o lo r e n la h isto ria . ¿ L e se.
g ú irá n ta m b ié n c u a n d o Pascal, ap o yado en ese h e c h o indud.able, pos-
tule la n ecesid ad m o ra l d e a d m itir la C ald a o rig in a ria y la R eden-
ción? E n m o d o alguno. E llos n o - creen e n el Jjecado o rig in a l y n o
p u e d en a c e p ta r la id e a d e u n a “re d e n c ió n s o b re n a tu ra l" d e l g én ero
h u m a n o . N o v a cilarán , e n cam b io , a n te la hip ó tesis d e u n a “re d e n -
ción n a tu ra l'. 0 “h istó ric a .'. C risto es su stitirld o p o r el h o m b re in ge-
nere 0 p o r la co lectiv id ad h u m a n a : tales son a h o ra las in sta n cia s re-
d e n to ra s d el m al. E n su reseñ a critic a d e l Essai sur les moeurs et
Pesprit des nations, e scrib ía to s s in g , in te rp re ta n d o c e rte ra m e n te el
s e n tir d e V o lta ire : “O se c o n sid e ra a los h o m b re s e n p a rtic u la r, o
en g en eral. E s d ifícil c o n clu ir q u e el p rim e r m o d o sea el m ás n o ta-
ble. ( ^ n o c ie n d o a u n h o m b re e n p a rtic u la r, ¿q u é es lo q u e conoce-
m os? N ecios y m a lv a d o s... O tro es e l caso c u a n d o c o n sid eram o s a l
h o m b re en g e n e ra l: en to n ce s se nos revela com o algo g a n d e y n o s
m u e stra su o rig e n d iv in o . P iénsese e n las h a z a ñ a s c u m p lid a s Jjor el
h o m b re , e n cóm o d ila ta c a d a d ia las fro n te ra s d e su e n te n d im ie n to ,
e n la sa b id u ría que im p e ra en sus leyes, e n la a p licació n de q u e so n
te stim o n io sus m o n u m e n to s ...” E l “h o m b re e n g e n eral', ap arec e
a n te los ojos d e V o lta ire y to s s in g com o e l re d e n to r d el “h o m b re
e n p a rtic u la r” : a trav és d e aq u él q u e d a rla éste re d im id o d e sus des-
carrlOs y pecados. Ig u a l fu n c ió n c u m p le la volonté générale e n la
m e n te d e R ousseau : sólo a ju stán d o se a e lla la v o lu n ta d in d iv id u a l
y re c o n o cién d o la co m o p ro p ia p o d rá ev itarse q u e el amour de 50.'
d e g en e re e n amour propre, y a lc a n z a rá el h o m b re la salvación d e su
ex isten cia h istó ric a . L a sociedad es a h o ra la Crttz d e l castigo y la
Crttz d e la re d e n ció n , la causa y el re m e d io d e los m ales h u m a n o s.
U t unde mors oriebatur, inde vita resurgeret, dice e n la litu rg ia de
la Iglesia el P refac io d e la C rtiz. Si e n la le tra d e ese P refac io se lee
“so cied ad ” d o n d e dice “c rttz ” , e “in felicid ad ., d o n d e d ic e “m u e rte ” ,
se o b te n d rá , e n fo rm a p lá stic a y concisa, la id e a d e la R ed e n c ió n a
q u e llegó el p e n sa tn ie n to se c u la riz a d o r d e l siglo - .
Y el cosm opolitism o, ¿ q u é es, sin o u n re su lta d o d e se c u la riz a r el
co ncepto c ristia n o d e l corpus mysticumf R especto a la h u m a n id a d
en g e n eral, la c o m u n id a d d e los esprits éclairés q u e e n se ñ a n al h om -
b re a v iv ir con arre g lo a las “leyes d e la ra z ó n ” , cree re p re se n ta r lo
q u e la Ig lesia re p re se n ta p a ra el cristia n o , e n el o rd e n d e la 'salva.
7 L e s à g s sämtliche Werke, ed. de Hugo Gdring Stuttgart, ‫ ا‬. a.). ‫ ا‬XIX. pá-
gina 26.
182 LA ESPERA Y ESPERANZA

c îô n e te r n a ; la so lid a rid a d so b re n a tu ra l q u e el c ristia n o lla m a “co-


m u n id n d e los san to s” e l vinculo q u e u n e a c u an to s c o n stitu y e n
la c iu d a d de D ios— es s u stitu id a a h o ra p o r la e m o ció n q u e el ilus-
tra d o siente c u an d o c o n te m p la la in g e n te sucesión h istó ric a d e los
esfuerzos h a c ia la fe licid ad tC rm inal dCl g é n ero h u m a n o . E s a h í don-
d e el h o m b re d i c e C o n d o r c e t - “existe v e rd a d e ra m e n te c o n sus
sem ejan tes, en u n elíseo q u e su ra z ó n h a sab id o crearse" 8. c. L . Bec-
\‫؛‬،‫ أة‬٠ auxot de The Heauenly City of the Eighteenth Century Thilo-
sophers, h a . e n c o n tra d o u n bello titu lo p a ra u n bello lib ro . “L a C iu.
d a d de D ios e n el siglo x v m ” : eso fu é la société des philosophes p a ra
los q u e e n e lla se se n tía n in clu id o s ٠.
A n a d ie será difícil, después d e lo expuesto, im a g in a r el té rm in o
a q u e c o n d u jo la sec u larizació n de la e sp e ra n z a c ristia n a . E s ta tie n e
su o b je to e n la co n su m a c ió n escatològica d e l re in o d e D io s : h a c ia
e lla tie n d e n , p a ra u n c ristian o , su in d iv id u a l e sp e ra n z a y la esperan-
z a colectiva d e la h u m a n id a d e n te ra , d esd e A d á n h a s ta el U ltim o
h o m b re . D esde Un p u n to d e v ista e sp iritu a l y soteriológico, la histo-
ria u n iv e rsa l es el p ro g reso d e l g é n ero h u m a n o h a c ia l a seg u n d a y
d e fin itiv a “p le n itu d d e los tie m p o s” . L a visión d e l curso d e la histo-
ria com o e l c re cim ien to d e u n solo h o m b re p a sa d e S an A g u s tín y
O rosio a S an B u e n a v e n tu ra , y d e éste - v is ib le m e n te se c u la riz ad a
y a— a P ascal. A trav és d e caídas y d esfallecim ien to s, la h u m a n id a d
iria g a n a n d o p ro g resiv a m a d u re z e s p iritu a l p a ra a fro n ta r el tra n c e
su p re m o y p o stre ro d e la P a ru s ia y el Ju icio .
C o n su fino o lfa to h istó ric o d e a d a lid d e l R o m a n ticism o , F rie-
d ric h S chlegel supo a tis b a r b ie n te m p ra n a m e n te la m ás ra d ic a l sig-
n ifica rió n del v en d av al s e c u la riz a d o r: “E l deseo re v o lu c io n ario de
re a liz a r el re in o de D ios e s c r i b e - es el p u n to elástico d e to d a edu-
cació n p ro g resiv a y el v e rd a d e ro c o m ien zo d e la h is to ria m o d e rn a ” !..
E l ilu s tra d o dieciochesco esperó q u e su esfu erz o y e l de las genera-
ciones su b sig u ien tes a la su y a iría n a cercan d o p ro g resiv a m en te a los
h o m b re s a l goce definitivo d e u n “ re in o d e D ios', te rre n a l y secula-
riz a d o . L a in te g ra felic id a d q u e el c ristia n o espera e n la g lo ria celes-
tia l n o seria m ás g u sto sa y a tra c tiv a q u e la félicité secular o frecid a
y e sp e ra d a p o r los “ filósofos” d e la Ilu s tra c ió n : “L a p o s te rid a d es
p a ra el filósofo lo q u e e l o tro m u n d o p a ra el h o m b re religioso” , dijo
« Esquisse d’un tableau historique des progris ‫ ﺀى‬l’esprit hummn, ed. de
P. H. Prior (Paris? 1933). pág. 239.
» Ha sido publicada una traducción castellana del libro de Becker‫ ؛‬La C i à d
‫ ﺀى‬Dios del siglo XVIII (México. 19«).
1. Cit. por K. Lowith en “Die Dynamik der Geschichte und der Historismus”,
en Eranos Jahrbuch 1952 (Zürich, 1953), pág. 221.
LA ESPERANZA DE LOS SECULARIZA TOS 183

p o r todos ellos el fervoroso D id e ro t “ . N u n c a .h a sido m á s c lara y


R igorosam ente e x p re sa d a la tra n sp o sic ió n d e l fu tu r o escatològico al
fu tu ro histórico. U n a conclusión se im p o n e con e v id e n c ia : el pro-
gresism o, la fe e n e l Jjrogreso, es el té rm in o a q u e llega la seculari-
zació n d e la e sp e ra n z a c ristia n a e n el m u n d o m o d e rn o . L a h istorio-
g ra fia de los U ltim os decenios -J. B. B u ry ,w. R. c.
In g e , L . B ecker,
A . S alom on, K . L o w ith , p . H a z a rd , E . C assirer, L . D ie z del C o rral—
h a con firm ad o a m p lia m e n te la a g u d a y c e rte ra in tu ic ió n de F r. Schle-
gel ‫ﻷﺀ‬. T ra te m o s, pues, d e e n te n d e r con re c titu d la v e rd a d e ra consis-
tencia d e la e sp e ra n z a p ro g resista.
§ 2. L o p rim e ro q u e d eb e d ecirse d e l p ro g resism o es q u e n o fué
u n a idea, sino u n a creencia. L a o jjo rtu n a d istin c ió n de O rte g a e n tre
ideàs y c re e n c ia s ‫ ا ﺀ‬d e b e ser a h o ra rig u ro sa m e n te ap licad a, p o rq u e
la m e n ta lid a d de los p rim e ro s p rogresistas, fiel a su ¿poca, p re sen tó
su d o c trin a com o u n a a rq u ite c tu ra de saberes em piricos y racionales,
com o u n .'siste m a d e id eas". N a d a m ás erró n eo . A q u ello s ardorosos
éclairés fu e ro n v ic tim a s de u n espejism o, y lla m a ro n “ra z ó n ” a lo
q u e n o e ra sino “fe” , fe n a tu ra l e n algo q u e n o p o d ia verse co n los
ojos d e la c a ra n i d ecirse m e d ia n te los recursos d e la ra z ó n . C um -
plióse p a ra d ig m á tic a m e n te en ellos esta in d ic a c ió n d e j . M arias : “E l
h e c h o d e q u e las creencias, c u a n d o se fo rm u la n - e s d ecir, c u a n d o
n o fu n c io n a n sensu stricto com o tales c r e e n c i a s , e x ista n co n exis-
te n c ia mental, es d ecir, se p re se n te n en fo rm a a n álo g a a las ideas, h a
h e ch o q u e se c o n fu n d a n dos in g re d ie n te s d e ta n d is tin ta fu n c ió n e n
n u e s tra vida, dos re a lid ad e s ta n diversas” ٤٠.. Pese a su “ra c io n a l”
a p a rie n c ia , la Ilu stra c ió n fu é ta n to u n a e m p re sa m o ra l y religiosa
- s i se quiere, s e u d o r r e lig io s a - com o u n a e m p re sa in te le c tu a l. Sus
h o m b re s se p ro p u sie ro n in s ta la r a la h u m a n id a d sobre el fu n d a m e n -
to d e u n a n u e v a fe, la fe d e l h o m b re e n las Jjosibilidades re d e n to ra s
de su p ro p ia n a tu ra le z a , y d e a h í q u e el p ro g resism o fuese, m á s q u e
u n a especulación d e ideólogos, u n credo d e en tu siastas, la “relig ió n
d e l p ro g reso ". L a fu e rz a d e la Ilu stra c ió n “no ra d ic a b a e n su apar-
ta m ie n to de la fe e l p u ro e scep tirism o carece de fiie rz a verdade-
r a - , sino e n el nu ev o id e al de fe q u e p re se n ta b a y e n la n u e v a for-
‫؛؛‬ ‫ج‬ ٤٠x v m .jp á g . ‫ا‬0‫غ‬
12 j. B. Bury, The l i a of Progress (London, 1920); w . R. Inge, The idea of
Progress (Oxford. 1920) y The Fall of the Idols (London, 1940); c. L. Becker.
op. «'،.٠• A. Salomon, “The Religion of Progress”, en Social Research, XII, 1946;
K. Lowith, Weltgeschichte und Heilgeschehen (Stuttgart, 1953); p. Hazard, E. Cas-
sirer, L. Diez del Corral, op. cit.
1» “Ideas y creencias”, en 0 . c., t. V, pigs. 375 y sigs. Véase también la In-
troduccián ٠ la Filosofia de j. Marias (Madrid, 1947).
1. La estructura social (Madrid, 1955), pig. 125.
‫ ا‬84 ESPERA U ESPERANZA

m a d e re lig ió n q u e e n c a m ó ” , h a escrito, c o n m u c h a ra z ó n , E rn e s to -
C assirer ‫ ﺀ د‬.
N o h u b o d o m in io e n la re a lid a d y e n la o p e ra ció n d e l h o m b r e
al cu al n o llegase, p ro m e te d o ra y fa scin a n te , la re c ién n a c id a espe-
r a n z a p ro g re s is ta : la m o ral, la in te lig e n cia, la convivencia p o litica,
la ex isten cia biológica, to d o en el ser h u m a n o h a b la d e re c ib ir los
in a g o ta b les beneficios d e l progreso. E n el o rd e n m o ra l, e l h o m b re
iria p a sa n d o d e la d esg racia a la fe lic id a d : n u n c a esta p a la b ra h a
sido m á s fre c u e n te m e n te u sa d a q u e e n el siglo x v m ٤٠. E n e l ejerci-
cio d e su in te lig e n cia, la h u m a n id a d , o b e d ie n te a l Sapere aude que
p a ra K a n t e ra la s u m a c o n sig n a d e la Ilu stra c ió n , co n se g u irà sucesi.
v a m e n te to d o e l sab er de q u e la n a tu ra le z a h u m a n a es cap az. L a
con v iv en cia p o litica, so m e tid a a l re c to im p e ra tiv o d e la ra z ó n , se rá
p ro n to la m e jo r g a ra n tia d e la v e n tu ra h u m a n a . L a e n fe rm e d a d des-
a p a re c e rá d el p la n e ta , y la v id a d e l h o m b re a lc a n z a rá ed ad es c a d a
vez m á s altas, h a sta lim ites insospechables. P o r o b ra d e las nuevas
M u sas d e l e sp íritu h u m a n o , la m ecán ica, la. g eo m etria , el álg eb ra, la
fisiología, la b o tá n ic a, la q u ím ica, h a rto m á s poderosas quC las en-
c a n ta d o ra s M usas d e a n ta ñ o , la m u e rte , m á x im o a g e n te d e la lim i-
ta c id n h u m a n a , c o m ie n z a a b a tirse e n re tira d a . A si lo esp era d e ellas
H o u d a r de la M o tte , en su o d a a M r. B ig n o n , U Académ ie des
Sciences:

p .r Jos cuidados que vals a tomar,


pronto veremos alargarse
nuestros dias, tan prontos a huir;
y ya en Ja sombria orilla
Atropos está más ociosa
Laquesis tiene más que Jtllar... ir

M ás q u e el c o n te n id o em p iric o d e la e sp e ra n z a p ro g r e s is ta ‫ ا د‬in-
te re sa a q u i su e stru c tu ra . ¿C uáles fu e ro n sus elem en to s in te g ra n te s?
¿C ó m o esos e lem en to s se a rtic u la ro n e n tre si e n el a lm a d e l a d e p to
a la “re lig ió n d el p ro g reso '.? ¿ P u e d e su b sistir u n a v e rd a d e ra espe.
r a n z a e n e l h o m b re q u e h a sec u la riz ad o su vida, a u n q u e esa secu-
la riz a c iá n se base sobre u n a creencia firm e y e n tu sia sta ?

1® La filosofia de ¡a Ilustración, pág. 13٥.


1« Véase el capitulo “La felicidad” en el libro de p. Hazard, anteriormente
mencionado.
ir Cit. por p. Hazard en La crisis de ‫ ط‬conciencia europea (trad, esp.. Ma.
d r i 1 * ‫ ؛‬, 1‫)؛‬, pág. .8‫؟‬
٠٠ Aquel a. qulCn ese contenido interesa lea las documentada« e Ingeniosa,
descripciones de Paul Hazard en ‫ ا ﺀ‬pensamiento europeo en el siglo XVIII.
LA ).S P E R A N Z A DE I ..S S E C L L A R IZ A T O S

L a e sp e ra n za p ro g resista tie n e su p rim e ra n o ta esencial e n e l ra ٠.


dical fisiocentrismo d e la Ilu stra c ió n . E l p ro g resism o es, sin d u d a ,
u n a c re e n c ia ‫ ؛‬p ero u n a creen cia p e n ú ltim a , a p o y a d a sobre o tra m á s
h o n d a : la g ra n fe d e l h o m b re “ilu stra d o ., e n las v irtu a lid a d e s d e la
n a tu ra le z a , el c a rá c te r fisiocéntrico de la m e n ta lid a d q u e e l siglo XVIII
creó y p o stu ló . L a célebre sen te n c ia d e P ope — ,,The proper study of
mankind is man” , “E l m ás id ó n eo te m a de e stu d io p a ra el h o m -
bre es el h o m b r e '. - sólo serà b ie n e n te n d id a v ié n d o la com o expre-
sión in te le c tu a l y a fo ristic a d e u n a v en erac ió n c u asirrelig io sa d e la-
n a tu ra le z a h u m a n a . E n ella cree, e n ella y d e ella e sp e ra e l ilu s tra -
do. C o n sid e ra d a e n si m ism a, esa n a tu ra le z a es in m a c u la d a : n in g u -
no d e los “filósofos., dieciochescos h u b ie se d ise n tid o d e l aserto con-
q u e R ousseau in ic ia su Em ilio. In m a c u la d a y, p o r a ñ a d id u ra , p o d e ro .
sa. C on el solo ejercicio d e su v irtu d p ro p ia , sin el au x ilio d e p o te stà,
des so b re h u m a n a s, siéntese el h o m b re cap az d e lo g ra r la to ta l p le n itu d
o n to lò g ica y o p e ra tiv a d e su ser. E l m o d o d e la e sp e ra n z a q u e a n te a
llam é “h esió d ico " es afirm ad o a h o ra con la m á s a b so lu ta p u re z a .
U n o s c re e rá n q u e esa fu rtira p le n itu d va a ser u n e stad o d e fe lic id a d
definitivo e in v a ria b le : es la tesis d e “estad o final" d el p ro g reso h u -
m an o . O tros, m ás am biciosos, s u s titu irá n la v e n tu ro sa “in fin itu d ” a-
que el h o m b re a sp ira y q u e el C ristia n ism o p ro m e te , p o r la “in te rm i-
n a b ilid a d ” d e l m o v im ie n to perfectiv o de la h isto ria , y. p ro p o n d rá n la
d o c trin a d e l “p ro g reso in d efin id o '.. Poco im p o rta . L o decisivo e n uno.
y o tro caso es q u e el ser h u m a n o , sin o tra s fu e rz a s q u e las d e su n u d a
n a tu ra le z a , sin m ás n o rm a q u e la d e ser a g r i o s a m e n t e fiel a su p ro -
p ia ra z ó n , e stá seguro d e m overse h a c ia su p erfecció n su p re m a.
L a e sp e ra n z a d e l p ro g resism o es, pues, p u ra y ex clu siv a m e n te te-
rr e n a ; la mundanidad es la se g u n d a d e sus n o ta s esenciales. ¿Q uiere-
ello d e c ir q u e e l o b je to d e esa e sp e ra n z a se h a lla c o n stitu id o sólo p o r
las re a lid ad e s q u e S an A g u s tín lla m ó futura et transitura? M ira d a»
tales re a lid ad e s seg ú n lo q u e ellas son, se im p o n e u n a re sp u esta afir,
m a tiv a : to d o lo q u e esp era el p ro g resista p e rte n e c e a este m u n d o y
está in e lu d ib le m e n te so m etid o al tiem p o . P e ro él n o esp era p a ra s f
m ism o, e n c u a n to in d iv id u o ‫ ؛‬él espera, m ás allá de su m u e rte , la
p erfecció n de la n a tu ra le z a h u m a n a , sea ta l p erfe cc ió n u n e s t a d ,
te rm in a l, 0 el recto, fe liz e in d efin id o ejercicio m e lio ra tiv o d e las vir-
tu a lid a d e s d e esa n a rtira le za , y ello im p rim e a su e sp e ra n z a u n ca-
rá c te r escatològico y sacrai. C o n la secu larizació n d e la id e a cristia .
n a d e la vida, el saeculum d el fu tu ro se sacraliza, c o b ra u n a d ig n id a d
“a b so lu ta ” : n in g ú n p ro g resista d ejó d e c o n sid e ra r “ sa g ra d a ” su es-
g r a n z a , y n o JJOCOS h in c a ro n su ro d illa a n te u n a n u e v a diosa, la
f LA ESPERA Y LA ESPERANZA

P o ste rid a d . “ jO h , p o ste rid a d , tie rn a y d u lce e sp e ra n z a .de los h u m a -


'nos, n o eres p a ra n o so tro s u n a e x tr a ñ a ! ” , e x c la m a b a R o bespierre,
m u c h o m enos tie rn o y d u lce q u e su esp e ra n za , e n u n d iscurso a los
m ie m b ro s del C lu b Jac o b in o !.. L a p o ste rid a d , e l saeculum d e l fu tu -
ro , h a a su m id o el p a p e l d e D io s; y, com o D ios, d isciern e ju ic io y
g lo ria definitivos a los m o rtales. B ajo e l a p ò stro fe d el o ra d o r la tía
l a re lig io sid a d secu lar d el re v o lu cio n ario d el progreso’.
A l fisiocentrism o y a la m u n d a n id a d de la e sp e ra n z a p ro g resista
h a y q u e a ñ a d ir u n a n u e v a n o ta , su necesidad. A los ojos d e l crey en te
( n el p ro g resism o , esa e sp e ra n z a tu v o la n e ce sid ad in h e re n te a los
procesos e stric ta m e n te n a tu ra le s. E l p ro g reso d e l h o m b re h a c ia su
'felicidad d efin itiv a seria ta n cierto e in d e fe ctib le com o la c aíd a d e la
,piedra a rro ja d a al a ire 0 e l c re cim ien to d e l v e g etal e n e l bosqtre. L a
h is to ria d el g én ero h u m a n o te n d ría e n el p ro g reso la p rim e ra y m á s
’i m p o r ta n te d e sus “leyes n a ttira le s” . E l “c re c im ie n to ¿ sp iritu a l d e la
h u m a n id a d ” , concepto soteriológico d e l C ristia n ism o , tru é c a se aho-
r a , secu larizán d o se, e n "p erfecció n p ro g resiv a d e la n a tu ra le z a h u -
m a n a ” ; e l d esignio d e la P ro v id e n c ia d iv in a p a sa a ser, e n conse-
-cuencia, “ley n a tu ra l” , re g la n ecesaria e n e l b u e n o rd e n d e l universo.
E n té rm in o s teológicos, p o d ria h a b la rse d e u n a “p re s u n c ió n n a tu -
Tal” . E l p ro g resista in c u rre e n p ecad o d e “p re su n c ió n ” , p orqtre esti-
m a seguro, y a u n in e x o ra b le, el logro d e la s u m a fe lic id a d m u n d a n a
-que e sp e ra ; e n ello c o n v ien en to d o s los ilu stra d o s, sea d e c o n d ició n
c u asim e cá n ic a su id e a d e l progreso, com o e n e l caso de C o n d o rcet,
■ o d e In d o le m á s c la ra m e n te h isto ric ista , com o e n el d e L e ssin g y
H e rd e r. Y esa p re su n c ió n d e la e sp e ra n z a p ro g re sista es, ad em ás, “na-
tu r a i'., p o rq u e n o d e p e n d e de la ja c ta n c ia o d e l o rg u llo d e u n a p e r.
-sona in d iv id u a l, sin o d e . a trib u ir a la n a tu ra le z a d e l h o m b re , consi-
d e ra d a in genere, la c ie rta e in c o ercib le p ro p ie d a d de crecer sin p a u sa
h a c ia la p erfecció n colectiva d e la h u m a n id a d . Q u e el m a l existe h o y ,
p ie n s a e l p ro g resista, es cosa in n e g a b le ; q u e e l m a l irá desaparecien-
d o , es cosa s e g u ra : “ U n jour tout sera bien, voilà notre espérance;
tout est bien aujourd’ hui, voilà l’illusion” , decía e l fu tu ris ta V oltaire,
-con ocasión del te rre m o to d e L isboa, fre n te a l o p tim ism o “actu al.,
de los le ib n iz ia n o s 2 ٥ ; la in d e fe c tib ilid a d d e l “b ie n ” fu tu r o y espera-
d o le c o m p en sa b a d e l “ m a l” p re se n te e in e v ita b le . E l ta m b ié n e ra
o p tim is ta , p e ro d e l fu tu ro .
18 c . V ellay, D iscou rs ‫ ﺀﺀ‬ra p p o rts d e R o b esp ierre (Parfs, 1908), pàg. 155. A p u d
'C. L. Becker, op. cit., pàg. 153.
2 ٠ “E stoy persuadido de q u e los sufrim ientos d e este tiem po no son com para-
bles a la gloria fu tu ra ”, dice la E pistola a los R om anos (VIII, 18). In v o lu n taria-
m e n te , V oltaire seculariza la esperanza cristian a de San Pablo.
ESPERANZA DE LOS SECULARIZATOS 18 7

D os p ro b le m a s in telectu ales, u n o d e o rd e n ético, o tto de c a rá c te r


psicológico, suscitó in m e d ia tam en te , esa p re s u n ta n e ce sid ad de la es-
Jjeranza. E n la p ro g resiv a p e rfecció n d e la h u m a n id a d e s e tout
sera bien de V o lta ire — , ¿ q u é es lo q u e re a lm e n te m e jo ra ? L a id e a
d e u n sucesivo m e jo ra m ie n to h istó ric o d e la n a tu ra le z a h u m a n a in-
d iv id u a l, ¿ n o nos c o n d u c irá a la n e fa n d a h ip ó tesis d e u n a o rig in a ria
'“n o b o n d a d ', d e esa n a tu ra le z a ? Y si el progreso d e la h u m a n id a d es
ta n fa ta lm e n te n ecesario com o la caíd a d e la p ie d ra , ¿ n o se v e rá la
m e n te filosófica e n la d u r a o b lig ació n de n e g a r a l h o m b re la liber-
ta d ? L a y a m e n c io n a d a u tiliz a c ió n de la “so cied ad " com o té rm in o
de im p u ta c ió n d e las acciones h istó ric a s fué e l e x p e d ie n te co n q u e
los ilu stra d o s c re y ero n reso lv er esa do b le d ificu ltad a n tro p o ló g ica.
N o es n a tu ra lm e n te m alo el in d iv id u o h u m a n o y n o lo h a sido n u n -
.ca, p ie n s a n ; el m al es sólo im p u ta b le a la so cie d a d ; perfeccionem os
ésta m e d ia n te la ra z ó n , y el m a l irá d esa p a rec ie n d o del p la n e ta . In-
-d ividualm ente co n sid erad o , el h o m b re es, p o r supuesto, u n ser lib re ;
F ٥ la h u m a n id a d , sociedad d e los h o m b re s y Unica e x p re sió n to ta l
d e la n a tu ra le z a h u m a n a , se h a lla so m e tid a a la d u lce y re d e n to ra
n e c e sid a d d e l progreso, no o b sta n te los posibles desm an es de la exis-
te n c ia in d iv id u a l. M o lin a d istin g u ió e n la P ro v id e n c ia lo q u e e n ella
es “ v o lu n ta d a b so lu ta " d e D ios, el p la n g e n e ra l d e la salvación d e los
h o m b re s a trav és de su h is to ria , y lo q u e no pasa de ser “ v o lu n ta d
c o n d ic io n a l” , la c o n c e rn ie n te al curso d e los m ú ltip le s eventos par-
'ticulares q u e d a n a ese p la n g e n e ra l su c o n ten id o objetivo y em p iri-
-co. S in p ro p o n érselo — y, p o r supuesto, sin co n o cer la o b ra d e l teó-
logo co n q u en se— , los “filósofos" d e la Ilu s tra c ió n se c u la riz a ro n e l
m o lin ism o , lla m a ro n “ley h istó ric a ', a la “v o lu n ta d p ro v id e n c ia l a h
so lu ta ” y c o n sid e ra ro n “a z a r 'histórico” to d o c u a n to p a ra M o lin a e ra
re su lta d o d e u n “ concurso sim u ltá n eo ., e n tre la lib e rta d d e l h o m b re
y la “v o lu n ta d co ndicional., d e la d iv in a p ro v id e n c ia ‫ ا ﺀ‬. L ’esprit des
nations d e q u e V o lta ire h a b ló , la volonté g é é a le d e R ousseau y el
Volksgeist d e H e rd e r y H e g e l fu e ro n los sucesivos n o m b re s d e los en-
tes colectivos e n q u e la n e ce sid ad d e la “ley h is tó ric a ” h a b ia de cum -
plirse.
E l p ro g resista del siglo XVIU p e n sa b a que e l c u m p lim ie n to d e s u
e sp e ra n z a o b ed ecería a u n a rig u ro sa n ecesid ad n a tu r a l; el h isto ria -
d o r del siglo XX ve en el s e n tim ie n to d e esa e sp e ra n z a el té rm in o de

31 E l D iscou rs sur l’h isto ire u n iverselle de Bossuet representa, cotno dije, el
eslabón interm edio en tre la teologia de M olina y la hlstoriologla d e la Ilustración.
M olina es - d a vez parece m ás c i a r . uno de los grandes adelantados católicos
d e l m undo m oderno.
LA ESPERA Y LA ESPERANZA

u n a re la tiv a n e ce sid ad h istó ric a . A q u e lla concepción o p tim ista y secu-


la riz a d a d e la n a tu ra le z a h u m a n a , ¿ p o d ía d a r o rig e n a u n a a c titu d
a n te el fu tu ro d is tin ta d el p ro g resism o ? M ie n tra s el h o m b re e u ro p e o
n o h a b ía lleg ad o a la to ta l sec u larizació n d e su e sp íritu , sus c e rtid u m -
b re s U ltim as m a n a b a n d e doble h o n ta n a r : la “p a la b ra d e D io s" ٠
S a g ra d a E s c ritu ra , e n te n d id a con la tra d ic ió n d e la Iglesia 0 m e d ia n -
te el lib re e x am e n , y u n co n o cim ien to claro y d is tin to d e la n a tu ra ,
le za c re ad a u “o b ra d e D io s". A u n a y o tra c e rtid u m b re se a te n ‫ئ‬
p a ra la edificación de su v id a p e rso n a l e h istó ric a . E l ilu stra d o , e n
cam b io , decid id ser sordo a la p a la b ra de D io s y creyó sin reservas
q u e su ra z ó n , d é b il e in m a tu ra h a sta entonces, p o d ria lleg ar a ser
en el fu tu r o todo lo q u e p o r n a tu ra le z a es. L a co n fian za e n la n a tu -
ra le z a h u m a n a te n ia q u e a d o p ta r n e ce sariam e n te fo rm a de e sp eran -
z a : la e sp e ra n z a secular d e u n a c e rc am ien to progresivo a la p le n a
a c tu a liz a c ió n d e to d a s las v irtu a lid a d e s la te n te s e n la re a lid a d d el
h o m b re y a la p le n a posesión colectiva de los fru to s q u e d e ello resul-
tasen . T o d o s los pro g resistas d e la Ilu stra c ió n , desde F o n te n e lle has-
ta K a n t, v iv iero n e n su in tim id a d ese proceso psicológico. “E l m ovi-
m ie n to h a c ia la v e rd a d , el ejercicio teorético d e la in te lig e n c ia - h a
e sc rito O rte g a — , es c ie rta m e n te u n fe n ó m e n o q u e e n v a ria fo rm a se
verifica h o y , com o ayer, o e n o tro tie m p o , n o m enos q u e la respira-
ció n 0 la d ig estió n . P e ro la ciencia, la posesión d e la v e rd a d , es, co m o
la posesión d e D ios, u n a co n te c im ie n to q u e n o h a aco n te c id o n i pue-
de a co n te c er e n “esta v id a ". L a ciencia es sólo u n ideal. L a d e h o y
c o rrig e la de ayer, y la d e m a ñ a n a la d e h o y ... C om o K a n t y to d a
su època p e n sa b a n , la ciencia p le n a ria o la v e rd a d e ra ju s tiria se con-
sig u en e n el proceso in fin ito d e la h is to ria in fin ita. D e a q u í q u e el
c u ltu ra lism o — a la postre, u n c ristia n ism o sin D ios— sea siem p re
p ro g resism o . E l sen tid o y el v alo r de la v ida, la c u al es p o r esen cia
p re se n te a c tu a lid a d , se h a lla siem p re en u n m a ñ a n a m e jo r, y asi su-
cesivam ente. Q u e d a a p e rp e tu id a d la ex isten c ia re a l re d u c id a a m e ro
trá n s ito h a c ia u n fu tu r o utópico. C u ltu ra lism o , p ro gresism o, fu tu ris-
m o , u to p ism o son u n solo y Unico istno” L a co n cep ció n d el p r ^ 2

22 “E l tem a de nuestro tiem po”, en o. c., t. III, pág. ،85. E n otros lu g ares
de su obra deplora acrem ente O rtega la cdm oda en treg a del hom bre m oderno a la
p resu n ta necesidad del progreso in »„‫ﺀ‬1‫ﺀ «'ا‬.. “La Idea progresista consiste e n afirm ar
no sólo q u e la h u m an id ad —u n ente abstracto, irres fXjnsable, inexistente, q u e p o r
entonces se i n v e n t i progresa, lo cual es cierto, sino que, adem ás, progresa nece-
8ariam ente. Idea ta l clorolorm izd al europeo y al am ericano p ara esa sensación
rad ical de riesgo, q u e es sustancia de la vida” (“E nsim ism am iento y alteración” ,
O. C., t. V, pág. 3.2). Expresiones análogas se en cu en tran en “M editación de Ja
técnica” (O. c ., ‫ ا‬V, pág. 328) y en “H istoria como sistem a.’ (O . c., t. V I, p ág i-
‫دل‬ ESHER ANZA DE LOS SECULARIZA M S ‫ ا‬8‫و‬
g reso h a c ia la p erfe cc ió n ra m o u n a n e ce sid ad n a tu ra l fu é p a ra el
E uropeo d e l siglo x v in u n a n e ce sid ad h istó ric a , algo sin lo c u al él no
h u b ie ra p o d id o e x istir com o existió.
A d e m á s de n a tu ra l, m u n d a n o y necesario, el p ro g reso q u e e l pro-
'g resista espera h a d e ser to ta l: la totalidad es o tra de las n o ta s de la
¿ sp e ra n z a secu larizad a. P a ra la a n tro p o lo g ía c ristia n a, e l “supuesto*,
de las acciones h u m a n a s , té rm in o de re fe re n cia e im p u ta c ió n d e to d o
lo que el h o m b re lib re m e n te hace, es la “p e rso n a ” , u n c e n tro m etaff.
si co alle n d e la n a tu ra le z a cósm ica : ‫ﺀه‬،‫'ل‬0 „ ‫ ﺀ ﺀ‬sunt suppositorum, dice
u n a sen te n c ia tra d ic io n a l‫ ؛‬se n te n c ia a la cu al co rresp o n d e la concep-
c ió n d e la “p ersona., com o suppositum ‫ ﻻ‬، quod d e la re a lid a d d e l hom -
bre, “aq u ello q u e el h o m b re es'., a d ife re n c ia de su “ n a tu ra le z a '. 0 „ -٥
‫ ﻻ‬٢‫ ه‬، « ، quo, “ aquello p o r lo q u e el h o m b re es'.. ,El h o m b re p u ed e ha-
c e r lo q u e h a c e e n v irtu d de sU n a tu ra le z a , p ero sólo e n c u a n to esa na-
tu ra le z a suya se h a lla o rd e n a d a p o r u n c e n tro e sp iritu a l, p e rso n al 0
d e decisión. L a a n tro p o lo g ía fisiocéntrica de la Ilu stra c ió n — h a sta
q u e K a n t in tro d u jo su id e a d e u n homo notimenon m o ra l— pensó,
e n cam b io , q u e el té rm in o de a trib u c ió n d e las acciones del h o m b re
es la m e ra “ n a tu ra le z a h u m a n a '., co n sid e ra d a *'« genere: la n a tu ra le -
z a h u m a n a “g en érica ', seria e n c ad a h o m b re el su p u esto d e su n a tu -
ra le z a h u m a n a “in d iv id u a l” . D e a h i q u e la p re s u n ta eficacia d e l pro-
greso se refiera a todos los órd en es de la activ id ad de e sa naturalC za,
y que su m e ta v e rd a d e ra fuese, m á s q u e el sab e r 0 la Justicia, bienes
parciales, la felicid ad , s e n tim ie n to re fe re n te a la to ta lid a d d e l ser ‫ ا ه‬.
U n a vieja ex p resió n c ristia n a ’ de S an P a b lo — omnia t'w omnibus—
re c ib la asi su u tó p ic a secu larizació n .
I m p lirita e n lo d ic h o se h a lla la q u in ta d e las n o ta s esenciales d e
la e sp e ra n z a p ro g re s is ta : su comunitariedad. E sa e sp e ra n z a es colee,
ti va, im p e rso n al, m u c h o m á s to c a n te a la h u m a n id a d qtie a la p e r.
so n a d e q u ie n espera. L a h is to ria u lte rio r al siglo x v m h a d e m o strad o
h a s ta la sacied ad — y, lo q u e es m á s g rave, h a s ta la t r a g e d i a - q u e

Lias 22.23). La aparente seguridad del progresismo ha trocado la “vida como haza-
fla” en “vida como trabajo” y en “vida como previsión” la “vida como riesgo”.
»» L a antropologia cristian a obliga a pensar que el progreso histórico del
h o m b re no puede ser “to ta l” ; tiene que s e t “p arcial”, s61o reteren te al orden de
-actividades a que la n atu raleza del hom bre. O rientada y conducida por la deci-
sión de su persona, se entrega en su existencia terrenal. M uy claram ente lo vid
O rteg a: “ ¿E xiste, en efecto, ese progreso? ^ l i c e , refiriéndose al progreso total,
.al Progreso con inicial m a y ú s c u la - . La progresión es siem pre relativa a la m eta
que hayam os predeterm inado” (“E l es{*ctador” > o. c., t. n, pág. 22). Y en otra
p á g in a: “N o h a y d u d a, ése ‫ﺀى‬٤‫ ﺀا‬se r ^ u e desde el siglo xvin. Inventor del progre.
Sismo, pretende operar m ágicam ente sobre la historia, es, por lo pronto, u n d e b e
.ser parcial” (“Espafta Invertebrada”, o. c., t. m , pág. 101).
‫ﻻزال‬ I.A tS P E R A Y LA ESPERANZA

la e sp e ra n za d e l pro g resism o era a b e rra n te ; n a d ie , e n cam bio, podrá,


d e c ir q u e n o fu é a b n eg a d a . E l Jjrogresista dieciochesco e sp e ra b a el
b ie n del .género h u m a n o , y e n la ilu sio n a d a e m p re sa d e mOverse es^
fo rz a d a m e n te h a c ia e l fu tu r o m e jo r tu v o U ltim o ftm d a m e n to s u b je -
tiv o su so lid a rid a d c o n to d o s los h o m b re s. L a con v iv en cia am isto sa
co n los san to s en la g lo ria celestial fué, com o vim os, u n o d e los p r in -
cipales m o tiv o s de la esjjera n z a c ristia n a d e fra y L u is d e G ra b a d a .
D os siglos m ás ta rd e , h e a q u l cóm o esa “ c o m u n ita rie d a d ” escatold-
gica d e l e sp e ra r c ristia n o se secu lariza e h isto rifica e n H e r d e r : “Es.
b e lla e n so ñ a c ió n de la v id a f u tu r a e l im a g in a rse e n p lá tic a a m isto sa
con to d o s los sabios y to d o s los b u e n o s q u e se h a n a fa n a d o p o r la
h u m a n id a d y h a n e n tra d o luego en aq u el re in o su p rem o , co n la d u i-
ce re c o m p en sa del tra b a jo q u e c u m p lie ro n ; pero e n c ierto m o d o la
h is to ria nos a b re y a ese vergel gustoso del coloquio co n los h o m b res,
p ro b o s y d e re c ta ra z ó n d e las diversas edades. A h i está P la tó n ante-
m i; acá escu ch o las am istosas p re g u n ta s d e Sócrates, y con é l c o m .
parti) su U ltim o d e stin o . Si M arco A u re lio h a b la e n c o m u n ió n co n
su p ro p io à n im o , se d irig e ta m b ié n a l m io , y e l p o b re E p ic te to m e
d a ó rd e n e s m ás poderosas q u e las d e u n rey . E l p e rp le jo T u lio , el
in fo rtu n a d o B oecio, d e p a rte n com igo, c o m u n ic á n d o le las c irc u n s.
ta n c ia s d e sus vidas, las p en as y el consuelo d e sus a lm a s ...” ٥٠. J u n t .
a u n a p ro fu n d a y c e rte ra id e a d e la cien cia h is tó ric a — la concep..
ción d e la h isto rio g ra fía com o u n coloquio co n los h o m b re s q u e p a .
s a ro n : “vivo e n conversación con los d ifu n to s ” , d ijo Q uevedo. d e su
c o n d ició n d e l e c t o r - , e n ese te x to d e H e rd e r la te la u to p ia d e la es-
p e ra n z a se c u la riz ad a d el p ro gresism o, la v isió n de la “convivencia-
n a tu r a l e n la ra z ó n ” com o u n in g re d ie n te d e la fe lic id a d su p re m a
del h o m b re . L a in g e n u id a d c ristia n a d e fra y L u is se h a c e in g e n u id a d
s e c u la riz a d a e n H e rd e r.
§3. T o d a s las n o ta s d e la e sp e ra n z a c ristia n a q u e d a n traspuestas,
al saeculum e n la e sp e ra n z a p ro g resista. P e ro el n o e sp e ra r rin o e n
la propia, n a tu ra le z a , ¿ p u ed e satisfacer a l a lm a h u m a n a ? L os p ró x i-
m os cap ítu lo s nos d a rá n , con hechos, la re sp u esta d e la d iosa q u e
D id e ro t y R o b esp ierre in v o c a b a n : la p o ste rid a d . E n éste deb o lim i-
ta rm e a u n a b rev e reflexión acerca de la co n sisten cia .y el v a lo r d e l
p re se n te p a ra el h o m b re de la Ilu stra c ió n dieciochesca. M ie n tra s ese

٥٠ .*Ideen z u r P h ll ٠‫؟‬٠ph،e der G eschichte der M enschheit” , en S ä m tlic h e W erke,.


edición de B. Suphan (Berlin. 1877-1513), t. x w , pág. 215. L a una sp es de que
h a b la San Pablo se seculariza en ese carácter a la vez Unitario y com unal de la
esperanza progresista. El m ism o sentido tiene la visión de la h isto ria q u e propone-
D ’A lem bert en sus É lém en ts ٥٠ P h ilo so p h ie (M élan ges ٥٠ L itté ra tu re , t. IV, pá-
g ln a 16).
ESPERANZA DE LOS S E C L 'lA K lZ A roS ،91

p re sen te fu é au to afirm a ció n p o lém ica - l a inició, y a en el siglo XVII,


¿1 c o m b a te lite ra rio d e los “m o d e rn o s” c o n tra los ..an tig u o s” »٥- todo-
ib a bien, p o rq u e la lu c h a tie n e la v irtu d d e lle n a r el alma- d e l lucha-
dor. ¿ D u ra rá la satisfacció n c u an d o el h o m b re ilu stra d o , conseguido-
ya su triu n fo h istó rico , q u ed e solo consigo m ism o ? L a e sp e ra n z a de-
u n a f u tu r a felic id a d m u n d a n a , ¿ p u ed e d a r al p re se n te u n fu n d a -
m e n to satisfa c to rio ?
Sólo la e sp e ra n za lo g ra co n so larn o s d e la fu g a c id a d d el presente:-
Gemimus in re, consolamur in spe, oím os d e c ir a S an A g u stín . N i
siq u ie ra el c o n te n to c o n te n ta , a u n q u e u n o sepa d e g u sta rlo co n la e x .
p e rta m o ro sid a d d e M o n ta ig n e . E l p re sen te se ap o y a sobre u n a a n .
tic ip a c iá n d e l fu tu ro , y sólo c u a n d o ese fu tu ro es p le n a e in d e fe ctib le
felic id a d a los ojos d e q u ie n lo espera, sólo en to n ces se m u e stra sufi-
c ien te ta l apoyo. A si p a re c ía a co n te c er e n la v id a d e los p ro g resistas
dieciochescos: la e sp e ra n za d e u n fu tu ro ó p tim o y su esfu erzo p e r-
sonal p o r a lc a n z a rlo d a b a n co n sisten cia y v alo r a c a d a fu g a z ins-
ta n te de sus vidas. P e ro ese fu tu ro , e n si m ism o tem p ó reo y fu g itiv o ,
no p o d ia ser m ás consistente, a la Jjostre, q u e el p re se n te a l cu al con-
ced ia fu n d a m e n to : la “p o ste rid a d ” in v o c ad a p o r el p ro g reso c o m .
m e ta y trib u n a l d e sus' acciones, o no e ra m ás q u e el n o m b re d e u n a
ilu sió n d e su e sp íritu , 0 e ra la im a g e n d e u n proceso te m p o ra l, la
c o n je tu ra ocasional d e u n re ta z o d e h is to ria v e n id era. Y el tie m p o
im a g in a d o , ¿p u ed e d a r consistencia re a l a l tie m p o vivido? D espoja-
do d e su re fe re n cia a u n fu tu ro “e te rn o ” — y, p o r lo ta n to , a una.
e te rn id a d s u ste n ta d o ra — , el p re se n te d e la v id a h u m a n a qu ed ó n e -
c e sa ria m en te re d u c id o a ser el a zo rad o c a m in a r d e l h o m b re sobre u n
d eslizadero, la p e rm a n e n te y sucesiva c aza d e u n a so m b ra. M u y li-
te ra lm e n te lo confirm a H e r d e r : “ ¿C óm o y o ... h e sido d e stin a d o a
v e r U nicam ente som bras, e n lu g a r de e n c o n tra rm e con cosas re a le s? ...
P o r d o q u ie ra va d e la n te de m i u n a d e sm e d id a fu e rz a im a g in a tiv a
q u e e x tra v ia d e la v e rd a d y m a ta el goce, h acié n d o le d e sa b rid o y des-
m a y a d o ’. 2*. M ás q u e u n a sin cera co nfesión p erso n al, las p a la b ra s de
H e rd e r so n la co nfesión de to d a u n a época. L a “d e su sta n c ia c iá n "
del cosm os y la “ d e se te rn iz a c ió n ” de la h isto ria , dos h a z a ñ a s d el si-
glo - , h a n h e c h o in c ita n te , es v e rd a d , e l paso del h o m b re p o r el
tie m p o , m as ta m b ié n le h a n h e c h o in c o n siste n te y d esab rid o . U n

2٥ P ara lo to c a n ،, a esa contienda, ١-،ase j . B. B ury, ٠‫ ﺀ‬. c il., págs. 78-127, y


c. I " Becker, ٥۶. ci،., pdgs. 140-150.
s« “Jo u rn a l m einer Reise im Som m er 1769” , ‫ ﺀ‬. w . , t IV, pág. 446.
192 U ESPERA ٢ LA ESPERANZA

,paso m ás y el se n tim ie n to del trá n s ito será la q u e ja d esesperada de


l e o p a r d i y B au d e la ire ٥۶.

II.-E tapas de la esperanza secularizada

U n a e sp e ra n z a “secu lar', vigorosa, c o in cid en te con la concepción


c ris tia n a de la h is to ria y o rie n ta d a p o r ella, e x istió e n el m u n d o eu-
Topeo ta n p ro n to com o el in te ré s p o r e l saeculum - f u e s e p o litica,
in te le c tu a l, e co n ó m ica o e stética la Indole Jjropia de ese i n t e r é s - co-
b ró in te n s id a d suficiente e n las alm as. Y a e n el siglo x n i, h o m b re s
t a n p ro fu n d a y sin c e ra m e n te religiosos com o D a n te y R o g er B acon
s u p ie ro n p e rc ib ir en el curso de la h is to ria d el m u n d o u n progreso
.científico, económ ico y técnico, . l a m isió n p rin c ip a l d e to d o s los
h o m b re s vocados p o r la S u p e rio r N a tu ra le z a a l a m o r d e la v e rd a d
consiste, seg ú n creo, e n serv ir a la p o ste rid a d con sus p ro p ia s fa ti,
gas, com o ellos se. e n riq u e c ie ro n con la fa tig a d e los a n tig u o s” , dice
D a n te e n las p rim e ra s lineas de De monarchia ‫ ; ﻟ ﻪ‬y to d a v ía son m ás
d e m o strativ o s no pocos te x to s de la Respublica fidelium b a c o n ia n a ٥٠.
E n p á g in a s a n te rio re s h e m o s c o n te m p la d o la p a u la tin a tra n s fo rm a ,
■ción d e esa e sp e ra n za “secular., e n e sp e ra n z a “se c u la riz a d a ', y la gra-
.d u al co n v ersió n d e l d e sc u b rim ie n to d e l p ro g reso e n “p ro g resism o ’., a
m e d id a q u e el D ios cristian o , c a d a vez m ás a lejad o d e la creación
:por o b ra d e la teo lo g ia n o m in a lista , fu é su stitu id o e n e l e sp íritu d e
m u c h o s p o r el D io s a b stra c to d e l d eism o y la c ria tu ra h u m a n a se
-creyó c o n fu e rz a s suficientes p a ra re g ir y e n te n d e r p o r si m is m a su
p r o p ia h isto ria . N o q u e d ó a h í el proceso. E n los p rim e ro s decenios
d e l siglo XIX siguió crecien d o la p re te n sió n de a u to n o m ia m etafisica

٥7 "V erdad —escribe O rtega, desde u n a nueva Idea del p r e s e n t . es lo q u e


.-ahora es verdad, y no la que se va a descubrir en u n fu tu ro indeterm inado. E l se-
٥or Loeb, y con él toda su generacién, a CTienta de q ue en el porvenir se va a lo-
g ra r u n a fisica de la m oral, renuncia a tener él, en su d ía presente, u n a verdad
sobre la m oral. Es u n a curiosa m anera de existir a cargo d e la jxjsteridad, dejando
'la propia vida sin cim ientos, raíces ni encaje profundo" ("H istoria como sistem a"
'٠ . c., t. VI, págs. 22-23).
La condición h u m an a no tolera el "altrolsm o absoluto". SI u n hom bre h a de
-sacrificarse "p a ra otro" —en el caso del progresism o, p ara la h u m an id ad del fu .
t u r ^ , su n atu raleza pide que en el bien resu ltan te d e ese sacrificio partici{* ،1
m ism o. L a contribución del hom bre de ciencia al s a te r del futrjro sólo es posible
-en cu an to él cree que su propio s a te r —o, al menos, u n a p arie d e ta l s a t o - «8
“ verdad". C on otras p a á b r a s : que su s a te r es, en alg u n a m edida, “saber p ara
siem pre...
»« Sigo la versión de A. M. Pascual : T ra ta d o d e M o n a rq u ia (M adrid, 1947).
2 ٠ Véase el lib ro d e E. G llron antes m encionado (cap. "L a R epública cris-
rtiana”).
‫ دل‬E S P E R A N Z A BE LOS S E C U L A R IZ A IS 193

d e l h o m b re europeo, y el deism o de la Ilu stra c ió n q u ed ó p ro n to des-


p la z a d o p o r u n resu elto p a n te ism o ev o lu cio n ista (H egel, M arx ) 0 p o r
la “re lig ió n d e la H u m a n id a d " de A u ^ is to C om te, las dos fo rih as
e x tre m as y te rm in a le s de la e sp e ra n z a secu larizad a.
L a v ic isitu d h istó ric a d e esa e sp e ra n z a m u e stra, p o r ta n to , tres
etap a s d istin ta s. E n la p rim e ra co m ie n za a d ib u ja rse u n a visión pro-
gresista d e la h is to ria secular, su p erp u esta a la concepción c ristia n a
de la h is to ria religiosa d e la h u m a n id a d : es la h o ra d e D escartes y
l^ i b n i z . E n la seg unda, in ic ia d a p o r F o n te n e lle , se c o n su m a la secu-
la riz a c ió n de la ex isten c ia h istó ric a del h o m b re . M ezclad o s c o n alu-
.siones m á s 0 m enos vagas al c ristia n ism o , el deism o y u n p ro g resism o
ya e n te ra m e n te sec u la riz ad o c o n stitu y e n en to n ces el fu n d a m e n to d e
la v id a e sp iritu a l del europeo. T u rg o t, V o ltaire, D id e ro t, C o n d o rcet,
P riestley, L e ssin g y H e rd e r son los n o m b re s q u e m e jo r re p re se n ta n
la n u e v a situ a ció n . P o r fin , tra s el titá n ic o esfu erzo d e K a n t p o r des-
lin d a r y re u n ir a l “co sm o p o lita', y a l “sujeto m o ra l” en la contex-
tu r a del ser h u m a n o — y p o r c o m p a g in a r, e n consecuencia, la espe-
r a n z a s e c u la riz a d a .y la e sp e ra n z a religiosa d e los h o m b re s— , el pro-
gresism o se tru e c a e n ev o lu ció n p o sitiv ista h a c ia u n estado fin¿l y
ab so lu to d e l “E s p íritu ” , d e la “H u m a n id a d ” o d e la “V id a ” . H egel,
M a rx , C o m te y S pencer, c a d a u n o a su m odo, in ic ia n y configuran
esta su p re m a o sad ía d e la a m b ic ió n e sp iritu a l d e E u ro p a . D espués de
ella, la e sp e ra n z a d e l h o m b re e n sf m ism o se q u e b ra rá con e strép ito
o irá a d o p ta n d o fo rm a s m u c h o m enos olím picas e ilusionadas.
N o deb o e s tu d ia r a q u f e l p o rm e n o r de ese proceso d e tre s s ig lo s ‫ ا‬٠.
N o es m i p ro p ó sito a g o ta r, sin o elegir. M e lim ita ré , p o r lo ta n to , a
e x p o n e r con'cisam ente cóm o e n te n d ie ro n y v iv iero n la e sp e ra n z a al-
g u nos d e los h o m b re s q u e m e jo r c a ra c te riz a n las d is tin ta s e tap a s d e
la a v e n tu ra p ro g re s is ta : D escartes, C o n d o rcet, K a n t y M arx .
§1. E n tre s fo rm a s diversas ap areció la e sp e ra n z a a n te la g e n ial
m ira d a d e D escartes : com o u n a p asión d e la n a tu ra le z a h u m a n a , e n
las p á g in as d e su Traité des passions de Pâme; co m o u n se n tim ie n to
h istó ric o no m u y preciso, e n tre las lineas d e su Discours de la mé-
thode; com o u n a v irtu d c ristia n a , en la m ás secreta in tim id a d d e su
alm a. F ie l a la le tra y al e sp íritu d e la o b ra cartesia n a, ta n expresa-

». Aquel a quien interese el tema, lea 1.8 libros de Bury, Becker y Lowith
antes mencionados, asi como los de Fr. Meinecke, Die Entstehung ‫ ﺀﺀى‬Historis-
mus (trad. esp. bajo el titulo de £1 historicismo y sw génesis, Mixteo, 1943), y
E. Troeltsch, Der Historismus und s ä Probleme (Gesammelte Schriften, t. Ill,
Tubingen, 1922).
!.. LA ESPERA ESPERANZA

m e n te a p a rta d a d e los te m a s teológicos, p ro c u ra r¿ m o s tra r la d o c tri-


n a d e a q u ella p a sió n y la in d o le de ese sen tim ien to .
L a id e a c artesia n a d e la e sp e ra n za es sencilla y su m aria, a d e m á s
d e ser c la ra y d is tin ta : “B asta c o n sid e ra r q u e 'la a d q u isició n d e u n
b ie n o la fu g a d e u n m a l es posible p a ra ser in c ita d o a desearla. P e ro
c u a n d o se co n sid era, a d e m á s d e esto, si h a y m u c h a o poca a p a rie n c ia
d e q u e se o b te n g a lo q u e se desea, aq u ello q u e nos re p re se n ta ser'
g ra n d e esa a p a rie n c ia e x c ita e n n osotro s la esp e ra n za , y lo q u e nos
re p re se n ta q u e es p e q u e ñ a e x cita e l te m o r" (Passions, n , 58). L a e s.
p e ra n z a , seg ú n esto, es “u n a disposición d e l a lm a p a ra persuadirse-
d e q u e a d v e n d rá lo q u e e lla desea, cau sa d a p o r u n m o v im ie n to p ar-
tic u la r d e los esp íritu s, a saber, p o r el d e la a leg ria y e l deseo con-
J u n ta m e n te m ezclad o s” (III, 165).
D escartes, p o r sig u ien te, nos d ic e : 1.. Q u e la e sp e ra n z a es una-
p a sió n d e l alm a, esto es, “ u n a percep ció n , u n a em o ció n o u n s e n tí,
m ie n to d el a lm a q u e se refieren p a rtic u la rm e n te a ella y q u e son
causados, e n tre te n id o s o fortificados p o r a lg ú n m o v im ie n to d e los
e sp íritu s (anim ales)’. (I, 27)51. 2 .٥ Q u e se d e riv a d e l deseo, c u a rta de-
las pasiones p rin cip ales, seg ú n la clasificación c a rte s ia n a : la a d m ira -
c ió n ٠ e l a m o r, e l odio, e l deseo, la a leg ria y la triste z a . D e sc artes
a b a n d o n a la o rd e n a c ió n d e las pasiones p o r su re fe re n c ia a los ap e.
tito s “ co n cupiscible” e “irascib le” , p o rq u e e n e l a lm a n o h a y d is tin .
c ió n de p a rte s (II, 68), y o p ta p o r clasificarlas c o n fo rm e a u n o rd e n
g e n ético a p a r tir d e la p rim e ra reacción del a lm a c u a n d o se e n cu en -
tr a con a lg ú n o b je to q u e lla m a s tr a te n c ió n (II, 53). E l deseo, d e l cual
es u n a especie la esp e ra n za , q u e d a definido “ com o u n a a g ita c ió n d e l
a lm a cau sa d a p o r los e sp íritu s q u e la d isp o n e n a q u e re r p a ra el p o r.
v e n ir las cosas q u e se re p re se n ta com o c o n v en ien tes” (II, 86). 3 .٥ Q u e
la p a sió n d e la e sp e ra n z a es e n g e n d ra d a e n el a lm a p o r la p ercepción
d e u n proceso so m ático (el “ m o v im ie n to d e los e sp irittis a n im a les”);
e n e l c u al se m e z c la n los co rre sp o n d ien te s a la aleg ria y a l deseo.
4 .. Q u e la d ificu ltad o a rd u id a d d e l b ie n q u e se esp era n o es necesa-
ria p a ra q u e el deseo d e a lc a n z a rlo re rib a el n o m b re d e e sp e ra n z a .
Sólo e n esto y e n el m o d o d e co n ce b ir e l m o v im ie n to c o rp o ra l de-
te rm in a n te d e la p a sió n p arece d ife rir D escartes de S anto T o m á s, p o r
lo q u e a ta ñ e a la id e a de la e sp e ra n za n a tu ra l.
¿Sólo e n esto? U n a im a g e n tó p ic a nos p re s e n ta a D escartes co m o

»1 Para la relación entre este concept, de la "pasión del alma" y la antropo.


logia general de Descartes, léanse sus ,claras indicaciones en la primera parte del
Trait¿ des passions y en los articulos 190 y sigs. de la cuarta parte de los Principes
de l . philosophie.
LA ESPERANZA DE ‫ﺳﻞ‬ S E C U L A R IZ A IS ‫ إ‬95

h o m b re a q u ie n o c u p aro n , a n te todo, las cu estio n es rela tiv a s al pen-


sar y al sa b e r; D escartes seria u n tipico “in te le c tu a l” e n el sen tid o
m ás e stric to y e x q u isito d el té rm in o . P e ro esa im a g e n — sa g a z m e n te
lo h a m o stra d o Z u b iri— p ro c e d e de u n a m ira d a e stre c h a y m iope.
E l p re su n to racio n alism o c artesia n o es m ás b ie n “u n in g e n te y pa-
rad ó jico v o lu n ta ris m o : e l v o lu n ta rism o d e la ra z ó n ..; y, p o r o tra
p a rte , la te o ria d e la v e rd a d n o es p a ra D escartes o tra cosa, e n e l
io n d o , q u e la asp irac ió n de u n a te o ria d e la v id a p e rfe cta y feliz ‫ ا ه‬٠
E llo nos in d u c e a e x a m in a r el tra sfo n d o ético d e la s u c in ta d o c trin a
c a rte sia n a d e la esp eran za. Pese a su p rim e ra a p arien c ia , esa d o c trin a
- c o m o , e n g en eral, la te o ria d e las pasiones a q u e p e rten ece— n o es
m ero sab er a n tro p o ló g ico , “ ciencia p o r la ciencia", sino c a m in o in te-
le rtu a l h a c ia u n a re c ta posesión de la vita beata. T ra te m o s d e verlo.
L a p ro d u c c ió n e p isto la r d e D escartes, ta n im p o r ta n te p a ra u n a
cab al c o m p re n sió n d e su o b ra , m u e stra con ev id en c ia q u e el proble-
m a del su m o b ie n e ra a sus ojos el m ás im p o rta n te y decisivo d e to-
dos los p ro b le m a s filosóficos. C onocer la v e rd a d y bien conduire sa
r ä n p a ra a lc a n z a r ese co n o cim ien to son cosas apetecibles p o rq u e
“la m a y o r felic id a d d el h o m b re .depende d el re c to uso de la ra z ó n ” ٥٥ ;
esto es, p o rq u e ese co n o cim ien to nos acerca p o r el m e jo r c am in o a
la posesión d e n u e stro b ie n su p rem o . Posesión del b ie n su p re m o : ta l
d e b e ser la m e ta d e u n a v id a ra z o n ab le . M as, a to d o esto, ¿ q u é es,
e n q u é consiste e l su m o b ie n ?
V arias veces a fro n ta D escartes este viejo y n o b le te m a e n sus c a r.
ta s a Isab el y a C ris tin a d e Suecia. E n u n sen tid o ab so lu to , e l S ie n
S u p rem o es D ios, y e n la a m o ro sa m e d ita c ió n acerca d e la in fin itu d
d e D ios p u e d e lo g ra r el h o m b re su m ás a lta fe lic id a d te r r e n a : “la
m e d ita c ió n d e to d a s estas cosas (la in fin itu d , la p ro v id en cia, la in fa-
lib ilid a d , la o m n ip o te n c ia d e D ios) lle n a d e u n a a leg ria ta n g ra n d e
al h o m b re q u e las esc u c h a b ien , ...q u e p ie n sa q u e y a h a vivido bas-
ta n te u n a vez q u e D ios le h a h e ch o la g ra c ia d e p o d e r lle g a r a es-
tos c o n o cim ien to s, y u n ié n d o se v o lu n ta ria m e n te a E l p o r c o m p le to
le a m a ta n p e rfe c ta m e n te q u e n o desea n a d a e n el m u n d o ta n to
com o e l q u e se h a g a la v o lu n ta d de D ios” (a C h a n u t, 1, II, 1647).
P e ro e n sep tid o relativ o , quoad nos, e l su m o b ie n es la posesión y el
goce d e n u e stra p ro p ia p e rfe c c ió n ; ta n to m á s c u a n to q u e ese su m o

٠: ‫ ﻟﻞ‬X. Zubiri, “Descartes”, en Naturaleza, «istoria. Dios, pig. 166.


»» “Carta a Isabel”, 4, I , 1645: ‫ ﺀ سﺀﺀه‬٥٠ Descartes, ed. de Ch. Adam y
p. Tannery, t. IV, pág. 267. Hay traducción espartóla de esta carta en Cristina ٥٠
.Suecia, Isabel ٥٠ Bohemia, Descartes. Cartas (Madrid. 1944).
196 ,A ESPERA ï LA ESPERANZA

b ie n r e la tiv , es d e p a ra d o a l h o m b re p o r la P ro v id e n c ia d iv in a y n o
re s u lta in c o m p a tib le con el B ien S u p rem o absoluto.
L le g a d a a este p u n to , la m e n te debe d is tin g u ir e n tre el sum o b ie n
d e l individ.uo aislado y el de la h u m a n id a d , e n c u a n to re u n ió n de
to d o s los h o m b re s. P a ra el in d iv id u o aislado, el su m o b ie n consiste
e n el ra z o n a b le em pleo de la b u e n a v o lu n ta d : “los b ien es del cu erp o
y de la fo r tu n a no d e p e n d e n e n ’ab so lu to d e nosotros, y los d el a lm a
se refieren to d o s a dos. cosas: conocer y q u e re r lo q u e es b u e n o : m as
el co n o cim ien to está a veces alle n d e n u e stras fu erzas, p o r lo c u al no
n o s q u e d a sino u n a cosa d e la q u e p o d a m o s d isp o n e r e n absoluto :
la v o lu n ta d . Y n o veo q u e se p u e d a u sa r m e jo r d e e lla sino te n ie n d o
sie m p re u n a v o lu n ta d firm e y c o n sta n te d e h a c e r p u n tu a lm e n te to-
d as las cosas q u e se ju z g u e n ser las m ejores, y e m p le a r to d a s las fuer-
z as d e l e sp íritu p a ra conocerlas b ie n " (a C ris tin a d e Suecia, 20, X I,
1647). L a vita beata e n este m u n d o es, p a ra el in d iv id u o aislado, u n
b i‫ ؟‬n q u e re r re c ta y eficazm en te asistido p o r la ra z ó n . ‫ ﻣ ﻞ‬c u al equi-
vale a d e c ir q u e e l ’s u m o b ie n d e la h u m a n id a d , c o n ju n to de los hOm-
bres, será la re u n ió n y el aco p la m ie n to de todos los bienes p a rtic u la -
res, un amas ٥ « un assemblage de touts les biens, tant de l>âme que
du corps ‫ﺀﺀ‬ de la fortune.
A la e m p re sa d e q u e re r, conocer y g o z a r este .sumo b ie n d eb e con-
sa g ra r el honnête homme su v id a te r r e n a , tamen sub Deo, seg ú n u n a
fó rm u la g ra ta a S a n to T o m ás. L a s v erd ad es d e la F isica n o son, e n
fin d e cu en ta s, sino “u n a p a rte d e los fu n d a m e n to s d e la M o ra l m ás
elev a d a y p e rfe c ta ’' (a C h a n u t, 26, II, 1649); y si esto es cierto p a ra
e l sab e r fisico m u c h o m á s lo serà p a ra c u a n to a ta ñ e a l co n o cim ien to
d e las p asiones d e l a lm a , “p o rq u e son ellas las q u e h a y q u e tr a ta r de
c o n o cer p rin c ip a lm e n te p a ra lo g ra r el S u p rem o B ie n " (a C h a n u t, 20,
X I, 1647). T a l h a sido la in te n c ió n U ltim a d e l Traité des passions, y
asi se ex p lic a q u e el te m a d el “uso de las pasiones" - s u fu n c ió n e n
la v id a m o ra l d e l h o m b re — a p a re z c a co n ta n ta frec u en c ia e n las
p á g in a s d e ese p rijn o ro so escrito (II, 52, 74, 137, 139 ‫ ﺀ ﺀ‬passim). Pese
a sus le ctu ras estoicas y a lo q u e d e ellas h a y a u tiliz a d o . D escartes n o
h iz o su y a la m o ra l d e l esto icism o : “n o soy d e esos filósofos crueles
q u e q u ie re n q u e e l sabio sea in sen sib le” , esc rib ía a Isab el (18, V , 1645).
N o aconseja la apdtheia, sin o u n recto y ra z o n a b le a p a sio n a m ie n to :
las pasiones “d isp o n en a l a lm a p a ra q u e re r las cosas q u e la n a tu ra -
le z a h a d isp u esto q u e sean Utiles y p a ra p e rsistir e n e sta v o lu n ta d "
(Passions, II, 52); y, p o r o tra p a rte , la su m a v irtu d n a tu ra l, a q u ella
q u e d o m in a y o.rdena to d a s las pasiones, consiste e n e l ad ec u a d o e je r.
cicio d e u n a p asió n , la “g e n ero sid a d " o “ m a g n a n im id a d ” , ó p tim a
ESPERANZA DE LOS S E C U L A R IZ A IS 197

fu e n te de la serena aleg ria q u e D escartes ta n ta s veces p o n d e rd (III,


153, 154, 156, 161) ٥٠. R acine, fo rm a d o en la tra d ic ió n cartesia n a, supo
e n c a m a r e n su Hippolyte esa e sp lé n d id a e stim ac ió n de la générosité,
Ja p asió n q u e nos m uev e ‫ ق‬faire de grandes choses ٥٥. A trav és d e la
E scuela, y a u n q u e e n ella “n o sea m u y co n o cid a” la v irtu d de la
magnanimité (III, 161), u n a lin e a c o n tin u a va desde A b e la rd o y el
canciller F e lip e h a s ta D escartes.
E s a h o ra c u a n d o po d em o s c o m p re n d e r p le n a m e n te la id e a carte-
sian a d e la e sp eran za. E s ta es, según D escartes, el aleg re y confiado
deseo d e u n b ie n fu tu ro y posible. R eg id a y p o te n c ia d a p o r la gene-
ro sid ad , la e sp e ra n za nos im p ele a m o vernos con o sad ía h a c ia la po-
sesión d e l su m o b ie n (III, 173); esp e ra n d o el h o m b re “las cosas que
Ju zg u e ser m ejo res” , su v o lu n ta d se m o v er¿ a q u ererlas con firm eza
y su ra z ó n a conocerlas co n c la rid a d y d istin c ió n . T a l es la fu n c ió n
q u e la p a sió n d e la e sp e ra n z a c u m p le e n la eco n o m ia m o ra l d el “h o m -
b re p a rtic u la r.', y ésa es la v ia p a ra ser feliz en el m u n d o p o r 8Í y
p a ra sf m ism o . U n a d istin c ió n cu id ad o sa e n tre lo q u e d e p e n d e de
n o so tto s y d e los d e m ás e n la consecución d e n u e stro s deseos, y e l
h á b ito d e re fe rir a la P ro v id e n c ia lo q u e e n ese e m p e ñ o es in cu m -
b e n c ia d e l p ró jim o (II, 144, 145 y 146), será la m e jo r a y u d a p a ra la
a c e rta d a re g u la ció n d e la e sp e ra n z a p o r la g e n ero sid ad .
P e ro e l h o m b re n o espera sólo p a ra si. A d e m á s de ser 'sujeto par-
tic u la r, ta m b ié n p e rte n ec e a l “ c o n ju n to de los h o m b re s ’.. Y, e n cuan-
to m ie m b ro de la h u m a n id a d , ¿ cu á l p o d rá y d e b e rá ser su e sp e ra n z a
te rre n a ? L a re sp u esta d e D escartes es el Discurso del método, cu y o
titu lo p rim itiv o re z a b a a s i: “P ro y ecto de u n a cien cia u n iv e rsal p o r
la cu al Jjueda elevarse n u e stra n a tu ra le z a a su m á s a lto g ra d o d e
perfecció n .” E sa esp e ra d a p erfecció n su m a d e la h u m a n a n a tu ra le z a ,
¿ p o d ría alcan zarse, e n efecto, sin la sucesiva y so lid a ria c o lab o ració n
d e las g en eraciones u lte rio res a l p ú b lico co n o cim ien to del Discurso?
L as p erspectivas h istó ric a s qtre éste ofrece a los ojos d e D escartes
son, sin h ip é rb o le , d e slu m b ra d o ra s : “E n lu g a r d e e sta filosofia espe-
c u lativ a q u e se en señ a e n las escuelas se p u e d e e n c o n tra r u n a filo so
fia p rá c tic a , p o r la cual, con o cien d o la fu e rz a y las acciones d e l fue-

34 Obsérvese cómo Descarta se mueve en Ja tradición abelardiana. EJ. sin


embargo, prefiere decir g é é o s ité y no magnanimité, para subrayar Ja importante
parte que en elJa tiene la bonne naissance; aun cuando Ja “generosidad”, clave de
las restantes virtudes, pueda también ser objeto de educación (II, 161). La distancia
entre la ética especial de Descartes y la de Santo Tomás es mucho menor que lo
que podrfa suponerse leyendo lo que de uno y otro suelen decir sus expositores.
»» w . Dilthey, “Die Affektenlehre des 17. Jahrhunderts”, en Gesammelte
Schriften, L n , pág. 488.
198 LA ESPERA Y I A ESPERA BA

go, d el a g u a, d el aire, de los astros, de los cielos y de to d o s los d e m ás


cuerpos q u e nos ro d e a n ..., p o d ría m o s h a c e m o s com o d u e ñ o s y posee-
d o res d e la n atu ra lez a ... E l goce ex p ed ito d e to d o s los fru to s d e la
tie rra , la conservación de la salud, la c e rtid u m b re d e u n a vejez exen-
ta de a ch aq u es y flaquezas, to d o esto y m u c h o m ás p o d rá o b ten erse
si la lección c o n te n id a e n e l Discurso es r e c ta .y co lec tiv a m e n te apro-
v e c h a d a p o r la p o ste rid a d (Discours, V I). J u n to a la e sp e ra n z a indi-
v id u a l y m o ra l d e l Tratado de las pasiones y d e las c artas a Isabel
y C ristin a , el Discurso del método le v an ta a n te la m ira d a d e su épo-
ca la e sp e ra n z a colectiva e h istó ric a de u n fu ttiro a m p lia m e n te pro-
m e te d o r. S obre u n a y o tra quiso p o n e r D escartes, e n su h o n d a in ti-
m id a d d e cristia n o , la e sp e ra n z a e sp iritu a l y escatològica d e u n jui-
cio fa v o ra b le de D io s: m u rió , c u e n ta B aillet, a c e p ta n d o la m u e rte e n
o b e d ien c ia a D ios y “esp e ra n d o q u e E l e stim a ria e l sacrificio volun-
ta rio q u e le o frec ía p a ra e x p iac ió n de to d as las fa lta s de su v id a ” .
§2. E se g e rm e n d e la e sp e ra n za p ro g resista h iz o se á rb o l ro b u sto
e n los decenios su b sig u ien tes a la m u e rte d e l g ra n filósofo. G racias
a l b u e n m é to d o y a la ciencia, el in g e n io d e los h o m b re s h a logrado
y a el c u m p lim ie n to d e h a z a ñ a s m em o rab les, escribe el cartesia n o
F o n te n e lle j y luego a ñ ad e , con d e se n fa d ad o a d e m á n p ro fè tic o : et il
est évident que tout cela « .٥ point de fin. M ás c a u to se m u e stra V ol-
ta ire , n o o b sta n te su in d u d a b le p ro g resism o . “V o lta ire o b s e r v a K .
‫ ئ‬w i t h - e ra d e m asia d o in te lig e n te p a ra e x tre m a r la id e a d el pro-
greso. E l creía e n u n p ro g reso m oderado., in te rru m p id o p o r periodos
d e retroceso y so m etid o a l a z a r, e n ta n to q u e la ra z ó n n o prevale-
c iera p o r co m p le to " ‫ ا ه‬. L a fe e n el p ro g reso sigue, n o o b stan te, su
cu rso a scen d en te, y Jjronto a lc a n z a la a lta c im a q u e los n o m b re s de
T u r g o t y C o n d o rc e t re p re se n ta n .
C o n d o rc e t es la personificación d e l p ro g resism o ilu stra d o . T u rg o t,
su til y m a tiz a d o , se cree to d a v ía e n el d e b e r d e co n ced er algo al Cris-
tia n ism o e n c u a n to p o te n c ia d e te rm in a n te y re c to ra d e l progreso.
M ás e sq u em ático e n su p en sar, m ás a rd o ro so e n su s e n tir - “volcán
c u b ie rto d e nieve.., le lla m ó D 'A le m b e rt— , C o n d o rc e t n o se c o n fo rm a
sino re c la m a n d o to d o p a ra la ra z ó n h u m a n a y esp erán d o lo to d o de
ella. Pocos espectáculos ta n conm ovedores com o el d e este h o m b re ,
c o n d e n a d o a m u e rte p o r aquellos en q uienes la “razó n ., ilu s tra d a se
h a b ía h e c h o p o d e r p o litico — los ja co b in o s d e la C o n v en ció n — , y apo-
lo g ista fe rv ie n te d e esa “ra z ó n ', q u e sus v erd u g o s in v o c a b a n y p a rfr
c ia n e n c a rn a r. “E n esta tie rra dichosa, d o n d e la l i t e r t a d a c a b a de

op. cit., pág. 105 de la edición alemana.


LA ESPERANZA ‫ﺀه‬ LOS SECULARIZA TOS Ì99

e n c e n d e r la a n to rc h a del genio, el e sp íritu h u m a n o , lib e ra d o de las


a ta d u ra s de la in fa n c ia , a v a n z a h a c ia la v e rd a d co n paso firm e” , dice
en el cap itu lo d e su Esquisse co n sag rad o a e stu d ia r la fo rm a c ió n d e
la R ep ú b lica fran c esa ٥7.
E l pro g reso h istó ric o d e la h u m a n id a d , susceptible d e ser redu-
-cido, e n U ltim o e x tre m o , al au g e sucesivo d e la ra z ó n científica, seria
ta n seguro y p o d ria ser ta n c ie rta m e n te so m etid o a p re v isió n com o
el curso d e c u a lq u ie r fe n ó m e n o n a tu r a l: el d e sarro llo de las facu.1-
tades in telectu ales, m o rales y físicas de la especie h u m a n a es u n a
m ás e n tre las diversas opérations de la nature; la h is to ria seria m ero
c re cim ien to n a tu ra l d e la n a tu ra le z a h u m a n a , p ie n sa C o n d o rcet. E l
curso de la h is to ria u n iv e rsal debe ser d iv id id o , p o r ta n to , n o e n fu n -
ción d e los aco n te c im ie n to s religiosos 0 politicos, com o es h a b itu a l
e n la h isto rio g ra fía d e los e ru d ito s vulgares, sin o c o n fo rm e a las eta-
p as q u e cabe d is tin g u ir e n el p ro g reso de los co n o cim ien to s cientifi-
.eos. T a l es el m é to d o seguido e n el Esquisse. Su a u to r aisla y carac-
te riz a n u ev e épocas, desde el co m ien zo p re h istó ric o d e la v id a so-
cial — les hommes sont réunis ‫ « ﺀ‬peuplades— h a s ta el o rto d e la Re-
volu cid n fran cesa. E n lo m ás fragoso y sa n g rie n to d e ¿sta, d u ra n te
el in v ie rn o d e 1793 a 1794, acosado p o r los q u e h a s ta e n to n ce s h a n
sid o sus am igos, 1'lega C o n d o rc e t al té rm in o d e su lib ro y se aplica
a p re d e c ir el fu tu ro d e la h u m a n id a d : “L os progresos fu tu ro s del
e sp íritu h u m a n o ” es el e p ig ra fe rela tiv o a la “D é cim a época” , esto
es, al m u n d o q u e h a de re c o g er y a p ro v e c h a r los fru to s de esa Revo-
lu c id n .
C ree C o n d o rc e t q u e su v a tic in io es p u ra in d u c c ió n científica, y
.en v e rd a d algo tie n e d e é s ta : no e n v an o h a sido él, C o n d o rcet, u n o
d e los a d e la n ta d o s d e la “ m a te m á tic a social” . P ero , m ás q u e el tér-
m in o d e u n a in d u c ció n , ese v a tic in io es la d ecla ra c ió n d e u n a espe-
r a n z a : la a rd ie n te e sp e ra n z a secu la riz ad a d e la “re lig ió n del pro-
greso". ¿ N o lo revela, acaso, la fre c u e n te re p e tic ió n de esa p a la b ra
e n las p á g in as d e l Esquisse? “N u e stra s esperanzas sobre el e sta d o ve-
n id e ro d e la esjjecie h u m a n a p u e d e n red u cirse a tres p u n to s im p o r-
ta n te s : la d e stru c c ió n d e la d e sig u a ld a d e n tre las naciones, los pro-
gresos de la ig u a ld a d e n u n m ism o p u e b lo y el p e rfe cc io n a m ie n to
rea'1 d el h o m b re ... L a -n a tu ra le z a n o h a p u e sto té rm in o a lg u n o a
n u e stras esperanzas... L as v e n tajas reales q u e d e b en re s u lta r de los
progresos cu y a esperanza casi c ie rta acabo d e m o s tra r n o p u e d e n te-
n e r o tro té rm in o q u e el p e rfe cc io n a m ie n to m ism o de la especie hu -
m a n a ... L a in stru c c ió n u n iv e rsal d e l pu eb lo h a r á a u m e n ta r las espe-
٥7 Esquisse, "Neuvième ،poque” (ed. clt., pig. 145).
200 ESPERA ١٠ LA ESPERANZA

tanzas...”, y asi e n otros pasajes. “L a n a tu ra le z a n o h a p u esto té r ٠


m in o a lg u n o a n u e stra s e sp e ra n z a s " ‫ ؛‬esto es p a ra C o n d o rc e t lo deci-
sivo. L a lib e rta d y el o rd e n ra c io n a l en la co n v iv en cia politica, el n i-
vel d e la eco n o m ia, la riq u e z a y la c alid ad de la técn ica, la perfec-
c id n d el len g u aje, el sab e r científico, la b elleza de las creaciones del
arte , la m o ra lid a d , to d o ir á p ro g resan d o , n ecesaria e in d e fin id a m e n te,
de g e n erac ió n e n g en eració n . H a s ta la p e rv iv en cia fisica d el in d iv i-
d u o h u m a n o crecer¿ de m o d o in d e fin id o : “Sin d u d a q u e e l h o m b re
n o se h a rá in m o r ta l‫ ؛‬p ero la d ista n c ia e n tre el m o m e n to en que co-
m ie n z a a v iv ir y la época en q u e n a tu ra lm e n te , sin e n fe rm e d a d , sin
a ccid en te, e x p e rim e n ta la dificultad de ser, ¿ n o p u e d e ir creciendo
sin c e sa r? ” ‫ ا ه‬M ás q u e u n e sta d o final, la p e rfecció n d el h o m b re es
a h o ra u n proceso : el ejercicio gozoso, p ro g resiv o y co n scien te d e u n a
p e rfe c ta b ilid a d to ta l e in d efin id a. C o n te m p lán d o lo e n esp e ra n za . Con-
d o rc e t espera con fe liz seren id a d h a sta su p ro p ia m u e rte . “L a especie
h u m a n a - d i c e e n el p a té tic o p erio d o final d e l Esquisse— , lib re de
todas sus cadenas, su stra íd a ta n to al im p e rio d e l a z a r com o al de
los enem igos de su p rogreso, c a m in a n d o con paso firm e y seguro p o r
la vía de la v e rd a d , de la v irtu d y de la d ic h a , p re se n ta al filósofo u n
espectáculo q u e le consuela de los errores, d e los crím enes, d e las in-
ju stic ias q u e to d a v ía m a n c h a n la tie rra , y de las cuales él es v ic tim a
frec u en te. E n la c o n te m p la c ió n d e este c u a d ro recib e el p re m io de
sus esfuerzos p o r los p rogresos de la ra z ó n , p o r la d efen sa d e la li-
b e r ta d ... E sa c o n tem p lac ió n es p a ra él u n re fu g io d o n d e el recu erd o
d e sus perseg u id o res n o p u e d e p e rs e g u irle ‫ ؛‬d o n d e , v iviendo, m erced
al p e n sa m ie n to , con el h o m b re restab lecid o e n sus derech o s y en la
d ig n id a d de su n a tu ra le z a , se o lv id a de a q u e l o tro a q u ie n la avidez,
el te m o r 0 la e n d iv ia a to rm e n ta n y co rro m p en . E s alli d o n d e él exis-
te v e rd a d e ra m e n te con sus sem ejan tes, e n u n elíseo que su ra z ó n h a
sab id o crearse, y que su a m o r p o r la h u m a n id a d em bellece con los
goces m á s p u ro s.”
V alia la p e n a c o p iar ta n largo p á rra fo , p o rq u e n u n c a h a sido pro-
clam ad o con ta n to énfasis — y con ta n to d r a m a - el c a rá c te r seudo-

a» El matemàtic. Cond.rcet explica a continuación que ese crecimiento de la


duración media de la vida será indefinido en los dos sentidos más rigurosos que
esta palabra tiene: o transcurrirá “según una ley tal que esa duración se aproxime
continuamente a una extensión limite, sin pwler alcanzarla jam ás 0 ‫ ؛‬bien según
una ley tal que esa misma duración pueda adquirir, en la inmensidad de los siglos,
una extensión mayor que una cantidad determinada cualquiera que le hubiese sido
asignada como limite.’. En la situación actual, aftade, ignoramos todavía cuál de
es<» dos sentidos del término “Indefinido” debe S é aplicado a la prolongación de
la vida (Esquisse, pág. 237).
LA ESPERANZA DS LOS S E C U L A R IZ A IS 201'

escatològico de la e sp e ra n za p ro g resista. R ecordem os la p rim e ra es-


tro ia de la Oda ٥ Felipe Ruiz:
]Cuándo será que pueda
libre de esta prisidn volar al clelo,
Felipe, y en su rueda
que huye más del suelo
contemplar la verdad pura, sin duelo.

‫ﻣﺄ‬ q u e e n fr a y L u is d e L eó n , o tro perseg u id o , fu é p o é tic a e in -


te le ctu a l figuración d e la e sp e ra n z a cristia n a, es a h o ra contem plación;
gozosa d e l b ie n su p re m o q u e a n h e la u n a e sp e ra n z a sec u la riz ad a . E le-
vado C o n d o rc et p o r las alas d e su e sp eran za, la h a b ita c ió n de m a -
d a m e V e rn e t, q u e le servia d e refugio, rue des Fossoyeurs, convertia-
se e n U ltim a esfera d e u n soñado em p ireo d e la h isto ria . U n a im a-
g in a ció n e sp e ra n z a d a h a b la tra n s m u ta d o e n civitas D ei la ct'üt'tas te-
rrena, y llev ab a a su m á s a c a b a d a consecuencia la n eg ació n d el dua-.
lism o c ristia n o d e la h isto ria .
§3 ٠ L a o b ra de K a n t es a la vez el ápice y la crisis d e la Ilu stra -
ción. L egisló a m b icio sa y rig u ro sa m e n te la cap a c id ad n a tu r a l d e la
ra z ó n h u m a n a p a ra el c o n o cim ien to d e la re a lid a d , y d ió con ello
c u m p lim ie n to a u n a básica ex ig en cia d el e sp íritu .ilustrado. P e ro el
a lm a d e K a n t, sev e ra m e n te e d u c a d a e n el p ietism o p ro te sta n te , sin-
tió la in tim a n e ce sid ad d e a firm a r la ex isten cia d e u n inaccesible cen-
tro m o ra l en el seno m ism o de la n a tu ra le z a d el h o m b re . A lle n d e el
homo phaenomenon - t i t u l a r d el co n o cim ien to n a tu ra l, de la ciencia
y la técn ica — late, d e n tro d e cad a in d iv id u o , u n homo noumenon li-
b re, resp o n sab le y cap az d e v id a religiosa. P o r eso d ije q u e la filoso-
fia k a n tia n a d eslin d ó y re u n ió en c ad a in d iv id u o a l “cosm opolita., y
al “su jeto m o ra l” , y que, p o r consecuencia, tra tó d e c o m p a g in a r la
e sp e ra n z a se c u la riz ad a d e l ilu s tra d o y la e sp e ra n z a tta n s m u n d a n a
y escatològica d e l c ristia n o p ro te sta n te .
C u e n ta H asse, p rim e r b ió g ra fo de K a n t, q u e el Unico a d o rn o del
d e sp a c h o en q u e el filósofo tra b a ja b a e ra u n re tra to de R ousseau col-
g a d o e n la p a re d ‫ ا ع‬. N o d e b e e x tra ñ a r esa elección. P a ra K a n t, Rous-,
seau h a b ía sido el N e w to n de la n a tu ra le z a h u m a n a : el h o m b re q u e ,
b a jo la m u ltip lic id a d d e las fo rm a s visibles de esa n a tu ra le z a , supo-
p e rc ib ir la ley o c u lta q u e las rige, el in ic ia d o r d e u n a teo d icea d e la-
p ro v id e n c ia . . . R eferíase K a n t a la in c a rd in a c ió n del ser in d iv id u a l
». Hasse. Letzte Aeusserungen Kants ٧٠„ einem seiner Tischgenossen (Kü-
uigsberg, 1804). Clt. por E. Cassirer en Kants Leben und Lehre (Immanuel Kants:
Werke, t. XI, Berlin, 1921), pág. 386.
٠٠ E. Cassirer, Filosofia de la Ilustraciótt, pág. 152.
.2 .2 ü ESPERA I LA ESPERANZA

del hombre en la esfera del ser social como método para entender
racionalmente la existencia del mal en la historia de la humanidad;
es decir, a la presunta y ya comentada redención del mal humano
por la sociedad. Sólo a través del género humano en su conjunto p o
drá nuestra mente descubrir la interna razón de las mutaciones his-
tdricas, tan caprichosas para quien las examina en su pormenor oca-
sional, y contemplar de modo razonable la esperanza de un futuro
mejor que late en los senos del alma ilustrada: tal habría sido la lee-
cidn de Rousseau, y ésa era la razón de su presencia in effigie en
aquel silencioso cuartito de Koenigsberg.
Casi toda la vida de Kant fué un esforzado servicio a la esperanza
de su siglo. Con sus escritos se propuso enseñar al hombre del futuro
lo que la mente humana puede saber, lo que la conducta humana
debe ser, lo que el hombre es y edmo ha dC educársele para el rerto
uso de su razdn. A veces —él, tan racional, tan reposado y metódi-
co—, hasta la arenga quiso emplear, para que la palabra, filosófica
fuese acicate, además dC ser lecCión : no otra fué la intención prt^
funda de sus escritos ¿Qué ‫ ﺀ ﺀ‬la Ilustraciónf y L a contienda de las
Facultades. Pero, si hubiese que elegir el mejor y más claro testimo-
nio de la esperanza histórica de Kant —su esperanza como "ciudada-
no del mundo”- , yo optaria sin vacilar por el tratadito que lleva el
titulo, tan dieciochesco, de Idea de una historia general de intención
cosmopolita, compuesto en 1784, tres años después de la aparición
.de la Critica de la razón pura . 1.
La ralz de la historia, dice Kant, es la libertad humana; pero los
fenómenos históricos a c t o s externos' del hombre— deben hallarse
determinados por leyes generales, como todos los acaecimientos de
la naturaleza. Pues bien: la historia, cuyo objeto es la narración de
esos fenómenos, debe aspirar al descubrimiento de la regularidad
que indudablemente existe en su accidentado curso. Bastará para ello
que un historiador doblado de filósofo considere ‫‘؟‬en grandes perio-
dos" (im grossen) el cambiante juego de la libertad del hombre. Si
la mirada se atiene a la total historia del género humano (an der
ganzen Gattung), no le será difícil advertir en ésta “una evolución
progresiva, aunque lenta, d¿ las disposiciones originarias” ٠٥. Como
u Idee zu einer allgemeinen Geschichte in TOellrgerlicher Absicht, er، eV
tomo IV de Immanuel Kants Werke (ed. de Cassirer. Berlin, 1943). pág8. 149-166,
En la misma linea debe ser puesto el ensayo de 1795, Zum ewigen Frieden (‫ ا‬VI.
páginas 425-474 de la edición citada).
٠٥ Esa preocupación por contemplar la aventura de la humanidad en su con.
,junto moveri a Kant a especular acerca de los orígenes de la historia: eso se pro-
LA ESPERANZA DE ‫ﺳﻞ‬ S E C U L A R IS M S 2.3

،en 1.S fe n ó m e n o s h u m a n o s q u e e stu d ia la e sta d ístic a social - l o s m a-


trim o n io s, los n a cim ien to s, las d e fu n c io n e s —, la a p a re n te irre g u la ri-
d a d e n los detalles n o ex cluye la sujeción d e l c o n ju n to a leyes ge-
nerales. E l filósofo p o d ría h a b la r, e n consecuencia, de u n a “in te n c ió n
de la n a tu ra le z a ” (eine Naturabsicht), e n cu y a v irtu d se h a c e h isto ria
r e h ila r el curso de las acciones q u e los h o m b re s v an lib re m e n te eje-
c u tan d o . ¿ C u ál es esa in te n c ió n ? A caso la n a tu ra le z a p ro d u z c a u n
d ía el h o m b re c a p a z d e d e s c u b rirla : “asi e n g e n d ró u n K ep ler, que
-de m o d o in e sp e ra d o som etió las ó rb ita s ex cé n tric a s d e los p la n e ta s a
leyes fijas, y u n N e w to n , q u e explicó esas leyes m e d ia n te u n a causa
n a tu ra l y g e n e ra l” .
E n esp era d e l K e p le r y el N e w to n d e la h is to ria — m u y p ro n to
p re te n d e rá n serlo H egel, C om te, M a rx y s p e n c e r— , K a n t se adelan-
ta a e x p o n e r los n u eve p rin c ip io s d e esa deseable h isto rio lo g ia filosd-
fica. H elos a q u f: 1.٥ T o d a s las disposiciones n a tu ra le s d e u n a criatu -
r a h á lla n se d e stin a d a s a d e sa rro llarse co m p leta y a d e c u a d a m e n te .
2.0 E n el h o m b re . Unica c ria tu ra ra c io n a l sobre la tie rra , las disposi-
-ciones n a tu ra le s q u e tie n d e n h a c ia el uso d e su ra z ó n sólo se desarro-
lia rá n c o m p le ta m e n te e n la especie, m as n o e n el in d iv id u o . 3 .٥ H a
-querido la n a tu ra le z a q u e e l h o m b re saque so lam en te de si m ism o
to d o lo q u e so brepasa la o rd e n a c ió n m ecán ica d e su e x isten c ia ani-
m a l, y n o p a rtic ip e d e o tra felic id a d o p erfecció n q u e d e aquellas que
Ó1 m ism o, lib re del in stin to y p o r su p ro p ia ra z ó n , h a y a sab id o pro-
-curarse. 4 .٠ E l m ed io de q u e se sirve la n a tu ra le z a p a ra co n seg u ir e l
d e sa rro llo de to d a s sus disposiciones, es el a n ta g o n ism o de éstas e n la
so cie d a d , d e ta l m o d o q u e ese a n ta g o n ism o llega a ser, al fin, la causa
d e u n a re g u la r o rd e n a c ió n de la v id a social. 5 .٥ E l m á x im o p ro b le m a
p a ra la especie h u m a n a , a cu y a reso lu ció n tie n d e la n a rtjra le za , es la
-consecución d e u n a sodedad dudadana (bürgerliche Gesellschaft) re-
g id a p o r el d e re ch o d e m o d o g en eral. 6 .٥ E ste p ro b le m a es e l m ás
.grave y el q u e m á s ta rd ía m e n te h a de ser resu elto p o r el g é n ero h u -
m a n o . 7 .٥ E l p ro b le m a de la in s ta u ra c ió n 'd e u n a c o n stitu c ió n perfec-
ta d e p e n d e d e ‫ ظ‬o rd e n a d a condición externa del Estado, y no p u ed e
.ser resu elto sin ésta. 8 ٠. E n su c o n ju n to , la h is to ria d el g én ero h u m a -
n o p u e d e ser c o n sid e ra d a com o la ejecución d e u n o cu lto p la n d e la
n a tu ra le z a p a ra p ro d u c ir u n a c o n stitu ció n p o litic a q u e sea in te rn a -
m e n te p e rfe c ta — y ta m b ié n , p a ra este fin, e x te rn a m e n te — , com o
.Unico e sta d o e n el cu al ella p u e d e d e sa rro lla r p o r co m p le to to d a s sus
disp o sicio n es relativ as a la h u m a n id a d . 9 .٥ E l in te n to filosófico d e ex­

puso con su ensayo Mutmasslicher Anfang der Menschengeschichte (op. ٠٠'،., t. ^ ٠


páginas 325-342).
204 LA ESPEJEA ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA

p o n e r la h is to ria g e n e ra l de la h u m a n id a d com o la ejecución d e u n


p la n d e c arác te r n a tu ra l, e n d e re z a d o a la p e rfe cta re u n ió n ciu d ad a -
n a d el g én ero h u m a n o , d e b e ser c o n sid erad o com o posible y a u n c o m .
ex ig id o p o r esa in te n c ió n de la n a tu ra le z a . L a h is to ria p a sa ría asi d o
ser u n “a g re g a d o ” a ser u n “ sistem a".
E l p ro g reso ilu stra d o de K a n t .se m anifiesta e n expresiones solem -
nes, lap id arias. “T a m b ié n la filosofia tie n e su q u ilia sm o ", dice te x
tu a lm e n te . C on ello co n v ierte e n v en tu ro so “estad o final" la “in d e -
finicidn” que F o n te n e lle y C o n d o rc et a trib u ía n al progreso d e la h u -
m a n i d ad. y ex p resa a ú n m ás clara y p re c isa m e n te e l c a rà c te r escato-
ldgico de la c o m ú n e sp eran za. P e ro ese “q u iliasm o filosófico” , a ñ a d e ,
n o es tu rb io a n h e lo del alm a, sino p re d ic c ió n rac io n al, c o n clu sió n
٥ e la m e n te , idea. ¿ C u á n d o lle g a rá? N a d ie lo sa b e : lo q u e la exjje-
rie n c ia p e rm ite d e cir acerca de esa “in te n c ió n d e la n a tu ra le z a ” ea
m u y p o c o ; p ero si cabe afirm ar q u e “ p u ed e ser esp erad o con seg u ri-
d a d ”, y q u e el d e sp e rta r de la Ilu stra c ió n c o n stitu y e el m ás p ro m e te -
d o r in d ic io d e l progreso h a cia la m e ta d e se a d a : ese d e sp e rta r su scita
“la e sp e ra n za d e que, tra s varias revoluciones tra n s fo rm a d o ra s, llega-
rá a e x istir u n d ía aq u ello q u e la n a tu ra le z a tie n e com o su m o o bje-
tivo, u n a situ a ció n cosmopolita (ein weltbürgerlicher Zustand), d o n .
d e se h a y a n d e sa rto lla d o p o r c o m p leto to d as las disposiciones o rig i-
n a ria s d e l g é n ero h u m a n o ” . A ese té rm in o tie n d e la h isto ria , y en la
em p resa d e h a b e rlo d e sc u b ie rto m e d ia n te la ra z ó n consiste la “ju s-
tificación d e la n a tu ra le z a .' o, m e jo r a ú n , la “te o d icea de la p ro v id e n -
c ia” . “ ¿D e q u é nos serv iria - c o n c l u y e K a n t— a la b a r la m agnificen.
cia y la sa b id u ría de la creación en el rein o de la n a tu ra le z a carente-
de ra z ó n , si la p a rte del g ra n espectáculo d e la su p re m a s a b id u ría
q u e co n tie n e la fin alid ad de todo ese rein o , la h is to ria d el hum ano-
lin a je , h u b ie ra de seg u ir sien d o u n a rg u m e n to e n c o n tra , cu y a visión
nos o b lig a ra a a p a rta r d e ella con d isgusto n u e stro s ojos, y, desespe.
ra n d o de e n c o n tra r a lg u n a vez en su c o n te x tu ra u n a a c a b a d a in te n -
ción rac io n al, nos co n d u jese a e sp erarla sólo en o tro m u n d o ? ” E l
esp erad o “e sta d o final” de la h u m a n id a d seria, pues, la ju stificació n
in tr a m u n d a n a d e la n a m ra le z a y la p ro v id en cia.
A l m ism o re su lta d o llega el breve escrito q u e K a n t titu la Presu-
mible comienzo de la historia del hombre ٠٥. E l h o m b re reflexivo ‫ى‬
noce u n a p e sa d u m b re q u e no suele s e n tir e l q u e n o p ie n sa : u n a in -
te rio r re b e ld ía c o n tra la p ro v id en cia, su b sig u ie n te a la c o n sid eració n
de los m ales q u e afligen al g én ero h u m a n o . P ero u n e x am e n d e te n i d .
y filosófico d e la h isto ria , a p a r tir .de sus ed ad es iniciales, c o n d u c o
٠٥ Víase la referencia que de ، 1 se hace en la nota precedente.
ESPERANZA DE LOS S E C U L R IZ A T O S 205

más bien a la conclusion opuesta; esto es, al contento con la provi-


dencia y con la marcha del conjunto de las cosas humanas, que no
progresan de lo bueno a lo malo, sino que paulatinamente transcu-
Tren de lo peor a lo mejor; progreso al cual, por designio de la na-
turaleza, ha de contribuir cada individuo en ia medida de sus fuer,
zas. Frente al leibniziano optimismo del presente, Kant, como antes
Voltaire, postula un resuelto y filosófico optimismo del futuro : este
mundo no ‫ ﺀﺀ‬el mejor de los mundos posibles, pero lo será en el por-
venit. Muy levantadamente lo había declarado el filósofo en su ju-
venil ensayo sobre el o'ptimismo: “Elegido por el mejor de los seres
para el más perfecto de todos los proyectos posibles, como uno de sus
débiles miembros; in d ic o en mi mismo, pero escogido para el todo
a que pertenezco, el puesto que en ese óptimo plan se me ha otorgado
me hace estimar más y más mi propia existencia. Grito a toda criatu.
ra que no se ha hecho indigna, de ese nombre : ‫؛‬Salvación para nos-
otros, los que somos 1, y el Creador nos distingue con su complacen-
-eia. Inmensurables espacios y eternidades ofrecerán a la mirada’ del
-omnisciente los tesoros de la creación, en toda su anchura; pero yo.
desde el punto de vista en que me encuentro, armado de la débil in-
teligencia que me ha sido concedida, miraré en torno a mi hasta
donde yo alcance, y cada vez más aprenderé a ver esto: que el todo
es lo óptimo, que todo es bueno en vista del todo” ... La visión hege,
liana de la historia hállase, en germen, dentro de esas entusiastas pa-
labras juveniles de Kant.
Pero la actitud de la mente frente al óptimo porvenir que aguar-
da al hombre, en cuanto “ciudadano del mundo'., ¿merece, en rigor,
el nombre de “esperanza”? Más que una esperanza genuina, ¿no
será una confiada “espera”, la espera de aquello que la previsión ra-
cional anuncia? El mismo Kant prefiere el verbo erwarten (aguardar)
al verbo hoffen (esperar), cuando alude a la espera de ese venturoso
-estado final : el quiliasmo filosófico, dice, mit Sicherheit erwartet wer-
den kann, “puede ser esperado (aguardado) con seguridad’. ٠٥. Esa
actitud ante el deseado “estado final” de la historia no seria un “es-
perar” auténtico, sino un “saber'., bajo la forma de un “prever”. De
las. cuatro preguntas a que Kant quiso reducir la preocupación filo-
sófica —¿Qué puedo yo saber? ¿Qué debo yo hacer? ¿Qué me es 1Í-
44 Versuch einiger Betrachtungen aber den Optimismus (٠۶. dt., ،. II, pág. 37).
45 Emplea, en cambio, el verbo ‫ﻟﻠﻢ‬٠(( ‫„ﺀ‬. cuando declara no resignarse a “espe-
rar” más allí de este mundo el descubrimiento de la “Intención racional” de la
naturaleza que rige el curso de la historia. Es bien significativo ese paso del - ٠
٤٠« al * ٠(( ٠«, cuando aquello que se espera ha sido hipotéticamente puesto en
“ otto mundo”.
206 LA ESPERA ï IA ESPERANZA

cito esperar? ¿Qué es el hom bre?-.® , la certidumbre acerca del bien.,


aventurado estado final de la historia humana pertenecería a la pri-
mera, no a la tercera‫ ؛‬a la que interroga por el wissen, no a la que-
se inquieta por el hoffen. El propio Kant se encargará de confirmarlo.
El 4 de mayo de 1793 escribía al teólogo Stäudlin: “El plan que.
desde hace algún tiempo me he trazado para la elaboración del cam*,
po de la filosofia pura que a mi me concierne, intenta la resolución
de tres cuestiones: 1. ¿Qué puedo yo saber? (Metafísica). 2. ¿Qué-
debo yo hacer? (Moral). 3. ¿Qué me es licito esperar? (Religión)‫ ؛‬a-
las cuales debiera seguir la cuarta: ¿Qué es el hombre? (Antropoio.
gía). Con el escrito adjunto he procurado responder a la tercera de
esas preguntas...” ٠٣. Aludía Kant a su tratado ٤٠٥ religión dentro de'
los limites ‫ ﺀى‬la mera razón ٠٥. Con ello indicaba que, cuando su len.
guaje era técnico, él quería reservar la palabra Hoffnung para la es-
Jjeranza rebgiosa. Procuremos, por nuestra parte, entender lo que
en la mente de Kant fué esa esperanza.
En cuatro lugares principales de su obra es abordado el problema
de la esperanza rebgiosa: al exponer el “canon de la razón pura” en-
la Critica a esa razón consagrada (1781), en la Critica de la razón
practica ( \ 1 ١١٠ en ‫ ﻣ ﺎ‬religión dentro de los limites de la mera TO-
zón (1793) y en el breve ensayo E l fin de todas las cosas (1794). A la
vista de esas fechas, diríase que ese problema se hacia más agudo en.
el alma de Kant, a medida que avanzaba su vejez. La dominante
preocupación cosmológica del periodo anterior a la Critica de la ra$
zón pura se ha convertido en creciente interés antropológico, moral
y religioso, y la interrogación “¿Qué es el hombre?" se constituye en
centro de la filosofia kantiana.
La exclusiva orientación teorética de la Critica de la razón pura
e u y o nombre debiera ser Critica de la razón pura teorética: tam-
bién la “razón práctica” es “razón pura”, en el sentido de Kant—,
adquiere un visible cariz “práctico” en las Ultimas páginas del libro,
porque la razón humana tiene en si misma, por naturaleza, una in-,
vencible tendencia a rebasar su propia experiencia. El hombre nece-.
sita de la razón teorética, pero la razón teorética no basta al hombre.
La especulación racional seria bien poca cosa si no pusiese al espíritu
humano frente a los tres temas que verdaderamente le importan: la
libertad, la inmortabdad del alma y la existencia de Dios. Con elln
٠« Víase l . dicho en la “Intrráucclón”.
٠? Immanuel Kants Werke, t. X, pág. 205.
٠» Religion innerhalb der Grenzen der blossen Vernunft (op. d t., t VI, pigi*
nas ،39-353).
LA ESPERANZA DE LOS S E C U L A R IZ A IS 207

Ja razón pura se hace “práctica" - “práctico es todo lo que la liber-


tad hace posible'.—, y descubre las tres sucesivas perspectivas a que
se refieren las famosas interrogaciones que antes recordé: el saber,,
el hacer y el esperar. Vengamos a la tercera de ellas, la que pregunta-
por lo quecos es licito esperar. ¿Qué puedo yo. esperar, haciendo lo
tjue debo? Trátase de una cuestión a la vez teorética y práctica. Todo-
esperar tiene como objeto la felicidad, y es respecto de los intereses
prácticos y la ley moral lo que es el saber respecto del conocimiento-
teorético de las cosas. El esperar conduce a esta conclusión : qire algo-
es e l “algo" que determina' el Ultimo fin posible de las acciones hu-
m anas-, porque algo debe acaecer‫ ؛‬el saber, en cambio, nos lleva a-
sostener que algo es e l “algo., que actúa como causa suprema de la
realidad sensible-, porque algo acaece. El hombre, en suma, sabe
causas de su mundo fisico y espera fines de su mundo moral.
Mi relación práctica con la felicidad a que aspiro puede adoptar'
dos formas principales: puedo preguntarme, en efectO, por lo que-
empiricamente debo hacer para alcanzarla (reglas pragmáticas de pru.
dencia), 0 por la conducta que íntimamente me haga digno de ser'
feliz (ley moral). Esta tiene carácter de ley ٥ priori, es anterior a la-
experiencia, y a ella y al mundo que determina —el “mundo mo-
ral'.— se refiere, en su nueva forma, la pregunta filosófica por el hu-
mano esperar: “Si yo me comporto de tal modo que no soy indigno-
de la felicidad, ¿cómo me será licito esperar mi participación en
ésta?” Se trata, en consecuencia, de saber si los principios de la ra.
zón pura que prescriben ٥ priori la ley moral incluyen también nece-
sariamente esa esperanza. Y Kant responde que, puesto que son ne-
cesarios los principios morales de la razón pura en su ejercirio “prác-
tico’., necesario es también admitir, según el ejercicio “teorético” de-
esa razón, que todo hombre puede fundadamente esperar su felicidad
en la medida en que con su conducta se haya hecho digno de ella.
En la idea de la razón pura el mundo moral, en cuanto mundo-
inteligible—, el sistema de la moralidad es indisoluble de la felicidad
y de nuestra espem za de felicidad.
Ello equivale a decir que todo ser racional puede ser causante de
su propia felicidad, si se atiene a los principios de la ley moral. Pero-
como mi felicidad supone la de los demás, síguese de ahí que el mun-
do moral debe ser concebido como un corpus mysticum de seres ra-
cionales, y que la esperanza de ser feliz no puede ser sino coespe.
ranza. Con otras palabras: la felicidad exige que el libre albedrío
de todos los seres racionales se conduzca como si sus respectivas ac-
ciones fuesen ordenadas por una voluntad suprema y aunadora. A h ^
208 LA ESPERA ٢ LA E SPE R A X W

ra bien: como la obligación de la ley moral subsiste para cualquier


acto libre, aunque los restantes actos no la cumplan, aquella necesa.
Tia conexión entre la esperanza de ser feliz y el incesante esfuerzo
por hacerse digno de la felicidad, no puede ser conocida por la razón,
:si ésta opera sobre el fundamento de la naturaleza, y sólo puede ser
esperada admitiendo la existencia de una razón suprema que a la
vez dicte las leyes morales y sea causa de la realidad natural. La idea
de esta inteligencia es llamada por Kant el ideal del sumo bien. Sólo
-mediante el ideal de un bien supremo originario puede concebir la
razón pura la conexión entre los dos elementos del sumo bien deri-
vado o mundo moral.
He ahí el problema de la esperanza humana. La razón pura prác-
tica muestra al hombre su pertenencia a un mundo moral; los sen-
tidos y la razón pura teorética sólo le ofrecen, en cambio, un mundo
de fenómenos. ¿Cómo resolver la dificultad? Sólo esto cabe: admitir
-que el mundo moral es para nosotros un mundo venidero. Dios y una
vida futura son, pues, dos supuestos inexcusables de la obligación
moral que la razón pura nos impone. La moralidad y la felicidad
no podrían ir Juntas si no existiese Dios y no hubiese una vida alien-
de la muerte, y las leyes morales no pasarían de ser irreales quimeras
si no fuesen a la vez “mandamientos” y no llevasen consigo “prome-
sa‫ ؛‬, y “ame‫ ؟‬r ٥”; La es^er^n^a es, p ٧: el : 0‫ ؛‬de ser del hom-
bre que le sitúa ante la ٤ licidad y el mundo moral.
‫ي‬Qué género de certidumbre posee esta convicción de la existencia
-de Dios y de ‫ ظ‬vida futura? No es un mero “opinar", mas tampoco
un genuino “saber” : es un “creer”. Y no un “creer pragmático”, como
el del médico que sin razón suficiente “cree" que un enfermo es tisi-
-co, ni un “creer doctrinal”, como el de qttien con buenas razones
“cree” que hay habitantes en otro planeta, sino el “creer moral” a
-que nos obliga lo que, siendo para nosotros absolutamente necesario,
no es susceptible de humano conocimiento. Nadie puede gloriarse,
-dice Kant, de saber que Dios existe y que habrá una vida futura; si
alguien sabe esto, añade, “ese es el hombre que desde hace tiempo
busco, porque todo saber es comunicable-y yo podria participar de
él”. Para Kant, la convicción del hombre respecto de la existencia de
Dios y de la vida futura no es lógica, sino moral, y puesto que des-
-cansa sobre motivos subjetivos, nadie debe decir: “Es moralmente
cierto que existen Dios y la vida futura'., sino “Yo estoy moralmente
cierto de que existen Dios y la vida futura’.; y lo estoy a través de
mi esperanza, cuando mi conducta moral me hace digno de la feli-
-cidad, o a través de mi temor, cuando soy moralmente indigno de
LA ESPERANZA DE l o s SECULARIZADOS 20.

«lla. E n la m e n te d e K a n t, creer es esperar, y la fe e n D ios y e n la


fe licid ad s u p re m a q u e D ios h a p ro m e tid o ' a l h ^ b r e debe ser re d u .
cid a a la e sp e ra n z a d e co n o cer a D ios y g o z a r d e esa felicid ad . A si
-se e n tie n d e que, d e n tro d e l sistem a k a n tia n o , la R elig ió n sea la res-
p u e sta d e la m e n te h u m a n a a la p r e g u n ta : “ ¿Q ué m e es licito espe-
r a r ? ” ,, y que, e n consecuencia, la “teo lo g ia” d e este filósofo m eneste-
roso d e D io s se resuelva e n cavilosa “e lp id o lo g la” .
L as reflexiones q u e d a n té rm in o a la Critica de la razón pura ad-
.quieren u lte rio r d esarro llo y co n creció n e n la Critica de la razón
práctica. L a in m o rta lid a d d e l a lm a - y , p o r c o n sig u ien te, la existen-
-cia de u n a v id a f u t u r 'a - es p a ra K a n t u n postulado de la ra z ó n prác-
tic a j es decir, u n p rin c ip io te o rético no d em o strab le, pero dependien-
te p o r m o d o in d iso lu b le d e u n a le y p rá c tic a v álid a ٥ priori. Sólo ad-
m itie n d o el p o stu la d o d e la in m o rta lid a d del a lm a serla posible, e n
efecto, la consecución del su m o b ien . L a p le n a ad ec u a ció n de la vo.
lu n ta d a la ley m o ra l — la “s a n tid a d ”— n o es posible e n la tie rra p a ra
n in g ú n ser ra c io n a l finito. Sólo p u e d e ser lo g rad a, e n consecuencia,
-en v irtu d d e u n "p ro g reso in fin ito ” e n la p erfecció n m o ra l, y ello
exige com o supuesto n ecesario la in fin ita p e rd u ra c ió n d e la ex isten c ia
y de la p e rso n a lid a d d e l ser rac io n al, esto es, la in m o rta lid a d del
.-alma. E l ser in fin ito ve e n esa serie, q u e a n osotros se nos m u e stra
com o in te rm in a b le , el to d o d e la a d ec u a ció n d e la c ria tu ra a la ley-
m o ra l. P o r lo q u e a ta ñ e a su e sp e ra n z a de p a rtic ip a r e n e l su m o b ien ,
l a c ria tu ra , e n cam b io , d eb e c o n te n ta rs e con la co n cien cia de poseer
" u n a a c titu d m o ra l b ie n p ro b a d a p a ra e sp e ra r m ie n tra s d u re su exis.
ten cia, in c lu so m á s allá de e sta v ida, u n a p ro secu ció n in in te rrtim p id a
d e su a c tu a l p ro g reso desde lo m o ra lm e n te m a lo a lo m o ra lm e n te m e-
jo r ; c o n cien cia b a sa d a e n la re a lid a d d e ese m ism o p ro g reso y e n e l
in m u ta b le p ro jrásito q u e e n é l se expresa” . M as com o la p ersev eran
cia e n el p ro p ó sito d e m e jo ra r m o ra lm e n te n o p u e d e ser n u n c a segu-
rid a d ab so lu ta, al h o m b re n o le cab e o tra cosa q u e “la co n so lad o ra
e sp e ra n z a d e c o n tin u a r fiel a esos p rin c ip io s e n u n a e x isten c ia pro-
seg u id a a lle n d e la m u e rte ” . . .
L a creen cia e n la fe lic id a d viene asf a c o n v ertirse e n la e sp e ra n z a
in c ie rta d e u n a e sp e ra n z a s e g u ra : e l h o m b re esp era con in c e rtid u m -
b re q u e p e rsev e ra rá e n su p ro p ó sito d e seg u ir m e jo ra n d o m o ra lm e n .
te , asi e n e sta v id a com o e n la o tra ‫ ل‬y esp era con seg u rid a d - e n
c u a n to asi lo exige u n p o stu la d o de la ra z ó n p rá c tic a — q u e co n o cerá
u n a ex isten c ia in a c a b a b le a lle n d e ‫ ظ‬m u e rte y q u e la fidelidad a la

Kritik der praktischen Vernunft, í. K. w., t V, pigs. 133-1‫ و‬٠.


u
210 ESFERA Y LA ESPERANZA

ley moral le llevará necesariamente a la felicidad de participar s i .


limites en el bien supremo.
Dedúcese de lo expuesto que Kant distinguid dos modos en el pro-
greso humano y. por consiguiente, dos modos de la esperanza del
hombre. Hay. en primer término, un progreso natural e histórico,
cuyo sujeto es el homo phaenomenon en su condición de ente social,
cuya meta es la constitución de una “sociedad ciudadana', perferta,
en la cual llegarán a su completo desarrollo todas las disposiciones,
naturales de la especie humana y alcanzará la razón su plenitud.
Este progreso se ofrece a la mente del hombre con la seguridad de
todas las.“leyes de la naturaleza’, y tiene su mecanismo indefectible
en el antagonismo social de las diversas tendencias de la realidad hu-.
mana: lo que fué la “guerra” en la dinámica cosmológica de Herá-
clito (polemos panton pater: la guerra, instrumento del buen orden
en el proceso del cosmos), eso viene a ser el “antagonismo” en la di.-
námica histórica y social de Kant ٥٠. Dentro del marco del progres,
histórico, en la intimidad de cada individuo, acontece el progreso m .
ral. Sujeto suyo es el homo noumenon, ideal ciudadano del corpus
mysticum que es el “mundo moral” ; su meta es la felicidad inaca-
bable de participar en el bien supremo. A diferencia del progres,
histórico, el progreso moral debe ser infinito y contingente: infinito,
porque sólo mediante un infinito proceso de perfeccionamiento po-
drá el hombre ser digno de la participación en el bien supremo y de•
la felicidad que- de ello resulta; contingente, porque depende de la
perseverancia del hombre en su propósito de mejorar y, por lo tanto,
de su libertad. Pero el hombre, ¿puede mejorar indefinidamente?
¿Puede anular por completo el mal que de un modo u otro hay en-
su existencia? Y la naturaleza, a cuya realidad pertenece el progreso-
histórico hacia el “estado final” antes mencionado, ¿puede, por su
parte, continuar existiendo de modo interminable? ¿Acaso este mun.
do no se halla destinado a dejar de existir? Dos escritos del periodo
poslctltko, L a religión dentro de los limites de la mera razón 1 E l
fin de todas las cosas, tratarán de contestar a esas graves interroga-
ciones.
Con el escrito L a religión..., Kant introdujo por vez primera en
su pensamiento filosófico la noción del “mal radical’, (das radikale
Bose). Puede imaginarse el escándalo de la sociedad Uustrada, que

«٠ Ah( se acaba, sin embargo, la analogia. Heráclito vefa el buen orden del
cosmos como un “eterno retorno”. Kant, en cambio, lo ve cotno el progreso hacia
un óptimo estado final. Entre uno y otro se ha interpuesto la inmensa novedad del
Cristianismo.
LA ESPERANZA DE L . 8 S E C U L A R IZ A IS 211

pensaba haber liquidado “filosóficamente” el enojos, problema del


pecado original: “Kant ha mancha‫ ؛‬, sacríle۴ mente su .manto filo-
:‫¿؟‬fico con el oprobio del mal radical”, escribía Goethe a Herder. Pero
ese “mal radical’, kantiano, ¿puede acaso ser equiparado al “pecado
original" de la antropología cristiana? La proximidad entre uno y
otro parece indudable: su coincidencia es más que dudosa. El “mal
radical” —la tendencia a una subordinación voluntaria de la ley' mo-
ral al deseo de felicidad— no atañe a la naturaleza del hombre, sino
a su libertad; la “tendencia al mal” (Hang zum Bosen) es ocasional
y azarosa (zufällig), al Jjaso que la “disposición natural al bien” (An-
lage zum Guten) es originaria (ursprünglich) y pertenece “a la posi-
bilidad de la naturaleza humana”. De ahi que, para Kant, esa ten.
dencia al mal, innegable en el ser moral del hombre, sea un pecca٠
tum originarium, pero no un peccatum originale hereditario y co-
rruptor de la naturaleza del linaje humano (Erbsünde): “Si uno bus.
ca el origen racional de las acciones malas, cada una de éstas debe
ser considerada como si el hombre cayese inmediatamente en ella
desde el estado de inocencia” . 1. ¿Cómo, entonces, podrá explicarse
esa “originaria” aunque no “natural” tendencia al mal del ser hu-
mano? De ningún modo, contesta Kant. Para el hombre, el origen
del “mal radical” es inexcrutable (unerforschlich). La noción paulina
de un mysterium iniquitatis (Il Tes., II, 7) no parece muy lejana del
pensamiento de Kant, no obstante la oposición de éste a la idea cris,
tiana del peccatum originale. El mal tendría su origen en el fondo
abismal, misterioso e impenetrable de la libertad humana.
Indícanos todo ello que el hombre puede mejorar, y hasta “resta-
blecer en toda su fuerza la originaria disposición para el bien” que
siempre, hasta en los casos de máxima depravación moral, late en el
fondo de la naturaleza humana. ¿Cómo lo logrará? Por lo pronto,
con su esfuerzo por cumplir rettamente la ley moral y ser digno de
la felicidad de participar en el bien supremo. No pueden faltarle
fuerzas para el buen éxito de ese empeño: “Debemos hacernos me-
jores...; por lo tanto, debemos también poder serlo, aunque lo que
podamos hacer sea Jjor si mismo insuficiente” ٥٥. Con ello Kant, apar-
tándose resueltamente de la doctrina luterana de la justificación, afir-
ma el valor positivo del mérito del hombre y se plantea un nuevo y
.1 Die Religion innerhalb..., í. K. w ., t. VI, pig. 180. Luego dice Kant, ea
cierto, que “el hombre es malo por naturaleza’. ; pero esta frase debe ser referida
- a ñ a d e - a la libertad del hombre, no a su “disposición natural” (Naturanlage).
El “mal radical”, en suma, serla un factum noumenon, no un factum phaenomenon
temporalmente condicionado.
»» Ibidem, pig. 185.
212 ESPERA *SPERANZA

ardu, problema soteriológico. Si los méritos del hombre, aun sien-


do indispensables, no son suficientes para su ..mejoramiento... ¿cómo
podrá el ser humano hacerse digno de la plenaria fehcidad a que su
esperanza aspira? Tres conceptos, nuevos los tres en la ética kantia-
na, van a dar respuesta a esta interrogación: la “revolución en el
modo de pensar”, la “comunidad ética" y la “asistencia de Dios'..
La perfección moral del hombre exige de él una conversión o “re-
volución en el modo de pensar” (Revolution der Denkungsart), distin-
ta de su reforma paulatina, equiparable al “renacimiento" de que habla
el Evangelio de San Juan (III, 5) y consistente, a la postre, en el des-
cubrimiento de una esperanza : la esperanza de caminar rectamente
por la senda estrecha que conduce de lo malo a lo bueno, si el hom-
bre se atiene con su conducta al puro principio moral que ha toma-
do como suprema “máxima., de sU libre albedrío : “Según la religión
moral (y sólo la religión cristiana lo es, entre todas las que pública-
mente han existido), el principio es éste: que todo hombre debe ha-
cer cuanto esté en 'sus fuerzas para ser mejor; y sólo entonces, si
no ha enterrado su moneda de plata (Luc., XIX, 12-16), si ha emplea-
do su disposición originaria para el bien en la empresa de mejorar
moralmente, podrà esperar que una superior cooperación complete
aquello a que su capacidad no alcanza” ‫هﺀ‬. Con su idea de esa súbita
“conversión.., Kant se acerca insospechadamente a la interpretación
católica del Evangelio, de la perfección moral y de la esperanza.
'Pero esa “revolución en el modo de pensar" no es suficiente. Para
su perfección necesita el hombre aislado la compañía de los demás
hombres: sólo existiendo en comunidad puede el ser humano pro-
gresar de un modo satisfactorio. De ahí la necesidad moral de un
“ente ético comunitario», (ethisches Gemeinwesen), capaz de aunar y
orientar rectamente las obras morales de los individuos que lo in t^
gren. Tal es para Kant el fundamento racional de la “Iglesia invisi,
ble” o “pueblo de Dios”, idea y modelo, en el sentido platónico de
estas palabras, de las Iglesias que la mirada percibe en la historia:
“un ente ético comunitario sólo es pensable bajo la figura de un pu&
blo sometido a los mandamientos divinos, un pueblo de Dios regido
Jjor las leyes de la virtud’. ; y “un ente ético comunitario bajo una
legislación moral y divina es una Iglesia'.. A ella se refiere la petición
de los hombres de buena voluntad, cuando dicen: “Venga el reino
de Dios, hágase en la tierra tu voluntad... Y a ella, en cuanto “pueblo
de Dios", cabe oponer “la idea de una banda o pandilla (‫لﺀ‬٠«‫ ﺀ‬Rotte)
del principio del mal, como agrupación de aquellos cuya tarea es la
٥٥ Ibidem, pigs. 187-192.
‫ دل‬E S P E R A N Z A D E L O S S E C U L A R I Z A I S 213

de lo malo‫ ؛‬agrupación que el pueblo de Dios debe a


toda costa impedir.’. Reaparece, pues, en. Kant, la agustiniana orde-
nación de los hombres en una ct'üt'tas D ei y una ‫ﺀ‬،'‫'ﺀﻵ‬،‫ ﻟﻪ‬mali; aun
cuando —añade el filósofo— “el principio adverso a los sentimientos
virtuosos radica en nosotros y sólo imaginativamente puede ser con-
cebido como potencia exterior" 54.
Ahora bien, ni la “revolución en el modo de pensar”, ni la cons-
titucidn de una “comunidad ética" o “Iglesia”, serian posibles sin la
asistencia divina. Los textos de Kant son inequívocos:- “Puesto que
para el mejoramiento y la perfección (del hombre) es necesaria una
colaboración sobrenatural, ésta puede consistir solamente en la dis-
minución de los obstáculos (para hacer el bien), 0 ser una asistencia
positiva‫ ؛‬el hombre, sin embargo, debe (con sus obras morales) ha-
cerse previamente digno de recibir esa ayuda..‫“ ؛‬No es esencial y,
por lo tanto, no es necesario para todos, saber lo que Dios hace 0 ha
hecho para su bienaventuranza ‫ ؛‬pero si lo que ellos mismos han de
hacer, para ser dignos de esa asistencia” ‫“ ؛‬La fundación de un pue-
blo de Dios moral es una obra cuya ejecución no puede ser esperada
del hombre, sino sólo de Dios” 55. De nuevo está Kant mucho más
cerca de la tesis católica de una cooperación entre la naturaleza y la
gracia, que de la idea luterana de la Justificación, regalo divino que
el hombre recibe “sin mérito y sin dignidad”, según la teologia de la
Reforma.
Todo ello pone de manifiesto la creciente importancia de la es-
peranza en la antropología de Kant y responde con cierta precisión a
la tercera de sus cuatro magnas interrogaciones: “¿Qué me es licito
esperar?” Mediante sus obras morales y la asistencia divina, el hom-
bre cuya alma se ha convertido a Dios espera su felicidad en una
vida allende la muerte fisica‫ ؛‬y la espera in Ecclesia, porque sólo a
través de una comunidad ética puede aspirar a la felicidad quien mo-
ral y metafisicamente se halla constituido para la existencia comu-
nitaria, y quien, por añadidura, sólo puede ser feliz participando
personalmente en un bien supremo que atañe a todo el género hu-
mano. A la concepción del progreso que expresó la Idea de una his-
t o é general ‫ ﺀى‬intención cosmopolita y a la esperanza secularizada
que en ella latía, súmase ahora una visión netamente religiosa de la
historia, el progreso y la esperanza. La virtoria sobre el mal y su

4‫ ل‬Ibidem, p i g . 243-246.
»» Ibidem, pigs. 245 ,192 ,84‫ ا‬. La expresión kantiana Verminderung der «iw-
dernisse, “disminución de los obstáculos”, recuerda mucho el tantum «، ‫ 'اﻻو‬tenet
nunc teneat, donec de medio fiat 11‫ ا‬Tes.. ١‫ ال‬٦١.
٠ ‫دا‬ U ESPERA Y LA ESPERANZA

p ro g resiv a e lim in a c ió n de la re a lid a d d el h o m b re , n o es sólo la se-


g u ra co n secu en cia d e l a n tag o n ism o social q u e se establece e n tre las
v arias disposiciones n a tu ra le s d e la c ria tu ra h u m a n a — y. p o r lo ta n -
to, e l té rm in o d e u n proceso n a tu ra l y e sp o n tá n e o — , sino ta m b ié n el
re su lta d o d e u n a coo p eració n e n tre el esfu erzo m o ra l d e cu an to s in .
te g ra n el “p u e b lo de D ios.’ y la g r a tu ita eficacia d e la v o lu n ta d di-
v in a. E n la e sp e ra n z a del h o m b re se e n tra m a n su esfu erz o p o r hacer-
se m o ra lm e n te d ig n o d e la felicidad, su c a p a c id a d n a tu r a l p a ra el
c u m p lim ie n to d e acciones m e rito ria s y el au x ilio de la ben ev o len cia
d e D ios. ¿ N o es e q u ip a ra b le a esta u rd im b re la q u e e n la d o c trin a
to m is ta d e la e sp e ra n z a fo rm a n la magnanimitas, la virtus propria
d e l e sp e ra n za d o y la virtus aliena - e l au x ilio d e D i o s - q u e e l es-
p e ra r del' h o m b re req u iere, c u an d o es g e n u in o expectore y n o u n
m e ro sperare tantum? D e c id id a m e n te , y p o r lo qtie atafie a la visión
in te le c tu a l d e la esp e ra n za , K a n t se h a lla m ás p ró x im o a S a n to T o-
m ás d e A q u in o y a S an A g u stín de 'lo q u e u n o p o d ria sospechar, si
sólo se atuviese a lo q u e d e to d o s ellos suele decirse ‫«ﺀ‬.
A la e sp e ra n z a — y a l te m o r— del h o m b re p erten ece, e n fin, la
e x p ec ta ció n del “fin de to d as las cosas" o “ fin del m u n d o ... concebido
com o “d ía d e l ju ic io " (Gerichtstag): “el ju ic io ab so lu to rio o condena-
to rio d el ju e z del m u n d o es el a u té n tic o fin d e to d a s las cosas e n el
tie m p o , y a la vez el c o m ie n zo de la e te rn id a d (b ie n a v e n tu ra d a o in-
fausta), en la c u al la su erte de cad a u n o sigue sien d o siem p re la q u e
le co rresp o n d ió en el m o m e n to d e la sen te n c ia" ٠7. E se fin d e los
tie m p o s y d e las cosas, del c u al la ra z ó n h u m a n a tie n e u n a c e rtid u m -
b re m o ra l y p rá c tica , n o fisica y te o ré tic a, seria c o n d ició n n ecesaria
p a ra la to ta l satisfacción d e la e sp e ra n za del g én ero h u m a n o . L a es.
cato lo g ia sec u la riz ad a e im a g in a ria del p ro g resism o ilu s tra d o hácese
e n la o b ra d e K a n t, c im a y crisis d e la Ilu s tra c ió n dieciochesca, es-
cato lo g ia religiosa y real. D espués d e K a n t, q u ie n q u isie ra n o re d u c ir

‫ اﺀ‬Pese al rotundo aserto de I. Kaftan, segUn el cual Kant serla "el filósofo del
Protestantismo" (Kant, der Philosoph des Protestantismus, Berlin, 1904), es lo cier-
to que la Vernunftreligion del solitario de Königsberg se halla en muchos de sus
asjKCtos más próxima a la teologia católica que a la reformada: aunque, por su-
puesto, la idea kantiana de ‫“ ئ‬fe eclesiástica estatutaria", de la “Iglesia sacerdo-
tal”, de la oración, del culto, de los milagros, etc., se aparte visible y crudamente
del Catolicismo. A la tan sabida frase de Voltaire —Écrasez ،‫—رﺀا " ﻗﺮ „' أ‬. Kant, más
autil, hubiese opuesto esta otra: Épurez la sainte! Esto es: haced que las Iglesias
vayan aproximándose más y más a la Vernunftreligion.
Acerca de la evolución del pensamiento religioto de Kant, véase la reciente in
troducción de H. Noack a la edición de Die Religion innerhalb der G e iz e n der
blossen Vernunft, de la Philosophische Bibliothek (Hamburg, 1956), y la amplia bi-
biografia en ella reseftada.
7‫ ل‬Das Ende aller ‫ﺀج „ ا ه‬, í. K. w., t. VI, pág. 412.
LA ESPERANZA DE LOS SEC U LA R IZA IS 215

SU p e n sa m ie n to a la sim ple im ita c ió n , sólo esta opción te n ia a n te s i:


la a v e n tu ra tità n ic a de H egel, el sensualism o m a te ria lista o el n u n c a
viejo c a m in o d el cristia n ism o .
§ 4. L os p ro g resistas Ilu stra d o s sólo se n tía n e n su a lm a u n a es-
p e ra n z a , la c o n c e rn ie n te al happy end q u e les ofrecía su visión secu-
la riz a d a d e la h isto ria . “C u a lq u ie ra q u e h a y a sido el c o m ie n zo de
este m u n d o - e s c r i b í a P riestle y — , su fin será glorioso y paradisiaco,'
m u y su p erio r a lo q u e a h o ra p u e d a n c o n ceb ir n u e stra s im aginacio-
nes" ‫ ا ه‬. M ás com plejo y p ro fu n d o , el o p tim ism o de K a n t b rin d ó al
s e r h u m a n o u n a d o b le e sp e ra n z a : la que, tro c a d a e n ra c io n a l “esp era",
su scitab a en las alm a s el p ro g reso in te le ctu a l, técnico y p o litic o de la
h u m a n id a d h a c ia la f u tu r a sociedad cosm opolita, y la que, elev ad a
a se n tim ie n to religioso, o c u lta m e n te se en cie n d e e n la in tim id a d mo-
ra l de c ad a h o m b re . P ero la o b ra d e K a n t n o d e tu v o la in q u ie tu d
del e sp íritu eurojjeo. B u en a p a rte d e la h isto ria in te le c tu a l del siglo XIX
— la p a rte m ás ostensible d e esa h is to ria — consistió e n el in te n to d e
fu n d ir e n u n a e sp e ra n z a Unica y to ta l, m ás o m enos to c a d a de panteis-
m o, las dos q u e e l ag u d o esfu erz o m e n ta l y la co n sid erab le trad icio -
n a lid a d de K a n t h a b ía n lo g ra d o d istin g u ir. E l “p ro g reso " d e la histo-
ria d el h o m b re se co n v ierte e n p a rc ia l fe n ó m e n o d e la “evolución"
q u e re a liz a e l to d o del u n iv erso h a c ia las fo rm as su p re m as d e l ser,
y e n éstas p o n e e l e sp íritu h u m a n o el té rm in o seguro d e lo q u e tu r-
b ia o c la ra m e n te espera. C ad a u n o a su m o do, S chelling, H e g el, C om -
te , M a rx , D a rw in , S pencer, P r o u d h o n y B a k u n in — los p a la d in e s es-
p iritu a le s d e la m a y o r p a rte d e los europeos del siglo p a s a d o - , 0 -
dos p ro c la m a ro n la b u e n a n u e v a secular d e a q u ella e sp e ra n z a U nica:
c o n ellos, e l p ro g resism o ilu stra d o , h a s ta en to n ces creen cia d e salón,
c u e stió n a cad ém ica o te m a d e c lu b p olitico, se h iz o d o g m a y acicate
social c o tid ia n o d e las m asas d e E u ro p a y A m é ric a . A titu lo d e ejem -
pio, e stu d iem o s su c in ta m e n te la e s p e m z a d e C arlos M a rx y d el m ar-
x is m o ‫ ا ﺀ‬٠
E n la fo rm a c ió n d e l e sp íritu d e C arlos M a rx — y, p o r lo ta n to ,
en la co n fig u ració n d e su e sp e ra n z a — in te rv in ie ro n m u y diversas in s .
ta n c ia s : la dialéctica d e H e g el, la c ritic a d e la re lig ió n d e F e u e rb a c h ,

‫ اﺀ‬i4n Essay ٠« the First Principles of Government (1771). Apud c . L. Becker.


op. ci،., pág. 55 ‫ا‬.
«« El carácter selectivo de este libro y la conveniencia de no prolongar desnie-
didamente la extensión de su Segunda Parte me impiden estudiar con aJgUn por-
menor la versión de la esperanza secularizada en la obra de todos los autores más
arriba mencionados: Schelling, Hegel, Comte, Darwin, Spencer, Proudhon y Ba-
kunin. Remito al lector a la bibliografia anteriormente Indicada y a los breves
apuntes contenidos en la introducción a la tercera parte.
216 ESPERA Y LA ESPERANZA

la e co n o m ia p o litic a inglesa, el socialism o re v o lu c io n ario francés, la


situ a ció n real d e l p ro le ta ria d o e n las n acie n te s zo n as in d u stria le s de-
In g la te rra , A le m a n ia y F ra n c ia . T o d o ello, sin e m b a rg o , n o es sufi-
c ien te p a ra e x p lic ar el p e n sa m ie n to de M a rx y la eficacia h istó ric a
d e la d o c trin a m a rx ista . E n el seno de aquél, a m a n e ra de e sp iritu a l
fe rm e n to , sigue o p e ra n d o la sugestión n u n c a e x h a u s ta d e la escatolo-
g ia ju d e o c ristia n a . ¿Q ué es, e n U ltim o e x tre m o , la h isto rio lo g ia del
m a rx ism o sino la versión h e g elian a y m a te ria lista de u n m e s ia n is m .
Ju d io ? “L a fu e rz a q u e re a lm e n te -actúa e n el fo n d o d e esta c o n c e p
ción e s c r i b e L o w ith — es u n p a lm a rio m esian ism o q u e d e m o d o
in c o n sc ie n te a rra ig a e n el ser p ro p io d e M a rx , e n su ra z a. E r a él,
sin d u d a , u n ju d io e m a n c ip a d o d e l siglo XIX, re su e lta m e n te a n tirre -
ligioso y h a s ta a n tise m ita , m as ta m b ié n u n ju d io d e e s ta tu ra b ib lica.
E l viejo m esian ism o y e l p ro fetism o ju d ío s, in v a ria b le s a través d e
dos ra il años d e h is to ria económ ica, desde la a rte sa n ia a la g ra n in -
d u s tria , y e l c o n sta n te a te n im ie n to del a lm a ju d ia a u n a ju s tic ia in -
c o n d icio n ad a , e x p lic an la base id e alista d e l m a te ria lism o h istó ric o .
T ro c a d o e n p re d ic c ió n científica, el Manifiesto comunista sigue fiel
a l p rin c ip io fu n d a m e n ta l de la vieja f e : la c ie rta co nfianza e n aque-
11. q u e se e sp era" ٥٥. D os serian, seg ú n esto, los fu n d a m e n to s d e la
e sp e ra n z a m a rx is ta : u n a visión d e la h is to ria y la acció n re d e n to ra ,
salv ad o ra, d e u n M esías colectivo e im p erso n al, el p ro le ta ria d o .
P a ra M a rx , la h is to ria d e la h u m a n id a d d eb e ser d iv id id a e n dos-
m a g n o s periodos, u n o a n te rio r y o tro p o ste rio r a los afios c e n tra le s
d e l siglo x a E l ser h u m a n o , v ic tim a d e la e x p lo ta ció n d e l h o m b re
p o r el h o m b re , h a vivido h a sta esos años e n a je n a d o d el lib re uso y
d el cab al d esarro llo d e sus capacidades n a tu ra le s. E sa e n a je n a c ió n o-
e x p o liació n de la n a tu ra le z a h u m a n a h a b ría te n id o sus ag en tes m á s
poderosos e n las diversas fo rm as h istó ric a s de la op resió n e co n á m i-
ca y de la relig ió n , y p arece h a b e r a lc a n z a d o su p u n to c u lm in a n -
te en el v iv ir m isero y esclavizado del p ro le ta ria d o in d u s tria l. P e r .
la m á x im a in iq u id a d es siem p re ocasión y fu e n te d e salvación to ta l,
a los ojos d e u n e sp íritu e sp e ra n za d o y m esiânico, y d e a h í e l c a rá c .
te r de “p le n itu d " — plenitudo temporum— q u e M a rx a trib u y e a la
época e n q u e él escribe.
T re s ra z o n es p rin c ip a le s h a c e n a esa época p u n to d e in flex ió n de
la h is to ria u n iv ersal. E s la p rim e ra la g ra v e d a d e x tre m a d a d e l m a l
social : la e n a je n a c ió n h a llegado a ser in to le ra b le ‫ ؛‬la e x isten c ia d e l
p ro le ta ria d o , c o n v e itid o p o r el c ap italism o e n o b je to d e transacción-

«٠ op. ٠٠'،., pig. 48.


LA ESPERANZA DE LOS SECULARIZA!»‫؟‬ 21T

y c o m p ra v en ta , equivale a una. “p é rd id a c o m p le ta d e l hom bre.*. Vie-,


ne e n seg u n d o lu g a r la p e c u lia rid a d d e la co n cien cia h u m a n a que-
H eg el h a b ía lla m a d o “ e lastic id a d a b so lu ta ” : esa vigorosa y su til ca-
p a c id a d d e reacció n h istó ric a q u e le p e rm ite p a sa r d e la tesis a la
a n títesis e n el curso de su evolución. E l p ro le ta ria d o , v ictim a, espejo
y sal d e la h isto ria , p o rq u e e n é l la h u m a n id a d h a p e rd id o to d as sus
ficciones y m áscaras, se op o n e al. capitalism o, n e g a d o r d el h o m b re , y
n e g an d o la n e g ac ió n a c tú a com o afirm ación a u té n tic a d e la condición-
h u m a n a . L a salv ad o ra rea cc ió n d el p ro le ta rio es posible, e n fin, por-
que, a trav és de la especulación filosófica, la h u m a n id a d d e l siglo XIX
h a to m a d o p le n a co n cien cia d e si m ism a. N o o tra cosa significarían'
la in v e rsió n m a rx is ta d e l p e n sa m ie n to de H e g e l y la a lia n z a e n tre
los filósofos d e v a n ^ ia r d ia - l a iz q u ie rd a h e g elian a , M a rx , E n g e l s -
y los niveles su p erio res d e l p ro le ta ria d o . “L a filosofia e stà aca b a d a,
y a n o q u e d a sino realizarla**, p ro c la m a C arlos M a rx , después de h a b e r
“p u esto sobre los pies**, seg ú n su p ro p ia frase, el siste m a filosófico de-
su m aestro .
L a o p e ra ció n c o n ju n ta d e esas tre s ra z o n es o to rg a c a rá c te r d eci-
sivo a la época de M a rx y p e rm ite q u e e l p ro le ta ria d o re d im a a la-
h u m a n id a d d e a q u ello que, a m o d o d e “p ecado o rig in a l" , h a cons-
titu id o h a s ta e n to n ce s la cau sa de to d o s sus m ales h is tó ric o s : la ex-
p lo ta c ió n d e l h o m b re p o r e l h o m b re . E l Manifiesto comunista es
asi el E v a n g e lio d el se g u n d o p e rio d o d e la h is to ria u n iv e rsal, d e l‫؛‬
tempus salutis. E n u n a p rim e ra e ta p a d e este p erio d o , e l p ro le ta ria d o ,
c ad a vez m ás co n scien te de si m ism o y de su m isió n soteriológica y
re d e n to ra e n la h is to ria d e l g én ero h u m a n o , in ic ia rá la serie d e re.
voluciones q u e h a n d e c o n d u c irle a la c o n q u ista d e l p o d e r p o litic o y-
social. Se in s ta u ra rá asi la “ d ic ta d u ra del proletariado**, episodio in .
e lu d ib le p a ra el d efinitivo acceso de la h u m a n id a d a u n “estad o final.*'
d e lib e rta d y fe lic id a d perfectas. R ein o d e D ios m u n d a n o d e la es-
p e ra n z a m a rx ista . T o d o e n él será v e n tu ro so : el p ro le ta ria d o , hasta-
e n to n ce s clase social, se s u p rim irá a si m ism o Î e l E sta d o , q u e n o es
sino I'a coacción o rg a n iz a d a p o r la clase d irig e n te , d e sap arecerá p o r
c o n su n c ió n ; cesará to d a ex p lo tació n , y la sociedad d e los h o m b re s
se tra n s fo rm a rá en “u n a asociación en q u e el lib re d e s a b o llo d e c ad a
u n o sea la c o n d ició n p a ra el lib re d e sarro llo d e to d o s " ; el trabajo-
v e n d rá a ser u n esfu erz o consciente, lib re y alegre, u n a gozosa ne-
cesid ad d e la ex isten c ia lib e ra d a : ‘T o d o e l m u n d o — p re d ic e L e n i n -
tra b a ja r á v o lu n ta ria m e n te seg ú n su c a p a c id a d ... L a d istrib u c ió n de-
los p ro d u c to s n o e x ig irá q u e la sociedad asigne a c a d a u n o ‫ ظ‬parte-
q u e le corresjjonda. C ad a in d iv id u o será lib re p a ra to m a r lo qtie b as-
,2 1 8 LA ESPERA ESPERANZA

te a sus necesidades... N a c e rá , e n su m a, u n a h u m a n id a d nu ev a, el
re in o d e la lib e rta d su ced erá p a ra siem p re al d e la n ecesid ad , se ex.
tin g u ir á to d a oposición d e los h o m b re s e n tre ellos y con el u n iv er-
-so, y cad a h o m b re , ex en to d e tra b a s e im p e d im e n to s, re a liz a rá e n si
m ism o, h a s ta d o n d e sus fac u ltad e s in d iv id u a le s alcan cen , la esencia
d e la n a tu ra le z a h u m a n a .
B ajo la tr a m a d e sus conceptos económ icos y sociológicos, el m ar-
x ism o es u n a fiel y a c a b a d a secu larizació n d e la visión ju d e o c ristia n a
d e la h isto ria . H a y e n la v id a h istó ric a d e l h o m b re u n “p ecado o n -
g in a l”, la ex p lo ta ció n , p o r o b ra del cu al la n a tu ra le z a h u m a n a h a id o
.q u e d an d o ex p o lia d a, e n a je n a d a d e sus v irtu d es m ás propias. E l pro-
le ta ria d o , v ic tim a p rin c ip a l e in o c e n te d e esa e n a je n a c ió n , a su m e
.ahora el p a p e l d e “p u e b lo e le g id ... y “re d e n to r’.. M e rc e d a l esfu erz o
re v o lu c io n ario de la clase p ro le ta ria , la h u m a n id a d e n tr a e n u n a eta-
p a n u e v a de su e x isten c ia y se p o n e en c a m in o h a c ia u n “ siglo fu-
tu r o ” d e fe lic id a d y 'l i b e r t a d definitivas y to tales. F r e n te al p ro g re-
sism o dieciochesco¿ d esconocedor del d o g m a d e la c ald a y, p o r ta n -
to , d e la n e ce sid ad d e la red e n ció n , M a rx . c r i b e D ie z d e l C o r r a l -
“c o n sid e ra rá la salvación com o algo sú b ito , tre m e n d o , revoluciona-
rio , o b ra d e u n p ro ta g o n ista c o n creto d e c a rn e y h u eso , q u e n o viene
d e l m ás allá, sin o d e los infiernos cercanos d e l m u n d o social” El
“ m o d o hesió d ico ” y el “ m odo m osaico” d e e sp e ra r se fu n d e n d e m a-
n e ra tosca, p ero su g estiv a y titá n ic a , e n la co n cep ció n m a rx is ta de
la h isto ria . U ltim a d e las fo rm as d e la e sp e ra n z a sec u la riz ad a . A ‫ئ‬
m u e rte d e K a n t, el h o m b re de O ccid e n te deseoso d e o rig in a lid a d
p o d la seg u ir e l c am in o d e H e g el o el d e l C ristia n ism o . A la m u e rte
de C arlos M a rx , h ito final d el m u n d o m o d e rn o , e l o c cid e n ta l q u e
aspire a u n a ex isten cia o rig in a l — con o tra s p a la b ra s : el h o m b re q u e
n o se av enga a ser m a rx is ta — sólo p o d rá o p ta r e n tre e l C ristia n ism o
y la desilusión. N o ta rd a re m o s e n c o n te m p la r los diversos m o dos de
m a n ife starse la e sp e ra n za y la desesp eran za del a lm a d esilu sio n ad a *5.

«1 op. pág. 189. La conversión de Rusia - ‫ ط‬Rusia retrasada y ortodoxa—


en protagonista de ese drama de redención ha sido bien estudiada por Diez del
Corral en las páginas 190-200 de El rapto ٥٠ Europa. A ellas y a la bibliografía en
ellas consignada remito al lector a quien interese el tema.
«» El primero en denunciar la “desilusión” subsiguiente a las Ultimas aven-
turas revolucionarlas del mundo moderno ha sido Ortega, en los apéndices a El
tema ٥٠ nuestro tiempo (O. c ., t. III. págs. 207-230). Sobre la visión del marxismo
como esperanza histórica, víanse las obras antes mencionadas, y tam biin‫ ؛‬K. LÖ-
with. Von Hegel bis Nietzsche (Zürich. 1941), y A. Etcheverry, Le conflit actuel ٥،i
humanismes (Paris, 1955). El carácter escatològico de la esperanza maraista ha
sido estudiado por j. Taubes en Abendländische Eschatologie (Berti, 1947).
C a pítu lo IV

L A E S P E R A N Z A D E LOS D ESEN G A Ñ A D O S

C o n tem p lem o s sin ó p tic a m e n te la situ a ció n de la e sp e ra n za h u m a -


n a a lo la rg o d e l siglo XIX; y. p a ra ello, com encem os p o r d is tin g u ir
el fo n d o in tra h is tô ric o y la ex p resió n h istó ric a d e la h u m a n id a d y
la e sp e ra n z a d e ese siglo 1. S u fo n d o in tra h is tó ric o se h a lla consti-
tu id o p o r los m illones y m illo n es d e h o m b re s q u e e n los cam pos y
las c iu d ad e s d e E u ro p a y A m é ric a viven, e sp e ra n y m u e re n callada-
m en te, sin h a c e r de sus sen tim ie n to s d o c trin a 0 c an to , y a veces sin
-oír n i le er la d o c trin a y el c a n to de los q u e con sus p a la b ra s y accio-
nes v a n d a n d o fo rm a a la h isto ria . V arios siglos d e v id a c ristian a,
-católica 0 p ro te s ta n te , h a n im p re g n a d o la tr a m a d e esas vidas silen-
.ciosas, y desde la p e n u m b ra a n ím ic a d o n d e a rra ig a la c o stu m b re d a n
figura y c o n te n id o a la esp e ra n za . A lle n d e los a fa n es y p royectos de
.felicidad su b lu n a r, b a jo el lim ite de las p a rv a s esp e ra n za s te m p o ra -
les y co n ced ien d o a éstas tá c ito fu n d a m e n to y té rm in o de re fe re n c ia
p o strero , la te n , m ás o m en o s eficaces, las u ltim id a d e s d e la existen-
-cia q u e e l C ristia n ism o h a p u esto a n te la m ira d a áv id a d el e sp íritu
hum ano.
S obre ese fo n d o in tra h is tó ric o se a lz a la d iv ersa ex p resió n d e los
-deseos y las em p resas q u e h a c e n so n o ra la h is to ria d e l h o m b re . L as
voces d e la e sp e ra n z a sec u la riz ad a in te g ra n la fra c c ió n m ás copiosa
d e l coro. L a sec u larizació n p o sitiv ista pone, su e sp e ra n z a e n la cien-
c ia : ésta será la q u e re d im a a la h u m a n id a d y la c o n d u z c a a u n de- 1

1 Utilizo aqul, como es obvio, una convida y certera distinción de Unamuno.


La historia es la novedad; la Intrahistoria, el poso de costumbre que la historia
va dejando, cuando su novedad “pasa”. Compártase o no la estimación de Una-
muno d e m a s ia d o Inclinada hacia la Intrahistoria; demasiado enemiga, por tan-
to, de la historia—, su pensamiento es ^rfectam ente utilizable. Víase mi libro
L a generación del noventa y ocho, en España como problema, ‫ ا‬٠ (Madrid, 1956).
220 ESPERA LA ESPERANZA

finitivo e sta d o d e e sclarecim ien to y b ie n a v e n tu ra n z a . C on c u a n ta s va-


ria n te s se q u ie ra , u n a m ism a ilu sió n a n im a las alm as de C o m te y
L ittré , R e n a n y B e rth e lo t, F a ra d a y y D a rw in , Cl. B e rn a rd y C ajal.
“E l h o m b re , desvalido y d e sa rm a d o e n fre n te del in c o n tra sta b le po -
d e r d e las 'fu e rz a s cósm icas, tie n e e n la cien cia re d e n to r h e ro ic o y
p o deroso y u n iv e rsal in s tru m e n to d e p rev isió n y d e d o m in io '., escri.
b irá C ajal, d a n d o le tra castellan a a ese s e n tir c o m ú n ٥. L a seculari-
z a c iá n h e g elian a , q u e ve e n la h b e rta d y e n la p le n a au to co n c ie n cia
del e s p íritu las m etas del p ro g reso h istó ric o , p ie rd e p ro n to v a lim ie n .
to so cial; p ero , tro c a d a e n m a te ria lism o d ialéctico p o r o b ra d e C ar-
los M a rx , n o ta r d a e n lo g ra r eficacia creciente e n tre las m asas tra b a -
ja d o ra s y sirve d e cauce a su in m e n sa e sp e ra n z a d e v id a m ejo r. J u n -
to a ella, la sec u la riz ac ió n a n a rq u is ta d e P r o u d h o n y B a k u n in e n .
c ien d e las alm as .de los p ro le ta rio s m ás pro p en so s a l ra p to v e h e m e n te
q u e al e sq u e m a rac io n al. P o sitiv istas de divCrsa laya, hCgelianos, m a r-
x ista s o a n a rq u ista s, to d o s sien ten u n a p a rte d e su c o ra z ó n e n las
estro fa s c o n q u e V ic to r H u g o , ra p so d a d e l siglo, c a n ta las su b lim e s
J^ rsp ec tiv a s q u e ofrece la n av e d el p ro g re so :

Faisant ‫ ه‬l’homme avec le d el une d t،,


une pensée avec toute Im m ensité,
elle aljollt les vieilles règles‫؛‬
elle abaisse les monts, elle annule les tourej
splendide, elle Introduit les peuples, marcheurs lourds,
dans la communion des aigles.

E l clam o r m u ltifo rm e e im p a c ie n te de la e sp e ra n z a se c u la riz ad a


n o consigue, sin e m b a rg o , a n u la r la vo z in v a ria b le d e la e sp e ra n z a
c ristia n a. R e c ta m e n te o rd e n a d a h a c ia el té rm in o secreto y d efinitivo
d e to d as las acciOnes h u m a n a s —la co n su m a c ió n escatològica del rei-
n o d e D ios— , la e sp e ra n za p ro y e c ta d a h a c ia las “rea lid ad e s terres-
tre s', sigue crecien d o e n im p o rta n c ia a los ojos d e l cristian o , a tra v é s
d e v icisitu d es y polém icas. L os n o m b re s d e L a c o rd a ire , M o n ta le m -
b e rt y D o n Bosco, la o b ra social de K e tte le r y la p u b lic a c ió n d e la
e n ciclica Rerum novarum lo d e c la ra n con suficiente elocuencia. P ese
a ta n ta s in te rp re ta c io n e s superficiales d e lo q u e significó la pu b lica-
c ió n del Syllabus, la c ris tia n d a d católica sin tió e n to n ces u n a u rg e n te
n e ce sid ad e sp iritu a l d e rev isar m u c h a s ideas a n tig u a s acerca d e la
re lació n e n tre la civitas terrena y la civitas D ei.
P e ro e n la a c titu d del O ccid e n te europeo y a m e ric a n o a n te e l fu -
tu ro d e la ex isten cia, ¿ fu é to d o , d u ra n te e l siglo XIX, e sp e ra n z a secu-
» Recuerdos de mi vida (3.‫ ا‬ed.. Madrid, 1923), pig. 22.
LA ESPERANZA DE LOS DMENCAS a TOS 221

la riz a d a y e sp e ra n za c ristia n a ? E n m odo alg u n o . D e n tro d e aquélla,


« n a g ria d isco rd an c ia co n el g e n eral o p tim ism o , c o m e n z a ro n a so n ar
g rito s aislados d e p esim ism o y d esengaño. L a desesperación ocupó
¿ n alg u n as alm as el p u e sto de la e s p e ra n z a : u n a desesperación que
.a veces será de Indole fo rm a lm e n te religiosa, com o e n el caso de
K ie rk e g a a rd y e n el de U n a m u n o , p ero .que e n o tra s ocasiones, y esto
es lo nu ev o e n la h is to ria d e E u ro p a , p rocede d ire c ta m e n te d e la ex-
p e rie n cia secular. A si llegó a e x istir, b ajo fo rm a d e especulación filo-
-sófica, la d esesperación q u e m in a b a las alm as d e S c h o p e n h a u e r y
E . v o n H a r tm a n n , y asi n ació, m ás d ire c ta, p e n e tra n te y poética, la
q u e e n su in tim id a d sin tie ro n y ex p re sa ro n L e o p a rd i, E sp ro n ced a,
M usset, V ig n y , B au d elaire, V e rla in e y R im b a u d .
¿ Q u é es y q u e significa esta in é d ita la m e n ta c ió n d esesp erad a y
o rg u llo sa ? ¿Q u é sen tid o tie n e su p e rtu rb a d o ra p re sen c ia e n u n m u n -
d o q u e ta n cerca cree .estar de la felic id a d te rre n a ? Sólo e sc ru ta n d o
el subsuelo de la a v e n tu ra ro m á n tic a p o d rá o b te n erse la clave d e ta n
a z o r a n te suceso. E l R o m a n tic ism o , cim a in su p e ra b le d e la a m b ic ió n
h u m a n a , fu é el fu lg u ra n te re su lta d o d e v iv ir cre y en d o con g ra v e d a d
y v e h em e n c ia q u e el h o m b re es D ios. N ic o lás de C usa h iz o del ser
h u m an o , u n Deus occasionatus, y L e ib n iz u n petit Dieu. U n o y o tro
n o q u is ie ro n sino expi-esar p lá stic a y o p o rtu n a m e n te , desde su per-
s o n a i m e n te filosófica, la v ieja y c o n sta n te id ea c e n tra l de la a n tro ,
p o lo g ia c ris tia n a : e l h o m b re , im a g e n y se m e ja n z a d e D ios. P ero
e sto n o b a sta a los ro m á n tic o s, h e re d ero s d e u n a época q u e h a pre-
te n d id o c o n v e rtir la “P ro v id en cia., e n “ley". D a n d o u n paso estre-
m eced o r, ellos a firm a rá n re su e lta m e n te q u e el h o m b re es sem idiós e n
acto y p le n o D ios e n p o te n c ia : “L le g a r a ser D ios, ser h o m b re , des-
a rro lla rse , so n ex p resiones eq u iv alen te s", e sc rib irá F r. S chlegel; “so-
m os D ios’., h a b fa p ro c la m a d o el tie rn o y p re c o z N ovalis. T a l es la
e ifra m ás secreta y decisiva d e l e m p eñ o ro m á n tic o ; e lla y sólo ella
p e rm ite acced er h a s ta lo in tim o d e la o b ra c o n ju n ta de H egel, Schei-
lin g , H ö ld e rlin , B y ro n , L ap lace y C om te. L a e sp e ra n z a d e los h o m -
h re s serla, e n sum a, la co n clu sió n seg u ra d e esa fa sc in a n te p re m is a :
'"P o rq u e som os D ios, serem os D ios... T o d o s los ro m á n tic o s h u b ie se n
p o d id o su sc rib ir u n a ex p resiv a frase de S chelling, segUn la c u al el
yo h u m a n o es o b je tiv a m e n te “ d e v e n ir e te rn o " y s u b je tiv a m e n te “p r o
d u c ció n in fin ita ” .
L a concisa fó rm u la d e S ch e llin g p e rm ite e n te n d e r co n m u c h a cla-
-ridad el an verso y el reverso del R o m a n ticism o . C u a n d o el yo se
e n tre g a d e n tro d e si m ism o a esa '.p ro d u c ció n in fin ita ", b ie n cons-
tru y e n d o u n a concepción id e alista de la re a lid a d , b ie n a n tic ip a n d o
222 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

im a g in a tiv a y ra c io n a lm e n te el fu tu ro d el g én ero h u m a n o , e l e sp i-
r itu h ace d e la re a lid a d lo q u e él qtiiere y lo g ra v iv ir e n la esperanza►
E ste es e l,la d o e x u lta n te , el anverso d e l m u n d o ro m á n tic o : “Estoy-
seg u ro e s c r i b í a H e g el a N o th a m m e r, e n 1816— d e q u e el e s p íritu
d e l m u n d o h a d a d o a n u e stro tie m p o la o rd e n d e avance. T a l o rd e n
h a sid o o b e d e c id a : este ser a v an z a a cam p o trav iesa, irresistib le m en -
te , com o una- fa la n g e c o m p a c ta y a co raz ad a , y co n ta n insensible:
pasO com o el Sol.'. L a e sp e ra n z a h istó ric a d e T u r g o t y C o n d o rc et
c o b ra a h o ra u n sesgo especulativo y ab so lu to . P e n sa n d o e n lo que-
q u ie re y p u e d e ser, el h o m b re está seguro de ser D ios.
¿ P e rd u ra rá e n el a lm a ese altivo y so lem n e s e n tim ie n to d e la es-,
p e ra n z a a b so lu ta, c u a n d o el yo c h o q u e c o n tra la in d o m in a b le re a li,
d a d p re se n te y viva e n fo rm a d e d o lo r su p ro p ia lim ita c ió n ? ¿ C o rre -
TÍ p o r sus venas el vino in c ita d o r d e la esp e ra n za , c u a n d o la re a liz a -
c ió n d e si m ism o n o sea el im p e rtu rb a d o “ d e v e n ir e te rn o ', de u n a
h ip o té tic a ex isten ci’a in fin ita, sino el “ doloroso se n tir" de la fin ita T
re a l e x isten c ia c o tid ia n a ? E l h o m b re se cree D ios, p e ro se ve D io ،
im p o te n te , esto es. D ios im p o s ib le ‫ ؛‬sien te a g ita rse e n su a lm a la a m .
b ic ió n d e lo infinito, p e ro su v id a le d escu b re q u e esa in fin itu d s e
h a lla a h e rro ja d a . N o es, pues, u n “P ro m e te o e n c a d e n a d o " , com o e n
Jos o rígenes d e la a n tig u a G recia, sino a lg o m u c h o m ás grave y opre-,
s o r: a h o ra es u n “ Z eu s e n c a d e n a d o ’.. L a n o stalg ia ro m á n tic a , «1‫؛‬
mal du siècle, el Weltschmerz, n o so n o tra cosa q u e el té rm in o de-
esa a m a rg a e in e v ita b le e x p e rie n c ia : q u ie n , fre n te a la re a lid a d , a d -
v ie rte q u e y a n o p u e d e ser D ios c read o r, p ro n to a ca b a sintiéndose-
D ios fracasad o . “Si C risto n o h a resu citad o , v a n a es n u e s tra fe ”, dijo.
S an P ab lo . L a re su rre cc ió n d e C risto es, e n efecto, la p re n d a d e n u e s-
tr a p ro p ia re su rre cc ió n y, p o r lo ta n to , la p rin c ip a l g a ra n tia d e n u e s-
tr a esp e ra n za . “Si la h u m a n id a d n o se h a tra n sfig u ra d o , si c o n tin ú a
ta n m isera, e n v ilecid a y c ru e l com o a n tes de a d q u irir co n cien cia d e
si m ism a, v a n a e ra n u e s tra e sp e ra n z a y sólo p u e d e ser c ie rta n u e s tra
d esesp eració n ” , d ic e n a h o ra alg u n o s h o m b re s d e l siglo. E l reverso-,
d e l R o m a n tic ism o se h a lla c o n stitu id o p o r la desesperación so lita ria
d e quienes, viv ien d o b a jo u n cielo s in .D io s , se sie n te n condenados-
e n la tie rra a u n a ex isten cia d e dioses fracasados. Si el progresism o-
es el n erv io m ás esencial d e la co n cien cia h istó ric a d e l m u n d o m o-
d e rn o , estos h o m b re s son — penoso p r i v i l e g i , los p rim ero s d e se n -
gafiados del progreso.
E n dos p o etas . L e o p a r d i y B au d e la ire — vam os a c o n te m p la r la
e sp e ra n z a d e los d esengañados, la e sp e ra n z a d a desesperación d e l si.,
glo XIX. L a c aren c ia de fin alid ad u tilita r ia y su in m e d ia to a rra ig o e n
U ESPERANZA DK 1 . 8 D E S E N C A JA IS 223'

el c e n t r . d o n d e la v id a es in c o n ta m in a d a c reació n h a c e n d e la o b ra
d e a rte , y m á s a ú n d e l p o e m a lirico, u n te stim o n io h istó ric o total-
m e n te v e ra z : "v e ra z e n si m ism a — h a escrito D ilth e y — , la o b ra d e
a rte h álla se p ercep tib le, d u ra d e ra y fija a n te nosotros, y asi es posible
su seg u ra c o m p ren sió n . N a c e c o n ella' u n d o m in io in te rm e d io e n tre
el sab er y la acción, e n el c u al la vida nos revela p ro fu n d id a d e s inac-
cesibles a la observación, a la reflexión y a la te o ria ” ٥. L os p oetas
de la desesperación v a n a m o stra rn o s, m e jo r q u e o tro d o c u m e n to
cu alq u iera, el a b ism o su b y ac e n te al brioso y e sp e ra n za d o o p tim is m ,
de los ro m á n tic o s y los positivistas.

I.-L a espe r a n z a d e L eo pa rd i

¿Q ué es, e n rig o r, la desesperación? ¿E s, co m o lig e ra m e n te afir-


m a n algunos, la n eg ació n ra d ic a l y a b so lu ta de la esjjeran za, la a tri-
b u c iá n d e u n c a rá c te r a b su rd o a l e sp e ra r h u m a n o , o Cs, com o sostuvo
la vieja teologia, el s e n tim ie n to d e no sab er o n o p o d e r e sp e ra r u n .
m ism o lo q u e d e suyo p u e d e ser esp erad o p o r e l h o m b r¿ ? ¿E s la
desesperación u n a creen cia firm e o u n a a c titu d d u a l y ag ó n ica d e l
á n im o ? M ás concisa y p u n z a n te m e n te : ¿p u ed e el h o m b re n o espe-
ra r? le o p a r d i, a rq u e tip o de la desesperación d ecim o n ó n ica, v a a d a r-
nos su a g u d a respuesta n e g ativ a. U n e x a m e n a te n to de su o b ra nos
p e rm ite , e n efecto, lleg ar a esta d o b le y c o n g ru e n te c o n c lu sió n : cuan-
do “te o riz a ” — es d ecir, c u a n d o h a b la de la n a tu ra le z a h u m a n a iti
genere— , L e o p a rd i afirm a la e sp e ra n z a ; c u a n d o "p o e tiz a ’, - e s t o es,,
c u an d o ex p resa líric a m e n te su p e rso n al in tim id a d — , l e o p a r d i p ro -
clam a la desesperación.
§ 1. B asta u n superficial c o n ta c to con la o b ra de G iaco m o Leo-
p a rd i p a ra a d v e rtir e n e lla dos fracciones e se n c ialm en te d istin ta s, a u n
c u an d o n o in co n ex as e n tre s i: e n u n a de ellas, la in te g ra d a p o r el
Zibaldone, los Pensieri y las operette morali, su a u to r es, a n te todo,
m o ralista, c o n sid e ra d o r d e la v id a h u m a n a desde e l p u n to d e v ista
de la felicid ad , la v e rd a d y el b ie n a q u e ella a sp ira ; e n la o tra , cons-
titu id a p o r los Canti, esp len d e p o r m o d o exclusivo el lirico, el poeta,
q u e c o n e x p re sió n id ó n e a — el verso, la b ella m e tá fo ra — d e cla ra su
m odo de ver, s e n tir y e n te n d e r la re a lid ad . P ues b ie n : e n cuanto,
m o ralista. L e o p a rd i n o se cansa d e p ro c la m a r la n ecesid ad d e la es-
p e ra n z a , la esencial e in e lu d ib le p e rte n e n c ia del e sp e ra r a la consti-
tu c ió n m ism a de la e x isten c ia h u m a n a . “E l h o m b re sin e sp e ra n z a
» Gesammelte Schriften, t. VII, pig. 2.7.
‫ ق‬24 LA K S P œ A ‫ دو‬ESPE R A N ZA

- n o s dice el Zibaldone— n . p u e d e a b so lu ta m e n te v iv ir... L a deses-


p e ra c ió n m ism a co n tie n e la e sp eran za, no sólo p o rq u e siem p re q u e d a
e n el fo n d o d el a lm a u n a esp eran za, u n a o p in ió n d ire c ta m e n te , casi
d ire c ta m e n te ti o b lic u a m e n te c o n tra ria a aq u ella q u e es o b jeto de la
desesperación, sino p o rq u e esta m ism a n ace y es m a n te n id a p o r la
.esperanza d e s u frir m enos no e sp eran d o n i d esean d o n a d a ..., o d e
v iv ir m ás libre, suelto y d u e ñ o de si" (III, 358-359 ) . ‫ ذ‬y ello acaece
.asi p o rq u e la esp e ra n za , m ás q u e u n a p asió n , es u n constitutivum
de la e x isten c ia h u m a n a , “u n m odo d e ser ta n in h e re n te al senti-
m ie n to de la vida, es decir, a la vida m ism a, com o el p e n sa m ie n to ,
el a m o r de si m ism o y el deseo d el p ro p io b ien '. (III, 754). C om o el
h o m b re n o p u e d e no p e n sa r, de ig u a l m o d o n o p u e d e n o esperar.
E s, pues, p e rfe c ta m e n te válido, ta n válido y fu n d a m e n ta l com o el
c artesian o , el silogism o “ vivo, luego espero.. (III, 754). S in e sp eran za,
la v id a n o serla vida, carecería del sen tid o d e si m ism a (III, 249);
v id a y c aren c ia d e e sp e ra n z a son cosas c o n tra d ic to ria s (III, 416 ) ‫ل‬
.toda a c tiv id a d v ita l lleva im p lic ita a lg u n a e sp e ra n za , p o rq u e n a d ie
se re sig n a a fa tig a rse p o r n a d a (III, 554).
U n e x a m e n a te n to d e c u a lq u ie r situ a ció n h u m a n a , c o m p re n d id a s
aq u ellas q u e suelen p a sa r p o r estados d e “d esesperación a b so lu ta ” ,
p e rm ite d e sc u b rir e n su seno “u n a chispa, u n a g o ta d e e sp e ra n z a "
(III, 181). E n el acto m ism o d e la U ltim a desesperación, e n la ejecu-
ció n d e l suicidio, el á n im o del h o m b re “n o sólo e stá a b ierto a la es-
p e ra n z a , sino poseído p o r ella'. (III, 471 y 754), y n o h a y m o rib u n d o
q u e n o se p ro m e ta , a l m enos, u n a h o ra m ás d e v ida, p o r h a b itu a l
m ise ric o rd ia d e la n a tu ra le z a (III, 184). “B asta c u a lq u ie r n a d e ría p a ra
h a c e r c re er a l m ás p ro fu n d o y e x p e rim e n ta d o filósofo q u e e l jn u n d o
es algo. U n a p a la b ra , u n a m irad a , u n gesto gracioso, u n leve h a la-
go d e u n a p erso n a d e p o ca im p o rta n c ia , b a s ta n p a ra re c o n c ilia r c o n
las e sp e ra n z a s ... al h o m b re m ás in m e rso e n la desesperación d e la
fe lic id a d " (III, 379). P o r u n a e x ig en cia d e la n a tu ra le z a d e l h o m b re ,
la e sp e ra n z a vuelve siem p re a él, h a sta c u an d o m ás p arece rec h az ar-
la la re a lid a d (III, 672).
¿Q u é es, en tonces, la e sp e ra n za h u m a n a y cóm o o p e ra e n la tra-
m a de la ex isten c ia a q u e p e rte n ec e ? L a e sp e ra n z a es, p o r lo p ro n to ,
el deseo de u n b ie n f u tu r o ‫ ؛‬m ás psicológica y p re c isa m e n te, el deseo
d e l s e n tim ie n to q u e la posesión de ese b ie n fu tu ro su sc ita rá e n nos-
otros, el deseo de felicid ad , d e p la ce r (III, 754, 649, 132). Pocos h a n

، Mientras no Indique otra cosa, citaré por la edición de Glusepi* de Rober.


tis, Giacomo Leopardi, opere (Milano-Roma, 1937). 8‫ ﻣ ﺎ‬números romanos hacen
referencia al volutnen y los arábigos a la página del mismo.
‫ ﻣﺎ‬ESPERANZA DE W S DESENCa S a IWS IIS

«ubrayad. con tanta decisión e insistencia como leopardi la impor-


tancia del futuro en la dinámica real de la vida humana. Vivir no
es otra cosa, en fin de cuentas, que buscar placer y felicidad -L e o -
.pardi usa muchas veces indistintamente ‫؛‬as palabras piacere y felir
cità—, y el placer para el hombre no puede ser sino futuro: “El pia-
.cer humano puede decirse que es siempre futuro, no es sino futtiro.
consiste solamente en el futuro” (III, 241); todo el placer humano
puede ser reducido a la esperanza y a la expectativa de mejorar, y
asi un estado que no puede mejorar, aun pareciendo óptimo, pronto
se muestra infelicísimo (III, 512). El análisis psicológico del acto de
gozar muestra, en efecto, que cada uno de sus instantes hace rela-
ción a los instantes sucesivos, y no es placentero sino relativamente
a éstos, es decir, al futuro (III, 241). Vivir no serla otra cosa que an-
'ticipar un placer o un menor dolor venideros y realizar con acciones
nuestra esperanza de ellos : “pasando de un deseo a otro, con la es-
g ran z a de placeres mayores y de una satisfacción plenaria, conse-
guimos el fin querido por la naturaleza, que es vivir, si no por com-
pleto satisfechos de tal o cual vida, si, al menos, contentos de la vida
t'« genere" (III, 132). La esperanza es vida y estimulo de vida; se
-vive esperando y se espera para vivir: tal es su esencial función en
el curso temporal de la existencia hum ana..
Ese trànsito indefinido de un deseo a otro, siempre en busca de
un placer nuevo y mayor, muestra con entera evidencia que los bie-
-nes alcanzados son siempre inferiores a los bienes esperados (III, 190),
y que, por consiguiente, la esperanza tiene como objeto tácito y Ulti-
-mo una felicidad infinita, un placer siempre puro, siempre creciente
7 siempre inagotable. “La esperanza es infinita.., dice taxativamente
Leopardi. “Deseando siempre un placer infinito que le satisfaga p ie
-namente, el hombre desea siempre y espera algo que no .puede c'on-
cebir... Todas las esperanzas humanas... no son nunca absolutamen-
te claras, distintas y prerisas, contienen siempre una idea confiisa, se
refieren siempre a un objeto que se concibe confusamente. Y por esto,
y no por otra cosa, la esperanza es mejor que el placer, porque con-
‫“ ﺀ‬El placer de la esperanza, en cuanto tal esperanza, no es nunca placer pre-
«ente - l í e s e en otra página— ‫ ؛‬el acto del plaCer de la esfrcranza camina del
mismo modo que el acto del p la « r presente y que la remembranza 0 la conslde-
ración del placer pasado” (in. 248). Por eso el bien e s tra d o y lejano es siempre
mayor que el bien presente (III, ‫ وو‬y 140-141). .tr o s fragmentos del Zibaldone
—riquísimo venero, como se ve, de Intuiciones antropológicas y m o rales- consl-
'deran la relación entre la esperanza y el temor (III, 71, 2 4 ‫ ة‬y 743), la eficacia es-
Jttranzadora .de la soledad (UI, 261 y ٥72), el altruismo del esperanzado (III, 820)
y la esencial conexión de la magnanimidad y la esperanza: Magnae indolis signum ■
-«، sperare semper, d l « leopardi, haciendo suya una frase de Floro (III. 238).
١٥
11‫ة‬ ESPERA Y EA ESPERANZA

tiene un quid indefinid, que la realidad no puede contener” (III. 3 ‫ ا‬3)‫ﺀ‬


Según esto, la esperanza del hombre - y , por lo tanto, la vida huma-
na— hace siempre referencia a dos términos sucesiva y necesaria-
mente implicados entre si: la realidad experimentable, fuente de los,
.proyectos susceptibles de reducción a ideas claras y distintas, a sa-
beres propiamente dichos, y una trans-realidad indefinida e inconce-
bible, consistente, por lo pronto, en la adivinada posibilidad de ser
infinitamente feliz. De ahi dos de los temas más característicos de
la obra de leopardi y más atormentadores de su existencia: la opo-
sición entre el saber y el esperar, entre la ciencia y la esperanza; y,
por otra parte, la tensión entre la necesidad de un cierto saber para
esperar, porque nadie puede esperar lo que de algún modo no sepa,
y esa acción letal de la ciencia sobre la esperanza.
Está de tal modo constituido nuestro ánimo, piensa leopardi, que-
los hombres experimentamos mayor satisfacción con un placer pe-
quefio, Jjero del cual no conocemos los limites, que con una dicha,
grande, de la cual hayamos visto y sentido el confín. La esperanza
de un pequeño bien es un placer absolutamente mayor, que la pose-
s i ó n de un bien grande, cuando ésta empieza a constituirse en há-

bito. La ciencia y la experiencia, en suma, destruyen los principales


placeres de nuestro ánimo, porque determinan las cosas y nos mues-
tran sus confines reales (III, 344). El futuro y el pasado, ¿no son siem-
pre más bellos que el presente? Sin duda; y ello acontece asi por-
que sólo el presente tiene forma precisa y contorno distinto, porque
sólo el presente es “verdad”, y tutto il vero è brutto (III, 355). Sólo a
favor de una constante aspiración hacia algo que no sabemos, algo
indeciso e infinitamente atractivo, es posible mantener encendida la
llama de nuestra vida. Habla el hombre del sumo bien, del bien
supremo, y lo concibe como la suma felicidad, como un placer ca-
paz de contentar del todo y para siempre. Es cierto, ése es el fin
del hombre; mas nadie puede conocer de qué naturaleza sea 0 pue-
da ser el placer perfecto, porque Jamás lo ha experimentado n¿die ٠
El hombre, en suma, sabe y sabrá bien siempre qU desear, pero no
qué buscar; estará seguro acerca del fin haCia que tiende, Oras no
será capaz de discernir los medios capaces de llevarle rectamente
hasta él (III, 781-782).
¿No hay una crasa contradicción entre estas ideas de leopardi,
tan sutiles y certeras, y su personal actitud frente a la esperanza cris-
tiana? Yo asi lo creo. Plantéase Leopardi el problema moral de aque-
llos a quienes el mundo ha hecho desgraciados - “perseguidos por la
justicia'., los llama el Evangelio-, y se pregunta si la esperanza de­
LA ESPERANZA DE LOS DESENGAS a M S 227

felicidad que el Cristianism. .frece al hombre puede ser suficiente


para consolarles. Su respuesta, tajantemente negativa, ‫؛‬rata de buscar
íundamento en tres razones : 1.. El hombre no puede comprender,
ni imaginar, ni siquiera concebir 0 conjeturar por aproximación la
naturaleza de esa suprema felicidad. 2.. El hombre sabe muy bien
que mientras dure esta vida no podrá concebir, ni imaginar, ni te-
ner la menor idea acerca de la felicidad que le prometen en la otra.
3.. Sabe el hombre, en fin, que tal felicidad es de naturaleza comple-
tamente diversa de la que él desea y el mundo le niega, de aquella
cuyo deseo y cuya privación es causa y materia de su infelicidad. La
felicidad es la perfección y el fin de la existencia propia. El hombre
desea una felicidad temporal, material y experimentable, corpórea y
espiritual a la vez, como su existencia misma, “una felicidad, en suma,
de esta vida y de esta existencia, no de otra vida y de una existencia
que tiene que ser distinta de ésta y cuyo modo de ser no podemos
de ningún modo concebir”. Prometer al desdichado en este mundo
una felicidad celeste, aunque se la declare infinita y superior sin pa-
rangán posible a la terrena, equivale a “preparar un lecho mullidisi-
mo o prometer deliciosos y exquisitísimos aromas a quien se muere
de hambre y no puede obtener un pedazo de pan". La felicidad pro-
metida por el Cristianismo seria, pues, deseable en cuanto felicidad
abstractamente considerada, y en cuanto infinita y perfecta, mas no
por lo que ella es, puesto que nada sabemos y nada podemos saber
acerca de su peculiar naturaleza. Síguese de ahí, según leopardi, que
el Cristianismo sea en el mundo moderno más eficaz como “religión
amenazadora.' que como “religión prometedora”, más por el Infierno
con que excita al temor que por el Paraíso que ofrece a la esperanza.
¿Por qué? “Porque se nos en señ a- concluye el c r i t i c a que en el
Infierno (y también en el Purgatorio) tendrá lugar una pena del ‫„ﺀﺀ‬-
tido. Con lo cual se nos hace concebible en el género, ya que no en
la extensión, la pena que debe sufrirse en una vida y un modo de
ser no menos inconcebibles que la vida y el modo de ser de los bien-
aventurados en el Paraíso. Y, si bien no podemos concebir el modo
de esta pena..., dicesenos de ella, sin embargo, que se cumplirá miris
sed veris modis (San Agustín), siendo en todo caso seguro que es
pena sensible y material‫ ؛‬por lo cual, aun no sabiendo ni imaginan,
do cómo, sabemos bien y concebimos cuál sea esa pena.” Por eso
el Cristianismo “ha inducido al bien y alejado del mal, ha ayudado
a la sociedad y a la moral, bastante más con el temor que con la
esperanza” ‫ ؛‬y asi se entiende que Dante - n o por incapacidad ar-
tistica suya, ni por falta de invención, sino por la naturaleza de los
228 U ESPERA Y LA ESPERANZA

temas y la naturaleza del hombre— haya logrado espantar con su


pintura del Infierno, mas no atraer con su visión del Parais. (III,
644-652).
Aparecen en estas páginas de Leopardi, tan importantes para
comprender el drama de su espíritu, dos de los más centrales moti-
vos de la actitud moderna y secularizada frente a la esperanza cris-
tiana: la carencia de fe para aceptar con nuestra inteligencia la bien-
aventuranza que el Evangelio promete, y la convicción previa de
que la mente humana no es capaz de imaginar ni de concebir la
suerte de nuestra existencia allende la muerte. Frente a la felicidad
escatològica del Cristianismo, el hombre moderno y secularizado no
sólo carece de fe, mas también —a diferencia de lo que ante otros
dogmas cristianos le acontece— niega hasta el praeambulum fidei,
hasta la idoneidad de la inteligencia humana para estimar “razona-
ble" lo que como “sobrerracional” se le propohe. Si ese hombre no
cree, por ejemplo, en el dogma de la Trinidad, acaso no se resista a
conceder que tal dogma no repugna a la idea de Dios que la razón
natural del hombre Jjuede alcanzar,, pero es seguro que, como el su-
til y descreído pensieroso de Recanati, negarà con ahinco la licitud
de pensar —y, por supuesto, la licitud de imaginar— lo que puede
ser la felicidad transmortal que el Cristianismo promete a los justos.
Las secuelas del nominalismo teológico han tenido y siguen teniendo
honda y desoladora -vigencia en la historia del espíritu de Occidente.
Concedamos alguna razón a leopardi frente al abusivo y moros,
"terrorismo" de algunas escuelas modernas de ascética, harto más
atentas a empavorecer al cristiano que a transfigurarle, mucho más
propensas a hablar de Dios sub specie timoris que a presentarle
sub specie amoris. Pero, a continuación, objetémosle sin encono su
indudable ignorantia elenchi en cuanto atañe a la teologia de la
vida in patria —¿acaso el cuerpo glorioso no dará un “goce de sen-
tido” a la Integra realidad del bienaventurado? ‫ — ا‬y reconozcamos
sin demora la evidente contradicción de i^opardi consigo mismo.
Quien de modo tan paladino y reiterado afirma que sólo lo no con-
cebible es capaz de suscitar verdadera esperanza en el alma del hom-
bre, ¿puede lógicamente negar la eficacia de la esperanza cristiana,
arguyendo con la incapacidad de nuestra mente para imaginarla y

« Imagines« lo que Luis de León, Luis de Granada y Quevcdo hubiesen res.


pondldo a su itálico cofrade. Dice Santo Tomás: “La impasibilidad no excluirá
en los resucitados las pasiones esencialmente sensibles, porque usarán de los senti-
dos para gozar de aquello que no repugna al estado de incorrupción” (Contra Gent.,
IV, 86).
LA ESPERANZA D E I O S .K S E N G A R a t c S 229

concebirla? Ni la felicidad transmortal de la promesa cristiana es


tan naturalmente impensable como leopardi supone, porque no me
es ilícito especular acerca de las condiciones que para ser a la vez
“infinita", “humana” y “mia" debe poseer la felicidad por Cristo
prometida, ni lo que sobre esa felicidad pueda pensarse llegará ja-
más a quitarle su Indole constitutivamente misteriosa e insondable.
Si Leopardi no hubiese perdido la fe de su infancia habrla sentido
viva y consoladora en su alma la verdad de una finísima sentencia
suya: per saper, nel seno non si stingue la speme ‫ ﺀ‬non s’acqueta
(II, 197).
Pero ‫ اي‬perdió la fe, y el saber —el conocimiento de la verdad—
no fué a sus tristes ojos sino constante mensaje de dolor y guadaña
implacable de la ilusión:
allapparli del vero
tu, misera, cadesti: e coa la mano
la fredda morte « 1 uaa tomba Ignuda
m itra v i dl lontano.

dice a su dulce esperanza juvenil en el canto A Silvia (w. 60-63, I.


202). ‫ ﻣ ﺎ‬instalación de la existencia en la verdad, gaje de la edad
madura, traerla al hombre, según esos versos confesionales, la muerte
de la esperanza, le sumirla inexorablemente en la desesperación. ‫ﻣ ﺎ‬
cual nos lleva sin rodeos al tema de la desesperación leopardiana.
§2. ¿Qué fué para leopardi la desesperación? ¿Cómo su mente
pudo conciliar su personal experiencia, segUn la cual la esperanza
del hombre muere all’apparir del vero, y su resuelta afirmación del
carácter constitutivo de la esperanza en la rtama de la existencia
humana? El expediente inteleettial de este reflexivo poeta consiste
en una hábil operación de cufio kantiano: la distinción entre la spe-
ranza di natura y la speranza ‫ أق‬ragione, inamisible aquélla y sus-
ceprible de pérdida ésta: "La esperanza —nos dice— no abandona
al hombre en cuanto a la naturaleza, aunque sf en cuanto a la razón.
Por eso hablan estultamente quienes dicen que el suicidio no puede
ser ejecutado sin una especie de locura, sin la cual seria imposible
renunciar a la esperanza. Perdidos los sentimientos religiosos, el se-
guir viviendo y esperando siempre es una locura feliz y natural, pero
verdadera y continua, y cosa muy contraria a la razón, la cual en-
seña con sobrada claridad que para nosotros no hay esperanza” (III,
139). La cosa es clara: en cuanto ser natural y viviente, el hombre
no puede desesjjerar, porque la vida es esperanza‫ ؛‬en cuanto ser es-
piritual y pensante, la desesperación es posible, porque su mente llega
230 LA ESPERA Y ‫دأ‬ ESPERANZA

a descubrir que la esperanza es destruida p ٠r ‫ ئ‬verdad. Tal seria la


tragedia de la existencia humana.
Habría, pues, una desesperación real y verdadera y otra falsa y
aparente. Es aquélla la resignada y plàcida desesperación a que suele
llegar el hojnbre moderno y pensativo, cuando descubre la inanidad
de todas las fantasias e ilusiones del género humano acerca de una
supuesta realidad trascendente a la naturaleza, y cuaiído, por aftadi-
dura, percibe la condición cruel y ciega de esa naturaleza universal
de que su ser procede y a que su ser pertenece. Frente a ella, la
desesperación falsa y aparente es el rapto frenètico y sanguinario a
que solían entregarse los antiguos y en que suelen caer los jóvenes
generosos de todo tiempo, cuando esperan con vehemencia su p r .
pia felicidad, y con dolorosa sorpresa advierten que la realidad, dura
y hostil casi siempre, hace del todo imposible el cumplimiento de su
esperanza (III, 250-251, 231 y 85). Examinemos una y otra por sepa-
rado, al hilo del pensamiento leopardiano.
La desesperación resignada es la carencia de esperanza a que
conducen la razón y la filosofia; la tranquila desesperación que él,
leopardi, padece en lo más hondo del alma. Quien la conoce sabe
conjugar sin violencia el amor propio y el menosprecio de si mismo,
y descubrir, en medio de su serena, radical e inexorable melancolía.
Una veta escondida de placer: el moderno placer de ‫ ﺀﺀ‬reposer sur
‫ هﺀ‬douleur (III, 85) y de sentir la propia realidad como una existen-
cia que apenas es vida: “En cuanto es carencia, 0 más bien langlUdez
e insensibilidad de la esperanza, la desesperación es un placer por si
misma, porque el hombre, no sintiendo la esperanza (su esperanza
“natural”), apenas siente la vida, y su alma queda abandonada a una
suerte de torpor, aunque su cuerpo pueda hallarse en gran actividad"
(III, 375) r. La existencia de quien ha perdido la esperanza no tiene
lugar para la inquietud (II, 811); es la essistenza noncurante, exenta
del cuidado de vivir, del hombre que a fuerza de sensibilidad espi-
ritual “agota la vida en un momento” y, porque la conoce en su ver-
dad, sabe que en ella nada le queda que ver, ni que experimentar,
ni que esperar (III, 377, 450451). El hombre que asi existe, ápice de
la historia de la humanidad, asceta y santo del siglo, es capaz de
sentir con simpatia y aun esperar las esperanzas de los demás (III,
249); desconoce la envidia, vive más fácilmente la amistad (III, 390).
y logra siempre superar la tosca tentación del suicidio; aun cuando
no vacile, llegado el caso, en arriesgar abnegadamente su propia vida7

7 Texto* congruentes con iste, en III. 512 y 516.


‫ﻻ‬ ESPERANZA 1 . 8 ٠‫ﺀ‬ DESENGAS a TOS 23،

(III. 226). No parece inadecuado llamar “dandysmo moral., a esta


idea leopardiana de la desesperación resignada.
Bien distinta de ella es la frenética desesperación de la natura-
leza. En ¿sta se aúnan violentamente el amor propio y el odio de
.si mismo, “porque queda en el hombre tanta fuerza de amor pro-
pio que puede odiarse” (III, 250), y se funden con arrebato el dolor
ïnàs desgarrador y una alegria orgullosa, bárbara y tremante, la gioia
barbara ‫ ﺀ‬fremebonda della disperazione (III, 101). Esta es la deses-
peracián que conduce al suicidio, acto cimero de la esperanza hu-
mana, porque quien ingiere el veneno 0 aprieta el puñal contra si
mismo “está llenísimo de esperanza, o al menos de deseo, y anhela
desaforadamente la felicidad” (III, 739). leopardi analiza con pene-
trante e implacable lucidez la situación animica del desesperado fu-
rioso. “Si ese hombre cae en la tentación de suicidarse, ‫ي‬qué creéis
que piensa? Piensa que su muerte será compadecida 0 admirada, o
.que causará espanto, y que hará conocer su valor a sus parientes, ami-
.gos, conocidos y convecinos; que se hablará de él, al menos por unos
instantes, con un sentimiento extraordinario; ...que su muerte hará
detestar a sus enemigos o a la amante infiel... ¿Y creéis que no teme?
Teme, aunque sea ligerlsimamente, que esas esperanzas suyas no se
cumplan... En el suicida por desesperación hay, pues, esperanza y
temor: "hasta tal punto está lejos de la verdad la tesis de que la es-
peranza 0 el deseo puedan abandonar jamás a un ser que no existe
sino para amarse y procurarse su bien” (III, 360-361). Y si el desespe-
rado llega a vencer esa tentación de aniquilar su existencia, se ad-
mirará a si mismo, como persona “capaz de tanta desventura, de
tanto dolor, tan extraordinariamente oprimido por el destino, y bas-
tante fuerte para poder ver clara, plena y vivamente, y sentir con
profundidad toda esa desgracia suya”. Y'este placer que procura la
desesperación, ¿no es, a la- postre, una pura y extraordinaria satisfac-
ción del amor propio, fundada sobre la irremediabilidad y el exceso
del propio mal? (III, 456457).
Una conclusión se impone: en la desesperación nunca se extin-
gue la esperanza. “La desesperación -afirm a Leopardi— no subsisti-
rá sin la esperanza, y el hombre no desesperaría si no esperase" (III,
559); y poco después añade: “No existe un hombre tan perfecta-
mente desesperado que no experimente un nuevo dolor cuando so-
breviene una contrariedad nueva, imprevista y grande. E incluso
cuando ésta ha sido prevista, y haSta cuando es la misma por la cual
desesperaba. Luego quedaba todavía esperanza en su alma... Por
grande que sea, la desesperación nunca es perfecta” (III, 360).
232 LA ESPERA LA ESPERANZA

E sa im b o rra b le p re sen c ia d e la e sp e ra n za e n la desesperación pue-


d e a d o p ta r, sin e m b arg o , dos m odos m u y d istin to s e n tre si. E n la
desesperación re sig n a d a subsiste la speranza di natura in h e re n te a
la v id a m ism a , p o rq u e y a sabem os q u e n o es p osible v iv ir sin espe-
r a r j p e ro la m e n te d e l h o ra b re , a m a rg a m e n te av isad a p o r la concien-,
ria filosófica, conoce la ra d ic a l v a n id a d d e esa e sp e ra n z a c o n o tra s
p a la b ra s : h a p e rd id o p o r co m pleto la ilu siv a speranza di ragione,
p ro y e c ció n d e la speranza di natura e n e l o rb e e sp iritu a l d e la exis-
t e n c i a - y sabe re d u c ir a u n m in im o las exigencias d e l e sp e ra r n a .
tu ra i. N o h a y e n ese estado, c ie rta m e n te , mancanza, p ero 8Í languore
‫ ﺀ‬insensibilità ‫ أى‬speranza (III, 376); y asi, “ los q u e esjjeran m enos,
...c o n s e rv a n m ás fá c ilm e n te u n a e sp e ra n z a lá n g u id a , a u n q u e d is tin .
ta y visible e n m e d io d e su desesperación" (III, 359). O tro es e l caso-
d e la desesperación fu rio sa . E n e lla el h o m b re , in c a u ta m e n te arras-
tra d o p o r la Ju v en il v e h e m e n c ia d e la “e sp e ra n z a n a tu ra l” , su fre el'
c h o q u e d e ésta con la o p aca e im p la c a b le n a tu ra le z a y d e sc u b re la
ocasio n al im p o sib ilid a d d e aq u ella ilu sió n q u e ta n e n cen d id am en te-
le m ovla. D e a h í la violencia a rre b a ta d a d e su d e se sp era c ió n ; m a s
ta m b ié n la fa c ilid a d co n q u e ese h o m b re se re c o n cilia d e nu ev o con
sus esp e ra n za s y -sus errores, si la fo r tu n a le so n rle sólo u n m o m e n to
(111,379).
E l í g e s e d e lo ,expuesto que, p a ra l e o p a r d i, e l cu rso d e la v id a
d e l h o m b re sensible y lú c id o es y tie n e q u e ser u n trá n s ito d e la es.
p e ra n z a in g e n u a a la d e se sp era rid n fu rio sa, y de ésta a la desespera-
ció n re s ig n a d a : “A n te s d e p ro b a r la fe lic id a d - q u i e r o d ecir, u n a
a p a rie n c ia de" fe lic id a d viva y p r e s e n t e - po d em o s a lim e n ta m o s d e
e sp e ra n z a s; y, si éstas son fu e rte s y co n stan tes, su tie m p o es verda-
d e ra m e n te e l tie m p o fe liz d e l h o m b re , la e d a d e n tre la in fa n c ia y-
la Ju v en tu d . P ero, u n a vez p ro b a d a y p e rd id a esa felicid ad , las es-
p e ra n z a s n o b a sta n p a ra c o n te n ta m o s , y la in fe lic id a d d e l h o m b re
q u e d a e stab lecid a. T a n to m ás c u a n to q u e las e sp e ra n za s son bas-
ta n te s m á s difíciles después de la tris te e x p e rie n c ia h e c h a " (in, 84).
A la in g e n u a fe licid ad d e la m u c h a c h e z sigue, pues, la desesperación-
“fu e rte , e n te ra , sensible y fo rm id a b le del Joven a rd ie n te e in e x p e rto ,
lle n o d e e sp e ra n za s y e x tre m a d o y b á rb a ro g o z a d o r d e su m ism a
d e se sp era c ió n .'; y a ésta, el tra n q u ilo , h o n d o y resig n ad o d esen g añ o
d e los viejos d e to d a in d o le (III, 359) y d e los Jóvenes d istin g u id o s
p o r el d o lo r y capaces d e m e d ita c ió n p e n e tra n te y certera.
§3. A este lin a je d e Jóvenes p e rte n ec ió le o p a r d i, y m u y p ro n to
tu v o c la ra c o n cien cia d e ello. A p e n a s tra sp u esto s los v e in tiú n a ñ o s.
LA »SPERANZA D E LOS DESENGAÑADOS 233

minada ya su vida por la enfermedad, el tedio y la pérdida de la fe-


religiosa, escribía en Recanati:
Giovane son, ma si consuma e perde
la giovanezza mia come vecchiezza;
la qual pavento, e pur tn’، lunge assai.
Ma poco da vecchiezza si discorda
11 fior dell’età mia 8.

¿Puede extrañar, entonces, que la obra lirica leopardiana sea la


fiel expresión de ese terrible canon biográfico? He aqul una elocuen-
te evocación poética de la felicidad primera, el tiempo vital en quo
la total existencia del joven, naturaleza y razón, reposa, confiada,,
sobre la dulzura aun no contrariada de su esperanza espontánea:
Era quel dolce
e irrevocabll temjjo, allor che s'apre
al Riardo giovanil questa InfeUce
s a n a del mondo, e gli sorride la vista
di paradiso. Al garzoncello 11 core
d. vergine speranza e dl desio
balza nel petto; e già s’accinge all’opra
di questa vita come danza e gioco
11 misero mortai «.

Son 1.8 años en que es largo y prometedor el curso de la espe-


ranza, breve y todavía no amargo el de la memoria (Alla luna, w . 14-
15). Llenan y calientan el alma las ilusiones del destino histórico y
de la empresa personal, el señuelo de la gloria y el ,amor. La imagen-
de una Italia libre y unida enciende el entusiasmo en el corazón
adolescente de Leopardi:
I.’arm!, qua 1’armi: lo solo
combatterà, prrcomberó sol lo.
Dammi, O ciel, che sia foco
agl’italici petti il sangue mio 1٥:
« Il sogno, w . 51-55 (1, 180): “...q u e Joven soy, mas se consume y gasta - m l '
juventud cual la vejez doliente — que horror Inspira, aun vi،ndola distante : - y
asi la flor de à existencia mia —۴ ٠ difiere de la edad caduca.” Trad, de Antonio
Gómez Restrepo, Cantos de Giacomo Leopardi traducidos en verso castellano, pá.
gina 66 (Roma. 1929). A esta cuidada traducción me atendr، en las citas subsl-
guientes.
« La à solitaria, w . 4.-52 (I, 182-183): “Era aquel dulce — e Irrevocable
tiempo, cuando se abre — al ojo juvenil la triste escena — del mundo, CTJal soñado
paraíso. — El tierno corazón ledo palpita — de virgen esperanza y de deseos, — y
se lanza a la acción, como pudiera — al juego y a la danza” (Gómez Restrepo, pá-
gina 71). T ex to semejantes lóense en '71 sogno, A Silvia y Le ricordanze.
10 All’Italia, vv. 37-40 (I, 138): "Al arma!, al armai s o lo -e n tra r، en la lu-
'234 ‫ﻣﺎ‬ ESPERA ‫ﻣﺎ ا‬ ESPERANZA

p er. la magnánima esperanza n . tarda en hacerse desesperación ve-


hemente e inconforme. El verso final del poema Sopra il monumento
di Dante che si preparala in Firenze - m e g lio Vè rimaner vedova e
sola— expresa con sobria eficacia ese amargo tránsito. Y, aún mejor
que ¿1, estos fragmentos del canto A d Angelo M ai, vigoroso testi-
monio de la disperazione furiosa del joven leopardi, en orden a su
«speranza histórica:
lo son distrutto
n، schermo alcuno ho al dolor, eh . scuro
ra’، l'avvenire, e tutto quanto lo scerno
، tal che sogno e fola
fa parer la' speranza.

A noi le fasce
cinse 11 fastidio, a noi presso la culla
immoto siede, e s u l a tomba, ‫ ﻻ‬nulla.

Solo 11 nulla s'accresce. A noi tl vieta


11 vero appena ، giunto,
o caro Immaginar‫ ؛‬da te s’apparta... 11

El conocimiento lúcido de lo que la realidad es en 8Í misma — i l


vero, la verdad— impediria al hombre el ejercicio de ese caro imma-
ginar. que es la esperanza y le forzaría a sumirse en una desespera-
ción cada vez más resignada. Y lo que en el orden de las esperanzas
históricas sucede, eso mismo acaece en el de las ilusiones pertinentes
a la vida intima y personal. Léanse los cantos II primo amore, Le
ricordanze, A Silvia, L a seTa del di di jesta:

Tu dornjl : lo questo ciel, che si tenigno


appare In vista, a salutar m'affacclo,
c l'antica natura onnl ۴ ssente
che mi fece all'affanno. A te la speme
nego, mi disse, anche la speme....

.cha, rendiré la v‫؛‬d a - y que ml sangre s e a -fu e g o a nuestra nacldn adormecí-


da” (G. R , pág. 2).
Il A d Angelo Mai, w . 34-38, 73-75, 10.-103 (I, 147-150): “Yo de ral modo — me
siento opreso de dolor, y m iro- r a n negro el porvenir y lo presente, — que juzgo
la esperanza — un sueño, una locura... El tedio agota — nuestra existencia, y vela
despiadada— cuna y sepulcro, la insondable nada... Sdlo la nada crece. Asi la
esquiva — verdad de ti nos priva, — cara Imaginación, y te abandona — nuœtra
alm a para siempre” (G. R , págs. 17-19-20).
‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA ٠‫ﺀ‬ LOS D E S E N G A Ñ A IS 235

.confiesa Leopardi a una amada sin nombre en el arranque de este


Ultimo poema 12. Y quien, mozo aUn. asi siente y juzga su presente
y su futuro, ¿podrá evitar que la tentación estremecedora y fascinan,
te del sucidiO se alce ante Su mirada? 1 3 ‫ م‬versos del Bruto minore
—y. en cierto modo, los del Ultimo canto di Saffo— no son, como
se ha dicho, una apologia del suicidio, pero si un testim.nio del pres
tigio que la muerte voluntaria tuvo más de una vez en el ánimo de
leopardi, cuando en él se hundieron el entusiasmo histórico y la es-
peranza de felicidad.
Muy pronto, sin embargo, trocóse en desesperanza tranquila esa
turbulenta desesperación primera. Vienen entonces a' menos las es-
peranzas retnotas en que la mortal naturaleza se apoya (II tramonto
della luna, vv. 24-26), conoce el alma la soledad, dulce y terrible a
la vez, en que le pone su propio pensamiento (Il pensiero dominan-
te, vv. 13-15), gana mansa y familiar presencia la esperanza de morir
cuando la naturaleza lo disponga (Amore ‫ ﺀ‬morte, vv. 12.-121), y el
espíritu, sereno en medio de su amargura, se contenta con la quieta
.contemplación del mundo en torno:
e conforto e vendetta ، che su 1’erba
qui neghittoso Immobile giacendo.
» mar la terra e 11 elei miro e sorrido I».

La verdad es siempre triste, pero el descubrirla, conocerla y pro-


clamarla no carece de encanto (Al Conte Carlo Peppoli, vv. 151-152).
La voz poètica de leopardi se llena de una delectación dulciamarga
cuando hace el balance irónico de todo lo que las gentes vulgares
suelen llamar “progreso.. (Palinodia al Marchese Gino Capponi), o
cuando fustiga la “edad soberbia y estulta” en que le ha tocado vivir
(Il pensiero dominante, w . 59-63). Incluida como verso fulgurante
en el cuerpo espléndido de La ginestra, una frase del conde Terenzio
Mamiani, blandamente optimista en su versión primera, sirve a Leo-
pardi para reducir a sarcasmo toda la adormecedora filosofia del pro-
gresismo. ¿Cuáles son, en efecto.
le magnifiche sorti e progressive

!» L a sera del d i ‫ى‬ ‫ آ‬/ ‫هﺀﺀﺀ‬, vv. 11-15 (I, 176-177): “Duermes; yo en tanto, a
saludar me a s o m o -e l firmamento, al parecer benigno,— y la antigua natura on،-
nijwtente — que me formó para el dolor. “Renuncia,— me dijo, para siempre a la
esperanza;— aun la esperanza te arrebato...” (G. R., pág. 61).
13 A spasia, w . 11.--113 (I, 227).: “Del destino fatal tomo venganza— cuando
tendido aqul sobre la yerba, — perezoso e Inmóvil contemplando — la tierra, el mar
y el cielo, me sonrio” (G. R., pág. 138).
236 ESPERA LA ESPERANZA

de la cstír۴ humana, si una leve sacudida de la naturaleza puede


aniquilar en pocos minutos la más floreciente ciudad? 14
Los cantos ulteriores al Bruto minore, Ultimo de los que compii
nen el “ciclo civil” de la poesia leopardiana, dan expresión reiterada'
y diversa a la desesperación filosófica de su autor, resignado ya a
consumir su vida en la alertada pesquisa de lo que para un hombre
desengañado y profundo sean la naturaleza y el destino de su linaje
(A l Conte Carlo Peppoli, vv. 137-151). In questo specolar gli ozi traen-
do, descubre una y otra vez que en los eventos del género humano
todo es arcano, salvo el dolor individual y colectivo de quienes lo
integramos (Ultim o canto di Saffo, w . 4547); que la contemplación
de la historia de la humanidad, mar inmenso, es como un naufragar
y un anegarse dulcemente en ella (L’infinito, w . 11-15); que la in-
transferible necesidad de consumar la propia vida — improba, invit ٠
ta necessità— no puede ser cumplida sin pena y sin tedio (A l Conte
Carlo Peppoli, w . 47-50); que, en suma,

، funesto a chi nasce ‫ ﻻ‬di natale 1 ».

El hombre, hijo de la naturaleza, mortal y pensativo fragmento


suyo, no puede descubrir en ella otra cosa que una fuerza infinita,
brtital, ciega y hostil. Cualquier otra ilusión o creencia es pura va-
nidad. Sabia será, pues, la humanidad si se decide a imitar a la lenta
ginestra, esa humilde retama de las laderas del Vesubio que, sin la-
mentos suplicantes y sin sueños de eternidad, dobla serenamente su
cabeza al peso mortal de la lava, y si a la vez acierta a consolarse de
su inexoralile destino cultivando el amor y la compañía entre todos
los nacidos al dolor y a la muerte. Habla escrito Pascal que el hom-
bre es una “caña pensante", y leopardi nos dice que debe ser una
retama pensativa, doliente y solidaria. Afirmada desde el Cristianis-
mo en el pensador francés, cantada desde el más craso y pesimista
agnosticismo en el poeta italiano, una misma negación de las pa-
1« Et verso citad, — le m agnifiche sorti ‫ ﺀ‬progressive— es utilizado por Leo-
pardi en L a ginestra para subrayar con una pincelada magistralmente Irònica la
crueldad de la naturaleza, destnjctora de Pompeya y Herculano. Terenzio Mamlanl,
primo del poeta y filòsofo platònico, habla empleado esas mismas palabras en la
dedicatoria de 8U8 In n i Sacri (Paris, 1832), para ensalzar la contribución del cris-
tlanlsmo italiano al progreso general de la humanidad. (Nota de V. Piccoli a su
excelente edición comentada de I C anti, Torino, 1941, pàg. 254). Terenzio no.
guardó rencor a su egregio y pesimista primo, cuya actitud ante el recuerdo de la
famosa erupción del Vesubio radicaliza romànticamente la bien conrcida de Voi-
taire ante la noticia del terremoto de Lisboa.
1» Canto notturno ٥٠. u n pastore errante dell’A sia,٢.143 (I, 212): “es fu n est,
al mortai el nacimiento" (G. R., pàg. 114).
,1 ESPERANZA DE LOS DESENCa S a M S 237

siones q u e e m e rg e n d e Ja a n im a lid a d - e n t r e ellas, la e sp e ra n z a na-


t u r a i . , m u eve a p ro p o n e r la ascética re d u c ció n d e la v id a h u m a n a
a la su m a d isc o rd a n te de la e x isten c ia vegetal y d e l e sp íritu .
§4. C u a n d o h a b la de la n a tu ra le z a h u m a n a in genere, d ije pá-
g inas a trá s, l e o p a r d i a firm a la e sp e ra n z a ; c u a n d o ex p re sa liricam en -
te su p e rso n a l in tim id a d , p ro c la m a la desesperación. L as operette
morali son com o u n a síntesis de e n tra m b a s a ctitu d es. E n a lg u n a d e
‫ — ﻷﻵﺗﻞ‬Dialogo della M oda e della Motte. Dialogo di Malambtuno e
‫ آى‬Farfarello— p re d o m in a la visión de la v id a com o u n a d e sg rac ia
in e x o ra b le, y e n tre sus lineas, com o e n tre los versos d e l p o e m a Bru•
to minore, ro n d a , te n ta d o ra , la id ea d e l su ic id io : “A b so lu ta m e n te
h a b la n d o - d i c e M a la m b ru n o , esto es. L e o p a r d i - , el n o v iv ir es
sie m p re m e jo r q u e e l vivir." E n o tra s — Storia del genere umano,
Dialogo ‫ آى‬Plotino ‫ آى ﺀ‬Porfirio— se afirm a e l v alo r de la v id a - a u n -
q u e ésta se h a lle c o n d e n a d a a la desgracia si q u ie re ser v e r d a d e r a -
y se p ro c la m a el im p e ra tiv o 'del a m o r y la so lid a rid a d e n tre los ho m -
b re s : e l A m o r, p o r v o lu n ta d com pasiva de J ú p ite r, consuela a los
m o rta le s de la a m a rg u ra q u e a su à n im o tra e y seg u irá tra y e n d o la
V e rd a d . “C om o el d e stin o le h a d o ta d o d e n iñ e z e te rn a , e l A m o r
p u e d e , e n c ie rta m e d id a , re a liz a r e l-a n s ia su p re m a de los h o m b res,
q u e es volver a la c o n d ició n d e su in fa n c ia. E n las alm as e n q u e de-
c id e h a b ita r, el A m o r su scita y reverdece, d u ra n te el tie m p o d e su
v isitació n , la e sp e ra n z a infinita,- las bellas y q u e rid a s ilusiones d e los
p rim e ro s a ñ o s" ‘8. A m o r a la re a lid ad , cual.quiera q u e é sta se a ; am o r,
so b re to d o , a los h o m b re s q u e ro d e a n n u e stra soledad. A si p u e d e en-
te n d e rse la a p a ric ió n d e sú b ito s destellos de e sp eran za' — ta l es la
sig n ificació n d el c a n to q u e lleva p o r titu lo II Risorgimento— e n el
seno d e la m ás ra d ic a l y re sig n a d a desesperación.
Si. Pese a to d o lo q u e p u e d a n d e c ir la ra z ó n m ás d e se n g a ñ a d a y
la e x p erien c ia m ás h e rid a , la desesperación n o es u n e sta d o d e á n im o
e n q u e h a y a m u e rto e n te ra m e n te la esp e ra n za . M in im a y a m en a z a-
d a, é sta p e rd u ra siem p re e n e l desesperado y o rie n ta h a c ia e l f u tu r o
los- ojos d e su alm a. ¿ H a c ia q u é fu tu ro ? H a c ia c u alq u iera , p o rq u e el
p o rv e n ir d e q u ie n vive es siem p re “ser“ y n o es n u n c a “n a d a ” ; u n '
“ser" in c ie rto y, p o r lo ta n to , c ap a z d e m ejo ría. T a l es la lección m o-
ra l q u e desde su jo v ial y a n im o sa sim p lic id a d nos d a e l v e n d ed o r
d e a lm a n a q u e s e n el delicioso Dialogo ‫ آى‬un Venditore d’almanacchi
.‫ آ ك ﺀ‬un Passagere. U n pasean te, Sócrates de ocasión, conversa co n el
p re g o n e ro de calendarios, oye d e é l q u e prefiere la desconocida v id a
1 « Storia del genere umano, en operette morali ‫ ﺀ‬altre prose, edición comen-
tada por V. Piccoli fo rin o , 1940), pàg. 38.
238 LA E S P E R A Y ESPFRANZA

d el f u t u r , a la m e jo r d e lus v e in te afios p reced en tes, y re su m e asf


su p e n s a m ie n t.: “E s cosa bella, entonces, n o la v id a q u e se conoce,,
sitio la q u e n o se co noce; n o la pasad a, sin o la v e n id era. C on e l nue-
vo añ o , la fo r tu n a c o m e n z a r، a tra ta m o s b ie n a vos, a m l y a to d o s
los d em ás, y e m p e z a r، la v id a feliz. ¿ N o es c ierto ?.. E l vendedor-
c o n te s ta : “E sp erém o slo ." Y el pasajero, m o v id o p o r la iró n ica , h u -
m ild e , in s e r i r á , p ero m u y re a l e sp e ra n za d e su in te rlo c u to r, le com-,
p ra el m ، s bello de los a lm a n aq u e s q u e éste le ofrece 17.
E n m edio d e su re sig n a d a y filosófica desesperación d e hom bre-
m o d e rn o , le o p a r d i, q u e h a sabido re c h a z a r la te n ta c ió n d el suicidio,
y d e sc u b rir la v a n id a d d el p rogreso, dice ta m b ié n : speriamo. L a
avisad a posesión de su p ro p io p e n sa m ie n to le h a h e c h o sen tirse D ios.
Como a S c h e llin g y H e g e l el ejercicio del suyo. T a l es la v iv en cia a-
q u e d a n ex p resió n estos versos de II Pensiero dominante:

Che mondo mai, che nova


Immensità, che paradiso e quello
là dove 8 - 11 tuo stupendo incanto
parmi Innalzar, dov’lo
« ,« ’altra luce che la usata errando.
11 mio terreno stato
e tutto quanto 11 ver pongo In obbllol
Tall son, credo, 1 sogni
degl’immortali 1».

E l ch o q u e co n el d o lo r, e l d esen g añ o y la m u e rte le m u e stra , p o r


c o n tra ste , su p ro p ia fin itu d y q u ita de su a lm a to d a ilu sió n acerca d e
la p e rfe c tib ilid a d d e la especie h u m a n a . L a e sp e ra n z a fre n é tic a d e
C o n d o rc e t h ،c e s e e n él desesperación resig n ad a. P ero , desde la in ti-
m id a d m ، s secreta d e este D ios fracasad o , b a jo su ra z ó n m o d e rn a y
su p e rso n a l d ese n c an to , m ،s a ll، d e l vacio q u e e n él h a d ejad o la e x .
tin c ió n de su fe, c o n tra su v o lu n ta d m ism a , q u e a to d o tra n c e p r e
fiere la in d ife re n c ia to ta l, u n a vocecita m isterio sa dice e n é l la pa-
la b ra ra d ic a l e in so b o rn a b le del v e n d ed o r d e a lm a n a q u e s d e su d i،-,
lo g o : “E sp erem o s" ‫*؛‬.

17Operette mordi, cd. cit.. pág. 288.


18II P e n s à dominante, vv. 108- . 0‫( ا‬I. 218): “ iQué m und. aquili ¡Qué nue-
v a-in m e n sid a d ! ‫و‬Qui hermoso paraíso — extaslado diviso, — donde tu encanto
hechizador se elevai — ¡Donde, a otra luz que la vulgar, errando,— mi destino te
rreno — y el mundo todo olvido de improviso. — Tal mi mente figura — los sue-
«08 de los dioses” (G. R., pdg. 125).
18 El tema de la es۴ ranza de leopardi no ha sido, en «tanto yo si, directa-
mente estudiado. Entre los muchos estudios dedicados a la vida y la obra del gran
poeta me atrevo a destacar los libros Itinerario leopardiano, de Valentin Piccoli.
E S P E R A N Z A D E LO S D E S E N C A S a T O S 239’

(I.— L a esperanza de Baudelaire

“U n h o sp ita l a b ie rto a to d as las dem en cias d e l e sp íritu , a to d as las-


p o d re d u m b re s d ‫ ؟‬l co razó n .. : ta l fu é el ju ic io q u e ‫ ﻟ ﻢ ﺀ‬Flores del M a l
O btuvieron d e G u stav o B o u rd in , critico lite ra rio d e l Figaro, cuan-
do e n 1857 logró e d ita rla s su a u to r, C arlos B au d elaire. E sas p a la b ra s
y el u lte rio r proceso ju d ic ia l c o n tra el libro, acu sad o d e q u e b r a n ta r
ja m oral p ú b lic a y las b u e n as co stu m b res, poseen a los ojos d e l histo..
ria d o r y d el psicólogo m u y h o n d a significación. L a p ro te sta de aque..
lia sociedad - p r o t e s t a q u e rid a e n cierto m odo p o r B au d elaire, perte-,
n eciente a su sistem a d e au to afirm a ció n y a u to p u n ic id n , com o h a de.,
m o stra d o S a r t r e - ٤٥ re s u lta b a h istó ric a m e n te in ev ita b le. E l P a ris d e l
S egundo Im p e rio e ra a la vez p a ca to y h e d o n ista , progresivo y nos-
tálgico. E l g u sto p o r les bonnes ordures de Béranger - d e l p r o p i .
B au d e la ire es la frase— re to z a b a b ajo las severas convenciones m o-
rales de u n m u n d o e n tre b u rg u é s y a risto crático , y e l cu lto g e n eral
‫ ق‬monseigneur Progrès et ‫ ق‬très puissante dame Industrie-— d e n u e -
vo apelo a u n a e x p re sió n d el g ra n p o eta— se m e zc la b a co n la n o s-
ta lg ia oficial d e l Im p e rio q u e se p re te n d ía h e re d a r, e l de A u s te rlitz
y W a g ra m . E n e l seno de la satisfacción, la c o m o d id a d y la vigilan-
cia policiaca, d e te rm in a d a p o r ellas, u n a d ifu sa mauvaise conscience
la tia e n la F ra n c ia de N a p o le ó n III. T estigos, V ic to r H u g o , C laudio-
M o n e t y ... C arlos B au d elaire.
Las Flores del M a l ¿q u é eran , ad em ás de ser u n a d e slu m b ra d o ra
y e x tra ñ a colección de p o e m a s: e ra n espejo in d isc reto , c in ica y es-
can d alo sa ja c ta n c ia p e rso n al 0 confesión d o lo rid a ? L as g e n te s d e l Se-
^ i n d o Im p e rio se a tu v ie ro n , p o r lo g en eral, a los dos p rim e ro s tér-
m in o s d e la opción. U n a sociedad a c o stu m b ra d a a c o n te m p la r su
a p a rie n c ia e n los lienzos de W in te rh a lte r y e n las recepciones de
F o n ta in e b le a u h u b o de m ira r aquellas p á g in as fa scin a n te s com o u n
in so p o rta b le te stim o n io e n q u e se m e z c la b a n el vicio, la c a rro ñ a , el
c rim e n y la p a lp ita c ió n o scu ra d el in s tin to ; u n m u n d o q u e d iaria-
m e n te p ro c la m a b a su seg u rid a d d e c a m in a r h a c ia la b ie n a v e n tu ra n -
z a te rre n a l a través d e l p rogreso, oía h a b la r, en id io m a ta n m arav i-
lioso y n u ev o com o im p lacab le, d el d o lo r y el pecado, d e l re m o rd i-

(Milano. 1923), y Leopardi. Storia di un’anima, de A. Zottoli (Bari, 1927). En Es.


pafla han escrito sobre Leopardi, entre otros, Alcalá Galiano, Valera, Unamuno y
Romero Martinez. MenindeZ Pelayo tradujo al castellano la Palinodia al Marchese
Gino Capponi, y Unamuno, La ginestra.
٤٠ j. p. Sa.rtre, Baudelaire (Paris, 1947). L u e g dir، en qu، me aparto de la.
۴ netrante y llicida interpretación sartriana.
240 IA ESPERA LA E S P E R A N Z A

m ie n to y la desesperación, d e S a tá n y B elzebù. D esd e e l a trio m is-


m o d e su lib ro in so len te, u n 'poeta desconocido, u n h o m b re h a b ita d o
p o r ese rep u lsiv o tro jjel d e m urciélagos, se a tre v ia a lla m a r S e m ^
ja n te s ” y " h e rm a n o s '’ a sus le c to re s‫ ؛‬y. lo q u e es p eo r, “ h ip ó c rita s " :

Hypocrite lecteur, — mon semblable. - mon frère!

E r a d em asiad o . E se h o m b re h a b la d e ser o ficialm en te c o n d e n a d o


p o r aquellos a quienes se a tre v ió a d e c la ra r convictos d e h ip o cresia.
M ie n tra s e x is ta n co lertiv id a d es h u m a n a s , ta l será el d e stin o d e los
aguafiestas, d e los exigentes, d e los in so b o rn a b le s; d e to d o s cu an to s
o p o rtu n a e in o p o rtu n a m e n te p ro c la m e n la e x celen cia d e lo Justo 80.
b re lo v ig en te, llá m e n se Sócrates, Séneca, Q uevedo o Jovellanos. B au-
d e laire, q u e n o q u iso ser sino p o eta, q u e p o r su in te n c ió n y p o r su
.co n d u cta se h a lla b a a m il leguas d el re fo rm a d o r social, pag ó a su
m o d o el d e lito d e ser sincero, p o ética e im a g in a tiv a m e n te sincero, y
-en la e stim ac ió n lite ra ria d e sus coetáneos fu é — avant ¿٥ lettre— e l
p rim e ro d e los “poetas m a ld ito s” .
§ 1. B au d elaire, el desesperado. E n tr e los h o m b re s d e letras, nin -
g u n o m á s d is ta n te d e l in g e n u o , p u ro y trá g ic o l e o p a r d i q u e este
á n d y parisiense, e n em ig o de la n a tu ra le z a , ap o lo g ista d e l artificio y
frio sab e d o r d e las a lq u im ia s sen tim en ta le s m ás ex q u isitas y com pii-
-cadas. Y , sin e m b a rg o , pocos m ás p ró x im o s q u e él a l g ra n c a n to r d e
la desesperación. ¿A caso la o b ra y la v id a d e B a u d e la ire n o son, b a jo
e l p rie to y tra b a ja d o p ro d ig io d e su s a b id u ría v erbal, m o ra l e im agi-
n a tiv a , u n c o n sta n te la m e n to d esesperado? C o m en cem o s p o r lo q u e
p a ra él fu é m ás alto, la poesia. L os dos poem as in iciales d e Las F io ٠
res del M a l — Bénédiction y UAlbatros— e n sa lz a n h a s ta e l e m p ire o
la c o n d ició n del p o eta, p rin c ip e de las n u b e s y h u é sp e d p o r d e re ch o
p ro p io en la fiesta e te rn a d e los T ro n o s, las P o testad es y las l a m i n a -
-ciones. P e ro el oficio q u e le g ra n je a ese celeste d erech o , e l cu ltiv o de
la B elleza, le exige re s id ir h a b itu a lm e n te e n e l re in o d e la m e la n e ^
lla y la d ese sp era c ió n ; su p á b u lo c o tid ia n o se h a lla c o n stitu id o , se-
g ú n el d ic ta m e n d e B au d elaire, p o r “los p u ro s D eseos, las graciosas
M elan co lías y las nobles D esesperaciones q u e p u e b la n las regiones
-sobrenaturales de la P oesia" ٥٤. Y ta m b ié n las d e la M ú sica, m a r in .
m e n so y a b ism a l e n cu y a superficie se refleja la d esesperación d el
p o e ta — calme plat, grand m iroir — de mon désespoir— , y las d e la
ai ..Théopile Gautle^.. en Charles Baudelaire. Oeuvres Complètes (Bruxelles.
1948), t. II, pág. 468. En lo sucesivo me referiré .a esta edición, salvo en lo relativo
‫ م‬Fusées, escrito no contenido en ella. Este será citado por la edición de La Pléiade
(Baudelaire. Oeuvres, Paris, 1938).
LA E S P E R A N Z A D E L O S D ESEN G A Ñ A D O S 241

P in tu ra , ese “a rd ie n te s o ll.z o ” q u e ru e d a d e e d a d e n e d ad , a través


de tab las, lienzos y m u ro s"
E l tra to in tim o c o n la b elle za im p o n e la s e rv id u m b re d e la deses.
p e ra ció n . “L a definición d e lo B ello es fá c il: es lo ‫ ؟‬u e desespera” ,
d ir á m ás ta rd e V aléry , d a n d o fo rm a a fo ristic a a esa in tu ic ió n bode-
le ria n a. ¿Sólo d esespera lo b ello ? N o . B au d e la ire sien te q u e ta m b ié n
le d esesperan e l fu tu ro y e l p re sen te , lo posible y lo real. P re s e n ta n ,
do a los franceses el a lm a d e E d g a r Poe, e n el p rólogo a los Cuentos
extraordinarios d e l g ra n p o e ta a m e ric a n o , declaró a b ie rta m e n te su
p ro p io s e n tir : “ C o n sid e ra el P ro g reso , la g ra n id e a m o d e rn a , com o
un' éxtasis d e p a p a n a ta s, y lla m a b a a los perfeccionamkntos d e l h a .
b itá c u lo h u m a n o cicatrices y ab o m in a cio n e s re c tan g u la re s. Sólo crela
e n lo in m u ta b le , e n lo e te rn o y e n el selfsame, y g o z ab a , p rivilegio
^ ru e l d e n tro d e u n a sociedad e n a m o ra d a de si m ism a, d e a q u el en o r-
m e b u e n sen tid o a lo M aquiavelo-, q u e c a m in a d e la n te d el sabio com o
u n a c o lu m n a d e lu z a lo larg o d e l D esierto de la h is to ria .” E n e l co.
ra z ó n d e u n siglo q u e h a b ía h e c h o d el p ro g reso u n Idolo y d el p ro .
¿ re sism o u n a re lig ió n , B a u d e la ire c o n te m p la co n d-esesperanza a m ar-
g a e l p o rv e n ir d e la h u m a n id a d . P ocas im ág en es d e l fu tu ro ta n do-
lorosas — ta n d e s e s p e r a d a s - co m o la q u e ofrece u n fra g m e n to d e
.sus Fusées, in clu so d e sp o já n d o la d e la h ip é rb o le sarcástica q u e la
re v iste : “E l m u n d o c a m in a h a c ia su ru in a . L a Unica ra z ó n p a ra su
p e rm a n e n c ia es su e x isten c ia e fe c tiv a ‫ ؛‬p ero es d é b il ra z ó n , co m p ara-
d a co n to d o lo q u e p re sag ia lo c o n tra rio , y e n especial con la p reg u n -
t a : ¿ q u é es lo q u e b ajo el cielo p u e d e c re a r el m u n d o e n e l f u tu r o ? ...
L a in e x o ra b ilid a d d e las leyes d e la m o ra l h a lla rá e n n osotros u n
nu ev o a r d im e n to , y serem os sus victim as su c u m b ie n d o p re c isa m e n te
p o r cau sa de aq u ello q u e p a re cía p ro m e te rn o s vida. L a m e ca n iz ac ió n
nos a m e ric a n iz a rá d e ta l m o d o , y e l p ro g reso c o n su m irá e n ta l m e .
-dida n u e s tra e x isten c ia e sp iritu a l, q u e los m á s san g rien to s, a tro ces y
.a n tin a tu ra le s sueños d e los u to p ista s p a re c e rá n cavilaciones in o c en ,
tes, al la d o d e tales h e ch o s positivos. Q u e c u a lq u ie r h o m b re c ap a z d e
p e n s a r m e m u e stre lo q u e q u e d a d e la vida. E n c u a n to a la re lig ió n ,
te n g o p o r ocioso h a s ta c ita rla y b u sc a r sus re s to s: la m o le stia d e n e .
g a r a D ios es el Unico escándalo, e n lo q u e a e lla concierne. L a pro-
p ie d a d p riv a d a fu é y a ab o lid a, e n el fo n d o , co n la su p resió n d e l d e.
re c h o d e p rim o g e n itu ra ; p e ro h a d e v e n ir u n tiem p o , e n q u e la h u

»» Fleurs ٥« Mal, “La musique” y “1‫ ﺀم‬phares” (ed. clt., t. I, págs. 65 y 4 ‫)ا‬.
Eduardo Marquina «aduce as،‫“ ؛‬A veces todo es calma: el mar refleja — mi deses-

.
peración” (Las Flores del Mal, 3.» ed., Madrid, 1923, pág. 195). En lo sucesivo, cita-
10 esta traducción bajo la sigla E. M.
1
242 ESPERA Y LA E S P E R A N Z A

m a n id a d , c o m . u n c a n íb a l ven g ativ o , a rre b a ta rá su U ltim o b o c a d .


a q u ie n es se tie n e n p o r leg itim o s h e re d ero s d e la revolución. Y n i
siq u ie ra esto será lo p e o r... N o serán sólo las in stitu c io n e s politicas,
las q u e m an ifiesten la ru in a g en eral, 0 e l g e n e ra l progreso, q u e tanto-
vale u n o com o o tro n o m b re . E ste se h a rá p a te n te en la v illa n ia del
c o ra zó n h u m a n o . ¿ N ec esita ré a ñ a d ir q u e sólo restos m iserables de-
v id a 'politica p e rm a n e c e rá n e n la m a re a c re cie n te d e los ap etito s an i-
m ales, y q u e los g o b e rn a n tes, p a ra co n serv ar el p o d e r y c re a r u n a
a p a rie n c ia d e o rd e n , n o v a c ila rá n e n re c u rrir a e x p ed ie n te s a n te los
cuales la h u m a n id a d a c tu a l, ya b a sta n te e n d u re c id a , se lle n a ría de-
e s p a n to ? ”
C on la fu e rz a y el p a te tism o de u n p ro fe ta a n tig u o , B a u d e la ire
v a tic in a e n 1851 la p ró x im a c atá stro fe d e la h u m a n id a d 2‫ ا‬٠ N o dis-
c u ta m o s a h o ra la p ro p o rc ió n e n tre los a cierto s y los e rro re s d e s u
profecia. V eám osla, n o m ás, com o te stim o n io clam oroso d e u n a ra .
d ic a l d e sesp eran za h istó ric a , se n tid a y e x p re sa d a c u a n d o e l o p tim is
m o to ta l d e L a légende des siècles y Leaves of Grass p arece d o m in a r
to d a s las alm as. C om o p ro fe ta o com o p o eta, el a u to r d e Las Flores
del M a l n o se can sa d e re n e g a r d el p rogreso, q u e le h a llev ad o a ser-
p a rtic ip e

d u n monde ٠٥ l’action n’est pas la soeur du riv e» ,

y c o n te m p la d o r de c ria tu ra s deform es, cuerpos h u m a n o s to rc id o s ,


v e n tru d o s ٠ flácidos.

que le dleu de l’Utile. Implacable et serein,


enfants, enmaillota dans ses langes d’airalnl »«

L a s d o c trin a s d e l p ro g resism o h a n tra ta d o d e co n v en cer a los-


h o m b re s d e 'q u e n o e x iste n e l p ecado o rig in a l n i e l D iablo. ¿ N o es-,
éste, p o r v e n tu ra , el m ás fino y eficaz d e los ex p ed ie n te s a quC e l in-
g e n io d e S a tá n p o d ia re c u rrir? U n d ía — m á s p re c isa m e n te : u n a n o .
ch e— , B a u d e la ire a c u d e a la c ita del D ia b lo y d e p a rte la rg a m e n te
»» Seria curioso el resultado .de comparar la conciencia histórica de Baudelaire
y la de Donoso Cortis, dos testigos de 1048. Viase, para lo que atafte a Baudelaire,,
el apunte contenido en Mon coeur mis ۵ nu (ed. de LaPléiade, t. II, pdgs. 644.645).
2Í Le reniement de Saint - ‫( ﺀ‬I. 115)‫“ ؛‬en que la acción al" suefto no se
hermana” (E. M„ pdg. 331).
٥٥ J’aime le souvenir... (I, 12): “que lo Util, nuestro Dios, avariento y po-
b re,-en v o lv ió , cuando niflos, _en paftales de cobre” (E. M., pág. 98). La tradUc-
ción de Marquina - h a r t o dibil esta vez a la tiranfa de la r i ¿ a _ de'forma excesi-
vamente el sentido de) poema original: “que el dios de lo Util, Implacable y se-
reno, e n v o lv ió , cuando niños, en pafiales de bronce”.
LA E S P E R A N Z A D E L O S D E S E N G A N A ro S 2‫ب‬3

con é l: “C onversam os acerca del universo, de su creación y d e su


fu tu ra d e stru c c ió n ; de la g ra n id ea d e l siglo, es d ecir, d e l p ro g reso
y de la p e rfe c tib ilid a d , y, e n g en eral, de ‫؟‬odas las fo rm as de la infa-
Íuacíón h u m a n a . S obre este te m a , n o cesab an las in g e n io sid ad es lige-
ras e irre fu ta b le s de Su A lte z a ... M e aseguró q u e él m ism o e ra la
persona m ás in te re sa d a e n d e s tru ir la superstición d e ‫ ؛‬u ex isten cia,
y m e confesó q u e, re la tiv a m e n te a su p ro p io p o d er, n o h a b la sen tid o
m iedo m ás q u e u n a sola vez, el d ía e n q u e oyó g r ita r desde e l p ú l ٠
p ito a u n p re d ic a d o r, m ás su til q u e sus colegas : M is a m ad o s h e r-
Inanos, n o olvidéis Jam ás, c u a n d o oigáis e n sa lz a r el pro g reso d e las
luces, q u e la m ás lin d a d e las tre ta s del d ia b lo es la de p e rsu ad iro s d e
que n o e x iste" ٥، . A v isad o p o r esa a m ig a b le confidencia, B a u d e la ire
n u n c a dejó de a firm a r la m u ltifo rm e e x isten cia de S a tá n , n i d e c a n .
ta r el p o d e rlo sin ie stro d e l M al, n i de p ro c la m a r per camina et pro٠
sam la h o n d a d e se sp e ra c ió n .d e su a lm a ro ta :

Moi, mon âme egt filie, et lorsqu'en geg ennuis


elle veut de geg chantg peupler l’alr froid deg nuitg,
il arrive gouvent que ga voix affaiblie
gemble le rile ،p ai. d'un bleggi qu'on oublie
au bord d'un lac de gang, goug un grand tag de jnortg,
et qui meurt, gang bouger, dang d'immengea effort. »۶.

E s v e rd a d q u e la e sp e ra n z a n o se fa tig a Jam ás e n el c o ra z ó n h u .
m a n o — l’Hom m e, dont jamais l’espérance n’est lasse (Le voyage, I,
12‫ ر و‬٠ y q u e es posible e n a rd e c e r la d e b ilid a d d e su a lie n to m e d ia n ,
te el artificio co n so lad o r d e l h a x ix o d e l vino, p o rq u e la e sp e ra n z a
..gorjea e n e l seno p a lp ita n te ” de la b o tella (L ’âme du ut'„, I, 99), y
en la b o te lla p u e d e e n c o n tra r el so litario “la esp eran za, la ju v e n tu d , la
v id a y el o rg u llo q u e nos e q u ip a ra a los dioses” (Le à du solitaire, I,
103). Si,, to d o esto es v erd ad . P e ro ta m b ié n es v e rd a d q ue, p a ra el
a u to r de Las Flores del M al, la e sp e ra n za del h o m b re es el e n g e n d ro
in sen sa to d e u n m a rid a je e n tre S a tá n y la M u erte

2* Le spleen ‫ ﺀه‬Paris, “‫ ﻣ ﺎ‬joueur gé٥،reux" (1> 256.257). En otra de gug p ro


«g, Baudelaire ironiza gobre “el ridiculo de log periódico, que pretenden que t i
hombre ha nacido bueno” (“‫ ﻣ ﺎ‬gâteau”, I, 233)‫ ل‬y en otra (“La golitude”, I. 2 6 ‫)ب‬
pone en guardia frente a “log que buscan la felicidad en el movimiento y en una
prostitución que podría llamar fraternitaria, si yo quisiera hablar el hermoso Idio.
ma de mi siglo”.
27 La cloche fêlée (I, 68): “En cuanto a ml, ml alma esta hendida, y si aca-
so - s u voz, cruzando el aire, trata de abrirse paso, — parece el angustioso jadeo
de un herido — que en un charco de sangre dejaron por o lv id o -b a jo un montón
de muertos, con cuyo peso lrorrendo — se ahoga 5’ no se puede mover y esta mu.
riendo...” (E. M., pag. 200).
244 ESPERA Y LA ESPERANZA

—O toi, qui de la Mort, ta vieille et forte atnante


engendras l'Espérance, —une folle charmante!.

d ic e n Les litanies de Satan— 2$, y q u e p a ra tndos c u a n to s sab en q u e


la v id a es p o b re z a, sólo el m o rir p u e d e o to rg a r consuelo e in c en tiv o
a su espera c a m in a n te :

C’est la Mort qui console, hélas 1 et qui fait vivre‫؛‬


c’est le but de la vie et c’est le seul espoir
qui, comme un élixir, nous monte et nous enivre,
et nous donne le coeur de marcher jusqu’au soir ٤٠.

T a l vez a lie n te siem p re la e sp e ra n za en el fo n d o m ás secreto d e l


a lm a j ta l vez e x istir sea e sp e ra r; p ero la lu z d e la conciencia, ta n
c la ra y d isc e rn id o ra e n B au d elaire, ap en as d e ja de m o stra rle q u e su
e x iste n c ia p e rso n al es u n c o n sta n te h a stio co n m o v id o p o r la angus-
tia , u n re c in to c errad o “ d e d o n d e la esp e ra n za , com o u n m urcieia-
go, h u y e , g o lp e an d o con a la tim id a sus m u ro s jw d rid o s” , u n le n to
y silencioso co rtejo fu n e ra rio :

Et de l٠ng8 corbillards, sans tambours ni musique,


défilent lentement dans mon âme: l’Esjwir,
vaincu, pleure, et l’Angoisse atroce, despotique,
sur mon crâne Incliné plante M B drapeau noir»..

A caso e n o tro tie m p o h a conocido el p o e ta el g o z o sin fisuras d e


co sech ar los fru to s d e la v id a ; acaso e n el m o m e n to d e d o rm ita r ‫ﺀ‬
la so m b ra de u n as p estañ as p ro p icias p u e d a o lv id arse q u e el v iv ir d el
h o m b re es c u id a d o y so le d a d ; p ero p ro n to el e s p íritu sale d e ese en-
g a ñ o y d escu b re en si m ism o el secreto a voces d e la triste z a h u m a n a :

"D’où vient, disiez-vous, cette tristesse étrange,


montant comme la mer sur le roc noir et nu?”
—Quand notre coeur a fait une fols sa vendan^,
vivre est un mal! C’est un secret de tous connu»!.

‫ اه‬I, 117: “ |Oh, t ٥, que de la M uerte, besándola en la b o c a ,— engendras la


E s ^ r a n z a — encantad ora lo c a l” (E. M., pág. 335).
٥٥ L a m ort des pauvres (I, 119): “Es la que nos sostiene y nos hare vivir, — e.
la sola esperanza que no puede morir, — y es un vino que exalta, y es un fuerte
e ix lr — que, hasta llegar la tarde, nos ayuda a sufrid’ (E. M., pág. 34.(٠
٥٥ Spleen a . 71): “Y largos carromatos en muda procesión — desfilan lenta-
mente por mi alma: la Esperanza — llora muerta, y ia
Angustia, despótica, se
lanza — sobre ml cráneo, y trágica, planta el negro pendón” (E. M., pág. 206).
Análogo sentimiento en los primeros versos de L e g o û t d u à n t a . 71) y en L ’irré ٠
parable (I, 53).
»! Sem per ‫( ا"ﺀىهﺀ‬I. 40): “ ¿Qué causa tiene, dires, este dolor seguido — que
LA ESPERANZA DE L .S D E S E N C A JA IS 245

H a lla ria se c o n d e n a d o el h o m b re , seg ú n to d o lo expuesto, a o p ta r


día tra s d ía e n tre estos té rm in o s : el en g añ o , la resig n ac ió n 0 la deses.
p eraciún. E l e n g a ñ o d e o lv id a r lo q u e e n sf m ism o es n u e stro e x istir,
t e d i a n t e la ocasional su m ersió n d el a lm a e n c u a lq u ie r e x p erien c ia
cap az d e e m b ria g a rla : laissez, laissez mon coeur s'enivrer d'un men-
songe (Semper eadem); la re sig n ac ió n d e e sp e ra r y e sp e ra r siem p re,
aun. sab ie n d o q u e n u e s tra e sp e ra n z a n o h a de c u m p lirse Jam ás ‫ل أ‬
la desesperación de s e n tir la p ro p ia vida com o u n h a stio a b ism al, e n
cuyo fo n d o , vacio d e esp eranzas, sólo v islu m b ra la v e rtig in o sa posi-
b ilid a d d e la n a d a ٥٥. Si h e m o s d e Ju zg a rla Jjor sus te stim o n io s lite ra ,
ri os, la e x isten c ia te rre n a de B au d e la ire h a b rla sido u n penoso v ai.
vén c o n sta n te e n tre el p rim e ro y el Ultim o d e estos tres posibles tér-
m in o s d e l v iv ir h u m a n o .
٤ 2. B au d elaire, p e r e n n o e in c esa n te e x p lo ra d o r d e la belleza,
el p la ce r y la desesperación. ¿ C u á l es el sen tid o p ro fu n d o de u n a
e x isten cia ta n co m p leja y a to rm e n ta d a ? ¿ Q u é clave e sc o n d id a p u e .
de h a ce rn o s c o m p re n d e r c e rte ra m e n te la id e a y el s e n tim ie n to b o
d elerian o s de la e sp e ra n z a ? E n tr e las varias que S a rtre p ro p o n e e n su
precisivo e im p la c a b le . av an ce c o n cé n tric o h a c ia e l U ltim o p e n e tra l
de la e x isten c ia d e l p o eta, ésta m e p arece la m á s a lq u ita ra d a : “O rgu-
lioso y vencido, p e n e tra d o del se n tim ie n to d e su u n ic id a d fre n te al
m u n d o , B a u d e la ire se asim ila a S a tá n en lo m ás secreto de su cora,
zón. Y acaso e l o rg u llo h u m a n o n o h a y a id o n u n c a ta n lejos com o
e n este g rito a h o g ad o , c o n te n id o siem p re y siem p re re so n an te a to d o
lo la rg o d e la o b ra b o d e le ria n a : ¡Y o soy Satán! P e ro , ¿ q u é es S a tá n ,
en el fo n d o , sin o el sim b o lo de los n iñ o s deso b ed ien tes y e n o jad izo s
q u e p id e n a la m ira d a p a te rn a ser fijados e n su esen cia sin g u la r, y
q u e h a c e n el m a l e n e l c u a d ro d e l b ie n p a ra a firm a r su sin g u la rid a d
y h a c e rla c o n sa g ra r? " 3٠ B a u d e la ire seria, e n su m a, u n a p e rso n a in m a -
tu ra , u n N a rc iso c la riv id e n te y su til que,- e sc ru ta n d o sin tre g u a su
p ro p ia re a lid a d . Juega a ser plen o h o m b re y n u n c a d e ja d e ser e l
h ijo p ró d ig o a q u ie n su p a d re espera. Su e n o rm e lu c id e z y su n a rc i.
sism o d e m irlo b la n co le h a n c o n d u c id o a d e sc u b rir aqttello q u e c o n ^
titu y e la ra íz d e la e x isten c ia h u m a n a : la lib e rta d ; o, si se q u ie re ,
la g ra tu ita y d e sa rra ig a d a n e ce sid ad d e e x istir h a cié n d o se a si m ism o
e n soledad to ta l. E l h astio , el org u llo , el v é rtig o sobre el abism o, la

como un mar te envuelve y que nunca se calma ?— ‫ا‬Ay I Cuando ha hecho una
vez sus vendimias el alma — no debemos vivir. Es secreto sabido" (E. M., pág. 149).
3» Liase la prosa “Chacun sa chimère”, en spleen ٥، Paris (I. 220.221).
33 A los text.» ya aducidos aftidese el poema L e G ouffre (Supplém ent ٠،،*
Fleurs d u M al, I, 1٥4).
34 Op. ‫آﺀ‬،‫ أ‬pig. 114.
246 ESPERA Y ESPERANZA

“ n á u se a " fre n te a la n a tu ra le z a , la so led ad y la in d ife re n c ia rad ica-


les, todas las vivencias m etafísicas en q u e se ex p resa ese d escu b rim ien -
to de la lib e rta d , d iéro n se h a b itu a l y p a ra d ig m á tic a m e n te e n la exis-
te n c ia d e l,p o e ta . ¿Q ué le fa lta b a, entonces, p a ra ser “p len o h o m b re ',
y, p o r lo ta n to , “él m ism o '.? L e fa lta ro n , p ien sa S a rtre, a rro jo y con-
sec u e n cia : el a rro jo d e c re a r p a ra si m ism o u n a escala a b so lu ta de
valores c o n o tra s p a la b ra s : la decisión de in v e n ta r “ su" B ien y
“ su'. M a l p r o p i o s - y la consecuencia n ecesaria p a ra v iv ir e n fran -
q u ia , lib re m e n te ٠o b lig ad o n o m ás q u e a los fines y a los p royectos
re s u lta n te s d e la c ó p u la e n tre su lib e rta d y su situación.
P e ro B au d e la ire no tu v o el valor de ser fiel al d e sc u b rim ie n to de
si m ism o . E n lu g a r d e c re ar con in tim a reso lu ció n u n B ien y u n M a l
propios, su a lm a d e n iñ o m enesteroso d e apoyo y seg u rid a d prefirió
a c e p ta r u n B ien y u n M a l exteriores, hechos, d e los cuales se h a b ía
y a lib e ra d o y e n los cuales, p o r ta n to , ya n o p o d la c re e r: e l B ien y
el M a l d e l m u n d o c ristian o -b u rg u és en q u e él vivió. D ios y S atán ,
la v irtu d y el pecado, la n o rm a m o ra l del g e n e ra l A u p ic k , su pad ras-
tro , y e l d esc a rrio d el “p araíso artificial'.. P e ro si B a u d e la ire h a sido
co b ard e, n o p o r eso h a d e jad o de ser lúcido y sincero. N u n c a será u n
p o e ta h ip ó c rita y p a c a to ; ja m á s p o d rá o lv id a r a q u ella d e slu m b rad o -
r a y te rrib le in tu ic ió n de su p ro p ia lib e rta d . Su v ida, e n consecuen-
cia, será el e m p eñ o im p o sib le y c ad a d ía fracasad o d e e x is tir a la
vez lib re y p ro te g id o , la em presa co n scien te y d o lorosa d e “ ser Sa-
tá n ” y d e s u frir el re m o rd im ie n to de serlo. E l d o lo r d e su v o lu n ta rio
e x tra v io m o ra l v i o l o r real, no c o n g o ja f i n g i d a - le convence d e su
lib e rta d y, d e n tro del o rd e n e n q u e su d esv a lim ie n to y su d e b ilid a d
se h a n re fu g ia d o , le “ re d im e ’., le “ reju v en ece” , le devuelve a la in-
fa n c ia , le p e rm ite s e n tir a m e d ia s la seg u rid a d de h a lla rse e n v u elto
p o r u n a m ira d a o m n ia b a rc a n te . Su ex isten cia es asi “u n a h e rid a viva
d e labios a m p lia m e n te a b ierto s'., y todos sus p e n sa m ie n to s y actos
“llev an e n su seno dos significaciones, dos in te n c io n es c o n tra d ic to ria s
q u e se ex ig en y se d e stru y e n e n tre si". B au d e la ire “a firm a e l B ien
p a ra p o d e r c u m p lir el M al, y si h a c e el M a l es p a ra re n d ir h o m e n a je
al B ien. Si sale de la N o rm a , es p a ra m e jo r s e n tir la p o te n c ia de la
L ey , p a ra q u e u n a m ira d a le ju z g u e y clasifique a su p esar e n la je-
ra rq u ia u n iv e rs a l; p e ro si reconoce e x p líc ita m e n te ese O rd e n y ese
p o d e r su p rem o , es p a ra p o d e r h u ir de ellos y s e n tir su soledad e n el
p e ca d o ” ٥٥. L as “flores d e l M a l’, serian , en. sum a, e l b ellísim o ex-voto
p o é tic o .d e u n doloroso e im p o te n te ju eg o m o ra l, la p le itesía o frecid a
p o r u n p o eta g e n ial a la m ira d a in fin ita que, sólo c o n ser afirm ada.
»٥ ‫آﺀ‬،.,
op. pig*. 2 ‫ و‬1٠‫و‬.
LA ESPERANZA DE LOS DESENGASa TOS 247

le e x im e d e la a rd u a re sp o n sa b ilid a d d e ser p le n a m e n te h o m b re . M ás
co n creta y ru d a m e n te : con su p erso n alisim o ta le n to d e p o e ta excep-
cional, B au d elaire, a los ojos acerados de S artre, es u n s a rtria n o m a-
lo grado, u n h o m b re e n la m ita d d el c a m in o q u e co n d u ce d e la ser-
v id u m b re a la lib e rta d .
A si concebidos el h o m b re y el p o e ta B au d elaire, ¿có m o d e b e ser
in te rp re ta d a su n u n c a e x tin ta y siem p re e x p resad a desesperación?
E v id e n te m e n te , com o u n ju eg o , com o el e sp a n to de u n a g u e rra real
y c ru el h e c h a con a rm a s de ju g u e te : “E n n a d a d e lo q u e piensa, en
n a d a de lo q u e .siente, e n n in g u n o de sus su frim ien to s, e n n in g u n a
de sus re c h in a n te s volu p tu o sid ad es, cree e n te ra m e n te B au d elaire, y
ello es q u iz á su v e rd a d e ro su frim ie n to . P ero , c u id ad o , p o rq u e n o c re er
e n te ra m e n te n o es n e g a r; la m a la fe n o d e ja d e ser fe. M ás b ie n h a y
q u e p e n sa r q u e los sen tim ie n to s d e B au d e la ire tie n e n u n a especie
d e vacio in te rio r. M e d ia n te u n fren e sí p e rp e tu o , a fa v o r d e u n a e x .
tra o rd in a ria n e rv io sid ad , tr a ta de c o m p en sa r su insuficiencia. P ero
e n v a n o : s u e n a n a hueco. R e c u e rd a a u n psicastènico que, convencido
de te n e r u n a Ulcera de estó m ag o , ro d a ra p o r tie rra , se fu n d ie se en
s u d o r, a u lla ra y tem b lase, sin q u e el d o lo r estuviese allí. Si pudiése-
m os p re s c in d ir d e l len g u aje e x tre m a d o d e q u e B au d e la ire u sa p a ra
describirse, e x c lu ir esas p a la b ra s d e “espantoso” , “p e sa d illa ” y “ho-
rro r" q u e se e n c u e n tra n en to d as las p á g in a s d e Las Flores del M al,
y d e sc e n d er h a s ta el fo n d o m ism o d e su' co razó n , acaso hallásem os,
bajo las a n g u stia s y los re m o rd im ie n to s, -bajo el e stre m e c im ie n to de
los nervios, d u lce y m ás in so p o rta b le q u e los m ales m ás penosos, la
In d ife re n c ia ". D espués d e to d o , concluye S a rtre, es preciso n o olvi-
d a r “q u e u n h o m b re no es n u n c a m ás q u e u n a im p o s tu ra ” . Sólo asi
nos será p osible “e n tre v e r los paisajes lu n a re s d e esta a lm a desolada.’ ٥*.
A S a rtre h em os d e ag ra d ec erle siem p re su lu cid ez, su ra d ic a lid a d
y su consecuencia. Y con ellas, e n este ensayo, la eficaz resolución
con q u e h a llevado el “caso B au d e la ire ” , alle n d e to d o superficial es-
tetic ism o , a l te rre n o decisivo d e la m etafísica y la m o ra l. P e ro su in-
te rp re ta c ió n d e la o b ra b o d e lerian a , c e rte ra e n ta n ta s ocasiones, ¿es
ta n v álid a com o su til y p ro fu n d a ? L a desesperación d e B au d e la ire
¿es, p o r v e n tu ra , n o m ás q u e la falsa desesperación d e q u ie n n o sabe

». o p . cit., pág8. 93-94. Más a la llana, y con su habitual toque de cazurrería,


habla escrito don Juan Valera: “Yo comprendo a Baudelaire, y «n cierto modo le
admiro, aunque me disgusta. En su inspiración depravada, sobria y terrible hay
algo de verdad, aunque exagerada por ‫ ئ‬farsa tenaz" que ،1 mismo se Impuso para
ser más original y para contristar y meter en un puflo el corazdn de cada bur-
gués honrado y senrillote, en cuyas manos cayesen sus Flores (lel M aV' (Obras
C om pletas, Madrid, 1942, t. n , pág. 829).
248 ü ESPERA Y LA ESPERANZA

ya ser Cristian, y aún n . se atreve a ser ateo? Para responder a esta


interrogación, acerquémonos a los textos del poeta de acuerdo con.
su propia súplica:

Mais si. sans se laisser charmer,


ton oeil sait plonger dans les gouffres,
lis-mol. pour apprendre a m’aimer ST.

§ 3 . ¿Q u é fu é a sus p ro p io s ojos e l h o m b re C arlos B audelaire?-


¿Q u é id e a tu v o d e si m ism o ? A poco q u e se h a y a leído su o b ra , u n a
re sp u esta sa lta a la p iu m a : B au d e la ire fu é u n h o m b re c o n vocación
d e in fin ito , u n a lm a sed'ienta d e tra sc e n d e r el lim ite d e lo h u m a n a -
m e n te posible. E n L a voix, p o e m a confesional, nos c u e n ta q u e e n su
in fa n c ia oyó dos voces. U n a le d e c la : “L a T ie rr a es u n p a ste l lle n o
d e d u lz u r a ‫ ؛‬yo p u e d o — y tu p la c e r n o te n d rá té rm in o — d a rte u n
a p e tito d e m a g n itu d ig u a l." Y la o tra, c a n ta n d o com o e l v ie n to de
las p la y a s : “ .V e n , v en a v ia ja r e n los sueños m á s a llá d e lo p o sib le
y lo con o cid o 1” E l Jjoeta resp o n d ió a é s ta : ٠٠‫ل‬SI, d u lce v o z ! ” , y d esd e
e n to n ce s d a ta su h e rid a , su fa ta lid a d d e p e rc ib ir d is tin ta m e n te “ m u n -
dos sin g u la res” tra s la visible p ie l d e la e x isten cia, e n lo m ás n e g ro
d e l a b is m o ‫ ﺀ ه‬. “ .S u eñ o s! .S ie m p re sueños! Y CTianto m á s a m b ic io sa
y d e lic a d a es e l a lm a , ta n to m á s los sueños se a le ja n d e lo p osible” ,
d irá e n u n a d e sus prosas ٥٠. E l In fin ito le a se d ia :

je ne o i s quinfini par toutes les fenêtres,

d eclara, e m p a p a d o d e a n g u stia , e n el p o e m a L e gouffre. ¿S erá aca so


p re fe rib le a ese v é rtig o u n a e x isten c ia seren a y ra z o n a b le m e n te lim i,
ta d a al re in o d e “los N ú m e ro s y los Seres’.? L a c o rd u ra d e c o n te m p la r
y m a n e ja r lo finito y m e n su rab le , ¿ d e b e rá im p o n e rse a la lo c u ra de
a n h e la r lo In fin ito , ese In fin ito q u e ex ig e d e l p o e ta la in ic ia l m a -
y ú scu la ? Pese a to d o , B au d e la ire q u ie re seg u ir fiel a su p rim e ra vo-
cación, a su oficio in c ie rto y e x ig e n te d e c o n q u ista d o r d e la B elleza:.

Que tu viennes du d e l ou de l’enfer, qu’importe,


O Beaut،, monstre ،norme, effrayant. Ingènui

٥7
Epigraphe pour «»» livre condamné (I> 160): “Pero, si sabes c o n te m p la r,-
Bin espantarte, los abismos, — lee y aprenderás a amar” (E. M., pág. 304).
»» “La voix”, en Les ¿paves (I, 149).
٥٠ “L’invltation au voyage”, en spleen de Paris (I, 237). "¿A ddnde Ir?”, t t
pregunta en A ny where out of ،Ä٠ World; y su respuesta explosiva es: “ ،No Im-
porta ddndel ¡No Importa dónde, con tal de que sea fuera de este m undo!.
LA ،SPERANZA ٠‫ﺀ‬ O E S E N G R a TOS 1 . 8 24 ‫و‬٠

‫ لﺀ‬ton oeil, to . sourli, ton pled m’ouvrent la porte


d’un Infini que j ’aime et n’al jamais connu?.»

E l a rtis ta CS u n h o m b re in e x o ra b le m e n te tra sp asa d o p o r la a c e ra ,


d a flecha del In fin ito ٠‫ل‬٠ P ero ¿q u é es, a to d o esto, ese In fin ito q u e
a n h e la el a rtis ta B a u d e la ire ? P a ra S artre, n o “u n a in m e n s id a d d a d a
y sin lim ite s” , sino “lo q u e n o está n u n c a concluso, lo q u e n u n c a
p u ed e a c a b a r” , com o la .serie d e los n ú m e ro s es in fin ita p o r la cons-
ta n te p o sib ilid a d d e a ñ a d ir u n a u n id a d a l m ás elevado d e ellos. E n
fin d e cu en tas, e l In fin ito b o d e lerian o seria la d e te rm in a c ió n d e 1 .
p re sen te por' u n fu tu r o siem p re in a ca b a d o y siem p re in a ca b a b le. N .
e n c u e n tro a cep tab le la in te rp re ta c ió n sa rtria n a . E s v e rd a d q u e B au -
d elaire a n sia un pays de Cocagne d o n d e sea posible “ re sp ira r, so ñ a r
y a la rg a r las h o ra s p o r el in fin ito d e las sensaciones” , y q u e rie rto s
Jttrfu m es p e n e tra n te s y d u ra d e ro s, com o e l á m b a r, el alm izcle, e l
b e n ju l y el incienso, tie n e n “la e x p a n sió n de las cosas in fin itas” .*.
P ero a l lad o d e esa c o n cep ció n extensiva d e l In fin ito h a y o tra e n
B au d e la ire m ás p ro fu n d a , rig u ro sa m e n te intensiva. L a in fin itu d n .
es e n ta l caso la p o sib ilid a d d e u n cre cim ien to in d efin id o , sino la pie-
n itu d to ta l y su p ra te m p ó re a d e l p ro p io se r; no, p o r ta n to , u n a es-
tr ic ta “p o sib ilid a d ", sin o u n m o d o d e ser y d e e x istir “m á s a llá d e 1 .
posible” ; n o e l tie m p o in a ca b a b le, sino la e te rn id a d . C u a n d o el poe-
ta lla m a a las “m u je re s c o n d e n a d a s”

de la l i t ، grand، esprits contempteurs


chercheuses d’infini... ٠٥:

c u a n d o e n el se g u n d o p o em a d e ese m ism o titu lo las c o n m in a a v iv ir


e n in q u ie ta y fu g itiv a n eg ació n d e si m ism a s:

faltes votre destin, âmes désordonnées


et fuyez l’infini qtie vous portez en vousl ;٠٠

٠« Hymne à la Beauté (I, 25): ”Que tus gradas el cielo o los Infiernos la-
bren,— ¿qué me im ۴ rta. Belleza, m onstre. Ingenuo y maldito, - si tus ojos, tu»
pies y tu sonrisa me a b r e n - l a s deseadas puertas del Ignoto Infinito?” (E. M . I pá•
gina 121).
.1 “Le Confiteor de l’artiste”, en Spleen de Paris (I, 217), y Correspondan-
‫( وﺀﺀ‬I, 11).
٠٥ ”!.’Invitation au voyage”, en spleen ‫ ﺀه‬Paris (I> 236), y Correspondances
(I, 11). Aqtiel texto y el de ‫ ئ‬Confiteor de la nota precedente son los únicos que
cita Sartre para drcumentar su Interpretación.
٠٥ Femmes d a m é s (I, 107): “Batallón de enemigas de la realid ad -d ev o tas,
brejas, buscadoras de Infinito...” (E. M., pàg. 315). .
٠٠ Femmes damnées. Delphine et Hippolyte (I, 136). Este poema no se h a ll.
Inclultlo en la colecdôn traducida por Eduardo Marquina.
250 LA ESPERA LA ESPERANZA

c u a n d . d e sc u b re q u e la im a g in a c ió n , reine ‫ﻻى‬ se e m p a re n ta con


lo in fin ito , a trav és d e lo v e rd a d e ro y lo p o s ib le .., y q u e e l a rte d el
p in to r C o n sta n tin o G uys consiste en e x tra e r “lo poético d e lo histO-
ric o y .lo e te rn o d e lo tra n s ito rio " ٠‫ ﻻ‬c u a n d o especula, c o n p ro fu n d i-
d a d su p erio r a. la b e rg so n ian a , sobre el v é rtig o d e “lo cóm ico aliso-
lu to .. ٠ 7, es e v id en te q u e n o p ie n sa e n e l “in fin ito e x te n s iv ..., sin o
e n la in m e n s id a d sin lim ites de u n “in fin ito in ten siv o .’, d e l c u al aq u él
es sólo u n e q u iv alen te o u n p re á m b u lo . U n In fin ito , e n su m a, q u e n o
se e x p a n d e e n el espacio y e n el tie m p o , sin o q u e se c o n c e n tra e n el
in s ta n te ; ese q u e sólo lleg an a e n tre v e r d o lo ro sa m e n te los a rtista s
v e rd a d ero s y los m ísticos, las “alm as n erviosas” capaces de “encon-
t r a r e n u n s e ^ m d o el in fin ito d e l g o c e '..* .
E s preciso a h o ra d a r u n paso m á s y d e sc u b rir la esencia y el
-nom bre de ese In fin ito in m e n so e in ten siv o . ‫ل‬E n q u é consiste real-
m e n te ? ¿ C u á l es su n o m b re ? L a resp u esta se h a lla — n e ta , ilu m in a -
.dora— e n Les paradis artificiels. B au d e la ire d is tin g u e m u y precisa-
m e n te e n ese lib ro ,' acaso el m ás re v e lad o r d e to d o s los suyos, tre s
-cuestiones p rin c ip a le s: quiénes se e n tre g a n a l h a x ix , q u é b u sca n e n
él sus devotos y cóm o lleg an a e n c o n tra r eso q u e b u scan . E m b riá -
-ganse de h a x ix , p rin c ip a lm e n te , in d iv id u o s p e rte n e c ie n te s a l tip o h u -
m a n o “q u e el siglo x v in lla m a b a hombre sensible, q u e la escuela
r o m á n tic a d e n o m in ó hombre incomprendido y q u e las f a m i l i a y la
m a sa b u rg u e sa suelen v itu p e ra r con el e p ite to d e original” . E s d ecir,
.sujetos nerviosos, cultiv ad o s, tie ra o s d e c o ra zó n , tra b a ja d o s p o r la
d esg racia y to d a v ía capaces d e re ju v e n e c im ie n to , h e rid o s p o r e l re-
m o rd iiu ie n to “ d e l tie m p o p ro fa n a d o ”, e n a m o ra d o s de la “v irtu d abs-
tra c ta , estoica 0 m istic a ” , versados e n las v arias h ip ó te sis d e la filo-
.sofia acerca dei d estin o h u m a n o y d o tad o s d e g ra n figura d e senti-
dos. ¿ N o es ésta u n a a c a b a d a e sta m p a d e l h o m b re ro m á n tic o ? S in
d u d a . P a ra B au d e la ire , la v a rie d a d “d e sg rac ia d a ” d e ese sujeto his-
'.tórico, e l homo romanticus infelix, c o n stitu y e la p a rte p rin c ip a l y
" m á s fav o rab le', de la c lie n tela d e l h a x ix .
M ovidos p o r su In tim a sed d e in fin ito — L e goût ‫ ﺀ ه‬l’infin i es el
p rim e r e p ig ra fe d e Le po'ème ‫ ﻻى‬haschisch— , estos h o m b re s b u sca n
reposo e n aq u ello q u e c o n stitu y e e l té rm in o secreto y d efinitivo de
s u a n h e lo y su e sp eran za, “ la creencia del in d iv id u o e n su p ro p ia di-

٠٥ Salon de 1859, “La reine des facul،،«” (II. 165).


٠« Le p à t r e de la vie moderne (n, 305).
il ‫ ﺀ ه‬Vessence du rire (II, 233-235).
٠‫ ﻣﺎ“ ا‬mauvais vitrier”, en spleen ٥٠ Paris (I. 224).
»SPERANZA DE 1 . 8 DESEN CAS a TOS 25 1

-vinid a d ". E l I n f in it, a q u e a sp ira n censiste en e sto : en ser D ios.


E n su esc o n d id a ra íz , los vicios d el h o m b re n o serian o tra cosa q u e
to rc id a s p re te n sio n e s d e d iv in id a d . L as expresiones d e B au d e la ire son
claras y te rm in a n te s : “U n p e n sa m ie n to final, su p re m o , su rg e e n el
-cerebro d e l s o ñ a d o r: ‫ ا‬H e lleg ad o a ser D io sl ; u n g rito salvaje y ar-
d ie n te sa lta de su pecho con u n a e n e rg ia tal, c o n ta l p o te n c ia d e
p royección, que, si las voliciones y las creencias d e u n h o m b re e b rio
tu v iesen v irtu d eficaz, ese g rito ¡Soy Dios! d e rro ta ria a los ángeles
d isem in ad o s e n los cam in o s del cielo. P ro n to , sin e m b a rg o , ese h u -
ra c á n d e o rg u llo se tra n s fo rm a en u n a te m p e ra tu ra de b e a titu d tra n -
-quila, m u d a , sosegada, y la u n iv e rsa lid a d d e los seres se p re se n ta co.
lo re a d a y com o ilu m in a d a p o r u n a a u ro ra sulfurosa. Si e n el a lm a
d e este d e p lo ra b le b ie n a v e n tu ra d o se d esliza p o r a z a r u n vago re-
-cuerdo — ¿ N o h a b rá , p o r y e n tu ra , o tro D io s?— , cre ed q u e se a lz a rá
-ante éste, q u e d is c u tirá sus m a n d a to s y q u e le a fro n ta rá sin te rro r.
¿ C u ál es el filósofo fran cés que, p o r h a c e r irrisió n d e las d o c trin a s
a le m a n a s m o d e rn a s, d e c ía : '¿ S o y u n dios q u e h a cen a d o m a l? ' T a l
iro n ia n o h a ría m ella e n u n e sp íritu tra n s p o rta d o p o r e l h a x ix . E ste
re s p o n d e ría tra n q u ila m e n te : 'E s posible q u e h a y a cen ad o m a l, p ero
-soy u n D io s'."
Y to d o esto, ¿cóm o p u e d e acaecer? ¿Q ué sucede e n los senos d e l
a lm a d el e m b ria g a d o d e h a x ix p a ra q u e e n e lla n a z c a y triu n fe esa
c o n v ic c ió n ? E sto su ce d e : q u e el h o m b re cree c o n te m p la r in te g ra su
p ro p ia re a lid a d — la p asada, e n figura de recu erd o s claros y d is tin to s ;
la fu tu ra , e n fo rm a d e im a g in a cio n e s capaces d e satisfa c er to d o s 8U8
d eseos y e s p e r a n z a s - , y se sie n te c o n p o d e r suficiente p a ra c o m p re n ,
d e rla y ju z g a rla . A d m ira ta n to sus p ro p ias v irtu d e s com o la sobera.
n a m a je sta d con q u e es ju e z d e sus p ro p io s vicios. D icese a si m is.
m o : “E s ta a cció n rid ic u la , c o b ard e o vil, cuyo re c u erd o m e h a agi.
ta d o u n m o m e n to , está e n c o m p le ta c o n tra d ic c ió n con m i v e rd a d e ra
n a tu ra le z a ,, con m i n a tu ra le z a actu a l, y la e n erg ia m is m a co n q tte .y o
la co n d en o , el c u id ad o in q u is ito ria l con q u e la a n a liz o y la ju z g o , p ru e ,
b a n m is a ltas y d iv in a s a p titu d e s p a ra la v irtu d . ¿E s posible e n c o n tra r
-en el m u n d o h o m b re s ta n h á b ile s p a ra ju z g a rse y ta n severos p a ra
c o n d e n a rs e ? ” E l e b rio d e c á ñ a m o in d ia n o se sien te a la vez p e n i,
te n te y confesor, re d u c e a u n id a d ' im a g in a ria el su eñ o y la acción, y,
a b so rb ie n d o el re c u erd o d e sus pecados e n la c o n te m p la c ió n d e u n a
v irtu d , u n a c a rid a d y u n gen io ideales, se e n tre g a c á n d id a y sacrile,
g a m e n te a su tr iu n fa n te o rg ia e sp iritu a l. C on o tra s p a la b ra s : e l e m .
b ria g a d o d e h a x ix se cree D ios p o rq tte d u ra n te unos m in u to s se h a
252 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

s e n ti d , c ap a z d e justificarse Jjor si m is m .. T a l seria e l U ltim . y d e


finitivo s e n ti d , d e su “g u sto d el In fin ito " . . .
N o p arece ser o tra la a m b ic ió n m á s In tim a d el a r tis ta : “E s e s te
a d m ira b le , este in m o rta l in s tin to d e lo .B ello . c r i b e B a u d e l a i r e -
el q u e nos h a c e c o n sid e ra r la T ie rr a y sus espectáculos com o u n a
fu g a z in tu ic ió n , com o u n a correspondencia d e l C ielo. L a sed insa-
ciable de to d o lo q u e está m ás allá, y q u e la v id a revela, es la m á s
viva d e m o stra c ió n d e n u e stra in m o rta lid a d . E s a la vez p o r la poe-
sla y ٥ través d e la poesia, p o r la m ú sic a y ٥ través d e la m úsica,
com o el a lm a e n tre v é los esplendores situ a d o s d e trá s d e la tu m b a ;
y , c u a n d o u n p o e m a ex q u isito tra e las lá g rim a s a l b o rd e d e los ojos,
estas lá g rim a s no so n la p ru e b a d e u n exceso d e gozo, sin o m ás b ie n
el te stim o n io d e u n a m ela n co lía irrita d a , d e u n a p o stu la ció n d e los
nervios, d e u n a n a tu ra le z a e x ila d a e n lo im p e rfe c to y q u e q u isie ra
a p o d erarse in m e d ia ta m e n te , y a sobre la m ism a tie rra , d e u n p a r a i s ,
revelado.. ٥٥.
C o m e d o r d e h a x ix 0 a rtis ta , el ser h u m a n o lleg a a l ápice d e la
h o m b re id a d e n c u a n to sien te e n su a lm a “el g u sto d el In fin ito .' y
- d e i f i c a d o p o r su m ism o a fá n d e t r a s c e n d e n c ia - h a b ita y señ o rea
u n p a r a is , d o n d e la fe lic id a d su p re m a tie n e su asiento. M ás a ú n :
c u a n d o ese paraíso, c o n q u ista d o d’un seul coup, es u n m o d o d e exis-
t i r e n q u e e l h o m b re lo g ra sen tirse ju stificad o d e sus p ro p io s e x tra -
vios m o ra le s; 0 , com o suele d e c ir B au d e la ire , “re ju v e n ec id o ", resti-
tu id o a u n a in te g rid a d in ic ia l y o rig in a ria , n o g a sta d a p o r el tiem p o ,
y cap az, sin e m b arg o , d e a su m ir las caídas y los re m o rd im ie n to s q u e
lle n a n el tie m p o h u m a n o . P e ro to d o esto, ¿es re a lm e n te Jjosible? D e n -
tro d e l p e n sa m ie n to to d e le ria n o , ta l es e l p ro b le m a c e n tra l d e n u e s-
tr a ex isten cia e n e l m u n d o .
R eca p itu le m o s los h ito s p rin c ip a le s d e ese p e n sa m ie n to . E l h o m -
b re es u n ser e n cuyo fo n d o late u n a in c o ercib le a p e te n c ia d e Infi-
n ito , o cu lta, e n las e x isten c ia vulgares, p o r los q u eh aceres d e la v id a
ra c io n a l y c o tid ia n a , in te rm ite n te m e n te d e sp ie rta y a ctiv a e n e l a r-
tis ta g e n ia l y e n las alm as sensibles y la b ra d a s p o r el d o lo r. ¿ Q u é
p o d rá h a ce r, qué h a r á a q u e l q u e h a y a sen tid o d e n rto de si esa lia-
filada in q u ie ta n te e im p e rio sa ? A él n o le b a sta la v id a m ed io c re y
a p a re n te m e n te seg u ra d e q uienes se a tie n e n a “los N ú m e ro s y lo»

٠« Les paradis artificiels: “Le poème du haschisch” (I, 293-325). La Idea mis-
tica y swedenixjrgiana de la “correspondencia” es una de las claves de la obra de
Baudelaire. Recuérdese la aplicación de esa Idea al mundo ósmlco, sonoro y visivo
en el poema C orrespoánces.
٥٠ Théophile Gautier (II. .67).
,.ESPER A N ZA D E LOS DESENG a S a TO S 253

S e re s"; n o p u e d e c o n te n ta rle el p lacer, g o ta d e a g u a p a ra u n a sed


d e océanos, m as ta m p o c o p u e d e e v ita r las caldas e n q u e in c u rre su
e x iste n c ia te rre n a , ase d ia d a p o r las p o te n cias d e la c a rn e y e l peca*
do. Su Unica p o sib ilid a d consiste e n la p ersecu ció n d e ese In fin ito
q u e le lla m a , b ie n p o r el cam in.o d e la o b ra d e a rte , la c u a l le perm i-
tir à c o n te m p la r 0 e n tre v e r a c tiv a m e n te la B elleza a b so lu ta ; b ie n a
tra v é s d e la p e rfecció n m o ra l ‫ اإ ه‬b ien, e n fin, p o r la sen d a artificiosa
y a b e rra n te de las d ro g as e m b ria g ad o ras.
E n el té rm in o d e c u a lq u ie ra d e esas vlas, la re a lid a d h u m a n a
q u e d a tra sp a sa d a p o r la v ivencia d el In fin ito . P o r u n m o m e n to el
h o m b re se sien te D io s : e n el in te rio r d e su e sp íritu es to d o lo q u e
q u ie re ser, y lo es In te g ra y a g o ta d o ra m e n te . Su estad o , re m e d o del
q u e los teólogos lla m a n status cotnprehensoris, le p e rm ite la ilu sió n
de c o m p re n d erse y poseerse p o r e n te ro . Sus p ro p io s vicios, pecados y
re m o rd im ie n to s son ju z g a d o s y a su m id o s e n esa ex isten c ia transfigu-
ra d a . U n p ecad o r, u n v e rd a d e ro p ecad o r, u n h o m b re q u e posea la
conscience dans le M a l , n o u n cazaplaceres tosco o frivolo, ¿ q u é es,
e n U ltim o e x tre m o , sino u n "b u sc a d o r d e In fin ito '.? Y u n a rtis ta ver-
-dadero, n o u n p o b re copista de ap arien cias, ¿ n o p uede, p o r v e n tu ra ,
lle g a r a la B elleza a' trav és d e l H o rro r y del M a l? Q u ie n c o n tem p le
e l m a l c o n sen sib ilid a d a rtis tic a y p a sió n de In fin ito , ¿acaso n o po-
d r á e x tra e r de su lim o oscuro bellísim as, insospechables “flores” ? E se
h o m b re in fin ito e im p u ro es, a n te sus p ro p io s ojos, u n D ios q u e asu-
m e y en vuelve e l M a l sin identificarse con él. M ás b rev e y bodele.
r ia n a m e n te : ese h o m b re sien te q u e es a la vez D io s y S a tá n . A ta l
té r m in o llega, e n efecto, la a m b ic ió n d e B au d elaire. E l p o e ta de Las
Flores del M a l n o p u e d e d e c ir “Y o soy D ios” , com o co n su im ag i-
n a c ió n so b re ex c ita d a dice el e m b ria g a d o de h a x ix , p o rq u e él n u n c a
d e ja d e sen tirse p e ca d o r, y m u y pocas veces d e ja de q u e re r se rlo ;
m as ta m p o c o dice “Y o soy S a tá n ” , com o p a rc ia lm e n te afirm a S a rtre,
-porque e l re m o rd im ie n to le h ace co n ce b ir la p o sib ilid a d de esa e x i s
te n c ia e x e n ta d e im p u re z a

- A h , Seigneur, donnez-moi la f o r e et le courage


de contempler mon coeur et mon corps sans d é g o û t-

٥1 “Es cierto que una elevación constante del deseo, una tensión de las fuer-
zas espirituales hacia el cielo seria lo más propio para crear esta salud moral, tan
destellante y tan gloriosa;..” De ese estad¿. ¿speCle de Invasión Intermitente del
.alma por la obsesión del Infinito “deberíamos obtener, si fuésemos sensatos, la
certidumbre de una existencia mejor y la esperanza de alcanzarla por el ejercicio
.cotidiano de nuestra voluntad.’ (Les p a r à artificiels, I, 293-294).
254 IA ESPERA Y LA ESPERANZA

q u e a n h e la n los versos finales de ‫ „ﻟﻢﺀ‬voyage ۵ Cythère. Su a sp ira c ió n


su m a, ،p ic e d e c u a n ta s h a concebido el c o ra zó n h u m a n o , consiste en-
se n tirse a u n tie m p o D ios y S a tá n 0 . c u a n d o m enos, in fin ito y Íú c id n
im ita d o r de u n o y- o tro . “E l m ás p e rfe cto tip o d e B elleza v iril es Sa-
t ، n — a la m a n e ra d e M ilto n " , escribe e n Fusées.
§4. E sa es, a m i Juicio, la clave in tim a de la concepción b o d e le-
ria n a d e l d o lo r. E l s u frim ie n to purifica, re d im e , d iv in iz a al hom bre-
q u e sabe a c e p ta rlo :

Soyez béni, mon Dieu, qui donnez la souffrance


comme un divin remède ‫ ه‬nos impuretés
et comme la meilleure et la plus pure essence
qui prtpare les forts aux saintes voluptés!,

dice a D ios el p o e ta su p lic an te 52, E l d o lo r es la noblesse unique. De.


a h í la c o n d ició n sa t،n ic o -d iv in a d e l re m o rd im ie n to , d o lo r e sp iritu a l’
q u e tie n e su o rig e n e n u n a a cció n v o lu n ta ria y d e p ra v ad a , y e l sen-
tid o p ro fu n d o d e la a u to p u n ic ió n a trav és d el pecado, ta n c a ra a
B a u d e la ire y ta n lú c id a m e n te c a n ta d a p o r Ó1:

Je suis la piale et le couteau!


Je suis le soufflet et la joue!
Je suis les ntembres et la roue,
et la victime et le bourreau! ‫ا ه‬

E se a m b iv a le n te id e a l d e in fin itu d - D i o s y S a tá n — es ta m b ié n
Ja ra z ó n secreta d e la in d ife re n c ia con q u e el p o e ta, e n tre g a d o a la,
fascin ació n su p re m a y a b so lu ta de la B elleza y d e l goce, recib e de-
S a tá n ٠ d e D ios el ray o q u e le p e rm ite tra s c e n d e r la re a lid a d sensible-
y te m p o ra l:

De Satan ou de Dieu, qu.lmporte? Ange ou Sirène,


qu’importe, si tu rends, —fée aux yeux de velours,
rythme, parfum, lueur, ٥ mon unique r e ln e l -
l'univers tnoins hideux et les instants moins lourds?,

e x cla m a a n te la te lle z a , fo rm a y c a m in o d e su p e rso n a l p asió n de-

٥» Bénédiction (I, 9): "jSed bendito, Seftor, que dais el sufrimiento —como
el santo, remedio de nuestras impurezas; e s e n c ia misteriosa y divino fermento
1 ، anticipa a los santos Jas eternas tellezas!” (E. M., pág. 91). El mismo sen-
timiento del dolor, “látigo del Señor”, puede leerse en L’imprévu (I. 150).
٥٥ UHiautontimoruminos a , 75): “Yo soy la herida y el cuchillo —soy 1-‫؛‬
forzado y soy el yugo, —la Ijofetada y el carrillo, —yo soy el reo y el verdugo”
(E. M., pág. 245). Mejor serla decir “cuchilla” y “mejilla”.
E S P E R A D ، DE LOS D ESEXCAS a TO 8 255'

c ig u a l p re g u n ta in d ife re n te y d e sg a rra d a su scita e n ‫اخ‬


la in m e n s id a d d e l g o c e: “ ¿Q ué im p o rta la e te rn id a d de la condena-
ción a q u ie n h a e n c o n tra d o en u n seg u n d o el in fin ito d e l g o ce?” ‫لل‬
L a re c o m p en sa y el castigo, la fe licid ad y el re m o rd im ie n to n o son,
en fin de cu en ta s, sin o dos rostros, dos ap aricio n es d e la e te rn id a d *٥.
E l sueño d e esa e x isten c ia satán ico -d iv in a es e l P araíso p e rd id o '
de B a u d e la ire : u n P a ra íso e n el c u al el acto d e co m er la f r u ta p ro h i.
b id a fu era, si, causa d e co n d en ació n , m as n o causa d e ex p u lsió n , y
en el q u e las “F lores del M a l” fliesen p leg arias ad em ás d e ser p o e-
m as. P ero la e n tre g a d e l h o m b re a ese sueño, ¿ p o d rá sostenerse cuan-,
do su e x isten c ia c h o q u e con la re a lid a d ? C o n d en a d o a la lim ita c ió n
sucesiva d el tie m p o y a la lim ita c ió n opresiva d e la m a te ria , la stu-
pide M a t é e , e l a rtis ta sien te q u e su a n sia d e in fin itu d fracasa u n a
y o tra vez. N o es y n o p u e d e ser u n D ios-S atán: es sólo u n h o m b r e
in fin ita m e n te dolorido- y fracasad o . Su o b ra , la o b ra de a rte , es su
g rito d e e sp a n to a n tes d e ser vencido p o r el In fin ito a q u e su m e n te
asp ira 57, y é sta es la ra z ó n p o r la cu al u n a lm a a le rta d a y sensible
siente, fre n te a la B elleza de u n lien zo 0 d e u n p oem a, m ás b ie n m e -
lan co lia q u e felicid ad . T o d o lo c u al sólo tie n e u n n o m b re : deses-,
p e ra ciá n .
L a desesperación d e B au d e la ire , ta n p a te n te e n los copiosos tes.
tim o n io s q u e a n tes ad u je, m u é strase b ajo dos figuras p o la rm e n te con-,
tra p u e s ta s : la e x a lta c ió n y el h astio . V ive su a lm a la desesperación
e x a lta d a c u a n d o lu c h a e n van o p o r c o n q u ista r la in fin itu d d e la B e-
lleza 0 del P la c e r: es la “n o b le D esesperación” d e q u ie n p e n e tra en
las regiones so b re n atu rale s d e la Poesia, el “ a rd ie n te sollozo', q u e lleva
e n su seno to d a o b ra p ic tó ric a e m in e n te , la s ú b ita e m o ció n d e ver-
tro c a rse e n c a rro ñ a la c a rn e p la c e n te ra ٥*. S ufre, e n cam b io , la deses-,
p e ra cid n in d ife re n te , el h a stio , c u a n d o el fracaso e n la em jjresa de-
h a c e r suyo el In fin ito se h ace e sta d o h a b itu a l, y el curso d e l tie m p o
deja en su á n im o la im p resió n d e ser u n a d eca d e n cia c o n sta n te . E l
H a stio : m o n s tru o d elicado q u e su eñ a p a tib u lo s y p arece tra g a r al
m u n d o co n su bostezo, tedioso abism o sin fo n d o p o r cu y a la d e ra gris
y viscosa se d esliza la e x isten c ia de u n h o m b re que, p u d ie n d o ser

٥٠ Hymne ¿ ٤٥ Beauté (I, 25)‫ وأ ؛‬Satánica o divina, vcnl Angel 0 Sirena —¿qué
me Imjwrta, si me haces —hada de ojos cambiantes, —ritmo, perfume, luz, diosa
mia serena —más tolerable el mundo, más cortos los instantes?’. (E. M., pág. 121).
٥٥ “Le mauvais vitrier”, en spleen de Paris (I. 224).
‫ ا ه‬Les paradis artificiels (I. 294).
٥7 “Le Confiteor de l’artiste”, en Spleen de Paris (I, 217).
‫ ا ه‬Les métamorphoses ٥« vampire a . 14٠).
256 ESPERA Y ESPERANZA

D io s y sab ien d o que p u e d e serlo, siente su v iv ir com o el v iv ir d e u n a


la rv a desvalida.
E l titu lo de la p rim e ra p a rte d e Las Flores del M a l — Spleen ‫ﺀ ﺀ‬
Idéal— n o m b ra m u y p re c isa m e n te el an verso y el reverso d el tie m jjo
d e B au d elaire. Su anverso es el tie m p o a scen d en te, la v id a e n m ovi-
m ie n to h a c ia el Id eal, u n a e sp e ra n za de in fin ito q u e se fu n d e co n la
d e se sp era c ió n e x a lta d a , la creación de u n a o b ra q u e n u n c a satisface;
su reverso es el tie m p o decad en te, la v id a com o spleen, la desespera-
c ió n in d ife re n te y h a s tia d a fre n te al reloj, “dios siniestro, espantoso,
im p asib le, cuyo d ed o nos a m e n a z a y nos d ic e : ¡R e c u e á r* ٥٠ A p e n a s
será preciso d e c ir q u e ésta es la im a g e n p re d o m in a n te e n la o b ra
b o d e le ria n a : el tie m p o que m in u to a m in u to nos v a tra g a n d o (Le
goût ‫ ﻻى‬néant), el v a m p iro q u e nos roe e l c o ra zó n y crece con nues-
tr a san g re (Uennemi), el “n e g ro asesino d e la V id a y el A r te ” (Le
portrait), e l p la c e r soso e in satisfac to rio d e no e je c u ta r los m il pro-
yectos q u e el d ia rio v iv ir su scita *٠.
L a o b ra de B au d e la ire está tra n s id a d e n o s ta lg ia ; su P araíso es,
c o m o d ije, u n P araíso p e rd id o . P uesto q u e su a m b ic ió n d e h açerse
D ios-S atán te rm in a in e x o ra b le m e n te e n ¿1 fracaso, su a lm a a ñ o ra el
m u n d o a n te rio r al pecado, c u an d o F eb o se c o m p lacía e n d o ra r esta-
tu a s y e ra posible u n gozo sin m e n tira y sin a n g u stia (],aime le r o ti-
venir...). E n el m e jo r d e los casos, el p re se n te es sólo la fu g a z recons.
titu c ió n d e u n p a sa d o q u e e l tie m p o va le n ta m e n te d e te rio ra n d o :
Charme profond, magique, dont noua grise
dans Je présent Je passé restauré.,

e s el q u e tra n s ito ria m e n te re g a la n el p e rfu m e d e l incienso y e l del


a lm iz c le a q u ie n sabe g ozarlos co n c lara e m b ria g u e z ‫ إ ﺀ‬٠ B a u d e la ire
( b s e r v a con a g u d e z a S a rtre, ju g a n d o con el fam o so verso d e M al-
la rm ¿ — “p id e a l p a sa d o ser la e te rn id a d q u e le cam W a e n él m is-
m o ; e n él h a y u n a co n fu sió n ra d ic a l e n tre e l p a sa d o y la e te rn i,
d a d ” ٠٥. E l h o m b re , e b rio d e u n a so m b ra q u e pasa, so p o rta el castigo
d e h a b e r q u e rid o u n a vez c a m b ia r la p o s tu ra (Les hiboux). ¿ P u e d e,
pues, e x tra ñ a r q u e este desesperado c o m en te con a m a rg a y p e rtin a z
iro n ia la ilu sió n del p rogreso, y q u e espere m á s allá d e la m u e rte los
'“esp len d o res', q u e la poesia Jjerm ite e n tre v e r y la “n o v e d a d " q u e el
h a stio te rc a m e n te nos n ie g a?
‫ اﺀ‬L ’horloge (I, 76).
«٠ “U s projets’., en spleen de Paris (I, 247).
«٤ Le parfum (I> 37): “٠Màgico encanto, que, agudo, improvisa —en presente
-el valor del pasadol” (E. M., pág. J45).
«» op. cit., pág. 98‫ل‬.
LA ESPERANZA DE 1 . 8 DESENC a S a TOS 257

O Mort, vieux capitaine, U est temps, lev.ns l'ancreI


ce pays nous ennuie, ٥ Morti Appareillons!

SI le d el et la mer son noire comme de l’encre,


nos coeurs que tu connais sont remplis de rayons!
Veree.nous ton poison pour qu'11 nous réconforte!
Nous voulons, tant ce feu nous brûle le cerveau
p io n e r au fond du gouffre. Enfer ou ciel, qu’importe,
au fond de l’Inconnu pour trouver du nouveau! «»

§5. A l h i l . d e sus te x te s, asi veo yo la e sp e ra n z a y la desespera,


d ò n d e B au d elaire. C o n ced am o s a h o ra , com o q u ie re S a rtre, q u e a lg o
e n esas p a la b ra s su en a a h u e c o ; sepam os n o ser a c a d é m ic a m e n te in .
genuos a n te la artificiosa y av isad a c o m p le jid a d d e su a u to r. A si y
to d o , ¿ h a b re m o s de v e r la desesperación d el g ra n p o e ta com o e l ta-
la n te falso y a m b ig u o d e u n h o m b re q u e h a d e sc u b ie rto su lib e rta d
y n o se a tre v e a u sa r d e ella ? E l a u to r d e Las Flores del M a l, ¿es
ta n sólo u n n iñ o p ro d ig io so y c o b ard e q u e h ace el m al e n e l c u a d ro
d e l b ie n p a ra a firm a r su sin g u la rid a d ? N o lo creo. P o r d eb ajo d e sus
posibles trttco s lite ra rio s y m o rales B au d e la ire es u n h o m b re m o d e r.
n o e n la c im a d e su a v e n tu ra h is tó ric a : e l h o m b re q u e se h a sen tid o
D ios - “sem id ió s e n a r to y p le n o D ios e n p o t e n c i a '.- , y a l c h o c a r
c o n la re a lid a d lim ita n te y o p re so ra h a visto tro c a rse e n d esesperación
s u e sp e ra n z a in fin ita. U n su b jetiv ism o id e a lista y p ra g m á tic o — “ ¿Q u é
im p o rta lo q u e p u e d a ser la re a lid a d s itu a d a fu e ra d e m i, si e lla m e
a y u d a a vivir, a s e n tir q u e soy y lo q u e so y ?” ٠٠— y la visión n o m i,
n a lis ta d e la D iv in id a d — la id e a d e la d iv in iz a c ió n com o u n e x istir
..a lle n d e lo p osible” . D ios com o potentia absoluta y ens exuperantis٠
h u n t — a c re d ita n la c o n te x tu ra m o d e rn a d e su e sp íritu . Su in e x tin .
g u ib le sed d e In fin ito y su sen tid o d el d o lo r d e c la ra n su c o n d ició n
d e h ijo d e l R o m a n ticism o ‫ ﺀ ﺀ‬٠ Su c o n sta n te a te n im ie n to a l d ra m a tn .
tim o d e su e x isten c ia re a l - s u fe lic id a d im posible, la m ise ria q u e le
ro d e a b a — h a r á de ¿1 u n D ios-S atán fracasado, caviloso y e ste tiz a n te .
Q u ie n a sp ire a e n te n d e r la e n tra ñ a d el s e n tim ie n to a c tu a l del peca,
do, ¿ p o d rá acaso p re s c in d ir d e la o b ra lite ra ria d e B au d e la ire ? P e ro

«» Le voyage (I. 16): ".O b Muerte! ‫ل‬Oh Capitana! Es tiempo ya. ]levemos!
—Este pafs .08 cansa, joh Muerte, aparejemos! —¿Qu، Importa este mar negro
.1 son negros ros remos? — ٠T ٥ onoces las ansias que en el alma tenemos. —]Es-
cándanos el vino fatal que reconforta! Q u e re m o s, traspasando las aguas del
Erebo, -lle g a r al fondo. Infierno, Paraíso, jqu، importai —]Entremos en lo Ig-
»oto para encontrar lo Nuevo!” (E. M., pig. 351).
٠٠ “U s ietvtoes”, en spleen de Parts, ١,
«« Véase "Qu’estce que le Romantisme?’’, en su Salon 1846 ‫( ﺀى‬n, 57.59).
17
258 LA ESPERA ! LA ESPERANZA

‫ﻟﻪ‬ Ja d esesperación n i eJ h a stio lo g ra ro n m a ta r e n su a lm a la r a íz


d e la e s p e ra n z a :

mon d¿8،r gonfi¿ d’espirance


sur tes pleure salis nagera,

dice a sus p ro p io s ojos e n L ’héautontimoruménos. B ie n m irad o s, es.


to s dos h o n d o s y sencillos versos — ta n p ró x im o s a S an A g u s tín y
ta n lejanos d e 01— c o n tie n e n ^ t i c a m e n t e la q u in ta e se n c ia d e u n
tra ta d o d e l e sp e ra r h u m a n o ٥٠.

«» En las páginas anteriores no me he propuesto descubrir y exponer todas las


claves de la obra bodelerlanaj tan sólo he querido mostrar la concerniente a su
vivencia y a su vlsldn de la es۴ ranza, y esto sin agotar, el comentario de sus finas
y profundas Intuiciones psicológicas y morales. En la última parte de este libro
- * ‘Antropologia de la esperanza”— reaparecerá alguna de ellas.
TERCERA PARTE

LA ESPERANZA EN LA CRISIS
DE N U E ST R . T IE M P .
C u a n d . las a u to rid a d e s d e l S e g u n d o Im p e rio so m e tie ro n ‫ ﻛ ﻢ ﺀ‬Flo-
res del M a l a proceso Judicial, B au d e la ire solicitó d e varios am igos
suyos la p u b lic a ció n d e a rtic u lo s acerca d e l lib ro perseg u id o . H e aquf
las f r a æ s finales d e l q u e co m p u so B arb ey d 'A u re v illy : " H a y a a g ^
ta d o su v e n a p ré tic a , e x p rim ie n d o y re to rc ie n d o el c o ra zó n del h o m -
b re h a s ta re d u c irlo a ser u n a esp o n ja p o d rid a , o h a y a , p o r e l con-
tra rio , lim p ia d o d e su p rim e ra e sp u m a esa m ism a vena, B au d e la ire
e stá a h o ra e n la o b lig ació n d e callarse, p o rq u e h a d ic h o y a las pa-
lab ras su p re m as so b re el m a l d e la vida, o de h a b la rn o s e n o tra len .
g u a . D espués .de ‫ ﻟ ﻢ ﺀ‬Flores del M a l sólo dos cam in o s q u e d a n al poe-
ta q u e las h a h e c h o b r o ta r : saltarse el c rá n e o ... o h acerse c ristia n o " 1
P u e sto q u e la o b ra b o d e le ria n a es, desde m u y decisivos p u n to s d e vis-
ta , el áp ice d e la e x jjerien cia m o ra l d e l siglo XIX, ¿será posible re d u .
c ir a ese ta ja n te d ile m a la ex isten c ia h is tó ric a de'1 h o m b re e u ro p e o
d u ra n te los cien afios q u e desde en to n ces h a n tra n s c u rrid o ? N o po-
cas veces h a d a d o ese h o m b re la ra z ó n a B a rb e y d 'A u re v d ly : el sui.
ci dio y la co n v ersió n religiosa, la m u e rte fisica y e l re n a c im ie n to
e sp iritu a l h a n sido c o n fre c u e n c ia sus respuestas a u n a desesperación
h istó ric a to ta l. P e ro el e sp íritu h u m a n o , q u e n o se a v ien e fá c ilm e n te
a d ile m a s, h a e n c o n tra d o d istin to s recursos p a ra ev ad irse d el q u e
B a rb e y le p ropuso. Sólo e n p a rte se h a su icid ad o E u ro p a , y sólo e n
p a rte se h a h e c h o m á s c ristia n a q u e e n los años d e B au d elaire.
E n tr e los dos té rm in o s d e la opción a q u e ‫ ﻟ ﻢ ﺀ‬Flores del M a l
c o n d u c ía n - l a p re te n sió n im p o sib le d e u n a e x isten c ia satánico-di-
v in a y e l re to rn o a la e sp e ra n z a d el C r i s t i a n i s m o - se h a n in te rp u e s-
to , p o r lo m enos, tre s cam in o s in te rm e d io s : la evasión, e l p ro y ecto
d e u n a v u e lta a l o rig e n y la resig n ac ió n d e se n g a ñ ad a , a n im o sa y trá -
gica. E n te n d id o co m o suceso d e la h is to ria g en eral, y n o co m o sim -
p ie p e rip e cia d e la sen sib ilid a d estética, ¿q u é es el M o d e rn ism o , sino
la evasión d el a lm a h a c ia u n p a is d o n d e la a n g u stia se d is fra z a ra d e

1 Apéndice a la traducción castellana de Las Flores del Mal, 3.. ed. (Madrid,
123 ‫)و‬. pig. 37٥.
262 LA ESPERA T LA E SPE R A B A

cisn e? Y e n su ra íz m ás p ro fu n d a , ¿ q u é fu e ro n la Ucronia d e R e.
n .u v ie r y la filosofia de B erg so n y D ilth e y , sin o la im a g in a c ió n 0 el
p ro y e c to d e u n re to rn o a l o rig e n d e la h is to ria m o d e rn a , y a u n d e la
e n te r a h is to ria d e E u ro p a , p a ra re h a ce rla s p o r via d is tin ta ? E u ro p a
p o d rla h a b e r seguido sendas m u y d ife re n te s d e la 'que h a re c o rrid o
e n su h is to ria re a l y e fe c tiv a : b a sta im a g in a r, p o r e jem p lo , q u e los
ro m a n o s se h u b ie se n c o n d u cid o de o tro m o d o fre n te a las d o c trin a s
religiosas q u e les lle g a b a n d e O rie n te . E l e s p íritu p u e d e d e ten e rse
co n fru to “e n el p e n sa m ie n to d e las cosas posibles q u e n o se h a n reali-
z a d o y elevarse re s u e lta m e n te a l p e n sa m ie n to de las p o sib ilid a d es q u e
to d a v ía se h a lla n suspendidas, sobre el m u n d o " , dice C h. R en o u v ier
a l té rm in o de su curioso ensayo ٥. E l p u n to d e v ista d e l u c ró n ic o - l a
c o n sid e ra c ió n d e “lo q u e h u b ie ra su ced id o 8Í...”_ rev ela m u y clara-
m e n te u n a v o lu n ta d d e re to rn a r a l o rig e n d e la h is to ria p o r él con.
te m p la d a , co n o b je to d e a su m ir e n su p re se n te p o sib ilid ad es d e ope-
ra c ió n o lv id ad as o p e rd id a s h a s ta en to n ces. E n lo re la tiv o a l pensa-
m ie n to filosófico, esa es u n a d e las claves d e la o b ra b e rg so n ian a .
B ergson, e n efecto, se p re g u n ta : ¿q u é h u b ie se sid o d e la v id a del
eu ro p eo , si e n lu g a r d e h a b e r elegido el c a m in o d e la ra z ó n m a te m á-
tic a h u b ie se o p ta d o Jjor el de la in tu ic ió n v ita l? F re n te a u n a situ a-
ció n q u e desplace, la m e n te h u m a n a desiste d e p ro se g u ir e n la em -
p re sa h is té ric a q u e h a c o n d u cid o h a sta ella y se coloca im a g in a tiv a -
m e n te e n o tra a n te rio r, p a ra m overse h a c ia re su lta d o s m á s satisfac-
to rio s e n sf m ism os o capaces, c u a n d o m enos, d e e n riq u e c e r u n a v id a
d e m a sia d o u n ila te ra l. T o d o s los ó rd en es d e la e x isten c ia h u m a n a . e l
religioso, el in te le c tu a l, e l po litico , el e s t é t i c o o frec en a la m ira d a
d e l h is to ria d o r, desde h a c e tres c u arto s d e siglo, a c titu d e s e sp iritu a -
les m u y sem ejan tes a la d e B ergson.
J u n to a la evasión y a l re to rn o , la resig n ac ió n ascética. E l h o m -
b re del siglo XIX, lla m á ra se H e g e l o C om te, l e o p a r d i o B au d e la ire ,
F e u e rb a c h o C arlos M a rx , creyó ser D ios e n p o te n c ia p ró x im a . “ ¿ H a
sid o u n D ios q u ie n h a e scrito estos sig n o s?.', ex cla m ó e l fisico B oltz-
m a n n a n te las seis ecuaciones d e M axw ell. T o d o e n el pathos d e ese
siglo fu é te o p a tia secular, re lig ió n de. la h isto ria . P ero , ¿ y si el h o m -
b re n o fu e ra m á s q u e m e ro h o m b re ? ¿Y si la in fin itu d n o fuese sino

» U chronie (Paris, 1876). Cito por la trad, castellana: Ucronia. L a utopia ‫ﺀ‬٢‫ل‬
la historia. Bosquejo histórico apócrifo del desenvolw m iento ‫ى‬ ‫ ﺀ‬٤٠ civilización ‫ﻻﺀ‬-
ropea, no tal como A. sido, ‫ﺀ‬٠ '„‫ ه‬tal com o habría ‫ﺲﺀهﺀ‬ ‫ ﻫ‬ser (Buenos Aires, 1945),
página 375.
Esta actitud del espíritu tiene una consecuencia práctica: la ‫ د‬n٩ulsta de las
o ib ilid a d e s históricas preteridas. La actual actitud frente a la filosofia preso-
crática -H eidegger, Z u b lr i- es un buen ejemplo de aquélla.
U ESPERANZA EN LA . I S I S DE NUE8TOO TIEM PO 263

la v a n a ilu sió n d e u n ser c n n d en a d o a e x istir p re c a ria y sucesivam en.


te ? ¿Y si la p re te n sió n d e c o n q u ista r “lo A b so lu to ” , b a jo fo rm a de
c re e n c ia o d e n o ció n in te le c tu a l, resu ltase e q u ip a ra b le al e m p eñ o d e l
b a ró n d e M ü n c h h a u s e n , q u e a sp ira b a a salir d el pozo tira n d o de su
p ro p ia coleta? ‫ي‬Y si la e x isten c ia h u m a n a , u n a e x isten c ia c o n stitu .
tiv a m e n te fin ita y te m p ó re a, no tuviese o tro d e stin o q u e e l d e h a .
cerse a si m ism a a lo la rg o d e su b'iografia y d e la h is to ria ? T ales
h a n sido las in te rro g a c io n es o rig in a ria s d e l h isto ric ism o y d e l exis-
ten cialism o , dos d e los m ás esenciales in g re d ie n te s d e la crisis con-
te m p o rá n e a . “F o rz a d o a h a c e r p ie e n lo Unico q u e le q u e d a, su des.
ilu sio n a d o v iv ir” ( .r te g a ) , el h o m b re d e n u e stro siglo h a p e n sa d o
q u e e x istir h u m a n a m e n te n o consiste sino e n e sto : e n a c e p ta r c o n
re sig n ac ió n trá g ic a e l d e b e r d e c re a r d ia a d ia su re a lid a d p ro p ia ,
b a jo u n cielo sin D ios y d e n tro d e u n m u n d o sin sen tid o . A l “Y o
soy D io s" de sus abuelos, h a o p uesto el .‘Y o soy m i lib e rta d ” d e los
q u e e n ser libres c ifra n to d o su h a b e r.
E v asió n , re to m o al o rig e n , decisión re sig n ad a . P ro c la m a d a s co n
e n tu s ia s m o 0 afirtn ad as c o n m elan co lía, ta les h a n sido las tre s acti-
tu d e s c ard in ale s del e sp íritu d e O ccid en te, desde q u e el curso de la
h is to ria h a m o stra d o a todos, a fu e rz a de dolor, la ra d ic a l in a n id a d
d e la e sjjeran za p ro g re s is ta 0 ‫؛‬, co n o tra s p a lab ras, desde q u e p a ra
to d o s se h a h e c h o p a te n te la crisis d e l m u n d o m o d e rn o . N o e n o ja r¿
a l le c to r d e sc rib ie n d o u n a vez m ás esa g rav e y sa n g rie n ta crisis his-
td rica , la m ás sa n g rie n ta y g ra v e desde e l h u n d im ie n to d e l Im p e rio
r o m a n o . ‫ ؛‬m e c o n te n ta r¿ con a p u n ta r la in e x o ra b le im p lic a ció n d e
la e sp e ra n z a — o la d e s e s p e r a c ió n - e n la tra m a d e to d a s las c o y u n .
tu ra s critic a s d e la h isto ria .
H a y crisis h istó ric a , e n se ñ a O rte g a , c u a n d o se q u ie b ra e l siste m a
d e creencias so b re q u e v e n ia descan san d o la e x isten c ia d e l h o m b re .
Pocos aciertos d e O rte g a ta n in d u d a b le s com o este d e h a b e r subra-
y a d o la fu n d a m e n ta l im p o rta n c ia d e la creen cia e n la c o n stitu c ió n
d e la v id a d e l h o m b re y, p o r lo ta n to , e n los av atares critico s de su
» Además de 1.8 conoides libros de Spengler (La decadencia d e Occidente),
Berdlae« (U na nueva E dad M edia), Jaspers (La situación espiritual d e nuestro
tiem po), Huizinga (E ntre las som bras del m añana) y tantos más, el lector espaftol
d ٤8۴ ne de la rica obra descriptiva y teorética de Ortega (El tem a d e nuestro tiem -
po, La r e b e l é de las masas, E n to m o ٠ Galileo, H istoria como ‫ﺀ‬٠'‫ﺀ‬،‫ ا "ﺀ‬٠, Ideas y
creencias), y, en lo que a tafle a la historia del pensamiento, del apretado y lumino.
80 estudio de Zublri *‘En tomo a nuestra situación intelectual” (recogido en Na-
turaleza, H i s t á , Dios). Muy fltll y certero es tambi،n el capitulo “Esquema le
nuestra situación” de la Introducción ٠ la Filosofia de Julián Martas. En mi H is•
t á d e ‫ ط‬M edicina (Barcelona, 1954) he tratado de reducir a sinopsis lo que hay
de “critico” .y de “prometedor” en la crisis contemporánea. Luego ha de reaparecer
el tema.
264 LA ESPERA LA *SPERANZA

ex isten c ia . P e r ., ¿sólo de creencias se h a lla e m p e d r a d , el suelo n a -


tu r a i d e la v id a h u m a n a , e l te rre n o sobre q u e ésta aco n tece? ¿S ólo
“ som os” n u e stra s creencias, sólo “ co n tam o s co n ellas” e n e l cu rso
re a l y efectivo de n u e stro v iv ir e sp iritu a l? ٠ P ienso, p o r m i p a rte ,
q u e e l fu n d a m e n to de la ex isten cia n a tu ra l d e l h o m b re , aq u ello s٠ .
b re lo c u al co n scien te o in c o n sc ie n te m e n te se ap oya p a ra h a c e r su
v ida, se h a lla c o n stitu id o p o r tre s ó rd e n e s d e h á b ito s d e su n a tu ra le z a
p rim e ra o, com o d irla Z u b iri, p o r tre s “h a b itu d e s '.; tre s radicale»
m o d o s d e ser d e la re a lid a d h u m a n a , previos a los a rto s p a rtic u la re s
e n q u e ésta se m anifiesta y co n stitu y e, y d e te rm in a n te s d e l s e n ti d ,
p rim a rio d e n u e s tra e x iste n c ia : la creencia, la esp era y la d ilecció n .
E l h o m b re , q u ié ra lo o no, cree e n la re a lid a d d e ciertos seres y cier-
ta s v irtu a lid a d e s (u n D ios p e rso n a l y p ro v id e n te , la autosuficiencia
d e la N a tu ra le z a o la in e x o ra b ilid a d d e l fatum), esp era el ad v en i-
m ie n to d e tales o cuales sucesos (el e te rn o re to rn o , la P a ru sia , la feli-
c id a d u n iv ersal) y a m a d is c rim in a tiv a m e n te estas o las o tra s cosas
(D ios o el m u n d o , la p e rso n a d e l p ró jim o o la p ro p ia p erso n a, u n a
fo rm a de b elle za u o tra d istin ta ). E n su ra fz m ism a , e n e l fu n d a m e n ,
to m etafisico d e su in te lig e n c ia y su v o lu n ta d , la e x iste n ria h u m a n a
posee u n a e s tt u r tu r a a la vez “p istica', (pistis, la fe, la creencia), “e l.
p id ic a ” (elpis, la esp e ra n za ) y “fflica” (philia, la a m ista d , e l am or).
P o rq u e la n e ce sid ad d e creer, e sp e ra r y a m a r p e rte n ec e c o n stitu tiv a
e in e lu d ib le m e n te a n u e stro ser, “som os” n u e stra s creencias, n u estra»
e sp e ra n z a s y n u e stra s dilecciones, y c o n ellas co n tam o s, sab ién d o lo o
n o , en la ejecu ció n de c u a lq u ie ra d e los actos d e n u e stro v iv ir persea
n a l, el acto d e p e n sa r, el d e c o m er 0 e l d e c re a r u n a o b ra e x te rio r a
nosotros.
F ie l a este im p e ra tiv o m etafisico d e la h o m b re id a d , e l “h o m b re
m o d e rn o ” —e l m o d o h istó ric o de ser h o m b re q u e e m p ez ó a c o n sti,
tu irse e n la B aja E d a d M e d ia y llegó a su m a d u re z te rm in a l c o n
H e g el, C o m te y M a rx — d ió cim a a su a v e n tu ra a p o y ad o e n u n pe-
c u lia r siste m a d e creencias, esp e ra n za s y dilecciones, cu y o n e rv io pue-
d e ser re d u c id o a tre s e n u n c ia d o s p rin c ip a le s: fe e n la autosuficien-
cia .de la n a tu ra le z a h u m a n a , e sp e ra n z a d e la fe lic id a d a q u e n a tu .
ra ím e n te tie n d e la h is to ria d e la h u m a n id a d y a m o r a to d o c u a n to
a la m ira d a d e l h o m b re fuese 0 pareciese ser “n a tu r a l” . A firm ac ió n
d e la n a tu ra le z a y afirm ació n del h o m b re : el m u n d o m o d e rn o h a
sido, d esd e su base h a s ta su cim a, fisiocéntrico y a n tro p o c é n tric ...

٠ Para cuanto atafte al sentido de estas expresiones, réase Ideas y creenciasy


de .rte g a (O. c., ‫ ا‬V. pigs, 379-390). El problema de la creencia seri abordad,
m is directamente en la quinta parte.
LA ESPERA NLA EN LA CRJSJS DE NUESTRO TIEM PO 265

C o n sig u ien te m e n te , su crisis se h a in ic ia d o CTiando los h o m b re s, avi.


sados p o r e l re su lta d o e fe rtiv o de su e m p re sa h istó ric a , h a n a c a b a d o
p o r n o c re er e n la suficiencia d e la n a tu ra le z a h u m a n a p a ra a lc a n z a r
su p ro p ia p le n itu d , h a n d e ja d o de e sp e ra r q u e la h is to ria c o n d u z c a
p ro g resiv a e in e x o ra b le m e n te a la fe lic id a d te rre n a u n iv e rsa l y han-
c o m en z a d o a a m a r ficciones —e l a rte a b stra c to 0 las m á q u in a s a u to ,
m áticas— m il leguas d ista n te s d e to d o lo q u e h a s ta n u e s tro siglo-
p a sa b a p o r ser “ n a tu ra l.’ ‫ ﺀ‬. U n a p re g u n ta surge, in m e d ia ta , e n el
á n im o d e c u a lq u ie ra : ¿ en q u é cree, q u é espera, q u é a m a re a lm e n te
el h o m b re , después d e esa q u ie b ra de sus p re té rita s creencias, e sp e .
ra n z a s y dilecciones? N o lo sabe. Sólo sabe q ue, desde h a c e varios-'
decenios, su e x iste n ria h is tó ric a se h a lla h o n d a m e n te d e so rie n ta d a ;
q u e lo q u e u n d ia le p a re ce d ig n o d e fe, co nfianza y a m o r, es a l d ia
sig u ie n te tie rra in h a b ita b le y te d io s a ; q u e a l e n tu sia sm o d e a y e r s i.
g u e la decep ció n de m a ñ a n a ; que, e n u n a p a la b ra , sigue v iv ien d o e n
crisis. L a h is to ria m ás re c ien te d e l p e n sa m ie n to filosófico, d e la s e n .
sib ilid a d a rtis tic a y d e ‫ ئ‬co n v iv en cia social ilu s tra n con ejem plos cla-
m orosos esta dolorosa v e rd a d . S in identificarse con l e o p a r d i 0 c o n
B au d elaire, m u y lejos d e ellos e n la m a y o r p a rte de los casos, el e u ro ,
peo y el a m erica n o posteriores a 1914 — los devotos de E n so r, K a fk a y
R ilke, los lectores d e F a u lk n e r y M i l l e r se h a n sen tid o o bligados a
verles co m o aves p re c u rso ras d e la to rm e n ta q u e h o y padece el m u n d o .
E llo nos p e rm ite o rd e n a r e n tre s g ra n d e s a p a rta d o s la v a ria d is-
p osición d e los h o m b re s de n u e stro siglo fre n te a la e sp e ra n za . N o
pocos d e ellos n ie g a n la re a lid a d d e la crisis c o n te m p o rá n e a y s i t i e n
a firm a n d o u n a u o tra fo rm a d e la e sp e ra n z a sec u la riz ad a , la cientf-
fica y té cn ica d e l Jjositivism o co m tia n o , la re v o lu c io n aria y social del‘
m a rx ism o 0 la d e qu ien es tr a ta n de c o n c o rd a r esos dos m o d o s d e e n .
te n d e r la h is to ria . A tra v é s d e g u e rra s y revoluciones, la h u m a n id a d
p ro se g u iría su c a m in o asc e n d en te h a c ia u n p o rv e n ir d e fe lic id a d u n i-
versal y p e rfe cta. E l o p tim ism o d e los siglos-xvm y X K n o h a m u e r-
to e n e l a lm a d e todos los h o m b re s de O ccidente, a u n c u a n d o h a y a n
sid o y sig an sien d o ta n graves las dificultades q u e desde e n to n ce s se
o p o n e n a su afirm ación. ¿ C u á n to s son los que, e n m e d io d e la lite ra -
« De nuevo remilo al lector al capitulo .‘Esquema de nuestra situación” de la
Introducción ٠ la Filosofia, de Julián Warias. La pérdida de vigencia de la fe pro‫؛‬
gresista ha sido estudiada por el mismo autor. Como ejemplo de “volatilización”'
de una creencia, en La estructura social.
La {Ardida del prestigio histórico de “lo natural” comenzó, a mi juicio, cuan-
do los matemáticos del Romanticismo ^ í a u s s . Cauchy, Abel. Galois y lÆbatchews-
ky— Iniciaron, la construcción de una matemática que, siendo “lógica”, no parece-
ser “natural”. Tal es el caso —valga este bien conocido e je m p lo de la geometria‫؛‬
no euclldiana.
766 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

t u r a seu d o a p o c alip tica d e n u e stro tie m p o - g u e r r a de e x te rp iin io en-


t r e dos m ita d e s d e n u e stro p la n e ta , d estru ccio n es atóm icas, e t c . -
c o n fia n e n Ja d efin itiv a .‘a b so rció n ” d e la re v o lu ció n m a rx is ta p o r el
O ccidente, es decir, e n la re p e tició n d e lo q u e aconteció e n E u ro p a
t r a s las revoluciones d e 1789 y 1848? B asta n te s m ás, sin d u d a , d e lo
q u e suelen p e n sa r los observadores superficiales.
F r e n te a los n eg ad o res d e la crisis h á lla n se los m u ch o s q u e d e u n
m o d o u o tro la afirm an , la viven y la e x p re sa n : h o m b re s q u e h a n
-sentido h u n d irs e e l suelo sobre q u e sus pies se a p o y a b a n y h a n d a d o
fo r m a d iv ersa — in te le c tu a l, a rtistic a, religiosa o p o litica— a su p e r.
-sonal e x p erien c ia y a su reacció n fre n te a ella. E llos son los q u e e n
el siglo XX h a n re d e sc u b ie rto el te m a d e la e sp e ra n z a y e l te m a de
la desesperación. E l e n fe rm o siente, a n te to d o , la e x iste n c ia d e su
viscera p e rtu rb a d a . N u e s tro m u n d o , h is tó ric a m e n te e n fe rm o , h a sen.
tid o ta m b ié n q u e e n el seno de la re a lid a d h u m a n a o p e ra u n a vis-
-cera h o n d a y d elicad a, ap en as sensible e n e sta d o d e sa lu d y a h o ra
a lte ra d a y d o lie n te : la e n tr a ñ a m etafísica q u e rig e la n e ce sid ad de
.esperar, el h á b ito in d iv id u a l y colectivo de la e sp e ra n z a . U n m édico
:no v a cilaría e n h a b la r d e la “d iselp id ia'. d e l h o m b re c o n tem p o rán e o .
P e ro la h u m a n id a d n o h a d e jad o de ser c ristia n a . A l c o n tra rio :
'la v ig en cia social d el C ristia n ism o es c o n sid e ra b le m e n te m a y o r e n
.nuestro siglo q u e e n el pasado. L a crisis d e la fe m o d e rn a e n la a u to ,
suficiencia d e la n a tu ra le z a h u m a n a h a h e c h o m ás frec u en tes las
-conversiones religiosas, h a a b ie rto el e sp íritu d el h o m b re a l recono-
-.cimiento d el m iste rio , h a con ced id o a la visión c ristia n a d el m u n d o
u n a a c tu a lid a d poco sospechable c u a n d o la h is to ria p a re c ía ser u n a
.-suave m a rc h a h a c ia la felicid ad . L os h o m b re s d e ciencia d e n u estro s
dias, escribe C ollingw ood, “h a b la n d e D ios e n u n a fo rm a q u e h u b ie .
ra e sc a n d aliz a d o a la m a y o ría de los científicos d e h a c e c in c u e n ta
.años” ٠. C onversiva 0 av ersiv am en te, p o r la vía d e la relig io sid a d o
'por e l c a m in o d el ateism o , el h o m b re a c tu a l h a d e sc u b ie rto que,
desde el p u n to de vista d e su h u m a n a ra z ó n , no to d o lo re a l es ra-
-cional. D ic h o de o tro m o d o : q u e e n el seno d e to d o lo re a l late,
in ex o rab le, el m isterio . D e a h í el re n o v a d o vig o r con q u e e n n u e stro
tie m p o se h a a firm ad o la concepción c ristia n a d e la e sp e ra n za , ta n to
-desde el p u n to d e v ista de su c o n d ició n so b re n a tu ra l com o e n e l or-
d e n , c a d a vez m ás u rg e n te , de las lla m a d as “ rea lid ad e s te rre stre s” .
D e a c u e rd o con este esq u em a, y p u esto q u e el o p tim isn to d e la
-esperanza s e c u la riz a d a fu é ya e stu d ia d o e n 'las p á g in a s p reced en tes,
« s ta T e rc e ra P a rte será d iv id id a e n tre s c ap ítu lo s, dos d e ellos d e d i.
« ^ G. Collingwood, Idea ‫ ﺀى‬la naturaleza, trad. cast. (México, 1950), pág. 184.
LA ESPERANZA EN LA C R ISIS D E NUESTRO TIEM PO 267

cados a mostrar la expresión elpidológica de la crisis contemporánea


—el sentimiento y la teoria de la esperanza en el seno de esa crisis-
y consagrado el otro a presentar la actitud del Cristianismo católico
y del Cristianismo protestante frente a la grave perturbación actual
,del esperar humano 7.7

7 No me ha 8،do posible consultar el libro II nostro ،‫ا„ﺀ‬۶٠ ‫ ﺀ‬la speranza, de


(Corrado Alvaro (Milano, 1952). He recibido noticia de su existencia CTiando ya el
:mio se hallaba en prensa.
Capítulo i
L A C R iS IS Y L A E S P E R A N Z A

U n a d e las m ás sutiles e in m e d ia ta s expresiones de las crisis h is tó -


ric a s consiste e n la d e sa p a ric ió n d e l fu tu ro p revisible. N o h a s id o
e x cep ció n la crisis c o n te m p o rá n e a . A n te s d e ella, la g e n e ra l c reen -
cia e n la “ley d e l progreso* d a b a se n tid o h istó ric o - y . p o r lo ta n to ,
resig n ació n , p o rq u e c o m p re n d e r es s o p o r t a r - a los dolOres y fraca-
sos q u e sin cesar a p arec en e n la e x isten c ia m á s feliz. P rev ié n d o lo o
cre y en d o q u e p o d ia p rev erlo , e l h o m b re m o d e rn o c o n ta b a c o n e l fu .
tu ro , d escan sab a e n Ó1. L a te m p o ra l c o n tin g e n c ia d e la re a lid a d h u .
m a n a n e cesita ap o y arse a la vez e n e l p re té rito y e n e l flitu ro , e n
u n a visión d el p a sa d o y e n u n a p re v isió n d e l p o rv e n ir. E l m á s n e g ro
y p enoso p re se n te p u e d e ser b ie n so p o rtad o , c u a n d o e l re c u e rd o y la
esp e ra n za , la h is to ria y la profecia, sirv en d e a n d a d o re s a la existen-
cia ‫ أ‬éste e ra e l caso d e l siglo XIX, ta n có m o d a y s e g u ra m e n te in stala-
do e n tre su id e a ev o lu cio n ista de la v id a p a sa d a y su visión p ro g re .
sista d e la v id a p o rv e n id e ra .
H e aq u i, sin e m b arg o , q u e la h is to ria f u tu r a h a d e ja d o d e ser pre-
visible. L a c a tá stro fe y la felic id a d son o p a re c e n ser ig u a lm e n te po-
sibles a n te la m ira d a d e los q u e a v iz o ra n el p o rv e n ir. P o r o tra p a rte ,
la im a g e n d el p re té rito se com plica, y y a n o re sp o n d e a los fáciles
esquem as rec tilín e o s d e C om te, S pencer, W u n d t y T y lo r. L a e x iste n ,
r ia h u m a n a , d esp ro v ista de los a n d ad o res e n q u e se ap o y ab a, h a co.
m e n z a d o a sen tirse h istó ric a m e n te in seg u ra, a z o ra d a , ansiosa. D ig á ٠
m oslo c o n la p a la b ra in e v ita b le : a n g u stia d a . E n ta l situ a ció n , ¿cóm o,
h a n se n tid o los h o m b re s la e sp e ra n z a ? ¿ Q u é h a n p en sad o acerca de-
ella ? O ig am o s la re sp u e sta d e a lg u n a s d e las m e n te s q u e m e jo r r ^
p re s e n ta n la crisis d e n u e s tro siglo.
LA C RISIS LA !SPER A N ZA 269

I.—•A n g u stia y esperanza : M a r t ín H e id e g g e r

C o n tem p lem o s, a n te to d o , la o b ra d e M a r tin H e id eg g e r. E v ita n -


d o liasta d o n d e sea p osible e l riesgo d e c o n v e rtir e n a n tro p o lo g ía su
p e n sa m ie n to — c u y a in te n c ió n U ltim a n o es a n tro p o ló g ica, sin o on-
O l ó g i c a - , p ro c u re m o s e n te n d e r la id e a h e id e g g e ria n a d e l e sp e ra r y
d e la esp e ra n za . A d e m á s d e ser e sc rtitad o r d e la v e rd a d y, p o r lo
ta n to , h o m b re p a ra to d o tie m p o , ٠‫ي‬no es ta m b ié n e l p e n sa d o r espejo
d e la h o ra e n q u e él vive y p ie n sa ? H e id eg g e r, “p e n sa d o r e n tie m p o
m en estero so ", segUn u n e p ig ra fe re c ien te d e K a rl L O w ith*, es sin
d u d a e l m ás p ro fu n d o y yigoroso te stim o n io d e n u e stro in tim o m e-
nester, e n c u a n to h o m b re s d e e sta h o ra de E u ro p a .
§ 1. C o m encem os señ a la n d o c o n c la rid a d e l p u n to d e p a rtid a d e
su p e n sa m ie n to . ¿D e d ó n d e a rra n c a fo rm a lm e n te la fu e rte y siste-
m á tic a especulación d e l a u to r d e Sein und Zeit? A caso n o se h a y a
s u b ra y a d o c o n suficiente e n e rg ia q u e ese p u n to de a rra n q u e consiste
e n la p re g u n ta p o r lo q u e es y significa el a rto d e p re g u n ta r. E l m u n -
d o m o d e rn o com enzO p r e g u n ta n d o ‫ ؛‬la d u d a m e tó d ic a d e D escartes
n o fu é o tra cosa q u e u n a in te rro g a c ió n a te n ta a su p ro p io c o n te n id o
y a su p ro p io té rm in o , a lo in te rro g a d o y a la básica c e rtid u m b re a
q u e p o d ia c o n d u c ir la e m p re sa de in te rro g a r. P u es b ie n ‫ ؛‬si es cierto,
co m o parece, q u e e l p e n sa m ie n to d e H e id e g g e r c ie rra el ciclo m o-
d e rn o de la filosofia, p o d re m o s d e c ir q u e ese m u n d o se e x tin g u e h a .
cién d o se c u estió n de lo q u e la p re g u n ta sea. N o ta n to com o la certi-
d u m b re a q u e e l c o n te n id o d e la in te rro g a c ió n p u e d a c o n d u c ir, im .
p o rta a h o ra la in te rro g a c ió n m ism a , e l m o d o d e ser q u e el in te rro g a r
revela.
T o m a d a a la le tra , m i afirm ació n p a re c e rá a m u c h o s h a r to con-
tro v e rtib le . D ir á n : lo q u e H e id e g g e r se p ro jw n e es la e m p re sa d e
d a r u n a so lu ció n a c tu a l e id ó n e a a l p ro b le m a o n to lò g ico fu n d a m e n -
ta l, e l p ro b le m a d e l ser. C on la p u b lic a ció n d e Sein und Zeit (1927)
— p rim e r fra g m e n to , c o m o se sabe, d e u n a in v e stig ac ió n filosófica
m u c h o m ás a m p lia — a sp ira e l filósofo a la co n stru cc ió n d e u n a o n .
to lo g ia g e n eral, p o rq u e n in g u n a d e las ex isten te s, desde P la tó n , le
p a re ce satisfacto ria. E s preciso re p e tir u n a vez m ás, dice te x tu a lm e n .
te, “la p re g u n ta p o r e l sen tid o d e l s e r " ‫ ا‬. E s v e rd a d . P e ro lo n u e v o

» Heidegger, Denker in dürftiger Zeit (Frankfurt a. M., 1953).


» ‫ﺀئ‬٠« und Zeit, 4.» cd. (Halle, 1935), pág. 4. En 1. sucesivo, las citas de S é
und Zeit Irán seguidas por la sigla sz y el nùmero de la pàgina que a ella corres*
ponde en la edición mencionada.
270 LA E S P E R A LA E S P E R A N Z A

y decisivo es que, para responder a esa venerable pregunta. Heideg-


ger se siente en la urgente obligación intelectual de inquirir y expia-
nar de una manera suficiente lo que sea “el planteamiento de la pre-
gunta”,. die Fragestellung. Conocer el sentido del ser exige, por lo.
pronto, sater en qué consiste el hecho de preguntar.
Todo preguntar es un buscar‫ ؛‬quien pregunta, busca. ‫ ﻣ ﺎ‬cuat
quiere decir que toda interrogación contiene en si ttes elementos-
esenciales: aquello acerca de lo cual se precinta, lo genèricament,
buscado (das Gefragte); aquello a que se pregunta y de que se piensa,
obtener la respuesta buscada (das Befragte); aquello, en fin, a que la.,
pregunta concretamente tiende y cuyo concepto constituye, en rigor,
la respuesta a ella (das Erfragte). Más concisamente‫ ؛‬aquello de q u .
se pregunta, aquello a que se pregunta, aquello que se pregunta. En
el caso de la indagación de Heidegger —el sentido del s e r - esos
tres elementos son, respectivamente, el ser del ente, el ente mismo,
es decir, un determinad.o ente, y el sentido del ser. Aquello de que se
pregunta es el ser, aquello a que se pregunta es cierto ente, aquell.
que se pregunta es el sentido del ser.
Ahora bien: ،cuál debe ser ese ente determinado que en nuestro
٠٥٠ constituye das Befragte, aquello a que se dirige la pregunta?
“،E n qué ente e s c r ib e H eidegger- debe ser leldo el sentido del s e r
de qué ente dete partir el descubrimiento del ser? ،Es indiferente el
punto de partida, o posee preeminencia algún ente determinado, e .
este laboreo de la cuestión del ser? ،Cuál es ese ente ejemplar, y en
qué sentido posee tal preeminencia?” (SZ, 7). La respuesta a esta
ráfaga de interrogaciones viene dada por unas pocas lineas, en laa
cuales tiene su piedra fundamental toda la metafísica heideggeriana:
“Mirar a, comprender y concebir de,, elegir, acceso a, son comporta-
mientos constitutivos del preguntar y, con ello, modos de ser de un
ente determinado, del ente que nosotros mismos, los interrogados,
somos. Esforzarse en la resolución de la cuestión del ser quiere decir,
por tanto, hacer tm sparente a un ente —el ente que in terro g a- en
su ser. El preguntar de esta pregunta, en cuanto modo de ser de un
ente, hállase esencialmente deterjninado por aquello por lo que él
se pregunta, por el ser. A este ente, que somos nosotros mismos, y
que, entre otras posibilidades de ser, posee la de la pregunta, lo apre-
hendemos con el término Dasein. El expreso y diáfano *
to de la pregunta por el sentido del ser requiere una adCcuada expli-
cación previa de un ente (Dasein) relativamente a su ser” (SZ, 7). Tal
empresa no es un circulo vicioso, pese a su primera apariencia.- “No
es una demostración en circulo lo que hay en la pregunta por el sen­
LA .I S I S y ‫ ﻣﻞ‬E S P E R A N Z A 271

tido del ser, sino un notable referimiento retroversivo o previo de lo.


preguntado (el ser) a la pregunta, como modo de ser de un ente.'
(52,8).
Es, pues, sobremanera patente la condición fundamental, de la،
interrogación en la empresa filosófica de Heidegger. No sólo porque-
‫ اﺀ‬. ‫ «'اﺀﻟﻪ‬,.nuestra, existencia ٥, posee en si mismo la posibilidad de-
ser de la pregunta, sino Jjorque 'el análisis de aquélla se atiene preci٠
sámente al hecho y a la constitución de tal posibilidad, tal y como'
Heidegger la entiende. Pudiendo escoger, a modo de punto de parti-
da, cualquiera de las posibilidades reales de la existencia humana:
^ r e e r , esperar, entender, e tc .-, la analitica heideggeriana ha elegi-
do la de preguntar. Toda la obra filosófica de Heidegger tiene su-
principio y su fundamento en su pregunta por la pregunta, como,
modo de ser de la existencia humana.
El mismo sentido tiene este otro texto, procedente de K ant u n d
das Problem der Metaphysik y relativo a las cuatro preguntas a que
Kant quiso reducir el campo de la filosofia: "La razón humana no.
sólo es finita porque se propone las tres primeras preguntas (¿Qué
puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me es licito esperar?) Al revés,
se propone esas preguntas porque es finita, y de tal modo finita, qufr
en su ser racional da vueltas en torno a esa finitud, se empeña en ella.
Porque esas tres interrogaciones preguntan por ese uno, por la fini-
tud, es por lo que se dejan referir a la cuarta: ¿Qué es el hombre?” ٠
Asi se entiende que en su discurso rectoral de 1933 — D ie Selbstbe-
hauptung der deutschen Universität— dijese Heidegger que, llegado
a su Ultimo nivel, "el preguntar ya no es un previo y superable esca-
lón hacia la respuesta, sino que se convierte en la forma más cimera-
del saber”.
Frente al fácil aspaviento filisteo, sepamos entender ese profundo,
pensamiento de Heidegger. Consideremos, por via de ejemplo, un.
saber científico muy concreto y determinado : la ley de la gravitación-
universal. ¿Qué es en rigor “saber’, la ley de la gravitación universal?'
En Ultimo extremo, formular tácita 0 expresamente esta pregunta:
¿cómo tienen que estar constituidas la realidad del universo fisico y-
mi propia realidad para que ese universo fisico se me presente con-
3 Como CS 8ab‫؛‬d ٠, Heidegger distingue entre ٠‫ «آﺀﻟﻪ‬y Existenz, Podria de-
clrse que ‫ه‬٠‫ »أﺀﺀ‬es la nuda existencia humana y Existenz el Dasein que de algdn
modo se comprende a 8‫ ﺀ‬mismo, comjxjrtándose en una u otra forma respeto a ،1.
mismo 0 respecto al mundo. Hecha esta sumarfsima aclaración, no vacilar، sn
traducir Dasein por “existencia” a secas. La palabra Existenz seri traducida afta-,
diendo al sustantivo “existencia” el adjetivo adecuado a su especial comportamiento.
٠ Kant und das Problem der Metaphysik, 2.. ed. (Frankfurt a. M., 1951), pá-
gina 196. En lo sucesivo, KM.
211 LA E S P E R A Y IA ESPERA NZA

'fo rm e a ta l ley? Y esa grave, a c u c ia n te in te rro g a c ió n , ¿ p o d rá se r


.co n testad a a lg u n a vez m e d ia n te juicios o s a tu re s ap o d ictico s? In d u -
d a b le m e n te , el fallo d e l p e n sa m ie n to d e H e id e g g e r d eb e ser busca-
do, si existe, e n e strato s de la re a lid a d h u m a n a b a s ta n te m ás p rt^
'fu n d o s q u e e l a sp av ien to in telectu al.
R esu m am o s, a n tes d e p ro se g u ir n u e stro em p eñ o , lo to c a n te al
p u n to de p a rtid a de la especulación d e H e id eg g e r. E s ta p ersig u e
u n a re sp u esta esclarecedora y suficiente acerca del sen tid o d e l ser, y
p a r a a lc a n z a rla se a tie n e a n te to d o a la significación d e la p re g u n ta
-como m o d o d e ser de la ex isten c ia in te rro g a n te ; esto es, d e la exis.
te n c ia h u m a n a . ¿ C u á l es esa resp u esta? U n a p a rte - s ó l o u n a p a r.
te — d e ella se e n c u e n tra e n las p á g in as q u e h a s ta a h o ra h a pu b li-
-cado e l filósofo d e F rib u rg o . N o p u e d o n i debo e x p o n e rla a q u í. M as
ta m p o c o resisto a la te n ta c ió n d e c o n d e n sa rla e n e sta b rev e fó rm u -
la : el hombre ‫ ﺀ ﺀ‬pregunta y pregunta porque ‫ ﺀ ﺀ‬u n ente finito y tem٠
poreo. D escartes inició el p e n sa m ie n to filosófico m o d e rn o d ic ie n d o :
cogito, ergo sum. T re s siglos m ás ta rd e , H e id e g g e r viene a d e c irn o s:
quaero, ergo finitus temporariusque sum. N o es o tro el sen tid o d el
te x to acerca d e la finiftid d e la ex isten c ia q u e a n te s a d u je. ¿ E s ésta,
s in e m b a rg o , la U ltim a p a la b ra d e su a u to r?
§ 2 . C o n tra ig á m o n o s a h o ra a n u e stro p ro b le m a ; in d a g u e m o s lo
q u e e l e sp e ra r y la e sp e ra n z a son p a ra M a r tin H e id e g g e r; y, p a ra
lo g ra r n u e stro o bjetivo, p o n g á m o n o s en el p u n to d e a rra n q u e d e su
p e n sa m ie n to y tra te m o s d e ir a v a n z a n d o d esd e él.
P re g u n ta r es, seg ú n lo ex p u esto , a c tu a liz a r u n a p o sib ilid a d d e la
.existencia h u m a n a , e n la c u al é sta p a te n tiz a su In tim a , su co n sti tu .
'tiv a n e ce sid ad de a su m ir com o su y a o tra d is tin ta p o sib ilid a d d e ser,
ju s ta m e n te a q u ella d e q u e es ex p resió n la respuesta. Si yo p re g u n to :
" ¿ A q u é h o ra sale e l p rim e r av ió n p a ra A n d r e s ? '., p a te n tiz o m i n e .
c e s id a d d e lle g a r a u n a n u e v a situ a ció n d e m i e x isten c ia — situ a c ió n
posible .y d is tin ta d e a q u ella e n q u e m e e n c u e n t r o - , e n la cual, y
p re c isa m e n te p o r h a b e r llegado a sab e r a q u é h o ra sale ese p rim e r
-avión p a ra Ix m d res, d isp o n d ré d e in é d ita s posib ilid ad es d e e x istir.
S iendo en to n ce s el m ism o q u e soy a h o ra , lleg aré a ser d e o tra m a-
'n e ra ; e n c ierto sen tid o , Íle.garé a ser o tro , idem sed aliter.
D esde el p u n to de v ista d e su ser, la e x isten c ia h u m a n a se ca ٠
ra c te riz a p o r su in te rn a y p e rm a n e n te in e sta b ilid a d . N u n c a e l ser d e
la e x isten c ia d el h o m b re es cosa h e c h a y re su lta d o d e fin itiv o ; n u n -
.ca, salvo c u a n d o el h o m b re “d e ja de ser., com o él es e n su re a lid a d
v isib le y te m jjo ra l, c u a n d o m u ere. E n ta n to llega esa ocasión supre-
m a y conclusiva, n u e stra e x isten cia es u n e n te cu y o ser está siem p re
LA C R IS IS LA ESPERANZA 27 3

«n juego: es, fundamentalmente, un “poder-ser". No otra cosa que-


ria decir San Agustín cuando se veia a si mismo como varia multi ٠
moda vita. El preguntar y la pregunta nos revelan, por el simple
hecho de producirse —de ser—, esa radical instalación de la existen-
.cia hujnana en el “poder-ser”.
Y a todo esto, ¿qué es lo que la existencia humana puede ser?
Puede ser, ciertamente, muchas cosas. Por lo pronto, lo que “se es”.
Yo puedo seguir siendo docente universitario ٠ llegar a ser explora-
dor de la Antártida, mormón 0 agente de seguros. Pero todas esas
.cosas puede serlas también otro cualquiera: pertenecen a un modo
mostrenco, impropio 0 inauténtico de existir, cuyo “quién" es das
Man, el “uno" en el sentido de “uno de tantos’., el fungible autor de
lo que “se hace” 0 “se dice". Cuando se entrega a una cualquiera
de estas posibilidades, la existencia “no ‫ ﺀﺀ‬ella misma, los otros le
ban arrebatado el ser" (SZ, 126).
¿Cómo, entonces, puede la existencia humana llegar a ser “ella
misma”? ¿Cómo el existente puede ser de un modo propio, autén-
tico, infungible? ¿Qué es existir propia y auténticamente? La res-
puesta debe ser negativa y positiva. Negativamente, existir de un
modo auténtico es no conformarse con una entrega directa e irrefle-
xiva a ser algo concreto : profesor, padre de familia o paseante. Po-
sitivamente, es atenerse pura y totalmente al ser de la existencia
propia, a sólo el ser y a todo el ser de esa existencia, a la simple to-
talidad de su ser. ‫ ﻣ ﺎ‬cual nos plantea el problema de saber cómo
nuestra existencia puede atenerse a la totalidad de lo que ella es.
Hay, según Heidegger, temples del ànimo especialmente idóneos
para aprehender la totalidad de lo que somos. Uno de ellos es el
,aburrimiento, el tedio: “El aburrimiento profundo, ese que nos trae
y nos lleva, como una niebla silenciosa, por los abismos de la exis-
'tencia, reduce todas las cosas, todos los hombres y hasta a uno mis-
mo a una notable indiferencia. Este aburrimiento revela al ente en
.su totalidad” ٥. Otro es la alegria por la existencia presente de un
hombre amado. Hay, sin embargo, un “sentimiento" mucho más
favorable que los do's anteriores para el descubrimiento de la totali,
.dad de nuestro ser; un temple del ánimo que no sólo nos revela y
patentiza esa realidad, mas también la nada que la envuelve y f.ren-
.te a la cual nuestra existencia se constituye: es, casi huelga decirlo,
la angustia.
« W as ist M elaphyrik?, 6.1 ed. (Frankfurt a. M., 1951), pág. 28. En 1. sucesivo,
W M . w . j. Revers ha utilizado psicológicamente esa intuición metafisica de Hel-
.degger en Psicologia d el aburrim iento (trad, esp., Madrid, 1954).
18
ESPERA Y LA E S P E R A N Z A

El anàlisis de la pregunta, como expresión primaria de una exis-


tencia que consiste en poder-ser, nos ha conducido al descubrimien-
to de la ٥gusít' ٥. La concepción heideggeriana de la angustia es on.
tolágica y no psicológica; no pertenece al orden de la vivencia, sin .
al orden del ser. Dentro del pensamiento de Heidegger, la angustia
es el modo de ser de la existencia por el cual es posible la vivencia
angustiosa, la estructura metafísica del ser humano en cuya virtud
su alma puede y aun tiene que angustiarse.
Intentaré llegar a una intelección suficiente de esta idea de la an-
gustia mostrando su esencial relación con tres conceptos de la filosa
fia de Heidegger : el mundo, la posibilidad y la nada.
En cuanto modo de ser real, la angustia tiene un “de qué” .
“ante qué" (Wovor), procede de algo. ¿“De qué” se angustia el an-
gustiado, “de qué” procede la angustia? No de una experiencia de-
terminada, no de algo concreto que acontezca 0 pueda acontecer a la
existencia en su estar en el mundo: un bombardeo aéreo o el conta-
gio de una enfermedad. Para descartar esa hipótesis y distinguir la
angustia del miedo bastará pensar que en la situación angustiosa son
por completo indiferentes todos los objetos y todas las incidencias‫؛‬
que el mundo pueda ofrecer o imponer; la angustia es todo menos-
lo que suele llamarse “preocupación”. Y, sin embargo, pertenece esen-
cialmente al estar en el mundo de la existencia. ¿Cómo debe enten-
derse esa aparente contradicción? Según Heidegger, refiriendo el tem-
pie angustioso a la relación con el mundo en cuanto tal: “el de qué
de la angustia - d ic e textualmente— es el mundo en cuanto tal'., e!
estar^nel-mundo en si mismo (SZ, 18Ó187). Cualesquiera que sean
las experiencias singulares en que se realice la ineludible, necesaria
“mundanidad" de la existencia —miedo o placer, curiosidad 0 cóle-
ra—, bajo todas ellas late upa experiencia metafísica fundamental, pro-
cedente del hecho mismo de estar en el mundo : la angustia. En 8Í
mismo, el mundo, entendido como estructura ontològica del existir,
y no como “conjunto de cosas", es forzoso e inquietante, inexorable
y angustioso. Existir —ser en el m u n d o es ser angustiosamente.
Nace, pues, la angustia, no de asumir una determinada posibili-
dad de la existencia en su realización efectiva, sino de tener que exis-
tir asumiendo siempre una posibilidad, cualquiera que ésta sea. Ex-
presa, por tanto, la forzosidad de no poder ser sino bajo el modo de
un constante “poder-ser”. La angustia es la experiencia metafísica d .
la posibilidad en cuanto tal, y el verdadero angustiado lo está por.
que vive la radical posibilidad de ser “todo” y “nada”. Sentir qut
“puedo ser”, previa y consecutivamente a ser profesor, español y hom-
LA C R IS IS Y ‫ﻣﺎ‬ ESPERA NZA -275

fere de tal edadj descubrir que constante y necesariamente «puedo


ser” y tengo que «poder ser" : eso es la angustia.
Acabo de decir que el angustiado lo está porque vive la radical
posibilidad de ser “t ٠d ٠'. y «nada... Añadiré: la posibilidad c‫ ؟‬njunta
y simultánea de ser «todo" y «nada” ; todo lo que. en su existencia
¿1 puede ser, y algo - e l m o rir- en que todo ese “poder ser., queda
en nada. La angustia, y en ello consiste su verdadera raíz ontològica,
nos hace patente la nada (WM, 29). «Sólo la. angustia nos descubre
originariamente la nada, y asi se explica que la angustia radical y
originaria esté casi siempre reprimida en los senos de la existencia. La
angustia está ahí; sólo dormita. Su aliento se estremece sin tregua a
través de la existencia: donde menos, en la del «medroso'.; imper-
ceptilílemente, en el «sf, si” y el “no, no', del hombre negocioso;
donde más, en la existencia del hombre contenido; del modo más
seguro, en la existencia del hombre osado. Pero ello sólo acontece
cuando éste se entrega pródigamente a su acción, con objeto de ase-
gurar a la existencia la suprema grandeza. La angustia del osado no
tolera que se la contraponga a la alegria o al gozo apacible de un vivir
afanoso y sosegado. Más allá de tales contraposiciones late una se.
creta alianza entre esa angustia y la serenidad y la dulzura del an-
helo creador” (WM, 34). ¿En qué consiste esa «secreta alianza”?
¿Cómo debe ser entendida la relación que Heidegger establece en.
tre la angustia, la creación y la magnanimidad? Retengamos desde
ahora estas dos preguntas, tan- directamente pertinentes a nuestro
tema.
La angustia, en suma, nos pone ante la posible nada de nuestras
posibilidades de ser. Dicho de otro modo: la angustia sitúa a ‫ئ‬
existencia en la perspectiva de la muerte, porque el morir es el even-
to que reduce a la nada las posibilidades de nuestro existir en el
mundo y, por lo tanto, la Unica posibilidad cuya consideración nos
permite descubrir la totalidad de la existencia. Y, puesto que el ate-
nimiento a la totalidad de su ser es la condición necesaria y sufi-
ciente de la autenticidad, la angustia, que abre a la mirada el hori-
zonte de la muerte, es el talante más idóneo del existir auténtico, su
clave y su expresión. Veamos, pues, cómo se articulan entre si la
angustia, la muerte y la nada.
¿Qué es la muerte dentro de la analitica existencial heideggeria-
na? Es, por lo pronto, una singular posibilidad de la existencia. La
posibilidad más “cierta'. : todas las restantes eventualidades de mi
existir son para mi aleatorias, sólo ésta aparece en mi horizonte con
certidumbre inconmovible. La posibilidad más «propia” : nadie pue-
T16 ESPERA Y LA E S P E R A N Z A

de privarme de mi muerte, nadie puede m .rir en mi lugar; 8Í ofrez-


c . y arriesgo mi vida por salvar la de mi prójimo, esto no significa
que yo le haya arrebatado “su" muerte, sino que “mi., muerte ha sus-
tituido a -la suya. La posibilidad, también, más “irreferente..: todas
las restantes se refieren unas a otras, sólo la de morir carece de ulte-
rior referencia y corta radical y terminantemente la referencia de las
demás. La posibilidad, en fin, más “irrebasable'., porque con ella, en
cuanto cabo del existir, se pone en juego el acabamiento de nuestra
existencia y es posible la visión de ésta según su totalidad. La muer,
te es, en suma, una posibilidad de la existencia que conduce a la no-
existencia, que he de asumir solo y ante la cual me encuentro del
todo indefenso. La eventualidad de la muerte me revela en todo mo-
mento mi posible imposibilidad, y aun la imposibilidad de la exis
tencia en general (s z , 262); “concebimos la muerte existencialmen-
te, dice Heidegger, como la posibilidad de la imposibilidad de la
existencia.. (SZ, 306).
Frente a esa extrema y singular posibilidad, el talante metafisico
de la existencia es, como sabemos, la angustia. La angustia del hom-
bre en su seren-el-mundo es, ante todo, la primaria actitud ontolO-
gica ante un poder-ser que se ve insuperable, personal e irreductible-
mente obturado por la muerte. No debe ser confundida, sin embar-
go, con el miedo a morir. No es un ocasional sentimiento de la “de-
bilidad'. del individuo humano, sino un modo fundamental y origi-
nario de nuestro existir que nos permite descubrir nuestra condición
de entes arrojados a la existencia en el mundo para en él morir (SZ,
251). Sin la angustia, expresión y clave del existir auténtico, nunca
conoceríamos la verdadera constitución ontològica de nuestra vida:
ella nos revela, en eferto, la radical finitud de nuestra existencia, su
constitutiva circunscripción por la nada, su constante posibilidad de
no ser 0, si se quiere, de ser imposible. Lo cual equivale a decir que
la existencia será auténtica cuando en la decisión y en la ejecución
de sus operaciones concretas, cualesquiera que éstas sean, pensar, ‫ى‬
mer o contemplar el mundo, se atenga a la posibilidad conclusiva y
totalizadora de la muerte propia; cuando considere y acepte que ser a
muerte es su más constante y extrema posibilidad. No se trata, pues,
de imaginar la muerte o de pensar ascéticamente en ella, sino de
aquello que sirve de supuesto ontològico .al cumplimiento de todo
memento mori; trátase más bien de existir “desde” la constante po.
sibilidad de morir, advirtiendo lo que ésta significa.
§3. Es preciso dar un nuevo paso en nuestro análisis y descubrir
LA C R IS IS Y ESPERANZA m

la esencial relación que existe entre la angustia y la temporeidad de


la existencia.
La existencia humana es constitutivamente temporal y tempórea.
Temporal, porque empieza y acaba en el tiempo; tempdrea, en cuan-
to el tiempo afecta a su misma estructura metafísica. Si mi existir
consiste en un radical "poder-ser.' y en la actualización sucesiva de
alguna de las posibilidades en que ese “poder-ser” se realiza, el tiem.
po —un tiempo esencialmente distinto de los ritmos y recurrencias
del movimiento cósmico, y a cuya contextura pertenecen la libertad
y la .decisión— tiene que ser parte ineludible en la constitución de
mi existencia. Existir como hombre es, en su raíz misma, ser tem-
poral y tempóreamente. La temporeidad constituye el sentido Ú1٠
timo de la existencia, porque a ella tiene que referirse todo conato
de interpretación de ésta (SZ, 17 y 234).
Ahora bien, ¿cómo se manifiesta la temporeidad de la existencia?
La observación más vulgar e inmediata da una respuesta a la vez
obvia y certera: es tempórea la existencia, nos enseba el saber más
popular, en cuanto tiene y no puede dejar de tener un presente, un
futuro y un pasado. Pero, ¿qué son, en rigor, el flituro, el pasado y el
presente de la existencia?
A primera vista, el futuro es un “ahora” que “todavía no.’ es,
pero que será “con el tiempo”. No es ésta, sin embargo, su consis-
tencia primaria y verdadera. Tiene futuro o porvenir la existencia
en cuanto proyecta anticipadamente lo que ha de ser, y hacia el
cumplimiento de ese proyecto se dirige o. refiere en su concreta y
tempórea sucesión. Futuro (Zukunft, de zukommen) es, pues, un
“dirigirse-hacia”, un “pop-venir" o “ad-venir". Del mismo modo, el
pasado no es meramente el conjunto de lo que hemos sido y ya no
somos, sino un “volverse-hacia’. lo que se ha sido, asumiéndolo como
propio, “repitiéndolo” en nuestro existir; aceptando, en suma, la
existencia a la cual uno ha sido lanzado. El presente, a su vez, no
es un simple “ahora”, un instante puntual en el curso de una suce-
sión indiferenciada, a la manera del grànulo que pasa por la angos-
tura del reloj de arena; es la decisión de hacerme presente mi situa,
ción en mi concreta temporeidad, la súbita y transitoria visión de mi
porvenir, comprendido como un “tender hacia lo posible”, en mi pa-
sado, entendido como un “volver hacia si” (SZ, 326). Más concisa y
claramente: viendo mi porvenir en mi pasado me hago presente.
Pasado, presente y futuro son los tres “éxtasis” del tiempo de la
existencia. Su mutua conexión no es, como hemos visto, aposición
lineal, sino implicación reciproca y unitaria, en la cual el tiCmpo se
11% LA E S P E R A ‫دا‬ ESPERANZA

constituye (SZ, 329)‫ ؛‬y, aunque los tres son igualmente originarios,
el porvenir goza de cierta primacía entre ellos, porque el tiempo b r^
ta de la proyección del futuro desde el presente.
Y, como la existencia misma, la temporeidad puede ser inautén-
tica y auténtica. Será inauténtica cuando el existir consista en la
concepción de un proyecto concreto y fungible, susceptible de ser
asumido por cualquiera. Recuérdese lo anteriormente dicho. Ser¿, por
el contrario, auténtica cuando el proyecto considere la totalidad de
la existencia que lo concibe y asuma con ello la posibilidad de mo-
rir. De ahí que el tiempo auténtico sea finito0 ‫؛‬, como dice Heidgger,
que la existencia “exista finitamente.. (SZ, 329). Temporeidad autén-
tica, muerte, angustia y finitud son conceptos funcional y ontológi.
camente conexos entre si.
§4. Llegamos, por fin, a la Ultima etapa de nuestro empeño, es
decir, a la particular consideración de los modos principales del fu-
turo de la existencia: el miedo, la angustia, la esperanza y la espera.
El miedo es un claro ejemplo de instalación inauténtica frente al
porvenir. Surge “por la aproximación de un objeto intramundano
insólito que parece amenazar al Dasein y crea en él una perturba-
ción٠ haciéndole incapaz de toda acción coherente y adecuada para
detener el peligro" ٥. Tiene, pues, el miedo un “de qué'. (Wovor)
concreto y nombrable: quien se asusta sabe muy bien de qué se
asusta, aunque su temor parezca .muy vago, aunque se muestre como
pura medrosidad. De ahí la condición inauténtica de la temporeidad
del miedo. Este, en apariencia, se refiere siempre al futuro‫ ؛‬prodú-
celo, se dice tradicionalmente, el temor de un malum futurum. Algo
innegable hay en ello: todo movimiento de la existencia implica los
tres éxtasis de la temporeidad; y asi, el miedo anticipa en cierta ma-
nera la realización del suceso .que con su mera posibilidad lo pro-
duce. Para el medroso, lo que é! teme es siempre cosa inminente,
posibilidad al borde mismo de la presencia real. Una consideración
más detenida revela, sin embargo, que el fenómeno de temer afee-
ta, sobre todo, al pasado de la existencia. Existencialmente conside-
rado, el miedo consiste, en efecto, en la inhibición y el olvido de las
más personales posibilidades de ser. Comienza uno a temer cuando
se olvida de lo que seria capaz de hacer si no estuviese asustado. 1‫؟‬
medroso se halla oprimido y confuso, como si se hubiera perdido a
8Í mismo; y esa aturdida inhibición de sus propias posibilidades es
lo que impide que la expectativa de la amenaza sea una genuina es-
« A. de Waelhens, L a filosofia ‫ى‬‫ ﺀ‬M artin H eidegger, trad. esp.. 2.. ed. (Ma-
drld, 1952), pig. 197.
U C W S IS Y LA ESPERA NZA 27 ‫و‬

pera: “ci olvido pr.pio del aturdimiento modifica el estar a la ex-


Jjectativa y lo convierte en expectación oprimida o aturdida, bien
distinta de la pura espera'. (SZ, 342). La peculiaridad del miedo no
consiste, pues, en la expectativa de un mal futuro, sino en el olvido
de las propias posibilidades, en la pérdida de si mismo. Además de
-ser una tipica forma del existir inauténtico, porque siempre se refiere
a un evento mundano determinado y concreto, el miedo afecta real-
mente, más que al futuro, al pasado de la existencia de quien lo
sufre.
Vengamos ahora al problema de la relación entre la angustia y
el flituro. Como el miedo, la angustia se halla en esencial conexión
con el pasado‫ ؛‬mas no porque ella sea recuerdo u olvido de una posi-
bilidad concreta, sino porque nos hace patente nuestra radical con-
dición de entes arrojados a la existencia en el mundo. Descubriendo-
nos lo que, por haber sido, somos, “repitiendo nuestro haber sido"
(Gewesenheit), según la apretada expresión heideggeriana, nos pone
ante la resolución de aceptarlo. Por consiguiente, el fenómeno de an-
gustiarse no tiene el carácter de una espera, ni el de un estar a la
expectativa, porque lo que angustia es el existir mismo, el ser una
existencia lanzada al mundo como un puro poder-ser, previo a todas
las diversas posibilidades concretas e indiferente a ellaS.
¿Quiere esto decir que la angustia no se halla constituida por un
futuro? En modo alguno. Pero su futliro no es el porvenir ihautén-
tico del mero estar la expectativa de algo (SZ, 343). En ella no an ti-
eipa la existencia un evento mundano determinado. La an^rstia, como
sabemos, nos descubre la posibilidad de la nada y nos revela cómo en
el proyecto está asumida la eventualidad de la muerte‫ ؛‬nos sitúa,
por tanto, en el trance de aceptar con resolución ese futuro auténti.
CO. “El hombre resuelto e s c r ib e Heidegger— no conoce el miedo,
pero comprende bien la posibilidad de la angustia como el estado
de ánimo que no le inhibe ni le aturde. Ella le libera de las posibi-
lidades inanes y le deja libre para las auténticas'. (SZ, 344). Eh con-
secuencia, el presente del angustiado no es, como el del temeroso,
una aturdida oscilación en busca de posibilidades olvidadas, sino la
“detención” de la existencia frente a su posible resolución de aceptar
ese futuro. El angustiado, en suma, existe en alertada prontitud, “en
-vilo” (auf dem Sprung).
¿Persistirá en el caso de la esperanza esta esencial referencia al
“ser que se ha sido”, a la Gewesenheit? La esperanza es la espera de
un bonum futurum. Pero lo decisivo para la estructura del fenómeno
“no es tanto el carácter advenidero de aquello a que se refiere la es-
1 LA E S P E R A Y LA E S P E R A N Z A

peranza, corn, el sentid, existencia، del mismo esperar esperanzado.


Lo característico del sentimiento de la esperanza es un esperar-para-
si. El esperanzado se entrega a la esperanza y sale al encuentro de 1.
que espera. Pero esto supone un haberse ganado a si mismo. Que la
esperanza, en contraste con la opresora zozobra, alivie o aligere, sólo
quiere decir que este modo de existir debe ser referido a la carga del
baber-sido. Un sentimiento elevado -m e jo r dicho, ensalzador— sólo
es ontològicamente posible en una referencia tempôrea y extática de-
la existencia al fundamento de si misma por el cual es un ente arro-
jado a la obligación de existir" (SZ, 345). Heidegger deslinda, como,
se ve, el “objeto” y el “sentimiento', de la esperanza. El objeto per-
tenece al futuro; el sentimiento de esperar, en cambio, no es sino un-
alivio de la pesadumbre de existir, y se refiere al pasado.'El esperan-,
zado confia en que algo de lo que ¿1 es quedará suprimido o modifi-.
cado por el cumplimiento de su esperanza, y de ahf ese “alivio" que-
el confiado esperar lleva siempre al ánimo. Una conclusión s.e impo-
ne: para Heidegger, ni la esperanza es un modo auténtico de existir,
porque tiende proyectivamente a la consecución de este 0 el otro bien,
intramundano, ni el sentimiento de esperar se refiere verdaderamen-
te al futuro.
Heidegger distingue, en fin, la expectativa y la simple espera. La,
“expectativa.., en el sentido de “estar a la expectativa de algo" (Ge-
wärtigen), es la actitud de la existencia frente al porvenir inauténti-.
co; es decir, un aguardar la realización de posibilidades concretas y
determinadas, la loteria o un puesto de trabajo. La “espera.. (Erwar-
ten) es una expectación comprensiva y proyectiva. “El esjjerar no es
sólo un desviar la mirada desde lo posible hacia su posible realiza-
ción, sino esencialmente un estar ٥ la espera de ésta. En el esperar
hay un salto desde lo posible a la tierra firme de lo real, y para eso
se espera lo esperado. Partiendo de lo real y apuntando hacia ello se
introduce lo posible en lo real bajo la forma de la espera” (SZ, 262)..
Sitíese de ahf que la espera (Erwarten) puede ser auténtica 0 inau,-
téntica. La espera de la angustia —la espera que ha aceptado resuel..
tamente la posibilidad de la nada— es aquella en que mejor se re-
vela la autenticidad de la existencia; la espera esperanzada (Hoff-
nung) seria, en cambio, una espera confiada e inauténtica.
§5. Dirlase que Heidegger invierte de un modo implacable y
sistemático todas las tesis tradicionales relativas a la esperanza. Para
el pensamiento tradicional —Kant y Hegel comprendidos-, el futu-.
ro auténtico es el de la esperanza; esto es, aquel que pone a Ia exis.
tencia ante su inmortalidad y su posible infinitud, ante la plenitud
‫ﻻ‬ C R IS IS Y LA ESPERA NZA 28t

de 8U propio ser. Para Heidegger, en cambio, sólo es auténtico el fu-


turo cuando abre la mirada de la eXstencia hacia su indudable fini,
tud, hacia la muerte, hacia la posibilidad de no existir, hacia la nada.
La esperanza de una posibilidad de ser, cualquiera qtie ella sea, es
inautèntica; sólo seria auténtica la angustiosa abertura de la existen-
cia hacia la posibilidad de no ser. Para Abelardo, Santo Tomás, Des-
cartes y Kant es magnánimo aquel que de modo razonable se em-
peña en conseguir la grandeza de su ser, siempre en vista de ser ple-
namente. Para Heidegger, la magnanimidad es la conversión de la
angustia en osadía creadora., la grandeza de quien sabe vivir y crear
apoyando su pie sobre la nada. No en vano ha escrito -distendien-
do, hasta hacerlo estallar, el pathos del mundo m o d e r a . que “la
posibilidad está más alta que la realidad” (SZ, 38). A la postre, tal
vez sea Heidegger un Platón para el cual no son reales las ideas.
Pero, .¿no cabe en nuestra existencia la esperanza de una autén-
tica posibilidad de ser? ¿No hay, no puede haber para el hombre
realidades superiores a toda humana posibilidad y modos de ser tras-
cendentes a toda posible temporeidad? El modo de ser que la pre-
gunta hace patente, el ser de una existencia interrogante, ¿puede, sin-
más, ser llamado “finito..? El supuesto ontològico de la interroga-
ción, ¿está sólo constituido por una fini tud y una temporeidad pu-
ras? Con otras palabras : ¿es absolutamente cerrada e irrebasable la
tempórea finitud de la existencia humana? Las exposiciones e inter-
pretaciones habituales del pensamiento heideggeriano dicen que para
el autor de Sein und Zeit esa finitud es una limitación absolutamente
cerrada e irrebasable. En una conferencia de 1924 en torno al tema
del tiempo declaró Heidegger que el filósofo, en cuanto filósofo, nada
sabe de Dios ni de la eternidad; debe resolverse, pues, a “entender
el tiempo desde el tiempo’.. No parece que el “Ultimo Heidegger”,
el de Holzwege (1950) y Einführung in die Metaphysik (1953), se haya
apartado de esa tajante consigna inicial 7. Dentro de la filosofia hei-
deggeriana, la existencia auténtica del hombre no podr'ia ser otra
cosa que la resuelta y animosa aceptación de un horizonte de meta-
fisica nihilidad. Una angustia resignada y magnánima, un vivir en
el mundo
٥٤٥ que la muerte al ojo estorbo sea.7

7 Para lo que atañe a esta segunda etapa de Heidegger, víanse, además de sus.
«crltos y del libro de Lowith antes citado, el opUsculo de p. Chitidi L ’u ltim o «،،'-
degger (Torino, 1952) y el amplio estudio del padre R. Ceflal que precede a la
segunda edición española del libro de Waelhens mencionado en una nota anterior.
282 U ESPERA ! EA ESPERANZA

como en el sigi. XVI decla el poeta y capitán Francisco de Aldana.


serian para el hombre la muestra y el gaje de la autenticidad.
Sin embargo, tal vez no sean las cosas tan sencillas. La imponen-
te salva de interrogaciones que sirve de remate a Kant und das Pro-
blem der Metaphysik termina con éstas: “¿Tiene sentido concebir
al hombre, sobre el fundamento de su más Intima finitud,.... como
’“creador” y, por tanto, como “infinito"? ¿Hay algún derecho a ello?
La finitud de la existencia, incluso como problema, ¿puede acaso ser
-desarrollada sin una “presupuesta" infinitud? ¿Y de qué género es
-ese “pre-suponer” en la existencia? ¿Qué significa la infinitud asf
“puesta”?” (K M , 222). Al término de esa grave serie de preguntas,
cuya consideración le obligaria a revisar su originaria idea del pre-
guntar y, por lo tanto, toda la construcción de Sein und Zeit, Hei-
degger se limita a copiar un texto de la Metafisica de Aristóteles en
-que éste recuerda cómo la cuestión del ente fué propuesta y atacada
en vano antaño, ahora y siempre. Pero la cabal intelección de la es-
peranza humana, ¿no exige acaso de la mente su resuelta instalación
en ese presupuesto de la infinitud? Y, procediendo asi. ¿no quedará
quebrantada en su base esa visión de la esperanza como un modo
inauténtico de existir? Forzoso será examinar de cerca este impor-
iante y sugestivo problema*.

II.—E spe r a n z a y t r a s c e n d e n c ia : G a b r ie l M arcel

También Gabriel Marcel es un testigo y un testimonio de la cri-


«is. Aunque su aventura biográfica le haya conducido a un pensa-
miento trascendente a la historia y, por lo tanto, a una vida espiri-
tuai capaz de sobreponerse a cualquier conmoción “critica”, su alma
se ha formado en el seno mismo de la inseguridad intelectual y la
'inquietud moral de nuestro siglo, “en la corriente del mundo”, como
decía Goethe que deben forjarse los caracteres. Por eso viene a este
capitulo su fina y fecunda visión de la esperanza.
El pensamiento de Marcel acerca del esperar humano no ha sido
por él sistemáticamente expuesto. Fiel a su propio método - l a on-
dulante descripción de la experiencia de 8Í mísm٥—, su autor lo ha
ido expresando a lo largo de muy diversos escritos, desde que en
1913 comenzó a redactar su Journal Métaphysique hasta la publica-
» Deliberadamente he limitado mi exposición de la “elpidologfa” heideggeriana
problema de la esperanza en la existencia aislada. Para lo que atafte a la vi.
.‫ا ﺀ‬
8i٥n heideggeriana de la esperanza histórica, víase el libro de K. Lowith (Heideg-
ger, Denker in dürftiger Zeit) anterlortnente njencionado.
IA C R IS IS U *SPERANZA 283

■dòn de Le mystère de l’être (1951), el más dens, y cnherente de to-


dos sus libros filosóficos. Sólo en la conferencia “Esquisse d'une phè-
noménologie et d'une métaphysique de l'espérance” (1942) incluida
en el volumen titulado Homo viator, reúne Marcel una parte de sus
intuiciones y conceptos en tomo al fenómeno del esperar. Menos
marceliano que él, intentaré mostrar mi honda simpatia por este de-
licado pensador poniendo en rigurosa sucesión orgánica lo que en
sus escritos dispersamente nos ha dicho *.
§ 1. Una intelección cabal de la obra de Gabriel Marcel y un
juicio certero acerca de su pensamiento filosófico exigen tener en
-cuenta varios presupuestos, de los cuales el primero atañe al mét(^
do. Marcel, como he dicho, no es y no quiere ser un pensador sis-
temático. Para el cumplimiento de su propósito intelectual - “resti,
tuir a la experiencia humana su peso ontològico" (EA, 149)—» cree
necesario renunciar a la “filosofia esencialmente espectacular., que
nos ha legado la tradición (EA, 25) y atenerse de modo constante y
exclusivo a la experiencia de su ser viviente y concreto. Para él. “lo
biográfico, por una parte, lo espiritual 0 incluso lo inteligible, por
-otra, no se dejan realmente disociar'. (RI, 46); y asi, más que un
“existencialismo”, mucho más que una formal teoria de la existencia
humana y de la existencia en general, la obra marceliana es —‫ﺀأﺀ‬
venia verbo— un “existirismo”, una intuición vivencial u ontològica,
-descriptiva o metafísica, según los casos, del propio existir, en cuan-
to realización individual y concreta del existir humano en general.
Pero el pensamiento filosófico, que tiene que ser, como Marcel quie.
re, “experiencia'., ¿puede dejar de ser ٥ la vez “visión espectacular”,
'teoria? Si en dos espléndidos versos de Baudelaire
—T ،te ٠á-t،te sombre et limpide
qu’un coeur devenu son m lro lrJ -

se lee pensée donde el poeta dice coeur, se habrá expresado el drama


Intimo de la especulación filosófica. Y, consiguientemente, su proble.
ma irrenunciable.
En estrecha relación con el método de Gabriel Marcel se halla
la definitiva importancia que en el contenido de su propio pensa.
٠ Tendré en cuenta, sobre todo, Journal Métaphysique, 1913-1923 (Paris, 1927).
Position et Approches concrètes ٥« Mystère ontologique, apéndice de Le Monde
cassé (Paris, 1933), Etre «، Avoir (Paris, 1935), Du Refus ۵ W„t>oc٥،i٠» (Paris, 1940),
Homo viator. Prolégomènes à une métaphysique de l’espérance (Paris, 1944) y Le
mystère de l’être (Paris, 1951). En el curso de mi exposición, estos escrito, serán
«itados con las siglas JM, PA, EA, RI, HV y ME.
284 ESPERA y ESPERANZA

miento tiene la más honda de sus experiencias biográficas: su con-


versión al Catolicismo. El 5 de marzo de 1929 escribe en su diario:
“Ya no dudo. Milagrosa felicidad, esta mañana. Por vez primera ho
hecho claramente la experiencia de la gracia. Estas palabras son terri-
bles, pero asi-es.—Al fin he sido cercado por el cristianismo, y me ho
sumergido. ¡Bienhadada sumersión! Pero no quiero escribir más.—Y,
sin embargo, tengo como necesidad de ello. Impresión de balbuceo...
es en verdad un nacimiento. Todo es de otro modo.-Veo claro tam-
bién, ahora,- en mis improvisaciones. Otra metáfora inversa a la an-
terior: la de un mundo que estaba ahi, enteramente presente, y que
al fin aflora.. (EA, 17). El afloramiento de ese mundo ha sido decisivo
en la vida y en la filosofia de Marcel. No podia ni debfa ser de otro
modo. Pero en su situación espiritual de hombre converso y sensible
—“la música era mi verdadera vocación”, ha e s c r ita , ¿no habrá
concedido excesiva amplitud a un empeño peligroso: la inmediata
interpretación psicológica y ontològica de esa “experiencia de la
gracia” ?
Debo mencionar, en fin, los conceptos fundamentales del pensa,
miento marcehano. Son, a mi juicio, cinco: cuatro de ellos reunidos
en dos contraposiciones básicas —“ser" y “haber", “misterio” y “p r^
blema”— y constituido el quinto por la idea de “encarnación”.
Entte el “ser’, y el “haber’. 0 “tener” - e n términos de experien-
cia: entre el “yo soy” y el “yo tengo” e x is te , según Marcel, una
oposición temática. El haber es mi relación con ,algo que de un modo
u otro es exterior a mi, comenzando por mi cuerpo, y tiene como
carácter propio su manifestabili dad 0 exponibilidad: lo que se tiene
puede siempre ser manifestado o expuesto a otro. Habrla una per.
manente tensión de interioridad y exterioridad en el fenómeno de la
posesión; como tal “cosa'., la cosa poseída pone constantemente en
peligro de fracaso mi esfiierzo por incorporarla a mi ser, y de ahf
dos sentimientos —el temor y la ansiedad— que acompañan siempre
a la experiencia de poseer. ‫ ﻣﻞ‬que poseemos nos devora; y nuestro
cuerpo, en cuanto por nosotros es “tenid..., no constituye una ex-
cepción a esa regla !.. En oposición con el “tener” hállase el “ser” a
que se refiere el “Yo soy', de un ente personal. Frente a la exponibili.
dad, aparece ahora la disponibilidad: el ser personal es un ser cons-
titutivamente disponible, hasta cuando más parece cerrarse en si mis.
1. Recuérdese la profunda ex o rie n d a psicológica —y metafísica— de San
Agustín: “Yo soy el que por medio de aquellas ttes cosas —memoria, entendi-
miento, amor— recuerdo, entiendo y amo; yo. que ni soy memoria, ni entendi-
miento, ni amor, pero las tengo, sed haec habeo. Esto puede decir una ۴ rsona que
tiene las tres cosas, y ella no es las tres cosas” (de Trinitate, XV». 22).
LA R I S I S Y LA !SPER A N ZA 285

mo. Tener y ser no son, sin embargo, determinaciones irreductibles


.de la realidad. El tener se incorpora al ser, se trueca en ser, por obra
de la creación y del amor. Creado o recreado por mi, amado por mi,
el “objeto" que tengo pasa a “mi ser" y deja de ser utensilio 0 es-
pectácuO.
Muy próxima a la oposición entre el haber y el ser está la que
existe entre prolilema y misterio. Problema es algo que encuentro
.ante mi y que, por lo mismo, puedo claramente delimitar y reducir;
misterio, en cambio, “es algo en que yo mismo estoy comprometido,
y que, por consiguiente, no es pensable sino como una esfera donde
la distinción del en mi y el ante mi pierde su significación y su valor
inicial” (EA, 169). Con otras palabras: “un misterio es un problema
que rebasa sus propios datos, que los invade, que se excede, por lo
mismo, ya como tal problema” (PA, 267). Como el tener se convierte
en ser por obra de la creación y el amor, el problema queda transfor-
mado en misterio por la virtud del “recogimiento". El pensamiento
de Marcel es asi una reflexión ontològica en busca de una revelación.
Tan fundamental como esos conceptos es el de “encarnación”,
.dentro de la obra marceliana. Su punto de partida es un “Yo existo” ;
esto es, la expresión de la experiencia primaria de mi ser existente.
Pero la existencia, mi condición de ser existente, se me revela de
modo inmediato e insoslayable como “conciencia de mi en mi euer-
po”. Sólo en cuanto hace referencia a mi cuerpo, aunque sea por
modo indirecto, puedo afirmar la existencia de algo. Mi existencia
es, pues, y muy radicalmente, una existencia “encarnada”.
Este sumario apuntamiento nos permitirá entrar con alguna su-
ficiencia intelectual en el mundo de la esperanza marceliana. Trataré
-de exponerlo distinguiendo en él la fenomenología, la situación his-
tórica, la estrurtura metafísica y la dinámica real de la esperanza.
§ 2. Acaso no sea inoportuno exponer la fenomenologia de la ‫ﺀﺀ‬-
peranza, tal y como Marcel la entiende, mostrando sucesivamente
lo que no es la esperanza, lo que se opone a ella y lo que ella signi.
fica, en el orden de la pura descripción.
La esperanza no es, ante todo, el mero deseo. Este tiende siem-
pre a algo muy concreto y determinado, y de ahi su esencial cone-
xión con la técnica y el temor: “un mundo en que triunfan las téc-
nicas es un mundo entregado al deseo y al temor” (EA, 100). La es-
peranza genuina, en cambio, trasciende invenciblemente los objetos
-particulai'es a que parece referirse (HV, 43). Se espera siempre la res-
tauración de un orden viviente en su integridad (EA, 108); se espera,
-en suma, la salvación (EA, 109).
286 ESPERA Y LA ESPERANZA

Igualmente difiere la esperanza del optimismo. Nada más lejos,


del “Yo espero’, que el “Todo se arreglará" con que suele expresarse-
el optimista. El optimismo es siempre superficial: la metafísica de
l^ibniz es profunda, salvo cuando es optimista (H V , 45). El optimis-
mo es, además, oratorio y espectacular. Situado bajo alguna de sus.
fórmulas favoritas - “Siempre se ha visto que a la larga...”, “Si uno-
no se deja detener por...”—, el optimista es un espectador movido,
por la pretensión de ver cómo “las cosas acaban arreglándose", si
uno sabe contemplarlas a suficiente distancia. Poco importa que el
optimismo sea sentimental 0 racional, empirico o metafisico, politico■
o teológico; su entraña existencial es siempre la misma, y la misma
es también su referencia al yo empirico y exteriorizador, al “mo* ;٠٥”.
La esperanza, en cambio, supone una implicación personal en el pro-
ceso que la determina (H V , 45-47). El optimismo hace relación a la.
naturaleza, y tiene su meta suprema en la previsión racional; la
esperanza concierne a la persona, y es siempre entrega y confianza.
Tampoco debe ser confundida la esperanza con la mera vitalidad..
No es aquella, en efecto, la repulsa biológica e inmediata de lo in-
tolerable, llámese enfermedad, cautividad, guerra o exilio. La espe-.
ranza puede sobrevivir a la ruina más total del organismo. Es, sin
duda, un signo de “vitalidad”, pero a condición de no entender esta,
palabra en un sentido crasamente biológico. “La idea de una fisica
de la esperanza es absurda y, según todas las apariencias, contradic-
toria” (H V , 49).
Si de la esperanza se distinguen el deseo, el optimismo y la mera,
vitalidad, opónense a ella la inesperanza y la desesperación. Llama
Marcel inesperanza (inespoir), vertiendo un vocablo de Thomas Har-
dy (unkpe), a la angustia inconcreta, indeterminada y prerreflexiva-.
de sentirse entregado al tiempo (E A , 10Ö). La conexión entre esta ex-
periencia de Gabriel Marcel y los análisis existenciales de Kierke.
gaard y Heidegger es evidente. Cuando la “inesperanza" se refiere a-
un objeto determinado, se trueca en desesperación (E A , 106). La
desesperación supone la computación de las posibilidades con que-
uno cuenta (E A , 116) y tiene en “lo inventariable" su lugar natu.
ral (E A , 148). Cada vez que uno dice “No hay más que...” o “No-
cuento sino con...", siente en el fondo de su alma el choque sordo de-
la desesperación. Desesperar, en consecuencia, es “capitular ante un
fatum impuesto por el juicio” (H V , 49). “Capitular” en el sentido-
fuerte del término, que no es sólo reconocer lo inevitable como tal,
sino deshacerse ante lo inevitable, “renunciar a seguir siendo una
mismo, quedar fascinado por la idea de la propia destrucción, hasta
LA C R ISIS Y LA ESPERANZA 287

€‫ ل‬punt, de anticipari‫( ” ؟‬HV) ‫) او‬. Es, pues, la desesperación ‫ ؟‬na ver.


dadcra “autofagia espiritual". Incapaz de vivir de la realidad, de la
inagotable creatividad de lo real, el desesperado se consume a si mis-
mo en radical y árida soledad (HV, 78) y, como un desertor, huye
ante lo que todavía está en litigio (HV, 65).
Debe rechazarse, en cambio, la idea de que el temor es un sen-
timiento directamente opuesto a la esperanza y constante compafie-
ro suyo. Non dari spent 5‫ ﺀ«ا‬metu, neque metum sine spe, decia
Spinoza “ . Marcel rechaza esta doctrina, de raíz estoica. ‫ ﻣﻞ‬que se
.pone a la esperanza no es el temor, sino una suerte de fatalismo-
pesimista, qtie supone la impotencia de la realidad o que niega a
¿sta aptitud para tener en cuenta no solamente nuestro bien, pero
ni siquiera un bien, en el sentido absoluto del término (EA, 1.8). ‫ﻣ ﺎ‬
opuesto a la esperanza es, según una certera y significativa palabra
española, la “desesperanza".
Este doble deslinde nos permite acceder desembarazadamente a
la descripción de lo que la esperanza es en si misma y por si misma
significa. Busquemos la materia de esa descripción en los tres ele-
mentos que integran la estructura del acto de esperar: el esperante,
lo esperado y la relación que entre el que espera y lo esperado esta-
blece la esperanza.
En el que espera < n el “sujeto., de la esperanza, según la termi-
nologia tradicional- es Jjreciso distinguir, por lo menos, las siguien-
tes notas : cautividad, comunidad, paciencia y disponibilidad. Llama
Marcel cautividad al sentimiento de la imposibilidad de acceder por
medios propios a una plenitud vivida, ya del sentir, ya del pensar.
Un enfermo, un prisionero, un artista en estado de aridez espiritual'
—más ampliamente, cualquier hombre que aspire a su propia pieni-
tud y sienta su propia limitación— son “cautivos”, según la acepción
marceliana de la palabra. Pues bien, “por ima paradoja que sólo sor-
prenderá a las mentes superficiales, cuanto menos es sentida la vida
como cautividad, tanto menos capaz será el alma de ver la luz reve-
lada y misteriosa de la esperanza.’ (HV, 43). La esperanza es de lo.
que no se tiene y se puede tener, dirla San Pablo. Además de vivir
en cautividad, el esperanzado vive en comunidad. Aparentemente,
uno no espera sino para si mismo : la expresión “Yo espero para mi’.'
seria la fórmula central de la esperanza. Un análisis más preciso
muestra, sin embargo, que no hay verdadera esperanza sin amor per.
sonal. Quien espera, no sólo dice “Yo espero'.‫ ؛‬dice también “en ti..'
y “para nosotros'.. “En ti”, porque esperar es siempre confiar en una
11 Ethices III, “Affectuum definitiones", XlI Xin.
288 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

realidad pers٠nal. en un ser al cual se puede llamar “tú " ‫ ل‬y “para
nosotros'., porque lo que se espera atañe siempre y necesariamente
a quien dice “Yo espero” y al “tú” en quien se espera. “Yo espero en
ti para nosotros” : tal es la expresión más adecuada y elaborada del
acto que el verbo “esperar., traduce de manera todavía confusa y
encubierta (HV, 81). De ahí la “pudibundez” de la esperanza, su
carácter “secreto” entre quienes la comparten. Y de ahí, por otra
parte, la creciente degradación de la esperanza, hasta su conversión
en exigencia imperativa y computadora, a través de la serie de fór-
mulas “espero en ti”, “espero de ti", “cuento con que...", “doy por
descontado que...’, y “pretendo", “reivindico” o “exijo de ti”. Tras
la comunidad debe nombrarse la paciencia. El esperanzado es pa.
eiente. sabe dar valor al tiempo de la prueba. Nada más lejos de la
esperanza que el “ahora mismo” del impadente. La expresión “dar
tiempo” —a la persona en qu'ien se espera y al tiempo mismo: “dar
tiempo al tiempo... decimos en castellano- pertenece medularmente
‫ ح‬la esperanza. “Tómese tiempo para responder”, dice al examinando
el profesor que espera en él (HV, 52). Frente a la oculta punta de
soberbia retadora contenida en el giro verbal “espero que.:... - “es-
pero que vengas.., “espero que escribas'.—, el simple “espero” es la
palabra de la paciencia, como el simple “creo', es, frente a la jactan,
cia falsamente humilde del “creo que”, la palabra de la fidelidad
(HV, ^-45 y 60). De nuevo se alza el recuerdo de San Pablo: per
patientiam expectamus. El esperanzado, en fin, vive en disponibili-
dad, abierto al ser de lo real y comprometido a la vez en el proceso
de lo que espera (VH, 47). Aunque la esperanza no deba ser confun.
dida con el optimismo, “las rafees metafísicas del pesimismo son las
mismas que las de la indisponibilidad’. (EA, 106)‫ ل‬la cual no es sino
‫ ا ه‬estado de quien se halla vertido sobre sf mismo, “ocupado de sf
mismo" (EA, 105).
El “objeto” de la esperanza —lo que el esperanzado espera— pue.
-de ser descrito nombrando tres de sus notas principales: la trasCen-
dencia, la incalculabilidad y la independencia. La ya nombrada di-
ferencia entre el genuino “esperar”, siempre abierto, y el “esperar
que”, siempre atenido a una imagen determinada y cerrada sobre
ella, muestra muy bien la esencial trascendencia de lo que en aquél
se espera. La locución familiar “No puedes imaginarte...”, postula
por si misma la esperanza de quien la oye. ¿Es el esperanzado^ como
afirmará siempre el positivismo, un simple iluso, un pobre hombre
que toma sus deseos por realidades? “Cuanto más la esperanza apun-
te a una imagen determinada y se deje hipnotizar por ella, tanto
LA C R ISIS ESPERANZA 289

m á s irre fu ta b le serà esa objeción. C u a n to , p o r e l c o n tra rio , m ás tras-


tie n d a la c a p a c id a d d e la im a g in a ció n , de m o d o q u e el e sp e ra n z a d o se
p ro h ib a la te n ta tiv a d e im a g in a r lo q u e espera, ta n to m ás fá c ilm e n te
esa objeción p o d rá ser re fu ta d a ” (H V , 60). C o n ex a c o n la tra sce n d e n -
cia de lo esp erad o está su incalculabilidad. Si el o b je to d e la e sp e ra n ,
za no p u e d e ser im a g in a b le — y, p o r lo ta n to , n o d e b e ser im a g in a -
d o . , m en o s p o d rá ser re d u c id o a c o n ta b ilid a d , a c o m p u ta c ió n calcu-
la d o ra (E A , 110 y 115; H V , 74). R ecu érd ese lo y a d ic h o acerca d e l
.contraste e n tre la e sp e ra n za , p o r u n a p a rte , y el deseo, el o p tim ism o
y la desesperación, p o r o tra . T o d o lo cu al in d ic a la p e c u lia r indepen-
dencia d e lo esp erad o respecto d e las p o sib ilid ad es d e l q u e espera.
“L a e sp e ra n z a atafie, n o a lo q u e está e n m f y p e rten ece al d o m in io
d e m i v id a in te rio r, sino a lo q u e se p re se n ta com o in d e p e n d ie n te de
m i acción posible, y e n p a rtic u la r de m i acció n sobre m i m ism o ”
(H V , 56). C o n tra la d istin c ió n estoica e n tre lo q u e d e p e n d e y lo q u e
n o d e p e n d e d e 'm i (E A , 108; H V , 67), la a c titu d e sp e ra n z a d a fre n te
al fu tu ro su p o n e siem p re la o p e ra ció n de u n a p o te n c ia a je n a a las
p o sib ilid ad es p ro p ias d e l q u e espera. U n a fó rm u la a la vez a m b ig u a
y clara ex p re sa b ie n esta re a lid a d : “es ig u a lm e n te v e rd a d e ro y, p o r
con secu en cia, ig u a lm e n te falso, d e c ir q u e la e sp e ra n z a d e p e n d e y n o
d e p e n d e d e m i” (H V , 83).
A si concebidos el su jeto y e l o b je to d e la esp e ra n za , la re la ció n
e n tre a m b o s té rm in o s ofrece a la d e scrip ció n v arias n o ta s esenciales,
e n tr e las cuales es p osible d e sta c a r la in c o n fo rm id a d , la o rig in a lid a d ,
la c o n d ició n p ro fó tica y salv ad o ra, la in c o n d ic io n a b ilid a d y la g ra tu i-
d a d . E n e l acto de e sp e ra r h a y u n a ra d ic a l inconformidad, fre n te a
la situ a c ió n de c a u tiv id a d y p riv a c ió n e n q u e se e n c u e n tra e l espe.
ra n z a d o . N i re b e lió n n i a c e p ta c ió n ; ta l es la fó rm u la d e la esperan-
z a (H V , 51). N o es ésta u n reto, com o sabem os, perO p u e d e o s te n ta r
figura d e re to a los ojos d e qu ien es p ie n sa n v iv ir so b re la tie rra firm e
d e la ex p erien c ia , y sólo so b re e lla ; es d ecir, a n te q u ie n es a d ia rio
d ic e n “S iem p re se h a visto q u e ...” o “N u n c a se h a visto q u e ...”
(H V , 68). F r e n te a ese “siem p re ” y ese “n u n c a ” de la e x p erien c ia
calculable, M arce l a fin n a q u e “ la e sp e ra n za sólo es posible e n u n m u n -
do d o n d e h a y lu g a r p a ra el m ila g ro ” (E A , 109). L a originalidad d e l
a rto d e e sp e ra r se rev ela con c la rid a d c u a n d o la m e n te a c ie rta a distin-
g u ir los dos m odos c ard in ale s d e la e x p e rie n c ia : la e x p erien c ia inven-
ta ria d a y c o m p a rtib le d e lo sab id o y consabido, cuyo su jeto es el “se”
del “se sabe., y del “se p ien sa'., y la ex p erien c ia o rig in a l de q u ie n per-
-sonai e in é d ita m e n te se p o n e e n c o n ta c to co n la re a lid a d (H V , 68).
E s ta U ltim a es la e x p e rie n c ia d e la e s p e ra n z a : q u ie n espera, penetr.a
٠٥
290 LA ESPERA LA ESPERANZA

o rig in a lm e n te e n lo real, vive im p o lu to d e to d a c o n ta m in a c ió n p o r


el “se” . S egún esto, “ la e sp e ra n z a su p o n e u n a re la ció n o rig in a l e n tre
la co n cien cia y el tie m p o '’ (H V , 70), y a ella a lu d e M arce l c u a n d o
h a b la d e l carácter profètico de la esp eran za. E s ta seria “u n a p o te n c ia
p ro fè tic a ; n o se refiere a lo q u e debería ser, sin o a lo q u e d e b e rá se r;
dice s im p le m e n te : esto será ” . C o n ta n d o p a c ie n te m e n te c o n e l tiem -
po, la e sp e ra n z a es ta m b ié n “u n b rin c o " so b re e l tie m p o , u n im p u ls o
h a c ia la tra sc e n d e n c ia (E A , 115); es, seg ú n u n a fó rm u la c a ra a l a u to r
d e Hom o viator, “la m e m o ria d e l fu tu ro " (H V , 72), la in sta la c ió n d e
la e x isten c ia e n u n “ tie m p o a b ie rto ” , toto coelo o p u esto al “tie m p o
c e rra d o ” d e la desesperación (H V , 71). Y com o es p ro fè tic a la espe.
ra n z a , asi ta m b ié n es salvadora: es “ el a rm a d e los d esarm ad o s, o,
m á s e x a c ta m e n te , lo c o n tra rio d e u n a rm a , y e n ello reside m isterio*
sá m e n te su eficacia” (E A , 110). N o h a y u n a té c n ic a d e la e sp e ra n z a ,
h a d ic h o v arias veces G a b rie l M arcel. P ero, ¿ n o se le p o d rá o b je ta r,
co n S an P ab lo , q ue, si n o h a y u n a “té cn ica ” , si h a y u n a “ascética”
d e la e sp e ra n z a ? L a incondicionabilidad es o tra d e las n o ta s del es-
p e ra r g e n u in o . E l e sp e ra n za d o n o p o n e c o n d ic io n e s: “e n la m e d id a
e n q u e yo co n d icio n o m i esjjeran za, p o n g o p o r m i m ism o u n lim ite
al proceso p o r el cu al p u e d o tr iu n f a r d e to d a s las decepciones sucesi-
vas. M ás a ú n , e n tre g o u n a p a rte d e m i m ism o a la a n g u stia , c o n c e d .
im p líc ita m e n te q u e si e n ta l p u n to c o n creto q u e d a d ecep cio n ad a m i
espera, q u e d a ré sin recursos fre n te a la d esesperación y caeré e n
e lla ” (H V , 62). A la to ta l in c o n d ic io n a b ilid a d de la e n tre g a d e l es.
Jjeran z a d o co rresp o n d e, e n fin, la re la tiv a gratuidad d e la recep ció n
d e la esp e ra n za , la c o n d ició n g ra tu ita de ésta, incluso e n el o rd e n
p u ra m e n te n a tu r a l: “E n la ra iz d e la e sp e ra n z a h a y algo q u e nos
e stá lite ra lm e n te o frec id o ” (H V , 84). P o r eso p o d e m o s re c h a z a rla ,
com o p o d em o s re c h a z a r el am o r.
§ 3. B asta la su m a ria descrip ció n p re c e d e n te p a ra a d v e rtir cu ál
p u e d e ser, a los ojos d e M arcel, la situación histórica de la esperanza.
E l m u n d o m o d ern o , e n cu y a d iste n sió n c ritic a vivim os los h o m b re s
d e l siglo XX, h a sido p ro g ra m á tic a m e n te re fra c ta rio al v e rd a d e ro es-
p e ra r. E n él h a n prev alecid o dos e n tra ñ a b le s en em ig o s de la esp e.
r a n z a : la desconfianza y el o p tim ism o . E l b u rg u é s — p ro ta g o n ista del
m u n d o m o d e rn o y a rq u e tip o d e l tip o a n tro p o ló g ic o q u e B ergson
lla m ó homme clos— h a vivido, p o r u n a p a rte , e n c e rra d o e n su des.
co nfianza y e m p e ñ a d o en la creación d e u n a sociedad m e ra m e n te
c o n tra c tu a l, sierva d el cálculo y h o stil c o n tra la efu sió n c o n fiad a; y
se h a e n tre g a d o , p o r o tra , al m ás e n c e n d id o o p tim ism o h istó rico .
U n a e x isten c ia asi co n ce b id a desconocerá, e n p rin c ip io , la gen ero sa
‫ﻣﺎ‬ C R ISIS Y ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA 2‫ا ز‬

in g e n u id a d d el “e sp erar e n ” , y se a te n d r à p o r m o d o exclusivo al
avisado y c alc u la d o r “c o n ta r co n " d e la té cn ica y la o rg a n iz a c ió n ra-
cional. ‫ ﻣ ﺎ‬c u al vale ta n to com o d e cir q u e los dos se n tim ien to s subya-
centes al o p tim ism o p ro g resista h a n sido el deseo y el te m o r, raíces
psicológicas d e la o rg a n iz a c ió n ra c io n a l y la técnica.
E ste m u n d o o p tim is ta y desesp eran zad o , e sfo rz a d a m e n te a te n to
a la fe lic id a d y a la s e g u rid a d d e l v iv ir te rre n a l, desconocedor d e la
ex isten c ia u ltra te rre n a y n e g ad o r, e n p rin c ip io , d e l m iste rio d e la
m u e rte , h a v en id o a ser, p o r p a ra d o ja , te rrib le d e stru c to r d e la v id a
h u m a n a : “se h a b ría p o d id o su p o n e r te ó ric a m e n te que, a p a r tir d e l
m o m e n to en q u e la m a y o ría d e los h o m b re s d e u n a d e te rm in a d a so-
d e d a d cesaran d e c re er e n u n a v id a d e u ltra tu m b a , la v id a e n la T ie-
rr a g a n a ría m á s y m ás v alo r a sus ojos y lle g a ria a ser o b je to d e al.
tisim o respeto. Pero, en realidad, ha ocurrido lo contrario. L a v id a
te rre stre h a sido vista, m ás g e n e ra lm e n te c a d a vez, com o u n a especie
de fe n ó m e n o sin valor, sin ju stificació n in trín se c a , y com o o b je to
id ó n eo p a ra u n a serie d e m a n ip u la cio n e s - d e s d e el tra b a jo fo rz a d o
al h o m o c r e m a t o r i a q u e e n o tro c o n te x to m etafisico h a b ría n sido
te n id a s p o r sacrilegas” (M E , II, 149-150). E l m u n d o , q u e se p ro c la m a ,
b a e n a m o ra d o d e la v id a, h a llegado a ser u n m u n d o e n tre g a d o a la
m u e rte , in c a p a z d e re sistir el p o d e r de fascin ació n q u e la m u e rte
ejerce so b re aq u el q u e ve e n ella la U ltim a p a lab ra. H e m o s asistido,
e n sum a, a l le v a n ta m ie n to d e los h o m b re s c o n tra lo h u m a n o ‫ﻋﻞ‬٠ A si
ve G a b rie l M arce l la situ a ció n h istó ric a y social e n q u e su a lm a h a
sen tid o y ex p re sa d o la e x p erien c ia in tim a y salv a d o ra d e la e sp e ra n za .
§ 4. In te n te m o s a h o ra tra d u c ir a té rm in o s ontoldgicos la an te-
rio r d e scrip ció n de la e sp e ra n za . D e su fen o m en o lo g ía, pasem os re-
su e lta m e n te a la in te le cc ió n d e su e s tru c tu ra m etafísica. E n el o rd e n
del ser y d e la re a lid a d , ¿có m o p u e d e y d eb e ser c o n ce b id a la e s p ^
ra n z a ? ¿ Q u é cabe d e c ir d e la re a lid a d d el e sp e ra n z a d o y d e la re a li,
d a d e n g en eral, d esd e el p u n to d e v ista d e la e sp e ra n z a ? L a re sp u esta
de M a rc e l p u e d e ser c o m p e n d ia d a e n esta serie d e a se rto s: e l ser de
q u ie n espera es u n ser deficiente y p e rfe c tib le : la re a lid a d e n g e n eral
es c re a tiv a y re b a sa el o rd e n d e la m e ra p re v isió n : la re lació n d el es-
t r a n z a d o con la re a lid a d a d o p ta e n U ltim o e x tre m o la fo rm a de u n a
re la ció n “yo -tú ” , en la cu al el “tú ” es u n “TU” p e rso n al y a b so lu to ;
la re la ció n con el “T ú ab so lu to ” e n q u e la e sp e ra n z a consiste es a la
vez u n a re sp u esta y u n salto a la tra sce n d e n cia . E x a m in e m o s sucesi.
v a m e n te c ad a u n a d e estas proposiciones.

12 G. M arcel Los hombres contra lo humano (trad, cast., Buenos Aires. 1955).
292 IA ESPERA Y IA ESPERAX ٤A

E l ser q u e e x p e rim e n ta en si m ism o la c a u tiv id a d y la p riv a c ió n


im p lic ita s e n el “Y o espero" es, p o r definición, u n ser deficiente que
c o n fia e n su p ro p ia p erfección. L a lim ita c ió n q u e el cu erp o im p o n e ,
e l d o lo r d e la e x isten c ia te rre n a l y, sobre to d o , la n o c h e q u e e n s e l v e
el co m ien zo y el fin de n u e s tra vida,, m u e stra n al m á s o p tim is ta su
se rv id u m b re y, p o r lo ta n to , su deficiencia (H V , 78). E s ta es se n tid a
p o r el h o m b re e n c u a n to él existe, e n c u a n to él “es" re a l y efectiva-
m e n te e n e l seno de la re a lid a d . ¿ Q u e d a r¿ co n d en a d o , en to n ces, a la
d u ra n e ce sid ad d e a ce p ta rla re sig n a d a 0 d e se sp era d a m en te? E n m o d o
a lg u n o . P a ra sa lir d e la resig n ac ió n y d e la desesperación, le b a sta r¿
c o n n o c e rra r su a lm a a u n s e n tim ie n to ta n o rig in a l y p rim a rio com o
e l d e la p ro p ia deficien cia: u n h o n d o s e n tim ie n to ex isten c ia l d e con-
fian za e n la cap a c id ad c re a d o ra de la re a lid a d , u n a in m e d ia ta incli-
n a c ió n in te r n a a c re er e n la c re a tiv id a d d e lo real. T a l es la ra fz
m e ta físic a d e la esp eran za. E s p e ra r es, dice M arcel, “d a r c réd ito al
u n iv e rso ” (E A , 107), “d a r c ré d ito a la realid ad .. (E A , 108), confiar e n
q u e é sta p u e d e re s ta u ra r la in te g rid a d d e u n o rd e n viviente.
P a ra la e x isten c ia d e l h o m b re deficiente y esp e ra n za d o , la reali-
d a d es in a g o ta b le, in fin ita y responsiva. C o n la c re a tiv id a d q u e en
e lla sentim os, la re a lid a d re sp o n d e a la deficiencia q u e a d v e rtim o s en
n o s o tro s ‫ ؛‬y, re c íp ro c am e n te , n u e stra e sp e ra n z a re sp o n d e a su creati-
v id a d . L a e sp e ra n z a es, e n efecto, “u n a v e rd a d e ra respuesta d e l ser'.
(H V , 40), “la re sp u esta d e la c ria tu ra a l ser in fin ito a l c u a l tie n e la
c o n cien cia d e d e b e r to d o lo q u e ella es y d e no p o d e r p o n e r sin es-
c ¿ n d a lo c o n d ició n a lg u n a ” (H V , 63). P o r el solo h e c h o d e esp erar, e l
e sp e ra n z a d o d escu b re e n e l fo n d o m ism o d e la re a lid a d la o m n im o d a
e x is te n ria d e u n “T ú absolut...» co n el c u a l su e x isten c ia p ro p ia
m a n tie n e - e n niveles del ser m ¿s p ro fu n d o s q u e la p a la b ra expre-
s a - u n a e stric ta re la ció n coloqtfial. U n “T ú ” d e l c u al n o se p u e d e
d esesperar, p e ro d el c u al se p u e d e re n e g a r (H V , 8 3 )‫ ؛‬u n “TU” intir
mior intimo meo. “D esd e el m o m e n to e n q u e d e a lg ú n m o d o m e
a b ism o a n te el TU ab so lu to que, e n su co n d escen d en cia in fin ita, m e
h a h e c h o salir d e la n a d a , p arece q u e p a ra siem p re m e p ro h ib o deses-
p e r a r ‫ ؛‬m ¿ s e x a c ta m e n te , q u e yo a trib u y o d e m odo im p lic ito a la
p osible desesperación ta l c a r¿ c te r d e tra ic ió n , q u e n o p o d ria e n tre -
g a rm e a ella sin p ro n u n c ia r m i p ro p ia co n d en a c ió n '. (H V , 63). C o n su
respuesta, e l e sp e ra n za d o afirm a su re lació n d e fidelidad y a m o r con
la re a lid a d e n q u e existe. N o es, pues, la e sp e ra n z a u n m e ro senti-
m ie n to psicológico, sino la e x p re sió n de u n a ra d ic a l e s tru c tu ra m e-
t a fis ic a ‫ ؛‬n o p e rte n ec e m e ra m e n te a l o rd e n d e l “s e n tir" , sino a l o rd e n
d e l “ser". “ E l a lm a e s c r i b e M arcel— n o es m ¿s q u e p o r la espe­
LA C R ISIS Y LY ESPERANZA 293

ra n z a ; la e sp e ra n z a es q u iz á la estofa d e q u e está h e c h a n u e s tra a lm a .


D esesperar d e u n ser, ¿ n o es n e g a rlo e n ta n to q u e a lm a ? D esesp erar
de si, ¿ n o es su icid arse p o r a n tic ip a c ió n ? " (E A , 117).
T o d o ello in d ic a q u e la e sp e ra n z a se refiere a l ser y n o a l te n e r,
que es m isterio, y n o p ro b le m a (H V , 47). “S‫ ؛‬lo los sere‫ ؟‬e n te ra m e n te
liberados de las a ta d u ra s d e la posesión se h a lla n e n disposición d e
conocer la d iv in a lig ereza d e la e sp e ra n za " (H V , 62). P e ro e l h o m b re
( n su status viatoris, al m enos— n o p u e d e d e ja r d e ‫؛‬.te n e r" : “tie-
ne" su cuerpo, sus facu ltad es, sus cualidades, sus v irtu d es, sus vicios.
E l m a te m á tic o “es" e n c ierto m o d o su ta le n to m a te m à tic o , m a s tam -
bien, y sobre to d o , lo “ tie n e ” , y asi los d em ás. P u es b ie n ; si e n el
in te rio r d e n u e stras h a b ilid a d e s y n u e stro s b ien es seguim os sien d o
perm eables a la e sp e ra n za , “ello acontece a fa v o r d e las b re c h as y
fisuras q u e sub sisten en la a rm a d u ra d e h a b e r q u e n o s re c u b re '.
(H V , 83). C u a n d o e n m e d io d e lo q u e “te n g o ', — riq u e z a 0 p o b re z a,
ta le n to o n e ce d a d — d escu b ro u n a c h isp a d e lo q u e “soy” , c o m ie n zo
a a b r in n e a la esp e ra n za . Y p u e sto q u e e l “te n er., se co n v ierte e n
“ser', p o r la v irtu d tra n s fo rm a d o ra , d ig estiv a y a sim ila tiv a d e la crea,
ción y e l a m o r — tro c a r e l te n e r e n ser es u n a su erte d e “d ig e stió n ”
m etafísica— , síguese d e a h í q u e la a c tiv id a d c re a d o ra y e l a m o r a la
o b ra c re a d a c o n stitu y e n la v ía re g ia de la esp e ra n za . “L a e sp e ra n z a
es u n aspecto v ita l del proceso m ism o p o r e l c u al la creación se cum -
pie'. (H V , 77). ¿S erá necesario d e cir q u e to d a e x isten c ia h u m a n a , ge.
n ia l o v u lg ar, es cap az de c reació n ? L a v id a p e rso n al es siem p re v id a
c re a d o ra : b a sta con q u e m i a m o r se e n c a rn e e n u n a re a lid a d q u e
sin él n o seria lo q u e es, p a ra q u e m i ex isten cia h a y a e je rc ita d o su
cap a c id ad d e cre ar, e n la m e d id a e n q u e ésta es h u m a n a m e n te posi,
ble, y p a ra que, com o a d e h a la , se a b ra a la h u m a n a p o sib ilid a d d e la
e sp eran za. L a a c tiv id a d c re ad o ra , la fidelidad, el a m o r, la g en ero si,
d a d y la e sp e ra n z a se im p lic a n m u tu a m e n te e n la ex isten cia concre-
ta. “A m a r a u n ser es e sp e ra r d e él algo in d efin ib le e im p rev isib le y
d a rle a la vez d e a lg ú n m o d o e l m e d io d e re sp o n d e r a e sta espe.
ra.» (H V , 66). Q u ie n espera, d a ‫ أ‬q u ie n n o espera, e ste riliz a , n ie g a a
la re a lid a d la p o sib ilid a d d e u n a re lació n c re ad o ra . “ Sólo se p u e d e
h a b la r de e sp e ra n z a c u an d o ex iste esa in te ra c c ió n e n tre e l q u e d a y
el q u e recibe, esa c o n m u ta c ió n q u e es el sello d e to d a v id a e s p iritu a l”
(H V , 67).
V id a e sp e ra n z a d a es v id a c re a d o ra : vida, p o r lo ta n to , cu y a su-
cesión te m p o ra l se h a lla a b ie rta a la no v ed ad . E n la e x p erien c ia y a
c o n stitu id a y susceptible de re p e rto rio — la e x p e rie n c ia d e q u ie n as.
p ira a e x istir sub specie praevisionis— , e l tie m p o n o pasa, o, lo q u e
294 ESPERA LA E S P E R A . *

v ien e a ser 1 . m ism o, p a sa sin tra e r n a d a n uevo. E sto , e n el sen tid o


m ás lite ra l d e la p a la h ra , es “d esesp eran te” . D esesp erar es e x istir en
u n tie m p o c errad o a la e m erg en c ia d e la n o v e d a d ; e sp e ra r es existir
e n u n tie m p o a b ie rto a lo nuevo. “Si el tie m p o es p o r esencia separa-
c ió n y com o p e rp e tu a d isy u n ció n de si con relaciO n a si mismO, la
e sp e ra n z a tie n d e a la re u n ió n , a la re c o n c ilia c ió n ; p o r ello, p ero so.
la m e n te p o r ello, es com o u n a m e m o ria d e l fu tu ro ” (H V , 72). M ás
q u e el an g u stiad o , el e sp e ra n za d o a n tic ip a y re ú n e e n e l acto in sta n -
tá n e o de su e sp e ra n z a to d a s sus posibilida'des d e ser, se “e te rn iz a ..,
siq u ie ra sea p o te n c ia l e in te n c io n a lm e n te . L a e sp e ra n z a es, desde el
p u n to d e v ista d e la te m p o re id a d d el q u e espera, “u n e n lace supraló-
gico d e u n re to rn o (nostos) y u n a n o v e d ad p u ra (kainon ti)” (H V , 90).
E s decir, n o stalg ia d e lo nuevo.
Q u e d a p o r n o m b ra r la in d iso lu b le co n ex ió n m e tafísica e n tre la
e sp e ra n z a y la lib e rta d . Sólo p u e d e e sp e ra r u n a e x isten c ia p a ra la
cu al n o sea su situ a ció n u n m ecan ism o necesario (H V , 61); Csto es,
u n a ex isten cia libre. In sta la d o e n su lib e rta d , el h o m b re c re a d o r y
e sp e ra n z a d o co n fia e n la c re a tiv id a d del T ú ab so lu to q u e activ am en -
te yace e n el fo n d o m ism o d e lo real y entrev ó com o p o sib ilid a d el
re m e d io d e su deficiencia. C om o dice M arcel y h a b ía d ic h o S an A gus-
tin , “la z o n a d e la e sp e ra n z a es ta m b ié n la z o n a d e la p le g aria ”
(A E , 108).
¿ Q u é es, entonces, la e sp e ra n z a ? ¿E s posible u n a definición su-
ficiente d e to d o lo q u e es y significa la o p e ra ció n m isterio sa de espe-
r a r? H e a q u i la q u e p ro p o n e M a rc e l: la esperanza es esencialmente
1٥ disponibilidad de un alma, tan Intimamente comprometida en una
experiencia de comunión que puede cumplir un acto trascendente a
la oposición entre el querer y el conocer; un acto por el cual afirma
la perennidad uioiente de que esta experiencia ofrece a la vez gran-
feria y primicia (H V , 90-91).
§5. E stu d ie m o s a h o ra con G a b rie l M arcel, a m o d o d e com pie-
m e n to , la d in á m ic a d e l e sp e ra r e n la re a lid a d c o n c re ta d e la existen-
cia h u m a n a . Y, p a ra ello, com encem os o b serv an d o e l c a rá c te r de
prueba q u e tie n e la situ a ció n desde la c u al se espera. C on su defi-
c ien cia y en su c a u tiv id a d , el e sp e ra n za d o es u n h o m b re e n la prue-
b a. Vita probatio ‫ ﺀ ﺀ ﺀ‬.. q u ie n n o sien ta asi su p ro p ia existencia, ése
v iv irá e n el deseo y la desesperación, a u n q u e el p la ce r p a re z c a en-
volverle. “E n la base de la esp e ra n za h a y la co n cien cia de u n a situa-
ción q u e nos in v ita a d esesperar" (E A , 108); la e x isten c ia h u m a n a es
a la vez riesgo y acep ta ció n del riesgo (H V , 73); “las condiciones d e
LA C R ISIS LA ESPERANZA 295

p o sib ilid a d de la e sp e ra n z a c o in cid en rig u ro sa m e n te co n las de la


d esesp eració n ” (E A , 135).
¿ Q u é p uede, qué debe h a c e r el h o m b re fre n te al riesgo y la prue-
b a ? D os reacciones son p o sib le s: la re tra c c ió n y la creación. E s po-
sitile, e n efecto, q u e el h o m b re ceda a la te n ta c ió n d e re tra e rse e n
si m ism o, “com o si el p o rv e n ir, vaciado d e su su sta n c ia y su m iste-
rio, no p u d ie ra ser sino el re in o d e la re p e tició n p u ra " (H V , 80). Poco
im p o rta q u e la defección q u e d e fa la z y e x te rn a m e n te ju stificad a me-
d ia n te las fó rm u las im p erso n ales d e u n e m p irism o siste m á tic o : b ajo
u n a seg u rid ad a p a re n te , la desesperación - s o r d a , im p la c ab le — con-
tin u a r á m in a n d o el alm a.
M as ta m b ié n es posible q u e el a lm a salga de la p ru e b a e n tre g án -
dose re su elta y a n im o sa m e n te a la creación, la c o m u n ió n y la espe-
ra n z a . A si co n sid erad a, “la e sp e ra n z a co n sistirá e n tr a ta r la p ru e b a
com o p a rte in te g ra n te de u n o m ism o y, a la vez, com o v icisitu d
d e stin a d a a reab so rb erse y tra n s m u ta rs e Cn el seno de u n d e te rm in a -
do proceso c re a d o r” (H V , 53). C re a d o r e n e l d o b le sen tid o q u e y a
conocem os : e n c u a n to su p o n e u n a a c tiv id a d p e rso n a l de la existen-
cia e sp e ra n te y e n c u a n to d e p e n d e de la re a lid a d en q u e se espera,
c re a d o ra m e n te a n im a d a desde su fo n d o p o r u n T ú ab so lu to y provi-
d e n te . E n el “Y o espero e n ti’., el T ú alisoluto es el lazo v iv ie n te y
la g a ra n tia de m i relació n con el tli e m p iric o y p a rtic u la r de m i es-
p e ra n z a .
E s ta reacció n e sp e ra n z a d a a la p rtie b a exige v a le n tia y sacrificio.
‫ ﻣ ﺄ‬p ro p io de la v a le n tia es a fro n ta r n e g a n d o y a firm a n d o a la v e z :
n e g a n d o c o n e n te re z a la “ im p o rta n c ia ” d e aq u ello fre n te a lo cual
se es v alie n te y a firm a n d o con lu c id e z su “e x isten c ia ” . L a v alen tia
del so ldado n o consiste e n c e rra r los ojos al peligro, sin o e n a c tu a r
com o si n o e x istiera el riesgo de m o rir y reco n o cien d o lú c id a m en te ,
a la vez, q u e ese riesgo existe. T a l es la oposición q u e tra sc ie n d e con
su v a len tia q u ie n sabe re a cc io n a r e sp e ra n z a d a m e n te a la p ru e b a (M E ,
II, 159-160). Y esa reacción, ¿seria posible sin sacrificio? E s p e ra n z a
y sacrificio se ex ig en m u tu a m e n te : “n o p u e d e h a b e r sacrificio sin
e sp e ra n z a , y u n sacrificio q u e excluyese la e sp e ra n za seria u n suici-
d io ” (E A , 127). A l fo n d o , la m u e rte , sin cu y a p o sib ilid a d n o h a b ría
lu g a r p a ra la e sp e ra n za del h o m b r e : “U n m u n d o e n qtie fa lta se la
m u e rte seria u n m u n d o e n q u e la e sp e ra n za sólo e x istiria e n estado
la rv a d o ” (E A , 135).
§6. T a l es, re d u c id a a e sq u e m a o rgánico, la bella, su til y pro-
fu n d a te o ria m a rc e lia n a de la e sp e ra n za , la re sp u esta p e rso n al m ás
d e lic a d a m e n te p ro m e te d o ra e n tre to d a s las q u e h a d e te rm in a d o la.
2 ^ ESPERA Y LA ESPERANZA

crisis c o n te m p o rá n e a . E m p a re n ta d a con la re sp u esta d e H e id e g g e r,


e n c u a n to u n a y o tra e c h a n sus raices e n la m ism a situ a ció n , la d e
M arce l es e n c ierto m o d o su c o n tra p u n to . N o seria d ifícil c o n s tr u ir
u n a b u e n a p a rte del p e n sa m ie n to d e G a b rie l M arce l s u stitu y e n d o sis-
te m á tic a m e n te e n el de H e id e g g e r el co ncepto de “a n g u stia ” p o r el
d e “e sp e ra n z a ” . P ero, c o n ello, ¿n o ofreceríam o s u n b lan co dem asia-
do fá c il a qu ien es nos a c u sa ra n d e psicologism o y su b jetiv ism o ? L a
m etó d ica a p elació n d e G a b rie l M arce l a la re a lid a d d e su p e rso n al
experiencia,- ¿ n o le v a n ta rá la o b jeción d e quienes n o “s ie n ta n ” c o m .
él? L a concepción m a rc elian a , ¿será v álid a n o m ás q u e p a ra u n o de
los tip o s d iscern id o s p o r Jasp ers e n su Psychologie der Weltan-
schauungen y n o p a ra los re sta n te s? L a e x p erien c ia d e la conversión,,
ta n h o n d a y eficaz e n la ex isten cia d e M arcel, ta n d ecisiv am en te ilu-
m in a d o ra d e su sensible c o n d ició n d e homo viator, ¿le h a b r á lle v a d ,
a la elab o rac ió n de u n a te o ria d e la e sp e ra n za sólo v.aledera p a ra con-
versos? Q u e d e n a h í, m e ra m e n te fo rm u la d a s, estas p re g u n ta s in e lu d i-
bles. A ellas h a b rá q u e volver e n la U ltim a p a rte dCl Íi.bro.

II I.— L a d esesper a n za com o fo rm a d e vroA : J e a n - P a u l S a r t r e

I m ita r a D ios, p re te n d e r ser D ios, p ro c la m a r la m u e rte d e D io s,


desconocer a D ios ‫ أ‬tales h a b ría n sido, p a ra n o pocos europeos d e
h o y , las e tap a s sucesivas d el m u n d o m o d e rn o . E ta p a s decisivas, fa ta -
les, irre n u n c ia b le s a los ojos d e los h o m b re s q u e a sp iren a v iv ir en
el n iv el d e la liisto ria . “C ad a u n o de ellos h a escrito A lb e rt C a-
m us— dice a su vecino q u e n o h a y D io s; a q u í se a ca b a el ro m a n ti-
cism o.” L ib re s d e D ios, sin necesidad, p o r ta n to , d e reb elarse c o n tra
él, los h o m b re s d e este siglo p o d ría n a p restarse a re c o g er lú c id a y
g e n e ro sa m e n te su p ro p ia cosecha y a d isp a ra r, serenos, el d a rd o d e
su p ro p ia h a z a ñ a : “E n el m e d io d ía del p e n sa m ie n to , el re b e ld e re-
c h a z a la d iv in id a d p a ra c o m p a rtir las lu ch as y e l d e stin o com unes....
E l arco se tu e rc e, la m a d e ra chilla. E n e l áp ice d e la m ás a lta te n .
sidn v a a s u rg ir el im p u lso d e u n a flecha c ertera, d el tiro m ás d u r .
y m ás lib re ’. ٠٥. P ero , ¿es c ierto q u e el h o m b re — u n h o m b re q u e
q u ie ra poseer p le n a y ra d ic a lm e n te su p ro p io ser— p u e d e descoho-
cer a D ios?
M u c h o s h a n creído, a lo larg o d el siglo XIX, q u e D ios h a b ía m u e r-
to. “E l se n tim ie n to sobre q u e descansa la re lig ió n del tie m p o n u e v o
— el se n tim ie n to d e q u e D ios e stá m u e r to ...” , decla H e g e l e n 1802.
‫ال‬ L ’homme révolt¿, 116.. ed. (Paris. 1954), pág8. 377-578.
LA CRJSJS ï ESPERANZA 297

al té rm in o d e su e scrito Glauben und Wissen !.. . c h e n t a años m ás


ta rd e , co n in te n c ió n y énfasis m u y d istin to s, re p e tirá N ie tz s c h e esas
p a lab ras e n u n a p á g in a d e L a gaya ciencia: “ ‫؛‬D io s h a m u e rto ! ‫؛‬D ios
Sigue m u e rto ! ‫؛‬N o so tro s le h e m o s .m a ta d o 11‫ ا ا‬٥. Y poco después aña-
d irá , com o conclusión d e la p rim e ra p a rte d e A s i hablaba Zaratus٠
tra: " H a n m u e rto todos los dioses. ‫؛‬A h o ra q u erem o s q u e viva el Su.
p e r h o m b r e ! " ! . T ra s la d esesperación d e l h o m b re q u e h a m a ta d o a
D ios - “el h o m b re e n lo q u ec id o ” , der tolle Mensch— , e l S u p e rh o m .
bre, p ro y ecto d e u n ser h u m a n o resu elta, exclusiva y h e ro ic a m e n te
a te n id o a su p ro p ia n a tu ra le z a , b rilla rá so b re la h u m a n id a d co m o ‫؛‬
estrella d e n u e v a y definitiva e sp e ra n z a : “N o so tro s, filósofos y h o m .
bres d e e sp íritu lib re, nos sen tim o s com o b a ñ ad o s p o r la lu z d e u n a
n u e v a a u ro ra c o n la n o tic ia d e q u e D ios h a m u e rto . N u e stro cora-
z ó n m a n a g ra titu d , aso m b ro , p re se n tim ie n to , espera. P o r fin se nos
m u e stra lib re el h o riz o n te , a u n c u a n d o n o sea claro ‫ ل‬p o r fin pueden-
n a v e g a r n u e stra s naves h a c ia c u a lq u ie r p e lig ro y es p e rm itid a to d a
osadía a l c o n o c im ie n to : el m a r, nuestro m a r, se h a a b ie rto d e n u e .
vo, y acaso n u n c a h u b o u n m a r ta n a b ie rto '. 17. C om o p a ra M arx,,
a u n q u e p o r o tro s m otivos, la seg u n d a m ita d d el siglo XIX fu é p a ra
N ie tz s c h e u n a plenitudo temporum, la ocasión e n qUe se in ic ia b a la
e tap a decisiva y salv ad o ra d e la a v e n tu ra h istó ric a d e l h o m b re .
E l D ios d e l C ristia n ism o h a m u e rto , y su m u e rte tra e consigo el
h u n d im ie n to d e la c u ltu ra d e O ccidente. M ás 0 m enos te ñ id a d e
e sp e ra n za n ie tz sc h e a n a , esa id e a n o h a d e jad o d e e x istir e n E u ro p a
desde q u e el so litario de Sils M a ria la fo rm u ló . ¿ N ec esita ré re c o rd a r
el g rito de S p en g ler? L a g u e rra d e 1914, in te rp re ta d a com o s u ic i d i,
d e E u ro p a , fu é p a ra m u c h o s e l co m ien zo d e l fin, e l episodio co n e l
cu al la d e ca d e n cia d e O c cid e n te ib a a c o n v ertirse e n d e rru m b a m ie n .
to. D espués d e h a b e r m a ta d o a D ios, el “h o m b re e n lo q u ec id o ” d o
q u e h a b la N ie tz s c h e e n tra b a e n las iglesias p a ra c a n ta r u n Requiem
aeternam Deo; desde 1914 h a s ta h o y , u n c o n sta n te Requiem aeternam
Europae v ien e re so n an d o , m o n o co rd e, e n to d o s los te m p lo s d e la cui-
tu r a o c cid en tal.
Eppur... C o n sid e ra d a la g u e rra d e 1914 com o el c o m ien zo d e u n a
n u e v a e ra e n la h isto ria u n iv e rsal — pocos serán h o y los q u e asi no.1

1 . C it. por M. H eidegger en su ensayo N ietzsches W o rt “G ott is ٠٠،' , p u b i ,


cado en H olzw ege (F ran k fu rt a. M.. 1950). pág. .97.
٤٥ ‫ ﺀآ ه‬fröhliche W issenschaft, en F riedrich N ietzsche. W erke, ed. de A. Baeum-
1er (Leipzig, 1930), t. III, pág. 141. El comentarlo de Heidegger citado en la página,
anterior ha puesto en boga esa tremenda y significativa página de Nietzsche.
'٤٥ A lso sprach Zarathustra, ٠۶. cit., t. IV, pág. 84.
٤٤ D ie frö h lich e W issenschaft‫ ؛‬V. W ir-F u rch tlo sen , Op. c i t i t i n , 1 .٢‫ةب‬١‫ ﺀ‬.
258 LA ESPERA LA ESPERANZA

p i e n s e n - , la v id a u lte rio r a 1918 debe ser v ista com o el c a n to y el dis-


( a n t o sucesivos d e dos m elodías c o m p le m e n ta ria s : la e sp e ra n z a y la
desesp eran za. Q u e b ra d o el u to p ism o de la e sp e ra n za p ro g resista, ro ta
e n casi to d a s las alm as la creen cia e n el seguro a d v e n im ie n to d e la
fe lic id a d u n iv ersal, ¿ p o d ría n los h o m b re s d e . c c i d e n t e c o n stru irse
u n a m o ra d a h is tó ric a d o n d e , a fa v o r d e la b u e n a v o lu n ta d , pervi-
v ie se n los valores q u e h a n sido e l a lm a d e E u r o p a : la v e rd a d , la li-
b e rta d , la Justicia? Si n o u n a e sp e ra n z a te rre n a l a b so lu ta y s e u d .
« scatològica, ta n c ie rta e in e x o ra b le com o las leyes d e la n a tu ra le z a ;
si n o ia e sp e ra n z a d e C o n d o rcet, C o m te y M a rx , ¿seria posible la
m ó d ic a e sp e ra n za d e los q u e c o n su esfu erzo c o tid ia n o a sp ira n a vi-
v ir lib re m e n te , e n te n d ie n d o la re a lid a d d e u n m odo a la vez a n tig u o
y n u ev o , y g o z a n d o d e e lla to d o c u a n to a u n a e x isten c ia in se g u ra y
.-contingente le sea d a d o ? L a d e ca d e n cia d e O ccidente, p o r n a d ie ne-
-gada, ¿ p o d ría ser u n o to ñ o in d e fin id a m e n te p ro lo n g a d o , u n tie m p o
d e gustosos fru to s ta rd ío s?
D u ra n te el decenio d e 1920 a 1930 prevaleció e n E u ro p a la res-
p u e s ta a firm a tiv a a esas dos in te rro g a c io n es. E n e l seno d e m u c h a s
a lm a s p areció a d q u irir frtito y sen tid o u n sacrificio « 1 d e la gue-
r r a d e 1914 a 1 9 1 8 - q u e se ju z g a b a e x p ia to rio e in su p erab le . F u é
la E u ro p a d e G in e b ra , l o c a m o y Stresa. M a x S cheler, T ho.m as
M a n n y e l g ru p o d e D ie Kreatur, e n A le m a n ia ; B ergson, V aléry ,
C la u d e l y D u h a m e l, e n F r a n c ia ; O rte g a y O rs, e n E sp a ñ a , e n tre v ie .
ro n esa m o d e sta y d e lic a d a e sp e ra n z a nu ev a. L a re lig io sid a d cris-
t i a n a conoció u n a “p rim a v e ra litú rg ica ., y su rg ió el “estilo depor-
tiv o .’ del v iv ir; b a s ta los d o c trin a rio s d e l pesim i'sm o irre s ig n a d o y
-entusiasta q u isie ro n a c tu a r b a jo u n signo d e ju v e n tu d , d e giovinez-
za. T a l vez E u ro p a h u b ie ra p e rd id o su em in e n cia , m as n o h a b fa di-
-m itido d e su m isió n n i re n e g a d o d e su e n c a n to .
E l crack d e 1930 h iz o o tra vez p a te n te el p re d o m in io d e la des.
.esperanza. B ajo e l trá g ic o v en d av al d e l Blut und Boden, desespera-
-cián h e c h a v o lu n ta d d e p o d e río y co n q u ista, Jaspers, J ü n g e r y H ei-
d e g g er, el H e id e g g e r q u e n o p u b lic a b a la c o n tin u a c ió n d e Sein und
Zeit, d ie ro n te stim o n io g e rm á n ic o d e la n u e v a situ a ció n d e l e sp íritu
-europeo. Y, com o ellos, M .alraux, B e n d a y P a u l H a z a rd , a este lad o
'd e l R h in , y H u x le y , el H u x le y d e Brave New World, m á s a llá del
C a n a l d e la M a n c h a . D e n tro d e ese m u n d o d e co m o d id a d , inteli-
g e n c ia d e sfo n d a d a y so rd a a m e n a z a se fo rm ó la m e n te d e todos
*cuantos h a b ía n d e le v a n ta r su voz d e fin id o ra después d e 1945.
L os h o m b re s d e 1918 p e n sa ro n q u e su sacrificio h a b fa sido ex-
p ia to rio e in su p erab le . 8‫ ﻣ ﺄ‬d e 1945, v ictim as o esp ectad o res d e u n
LA C R ISIS LA *SPERANZA 299

sacrificio colectivo d ie z veces m a y o r q u e el d e sus p ad res, h a n p e n .


-sado q u e su d o lo r h a sido a b su rd o . Poco después de la seg u n d a gue-
rra m u n d ia l, R o m a in G a ry p u b licó u n a novela ,titu la d a L ’Education
européenne. C u én tase en ella la a v e n tu ra de u n h é ro e de la resis-
-tencia polaca, a u to r d el lib ro Educación europea, e n el cu al h a ex-
puesto las ra z o n es p o r las q u e él co m b ate. M u ere, y u n o de sus ca-
in a ra d a s lee el m a n u sc rito e n el cam po. H a y cerca u n h o rm ig u e ro .
C u an d o el lecto r d e ja en tie rra aq u el m a n o jo de cu artilla s, la p ro .
-cesión d e las h o rm ig a s pasa sobre el lib ro in é d ito . .‘M u c h o m ás h a .
ría fa lta p a ra q u e las h o rm ig a s se desviasen de su sen d a m ile n a ria .
T re p a n so b re el ob stácu lo y tro ta n , in d ife re n te s y a p re su ra d a s, sobre
las p a la b ra s e x tra ñ a s tra z a d a s co n g ra n d e s letras n e g ra s : e d u ca c ió n
-europea. A rra s tra n con o b s tin a c ió n sus b riz n a s rid ic u la s ‫ ؛‬h a ría fa lta
a lg o m u y d is tin to 'de u n lib ro p a ra fo rza rla s a separarse de su carni-
n o , el c am in o q u e m illones d e o tra s h o rm ig a s h a b ía n tra z a d o . ¿ C u á n ,
to s m ile n io s llev an e sfo rzán d o se asi, y cu án to s m ilen io s m ás seg u irá
-esforzándose e sta ra z a rid icu la , trá g ic a e in c an sa b le? ¿ C u á n ta s n u e .
vas c ate d ra le s v a n a c o n s tru ir p a ra a d o ra r a l dios q u e les dió lom o
ta n flaco y c arg a ta n p e sa d a ? ¿ D e q u é sirve lu c h a r, esp erar, re z a r
y cre er? E l m u n d o e n q u e su fre n y m u e re n los h o m b re s Cs el m ism o
q u e el m u n d o e n q u e su fre n y m u e re n las h o rm ig a s : u n m u n d o
c ru e l e in c o m p re n sib le ' . ‫ ا ا‬٠ N o es lo grave q u e estas lineas fu esen
e n to n c e s u n la m e n to sin c e ro ; lo grav e es q u e fuesen la m e n to sinto-
m átic o , voz d e m u ltitu d . ¿ Q u ié n n o re c u erd a , p a ra n o c o n tra e r sólo
a E u ro p a la m ira d a , lo q u e e n la N o rte a m é ric a d e 1945 fu é el retor-
n o d e los c o m b a tie n te s victoriosos? B aste el re c u erd o de u n signifi-
-cativo te stim o n io cin em atográfico : Los mejores anos de nuestra vida.
L os p sico an alistas de la U ltim a p o stg u e rra h a n señ alad o la re la .
tiv a frec u en c ia a ctu a l del q u e lla m a n “co m plejo d e C asp ar Hauser.»
la neu ro sis d e los h is tó ric a m e n te solos, de los in so lid ario s con sus
p a d re s, d e los q u e h a n re h u sa d o u n pasado y n o a c ie rta n a te n e r u n
f u tu r o , de los caren tes d e m e m o ria y e sp e ra n z a v e rd a d e ra m e n te pro-
pias. E x p re sa d a p o r la h is to ria de la p in tu ra , n o p o r u n a lm a vulne-
ra b ie y e n fe rm a , ésa es ta m b ié n la ex p erien c ia q u e recoge M a lra u x
e n su Psychologie de Vart: “E n u n tie m p o e n q u e to d as las o b ras
a n te rio re s son recusadas, el gen io cesa d u ra n te a ñ o s: se c a m in a so-
b re el vacio." N e u ró tic o 0 p in to r, filósofo u h o m b re negocioso, el eu.
ro p e o u lte rio r a 1945 h a sido con h a r ta frec u en c ia u n c a m in a n te
so b re el vacio. H a tra b a ja d o fe b rilm e n te , sin creer q u e su o b ra tu-
viese v alo r d u ra d e ro , y m u c h o m enos v alo r e te rn o ; h a concebido
‫ ا‬٠ Clt. por P. E Simon en UEsprit et l’histoire (Par،،, 1954).
3 .0 ESPERA Y LA ESPERANZA

m il pro y ecto s sucesivos sin q u e n in g u n o d e ellos fuese la re sp u esta


a u n a v o z q u e desde e l U ltim o seno d el f u tu r o le lla m a se ; c a n s a d ,
d e desesperación, h a tra ta d o d e elev ar a sistem a la v id a sin espe.
r a n z a ; e x e n to d e a sp a v ie n to y d e en tu siasm o , h a recogido e n he-,
re n c ia el “D ios h a m u e rto ” d e N ie tz sc h e . H a .p re te n d id o , e n suma,,
c o n v e rtir la d ese sp era n z a e n fo rm a d e vida. U n h o m b re especial-
m e n te re p re se n ta tiv o , Je a n -P a u l S a rtre, va a d e cirn o s su p e rso n a l
m o d o d e e n te n d e r este U ltim o m odo d e la a ltiv e z h u m a n a .
§1. P a ra u n c ristia n o , ¿q u é es e l h o m b re ? Y o creo q u e e sto :
u n ser v iv ien te cread o p o r D ios a su im a g e n y sem e ja n za q ue, d e u n
m o d o u o tro , p o r vía re c ta o e x tra v ia d a , tr a ta d e co n seg u ir la feli-
c id a d q u e co rresp o n d e a su n a tu ra le z a . C on o tra s p a la b ra s : u n ser
d o ta d o d e cu erp o y e sp íritu cu y a e x isten c ia te m p o ra l es, a u n q tie ‫اي‬
n o lo sepa, u n p ro y e c to d e deificación. D esd e S an P a b lo a N ie tz s c h e ,
p a sa n d o p o r K a n t, H e g el y B au d elaire, no h a h a b id o excepciones a
esa regla. ¿ S e g u irá n c u m p lié n d o la los h e re d ero s d el “D ios h a m u e t-
to " ? L a v id a lú c id a , reflexiva e im p la c a b le de u n a teo c o n tem p o rá-
neo, la e x isten c ia d e u n h o m b re p a ra q u ie n la p a la b ra “D ios., carec e
d e sen tid o , ¿ te n d r á n ta m b ié n e n la deificación su id e al su p rem o ?
L a o b ra filosófica d e S a rtre p u e d e ser c o n te m p la d a com o u n a “a n -
tro p o g o n ia ” . N o es u n a “o n to g o n ia ” , p o rq u e p a ra el a u to r d e L ’être
‫ ﺀ ﺀ‬le à n t el “ser e n si” , el Ser p o r excelencia, n o tie n e orig en . E s,
e n cam b io , u n a o n to lo g ia y u n a a n tro p o g o n ia p o rq u e nos h a b la del-
ser y p o rq u e p re te n d e d e sc rib ir el o rig e n d e l “P ara-si", d e la e x isten -
cia h u m a n a , a p a r tir d e l “E n s i ” ; y es ta m b ié n u n a a n tro p o d ic e a por-
q u e se p la n te a el p ro b le m a de la justificación U ltim a d e ese “P ara-sf*
cu y a génesis h a descrito. V eam os desde este p u n to d e v ista la id e a
s a rtria n a d e la esp eran za.
“ E n el p rin c ip io e ra el V e rb o ” , dice el E v a n g e lio d e S an J u a n .
“E n el p rin c ip io e ra el E n-sí” , e n se ñ a S a rtre. Sólo te n ie n d o e n cu en -
ta esta a trib u c ió n d e u n c a rá c te r a b so lu ta m e n te o rig in a rio a l E n -sf
p o d rá e n te n d e rse el m eollo d e l p e n sa m ie n to sa rtria n o . S a rtre, c o m .
es sabido, a b o rd a la descrip ció n d el E n-sí p o r dos vias d istin ta s, la
o n to lò g ica y la vivencial, la de L ’être et le néant y la d e ‫ م ﺀ‬nausée.
S egún aq u élla, e l E n-sí es el “ser q u e es", sin m á s; e l ser opaco, s in
d e n tro n i fu e ra , m acizo, sin a lte rid a d , e n el q u e no cabe d is tin g u ir
a cto y p o te n cia. “ In c re a d o , sin ra z ó n de ser, sin relació n a lg u n a co n
o tro ser, e l ser-en-sí está d e m ás p a ra la e te rn id a d .’ ‫ ؛‬٠. L a descrip ció n
1» V itr e ‫ﺀ‬، le niant, 32.. cd. (Paris, 950 ‫)ل‬, pág. 34. En lo sucesivo. EN. H t
traducido el texto anterior literalmente. Su sentido será mejor percibido, 8,ln em.
bargo, leyendo “está de más para ،‫ ﻫﺺﺀ‬la eternidad” o “para in aeternum” (de tropf
pour l’iterniti).
LA C R ISIS ٢ u ESPERANZA Ml

vivencial, o b te n id a m e rc e d a u n a co n tem p lac ió n d e la re a lid a d sen.


,sible q u e e x clu y a to d a re la ció n de “fa m ilia rid a d .., m u e stra a l En-S٤
.como u n a m asa h o m o g én ea, a m o rfa , viscosa, co m p acta, p asm ad a, es-
tu p id a m e n te c o in cid en te consigo m ism a, ra d ic a lm e n te a b stird a e in-
U til: ta l es el re su lta d o a q u e llega el a u to an á lisis sistem ático y con-
secuente d e l ted io , la e x p erien c ia d e la “n áu sea'.. Sólo la o p e ra ció n
de la co n cien cia h u m a n a d a rla d iv ersid ad y e s tru c tu ra a esa densa,
tediosa y n a u se a b u n d a h o m o g e n eid ad .
E n el p rin c ip io era el En-sí. E . M o u n ie r h a te n id o el a c ie rto de
c o m p a ra r e l E n -sí al ápeiron de A n a x im a n d ro ٥٥ ; o tro s h a n p re fe rid o
— m enos c e rte ra m e n te , a m i ju ic io — re c o rd a r el ser d e P a rm é n id e s
٠ la p u ra “e x ten sió n " de la res extensa cartesia n a. ¿ N o será e q u ip a ,
ra b ie S a rtre, p o r v e n tu ra , a u n p reso crático q u e del pensam iento, cris-
tia n o sólo conociese la n o c ió n de lib e rta d ? U tiliz a n d o la d istin c ió n
q u e él m ism o establece e n tre el to pan de los griegos (el to d o de la
re a lid a d cósm ica) y e l ÍÒ holon (la to ta lid a d c o n stitu id a p o r el eos-
m os y e l vacio in fin ito q u e a l cosm os rodeaba), p u e d e lic ita m e n te
d ecirse que, p a ra S artre, el E n-sí es el ápeiron a n te rio r a la consti-
tu c ió n de ÍÒ pan e n kosmos y, p o r lo ta n to , en G holon: u n ápeiron
.que, visto desde la lib e rta d , n o p ro d u c e el asom bro, com o e n A n a .
x im a n d ro , sino la n áusea. V isto desde la lib e rta d , p o rq u e “carece de
to d o sen tid o p re g u n ta rs e lo q u e era el ser antes d e la a p a ric ió n del
para-si” (E N , 715).
H e aquf, sin e m b arg o , q u e u n d ía sin “c u á n d o ” , y d e u n m o d o
a b su rd o , g ra tu ito e im p en sab le, su rg ió e n la m a sa h o m o g é n e a e in .
d ife re n c ia d a d el E n-sí u n a su e rte d e b re c h a m e ta físic a : u n a “des-
c o m p re sió n d e se r’., u n m odo d e ser cap a z d e in te rro g a c ió n . N ació ,
pu es, la lib e rta d , la ex isten c ia h u m a n a , el P a r a s i ; u n ser c u y a re a .
lid a d es p u ra m e n te in te rro g a tiv a , p o rq u e “ si p u e d e p ro p o n e r cues-
tio n es — si p u e d e p re g u n ta r— es p o rq u e él m ism o está .Siempre ‫„ ﺀ‬
cuestión’*; u n m o d o d e re a lid a d , e n consecuencia, cuyo ser “n o está
n u n c a dado, sino interrogado” (E N , 715). C on este nu ev o m o d o de
se r c o m ie n z a la h isto ria , p asa G pan a ser G hólon y es posible la
o n to lo g ia : “E l ser p o r el c u al e l por qué llega a l ser t'iene d e re ch o a
p ro p o n e rse su p ro p io por qué, p u e sto q u e él m ism o es u n a in te rro -
gación, u n por qué” (En, 714). A este m o d o d e ser o “s e rp a ra -s f.
c o n sa g ra S a rtre su vigorosa especulació n o n to lò g ic a ; y, com o H ei-
degger, c o m ie n z a su e m p re sa d e sc u b rie n d o q u e la ex p resió n p rim a ,
ria d e l P ara-si es la in te rro g a c ió n d P ara-si es u n ser c u y a exis-
2» “Perspectives existentialistes et perspectives chrétiennes”, en L ’espoir ٥«
désespérés (Parts, 1953), pág. 165.
302 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

te n c ia c ٠ n siste p rim a ria m e n te en p r e g u n t a r - y h a cié n d o se c u e s tio .


de Io q u e la in te rro g a c ió n sea (E N , 37-40).
P e ro si el m é to d o de S a rtre es, e n su a rra n q u e , e stric ta m e n te h e i-
d e g g erian o , la in tu ic ió n fu n d a m e n ta l a q u e se a p lica n o p u e d e s e r
m ás d is tin ta d e la q u e e l filòsofo d e F rib u rg o c o n tem p la. A los ojos,
d e S a rtre, el P ara-sl h a b ría su rg id o im p e n sa b le m e n te e n e l seno a m o r-
fo d e l E n -sf: ٠٠todo pasa como si el E n-sí, e n u n p ro y e c to p o r fu n -
d a rse a si m ism o , se diese la m odificación d el P ara-si” (E N , 715).
P a ra H e id eg g e r, e n cam bio, la n a d a es e l h o riz o n te m etafisico d e la
existencia, su té rm in o d e re fe re n cia absoluto. “ ¿ P o r q u é h a y Ente, y-
n o m ás b ie n N a d a ? ” , léese en la U ltim a lin e a d e ]Vas ist Metaphysikt
‫ ﻣ ﺎ‬c u al q u ie re d e cir q u e si, en el p e n sa m ie n to d e H e id eg g e r, la n a d a
a c tú a com o u n d a to m etafisico p rim a rio — a u n c u a n d o la m e n te h u .
m a n a n o p u e d a c o n ce b irla sino com o u n “ no ser” de sus p ro p ia s p o -
s ib ilid a d e s - , e n el de S a rtre la n a d a ajjarece n e ce sariam e n te c o m .
u n a n e o p ro d u c c ió n 0 , p a ra ex p resarlo s a rtria n a m e n te , com o u n a “se-
creció n d e l ser". E l p re su p u esto tà c ito d e la m eta física d e H e id e g g e r
es el ens ex nihilo d e la d o g m á tic a cristiana,, el p rim e r f u n d a m e n t ,
d e la filosofia d e S a rtre es, e n cam bio, el nihilum ‫ * ﺀ‬ente d e la phy-
siologla preso cràtica.
T o d o s los c am in o s d e la su til a n a litic a s a rtria n a c o n d u c e n a la.
v isió n d e l h o m b re - d e l Para-sl— com o el ser p o r e l c u al “la n a d a
vien e a l m u n d o .' (E N , 60). N o p o rq u e e l P a ra ٠sl p u e d a “a n iq u ila r”'
(anéantir), n i siq u ie ra p ro v isio n a lm e n te, la m a sa d e ser p u e sta f r e n te
a él ^ o n o tra s p a la b ra s : n o p o rq u e él sea c ap a z d e re d u c ir e l s e r
a n a d a , lo cu al seria im p o sib le e im p en sab le— , sino p o rq u e to d as sus■
posibles relaciones con el ser — in te rro g a r, conocer, m a n e ja r, utilizar,,
e tc é te ra — co nsisten e n “n ih iliz a r” (néantiser) el En-s'í, e n ro d e a rle
d e u n a p elicu la d e n a d a . Pensem os, p o r ejem p lo , e n la a c tiv id a d más.
ra d ic a l y p rim a ria del Para-si, e n la p re g u n ta . ¿Q ué es preg u n tar?-
P re g u n ta r es, p o r lo p ro n to — nos dice S a rtre — , estas dos cosas: la
seg u rid a d d e n o sab e r y la p o sib ilid a d de o b te n e r d e la re a lid ad , a-
q u ie n in te rro g o - d e l ser— u n a re sp u esta n e g a tiv a : “ la p re g u n ta es-
u n p u e n te te n d id o e n tre dos no-seres: el n o ser d el sab e r e n el hom -.
b re , la p o sib ilid a d d e no-ser e n el ser tra s c e n d e n te ” a la conciencia-
q u e in te rro g a (E N , 39). E x iste ta m b ié n , c ie rta m e n te , la posibilidad'
d e o b te n e r u n a re sp u esta p o sitiv a o, co m o suele decirse, de c o n o c e r
u n a 'verdad. P e ro esa respuesta, ¿ en q u é consiste, si se la e x a m in a
co n a te n c ió n ? E n U ltim o té rm in o , en p o d e r d e c ir: “ E s asi y n o de-
o tro m o d o .” ‫ ﻣ ﺎ‬cu al nos en señ a q u e la v e rd a d , e n c u a n to d ife re n -
c iació n d el ser, in tro d u c e u n te rc e r no-ser en la d e te rm in a c ió n de-
LA C R ISIS ٢ IA ESPERANZA 30

Ia p re g u n ta : el no-ser d e lim ita c ió n . “U n trip le n o s e r c o n d icio n a,


pues, -toda in te rro g a c ió n y, e n p a rtic u la r, la in te rro g a c ió n m etafisica'.
(EN , 40). In te rro g a n d o o n to lò g ic a m e n te acerca de la in te rro g a c ió n ,
el Para-si d e sc u b re q u e su a c tiv id a d p rim a ria consiste e n o rla r d e
n a d a u n a p a rc ela d e l ser-e n sl, e n “seg reg ar u n a n a d a ” que le aisla
de la m asa de ser -ante la c u al e stá ; y “a esta p o sib ilid a d q u e la re a .
Iidad h u m a n a tie n e d e seg reg ar u n a n a d a q u e la aisla. D escartes,' y
antes los estoicos, le h a n d a d o u n n o m b re : es la libertad” (E N , 61).
O bsérvese que, p a ra S a rtre, la lib e rta d n o es u n a “p ro p ie d a d ” ٠
“fa c u lta d ” q u e posee el Para-sf y p o n g a e n acto en c a d a u n a d e las.
situaciones d e su e x isten cia te m p o ra l, sino, m u c h o m ás ra d ic alm en -
te, el p rin c ip io q u e m e ta fisic a m e n te le co n stitu y e. E l P ara-sl n o tie n e
u n a n a tu ra le z a o u n a esencia “p re v ia s’’ a su ex isten cia y d o ta d a s “p a ra
siem p re” d e lib e r ta d ‫ ؛‬es, p o r el c o n tra rio , u n a ex isten c ia q u e fib re
e in te rro g a tiv a m e n te tie n e q u e h acerse su p ro p ia esencia. E l “ q u ié n ”
de la e x isten c ia h u m a n a es u n a p u ra lib e rta d e n c a m a d a e n la d e n sa
y viscosa fa c tic id a d d e u n cu erp o c a re n te de u n a esencia p re v ia m e n .
te d a d a y c o n d e n a d a a h a cé rsela c o n q u ista n d o sucesiv am en te sus p ro -
pias p o sib ilid ad es d e ser. E l h o m b re , en su m a, seria u n “q u ié n ” li.
b re c u y a e x isten c ia es la c o n q u ista d e u n “q u é ” sucesivo e in c ie rto .
A la p re g u n ta “ ¿ Q u ién e re s? ” , el h o m b re d e b e rla c o n te s ta r: “ Soy
m i lib e rta d ” ‫ ؛‬a la p re g u n ta “ ¿Q ué e re s? ” , su resp u esta d e b e rla s e r:
“Soy lo q u e p o r m i m ism o h e q u e rid o ser y q u iero ir sien d o .”
E se c o n sta n te d e sp la z a m ie n to del P a ra .sl h a c ia la lib re y c re a d o ,
ra c o n q u ista d e sus posib ilid ad es d e ser c o n stitu y e su te m p o ra lid a d
y d a la clave p a ra e n te n d e r o n to lò g ic a m e n te el pasado, el p re sen te y
el fu tu ro d el e x istir h u m a n o . P e ro a n tes de in q u ir ir la concepción
s a rtria n a d e la p o sib ilid a d y el fu tu ro b u e n o será d e slin d a r los dos
m odos c ard in ale s d e re a liz a r esa in e x o ra b le c o n q u ista d e l p r o p i .
“ q u é” . L a lib e rta d , cu y a fo rm a p rim a ria es la in te rro g a c ió n , condu-
ce, com o h e m o s visto, a l d e sc u b rim ie n to d e la n a d a ‫ ؛‬es d ecir, a una-
ex p erien c ia a n g u stio sa y te rrib le . L ú c id a m e n te p a ra el filósofo, t u r .
b ia y o sc u ra m e n te p a ra el h o m b re d e la calle, ser lib re es s e n tir que-
la ex isten c ia p ro p ia consiste e n u n a c o n sta n te p ro d u c c ió n de n a d a.
T a n a rd u a y m e d u la r ex p erien cia, ¿ se rá n to d o s los h o m b re s capaces
de so p o rta rla ? S a rtre p ie n sa q u e no. H a y alg u n o s - l o s cobardes y
c o n fo rm is ta s 0 ‫؛‬, com o él prefiere decir, los “fa rsan tes” , los “in d e ,
centes” , los “serios”— que, en lu g a r de e x istir a b rie n d o los OJOS ante-
la a u té n tic a re a lid a d -del ser h u m a n o , prefieren e n g añ a rse e n tre g á n -
dose con “ m a la fe" a la id e a d e q u e existe u n m u n d o “o b jetiv o ” aje.
n o a la lib e rta d del h o m b re y c ap a z d e s u ste n ta rla e n su incierta.
304 LA ESFERA ï ‫ دا‬ESPERANZA

a v e n tu ra te m p o ra l: el m u n d o de la p re v isió n ra c io n a l (la ciencia),


e l d e la co nven ción social (m o ral b u r g e s a , m o ra l m a rx ista ) o e l de
u n a re a lid a d e sp iritu a l tra s c e n d e n te a l espacio y a l tie m p o (m etafi-
sica d e la su sta n c ia y la esencia, religión). “E l e sp íritu de seried ad
tie n e la do b le c a rac te rístic a de c o n sid e ra r los valores com o d ato s tras-
te n d e n te s , in d e p e n d ie n te s d e la su b je tiv id a d h u m a n a , y d e tra n s fe rir
el c a rá c te r deseable d e la e s tru c tu ra o n to lò g ic a de las cosas a su sim -
p ie c o n stitu ció n m a te ria l. P a ra el e sp íritu de seried ad , el pan es de-
seable. p o r ejem plo, p o rq u e es necesario v iv ir (valor escrito e n el cie-
lo in telig ib le) y p o rq u e e l p a n es n u tritiv o '. (E N , 721).
M u y o tro será el caso del h o m b re a le rta d o y resuelto. E ste sabe
s o p o rta r co n e n te re z a la ex p erien c ia de la n a d a y a d v e rtir c o n lu-
c id ez q u e el té rm in o d e c u a lq u ie r deseo n o es y n o pU ede ser o tra
to s a q u e u n fracaso m etafisico. ‫ﺛﻢ‬Q u è es. e n efecto, desear algo? N o
ta n to q u e re r d e ja r d e s e n tir ese deseo com o a sp ira r a la vez a su
satisfacció n y a la p la c e n te ra conciencia d e q u e esa satisfacció n se
p ro d u c e . Q u ie n desea, p o r ejem plo, b e b e r a g u a — q u ie n tie n e sed—
n o a sp ira e n rig o r a n o te n e r sed, lo c u al seria ta n to com o q u e re r n o
h a b e r te n id o sed, deseo d istin to d e la sed m ism a, sino a q u e coinci-
d a n e n su e x isten c ia la sacied ad y la co n cien cia d e b e b er. D ic h o d e
. t r o m o d o : q u ie n tie n e sed p re te n d e la c o in cid en cia de u n a p le n ittid
(la saciedad) y la co n cie n c ia d e u n a c aren cia (el g u sto d e beber), lo
c u a l es im posible, o b ien, e n té rm in o s o n to ló g ic o s: to d o deseo es la
im p o sib le asp irac ió n d e u n P ara-si a c o in c id ir con el E n-sí (sariedad),
sin d e ja r d e ser P ara-si (conciencia de satisfacción). Que le coeur
devienne son miroir, d iria B au d elaire. D e a h i la decep ció n q u e inevi-
ta b le m e n te a c o m p a ñ a a l logro d e c u a lq u ie r deseo y, m ás g en eralm e n -
te, a la re a liz a c ió n d e c u a lq u ie ra de las p o sib ilid a d es de ser q u e la
e x isten c ia h u m a n a d escu b re o in v e n ta . E l h o m b re es u n ser q u e no
p u e d e descansar. Si p u d ie ra d e te n e r — h ip ó tesis a b su rd a — el curso
te m p o ra l de su e x istir, se lo im p e d iria esa im p o sib ilid a d d e u n a p le n a
c o in c id e n c ia e n tre la re a lid a d y e l espejo, e n tre el ser y el nO ser.
N o p u d ie n d o in m o v iliz a r su p ro p ia fluencia, el descanso es doble-
m e n te im posible, p o rq u e la re a liza c ió n m ism a d e c u a lq u ie r posibili-
-dad a b re a la ex isten cia u n h o riz o n te de nu ev as p osibilidades, la r ^
d e a de n a d a . L a vivencia m ás p ro p ia de la satisfacción de u n deseo
( S el fam oso “ ‫ﺛﻢ‬Y n o e ra m ás q u e e sto ? ..; e x p re sió n q ue, co m o dice
S a rtre, n o se ,refiere al p la ce r c o n creto q u e d a esa satisfacción, sino
-al d esv a n e cim ien to d e la e sp e ra d a co in cid en c ia d e l e x iste n te consigo
m ism o (E N , 146). E n re s u m e n : el P ara-si se p ro y e c ta siem p re m ás
a llá d el En-sí.
LA C RISIS LA ESPERANZA 305

F re n te a la c o b a rd ía y la “ m a la fe” d e los “ in d e ce n te s” y los “se-


rio s” , la resolución y la lu c id e z d el h o m b re a le rta d o so n capaces d e
d e slin d a r e n to d o m o m e n to el ser y la n a d a , y d e e x p e rim e n ta r u n o
y o tra p o r se p a ra d o : el p u ro ser, el En-sí, m e d ia n te la y a d e sc rita ex-
p erien cia d e la “ n à u se a ” ; la n a d a , desv elan d o vivencial y an alitica -
b ren te lo q u e e n si m ism as so n la conciencia, la p o sib ilid a d y la li-
b e rta d . ¿Q u é es la c o n cien cia? E n el fo n d o , n o ser lo q u e se es, por-
q u e la c o n cien cia es siem p re “conciencia-de” , p ro y e c ció n e x c è n tric a
lo q u e la c o n cien cia m is m a : ser lo q u e no se es y no ser lo q u e se es.
a su m ir e n la p ro p ia ex isten c ia el ser d e lo conocido. ¿ Q u é es, p o r
co n sig u ien te, la co n cien cia de u n a p o sib ilid a d ? E n U ltim o e x tre m o ,
lo q u e la c o n cien cia m is m a : ser lo q u e n o se es y no ser lo q u e se es.
¿Y q u é es, e n fin, la lib e rta d ? O n to lò g ic a m en te , u n a c o n stim tiv a
n ecesid ad q u e o b lig a a la ex isten cia a ser ro d e a n d o d e no-ser la z o n a
de la re a lid a d a q u e c o n c re ta y su cesiv am en te se aplica. V iv ir con
.au ten ticid a d seria, e n consecuencia, a d v e rtir q u e la ex isten cia h u -
m an a, el Para-sl, n o es o tra cosa q u e ser ap o yado en la n ad a.
N o será d ifícil colegir la id e a s a rtria n a del fu tu ro . L a tem p o ra-
lid a d d e la e x isten c ia se c o n stitu y e, com o h e m o s visto, e n v irtu d del
co n sta n te d e sp la z a m ie n to d e l P ara-si h a c ia la realiza c ió n de u n a po-
sib ilid a d su sc ita d o ra d e o tra p o sib ilid a d u lte rio r. S egún esto, e l fu .
tu ro es lo q u e yo h e de ser p u d ie n d o n o serlo. E n ta n to q u e fu tu ro ,
e l fu tu ro n o tie n e ser. “E l F u tu r o n o es, sino q u e se posibiliza. E l
F u tu r o es la p o sib ilizació n c o n tin u a de los Posibles com o el sen tid o
d e l P ara-sl p resen te, e n c u a n to ese sen tid o es p ro b le m á tic o y escapa
ra d ic a lm e n te com o ta l a l P a r a s i p re se n te ” (E N , 174). Y com o esto
.acontece h a s ta la m u e rte , d e b e d ecirse que, e n el rig o r d e los tè rm i-
nos, la e x isten c ia h u m a n a es u n p ro y e c to a la vez necesario e irreali-
'Zable, forzoso e in ú til. C o m o el asno q u e co rre h a c ia u n a z a n a h o ria
fija a n te él y q u e él m ism o d esp laza, el P ara-si co rre c o n sta n te m e n te
h a c ia u n posible q u e su m is m a c a rre ra h a ce a p arec er a n te él, q u e n o
es o tra cosa q u e su c a rre ra y q u e p o r ello se define com o in alcan -
zable. “C o rrem o s h a c ia n o so tro s m ism os, y som os, p o r ta n to , e l ser
q u e n o p u e d e ju n ta rs e consigo. E n u n sen tid o , nue.stra c a rre ra está
d esp ro v ista d e significación, p u e sto q u e el té rm in o n o e stá n u n c a
d ad o , sino in v e n ta d o y p ro y e c tad o a m e d id a q u e c o rrem o s h a c ia él.
E n o tro sen tid o , n o p o d em o s re h u s a r esa significación q u e la c a rre ra
r.echaza, p o rq u e , a p esar d e to d o , lo posible es el' sen tid o del P a r a s i”
A si, h a y y n o h a y sen tid o en la fu g a d e la e x isten cia h a c ia lo posi-
b le (E N , 253).
Y si esto es el fu tu ro , ¿q u é espera, qué p u e d e esperar, qué debe
20
306 ESPERA Y LA ESPERANZA

e sp e ra r el h o m b re co n o ced o r de su p ro p ia re a lid a d y resu elto a acep-


ta r la co m o e lla es? T o d a la ex isten cia d e l h o m b re es u n a c o n sta n te
asp irac ió n a ctiv a h a c ia u n m o d o d e ser e n q u e c o in c id a n p le n am en -
te el P a r a s i y el E n -sí; d ic h o m enos té c n ic a m e n te , el h o m b re a sp ira
a la defin itiv a posesión de u n a p le n itu d q u e se co n tem p la gozosa e
in a c a b a b le m e n te a si m ism a. A sp ira el h o m b re , e n su m a, a ser D ios.
M u y e x p líc ita m e n te lo dice S a rtre : (‘E ste id e al — el de lle g a r a se r
e n -s í-p a ra - s í- p u e d e ser lla m a d o D ios. A si, p u e d e d ecirse q u e lo q u e
h a c e m ás concebible el p ro y e c to fu n d a m e n ta l d e la re a lid a d h u m a ,
n a es q u e el h o m b re es el ser q u e p ro y e c ta ser D io s... Ser h o m b re
es te n d e r a ser D ios 0 ‫آ‬, si se prefiere, el h o m b re es fu n d a m e n ta lm e n te
deseo d e ser D io s” (E N , 653-654). E l h o m b re es u n ser cu y a existen-
cia te m p o ra l es u n p ro y e c to d e deificación, d ecía yo p á g in a s a trá s. A
p rim e ra vista, S a rtre confirm a y h a sta e x tre m a esta tesis fu n d a m e n ,
ta l d e la a n tro p o lo g ía c ristian a.
P e ro acaece q u e si el h o m b re espera ser D ios, espera lo q u e n .
p u e d e esp erar, espera u n im posible. N o sim p le m e n te p o rq u e el h o m -
b re n o p u e d e “co n v ertirse e n " D ios, sino p o r algo m u c h o m ás g ra v e
y ra d ic a l: p o rq u e la n o ció n d e D ios es e n si m ism a c o n tra d ic to ria .
U n “E n-sl-Para-si", dice S a rtre, es a b so lu ta m e n te im p e n sab le y ab-
su rd o . Si D ios e x istiera, seria u n P ara-sl absoluto, n o c ió n im p e n sa b le
e im p o sib le, p o rq u e to d a conciencia es y n o p u e d e n o ser “concien-
c ia-d e'.j y seria, a la vez, u n E n-sl absoluto, lo c u al le im p e d iria ٥ ra•
dice la co n cien cia d e si m ism o . E l h o m b re es u n deseo d e ser Dios,,
p e ro D io s es im p e n sab le e im posible, n o existe y n o p u e d e e x is tir ‫؛‬
lu eg o el h o m b re es u n a p a sió n in ú til. T a l es el célebre a se rto con q u e
te rm in a e l in g e n te cu erp o d e L ’être et le à n t : “T o d a re a lid a d h u -
m a n a — to d o Para-sl— es u n a pasió n , en c u a n to p ro y e rta p e rd e rse
p a ra fu n d a r e l ser y p a ra c o n s titu ir al m ism o tie m p o e l E n-sl q u e
escapa a la c o n tin g e n c ia siendo su p ro p io fu n d a m e n to , el Ens causa
sui q u e las relig io n es lla m a n D ios. A si, la p a sió n d el h o m b re es la
in v e rsa d e la p a sió n d e C risto, p o rq u e el h o m b re se p ie rd e e n ta n to
q u e h o m b re p a ra q u e D ios nazca. P ero la id e a d e D ios es co n tra d ic-
to ria , y n osotros nos p e rd e m o s e n v a n o ‫ ؛‬el lio m b re es u n a p a sió n
in ú til” (E N , 708).
Si e l h o m b re n o p u e d e e sp e ra r lo q u e espera, ¿ q u é d e b e rá espe-
r a r ? L a resp u esta d e S a rtre es con secu en te y te rm in a n te . D ice a si:
si q u ie re v iv ir d e a cu e rd o con su p ro p io ser, el h o m b re d eb e n o es-
p e ra r, y asi e v ita rá el riesgo d e desesperar. L a e sp e ra n z a es la falsa
y v a n a ilu sió n d e los “ in d e ce n te s” y los “serios” ‫ ؛‬d e to d o s c u a n to s
q u ie re n e n g añ a rse respecto de si m ism os, a d m itie n d o la ex isten c ia
‫ﻣﺎ‬ C R ISIS Y ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA 307

de u n m u n d o d e valores y rea lid ad e s d o ta d o de o b je tiv id a d , ajeno,


p o r ta n to , a la p o sib ilid a d y su p erio r a ella. C u a n d o n o es u n far-
Sante, e l e sp e ra n za d o serla com o u n n iñ o p a ra q u ie n el p o rv e n ir es
"lle g ar a ser a lg o ’.; u n n iñ o d éb il y crédulo, q u e to d a v ía n o h a h e c h o
en si. m is m o la e x p erien c ia d e l s a rtria n o M a th ie u D e la rm e e n L ’âge
de raison: " A é l e ra a q u ie n h a b la n esp erad o d u ra n te v e in te a ñ o s;
a él, a este h o m b re fa tig a d o le h a b la ex ig id o u n n iñ o im p la c ab le q u e
realizase sus e sp e ra n z a s; de é l'd e p e n d ía que esos ju ra m e n to s in fa n -
tiles p e rm a n ec ie se n in fa n tile s p a ra siem p re 0 q u e llegasen a ser los
p rim ero s a n u n cio s d e u n destin o . Su pasado n o cesaba d e s u frir los
retoques d el p re s e n te ; c ad a d ía d e fra u d a b a m ás esos viejos sueños
de g ra n d e z a , y c ad a d ía te n ia u n nu ev o p o rv e n ir; de espera e n espe.
ra, d e p o rv e n ir e n p o rv e n ir, la v id a de M a th ie u resb alab a d u lc e m e n .
te ... ¿ H a c ia q u é ? H a c ia n a d a ." D e ja n d o d e ser n iñ o , re le g an d o de-
fin itiv am en te a la in fa n c ia las ilusiones in fa n tile s, n o sien d o su pa-
sado, el “h o m b re ” M a th ie u D e la rm e d escu b re su lib e rta d y a d v ie rte
q u e su e sp e ra n z a era la n a d a a q u e c o n d u e la n sus sucesivas esperas.
L a desesperación serla el se n tim ie n to de los sem i-cobardes y sem i,
re su elto s; de los que - c o m o B au d e la ire — tie n e n d e m asia d a lu c id e z
p a ra ser “serios” y h a r to poco a rro jo p a ra ser “ lib res” . “ M u ch o s
h o m b re s sab en e s c r i b e S a rtre — q u e el té rm in o d e su b ú sq u e d a es
el s e r; y e n la m e d id a e n q u e poseen este c o n o cim ien to , sab en desis.
tir d e a p ro p ia rse d e las cosas p o r si m ism as, e in te n ta n re a liz a r la
ap ro p ia ció n sim b ó lica d e su ser-en-sl. P e ro e n la m e d id a e n q u e esta
te n ta tiv a p a rtic ip a to d a v ía d e l espíritu de se rie à d y e n q u e ellos
p u e d a n to d a v ía creer q u e su m isió n d e h a c e r e x istir e l en-sl.para-81
está in s c rita en las cosas, e n esa m e d id a q u e d a n c o n d en ad o s a la
desesperación, p o rq u e d e sc u b re n al m ism o tie m p o q u e to d a s las ac-
tiv id a d e s h u m a n a s so n e q u iv alen te s — p o rq u e todas tie n d e n a sacri-
ficar al h o m b re e n fa v o r d e si m ism as— y q u e to d as, p o r p rin c ip io ,
se h a lla n vocadas al fracaso ” (E N , 721). E n este sen tid o , el b o rra c h o
so litario es e n te ra m e n te e q u ip a ra b le a l c o n d u c to r de pueblos.
N i e sp eran za, n i desesperación, sin o d e se sp e ra n z a : ta l serla el
le m a de la lu c id e z y la decisión s a r tr ia n a s ‫ د ا‬. N i la e sp e ra n z a d e los
que n o q u ie re n salir d e u n e sta d o e q u ip a ra b le al q u e K a n t llam ó
“sueño d o g m á tic o ” , e n el c u al e l p ro p io K a n t se h a lla ría in c lu id o , n i

»1 Tal serla también el sentido de este otro texto: "El exlstenclallsmo no ea


otra cosa que un esfuerzo para extraer todas las consecuencias de una poslcidn
atea coherente. No se trata en modo albino de sumir al hombre en la desespera,
cidn. Pero, si se quiere, como hacen los cristianos, dar el nombre de desesperación
a toda actitud de Incredulidad, en este caso la posición atea patte de la desespe.
ración original'. (L'existentialisme est un humanisme, Paris, 1946, pág. 94).
308 LA ESPERA V LA ESPERANZA

la desesperación de los q u e cre en q u e se p u ed e ser D ios y sien ten q u e


ellos n o lo son. E l h o m b re d eb e a c e p ta r serena y a n im o sa m e n te la
re a lid a d de su c o n d ició n h u m a n a , c o n q u ista r paso a paso su p ro p ia
lib e rta d , d a r c ara a la a n g u stia d e existir, in v e n ta r sus p ro p io s vaio-
res y c o m p ro m e te rse v irilm e n te e n la re a liza c ió n d e éstos, a u n sa-
h ie n d o q u e el té rm in o d e su e m p eñ o es la n a d a. E n su re su elta deses-
p e ra n z a , b ajo u n cielo sin D ios, sobre u n a tie rra sin infierno, el "h o m -
b re n u ev o ” d e la filosofia de S a rtre —e l O restes d e la U ltim a escena
d e Les mouches, el G o e tz q u e sucesivam ente m a d u ra e n L e Diable
et le Bon D ie u r- debe a p re sta rse a ser sólo h o m b re y a sólo com o
h o m b re vivir. H a c ia esa m e ta tie n d e el g rito e x u lta n te de G o e tz :
“ jD io s no existe! ‫ل‬A leg ria, lá g rim a s d e a leg ria! ‫ل‬A le lu y a! ¡Y a no
h a y cielo, y a n o h a y infierno, sólo h a y tie rra ! ¡A d ió s p a ra siem pre
a los m o n stru o s y a los san to s! ¡A d ió s al o rg u llo , Jjorque n o h a y
m á s q u e h o m b re s !..
§ 2. C on u n te x to d e l d ra m a tttrg o S a rtre acabo d e ilu s tra r la te-
sis ótica c e n tra l d el filósofo S artre. ¿Q u iere esto d e cir q u e co in cid en
p le n a m e n te u n o y o tro ? E l h o m b re — nos h a d ic h o el f il ó s o f o - d e b e
e m p e ñ a rse e n ser m e ro h o m b re , e n e x istir h a cién d o se a si m ism o des-
de su lib ertad ,, y ello n o es o tra cosa q u e q u e re r ser D ios sab ien d o
q u e D ios n o ex iste y n o p u e d e e x istir. Ser h o m b re consiste e n ser
c o tid ia n a y re sig n a d a m e n te u n a d iv in id a d im p o sib le y fracasad a.
¿S on eso los h o m b re s e jem p lares del te a tro sa rtria n o ? T a l vez lo sean
el H u g o d e Les mains sales, q u e prefiere m o rir a re n e g a r d e l a c to que
h a h e c h o de Ó1 u n ser lib re, y el O restes d e Les mouches, fr e n te a
las m iserables tre ta s d e u n J ú p ite r d e g u a rd a rro p ía . P e ro e n m o d o
alg ttn o lo es G oetz, el h o m b re q u e se e n fre n ta con el D ios del Cris-
n a n ism o .
R eco rd em o s el esq u e m a d e L e Diable et le Bon Dieu. G oetz, aven-
tu r e r o c ru e l y m a lig n o , sitia con sus tro p a s la c i u d a d 'e n q u e vive
H e in ric h , " c u ra de los p o b res', y h o m b re d e b ien . H e in ric h se ve e n
u n g rav e a p rie to m o ra l: com o sacerdote, d eb e serv ir a la Iglesia y a l
p u eb lo , y éste se h a le v an tad o c o n tra el clero. Si e n tre g a a G o e tz la
llave d e la c iu d a d q u e o c u lta m e n te posee, s u c u m b irá n los p o b res a
m a n o s del s itia d o r y serán salvos los sac e rd o te s; si n o la e n tre g a , el
p u e b lo d e s tru irá la Iglesia. P o r fin, lleno su á n im o d e confusión, de-
cid e e n tre g a r la lla v e ; p e ro el re m o rd im ie n to le lleva a la desespera-
ció n , y ésta a la a p o sta sia : a b a n d o n a la Iglesia y d a su a lm a al D ia-
blo. E l proceso m o ra l d e G o e tz es e x a c ta m e n te e l opuesto. C o m ie n za
sien d o u n h o m b re q u e h a ce e l m al p o r e l m al, p o rq u e D ios h a inven-
ta d o e l b ie n y Ó1, com o L u c ife r, q u ie re ser lib re fre n te a D ios. N o
U CRJSJS Y LA ESPERANZA 309

ta rd a , sin e m b arg o , e n c o n v ertirse. M ovido p o r u n a e x tra ñ a serie d e


circunstancias, d ecid e c a m b ia r d e vida y hacerse san to : re p a rte sus
tierras, a b a n d o n a a su a m a n te y co n sag ra su v id a a D ios. P ero h e
a q u l q u e frac asa e n su e m p e ñ o d e h a c e r felices a los d e m á s con su
a b n eg ació n religiosa, y después d e u n a d u ra conversación c o n H e in -
rich , el a p ó sta ta , d e d u c e n am b o s q u e es ta n vano ven d erse a l D ia b lo
como, d arse a D ios, p o rq u e no h a y D ios n i D iablo, B ien n i M a l; n o
h a y m ás q u e h o m b re s libres p a ra h a c e r la h is to ria h a cié n d o se a 8Í
m ism os. G o e tz e n c u e n tra al fin con jú b ilo lo q u e él es y n o d e b e rla
h a b e r d e jad o d e s e r : m ero h o m b re , u n h o m b re q u e d ecid e a s u m ir
sin ilusión, p e ro con valeroso e m p eñ o , e l m a n d o d e los cam pesinos
en reb eld ía. C on ello “c o m ie n z a el re in o del h o m b re ” .
¿Q u é esp era G oetz, c u a n d o descien d e el te ló n d e L e Diable et
le Bon Dieu? A p a re n te m e n te , ser m e ro h o m b re , p o rq u e D ios n o
e x iste; la p ie z a te a tra l de S a rtre serla u n e ste n tó re o a leg a to e n fav o r
del ateism o. P e ro eso es sólo lo a p a r e n te : e n rig o r, G o etz a sp ira a
e n fre n ta rse c o n Di.os p a ra suplanta'rle. “ Sólo se p u e d e a m a r sobre la
tie rra y c o n tra D io s” , dice re v e la d o ra m e n te la sen sata e in c ré d u la
H ild a , n in fa E g e ria d el final a teism o d e G oetz. “C o n tra D ios” . E n la
ra lz d e su a lm a , G o e tz y H ild a , la p a re ja d e este happy end d e ‫ئ‬
lu c id e z d e se sp era n z ad a , n o confiesan e l ateism o, sin o el a n tite lsm o , la
re su e lta h o s tilid a d c o n tr a el D ios q u e sus p a la b ra s n ie g a n 2». E l pro-
ta g o n is ta d e l so n eto de U n a m u n o L a oración del ateo su fre c o ¿ la
in e x iste n c ia d e D io s:

Sufro a tu costa.
Dio« no existente, pues «I Tú existieras
existiria yo también de ▼eras,

dice al D io s e n q u e n o cree. M u c h o m ás rad icales q u e el p iadoso ateo


u n a m u n ia n o , estos a rro ja d o s ateos d e S a rtre n e c e sita n q u e D ios no
e x ista p a ra e x istir ellos s u p la n ta n d o a D ios p o r com pleto.
O bservem os e l tempo di fuga d e las esp e ra n za s s a rtria n a s. ¿ Q u é
d eb e e sp e ra r e l h o m b re lú c id a m e n te a te n id o a si m ism o ? P rim e ra
re s p u e s ta : ese h o m b re d eb e e sp e ra r ser m e ro h o m b re , ser u n a exis-
te n c ia te m p o ra l q u e desde su p ro p ia lib e rta d va in v e n ta n d o y cons,
tru y e n d o su esen.cia. S e g u n d a re sp u e sta : d eb e e sp e ra r ser d ia a d ía
u n D ios im posible, u n fracaso d e D ios o, si se prefiere, e l p ro y e c to
d ia ria m e n te fracasad o de u n D ios in e x iste n te y c o n tra d ic to rio . T e r.
a» Sobre el problema del antltelsmo de Sartre, véase el capitulo “Jean.Paul
Sartre o la negación de lo sobrenatural”, en el vol. II de Literatura del siglo XX
y Cristianismo, de Ch. Moeller (trad, esp.» Madrid, 1955).
310 IA ESPERA Y u ESPERANZA

cera re s p u e s ta : ese h .m b r e d e b e e sp e ra r ser p le n o h o m b re c o n tra


D io s; con o tra s p a lab ras, ser el Unico D ios q u e él p ie n sa p o d e r ser
. u n a s p ira n te a D ios e n d ia rio f r a c a s o contra e l D ios cu y a exis-
te n c ia ju z g a im p o sib le y e n el q u e o tro s creen. U n ateism o sincero,
u n a in d ife re n c ia to ta l fre n te al p ro b le m a d e D ios, es p o s tu ra de exis-
te n ria s p e n ú ltim a s, com o la de G ide. S a rtre, h o m b re ra d ic al, a lm a
d e u ltim id a d e s, n o es ateo, sino a n tite fsta, y co n su o b ra — to d a ella
tra sp a sa d a p o r u n a h o n d a , ra z o n a d o ra y b la sfem a te o p a tia — nos
m u e stra u n a vez m ás q u e la ex isten c ia del h o m b re es siem pre, e n su
e n tra ñ a m etafísica, u n am bicioso p ro y ecto de deificación.
P ero a S a rtre, “ v a rá n de m u c h a s a lm a s” , com o decfan n u estro s
clásicos, n o le a g o ta n el filósofo y el d ra m a tu rg o ; e n él està ta m b ié n
e l h o m ljre de c a d a día, q u e u n a s veces q u ie re z a m b u llirse e n “lo vis-
coso” p ro lo g a n d o a J e a n G enêt, y q u e o tras, com o o b sequio a u n
je su íta , c o m p a ñ e ro suyo d e cam po de c o n ce n tra c ió n , escribe u n “ a u to
d e N a v id a d " ; el h o m b re generoso d e su d in e ro , e l p o le m ista oscilan-
te e n tre e l a n tim a rx is m o agresivo y el filocom unism o a d u la to rio , el
g ra n a rtis ta d e las le tra s, el e sc rito r p ro d ig io so e in can sab le. B ajo el
filósofo, el d ra m a ttrrg o , el critico y el' novelista, ¿ q u é espera el ho m -
b re S a rtre ? ¿E s el d e se sp era n z ad o to ta l a q u ie n to d a p o sib ilid a d re-
su lta in d ife re n te , el m e ro “ seg reg ad o r d e n a d a ” d e sus laboriosos
a n álisis on to ló g ico s? ¿ 0 es m á s b ie n u n g e n u in o c re a d o r y, p o r lo
ta n to , u n a p e rso n a e n c u y a in tim id a d a n id a la e sp e ra n z a ? ¿Q u é es
el e sp e ra r d e S a rtr e : u n a espera e x e n ta d e e sp e ra n za , com o la de
M a th ie u D e larm e, su c ria tu ra lite ra ria , o u n a espera cu y a e sp e ra n za
h a sido re p u d ia d a p a ra h u ir d e l n e fa n d o esprit de sérieux? E n s u m a :
¿es S a rtre sólo u n s a rtria n o , sólo u n a c o m p a c ta e n c a m a c ió n d e su
p ro p io p e n sa m ie n to , o es u n a re a lid a d q u e re b a sa los e sq u e m a s on-
tológicos y psicológicos d el sa rtrism o ?
E l h o m b re es siem p re u n a im p o sttira , nos dice él m ism o, com o
al desgaire, e n su ensayo sobre B au d elaire. C e rte ra v e rd a d , p a rc ia l ver-
d a d . L a sin c e rid a d a b so lu ta es p a ra e l h o m b re u n im p o sib le m etafi-
sico. N o digo u n im p o sib le so cial; n o afirm o sim p le m e n te - o b v i a
y superficial v e rd a d — q u e la convivencia nos im p id e y n o p u ed e de-
ja r de im p e d irn o s ser d e l to d o sinceros. Q u iero d e cir q u e la sinceri-
d a d es p o r sf m is m a u n falsea m ie n to . E n p rim e r té rm in o , p o rq u e
n u n c a sabem os y n u n c a podem os sab e r ín te g ra m e n te lo q u e som os;
y asi, el h o m b re m ás resu elto a la p len a y to ta l e x p re sió n d e sf m is-
m o , com o e l U lises d e Joyce, d e ja d e d e cir algo d e lo q u e e n su a lm a
p o d ria v e r y to d o lo q u e e n su re a lid a d n o p u e d e ver. M as ta m b ié n ,
en se g u n d o té rm in o , p o rq u e la sin c e rid a d o rd in a ria , q u e es siem p re
‫ﻣﺎ‬ C R ISIS Y ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA 311

d e lib e ra d a m e n te p a rc ia l y circ u n sc rita , consiste e n el artificio psico.


lógico d e re c o rta r 0 a isla r de su c o n te x to vivo la p a rc ela d e n osotros
niism os q u e sin c e ra m e n te d eclaram os, y esto es falsear. T o d a expre-
sió n h u m a n a , sin ce ra o m e n d a z , es a la vez confesión y v e lad u ra,
p o rq u e el signo expresivo es a u n tie m p o su sta n c ia e in d u m e n to de
n u e stro ser. M ás q u e im p o stu ra , la ex isten c ia d e l h o m b re - t a m b i é n
la del h o m b re im p o sto r— es u n a co nfesión v elad a o v estid a ٥٥.
¿Q ué es, en to n ces, e l sartrism o , respecto de la re a lid a d d e S a rtre :
ex p resió n to ta l y d ire c ta 0 v e lad a y v estid a confesión? ¿Q u é es, e n
la p erso n a d e este su til a n a lista de la existencia, la c in ica e im placa-
ble lu c id e z con q u e n ieg a la re a lid a d y la lic ittid d e la e sp e ra n z a :
es sólo d e sn u d a p iel de si m ism o 0 es a la vez piel e in d u m e n to ? E l
h o m b re Je a n -P a u l S a rtre, ¿será, e n su in tim id a d m ás secreta, u n a li-
b e rta d q u e q u ie re afirm arse a 8Í m ism a c e rra n d o te rc a m e n te sus ojos
a la' m ira d a q u e n u n c a d u e rm e n i p a rp a d e a , a la m ira d a ab so lu ta?
E l lo sabe. Y m u c h o m ás q u e él, q u ie n desde d e n tro d e él le su ste n ta
y le m ira .
§ 3 . H e p re fe rid o e x jw n e r a c ritic a r. U n a exposición, ¿ n o es ta m .
b ié n , e n a lg u n a m ed id a, u n a c ritic a ? P ienso, ad em ás, q u e la m e jo r
c ritic a es siem p re u n a su stitu c ió n . M e jo r q u e c ritic a r a K a n t será
s u s titu ir v e n ta jo sa m e n te a K a n t, y m e jo r q u e im p u g n a r la visión
s a r tria n a d e la e s p e m z a , p ro p o n e r o tra m ás c o n v in ce n te y satisfac-
to ria . T a l h a d e ser el o b jetiv o d e la U ltim a p a rte d e este lib ro . M as
ta m p o c o qtiiero c e rra r este c a p itu lo sin se ñ a la r su m a risim a m e n te las
z o n a s m ás v u ln e ra b les del p e n sa m ie n to d e S a rtre 2 4 . Son éstas, a m i
ju icio , las s ig u ie n te s:
1.. Su ta ja n te y d o g m á tic a afirm ació n del c a rá c te r o rig in a rio del
se r y la concepción d e ese ser p rim e ro com o u n E n-sl m a te ria l. Pre-
g u n ta b a H e id e g g e r: “ ¿ P o r q u é h a y Ser y no m á s b ie n N a d a ? ” E s ta
in te rro g a c ió n n o p u e d e ser lic ita m e n te s u stitu id a p o r u n d o g m a , si
q u ie n la su stitu y e es en em ig o d e to d o d o g m a tism o .
2.4 L a lig e re za y la in co n siste n c ia in te le c tu a l d e las p a la b ra s con
q u e tr a ta d e ex p licarse el o rig e n d e l P a r a s i : “ Todo pasa como si
e l en-s ٤, e n u n p ro y ecto p a ra fu n d a rs e a si m ism o , se diese la m o d i,
ficación d e l p a r a s i” (E N , 715). L a ob jeció n es in m e d ia ta : si el E n s i
٥» Hay individuos y épocas en que predomina Ja confesión, hay épocas e 'n-
dividuos en que prevalece el indumento: épocas de “sincerismo” y épocas de “fra-
seotogia”, dlria Ortega (“Fraseologia y sinceridad”, en 0 . c., t. n , pág. 473). So.
bre el problema de la sinceridad, véase también ‫ ﻻ ه‬Refus ‫ ق‬l’Invocation, de
C. Marcel.
». Para una critica de ese ^nsamlento desde un punto de vista cristiano, véa-
se el libro de Ch. M iller antes mencionado y la bibliografia a que él refiere.
También, Las doctrinas existencialistas, de R. Jollvet (trad. esp.. Madrid, 195.).
312 ESPERA Y LA ESPERANZA

p ro c e d e “c o m . si», fuese c ap a z d e co n ce b ir proyectos, ¿ n o h a b rá q u e


re v isa r a fo n d o la d e scrip ció n s a rtria n a ? C o n sólo esa decisiva frase,
¿ n o a d m ite S a rtre la p o sib ilid a d d e u n “E n-sí-Para-sí” ?
3 ٠. E l sim p lism o d e la id e a s a rtria n a d e D ios. ¿E s licito re d u c ir
la re a lid a d d e D ios a la co in cid en cia d e u n E n-sl y u n P ara-sl racio.
n a l y s a rtria n a m e n te co n cebidos? M ás q u e u n a lógica coincidentia
oppositorum, ¿ n o será D ios su fu n d a m e n to c re ad o r, el fu n d a m e n to
so breontológico d e esa p ro b le m á tic a co in cid en c ia ? ¿ N o es D ios u n a
re a lid a d ante ens, com o decía C ay etan o , u n “A n te-ser” (proón), seg ú n
la fó rm u la d e M a rio V ic to rin o ? 25
4 .. E l an álisis ontològico d e la in te rro g a c ió n y la lib e rta d . ¿A ca-
so u n acto c re a d o r —es d ecir, u n a in te rro g a c ió n c re a d o ra — n o es,
ta n to com o u n a “secreción d e n a d a ” , u n a g e n u in a “p ro d u c c ió n d e
ser'.? Y u n a n o c ió n d e la in te rro g a c ió n y la lib e rta d m á s a d e c u a d a
a lo q u e a m b a s so n e n su in te g rid a d real, ¿ n o o b lig a rá a e n te n d e r
d e o tro m o d o la e sp e ra n z a d el h o m b re ? E sto pienso, y esto tr a ta r é
d e m o s tra r e n p á g in a s u lte rio res ٥*.

٥٥ Véase el estudl. de Zublri “En torno al problema de Dios”, en Naturdeza,


Historia, Dios, pág. 452.
٥« He dicho anteriormente que me he propuesto hacer un libro selectivo y no
agotador. Esto justificará, espero, la ausencia de algunas páginas consagradas al
۴ nsamiento de Jasj^rs, no obstante su indiscutible Importancia y su sugestiva
afinidad con el de Gabriel Marcel (véase, por ejemplo, el esttidlo Gabriel Marcel
‫ ﺀﺀ‬Karl Jaspers, de p. Ricoeur, Parts, 1947). Aunque catalogar sea siempre falsear,
no p are« llfcito decir que Jaspers « u p a una poslcidn Intermedia entre Gabriel
Marcel, por un lado, y Heidegger y Sartre, por otro.
C a pítu lo II

T E O R IA S D E L A E S P E R A N Z A

U n a m u n o , O rte g a , H e id eg g e r, M arcel, S a rtre, Jasp e rs - c o m .


ellos, ta n to s o tro s : I ^ ó n B loy, A . M a c h a d o , J ü n g e r, M a lra u x , C am u s,
v ein te m á s— , so n los h o m b re s q u e e n e l seno d e la crisis contem po-
rà n e a h a n d e sc u b ie rto Orta vez el te m a , viejo com o la h u m a n id a d '
m ism a , d e la e sp e ra n z a , la a n g u stia y la desesperación. D espués d e
c o n te m p la r su h a z a ñ a , volvam os la m ira d a h a c ia q u ie n es h'an p ro .
c u ra d o m o s tra r lim p ia y o rd e n a d a m e n te la e n tid a d y la e s tru c tu ra
d e esta re c ién c o lu m b ra d a p ro v in c ia d e la re a lid a d h u m a n a . T ra s los
d e sc u b rid o res y co n q u istad o res, los colonizadores. E n este caso, R en é
‫ئ‬ S enne, O tto F rie d r ic h B ollnow , W a lte r B red n o w y H e rb e r t P lu g ,
ge. N o c o n stitu y e u n a z a r e l h e c h o d e q u e sean dos filósofos (L e Sen-,
n e y B ollnow ) y dos m édicos (B rednow y Plügge) los m á s destacados-,
a n alista s a ctu ales d e la e sp e ra n z a h u m a n a .

T - T . t t Sen ne

B ajo el titu lo d e Introduction ‫ ق‬la description de l’espérance com .,


pu so R . L e S enne, d u ra n te los p rim e ro s años de la se g u n d a g u e rra
m u n d ia l, u n a estim ab le c o n trib u c ió n a l estu d io d e l e sp e ra r h u m a n o ٤.
L a m eta física e sp iritu a lista y axiológica d e su a u to r es a la vez fun-
d a m e n to y m e ta d e estas reflexiones, acaso n o e n te ra m e n te ajen a s a
las d e G. M arce l e n su Journal métaphysique y e n Etre et avoir.1

1 Ha sido publicada, después de la muerte del filósofo, en el Giornale ‫ ا ه‬Me-


t a f i h (abril de 1955) y en la colección de escritos diversos que lleva por titulo.
La découverte ٥٠ Dieu (Paris, 1955), pigs. 249-278. Este libro es el que yo he-
utilizado para ml trabajo.
.3 1 4 LA ESPERA V LA ESPERANZA

P a rte L e S enne d e a firm a r la c n n stitu tlv a re la ció n e n tre la filosofia


7 la ex isten cia. E s ta relación, n u n c a d e sm e n tid a p o r la h is to ria , se
h iz o esp e c ialm en te visible en el Jjerlodo d e e n tre g u e rra s, com o conse-
-cuencia d'e la q u ie b ra d e la- visión cien tífico -n atu ral d e l p e n sa m ie n to
filosófico. E l e sp íritu h u m a n o , “d e fin itiv am en te su p e rio r a todos los
an álisis q u e p u e d a o p e ra r en si m ism o, p e rm a n e c e e te rn a m e n te ca-
p a z d e trascen d erlo s, h a s ta c u a n d o p arece do b leg arse a ellos". Des-
p u és d e to d o , el sujeto a b stra c to d e la ciencia n o es m ás q u e u n o de
lo s posibles p erso n ajes de ese m o v ed izo esp íritu .
C o n secu en cia d e ta n h o n d a m u ta c ió n h is tó ric a h a sido el redes-
c u b rim ie n to filosófico d e la in d e te rm in a c ió n . R eg id a p o r e l p rin c ip io
-de la d e te rm in a c ió n , la filosofia “oscila e n tre la e x ig en cia ra c io n alista
d e la u n id a d 7 la exig en cia e m p iris ta d e la m u ltip lic id a d ” , sin in sta-
la rs e d e fin itiv a m e n te e n n in g u n a de las d o s; o rie n ta d a p o r la id ea
d e la in d e te rm in a c ió n , se m ueve “e n tre los dos lim ites de q u e es sus-
-ceptible, la N a d a 7 el In fin ito positivo". E n u n p rim e r m o m e n to
p a re c e h a b e r d o m in a d o el a te n im ie n to a la n a d a ; p ero L e Senne
.confia e n q u e ese m o v im ie n to in te le c tu a l - h is t ó r i c a m e n t e co m p ren -
.8Íble 7 n u n c a p ro fu n d o , p o rq u e el e sp íritu h u m a n o no to le ra ia an-
g u s t i a - sea m o d a fu g a z , 7 m ás en E ran c ia , d o n d e la filosofia, des-
.de D escartes, “h a p u e sto siem p re su m ira d a e n la salvación... L a
f u e n te d e to d o v alor n o p u e d e ser m ás q u e el In fin ito positivo, el
' ‘V a lo ru n o -e -in fin ito ".
E l filósofo q u e p re te n d a in v e stig a r esa “salvación., h a c ia q u e su
m e n te se m ueve, ¿có m o lo g ra rá su e m p eñ o ? E v id e n te m e n te , sólo sa-
b ie n d o de algUn m o d o q u é es lo q u e a sp ira a c o n o ce r; p o r ta n to ,
p ro c u ra n d o q u e su e sp íritu alcance u n a a n tic ip a d a posesión d e la sal-
v a ció n q u e b u sc a ; en su m a, e sp e rá n d o la : “L a in v estig ació n d e la
salvación c o m ie n za p o r la e sp e ra n za ” , cu rio sa a c tiv id a d e sp iritu a l
“q u e n o s re h u sa lo q u e nos d a ” 7 se nos m u e stra com o “la -presen-
c ia d e u n a ausencia, el ser d e u n no-ser, el p o rv e n ir e n el p resen te,
7 al m ism o tie m p o el p re sen te e n el p o rv e n ir” .
Y a fre n te a l te m a d e su m e d ita ció n . L e S enne se a p re su ra a dis-
t i n n i r e n tre la esperanza infinita, “e sp e ra n za d e n a d a " o “e sta d o de
,esperanza'., (espérance), 7 las esperanzas concretas (espoirs). A q u é lla
es m etafísica, in d e te rm in a d a , d esin teresad a, p re v o lu n ta ria e inCalcu
la b le ; estas o tra s son psicológicas, d e te rm in a d a s, in teresad as, sujetas
a la v o lu n ta d 7 a l cálculo. E n la e sp e ra n z a in fin ita, q u e expresa la
p re te n sió n d e ab so lu to in sita en el e sjjiritu h u m a n o , n o cabe la de-
c e p c ió n ; las esp e ra n za s concretas, e n cam b io , p u e d e n decepcionar-
3103 7 q u e d a n a n iq u ila d a s c u a n d o p re te n d e n a p re sa r la e sp e ra n z a in-
TEORIAS DE LA ESPERA BA 315

-finita e n lu g a r de re c ib ir su p restig io . E l “prestigio., — n o ció n q u e


. l e Senne eleva a la Je ra rq u ia d e co ncepto m etafisico— seria el m odo
.de la re lació n e n tre la e sp e ra n z a in fin ita y las esp eran zas concretas.
N o desconoce L e S enne la m u tu a im p lic a ció n real d e estos dos
m odos d e la esp e ra n za . “N o h a y e sp e ra n za in fin ita q u e n o com ience
p o r acu ñ a rse e n e sp eran zas concretas, com o no p u e d e h a b e r espe-
ra n z a s co n cretas q u e n o p re su p o n g a n la e sp e ra n za in fin ita ’., escri-
be. A ú n es m ás en érg ico e n o tra p á g in a : “ C om o la in fin itu d seria
in d isc e rn ib le d e la n a d a si n o m a n ase d e ella algo finito, la e sp e ra n za
.que n o fuese m ás q u e u n a asp iració n in c a p a z d e ap ro p ia rse n a d a se-
ría n o m ás q u e u n suplicio de T á n ta lo y no se d is tin g u iría de la
desesperación.” L a e sp e ra n z a in fin ita n ecesita d e te rm in a rse . P e ro
.acaece, seg ú n L e S enne, q ue, c u a n d o se d e te n n in a , se c o rro m p e : “la
.esperanza c o n creta es d e b id a a u n a c o rru p c ió n de la e sp e ra n za infi-
n ita p o r o b ra de la d e te rm in a c ió n ” . L a d e te rm in a c ió n seria com o el
m a rc h ita rse d e u n a flor o com o la re d u c ció n de u n san to a m ero
h o m b re p o r la d e sa p a ric ió n de la a u re o la q u e le p re stig ia b a. L a de-
'te rm in a c ió n de la e sp e ra n za in fin ita es, en fin d e cu en tas, la “degra-
d a c ió n ', q u e e n ella p ro d u c e su fo rzo sa re a liza c ió n a través d e su
c u e r p o : “P o r o b ra del cu erp o , la e sp e ra n z a in fin ita se h a c e indefi-
n i d a : su visión d e l v alo r se d e g ra d a e n el v alo r d e l p o rv e n ir, y b ien
.pronto d e l p o rv e n ir p ro p io de q tiien e sp e ra ; h a sta q u e su reflexión
d e h o m b re ro d e a d o d e obstáculos le h a g a g a sta r su e sp e ra n za e n es-
p e ra n za s... E l “e sp lritu a lism o ” d e L e Senne le in d u c e a u n e rro r an-
tro p o lò g ico q u e h a b re m o s d e e x a m in a r y c o rre g ir e n p á g in as ulte-
riores. M ás q u e causa d e la “d e g ra d a c ió n ” de la e sp e ra n z a h u m a n a ,
e l cu erp o es su co n d ició n positiva. L a “re d e n c ió n d e l c u erp o ", ¿ n o
e r a p a rte esencial del objeto de la e sp e ra n z a d e S an P a b lo ?
E n c u a n to in c a rd in a d a en la c o n stitu ció n m eta física del ser hu -
m a n o , la e sp e ra n za se h a lla e n esencial relació n con la in te lig e n cia,
.con la lib e rta d y, p o r supuesto, con la te m p o ra lid a d d e l h o m b re . L a
a c tiv id a d in te le c tu a l n o serla p osible sin la e sp e ra n z a : “L a in telig en -
c ia e s c r i b e L e Senne— se e n c u e n tra e n su m ism o o rig e n con la
e sp e ra n z a , q u e e n la z a la a c tu a lid a d del v alor q u e la in sp ira con la
e v e n tu a lid a d d e l valor qUe la san c io n a rá .” A c tu a r in te lig e n te m e n te
es “sa lta r” d el p rim e ro a l seg u n d o de esos dos té rm in o s, sin m ‫ ؟‬n g u a
d e la c o n tin u id a d te m p o ra l d e l e sp íritu y d e la co n cien cia em ocional
d e esta c o n tin u id a d ; y ese salto de n u e stro e sp íritu p re su p o n e la es
p e ra n z a . M erce d al m é to d o e x p erim en tal, “la ciencia d e stila la es-
p e ra n z a e n esperas co n creta s” , a u n q u e éstas, e n c u a n to d e te rm in a -
cio n es, p u e d a n fra c a s a r; p ero la pro secu ció n d e l e m p eñ o después del
31٥ LA ESPERA Y LA ESPERANZA

fracaso d e m u e s tra con c la rid a d la c o n d ició n p rim a ria y o rig in a n te


de la e sp e ra n z a e n el proceso d e l co n o cim ien to in te le ctu a l. E l h o m .
b re es homo sapiens, ex p resió n q u e d e b e se r e n te n d id a v ien d o e n la
n o ta específica (sapiens) u n a d e te rm in a c ió n d e la re a lid a d g e n érica
(homo) y p e n sa n d o q u e co m o ta l homo posee el h o m b re su e sp e ra n z a .
T a l re la ció n e n tre la in te lig e n c ia y -la e sp e ra n z a d e te rm in a , seg ú n
L e Senne, la e x tin c ió n de e sta U ltim a c u a n d o la in te lig e n cia, volvién-
dose sobre su o rig en , tr a ta d e e x a m in a rla y d e e n te n d e rla ra c io n al-
m e n te : “C o m e n z a r a in te rro g a rs e p o r el v alo r d e la e sp e ra n z a es'
y a no e sp e ra r", es e n c o n tra rse con la m iseria d e u n yo q u e se pien-
sa sep arad o d e lo q u e espera. H u y e asf la e sp e ra n za , llev án d o se e n
su h u id a “la su sta n c ia m ism a d e n u e s tra a lm a ” . L a e x isten c ia h u .
m a n a se d esd o b la p o r e l c o n o cim ien to , y lo q u e e ra v id a se h a c e
objeto, h a s ta q u e la e sp e ra n z a b ro ta d e nu ev o y fu n d e o tra vez el
sujeto y e l o b je to e n u n im p u lso h a c ia e l p o rv e n ir.
E se d e sd o b la m ie n to d e la ex isten c ia es causa d e u n doble p r o c e s .
d e d e g ra d a c ió n : d el e sp íritu h a c ia e l o b je to y d e l e sp íritu h a c ia el
sujeto. D e g ra d á n d o se h a c ia e l o bjeto, la e sp e ra n z a se h a c e “necesi-
d a d ra c io n a l" ; ta l es la fo rm a q u e a d o p ta la sucesión a los ojos d e la
in te lig e n c ia d e sd o b la d a : “la necesidad' c o n v e rtid a e n n a tu ra le z a n .
es sin o la d ire c ció n d e u n a ru tin a , u n a e sp e ra n z a m u e rta e n c a u ti-
v id a d ” . E n su d e g ra d a c ió n h a c ia el sujeto, la e sp e ra n z a a lte ra el buen-
o rd e n d e la lib e rta d : “nuestra libertad cede su p u esto a la idea de
nuestra libertad, q u e es u n a m e d ia ció n in te le c tu a l p o r la c u a l'e l y .
tr a ta d e p a sa r d e im a fase d e su c o n cien cia e n q u e la e sp e ra n z a n .
es sin o co n o cim ien to d e l valor, a l v alor m ism o ” . L a lib e rta d q u e d a
re d u c id a a ser m e ra ejecución lib re de actos concretos. P ie rd e , e n
su m a , su co n ex ió n c o n e l o b je to p ro p io de la e sjjera n z a in fin ita — “u n
p o rv e n ir precioso to d a v ía no. c o n v ertid o e n fu tu ro s p en sab les.'— y
su ra d ic a c ió n e n el “e sp íritu ab so lu to . Unica fu e n te d e d o n d e la li-
b e rta d p u e d e m a n a r'.. In te rc a lá n d o se e n tre la e sp e ra n z a y e l v a lo r
q u e ésta h a c e esp erar, la lib e rta d d e l yo se iden tifica con la lib e rta d
d e l e sp íritu u n iv ersal, y a la vez la d e te rm in a , localiza y re strin g e .
E sa id en tificació n h a c e d e la e sp e ra n z a u n a g ra c ia ; esta re stric ció n
le tru e c a e n u n m é rito . “A si es com o la e sp e ra n za , y tra s ella t o d .
o tro valor, se h a c e n u e stra , u n poco com o u n u s u fru c tu a rio h a c e
suya, re c ib ien d o las re n ta s, la e te rn id a d d e u n h a b e r cuyo ser y cuya-
n a tu ra le z a n o d e p e n d e n d e él."
L a e sp e ra n z a n ace d e la te m p o ra lid a d del h o m b re , y a la vez la
tra s c ie n d e : “se eleva p o r tra n sc e n sió n so b re la oposición e n tte el'
p a sa d o y el Jjorvenir'., e n c u a n to espera d el v alo r la fe c u n d a c ió n d e‫؛‬
TEORIAS DE LA ESPERAXEA 317

p asad o p o r el p o rv e n ir y del. p o rv e n ir p o r el pasado. A seg u ra, pues.


Jo que Solovief h a lla m a d o “el p o rv e n ir de los a n tep a sad o s” . D e a h í
.su esencial relació n con la m e m o ria . “E l e sp íritu debe siem p re com .
p e n sa r la m e d ita c ió n del pasado, del c u al la m e m o ria es a u n tie m p o
lla m a m ie n to , a d a p ta c ió n y corrección, con la p re m e d ita c ió n del por.
v en ir, cuyo id eal d e te rm in a d o m e d ia tiz a la re alizació n .” P ero la m e
m o ria, a su vez, d a peso a la esp e ra n za , que sin ella seria n o m ás
q u e u n ta n te o en el vacio 0 u n a fu e n te de ficciones u tó p icas : “ si la
e m p iric id a d se d esacred ita, la e sp e ra n za q u e d a e n ser la e n e rg ia de
u n im p u lso h a c ia el p o rv e n ir c a re n te de critica, y la p asión p o r la
n o v e d a d su stitu y e a la s a b id u ría ’..
L a e x isten c ia real m a tiz a y d e te rm in a la e sp e ra n za d el p o rv e n ir;
p o r ta n to , la d e g ra d a. E n el o rd e n d e la a c tiv id a d no ètica, la espe-
r a n z a se d e g ra d a en “c u rio sid a d ” o im p acien cia p o r lo n u e v o ; en el
. r d e n d e la fru ic ió n estética, el esp e ra n te se c o n fo rm a con las em o-
(io n e s del “g u sto ” , y asi el goce re e m p la z a al g o z o ; en el d o m in io
de la acción, la v a len tia cae e n “fa c ilid a d ” . P o r esto la e sp e ra n za
“ p arecerá fe lo n a y m e n d a z a q u ie n p ie rd a el á n im o e n e l c am in o
q u e ella ab re, p o rq u e n o le h a b rá co n d u cid o a u n ja rd in de delicias
sino a u n a p e rip e c ia de d ificu lta d e s; y sólo p o r h a b e r flaqueado la
tr a ta r á com o u n a p ro x e n e ta de placeres fáciles y n o com o la sibila
-de lo valioso” .
¿ C u ál es la d ia léctica de las d e term in a cio n e s de la e sp e ra n za en
la e x isten cia re a l? ¿ C u á n d o la esjjeran za c o n creta se co n v ierte e n
.desesperación? E l breve ensayo d e L e S enne — q u e su a u to r, com o
h e d ich o , dejó in é d ito — a p u n ta estos tem as, pero no los a b o rd a con
p recisió n suficiente. L im ita se a señ a la r la relació n e n tre la e sp e ra n za
co n creta , la “espera c o n c re ta ” 0 “ ex p ectativ a” (attente) y la “o p o r.
tu n id a d ” (chance), concebidas a m b as com o dos m odos d e e sp erar el
id e a l a q u e la e sp e ra n za c o n creta aspira. “ E scogiendo las esp eran zas
c o n c re ta s q u e sean precisas, verificando p o r su rea liza c ió n el valor
d e la esp e ra n za , a ñ a d ie n d o a la e n erg ia de la esp e ra n za , d e m asia d o
d éb il, p e ro in trín se c a , ese p lu s d e p o te n cia q u e la v o lu n ta d in telig en -
te p u e d e a ñ a d ir c u a n d o recoge e n ella e n erg ias ex trín secas, el a rte
de v iv ir c o n sistirá e n c a m b ia r in sen sib le m e n te la e sp e ra n za en fe.
p a r a e n c o n tra r e n ésta la g e n ero sid a d q u e m ueve las m o n ta ñ a s y la
-sobreabundancia d e beneficios p a ra to d o s.” N o b le y h e rm o so pro-
g ra m a . H a rto m enesteroso, sin e m b arg o , de u n apoyo e n la reali-
.dad m enos “e sp iritu a lista ” q u e la a n tro p o lo g ía de L e S enne, m ás
re c o n o ce d o r d e los d erechos d e l c u e r jj. e n la con fig u ració n d e la
e sp e ra n z a h u m a n a .
318 ESPERA Y LA ESPERANZA

II.— B o l l n o w

Y a e n su lib ro sobre los “estados d e á n im o ” , “ te m p le s” 0 “ta la n -


tes', h u b o de e n c o n tra rse B ollnow con e l te m a de la e sp e ra n z a ‫ إ‬. P a r -
tie n d o d e la ' a n tro p o lo g ía im p lic ita en 5 « '„ und Zeit quiso Bollnow-
d e te rm in a r la situ a ció n y la significación d el ..ta la n te " e n la estruc..
tu r a d e la e x isten c ia h u m a n a ; in d a g d la p o sib ilid a d d e u n a “anali-
tic a e x isten c ia l” b a sa d a sobre el s e n tim ie n to d e la fe lic id a d , y n .
sobre el de la an g u stia, y e stu d ió la in d o le d e la te m p o ra lid a d h u -
m a n a e n el e sta d o d e felicidad. S eria el “ta la n te ” (Stimmung) “el es-
tra to m ás p ro ftm d o d e la ex isten cia h u m a n a '., la p rim a ria y m á s
d ire c ta e x p re sió n d e la c o n te x tu ra m e tafísica d e l h o m b re ; y u n aná-
lisis d e los q u e co rre sp o n d e n a l se n tim ie n to d e felic id a d p arece m os.
tr a r q u e el ser h u m a n o n o está sólo “a rro ja d o ” a la ex isten cia, mas-
ta m b ié n “sostenido', e n ella. N o a n alizó B ollnow la e sp e ra n za , sino-
los estados del e x istir e n q u e d o m in a la vivencia d e h a b erse c u m p li.
do to d o c u a n to se p u e d e e s p e ra r: n o o tra cosa fu é e l q u e N ietzsche-
conoció u n a vez y b a u tiz ó co n el n o m b re d e “ g ra n M e d io d ía ” ٥.
Q u in c e años m ás ta rd e , B ollnow h a c o n sag rad o u n e stu d io a l p ro -
b le m a a n tro p o ló g ic o d e la e s p e r a n z a .. Su p u n to d e p a rtid a es un-
te x to d e la se g u n d a p a rte del Fausto, e n q u e G o e th e lla m a a la es-
p e ra n z a y a l m ie d o “dos d e los peores en em ig o s d el h o m b re ” . ¿ P o r
qué e sta e x tra ñ a se n te n c ia g o e th ia n a ? In d u d a b le m e n te , p o r influen-
eia d el id e a l estoico de la a t a r á . P a ra co n serv ar su sereb a im p e r.
tu rb a b ilid a d , p e n sa b a n los estoicos, e l h o m b re d eb e m a ta r e n su alma-
la p re o c u p ac ió n p o r el fu tu ro y, p o r lo ta n to , los dos afectos e n q u e
ta l p re o c u p ac ió n se h a c e m á s n o to ria : el te m o r y la e sp eran za. L a
e sp e ra n z a es asi u n a ilu sió n p e lig ro sa; la e n tre g a a ella, p u ra n e c e .
d a d . L a te o ria d e los sen tim ie n to s d e los siglos XVII y x v m estuvo con-,
frec u en c ia d o m in a d a p o r esta concepción de la v id a 5. A h o ra b ien,
la concepción estoica d e la v id a afectiv a es insostenible. S in tem or-

» ٠ . Fr. Bollnow, Das Wesen der Stimmungen (Frankfurt a. M., 1941).


٥ Op. cit., pigs. 168-185. M is Idóneos serian para los fines de Bollnow otros,
de los sentimientos ٩ue ¿1 analiza. El antropólogo no puede olvidar que Nietzsche-
sucumbid a una parálisis general progresiva.
٠ “Die Tugend der Hoffnung. Eine Auseinandersetzung mit dem Exlstentla-
lismus”, en Universitas, X (1955). pigs. '153-164. Estudio ampliado luego en el ‫ ﻻ‬٠
bro Neue Geborgenheit (Stuttgart, 1955).
« Spes c ic c ia , por ejemplo, S p in o za- nihil aliud « ، , quam inconstans .-.»،‫ط‬
‫ آ‬٠، orta ex imagine rei futurae vel praeteritae, ‫ ﺀى‬cuius ‫„ﺀﻵﺀ‬،« dubitamus (EthiceSr
IU, prop. XVIII, schol. II). Como se ve, también Spinoza —ex itnaginatione rei prae-
teritae— pone a Ja esperanza en relación con la memoria.
TEORIAS DE ‫ﻻ‬ ESPERANZA 3 1 ‫>و‬

y sin e sp e ra n za , e‫ ؛‬h o m b re v iv iría e n u n p re se n te soso y vacio, su


ex isten cia se congelaria. P e ro si la e sp e ra n z a n o p u e d e ser re c h a z a d a ,
no p o r eso d e ja de ser e n g a ñ a d o ra . ¿A caso n o q u e d a in c u m p lid o casi
todo lo q u e el h o m b re esp era? Y si ello es asi, ¿ h a b re m o s de h a c e r
n u e stro el a se rto de G o e th e? P a ra salir d el a p rie to re su lta f o r z o s .
p la n te a r el p ro b le m a e n u n p la n o b a sta n te m ás p ro fu n d o .
P a ra ello, la m e n te d eb e d is tin g u ir n e ta m e n te ,e n tre “la e sp e ra n ,
z a" com o ra d ic a l tem p le d e l á n im o d e l h o m b re e sp e ra n za d o — la
“e sp e ra n z a u n iv e rsa l”— y las “esp e ra n za s co n cretas" a q u e el in d i,
viduo h u m a n o tie n d e e n su vivir. A q u é lla no tie n e u n o b je to in tu i-
tiv a m e n te re p re se n ta b le , y n o p u e d e, p o r ta n to , c o n d u c ir a la d e .
c ep ció n ; estas o tras tie n e n u n o b je to in tu ib le y d ece p c io n an co n f r e .
cuencia. H a y q u e d i s t i n g i r , p o r o tra p a rte , el “ a g u a rd o " *. “espera
c o n c re ta ” o “e x p ec ta tiv a ” (Erwartung), y la e sp e ra n z a propiam ente-
d ic h a (Hoffnung). E l acto d e a g u a rd a r se refiere a sucesos q u e pue-
d e n ser fau sto s o in fau sto s, ab so rb e to ta lm e n te la a te n c ió n y a ta ñ e ‫ذ‬
algo in m e d ia to y d e te rm in a d o ; la esp e ra n za , en cam b io , sólo con.
te m p la p o sib ilid ad es faustas, d e ja m a y o r lib e rta d in te rio r y tie n e u n
o b je to m u c h o m ás in d e te rm in a d o . E llo nos co n d u ce a lo v e rd a d era -
m e n te d ecisiv o : el m o d o d e la te m p o ra lid a d del a g u a rd a r y del es-
p e ra r. E l tie m p o p ro p io d el a g u a rd o es u n “tie m p o c e rra d o ” : la p o .
sib ilid a d cuyo c u m p lim ie n to se a g u a rd a ocluye to d o el h o riz o n te del
ftitu ro , lo “cierra '.. P o r el c o n tra rio , el tie m p o p ro p io d e la esperanza-
es u n “ tie m p o a b ie rto ” : el, h o riz o n te te m p o ra l del e sp e ra n za d o con.
tie n e u n a m u ltitu d d e p o sib ilid ad es abiertas, n o previsibles. E l es-
p e ra n za d o , com o dice G. M arcel, es u n h o m b re q u e e x iste “e n d is-
p o n ib ilid a d ...
¿Q ué es, entonces, lo qtte e n la v id a h u m a n a se op o n e a la espe-
ra n z a ? A p a re n te m e n te , el te m o r, la a n g u stia y la desesperación. P e r .
esto sólo e n a p a rie n c ia es cierto, p o rq u e la e sp e ra n z a o cu p a e n la
ex isten cia re a l u n pu esto m ás p ro fu n d o y o rig in a rio q u e la desespe.
ració n . C on ra z ó n p u d o d e c ir K ie rk e g a a rd q u e la desesperación, com -
p re n d id a com o tal, se reb asa a si m ism a. ‫ ﻣ ﺎ‬q u e e n rig o r se o p o n e
a la e sp e ra n z a es la “in d ife re n c ia o b tu sa.', ese fa tig a d o e in a ctiv o te-
d io del alm a' q u e la teo lo g ia escolástica llam ó acedia. C o n lo cual'
q u e d a d ic h o q u e la e sp e ra n z a n o es u n afecto m ás d e la e x isten c ia
h u m a n a , sino e l fu n d a m e n to q u e sostiene n u e stra vida, la e x p re sió n
de n u e stra confianza e n la ex isten cia, el U ltim o fu n d a m e n to del alm a.
P o r eso p u d o a firm a r M arce l q u e la e sp e ra n z a y la v id a se h a lla n

٠ Véase lo que luego digo acerca de este término castellano.


■320 ESPERA Y ‫دل‬ ESPERANZA

m u tu a m e n te h e rm a n a d a s y q u e la e sp e ra n za es la estofa de q u e
n u e s tr a alm a està h e ch a .
¿ C u á l p u e d e ser el sen tid o real d e estos asertos de M arce l? L a
e sp e ra n z a es, m ás q u e el “p á b u lo ’, de la v id a h u m a n a , la “e stru c tu ra
fu n d a m e n ta l” q u e la sostiene. P e ro ta l ex p resió n , ¿cd m o d e b e ser
e n te n d id a ? E l p ro c e d e r in te le c tu a l de B ollnow se a tie n e a la te m p o ,
re id a d de la existencia. SegUn H e id eg g e r, esa te m p o re id a d se deter-
m in a c o n c re ta m e n te com o “c u id a d o ” (Sorge). P a ra B ollnow , en cam -
bio, la e sp e ra n za es u n a d e te rm in a c ió n m ás ra d ic a l y p ro fu n d a que
el c u id a d o : la c o n stitu c ió n de la v id a h u m a n a , o rig in a ria e n ella,
se h a lla d e te rm in a d a p o r la e sp e ra n z a : “L a e sp e ra n za es m ás origi-
n a ria q u e el c u id ad o , y sdlo e n el h o riz o n te de la e sp e ra n za p u e d e
a q u é l ser re c ta m e n te c o m p re n d id o .” D e a h f q u e to d o el existencia-
lism o, e n c u a n to c o n stru cc ió n filosófica, d e b a ser revisado desde su
fu n d a m e n to . “L a resolución del c u id ad o se c o n su m iría en u n a serie
d e a v e n tu ra s vacias si la e sp e ra n za no le ofreciese u n h o riz o n te d e
p o sib ilid ad es su ste n ta d o ra s, d e n tro d e las cuales p u e d e decidirse ha-
.cia algo. S in la e sp e ra n za , to d a resolución to p a con el vacio, y sólo
e n la e sp e ra n za e n c u e n tra el fu n d a m e n to s u ste n ta d o r q u e p o r si m is-
m a n u n c a p o d ría p ro d u c ir. E l cu id ad o , p o r ta n to , d e b e ser siem p re
re b a sa d o p o r u n a e sp e ra n z a q u e le so p o rte y e n v u elv a.”
U n a n u e v a cu estió n su rg e a h o ra . Si la e sp e ra n z a es la “e stru c tu ra
fu n d a m e n ta l” d el a lm a h u m a n a , algo, p o r c o n s ig lie n te , q u e el a lm a
n o p u ed e p e rd e r, ¿cóm o es posible h a b la r de la “v irtu d ” d e la espe-
ra n z a ? E s la e sp e ra n z a v irtu d , co n testa B ollnow , e n c u a n to el h om -
b re tr a ta d e c u m p lir o c o n q u ista r re c ta y a n im o sa m e n te lo q u e ella
.f r e c e . E n tr e la e sp e ra n za , c o n ceb id a com o e s tru c tu ra fu n d a m e n ta l
d e la ex isten cia, y la v irtu d teologal de la esp e ra n za , la m e n te des-
-cubre u n “ d o m in io in te rm e d io ” e n el cu al el e sp e ra r d e l h o m b re se
h a c e “ v irtu d n a tu ra l” . H a y , pues, u n a “ fo rm a n a tu r a l p re v ia " de la
es ۴ ra n z a c ristia n a susceptible d e ser tr a ta d a p o r la filosofia.
A si p u e d e ser eficaz y d e fin itiv a m e n te d e rro c a d o el id eal estoico
d e la ataraxia. L a a rg u m e n ta c ió n h a b itu a l c o n tra e l estoicism o par-
te d e l su p u esto d e q u e al h o m b re le es im p o sib le elevarse sobre la
te m p o re id a d de su v id a fu tu ra . P ero c o n ello se o lv id a q u e e n el
“ te m p le festiv al del á n im o ” (festliche Gestimmtheit) es Jjosible u n a
n u e v a e x p erien c ia d e l tie m p o e n q u e el fu tu ro p ie rd e su sen tid o , por-
q u e to d o él se sien te asu m id o e n u n p re se n te e m b ria g a d o d e felici-
d a d . E scrib ió H u g o d e H o fm a n n s th a l: “ E sto es to d o ..., ser feliz sin
e sp e ra n z a .” ‫ ﻣ ﺎ‬cu al n o q u ie re d e cir que la e sp e ra n za es fa la z y q u e
el h o m b re d eb e ab sten erse de ella, sino q u e e n e l fastig io d e la eXis-
T E O R IA S DE ESPERANZA 32،

tencia festival se ha hech. ociosa la esperanza de un futuro, porque


la ha rebasado la vivida plenitud del presente 7.
En su animosa reacción contra la angustia del existencialismo,
¿no habrá ido Bollnow demasiado lejos? El “soporte metafisico” que
la esperanza concede a la existencia humana ¿es, en realidad, tan
firme como él dice? Forzosamente habrá que examinar estas cues
tiones en la Ultima parte "del libro.

I I I .B redxow y P lügge

En una conferencia pronunciada en la Evangelische Studenten-


gemeinde, de Jena, w . Brednow, profesor de Medicina interna en
aquella Universidad, se ha planteado médicamente el problema de
la esperanza *. Su interrogación inicial se funda en una vieja expe-
riencia médica. Solia decir el clinico Joh. Chr. Reil (1759-1813) qtie
los enfermos incurables pierden la vida, pero nunca la esperan.za.
¿Cómo es esto posible? ¿Acaso la esperanza de vivir se confunde
con la vida misma?
La respuesta de Brednow comienza con una sucinta pero bien
compuesta y documentada historia de las opiniones literarias y teo-
lógicas en torno a la esperanza humana: los griegos, el cristianismo
primitivo, San Agustín, Santo Tomás de Aquino, el Dante, Lutero,
w . von Humboldt, Goethe, Hölderlin, Nietzsche y varios autores de
nuestro siglo son hábilmente aducidos e interpretados ٠. Pero lo que
ahora importa es la personal visión del esperar humano que en cuan-
to biólogo y patólogo propone Brednow.
Dan a esa visión su fundamento las ideas del morfólogo L. Edin-
ger y del patólogo Fr. Kraus acerca de unidad cuerpo-alma. Edinger
opuso filogenètica y funcionalmente las porciones del sistema ner-
vioso central más modernas y diferenciadas (neoencéfalo) a las más7
7 Recuérdese Jo dJcJio en eJ capitulo consagrado a San Juan de la Cruz.
» w . Brednow. Der Mensch und die Hoffnung. Ha sido publicado su texto en
Die Sammlung, IX (1954), págs. 529-539 y 585-608.
٥ Comete Brednow, sin embargo, el error histórico de atribuir a l'Utero la
iniciación de una actitud cristianamente positiva ante la esjjeranza de los bienes
terrenales. “En l'Utero e s c r i b e - , esta consideración de la esperanza escatològica
acaece en dos direcciones: la conexión con las necesidades y tribulaciones más
cotidianas de este mundo, con la Iteración de esta 0 la otra concreta situación
de infelicidad, y, por otra parte, la “esperanza bienaventurada” de que San Pablo
habla en su Carta a Tito (2, 13), a la cual y sólo a la cual se refiere Santo Tomás
en los textos antes citados.” Como sabemos, la estimación positiva de las espe-
ranzas terrenales, desde un punto de vista cristiano y escatològico, está no sola-
mente en Santo Tomás, sino también en San Pablo.
21
322 ESPERA LA ESPERANZA

antiguas y elementales (paleoencèfalo). Apoyado en las investigado,


nes de Edinger. Kraus distinguid la ..persona profunda” de la “per.
sona cortical'-’, y atribuyó a cada una de ellas una función compie-
mentaria en la dinámica real del individuo. La “persona profunda”
tendría su sede anatómica en las estructuras paleoencefálicas, y se
halla constituida por los impulsos, instintos y afectos de nuestra vida ‫ل‬
la “persona cortical", cuyo correlato somático es el neoencèfalo, está
integrada por la actividad intelectual y voluntaria. Juntas una y otra
forman la personalidad total ‫ أ‬mas no con su oposición antagónica,
sino con su sinèrgica y bien ordenada cooperación. La teoria de los
“estratos" de la existencia humana —psicológica en E. Rothacker, on.
tológica en Nicolai Hartmann, psiquiátrica en G. Ewald y R. Thie-
l e - procede en no pequeña parte de la obra de Fr. Kraus ‫د‬٠.
Dentro de esta concepción de la personalidad humana, ¿qué será
la esperanza? Dos cosas distintas, aunque conexas entte sf, contesta
Brednow. En la “persona profunda”, la esperanza es “la potencia, la
fuerza y la tensión indiferenciadas de un temple vital más 0 menos
tónico. Puede decirse que tal modulación 0 tono del temple vital de
la persona significa la forma más general de lo que podemos llamar
esperanza”. De ahí la esencial conexión entre la esperanza y la vida:
“si se quiere vivir, si existen tendencias vitales, se espera; o, dicho
de otro modo: la vida sin esperanza es difícilmente pensable”. La
esperanza es ahora una tendencia vital y primaria, no dirigida a un
objeto determinado y subsistente mientras dura la vida.
Del estrato de esta esperanza vital e indiferenciada se elevan im.
pulsos hacia las capas “más altas” y más tardíamente adquiridas de
la personalidad. En ellas se diferencia lo indiferenciado y se orienta
lo indefinido y genérico. La tendencia vital, especificada en “superfi-
cies de contacto” (Haftflächen) apetentes de un contenido bien de.
terminado, se dispara hacia fines concretos. “Lo informe e inaprensi-
ble del temple vital que es la esperanza se hace tendencia rectora,
impulso de sostenimiento, dirección otorgadora de puntos de vista y
seguridades; el “áncora de la esperanza” es un convincente simbolo
de este proceso”. Tal seria la obra de la persona cortical. “La con-
ciencia puede conformar y orientar, merced a la experiencia, un sen-
timiento fundamental más 0 menos esperanzado. Estas buscadora‫؛‬
superficies de contacto son, a la vez, amarras lanzadas a una corrien,
te viva, y ya no corresponden a un mero temple vital, sino que re.
1 » ^ r í a ،njust. .lvidar aqul la doctrina de los "niveles” anatdmlcos y fun.
clonales del sistema nervioso, de j . ‫ ع‬Jackson, tan decisiva en la configuración de
la neurologia contemporánea.
TEORIAS D E LA ESPERANZA 323

ci ben sus pilar.es de sostenimiento y se hacen más vigorosas cuando


llegan a los estratos próximos a la conciencia y a la conciencia mis-
ma, esto es, a las instancias que las configuran.'. La sucesiva madu-
ración de la existencia humana irla dando realidad y precisión a ese
proceso psicológico.
Las amenazas y conmociones de la vida conducen al hombre a
“situaciones-limite" que pueden ser para Ó1 la posibilidad de la “vi.
vencia existencial’. 0 “vivencia del ser". La proximidad de la muerte
propia, la experiencia de la muerte de otro 0 la angustia del des-
amparo, por ejemplo, afectan al “estrato central’, del hombre y con.
mueven la totalidad de su persona, desde las zonas más profundas a
las más corticales; mas también pueden conducirle a una vivencia
que le muestra “lo absoluto del ser” (Jaspers), “la pura envoltura',
^ilke), y le pone ante un proceso que él ha de cumplir conscien-
temente: el proceso que Jaspers llama “trascender”, al cual se re-
fiere también Rilke cuando dice que el hombre “obedece traspasan-
do”. No parece ilícito reducir a esta experiencia, con BollnOw, la
tesis cristiana de la tensión entre el hombre y el mundo, tensión que
el cristiano resuelve positiva y religiosamente. Las amarras que tiCn-
de la capa vital de la existencia humana quedan anudadas ahora al
áncora de la virrtid teologal de la esperanza. “Acaece asi una trans,
posición del carácter de la esperanza, de modo que su peculiaridad
impulsora y activadora se hace necesaria para la consecución de las
obligaciones y los fines de la religión y la moral; y en la tarea de
lograr este fin y afirmar esas obligaciones recibe el carácter de una
virtud operativa.”
Vengamos ahora a la pregunta inicial: ¿puede vivir el hombre sin
esperanza? La respuesta debe ser: mientras posee el impulso vital
de la esperanza, el hombre vive. Contrariedades de la vida', necesida.
des, enfermedades 0 conmociones profundas pueden alterar mediata-
mente la función de este dominio biológico y extinguir la esperanza
vital; pero los impulsos volitivos conscientes no pueden llegar hasta
él. ¿Puede un hombre morir sin esperanza? Si la esperanza vital se
paraliza y apaga con el proceso de la muerte biológica, ¿qué sucede
con la esperanza “superior” 0 religiosa? ¿Puede alguien morir no
consolado por ella?
El médico actual sabe que los Jóvenes gravemente enfermos, ani-
mados por una esperanza vital poderosa, no suelen caer en reflexiones
angustiosas 0 aterradoras. Otro es el caso de los adultos y los viejos:
éstos saben que su vida no puede ser larga y se apoyan sobre una es.
peranza vital más débil y cansada. Todo clinico conoce esa conversa.
324 LA ESPERA Ÿ ESPERANZA

ción c .n un canceros., iniciada por la inevitable pregunta del enfer-


mo acerca de la incurabilidad de su dolencia, y en la cual el médico
trata de penetrar a tientas en los senos del alma donde la esperanza
vital se hace perceptible. Con el progreso de la enfermedad van cam-
biando las cosas : el enfermo no hace ya preguntas, y el médico aten-
to y sensiljle adquiere la impresión de que la situación del paciente
se ha trasladado a otro plano, dentro del cual ya no son decisivas sus
palabras de consuelo. Se ha producido la transposición que hacen
perceptible la creciente debilidad del impulso vital y la posibilidad
de la “trascendencia', anteriormente mencionada, y asi surgen la sere-
nidad y la lucidez, tan frecuentes en los cancerosos durante sus Ulti-
mos dias. La existencia acontece ahora en el plano de que Rilke ha-
biaba en su Ultima carta : ce plan insitnable ‫ ﺀ ﺀ‬si peil h l i ä n . En
él, en efecto, resultan ya inadecuados las experiencias y los conoci-
mientos propios del plan humain —el mundo “meramente huma-
no"— y acaba todo lo decible. Entonces la esperanza alcanza el es-
trato del misterio. .Que esa “transposición” firese más frecuente hace
ciento cincuenta años, en la época de Reil, no puede negarse. Cain,
el hombre diffidens de D e 0, según la expresión de Santo Tomás
— caput cordis habet tremulum, vagus ‫ ﺀ ﺀ‬profugus ‫ ﺀ ﺀ ﺀ‬, ٥ procella - „ ‫ﺀ ﺀ‬
‫'لﺀهﺀ‬0 „ ‫ ئ‬, ٠ terra viventium proiectus..., le llama en De eruditione
principum— , recuerda mucho al hombre desorientado y desesperado
de nuestra época. Mas no por ello ha dejado de existir la posibilidad
antropológica de la “trascendencia”, porque no cambia con el paso
del tiempo la constitución metafísica del ser humano.
De su experiencia médica parte directamente H. PlUgge en el
breve estudio que ha consagrado al problema antropológico de la es-
peranza “ . Una serie de trabajos acerca de las formas en que pato-
lógicamente se expresa la “experiencia de la nada” ha conducido a
PlUgge a investigar en la clinica cómo se manifiesta el principio me-
tafisico que en el hombre preside y fundamenta la afirmación de la
vida y del ser. Este principio “no es definilile, pero si es experimen.
table‫ ؛‬descriptibles y aprehensibles son, por tanto, sus acciones... Y
asi como pudimos rastrear la acción de la nada en algunas de las ex-
presiones con que ella se viste y enmascara, del mismo modo hemos
intentado descubrir esta potencia posibilitadora de la vida en las for-
mas de que se reviste.’. Una de estas manifestaciones es la esperanza.
Dos minuciosas historias clinicas de enfermas muertas de cáncer1
11 “Ucber die Hoffnung.’, en Situation. Beiträge zur phänomenologischen Psy-
chologie und Psychopathologie, I (1954), págs. 54-67.
T E O R IA S DE LA E S PER A N Z A 32 5

p٠nen a Pliigge ante el hecho central : a medida que la enfermedad


se agrava y .se anulan las posibilidades de curación, en el alma del
paciente va apareciendo una esperanza nueva, ante la cual no tienen
peso alguno los juicios empiricos y racionales del propio enfermo
acerca de su incurabilidad. Hay que distinguir, en consecuencia, la
“esperanza de los incurables.’ de la “esperanza cotidiana” ; tanto
más ctianto que aquélla surge después de que ésta ha fracasado.
La “esperanza cotidiana” o “común” (gemeine Hoffnung) está
orientada hacia algo mundano, exterior, concreto, contingente; por
tanto, lleva siempre en si un coeficiente de ilusión y se halla sujeta
al azar y a la decepción. De la ruina total de esta esperanza común
surge misteriosamente la “esperanza genuina” (echte Hoffnung): “la
decepción de todas las esperanzas comunes alberga en si la posibili.
dad de liberarse de toda ilusión dirigida al mundo”. Esta nueva es-
peranza tiende hacia algo “indeterminado”, nebuloso, carente de con-
torno; algo, en cualquier caso, que.se refiere a la persona del enfermo
y atafie a su futuro : “no se oriCnta hacia el mundo y los objetos que
al mundo pertenecen, sino que tiene el sentido ،le asegurar el porve-
nir a un paciente que se ve perdido y cuya ruina es patente; y no este
o el otro porvenir, sino pura y simplemente el porvenir. Asi, aunque
esta esperanza tienda hacia algo indeterminado, posee un contenido
inmanente e intransferible: apunta, en efecto, hacia una perduración
de la persona, de cualquier género, con tal de que sea segura, hacia
una autorrealización en el futuro, hacia una renovación indetermi.
nable, pero de algún modo aseguradora”. No se trata simplemente de
la curación 0 de la desaparición de dolores y flaquezas, sino de algo
más amplio, en lo cual todo eso queda subsumido; algo que coti
Bollnow podría llamarse “estado .de salvación” (Heil-Sein) 1*. Tampo.
co se trata de una ilusión que haga más soportable al enfermo su
estado y su incurabilidad. Es más bien “una transformación que lleva
consigo una elevación de nivel”. La nueva esperanza permite rebasar
la anterior referencia de la vida al yo, crea nuevos deberes y vincula
ciones y procura una libertad y una autonomia internas insospecha-
bles antes del hundimiento fisico del enfermo. La paciencia, que
ocupa ahora el lugar de la angustia, hace patente esa “elevación ،le
nivel" de la existencia.
El “estado de salvación” de la persona es, pues, el objeto de la es-
peranza genuina, otorga a ésta su carácter de “abertura formal” y
atestigua su condición trascendental. “Trátase de la experiencia de

12 La palabra alemana Heil significa a la vez "curación" y “salvación”.


326 ESPERA Ï LA ESPERANZA

una relación que trasciende nuestra existencia'., y es un act. personal


por el cual nuestra existencia se afirma y quiere realizarse y perfec-
cionarse más allá de los limites del sujeto. A igual resultado conduce
un diálogo detenido con las personas que sobreviven a una tentativa
de suicidio.
Puesto que la esperanza genuina no se dirige a un determinado
objeto del mundo, no puede conducir a decepción. Antes al contra-
rio, es ésta la que con frecuencia la hace nacer en el alma. Y ello
puede acontecer, en Ultimo extremo, porque la esperanza genuina
pertenece al fundamento mismo de nuestra existencia: es “un com-
ponente estructural determinante de la existencia humana'.. Sin ella
como tal fundamento no serian posibles las esperanzas de la vida c ^
tidiana. “La esperanza comUn sólo es posible e s c r ib e P lü g g e- en
cuanto fundada sobre la esperanza genuina; pero esa esperanza co-
mUn desconoce su esencia propia, se acuña en moneda falsa deslizán-
dose hacia lo mundano”.
La permanente interminación de la existencia (Heidegger) es ١a
raiz metafísica de la esperanza. Pero esperar esperanzadamente no es
un mero aguardar. “Todo esperar es un aguardar, pero no todo aguar-
dar es esperar. Aguardar no es todavía esperar... Esperar es siempre
aguardar lo que salva... De ahí la esencial relación entre esperanza y
necesidad y la apariencia de advenimiento “plenificante” y “revela,
do’, que tiene lo que con esperanza se aguarda: “el carácter de ame-
naza de la situación de que se parte pertenece por definición al pro-
ceso de la esperanza. Y en tal medida, que bien puede decirse qtie se
espera siempre ٥ pesar de la amenaza”.
Errará, sin embargo, quien considere que la esperanza genuina se
refiere solo al futuro. Más esencial es todavía, y asi lo enseñan las his-
torias clinicas, que también el presente del hombre es soportado por
la esperanza. “En el proceso de la esperanza, lo venidero es algo que
ya existe en el presente, y en él despliega sus fuerzas... La paciencia,
que tan esencialmente pertenece a" la esperanza, expresaría en forma
de conducta esa conexión entre el futuro y el presente. “La esperan-
za se realiza, cuando es genuina, en la paciencia. La esperanza es el
supuesto de la paciencia. Esperanza y paciencia se hallan en continua
relación mutua."
La esperanza, en suma, es una determinación fimdamental y en-
titativa de la persona. Mientras alguien vive, vive gracias a la espe-
ranza. “Alguien", no sólo el cristiano. Lo cual vale tanto como decir
que esta “esperanza genuina” de que hasta ahora se ha hablado no
‫ ﺀﺀ‬todavía la virtud cristiana de la esperanza, sino, como dice Boll-
TEORIAS ٠‫ﺀ‬ u ESPERANZA 327

now. Sil “forma natural previa'.. En cuanto tal “forma natural pre.
via", la esperanza nos procura una certidumbre acerca de nuestro
porvenir personal, de nuestra propia realización; pero esta certidum.
bre es y permanece amenazada, puesto que pertenece por esencia a
la cuestionabilidad del existir humano. Frente a ella, la certidumbre
de la esperanza cristiana es en principio, y en el caso ideal, inaccesi,
ble a la desesperación, salvo que haya dejado de existir y sólo sea un
nombre.
La esperanza cristiana es siempre esperanza 'de la resurrección.
Con ello queda patente su analogia con la “esperanza genuina”, en la
cual tiene su forma natural previa. Lo que en ésta es “estado de sal.
vación" de la persona, perduración 0 renovación, hácese en aquélla
resurrección sobrenatural del ser humano.
No será difícil al lector descubrir la semejanza de las conclusiones
a que llegan todos los analistas de la esperanza: Marcel, Le Senne,
Bollnow, Brednow, Plügge“ . El análisis de la existencia propia, la
especulación teorética y la observación de la realidad del hombre en-
fermo parecen conducir a un mismo resultado: la contraposición en-
tre la esperanza “verdadera” 0 “genuina” —la “esperanza.’, en singu-
lar— y las plurales “espei-anzas” concretas' a que tienden los proyec-
tos, las previsiones y las esperas de nuestra vida cotidiana. Pero esta
tajante oposición, ¿es defendible? ¿Descansa sobre un análisis sufi-
ciente de la realidad? ¿No se halla tácita y ocultamente determina-
da por una dicotomia antropológica —la que suele establecerse entre
la “vida espiritual" y la “vida sensible”—, que en si misma debe ser
revisada? Pronto ,habremos de verlo.

1» El estudio de E. Bloch Das Prinzip Hoffnung (Berlin, 1954) —cuya noticia


ha llegado a mi conocimiento cuando este libro se hallaba en prensa— no ha po-
dido ser oportunamente consultado.
C a p ít u l o I I I

LA REACCION CRISTIANA

Tres son, veíamos, las actitudes típicas que frente a la esperanza


han adoptado los hombres del siglo XX 1. Muchos de ellos —marxis-
tas y neoprogresistas— continúan fieles a las diversas formas de la
esperanza secularizada que los siglos XVIII y XIX han legado al nues-
tro. La tan denunciada “crisis de la cultura moderna" seria para és-
tos no más que un accidente epidérmico de la historia de Occidente,
en su camino hacia el venturoso “estado final” de la humanidad
Otros han sentido en su alma y expresado en su obra la gravedad de
esa crisis, ya bajo figura de angustia y desesperanza, ya como ocasión
para el descubrimiento de una esperanza más honda y auténtica
que la ofrecida por el siglo. Más 0 menos próximos a unos y otros,
los cristianos han seguido esperando el cumplimiento escatològico
de las promesas que Cristo hizo a los hombres. La una spes que San
Pablo proclamó en la Epistola a los Efesios (IV, 4) perdura vigente,
sin cambio sustancial, en las almas cristianas de hoy.
¿Quiere esto decir que los cristianos del siglo XX constituyen un
grtipo abruptamente deslindado del que forman, por su parte, los se-
cuaces del progreso y los heridos por la crisis? De ningún modo. La
expresión que acabo de emplear —“más 0 menos próximos a unos y
otros”— indica bien, creo, la situación real de los cristianos, en cuan-
to hombres de este mundo y este siglo. La más acendrada vida cris-
tiana no impide esperar los bienes terrenales., y asi lo demuestran
quienes procuran aunar la esperanza escatològica del Reino de Dios
con una concepción progresista de la historiaa. ¿Cuántos de éstos1

1 Me refier. tan sólo, como es obvio, a 08‫ ؛‬que integra.! la fracción “weiden-
tal” de la humanidad.
» Póngase al lado de ، 8tos' el no escaso número de los que, proclamando a
voz en gritó su cristianismo, se hallan con su conducta muy próximos a los hom-
LA RK.ACCION C R ISTIA N A 329

hay en Jos medios que, como el norteamericano, han sido menos


afectados por Ja crisis contemporánea ? Lo mismo cabe decir en Jo
relativo a esta crisis : la esperanza sobrenatural más firme y robusta
no excluye la posibilidad de sentir angustiosamente la instalación de
la vida personal en el tiempo. Si la existencia del hombre in via es
y no puede dejar de ser inquietudo, segUn la perdurable vivencia
agustiniana, y anxietas, conforme a la certera doctrina tomista, ¿np
se hallará muy próxima a ser verdadera angustia, cuando la vida his-
tdrica consista en pura e indominable inseguridad? Un dominico
ilustre, el padre Maydieu, escribía hace pocos años: “No me parece
que nuestra situación sea menos trágica porque creamos en la Cruz'. ٠١.
En otro lugar ٠ he tratado de reducir a estos cinco epígrafes los
caracteres positivos —y no meramente “criticos"- de la época en que
vivimos: voluntad de plenitud histórica, conciencia de una origina,
lidad radical, afirmación de la realidad de las cosas, visión del hom-.
bre como persona y descubrimiento de la misteriosidad de lo real.
Pues bien: en cuanto agonista de su tiempo, el Cl'istiano del siglo xx
ha vivido "cristianamente', esas cinco determinaciones de la existejt-
cia humana. La “voluntad de plenitud histórica” le- ha llevado a
comprender con hondura y sutileza inéditas todas las vicisitudes de
la historia del Cristianismo y, en consecuencia, a conquistar posibili-
dades de pensamiento, sentimiento y acción preteridis cuando por
primera vez surgieron. Bastará mencionar, a titulo de-ejemplo, la
renovada fecundidad de la Patrística y el cambio de actitud de tantos
historiadores y teólogos católicos frente al problema de los orígenes
de la Reforma. La “conciencia de originalidad” no ha sido en la vida
cristiana —y no ha podido ser— tan vigorosa y exigente como en
la vida estrictamente secular, porque el imperativo de la tradición
es mucho más fuerte para quienes viven dentro del Cristianismo que
para los que se hallan fuera de él‫ ؛‬mas no por ello han faltado ham-
bre y sed de novedad en el seno de las almas cristianas más sensibles
a la historia. Sea cualquiera el definitivo resultado del empeño, el
intento de construir una teologia intelectualmente “nueva” y dog.
máticamente “tradicional', pertenece al meollo espiritual de nuestra
época. No menos actuales son la creciente estimación teológica de
las realidades de este mundo —la expresión “teologia de las realida-
des terrestres', ha llegado a sel. tópica— y la constante asunción, por

bres “cuyo Dios es el vientre’’. No necesitará el lector aguzar mucho su mirad»


para descubrirlos.
» Cit. por j. L. Aranguren en Catolicismo y Protestantismo, pig. 21+.
4 Historia de ¡a Medicina (Barcelona. 195+), pigs. 699-701.
330 LA ESPERA ï LA ESPERANZA

parte del pensamiento cristiano, de los resultados a que va llegando


'la antropologia contemporánea, cada vez más atenta a la condición
“personal” del hombre.' Y en la teologia de los Ultimos decenios ,¿no
son claramente perceptibles la extraordinaria frecuencia de la pala,
bra “misterio" y una desusada finura espiritual en la comprensión de
la misteriosidad de las verdades religiosas?
No hay duda: pese al carácter resueltamente antirreligioso, ateo,
'de una parte considerable de la cultura contemporánea, el cristiano
de hoy se mueve en el mundo con una “naturalidad’, -s t'، venia
verbo— no conocida desde el siglo XVII. La tensión que siempre debe
existir entre la “vida cristiana” y la “vida mundana” se había hecho
superlativamente grave durante los dos Ultimos siglos del mundo
moderno. Más de una vez lia subrayado Ortega el carácter “trágico”
de la situación del católico en el seno de ese mundo ‫ ﺀ‬: una razón
"racionalista", negadora, en principio, de la misteriosidad de lo real
- e n ello coincidirían Voltaire, Hegel y C o m te - había de trocar en
agria polémica la tensión vital antes mencionada. Serla necio deseo,
nocer que esa polémica subsiste, extremada a veces hasta las más
graves formas de la crueldad. Con uno u otro signo, la-persecución
religiosa ha logrado triste actualidad en nuestro siglo. Pero, salvado
el caso de una persecución abierta, esa misma radicalidad en el plan-
teamiento de la cuestión religiosa ha hecho más firme y deseraba-
razada la andadura del cristiano a lo ancho del mundo histórico. El
cristiano puede hoy vivir más total y desnudamente su fe, y asi ins-
talado en ella encuentra menos ingrata'la discusión con Sartre, val.
ga este ejemplo, que la discusión con Renan. Antes tenia que afir.

‫ ﺀ‬En ‘.‘La rebelión de las masas” y en “En torno a Galllttj”, o. c., t. IV, pi-
gina 212, y t. V. págs. 152-153. Creo, por mi parte, que en la actitud del católico
ante el mundo - y , por lo tanto, ante las esperanzas te rre n a s- es posible distin-
guir cuatro tipos pri'ncipales : 1.. La “mundanización”. El católico vive con dos
esperanzas separadas: una mundana y habitual, más o menos próxima a la del
progresismo, y otra espiritual 0 transmundana, sólo vigente por modo expreso en
las situaciones-limite de la existencia ( r ie s , de muerte, cambio de estado, aflic-
ción profunda). 2.٥ ‫“ ئ‬vida de reojo”. E l católico vive en el mundo y disfrtita
de las tócnicas y comodidades que ،ste le ofrece, Jjero mirándole “de reojo” y juz.
gando con una secreta complacencia sus fallos y limitaciones, en cuanto «rasiones
propicias para vivir sin trabas la esperanza escatològica y transmundana del Cris,
tianismo. Esta “utilización resentida” del mundo no es i'nfrecuente entre nosotros.
3.0 La “negación del mundo”. El católico afirma ahora su fe retirándose a la car-
tuja 0 al yermo. 4.0 La “afirmación cristiana del- mundo”. El católico contempla
y vive las “realidades terrestres” -n a tu rales o a rtific ia le s como entes dotados de
sentido en la economia de la creación y la salvación. Sin mengua del carácter
sobrenatural y gratuito de la esperanza teologal, la esperanza del católico no es
ahora tina “doble esjttranza”, sino una “esperanza cOntinuada”. Asi fu، la de
.a n te , fray Luis de Granada y fray Luis de León.
LA REACCION CRISTIANA 331

marse el Cristianismo como pura “doctrina..‫ ؛‬ahora, en cambio, la


nueva sensibilidad históric'a le invita a mostrarse como “vida., o
“existencia», capaces de expresión doctrinal y, por lo tanto, a pelear
con sus armas más propias. Cuairdo la mente se movla en el plano
del pensamiento científico-natural, el dogma de la creación del hom.
bre era, a los ojos de la razón, un verdadero escándalo. Hoy. frente
a las reflexiones de Sartre acere¿ del origen del “Parasi.., ese dogma
es más bien una clave iluminadora: de ver en el “misterio” cristia-
no la opacidad que en él hay, la mente de muchos hombres ha pa-
sado a percibir la luz que él irradia. Lo mismo debe decirse en or-
den a la esperanza: es más fácil para el cristiano el diálogo con un
-desesperado que con un optimista. El cristiano no Jjuede dejar de
encontrar superficial al optimista; y esto hará siempre enojosa su
relación con él, porque, cuando es genuina, la vida cristiana es siem-
pre vida “profunda'..
Asi apoyado en su fe, asf dispuesto frente a la crisis contemporá-
nea, ¿cómo ha respondido el cristiano a la actual vivencia de la es-
peranza? ¿Cuáles han sido su ademán y su palabra ante una situa-
ción histórica tan propicia a la desesperación como a la esperanza
auténtica? Como es obvio, tal respuesta ha tenido cariz distinto en el
mundo católico y en el protestante. Examinemos, pues, por separado
lo que en uno y otro ha acontecido.

I .- L a reacción católica

Considerada en sus grandes lineas, la respuesta de la espiritualidad


católica a la actual crisis de la esperanza humana puede ser reducida
a tres epígrafes principales: exposición renovada de la doctrina tra-
dicional de la esperanza cristiana, desarrollo vital y teológico de la
estimación del mundo, finura creciente en la comprensión del adver
sario. Cuando en el mundo se ha hecho vigente el dilema “desespe-
ración total-nueva esperanza", el católico ha mostrado al mundo su
nunca envejecido modo de esperar; ha puesto sobre el pavés, con
vigor nuevo, su alta y honda estimación de la realidad creada —omne
ens ‫ ﺀﺀﺀ‬bonum, dice un axioma de la metafisica tradicional— y, sin
detrimento de su fidelidad, se ha esforzado por dar cristiana razón
de todo lo que en el mundo actual se halla al margen de su fe 0 en
hostilidad contra ella.
§1. Entre los autores que, ante la urgente llamada del tiempo,
han dado oportuna expresión a la doctrina católica de la esperanza.
352 ESPERA Y LA ESPERAXZA

nombraré a j. Le Tilly, c. Zimara, P. Charles, J ٠ Pieper, A..M. Ca.


rré, M. Müller y j. Daniélou ٠. Después de los excelentes comentarios
،lei padre Le Tilly a las seis cuestiones de la Secunda Secundae con-
sagradas a la esperanza (Summa, 11-11, qq. 17-22) y del bien docu-
mentado compendio de c. Zimara, los articulos del padre Charles
anteriormente mencionados, parte de una serie que no ha llegado a
su término 7, exponen las dos más importantes novedades con que-
nuestro tiempo ha contribuido a la teologia de la esperanza cristia.
na: la resuelta atribución de un carácter colectivo al bien esperado
y la supresión de la arduitas como nota esencial del acto de esperar.
Actualizando una tesis expuesta por el padre Muniessa en el tomo
segundo de sus Disputationes scholasticae (Barcelona, 1689), el padre
Charles propone una significativa ampliación en la fórmula que sue-
le expresar el objeto de la virtud de la esperanza. El fiel, según ella,
espera que Dios le dará la vida eterna y todo lo que le sea necesario
para obtenerla. ¿Es -satisfactoria esta fórmula? Para Muniessa y su
descubridor, no; ellos prefieren otra, en la cual el “yo., es sustituido
por un “nosotros’.. El objeto de la virtud teologal de la esperanza
no es sólo la posesión beatifica de Dios por el hombre que espera,
mas también por todos los que de ella sean capaces. Habría, pues,
que decir en nuestros actos de esperanza: “Dios mío, yo espero con
firme confianza que nos darás la vida eterna y todo lo que nos sea
necesario para obtenerla." Si no se entendiese asi el objeto de la es-
peranza cristiana seria necesario inventar una cuarta virtud teologal
por la cual amaríamos a Dios, en cuanto él puede beatificar a nues
tro prójimo. La esperanza adquiere asi un carácter verdaderamente
“social" y “católico" ; esto es, universal *.
٥ j. l e 'lilly. O. !>.: com entario a la tratl. francesa de la Summa theologica
(Éditions de ‫“ ط‬Revue des Jeunes", Paris, 1929): c . Zimara, op. «■،.,٠ P. Char-
les, S. j .: ٠۶. ci،.; j. Pieper, op. cit. (trad. esp.: Sobre ‫ ط‬esperanza, Madrid, 1951);
A.-M. Carri, O. P.: Espérance ‫ﺀ‬، désespoir (Paris, 195+): M. Àiilller, O. F. M.: Die
Verheissung Christi (Freiburg i. Hr., 1955), trad, al Castellano bajo el titulo de
Angustia y esperanza Barcelona, 1956); j. Daniélou. s. j.: op. cit. y Études, no-
viembre de 1955.'A esta serie de libros debe añadirse Espero en Dios, de Ismael
Quilcs, S. j. (Bueno Aires, 1955), en el cual la reflexión ascitica descansa sobre
una firme base teoltigica y sobre U!» buen conocimiento de la actual situación del
espíritu humano.
7 La muerte impidió al padre' Charles dar cima a sus reflexiones sobre la es-
Jttranza.
» Síguese de ahi una importante consecuencia, tocante a la esperanza de Je-
sucristo y de-los bienaventurados. No sólo ha esperatlo Jesucristo sobre la tierra‫؛‬
también espera en el cielo, y con il todos l o elCgidos: pero tal es۴ ranza no tie-
ne por objeto, como es obvio, su propia l a t i tu d , sino la nuestra: “la esperanza
de Cristo no puede quedar colmada en tanto que uno de los “Suyos" se halle
tráavla fuera de la visión beatifica... y no haya sido pronunciado el Ultimo Con-
REACCION CRSTLANA 333

L a tesis de la in d iv id u a lid a d del o b je t, de la e sp e ra n z a procede


d e l Enchiridion de S an A g u stín , e n cuyo cap itu lo V III l u e . com o
dice el p a d re C harles, n’est pas le chef d’oeuvre d’Augustin— se lee
١0 s^es non nisi return... od eum pertinentium, qui earum
spem gerere perhibetur. L a fo rtu n a d e este aserto h a sido in m en sa.
E n la teologia clásica, ú n ic a m e n te S an to T o m á s se atrev e a sepa-
rarse de él, p o r la vía la te ra l d e u n a d is tin c ió n sutil, c u a n d o en la
Summa Theologica afirm a q u e es posible e sp e ra r p a r¿ o tro la v id a
b ie n a v e n tu ra d a siem p re que con él nos u n a u n vinculo d e a m o r (II-
II, q. 17, a. 3). Pese al estilo c o m u n a l q u e e n to n ces a d o p ta la vida
del h o m b re , la E d a d M e d ia siguió con cib ien d o la ex p ectació n del
R ein o de D io s com o u n c o n ju n to ad itiv o de esp e ra n za s in d iv id u a le s.
Sólo después del C oncilio d e T r e n to — sin d u d a , p o r reacció n al radi-
cal in d iv id u a lism o de la e sp e ra n za p ro te sta n te ٥— fué g a n a n d o vi-
g e n cia la d o c trin a de S anto T o m ás, h a sta lleg ar a la a m p lia y r o
tu n d a fo rm a e n q u e el p a d re C h arles la re co n q tiista y a ctu aliza. ¿N e-
cesitaré s u b ra y a r la visible c o n co rd an c ia q u e existe e n tre el “e sp íritu ”
de n u e stro tie m p o — ta n p ro p icio a la afirm ació n de la c o m u n id a d
desde la in d iv id u a lid a d — y esa concepción a la vez c o m u n ita ria e
in d iv id u a liz a d a de la e sp e ra n z a cristia n a?
T a l vez m enos im p o rta n te , p ero no m enos significativa, es la se-
g u n d a de las n o v edades que a n te s señalé : la su p resió n de la ard u i-
d a d e n tre las n o ta s q u e c a ra c te riz a n al ob jeto de la e sp eran za. T a m -
b ién en este caso se tr a ta m á s d e u n a re c o n q u ista q u e de u n a nove-
d a d ab so lu ta. E n su c o m e n ta rio al M aestro d e las Sentencias, E scoto
n ie g a q u e la d istin c ió n e n tre lo irascible y lo co n cupiscible p u e d a
ser a p lic a d a a la v o lu n ta d , y m enos e n lo q u e a ta ñ e a las v irtu d e s
teologales d e la c a rid a d y la e sp e ra n za . P a ra E scoto, la e sp e ra n z a
tie n e com o o b jeto u n b ie n deseado a b so lu ta m e n te , y no sólo u n
su m m a tu m ”. D e nad a vale o b jetar q u e la presciencia de Cristo q u ita rla su razdn de
ser a ta l e s ^ r a n z a , jw rque, para q u e la esperanza subsista, no es en m odo alguno
necesario q u e ella sea Incierta y que se h alle ttrcada de ansiedad y du d a. “La
Incertidum bre e s a l a esperanza lo que el gusano es al fruto, 0, p ara h a b la r sin
m etáfora, está en oposición con su objeto form al... A un suponiendo que su pre-
destinación le fuese Infaliblem ente revelada, el fiel seguirla obligado al deber de
la esjrcranza.” La Incertidum bre y la ansiedad son lastre forzoso sólo p ara la es-
peranza del hom bre in é . E l problem a de la conciliación en tre esta doctrina )'
la C onstitución B en e d ictu s D eu s de Benedicto X II (1336), segUn la cual la visión
‫ د‬tifica hace desaparecer en los elegidos los actos d e fe y de esperanza, no debe
ser tratad o aqul. Parece oponerse a estas tesis el padre s. R am írez, o. p.. en su
articulo “De spei Christianae fideique divinae m u tu a d ependentia” (‫'ﺧﻪ‬،‫ ﻻ‬T h om as,
F riburgo, 1940).
« “ (‫ ؛‬E sperar para otro? ¿Acaso puedo yo creer por otro 0 casarm e por o tro ?”,
dice LuterO en ‫ ﺀ ه‬c a p tiv ita te ba b ylo n ica . Esc es tam bién el fundam Cnto de Ia
hostilidad protestan te contra la Invocación de los santos.
334 LA ESPERA Y E S P E R A .*

q u e re r co n d icio n ad o , “en c u a n to el d esear a b so lu ta m e n te n o p u e d e


ser. sino d e aq u ello q u e se m u e stra posible’.. E l acto d e la e sp e ra n z a
es s im p le m e n te u n desiderare a l c u al n o co nviene la re stric ció n del
arduum; re stric ció n q u e h a sido in v e n ta d a , p ie n sa E scoto, n o m ás
q u e p a ra ju stificar la d istin c ió n e n tre lo irascible y lo concupiscible,
y p a ra re le g ar la e sp e ra n za a la p rim e ra de esas dos c ate g o ría s: “ ¿Q ué
d e b e e n te n d e rse p o r bonum arduum?”, p re g u n ta , c o n tra E n riq u e d e
G a n te, el D o c to r S u til ‫د‬٠.
L a p ro p u e sta d e E sco to cayó, sin e m b arg o , e n el v a cio : to d o s los
tra ta d is ta s u lte rio re s h a n seguido a firm a n d o q u e e l b ie n e sp e ra d o
d e b e ser “a rd u o ” p a ra q u e la e sp e ra n z a n o se c o n fu n d a c o n el m e ro
deseo. E s ta d o c trin a tra d ic io n a l, ¿está re a lm e n te ju stific a d a? D esde
su situ a ció n h istó ric a - E u r o p a , 1937— , e l p a d re C h arles lo n iega,
-y h ace suya la a c titu d del g ra n teólogo fran ciscan o . E l “ su m o b ie n ”
es, si, u n o b je to a lto y a rd u o . P ero ese “su m o b ie n " , ¿ n o es acaso per-
seguido, d u ra n te la v id a te rre n a l, a trav és d e “bienes p a rtic u la re s ’,
— u n a o ració n , u n a lim o sn a, u n b u e n deseo, u n acto de a m o r— q u e
n o siem p re m ere ce n el e p ite to de “a rd u o s” ? B a sta c o m p a ra r esta in-
te rro g a c ió n co n el c o n te n id o d e los dos cap ítu lo s p re c ed e n te s — M a r.
cel. L e S enne, B ollnow — p a ra a d v e rtir sin d e m o ra la a c tu a lid a d d e
este o p o rtu n o retoqtre e n la te o ria tra d ic io n a l d e la e sp e ra n z a cris,
tia n a .
L as observaciones d e l p a d re C h arles v a n p e n e tra n d o e n el p e n .
Sarniento teológico c o n te m p o rá n e o . A p o y a d o e n te x to s d e S an P e d ro
y S an P ab lo , el p a d re D a n ié lo u h a sab id o p o n e rla s e n sugestiva co.
n e x ió n co n la teo lo g ia d e la acción m isio n a l y d e la h is to ria : “L a
v e rd a d e ra e sp e ra n z a e s c r i b e - está a n im a d a p o r la c a rid a d . ‫ﻣ ﺎ‬
trá g ic o de la e sp e ra n z a es la a n g u stia p o r la salvación d el o tro . E l
m isio n e ro es aq u el que h a sen tid o esa tra g e d ia , q u e h a vivido real-
m e n te e l d ra m a d e la p é rd id a de o tra s alm as y q u e h a sido im p u i.
sado p o r a m o r a e sp e ra r ‫ ؛‬a ra ellas y a o p erar, m ovido p o r e sta es-
p e ra n z a , las o b ras de a m o r q u e acaso las sa lv e n ... E l o b jeto de la es-
p e ra n z a es, e n rig o r, el d e stin o to ta l d el m u n d o y d e la h u m a n i.
dad” P o r su p a rte , O rtiz de U r ta ra n h a p u e sto de relieve el v in cu .

1» In L ib r. I l l Sent., d 8 ‫؛‬t. XXVI, q. 1 (O pera, edle. de Lyon, 1639, págs. 628 y


siguientes).
I l E ssai su r le m y stè re ‫’¡ ﺀه‬h isto ire, p ig . 341. A fiade el p adre D a n lilo u :
"P u ed e decirse que en el curso de los siglos h a h abido u na tendencia en el cris-
tianism o a a trib u ir u n a im portancia exclusiva al destino del alm a individual. El
ju icio p articu lar ha oscurecido el juicio general. N o reducirlo a la preocupación
por la salvación personal, sino verlo como un llam am iento a tra b a ja r por la sal-
vación del m undo y a com prom eterse en la h isto ria de esa gen eral salvación, es
LA REACCION CRISTIANA 335

lo q u e u n e a la e sp e ra n z a teo lo g al con el a m o r a l p ró jim o ‫ﻫﻊ‬٠ “L a


e sp e ra n za es u n tesoro q u e se p u ed e c o m p a rtir... L a e sp e ra n z a n o es
n u n c a solitaria.., afirm a re su e lta m e n te el p a d re C arré, el cual, en
o tra p á g in a, c o n tra p o n e la c e rtid u m b re absoluta d e la e sp e ra n z a co-
m u n ita ria - l a e sp e ra n z a de la Iglesia— a la in e lu d ib le inquietud de
la e sp e ra n z a in d iv id u a l 13. A n á lo g o es ta m b ié n el s e n tir d e l p a d re
H . d e L u b a c !.. T a n to e n el o rd e n de la e sp e ra n z a n a tu ra l (M arceli
com o e n e l de la e sp e ra n z a s o b re n a tu ra l (M uniessa, p a d re C harles),
e l “yo" h a sido su stitu id o p o r el “n o so tro s", u n “n o so tro s” en el que
el “yo’, n o es a n u lad o , sino e n riq u e cid o , to ta liz a d o . N a d ie h a sab id o
ex p resarlo m á s concisa y v ig o ro sa m en te q u e M ig u e l d e U n a m u n o :
Somos todos de consuno,
y en la pifla que form am os
yo soy nos-otro, nos-uno.

U n bello y b ie n conocido o p úsculo d e j . P ie p e r h a d ifu n d id o el


m e n sa je d e la e sp e ra n z a c ristia n a e n el m u n d o g erm án ico . E l tip o
d e seg lar c re y e n te a q u e p e rte n ec e P ie p e r es, e n c ierto m o d o , sim é-
tric o del q u e M arce l re p re se n ta . M arce l es u n “ converso'., u n h o m b re
q u e llega a la fe c ristia n a d esde e l m u n d o y q ue, p o r co n sig u ien te,
im p re g n a d e u n pathos h istó ric o , a c tu a l y e strem e c id o su p e rso n al
v ivencia d e esa fe. P ie p e r es, e n cam bio, si se m e a d m ite la expre-
sión, u n “everso'., u n h o m b re q u e p a rte d e u n a fe h e re d a d a y con-
fig u rad a e x c e s i v a m e n t e con fig u rad a, a veces— , y desde ella va
d a n d o re sp u esta a las cuestiones q u e su m u n d o le ofrece. U n o s y
otros, “ conversos” y ‘.eversos” , se c o m p le m e n ta n e n tre si y son igual-
m e n te necesarios e n la .e c o n o m ia h istó ric a d e l C ristian ism o .
devolver al cristianism o su verdadera dim ensión.” Recuérdese lo expuesto en el.
capitulo I de la prim era parte.
1» D e nuevo rem ito al cap. I d e - l a prim era parte (“L a esperanza de San P a.
blo’ ).
13 E spéran ce ٠، d ésespo ir, p ig s. 69-101. Refiérese el padre C arré a tres textos
de Santo T o m is : el ya m encinado (11.11, q. 17, a. 3), otro de la Sum irla con tra
G en tiles, I, 91 (“El am ante es al am ado lo que se es frente a lo que es uno consigo
m ism o”), y otro de la Sum m a T h eologica, 1-11, q. 114, a. 6 (“ H allándose el hom bre
en estado de gracia y cum pliendo la voluntad de Dios, conviene que Dios h ag a
la voluntad del hom bre en orden a la salvación de otro en proporción a su am is-
ta d ”). La letra de este Ultimo texto obliga a u n a precisión : “ La esperanza p ara sf
y la esperanza para otro no pueden ser pirestas en el m ism o plano. El m érito es
u n a realidad esencialm ente personal, que cualifica todo ejercicio de nuestra volun.
ta d an im ad a por la caridad. M erecer la esperanza para otro no depende de esta
sola lógica de u n orden vital. Si co n vien e que tal cam bio acontezca en el Cuerjjo
de Cristo, h asta u n a suerte de identificación con otro, ello es m ás el resultado de
u n a perm isión de Dios en respuesta a nuestro llam am iento que u n a equivalencia
decidida por nosotros.”
1 . C ath olicism e: “L es aspects sociaux d u dogme.. (Paris, 1941), pdgs. 102-1.4.
336 :‫د‬ ESPERA ٢ ‫دا‬ ESPERANZA

L a configuración in te le c tu a l de la fe de q u e p a rte P ie p e r e n su
“ev ersión” e sp iritu a l es el to m ism o , u n to m ism o seria y h o n d a m e n te
v iv id o ; su visión de la esp e ra n za será, en consecuencia, u n a glosa
actual del p e n sa m ie n to de S anto T o m á s acerca de la e sp e ra n z a teo-
logal, la desesperación y la p resu n ció n . E l status comprehensoris a
que la e sp e ra n za c ristia n a tie n d e es m e ta fisic a m e n te concebido com o
“p le n itu d o b jetiv a (de la p e rso n a h u m a n a ) e n o rd e n al ser" y, en se-
g u n d o té rm in o , com o “ resp u esta su b jetiv a a esa p le n itu d ” , esto es,
com o felicidad. E l status viatoris, el “to d a v ía n o ” de la e x isten cia h u -
m a n a , envuelve u n a n o ta neg ativ a, el “no ser" de la p le n itu d , y o tra
positiva, el m o v im ie n to del h o m b re h a c ia esa p le n itu d . E s el estado
de la p e ca b ilid a d y del m ere cim ien to . L a d esesperación será, p o r tan-
to, la in fu n d a d a y culposa a n tic ip a c ió n de la n o -p le n itu d del ser p e r
so n a l: y la p re su n ció n , la a n tic ip ac ió n , n o m enos culposa e in fu n -
d a d a, de la p le n itu d q u e el cristia n o espera.
E l tra ta d ito de P ie p e r se h a lla constelado de certeras y p e n etran -
tes in te rp re ta c io n e s de los textos d e S anto T o m á s, ta n vigentes h o y ,
en m u c h o s de sus aspectos, com o en el siglo XIII. P ero la “ev ersión”
de esos tex to s al m u n d o actu a l, ta l com o P ie p e r la concibe y realiza,
¿ n o q u e b ra n ta , a veces, su sen tid o o rig in a rio ? E l celo p o r d e m o stra r
q u e el p e n sa m ie n to to m is ta d a o p o rtu n a y c o n clu y e n te re sp u esta a
las in te rro g a c io n es del p e n sa m ie n to c o n tem p o rán e o , ¿ n o co n d u ce e n
ocasiones a re su ltad o s h a rto d iscu tib les? A si acaece, a m i juicio, en
la co n sid e ra c ió n del p ecado com o “u n v iraje h a c ia la n a d a ” , eine
Hinwendung zum Nichts. F ú n d a la P iep er en u n pasaje de los co-
m e n ta rio s d e S an to T o m à s al M ae stro d e las S entencias : “D e u n
m odo m e ra m e n te n a tu ra l, la c ria tu ra d o ta d a de ra z ó n no p u ed e sus-
tra e rse a la p o sib ilid a d de p e c a r; pues, en c u a n to p rocede de la n a d a ,
h a c ia el no ser p u e d e o rie n ta rse su p o te n c ia ” (In I V libr. Sent.,
dist. X X III, q. 1). L a vigencia d e la filosofia d e H e id e g g e r — a la
cual se refiere e x p re sa m e n te P ieper, b ie n q u e p a ra “c o m p le ta rla ” des-
de u n a visión tra n s te m p o ra l del ser h u m a n o - co n d icio n a en exceso
ese m o d o de e n te n d e r la le tra de S an to T o m ás. E sa posible o rie n ta -
ción de la c ria tu ra ra c io n a l “h a cia el no ser'., im p e d id a en el status
comprehensoris p o r la u n ió n so b re n a tu ra l del ser h u m a n o con el ser
in fin ito de D ios, no se refiere, en m i e n te n d e r, a la .“ n a d a m etafisica'.,
sino al “no ser en D io s” que es el pecado, desde u n p u n to d e v ista
ontológ'ico. A si lo in d ic a o tra sen ten cia de S an to T o m á s, ta m b ié n
a d u c id a p o r P iep er, en la cu al el Doctor communis n ieg a q u e el ten-
d e r h a c ia la n a d a (in nihilum) sea p ro p io del m o v im ie n to n a tu ra l de
u n e x isten te q u e p rocede de la n ad a (ex nihilo) (de pot. Dei, V, 1).
‫ﻻ‬ REACCION CRISTIANA 337

S ò l. u n a decisión d iv in a p o d ría re d u c ir a la n a d a la e x isten c ia de


u n ser cread o (de pot. Dei, V , 4, ad 10). Ig u a lm e n te e q u iv o ca d a es,
a m i ver, la tesis d e q u e “la e sp e ra n z a es u n a v irtu d teologal 0 n o es
en ab so lu to v irtu d '.. D e n tro d el to m ism o m ás estricto , la fo rta le z a
y la m a g n a n im id a d , v irtu d e s n o teologales, llev an e se n c ialm en te en
sti seno la e sp e ra n za n a tu ra l del h o m b re ‫ﻷ‬٠
L os recien tes libros d e l p a d re C arré, 0 . P ., y del p a d re M . M ül-
1er, O. F . M ., son dos nobles y g a lla rd as respuestas d e l a lm a cris-
tia n a a la desesperación c o n te m p o rá n e a . M ás “in te le c tu a l" la del
d om inico, m á s “c o rd ia l” la d e l fran ciscan o , las dos e n se ñ a n a l ho m -
bre d e este siglo la g ra n v e rd a d soterio lógica d e l C ristia n ism o : que
sólo c u a n d o p o r la fe tra sc ie n d e su p ro p ia fin itu d llega a ser plena-
m e n te h o m b re el ser h u m a n o . A u n q u e a veces p a re z c a m ás d u lc e y
gustoso el gesto c an sad o de e n c e rra rse e n la p ro p ia fin itu d : “El. pe.
cado c o n tra la e sp e ra n z a e s c r i b e u n a vez B e r n a n o s - es el m ás
m o rta l de todos, y acaso e l m e jo r acogido, el m ás acariciad o . E s
preciso m u c h o tie m p o p a ra reconocerlo, y la triste z a q u e le a n u n c ia
y le preced e, jes ta n d u lc e l E s el m ás rico de los elixires d e l d e m o
nio, su a m b ro sia ” ‫ \ ا‬L a d ese sp era n z a es p a ra el h o m b re a c tu a l u n
vino d u lc e m e n te en triste ce d o r, y la e sp e ra n z a — testigos, L e ó n Bloy,
C h. P éguy, p . C lau d el 7‫ — ل‬, u n a a leg ria v io len ta y d e sg a rra d o ra . T a l
es la e x p erien c ia h istó ric a q u e sirve d e fo n d o a estos dos anim osos
ensayos de consolatione spei.
§2. E l seg u n d o de los m o tiv o s q u e in te g ra n la rea cc ió n católica
a la a c tu a l crisis d e la e sp e ra n z a consiste e n u n a p ro fu n d a y d epura-
d a e stim ac ió n c ris tia n a d el m u n d o n a tu ra l y d e l m u n d o h istó rico .
P á g in a s a trá s, e x p o n ie n d o las diversas a c titu d e s d e l C ristia n ism o a n te
el m u n d o , h e n o m b ra d o la d e afirm arlo c ristia n a m e n te . Q u ien es ha-
y a n q u e rid o y sab id o h a c e r suyo este p e re n n e m odo de e x istir in
Christo c o n te m p la rá n y v iv irá n las rea lid ad e s te rre n a s, sean éstas
n a tu ra le s o artificiales, com o e n tes d o ta d o s d e sen tid o e n la econo-
m ía d e la creación y la salvación. V u e lta h a c ia la n a tu ra le z a còsm i-
ca, el a lm a c risria n a de F ran c isco de A sis lla m a b a sor acqua a l ‫س ﺀ‬
y frate vento a la brisa. E x te n d ie n d o esa h e rm o sa a c titu d e sp iritu a l

I » N o es tam poco correcta la afirm ación de q ue “el ‫ﺀ‬٤‫ه‬،«‫ ﺀ‬via to ris term ina con
la existencia corporal”, esto es, con la m uerte del cuerpo. Que en el Purgatorio
no deja el hom bre de ser via to r es sentencia com ún de los teólogos. Estos obscr-
vaciones criticas al lib rito de Josef Pieper m atizan , pero, no am enguan, el alto
juicio en que yo lo tengo. P ara u n católico actual, leer a Pieper es siem pre un
regalo.
»« Jou rnal d ’un cu ré ٥٠ ca m pagn e, pág. 137.
17 ló a n se los poem as “ a la esperanza” de estos dos últim os autores.
22
338 U ESPERA Y LA ESPERANZA

al o rd e n d e las creaciones h u m a n a s , ¿ p o r q u é n o lla m a r “h e rm a n a


p ila a tó m ic a " y “ h e rm a n o c o n ta d o r de G eig er” —o “h ijo s", si asi se-
prefiere— a eSos a rte fa cto s del in g e n io h u m a n o ? S in m e n g u a d el
c a rá c te r s o b re n a tu ra l y g ra tu ito d e la e sp e ra n z a teo lo g al d e c í a y o - ,
la a c titu d d el católico a n te el ftitu ro n o es e n ta l caso u n a “ do b le
esp eran za.., sino u n a “e sp e ra n z a c o n tin u a d a ' . ‫ ل‬no la m e ra superpo-
sición d e la e sp e ra n z a in fu s a y las esp eran zas n a tu ra le s, sino la or-
g á n ic a y v iv ien te im p la n ta c ió n d e éstas e n a q u élla ٤٠.
E n tr e las y a copiosas expresiones de ese ethos c ristia n o — c a d a
vez m á s o p o rtu n o y necesario, h u m a n a m e n te p e n s a n d o - m enciona-
ré los lib ro s de G. T h ils 18*20 y del p a d re D . D u b a rle ٥٠, el m o v im ie n to
Hacia un mundo mejor y el C ongreso h a c e poco celeb rad o e n Fio-
re n c ia b ajo este significativo e p ig ra fe : L a Esperanza y las esperanzas
humanas. T a l vez n o sea in o p o rtu n o tra n s c rib ir, a titu lo d e p ru e b a
y ejem p lo , las conclusiones q u e e n ta l ocasión fu e ro n a p ro b a d a s e n .
tre los m u ro s d el P a la z z o V ecchio. H e a q u i e l te x to re d a c ta d o p o r el
p a d re D a n ié lo u y u n á n im e m e n te a d o p ta d o p o r los re p re se n ta n te s d e
m á s d e c in c u e n ta n a c io n e s: “ ! . ٠ L a e sp e ra n z a relig io sa e n u n a v id a
fu tu r a , q u e florece e n la e sp e ra n z a teologal, es u n a ex ig en c ia inelu-
d ib le d e l a lm a h u m a n a . T o d a so cied ad q u e p o n g a ob stácu lo s a e sta
e sp e ra n z a m u tila a l h o m b re y se op o n e a su v e rd a d e ra felicid ad . S in
la e sp e ra n z a e n D ios, las esp e ra n za s h u m a n a s p ie rd e n su fo rm a y
se tra n s fo rm a n e n ídolos. 2.. P o r o tra p a rte , la e sp e ra n za religiosa,
q u e su p era to d a e sp e ra n z a te m p o ra l, d eb e ex p resarse a trav és de las
esp e ra n za s h u m a n a s . P o r n o h a b e rlo e n te n d id o asi, m u c h o s h o m b re s
d e n u e stro tie m p o n o h a n estab lecid o u n a re lació n e stre c h a e n tre s u
fe y sus afan es h u m a n o s. L a v e rd a d es la p ie d ra d e to q u e d e la au-
té n tic a re lig ió n y debe expresarse, e n el m u n d o m o d e rn o , ta m b ié n
e n el o rd e n in stitu c io n a l. 3 .٥ L a c a rid a d es la e sp e ra n z a d e los m e.
nesterosos. C o n frec u en c ia se d e b ilita e n n o so tro s la esp e ra n za , p o r.
q u e n'o p a rtic ip a m o s d e los su frim ie n to s d e los m enesterosos. S o n
m enesterosos los qtie e n el m u n d o n o goza-n de la p o sib ilid a d de rea-
liZ ar sus aspiraciones le g itim a s: aspiraciones de lib e rta d , d e tra b a jo ,
d e c u ltu ra . L a c a rid a d d eb e h a ce rn o s c o p artícip es de la e sp e ra n z a d e
estos m enesterosos, a u n q u e ello nos cueste el sacrificio d e ciertos in te .

18 P ara !٠ que atañe a la operación histórica del intelectual, en cuan to co-


operator veritatis, víase m i ensayo “H acia una teoria del intelectu al católico” , en
Palabras menores (Barcelona, 1.(2‫ذز‬
‫ ا ا‬Théologie des réalités terrestres, I y n . D esclie, De Brouw er, 1946 y 1949.
20 Especialm ente, optimisme ٥« , . „ ، c . monde, en la colección Foi ‫ﻫﻶ'ا> أ‬, ‫ﺀﺀأ‬.
V íase tam bién el articulo de j . R uiz-G im inez “T a m b iin la tic n ic a es u n regalo
de Dios”,’ e n Mundo Hispánico, núm . 102, septiem bre d e 1956.
‫ﻣﺎ‬ REACCION CRISTIANA 3‫ د‬9

rcses egoístas. 4 .٥ E l p ro g reso d e la ciencia, q u e h a aliv iad o ta n to s


su frim ie n to s h u m a n o s y lib e ra d o a l m u n d o d e ta n ta s serv id u m b re s,
es u n a fu e n te le g itim a d e e sp e ra n z a q u e el c ristia n o d eb e a cep tar.
M as ta m b ié n debe re c o rd a r el c ristia n o q u e tales progresos no son
capaces de c a m b ia r el c o ra zó n del h o m b re , y q u e sólo tie n e n v a lo r
c u a n d o se p o n e n al servicio d e u n a e sp e ra n z a religiosa que les orien-
te h a c ia los fines suprem os. 5 .٥ E l d e sc u b rim ie n to de la e n e rg ia a tó .
m ica es u n a de las m ás m aravillosas co n q u istas d e l g én ero h u m a n o .
P u e d e p ro p o rc io n a r in m e n sa s v e n tajas a la vi'da de los h o m b re s y
debe ser e m p le a d a ex clu siv a m e n te e n servicio d e la p a z . 6 .٥ N u e s tro
tie m p o es .tie m p o d e esp e ra n za . N o so tro s e n tre v em o s co n co n fian za
el p o rv e n ir d e la h u m a n id a d , y pensam os que D ios p u e d e su sc ita r ci.
vilizaciones m ejores q u e la p re sen te . E llo n o será, sin e m b arg o , la
consecuencia d e la sola ev o lu ció n económ ica. N u e s tr a e sp e ra n za d eb e
m a n ife sta rse e n la lu c h a fe rv ie n te p o r la p a z y la ju stic ia y c o n tra
el p o d e r de la m u e rte y del egoism o, siem p re p re se n te e n el c o ra zó n
d e los h o m b re s ” ٥٤.
E s e v id e n te q u e esta visión d e la e sp e ra n z a n o a g o ta to d a s las po.
sib ilid ad es d e la e sp iritu a lid a d c ristia n a . A u n lad o d e ella e sta rá n
siem pre los q u e e n el c lau stro o en el y e rm o v iv an a la b a n d o a D ios
y p ra c tic a n d o el contemptus mundi; a l o tro lado, q u ien es e n e l seno
d e l m u n d o s ie n ta n — c o n h u m o r iró n ico 0 acedo, co n gesto jo v ial
٠ e n t r i s t e c i d a u n in tim o d esen g añ o c ristia n o fre n te a to d o lo q u e
p asa .‘com o la flor d e l h e n o ” (I. Petr., I, 24). P ero b ie n está q u e e n tre
u n o y o tro g ru p o , y a u n d o m in a n d o h istó ric a m e n te so b re am bos, le.
v a n te h o y su voz y c u m p la su o b ra la legión de los q u e q u ie re n ir a
D ios a través d e la v id a y d e la h is to ria : los “ m a g n á n im o s" , e n e l

»1 D espués de u n a patética alocución de G. L a P ira, o rganizador y presidente


d e ese IV C n g re s o por la P az y la Civilización C ristianas, fueron en él expuestas
y d iscutidas ponencias del padre D aniélou, R. Bacchelli, Bruce M arshall, j . Pieper,
A . M ufloz-Alonso, A . Com pton, F r. M auriac y A . Castelli. Puede leerse un ex trac,
to de dichas ponencias en La Documentation Catholique, nUm. 1.208 (1955), y en
Ateneo, nUm. del 1 de septiem bre de 1955. L a contribución del padre D aniélou
— la m ás teológica y o r ie n ta d o r a - h a sido publicada ‫ « أ‬extenso en Études, n o
viem bre d e 1955. E n ella expone su au to r la cristian a visión de la esperanza y
de la h istoria a que ya he hecho referencia. ..La esperanza ( s c r i b e el padre D a.
niélou— es la espera de aquellos que apelan a un juicio m ás ju sto quC el de la
h isto ria.” La Jjonencia de M uftoz-Alonso 'viene tran scrita en Crisis. Revista española
de Filosofia, nUm. 10 (1956). Su quintaesencia se halla en este párrafo, cuyo sen tir
fué recogido en las conclusiones del C ongreso: “ l a s esperanzas hu m an as no pueden
ser esperanzas verdaderas sin la esperanza. Pero la esperanza, ¿significa algo ver-
dadero sin su m anifestación y proyección en las esperanzas hu m an as? Responde-
mos negativam ente. ‫ ئ‬esperanza se ejercita en las esperanzas hum anas siem pre
que las esperanzas hu m anas no e n tu rb ie n la clarid ad , la tran sp aren cia, la esencia,
lid ad personal de la esperanza.”
340 ESPERA Y LA ESPERANZA

sen tid o a b e la rd ia n o y to m ista de esta clara p a la b ra . Si la violencia


d e stru c to ra del h u ra c á n n o im p id e lla m a r a la n a tu ra le z a cósm ica
“o b ra de D ios... ¿ p o r q u é el d o lo r y la desilusión h a n d e q u ita r ese
titu lo al d ra m a de la h is to ria h u m a n a ?
§ 3 . E l católico, h e d ic h o antes, h a re sp o n d id o a la lla m a d a de
la crisis a c ttial d a n d o c ristia n a ra z ó n de to d o lo q u e e n su m u n d o
h istó ric o se h a lla al m ai-gen de su fe 0 e n h o s tilid a d c o n tra ella. N o
h a y e n esa a c titu d tra n sac c ió n 0 ire n is m o : n u n c a la apostasia h a sido
m en o s fre c u e n te que e n los U ltim os decenios. T rá ta s e , p o r el c o n tra-
rio, d e la in tim a n ecesid ad de v iv ir el C ristia n ism o com o clave de
toda la h isto ria , h a s ta de a q u ella q u e p arece co ntradecirle,, y es evi-
d e n te q u e p a ra s itu a r a l “o tro ” e n el m a rc o d e u n a concepción cris-
tia n a de la v id a h a y necesid ad , a n te to d o , de e n te n d e rle , d e p e rc ib ir
lú c id a m e n te su ra z d n de ser.
D e n tro d e lo q u e solem os lla m a r “c u ltu ra o c cid e n ta l'., ¿q u ién es
so n h o y , p a ra el católico, los “o tro s'.? P o r m o d o e x tre m o , e l ateo
d esesperado y el ateo o p tim ista , este U ltim o casi e x clu siv a m e n te re-
p re se n ta d o p o r el d o c trin a rio del m a rx is m o ‫ ؛‬e n m u c h o m ás p a rv a
m e d id a , el c ristia n o p ro te sta n te . P ro cu rem o s ver cóm o desde e l cato-
licism o a c tu a l h a n sido “c o m p re n d id a s” , e n el sen tid o d ich o , la a n .
g u stia d el ateism o .co n tem p o ràn eo , la desesperación p ro te s ta n te y la
e sp e ra n z a “n a tu ra l" d e l evolucionism o.
L a c o m p re n sió n psicológica e h istó ric a de la a n g u stia d e l siglo n o
re q u ie re esfu erzo esp e c ial: b a sta te n e r u n a lm a m e d ia n a m e n te sen-
sible y avisada, y e x te n d e r la m ira d a a lo a n c h o d e l m u n d o . “N u es-
tr o tie m p o es tie m p o d e e sp e ra n z a ” , h a p ro c la m a d o e l C ongreso d e
F lo ren c ia . E s v e rd a d . P e ro es v e rd a d p o rq u e n u e stro tie m p o es, a la
vez, tie m p o de a n g u stia , d e p ru e b a . U n su til h u m o r a n g u stio so circu-
la desde h a c e c u a re n ta años p o r las venas d el h o m b re . E n v u e lta ,
c o m p en sa d a o v e n cid a p o r la e sp e ra n z a teologal, ¿ n o es h o y percep-
tib ie c ie rta “a n g u stio sid a d ’. e n la vivencia d e l C ristia n ism o , c o m p re n ,
d id o e l católico? N i siq u ie ra es preciso re c u rrir, p a ra d e m o stra rlo , a
los escrito res seculares q u e m e jo r h a n e x p resad o e l ta la n te religioso
d e l catolicism o euro p eo c o n te m p o rá n e o : C lau d el, P é g u y , B ern an o s,
P a p in i, G ra h a m G reene, M aui.iac, G e rtru d v o n L e fo rt 0 R e in h o ld
S c h n e id e r ‫ ﺀ إ‬٠ N o sólo los e sc rito re s‫ ؛‬ta m b ié n los teólogos h a n expre-
sad o esa in c o ercib le “a n g u stio sid a d ” d e la situ a ció n e n q u e h o y vivi-
m os to d o s los h o m b re s d e O ccid en te. E n sus lecciones so b re la es-
p e ra n z a c ristia n a , el p a d re C a rré no vacila e n m e n c io n a r y d e sc rib ir 2

22 ¿Por qué en esta lista fa lta n nom bres españoles? E l lib ro C a to licism o d ia
tras d ia , de JT. L. A ranguren, contiene, creo, una" respuesta suficiente.
REACCION CRISTIANA 341

c o n d ra m á tic a viveza las q u e lla m a «desesperaciones leg itim as.’ ‫ ا ﺀ‬.


" E l o p tim ism o es el p e o r e n em ig o de la e sp e ra n z a ", dice el p a d re D a .
niélo u . con sen sib ilid a d h is tó ric a cien leguas d is ta n te de la de Bos-
su et 24. « E n to d o s los d o m in io s de la creación se le v a n ta u n a ex p ec ta ,
ción m u d a , lle n a de a n g u stia ” , h a escrito u n tra ta d is ta ta n p o n d e ra ,
d o com o M . S chm aus, c o m e n ta n d o el cap itu lo V III d e la E p isto la
a los R o m a n o s 2٥. L os d o c u m en to s p o d ría n ser m u ltip lica d o s sin -di.
ficultad. N i siq u ie ra se h a lim ita d o el p e n sa d o r católico a co n v iv ir
y e x p re sa r la a n g u stio sid a d de n u e stra época. M o v id o p o r ella, h a
c o m p re n d id o m e jo r q u e n u n c a la in d u d a b le fu n c ió n su sc ita d o ra de
la desesperación n a tu ra l e h is tó ric a - l a desesperación no t e o l o g a l - ,
e n o rd e n a u n a v id a religiosa v e rd a d e ra y p ro fu n d a . L a re lig io sid ad
c ris tia n a n o es desesperación teologal, com o L u te ro y K ie rk e g a a rd
p re te n d ie ro n , sino e sp e ra n z a ; pero el c am in o del h o m b re h a c ia aq u e.
lia re lig io sid a d y esta e sp e ra n z a p a sa h o y con frectien cia p o r el are-
n a l d e la desesperación 2٥.
¿ C u á l h a sido la a c titu d e sp iritu a l d e l católico fre n te a la an g u s.
tia d e l siglo XX? S eria necio n e g a r la ex isten c ia d e la in c o m p re n sió n ,
b ie n p o r to sq u e d a d de la m e n te , b ie n p o r d esco n o cim ien to d e l m u n -
d o ; y si aq u élla es, sin a te n u a c ió n , dep lo rab le, esta o tra — la aleg re
s e re n id a d so b re n a tu ra l d e los q u e al m a rg e n de la h is to ria sig u en su
c am in o de p erfecció n — n u n c a d e ja rá d e ser en v id iab le. P ero , h e c h a
a b strac c ió n d e u n o y o tro caso, el c re y en te católico se h a e sfo rza d o
p o r c o m p re n d e r psicológica y te o ló g icam en te la desesperación y la
a n g u stia qtie h o y d e sg a rra n ta n ta s alm as.
C om o e jem p lo d e co m p re n sió n psicológica y m etafísica, h e ah{
los h e rm o so s ensayos d e R o m a n o G u a rd in i sobre Pascal, R ilk e y Dos-
toievski, 0 - i n medias res— el de C h. M o eller sobre C a m u s: « A lb e rt
C am u s 0 la h o n ra d e z d esesp erad a” , lo titu la su a u to r 7‫ل‬٠ M o eller exa-
m in a sensible y a te n ta m e n te la b io g ra fia in tim a d el d o c trin a rio -d e
U hom m e révolté, a trav és de to d a su o b ra , y n o v acila e n señ a la r la
co in cid en cia e n tre a lg u n a d e sus ideas y la visión d e l m u n d o d e u n
catolicism o a le rta d o y e x ig e n te : «U n m u n d o e n q u e to d o s los d ias
es n ecesaria la e sp e ra n za teologal, con su a b ru p to e sc a rp am ien to , p a ra
sostener al h o m b re que q u ie re lla m a r nuevos seres a la v id a — «Los 23*7

23 Espérance ٠، désespoir, p ig s. 106 y sigs.


2« Essai sur ٤٠ mystère ٥٠ l’histoire, p ig . 331.
2‫ﺀ‬ Katholische Dogmatik, 11-111, p ig . 589.
28 Véase el A p itu l. “Situación del catolicism o en el m undo actu al” , en el li-
b ro Catolicismo y protestantismo como formas ٥٠ existencia, de ) . L. A rangurcn.
27 Literatura ٥٠٤ siglo XX y Cristianismo. I : “El silencio de Dios” (trad, es-
paflola, M adrid, 1955).
342 LA ESPERII Y ESPERANZA

p a d re s d e fa m ilia , esos g la n d e s a v e n tu re ro s d e l m u n d o m o d e rn o " .


Cscribió P é g u y - , es u n m u n d o satánico. L os h o m b re s, e n tales cir.
c u n sta n c ias, p ie rd e n el á n im o , com o esos justos d e C a m u s... E l d e.
b e r de a fian zar la e sp e ra n z a teologal c o n m otivos h u m a n o s d e con-
fian za ra z o n a b le sigue siendo e stric to . ‫ ﻣ ﺎ‬es m ás q u e n u n c a . T a m b ié n
e n esto c o in cid en los c ristian o s con C am us..’ N o h a y e n las p a la b ra s
de M o eller u n a tra n sa c c ió n h a b ilid o sa con el esprit du siècle. “L os
cristia n o s — a ñ a d e — sab e n ta m b ié n que, a u n q u e la c iu d a d te rre stre
fuese p e rfe cta, siem p re sei'ía n ecesario q u e c a d a c iu d a d a n o hiciese u n
d ía acto de esperanza contra esperanza: d e b e ría h a c e rlo el d ía d e su
m u e rte .” R eco n o cim ien to leal d e las coincidencias, a b ie rta declara-
ción de las d iscrep a n c ias; y p o r e n c im a de u n o y o tra , el a m o r:
“Q u iero re p e tir dos cosas. E n p rim e r lu g a r, que, si C am u s re c h a z a a
D ios, s u .o b ra m u e stra q u e re c h a z a a a lg u ie n a q u ie n n o conoce, m ien-
tra s q u e los cristianos, c u an d o pecan , re c h a z a n siem p re a u n D ios
q u e conocen. E n seg u n d o lu g a r, ¿cóm o n o a m a r a u n h o m b re que.
e n m e d io d e este m u n d o n u e stro d e “h o ra v e in tic in c o ” y “m enospre-
cio d e lo h u m a n o ” , h a escrito estas lin e a s: E n los hombres hay à
motivos de admiración que de desprecio?”
E sta c o m p re n sió n psicológica d e l ateo desesperado, ¿ p u ed e te n e r
ex presión teológica? Y si p u e d e te n erla, ¿cuáles s e rá n su fo rm a y su
alcan ce? E l m ás im p o rta n te ensayo de u n a teologia católica d e la
a n g u stia es, en c u a n to yo sé, el de H a n s U rs v o n B a lth a sa r ‫ أ‬. B alth a-
sar q u ie re situ a rse e n tre “esas C asan d ras c ristia n a s” que, ap o y ad as en
S p en g ler y el A pocalipsis, “e m p le a n su p ro fu n d id a d y su rig o r e n la
e m p re sa de a n u n c ia r la ru in a in m in e n te y c o m p le ta de to d o lo que
h o y es sólido en la Ig lesia”, y los “re p re se n ta n te s de la c o b a rd ía in-
v ersa” , esos católicos q u e c o n tem p lan im p asib les “la a n g u stia y la
p e rd ic ió n del tie m p o p re sen te , sordos a sus g rito s de d o lo r, y c o n ti.
nU an h a c ie n d o u n a teologia d e so n rie n te seren id a d , p o r com pleto
a.partada d e las u rg en cias a ctu ales” . A si dispuesto, elige com o p u n to
de p a rtid a el n itid o co ncepto psicológico y ontològico de K ierke-
g a a r d : la a n g u stia , s e n tim ie n to “ del e sp íritu finito preso d e te rro r a n te
su p ro p ia in fin itu d " . K a rl B a rth y sus seguidores h a n c o n stru id o la
teologia p ro te s ta n te de este decisivo h a lla z g o psicológico d el pensa-
d o r d a n é s ; H e id e g g e r nos h a d a d o su versión m etafisica. ¿ C u ál debe
ser a n te él la re sp u esta de la teo lo g ia cató lica? E l p e n sa m ie n to de
H . U . von B a lth a sa r p u e d e ser re d u c id o a c u a tro tesis p rin c ip a le s:
I. . L a P a la b ra d e D ios n o se a rre d ra a n te la afirm a c ió n d e la angus-

‫ ﻟﻪ‬D e r C h rist u n d d ie A n g st. H e m anejado la versión francesa. L e ch rétien e t


l’an goisse (Bruges, 1954).
LA REACCION CRISTIANA 343

tía . P ru é b a lo h a sta la saciedad u u e x a m e n a te n to d e la S ag rad a E s.


c ritu ra . L a “a n g u stia del m a lv a d o ” , la “a n g u stia del ju s to ', y, final-
m e n te , la “ a n g u stia del R e d e n to r" , son vigorosa y fre c u e n te m e n te se.
ñ a lad a s e n los te x to s de la A n tig u a y la N u e v a A lia n z a . 2 ٠. E n e l
curso de esa d ila ta d a h is to ria la ex isten cia d e C risto in tro d u c e u n a
n o v e d a d fu n d a m e n ta l : el C ristia n ism o q u ie re y p u e d e lib e ra r a l h o m .
b re de la a n g u stia d e l pecado, siem p re q u e el h o m b re se a b ra a la
R ed e n c ió n y a sus co n d icio n es; en el lu g a r de la a n g u stia d e l peca-
do, él le d a acceso a D ios, sin a n g u stia , e n la fe, la e sp e ra n z a y la
c a r id a d ; p ero éstas, p u esto q u e tie n e n .su o rig e n en la C ru z , p u e d e n
d a r n a c im ie n to en si m ism as a u n a n u e v a fo rm a de a n g u stia , d o n de
la g racia, e m e rg e n te d e la so lid a rid a d católica. M e rc e d a e sta g ra tu ita
“ a n g u stia d e la C ru z ", el c ristia n o p a rtic ip a d e a lg ú n m odo e n la
o b ra d e la R ed e n c ió n 2٥. 3 .. M as no p o r ello h a q u e d a d o a b o lid a
n u e s tra p e c a b ilid a d : e n la m e d id a en q u e som os pecadores y e n que.
a u n sien d o creyentes, siem p re po d em o s p ecar, la a n g u stia d el p ecado
n o nos h a sido sim p le m e n te s u p rim id a p o r el acto ob jetiv o d e la Re-
d e n ció n , sin o que, in clu so e n el N u e v o T e sta m e n to , sigue p u e sta a n te
nosotros. N o p o d em o s d e ja rla a n u e s tra esp ald a m ás q u e e n la m e-
d id a e n q u e v e rd a d e ra m e n te nos ap ro p ia m o s d e la fe q u e se nos ofre-
c e desde lo a lto de la C ru z , fe viva, esto es, o b ra d o ra e n n u e s tra v id a ;
e incluso c u a n d o es co n ce d id a la g ra c ia de p a rtic ip a r e n la a n g u stia
de la C ru z , la d ista n c ia e n tre el q u e de m a n e ra p rim a ria h a su frid o
su P a sió n re d e n to ra y el q u e p a rtic ip a de ella, q u e d a e n te ra m e n te
c o n sc ie n te p a ra este U ltim o. 4.» D ios n o concede a ningU n c re y en te
la p a rtic ip a c ió n - m i s t i c a u o rd in a ria — en la a n g u stia d e su H ijo
e n la C ru z , sin h a b e rle d a d o d e a n te m a n o to d a la fu e rz a d e la m i-
sió n y d e la a leg ría c ristian as, y to d a la lu z d e la fe, la e sp e ra n z a y la
c a rid a d ; es d ecir, sin h a b e rle q u ita d o la a n ^ ts tia del pecado. C reer
2» Los textos de von B alth asar a propósito de la desaparición de la an g u stia
del pecado por o b ra d e C risto son te rm in an tes: “Es verdad que la an g u stia an te
el s e r - e n - e l - m u à , an te el m undo en que se está a rro ja d o , an te el m undo en
cuan to tal, an te sus abism os de inin telig ib ilid ad supuesta 0 real, an te la m uerte
o ante el pecado, puede ser in e v ita b le ‫ ؛‬es verdad q ue esta an g u stia se en cu en tra
en la ralz de la conciencia m oderna, y que constituye el fondo de las neurosis ac-
tuales, y q u e existe u n a filosofia m oderna, existencialista, q u e piensa poder supe,
r a r esa an gustia aceptándola, en tran d o en ella, sufriéndola resueltam ente h asta su
extrem o. Pero el cristianism o no puede responder a todo esto m ás que con un
“no” radical. E n u n a palabra, no está perm itido al cristiano co n rccr esta angustia,
el acceso a ella le e stá prohibido. Si, a pesar de esto, es neurótico 0 existencialista,
es q ue su fe está enferm a o es débil” (op. págs. 72.73). U na salvedad m e atre-
vo a hacer, en cuanto m édico, a esa ta ja n te sentencia teológica: la neurosis y la
robustez de la fe cristian a no son incom patibles.
E n páginas ulteriores se alu d irá a las ideas d e von B alth asar acerca de la m eta-
fisica y la psicologia de la angustia.
34‫؛‬ ESPERA Y ESPERANZA

posible u n a “sín tesis” e n tre esa lu z y esta a n g u stia n o es cosa con-


fo rm e con la san a d o c trin a c ristian a.
P u esto q u e la fe, la e sp e ra n za y la c a rid a d vencen a la “a n g u stia
n a tu ra l', de q u e nos h a b la n los an alista s d e la existencia, dos p arecen
ser los m odos de la a n g u stia del cristia n o : e n los m enos perfectos, la
“a n ^ js tia del pecad o ", e q u ip arab le , a m i ju icio , a la inquietudo de
S an A g u stín y a la anxietas d e S an to T o m á s ; e n los m ás perfectos.,
la “ a n g u stia de la C ru z ", c o m p atib le con la m ás seren a y eficaz ale.
g ria esjiiritu al. T a l es la d o c trin a de von B a lth a sa r. P ero el m ás es*
tric to c u m p lim ie n to del d e b e r que obliga al c ristia n o a “n o v iv ir se-
gUn la c arn e.' (Rom., V III, 12), ¿le e x im irá , p o r v e n tu ra , de la flaque*
za de su c o n d ició n lib re y c arn ai, q u e no sólo lleva consigo el te m o r
a la caida, m as ta m b ié n la c arco m a d e la in c e rtid u m b re ? C u e n ta n
q u e S an A lb e rto M ag n o se p re g u n ta lia con in q u ie tu d e n su v e je z :
N um quid durabof, “ ¿ D u ra r é ? ” E sta d ra m á tic a in te rro g a c ió n d e u n
san to in te le c tu a l posee, a m i juicio, doble sen tid o . U n o in m e d ia to 0
m o ra l: ¿p ersev eraré en la fe y en la v irtu d h a s ta la h o ra d e m i m uer-
te ? E s la “in q u ie tu d d e la persev eran cia', o, com o von B a lth a s a r di-
ria, la “a n g u stia del p e ca d o ” . E l o tro sen tid o es m ás p ro fu n d o , me-
tafisico, y p u e d e ser expresado a si: después d e m i m u e rte , ¿ q u é va
a ser de m i? E s la “in q u ie tu d d e la p e rd u ra c ió n ", la te n te siem pre, de
m o d o m ás 0 m enos te n u e , h a sta e n las alm as d e qu ien es “ m u e re n
p o rq u e no m u e re n ” . L a espei'anza del cristia n o no es y n o p u e d e ser
n u n c a se g u rid a d , y esta rad ical in c e rtid u m b re a fecta a to d a s las di-
m ensiones de la ex isten cia h u m a n a . P ero, a u n in c ie rta , la esp e ra n za
deja d e sei. a n g u stia c u a n d o aq u ella in te rro g a c ió n es a firm a tiv a m e n te
co n testa d a. C u an d o el c ristia n o e n m edio de la n oche, “a u n q u e es
de n o c h e ”- se dice a si m ism o : “Si, d u ra ré , p o rq u e va a ser de m i
lo que Dios quiera, y p o rq u e D ios es, y no p u e d e n o ser, fu e n te de la
re a lid a d y del a m o r.”
H á llase el católico a c tu a l e n tre alm as lacerad as p o r la a n g u stia
y alm as h a lag a d a s p o r el o p tim ism o de u n a evolución n a tu ra l siem -
p re m e lio ra tiv a ‫ ا‬٠. ¿ N ec esita ré re p e tir q u e n o son pocos los h o m b re s
d e O ccid e n te cu y a e x isten cia sigue descan san d o sobre esa esp e ra n za ?
P u es b ie n : ju n to a los católicos q u e se a fa n a n p o r d a r ra z ó n psicoló-
glca, h istó ric a , m etafísica y teológica d e la desesperación y la an g u s-
tia d e n u e stro tie m p o , otros h a n p ro c u ra d o d isc e rn ir y e n te n d e r cris-
» . A cerca de la a c titu d católica frente a la desesperación protestante, vóan-
se 1.8 libros de A rang uren y de von B althasar ya m encionados. P ara lo q ue atañ e
a la “com prensión” católica' del m arxism o y de su esperanza, rem ito a lo diclto
Ç . 1» segunda parte, asi como a los estudios del padre E tcheverry y del p ad re
BochenskyU ‫آ‬ p yy ‫ﺀ‬
LA REACCION CRISTIANA 345

tia n a m e n te las .s c u r a s p o sib ilid ad es d el tie m p o fu tu ro ‫ ا ه‬٠ o ( o n


m u c h a m ás o s a d í a - c ris tia n iz a r to d o lo v e rd a d ero y to d o lo h ip o ,
tático q u e h a y e n la concepción evolucionista del cosm os. A la cabe,
z a d e estos U ltim os se h a lla el p a d re P ie rre T e ilh a rd d e C h a rd in , a
cu y a o b ra p ò stu m a , ta n d iv ersa y a p a sio n a d a m e n te c o m e n ta d a , h e
a lu d id o en p á g in a s a n terio re s 3 2 . N o debo e x p o n er a q u i el p en sam ien -
to del p a d re T e ilh a rd de C h a r d in : m e lim ita ré a d e c ir q u e p re te n d e
ser u n a descripción científica d e la evolución d e l cosm os, desde el áto-
m o o rig in a rio h a sta la P a ru sia . ¿C óm o d eb e ser ju z g a d a científica,
filosófica y te o ló g ic am e n te la tesis d e la co n v erg en cia de toda la rea li,
d a d d e l universo, c o m p re n d id a la “n o o sfera” , esto es, el o rb e d e l es.
p iritu h u m a n o , en u n “p u n to O m eg a” , al q u e se d e cla ra “s u p ra p e r.
so n al'’? ¿Q u é p e n sa r de esa p re d ic c ió n d e n u e stro a u to r, seg ú n la
c u al la R elig ió n y la C iencia, co n cebidas com o “las dos caras 0 fases-
c o n ju g ad a s d e u n m ism o acto de c o n o cim ien to ” , lle g a rá n a fu n d irse
en el fu tu ro , p a ra d a r c u e n ta d e to d o el curso de la evo lu ció n còsm i,
ca? ¿ C u ál d eb e ser la a c titu d d el católico a n te esa c o n sid eració n del
“ m o v im ie n to c ristia n o ” com o el desarro llo de u n phylum, al tè rm i,
n o d e l cual. C risto, m ás 0 m enos id en tificad o con el “p u n to Orne-
g a " ٥٥, re a liz a ría so b re n a tu ra l y ev o lu tiv a m en te la apokatdstasis 0
“re c o n stitu c ió n ” y la anakephalaiosis o “re c a p itu la c ió n ” d e to d a s las
c ria tu ra s? N o soy yo el lla m a d o a co n testarlo . P u e d o , e n cam b io , de.
cir, sin te m o r a q u e se m e c o n tra d ig a , q u e n u n c a l a co m p re n sió n cris-
tia n a d e l o p tim ism o ev o lu cio n ista h a sido m ás am biciosa, p ro fu n d a
y a b a rc a d o ra . E l tie m p o irá d ic ie n d o lo q u e d e ella h a d e p erd u rar..
D esde los p rim e ro s siglos del C ristia n ism o , pocas veces h a sido
ta n d ra m á tic a com o e n éste la te n sió n e n tre la “s a b id u ría de la C ru z .’
31 M e conform ar، con recordar, en tre ،stos, a Rom ano G uardini, au to r de
u n valioso ensayo sobre la historia ulterior a Ja crisis del m undo m oderno (Das
Ende der Neuzeit, W irz b u rg . 1951), y a j . Pieper, que h a especulado acci'ca de
la visión cristian a del “fin de los tiem pos" (Ueber das Ende der Zeit, ،Vilnchen.
1950).
33 Oeuvres ٥، Pierre Teilhard ٥٥ C ia rd i„ . / . Le phénomène humain (Paris,
1955). A ntes de la publicación de este volum en, y 'basadas en escritos m ulticopia-
dos m ás 0 menos auténticos, h an aparecido varias exposiciones criticas del pensa-
m iento del padre T eilh ard de C hardin, algunas visiblem ente panfletarias. como
la anónim a que lleva por titu lo L'évolution rédemptrice ‫ ﻻ ه‬p. Teilhard ٥٥ Char٠
‫( « آ ه‬Paris. 1950), otras m ás solventes y responsables, como Le Père ï ' ٥i!,i،ir٥ ٥٥
Chardin ٠، la pensée contemporaine, de L. C ognet (Paris, 1952). E n tre los articu -
los posteriores a la edición de ese volum en quiero cita r especialm ente los del pa-
dre D. D ubarle (“Le Phénomène humain du P. T h . de C h.", en La ‫ﺀﺀ «ﺀ؛«'ا ﻫﺄﻵ‬-
tuelle, XXVII, m arzo de 1956), el del padre v illa in (Études, diciem bre de 1955)
y cl del padre j . Iria rte (Razón y Fe, julio-agosto de 1956).
33 L as fórm ulas q u e a este respecto em plea el padre T e ilh a rd d e C hardin
son b astan te am biguas (págs. 330-332" de la o b ra citad a y, sobre todo, la n o ta a t
pie de esta liltim a página).
346 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

y la “sa b id u ría d e l m u n d o " . D os e sp eran zas se h a lla n e n p u g n a . U n a


d e ellas p re te n d e lo g ra r sin C risto la fe lic id a d h u m a n a y e x p lic a r sil،
C risto la h is to ria de la h u m a n id a d . O tra , la c ristia n a , p ro m e te al
h o m b re m ás a lta felicid ad , p ero n o e n este m u n d o , y n o d e ja d e lia.
m a r “valle de lá g rim a s'’ al p la n e ta sobre el cu al p e re g rin a m o s. ¿ C u á l
d e ellas p rev alecerá? ¿ Q u ié n es c ap a z d e d a r m á s c e rte ra ra z ó n de la
e x isten c ia de su ad v ersario , aq u el q u e sigue a C risto 0 q u ie n volun-
ta ria m e n te le desconoce? T a l es, d esp o jad a d e an écd o tas, la clave
m ás in tim a de la situ a ció n e n q u e vivim os, y el re to p e rm a n e n te q u e
la h is to ria la n z a h o y a todos los c ristian o s vocados a la co n q u ista y
a l servicio d e la v e rd a d ٥٠.

I I .- L a reacción protestad

E n c u a n to g e n é ric a m e n te cristian as, a lg u n a s d e las respuestas des-


.critas e n el a p a rta d o p re c e d e n te p o d ría n ser re p e tid as e n é ste : fre n te
al ateism o, sea d esesp eran zad o u o p tim is ta su c o n ten id o , a p en as pue-
d e n ser “o tro s” e n tre si el cristia n o católico y el c ristia n o pr'otestante.
P e ro e n el seno del c o m ú n e m p eñ o subsiste e n tre ellos la d iv e rsid a d
d o g m á tic a , y ta m b ié n c o m o h a d e m o stra d o A r a n g u r e n - la .diver.
8Ídad e x isten c ia l 0 d e ta la n te . D esde esa d ife re n c ia específica, ¿có m o
h a re sp o n d id o el P ro te s ta n tis m o a la crisis h is tó ric a d e n u e stro tie m .
po, p o r lo q u e a l d e so rd en e n el e sp e ra r atafie? F u n d a m e n ta lm e n te ,
de tres m o d o s d istin to s. H a p ro c u ra d o , e n p rim e r té rm in o , o frec er a l
h o m b re d e este tie m p o u n a versión d e la e sp e ra n z a c ristia n a ad ec u a .
d a a lo q u e su m e n te y su sen sib ilid ad re q u ie re n : n o o tra cosa p re .
te n d e ser, com o vim os, la “d e sm ito lo g iz ac ió n ” d e l N u e v o T e sta m e n -
to p ro p u e sta p o r R u d o lf B u ltm a n n . H a in te n ta d o , ad em ás, d a r u n a
ra z ó n teológica - o m e ra m e n te r e l i g i o s a - d e la a n g u stia y la deses.
p e ra cid n . Se h a esforzado, e n fin, p o r d e p u ra r y p ro fu n d iz a r su vi.
sión de la h is to ria . E x p u e sto y c o m e n ta d o y a e l in te n to de B u ltm a n n ,
e x a m in a ré b rev e y selectiv am en te cóm o h a n si'do cu m p lid o s los dos
-em peños re stan te s.
1 ‫ ة‬. L a c o n d ició n “ a te a ” d e la a n g u stia y la d ese sp era n z a con.

٥٠ AIgun٠8 españoles - l o s que hemos podido seguir sus c u r s o r tenemos la


firme convicción de que el pensamiento filosófico y científico de Xavier Zubiri es
'la más honda, rigurosa y satisfactoria respuesta cristiana que hasta hoy haya sido
ofrecida al menester intelectual de nuestro tiempo. Un libro sobre la esperanza no
es mal lugar, creo, para confiar en que ese Jttnsamiento sea definitivamente pu.
.blicado por su autor: Entretanto, sólo he creldo prudente utilizar de ،1 los frag,
mentos a que más adelante he de referirme.
LA REACCION CTISTIANA 347

te m p ٠ rán eas — la de S a rtre y C am u s, p a ra n o c ita r sino dos ejem plos


n o to rio s— p o n e al P ro te s ta n tis m o e n la e stric ta o b ligación d e recha-
z a rla s : p a ra el p ro te sta n te , com o p a ra el católico, el ateism o carece
to ta lm e n te de justificación psicológica, m eta fisica e h istó ric a . P e ro lo
q u e se dice de la c o n d ició n “ atea', de esa a n g u stia y esa d esesperanza,
¿ p o d rá ta m b ié n d ecirse d e su c o n d ició n “ an g u stio sa” ? L a co n stitu -
tiv a “a n g u stio sid a d ” d e la re lació n del h o m b re p ro te s ta n te con D ios
— recu érd ese a L u te ro y a K ie rk e g a a rd — ¿ n o es, p o r v e n tu ra , p a rte
m u y c o n sid erab le en la génesis y e n la configuración d e la sen sib ili,
d a d c o n te m p o rá n e a ? N o creo q u e el n a c im ie n to d e la “teologia dia-
léctica.. sea a je n o a esta sen sib ilid ad . K a rl B a r th y sus seguidores h a n
re sp o n d id o a la crisis a c tu a l del e sp e ra r h u m a n o e x tre m a n d o , rad i-
c aliza n d o la “ desesperación" teologal con q u e el p ro te s ta n te co n tem -
p ia el p ro b le m a de su salvación e te ra a . Y lo m ism o h a acaecido e n
el d o m in io d e l p e n sa m ie n to s e c u la r: los p sico an alistas p ro te sta n te s
— ta l h a sid o el caso d e 0 . Pfister — ‫ ﺀه‬n o h a n v acilado e n sostener,
fu n d a d o s a la vez e n su e x p erien c ia y en los supuestos desde q u e la
in te rp re ta n , q u e el C ristia n ism o es la re lig ió n de la a n g u stia , p o rq u e
e n fre n ta a la c ria tu ra h u m a n a , finita e in seg u ra, con la tre m e n d a y
so b reco g ed o ra o m n ip o te n c ia de la maiestas d iv in a.
P arece, n o o b stan te, q u e en el seno d el P ro te s ta n tis m o h a ido ga-
n a n d o c o n sisten cia la im p resió n d e h a b e r llevado d em asiad o lejos la
d o c trin a d e la desperatio y la an g u stia. A c erc a de la evolución espi-
ritu a l d e K a rl B a r th h a c ia u n a c o n sid eració n m ás p ositiva de- la n a .
tu ra le z a h u m a n a , algo se d ijo e n p á g in as an terio re s. T o d a v ía m ás
claro y significativo p arece ser el te stim o n io del filósofo p . R ic o eu r
E n su c o n trib u c ió n a las Rencontres Internationales d e G in e b r a 'd e i
a ñ o 1953 ٥٥٠ R ic o eu r h a in te n ta d o re fe rir todas las fo rm a s posibles
d e la a n g u stia — la a n ^ js tia v ita l d e la m u e rte y la c o n tin g e n cia , la
a n g u stia p síq u ic a de la alien ació n , .la a n g u stia h istó ric a del a b su rd o
y la a m b ig ü e d a d , la a n g u stia é tic a de la c u lp a b ilid a d p erso n al— a u n
U ltim o fu n d a m e n to : el de’ la a n g u stia q u e él lla m a “ m e tafisica.', de
c a rá c te r rig u ro sa m e n te religioso. E s la q u e sien te e n su e sp íritu el
“ju sto d o lie n te ” — Jo b — y la q u e e n el e sp íritu del d o c to r R ieux,
h é ro e d e L a Peste, suscita la c o n te m p la c ió n del n iñ o en fe rm o . E l n iñ o
m ás in o c e n te y el h o m b re m ás ju sto y virtuoso p u e d e n ser v ictim as
del dolor. E n ta l caso, ¿ h a b re m o s de c o n clu ir que D ios es in jtisto ?
L a e x isten cia h u m a n a , e n su m is m a facticid ad , ¿será la Peste, com o

3» Le christianisme ‫ﺀ‬، l’angoisse (Zurich, 9 4 2 ‫) ا‬.


3» “Vraie et fausse angoisse”, estudio recogido en el volumen Histoire e، V ¿■
riti (Paris, 1955).
348 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

Ja novela de C am u s sugiere? D e esta a n g u stia , que re c a p itu la y fu n -


d a m e n ta todas las an terio re s, sólo p u ed e lib ra rn o s la e sp e ra n z a esca-
tolOgica d e p e rc ib ir en el curso to ta l d e la h is to ria u n sen tid o salva-
d o rj d e sc u b rim ie n to in ic ia d o e n la ex isten cia p e rso n al p o r el e n cu en -
tro con D ios vivo, a través del su frim ie n to . R ico eu r concibe esa espe-
ra n z a a la m a n e ra p ro te s ta n te : “ no sobrepasa, p ero afronta; n o re-
concilia, pero consuela, y p o r ello la a n g u stia la a c o m p a ñ a rá h a sta el
U ltim o d ia ’’, dice d e ella al final de su ensayo. P ero esa in seg u ra es-
p e ra n z a de p e rc ib ir al fin de los tiem pos el sen tid o salv a d o r de to d a
la h is to ria — con o tra s p a lab ras : ese p re se n tim ie n to de la ra d ic a l
" b o n d a d del ser”— , ¿n o c o m p o rta u n a p ositiva e stim ac ió n religiosa
de la n a tu ra le z a y d e la h is to ria ; algo, e n su m a, q u e concede “v alo r
re a l” a las ci-eaciones h u m a n a s ?
§ 2. T a l in te rro g a to rio nos lleva d ire c ta m e n te a c o n sid e ra r el ter-
cero de los m otivos de la re sp u esta p ro te s ta n te : la re n o v a d a estim a-
ción de la historia.. O tro s dos estudios del m ism o p . R ic o eu r ٥۶ h a .
cen p a te n te u n a visión de la e sp e ra n z a h istó ric a m u y a lejad a d e la
q u e el homo stercus d e L u te ro h u b ie se p o d id o sen tir. L a h is to ria pre-
sen ta a la m ira d a d e l h o m b re tres p lan o s o niveles d is tin to s : el n iv el
a b stra c to del progreso, el n iv el ex isten cial d e la a m b ig ü e d a d — la
técnica, p o r ejem plo, es a la vez lib e ra d o ra y o p re so ra: las civ iliz a,
ciones son m ú ltip les, etc.— y el nivel m isterioso de la e sp eran za. L a
h is to ria tie n e u n m isterioso sen tid o to ta l, o cu lto h a s ta el fin d e los
tiem p o s y p a rc ia lm e n te revelado a l h o m b re a lo larg o de la h is to ria
sacra. ‫ ﻣ ﺎ‬c u al equivale a d e c ir q u e la e sp e ra n z a d e l c ristia n o se re.
fiere no sólo a su salvación personal, m as ta m b ié n a la h is to ria secu.
la r de la h u m a n id a d : “E l sen tid o c ristia n o de la h is to ria e s c r i b e
R ico eu r— es en to n ces esta e sp e ra n z a de q u e la h is to ria p ro fa n a fo r.
in a p a rte del sen tid o q u e la liisto ria sacra d esarro lla, la e sp e ra n za de
q u e no h a y fin alm en te m ás que una h isto ria , d e q u e to d a la h is to ria
es al final h is to ria sacra.” E l cristian o , e n su m a, espera en la h isto ria
y de la h isto ria , y re c h a z a desde el fo n d o de su a lm a la m e ra posibi-
lid a d de u n a " h o ra X X V ” ; esa h o ra en la cu al to d o in te n to de sal-
vación es ya in ú til y sólo q u e d a lu g a r p a ra la d esesp eran za to ta l. L a
p a la b ra b ib lic a a n te la h isto ria , el “ ¡N o te m á is 1” , d e b e ser p a ra el
c ristia n o u n ex orcism o c o n tra la desesperación, u n a lla m a d a a la ac-
ció n y u n a in v ita c ió n a la pesquisa del sen tid o q u e el m iste rio del
a co n te c er h istó ric o ofrece siem pre, siq u ie ra sea p o r m o d o velado y

٥7 “Le christianisme et le sens de l'histoire” y “L ’histoire de la philosophie


et l’unit، du vrai”, recogidos tambi،n en Histoire ٠-، vérité.
LA R E A C C l.X CRISTIANA 3‫ب‬9

p a rc ial, a la ra z ó n del h .m b r e que no se re sig n a a la a m b ig ü e d a d y


al ab su rd o .
T o d o esto, ¿ n o debe c o n d u c ir al cristia n o a la afirm ació n de u n a
“e sp e ra n za o n to lò g ica” ? T e m á tic a m e n te la p ro c la m a R ico eu r. L a es-
p e ra n z a del h o m b re n o es sólo escatologica y p e rs o n a l; es ta m b ié n
ontològica. E l filósofo - y e n él y con él, to d o h o m b re — c o n tem p la
la h is to ria y e je rc ita su p ro p io p e n sa m ie n to , diciéndose tá c ita m e n te :
“Y o espero ser e n la v e rd a d " ; y el h is to ria d o r de la filosofia ex p resa
esa e sp e ra n z a h a b la n d o a s i: “Y o espero que to d o s los g ra n d e s filóso-
fos son y e stá n e n la m ism a v e rd a d , y q u e tie n e n la m ism a co m p ren -
sió n p re o n to ló g ic a d e su relació n con el ser. P ienso, e n consecuencia,
q u e la fu n c ió n de esta e sp e ra n z a es m a n te n e r el diálo g o siem p re
a b ie rto e in tro d u c ir u n a in te n c ió n fra te rn a l e n los m á s ásperos de-
bates. L a h is to ria sigue siendo polém ica, p ero q u e d a com o ilu m in a d a
p o r este éskhaton q u e la unifica y e te rn iz a .”
L a c ristia n a a trib u c ió n de u n “valor re a l” a la h is to ria p ro fa n a
la te ta m b ié n e n el ag u d o e stu d io q u e F r. G o g a rte n h a c o n sag rad o
al m u n d o m o d e rn o 3‫ ﺀ‬. L a m á s c e n tra l clave d e ese lib ro es la d istin -
ción e n tre “sec u la riz ac ió n ’, y “secularism o” . R eserva G o g a rte n el
n o m b re de “sec u la riz ac ió n ” al proceso h istó ric o e n cu y a v irtu d el
m u n d o se h a h e c h o “sólo m u n d o ” . A su té rm in o , la v id a secular h a
conseguido la a u to n o m ia q u e a su p ro p ia n a tu ra le z a co rresp o n d e, y
e l h o m b re h a a d q u irid o p le n a co n cien cia de su re sp o n sa b ilid a d per-
so n al e n la h isto ria . A si e n te n d id a , la “ sec u larizació n ” n o sólo n o es
e n e m ig a d e l C ristia n ism o , sin o q u e p e rte n ec e e se n c ialm en te a l des-
a rro llo h istó ric o d e la re lig ió n c ristia n a y a la id e a d e la lib e rta d q u e
e lla a lu m b ró . ¿A caso n o afirm a el C ristia n ism o la e x isten c ia d e cues-
.tiones releg ad as p o r D ios a las d isp u ta s d e los h o m b re s?
P e ro la h is to ria d el m u n d o m o d e rn o no h a sido sólo u n proceso
-de “sec u la riz ac ió n ” ; h a sido ta m b ié n u n a in g e n te y sucesiva p re te n -
sió n d e “ secu larism o ” . L a ra z ó n del h o m b re , la m e ra ra z ó n h u m a n a ,
h a in c u rrid o e n dos ab errac io n e s c o n tra p u esta s : o b ie n h a reb asad o
a m p lia m e n te sus p ro p io s lim ites, m o v id a p o r la a m b ic ió n d e resolver
co n sus ideologías las cuestiones q u e co n cie rn e n a l “ to d o ” d e la reali-
d a d y d e la h is to ria d i c h o de o tro m o d o : te n ta d a p o r la soberbia
d e c o n v e rtir sus “saberes de ra z ó n " en “saberes d e salvación”- , 0
b ie n h a c o n sid e ra d o a b so lu ta m e n te in c o n te sta b le e inU til to d a pre-

٥٥' Verhängnis und Hoffnung der Neuzeit (Stuttgart, 1953). La noticia de un


estudio ulterior de Gogarten acerca de la esperanza cristiana - “Die christliche
Hoffnung”. Deutsche Vniversilätszeitung, IX, 24, 1954‫ ؛‬cit. por Bollnow en Die
neue G eborgenheih ha llegado a ml cuando estas páginas se hallaban en prensa.
350 ESPERA Ï LA ESPERANZA

g u n ta re la tiv a a ese “to d o ” , in c u rrie n d o e n la ra d ic a l desesp eran za


d e l “n ih ilis m o ” . E n tre g a d o a u n a u o tra fo rm a d e l “secularism o.., la
seu d o rrelig io sa o la n ih ilista , el m u n d o m o d e rn o , h o y e n crisis, ir à
a su ru in a ‫ ل‬re d u c id o , e n cam b io , a la m e ra “sec u larizació n .', ese m u n •
do seg u irá e n c e n d ie n d o la e sp e ra n z a h istó ric a e n el a lm a del cristia-
n o , a través del d o lo r y la c atá stro fe co n q u e h o y se e x tin g u e su “p ri.
m e ra e ta p a ” . Si en la lu c h a c o n tra e l “secu larism o ” a c ie rta n los cris,
tia n o s a re sp e ta r el e sta tu to d e la “sec u la riz ac ió n ” q u e a lo larg o d e
los c u a tro U ltim os siglos ellos m ism o s h a n id o e la b o ra n d o , ¿ n o con-
tr ib u ir á n e ficazm en te a la conversión d e la ru in a e n e sp e ra n z a ? E n
ello consiste p a ra G o g a rte n u n o d e los m ás u rg e n te s y a ctu ales im pe-
ra tiv o s d e la é tic a c ristia n a.
N a c id o d e la desesperación, el P ro te s ta n tis m o m á s a c tu a l p arece
co n m o v id o p o r u n secreto m e n e ste r d e e sp e ra n z a . E s ta in d u d a b le
sed, ¿ c o n d u c irá a sus h o m b re s a la elab o rac ió n d e u n a a n tro p o lo g ia ,
d e n tro d e la c u a l sea posible y valioso el e sp e ra r? P a sad o e l ex tre-
m ism o d esesperado y d esesp eran te de la teo lo g ia ' d ialéctica, ¿ irá cam -
b ia n d o la visión p ro te s ta n te d e la n a tu ra le z a h u m a n a ? N o lo sé. E n
e sta h o ra , ta n decisiva, seg ú n to d a s las ap arien c ia s, p a ra e l d e s t i n ,
h istó ric o d e l C ristia n ism o e n te ro , m e lim ito a esp e ra rlo com o q u e ría
S an P a b lo : t'w spe contra spent ٥٥.

»« Otros muchos libros podrían ser citados para ilustrar la reaccidn protestante
a la actual crisis del esperar humano - l o s de LOwith y Cullmann ya menciona-
dos. los de Toynbee, e t c .- j pero, como varias veces he dicho, mi propósito no es
agotar, sino indicar. A titulo de indicación, creo suficiente lo expuesto en este
capitulo.
CUARTA PARTE

LA ESPERANZA EN LA ESPAÑA
CONTEMPORANEA
¿C óm o espera, qué espera el h o m b re español? ¿E s el español u n
.ser q u e e sp e ra con ah in co , o u n c o n te m p la d o r no stálg ico y ‫؛‬actancio-
so d e su p ro p io p a sa d o ? A p rim e ra vista, las o piniones d isc re p a n am -
p lia m e n te . O rte g a h a h e c h o n o ta r a lg u n a vez q u e e n E sp a ñ a las es-
p e ra n z a s “ se a b rig a n ” , de p u ro v u ln e ra b les y q tie b ra d iz as q u e son.
A si lo a c re d ita ría n u e stro le n ^ ra je fa m ilia r. “ ¿ P o r q u é el español
e s c r i b í a O rteg a en 1 9 3 5 - h a sido y es casi siem p re u n desesperado
d e n a c im ie n to , es decir, que su desesperación no es algo q u e re s u lta
-de las e x p erien cias d e la vida, sino algo q u e p re v ia tn e n te tra e y con
q u e desde luego to m a to d o e n la vida, es decir, n o lo to m a ? ¿ P o r
q u é inclusive las g ra n d e s cosas q u e el español h a h e c h o h a solido
h a ce rla s ٥ la desesperada (N u m a n c ia , jo rn a d a s d e los co n q u istad o re s
de In d ia s, G u e rra de la In d e p e n d e n c ia )? ¿ P o r qué n o p ru e b a a adop-
t a r u n a a c titlid ra d ic a lm e n te d is tin ta , y e n say a so m eter su v id a al
tra ta m ie n to d e la e sp e ra n z a ? ” 1 E l le tto r español d e te sta ría el fu tu ro :
sie n te u n a v e h em e m e c o m p lacen cia “c u an d o e n c u e n tra algo d e h o y
h e c h o e n te ra m e n te con lo d e ayer. E so de que hoy n o sea hoy, sino
ayer, nos p ro d u c e u n fren esí d e e n tu sia s m o ... L a in n o v ació n , e l gesto
c re ad o r, ese a d e m á n co n q u e se su scita algo nu ev o sobre el h a z del
m u n d o , nos p arece casi, casi, u n g esto in d ecen te, in c o m p a tib le con la
d ig n id a d n acional.. ٥. D e a h í q u e el h o m b re de H is p a n ia suela “ ha-
cerse ilusiones sobre su pasado, e n vez d e hacérselas so b re su por-
v e n ir” ٥.
N a d a m ás o p uesto a estos juicios, e n a p arien cia, q u e las tesis sos-
te n id a s p o r A m é ric o C astro. M ás d e u n a vez h e a lu d id o a ellas en
las p á g in as preced en tes. “E l c re y e n te h isp a n o h a vivido e n la con-
fianza y e n la e sp e ra n z a ’. ; e n Ib e ria , “o se vive e n te n sió n d e proeza,
o e n espera de ocasiones p a ra re a liz a rla ” ; el español g e n u in o se dis-
tin g u e d e los re sta n te s h o m b re s d e E u ro p a por. la c re y en te in sta la . 12

1 “La estrangulación de ٥٠ « Juan”, o. c., t. V, pig. 241.


2 “Ideas sobre Pio Baroja", o. c., t. II, pág. 74.
٥ “Espada invertebrada”, o. c., t. ni, pág. 39.
23
354 ESPERA Y LA ESPERANZA

ción d e su ex isten cia e n “la a n h e la n te e sp e ra n za de alza rse a cim as


y destin o s prefigurados e n la creen cia m ism a ” .. (‫؛‬D e d ó n d e p rocede
esta colosal im p o rta n c ia de la e sp e ra n za e n la ex isten cia h istó ric a y
c o tid ia n a del esp añ o l? C astro señala, com o es sabido, dos motivo.s
fu n d a m e n ta le s : la co n sid e ra b le sem itiza c ió n de los h isp an o s d u ra n -
te la E d a d M e d ia y el h e c h o d e q u e la n a c io n a lid a d española se h a y a
fo rm a d o a lo largo d e u n a em p resa m ilita r de siete siglos, la “Re-
c o n q u ista ” . E sp a ñ a fu é h e c h a d u ra n te setecientos años d e v id a colee-
tiv a d iste n sa h a c ia u n fu tu ro a la vez in c ita n te y concreto, e n c a n ta -
d o r e im a g in a b le. T a n d ila ta d o lapso d e “v id a en e sp e ra n za ” h a b ría
sido decisivo p a ra la configuración de los h á b ito s in d iv id u a le s y so-
ciales del h o m b re e sp a ñ o l; y, p o r ta n to , p a ra d a r su estilo p ro p io a
la u lte rio r edificación d e nuestr.a h isto ria .
¿ H a y q u e o p ta r e n tre estos dos d iag n ó stico s? A m i Juicio, los dos-
a c ie rta n : el d e O rte g a , e n c u a n to a las esp e ra n za s basadas en el pro-
yecto y la p re v isió n ; el de C astro, e n c u a n to a la e sp e ra n za trasCen-
d e n te a la a c tiv id a d d e p ro y ectar. L a escasa im p o rta n c ia d e la pre-
visión ra c io n a l y te rre n a e n el curso de la h is to ria d e E sp a ñ a - s à i -
vense c u a n ta s excepciones se q u i e r a - es p o r d e m ás n o to ria ; la ve-
h e m e n c ia con que el esp añ o l h a solido e n tre g a rse a u n a e sp e ra n za
q u e sa lta sobre las previsiones racionales y las tra scie n d e n o p arece m e-
nos ev id en te. M u c h a s veces esa “ tra sc e n d e n c ia ’, h a sido g e n u in am en -
te re lig io sa ; o tra s se h a h e ch o m u n d a n a , secular, y a h í e stá n , p a ra de-
m o stra rlo , el “ lib e ra l” del siglo MX y el “a n a rq u is ta ” d e l siglo XX®;
n o pocas, en fin, h a caído en la su p erstició n (piénsese com o ejem p lo
triv ia l e n las q u e d e te rm in a la “e sp e ra n z a ” d e la loteria) o e n el
p icarism o (la e sp e ra n z a b rin c a d o ra y ocasional d e L a z a rillo y d o n
Pablos). A s ‫؛‬, ex en to de c o n tin u id a d “ra c io n a l” con el fu tu ro , el pre-
sen te sensible h a solido ser p a ra el h isp a n o u n a d e estas tres cosas :
la “p u ra n a d a ” de la a v e n tu ra m istica y d e la ascética a lo V aldés
L eal, la “e x p erien c ia salvable” de fra y L u is d e L e ó n y fra y L u is de
G ra n a d a ٥ y el “a rre b a to ” agresivo, sensorial, sexual o p re d a to rio de
los q u e prefieren u sa r el m u n d o com o estim u lo a verlo y m a n e ja rlo
com o re a lid ad . U n a curiosa p e c u lia rid a d de n u e stro id io m a — el uso
in d is tin to del verbo “e sp e ra r” p a ra la ex p resió n de la “v id a a la es-

(
Remito a las indicaciones bibliográficas hechas anteriormente.
‫ا‬
Véase mi libro E spaña com o p ro b le m a (Madrid, 1956), t. II, págs. 400 y si-
guientes, y E l liberalism o d o ctrin a rio , de L. Dfez del Corral (Madrid, 1945).
« Hubo una época de su vida en que también fray Luis de Granada fué un
،spero debelador del presente sensible. Véase mi libro L a a n tro p o lo g ia ‫ „ﺀ‬la . h r .
d e tr a y L u is d e G ra n a d ..
U ESPERANZA EN IA ESPANA CONTEMPORANEA 355

p e ra ” y de Ja “.vida e n e sp e ra n z a ”- p arece h a lla rse e n c .n e x ió n con


este m o d o h isp án ico de e n c a ra r el p re sen te y el fu tu r o 7٠
M as n o pensem os q u e los esquem as a g o ta n la re a lid a d . E n pri-
m e r té rm in o , p o rq u e en la c o n d u c ta real sueleir m ezclarse de u n o u
o tro m o d o los d istin to s “tipos ideales’, de n u e stro s esquem as. E n se-
g u n d o . p o rq tie ta m p o c o eri E sp a ñ a h a n fa lta d o los p royectos p a ra el
h u e n o rd e n de la v id a te rre n a . C o m e n z a ro n éstos a c o h ra r c ie rta efi-
cacia social d u ra n te el U ltim o c u a rto del siglo XIX, c u a n d o el pais,
cansado de las u to p ia s q u e le h a h ia n d e sa n g ra d o , volvió los ojos a
su c o tid ia n o m e n e ste r 8. M ás o m enos orlados p o r el en sueño, n u n c a
exentos d e él, e n to n ces e m p e z a ro n a ver la lu z los diversos proyectos
d e v id a esp añ o la real q u e h a n d a d o c o n ten id o y n o v e d ad a la histo-
ria de n u e stro siglo XX. C osta, M acias Picavea, C ajal, M e n é n d e z Pe-
layo, la “g e n erac ió n del 98” , la In s titu c ió n L ib re d e E n se ñ a n z a , los
regionalism os, el socialism o, M a u ra , O rte g a y G asset, E u g e n io d 'O rs,
José A n to n io P rim o d e R iv e r a ...: cada u n o a su m odo, to d o s ellos
re p la n te a ro n el te m a de la e sp e ra n z a española. ¿C óm o e n esta situa-
ción h a sid o s e n tid a y e n te n d id a la e sp e ra n za h u m a n a ? L as voces
españolas e n q u e ta l s e n tir se expresa, ¿ p u e d e n d e c ir a to d o s los hom -
b res algo acerca d e lo q u e el e sp e ra r sea? T ra te m o s d e v erlo ٠.7

7 Véase Jo que acerca de tal jxculiaridad idiomàtica digo en la quinta parte


de este libro.
» No niego la existencia de otras etapas históricas de "vida razonable” : los
Reyes Católicos, Carlos III. NI, por supueSto, desconozco la española grandeza de
las hazañas cumplidas en los periodos de “vida utópica”.
« Remito a mi libro España como problema a los lertores a quienes el tema
Interese. En este capitulo nO pretendo estudiar cómo han esperado los españoles
durante los últimos tres cuartOs de siglo, sino recoger y glosar los sentimientos
y pensamientos que acerca de la esperanza han expresado literariamente.
C a p ít u l o

M IG U E L ٥ E U N A M U N O 0 L A D E S E S P E R A C IO N
ESPERA N ZA D A

‫ ﻣ ﺎ‬p rim e ro q u e d eb e decirse de M ig u el de U n a m u n o - y lo q u e


to d a v ía n o se h a d icho, a l m enos c o n c la ra y re su e lta in te n c ió n te-
m á tic a ٤— es q u e el p ro b le m a de la e sp e ra n za fué c e n tro v ita l d e su
e x isten c ia d e h o m b re y de su o b ra d e p e n sa d o r y poeta. E n la es-
p e ra n z a vid la esencia de la v id a h u m a n a ; so b re la e sp e ra n za pre-
te n d id fu n d a r su re lig id n ; c o n esp eran zas quiso h a c e r lo m e jo r y
m ás cim e ro de su e sp íritu . “V ale m ás b u e n a e sp e ra n z a q u e ru in po-
sesidn", d ijo D o n Q u ijo te a S an ch o cuairdo ¿ste, v a cilan te to d a v ía ei،
su fe, le p id id salario fijo. Y c o m e n ta U n a m u n o , d a n d o q u ijo tesca y
p e rso n a l in te rp re ta c ió n a S an P a b lo : “ ¿ N o o lvidam os h o y y siem -
p re q u e la e sp e ra n za crea lo q u e la posesidn m a ta ? ‫ ﻣ ﺎ‬q u e h e m o s
d e a c a u d a la r p a ra n u e stra U ltim a h o ra es riq u e z a d e esp eranzas, q u e
co n ellas, m e jo r q u e con recuerdos, se e n tra e n la e te rn id a d . Q ue
n u e stra vida sea u n p e rd u ra tle ro sáb ad o s a n to ” ‫ ﺀ‬. L as consideraciones
su b sig u ien tes tr a ta n d e o frec er con a lg ú n o rd e n la concepcidn una-
m u n ia n a de la esp e ra n za , p a rtie n d o d e a q u ello q u e p a ra el h o m b re
U n a m u n o fue p revio y fu n d a m e n ta l: su agdnico esfu erz o p o r al-
c an z a rla .

1 El primero en estudiar seriamente la “desesperación” unamuniana ha sido


José Luis L. Aranguren, en su revelador ensayo “Sobre el talante religioso de Mi-
guel de Unamuno.’ (Catolicismo y protestantismo como formas de existencia, pá-
ginas 191-209). Más adelante volveré sobre él.
2 Vida de Don Quijote y Sancho, cap. VII, en Ensayos, II, pág. 139 (ed. de
M. Aguilar, Madrid, 1942). En lo sucesivo, los textos pertenecientes a la Vida de
Don Quijote y Sancho (V. ٥ . s.), asi como los procedentes de Del sentimiento trá-
gico (5. T.) y de los restantes ensayos, serán citados por esa edición. lo s textos
pático s serán referidos a la Antologia poética (A. p.) que compuso Luis Felipe
Vivanco (Ediciones Escorial, Madrid, 1942). Deliberadamente prescindo de referen-
d as a la copiosa bibliografia sobre Unamuno (véase ésta en el excelente Miguel
de Unamuno, de I.uis s. Granjel, ahora eti prensa). He querido que en estas pá-
ginas hable él directamente, y no a través de palabras ajenas.
MIGUEL D E UNAMUNO ٠ LA DESESPERACION ESPERANZADA 357

I .- L a experiencia decisiva

C on este e p ig ra fe n o m e refiero a la n o c h e d e m a y o d e 1897, e n


q u e M ig u e l d e U n a m u n o llo ró lá g rim a s d e so led ad y d escu b rid , a
fravés d e l d o lo r c o m p a rtid o , la eficacia y la significación d el a m o r e n
la v id a d e l h o m b re . A lu d o co n él al h o n d o proceso e sp iritu a l q u e e n
esa n o c h e tu v o d ra m á tic a c u lm in a c ió n , proceso in ic ia d o d ie z afios
a n tes p o r la d efin itiv a crisis religiosa d e U n a m u n o , y susceptible d e
ser re d u c id o a la v ic isitu d d e u n solo y c o n sta n te s e n tim ie n to : la
desesperación.
L leg ó el a lm a d e U n a m u n o a la desesperación to ta l - n o d iscu ta,
m os a h o ra h a s ta q u é p u n to p u e d e ser v e rd a d e ra m e n te ..to ta l', la
d esesperación h u m a n a - a trav és d e la v ivencia d e u n a d o b le im po-
sib ilid a d : su ra z ó n n o h a b ía lo g ra d o h a c e r d e la v e rd a d consuelo
y su se n tim ie n to e ra in c a p a z d e h a c e r d e l consuelo v e rd a d * . L a ra .
z ó n filosófica q u e a U n a m u n o fu é d a d o e je rc ita r d e c la ra b a c a re n te
de sen tid o la in q u ie tu d d el h o m b re e n to rn o a la in m o rta lid a d d e
su a lm a y a la p e rsiste n c ia d e su co n cien cia in d iv id u a l a lle n d e la
m u e rte ; y, p o r o tra p a rte , su vigoroso s e n tim ie n to v ita l, su a n h e lo
d e v iv ir y p erv iv ir, su in tim a irre sig n a c ió n a u n a m u e rte a n iq u ila d o ,
ra, n o sa b ía n cóm o h a c e r ra z o n a b le y v e rd a d e ro — v e rd a d e ro p a ra su
p ro p ia ra z ó n — e l c o n te n id o d e ese e n tra ñ a d o y e x ig e n te se n tir. A q u é ٠
lia te rm in a b a e n u n “escepticism o ra c io n a l” , éste e n u n a “desespe-
ra c ió n s e n tim e n ta l” ; y la co nfluencia d e l escepticism o d e la ra z ó n
y la d esesperación d e l s e n tim ie n to h izo se e n u n p rim e r m o m e n to
desesperación to ta l. D esesperación, e n c u a n to el alm a asistía al n a u -
fra g io d e su e sp e ra n z a bàsica, la re la tiv a a su p ro p ia in m o rta lid a d ;
to ta l, p o rq u e p a re c ía a lc a n z a r las m ás h o n d a s raíces in te le ctu a le s y
se n tim e n ta le s d e la conciencia. L a v e rd a d y e l consuelo lle g a b a n a
p e rd e r to d a co n sisten cia e n ese e sta d o d e l esp íritu .
E sa congojosa desesperación to ta l n o c o n d u jo a U n a m u n o a l sui-
cidio n i a la re sig n ac ió n a n g u stia d a , sin o al c o m b a te p o r u n a v id a nue-
va. L a d esesperación — el e sta d o “d e aq u el que, e m p eñ á n d o se e n que
h a y o tra v ida, p o rq u e la necesita, n o lo g ra creerlo '.— trocóse asi en
fu e n te d e cre ac ió n vital, y p u d o ser c o n sid e ra d a com o “ u n nobilisi-
m o, y el m á s p ro fu n d o , y el m á s h u m a n o , y el m ás fe c u n d o e sta d o
d e á n im o ” 4. D e ella p ro c e d ería el b rio d e D o n Q u ijo te , a rq u e tip o

a í . 7\, V (Ens., n , 751).


* S. T., V (Ens., n , 242).
358 LA ESPERA Y ESPERANZA

d e desperados: “N u e stro S eñor D o n Q u ijo te es el e je m p la r d e l vi-


ta lis ta cu y a fe se basa e n la in c e rtid u m b re , y S ancho, h é ro e d e la
desesperación in tim a y resig n ad a, lo es del ra c io n a lista q u e d u d a de
su ra z ó n '. ٥. M as, ¿cóm o la desesperación p u e d e sei- c o n v e rtid a e n
fu e rz a a n im ic a positiva?
P u e sto q u e la ra z ó n y el s e n tim ie n to n o d e ja n d e p u g n a r e n tre
si, a u n q u e resp ec tiv a m en te h a y a n llegado h a sta el escepticism o y la
d esesperanza, sólo u n e x p e d ie n te p arece eficaz: la v ic to ria d e u n o
d e los dos c o n te n d ie n te s, p o r m u y p re c a ria que ella sea, y la u lte rio r
a p licació n del a g o n ista victorioso a la edificación d e los d istin to s ór-
denes de la ex isten c ia h u m a n a . A p e n as es preciso d e cir c u ál d e las
dos in sta n cia s en p u g n a fu é ven ced o ra en el e sp íritu d e U n a m u n o .
E l s e n tim ie n to — nos dice— “btjsca el flaco d e la ra z ó n y lo encuen-
tr a e n el e sc e p tic ism o "‫ ؛‬y a fu e rz a d e q u e re r q u e sea in m o r ta l el
a lm a q u e r i é n d o l o d e ta l m o d o “q u e esta q u e re n cia , a tro p e lla n d o la
ra z ó n , pase sobre ella"— lo g ra creer e n ta l in m o rta lid a d . L a volun-
ta d n o a lc a n z a a b o rr a r la in c e rtid u m b re de la c reen cia asi o b te n id a ,
p o rq u e la ra z ó n , a u n vencida, subsiste en la v id a del h o m b re , p ero
in fu n d e en ella v irtu a lid a d o p e ra tiv a y h a c e gustosa la in c e rtid u m b re
m is m a ‫“ ؛‬d e este choque, de este a b ra z o e n tre la d esesperación y el
escepticism o nace la san ta , la dulce, la salv a d o ra in c e rtid u m b re , nues-
tro su p re m o consuelo” ٥. L a desesperación se n tim e n ta l, tro c a d a asi e n
re so rte d e la a c tiv id a d d el e sp íritu , llegO a ser e n la ex isten cia d e
U n a m u n o - s u y a s son estas anim osas p a l a b r a s - “base d e u n a v id a
vigorosa, de u n a acción eficaz, de u n a ética, d e u n a estética, d e u n a
re lig ió n y h a sta de u n a lógica” 7٠ Ese fu é el p ro m e te ic o p ro g ra m a vi-
ta l de M ig u el de U n a m u n o , la frac ció n te rre n a l d e su e sp e ra n za de
desesperado. Su p ro c e d er p u e d e ser co m p arad o al vuelo del ave, q u e
vence la p e sa n te z de su cu erp o con el c o n sta n te esfu erzo im p u lsiv o
١
de S.IS a la s : la p e sa d u m b re de la desesperación, q u e a c tu a n d o p o r si
sola h u n d ir ía el a lm a en la in m o v ilid a d , es co n v ertid a e n vuelo p o r
el esfuerzo vigoroso e in c e sa n te de la v o lu n ta d . L a v id a d e U nam U no
fu é el re su lta d o de u n in g e n te v o lu n ta rism o se n tim e n ta l, agónico y
c read o r.
P e ro ese re su ltad o , ¿ h u b iese sido posible sin q u e operase e n los
senos de su a lm a el te n u e y h o n d o p re su p u esto n a tu ra l de la fe e n
u n a in m o rta lid a d salv ad o ra? C on o tra s p a la b ra s : ¿ h a s ta q u é p u n to
fu é to ta l y a b so lu ta su desesperación, e n q u é m e d id a y m a n e r¿ pue-

‫ﺀ‬ s. T.. "VI (Ens.. ١\٠ i y


« s. T., VI (Ens., II, 761-76*1).
7 S. T., VI (Ens., n , 770).
M IGUEL DE U N A IN O o LA DESESPERACION ESPERANZADA 35‫ﺀ‬

de el h .m b r e desesp erar? “Si h u b ie ra e n el m u n d o u n pesim ism o sin.


cero y to ta l . d e c í a u n c o m en tario inglés al te a tro d e S trin d b e rg ,
a d u cid o p o r el m ism o U n a m u n . seria, p o r n ecesid ad , silencioso,
l a desesperación q u e e n c u e n tra voz es el g rito d e a n g u stia que u n
h e rm a n o la n z a a o tro c u a n d o v a n am bos tro p e z a n d o p o r u n valle
de s o m b ra s... Su a n g u stia a te stig u a q u e h a y algo b u e n o en la vida,
p o rq u e p re su p o n e s im p a tia ... L a co ngoja real, la desesperación sin-
cera es m u d a y cieg a; n o escribe libros, no sien te im p u lso a lg u n o a
c a rg a r u n U n iv erso in to le ra b le con u n m o n u m e n to m ás d u ra d e ro
que el b ro n c e " 8. E l a u to r del Sentimiento trágico se revuelve c o n tra
esa in te rp re ta c ió n social d e la voz d esesperada : el h o m b re a q u ie n
de veras d u ele algo llo ra y h a s ta g rita , a u n q u e esté solo y n a d ie le
oiga, p a ra desahogarse, com o ru g e el león aislado e n el desierto cuan-
do le a p rie ta el dolor. E s v e rd a d ; p e ro esta exp licació n c a tá rtic a com -
p le m e n ta y n o a n u la la exp licació n sociológica del c o m e n ta rista in*
glés, p o rq u e el h o m b re , a u n so litario , n o está del to d o so lo : la v id a
h u m a n a ^ c h e l e r , H u sserl, M a r tin B u b er y G a b rie l M arce l nos ayu-
d a ría n e ficazm en te a d e m o s t r a r l . n o d e ja n u n c a de ser conviven-
cia, n i siq u ie ra en la a p a re n te soledad' del solitario o aislado. Y a ú n
p o d ría d ecirse q u e la exp licació n c a tá rtic a y la sociológica d escan san
sobre o tra , m á s p ro fu n d a , d e o rd e n teológico. j A q u ie n sino a D ios,
su p re m o T ú , TU absoluto, se d irig e la voz d e l desesperado, a u n q u e
el n o lo sepa, 0 a u n q u e sólo sie n ta e n su a lm a el vacio d e D ios? ¿ N o
fu é ésta, M ig u el de U n a m u n o , tu p ro p ia c u ita, h a s ta c u an d o tra ta -
bas de im a g in a r el in tim o s e n tir d el ateo fre n te al hu eco de D ios
—... .....................Sufro yo a tu costa.
Dios no existente, pues si Tii existieras
existiría yo también de veras—
(“.ració n del ateo”, A. p., 140.)

o c u an d o te resolvías a c a n ta r, h e c h a verso, tu p ro p ia desesperación :


Sed de Dios tiene mi alma, de Dios vivo;
conviértemela. Cristo, en limpio aljibe
que la graciosa lluvia en si recibe

(“Incredulidad y fe”, A. p., 140.)

L a ex isten cia d el h o m b re M ig u e l de U n a m u n o fu é h o m ó lo g a d e
la ex isten cia d e l h o m b re R e n a to D escartes. N a d a ir r ita r ia ta n to al
« Comentarlo de The Nation al teatro de Strindberg: A dramatic Inferno, ju-
lio de 1912. CIt. en 5. T., XI (Ens., n , 897).
360 LA ESPERA Y ESPERANZA

desesperado d e S a la m a n ca com o esta c o m p arac ió n e n tre él y el d u -


b ita n te d e T u re n a , m as al fin v e n d ria a acep ta rla . M ovido, e n efecto,
p o r la d u d a d e su ra z ó n buscó D escartes u n U ltim o resto d e certi-
d u m b re ra c io n a l — la c o rre sp o n d ien te a l cogito— y edificó sobre él
y desde él los varios saberes fu n d a m e n ta le s relativos a si m ism o, al
m u n d o y a D ios. P u es b ie n : lo q u e D escartes h iz o co n su ra z ó n , e s .
tra tó d e h a c e r U n a m u n o co n su s e n tim ie n to ; a l c artesia n o "v o lu n ta
rism o d e la ra z ó n '. (Z u b iri) opuso — n o com o tesis, sino com o em -
p eñ o v ital— u n resu elto y u n a m u n ia n o “v o lu n ta rism o del sen tim ien -
to ". F u é su acicate la desesperación se n tim e n ta l, la c aren c ia de u n a
s e ^ tr id a d firm e e n o rd e n a su a n h e lo de p e rv iv ir alle n d e la m u e rte ; y,
espoleado p o r ella, bu scó d ese sp era d a m en te e n si m ism o u n .U ltim o
a sid ero d e esjjera n z a — la in tim a seg u rid ad d e s e n tir que, pese a to d o ,
irta c io n a l e in fu n d a d a m e n te , seguía esp e ra n d o su in m o rta lid a d p ro -
p ia ; la co n cien cia d e u n rad ic al e irre d u c tib le spero— e in te n tó con-
seg u ir desde él, siq u ie ra fuese en p re c a rie d a d c o n sta n te , e n in c e sa n te
y b a ta lla d o ra agonia,, com o el ave consigue la e sta b ilid a d d e su vue-
lo, to d a s las esp e ra n za d a s c e rtid u m b re s q u e su !»ersonal ex isten c ia
n e c e sita b a : la d e D ios, la d e si m ism o, co m o a lm a salvable e n D ios,
y la d e l p ró jim o , en c u a n to real co m p añ e ro d e este com U n d e stin o
h a c ia D ios. E se resto U ltim o e in d e stru c tib le d e e sp e ra n za desespe.
ra d a — " la e sp e ra n za h ero ica, la e sp e ra n za a b su rd a , la e sp e ra n za loca :
Spero quia absurdum, d e b ería decirse” ٠— fué el p u n to d e p a rtid a y
el fu n d a m e n to d e la vita nuova d e U n a m u n o , com o la e x p erien c ia
in te le c tu a l d e l cogito, en su o rd e n , lo fu é d e la a v e n tu ra v ita l de Des-
cartes. P o r eso, p o r e sta r fu n d a d a s so b re la e sp e ra n z a y so b re el com -
b a te p e rjn a n e n te , todas las c e rtid u m b re s fu n d a m e n ta le s de U n a m u n o
tie n e n a ire d e e m p eñ o c a m in a n te , d e e sfo rza d a a n d a d u ra qu ijo tesca.
M ás q u e ser, él va e s ta n d o :
Dios mio, este yo. |ay de mi!
se me está yendo en cantares,
Jjero mi mundo es asi:
los seres se hacen estares;
^'Cancionero inédito”, A. p., 440.)

y a l sum p re sen c ia l e in d ic a tiv o d e la conclusión c artesia n a o p o n e


u n « ، à , u n “p a ra q u e yo sea" : Cogito ut sim M ichael de U n a m u r
no, dice !..
Q u ie n d esde la desesperación e sp e ra n za d a 0 desde la e sp e ra n z a
٠ 5. r., xn (Em., n, 950).
»٥ s. I , Conclusión (Ens., n , 940).
M IGUEL D E UNAMUNO 0 ‫ﻻ‬ DESESPERACION ESPERANZADA 361'

desesperada tr a ta de re h a c e r su v id a personal, n e c e sa ria m e n te h a b r á


d e v e r su p rim e ra e m p re sa en a firm a r esa ra d ic a l y loca e sp e ra n z a
suya c o n tra e! escepticism o de la ra z ó n d iscu rsiv a y fre n te a la fria
y e sp e c tra l v e rd a d d e la p u ra ra z ó n . E se escepticism o es, e n efecto,
“el fu n d a m e n to sobre q u e la desesperación d e l s e n tim ie n to v ita l h a
de fu n d a r su e sp e ra n z a " 11 y el p o rtillo p o r el cu al d e b e ser batida,
la v e rd a d ra c io n a l y d e sv ita liz a d o ra :

No Ja verdad, 8‫ ل‬Ja verdad nos mata


la esperanza de no morir, mi puerto
de salvación en el camino Incierto
por que me arrastro. Si nos arrebata
la Ilusión engañosa que nos ata
a nuestra vida -.e n g a fio siempre a b ie rto l-,
mejor que estar desengañado y muerto,
vivir en el error que nos rescata.
Pero, ¿cómo sabiendo que es engaño
vivir de su virtud? Por la pelea.

pues desesperación es el escaño


de la esperanza que su objeto crea.

(“Slt pro ratione voluntas”, A. p., 159.)

E sp e ra n z a , e sp e ra n z a m ilita n te y cread n ra, espei'anza cap az d t'


im p n n e rse a n u e s tra ra z ó n , c ٠ m ٠ la re a lid a d se im p u n e a ella. E s .
c rib ió K ie rk e g a a rd q u e e l c ristia n ism o es u n a salid a desesperada, y-
U n a m u n o c o m e n ta : “sólo m e d ia n te la desesperación d e esta salid a
podem os lleg ar a la e sp eran za, a esa e sp e ra n z a cu y a ilu sió n v ita liz a ,
d o ra so b re p u ja a to d o c o n o cim ien to racio n al, d icié n d o n o s q u e h a y
siem p re alg o irre d u c tib le a la ra z ó n ... ‫ ﻣ ﺎ‬q u e n o es ra c io n a l es con-
tra-racio n al. Y asi es la e sp e ra n za .’ ٤2. D ejem os in ta c to el p i'o b lem a
de si la in te lig e n c ia h u m a n a p u e d e 0 n o p u ed e d e ja r de ser esa “ra .
z ó n ’’ k a n tia n a 0 Jjositivista a q u e U n a m u n o , h ijo d e su tie m p o , se
r e f e r ia ia. N o tr a to a h o ra d e re p lic a r o de c o m p le ta r a U n a m u n o ,
sino d e c o m p re n d e r su s e n tim ie n to y su id ea d e la e sp eran za. La-
su y a siguió siem p re d e n sa m e n te v etea d a de in c e rtid u m b re , m as n o
p o r ello q u e d ó m enos vencedora. T a n ven ced o ra que, so b re la espe-
ra n z a com o p rin c ip io y fu n d a m e n to , in te n tó el h o m b re M ig u e l d o 12

11 ‫ ﺀ‬. T., VI (Ens., II. 753).


12 S. T., IX (Erts., n , 863).
1» Me conformaré con mencionar los conceptos de "Intell^ncla sentiente” (Zu-
blrl), ”razón vital” (.rtega) y ”razón exigida” (D’.rs ).
362 LA E S P E R A Y LA E S P E R A N Z A

U n a m u n o c o n stru ir su v id a e sp iritu a l. Radix vitae, ‫ ﺀ ﺀ ﺀ ﺀ‬.. ta l p u d o


ser su lem a. ¿ P e ro es v e rd a d posible c o n stru ir sobre lo q u e se espera
con in c e rtid u m b re ?

U .-V m A EN ESPERANZA

E n la a v e n tu ra e sp iritu a l u n a m u n ia n a — a v e n tu ra , m u c h o m ás
q u e sistem a— la e sp e ra n za fu é 0 p re te n d ió ser el fu n d a m e n to d e la
fe. de la c a rid a d y d e la c o n d u c ta te rre n a l d e los h o m b re s. A rra n c ó
esa a v e n tu ra , com o sabem os, de u n U ltim o y ra d ic a l a n h e lo d e p e r.
v iv en cia co n scien te alle n d e la m uerte'. M as la e te rn a l p e rd u ra c ió n de
la co n cien cia h u m a n a , ¿seria posible sin u n D ios q u e la g a ra n tiz a se ?
D e nu ev o su rg e a n te n o so tro s la relació n lrom ológica e n tre U n a-
m u n o y D escartes : éste necesita a D ios com o g a ra n tia d e la v e rd a d
d e sus ra z o n es h u m a n a s : aqu¿l, com o fiador del c u m p lim ie n to de
su h u m a n a esp e ra n za . D e a h í q u e en el a lm a d e U n a m u n o v ay an
ju n ta s el h a m b re d e in m o rta lid a d y el h a m b re de D ios, y q u e ésta
.sirva de nexo e n tre la desesperación y la e s p e ra n z a : “D el an h elo 0
h a m b re d e d iv in id a d su rg e la e sp e ra n z a ; d e ésta, la fe, y d e la fe y
la esp e ra n za , la c a rid a d ; d e ese a n h e lo a rra n c a n los se n tim ie n to s d e
belleza, d e finalidad, d e 'b o n d a d " ‫دد‬. L a o rig in a ria , fo n ta n a l defini-
ciOn d e S an P a b lo — la fe, “su sta n c ia 0 su p u esto d e lo q u e se esp era"
(Hebreos, X I, !)— , sirve d e m á x im o apoyo a la in tu ic ió n u n a m u n ia -
n a . P a rtim o s de esperar, y creem os p a ra q u e n u e stra e sp e ra n za n o
sea vana, p a ra q u e te n g a su sta n c ia y a p o y o : “ no es q u e esperam os
p o rq u e creem os, sino m ás b ie n q u e creem os p o rq u e esperam os. E s
la e sp e ra n z a en D ios, esto es, el a rd ie n te deseo de q u e h a y a u n D ios
q u e g a ra n tic e la e te rn id a d d e la conciencia, lo q u e nos lleva a creer
e n E l” ! ٥. N o n ieg a U n a m u n o la ex isten cia de u n elem en to cognos-
citivo en la fe ; al c o n tra rio , la afirm a, y a ella refiere la im posibili"
d a d d e u n a fe sin d o g m a s: “L a fe p u ra , lib re de d o g m as, d e q u e ta n -
to e scrib í e n u n tie m p o , es u n fa n ta s m a ”, dice ex p re sa m e n te. P e ro
su m ism o p u n to de a rra n q u e — la In tim a n ecesid ad de u n D ios fia.
d o r— le h a c e p re fe rir a la fe n o è tic a 0 g n ò stic a la fe p istic a o d e
.confianza, la fe e n la p e rso n a q u e h ace firm e lo q u e d e ella espera-
m o s : “se cree en q u ie n nos dice la v e rd a d , e n q u ie n nos d a la espe-
ra n z a " . E sa c re íd a re a lid a d p e rso n al es D ios, D ios d e n tro de nos-

U s. T., V III (Ens., n , 824).


٤« 5. 7\, IX (Ens., n , 825). De ese mism. capitulo (“Fe. esperanza y caridad”)
proceden los textos citados a continuación.
^ IIG U E L DE UNAM UNO 0 LA D E S E S P E R A C IO N E S PER A N Z A D A 363

o tro s. E l eras de S an A g u stín resu en a e x p re sa m e n te e n las pa-


lab ras de este g ra n sed ien to de esp e ra n za firm e : “llevam os a D ios
d e n tro , com o su sta n c ia de lo que esperam os” ; y, desde d e n tro d e
n o so tro s m ism os, “ D ios está d e c o n tin u o c re an d o a su im a g e n y se-
m e ja n z a ” . D e a h í la m u tu a im p lic a ció n y la re fe re n c ia m u tu a de la
e sp e ra n z a y la fe : “Sólo el que cree espera d e v e rd a d , y sólo el que
de v e rd a d espera, cree. N o creem os sino lo que esperam os, y n o es-
p e ra m o s sino lo que creem os.'.
E s ta ex p resa y c o n sta n te refe re n cia d el creer a l esp erar determ f-
n a las dos n o ta s card in ale s d e la concepción u n a m u n ia n a de la fe :
su esencial pro y ecció n h a c ia el flitu ro y su p re s u n ta v irtu a lid a d crea,
d o ra . C reer es, a la postre, te n e r fe en u n a p e rso n a ; “y com o la per-
so n a es u n a v o lu n ta d , y la v o lu n ta d se refiere siem p re al p o rv e n ir,
el q u e cree, cree e n lo q u e v e n d rá , esto es, e n lo q u e espera. N o se
cree, e n rig o r, lo q u e es y lo q u e fué, sino com o g a ra n tia , com o sus-
'tancia d e lo q u e s e rá ... Se cree e n lo que se espera, se cree e n la es-
p e ra n za . Se re c u e rd a el p asado, se conoce el p re sen te , sólo se cree en
lo p o r v e n ir. C reer lo q u e n o vim os es creer lo q u e v erem os” ١٠. P ero
c re e r e n u n a p e rso n a no es sólo confiar e n lo q u e h a r á ; es ta m b ié n
apoyarse e n lo q u e es, d escan sar de a lg ó n m o d o e n su p re sen te rea-
lid a d . M u c h o m ás si esa p e rso n a es el D ios c read o r. D ios no es sólo
g a ra n tia de m i e sp e ra n z a ; es ta m b ié n su ste n ta ció n de m i a c tu a l
m en este r. C om o A n to n io M aclrado, U n a m u n o se m u e stra in c a p a z
de p e rc ib ir la co n sisten cia d el p re se n te q u e pasa. P o rq u e, a d em á s de
ser su sta n c ia d e lo q u e se espera, la fe, en c u a n to “a rg u m e n to d e lo
n o a p a re n te '. (Hebreos, X I, 1), nos lrace re fe rir a D ios el fu n d a m e n to
U ltim o d e lo q u e se tieire.
Se cree e n lo q u e se se espera, dice U n a m u n o , y se esp era que-
rie n d o esperar. ¿ R e su lta rá , entonces, q u e la v o lu n ta d d e e sp e ra r y
c re er 'va c re a n d o e n n o so tro s la fe y el o b jeto d e la fe? T a l es la es.
c a n d a lo sa tesis d e U n a m u n o : la fe n o es c reer lo q u e n o vim os, sino
c re ar lo q u e n o vem os ١١. “L a fe es el p o d e r c re a d o r d el h o m b re ...
L a fe crea, e n cierto m o do, su objeto. Y la fe e n D ios consiste e n
c re a r a D ios" ‫*؛‬. E s in e v ita b le el re c u erd o de M a c h a d o :

Yo he de hacerte, Seflor, cual lú me hiciste,


y para darte el alma que me diste,
en mi te he de e ra r.

1« s. r ., IX ( in s ., II, 829 y 837).


17 L a fe (Ens., I, 245).
1« 5. r , IX (Ens., II, 830 y 831).
364 LA ESPERA ESPERANZA

C onviene, sin e m b arg o , n o d ejarse e n g a ñ a r p o r la a p a rie n c ia d e


esa letra . N o p re te n d e U n a m u n o q u e su fe y su v o lu n ta d lle g u e n a
c re a r la re a lid a d d e D ios. E se u n a m u n ia n o “c re a r a D io s’, c o n siste
en 'q u e re r c re er en D io s con a m o r, sin c e rid a d y vehem ericia tales,
q u e D ios, ta m b ié n p o r a m o r, se m anifieste, a b ra y revele e n no so tro s,
“E l p o d e r d e c re a r u n D ios a n u e stra im a g e n y se m e ja n z a ... n o sig-
nifica o tra cosa sino q u e llevam os a D ios d e n tro com o su sta n c ia d e
lo q u e esperam os, y q u e D ios nos está d e c o n tin u o c re a n d o a su im a .
g e n y se m e ja n z a ... P o rq u e D ios sale al e n c u e n tro de q u ie n le b u sca
con a m o r y p o r a m o r.” S an A g u stín y P ascal p re sid e n a h o ra e l s e n tir
y el d e c ir de este ag ó n ico b u sca d o r de D ios. A g ó n ic o : p o rq u e su es-
fu e rz o h a c ia el c reer n o -llega a d a rle u n a fe “sin p a sió n de á n im o ,
sin congoja, sin in c e rtid u m b re , sin d u d a , sin la desesperación e n el
consuelo” .
L a e sp e ra n z a nos lleva a creer e n D ios, y ella es ta m b ié n la q u e
nos lo m u e stra com o P a d re : “F u é la e sp e ra n za la q u e llam ó a D ios
P a d re , y es ella la q u e sigue d á n d o le ese n o m b re p re ñ a d o de con-
suelo y d e m iste rio ” ‫ أ‬. P o r eso C risto, q u e sien d o H ijo d e D ios nos
enseñó a lla m a rle P a d re , es p a ra U n a m u n o e l.c o b ijo d e su e sp e ra n za
de v id a e te rn a :

coto de inmensidad, d.nde los hombres


la timida esperanza cobijamos
de no morir del todo,

CEI Cristo de Velázquez”. A . p ., 245.)

dice a l cu erp o d e C risto ‫ ﺀ‬٠ en su m á x im o p o em a, y a C risto p id e la


co n serv ació n de su fe ag ó n ica y d e la e sp e ra n z a q u e esa fe so p o rta
e n su a lm a :
Déjanos
nuestra sudada fe, que es frágil nido
de aladas esperanzas que gorjean
cantos de vida eterna...

(“El Cristo de Velázquez’., A . p ., 267.)

C om o la fe, la c a rid a d d e U n a m u n o , su id e a d el a m o r y su sen-


tim ie n to d e la b elleza tie n e n U ltim o fu n d a m e n to e n la e sp e ra n z a :
“L a e sp e ra n z a e n la acció n es la c a rid a d , ’a si com o la b e lle za e n la

1« 5. T., IX (Ens., n . 838).


٥٠ ‫ﻣﺎ‬ mismo en I, IV y en I, VII (“Dios-Tinieblas”).
M IG U E L DE UNAMUNO 0 LA D ESESPER A R O N E S PER A N Z A D A ^ 5

a cció n es el b ie n '., dice u n a p à g in a d el Sentimiento tragico. Y o tr a :


“ E l a m o r m ira y tie n d e siem p re al p o rv e n ir, pues q u e su o b ra es la
o b ra de n u e s tra p e rp e tu a c ió n ‫ ؛‬lo p ro p io del a m o r es esp erar, y sólo
d e e sp e ra n za s se m a n tie n e .” Y com o el a m o r, la b e lle z a : “Si e n lo
bello se a q u ie ta u n m o m e n to el esp íritu , y descansa y se alivia, ya
q u e n o se le c u re la congoja, es p o rq u e lo bello es rev elació n d e lo
e te rn o , d e lo d iv in o d e las cosas, y la b elleza n o es sino la perpettia-
ción de la m o m e n ta n e id a d . Q u e asi com o la v e rd a d es e l fin d e l cono-
.cim iento rac io n al, asi la b elleza es el fin d e la esp e ra n za , acaso irra-
c io n a l e n su fo n d o " 21. L a h e rm o su ra , su m o id e al te rre n o p a ra tan-
.tos h o m b re s re p re se n ta tiv o s del F in de Siglo e u ro p eo y español, es
re fe rid a u n a y o tra vez a la e sp e ra n za p o r este a jja ren te e n em ig o de
.la e stética :

‫؛‬Hermosura! ¡Hermosura!
descanso de las almas doloridas
enfermas de querer sin esperanza.

(“Hermosura”. A . p ., 27.)

F e, c a rid a d , a m o r, h a c im ie n to ،lel bien, fru ic ió n d e la b e lle z a ‫؛‬


to d o e n la v id a d e l e sp íritu es visto y concebido p o r U n a m u n o sub
specie spei, a to d o llega y pro.vee la a n im o sa y e m p e ñ a d a op eració n
d e la esp e ra n za . P e ro e lla m ism a , la esp eran za, ¿ h a c ia q u é tie n d e ?
¿ C u á l es su o b je to ? ¿Sólo, p o r v e n tu ra , la in m o rta lid a d d e la con-
.ciencia p e rso n al, c u a lq u ie ra q u e alle n d e la m u e rte p u e d a ser el con-
te n id o d e esa co n ciencia? T o d o lo d ic h o se a d e la n ta a d a r u n a pri-
m e ra resp u esta : la e sp e ra n za d e U n a m u n o n o se c o n fo rm a sin o con
la fe lic id a d p le n a ria e in a c a b a d a d e su p ro p ia alm a, y esa felic id a d
n o p u e d e ser o tra cosa q u e fru ic ió n de D ios. A ella a lu d e n , d ire c ta 0
m e ta fó ric a m e n te , in c o n ta b les expresiones de su o b ra p o é tic a : “E l
su eñ o d e l c o ra z ó n " a q u e p u e d e n llevarle, m á s a llá d e l m o rir, los
o jo s am ad o s :
l . h , mis ojos, sólo quiero,
sólo espero
que al volar de esta prisión
me guiéis hasta perderme
donde duerme
para siempre el orazón !:

(“A sus ojos”, A . p.. 108.)

s. T., K (Etis., n , 838 y 840).


366 ‫ﻻ‬ KSPEKA ٧ ‫ئ‬ F.íjP E K .^ 'Z A

٠ la su p re m a lu z q u e h a de m o s tra r a unos ojos ciegos el c u m p lim ie n -


to de c u a n to e n la tie rra se e sp e ra :

Y all‫؛‬, ea la luz envuelta, se te abrirán los ojos,


verás cómo esta senda tras de nosotros, lejos,
se pierde en lontananza,
y en ella de esta vida los miseros despojos,
y abrírsenos radiante del cielo a los reflejos
lo que hoy es esperanza;
(“Ver، por ti.., A . ۶., 111.)

O la im a g in a ria a p a ric ió n d e u n nu ev o M oisés, c o n d u c to r d e n u e stra


vida h a c ia su d iv in a tie rra d e p ro m is ió n :

y es el Moisés que a todos


nos fin ^ la esjjeranza,
el Moisés que nos saque
de esta tierra encantada,
y nos lleve al desierto
donde Dios nos aguarda;

(“Al pie del sauce’., A . p ., 1.4.)

O el cielo d esp ejad o y so n rie n te q u e el Sol d e l C alvario, ra sg a n d o e l


velo n u b o so d e la v ieja ley, h a p ro c u ra d o p a ra siem p re a los h o m b re s :

el Calvario de amor cual sol fr e u te


del Slnal las nubes, y nos muestra
la sonrisa del cielo, que es el nido
donde nuestra esjKranza irá a parar.

(“El Cristo de Velázquez'., A. 230 ‫ ﺀ‬.‫ا‬.)

M as la e x ig en cia de este v o lu n ta rio so de la e sp e ra n za tie n e m u-


c h o m a y o r alcance. Su in m o rta lid a d p e rso n al y su felic id a d e n D ios
n o serian p le n a m e n te satisfacto rias si esa v id a p e rd u ra b le n o re u n ie-
se e n si c u a tro decisivos m odos de v iv ir: in te g rid a d in d iv id u a l, con.
tin u id a d e n la posesión, to ta lid a d e n tita tiv a , in te rm in a c ió n d e la e s
p e ra n z a .
F ie l al d o g m a d e la resu rre cc ió n de la carn e, U n a m u n o h a c e suyo
u n vigoroso epitafio del viejo cem eirterio b ilb a ín o d e M allo n a

—“Aunque estemos en polvo convertidos,


en ti, Seflor, nuestra esperanza fía
M IG U E L DE UNAM UNO ٠ LA D E S E S P E R A C IO N ESPER A N Z A D A 367

que tornaremos a vivir, vestidos


eon la carne y la piel que nos cubrla ”—٠

(S. T., IVj Ens., II, 714.)

y esp era ( o n t r a r r a c i o n a l m e n t e , dice ‫اخ‬- la cabal in te g rid a d d e SU'


ex isten cia in d iv id u a l y co rp d rea. A sp ira, e n su m a, a u n a v id a e te rn a
susceptible d e ser p e n sa d a e im a g in a d a p o r n u e stro esp iritti e n c a r.
n a d o fS. Ti, X ; Ens., II, 358) y c o n tin u a d o ra de esta te rre n a , incluso-
e n o rd e n a la posesión de los bienes esp iritu ales re c ta m e n te conse.
g u idos d u ra n te n u e stro trá n s ito s u b lu n a r: “ ¿Se c o m p re n d e q u e se
q u ie ra g a n a r la o tra v id a, la e te rn a , re n u n c ia n d o a ésta, a la tem po-
ra l? Si algo es la o tra vida, lia de ser c o n tin u a c ió n d e ésta, y sólo-
com o c o n tin u a c ió n , m ás 0 m enos d e p u ra d a , d e ella, la im a g in a nues-
tro an h elo , y s i.a s i es, cu al sea esta v id a d el tie m p o será la d e la
e te rn id a d " ‫ ه ﺀ‬. U n a vieja tra d ic ió n m ed iev al e h isp á n ic a (D a n te , fra y
L u is d e L eó n , fra y L u is d e G ra n a d a , Q uevedo) p e rd u ra e n la am bi-
ci osa y fig u rativ a e sp e ra n za de M ig u el de U n a m u n o ‫ ل‬y d e e lla se-
d eriv a ta m b ié n su m ás a lta re g la m o ra l, d ire c ta m e n te b a sa d a sobre
la e sp e ra n z a e n la p e rd u ra c ió n de esta v id a : “O b ra d e m o d o que-
'm erezcas a tu p ro p io ju ic io y a ju ic io de los d em ás la e te rn id a d , que
te h ag as in su stitu ib le , q u e n o m erezcas m o rir, o
ta l vez a si: o b ra
d e m o d o com o si h u b ie ra s de m o rirte m a ñ a n a , p a ra so b rev iv ir y eter-
n iz a rte ” 2٥.
J u n to a la in te g rid a d in d iv id u a l y a la c o n tin u id a d e n la pose-
sión, U n a m u n o espera, a ú n m ás a m b icio sam en te, to ta lid a d e n tita ti-
va. S in d e ja r d e ser él, q u ie re ser to d o , y sin ello n o concibe la felici-
d a d : “M ás, m ás y c a d a vez m ás,, q u ie ro ser yo y, sin d e ja r d e serlo,
ser ad em ás los otros, a d e n tra rm e e n la to ta lid a d d e las cosas visibles
e invisibles, e x te n d e rm e a lo ilim ita d o del espacio y p ro lo n g a rm e a
lo in a ca b a b le d e l tie m p o . D e n o serlo to d o y p o r siem pre, es com o
si no fu era, y p o r lo m enos ser to d o yo, y serlo p a ra siem p re, ja m á s.
Y ser to d o yo, es ser todos los dem ás. jO to d o 0 n a d a 1” 2*. L a v id a
p e rd u ra b le n o seria la q u e se espera si no llegase a satisfacer la p a rte
q u e c ad a h o m b re tie n e e n el d o lo r u n iv ersal, en esa “ co ngoja d e to d o
p o r ser lo d e m ás sin p o d e r co n seg u irlo '. 2*. L a e n tu sia sta a d h esió n de

as 5. 7\, XI (Ens., II, 917). ‫ ﻣﻞ‬mismo ،٥ 5. 7\, X (Ens., n , 867) y ea “El Cris-
to de Velázquez” (A . p ., 265-266).
23 5. r . , XI (Ens., II, 896).
2* S. T., I ll (Ens., II, 689690).
ss “La eseacia de UD ser DO es 8٥lo el empedo ea persistir por siempre, como
DOS eased، Spiaoza, siao, además, el em¡rcfio por uaiversalizarse, el hambre y
la sed de eteraidad y de iafiaitud. Todo ser creado tleade DO sólo a co aservarse
.368 ‫ دل‬، S PE R A ‫أ‬ ،‫د‬ E S PEK A X ZA

U n a m u n o a la d o c trin a p a u lin a de la “a p o catastasis” y la “an acefa.


leosis.' - r e c o n s t itu c i ó n de totlo en D ios, ut sit Deus omnia in Omni-
bus, re c ap itu lac ió n de todas Jas c ria tu ra s e n C r i s t o - n o e ra o tra cosa
que u n g rito de e sp e ra n za : su a n sia irre fre n a b le d e to ta lid a d e n tita ,
.tiva n o p o d ia esp erar c u m p lim ie n to p le n a rio sin esa m iste rio sa divi-
nizaciO n final de la re a lid a d e n te ra y sin la so lid a ria re c ap itu lac ió n
d e lo cread o e n la p e rso n a del C risto salvador.
Y todo ello sin cesación d e la e sp eran za, sin a b o lició n del nexo
d in á m ic o y v ital e n tre el re c o rd a r y el esp erar, sin re n u n c ia a la hu -
m a n a a v e n tu ra del tie m p o : “L a apocatástasis. la vitelta de to d o a
D ios, ¿ n o ser¿ m ás b ie n u n té rm in o id e al a q u e sin cesar nos acerca-
m os sin h a b e r n u n c a de lleg ar a él, y un o s a m ¿s lig era m a rc h a que
o tro s? ¿ N o ser¿ la a b so lu ta y p e rfe c ta fe lic id a d e te rn a u n a e te rn a es-
p e ra n z a q u e d e re a liza rse m o riria ? ¿Se puetle ser feliz sin esperan-
z a ? " 2*. E sp e ra n za , e sp e ra n za siempre". F ie l a si m ism a , la vita nuova
d e U n a m u n o , q u e c o m en z ó sien d o u n a d esesp erad a afirm ació n d e la
e sp e ra n z a , q u ie re q u e su té rm in o , si vale esta p a la b ra , llegue a ser u n
esperai. c o n tin u o e in te rm in a b le : “N o p o n g á is a la p u e rta d e la Glo-
ria, com o a la p u e rta d e l In fiern o pu so el D a n te , el Lasciate ogni spe-
ronza. ‫ ؛‬N o m a té is el tie m p o 1 E s n u e stra v id a u n a e sp e ra n za q u e se
est¿ c o n v irtie n d o sin cesar en recu erd o , q u e e n g e n d ra a su vez a la
e sp eran za. }D ejadnos v iv ir 1 L a e te rn id a d , com o u n e te rn o p resen te,
sin re c u erd o y sin esp e ra n za , es la m u e rte ” 22. H a s ta p a ra los conde-
n a d o s c a b ria s o ñ a r la p o sib ilid a d de u n e sp e ra r p o stre ro y loco, por-
q u e la U ltim a a v e n tu ra d e D o n Q u ijo te co n sistir¿ .en b a ja r a los in-
fiernos después d e m u e rto , p a ra lib e rta r a los c o n d en a d o s todos, lie.
varios d e nuevo a D ios y su stitu ir el ró tu lo q u e alll viera el D a n te
p o r o tro q u e d ig a : “ }Viva la esperanza!” 2«.

en si, sino a perpetuarse y, además, a invadir a todos los otros, a ser los otros sin
dejar de ser ،1, a ensanchar sus linderos al infinito, pero sin romperlos. No quiere
romper sus muros y dejarlo todo en tierra llana, contunal, indefensa, confundan-
dose y perdiendo su individualidad, sino que qtiiere llevar sus muros a los extre-
mos de lo creado y abarcarlo todo dentro de ellos. Quiere el máximo de indivi-
dualidad con el máximo de personalidad, aspira a que el Universo sea él. a Dios'.
‫خ‬ IX; Ewt., 11, 844-845).
2« s. T ., X (Ens., II, 787). 1.0 mismo en la página 888: “Y el alma, mi alma
al menos, anhela otra cosa, no absorción, no quietud, no paz, no apagamiento, sino
eterno acercarse sin llegar nunca, inacabable anhelo, eter.na esperanza que eterna-
metite se renueva sin acabarse del todo nunca.”
27 5. T ., X (Ens., II, 888). Análogo pensamiento, referido al Infierno, en s. T.,
i n (Etts., II, 654): “El que sufre vive y el que vive sufriendo ama y espera, aun-
que a la puerta de su mansión le pongan el ¡Dejad toda esperanza!, y' es mejor
vivir 'con dolor que no dejar de ser .en paz.” Ya deefan lO escolásticos que otnne
‫ « * ئ‬، bonum.
‫ع‬٠ S. T., I (Ens.. H, 1 ١.
MICUEL DE UNAMUNO 0 DESESPERACION ESPERANZADA 369

N o sólo de la v id a e sp iritu a l, ta l com o U n a m u n o la sin tió y en-


'tendió, es fu n d a m e n to y espuela la v o lu n ta d d e e sp e ra n z a ; ta m b ié n
la v id a te rre n a y social d e l h o m b re p u e d e y d eb e ser d ire c ta m e n te
in c ita d a p o r e lla : “D e la fe e n D ios n ace la fe e n los h o m b re s ; de
la e sp e ra n za e n E l, la e sp e ra n z a e n éstos, y de la c a rid a d y p ie d a d ha-
cia D io s..., la c a rid a d p a ra con los h o m b re s ” 2‫ ﺀ‬٠ T o d a u n a serie de
conceptos prácticos, ideas m orales y n o rm a s d e acción e m e rg e n de
esa d esesp erad a v o lu n ta d d e e sp e ra n z a ; a l id e al d e la in su stitu ib ili-
d a d en la o b ra p erso n al, la m o ra l i.nvasora, cuyo p rim e r m a n d a m ie n to
es “ d e sp e rta r a l d o rm id o ” , la “ v e rd a d de e sp e ra n za ” c o m p le m e n ta ria
de la “v e r d a d ’d e ra z ó n ” , la conduC ta a p o catastatica, el a m o r com o con-
suelo d e la desesperación, y ta n to s m á s ‫ ﻫﺎ‬. L a e sp e ra n z a de la vida
p e rd u ra b le hácese asi base, n o rm a e in c ita c ió n de la v id a te rre n a ; y a
su vez, ésta, la v id a te rre n a , a g u ijo n e a d e c o n tin u o el a lm a h a c ia la
e sp e ra n za e te rn a . M u ev e n a ella el dolor, c u a n d o sabem os “e tern i-
z a rlo " :
...d e Ti aprendimos,
divino Maestro de dolor, dolores
que surten esperanzas.

(“El Cristo de Velázquez”, A . p., 190.)

-dice U n a m u n o a C risto, recogiendo, a u n q u e n o la n o m b re , la v ieja


lección d e S an P a b lo sobre la v irtu d e sp e ra n z a d o ra d e la trib u la -
c ió n (Rom., V, 2-4)51; y el a m o r m alo g rad o , p o rq u e “n a d a nos pene-
tr a m ás d e la e sp e ra n z a y d e la fe e n o tro m u n d o q u e la im posibili-
d a d d e q u e u n a m o r n u e stro fru ctifiq u e d e veras e n este m u n d o de
o a rn e y a p arien c ia s" 55; y la y a m e n c io n a d a co n g o ja d e q u e re r ser
to d o sin c o n se g u irlo ; y la soledad, p o rq u e el a lm a q u e vive sola dice
p a r a si m is m a :

mi patria es la de maftanaj
?Teresa”, A . p., 339.)

y la c o n te m p la c ió n de la n a tu ra le z a , sea ésta c u m b re del A lm anzoi.,


lla n u ra castellan a, m a r de en cin as, ro d a r d e estrellas o visión d e l oca-
so e n el m a r :

2« 5. T., X (Ens., II. 853).


30 5. r., VII (Ens., n, 779), IX (Ens., n , 835), XI (Ens., II, 896, 901, 912, 913).
31 La misma idea en el poema “Por dentro” (A. p., 75): “El tiempo muere
ante el dolor supremo, e n ، 1 se anega el ansia; e s el dolor eternizado el úni-
.co l u e cura del que inata.” Esto es, el que despierta el alma a la esperanza.
‫ﻵع‬ S. T., VU (Ens., ii, i y
24
370 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

Santa visión que el aima te rescata


del m und. que a su fin nos esclaviza
y la esperanza, de la fe meiliza,
despierta en ti.
(“I muriendo’.. A. P., 144.)

E l m u n d o , a lim e n to y p risió n del alm a, sirve d e m u ltifo rm e aci'-


cate al a n sia de v id a e te rn a q u e d u e rm e o vela en el fo n d o d e n u e s tra
h u m a n a re a lid a d .

III.— T re M P O , MEMORIA Y ESPERANZA

Q u ie n ta n h o n d a , v a ria y p e rm a n e n te m e n te sin tió e n su a lm a el


p ro b le m a d e la e sp e ra n za , p o r n ecesid ad h u b o d e v iv ir con a g u d e z a
el p ro b le m a d e l tiem p o . L a te m p o re id a d de la e x isten c ia h u m a n a , la
re la ció n e n tre el tie m p o y la e te rn id a d y la c o n te x tu ra y el sen tid o de
la h is to ria ‫؟‬o n , e n efecto, tem as frecue.ntes e n la o b ra d e U n a m u n o ,
b ie n a m a n e ra d e tá c ito su p u esto de o tro o rd e n de consideraciones,
b ie n p o r m o d o e x p licito y d elib e rad o .
E n o tro lu g a r ٥٥ h e señ alad o la ex isten cia de u n a co n sid erab le
ev o lu ció n e n e l p e n sa m ie n to h isto rio ló g ico d e U n a m u n o . E ste co-
m e n z ó p o r co n ce b ir biológica y e v o lu tiv a m e n te el curso d e la his-
to ria , y acabó d e sc rib ién d o lo m e d ia n te nociones re lativ as a la v id a
d el e sp íritu y a l tie m p o p e rs o n a l: anacefaleosis, re c u erd o , esp e ra n za .
S iem pre, e m p ero , vió en el tie m p o “la fo rm a d e la e te rn id a d " ٥٠, y
e n la e te rn id a d “la su sta n c ia d e l tie m p o ’. ٥٥. E l “a h o ra ” es u n p u n to
q u e n o b ie n p ro n u n c ia d o se disipa, p ero en él “ está la e te rn id a d to d a ” .
N o p arece que U n a m u n o se h a y a d e b atid o in te le c tu a lm e n te co n la
g ra v e cu estió n q u e p la n te a n esas dos aserciones suyas, d e ta n a n tig u o
y prestigioso lin a je e n la h is to ria del p e n sa m ie n to h u m a n o . M ás a ú n :
llega a veces a e sc in d ir y c o n tra p o n e r tie m p o y e te rn id a d , com o si
se tra ta se d e m odos de ser c aren tes de esa v in c u la ció n m u tu a - f o r .
m a y su stan cia— ta n esencial e in fra n g ib ie . R ecuérdese la b ie n co-
n o c id a justificación de su a c tiv id a d p o é tic a :

Del liempo en la corriente fugitiva,


flotan sueltas las ralees de mis hechos.

»» La generación del noventa y ocho (Madrid, 1945), págs. 262-278.


». En torno al casticismo (Ens., I, 39).
»S 5. 7\, IX (Ens., II, 836). La misma afirmación en En torno ‫ ﻻ‬casticismo
(Ens., I, 21).
.١IlGUEI. DE UNAMINO O u DESESPERACION ESPERANZADA 371

mientras las de mis cantos prenden firmes


en la rocosa entrafla de lo eterno.

(“ [Id con Dios!”, A . p., 6 .)

Si e n c ad a u n . d e - los “a h o ra s ” e s tá - la e te rn id a d to d a , ‫ي‬com o es
im a g in a b le q u e la ra íz d e u n a acción h u m a n a q u ed e flo tan d o e n la
c o rrie n te d e l tie m p o ? T e n g a m o s p resen te esta, d isco rd an c ia e n el pen-
sa m ien to d e U n a m u n o p a ra e n te n d e r el nreollo de su v id a e sp iritu a l.
¿E s in e x o ra b le la vivencia del tie m p o , com o lo es, su p u esta nues-
tra c o n te x tu ra psicofisica, su re a lid a d ? Y a conocem os la resp u esta
n e g a tiv a d e S an J u a n de 1.a C ru z , y a ella p arece a ten e rse u n verso de
M ig u el d e U n a m u n o . E n el an g u stio so tra n c e d e d e sc u b rir la posi-
b ilid a d d el p ro p io a n iq u ila m ie n to - e l “te m b lo r a n te la N a d a " — ,
el tie m p o m u e re p a ra e l h o m b re :

EJ tiempo muere ante el dolor supremo,


ea ¿1 se aaega el aasia.
(“Por deatro”, A . p., 75.)

D iría se que' en to d as las situaciones e x trem as d e la ex isten cia h u -


m a n a — aq u ellas e n q u e el h o m b re se q u e d a sólo con e l m isterioso
fo n d o d e si m i s m o - d e ja d e ser vivido el tiem p o . C o n tin u a m e n te
envejece el h o m b re ; h a s ta e n las h o ra s so b re h u m a n a s d e la “n o c h e"
m istica. M as c u a n d o su e sp íritu , a fav o r de u n a rd u o esfuerzo de in-
te rio riz a c ió n , lo g ra despegarse d e l m u n d ' 0 , e n to n ces d e ja tra n s ito ria ,
m e n te d e s e n tir ese en v eje c im ie n to q u e le acerca a la m u e rte . O to rg a
su re a lid a d al tie m p o h u m a n o n u e stra c o n d ició n c o rp ó re a ; es e n .
g e n d ra d a la v ivencia d e ese tie m p o p o r n u e stro a te n im ie n to al
m u n d o . P o r eso e n el “d o lo r su p re m o .’ a q u e U n a m u n o a lu d e — ¿su.
p r e m o ? - p u e d e el tie m p o m o rir y an eg arse el ansia.
E s el tie m p o h u m a n o el trá n s ito d e l p re sen te h a c ia el p o rv e n ir,
c o n v irtié n d o se e n pasado. T riv ia l v e rd a d . P ero, ¿cóm o es s e n tid a esa
in e x o ra b le sucesión, c u a n d o el a lm a la c o n sid era? H a y h o m b re s p a ra
los cuales el p re sen te , valios.o p o r si m ism o, se “p ie rd e " e n el p a sa d o ;
h a y o tro s p a ra q uienes el p re sen te se “ a d e la n ta " h a c ia el fu tu ro , an-
h e la n te de él. E n tr e ellos estuvo U n a m u n o , el v o lu n ta rio so d e la es-
p e ra n z a . “A ta m o s el a y er al m a ñ a n a con eslabones de ansia, y n o es
ei a h o ra , en rig o r, o tra cosa q u e el esfuerzo d e l a n tes p o r h acerse des.
p u é s; n o es e l p resen te, sino el esfuerzo del p asad o p o r hacerse por-

«« 5. T., K (Erts., II, 836).


372 LA ESPERA Y LA ESPERAXZA

v e n ir” ٥٠. E n u n o y o tro caso el tiem p o , e x p re sió n y te stim o n io de


n u e s tra sucesiva deficiencia, es siem pre “fo rm a m iste rio sa ” d el d o lo r
hum ano.
E l p re se n te se h a c e p o rv e n ir co n v irtié n d o se en p asad o y h a c ié n
dose m a te ria d e la m e m o ria . U n a m u n o tie n e de la m e m o ria u n a am -
p lia y triste idea. A m p lia , p o rq u e n a d a e n n u e s tra v id a se p ie r d e ‫؛‬
triste , e n c u a n to ella, la m e m o ria , sólo p arece a rc h iv a r lo m u e rto e
inm o d ificab le. “ ¿ E s q u e se p ie rd e acaso fo rm a a lg u n a —escribe— ,
p o r h u id e ra q u e sea? H a y que c re er — [Creerlo y e s p e ra rlo !— q u e ...
h a y u n espejo d e e te rn id a d e n q u e se s u m a n , sin p e rd e rse u n a s e n
o tras, las im ágenes to d a s q u e desfilan e n e l tie m p o . T o d a im p resió n
q u e m e llegue q u e d a en m i c ereb ro a lm a c e n a d a , a u n q u e sea ta n h o n .
d o 0 co n ta n p o ca fu e rz a q u e se h u n d a e n lo p ro fttn d o d e m i subcon-
c ie n c ia ‫ ؛‬p e ro desde allí a n im a m i v ida, y si m i e sp íritu to d o , si e l
c o n te n id o to ta l d e m i a lm a se m e h ic ie ra consciente, re s u rg iría n to-
d as las fu g itiv as im p resio n es o lv id ad as n o b ie n p ercib id as, y a u n las
q u e se m e p a sa ro n in a d v e rtid a s ’. ٥7. R ecoge U n a m u n o la d o c trin a de
la su bconsciencia, tó p ica y a c u a n d o él escrib ía, m as n o sin radicali-
z a rla m e ta fisic a m e n te , p o rq u e la a m p lia a to d a p osible experiencia
y la refiere a l “espejo d e e te rn id a d " q u e h a y e n el fo n d o d e n u e stro
e s p ír itu ‫ ؛‬ese p o r e l c u al e n e l a lm a h u m a n a

todos 1.8 d،a8 son un solo dta.

(“Por dentro.., A. p., 74.)

P ero la m em o ria, y e n esto ra d ic a su triste z a , g u a rd a el presen-


te , m a tá n d o lo 0 rec ib ién d o lo y a m u e rto . “C u a n to h a sido - d i c e u n a
p á g in a d e l Sentimiento trágico— n o p u e d e ser y a sin o com o fué,
y c u a n to es n o p u e d e ser sino com o e s ‫ ؛‬lo posible q u e d a siem p re re.
leg ad o a lo v en id ero . Unico re in o d e la lib e rta d , y e n q u e la im ag in a-
ción, p o te n c ia c re a d o ra y lib e ra d o ra , c a rn e d e la fe, se m uev e a sus
a n c h a s ” ٥٠. Y a ñ a d e o tra , co n m a y o r v e h em e n c ia y ra d ic a lid a d : “ E s
u n a cosa te rrib le la in te lig e n cia. T ie n d e a la m u e rte com o a la esta-
b ilid a d la m e m o ria ... L a m e n te b u sca lo m u e rto , pues lo vivo se le
e sc a p a ‫ ؛‬q u ie re c u a ja r e n té m p a n o s la c o rrie n te fitg itiv a, q u ie re fijar- 378

37 s. T., K (Erts., II, 839). Unamuno amplia esa perduración subconsciente de


la experiencia, neolamarckianamente, hasta la modificación del plasma germinal:
“Llevo dentro de mi todo cuanto ante mi desfiló, y acaso va todo ello en mis gér-
menes, y viven en mi mis antepasados todos por entero, y vivirán, juntatnente con-
migo, en mis descendientes...
38 S. T., K (.Ens., II, 836).
MJGUEL DE UNAMUNO 0 DESESPmACION ESPERANZADA 373

I a " . . . E l p e n sa m ie n to irra c io n a lista d e B ergson la te en estas p a la b ra s


de U nam uno.
E n to n c e s, ¿se h a lla rá c o n d e n a d a la m e m o ria a ser co n scien te ٠
in c o n sc ie n te cem e n te rio d e la v id a ? E l recu erd o , la evocación, ¿ se rá n
ta n sólo el acto d e c o n te m p la r la im ag en , n itid a o b o rro sa , d e u n
c ad á v e r? N o , p o rq u e la m e m o ria p u e d e asp irar, con ig u a l le g itim i,
d a d , al re c u e rd o d e lo posible. P u e d e y debe, si el h o m b r e .q u ie r e
serlo In te g ra m e n te . C om o A n to n io M a c h a d o , M ig u e l d e U n a m u n o
b u sca su p e rso n al in te g rid a d r e m e m b m d o lo q u e p u d o ser y n o
fué, re c o rd a n d o su e sp e ra n z a o esp e ra n d o su recu erd o . Y p u e sto q u e
son sus versos la o b ra d e su v id a m á s h o n d a m e n te a rra ig a d a “e n la
rocosa e n tra ñ a , d e lo e te rn o ” , ellos nos o frecen el te stim o n io d e e sta
salvación, v ita liz a c ió n o e te rn iz a c ió n d e la m e m o ria :

Recuerda, pues, o suefia tú, alma mía


—la fantasia es tu sustancia e te rn a -,
lo que no f u ، ‫؛‬
con tus figuraciones hazte fuerte,
que eso es vivir, y lo demis es muerte,

(“En estas tardes pardas”, A . p., 3.2.)

se dice a si m ism o u n d ía e n q u e el te d io - ¿ d ó n d e e stá el c ab a l a n a .


lista d el te d io ? ٠٠— le h a c e h u ir d e la tirá n ic a “v e rd a d d e la ra z ó n ”
y acogerse a la b la n d a y co n so lad o ra “v e rd a d d e la e s p e ra n z a '..» .
E sa p o sib ilid a d d e re c o rd a r lo “e x fu tu ro ', — d e U n a m u n o es ta n vi"
gorosa y eficaz ex p resió n — nos va e n d u lz a n d o la a m a rg a e x p erien c ia
d e n u e s tra m u ta c ió n te m p o ra l

—¿A ddnde fu، mi ensueño peregrino?


¿A ddnde aquel mi porvenir de antaño?
¿A dónde fu، a parar el dulce engaño
que hacia llevadero mi camino?
Hoy del recuerdo sdlo me acompaño...—

(“Ex-futuro”, A . p., 1٥5.)

y p e rm ite q u e sin ta m o s d e m a n e ra suficiente y c o n te n ta d o ra la con-


tin.uidad te m p o ra l d e n u e s tra existencia. Lóase el co n m o v ed o r p o em a

»» 5. T., V (Ens., II. 737).


٠٠ Mucho ha contribuido a tal análisis w . j. Revers con su ya mencionada
Psicologia del aburrimiento.
.1 Igual sentimiento en “El fracaso de la vida”, A . p., 156.
374 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

q u e U n a m u n o escribió, ya m a d u ro , en la h a b ita c ió n de su m o ced ad ,


y se p e rc ib irá la a n g u stia d el h o m b re que, p o r n o pod.er re v iv ir en
su a lm a las ilusiones d e o tro tie m p o , sien te su v id a ro ta e n frag m e n -
tos m u e rto s e in co n ex o s :

AquJ dorm،, sofi،, fingi esperanzas


y a recordarlas me revuelvo en vano...;
no logro asir aquel que ful, soy otro...
Pienso, si, que era yo, mas no lo siento,
es sdlo pensamiento.
No es nada. La realidad presente me las roba.
Los dlas que se fueron, ¿dónde han ido?
De aquel que ful, ¿qué ha sido?

El alma es cementerio
y en ella yacen los que fuimos, solos.

Se me ha muerto el que ful: no, no he vivido.


Alll entre nieblas,
del pasado lejano entre tinieblas,
miro como se mira a los extraños
al que ful yo a los veinticinco afios.
¡Oh, si. hubiera llegado a conrcerrael
¡Oh, si aquel que yo ful ahora tne viera!...
¡Y si le viera yo, y en u . abrazo
se hiciese vivo el lazo
que ata el pasado al porvenir osCTirol

(“Rimas de dentro”, A. p., 294-296.)

E n tr e el p asad o y el p re se n te d el p o eta se h a in te rp u e sto u n a gra-


ve crisis religiosa. ¿S erá ilíc ita la a trib u c ió n d e esa a n g u stia de U n a -
m u n o a la im p o sib ilid a d de a d v e rtir, desde el p re sen te d u b ita tiv o , el
sen tid o biográfico y p e rso n a l de u n pasado to d a v ía a te n id o a la fe n o
a g ó n ica ? E l p asad o d e l S an A g u s tín d e las Confesiones es, to d o él.
u n praeambulum d e l p re se n te e n que las escribe, p o rq u e su existen-
cia, firm em en te a p o y ad a e n D ios, es c ap a z d e a trib u ir sen tid o re a l a
lo qtie se m u e stra com o u n to rtu o so c a m in a r h a c ia D ios. C a re n te de
apoyo suficiente e n u n a creen cia firm e, religiosa o seudorreligiosa,
¿ p o d ía M ig u el d e U n a m u n o h a c e r o rto ta n to con su p ro p io pasad o ?
S in el c e n tro d e o rie n ta c ió n d e u n a creencia, c u a lq u ie ra q u e é sta sea,
¿ p u e d e h a lla rse v e rd a d e ro sen tid o a la e x isten c ia h u m a n a ?
“ ¿Y si salv áram o s n u e s tra m e m o ria e n D io s? " , dice u n a vez este
MIGUEL DE UNAMUNO 0 LA DESESPERACION ESPERANZADA 375

h a m b rie n to d e D iv in id a d a c o m p a ñ a n te y s a lv a d o ra .* . L a p a la b ra
“ m e m o ria ” refiérese e n este caso a la m e m o ria h istó ric a , a la fa m a ;
m as n o p arece im p e rtin e n te a p lic a r ta n b e lla in te rro g a c ió n a la m e-
m o ria psicológica, a la d e l re c u erd o in d iv id u a l. Si, es posible “salv ar
e n D io s” a la m e m o ria , lo m ism o la m u e rta m e m o ria d e lo re a l q u e
la vivificante y co n so lad o ra m e m o ria d e lo posible, y es C risto q u ie n
n o s p e rm ite y ofrece esa m arav illo sa fa e n a d e salvación :

Que el recuerdo,
Seftor, es el espíritu: y dormirse
sobre la almohada del recuerdo es pida
que vale lo que cuesta. Es la memoria
flor de la eternidad: es, sobre el hueso
de tomo y peso. Idea-carne, y Tti eres
la memoria de Dios, el libro abierto
de los vivientes.

(“El Cristo de Velázquez”, A. p., 248.)

R eferid as a C risto, d iv in o re c a p itu la d o r d e la h is to ria to d a y d e


c a d a u n a d e n u e stra s p a rtic u la re s biografías, la m e m o ria h is tó ric a y
la m e m o ria in d iv id u a l se h a c e n “flor de la e te rn id a d ” y q u e d a n e n
E l d iv in a m e n te salvadas. P o r esa vía salvó A g u s tín la suya, después
d e h a b e rse e x tra v ia d o e n los senos in n u m e ra b le s del recu erd o .
Si la a c tiv id a d m e m o ra tiv a re su lta ser ta n ta s veces tráfico c o n la
m u e rte , el ejercicio d e la e sp e ra n z a es siem p re o p e ra ció n d e v id a,
o b ra e n q u e la v id a se m anifiesta, a h o n d a y edifica. L a p o sib ilid a d
y la lib e rta d son su re in o , la c reació n es su oficio, la c o n q u ista d e
D ios, su té rm in o . E l c o n stitu tiv o a lb ed río d e l e sp íritu h u m a n o , ¿po-
d ría hacerse lib e rta d e fectiv a sin la e sp e ra n za ? S in é sta co m o n o rte ,
¿seria o tra cosa q u e u n c a m in a r in c ie rto a trav és d e u n b o sq u e sin
sen deros? “N o concibo la lib e rta d d e u n c o ra zó n - d e e i a U n a m u n o ,
fiel a su c o n sta n te t e m a - . . . , q u e no esté seg u ra d e su p e rd u ra b ilid a d
después d e la m u e rte ” . ٥. S i; la e sp e ra n z a se m u ev e e n la lib e rta d y,
c u an d o es firm e, d a a n u e s tra lib e rta d su c o n stitu ció n e fe rtiv a .
E l a p a rta d o a n te rio r m o stró cóm o, e n la m e n te d e U n a m u n o , la
e sp e ra n z a e te r n a 0 la v o lu n ta d d e esa e sp e ra n z a son fu n d a m e n to y
acicate d e la v id a e sp iritu a l y d e la v id a e tern a. V eam os e n éste cóm o
la e sp e ra n z a se ex p resa e n la ex isten c ia c o n creta del h o m b re , o, p o r

٠» 5. T., n i (Ens., n , 706).


٠٥ 5. T., IV (Ens., II, 717.718). Lo mismo piensa Unamuno acerca de la tran.
qullldad de la conciencia.
376 ESPERA Y EA ESPERANZA

I . m enos, cóm o se expresó e n la c o n creta ex isten c ia d e l h o m b re M i-


g u el d e U n a m u n o .
N o to d o e n ésta fu é agónica b re g a con la p ro p ia co n g o ja Intim a.,
M u c h o e n ella fu é pelea e x te rio r y m u n d a n a , con b a sta n te m ás " u n a -
m u n is m o ’. visible que congoja re a l y efectiva. N o poco, d u lce y acos-
tu m b r a d a v id a c o tid ia n a, e n m o d o a lg u n o c e rra d a a los sen tim ien to s
q u e h a c e n suave y gustoso el paso d e l tie m p o . T a l e ra el te m p le d t
su á n im o c u an d o c a n ta b a a S a la m a n c a :

Duerme el sosiego, la esperanza duerme,


de otras cosechas y otras dulces tardes,
las lloras al correr sobre la tierra
dejan su rastro.
Al pie de tus sillares. Salamanca,
de las cosechas del pensar tranquilo
que aflo tras afto maduró en tus aulas,
duerme el recuerdo.
Duerme el recuerdo, la esperanza duerme,
y es el tranquilo curso de tu pida
como el crecer de las encinas, lento,
lento y seguro‫؛‬
(“Salamanca... A. p., 15.16.)

o c u an d o , e n tie rra c a ta la n a , sin tió q u e la tie rn a b e lle za d e u n a n iñ a


d e sp e rta b a e n su a lm a la e sp e ra n z a h is tó ric a :

Gracias, ^fio r, en nombre de mi patria:


mientras tú nos regales
con flores de hermosura,
florecerá en nosotros la esperanza.
(“Tarrasa”. A . p., 36.)

E l d o rm ir del re c u erd o y la e sp e ra n z a h a c e sabroso el le n to flu ir


de las h o ra s ; d o rm ir es e sp e ra r sin s a b e r lo . . . M as ta m b ié n la vigi-
la n te esp era e sp e ra n z a d a p u e d e c arecer d e to d o ra s tro de congoja, y
a u n te n e r m ás su til e in c ita n te d u lz u ra . L as h o ra s, entonces.

Horas de esjjera, vacias,


de cuanto no es esperanza,

‫ *ع‬l^ase este comentario al suefio de un nlfto: “¿Despertarás? El r e s o r te - d e


tu suefio es esperar; — del desjjertar no te importe, — pues dormir es esperar” (“Ro.
mancero del destierro... A . p., 398). ‫ ﻣ ﺄ‬mismo en un poema muy anterior: “Duer.
me, alma mia, duerme, — duerme y descansa,— duerme en la vieja cuna — de la
esperanza” (“Duerme, alma mia”, A. p., 63).
nC C EL DE UNAMUNO o DESESPERACIÓ- ESPERANZADA 377"

son horas que hacen los dtas


y los aflos de bonanza.

Soñar, soñar que se suefla


y a l a esperanza esperar,
y e n c l vacio una sefia:
“empezar es acabar”.
(“Cancionero inédito”, A. ?., 439.)

¿ F u é siem p re asi? Si la e sp e ra n z a es de veras a le rta d a , necesaria*,


m e n te h a b ita r á n e n su s e n . la seg u rid a d de la m u e rte y la in seg u ri-
d a d ace rc a d e lo q u e la m u e rte sea ٠٥. E sa espera d e la e sp e ra n z a s e
tiñ e e n to n ces d e desesperación, y el c an to q u e p ro c la m a la re su elta
v o lu n ta d d e esp erar, pese a to d o , se e n ro n q u e ce e n la g a rg a n ta d e l
p o eta :
Yo te espero, sustancia de la vida:
no he de pasar cual sombra desvaida
en el rondón de la macabra danza,
pues para algo nací; con mi flaqueza
cimientos echaré a tu fortaleza
y viviré esperámlote, 1Esperanza!
(“A la esperanza”, A. p., 168.)

C o n el paso de los años se va se ren a n d o la voz de M ig u e l d e U n a -


m u n o . E l s e n tim ie n to es el m ism o q u e le en cresp ab a el a lm a e n su
p rim e ra m a d u re z , c u a n d o la m u e rte e ra u n a v ic isitu d m á s p e n sa d a
q u e p ró x im a ; p e ro la p a la b ra se le va h a cie n d o m ás estoicam ente-
grave, m ás c o n te n id a , m enos e strid e n te , a m e d id a q u e el m o rir se
acerca a los 0 0 8 ‫ إ‬d e su cuerpo. S on los- d las del U n a m u n o m á s alegre
y c o m p ren siv o (Paisajes del alma) y d e l U n a m u n o m ás d e p u ra d o y
p ro fttn d o (Cancionero inédito). H e aq u í, su m o ejem p lo , los dos incom*.
p a ra b les terceto s finales de u n soneto, “l a sim a'., co n sag rad o a l tr a n -
ce d e la m u e rte :
Tinieblas es la luz donde hay luz sola,
mar 8‫ ﻟﺊ‬fondo, sin haz y sin ribera,
sin brisa de aire que levante en ola
la vida, nuestra vida verdadera:
la vida, esa esperanza que se Inmola
y vive asi, inmolándose, en espera.
(“Cancionero Inédito”, A. p., 433.)
٠٥ Véase, como ejemplo, el poema de la primera época “Para después de mil
muerte” (A. ?.. 11).
.378 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

L a d esesperada v o lu n ta d de e sp e ra n za se h a h e ch o al fin, m ás sen-


« d ia m e n te , esp era real. T o d o espera y a : las h o ra s d e la ex isten c ia
p resen te, los recu erd o s d e la y a le ja n a m o ced ad , la esposa m u e rta ,
cu y a fe - h o n d a , sencilla, v e rd a d era — sirvió d e apoyo a l v iv ir d el
p o e ta , h a sta p e rm itirle creer, o acaso sólo p e n sa r, q u e n o creia e n
la v id a :
Ella vivfa al dia y me esperaba,
y esperándome sigue en otra esfera‫؛‬
la muerte es otra espera

(“Cancionero Inédito", A. ۶٠. .43،)

H a b ía escrito U n a m u n o , c u an d o su e d a d d o b la b a e l filo d e los


.c u aren ta años, le v a n ta n d o h a c ia D ios la voz d e su verso :

[No sé qué hacer de esta mi pobre vida;


tu voz espero 1
(“La hora de Dios", A . ۶٠. 57.)

A h o ra , ín ás sereno, a p lo m a d o y a en su p ro p io e x istir, d escu b re


.que la v id a no es sólo desesperación p o r la e sp e ra n z a y ag ó n ica vo.
lu n ta d de e sp e ra r; q u e e n si y p o r si m ism a es la espera d el h o m b re
e n la m a n o d e D io s .* , espera ta n valiosa, q u e d ia a d ia p u e d e ser
.in m o lad a con á n im o d e sacrificio en e l a ra d e la e sp e ra n z a definitiva.
E l re c u e rd o y la e sp eran za, aq u él com o te stim o n io d e l p asad o
p ro p io , ésta com o p refig u ració n del p ro p io p o rv e n ir, no p u e d e n ser
activ id ad es del a lm a in d e p e n d ie n te s e n tre si. Su nex o es a veces la
p u ra c o n tra p o sic ió n e n tre la m u e rte de lo q u e se re c u e rd a y la v id a
del c o n tin u o e sp e ra r:

Amarillo el recuerdo, la muerte,


amarillo todo lo que se usa,
pero es verde la eterna esperanza,
la esperanza pura ٠۶‫ذ‬
(“Teresa", A. ۶ ., 328.)

m as casi siem p re ap arece com o d in á m ic a co n tin .u id ad d e l v iv ir hu -


m ano, y a u n com o ex p resió n e m in e n te d e la u n id a d te m p ó re a d e la

٠« Léanse los versos que consagra al recuerdo de su matrimonio: “mientras El,


como a y u n ta ,-c o n mano todopoderosa — nos hizo arar la v ld a - e s ta vida tan
preciosa..." (“Cancionero inédito”, A . ۶ ., 443).
*7 ‫ ﻣ ﺎ‬mismo al hablar de la oreja de Teresa‫“ ؛‬y la sangre, en el cauce de las
-c o n c h a s,-te decla esperanzas. — Recuerdos de la sombra ahora te dicen...’. (“Te-
resa", A. ۶ ., 323).
M ICUEL DE UNAMUNO 0 LA DESESPERACION ESPERANZADA ‫و‬7‫و‬

e x isten c ia p erso n al. “L a v id a e sp iritu a l n o es, en el fo n d o , sin o el


e sfu e rz o de n u e stro re c u e rd o p o r perseverar, p o r hacerse e sp e ra n za ,
e l esfu erzo d e n u e stro p a sa d o p o r hacerse p o rv e n ir” , léese e n ' las pri-
m e ra s p á g in as del Sentimiento trágico .8, y eso m ism o p a re c e n dCcir
los vencejos en el oído d el p u e b lo fiel.e in g e n u o , a q u ie n p ia n

la eterna mocedad en primavera,


de recuerdos de abuelos sonsacándole
rica esperanza de remotos nietos.

(“El Cristo de Velázquez’.. A. ۶ ., 233.)

M ás a ú n d e b e decirse. C u a n d o e l p e n sa d o r y el p o eta sie n te n de


'm odo a c e n d ra d o y p ro fu n d o la u n id a d ra d ic a l d e su vida, b a jo las
d iv e rsas v icisitu d es q u e la fluencia te m p o ra l im p o n e , e n to n ce s el re-
c o r d a r y e l e sp e ra r no sólo se in d e te rm in a n , sino q u e se in terc o n v ie r-
te n : el re c u e rd o se h a c e e sp e ra n za , y la e sp e ra n z a recu erd o , com o
vim os al d e sc rib ir la m e m o ria d e lo posible. E n tr e ta n to s y ta n to s
te x to s d e m o strativ o s d e ta l in te rc o n v e rs ió n ٠٥, tra n s c rib iré tr e s : aq u el
-en q u e U n a m u n o e x p o n e la d ia léctica v ita l d e l a m o r h u m a n o : o tro ,
d e in d o le lirica y confesional, e n q u e desde el d e stie rro re c u e rd a las
ilusiones d e su “v ieja n iñ e z ” ; y o tro m ás, lirico ta m b ié n , p e ro de
-condición m a n ifie stam e n te d efin ito ria y m etafísica.
M ira n d o h a c ia el p o rv e n ir, el a m o r “va h a cie n d o recu erd o s de
sus esp e ra n za s fallidas, y saca de esos recuerdos nu ev as esp eran zas.
L a c a n te ra d e las visiones d e n u e stro p o rv e n ir está e n los soterraflos
d e n u e s tra m e m o ria ; con recu erd o s nos fra g u a la im a g in a c ió n es-
p e ra n z a s" ‫ ؛‬٠. E ste es, h e c h o v id a p ro p ia , el s e n tir del poeta, que, ju n -
to al S ena o a l B idasoa, re c u e rd a la in fa n c ia cre y en te , ilu sio n a d a y
le ja n a :

Vuelvo a lo mismo...
Mis pasadas esperanzas de recuerdos
han de ser, de lo futuro en el abismo,
recuerdos de esperanzas.
?’Polémica”, A. p., 394.)

48 S. T., I (Ens., II, 660).


4« He aqul algunos, cuya lectura encomiendo a la curiosidad del lector: Vie-
jos y jóvenes (Ens., I, 419): 5. 7\, X (Ens., II, 888: “Es nuestra vida una esperan-
za...); “ ¡Id con DlosI” (A. p., 7); “Al suefto” (A. p., 48); “Niftez” (A. p., 126);
“En mi cuadragésimosexto aniversario” (A. p., 141); “Ex futuro” (A. p., 165):
*’Horas son de rebose de la vida", en Rimas de dentro (A. p., 300), y “De Fuerte-
ventura a Paris” (A. p., 373 y 378).
٥٠ S. T., IX (Etts., n , 836-837).
SO LA ESPERA Y LA E S P .A N Z A

"D e lo fu tu r o e n el ab ism o ” ; es decir, e n la m u e rte a q u e h a d e


d e sp e rta r e l su eñ o d e la v ida. M as ¿sólo e n ese a b ism o ? ¿A caso e l
" h o y " , el p re se n te fu g a z y sucesivo, n o es e n si m ism o la fiisión m u -
tu a , la e m u lsió n fina e in s ta n tá n e a de u n re c u e rd o 'y u n a esperanza^
y d e u n a e sp e ra n z a y u n re c u e rd o ? C on h e rm o sa y fu e rte cO ncisión,
eso nos d ic en los p rim ero s versos d e Teresa:,

Con recuerdos de esjKranzas


y esperanzas de recuerdos
vamos matando la vida
y dando vida al eterno
descuido qu‫ ؟‬del cuidado
del morir nos olvidemos.
F u، ya otra vez el futuro,
será el pasado de nuevo,
mafiana y ayer mejidos
.en el hoy se quedan muertos.
(‘"Teresa”, A . p., 219.)

H a e scrito esos versos U n a m u n o ‫ ا ق‬m ism o se a p re su ra a confe-


s a r i t a después d e u n o d e esos m o m e n to s e n q u e el alm a, sola co nsigo
m ism a , tr a ta d e s e n tir c o n ra d ic a lid a d la co n sisten cia d e su v iv ir
p ro p io . E l suefio m u e stra en to n ce s lo q u e tie n e d e v id a, y la v id a lo
q u e d e su eñ o tiene. E l h o y , el in s ta n te , revélanse com o u n p e q u eñ o y
p ro v isio n a l m o r ir : quotidie morior; el m o rir d e u n re c u erd o q u e
b a jo fo rm a d e p o sib ilid a d f u tu r a se co n v ierte e n e sp e ra n za , y de im a
esperariza n o lo g ra d a q u e se tra n s m u ta e n recu erd o . P e ro ese m o r ir
p ro v isio n a l nos h a ce p re s e n tir el definitivo, y p o n e a p ru e b a n u e s tra
e sp e ra n z a d e v id a e te r n a ; esto es, nos h a ce v iv ir m ás h o n d a y verda-
d e ra m e n te : el “c u id ad o del m o rir', p u e d e asi h a ce rse vivo y e te rn iz a -
d o r “d e scu id o ". E l h o y y el m a ñ a n a , el re c u erd o y la e sp eran za, m u .
tu a y su cesiv am en te in te rc o n v e rtid o s, n acen d e lo e te rn o e n e l h o m .
b re, y a lo e te rn o del h o m b re re v ie rte n , m u rie n d o . P o r eso U n a m u n o
p u d o lla m a r “sepulcro-cuna d e lo e tern o ', a la in tim id a d m eta física
de la p e rso n a h u m a n a ‫ده‬.
O ím os d is c u tir a los exegetas de S an J u a n d e la C ru z e n torno-
al p ro b le m a d e l sujeto real d e la esp eran za. ¿ Q u é p o te n c ia e sp e ra
re a lm e n te en el a lm a h u m a n a , la v o lu n ta d o la m e m o ria ? ¿ A c u ál
de las dos d e b e ser re fe rid o el acto h u m a n o de e sp e ra r? T a l vez n o s
e n c o n tre m o s a h o ra e n co n d icio n es de d a r m ás c e rte ra resp u esta. E s-
p e ra e n nosotros, d ire m o s ,,u n e sp íritu e n c a rn a d o , u n a re a lid a d e te r-

‫ ال‬En el poema "Por dentro” (A. p., ٥7).


M IGUEL DE UNA.MUNO 0 LA DESESPERACION ESPERANZADA 381

'na q u e tie n e q u e e x istir sucesivam ente,, espera, p o rq u e n o p u e d e no


e sp e ra r m ie n tra s p e re g rin a sobre la tie rra , la c o n d ic ió n a la vez tem -
p á re a y su p ra te m p ó re a de n u e stro ser. P o r eso q u ie n esp era e n D ios
sabe q u e su m u d a b le trá n s ito te rre n o descansa sobre el fu n d a m e n to
m etafisico d e u n “siem p re". A si U n a m u n o , c u a n d o la c la ra lu z del
.alba le h ace v is lu m b ra r q u e D ios n o d e ja de e sp e ra rle :

soy el que fui, ser، el que soy...


.Dios mio. Di ayer Di mañana,
no hay más que siempre, siempre hoyl:

(“CancloDcro Inédito”, A . p., .39.)

'O c u an d o , a l a m p a ro d e l C risto d e C ab rera, a d iv in a la p o sib ilid a d de


u n tra n q u ilo m o rir q u e sea

un retorno a la fuente del ser.

(“El Cristo de la Cabrera.’, A . p., 28.)

S an J u a n d e la C ru z nos h a en señ ad o a e n te n d e r a M ig u el de
'U n a m u n o , y M ig u el d e U n a m u n o d e s p o j a d o d e sus d u d a s y e rro ,
res, re d u c id o a lo q u e v e rd a d e ra m e n te quiso ser desde lo q u e visible-
m e n te fué— nos a y u d a a p e n e tra r en San J u a n d e la C ru z . S in que-
re r v ien en a las m ie n te s dos b ie n conocidos versos d el Cancionero
inédito:
Juan de la Cruz, madreclto,
cara de sonrisa seria...

(“Cancionero Inédito”, A. p., 413.)

E ste “m a d re cito d e e sp e ra n z a ” , ¿ n o lo fué ta m b ié n , M ig u el de


'U n a m u n o , d e u n a p a rte de lo m e jo r de tu a lm a j d e la p a rte e n que
tú , pese a to d o , p u d iste d a r cobijo a tu p rim e ra y U ltim a v o lu n ta d
-de creer?

IV .-L a congoja inexorable

A caso n o sea in ú til rev isar sin ó p tic a m e n te el s e n tim ie n to u n a m u -


n ia n o d e la esp e ra n za , re d u c ién d o lo a las n o ta s q u e m e jo r p e rm ite n
d e sc rib ir y c o m p re n d e r la a to rm e n ta d a e m p re sa e sp iritu a l del ho m -
bre M ig u el d e U n a m u n o . A m i p arecer, esas n o tas son cinco : acti-
vism o, fu tu rism o , creacionism o, irrac io n a lism o e in d iv id u a lism o .
382 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

L la m o activismo 0 voluntarismo activista al c o n sta n te em pleo d e


la v o lu n ta d e n la ta re a de co n seg u ir algo, n o ta n to p o r el v a lo r a b -
so lu to de lo que p u e d a conseguirse c u a n to p o r la fru ic ió n d e m o v e rse
e sfo rza d a y lu c h a d o ra m e n te h a c ia ello ‫ أ‬a g ó n ica m e n te , com o el p ro -
p io U n a m u n o d iria . D e las dos p rin c ip a le s activ id ad es de la v o lu n tati
- g o z a r d e lo poseído y q u e re r lo que p u ed e p o s e e r s e - , el a c tiv ista
se e n tre g a co n v eh em en cia a esta U ltim a. A si quiso p ro c e d e r U rta-
m u n o , en em igo de la c o n tem p lac ió n , c o n q u ista d o r p e rm a n e n te del
sepulcro de D o n Q u ijo te y h o m b re p a ra q u ie n la e sp e ra n za fué, a n te
to d o , u n p u ro “q u e re r e sp e ra r". L a tart co n o cid a a c titu d d e f u s s in g
respecto a la v e rd a d se re p ite e n U n a m u n o respecto a la p o sesió n :
ta l fué la ra iz de su p ro fu n d o activ ism o e sp iritu a l. “ M i re lig ió n e s -
c rib la e n 1907— es b u sc a r la v e rd a d e n la v id a y la v id a e n la v e r-
d a d , a u n a sab ien d as ’ de q u e n o h e de e n c o n tra rla s m ie n tra s viva ‫ل‬
m i re lig ió n es lu c h a r con D ios desde el ro m p e r el a lb a h a s ta c ae r
la no ch e, com o d ic en q u e con E l lu c h ó J a c o b ... Sólo e sp e ro ... de los
q u e lu c h a n sin descanso p o r la v e rd a d y p o n e n su v id a e n la lu c h a
m ism a m ás q u e e n la v ic to ria ” ٥٥.
E l futurismo d e U n a m u n o n o consistió e n a n tic ip a r d e u n m odo,
u o tro el p o rv e n ir, sino e n h u ir sin tre g u a d e l p re se n te h a c ia u n fu-
tu ro in c ita d o r e in a lc an z ab le. S an A g u s tín lla m ó al fu tu ro praesens
de futuris; e n cad a u n o d e m is p resen tes, m i fu tu ro es la visión y
la fru ic ió n a n tic ip a d a s de lo q u e p u e d o ser o, c u a n d o m enos, d e algo
d e lo q u e p u e d o ser. B ie n d is tin ta fué la a c titu d e s p iritu a l d e U n a .
m u n o . P a ra Ó1, el fu tu ro es futurum de praesentibus; u n c o n sta n te
re le g a r h a c ia el p o rv e n ir, n o el asien to d efinitivo d e su h a b e r positivo
y a c tu a l, sino la p le n a satisfacció n d e las ansias q u e e n e l p re se n te
sien te y padece. -Ilu b o ocasiones e n q u e U n a m u n o pareció d e sc u b rir
el v alo r y la co n sisten cia del p re s e n te ; p o r ejem pl'o, c u a n d o veia u n
fu n d a m e n to de e te rn id a d b ajo la fu g a c id a d de los “a h o ra s'. d e l h o m .
b re , 0 c u an d o d escrib ía el m o d o su p rem o d e la p e rfecció n de u n ofi-
c io : “h a y o tro g ra d o aUn m a y o r de p e rfe c c io n a m ie n to m o ra l e n e l
oficio d e z a p a te ría , y es te n d e r a hacerse p a ra con sus p a rro q u ia n o s
el z a p a te ro Unico e in su stitu ib le , el q u e d e ta l m o d o Ies h a g a el cal-'
z ad o q u e te n g a n q u e e c h a rle d e m enos c u an d o se les m u e ra — “se
les m u e ra ” y n o sólo “se m u e ra .'— , y p ie n se n ellos, los p a rro q u ia n o s,
q u e n o d e b ía h a b e rse m u e rto , y esto asi p o rq u e les h iz o e l calzad o
p e n sa n d o e n a h o rra rle s to d a m o lestia y q u e n o fuese el cu id ad o de
los pies lo q u e les im p id ie ra v a g a r a la c o n te m p la c ió n d e m ás a lta s

«» Mi religión (.Ens., n , 296 y 299).


M IC H DE UNAMUNO O LA DESESPERACION ESPERANZADA 38‫؟‬

v e rd a d e s; les h iz o el calz a d o p o r a m o r a ellos y p o r a m o r a D ios en


ellos; se lo h iz o p o r re lig io sid a d " ٥٥. Q u ie n asi p rocede sabe q u e su
p resen te vale algo e n si y p o r si, a u n q u e la p o n d e ra c ió n definitiva de
ese “algo" q u ed e re le g ad a al fu tu ro . P ero , ¿fu é ése e l p ro c e d e r de
U n a m u n o e n c u a n to d o c trin a rio d el “u n a m u n is m o ” ?
E sa in c a p a c id a d d o c trin a l p a ra la re c ta estim ac ió n del p re s e n te
le h iz o e n tre g a rse a u n c o n sta n te y sistem àtico creacionismo. C uan-
do a c e p ta el valor d el p re sen te , e l h o m b re crea “ed ifican d o ” , su vida-
es “edificación" ; c a d a u n a d e sus h o ra s es u n s illa r q u e sirve d e so-
p o rte a la h o ra su b sig u ien te. C u a n d o no es asi. la v id a tr a ta d e s e r
- e n p a rte p o r sistem a, e n p a rte p o r n e c e s i d a d - c o n tin u a “ cre ac ió n ”
o rig in al, y la o b ra de c ad a h o ra sólo se ap oya en e l vacio d e la h o ra
p reced en te. L a m e ta sucesiva e in v a ria b le d e la e x iste n ria es e n ta l
caso, si vale d ecirlo asi, u n a quasicreatio ex nihilo. L a concepción
u n a m u n ia n a de la fe (no c reer lo q u e n o vim os, sino “ c re ar lo que
verem o s”), d e l p ró jim o (recuérdese la tesis a n tro p o ló g ic a y sociológi-
ca su b y ac e n te a L a novela de don Sandalio, jugador de ajedrez) y
d e la c ritic a lite ra ria (Vida de D on Quijote y Sancho) m an ifiesta a
las claras la re su elta e n tre g a d e su a u to r a la visión cre ac io n ista d e
la existencia.
E l ta n e ru p tiv o y c o m e n ta d o irracionalismo d e U n a m u n o — un-
irra c io n a lism o “lógico” , e n c u a n to ja m á s dejó de expresarse e n de-
c ire s: la “acció n ” d e U n a m u n o fu é siem p re “ d icción'., acción de-
d e cir— e m erg ió d e dos fu e n te s p rin c ip a le s: la m e n g u a d a y u n ila te -
ra l id e a q u e d e la ra z ó n h u m a n a se 'te n ia c u a n d o él a d q u irid su for-
m a ció n filosófica y su p re v ia re n u n c ia a u n ejercicio d e esa ra z ó n
su ficien tem en te e m p e ñ a d o y rad ic al. O lvidó U n a m u n o q u e a la ra z ó n
del h o m b re p e rte n ec e n o sólo lo “rac io n al'., m as ta m b ié n lo “razo-
n a b le'. (Z u b iri): si u n m isterio de fe n o es y n o p u e d e ser “ra c io n al',
p a ra n u e s tra in te lig e n cia, n o p o r ello d e ja d e ser “ra z o n a b le ’, su
fo rm u la c ió n d o g m á tic a, si se la m ira desde la in te g rid a d de n u e stra
v id a p e rso n al e h istó ric a . Y n o m enos olvidó — c e rte ra m e n te lo h a
h e ch o n o ta r J u liá n M a ria s— q u e n o es licito d eclararse e n em ig o
p e rso n al d e la ra z ó n sin h a b e rse e n tr e g a d , con a h in c o a la u tiliz a -
ción d e to d a s las po sib ilid ad es q u e nos o frece; m ás a ۵ n, habiendo-
p a rtid o del su p u esto de q u e la ra z ó n es im p o te n te p a ra a lc a n z a r
c u a lq u ie r .conocim iento de la re a lid a d de D ios ٥4 . C reyó U n am u n o ,
de b u e n a fe q u e el ag u a de la ciencia

5» ‫ ﺀ‬. T., XI (Ens., n , 905-906).


٥٠ Julián Marias: Miguel de Unamuno (Madrid, 1943), págs. 148-152.
38. KSPERA Ï ٠‫د‬ ESPERANZA

al ánimo nos mete cual calambre


la desesjjeración, pues la creencia
vital borrando, nos amarga el hambre
de no morir, y seca la existencia,
desenterrando su inmortal raigambre;

(“Irresiguacidn”, A. ?.. 158.)

y l i e n , de ese p e n sa m ie n to in crep a, d o lo rid o , a C opérnico, p o r q u ie n


la E s tre lla P o la r h a b ría p e rd id o su p re e m in e n c ia a n tig u a :

Copérnico. Copérnico. robaste


a la fe humana su más alto oficio
y diste asi con su esperanza al traste.

(“La Esttella Pola?’, A. ?., 433.)

¿S ucede re a lm e n te lo q u e U n a m u n o te m id ? ¿E s cierto q u e el sa-


'b er científico m a ta la e sp e ra n za de la v id a e te rn a ? N o e ra ése el
s e n tir d e P a s te u r y C ajal - v a l g a su a lto ejem p lo — , a llá p o r los años
-en q u e U n a m u n o p e n sa b a y esc rib ía *٥. N u e s tro c o rd ia l en em ig o de
la c ien cia h a b lo esta vez sin sab er de veras lo q u e la cien cia es p a ra
.quienes la hacen . ¿A caso la razd n , científica n o e m e rg e d e h o n d u r a ,
d e l ser h u m a n o e n q u e el sab er lin d a y se e n tre v e ra co n e l creer?
N e w to n , p a ra q u ie n el “espacio ab so lu to " e ra el sensorium Dei, ¿fu é
-apartado d e su e sp e ra n z a s u p re m a p o r la ciencia q u e su “ra z ó n ” supo
.crear? Y q u ie n sea cap az d e p la n te a rse con a lb in a g ra v e d a d intelec-
tu a i, y no sólo com o ejercicio dialéctico, el p ro b le m a d e la ex isten c ia
-de D ios, ¿ v erá e n el D ios e x iste n te 0 en el D ios p ro b le m á tic o u n a
.pura e n tid a d ideal, u n a “id ea" esp ectral y d e sv italiz a d a?
N o m enos p a te n te fué el individualismo d e M ig u e l d e U n a m u n o :
.su fa lta de p o ro sid a d e sp iritu a l, su in c a p a c id a d p a ra el d iálo g o efec-
.tivo, su c o n sta n te p re o c u p ac ió n p o r ser e je m p la r d e especie Unica.
“N o h e con o cid o u n yo m ás co m pacto y sólido q u e e l d e U n a m u n o
— h a escrito O rte g a — . C u an d o e n tra b a e n u n sitio in sta la b a , desde
luego, e n el cen tro su yo, com o u n señ o r fe u d a l h in c a b a e n m e d io
d e l cam p o su p e n d ó n . T o m a b a la p a la b ra d efin itiv a m e n te . N o c ab ia
el diálogo con é l... N o h a b ía o tro re m e d io q u e d ed icarse a la pasivi-
d a d y p o n erse e n co rro en to rn o a d o n M ig u el, q u e h a b ía so ltad o e n

٥» He expuest. brevemente Ja actitud de Pasteur en mi opúsculo Sobre la Uni-


versidad Hispánica (Madrid, ،953): y Ja de Cajal, con mayor amplitud, en mi en.
sayo “Cajal y el problema del sabe?’, recogido en Palabras menores (Barcelo.
MIGUEL DE UNAMUNO 0 LA DESESPERACION ESPERANZADA 385

m e d i , de la h a b ita c ió n su yo, com o si fuese u n o rn ito rrin c o ’. ٥٠. M ás


de u n a vez tra tó U n a m u n o d e re d u c ir los conceptos d e in d iv id u a li,
d a d y p e rso n a lid a d a té rm in o s d e c o n tin e n te y c o n ten id o , y afirm ó
la esencial c o m u n ic a tiv id a d de la p erso n a : “U n a p e rso n a a islad a deja
de serlo. ¿ A q u ién , e n efecto, a m a ria ? Y, si n o a m a, n o es p e rso n a ” ٠7.
P ero él, el h o m b re in d iv id u a l M ig u el d e U n a m u n o , ¿ h a s ta q u é p u n -
to fué, p a ra sus p ró jim o s, p e rso n a? L es a m ó con “c a rid a d in v a so ra ” ,
c u m p lie n d o sin descanso el u n a m u n ia n o m a n d a m ie n to de “d e sp e rta r
al d o rm id o ” . ¿E s v e rd a d e ro am o r, sin em b arg o , el d e q u ie n n o pro-
c u ra c o m p re n d e r - a c e p t á n d o l a o n o ; éste es o tro p ro b le m a — la fn-
tim a y v e rd a d e ra ra z ó n de ser de la p erso n a a m a d a ? P o r in te n s a q u e
sea su p e rso n al vigilia, ¿q u é h o m b re no está n ecesitad o de q u e el
p ró jim o le d esp ierte u n a p a rte de su a lm a ?
R a iz y re su lta d o de estos cinco m odos d e ser fu é el s e n tim ie n to
fu n d a m e n ta l de la ex isten c ia e sp iritu a l d e U n a m u n o ; la desespera-
ción. S obre ella com o légam o p ro sp e ra ro n , h a s ta hacerse h a b itu a le s
en su v ida, la congoja, entendi.da com o “p asió n d e no m o rir n u n .
ta " ٥٠, y la a n g u s tia ; “C u a n d o m á s e n to h a d o m e e n c u e n tro e n e l
trá fa g o de los cu id ad o s y m enesteres de la vida, esta n d o d istra íd o ,
en fiesta o en a g ra d a b le c h arla, d e re p e n te p arece com o si la m u e rte
a le te a ra sobre m i. N o la m u e rte , sin o algo peor, u n a sensación de
a n o n a d a m ie n to , u n a su p re m a a n g u stia ” ٥*. L a e sp e ra n z a de U n a m u -
no, p o r él co n seg u id a g racias a u n desesperado e sfu erz o d e su volun-
ta d d e esperar, n o se h a lló n u n c a e x e n ta de congoja y a n g u stia. Su
desesperación esperanz.ada h iz o in e x o ra b le la congoja.
¿ F u é v e rd a d e ra m e n te ra d ic a l la desesperación d e U n a m u n o ? Q ue
esa desesperación suya fuese “ v e rd a d e ra ” n o es posible d u d a rlo ; q u e
h a y a sido “ra d ic a l” , es cosa h a r to m ás cuestionable. N o son pocos los
q u e en estos U ltim os años h a n e stu d ia d o la relig io sid a d d e U n a m u n o .
B u en a p a rte d e ellos, m o v id o s p o r el exclusivo p ro p ó sito d e m o s tra r
y c o n d e n a r su in d u d a b le h e te ro d o x ia respecto d e la fe católica. A l.
gunos, los m enos, con la reso lu ció n d e e n te n d e rla e n lo q u e d e inte-
ligible te n g a : asi j . M arias, j . F e rra te r M ora, H . B e n ite z y j . L . L .
A ra n g u re n .
M arias — p a ra q u ie n U n a m u n o es u n “h e te ro d o x o ٥ priori, sin
ra z o n es U ltim as”— p ie n sa q u e e n la d u d a ag ó n ica del g ra n e sc rito r
“h a y u n e le m e n to de ficción, d e p e n u ltim id a d " : b ajo esa d u d a h a .

»» “En la muerte de Unamuno”, Obras Completas, t. V, pág. 262.


٥7 5. ٣ .٠ VII g n . , II. 811-812).
»» 5. T., IX (Ens., n , 842-849).
s» V. ٠ . 5. (Ens., II, 222).
25
386 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

b ria “u n a creen cia m á s h u n d a , e n la q u e e stá y d e la cu al vive, q u e


le p e rm ite v a ca r a sus ejercicios dialécticos.'. Su in serció n p erso n al
“e n u n a tra d ic ió n v ita l cristia n a, católica, m a n te n id a y e n riq u e c id a
a lo larg o d e su v id a e n te ra p o r sus co n stan tes lectu ras, sobre todo,
p o r la a sid u a fre c u e n ta c ió n del N u e v o T e s ta m e n to ’., h a b ría sido la
in s ta n c ia d e te rm in a n te d e ’ esa tá c ita “creen cia ra d ic a l’.. M ás q u e
d esesperar, U n a m u n o h a b ría esperado, y ta l vez co n exceso : “ m á s
q u e de desesperación, pecab a de lo q u e los teólogos lla m a n p resu n -
c ió n ٠ praesumptio; y acaso era, e n cierto sen tid o , e sta p re su n c ió n ,
este exceso de esp e ra n za , q u ie n le m in a b a la fe, y p o r ello, e n U ltim a
in sta n c ia , la e sp e ra n z a m ism a ” . E n c u a n to p ro ta g o n is ta d e la no-
vela d e su vida, U n a m u n o ,‘agoniza a n te los ojos de los d em ás, d e
si p ro p io y d e D ios. P e ro sólo p u e d e h a c e rlo p o rq u e h a c e p ie firm e
e n la c reen cia - n o in te le ctu a l, sino v ital— , e n el a u to r d e la novela
d e su vida, e n la co n sisten cia d e su yo, q u e se sien te real al a p o y arse
e n u n Tú, e l de D ios” . . .
M u y o tro es el p a re c e r d e A ra n g u re n . “N o cabe d u d a r d e l o rig e n
protestante d e l m o d o u n a m u n ia n o d e s e n tir y p en sar, de la e n tra ñ a
luterana d e la o b ra d e d o n M ig u el” , escribe. C om o e n L u te ro y e n
K ie rk e g a a rd , la “ex p erien c ia c e n tra l” fu é e n U n a m u n o la desespera,
ción. D e ella p ro c e d e ría el in equívoco c a riz “ lu te ra n o ” d e su re li.
g io s id a d : su te m p le angustioso, su id ea fiducial d e la fe, su re lig ió n
sin Iglesia, sin E u c a ristía , sin P e n ite n c ia y sin c u ra d e al.mas, su de-
fen sa d el pecca fortiter y d el lib re e x am e n , su re p u lsa d e la confe-
sión a u ric u la r, su p o é tic a afirm ació n del servo arbitrio y ta n ta s cosas
m ás. U n a m u n o , e n su m a, “se nos aparece, n o com o u n re fo rm a d o r
c u alq u iera , sino com o u n o e n tre la m e d ia d o c en a de los m ás g ra n -
des” ٠٤.
¿ C u á l d e las dos tesis d eb e ser a c e p ta d a ? N o p o r cóm o d o eclec.
ticism o, sin o p o r fidelidad e stric ta a la in te g ra re a lid a d del h o m b re
M ig u e l d e U n a m u n o , creo q u e las dos son v erd ad eras. A ra n g u re n
tie n e a n te sus ojos la d im e n sió n m ás p ú b lic a y visible de U n a m u n o ,
al U n a m u n o “p e rso n a je ” , a u to r y a c to r del “ u n a m u n is m o ” . L os co-
n ato s d e acció n p e rso n al sobre la v id a española, los escritos e n p ro sa
y u n a p a rte de la o b ra p o é tic a del desesperado o “d e sp e ra d o ” d e Sa-
la m a n c a — la p a rte m ás d o c trin a ria y m enos lirica— a b o n a n sin re-
serva este ace ra d o p arecer. E n c u a n to “h o m b re h istó ric o ” , U n a m u n o
vivió y cu ltiv ó e n si — m o ro sa y u n poco te a tra lm e n te — el d ra m a re-

«٠ Miguel de Unamuno, págs. 158.163.


«1 Catolicismo y protestantismo como formas ‫ ﺀه‬existencia, págs. 191-209.
Véase en el articulo, de Aranguren la opornina referencia a los textos de Unamuno.
M IGUEL DE UNAMUNO 0 LA DESESPERACION ESPERANZADA 387

lig io s , d e la m o d e rn id a d : el d el h o m b re p a ra q u ie n su v id a es “ra-
z ó n ”, y la D iv in id a d u n a “s o b re rra z ó n " o “c o n tra rra z ó n ” in fin ita y
tre m e n d a . N o h a y q u e o lv id a r que,' e n c u a n to “h o m b re h istó ric o .‫؛‬.
U n a m u n o co m en zó sien d o - s u y a es la f r a s e - “algo asi com o u n
sp en cerian o '.. D e la im p o sib le c o y u n d a e n tre este cuasi-spenceriano
y el m o zo q u e e n la basilica b ilb a ín a d e l señor S a n tiag o in te n ta b a
re c o n q u ista r la p rim itiv a fe

—Aquí el misterio me envolvió del m uido


cuando a la lumbre eterna abri 1.8 ojos,
y aqul es donde primero me he sentido
solo en el páramo—,
("Vizcaya”. A. p., 40.)

n a ció la in d u d a b le desesperación d e U n a m u n o a n te s d e leer a R itsch l,


H a rn a c k y K ie rk e g a a rd . E l ta la n te lu te ra n o d e l español M ig u e l d e
U n a m u n o te n ia u n a h o n d a ra iz tra n s lu te ra n a , s u tilm e n te “ m o d e rn a ’,
y n o in c o m p a tib le co n la e x te rn a y e n g a lla d a a n tim o d e rn id a d de su
poseedor.
P ero e n U n a m u n o n o h u b o sólo u n “h o m b re h is tó ric o '.‫ ؛‬h u b o
ta m b ié n — lo d iré c o n su p ro p io len g u aje— u n “h o m b re in tra h is tó .
ric o ’. ‫ ؛‬u n a p e rso n a e n q u ie n n u n c a dejó d e ser ín tim a m e n te eficaz
la frac ció n naturaliter Christiana de la h u m a n a n a tu ra le z a , u n h ab i-
ta n te de la q u ie ta S alam an ca, fa m ilia r y am ig o d e gentes h o n estas,
sencillas y crey en tes sin desesperación, u n le cto r a sid u o d e S an P a .
blo, S an A g u stín , fra y L u is d e l ^ ó n *2, S an J u a n de la C ru z y S a n ta
T e re sa, u n a m ig o d e la p a z q u e tra e n a l c o ra z ó n las e n c in a s a n tí ٠
g u as y graves, las aguas seren as 0 vivaces d e la se rra n ía , las estrellas
m isterio sas d e la n o c h e cam p esin a. ¿A caso la n a tu ra le z a del h o m -
b re n o esp era p re rra rio n a lm e n te — y n o c o n tra rra c io n a lm e n te , c o m o
U n a m u n o p e n sa b a — 'la p erv iv e n cia p e rso n al a lle n d e la m u e rte fisi,
ca? “L a c e rtid u m b re d e la c o n d en a c ió n — h a escrito. J e a n G u i t t o n ,
pu ed e, sin d u d a , a tra v e sa r e l e sp íritu com o u n a a n g u stia m o r t a l‫؛‬
m as p ro n to la rep ele y disuelve la re a lid a d de la v ida. N o es n u n c a
u n a ev id en cia, es u n te m o r : siem p re a lb erg a en, su seno u n a p a rti-
cula, siq u ie ra sea m in im a , d e esperanza'.. ٥٥. O tro ta n to p u e d e d e cir,
se, y co n ra z ó n m ás fu e rte , d e la congoja fre n te a la p osible a n iq u i.
lacid n d e la e x isten c ia p e rso n al, a n te la n a d a . P o r d e b ajo de la in-

«» Véase d excelente trabaje de Diego Catalán “A ld eb a rá ” ٥٠ Unamuno. ٥٠


la noche serena ٥ ‫ ط‬noche oscura, en Cuadernos ٥٠ la Cátedra Miguel ٥٠ Una-
٠««« ٠, IV, 1553, págs. 43.70.
«3 j. Guitton, ٠٥. pág. 335.
388 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

d u d a b le desesperación del U n a m u n o h istó ric o , la n a tu ra le z a d e l U n a -


m u n o in tra h is tó ric o seguía esp erando. E n esa e sp e ra n za U ltim a y fon-
ta n a l, re siste n te a la corrosión de la m u n d a n id a d m o d e rn a , m á s a ú n ,
v icto rio sa s'obre ella, descansó el spero — spero, quia absurdum— d e l
a n tic a rte s ia n o M ig u el d e U n a m u n o , y tu v o su fu n d a m e n to re a l lo
m u c h o q u e de c ristia n o h u b o e n él. E sc rib ió e n E l Cristo de Veldz-
quez, p e n sa n d o siem p re en el m iste rio de la m u e rte :

Y esa tu sangre zapa los cimientos


del baluarte de aquella archienemiga
de la humana familia, que es la madre
del hastio y la desesperación.

(“El Cristo de Velázquez", A . p., 207.)

E sa acción e sp e ra n z a d o ra de la san g re de C risto n o o pera, sin em -


b a rg o , sobre u n a n a tu ra le z a to ta l y a b so lu ta m e n te desesperada, sino
so b re el g e rm e n - s e c r e t o u n a s veces, p a te n te o tra s— d e u n a in tim a
e sp e ra n z a n a tu ra l 0 d e u n co n ato de n a tu ra l e s p e ra n z a : la spes „ ٥٠
turaliter Christiana q u e la te en to d o h o m b re , cu alq triera q u e sea su
co n fesió n 0 su in c o n fe sió n religiosa. E se g e rm e n , b riz a d o p o r la in-
tra h is to ria d e l d ia rio vivir sa lm an tic e n se de U n a m u n o , im p id ió que
fuese ra d ic a l su desperatio teológica y, espoleado p o r u n a a g ó n ica
v o lu n ta d d e esp erar, e n g e n d ró las rá fa g as d e praesumptio d e q u e se
h a lla v etea d a su o b ra . D e él p ro c e d e lo m ás h o n d o y v e rd a d e ro d e
la o b ra d e U n a m u n o , lo m ás in c o n ta m in a d o d e “ u n a m u n ism o .. ex-
te rn o y g r ita d o r : las m ejores h o ra s d e su ex isten cia s a lm a n tin a

- l a entrañada costumbre
que guarda eternidad en el momento—

(“Al partir.., A. p., 443.)

y la p a rte m ás le v a n ta d a e im p e re ce d e ra de su p ro d u c c ió n p o é tic a ;
a q u e lla e n qtie la ra íz del c an to p re n d e m ás firm e y su av e m e n te

en la rocosa entraña de lo eterno.

("Id con Dio..., A . p., ٥.)

H a b la A ra n g u re n de u n " U n a m u n o m a lo g ra d o ” ; e l U n a m u n o
"sosegado, co tid ia n o , lim p io d e retó ric a s p ro te sta n te s y Jacobinas’., y
n o h e rm a n o d e L u te ro y K ie rk e g aa rd , sino d e fra y L u is d e L e ó n .
M IGUEL D E UNAMUNO 0 LA DESESPERACION ESPERANZADA 389

¿ M a lo g ra d o ? N o d íría yo ta n to . E l U n a m u n o in tra h is td ric o y co m .


p a ñ e ro e stà a h i, b a jo e l U n a m u n o borrascoso, p a ra q u ie n se d e c id ،
a c o n te m p la r su o b ra co n m ira d a p ro p ic ia y p e n e tra n te . E n las Ena-
rrationes in Psalmos escribe S an A g u s tín : Sed quid te consolatur?
Spes. Iam vivis t'w ‫ ﺀ ﺀ ﺀ‬. ٠ ‫ ﺀ‬spe lauda, de spe canta (En. in Ps., 145.7).
T a m b ié n a U n a m u n o p u d ie ro n ser d irig id a s esas p a la b ra s : a l U n a .
m u n o c a n to r d e la e sp e ra n z a y consolado p o r ella, e n q u ie n e l d o c tri.
n a rio d e la desesjreracidn tu v o c o n sta n te y secreto fu n d a m e n to .
NOTA ADICIONAL

SOBRE LA ESPERANZA EN EL .CANCIONERO” DE UNAMUNO

Duraate la redacción de las páginas que anteceden tuve noticia de la publl.


cacidn de un C.WCÍOW..O de don Miguel de Unamuno» en el cual se recogía toda
h copiosa obra inédita del gran poeta, desde 1928 hasta fines de 1936. De ella
sdlo me era conocida la 'pequeña parte que Luis Felipe Vivane, pudo incluir en
su bonísima Antologia poética. Por un momento pensé diferir la conclusidn de mi
estudio hasta haber lcldo tan importante y esperada recopilación‫ ؛‬mas la incer-
tidumbre acerca de la posible fecha de esa lectura me hizo contraerme al mate-
rial de que disponía. Con él a la vista han sido compuestas las anteriores refle.
xiones.
Luego ha venido a mis manos ese Cancionero, ingente y desigual floresta de
mfl setecientos cincuenta y cinco p ern as: algunos, a la altura de los mejores de
nuestro idioma‫ ؛‬otros» menesterosos de pulimento definitivo‫ ؛‬otros -pocos» ésta
es la verdad—» contaminados por la ocasional acrimonia de los humores de su
autor. Todos los ،notivos de la obra poética y de la vida espiritual de Unamuno
reaparecen, acrisolados unas veces, dis tensos o encabritados ottas, en este pòstumo
Amazonas de la poesia unamuniana. Claramente nos lo avisan Federico de Onls
y Luis Rosales, los dos primeros comentaristas del Cancionero. “Renacen en el
Cancionero e s c r i b e en su prólogo Federico de O n ls - todos los temas de Una-
muno con nueva frescura, pureza y originalidad; ha llegado a lo más hondo de
si mismo y del mundo, .y rebrotan las ralees de su ser más Intimo: el fondo vas-
co de su nifiez y su raza, el salamanquino de sus largos afios creadores, el sentido
español de la historia de sus ciudades, hechos y hombres‫ ؛‬el apego a la tierra que
le hizo y donde vivid, la vida doméstica y los afectos familiares, la pasión por la
lengua‫ ؛‬el juego de las palabras, .los metros y las rim as‫ ؛‬el amor a la naturaleza
en lo más grande y lo más pequeño, y tantas cosas más, todas ellas teñidas por el
mismo sentimiento de religiosidad agónica, de busca incansable del Dios descono-
cido, a quien dedicó el libro y consagró su vida” ٥٠. Lo mismo afirma Luis Ro-
sales, más atenido al tuétano de la obra poética de Unamuno que a su visible 80-

٥٠ Prólogo al Cancionero. Diario poético de Miguel de Unamuno (Buenos Al-


res, 1953).
MIGUEL DE UNAMUNO 0 DESESPERACION ESPERANZADA ‫اود‬

brehaz: ‘‫ ا ﻣ ﺄ‬principales temas unamunianos vuelven a ser tratados en este libro


con suma hondura y sencillez‫ ؛‬el sueño como creador de la vida, la Ilusión del
retorno a la niñez frente a la muerte, la comprensión del tiempo humano romo
continuidad constantemente actualizada dentro del todavía, la oposición agónica
y vitalizadora de la fe y la razón, el dolor ronrobido como ronciencia que nos
da la certidumbre de la realidad de nuestt. ser, la comprensión de Dios como TU
absoluto, el tema de la Resurrección de la carne, el valor ótico de la fidelidad y la
costumbre, el carácter ontologizador de la palabra, la diferencia entre el tiempo ‫ﺀى‬
pasar y el tiempo ‫ ﺀى‬quedar, el descubrimiento del otro como alter ego٠' ٥٥.
Esa doble enumeración muestra muy bien el elenco de los temas del C.ncto-
wer. y puede servir de marco al florilegio que subsigue, atañedero no más que ٠
la Incesante preteupación unamuniana por la es^ranza, y compuesto al hilo del
capitulo precedente. Todo cuanto en ،1 he dicho queda definitivamente ronfirmado
por el imponente “camino de confesión” que es el Candonero. He aqul la prtieba,
ordenada en nueve puntos‫؛‬
1.» ‫ ﻣ ﺎ‬desesperación como fundamento de la existencia espiritual. Sálese de
ella a nueva vida mediante una deses۴ rada voluntad de esperar:

Consuelo en el desconsuelo,
razón de la sinrazón;
a la esperanza da suelo
firme desesperación.
(Cane., 735.)
‫ ﻣ ﺎ‬última fe al fin alcanza
cuando llega el corazón
desde la desesperanza
a la desesperación.
(Cane., 1.1Ó.)
No desalmes demasiado
que te desanimarás,
y yendo a desesperado
en desalmado darás.
(Cane., 6.3.)

Quien desespera y no sabe salir de la desesperación se desalma. La esperanza


es la esencia y el supuesto de la actividad animica. Por eso la desesperación pue-
de consumirse a sf misma

-filosofia suprema ‫¿ ؛‬para qué desesperar?-


(Cane., 304.)

y llegar a ser, pese a todo, ftiente de esperanza:

Aunque me han desdiosado la esperanza


espero el porvenir,
pues se cura la herida con la lanza
misma que hubo de lierir.
(Cane., 374.)

‫“ ﻫﻠﺐ‬Piernas inéditos de Unamuno”, en Revista, ndm. 10. Barcelona, 1954).


392 LA KSPERA ï LA ESPERANZA

2.٥ Voluntariosa y resuelta afirmación de la esperanza. La esperanza, a stu m -


bre de la vida ^ rso n al auténtica:

Piso y poso en tierra firme


cara al cielo la techumbre
de mi esperanza, y al irme
ser، vaso de costumbre.
(Cane., 1.643.)
Exaltación de la esperanza que resiste la prueba del tiempo y la desesperación ‫ﺀ‬

Esperas, fe. contra razón, contra mudanza


esperas no sé qu،,
ni tti lo sabes, )qu، fe en la feI
[qu، esperanza....
(Cane., 550.)
Dios espera al hombre, y esta espera es la esperanza humana:

Con tu mano de luz me hiciste - y en esta tti pobre tierra


me dejaste al albedrlo —del ángel y de la bestia:
Desde entonces busco loco —tu mano de luz que espera
y que ante mi como sombra —tiende la esperanza incierta.

(Cane., 41.)
Anàlogo sentimiento en los poemas 167 (“hoy, esperar a la esperanza’^, 494 (el
poeta pide al celaje de la mafiana un desfKrtar “al suefio de la esperanza m u erto
de nunca acabad’), 1.241 .08 suefios de su alma “viven de esperar el dia q u e ha
de mejer las edades —y hacer 8U8 suefios verdades - a l acabar la agonfa”) y 1.708
(la paz definitiva, sobrenatural y eterna, esperanza del alma).
En otros poemas canta Unamuno la accidn esperanzadora del dolor, del olvido,
de la exjjosicldn del corazón a los soles del mundo (Cane., .1.617) y hasta de la “buena
crianza’. (Cane., 1.056). Asf, cuando dice:

En padecer el corazón se salva,


retorna a revivir‫؛‬
la luz del alba
devora la sotnbra del porvenir.
(Cane., 594.)
Abon، la maleza
y ella me did bonanza‫؛‬
de un pozo de ttisteza
saqu، esperanza.
(Cane., 1.160.)
O cuando, en el poema 742, ffa a la cuita la virtud de esperar (“la cuita no»
d ، esperanza”). La obra esperanzadora del olvido —y la accidn obllvlscente de la
esperanza- viene afirmada en el prema 264‫ذ‬

Hay otra cuerda en el alma,


la más larga, la que suena,
son de abismo.
M ic ia DE UNAMUNO ٠ LA DESESPERACION ESPERANZADA 393

la cuerda de la esperanza,
que nos calza la vereda
coa olvido Î
(Carte., 264.)
y referida a la muerte de la esjjosa, en el 1.731:

Hemos hecho nuestro dueflo


al olvido en la memoria‫؛‬
todo esto es Dios, el ensueño
que hace de la nada gloria
( C a t , 1.731.)
3.٥ La existencia terrena del hombre, sucesión temporal asentada en la eter.
nidad. La vida humana es durar pasando:

Nace, dura, muere, vive - y el hombre suefta que es:


ni es ni está, sino que pasa - o r to y ocaso a la vez.

(Cane., 141.)
Todas las mañanas nos traen el maflatia,
talos los momentos nos dan por.venirj
momentos, maftanas se vienen, se pasan,
y el mañana mismo hdeese por-ír.
.Tristeza infinita del tiempo que pasa,
juntos en la rueda diciembre y- abril!
(Cane., ‫ةه‬.١
La espaciosidad y la temjwreldad muóstranse como condiciones necesarias y-
mutuamente conttactivas de la existencia del hombre:

Se pierde tanto tiempo


en recorrer espacto
como se pierde espacio
en ،r pasando el tiempo.
(Catte., 919.)

El pasar del hombre lleva consigo el abandono de otras vidas jmsibles. y en,
ello TOnslste la mayor amargura de la soledad:

¿Cuál la ralz de la acedia,


cáncer de la soledad?
La más profunda tragedia;
la de la ex.futuridad.
(Cane., 561.)
Pero nuestro pasar es también nuestro quedar (Cane., 587: "tu pasar es tu que-
dar”), porque el tiempo humano es “siempre’.

.A y e r no más yo lo esperaba, - a y , siempre se esperaba ayer;


lo más monótono es è tiempo, -siem p re lo visto es lo por ver—
(Cane., 399.)■
394 LA ESPERA LA ESPERANZA

y ‫ ا ﺀ‬mirado desde la esperanza, “todavfa” :

Todavfa la agonfa;
dste es el grito del alma,
twlavfa
unce al ayer el mañana
todavía
siempre... nunca... nada... nada
todavía
aun no... ya no... y se aguarda
lodavfa
hasta hoy 1pobre de mi almal
todavfa
desde hoy jcdmo se alargal
todavfa
(cuánto dura lo que pasa
todavfa 1
(Cane., 250.)
El tletnpo humano es “siempre” y “todavfa”, porque en ،1 se manifiesta, SU“ .,
slvamente, la condición eterna del hombre y, a la postre, nuestra metafisica rela-
d ò n con Dios :

El pasado es el olvido; —el jwrvenir la esjttranza;


el presente es el recuerdo, - y la eternidad el alma.
{Cane., ‫و‬.١
Acoplando coplas —se me van las horas,
se me viene el siglo - y me queda Dios.
(Cane., 88.)
Quien en Dios se su m er^ en Dios se olvida,
la eternidad de Dios se hace momento.
(Cane., \ ‫ة‬٦.١
Y lo mismo dicen el poetna 212 (contraposición del “ayer de siempre” y el “« e r.
nc porvenir”), el 174 (capacidad etentizadora de los “dfas vacíos que pasan”, los
dfas en que la vida del hombre, exenta de acciones, se reduce a puro “pasar”) V
el 1.114 (descripción de los momentos en que el alma, dormida en lo eterno del
pasado sin fin, recobra su aborlginalidad).
4.. El rectierdo o el o l v i d a y la esperanza ٠ la desesperanza-, formas
cardinales, conexas entre sf. de nuestra temporeidad consciente. Ser es recordar, y
.«1 recuerdo un retorno de lo que pasa desde la eternidad a que muere «lando
queda olvidado:
Recuerdo que te veo, tierra,
y recuerdo que en ti estoy;
recuerdo que recuerdo; yerra
quien afirme: “ ¡Yo soy!”
Yo fuf: siempre sombras que huyen
bajo la eternidad:
recuerdos que al Itacer conclu yen:
la muerte es la verdad.
(C.MCj 549.)
Reviviré, recuerdos mfos:
vitestro seno lo es de verdad;
MIGUEL DE UNAMUNO 0 LA DESESPERACION ESPERANZADA 395

nos vuelven de la mar los ríos,


tiem ۴ el de elernidad.
(Catte., 1.681.)
El abismo Insondable es la memoria
y es el olvido gloria.
(C٥«Cj 1.745.)
¿Memoria?... escoria, victoria y gloria!
.Lo que enseña la rima. Dios divino!
( C ..I C ., 168.)

La vida humana, sucesiva y cambiante interconexión de recuerdos y esperan,


zas, apoyada sobre la eternidad del hombre en Dios.

Esperanzas de recuerdos e n continuo renacer;


las mañanas del mañana —traen las tardes del ayer,
y recuerdos de esperanzas, —lo que no fu، y pudo ser!,
lo que mañana las tardes —las mañanas del ayer.
(C..IC.J 156.)
Con recuerdos de esjxranzas,
pasado que al pasar posa
y se queda:
y esperanzas de recuerdos,
p v e n i r que pasa al punto
en que llega,
voy haciindote, alma mfa,
mi mujer, mi hija y mi madre,
mi conciencia,
mi recuerdo de recuerdos,
mi esperanza de esperanzas,
mi prema.
(Cane., 166.)

A la misma intuición p i t ic a de la realidad del tie rn a humano dan expresión


los poemas 793 (“el recuei-do es porvenir, el porvenir esperanza”), 1.650 (“el re-
cuerdo me da espera, — vivir no es m is que esperar"), 959 (“el recuerdo y la es-
peran za;— Dios conmigo, yo con Dios”), 1.138 (“me vuelven los dfas Idos — -1
porvenir es memoria”), 840 (‘-*Siempre es vieja la esperanza, - siempre es joven el
recuerdo”) y 1.506 (“Hace al tiempo la memoria. — y ajn Ó1 al porvenir’‫ ؟‬. Recor-
,dando y e s p a n d o se dura, y Dios es la garantia de esa duración nuestra!

Ayer florece en mañana


muere y renace la gana
de durar.
Padre nuestro cotidiano,
no nos dejes de tu mano
resbalar.
(C...C., 1.149.)

5.٥ Voluntarismo y activismo de Unamuno. El querer - u n querer soflar—٠


fundamento y consistencia del humano existir!
396 ESPERA Ï LA ESPERANZA

"volo ergo existo”, sofiando —sueña que se suefia el alma.


(Cane., 1.622.)'
Padre, padre, padre, padre,
hágase la Voluntad.
En la tierra y en el cielo
la voluntad es verdad.
(Cane., 588.).

6 .٥ Futurismo y creacionismo, por inconsistencia del presente:

Soñé que acababa el suefio, y despert،‫ ؛‬estaba oscuro,


no habla luna ni estrellas y estaba solo en el mundo.
Volvl hacia atrás la mirada, y al no ver mi fe se puso;
la gan، al mirar de frente; sólo se cree en lo futuro.
(Cane., 7.)
"]F u ، mlol”, dice mi mente‫؛‬
¿mlo? | 8Í no lo era yo...l
Todo esto ya se pasó;
¡SI nos quedara ¿1 presente...!"
(Cane., 1.705.)
No busques, nifio, en la vida
lo que llaman realidad‫؛‬
¡más allá es que te convida,
puro suefio, allendidadl
Tcxlo lo demás se olvida
(Cane., 938.)
El hoy, constituido por “los ayeres d e rre tid o s -e n un solo ayer”, es “nuestro
dnlco haber” (Cane., 174)‫ ؛‬pero un haber constitutivamente sometido a “Ir pasan,
do”, apoyado no más que en la esperanza de mafiana. La eternidad que otorga al
hombre su voluntad de eternización no acaba de ser real, es siempre Jjoslble y
futura:
¡Ay eternidad que huyes - e n el ntomento que pasal
¡Ay mi otra vida !»erdida, —la que más me hacia falta 1

(Cane., 78.)
y de ahi la angustia:

libre albedrto, ¡ay Molina, —cómo me llenas de angustia!


gracia, ¡ay Pascal, que me traga - t u honda sima de torturai

(Cane., IV.١

7.. IrracionalÍ8mo —más aparente y proclamado que real— como grito de re.
beldla contra .una razón que no procura consuelo al alma, y en la cual no deja
el alma de creer:
Me pasó la idea por la cabeza,
su sotnbra entera por el corazón;
cerrada de ojos, alma mia, reza,
sólo se vive con fe en la razón.
(Cane., 310.)
MIGUKL DE UNAMUNO o LA DESESPERACION ESPERANZADA 3 7 ‫و‬

En ‫ اﺀ‬canto p itic o 8. hace palabra la razón del hombre:

Sus ralees, consistencia - l e prestan al corazón.


Al corazón sus ralees —le procuran armazón‫؛‬
canto con linea y con meta - e n que canta la Razón.

(Catte., 140.)
8. ٥ Individualismo radical, hasta en el momento de afirmar la comunidad de la
existencia humana:
¿Singularizarme? Vamos...
&>mo8 todos de consuno,
y en la pifia que fraguamos
yo soy nosotro, nos-uno.
(Cane., 519.)
9. « Existencia de un Unamuno “intrahlstórico”, subyacente al “unamunlsmo"
y constituido por aleación de una última e Insotwrnable spes naturaliter c/i^s،íaw٥,
e, recuerdo de una Infancia creyente sin desesperación y el poso de la vida fami-
liar en torno:

Me llega desde el olvido


tierna canción de ultra-cuna,
que callandito al oldo
me briza eterna fortuna
Es el perdido recuerdo
de mi otra vida perdida:
me dice por si me pierdo:
[vuelve a tu primer partida!
(Cane., 1.638.)
E « Unamuno “Intrahistdrico” es el que, frente a la desesperación un poco cul-
tlvada y declamatoria del Unamuno “histórico”, mantiene la secreta e s ita n z a del
.Unamuno total:

٥ ee t ٥ Jjor mi, que no creo, y en ti viviré. si vivo


después de morir.... —.E s t r a i - S I , con el alma en un hilo
de la Virgen, y en el cielo la guadafia del destino...
-E sp e ra ... —¿Hasta cuándo, dime? -E sp e ra, esjjera te digo...
—¿Y t ٥ crees? —¿Me lo preguntas? —Me lo pregunto a mi mismo...
—Por creer en ti no te creo; rebusca en tu seno al nifio...
—‫ ﻣ ﺎ‬madre siempre, mas... —Calla; nada de mas... Yo no sirvo
para mentir... —Por desgracia; mentir es el gran sigilo...
CUname... haz que me duerma... —¿Y después? —¿Cortado el hilo?
¿Qué más da? -E sp e ra... espera... —[Esperando habré vlvidol
(Cane., 1.623.)

Quiso Unamuno —hombre Individual y e s c o te m que Dios le librase, . . a l de


peste, “de un Boswell, de un Eckermann.’:

‫ ﻣ ﺄ‬que yo quiera callarme


déjenmelo para mi;
no me obliguen al desarme
398 LA ESPERA Y LA E S P E R A B A

de honduras que no rend(.


Que uno CS eJ hombre de todos
y otro el hombre de secreto,
y hay que escaparse de modos
de hacer a un sujeto objeto.
(Cane., 1.578.)

Por debajo del “hombre de todos”, ¿cuál fu، e . Unamuno el “hombre de - -


to.', el hombre Intrahistdrlco? Sin necesidad de ser frente a su obra un Boswell
٠ un Eckermann, recurriendo sdlo a lo que ،1 no quiso 0 no pudo callar, acaso las
páginas precedentes perniltan entrever ese hombre soterrafio en quien Unamuno
tuvo su verdadero, su más Intimo sujeto.
CApfruLO II

T I E M P O , R E C U E R D O Y E S P E R A N Z A E N L A P O E S IA
D E A N T O N IO M A C H A D O

H a y h .m b r e s c u y a e x isten c ia censiste e n v iv ir la fe ‫ أ‬h a y otros-


p a ra qu ien es la v id a es u n c o n tin u o buscai, la fe. E s ta fa e n a d e bús-
q u e d a será e n ocasiones h u m ild e y e n tre g a d a y a veces a g ria y re .
n u e n te . P ero , ¿existe acaso u n a v id a h u m a n a q u e n o sea to rp e 0 cer-
te ro ra stre o d e D ios, el D ios lo c u en te y v e rd a d e ro d e l C ristianism o,,
o e l D ios e n c u b ie rto y desconocido d e aquellos q u e n o sab en o ír su
p a la b ra ?
U n o d e esos h o m b re s b u scadores d e fe y e sp e ra n z a suficientes fu á
e l p o e ta A n to n io M a c h a d o :

amargura
de querer y n . poder
creer, creer y creer,

(“Poema de un dia’., p. C j 186.)

escribió d e si m ism o u n d ía d e in v ie rn o y soledad, e n su e sta n c ia d e


B aeza I. ¿ Q u é fu e ro n la e sp e ra n z a y el re c u erd o p a ra e l a lm a lirica
y e n sim ism a d a d e este p o e ta, a q u ie n d o lia q u e re r y n o p o d e r cre er?
¿C óm o sin tió A n to n io M a c h a d o la c o n d ició n te m p ó re a d e su perso-,
n a l e x isten c ia ? P u e sto q u e to d o p o e m a es u n a confesión, q u e su m is-
m o verso nos lo diga.

1 La obra p i t ic a de Antonio Machado será citada, mientras no se Indique


otra cosa, por la quinta edición de sus Poesías computas (Madrid, 1941), bajo :a
sigla p. c .
‫د‬ ESPERA Y ‫دل‬ ESPERANZA

! .- P alabra e .١- e l t ie m p o

N o es ta re a lla n a re d u c ir a fó rm u la escu eta u n a o b ra p o ética ta n


su til, casta y m a tiz a d a com o la de A n to n io M ac h a d o . M as n o pa-
rece im p o sib le situ a rla e n u n o de los dos polos q u e o rd e n a n , con-
tra p u e s ta y c o m p le m e n ta ria m e n te , el sen tid o h u m a n o de la creación
lirica.
P o e ta o ja y á n , el h o m b re es u n a c ria tu ra te rre n a l h e c h a a im a g e u
y s e m e ja n z a d e D ios. E l e sp íritu h u m a n o vive siem p re de m o d o si-
m u ltá n e o esas dos d e term in a cio n e s de su ex isten cia c re a d a : la q u e
le a ta a la tie rra y la q u e le e m p areja con D io s; p ero e n c ad a u n a
d e sus creaciones p ro p ia s se in c lin a p re fe re n te m e n te h a c ia u n a de
ellas, lo c u al h a c e posible la o rd e n a c ió n de los h o m b re s c o n fo rm e a
dos opuestos polos ideales : la afición a la tie rra y la p re te n sió n de
d iv in id a d . N o tra to a h o ra de v alo rar, sino de d escrib ir. H a y h o m b re s
-que a m a n a la tie rra fran c isca n am en te , e n c u a n to c ria tu ra d e D ios,
y e n ese a m o r - i n t e l e c t u a l , técnico o a rtis tic o — p u e d e n m o stra rse
crisrianos, y a u n c ristian ísim o s : recu érd ese la p rim e ra p a rte de la
Introducción del Simbolo de la Fe. H a y o tros, p o r c o n tra ste , cu y a
p re te n sió n d e d iv in id a d te rm in a siendo apoteosis e sp iritu a l, identifi-
c ac ió n con la d iv in id a d m ism a. ¿Q ué o tra cosa fu é la in te n c ió n Ulti-
m a d e l id ealism o a le m á n ?
C o m o e l h o m b re , asi el p o eta, esencial d e c la ra d o r d e la h o m b re i-
d a d . H a y p o e tas cu y o c a n o n es u n a a c titu d p re sen c ia l y Jjosesiva a n te
la re a lid a d . C on ojo sensorial o in telectiv o , la ven com O si ellos fue-
sen dioses e n el sép tim o d ía de la creación. C u a n d o Jo rg e G u illé n
.can ta la p a te n te y re d o n d a e n tid a d d el m u n d o a la lu z d e la p ri-
m av era
- ) O h realidad, por fin
real, ea aparición!
¿Qué universo «ne nare
sin velar a su dios?—.

.su e sp íritu d e h o m b re y d e p o eta, o de h o m b re poeta, está d e cla ra n ,


do ser im a g e n y se m e ja n z a de la d iv in id a d ; m as c u a n d o A n to n io
M a c h a d o se confiesa h tim a n a y p o é tic a m e n te so ñ ad o r d e cam in o s d e
la ta rd e

—Yo voy softando caminos


de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos.
TIEM PO , R E C U B R I» Y ESPERANZA EN LA POESIA DE ANTONIO MACHADO 4 .1

las polvorientas encinasl...


¿Adónde el camino irá?—.

(“Soledades”, p. c., 22.)

« n to n ces la poesia se h a c e te stim o n io d e la c o n d ició n te rre n a l del


h o m b re , y dice n u e s tra c re a d a y dolorosa sujeción a l tie m p o , a l acci-
d e n te y a la in c e rtid u m b re .
Si, A n to n io M a c h a d o es u n p o eta de la ex isten cia te rre n a , e n lo
que ta l ex isten c ia tie n e d e tra n s ito ria y te m p ó re a. Y no sólo com o
p o eta 'creador, m as ta m b ié n e n c u a n to poeta caviloso sobre su p ro p io
oficio. C u a n d o e n su m a d u re z reflexione sobre la esencia de la poesia,
n o s d irá in s iste n te m e n te q u e ésta es, en su gén ero p ró x im o y h a s ta
e n su U ltim a d iferen cia, p a la b ra te m p o ra liz a d a :

NI mármol duro y eterno,


ni música ni pintura,
sino palabra en el tiempo,

("De mi cartera”, p. c., 325.)

-reza u n o de sus aforism os de Nuevas canciones; y. p o r boca de J u a n


d e M a ire n a d e fin irá la poesia com o “diálogo del h o m b re con e l tiem .
p o " y lla m a rá “p o e ta p u ro ” a a q u el que lo g ra “ vaciar su tie m p o p a ra
e n ten d é rse las a solas con él, o casi a solas’. 2. D e a h í su concepción
m n e m ó n ic a de la rim a y su a ce ra d a c ritic a d e l b a rro c o lite ra rio espa.
fiol, q u e so b rev alo ra el su sta n tiv o y su a d jetiv o definidor, e n d e tri-
m e n to de las fo rm a s te m p o ra le s d e l verbo, y em p le a la rim a con u n a
in te n c ió n m u c h o m ás o rn a m e n ta l q u e m e m o ra tiv a ٥. 0 , e n e l o rd e n
de las p re fe re n cia s co ncretas, su p e rso n al d efensa del ro m a n c e caste-
lla n o y de la rim a po b re, m á s sugestiva q u e sonoi'a :

Déjale lo que no puedes


quitarle: su melodia
de cantar que canta y cuenta
un ayer que es todavía

(“Proverbios y cantares.’, p. c., 296.)

‫“ ا‬Juan de Mairena”, en Manuel y Antonio Machado. Obras Completas (Ma.


drid, 8. a.), pág. 1.158. “¿Cantarla el p٠» ta sin la angustia ،lel tiempo?”, dice en la
página anterior.
» Poesías Completas, págs. 355-356.
»
402 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

‫ ﻣ ﺎ‬rima verbal y pobre


y temporal, es la rlca.
El adjetivo y el nombre,
remansos del agua limpia,
son accidentes del verbo
en la gramática lirica,
del Hoy que será Maflana,
del Ayer que es Tráavla.
(“De mi cartera”. P. c., 32٥.)

T a n h o n d a y a g u d a m e n te sien te este p o eta la c o n d ició n te m p ó re a


d e su ex isten c ia que, m e tid o a p re c ep tista , casi n ie g a o desconoce q u e
ju n to a la poesia de la te m p o re id a d h a y ta m b ié n u n a poesia de la
p resen cia, p o rq u e e l h o m b re es y no p u e d e d e ja r d e ser im a g e n y
se m e ja n z a d e D ios. M as yo no m e p ro p o n g o a h o ra d isc u tir, sin o
c o m p re n d e r: c o m p re n d e r cóm o A n to n io M ac h a d o , p o eta d e la con-
d ic id n te rre n a l y sucesiva d e l h o m b re , e n tie n d e e n su o b ra liric a el
re c u erd o y la e sp e ra n za .

II.— T iempo, recuerdo y esperanza

A p e n as in ic ia d a la le c tu ra d e u n lib ro d e A n to n io M a c h a d o , p ro n -
to se d e sc u b re e n él, b ajo figura diversa, u n m o tiv o c o n sta n te y sobe-
r a n o : el tie m p o . L a vivencia y la re a lid a d d el tie m p o h u m a n o tra n s ,
p a re ce n a la vez e n los te m a s q u e el p o e ta escoge, e n las m e tá fo ra s
a q u e re c u rre , e n la e s tru c tu ra q u e b ra d a y o n d u la n te d el p o e m a, en
la p e c u lia r eficacia d e la rim a sobre el oido m e n ta l d e l lector. T e m a s
d e A n to n io M a c h a d o son, re ite ra d a m e n te , la evocación, la n o stalg ia,
la sucesión d e la h u m a n a existencia, la fu g a c id a d d el in s ta n te , la
c o n d ició n te rm in a l e in e x o ra b le de la m u e rte , la a b e rtu ra d el v iv ir
h a c ia el fu tu ro , el c a rá c te r d e “to d a v ía ” q u e poseen e l trá n s ito y la
re a lid a d d e l h o m b re,, y al curso d e l lio m b re e n el tie m p o a lu d e n las
m á s frec u en tes y a rra ig a d a s m e tá fo ra s d e su o b ra p o é tic a : e l c a m i.
n o — ¿ c u á n ta s veces h a escrito e sta p a la b ra A n to n io M a c h a d o ? — ,
la g aleria, el rio, el m a r, im a g e n d e la m u e rte y d e l té rm in o in d é fin i,
ble. S e n ta d o u n d ía “al b o rd e del sen d e ro ” , sien te el p o e ta q u e la v id a
e n te ra se le resuelve e n tie m p o :
Ya nuestra vida es riempo, y nuestra sola cuita
son las desesperantes posturas que tomamos
para aguardar... Mas Ella no faltará a la cita.
(“Del camino”, P. c., 44.)
TIEM PO , RECUERDO Y ESPERANZA EN LA POESIA DE ANTONIO MACHADO 403

P asar, p a sa r h a c ia la m u e rte : esto p arece ser lo m á s ra d ic a l y


decisivo - h u m a n a y p o é tic a m e n te — en n u e stra te rre n a l ex isten cia
de h o m b re s :

Todo pasa y todo queda:


pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

("Proverbios y cantares", p. c.. 217.)

E n to n c e s ¿ h a b re m o s d e esp erar que la poesia d e A n to n io M ac h a -


d o sea tre n o p e rm a n e n te , c a n to p re e x iste n c ialista — sit venia verbo—
d e n u e stra in e lu d ib le y m u n d a n a l c a rre ra h a c ia la m u e rte ? ¿Sólo
p a sa r y m o rir es, p a ra n u e stro h o n d o p o eta, la re a lid a d U ltim a del
h o m b re ? E n m o d o alg u n o . U n a le c tu ra a te n ta d e su o b ra nos h ace
p ro n to a d v e rtir q u e la .vivencia d e l p asar se m an ifiesta d e c o n tin u o
com o re c u erd o y esp eran za. E l tie m p o del h o m b re es, p o r lo p ro n to ,
re c o rd a r y esp erar.
C o m en cem o s in d a g a n d o lo q u e ese re c u erd o sea. R e c o rd a r es
siem p re — n u n c a son vanas las etim o lo g ías— tra e r de n u ev o a l cora-
z ó n algo q u e pasó p o r él. P e ro e l c o n ten id o de la .experiencia reco r
d a d a p u d o p e rte n ec e r, c u a n d o p o r p rim e ra vez la vivim os, a dos cam -
pos b ie n d istin to s e n tre s i: lo real y lo posible. R eferid o s a l p a sa d o
real, los recu erd o s d e A n to n io M a c h a d o son, tó p ic a m e n te , p u ra evo-
cación, n o sta lg ia m elan có lica 0 lejan o d o lo rim ie n to d e lo q u e fué.
1 8 ‫ م‬dos p rim e ro s versos de su a u to rre tra to

- M I Infancia 8٠n recuerdos de un patio de Sevilla,


y un huerto claro donde madura el lim o n e ra ,

?.Retrato", p. c., 1٥3.)

la n o tic ia p o é tic a d e u n a h o ra d e ilu sió n in fa n til o adolescente, ju n to


al lim o n e ro y el a g u a d e l viejo p a tio sevillano

—Si, te recuerdo, tarde alegre y clara,


casi de primavera...—
S oledades", p. c., 18.)

y la re m e m o ra c ió n de a lb in o d e los varios cam in o s d e su ju v e n tu d


404 LA k spera y la esperan za

- E n todas partes be visto


caravanas de tristeza—
(“Soledades”, ۶ . c., 11.)

son ejem p lo fe h a c ie n te de esos tres m odos del re c u erd o real.


P ero con sdlo u n a b ie n m a tiz a d a re m e m o ra c ió n del p a sa d o re a l
n o seria o rig in a l y c o m p le ta la confesión p o é tic a de A n to n io M acha-
do. J u n to al recuei-do de lo q u e él fué, su m e m o ria co n tie n e el recuer-
d o d e lo q u e p u d o ser ‫ أ‬cabe la evocación del suceso, la reviviscencia del
e n su e ñ o . L a n o sta lg ia d e l p o e ta concierne, a n te to d o , a las esperan-
zas, ilusiones y p o sib ilid ad es q u e a n ta ñ o p o b la ro n su e sp íritu , y e n
ello co n sistiría el m ás gustoso fru to d e la o p e ra ció n de re c o rd a r:

De toda la memoria, sdlo vale


el don preclaro de evocar los sueños.

(“Galerías”, p. c., ٥ 7.)

E l te m a d e la p o sib ilid a d p re té rita se re p ite co n significativa fre-


cu en c ia e n la o b ra d e n u e stro p o e t a .. M u c h o a n tes q u e P riestley , e n
Tim e and the Conways, A n to n io M a c h a d o h a b la d e sc u b ie rto poèti-
c a m e n te la c o n stitu tiv a p e rte n e n c ia a la in te g rid a d d e c u a lq u ie r pre-
sen te h u m a n o y, p o r consecuencia, a la to ta l re a lid a d d e l h o m b re , de
to d o c u a n to e n el p re té rito h u b ie ra p o d id o ser. E llo le c o n d u ce a u n a
e m p e ñ a d a re b e lió n in te le ttu a l y co rd ia l c o n tra la p re s u n ta in m o d i-
ficab ilid ad d el pasado. D ice asi, p o r boca d e J u a n d e M a ir e n a : “L o
irre m e d ia b le d e l p asad o — fugit irreparabile tempus— , d e u n p asado
q u e .p e rm a n e c e in ta c to , in a ctiv o e inm o dificable, es u n concepto de-
m a sia d o firm e p a ra q u e p u e d a ser d e sa rra ig a d o d e la m e n te h u m a n a .
¿C óm o sin él fu n c io n a ría esta m á q u in a d e silogism os q u e llevam os a
c u e sta s? ” 5. P e ro él n o se re sig n a a q u e su m e n te sea p u ra m á q u in a
silogística. Q u ie re aten e rse e n su v iv ir e sp iritu a l a las “ creencias Ulti-
m a s” y a las .‘h ip ó te sis inevitables.., y la in m u ta b ilid a d d e l p asad o
n o está e n tre ellas. R ec o rd a r, dice e n o tra p á g in a , es u n a a c tiv id a d
ta n m isterio sa y a'dm irable com o v a tic in a r: “ os aconsejo q u e os asom -
b réis d e tres cosas, a s a b e r: recu erd o , p ercepción y .vaticinio, sin p re

٠ p .r ejemplo, cuando añora la juventud enamorada que pudo ser y no fu،:


“Juventud nunca vivida,— ¿quién te volviera a softar? (“Galerías, p. c., 94): 3
cuando proclama su Intimo menester de un nuevo nacimiento a una vida nueva :
“ |Ah, volver a nacer, y andar camino, — ya recobrada la perdida sendal” (”Gale-
rias”, P. c., 96).
« Manuel y Antonio Machado, Obras Completas, pig. 1.265.
TIEM PO , RECUERDO Y ESPERANZA EN u POESIA DE ANTONIO MACHADO 405

fe re n cia p o r n in g u n a d e las tre s” ٥. N o dice m á s el afo rista. B a sta n


esas p a lab ras, sin e m b arg o , p a ra a d v e rtir q u e A n to n io M a c h a d o h a
e n tre v isto la u n id a d m eta física e n tre el pasado, el p re se n te y e l fu .
tu r o d e l h o m b re , y la d iv e rsa c o n ex ió n d in á m ic a q u e n e c e sa ria m e n te
existe e n tre las tre s d e te rm in a c io n e s card in ale s d e su te m p o re id a d .
E l re c u e rd o h u m a n o n o es y n o p u e d e ser m e cá n ic a ev o ca c ió n ; e n
él h a y siem p re, e n m a y o r o m e n o r g ra d o , creación. M i c o n o c im ie n to
y m i posesión de lo q u e fu i n o p u e d e n q u e d a r ajenos a lo q u e p u d e
y p u e d o ser, n i a lo q u e p u d e y p u e d o so ñ ar. Y esto, ¿ n o eq u iv ale
a sostener, la ex isten c ia d e u n secr.eto vin cu lo e n tre la m e m o ria y la
e sp e ra n z a ?
Pese a su in tim a y p e rm a n e n te m elancolía, e l a lm a d e A n to n io
M a c h a d o vivió siem p re a p o y a d a e n la esperanza. E l esp erar fu é p a ra
él u n a h o n d a c reen cia p e rso n al

—creo en la litertad y en la esperanza—

(“Desde mi rincón”, p. c., 234.)

y u n d a to d e la o bservación a n tro p o ló g ic a : “V iv ir — decía J u a n de


M a ire n a — es d e v o ra r tie m p o : e sp e ra r; y p o r m u y tra s c e n d e n te q u e
q u ie ra ser n u e s tra espera, siem p re será espera d e seg u ir esp eran d o .
P o rq u e, a u n la v id a b e ata , e n la 'gloria d e los ju sto s, ¿esta rá , si es
v ida, fu e ra d e l tie m p o y m á s a llá de la e sp e ra ? ’. Y a ñ a d ía : “A d re d e
evito la 'p a la b ra esperanza, q u e es u n o d e esos g ra n d e s su p erlativ o s
co n q u e a lu d im o s a u n e sp e ra r los bienes su p rem o s, tra s de los cuales
y a no. h a b ría n a d a q u e esperai.. E s p a la b ra q u e e n c ie rra u n concepto
te o ló g ic o ... T a m p o c o q u ie ro h a b la ro s d e l In fie rn o ... Sólo h e d e ad-
v e rtiro s q u e allí se re n u n c ia a la esp e ra n za , e n e l sen tid o teológico,
p e ro n o a l tie m p o y a la e sp e ra n z a d e u n a in fin ita serie d e d e sd i,
ch as” 7. N o seria d ifícil d e m o stra r, c o n tra la re su elta y lig e ra aser-
ción p re c e d e n te , q u e existe la p o sib ilid a d m etafísica y fisica d e u n a
v id a g e n u in a “fu e ra d e l tie m p o ,y m á s a llá d e la espera” ; m as y a h e
d ic h o q u e yo n o m e h e p ro p u e sto a h o ra d iscu tir, sino c o m p re n d e r la
visión m a c h a d ia n a d e l re c u e rd o y la e sp eran za.
A n to n io M a c h a d o n o se lim ita a u n a afirm ació n p o é tic a y an tro -
pológica d e la e sp eran za. A d e m á s de afirm arla, .sus versos la s itú a n
y o rd e n a n e n la re a lid a d d e l h o m b re . D e sc rip tiv a m e n te , la e sp e ra n za
tie n e com o sen tim ie n to s c o n tra rio s la angusti.a y el m ied o . L a inven-

« I b i, pág. 1.285.
‫ا‬ I b i, pág. 1.157.
406 LA ESPERA Y ESPERA NZA

c ió n de la m u e rte del in v e n ta d o retó ric o A b e l M a r tin p e rm ite a l poe-


ta a d iv in a r la c a m b ia n te , d ra m á tic a te n sió n e n tre la a n g u stia y la
e sp e ra n z a e n los m in u to s q u e Jjreceden a l in s ta n te su p re m o :

Y sucedió a la angustia la fatiga


que siente su esperar desesperado,
la sed que el agua clara no mitiga,
la amargura del tiempo envenenado;

(“Muerte de Abel Martin”, P. c., 392.)

y la incisiva c o n sid eració n de la e s tru c tu ra psicológica del s o ñ a r hu -


m a n o o p e r a c i ó n p o r la cu al o rlam o s d e ra d ia n te p o sib ilid a d e l po-
b re y co n creto g ra n o re a l de n u e stra e x i s t e n c i a - le lleva a contrapea
n e r la e sp e ra n za y el m ied o :

¿Conoces los invisibles


hiladores de los sueños?
Son dos: la verde esperanza
y el torvo miedo.

(“Proverbios y cantares”, P. c., 292.)

M as n o b a sta la m e ra d e scrip ció n psicológica a q u ie n d e veras


sien te h a m b re y sed d e re a lid a d . M ac h a d o , p o eta ra d ic al, pasa re-
su e lta m e n te d e la psicología a la o n tologia, d e la a p a rie n c ia visible a
la co n sisten cia m etafísica, y refiere la e sp e ra n za a la Jjeculiar condi-
c ió n d el tie m p o del h o m b re . H á c e n n o s e sp erar a los h o m b re s n u e stra
te m p o re id a d — la sosegadora co n creció n d el tie m p o h u m a n o e n u n
“to d a v ía ” lleno de p r o m e s a s y la p e rm a n e n te d isco rd an c ia e n tre lo
q u e en c a d a in s ta n te p odem os ser y lo q u e de m a n e ra re a l y efectiva
vam os siendo. P o r eso A b e l M a rtin , a lq u ita ra d a c ria tu ra m a ch a d ia -
n a, p u e d e u n a vez d e c ir:

¡Oh Tiempo, oh Todavía


preftado de inmineuciasl
T ٥ me acompañas en la senda frta,
tejedor de esperanzas e impaciencias.

(“Cancionero apócrifo”, P. c., 369.)

S in esa d o lo ro sa d iscrep a n c ia e n tre el ser y el p o d e r ser, e n tre lo


re a l y lo posible, ¿se nos m o s tra ria la v id a com o u n c o n tin u o y suce-
sivo te jid o de e sp e ra n z a e im p a c ien c ia ?
TIEM PO , RECUERW J Y ESPERANZA EN LA POESIA DE ANTONIO MACHADO 407

Si la te m p o re id a d d e la ex isten cia h u m a n a es el su p u esto onto-


lógico de la e sp eran za, ésta tie n e fu n d a m e n to y sujeto in m e d ia to s y
reales, p ie n sa A n to n io M a c h a d o , e n el co razó n . E l c o ra zó n es el que
e sp e ra :
La verdad ya la tenemos.

La verdad es la esperanza.

(“Parábolas”, P. c., 224.)

dice el co razó n , seguro d e si m ism o, e n su p o lém ica co n la ra z ó n du-


h ita n te y p e sq u isid o ra : e n el c o ra zó n resid en la n u n c a e x tin ta espe-
ra n z a d e u n fu tu r o ra d ia n te y saciador

- M I corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la prim avera-

("A un olmo seco”, p. c,٠ 170.)

y la in e x o ra b le re b e ld ía d e n u e stro e sp íritu c o n tra la m u e rte definiti-


va d e la p e rso n a a m a d a :

No te verán mis ojos;


‫ل‬mi corazón te aguarda 1
(“Soledades”, P. c., 24.)

Dice la esperanza ‫ ؛‬un dia


la verás, si bien esperas.
Dice la desesperanza:
sólo tu amargura es ella.
Late, corazón... No todo
se lo ha tragado la tierra:

(“Campos de Castilla”, P. c., 175.)


y al co razó n , e n fin, n o a lo claro y superficial d e l alm a, p id e n y ofre-
cen e sp e ra n z a esos vagos sen tim ien to s d e v id a in c o m p le ta 0 desposeí-
d a q u e su elen su sc ita r los crepúsculos d e p rim a v e ra :

En el ambiente de la tarde flota


ese aroma de ausencia,
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón : espera.
?‘Soledades”, P. c., 18.)
408 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

S i: el c o ra zó n es Io q u e e n el h o m b re re c u e rd a y olvida, esp era


y desespera, y e n esa n o visible tra m a d e e sp e ra n z a y d e sesp eran za
se ex p resa la m ás In tim a consistencia d e n u e s tra re a lid a d c o rd ia l.
Hora de mi corazón‫؛‬
la hora de una esperanza
y una desesperación.

(“Proverbios y cantares.’, P. c., 289.)

M as p a ra q u e to d o ello acontezca, ¿q u é es el c o ra zó n e n la estru c-


tu r a d e la re a lid a d h u m a n a , ad em ás d e ser u n a viscera q u e m uev e
n u e s tra san g re y se a g ita a im pulsos d e n u e stra s em ociones? ¿Q ué
p re te n d e n o m b ra r A n to n io M ac h a d o , c u a n d o re c u rre a esa p a la b ra ?
D e sc artad a s las in te rp re ta c io n e s de o rd e n m e ra m e n te s e n tim e n ta l — n o
p o r falsas, sino p o r p e n ú ltim a s— , p o r n ecesid ad h a b re m o s de lle g a r
a u n a in te rp re ta c ió n m eta fisica del p e n sa m ie n to m a c h a d ia n o . E l “co.
ra z ó n ” de M a c h a d o , com o el coeur de P ascal, es algo m á s q u e u n n u d o
d e se n tim ie n to s; es, e n U ltim a in sta n c ia , el fu n d a m e n to re a l de la
e x isten c ia h u m a n a . E n u n p rim e r análisis se nos m u e stra com o lu g a r
de ra d ic a c ió n d e la fe y la esp eran za. C on la ra z ó n , afirm a el poeta,
pensam os, in te rro g a m o s y som os in sin c ero s; ella, la ra z ó n , es la que
“ dice lo q u e n o sien te ” y la q u e n u n c a concluye, p o rq u e n o p u ed e
c o n clu ir (P. c., 225). C on el co razó n , e n cam b io , creem os y espera-
m os, sen tim o s q u e en n u e stra p e rso n al re a lid a d h a y algo q u e nos ra*
dica y fu n d a m e n ta alle n d e el tie m p o y la c o n tin g e n c ia : algo e n lo
cu al p u e d e rep o sar d e fin itiv a m e n te n u e s tra n e ce sid ad de creer, y c u m .
p lirse sin m enoscabo la asp iració n m ás secreta d e n u e stra c o n sta n te
y m u d a d iz a espera. E n el c o ra zó n tie n e n su u n id a d tra n s te m p o ra l el
p asad o y el fu tu ro del h o m b re , su m e m o ria y su e sp e ra n z a ; y asi, si
la a rtiv id a d de la m e m o ria consiste en “ re c o rd a r” 0 tra e r de n u ev o
al c o ra zó n lo q u e y a pasó, el ejercicio de la esp e ra n za — p a ra el cual
n o ten em o s n o m b re “c o rd ia l”- , consiste en p r o y e tta r sobre el fu tu r o
el a n sia de in te g rid a d y b ie n a v e n tu ra n z a que en el c o ra zó n h a y . A l
“ re c u erd o " d e la m e m o ria co rresp o n d ería, s im é tric a m e n te , el “ecuer-
d o " d e la esp eran za, com o a la “evocación” , lla m a m ie n to d e lo prêté-
rito desde el p re sen te , co rresp o n d e, c a ra al p o rv e n ir, la tá c ita “invo-
cació n ” q u e el e sp e ra n za d o — y a u n el m ero e sp e ra n te — d irig e n a la
in sta n c ia o m n ip o te n te y tra n sp e rso n a l en q u e su e sp e ra n z a y su es.
p e ra descansan. E n el le n g u aje lirico de A n to n io M a c h a d o , esa acti.
v id a d d el c o ra z ó n q u e unifica e l re c u erd o y la e sp e ra n z a recib e el
n o m b re d e “e n su e ñ o ” . S o ñando, el a lm a vivifica y re c rea e l p asad o .
TIEM PO , R E C U E R M Y ESPERANZA EN I.A POESIA DE ANTONIO MACHADO 405’

p u e b la y a n im a el p o rv e n ir, re a liz a en el fu tu ro , asu m id as e n otras,


nuevas, las p e rd id a s p o sib ilid a d es del p re té rito . P o r eso es “ el d o n
p reclaro d e ev o car los sueños’, lo que m á s vale d e la m e m o ria , y por-
eso los cam in o s del en su eñ o p u e d e n ofrecer, “sobre la tie rra am arg a.',,

criptas hondas, escalas sobre estrellas,


retablos de esjttranzas y recuerdos.

(“Soledades”, P. c., 35.)

P ero, a to d o esto, ¿q u é es lo q u e en re a lid a d espera e l p o eta A n -


to n io M a c h a d o , o, m ejo r, el h o m b re q u e p o é tic a m e n te h a b la b a e n
él? ¿ C u ál es el v e rd a d e ro y U ltim o o b je to de su e sp e ra n za , y p o r q u é
la e sp e ra n z a y la desesperación v an ju n ta s en las h o ra s de su c o ra zó n
c a n to r y p en sativ o ?

IH .-E l objeto de l a .esperanza

D ig ám o slo sin v e la d u ra n i rodeo : A n to n io M a c h a d o espera a


D ios. Su p e rso n al d e stin o te rre n a l le h iz o e sp e ra r cosas m u y d iv e r
sas : n o seria d ifícil h a c e r in v e n ta rio de ellas, a l á u re o h ilo d e sus.
versos. N o fu e ro n esas cosas, sin em b arg o , el té rm in o real y verda-
d ero de su esp e ra n za . E n las situaciones decisivas de su e x isten cia
h u m a n a y p o ética — la m u e rte de l^ o n o r , la .re p e tid a e x p erien c ia de-
su soledad p e rso n al— sus p ro b le m a s fu ero n , in e x o ra b le m e n te , la m uer.,
te y D ios. N o es in fre c u e n te q u e la m u e rte recib a en sus versos el
n o m b re d e “ m a r” :

Señor, ya estaraos sol«» mi corazón y el mar,

(“Campos de Castilla”, p . C j 175.)

dice a D ‫؛‬٥ s ٠ c ٣ n d o la m u e rte d e L e o n o r le deja solo co n la id e a de-


su p ro p io m o rir;

Donde acaba el pobre rio la inmensa mar nos espera.

(..Soledades”, p . c., 26.)

c a n ta o tra vez, d a n d o fingida voz a l a lm a real d e l p o eta, el ag u a que:


corre bajo los arcos de u n p u e n te ;
410 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

B ogadra.
marinera,
hacia la mar sin rilara.

(“Poema de un dia”, P. c., 187.)

es la p ٠ esía d e M a c h a d o , com o la reflexión filosófica d e su d ile c to el


.“g ra n d o n M ig u e l” ; e n lle g a r al m a r consiste, m a n riq u e fia m e n te , el
m o rir (P. c ., 73), y con el m a r d eb e lu c h a r, m ie n tra s subsiste, la v id a
'te rre n a l y v ig ila n te d e l h o m b re :

Todo hombre tiene dos


batallas que Jjelear:
en sueflos lucha con Dios,
y despierto «»n el mar.

^‘Proverbios y cantares”, p. c., 212.)

E l m a r es lo ilim ita d o tra s el lim ite d e la o rilla, lo d efinitivo tra s


la flu en te p ro v isio n a lid a d d e l rio, lo in co n ceb ib le a lle n d e la fácil cir-
c u n sc rip c ió n d e la p ie d ra y el á rb o l; y com o él, la m u e rte , tra s la
o rilla d el m o rir, la c a rre ra del v iv ir y la p e n sa b ilid a d d e las cosas
terre n a les. P e ro la m u e rte y el m a r. ¿ en q u é co n sisten ? ¿ E x c lu y e n
u n o y o tra de su seno, p o r d e sv e n tu ra , la p e n e tra c ió n d e la e sp e ra n z a ?
M o rir es p a ra A n to n io M a c h a d o algo m ás q u e lle g a r al m a r ; es
ta m b ié n “ d e sp e rta r". E l h o m b re h a ce su v id a com o p u ed e, y su eñ a
y e sp e ra o tra s vidas p o sib les; m as luego m u e re y d esp ierta. T re s dis.
persos can ta rc illo s d e l p o e ta - tr a n s p a r e n t e s , e n c u a n to se re ú n e n —
.lo d e c la ra n con m u y so b ria e lo cu e n c ia:

Entre el vivir y el goftar


hay una tercera cosa.
Adivinala.
(“Proverbios y cantares”, P. c., 279.)

Tras el vivir y el soñar,


está lo que m is importa:
despertar.
<Ib id em , 290.)
Si vivir es bueno,
es mejor soñar,
y mejor que totlo,
madre, despertar.
(Ib id em , 296.)
TIEM PO) RECUERTO ESPERANZA EN LA POESIA DE ANTONIO A!.ACHATO 41

D e sp e rta r ¿a q u é? D e sp e rta r es. p o r lo p ro n to , p a sa r a u n e sta d o


-de la e x isten cia e n el cual las cosas son conocidas seg ú n lo q u e ellas
,son. D e sp e rta r es, en consecuencia, v iv ir la re a lid a d sin la d e fo rm a-
ción a q u e la som ete el c en d al de n u e stro cuerpo. D e sp e rta r es, a la
postre, en este h o n d o sen tid o del verso m a c h a d ia n o , v iv ir después
de m o rir.
M as, p a ra q u e esto sea asi, ¿ a q u é h a de d e sp e rta r e l h o m b re ,
-cuando se sitú a a lle n d e el v iv ir y el so ñ ar? E l a fo rístico y re ite ra d o
c a n ta r de A n to n io M a c h a d o n o te n d ría sen tid o a lg u n o si co n Ja
m u e rte n o desp ertásem o s a u n a situ ació n d e n u e stro ser e n q u e to d a
e sp e ra n za p u e d e a lc a n z a r c u m p lim ie n to ; esto es, a la -d e fin itiv a vi-
gilia e n D ios y con D ios. B ien c la ra m e n te nos lo d ice e l g ra n lirico
cuando, en u n significativo inciso autobiográfico, ex p resa su in tim a
e sp e ra n z a d e v a ró n so lilo c u en te :
quien habla solo espera hablar a Dios un dia,

^.Retrato", P. c., 104.)

■o c u an d o , e n o tra ocasión, p id e a D ios c e rtid u m b re acerca de su di-


v in a p re sen c ia en la h o ra d e l d e sp e rta r novísim o y p o s tre ro :

Y tú. Señor, por quien totlos


vemos, y que ves las almas,
dinos si todos, un d ٤
a,
hemos de verte la cara.

(»Irls de la noche», P. c., 270.)

H a b la r con D ios, ver a D ios, re c ib ir la to ta l y p le n a ria c o m p añ ía


d e D ios. D ios es p a ra el solitario A n to n io M ac h a d o , com o p a ra el so-
lita rio M ig u e l d e U n a m u n o , el “TU ab so lu to ” , la s u m a y Unica reali-
-dad e n q u e p u e d e n h a lla r satisfacció n sin cen iza la e sjjera n z a y la
im p a c ien c ia d e l h o m b re . M as la in fin ita re a lid a d d iv in a , ¿ p u ed e ser
co n v iv id a p o r n u e s tra re a lid a d finita y cre ad a ? E l D ios c re a d o r y
s u ste n ta d o r a q u e llega m i co razó n , ¿ p o d rá ser p a ra m i el D ios p a d re
q u e p id e m i e sp e ra n z a ? A l co razó n , fu n d a m e n to re a l d e la ex isten cia
h u m a n a , ¿le será d a d o c o m u n ic arse v ita lm e n te con D ios, fu n d a m e n -
to del c o ra zó n m ism o ? E se y n o o tro fué el p ro b le m a c e n tra l y per-
m a n e n te del p o e ta y del h o m b re A n to n io M ach ad o .
Sólo p o r o b ra d e fu g a z en su eñ o — recu érd ese lo q u e el so ñ a r fué
p a ra su a lm a — p u d o A n to n io M a c h a d o s e n tir en su c o ra zó n la p re -
sen c ia vivificante y p a te rn a l de D io s:
412 ‫ ﻣﺎ‬ESPERA Y LA E S P E R A B A

Anoche cu an d . dormla
soft،, I bendi« Uusidnl,
que era Dios lo que tenia
dentro de mi corazón;

(“Humorismos, fantasias y apuntes”, p. c.. 75.)

u n D Í.S q u e e ra a la vez “ m a n a n tia l d e n u e v a v id a ’., “c o lm e n a ” y


“a rd ie n te sol” . P e ro sólo e n el sueño. Su v ig ilia te rre n a - s u hum ano-
vivir, p o r co n tra p o sic ió n al so ñ a r y a la vigilia u ltr a te rre n a del “des-
p e r ta r ”— h u b o de ser b ú sq u e d a in c ie rta y p enosa d e D ios ‫ ل‬y, a la
postre, in v e n c ió n de D ios, apelación su b sid ia ria a u n a d iv in id a d in-
v e n ta d a e n los senos d el e sp íritu m enesteroso. U n e strem e c ed o r verso
confesional
—8lemp« buscando a Dios entre la n ie b la -

(“Galerta”, P. c., 89.)

p o n e a n te n osotros al M a c h a d o n ecesitad o de fe viva. O tros, n o m e-


nos co n m o v ed o res y d ra m á tic o s p a ra qu ien es no- le an c o n ojos d e
p ie d ra , rev elan al h o m b re q u e se sien te oblig ad o a in v e n ta r e n su
e sp íritu u n su ced án eo d e D io s:

Yo he de hacerte, mi Dios, cual tft me hiciste,


y para d irte el alma que' me diste
en mi te he de crear:
(“Parábolas”, P. c., 223-224.)

cteo en la libertad y en la esperanza,


y en una fe que nace
cuando se busca a Dios y no se alcanza,
y e.، el Dios que se lleva y que se hace.

(“^ s d e mi rincón”. P. c., 234.)

El Dios que todos llevamos,


el Dios que todos hacemos,
el Dios que todos buscamos
y que nunca encontraremos.
Tres dioses o tres Jjersonas
de un solo Dios vertladero.

?.Parábolas”, P. c., 224.)


TTEMPO, R E C U r a i» ESPERANZA EN LA K JESIA DE ANTONIO MACHADO 413

"E I D Í.S q u e to d o s llevam os', es el D ios c re a d o r y su ste n ta d o r, la


.causa p rim e ra d e n u e stra re a lid a d , seg ú n la infiere e l discurso d e la
in te lig e n c ia h u m a n a ; “ el D ios q u e todos buscam os.’ — el q u e Jam ás
p u d o e n c o n tra r A n to n io M a c h a d o , d u ra n te su trá n s ito t e r r e n a es
el D ios p a d re , co n so lad o r del h o m b re y a c o m p a ñ a n te d e su c o razó n
a u n o y o tro lad o d e la m u e rte : el D ios d e la e sp e ra n z a ; y "el D ios
que todos h acem o s” , el D ios d e ocasión q u e se ven o bligados a inven-
ta r , p a ra alivio d e su m e n este r p ro p io , cu an to s n e ce sitan d a r fu n d a -
m e n to a su e sp e ra n z a y no h a n q u e rid o o no h a n sab id o e n c o n tra r
-al D ios v e rd a d ero , al q u e p ro m e te , consuela y a co m p a ñ a , al q u e do-
m in a sobre e l m a r y la m uerte® .
Y en q u ie n busca, y n o p u e d e e n c o n tra r u n D ios q u e ex ija ser lia.
m a d o " P a d re ” , ¿ p o d rá q u e d a r la esp e ra n za e x e n ta d e los dos sen ti,
m ie n to s q u e m ás d ire c ta m e n te se le o p o n e n : la d esesperación y la
a n g u stia ? A n to n io M a c h a d o cree e n la e sp e ra n z a ; p ero Ju n to a ella
— recuérdese— la desesperación o c u p a las h o ra s d e su vida. L a "v ieja
a n g u stia ” le h a c e pesado el c o ra zó n (“Soledades’., P . c ., 26), h a b ita e n
los en tre sijo s de su c o n sta n te h ip o c o n d ría (“G alerías” , p . c ., 88) y
le im p id e e l lo g ro de esa in c o n m o v ib le seren id a d

q u . a la pena
da una es^ranza Infinita.

(“En el tren’., P. c., 129.)

¿ P u e d e asi e x tra ñ a r q u e e n u n a ocasión, b a jo especie d e A b e l


M a rtin , p id a v e h e m e n te m e n te a la N a tu ra le z a

mi tregua de temor y de e8۴ ranza ٠


un grano de alegría, un mar de olvido,

(“Ultimas lamentaciones de Abel Martin”, p. c., 27.)

.com o si la e sp e ra n z a m ism a , p a ra ¿1 in e x o ra b le m e n te ja sp e a d a de
te m o r y d e a n g u stia , llegase a ser on ero sa e n su a lm a ?
A n to n io M a c h a d o , a lm a e n so led ad y p o e ta del tie m p o personal.
'Su d e licad a sen sib ilid a d h u m a n a y lirica le llevó a e x p re sa r poética-
m e n te los m o dos m á s sutiles y p ro fu n d o s del re c u erd o y la esperan-

» Quiere Antonio Machado un Dios que le ofrezca garantlas acerca de su des-


tino transmortal. Tal es el sentido de estos tres roncos versos: “ ¡No puedo can-
tar, ni q u i e r o ,- a ese Jesús del madero,— sino al que anduvo en el m ar!” (“‫ﻣﺄ‬
saeta”, p. ٧٠, 191). Para el poeta, el mar sobre que anduvo Cristo es —una vez más—
la muerte.
414 ‫ ا‬١ ESPERA Y tA ESPERANZA

z a, y a a d iv in a r, b a jo n o m b re d e “co razó n '., la ex isten cia d e u n fu n -


d a m e n to c o m ú n a u n o y o tra , e n el c u al a lc a n z a n m u tu a con ex ió n
d in á m ic a y p o r el c u al e c h a n raíces e n lo que S cheler lla m ó “lo eter-
n o e n el h o m b re ’.. P ero , a d ife re n c ia d e S an A g u stín y S an J u a n de-
la C ru z , seguros, p o r o b ra d e u n a v ivísim a fe religiosa, d e su p e r s .
n a l a rra ig o en la e te rn id a d , esto es, de la im p la n ta c ió n d e su ser e n la
re a lid a d d e u n D ios vivo y vivificante. M a c h a d o n o p u d o lo g ra r cer-
tid u m b r e suficiente acerca d e la re lació n e n tre su c o ra zó n y D ios. Sa-
b ie n d o 0 so sp ech an d o q u e esa re la ció n es re a l y m e ta fisic a m e n te ne-
cesaria, n o consiguió e sta r su ficien tem en te “seguro” d e ella. D e a h í
su escisión d e la re a lid a d h u m a n a e n u n a ra z ó n d iscu rsiv a y d u b i-
ta n te , y u n c o ra z ó n a firm a d o r y esp e ra n za d o , aq u élla e n p e rp e tu a y
sucesiva in te rro g a c ió n p o r la v erd ad , éste im p re g n a d o p o r la v e rd a d
m is m a :
1‫هﺀ‬٠ eres' r t, luz que fulges en el corazón, verdad,
("El poeta", p . c ., 31.)

oye d e cir el p o e ta e n lo m á s in tim o de su a lm a so litaria. D e a h í ta m -


b ié n la p a rtic ip a c ió n d e la D iv in id a d e n el D ios q u e llevam os, el D ios
q u e buscam os y e l D ios q u e hacem os. Y de a h í, p o r fin, su in c ap a c i,
d a d p a r a d e sc u b rir la v e rd a d e ra consistencia d el p re se n te y p a ra des-
te r r a r la a n g u stia d el c e n tro m ism o de su e sp e ra n za . ¿C arece acaso
d e re a lid a d y d e v alor 'la v id a q u e p a sa ? P a ra e l d efinitivo c u m p li.
m ie n to d e m i e sp e ra n za , c u a lq u ie ra q u e é sta sea, ¿ p u ed e ser in d ife .
re n te la re a l a c tiv id a d de m i v id a d e h o y ? “A si - d e c í a P ascal, pen-
san d o e n los q u e n o sab en e s tim a r el v alo r d e l p re sen te — , n o vivim os
n u n c a , sino q u e esperam os v iv ir ‫ ل‬y d isp o n ié n d o n o s siem p re a ser fe-
lices, es in e v ita b le q u e ja m á s lo seam os” ‫ ا‬. T a l fu é el caso d e n u e stro
p o e ta : la d e lg a d a a n g u stia d e u n p re sen te no b ie n im p la n ta d o , p o r
o b ra d e creen cia viva, e n lo q u e U n a m u n o lla m a rá “la rocosa e n tra -
ñ a d e lo e te rn o " , a g u zó fe b rilm e n te su m e n e ste r d e esp e ra n za , e im .
p id ió , p o r a ñ a d id u ra , q u e ésta fuese firm e y suficiente. S iem p re es-
p eró A n to n io M a c h a d o y siem p re quiso esperar. C o m o p a ra el D an-
te, la c aren c ia de e sp e ra n z a fu é p a ra él la esencia m is m a d e la infe-
licid ad . H a s ta c u a n d o su in g é n ita g ra v e d a d se d is fra z a b a d e h u m o r :

^ j a d toda esperanza... Usted primero.


|Oh, nunca, nunca, nuncal Usted delante.

(“Los complementarlos”, p. c ., 379.)


١ Pensées. V Jl.
TIEM PO) RECUERDO Y ESPERANZA EN u POESIA DE ANTONIO MACHADO 415

A q u ie n ta n to y ta n b e lla m e n te esperó, ¿se le h a b r á c u m p lid o , al


fin, la e sp e ra n z a ? D esde n u e stro “ c o ra zó n ” y n u e stro “to d a v ía ” , b ajo
el sol 0 e n tre la n ieb la, sepam os p e d ir h u m a n a m e n te p o r la esp e ra n za
de A n to n io M a c h a d o !..

1. El tema de la esperanza ”en” y “de” Antonio Machado, ha sido fina y cer-


teramente estudiado por j . L. L. Aranguren (“Esperanza y desesperanza de Dios en
la experiencia de Antonio Machado”, Cuadernos Hispanoamericanos, 11-12 (1949),
páginas 383-397, y Jjor José Marta Pemán (“El tema del limonero y la fuente en
Antonio Machado”, Boletín de la Real Academia Española, XXXII (1952), págl-
nas 171-191. Remito también al magnifico libro de Ramdn de Zubirla La poesia
‫ ﺀه‬Antonio k h a d o (Madrid, 1955).
C a p ít o l . Ill

ORTEGA Y EL FU TURO

A n te u n p e n s a d .r q u e ta n a s id a m e n te h a sab id o p e rc ib ir el v alo r
n o è tic o d e la m etáfo ra, no será in o p o rtu n o re u n ir las q u e él em p led
p a ra la d e scrip ció n d e su p ro p ia a v e n tu ra v ital. O rte g a h a sido pen-
sad o r, filósofo, escrito r. Si, ya lo sabem os. P ero, ¿cóm o vió él y cóm o
-quiso q u e los d e m ás v ie ra n su p e rso n al h a z a ñ a d e p e n sa r, filosofar
y e sc rib ir? T re s m etá fo ra s, to m a d a s las tre s d e la in a g o ta b le c a n te ra
h e lén ica , v a n a d a rn o s u n a p rim e ra clave. O rte g a , e n efecto, se h a
visto a sf m ism o com o c a z a d o r (Meditaciones del Quijote, 1914), com o
a rq u e ro (El Espectador, 1921) y com o n a u ta (P rólogo a la p rim e ra
e d ic ió n de sus obras, 1932). C a z a d o r: el h o m b re q u e se e sfu e rz a p o r
-cobrar la p ie za p e rseg u id a. A rq u e ro : el q u e p re te n d e clav a r la flecha
e n el b lan co previsto. N a v e g a n te : el q u e con su n a v e tr a ta de
a lc a n z a r e l p u e rto deseado. T re s a sp iran te s a l lo g ro d e m e ta s in c ie r.
ta s y sugestivas, tre s en am o rad o s de la n o v e d ad y la osadía, tre s am -
biciosos esc ru ta d o re s d e l p o rv e n ir. L a a p elació n d e lib e ra d a a esas m e-
tá fo ra s , ¿ n o in d ic a p o r si m ism a u n a a ltísim a y p e c u lia r e stim ac ió n
d el fu tu ro ? ¿Y no in c ita a in v e stig ar lo q u e el fu tirro fu é e n e l a lm a
d e q u ie n ta n sig n ificativ am en te quiso u sarlas? “L a e strttc tu ra de la
v id a com o fu tu ric id n es el m ás in siste n te leit-motiv de m is escritos'.,
-dice él m ism o en u n a n o ta confesional a Pidiendo un Goethe desde
dentro 1. N o s h alla m o s, pues, a n te u n o de los m ás cen trale s tem as

1 Obras Completas (Madrid, 1946-1947), t. IV, pág. 403. En lo sucesivo será d -


tada esta edición mediante la sigla o c , a la que seguirá la indicación del tomo y
de la página en que se halle el texto correspondiente. Sólo cuando se estime nece-
sario será mencionado el titulo de la obra a que ese texto pertenezca.
En todo momento he qiterido. que este capitulo luese minimamente J^rsonal.
Antes que a criticar o a comentar, aspiro con ،1 a presentar. Creo que òste es el
mejor homenaje a un pensador que con tanta razón y tanta amargura se quejó
de haber sido mucho más leldo por sus imágenes que por sus pensamientos
(OC, IV, 404).
ORTECA Y KL FUTURO 417

d e l p e n s a m ie n t. de O rtega. A c e rq u é m o n .s a él con a te n c ió n despier-


ta y lim p ia , con h o n d o deseo de v e rd a d .

I . — V ro A HUMANA Y FELICIDAD

L a v id a d e l -hom bre es, p o r lo p ro n to , c o n sta n te m o v im ie n to ha-


eia algo, p e rm a n e n te a n h e lo de m etas sucesivas y c a m b ian te s. U n a
v enerable in tu ic ió n in d ia la concibe com o sed, trsna. " L a v id a - c o -
m e n ta O r t e g a - es sed, es ansia, afán , deseo. N o es lo g ra r, p o rq u e lo
lo g rad o se c o n v ierte a u to m á tic a m e n te e n p u n to d e a rra n q u e p a ra u n
nuevo deseo" (OC, III, 182). P ero , ¿ d e qué ag u a es esa sed? ¿ C u á l es
el té rm in o de ese in c esa n te m o v im ie n to d e l ser h u m a n o ? L a respues-
ta — u n a p rim e ra respuesta— viene in m e d ia ta m e n te a la p lu m a : el
h o m b re se m u ev e h a c ia su felicid ad , tie n e sed d e ser feliz. T a l es
'.la vocación g e n e ra l y c o m ú n a to d o s los h o m b re s ” (OC, V I, 424).
T ra te m o s d e sab er e n q u é consiste esa fe lic id a d ta n d iversa y u n i.
v e rsalm e n te deseada. A través de fó rm u las d istin ta s. O rte g a va acer-
c án d o se p a u la tin a m e n te a la reso lu ció n d e l so b eran o p ro b le m a . Ser
fe liz es, e n u n a p rim e ra ap ro x im a ció n , s e n tir q u e la a c tiv id a d p ro p ia
se h a lla a b so rb id a, d e m o d o a la vez p u ro y gustoso, p o r la ta re a a
q u e se h a lla co n sag rad a. Q u ie n está su m erg id o e n u n a ocu p ació n ab.
so rb e n te n o se sien te in fe liz . “ Si algo e n el m u n d o b astase a h e n c h ir
el v o lu m e n d e n u e stra e n e rg ia v ital, seriam os felices'. (OC, II, 77).
P ero, ¿q u é es lo q u e con ta l p le n itu d p u e d e lle n a r la a c tiv id a d v ita l
d e u n h o m b re ? In d u d a b le m e n te , aquello a lo c u al se sien te co n m ás
h o n d u r a vocado, a q u ello q u e c o n stitu y e su re a l y v e rd a d e ra v o c ac ió n :
“ F e lic id a d es la v id a d e d ic a d a a ocupaciones p a ra las cuales c a d a
h o m b re tie n e s in g u la r vocación.» (OC, V I, 424). C o n o tra s p a la b ra s :
es feliz la v id a e m p le a d a e n aq u ello p o r lo cu al sea c ap a z d e m o rir
q u ie n la e m p le a (OC, III, 219), la a c tiv id a d en q u e la m u e rte , si p o r
su causa sobreviene, re su lte ser u n a “m u e rte re g o c ijad a ” . “P o r esta
ra z ó n — confiesa O rteg a— , yo n o h e p o d id o s e n tir n u n c a h a c ia los
m á rtire s a d m ira c ió n , sino en v id ia. E s m ás fácil lleno de fe m o rir, q u e
ex en to d e ella a rra stra rse Jjor la vida. L a muerte regocijada es el sin.
to m a d e to d a c u ltu ra viv az y co m p leta, d o n d e las ideas tie n e n efica.
cia p a ra a rre b a ta r los co razo n es’. (OC, II, 86). F e lic id a d , e n su m a, es
la co in cid en cia e n tre la v id a p ro y e c ta d a y la v id a re a l y e fectiv a
(OC, IV , 407), el re su lta d o su b jetiv o de “e n c a ja r en si m ism o ” (OC, V,
88). M ás q u e m e ro “p la ce r” , e n e l sen tid o h a b itu a l del té rm in o , la
fe lic id a d seria el esfu erzo sin esftierzo de re a liz a rn o s p le n a m e n te , d e .
27
418 LA ESPERA Y ‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA

p o rtiv a m en te. e n aq u ello q u e co n stitu y e n u e stra m ás g e n u in a voca-


ción (OC, V I. 429).
E l h o m b re a sp ira a su felicid ad , se m ueve h a c ia ella. ¿ L a encon-
tr a r á al té rm in o de sus afan es? D os c o n tra p u e sta s a c titu d e s h a a d o p .
ta d o la h u m a n id a d , fre n te a ta n grave e in e lu d ib le in te rro g a c ió n . H a
creído, e n ocasiones, q u e la fe licid ad existid e n u n a “E d a d de O ro ',
a n te rio r a la h isto ria , a la c u al sólo p a rc ia l y o casio n a lm e n te p u ed e
el h o m b re acercarse en el penoso tra n sc u rso de sus in cesan tes activi"
dades negociosas. E l goce q u e reg ala la caza, p o r ejem plo, seria algo
asi com o u n re to rn o desde la o p reso ra civ ilizació n a la feliz sim plici,
d a d de la v id a p rim itiv a (OC, V I, 478). H a pensado, e n otros casos, y
sin g u la rm e n te a p a r tir del siglo XVIII, q u e sólo e n el fu tu ro , c u a n d o
el progreso llegue a nivel suficiente, p o d rá ser el h o m b re Integra-
m e n te fe liz : “desde h ace u n p a r de siglos c o n c u rre c o n la ilusión
re tro sp e ctiv a la te n d e n c ia a e sp e ra r lo m e jo r del fu tu r o ” ‫ أ‬y asi, nues-
tro c o ra z ó n “oscila e n tre u n p ru rito de n o v edades y u n c o n sta n te
a fá n d e re to m o ” (OC, V I, 478). E n tre esas dos tesis, la n o stálg ica y
la progresiva,- ¿ cu ál elegil-? O rteg a, q u e n o es h o m b re de ilusiones,
q u e e x p líc ita m e n te h a d e cla ra d o v iv ir e n u n a época “d e silu sio n a d a ”
(OC, III, 228), o p ta p o r el p re sen te y co n fia con b u e n á n im o e n la
fo rz o sid a d del fu tu ro .
O p ta p o r 'el p resen te. D e v u elta d e l p ro g resism o m o d e rn o , él,
“n a d a m o d e rn o y m u y siglo x x ” (OC, II, 21), a c ie rta a e stim a r posi-
tiv a y e sfo rz a d a m e n te el tie m p o critico e n q u e vive, y sabe que, bajo
el d o lo r y la an g u stia, n in g u n a época h a q u e rid o e n serio ser o tra
d e te rm in a d a : cad a época tie n e ‫ ﻻ ﺀ‬v id a y la sien te com o suya; los
la m e n to s sobre “ los tiem p o s q u e c o rre n ” son u n fa c to r d e p lacer, el
d e leite de la q u e ju m b re , la d elicia de llo rar. “E l p ro b le m a de la his-
to ria - d i c e u n a n o ta de E l Espectador— es el p ro b le m a de la felici-
d a d . P o rq u e la h is to ria se p ro p o n e c o m p re n d e r lo que e n su U ltim a
in tim id a d fué la v id a d e esta o la o tra época. A h o ra b ie n : to d a épo ٠
ca se sien te, e n sti p o stre r fo n d o , feliz. L a vida es siempre feliz en ‫ﻻ ﺀ‬
gran cuenca total. E l vago deseo de v iv ir e n ta l o cu al o tro tie m p o
pasado o fu tu ro p e rte n ec e a la v o lu p tu o sid a d de la v id a y c o n trib u y e
a perfilar la fisonom ia de ciertos siglos... ¡T e rrib le m iste rio d e la vida,
q u e es e n to d o m o m e n to p ro fu n d a m e n te , in q u e b ra n ta b le m e n te bea-
tifica, y reposa e n si m is m a . (OC, II, 730). R eten g a m o s desde a h o ra
este aserto, ta n decisivo, ta n m enesteroso d e a te n ta in te rp re ta c ió n .
E s ta ro tu n d a e stim ac ió n del p re se n te n o excluye y n o p u ed e ex-
c lu ir el in e x o ra b le im p e ra tiv o del fu tu ro . Q u ie ra o no, el h o m b i'e
“está co n sig n ad o a u n fu tu ro que es siem p re nuevo y d istin to , llam é-
.R T E C A Y EL FUTURO 419

m o s l. O n o progreso. A p esar de lo vieja q u e es n u e stra especie, y de


que h e re d a m o s to d o el p re té rito , la v id a es siem p re n u e v a, y c a d a
g en eració n se ve o b lig a d a a e stre n a r el vivir, casi, casi, com o si n a d ie
lo h u b ie se p ra c tic a d o a n te s ” (OC, V I, 479). E l p resen te de c ad a situa-
ciOn no es in feliz. M ás a ú n : m ira d o .con p ro fu n d id a d y a n c h u ra
suficientes, es feliz, pese a las m il y u n a cala m id a d e s q u e p u e d a n afli-
girle. E l fu tu ro , p o r su p a rte , p u e d e m u y b ie n n o tra e r felicidad.
Pero el h o m b re , m o v id o p o r u n a ra d ic al fo rzo sid a d de su existencia,
tien e q u e m overse h a cia el fu tu ro . E x a m in e m o s en q u é consiste esa
e x tra ñ a n ecesid ad de n u e stra ١'ida.

I I .- E l futuro y su fundamento

A m il leguas de la “re lig ió n del p ro g reso ” — luego h e m o s d e ver


sus ra z o n es p a ra e l l o . O rte g a es re su e lta m e n te “fu tu ris ta ” . ‫ ﻣ ﺎ‬es
p o r situ a ció n y p o r convicción, com o europeo y com o p e n sa d o r ori-
g inal. Los h o m b re s d e G recia y R o m a p ad eciero n u n a s o rp re n d e n te
ceguera p a ra el f u tu r o ; su p u n to de re fe re n cia e ra el p re té rito . L os
europeos, en cam bio, “h e m o s g ra v ita d o desde siem p re h a cia el fu tu -
ro y sen tim o s q u e es ésta la d im e n sió n m ás su sta n c ial del tiem po,
el cual, p a ra nosotros, e m p ie za en el después y n o p o r el antes'’
(OC, IV , 257 y 264). A si h a o c u rrid o s ie m p re ; y si los griegos y r o
m anos n o lo p e rc ib iero n , o lo p e rc ib ie ro n p a rc ial y tttrb ia m e n te , fué
p o rq u e en la v id a d e l h o m b re n o siem p re co in cid en lo q u e él es y lo
que él p ien sa ser (OC, IV , 266). “V ivir, en efecto, es algo q u e se h a c e
h a c ia a d e la n te , es u n a a c tiv id a d q u e va de este seg u n d o al in m e d ia to
fu tu ro " (OC, III, 71). H e g el p u d o p e n sa r q u e lo h istó ric o es sólo el
pasado, q u e el p re se n te no es m ás q u e el re su lta d o del p re té rito ;
pero ésa es la m á x im a fa lla de la h isto rio lo g ia h e g e lia n a : “E l caso de
H eg el p a te n tiz a s o n o ra m e n te el e rro r q u e h a y en defin ir lo h istó ric o
com o el p asad o . U n a concepción cautelosa d e lo re a l h istó ric o tie n e
q u e c o n ta r co n el fu tu ro , co n n u e stro fu tu ro , y n o sólo co n nosotros,
e n c u a n to fu tu ro de lo p re té rito ” (OC, II, 560). E l c o ra zó n d el h o m -
b re n ecesita siem p re u n a a b e rtu ra h a c ia la e sp eran za, es decir, h a c ia
el m a ñ a n a (OC, II, 509), y en ocuparse con el m a ñ a n a consiste p rin -
c ip a lm e n te n u e stra vida. “Q u iérase o no, la v id a h u m a n a es consti-
tu tiv a m e n te o c u p ac ió n con algo fu tu ro . D esde el in s ta n te a c tu a l nos
ocu p am o s d el q u e sobreviene. P o r eso v iv ir es siem pre, sin p a u sa n i
descanso, hacer, re a liz a r u n f u tu r o ... N a d a tie n e sen tid o sino e n fu n .
c id n del p o rv e n ir. E l ser del h o m b re tie n e irre m e d ia b le m e n te u n a
.2 0 ESPERA Ì LA ESPERANZA

c o n stitu c ió n fu tu ris ta ” (OC, IV , 266). ¿ C u á l es, entonces, la estruc-


tu ra , c u ál es el fu n d a m e n to d e esa “irre m e d ia b le ” c o n stitu c ió n ?
A u n a p rim e ra inspección, el fu tu ro es peligro, p ro b lem a, in c e r.
tid u in b re , d ra m a . “ ¿ C u á l es la esencia del fu tu ro , d e todo fu tu ro ?
P elig ro , p ro b le m a ” (OC, V , 462). “Y o” , la re a lid a d q u e conozco y
n o m b ro con ese p ro n o m b re p erso n al, ¿ p o d ré seg u ir sien d o “yo” den-
tro d e u n a h o ra , d e n tro de u n m in u to ? N o lo sé. “N u e s tra v id a tie n e
u n a co n d ició n trá g ic a , p uesto que, a lo m e jo r, n o po d em o s e n e lla
ser el q u e in e x o ra b le m e n te som os.” A ú n es m a y o r la in c e rtid u m b re
resp ecto de lo q u e qu erem o s s e r: “L a vida es c o n stitu tiv a m e n te u n
d ra m a , p o rq u e es siem p re la lu c h a fre n é tic a p o r co n seg u ir ser d e he-
ch o lo q u e som os e n p ro y e c to ” (OC, IV , 77), y ése es c o m b a te e n que
siem p re po d em o s p e rd e r. E l fu tu ro , e n su c o n ju n to , consiste e n la
fo rz o sid a d q u e el h o m b re tie n e de hacerse a si m ism o , d e te rm in a n d o
a la vez lo q u e va a ser (OC, V I, 33). M ás c o n c isa m e n te : fu tu r o es
v id a p ro y e c tad a , proyecto.
C ad a u n o d e los in sta n te s de su e x isten cia - y m u c h o m ás si el
in s ta n te p e rte n ec e al n ú m e ro d e los q u e solem os lla m a r “ decisivos”-
es p a ra el h o m b re u n hic Rhodus, hic salta. F r e n te a la o sc u rid a d
d e l fu tu ro , in v e n ta u n p ro y e c to de v id a p e rso n al y tr a ta de h a c e rlo
re a lid a d : v iv ir h u m a n a m e n te significa asi “ la in e x o ra b le fo rz o sid a d
d e re a liz a r el p ro y e c to d e ex isten cia q u e c a d a c u al es” . E ste proyec-
to e n q u e consiste el yo es a n te rio r a to d as las ideas q u e fo rm e la
in te lig e n c ia d e l h o m b re y a to d a s las decisiones d e su v o lu n ta d ; es
su a u té n tic o ser, su d e stin o (OC, IV , 400). “E l h o m b re n o p u ed e d a r
u n solo paso sin a n tic ip a r, c o n m ás 0 m enos c la rid a d , to d o su p o r.
v e n ir, lo q u e va a ser, lo q u e h a d e cid id o ser e n to d a su v id a ” (OC,
V, 23).
A p a re n te m e n te , h a y u n a c o n tra d ic c ió n e n el p á rra fo a n te rio r. D i-
cese e n él q u e el h o m b re in v e n ta y d ecid e su p ro y ecto d e v id a perso,
n a l; se afirm a, a la vez, q u e ese p ro y e c to es a n te rio r a las decisiones
d e su v o lu n ta d . ¿C óm o es esto posible? E s posible y real p o r la vir-
tu d d e u n in g re d ie n te d e la e x isten cia h u m a n a to d a v ía n o n o m b ra -
'd o : la vocación. E n su c irc u n sta n c ia, y con sus d otes p ro p ias, el
h o m b re d e sc u b re q u e p a ra v iv ir n ecesita im a g in a r lo q u e él h a d e
ser e n e l fu tu ro . V iv ir es so b rev iv ir im a g in a tiv a m e n te (OC, IV , 358).
ser el no v elista d e si m ism o. E sa fa e n a de im a g in a c ió n exige, claro
está, co n o cer e in te rp re ta r la c irc u n sta n c ia e n q u e se existe, pu esto
q u e e n ella, con ella y de ella h a y que vivir. P e ro las v arias posibili-
d a d es q u e la in v e n tiv a y la c irc u n sta n c ia b rin d e n , ¿so n e q u iv alen tes
e n tre si? P a ra q u ie n las im a g in a y c o n tem p la, ¿ p u e d e n ser todas ellas
ORTEGA Ï EL FUTURO 421

in d ife re n te s? E n m o d o alg u n o . H a y u n a desde cuyo seno u n a voz


p arece lla m a rn o s con s in g u la r in s ta n c ia : es la vocación. “V o z que
lla m a h a c ia el a u tè n tic o ser” , dice de ella O rte g a (OC, V, 138). Y e n
o tro lu g a r: “Si p o r vocación n o se en ten d iese solo, com o es sólito,
u n a fo rm a g e n érica d e la ocu p ació n p ro fesio n al y d el curriculum ci.
vil, sino q u e significase u n p ro g ra m a in te g ro e in d iv id u a l de existen-
cia, seria lo m ás claro d e cir q u e n u e stro yo es n u e stra vocación”
(OC, IV , 401). P ues b ie n : el p ro y e c to de v id a al -cual la vocación
m isterio sa nos lla m a es, e n p a rte , “h a lla d o " p o r n o so tro s y, e n p a r.
te, e je c u ta d o p o r la lib re decisión de n u e stra v o lu n ta d . L a “a u te n ti.
c id a d " de la ex isten c ia d e p en d e , e n fin d e cu en tas, de la m a y o r 0
m e n o r fidelidad al p ro y e c to q u e co n stitu y e la vocación.
D ejem os a h o ra a u n la d o los m ú ltip les p ro b le m a s antropológicos
q u e la re a lid a d d e la vocación p la n te a - s u c o n stitu c ió n m etafísica,
su génesis, su co n ex ió n c o n las creencias personales, sus relaciones con
la lib e rta d y con la ed u cació n , etc.— y volvam os a l te m a d e l fu tu ro .
¿C óm o tie n e q u e e sta r c o n stitu id a la ex isten c ia h u m a n a p a ra q u e el
fu tu r o y el p ro y e c to sean m e ta física y psico ló g icam en te necesarios?
L a re sp u esta d e O rte g a p u e d e ser re d u c id a a las sig u ien tes te sis: la
re a lid a d d e l h o m b re es deficiente, e x cén trica, d isc o rd a n te consigo
m ism a ; esa e x c e n tric id a d se e x p re sa d in á m ic a m e n te b a jo fo rm a de
tie m p o ; el tie m p o del h o m b re es, p o r n ecesidad, q u e h ac e r, inven-
c ió n ; el o b je to fu n d a m e n ta l d el q u e h ac e r d e la ex isten c ia h u m a n a
es d a r el ser a las cosas; la v ida, p o r ta n to , es c o n stitu tiv a m e n te al-
tru ism o .
D eficiencia de la ex isten c ia h u m a n a : “L a v e rd a d e ra n a tu ra le z a
del h o m b re consiste en te n e r dotes, p ero ta m b ié n e n te n e r fallas. E l
h o m b re se co m p o n e d e lo que tie n e y de lo q u e le fa lta . Si u sa de
sus d otes in te le ctu a le s e n larg o y desesperado esfuerzo n o es sim ple,
m e n te p o rq u e las tie n e , sino, a l revés, p o rq u e se e n c u e n tra m enes-
tero so d e algo q u e le fa lta ” (OC, IV , 109). E n el o rd e n d e la activi-
d a d cognoscitiva — valga este ejem p lo — h a y u n a in c o n g ru e n c ia ini-
cial e n tre las necesidades q u e tie n e el h o m b re d e conocer y las “fa-
c u lta d es" con q u e p a ra ello c u e n ta . P la tó n supo verlo : ta n to com o
u n ser q u e “sabe", el h o m b re es u n ser q u e “n o sabe” . E n definitiva,
u n ser deficiente.
E x c e n tric id a d , d isco rd an c ia . F re n te a la roca y al esp íritu , el h o m -
b re se c a ra c te riz a p o r d is c o rd a r: “Sólo el h o m b re posee u n c en tro
a p a rte y suyo desde el c u al vive sin co in cid ir con el cosm os. jD u a-
lid a d te rrib le , a n ta g o n ism o delicioso 1 A h í, el m u n d o q u e e x iste y
o p e ra desde su c e n tro m etafisico. A q u í, yo, e n c e rra d o e n el re d u c to
422 ESPERA Ï LA ESPERANZA

d e m i alm a, “fu e ra del U n iv e rso ” , m a n a n d o sen tires y an h elo s desde


u n c e n tro q u e soy yo y n o es e l U n iv e rs o ... F rente, a la n a tu ra le z a y
a l e sp íritu , a lm a es e so : v id a e x c é n tric a " (OC, II, 461). 'E x c é n tric a
resp ecto d e l U n iv erso , m a s ta m b ié n respecto de sf m ism a , p o rq u e
n u e stro cu erpo, siendo ese n c ialm en te “n u e stro ", n o d e ja d e ser u n
fra g m e n to d e l cosm os.
E s ta deficiente y c o n stitu tiv a e x c e n tric id a d es a la vez p ro b le m a ,
a n h e lo y tie m p o . “L a v id a h u m a n a está c o n stitu id a p o r el p ro b le m a
d e si m ism a " (OC, IV , 403); y lo p ro b le m á tic o d e su ser se m anifies-
t a a n te to d o , co m o L e ib n iz d iria , e n su percepturitio O tendence ۵
nouvelles perceptions, “u n a com o sen sib ilid a d p a ra lo q u e a ú n n o
e stá a n te nosotros, p a ra lo au sen te, desconocido, fu tu ro , re m o to . E ste
a p e tito , e sta conaciO n 0 im p u lso n o s h a c e ro d a r m á s a llá d e n o so tro s
m ism os, a u m e n ta rn o s , su p erarn o s". S in ella, “el h o m b re seria Unica-
m e n te la m ás b la n d a d e las rocas’’ (OC, II, 75). C o n ella, la v id a hu -
m a n a es tie m p o d e decisión y c recim ien to , tie m p o co n e d a d y tè rm i-
n o : " L a v id a es tie m p o ..., y n o tie m p o cósm ico im aginario., y por-
q u e im a g in a rio infinito, sino tie m p o lim ita d o , tie m p o q u e se a c a b a ...,
el tie m p o irre p a ra b le ” (OC, V , 37).
Y el c o n te n id o de ese tie m p o , ¿q u é p u e d e ser, seg ú n lo expuesto,
sin o h a c im ie n to , creació n ? L a su sta n c ia d e la v id a consiste e n algo
q u e tie n e q u e h acerse a si m ism o ; algo q u e “n o es cosa, sino abso-
lu ta y p ro b le m á tic a tarea” (OC, IV , 403). L a v id a v e rd a d era , p o r ta n -
to, es in e x o ra b le m e n te in v en ció n . T e n e m o s q u e in v e n ta rn o s nuesti-a
p ro p ia existencia, y, a la vez, este in v e n ta r n o p u e d e ser caprichoso,
p o rq u e tie n e q u e c o n ta r d e m o d o sim u ltá n e o con la c irc u n sta n c ia y
la vocación (OC, IV , 366): ta n to com o “in v e n c ió n ” tie n e q u e ser “ha-
lla z g o ” , seg ú n la e tim o lo g ía de la p a la b ra “in v e n ta r” ..
In v e n c ió n , h a lla zg o , ta re a ; e n U ltim o té rm in o , q u e h ac e r. V iv ir es
h a c e r lo q u e te n em o s q u e h a ce r, “la v id a es lo q u e h a y q u e h a c e r” .
O sea, h a c e r algo q u e n o sea n a d a . “Q u ie n no q u ie re h a c e r n a d a se
a b u rre , y en to n ce s q u e d a c o n d en a d o al m ás c ru e l d e los tra b a jo s for-
zados, a hacer tiempo. E l fainéant es el q u e h a c e la n a d a ” (Oc, IV ,
421). V iv ir a u té n tic a m e n te es, pues, lo c o n tra rio d e n o h a c e r n a d a ,
la a n títesis d e “h a c e r la n a d a ” . ¿Q ué será, e n to n ces? U n a resp u esta
se im p o n e : v iv ir a u té n tic a , activa, c re a d o ra m e n te , es h a c e r algo, “ha-
c e r el ser” . L a a c tiv id a d fu n d a m e n ta l del h o m b re co n sistiría, pues,
e n h a c e r el ser de las cosas : “L as cosas no tie n e n ellas p o r si u n ser,
y p re c isa jn e n te p o rq u e ellas n o lo tie n e n el h o m b re se s ie n te 'p e rd id o
e n ellas y n o tie n e m á s re m e d io q u e hacerles u n ser, q u e ih v e n tá r.
selo ... E l ser d e las cosas co n sistiría, seg ú n esto, e n la fó rm u la d e m i
.R T E C A Y E L F U T U R . 423

a te n im ie n to co n respecto a ellas” (OC, V , 85). D e a h i que. m às q u e


la rebelión, e l v e rd a d e ro im p e ra tiv o m o ra l sea la c re a c ió n : “L a Uni-
c a v e rd a d e ra re b e lió n es la cre ac ió n - l a re b e lió n c o n tra la n a d a , el
a n ti- n ih ilis m o - . L u z b e l es el p a tro n o d e los seudorrebeldes.» (OC,
IV , 347); es decir, d e los q u e n o sab en q u e v iv ir es h a c e r algo, “ha-
cer ser".
¿C ab e m a y o r a ltru ism o ? “H a y d e n tro de c a d a cosa la in d ic a c ió n
de u n a posible p le n itu d . U n a lm a a b ie rta y n o b le s e n tirà la am b i-
ción de p erfe cc io n a rla , de a u x ilia rla , p a ra q u e logre p le n itu d . E sto
es a m o r, el am or- a la p e rfe cc ió n d e lo a m a d o '. (OC, I, 311). P o r tan-
to , a ltru ism o , a c tiv id a d h a c ia “lo o tro " , in te ré s p o r “lo o tro ” . H a sido
u n e rro r in c alcu la b le “so sten er q u e la vida, a b a n d o n a d a a si m ism a,
tie n d a al egoism o, c u a n d o es e n su ra iz y esencia in e v ita b le m e n te al.
tru ista . L a vida es el hecho cósmico del altruismo, y existe solo como
perpetua emigración del Yo vital hacia lo Otro ” (OC, III, 187). D e
a h í q u e la a u té n tic a p le n itu d v ita l n o consista, d e te jas abajo, e n la sa-
tisfacción, e n e l logro, en la a rrib a d a . C om o decía C ervantes, “e l cam i-
n o es siem p re m e jo r q u e la p o sad a ". T o d o tie m p o satisfecho es tiem -
po in te rio rm e n te m u e rto (OC, IV , 159).
A lg u ie n o b je ta rá : el h o m b re , ¿no es ta m b ié n p a sa d o ? L o q u e yo
soy, ¿ n o es, a n te to d o , lo q u e h e sido? E s v e rd a d , resp o n d e O rte g a ;
pei ٠0 lo que yo h e sido — m i p a s a d , lo soy e n v ista d e m i fu ttiro ,
b ie n com o p o sib ilid a d n e g a tiv a (p a ra no ser lo q u e h e sido), b ie n
com o recu rso positivo (para, a p o y á n d o m e en lo q u e h a s ta a h o ra h e
sido, ser desde ahora). N ecesitam o s, c ie rta m e n te , del pasado. N ues-
tro c o ra z ó n debe podei- c o n ta r con las sugestivas rem in isc en c ia s q u e
e l p a sa d o nos e n v ia ; siem p re será preciso a u m e n ta r el p re se n te Con
el p asad o (OC, II, 509), y n u n c a será ed u ca c ió n valiosa la q u e n o
a cie rte a c o n se rv a r e n el seno de la p e rso n a lid a d d el e d u c a n d o u n
resto de ser in fa n til q u e sea p a ra el h o m b re a d u lto lo ^ u e p a ra el
cascabel es su in te rio r p e d re z u e la (OC, II, 293). E l h o m b re n e cesita
re c o rd a r y sab e r h isto ria . B ien. P ero, ¿q u é es re c o rd a r? ¿Q u é es sa-
b e r h is to ria ?
R e c o rd a r es ta m b ié n “h a c e r” , y to d o h a c e r es re a liz a r un. fu tu ro .
C u an d o re c u erd a , el español dice que “h ace m e m o ria ” . -Pues b ien ,
“hacemos m e m o ria e n este seg u n d o p a ra lo g ra r algo en el in m e d ia to ,
a u n q u e n o sea m ás q u e el p la ce r d e rev iv ir el p asad o " (OC, IV , 266).
R eco rd am o s, e n su m a, p a ra , h a cié n d o n o s cargo d e l p asad o , p o d e m o s
o rie n ta r e n e l fu tu r o : “P re c isa m e n te p o rq u e v iv ir es sen tirse dispa-
ra d o h a c ia el fu tu ro , re b o ta m o s e n él com o e n u n h e rm é tic o acan-
tila d o , y vam os a caer en el pasado, al cu al nos a g a rra m o s h in c a n d o
424 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

e n él los talo n e s p a ra volver con él, desde él al fu tu ro y re a liz a rlo .


E l p asad o es 1‫ ؟‬Unico arsen a l d o n d e e n c o n tra m o s los m edios p a ra
h a c e r e fe rtiv o n u e stro fu tu ro . N o re c o rd am o s p o rq u e si. R ec o rd a m o s
el p a sa d o porque esperam os el fu tu ro y e n v ista d e é l” (OC, V . 94).
D e a h i q u e si nos an aliza m o s, m ie n tra s estam o s e n tre g a d o s a la ope.
ra c ió n de re c o rd a r, “observarem os q u e al re m e m o ra r b izqueam os, y
q ue, m ie n tra s re c o rd am o s con u n ojo el pasado, con el o tro seguim os
a te n to s al p o rv e n ir, com o refiriendo c o n sta n te m e n te lo q u e fu é a lo
q u e p u e d e sobrevenir. E l re c u erd o es la c a rre rilla q u e el h o m b re to m a
p a ra d a r u n b rin c o en érg ico sobre el fu tu r o ” (OC, V , 460).
E l fu tu ro es el h o riz o n te de los posibles; e l pasado, la tie rra fir-
m e d e los m étodos, d e los cam in o s q u e creem os te n e r b a jo los p ies
(OC, IV , 396). ‫ﻟﺢ‬P a ra q u é esos c am in o s? P a ra recorrerlos, sin d u d a ;
p a ra conocer, re co rrién d o lo s, lo q u e h a s ta a h o ra h e m o s sido in d iv i-
d u a l y co lectiv am en te. M as ta m b ié n , y sobre to d o , p a ra a b a n d o n a r,
los, y ése es e l sen tid o d e l sab er h istó ric o e n las épocas d e crisis. C on
ta l fin debe e stu d ia r la h is to ria el europeo d e estos tie m p o s : “E u ro ,
p a tie n e q u e a p re n d e r e n la h isto ria , no p a ra h a lla r e n ella u n a n o r-
m a d e lo q u e p u e d e h a c e r - l a h is to ria n o prevé' el f u t u r . , sino
p a ra e v ita r lo q u e n o h a y q u e h a c e r; p o r ta n to , p a ra re n a c e r d e si
m ism a e v ita n d o el p a sa d o ” (OC, IV , 368). C on ese m ism o fin btisca
O rte g a el co n o cim ien to d e la h is to ria d e E sp a ñ a. E l ensayo España
invertebrada, c u y a p rim e ra in te n c ió n fué la in te rp re ta c ió n c ritic a de
n u e stro p re té rito , p re te n d ía ta m b ié n , e n in te n c ió n seg u n d a, o frecer
u n p ro y e c to de v id a f u tu r a a c u a n to s españoles sean “capaces de sen-
tirse, e n p le n a salu d , ag o n izan tes, y, p o r lo m ism o, dispuestos a re .
n a c e ^ ’ (o c , III, 4 5 ) ‫ ا‬.
V id a es, pues, fu tu ric ió n , h a sta c u an d o el v iv ien te n o lo sabe 0
n o lo quiere. M u c h o m ás lo será c u a n d o éste a cie rte a e je rc ita r con
lu c id e z la d iv ersa a c tiv id a d de su ex isten cia p erso n al. E n to n c e s descu.
b rir á con N ie tz sc lie q u e la p a tria es m ás Kinderland q u e Vaterland,
m á s “tie rra de los h ijo s” q u e “tie rra de los p a d re s" (OC, I, 1 ^ ) , afir-
m a rá con O rte g a que la n a c ió n es, e n su ra iz , “u n sugestivo p ro y ecto
de v id a en c o m ú n ” (OC, II I, 56), y e n te n d e rá la le c tu ra com o u n acto
a n ím ic o m e d ia n te el cu al “conseguim os re a liz a r lo q u e sólo com o
p o sib ilid a d la tía e n n o so tro s'’ (OC, II, 164).

» Lo cual no quiere decir que O r t e , postule una torpe y fácil hostilidad “antl”
a»ntra el pasado. “Con el pasado . d i c e en otra p á g in a - no se lucha cuerjjo a
cuerpo. El jwrvenir lo vence porque se lo traga” (OC, IV, 205). Sdlo quienes saben
ser herederos pueden aspirar a la originalidad, esto es, a la evitación del pretérito.
ORTECA ï EL FUTURO 4 ‫ﺀئ‬

I H .- L a p r e v is ió n d e l f u t u r o

¿ P u e d e el h o m b re p re v e r el fu tu ro ? P ocas ilusiones h a sen tid o la


h u m a n id a d m ás c o n sta n te y h o n d a m e n te q u e ésta. Pocas ta m b ié n ,
a p i.im era vista, m ás vanas y desen g añ ad o ras. “V ivim os o rig in aria-
m e n te h a c ia el fu tu ro , d isp arad o s h a c ia él. P ero el ftitu ro es lo esen-
c ia lm e n te p ro b le m á tic o : no p o d em o s h a c e r e n él pie, n o tie n e figu.
ra fija, perfil decidido. ¿C óm o los va a te n e r si a ú n n o es? E l futuro-
es siem p re p lu ra l: consiste e n lo q u e p u e d e acaecer, y p u e d e n acae.
cer m u c h a s cosas diversas, incluso c o n tra d ic to ria s'’ (OC, V, 93-94). E n
ta l caso, ¿ liab rem o s d e re sig n arn o s a q u e n u e stro s proyectos de v id a
f u tu r a sean, com o v u lg a rm e n te se dice, palos d e ciego?
E n c u a n to a g e n te d e la h isto ria , el h o m b re es el ser q u e no se-
re s ig n a ; y en ese m o d o de e x istir que p o r a n to n o m a sia lla m a m o s
“m o d e rn o ” , la n o resig n ac ió n es p rin c ip io y fo rm a de vida. In e x o .
ra b le m e n te situ a d o a n te el e n ig m a del p o rv e n ir, e l h o m b re m o d e r-
no ideó e n el siglo xvm u n sistem a de prev isió n q u e p ro n to recibió el
n o m b re té cn ico de “p ro g resism o ” . L a h u m a n id a d , seg ú n él, p u e d e su-
f r ir m u y diversas vicisitudes, p o rq u e el e sp íritu es lib re ; p e ro por-
u n a ra d ic a l ex ig en c ia de la n a tu ra le z a , a la cu al ta m b ié n e l hom bre-
p erten ece, esas c a m b ia n te s vicisitudes se h a lla n c o n sta n te y necesa.
ria m e n te o rd e n a d a s t'« melius h a c ia la c recien te p erfecció n y la su m a
felic id a d d e l g én ero h u m a n o . E n su detalle, el fu tu r o no p u e d e ser
p re v isto ; e n su c o n ju n to , si, p o rq u e siem p re p o d re m o s d ecir q u e el
d ía de m a ñ a n a será m e jo r q u e el d ía de h o y (OC, III, 185).
D esde su m o ced ad fu é O i'tega u n reb eld e c o n tra el p ro g resism o .
E n ello, com o e n ta n ta s cosas, quiso ser fiel a su siglo. D el progresis.
m o le irr ita b a n la siste m á tic a descalificación del p asado (OC, II, 460)-
y el to ta l d e sc o n o cim ien to de la re la tiv id a d de to d o p ro g reso : “L a
p ro g resió n e s c r i b i ó - es siem p re re la tiv a a la m e ta q u e h a y a m o s
p re d e te rm in a d o ” (OC, II, 158)5; pero, sobre todo, su p e tu la n c ia , su
c o n sta n te re fe re n cia a u n a s calendas griegas p e rm a n e n te m e n te fu tu -
ras y su n e fa sta acción anestésica sobre los se n tim ie n to s de riesgo y
a v e n tu ra . E l siglo XIX, d e cía n las p á g in as iniciales d e E l Espectador,
n o c o n sien te a los siglos fu tu ro s “ser d e o tro m o d o q u e é l y pretende-
im p o n e rle s n o sólo sus p reo cu p acio n es, sino h a sta el ra n g o q u e e n su
á n im o g o z ab a n . E l siglo progresista n o concibe q u e se dé el progre-
so en o tra fo rm a q u e en estado d e a lm a p ro g resista ” (OC, II, 22). T a l
m a n d a rin a to h istó ric o n o es to le ra b le p o r q u ie n se sien te e n fuerzas.
» Análoga ‫؛‬dea en o c , in. ،01.
426 ESPERA T LA ESPERANZA

p a ra ser .r ig in a l. Y m u c h o m enos to le ra b le es la m e d u la r te n d e n c ia
d e l p ro g resism o «a e x istir a cargo de la p o ste rid a d , d e ja n d o la p ro .
p ia v id a sin c im ien to s, ralees n i en caje p ro fu n d o " ; n e g a n d o , e n sujna.
e l v alo r y la re sp o n sa b ilid a d d e la o b ra p resen te. “E l señ o r L o eb , y
-con él 'toda su g en eració n , a c u e n ta d e q u e e n e l p o rv e n ir se v a a
lo g ra r u n a fisica de la v id a m o ra l (m e d ia n te u n a a m p lia c ió n al hom -
b re d e la te o ria de los tro p ism o s biológicos), re n u n c ia a te n e r él, e n
su d ía p re sen te , u n a v e rd a d sobre la m o ra l" (OC, V I, 22-23). T a l p ro .
ceder, h ijo 0 n ie to d e la “ m o ra l p ro v isio n a l" d e D escartes, h a sido
“el opio e n to n te c e d o r d e la h u m a n id a d " , e l c lo ro fo rm o q u e ad o rm e-
ció a l eu ro p eo y a l a m e ric a n o “p a ra esa sensación ra d ic a l d e riesg o
q u e es su sta n c ia del h o m b re ” (OC, V , 302). E l p ro g resism o h a in v i,
ta d o al h o m b re a irresp o n sab iliza rse, a tu m b a rs e a la b a rto la ; in d u ,
cien d o a c reer “q u e y a se h a b ía llegado a u n nivel h istó ric o e n q u e
-no c ab la su sta n tiv o retroceso, sino q u e m e c á n ic a m e n te se a v a n z a ría
h a s ta el in fin ito , lia aflojado las clavijas de la c a u te la h u m a n a y h a
d a d o lu g a r a q u e irr u m p a de nu ev o la b a rb a rie e n el m u n d o '. fOC,
V , 328). D esp reo cu p ad o del fu tu ro , el p ro g resista h a vaciado a l m u n .
.do d e proyectos, an tic ip ac io n e s e ideales (OC, IV , 168-169).
T o d o esto su b lev a a O rteg a. N o n ie g a q u e e l h o m b re progrese,
p ero si q u e su p ro g reso sea n ecesario e in e x o ra b le (OC, V , 302); el
p ro g resism o p u e d e ser cierto, dice, e n re la ció n c o n el p asad o , F .
es falso c u a n d o se le refiere al p o rv e n ir (OC, V I, 477). E l h o m b re
crece e n la h isto ria , p ro g re sa ; p e ro si esa p ro g resió n es h a c ia lo m e-
jo r, sólo ٥ posteriori p o d rá saberse (OC, V I, 41). F re n te al fu tu rism o
falso y u tó p ic o de la id eologia p ro g resista, el fu tu rism o de O rte g a
afirm a co n to d a resolución el v alo r su sta n tiv o d e l p re se n te y el de.
re c h o del h o m b re a la o rig in a lid a d p ro p ia , a la n o v ed ad . “V e rd a d es
lo q u e a h o ra es v e rd a d , y n o lo q u e se va -a d e sc u b rir e n u n fu tu ro
in d e te rm in a d o " (OC, V I, 22); es preciso e la b o ra r u n a filosofia p a r.
-tiendo, com o d e u n p rin c ip io fo rtn al, d e e x c lu ir las calen d as g rie g a s;
y c o n tra el u to p ism o falso de c reer q u e lo q u e el h o m b re desea es,
sin m ás, posible, h a y q u e le v a n ta r el b u e n o , a rrie sg ad o y fe c u n d o
u to p ism o d e los h o m b re s que, sin ilusiones, conociendo lú c id a m e n te
el v e rd a d e ro alcance d e sus recursos, sab en p ro p o n e rse im p o sib le s:
“ ‫ ﻣ ﻞ‬Unico q u e n o lo g ra n u n c a el h o m lire es p re c isa m e n te - s e a d i.
.cho e n su h o n o r— lo q u e se p ro p o n e. E s ta n u p c ia d e la re a lid a d con
el in c u b o d e lo im p o sib le p ro p o rc io n a al u n iv erso los Unicos au m en -
to s d e q u e es susceptible” (OC, V , 434-435). C o n d e n a d o el h o m b re a
n o h a c e r sino lo q u e es fá c ilm e n te h ace d e ro , posible, la v id a se vacia
.y se m e te e n ella la an g u stia. N o o b s ta n te su p ro c la m a d o finitism o
ORTEGA Y EL EUTL'RO 427

{OC, III. 242), ta m b ié n O rte g a h u b ie se p o d id . firm a r estos te rs o s , ta n


a n tip ro g re sistas, d e su am ig o A n to n io M a c h a d o :

iQu، importa un dial Está el ayer alerto


al mañana, mañana al infinito.
Hombres de España, ni el. pasado ha muerto,
ni estd el maftana - n i el ayer— escrito;

y h a s ta h u b ie se a m p lia d o el á re a de su are n g a, d irig ié n d o la a los


h o m b r e s d e E u ro p a'..
N o está el m a ñ a n a escrito : m a ñ a n a es siem p re p ro b le m a , incer-
tid u m b re , peligro. E n ta l caso, ¿ h a b re m o s de c o n c lu ir q u e el fu tu ro
es im p rev isib le ? N o lo cree O rteg a, y n u n c a lo h a creíd o la h u m a -
n id a d : “H a sido n o rm a l e n la h is to ria q u e el p o rv e n ir h a y a sido pro-
fe tiz ad o . E n M ac a u lay , en T ocqueville, e n C om te, e n S tu a rt M ili
e n c o n tra m o s p re d ib u ja d a n u e s tra h o ra ” (OC, IV , 127). E l. fu tu ro no
es p u ro a z a r, el fu tu r o es p revisible. Si el h is to ria d o r es, com o ta n
a g u d a m e n te d ecla Schlegel, u n p ro fe ta a l revés, ello im p lic a qtte u n
h is to ria d o r a la inversa, o rie n ta d o h a c ia el fittu ro , p u e d a ser en al-
g u n a m e d id a “p ro fe ta ” . C on o tra s p a la b ra s : si, c o n tra la tesis de
H eg el, el fu tu ro n o es e s tric ta m e n te ’“rac io n al'., n o p o r ello d e ja de
ser “ra z o n a b le '. : “p a ra p ro fe tiz a r el fu tu ro se h ace uso de la m ism a
o p e ra ció n in te le c tu a l q u e p a ra c o m p re n d e r el p a sa d o ” (OC, II I, 154):
esto es, d e la “co m p re n sió n psicológica” .
¿Q ué se p u e d e conocer d e l fu tu ro ? ¿C óm o p u e d e ser lo g ra d o ese
c o n o c im ie n to ? P o r supuesto, siem p re será irre m isib le m e n te necio q u ie n
p re te n d a v a tic in a r la c o n te x tu ra a n ecd ó tica d e l m a ñ a n a : m as no el
q u e se p ro p o n g a p re v e r el c arác te r, los ap etito s, las energias, el estilo
de las reacciones del p ró x im o p o rv e n ir. B asta rla p a ra ello con que
supiese e n te n d e rse a si m ism o. P u esto q u e el fu tu r o p ró x im o consis-
te e n la p ro lo n g a c ió n de lo q u e e n n osotros es esencial y n o contin-
g ente, n o rm a l y n o aleatorio, si “descendiésem os a l p ro p io c o ra zó n
y, e lim in a n d o c u a n to e n él es a fá n in d iv id u a l, p riv a d a pred ilecció n ,
p re ju ic io 0 deseo, p ro lo n g ásem o s las lineas d e n u e stro s a p etito s y ten-
dencias esenciales” , las v eríam os “ couverger en u n tip o de v id a ” . E l
cu rso de la h is to ria seria, seg ú n esto, la m o d u la d a c o n tin u id a d de
los “h o m b re s esenciales” : “ P e rc u tie n d o e n la m ás so lita ria soledad
de si m ism o p u e d e c a d a cual p re v e r el p o rv e n ir” (OC, V , 140). L a
em p resa, sin e m b arg o , d ista de ser fácil : al m ir a r d e n tro d e si, al
h o m b re suele ntib lársele la vista e in v a d irle el v értig o (OC, III, 155).
M ás accesible es o tro m ét'odo, fu n d a d o e n la a rq u ite c tu ra d e las
428 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

épocas h istó ricas. E n el c o n ten id o d e cad a época h a y a ctiv id ad es p ri-


m a ria s, com o el a rte y el p e n sa m ie n to , y activ id ad es sec u n d a ria s y
consecutivas, com o la acción p o litic a ; y e n su e s tru c tu ra social cab e
siem p re d isc e rn ir la m asa y la m in o ria q u e la in fo rm a , o rie n ta y e x .
p re sa ; m in o ria co m p u esta, a su vez, p o r u n a frac ció n c o n te m p la tiv a
y o tra frac ció n activa, p o r h o m b re s de c o n te m p la c ió n y h o m b re s d e
acción. P ues b ie n : el fu tu ro h istó ric o se h a lla p refig u rad o en el pen-
sam ien to y en la sen sib ilid ad d e la fracció n c o n tem p lativ a. F r e n te a
los d o c trin a rio s de la e sp o n ta n e id a d y a los lisonjeros in te le ctu a le s
de la m asa. O rtega,' a risto crático y v irg ilian o , sabe d a r sen tid o n u e v o
e h istó ric o al viejo mens agitat molem. “E n el p u ro p e n sa m ie n to es
d o n d e im p rim e su p rim e ra h u e lla su tilísim a el tie m p o e m erg en te .
Son los leves riz o s q u e d e ja en la q u ie ta p iel d e l e sta n q u e el soplo
p rim e riz o ... L a ciencia q u e lioy se p ro d u c e es el vaso m ágico d o n d e
te n em o s q u e m ir a r p a ra o b te n e r u n a v islu m b re d e l fu tu ro " (OC, III,
156). V islu m b re ta n to m ás p ro fu n d a c u a n to m ás a m p lia sea la z o n a
d e l p asad o q u e la m e m o ria g u a rd a y c o m p re n d e la in te lig e n c ia : “E l
mañana tie n e p a ra c a d a ser v iv ie n te d is tin to espesor, seg ú n sea d e
espeso el ayer q u e conserva la re m in isc en c ia ” (OC, IV , 359). N o ol-
vid em o s q u e el salto h a c ia el fu tu ro re q u ie re siem p re la p re v ia ca-
rre rilla del recu erd o .

I V .- E l f u t u r o y la e sp e r a n z a

E l fu tu rism o de O rte g a incluye, com o sabem os, u n a e n érg ica afir,


m a c ió n del p re sen te . “V e rd a d es lo q u e a h o ra es v e rd a d '., nos h a di-
cho. A n te s q u e el deber ser im p o rta el ser; a n tes q u e ju s ta 0 exqui-
sita, u n a sociedad d eb e ser san a, tie n e q u e “ser sociedad” (OC, III,
102). Y si la deficiencia de n u e s tra re a lid a d nos d isp a ra h a c ia e l fu-
tu ro , en b usca de lo q u e nos falta , ta m b ié n es cierto q u e esa m ism a
deficiencia nos co n stitu y e, nos h a ce ser lo q u e som os : “T o d o lo que
som os p o sitiv a m e n te lo som os gracias a a lg u n a lim itac ió n . Y este
ser lim itad o s, este ser m an co s es lo q u e se lla m a d estin o , vida. L o
q u e nos fa lta y lo q u e nos o p rim e es lo q u e nos c o n stitu y e y nos
sostiene" (OC, IV , 68). C onsecuencia : n o a c a b a rá d e e n te n d e rse la
a c titu d in te le c tu a l d e O rte g a a n te el fu tu ro si n o se conoce con algu-
n a precisió n su id e a del presente.
E l p re se n te r i e u n h o m b re , de u n p ueblo, de la h u m a n i d a d -
p u e d e ser con ceb id o de dos m o dos d istin to s : e n sf m ism o y e n re-
lacid n con el c o n ju n to de todos los p resen tes del p a sa d o y d el fu tu ro .
ORTEGA T EL FUTURO 429

E n si m ism o co n sid erad o , u n p re se n te se h a lla c o n stitu id o p o r el e n .


'Sam blaje m ás 0 m enos a rm ó n ic o d e las creencias e n q u e se vive, las
ideas y se n tim ie n to s a q u e c o n d u z c a la in te rp re ta c ió n d e la circ u n s.
ta n c ia y los proyectos, deseos y esp eran zas con q u e se in te n ta prefi.
. g r a r el p o rv e n ir. B asta ta n su m a ria e n u m e ra c ió n p a ra a d v e rtir q u e
la p a rte m a y o r del p re se n te se h a lla c o n stitiiid a p o r la p e rd u ra c ió n
0 “a c tu a liz a c ió n " d el p asad o . C abe, pues, d e cir q u e “el p re se n te con-
siste en el pasado, se compone del p a sa d o ” (OC, V I, 358). C ad a ge-
n e ra c id n lleva e n si to d a s las a n terio re s y es com o u n escorzo d e la
h is to ria u n iv e rsa l (OC, V , 45). Y , mutatis mutandis, eso m ism o ha-
b ria q u e d e cir d e los p resen tes in d iv id u ales.
O tro es el caso, si se jn ira la relació n de c.ada p resen te con el con.
ju n to a q u e p erten ece. E n to n c e s el p resen te, in d iv id u a l 0 colectivo,
-es u n p u n to d e v ista p a ra la in te le cc ió n del to d o de la re a lid a d , u n a
v e n ta n a in s u stitu ib le p a ra el to ta l co n o cim ien to h u m a n o de la ver-
d a d . Y u x ta p o n ie n d o to d a s esas 'visiones parciales “se l o g a r i a te je r la
v e rd a d o m n im o d a y a b so lu ta ” .'Y si la v e rd a d to tal, o m n im o d a y ab-
so lu ta es la q u e conoce D ios, h a b re m o s d e c o n c lu ir que la v erd ad
p a rc ia l o b te n id a e n c a d a p re se n te es u n m o m e n to c o n stitu tiv o de la
visió n d iv in a d e l a re a lid a d . P ensó M a le b ra n c h e q u e si los h o m b re s
co n o cen a lg u n a v e rd a d es p o rq u e ven las cosas e n D ios, desde el p u n -
to d e v ista d e D ios. O rte g a p ien sa, e n cam bio, “q u e D ios ve las cosas
a trav és d e los h o m b re s, que los hom bi-es son los ó rg an o s visuales d e
la d iv in id a d ” (OC, III, 202-203). U n in m e n so o p tim ism o m etafisico
d e ra ig a m b re c ristia n a - l a c o n ce p c ió n del h o m b re com o “im a g e n y
s e m e ja n z a d e D ios..— la te e n la a lm e n d ra de esas p a la b ra s d e O rte g a .
D os soberanos recursos in te le c tu a le s p e rm itiría n c o lu m b ra r esa
a ltísim a d i g i d a d d e l p re s e n te : el esp a n to — e n su fo rm a m ás te n u e,
la a d m ira c ió n — y la iro n ia. “Q u ie n n o se e sp a n ta —e l thaumazein
d e P la tó n — n o p ro fu n d iz a ; q u ie n n o iro n iz a se d e ja a rra s tra r a lo
p ro fu n d o , n a u fra g a , perece a h o g a d o '. (OC, III, 440). M erce d al espan-
to y la iro n ia, la m e n te h u m a n a llega h u m a n a m e n te al fo n d o d e la
re a lid a d p re se n te y descu b re su p e c u lia r situ a ció n en lo q u e b ie n po-
'd ria lla m a rse la “e co n o m ia d e lo ab so lu to ’..
D esde u n p u n to d e v ista social, to d o p re se n te está c o n stitu id o p o r
la a rtic u la c ió n d e tre s gen eracio n es : la ju v e n il 0 in c ip ie n te, la a d u lta
-o im p e ra n te y la sen ecta 0 d e c lin a n te (OC, V , 37); y e n la e x isten c ia
in d iv id u a l, p o r la co n ex ió n de recuerdos, saberes p resen tes y esp eran ,
zas : lo q u e se h a sido, lo q u e se está siendo, lo q u e se p u e d e y q u ie re
ser. C om o y a sabem os, el fu tu ro es el q u e decide : social e in d iv id u a l-
m e n te , m e d ia n te la h is to ria o e n v irtu d de la re m in isc en c ia biográfi-
-.30 ESPERA Y LA ESPERAXEA

ca, “ re c o rd am o s el p a sa d o porque esperamos el fu tu ro y e n v ista d e


él” (OC, V, 94). L a fu n c ió n d e “ re c o rd a r” está a l servicio d e la fo r-
z o sid a d de “ e s p e ra r" ‫ ؛‬la m e m o ria “no es sino el c u lataz o q u e d a la
e sp e ra n z a ” (OC, IV , 386). P ero acaece q u e la coexistencia d e esos tres-
m o m en to s co n stitu tiv o s del p re sen te p u ed e a d o p ta r m o dos m u y dis-
tin to s e n tre sf. D os p a re c e n sin g tila riz arse e sp e c ia lm e n te : la c o n tin u i-
d a d y la crisis.
A te n g á m o n o s al caso d e l p re se n te histórico-social. E n él, acabo
de decii-lo. se a rtic u la n 0 e n sa m b la n tres gen eracio n es d istin ta s. E sa
a rtic u la c ió n , ¿será siem p re a rm o n io sa ? E n m o d o alg u n o . H a y situ a -
ciones y épocas “c u m u la tiv a ” e n las cuales la g en erac ió n Joven, sin
m e n g u a d e su p e c u lia rid a d , c o n tin ú a sin r u p tu r a n i violencia la em -
p resa d e los a d u lto s y los viejos. O tras épocas y situaciones son, e n
cam b io , “e lim in a to ria s” o “po lém icas” , p o rq u e e n ellas los Jóvenes
d isc re p a n visible y á sp e ra m e n te de sus p a d re s y abuelos (OC, II I,
149). E n aquéllas, la e sp e ra n z a se edifica c o h e re n te y a rm ó n ic a sobre
el r'e cu e rd o ‫ ؛‬a n te las cosas, el h o m b re sabe b ie n lo que p u e d e espe-
ra r, se h a lla e n claro acerca d e l “ser” q u e tie n e q u e d a r a las cosas
(OC, V , 85). E n estas o tras, el re c u erd o n o lleg a a florecer e n espe-
r a n z a ‫ ؛‬los h o m b re s, e n consecuencia, n o sab en q u é p e n sa r n i <Jué
e sp e ra r y viven d eso rien ta d o s, desesperados, e n crisis. M ás q u e p ro -
b le m a , el fu tu ro lleg a e n to n ces a ser m iste rio (OC, V , 15).
O rte g a h a sab id o d efin ir e l fe n ó m e n o d e la crisis h istó ric a desde
el p u n to d e v ista de las c re e n c ia s: “crisis” es el m odo d e v iv ir el
h o m b re c u a n d o h a n p e rd id o su v ig en cia las creencias sobre q u e su
e x isten cia se a p o y a b a ‫ ؛‬se vive, p o r ta n to , “e n crisis” , h a s ta el m o-
m e n to e n q u e u n a n u e v a creen cia se rev ela y ofrece fu n d a m e n to y
p á b u lo al q u e h a c e r in d iv id u a l y colectivo. U n a le c tu ra a te n ta d el opus
o rte g u ia n o p e rm ite , sin em b arg o , d e sc u b rir la visión d e las crisis des-
d e el p u n to de v ista de la esp e ra n za . A si c o n sid erad a, es “c ritic a ” u n a
situ a ció n en la cu al el h o m b re , n o sab ie n d o q u é esp erar, vive “e n
desesperación.'. E sta tie n e su fo rm a leve en la “d e so rien ta c ió n ’., y su
ex p resió n m ás in m e d ia ta , e n la “ex asp eració n ” . Q u ie n sólo está des-
o rie n ta d o espera o rie n ta rs e ‫ ؛‬m as e n c u a n to d e so rien ta d o y a ú n no
o rie n ta d o , está desesperado : en su situ a ció n h a y u n in g re d ie n te de
desesperación, b ie n q u e sólo a cc id e n tal y se c u n d a ria , n o su stan cial
y c o n stitu tiv a (OC, V , 108). E l v e rd a d ero desesperado, e n cam bio,
“cae en la c u e n ta de q u e esto - d e s e s p e r a r - n o es algo q u e le pasa,
p ero q u e p o d ria n o pasarle, y d e q u e p u ed e lib ra rse si le pasa, sino
q u e es su ser m ism o , su n a tu ra le z a . E sta v id a, e n su su sta n c ia m is.
m a, n o es sino d e se sp era c ió n ... D esesp erar es s e n tir q u e som os cons.
ORTECA Y EL FUTURO 431

titu tiv a im p ٠ ten cia, q u e d e p en d e m u s e n to d o de algo d is tin to de


n osotros m ism os” (OC, V , 119). L a desesperación e n q u e la crisis con.
siste “lleva en u n a p rim e ra e ta p a a la exasperación, y la h isto ria se
llen a de fe n ó m e n o s ex ag erad o s, extrem osos, e n q u e el h o m b re pro-
c u ra e m b o ta rse , alcoholizarse. L u eg o viene n u ev a c a lm a : se acep ta
y reconoce la p ro p ia re a lid a d .’ (OC, V, 103-104). Y luego, p o r o b ra de
u n a n u e v a “rev elació n ” , c o m ie n z a la in sta lac ió n del v iv ir en nuevas
creencias y h a c ia nuevas esp eranzas. L a a d scrip ció n de la e x isten cia
a u n a n u e v a relig ió n (OC, V , 107-121) y el n a c im ie n to d e la filosofia
(OC, V I, 407) tie n e n com o fu n d a m e n to u n a in m e rsió n m ás o m enos
p ro fu n d a y an g u stio sa e n el seno de la desesperación. ¿C óm o des-
c.onocer q u e la d esesperación del pu eb lo de Israel y del m u n d o hele-
n istico d u ra n te los siglos I y n d e n u e stra e ra h a sido fa c to r im p o r-
ta n tís im o p a ra la p rim e ra d ifu sió n del C ristia n ism o ? ¿C óm o n egar,
pOr o tra p a rte , q u e la d eso rien ta c ió n v ita l del ,pueblo griego, e n el
siglo VI a n te s de Jesu cristo , fu é m o m e n to decisivo e n el n a c im ie n to
de la filosofia p reso crática?
T o d o ello es cierto, m as no conviene d ejarse llevar p o r esquem as.
A p u ra n d o el análisis, to d a v id a que aspire a la a u te n tic id a d es, en
u n a u o tra m ed id a, r u p tu r a con el pasado in m e d ia to , crisis, n a u fra
gio. L a v id a a u té n tic a “es en si m ism a u n n a u fra g io . P ero n a u fra g a r
n o es ah o g arse. E l p o b re h u m a n o , sin tie n d o que se su m erg e e n el
abism o, a g ita los b ra z o s p a ra m a n te n e rse a flote” (OC, IV , 397), y
esa e sfo rza d a flotación, esa operosa seg u rid ad n a ta to ria sobre el abis.
m o de la desesperación es la c u ltu ra . C u ltu ra significa, p o r lo p ro n to ,
seg u rid ad , firm eza, to asphalés (OC, I, 355). P o rq u e la v id a a u tén -
tic a es reacción a u n n a u fra g io , las ideas de los n á u fra g o s son las
Unicas ideas v e rd a d era s (OC, IV , 254). P o r o tra p a rte , ta m p o c o la
v id a llan a, c o n tin u a y a c u m u la tiv a se h a lla e x e n ta de o tro g én ero de
d e se sp era c ió n :, la so rd a a n g u stia del h o m b re p a ra q u ie n to d o es po-
sible y fácil - l a v id a vacia d e l u to p is ta del progreso c u a n d o se de-
cide a v iv ir ra d ic a lm e n te su p ro p ia situ a ció n (OC, V , 435 ‫ز‬ y la
su til desesperación q u e a c a b a ria p ro d u c ie n d o el presente, si fuese ta n
c o n stitu tiv a m e n te p e rd u ra b le com o Plegel sostiene (OC, II, 561). Pues-
to que el h o m b re en la tie rra es viator, m ie n tra s lo sea siem p re ten-
d r á n ra z ó n los q u e afirm en, com o C ervantes y L essing, q u e el c am in o
es p re fe rib le a la p o sad a y la n o v e d ad a la m e ra evolución.
H a b ría , pues, dos m o dos de desesperación : la de aq u el a q u ie n
n a d a p arece esperable y la de aq u el o tro a q u ie n p arece seguro to d o
lo que espera. E n tre u n o y o tro polo la v id a real, m á s seg u ra y con-
tin u a e n un o s casos, 'm ás in c ie rta y z o z o b ra n te en otros, es siem pre
432 ESPERA Y LA ESPERANZA

u n a tra m a c a m b ia n te y sucesiva de desesperación y esp e ra n za . Es-


p e ra n z a , ¿ d e q u é ? C onocem os y a u n a p rim e ra re s p u e s ta : e sp e ra n za
d e felicid ad , de c o in cid en c ia e n tre la v id a p ro y e c ta d a y la v id a efec-
tiv a , e n tre la vocación y la ocupación. A lg o m ás, sin e m b arg o , cabe
-ahora decir.
R eco rd em o s un o s ctiantos re su ltad o s d e n u e stra in d a g ac ió n . L a
v id a es sieitipre feliz en su g ra n cu en ca to ta l. “ N o m enos q u e la ju s.
tic ia , q u e la b elleza 0 q u e la b e a titu d - d i c e O rte g a e n o tra p á g i n a - ,
la v id a vale p o r si m ism a ” (OC, III, 189). L a v id a, p o r o tra p a rte , es
siem p re deficiencia y afán . C ad a u n o d e los p resen tes d e l v iv ir alber-
g a en su seno u n a v e rd a d , y esta lim ita d a v e rd a d es p a rte in te g ra n te
d e la to ta l y o m n im o d a v e rd a d d iv in a. “E l h o m b re , te n g a d e ello ga-
n a s 0 no, es u n ser c o n stitu tiv a m e n te fo rz a d o a b u sc a r u n a in sta n c ia
s u p e rio r’. (OC, IV , 221). ¿C óm o to d o esto p u ed e ser s im u ltá n e a m e n te
-cierto? ¿C uáles tie n e n q u e ser la consistencia y la e s tr u c tu r a U ltim as
d e la v id a h u m a n a p a ra que, siendo ella m en estero sa y c a m in a n te ,
h a llá n d o se sin cesar so m etid a al d o lo r, te n ie n d o e n el n a u fra g io la
-expresión de su a u te n tic id a d , sea so te rra ñ a y fu n d a m e n ta lm e n te fe-
liz en c ad a u n a de sus situ acio n es h istó ric a s? “P a ra e n te n d e r e l sen-
tid o de u n a u to r e s c r i b i ó Pascal— es preciso c o n c o rd a r to'dos sus
p asajes c o n tra rio s.” ¿C óm o, pues, d eb erem o s e n te n d e r to d o s esos tex-
-tos d e O rte g a ?
Sólo u n recu rso y u n a respuesta cab en : a d m itir q u e la v id a h u -
m a n a descansa m e ta fisic a m e n te sobre u n a re a lid a d tra s c e n d e n te a
e lla m ism a, la cual c o n stitu y e a la vez el fu n d a m e n to p o stre ro d e su
felic id a d y su v e rd a d y el definitivo té rm in o de re fe re n c ia d e sus d e.
seos y proyectos. D ic h o de o tro m o d o : a c e p ta n d o q u e h a y u n fu n -
d a m e n to de la v id a y la h is to ria h u m a n a s , desde el cual, sobre el
c u a l y h a c ia el cual < n definitiva : p o r el cual— esa v id a y esa his-
to ria ex isten . A ese fu n d a m e n to llam ó u n a vez O rte g a “D ios a la vis-
ta ” , y a él se refieren o tro s fugaces atisbos d e su o b ra . “A b so rto s e n
u n a o cu p ació n feliz — léese e n su ensayo sobre la caza— sen tim o s u n
-regusto, com o estelar, de e te rn id a d ” (OC, V I, 425 ) ‫ ذ‬lo cu al eq u iv ale
a d e c ir q u e la fe lic id a d v e rd a d era , la ocasional co in cid en c ia e n tre lo
q u e qu erem o s ser y lo q u e efectiv a m e n te som os, es fu g a z ta n g e n c ia
c o n la e te rn id a d , en tre v isió n v e n tu ro sa d e u n posible m o d o d e v iv ir
en el q u e el h o m b re , e te rn iz a d o , co in cid a p a ra siem p re c o n lo m e jo r
d e si m ism o. E n o tro lu g a r escribe O rtega, e n tre lú cid o y g rave, o,
p o r u s a r d e su p ro p ia fó rm u la , e n tre iró n ico y e sp a n ta d o : “E l día,
ta l vez m enos, lejan o d e lo que el lecto r sospecha, e n q u e se e lab o re u n a
bio lo g ia g en eral, de q u e la u sad a sólo será u n cap itu lo , la fa u n a y la
ORTEGA T E l FUTURO 433

fisiologia celestiales serán definidas y e stu d iad a s b io ló g ic a m en te, com o


u n a de ta n ta s fo rm a s posibles d e v id a '. (OC, II I, 189). E sa v islu m b ra ,
d a “ biologia g en eral', e s tu d ia ría la v id a d iv in a, la v id a angélica, la v id a
h u m a n a in patria e in via, la v id a a n im a l y la v id a v eg etal com o fo r.
m as analógicas o m odos típicos de u n a g en érica a c tiv id a d “ v ita l” , de
u n a “V id a " con in ic ia l m ayúscula. “E l h o m b re n e cesita u n a n u e v a
rev elació n ’., se afirm a e n las p á g in as finales d e Historia como siste-
ma: “la revelación d e u n a re a lid a d tra sc e n d e n te a las teo rías d e l h o m -
b re y q u e es él m ism o p o r d eb ajo de sus teo rías'. (OC, V I, 45 y 49).
C o m p le tan d o a O rte g a co n O rte g a - c u m p l i e n d o en serio la fe liz pres-
c rip c ió n de P a s c a l - , m á s c ertero seria p e d ir la revelación h is tó ric a
de ese m o d o a la vez te rre s tre y celestial d e e n te n d e r la m u ltim o d a
.a rtiv id a d q u e solem os lla m a r “vida'.،

28
C a p ít u l o IV

L A E S P E R A N Z A E N L A P O E S IA E S P A Ñ O L A A C T U A L

E s p a re ce r c o m ú n q u e la a c tu a l poesia e sp añ o la - p r e s i d i d a p o r
la a ltís im a figura de J u a n R a m ó n J i m é n e z - a rra n c a d e tres n o m b re s
fo n ta n a le s : R u b é n D ario . A n to n io M a c h a d o y M ig u el d e U n a m u n o .
A q u é l afirm ó re su e lta m e n te la e sp e ra n za desde la v id a y fre n te a la
v ida. E n v e rd a d , n'o seria d ifícil d e sc u b rir el q u e jid o de la a n g u stia
e n la tra m a d e su o b r a ‫ ؛‬p ero la situ a ció n h istó ric a en q u e existió
- e n ella, ¿ n o se escribía con in ic ia l m a y ú sc u la la p a la b ra “V id a ” ?—
y su ra d ic al co n d ició n de a m e ric a n o — p a te n te siem p re, h a s ta c u a n d o
m ás fran cés e ra el i n d u m e n t o - d ie ro n claro y sonoro p re d o m in io a
la ex p resió n de la esp eran za. R u b én , c a n to r d e l o p tim ism o , la vida y
la e sp e ra n z a : todos lo saben.
B ien d istin to fué el caso de M ig u el de U n a m u n o y A n to n io M a.
ch ad o . O tra situ a ció n religiosa e h istó ric a — E sp añ a, “g en eració n
del 98"— y u n a estim ac ió n d e l v iv ir m ás in tim is ta y cavilosa, má3
a te n ta , p o r consecuencia, al en su eñ o y a la “so b rev id a.’ q u e al d ia rio
su ce d e r de la carne, h ic ie ro n m enos seg u ra y o p tim ista su afirm ación
d e la esp eran za. U n o y o tro vivieron b u sca n d o y esp e ra n d o a D io s:
u n D io s d e cu y a ex isten c ia no d u d a b a n , p ero cu y a c o m u n ic a tiv id a d
n o a c a b a b a n de a d m itir. L a e te rn id a d en q u e a rra ig a n la m e m o ria
y la espei-anza del h o m b re fu é p a ra ellos u n a re a lid a d m ás posible
y f u tu r a que real y p resen te. A si, la e x isten cia te rre n a , c a re n te de
apoyo eficaz, c o n sta n te m e n te re fe rid a a l p o rv e n ir — y, e n definitiva,
a u n a m u e rte sobre la cu al n a d a cierto se sabe y n a d a firm e se cree— ,
d e ja d e ser m e ra inquietudo y se h a ce v e rd a d e ra angustia, a u n q u e
ésta sólo sea p sico ló g icam en te v iv id a c u an d o el a lm a q u e d a e n radi-
cal soledad consigo m ism a. R eferid a al o b je to de la e sp e ra n za del
a n g u stia d o , la a n g u stia se tru e c a e n desesperación. “ In q u ie tu d de la
desesp eran za a b so lu ta ” , la lla m ó U n a m u n o .
LA ESPERANZA EN POESIA ESPAÑOLA ACTUAL 435

P ero n i e n A n to n io M ac h a tlo n i en M ig u el d e U n a m u n o llegó a


ser “a b so lu ta ” la d esesp eran za, p o rq u e siem p re q u isie ro n - y supie-
ro n — esperar. E s cierto q u e la a n g u stia m o rd ió con frec u en c ia su
e sp eran za, m as no con h o n d u ra suficiente p a ra q u e el v e rd o r de ésta
am arilleciese sin rem ed io . Y esa resistencia a la d esesperación to ta l,
esa U ltim a y eficaz in m u n id a d a la “ in q u ie tu d d e la desesp eran za
a b so lu ta", ¿ n o les v e n d ria de su m e d u la r c o n d ició n esp añ o la? L a v id a
e n e sta tie rra , el uso de esta len g u a, la callad a eficacia c o n fo rm a d o ra
de la h is to ria que nos envuelve y su sten ta, ¿no p o n e n en las a lm a s
u n in a g o ta b le venero de e sp e ra n za ?
P a ra re sp o n d e r a estas in terro g acio n es, ex am in em o s el c o n te n id o
h u m a n o de la poesia e sp añ o la ultei-ior a U n a m u n o y M ac h a d o . B ajo
las d ife re n c ias de so b re h a z q u e en ella h a y a im p u e sto el curso histó-
rico de las generaciones, veám osla com o u n esp lé n d id o c o n ju n to u n i-
ta rio . “L a g en erac ió n in m e d ia ta m e n te a n te rio r a n u e stra g u e rra y
la q u e sigue a la m ism a — h a escrito D ám aso A lonso— se v a n ligan-
do u n a tras o tra a esa h ila z a c o n tin u a , con d ife re n c ias a c ad a n u e v a
o le a d a ... L as d iferen cias, vistas de cerca, p a re ce n totales. E n c u a n to
nos alejam os u n poco g a n am o s la lin e a sin ro tu r a d e to d o el pano-
ra m a " E n esa “lin e a sin ro tu r a ” , ¿ tie n e ta m b ié n p a rte la a c titu d
d e los poetas españoles fre n te a la e sp eran za?
D ám aso A lonso h a clasificado a esos p o etas en dos g ra n d e s gru-
p o s : los “a rra ig a d o s" y los “ desarraigados... E l p a n o ra m a poético es-
p a ñ o l a c tu a l e s c r i b e — “nos ofrece u n a c u a n ta s im ág en es del m u n -
do m u y a rm ó n ic as o b ie n c en trad a s, 0 v in c u la d as a u n an cla, a u n
fijo a m a r r e : to d o lo lla m a ré poesia arraigada. E s b ie n curioso que eit
n u estro s tristísim o s aftos h a y a n ven id o a co in cid ir, e n E sp a ñ a, u n a s
c u a n ta s voces poéticas, to d a s con fe en algo, co n u n a a leg ria y a Ju-
bilosa, ya m elancólica, co n u n a lu m in o sa y b ie n re g la d a c reen cia en
la o rg a n iz a c ió n de la re a lid a d c o n tin g e n te . D ig o “h a y a n v en id o a
c o in c id ir” p o rq u e esas voces n o p u e d e n ser m ás d istin ta s, y ta m b ié n
lo son los tie m p o s y las p ro ced en cias’.. C u a tro n o m b re s sirv en a l crf-
tico p a ra ilu s tra r su a se rto : Jo rg e G uillén, L eo p o ld o P a n e ro , José A n-
to n io M u ñ o z R ojas y J o s é 'M a r ia V aiverde.
E n fre n te , los d esarraig ad o s. E n tre ellos se sien te el p ro p io defini-
d o r : “E l m u n d o n o s 'es u n caos y u n a a n g u stia , y la poesia u n a fre-
n é tic a b ú sq u e d a d e o rd e n a c ió n y de ancla. Si, o tro s estam o s m u y le-
Jos d e to d a a rm o n ia y to d a seren id a d . H e m o s v u elto los ojos e n tor-

1 Poetas españoles contemporáneos (Madrid, 1952), pág. 175. Debo limitarme


aquí a mencionar la existencia de una amistosa polémica acerca de la fecha del
retorno de la “pasión” a la lirica espaflola, después, de su periodo de *‘poesia pura”
436 U ESPERA Y LA ESPERANZA

n o y nos h e m o s sen tid o com o u n a m o n stru o sa, u n a in d e sc ifrab le apa-


rie n c ia, ro d e a d a, sitia d a p o r o tra s a p arien cias ta n in co m p ren sib les,
ta n feroces, q u iz á ta n d esg raciad as com o n osotros m is m o s ..., y nos
h e m o s visto -cadáveres e n tre o tro s m illo n es d e cadáveres v iv ie n te s...,
0 h e m o s c o n te m p la d o el fin d e este m u n d o , p la n e ta y a d esierto e n
el q u e e l odio y la in ju stic ia h a b r á n ah o g ad o , h a b r á n e x tin g u id o to d o
a m o r, es d ecir, to d a vida. Y h e m o s g em id o la rg a m e n te e n la no ch e.
Y n o sab íam o s h a c ia d ó n d e vocear" ٥.
L a d is tin c ió n es m u y o p o rtu n a y certera. A ella voy a a te n e rm e
e n este cap itu lo . P ero , ¿es to d o a rra ig o el c an to de los a rra ig a d o s, y
to d o d e sa rra ig o la v id a d e los d e sa rra ig a d o s? E n aquéllos, ¿ n o acon-
te c e rà a veces q u e los vaivenes de la ex isten cia real d e je n a l aire, h e .
rid a s p o r la in c e rtid u m b re y la an g u stia, a lg u n a s d e sus m ás h o n d a s
ra íc es? P o r firm e y p ro fu n d a q u e sea la im p la n ta c ió n d e su existen-
cia “e n la rocosa e n tra ñ a d e lo e te rn o '., su c o n d ició n d e p o etas liri-
eos, esto es, de “h o m b re s esenciales” , ¿ n o les lle v a rá e n ocasiones a
s e n tir y a e x p re sa r e l N um quid durabo? d e S an A lb e rto M ag n o , y
a ú n m á s te rre n a lm e n te q u e él? Y el a lm a d e estos otros, los des.
a rra ig a d o s, ¿ n o te n d rá , m ás 0 m enos s e n tid a p o r ellos, u n a ra ic illa
v iv a y n u trid o ra q u e se h u n d a e n el fu n d a m e n to m etafisico d e su
p ro p ia re a lid a d ? Su vida, ¿ se rá siem p re la to ta l y re sig n a d a desespe-
r a n z a q u e l e o p a r d i p ro p u g n ó y q u e S a rtre d ice h a b e r conseguido?
Q u e el d e cir po ético d e un o s y o tro s nos lo revele.
C o n v e n d rá .p a ra ello n o clasificar a los h o m b re s, sin o a los se n ti,
m ie n to s j n o h a b la r d e “poetas a rra ig a d o s” y “poetas d e sa rra ig a d o s” ,
sin o d e “ m o m e n to s d e a rra ig o ” y “ m o m e n to s d e d e sa rra ig o ". H a y ,
es cierto, p o etas e n c u y a v id a, re c ia m e n te afia n za d a so b re el suelo de
u n siste m a d e convicciones, so n excepción r a r a estos m o m e n to s d e
d e sa m p a ro psicológico y m etafisico. H a y otros, e n cam b io , c u y a v e r.
d a d e ra a u te n tic id a d es m u c h o m á s la b ú sq u e d a q u e e l reposo, el ca-
m in o q u e la p o sad a, el g rito d e la a n g u stia q u e el g rito d e l h a llazg o .
P e ro yo n o m e p ro p o n g o a h o ra d is c e rn ir in d iv id u a lid a d e s, sino es.
c u c h a r e l m o d u la d o , acaso d iso n a n te c o n ju n to q u e ellas co n stim -
y e n ; y asi p re se n ta ré sucesiv am en te los te stim o n io s d e l e sp e ra r a rra t.
g a d o y los d el e sp e ra r d esesperado y angustioso, c u a lq u ie ra q u e sea el
ta la n te h a b itu a l d e su a u to r.
E s p e ra n z a d a u n a s veces, a n g u stia d a otras, vam os a o ír la voz d e
u n o s c u a n to s p o e ta s : c u a tro re p re se n ta n te s d e la p ro m o c ió n q u e re.
velo el c e n te n a rio de G ó n g o ra : Jo rg e G u illén , G e ra rd o D iego, Dá ٠

m aso A lo n so y V ic en te A le ix a n d re ; cinco p e rte n ec ie n te s a la q u e


» op. ٠٠'،., pág8. 366 y 37٠.
‫ﻣﺎ‬ ESPERANZA EN LA POESIA ESPAÑOLA ACTUAL 437

tra s e lla c o m p a re c e : L u is F elip e V ivanco, l^ o p o ld o P a n e ro , L u is


R osales, G a b rie l C elaya y D io n isio R id ru e jo ; o tro s cinco,' e n fin, p o r.
tavoces d e la m á s re c ie n te m e n te su rg id a al c a n to liric o : B las d e O te-
ro, R afae l M o n tesin o s, Jo sé H ie rro , E u g e n io d e N o ra y José M a ria
V aiv erd e. D esd e G u illé n (n acid o e n 1893) h a s ta V a lv erd e (nacido e n
1926), tte in ta densos años d e v e rd a d e ra p oesia e n le tra esp a ñ o la 3.

I.—Firme o incierta esperanza

L a ra lz d e la p oesia d e J o rg e G u illé n se h u n d e , á v id a y gozosa a


la vez,, e n el ser. E l m u n d o es in m e n so y diverso. T a n ta in m e n s id a d ,
ta n ta d iv e rsid a d d e l m u n d o , ¿ a tu rd irá n , e x tra v ia rá n , a n g u s tia rá n al
e s p íritu h u m a n o q u e le c o n te m p la ? N o . T o d o s sus o bjetos y to d a s
sus in c id e n cia s c o in cid en e n algo m u y p ro fu n d o y e le m e n ta l: e n
ser, e n e sta r siendo. In sta la d o en ese d e sc u b rim ien to , el p o e ta c a n ta
la c o n sta n te y c a m b ia n te m a ra v illa de ser re a lm e n te e n tre p ersonas,
cosas y acciones q u e re a lm e n te son. E l p re se n te a su m e lo fu tu r o y.
m ás q u e u n m o v im ie n to ap asio n ad o y a n h e la n te , la e sp e ra n za es la
a firm ació n d e u n a p le n itu d : “ ‫ل‬A p a re c e r en el ser - y ser e n tre dos
olvidos 1٠٠ (E l aparecido). N i recu erd o , n i p o rv e n ir: sólo p re sen te . « M i
m u n d o es c ie rto : - C a s a c o n m i e sp e ra n za ” (Mesa y sobremesa).
T o d o es re d o n d o , arm o n io so y c o h e re n te en su p la c ie n te y re a l pre-
se n c ia lid a d ; y asi e l tie m p o — p a ra el poeta, p a ra todos— n o es dis.
te n sió n a n g u stio sa, sino confirm ació n sucesiva y c o m p a rtid a : « jE s-
p e ra n z a en la v id a in a c a b a b le — p a ra m i, p a ra to d o s — vía lib re a las
h o ra s I ٠٠ (Esperanza para todos). E n si m ism o , e n el m u n d o y a n te el
m u n d o , J o rg e G u illé n es y espera s e r: ta l es la c ifra de su poesia.
A p a re n te m e n te , G e ra rd o D iego es u n in q u ie to y s o rp re n d e n te ju .
g la r del s e n tir y el d e c ir p o é tic o s; p ero e n e l seno d e su in su p e ra b le
ju g la ría late, h o n d o , u n c o ra z ó n q u e conoce y c a n ta el d o lo r y la es-
p e ra n z a . H a s ta e n los in s ta n te s en q u e la c o n te m p la c ió n d e l m u n d o
se h a lla m á s p ró x im a a ser delicioso éxtasis, e l p o e ta sie n te q u e su
a lm a es vuelo deseoso h a c ia u n a re a lid a d — 0 tra n s-re a ljd a d — cap az
d e saciarle. « D ia fa n id a d d e au se n c ia v e sp e rtin a — esp e ra n za , esperan-
z a del p o rte n to .’, g rita u n a ta rd e e n q u e D ios, el D ios de las tie rra s
pobres, p a re c ía v isita r los cerros d e N u m a n c ia (Revelación). C om o
G u illé n , G ei'ardo D iego es y q u ie re s e r : «V ivir, v iv ir ta n sólo, sus-
3 Esta selección n . es el resultado de un juicio de calidad. ¿Cómo podria serlo,
si en ella faltan nombres como los de Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Federico
Garcia Lorca y Rafael Alberti? He elegido “manifestantes” de un vario sentir, no
"adelantados” de una desigual excelencia.
٠‫ﺀ‬38 LA LSPEKA Y LA ،SPER A N ZA

ta n tiv o - e x i s t i r , ser, estar, p u ra p resen cia" (Ser). ¿ N o es eso lo q u e


él espera, a través d e los agilísim os q u ieb ro s y esguinces - v e r b a l e s ,
c o n c e p tu a le s - con q u e el tie m p o se m ueve e n sus h erm o so s versos?
D á m aso -Alonso se define a si m ism o com o p o e ta “d e sa rra ig a d o ” .
A su p ro p ia ex p erien c ia h u m a n a y p oética acu d e p a ra d e sc rib ir el
d e sa rra ig o d e l alin a. P e ro la poesia de D ám aso A lonso, ¿es siem pre
y sólo la a n g u stia de n o s e n tir la im p la n ta c ió n de sti ser de h o m b re
e n la tie rra firm e d e u n a re a lid a d in v u ln e ra b le e ind eficien te? E n tre
los la m e n to s de Hijos de la ira, el p o em a Las alas se a d e la n ta a d a r
u n a resp u esta neg ativ a. 0 este oti ٠o verso, q u e ta n b ella y certera-
jn e n te d e cla ra la in tim a e x p erien cia d e l h o m b re c re a d o r: “le pro-
lo n g o a. m i D ios su fé rtil sueño" (Creación delegada). D ice el p o eta :
“H o y es sólo el c o ra zó n d e l h o m b re lo q u e m e in te re s a : e x p re sa r con
m i d o lo r o con m i e sp e ra n za el a n h elo 0 la a n g u stia del e te rn o cora-
z ó n del h o m b re ..’ C on el dolor, la esp e ra n za : las raíces de este des-
a rra ig a d o q u ie re n , esp e ra n g o z a r de suelo definitivo.
E n la h is to ria d e l c o ra zó n de V ic en te A le ix a n d re h a y dos reinos
sucesivos: el de sus cercanos recu erd o s de h o m b re in d iv id u a l (Histo-
ria del corazón) y el de sus m e m o ria s in m e m o ria le s de h o m b re esen-
cial, de p u ro h o m b re (Sombra del paraíso). E l p araíso p e rd id o d e A lei-
x a n d re es p a tético : “n ie g a al h o m b re 0 se n ieg a a l h o m b re . E l ho m -
b re in tro d u c e el d e so rd en , el cansancio, el d o lo r” (D ám aso A lonso).
L a m u e rte lle n a el h o riz o n te de q u ie n re c u e rd a la so m b ra de ese p a .
raiso : “ M ira tu cu erp o e x tin to cóm o acab a en la n o c h e. — R egresa
tú, m o rtal, h u m ild e , p u ra a rc illa ap ag ad a, — a tu c e rte ra p a tria q u e
tu pie som etía. — H e a q u í la in m e n s a m a d re q u e de ti n o es d istin ta .
- Y , b a rro tú e n el b a rro , to ta lm e n te p e rd u ra ” (A l hombre). E sa “per-
d u ra c ió n ”, ¿será e sp eran za, a d em á s de ser té rm in o ? O tro p o em a nos
d a la re sp u e sta : “Y érg u ete y m ira la ra y a a z u l d el increilile ere-
pUsculo, — la ra y a de la e sp e ra n za en el lim ite de la tie rra . — Y con
g ra n d e s pasos seguros, e n d e ré z a te , y allí apoyado, confiado, solo,
- é c h a t e rá p id a m e n te a a n d a r ...” (Ten esperanza).
M ás u rg e n te , tie rn a y c o n m o v id a es la m a n ife stac ió n p oética de
la e sp e ra n za de L u is F elip e V ivanco. Pocas veces su en a n itid a m e n te
gozosa su v o z ; desde el U ltim o fo n d o d e su ex p erien c ia h a sta la su-
p e rfid e del verso, el a lm a del p o eta - a r r a i g a d a casi siem p re e n u n a
tra d ic ió n y e n u n paisaje— a trav iesa el dolor, el a n sia y la p ro te sta.
P e ro el dolor, el a n sia y la p ro te sta, tro cad o s e n ace p ta d o sacrificio,
le c o n d u ce n a l d e sc u b rim ie n to d e la e sp e ra n za q u e o to rg a fu n d a m e n -
to a su ser. E s p e ra n z a te m b lo ro s a : “ ¿Y TU ? M i a m o r te m id e po r
su in c ie rta e sp e ra n za ", dice el c a n to r a D ios (Lim ite del cielo). Espe-
LA ESPERANZA EN LA POESIA ESPAÑOLA ACTUAL 439

ra n z a . adem ás, tra sc e n d e n te a l tie m p o y a las fu e rz a s d el h o m b re :


«La e sp e ra n za q u e h a s p u e sto e n m i es el fo n d o im p o sib le de m i ol-
vido" (Transparencia al dolor). E lla es la Unica q u e p u e d e tr o c a r .e n
poética Sala de esperanza la triste z a g a sta d a y fe rro v ia ria d e u n a tri-
Yial “Sala d e espera.» \
L eopoldo P a n e ro vive p o é tic a m e n te en el re c u erd o y en la espe-
r a n z a : pocos p o etas h a n sab id o ex p re sa r con ta n e n tra ñ a b le y v iril
te rn u ra la c o n stitu c ió n te m p ó re a de la e x isten cia h u m a n a . Sabe d ó n ٠
de tie n e n su p rim e r o rig e n el re c u erd o y el p re se n te d e l h o m b re :
“ jE l m ás pequeño, — m in u to del v iv ir en D ios e m p ie z a ” (Noche de
San Silvestre). Sabe ta m b ié n cu ál es el o b jeto h a c ia q u e e n v e rd a d
se m ueve su e sp e ra n za : “A si h a c ia D ios a rra s tra la v iv ien te esperan-
za" (Tras la jornada ilusa). Sabe, en definitiva, q u e v iv ir h u m a n a m e n .
te es “ v iv ir desde siem p re a siem pre'» (El peso del mundo). M as to d o
esto lo sabe desde su p re se n te a m e n a z a d o y fu g itiv o , c o n tin g e n te y
libre. ¿ P u e d e e x tra ñ a r, en tonces, q u e conozca p o r d e n tro la incei-ti-
d u m b re de su e sp e ra n za de h o m b re ? “L a e sp e ra n za q u e d u d a al ha-
cerse, c o m o e l te m b lo r de u n a m ú sica e n el arp a, — o com o la pa-
la b ra q u e espera ser d ic h a ... - L a e sp e ra n za en p elig ro q u e p ro y e c ta
tu limit.»» (Tal como eres cada día). E s p e ra n z a -fu n d a m e n to , esperan-
za-d u d a, e sp eran za-lu z : "Y con la in m e n sa p re g u n ta de tu s m an o s,
y con la in m e n sa d u d a en c a rn e viva, — de tu e sp eran za, — ves, — pero
de n o c h e, - a b s o l u t a m e n t e de n o c h e" (Es distinto).
T a m b ié n L u is R osales sabe que su ex isten cia es c arn e sucesiva,
trá n s ito : (.Solo voy d e l solo sueño que soy — al so ñ a r que h iz o la
n a d a . — P u ra p re sen c ia m ira d a . — F ie l al trá n s ito , a q u í estoy'», nos
dice d esde el c a m in o (Memoria del tránsito); u n c a m in o q u e “te rm i-
n a rá d o n d e e m p ie z a ” (Esperanza "»' ‫وه‬, esto es, e n D io s: ta n levanta-
do, ta n so b re h u m a n o es el té rm in o de su esjjeranza. A n te sus ojos,
“la e sp e ra n za es el m odo d e te n e r el milagro»» (Cantico del destino)
y el te stim o n io m ás p u ro de n u e stra filiación d iv in a : “L a e sp e ra n za
d e l h o m b re , q u e, q u izás, es ta n sólo la m e m o ria filial q u e a ú n tene-
m os de D ios, — la esp eran za, q u e es com o u n bosque q u e se m ueve,
— com o u n bosque q u e vive e n la filialidad d e l cielo to d av ía, — com o
u n b osque to ta l d o n d e vuelve a ser á rb o l cada h u e lla ” (La casa en-
cendida, III). A través de ese bosque sem oviente, el d o lo r de cad a
d ía h ace v is lu m b ra r la tie rra final d o n d e se olvida la a n g u stia de la
e sp e ra : “esta in m ó v il a n g u stia de ser ju n c o - y s e n tir en las p la n ta s
los im p u lso s d e l rio'» (Ascensión hacia el reposo). Si, ésa es la tie rra
" a b ie rta a la e sp e ra n za d e l sollozo'».
* Sala ٥٠ esperanza es, como dije, el titulo de un poema de Luis Felipe Vivanco.
440 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

L a e sp e ra n z a de D i.n ís ío R id ru e jo h a t e n i d . e n su . b r a p o é tic a
tre s etap a s : ilusión, d esengaño, tra sce n d e n cia . H u b o u n tie m p o e n
‫ ؟‬ue h a s ta el p rim o r p a re cía h u m a n a m e n te re b a sa b le : “E l m u n d o era-
u n e m p e ñ o que te n ia su fo rm a - n o del to d o aca b a d a n i e v id e n te ,
— p o n ie n d o a lo perfecto la sal de lo fu tu ro '. (Umbral de la madurez).
Q u ie n ta n a lta h a pu esto su e sp e ra n z a te rre n a , ¿ d e ja rá d e contem -
p ia r la ru in a de ésta c u a n d o la re a lid a d le v a y a m o stra n d o lo q u e es-
y lo q u e no es? “E r a h o n d o cataclism o la e sp e ra n z a .’, dice el poeta,
re c o rd a n d o esa a ce rb a e x p erien c ia (E legías ٥ la tierra, I). N o m u e re ,
sin em b arg o , la e sp e ra n z a del p o e ta ; la u to p ia se tru e c a e n posibili-
d a d tra sc e n d e n te , e n p u e rto d e u n definitivo re to m o - c u a n d o se h a
d e ste rra d o del tie m p o , la E d a d d e O ro “espera e n el esp irittj a que-
el h o m b re reg rese”— , y el v iv ir del h o m b re d escu b re q u e siem p re
es to d a v ía : “P ero ta m b ié n soy c a rn e c u a n d o can to , — y la c arn e se
o b stin a y c la m a : to d av ía. —T o d a v ía . Y su gozo va p e rsu a d ie n d o al
a lm a — q u e c u e n ta y m agnifica los U ltim os te so ro s... —T o d a v ía . .Q u é
m o ld e d e e s p e ra n z a ‫ — ؛‬T o d a v ía . Y los tro z o s carg ad o s de sentido-
— re c o m p o n e n su im a g e n y re s ta u ra n su gusto... E s el “to d a v ía ” del
h o m b re q u e q u ie re v iv ir y h a visto e n D ios el fu n d a m e n to y el des-
tin o de su tie m p o e n la tie rra (Todavía).
A c e p ta n d o el esq u e m a d e D á m aso A lonso, ¿ lla m arem o s a Ga-
b rie l C elaya “p o eta d e sa rra ig a d o ” ? N a d a m ás obvio. E l m ism o re-
c la m a ria u n p u e sto d e v a n g u a rd ia e n la legión d el d e sa rra ig o : “d en -
tro d e m i d esatas las olas sin d estin o , — la n a d a p u ra y lib re ", dice
a su p ro p io co ra zó n (Primer dia del mundo). R ep itam o s, sin e m b ar-
go, n u e stra p re g u n ta : la e x isten c ia del p o e ta G a b rie l C elaya, ¿es
siem p re y sólo a n g u stia 0 d esesp eran za? L o d u d o . Q u ie n n o se re-
sig n a a q u e su e x istir sea m e ra pasió n in ú til: “N o p u ed o , no q u ie ro ,
— n o tie n e sen tid o - q u e ta n to n ta m e n te m e h u n d a e n el vacio” (Las
cosas como son); q u ie n ve e n la Poesia “ u n in s tru m e n to p a ra tra n s-
fo r m a r e l m u n d o '., y h a c ia ese fin d isp ara la fu e rz a d e sus versos;
q u ie n escribe “Q u iero ser e n los otros. Q u ie ro m o rir p o r algo” (Lo
demás es silencio), ése, a u n q tie tra te d e co n v en cem o s de q u e su se-
c reto U ltim o es la desesp eran za, vive y c a n ta esp eran d o . E s hom bre,,
e n su m a, cuyas raíces v a n m ás allá de lo que él piensa.
L a e sp e ra n z a de B las d e O tero - o t r o poeta, g ra n p oeta, d el des-
a r r a i g o - n o p arece ser sino b ú sq u e d a d e se sp era d a : “D esesperada-
m e n te , d igo y sigo —b u sca n d o , sin sab er p o r qué, en lo h o n d o ” (Igual
que vosotros). P ero esta in d u d a b le desesperación, ta n p ró x im a a la
d e U n a m u n o , ¿ te n d r ía sen tid o si el p o eta n o la viviese d e n tro d e u n
d e stin o q u e la explica y tra sc ie n d e ? “T a re a p a ra h o y : d e m o s tra r
LA ESPERANZA EN LA POESIA E S P A S o LA a c t u a l 44‫ل‬

h e rm a n d a d con la tra g e d ia viva, y luego, lo a n tes posible, in te n ta r


su p erarla. N o h a y c re a d o r cajjaz de le v a n ta r u n a s ru in a s si n o dis-,
p o n e de u n id e a l positivo” , n o s confiesa. “Y o, tro p e l d e esp eran zas y
iracaso s", d e c la ra u n o d e sus vei-sos confidenciales (Juicio final). E n
o tro s dos - “N a d a es ta n necesario al h o m b re com o u n tro z o de-
m a r - y u n m a rg e n de e sp e ra n za m ás a lia de su m u e rte ” (A punto
de c a e r h nos dice sin énfasis lo q u e él necesita y busca. Y b u sca r,
¿q u é es sino s e n tir q u e p a ra n o so tro s n o “es” to d a v ía lo q u e “h a y ” ?
E l qtie desespera, espera. T e stig o , B las de O tero.
A trav és d e l d o lo r, la soledad y el am o r, viejos te m a s de la v id a
y del can to , p ro c la m a n su e sp e ra n z a R afae l M o n tesin o s y José H ie .
rro . A q u é l está seguro d e e sp e ra r c o n tra e sp eran za, seg ú n el precepto,
p a u lin o : “Y esp erará, lo tie n e p ro m e tid o , — a u n c o n tra la esp e ra n za ,
la fe m ia ”, (Pais de la esperanza). ¿ P o d rá acaso n o h a ce rlo asi, si el'
p o e ta m ism o sien te q u e ¿1 es e sp e ra n za ? “Y a n o espero a la esperan-
za — a u n q u e e sp e ra r es lo m ío, — p o rq u e la e sp e ra n z a lleva — m i nom -,
b re y dos apellidos” (Escalera de la copla). L a tesis de M arce l — la es-
p e ra n z a , étoffe de l’âme— q u e d a h e c h a verso a n d a lu z . T a m b ié n Jos¿.
H ie rro a firm a la v igencia d el t o d á : “E ste d esierto m u d o , e sta m o-
n o to n ia , ^ s t a soledad ocre com o u n a calavera, — n o nos desespe*.
r a n z a n : sabem os to d a v ía — q u e después d e l estío, o to ñ o nos esp era” ,
dice u n a vez, a n te la seq u e d a d de u n p á ra m o y a n te su p ro p ia desola-,
ción (Llanura).
¿ P u e d e so rp re n d e r q u e la m o c ed a d p oética d e E u g e n io d e N o ra
lleve al verso el la tid o de su e sp eran za, esa “e sp e ra n z a in d e fe n sa .'
q u e “ d a fe del p a ra íso ” ? (Siempre). E l p o eta q u ie re lo in fin ito (Car-
men de la eterna vida) y fu n d e , h ace suyos y recrea, e stre m e c id a m e n .
te, los h o n d o s sen tires de A n to n io M a c h a d o y Jo rg e G u illé n : “ Que-,
rem o s y po d em o s esp e ra r. T o d a v ía . — S iem pre. N u n c a h u b o tiem p o .
H o y , este in s ta n te m ío e s la e te rn id a d to d a , te m b la n d o , desde n a d a
— h a s ta to d o . ¿ Q u ién , to d o ? ¿ Q u ién , n a d a ? — jA h , fe ro z dios, a h ,
tie rn o - d i o s , tú q u e absorbes n u e s tra v id a c ru jie n d o 1” (Instancia de
la tierra). M ás jo v e n a ú n , José M a ria V alv erd e h a in ic ia d o su v id a
p e rso n al e sp eran d o lo q u e y a no existia : “C u a n d o yo vine al m u ndo,
h a b la n m u e rto cosas - q u e h e crecido esp e ra n d o ’. (Las viejas campa-
nas). P ero n o ta rd a en d e sc u b rir, a te n to a su p ro p ia ex p erien cia, q u e
el h o m b re , sú b d ito d el tie m p o , n o se h a lla fo rz a d o a ser siem p re su
esclav o : “H a y ta n ta e te rn id a d d isu e lta e n estas h o ra s q u e y a i g n .
ro m is a ñ o s” (Tarde de primavera), escribe V alv erd e a n te u n soleado,
p aisaje vesperal. Y ese d e sc u b rim ie n to , ¿q u é o tra cosa es sin o u n
s ú b ito p e rc ib ir q u e n o h a y espera sin e sp eran za, n i ,esp e ra n za cuyo.
442 ‫ﻣﺎ‬ ESPERA Y LA ESPERANZA

la e te rn id a d n u e stro re c u erd o — te n d rá e l tie m p o y las cosas, - i g u a l


q u e el c a m in a n te d e te n id o e n el m o n te — tie n e e n la m a n o el valle
con su rio . ‫ ا و‬p u e b lo de c am p a n a s d o rm id a s com o p ájaro s, — y ven-
ta n a s q u e g u iñ a n , — y el d im in u to tre n , q u e co rre p o r las h o ra s — ig u a l
q u e p o r los p ra d o s ..." (Desde ‫ ﺀ ﺀ‬، ‫ ﺀ‬cuerpo de tiempo).

II.— El viento de la angustia

D ic e D á m a so A lo n so , en la descrip ció n d e su p ro p io “desarrai-


g o '.: “L a m ia n o e ra sin o u n a p a rtic u la d e la do b le a n g u stia e n q u e
'to d o s p a rtic ip á b a m o s, la p e rm a n e n te y esencial e n to d o h o m b re , y
la p e c u lia r d e estos triste s años d e d e rru m b a m ie n to , d e catastrófico
apocalipsis.’ ٥. P e ro si la a n g u stia es s e n tim ie n to “p e rm a n e n te y esen-
cial e n to d o h o m b re ’, — a u n q u e e n alg u n o s n o pase d e ser inquietudo
o anxietas— , ¿ d e ja rá d e h a lla rse Ju n to a la e sp e ra n z a e n la ex p resió n
lirica d e los p o etas españoles?
H e a q u i a Jo rg e G u illén , m á s gozoso q u e n a d ie a n te la re d o n d a
p le n itu d o n to lò g ica d e la creación. Su m u n tfo , n o s dice, casa co n su
esp eran za. H a y m om en-tos e n q u e asi es la ex isten cia d e l h o m b re .
E sa ex isten cia, ¿será, p o d rá ser asi siem p re? N o lo p ie n sa el a u to r de
Cántico: “ N ecesito q u e u n a a n g u stia — p osible c erq u e m is gozos” , es-
c rib e e n Cara ٥ cara. P e ro el p e rc ib ir q u e u n a a n g u stia es posible,
¿ n o equivale, e n cierto m o d o , a v iv ir u n a a n g u stia re a l? G o z a r con
u n cerco de p osible a n g u stia , ¿ n o es “ser a n g u stio sa m e n te ” ? T a l es
el destino, d e to d o go zo te rre n o , c o m p re n d id o el q u e ta n su til y egre-
g ia m e n te c a n ta Jo rg e G u illén . M ás ra d ic a l es G e ra rd o D iego. V e u n
d ía c o rre r so b re la a re n a las so m b ras d e tte s n u b es, y e l espectáculo
su scita e n su a lm a la p re g u n ta e n q u e m e jo r y m ás d e cisiv am en te
q u e d a e x p re sa d a la a n g u stia m e ta fís ic a : “D im e , D ios d el desierto,
¿so n e te rn a s — n u e stra s alm a s? ¿S on n u b e s? ¿S on vanas — sobre tu
esté ril fre n te in m e n sa a rd ie n d o ? ” (Nubes sobre el desierto). '¿Q u ié n
es el a u to r d e estos v erso s: G e ra rd o D iego 0 M ig u e l de U n a m u n o ?
M ás fre c u e n te y d e sg a rra d o es e l g rito d e la a n g u stia d e D ám aso
A lonso. L éase u n solo ejem plo. E l p o e ta desiste d e q u e b ra r u n a v a rita
d e avellano, e im a g in a la le n ta p é rd id a d e sus h o ja s e n el otoño. ¿Y
él? ¿ P e rd u ra rá e n el ser, esq u iv ará la a m e n a z a q u e asedia su e x isten
cia? E l te m o r d e n o ser se h a c e p a la b ra v e h e m e n te : “ ‫؛‬D a m e o to ñ o
ta m b ié n . S eñor, q u e sien to — n o sé q u é h o n d o c ru jir, q u é esp a n to
.m u d o l” (Destrucción inminente), Y a n g u stia h a y ta m b ié n , con n o

« op. «'، ., pág. 371.


LA ESPERANZA EN LA POESIA ESPADOLA a c t u a l 443

«scasa frecu en cia, b ajo las m e tá fo ra s densas y ricas d e V ic en te A lei-


x a n d re . Ser h o m b re es conocer el desvalim iento, d e cir siem p re “N o
b a sta ", s e n tir la fin itu d re a l desde u n a in fin itu d n o stá lg ic a m e n te sos-
p e c h a d a : “ . . . Y a q u í estoy, — solo, sobre la tie rra q u ie ta , m e n u d o
Como en tonces, sin verte, - d e r r i b a d o sobre los in m e n so s b ra z o s q u e
h o rrib le m e n te te im ita n ’. (Padre mío), dice u n a vez a l re c u erd o de
su p a d r e ‫ ؛‬y, e n su padre) a D ios.
V ivanco y P a n e ro , R osales y R id ru e jo , c an to res fieles de la espe-
ra n z a , h o m b re s q u e sie n te n el a rra ig o d e su tie m p o en la e te rn id a d ,
¿d esco n o cerán acaso el la tid o d e la a n g u stia ? E sa e sp e ra n z a suya, ¿se
h a lla rá siem p re in m u n e al te m b lo r d e la in c e rtid u m b re y la z o zo b ra?
V ivanco e x a m in a p o é tic a m e n te el sen tid o que los m eses del a ñ o tie-
n e n e n la v id a del h o m b re , y e n la fría c o n te x tu ra de d ic ie m b re des-
c u b re la desesperación : “D ic ie m b re d e p ie d ra , q u e tra n s p a re n ta s la
desesperación a n c la d a e n el tie m p o ” (Examen del año). Sólo q u ie n
h a y a sen tid o e n su a lm a la In tim a p u n z a d a d e la desesperación, sólo
ése será c ap a z de tr iu n f a r sobre ella. B ien lo saben, m u y d e n tro ' de
si m ism os, L eo p o ld o P a n e ro , c a m in o del G u a d a rra m a , u n d ia de in-
v ie rn o : “E l v ie n to c o rtó los tallos — de la e sp e ra n za e n silencio — y
v a n m is pies c a m in a n d o — sin e n c o n tra r el sen d e ro ” (Camino del
Guadarrama); y L u is Rosales, c u a n d o p u lsa el solo, lim ita n te y suce-
sivo m o rir de su c u e rp o : “L a soledad del h o m b re q u e c o n tem p la el
d e stin o , — y este m o rir c o n sta n te del espacio e n los ojos — q u e le
b rin d a a m i c arn e la a n g u stia n ecesaria" (Cántico del destino); y
D ionisio R id ru e jo , a n te “el m a ñ a n a te rre n o d e sn u d a m e n te frá g il”
(Todavía), y “la p ro m e sa d el lio m b re, al n a c e r d e rro ta d a ” (Elegia
ante el mar).
C om o u n S an M a n u e l B u en o de la esp e ra n za de ser, G a b rie l Ce-
lay a h ace voto de v iv ir c o n te n ie n d o la voz de su d e se sp e ra n z a : “Re-
te n d ré e n tre m is d ie n te s a p re ta d o m i g rito — y acaso d e ese m o d o
vuelva a se n tirm e p u ro , — y a fu e rz a d e n e g arm e, m e p e rd o n e a m i
m ism o ” (Lo demás es silencio). B las de O tero , p o r su p a rte , su fre y
p ro c la m a la a m e n a z a de n o s e r: “E sto es ser h o m b r e : h o rr o r a m a-
nos llenas. - S e r — y n o ser— eternos, fugitivos. — ‫؛‬A n g e l con g ra n
des alas de cadenas 1” (Hombre). R afael M o n tesin o s, poético in v e n to r
d e u n Pais de la esperanza, descu b re que la d esesp eran za es u n o d s
los cam inos q u e le a tra v iesa n (A solas con mi nombre). N o se a p a rta
m u c h o de esa e x p erien c ia la de José H ie rro c u an d o exige p ie d ra s de
a n g u stia p a ra edificar su p ro p ia a u te n tic id a d : “S eren id ad , n o te m e
e n tre g u es, — n i te des n u n c a , — a u n q u e te p id a de ro d illas q u e m e
lib e rte s de m i a n g u stia ” (Serenidad). E l e sp e ra n za d o E u g e n io de N o r a
444 ESPERA U ESPERANZA

tie n e c la ra n o tic ia “d e la esp era le n tísim a , de la d esesp eran za - d e


c ad a ser” (Sustancia de la tierra), y sien te a veces, b o d e le ria n a m e n te ,
q u e “ el tie m p o ex iste - p a r a a le ja r la lib e rta d p e rd id a ” (¿٠٥ noche).
Y José M a ria V aiverde, h o m b re de D ios, ¿ n o d e c la ra u n a vez q u e
los p o etas c u m p le n h o y su m isión sien d o “expresiones h u m ild e s d e
la a n g u stia del h o m b re ” ? (Tarde de primavera).
D esde M ig u el d e U n a m u n o y A n to n io M ac h a d o , la a n g u stia
— m ás m etafisica u n a s veces, m ás psicológica o t r a s - h a h e rid o e l
a lm a d e los p o etas españoles. N u e stro s líricos h a n sido fieles a su
tie m p o y a su tie rra ٠. P ero n u n c a esa a n g u stia h a sido d e sesp eran za
a b s o lu ta : el p o e ta español no h a d e jad o de c a n ta r d e n tro d e l h o ri-
z o n te d el “ser siem p re ” , h a sta c u a n d o h a p re te n d id o neg árselo a si
m ism o . E n ocasiones, la afirm ación del “siem p re ” h a q u e d a d o m òdi-
c a m e n te re d u c id a a u n “ to d a v ía ” in s ta n te y te rre n a l. “T o d a v ía ” : el
vocablo con q u e se e x p re sa q u e v iv ir y q u e re r v iv ir h a c ia e l fu tu r o
sig u en v a lie n d o la p e n a ; “siem pre.’ : el e strib o d e liu m a n a e te rn id a d
q u e d a consistencia m eta física a l “to d a v ía ” . “H o y es siem pre toda-
v ía ”, seg ú n la fó rm u la in su p erab le d e A n to n io M a c h a d o . R eco rd e,
m o s el p o e m illa de U n a m u n o :

Todavta Ja agonia;
este €8 el grito del alma,
todavía
unce at ayer è mañana
todavía
siempre... nunca... nada... nada
tra v ia
hasta hoy )pobre de mJ alma,
todavía
desde hoy |c ٥mo se alarga!
todavía
.cuánto dura lo que pasa
todavía!

O tra s veces, el “sie m p re ” es p ro c la m a d o cOn re su e lta e n te re z a y


sin la re stric ció n te m p o ra l del “ to d a v ía ” :
Soy el que fu،, ser، el que soy...
.Dios mfo, ni ayer ni mañana,
no hay más que siempre, siempre hoy!,
« ¿Ha habido entre nosotros - n i siquiera entre los sacerdotes poetas: Jorge
Blajot. Jesús Tora، —una voz tan angelicalmente serena como la de Francis Jam .
mes? No lo creo. El p o à s naturae abandona difícilmente al Individuo espafiol, y
bien lo demuestra la poesia.
LA ESPERANZA KN LA TOEStA ESPAÑOLA ACTUAL 445

e x c la m a e l m ism o M ig u el d e U n a m u n o e n o tra d e sus p ág in as. C o m o


e n el verso d e R id ru e jo , la co n serv ad a p o sib ilid a d del p re se n te h a c ia
el fu tu ro es a h o ra u n “to d a v ía de D ios". E n el “siem p re ” d e la exis-
te n c ia h u m a n a se fu n d e n p o r m o d o m isterioso el tie m p o y la eter-
n id a d . y e n él y sobre él oscila bio g ráficam en te, c o n diverso p re d o ,
m in io in d iv id u a l y ocasional, la te n sió n in e lu d ib le e n tte la esp’e ra n z a
y la an g u stia. T a l es la p ro fu n d a lección a n tro p o ló g ic a q u e nos d a
la poesia esp a ñ o la d e l siglo XX7.

T A l a limitación nominal antes anotada debo afiadlr expresamente otra de


-orden Idiomàtico. Me he atenido, como es obvio, sólo a los poetas que escriben en
castellano y a una parte de ellos. ¿Se obtendría el mismo resultado estudiando la
obra de los que escriben en catalán y en gallego? Sospecho que si. Y también
sosj^cho que a término muy semejante conducirla el análisis de la fwesia hispano-
.americana. En cuanto a ،sta. me conformar، con transcribir un reciente soneto
- “Memoria”- del poeta cubano Cinto Vitler: “ [Memoria siempre de una ventu-
ranza. d i c h o s a calidad de lo vivido, ^ n desesperación 0 en esperanza! —Más
que ser y softar es haber sido, —y mayor que el dolor de la afioranza ^ 8 el bien
.a que alude lo ۴ rdido: - s u voz de oscura bienaventuranza. —¡Oh festejo anhe-
lante y dividido - p o r cada espuma que el azar sellado e n la costa ilumina de
mi ausencia! - O h deslumbrada luz de lo olvidado, —mirar la nrche hasta la
transparencia d e l tiempo amante y el espacio atttado‫— ؛‬tierra de frenes،, cielo
-de esencia” (Vísperas, La Habana, 1953).
QUINTA PARTE

ANTROPOLOGIA DE LA ESPERANZA
N . es u n a z a r q u e ta n to s pu eb lo s h a y a n vís'to e n e l v erd e e l co-
lo r de la esp eran za. E l cam p o e n p rim a v e ra y el m a r, fu e n te s p rin -
clpales d e n u e stra e x p e rie n c ia d e “ lo v erd e'., so n re a lid ad e s cu y a
m e ra percep ció n suele a b rir el á n im o h a c ia el fu tu ro p ro p io ٤. T a m -
poco es p u ro a z a r, seg ú n esto, q u e el e m p eñ o de tr a ta r de m a n e ra
p e rso n a l el te m a d e la e sp e ra n z a m e h a y a tra id o a las m ien tes u n
verso d e A n to n io M a c h a d o :

Scfior, ya estamos solos mi corazón y el mar.

E n m i c a so : y a esto y yo solo fre n te a l v erd e m a r del p ro b le m a


a n tro p o ló g ic o q u e la e sp e ra n z a p la n te a . H a b la r d e la e sp e ra n z a y a
n o va a ser tra n sc rip c ió n y c o m e n ta rio d e o piniones 0 e x p erien cias
ajenas, sino afirm ació n p erso n al, ejercicio responsable d e la a rtiv id a d
-de p e n sa r. E l m a r de m i p ro b le m a a n te m i: n a d a m ás.
S in e m b arg o , ¿es asi? E l co n o cim ien to h istó ric o su p o n e la com -
p a ñ ía ; la o b ra p e rso n al im p o n e la soledad. N a d a m á s obvio, n a d a
m ás oído q u e e sta sen ten cia. C onocer 'u n fra g m e n to d e h is to ria es
c o n v iv ir e sp iritu a lm e n te , d is in tie n d o 0 a sin tien d o , con h o m b re s q u e
fu e ro n y y a n o son ‫ أ‬le e r u n te x to c u a lq u ie ra es siem p re coloquio am is-
toso o d isp u ta , c o m p añ ía. “G racias a las letras y a las m a n o s . c r i -
b ió G aleno, p a ra q u ie n la .h is to ria e ra y a u n i m p e r a t i v o - es h o y p o .
sible c o n v ersa r c o n P la tó n , A ristó teles, H ip ó c ra te s y o tro s an tig u o s."
E je c u ta r u n a o b ra p erso n al, p o r m in im a q u e sea, exige, e n cam bio,
la osadía d e la n z a rse e n s o le d a d .a l ab ism o d e la in c e rtid u m b re , la de-
cisió n y la re sp o n sa b ilid a d . Q u ie n p o r si m ism o d ecid e algo, e m .
p re n d e r u n v iaje 0 e sc rib ir u n d ra m a , dice a l m is te rio : “A q u í estoy.'.
Y , sin e m b arg o , ¿es asi?
L a v e rd a d es que, q u ie n dice “ yo", dice a la vez soledad y com -

1 Asi lo han demostrado las Investigaciones psicológicas de Goldstein y Ro.


senthal: “Ucber den Einfluss der Farben aut den Organismus.’ (Schweiz. Arch. f.
Neur. n. Psych., 26, 1930).
29
45. LA ESPERA ٢ LA ESPERANZA

p a ñ ía . “Y ." s .y u n a v o lu n ta d y u n p ro y e c to d e ser e m erg en te s e n


el seno d e lo q u e h e sido, lev an tad o s so b re e l lég am o d e to d a s m is
ex p erien cias d e c o m p a ñ a , desde la im p e rso n a l q u e m e h a y a d e p a.
ra d o el m u n d o cósm ico - t a m b i é n el paisaje a c o m p a ñ a — h a s ta la
m ás d ire c ta m e n te p e rso n a l de m i re lació n con deudos y am igos, pa-
san d o p o r la q u e m e d ie ro n los h o m b re s q u e sólo p o r re la to h e co-
n o cid o . N o h a y o rig in a lid a d sin re c u erd o : “ lo q u e n o es tra d ic ió n e s
p la g io ” , solia d e cir E u g e n io d 'O rs ; n u e stra s acciones personales tie-
n e n e n la h is to ria su sistem a, a ñ a d iría O rte g a . ‫ ﻣ ﺎ‬m ás g e n ial q u e
so b re la e sp e ra n za h a y a sido h u m a n a m e n te e scrito tu v o com o tá c ito
su p u esto u n fo n d o de recu erd o s conscientes o incoitscientes, u n a tra -
d icidn. ‫ ﻣ ﺄ‬q u e e n los te x to s de San P a b lo sea revelación d iv in a , ¿ n o
se in je rta , acaso, e n el ta llo de u n sab er y u n s e n tir h u m a n o s y tra -
d icio n ales? Y si eso d eb e decirse de lo q u e escribid S an P ablo, con
ra z d n m u c h o m e jo r p o d rá afirm arse fre n te a la o b ra d e K a n t o d e
G a b rie l M arcel.
S eg ú n su etim o lo g ía , “re c o rd a r’, es tra e r algo de nu ev o al cora-
zdn. p o b la r o tra vez el alm a' con to d o lo q u e se re c u erd a . C on el re-
c u erd o d e c u a n to e n to rn o a la e sp e ra n za nos h a d ic h o la h is to ria ,
m as ta m b ié n con la v o lu n ta d de que esa c o m p a ñ ía n o se tru e q u e e n
p e sa d u m b re despótica, o rd e n a ré m i m o d e sta p esq u isa p e rso n al en
tre s cap ítu lo s sucesivos. E n el p rim e ro e stu d ia ré el a cto de esp erar,
c o n te m p la n d o “desde fu e ra ” su ap arició n en la re a lid a d d e l in d iv id u o
h u m a n o : la espera com o u n h á b ito d e la re a lid a d psicofisica del
h o m b re . E n el seg u n d o a n a liz a ré y tra ta ré de c o m p re n d e r ‘‫؛‬desde den-
tr o ” , e n c u a n to e x p erien c ia in tim a , la h u m a n a a c tiv id a d de e sp e ra r:
e x am in aré , e n consecuencia, la c o n ex ió n e n tre e l p ro y ecto , la pre-
g u n ta y la espera. E n el te rc ero y U ltim o p ro c u ra ré d e sc u b rir y m -
tr a r la relació n e n tre la espera y la esperanza.
Capitulo i

C U E R P O Y E S P IR IT U E N E L A C T O O E E S P E R A R

T res p a re ce n ser los supuestos de c u alq u ier teo ria an tro p o ló g ic a


de la e sp e ra n z a : la p e rso n al ex p erien c ia a que nos h a y a c o n d u cid o
n u e stra a c tiv id a d de esperar, n u e stro saber acerca de la e sp e ra n za y
n u e stra id e a d e l h o m b re . ¿Q ué h a sido p a ra m i el e sp e ra r? ¿Q ué h e
Ieido u oido acerca de la e sp e ra n za ? ¿Q ué es el h o m b re ? Q u ie ra yo
o no, sobre la resp u esta a esas tre s p re g u n ta s - r e s p t i e s t a tá c ita 0 ex-
p r e s a - se edificará m i p e rso n al visión d e la esperanza.
A p a re n te m e n te , las ideas del h o m b re sobre su p ro p ia re a lid a d
son in c o n ta b les. T o d a s ellas, sin em b arg o , p u e d e n ser re d u c id as a tre s
órdenes, c o rre sp o n d ien te s a los tres p u n to s de v ista desde los cuales
h a sido e n te n d id a la e x isten cia h u m a n a : la a n im a lid a d , la d iv in id a d
y la in tim id a d . L a definición h e lén ica (zoon logon ékhon, animal rdr
tionale), la n ie tz sc h e a n a (el h o m b re , “a n im a l q u e p u e d e p ro m e te r”)
y la c o n d u c tista (el h o m b re , “m o d o p e c u lia r d e c o n d u c ta .’, pattern
of behaviour) se h a lla n c o n stru id a s sobre la c o n d ició n zo ica d e l ser
h u m a n o ; a la postre, sobre su co n d ició n cósm ica. E l h o m b re es vis-
to com o u n fra g m e n to in d iv id u a l del u n iv erso - d e la “n a tu ra le z a ”—
d o ta d o d e tales 0 cuales p ro p ie d a d es específicas. E n cam b io , c u a n d o
A ristó teles dice q u e el nous, la m e n te , es “ lo d iv in o e n nosotros'.
(Eth. E u i , V III, 2), c u an d o u n c ristia n o c u a lq u ie ra afirm a q u e el
h o m b re fu é cread o “a im a g e n y se m e ja n za d e D io s", o c u a n d o N i-
colás d e C usa lla m a a la c ria tu ra h u m a n a Deus 0 ‫'لﺀهﺀﺀ‬0 « ‫د‬ y L eib-
n iz la tie n e p o r un petit Dieu, e n to n ce s la h o m b re id a d es c o n ceb id a
desde u n a id e a d e l ser div in o . A p a rtá n d o se d e lib e ra d a m e n te d e esas
dos vias. D escartes y K a n t se p ro p u sie ro n e n te n d e r al h o m b re desde
e l h o m b re m ism o , desde su p e rso n a l in tim id a d : a q u é l lo vió com o
ser p e n sa n te (une chose qui pense), este o tro com o “yo p u ro ” o “per-
452 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

so n a m o ra l" (homo noumenon) e n el seno d e u n “yo e m p iric o ” (homo


phaenomenon). E n n u estro s dias, el ex isten cialism o h a ra d ic a liz a d o
e sta visión “in tim is ta ” de la re a lid a d h u m a n a . C o n sid e ra n d o q u e las
fó rm u la s d e D escartes y K a n t sig u en co n cib ien d o a l h o m b re com o
“o b je to ” y, p o r lo ta n to , com o “cosa", la filosofia a c tu a l prefiere de-
finirle com o “p ro y e c to '., “d ecisión", “lib e rta d ', o “co n cien cia” q u e se
re a liz a n a trav és de u n ctierpo. L a “e n c a rn a c ió n " es p a ra G a b rie l M ar-
cel el d a to fu n d a m e n ta l d e la e x iste n c ia ; e l h o m b re es “e sp íritu en-
c a rn a d o ” e “in te lig e n c ia se n tie n te " , afirm a — m ás m eta fisica m e n te —
X a v ier Z u b iri.
D e acu e rd o con este esq u em a te rn a rio , la a c tiv id a d h u m a n a de
e sp e ra r p u e d e ser e n te n d id a vien d o al h o m b re desde f u e r a 'd e él, des-
de u n a id e a de D ios y desde la p ro p ia in tim id a d . E n e l p rim e r caso,
la esp era será el m o d o de co n d u cirse el “ a n im a l ra c io n a l” h a c ia el fu-
tu r o ; e n el seg u n d o , el ro stro te m p o ra l de u n p ro y e c to de deificación;
e n el tercero, la e x p erien c ia in tim a de n u e s tra c o n d ició n te m p á re a y
fu tu riz a d o ra . C u an d o ta n to se n o m b ra y ta n to se desconoce la reali-
d a d d e l cuerpo, ta l vez sea c o n v en ie n te a d o p ta r com o p u n to d e p a r.
tid a el p rim e ro de estos tre s p u n to s d e vista, y e stu d ia r con ciCrta
p re c isió n la espera d e l in d iv id u o p sicosom àtico q u e lla m a m o s
“h o m b re ” .

I.—Introducción cosmológica al estudio de la esperanza

E n c u a n to fra g m e n to del cosm os, el h o m b re d eb e esp erar, e n cier.


ta m e d id a , aquello q u e el cosm os le p e n q ita 0 aq u ello a q u e el cosm os
le o b ligue. Si yo espero lo q u e e l d ía d e m a ñ a n a p u e d a tra e rm e , es
p o rq u e cu en to con q u e el u n iv erso de q u e soy p a rte .seg u irá ex istien -
d o y m oviéndose con su hafeitual re g u la rid a d c iclica; si yo creyese,
co n firm ez a m a y o r 0 m e n o r, q u e e l sistem a so lar ib a a ser d e striiid o
e n p la zo b re v e p o r u n a c atá stro fe cósm ica, m i a c tiv id a d d e e sp e ra r
s u friría eo ipso u n a ra d ic a l alte rac ió n . C onsiderem os, pues, e n p rim e r
té rm in o , e sta esencial v in c u la ció n e n tre la espera h u m a n a y el fu tu -
ro d e l cosm os.
§ 1. L a m ás superficial observación m u e stra q u e so b re e l m o d o
d e e sp e ra r h a in flu id o siem p re - d e m a n e ra tá c ita 0 expresa— la
id e a d el h o m b re acerca d e l “fin del m u n d o '.. Som os p a rte s del “to d o
d e l u n iv erso , y e l fu tu ro d e ese “to d o " tie n e fo rzo sam en te q u e afee,
ta m o s . C o n sólo im a g in a r o te m e r q u e la, v id a va a d e ja r d e ser posi-
b le e n el p la n e ta , to d a n u e stra in sta lac ió n a n te el fu tu r o c a m b ia de
CUERPO E SPIR IT U EN EL * e ro DE ESPERAR 453

ra íz . “Si DOS re p re se n ta m o s —d ic e B u r c k h a r d t - la im ageD de UD iu .


d iv id u o q u e coD ociera de a n te m a n o el d ía d e su m u e rte y la situ a ció n
e n q u e e n to n ce s h a d e e n c o n tra rse , 0 la de u n p u eb lo q u e supiese p o r
a n tic ip a d o el siglo d e su e x tin c ió n , a m b a s im á g e n es nos m o s tra ría n
com o consecuencia n ecesaria u n a c o n fu sió n de to d o q u e re r y to d o as-
p ira r, los cuales sólo se d e sa rro lla n p o r c o m p leto c u an d o e l h o m b re
vive y a c tú a ciegamente, esto es, p o r si m ism o y sig u ie n d o sus p ro p ia s
fu e rz a s in te rn a s ... U n fu tu ro p re v isto es u n c o n tra s e n tid o .. ‫ ا‬. Sólo a
m ed ias es c ie rta la afirm ació n d e B u rc k h a rd t, p o rq u e sin a lg u n a pre-
visión d e l fu tu r o n o h a y v id a h u m a n a posible ‫ أ‬pero, con to d o , ese
te x to ex p re sa b ie n la n ecesaria in flu en c ia q u e la id e a de u n in m in e n ,
te “ fin d e l m u n d o ', o “fin d e la h isto ria ', h a d e e jerce r sobre el e sp e ra r
d e l h o m b re .
L a v id a h u m a n a descansa siem pre sobre u n a te n sió n a m b iv a le n .
te e n tre la seg u rid a d d e la p e rd u ra c ió n del u n iv erso y el te m o r de u n
"fin del m u n d o ', m ás o m enos p ró x im o , co n p re p o n d e ra n c ia m a y o r
o m e n o r d e u n o u o tro té rm in o . H a y situaciones h istó ric a s y v idas
in d iv id u a le s e n q u e p re d o m in a el se n tim ie n to d e seguridad,, h a y
o tra s e n q u e p revalece la a c titu d de te m o r. A q u é llas son, sin d u d a ,
h a r to m ás frecu en tes, m as n o h a sta el e x tre m o d e o c u lta r 0 ro m p e r la
c o n tin u id a d h istó ric a d e la te m e ro sa p re o c u p ac ió n d el h o m b re p o r el
futuro total d e l cosm os e n q u e h a b ita .
H esiodo, e n los albores d e la A n tig ü e d a d clásica, veia d ila ta rse
a m p lia m e n te a n te sus ojos la d u ra c ió n del u n iverso y la h is to ria del
lin a je h u m a n o ; Sófocles, p o r boca d e A y a x , lla m a al tie m p o ma-
krós kanarithmetos, “ larg o e in n u m e ra b le ” . E n cam b io , u n perso-
n a je de E u rip id e s g r ita : “ [D espués d e m i, a rd a el m u n d o E s a ex-
p lic ita a lu sió n a la ekpyrosis o d eflag ració n u n iv e rsal - e l in c en d io
del cosm os c o n q u e acab a u n ciclo del “e te rn o re to rn o ., y c o m ien za
o t r o - va a re ite ra rse con significativa frec u en c ia en e l m u n d o hele-
n is tic o : T ib e rio — a trib u y e n d o al fuego el p a p e l q u e L u is X V con-
c ed e rá al ag u a— solia re p e tir ese verso d e E u rip id e s ; Séneca y P lin io
viven p reo cu p ad o s por- el te m a de la conflagración u n iv ersal. L a co-
n o c id a fó rm u la d e la esp era d u ra n te la declin ació n d e l m u n d o a n ti-
g u o — n e spe nec metUr— a lb e rg a b a e n su e n tra ñ a la seren a y resuel-
ta a ce p ta ció n d e u n “ fin d e l cosm os', re la tiv a m e n te p ró x im o .
D ejem os, sin e m b arg o , la A n tig ü e d a d p ag an a. ¿A caso e n e l in te-
rio r d e l m u n d o c ristia n o n o h a so n ad o siem pre, com o u n a g ra v e cam -
p a n a fu n e ra l, el te m o r a la in m in e n c ia d e la v e n id a d e l A n tic risto .

‫ل‬٠ Burckhardt, Weltgeschichtliche Betrachtungen (Leipzig, 1535), pág. 14.


454 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

señal c ie rta d e u n "fin del m u n d ." in m e d ia to ? R ecordem os la situa-


ciOn e sp iritu a l de los fieles de Salónica, seg ú n lo q u e de ellos nos dice
la seg u n d a c a rta d e San P a b lo ; pensem os luego e n los te rro re s d el
a ñ o 1 1 y e n la copiosa lite ra tu ra m ile n a rista . N o se tr a ta d e u n a
sim p le "su p e rstic ió n m ed iev al.’. P a u l V u illia u d h a d e m o stra d o docu-
m e n ta lm e n te q u e la frec u en c ia de las p red iccio n es apo calíp ticas no
d is m in u y e e n los siglos m o d e rn o s, c u an d o C opernico, N e w to n y L a-
p lace afirm a n c ien tíficam en te la e sta b ilid a d m ecán ica d e l u n iverso ٠.
T a l vez b aste m e n c io n a r la c o n stitu c ió n de u n a c o fra d ía de Apotres
des Derniers Temps e n la F ra n c ia d e N a p o le ó n III, con m o tiv o d e la
p re s u n ta a p a ric ió n de la V irg e n e n la m o n ta ñ a de la Salette. E n el
c o ra z ó n m ism o de la c u ltu ra d e O ccidente, a la h o ra e n q u e V ic to r
H u g o c a n ta b a la in m e n sa e sp e ra n z a secular del p ro g resism o y C lau-
8ÍUS p re d e cía u n re m o tísim o fin de la v id a te rre stre p o r o b ra de la
p a u la tin a n iv elació n te rm o d in á m ic a .del universo, n o pocos europeos
- a l g u n o s d e m e n te ta n d e sp ie rta com o A d riá n P é l a d a n - proclam a-
ro n con e n c e n d id o celo la p ro x im id a d d e l Ju icio F in a l.
A le n ta d a p o r u n a 'e sp iritu a lid a d irra c io n a lista y escatològica, s u s -
c ita d a o tra s veces p o r el e m p irism o científico m ás re a lista y sobrio, la
p re v isió n d e u n finis historiae n o h a p e rd id o d u ra n te el siglo XX s u
n u n c a in te rru m p id a vigencia. Solovief, p o r ejem p lo , te m ía e n 1900
q u e n u e stro siglo, v ic tim a del progreso, fuese el U ltim o de la h isto ria ,
y u n a com isión d e teólogos, pedagogos y h o m b re s de ciencia, re u n id a
e n In g la te rra p a ra e stu d ia r los p ro b le m a s creados p o r el d escu b rí,
m ie n to de la e n erg ia a tó m ic a, se p re g u n ta b a h a c e pocos años cóm o
se p u e d e vivir en u n m u n d o " e n el cu al h a y q u e c o n ta r con la posi-
b ilid a d de que los h o m b re s, m ovidos p o r la lo c u ra 0 p o r la m a ld a d ,
e x tin g a n la civilización y la c u ltu ra , o acaso lleg u en h a s ta a p o n e r fin
a l g én ero h u m a n o ” ٠. N o p arece im p ro b a b le q u e la p a te n te provisio-
n a lid a d d e la ex isten c ia 'c o n te m p o rá n e a sea e n a lg u n a m e d id a conse.
cu en c ia d e ese d ifu so te m o r a u n gen o cid io técnico universal.
H e a q u í, pues, el p rim e r re su lta d o de n u e stra pesquisa cosm oló-
g ic a : la a c titu d del h o m b re a n te su fu tu ro — la espera h u m a n a — se
h a lla p a rc ia lm e n te co n fig u rad a p o r la tá c ita disposición p e rso n al del
e sp e ra n te fre n te a la p e rd u ra c ió n de la v id a e n el u n iv erso y, ٥ fortiori,
p o r sus creencias acerca d e l fin q u e el un iv erso m ism o h a de te n er.
E n p á g in a s u lte rio res h e m o s d e e stu d ia r la situ a ció n y el p a p el de
s' P. Vuilliaud, La fin du Monde (Parts, 1952).
i w . Solovief. Drei Gespräche. El texto de esa declaración inglesa aparece en
٠ ‫ ﺀه‬Z à l t e r der Atomkraft (Hamburg, 1948). Cits, por j. Pieper en Ueber das
Ende der Zeit, libro que co m ie n d o a quienes se interesen por la conciencia apo.
callptica de nuestra época.
CUERPO E SPIR IT U EN EL ACTO DE ESPERAR 455

«sa a c titu d y estas creencias d e n tro de la e s tru c tu ra an tro p o ló g ic a de


la espera y la e sp e ra n za . M e lim ita ré a q u l a d e c ir q u e la in c esa n te
eficacia c o n fig u ra d o ra d e u n a y o tra s n o d e p e n d e ta n sólo d e la po-
sible acció n letal d e l “fin d el m u n d o ., sobre la v id a in d iv id u a l de
q u ie n espera, p o rq u e el te m o r a la in m in e n c ia de ese “fin d e l m u n d o ”
a c tu a rla ta m b ié n sobre q u ie n lo Juzgase algo p o ste rio r a su p ro p ia
m u e rte ; y, p o r o tra p a rte , q u e la esp era q u e d a d iv e rsam e n te afecta-
d a e n los tre s m odos c ard in ale s d e co n ce b ir el d e stin o final d e la exis-
te n c ia h u m a n a : el e te rn o re to rn o q u e p o stu ló el p a g an ism o a n tig u o ,
la a n iq u ila c ió n definitiva q u e p re v é el ateism o m o d e rn o y la v id a
tra n s m o rta i q u e p ro m e te n las d istin ta s religiones escatológicas. L a
se re n id a d m elancólica, la reso lu ció n d e se sp era n z ad a y la e sp e ra n z a
g e n u in a son las fo rm as de la espera re sp ec tiv a m en te c o rresp o n d ien -
tes a esas tre s básicas concepciones del fin de la h isto ria .
§ 2. D e n tro d e l m a rc o d e ese fu tu ro to ta l del cosm os v a n perfi-
lá n d o se y cu m p lié n d o se los futuros regionales de los varios ó rd e n e s
d e la re a lid a d cósm ica y te rre s tre : el m in e ra l, el vegetal, el a n im a l y
el h u m a n o . T ra te m o s de d e sc rib ir cosm ológicam ente los m o d o s de la
“ espera" q u e a esos diversos fu tu ro s co rresp o n d en .
L a re a lid a d mineral posee siem p re u n “fu tu ro in d e te rm in a d o '..
C o n sid erad o n u e stro p la n e ta com o cuerpo p étreo , ‫ي‬c u ál será su fu-
tu r o : la desecación to ta l y el progresiv o e n fria m ie n to , u n a destrttc-
c ió n sú b ita , co n secutiva al ch o q u e del sistem a solar con o tro sistem a
e ste la r d e n u e s tra galax ia, o u n pi-oceso astrofísico d istin to .de esos
dos? N o lo sab e m o s; lo q u e e n to n ces aco n te z ca es h o y p a ra n osotros
u n ev en to in d e te rm in a lile y, p o r ta n to , in d e te rm in a d o . C o n tra ig a m o s
n u e s tra m ira d a , m ás m o d e sta m e n te , a u n fra g m e n to m in ú sc u lo del
p la n e ta : u n a lto z an o , u n tro z o d e roca, u n m in e ra l c u alq u iera . ¿Q u é
será d e ellos e n el ftttu ro ; c u á n d o y cóm o d e ja rá n de ser el alto z an o ,
la ro ca y el m in e ra l q u e yo a h o ra veo? N o lo sé; su fu tu ro , p a ra m i,
es in d e te rm in a d o . Sólo sé q u e si esas realid ad es m a te ria le s son som e-
tid a s a tales y tales acciones ex terio res de o rd e n m acroscópico y m e-
suralile — ta l h u m e d a d , ta l te m p e ra tu ra , ta l p resió n , ta l acidez, etc.— ,
.acaso los h o m b re s de c ien cia p u e d a n ir p re d ic ie n d o el fu tu ro inm e-
.diato d e c ad a u n a . C on o tra s p a la b ra s : q u e el “fu tu ro in d e te rm in a -
d o " d e la re a lid a d m in e ra l p u e d e hacerse p a ra m i, e n a lg u n a m edi-
da, “fu tu ro d e te rm in a d o '., si conozco las co n d icio n es e x te rn a s e n q u e
esa re a lid a d existe. A ta l c o m p o rta m ie n to de las cosas reales y a ta l
m o d o h ttm a n o d e p re d e c ir cien tíficam en te su fu tu ro lla m ó Cl. B er-
n a r d “d e te rm in ism o " .
E se co n o cim ien to científico del fu tu ro de las rea lid ad e s m in e ra -
456 ESPERA Ï LA ESPERANZA

Jes, c u a n d o se h a lla n so m etid as a condiciones e x te rn a s accesibles a


la o b serv ació n y a la m e d id a , ¿ p u ed e d e cim o s algo acerca de lo q u e
por si mismo, a b s tra íd a h ip o té tic a m e n te to d a in flu en c ia de las accio-
nes ex terio re s, irà siendo e n el fu tu ro u n sistem a m in e ra l c u alq u iera ?
L a re a lid a d m in e ra l, ¿se h a lla de a lg ú n m o d o d e te rm in a d a h a c ia el
fu tu ro in te rn a m e n te , desde el fo n d o m ism o de su ser? H e a q u l las
varias respuestas que a estas dos in te rro g a c io n es h a d a d o el h o m b re
iq o d e rn o :
! .. L a ley de in e rc ia de G alileo y N e w to n . S egún ella, la re a lid a d
m a te ria l no te n d ría por si misma o tro fu tu ro q u e la p e re n n e co n ti-
n u a c iá n d el estado e n q u e o c asio n a lm e n te se e n c u e n tra . R eco rd em o s
la fo rm u la c ió n clásica d e esa le y : to d o cu erp o m a te ria l e n reposo o
e n m o v im ie n to c o n tin u a rá e n ta l estado m ie n tra s u n a causa e x te rio r
n o a c tú e sobre él. R ed u c id o a b stra c tiv a e h i'p o té tica m e n te a si m ism o ,
u n siste m a m in e ra l te n d ría com o fu tu ro su p ro p io p re s e n te ‫ ؛‬som e-
tid o , e n cam b io , a la acción d e fu e rz a s exteriores, y te n ie n d o e n cuen-
ta q u e e l c o n ju n to y e l curso de esas fu e rz as n o son n u n c a e n te ra -
m e n te d e te rm in a b le s p o r la m e n te del h o m b re , el siste m a m in e ra l
posee e n su re a lid a d e m p iric a u n fu tu ro in d e te rm in a d o , aza ro so ,
m ie n tra s el m o v im ie n to m a te ria l subsista e n el universo.
2.‘ E l p rin c ip io d e C a rn o t y el p o stu la d o d e C lausius. A cab o d e
d e c ir que, e n su c o n creta re a lid a d , el fu tu ro d e u n sistem a m in e ra l
es in d e te rm in a d o y azaroso, m ie n tra s el m o v im ie n to m a te ria l subsis-
ta e n el cosm os. P e ro este m o v im ie n to , ¿ c o n tin u a rá in d e fin id a m e n te ^
L a te rm o d in á m ic a clásica p red ice, com o es sabido, el a u m e n to cons-
ta n te d e la e n tro p ia y, p o r consiguiente, la p ro g resió n in e x o ra b le del
u n iv erso h a c ia u n estado final de e q u ilib rio té rm ic o y reposo absolu-
to. E n c u a n to sistem a te rm o d in à m ic o , el u n iv erso c a m in a ria h a c ia la
u n ifo rm id a d y la in m o v ilid a d totales, sin q u e a n osotros nos sea p o .
sible co n ce b ir im a g in a tiv a m e n te la consistencia y la ap arien c ia d e
ese p o stre ro y d efinitivo e sta d o d e la m a te ria .
3 .. L os re su ltad o s d e la fisica y la astrofísica actu ales : p rin c ip io
de in d e te rm in a c ió n , 1-elación e n tre la m asa y la en erg ia, ex p an sió n
del universo. L a ley de in e rc ia y los p o stu lad o s d e la te rm o d in á m ic a
clásica son, e n fin de cu en tas, con stru ccio n es ab strac ta s, e sq u e m a ,
id e a le s: aq u élla su p o n e la im p o sib le ex isten cia d e u n sistem a m a te -
ria l e x e n to d e acciones e x terio res a é l: estos o tro s, la p o sib ilid a d ,
m e ra m e n te h ip o té tic a , d e u n sistem a te rm o d in à m ic o a b so lu ta m e n te
aislado. M enos esclava de ab straccio n es h ip o té tic a s y ab so lu tas, m á s
h u m ild e y rig u ro sa m e n te a te n id a a lo q u e sus p ro p io s m éto d o s ofre-
cen y p e rm ite n , la fisica m o d e rn a h a d e scu b ierto : a) q u e e l f u tu r o
CUERPO Y E SPIR IT U EX EE ACTO DE ESPERAR 45‫؟‬

de los sistem as m a te ria les es físic am en te in d e te rm in a b le , y n o sól ٠


p o rq u e n o conozcam os “de h e ch o .’ la c a m b ia n te c o m p le jid a d d e las-
condiciones e x terio res e n q u e cad a sistem a m a te ria l h a de e n c o n tra r,
se, sino p o rq u e el recu rso d e q u e el fisico se vale p a ra conocer la ‫؟‬
cosas . l a m e d id a — m odifica p o r si m ism o el estado d e la re a lid a d a
que se a p lica (H e isen b e rg ): b) que la re a lid a d a q u e d am o s el nom bre-
de m a te ria es ta m b ié n , e n si m ism a, en erg ia, a c tiv id a d (E in ste in ):
c) q u e el u n iverso es finito y se h a lla som etido, d esde d e n tro d e s ٤
m ism o, a u n m o v im ie n to de crecien te ex p an sió n , sin q u e p o r h o y sea
c ien tíficam en te posible p re d e c ir el té rm in o de ese in g e n te proceso ex-
pansivo (E in stein , L e m a ître , H u bble).
C on m a y o r ra d ic a lid a d q u e la m ecán ica clásica, la fisica a c tu a l’’
nos en señ a q u e el fu tu r o d e los sistem as m in erales es y tie n e q u e ser
“in d e te rm in a d o ” . E sa in d e te rm in a c ió n n o es sólo e x te rn a y a ia ro s a ,
m as ta m b ié n in te rn a y c o n s titu tiv a : la m a te ria es e n si m ism a a tti-
v id a d in d e te rm in a b le , y to d o cu erp o m a te ria l co n creto es p a rte de u n
universo in te rn a m e n te im p u lsa d o a re a liz a r u n in d e te rm in a b le m ovi-
m ie n to d e ex p ansión. H e aq u i, sin em b arg o , q u e d e n tro d e esta g e n e-
ra l in d e te rm in a c ió n de la m a te ria v an a a p arec er islotes cósm icos en-
q u e el fu tu r o está d e te rm in a d o : los seres vivientes. E stu d ie m o s, pues
esta p e c u lia r d e te rm in a c ió n del fu tu ro q u e la biologia nos ofrece.
§ 3 ٠ F re n te al " fu tu ro in d e te rm in a d o ” de la re a lid a d m in e ra l
ap arece a n u e stro s ojos el “fu tu r o d e te rm in a d o ” de la re a lid a d vivien-
te, v eg etal 0 a n im a l. N o tra to de a firm a r co n ello q u e la m e n te h u -
m a n a sea c ap a z de p re v e r los diversos estados co n creto s de u n a en-
c in a 0 u n c ab a llo : digo ta n sólo que cad a u n o de esos estad o s c o n -
cretos se h a lla o rd e n a d o d e n tro de u n ciclo v ital gettérico y especifi-
co, cuyas etap a s princi.pales son cinco : Itacim iento, cre cim ien to , re-
p ro d u c c ió n , d eclin ac ió n y m u e rte : y que, en consecuencia, el fu tu ro
de c ad a set. vivo se h a lla in te rn a m e n te d e te rm itta d o p o r la situ a ció n
de su p re sen te en el curso de ese in v a ria b le ciclo v ital. D e n tro del
m a rg e n de v aria ció n d e las condiciones e x te rn a s en q u e su v id a sea
posible, c a d a ser viviente, desde el fo n d o de si m ism o, p o r ex ig en c ia
de su p ro p ia re a lid a d , tie n d e a e x istir e n el fu tu r o c o n fo rm e a u n a
serie d e te rm in a d a d e fo rm as a n ató m icas y d in á m ic as. D ic h o de o tro
m o d o : e n su m ism a esencia, la v id a o rg á n ic a es fu tu ric ió n d e te rm i-
n a d a y d e te rm in a n te . D e te rm in a d a , p o rq u e tra n s c u rre seg ú n u-n ciclo,
m e ta fisic a m e n te in sc rito e n la c o n stitu c ió n del ser v iv o ‫ ؛‬d e te rm in a n ,
te, ta m b ié n , p o rq u e cad a u n o d e sus estados concretos in flu y e de a l-
g u n a m a n e ra e n la con fig u ració n d e ’los q u e in m e d ia ta m e n te le si-
g u en . V iv ir es, e n tre o tra s cosas, poseer ttn fu tu ro d e te rm in a d o , te n -
458 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

d e r h a c ia u n fu tu r o q u e tra e a la vez la m u e rte d e l in d iv id u o y la


p e rv iv e n cia d e la especie.
E l m ás som ero ex am en de la re a lid a d viv ien te m u e stra q u e en la
sucesiva a c tu a liz a c ió n de esa “futuriciO n d e te rm in a d a ” h a y dos m o-
dos d istin to s, el vegetal y el a n im a l. P resc in d am o s a h o ra de cuestio-
n es g e n é tic a s; dejem os in ta c to el p ro b le m a de la a p a ric ió n de las pri-
m eras fo rm as vegetales y a n im ales sobre el p la n e ta , y a ten g á m o n o s
a la p u ra descrip ció n d e cad a u n o de esos dos m odos d e e x istir h a c ia
-el fu tu ro .
¿C óm o el vegetal vive en el tie m p o ? ¿ C u ál es su p e c u lia r tem po-
ra lid a d ? E n su ex isten cia, ¿d e qué m o d o q u e d a d e te rm in a d o el fu tu -
ro ? P o r lo q u e h a ce a su c o n ten id o , la ex isten c ia v eg etal es asim ila-
ción, crecim ien to , re p ro d u c c ió n ; e n lo que a ta ñ e a su fo rm a lid a d
te m p o ra l, esa ex isten cia es m e ra e x p ectació n pasiva e inconsciente.
R e a liz a n d o desde el seno de si m ism a las d is tin ta s etap a s de su ciclo
v ita l ( r e c i m i e n t o o rie n ta d o , p ro creació n c rip to g à m ic a 0 floración y
fru ctificació n , desecación i n v o l u t i v a - , la Jjlanta existe p a siv a m e n te
a b ie rta a la acepción del p á b u lo n u tric io q u e el m e d io le o frezca' en
la superficie m ism a de su o rg an ism o . Si ese a lim e n to llega h a sta ella
.conform e a sus exigencias específicas, la p la n ta vive; si el a lim e n to
n o llega, la p la n ta su c u m b e ٥. L a v id a vegetal es, com o h e d ich o , ex-
p e c ta c ió n pasiva e in c o n sc ie n te ; el vegetal existe q u ie ta y asim ilati-
v a m e n te a b ie rto a su m edio. Sólo en u n sen tid o m u y lato p u e d e ser
lla m a d a “esp era” esta fu tu ric ió n v e g etativ a de la p la n ta .
B ien d istiltto es el caso d e l animal. Su ex isten cia — g e n é ric a m e n te
.sujeta a l ciclo v ita l nacim ien to -crecim ien to -rep ro d u cció n -d eclin ació n -
m u e rte — consiste, vista desde fu era, en la sucesión de o tro s ciclos vi-
tales su b o rd in a d o s, específicam ente propios d e la v id a a n im a l y cons-
titu id o s p o r la vigilia y el sueño, la c a p tu ra y la saciedad, la ag resión
y la fuga, e l reposo y el juego, la lesión y la curación.
D esde q u e co m ie n za h a s ta q u e se ex tin g u e , la v id a a n im a l es u n a
'C ontinua re p e tic ió n d e l ciclo vigila-sueño. E l sueño es u n a vegetali-
z ac ió n p e rió d ic a del a n im a l: m ie n tra s d u e rm e , u n a n im a l es u n ve-
g e ta l sin ra íc es; sólo con la v ig ilia llega a ser p le n a ria y a c tu a l su
a n im a lid a d . L a Ijiologia ro m à n tic a de D. G. K ieser con ceb ia la v id a
h u m a n a com o u n a te n sió n sucesiva y d in á m ic a — u n a oscilación—
e n tre u n p olo positivo, d iu rn o o “solar" y o tro neg ativ o , n o c tu rn o 0
“telú rico ... E l sueño n o seria sólo reposo y re stab le c im ie n to , m as tam -
b ié n “c o n ta c to con la tie rra " , te lu riz a c ió n p e rió d ic a del org an ism o .
‫ ا‬Sólo de un 'modo aparente se apartan de esta regla las especies vegetales do-
tadas de tropismos nutricios y sexuales relativamente complicados.
c u ra ro E SPIR IT O EN EL ACTO DE ESPERAR 459

E n su m o ced ad , c u a n d o to d a v ía m ilita b a e n las filas d e la Naturphi■


losophie, sostenia Jo h a n n e s M ü lle r q u e la flexión y la e x te n sió n son
los dos polos d in á m ic o s de la v id a ; y ya e n n u e stro s dias, K . G old-
Stein h a d e m o stra d o q u e los m o v im ie n to s de flexión — los que, p o r
ejem plo, ex ig e to d o tra b a jo a te n to — se h a lla n m ás referid o s al yo,
al paso que los de e x te n sió n — los que ejec u ta q u ie n , com o suele de-
cirse, “ se tu m b a a la b a rto la ”— e stá n m ás referid o s al m e d io ‫ ا‬. T a l
vez q u e p a re u n ir to d a s estas nociones e n u n a sola, d ic ie n d o q u e el
curso de la ex isten cia a n im a l es u n c o n sta n te ritm o p o la r e n tre u n
m odo e m in e n te y p le n a rio (la vigilia a lertad a) y o tro in fe rio r 0 vege-
ta liz a d o (el sueño). L a v id a v eg etativ a, seg ú n esto, n o es sólo u n
m o d o de e x istir su b o rd in a d o a la v id a a n im a l y a su m id o p o r ella,
co m o e n se ñ a ro n A ristó teles y los escolásticos, sino ta m b ié n , com o
a d iv in a ro n - los ro m á n tic o s, u n o d e los polos en la d in á m ic a de la
v id a o rg án ica, c u an d o ésta se p re se n ta en sus fo rm a s superiores.
A su vez, el curso de la vigilia a n im a l q u e d a v ita lm e n te llen o p o r
la re p e tició n de los tres ciclos biológicos que c o m p o n en , e n laz á n d o se
p o la rm e n te , la c a p tu ra y la saciedad, el reposo y el ju eg o , la ag resión
y la fuga. E l a n im a l e n v ig ilia apetece y tr a ta d e c a p tu ra r aquellos
c o m p o n e n te s d e su m e d io — p re sa o h e m b ra — que a c tú a n com o estf-
m u lo s ad ecuados d e l estado e n q u e se e n c u e n tra . Si logra h acerlo s
suyos, a lc a n z a la saciedad in stin tiv a , a la c u al sigue u n a n u e v a fase
d e a p e te n c ia ; y c u an d o sti sacied ad n o es sino p u ra y gustosa pieni-
tu d v ital, el a n im a l Juega, a veces solo, m ás fre c u e n te m e n te con sus
cach o rro s, con sus c o m p añ ero s d e especie 0 con in d iv id u o s de especie
d istin ta . J u e g a : esto es, n iv ela su so b ra n te de e n erg ia v ita l y se adies-
tra en el uso de los m ecanism os de c o m p etició n , a la rm a , a g resió n y
d e fe n sa q u e p o r necesitlad h a b rá de -ejei'citar en las situaciones no
ló d icas d e su e x isten cia 7.
L a vigilia y el sueño, la c a p tu ra y la saciedad, el reposo y el juego,
la ag resión y la fuga, so n los ciclos y ritm o s de la ex isten c ia a n im a l
san a o n o rm a l. C on ellos d eb e ser n o m b ra d o aq u el en q u e se re a liza
te m p o ra lm e n te la e x isten cia a n o rm a l 0 p ato ló g ica d el ser v iv o : el
ciclo lesión-curación, fo rm a d in á m ic a de la c ap a c id ad q u e to d o or-
g an ism o posee de re c u p e ra r su in te g rid a d c u a n d o u n a in c id e n cia no
letal le h a desviado fu e rte m e n te de ella. P a ra u n ser viv ien te enfer-

٠ Der Aufbau des Organismus (Haag, 1934), pigs. 307-312.


7 Serla aqul inadecuada la exposición de los distintos puntos de vista acerca
del fenómeno biológico del juego. Remito a los estudios de Grtjos, Koffka, Buy.
tendijk, Katz, Huizinga y Bally, asi como a los libros de Rof Carballo El hombre
٠ prueba (Madrid, 1951) y Cerebro interno y mundo emocional (Barcelona, 1952),
a los cuales he de referirme ron frecuencia en las páginas subsiguientes.
460 ،: s p e r a y la esperan za

m o . la v id a es. a n te to d o , u n m o v im ie n to h a c ia la cu ració n , q u e una®


veces a lc a n z a su m e ta y o tra s te rm in a e n la in v a lid e z 0 e n la m u e rte .
R e p itie n d o u n a y o tra vez to d o s estos ciclos biológicos su b o rd in a-
dos, el a n im a l va c u m p lie n d o su ciclo v ita l básico, e l q u e le c o n d u c e
a la m u e rte 'in d iv id u a l y, m e d ia n te la re p ro d u c ció n , a la p erv iv e n cia
de la especie. E llos c o n stitu y e n p a ra el a n im a l el esq u e m a d e term i-
n a n te del fu tu ro . D esde la a m ib a al sim io, el fu tu r o in d iv id u a l q ue.
d a in te rn a m e n te d e te rm in a d o p o r la re ite ra c ió n fásica de la v ig ilia y
el sueño, la c a p tu ra y la saciedad, el reposo y el ju eg o , la ag resión y
el refu g io , la lesión y la cu ració n . N u e stro p ro b le m a consiste e n s a b e r
si todos esos m odos conci-etos de la fu tu ric ió n a n im a l p u e d e n ser re-
d u cid o s a u n a fó rm u la Unica.
E n rig o r, to d o in d iv id u o a n im a l existe c o n sta n te m e n te h a c ia su
ex tin c ió n . Poco im p o rta q u e ésta sea la m u e rte sensu stricto 0 , com o
e n c iertas especies m o n o celu lares acaece, la d esa p a ric ió n de la in d i-
v id u a lid a d p o r d iv isió n celulai.: e n u n o com o e n o tro caso, la exi®
te n c ia in d iv id u a l llega a su té rm in o acabándose, an u lán d o se. A h o ra
b ie n : c a m in a n d o h a c ia su e x tin c ió n , y m o v id o p o r u n im p u lso bá-
sico y p rim a rio de su re a lid a d p ro p ia , el in d iv id u o a n im a l tie n d e a
re a liz a r p le n a ria m e n te su a n im a lid a d específica. V iv ien d o , el león
tie n d e a d a r in d iv id u a l p le n itu d le o n in a a su ex isten cia a n im a l, el
caballo se m u eve h a c ia la p le n itu d e q u in a , y asi to d o s los in d iv id u o s
q u e in te g ra n la fa u n a d e l p la n eta.
¿ E n q u é consiste, d e m o d o g en eral, esa p le n itu d ? ¿ C u á n d o y
cóm o llega el a n im a l a co n seg u irla? E s e v id en te q u e la a lc a n z a rá e n
el estad o e n q u e m e jo r p u e d a e je rc ita r to d a s sus cap acid ad es especf-
ficas e in d iv id u a le s; esto es, en las situaciones vitales q u e p o r su ar-
d u id a d le o b lig u e n a p o n e r e n ju e g o to d o aq u ello de que específica
e in d iv id u a lm e n te sea él capaz. C o n o tra s p a la b ra s, en la vigilia aler.
ta d a , sea ésta agresiva e ira c u n d a , com o la del león fre n te a la p resa
o al rival, sea d efensiva y tem erosa, com o la de la gacela a n te su ene-
m igo. E l a n im a l e n “estado d e alerta., re a liz a el ápice de sus posibili-
d ad es vitales. P o r eso decía S anto T o m á s qUe son las. pasiones an im a-
les d e la irascibilitas, y n o las de la concupiscibilitas, las q u e m ás se
acercan al nivel psicológico de la co n d ició n h u m a n a . C u a n to m ayor
era la d ificu ltad d e la situ a ció n p ro p u e sta , ta n to m ás se p a re c ía n a l
h o m b re los a n tro p o id e s d e los célebres e x p erim en to s de K ö h le r, tan -
to m ás lle g a b an a la m ás a lta c im a d e la “sim ie d a d ” .
P ero ese estado, ¿ q u é es, desde el p u n to de v ista de la tem porali-
d a d del a n im a l? L a resp u esta es ob v ia : el “e sta d o d e a le rta ', es la
“ espera” v ig ila n te del a n im a l fre n te a la in m in e n c ia d e vicisitude®
CUERPO Y ES PIR IT U EN EL ACTO DE ESPERAR 4 61

«S pecialm ente favorables o a m en a z ad o ras. L o cual nos permite afir-


mar que ‫ ﻣﺎ‬jutim cion de ‫ ﻣﺎ‬existencia animal tiene sa torma mds t>T0٠
^ia en la esfera. V ivir animalmente es, en sa mds honda ‫ ﻻ‬es^ecljlca
‫»؛‬ais،, estar a la esfera, e^ercitar ana esfera predatoria 0 detensiva.
U n a d ila ta d a co p ia de in v estig acio n es recientes - q u e c u lm in a n , a
m i ju icio , e n las co n stru ccio n es d e R o f C arb allo y X a v ier Z u b i r i -
p e rm ite e x p o n e r con c ie rta p recisió n la e s tru c tu ra biológica d e la es.
p e ra a n im a l. E l sencillo y g e n ial aserto c o n q u e S a n to T o m á s afirm a
la c o n d ició n "esp eran te., d e los an im ales irrac io n a les — in animali٠
-bas bratls est spes et desperatio (Somma, 1-\1٠ ٩٠. ٩ ‫ة‬٠ Sy— ‫ﻷ‬0‫ة\! ة‬
serv ir de le m a a u n o de los cap ítu lo s m ás im p o r ta n te s .d e la bio lo g ia
c o n te m p o rá n e a .
C om encem os p o r definir o rd e n a d a m e n te los conceptos q u e sirv en
.de fu n d a m e n to a la te o ria d e la esp era a n im a l: im p u lso v ita l, to n o
v ita l, vigilia, a le rta y a larm a. E sc rib ió S pinoza, con e x p re sió n q u e
.conm ovía -a U n a m u n o : unaquaeque res, quantum in se est, in suo
esse perseverare conatur (Ethices, III, p ro p . V I). E sa m eta física ten-
d e n c ia de c a d a cosa a “p e rsev e ra r e n su ser" reviste e n el a n im a l for-
m a d e impulso vital, im p e tu p rim a rio h a c ia la re a liz a c ió n d el fu tu ro
p ro p io de su a n im a lid a d específica e in d iv id u a l. A Ó1 se refieren, en
U ltim a in sta n c ia , e l énhormon 0 impetum faciens d e los h ip o c rá ti.
cos, e l appetitus de la biologia m edieval, la “fu e rz a v ita l’, y e l nisus
vitalis d e los n a tu ra lis ta s d el siglo XVIII, el élan vital d e B ergson, la
libido d e F re u d , la hormé d e los estoicos y d e von M o n ak o w , la “te n .
d e n c ia p ro sp e ctiv a ” d e D rie sc h y la “ v ita lid a d ” de O rteg a. E n su
e sen cia, la v id a a n im a l es, corno dice Z u b iri, “p ro te n s ió n " , a c tiv a te n .
-dencia h a c ia e l f u tu r o ; d e a h í q u e e l im p u lso v ita l posea u n c a rá c te r
ra d ic a lm e n te “a p e titiv o ” y que, com o w . S te rn h a d e m o stra d o , la
o rie n ta c ió n p ro te n siv a d e l p re se n te h a c ia el fu tu ro (expectación) apa-
re z c a e n la p rim e ra in fa n c ia a n te s q u e la re fe re n c ia re tro sp e c tiv a h a-
.cia el p asad o (recu erd o )* . P a ra q u e el im p u lso v ita l sea bioldgicam en-
te eficaz, es n ecesario q u e su in te n s id a d oscile d e n tro d e cierto s lim i,
re s, es d ecir, q u e posea d e m a n e ra c o n sta n te u n “to n o " d e te rm in a d o :
es el turgor vitalis d e l ro m á n tic o I. P . V . T ro x le r, el biotono de B ra u n
y d e E w ald , el tono vital d e Z u b iri. L a re la tiv a e sta b ilid a d d el to n o
v ital, re g u la d a p o r el c o m p lejo m ecan ism o q u e luego h e d e m en cio ,
n a r, p e rm ite q u e la v id a zoológica sea a la vez in q u ie tu d c o n sta n te
-y seg u rid ad rela tiv a , y sirve d e lecho a las dos p rim a ria s expresiones

« w . Stern, Psychologie der frühen K iiM eit, 3.» ed. (Berlin, 1923), págs. 78 >٠
.siguientes.
462 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

d e la te m p o ra lid a d a n im a l, la a n tic ip a c ió n e x p ec ta tiv a y el re c u erd o ٠.


E n su ritm ic a oscilación te m p o ra l, el to n o v ita l pasa p o r dos e sta d o s
p rin c ip a le s : el sueno, d u ra n te el cu al se h a c e m in im o , y la vigilia.
E sta es el re su lta d o biológico d e c o n ju g arse u n a d isc re ta e x a lta c ió n
d e l to n o v ital y la acción e stim u la n te d e l m ed io e x te r n o ‫ ؛‬asi, u n
a n im a l fu e rte m e n te ex citad o n o se d u e rm e si se h a lla en estado d e
vigilia y d e sp ie rta si se e n c u e n tra d o rm id o . L a vigilia, en fin, se h a c e
estado de alerta y estado de alarma c u an d o el to n o vital, s o b re s a lta d ,
p o r u n estim u lo de especial im p o rta n c ia biológica, p o n e en te n sa y
v ig ila n te e x p ec ta tiv a h a c ia el fu tu ro in m e d ia to to d a s las estructuras,
fu n c io n a les del o rg a n ism o a n im a l. E l estad o d e a le rta y la alarm a-
agresiva 0 defensiva son, pues, m odos e m in e n te s de la espera animal,
la cual, a su vez, no es o tra cosa q u e la te n sió n h a c ia el f u tu r o pro-
p ia d el to n o v ita l e n estad o de vigilia. “M o v im ie n to o p ro te n sió n d e l
a p e tito h a c ia a lg ú n b ie n ard u o .., lla m a u n a vez S an to T o m á s a la
p a sió n a n im a l de la e sp e ra n za (Summa, 11-11, q. 17, a. 3).
D em os a h o ra u n p aso m ás e n el an álisis d e la espera a n im a l‫ ؛‬con-
sid erem o s b re v e m e n te su d iv ersa configuración a través de la escala
zoológica y tra te m o s luego d e p e n e tra r e n la tra m a d e su estructura..
L os estados d e a le rta y de a la rm a son m odos genéricos d e la es-
p e ra a n im a l. D esde la a m ib a y el in fu so rio h a s ta los a n tro p o id e s su-
periores, todos los a n im ales viven a lertán d o se y a larm án d o se c u a n d o
los estím u lo s d e l m edio asi lo exigen. “Si la a m ib a fuese u n a n im a l
del ta m a ñ o del p e rro - d i c e J e n n in g s en su clásico lib ro sobre ١a
c o n d u c ta d e los o rg an ism o s i n f e r i o r e s ., su c o m p o rta m ie n to nos ha-
ría a trib u irle estados com o el p la ce r y el desplacer, el h a m b re , la im-.
p u lsió n co n ativ a y o tro s sem ejan tes, y p re c isa m e n te p o r los m ism os
m o tiv o s q u e los a trib u im o s a l p e rro '. !.. A tales estados p e rte n e c e n
el d e a le rta y el de a la rm a . P ero los m odos genéricos de la espera
a d o p ta n en la c o n d u c ta re a l fo rm as co n cretas m u y d istin ta s, e n tre
las cuales señ alaré seis: el p a ró n , la c a p tu ra d ire c ta, la c a p tu ra con
rodeo, el juego, el re fu g io y la in v e n ció n a n im a l. E l “p a ró n ” (Stut-
zen), m u y b ie n e stu d iad o p o r B ally y R o f C arb allo ٤‫ ا‬, es la a le rta d a
d e te n c ió n del .organism o a n im a i a u n a c irc u n sta n c ia n u e v a y alar-

‫ ا‬Zubiri ha acertado a poner en relación el sindrome amnóstico de KorssakoK


con un trastorno diencefálico de la estabilidad del tono vital (V . Rof Carbailo, EJ
hombre ٥ prueba, pág. 247). Sobre el carácter primario de la conexión vital entre
la expectación y el recuerdo, véase K. Koffka, Bases de ‫ ط‬evolución psíquica (Bue-
nos Aires, 941 ‫)ا‬, pdgs. 215-219.
‘٠ H. s. Jennings, B e h à o u r of the lower Organisms (New York, 1906). Cit. por
D. Katz en Mensch und Tier (Zürich, 948 ‫)ل‬.
11 Véase Cerebro »"«terno y m u é emocional, pág8. 220-228.
CUERPO Y E SPIR IT U EN EL ACTO DE ESPERAR 463

m a n te . C onsiste la “c a p tu ra .’ en el m o v im ie n to ap etitiv o y ex pectan-


te d e l a n im a l h a c ia la a p re h e n sió n e in c o rp o ra c ió n de u n c e n tro de-
estím ulos e sp ecialm en te eficaz, y recibe el n o m b re d e “c aza” si su
objetivo es o tro in d iv id u o a n im a l ! ٥. C u an d o la e stim u la c ió n es m u y
in te n sa e in m e d ia ta , el a n im a l se la n z a a la “ c a p tu ra d ire c ta ” d e su
p re sa : asi se m u ev en el galgo h a c ia la lieb re y el h a lc ó n h a c ia el
p á jaro e n el c lásic o -e jem p lo con q u e S anto T o m á s describe la spes
de los b ru to s. C u a n d o la e stim u la c ió n es d é b il y m e d ia ta y el a n i.
m al es c a p a z d e “ fo rm a liz a r” su cam p o percep tiv o - n o ta rd a rá en
señ alar cóm o se re la cio n a n e n tre si la “fo rm a liz a c ió n ” y la espera— ,
la p ersecu ció n de la p resa es u n a “c a p tu ra con ro d eo ” m ás o menos-
sem e ja n te a las q u e efectU an los p erro s y los gatos e n los conocidos
e x p erim en to s de T h o rn d ik e . S obre la relació n e n tre el “ju e g o a n im a l”
y la espera, b a sta la so m era in d ic a ció n h e c h a p á g in a s a trá s. D esde los
fu n d a m e n ta le s estu d io s de K . G roos sabem os q u e la a c tiv id a d lUdica
— a n im a l 0 in fa n til— h ace siem p re re fe re n cia al fu tu r o del individuo-
q u e ju e g a, p re p a ra p a ra él. E l “ re fu g io ” es la fo rm a de la e sp e ra co.
rre sp o n d ie n te a la a la rm a defensiva, y, com o co piosam ente h a n de.
m o stra d o la biologia y la psicología co n tem p o rán e a s, constituye, una-
de las te n d e n c ia s rad icales d e la v id a a n i m a l is . E l m o d o su p re m o de-
m overse los b ru to s h a cia el fu tu ro h állase c o n stitu id o p o r la “in v e n ,
ción a n im a l” , de la cu al p u e d e n ser ó p tim o e jem p lo las h a z a ñ a s
"técn icas” d e Sultán, el m ás d ie stro de los c h im p a n cé s de K ö h le r.
C om o es sabido. Sultán, e m p a lm a n d o tro zo s d e cañ a, logró “in v e n
ta r ” u n in s tru m e n to p a ra a p re sa r fru ta s q u e d e otro m o d o q u e d a b a n
fu e ra de su alcan ce u .
E l a n im a l espera p a rá n d o se , c a p tu ra n d o , ju g a n d o , re fu g iá n d o se 0
in v e n ta n d o . P ero, ¿ cu á l es la e s tru c tu ra in te rn a de to d o s estos m odos
concretos d e esp e ra r? D os conceptos biológicos p e rm ite n , a m i ju icio ,
d e sc rib irla : el co ncepto d e “circu lo figurai” (von W eizsäck er) y el de
“fo rm a liz a c ió n ” (Z u b iri). L la m a von W eiz säc k e r “ circulo figurai”
(Gestaltkreis) a la p e c u lia r c o n te x tu ra d in á m ic a de la relació n sensi-
tiv a e n tre el in d iv id u o a n im a l y su m e d io ‫ ا د‬. S up o n g am o s q u e u n pe-
rro ju e g a en la o sc u rid a d con u n a p e lo ta a la cu al m u eve con sus
1? Véase el espléndido ensayo de .rte g a sobre la caza: Obras Completas,
tomo VI, págs. 437 y sigs.
1» Remito nuevamente a los libros de Rof Carballo antes mencionados.
14 w . Köhler, Beobachtungen ٥„ Menschenaffen (Berlin, 1922). Puede leerse
una excelente exposición critica de los resultados de Köhler y de su revisión por
LindwOrsky en el libro de Koffka antes mencionado y en el de K. Bühler, El des-
arrollo espiritual del niño (Madrid, 1934).
15 V. von Weizsäcker, “Ueber medizinische Anthropologie”, en Philosophischer
.Anzeiger, u , 236 (1927), y Der Gestaltkreis (Leipzig. 1940).
.4 6 4 IA ESPERA Y ESPERANZA

.patas y su hocico. L a fo rm a espacial y la sucesión d e los e stím u lo s


.que a c tú a n sobre los ó rg an o s táctiles d e l p e rro d e p e n d e rá n , com o es
obvio., d e la fo rm a y la sucesión de sus m o v im ie n to s de p a lp ac ió n y
.golpeo; p ero la in d o le d e estos m o v im ien to s p e n d e, a su vez. d e lo
q u e el p e rro va to c an d o , de los estím ulos q u e sobre Ó1 a c tú e n y de
las sensaciones q u e él p ercib a. E l curso to ta l del fen ó m en o p u e d e ser
-concebido, p o r ta n to , com o u n pi-oceso c irc u lar, p u esto que, e n su
con fig u ració n , la c ad en a de causas y efectos vuelve sobre si m is m a :
.es el “circulo figurai” . E n la in c esa n te re lació n d el ser viv ien te con su
m e d io ‫ ؛‬la sensación d e p e n d e del m o v im ie n to , y éste d e p e n d e de la
sensación.
O bservem os q u e ese proceso c irc u lar d e la re la c ió n e n tre el orga-
n ism o a n im a l y el m e d io no es y n o p u e d e ser u n m o v im ie n to esta-
cionario. L a c o n stitu tiv a in q u ie tu d fu tu riz a d o ra d e l to n o v ital, p o r
u n a p a rte , y la c o n sta n te m u ta c ió n del m edio, p o r o tra , ex ig en que
-el “ circulo figurai" - p u r o c o n c e p to - lim ite - sea e n la re a lid a d con-
-creta u n a “espiral fig u rai” . E n esa “e sp iral” tie n e su e sq u em a la re-
lació n sucesiva d el a n im a l con s u ’ m e d io — re la ció n c irc u la r siem p re
-cerrada y n u n c a re p e tid a — y, p o r c o n sig u ien te, el curso de su espe-
-ra. DeSde este p u n to d e vista, la espera es el re su lta d o biológico a
q u e co n d u ce e l c o n sta n te d e sp la z am ien to e sp iral o e x cé n tric o del
'“circulo figurai” .
T a n to m á s h o lg a d o y m ultiv o co será ese d e sp la z a m ie n to — y, e n
.consecuencia, ta n to m á s .rica en fo rm as y e v e n tu a lid a d e s será la es-
p e r a a n im a l— c u a n to m ás c a p a z d e “fo rm a liz a c ió n ” sea la especie
a q u e el in d iv id u o e sp e ra n te p e rte n ez c a. “F o rm a liz a c ió n ’., seg ú n el
p e n sa m ie n to biológico d e Z u b iri, es la cap a c id ad d e in c lu ir e n con-
te x to s figúrales diversos c ad a u n o de los e lem en to s q u e c o m p o n e n el
cam p o p e rcep tiv o ٤،. E l can g rejo , p o r ejem plo, p e rc ib e y d ev o ra su
p re s a c u a n d o é sta descansa sobre u n a roca, p ero n o es c ap a z de ad-
v e rtir su p re sen c ia c u a n d o el e x p e rim e n ta d o r la p o n e a n te él pen-
d ie n te d e u n h ilo . “L as lib élu las e s c r i b e K a tz — viven de m o sq u ito s
q u e c a z a n e n vuelo, p e ro n to riria n d e h a m b re a n te m o sq u ito s apo-
yados sobre la p a re d . E l c ala m a r a ta c a a los can g rejo s q u e n a d a n
fre n te a él, pero n o p re sta a te n c ió n a los q u e se a rra s tra n p o r el sue-
lo” ‫ﺟﻞ‬٠ E n cam bio, el p e rro sabe a p re sa r u n tro z o de carne,- c u a lq u ie ra

1« El pensamiento biológico y psicológico de Zubiri, tema principal de su


curso Cuerpo y alma (Madrid, 1951-1952). l»a sido parcialmente expuesto por Rot
Carballo, utilizando extractos redactedos por su autor, en los libros Patologia psi-
■,cosomàtica, El hombre ٠ prueba y Cerebro interno y m u é emocional.
17 D. Katz, Psicologia de la forma (!Madrid, 1945), pág. 107.
CUERTO Y ES PIR IT U EN EE ACTO DE ESPERAR 465

q u e sea la p osición de éste en su cam p o sensorial. ‫ ﻣ ﺎ‬cu al nos in d ic a


q u e el can g rejo , la lib é lu la y el c a la m a r n o son capaces d e “fo rm a .
1'izar" la p ercep ció n de sus respectivas presas, y el p e rro , si. A m e-
.dida q u e el proceso de fo rm a liz a c iá n se perfeccio n a, el a n im a l lo g ra
u tiliz a r p a ra fines d istin to s los diversos objetos q u e p e rc ib e : ta l e ra
el caso d e los ch im p a n cé s d e K ö h le r, p a ra los cuales u n a c a ñ a p o d ia
ser in d is tin ta m e n te , seg ú n la ocasional n ecesid ad d e l c h im p a n c é ,
“o b je to a rro ja d iz o ” e “in s tru m e n to p ren sil'.. E l m e n este r in stin tiv o
del a n im a l, v ariab le e n el tie m p o , va o rd e n a n d o en d istin to s con-
tex to s figúrales y op erativ o s u n m ism o c en tro de estím u lo s visuales.
“Formalizar — dice g rá fic a m en te R of— es destacar, recortar del m un-
do en to rn o las cosas q u e lo com ponen... E l rodeo y la in v en ció n
a n im a l tie n e n com o su p u esto u n a elev ada cap a c id ad de fo rm aliza ,
c ió n del cam p o perceptivo.
C on la fo rm a liz a c ió n d e l m e d io 0 e x te rn a se c o m b in a , en los ani-
m ales superiores, la fo rm a liz a c ió n in te rn a d e l to n o v ital, ta n to m ás
precisa c u a n to m a y o r es la c o m p le jid ad d e l sistem a nervioso. E l in-
d ife re n c ia d o y u n ifo rm e to n o v ita l de los an im a les c aren tes de neu-
ro eje hócese, con la a p a ric ió n y el crecien te d esa rro llo del telencéfa-
lo, ric a m elo d ia de fases, ritm o s y cu alid ad es e m o c io n a le s‫ ؛‬y asi la
espera es a la vez m u ltiv o c a , p o rq u e los varios elem en to s d el cam p o
p e rcep tiv o p u e d e n ser ordenados, en co n tex to s figúrales d istin to s, y
.m odulada, p o rq u e el to n o v ita l se despliega te m p o ra lm e n te seg ú n u n a
lin e a m eló d ica lle n a de m atices y c o n trastes. M as n o p o r ello d e ja
d e ser sensorial y c e rra d a la re lació n d e l in d iv id u o a n im a l y su m e-
d io , y, p o r lo ta n to , su espera. E n c a d a u n o de sus estados vitales
u n c h im p a n c é p u e d e e sp e ra r v arias cosas; p ero esas cosas se h a lla n
siempre y necesariamente e n tre las q u e d e m o d o in m e d ia to p u e d a n
.sugerir, c o n ju g án d o se, e l ocasional a p e tito d e su in s tin to y e l c o n te,
n id o d e su cam p o p e rcep tiv o . C o n o tra s p a lab ras : la lib e rta d y la
in te lig e n c ia a b stra c tiv a y g e n e ra liz a d o ra son ra d ic a lm e n te a je ia s a
todos los niveles de la v id a a n im a l, c o m p re n d id o el de las especies
q u e solem os lla m a r “a n tro p o id e s ” . A p a rtá n d o m e d e la le tra d e S an.
to T o m á s, m as n o d e su e sp íritu , afirm aré, e n consecuencia, q u e el
.anim al es cap a z de “espera” , m as n o d e “e sp e ra n za ” .
E n c u a n to a c tiv id a d v ita l p rim a ria del o rg a n ism o a n im a l, la es.
p e ra re q u ie re la o p e ra ció n de e stru c tu ra s an ató m ica s v ariables con la
especie. E sta s son p u ra m e n te b io q u ím ic a s e n las especies inferiores,
com o la a m ib a y el in fu so rio , y a la vez b io q u ím icas y neu ro ló g icas
e n las superiores. L a espera req u iere, p o r lo p ro n to , la re la tiv a cons-
ta n c ia d e l m e d io in te rn o , la hom eostasis (C annon). S in ella, el to n o
30
466 LA ESPERA Y LA ESPERAXZA

v ita l se h u n d iría , y el a n im a l, s o m e tid . a u n a serie de violentus b a n -


d azo s biológicos, n o p o d ria .contar con su flitu ro . Sólo sobre u n a
h o m eo stasis b ie n re g u la d a p u e d e c o n stitu irse la espera a n im a l. E l
p ro p io C a n n o n describ id el sistem a n e u ro e n d o c rin o — sim p à tico y
m é d u la s u p r a r r e n a l - con q u e los a n im a les superiores re a cc io n a n a n te
las situ acio n es de a la rm a a g u d a : la espera so b resaltad a, con su des-
c arg a sú b ita de a d re n a lin a , es el re su ltad o d e la a c tiv id a d de ese sis-
te m a de u rg en cia. P ero ju n to al “sistem a d e la a la rm a aguda., ope-
ra , com o ta n c e rte ra m e n te h a señalado R of, el “sistem a de la a la rm a
c ró n ic a ’., q u e’ p resid e y re g u la las fo rm a s c o tid ia n as d e la espera
a n im a l: la vigilia, la a te n c ió n in te n sa, los estados de a le rta d e la exis-
te n c ia n o rm a l, los sín d ro m e s d e ad ap ta c ió n . E ste co m plejo sistem a
a n a tó m ico -fu n cio n al se h a lla in te g ra d o p o r u n c o m p o n e n te endocri-
n o (h o rm o n a hipofisaria c o rtic o tro p a 0 A C T H , 17-corticoester.oides de
la c o rte z a su p ra rre n a l, secreción tiro id ea) y o tro n eu ro lò g ico (h ip o tá-
la m o y su sta n c ia re tic u la r del tro n c o encefálico, circu n v o lu cio n es del
c ereb ro in te ra o , lóbulo fro n tal). E n el a p a rta d o su b sig u ien te, consa-
g ra d o a la biologia d e la espera h u m a n a , in d ic a ré la fu n c ió n que e n
el e sp e ra r c u m p le n to d o s esos elem en to s m orfológicos. A q u í m e lim i-
ta ré a a firm a r que la espera a n im a l — y la espera h u m a n a , e n la am -
p lia m e d id a e n q u e es a c tiv id a d o rg á n ic a — posee u n a a n a to m ia y
u n a fisiologia' propias.
E n re su m e n : la v id a d e l a n im a l e n vigilia es ra d ic a l y co n stitu -
tiv a m e n te v id a en e sp e ra ; la espera a n im a l es la ex p resió n de u n
to n o v ita l v ig ila n te y m ás 0 m enos fo rm a liz a d o ; la te m p o ra lid a d del
a n im a l — q u e es, a n te todo, fu tu ric ió n específica e in d iv id u a lm e n te
tle te rm in a d a — se m anifiesta de m odo p rim a rio com o espera y, con-
sec u tiv a m e n te, com o m e m o ria y re c u e rd o ; las diversas fo rm as con-
cretas d e la espera son referib les a u n a e stru c tu ra fu n c io n a l Unica,
c o n stitu id a p o r el d e sp la z a m ie n to esp iral de la relació n c irc u la r en-
tre el a n im a l y su m edio y p o r la fo rm a liz a c ió n del cam p o p ercep tiv o
y d e l to n o v ita l; en esa e stru c tu ra fu n c io n a l — in te g ra d a , e n p rin ci-
pio, p o r todo el o r g a n i s m o - c o b ra n especial relieve los sistem as ana-
tóm ico-fisiológicos d e la a la rm a a g u d a y la a la rm a crónica.
E sp e ra n d o asi el a n im a l, ¿q u é es lo que re a lm e n te espera? Y a lo
sab e m o s: e sp e ra v iv ir re a liz a n d o p le n a ria m e n te su a n im a lid a d espe-
cifica: el león, su “le o n id a d " ; el caballo, su “e q u in id a d ..; el p erro , su
“ c a n id a d " . Si, eso es lo q u e el a n im a l e sp e ra ; p e ro a l fin m u e re , y
m u e re d e l to d o , sin su p erv iv en cia te rre n a , e n fo rm a de tra d ic ió n e
h isto ria , y sin su p erv iv en cia s u p ra te rrc n a , en fo rm a d e v id a tran s-
m o rta l. N a d a m ás to ta lm e n te “m u e rto ., q u e las especies zoológicas
CUERPO Y E SPIR IT U KN EL ACTO DE ESPERAR 467

e x tin g u id a s en o tra s edades del p la n e ta . L a espera a n im a l — que,


com o sabem os, f ie r r a e n tre las passiones d e la psicología tradiCio-
n a l— , ¿ser¿, seg ú n esto, u n a p asió n in ú til? ¿ P o d rá aplicarse estricta-
m e n te al a n im a l la célebre fó rm u la s a rtria n a y a firm a r q u e su á v id a
existencia es " u n a p a sió n in ú til" ? L a E p isto la d e los ' R o m an o s nos
im p id e h acerlo . L a creación, nos dice, “espera ser sacada d e la servi-
d u m b re a la c o rru p c ió n ... Sabem os, en efecto, q u e la creación to d a
gim e y su fre de dolores de p a rto " (Rom., V III, 19-22). Si no h u b ie ra
existido el h o m b re , el re in o a n im a l h a b ría sido, e n v erd ad , u n a pa-
s‫؛‬ó n in ú til; con la existencia h u m a n a ese rein o a d q u ie re sen tid o , e n
c u a n to so p o rte fisico y p re c ed e n te necesario de u n a re a lid a d q u e le
reb asa y asum e. M ás q u e “p a sió n in ú til" , la espera biológica es, se-
g ú n S an P ablo, apokaradokia, “ anhel'ante ex p ectació n ’, de u n m o d o
d e ser a trav és d e l cual p u e d a la re a lid a d a n im a l a lc a n z a r esa eleuthe-
ría tes dóxés o “gloriosa lib e rta d ” a .q u e asp’i ra n , g e m eb u n d a s, to d as
las cosas creadas.

II.— Biología de la espera humana

E ra n ecesario este esq u e m á tic o e x am e n d e la espera a n im a l p a ra


e n te n d e r a d e c u a d a m e n te la espera h u m a n a . L a v id a del h o tn b re es
lib e rta d y cap a c id ad d e creación, m as ta m b ié n es, a la vez, activ id ad
d ien cefálica y fu n c ió n , digestiva. G ab riel M arce l — v alg a su ejem -
p i o afirm a co n la u d a b le frec u en c ia la c o n stitu tiv a “e n c a m a c ió n ”
de la e x isten cia h u m a n a ; p e ro c u an d o especula sobre la e sp e ra n za
sólo a c ie rt¿ a ver en el cu erp o lo q u e éste tie n e de “ cárcel” . ¿A caso
n u e stro cu erp o n o es “ cauce” y “co n d ició n p o sitiv a ” de n u e stra es-
p e ra n z a , a d em ás d e ser la p risió n q u e la p o n e a p ru e b a ? E n c u a n to
“e sp era" real y fisica d e u n in d iv id u o psicosom àtico, la “e sp e ra n z a ”
h u m a n a tie n e y n o p u e d e n o .tener u n a biologia. P o r ésta accederé-
m os al e stu d io d e la e n te ra y cab a l e sp e ra n za del h o m b re .
§1. O bservem os con in g e n u id a d y a te n c ió n la c o n d u c ta d el in-
d iv id u o h u m a n o . U n c a m in a n te so litario oye u n g rito que rasg a st'1-
h ita m e n te el silencio d el cam po. N o sabe con c e rtid u m b re d e d ó n d e
viene ese g rito ; e n rig o r, n i siq u ie ra sabe si aq u ello es u n la m e n to
h u m a n o 0 el au llid o de u n a n im a l. P ero , sin p re v ia reflexión, d e m o d o
in m e d ia to , se d etien e, a lz a su cabeza, a g u z a su m ira d a y su oído,
c o n tra e lev em en te sus m úsculos. T o d o e n él es tensa, a le rta d a , ex-
p e c ta n te a te n c ió n a lo q u e e n to m o a su cuerpo p u e d a acontecer.
Su ex isten cia consiste e n e sp e ra r a te n ta m e n te el fu tu ro in m e d ia to .
463 LA ESPERA T ESPERANZA

L a reacción y la a c titu d de ese h o m b re , ¿ n o son d el to d o e q u ip a ra ,


bles a l “p a ró n ” d e l p e rro de c aza q u e en el seno del boscaje h a oído
u n ruido, sospechoso? N o sólo el “p a ró n ” y las diversas fo rm a s d e la
a la rm a agresiva 0 d e fe n siv a ; todos los m o d o s im a g in a b les de la es-
p e ra a n im a l — la c a p tu ra y la caza, el Juego, el r e f u g i . p tied en ser
observados en el curso de la c o n d u c ta h u m a n a . E l ju e g o del n iñ o y
la a c tiv id a d v e n a to ria d e l h o m b re paleolítico, ¿q u é son, e n aparien-
cia, sino v a ria n tes algo m ás co m p licad as del ju e g o y la c aza an im a les?
U n p rim e r e x a m e n e x te ra o de la espera h u m a n a p a re c e in d ic a r
que, com o afirm a n los reflexólogos, ésta no es sino u n a fo rm a m ás
co m p leja de la espera a n im a l. L a d ife re n c ia e n tre u n a y o tra seria
sólo c u a n tita tiv a 0 d e g ra d o , n o c u a lita tiv a y esencial.- P e ro el h o m -
b re , ¿es acaso n o m ás q u e u n a n tro p o id e con p u lg a r o p o n e n te y m a-
y o r ló b u lo fro n ta l? P a ra re sp o n d e r a esta p re g u n ta e n 'orden a nue.5-
tro p ro b le m a , sigam os c o n te m p la n d o la c o n d u c ta h u m a n a .
Si a n te u n c h im p a n c é h a m b rie n to y sano p o n em o s el p la to de
su p ita n z a , el a n im a l se a b a la n z a rá h a c ia ella y la com erá. E so m is-
m o acaecerá, sin excepción, c u a n ta s veces re p ita m o s el e x p e rim e n to .
Im a g in e m o s a h o ra q u e ofrecem os c o in id a a u n h o m b re sano y h a m -
b rie n to . ¿Q u é o c u rrirá ? L as m ás de las veces, lo m ism o q u e e n el
caso d el c h im p a n c é : el h o m b re se d irig irá h a c ia ella y la d ev o rará.
P e ro es posible q u e e n a lg ú n caso n u e stro h o m b re se n ie g u e a c o m er
y que, con m o tiv o d e su neg ació n , se e n ta b le e n tre él y no so tro s u n
d iálo g o sem ejan te a é ste : “— P o r q u é n o com e u ste d ? ¿E s q u e n o le
g u s ta este p la to ? - S i , m e g u s ta y te n g o b u e n a p etito , p e ro deb o
a y u n a r. — ¿ P o r q u é ? - P o r q u e h e p ro m e tid o n o c o m e r en e l d ía de
h o y .” C on lo c u al n u e stro asceta nos h a b r á rev elad o la e x isten cia de
dos m o dos d e la c o n d u c ta h u m a n a a b so lu ta m e n te ajenos a la capa-
c id a d d el a n im a l : la resisten cia a las sugestiones d e orden- in s tin tiv o
q u e e l m e d io ofrece y la a u to d e te rm in a c ió n de la p ro p ia c o n d u c ta
e n u n fu tu ro rem o to , e n te ra m e n te d is tin to del p re se n te e n q u e esa
reso lu ció n h a y a sido to m a d a . “E l h o m b re es e l a n im a l q u e p u ede
d e c ir wo'.,- escrib ió S cheler. “E l h o m b re es el a n im a l q u e p u e d e pro-
m e te r” , h a b ía d ic h o N ie tz sc h e . P rim e ra c o n clu sió n : a d ife re n c ia de
la espera a n im a l, la espera h u m a n a p u e d e co n sistir e n la re n u n c ia a
las satisfacciones in stin tiv a s que el m edio b rin d a y e l cu erp o ap ete,
c e ; el h o m b re , m ovido p o r si y desde si m ism o, es c ap a z d e u n a
e sp e ra ra d ic a lm e n te su p ra in stin riv a .
L a a p a ric ió n d e la p ro m e sa e n el diálogo a n te rio r nos p e rm ite
d e sc u b rir u n a n u e v a n o ta de la espera h u m a n a . E sta , e n efecto, n o
es sólo s u p ra in s tin tiv a ; es ta m b ié n — valga la p a la b ra — sobresittra-
CUERPO E S PIR IT U EN EL ACTO DE ESPERAR 469

c i.n a l. ‫ ﻣ ﺎ‬q u e el a n im a l espera se h a lla ,s ie m p re su g erid o p o r la oca-


sio n al c o n ju n c ió n e n tre el estado d e su a p e tito in s tin tiv o y el conte-
n id o d el m e d io ; la o bservación d e m u estra , p o r ejem plo, q u e el pe-
rr o n o esp era el re to rn o d e l am o au sen te, salvo c u a n d o se lo re c u e rd a
a lg u n a n o ta de su cam p o percep tiv o . U n a m a d re , e n cam b io , p u e d e
e sp e ra r la c a rta d e su h ijo e n c u a lq u ie r situ ació n , a u n q u e esa c a rta
n o h a y a sido p ro m e tid a . S e g u n d a c o n c lu sió n : el h o m b re p u e d e es.
p e ra r e v en tu a lid a d e s a b so lu ta m e n te ajenas al c o n ten id o p ro p io de la
situ a c ió n e n q u e se e n c u e n tra .
E x a m in e m o s, p o r fin, el caso de u n a espera a te n id a a la situ a ció n
y a c e p ta d o ra d e lo q u e ésta ofrece. E ste m o d o d e esperar, ¿ s e r، asi-
m ila b le a la e sp e ra a n im a l? E n m a n e ra a lg u n a. P a ra el a n im a l m á s
c ap a z de fo rm a liz a c ió n - u n c h im p a n c é to d a v ía m ás d iestro q u e los
d e K ö h l e r - , los objetos q u e co m p o n en su m e d io son sólo u tiliz a b le s
c o n fo rm e a u n lim ita d o re p e rto rio de p osibilidades. U n a c añ a p u e d e
ser b a stó n , o b je to a rro ja d iz o , in s tru m e n to p ren sil, ju g u e te y m u y po-
Cas cosas m ás. P a ra el h o m b re m ás ru d o , en cam bio, c a d a u n o de los
objetos q u e él p ercib e p u e d e ser m a n e ja d o y c o n te m p la d o seg ú n u n
n ú m e ro de p o sib ilid ad es p rá c tic a m e n te ilim ita d o . L a caña, p o r ejem .
pio, p u e d e ser p a ra él lo q u e p a ra el c h im p a n c é ; m as ta m b ié n flauta,
a d o rn o , p u n z ó n in scrip to rio , fo rm a d ib u ja b le , signo de a u to rid a d y
o tra s m il cosas d istin ta s. E l á m b ito de la u tiliz a c ió n del m e d io se
a m p lia in d e fin id a m e n te . N o se tr a ta ta n sólo de que, en re lació n con
las re sta n te s especies an im ales, se h a g a m ás a m p lio el elenco d e las
p o sib ilid a d e s; es q u e este elenco p asa a ser lite ra lm e n te ilim ita d o ,
ind efin id o . T e rc e ra co n clu sió n : e n el seno d e u n a situ a c ió n d e te r,
m in a d a , y sin salir de ella, la espera h u m a n a p u ed e o p ta r e n tre u n
in d e fin id o n ú m e ro de p o sib ilid ad es diversas. C ad a situ a ció n nos per-
m ite e sp e ra r u n a v e rd a d e ra in fin id ad de eventos d iferen tes.
E n a b ru p to e in salv ab le c o n tra ste con la espera a n im a l, la espe-
٢٥ humana es su^Tavnstmtvua, su^rasituacional e indefinida, ‫ﺟﻚ‬0‫أ‬
q u é? P a ra q u e asi se nos m u estre, ¿c'uál debe ser su e s tru c tu ra bio-
lógica? R ecordem os lo a n te rio rm e n te d icho. E l a n im a l se m uev e ha-
cia su fu tu ro c o n v irtie n d o e n esp iral c o n tin u a el “ circulo figurai”
q u e d in á m ic a m e n te le u n e con su m edio. L a in te rn a v aria ció n de su
to n o v ita l, p o r u n lado, y la c o n sta n te m u ta c ió n d el m edio, p o r
o tro , d e te rm in a n la génesis de esa c o n tin u a d a co nversión del c ir c u o
e n e sp ira l; co n v ersió n q u e será ta n to m ás in d e te rm in a d a c u a n to m a-
y o r sea el g ra d o d e fo rm a liz a c ió n d e l to n o v ita l y del cam p o per-
ceptivo. A si el c h im p a n cé , co n su g ra n c a p a c id a d fo rm a liz a d o ra ,
p u e d e e sp e ra r e n u n a m ism a situ a ció n dos 0 tres e v en tu a lid a d e s dis-
470 L ESPfcRA Y LA ESPERANZA

tin ta s, a u n q u e la d in á m ic a de su sistem a in stin tiv o le conduzca, a


la postre, sólo h a cia u n a de ellas. B ien d istin to es el caso del hom -
bre. L a c re d e n te im p o rta n c ia del telencéfalo e n su sistem a nervioso
le o to rg a ta n rica cap acid ad de form alizaciO n que, com o h em o s vis.
to, llega a ser indefinido el n ú m e ro de las posibilidades d e acción
c o n ten id as en su cam po perceptivo. “P ro sig u ien d o la form alizaciO n
d i c e Z u b iri, a u to r de este fu n d a m e n ta l ra z o n a m ie n to antropoldgi-
c & , llega u n in s ta n te en que la esta b ilid a d biológica dep en d e de
q u e el h o m b re se h a g a cargo de la situación. A q u í la form alizaciO n
desgaja (pero ta n sólo ex ig itiv am en te) algo q u e es p u ra m e n te anim i-
co, la in telig en cia, y ap arecen los estados m en tales m al llam ados su-
periores. Sin cuerpo no e x istiría n en cu an to estad o s; pero sin a lm a
n o serian lo que son. L o a n ím ico es algo exigido p o r lo som ático
com o co n d ició n de su e sta b ilid a d fisiológica y d in ám ica. P rosiguien-
d o p o r esta vía, el a lm a cobra u n ra n g o p re p o n d e ra n te y c o n stitu y e
u n a de las posibilidades propias de la p ersona h u m a n a y, a la vez,
u n a de las posibilidades en que el cuerpo te n g a u n a vida viable, nor-
m a l y estab le” ‫ أ‬. C on o tras p a la b ra s : p a ra q u e el h o m b re , en cu an to
in d iv id u o psicosom àtico, no se p ie rd a e n tre las in n u m e ra b le s posibi-
lidades biológicas que le ofrece y le im p o n e su a lta cap acid ad de for-
m a lizació n - e s t o es, p a ra que su existencia sea biolO gicam ente po-
sible— , es necesario q u e esa ex istencia suya sea u n “hacerse cargo
de la situ a ció n ” y, p o r lo ta n to , que opere en ella u n a g e n u in a inte-
ligencia. E n v irtu d de u n a exigencia de su cuerpo, el h o m b re tie n e
q u e ser cuerpo y alm a, de ta l m o d o que en él “to d o lo biológico es
m e n ta l y to d o lo m e n ta l es biológico’. (Z ubiri). L a u n id a d estructu-
ral alm a-cuerpo n o es, pues, “ u n a in teracció n causal, n i u n quim éri-
co paralelism o, n i u n a u n ió n , sino u n a v erd a d era u n id a d p rim a ria ” .
G racias al a lm a y a la inteligencia, el in d iv id u o h u m a n o se h ace
cargo d e su situación, o rd e n a las indefinidas posibilidades q u e ésta le
ofrece, elige u n a e n tre todas ellas y puede seguir viviendo biológica-
m en te. P ero con ello q u e d a in e x o ra b lem en te ro ta y a b ie rta la c e rra d a
relació n del a n im a l con su m edio. T a l es la g ra n d e z a y la flaqueza
del h o m b re . P a ra p o d e r su b sistir se ve fo rza d o a v iv ir en su situa-
ción desde fuera de ella. E l h o m b re es u n a n im a l d escen trad o p o r su
in telig en cia, “ex cén trico ", com o dice Plessner 9‫ل‬, y, p o r lo ta n to , bio-
ló g icam en te in seg tiro : animal insecurum, segUn la fó rm u la de

18 CJt. por Rof Carballo en Cerebro interno y mundo emocional, pág. 136.
1» H. Plessner, ‫ ﺀآ ه‬Stufen des Organischen und der Mensch (Berlin y Leipzig,
1928).
CUERO Y E SPÍR IT U EN EL ACTO DE ESPERAR 47،

P . W u s t* .. L a visión del ser h u m a n , o r n o “a n im a l e n fe rm o ” (N ietz-


sche) y la a n tro p o lo g ia v ita lista de L . K lages — “el e sp íritu , adversa-
rio del a lm a ”— tie n e n com o fu n d a m e n to esa c o n stitu tiv a "ex cen tri-
c id a d " q u e in tro d u c e la in te lig e n c ia e n la re la ció n fu n c io n a l d el in d i-
v id u o h u m a n o con su m u n d o .
V en g am o s a h o ra a l p ro b le m a biológico de la espera h u m a n a . A u n
c u an d o so m etid a a “d e sp la z a m ie n to e sp iral'’, la espera a n im a l se h a lla
siem p re a ju sta d a al m edio. E l a n im a l p u ed e esp erar a m e n a z a d o , m as
n u n c a esp era in se g u ro ; la “p e rp le jid a d ” a p a re n te d e los an im a les
“n e u ró tic o s” y la a p a re n te “in c e rtid u m b re ” de los estados sem ejantes
al del célebre asno de B u rid a n p u e d e n ser p e rfe c ta m e n te explicadas
p o r la d in á m ic a de la v id a in s tin tiv a . A h o ra b ie n : esa espera ajus-
ta d a a l m edio, ese d e sliz a m ie n to h a c ia el fu tu ro suave y esp o n tán ea-
m e n te a d a p ta d o a las m u d a n z a s del cam p o percep tiv o , n o son posi-
bles p a ra el h o m b re . E l o rg a n ism o del h o m b re - y d e n tro de él, m ás
específicam ente, el siste m a n e r v i o s o - exige u n a a c titu d fre n te al fu-
tu ro c u a lita tiv a m e n te d is tin ta de la a ju sta d a “ espera in s tin tiv a ” d el
a n im a l y c o rre sp o n d ie n te a la p e c u lia rid a d d e u n ser q u e vive en la
situ a ció n e n te n d ié n d o la desde fu e ra de ella. ¿ C u ál será el m o d o de
e sp e ra r d e q u ie n tie n e q u e e x istir “h a cién d o se cargo d e la situ a c ió n ” ‫ﺛﻢ‬
¿C óm o el h o m b re lo g ra g o b e rn a r d e m a n e ra b io ló g ic a m en te viable
el ilim ita d o n ú m e ro de posiliilidades q u e su situ a ció n le ofrece? U n a
re sp u esta se im p o n e : el “h acerse cargo de la situ a c ió n ” a d o p ta for-
m a d e “espera h u m a n a ” c u an d o el h o m b re o rd e n a to d as esas posibi-
lidades — a p ro v e ch a n d o a lg u n as, a b a n d o n a n d o u o lv id a n d o o t r a s -
e n to rn o a u n a sola, b ien p ro c e d e n te de las q u e la situ a ció n le b rin -
da, b ie n in v e n ta d a ex novo; es d ecir, m oviéndose h a c ia la realiza-
ción d e u n a p o sib ilid a d v o lu n ta ria m e n te d e sta c ad ¿ e n tre las restan -
tes y “p ro y e c ta d a ” h a c ia el fu tu ro . L a forma propia de la espera hu•
mana es, pues, el proyecto. E l cerebro h u m a n o , dice Z u b iri, n o
piensa, p e ro p o n e al h o m b re e n la situ a ció n de te n e r q u e p en sar.
D a n d o a esa tesis u n a versión p e rtin e n te a n u e stro em p eñ o , dire-
m o s: el c ereb ro h u m a n o no p ro y e c ta, p ero pone al h o m b re en situa-
c ió n d e te n e r q u e p ro y e c tar. C om o la del a n im a l, la v id a d e l h o m -
b re es c o n stitu tiv a m e n te “e sp e ra " ; p ero con la cap a c id ad de form a-
lizació n y la in te lig e n c ia p ro p ia s d e l ser h u m a n o , lo q u e h a sta él
venia siendo “espera in s tin tiv a " — o, si se q uiere, “espera s e n s i t i v a " ,
d a u n s ú b ito salto h a sta u n n iv el nuevo y se tru e c a en “espera pro-
y e ctiv a ” . E l Entw urf d e H e id e g g e r y las descripciones an tro p o ló g ic a s

2٠ p. Wust, Ungewissheit und Wagnis (Salzburg-Leipzig, 1937).


472 IA ESPERA Y LA ESPERANZA

d e O rte g a tie n e n com o su p u esto re a l esta b io lo g ia d e la espera h u -


m ana.
§2. L a -e s p e ra p ro y e c tiv a del h o m b re p u e d e ser e stu d ia d a d e sd e
la in tim id a d : e l p ró x im o c ap itu lo nos d a rá a m p lia ocasión d e c o m .
p ro b a rlo . M as ta m b ié n es posible e stu d ia rla d esd e las e stru c tu ra s
a n a tó m ic a s y fu n c io n a les q u e la ex ig en y la h a c e n posible. C u a n d o e l
h o m b re espera, ¿q u e pasa e n su cu erp o ?
C om o e n el caso del a n im a l, co nviene d is tin g u ir, co n R o f C a rb a .
lio, e n tre la esp era de la “a la rm a ag u d a', y la espera d e la v ig ilia
h a b itu a l 0 estad o n o rm a l d e “fu tu ric ió n a le rta d a ’.. C u a n d o el h o m -
b re se e n c u e n tra e n u n a situ a ció n q u e le a la rm a d e m o d o sú b ito
— c u an d o tie n e q u e e sp e ra r so b resaltad a o so b re co g id a m e n te 21— , su
o rg a n ism o re a cc io n a p o n ie n d o e n ju eg o el sistema neuroendocrino
simpático-médula suprarrenal, q u e disp o n e su m e tab o lism o y su a c .
tiv id a d rirc u la to ria p a ra la e v e n tu a lid a d d e u n esfu erzo v io len to y
rá p id o . P e ro la esp era del h o m b re n o es siem p re sobresalto 0 sobre-
cog im ien to . U n id o a l a n te rio r, otro complejo sistema neuroendocri-
no, p e rte n e c ie n te a la z o n a d e n u e stra re a lid a d q u e K ra u s lla m ó “p e r-
so n a p ro fu n d a '., g o b ie rn a los m o dos h a b itu a le s d e la fu tu ric ió n h u -
m a n a y h a c e b io ló g ic a m en te posible y o rd e n a d a la a c tiv id a d d e p ro -
y e cta r. T re s d istin to s niveles lo in te g ra n . E l n iv e l in fe rio r, p u ra m e n -
te e n d o c rin o y b io q u ím ico , se h a lla c o n stitu id o p o r e l tripode hipo-
fisis-corteza suprarrenal-tiroides. M e d ia n te las h o rm o n a s c o rtic o tro p a
(A C T H ) y tire o tro p a , la hipófisis m o v iliz a los 17-corticoesteroides (cor.
tiso n a) y la .tiro x in a , y éstas, a p a rte o tra s a c c io n e s,-d a n a l to n o v ita l
d e l h o m b re su te n sió n d e espera y a la rm a . E l n iv e l in te rm e d io es
n eu ro v e g eta tiv o , m esencefálico y diencefálico. E n tr e las fo rm ac io n e s
m esencefálicas posee s in g u la r im portanci-a la sustancia reticular. U na.
la rg a serie de in v estig acio n es e x p erim en tale s (M a g o u n , M cC u llo c h ,
Ja sp e r, R iley, S ta n le y C obb) y, ju n to a ellas, la reflexión te o ré tic a de-
Z u b iri, h a n d e m o stra d o el re le v an te p a p e l d e esa z o n a e n o rd e n a la
re g u la ció n biológica d e la vigilia y la a ten ció n . E n estado d e -vigilia
a te n ta d esaparece d e l e le c tro e n c efalo g ram a el ritm o alfa. P u es b ie n :
p arece q u e la fo rjn a c ió n re tic u la r es u n o d e los “puestos d e m a n d o ’.'
desde d o n d e las diversas áreas d e la c o rte za q u e d a n a lte rn a tiv a m e n te
lib e ra d as d el ritm o alfa. L a re g ió n d ie n ce fá lic a 0 hipotdlamo, e n ta n
e stre c h a co n ex ió n a n a tó m ic a y fu n c io n a l con la hipófisis, e l cerebro,
in te rn o y el lóbulo fro n ta l, es p a rte im p o rta n te en el m a n te n im ie n to 21

21 López Ibor Jlama a la “tempestad de movimientos” y al "reflejo de Inmo-


villzacidn”, de Kretschmer, “reacción de sobresalto” y “reacción de sobrecogí-
miento”.
CUERPO Y ESPIR JTU EN EL ACTO DE ESPERAR ‫ب‬7‫ث‬

y g .b ie rn o . ta n to d e los ritm o s biológicos elem en tales . p o r ejem plo,


el q u e c o n stitu y e n la vigilia y el su eñ ٠ com o de la a fe c tiv id a d y
de la afirm ació n de la in d iv id u a lid a d vital. L as b rilla n te s in v e stig a d o -
nes de H ess h a n h e c h o p a te n te , e n tre o tras cosas, la decisiva in te rv e n ,
d ó n d el h ip o tá la m o en las reacciones de acecho, e n fu re c im ie n to y
agresión. E n el nivel su p erio r 0 co rtical d e este m a g n o sistem a de
re g u la ció n se d e sta c an el cerebro interno y el lóbulo frontal. L os tra -
bajos d e P a p e z, T u r n e r , M cL ea n , w . K . S m ith , W a rd y o tro s h a n
d a d o a conocer la acción re g tila d o ra que sobre la v id a em o cio n al y
la “ vigilia d in á m ic a ” o estad o h a b itu a l d e a le rta e je rc ita n — e n cone-
x ió n co n el h ip o tá la m o , los cuerpos m a m ila re s y los núcleos talá m i-
eos— la c irc u n v o lu ció n del cingulo, el h ip o c am p o y la c o rte za orbi-
ta ria . E n el ápice d el sistem a - y en el del tc le n c é f a l o - h álla se et
lóbulo fro n ta l. E n tr e las v arias fu n cio n es a trib u id a s a l n e o có rtex fron-
ta l im p o rta a h o ra señ a la r las sig u ie n tes: la o rd e n a c ió n de n u e stra s
acciones e n el curso del tie m p o (K leist), la reg u lació n de los m o v i.
m ie n to s a ten cio n ales — g iro , o rie n ta c ió n , acecho— y la disci-im ina-
d ó n v ita l de lo im p o rta n te y lo accesorio — “p rim e r p la n o " y. “ fon-
d o ”— e n el cam p o p ercep tiv o (G oldstein), la p ro y ecció n de n u e stra s
pi-evisiones e n el fu tu ro (F re e m a n y W atts), la d irecció n de la ac-
tiv id a d v ita l e n u n sen tid o b ie n d e te rm in a d o (H alstead), la p e rsiste n -
cia d e los estados em ocionales (A rnot). E n p acien tes operados de lo-
b e c to m ia fro n ta l, R y la n d e r, Penfield, B ric k n er, K o sk o ff y W e n ig e r
h a n oliservado fa lta de p rev isió n , in d ife re n c ia fre n te al flitu ro (op-
tim ism o in ftin d a d o , au sencia d e in iciativ a) y fre n te a l p asad o (aboli-
d ó n d e l a rre p e n tim ie n to ), apego egoista al p resen te y a lteracio n es e n
la c o n tin u id a d del yo. Z u b iri h a te n id o el acierto de re fe rir este va-
rio h a z de fu n cio n es a la re g u la ció n de la e sta b ilid a d del to n o v ital.
E l in d iv id u o lo b ecto m izad o , a n im a l u h o m b re , “ carece de la base de-
u n a c o n tin u id a d ritm ic a p a ra q u e sus acciones a d q u ie ra n u n carác-
te r c o n tin u o y se d e sa rro llen en el deb id o o rd e n ... E l a n im a l se en-,
c u e n tra con que, en definitiva, en c ad a m o m e n to p u e d e te n e r u n
to n o v ital in so sp ech ad o y poco c o n g ru e n te con el q u e a n tes te n ia ...
‫ ﻣ ﺎ‬q u e aseg u ra el p la n d e c o n d u c ta de la vida a n im a l es la estabili-
dad del tono vital q u e resiste a to d as las innovaciones. A h o ra b ien,
ésta es la e s tru c tu ra fu n d a m e n ta l q u e yo lla m a ría regulación de la
estabilidad” (Z u b iri). D e a h í q u e el tra s to rn o básico consecutivo a la
ab lac ió n d el á re a p re fro n ta l sea la versatilidad. L a certera, p ero in .
suficiente re fe re n c ia d e la “ e sp e ra n z a v ita l'., com o p o te n c ia a n ím ic a
in d ife re n c ia d a , a la “p e rso n a p ro fu n d a " d e K ra u s (W . B rednow ) tie-,
n e su e s tru c tu ra real en este a m p lio sistem a n e u ro e n d o c rin o q u e va.
474 LA ESPERA Y ESPERANZA

desde las h o rm o n a s hipofisarias, su p ra rre n a le s y tiro id eas h a s ta la


c o rte z a del lóbulo fro n ta l.
H e aquí, en su cin to re su m en , las activ id ad es ,biológicas que, re-
g u ia d as p o r ese sistem a, d e se m p e ñ an u n a fu n c ió n básica con el ejerci-
cio d e la espera h u m a n a : el so ste n im ie n to d e l a p e tito v ita l de fu tu -
ric ió n 0 im p u lso de “v iv ir h a c ia a d e la n te ’.; el g o b ie rn o del curso
sucesivo del to n o v ita l y, p o r lo ta n to , el ju e g o d e la p rim a ria te n .
sión biológica e n tre la e x p ectació n y la m e m o ria ; la afirm ació n d e
la p ro p ia in d iv id u a lid a d , b ie n b ajo fo rm a d e reacciones de a le rta y
a la rm a , b ie n com o p ro te c ció n y d efen sa del “ si m ism o ” (M u rp h y ,
R of, K a re n H o rn e y ); la in h ib ic ió n de la a n sie d a d y la a n g u stia q u e
p ro d u c e u n a a c tiv id a d vita'1 d eso rd en ad a. “Si se c o n sid era la existen-
cia h u m a n a - h a escrito K . S ch n eid er— , m á s b ie n necesita explica-
ció n el h e c h o d e q u e el h o m b re no te n g a a n g u stia casi n u n c a , q u e el
h e c h o de q u e a veces la te n g a ” 22. E s v erd ad : sin la su til y c o n sta n te
v ig ilan cia cortical, la a c tiv id a d d ien cefálica s u m iria a l h o m b re en
a n g u stia v ita l p e rm a n e n te (L ópez Ibor) 23.
T o d a s estas activ id ad es son, com o h e d ic h o , biológicas y p rim a-
-rias; m as no p o r ello d eb e p en sarse q u e c o n stitu y e n u n e stra to “so-
m á tic o ” su b y ac e n te a la vida “e sp iritu a l” , p o rq u e e n el h o m b re “ todo
lo biológico es m e n ta l y to d o lo m e n ta l es biológico” . E n el Journal
d>un curé de campagne, de B ernanos, .dice u n m édico a u n sacerdo-
te, a p ro p ó sito d e las e n fe rm e d a d e s in c u ra b le s : “ Su p a p el no es ta n
d ifícil com o el m ío. A l fin y al cabo, V d. sólo tie n e q u e tr a ta r con
m o rib u n d o s. L a a g o n ia q u e d a en ellos aliv ia d a p o r la eu fo ria. Cosa
m u y d is tin ta es q u ita r a u n h o m b re to d a e sp e ra n za d e u n golpe, con
u n a sola p a la b r a ... Y a sé lo q u e V d . va a c o n te sta rm e ; vuestros teó-
logos h a n h e c h o de la e sp e ra n z a u n a v irtu d , v u e stra e sp e ra n za tie n e
las m a n o s ju n ta s . Pase esto p a ra la e sp e ra n za e sp iritu a l (Vespérance),
p o rq u e n a d ie h a visto m u y d e cerca ta l d iv in id a d ... P ero la e sp e ra n za
vital (l’espoir) es u n a bestia, créam e, u n a b e stia en el h o m b re , u n a
b e stia po d ero sa y feroz. M ás vale d e ja r q u e se e x tin g a d u lc e m e n te ...”
Sólo a m ed ias te n ia ra z ó n el m éd ico de B ernanos. L a e sp e ra n za vital,
el a p e tito d e fu tu ric ió n , es, e n efecto, u n a b estia en el h o m b re , u n 23

22 K. Schneider, Beiträge zur Psychiatrie p u t g a r t , 1948). Cit. por I.ópez Ibor


en La angustia vital (Madrid, 1950), päg. 11.
23 Las indicaciones bibliográficas precisas pueden encontrarse en los libros de
Rof Carballo y l^pez Ibor antes mencionados, asi como en la ‫؛‬ntroduccidn del
,padre Ubeda Purkiss al tratado de las pasiones de la Prima secundae de la Summa
theologica (vol. IV de la edición bilingüe de la Biblioteca de Autores Cristianos,
Madrid, 1954) y en la Fisiologia del sistema nervioso, de j. F-. Fulton (trad, caste-
.-llana. México, 1952).
‫ى‬ ERTO ï ESPJRITU EN EL A CT. DE ESPERAR 475

p rim a r‫؛‬, im p u lso biológico; pero n o es m enos cierto que e n la exis-


te n cia h u m a n a no h a y esperance sin espoir, ni espoir que de alg ú n
m o d o no aspire a convertirse en espérance.
§ 3. Si la espera h u m a n a tiene u n a fisiología, po r necesidad ten-
d rá ta m b ié n u n a patologia. T o d a u n a serie de hechos, m uchos de
ellos p ro ced en tes de la observación m ás co tid ian a, m u e stra n ‫ ئ‬rela-
ción e n tre el estado del cuerpo y la capacidad de esperar. H a y horas
e n q u e el b ie n esta r som ático y el favor del m edio — recuérdese la
acción biológica del color verde., m a r bravio y cam p o h e r b o s a -
m u ev en al h o m b re a vivir esp era n za d a m e n te, y otras e n que palide-
ce la esperanza. B ien lo sabia U n a m u n o cu an d o escribid en su Can-
ctonero:

Horas de espera, pactas


de cuanto no es esperanza,
son horas que hacen ، 08 dlas
y ، 08 aftos de bonanza...‫؛‬

y no m enos b ien lo sabia S anto T om ás, citando, siguiendo a A r i s t i


teles, afirm ó la v irtu d e sp e ra n za d o ra de la Juventud, el vino y o tras
influencias corporales (Summa, 1-11, q. 40, a. ó, y q. 45, a. 3). L a bio-
grafia de le o p a r d i y la de N ie tzsc h e p erm itetr d e sc u b rir la existen-
cia de u n a clara relación e n tre el estado de su salu d y su ۴ rsonal
disposición p a ra la e s ^ r a n z a . R ecuérdese, p o r lo que hace al segun-
do de esos autores, el e x ttlta n tc prólogo que com puso p a ra la segun-
d a edición de La gaya ciencia, en el otoño de 1886. ¿Q ué o tra cosa es
la salud, sino la p o sibilidad o rg án ica de esperar en la tie rra con cicr-
ta se g u rid ad ? L a e m b ria g u ez p ro d u cid a p o r la m e sc a lin a ‫ ا‬٠ y p o r el
h a x i x ‫ ا ﺀ‬concede con frecuencia la ilusión de h a b e r logrado to d o lo
qtte ttno esp era; la apom orfina, p o r el co n trario , q u ita el en tu siasm o
p o r el fu tu ro y el deseo de vivir hacia él (T h. von U ex k U ll)* .; la
inyección de a d re n a lin a p ro d u ce ansied ad a n te el fu tu ro (M arañón).
N o m enos significativa es la experiencia recogida d u ra n te la Ultim a
g u e rra m u n d ia l en los cam pos de co n cen tració n : la esp e ra n za de
los reclusos su fría oscilaciones considerables, según el rég im en de
vida a que e ra n som etidos y su m odo de sobrellevarlo .'‫؛‬
‫■؛؛‬، Vias« T he Doors o f Perception, de Aldous Huxley.
‫ ؛‬، De nuevo remito a Les paradis artificiels, de Baudelaire.
2« U ntersuchungen aber das P hänom en der ‫ أ‬5 ،‫ ا „ ا „ ا‬،،„‫' ح‬. ei. Z eitschrift fü r
kliiit M edizin, ،49. 132 (1952).
27 Viase el cuaderno de Stttdium Generale consagrado a la accidn del cauti-
verio sobre el pslquismo (HI. 1950) y la observación que recoge K. Stern en Le
‫ ﺀ‬،،‫ « أ‬. „ ardent (Paris, 1953), pàg. 258.
476 ESPERA Y LA ESPERANZA

N . creo in a d e c u a d o h a b la r - c o m o se h a b la de d is te rm ia y d isti-
m i a - d e la diselpidia (de elpis, la esperanza), p a ra d e sig n a r los div er-
sos estad o s en q u e la c ap acid ad de e sp e ra r se h a lla p a to ló g ic a m e n te
p e rtu rb a d a . E n la e n fe rm e d a d h u m a n a h a y , e n efecto, d iselp id ias
h ip o tó n ic a s e h ip e rtó n ic a s. E n las p rim era s, la d esesp eran za prevale-
ce e n el e stad o de á n im o del p a c ie n te : ta l es el caso d e las d e p r e s i ,
n es vitales (Staudei., l ^ p e z Ibor), d e la a ste n ia (Beard,, p . J a n e t, A le .
x a n d e r y Portis), de la e n fe rm e d a d d e A d d iso n , de c iertas lesione»
d e stru c tiv a s del lóbulo fro n ta l y del diencéfalo, d e los sín d ro m e s h ipo-
tiroideos. F re n te a estos estados de d iselp id ia h ip o tó n ic a h a y q u e
p o n e r las d iselp id ias h ip e rtó n ic a s, e n las cuales el e n fe rm o espera
d e sm e d id a y d e so rd e n a d a m e n te . L os análisis an tro p o ló g ico -ex isten .
ciales de L . B in sw an g er h a n p u esto de relieve la ex isten cia d e u n a
relació n psicológica e n tre la p e c u lia r te m p o ra lid a d d e l flujo d e ideas
y el m o d o de e sp e ra r el c u m p lim ie n to de los deseos p ro p io s ٥٠. E l
d esafo rad o m o d o d e e sp e ra r d e los p a ra lític o s generales h a sido des.
crito en to d o s los tra ta d o s de P s iq u ia tria ; y a u n c u a n d o el d e so rd en
e lp id ico sea m ás com plejo, n o p o r ello re su lta m enos e v id en te e n e l
h ip e rtiro id ism o , según las investigaciones de A le x a n d e r, H a m y C ar-
m ic h a e l ٥٠. L os d a to s acerca de la e s tru c tu ra biológica del e sp e ra r
h u m a n o q u e a n te rio rm e n te h e co n signado, p e rm ite n in ic ia r u n a in-
teleccidn fisiopatolàgica d e los diversos sín d ro m e s diselpidicos.

III.— Introducción neumatológica al estodio de la esperanza

T a m b ié n p o r vía n e u m ato ló g ica (pneuma, el e sp íritu ) es posible


acceder al e stu d io d e la esp eran za. N o se tra ta to d a v ía de a n a liz a r la
e sp e ra n z a desde n u e s tra in tim id a d e sp iritu a l, sin o de c o n te m p la r
“ desde fu e ra ’., te o ré tic a m e n te , el m o d o de la re a lid a d q u e lla m a m o s
“e s p íritu ” , y de c o n je tu ra r cu ál p u e d e ser el g én ero de su relació n
e n el fu tu ro .
E l concepto de “e sp íritu ” es rig u ro sa m e n te cristian o . A n te s del
C ristia n ism o ,' sólo de m anei'a m u y p a rc ia l y v elad a e n tre v io la m en-
te h u m a n a la ex isten cia d e u n a re a lid a d in m a te ria l e in m o rta l, c ap a z
d e in tim id a d , autoposesión, lib e rta d e in te lig e n cia. E n la A n tig ü e d a d
p a g an a , pneuma era “soplo” , u n soplo m ás fino en el pneuma psykhi-2 8

28 L. Binswanger, Ueber Ideenflucht (Zürich, 1933), pigs. 165-168 y 193.


2» Véase El hombre ٥ prueba y la Patologia p à so m d tic a , de R .f Carballo.
Sobre la “diselpidia” de la psicastenia de Janet y la neurosis obsesiva, véase lo que
más adelante se dice.
CUERPO Y E SPIR IT U EN EL ACTO DE ESPERAR 477

* 0' í y m e n .s su til en el ptieutna physikon, m as n . la re a lid a d que


d e sp u é s d e F iló n y la especulación c ristia n a lla m a m o s “e sp íritu ” ٥٠.
P e ro el Jjensam iento c ristia n o h a d istin g u id o , desde sus orígenes, dos
m o dos d e la re a lid a d e sp iritu a l : el “e sp íritu p u ro ” y el “e sp íritu en-
'Carnado” ; y d e n tro d e l p rim e ro , el e sp íritu in c re a d o y c re a d o r (Dios)
y los esp íritu s creados 0 angélicos.
1 ‫ ة‬. C o n sid erem o s s u m a ria m e n te el caso del e sp íritu p u ro creado
y. p o r vía de c o n je tu ra , p ensem os acerca d e su posible.' te m p o re id a d .
U n e sp íritu p u ro creado, u n á n g el, ¿existe te m p ó re a m e n te ? ¿ T ie n e
fu tu r o ? ¿C onoce la e sp e ra n z a ? ¿E s, e n el sen tid o re a l d e l té rm in o ,
e te rn o ?
P a ra e n te n d e r d e a lg ú n m o d o la re a lid a d y la e x isten c ia angélicas,
S an to T o m á s se ve o b lig ad o a d is tin g u ir dos m odos de sucesión y.
p o r lo ta n to , dos m o dos de tie m p o : la sucesión c o n tin u a del m ovi-
m ie n to m a te ria l o cósm ico (motus caeli) y la sucesión in s ta n tá n e a
d e l ser respecto del n o ser (m o v im ien to in s ta n tá n e o de la ilu m in a c ió n
y la g en eració n ) (Summa, I, q. 61, a. 2 a d 2, y q. 53, a. 3). P u e s b ie n :
¿ n cU anto a l p rim e r m o d o dC la sucesión, el án g el existe su p ra tem p ó -
re a m e n te , supra tempus, m as n o e n c u a n to a l seg u n d o m o d o d e l m o-
v im ie n to ; y asi, las operaciones de los ángeles tra n s c u rre n per tem-
pus, e n su ex isten c ia se d a e l motus instantaneus •n, y su m e n te sólo
es c ap a z de conocer el fu tu r o com o la m e n te del h o m b re lo conoce,
si b ie n con m u c h o m ás p e n e tra n te p e rsp ic u id a d ٥*. E l ser d el á n g e l
n o es, pues, e te rn o ; es sólo c u asietern o , p o rq u e fu é cread o : aliquan•
do angeli non fuerunt (I, q. 61, a. 2). E l m o d o de ser del á n g e l b o es
'la e te rn id a d , sino la m e ra in te rm in a b ilid a d del “evo” .
S egún esto, ¿ h a b re m o s d e a trib u ir e sp e ra n za a l e sp íritu p u ro crea-
d o ? L a re sp u esta d e p e n d e rá d e la q u e se dé a esta o tra in te rro g a c ió n :
¿ tra n sc u rrió a lg ú n lapso de sucesión e n tre la c reació n d e los ángeles
y e l acto lib re p o r causa d e l c u al fu e ro n un o s co n d en a d o s y se sal-
v a ro n o tro s? L a s o p in io n e s son diversas. S a n to T o m á s se in c lin a a
-creer q u e los ángeles co n d en a d o s “p e ca ro n e n e l m o m e n to d e ser
.creados’. (I, q. 63, a. 6). D esde el c o m ien zo m ism o de su existencia.

Viasc L'évolution de la doctrine du pneuma, de G. Verbeke (Paris-Louvain,


1945).
.1 Aunque en determinados casos también pueda darse la sucesión continua

‫ ا ه‬Hay, según Santo Tomás, dos modos de conocer el futuro: por su causa
y en 8، mismo. Si la mente sabe la causa de un evento, podrá conocerlo de ante-
-mano, bien per certam s c à tia m , como uno sabe que el Sol saldrá al dfa siguiente,
bien per coniecturatn, como el médico sabe que un enfermo sanará. As، conocen el
futuro los hombres y los ángeles. El conocimiento de las cosas futuras in seipsis
-está, reservado a Dios (I, q. 57, a. 3).
478 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

el á n g el e s tu v . “al té rm in o de su c a m in o " (In I V libr. Sent., 2, d. Sr


2, 2 a d 2). Su status viatoris, en consecuencia, fué u n solo in sta n te , e l
de su decisión h a c ia D ios o c o n tra E l ٥٥. N a d a im p id e creer, sin em -
b arg o , q u e “h a y a h a b id o a lg u n a d ila c ió n e n tre la creación de los án-
geles y su c a íd a ” (I, q. 63, a. 6). E n ta l caso, el á n g e l h u b o de “e x istir
en e sp e ra n z a ” d u ra n te ese lapso te m p o ra l; si b ie n su “esp eran za'.'
seria ta n d is tin ta de la h u m a n a com o el tie m p o angélico es d istin to
del tie m p o te rre n a l.
§ 2 ٠ D ejem os estas c o n je tu ra s teológicas, v engam os a l nivel d e la
tie rra y, y a en él, p re g u n té m o n o s p o r el fu tu ro d el e sp íritu en ca rn a -
do. ¿ C u ál p u e d e ser la te m p o re id a d de u n e sp íritu e x iste n te com o
p rin c ip io de a n im a c ió n de u n o rg an ism o ?
E l m o d o m ás p ro p io d e la sucesión del e sp íritu es, com o sabem os,
el m o v im ie n to in sta n tá n e o . C om o te stim o n io de la co n d ició n espiri*
tu a i d el a lm a h u m a n a , h a y “casos-lim ite’, e n los cuales la v id a p siq u i.
ca acontece d e u n m odo su b itá n eo , fu lg u r a n te : la in telecció n d e la
v e rd a d ev id en te, la d ecisión d e la v o lu n ta d e n el acto lib re y la ilu-
m in a c ió n , com o rev elad a, con q u e en n u e stro in te rio r a p arecen las.
in v en cio n es felices d e n u e stra m e n te , sean geniales o m odestas, son
o tro s ta n to s ejem plos d e la in s ta n ta n e id a d d e la v id a e sp iritu a l del
h o m b re . E s v e rd a d q u e ta m b ié n e n el a n im a l su rg e n a vec'es o c u rren -
cias sú b itas, d e l tip o d e la “vivencia del a já ” (Aha-Erlebnis) de los
c h im p a n c é s de K ö h le r; p e ro e n tre la “su b ita n e id a d ” d e u n acto ins-
tin tiv o , rela tiv o siem p re a la situ a ció n m a te ria l e n q u e se p ro d u ce,
c errad o so b re ella, y la “in s ta n ta n e id a d ’, del a cto esp iritu a l, siem p re
a b ie rta a u n totum q u e tra sc ie n d e la situ a ció n y su tie m p o cósm ico,
h a y la m ism a d ife re n c ia q u e e n tre la in v e n ció n de u n e m p a lm e de
dos caftas y el d e sc u b rim ie n to d e la ecu ació n q u e re la cio n a la m asa
y la en erg ia. A q u é lla es el sUbito a ju ste espacio-tem poral d e u n en-
g ra n a je ; esta o tra su rg e a l tie m p o cósm ico desde m á s a llá d e él.
N o es éste, sin e m b arg o , el caso h a b itu a l. E n c u a n to “e n c a rn a d a ” ,
la sucesión d e l e sp íritu d eb e quedar, so m etid a a l tiem p o biológico y
m a te ria l del cuerpo, a la s 'e d a d e s , los ritm o s vitales y los procesos
bio q u ím ico s d e la ex isten cia a n im a l. L a te m p o re id a d d e l co m p u esto
h u m a n o tie n e q u e ser, e n consecuencia, la c o rre sp o n d ie n te al m ovi-
m ie n to cósm ico, a l motus caeli. E n el curso re a l d e su v ida, el h o m -
b re es m ás veces “c a rn e e sp iritu a liz a d a ... sarx, q u e “e sp íritu e n ca rn a -
d o ", pneuma. E n ta l caso, y siem p re desde el p u n to d e v ista d e l espi-
ritu , ¿ cu á l p o d rá ser la a c titu d fre n te al firtu ro ? ¿C óm o h a b r á d e

»» j. Pieper, Ueber die Hoffnung, pig. 18.


CUERTO E SPIR IT U KN EL A u ro DE ESPERAR 47‫ح‬

re a liz a r su fu tu ric ió n u n a in te lig e n c ia c a rn a l? M ás c .n c r e ta m e n te :


p u esto q u e el e sp íritu , q u e es in te lig e n cia y lib e rta d , no p u e d e de-
ja r d e “ co n o cer", ¿cóm o lo g ra rá o rie n ta rse en lo q u e to d a v ía “no es” ?
C onviene d is tin g u ir e n tre el fu tu ro d el m u n d o cósm ico y el d e la
re a lid a d p ro p ia . A n te aquél, el e sp íritu h u m a n o h a tra ta d o de conse-
g u ir a l b i n a o rie n ta c ió n in te le c tiv a a fa v o r d e tre s re c u rso s: la adi-
vin ació n , la m a g ia y la ciencia. M e d ia n te la adivinación, el h o m b re
asp ira a q u e desde fu e ra de él le “rev elen ” lo q u e e n el m u n d o acae-
cerá. E l a lm a h u m a n a a d m ite q u e p o r si m ism a no p u ed e conocer el
fu tu ro , p ero cree q u e es c ap a z de p a rtic ip a r g ra tu ita m e n te de ese co-
n o c im ie n to , e n tra n d o e n c o m u n ic ac ió n con q u ie n d e m odo p le n ario
lo posee. L a magia consiste en la p re te n sió n de d e te rm in a r el fu tu r o
p o r la v irtu d de ciertos recursos de q u e el m ago dispone. C on su m a-
n io b ra m ágica, el h o m b re q u ie re algo m ás q u e “s a b e r " ‫ ؛‬q u ie re “ m a n .
d ar.., d o m in a r p o r si m ism o las fu erzas del universo. L a ciencia, e n
fin, se p ro p o n e p re v e r y m a n e ja r la a p arien c ia de la re a lid a d m ed ian -
te el c o n o cim ien to in d u c tiv o de las “leyes', q u e rig e n su m u d a n z a .
S abiendo, p o r ejem plo, la ley d e la c aíd a de los graves, la m e n te h u -
m a n a p u e d e p re v e r d ó n d e se e n c o n tra rá e n ta l 0 c u al m o m e n to u n
cu erp o q u e cae lib re m e n te . E s el g ra n e m p eñ o del h o m b re “occiden-
ta l” , desde el o rto de la c u ltu ra griega.
L a ad iv in a ció n , la m a g ia y la ciencia son activ id ad es liu m a n a s
m u y d is tin ta s e n tre si. Pero, p o r d eb ajo de sus in g e n te s d iferen cias,
las tre s c o in cid en e n a lg o ‫ ؛‬las tres son exp ed ien tes de u n a m ism a
p re te n sió n , el d o m in io y el co n o cim ien to del fu tu ro , y e n las tre s se
revela la c o n d ició n e sp iritu a l d el h o m b re . P ra c tic a n d o u n rito adi-
v in a to rio , e je c u ta n d o u n a m a n io b ra m ágica 0 fo rm u la n d o u n a ley
científica, su p ersticio sa y e rró n e a m e n te e n un o s casos, c e rte ra y efi-
c a z m e n te e n otros, el h o m b re d e m u e stra q u e su in te lig e n cia es cap az
de envolver al cosm os y de c o n te m p la rlo desde fu e ra de él, siq u iera
sea de m o d o Jjarcial 0 ex tra v iad o . D e m u e stra con ello, e n su m a, que
él es e sp íritu , ad em ás de ser cu erp o m ate ria l.
E s y tie n e q u e ser d is tin to el p ro c e d e r d e l e sp íritu h u m a n o a n te
su p ro p io fu tu ro . M a ñ a n a , el a ñ o p ró x im o , ¿q u é será de m i? N o lo
sé. M as ta m p o c o p u e d o re sig n a rm e a u n a to ta l ig n o ra n c ia : soy inte-
ligencia, y e n c u a lq u ie r situ a ció n , p o r o scura q u e p arezca, no puedo-
d e ja r de saber. E se “sab er" acerca de m i p ro p io fu tu ro , ¿ p u ed e ser
la p rev isió n científica? E n m o d o alguno. L a m ás c e rte ra previsión
d el a co n tecer cósm ico no e x clu iría m i lib e rta d y la d e q u ien es me-
ro d ean . E s cierto q u e el h o m b re de O ccidente, m o v id o p o r la fasci,
n a c ió n d e la “ley científica... h a p re te n d id o re d u c ir a p u ra “lógica'.
‫د‬ LA ESPERA Y JA ESPERANZA

.٠ a p u ra “ciencia n a tu ra l” e l c o n o c im ie n t. d e to d a re a lid a d : ése


fu é el em p eñ o de H eg el, C o m te y S pencer ‫ ل‬p ero ta m b ié n es cierto
q u e ese e m p eñ o h a fracasado. Sólo u n recu rso te n g o a m i a lc a n c e :
a c e p ta r la sucesión te m p o ra l de m i pro p io cu erp o - c o n sus edades
sus ritm o s vitales y sus procesos fisiológicos— y p ro p o n e rm e d e n tro
d e ella u n a m e ta b a sta la cu al p u e d a lle g a r m i lib e rta d finita y e n .
-carnada. Por una exigencia inexorable de su realidad, el espíritu enr
carnado se ■ ue obligado a existir proyectando su propio ‫ ؛‬aturo. La،
autoposesión, ejercicio in e lu d ib le del espiri tir, q u e d a re d u c id a a m e ra
posesión in c ie rta y a n tic ip a tiv a de lo q u e u n o p u e d e ser. In v e n ta n d o
p ro y e c tiv a m e n te m i p ro p io ser, voy poseyendo de a lg ú n m odo m i ser
fu tu r o y soy a la vez e sp íritu , e n c u a n to p re te n d o so b re p o n erm e al
p o rv e n ir, y cuerpo viviente, e n c u a n to ese p o rv e n ir cuyo d o m in io
p re te n d o tie n e q u e p re se n ta rse p o r vía de sucesión te m p o ra l, som e-
tid o al motus caeli y al im p e ra tiv o biológico d e la m u e rte . E l “pro-
y ecto" de la a n a litic a e x isten cial de H e id eg g e r, la “fo rzo sid a d d e in-
-ventar la p ro p ia v id a", d e q u e h a b la O rtega, y la “cu asicreacidn de
p o sib ilid a d es" d e sc rita p o r Z u b iri, son o tro s ta n to s m odos de ver la
e x iste n c ia te m p o ra l d e l e sp íritu e n c a m a d o .
E n s u m a : el cuerpo del hombre “exige” que la espera humana
sea un proyecto, y el espíritu humano — el espíritu encarnado— “se
ve obligado” ٥ esperar ‫ « ﺀ‬futuro concibiéndolo como p royecto. E l
proyecto — un p ro y ecto forzosamente atenido ٥ las posibilidades de
la realidad corpórea en que et espíritu humano se e w c o r - es, pues,
‫ ﻣﻞ‬torma ‫ﻵ‬٣0‫ ﻻ ﻣﺎﻵ‬primaria de nuestra estera.
U n a cu estió n su rg e in m e d ia ta m e n te : si la espera h u m a n a es pro-
yecto, ¿ q u é re la ció n p u e d e e x istir e n tre ella y la e sp e ra n z a ? N o ol-
v idem os q u e sólo e n c astellan o tie n e n esas dos p a la b ra s la m ism a
ra lz . P a ra nosotros, “e sp e ra r” es ta n to “ vivir a la espera” com o “ v iv ir
e n la e sp e ra n z a '’. E sa coin cid en cia, ¿es n o m á s q u e u n a lim ita c ió n ,
o es ta m b ié n u n a cie rto ? L a e s tru c tu ra a n tro p o ló g ic a d e lo q u e los
franceses lla m a n attente, los a lem an e s Warten o Erwartung, los in-
,gleses waiting o await y los ita lia n o s attesa — la “esp era” , el acto de
a g u a r d a r - , ¿ tie n e algo q u e ver con la e s tru c tu ra d e esa o tra activi-
d a d d el e sp íritu a q u e se refieren las p a la b ra s espoir y espérance,
Hoffnung, hope y speranza, ta n d istin ta s to d as de aq u ellas con que
n u e s tra “espera" es nom bra.da? P a ra re sp o n d e r a estas sugestivas in-
terro g acio n es, tra te m o s de c o n te m p la r la espera desde n u e stra p r o
p ia in tim id a d .
CAPfrULO II

E L PRO Y ECTO . L A PR E G U N T A Y L A ESPERA

L a fo rm a p rim a ria d e la espera h u m a n a es el p royecto. ‫ ﻣ ﺎ‬m ás


p ro p io del h o m b re , p o r o tra p a rte , es “e sta r en la re a lid a d ” : m u y
su til, p ro fu n d a y c o n v in c e n te m e n te lo h a d e m o stra d o X av ier Z u b iri ‫ ؛‬٠
¿C óm o se a rtic u la n e n tre si estos dos asertos? ¿C óm o se incardi"
n a n e n la re a lid a d la espera h u m a n a y la a c tiv id a d p ro y e c tiv a e n que
esa espera se m anifiesta y c o n stitu y e ? ¿C óm o es la re a lid a d , p a ra q u e
u n a de las fo rm a s de m i re la ció n con ella sea el p ro y ecto ? In te n te m o s
verlo con c ierto o rd e n .

I.— Proyecto y pregunta

Q uede p a ra los m etafisicos la a lta y h o n d a e m p re sa d e d e cir lo


q u e e n si m ism a es la re a lid ad , ta l y com o la in te lig e n c ia h u m a n a es
c a p a z d e co nocerla y co n ceb irla. M ás m o d e stam e n te , y o c o m e n z a ré
m i in d a g ac ió n , d e sc rib ie n d o d e m.odo s u m a rio alg u n as d e las n o ta s
c o n q u e la re a lid a d se nos m u e stra, aquellas q u e p a re ce n ser m ás per-
tin e n te s a m i a c tu a l em p eñ o . C reo v e r h a s ta cinco. L a re a lid a d , e n
efecto, es p a ra m i in e lu d ib le , resisten te, asom brosa, in te lig ib le y po-
seible.
§ 1. Es, p o r lo p ro n to , ineludible. E l hom b're existe — reco rd e.
m os d e n u e ١'o el a x io m a m etafisico d e Z u b iri— e sta n d o e n la reali"
d a d y a b ie rto a ella. H a g a yo lo que h a g a, com er, p en sar, so ñ a r u

1 En ta n t. X. Zubiri no publique por si mismo su actual pensamiento filosd-


fico, el lector que por él se interese deberá atenerse -a p a rte Naturaleza, Historia,
‫ آ ه‬٠‫ ﺀ‬y los libros de Rof Carballo anteriormente mencionados— al volumen colee-
tivo Homenaje ٥ Xavier Zubiri (Madrid, ‫)وﻧﻮل‬, en el cual son parcialmente ex-
puestos alguitos aspectos de ese pensamiento, y a varios articulos de Alberto del
Campo.
31
482 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

o ra r, vivo en la re a lid ad . E s cierto q u e el h o m b re se m uev e a veces;


e n lo “irreal... com o c u an d o op era in te le c tu a lm e n te co n n ú m e ro s im a -
g in a rio s 0 finge c en ta u ro s y q u im e ra s; pero “si p u ed e m overse e n tre '
irre a lid a d e s es p o rq u e de m o d o in ex cu sab le él es u n a n im a l de rea.
lid ad es'. 2٠ p o rq u e su ser consiste e n e sta r a b ie rto a la re a lid a d , c o m .
el 0 0 ‫ إ‬p u e d e s e n tir la o scu rid ad , p re c isa m e n te p o rq u e está h e c h o p a ra
ver, y com o el oído p e rc ib e el silencio, siendo su m u n d o el sonido.
N o h a y d u d a : p a ra m i, en c u a n to h o m b re , la re a lid a d es in e lu d ib le .
L a re a lid a d es ta m b ié n resistente. L a vieja tesis d e M a in e d e Bi-
ra n , e x p la n a d a luego p o r D ilth e y y S cheler, seg ú n la cu al es la “re-
sisten cia'. la fu e n te p rim a ria d e n u e stra creen cia en la re a lid a d del
m u n d o e x terio r, debe ser, a m i ju icio , c o n v e rtid a e n tesis antropoló-
gica g e n eral ٥. D igo q u e algo es real c u an d o ofrece resisten cia a m is
sen tid o s 0 a m i p e n s a m ie n to : este lib ro es real e n c u a n to con sii
o p a cid a d resiste a m i m ira d a , y a m i ta c to con su d u re z a ; y si puedo-
c re e r 0 d is c u tir la re a lid a d de los ángeles, es p o rq u e su e x isten c ia re-
siste a m i p e n sa m ie n to , p o rq u e se h a lla m u y lejos d e la p u ra y a b
so lu ta in te lig ib ilid a d con q u e se m e m u e stra n los e n tes d e ra z ó n .
D ios es ta n “resisten te'., en este sen tid o , que el c ristia n o h a visto
siem p re e n él — y a veces con d e s e s p e r a c i ó n - a l ens a la vez abscon-
ditum y exuperantissimum. S in la p ercep ció n d e esa resistencia, el
h o m b re se m o v ería e n tre esencias lógicas, n o e n tre existencias reales.
“R ea lid a d — dice u n a vez O rte g a — es la c o n tra v o lu n ta d , lo q u e nos-
o tro s n o p o n e m o s; a n tes b ien , aquello con q u e to p a m o s’. ٩
N o .es a je n a a la resisten cia d e la re a lid a d su c o n d ició n d e asom-
brosa. ‫ ﻣ ﺎ‬real es’ p a ra el h o m b re siem pre cap az de n o v e d a d y, p o r lo
ta n to , de a p arien c ia im p re v ista y so rp re n d e n te . L a cosa m á s vista
y fa m ilia r, el fra g m e n to del m u n d o de rostro m ás trilla d o y consa-
b id o , p u e d e n siem p re ofi'ecernos aspectos nuevos, si sabem os contem -
p iarlo s con a te n c ió n y am o r. E in ste in , p o r ejem plo, supo ver u n
aso m b ro so perfil in é d ito en la g ra v ita ció n u n iv ersal, que N e w to n
p a re cía h a b e r re d u c id o a la ley fisica in s u p e ra b le ; y eso m ism o h a-
cen, en su d o m in io y a su m odo, el p in to r con el paisaje m il veces
visto, el p o e ta con el s e n tim ie n to m il veces vivido, el h o m b re de ac.
ción con la r u tin a social m ás in v e te ra d a y el h is to ria d o r con la m ás
tra n s ita d a z o n a del p re té rito . P o r eso p u d o d e c ir P la tó n q u e el asom -
b ro es el “p rin c ip io de la s a b id u ría ” (Theaet., 155, d 2-3) 5 .
2 F. JT. Conde, “Introducción a Ja antropologia de Xavier Zubiri”, en el libro
Homenaje ٠ Xavier Zubiri, mencionado en la nota anterior.
» Véase mi libro Medicina ‫ ﺀ‬H i s t à (Madrid, 1941).
i “Ideas y creencias”. Obras Completas, t. V, pág. 385.
‫ ا‬El Libro del E c l e à i c o dice que el principio de la sabiduría es el “temor
EL PROTECTO, LA PRECUNTA T ESPERA ‫ه‬83

L a re a lid a d nos a so m b ra e n c u a n to nos es ajena, nos resiste y re-


b asa los lim ites de n u e stra fin itu d . E l h e c h o d e q u e dos y dos sean
c u atro , sólo p o d rá so rp re n d e rm e c u an d o lo c o n te m p le desde u n p u n -
to de v ista cap az d e m o s tra rm e su p ro b le m a tism o , esto es, su resis-
te n cia a m i in telecció n . A h o ra b ie n : aso m b rán d o n o s, la re a lid a d se
revela cap az d e d a m o s m ás o algo d istin to de lo q u e de e lla esperá-
bam os. E l a cto de “d a r c ré d ito " a la re a lid a d (G. M arcel) tie n e com o
m o tiv o in m e d ia to n u e stro aso m b ro a n te ella. C on n u e stro in'cesante
aso m b ro d e m o stram o s q u e p a ra nosotros la re a lid a d “ tie n e siem p re
c ré d ito ", q u e su lia b e r e l “h a b e r.' q u e se ex p resa e n q u e “h a y a ”
esto 0 lo o tro ( Z u b i r i ) es h u m a n a m e n te in ag o tab le. N o olvidem os
desde a h o ra q u e la Jjalabra “c ré d ito ”, creditum, viene d e credere٠
“c re e r” . Si a la re a lid a d se le “d a c ré d ito ” es p o rq u e ella es e n si
m ism a “c reíb le" y “c re d e n d a ’', d ig n a d e ser c re íd a. P o r eso p u e d e
ser “ a c re d ita d a ” , po seed o ra d e c réd ito .
N o se nos m o s tra ria resiste n te y asom brosa la re a lid a d si n o fuese
ta m b ié n - e n jn a y o r o m e n o r m e d i d a - inteligible. S in u n a intelec-
c ió n p a rc ia l d e lo re a l, éste seria p u ro “E n-sí” co m p acto y n a u se a b u n -
d o (S artre), m as n o re sisten cia y p ro b le m a ; c o n esa p a rc ia l intelec-
ción, n o sólo “d a m o s c ré d ito " a la re a lid a d , ta m b ié n n o s “ dam os
c u e n ta ” 0 “d a m o s ra z ó n " de ella. E sto e s: nos la co n tam o s o expli-
cam os in te lig ib le m e n te . E n el castellan o a n d a lu z , “d a r u n a ra z ó n "
eq u iv ale a d a r u n a n o tic ia su sceptible d e ser e n te n d id a p o r q u ie n
la oye.
L a in te lig ib ilid a d d e lo re a l tie n e m o dos y grados. H a y la in te ,
lección filosófica, la científica, la poética. Ja p u ra m e n te visiva 0 p ie.
tórica, la so n o ra y m usical. E n rig o r, y p u esto q u e la in te lig e n cia
d e l h o m b re es “in te lig e n c ia s e n tie n te " (Z ubiri), h a b r á ta n ta s fo rm as
d e e n te n d e r com o d e s e n tir, a u n c u an d o esto n o ex clu y a la e x isten cia
d e u n a in te le cc ió n su p rasen so rial. P ero , sensorial 0 su p rasen so rial, la
in te le cc ió n es siem p re p a rc ial, y susceptilile d e e rro r. L a in te lig e n c ia
del h o m b re es in c a p a z d e “a g o ta r" la re a lid a d . M íre se 'a ésta d e u n
m o d o 0 d e o tr o : siem p re re s u lta rá q u e su seno es in a g o ta b le. “L a
n a tu ra le z a g u sta de o c u lta rse ” , decía H e rá c lito . U n o s, com o S pencer,
h a b la r á n d e “lo inco g n o scib le” ; otros, com o los cristian o s, d e l “mis-
te rio d e la cre ac ió n ” ; y h a s ta los que, com o H eg el, a firm en q u e “to d o
lo re a l es ra c io n a l" se v e rá n o bligados a d ife rir a u n fu tu r o in d e te r-
de Dios”. Sobre la posibilidad de concertar cristianamente esas dos tesis, véase mi
ensayo “Hacia una teoría del Intelectual católico”, recogido en el libro Palabras me-
nores (Barcelona, 1952). En torno al tema de si es el ..asombro” 0 la “angustia” el
punto de partida de la filosofia, pueden leerse muy finos pensamientos en Le chrétien
،، ¡’angoisse, de Hans Urs von Balthasar.
484 ESPERA Y LA ESPERANZA

m in a d o la vigencia efectiv a de su aserto. J u s ta m e n te e n esa insatis-


fa c to ria y fa lib le p a rc ia lid a d d e n u e stra in te le cc ió n de lo re a l tie n e
su fu n d a m e n to la ex isten cia del fu tu ro . Si n u e stra in te le cc ió n fuese
c o m p le ta y ev id en te, la re a lid a d d e ja ría de ser “c re d e n d a ', y p ro m ete-
d o ra y se h a ría “in te le c ta " y c o n sa b id a : con ello. el. fu tu ro se troca-
ría e n e te rn o p resen te. T a l es, com o vim os, la ilu sió n c e n tra l de los
“paraísos artificiaies".
E n te n d ie n d o h u m a n a m e n te la re a lid a d , la poseem os, la hacem os
n u e s tr a : la re a lid a d es poseible. N o es o tro el fu n d a m e n to d e la frui-
c ió n d e in v e stig a r y e n te n d e r. Q u ie n sabe algo cierto y p ro fu n d o
acerca de u n a z o n a c u a lq u ie ra de la re a lid a d , posee su secret.o y es
c a p a z de d o m in a rla . N o es u n a z a r q u e se lla m e “poseer” u n id io m a
a l h e c h o de conocerlo, n i q u e los m ísticos p ie n se n q u e la “posesión"
e sp iritu a l de D ios e s u n a “so breciencia" tra s c e n d e n te a la h u m a n a :
“y quedóm e, n o sabiendo, to d a sciencia tra sc e n d ie n d o ", seg ú n la fór-
m u la de San J u a n d e la C ru z . T o d a la h is to ria d el m u n d o m o d e rn o
es u n a tità n ic a a v e n tu ra p re sid id a p o r la convicción de q u e conocer
es poseer. M o v id a, en fin de cu entas, p o r el c ertisitn o señuelo d e que
la re a lid a d es poseible.
L a re a lid a d , en su m a, es ٥ la vez m iste rio y p ro b le m a . N o h a y
re a lid ad e s p u ra m e n te “ m isteriosas” y rea lid ad e s p u ra m e n te “ proble-
m á tic a s ” . U n a m ism a re a lid a d será m iste rio p a ra m i c u an d o la vea
a so m b ro sa e in a g o ta b le, y p ro b le m a c u a n d o la m ire com o in te lig ib le
y resisten te. L a c e rte ra y fe c u n d a d istin c ió n d e G . M arce l a ta ñ e a la
disp o sició n d el e sp íritu fre n te a lo real, no a lo re a l e n si m ism o . L a
m is m a re a lid a d de D ios — el m iste rio p o r e x c e le n c ia - se c o n v ierte e n
p ro b le m a , e n c u a n to la in te lig e n cia h u m a n a 't r a t a d e acceder a ella
per ea quae jacta sunt.
§ 2. M i co n tac to con la re a lid a d m e la m u e stra in e lu d ib le , resis-
te n te , asom brosa, in te lig ib le y poseible. M i v ida, p o r o tra p a rte , es
fu tu ric ió n , y lo es -de u n m o d o c o n stitu tiv o y ra d ic al. Soy y te n g o q u e
ser su ced ien d o h a c ia el fu tu r o c o n u n m o v im ie n to doble, cósm ico y
e sp iritu a l, c o n tin u o e in s ta n tá n e o . ¿ C u á l h a b r á d e ser, seg ú n esto,
e l m o d o d e m i c o n ta c to con la re a lid a d ? Y a lo sabem os : el proyecto.
E x ig id o d e m i e sp íritu p o r m i cuerpo, im p u e sto a m i e sp íritu p o r m i
sucesión biológica, el p ro y e c to se m e m u e stra a h o ra com o u n a d e las
fo rm as ra d ic ale s de m i relació n efectiva con la re a lid a d . E s v e rd a d
q u e yo p u e d o cont.em plar y poseer lo real, y q u e la c o n tem p lac ió n
y la posesión, c o n sid erad as e n si m ism as, n o son proyectos, sino ac-
tiv id a d e s co n clu siv as: p e ro la c o n tem p lac ió n y la posesión del hom -
b re in via son siem p re y no p u e d e n d e ja r d e ser parciales, itin e ra n -
EL PROYECTO. LA PREGUNTA Y LA ESPERA *85

tes y, p o r 1 . ta n t.» p ro y ectiv as. Q u ie n posee u n a fo r tu n a se ve obli-


g a d o a p oseerla p ro y e c ta n d o su conservación, su consu-mo 0 su in-
c re m e n to ; q u ie n c o n te m p la u n paisaje g o z a de su b elle za re p o san d o
d ic h o sa m e n te e n ella, m as ta m b ié n c o n q u ista n d o p ro y e c tiv a m e n te
asp erto s y rin c o n e s in é d ito s d e esa h e rm o s u ra y d e sc u b rie n d o c o n
e m o ció n a g rid u lc e q u e su e m p eñ o se h a lla m u y lejos d el té rm in o ,
p o sib le : “ nobles D esesperaciones Jjueblan las regiones so b re n atu ra-
les de la P oesia” , d ijo , com o sabem os, u n co n o ced o r de esos etéreos
niveles ta n a lto y e x p e rto com o B au d elaire. P a ra m i, e n te .espiritual
y c arn al, e n te sucesivo, la re a lid a d es a u n tie m p o “p u d ie n d o ser” y
“siendo., algo de lo q u e p u e d e ser. N o p u e d o a sp ira r a o tra cosa
m ie n tra s e x ista sobre la tie rra .
B a sta lo d ic h o p a ra a d v e rtir q u e el p ro y ecto es, p o r lo p ro n to , u n a
volición y u n a p re g u n ta . P ro y e c ta n d o , yo q u ie ro algo d e la 'r e a lid a d ,
c o m p re n d id a la d e m i p ro p io ser y — d e m o d o expreso o tá c ito —
p re g u n to algo. D esde el seno m ás in tim o y lib re de m i v o lu n ta d as-
p iro a s e r: “ser” es lo q u e yo q u ie ro de la re a lid a d , lle g a r a “ser’,
m édico, le cto r de P la tó n o e m p re sa rio in d u s tria l. P e ro la re a lid a d
es p a ra m i resisten te, aso m b ro sa y sólo p a rc ia lm e n te in te lig ib le . P o r
ta n to , p a ra lle g a r a ser eso q u e yo q u ie ro ser, p o r n e ce sid ad h a b ré
d e p re g u n ta r y p re g u n ta rm e acerca d el m o d o de p o d e r serlo. E l m o z o
q u e p ro y e c ta ser m édico q u ie re serlo e n su fu ero In tim o e n el “yo”
d el “yo q u ie ro ”— , y d irig e a su p ro p ia re a lid a d (existencia fisica, sa-
lu d , d o tes intelectu ales) y a la re a iid a d d e su m u n d o (c irc u n stan c ia
cósm ica, h istó ric a y social) esta in te re sa d a p r e g u n ta : “ ¿ P u e d o yo ser,
llegaré yo a ser e fe ctiv a m e n te m é d ic o ? ” E l c a rá c te r im p rev isib le e
in seg u ro de n u e stra re la ció n con la re a lid a d co b ra su ex p resió n 1Ó-
gica en la pregunta. P o r eso to d o p ro y ecto d e b e resolverse, apenas
fo rm u la d o , e n u n a rá fa g a de in terro g acio n es.
Si el. p ro y e c to c o n tie n e siem p re la p re g u n ta , la p re g u n ta , a su vez,
in c lu y e el p royecto. C u an d o yo p re g u n to : “ ¿Q u é h o ra e s? ” , proyec-
to la lle g a d a a u n a situ a ció n de m i ex isten cia en la c u al la posible no-
tic ia acerca de la h o ra m e p e rm ita h a c e r algo q u e sin ella n o p o d ria
h a c e r; y, mutatis mutandis, eso acontece con to d as las p re g u n ta s
im ag in ab les. E n suma: " l i viviente y constitutiva necesidad de futu-
ricion ‫ ﻻ‬el modo de m i relación con la realidad son causa de que m i
existencia sea proyecto y pregunta. V iv ir h u m a n a m e n te es p ro y e c ta r
y p r e g u n ta r; q u ie n p ro y ecta, p re g u n ta , y q u ie n p re g u n ta , p ro y e c ta.
E ste som ero análisis d e m u e s tra q u e el p ro c e d er de H e id e g g e r y
S artre, c u a n d o a trib u y e n u n c a rá c te r o rig in a rio al m o d o d e ser h o m -
b re e x p re sa d o e n la a c tiv id a d d e p r e c i n t a r , se h a lla fu n d a d o e n la
486 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

re a lid a d m ism a de la ex isten cia h u m a n a . P e ro la p re g u n ta , ¿es, p o r


v e n tu ra , sólo lo q u e acerca de ella nos d ic en H e id e g g e r y S a rtre?
¿ Q u é es p re g u n ta r? S in u n a resp u esta m in im a m e n te satisfa c to ria a
e sta in te rro g a c ió n no p o d re m o s n u n c a e n te n d e r la esp era del h o m b re .
$ 3 ٠ L a p a la b ra caste lla n a “p re g u n ta r', p ro c e d e d e l verbo la tin o
percontari; y éste, seg ú n o p in ió n g e n e ra l de los lin g ü ista s actuales, es
v o z d e riv atla del su sta n tiv o contus, “p é rtig a ’.. E tim o ló g ic a m e n te , “pre-
g u n ta r ” significa, e n consecuencia, “so n d ea r el fo n d o de u n rio 0 de
u n e sta n q u e con u n a p é rtig a ” , y p o r e x ten sió n m eta fó ric a, “so n d e a r
el in te rio r de u n h o tn b re ” . Q u ie n p re g u n ta algo a o tro so n d ea ver-
b a lm e n te su alm a, con o b jeto de sab e r si en ella existe o n o e x iste
u n a re sp u esta a d e c u a d a a la in te rro g a c ió n . Q u ien , p o r ejem plo, dice
a o tro “ ¿Q ué h o ra e s? ” , a d m ite en p rin c ip io q u e su in te rlo c u to r pue-
d a respo.nderle “L as tre s” 0 “L as tres y c u a rto '., 0 que no sepa o n o quie-
ra d a rle re sp u esta alg u n a. L o cu al in d ic a q u e el o b je to p ro p io d el
“sondeo', en q u e la p re g u n ta consiste es la posibilidad d e u n a u o tra
respuesta.
¿ Q u iere esto d e cir q u e to d a s las p re g u n ta s tie n e n resp u esta posi-
b le ? D e n in g ú n m odo. H a y , e n efecto, p re g u n ta s cu y a c o n testació n
es p o r co m p le to im posible, y ello nos p e rm ite o rd e n a r el p re g u n ta r
segUn dos m odos m u y d istin to s e n tre s i: a q u e l cu y a resp u esta es hu -
m a n a m e n te im p o sib le y a q u e l o tro e n el cual es m ás o m enos posible
u n a re sp u esta c o n g ru e n te.
P o r la Indole d e su re a lid a d p ro p ia , el h o m b re es cap az de propo-
n erse p re g u n ta s ab su rd as. P o r ejem p lo : “ ¿Q ué h a ría yo si m i euer-
po fuese u n a m asa d e v id rio ? ..; “ ¿Q ué p a sa rla si los árboles h a b la-
se n ? '. M u c h a s d e las cuesti'ones q u e se p la n te ó la escolástica d ecad en .
te a p ro p ó sito d e la potentia D ei absoluta e ra n de este jaez. E s ver-
d a d q u e a to d as ellas p u e d e co n testa rse algo, si la im a g in a c ió n a ta n -
to a lc a n z a ; p e ro u n a resp u esta v e rd a d e ra m e n te id ó n e a es e n tales
casos p o r c o m p leto im posible, p o rq u e la m e n te h u m a n a n o p u e d e
p o n erse en la situ a ció n q u e p a ra ser c o n g ru e n te exige a h o ra e l res-
p o n d e r.
P e rte n e c e n esas p re g u n ta s a las que, com o suele decirse, “nos
tr a e n sin c u id a d o ” 0 “n o nos d a n c u id a d o ” — salvo q u e estem os en-
fe rm o s d e la m e n te . ¿ P o r q u é ? ¿Q ué es lo q u e h ace q u e n o su sciten
e n n osotros e l “c u id a d o '.? L a resp u esta es o b v ia : n u e s tra p erso n al
e x isten c ia no es p u e sta e n ju e g o 'por ellas. Sean co n testa d as e n u n
sen tid o o e n o tro , y siem p re q u e yo no to m e su a rb itra ria resp u esta
com o p re te x to p a ra o tro s fines, m i ex isten c ia p u e d e c o n tin u a r sien d o
lo q u e a n tes e ra y m overse h a c ia lo q u e a n tes p o d ia ser. M as tam p o -
‫ﻟﻢﺀ‬ PROYECTO, LA PREGUOTA Y LA ESPERA 48 7

CO d e ja d e te n e r h o n d o se n tid o a n tro p o ló g ico e l h e c h o de q u e el


h o m b re p u e d a p ro p o n e rse p re g u n ta s cu y a re sp u esta sabe im posible.
E sta Íú d ica a c tiv id a d d el e sp íritu h u m a n o - ¿ q u é o tra cosa es ta l ac-
.tividad, sino u n tip ico ju e g o i n t e l e c t u a l ? - posee d o b le significación.
P o sitiv a m e n te , p o r su m e ra existencia, revela q u e el à m b ito d e la
m e n te h u m a n a es infinito, p u e sto q u e el h o m b re , m e d ia n te su in te ,
ligencia y su im a g in a ció n , p u e d e a sp ira r a “saber to d o ', y “ ser to d o '.,
h a s ta lo q u e es 0 p arece a b su rd o : el sen tid o d e la o p eració n p oética
es, verbi gratia, “c re ar lo q u e n o se ve” , seg ú n la fó rm u la d e U n a m u .
n o ; 0 “lo q u e n o p o d rá verse’., seg ú n la m ás ra d ic a l d e G e ra rd o D ie-
go. N e g a tiv a m e n te , en c u a n to opuestas a las de resp u esta co n g ru e n .
te, estas p re g u n ta s ab su rd as c o n stitu y e n el c o n to rn o q u e d a riesgo de
“n o ser., a la ex isten c ia de aquellas o tra s : m i fo rm u la c ió n d e u n a
p re g u n ta susceptible d e resp u esta id ó n e a se h a lla ro d e a d a p o r la ex-
tra v ia d a 0 Íúdica p o sib ilid a d d e re c u rrir a o tra s c aren tes de con-
te sta c ió n ٠.
F re n te a las p re g u n ta s atjsurdas, las p re g u n ta s viables — aquellas
p a ra las cuales sabem os posible u n a resp u esta id ó n e a — nos “ d a n cui-
d a d o ” , p o rq u e p o n e n e n ju e g o n u e stra p ro p ia e x iste n c ia ; lo c u al vale
ta n to com o a firm a r q u e el su jeto de la p o sib ilid a d a q u e ellas se re.
fieren es, e n U ltim o e x tre m o , la ex isten cia m ism a d el in te rro g a n te , e n
su re la ció n c o n la re a lid a d . Si yo p re g u n to “ ¿Q ué h o ra es?", la res-
p u e sta p o n e e n ju e g o m i ex isten cia, p o rq u e , sien d o u n a u o tr a la
h o ra , yo p u ed o lle g a r a ser de u n m o d o 0 de o tro d istin to . L a pre-
g u n ta de re sp u esta posible es u n a via p a ra que yo “se a '.; e l á re a de
po sib ilid ad es q u e a b re p e rte n ec e a “ m i” p ro p ia p o sib ilid a d d e ser u n a
cosa y d e n o ser las restantes.
“S aber la re sp u esta ” es p a ra m i u n nu ev o m o d o d e “ser.. ; m i pre-
g u n ta ex p re sa u n a p re te n sió n d e “ser” . H e a q u l a C ajal fre n te a l re-
tic u la rism o d e G e rla c h y G olgi. Su a c titu d d e re p u lsa y e x tra ñ e z a
p u e d e ser e x p re sa d a m e d ia n te estas p a la b ra s : “N o es vero sím il que
e n e l te jid o nervioso to d o se c o m u n iq u e c o n tin u a m e n te c o n todo...
M as y a sabem os q u e la re la c ió n del h o m b re con la re a lid a d lleva e n
su seno u n a p re g u n ta y u n p ro y ecto . E n este c aso : “ ¿E s posible u n a
d o c trin a acerca d e la te x tu ra d e l te jid o nervioso m ás sa tisfa c to ria
q u e la de G olgi? Y si es posible, ¿seré yo c ap a z d e e la b o ra rla ? ..;

« Según esto, ،1 “quiero, luego puedo” del análisis marceliano de la esperanza


—cuyo supuesto es: sdlo puedo querer de veras lo que puedo I»der— del» ser
sustituido por esta otra fórmula: “queriendo lo que no puedo ser, me muevo «nen-
talmente en el ámbito de la omnipotencia". Tesis menos optimista, Jiero más ajusta-
d a a la realidad.
488 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

p re g u n ta s a las cuales sig u ie ro n otras, q u e e n p rin c ip io p u d ie ro n ser


de resp u esta posible 0 de respuesta im posible.
P u d o C ajal, e n efecto, h a b e rse p ro p u e sto m etas y m éto d o s im p o -
sibles e n si m ism os o inaccesibles a sus personales p o sib ilid a d e s: llena-
e stá la h is to ria de la ciencia de te n ta tiv a s ab su rd as, c u a d ra tu ra s del
circu lo 0 m o v im ie n to s p erp e tu o s. N o fu é éste el caso de C ajal. E l se
p ro p u so objetivos adecu ad o s a su c ap acid ad y a sus recursos, d irig id
a la re a lid a d p re g u n ta s viables. C on tem p lém o slas e n o rd e n a n u e stro
a c tu a l p ro b le m a . D esde el p u n to de v ista de la ex isten cia p e rso n al de
q u ie n tá c ita o e x p re sa m e n te las fo rm u ló , ¿ q u é fu e ro n , e n rig o r, las
p re g u n ta s q u e C ajal d irig ió a la re a lid a d ? C on ellas, ¿q u é bu scab a,
.qué p re te n d ía C ajal? P o r supuesto, sab er algo nuevo. P ero , e n U ltim a
in sta n cia , a lc a n z a r u n a situ a ció n y u n estado d e su p ro p io ser m ás
perfectos, m ás acabados, m ás altos. B uscaba, e n sum a, su p ro p ia per-
feccidn, y co n ella la re la tiv a fe lic id a d d e “ser algo m á s’' : u n m o d o
de ser in te le c tu a lm e n te m ás elevado y satisfacto rio q u e aq u el q u e
h a b ía servido de estim u lo y p lin to a su in ic ia l in te rro g a c ió n . T o d o
lo d e m ás e ra consecutivo a este ra d ic a l propósito.
“ Ser algo m ás." ¿E s que el h o m b re , e n el curso d e su vida, p u e d e
lle g a r a “ser m á s” de lo q u e e ra ? A si lo dice n u e stro le n g u aje coti-
d ian o , con u n sen tid o m e ra m e n te e x te rn o y so cial: “X va p a ra m ás” ,
“X es m ás que Y ” . P ero ta m b ié n es posible e n te n d e r esas ex p resio n es
e n sen tid o ontològico,, y e n ta l casO, “ser m á s” eq u iv ale a re a liz a r
m ás a c a b a d a m e n te la p ro p ia vocación. A l d a r té rm in o a a lg u n a de
sus investigaciones, C ajal no sólo “era m ás" p o rq u e su n o m b re h u -
biese lleg ad o a ser m ás conocido y e stim ad o so c ia lm e n te ‫ ؛‬ta m b ié n
“e ra m ás" p o rq tie h a b ía c u m p lid o de m ás a lta y p e rfe cta m a n e ra el
in tim o im p e ra tiv o d e su vocación d e histólogo. D ije e n el c ap itu lo
a n te rio r q u e el león y el caballo se m u e v en v ita lm e n te h a c ia la pie-
n itu d de su específica a n im a lid a d le o n in a y e q u in a. A d ife re n c ia de
ellos y de to d o s los re sta n te s an im ales, el h o m b re se m u eve e n su
v id a h a c ia el logro o h a c ia el m alo g ro d e su vocación p erso n al. E l
leó n “es m ás” siendo “ m ás le ó n ” ‫ ؛‬C ajal p u d o “ser m ás” sien d o cad a
vez “ m ás C ajal” . Y lo q u e acabo d e d e cir de u n h o m b re de ciencia-
p o d ría ser d ic h o de o tro h o m b re cu alq u iera, u n a rtista , u n e n a m o ra ,
do, u n c o m e rc ia n te o u n z ap a te ro .
V iv ir h u m a n a m e n te e n este m u n d o es p ro y e c ta r, p ro y e c ta r es
p re g u n ta r, y p re g u n ta r es q u e re r ser algo de lo q u e u n o p u e d e ser.
T o d a p re g u n ta tie n e u n “q u ié n ” , u n “ q u é” y u n “a q u é ” .' E n n u e stro
caso, ¿ q u ié n p re g u n ta ? Y a lo sabem os : yo, tú 0 el o t r o ‫ ؛‬u n h o m b re
concreto. ¿Q ué p re g u n ta ese h o m b re ? T a m b ié n te n em o s respuesta:.
EL PROYECTO, PREGUNTA Y LA ESPERA m

p r e c i n t a el m o d . d e lle g a r a ser algo de lo que él q u ie re ser. Y ese


h o m b re , ¿ a q u é p re g u n ta ? P re g u n ta , veíam os, a la re a lid a d , a su
p ro p ia re a lid a d y a la del m u n d o . M as p re g u n ta n d o a l .‘qué., de la
re a lid a d , (‫؛‬n o se d irig e, e n rig o r, a u n “q u ié n ", u n “q u ié n " d i s t i n t ,
del in te rro g a n te y m e re ce d o r d e “c ré d ito ’.? C onservem os e n la me-
m o ria e sta grav e in te rro g a c ió n .
E n tre ta n to , volvam os a la p re g u n ta , en c u a n to p re te n sió n d e ser
de, q u ie n la hace. P re g u n ta n d o , el h o m b re p re te n d e ser algo d e 1 .
q u e q u ie re y p u e d e ser. B a sta n esas p a lab ras - “p u e d e ser”— p a ra
a d v e rtir q u e la re sp u esta p u e d e ta m b ié n c o n d u c irm e a “ no ser”
aq u ello q u e yo p re te n d ía . C u an d o , p o r ejem p lo , in te rro g o acerca de-
la h o ra q u e es, m i p re g u n ta tie n e u n a resp u esta h u m a n a m e n te posi-
b le j p ero ello n o es óbice p a ra q u e yo m e q u e d e sin re sp u esta - b a s -
ta co n q u e m i in te rlo c u to r n o sepa 0 n o q u ie ra d e cirm e la h o ra — y,
p o r lo ta n to , sin el m o d o d e ser a q u e el sab e r la h o ra m e hubiese-
e n to n ce s co n d u cid o . C om o ta m b ié n es Jjosible q u e yo m u e ra 0 e n l ^
q u e zc a a n tes d e o b te n e r la resp u esta ap etecida. T re s e v en tu a lid a d e s
d istin ta s, fracaso, m u e rte y d espersonalización, p tie d e n h a c e r que y .
“n o sea” lo q u e yo a sp ira b a a sel.. M i p o sib ilid a d de “ser” se h a lla
c irc u n sc rita y a m e n a z a d a p o r m i v a ria y c o n sta n te p o sib ilid a d d .
“ no ser’.. M ás concisa y g e n e ra lm e n te : la p re g u n ta es u n a p re te n sió n
d e ser q u e in c lu y e la p o sib ilid a d de “no ser” . L a p re g u n ta a b re a la-
m e n te h u m a n a , la p ersp ectiv a de su p ro p ia fin itu d y de la n a d a , pues-
to q u e “n a d a ', es “no ser'.. E n esto, H e id e g g e r y S a rtre a c ie rta n p ie .
n a m e n te . P ero , ¿es sólo “n a d a ’, la perspectiva q u e a la ex isten c ia del-
h o m b re a b re la p re g u n ta ?
T o d a in te rro g a c ió n h u m a n a lleva im p lic ita u n a d o b le d is c rim in a ,
ción. E n el m ism o m om ento- de p re g u n ta r, el in te rro g a n te sabe casi
siem pre a q u é a ten e rse respecto a la p o sib ilid a d 0 la im p o sib ilid a d
de la respuesta, y ta n to d e u n m odo g e n é ric a m e n te h u m a n o , c o m .
e n lo q u e a ta ñ e a su p e rso n al ex isten cia y a su ocasional situ a ció n .
R ec u rram o s o tra vez al ejem p lo p re c e d e n te : c u a n d o yo p re g u n to
“ ¿ Q u é h o ra es?'., ten g o casi siem p re, sin p re v ia d elib eració n , la com -
p le ta seg u rid ad de q u e h u m a n a , p erso n al y o c asio n a lm e n te m e es p o .
sible o b te n e r u n a re sp u esta id ó n e a. N o es eso sólo. E n la m a y o r p a r-
te de los casos, e n m i á n im o h a y u n a estim ac ió n p re v ia del g ra d o de
p o sib ilid a d de la resp u esta, y n o sólo p o r lo q u e e n si m ism a sea la
p re g u n ta , m as ta m b ié n e n c u a n to a la e v e n tu a lid a d d e u n éx ito n e .
g ativ o p o r fracaso, m u e rte 0 d esp erso n alizació n . P r e g u n ta n d o " ¿ Q u é
h o ra e s? ", yo n o sé ta n sólo q u e la re sp u esta id ó n e a es h u m a n a , p e r.
sonal y o c asio n a lm e n te p o sib le ; sé ta m b ié n q u e esa re sp u esta es m u y
-450 ‫دا‬ ESPERA Y LA ESPERANZA

p ro b a b le , y estoy seguro d e q u e el riesgo d e q u e yo m u e ra O enlo-


q u e zc a m ie n tra s la espero es so b re m a n e ra escaso.
E n u n o com o en o tro caso c o n je tu ro c o n c e rtid u m b re su b jetiv a
acerca del 'fu tu ro y de m i f u tu r o : esto y seguro d e q u e la re sp u esta
se p ro d u c irá , de q u e será a d ec u a d a a m i p re g u n ta y de q u e yo se.
g u iré ex istien d o y sien d o yo c u an d o la reciba. D e o tro m o do, n o m e
b a b ria to m a d o la m o le stia d e p re g u n ta r. ¿ P o r q u é esto y seguro de
ello? ¿Q ué m e h a m ovido a a d m itir la p o sib ilid a d y la p ro b a b ilid a d
d e la resp u esta y, p o r lo ta n to , de m i pro p io fu tu ro ? In d u d a b le m e n .
te, m i ex p erien c ia y m i s a b e r: yo sé p o r e x p erien c ia q u e el Sol sale
to d a s las m a ñ a n a s, y p o r eso cu en to e n m i v id a con e l o rto so la rj
yo sé p o r los libros, a u n sin n in g u n a e x p erien c ia p erso n al, q u e ta l
d ía se p ro d u c irá u n eclipse, y ese sab er m e in d u c e a e sp erarlo confia,
d a m e n te . P ero n o es preciso esforzarse m u c h o p a ra a d v e rtir q u e no
to d o e n m i c e rtid u m b re es in d ticció n e m p iric a y sab er ra c io n a l a p ren -
did o . B ajo u n a y o tro la te n , a m a n e ra de fu n d a m e n to , u n a serie d e
“ creen cias” . Si yo h a g o m i p re g u n ta es p o rq u e “ creo" q u e el p la n e ta
seg u irá ex istien d o c u an d o llegue la respuesta, y q u e m i in te rlo c u to r
y yo v am os a seg u ir viv ien d o .to d o el tie m p o q u e n u e stro coloquio
req u iere. L a p re g u n ta a b re a la m e n te h u m a n a la p ersp ectiv a d e su
fin itu d y d e la n a d a , m as ta m b ié n revela u n a p a rte d e las creencias
sobre q u e se ap oya la ex isten c ia in te rro g a n te . P ro cu rem o s e n te n d e r
la to ta l e s tru c tu ra d e la p re g u n ta desde este nu ev o p u n to d e vista.

„ . - P regunta y creencia

N o p a re ce q u e el te m a de la creencia h a y a m e re cid o de los filóso-


fos especial favor. E n el p e n sa m ie n to d e la E u ro p a c o n tin e n ta l h a
solido q u e d a r in c lu id o e n la discusión d e l p ro b le m a d e lo posible y
lo real 0 e n la reflexión acerca d e l c o n tra ste e n tre el sab er ra c io n a l y
la v id a religiosa. L a d istin c ió n q u e B re n ta n o establece e n su Psicolo■
gia e n tre los dos inodos de poseer los c o n ten id o s d e conciencia,
la “ re p re se n ta c ió n " (vorgestellte Objekte) y e l “re c o n o cim ien to ” (aner-
kannte Objekte), es u n b u e n e jem p lo d e la p rim e ra p o s ib ilid a d ‫ ؛‬e l
.escrito ju v e n il d e H eg el, Glauben und Wissen, co n stitu y e u n a a lta
m u e stra d e la seg u n d a. M a y o r a te n c ió n le h a n d ed icad o , y n o p o r
a z a r, los pen sad o res a n g lo sa jo n e s‫ ؛‬su a te n im ie n to e m p iris ta a lo real
les h a m ovido, desde H u m e , a e stu d ia r la s in ^ ila r id a d psicológica del
h e c h o e n la creen cia (Belief). L os n o m b re s d e A . B ain, j . j . N e w m a n ,
w. w.
B ag e h o t, J. V e n n , ‫ل‬. P ik ie r y Ja m e s son v iv ien te p ru e b a d e
EL PROYECTO, LA PRECUOTA Y LA ESPERA 491

«lio. M ás p ró x im o s a nosotros. O rte g a y M arias h a n puesto de relieve


la fu n c ió n de la creen cia e n la c o n stitu c ió n d e la v id a h u m a n a .
§ 1. W illia m Ja m e s supo su b ra y a r con g ra n e n e rg ia la esencial
relació n e n tre la creen cia y el ju ic io de re a lid a d . “E n la creen cia
« s c r i b e - el o b je to no sólo es p ercib id o , sino q u e llega a te n e r rea-
lid a d . L a creencia es el estado m e n ta l 0 la fu n c ió n cognoscitiva d e la
re a lid a d ." E n el a cto de c re er desaparece de la co n cien cia h u m a n a
“ la ag ita ció n te o ré tic a ” p ro p ia d e la d u d a y la in v estig ació n , y la
ex isten c ia d e l c re y en te reposa sin violencia en la re a lid a d d e lo crei-
d o : “la creen cia es el sen tid o de la re a lid a d ". N o debo tra n s c rib ir
a q u í la d e scrip ció n ja m e sia n a de los diversos “órd en es de la reali-
d a d " , n i las ideas q u e acerca d e la génesis d e las creencias e x p o n e
el psicólogo del p ra g m a tism o . A p u n ta ré , e n cam b io , que, p a ra w. Ja-
m es, es la creen cia u n e le m e n to c o n stitu tiv o y ra d ic a l de la v id a h u -
m a n a : “Sólo d ejam o s d e c re er u n a cosa c u a n d o creem os m ás fir-
m e m e n te o tra q u e c o n tra d ic e a la p rim e ra ... C reem os ta n to com o
podem os. Si p u d ié ra m o s, lo creeríam os to d o ... E l h e c h o re c to r d e la
creencia es n u e s tra p rim itiv a c re d u lid ad . C o m e n za m o s p o r creerlo
to d o ; to d o lo q u e es, es v e rd a d .” D os creencias básicas y decisivas, la
re la tiv a a n u e stra p ro p ia re a lid a d y la to c a n te a la re a lid a d d e las
cosas sensibles, g o b e rn a ría n la d in á m ic a co n creta d e las creencias h u -
m a n as, to d a s las cuales tie n e n p a ra Jam e s su m ás p ro fu n d o m otivo
g enético e n la sa c u d id a visceral q u e p ro d u c e aq u ello q u e va a ser
c re íd o : “L a p ru e b a m ás seg u ra de n u e stra in m o rta lid a d — afirm a el
p e n sa d o r n o rte a m e ric a n o , d a n d o u n a curiosa y sugestiva versió n prag-
m a tista al p e n sa m ie n to d e S an P a b l o - la te n em o s e n la c o n m o ció n
d e n u e stra s visceras d e se á n d o la " ; y el m ism o p rin c ip io vale, según
él, p a ra n u e stro s te m o re s y e sp e ra n za s 7.
O rteg a, p o r su p a rte , h a o p uesto te m á tic a m e n te las “ideas.' a las
“ creencias” , y h a m o stra d o la p rim a ria im p o rta n c ia d e estas U ltim as
e n la c o n stitu c ió n d e l fu n d a m e n to de la e x isten c ia h u m a n a . Son las
.creencias, p o r oposición a las ideas, “el c o n tin e n te d e n u e s tra v ida.’ ;
son, p o r o tra p a rte , “ las ideas q u e som os”, n o “las ideas q u e tene-
m o s'.; vivim os de ellas, estam os e n ellas y n o nos e n c o n tra m o s con
ellas, sino e n ellas : en n u e stras creencias “ vivim os, nos m ovem os y
so m o s"; o p e ra n ya en n u e stro fo n d o c u an d o nos p o n em o s a p e n sa r
sobre algo, y p o r eso no sabem os fo rm u larlas, sino q u e nos conten-
ta m o s con a lu d ir a ellas, com o solem os h a c e r con to d o lo q u e nos
es la re a lid a d m is m a ; c o n ta m o s con ellas, y ellas c o n stitu y e n la base

7 Capitulo “La percepción de la realidad” en sus Principios de Psicologia


(trad, esp., Madrid, 1909), t. n , pdgs. 288-327.
492 U KSPERA Y LA ESPERANZA

de n u e s tra vida, el te rre n o sobre q u e ésta a c o n te c e ‫ ؛‬artU an la te n te s ,


com o im p licacio n es d e c u a n to e x p re sa m e n te h acem o s y p e n sa m o s‫؛‬
son to d o m enos “ev id en tes” : lo evidente, p o r m u y e v id e n te q u e sea,
n o nos es re a lid a d , n o creem os e n e llo ‫ ؛‬de n u e stras ideas nos separa
u n a d ista n c ia in fra n q u e a b le , la que va de lo re a l a lo im a g in a rio ‫؛‬
co n n u e stra s creencias, en cam b io , estam o s in se p a ra b le m e n te u n id o s.
G m o w . Jam es, O rte g a afirm a re su e lta m e n te la fu n d a m e n ta l c re d u .
lid a d del a lm a h u m a n a : “E l h o m b re , e n el fo n d o , es créd u lo - e s c r i -
b e - 0 , lo q u e es igual, el e stra to m ás p ro fu n d o de n u e stra vida, el
'q u e sostiene y p o rta to d o s los dem ás,, está fo rm a d o p o r creencias” ‫؛‬
lo c u al n o es óbice p a ra q u e e n la re a lid a d e x ista “ u n fo n d o m e ta fi.
sico, a l q u e n i siq u ie ra n u e stras creencias lle g a n ” . P e ro la d u d a , p a ra
O rteg a, n o es sim p le m en te lo opuesto a la creencia, sino u n m o d o
d is tin to de c r e e r ‫ ؛‬n o es u n “no creer'., sino u n c re er q u e n o s a rro ja
a u n a re a lid a d a m b ig u a , b icéfala, e n la cual p u g n a n dos c re e n c ia ,
a n tag ó n ica s. D u d a r es “e sta r en lo in e stab le en c u a n to ta l” ‫ ؛‬y asi,
en el fo n d o , “creem os n u e stra d u d a '.. L as ideas, in v e n ta d a s p o r la
m e n te h u m a n a com o re sp u esta a la e x p erien c ia de la d u d a , lle n a n
los huecos y escotillones q u e esta U ltim a a b re e n la tie rra firm e de las
c re e n c ia s ‫ ا‬.
M arias, e n fin, h a ex p lan a d o el p e n sa m ie n to de O rte g a . P a ra el
h o m b re , la re a lid a d p u e d e e sta r p a te n te y la te n te . “E l h o m b re vive,
pues, fa ta lm e n te cercado d e in c e r tid u m b re ... y tie n e q u e h a b é rse la ,
con lo q u e n o le es p re se n te n i d a d o .” E n tales condiciones, ¿cóm o
p u e d e el h o m b re v iv ir? “ ¿C óm o es posible q u e n o su c u m b a de te*
r r o r y a n g u stia , d e p e rp le jid a d , al verse ro d e a d o d e rea lid ad e s laten-
tes, con las cuales no c u e n ta ‫ ؛‬al n o sab er q u é h a y d e b ajo y e n c im a
d e él, y a su a lre d e d o r‫ ؛‬al no saber, sobre to d o , q u é va a ser d e él y
d e to d o lo q u e le ro d e a u n in s ta n te después, y te n e r q u e v iv ir pr<^
y e cta d o h a c ia ese fu tu ro a rc an o ? .. A l h o m b re no le q u e d a o tro re .
m e d io que “ v iv ir de crédito” , a te n id o a sus “creencias'.. M e d ia n te
m is creencias ten g o lo q u e n o te n g o e n re a lid a d a h o ra y necesito
ahora p a ra v iv ir ‫ ؛‬en ellas m e está p re se n te lo la te n te . Y p u esto que
la m a y o r p a rte de la re a lid a d con q u e el h o m b re se ve oblig ad o a con.
ta r está p a ra él laten te, la creen cia es “el sujeto p rim a rio de la v e r.
d a d '.: es “ la v e rd a d e n q u e se e stá ” 0 “estado d e v e rd a d '., p o r oposi.
c‫؛‬ó n a la v e rd a d co n o cid a y c o n q u ista d a de las ideas. E n o tra s pá-
g in as señ ala M a ria s la básica fu n c ió n d e las creencias e n el conoci.
m ie n to d e la re a lid ad , su b ra y a su ex isten cia en el á m b ito d e la v id a
» *Ideas y creencias”, en Obras Computas, t. V, pág8. 379-390, ‫" ﺀ‬Historia
como sistema”, o. c., L VI, pág8. 13-19.
EL PROYECTO, PREGUNTA Y LA ESPERA 493

(o le c tiv a y e stu d ia el p r.c e s o de la a te n u a c ió n d e su vig en cia y la


in te ra c c ió n e n tre ellas y las id eas : las creencias p u e d e n p e rd e rse p u r
v o la tiliz a ció n y p o r in te le c tu a liz a c iá n ‫ ل‬las ideas p u e d e n c o n v ertirse
.en creencias, y éstas e n id e a s ‫ ا‬٠
§ 2 ٠ ¿Q u é es, p o r t a n t o ,. u n a creen cia? C abe re sp o n d e r a e sta
In te rro g a c ió n desde tres p u n to s d e v is ta : el psicológico, e l m o ra l y
el m etafisico. P sico ló g icam en te, la creencia es u n c o m p o n e n te fun-
d a m e n ta l y la te n te de la ex isten cia h u m a n a , conexo con la afectivi-
d a d , la v o lu n ta d y la in te lig e n cia, p o r o b ra del c u al d isce rn im o s lo
٩ ue p a ra n osotros es re a l de lo q u e n o lo es. “E l creer e st¿ en el afee-
to, p ero lo q u e se cree está e n el co n o cim ien to ” , decía H u g o d e S an
V icto r !.. M o ra lm e n te , lla m a m o s “creencia', a n u e stra relació n con
to d o aq u ello p o r lo c u al som os capaces d e s u frir y, e n el caso m ás
g rave, de m o rir. L o creíd o se define, e n e l o rd e n m o ra l, p o rq u e no
-sabemos v iv ir sin ello. Som os capaces, es v e rd a d , de c o m b a tir y a u n
d e m o rir p o r las ideas, p e ro sólo c u an d o e x p re sa n creencias subya-
-centesj sólo esas ideas h a c e n posible el gustoso sacrificio su p rem o que
O rte g a lla m ó “ m u e rte re g o c ijad a ” . A lg u ie n h a escrito quC n a d ie es
cap az de m o rir p o r el sistem a m é tric o d ecim al, a lo c u a l p o d ría con-
te starse q u e n o pocos h o m b re s h a n m u e rto p o r la “creen cia” e n la
razón de q u e el sistem a m é tric o d e cim al fué “id e a ” .
M ás nos im p o rta a h o ra el p u n to de v ista m etafisico. M ira d a des-
.de él, ¿q u é es la creen cia? A m i ju icio , u n a e stru c tu ra básica y pre-
ju d ic a tiv a de la ex isten cia h u jn a n a , p o r o b ra d e la c u al el h o m b re
sien te com o “re a lid a d efectiv a” la c o n stitu tiv a “a b e rtu ra a la reali-
-dad” d e ,su ser, y d escu b re q u e alle n d e el lim ite de su p ro p ia fin itu d
h a y n e ce sariam e n te algo sin lo cu al n o le seria p osible e x istir. E sa
'“ n e ce sid ad ” a q u e a lu d e el ad v erb io “n e c e sa ria m e n te ” es a la vez
su b je tiv a y c o n stitu tiv a , psicológica y ontològica. E x p resa , p o r u n a
p a rte , el m o d o de n u e s tra re la ció n co n aq u ello q u e c re em o s; lo cual,
■como h e m o s vis.to, es necesario “ p a ra n o so tro s” . M anifiesta, p o r o tra .
Ja e s tru c tu ra m is tn a d el e x istir h u m a n o , a c u y a c o n stitu c ió n p erte-
nece p o r m o d o m e ta fisic a m e n te n ecesario el a te n im ie n to a la reali-
.dad. R ep itam o s la fó rm u la d e Z u b iri : el h o m b re es u n a n im a i de
realid ad es. A l c re y e n te e n el p ro g reso in d efin id o — v alg a su ejem -
p io — esa creencia suya le h ace s e n tir com o re a lid a d efectiv a u n de-
.term in ad o o rd e n de la h is to ria u n iv e rsal y le revela u n a c o n ex ió n

‫ ﺀ‬j. Marfas: Introducción ٥ la Filosofia (Madrid, 1947), pág8. 11, 40, 83, 114-
116, 119, 126 y 179, y /‫ م‬estructura social (Madrid, 1955). p á g . 125-147.
1« ٠٥ sacramentis, 1. I, P. X (P. L , CLXXVI, 351). Cit. por Ad. Tanquerey,
.Synopsis Theologiae Dogmaticae Fundamentalis (Paris, 1927), t: I, pág. 37.
494 À ESPERA Y ESPERANZA

d e su p erso n al e x isten cia con el resto de los h o m b re s, sin la cual él


d e ja ría de ser p ro g re sista ; esto es, d e ja ría de existir, p o rq u e “ser p ro .
g re sista " c o n stitu y e p a ra él u n a p a rte in a lie n a b le de su “ser'.. D e
o tro m odo, n o p o d ria decirse d e él qu e “ cree" v e rd a d e ra m e n te en
el progreso indefinido.
w . Jam e s y O rte g a h a n p u e sto d e relieve la ra d ic a l “c re d u lid a d ”'
del h o m b re : el h o m b re no p u e d e d e ja r de c reer en algo, es n a tu -
ra ím e n te crédulo. Si a p a re n te m e n te d e ja d e c re er es q u e nu ev as creen-
cias h a n su stitu id o a las a n tig u a s o q u e éstas se h a n “d e p u ra d o " p o r
e x p u lsió n de creencias su p erflu a s: piénsese e n lo q u e aco n tece c u a n -
do la fe religiosa p asa de ser “fe d e c a rb o n ero ', a ser “fe ilustrada....
y apliqúese el esq u em a de este proceso a c u a lq u ie r o rd e n de c reen -
cias. P e ro no es la c o n stitu tiv a “c re d u lid a d ” del h o m b re — yo p referi-
ría lla m a rla “c re d e n tid a d ”— el Unico supuesto d e la a c tiv id a d d e
creer. A la in d o le “c re d e n te ” o “cre d en c ia l” d e n u e s tra m e n te — a su
“c re d e n tid a d '.— h a y 'q u e a g reg ar, c o m p le m e n ta ria m e n te , la c o n d ició n
“ c re d e n d a ” de la realid atl a que el ser h u m a n o se h a lla ab ierto . S in
ella, el h o m b re no p o d ría “d a r c ré d ito ’, a lo real, y la n o rm a lid a d de
la ex isten cia h u m a n a seria la in se g u rid a d con q u e el e n fe rm o obse-
sivo in te rro g a c o n sta n te m e n te a su m u n d o . E n el h á b ito psicológico
y m etafisico q u e c e rte ra m e n te lla m ó P ie rre J a n e t fonction du réel
p u e d e h a b e r dos p e rtu rb a c io n e s c o n tra p u esta s : la d e l psicastèn ico
obsesivo, p a ra el que n a d a acaba de ser d e l to d o real, y p o r eso con-
su m e su v id a en c o n sta n te e in se g u ra p re g u n ta , y la del e m b r ia g a d ,
y el p a ra lític o g en eral, a los cuales u n a lá b il y p ro fu n d a sugestibili-
d a d h ace e sta r segttros d e la re a lid a d de c u a n to o y e n y conciben.
E n tre u n o y o tro , el h o m b re sano de la m e n te , e n v u elto p o r u n a rea-
lid a d que en si m ism a es “c re d e n d a ” o d ig n a d e “c ré d ito ’., “c re d e n te ”
él m ism o, d e n tro d e los lim ites q u e la s a n id a d im p o n e, a trib u y e ca-
rá c te r e fe ctiv a m e n te real a to d o aq u ello q u e e n la re a lid a d es p o r él
v e rd a d e ra m e n te creído. L a creencia es la c o n c re ta in te rfe re n c ia de
la p rim a ria c re d ib ilid a d de lo re a l y la ra d ic a l c re d e n tid a d d e l espi-
r itu h u m a n o .
E s ta trip le concepción de la c re d e n tid a d h u m a n a — psicológica,
m o ra l y m etafísica— p e rm ite c o m p re n d e r c la ra m e n te e l decisivo y
fu n d a m e n ta l p a p el q u e las creencias d e se m p e ñ an e n la co n cien cia
de la c o n tin u id a d y del sen tid o d e la v id a p erso n al. Sólo p o r la per-
d u ra c ió n de u n a s c u a n ta s creencias básicas p u e d o se n tirm e h o y “el
m ism o ” q u e a y e r; y, p o r el c o n tra rio , siéntese el h o m b re “o tro ” d e l
q u e era - c o n “o tre d a d ” q u e p u e d e ser n o rm a l (conversión) 0 p a to -
lógica (d e s p e rs o n a liz a c ió n )- c u a n d o c am b ia el c o n te n id o d e sus creen ­
EL PROYECTO, PREGUNTA ٢ LA ESPERA 495

cias. D e a h í, c o m . verem os, la e x isten cia d e u n a c o n ex ió n in tim a en-


tre éstas y la vocación p e rso n al : el h o m b re cree a trav és d e su vo-
cación.
§3. C onviene a h o ra clasificar las creencias en sus d istin to s Orde-
nes. D esde el p u n to d e vista de su indole formal, h a y creencias relati-
vas a la re a lid a d y a la n o re a lid a d , a la p o sib ilid a d y a la im posibili-
d ad. L a re a lid a d de lo creido p u e d e ser p a te n te y la te n te . P a ra m i son
reales el lib ro que te n g o d e la n te . D ios y Sócrates, y n o sólo p o rq u e en
un o s casos los vea y e n o tro s m e sea d e m o stra d a su existencia, sino.,
sobre to d o , p o rq u e “creo., en lo q u e veo y se m e m u e s tra : creo e n
la re a lid a d d e l m u n d o e x terio r, en D ios, en la e x isten c ia de Sócrates.
P o r c o n tra ste , o tra s veces creo en la no re a lid a d d e a lg o j p o r ejem -
pio, e n la d e l c en ta u ro , a u n q u e se m e d ije ra q u e su ex isten cia es bio-
ló g ic a m en te posible, 0 e n la d eca p ita ció n que veo e je c u ta r a u n ilu-
sio n ista e n u n escenario te a tra l. J u n to a estas creencias h á lla n se las
q u e a ta ñ e n a la p o sib ilid a d y la im p o sib ilid a d . C reo posible q u e el
z u m b id o q u e oigo sea p ro d u c id o p o r el vuelo de u n av ió n (posibili-
d a d de lo p re sen te y p aten te), q u e e n el subsuelo de E sp a ñ a h a y a pe-
tró leo (p o sib ilid ad de lo p re se n te y latente), q u e el Lazarillo fuese
escrito en S a la m a n ca (po sib ilid ad de lo p re té rito ) y q u e ta l am ig o
v en g a esta ta rd e a v isita rm e (po sib ilid ad de lo fu tu ro ); creo im posi-
bles, p o r o tra p a rte , m u c h a s cosas p e rtin e n te s al p resen te, al fu tu r o
y al p asado. R ep ito la a d v e rte n c ia a n te r io r: p o r d eb ajo de los jui-
cios a q u e p u e d a n c o n d u cirm e m i e x p erien cia y m i ra z ó n , en todas
m is a trib u c io n e s de re a lid a d , n o re a lid ad , p o sib ilid a d e im posibili-
d a d o p e ra n siem pre, a m o d o de fu n d a m e n to decisivo, creencias per-
fe c ta m e n te d e te rm in a b le s.
P o r lo q u e h a ce a su contenido, las creencias p u e d e n ser quoad
nos y quoad aliud. R efiérense a m i m is creencias e n m i re a lid a d pro-
p ia, en la p e rd u ra c ió n de m i v id a te rre n a y en la seg u rid a d d e m i
v id a u ltra te rre n a , en m i vocación, en m is po sib ilid ad es d e o p e ra ció n
personal. C o n ciern e n a lo q u e n o soy yo - a “ lo o tro ”— las creen-
cias to c an tes a la re a lid a d y la p e rd u ra c ió n d e l m u n d o cósm ico y
de m is sem ejantes, al p asad o h istó ric o , a las posib ilid ad es del fu tu -
ro, a la ex isten cia y la v id a d e D io s; a u n cu an d o , com o es obvio,
sean de c o n d ició n b ie n d is tin ta la “o tre d a d ” de D ios y la d el m undo-
cósm ico respecto d e m i cre y en te “ m ism id a d '..
D ifieren ta m b ié n las creencias en c u a n to a su origen. A lg u n a s
las m ás p ro fu n d a s, se h a lla n in c a rd in a d a s en la n a tu ra le z a h u m a n a
y a fectan , p o r ta n to , a to d o s los h o m b re s : piénsese e n las q u e se
refieren a la p ro p ia re a lid a d . O tra s p e rte n ec e n a la tra d ic ió n h is tó ­
496 ESPERA Y LA ESPERANZA

ric a en q u e u n o se h a lla in m e rs o : de ese lin a je fué la creen cia e n el


p ro g reso in d efin id o e n la E u ro p a del siglo XIX. A lg u n a s, en fin, des-
c an sa n e n la a u to rid a d de q u ie n las p ro p o n e , y a todas éstas p u e d e
ser a p lic ad a la frase fa m ilia r: “ ‫ ﻣ ﺄ‬creo p o rq u e tú lo dices.”
§4. M ás im p o rta n te q u e esta o rd e n a c ió n ¿ x te rn a de las creen-
ria s es, p a ra m i a c tu a l p ropósito, u n e x a m e n d e te n id o del p ro b le m a
de su respectiva firmeza. H a y creencias so b re m a n e ra firm es. P o r ejem -
pio, las q u e a ta ñ e n a la re a lid a d del m u n d o e x terio r. B alm es c ita
u n a vez u n significativo te x to d e H u m e : “Y o com o, ju e g o al cha-
quete, h a b lo con m is am igos, soy feliz e n su c o m p a ñ ía , y c u an d o ,
después d e dos 0 tres h o ra s de diversión, vuelvo a m is especulacio-
nes, éstas m e p a re ce n ta n frias, ta n violentas, ta n rid icu la s, q u e no
te n g o valor p a ra c o n tin u a rla s. M e veo, pues, a b so lu ta y necesaria-
m e n te fo rz a d o a vivir, h a b la r y o b ra r com o los d e m ás h o m b re s e n
los negocios co m u n es d e la vid a'. ‫ ﻣ ﺎ‬m ism o p o d ría d e cir el solip-
-sista m ás e x tre m a d o ; y es q u e la creencia en la re a lid a d d el m u n d o
e x te rio r n o p u e d e ,ser a b o lid a p o r especulación in te le c tu a l alg u n a. E n
cam b io , o tra s creencias - a q u e l l a s e n q u e se h a lla m u y a v a n z a d o el
proceso q u e M arias lla m a “v o latilizació n ”— son n o to ria m e n te Íábi-
les. E n tr e esos dos ex trem o s to d o s los g rad o s p u e d e n darse.
¿ C u á l es la p ro p o rc ió n de las creencias cu y a firm eza es absoluta-
m e n te in c o n m o v ib le ? E s claro q u e esa p ro p o rc ió n v a ria rá con la pe-
c u lia rid a d p erso n al del c re y e n te : el p rim itiv o y e l n iñ o , d o ta d o s de
e x p erien c ia y ra z ó n c ritic a m u y escasas, creen m u c h a s m á s cosas q u e
e l h o m b re a d u lto e ilu stra d o . P ero, p o r g ra n d e q u e sea el á m b ito d e
la creen cia en la v id a in d iv id u a l, el n ú m e ro de las creencias ab so lu ,
ta m e n te “ firm es” es sie m p re m u y escaso. C asi to d as ellas llev an e n
su seno u n a dosis m a y o r 0 m e n o r de d u d a , b ie n p o rq u e e n tre n e n
..colisión con o tra creen cia d e signo d is tin to (d u d a e n el sen tid o de
O rte g a , “d u d a e x isten c ia l”), b ie n p o rq u e el d ie n te de la p re g u n ta in-
te le c tu a l h a y a m o rd id o en ellas (d u d a e n el sen tid o d e w . J a m e 3,
“d u d a lógica” , d iscu rsiv a o in d a g ato ria ). Q u e el fa n a tism o — aco ra,
z a m ie n to de las ci'eencias p o r o b ra d el te m p e ra m e n to , el h á b ito so-
cial y la v o lu n ta d — p re ste a veces al acto d e c re er u n plus e x te rn o
de falsa firm eza, no a lte ra su sta n c ia lm e n te la v e rd a d de m i aserto.
(.A unque la fe p ro v e n g a del oír, la c o n firm ació n d e la fe p ro ced e
del v e r’., decía S an B e r n a r d o ‘2; y S an J u a n d e la C ru z ense'ñó q u e
la d o len cia del a m o r c re y en te no sana “sino con la p resen cia y la 1

11 c ‫؛‬t. en Filosofia fu â m e n t a l (Paris, 1893), vol. I, pág. 12.


‫ﺀا‬“Sermones sobre el Cantar de los Cantares’', en Ofcras de ‫ أ(هﺀ‬Bernardo
(ed. de la B. A. c .. Madrid, 1947). pág. 1120.
EL P R O Y EC T O , U PREGUNTA Y LA ESPERA 497

.figura” . L a cre en c ia e n la re a lid a d p re se n te d e 1. q u e se ve es d e m a .


y o r firm eza q u e la creen cia e n la re a lid a d f u tu r a de 1. q u e n . se ve
y se espera.
§5. R eca p itu le m o s b re v e m en te lo ex p u esto y p o n g ám o slo e n re-
lacid n co n n u e stro te m a : la e s tru c tu ra d e la p re g u n ta . L a re lació n
del h o m b re con la re a lid a d es “cred en c ia l'., ta n to p o r la c o n d ició n
“ c re d e n d a " de la re a lid a d m is m a com o p o r la in d o le “cred en te., d el
ser h u m a n o ‫ ; لل‬la creen cia a b re al h o m b re a la re a lid a d d e lo q u e
n o e s ,é l; la m a y o r p a rte d e las creencias n o so n a b so lu ta m e n te fir-
m es, refiéranse a la re a lid a d O a la p o sib ilid ad . T o d o esto, ¿ tie n e al.
g u n a re la ció n con ese ra d ic a l m o d o d e ser h o m b re q u e lla m a m o s
4‘p re g u n ta r” ?
L a re a lid a d m ism a im p o n e tin a resp u esta afirm ativa. Si yo p re .
g u n to a o tro “ ¿ Q u é h o ra es?'., m i in te rro g a c ió n tie n e com o supues-
to s : !.. U n a creen cia e n la g e n érica p o sib ilid a d d e o b te n e r respues,
ta a esta p re g u n ta . 2.. O tra creen cia en m i re a lid a d y e n la re a lid a d
d e a q u el a q u ie n p re g u n to . 3 ٠. O tra e n la seg u rid a d d e q u e Ó1 y yo
vam os a seg u ir con v id a y salu d m e n ta l m ie n tra s d u re n u e stro diá-
logo. 4 .٥ O tra en la v e ra c id a d d e la resp u esta q u e m e d e n ; y toda-
v ía p o d ría m o s a ñ a d ir a lg u n a m ás. T o d a s estas creencias se e x p re sa n
p sico ló g icam en te e n el te m p le a n ím ico , m o v im ie n to afectivo o ‘4ta-
la n te “ q u e solem os lla m a r “ confianza.. 0 “fiducia” : “A q u e llo q u e el
h o m b re desea y e stim a q u e p u e d e co n seg u ir - d i c e S an to T o m á s—
cree q u e lo c o n se g u irá ; y d e ta l creen cia e n el co n o cim ien to prece-
d e n te n ace e n el a p e tito el m o v im ie n to q u e lla m a m o s fiducia” (Sunt٠
ma, 1-11, q . 40, a. 2). E n n u e stro c aso : p re g u n to q u é h o ra es p o rq u e
“ c o n fio ” e n o b te n e r 'u n a re sp u esta idónea.
P e ro esas v arias creencias q u e su b y acen a m i in te rro g a c ió n poseen
m u y d esig u al firm eza. S u p o n g am o s q u e sean “a b s o lu ta m e n te firm es”
las dos p rim e ra s. ¿ P o d rá n serlo las dos re sta n te s? ¿ P u e d o c re er yo
c o n firm eza y s e g u rid a d ab so lu tas q u e m i in te rlo c u to r y y o vam os
a seg u ir v iviendo, o q u e voy a re c ib ir u n a resp u esta v e rd a d e ra ? N o .
P o r “ firm e” q u e sea m i confianza, e n su tra m a tie n e q u e h a b e r u n

I» “Credente” y aun “credula”, y, por lo tanto, supersticiosa. SI en la ruleta


salen diez negros seguidos, lo cual es perfectamente posible, ¿cuántos jugadores
apostarán .‘negro” en la tirada número Once, aunque Sepan racionaltnente que la
probabilidad “negro 0 rojo’: de esa tirada es igual que la de otra cualquiera?
(M. Masrlera). En todo aquello que nos interesa vivamente todos somos un poco
capaces de dar la famosa respuesta: “No creo en las brujas, pero las hay.” Aserto
equivalente, pese a su contraria apariencia, a este otro: “Sé racionaltnente que la
probabilidad del rojo no es ahora mayor que en 'Otra tirada cualquiera, pero creo
que es mayor.”
32
4 .8 LA E S P E R A LA E S P E R A N Z A

h ilo de in c e rtid u m b re , de in se g u rid a d , d e desconfianza O “d ifian za” ٤٠.


C reo e n el re a l a d v e n im ie n to d e la p o sib ilid a d d e ser a q u e tie n d o
m i p re g u n ta - l o q u e yo h e de “lle g a r a ser" c u a n d o la recib a— ,
p e ro creo e n él con creen cia m ás 0 m enos d u b ita tiv a . C reo en ¿1 7
d u d o d e él al m ism o tie m p o , a u n q u e no te n g a co n cien cia lú c id a de-
ello 7 a u n q u e sea m ín.ím a la c u a n tía d e m i d u d a en la d e n sa m asa
d e m i confianza.
C o n o tra s p a la b ra s : m i p re g u n ta m e a b re ٥ la vez al ser 7 a la
n a d a . L a creen cia y la co nfianza m e p o n e n e n la e x p e c ta tiv a “d e
ser., y m e revelan, p o r ta n to , m i c o n stitu tiv a a b e rtu ra a l á m b ito “ del
ser” , d e la re a lid ad . D e a h í el gozo d e la in v estig ació n p ro m e te d o ra ,
q u e p o n e al h o m b re d e m a n e ra in é d ita en el e le m e n to del ser, esto-
es, e n su m ás p ro p io e le m e n to m etafisico. P re g u n ta n d o a la realidad'
y o b te n ie n d o respuestas satisfactorias, el h o m b re “está e n su ele-
m e n to '., com o el p e z en el agua, y de a h í su gozo. “P u esto q u e el
c o n te m p la r u n a v e rd a d co n o cid a e s c r i b í a S an to T o m á s — es m ás
perfecto que el in q u irir u n a v e rd a d ig n o ta , la c o n tem p lac ió n de las
cosas y a sabidas es, p ro p ia m e n te h a b la n d o , m ás d e leitab le q u e la
p esquisa d e las desconocidas. P ero, per accidens, acaece q u e la pes-
q u isa sea a veces m ás d eleitab le si es q u e p ro ced e de u n m a y o r de-
seo, el c u al es in te n s a m e n te e x citad o p o r la percep ció n de la p ro p ia
ig n o ra n c ia. D e lo cu al se sigue q u e el h o m b re se d e leite p o r m o d o
su m o con las no v ed ad es q u e e n c u e n tra 0 a p re n d e '. (Summa, 1-11,
q. 32, a. 8 a d 2). Y de a h í, p o r o tra p a rte , q u e la creencia, p u e rta d e
acceso a la re a lid a d y al ser, a b ra la m e n te del h o m b re a las ideas-
d e e te rn id a d c in fin itu d . “L a relació n de u n a fin itu d a b so lu ta con
lo v e rd a d e ra m e n te A b so lu to — afirm ó H eg el— es la creencia, en la
c u al la su b jetiv id ad , es cierto , se reconoce com o fin itu d a n te lo E ter-
n o , p ero e n la q u e de ta l m o d o se h a lla o rd e n a d o ese reco n o cim ien -
to q u e la su b je tiv id a d se salva y sostiene com o u n e n te q u e es e n si
fu e ra de lo A b so lu to ” ٤٥. Y esto n o seria posible, a ñ a d o yo, si la
c reen cia y la, in te lig e n c ia n o a b riesen la ex isten c ia h u m a n a a lo que
el p ro p io H e g el lla m a ría el “elem en to del ser'..
P ero si la p re g u n ta m e a b re a l ser, ta m b ié n m e a b re al “n o ser...

1. Acéptese este Util neologismo, al que frecuentemente he de recurrir en pá-


ginas ulteriores. El léxico latino (fidentia, diffidentia) lo autoriza y aun sugiCre.
“Desconfianza” es carencia de confianza por haberla perdido, habiéndola tenido
antes ‫“ ل‬difianza'’ es la carencia de confianza por no haber llegado a tenerla. ‫ﻣ ﺎ‬
cual no quiere decir que pueda haber una “difianza radical” : lo radical en la exis-
tencia humana es, como veremos, la “fianza”.
‫“ ﻫﻞ‬Glauben und Wissen”, en G. w. Fr. Hegel. Sämtliche Werke (ed. de
H. Glockner. Stuttgart, 1927), t. I, pág. 373.
EL PR O Y E C T O . LA PRECU NTA ٢ LA E S P E R A 4 ^

a la n a d a , y p re c isa m e n te p ٠ r la v e n a d e desconfianza, d n d a O “ di-


fianza" q u e en su in te rio r corre. S iem pre es posible que la resp u esta
a m i in te rro g a c ió n “n o sea .’ ‫ ل‬es decir, q u e el té rm in o d el e m p e ñ o
ex isten c ia l q u e ella re p re se n ta sea p a ra m i u n “n o ser'’, u n a “n a d a ” .
P o r el solo h e c h o de e x istir, la p re g u n ta m e revela q u e m i “ser” se
h a lla a n te la p ersp ectiv a d e l a ' “n a d a ” , y q u e h a c ia ésta p u e d e d e s
fizarse e n su in e lu d ib le c a m in a r h a c ia el fu tu ro . T o d a p re g u n ta es
simultáneamente u n a p re te n sió n de “ser” y d e “ n a d a " . ¿Q ué sen tid o
tie n e esta doble y a z o ra n te p o sib ilid ad , en o rd e n a n u e stro a c tu a l
p ro b le m a : la e s tru c tu ra de la espera h u m a n a ? N o ta rd a re m o s e n
d escu b rirlo .

III-P regunta y creación

L a p re g u n ta , n o se h a lla sólo e n relació n con la c re e n c ia ‫ ؛‬ig u al,


m e n te esencial es su n ex o con la creación. T ra te m o s d e ser precisos.
C u an d o los psicólogos y los an alista s de la ex isten cia h tim a n a h a b la n
d e “ c reació n ” se refieren de o rd in a rio a la egregia a c tiv id a d “creado-
ra ” d el a rtista , del h o m b re de ciencia y, en g en eral, de cu an to s en-
riq u e c e n la h is to ria d e la h u m a n id a d con u n a n o v e d ad m ás o m e .
nos im p o rta n te !.. P ero esto es re s trin g ir ex cesiv am en te el à re a del
p ro b le m a . E n rig o r, to d o acto h u m a n o p e rso n al es u n acto de crea-
ción. V eám oslo d esde el p u n to de vista de n u e stra pesquisa.
§1. A riesgo de in c u rrir e n pecado de p e sa d u m b re , volveré a m i
co n sta n te e je m p lo : la m o d e stísim a p re g u n ta “ ¿ Q u é h o ra e s? ” Su-
pon g am o s q u e m i in te rlo c u to r m e resp o n d e “L a s tre s ” , y q ue, efec-
tiv a m e n te , ésa es en to n ces la h o ra . C on ello h e a d q u irid o u n sab e r
triv ia l y m o stren co , u n a n o tic ia que m u c h o s co n o cían y to d o s po-
d ia n sa b e r; sab ien d o q u e son las tres, p u e d o b la so n a r de to d o m e-
nos de o rig in al. E s v erd ad . U n e x a m e n m ás d e te n id o d el suceso m e
p e rm ite , sin em b arg o , a firm a r : 1.. Q ue esa n o tic ia , p o r m u y triv ia l
y m o stre n c a que sea, es p a ra m i nueva, p o rq u e a n tes n o la conocía.
2.. Q u e esa “ n o v e d ad p a ra m i” consiste e n el a lu m b ra m ie n to y la po-
sesión de p o sib ilid ad es d e ser rig u ro sa m e n te in é d ita s e n la h isto ria
del p la n eta. 3 .٥ Q u e la génesis d e la m in ú sc u la n o v e d a d p o r m i lo-
g ra d a n o h a sido la m e ra “ a d ic ió n ” de la n o tic ia o íd a a l acervo de
m i conciencia, sino u n a activa, v iv ien te y p e rso n al “in c o rp o ra c ió n "
o “a p ro p ia c ió n ” d e ta l n o tic ia e n la tr a m a d e m is saberes, sen tim ien -
tos y p ro y ecto s v ita le s; p o r ta n to , n o u n acto “ m e cá n ic o ” , sino e n

٤٠ Asi prrcede, por ejemplo, w . Stern, en su Psicologia general desde un


punto de vista personalistico (trad, cast., Buenos Aires, 1951). t. II, p g s . 156.166.
I LA E S P E R A y ESPERANZA

Ja m á s p a rv a de Jas m e d id a s— u n acto g e n u in a m e n te “poético'.» crea-


d o r. 4.. Q u e deJ logro d e esa m in im a n o v e d a d p u e d e n re s u lta r en
m i v id a e x te rn a acc'iones q u e a fe rte n a o tra s p e rso n a s; acciones ca-
paces» e n consecueircia, de poseer a l b i n a significación h istó ric a . N o
h a y d u d a : to d o acto p e rso n al, desde el d e “lracer m ío " e l c o n te n id o
d e u n a re sp u esta a la m ás c o tid ia n a de las p re g u n ta s, h a sta el d e es.
c rib ir u n p o e m a g e n ial 0 u n nuevo siste m a filosófico, es u n acto es-
ttic ta m e n te c read o r. L a m e n te fab u lo sa de E in s te in y la ru d a in teli-
g e n cia de u n lro ten to te difieren e n m a g n itu d y en n iv el h istó rico , n o
e n especie. E n la u rd im b re del acto p e rso n al cab e siem p re d is tin g u ir
“lo re c ib id o " y “lo p u e sto .', y este seg u n d o in g re d ie n te es siem p re
u n a o b ra - e g r e g i a 0 g re g a ria — de h u m a n a creación.
§2. E n tr e los varios p u n to s de vista posibles p a ra el estu d io de
la creación elegiré d o s : el p u n to de v ista de lo creado y e l d e la ac-
tividad creadora. ¿Q ué es la creación, m ira d a e n la re a lid a d de lo crea-
do p o r ella? H a b lo d e la creación h u m a n a , no d e la creatio ex nihi-
lo, ex clu siv a m e n te p ro p ia d e D ios. C o n sid e ra d a u n a o b ra del h o m -
b re , c u a lq u ie ra q u e ésta sea, com o “cuasi-creación" (Z u b iri), ¿ q u é h a
sid o e n su ra íz el acto d e c re a rla ? ¿ Q u é son, en c u a n to creaciones de
u n h o m b re , la Iliada, la Critica de la razón pura, las ecuaciones de
E in ste in y el ja rro d e l m á s h u m ild e a lfa re ro ? C a d a u n a e n su n iv el
y a su m odo, e sto : fu e n te s d e n uevas p o sib ilid ad es p a ra la ex isten cia
h u m a n a . “T o d a re a lid a d fin ita — h a escrito Z u b iri— es e m e rg e n te ,
es el acto de u n as v irtu a lid a d e s. Si e n ellas n o vem os m ás q u e las
p o te n cias d e la n a tu ra le z a hum ana» la h is to ria n o seria sin o m e ro
d esa rro llo d e lo que el h o m b re y a era. E s ta fu é la id e a d el siglo XIX.
P e ro e n la h is to ria no sólo se p ro d u c e n actos, sino q u e se p ro d u c e n ,
a d e m á s y a n te rio rm e n te , las p ro p ia s po sib ilid ad es q u e c o n d ic io n a n
su re a lid a d . D e a q u í la e n o rm e p ro x im id a d d e la h is to ria a l a c to
cre ad o r. L a h is to ria es lo m ás opuesto al m e ro d esarrollo. E n el pri-
m e r h o m b re e sta b a n ya d a d as to d as las p o ten cias h u m a n a s , p ero n o
lo e sta b a n to d as las p o sib ilid ad es d e la h is to ria d e la h u m a n id a d .
P o r eso, la e s tru c tu ra del e sp íritu , com o p ro d u c to r d e h isto ria , n o
es e x p licació n de lo q u e e sta b a im p lic a d o , sino ‘(cuasi-creación". Crea-
ción, p o rq u e a fe cta a la ra íz m ism a d e la re a lid a d d e sus actos, a
saber, a sus p ro p ia s p o sib ilid a d e s; p ero n a d a m ás q u e cuasi-creación,
p o rq u e , n a tu ra lm e n te , n o se tr a ta de u n a rig u ro sa c reació n desde la
n a d a '. ٤7. E l h o m b re , seg ú n esto, es u n animal quasicreans.
F o rm u le m o s de nu ev o n u e stra p r e g u n ta : ¿ q u é tie n e n de, c o m ú n

IT "Grecia y Ja pervivencia del pasado filosófico”, e . Naturaleza, Historia, Dios,


página 408.
EL PROTECTO , LA PREGUNTA Y LA ESPERA 501

la Iliada, la Critica de la razón pura, las ecuaciones de E in ste in , el


Jarro d e l a lfa re ro y, e n CTianto “re a lid a d ex p resa", e l e sta d o a que
llegué sab ien d o q u e e ra n las tre s? ‫ ﻣ ﺎ‬vem os claro : to d as estas o b ras
son fu e n te s de nu ev as po sib ilid ad es p a ra la ex isten cia h u m a n a ; n u e .
vas p o sib ilid ad es d e fru ic ió n estética, de sab e r filosófico, de in te le cc ió n
del u n iv erso , d e satisfacción d e la sed, de e n fre n ta m ie n to co n e l fu .
tu r o ; 0 , m á s g e n é ric a m e n te , de “ser” . N u ev o s m o dos d e s e r; esto es.
nuevos seres. “L as cosas n o tie n e n ellas p o r si u n ser, y p re c isa m e n te
p o rq u e ellas n o lo tie n e n el h o m b re se sien te p e rd id o e n ellas y n o
tie n e m ás re m e d io q u e h acerles u n ser, que in v e n tá rse lo .’, h e m o s oldo
d e cir a . r t e g a . E n c u a n to e n te cuasi-creador, el h o m b re , 'im a g e n y
se m e ja n z a de D ios, petit Dieu, seg ú n la fó rm u la le ib n iz ia n a , n o crea
y n o p u e d e c re a r nuevas realid ad es, p ero 8Í nu ev as posib ilid ad es de
c o n te m p la r y m a n e ja r la re a lid a d , nuevos m o dos de ser e n e lla y
co n e lla ; a la postre, nuevos seres. L a creen cia a b re la e x isten cia con-
c re ta d el h o m b re a la re a lid a d e n q u e él c o n stitu tiv a m e n te e s tá ; la
c reació n le p o n e d ire c ta e in m e d ia ta m e n te a n te la n o v e d ad d e l ser.
L a re a lid a d “es” p a ra m i c u a n d o la “recreo ” a fa v o r de u n acto per-
so n al d e “ cuasi-creación” o c u a n d o en m i in e lu d ib le re la ció n con e lla
re p ito p e rso n a lm e n te a lg u n a de las “cuasi-creaciones” — in telectu ales,
estéticas, convivenciales, técn icas— que otros in v e n ta ro n . E l c am in o
d e la especulación filosófica ta n c e rte ra y o p o rtu n a m e n te p ro p u e sto
p o r Z tib iri — “ d e la n a tu ra le z a y la h is to ria a l ser”— tie n e su fu n d a -
m e n to re a l en la o p eració n “e n tificad o ra” del h o m b re q u e la a n t r o
pologla y la m eta física z u b iria n a s h a n d e sc u b ie rto y p u esto d e relie-
v e; o p e ra ció n que, com o h e m o s visto, c u lm in a en los actos q u e so-
lem os lla m a r "cread o res".
§3. T a m b ié n es posible e stu d ia r la creación h u m a n a en c u a n to
actividad creadora. C re a r h u m a n a m e n te es e je c u ta r u n a acción. ¿ E n
qué consiste esa acción? ¿ Q u é n o ta s la d is tin g u e n ? A m i juicio,' las
sig u ie n te s: la o rig in a lid a d , la osadía, la g ra tu id a d , la c o n tin g e n cia ,
la a b e rtu ra a la in fin itu d , el go zo doloroso. E x a m in é m o slas u n a a u n a .
H e d ic h o h a c e u n in s ta n te q u e to d o a r to h u m a n o p e rso n al es
cre ad o r. P e ro e n ocasiones lo es c o n tra la v o lu n ta d d e q u ie n lo eje-
cu ta. N o pocos casos h a y e n q u e el h o m b re q u ie re a c tu a r rtitin a ria
y a d o c e n a d a m e n te . M uévese en to n ces p o r cam inos y a a b ierto s y tri-
liados, u tiliz a soluciones ajenas q u e el uso h a c o n v ertid o en “fó rm u
las” . A n te u n a situ a ció n c u alq u iera , prefiere a ten e rse a lo conocido
y a c re d ita d o ; o, com o se suele decir, “a lo s e ^ tr o ” , p o rq u e d e eso
tra ta , d e v iv ir e n seg u rid ad , a l m a rg e n d e c u a lq u ie r o c u rre n c ia aven-
tu ra d a . Se c o n ten ta, e n su m a, con “re p e tir” 0 (‘c o p iar” lo q u e o tro s
502 ‫ ﻣ ﺎ‬E S P E R A Y LA E S P E R A N Z A

h ic ie ro n . C laro es q u e to d a copia a ca b a sien d o o b ra o rig in al, u n a s


veces p e rfe c tiv a m e n te , o tra s - l a s m ás— d e fe ctiv a m e n te , respecto d el
m o d elo c o p ia d o ; y asi tie n e q u e acaecer, p o rq u e el h o m b re es siem .
p re “a u to r” , a u n q u e Cl n o q u ie ra ser sino oscuro e im p e rso n a l “eje-
c u to r" 18. P a ra “v iv ir su v id a" a l h o m b re le b a sta con “viv ir".
B ien d istin to es el caso c u an d o existe u n p ro p ó sito de originali-
dad. M e d ia n te u n acto de creación, g e n ial e n el egregio, h u m ild e e n
el g re g a rio , el h o m b re a sp ira e n to n ces al lo g ro d e m etas q u e n a d ie
se p ro p u so y al tra z a d o de cam in o s q u e h a sta en to n ces n o e x istían .
E se fu é el estad o a n ím ico de V elázq u ez, u n seg u n d o después de pro-
n u n c ia r su frase de re to — N o n me piace niente— a n te la p in tu r a
d e R a fa e l; y el de K a n t, c u an d o sin tió q u e su m e n te d e sp e rta b a d e
u n “sueño d o g m á tic o ” ; y, y a a ras d e tie rra , el d e q u ie n dice perso-
n a l y s o c a rro n a m e n te p a ra su coleto esta h o n d a frase d e n u e stro p u e .
b lo : “C ad a u n o es c ad a un o .” E n su vida, el e n te h u m a n o “tie n e q u e
ser" o rig in a l; e n to d o s estos casos, p o r a ñ a d id u ra , “ q u ie re ” serlo.
E l p ro p ó sito de o rig in a lid a d exige la osadia. H e id e g g e r h a d ic h o
q u e el h o m b re es u n “ser a rro ja d o ” ; m ás ex acto seria decir, castella-
n a m e n te , que, c u an d o es o rig in al, el h o m b re tie n e el “ a rro jo d e ser” .
I،a ex isten cia h u m a n a — h a escrito Z u b iri— “está arrojada e n tre las
cosas, y e n este a rro ja m ie n to co b ra ella el arrojo d e e x istir’.. E se
arrojo se h ace esp ecialm en te n o to rio en la a c tiv id a d c re ad o ra , y de
a h í el “riesgo" q u e p o r n e ce sid ad a c o m p a ñ a a la o b ra o rig in a l ٤٠.
¿ A n te q u é es osado, fre n te a qué se arrie sg a q u ie n q u ie re e x istir
c re a d o ra m e n te ? E n e l o rd e n psicológico y sociológico d e su existen-
eia, a n te el frac aso ; desde u n p u n to d e v ista m etafisico, a n te la
n a d a . F racasai. e n u n e m p eñ o p e rso n al es co n o cer e x p e rim e n ta l y
d o lo ro sa m en te el p ro p io lim ite , el c o n to rn o d e “n o p o d e r ser” — d e
“ n o ser” , de “n a d a ”, q u e ro d e a a m i “ser” . E l fracaso es la am ar-
g u ra d e “ no se r” e n q u e te rm in a , c u an d o n o es re a l y v erd ad era-
m e n te cre ad o r, el “a rro jo d e ser” del a sp ira n te a la o rig in a lid a d *٠.

1» Todo hombre e s a l a vez “autor.’, “actor” y “ageitte” de su propia vida


(Zubiri). Como “autor” es, en el más radical sentido del término, “persona‫ ؛ ’؛‬como
“actor” es “personaje” más o menos importante en el acontecer histórico; como
“agente” muestra su condición de “ser natural”. Pero como autor, actor y agente,
el hombre no es sino parte de un drama inventado por Dios, verdadero y supre.no
Autor: el drama de la Creación.
1» De nuevo remito, para lo que toca a la “incertidumbre” y a la “osadia” de
la existencia humana, al bello libro de Peter Wust, Ungewissheit und Wagnis.
2٠ Muy vigorosamente ha sabido expresar G. Papini este Ultimo fundamento
del fracaso. Escribe en Hombre acabado: “A cada deseo, una repulsa; a cada as-
piración, un mentis; a todo anhelo de felicidad que brota en nosotros a los dieciséis,
a los dieciocho años, la promesa de la nada. {La nada enmascarada de cien ma-
EL PROYECTO, LA PRECU OTA Y LA ESPERA 505

P arece esencial, p o r o tra p a rte , la gratuidad d el acto cre ad o r. A l


té rm in o de u n penoso tra b a jo d e b ú sq u ed a, d e l m o d o m ás im p rev isto
o tra s veces, la “id e a fe liz " llega a la m e n te com o u n sú b ito regalo.
N o sólo los a rtista s viven asi el proceso de su p e rso n al c reació n ‫ ل‬tam -
b ié n los h o m b re s d e ciencia. D ice Cl. B e rn a rd q u e la “id e a ٥ priori”
de u n e x p e rim e n to a c e rta d o su rg e en el e sp íritu del in v e stig a d o r “con
la ra p id e z del re lá m p ag o , com o u n a su erte de s ú b ita rev elació n ” ٥٤ ‫؛‬
confiesa C ajal q u e la “n u e v a v e rd a d " acerca de la te x tu ra d e l siste-
m a nervioso, ta n la b o rio sam en te b u sca d a y ta n esquiva d u ra n te dos
años de vanos ta n te o s, su rg ió de re p e n te e n su e sp íritu com o u n a
rev elació n 22; a K e k u ie le o c u rrió e n sueños su fe c u n d a id e a d el exá-
g o n o bencénico. N o seria d ifícil e m p resa la de m u ltip lic a r los e jem .
plos. C on su c a rá c te r de motus instantaneus, la “revelación., del acto
c re a d o r revela, a su vez, q u e el h o m b re es u n “e sp íritu e n c a rn a d o ” .
L a b ú sq u e d a tra b a jo sa , so m etid a a la ley biológica del “ensayo y el
e r r o r ”, d e cla ra la c o n d ició n c a rn a l d e l ser h u m a n o ; la in te lig e n cia
d e la p esq u isa y la s u b itá n e a g ra tu id a d del h a lla z g o in é d ito m anifies-
ta n su in d o le e sp iritu a l.
O sad a y g ra tu ita , la activ id ad cre ad o ra es y tie n e q u e ser libre y
contingente. N a d a e n la tie rra se a p a rta ta n to de la “n e ce sid ad ” de
las operaciones p u ra m e n te m ate ria les 25. E l acto c re a d o r es necesa-
rio , e n c u a n to la lib e rta d 'y la creación p e rte n ec e n , com o h e m o s vis-
to , a la c o n stitu c ió n m eta física de la e x isten cia h u m a n a . E l ser q u e
d e ese acto re su lta - “lo cread o '.— m u e stra ta m b ié n a n u e stro s ojos
c ie rta n e ce sid ad resp ecto d el co n tex to a q u e p e rte n e c e : p o r eso h a
p o d id o lla m a rse “n ece saria ” a la p a la b ra p o é tic a y p o r eso se dice
q u e el ro jo 0 e l v e rd e d e u n c u a d ro “te n ía n q u e ser asi” 0 “sólo po-
d ia n ser asi'.. P e ro la a c tiv id a d c re ad o ra , ex p resió n c im e ra y p arad ó -
jic a de la lib e rta d h u m a n a , p o rq u e la rebasa, es e n si m ism a p erfec.
ta m e n te c o n tin g e n te : p u e d e a co n te c er y n o a co n te c er y ser d e u n
m o d o o ser d e o tro , co n u n a d e te rm in a c ió n q u e se escapa p o r com .
p le to a n u e s tra v o lu n ta d y a nuestr'as leyes y previsiones. N a d ie pue-
d e d e c ir q u e es c re a d o r “c u a n d o q u ie re " y “p o rq u e q ttie re " ; n a d a no3
p e rm itirá e x p lic a r s a tisfa c to ria m e n te la a p a ric ió n h istó ric a de SO­

neras!” (cap. v n , “El descubrimiento del mal”). Recuérdese también cl texto de


L ’âge de raison, de Sartre, anteriormente transcrito.
21 Introduction ٥ 1’étude de ‫ ط‬médecine expérimentale, I, II, § U.
2» Recuerdos de mi v à (3.. ed., Madrid, 1925), pág. 199.
2» El que los movimientos materiales sean “indeterminados” (Heisenberg) no
quiere decir que no sean físicamente “necesarios”. El principio de Heisenberg afir-
ma una “indeterminación.’ quoad nos.
504 ESPERA ٢ ESPERA NZA

c rates o la de G oya, p o r a p re tad o s q u e sean los esquem as in te le c tu a -


les d e n u e s tra Kulturgeschichte ٥٠.
M a y o r im p o rta n c ia tie n e p a ra n u e stro e m p eñ o la abertura ٥ la
infinitud q u e lleva consigo el acto cre ad o r. D e n u ev o debo re fe rirm e
a las in te rro g a c io n es d e H e id e g g e r q u e a n tes tra n s c r ib i: “ ¿ T ie n e sen-
tid o co n ce b ir al h o m b re , sobre el fu n d a m e n to de su m ás in tim a fini-
tu d ..., com o “c re a d o r" y, p o r lo ta n to , com o “in fin ito ” ? ¿ H a y a lg ú n
d e re ch o a ello? L a fin itu d de la existencia, incluso com o problem a,,
¿ p u ed e ser acaso d e sa rro llad a sin u n a “p re su p u esta in fin itu d .’? ¿Y
de qué g én ero es ese “pre-su p o n er" e n la e x isten c ia ? ¿ Q u é significa-
la, in fin itu d asi “p u e sta ” ?” N u n c a h a c o n testad o H e id e g g e r a esta u r.
g e n te serie de cuestiones, ta l vez las m ás graves, p ro fu n d a s y decisi,
vas d e su o b ra filosófica. Sin em b arg o , a h í e s tâ n î y d e n tro d e ellas,,
a m o d o d e a lm e n d ra m etafísica, ese nex o causal e n tre la c o n d ició n
cre ad o ra y la in fin itu d del h o m b re : la concepción del h o m b re c o m .
“c re a d o r” (schöpferisch) y, “p o r lo ta n to ” (somit), com o “in fin ito ’.
(unendlich). P u esto q u e es cre ad o r, el h o m b re eS infinito. ¿Q ué sen-
tid o tie n e este aserto?
A m i juicio, ese sen tid o q u e d a en a lg u n a m e d id a d e cla ra d o m e-
d ia n te las tres sig u ien tes reflexiones:
1.. h a c tiv id a d c re ad o ra es, com o sabem os, a la vez n ecesaria
y c o n tin g e n te : necesaria, p o rq u e p e rte n ec e a la naturaleza del hom-
bre, el cual, sin esa a ctiv id ad , no seria lo q u e es; c o n tin g e n te , ta m -
b ién , pot. su c a rá c te r alea to rio y g ra tu ito , re v e lad o r d e q u e la exis-
te n c ia h u m a n a reb asa la naturaleza y va m ás a llá d e la fijeza apa-
re n te d e sus “lim ites.’. E n c u a n to a u to r de su v id a y cu asi-autor d e
su existencia, el h o m b re tie n e y no tie n e lim ite fijo: n o p o d rá n u n -
ca, p o r ejem plo, e sta r c o rp o ra lm e n te en dos lu g ares al m ism o tie m .
po, p ero su e x istir m u d a rá siem p re p o r m o d o in d efin id o . L a. creación
h u m a n a es v irtu a lm e n te ilim ita d a e in te rm in a b le . Si com o organis-
m o viv ien te n o m uriese,, c ad a h o m b re iria h a c ie n d o - i n v e n t a n d o -
u n a serie in a c a b a b le de cosas d istin ta s y nuevas, u n “s in fín ” de ellas,
seg ú n la ex p resiv a frase p o p u la r; si n o h u b ie se u n finis h is to é e , la
h u m a n id a d seg u iria in v e n ta n d o in te rm in a b le m e n te nuevos m odos d e
ser h o m b re y d e tr a ta r con la re a lid a d . “Si im a g in á is u n h o m b re de
o c h e n ta m il años e s c r i b i ó N i e t z s c h e - , h a b ré is d e a trib u irle u n
c a rá c te r a b so lu ta m e n te v a ria b le ; e n él se d e sa rro lla ría sucesivam en- 24

24 Junto a esta contingencia "verdadera” o ex libertate de la actividad creado-


ra, hay la continencia "aparente” o ex casu, propia de los sucesos físicos azarosos
O probables. Desde Bossuet se viene repitiendo que el “azar” no es sino un nombre-
dado a nuestra ignorancia.
EL P R O V EC T O , LA P R E C IN T A Y ESPERA 505

te u n a m u ltitu d de in d iv id u o s d ife re n te s" ٥٥. Si e n lu g a r de d e cir “in .


d ividuos d ife re n te s" h u b ie se d ic h o “ m odos d ife re n te s d e su indivi-
d u a lid a d ... la se n te n c ia seria in o b jetab le.
2.. E sa v irtu a l “ in fin itu d ', de la acción c re ad o ra p e rm ite al h om -
b re in fe rir q u e la re a lid a d es p a ra él in ag o tab le, “in fin ita'.. V iv ir
c re a d o ra m e n te es u n a fa e n a “o n to p o é tic a ” . Z u b iri n o s h a enseñado-
a ver e n “lo q u e h a y ” (la re a lid ad ) el á re a m eta fisica d o n d e in scrib e
y c o n stitu y e “lo q u e es" (el ser). P ues b ie n : el h o m b re , cu y a acti-
v id a d c re a d o ra consiste e n h a c e r q u e “lo que h a y ', v a y a “sien d o ” de
m o d o d is tin to - p o r eso la h e lla m a d o “o n to p o é tic a ” : la h is to ria
es u n a g ig a n te sc a “ontopoesis” o “poesia d e l ser"— , d escu b re c re a n -
do q u e el n ú m e ro d e los onta 0 “entes', re su lta n te s d e su tra to “poé-
tic o ’, con la re a lid a d es v irtu a lm e n te infinito. D ios es el c re a d o r d e
“lo q u e h a y '., y el h o m b re , im a g e n y sem ejan za de D ios, el “cuasi-
creador., de “lo q u e es” .
3.. L a a c tiv id a d c re a d o ra del h o m b re es e n si m ism a g r a tu ita ;
to d a “id e a fe liz ', es siem p re u n “regalo', p a ra q u ie n com o su y a la
c o n c ite . N a d a m ás “suyo', q u e esa itle a ; n a d a , a la vez, m ás g ra tu i-
tó m e n te “re c ib id o ', q u e ella. P a ra el h o m b re c read o r, la re a lid a d que-
le envuelve es obsequiosa, “o b se c u e n te "; p o r lo ta n to , n o sólo fu n .
d a m e n ta l, sin o ta m b ié n “fu n d a m e n ta n te ” , o to rg a d o ra o d o n a d o ra de
fu n d a m e n to . C u a lq u ie ra q u e sea su u lte rio r m o d o d e c o m p o rta rse
co m o e n te lib re , el h o m b re c re a d o r infiere q u e e n el U ltim o fo n d o
de “ lo q u e h a y ', la te “lo q u e h a c e q u e h a y a ', y, p o r co n sig u ien te, la
c o n stitu tiv a religación d e su p e rso n a y de to d a la re a lid a d (Z u b iri):
" L a relig ació n , e n efecto, n o es algo que afecte ex clu siv a m e n te al'
h o m b re , a d ife re n c ia, y sep a ra d am en te , d e las d e m á s cosas, sin o a
u n a c o n to d a s ellas. P o r eso a fecta a to d o . P e ro sólo e n e l h o m b re se
actualiza formalmente la re lig a ció n ” ٥٥. L a creación, a c tiv id a d p o r
la c u al el h o m b re m á s se asem eja a D ios, es ta m b ié n la o p eració n e n
q u e m ás d ire c ta y p re g n a n te m e n te se le p a te n tiz a la “ re lig a ció n ” , la
c o n stitu tiv a im p la n ta c ió n d e su re a lid a d y d e la re a lid a d d e las cosas-
e n la tra n s-re a lid a d in fin ita, fo n ta n a l y fu n d a m e n ta n te de D ios. “N a d a
h a y m ás fe c u n d o q u e la in fin itu d " , g rita b a N ie tz s c h e e n L a gaya

»« Menschliches, Allzumenschliches, I, 41. Por consiguiente, tólo una ontolo-


gla de Ja existencia humana puede ser verdaderamente “genérica”. La psicologia
del hombre es siempre, en mayor o menor medida, “situacional”. ¿Hasta qué punto-
serian válidas para el hombre de Neanderthal las descripciones de nuestros ma-
nuales de Psicologia?
». X. Zubiri, “En torno al problema de Dios”, en Naturaleza, H i s t á , Dios,.
página 437.
506 LA E S P E R A Y LA E S P E R A N Z A

ciencia 27. E s v e rd a d ; y p o r serlo, la fe c u n d id a d d e la a c tiv id a d crea-


d o ra es la in s ta n c ia q u e m e jo r nos p o n e a n te la p ersp ectiv a d e la infi.
n itu d e n q u e som os.
D e la in fin itu d I'M genere y d e n u e stra in fin itu d in specie. ¿A caso
la c ria tu ra h u m a n a n o es, .a su m odo', in fin ita? “T o d a c ria tu r¿ ^ n -
seña S an to T o m á s - es finita simpliciter, en c u a n to su ser n o es abso-
lu ta m e n te su b sisten te, sino lim ita d o a la n a tu ra le z a c o n c re ta e n q u e
se rea liza . P e ro n a d a im p id e q u e a lg u n a c ria tu ra sea in fin ita secun٠
dum quid... Y p o r esta ra z ó n se dice en el lib ro De causis q u e la in-
'telig en cia es finita hacia arriba, e n c u a n to recib e el ser de algo q u e
e stà m ás a lto q u e ella, e infinita hacia abajo, en c u a n to n o es re c ib i,
d a en a lg u n a m a te ria .. (Summa, I, q. 50, a. 2 ad 4). L a creación, ac.
tiv id a d p o r la cual la in te lig e n c ia h u m a n a d a fo rtn as nu ev as y con-
tin g e n te s a la m a te ria sobre que se a p l i c a - l a re a lid a d — , revela m e-
jo r q u e c u a lq u ie r o tra o p eració n d el h o m b re su d o b le c o n d ició n d e
e n te finito superius e in fin ito inferius.
E n esa a b e rtu ra al ser y a la in fin itu d q u e la creación o to rg a al
h o m b re tie n e su fu e n te la U ltim a d e las n o ta s d e la a c tiv id a d creado-
ra q u e a n tes a p u n té : su co n d ició n de gozo esforzado. E sfo rz a d o y
m u c h a s veces doloroso. M il veces se h a d ich o , d esde la a n tig ü e d a d
m ás re m o ta , q u e sin el d o lo r no es posible a lc a n z a r la e x ce le n cia :
“con el s u frim ie n to se a p re n d e ” , sen te n c ió y a E s q u ilo ; sólo per aspra
se llega ad astra, e n se ñ a ro n luego los ro m a n o s. L a c o n d ició n c a rn a l
y caíd a d e n u e stro ser exige este penoso trib u to . P e ro n i e l esfuerzo
n i e l d o lo r lo g ra n d e sv irtu a r el gozo de la a c tiv id a d c re ad o ra , q u e
p o n e al h o m b re de m o d o p e rso n al e n el e le m e n to m etafisico d e la
e x iste n c ia h u m a n a . E n sus ensayos sobre la poesia d e H ö ld e rlin h a
lla m a d o H e id e g g e r “s e re n id a d alegre', (das Heitere) a l ta la n te d e la
h u m a n a ex isten cia q u e “concede a c ad a cosa el á m b ito e n tita tiv o a l
q u e p o r su co n d ició n p erten ece, p a ra so b ria m e n te e sta r allí, a l claro
b rillo de lo alegre, com o a u n a q u ie ta lu z , c o n el ser p ro p io ” 28. E se
gozoso ta la n te , e n el cu al el e x istir d el h o m b re “p u e d e desplegarse
in d e m n e h a c ia la to ta lid a d d e su ser” 28, es ju s ta m e n te el q u e corres-
p o n d e a l logro de la acció n cread o ra. T o d o e l a rte ro m á n tic o es la
-expresión d el gozo doloroso q u e su scita e n e l e n te h u m a n o la infe-
re n c ia c re a d o ra d e su p ro p ia in fin itu d ; y to d o el titá n ic o d escarrio 27

27 ‫ﺀأه‬
fröhliche Wissenschaft, n i, ،24.
2» Erläuterungen zu Hölderlins Dichtung (Frankfurt. ،951), pág. ،.٥
٠ .«. F. Bollnow, “Der Begriff des Heilen”, en 5‫ ا‬،«‫ ه‬،‫ ا‬٠». Beiträge zur phätto-
menologüchen Ps٥chologie und Ps٥cho$athologie. 1 ‫ ة و ا‬٩١٠ IL
‫ ﻟﻢﺀ‬P R O Y EC T O , PREG U N TA y ESPERA 507

d e l R o m an ticism o , e l re su lta d o d e h a b e r creído in fin itu d simpliciter


lo q u e n o pasa de ser in fin itu d secundum quid.
4‫ ؛‬. V olvam os a n u e stro p ro b le m a : la e s tru c tu ra a n tro p o ló g ic a
de 3 ‫ ا‬p re g u n ta . U n a p re g u n ta es p e rfe c ta m e n te e q u ip a ra b le ai diSpa-
ro d e u n a saeta. A q u e llo q u e p re g u n ta m o s es la Saeta m is m a ; la
c u e rd a elástica q u e la im p u lsa , el ra d ic a l e in e x o ra b le im p e tu d e fu .
tu ric ió n q u e late y o p era e n e l fo n d o de n u e s tra existenC ia; e l arco
e n q u e la c u e rd a se apoya, las creencias q u e d a n a n u e stro e x istir su
fu n d a m e n to in m e d ia to y le a b re n a la re a lid a d ; el b lan co a q u e la
flecha a p u n ta , la creación d e nu ev as posib ilid ad es d e ser d e ntrevos
"seres" - e n n u e s tra in te rro g a n te y activa relació n c o n la re a lid a d ;
la p o sib ilid a d d e n o a lc a n z a r el blanco, el riesgo d e q u e n u e stro co-
n a to in te rro g a tiv o q u e d e en “n a d a ” ; la e v e n tu a lid a d d e q u e el a rc o
n o posea resisten cia suficiente, el m o m e n to de desconfianza q u e casi
to d a s n u e stra s creencias llev an e n su e n tra ñ a . E l h o m b re intC rrogan-
te p u e d e h a c e r e n te ra m e n te su y a aq u ella frase d e A ristó teles q u e ta n -
to g u sta b a a O rte g a : .“ Seam os con n u e stras vidas com o a rq u e ro s que
tie n e n u n b la n c o ’. (Eth. Nie., I, 1, 1094, a. 1).
P e ro p o r sugestivo y esclareced o r q u e sea este sím il, ¿podem os d a r
p o r concluso n u e stro an álisis de la p re g u n ta ? ¿P o d em o s o lv id ar, aca-
80 , q u e to d o p re g u n ta r tie n e siem p re u n “a q u é ” o u n “a q u ié n ” ? L a
'co n sid e ra ció n del “a q u é ” y del “a q u ié n ” d e la p re g u n ta va a ser el
te m a d e l sig u ie n te a p a rta d o .

IV .— Pregunta y comunidad

T o d a p re g u n ta - o í m o s d e c ir a H e i d e g g e r - im p lic a la ex isten cia


.de aquello a q u e se in te rro g a ; die Frage su p o n e sie m p re das Befrag-
te. E le m e n ta l v e rd a d ; insoslayable v erd ad . P e ro ese “a q u é ” d e la
p re g u n ta , ¿ e n q u é consiste re a lm e n te ? E x a m in e m o s los tre s casos
-que p u e d e n p resen tarse.
§ 1. E n la in m e n s a m a y o ría de las p re g u n ta s, el “q u é ” d e su “a
q u é" es o tro h o m b re , u n “q u ié n ". P re g u n to a “o tro ” , y m i in te rro -
g acíó n es u n a d e las fo rm as en q u e se expresa v e rb a lm e n te esa estrtre-
tu r a ra d ic a l d e la ex isten c ia h u m a n a q u e llam am o s “coex isten cia” y
“convivencia... P resc in d am o s a h o ra d e las fo rm as d e co m u n ic ac ió n
v e rb a l d is tin ta s de la p re g u n ta ; dejem os n o m enos in ta c ta la cu estió n
d e si es p osible u n m o d o d e 'c o e x is tir p e rso n a lm e n te q u e d e m a n e ra
tá c ita 0 ex p re sa n o lleve e n si la acció n d e p re g u n ta r. L o im p o rta n te
a h o ra es o b serv ar que, c u an d o in te rro g o , convivo. A la e s tru c tu ra d e
508 LA E S P E R A V LA E S P E R A N Z A

la p re g u n ta d irig id a a u n “q u ié n ” , p e rte n e c e p o r m o d o esencial la


c o n v iv e n c ia : el su jeto d e la in te rro g a c ió n — “ ¿ E re s tú ? , ¿Sabes (tú ١
q u é h o ra e s? ”— es, p o r supuesto, el “yo', d e l in te rro g a n te ‫ ؛‬p e ro u n
“ yo” c o n stitu tiv a m e n te im p lic a d o e n u n a re lació n “yo ٠tú ” . R ecorde-
m os u n te m p ra n o te x to de G a b rie l M a rc e l: “ ¿ E n q u é co n d icio n es
e m p le a ré yo la se g u n d a p e rs o n a ? ... Y o n o m e d irijo e n seg u n d a p e r.
so n a sino a aq u el q u e es m ira d o p o r m i com o c ap a z d e resp o n d erm e,
d e c u a lq u ie r m a n e ra q u e sea — incluso si esa re sp u esta es u n silencio
inteligente. A lll d o n d e n in g u n a resp u esta es posible, n o h a y lu g a r
p a ra él’. ٥٥.
U n a p rim e ra conclusión se im p o n e : c u a n d o la p re g u n ta v a d iri-
g id a a u n “ q u ié n ", to d o s los e lem en to s d e su e s tru c tu ra d e b e n ser
co n sid erad o s desde el p u n to d e vista d e la coexistencia q u e la p re .
g u n ta a c tu a liz a y m a n ifie s ta ‫ ؛‬m ás a ú n , esos e lem en to s son e n si
m ism os d e Indole coexistencial. P a ra q u e la p re g u n ta te n g a re sp u esta
id ó n e a es preciso q u e las creencias sobre q u e se ap o y a sean “c o n .
creen cias” ‫ إ ه‬y q u e la c reació n a q u e tie n d e sea de a lg ú n m o d o “co n .
c re ac ió n ” . L o m ism o h a b rá q u e decir, p o r c o n sig u ien te, de la re a li,
d a d in fe rid a , d e la a m liiv alen cia confianza-difianza y d e l ser y la infi-
n itu d a q u e la creación ab re. E x e n ta s d e u n “co n " prev io , n in g u n a d e
esas p a la b ra s e x p re sa ría a d e c u a d a m e n te lo q u e en e l proceso d e la
p re g u n ta acontece.
§ 2 ٠ P e ro n o siem p re la p re g u n ta va ex p re sa e in m e d ia ta m e n te
d irig id a a u n “q u ié n ” . H ay, p re g u n ta s — tácitas, a veces— q u e el ho m -
b re fo rm u la en la m á s c o m p le ta soledad. T o d o p ro y e c to d e b e resol-
verse, ap en as concebido, e n u n a serie d e in te rro g a c io n es. A h o ra b ie n ,
n o pocos pro y ecto s ex ig en p a ra su c u m p lim ie n to la so led ad m ás com-
p le ta : im a g in e m o s al p o e ta y al filósofo a n te la h o ja de pap el e n q u e
su c reació n va a c o b ra r fo rm a, a l p in to r a n te e l lien zo d e sn u d o , a l
h o m b re de ciencia e n su la b o ra to rio recoleto. L a p u g n a d e to d o s ellos
p o r a lc a n z a r su objetivo,' la afa n o sa re ite ra c ió n d e sus te n ta tiv a s, las
d u d a s y las p e rp le jid a d e s d e su esfuerzo, ¿q u é son, e n esencia, sin o
tá c ita s in te rro g a c io n e s so litarias? E l a rtista , el filósofo y el h o m b re
d e ciencia p re g u n ta n e n so led ad p o r el c a m in o q u e p u e d e llevarles al
lo g ro de la fo rm a a q u e a s p ir a n : la a c e rta d a sucesión d e p a la b ra s o
la lin c a y el color e n q u e se revele sin m a n c h a n i a rru g a su o rig in a ria

٥٠ Journal Métaphysique. 1913-1923 (Parts, 1927), pág. 138.


»٤ j. Marias -recuérdese— ha subrayado oportunamente el carácter “social’»
de las crín elas. Por una exigencia de la realidad humana, una creencia es siempre
“creencia de muchos”. Una “creencia individual” suele ser un fenómeno psicopato-
lógico: es lo que llaman los psiquiatras “idea sobrevalorada” 0 “idea delirante’».
EL P R O T E C T ., LA PREGUNTA Y ESPERA 509

.in tu ició n de la re a lid a d . E se es e l “q u é” d e su p re g u n ta . ¿ Y e l “a


.qué” ? ¿ A q u é p re g u n ta n , e s ta n d . solos? P o r supuesto, n o se in te rro -
g a n a si m ism o s: eso s u p o n d ría q u e ellos “y a sa b ía n ” la respuesta,
y lo q u e p re c isa m e n te aco n tece es q u e n o la saben. T a m p o c o cabe
p e n sa r q u e esa re sp u esta e ra sa b id a p o r ellos “sin saberlo.., in c o n s.
c ie n te m e n te : el m o z o G oya n o poseía “y a " e n su alm a, poi. m o d o
in co n scien te, las claves de to d a su u lte rio r p in tu ra , y el “in c o n sc ie n te
-colectivo" d e J u n g es m u c h o m ás u n a b e lla y sugestiva m e tá fo ra
psicológica q u e el n o m b re d e u n solipsism o d e c o n ten id o u n iv ersal.
E n m i h a y c ie rta m e n te m ás de lo q u e yo sé, p ero “yo” n o soy a h o ra
to d o lo q u e p u ed o ser, n i siq u ie ra to d o lo q u e voy a ser. E n to n ce s,
¿ a q u é p re g u n ta n el a rtista , el filósofo y el h o m b re d e ciencia, e n la
m en estero sa y a n h e la n te soledad d e su e m p eñ o c re ad o r?
Sólo u n a re sp u esta c a b e : esos h o m b re s p re g u n ta n a la re a lid a d
-que n o son ellos y e n q u e ellos s o n j p re g u n ta n a “lo o tro '.. Y e n “lo
otro .., ¿ n o está acaso im p lic a d o “el o tro '., con u n g én ero d e im pli-
cación d istin to d el q u e re la cio n a el yo con la re a lid a d cósm ica? L os
a n á lisis feno ih en o ló g ico s de M a x Scheler ‫ ا ه‬y M a r tin B u b e r ٥٥ h a n
-dem ostrado q u e el h o m b re vive ra d ic a l y o rig in a ria m e n te e n el ám -
b ito del “t ú ٠. : sólo c o n la m a d u ra c ió n de la co n cien cia psicológica
-se ,llegan a e sc in d ir la relació n “ yo-tú" y la re la ció n “yo-ello” , y esto
.acaece d e ta l m o do, q u e to d o “yo-ello” h a c e siem p re re fe re n c ia a u n
tá c ito “yo-tú". R o b in só n p u d o n o conocer e m p íric a m e n te a o tro h o m -
b re , m a s n o p o r esto d ejó n u n c a de e x istir e n el á m b ito d e la “tu i-
-d a d ": e n su soledad se n tia e l “hu eco e x isten c ia l” d e l “tú ” q u e n o
-conocía, la o scu ra a p ete n c ia de to d o s los posibles “tú s ” em piricos.
Si el h o m b re está solo y sien te su soledad — sea penoso o p la ce n te ro
-ese s e n t i m i e n t . , es p o rq u e c o n stitu tiv a m e n te e x iste e n el á m b ito
d e la coexistencia, d e la c o m p añ ía. Ser h o m b re es e sta r a b ie rto a los
-otros, “ser-con-los-otros".
E n re s u m e n : e n la p re g u n ta tá c ita y s o lita ria d e l a rtista , el filó,
s o fo y e l h o m b re d e ciencia, el “yo" in te rro g a n te se h a lla ta m b ié n
im p lic a d o e n u n a re la ció n “y o-tú", a u n q u e sea d e u n m o d o m era-
m e n te in te n c io n a l e in e x p re so ; la callad a in te rro g a c ió n d e las ten-
-tativas que. la a c tiv id a d c re a d o ra exige lleva e n si m ism a de m a n e ra
re a l la coexistencia, p o rq u e n o es concebible u n h o m b re solo que, d e
-una u o tra fo rm a , n o sie n ta sti soledad. “T o d o le n g u aje e s c r i b e cer-

٥٥ Wesen und Formen der ‫»اﻻﺀ‬،‫هﺀ‬،‫( ﺀ'أﻟﻢ‬Bonn, 1922) y Der Formalismus ili der
Ethik und die materiale Wertethik (2.. cd., Halle, 1921).
33 Ich und ٥ « (1923). He inanejado la traducción francesa : Je et Tu (Pa-
ris, 1938).
5 !0 ESPERA Y ESPERA NZA

te ra m e n te M . C h a s t a i n g - e n cie rra e n si y p r .d u c e u n a co rre sp o n -


d e n cia con el otro. T o d a le n g u a c o m p ro m e te a u n p u e b lo ; to d a pa
la b ra se fu n d a sobre oyentes q u e con v ien en e n el m ism o “universo,
d e l d iscu rso ” q u e el h a b la n te . C u an d o , p o r c o n sig u ien te, d o y a algu-
nas p a la b ra s la v id a d e u n a frase, verifico in d ire c ta m e n te la existen-
cia de m is sem ejan tes” ٥٠. Y las q u e lla m a H u sse rl “expresiones e n la
v id a so lita ria del a lm a ” , a las cuales p e rte n e c e n esas tá c ita s y afano-
sas p re g u n ta s del c re a d o r e n soledad, ¿ d e ja n de ser fo rm as d el “ha.,
b la ” , co n sid e ra d a com o p rim a rio m odo d e ser d e la e x isten cia
hum ana?
§ 3. L levem os n u e stro an álisis h a sta el fo n d o . E n c u a n to c o n a to
d e creación, la p re g u n ta a b re la ex isten c ia h u m a n a , n o sólo a “lo
q u e es” , té rm in o fo rm a l del acto cre ad o r, y a “lo q u e h a y ” , n ia te ria
d e las cuasi-creaciones h u m a n a s , m as ta m b ié n a “lo q u e h a c e q u e
h a y a ” . Q u ie ra él verlo o no, el h o m b re c re a d o r — el h o m b re e n c u a n ,
to p erso n a— infiere en el fo n d o de la re a lid a d la o p e ra ció n m etaff-
sica d e u n a in sta n c ia fu n d a m e n ta n te y d o n a d o ra . L a a c tiv id a d crea,
d o ra nos p e rm ite d e sc u b rir que, desde su fo n d o m ism o, la re a lid a d
es, e n el sen tid o etim o ló g ico de la p a lab ra, “o b secu en te’’, obsequiosa.
Y si la re a lid a d asi “fu n d a ” y “ob seq u ia” , ¿ n o q u ie re 'esto d e cir q u e
e n ese U ltim o fo n d o se co n d u ce com o u n “tú ” , el “tú ” que d a fu n d a -
m e n to a todos los “tú s ” em piricos, el “T ú ” a b so lu to ? D e nu ev o re.
m ito a las reflexiones de M a r tin B u b er y G a b rie l M arcel. “C ad a tU
in d iv id u a l - e s c r i b e el p r i m e r a a b re u n a p ersp ectiv a sobre e l T ú
e tern o . E n cad a tú in d iv id u a l, la p a la b ra fu n d a m e n ta l in voca a l TU
e te rn o ... E l tü que de u n m o d o in g é n ito h a y p a ra m i e n to d o h o m -
b re se re a liz a en c ad a u n o de ellos y n o se c o m p le ta e n n in g u n o . N o
se re a liz a p e rfe c ta m e n te m ás q u e en relació n in m e d ia ta con el Unico
TU q u e p o r esencia no p u e d e convertirse en E sto ” ٥٥. D iríjase p o r vía
d ire c ta o p o r vía in d ire c ta h a c ia u n “tU” h u m a n o , to d a p re g u n ta
— sépalo 0 no, q u iéralo o n o el in te rro g a n te — se d irig e también, e n
U ltim o e x tre m o , al “TU” absoluto q u e o to rg a fu n d a m e n to y h a c e ob-
secu en te a la re a lid a d . E n ese “TU” tie n e su p o stre r apoyo la “ con.
fian za” q u e h e m o s d esc u b ie rto e n el seno m ism o de la p r e c i n t a ٥٥.
T o d a in te rro g a c ió n , decía yo, con H e id eg g e r, tie n e u n “a q u é” .,

٥٠ M. Chastaing, L ’existence d’autrui (Parfs, 1‫و‬5 ‫) ا‬, pág. 314. Víase también
Lenguaje y realidad, de w . M. Urban (trad, cast., México. 1952).
5» M. Buber. Je ٠، pig. 113.
»« Basten aqut estas sumarias indicaciones acerca del ingente problema del
“tú”. En mi curso Teoria del prójimo. Proyecto de una Plesiologia (Madrid, 1955.
19^) lo he tratado con la extensidn que requiere. Algdn dia Intentari dar definitiva-
forma escrita a esas lecciones.
EL PROYECTO, LA PREGUNTA LA ESPERA 511

P e r . ese “a q u é ” m u e stra ser u n “ a q u ié n ” , c u an d o se le som ete a


e x am e n d e ten id o . L a p re g u n ta p o n e en la p ersp ectiv a del in te rro g a n ,
te la fin itu d , la soledad, la n a d a ‫ أ‬m as ta m b ié n a b re su ser, y d e ín á s
p rim a ria y ra d ic a l m a n e ra , a la re a lid a d , al ser, a la in fin itu d , a la
e x isten cia e n c o m u n id a d . Y si ello es asi, ‫ي‬cu ál será la e stru c tu ra real
de la esp era?

V .— Estructura de la espera humana

R ec ap itu lem o s b re v e m e n te n u e stro s resu ltad o s. E n c u a n to ani-,


m al, e l h o m b re vive e sp e ra n d o ; su fu tu ric ió n consiste g e n é ric a m e n .
te en la espera. E l cu erp o h u m a n o exige que esa espera a d o p te fo rm a
d e p ro y e c to ; el e sp íritu h u m a n o — e sp íritu e n c a n ta d o — se ve obli-
g a d o a e sp e ra r su fu tu r o co n cib ién d o lo com o p ro y e c to ; e n fin, u n
e x a m e n de la re lació n efectiva e n tre el e n te h u m a n o y la re a lid a d
m u e stra q u e esa re lació n se configura de m o d o in m e d ia to e n el p ro .
yecto. E l proyecto es, pues, la fo rm a p ro p ia y p rim a ria de la espera
hum ana.
E n u n a e ta p a u lte rio r h em o s d e scu b ierto q u e to d o pro y ecto d eb e
resolverse, a p en as concebido, e n u n a serie de p re g u n ta s, y q u e la
pregunta, a su vez, no es en el o rd e n real o tra cosa q u e u n p ro y ecto
d e ser lo q u e no se es. E l p ro y ecto y la espera se c o n v ierten e n tre si.
Si la espera h u m a n a es la situ a ció n de u n h o m b re a n te u n a posibili-
d a d de su p ro p io ser q u e h a y a sido p ro y e c ta d a p o r él — con o tra s pa-
labras : si la espera del h o m b re es u n p re sen te sucesivo consciente
d e su fu tu ric ió n y cuidadoso d e ella— , e sp erar será, p o r lo p ro itto ,
p re g u n ta r. E l análisis de la esp era nos co n d u ce n e c e sa ria m e n te al
análisis de la p re g u n ta .
¿ C u á l es, seg ú n esto, la e s tru c tu ra de la espera h u m a n a ? Siete
m o m e n to s d istin to s h a y q u e c o n sid e ra r en e lla :
1.. L a finitud. Sólo u n e n te a la vez finito e in te lig e n te es cap az
d e p re g u n ta r y, p o r lo ta n to , d e esp erar al m odo h u m a n o . U n ser in .
finito n o tie n e q u e p r e g u n ta r; u n e n te n o in te lig e n te n o p u e d e pre-
g u n ta r. E l h e c h o de e sp e ra r p re g u n ta n d o rebela, p o r lo p ro n to , la
p ro p ia fin itu d : u n a fin itu d de in d o le m u y p e cu liar, q u e n o se con.
fo rm a con su p ro p io lim ite y que, e n c u a n to in te lig e n te , a sp ira a
“to d o ” . E l a lm a ra c io n a l es quodammodo omnia, d e c ía n los m ed iev a.
les, sig u ien d o a A ristóteles.
2 ٠. L a nada. L a p o sib ilid a d a q u e tie n d e m i p re g u n ta p u e d e “n o
ser” , b ie n p o rq u e yo fracase, b ie n p o rq u e yo m u e ra (H e id e g g er);
m i in te rro g a c ió n d e la ta u n “ n o sab e r” , se h a lla a m e n a z a d a p o r u n a
.5 1 2 LA ESPERA Y ESPERANZA

re sp u e sta “n e g a tiv a ’, y o b tie n e respuestas po sitiv as d el tip o d e “n o


.es m ás q u e asi" (Sartre). P o r ta n to , m i e sp e ra m e p o n e a n te e l “n o
« e r”, m e h a c e e x istir d e n tro d el h o riz o n te d e la “n a d a ” .
3 .٥ L a realidad e n c u a n to ta l. M i p re g u n ta se a p o y a siem p re 80.
b re u n a base de “creencias” , y la c reen cia es la v ía p o r la cu al la in .
te lig e n cia h u m a n a vive su c o n stitu tiv a re la c ió n m eta física c o n la
re a lid a d (W . Jam es, O rteg a, Z u b iri). E sp e ra n d o el h o m b re , “e stá e n
la re a lid a d ” .
4.. E l ser. L a “re a liz a c ió n ” d e la Jjosibilidad im p lic ita e n u n a
-pregunta es siem p re u n a “en tificacidn c re a d o ra ” d e la re a lid a d , u n a
“onto p o esis” . L a fe c u n d a d istin c ió n m eta física e n tre “ lo q u e h a y ” y
“lo q u e es” (Z u b iri) p e rm ite e n te n d e r la c reació n h u m a n a com o u n a
fa e n a “o n to p o é tic a ” . E n c u a n to a c tiv id a d lo g ra d a , la e sp e ra h u m a n a
es la co n v ersió n sucesiva d e la re a lid a d e n ser.
5. ٥ L a infinitud. Puesto que el logro de la espera es “creación”,
to d a esp era lo g ra d a es p a ra el h o m b re u n a a b e r tu ra a la in fin itu d ,
ta n to a la in fin itu d e n c u a n to ta l 0 simpliciter, com o a la su y a p ro .
p ia o in fin itu d secundum quid. E s p e ra r confiada, c re a d o ra y satisfac.
to ria m e n te es s e n tir q u e u n o es de a lg ú n m o d o infinito. Si el h e c h o
d e c reer nos lleva, segUn H egel, a l re c o n o cim ien to d e “ n u e stra fin itu d
a n te lo E te rn o ”, la a c tiv id a d d e c re a r nos p e rm ite d e sc u b rir n u e stra
in fin itu d a n te lo te m p o ra l.
٥ 6.L a a b e rtu ra a lo fundamentante. L a a c tiv id a d c re a d o ra h a c e
a l h o m b re p a te n te q u e el tra sfo n d o d e “lo q u e h a y ” es, com o dice
Z u b iri, “lo q u e h a ce q u e h a y a ” ; esto es, q u e el fu n d a m e n to U ltim o
d e la re a lid a d n o es sólo “fu n d a m e n ta l” , m a s ta m b ié n “fu n d a m e n ,
ta n te ” . A q u ie n sabe esp erar, la e x isten c ia se le a b re a l d e sc u b rim ie n .
to d e su c o n stitu tiv a “re lig a ció n ” .
٥ L 7.a comunidad. Q u ie n p re g u n ta , c o ex iste; q u ie n espera, co-
espera. L a espera h u m a n a n o es u n e m p eñ o in d iv id u a l, sino c o m u n i,
ta rio . Sólo espera el h o m b re , dice G. M arcel, “e n e l n iv el d e l nos-
otros, 0 , si se q u iere, d e l ágape, y e n m odo a lg u n o e n el n iv el d e u n
yo so litario q u e se h ip n o tiz a se sobre sus fines in d iv id u a le s”
N o s e r i ocioso su b ra y a r d e n u ev o q u e la esp era h u m a n a es to d o
.eso ٥ la vez. N u n c a la co nfianza del e sp e ra n te c arec erá d e u n a v eta
d e d esc o n fia n z a; n u n c a , p o r lo ta n to , fa lta rá e n él u n a te m e ro sa ad-
v e rte n c ia d e su p ro p ia fin itu d . J a m á s el logro d e la esp era será ta n
p e rfe c to q u e n o in c lu y a e n su e n tra ñ a u n c ierto “n o ser” ; ja m á s, e n
c o n se c u en c ia , d esap arecerá d e su h o riz o n te la an g u stio sa p ersp ectiv a

٥7 G. Marcel, H om o á t o r , “Pról٥g٠”. pág. 9.


EL PRO V ECTO ) LA PREGUNTA V IA ESPERA 513

.de la n a d a . T o d a espera p u e d e te rm in a r en el fracaso, y to d o logro


es siem p re, h a s ta e n el m e jo r d e los casos, deficiencia. “L a espera está
h e c h a de p ro m e sa y a m e n a z a '., escribe j . M . K ijm e n su sugestivo
-estudio sobre la “ex p erien c ia del vacio" ‫ ا ه‬. P o r eso es y n o p u e d e de-
ja r de ser a m b iv a le n te la e m o ció n de esperar. L a co nfianza e n la po-
sib ilid a d d e lo posible, ¿ p u ed e a lg u n a .vez te n e r la seg u rid a d y la fir-
m e za de la creencia e n la re a lid a d d e lo re a l? Y el c o n ta c to con lo
real, ¿ p u ed e e n este m u n d o ser a lg u n a vez in te le cc ió n y posesión
p le n a ria s?
E je rc ita n d o su c o n sta n te e.spera, el h o m b re m anifiesta ser e l ani-
mal insecurum de las descripciones de p . W u st. E l a n im a l sano es-
p e ra seguro, y co n to ta l seg u rid a d se la n z a a la consecución d e lo que
espera, presa, h e m b ra , ju e g o 0 refugio. E sto es lo q u e p e rm ite al
h o m b re “e n g a ñ a rle ” c o n tra m p a s diversas, y e n ello tie n e su funda-
m e n to la té cn ica del toreo. Si la e n tre g a del to ro a la e m b estid a no
fuese “seg u ra ” , n o seria posible la lid ia ‫ ؛‬y si, p o r o tra p a rte , fuese
ta n prev isib le com o la caíd a d e u n a p ie d ra - s i careciese de v a ria n
tes in d iv id u a le s y o c a s io n a le s - la lid ia no p o d ría ser u n espectáculo
c ru e n to : seria u n a su erte d e m a la b arism o , n o u n a “fiesta trá g ic a " .
E s v e rd a d q u e a veces el a n im a l se m u e stra “ in seg u ro ” ; p ero eso sólo
acaece c u a n d o está e n fe rm o , y seg ú n u n m ecan ism o toto coelo dis-
tin to del q u e p re sid e la insecuritas humana: ta l es el caso d e las “neu-
rosis e x p erim en tale s” d e a lg u n a s especies zoológicas. E n el h o m b re ,
e n cam bio, c ie rta ra d ic a l “in s e g u rid a d " p e rte n ec e a la n o rm a lid a d
de la existencia. E n ella tie n e su fu n d a m e n to an tro p o ló g ic o y de ella
p ro ced e p o r ex ag eració n m o rb o sa la lla m a d a “neu ro sis obsesiva...
N u e stro an álisis d e la espera h u m a n a nos h a llevado h a s ta el b o r.
d e m ism o d e la e sp eran za. ¿ C u á n d o la espera se h a c e e sp e ra n z a ? ¿ E n
qué consiste esta U ltim a? ¿ E n q u é m e d id a es u n a lim ita c ió n y u n
acierto d e l castellan o q u e el verbo “esperar., se refiera ta n to a la es-
p e ra com o a la e sp e ra n za , y q u e estas dos p a la b ra s te n g a n la m ism a
ra iz ? T a le s v a n a ser los te m a s d e l p ró x im o capitulo.

3« “L’expérience du vide”, en 5‫ آ‬،،‫هﺀ‬،‫ آ‬٠«, I (1954). págs. Í50-171. Analiza psico-


lógicamente Kijm la costumbre holandesa de celebrar el dia de San Nicolás rega-
lando paquetes que a veces contienen un obsequio real y otras están vaclos; paque-
tes que luego son abiertos en alegres reuniones amistosas. Kijm estudia con mucha
finura las diversas reacciones ante el “vacio”, cuando el paquete recibido no con-
tiene nada.
33
Capítulo III

LA ESPERA Y LA ESPER A N ZA

P a ra e stu d ia r o rd e n a d a m e n te el p ro b le m a d e la relació n e n tre la


espera y la e sp e ra n za , c o m en z a re m o s c o n te m p la n d o la re a l situ a ció n
de aq u élla e n la to ta lid a d de la ex isten cia h u m a n a y los diversos m o-
dos con que aparece en el v iv ir c o n creto del h o m b re . A c o n tin u a c ió n
e x a m in a re m o s te m á tic a m e n te la significación y la e s tru c tu ra de la es.
p e ra n z a h u m a n a , ta n to e n el o rd e n n a tu ra l d e su ejercicio com o e n
su asp irac ió n al c u m p lim ie n to de lo esperado e n u n p la n o d e la reali-
d a d tra s c e n d e n te a la n a tu ra le z a .

I .- L a espera de la vtoa del hombre

U n a visión sin ó p tic a d e to d o c u a n to llevo expuesto p e rm ite adver-


tir sin esfu erz o q u e la espera es a la vez u n a “a ctitu d ., y u n a “activi-
d a d ’, del ser h tim a n o ; 0 , si se quiere, u n h á b ito e n tita tiv o y u n m o .
v im ie n to o p erativ o d e su n a tu ra le z a p rim e ra . E n la espera se cons-
titu y e y m anifiesta algo ta n ra d ic a lm e n te a ta ñ a d e ro a la re a lid a d te-
rr e n a del h o m b re com o es su te m p o re id a d ; y, p a ra esperar, el indivi-
d u o h u m a n o n e cesita h a c e r algo, o p erar. M ire m o s p o r sep arad o cada
u n o d e estos dos aspectos de la espera.
§ 1. P o d rá el h o m b re e sp e ra r h o y esto y m a ñ a n a lo o tro ; p o d rá
ser m ás o m enos vigoroso y e m p re n d e d o r el im petu, d e su in e lu d ib le
versió n h a c ia el fu tu ro , y m ás o m enos firm e su co nfianza e n la defi-
n itiv a consecución d e lo q u e e sp e ra ; pero, en c u a n to ser v iv ien te, el
h o m b re n o p u e d e no esperar, existe y tie n e q u e e x istir e sp eran d o :
p o r eso h e d ic h o q u e la espera es un- hábito entitativo d e su p rim e ra
n a tu ra le z a . L a “p r e te n s ió n " en q u e h u m a n a m e n te se re a liz a la ra-
di cal “pro-tenS ión” del ser viv ien te (Z u b iri) es la espera h u m a n a .
LA ESPERA ESPERANZA 5 ‫ا‬5

E sta c o n stitu y e, pues, u n h á b ito h u m a n a o p e rso n a lm e n te biológico,


el h á b ito d e ser e n e l tie m p o “c arn e e sp iritu a l” ‫ ؛‬en té rm in o s de bio-
logia, el aspecto elp id ico d el to n o vital del h o m b re .
L a ra d ic a l y p rim a ria p e rte n e n c ia d e la espera a l to n o v ita l — y,
p o r lo ta n to , a las e s tru c tu ra s a n ató m ica s y fisiológicas q u e lo regu-
l a n - d e te rm in a la ex isten c ia d e niveles ,elpidicos d istin to s e n la v id a
h u m a n a n o rm a l: in d iv id u o s m ás esp eran zad o s q u e o tr o s ‫ ؛‬oscilacio-
nes y m atices d e l.e s p e ra r, b io ló g ic a m en te d e p e n d ie n te s de la e d a d y
d e l s e x o ‫ ؛‬estados psicosom áticos d iv e rsam e n te anim osos fre n te al fu .
tu ro . L a espera del v a ró n es m ás a ctiv a y autosuficiente, la de la m u-
je r m ás e n tre g a d a y re c e p tiv a ‫ ؛‬el esp erar d e la p rim a v e ra difiere del
e sp e ra r del oto ñ o . ¿ C u á n ta s “ d esganas” ‫ ؛‬y “d esesp eran zas” son ba-
rrid a s del a lm a p o r o b ra de u n sim ple la x a n te ?
E n c u a n to h á b ito biológico d e n u e s tra existencia, la espera es el
a p e tito d e seg u ir viv ien d o h u m a n a m e n te 0 , si se prefiere u n a fá rm u -
la m ás escolar, el in s tin to h u m a n o de la conservación. E n su espera,
el h o m b re p re te n d e e x istir en el fu tu ro siendo a la vez “h o m b re ” y
“¿1 m ism o ” : y q u ie n dice “e n el ftitu ro ” , dice .“siem p re ” . M i espera
m e -h a c e a sp ira r a seg u ir viv ien d o “ com o h o m b re ” y “com o yo” , r'eali.
z a n d o situ acio n es e n q u e se a rtic u le n u n a p re g u n ta y la an tic ip a-
ción m ás o m en o s c re íd a y confiada d e u n a re sp u esta c o n g ru e n te , y
lo g ra n d o , a la vez, q u e esas situaciones no d e je n de ser “ m ia s” . ¿C uá-
les? E n p rin c ip io , c u a le s q u ie ra ‫ ؛‬a l “e sp e ra n te biológico” — piénsese
e n el e n fe rm o grav e q u e a n h e la su c u ra ció n — le b a sta con q u e sean
“su yas” . Sólo e n v irtu d de ciertos “h á b ito s d e seg u n d a n a tu ra le z a ’,
deseará u n h o m b re m o rir a n tes q u e e sp e ra r y re a liz a r p erso n alm en -
te d e te rm in a d a s situaciones. T a l es el caso d e q u ie n prefiere la m u e rte
a la in d ig n id a d . Pero- a u n en to n ces late en el fo n d o v ita l de la perso-
n a, com o u n a n in ia l te n a z y estrem ecido, el a p e tito d e v iv ir a to d a
costa, la te n d e n c ia a “seg u ir sien d o " in sita e n los senos m ás p ro fu n .
dos d el im p u lso v ital.
L a lite ra tu ra h a exp resad o m u c h as veces el h o n d o a rra ig o d e esta
esp era bio ló g ica — a e lla suele referirse el n o m b re d e “e sp e ra n z a ”—
e n los senos d el c o ra z ó n h u m a n o . ¿A caso no es ella u n a d e las m ás
p ro fu n d a s raisons du coeur? G o e th e Í.lama u n a vez a la e sp e ra n za
die edle Treiberin, “la n o b le im p u lso ra ", con m u y c la ra in tu ic ió n del
v in c u lo e n tita tiv o q u e existe e n tre la espera y el im p u lso v ita l
1 Vóase el análisis de la “gana” hispánica en La agonia del cristianismo, de
Unamuno: en las Meditaciones suramericanas, de Keyserling, y en ‫ ﻣ ﺪ‬angustia
mtal, de López Ibor. El problema psicológico y sociológico de la “gana" y la “des-
gana” no es ajeno a ia habitual disposición del espahol ante la esperanza‫ ؛‬o,
como antes he dicho, a su “hábito elpidlco”.
516 ESPERA Y ESPERANZA

(Trieb)2. “Los e n fe rm o s in c u ra b les p ie rd e n la vida, p ero n u n c a la es-


p e ra n z a ’', solia d ecir p o r aquellos años el m éd ico J o h . C h r. R eil, se-
g ú n el te stim o n io de E . von F e u c h te rsie b e n ٥. M a in e de B ira n escri-
bió, p o r su p a r te : “L a n a tu ra le z a , q u e nos h a d a d o la e sp e ra n za (Ves-
pérance) en n u e stro s m ales m á s ex trem o s, n o h a q u e rid o p o n e rle li-
m ite s y nos la h a p ro lo n g a d o h a sta m ás a llà d e l té rm in o que parece
n o p e rm itirlo ... L a relig io n h a venido a c o n firm a r la e sp e ra n z a (l’es-
poir) q u e d a b a la n a tu ra le z a " i. E se es ta m b ié n el sen tid o p rim a rio
q u e e n la o b ra de R ilk e tie n e n las p a la b ra s Stehen (“e sta r e n pie..),
Bestehen (“sostener'., “re sistir”), Aushalten (“a g u a n ta r'.) y Ueber-
Stehen (“so b rep o n erse”), ta n usadas p o r el p o eta p a ra e x p re sa r la ac-
tiv id a d ra d ic a l de la e x isten cia h u m a n a . R ecuérdese, p o r o tro lado,
la feliz in tu ic ió n d e B ern an o s (l’espoir, bête puissante et féroce) y el
te x to q u e A n to n io M a c h a d o p o n e en la p lu m a d e J u a n d e M a ir e n a :
“V iv ir es d e v o ra r tie m p o : e sp e ra r; y p o r m u y tra sc e n d e n te que quie-
r a ser n u e stra espera, siem p re será espera de seg u ir esperando... ¿Y
cóm o o lv id a r la e n tra ñ a b le a sp iració n d el h o m b re M ig u el d e U n a-
m u n o , desesperado p o rq u e su p o te n te espera v ita l n o llevaba e n si.
ta n viva y c o m p ac ta com o el deseo, la c e rtid u m b re de su Jjersonal
in m o rta lid a d ? U tiliz a n d o u n a su tile za d e l id io m a fran cés - q u e dis-
tin g u e e n tre attente, espoir y espérance— , p o d ría m o s d e cir que, p o r
u n a ra d ic a i exigencia d e n u e s tra biologia, n o es posible u n a attente
(u n acto de a g u a rd a r, u n “a g u a rd o ”) p o r c o m p leto c a re n te d e espoir
(la espera vital).
E l h o m b re no p u e d e n o e sp erar c u a n d o “a g u a rd a ” y c u an d o “e stá
a la e x p e c ta tiv a ’., p o rq u e su m ism a e x isten cia es, b io ló g icam en te, “es-
p e ra ". A ella a lu d e n con d istin ta s expresiones casi to d o s los an alista s
d e la esp e ra n za . “L a e sp e ra n z a es la estofa de q u e e stá h e c h a n u e stra
a lm a ” , dice G. M a rc e l; es “el fu n d a m e n to p o rta d o r" d e la e x isten cia
h u m a n a , “el U ltim o fu n d a m e n to del a lm a .’, a ñ a d e B o lln o w ; “ somos
e sp e ra n z a ” , escribe L a n d s b e rg e n su estu d io sobre la m u e r t e ‫ ; ا‬la
fo rm a m á s g e n e ra l de la e sp e ra n z a es “u n to n o d el te m p le v ita l d e
la p e rso n a ” , la vida sin e sp e ra n z a es “d ifíc ilm e n te p en sab le’., afirm a
B red n o w . P a ra q u e to d as estas p a lab ras posean u n sen tid o re a l y
preciso, n o p u e d e n re fe rirse sino a la básica e s tru c tu ra de la existen-
cia h u m a n a q u e vengo lla m a n d o “espera v ita l” ; u n a espera e n cu y a
tr a m a m eta física late ya - a u n c u a n d o a veces p u e d a y q u ie ra d e s
» '.Meine Göttin" (“Mi diosa”), en Vermischte Gedichte.
3 Cit. e.i el articulo de w . Brednow antes mencionado.
٠ “Méditation sur la mort près du lit funèbre de sa soeur Victoire”, en Oeu-
vres (Paris, 1927), pág. 41.
‫ د‬Erfahrung ٥« Todes (Luzern. 1937).
LA ESPERA Ÿ ESPERANZA 517

c o n c e r i a el h o m b re que la v i v e - la p re te n sió n de h a ce rse “esperan-


z a " g e n u in a . L os escolásticos de so b re h a z m e o b je ta rá n q u e S an to
T o m á s p re se n ta la spes com o “p asió n " y n o com o “h á b ito .’. E s ver-
d a d . P ero esa “p a sió n ” lo es de u n a p e tito vital' — e n este caso, el
irascible— , y ese “ a p e tito ” , cu y a ap ete n c ia es vivir, seg u ir viv ien d o
en el fu tu ro , n o es o tra cosa q u e el “h á b ito de la p rim e ra n a tu ra le z a ”
a que d a n o m b re la “ espera v ita l” .
O tro s o p o n d rá n el re p a ro del suicidio. ¿Y el su icid a? ¿ T a m b ié n
el su icid a espera v ita lm e n te ? Si es asi, ¿ p o r qué se q u ita la v id a? L a
v e rd a d es q u e ta m b ié n el su icid a espera. E sp e ra u n m o d o de ser m ás
satisfacto rio q u e la v id a q u e le desespera. Pese a la a p a rie n c ia de
ta n ta s expresiones lite ra ria s y filosóficas, el h o m b re , q u e concibe in-
te le c tu a lm e n te “la ” n a d a , n o es c ap a z de c o n ceb ir “su ” n a d a , la n a d a
d e su p ro p io se r; y asi el su icid a, el Unico h o m b re q u e se p la n te a ra-
d ical y e je c u tiv a m e n te el te m a de su p e rso n al e x isten cia fisica, dice
“ n o ” a su v id a te rre n a con la e sp e ra n za de u n m o d o d e ser q u e “ no
sea" esa vida. E l se n tim ie n to de la espera, q u e siem p re es a ctiv a e
in seg u ra, d a a lg u n a ra z ó n al d ecir e sp a ñ o l: “E l q u e espera, deses-
p e ra .” M as ta m b ié n es c ie rta la proposición re c ip ro c a : “E l q u e deses-
p era, espera.” T a l es el caso del suicida. ¿Q ué espera éste? E sp e ra
seg u ir siendo “él m ism o ” alle n d e to d o lo que e n “esta v id a ” n o es
“él m ism o ” . L a h is to ria tra n s c u rrid a desde L e o p a rd i h a s ta S a rtre
nos h a h e c h o sab e r q u e c u a n d o la “desesperación” se h a c e “desespe-
r a n z a ” o “in e sp e ra n z a " — la acedia de la psicología y la ascética clá-
s i c a s - , el h o m b re n o se suicida, ]e me tue parce que je me crois
immortel et que fespère, e scrib ía B au d e la ire e n u n a c a rta d e 1845.
B ajo la in d u d a b le pose de la ex isten c ia b o d e lerian a , esa lin e a expre-
sa u n a p ro fu n d ís im a v e rd a d .
§ 2. E l h á b ito e n tita tiv o de la espera v ita l se h ace actividad em -
p iric a — se m o v iliz a y a c tu a liz a d e m a n e ra p erc ep tib le — en el curso
re a l de la v id a ; el appetitus se tru e c a asi e n passio. E l re su lta d o será
u n a s veces a la rm a y te m o r, c u an d o el fu tu ro in m e d ia to se m u e stre
a m e n a z a d o r, y su a m e n a z a p a re z c a ex ceder los recursos del esperan-
te ; o tras, en cam bio,, será e sp e ra n za g e n u in a ,' c u an d o el a p e te n te de
fu tu ro confie en la p o sib ilid a d d e su.bsistir y se ap re ste — p royectiva
e in te rro g a tiv a m e n te — a la em p resa de lid ia r con las situ acio n es que
le sobrevC ngan. Poco im p o rta q u e esa lid ia sea co n q u ista, resistencia
o, com o en la c o n creta re a lid a d del v iv ir acaece, co n q u ista y resisten-
cia a la vez. L o im p o rta n te es o b serv ar que la espera v ita l se h ace
e n to d o caso p royecto, p re g u n ta y o peración. Q u ie n espera, se m ue-
ve, a c tú a , p o rq u e el h o m b re n o p u e d e ser vegetal, y su espera n o llega
5 ‫ل‬8 ‫ﻣﺎ‬ ESPERA Y ESPERANZA

a convertirse n u n c a en pasiva y m u d a expectación. N i siquiera en el


sueño. Si el d u rm ie n te no sueña, su vida “vegetativa” — que jam ás
desciende a ser vida “ vegetalizada”— sigue e n elem entalisim a “ten-
sión de espera”, y asi h a y que in te rp re ta r la persistencia de tantos re.
flejos defensivos duran'te el su eñ o ; y si el d u rm ie n te sueña, ¿qué son
los sueños, sino deform aciones ‫ ﺀ‬،«' generis de los recuerdos, los t e m ^
res y las esperanzas del soñador? D u rm ie n d o 0 en vigilia, vivir es
p a ra el h o m b re esperar, y esperar es m overse “a p asio n ad am en te” , ac-
tu a r h acia el fu tu ro a lo largo de la linea m elódica de las diversas “p a.
siones".

II.— Modos de la espera: Espera y fortaleza

E n cuanto h á b ito y en cu an to actividad, la espera vital puede


a d o p ta r en la vida efectiva del h o m b re m odos m u y diversos. Los
pensadores m edievales d istin g u ía n la spes p ro p ia m e n te d ic h a (el spe•
rare tantum) y la expectatio, po r u n a p arte, y la spes o espera del bien
y el timor 0 espera del m al, po r o tra. U tiliz a n d o el p u n to de vista in-
coado en esa doble distin ció n , clasificaré los m odos de la espera con-
sid erán d o la sucesivam ente com o activ id ad y com o a c titu d 0 h áb ito .
§ 1. E sperando, el h o m b re a c tú a ; perO, p o r m u y “creador., que
sea, su actuación no es y no p o d rá ser n u n c a u n a creatio ex nihilo
subiecti. E l esperante actUa “en la re alid ad ’.. L o cual equivale a de.
cir que e n la activ id ad de la espera h a y que d istin g u ir dos m om en-
to s : lo que el esperante recibe de la re a lid ad y lo que él pone e n ella,
lo asum ido 0 apropiado y lo estrictam e n te creado. C abrá, según esto,
clasificar los m odos de la espera según cúal de estos dos m om entos
sea el dom iirante.
H a y ocasiones en que la espera to m a apariencia de p u ra y pasiva
recep ció n : ta l es el m odo de esperar de la expectatio. E n tre g a d o en-
tonces el h o m b re con m a y o r 0 m e n o r confianza a la eficacia de u n a
virtus aliena, parece lim itarse a u n a q u ieta “expectativa., de lo que
esa virtus quiera otorgarle. A si se espera u n p rem io de la lo teria y
asi esperaron el m a n á los israelitas del E x o d o ; p o r eso propuse
lla m a r “esperanza m osaica” a este m odo de esperar. Pero, e n rigor,
¿se tr a ta en la expectación de u n a m era recepción pasiva e inactuan-
te ? E n m odo alguno. M ien tras espera, el ex p ectan te puede entregar-
se a la a ctiv id ad de la p leg aria y se e n treg a siem pre a la a ctiv id ad
del proyecto. Son m uchos los casos en que la expectación es im petra-
ción, petición o ra n te de lo que se espera an te q u ie n se cree que puede
LA ESPERA LA ESPERANZA 51.

c o n c e d e rlo ‫ ؛‬y a u n n o sien d o im p e tra to ria , n u n c a la e x p ectació n deja


de. ser p ro y ectiv a, p o rq u e el e x p e c ta n te siem p re p ro y e c ta d e algUn
m o d o lo q u e p o d rá ser su v id a c u a n d o h a g a suyo aq u ello q u e espera
recib ir. Se d irá , con ra z ó n , q u e estos proyectos n o in flu y e n de n in g ú n
m o d o e n la consecución de lo esperado, y q u e n u n c a p o d rá dem os,
tra rs e q u e aquellas p leg arias h a y a n real'm ente in flu id o en su adveni-
m ie n to . Poco im p o rta a h o ra . E n u n o com o e n o tro caso, la expecta-
c ió n n o h a b rá sido m e ra p asiv id ad , sino a c tiv id a d real. P o r o tra par-
te, la recep ció n de lo es.perado no es n u n c a , com o vim os, p u ra ad ició n
m ecánica, sin o in c o rp o ra c ió n viviente, a p ro p ia c ió n ‫ ؛‬e n definitiva,
“ re c rea c ió n ". P a ra q u e el p re m io de la lo te ría llegue a ser efectiva-
m e n te “m ío ", es preciso q u e se in c o rp o re a m i v id a, a fa v o r d e los
pro y ecto s q u e p a ra e m p le arlo 0 g u a rd a rlo yo h a b ré d e c o n c e b ir; y lo
m ism o a co n te c erá con la c a rta q u e espero 0 c o n la re sp u esta a m i
p re g u n ta “ ¿ Q u é h o ra e s? ", c u a n d o u n a y o tra lleg u en h a s ta m f. N i
la ex p ectació n p u e d e d e ja r d e ser activa, n i la recepción de lo espera,
do es n u n c a o tra cosa q u e recreación.
E n o tra s ocasiones p re d o m in a la o p eració n c re a d o ra d e la mrtus
■ propria. E n ellas, la espera c o b ra aspecto d e creación y se tipifica his-
tá ric a m e n te seg ú n el m o d o q u e a n te s lla m é “e sp e ra n z a h e sió d ica ".
e n re c u erd o de la im p o rta n c ia qtie H esio d o concede a l tra b a jo h u m a -
no. P ero asi com o la ex p ectació n n o d e ja n u n c a d e ser activa, la
cre ac ió n n o p u e d e d e ja r d e ser e n a lg u n a m e d id a recep tiv a. N o con-
ta n d o co n la posesión de sus d otes y ta le n to s, el h o m b re c re a d o r re-
c i t e siem p re la tra d ic ió n e n q u e se ap oya y la re a lid a d d e q u e se
v a le ‫ ؛‬asi h a s ta e n el caso d e l genio m ás rev o lu cio n ario e in n o v a d o r.
G o y a afirm ab a n o ser d e u d o r sin o d e “V elázq u ez, R e m b ra n d t y la na-
tu ra le z a ” ‫ ؛‬con lo c u al v en ia a d e cim o s q u e su in m e n s a o rig in a lid a d
n o se h a lla b a e x e n ta d e “d e u d as” . E n rig o r, e n to d a c reació n h u m a -
n a h a y siem p re u n a d e u d a , y c re a r h u m a n a m e n te n o es o tra cosa
q u e d a r n u ev o ser a lo recib id o , “re c rea r'.. E l fra g m e n to d e H erácli-
to q u e a n te s tra n s c rib í — “Si n o se espera, n o se d a rá con lo inespera-
d o " - c o b ra asi u n a p ro fu n d a e ilu m in a d o ra significación.
E n re s u m e n : sea ex p ec ta ció n 0 creación, la a c tiv id a d d e la esp era
h u m a n a a c a b a sien d o “re c rea c ió n ” , elab o rac ió n o rig in a l d e algo reci-
b id o y y a d e a lg ú n m o d o e la b o ra d o ‫ ؛‬las o b ras d e l h o m b re n o son y
n o p u e d e n ser n u n c a proles sine matre creata. Sea o n o “a rd u o ” e l
e m p e ñ o - c o n E sco to y el p . C h arles, creo q u e la arduitas n o es u n a
n o ta especial de la e sp e ra n za — , el logro d e la espera h u m a n a y, p o r
lo ta n to , e l té rm in o d e la o p e ra ció n re c re a d o ra a q u e ese lo g ro con.
d u c e , son siem p re entificaciones d e la re a lid a d , ontopoesis. M as n o
520 LA E S iE R A Ÿ LA ESPERANZA

d e b . re p e tir 1. q u e sobre ello h a sido d ic h o en p á g in as a n te rio re s.


§ 2. L a a c titu d de esp erar — la a c tu a liz a ció n p rim a ria d el h á b ito
e n tita tiv o de la espera— supone, p o r lo p ro n to , u n a “e n tre g a ” 0 , com o
suelen d e cir los ex istencialistas franceses, u n engagement. C onviene
e n te n d e r estos conceptos en su ra d ic al p u r e z a ‫ ؛‬al m a rg e n , p o r ta n to ,
d e to d a im p lic a ció n social, p o litica o fo rm a lm e n te religiosa. T o d a
espera h u m a n a se m anifiesta bajo fo rm a de p ro y e c to y p re g u n ta ;
y si no es flatus vocis, to d a p re g u n ta c o m p o rta la ad sc rip c ió n d e l que
la h ace a la ta re a de su resolución, a u n q u e esa ta re a sólo sea la m i-
n im a de a g u a rd a r con p a cien cia a q u e la re sp u esta sea fo rm u la d a .
P ues b ien, ta l ad sc rip c ió n p e rso n al es la “e n tre g a " 0 engagement. En-
gagement: com p ro m iso , em p eñ o , e n tre g a. P o r el sim ple h e c h o d e es-
p e ra r, el e sp e ra n te está c o m p ro m e tid o , em p eñ ad o , en tre g ad o . P reg u n -
ta n d o a o tro “ ¿Q ué h o ra e s? ” , yo m e co m p ro m eto , m e e m p eñ o 0 m e
e n tre g o a e sp e ra r con p acie n c ia las p a la b ra s de m i in te rlo c u to r. P o r
eso p u e d e afirm ar M . C h asta in g , m a rc e lia n a m e n te , que “to d a p a la b ra
es a la vez u n a confesión y u n a Jjrom esa” . Y o p re fe riría d e c ir: “ y
u n a com prom esa.., p a ra d e sta c a r su d im e n sió n d e “ com prom iso... Pre-
g u n ta n d o , yo m e co m p ro m e to a o ír la respuesta, y ése es el p rim e r
c o n te n id o de m i p ro m e sa a la p e rso n a del in te rro g a d o .
H a y e n tre g a h a sta en el “escepticism o... ¿Q ué es, e n efecto, ser
escéptico? E n . U ltim o e x tre m o , c o n sid e ra r 0 e x a m in a r (eso es, en
griego, sképtomai) las d istin ta s respuestas q u e p u e d e n ser d a d as ‫؟‬
u n a p re g u n ta , sin a c e p ta r ex clu siv am en te u n a de ellas; y q u ie n eso
h a c e p o r su p ro p ia v o lu n ta d , eso p ro y e c ta, eso decide y a ello se en-
trega. E l escepticism o consiste en la e n tre g a al m o d o de ser h o m b re
q u e lla m a m o s “ser escéptico” , lo cu al no p u e d e acaecer sin e l apoyo
en d e te rm in a d a s creencias y sin la ejecución de m u y te rm in a n te s re-
soluciones. N o es im p o sib le el caso d e l escéptico dispuesto a m o rir
p o r la causa d e su escepticism o.
O cu rre, sin em b arg o , q u e la e n tre g a d el h o m b re a la espera p u e d e
lle g a r a p ro fu n d id a d e s m u y d istin ta s y m o s tra r o rie n ta cio n es m u y
diversas. E stu d ie m o s, pues, los m odos de la e n tre g a — y, p o r lo ta n -
to, d e la espera— i-esultantes de esas diferen cias en su p ro fu n d id a d
y e n su o rie n ta ció n .
P o r lo q u e a ta ñ e a la p ro fu n d id a d , la e n tre g a p u e d e ser in an e,
circ u n sp e c tiv a y a u té n tic a 0 rad ical. In a n id a d , c ircu n sp ecció n y au-
te n tic id a d son los tres m odos p rin c ip a le s del co m p ro m iso q u e consi-
go m ism o y con lo q u e no es él a d q u ie re el h o m b re , c u a n d o espera.
L la m o inane a la esp era cu y a e n tre g a es la x a y superficial. E l
h o m b re , p u n to m enos q u e in d ife re n te a la re a lid a d p ro p ia de lo q u e
ESPERA ESPERANZA 52r

espera, n . p re te n d e a h . r a sino “p a sa r el tie m p o ” . Im a g in e m o s u n


diálogo triv ial, ta n ta s veces re p etid o : “ ¿ A d ó n d e vas? - A l cine.
— ¿ Q u é vas a v er? — N o lo sé, y m e es igual.. Sólo p re te n d o p a sa r el
ra to .” H e a q u í u n tip ico ejem p lo de espera in a n e . E l e sp e ra n te se-
m ueve h a cia po sib ilid ad es d e ser que ap en as le im p o r ta n ; q u ie re que
la n o v e d ad de c ad a in s ta n te pase sobre él com o el a ire b ie n te m p la ,
do sobre el ro stro del c a m in a n te , sin casi a fe c ta rle ; desea, e n .s u m a ,
que to d o e n su v id a sea “p a sa tie m p o ". L a a c tiv id a d de la esp era es u n
sim ple “h a c e r p o r h a c e r", o b ie n - y a d o lo sam en te, p a ra o c u lta r la
deficiencia de la p ro p ia p e rso n a lid a d — u n “h a c e r q u e se h a ce '., u n
taire semblant.
M ás q u e el “yo” , el. su jeto de la espera in a n e es el “se" im perso-
nal, el M a n h eid eg g e ria n o , u n “se” esp ecialm en te in c o n siste n te y
laxo. E n la c in ta q u e se p ro y e c ta veo lo q u e “se" ve. pero ig u al que-
si aquello fuese o tra cosa, com o si la e x p erien cia lo g ra d a con la visión
fttese u n a p elicu la a n im ic a e x te rn a e in te rc a m b ia b le . N o es esto u n a
ra re z a excepcional. M u c h a s p erso n as 0 seudopersonas h a y cu y a v id a
ap en as p a sa de ser la espera in a n e y sucesiva de las d is tin ta s posibili-
d ad es que el m u n d o va- ofrecien d o , h a s ta q u e u n a de ellas es — ¿quién-
lo d iria ? — la m uerte.
L im ite e x tre m o del m o d o in a n e de la e n tre g a a la a c tiv id a d de-
esp erar es la co nversión d e este “p a sa r el tie m p o ” e n u n resu elto
“ m a ta r el tiem po... T e rrib le expresión. Q u ien se c o n te n ta con “pasar
el tie m p o '., se lim ita a d e ja r flu ir la n o v e d a d ; q u ie n sa ñ u d a m e n te
“m a ta el tie m p o ” se h a p ro p u e sto a n iq u ila r a n tes de n a c id a to d a po-
sib ilid a d q u e p u e d a afectarle. H ácese con ello — c ru el oficio— asesino
de po sib ilid ad es. ¿ C u á n to s son los h o m b re s que viv en decid id o s a
e stra n g u la r, ap en as e n tre v ista , to d a n a c ie n te p o sib ilid a d q u e p u e d a
sacarles d e su estado h a c ia o tro m ás alto ? E l m isoneísm o, el o dio a
lo nuevo, ¿q u é es, en su ra íz , sino te rc a y c o n sta n te occisión d e l tiem -
p o ? J u n to a los “asesinos d e re a lid ad e s", h o m b re s, a n im a les o cosas,
c o m p itie n d o a p re ta d a m e n te con ellos, no pocos “ asesinos d e posibili-
d ad es'. p u e b la n el m u n d o : son las gentes em p eñ ad as e n v iv ir “m a-
ta n d o el tie m p o ” .
M o d o d is tin to de la espera es el q u e h e lla tn a d o circunspectivo.
L a e n tre g a del e sp eran te, m ás .p ro fu n d a que en el caso a n te rio r, se
p ro p o n e a h o ra el logro de algú.n deseo e n d erez ad o a la consecución
de u n b ie n (placer) o a la ev ita ció n de u n m al (dolor). A sp ira el h o m -
b re e n ta l caso a “te n e r’, lo que. e sp e ra ; q u ie re lleg ar a u n a situ ació n
e n la cu al eso q u e espera - e l gozo de poseer u n b ie n 0 d e e v ita r u n
m a l— sea real y v e rd a d e ra m e n te “suyo". E s la relació n e n tre el h o m -
522 ESPERA Y LA ESPERANZA

b re y la re a lid a d q u e G. M arce l h a lla m a d , avoir. M e t i d . acerada-


m e n te e n su p ru p ia in tim id a d , el e sp e ra n te p r e te n d e d o m in a r y m a-
n e ja r sus p ro p ias po sib ilid ad es d e ser sin id en tificarse del to d o con
ellas, p ero e x tra y e n d o de ellas to d o el c au d a l d e fru ic ió n q u e pue-
d a n c o n te n e r en su e n tra ñ a . M o viéndose de u n a situ a ció n a o tra , las
d e ja tra s si com o fra g m e n to s de b ie n e x p rim id a p u lp a fru ta l.
¿ E n q u é c o n sistirá la a c tiv id a d d e e sp e ra r p a ra q u ie n asi viva?
P o r lo p ro n to , e n “h a c e r lo p e rtin e n te '.. D e a h f el im p e ra tiv o d e u n a
d o b le circu n sp ecció n 0 m ira d a e n to r n o : m ir a rá n u e stro h o m b re en
to rn o a si p a ra e v ita r q u e lo h e ch o 0 lo sobrevenido, d e stru y e n d o 0
a lte ra n d o su v id a fisica, le im p id a n el logro de esa posesión fru itiv a a
.que su espera tie n d e , p o rq u e él n o desea sin o aq u ello q u e te rre n a l-
m e n te p u e d a ser vivido y g o z a d o ; m as ta m b ié n p a ra co n seg u ir u n
satisfacto rio a co m o d a m ie n to d e sus acciones a la m e ta q u e e n ese
m o m e n to se p ro p o n e . Su espera es circ u n sp e c tiv a desde el p u n to de
v ista de la e v itació n y desde el p u n to de v ista d e la adecu ació n . V ive
este h o m b re , según Un sabroso d e c ir de n u e stro s clásicos, “la b a rb a
so b re e l h o m b ro ...
T o d o s los h ijo s de A d á n h a n esp erad o c irc u n sp e c tiv a m e n te e n
m u c h a s ocasiones d e su v id a ; pero la h is to ria d e O ccid e n te h a crea-
d o u n tip o h u m a n o e n el c u al la espera c irc u n sp e c tiv a es h á b ito p rin -
.cipal: el “h o m b re m o d e rn o " , e l “b u rg u é s” . N o m e d e te n d rá a q u í su
d esc rip c ió n p o rm e n o riz a d a ; m e c o n te n ta ré c o n re m itir a los estu d io s
.-clásicos de S o m b a rt, M a x W e b e r y Scheler, asi com o a las finas d istin -
ciones de B ergson e n tre Vhomme ouvert y Vhomme clos y a los a p u n .
tes d e G . M arce l q u e e n lu g a r id ó n eo reseñé. In d ic a ré , e n cam bio,
-tres n o ta s d e su re a lid a d p e rtin e n te s a n u e stro te m a : la in d o le pro-
p ia d e su espera, su a c titu d a n te el fracaso y su p o s tu ra fre n te a la
m uerte..
L a c ircu n sp ecció n tie n e com o supuesto p rin c ip a l la desconfianza,
y com o u to p ia la autosuficiencia. E l b u rg u é s a sp ira a Í o ^ a r lo q u e
-espera sin o tro recu rso q u e su virtus propria: ta l es la significación
e lp id o ló g ica d e la p rev isió n , la o rg a n iz a c ió n ra c io n a l y la técnica.
A p o y a d o e n ellas, tr a ta d e g o b e rn a r el fu tu ro m e d ia n te las fó rm u las
“ espero q u e ” y “espero d e'., referib les e n U ltim o e x tre m o a la q u e e n
-verdad c o n stitu y e su ideal, al “ cu en to con” . D esconoce, p o r ta n to , la
a c titu d tip ic a d e la e sp e ra n z a g e n u in a , ta n fielm ente e x p re sa d a p o r
el “espero e n '.. E l jefe que dice a u n s u b o rd in a d o “E sp e ro de u sted
u n b u e n c o m p o rta m ie n to ', o “E sp e ro que h o y te rm in a rá u sted este
-trabajo", ofrece u n ejem p lo tip ic o del m o d o b u rg u é s d e esp erar. N o
será d ifícil a d v e rtir q u e esas dos frases a p u n ta n a u n m ism o id eal.
‫ﻣﺎ‬ ESPERA ‫أ‬ u ESPERANZA 525

c o n siste n te e n d e c ir: « C uento con q u e u ste d h a r á lo q u e yo espero.”


O se a : im p e rio sobre la re a lid a d y calcu lab le u tiliz a c ió n de ésta al
servicio de los in tereses propios ٥.
P a ra q u ie n asi espera, ¿ q u é serán el b u e n é x ito y el fracaso? L a
resp u esta es c la ra : e l b u e n éxito, fru ic ió n d e u n logro p re v isto ; el
fracaso, decep ció n p o r a d v e n im ie n to de lo in esp erad o . E sp e ra n d o lo
q u e él se p ro p o n ía , h e aqUi q u e la v id a p o n e a este h o m b re a n te el
vacio, a n te la n a d a 7. E n la espera circunspectiva, “lo in e sp e ra d o ” es,
e n p rin c ip io , p e rtu rb a d o r, h a s ta c u an d o re su lta fav o rab le su e fe c to ;
ta n to m ás lo será c u a n d o l i e b l e . a p ro d u c ir la decepción. EJlo d eter-
m in a la génesis de dos h á b ito s c o n tra p u e sto s: el o p tim ism o y la deses-
p eració n . A q u é l es el ta la n te q u e e n g e n d ra la re p e tició n d el b u e n ,
éx ito y la co nfianza e n é l; esta o tra , el m o d o d e v iv ir q u e fo rja la
re ite ra c ió n d e l fracaso. T o d a decepción es p a ra el c ircu n sp ecto u n a
d esesperación m a y o r 0 m e n o r; y p u esto q u e su e sp e ra r posee a veces
m u y co n sid erab le v iolencia — m e c o n fo rm a ré con re c o rd a r cóm o es-
p e ra n los d e lin c u e n te s d e n o vela p o l i c i a c a - , el fracaso p u e d e arras-
tra rle e n los casos e x tre m o s h a s ta el c rim e n y el suicidio. N o es o tra
la causa d e la m a y o r frec u en c ia de este U ltim o e n las zo n as sociales
d e v id a m u y ra c io n a liz a d a .
L a esp era circ u n sp e c tiv a n o lleva e n su seno u n a im p lic ita con-
sid eració n d e la m u e rte : ésta n o pasa d e ser u n a z a r que sobreviene
al e sp e ra n te «desde fu e ra de él” , com o la fu lg u ra c ió n de u n ray o 0 el
a te n ta d o d e u n c rim in a l. E l b u rg u é s tip ico vive « c erran d o los ojos a
la m u e rte ” ; d e a h í su deseo de m o rir inconsciente, d o rm id o , y el
p re stig io de la e u ta n a sia en ciertas áreas de la b u rg u esía. E sa e sp e ra
in clu y e, p o r definición, sólo objetivos p e rte n ec ie n te s a la e x isten c ia
te rre n a l, pu esto q u e sólo ellos son previsibles y m an ejab les. L a m u er-
te «cae fu e ra ” de su c o n to rn o , m á s a ú n , los a n u la, los re d u c e a «no
ser'., y esto es lo q u e d e te rm in a la h o n d a aversión c o n q u e se la m ira .
H a b la r 'de la m u e rte e n el seno d e u n a sociedad b u rg u esa, ¿ n o cons-
titu y e u n signo ev id en te de «m al g u sto ” ? ‫ ﻣ ﺎ‬c u al n o es óbice p a ra
q u e la esp era circ u n sp e c tiv a te rm in e e n el suicidio - e s t o es, e n la
m u e rte — c u a n ta s veces la decep ció n irre sig n a d a llegue a convertii-se
e n desesperación irresistib le.
E l m o d o m ás p ro fu n d o d e la e n tre g a co rresp o n d e a la esp era

‫ ا‬N . deseo que mis palabras parezcan una diatriba contra el modo circuns-
pectivo de esperar. Sin ،1 no serian posibles muchas formas de convivencia que
todos reputamos imprescindibles. Cuando esos “intereses propios” de la espera son
٠ la vez “intereses comunitarios”, el esperante se convierte en funcionario ejem-
piar, una de las grandes creaciones del mundo moderno.
7 De nuevo remito al estudio L’expérience du vide, de j . M. Kijm.
524 LA ESPERA ‫آ‬ ESPERANZA

auténtica 0 radical. E n ella n o se e n tre g a el h o m b re a la m e ra d e g u s.


ta c ió n del paso d e l tiem p o , n i al sim ple logro de u n ob jeto deseado,
sino a l c u m p lim ie n to de u n a vocación. C on o tra s p a la b ra s : es “a u té n -
tic a " 0 “ ra d ic a l’., en este sen tid o , la espera q u e c u e n ta lú c id a m e n te
con la p o sib ilid a d d el fracaso y d e la m u e rte .
D elicado y h o n d o fe n ó m e n o h u m a n o el de la “vocación", ese lia-
m a m ie n to in tim o a ser de u n m o d o y n o d e o tro . “Sólo se vive a 8Í
m ism o - e s c r i b e O r t e g a - , sólo vive, de v e rd a d , el q u e vive su voca-
cidn, el q u e coincide con su v e rd a d e ro si mismo” *. V ocación, seg ú n
esto, es el q u e h a c e r q u e h a c e a l h o m b re c o in cid ir consigo m ism o ;
“la re a liza c ió n de n u e stro fo n d o p e rso n al", seg ú n la fó rm u la de M a-
rías *٠ E n o tra p á g in a c o n tra p o n e O rte g a la afición y la vocación.
A q u é lla consiste e n la satisfacción d e u n ap etito , e n la g u sto sa cap.
ta c ió n d e lo q u e a n te n o so tro s h a y ; la vocación, e n cam b io , es la
“sensación dolorosa, an g u stio sa, de q u e n o h a y algo q u e es m e n este r” ,
y exige n e c e sa ria m e n te la fa e n a de c re ar eso q u e no h a y !.. E lla es,
en fin, la secreta voz que “p ro p o n e ” y no “ im p o n e ” a l ho'm bre lo q u e
éste tie n e q u e h a c e r; p ero d e ta l in d o le es su “pro p o sició n ” que, si
lib re m e n te n o la aceptam os, d ejam o s eo ipso de ser n osotros m ism o s “ .
A u n p rim e r e x am e n , la vocación es, pues, el q u e h a c e r sin el cu al
n o p o d ría m o s seg u ir sien d o n osotros m ism os. Q u ie n es tra id o r a su
vocación p ro p ia in c u rre en falsedad, vive “en falso” y deja de se r
“él m ism o ” . N o nos a rre d re el a firm a r q u e ese h o m b re “ m u e re ” . H a y ,
en efecto, varios m o dos d e m o rir, y u n o de ellos, d is tin to d e la “ m u er-
te bio ló g ica” o p é rd id a d e la v id a te rre n a , es la “ m u e rte biográfica”
de qu ien es sig u en u n a v id a in d iv id u a l d is tin ta d e a q u ella a q u e su
vocación les llam ab a. E l “a b u rrim ie n to ” (de ab-horrere, “h o rro riz a r-
se d e ”) no es o tra cosa q u e el enojoso se n tim ie n to de h a c e r algo p a ra
lo cu al som os “ cadáveres biográficos” . D e n tro de "la o rd e n a c ió n zu-
líiria n a de los m odos de h a c e r la p ro p ia vida, el a b u rrid o es “a g e n te ”
y acaso “a c to r", m as n o g e n u in o “a u to r” de si m ism o. A b u rrirs e es
e x p ia r el d e lito de h a b e r tra ic io n a d o la p ro p ia vocación ‫ﻟﻞ‬٠
V ivim os Jjerso n alm en te en el c u m p lim ie n to d e n u e stra vocación.

‫“ ا‬En I.rno a Galileo.’, 0 . c., t. V, pag. 138.


٥ Introducción ٥ la Filosofia, p.g. 386.
1. “Sobre las carreras”, o. c., t. V, págs. 167-183.
11 “Misión del bibliotecario”, o. c., t. V, pág. 210.
12 No pretendo en este brevísimo apunte agotar el tema del aburrimiento y
el tedio. Sobre ،1, víanse los atisbos metafisico. de Heidegger y el libro de Revers
antes mencionado. Para entender rectamente lo que yo digo ahora, no se olvide
—como luego i n d i c o que también el “ser hombre” pertenece en alguna medida
a la vocación. El taedium vitae es el aburrimiento corresjwndiente a la vocación
de “ser hombre”.
LA ESPERA y IA esperanza 525

M ás a ú n : .en c u a n to personas, vivim os de ese c u m p lim ie n to . B asta n


estas dos expresiones p a ra a d v e rtir la esencial relació n que existe en-
tre la vocación, la creación y la creencia. L a vocación es el cauce pro-
pio de la c reació n h u m a n a y la fo rm a expresa de su esencial g ra tu i-
d a d : p o r eso la sen tim o s com o u n “lla m a m ie n to ’, que desde el tras-
fo n d o de n u e stro ser nos im p u lsa a h a c e r algo con o rig in a lid a d , a
“ cre ar". P u e d e u n h o m b re , es cierto, ser “creadot.” al m a rg e n de su
vocación e stric ta , p o rq u e ésta no coincide siem p re y n e ce sariam e n te
con su p e rso n al a p titu d ; p ero sólo en el q u e h a c e r a q u e se sie n ta vo-
cado a lc a n z a rá u n in d iv id u o h u m a n o el su m o n iv el d e su posible
e n tid a d p ro p ia 1٥. N o m enos clara es su con ex ió n con la creencia. Vi-
vim os e n n u e stra s creencias y d e n u e stra s creencias, olm os d e cir a
O r te g a ; vivim os p e rso n a lm e n te e n el c u m p lim ie n to y del cum pli-
m ie n to de n u e s tra vocación, d ig o yo a h o ra . E l ejercicio de c u m p lir
la vocación p e rso n al nos p o n e e n co n tac to in m e d ia to con las creen-
ci as sobre q u e n u e stra v id a se apoya y, p o r lo ta n to , co n lo re a l: la
vocación es a la vez el c a m in o de la e x isten cia a u té n tic a y el m odo
m ás p e rso n a l e in tra n s fe rib le d e n u e stra h u m a n a versió n a la reali-
d a d . P a ra m i es m á x im a m e n te “re a l” aquello e n q u e yo m e ejercito
-cuando existo c u m p lie n d o m i vo cació n ; to d o lo d em ás m e p arece
u n poco fa n ta sm a l, salvo si c h o ca conm igo.
C onviene, sin e m b arg o , no e n te n d e r la p a la b ra “vocación” e n u n
sen tid o d e m asia d o p a rtic u la r y concreto, com o si sólo h u b ie se voca-
ciones de g e ó m etra, m úsico o n av eg a n te solitario. P ro c e d ie n d o asi
in v a lid a ría m o s los asertos an terio re s. “A u n q u e la vocación es siem -
p re in d iv id u a l, se co m p o n e d e n o pocos in g re d ie n te s g en érico s", ad-
v ie rte c a u ta m e n te O rteg a, y c ita com o ejem p lo e m in e n te el d e l ha-
b la : “p a ra vivir en singular el h o m b re tie n e q u e hablar en gene-
rar ’ !.. E s v e rd a d . T o d a vocación in d iv id u a l - s e r g e ó m etra, m úsico
٠ n a v e g a n te s o l i t a r i a descansa y a rra ig a e n u n a serie de vocaciones
su b yacentes, de á re a c a d a vez m ás a m p lia : ser español 0 fran cés, ser
p a d re d e fa m ilia , ser p e rso n a ju s ta y d ig n a , ser h o m b re . U n o es ho m -
b re n o sólo p o r n a tu ra le z a , sino ta m b ié n p o r vocación : está lla m a d o
a ser h o m b re cab a l y p u e d e ser tra id o r a esa lla m a d a ! ٥. P o r eso p u d o
13 No es problema leve el de la reladdn entre la vocación y la aptitud. Ha-
bltualmente coinciden‫ ؛‬mas también hay casos en que discrepan, y entonces el
dranta de ser hombre se hace especialmente intenso y doloroso. Sólo “especial-
mente”, porque nunca pueden coincidir !»or completo la vocación y la aptitud :
una vocación verdadera no se conforma sino con aptitudes “ilimitadas”. No creo
que Miguel Angel y Goya estuviesen satisfechos de sus respetivas aptitudes, aun
siendo éstas tan agregias.
٠٠ “Pidiendo un Goethe desde dentro”, o. Cj t. IV. pigs. 410-411.
٠« El “llamamiento” del hombre a la existencia real - s u “arrojamiento” a
526 LA ESPERA Y ESPERA NZA

d e c ir G oethe q u e la ra z ó n sirve a veces p a ra q u e su titu la r sea “ m á s


b e stia l q u e c u a lq u ie r b e stia ’.. E s c ierto q u e el h o m b re tie n e que c u m -
p lir su vocación g e n érica - l a “ h o m b re id a d ”— de u n m o d o in d iv i-
d u a l, m as ta m b ié n es cierta' la p ro p o sició n re c ip ro c a : el g e ó m e tra
tie n e q u e c u m p lir d e m o d o g en érico su vocación in d iv id u a l; a sa-
b e r : sien d o h o m b re y c u m p lie n d o fielm ente aq u ello a q u e com o h o m -
b re está “lla m a d o ” . N in g ú n g eó m etra, p o r g e n ial q u e sea, se h a lla
e x e n to de la o b lig ació n d e ser v e ra z alle n d e la g eo m etria . N o h a b e r
a ce p ta d o a veces esta e le m e n ta l re g la fu é el d escarrio d e l abusivo "ge-
n ia lism o " ro m á n tic o ٤٠.
Q u iero s u b ra y a r, en fin, la in tim id a d d e l v in cu lo q u e u n e e n tr e
si la vocación, e l su m o b ie n y la m u e rte . T o d o aquello a q u e u n
h o m b re v o c acio n alm en te aspii.a — con o tra s p a la b ra s : to d o lo q u e
u n h o m b re a u té n tic a m e n te espera— es su versió n p e rso n al d e l sumo,
b ien. C laro está que u n a o b ra vocacional no es n u n c a “e l” su m o b ien ,
p o rq u e las vocaciones h u m a n a s son in n u m e ra b le s, y p o rq u e siem p re
es posible q u e la vocación de q u e ta l o b ra p ro ced e se realice e n o tra s
o b ras m ás a ltas y a c a b a d a s; p e ro si es u n o de los cam in o s h a c ia él.
P a ra V e lázq u ez, el c am in o h a c ia el su m o b ie n e n su caso, h a c ia
la '.su m a fru ic ió n p ic tó ric a ”— pasab a, es seguro, p o r Las Meninas;
p a ra R e m b ra n d t, p o r la Ronda de media noche, y p a ra to d o s los
h o m b re s, p o r esas dos sin g u lares vias y p o r todas aquellas a q u e a p u n -
ta n c u a n ta s figuras h a y a n sido v o cac io n a lm e n te p in ta d a s, d esde el
p aleo lítico h a s ta el fin d e los tiem pos. D ígase o tro ta n to acerca d e la
a stro n o m ía 0 d e la ju risp rtid e n c ia . U n h o m b re aislado n o concibe el
su m o b ie n si éste n o in c lu y e de a lg ú n m o d o aq u ello a q u e su perso-
n a l vocación tie n d e : a los ojos de D escartes 0 d e H ilb e rt, u n cielo
d o n d e el sab e r m a te m á tic o n o tu v ie ra pu esto y c u lm in a c ió n n o seria
cielo. A m p lie m o s el a rg u m e n to : u n sum o b ie n ajen o a la vocación
g e n érica de to d o s los h o m b re s — “ser h o m b re " — y a las in n u m e ra -
bles vocaciones p ersonales e n que esa g e n érica vocación se sin g u la ri,
z a — ser g e ó m e tra , m úsico 0 n a v e g a n te s o l i t a r i . » n i seria “b ie n ” n i
m e re ce ría el a d jetiv o de “su m o ” .

ella, diría H eidegger- nos es absolutamente impuesto; por eso el hombre ‫ ﺀﺀ‬ml.
s٤٥n (Zubiri): pero el “llamamiento.’ a realizar de un modo personal esa misión
nos es sólo propuesto (Ortega, Zubiri). Ahora bien: a ese “modo personal” de reali-
zar la misión que tenetnos y somos pertenece algo que es genéricamente humano.
Existir o no existir no me ha sido propuesto, pero si el ser veraz 0 no serlo.
18 Hay personas cuya Indudable grandeza consiste en sentir de manera eml.
nente su vocación de “mero hombre”. Quien, por ejemplo, ha hecho “voto de obe.
diencia”, puede vivir en este mundo de un modo “auténtico” ejecutando los queha-
ceres más diversos. ‫ ﻣ ﺎ‬estrictamente personal de su vocación está más allá de
“este mundo”.
LA ESPERA Y LA ESPERANZA 527

C o n q u ista n d o v o c ac io n a lm e n te sus personales fu s ib ilid a d e s de ser.


los h o m b re s e sp e ra n el su m o b ie n y a sp ira n h a c ia él. A q u í tie n e n
su lu g a r p ro p io las c erteras reflexiones de K a n t acerca de la esperan-
z a y, p o r supuesto, la tra d ic io n a l d o c trin a c ris tia n a de la re la ció n e n .
tre los bienes p a rtic u la re s y el summum bonum. Y si esto es asi,
¿cóm o e sp e ra rá el h o m b re c u a n to s u -p e rs o n a l vocación le b rin d a ?
Y a lo sabem os : a m u e rte . P u esto que, e n c u a n to p ersonas, viv im o s
del c u m p lim ie n to d e n u e stra vocación, la e n tre g a a u té n tic a , ra d ic a l
o vocacional a la espera a su m e lú c id a m e n te el riesgo de m o r ir : sólo
a rro s tra n d o con resolución la p o sib ilid a d d e u n a “ m u e rte biológica”
p u e d e ser e v ita d a coh s e g u rid a d la caíd a e n u n a " m u e rte biográfica.’.
R eco rd em o s el viejo y jactan cio so m o te de la vocación m a rin e ra :
navigare necesse, vivere non necesse. o estas p a la b ra s d e L a ë n n e c ,
g ra v e m e n te e n fe rm o , poco a n tes de la p u b lic a ció n de su lib ro sobre
la a u sc u lta ció n m e d ia ta : “V olv ien d o a P a ris p a ra a c a b a r m i lib ro
sab ia q u e co n ello a rrie sg a b a m i v id a ; p ero la o b ra que voy a p u b lic a r
será, espero, b a sta n te Util ta rd e o te m p ra n o p a ra v aler m ás q u e la
v id a d e u n h o m b re ” !7. 0 estos versos de A n g e l G an iv et, d e since-
rid a d ta n p r o n ta y trá g ic a m e n te d e m o stra d a :

Si muerte y vida son sueflo,


s٤ todo en eJ mundo sueña,
yo doy mi vida de hotnbre
por sofiar...

N o se m e a trib u y a u n a in te n c ió n m e lo d ra m á tic a . C o n e sta tria-


d a d e tex to s, ta n fá c ilm e n te am p lia b le, no p re te n d o a firm a r q u e el
c u m p lim ie n to d e u n a vocación sólo es a u té n tic o c u a n d o p o n e a su
titu la r a n te el p elig ro d e m o rir. N a d ie h a vivido m ás seg u ra y pa-
cificam ente q u e K a n t en K o en ig sb erg , y pocos m ás a u té n tic a m e n te
e n tre g a d o s a l c u ltiv o de la p ro p ia vocación. A firm o ta n sólo q u e no-
es v e rd a d e ra u n a vocación si n o es cap a z d e m a n te n e rse fiel a si mis--
m a , com o S a n to T o m á s decía, circa pericula mortis. Sin m e lo d ra m a
y sin ja c ta n c ia , to d o a q u e l e n cuyo e sp íritu b rille u n a vocación b ie n
d e te rm in a d a — la de filosofar 0 la d e obedecer— h a b r á d ic h o algu-
n a vez p a ra su coleto, o p o rtu n a m e n te m u d a d o , el le m a d e los n a u ta s
m e d ite rrá n e o s que m ás a rrib a c o p ié: navigare necesse, vivere non
necesse 8‫؛‬.

17 Fragmento de una carta citada por R Mondor en Grands médecins presque


tous (Paris, 1943).
18 Dice una vez Quevedo, desde el seno de su genérica y Jttrsonal vocación de
felicidad‫ “ ؛‬iQu¿ dicha que el morir de amar naciese!” Todo hombre podría hacer
.528 LA ESPERA ١' ESPERANZA

T a n resu elta, g a lla rd a y ra d ic al e n tre g a al m ás a lto c u m p lim ie n to


d e la p ro p ia vocación, ¿es cosa d is tin ta de la m a g n a n im id a d , p a rte
in te g ra l de la fo rta le z a ? L a c o n ju n c ió n d e estas dos v irtu d e s - l a
e n tre g a del h o m b re a u n a “ra z o n a b le e m p resa d e a lta s cosas', c ap a z
d e a fro n ta r el p elig ro de m o rir— g o b iern a, según S an to T o m ás, la
p a sió n irascible de la espera v ital (passio spei), la o rd e n a h a c ia fines
ra z o n a b le m e n te accesibles al e sp e ra n te y la m agnifica to d o c u a n to
es d a b le a q u ie n sin cesar d eb e e v ita r la desesperación y la pusila-
n im id a d . G racias a la m a g n a n im id a d y a la fo rtale z a, la p a sió n de
e sp e ra r se h ace p le n a m e n te h u m a n a y v e rd a d e ra m e n te rad ical. A ho-
ra b ien , n u e stro an álisis nos h a p e rm itid o c o m p re n d e r q u e el c am in o
re a l d e la m a g n a n im id a d es la vocación. M o viéndose seg ú n ella y
d a n d o ser a todo aquello que v o cacio n alm en te sea él c ap a z de c re ar
— siendo, p o r ta n to , “p o e ta de si m ism o y de la re a lid a d e n t o r n . ,
el h o m b re e m p re n d e d e m o d o ra z o n a b le las m ás a lta s cosas a q u e
.sus recursos alca n c en y sabe lo g ra rla s seg ú n la in su p erab le fó rm u la
d e la espera a u té n tic a que nos legó F ran c isco d e A ld a n a : “Sin q u e
la m u e rte a l ojo e sto rb o sea.” ’

III.— Motos de la espera: espera, angustia y esperanza

’E l a p a rta d o a n te rio r nos h a m o stra d o los diversos m o dos d e la


espera, seg ú n la “ p ro fu n d id a d ', de la e n tre g a al h á b ito d e esperar.
P ero , com o d ije, es preciso c o n sid e ra r ta m b ié n la “o rie n ta ció n ., d e
esa esp era desde el p u n to d e v ista de la a m b iv a le n te te n sió n e n tre
los dos m o v im ien to s afectivos sobre q u e se a p o y a : la co nfianza y la
-difianza. E s p e ra r es p ro y e c ta r y p r e c in ta r , y el p ro y e c to y la p re .
g u n ta d escan san siem p re - d e o tro m c d o n o e x istiría n — sobre u n a
-confianza m ás 0 m enos firm e y seg u ra e n el lo g ro efectivo d e lo q u e
com o m e ra p o sib ilid a d d e ser se pro y ecta. C onfianza m á s 0 m enos fir.
m e, n u n c a a b so lu ta m e n te in c o n m o v ib le y c ierta. ‫ ﻣ ﺎ‬p ro p io d e la se-
g u rid a d es m ás b ie n “op o n erse a l te m o r q u e p e rte n e c e r a la esperan-
z a ” , d e cla ra S an to T o m á s : a la ex isten cia del h o m b re in via p e rte n e .
ce esen c ialm en te u n a anxietas dubitationis. S an A g u stín , p o r su p a rte .

811yo ese sentir. M as aquel que sienta, adem ás, una vocación especifica, h a rla do-
blentente suyo ese verso cam biando el t.erbo “am ar” por el q ue exprese su personal
q u erencia: p in ta r, com poner m úsica 0 contem plar los astros.
El probletna teológico de la ordenación de los “bienes p articulares” a l “sum o
b ien ” - D i o s , que en su infinitud trasciende y asum e todo bien posible— h a sido
m agistralm ente estudiado por el padre s. R am írez, 0 . p., en ٠ ‫ ﺀ‬h o m in is b e a titih
d in e, II (A latriti, 1943), pàgs. 297-309.
LA ESPERA LA ESPERANZA 52‫و‬

v e e n la v id a te rre n a l u n a c o n stitu tiv a inquietudo. N o h a y d u d a .


M á s co nfiante u n a s veces, m á s d ifian te otras, el h o m h re q u e espera
n o p u e d e lib ra rse d e s e n tir e n su alm a la te n sa co existencia d e esos
d o s afectos. V eam o s cóm o se configura el p re d o m in io de u n o y o tro
e n los varios m o d o s de esp erar a n te rio rm e n te d eslin d ad o s.
§1. C u a n d o en la espera in a n e p re d o m in a la d ifian za, esa espera
-adopta la fo rm a d el disgusto. H ácese, pues “espera d isg u sta d a ” , ? a r a
n o d a r a ta l estado d e l á n im o m ás alcance q u e el superficial de la
in a n id a d , co nviene e n te n d e r e n su p u ro sen tid o etim o ló g ico la pa-
la b ra “d isgtisto” . D is-g u sto : lo q u e a lte ra 0 q tlita e l “g u sto ” d e i r
v iv ien d o , lo que d e stru y e la c o tid ia n a y leve satisfacción de ir pasan-
do el tie m p o sin c o n tra rie d a d e im p id e la a n o d in a y r u t i n a r i a com -
p la ce n c ia con q u e decim os a d ia rio : “E l g u sto es m ío ." C on ese pre-
v io “d isg u sto ” , ocasional o h a b itu a l, según los casos, espera la Con-
te m p la c ió n d e u n espectáculo el h o m b re q u e desconfía d e e n c o n tra r
« n él lo poco q u e d e él desearía.
F r e n te a l disgusto, la esperanza trivializada 0 despreocupación es
e l m o d o d e la espera in a n e c u a n d o e n el afecto sobre q u e se ap o y a
d o m in a la confianza. O bsérvese q u e con ello la “esp era” se tru e c a c .
su e lta m e n te e n “e sp e ra n za '., a u n q u e ésta sea to d a v ía h a r to incon-
siste n te y triv ia l: la e sp e ra n z a es, p o r lo p ro n to , “espera confiada..,
y espera confiada es la d espreocupación. V iv ir “des-preocupado” es
-esperar el fu tu r o con el á n im o ex en to de la p re o c u p a c ió n q u e e l fu-
'.turo da, confiar lig e ra y a leg rem e n te e n q u e las livianas aspiraciones
d e la espera in a n e “ir á n salien d o b ie n ’.. C om o el d isg u sto es la for-
m a m ás te n u e y m u n d a n a d e la a n g u stia , la d esp reo cu p ació n es el
m o d o m ás superficial y te n u e d e la e sp eran za. P ie n se el le c to r e n
c u a lq u ie ra 'd e los desp reo cu p ad o s q u e e n to rn o a él p u lu la n .
M ás g raves so n las fo rm as q u e e n la espera circ u n sp e c tiv a reviste
e l p re d o m in io d e u n o u o tro afecto. P a ra q u ie n e sp e ra c irc u n sp e c ti.
v a m e n te , e l fracaso es el d efinitivo “n o ser” d e las p o sib ilid a d es q u e
su p ro y e c to c o n te m p la b a : p o r ta n to , la a m a rg a e x p erien c ia d e la de-
-cepción y la in fe re n c ia v ita l y p re ju d ic a tiv a d e ia “n a d a... E l h o m -
.bre q u e asi c o n sid e ra sus fracasos, ¿có m o espera, c u a n d o h a b itu a l,
m e n te desco n fía d e su b u e n é x ito ? E v id e n te m e n te , e n desesperación.
E n su m ás e stric to sen tid o , la desesperación n o es, cojno suele pen-
sarse y decirse, u n “no e sp e ra r n a d a ” , sino u n e sp e ra r te m ie n d o vehe-
m e n te m e n te q u e “n o será ” - q u e será “ n a d a " - aquello q u e se es-
p e ra ; estad o de á n im o q u e se h a c e h á b ito afectivo 0 ta la n te c u an d o
el circ u n sp e c to se h a lla con v en cid o d e su “m a la su e rte ” 0 cu an d o ,
p ese a su circttnspección, la to rp e z a 0 la d esm esu ra le in d u c e n a p r o ­
34
5 0 ESPERA Y LA ESPERANZA

p o n e rse m etas p a ra él in alcan zab les. D e a b i e l g ra n n ú m e ro d e los


desesperados desde q u e el m u n d o m o d e rn o , m o n ta d o v ital e h istó ri-
c a m e n te sobre la esp era circu n sp ectiv a, h a m o stra d o la v a n id a d d e
las esp eran zas te rre n a s q u e en cen d ió e n el c o ra zó n de los h o m b re s 1٠.
E l c o n tra p u n to de esta desesperación es la esperanza confirmati-
va u optimismo del h o m b re q u e h a b itu a lm e n te co n fia e n el cum pli-
m ie n to de sus previsiones. A la d esesperación d e l m u n d o m o d e r n ,
e n crisis p recedió, com o vim os, el o p tim ism o d e los siglos XVIII y XIX,
c u a n d o la a sc e n d en te b u rg u e sía c a m in a b a d e triu n fo en triu n fo . T a n -
to llegó a c ala r e n las alm as esa visión o p tim is ta d e l fu tu ro , q u e n i
los h is tó ric a m e n te m ás desesperados c o n sie n te n siem p re e n re n u n -
c ia r a ella. “U n h o m b re desesperado e n su U ltim o fo n d o o b s e r v a
P ie p e r— p u e d e a p arec er com o “o p tim ista ’, p a ra los o tro s y p a ra si
m ism o e n los d o m in io s p e n ú ltim o s del ser, p o r ejem plo, e n los q u e
a ta ñ e n a los in g re d ie n te s n a tu ra le s de la c u ltu ra , si sabe c e rra r h er-
m é tic a m e n te la m ás in tim a c á m a ra d e la desesperación, d e m o d o
q u e n o p u e d a salir d e ella n in g ú n q u e jid o ‫ ؛‬y es b ie n expresiva la
v irtu o sid a d q u e e n esto h a lo g ra d o el h o m b re m u n d a n o de n u e stra
¿poca" 2٠. N o es el. o p tim ism o , com o sostiene G. M arcel, u n h á b ito
psicológico ra d ic a lm e n te d is tin to de ‫ ظ‬esp eran za, sino m á s b ie n la
fo rm a esp ú rea de la e sp e ra n za c o rre sp o n d ie n te a la espera circu n s-
pectiva, esto es, a la co n fian za e n la c a lc u la b ilid a d y p re v isib ilid a d
d e l fu tu ro .
§2. M ás a te n ta m e n te d e b e n o c u p arn o s las fo rm a s d ifian te y con-
fiante de la esp era a u té n tic a o rad ical. E s ésta, com o sabem os, u n a
espera vocacional q u e h a sabido a su m ir co n lu c id e z m a y o r 0 m e n o r
la p o sib ilid a d de la m u e r te 0 ‫؛‬, desde o tro p u n to d e vista, la espera
v ocacional del su m o b ien . C on sólo estos dato s, tra te m o s de com -
p re n d e r los m o dos d e e x istir a q u e c o n d u c irá el p re d o m in io de la
d ifian za o el de la co nfianza en el á n im o d e q u ie n a u té n tic a m e n te
espera.
H e a q u i el caso de u n h o m b re q u e a c tú a re su e lta m e n te e n la 1Í-
n e a de su vocación y que d esconfía de o b te n e r lo q u e de su e m p eñ o
esp era. E se h o m b re , ¿q u é esp era? M o d esto 0 genial, él es u n “crea-
d o r” . N o p ersig u e el p la ce r 0 el lu cro d e ver satisfechas sus p re v i,
siones, sino la creación, n u n c a del to d o previsible, d e u n a o b ra estric-

1« M uy finam ente afirm a Pieper que è cuito a la ju v en tu d , ta n visible en


n uestra ،p oca ( u l t o “forzado y externo”, segUn sus p a la b r a s - , acaso proceda d e
la desesperación que hoy late en los senos de la srciedad (U eb er d ie H o ffn u n g , pá-
g ina 45).
2 ٠ Ib id e m , pág. 53.
LA E S rE R A Y U ESPERANZA 531

ta m e n te p e rso n a l ٤٤. Su fracaso in m e d ia to n o p u e d e ser absoluto. Su


o b ra le satisfa rá m ás 0 m enos ‫ أ‬pero, p o r m u y in sa tisfa c to ria q u e
sea, n o d e ja rá de ser “o b ra ” y “su y a” . B ajo fo rm a de cu ad ro , lib ro
0 acción p erso n al, u n “ser" nuevo h a n acid o p o r la v irtu d de su es-
fu e rz o c re a d o r e n el seno de la re a lid ad . H a s ta las m en o s logradas
de sus creaciones son m ira d a s p o r u n a u to r con te r n u r a ; es d ecir, sin
desesperación. Q u ie n q u e m a sus versos de adolescencia será h u m il-
de u n a s veces y orgulloso otras, n u n c a u n desesperado. ¿ H a b re m o s de
co n clu ir, seg ú n esto, q u e la creación vocacional im p id e el p re d o m in io
de la d ifian za e n el á n im o del c re ad o r?
E s forzoso tra s la d a r el análisis a u n p la n o m ás p ro fu n d o y repe-
t i r de nu ev o la p re g u n ta a n te r io r: ¿q u é espera el c re a d o r p o r voca-
ció n ? L a v e rd a d es q u e no se c o n te n ta sólo con q u e su o b ra p e rso n al
“s e a " ; p re te n d e ta m b ié n q u e esa o b ra suya “siga sien d o ” ; en Ulti-
m o e x tre m o , q u e “sea siem pre.’ : aere perennius, según la fó rm u la
clásica. C u id a d o : n o m e refiero a la p e rd u ra c ió n m a te ria l del libro,
el c u a d ro 0 el edificio re su lta n te s del acto c re a d o r; a to d a s estas obras
p u e d e ser a p licad o e l d ese n g a ñ ad o y certero verso quevedesco : “por-
q u e ta m b ié n p a ra el sepulcro h a y m u e rte ’.. T a m p o c o a lu d o a la ca-
r r e ra de la fa m a h a c ia el fu tu ro , .porque, en su in m e n sa m a y o ría , los
esfuerzos creadores de la g re y h u m a n a d ista n m u c h o de ser “fam o-
sos” . G en ial 0 m odesto, el h o m b re c re ad o r asp ira a q u e el v alo r de
su creación sea “reco n o cid o ” e n u n o rd e n de la re a lid a d d o n d e im -
p ere la ley d e l “siem p re ” . Poco im p o rta a h o ra q u e esa asp irac ió n que-
de secreta en algim os y b rille p a te n te en otros, y q u e las fo rm as de
su p a te n c ia sean la tra sc e n d e n c ia 0 el p an teism o . In v isib le u Osten-
ta d a , existe e n la e s tru c tu ra de todos los actos h u m a n o s que n o sean
p u ro “p a sa tie m p o ” p a ra q u ie n los ejecuta. P e ro la ex isten cia h u m a ,
n a , ¿ p e rm ite , e n re a lid a d , el “siem p re ” ? ¿ N o se h a lla a b ru p ta m e n te
conclusa p o r u n a m u e rte in e x o ra b le ? M i s e s m ís im a m u e rte y la
m uei-te n o m enos seg u ra de to d o s m is congéneres, ¿ n o im p id e n ٥
radice la p o sib ilid a d de q u e “sean siem p re ” c u a lq u ie r acción 0 cual,
q u ie r valor de m i v id a? L a m u e rte c o n v ierte e n ra d ic a lm e n te proble-
m á tic a la re a lid a d d el “siem p re ” ; n o la n iega, pero si la h a c e cues-
tio n ab le. L a relega, e n U ltim o e x tre m o , a l do'm inio e n q u e confluyen
to d a s las cuestiones re lativ as a n u e s tra c e rtid u m b re de la re a lid a d :
el d o m in io d e la cre en c ia y la confianza. E l h o m b re p u e d e confiar
21 ' Esa o b ra puede ser —no lo olvidem os— la m inim a de saber “apropiarse”
la respuesta a la pregu nta “ ¿Q ué hora es?” Todos podemos ser “creadores” de
n uestra vida cotidiana, y es bien sabido que en esa em presa h ay verdaderos artis-
tas. S aludar a u n conocido —valga este e j e m p l o puede ser u n a o b ra m uy bella
y ۴ rsonal.
532 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

con m ás o m enos firm eza e n q u e el v alor d e sus acciones personales


sea reconocido “p a ra siem p re".
C abe, pues, q u e predo.m ine la d ifian za e n el á n im o del hom bre,
cre ad o r. N o es su fracaso in m e d ia to lo q u e le d a c u id a d o ; y a h e m o s
visto q u e .in m e d ia ta m e n te él no p u e d e fracasar. L a espera circuns-
p e ctiv a p u e d e e n c o n tra rse de m a n o s a boca con el “n o ser” ; la es-
p e ra a tité n tic a y c re a d o ra conduce, p o r el c o n tra rio , a l “ser” , h a s ta
c u a n d o m en o s valiosa es la o b ra creada. P e ro ese ser, ¿ “será siem -
p re ” ? L a p ersp ectiv a de u n a “n a d a ” defin itiv a y to ta l se ab re, o m i.
nosa, a n te el a lm a difiante y a u té n tic a . ¿S erá preciso re c o rd a r q u e el
e sta d o d e á n im o re s u lta n te de esa situ a ció n recib e el n o m b re de an-
gustia? D esde n u e stro p u n to de vista, la a n g u stia es e l se n tim ie n to
c o rre sp o n d ie n te a la espera a u té n tic a o ra d ic a l c u an d o e n ella pre-
d o m in a la difianza.
N o es fre c u e n te q u e la a n g u stia a n iq u ile — p o r suicidio 0 p o r di-
solución obsesiva— el p o rv e n ir de u n a v id a cread o ra. E so acaecerá,
a lo su m o , e n in d iv id u o s m o rb o sa m e n te an ó m alo s. L os sujetos de na-
tu ra le z a san a - n o son ind isp en sab les la lo z a n ía y la re c ie d u m b re
p síq u ica : a h í e stá n los casos d e l e o p a r d i y R ilk e— suelen salir del
la n ce tra n s m u ta n d o la a n g u stia y la d ifian za e n h a b itu a l, a n im o sa y
a c tiv a desesperanza. E sto es : resolviéndose c o n e n te re z a a seg u ir crean-
d o sólo apoyados e n la ra d ic a l e irreso lu b le in c e rtid u m b re acerca de
la re a lid a d d e l “sie m p re ’, a q u e e n su in tim id a d asp iran . N i e stá n ab-
s o lu ta m e n te ciertos d e q u e n o h a y “siem p re ” p a ra e l ser, n i h a n de-
ja d o d e re n u n c ia r a él p o r c o m p le to : d e o tro m o do, n o lla m a ría n
“a n g u stia ” al s e n tim ie n to d e cu y a m itig a c ió n y h a b itu a liz a c ió n h a
n a c id o su d e se sp e ra n z a ; m as tam poco son capaces de c o n v e rtir e n
co nfianza la g rav e d ifian z a o n to lò g ic a q u e e n su á n im o d o m in a . A si,
e l b u e n é x ito de sus em p eñ o s d e creación y a n o es u n a v e n ta n a h a c ia
el b ie n su p re m o . A p a rte los h a lag o s de o rd e n social, referid o s siem -
p re a la “d e b ilid a d d e la. n a tu ra le z a ” , el b u e n é x ito es a h o ra ocasión
p a ra la so n risa estoica 0 iró n ic a de q u ie n sabe a q u é a ten e rse sobre
el “ser" definitivo de lo q u e él h a creado.
D esde h ace varios decenios, la a n g u stia es p a ra el h o m b re d e Oc-
c id e n te estas tres cosas : u n concepto ontològico, u n s e n tim ie n to del
a lm a san a 0 d e l a lm a e n fe rm a y u n a fastidiosa, p ero significativa
m o d a lite ra ria . L a an g u stia, nos d ic en los filósofos, desde la publi"
cación d e Sein und Zeit, es el ra d ic a l te m p le del á n im o de la exis-
te n cia, en c u a n to a rro ja d a a ser en el m u n d o y h a cia la m u e rte ; p o r
él la ex isten c ia h u m a n a to p a con la n a d a y d e sp ie rta a l ser. Es, p o r
ta n to , la e s tru c tu ra o n to lò g ica que h a ce posible el h e c h o d e a n g u s­
LA ESPERA ï LA ESPERANZA 533

tia rse re a l y sen sib lem en te. L os m édicos y los psicólogos d escrib en ,
p o r su p a rte , e l se n tim ie n to de la an g u stia. E ste consiste casi siem p re
e n la v ivencia de u n a h o n d a a m e n a z a c o n tra la u n id a d del y o : sien,
te el e n fe rm o q u e e n aq u el m o m e n to to d o le p u e d e pasar, q u e to d o
e n su e x isten c ia es posible, y p o r eso te m e p e rd e rse a si m ism o. M e-
nos veces p ro ced e la a n g u stia psicológica de la p re s u n ta in m in e n c ia
d e la m u e rte . A l c o n tra rio : en las crisis d e a n sie d a d o b s e r v a L ó ٠
p e z I b o r - “la id e a d e la m u e rte va a c o m p a ñ a d a d e la e sp e ra n z a d e l
descanso y del reposo, q u e n o se e n c u e n tra n p o rq u e los socava la an-
g u stia ” ٤٥. E x iste , e n fin, la a n g u stia in m e d ia ta m e n te s o m á tic a : pre-
co rd ial, re sp ira to ria , v e rtig in o sa , etc.
¿ E s p osible te n d e r u n p u e n te e n tre la concepción o n to lò g ica y la
visión psicológica d e la a n g u stia ? P a ra in te n ta rlo ex am in em o s de
cerca las dos situaciones reales en q u e m ás fre c u e n te m e n te ap arece
la v ivencia a n g u stio sa : el se n tim ie n to de la diso lu ció n d e l yo y la
co n sid e ra c ió n de la m u e rte p ro p ia .
¿Q u é es lo q u e a n g u stia al e n fe rm o n e u ró tic o o tim o p á tic o que
sien te a m e n a z a d a la u n id a d y la c o n tin u id a d de su yo? A p rim e ra
vista, “ d e ja r d e ser” ; en re a lid a d , “d e ja r d e ser él". T rá ta s e de u n a
“ vivencia d e d esp erso n alizació n '., e q u ip arab le a la q u e e x p e rim e n ta n
los esq u izo frén ico s y, y a d e n tro de la n o rm a lid a d d e la v id a pslqui-
ca, los adolescentes. M u y c la ra m e n te lo h a n d e m o stra d o , p o r lo q u e
a ta ñ e a estos U ltim os, las bellas investigaciones psicológicas de M a rc o
M e re n c ia n o ٥٥. A lgo sem e ja n te p u e d e decirse de la a n g u stia de la
m u e rte . C u a n d o ese se n tim ie n to surge, ¿q u é nos a n g u stia e n él?
C ie rta m e n te , u n a “n a d a " : el “n o ser” , la “n a d a " de to d a s las posi-
b ilid a d e s de ser q u e yo p u e d o p ro y e c tar, la defin itiv a “im p o s ib ilid a d ”
d e to d as esas “p o sib ilid a d es” m ias ٥٥. P e ro el “ser” a q u e a fe cta ese
“no ser” d e la m u e rte , ¿es la e n te ra re a lid a d d e “m i ser"? L a “n a d a ”
a n te la cu al m e p o n e m i m u e rte , ¿es la “n a d a " simpliciter, la “n a d a ” ,
to ta l o a b so lu ta, o sólo el “no ser" d e m is po sib ilid ad es p ro y ectab les?
N o lo sé, y este n o sab er es lo que re a lm e n te m e a n g u s tia : m i an-
g u stia a n te la m u e rte consiste en u n “n o sab er lo q u e va a ser de
m i” . N o creo q u e a n a d ie h a y a a n g u stia d o de veras e l c o n sid e ra r
q u e D ios, e n u n acto d e su potentia absoluta, p o d ría re d u c ir la Crea- 234

22 La angustia vital, pág. 130. Puede verse en esta .b r a , ju n to a las ideas del
au to r, u n a am plia exposición de Jas diversas opiniones actuales sobre la angustia.
23 Psicopatologia de ‫ ط‬adolescencia (Valencia, 1947).
24 Sobre la relación entre el “ im pulso tanático " (Todestrieb) del psicoanálisis
freudiano y la “an g u stia an te la n ad a”, véanse los articulos de y . E. von Gefasattcl
en Studium generale, I Ja h rg . (1948), pág. 258, y n Ja h rg . 1950‫) ؛‬, pág. 273, asi
como los de H. Pliigge e ¿ Psyche, 4 (1950), pág. 321, y 5 (1951), pág. 433.
534 ESPERA Y ESPERANZA

c ió n e n te ra a la p u ra “ n a d a " d e q u e la sacó. Q u ie n se e n tre g a sin


a n g u stia a esta reflexión puede- a n g u stiarse , n o o b stan te, p e n sa n d o e n
lo q u e con su m u e rte va a ser de él.
A n te las situ acio n es p ro y ectab les de m i flitu ro , m i espera p u e d e
q u e d a r re d u c id a a dos p re g u n ta s : “ ¿ Q u é voy a ser yo? ¿Q ué va a
ser d e m i? ” E n la p rim e ra de ellas late la d u b ita n te p re te n sió n d e la
virtus propria; en la seg u n d a, la in ex o rab le n ecesid ad de c o n ta r con
u n a virtus aliena. A n te la m u e rte , e n cam bio, sólo u n a p re g u n ta p u e .
d o h a c e r: “ ¿Q ué va a ser de m i? ” N ó te se el d is tin to sen tid o de la
p a la b ra “ser., en esas dos in te rro g a c io n es. E l ser d e l “ser yo’, es con-
creto, finito, c o n to rn e a b le ; h álla se n ítid a m e n te circ u n sc rito p o r to d o
lo que “yo no soy" 0 “ no voy a ser’.. P o r c o n tra ste , e l ser del “ser de
m i" se h a lla c o n stitu tiv a m e n te re fe rid o a u n té rm in o m etafisico en-
volvente, g ra tu ito , f u n d a m e n ta n te : en él yo voy a ser lo q u e “d e m i
sea” ; algo ajeno, e n p rin c ip io , a m i decisión de ser.
M ás q u e la n a d a en c u a n to tal, lo que a n g u stia a l h o m b re es el
n o sab e r sobre su ser fu tu ro , sab ien d o q u e e n el fu tu ro p u e d e “no
ser" 0 “ d e ja r d e ser él'.. L a a n g u stia de la d esp erso n alizació n y la an-
g u stia d e la m u e rte son, p o r lo ta n to , dos m odos a c c id e n ta lm e n te
d istin to s d e u n m ism o fe n ó m e n o : la ra d ic a l in c e rtid u m b re de ,la
ex isten cia acerca d e la c o n tin u id a d d e “su ser” . O bsérvese e l carée-
te r e se n c ialm en te in co n clu siv o d e la a n g u stia : yo m e a n g u stio n o
p o rq u e sé q u e no voy a ser, sino p o rq u e no sé si voy a se r; 0 , si se
q u ie re , p o rq u e sé q u e n o voy a ser algo p ro y ectab le, y n o sé si voy
a “ser" seg ú n u n a p o sib ilid a d m e tafísica d e la re a lid a d h u m a n a sub-
y a ce n te a la p o sib ilid a d ó n tic a d e m is p royectos y en principio a jen a
a ellos. A fin a esas dos fo rm as de la vivencia a n g u stio sa es la angus-
tia de la espera a u té n tic a y difiante, respecto d el “ siem pre', a q u e as-
p ira la e stim a c ió n in tim a de la o b ra vocacional, y p o r eso puede' aqué-
lia c o n v ertirse e n “ d esesp eran za” activa, a n im o sa y cread o ra. E n la
espera a u té n tic a y difiante, la difian za n o es n u n c a “c e rtid u m b re ne-
g a tiv a ", com o n u n c a es “c e rtid u m b re p ositiva’, la confianza d e la es-
p e ra a u té n tic a y confiante. V arias veces h e in sistid o acerca de la esen-
cial a m b iv a len c ia del sen tim ieitto confianza-difianza. A si, la a n g u stia
a g u d a de la desesperación y la a n g u stia m itig a d a y c ró n ic a de la
d e se sp era n z a no a n u la n to ta lm e n te la e sp e ra n za e n el a lm a ; ta n
sólo la re d u c e n a u n m in im o . P ero, desde su h o n d o rin c ó n , ese m i-
n im o resto o p e ra con e n erg ia sobre la e n te ra re a lid a d d e l h o m b re , y
éste sigue e n tre g á n d o se - d e m o d o c o n t i n u o ., d e m o d o espasm ódi-
c ^ a la ta re a de c o n stru ir c re a d o ra m e n te su p ro p ia vida. P o r deses-
p e ra n z a d a q u e sea, la “d e sesp eran za” n o d e ja de ser “esp era” . E l yo
‫دا‬ ESPERA Y LA ESPERANZA 535

- e s c r i b e L e S e n n e - “ concibe la m u e rte ; pero, c o n cib ién d o la, apre-


h e n d e la a c tu a lid a d d e su vida... M ás a ú n p o d ria d e c irse : la afirm ¿»«.
N o creo m u y d e sc a m in a d a la c o n sid eració n d e la d e sesp eran za
co m o u n anti-suicidio. E l su icid a espera e n el “ser” y desespera d e la
“ v id a ” ; esp e ra n d o u n posible “ser’, in é d ito y d isp en sa d o r d e reposo,
d e stru y e el “v iv ir” q u e le a m a rg a y d eshace. F r e n te a él, el desespe-
ra n z a d o d esco n fía d e “ser” - e n el sen tid o de “ser siem p re’.— , m as
n o d e ja d e e sp e ra r d e la “v id a ” ; p o r eso sigue viv ien d o y crean d o ,
y p o r eso el suicidio es ta n poco fre c u e n te e n tre los quC h a n sabido
tro c a r la a n g u stia e n v e rd a d e ra desesperanza. A h o ra b ie n : esa c o it
d u c ta , ¿ se ria posible, si la d ifian za n o hiciese re la ció n a u n a “fianza',
p re v ia a ella y a la c o n fia n za ; si e n la re a lid a d m is m a d e l desespe-
ra n z a d o n o h u b iese, com o S p in o z a decía, u n a in g é n ita y ra d ic a l ten-
d e n c ia a p e rm a n e c e r e n el ser? E n c u a n to c o n stitu tiv a de la e x isten ,
c ia viv ien te d e l h o m b re , la “ espera” lleva y n o p u ed e n o lle v a r e n su
sen o u n a e le m e n ta l y m eta física “fianza” , q u e se re a liz a psicológica,
m e n te d e u n m odo m á s 0 m en o s d ifian te o c o n fia n te : m ás difiante
e n la a n g u stia y la d esesp eran za, m ás confiante e n la esp e ra n za . P o r
eso la a n g u stia , q u e es u n a espera d ifian te — pero, e n c u a n to espera,
“fiante”— n o es n u n c a y n o p u e d e ser c e rtid u m b re n e g ativ a. L a di-
fian za n o es a-fianza 0 in-fianza.
L a v id a d e L e o p a rd i se n o s m o stró com o u n e jem p lo especialm en-
te claro d e esa co nversión d e la a n g u stia a g u d a e n d esesp eran za. N o
es el Unico. A u n a m ira d a a te n ta , n o pocos de los e sp íritu s m ás egre-
gios de la E u ro p a u lte rio r a l siglo x v m h a n existido d e se sp era n z ad a ,
m e n te . “Soy yo, b ie n lo sabes — escribía w . v o n H u m b o ld t a su es.
p o s a ,.d esde e l C ongreso d e V i e n a - , u n o d e aquellos, si to d a v ía h a y
a lg u n o , p a ra qu ien es la esp e ra n za , sin h a b e r sido e lim in a d a , n o e stá

2» L a an g u stia Inherente al conocim iento hu m an o de la realid ad —la referen-


c ia de los “entes., al “ser’’, que para el hom bre es siem pre u n concepto “vacio’.,
a n g u s t i o s a h a sido teológicam ente interpretóda por H . u . von B althasar. H e aq u i
los párrafos centrales de su in te rp re ta ció n ‫“ ؛‬E n cuanto a la n atu raleza d e la an-
gu stia, si K ierkegaard h a visto bien el p unto en que ella se o rigina, no h a des-
c rito de u n m odo com pleto el vértigo an te el vacio que se ab re en el in terio r de la
finitud del espíritu. N o es el vacio de la nada, que Ó1 en cu en tra en su propia di-
m ensión interior, lo q ue espanta al espíritu, sino el vacio q u e se ab re a lll donde
la proxim idad de Dios y sU conocim iento concreto h a n cedido su puesto [con el
pecado de A dán] a u n alejam iento y a u n desconocim iento de Dios, a u n a relación
a b stra c ta con O tro, a u n fre n te ٥ ‫ ﺀ م‬٠‫ا‬،‫ﺀ‬... D esde el m om ento en que se h a b ita en
este espacio, la an g u stia existe, y porque A dán es él m ism o y ‫ اﺀ‬gén ero t o m a s . ,
el hiatO no puede cerrarse y la an g u stia no puede ser d esterrad a” (L e ch ré tie n f t
‫ ﺟﺄ«’ل‬٠٠'‫ﺀﺀﺀ‬, pág8. 138-139). Ese “h ia to m etafisico” es la e stru ctu ra de su ser q ue
o b lig a al hom bre a preguntarse e n todo m om ento, h a sta cuando su vida parece
m á s previsible, por “lo q u e va a ser de ،1” .
536 LA ESPERA y LA ESPERAXZA

de veras p resen te. N o vivo e n e lla ..." L a e sp e ra n za g e n u in a seria no.


m ás q u e eine schone Idee, “ u n a liella id e a ” 2٠. G o eth e, c a n to r d e la
e sp e ra n z a com o “im p u lso ra " y “co n so lad o ra.', llega a p o n e rla , e n la
seg u n d a p a rte del Fausto, e n tre “los m áx im o s enem igos d e l h o m b re ” ,
p o rq u e le e n g a ñ a respecto a su p ro p io ser. V a léry la po sp o n e a la
previsión, com o si sólo fuese, valga la p a ra d o ja , u n “o p tim ism o des-
confiado” : “desconfianza d e l ser fre n te a las previsiones precisas de sil
e s p íritu ’., la l l a m a ” . R ilk e c a n ta la a n im o sa d esesperanza. Su poe-
m a D er Tod (“L a m u e rte ”) n ieg a a la e sp e ra n z a u n p u esto e n la
e x isten cia del h o m b re . L a m u e rte es com o “ u n a tis a n a a z u le n c a ” e n
u n a ta z a sin p la to . E n u n a “g a sta d a in scrip ció n " d e esa ta z a sólo
p u e d e leerse la p a la b ra Hoffnung (“E sp e ra n z a ”):

Das hat der Trinker, den der Trank betrifft,


bei einem fernen Frilhstilck ab-gelesen 28.

V e R ilk e en la e sp e ra n za no m ás q u e u n a evasión a n te la n u d a
ex isten cia, u n recurso m e d ia n te el cu al el h o m b re a d o ce n a d o esca,
m o te a la asp e re za d el p re se n te : ese “d u ro p re se n te ” que h a y q u e
q u ita rse a d ia rio “com o u n a d e n ta d u ra p o stiz a'.. M ás q u e “e sp e ra r” ,
e l d e b e r d e l h o m b re es “sostenerse'., e x istir resistiendo. L a e sp e ra n za
es “u n a ilu sió n p elig ro sa” , esc rib irá A . C am u s ‫ أ‬. Y en c u a n to a H e i.
d e g g er y S artre, d ic h o q u e d a lo suficiente. L a g ra n d e z a d e la ex isten -
cia h u m a n a seria p a ra to d o s ellos la reso lu ció n sin esp e ra n za , la
creación desesperada.
P ero e n el seno d e esa c re a d o ra a n g u stia h a b itu a l n o h a d e ja d o
n u n c a d e b rilla r u n a ch isp a de esp eran za, l e o p a r d i siente de cuando-
en c u a n d o q u e e n su a lm a a rd e in so sp e c h ad a m e n te la ilusión. L au-
tré a m o n t, u n o de los m ás resueltos c an to res de la desesperación sis-
te m á tic a , escribe al fin de su c o rta v id a : “C a n ta r el h astio , los dolo-
res, las triste z as, la m u e rte , la so m b ra, lo som brío, etc., es e m p eñ a rse
a to d a costa en n o v e r m ás q u e los p u eriles reversos de las cosas...
H e a q u i p o r qué yo h e cam b iad o to ta lm e n te de m éto d o , p a ra no can-
ta r sino la espera, la esp e ra n za , la calm a, la d ic h a, el d e b e r” ٥٠. Los

2« C arta del 5 d e enero de 1815. C itada por w . Brednow.


27 E n Varieté (Paris, 1924), pág. .1 .
28 “E l bebedor a qu ien corresponde la bebida - h a leldo esto en u n lejano'
desayuno.” N o olvidem os que H eidegger h a visto en Rilke a l poeta de 8U m eta-
fisica.
28 Le mythe ‫ ﺀى‬Sisyphe (Paris, 1942).
» . C arta a M . D arasse. Oeuvres complètes d u Comte d e Lautréamont ( 1 è r e
Ducasse) (Paris, 1927), p ig s. 408-409. ‫ ئ‬constitutiva tensidn en tre la confianza y la
difianza en el acto de esperar - o , si se quiere, en tre la esperanza y la a n g u s t i a -
U ESPERA Y IA ESPERANZA 537

dem ás, es seguro, h a n cread o su o b ra c o n la seg u rid a d in tim a de h a -


b e r c o n q u ista d o p a ra todos los h o m b re s e s t o es, “p a ra siem p re ”-
u n aspecto in é d ito d e la re a lid a d . A caso la desesp eran za sea, com o
su g irió L a u tré a m o n t, el “reverso" d e la ex isten c ia d e l h o m b re ; pero,
n o u n “reverso p u e ril" , sino, Jjor el c'ontrario, e l su til reverso que
c o n te m p la la m ira d a cavilosa y lectora, c u a n d o h a d e scu b ierto , como.
M a llarm é, q u e ¿٥ chair est triste, hélas, y no se e n tre g a a la a v e n tu ra
de ir m ás a llá de la carite y los libros. D esde ese “ m ás a llá ” h a e s c r i t .
T . S. E lio t estos versos clai’iv id en tes :

I said to m y soul, be still, ao d w ait w ithout hope


for hope would be hope fo r the wrong th in g ‫ ؛‬w ait w ith o u t love
for love w ould be love o f th e wrong th in g ; th ere is yet faith ,
b u t th e fa ith an d th e love an d th e hope are all In th e w a itin g » !.

L a espera a u té n tic a y d ifian te se expresa b ajo fo rm a de a n g u s tia


y desesp eran za. E n p o la r, m a s n o e x clu y e n te oposición con ella, la
espera a u té n tic a y confiante se m anifiesta com o esperanza genuina..
E lla c o n stitu y e la c im a d e n u e s tra in d ag ació n . P e ro a n te s de e s tu d ia r,
la co n a lg ú n p o rm e n o r, b u e n o será d is c u tir u n a c u estió n previa.
§ 3. H a y h o m b re s en quienes, sin m e n g u a de la sa lu d m e n ta l y
de la e m in e n c ia del e sp íritu , p re d o m in a n la a n g u stia y la d esesp eran ,
z a ; h a y otros, ig u a lm e n te sanos y em in e n tes, en los cuales prevalece
la esp eran za. F r e n te a S a rtre e stá G. M a rc e l; fre n te a la poesia de
R ilke, el c a n to d e E lio t y C laudel. ¿ P o r qué acontece esto? ¿Sólo a
causa d e la relig io sid a d de u n o s y la irrelig io sid a d d e o tro s? T a l ex-
p licació n n o es re c h a z a b le , m as ta m p o c o es suficiente. N o son pocas
las p e r s o n a s . q u e viven a n g u stio sa m e n te su re lig io sid a d ; o tra s, e n
cam bio, cuyas alm as so n del to d o irreligiosas 0 sólo m u y ten u em en te-
religiosas, viven siem p re esp eran zad as. ¿ H a b rá q u e re fe rir ese h o n d o
c o n tra ste a u n a d ife re n c ia e n la “se rie d a d ” d e u n o s y o tro s? C on
g ra v e d ad 0 co n sarcasm o - y a sabem os lo que p a ra S a rtre es Vesprit
de sérieux— , asi lo p ie n sa n algunos. ¿A caso no p u e d e ser racional-
m e n te d e m o stra d a , a rg ü irá n aquéllos, la n e ce sid ad d e e sp e ra r u n a

se expresa m uchas veces en f .r m a de “oscilación biográfica’. ‫ ؛‬h ay m om entos 0 pe-


rtodos de la existencia personal en que predom ina la esp eran za: h a y otros en que
se im pone la angustia. Recuórdese el resultado a que llegó nuestro análisis de la
poesia española contem poránea. M ás esperanzado o m ás angustiado, el hom bre es.
pera “seguir siendo” .
3! T . s. E liot, E ast C oker, r a (4.. e d i lÆ ndon. 1941): “ D ije a m i a lm a : se-,
róñate, y espera sin esperanza - p o r q u e la esperanza scria esperanza d e lo erró-
n eo ; espera sin am or —Jjorque e l am or seria am or a lo erróneo; queda, en v er-
d ad , la fe. - p e r o la fe y el am or y la esperanza, todo ello está en la espera.”
‫و‬38 ESPERA Y ‫ئ‬ ESPERANZA

v id a a lle n d e la t e m p .r a l y te rre n a ? E n ta l c a s ., b a s ta rá con to m a r


“e n serio” esa d e m o strac ió n , p a ra q u e n u e stro e sp íritu pase d e la
d e se sp era n z a a la e sp eran za. P ero la cu estió n n o es ta n sencilla, p o r.
-que u n a cosa es n u e stra a d h esió n in te le c tu a l a lo q u e ju z g a m o s po.
.sible 0 ev id en te -y o tra m u y d is tin ta n u e stra a d h esió n c o rd ial a lo q u e
creem os real y v erd ad ero . M i ra z ó n d escu b re con su discurso q u e
to d o e n la e x isten cia te rre n a del h o m b re exige la in m o rta lid a d d e su
-Ser. P e ro esa ex isten c ia tra n s m o rta l q u e m i ra z ó n in d u c e, ¿es real,
a d e m á s de ser ra z o n a b le ?
M e jo r será p e n sa r q u e la o rie n ta c ió n de la espera h u m a n a h a c ia
u n p re d o m in io h a b itu a l d e -la e sp e ra n za 0 de la d e sesp eran za se h a lla
.c o n d icio n ad a p o r u n a serie de m o m e n to s causales, red u cib les a estos
tr e s : la c o n stitu c ió n psicosom àtica, el m u n d o h istó ric o y social y el
tip o d e la v id a p erso n al. P u e sto q u e el ejercicio d e e sp e ra r p o n e e n
ju e g o la activ id ad de u n c o n ju n to de e stru c tu ra s a n a tó m ic a s p erfec.
'ta m e n te d e te rm in a d o , es in d u d a b le q u e la c o n stitu c ió n psicosom àtica
in d iv id u a l in flu irá e n el m o d o de la espera. D e n tro d e la n o rm a lid a d
p síq u ica m ás e stricta, n o esp e ra n ig u a l el jo v e n y el viejo, la m u je r y
-el v aró n , el le p to so m ático y el pícnico, el b lan co y el n e g ro ; y c u a n d o
-esa n o rm a lid a d se a lte ra, y a sabem os q u e el h o m b re p u ed e p a d e c e r
d is tin ta s fo rm a s de “d iselp id ia ” . N o m enos visible es la in flu en cia d e l
m u n d o histórico-social sobre el esperar. A c erc a del “h á b ito elpidico'.
-del h o m b re esp añ o l - m á s a m p lia m e n te , del h o m b re h isp á n ic o — , re .
cuérdese lo a n te rio rm e n te d ich o . E s seguro q u e u n a in d a g a c ió n opor-
tu n a ‫ أ‬p e rm itirá d e sc u b rir la figura de d istin to s “h á b ito s elpidicos'.
0 m odos h a b itu a le s d e e sp e ra r a lo a n c h o d e la h u m a n id a d a c tu a l.
¿ Y cóm o desconocer, p o r o tra p a rte , q u e d e n tro d e la m ism a á re a
.c u ltu ra l n o e sp e ra n de ig u a l m a n e ra e l b u rg u é s y el p ro le ta rio , e l
-carbonero y el filósofo? E llo nos co n d u ce a la m e n c ió n d e l te rc e r m o-
m e n to c o n d ic io n a n te , el tip o de la v id a p erso n al. C on estas p a la b ra s
m e refiero, p o r su puesto, a la “p ro fesió n ” del in d iv id u o — in te le ctu a l,
in d u s tria l, arte sa n o , c a m p e s i n o - ; p ero ta m b ié n , y a u n -s o b re to d o ,
.a la p e c u lia rid a d de la in d iv id u a l b io g rafia. E n el seno de u n m ism o
m e d io h istó ric o y social, ¿ e sp e ra rá n lo m ism o aq u el a qtiien, com o

82 La h a em prendido, en lo que atañ e a las distintos “cu ltu ras nacionales’,


d e O ccidente, A m érico Castro. N adie m ás idóneo que 01. D esde el p u n to de vista
-de las diversas confesiones cristianas, no poco h a hecho j . L. A ran g u ren en los
libros que antes mencionó.
Como ya dije en la introducción, el estudio de los modos h ab itu ales de creer,
.esperar y am a r en las diversas culturas y situaciones - s u s h áb ito s “pistico”, “el.
.pldico” y “fllico”— es, a m i juicio, u n a prom etedora can tera de trab ajo .
‫ﻫﺎ‬ ESPERA y LA ESPERANZA 539

suele decirse, “so n ríe la v id a ” , y aq u el o tro cu y a ex isten cia es u n a


sucesión d e p en as y decepciones?
N o h a y d u d a : la c o n stitu c ió n psicosom àtica, el m u n d o h istó ric o
y social a q u e se p e rte n ec e y el tip o de la vida p e rso n al q u e se h ace
y se g o z a 0 se stifre c o n d ic io n a n la o rie n ta c ió n de la espera h a c ia la
e sp e ra n z a o h a cia la a n g u stia y la d e se sp era n z a; pero no p asan de
co n ’d icio n arlas, n o las d e te rm in a n de m a n e ra n ecesaria. P o r su cons-
titu c iá n m ism a, el ser del h o m b re es, com o sabem os, sup rasitu acio -
n a l. D e n tro de esos diversos m o m e n to s ' causales, co n d icio n ad a s p o r
ellos, d e cid e n en U ltim a in s ta n c ia la lib e rta d y la v o lu n ta d del in d i-
v id u o . C on su tile za y lu c id e z e x tra o rd in a ria s su b ra y a b a w . Ja m e s la
esencial re la ció n m u tu a e n tre la creen cia y la v o lu n ta d . Im p u lsa d o
p o r su p ra g m a tism o , llegaba h a s ta id e n tific a rla s: “L a v o lu n ta d y la
c reen cia - e s c r i b e — son u n d e te rm in a d o m odo d e la re lació n e n tre
los o bjetos y el yo, son dos n o m b re s de u n m ism o fe n ó m e n o p siq u i.
co." U n a creen cia e sp o n tá n e a — p o r ejem plo, la q u e a ta ñ e a la reali-
d a d d e l m u n d o e x te rio r— seria u n a volición in co n scien te. ¿Q u iere
esto d e cir q u e el h o m b re p u e d e creer a v o lu n ta d ? E n m o d o alg u n o ,
c o n testa Jam es. E n la v id a h u m a n a h a y conversiones sú b ita s y g ra-
ttiitas, y n o sólo d e o rd e n fo rm a lm e n te religioso. U n h o m b re que d u .
ra n te años h a oido c o n in d ife re n c ia u n a pro p o sició n m o ra l, p u e d e
sen tirse c o rd ia lm e n te a d h e r id , a ella, sin p ro p o n érselo , u n d ia cual-
q u ie ra . “ P e ro n u e stra v o lu n ta d p u e d e co n d u cirn o s g ra d u a lm e n te al
m ism o re su ltad o . Necesitamos tan solo obrar fríamente, como si la
cosa en cuestión fuese real; y continuando del mismo modo, acabará
por desarrollarse tal conexión ■ entre ella y nuestra vida, que lo repe-
tido llegará ٥ hacerse real. Se lig a rá ta n to al h á b ito y ٩ la em oción,
q u e el in te ré s q u e to m e m o s p o r ella será el característico- d e la c re en ,
cia. A q u ello s p a ra qu ien es “D ios', y el “D e b e r” so n m ero s n o m b re s,
p o d rá n co n v ertirlo s e n m u c h o m ás sólo c o n sacrificarles algo todos
los dias. P ero to d o esto es b ie n conocido e n la e d u cació n religiosa y
m o ra l” ٥٥.
B ajo la in d u d a b le ex ag eració n p ra g m a tis ta , ¿ n o la te e n esas lineas
la re la ció n e n tre la creen cia y la lib e rta d ? E sa re la ció n es doble. E l
ejercicio c o n tin u a d o d e n u e s tra lib e rta d p u e d e co n d u cirn o s a u n a
a d h e sió n re a l a d e te rm in a d a s creencias ٥٠ : si yo quiero re sid ir h ab i-

3» Op. cit., II, pigs. 324-325. El subrayado ،8 del propio w . James.


34 Claro está que no a todas. ¿Qué puedo y qué no puedo creer empeñándome
en ello? Sugestivo problema. Tal vez se llegase a à pascallana conclusión de que
sdlo se llega a cree? lo que en principio ya se crela. Pero, ¿qué es lo que un bom-
bre cree en principior ¿Y cómo se cree lo que ett principio se cree?
‫ ﻳﻖ‬0 ‫دل‬ ESPERA Y LA ESPERANZA

tu a lm e n te e n In g la te rra y n o soy m u y viejo, aca b a ré c rey en d o “a la


in g le sa ” e n m u c h o s O rdenes d e la vida. R ecíp ro cam en te, la a d h esió n
re a l a u n a d e te rm in a d a creen cia co n d icio n a el ejercicio d e m i liber-
ta d e in clu so el m o d o d e v iv ir y e n te n d e r la lib e rta d m is m a : u n
c ristia n o n o vive y n o e n tie n d e su p ro p ia lib e rta d com o .u n d eista ٠
com o u n ateo. ¿ H a b re m o s de e n tre g a rn o s, seg ú n esto, a u n rela.tivis-
m o ra d ic a l? ¿ D eb erem o s n e g a r la e x isten cia d e verd ad es “su p ra si.
tu a c io n a le s” ? L a v e rd a d es q u e éstas ex isten y q u e n a d ie lo h a d u -
d a d o e n serio. Si D ilth e y y S a rtre n o h u b ie ra n creíd o y p e n sad o es-
c rib ir p a ra to d o s los h o m b re s, n o h a b ría n escrito. P o r lo q u e a la
lib e rta d toca, es preciso d is tin g u ir, con Z u b iri, tre s m o d o s de en ten -
d e rla : lib e rta d com o ejercicio, com o lib e ra ció n y com o co n stitu ció n .
C om o ejercicio 0 “uso de la lib e rta d ’., es algo in te rio r a la vida, y e n
este sen tid o decim os de u n a cto q u e es lib re o q u e n o lo es. C om o
liberación, la lib e rta d es el aco n te c im ie n to radiC al d e la v id a : la
e x isten c ia h u m a n a m ism a es lib e rta d : e x istir es lib e ra rse de las c o
sas, y g racias a esta lib e ra ció n p o d e m o s e sta r vueltos a ellas, y e n ten -
d erlas 0 m odificarlas. C om o constitución libre, la lib e rta d es la im .
p la n ta c ió n del h o m b re e n el ser com o p erso n a, y se c o n stitu y e allí
d o n d e se c o n stitu y e la persona, e n la religación. L o m ism o el uso d e
la lib e rta d q u e la lib e ra ció n e m e rg e n d e la ra d ic a l c o n stitu c ió n d e u n
e n te cuyo ser es lib e rta d . E l h o m b re e stá im p la n ta d o e n el ser. Y e sta
im p la n ta c ió n q u e le co n stitu y e en el ser, le c o n stitu y e e n ser libre.
E l h o m b re esta siendo lib re, lo e stá sien d o efe ctiv a m e n te . L a re lig a ,
ción, p o r la que el h o m b re existe, le confiere su lib e rta d . R ecip ro ca,
m e n te , el h o m b re a d q u ie re su lib e rta d , se c o n stitu y e e n ser Ubre, p o r
la relig ació n . L a lib e rta d - q u e es siem p re lib e rta d “p a ra ” , y n o sólo
lib e rta d “d e ”_ no existe sino en u n e n te im p la n ta d o e n la m á x im a
fu n d a m e n ta lid a d d e su s e r: n o h a y “lib e rta d ” sin el “fu n d a m e n to ”
q u e d a sen tid o a ese “p a ra ” . S in relig ació n y sin lo re lig a n te — D ios—
la lib e rta d seria, p a ra e l h o m b re , ra d ic a l desesperación.
Z u b iri h a ap licad o estas reflexiones a l e stu d io d el ateism o. ¿C óm o
es posible el ateism o , sien d o asi q u e el h o m b re está c o n stitu tiv a m e n -
te relig ad o a D ios? ¿C óm o el h o m b re p u e d e encubrir a D ios? P u e d e
h acerlo , p o rq u e su “ v id a ” , a veces, le o c u lta la v e rd a d d e su “se r” .
L a “p e rso n e id a d " d e l h o m b re , su co n d ició n de p erso n a, es, e n c u a n ,
to tal, la m á x im a sim p lic id a d ; p ero esa sim p lic id a d d e b e ser con.
q u is ta d a a trav és d e la c o m p licació n de la vida, d e la re a l y efectiv a
“p e rso n a lid a d " d e c a d a uno. “L a tra g e d ia de la p e rso n a lid a d es q ue,
sin vivir, es imposible ser p e rs o n a ; se es p e rso n a e n la m e d id a e n q u e
LA ESPERA Y LA ESPERANZA 5+1

se vive. P e r . c u a n to m ás se vive, es â difícil ser persona٠٠ ‫ﻋﻪ‬٠ D e a h i


q u e u n a v id a rica, co m p leja y eficaz - l a v id a “ m o d e rn a ..— suela
. c u i t a r al h o m b re la ra d ic al relig ació n de su ser p e rso n al y, p o r con-
sig u ien te, su re la ció n con D ios. P ero n o p o r ello la relig a ció n deja
de e x istir, y asi el ateo, si lo es de veras, viene a ser, en el fo n d o . Un
'“en d io sa d o ” , u n h o m b re -que se cree D ios. “E s p osible que se d ig a
q u e h a y q u ie n re n u n c ia de ta l m o d o a D ios, q u e n o a d m ite n i el
e n d io sa m ie n to d e la v ida. M as, ¿d e d ó n d e recib e su fu e rz a y su po-
sib ilid a d esta a c titu d , sino de ese o m n im o d o p o d e r de n e g ar, tra s el
c u al se o c u lta la o m n ip o te n c ia del n e g a d o r y de la n eg ac ió n ? N e g a r,
e n el ateism o, el en d io sa m ie n to d e la vida, es ex p eler la v id a fu e ra de
si m ism o y q u e d arse solo, sin la p ro p ia vida. N o se h a en d io sa d o la
v id a, p ero si la p erso n a. E l ateo, e n u n a u o tra fo rm a , h a c e d e sf u n
D ios. E l ateism o n o es posible sin u n D io s '. ‫ ا ه‬.
E stas co n sid eracio n es de w . Jam e s y de X . Z u b iri nos p e rm ite n
-entender c la ra m e n te la d iv ersa o rie n ta c ió n de la espera h a c ia la es.
p e ra n z a 0 la desesp eran za. ¿ C u á n d o u n h o m b re será h a b itu a l y e x .
p re sa m e n te e sp e ra n za d o ? C u a n d o sepa d escen d er a trav és de su v id a
h a s ta la ra d ic a l sim p lic id a d d e su ser p erso n al, a cierte a d e sc u b rir
alli q u e su espera es c o n stitu tiv a m e n te “fianza', y, a c e p ta n d o su des-
-cubrim iento, q u ie ra elevar esa “ fianza" a “confianza'.. H a y c o n stitu -
ciohes psicosom áticas, situ acio n es histérico-sociales y vici.situdes de
la v id a p e rso n al q u e h a c e n su m a m e n te fácil ese p ro c e so ; o tra s lo ha-
rá n difícil, y h a s ta h eroico. ¿ N o es a veces hero ico e sp e ra r in spe
contra spem, com o San P a b lo aco n sejab a? R eco nozcam os q u e la eri-
.sis d e l m u n d o m o d e rn o h a h e c h o esp ecialm en te d ifícil esa elevación
d e la “ fianza" a “ co nfianza” . A fu e rz a de dolorosas decepciones de
h e ch o , la h is to ria h a ro to el “sistem a elp id ico " q u e desde el siglo xvm
h a re g id o la vida d el h o m b re de O c cid en te — el p r o g r e s i s m o , m as
-no el p re stig io q u e desde e n to n ces viene g o z a n d o el exclusivo ateni-
m ie n to d el ser h u m a n o a los recursos de su n u d a n a tu ra le z a . T ra s la
q u ie b ra d e l id ealism o y d el positivism o, el euro p eo lú cid o n o h a po-
d id o seg u ir confiando e n si m ism o , en c u a n to ens historicum, y no

3» Asi acontece con tanta frecuencia que el hombre supercivilizado —el qtic
más ha vivido históricamente— sea tnucho más un “funcionario” que una “per-
sona”.
»« “En torno al problema de Dios”, en Naturaleza, Historia, Dios, págs. +5Ö.
466. Estos textos fueron publicados por vez primera en 1935. La obra de Sartre
ha venido luego a repetirlos parcialmente (“la existencia humana misma es liber-
tad”) 0 a confirmarlos de facto (“sin religación y sin lo religante, la libertad seria
para el hombre la máxima desesperación”). Recuérdese también lo diclAO acerca
.del ateismo y el antltelsmo de Sartre.
542 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

h a sab id o - n i q u e r i d a d e ja r de confiar p le n a m e n te e n si m ism o»


en c u a n to ens personale; h a seguido crey en d o , p o r ta n to , q u e u n a ac-
ción h u m a n a es ta n to m ás valiosa c u a n to m ás "e x c lu siv a m en te h u -
m a n a .’ es, c u a n to m enos lleve im p lic a d a u n a apelación a la D iv in i-
d a d . A todos h a llegado en m a y o r o m e n o r m e d id a la eficacia de e sta
cre en c ia h istó ric a , y de a h í el ev id en te p re stig io secu lar de las acti-
tu d e s y las c o n d u cta s “desligadas" 37.
E n ta l situ a ció n , ‫ل‬q u é p o d ia h a c e r el h o m b re ? E n esquem a, u n a
de estas tre s cosas : suicidarse, convertirse a u n a n u e v a e sp e ra n z a ٠
h a c e r d e la d ese sp era n z a u n h á b ito h istó ric o ejem p lar. A si h a sido.
L os suicidios se h a n h e c h o m ás frecu en tes, h a n m e n u d e a d o las con-
-versiones a l cristia n ism o , al m a rx ism o 0 al .racism o, y h a n l o g r a d ,
p restig io sa v igencia social la a n g u stia y la desesperanza. P a ra m u .
chos europeos del siglo XX, u n “h e ro ísm o d e se sp era n z ad o ” — a veces
“desesp erad o ”— h a sido la fo rm a su p re m a d e la v id a h u m a n a . L a
“ fianza” de la espera se h a h e c h o en ellos “ d ifian za” . Q u e rie n d o
creer, p o rq u e ta l creencia h a seguido siendo prestigiosa, en la ra d ic al
fin itu d de la ex isten cia y e n la to ta l desligación d e l acto de lib e rta d ,
h a n creíd o e fe ctiv a m e n te e n e lla s: unos, los superficiales, descono-
cien d o su p ro p io fu n d a m e n to , p e rd ié n d o se e n la fro n d a de su v id a
y en la a ctiv a afirm ació n de su d ese sp era n z ad a fe n u e v a ; otros, los
cautos, c e rra n d o v o lu n ta ria m e n te los ojos a las in sta n cia s m etafísicas
q u e desde el fo n d o de su p erso n a y e n el seno d e sus actos creadores
ex ig en la a b e rtu ra d e la e x isten cia h u m a n a a la in fin itu d y a la gra-
tu id a d ; otros, e n fin, los e x tre m ad o s, h a c ie n d o d e la desesp eran za
u n a su e rte de “re lig ió n h u m a n a ” y d eclarán d o se dioses im posibles e
in ú tile s. T o d o s, ya se ve, q u e rie n d o lib re m e n te ser lo q u e son, p o .
n ie n d o su lib e rta d al servicio c o tid ia n o de u n a p re v ia v o lu n ta d d e
desesp eran za.
P ero el fo n d o de la ex isten cia h u m a n a no d e ja de ser el q u e real
y v e rd a d e ra m e n te es, a u n c u an d o n u e stra v o lu n ta d y n u e stras creen-
cias h istó ric a s lo e n c u b ra n 0 lo d e fo rm e n ; la “fianza” de la espera'
p id e ser “ confianza” , a u n q u e ésta, en u n a ex isten cia su je ta a la tem -
p o re id a d y a la c o n tin g e n cia , n o p u e d a d e ja r de ser “d ifian te” . N u es-
tr a “espera v ita l” tie n d e , n a tu ra lm e n te , a ser “e sp e ra n z a ” , confiado
c a m in a r h a c ia la p le n a posesión d e si m ism o q u e el tie m p o y la m a .
te ria im p id e n . L a m ira d a d e l h o m b re n o resiste la p u ra lu z y d e b e
c o n fo rm a rse co n u n c a m b ia n te c laro sc u ro ; p e ro el claro scu ro nos
sirve p a ra ver, n o p a ra n o ver. E s cierto q u e e n la a c tu a l 'situ ació n
»7 Bajo todo prestigio social late siempre, no lo olvidemos, una creencia. ٢‫ل‬
“prestigio” es el brillo de lo real a través de lo aparente.
LA ESPERA Y ESPERANZA 543

d el m u n d o p re d o m in a n la tin ie b la sobre la lu z y el desen g añ o sobre


la ilusión. E ste in n e g a b le h e ch o , ¿ p o d rá im p e d ir q u e n u e s tra liber-
ta d , e x e n ta d e ilusiones falsas y de creencias p a ra sita ria s, tru e q u e en.
re c ién n a c id a confianza, e n confianza viva y estrem e c id a, la te n d e n .
cia a “ser siem p re ” q u e late sin descanso en la re a lid a d m ism a d e
n u e s tra espera? L a ex isten c ia d e l desesp eran zad o , ¿es en rig o r u n a
e x isten c ia re su e lta m e n te “d e sn u d a '., o es m ás b ie n u n a ex isten c ia
artificio sa m en te “ m a n c a " ? Q u e c ad a cual, e n in so b o rn a b le soledad,,
in q u ie ra la resp u esta de su p ro p io corazón.

I V . - L a esperanza natural

N o será in ú til c o m e n z a r este a p a rta d o con u n a breve re c a p itu la -


ción te rm in o ló g ica y co n cep tu al. E l p rim e ro y m á s fu n d a m e n ta l d e
los conceptos q u e exige u n a te o ria de la e sp e ra n za es la espera, con-
sid e ra d a com o e stru c tu ra fim d a m e n ta l de la ex isten c ia h u m a n a . E n
este sen tid o , la "espera - e s p e r a vital, espera simpliciter, espoir— es
u n h á b ito d e la p rim e ra n a tu ra le z a del h o m b re , c o n sisten te e n la ne-
cesidad v ita l de desear, p ro y e c ta r y c o n q u ista r el fu tu r o ‫ ا ه‬٠ E l espe-
ra n te a sp ira a “seg u ir sie n d o ” . F o rm a p rim a ria de la espera h u m a n a
es el proyecto, el cual im p lic a con n ecesid ad m etafísica la pregunta
y la fianza. U so este U ltim o té rm in o p a ra n o m b ra r el s e n tim ie n to ra-
d ical de la disposición de la ex isten cia h u m a n a fre n te a la c o n tin u i-
d a d de su s e r: la “s e g u rid a d in seg u ra', de seg u ir sien d o qtie corres-
p o n d e a u n e n te cuyo ser es cread o y c o n tin g e n te , in te lig e n te y fali-
ble. E l h á b ito e n tita tiv o de la espera se a c tu a liz a y d e te rm in a de u n
m o d o co n creto e n el acto de aguardar (attendre, attente). E n el cas-
te lla n o h a b itu a l suele ser d e sig n a d o ese acto c o n la m ism a p a la b ra
q u e el h á b ito - “e sp era"— ; se dice asi q u e a lg u ie n “está a la esp era” ,
y se lla m a “sala de espera” a la que en las estaciones fe rro v iarias sir-
ve a ta l fin. E n el le n g u a je técn ico c o n v e n d ría reserv ar e l té rm in o
“esp era’, p a ra la d esig n ació n d e l h á b ito e n tita tiv o d e e x istir h a c ia el
fu tu ro , y p o n e r e n circ u lac ió n u n expresivo vocablo cinegético, el
aguardo. “A g u a rd o ” es el acto de e sp e ra r a g u a rd a n d o ; lla m a n d o
“sala d e a g u a rd o " a la “ sala d e espera', q u e d a ria a ú n m ás c la ra su

3» A la espera, entendida como hábito entitativo de la naturaleza humana, no


puede oponerse otro hábito distinto, porque no es posible la vida sin espera. La
inesperti (unhope, de Th. Hardy: inespoir, de G. Marcel) no es una total y abso-
luta carencia de espera, sino el tenue y pálido modo de esperar propio de un tono
vital muy bajo. Se llalla muy próxima a las diselpidias patológicas de tipo hipotd-
nico que anteriormente he nombrado.
‫ﺑﻖ‬4 LA ESPERA Y ESPERANZA

c o n d ició n de c á m a ra d o n d e se espera algo m u y co n creto y d e te rm i,


n a d o , cuyo posible a d v e n im ie n to a la v id a d e l e sp e ra n te h a sido ex-
p re sa m e n te p ro y e c ta d o p o r é l ٥٠.
L a espera — y su a c tu a liz a c ió n c o n creta, el a g u a r d o - p u e d en
a d o p ta r m o dos m u y diversos. H a y u n m o d o m ás ojjerativo, 0 creación,
y o tro m ás receptivo, o expectación; de d o n d e el uso de expresiones
com o “e sta r a la e x p ec ta tiv a ” y “ vivir -a la ex pectativa... L a “expec-
ta c ió n ” - d e exspectare, m ir a r a te n ta m e n te h a c ia a l g o - es la esp era
cu y a a c tiv id a d q u e d a casi re d u c id a a la co n sid e ra c ió n a te n ta d e lo
esperado. D esd e el p u n to de v ista de la e n tre g a d e l e sp e ra n te , h a y
ta m b ié n varios m o dos d e e sp e ra r: el inane, el circunspectivo y el
auténtico 0 radical. H a y , en fin, los m odos de e sp e ra r q u e correspon-
d e n a la re a liz a c ió n psicológica d e la fianza sobre q u e la espera se
a p o y a : la espera difiante, c u an d o e n esa re a liza c ió n p re d o m in a la di-
fianza 0 vivencia de in se g u rid a d , y la espera confiante, c u an d o es ‫؛‬a
v ivencia de seg u rid a d o co nfianza la q u e prevalece. L a espera difian-
te p u e d e ser, seg ú n la h o n d u ra de la e n tre g a, disgusto, desesperación,
angustia y desesperanza; la espera confiante se hace, a su vez, espe-
Tanza trimalizada 0 despreocupación» esperanza confirmativa ١‫ ال‬opti-
mismo y esperanza auténtica o genuina (espérance): la co nfianza del
q u e e sp e ra “ser siem p re'.. Q u iere ello d e c ir q u e n i e n la d e sesp eran za
d e ja d e h a b e r espera, n i e n la e sp e ra n z a g e n u in a p u e d e fa lta r la in .
seg u rid ad .
E n sen titlo té cn ico llam o , pues, esperanza a u n h á b ito d e la se-
g u n d a n a tu ra le z a del h o m b re , p o r o b ra d e l cu al éste c o n fia d e m odo
m ás 0 m en o s firm e e n la re a liza c ió n de las p o sib ilid ad es de ser q u e
p id e y b rin d a su espera v ita l; y desesperanza, al h á b ito opuesto, con-
siste n te en desconfiar p o r m o d o m á s 0 m enos e x tre m o del logro del

»٥ “Aguardar” y “aguardo.’, como en francos regarder y en italiano guardare,


son palabras que proceden del germánico «,a،«„, mirar con atención. En este sen-
tido etimológico, “aguardo” es un modo de la “expectación” ; pero en el uso habi.
tual del verbo “aguardar” no resalta tanto la alusión a una atención tensa como
en el empleo de “expectación” y “expectativa”. Debo a E. Queizán Cresjw la noti-
cia de haber existido en el castellano antiguo el vocablo “asperar”, de significación
equivalente a la del actual “aguardar”. Dice Juan de Valdés en el Diálogo de ٤٥
Lengua: “Diziendo asperad en cosas ciertas y esperad en cosas inciertas, como
vosotros usais de aspettar y sperar; y assi digo: aspero que se haga hora de co-
mer, y digo espero que este afto no avrà guerra. Bien 8Ó que pocos o ninguno guar-
dan esa diferencia.” Después del siglo XVI ese verbo ha sido totalmente abando-
nado: tal vez haya contribuido a ello el modo español de sentir à esperanza.
SegUn el diccionario de la Real Academia Española, la voz “aguardo” es usa-
da en el mismo sentido que “espera” --acción y efecto de esp erar-, y no sólo
para nombrar el terreno desde donde se caza esperando la pieza, en la provincia
de Salamanca. Más extenso es su empleo como término sinónimo de “acecho”.
‫ﻣﺎ‬ ESPERA Y LA ESPERANZA 545

«er a que la espera tiende. Ni ‫ ظ‬esperanza es una "seguridad positi-


va” de lograr lo que se espera, ni la desesperanza puede ser nunca
"seguridad negativa’, respecto de ese logro ‫ ذ‬una y otra son formas
-de la tensión “seguridad-inseguridad”, más segura aquélla, más inse-
gura ésta. El lenguaje habitual llama “espera” al acto de aguardar,
y "sala de espera” -p a ra la complacida sorpresa de André Gide— a
la que seria mejios bello, pero más preciso llamar “sala de aguardo”.
En consecuencia, “esperar” es tanto “hallarse a la espera” (attendre),
(omo “vivir en la esperanza” (espérer). Páginas atrás expuse la corres-
pondencia entre estas expresiones y las que en los principales idiomas
«uropeos las traducen. Pero este expresivo equivoco, además de ser
una indudable limitación, ¿no es a la vez, en compensación, un acier-
to? ¿No expresa diáfanamente algo que en otros idiomas queda ocul-
to ‫ ذ‬a saber, la esencial conexión entre el aguardar y el esperar, entre
-el aguardo (attente, waiting, Erwarten, attesa) y la esperanza (espoir
y espérance, hope, Hoffnung, speranza)? El aguardo es una actividad
humana fenomenològicamente distinta de la esperanza. Es verdad.
Pero también es verdad que no hay aguardo sin espera y, por lo tan-
to, sin una esperanza más o menos desesperanzada. Recordemos de
nuevo la copla popular española:
Quien espera, desespera‫؛‬
quien desespera, no alcanza.
Por eso es bueno esperar
y no perder la esperanza.

¿Qué sentido tiene este decir? Ahora lo vemos claro. Quien aguar-
da, desespera, porque no hay espera enteramente exeirta de insegu-
-ridad y desesperanza. Quien desespera, no alcanza, porque si la deses.
peración y la desesperanza ganan intensidad, conducen a la total pa-
rálisis de la actividad personal que siempre requiere el logro de lo es-
perado: “A Dios rogando y con el mazo dando”, “Fiate de la Virgen
y no corras", enseña la sabiduría gnómica del pueblo español. La
conclusión se impone: “Por eso es bueno esperar y no perder la es.
peranza.” Lo acertado es aguardar esperando confiada y artivamen-
te. “La fe, el amor y la esperanza, todo ello está en la espera (en el
-aguardo)”, canta el verso de Eliot.
Estas precisiones iniciales nos permitirán estudiar con mayor cla-
ridad los diversos puntos que el presente apartado comprende: des.
cripción, objeto, sujeto, ascética y deformaciones de la esperanza
natural.
§1. Repetiré la definición de la esperanza natural anteriormente
35
546 ESPERA Y EA ESPERANZA

formulada: es un habito ‫ ﺀى‬la segunda naturaleza del hombre, por


obra del cual éste coupla de modo más 0 meuos lim e en la realiza.
cOn de las posibilidades de ser que pide ‫ ﻻ‬brinda su espera uital. 1
esperanzado es, por tanto, un hombre que a lo largo de su vida se
ha habituado a confiar en el buen éxito de la conquista del futuro;
conquista a la cual, ya en la primera naturaleza de su existencia te-
rrena, tiende espontánea y necesariamente la espera vital. Esperanza
es espera confiada; y la primaria pretensión de la espera es vivida
confiadamente en la existencia concreta cuando la “fianza., que aque-
lia incluye se transforma de manera habitual en “confianza'.. Confia
quien asiente a su “fianza'., quien cree en el buen término de la in-
segura e irrenunciable pretensión de ser que la “fianza’, es. Espera y
confianza son, pues, los elementos básicos de la estructura antropo-
lógica de la esperanza.
Movidos por un loable espíritu de precisión, los analistas de la
esperanza —Marcel, Le Senne y Bollnow, sobre to d o - han estable-
cido una serie de oposiciones que sólo en la superficie de la existencia
humana gozan de plena validez. Serian actividades psíquicas cualita-
tivamente distintas el aguardo (attente, Erwartung) y la esperanza
(espérance, Hoffnung), “las esperanzas" y “la esperanza”, la espera
de lo cierto, proyectado, computable y conquistable, y la espera de-
lo incierto, gi٠atuito, incomputable y recibido. ¿Hasta qué punto es
aceptable esa tesis? ¿Hasta cuál no lo es?
Bollnow, por ejemplo, distingue entre “las esperanzas.., en las cua-
les lo que se espera es siempre un objeto bien determinado (“espero
que mañana haga buen tiempo”), y “la esperanza”, estado del alma
cuando la empapa un “temple anímico esperanzado” (hoffnungsvolles
Gestimmtsein), la cual no tiene un objeto determinado e intuitiva,
mente representable. A la “esperanza determinada', opone, pues, la
“esperanza Itniversal”. No menos neta y tajante es su distinción en-
tre “aguardo.. (Erwartung) y “esperanza" (Hoffnung). El aguardo pue-
de referirse a lo grato y a lo ingrato, y la esperanza sólo se refiere a
lo grato; lo que se aguarda es más determinado que lo que se espera
(diferencia entre “aguardo la llegada de X” y “espero que venga X”),
el aguardo es una espera atenta y embargante; en la esperanza hay
mayor libertad interior; el futuro del aguardo apunta a' un tiempo
“cerrado" por la prevista posibilidad de aquello que se aguarda; el
futuro de la esperanza es, por el contrario, un tiempo “abierto., a
un horizonte de posibilidades no previsibles. Por eso Rilke pudo lia-
mar “tapón del tiempo” (Schliesse der Zeit) a la espera de una ama-
da que no llega.
LA ESPERA Y LA ESPERANZA 547

Todo esto es Certo y real. ¿Es, sin embargo, toda la realidad?


A mi juicio, no..La limitación es doble, porque toda “esperanza de-
terminada', comporta siempre - y no puede no comportar si es ver-
dadera esperanza- una constitutiva referencia a la "esperanza uni-
versal", y porque el objeto de esta Ultima incluye necesariamente, si-
quiera sea en forma esencial, los objetos particulares a que tienden
las “esperanzas determinadas'. : no hay bien particular que no aspire
al “sumo bien'., ni el “sumo bien" seria “sumo’, si de algún modo
no incluyese los múltiples bienes particulares. Otro tanto puede de-
cirse de lo relativo al tiempo : no hay “tiempo cerrado" —tiempo
“parcelariamente” cerrad o - sino en el seno de un tiempo indéfini-
damente abierto, ni “tiempo abierto" cuya “abertura” no sea relativa
a su “cierre regional” por la atención hacia alguna posibilidad con-
creta. En resumen: esperar “algo” supone esperar “todo'., aunque el
esperante no lo sienta expresamente, y esperar “todo., sólo es posible
concretando el “todo', en una serie indefinida de “algos”.
Marcel, por su parte, contrapone a la esperanza genuina, cuyo
objeto es siempre incomputable, imprevisible y gratuito la esperanza
espuria de todo lo que puede ser más 0 menos reducido a previsión
y cálculo, y discierne resueltamente de aquella el deseo, el optimis-
mo y la vitalidad : el deseo se refiere a algo concreto, la esperanza a
“la restauración de un orden viviente en su integridad'., a “la salva-
ción"; el optimisjno se funda en una visión contemplativa o “espec-
tacular” de los eventos futuros, la esperanza es una implicación per-
sonai del esperante en lo esperado; la vitalidad es una realidad bio-
lógica, fisica, y de la esperanza no cabe una “fisica’. : la idea de una
“fisica de la esperanza'., dice Marcel, seria absurda y contradictoria.
¿Es esto cierto? Repetiré mi fórmula anterior: si y no. Si, en cuanto
a la expresión externa; no, en cuanto a la estructura fundamental.
¿Es posible esperar lo que acerca del futuro real se “calcula”, sin
que la constitutiva inseguridad de esa espera y de ese cálculo se apo-
ye sobre cierta “confianza incalculable’, en el buen éxito de lo que se
pretende? Con otras palabras : en la vida real, ¿seria posible, sin la
esperanza, la computabilidad del futuro? Frente a las previsiones pre.
cisas de la mente, en el ser humano hay siempre, deeia ValCry, defi-
niendo a la inversa la esperanza, una cierta méfiance. Sigamos. ¿Es
posible una esperanza que no lleve en su raiz el deseo, el appetitus,
y que, en la linea de su objeto —aunque éste sea la salvación allende
el espacio y el tiem po-, quede ajena al optimismo? ¿Puede haber
un optimismo terreno, por “superficial” y “espectacular’, que sea, en
cuya entraña no luzca una chispa de esperanza genuina? Y, después
548 ESPERA Y u ESPERANZA

de o d o lo expuesto acerca de la espera, ¿cabe desconocer la existen-


eia de una biologia ‫ ؛‬sto es, de una “fisica'.- de la esperanza? Tan-
to Marcel como Bollnow han pagado un tributo excesivo al “espíritu
de dicotomia'., que tan amplio papel desempeña en la mentalidad
indoeuropea...
Igual actitud debe adoptarse frente a la oposición entre lo pro-
yectado y lo gratuito, lo cierto y lo incierto. Todo proyecto supone,
como vimos, un margen de gratuidadj y para ser “mío', en mi exis-
tencia terrena, todo lo gratuito ha de tomar figura de proyecto ٠٤. ‫ﻣ ﺎ‬
más cierto del futuro es siempre algo incierto: si yo. a las once, es-
pero que sean las doce, esas “doce" pueden no ser nunca para mf.
siempi-e sujeto a la eventualidad de morir. Por el contrario, nada
que no me sea absolutamente imposible puede ser para mi “absolu-
tamente” incierto.
Frente a ese cómodo tratamiento dicotòmico del problema de la
esperanza propongo .yo el más completo que las páginas precedentes
exponen. La esperanza, espera confiada, puede adoptar en la exis-
tencia concreta formas muy diversas: puede ser esperanza triviali-
zada 0 despreocupación, esperanza confirmativa u optimismo, espe-
ranza auténtica o radical‫ ؛‬pero en todos los casos -sépalo 0 no, quié-
ralo 0 no, acéptelo o no el esperante— se refiere a un “ser feliz', y a
un “ser siempre”, porque una y otra pretensión pertenecen esencial-
mente a la estructura del acto personal. La esperanza, dice Marcel,
es “el arma de los desarmados” y el consuelo de los que fracasan.
Muy cierto. Mas también es la meta de los que proyectan, calculan
y triunfan, si el gozo de triunfar no se-Convierte en superbia vitae.
Cuando no es pura convención social, ése es el sentido profundo del
Te Deum laudamus después de cualquier empresa bien lograda.
Tal como yo la entiendo, la esperanza natural puede quedar sa-
tisfactoriamente descrita estudiándola, siquiera sea de modo sumario,
en relación con la confianza, con el “todo” de la realidad y con el
fundamento de ese “todo”. La ulterior consideración del objeto y del
sujeto de la esperanza completará este rápido cuadro descriptivo.
He repetido hasta la pesadtimbre que la confianza —el asenti-
٠٠ Baste pensar en las “contraposiciones” que desde el antiguo Irán han lo-
grado vigencia‫ ؛‬luz y tiniebla, mundo ideal y mundo sensible, verdad y opinión,
espíritu y materia, pensamiento y extensión, libertad y necesidad, vida y mecá٠
nica, homo noumenon y. homo phaenomenon, espíritu y naturaleza. Intuición ٠
Inteligencia. £ ، à ‫ى‬‫ ﺀ‬caeteris.
.1 Con la palabra ..gratuito” no aludo aqu، a la ..gracia sobrenatural”. El
problema de la conversión de la gracia sobrenatural en “proyectos vitales” exigi-
ría otro planteamiento.
LA ESPERA r LA ESPERANZA 549

miento personal al juicio acerca de la posibilidad de lo e s p e ra d a es


el momento que eleva la espera a esperanza. Cuando yo “creo., que
me es posible lo que mi espera vital desea y pretende, esa creencia
es mi confianza. El confiado es el hombre que, sin mengua de las
previsiones y las cautelas a que su “buen sentido', le conduzca, acep-
ta creyentemente en el contexto de su vida la pretensión de seguir
siendo que late en el fondo mismo de su ser. Más adelante estudia-
remos el proceso real en cuya virtud se transforma la fianza en con-
fianza. Ahora me contentará con subrayar el doble carácter de esta
Ultima. A primera vista, confianza es entrega, descanso en aquello en
que se confia, reposo de la existencia sobre la CTeida eficacia de una
virtus aliena. Asi es, en realidad; y, sin ello, la confianza no merece-
ría su nombre. Pero una confianza meramente expectante y pasiva
^ n la medida en que la pura pasividad es posible- antes corres-
ponde a una forma de la “presunción” que a la verdadera esperanza:
quien confia en la ruleta 0 en la llegada de una herencia imprevisi.
ble no es un esperanzado, sino un iluso - u n .“presuntuoso”, en el Íé-
xico de la psicología escolástica—, y la vida real no tardará en de-
mostrárselo. La confianza del esperanzado exige de éste actividad y
osadía, le mueve a la magnanimidad (Santo Tomás); por tanto, a la
concepción de proyertos tan altos y arriesgados como la razón y la
prudencia consientan, y. a la resuelta y resolutiva ejecución de lo pro-
yettado en ellos. En la vida real no puede y no debe haber “esperan,
zas hesiódicas'. y “esperanzas mosaicas', esencialmente puras : una
confianza que no se refiera a la vez a la virtus propria del esperante
y a la virtus aliena de la realidad que le circunda es extraña a la
verdadera esperanza.
Confianza no es seguridad; la esperanza es siempre insegura, nun-
ca excluye totalmente la difianza. Imaginemos el caso extremo : el
del creyente que “confia en Dios". Esa confianza, ¿puede ser seguri-
dad? Si el confiado no fuera un ser personal, libre y activo, tal vez.
porque de la infinita bondad de Dios puede uno estar absolutamente
seguro; siendo él libre, y hallándose forzosamente obligado a la ac-
tividad personal, no puede no sentirse en el riesgo de hacer algo
ajeno a esa confianza, ,con lo cual ésta dejará de ser seguridad. La
confianza, se۴ a en cuanto a Dios, es necesariamente insegura ٥ par-
te confidentis, y ello la tifie de difianza. El verde de la esperanza
real no puede nunca ser “verde puro".; pensar otra cosa seria dar la
razón a los que, en nombre de 1‫ ذ‬angustia y la desesperanza, juzgan
ilusión vana toda espera confiada.
¿En qué confia el confiado? Confia a un tiempo en la virtualidad
550 LA ESPERA Y ESPERANZA

de su virtus propria y en la eficacia de la virtus aliena. Con el mar-


gen de reservas y cautelas que la nunca excluible difianza imponga ٠٥٠
confia en la realidad, en el “todo” de lo real. Mi confianza en un
futuro concreto - l a resistencia de un material de construcción o la
fidelidad de un amigo— exige de manera necesaria y consecutiva la
confianza en otros futuros conexos con aquél; la de éstos, a su vez,
en otros, y asi hasta llegar al todo de la realidad. Por ser “coligente”
(Zubiri), la inteligencia humana se ve constitutivamente obligada a
pasar de lo entendido al “todo" a que lo entendido pertenece. Lo
mismo acaece a la confianza: su descanso en “algo” nos refiere in-
eludiblemente al “todo” en que ese “algo” se halla inscrito, al “todo
de la realidad'.. El “con” que eleva la fianza a confianza —mi efecti-
va aceptación de la primaria e indiferenciada fianza de la espera—
exige, por la indole misma de mi condición de “espíritu encarnado.’,
esa irradiante referencia al “todo”. "Confiar" es “fiar-con”.
Antes de examinar.la articulación entre el “algo., y el “todo" de
la confianza no será inoportuno observar que los dos modos cardi-
nales de entender la relación entre el hombre y la realidad, el modo
helénico y el hebraico —o, si se quiere, el modo indoeuropeo y el se-
mitico— se dan cita en esta visión del confiar humano. Piensa el se-
mita que un objeto es “verdaderamente., real cuando puede confiar
en que un día llegará a ser lo que él espera de esa parcela de la rea-
Jidad; para el griego, en cambio, es “verdadero” lo real cuando, vién-
dolo y comprobándolo, descubre que su apariencia no era “falSa”.
Pues bien: integrando una y otra actitud, la esperanza genuina pide
una confianza fundada patentem.ente en la verdad. No confia razo-
nablemente quien no sea fiel contraste intelectual de la “verdad., de
su Confianza: pero, a la vez, no hay verdad para el hombre —aunque
ésta sea la abstracta verdad de un teorema m a te m á tic o cuyo c o n .
cimiento no comporte alguna seguridad para el futuro propio de
quien la conoce y posee; esto es, alguna confianza. Para confiar en un
hombre necesito “conocerle’. ; el conocimiento del teorema de Pita-
goras me permite “confiar', más seguramente en el porvenir.
El hombre confia, pues, en un “todo” de verdades cuya patencia
es presente 0 posible, y conoce un “todo” de patencias actuales 0 po-
sibles en las cuales puede confiar. ¿Cuál es la estructura real de ese
“todo’, y, por lo tanto, del “con” de la confianza? Su estructura ma-
terial comprende, a un Jjrimer examen, el universo inanimado, la es-
fera de lo viviente y el mundo humano. La confianza en “algo” im-42
42 La “reserva., y la “cautela” son las principales formas psicológicas de la
difianza.
U ESPERA Y LA ESPERANZA 5 51

plica la confianza en el cosmos, en la vida biológica y en los hom.


bres. El ind'ividuo más “desconfiado" no podria existir sin ese trino
conjunto de confianzas... Sin ellas, ¿nos seria posible dirigirnos a
otro preguntándole qué hora es? La estructura formal del “todo de
la realidad” se manifiesta en la mutua y necesaria referencia de los
“algos” al “todo', y del “todo” a los “algos” que lo integran. Con-
fiando en “algo” tengo que confiar en el “todo” a que pertenece‫؛‬
y, por otra parte, mi confianza en el “todo', - t a l es la disposición
habitual que Bollnow llama “temple anímico esperanzado" y Mar-
cel “disponibilidad’, del alma a la esperanza— no puede ser real y
efectiva más que actualizada 0 concretada en uno 0 en varios “al-
gos". Una “esperanza universal” sólo es humanamente posible en
cuanto alguna “esperanza determinada” la expresa y “realiza” ‫ ؛‬un
hombre vive en disponibilidad real cuando, consagrado a una tarea
concreta, ésta no llega a ocupar 0 “embargar” (L. Rosales) la totali-
dad de su existencia. Sin “esperanzas determinadas” no hay “espe-
ranza universal”, y sin ocupación concreta no hay real disponibilidad.
La peculiar creencia que es la confianza revela óptimamente su
alcance real en los actos de auténtica creación. La actividad “perso-
nal" del hombre q u e , para ser en verdad “personal”, tiene que ser
en alguna medida “creadora”- hace patente que aquello en que
confia la confianza es algo a lo cual corresponden las siguientes n o
tas: la gratuidad conquistable, la condición fundamentante, la tras-
cendencia y la infinitud. El Ultimo fondo de la realidad es, a los ojos
del hombre, fontanal y religante (Zubiri), envolvente o abarcante
(Jaspers). Por todo ello, la realidad es “credenda” y el hombre con-
fia en ella. Enfiar, como G. Marcel enseñó a decir, es “dar crédito’,
a la realidad. La esencial gratuidad del acto creador constituye la
prenda o el regalo con que la realidad se nos muestra merecedora
de crédito - “acreditada... digna de nuestra confianza— cuando te-
naz y amorosamente la urgimos.
Comme la vie est lente
et comme !Esperance est violente...,

escribe Apollinaire en su poema Le pont Mirabeau. Es “lenta', la


vida y es “violenta’, la esperanza, porque el “crédito', que ésta con.
cede a la realidad “salta" por encima de lo que la realidad en cada.
A» La confianza de un hombre en otro se hace eminente y expresa en la
*‘confidencia”. La relacidn Social es un continuo Juego de confianzas y desconfian-
zas —y, Jjor consiguiente, de confidencias y retraim ientos- que no llegan y no
pueden llCgar a ser totales. Una “confidencia total” es Un imposible metafisico.
552 ESPERA Y LA ESPERANZA

m .m ent. da. En su raíz, esperar es saltar c.n los ojos abiertos desdo
el presente concreto hasta el Ultimo fondo de la realidad. Con los ojos,
abiertos, porque el salto nunca puede ser seguro; hasta el fondo mis-
mo de la realidad, porque, pese a nuestras Insegtiridades y cautelas,,
confiamos en su fundamentalidad y en su “obsecuencia'.. La más
humilde, cotidiana y determinada de nuestras esperanzas -volvamos,
a nuestro ejemplo: la que subyace a la espera de quien ha pregun-
tado a otro “¿Qué hora es?”— lleva realmente en su entraña una-
sutil referencia a ese fontanal y envolvente fundamento del “todo de
la realidad".
SegUn esto, ¿50„‫ل‬0‫ ﺀ‬esperanza? “La esperanza es la estofa de que
está hecha nuestra alma’., dice G. Marcel; "La esperanza es el Ulti-
mo fundamento del alma", afirma Bollnow; “La originaria consti-
tución temporal de la vida humana está determinada por la espe-
ranza", añade este Ultimo. ¿Es asi? Es preciso afinar algo más la
a^ideza visual. La “estofa', y el “Ultimo fundamento.’ de la vida in
via no es la esperanza (espérance), sino la espera (espoir), en cuanto
pretensión de un “ser futuro', basada sobre la parcial posesión del
“ser presente” ; pretensión en la cual late por modo constitutivo la
tensión “seguridad-inseguridad., de la fianza. La esperanza genuina,
nunca vivida como absoluta “seguridad’., es el 'hábito de la segunda
naturaleza a que naturalmente tiende la espera y en el cual ésta se
transforma cuantas veces la constitución psicosomàtica, la situación
histórico-social, el tipo de la vida personal y, en Ultimo extremo, la
libre voluntad, no actUen eficazmente contra tal tendencia; esto es,
cuantas yeces la fianza de la espera no se convierta en angustia y
desesperanza habituales. Opone Bollnow la esperanza al “cuidado” o
“cura” (Sorge) de la analitica existencial de Heidegger. “La esperan-
za - e s c r ib e - es más originaria que el cuidado, y sólo en el hori-
zonte de la esperanza puede ser rectamente concebido este Ultimo...
Sin esperanza, toda resolución se lanza contra el vacio... El cuidado
debe ser siempre rebasado por una esperanza que le soporte y en.
vuelva.” Bollnow es victima de una extendida y cómoda tendencia
a la “estratificación" de la realidad. En rigor, la esperanza es siem-
pre más o menos “cuidadosa” (y en esto tiene razón Heidegger), y el
“cuidado” es siempre más o menos esperanzado (en lo cual acierta
Bollnow). La radical inquietudo de una existencia libre y futuriza-
dora tiene que ser a la vez esperanza y angustia, asi en los casos de
esperanza más viva como en los de más amarga desesperanza. En la
concreción de su vida individual, el hombre se siente esperanzado ٠
ESPERA Y ESPERANZA 55‫ئ‬

desesperanzado, porque ‫ ﺀﺀ‬esperante‫ ؛‬vive en confianza o en dlfian-


za porque ‫“ ﺀﺀ‬fiante” ...
§2٠ La descripción anterior nos conduce llanamente al examen
del objeto de la esperanza. ¿Qué es lo que el esperanzado espera? Ya
lo sabemos: espera siempre “algo" y “todo” a la vez. Espera el logro
de la concreta posibilidad de ser que él ha proyectado, para en ella
seguir siendo él mismo todo lo plenaria y omnímodamente que la
concreta facticidad de su existencia terrena le permita. Desde su con-
creta situación personal, el esperanzado confia en “ser hombre”, “ser
él mismo” y “ser más', en una situación futura. Estudiemos los suce,
sivos momentos que integran esta expresión del objeto de la espe.
ranza; con otras palabras, la real articulación del “algo., que se es-
pera en el “todo., a que se aspira.
Yo espero “algo” : que venga un amigo, la curación de mi enfer-
medad, la terminación de un trabajo. La consecución de lo que es-
pero me traerá : 1.. Una fruición más 0 menos intensa y profunda.
2. ٥ La posesión de un modo de ser en el cual mi vida será más rica
que antes, porque el logro de lo esperado me permitirá ser y hacer-
cosas que antes no me eran posibles, y más limitada, a la vez, porque
la nueva situación encauzará y determinará mi destino personal.,
3. ٥ En consecuencia, una nueva etapa en el “camino de ser., que mi
persona ansia y proyecta -desde el fondo de si misma: existir en el
mundo es “estar siendo" en camino 0 en pretensión de “ser plena-
mente". Si no fuera asi, yo no hubiera esperado verdaderamente
aquel “algo". Espero, en suma, “seguir siendo yo mismo” y “poseer
mi propia vida” de un jnodo cada vez más rico, profundo y lúcido.
Los antiguos decían que el apetito vital es a la vez concupiscible
e irascible: busca la fruición y trata de conquistar activamente —a
veces, violentam ente- situaciones en que esa fruición pueda ser más-
alta. Los psicólogos actuales nos dicen que el apetito vital es a la vez
“libido.. (Freud) y “necesidad de valimiento” (Adler), impulso hacia-
el placer y tendencia a la autoafirmación, como fttente de compia-
cencia vital. La coincidencia entre antiguos y modernos es mayor que
su discrepancia. En época reciente, Karen Homey ha elaborado am-
plia y sugestivamente el punto de vista adleriano ٠٥, y Rof Carballo
٠٠ También ‫ ﺀﺀ‬creyente y amante, aun cuando en su vida sienta la duda ٢ -
el odio. Recuérdese lo anteriormente apuntado acerca de à estructura pistica, el.
pidlca y fllica de la existencia humana. El hombre ‫ ﺀﺀ‬creyente, esperante y aman-
te ‫ ؛‬y, conto fundamento de su creencia, de su espera y de su amor, ‫ ﺀﺀ‬religado (Zu*
birJ). El drama de la existencia humana consiste en la discrepancia que la libertad-
Introduce constantemente entre la “vida” y el “« .‫م‬
٠٥ K. Horney, La neurosis y ‫ ﺀﺀ‬desarrollo humano (trad, cast., Buenos Aires,.
1.55). Véanse también los libros de Rof Carballo antes mencionados.
554 ESPERA y LA ESPERANZA

ha descrit, la estructura neuroendocrina que le concede realidad so.


mática. El crecimiento biológico y psíquico de un individuo huma-
no es el curso de una “lucha por la autorrealización”, lucha en la
cual se va conquistando la paulatina conversión del “yo ideal” en
“yo real”.'Pues bien: cuando yo espero “algo”, e independientemen-
te del particular contenido de ese “algo”, mi esperanza se mueve ha-
eia la meta sucesiya y ascendente que Karen Horney llama “auto-
realización”.
Desde un punto de vista subjetivo, esa meta tiene un nombre
muy preciso: es la “felicidad”. El hombre espera su felicidad - y ,
por tanto, la felicidad- a través de los sucesivos “algos', a que sus
proyectos tienden. La indole de la existencia terrena del hombre —la
-condición ontològicamente menesterosa y “precaria', de la vida hu.
mana— hará más o menos dolorosa y áspera esa felicidad. “La gran-
deza y la dicha son dos cosas distintas”, dice una vez Spengler ٠*, y
pocas veces deja de cumplirse tal sentencia. No importa: Doliente 0
gozosa, la felicidad'es el objeto de la esperanza del hombre y el ob-
jetivo real de su proceso de autorrealización.
¿En qué consiste esa felicidad? Es la coincidencia entre lo que
-el hombre quiere ser y lo que real y efectivamente es, hemos oído
decir a Ortega. Un examen preciso del pensamiento orteguiano nos
ha mostrado la necesidad de admitir que la vida humana descansa
sobre una realidad trascendente a ella misma, en la cual tiene fun-
damento postrero la felicidad a que aspira y logran definitivo tér٠
mino de referencia sus deseos y proyectos. Nuestro apetito de feli-
-cidad nos proyecta siempre hacia la trascendencia, hasta cuando más
inmanente parece, porque nuestras aspiraciones sólo son verdadera-
mente personales ‫ ؟‬sto e‫؟‬, creadoras- cuando secretamente aspiran
,a “ser siempre” y a “ser todo”. Y estas expresiones, ¿qué son, sino
modos humanos de nombrar lo trascendente? 47 El bien que un hom.
bre espera es siempre el “sumo bien” ‫ ؛‬de otro modo, ese hombre no
.seguiria esperando después de haber logrado el bien particular de una
de sus “esperanzas determinadas'.. Pero el “sumo bien" es por defi-
nición infinito, y quien espera es-una persona individual y finita.
¿Cómo, entonces, podrá poseer ese bien infinito y total a que su es-
peranza aspira? Sólo esto le cabe pensar: que el “sumo bien” de su
persona es la participación plenaria en un “Sumo Bien', trascenden-

«« ٠ . Spengler. Jahre der £ „، ‫فﺀارﺀﺀ‬،،«‫( ع‬München, 1933), “Einleitung*‘, pi-


gina vn.
47 Puede verse en la I n t r o d u c é ٥ ia Filosofia de T. Marfas (pigs. 429-432)
« n análisis de 1.8 diversos sentidos de la palabra “trascendencia**.
LA ESPERA Y LA ES PERA 555

te a la realidad humana, la plena posesión de “iodo lo que él puede


ser" en el seno de un Bien que es “Sumo” porque envuelve y funda-
menta “‫؛‬odo posible ser". El hombre espera por naturaleza algo que
trasciende a su naturaleza: lo natural en el hombre es abrirSe a lo
trans-natural. La descarriada “gran esperanza.’ de Nietzsche l a con-
versión del hombre en Superhom bre- era sólo descarriada en cuan-
to atribuía a ese “Superhombre" una condición “meramente natu-
ral” y “meramente histórica”.
El objeto de la esperanza genuina es siempre trascendente e in-
calculable, afirma con enérgica insistencia G. Marcel. Acabamos fie
verlo. Pero, cuidado : esa trascendencia del objeto que la esperanza
espera no es un “más allá" sobreañadido, como una envoltura de
“ser infinito”, a los concretos y parciales objetos de un “más acá” li-
mitado y sublunar, sino el Ultimo y definitivo término de referencia
-de nuestro cotidiano esperar; término realmente contenido, a mane-
ra de fundamento creador, en cada uno de esos parciales y concretos
tienes a que apuntan los proyectos de la esperanza de cada día. Yo
espero siempre, valga la expresión, una “trascendencia aquendizada”
y una “aquendidad trascendente", sean la salvación eterna 0 la visi-
ta de un amigo el contenido de mi esperanza. En efecto: espero mi
salvación eterna “a través” de las acciones terrenales que a ella pue-
dan conducirme y como posesión definitiva e integral de todos 03‫ا‬
bienes particulares que esas acciones contengan; y en la visita de
mi amigo espero un evento que sólo puede ser verdadero “bien”
e n tie n d a yo de un modo 0 de otro la relación entre el “algo” y el
“todo” de mi esperanza— abierto a la perspectiva de un “Sumo Bien”
capaz de asumirlo. Tal es el sentido antropológico de la anakepha-
laiosis y la apokatdstasis paulinas: “recapitulado" y “reconstituido”
en Cristo, el justo poseerá en la gloria omnia in omnibus.
Cotv 0‫ة\ة ؟ ةةأأ‬١‫ةة!ل‬٠ la esperanza genuina es el habito psicológico
en que de modo ajirmatvuo se expresa tempóreamente la religación
del hombre; y la desesperanza, la forma negativa del curso temporal
de la desligación. Un hombre esperanzado es un ser racional que afir-
ma vital y sucesivamente su condición de ens religatum; y la afirma
en cuanto el objeto de su esperanza es, de manera más o menos ex-
plicita e ilustrada, la “deificación" de su persona, en la medida en que
una persona creada y finita puede ser deificable 4*. Un hombre des-
esperanzado es, por el contrario, un ser racional que niega en el
tiempo su constitutiva religación; y la niega, esto es lo decisivo,
confirmándola, haciendo objeto de su desesperanzada 0 angustiosa
4٥ Finita simpliciter ٠ infinita secundum quid. Recuérdese lo antes dicho.
556 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

«speranza el “endiosamiento" de su propia persona, es decir, una


“deificación” desligada y autónoma, no referida al ens fundamentale
de su religatum ‫ﺀﺀﺀﺀ‬. Reléase a esta luz todo lo dicho acerca de Leo-
pardi, Baudelaire y Sartre y se hallará la confirmación objetiva de
mi aserto.
Con ello 'juzgo satisfactoriamente resuelta la cuestión de la r e
presentabilidad del objeto de la esperanza. Lo que yo espero, ¿es
siempre representable? ¿Puedo yo esperar algo que no pueda repre
sentarme? ¿Es el esperanzado un iluso, b'ien porque espera algo de
lo cual no tiene y no puede tener idea, ya porque se engaña ponien.
do su esperanza en los menudos y falaces objetivos que él puede con-
cebir? Conocemos la respuesta'de Marcel: “Cuanto más la esperanza
apunte a una imagen determinada y se deje hipnotizar por ella, tan.
to más irrefutable será esa objeción. Cuanto, por el contrario, más
trascienda nuestra esperanza la capacidad de la imaginación, de modo
que el esperanzado se prohiba la tentativa de imaginar que espera,
tanto más fácilmente esa objeción podrá ser refutada.” Pero conce,
bir no es siempre imaginar. Aunque su ser se halle proyectado hacia
la trascendencia, el hombre no puede proyectar lo que le trasciende.
Es verdad. Sin embargo, ¿podría el hombre esperar una existencia
trascendente a su finitud sin concebirla de algún modo? No lo creo.
No se puede esperar lo que no se CTee, decía San Agustín. El “Sumo
Bien.» a que aspiro ha de asumir los bienes particulares que en mi
vida espero; mi trascendida existencia ha de ser a la vez “humana”
y “mía'.. Con sólo estas dos proposiciones afirmo que el objeto Ultimo
de mi esperanza es para mi ‫ „ﺀ‬derta medida concebible. No lo pue-
do imaginar, pero lo puedo concebir. Más aún: lo concibo de tal,
modo que mi “concepto” hace referencia a las imágenes con que me
represento los objetos particulares y determinados de mi esperanza.
Volvamos a una expresión antes usada : el “ser" correspondiente a
la pregunta “¿Qué va a ser de mi?" engloba, en cuanto objeto de mi
incierta y temblorosa esperanza, todos los “modos de ser’, implícitos
en mis reiteradas preguntas por “lo que voy a ser yo”.
Vive, esperanza: ‫ ا‬quién sabe
lo que se traga la tierral,

dicen dos punzantes versos de Antonio Machado. Para que la espe-


ranza en ellos invocada sea verdaderamente “viva”, ese dubitativo
“ ‫ل‬quién sabe!', debe contener en su seno cierto “saber”. Aunque tal
“saber’, no pueda luego revestir la forma'de una “imaginación” o de
una “teoria’..
ESPERA Y IA ESPERANZA 557

La condición de “sumo bien" que el objeto de la esperanza posee,


Tevela muy claramente que ese objeto no es un bien individual, sino
compartido. El “bien" que yo espero no seria “sumo', si no asumiese
-en si, trascendiéndolos, todos los bienes particulares de mis diversas
-esperanzas sucesivas; los cuales, a su vez, se hallan siempre en real y
forzosa dependencia mutua con los que en sus respectivas existencias
se han propuesto y han de proponerse los demás hombres. Yendo al
Museo del Prado, espero la fruición de contemplar tal 0 cual lienzo :
un gozo estético que será, cuando se produzca, rigurosamente “mío”.
Pero basta una breve reflexión para advertir que ese personalisimo
.gozo no seria posible si no estuviese realmente implicado en un con-
texto que supone la existencia y la esperanza de todos los hombres,
desde Adán hasta la consumación de los siglos. A través de mi par-
ticular y ocasional complacencia, aspiro a la personal posesión de un
Sumo Bien en el .que todos los hombres seamos copartícipes.. En
suma: el “todo" en que necesariamente se articula el “algo', de mi
particular esperanza es a la vez trascendente, fundamentante y com.
partido. Sabiéndolo 0 no, aspiro a una felicidad en que el vivir sea
convivir, “convivio". También en el orden de la mera naturaleza es
una spes la esperanza en que confluyen todas mis esperanzas y las
esperanzas de todos los hombres.
§ 3. Hemos de examinar ahora lo tocante al sujeto de la espe-
ranza natural. ¿Quién espera en la esperanza humana? Y dentro de
.ese “quién”, ¿qué es lo que realmente ejercita la acción de esperar?
La respuesta parece sobremanera obvia. Espera un hombre. Espera
un ente finito e inteligente, que no se conforma con su propia finitud;
por lo tanto, “precario” ... En cuanto conoce inteligentemente su
propia finitud, y en cuanto, por conocerla, no se contenta con ella,
el hombre es un ente cuyo modo primario de ser es la prex, el “rue-
go'.. Vivir humanamente es vivir “en precario”, en instancia de la
plenitud que se espera. El proyecto, la pregunta y la creación son las
formas naturales de la precariedad liumana; la plegaria —precaria—
-es su forma religiosa.
Espera, pues, el ente inteligente, finito y futurizador que llama-
mos “hombre”. Pero, dentro del hombre, ¿qué es lo que espera?
'También parece obvia una primera respuesta. Puesto que la esperanza
es un movimiento del ánimo hacia un bien futuro, en la estructura
psicofisica del ser humano esperarán de manera específica aquellas
“facultades" cuya actividad consiste en apetecer lo futuro : el apeti-
٠« Véase el articu lo de A. A lvarez de M iranda “Poesia del tiem po precario” ,
-en R evista , núm . 107, 1954.
558 LA ESPERA y ESPERANZA

t . sensible y la voluntad. Ellas constituyen el “sujeto propio', de la


esperanza, según la psicología tradicional. El hombre espera con su
apetito sensible y con su apetito racional o voluntad.
Un examen más detenido de la cuestión hace ver que esa respues-
ta adolece- de simplismo. Si el hombre es un ente constitutivamente
futurizador, proyectado hacia el futuro, ¿puede haber algo en él
exento de esta fundamental actividad? Se dirá que la inteligencia
procede supra tempus: mi intelección 'de que dos y dos son cuatro
es supratempOrea: el acto de mi mente es, en cuanto operación es-
piritual, uno de los “movimientos instantáneos" de que mi espíritu
es capaz. Pero en mi concreta y material existencia psicofisica, don-
de “todo lo mental es biológico y todo lo biológico es mental”, ¿pue-
de darse un movimiento “puramente', instantáneo? El “acto” de en.
tender intelectualmente es en si mismo instantáneo; pero mi ejecu.
ción de, ese acto - m i real “acción” de entender— tiene forzosamen.
te que ser un “movimiento continuo”. ‫ ﻣ ﺎ‬mismo podria decirse de
cualquier otra operación “espiritual” del hombre. Propio del ente hu-
mano es “ser siempre” ; pero durante su existencia mortal, ese “ser
siempre', es forzosamente un “ser hacia".
De ello se deduce que nada deja de esperar en la realidad psico-
somática del ser humano; que todo espera en ella, porque todo en
ella se mueve sin trenta hacia el futuro. Espera el hombre con su
apetito sensible y su voluntad, deseando y queriendo el objeto de la
esperanza; espera con su inteligencia, moviéndose intelectivamente
hacia la concepción de los proyectos de ser en que esa esperanza se
concreta : ¿qué es pensar, sino un “entender esperando"?; espera
también con su cuerpo, poniendo en actividad las estructuras funcio-
nales neuroendocrinas de que anteriormente hablé y, sobre todo, as-
pirando a una inmortalidad definitiva; espera, en fin, con su memo-
ria, en cuanto con ella actualiza, entre todo lo que él ha sido, aquella
parte que mejor puede servir par¿ el logi٠o de lo que esperanzada-
mente anhela. La mutua y esencial relación entre la memoria y la
esperanza que San Agustín, Santo Tomás y San Juan de la Cruz des-
cubrieron, tiene su fttndamento real en la constitutiva temporeidad
de la existencia humana, la cual se distiende hacia su pretérito (me-
moria) para mejor conseguir el término de su distensión hacia el fu-
turo (esperanza). Desde cada uno de sus presentes, el hombre se pro-
yecta hacia el tiempo venidero en un acto de futurición más 0 menos
esperanzada 0 angustiosa, y asume a la vez su pretérito, bien para
aceptarlo, usándolo como fundamento y material del porvenir, bien
para dejarlo al margen de su vida personal, en un acto d¿ arrepen-.
ESPERA LA ESPERANZA 559'

timlento. En este sentido) el movimiento existencial más radicalmen.


te contrario a la esperanza es el arrepentimiento ٥٠.
La esperanza emerge de la peculiar temporeidad del hombre;
pero, a su vez, reobra sobre ella y la cualifica específicamente. Marcel
y Bollnow han contrapuesto el “tiempo,abierto” de la esperanza, con
sus indefinidas e incalculables posibilidades de ser, al “tiempo cerra-
do', del aguardo, en el cual el horizonte está ocluido por la atención
hacia el evento que selectivamente se aguarda. Mas ya vimos que
uno y otro son conceptos abstractos: en la existencia real sólo es po-
sible la “abertura” del tiempo como “más allá” de una “oclusión..'
concreta, y no hay “oclusión" que no exija y no comporte su “aber-
tura" a un Ultimo fundamento que la trasciende. Yo espero mi “sumo-
bien', esperando la respuesta a mi pregunta “¿Qué hora es?..; y
aguardando esa respuesta, el particular y parvísimo bien de obtenerla
proyecta tácitamente mi existencia hacia el “Sumo Bien', que toda
mi vida persigue.
Más intensamente se acusa la peculiaridad del tiempo de la espe-
ranza, comparándolo con el de la desesperanza y la angustia. Desde
Kierkegaard sabemos que el presente de la angustia es la decisión
pura, exenta, “desarraigada”. El angustiado se angustia porque tiene
que decidirse libremente, y uno de los términos de la opción puede
ser la nada. El objeto de la angustia es la nada, afirma Kierkegaard;
y tras él, cada uno a su modo, eso enseñan Heidegger y Sartre. De-
jemos ahora la cuestión de si es “la nada” lo que real y efectivamen-
te angustia al angustiado, o si es el no saber lo que va a ser de él. Lo
importante es que, en cuanto experiencia, el pi-esente del angustiado
es una decisión “sobre el no ser”. El presente de la esperanza es, en
cambio, una decisión “arraigada” en el ser que se es y en el ser que
se proyecta y espera; por tanto, en el fondo infinito y fontanal de
la realidad. Tan “arraigada” es a veces esa decisión, que el presente
parece ser redonda plenitud, coherencia instantánea, súbita fusión del
pretérito y el futuro. 'La falsa y artificiosa esperanza que otorgan la
mescalina y el haxix, la exaltada esperanza natural del trance crea-
‫ ا‬٠ E speranza es la v .lu n ta d de incluir en la existencia u n ser fu tu ro : arre-
pentim iento, la voluntad de excluir de la existencia u n ser pretérito. Claro está
que el arrepentim iento no es nunca m era “exclusión’., sino “renacim iento” , re-
ordenación de la vida desde u n “nuevo corazón” (V. M ax Scheler. .'Reue und W ie-
d erg eb u rt”, en Vom E w igen ،٠»، M en sch en , Berlin, 1923). E n rigor, todo arrenpenti-
m iento se hace desde u n a esperanza: e i a es la que nos perm ite “ver” y “q u erer” '
de otro m odo nuestro propio pasado. D ebo lim itarm e aq u l a este breve apunte.
Sobre el problem a psicológico y ótico del arrepentim iento pueden leerse m uy finas
reflexiones en el estudio de j . L. A ranguren, “C uatro actitudes del hom bre a n te
su bien” (P apeles d e Son A rm a d a n s, 1956, t. II, págs. 9-31).
-560 LA ESPERA Y ESPERANZA

d .r ٥٤ y del enam.ramiento, la esperanza s.brenatural del mistico,


culminan en la vivencia de un “instante infinito", en el cual las raices
de la existencia parecen prolongarse hasta los Ultimos confines de la
realidad, para absorber súbita y gozosamente toda su savia. Sólo la
-conducta 'entera del esperante permitirá discernir lo que en esta ex-
periencia haya de auténtico 0 de morboso, y de ahí la enorme cautela
de la Iglesia frente a las “distinciones espirituales', que se manifiestan
bajo forma de éxtasis y arrobos ‫ﺀه‬٠
El presente de la esperanza genuina se halla, pues, entre la “sus.
pensión sobre el abismo” que es el presente de la angustia y la “vi-
vencia de la plenitud” de aquellos que, como deeia leopardi, creen
'“agotar la vida en un momento”. En la angustia, el “ahora” queda
-subjetivamente reducido a la expectación de un “nunca” definitivo:
el porvenir desaparece por anulación. En el éxtasis de la dicha 0 de
la embriaguez tóxica, el “ahora” es vivido como la puntual, conden-
sación del “siempre” : el porvenir desaparece por asunción. En la es-
peranza, en cambio, el ahora es un “todavía’, implantado en un
“siempre” sustentador 0 -cu a n d o la confianza gana consistencia y
firmeza— un “siempre”, forzado a “no ser todavía". “Siendo todavía ’
-en cada uno de los instantes en que se desgrana el “siempre”, o “sien-
do siempre” hacia una plenitud que “todavía no es” plenitud real y
-efectiva, .el esperanzado vive la continuidad - e n definitiva, la uni-
dad metafísica— del presente, el pasado y el porvenir. Tal es la es-
tructura de la existencia humana que en San Agustín, San Juan de
la Cruz, Miguel de Unamuno y Antonio Machado ^ n aquéllos por
.el camino de la fe, en éstos por el de la voluntad de fe— se hizo expe-

«1 E n lo q u e no tuviera de patológica - n o olvidem os q ue N ietzsche m urió


de parálisis g e n e r a l- , a la vivencia de este trance d e l* ser referida la experiencia
nietzscheana del “G ran M ediodía’., ta n bien analizatla por Bollnow en D a s ‫«ﺀﺀﺀ ^ا‬
d e r S tim m u n gen .
«» E n relación con los efeetös del haxlx, escribe B au d elaire‫“ ؛‬SI la Iglesia
.condena la m agia y la heclliceria es porque u n a y o tra m ilitan contra las inten-
ciones de Dios, porque suprim en la o b ra del tientpo y quieren hacer su ۴ rfluas
las condiciones de pureza y de m o ralidad: y porque ella, la Iglesia, sólo consi-
d era legitim os y verdaderos los tesoros ganados por la buena intención asidua. Si
llam am os estafador al ju g ad o r que ha encontrado el m edio de g an ar sobre segu-
ro, ¿cóm o llam aretnos al hom ljre que quiere com prar, con u n p u ta d ito de dinero,
la felicidad y el genio? Es la in falib ilid ad m ism a del m edio lo que constituye su
Inm oralidad, como es la in falib ilid ad de la m agia la que le impotte su estigm a
In fern al’’ (“ 1*8 Jjaradis artificiels’’. O euvres, t. I, pág. 327). Como sabem os, Bollnow
h a llam ado “tem ple festival del ánim o’’ (fe stlich e ‫ﺀﺀة‬٤‫»ا‬،"‫ز أﺀا ا‬
،/ ، a esta vivencia
de la p len itu d del presente : “ser feliz sin esperatrza’’, según u n a expresión de
H ugo de H ofm annsthal. La vivencia de la plen itu d del presente h a sido diam an-
tinam en te can tad a en la poesia de Ju a n R am ón Jim ónez y en la de Jorge G uillén.
"L ucim os u n in stan te alegres de oro’’, dice u n verso de aquél.
LA ESPERA ï LA ESPERANZA 561

Tiencia y p a la b ra . E s p e ra r “ser siem p re', e n c a d a u n . d e los “ toda-


vias', d e la e x isten c ia te m p d re a es el m o d o h u m a n o y te rre n o de ser
-eterno, “lo e te rn o e n e l h o m b re .’, seg ú n el fam oso e p ig ra fe d e S cheler.
La diversa actitud’ frente a la significación del presente en la total
temporeidad de la existencia humana permite también distinguir las
concepciones católica y protestante de la esperanza. Para el católi-
co, el tiempo del hombre in via es constantemente tiempo de perfec-
■ción 0 tiempo de defección, porque a sus acciones personales corres-
ponde siempre un merecimiento graduado y propio; por tanto, el
presente puede en principio poseer todos los valores imaginables, des.
de el infinitamente positivo de la conversio ad Deum hasta el infini-
tamente negativo de aversio ٥ Deo. Desde un punto de vista soterio-
lógico, el tiempo personal es para el protestante, en cambio, una su-
-cesión de instantes con sólo dos posibilidades infinitas y contrapues.
tas : la posibilidad de ganar 0 conservar la fe, que conduce a la espe-
ranza de una salvación “segura”, y la de caer en infidelidad, con el
subsiguiente temor de una condenación “cierta'.. De ahí el cariz trá-
'gico y angustioso que la vivencia del presente - y , en consecuencia,
de la esperanza— ha tenido siempre en la'espiritualidad del Protes.
tantismo, frente al más atemperado y alegre modo de la confianza
católica. Bastará, para demostrarlo, una rápida comparación entre
Kierkegaard y San Francisco de Sales.
Volvamos a nuestro tema. Sujeto de la esperanza es, veíamos, el
hombre, en cuanto ser inteligente, finito y tempóreo. Pero en el acto
-de esperar, ¿está el hombre solo consigo mismo y con la proyectada
anticipación del objeto de su esperanza? En modo alguno. Aunque
«1 individuo esperante no lo sienta asi, su espera es siempre co-espera:
recuérdese lo que ya ha sido dicho. Por consiguiente, su esperanza es
-co-esperanza, en doble y muy profundo sentido: desde el punto de
-vista de lo esperado, porque el bien que constituye el objeto de la
esperanza genuina es, como sabemos, un bien compartido; y desde
-el punto de vista de quien espera, porque su existencia es en todo
momento coexistencia. Ni el objeto ni el sujeto de la esperanza hu-
mana podrían ser descritos sin apelar a la fórmula “yo en nosotros"
٠ al “nos-otro, nos.uno” del poemilla unamuniano. Muy certera y
-sutilmente lo ha descubierto y expresado G. Marcel. “Yo espero en
ti para nosotros', es la fórmula marceliaqa de la esperanza genuina,
un “nosotros” que poi. lazos cada vez más tenues, pero no por ello
menos reales, se extiende a toda la- humanidad, desde Adán hasta el
-fin de los tiempos. Existiendo, coexisto con todos los hombres; espe.
rando, coespero con los hombres todos. Mi esperanza me hace amar

562 ESPERA Y ‫ى‬ ESPERANZA

a 1.8 hombres, porque esperamos juntos, y ml amor a los hombres


me mueve a esperar con ellos y para ellos. La historia es, según esto,
el inmenso despliegue temporal de la esperanza humana, y el saber
histórico, la pesquisa de un recuerdo al servicio de una esperanza. As‫؛‬
enseñó San Agustín a entender el curso del acontecer histórico, y asi,
secularizada y naturalizada ya esa común esperanza, ha seguido vCn-
dolo la historiologia progresista de los siglos xvm y XIX. Después de-
Spengler y Toynbee, ¿dónde está el historiólogo que con plena su-
ficiencia técnica reconquiste esa visión elpidica de la historia uni-
versal?
“Yo espero en ti para nosotros... Bella y honda fórmula. Pero seria
más honda y bella si Marcel no opusiese tan seca y abruptamente
las distintas expi-esiones verbales de la relación esperanzada en el
prójimo: “espero en ti", “espero de ti”, “espero que tú...” Sólo la
primera de tales fórmulas daria expresión a la verdadera esperanza,
segUn Marcel. ¿.Es asi? No lo creo. Todo aquel que “espera en” otro,
realiza su esperanza “esperando de', ese otro; y- cuando la relación
interpersonal se hace ocasional y concreta, el “esperar de” tiene que
convertirse forzosamente en un “esperar que". El amante “espera en”
su amada; por esperar en ella, “espera de” ella; y como consecuen-
cia de ese esperar “en” y “de" ella, “espera que” ella le recuerde y
escriba cuando ocasionalmente se separen. La más pura y desintere-
sada esperanza interpersonal se ve forzada a realizarse en una serie
de sucesivos “espero que”, esto es, en una sucesión de proyertos oca-
sionales y concretos. Marcel espiritualiza, desencama excesivamente
la esperanza. Sólo ante el TU que sirve de Ultimo y gratuito funda-
mento a la realidad de todos los posibles “espero que', —el Tú que
llamamos Dios—, sólo ante El será el “esperar en', la Unica fórmula
posible de nuestra esperanza ٥٥٠.
Mas tampoco la expresión “yo en nosotros', logra agotar el sujeto
de la esperanza humana. A través de cada hombre “espera” todo el
cosmos: en la realidad del hombre adquiere culminación y sentido
el movimiento cósmico mineral, vegetal y animal. Si el hombre no es
una “pasión inútil.' - y , como hemos visto, no lo es—, tampoco será
un “movimiento inútil” la dinámica evolutiva del universo. Poco im-
porta que esta “co-esperanza cósmica” sea entendida con Bergson, con
5» “Espero q u e', es la fórm ula proyectiva del “espero en ”. M ás q ue el “en’►
y el “qué es la Indole del “espero" lo que decide si esas expresiones pertenecen
o no a la esperanza genuina. El “espero e n ” es a veces la versión verbal de una
Inteligente a c titu d de dom inio : “ Espero en ti”, oye a veces, de u n jefe “circu n s.
pectivo", la persona a quien éste b a encom endado u n a m isión. V iceversa: “es-
pero q ue” puede ser expresión de u n a esperanza am orosa.
LA ESPERA Y LA ESPERANZA 56‫ل‬

Teilhard de Chardin ٠ c٠n .tro que alcance una doctrina más cer-
tera y sat-isfactoria de la evolución. ‫ ﻣ ﺎ‬importante ahora es descubrir
que ya en el orden n a tu r a l- y también en el sobrenatural, según el
capitulo VIII de la E.pistola de los Rom anos-, el sujeto de ia espe-
ranza humana es un “yo en el universo'.‫ ؛‬o mejor, un “yo con el uni-
verso”. El proceso de la esperanza trasciende al. cosmos, porque es es
piritual; pero, trascendiéndolo, lo asume. Como diria Le Senne, lo
''transasciende”.
§ 4. ¿Cuál es la dinámica de la esperanza en la existencia real
del hombre? ¿Cómo se adquiere, cómo se sostiene, cómo se pierde
la esperanza? El hombre no puede no esperar, Jjorque la “espera.,
pertenece a la constitución misma de su existencia, pero puede esperar
con esperanza o con desesperanza. Cuando Marcel y Bollnow dicen
que la “esperanza., (espérance, Hoffnung) es la estructura fundamen-
tal de la existencia humana, se refieren, sin suficiente discernimiento
léxico, al hábito metafisico de la “espera" (espoir). Esta es la que en
realidad condiciona la estructura elpidica de nuestra existencia. La
“esperanza” en cuanto tal, hábito de la segunda naturaleza, puede
adquirirse y perderse.
¿Cómo se adquiere la esperanza? Aparentemente, dejando que la
existencia se constituya itt concreto tal como ella es en su más secre-
ta raiz. Puesto que en si misma posee una estructura elpidica, el cur-
so real de la vida convertirá la “fianza" en “confianza” y en “esperan,
za', la espera, como la estructura pistica y la estructura filica de la
existencia se truecan, viviendo, en creencia y amor efectivos. Pero
las cosas son algo más complejas, porque esa trina constitución meta,
fisica de la realidad humana puede también expresarse psicológica-
mente bajo forma de duda, desesperanza y odio. Sin una acción habi.
tuai y determinante de la voluntad libre, más o menos favorecida
por la constelación circunstancial que ya conocemos, no es posible
que la existencia efectiva del hombre sea definitivamente esperanza-
da, creyente y amorosa.
Recordemos lo dicho en páginas anteriores. La constitución psi-
cosomática, la educación de un determinado mundo histórico y so.-
cial y el destino biográfico condicionan en uno u otro sentido, facili-
tando o entorpeciendo el proceso, la conversión de la espera en espe-
ranza. Un temperamento en que rebose el turgor vitalis, una forma-
ción religiosa seria, oportuna y continuada, una vida de buena fortu-
na, favorecerán, sin duda, esa conversión; un temperamento proclive
al escrúpulo y a la obsesión, una educación desgarrada y cinica, una
biografia rica en desventuras y desengaños, dispondrán el alma a la
564 ESPERA Y ESPERANZA

espera desesperanzada. Dich, de otro modo: dentro de una conste-


lacidn circunstancial favorable, un minimo empleo habitual de la
voluntad hará al hombre esperanzado‫ ؛‬en el seno de una circunstan-
cia adversa, sólo una voluntad vigorosa y tenaz ^ n ocasiones, sólo
una voluntad calladamente heroica: spes contra spent— podrá hacer,
esperanzatla la espera. Como contrapartida, la esperanza constituida
al favor de la vida tenderá fácilmente a degenerar en optimismo o a
caer, si el viento cambia, en súbita desesperación,, blanda y tibia es-
peranza, frente a la que nace a través del dolor y la desolación, in
terra difficultatis et sudoris nim ii (Conf.. I , ISy
Nuestro tiempo -tie m p o de tribulación y de crisis— proscribe
el optimismo y da ocasión' propicia a la desesperanza sincera y a la
esperanza genuina. Nace aquélla cuando el alma se defa llevar por la
circunstancia histórica: vuélvase a leer, como testimonio fehaciente,
el texto de Romain Gary antes descrito. Hácese esperanza la espera
cuando, por contraste, el alma sabe llegar al fondo de si misma a
través de todo lo que el cuerpo y el mundo han puesto en ella, y en
el seno de la desolación histórica, de la enfermedad o de la angustia
descubre que la realidad, más allá del tiempo y de la muerte, mana
de un fondo creador, gratuito y obsecuente. Como contrapunto de
ese texto de R. Gary, léanse las páginas de Etre ‫ ﺀ ﺀ‬A voir, de G. Mar-
cel, y el capitulo “De l'espérance”, del libro L e buisson ardent, de
K. Stern. Una esperanza que puede ser “pesimismo histórico”, pero
que no deja de ser “optimismo trascendente”, ha ocupado ahora el
lugar de la desesperanza y la angustia. “Somos esperanza ante la po-
sibilidad de convertirnos en desesperación", escribe Landsberg ٥٠ ‫“ ل‬La
esperanza es el acto pot. obra del cual es vencida activamente la deses-
peración”, dice G. Marcel. En estas dos frases, ¿no se ve latir una
esperanza, auténtica bajo el ethos desesperanzado y angustioso de
nuestro tiempo?
Afirma Marcel que no hay y no puede 'haber una “técnica., de la
esperanza. En el sentido habitual y mecanizado de la palabra “téc٠
nica", tiene razón; pero si no hay una técnica del buen esperar, no
por eso deja de haber —lo sabemos desde San P a b l o una ascética
de la esperanza: la vida y la obra del propio Marcel lo acreditan.
Cuatro recursos principales constituyen esa ascética: la consideración
de la vida como prueba, la práctica del sacrificio, el ejercicio de la
creación y la meditación de la muerte.
Vita probatio est; la vida es en si misma “prueba’.. Basta un mi.

34 Recuerde el lector las observaciones hechas a propósito de esta expresión.


ESPERA Y ‫دا‬ ESPERANZA 565

nuto de reclusión atenta en los senos de la propia intimidad, para


llegar a la formulación de este definitivo dilema: 0 la vida es prUeba,
o la vida es absurda. El dolor, la limitación, la forzosidad de vivir en
avidez constante, ¿tienen sentido 0 carecen de él? Puede pensarse
que el dolor es absurdo, que es un “contrasentido” de la existencia
humana,, y en verdad, algún contrasentido parece haber en las zonas
más externas de su estructura ٥٥. En principio, el hombre no acepta
el dolor: trata de evitarlo con sus técnicas, y cuando lo sufre puede
rebelarse contra Ó1 en un acto de desesperación. Pero desde el instan-
te en que, pasada ésta, “hace suyo" el dolor inevitable, su misma ace^
tación le revela —muy oscuramente, a veces— que el sufrimiento no
es absurdo, aunque lo parezca, que la aflicción tiene en si misma un
“sentido”. Ya antes de que Esquilo escribiese su pdlhei mdthos sabia
la humanidad que no es posible la perfección sin el dolor; y desde un
punto de vista meramente natural, éste es el sentido del padecer
humano. ‫ ﻣ ﺎ‬cual vale tanto como decir que a través del dolor es
“probada” nuestra voluntad de perfección; en definitiva, que la vida
es “ prueba...
Esta visión de la vida engendra ea ipsa la paciencia y la resigna-
ción. Como ha mostrado Marcel, la paciendo consiste en “dar tiem-
po', a lo real; por tanto, en esperar el futuro con la confianza puesta
en la realidad, la cual, de un modo o de otro, siempre “da de si" y
merece “crédito... Recordemos de ntievo la sentencia de Heráclito :
quien no espera -q u ie n no ejercita la paciencia—, no alcanzará lo
inesperado. Resignación es la apropiación del fracaso. No digo “acep-
tación” : ésta puede no ser otra cosa que un mero soportar Io inevi-
table, un “conllevarlo", según la expresiva palabra castellana; digo
"apropiación", incorporación positiva del fracaso a la vida personal.,
como ocasión para reordenarla. Todo fracaso puede ser motivo de
un verdadero “renacimiento'. ٥٠.
¿Acaso no es éste el sentido más profundo del 0'»'‫ ?أر'„ﺀهﺀ‬En el
sacrificio, resignación consumada y perfecta, hay a la vez renaci-
miento y ofrecimiento. Renacimiento, por lo que el. sacrificio tiene
de “mortificación... Llamaban los romanos mortificatum granum a
la semilla que deja de ser semilla, por haber germinado ya. De ma-
٠٥ Véase el ensayo de Scheler sobre el sentido del dolor (trad, f r .: L e sen s d e
la souffrance, Paris, A ubier) y el articulo de E. Borne “Sens e t non-sens de la souf-
fran ce”, en L a V ie In tellec tu elle , a b ril de 1956.
«« D e nuevo rem ito al ensayo R eu e u n d W ied erg eb u rt (“A rrep en tim ien to y re-
nacim iento'.) de M ax Scheler. El fracaso puede ser vivido de tres modos princl-
p ales: el “lddico” (la sonrisa Jovial del que resbala sobre el hielo y cae), el “deses-
perado” y el “resignado".
566 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

nera análoga, la mortificación sacrificada mata parcialmente al hom-


bre, haciéndole nacer por tercera vez. Se comienza a vivir naciendo
desde el vientre materno a la existencia fisica; se nace por segunda
vez, cuando, pasada la puericia, despierta poco a poco el alma a la
vida personal e histórica; llega un tercer nacimiento cuando la mor-
tificación del sacrificio nos hace despertar a la vida en que el dolor
cobra su sentido, la transvida de la esperanza". En ella se expresa
y realiza la condición oblativa del sacrificio: éste es ofrecido 0 inmo-
lado por quien lo sufre, allí donde su existencia, sabedora y acepta-
dora de su limite -s u frir es sentir la realidad concreta y la limita-
ción de nuestro ser—, divisa su constitutiva relación con la fuente
primaria de toda posible novedad y, por consiguiente, con la novedad
que tan virginal y prometedoramente esplende en el novus ordo de
la vida renacida. Nunca es esto más patente que en la enfermedad,
el estado en que la natural “moriencia” de la vida se hace aguda y
aflictiva experiencia personal. “La enfermedad —ha escrito certera-
mente Marco Meren'ciano— es un acontecimiento vital que puede
conducir a la desesperación o a la más clarividente esperanza'. ‫اﺀ‬٠
Mas no sólo la enfermedad; todo sacrificio reiterado acaba engen
drando la creencia y la esperanza en el alma de quien lo realiza. ‫ا ﻣ ﺔ‬
textos de w . James que antes transcribí —y, sobre ellos, la más in-
veterada y tópica experiencia de la vida— lo muestran con luz irre-
cusable. Pocos lo han dicho con más hondura que Miguel de Una-
mtmo. Dos hermosos versos suyos
— la vida, esa esperanza que se inm ola
y vive asi, inm olándose, en e s jje r a -

ponen en certera relación el sacrificio, la esperanza y la espera del


homlire. Relación certera, pero incompleta. Es cierto, en efecto, que
la esperanza espera su objeto supremo, ofreciendo en las aras de éste
la continua decepción y el dolor constante que el vivir trae consigo;
mas también es cierta la proposición reciproca: que la espera sacri-
ficada y paciente es siempre manantial de esperanza. El pr.opio Una-
muno lo dijo, y más de una vez, en prosa y en verso:
E n padecer el corazón se salva,
reto rn a a revivir;
la luz del alba
devora la som bra del porvenir.
‫ آﺀ‬Sobre esos tres m odos ‘.naturales” de nacer h a y otro de carácter "sobre-
n a tu ra l’..
٥» “L a enferm edad como experiencia de la vida”, en M e d ica m en ta , M I, 251
LA ESPERA Y LA ESPERANZA 567

Todo aquel que quiere vivir vocacional y creadoramente ٩ uien


-sigue su vocación, c re a - se halla siempre en camino hacia la espe-
ranza; y más cuando la creación cobra forma de magnanimidad o
“razonable empresa de cosas altas... No quiero reiterar aqu'í las ra-
zones por las cuales es esperanzadora la actividad de crear humana-
mente; pero si debo repetir que la creación y la magnanimidad no
son patrimonio exclusivo de los hombres eminentes 0 geniales. En
su medida, todo hombre puede ser creador y magnánimo, hasta los
que ganan el sustento en la más humilde y servil de las faenas. El
fracaso, el dolor y el sacrificio nos abren el alma a la esperanza
auténtica; mas también el buen éxito de nuestras hazañas persona-
les, siempre que en éstas queramos sentir la verdadera intimidad del
proceso de creación a que deben su existencia.
Ampliando nuestro propio ser e incrementando el caudal de'ser
de la realidad - s u “haber de ser", en términos de contabilidad me-
tafisica—, la actividad CTeadora nos conduce a inferir la infinitud del
ser, su inmediata referencia a la realidad y la emergencia de ésta
desde un fundamento que la origina y trasciende. Nos “conduce’.,
pero no nos ‘.obliga”. No hay hombre verdaderamente creador cuya
existencia no sea esperanza “en cuanto a la vida'.; mas no siempre
esa confiada espera “en cuanto a la vida', va acompañada de espe-
ranza verdadera “en cuanto al ser... Sartre, que üt'ue esperando, pien-
sa que su esperanza no puede ser; al menos, eso proclama. Su espera
es una “esperanza de creador” que no alcanza la entereza de ser “es-
peranza de creyente” ‫ ; ﺀا‬en consecuencia, Sartre existe esperando
“ser., y no sabiendo esperar “ser siempre”. Un “no sabiendo" que.
como de modo general hemos visto, lleva implicito un “no querien-
do". La vida entera del hombre Jean-Paul Sartre, infatigable y bri-
liante creador, ¿no es acaso una cotidiana esperanza quoad vitam
que no quiere ser auténtica esperanza quoad esse?
La prueba.,la paciencia, la resignación, el sacrificio y la creación
se dibujan inexorablemente sobre el fondo de la muerte propia; la
actitud personal ante ella otorga Ultimo sentido a todas esas acciones
humanas. De ahf que el resignarse, el sacrificarse y el crear lúcida-
mente sean siempre meditar sobre la propia muerte. Puesto que la
muerte es el término de nuestra vida proyectable, el hecho de pensar

‫“ ا ه‬C reyente” en el sentido de las “creencias” estudiadas en el capitulo prece.


d ente, no en u n sentido form alm ente religioso 0 confesional. Pero, ٥ fo rtio ri, tam -
b iin en iste . ¿H asta dónde llegan las “creencias naturales” q ue S artre estarla dis-
puesto a cpnfesar? ¿ Q u i significación creencial tienen su reciente aproxim ación al
m arxism o y su ulterior apartam iento de ،1?
568 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

en ella nos descubre la consistencia real de los proyectos ٩ue llenan


esa vida. ¿Qué es el acto personal de morir, sino un definitivo poner
a. prueba nuestro personal modo de sentir y entender la “prueba de
la vida” y, por lo tanto, la hondura y el alcance de nuestra esperan-
za? “Sentimos la realidad, el .fundamento de la vida —ha escrito
Z u b iri-, en aquellos casos en que el que muere lo -hace haciendo
suya la muerte misma, aceptándola,- como justo coronamiento de su-
ser, con la fuerza que le viene de aquello a que está religado” *٠. Por-
eso la praemeditatio mortis, que puede ser motivo de desesperación,
acaba siempre haciéndose venero de esperanza genuina. Sin la muer*
te, sólo en estado larvado habría esperanza, dice G. Marcel. Asi es,
hasta cuando el hombre cierra sus oídos a la tenue 0 clamorosa voz
que en él pide “ser siempre., - c o n plegaria expresa 0 sin ella— cuan-
tas veces se enfrenta con la idea de morir. Vivir auténticamente,' ¿que
es, sino crear con magnanimidad lo que la vocación exija, pronun-
ciando a la vez sin aspaviento, tácitamente, el N um quid durabo? de
San Alberto Magno-?
Para el hombre actual no es cosa fácil esperar con firmeza una
existencia allende la muerte. Aunque hendido y critico, el mundo
histórico que le envuelve está exclusivamente ordenado a la seguri-
dad y al goce de la vida terrena. Su mente, todavía formada en la
cautelosa soberbia del pensamiento modei-no —pese a cuanto se diga,
el hombre sigue dudando de todo menos de si m is in o , se resiste a
concebir y aceptar lo inexperimentable; y, por supuesto, a imaginar-
lo con la ingenua sencillez de un fray Luis de Granada. La esperan-
za genuina, por otra parte, no es y no puede ser certidumbre, y la
menesterosidad del espíritu de nuestro siglo pide certidumbres ab-
solutas, sea racional 0 sentimental la vía de su acceso a ellas. Seria
necio desconocer todo esto. Hoy la esperanza suele llegar diciendo
las ásperas palabras de 'León Bloy: Je te désespérai, parce que je suis
l’Espérance. “ ‫ ﻣ ﺎ‬Unico que ha pedido la generación a que pertenez-
co —declara A. Camus— es ponei.se a la altura de la desespera-
ción” ‫ دا‬. Tópica 0 sincera, la angustia asedia hoy las almas de Occi-
dente : en los casos más leves —recuérdese el capitulo “La esperanza
en la poesia española actual'.—, sometiendo a oscilación biográfica la
firmeza, la claridad y la radicalidad de la esperanza, en su continuo
e ineludible combate contra la inseguridad y la incertidumbre de
“ser siempre" ; en los casos más graves, vistiendo de desesperanza
radical la inextinguible voluntad de “seguir siendo”. Pero en el in-
«٠ “E n torno al problem a de Dios” , en N a tu ra leza , H isto ria , D io s, pág. .6 3 .
«1 A c tu elles, pág. 192 (cit. por A.-M. C a rr، en E spérance ٠، d ésesp o ir, pág. 11).
LA ESPERA V LA ESPERANZA 569

terior del apretado bosque que forman, juntas, la arrogancia vital y


la desesperanza, el ejercicio magnánimo de la creación y la acept¿-
ción real del sacrificio harán nacer sin demora dentro del alma las
dos palabras en que la esperanza humana comienza a configurarse.
la que dice “siempre’’ y la que dice '“todavía’’..
§5. La lectura de todo lo que antecede permite fácilmente ad-
vertir cuáles pueden ser las deformaciones de la esperanza. Yo v e .
dos principales, correspondientes a los dos modos de entender con
unilateralidad la estructura real del ente humano : la “naturaliza-
ción" y la “espiritualización".
“Naturalizan” abusivamente la esperanza los que conciben su sa-
tisfacción como un proceso sólo dependiente de la naturaleza hu-
mana. Esperar con esperanza es para el hombre una actividad natu-
ral, aunque tal “naturalidad” pertenezca a la naturaleza que solemos
llamar “segunda”, la que constittryen los hábitos formados en nues
tra vida real y efectiva‫ ؛‬pero sólo es genuina la esperanza cuando
nos abre la existencia al ámbito de una realidad transnatural.. Tal'
es el drama de nuestra esperanza : que pide más de lo que puede
dar aquello que nos pone en el trance de pedir.
La naturalización de-la esperanza ha revestido una forma “b i^
lógica” 0 instintiva y otra “racional”. Según aquélla, el propio im٠.
pulso vital, que en si mismo es apetito, lleva también en si mismo
la capacidad de alcanzar su definitiva satisfacción. Entendido com .
teoria del apetito de futurización de la vida, el evolucionismo bioló.
gico “puro” no es otra cosa que una gigantesca naturalización de la
esperanza humana. Eso pretendió ser la obra de Spencer. Frente a
ella, la cosmología y la historiologia de Hegel han tratado de con-
vertir la espontaneidad en “idea” : el despliegue temporal de la ra-.
zón no seria otra cosa que el curso racional, dialéctico, de la esperan-
za natural de un espíritu que se basta a si mismo. Más precisamen.
te: que existe con la esperanza de bastarse naturalmente a si mis-
mo. Hegel y Spencer —tras ellos, el m arxism o- son las cimas en-
que culmina esta naturalización de la esperanza del hombre moderno.
Moviéndose suril y animosamente contra ella, ¿no han caído en
una desmedida “espiritualización” de la esperanza los que, com..
G. Marcel y R. ‫ ﻣﻤﺎ‬Senne, la contraponen a la previsión y al proyec-
to, esto es, a las formas de la temporalidad propias del cuerpo y la
razón? El cuerpo del hombre no es sólo “condición" y “ocasión”
para la esperanza, sino esencial momento de su estructura, como el'
peso de las palomas en la famosa metáfora kantiana. El hombre es-
pera esperanzadamente el cumplimiento de sus previsiones y pro­
570 LA ESPERA Y ESPERANZA

yectos -a u n q u e ést٠s, a veces, obstruyan su recta visión de la espe-


ranza—, porque sólo en ellos y por ellos puede esperar más allá de
ellos. No fundada sobre una “fisica”, la “metafísica” de la esperanza
se trocaría en metapsiquica evanescente y sentimental. Maine de Bi-
ran decía que la esperanza genuina 0 religiosa (espérance) ha venido
-a confirmar la esperanza espontánea, (espoir) que nos da la natura-
leza. Tal aserto es verdadero, pero incompleto; porque el cumpli-
miento definitivo de nuestra esperanza no debe ser sólo una “con-
firmación”, mas también una “realización', transnatural de lo que la
naturaleza humana, cuerpo y alma, esperanzadamente pide en el
curso temporal de su existencia.

V . - “ B e a t a spes”

La espera se hace esperanza genuina cuando el hombre confia


de un modo más o menos firme en “ser siempre” y cuando descubre
-que aquello en que sU confianza se apoya es el fundamento gratuito,
-creador y obsecuente de la realidad. En cuanto aspira a “ser siem.
pre", la esperanza humana es trascendente a la muerte, rebasa el 11-
'mite de la existencia proyectiva; en cuanto existe apoyada sobre una
donación fundamentante y gratuita, la esperanza q u e siempre es,
-como sabemos, interrogación confiada 0 confianza interrogante- su-
pone el coloquio metafisico y transverbal con un “Tú” absoluto. Es.
perando asi, el hombre da figura tempórea al sentimiento y a la rea
lidad de su religación: espera en “lo que hace que haya”, en la Di-
'V‫؛‬nidad. La esperanza) en suma, sólo puede ser genuina siendo reli.
glosa.
El acto religioso del espíritu humano no es sólo esperanza, pero
siempre es esperanza. Asi, hasta en las religiones más desconocedoras
de esta virtud. En sus actos culturales, el griego se enfrentaba reli-
giosamente con el futuro; y si consideraba falaz la esperanza era
por su ingente pretensión de certidumbre. “Entre los griegos, para
quienes el logro' de un saber acerca del futuro nunca pareció impo-
:sible, y la pregunta por éste fué en muchos casos un deber religioso
o b s e r v a Nietzsche—, donde nosotros nos conformamos con la es-
peranza, ésta, merced a los oráculos y los adivinos, había de ser algo
degradado, hasta caer en lo malo y peligroso'.‫اﺀ‬. El querer seguri-
-dad en la espera les llevaba a menospreciar la esperanza; lo cual.no
٠2 M orgen röte, I, 38. V ias« tam bién cl capitulo "L a Indagación del porvenir*’,
,en la H isto ria d e ‫ هﺀ‬cu ltu ra g riega, de B u rck h ard t (t. n de la trad . es.).
U ESPERA Y LA ESPERANZA 57 ‫ا‬

« ra Óbice p a ra q u e su e sp e ra r — su a c titu d fre n te al fu tu r o — tuviese


c a rá c te r religioso.
H e aq u í, pues, las etap a s sucesivas de la ascensión. L a espera, h á-
b ito e n tita tiv o de la p rim e ra n a tu ra le z a h u m a n a , se h a c e eSperanza,
h á b ito de seg u n d a n a tu ra le z a , c u a n d o e l h o m b re co n fia c o n firm eza
m a y o r o m e n o r e n la consecución de ,aquello h a c ia q u e la espera pri-
m a ria m e n te se m u e v e : “seg u ir sien d o ” . L a e sp eran za, a su vez, llCga
a ser g e n u in a , a u té n tic a 0 ra d ic a l c u an d o ese “seg u ir sien d o ’, co b ra
d e m o d o resuelto y lú c id o la ex p resió n a q u e n a tu ra lm e n te tie n d e :
“ ser siem p re ” . Si el h o m b re se e n tre g a a la co n q u ista d e ese “ ser siem -
p re ” con m a g n a n im id a d y fo rta le z a ‫ ؟‬sto es, a rro s tra n d o , si fuese
preciso, h a s ta el riesgo d e p e re c e r e n la e m p resa— , la e sp e ra n za se
c o n stitu y e e n “ v irtu d n a tu r a l” . Y , e n c u a n to la posesión y el ejerci-
cio de esta v irtu d reco n o cen y a ce p ta n su c o n stitu tiv a relig a ció n al
fu n d a m e n to d e la e x isten c ia p ro p ia y de to d a re a lid a d — m á s preci-
sám e n te : en c u a n to el h o m b re , con la ilu stra c ió n q u e sea, esp era en
la D iv in id a d — , e l e sp e ra r a lc a n z a la c o n d ició n de “v irtu d n a tu ra l
relig io sa” . E l p a n te ism o , e l deism o y el teism o so n las tre s fo n n a s
p rin c ip a le s de la “ relig io sid a d n a tu ra l” a q u e en su m a rc h a h a lie.
g a d o la sucesiva p erfe cc ió n de la esp e ra n za . ¿ C u á n to s n o so n los
h o m b re s q u e desde h a c e dos siglos v ien en esp e ra n d o con relig io sid a d
p a n te ista o d e ista? M u y b u e n a p a rte d e la c ien cia c o n te m p o rá n e a h a
sido e la b o ra d a p o r in v estig ad o res cu y a e x isten c ia se a p o y ab a sobre
u n a c reen cia y u n a e sp e ra n z a ‫ „ ﺀ‬la “D iv in a N a tu ra le z a ” .
L a e sp e ra n z a h u m a n a p u e d e d eten erse a h í: b a s ta te n d e r la vis-
t a e n to rn o p a ra a d v ertirlo . P e ro si el e sp íritu es consecuente, ¿po-
d rá d e ja r a su e sp e ra n za en ese n iv el? Si el h o m b re esp era lo q u e él
n o tie n e y h a n d e d arle, ¿ d e ja rá de p e n sa r e n el m o d o h istó ric o y e n
el m o d o p e rso n a l d e la d o n a c ió n y la recepción d e l b ie n q u e Ó1 espc-
r a : el “S u m o B ien ” , la p a rtic ip a c ió n real y e fectiv a d e su p e rso n a e n
la in fin itu d vivificante d e D ios? ¿ N o s e n tirá ese h o m b re e n la in ti-
m id a d del alm a q u e to d o su ser d eb e elevarse a u n a m a n e ra de espe-
r a r e se n c ialm en te su p e rio r a la n a tu ra le z a h u m a n a ? Q u ie n asi pien-
,se y sie n ta se h a lla rá e n la lin d e m ism a de la e sp e ra n z a q u e San Pa-
blo lla m ó “b ie n a v e n tu ra d a .., m alaria elpis o beata spes (Tit., II, 13):
e n u n a p a la b r a : d e la e sp e ra n z a c ristian a. C on ra z ó n h a escrito Boll-
n o w q ue, desde el p u n to d e vista d e l C ristian ism o , la e sp e ra n z a que
e l filósofo y el a n tro p ó lo g o c o n sid e ra n — la “e sp e ra n z a n a tu ra l'.— no
es sino la “fo rm a n a tu ra l p re v ia ” d e la v irtu d teo lo g al d e la espe-
ra n z a . E n ésta, la ‘‘n a tu ra le z a ” d e l h o m b re —q u e p o r la e sp e ra n z a
d e sc u b re su c o n stitu tiv a a b e r tu ra a u n á m b ito “tra n s n a tu ra l..— es
572 I A ESPERA Y I A ESPERANZA

g ra tu ita m e n te elev ad a a u n a e x isten c ia rig u ro sa m e n te “s o b re n a tu ra l" .


E n q u ie n vive c ristia n a m e n te , la e sp e ra n z a espera u n a d o n a ció n ,
la d el S u m o B ie n q u e c o n stitu y e su ob jeto , y ‫ ﺀ ﺀ‬a la vez d onación,
regalo, g racia. L a e sp e ra n z a c ristia n a n o es la m e ra “su b lim a c ió n "
d e la e sp e ra n z a n a tu ra l, n i u n a sim p le “c o ro n a ció n " d e los deseos
h u m a n o s : es el fr u to d e u n a “re g e n e ra c ió n " de n u e stra naturaleza-
a d q u irid a p o r la R esu rrec ció n d e C risto (I Petr., I, 3), in fu n d id a p o r
el B au tism o , so ste n id a p o r la fe, co n serv ad a p o r la v id a sacram ental-
y am isib le p o r el pecado. “ S in d u d a e s c r i b e el p a d re C a r r é - , la-
v irtu d te o lo g al d e la e sp e ra n za e c h a sus raíces en u n a v o lu n ta d h u -
m a n a a la q u e a n im a e l u n iv e rsal a p e tito d e felicid ad , y su rg e e n u n
ser d o ta d o p a ra la fe lic id a d y cap a z de p a rtic ip a r e n la in fin ita Bea-
titu d d e D ios, si D ios a ello le c o n v id a ; p ero sin la lla m a d a d e D ios,
sin el d o n d e D ios, la e sp e ra n z a so b re n a tu ra l n o p o d ria e x is tir. O p ti-
m ista s y p e sim ista s so n iguales a n te ella desde ¿ste p u n to d e vista.
N a d a h a c e e n esto e l te m p e ra m e n to ; ta n to u n o s com o o tro s tie n e n
n e c e sid a d d e re n a c e r, y co n e l m ism o n a c im ie n to . L im ita d o a los
p u ro s recu rso s d e 's u n a tu ra le z a , el h o m b re n o p o d ria e sp e ra r la v id a
e te rn a " ٥٥.
A m e rc e d de su c a p a c id a d n a tu ra l, el h o m b re p u e d e e sp e ra r “se r
siem p.re" y “ser e n D ios". Ilu m in a d a su a lm a p o r l a fe y ia esp e ra n
z a cristia n as, ese “ser siem p re" y ese “ser e n D ios" so n creyCnte y
e sp e ra n z a d a m e n te e n te n d id o s seg ú n las p ro m esas d e C risto. U n nue-
vo ser, u n n u e v o m u n d o , u n a n u e v a v id a se a b re n en to n ce s a la espe-
ra n z a . ¿C uáles? A l teólogo in c u m b e la respuesta. Y o debo co n fo r.
m a rm e re m itie n d o d e n u ev o a la v ieja lección d e S an P a b lo y a lo
q u e acerca de e lla d ije e n el p rim e r c ap itu lo d e este lib ro . M i ta re a
d e a n tro p ó lo g o ٠ o y sólo eso h e q u e rid o ser e n las p á g in a s p rece.
d e n tes— h a lleg ad o a su fro n te ra . C a n te a h o ra o tro con m ás a lto y
c o n c e rta d o p lectro .

»8 Espérance ‫ﺀ‬، désespoir, pág. 2٥


٠
IN D IC E D E P E R S O N A S .

A bel (N. H.): 265. Anaximandro: 301.


Abelardo: 91, 93, 95, 151, 197, 281. Anaximenes: 51.
Abraham: 26, 27, 29, 33, 36, 39, 67, 68, Anselmo (San): 122.
69, 70. Antlrco IV Epifanes : 29.
Adam (Ch.): 195. Antistencs: 1*1
Addison ٢Th.): 476. Antoine (G.): 102.
Adeodato: 50. Apollinaire : 551.
Adler: 553. Aranguren ‫ ﻻ‬٠ L L.): 155, 15٥, 158, 160,
Agripa: 32. 162, 165, 166, 168, 329, 340, 341, 346,
Agricola: 163. 356. 385, 386, 388, 415, 538, 559.
.Agustln (San): 15, 20, 30, 34, 43, 46-76, Ardent (Radi): 91, 104.
77, 78, 86, 87, 105, 106, 113, 115, 121, Aristóteles: 24, 25, 92, 93, 94, 95, 449,
122, 123, 128, 138, 143, 145, 157, 159, 459, 475, 507, 511.
180, 182, 185, 191, 214, 227, 258, 273, Arnaldo de Vilanova: 128.
284, 294, 321, 333, 344, 363, 364, 374, Arnot: 473.
375, 382, 387, 389, 414, 528, 556, 558, Arriaga: 150.
560, 562.
Alili (P. dO: 156. BAcciiau (R.): 339.
Alarico: 62, 64. Bacon (F.): 178.
Alberti (R.): 437. Bacon (R.): 127, 192.
Alberto Magno (San): 92, 93, 151, 344, Baconthorp ‫ ﻻ‬. de): 105, 108.
436, 568. Baeumker (Cl.) : 77.
Alcalá Gallano: 239. Baeumler (A.): 48, 297.
Aldana (F. de): 282, 528. Bagehot (vv.): 490.
Aleixandre (V.): 436, 438, 443. Baillet: 198.
Alejandro de Haies: 80. Bain (A.): 490.
Alembert (O’): 190, 198. Balmes 4 :(.‫ ^ ﻻ‬.
Alexander (F.): 476. Bally (G.): 459, 462.
Alonso (٠ .): 435, 436, 438, 440, 442. Balthasar (H. U. von): 43, 168, 342, 343,
Alonso 36 ‫ ى‬.) ‫أ‬. 344, 483, 535.
Alonso de Madrid (Fray) : 79. Bakunin : 215, 220.
Alvarez de Miranda (A.): 27, 557. Báftez : 130.
Alvaro (C.): 267. Barbe)’ d’Aurevilly: 261.
Ambrosio (San) : 43. Barth (K.): 166, 167, 168, 169, 170, 175,
Ampère: 130. 342, 347.
Ana de JesUs: 106. Barozi 110 ,108 :(.‫ ﻻ‬.

٠ Las cifras en cursiva remiten a las páginas en que el autor ha sido especial-
.mente estudiado.
574 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

Battifol: 68. Buenaventura (San): 78, 92, 99, 1.2»


Baudelaire : 192. 221, 239.-258, 261, 262, 116, 182.
265, 283, 300, 304, 307, 310, 475, 485, BUhler (K.): 463.
5VI. ‫ >ةةة‬560. Bultmann (R.): 769.775, 346.
Bayle (P.): 176, 179. Buonaiutti (E.): 128.
Beard : 476. Burckhardt a .) 570 ,453 ‫؛‬.
Becker (C. L.)‫ ؛‬182, 183, 186, 191, 193, Burdach (K.)128 ‫؛‬.
215. Buridan471 ‫؛‬.
Beltrán de Heredia (V.): 93. Bury ‫ ﻻ‬٠ B.): 183, 191, 193.
Benda 298 :(.‫ ﻻ‬. Buytendijk (F. 459 :(.‫ ل‬. ‫ ل‬.
Benedicto XII: 333. Byron: 221.
Benitez (H.): 385.
Benz (E.): 128. Cajal: 220, 355, 384, 487, 488, 503.
Béranger: 239. Calatayud (V.): 150'.
Berdiae«: 263. Calderón: 146, 176.
Bergson: 262, 290, 296, 461, 522, 562. Calvino: 164.
Bernanos (G.): 337, 340, 474, 516. Campo (A. del): 481.
Bernard (Cl.)503 ,455 ,220 ‫؛‬. Camus (A.)536 ,347 ,342 ,341 ,313 ,296 ‫؛‬,
Bernardo (San): 91, 496. 568.
Berthelot: 220. Cano (M.)150 ‫؛‬.
Biel (G.): 156. Cannon: 465, 466.
Bignon: 184. Capánaga (V.)117 ‫؛‬.
Billot: 150. Carlomagno: 15, 91.
Billuart (R.): 102. Carlos III: 355.
Binswanger (L.): 476. Carlos V: 130, 1,32.
Blajot 444 :(.‫ ﻻ‬. Carmichael: 476.
Bloch (E.): 327. Carnot: 456.
Bloy (L.): 313, 337, 568. Carr، (A. M.): 332, 335, 337, 340, 568,
Bochensky: 344. 572.
Boecio: 190. Cassirer (E.): 14, 178, 179, 183, 184, 201,
Bollnow (O. Fr.): 313, 378.327, 323, 325, 202.
327, 334, 349, 506, 516, 546, 548, 551, Castelli (A.): 339.
552, 559, 560, 563, 571. Castro (A.): 11, 27, 132, 138, 146, 147,
Boman (Th.): 27. 165. 353, 354, 538.
Bonhomme (P.): 179. Catalán (D.): 387.
Borne (E.): 565.
Bornkamm (G.)170 ‫؛‬. Catalina d . Siena (Santa): 134.
Cauchy: 265.
Bosco (Don): 220.
Cayetano: 93, 94, 95, 153, 312.
Bossuet: 15, 130, 139, 141, 743.746, 147, Celaya (G.): 437,' 440, 443.
149, 152, 153, 180, 187, 341, 504. Cefial (R.)281 ‫؛‬.
Boswell: 397. . Cervantes: 423, 431.
Bourdin (G.): 239. Cicerdn: 15, 93, 190.
Bover ‫ ﻻ‬. M.)43 ,40 ,36 ,22 ‫؛‬. Claudel (P.): 298, 337, 340, 537.
Brahms: 172. Clausius: 454, 456.
Brant (S.)155 ‫؛‬. Cognet (L.): 345.
Braun (L): 461. Cohen (H.): 27.
Brednow (W.): 313, 327.324, 327, 473, Collingwood (R. G.): 266.
516, 536. Collins (A.): 176.
Bréhier: 171. Compton (A.): 339.
Brentano: 490. Comte (A.): 172, 193, 203, 215, 220, 221,
Brickner: 473. 262, 264, 268, 298, 330, 480.
Bruce Marshall : 339. Conde (F. j.): 482.
Bruckner: 172. Condorcet: 15, 182, 186, 193, 798.2.7,
Brunner (E.): 166, 167, 175. 222, 238, 298.
Buber (M.): 359, 509, 510. Constantin (C.): 141.
INDICE DE PERSONAS 57 5

Constantino: 64. Einstein: 457, 482, 500, 501.


Copêrnico: 384, 454. Eliade (M.): 25.
Costa 355 :(.‫ ﻻ‬. Eliot (T. S.): 537, 545.
Crampon (A.): 22. Empedoclea : -24.
Crisdgono de JesUs : 105, 106. 108, 110. Engels: 217.
Cristiani (L): 131, 139. Ensor: 2٥5.
Cristina de Succia: 195, 196, 198. Escoto (Duns): 78, 81, 333 ,150 ,128 ‫وو‬٠,.
Cullmann (O.): 34, 350. 334, 519.
Cumont (Fr.): 171. Espronccda: 221.
Esquilo: 23, 506, 565.
CHANur: 195, 196. Etcheverry (A.): 218, 344.
Charles ١p.): 81, 122, 153, 332, 333, 334, Eudemo: 24.
335, 519. Euripides: 453.
Chastaing (M.) : 510, 520. Ewald (G.): 322, 461.
Cliateaubriand: 130. Ezequiel: 29.
Chesterton : 180.
Chitidi (P.): 281. F araday: 220.
Farinelli (A.): 29.
D aniel: 29. Faulkner: 265.
Daniélou 338 ,334 ,332 ,153 ,44 ,25 :(.‫ ﻻ‬, Felijje (Canciller) : 91, 93, 197.
339, 341. Fénelon: 130, 139, 147, 150, 152.
Dante: 128, 131, 132, 134, 192, 227, 234, Fernando el Católico: 132.
321, 330. 367, 368, 414. Fcrrater Mora 385 ,90 ,29 ,27 :(.‫ ى‬..
Darasse : 536. Ferraz (M.): 52.
Dario (Rubin): 434. Festugiêre (A. 171 ,59 :(.‫ ل‬.
Darwin: 215, 220. Feuchtersieben (E. von): 516.
David: 67, 113. Feuerbach : 215, 262.
Denifle (H.): 155, 157, 160. Fiore ‫ ﻻ‬. de): 127, 128.
Descartes: 15, 130, 176, 178, 193-198, Flavio Joscfo: 29.
281, 303, 314, 359, 360, 426, 451, 452, Floro: 225.
526. Fontenelle: 178, 188 ,198.
^ sch a m p s (E.): 128. Francisco de Asia (San): 128, 337.
Diderot: 183, 190, 193. Francisco de Sales (San): 561.
Diego (G.): 436, 437, 442, 487. Francisco de Osuna (Fray) : 78, 105.'
Diego de JesUs: 117. Frank-Duquesne (A.): 131.
Diez del Corral (L.): 179, 180, 183, 218. Freeman (W.): 473.
354. Freud: 461, 553.
Dilthey (W.): 156, 197, 223, 262, 482, Fulton ‫ ﻻ‬. F.): 474.
540.
Dionisio el Cartujo: 129, 134. Galeno: 449.
DobschUtz (E. von): 27. Galileo: 176, 456.
Donoso Cortés: 242. Galois (E.): 265.
Dostoyevski : 341. Ganivet (A.): 527.
Driescli (H.): 461. Gante (Enrique de): 334.
Dubarle (D.): 338, 345. Garcia (F.): 437.
Duhamel (G.): 298. Gary (R.): 299, 564.
Durando: 152. Gauss: 265.
Durero: 155. Gauthier (R. A.): 81, 90, 92, 95, 97..
Gebsattel (V. E. von): 533.
E dinger (L.): 321, 322. Genêt 310 ‫ ﻻ‬.) ‫أ‬.
Eckart : 152. Gerlach ‫ ﻻ‬. von): 487.
Eckermann: 397. Gerson 159 :(.‫ ﻻ‬.
Efrin de la Madre de Dios: 117. Gide (A.): 13, 310, 545.
Egenter (R.): 93. Gilberto Porretano: 91.
Eginhard: 91. Gilson (E.): 64, 192.
.5 7 6 ESPERA Y LA ESPERANZA

Glöckner (H.): 498. Herzog: 42.


‫ ئ‬the: 211, 318, 319, 321, 416, 515, Hesiodo: 84.
525, 526, 536. Hess (w. R.): 473.
Gogarten (Fr.): 166, 169, 175, 349. Hierro (443 ‫ ل‬.): 437, 44 ‫ ا‬٠.
Goldstein (K.): 449, 459, 473. Hilbert: 526.
Golgi (C.): 487. Hipócrates: 449.
Gómez Restrejjo : 233. Hofmannsthal (H. de): 32٠, 560.
González Ruiz (j. M.): 22, 31. Hölderlin: 221, 321, 506.
GOring (H.): 181. Homero: 24.
Goya: 130, 504, 509, 519, 525. Horacio: 25.
Grabmann (M.): 48, 52. Horney (K.): 474, 553, 554.
-Graham Greene: 340. H oud^ de la Motte: 184.
Granjcl (L. s.): 356. Hubble (E.): 457.
Greco (El): 138. Hugo (V.): 220, 239, 454.
Gregorio de Nisa 87 ‫؛‬. Hugo de San Victor: 151, 493.
Grisar (H.): 157, 166. Huizinga 459 ,263 ,127 :(.‫ ﻻ‬.
Groos (K.): 459, 463. Humboldt (W. von): 321, 535.
Grosseteste (Roberto) : 92. Hume: 179, 490, 496.
Grundmann (H.): 128. Husserl: 359, 510.
Guardini (R.): 341, 345. Hutten (U. de): 155.
G u ib e rtU .d e ): 78. Huxley (A.): 298, 475.
-Guillén 442 ,441 ,437 ,436 .435 ,400 :(.‫ ﻻ‬,
560.
I mmermann (K.): 172.
Guitton ,69 ,68 ,58 ,57 ,52 ,48 ,47 :(.‫ﻻ‬ Inge (W. R.): 183.
٦1‫ ا‬1‫ة‬٠ ‫اﻷﻵ‬ Ireneo (San) : 36.
Gusdorf (G.): 57. Iriarte 345 :(.‫ ﻻ‬.
Guys (C.): 250. Isabel de Bohemia: 195, 196. 198.
Isalas: 15, 29.
H alstead (W. c .): 473.
Ham: 476. J ackson ‫ى‬. H.): 322.
Hardy (Th.): 286, 543. James (W.): 490, 491, 492, 494, 496, 512.
Harent (S.): 34, 39, 42, 78, 102, 152. 539, 541, 566.
Harnack: 169, 387. Jamme8 (F.): 444.
Hartmann (E. von): 221. Janet (P.): 476, 494.
Hartmann (N.): 322. Jansenio: 47.
Harvey: 176.. jasche ‫ ى‬. B.) : 13, 14.
Hasse: 201. Jasper (H. H.)472 ‫؛‬.
Hauck: 42. Jaspers (K.): 175, 263, 296, 298, 312,
Hazard (P.): 176, 179, 183, 184, 298. 313, 323, 551.
Hegel: 164, 172, 187, 193, 203, 215, 217, Jennings (H. s.): 462.
218, 221, 222, 238, 262, 264, 296, 300, Jiménez (j. R.): 434, 437, 560.
330, 419, 427, 431, 480, 483, 490, 498, Jolivet (R.): 311.
512, 569. Joubert 139 ,131 :(.‫ ﻻ‬.
Heidegger: 9, 14, 61, 87, 174, 262, 269- Jovellano8: 240.
282, 286, 296, 297, 298, 302‫ ا‬311, 312, Joyce : 310.
313, 320, 326, 336. 342, 471, 480, 485, Juan de los Angeles: 90.
486, 489, 502, 504, 506, 507, 510, 511, Juan de la Cruz (San): 20, 61, 7.5-727,
524, 526,.536, 552, 559. 122, 123. 132, 371, 380, 381, 387, 414,
Heisenberg: 457, 503. 484, 495, 558, 560.
Heráclito: 21, 24, 25, 26, 210, 483, 519, Juan Damasceno (San) : 79.
565. Juan de Santo Tom is: 78.
Herder: 186, 187, 190, 191, 193, 211. Juliano de Eclano: 76.
Hermann el Alemán: 92. Julio II: 155.
Hernando de Acuña: 146, 147, 149. Jung: 509.
Hcródoto : 27. Jünger: 298, 313.
IN D ICE DE PERSONAS

Kafka: 265. Lowith (K.): 64, 198 ,193 ,183 ,182 .28‫ل‬,
Kaftan (L): 214. 216, 218, 269, 281, 282, 350.
K ant: 13, 14, 15, 166, 178, 184, 188, 189, Lubac (H. de); 335.
193, 2.7-275, 218, 281, 300, 307, 311, Lucinio del Santísimo Sacramento: 106.
450, 451, 452, 502, 527. Luis XIV: 144.
Katz (D.): 459, 462, 464. Luis XV: 453.
Kekulé: 503. Luis de Granada (Fray): 132-134, 135,
Kepler: 203. 137, 139, 190, 228, 330, 354, 367, 368.
Kerényi (K.): 23. Luis de León (Fray): 130, ¡34-135, 138,
Ketteler: 220. 201, 228, 330, 354, 367, 387, 388.
Keyserling: 515. Lutero: 155-165, 166. 173, 179, 321, 333,
Kierkegaard: 166, 221, 286, 319, 341, 341, 347, 348, 386, 388.
342, 347, 361, 386, 387, 388, 535, 559,
561. Macaulay: 427.
Kieser (D. G.): 458. Machado (A.): 118, 313, 363, 373, 399-
Kijm (J. AL): 513, 523. 415, 427, 434, 435, 441, 444. 449, 516,
Kirsch ‫ ﻻ‬. P.): 73. 556, 560.
Klages (L.): 471. Machado (M.): 401.
Kleist (K.): 473. Magoun (H. w .): 472.
Koftka (K.): 459, 462, 463. Maicr (Fr. G.): 64.
Köhler (W.): 460, 463, 465, 469, 478. Maine de Biran: 482, 516, 570.
Korssako«: 462. Malebranche: 429.
Koskoft (D. Y.): 473. Male vez (L.): 169, 175.
Kraus (Fr.): 321, 322, 472, 473. Alallarmé: 537.
Kretschmer (E.): 472. Malraux: 298, 299, 313.
Mamiani (T.): 235, 236.
Manes: 69, 72.
L a P ira (g .): 339. Mangenot: 34, 141, 157.
Lacordaire : 220. Mann (Th.): 298.
Laennec: 527. Manzoni: 130.
Landsberg (P.): 516, 564. Aíarañón (G.): 475.
Laplace: 221, 454. Marcel (G.): 282-296, 311, 312, 313, 319,
Lautréamont: 536, 537. 320. 327, 334, 335, 359, 450, 452, 467,
Laymann (P.): 102. 483, 484, 508, 510, 512, 516, 522, 530.
Le Senne (R.): 373-377, 327, 334, 535, 537, 543, 546, 547, 548, 551, 552, 555,
546, 563, ^ 9 . 556, 559, 561, 562, 563, 564, 565, 568,
Le Tilly ٠ .): 332. 569.
Lecomte du Noüy: 39. A'Iarcelino: 63.
Lefort (G. von): 340. Marcelo del Nlflo Jesús: 109, 117.'
Leibniz: 15, 141, 176, 178, 193, 221, 286, Marco Aurelio: 24, 190.
422, 451. Marco Merenciano (F.): 533, 566.
Leisegang: 171. Marias 385 ,383 ,265 ,263 ,183 ,27 ٠ .)‫؛‬,
Iem altre: 457. 386, 492, 493, .495, 508, 524, 554.
le n in : 217. Mario Victorino: 312.
leopard240 ,238-223 ,222 ,221 ,192 :‫ ؛‬, Marié (R.): 169, 175.
262, 265, 436, 475, 517, 532, 535, 536, Marquina (E.): 241, 242, 249.
556, 560. Marsilio Ficlno: 141, 177.
lep id i: 150. Aiarx (K.): 172, 193, 203, 215-218, 220,
Lessing: 181, 186, 193, 382, 431. 262, 264, 297, 298.
Lessio : 139. Masricra (M.): 497.
Lindworsky: 463. Aiaura (A.)355 ‫؛‬.
Littré (E.): 220. Mauriac (F.): 339, 340.
Lobatchewsky: 265. Mausbach 48 :(.‫ ى‬.
Loeb: 426. .Maxwell: 262.
López Ibor: 472, 474, 476, 515, 533. Maydieu: 329.
37
578 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

McCuloch (W. s.): 472. .r o s i .: 182.


M elgan (P. ٠ .): 473. Ors (E. 450 ,361 ,355 ,8‫ ﻵل‬: 13, 156, 2‫و‬-
Meinecke (Fr.): 193. Ortega y Gasset 129 ,118 ,29 ,27 :(.‫ ﻻ‬,
Melanchton : 163. 159, 183, 188, 189, 192, 218, 263, 264,
Menéndez Pclayo (M.): 239, 355. 298, 311, 313, 330, 353, 354, 355, 361,
Menéndez Pidal (R.): 132. 384, 416-433, 450, 461, 463, 472, 480,
Miguel Angel : 525. 482, 491, 492, 493, 494, 496, 501, 507,.
Miller (A.): 265. 512, 524, 525, 526, 554.
Milton: 254. Ortiz de Urtaran (F.): 41, 44, 334.
Moeller (Ch.): 309, 311, 341, 342. Oseas : 35.
Moerbeke (G. de): 92. Otero (B. de): 437, 440, 441, 443.
Moisés: 33, 69, 84, 131, 367.
Molina (L. de): 130, 152, 153, 180, 187. Pablo (San): 12, 14, 20, 27-45, 50, 64٠.
Molinos: 139, 150. 65, 66, 75, 77, 79, 86, 102, 104, 107,
Monakow (C. von): 461. 122, 123, 124, 128, 138, 150, 159, 167,
Mondor (H.): 527. 169, 171, 173, 186, 189, 190, 222, 287,
Monet (Cl.): 239. 288, 290, 300, 315, 321, 328, 334, 350,
Ménica (Santa): 49. 362, 369, 387, 450, 454, 467, 491, 541,.
Montaigne: 141-143, 145, 147, 148, 149, 564, 571, 572.
191.
Panero (L.): 435, 437, 439, 443.
M ontalemtert: 220. Papez: 473.
Montesinos (R.): 437, 441, 443. Papini (G.): 340, 502.
Montesquieu : 180. Paquier 157 ‫ ﻻ‬.) ‫أ‬.
Montoliu (M. de): 143. Paracelso: 177.
Mounier (E.): 301. Paris (G. de): 159.
Mouroux 36 :(.‫ ﻻ‬. Parménides: 301.
Mozart: 172. Pascal: 130, 176, 178, 181, 182, 236, 341,
Mailer .o h .): 459. 364, 408, 414, 432, 433.
Mailer (M.): 332, 337. Pascual (A. M.): 192.
Muniessa (T.): 153, 332, 335. Pasteur: 130, 384.
Mufioz Alonso (A.): 339. Pauli: 23, 26.
Muftoz Rojas ‫ ﻻ‬. A.): 435.
Pedro (San): 31, 34, 43, 123, 124, 334.
Murphy ‫ ﻻ‬. P.): 474.
Pedro im b a r d o : 98, 102, 131, 333, 336.
Musset: 221. Péguy (Ch.): 337, 340, 342.
Péladan (A.): 454.
N apoleón: 14. Pelagio: 47, 72.
Napoleón n i : 239, 454. Pemdn ٠ . M.): 415.
Nelter (A.): 27, 29. Penfield (W.): 473.
Nemesio: 24, 87. Pentadi. : 142.
Newman: 139, 490. Pericles: 15.
New'ton: 176, 178, 180, 201, 203, 454, Perrone 102 :(.‫ ﻻ‬.
456, 482. Petrarca: 128.
Nicolás de Cusa: 128, 177, 221, 451. Pfister (٠ .): 347.
Nieremberg: 146. Pica vea (M.): 355.
Niettsche: 23, 148, 161, 218, 297, 300, Piccoli (V.): 236, 237, 238.
318, 321, 424, 468, 471, 475, 504, 505, Pico della Mirandola: 177.
555, 560, 570. Pieper 345 ,339 ,337-335 ,332 ,100 ‫ ﻻ‬.) ‫أ‬,
Noack (H.): 214. 454, 478, 530.
Noé: 33, 67. Pikier 490 :(.‫ ﻻ‬.
Nora (E. de): 437, 441, 443. P iatto: 23, 24, 25, 26, 31, 51, 53, 56,
Nothammer: 222. 57, 59, 70, 190, 421, 429, 449, 482.
Novalis: 221. Plessner (H.): 470.
Plinio: 453.
Ocram: 128, 156. Plotino: 57, 59.
Onls (F. de): 390. Plügge (H.): 313, 321, 324-327, 533.
IXD ICE DE PERSONAS 9

Poe (E. A.): 241. Salinas (P.): .37.


Polibio: 23. Salomon (A.)183 ‫ذ‬.
Pope (A.): 185. Santiago: 131.
Portis (S. A.): 476. Sartre ‫ ﻻ‬. P.): 239, 2.5. 246, 2.7, 249,
Prat (F.): 31, 33, 40, 47. 256, 257, 296.372, 313, 331, 347, 436,
Priestley 215 ,193 :(.‫ ﻻ‬. 483, 485, 486, 489, 512, 517, 536, 537,
Pi-iestley ‫ ﻻ‬. B.): 404. 540, 541, 556, 567.
Pi-imo de Rivera ٠ . A.): 355. Sclteler (M.): 298, 359, 414, 468, 482,
Prior (P. H.): 182. 509, 522, 559, 561, 565.
Proudhon: 215, 220. SChclllng: 215, 221, 238.
Priimm (K.): 33. Schlegel (Fr.): 183, 221, 427.
Puech (H. Ch.): 25, 171. Schleiermacher: 68, 166, 169.
Schmaus (M.): 99, 341.
QueizXn Crespo (E.): 544. Schneider (K.): 474.
Qucvedo: 135-137, 138, 146-149, 190, 228, Sclineider (R.): 340.
240, 367, 527. Scholz (H.): 63.
Quiles 332 :(.‫ ﻻ‬. Schopenhauer: 221.
Quincy Adams 165 :(.‫ ﻻ‬. Schröter (M.) : 48.
Schumann (Fr. K.): 170.
R acine: 197. Seiffcrt (Fr.): 48, 52.
Rafael: 502. S neca: 24, 101, 240, 453.
Ramirez (S.): 102, 333, 528. Shakespeare: 178.
Simon (P. H.): 299.
Reil ‫ ﻻ‬. Chr.): 321, 324, 516.
Smith (W. K.): 473.
Reiniarus: 179.
Rembrandt: 519, 526. Sócrates: 26, 51, 190, 240, 495, 503.
&>den (von) : 27.
Renan : 220, 330.
Sófocles: 453.
Renouvler: 262.
Söhngen (G.) : 48, 52.
Reuchlln: 155.
Solovief (W.): 317, 454.
Revers (W. ).): 273, 373, 524.
Sombart (W.): 522.
Ricciottl (G.): 29.
Ricoeur (P.): 312, 347, 348, 349. Sjjencer (H.): 193, 203, 215, 268, 480,
Ridruejo (D.): 54, 437, 440, 443, 445. 483, 569.
Riley (H.): 472. Spengler (٠ .): 297, 342, 554, 562.
Rilke: 265, 323, 324, 341, 516, 532, 536, Spinoza: 287, 318, 367, 461, 535.
537, 546. Stanley Cobb: 472.
Rlmliaud: 221. Staudcr: 476.
Ripalda: 78, 150. Stäudlln : 206.
Rltschl: 387. Stern (IC.): 475, 564,
Roberts (G. de): 224. Stern (W.): 461, 499،
Robespierre: 186, 190. Strindberg: 359.
Rof Carballo 463 ,462 ,461 ,459 :(.‫ ﻻ‬, Stuart Alili: 427.
464, 465, 466, 470, 472, 474, 476, 481, Suárez: 78, 130, 147, 150.
553. Sully-Prudbomme: 149.
Romero Martinez: 239. Suphan (ß.): 190.
Rosales (L.): 119, 148, 390, 437, 439,
443, 551. T acchi-Venturi (P.): 29.
Rosenthal: 449. Tannery (P.): 195.
Rothacker (E.) : 322. Tanquerey (A.): 493.
Rousseau 201 ,187 ,185 ,181 ,179 :(.‫ ﻻ‬. ‫ل‬, Taubes 218 :(.‫ ﻻ‬.
202. Tatvney (R. H.): 165.
Roiisselot (P.): 77. Teilhaid de chardin (P.): 39, 345, 346,
Ruiz-Gimónez 338 :(.‫ ﻻ‬. 563.
Rylander (G.): 473. Teodosio: 64.
S aint-Evremond : 176. Teognis: 23.
Saint-Simon: 172. Teresa (Santa) : 132, 387.
580 LA ESPERA Y LA ESPERANZA

Thiele (R.): 322. Velázquez ‫ ؛‬13٠ , 176, 502, 519, 526‫ﺀ‬


Thils (G.): 338. Vellay (c.): 186.
Thorndike (E. L.): 463. V en. 490 :(.‫ ى‬.
Tiberio: 453. Verbeke (G.): 477.
Timoteo: 41: Verdi172 ‫؛‬.
Tirso de Molina: ' 86. Verlaine: 221.
Tocqueville: 427. Vernet (Mme.)201 ‫؛‬.
Toland g.): 176. Vigny221 ‫؛‬.
Tomás de Aquino (Santo): 15, 20, 77- Villain (P.): 345.
104, 109,110, 111, 112, 116, 117, 122, Villani (G.): 127.
143, 150,151, 153, 159, 194, 196, 197, Villani (M.)127 ‫؛‬.
214, 228, 281,321,324,333,335,336, Virgilio: 62.
344, 460, 461,462,463,465,475,477, Vitier (C.)445 ‫؛‬.
497, 498, 506,517,527,528,549,558. Vitoria (F. de): 93.
Tomis de Celatio: 128. Vivane. (L. F.)437 ,390 ,356 ,132 ,13 ‫؛‬
Tomás de Kcmpis: 128.' 438, 439, 443.
Tomás de Perseigne: 91, 104. Vives (L.)147 ‫؛‬.
Tom، g.): 444. Voltaii-e: 15, 179, 180, 181, 186, 187
Torres Amat: 22. 193, 198, 205, 214, 236, 330.
Tourncly (H.): 102. Vuilllaud (P.): 454.
Toynbee (A.): 350, 562.
Trcsmontant (Cl.): 27, 28. ١Vael،iens (A. de): 278, 281.
Troeltsch (E.): 165, 193. Ward (A. A.): 473.
Troxler (I. P. V.): 461. Wasser: 23.
Tucldltlcs : 27. Watts g . w .) : 473.
Turgot: 193, 198, 222. ١Veber (VI.): 164, 165, 522.
Turner (E.): 473. Weizsaecker (V. voti) : 463.
Tylor (E. B.): 268. Weniger (L F.): 473.
Winterhalter: 239.
U beda P urkiss (M.): 474. ١VÌ8SO١
va: 23, 26.
Uexklll (Th. von): 475. W undt: 268.
Unamuno (hi. de): 11, 136, 219, 221, Wust (P.): 471. 502, 513.
239, 309, 313, 335, 356-398, 410, 411,
414, 434, 435, 444, 445, 461, 475, 487,
515, 516, 560, 566. Z f.v ó x de V erona (San): 43;
Urban (W. VI.): 510. Zimara (C.): 81, 332.
Zottoli (A.): 239.
V acant: 34, 141, 157. Zubiri (X.)83 ,60 ,39 ,38 ,37 ,28 ,27 ‫؛‬
Valdés g. de): 544. 111, 118, 129, 156, 195, 262, 263, 264
Valdis Leal: 146, 354. 312, 346, 360, 361, 383, 452, 461, 462
Valera g.): 239, 247. 463, 464, 470, 471, 472, 473, 480, 481
Valéry (P.): 118, 241, 298, 536, 547. 483, 493, 500, 501, 502, 505, 512, 514
Valvei-de g. M.): 435, 437, 441, 444. 526, 540, 541, 550, 551, 553, 568.
Vaugelas: 141. Zubirla (R. de): 415.
Vega (A. C.): 48. Ztvinglio: 165.
INDICE DE MATERIAS

Pág 8.

PR O LO G O ...................................................................................................................... 9

IN T R .D U C C I.N .......................................................................................................... J3

P rimera parte

CONSTITUCION DE LA TEORIA CRISTIANA DE LA ESPERANZA ... ... 17


Cap. I.^A N P ablo y la esperanza cristiana ......................................................... 21

I.—La esperanza de los gentiles ........................................................................ 22


II.—La esperanza de los israelitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 2٥
111.-1 ‫ م‬es۴ anza de San Pablo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 29
§1. El tiempo en San Pablo (30).—§2. Objeto, sujeto, moti-
vo, ascética y esencia de la esperanza cristiana (34).

Cap. II.—E speranza y tiempo humano : San AcusTfN ........................................... 46

I.—Memoria y esperanza .................................................................................... 48


§1. Estrtictura de las Confesiones (49). — §2. Aparición del
tema de la memoria (50).—§3. Teoria de la memoria (52).—
§4. frlemoria y esperanza: conexiones primera y segunda (55).—
§5. Memoria y esperanza: tercera conexión (60).

II.-E spcranza e h isto ria ....................................................................................... 62


§1. Génesis de La Ciudad 2§—.(62) ‫ ﻻ ﺀى‬٠'٠‫ﺀ‬. Visión cristia-
na de la liistoria' (64).—§3. Teologia de la historia (66).—§4. His-
toriologla de la esperanza cristiana (73).
Cap. I I I . - E speranza natural y esperanza cristiana: Santo T omAs de
A quino ....................................................................................................................... 77

I._ L a esj^ranza como p a sió n ............................................................................ 79


§1. Esperanza y posibilidad (82). — §2. Esperanza y tiem-
po (84)._§3. Esperanza y confianza (86) ._ §4. Esperanza y an.
gustia (86).—5‫؛‬. Esperanza y amor (88) ._ §6. Esperanza y ex-
perlencla (88).—87. Esperanza y desesperación (89).
582 U ESPERA Y LA ESPERANZA

Pige.

n .-E speran za y fortaleza ............................................................. ... ... ... ... 8‫و‬


§،. La magnanimidad adquirida (94).—§2. Magnanimidad y
fortaleza (94).—§3. Objeto de la magnanimidad (95).—84. Mag-
nanimidad y esperanza (95).—§5. Humanización de la esperan-
za-pasidn (96). — §٥. Vicios contra la magnanimidad (96). —
§7. La magnanimidad infusa (96).

III.—La virtud de la esperanza ......................................................................... 97


§1. Esencia de à esperanza (98).—§2. Objeto y sujeto de la
esperanza (98).-83. Modos viciosos de esperar ( 9 9 ) . . . La es-
peranza y las restantes virtudes teologales (100).—§5. Esperanza
natural y esperanza sobrenatural (101).

Cap. w.—Memoria y ESPERANZA: San Juan de la Cruz ................................. 105

L—La unión por la esperanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 107


. . —Doctrina de la memoria .................................... - ..................................... 108
IIL-M em oria y esjjeranza .................................................................................... 116
Conclusión.—La elpidolocIa cristiana .................................................................... 122

Secunda parto

LA ESPERANZA EN EL MUNDO ،MODERNO ................................................. 125

Cap. I . - L a esperanza de los toadicionales ........................................................ 13.

I.—La esperanza escatològica ........................................................................... 131


§1. Fray Luis de Granada (132).—82. Fray Luis de León (134).
83. Quevedo (135).—§4. El Greco (137).—§5. Bossuet y New-
mann (138).

. . —La esperanza terrenal ....................................................... ......................... 14.


81. Afontaigne (141).—§2. Bossuet (143).—§3. Quevedo (145).
84. Otras actitudes (149).

in .—'Teoria de la esperanza ................................................................................ 150


§1. Alotivo de -la esperanza teologal (150)._§2. Esperanza y
amor de Dios (151)._83. Providencia histórica y esperanza: Mo-
lina (152).

Cap. I I .- L a esperanza de los reformados ............................................................ 154

!.—‫ ﻣ ﺎ‬esperanza en los orígenes de la Reforma . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 154


§1. ‫ ﻣﻞ‬situación histérica de Lutero (155). — §2. Psicologia
de Lutero (157).—83. ‫ ﻣ ﺎ‬esperanza de Lutero (159).—84. ‫ ﻣ ﻞ‬es-
peranza terrena: Lutero y Calvino (162).

n . - L a esperanza en el protestantismo actual ................................................ 165


§1. ‫ ﻣﻞ‬esperanza en la “teologia dialéctica” (166).—§2. ‫ﻣ ﺎ‬
“desmitologización” de Bultmann y la esperanza (169).
INDICE DE MATERIAS 583

Págs.
Cap. I ! I .- L a ESPERANZA DE IOS SECULARIZADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 176

I.^«c،ilarízación y esperanza: el progresismo ............................................ 177


§1. Contenido y estructura de la secularización (178).—
§2. El progresismo y su estructura (183).—§3. Limite de' la es-
peranza progresista (190).

II.—Etapas de la esperanza secularizada ........................................................ 192


§1. Descartes (193).—§2. Condorcet .(198).—83. Kant (201).—
§4. De Hegel y Comte a Marx: la esperanza marxista (21٩.
Cap. IV.—L a ESPERANZA DE ‫ ﺳﻞ‬desencaSatos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 220
I .- L a esperanza de leopardi ......................................................................... 223
§1. La esperanza en la-vida humana (223)._§2. Teoria de
la desesperación (229)._83. De la desesperación a la desesperan-
za (233).—84. Conclusión : “Esperemos” (237).

IL—La es۴ranza de Baudelaire... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 239


§1. Desesperación multiforme (240). — §2. La interpretación
de Sartre (245).—83. La vocación de Baudelaire: DÍ08-Satán (248).
84. ^ l o r , culpabilidad, hastio (254).—§5. Conclusión : “un' de-
seo henchido de esperanza” (257).

T ercera parte

LA ESPERANZA. EN LA CRISIS DE NUESTRO TIEMPO .......................... 259


Cap. I . - L a crisis t la esptoanza .......................................................................... 268

I.—Angustia y esperanza: Martin H eidegger................................................ 269


§1. El punto de partida (269).— 82. Posibilidad, existencia
autóntica y .angustia (272)._§3. La temporeidad de la existen-
cia (276). — 84. Miedo, angustia, esperanza y espera (278). —
85. ¿Finitud o infinitud de la existencia? (281).

II.-E speranza y trascendencia: Gabriel Marcel ............................................ 282


§1. El pensamiento de Gabriel Marcel (283)._§2. Fenomeno-
logia, objeto y sujeto" de la esperanza (285).—83. Situación his-
tórica de la esperanza (290). — 54. Metafísica de la es۴ran-
za (291).—§5. Dinámica de la esperanza (294).—§6. Interroga-
ciones criticas (295).

HI.—
‫ ﻣﻞ‬deses^ranza como forma de vida: Jean-Paul Sartre ... ... ... ... 2^
8 ‫ا‬. ‫ ﻣﻞ‬esperanza y la desesperanza en el pensamiento de Sar-
tre (300).—82. ‫ ﻣﻞ‬esperanza y la desesperanza en el teatro de
Sartre (308)3§—‫ا‬. Notas criticas (311).
Cap. II.—^ORfA DE LA ESPERANZA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 313
I .- L e Senne ............................................................ .......................................... 313
n .—Bollnow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 318
III.—Brednow y Piagge ......................................................................................... 321
584 LA ESPERA y LA ESPERANZA

Pigs.

Cap. III.—L a REACJÓN CRISTIANA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 328

I. - L a reacción católica ................................................................................. 331


§1. Novedades en la teoria de la esperanza (331).—§2. La
estimación del mundo visible (337).—§3. La comprensión católi-
ca de la angustia (340).

II. - L a reacción protestante ........................................................................... 34٥


§1. Actitud frente a la angustia (346).—§2. Esperanza e his.
toria (348).

Cuarta PARTE

LA ESPERANZA EN LA ESPASA CONTEMPORANEA ............................... 351


Cap. I.—Miguel de U namuno o la desesperación esperanzada......................... 356

I. - L a experiencia decisiva ........................................................................... 357


n .—Vida en esperanza ......................................................................................... 362
III. —Tiempo, memoria y esperanza .............................................................. 370
IV. - L a congoja inexorable .............................................................................. 381
Nota adicional sobre la esperattza en el Cancionero de Unamuno ... ... ... 390

Cap. I I .- T ie.١
ipo٠recuerdo y ESPERANZA EN LA POESÍA DE A ntonio Machado ... 399

I.—Palabra en el tiempo ................................................. ............................... 400


II. -T iem p o , recuerdo y espem nza.................................................................. 402
III.—El objeto de la esperanza ............................................................................ 409

Cap. I I I . O rtega y EL EUTURO.............................‫؛‬....................................................416

I. —Vida humana y felicitlad ......................................................................... 417


u .—El futurismo y su fundamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 419
III. —La previsión del fu tu ro .............................................................................. 425
IV. - E 1 futuro y la esperanza ........................................................................ 428
Cap. IV.—L a ESPERANZA EN LA POESÍA ESPAÑOLA ACTUAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 434

I.—Firme o incietta esperanza ........................................................................ 437


II. —El viento de la angustia ........................... .......................................... 442

Quinta parte

ANTROTOLOGIA DE LA ESPERANZA ............................................................. 446


Cap. I . C uerpo y ESPÍRrru EN EL ACTO DE ESPEaAR .......................................... 451

I.—Introducción cosmológica al estudio de la esperanza ... ... ... ... ... 452
§1. El futuro del cosmos (452).—§2. El. futuro de la realidad
inanimatla (455).—§3. El futuro del vegetal y el del animal (457).
INDICE DE MA IERI AS S8S

Págs.
II. —Biologia de la espera humana .............................................................. .67
§1. El proyecto como forma primarla de la espera huma,
na (467),—§2. Anatomia y fisiologia de la espera hu.nana (472).—
§3. Patologia de la espera liuraana (475).

III. —Introducción neuntatoldgica al estudio de la esperanza . . . . . . . . . . . . ... 476


§1. La esperanza del espíritu puro (477).—§2. ‫ ﻣﻞ‬espei-anza
del espíritu encarnado (478).

Cap. II.—E l proyecto, la pregunta y la ESPERA ................................................ 481

I. —Proyecto y pregunta ................................................................................ 481


§1. La experiencia de la realidad (481).—§2. Proyectar y pre-
guntar (484).—§3. Pregunta y posibilidad (4861.

II. —Pregurrta y creerrcia................................................................................... 490


§1. La creencia eir ١ ١'. James y en Ortega (491).—52. ¿Qu،
es una creencia? (493).—§3. Clasificación de las creencias (495).—
§4. Firrrreza de las creencias (496).—§5. Pregunta y creencia (497).

III. —Pregunta y creación ................................................................................. 499


§1. Vida personal y creación (499).—§2. La obra creada (500).
§3. La actividad creadora : sus trotas descriptivas (5.1).—§4. Pre-
gurrta y creación (507).

IV. —Pregunta y comunidad .............................................................................. 507


§!. ‫ ﻣﻞ‬pregunta a otro (507).—§2. l a pregrrrrta err sole-
dad (508).—§3. El “Tú” absoltrto (510).

V.—Estructura de la espera humaua ................................................................. 511

Cap. 111.-1.‫ا‬ espera y la esperanza ....................................................................... 514

I.—La espera en la vitla del honrbre ............................................................ 514


§1. La espera como hábito entifativo (514).—§2. La espera
como actividad (517).

IL—Modos ،le la esjrcra : espera y fortaleza ................................................ 518


§1. l a esjrcra como expectaciótr y como creación (518).—
§2. Espera y entrega : esjrera i tratte, esjrcra circuits jrectit'a. espera
radical (520).

m .—^Iodos de la espera: espera, angustia y csper'anza ............................... 528


§1. Espera confiante y esjrera difiante: sus formas (521).—
§2. La angustia (530).—§3. Gónesis de la angustia (537).

IV. La esjreranza natural ................................................................................... 543


§1. Descrijrcidn de la esperanza (545).—§2. Olrjeto de la es-
peratrza (553).—§3. Sujeto de la esperanza (557).—§4, Ascética de
la esjreranza (563).—§5. Deformaciones de la esperanza (569).

V.—“Beata spes” ....................................................... y


.. ... .
..
.... ... ... ... ... 570
N ihil obstat. El censor, doctor Manuel Gil Esteban. Madrid, diez y siete de no-
vietnbre de mil novecientos rfncuenta y seis. Imprimase, Jos، Maria, obispo auxiliar,
vicario general.
NOTA

En la penùltima linea de à página 31 aparece alte-


ra d . el buen orden de las paábras. Debe decir:
“Cristo, pleroma de Dios: la Iglesia, pleroma de Cris
to.” Acaso el lector perspicaz descubra otras erratas.
Si es asi. sea bendvolo, además de ser perspicaz, T
,procure subsanar por si mismo el texto defectuoso.
Precio.. 1 4 . pesetas.

S-ar putea să vă placă și