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Mujer y Sociedad:

Estudios, Balances y
Perspectivas

Nora Segura Escobar

Profesora del Departamento de Ciencias Sociales,


Universidad del Valle
M U J E R Y SOCIEDAD

Parece existir una compulsión colectiva a mujer como objeto de indagación a partir de
dar cuenta de la temporalidad de las socieda- su reconocimiento como actor social. El desa-
des en ciertos momentos percibidos como rrollo de esta línea de trabajo supone un quie-
puntos de corte históricos, tal la vuelta de bre en las formas tradicionales de repre-
siglo, que en el momento actual orienta ya sentación de la vida social, en las cuales
nuestra actividad intelectual. En efecto, desde aparece el hombre como protagonista. De la
el inicio de esta década, víspera del tercer misma manera que en la historia social común-
milenio, nos hemos visto compelidos a exami- mente denominada "Nueva Historia" han co-
nar el curso de los acontecimientos en una menzado a irrumpir los participantes anóni-
perspectiva temporal más amplia, a revisar mos en los procesos sociales y económicos, en
algunas tendencias del acontecer social y a los estudios de la mujer se pretende ampliar y
anticipar los eventuales escenarios del futuro redefinir los fenómenos de la vida colectiva
con miras a orientar la acción. Creo que es ésta incorporando realidades hasta ahora perdidas
la invitación del presente Coloquio y la guía en el silencio de la cotidianidad y ausentes de
del trabajo que enseguida someto a discusión. la conciencia histórica.
Propongo tres ámbitos de análisis que Al intentar un balance en este terreno
son, en su orden, los estudios de la mujer, las debo establecer algunos límites necesarios, re-
realidades en la vida de las colombianas, y los lativos al desarrollo global de las ciencia so-
2
rasgos previsibles del futuro en ambos terre- ciales en Colombia y a los movimientos de
nos. Aunque el marco de referencia es la so- mujeres en distintas latitudes. Desde estas dos
ciedad colombiana en su conjunto, inevitable- vertientes aparecen posibilidades y límites en
mente en mis interpretaciones hace mayor la configuración de esta área de trabajo acadé-
presencia la región suroccidental del país, no mico que si bien muy joven, pues apenas si
solamente por la proximidad inmediata a mi bordea los 15 años de edad, tiene ya algún
experiencia sino porque analíticamente es pre- reconocimiento y un nivel de elaboración nada
ciso dar cuenta de lo regional como nivel desdeñable. Adicionalmente, como se trata de
específico de la realidad social. examinar el panorama de los estudios de la
mujer en los marcos de un coloquio de Socio-
1. Los Estudios de la Mujer: logía Colombiana, he privilegiado las investi-
Configuración de un Área de In- gaciones que presentan una referencia empíri-
vestigación. ca clara sobre la sociedad colombiana.
Estos estudios surgen como un área de la En el desarrollo de las ciencias sociales
investigación social en la que se toma a la en Colombia nos encontramos un panorama

1 Ponencia presentada en IV Coloquio Colombiano de asistencia a eventos académicos internacionales. En


Sociología, realizado en Cali, entre el 27 y el 30 de otros aspectos comparativos también se destaca la
Noviembre de 1990, organizado por el Departamento situación académica del país por el escaso nivel de
de Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Socia- importancia que se le concede en el presupuesto nacio-
les y Económicas, Universidad del Valle. Cali. nal, como consta en los documentos del recientemente
2 Varios ensayos recientes se han ocupado del desarrollo celebrado Seminario sobre Ciencia y Tecnología pa-

f;lobal de las ciencias sociales en Colombia, aparte de


os balances que periódicamente se hacen en las distin-
tas disciplinas. En el presente Coloquio tendremos
trocinado por Colciencias.
A tono con este panorama, en los estudios de la mujer
también se expresa la precariedad de recursos para la
ocasión de oír evaluaciones sobre el desarrollo de la investigación pero sobre todo para la divulgación. La
Sociología en varias áreas de trabajo, dé manera que tal lejanía del poder se traduce en dificultades aún mayo-
bagaje nos excusa de abundar en esta dirección, seña- res para encontrar patrocinio editorial, como lo atesti-
lemos no obstante que comparativamente con otros guan los trabajos del Grupo Mujer y Sociedad de la
países latinoamericanos, en Colombia, es muy pequeña Universidad Nacional, cuyos originales estuvieron en
la escala de circulación de trabajo académicos en cien- la imprenta más de dos años o los estudios de Lucero
cias sociales, notoria la ausencia de revistas especiali- Samudio y Norma Rubiano que aún después de tres
zada de e n v e r g a d u r a n a c i o n a l , p r o v e r b i a l el años de entregados no logran ver la luz pública.
aislamiento de nuestros centros académicos y escasa la

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bastante desigual tanto si examinamos las dis- mujer revistió un carácter muy importante co-
tintas disciplinas como si considerados los te- mo fuente de información, como mercado de
3
mas de los cuales se han ocupado. (Camacho métodos anticonceptivos y como población
y Hernández, 1990; Meló, 1990). Estas dife- objeto de control.
rencias pueden verse, entre otras, en función Pese a sus orígenes non sanctos y a la
de la mayor proximidad a los centros de poder, obviamente limitada percepción de la condi-
de la cual se derivan recursos, reconocimien- ción de la mujer en estas líneas de investiga-
tos, probabilidades de publicación y circula- ción, sin duda contribuyeron a la ampliación
ción, y ciertamente de incidencia en el curso del espectro de las realidades sociales del país,
cuyo estudio sistemático avanzaba desde la
sociología y otras disciplinas afines. Como
desde la década del sesenta, área de estudio específica, sinembargo, los
el crecimiento poblacional estudios de la mujer sólo algunos años más
tarde encontraron legitimidad académica y un
definido como expresión
nicho de condiciones propicias para su desa-
de atraso y como uno de los rrollo.
obstáculos para el desarrollo En lo que respecta a la otra vertiente
y la modernización del país mencionada, señalemos que la extraordinaria
expansión del feminismo en los países capita-
dio prioridad a las políticas de listas centrales en la década del sesenta, aca-
control de la natalidad y por démicamente cristalizó en dos terrenos muy
esta vía la mujer cobró importantes; la institucionalización de cursos
y/o programas de estudio sobre la mujer (por
visibilidad como recurso ejemplo en los Estados Unidos había cerca de
estratégico del desarrollo 500 programas de Women Studies en 1984), y
la consolidación de esta área de investigación
desde muchas ópticas disciplinarias que a su
de los acontecimientos. Pero también puede turno tendían a desdibujar sus fronteras tradi-
verse en relación con la importancia estratégi- cionales. En efecto, uno de los rasgos impor-
ca de los temas o de su centralidad como eje tantes de los estudios de la mujer lo constituye
del desarrollo socio-económico. el esfuerzo por superar la incomunicación dis-
Este último más que el primero, parece ciplinaria y la parcelación del objeto de cono-
constituir un factor importante en el impulso cimiento.
inicial de los estudios de la mujer. En efecto, En el ámbito de las ciencias sociales vale
desde inicios de la década del sesenta, el cre- destacar una propuesta de integrar género y
cimiento poblacional definido como expresión clase, como estrategia analítica hacia el desve-
de atraso y como uno de los obstáculos para el lamiento de la condición femenina. Bajo el
desarrollo y la modernización del país dio postulado del patriarcado como fundamento
prioridad a las políticas de control de la nata- de la subordinación de la mujer, la agenda
lidad y por esta vía la mujer cobró visibilidad proponía la consideración detallada de los pro-
como recurso estratégico del desarrollo. Una cesos de reproducción social, espacio priorita-
inusitada abundancia de fuentes de financia-
ción y de fondos de investigación se canaliza- 3 En el curso del presente Coloquio se analizará el estado
del arte en cada uno de los temas propuestos para
ron hacia los estudios demográficos en los discusión, de tal manera que por ahora basta recordar
cuales se dio prioridad a los tema conexos con la ponencia evaluativa presentada por Camacho y Her-
nández en el Foro de Colciencias y el artículo de Jorge
la reproducción humana. Inevitablemente la O. Meló en el suplemento de El Espectador.

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rio de la mujer, como complemento imprescin-


dible de la investigación social y en pié de Los debates teóricos
igualdad con los de la producción, espacio
y los avances de la
prioritario del hombre. De esta manera se pro-
ponía en el terreno del conocimiento la con- investigación empírica
frontación que el feminismo desarrollaba en feminista aportaron una
otros escenarios de la vida social. fuente muy importante en la
Los debates teóricos y los avances de la
investigación empírica feminista aportaron que se nutrieron sectores de
una fuente muy importante en la que se nutrie- mujeres intelectuales
ron sectores de mujeres intelectuales latinoa- latinoamericanas quienes
mericanas quienes, a su turno, intentaban arro-
jar luces sobre las contradictorias realidades intentaban arrojar luces
de la mujer frente al desarrollo de sus países. sobre las contradictorias
En el encuentro de estas dos vertientes, realidades de la mujer frente
como decíamos anteriormente, se abrieron los
espacios temáticos y las opciones teóricas y
al desarrollo de sus países.
metodológicas que lentamente comenzaron a
configurar una línea propia en los estudios de
la mujer en Colombia. A diferencia de otros dad desde múltiples ángulos analíticos. Proce-
países latinoamericanos, en el nuestro, tanto el damos entonces a una rápida y somera carac-
movimiento feminista como su contraparte terización con el objeto de identificar sus prin-
académica aparecen tardíamente y en una es- cipales avances y sobre todo los vacíos que
cala bastante más pequeña, que por ejemplo en deberán ser enfrentados hacia el futuro.
Brasil, México, Argentina, Chile y Perú. La Haciendo la salvedad de los estudios so-
5
lentitud en su desarrollo y consolidación, en bre familia de Gutiérrez de Pineda y de los
alguna medida se explica por el aislamiento y demográficos, a los cuales hicimos referencia
la escasísima circulación de bibliografía espe- anteriormente, puede afirmarse que los estu-
cializada. Aquí también es preciso destacar el dios de la mujer en Colombia comienzan a ver
relativo desdibuj amiento de las líneas discipli- la luz pública a partir de la segunda mitad de
narias convencionales y los intentos, en oca- la década de los setenta:
siones bien heterodoxos, por penetrar la reali- Los trabajos publicados bajo el título La
4 Un inventario más detallado es el de Ana Rico de Alonso Pese a todo lo anterior, pienso que sus trabajos de esta
"Estado actual de los estudios de la mujer en Colom- época no corresponden propiamente a la línea de estu-
bia", preparado para el Seminario-Taller de Estudios y dios que estamos analizando, como sí ocurre con su
Programas de Acción sobre la Mujer en Colombia. último libro Honor, familia y sociedad en la estructura
Departamento de Sociología, Universidad del Valle, patriarcal, Bogotá, Universidad Nacional, 1988, traba-
Cali, Noviembre 25 y 26 de 1986 (Mimeo). También jado conjuntamente con Patricia Vila de Pineda, en el
Elssy Bonilla ofrece un balance preliminar en "La cual la mujer constituye el punto de gravitación analí-
investigación sobre la mujer: logros y perspectivas", tico.
Ponencia presentada en el IV Congreso Nacional de Sobre la obra de Virginia Gutiérrez, Ana Rico de
Sociología, Cali, Agosto 4, 5 y 6 de 1982. Alonso tiene una apreciación distinta en cuanto la
5 Los tratados sobre la familia en Colombia de Virginia reseña como el punto de partida de los estudios de la
Gutiérrez de Pineda cuya primera edición data de 1962, mujer. Señala, por otra parte, la discontinuidad tempo-
constituyen piedra angular en las ciencias sociales y en ral con estudios posteriores en razón de que "...en el
cierta medida también inauguran en el país los estudios momento en que ella publica su primer libro ( 1 6 2 ) , ni
de la mujer. El haber llamado la atención sobre la el tema, ni el nivel de conciencia, ni la formación de
diversidad regional, su propuesta sobre los complejos cuadros nacionales de investigación, facilitan la discu-
culturales familiares, sus agudas intuiciones sobre el sión y reproducción de sus resultados. Por ello, durante
patriarcado, son sin lugar a dudas el nudo germinal de mas de una década permanece como un clásico sin
los estudios de la familia y de múltiples dimensiones integrarse significativamente ni actualizarse en estu-
de los estudios de la mujer. dios posteriores" (Rico, 1986, p.5).

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actual, sobre el tema de la incorporación labo-


ral de la mujer y las características de los
mercados laborales rurales y urbanos, inscritos
en la óptica teórica de la reproducción social.
Otras dimensiones conexas se fueron incorpo-
rando en estos estudios: los procesos migrato-
rios internos e internacionales, mostraron nue-
vos puntos de articulación entre el empleo y
otras características estructurales y personales
de distintos sectores sociales. Los análisis so-
bre el trabajo y el servicio doméstico, llamaron
la atención sobre la compleja trama de relacio-
nes entre las mujeres en el reducido espacio
del hogar. También el mundo laboral femeni-
no fue examinado a la luz de los obstáculos a
4 y la participación sindical y política de la mujer.
Como focos de impulso y/o de irradia-
mujer y el desarrollo en Colombia, con la ción de esta línea de investigación actuaron
dirección de Magdalena León y el patrocinio principalmente, la ya mencionada ACEP, y el
de la Asociación Colombiana para el Estudio Centro de Investigaciones del Desarrollo -CE-
de la Población ACEP, en 1977 marcan un D E - de la Universidad de Los Andes, a los
punto de quiebre muy importante. Si bien en 6
cuales se sumaron trabajos patrocinados por
el conjunto de los trabajos se advierte diversi- organismos internacionales y por investigado-
dad de enfoques resulta claro que la concep- ras independientes en otras universidades del
ción del proyecto y de la edición del libro país. También desde los inicios y a todo lo
proceden de algunos de los debates teóricos y largo de los años ochenta, numerosa tesis y
de las orientaciones anteriormente señaladas. monografías de grado ampliaron la órbita de
También en ese año se puso en circula- los estudios de la mujer, pese a que apenas en
ción un estudio de varios funcionarios del la segunda mitad de esta década aparecen cur-
ICBF sobre el trabajo de la mujer, con el cual sos académicos sobre género.
se formalizó una mirada nueva sobre los fenó-
menos de la familia desde una agencia estatal 2. Avances, Logros y Vacíos
(Calderón, otros, 1977). Simultáneamente se Por múltiples razones de diverso orden,
comenzó a consolidar una línea -de investiga- me resulta imposible presentar un inventario
ción, probablemente la de mayor desarrollo exhaustivo y detallado de los trabajos que pue-

6 Este conjunto de trabajos, reviste importancia como hito tholic University of America de Washington. En Co-
en el desarrollo de los estudios de la mujer por los lombia apareció bajo el título Las colombianas ante la
temas que analiza y porque propone una referencia renovación universitaria. La autora se propone exami-
empírica de escala nacional. Durante dos años se ela- nar las transformaciones en la identidad femenina entre
boró un diagnóstico sobre la participación de la mujer las primeras generaciones de mujeres profesionales
en el desarrollo económico y social del país, intentando colombianas. El trabajo no logra permear de manera
detectar algunos obstáculos y sentando bases para el reconocible el terreno de la investigación sobre la
diseño correlativo de políticas de promoción. En los mujer y permanece como trabajo aislado hasta los
estudios se utilizaron fuentes secundarias pertinentes a recientes estudios sobre la ejecutiva, que desarrollan
cada tema pero sobre todo se generó una información Rosa Bernal y sus colaboradoras. Resulta intrigante el
primaria muy importante, a través de la aplicación de por qué estas preocupaciones no han tenido un eco
una encuesta nacional con cerca de 3.500 mujeres importante entre las académicas y por qué se ha conce-
mayores de 18 años. dido tan poca importancia a los procesos de moder-
7 En 1 9 7 1 fue traducida y publicada la tesis de grado en nización en el terreno de la cultura y de las
Antropología de Lucy Cohén, presentada en The Ca- mentalidades.

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den ser clasificados como estudios de la mujer


en Colombia. Por el contrario, pretendo tan Importantes esfuerzos
solo iluminar a grandes rasgos el estado actual descriptivos sobre las
del arte en esta área señalando los temas tra-
bajados, los grupos o sectores sociales en ref- maneras como la mujer se
erencia, algunos logros y avances reconoci- incorpora laboralmente han
bles, pero sobre todo, me propongo permitido, por ejemplo,
puntualizar algunos de los vacíos más protu-
berantes que deberían ser atendidos en los años diferenciar formas específicas
por venir. de proletarización femenina
Como material empírico he utilizado al- en distintos
rededor de 130 títulos que corresponden a
publicaciones bien sea bajo la forma de com-
contextos productivos e
pilaciones de artículos, artículos de revistas y identificar rasgos
libros. También en esta revisión se han incluí- particulares de
do informes de trabajo, documentos de circu-
lación restringida, ponencias y artículos no
funcionamiento del sector
publicados a los cuales he tenido acceso por informal urbano
contactos personales, pero he excluido las tesis
de grado y monografías estudiantiles porque zontes teóricos, metodológicos y técnicos en
inevitablemente tendría una muestra muy res- esta área, señalando vacíos, imprecisiones e
tringida y una sobrerepresentación de mi en- insensibilidades de algunas categorías analíti-
torno inmediato. cas y de algunas de sus dimensiones operacio-
nales y en ocasiones han sugerido opciones
A. El Mundo del Trabajo
8
alternativas. Por otra parte, como el análisis
Es sin duda el conjunto de trabajos de del mundo del trabajo femenino supone exa-
m a y o r e n v e r g a d u r a n u m é r i c a y proba- minar los intercambios entre las esferas públi-
blemente de mayor cubrimiento regional. ca y doméstica se ha logrado una mayor visi-
Aparte de la riqueza informativa sobre la rela- bilidad sobre sus mutuos condicionamientos
ción de la mujer y el trabajo en Colombia, estos en distintos ámbitos de la realidad.
estudios han contribuido a ampliar los hori- Importantes esfuerzos descriptivos sobre
las maneras en las cuales la mujer se incorpora
8 A manera de ilustración veamos por ejemplo algunas de
las limitaciones del concepto de trabajo que subyace a
laboralmente han permitido por ejemplo, dife-
la recolección de la información oficial, base para renciar formas específicas de proletarización
múltiples procesos de planificación y de gestión. Va-
rios de estos sesgos e imprecisiones que han sido de- femenina en distintos contextos productivos,
tectados en los análisis del sector informal y en los identificar rasgos particulares de funciona-
estudios de pobreza, resultan aún más protuberantes
para dar cuenta de la actividad económica de la mujer. miento del sector informal urbano desde el
La exclusión del trabajo doméstico y de multiplicidad ángulo de la mujer, analizar el servicio domés-
de tareas productivas no mediadas por el salario tiende
a invalidar una parte sustantiva del trabajo de la mujer tico y actividades conexas a la luz de la con-
campesina, del ama de casa, de la trabajadora cuenta catenación del empleo masculino y femenino,
propia, de la ayudante familiar sin remuneración. Caso
aparte es el trabajo voluntario de la mujer sobre el cual en fin, afinar la comprensión de los procesos
se basan algunas políticas estatales y que constituye un de reproducción del proletariado y subproleta-
ahorro económico incalculable. Las consecuencias ne-
gativas de los sesgos e imprecisiones que se transmiten riado en los centros urbanos más grandes. Para
en la información, no se restringen a limitaciones para el sector rural, los estudios de la mujer han
la gestión pública y privada. La invisibilidad del trabajo
de la mujer repercute negativamente en las condiciones incidido en la re-definición del trabajo en las
de bienestar de ella y de su familia. economías campesinas, y en la comprensión

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del papel de la mujer como productora (y no


sólo como cónyuge). Como consecuencia, se Los estudios sobre el trabajo
ha posibilitado modificar las políticas estatales
básicamente han considerado
y las formas de aproximación a realidades
previamente no consideradas. a la mujer de los sectores
En el terreno del trabajo doméstico que populares rurales y urbanos
junto con la maternidad construyen tradicio- pero muy poco se ha
nalmente la identidad social de la mujer, los
estudios presentan un desarrollo bastante más avanzado en las
limitado. Los fenómenos de doble y triple características ocupacionales
jornada abundan más en alusiones que en tra-
de las capas medias y altas
tamiento sistemático. Se han de menos los
análisis de presupuestos de tiempo, por ejem-
plo, tan frecuentes en otros países latinoame- por el mismo tipo de empleo y sobre algunas
ricanos y, a pesar de que unos pocos estudios de sus consecuencias. De esta manera, más allá
han intentado reconstruir un día ordinario en de las cifras que expresan una posición de
la vida de la mujer campesina y/o considerado debilidad estructural de la población femenina
la distribución de las tareas domésticas entre frente al mercado de trabajo, se ha comenzado
los miembros de hogares urbanos pobres, es a penetrar en otras dimensiones socio-cultura-
realmente precario el nivel de la información les y psicológicas que se concretan en lo eco-
disponible. nómico pero que no son perceptibles a través
No obstante, los estudios empíricos sobre de los análisis económicos convencionales.
el mundo del trabajo femenino han posibilita- Ahora bien, los logros en este terreno no
do examinar algunas de las mediaciones que pueden ocultar los enormes vacíos que hoy
el género incorpora en la segmentación del subsisten en el tema. Señalo los que a mi juicio
mercado laboral, en apoyo de hipótesis sobre resultan más protuberantes:
la no competencia entre hombres y mujeres -Los estudios sobre el trabajo básicamen-
te han considerado a la mujer de los sectores
populares rurales y urbanos pero muy poco se
ha avanzado en las características ocupaciona-
les de las capas medias y altas. Escasos traba-
jos sobre el panorama laboral de ejecutivas
bogotanas permiten sospechar continuidades
importantes con las mujeres de otros niveles
ocupacionales pese a las indudables distancias
sociales y económicas que las separan.
-En términos regionales existe un ex-
traordinario desequilibrio en el grado, volu-
men y calidad de la información disponible
sobre las actividades remuneradas de la mujer
(para no mencionar el trabajo no remunerado).
Se requieren mayores esfuerzos investigativos
que permitan análisis comparativos y diferen-
ciaciones necesarias si se acepta que este es un
país de regiones. Para comenzar esto es evi-
dente en las cifras del DAÑE, cuya informa-

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ción se concentra en las 7 ciudades más gran-


des del pais, a lo cual se añaden limitaciones La actividad "independiente",
de desagregación por sexo en algunas varia- el trabajo por
bles muy relevantes.
-Si bien a partir de las estadísticas oficia- "cuenta propia", el trabajo
les provenientes de las Encuestas de Hogares "familiar no remunerado"
pueden captarse los perfiles más gruesos del y en general la innumerable
mercado laboral, será necesario desarrollar in-
vestigaciones más precisas sobre los procesos
gama de actividades del
de trabajo y otros rasgos del empleo que per- autoempleo ofrecen un
mitan identificar, para distintos grupos ocupa- formidable reto a la
cianales, bloqueos a la movilidad de la mano
de obra femenina. Esto supone adentrarse con
investigación
mayor detalle en distintas esferas del empleo
para caracterizar los tipos de relaciones de
trabajo, la calificación técnica y social reque- dible para el desarrollo organizativo y de los
rida, el acceso a la información y condiciones movimientos sociales de la mujer.
específicas, que actúan en la perpetuación de -Finalmente, existe una gama muy am-
los estereotipos sexuales frente al empleo. plia de actividades femeninas que sirven de
-La actividad "independiente", el trabajo apoyo a las políticas del Estado (programas de
por "cuenta propia", el trabajo "familiar no Hogares Infantiles del ICBF, promotoras de
remunerado" y en general la innumerable ga- salud) y que no son reconocidas como trabajo
ma de actividades del autoempleo, que consti- ni para efectos económicos, de protección para
tuyen formas de encubrimiento del desempleo la vejez, de capacitación laboral, ni para efec-
y subempleo femeninos, ofrecen un formida- tos de medición social, por cuanto se asimilan
ble reto a la investigación. Nuevas aproxima- a actividades de ocio o de buena voluntad. Los
ciones y metodologías más sensibles permiti- estudios de la mujer podrían intentar llenar
rían afinar la medición de estas categorías esta laguna de información y establecer perfi-
ocupacionales. les sociales de estos sectores de la población
-El servicio doméstico, forma ocupacio- femenina a la luz de los retos que el paulatino
nal "de refugio" no ha tenido un tratamiento envejecimiento de la población colombiana
adecuado para determinar su magnitud real. sitúan ya en el horizonte. Los pocos estudios
Aparte del tamaño se ignoran también carac- sobre tercera edad relievan la presencia mayo-
terísticas cualitativas que pongan en eviden- ritaria de la mujer y su extraordinaria despro-
cia, por ejemplo, los estándares mínimos de tección social y familiar.
protección laboral, los correlatos de la movili-
dad ocupacional, las condiciones del mercado B. Sexualidad, Fecundidad y Re-
por regiones, etc. producción
-En torno del servicio doméstico podrían Constituyen el segundo conjunto más im-
encontrarse una serie de claves fundamentales portante en número y cubrimiento de los estu-
de la subordinación femenina. Las relaciones dios de la mujer. Aparte de los trabajos de corte
patrona-trabajadora ponen en juego determi- demográfico más convencional, se han exami-
naciones de clase y de género profundamente nado los fenómenos de población en relación
ricas para la comprensión de los conflictos y con otras dimensiones de la reproducción so-
tensiones, alianzas y complicidades en el mun- cial: la incorporación laboral, la salud, la edu-
do femenino. Este conocimiento es imprescin- cación, las transformaciones en las estructuras

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familiares. El tema de la sexualidad ha mere-


cido consideración prioritaria en referencia a los estudios de la mujer
las prácticas anticonceptivas, a la maternidad parten de la reivindicación de
precoz y al aborto, más que en otras perspec-
tivas. los procesos de reproducción
Aunque en muchos de ellos se trabaja social. No obstante en
información de escala nacional y/o con datos Colombia la selección de los
agregados de naturaleza cuantitativa, otros
operan con aproximaciones de estirpe etnográ- temas de investigación ha
fica y de información cualitativa. En ambas tendido a privilegiar sus
modalidades se han logrado refinamientos del dimensiones económicas
análisis indispensables para otras líneas y ni-
veles de la investigación. 10 y ha subestimado el papel de
Sin duda, mayores avances se traducirán la cultura
en aportes a las ciencias sociales en general
pero de manera particular serán benéficos para
los estudios de la mujer, veamos por qué: En subestimado el papel de la cultura. Así por
las representaciones sociales tradicionales que ejemplo, los cambios sociales que subyacen a
aún hoy exhiben amplia vigencia, la identidad la llamada "revolución sexual" y sus repercu-
10
femenina está regida más por la naturaleza que siones sobre la división del trabajo, han sig-
por la cultura lo que parece explicarse por la nificado bastante menos que los análisis del
asimilación de la maternidad a la biología. trabajo y su articulación con la acumulación
11
Ahora bien, como se anotó anteriormen- de capital.
te, los estudios de la mujer parten de la reivin- Resulta curioso el que teóricamente se
dicación de los procesos de reproducción so- postule la reproducción como ámbito especí-
cial como vehículo para lograr la visibilidad fico de la subordinación de la mujer y la divi-
de su contribución en la producción de la sión del trabajo como espacio de concreción
sociedad. No obstante en Colombia, la selec- de las relaciones de dominación sobre ella,
ción de los temas de investigación ha tendido pero al mismo tiempo, en los análisis se hayan
a privilegiar sus dimensiones económicas y ha subestimado dimensiones tan determinantes
9 Cuando la presente ponencia estaba en proceso, salió al hogar supone no sólo la realización de un conjunto de
mercado el libro de Carmen Elisa Flórez, otros. La tareas que devienen "femeninas" sino también la su-
transición demográfica en Colombia: Efectos en la bordinación a un hombre que se desempeña como
formación de la familia. Bogotá, Universidad de Los "jefe" del hogar.
Andes, 1990. A mi modo de ver este trabajo representa La naturalidad de este orden social tanto en la concien-
un nuevo momento de los estudios demográficos en el cia de los actores como en los arreglos institucionales
que se articulan dos fuentes de riqueza analítica: por que enmarcan sus relaciones, se concretan en un tiempo
una parte la combinación de enfoques en los que las específico que rige la actividad de la mujer. A diferen-
historias de vida y las entrevistas en profundidad per- cia del tiempo del hombre, marcado por la distinción
miten reconstruir dimensiones subjetivas de procesos económica entre el que se vende en el mercado y el
más amplios, examinados a través de enfoques cuanti- "libre", el de la mujer opera en el terreno de los afectos,
tativos y de pruebas estadística paramétricas. Por otra en el que no hay "tiempo libre".
parte, el enfoque longitudinal como estrategia evalua-
tiva de la transición demográfica, permite un análisis 11 La capacidad tecnológica actual para regular la fecun-
dinámico del cambio social por la vía de la compara- didad en una escala societal, por primera vez en la
ción intergeneracional. Ojala en los próximos años se historia humana pone a disposición de la mujer una
continúe esta línea de trabajos en otras áreas temáticas fuente de control de su propia existencia. Esto, en
de los estudios de la mujer. combinación con el aumento en la esperanza de vida,
10 La división sexual del trabajo no corresponde a una amplía el ciclo de vida de la mujer por fuera de su etapa
distribución más o menos epidérmica de tarea diferen- fértil y los horizontes de un tiempo no mediado por la
ciales para hombres y mujeres sino a la presencia de maternidad. Parece evidente que este tipo de transfor-
una forma de ejercicio del poder que rige las relaciones maciones sean imprescindibles en los análisis sobre la
entre los sexos. El lugar "propio" de la mujer en el condición de la mujer.

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como la maternidad en la configuración del


mundo femenino. Adicionalmente, la atención Aunque el tema de
centrada en los sectores populares contribuyó la familia ha ocupado un
a privilegiar el análisis económico. Finalmen-
te, los estudios de corte transversal no estimu- lugar importante en los
laron la indagación sobre procesos de más estudios de la mujer,
largo tiempo en los que posiblemente hubieran resulta muy pertinente
aflorado nuevas preguntas sobre la dinámica
del cambio social. 12 resaltar la diferencia entre
Por consiguiente, algunos de los vacíos los dos justamente por la
analíticos que deberían ser tomados en consi- propensión de sentido común
deración tiene que ver con las transformacio-
nes en los patrones de comportamiento sexual,
a reducir a la mujer a su
de relaciones de pareja, de desdibujamiento de condición de miembro de
los estereotipos sexuales, a la luz de procesos familia
de secularización y de modernización.
Interesaría examinar, por ejemplo, las
prioridades en las definiciones y proyectos de bastante difícil establecer la diferencia ante-
vida de las mujeres de distintas capas sociales rior, puede observarse que en algunos el foco
y regiones del país. Las representaciones y de análisis es el grupo familiar y se da prela-
prácticas de la juventud frente al matrimonio ción a las funciones que la mujer u otros miem-
y otras formas de organización de la pareja bros cumplen en su configuración o desarrollo,
homo y heterosexual. Las valoraciones y ex- es decir, en los que la familia se toma como
pectativas frente a la procreación y el aborto. variable dependiente. Por contrario, en otros
Transformaciones en los patrones de crianza y prima la consideración de la familia como
de relación de padres e hijos. referencia necesaria de la condición femenina,
o sea que se toma como variable independiente
C. Familia en el análisis de grupos particulares de muje-
Aunque el tema de la familia ha ocupado res.
un lugar importante en los estudios de la mu- Los estudios sobre pobreza y sobre vio-
jer, resulta muy pertinente resaltar la diferen- lencia que constituyen dos ejes muy importan-
cia entre los dos justamente por la propensión tes de la investigación social en Colombia han
de sentido común a reducir a la mujer a su contribuido en buena medida al conocimiento
condición de miembro de familia. Si bien en sobre la condición de la mujer en el espacio
el análisis de los diferentes estudios resulta doméstico. Un núcleo de impulso a estos estu-

12 Habría por lo menos dos niveles de análisis sobre el el deslizamiento hacia los proyectos de acción-inter-
momento intelectual y el tipo de orientaciones domi- vención y perdió paulatinamente importancia el patro-
nantes en los estudios de la mujer. Por una parte las cinio a la investigación. Al decir de algunos el país
fuentes de financiación internacional y las prioridades estaba "sobrediagnosticado" y hacía falta mayor acción
establecidas desde ellas. Por otra parte, la baja legiti- de desarrollo.
midad del feminismo en Colombia y la ambivalente Simultánemente, los fenómenos de pobreza pusieron a
posición que rodea el abrir un espacio académico res- los sectores populares en la mira del trabajo, tanto de
petable para ocuparse de la mujer. los proyectos de investigación como en los programas
En el primero puede verse que, desde comienzos de los de intervención.
años sesenta un flujo de dineros provenientes de diver- En el segundo caso, la nueva élite de investigadoras
sas agencias extranjeras, particularmente norteameri- académicas, numéricamente minúscula y altamente
canas, públicas y privadas así como de organismos fragmentada, era muy débil para ser autónoma en el
internacionales, hicieron presencia en la investigación seno de una academia masculina en la que el estructu-
social desde una perspectiva del desarrollo, ya desde ralismo marxista fue dominante hasta hace pocos años.
comienzos de los ochenta, el auge de los ONG presionó

119
a
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N 24 Y 25 AGOSTO - D I C I E M B R E DE 1992

dios proviene de organismos internacionales y yo para la reproducción del grupo familiar


de agencias estatales, conducentes a la canali- arrojan una información muy relevante en tor-
zación de recursos y al diseño de.estrategias de no a distintos ejes de articulación de los hoga-
intervención. También algunos de los nume- res y las estructuras familiares y comunitarias.
rosos organismos no gubernamentales -ONG- Se han puesto sobre el tapete los proble-
que despliegan su actividad con sectores feme- ma conceptuales y operativos relativos al es-
ninos han patrocinado avances en esta direc- tablecimiento de una unidad analítica relevan-
ción. te para el análisis de las estructuras domésticas
En el tratamiento de la relación mujer y de la reproducción social. La utilización del
familia sobresale como rasgo protuberante la hogar, la familia o la vivienda como unidad
disyunción que estos estudios establecen con censal, en cada caso apunta en direcciones
la ideología de la "crisis de la familia" y con diferenciables y alude a énfasis sobre procesos
sus representaciones apocalípticas sobre la so- distintos. Por eso se reclama una más detallada
ciedad del futuro. Igualmente importante ha consideración y esfuerzos adicionales para lo-
sido el arrojar dudas sobre la familia extensa grar los indicadores más atinados en cada uno
como forma inherente a la sociedad agraria y de ellos.
sobre su hegemonía en el pasado reciente en Finalmente, la "violentología", inevita-
Colombia. ble producto nacional se ha ocupado poco de
13
Simultáneamente se han propuesto inter- la mujer o si se prefiere, las mujeres y los
pretaciones alternativas sobre las relaciones de estudios de la mujer han tenido poco de vio-
conyugalidad y sus distintas modalidades con- lentología, y no ciertamente porque los fenó-
temporáneas que han permitido establecer va- menos de la violencia sean ajenos a su condi-
riaciones importantes sobre la dinámica de ción. Por ejemplo, en un estudio reciente se
constitución, ruptura, y recomposición de las establece que a diferencia de la violencia sobre
parejas, establecer tipologías del concubinato el hombre dirigida a su eliminación, la que se
y precisar algunas de sus consecuencias para ejerce sobre la mujer parece más orientada a
la mujer. ratificar el dominio sobre ella (Camacho y
Debe hacerse mención de los trabajos que Guzmán, 1990).
han especificado condiciones de existencia y Llama la atención la discontinuidad que
de calidad de vida de hogares con jefatura caracteriza los análisis macrosociales sobre la
femenina. Las precisiones sobre redes de apo- violencia en Colombia y los que se realizan en
microescenarios como la familia y la escuela,
ámbitos éstos de la cotidianidad femenina.
se han propuesto Aparte de las escalas micro y macro del
interpretaciones alternativas trabajo, otros ejes de diferenciación tienden a
sobre las relaciones de la "feminización" de algunos temas: mientras
la violencia en la esfera de lo público ocupa a
conyugalidad y sus distintas un buen número de especialistas de la sociolo-
modalidades contemporáneas gía, la ciencia política, la antropología, hom-
que han permitido establecer bres en abrumadora mayoría, en los estudios

variaciones importantes 13 La Comisión para el estudio de la violencia en Colom-


sobre la dinámica de bia propuso su diferenciación en varios tipos, colocó
la doméstica a la par con las otras violencias y sugirió
recomendaciones específicas de tratamiento, con lo
constitución, ruptura, y cual le dio carta de legitimidad al estudio y visibilidad
a los fenómenos de abusos y violencia en el ámbito de
recomposición de las parejas la familia.

120
M U J E R Y SOCIEDAD

sobre la violencia doméstica sobresalen las


trabajadoras sociales, las enfermeras, las psi- Los estudios de la mujer
cólogas. Adicionalmente, cuando esta violen- deberán dar cuenta de las
cia se refiere a los niños, bajo la modalidad de
"maltrato infantil", es frecuente encontrar que modalidades de violencia que
médicos hombres y mujeres se hacen cargo del afectan a las mujeres de la
problema en tanto que de la violencia sobre la élite y de otros segmentos
mujer básicamente se ocupan otras mujeres.
La discontinuidad procede parcialmente
de la población.
de y se reproduce en la calidad y volumen de Por otra parte deben
información. Aunque en cada tipo de estudios ocuparse analíticamente de
se enfrentan dificultades específicas para ge-
nerar la información pertinente, en el caso de
las formas de violencia que la
la violencia doméstica se ha operado esencial- mujer despliega sobre el
mente con materiales provenientes de consulta hombre y sobre los demás
hospitalaria o legal o de situaciones de inter-
vención profesional, que se traducen en una
miembros
mayor fragmentación informativa. de la familia
Por esta razón, también los sectores de la
población sobre los cuales se ha trabajado, ceptibles de ser utilizados en las encuestas de
tienden a circunscribirse a los más pobres de hogar u otras formas de recolección sistemáti-
las zonas urbanas. Las condiciones económi- ca y periódica de información, de cubrimiento
cas de estos sectores les impiden acceder al nacional.
"manto de pudor" que la consulta privada ofre-
ce a otras capas más solventes de la población D. Participación Política, Sindical,
y por tanto la información que se tiene sobre Comunitaria
la violencia doméstica tiende a asociarse con Al pasar a esta área se reduce sensible-
la pobreza y con las condiciones de vida de los mente el número de los trabajos de investiga-
sectores populares. ción publicados. En los registros electorales y
-Los estudios de la mujer deberán dar en las encuestas de opinión e intención electo-
cuenta de las modalidades de violencia que ral, es habitual la utilización de la variable
afectan a las mujeres de la élite y de otros sexo, pero algo bien diferente ocurre en la
segmentos de la población. Por otra parte de- relación del género y la política. Resulta por
ben ocuparse analíticamente de las formas de ello inquietante encontrar una situación de no
violencia que la mujer despliega sobre el hom- correspondencia entre el considerable incre-
bre y sobre los demás miembros, hombres y mento de la participación de la mujer en la vida
mujeres de la familia. En este terreno también social y comunitaria y su escasísima presencia
las tipologías familiares y regionales parecen en la producción de ideas e interpretaciones
ofrecer una rica veta de indagación. sobre esos fenómenos, por una parte, y por otra
-La investigación futura deberá cerrar la parte en posiciones visibles de las organizacio-
brecha entre los distintos niveles del análisis nes y partidos políticos.
de la violencia intentando establecer sus ne- Desde el trabajo de ACEP, ya menciona-
xos, disyunciones y mutuas influencias en ca- do, en el cual se le dedica un capítulo al tema,
da uno de los escenarios regionales. Una vía la participación política de la mujer, tanto en
muy importante es la de fortalecer los ya inci- sus dimensiones electorales como en las orga-
pientes esfuerzos por diseñar indicadores, sus- nizativas, ha sido objeto muy parcial en los

121
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N" 24 Y 25 AGOSTO - D I C I E M B R E DE 1992

estudios de la mujer. Varios de estos se han


apoyado empíricamente en datos de encuestas Como en el caso de la
y registros electorales, para medir la presencia
participación política,
de la mujer como electora y como elegida en
corporaciones de representación popular. En se ha puesto más énfasis
cuanto a la participación en organizaciones y en las características
partidos políticos, se destaca el esfuerzo por personales y familiares de la
rescatar la movilización de la mujer a lo largo
del sigo XX y por diferenciar los contenidos mujer que en las
reivindicativos en distintos momentos. características y formas de
La participación sindical de la mujer co- funcionamiento de las
lombiana ha sido objeto de algún tratamiento
en sus dimensiones más evidentes como volu-
organizaciones
men de afiliación y algunos de sus correlatos
o también en algunos eventos de huelga. Tam-
bién algunos estudios de caso han aportado comunidad o de los políticos locales. Ahora
información relevante sobre los obstáculos a bien, lejos de desestimar la importancia de
la organización obrera desde el ángulo de la estos trabajos y su valor informativo, se sugie-
mujer. Vale mencionar un trabajo sobre imá- re la posibilidad de potenciar su significado
genes femeninas en la prensa obrera, que si mediante un trabajo de recopilación, agrupa-
bien es aún muy preliminar, propone una mi- ción sistemática y relectura del conjunto de
rada nueva sobre productos culturales que se aportes. Presumiblemente este trabajo permi-
pretenden alternativos a los del establecimien- tiría desarrollar algunas hipótesis más precisas
to. y desentrañar algunas claves sobre las dinámi-
Como en el caso de la participación polí- cas de las movilizaciones femeninas en Co-
tica, se ha puesto más énfasis en las caracterís- lombia.
ticas personales y familiares de la mujer que
en las características y formas de funciona- E. Educación y Profesionalización
miento de las organizaciones; se ha aludido al Aunque en los análisis habituales sobre el
sexismo de los partidos y sindicatos y a la sistema educativo la presentación de la infor-
exclusión de la mujer de las posiciones direc- mación normalmente se diferencia por sexo,
tivas y de los procesos decisorios, pero se las relaciones de la educación y el género no
echan de menos trabajos que con mayor agu- constituyen un espacio muy desarrollado de la
deza y sistematicidad señalen las maneras es- investigación social o quizás si se ha avanzado
pecíficas en que se reproducen los estereotipos en ella, sus productos no han accedido a los
sexuales en el seno de la clase obrera. centros de decisión editorial. Pese a la muy alta
A su turno, sobre participación comuni- participación femenina en el sistema educati-
taria y sobre organizaciones cívicas rurales y vo, como docente, como estudiante, como ad-
urbanas hay un volumen más amplio de estu- ministradora de planteles o como funcionaría
dios, aunque es una información enormemente de los organismos gubernamentales de gestión
fragmentada y dispersa que ha operado más educativa, no se tiene un nivel adecuado de
sobre el estudio de casos, el análisis de expe- conocimiento sobre la manera como el género
riencias aisladas de organización, exitosas permea las estructuras educativas ni sobre sus
unas, fallidas otras, unas pocas ilustraciones consecuencias.
sobre formas de expropiación de movimientos El magisterio constituye una de las pri-
de mujeres por parte de los hombres de la meras opciones profesionales para la mujer ya

122
M U J E R Y SOCIEDAD

que desde los años treinta se abrió como alter- nes muy importantes para examinar otras di-
nativa laboral. Los estudios de la mujer tienen mensiones del papel de la mujer docente en la
una veta muy rica en el análisis del empleo reproducción social.
femenino en la educación como medida de Desde el ángulo opuesto, es decir, el es-
modernización del país. Tanto por la impor- tudiantil, las estadísticas oficiales proveen in-
tancia numérica de las participantes y la cober- formación descriptiva sobre algunas de las
tura nacional del sistema escolar en el nivel variables importantes, pero la no diferencia-
primaria, como por su centralidad en la repro- ción por sexo en varias de ellas impide análisis
ducción social, este análisis resulta de enorme mas precisos. No parecen existir estudios so-
importancia en los estudios sobre el género. bre la mujer en la educación primaria o secun-
Por otra parte, la extraordinaria expansión del daria pero sí en la post-secundaria o superior.
sistema educativo en todos los niveles y la Tras el silencio sobre el libro de Lucy Cohén,
presencia masiva de la mujer en la educación ya mencionado, el tema ha tomado cuerpo en
superior inevitablemente sugieren formas mo- algunos análisis sobre mercados laborales y
dernas y seculares inéditas en la vida colom- logros ocupacionales, en los estudios sobre la
biana. ejecutiva y en algunas monografías de grado,
pero estamos aun muy lejos de tener la infor-
mación necesaria para evaluar transformacio-
nes de mayor envergadura temporal.

F. Temas Varios no Necesaria-


mente Conectados entre sí
A continuación enumero una serie varia-
da de temas que han sido desarrollados a la luz
de los estudios de la mujer, trabajos pioneros
en alguna medida pero aún en espera de "otras
golondrinas para hacer verano".-Se ha avanza-
do, aunque en muy pequeña escala, en el aná-
lisis de los arquetipos culturales de circulación
masiva en los medios de comunicación. El
estudio de imágenes femeninas ha privilegia-
do los medios de establecimiento y su utiliza-
ción comercial pero también se ha comenzado
el examen de la prensa obrera con estos pro-
Como se dijo antes, en los análisis del pósitos.
sistema educativo se pueden encontrar refer- -Ensayos de recopilación analítica sobre
encias descriptivas sobre volumen y otras po- los estudios de la mujer, han permitido perió-
cas características del magisterio femenino en dicamente examinar el desarrollo de esta área
cada uno de los niveles escolares. Se han lo- del trabajo académico. Quizás este esfuerzo se
grado aproximaciones etnográficas y recopila-
ciones testimoniales bastante sugestivas sobre
14 Es este un acápite misceláneo que sinerabargo excluye
las maestras rurales y urbanas. Un trabajo ais- una serie de trabajos jurídicos, médicos, periodísticos
y de crítica literaria que tienen a la mujer como eje de
lado sobre imágenes de la mujer en los textos gravitación. Con la inevitable arbitrariedad que supone
escolares de la escuela primaria y algunos toda clasificación, he trazado la línea de corte para la
presente reseña, en los estudios académicos, con algún
resultados preliminares de otro estudio sobre referente empírico colombiano y que sea reconocible
al autoridad en la escuela, apuntan en direccio- como producto de las ciencias sociales.

123
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N° 24 Y 25 AGOSTO - D I C I E M B R E DE 1992

traduzca en ampliación de la base documental, el conjunto de sus relaciones sociales: fecun-


en orientaciones para nuevos estudios y en el didad, esperanza de vida e índice de masculi-
desarrollo de una mayor capacidad autocrítica nidad de la población.
frente a la producción intelectual. a) La transición demográfica colombiana
-Reflexiones y ensayos sobre el poder "sin precedentes" a decir de los especialistas
incluye discusiones focalizadas en torno del (Flórez, 1990) que caracterizó al país entre
patriarcado, la subordinación, la Iglesia. 1960 y 1980, ya para los años finales del siglo
-Se han publicado una serie de trabajos ha desacelerado el ritmo de caída en las tasas
históricos en los que la mujer ocupa la escena de fecundidad. De 7.04 a comienzos de los
principal y/o se alude a características o insti- años sesenta se pasó a una tasa de 3.0 en 1985
tuciones sociales que la definen. Revisten una y se prevé un ritmo descendente continuo ha-
innegable importancia contemporánea para el cia 2.3 a fines del siglo. Sinembargo se supone
análisis de nuestras representaciones sociales que no se llegará al nivel de reposición gene-
de la mujer: como freno a inválidas trasposi- racional hasta el año 15 del próximo milenio
ciones del presente, como llamados a la diver- (Ordóñez, 1986).
sidad de la condición de la mujer en otros La diferenciación regional y por estratos
momentos, como posibilidad de evaluar pérdi- socioeconómicos revela un mapa nacional
das y ganancias a la luz del desarrollo y la bien variado. En efecto, la desigualdad frente
modernización, al control de la fecundidad es apenas una ex-
presión de las desigualdades que rigen en otras
3. Las Realidades de la Mujer dimensiones de la vida económica, social y
en la Sociedad Colombiana cultural para algunos sectores de la población
A continuación esbozo, en líneas muy femenina. Tenemos así que en las regiones
gruesas y discontinuas, un perfil de la condi- más pobres y/o en las capas sociales más vul-
ción de la mujer en la Colombia de los albores nerables, las tasas de fecundidad aún sobrepa-
del tercer milenio. Como advertí al comienzo, san el nivel de 5.0 (Patino, 1988). Por otra
probablemente aparecerán algunos sesgos re- parte el embarazo prematuro y a la fragilidad
gionales no controlables y otros intencional- de la madre adolescente llaman la atención
mente consignados. sobre otro sector de la población femenina con
dificultades para controlar su fecundidad y en
1. Aspectos Demográficos. general sus condiciones de existencia.
Se destacan tres aspectos por la relevan- b) La esperanza de vida al nacer también
cia para la vida de la mujer y por el impacto en se ha incrementado a tono con el desarrollo del
país. El promedio femenino para 1987 era de
la desigualdad frente 66 años, con variaciones según regiones y
niveles socioeconómicos. La acción conjunta
al control de la fecundidad del descenso en las tasas de fecundidad y de
es apenas una expresión incremento en la esperanza de vida constitu-
de las desigualdades que yen, a mi entender, uno de los nudos importan-
tes en la dinámica femenina en Colombia.
rigen en otras dimensiones En efecto, si se comparan los ciclos de
de la vida económica, vida de las mujeres de generaciones anteriores
social y cultural y de las actuales, rápidamente podrá observar-
se que para las primeras el ciclo vital tendió a
para algunos sectores de la agotarse en la maternidad mientras que para
población femenina las segundas posiblemente ésta apenas si abar-

124
M U J E R Y SOCIEDAD

ca alrededor de un tercio de su vida adulta.


A pesar de todas las variaciones, étnicas, la mayor longevidad
socioeconómicas y socioculturales, puede de-
puede exponer a la mujer
cirse que no sólo el quantum sino también el
cómo y el por qué de la maternidad, constitu- a riesgos de desprotección,
yen transformaciones fundamentales en la vi- soledad, desafecto,
da de las colombianas. La reducción del núme-
ro y el espaciamiento de los hijos apuntan
inseguridad, es decir
hacia la "liberación" de tiempo y energía para a una pobre
otras actividades y para la ampliación del ho- calidad de vida,
rizonte de aspiraciones.
Finalmente, la mayor esperanza de vida
aumenta al tamaño de la población femenina y 45 años de edad, localizada en el ojo del
de tercera edad y expande sus posibilidades de ciclón de las confrontaciones, la que concentra
actividad y gratificación. Pero también la ma- la mayor cuota de muerte. Puede entonces
yor longevidad puede exponer a la mujer a esperarse una estructura poblacional colom-
riesgos de desprotección, soledad, desafecto, biana similar a la que ha caracterizado los
inseguridad, es decir a una pobre calidad de períodos de guerra en otros países. Por otros
vida, dependiendo de las previsiones de polí- cauces de las transformaciones sociales, tam-
ticas que desde ya se acometan. bién los patrones conyugales contribuyen al
c) En cuanto a la composición por sexo desequilibrio, ya no estrictamente numérico
de la población y a los índices de masculini- sino funcional. En efecto, la dinámica de rup-
dad, en las zonas urbanas hay predominio de tura y nuevas uniones se traduce en mayor
mujeres y por tanto presentan desequilibrios incidencia de la jefatura de hogar femenina,
en la relación numérica entre los sexos. Estos para todas las capas de la población.
fenómenos, de origen esencialmente socioe- Las consecuencias de este desequilibrio
conómico se ven agravados por la acción de pueden ser múltiples y con enormes variacio-
15
las distintas violencias que recorren el p a í s . nes según el nivel socioeconómico, la región
En efecto, es la población masculina entre 15 y la zona geográfica. Para mis propósitos de
análisis de la mujer y haciendo abstracción de
15 Camacho y Guzmán en Colombia: ciudad y violencia, muchas diferencias, presumiblemente este de-
analizando los homicidios cometidos en el país entre
1948 y 1986 encuentran un primer pico entre los años sequilibrio puede operar en dos direcciones: la
48 y 52 con una tasa de 24.4 por diez mil habitantes. primera, relativa a mejores oportunidades de
Un segundo movimiento de ascenso comienza hacia
1974 y llega a su punto más alto, 5.57 en 1986. Los empleo para las jóvenes calificadas y/o meno-
datos comparativos con otros países ponen de relieve res dificultades para penetrar franjas masculi-
la peculiar magnitud de la violencia colombiana, ya
que incluso en Tos momentos más álgidos de confron- nas del mercado labora. La segunda, de mayor
tación, ninguno alcanza el nivel de la nuestra. Por incidencia de la jefatura femenina del hogar y
ejemplo, el Salvador en 1980 llega a una tasa pico de
1 3 . 6 homicidios y de 5,53 en el 82, y Guatemala en de la cadena de responsabilidades derivadas de
1 9 8 1 a 1 1 . 3 6 (pp.42-43). A su turno F E D E S A R R O -
L L O y el Instituto S E R de Investigaciones observan
ella.
que "..desde enero de 1 9 8 2 hasta julio de 1985, el Finalmente, pueden preverse algunos
número de homicidios oscila en forma relativamente
estable, alrededor de los 800 por mes.... la cifra para
significados más profundos y formas de dife-
cada uno de los meses de 1989 supera a la correspon- renciación más agudo dentro de la población
diente a ese mes en cualquiera de los años anteriores,
entre 1980 y 1 9 8 8 " (Coyuntura Social No. 1, Diciem-
femenina. Así, este conjunto de situaciones
bre 1989, p.27). En lo que respecta a la mujer, el pueden actuar a favor de la emancipación fe-
homicidio, como causa de muerte de las M E F , ocupa
el cuarto lugar en la escala nacional y el doceavo en menina, promoviendo mayor individuación,
Cali (Segura 1986). más independencia económica y psicológica,

125
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N» 24 Y 25

y mayor desdibujamiento de estereotipos se-


xuales. Al mismo tiempo y por las mismas
razones, puede suscitar mayor inestabilidad en
las relaciones de pareja y de mayor soledad
afectiva y económica.
A su turno para los grupos más vulnera-
bles no resulta muy difícil anticipar un empeo-
ramiento de sus condiciones de reproducción
y de mayor dependencia del Estado o de las
agencias filantrópicas.

2. Educación y Profesionallzación
Otra de las grandes transformaciones de
las dos últimas décadas ha ocurrido en la edu-
cación. La expansión del sistema educativo ha
incorporado a la mujer en todos los niveles de
escolaridad al tiempo que ha contribuido a la
mayor diferenciación interna de la población de retención escolar han registrado incremen-
femenina. Los grandes desequilibrios regiona- tos sistemáticos desde comienzos de los años
les y las diferencias rural-urbanas que caracte- sesenta. Igualmente persistentes han sido las
rizan al país, ciertamente también encarnan en tendencias a la nivelación entre los sexos en la
mayores o menores probabilidades de canti- educación primaria, media y superior. El anal-
dad, tipo y calidad de educación para la mujer. fabetismo femenino ha descendido notoria-
En efecto, la segmentación de la educación mente (según el Censo de 1985 el promedio
tiene que ver más con la calidad que con el nacional giraba alrededor del 12.0% mientras
tamaño de la oferta, de manera que el acceso que para Cali apenas llegaba al 3.8%, en la
diferencial a sus niveles más desarrollados, población MEF).
repercute de manera muy profunda en la desi- b) Las afirmaciones y cifras anteriores
gual competitividad en el mercado laboral pa- ilustran discontinuidades históricas en la con-
ra distintos sectores de la población femenina. dición de la mujer, que a la par con la transi-
a) Haciendo salvedad de estas diferen- ción demográfica, han modelado a las nuevas
cias, se observa que las tasas de escolaridad y generaciones en dirección a la modernización.
No obstante, los logros cuantitativos no son
suficientes para desdibujar el género como
La expansión del sistema estructura de desigualdad, de manera que éste
educativo ha incorporado se expresa en la educación a través de meca-
nismos de selección que "feminizan" algunas
a la mujer en todos de las modalidades educativas.
los niveles de escolaridad Por ejemplo en 1981 la población feme-
al tiempo que nina en la enseñanza media constituía 73.3%
de la normalista, 77.1% de la comercial y
ha contribuido 90.7% de enfermería (Guerrero, 1984), mien-
a la mayor diferenciación tras.que el bachillerato industrial sigue siendo
interna de la población masculino (Segura, 1989). Alguna aproxima-
ción a la calidad permite observar que: "..las
femenina escuelas normales...tienen uno de los más ba-

126
M U J E R Y SOCIEDAD

jos resultados académicos en los exámenes del


ICFES°para bachilleres" y que "los colegios la pérdida de importancia
masculinos son los que tienen los mayores
de ciertas áreas educativas
rendimientos, seguidos de los colegios feme-
ninos y de los mixtos" (FEDESARROLLO, tradicionalmente femeninas
1989). como las Humanidades
Con respecto al bachillerato clásico cabe y el incremento de la
destacar que a lo largo de estas tres décadas la
matrícula femenina logró nivelarse con la matrícula en otras como
masculina. En efecto, en 1960 apenas llegaba Economía, Contaduría
al 3 3 % en tanto que ya para comienzos de los y Administración ilustran
años ochenta había llegado al 50.1%. (Guerre-
ro, 1984). Es esta la población que desde 1968 transformaciones en las
hace disparar la matrícula universitaria feme- valoraciones de la educación
nina (49.33% en 1987) e impulsa el crecimien- para la mujer
to de los establecimientos privados (62 en
1975 y 156 en 1985). Por ejemplo en Cali es
muy claro el simultáneo incremento en el in- los niveles escolares inferiores exhiben altos
greso de la mujer y el crecimiento de la uni- grados de feminización que va desapareciendo
versidad privada. en la medida en que se asciende a los niveles
No obstante, también en el nivel superior superiores. Por esto, una mirada a las cifras de
la matrícula femenina se concentra y predomi- este último da una buena medida de las trans-
na, en su orden, en Educación (68.1%), Bellas formaciones del país en otras dimensiones más
Artes (60.5%), Salud (58.9%) y Ciencias So- sutiles. En el lapso de 12 años, en el período
ciales (56.6%). (ICFES, 1987). En salud por de máxima expansión de la matrícula univer-
ejemplo, puede verse la concentración de mu- sitaria, el número de mujeres docentes pasó de
jeres en las profesiones de menor prestigio y 3.712 a 10.327, es decir se triplicó, pero en
remuneración (enfermería, fisioterapia, fo- términos porcentuales apenas representa un
noaudiología, bacteriología) y su ausencia to- incremento del 2% sobre el total del personal
tal en las ramas médicas de mayor calificación docente del país (Nieto de Arce, 1989).
(neurocirugía, cardiología).
c) Finalmente, la pérdida de importancia 3. Empleo y Aspectos Laborales
de ciertas áreas educativas tradicionalmente A pesar de todas las insensibilidades y
femeninas como las Humanidades y el incre- sesgos que afectan la medición del trabajo
mento de la matrícula en otras como Econo- femenino, y de las enormes diferencias que se
mía, Contaduría, y Administración ilustran disfrazan en los promedios, algunas pocas ci-
transformaciones en las valoraciones de la fras servirán para puntualizar sus rasgos más
educación para la mujer. El cambio de óptica, protuberantes. Además de las distinciones re-
de cultivo personal a calificación técnica y gionales y por zonas geográficas, todas las que
laboral, expresa muy a las claras que para las emanan de la jerarquización socioeconómica
nuevas generaciones de mujeres el mercado se dan por supuestas en este apretadísimo per-
laboral es parte constitutiva de su horizonte fil.
vital. -La participación de la mujer en la PEA
d) La profesionalización femenina corre gira alrededor del 40.0%. Para mediados de los
pareja también con su mayor participación en años ochenta las tasas globales de participa-
la docencia de distintos niveles. Ahora bien, ción femenina, en las cuatro ciudades más

127
s
B O L E T Í N SOCIOECONÓMICO N 24 Y 25 AGOSTO - D I C I E M B R E DE 1992

grandes, oscilaban entre 41.4 y 44.5 a lo largo concentración en los más bajos lo que define
de los 8 trimestres considerados en las edicio- la actividad económica de la mujer. Por ejem-
nes de la ENH correspondientes a 1985 y 1986 plo para Cali la ENH de marzo de 1989 mostró
(para los hombres se situaron entre 72.4 y 74.5 que 65.9% de las trabajadoras recibían entre
en el mismo período). Simultáneamente com- 0-1 salario mínimo legal en tanto que apenas
paradas esta TGP en diciembre de 1986 y 2.9% percibía 4 o más SML. En este último
1987, se notan descensos en todos los grupos caso, se trata del 0.02% de la PEA caleña
etarios femeninos excepto de 12-14 y 15-19 (Segura, 1989).
años mientras que las masculinas aumentan -Los niveles ocupacionales bajos carac-
consistentemente en todos los grupos sin ex- terizan el panorama laboral de las mayorías
cepción. femeninas. En efecto, el Servicio Doméstico
-El empleo femenino tiende a concentrar- (96.4%) es casi exclusivamente un empleo de
se en primer término en el sector de Servicios mujeres (6.6% de la PEA caleña). Entre los
Comunitarios, Sociales y Personales (15.0% Trabajadores Familiares sin Remuneración las
en Cali, según ENH de marzo de 1989). En mujeres constituyen alrededor del 70%, 3 5 %
segundo lugar en Comercio, Restaurantes y de los Trabajadores Cuenta Propia (9.4 de la
Hoteles (11.7% para Cali). Luego en Industria PEA en Cali) y menos del 35% de Empleados
Manufacturera (9.0% en Cali) y finalmente en y Obreros. Entre los Patronos y Empleadores,
Establecimientos Financieros (2.1% en Cali). por el contrario, las mujeres representan me-
-Probablemente es un truismo hablar de nos del 13% (0.52 de la PEA en Cali).
la diferenciación enorme que se ha ido produ- -El desempleo femenino parece tener vi-
ciendo en la población femenina asalariada a sos más agudos que el masculino en términos
tono con los mayores niveles educativos de la de tamaño, duración y tiempo total de inacti-
población y con la consolidación de las capas vidad, veamos: en septiembre de 1978 en ENH
sociales medias. Es indudable que las mujeres reportaba para siete ciudades que el desempleo
han afianzado su posición en el mercado labo- femenino llegaba al 4 8 . 1 % del total y que
ral tanto formal como informal de cuello blan- tendía a concentrarse en los grupos de 15-39
co, cuello azul y sobre todo en el de "cuello años de edad. Una década más tarde, en junio
rosado". Correlativamente, la remuneración de 1987 (para cuatro ciudades), el desempleo
cubre una gama amplia de niveles pero es la
16 Jessie Bernard, eminente socióloga norteamericana y
una de las figuras prominentes de Ta academia feminis-
ta, incorpora esta categoría del mercado laboral para
referirse a toda aquellas actividades que suponen la
manipulación de los atractivos físicos y del encanto
personal del trabajador. Aunque resulta obvia la pre-
sencia de la mujer en este tipo de mercado, ciertamente
hay muchísimos trabajos masculinos que pueden ser
incluidos en ella. En realidad se trata de la utilización
del cuerpo (belleza, elegancia, pulcritud, distinción), y
de ciertas "virtudes" tradicionaimenteasociadas con lo
femenino (suavidad, coquetería, seducción) como con-
diciones inherentes al desempeño laboral. Piénsese en
toda la gama de relacionistas públicos, vendedores y
personal de servicios, entro otros, cuya eficiencia está
mediada por su capacidad de seducción. Mientras en el
mercado de cuello blanco prioritariamente circula la
calificación intelectual y la capacidad de manipulación
simbólica y en el mercado de cuello azul la calificación
técnica y el trabajo material, en el mercado de cuelk)
rosado es la persona misma con sus características
física y de comportamiento lo que constituye el objeto
mercantil(Cfr. Jessie Bernard, The Female World,
N.Y. The Free Press, 1 9 8 1 , p.245).

128
M U J E R Y SOCIEDAD

llegaba a 55.9% con el punto más alto en el


17
grupo de 30-39 a ñ o s . En diciembre de 1987 Colombia, el país más
la ENH (para cuatro ciudades) planteaba un reconocidamente católico
promedio de 29.6 semanas de búsqueda de
empleo para los hombres y 35.8 semanas para de toda la región, en el que
las mujeres y el tiempo de inactividad de 34.2 la tutela de la Iglesia
semanas para los primeros y de 47.2 semanas ha regido la vida ^ la muerte
para las segundas. Finalmente, las tasas de
desempleo femenino duplican a las masculi- de los colombianos
nas (13.53 y 7.34 respectivamente). es simultáneamente el que
-El ingreso inicial al mercado es difícil presenta unos de los
para los jóvenes de los dos sexos pero presenta
más resistencias para la mujer. Igualmente, los resultados más eficientes de
re-enganches para la adulta retirada temporal- control de la natalidad en
mente en virtud de la maternidad, por ejemplo, América Latina
tienden a ser más improbables y desventajosos
en términos salariales. Las discontinuidades
laborales se traducen a su turno en eventuales zación de la sociedad colombiana, interesa
formas de desprotección en la vejez. examinar las formas y objetivos de las organi-
-En síntesis, la mayor incorporación la- zaciones femeninas y su articulación con otros
boral femenina corre pareja con procesos de movimientos sociales, organizaciones políti-
desarrollo y de modernización del país y se cas y el Estado. En la Colombia de fines de
asocia también con algún desdibuj amiento de siglo se presenta una serie de paradojas y de
la división del trabajo por sexo. No obstante se tendencias dispares en cuanto atañe a la mujer,
trata de procesos parciales, fragmentarios, que que en varios sentidos definen los límites a la
repercuten de manera selectiva en distintas movilización femenina. Los planteo siguiendo
capas de la población y que se mantienen una lógica de archipiélago en cuanto el orden
inmodificados para otros. Datos provenientes no supone prioridad ni el conjunto pretende
de SENALDE en Cali, por ejemplo, indican coherencia:
que hay sobreoferta de empleo masculino en a) Colombia, el país más reconocidamen-
algunos renglones al tiempo con sobresatura- te católico de toda la región, en el que la tutela
ción de la demanda femenina en todos los de la Iglesia ha regido la vida y la muerte de
renglones, lo que indica la imposibilidad de los colombianos y en el que la administración
cruce de estos dos mercados en virtud de este- eclesiástica de las conciencias ha sido más
reotipos sexuales que segmentan el mundo protegida por el Estado, es simultáneamente el
laboral. que presenta unos de los resultados más efi-
cientes de control de la natalidad en América
4. Participación y Movilización Latina. Llama la atención justamente porque
En la perspectiva de la movilización fe- en Colombia nunca hubo una política estatal
menina por la igualdad, como dimensión espe- explícitamente promulgada al respecto ni, co-
cífica de la modernización y de la democrati- mo en otros países, se instaló un organismo
estatal dirigido a tales propósitos.
17 Probablemente parte de los cambios observados corres-
ponden a mejoría en la calidad de la información y no
b) Algunos impulsos hacia la democrati-
tanto a los fenómenos económicos mismos, lo cual zación han provenido originalmente más de la
dificulta la captación de la dinámica laboral. Quizás
estudios longitudinales que utilicen varias estrategias afiliación de Colombia a organismos interna-
de medición permitirían corregir estas imprecisiones. cionales que de fuerzas sociales internas que

129
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N» 24 Y 25 AGOSTO - D I C I E M B R E DE 1992

los promuevan. Ante la debilidad y fragmen- vocería de los intereses mayoritarios de las
tación de las organizaciones de mujeres, sus mujeres. En el judicial, tampoco resultad pro-
reivindicaciones quedan libradas a los vaive- tuberante la presencia de la mujer en las posi-
nes de los gobiernos y al azar de los funciona- ciones más prominentes. No obstante, ciertas
rios de turno. representaciones mentales de los altos órganos
Por esto la acción estatal frente a la mujer judiciales como la reserva moral del país coin-
está lejos de ser homogénea y consistente. Ha ciden con las representaciones mentales tradi-
habido avances puntuales muy importantes cionales de la mujer y por ello no es extraño
como la política de apoyo a la mujer campesi- que tienda a incrementarse la vinculación de
na, de extensión de la seguridad social a las la mujer, en distintos niveles de la administra-
trabajadoras domésticas, pero con resultados ción de la justicia.
discontinuos justamente por la debilidad para Finalmente, en el examen de las tenden-
hacer cumplir la ley o para apropiar el presu- cias más contemporáneas se destacan la crea-
puesto adecuado. ción de la consejería para la protección de la
Vemos así que, por ejemplo, 1979 la familia, la mujer y el niño, como dependencia
Asamblea General de la ONU aprobó la "Con- directa de la Presidencia, y su equivalente
vención sobre la eliminación de todas las for- local en Cali, como dependencia de la Alcal-
mas de discriminación contra la mujer" ratifi- día. Igualmente en Cali desde hace más de un
cada por Colombia por la Ley 051 de 1981, año existe una Comisaría de Policía para la
pero sólo a mediados de 1990 se expidió la protección de la Familia, que opera con carac-
reglamentación correspondiente. Simultánea- terísticas sui-géneris, y es dirigida por una
mente se han incorporado mujeres en altas mujer con la colaboración de varias organiza-
posiciones en el Estado, en cargos de prestan- ciones femeninas.
cia técnica y política: en los Ministerios, los Aunque el haber puesto a un joven ejecu-
institutos descentralizados, las alcaldías, la di- tivo a la cabeza de la Consejería, sin que se
plomacia. presentara una reacción visible de las mujeres,
Ahora bien, pueden verse diferencias en expresa bien a las claras la fragmentación y la
los órganos del poder público, pues mientras debilidad de sus organizaciones, es aún dema-
en el ejecutivo, por convicción y/o por razones siado pronto para emitir algún juicio sensato
de imagen, se la ha reconocido y promovido, sobre las posibilidades hacia el futuro. Deben
en los cuerpos legislativos la representación reconocerse los esfuerzos por conocer el tra-
femenina es numéricamente baja, notoria su bajo acumulado de las organizaciones femeni-
ausencia en los puestos directivos y mínima la nas, por convocar a las investigadoras y exa-
minar los estudios, p r o g r a m a s y
organizaciones existentes y por oír sugeren-
mientras en el ejecutivo, cias y propuestas. Igualmente en la escala de
Cali y del Valle, distintos grupos y organiza-
por convicción y/o por
ciones de mujeres han estado en el diseño y
razones de imagen, puesta en marcha de los programas menciona-
se la ha reconocido y dos.
promovido, c) Mirando el panorama desde la otra
orilla, es decir, desde la sociedad, no es difícil
en los cuerpos legislativos reconocer la extraordinaria capacidad de mo-
la representación femenina es vilización de la mujer de los sectores populares
numéricamente baja en las luchas por la subsistencia y el "rebus-
que". Igualmente es impresionante su dina-

130
a
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N 24 Y 25 AGOSTO - D I C I E M B R E DE 1992

rivados del género, sin apartarnos de la frag- cambios demográficos, la educación y la in-
mentación que los logros individuales y la corporación laboral masiva de la mujer, prio-
meritocracia promueven, y finalmente inten- ritariamente, han erosionado los fundamentos
tando no pensar con el deseo o quizás, no del patriarcado, transformado los patrones de
solamente con el deseo, múltiples indicios conyugalidad y desdibujado los modelos y
apuntan en una dirección de transformación representaciones mentales del género. El in-
importante. cremento en la jefatura femenina del hogar, no
A manera de síntesis final, puede pensar- obedece solamente a abandono por parte del
se que aunque el feminismo no ha tenido un hombre, también resulta de la decisión de la
perceptible desarrollo como vehículo de arti- mujer, a pesar de los enormes costos persona-
culación de los intereses y reivindicaciones de les que esto supone.
las colombianas y como portador de sus nue- Finalmente, quiero sostener que a pesar
vas identidades, además de que el término de todas las continuidades en la condición de
mismo resulta urticante para la mayoría de las la mujer colombiana, también enormes dis-
mujeres para no mencionar las mayorías mas- continuidades comienzan a poner en el esce-
culinas, las nuevas realidades del país hacen nario un nuevo tipo de mujer que reclama
propicio su desarrollo hacia el futuro. mayores espacios de participación económica,
Las profundas transformaciones del país política, social, cultural y que una parte sustan-
en las tres últimas décadas han tenido un im- tiva de la agenda feminista pasa por la cons-
pacto irreversible sobre las estructuras de la trucción de la democracia pública y doméstica.
producción social a escala doméstica. Los

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132
M U J E R Y SOCIEDAD

El voluntariado femenino,
laico y religioso,
ocupa un espacio
muy importante al lado
del personal femenino
asalariado de las ONG
llenando vacíos y ausencias
del Estado

mismo en la actividad cívica de los barrios, en muy importante al lado del personal femenino
los patronatos escolares, en los grupos de re- asalariado de las ONG. llenando vacíos y au-
creación y salud, en la articulación electoral de sencias del Estado. Paralelamente, la femini-
caciques y gamonales, en el proselitismo reli- zación de ciertas profesiones se liga con la
gioso, tanto de las zonas rurales como de las ampliación del empleo en el sector social, por
18
urbanas. lo cual también en los barrios populares y en
En otras palabras, la movilización de las las agencias estatales de atención masiva se
colombianas en los sectores populares ha ten- presenta un escenario pluriclasista de encuen-
dido más a la reproducción de su identidad tro entre las mujeres, que parece propiciar el
tradicional y su presencia en el espacio cívico tejido de nuevas redes de solidaridad.
y político se legítima prioritariamente en el Sin desconocer la profunda diferencia-
marco de sus funciones familiares. A s í las ción en la población femenina, sin negar las
redes de solidaridad y la capacidad organiza- barreras que esas diferencias elevan para el
tiva han circulado por cauces ligados a la reconocimiento de los conflictos comunes de-
maternidad y a las necesidades de los hijos más
18 La construcción de las ciudades colombianas es incon-
que por reivindicaciones y organizaciones cebible si no se parte del trabajo de las mujeres. La
emanadas de su inscripción social múltiple. constatación de estas realidades me hizo proponer, hace
algunos años, el reconocimiento de que la mitad de
Sinembargo, aires en otras direcciones tam- nuestras ciudades "están hechas con empanadas": En
bién comienzan a aparecer en el horizonte, en 1986 en una reunión convocada por el Programa de la
Oficina de Acción Comunal de la Alcaldía de Cali, bajo
parte articulados a las propuestas de democra- el título de "Mujeres por la Comunidad" tuvimos opor-
tización local. Por ejemplo, en torno a las JAL, tunidad de oír los testimonios de muchas líderes comu-
nales, que probablemente serán idénticas a las de miles
a las estrategias de atención primaria en salud, de mujeres de otras ciudades colombianas. El patrón
a los hogares comunitarios, se abren espacios autobiográfico, con variaciones menores, se iniciaba en
una vereda de algún pequeño municipio del Huila,
de participación muy propicios a la mujer por Cauca, Tolima, Caldas, Nariño o el Valle. La señora,
su presencia en la vida del vecindario, que ahora en sus 45-50 años de edad, había llegado a Cali
veinte o treinta años atrás sin más riqueza que 5 o 6
presumiblemente pueden traducirse en mayo- niños pequeños. La historia de la toma de tierras, de la
res niveles de calificación administrativa y de participación de hombres, mujeres y niños en la defensa
de la invasión, de los enfrentamientos con las autorida-
perspectiva política. des es ya suficientemente conocida. Luego, la organi-
Mirando otras capas sociales resulta pro- zación de las mujeres para hacer empanadas que se
convertían en piletas de agua, en escuelas, en puestos
tuberante la presencia de mujeres de sectores de salud, en iglesias o caseras comunales. Posterior-
altos y medios en organismos y grupos de mente la formalización de una Junta de Acción Comu-
nal y el desdibuj amiento del liderazgo femenino y/o la
servicio social y comunitario. El voluntariado cooptación individual por parte de los directorios polí-
ticos. Al efecto véase también Meertens (1987).
femenino, laico y religioso, ocupa un espacio

131
S
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N 24 Y 25 AGOSTO - DICIEMBRE DE 1992

rivados del género, sin apartarnos de la frag- cambios demográficos, la educación y la in-
mentación que los logros individuales y la corporación laboral masiva de la mujer, prio-
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