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MUNICIPALIDAD DE SAN JOSÉ

CONTRATACIÓN DIRECTA

10 -01

INVENTARIO DE FLORA Y FAUNA EN EL TRAYECTO DEL


RÍO MARÍA AGUILAR, EVALUANDO LAS ESPECIES EN
EXTINCIÓN Y CON PROPUESTA DE RESCATE,
CONSERVACIÓN Y RECUPERACIÓN

Elaborado por:
Fundación Defensores de la Naturaleza

SAN JOSÉ
2001
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INDICE

Resumen Ejecutivo 1

Objetivo General 2

Objetivos Específicos 2

Presentación 3

Interpretación ambiental del sistema Río María Aguilar 5

Sector I 5
Sector II 10
Sector III 13

Metodología 18

Metodología en la colecta y Clasificación de la Flora 18


Metodología en la colecta y Clasificación de Hongos 19
Metodología en la colecta y Clasificación de la Fauna 20

Resultados y análisis de datos. 22

Flora del Río María Aguilar 22


Biodiversidad de Hongos a lo largo Río María Aguilar 32
Insectos del Río María Aguilar 34
La herpetofauna del Río María Aguilar 37
La avifauna del Río María Aguilar 39
La mastofauna del Río María Aguilar 44

Endemismo 47

Fuentes de agua del cauce del Río María Aguilar 49

Conclusiones 50

Recomendaciones 53

Referencias Bibliográficas 60

Glosario 62

Anexos 63
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Resumen Ejecutivo

Inventario de flora y fauna en el trayecto del Río María


Nombre del Proyecto: Aguilar, evaluando las especies en extinción y con
propuesta de rescate, conservación y recuperación

Institución Ejecutora de la Fundación Defensores de la Naturaleza (FUNDENA)


Consultoría:

Cédula Jurídica: 3-006-242831


Presidente de la Junta Directiva: M.Sc. José Rafael Quesada Jiménez

Director Ejecutivo: Jorge Fallas Cascante

Responsable del Proyecto: Jorge Fallas Cascante

Elaboración de la Propuesta: M.Sc. Dora Ingrid Rivera L.


M.Sc. Isaac Alonso Baldizón F.
M.S.c Jorge Montero M.
Ing. Biol. María Fernanda Cepeda G.
Bach. Francisco Durán A.
Fecha de elaboración de la Noviembre del 2001
propuesta:

Objetivo del proyecto: Identificar las especies de flora y fauna existentes


en Corredor Biológico Río María Aguilar; así como
la biodiversidad existente, evaluando las especies
que se encuentran en vías de extinción, con el fin
de diseñar la estrategia de rescate, recuperación y
conservación factible en el área de estudio.
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Objetivo General

Identificar las especies de flora y fauna existentes en Corredor Biológico Río


María Aguilar; así como la biodiversidad existente, evaluando las especies
que se encuentran en vías de extinción, con el fin de diseñar la estrategia de
rescate, recuperación y conservación factible en el área de estudio.

Objetivos Específicos

 Realizar un inventario de las especies de flora y fauna.

o Endémica.
o En peligro de extinción.
o Existente en la actualidad.

 Hacer el levantamiento de zonas que se consideran áreas boscosas,


identificando las características que presentan actualmente.

 Ubicación de fuentes de agua existentes en el área.

 Evaluación de especies aptas para ser rescatadas o reincorporadas en


el área del proyecto.

 Propuesta de manejo del área para la reinserción y mantenimiento de


especies endémicas.

 Diseño y puesta en funcionamiento de la base de datos correspondiente


con mapas y características especificas del área.
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I. Presentación

La Comisión de Gestión Ambiental de la Municipalidad de San José,


preocupada por el estado actual de las microcuencas hidrográficas del
Cantón, ha diseñado una serie de planes, programas y proyectos que
permiten diagnosticar, evaluar y proponer acciones de protección y
recuperación de los sistemas lóticos de su jurisdicción.

Bajo este marco se crea “El Corredor Biológico Río María Aguilar”, el cual
incluye aproximadamente 21 Km de cauce. Este río transita por los distritos
de: San Ramón, Dulce Nombre, San Juan y Concepción de Tres Ríos todos
del Cantón La Unión; Curridabat, Granadilla y Sánchez del cantón Curridabat;
San Pedro, Sabanilla y San Rafael del cantón de Montes de Oca; Carmen,
Hospital, Catedral, Zapote, San Francisco de Dos Ríos, Mata Redonda, Hatillo
y San Sebastián del cantón San José (Ver anexo 1).

Desde el punto de vista biótico el 80% (según observaciones de campo) del


cauce del río, presenta sistemas ecológicos fragmentados y negativamente
impactados por la actividad humana. Esta actividad se traduce en el deterioro
de la calidad del agua del río, así como la acumulación inadecuada de
desechos sólidos en el cauce y sus riberas, con la concomitante reducción y/o
desaparición total de la cobertura vegetal en la mayor parte del trayecto del
río.

En puntos cercanos al nacimiento (en las instalaciones del Hospital Chacón


Paut) del río se aprecian desagües de aguas servidas, plásticos y otros
desechos antropogénicos, provenientes de la Urbanización Vista Hermosa.
Todos estos desechos son incompatibles con la “salud” ecológica del sistema.

A pesar de lo anterior, los 2,5 Km. iniciales del cauce del Río María Aguilar
(desde San Ramón de Tres Ríos hasta Calle Naranjo de Concepción), posee
condiciones bióticas que no se observan río abajo. Estas diferencias
obedecen a que los niveles de contaminación y alteraciones del medio, los
cuales son de menor intensidad en este primer sector.

En Calle Naranjo de Concepción de Tres Ríos, se aprecia un incremento


cualitativo en el nivel de contaminación, producto del aumento en el número
de viviendas y aumento en la intensidad de las actividades agrícolas y
ganaderas. Cuando el cauce transcurre por el centro de ésta comunidad
(Concepción) se observa un mayor impacto ambiental a ambos márgenes.
Esta condición de contaminación del agua del río, así como el aumento de la
cantidad de desechos sólidos se mantiene y/o agrava hasta que el río
desemboca aguas abajo, en el Río Tiribí (distrito de Mata Redonda). La
contaminación se han evaluado en diferentes estudios realizados, por parte
del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA, 2000).
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Cualquier gestión de recuperación de estos sistemas lóticos, del cantón de


San José y de sus áreas de influencia, debería de iniciar por un conocimiento
exhaustivo de las condiciones abióticas y bióticas de estos sistemas.
Incluyendo, las actividades del entorno, que afectan directa o indirectamente
el cauce, los márgenes, la composición de la biodiversidad, así como el
desarrollo natural y normal de las diferentes especies. Conocimientos de la
tasa de recuperación; así como, de los requerimientos ambientales de las
diferentes especies de flora y fauna, son aspectos necesarios en el diseño y
operativización de las estrategias, planes y proyectos, orientados a la
búsqueda de soluciones a las actuales condiciones ambientales en que se
encuentran todos los ríos del cantón.
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II. Interpretación ambiental del sistema Río María Aguilar

A partir de las observaciones de campo del análisis de los datos, de la


información recopilada; así como, la apreciación del nivel cualitativo de
alteración ecológica, la composición de las comunidades vegetales, la altitud y
la topografía del Río María Aguilar, se puede sectorizar este río en tres
segmentos claramente diferenciables (ver anexo 2). Esta división facilita la
interpretación ambiental del sistema; sin embargo, es importante no olvidar
que el Río María Aguilar debe de ser interpretado como un continum.

Sector I

 Ubicación

El Río María Aguilar inicia su recorrido en tres puntos ubicados en el


distrito San Ramón de Tres Ríos. En la Hoja topográfica 3445 IV ISTARU
(ver anexo 3 y 8), se puede observar los tres puntos de afloramiento de
agua del río.

Este sector se ubica en la parte alta de la microcuenca, a una altitud de


aproximadamente 1500 m.s.n.m (cerca de este sector se aprecian se
ubican sitios con altura superiores a los 1800 m.s.n.m.) Abarca un tramo
del cauce que inicia en San Ramón de Tres Ríos hasta Calle Naranjo en
Concepción con aproximadamente 2,5 Km de cauce (ver anexo 2). Entre
ambos puntos se produce una diferencia altitudinal de aproximadamente
200 metros; suficientes para generar pequeños cambios en la composición
florística de zona.

 Características bióticas y abióticas

Este sector del corredor biológico es atravesado por un pequeño segmento


del cauce total del río (12 %); a pesar de ello, alberga la mayor diversidad
biológica. En él se registra el 51% de la flora (165 especies), el 100% de
especies de helechos y epífitas (19 especies de helechos y 16 epífitas), el
95% de los hongos (55 especies observadas y esperadas), el 63% de los
insectos (38 especies), así como el 79% de mamíferos (15 especies), el
38% de anfibios y reptiles (15 especies) y el 89% de especies de aves
observadas (39 especies) para toda la zona estudiada (Río María Aguilar).
En términos globales en este Sector se encuentra representada el 61%
(362 especies) de toda la biodiversidad observada hasta el momento en el
Río María Aguilar.
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No sólo desde el punto de vista de la diversidad biológica este sector es de


suma importancia, sino que se caracteriza además por exhibir la mayor
densidad biológica. Esta concentración de la biodiversidad en la zona alta
del Río María Aguilar, responde al manejo y uso del suelo en esta zona.

La Municipalidad de la Unión de Tres Ríos, el Instituto Costarricense de


Acueductos y Alcantarillados (AyA), el Hospital Chacón Paut y el Instituto
Costarricense de Electricidad (ICE), además de iniciativas privadas han
conservado parcialmente la cobertura vegetal de esta zona. Estas
instituciones, cada una desde su perspectiva mantienen y propician las
actuales condiciones de los bosques de galería; sin embargo, la actividad
pecuaria lechera presiona las zonas de amortiguamiento de los bosques,
en un afán por ampliar su frontera. Este esfuerzo institucional de
conservación, aunado a la baja densidad poblacional (ver anexo 4), hace
que se den las actuales condiciones bióticas e hidrológicas.

Una de las características bióticas más sobresalientes de este sector, es la


presencia de los únicos parches de bosque (tipo galería) existentes en
todo el río (ver anexo 5). Estos bosques en conjunto con los sistemas de
bosques de galería ubicados en la parte alta del río Tiribí, (en San Ramón
de Tres Ríos) actúan, como zonas de recarga acuífera, los cuales son
aprovechados por el A y A para suplir las necesidades en el consumo
humano.

Los parches de bosque tipo galería que crecen en el sector I del Río María
Aguilar cubren una superficie de aproximadamente 7,500 m 2 . Las
estaciones número 18, 19, 20, 21 y 22 (ver anexo 3), todas ubicadas en
San Ramón de Tres Ríos, se establecieron dentro de estos parches de
bosque.

La característica principal de estos parches de bosques, es que mantienen


ejemplares de la biodiversidad autóctona del sitio. Existen una serie de
árboles, herbáces, hongos y epífitas que no se encuentran en los otros
sectores del Río María Aguilar.

Eventualmente otra fortaleza biológica de esta zona, es que puede actúa


como vía de tránsito de varias especies de aves, mamíferos y reptiles e
incluso plantas. Lo que permite afirmar que sólo este sector del río,
eventualmente puede actuar como un verdadero corredor biológico.
Debido a lo anterior es de suma importancia integrar legal, administrativa y
ambientalmente este sector a la parte alta de la microcuenca del Río Tiribí,
la parte alta de la cuenta del Río Virilla y aquellas zonas que aun cuentan
con cobertura boscosa, así como pensar eventualmente en una estrategia
de conexión con los Cerro de la Carpintera (Tres Ríos).
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Recuérdese que la unión física de varios parches de bosque no


necesariamente actúan ecológicamente como un corredor biológico, el
nivel de conectividad ecológica de tales parches es lo que en última
instancia determina si existe o no un verdadero intercambio de especies
para justificar un corredor biológico.

Las formaciones geomorfológicas de las microcuencas de este sector


pertenecen a la subunidad Volcánica Irazú según Víquez y Portilla (1991),
estas, presentan laderas con todo tipo de pendientes compuestas por
rocas volcánicas tales como brechas, lavas, tobas, aglomerados,
ignimbritas, cenizas y también muchas corrientes de lodos y lahares, con
diferentes grados de meteorización. Lo anterior aunado a las
características geológicas (esta zona presenta materiales de los periodos
Terciarios y Cuaternarios) y los depósitos fluviales y coluviales de los
márgenes de las diferentes quebradas y ríos; así como, la gran cantidad de
sedimentos del Holoceno, obligan a mantener la cobertura boscosa, ya que
estos suelos son altamente vulnerables a la erosión, y por consiguiente se
convierten en una fuente potencial de contaminación (sedimentos en
suspensión) del agua superficial de las microcuencas ubicadas en esta
zona.

El régimen de lluvias (ver anexo 6 a y b) y las características climáticas


permiten determinar una época seca bien definida desde diciembre a
marzo y otra lluviosa de abril a octubre, con una precipitación anual
promedio de 2.656 mm para San Ramón y de 2.356 mm para Concepción,
frecuentemente con un veranillo en el mes de julio (Veranillo de San Juan).
La temperatura máxima promedio registrada en los últimos sesenta años
es de 22.1°C, la temperatura mínima promedio es de 11.1°C, con una
temperatura promedio anual de 16.6°C, para San Ramón. No existen
registros de fluctuación térmica para las estaciones muestreadas en
Concepción de Tres Ríos

Las condiciones anteriormente descritas, sumadas a las características


hidrológicas de este sector, así como su altitud (en promedio 1400
m.s.n.m.) y las pendientes (oscilan de cero a noventa porciento) (ver anexo
7) condicionan la biodiversidad existente. Algunas especies de aves como
el Trogon Collarejo (Trogon collaris) Psitaciformes, de reptiles como la
toboba de altura (Bothrops godmani) y de árboles como el jaul (Alnus
acuminata) se ubican únicamente en este sector del Río María Aguilar.

Es importante hacer mención que muchas especies de organismos


registrados en este sector; también se encuentran ubicados en todo el
recorrido del Río María Aguilar, entre las que podemos mencionar: Llama
del Bosque (Spathodea campanulata) Cedro amargo (Cederla odorata)
especie con categoría de amenazada (Jiménez,1998), Higuerones (varias
especies de Ficus), Guabas (varias especies de Ingas), el aguacatillo
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(Cinnamomun cinnamonifolia) especie de valor ecológico por su


preferencia alimenticia por parte de aves y mamíferos. Todos los
murciélagos, vampiros, las ardillas, las ratas y ratones, el zorro pelón
(Didelphys marsupialis); así como, el sapo común (Bufus marinus) y la
rana de la especie Rana Taylori, registrados en este sector se distribuyen a
lo largo y ancho del río.

 Uso del suelo

Desde hace aproximadamente cuatro décadas el Instituto Costarricense de


Acueductos y Alcantarillados (A y A) hace uso de la zona de San Ramón
de Tres Ríos como un sitio de captación de agua para el consumo
humano, las condiciones litológicas arriba descritas favorecen la infiltración
del agua y además generan condiciones para el almacenamiento de aguas
subterráneas (Víquez y Portilla, 1991).

Esta acción ha protegido los bosques (tipo galería) existentes, y con ello la
biodiversidad en términos generales. Sin embargo, el crecimiento urbano
poco planificado donde no se han contemplado aspectos ambientales, ha
incrementado la presión sobre la frontera boscosa y del agua. Esta
presión se manifiesta en el nacimiento mismo del Río María Aguilar, en
donde se observa en el Hospital Chacón Paut (un punto de nacimiento del
río) la descarga directa y sin tratamiento previo, de aguas servidas;
provenientes de la Urbanización Vista Hermosa, la cual se encuentra a
escasos metros de esta institución.

Por otra parte aguas abajo hasta llegar a Calle Naranjo (en Concepción de
Tres Ríos) se observan pequeños parches de bosque y entre ellos algunas
viviendas las cuales intercalan con cultivos y ganadería lechera de
subsistencia (ver anexo 5).

 Importancia

Existen varios aspectos que confieren gran importancia a este primer


sector del Río María Aguilar, los cuales se detallan a continuación:

1. Dado los afloramientos de agua (ver anexo 8) y los parches de


bosque tipo galería (ver anexo 13), este sector posee gran
importancia biológica e hidrológica.

2. Estos afloramientos de agua son comunes en esta parte alta de la


microcuenca, así como en la zona alta del río Tiribí (ver anexo 8),
ambos sectores se interconectan físicamente, por lo que existen
grandes posibilidades de que ocurra un intercambio de especies,
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entre estas dos áreas, así como con la parte alta de la cuenca del
Río Virilla.

3. A pesar de que las fuentes de proteína animal se adquieren por


medios convencionales (uso de carnicerías) es práctica común entre
algunas personas la cacería de especies silvestres, entre las que
podemos mencionar el cusuco (Dasypus novemcinctus), zorro pelón
(Didelphys marsupialis), entre otros. La captura de aves pequeñas
con la finalidad de mantenerlas enjauladas, es otra práctica usual en
este sector.

4. Este sector eventualmente puede comportarse como un reservorio


de germoplasma del río en forma de semillas, frutos, plántulas,
genes y ejemplares adultos, por lo que su manejo debe ser
cuidadoso y científicamente diseñado, de tal manera que este
germoplasma pueda ser exportado a otras áreas degradas de la
zona.

5. Los dueños de tierras con cobertura boscosa poseen la opción de


accesar al Pago de Servicios Ambientales, administrados por
FONAFIFO.

 Posibilidad de recuperación

A pesar de las condiciones bióticas actuales del sector en cuestión, es


importante diseñar planes, programas y proyectos que fortalezcan la
capacidad de recuperación de los ecosistemas, o que se mitiguen los
impactos ambientales observados. Especialmente la expansión acelerada
de la frontera agropecuaria (Miranda, 2000 y Víquez y Portilla, 1991).

Algunos sitios de los márgenes del río en este sector se encuentran


negativamente impactados, por las actividades humanas antes descritas,
principalmente en aquellos sitios ubicados fuera de las instalaciones del
Hospital Chacón Paut, que requieren de un ordenamiento y planificación
con un fuerte componente ambiental que garantice la conservación de los
sistemas biológicos y de los afloramientos de agua. La preservación del
agua superficial y subterránea así como el manejo sostenible de los
parches de bosque, deberían ser puntos importantes en las agendas de
gestión ambiental de las Municipalidad con jurisdicción en el Río María
Aguilar y alrededores.
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Sector II

 Ubicación

El sector II se ubica desde Calle Naranjo hasta la comunidad de


Concepción de Tres Ríos (ver anexo 2), abarcando aproximadamente 1,5
Km del cauce del río. El criterio que se utilizó para circunscribir este sector,
fue el cambio apreciable en la composición florística, disminución de la
altitud, precipitación anual, cambio en el uso del suelo y el incremento en el
nivel cualitativo de la contaminación del cauce del río.

 Características bióticas y abióticas

Este sector del Río María Aguilar representa un 7% del cauce del mismo;
sin embargo, alberga un 45% (257 especies) de la diversidad biológica
total del sistema. Aquí se encuentra el 40% de las especies de plantas
(130 especies), 66% de los helechos (13 especies), 60% de epífitas (10
especies), 40% de hongos (23 especies), 38% de Insectos (23 especies),
70% de mamíferos (14 especies), 81% de anfibios y reptiles (25 especies)
y 52% (23 especies) de las especies de aves observadas

Una comparación de estos porcentajes con los del sector anterior, permite
apreciar una disminución porcentual en todos los grupos taxonómicos,
salvo los anfibios y reptiles. Estos últimos dos grupos presentan
limitaciones en cuanto a su distribución geográfica debido a factores
climáticos que los obliga a permanecer en regiones con temperaturas
superiores a las registradas en el anterior sector. Se debe recordar que la
temperatura ambiental mínima registrada para el sector I es de 11.1°C.
(ver anexo 6 b), temperatura no apta para la mayoría de los reptiles.

Desde el punto más alto del sector I hasta Calle Naranjo (sitio en donde
inicia el sector II) se da una diferencia de aproximadamente 200 m. en
altitud (ver anexo 2) lo que genera algunos cambios apreciables en la
composición florística. Por ejemplo, a partir de este sector ya no se
observan robles (Quercus costaricensis) jaules (Alnus acuminata), algunas
especies de Melastomataceae (lenguas de vaca), el nazareno (Tibouchina
semidecandra), cacho de venado (Didymopanax morototoni) entre otras
especies e inicia a disminuir la cantidad de orquídeas y bromélias así como
la cantidad de hongos y helechos.

Otro aspecto que genera diferencias en la biodiversidad entre los sector I y


II, es el incremento en la densidad habitacional; así como, el aumento en el
nivel cualitativo de la contaminación, especialmente en la deposición de
desechos sólidos, en el cauce el río. Es a partir de este sector se
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observan botaderos a ambos márgenes. Este aumento en la densidad de


hogares hace que la presión sobre el ambiente sea mayor y por ende el
deterioro del mismo cauce.

En este sector la cobertura vegetal se reduce cualitativamente y tiende a


ser focalizada en solares de viviendas, que se extienden hasta el mismo
cauce. Algunos de estos solares se encuentran delimitados, por troncos,
alambres de púas, bambú, flor de itabo (Yucca elephantipes), entre otros.
Estas a su vez se convierten en verdaderas barreras físicas y en
eventuales trampas mortales para algunas especies mayores que
requieren del tránsito por estos sitios.

Importante es mencionar que en algunos trayectos del cauce se


encuentran atravesados con alambres de púas, lo cual hace que algunas
especies encuentren dificultades para su paso.

 Uso del suelo

Como ya se afirmó con anterioridad este sector se caracteriza por un


incremento sustancial de la densidad habitacional y por ende poblacional
(ver anexo 4). Sin embargo en este sector no se da la máxima expresión
urbanística del corredor, situación reservada para el sector III.

Se observa en este sector (II) un incremento en la introducción de especies


con valores comercial o alimentario como los cítricos, los nísperos, el
mango, las tunas, los bananos y guineos entre otros. Esto le confiere
mayores características agrícolas a este sector, actividad que suele
desplazar especies de la diversidad local.

El uso actual del suelo no responde a verdaderos sistemas


agrosilvopastoriles integrados, ya que toda la actividad agrícola responde
más a las necesidades particulares de subsistencia de cada grupo familiar,
que a una política integral del uso del suelo, y en menor grado a
lineamientos de gestión ambiental.

 Importancia

Existen varios aspectos que deben ser considerados en el análisis de las


condiciones de este sector, que no solo justifican el sector mismo; sino que
permiten visualizar la continuidad biológica del Río María Aguilar.

1. Esta porción del río María Aguilar, puede ser interpretada como una
zona de transición entre los sectores I y III, por lo que el trasiego de
fauna especialmente aves es totalmente factible. Este movimiento de
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aves se ve favorecido por el hecho de que el 69% de las especies (30


especies) son residentes permanentes del sistema y el 58% de la
avifauna observadas (33 especies) no requiere de zonas boscosas para
cumplir con su nicho ecológico. Por otra parte este sector puede ser
interpretado como el límite altitudinal de la mayorías de los reptiles de
Río María Aguilar.

2. Dado las características de la cobertura boscosa y de la composición de


la flora, este sector ha perdido todo su potencial como reservorio de
germoplasma. Sin embargo, se observan ejemplares de especies
arbóreas en condiciones biológicas amenazadas, como el cedro
amargo (Cedrela odorata), todas las especies de orquídeas, y las
especies de bromelias (Tallandsia spp.)

3. En este sector existen algunos afloramientos de agua que deben ser


protegidos.

 Posibilidad de recuperación

El nivel de impacto ambiental en este sector a pesar de ser mayor en


comparación con el sector anterior (I) muestra fortalezas y oportunidades
ambientales que permitirían una recuperación de los márgenes del río. Las
pendientes no son tan abrutas, existen una series de terrenos sin
infraestructura, y el nivel de contaminación se encuentra por debajo de los
niveles exhibidos en el sector III (al menos los depósitos de desechos sólidos
no alcanzan las dimensiones observadas en el sector III).

Traspasar los terrenos públicos a las Municipalidades con la finalidad de crear


una zona de amortiguamiento y de protección en los márgenes del río y su
respectiva reforestación debe ser una de las acciones iniciales en los
programas y proyectos de recuperación de este sector.

Uno de los principales problemas es que muchas viviendas vierten sus aguas
servidas directamente al río. Esta situación es una de las más complejas de
solventar a lo largo de los sectores II y III, ya que requiere de grandes
inversiones en infraestructura y en algunos casos de movimientos de tierra y
modificaciones en las vías públicas. Esto podría dificultar las acciones de
recuperación estos sectores.
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Sector III

 Ubicación

La sección del cauce que va desde la comunidad Concepción de Tres Ríos


hasta la desembocadura del Río María Aguilar en el Río Tiribí en el distrito
Mata Redonda, engloba el sector III (ver anexo 2). Este ocupa el
aproximadamente el 80% (17 Km.) del cauce del río.

Esta área se caracteriza por exhibir los mayores niveles de urbanización,


densidad poblacional (ver anexo 4), máxima actividad agrícola, industrial y
comercial, de la microcuenca, por consecuencia muestra los mayores niveles
de contaminación del cauce. Lo anterior lo comprueba el estudio sobre
“Monitoreo de la Contaminación de los Ríos de San José” realizado por el
Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados en conjunto con la
Municipalidad de San José (2000).

El estudio antes citado, cataloga al Río María Aguilar como el tercer sistema
lótico más contaminado de San José, superado por el Río Ocloro y la
Quebrada Lantisco. Los parámetros físico-químicos del agua del río, ponen
en evidencia que la calidad del agua sobrepasa los valores mínimos
aceptados por las agencias internacionales ambientales como la Enviromental
Protection Agency de Los Estados Unidos de Norte América. Las
concentraciones de Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), el porcentaje de
saturación, la concentración de nitrógeno amoniacal, el fósforo disuelto, etc,
son totalmente incompatibles con la vida.

 Características bióticas y abióticas

Una comparación de la cobertura vegetal entre los tres sectores, pone de


manifiesto que el sector III presenta los mayores problemas de impacto,
existen puntos totalmente desprovistos de cobertura vegetal, como se
aprecian en los distritos: Zapote, San Francisco, Paso Ancho, San Sebastián
y Sagrada Familia.

A pesar de lo anterior el 55% de las especies vegetales (178 de especies) fue


colectado aquí, especialmente en los distritos Hatillo y Mata Redonda (desde
los puntos de muestreo del 1 al 6). Este porcentaje obedece a que en estos
distritos se encuentran la mayor cobertura vegetal de este sector III (anexo
13).

La cobertura vegetal de este sector cubre una superficie de aproximadamente


6,250 m2, de los cuales aproximadamente 1,750 m2 se encuentran en Hatillo,
2,000 m2 en Mata Redonda y 2,500 m2 en Parque Metropolitano del Sur. Las
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estaciones número 1 al 6 fueron establecidas en estos parches de cobertura


vegetal (para la ubicación geográfica ver anexo 3). A diferencia de los
parches de bosque encontrados en el sector I, la cobertura vegetal del sector
III se caracterizó por exhibir árboles que crecen más espaciados e
intercalados con malezas y charrales y con una mayor cantidad de especies
introducidas.

El 50% de los helechos del río (29 especies) se encuentran en este sector, el
28% de las epífitas (5 especies distribuidas entre bromelias, orquídeas y
garrobos), el 20% de los hongos observados (12 especies), el 66% de los
insectos (40 especies), el 63% de los mamíferos (12 especies), el 82% de la
herpetofauna (25 especies de anfibios y reptiles) así como el 47% de las aves
observadas (21 especies). En resumen, en este sector se aloja el 60% (343
especies) de la biodiversidad del Río María Aguilar. Este porcentaje debe
considerarse relativamente bajo ya que este sector abarca aproximadamente
el 80% de río.

Los datos anteriores no deben generar falsas expectativas, ya que la


densidades por especies es cualitativamente baja, especialmente en las
especies mayores (árboles, arbustos, mamíferos y herpetofauna) y algunas
especies menores como las orquídeas y epífitas.

La ubicación de tugurios en algunos puntos en este sector incrementa los


impactos negativos, ya que estas “viviendas” descargan sus aguas negras
directamente al cauce. Esto se observa claramente en San Sebastián, sitio
donde también se observó aportes de desechos de la industria de la madera
sin tratamiento previo, provenientes del aserradero de esta comunidad.

Los márgenes del río María Aguilar recuperan parcialmente la cobertura


vegetal a partir del puente ubicado en la “Cuesta Los Pinos” entre Barrio Cuba
y Los Hatillos. Esta cobertura se mantiene hasta la desemboca del María
Aguilar en el Río Tiribí a nivel del distrito Mata Redonda. Este incremento de
cobertura boscosa responde a dos factores, uno es que esta porción cuenta
con terrenos aun sin urbanizar, ya que estas tierras son propiedad del Instituto
Costarricense de Vivienda y Urbanismo (INVU) y hasta donde se sabe ésta
área es considerada reserva forestal por parte de ésta institución y otro es que
los márgenes del río incrementan la pendiente del terreno, lo que dificulta las
actividades humanas.

 Uso del suelo

Básicamente el uso del suelo de este sector es la urbanización y la actividad


económica de tipo industrial y agrícola. En ciertos puntos se establecen
grandes extensiones de cafetales como en Concepción y Cipreses (Cafetales
de la familia Terán), algunos viveros de plantas ornamentales, instalaciones
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de centros de estudio (públicos y privados), procesadoras de materias primas


(perecederos o no perecederos) como frutas, plásticos, químicos, etc, varios
centros comerciales, centros deportivos y esparcimiento tipo gimnasios,
negocios de todo tipo (desde pulperías hasta ventas de maquinaria pesada),
vías públicas, entre otros.

Este uso del suelo en esta parte de la microcuenca coincide con los mayores
niveles de contaminación reportados por el AyA y la Municipalidad de San
José (2000), quienes caracterizan este sector del río de fuerte a totalmente
contaminado durante la época seca y de fuerte a moderadamente
contaminado durante la época lluviosa.

El crecimiento acelerado y poco planificado de la infraestructura urbana ha


disminuido significativamente la capacidad de absorción del sustrato. La
utilización de materiales impermeables en la construcción, actúa como barrera
física que cambia la dinámica local del agua, donde se afectan procesos de
circulación, perfusión, precolación, lixivación y evaporación natural del agua.
Lo que obliga al uso de sistema de alcantarillado para la captación y
evacuación de las aguas no absorbidas. Estas aguas transportadas vía estos
sistemas, desaguan directamente a los ríos sin tratamiento previo; lo que
produce una contaminación difusa aún no cuantificada en sus características
e implicaciones a largo plazo. Esta agua alcantarilladas acarrean
hidrocarburos, sólidos disueltos y no disueltos en suspensión; así como, una
gran cantidad de desechos sólidos no biodegradables (Miracle, 1998).

Las diferencias bióticas y abióticas de este sector obedecen al uso del suelo,
el cual desde los primeros tiempos de la planificación de nuestra ciudad
capital han adolecido de políticas con componentes ambientales y de
ordenamiento territorial. Ejemplo de lo anterior es la utilización de suelos con
vocación agrícola para la construcción de obras de infraestructura civil, entre
otras; la utilización de suelos de vocación forestal para la agricultura y la
ganadería.

El mal uso del suelo se traduce en impactos negativos, como por ejemplo

 Altos niveles de depósito de desechos sólidos de baja


biodegrabilidad, en los márgenes y en el cauce mismo del río.

 Sustitución del bosque natural por infraestructura pública y privada,


con las consecuentes alteraciones en la hidrodinámica natural local.

 La única expresión de cobertura vegetal natural se encuentra en


forma de bosque de galería que suman 142 Ha., las que representa
el 3% de la superficie total del cantón de San José (porcentaje
estimado a partir de los datos Municipalidad de San José, et al.
1999).
18

 Erosión del suelo y su arrastre hacia el río, como producto del uso
inadecuado del suelo.

 Pérdida de la biodiversidad.

 Alta densidad poblacional humana, con las consecuencias sociales


ligadas a la delincuencia, desempleo, entre otras.

 Importancia

Este sector a pesar de ser el área de mayor impacto ambiental, de contar con
la mayor densidad poblacional, de poseer el mayor parque industrial y
albergar el mayor parqueo automotriz de los sectores evaluados (I, II y III), la
menor cobertura vegetal, además presenta los problemas sicosociales y
socioeconómicos más serios de la zona de estudio (Río María Aguilar),
muestra aspectos de importancia que se detallan a continuación:

1. Desde el punto de vista ecológico el sector III presenta poca o ninguna


importancia, ya que este sitio no conserva parches boscosos lo
suficientemente grandes para mantener poblaciones de flora y fauna, ni
se desarrollan procesos ecológicos de vital importancia para ninguna
especie en particular. Sin embargo y de acuerdo con Gary y Skutch
(1997) y Durán (comunicación personal) se espera para este sector del
Río María Aguilar la presencia de los Psittacidos: Aratinga finschi,
Bolborhynchus lineola y Brotogeris jugularis todas catalogadas como
especies con poblaciones reducidas o amenazadas de acuerdo con el
decreto 26435 del 3 diciembre 1997.

2. Sin embargo la importancia de este sector radica en que cuenta con


sitios que pueden ser reforestados especialmente en los márgenes del
río en las localidades de Concepción, Cipreses, Parque de la Paz,
Hatillos y Mata Redonda.

3. Es factible iniciar, proyectos forestales en este sector no solo para


recobrar la cobertura vegetal perdida, sino incrementar la continuidad
física y ecológica de los márgenes del Río María Aguilar, en todo su
recorrido. Para ello deben ser utilizados especies autóctonas de rápida
recuperación postsiembra.

4. Existen algunos nacimientos de agua en este sector ubicados en


Concepción, Cipreses y Hatillos los cuales deben ser incluidos dentro
de un plan de manejo hidrológico (ver apartado Hidrología).

5. Algunos puntos de este sector especialmente en los Hatillos y en los


parques municipales, se pueden iniciar programas bosquetes con
19

árboles en peligro de extensión, particularmente aquellos que figuran en


las listas del decreto 25700 del 16 Enero de 1997 (ver anexo 10). Estos
sitios pueden ser utilizados como aulas abiertas para desarrollar
proceso de educación ambiental.

 Posibilidad de recuperación

A pesar de que este es el sector mayormente impactado por las actividades


humanas, eventualmente puede ser recuperado a mediano (cinco o siete
años) y largo plazo (de diez a quince años).

La ubicación de sitios forestables, así como la firma de convenios con la


empresa pública y privada del sector donde se integren esfuerzos para la
recuperación bioambiental (AyA, CNFL, UACA, MEP, ONG´s) debe ser
prioritario en el próximo diseño de estrategias de manejo del sector en
estudio. Así como la valoración de la posibilidad técnico-económica de
conectar las márgenes del Río María Aguilar a los bosques tipo galería del
cantón (ver anexo 11).

La recuperación del Río María Aguilar conjuntamente con su cobertura


vegetal (como eventualmente ocurriría en cualquier ciudad), contribuirá con la
creación de sendas naturales cerca de los asentamientos humanos, los
cuales pueden ser aprovechados como sitios de esparcimiento y educación
ambiental.

La conectividad de todos aquellos sitios con cobertura vegetal es de extrema


importancia dado que la fragmentación de la naturaleza produce reducción y
pérdida de la biodiversidad.
20

III Metodología

El inventario de flora y fauna del Río María Aguilar, se basó en la toma de


muestras, así como en la observación directa en el campo de ejemplares
vegetales y animales, tal como se explica a continuación.

3.1. Metodología en la colecta y clasificación de la flora del Río María


Aguilar.

Después de dos inspecciones de campo a lo largo de todo del cauce del río
de interés, efectuadas el 18 y 19 de Julio (2001), se establecieron 22
estaciones de muestreo vegetal (ver anexo 3), cada estación con una
distancia de sepación de 2 km, con la finalidad de caracterizar y sectorizar el
río desde el punto de vista de la fitodiversidad. Este criterio se estableció bajo
el principio que las condiciones y características de la flora condicionan
fuertemente los demás componentes bióticos de cualquier ecosistema, puesto
que son estos (los vegetales) quienes actúan como productores primarios,
base de cualquier red trófica.

El material vegetal se colectó manualmente con el uso de podadoras


manuales y podadoras con extensión, esta últimas fueron usadas para la
colectada de muestras que se encontraban a más de dos metros de altura.

Este material se procesó mediante las técnicas botánicas usuales, después


de ser preservado en alcohol de 90°. La mayoría de las muestras fueron
prensadas, secadas, montadas y clasificadas hasta el menor taxón posible, en
varios herbarios del país, incluyendo el Herbario del Museo Nacional,
Universidad Nacional entre otros. Las mayoría de especies fácilmente
identificables en el campo no fueron colectadas.

Un primer juego de muestras se colectó del 20 de Julio al 6 de Agosto. En


dicho periodo se tomaron muestras vegetales en la comunidad de San Ramón
de Tres Ríos en las estaciones 19, 20, 21 y 22, todas correspondientes al
sector I. Además, en estas mismas fechas se trabajó en las estaciones 1, 2,
3, 4, 5 y 6 (sector III), la primera correspondiente al distrito de Mata Redonda
y las demás al distrito de Hatillo.

El segundo juego de muestras fue colectado en la parte media del Río María
Aguilar, del 18 al 22 de agosto en las estaciones 14, 15 (sector III), 16, 17
(sector II) y 18 (sector I), comprendidas entre la comunidad de Curridabat
hasta Calle Naranjo en Concepción de Tres Ríos. Del 26 al 28 de septiembre
se trabajó en las estaciones 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13 (correspondientes al
sector III) zona que va desde San Sebastián hasta Zapote.
21

La flora del Río María Aguilar fue agrupada en ocho grandes categorías sin
valor taxonómico, pero de gran importancia ecológica. Estos grupos son:
Árboles, arbustos, herbáceas, lianas, epífitas, cactus, plantas parásitas y
hongos. A su vez todos estos grupos, salvo los hongos, fueron
subagrupadas en especies autóctonas y especies introducidas o importadas.
Con la finalidad de generar una visión más clara y global del estado del
componente florístico del Río María Aguilar.

3.2. Metodología en la colecta y clasificación de hongos del Río María


Aguilar.

Los hongos, macroscópicos fueron colectados manualmente con el empleo de


un cuchillo de punta plana con filo, el cual facilitó el corte del estípite (talo del
hongo) en aquellos ejemplares que poseen dicha estructura. Aquellos que
crecen sobre un sustrato fácilmente removible fueron colectados con éste.
Además, se tomó nota del tipo de sustrato (suelo, estiércol, madera, entre
otros), donde crecía el hongo

De cada ejemplar se tomaron notas de las características con valor


taxonómico del píleo (sombrilla), el himenio (superficie fértil), volvas (sacos o
anillos del estípite) y del estípite. Los ejemplares no identificados en el
campo fueron traslados al laboratorio en cajas de polietileno (cajas de numar),
estos ejemplares se secaron en una estufa para hongos con temperaturas
inferiores a los 60° centígrados y colocados de desecadores para evitar su
rehidratación. Posteriormente fueron clasificados hasta el menor taxón
posible. Antes del secado se midió la separación de las lamelas, el color de
los bordes de las lamelas, así como el tipo de unión de estas con el estípite, la
coloración de la esporada (grupo de esporas en conjunto), el tipo y textura del
margen del píleo, y demás determinaciones de valor taxonómico.

Una vez sectorizado el río, desde el punto de vista de la fitodiversidad, se


utilizo un criterio de sectores para la colecta de macrohongos y de fauna. Lo
anterior se estableció con la finalidad de determinar las características bióticas
de cada sector; por lo que el criterio de muestreo por estación pierde
importancia. Por otro lado la distribución heterogénea de los macrohongos
obliga a establecer puntos de muestreo de mayor superficie, reforzando con
ello el criterio del sector para el muestreo de esta categoría biológica.

El inventario de especies de este grupo se realizó sobre la base de


organismos identificados u observados; sin embargo, se consideró importante
incluir los nombres de algunas especies consideradas comunes para la zona
en estudio y que no fue posible de observar directamente en el campo.
22

3.3. Metodología en el colecta y clasificación de la fauna del Río María


Aguilar.

Ejemplares del componente faunístico, se recolectaron entre los días 22 y 23


de agosto y los últimos días de setiembre, utilizando el criterio por sector,
donde se establecieron estaciones en las siguientes comunidades, San
Ramón en el sector I, Concepción de Tres Ríos en el sector II y Curridabat,
Zapote y Hatillo en el sector III (ver anexo 12 y 13).

Otro aspecto considerado en el muestreo por sector es el hecho de que la


fauna posee una mayor movilización, por lo que los muestreos puntuales no
son funcionales. Recuérdese que tanto las aves, mamíferos y algunos
reptiles pueden recorren distancias considerables en solo día.

La toma de las muestras se operacionalizó de acuerdo con los métodos que


se detallan a continuación:

 Los insectos fueron capturados con redes de mano o capturados


manualmente. Los ejemplares fueron narcotizados en morgues
entomológicas y posteriormente montados en cajas entomológicas
de acuerdo con las especificaciones taxonómicas actuales. Las
libélulas y las mariposas fueron separadas del resto de insectos.
Cada ejemplar fue almacenado individualmente en sobres de papel
encerado, y conservados a bajas temperaturas con la ayuda de
hieleras termoaisladas. Todos los ejemplares fueron procesados y
montados en cajas entomológicas de acuerdo con las
especificaciones actuales.

 Los mamíferos pequeños tipo roedores fueron capturados con el uso


de 80 trampas de aluminio de tipo Sherman, las cuales se colocaron
en hileras de cinco a seis trampas, cada hilera separadas entre si de
5 a 6 metros de distancia. Las trampas Sherman fueron cebadas
con una pasta de mantequilla de maní con avena integral y
colocadas en el bosque a las 4 p.m. Todas las trampas fueron
levantadas y revisadas 16 horas después, debido a los hábitos
nocturnos de estas especies. El material colectado fue identificado
en el campo y los individuos fueron liberados posteriormente. Los
ejemplares de dudosa identificación fueron sacrificados y
procesados en el laboratorio de Mastozoología de la Universidad
Nacional, para su identificación taxonómica.

 Los murciélagos y las aves fueron capturados con el empleo de


cuatro redes tipo humo de cuatro metros de longitud especiales para
tales grupos biológicos. Estas fueron colocadas paralelamente a los
bordes de los senderos o caminos dentro del bosque o parches de
vegetación. Estas redes fueron colocadas en todos los puntos de
23

muestreo descritos en el anexo 12 a. Los ejemplares colectados con


estos dispositivos fueron inmediatamente liberados después de su
análisis y clasificación taxonómica. El 90% de las especies de aves
(40 individuos) fueron identificados en el campo mediante la
observación directa y facilitada por binoculares. Pocos ejemplares
fueron clasificados mediante la técnica del análisis del canto, puesto
que su captura u observación se dificultó debido a los hábitos de
estas especies.

 Por último las aves fueron subagrupadas ecológicamente de


acuerdo con su grado de dependencia con el bosque: 1) Necesita
bosques extensos. 2) Necesita al menos parches de bosque, 3) No
necesita bosques, aspecto que consideramos de suma importancia
desde el punto de vista de la funcionalidad y conectividad que deben
posee los corredores biológicos. Todos los individuos colectados
fueron clasificados hasta el menor taxón posible.

El inventario de anfibios, reptiles, aves y mamíferos se realizó sobre la base


de organismos identificados u observados; sin embargo, se consideró
importante incluir los nombres de algunas especies consideradas comunes
para la zona en estudio y que no fue posible de observar directamente en el
campo.
24

V. Resultados y análisis de datos.

3.1. Flora del Río María Aguilar

A. Árboles, Arbustos, Herbáceas y otros componentes de la flora del Río


María Aguilar.

Una vez lograda la clasificación hasta el menor taxón posible, de todos los
ejemplares de flora y fauna colectados u observados a lo largo del Río María
Aguilar, se puede afirmar que este sistema biológico goza aun de una gran
biodiversidad.

En algunos sectores del río la cobertura vegetal abarca varias decenas de


metros a partir de la ribera, tal es el caso de San Ramón y Concepción de
Tres Ríos; así como en Hatillo y Mata Redonda. Esta cobertura se mantiene
gracias a la gran pendiente que se observa en algunos puntos, la cual alcanza
hasta el 90% (ver anexo 7).

La figura 1 muestra como varía la flora del río, de acuerdo con las categorías
ecológicas utilizadas a saber: Árbol, arbusto, herbácea, liana, epífita, cactus,
parásita vegetal y hongo.

La flora del Río María Aguilar está compuesta por aproximadamente 97


especies de árboles, 46 especies de arbustos, 117 especies de herbáceas, 10
especies de lianas, 20 especies de epífitas, 58 especies de hongos (entre
observados y esperados), 19 especies de helechos, una especie de cactus y
otra de plantas parásitas (Mata palo).

Lo anterior pone en evidencia la gran fitodiversidad presente en el sistema Río


María Aguilar, a pesar de las condiciones actuales del cauce y su entorno.

Para algunas especies de árboles y arbustos se observaron ejemplares en


estado de brinzales, latizales y fustales, lo que demuestra que existen
procesos de recuperación en algunos puntos de río, especialmente en el
sector I.

La presencia de hongos en asociación con algunas especies de árboles como


los Robles de altura (Quercus spp.) y las coníferas (cipreses), evidencian
relaciones de tipo simbióticas observadas en otros sitio de país. Recuérdese
que algunas especies de árboles (incluidos los Robles) no se desarrollan sin
la presencia de tales hongos y a su vez estos no se observan en sitio donde
no existen estos árboles
25

Otros tipos de asociación fácilmente observables, son aquellas que se


establecen en la avifauna y los árboles nativos productores de frutas, como
ocurre con el carpintero serrano Picoides villosus y el árbol cacho de venado
(Dydimopanax morototoni) donde la primera actúa como dispersores de
semillas expandiendo las fronteras del bosque y la segunda le ofrece
alimento. Otro ejemplo de este tipo de relación se observa entre el Trogon
collaris quien se alimenta de las frutas del árbol Cinnamomun cinnamonifolia
(Aguacatillo). Existen familias de plantas que son polinizadas por las aves,
como por ejemplo algunas especies de bromelias, ericaceas, gesneriáceas,
entre otras. Las cuales a su vez proporcionan frutos y néctar, como ocurre con
la tangara ojeruda (Chlorospingus ophthalmicus) la cual es un residente
natural de los bosques encontrados en San Ramón de Tres Ríos.

Varias especies de aves encuentran abrigo durante la época de anidación en


los árboles vivos; mientras que otras como los carpinteros, pericos, tucanes
utilizan los troncos muertos para la procreación y reproducción.

La avifauna desempeña un papel preponderante en el mantenimiento de la


heterogeneidad espacial y diversidad del bosque, alrededor de la fuente de
semillas (árbol productor), al mismo tiempo que dispersa semillas diluye el
efecto de depredación sobre las mismas, lo que incrementa las posibilidades
de germinación, de acuerdo con Jansen en 1970 (citado por Castillo y Cob,
2001). Algunas especies de árboles como los higuerones aprovechan que
algunas especies de aves logran depositar sus semillas en las ramas de los
árboles, sitios en donde germinan e inician el proceso de estrangulamiento
típico de éstas especies de árboles, quienes terminan eliminando al árbol
sustrato.

Otras especies de aves utilizan los árboles como sitios de depredación, donde
cazan insectos, vertebrados pequeños; así como, la bióta asociada a las
epífitas, en particular las bromelias.

Las extensiones de bosque propician el desarrollo natural de todos los


procesos vitales de las aves, por lo que su eliminación conlleva a la perdida
de este grupo faunístico.

Fig 1: Variación en la composición de la flora del Río


María Aguilar. 2001

Arbol
1% 10% Arbusto
6% 30%
3% Herbacea
Liana
Epífita
Cactus
36% 14%
Parásita
Hongo
26

Aproximadamente el 80% (260 especies) de la flora del río se encuentra


representada por árboles, arbustos y herbáceas, de las cuales algunas de
ellas son especies introducidas, como se aprecia en la figura 2. Las familias
de árboles que más especies introducidas presenta en el río, son la rutáceas
donde se ubican los limones, mandarinas, toronjas, etc, todas de valor
comercial y/o alimentario.

Fig 2: Relación porcentuales de especies autoctonas e


importadas de la flora del Río María Aguilar

Arbol autóctonos

Arboles importados
20%
81%
80% Arbustos autóctonos

Arbustos importados
19%
13% Herbáceas autóctonas
87%
Herbáceas importadas

Nota: Esta figura no representa un grafico de pastel 100%.

La totalidad de la diversidad de la flora fue ubicada en 98 familias de las


cuales 19 agrupan más de 5 especies, tal como se muestra en la figura 3. En
dicha figura se observa además que la Familia de Fabaceae muestra un
mayor número de especies (26 especies), en su mayoría arbóreos. La
Familia Asteracae representada por 23 especies, muestra la mayor cantidad
de arbustos (7 especies). La Familia Solanaceae exhibe 13 especies de
plantas donde la mayoría son herbáceas, como ocurre con la familia
Composite donde existen ocho especies de herbáceas.

Figura 3: Variación en el número de especies por


familias.
Piperaceae
Malvaceae
Poaceae
30 Boraginaceae
Araceae
25 Rubiaceae
Compositae
20 Curcurbitaceae
Fabaceae
Cantidad de Myrtaceae
15
especies Melastomataceae
10 Solanaceae
Bignonaceae
5 Euphorbiaceeae
Mimosaceae
Asteraceae
0 Orchidaceae
Bromeliaceae

El cuadro 1 detalla la clasificación taxonómica, así como el sitio de muestreo y


el estado cualitativo ecológico de la flora colectada en el Río María Aguilar;
así como, el detalle si las especies son autóctonas o introducidas. Dicho
cuadro pone en evidencia la diversidad florística presente en este sistema
27

lótico, que a pesar de las escasas políticas de mitigación de impactos se


desarrollan condiciones en ciertos puntos que permiten sostener sistemas
forestales tipo galería o parches de vegetación en asociación con sistemas
agrosilvopastoriles.

Cuadro 1
Árboles, arbusto, herbáceas, lianas, epífítas y cactus, colectados a lo
largo del Río María Aguilar.
(A: Auctótono, I: Introducido)

Familia Especie Nombre Sitio de Estado


Vulgar Colecta
Aphelandra sp. (?) Sector III Herbácea abundante
Acantáceas Acanthacea sp. (?) Sector I, II y III Arbusto escaso
Megaskeparma erythrochlamys Pavoncillo Sector III Arbusto muy
(A) abundante
Actinidaceae Saurauia pittieri (A) Mocos Sector I Arbusto abundante
Saurauia costaricensis (A) Moco Sector I Arbusto abundante
Adiantum sp. (A) Helecho Sector I, II y III Herbácea muy
Adiantaceae abundante
Pteris spp (A) Helecho Sector I Herbácea muy
abundante
Agabaceae Furcraea cabuya (I) Cabuya Sector III Herbácea abundante
Amarantus viridis (A) Bledo Sector I, II y III Herbácea abundante
Iresine celosia (I) Camarón Sector III Herbácea poco
Amaranthaceae
abundante
Anacardiaceae Mangifera indica (I) Mango Sector I, II y III Arbol muy abundante
Mauria heterofilla (A) Cirrí Sector III Árbol muy abundante
Spondias Árbol a (A) Jocote Sector II y III Árbol muy abundante
Annonaceae Annona cherimolia (A) Anona Sector I, II y III Árbol muy abundante
Guatteria diospyroides (A) Anona Sector I Árbol poco abundante
Apiaceae Daucus montanus (A) Zanahoria Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Plumeria rubra (A) Cacalojabe Sector I Árbol poco abundante
Apocynaceae Alostonia pittieri (A) Sector I Árbol poco abundante
Nerium oleander (I) Narciso Sector III Arbusto escaso
Thevetia peruviana (I) Chirca Sector I, II y III Árbol muy abundante
Philodendron auriculatum (A) Garrobo Sector I, II y III Epífita muy abundante
Philodendron brensi (A) Garrobo Sector I, II y III Epífita muy abundante
Philodendron sp. (A) Garrobo Sector III Epifita poco
Araceae abundante
Anthurium spp. (A) Sector III Herbácea abundante
Dieffenbachia amoena (A) Lotería Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Dieffenbachia spp. (A) Loteria Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Colocecia sp. (A) Pata Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Zantedeschia aethiopica (A) Cala Sector I Herbácea abundante
Xanthosoma violaceum (A) Tiquisque Sector I, II y III Herbácea abundante
Monstera deliciosa (A) Mano de león Sector I, II y III Epífita muy abundante
Monstera agansoni (A) Ventanilla Sector I, II y III Epífita muy abundante
Monstera spp. (A) Sector I Herbácea muy
abundante
Dendropanax arboreus (A) Sector I Arbusto abundante
Araliaceae Dendropanax spp. (A) Sector I Árbol abundante
Didymopanax morototoni (A) Cacho de Sector I Árbol muy abundante
venado
28

Arecaceae Chamaedorea costaricana Pacaya Sector I y II Arbusto abundante


Hieracium sp (A). Papelillo Secto I Herbácea abundante
Erato vulcanica (A) Sector III Arbusto escaso
Verbesina gigantoides (A) Torilla Sector II Árbol escaso
Verbesina oerstediana (A) Torilla Sector I Árbol escaso
Verbesina fraseri (A) Torilla Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Asteraceae Verbesina sp (A) Torilla Sector III Herbácea escasa
Melanpodium divaricatum (A) Mielilla Sector III Herbácea abundante
Melanpodium sp. (A) Mielilla Sector I Herbácea poco
abundante
Vernonia patens (A) Tuete Sector I, II y III Arbusto abundante
Vernonia stellaris (A) Tuete Sector I, II y III Arbusto abundante
Vernonia vernicosa (A) Tuete Sector I, II y III Arbusto abundante
Vernonia triflosculosa (A) Tuete Sector I, II y III Arbusto abundante
Tridax procumbens (A) Sector III Herbácea abundante
Pseudoelephantopos spicatus (A) Escoba real Sector III Herbácea abundante
Dalia imperialis (I) Dalia Sector I Herbácea muy
abundante
Tithonia diversifolia (I) Mirasol Sector II Herbácea poco
abundante
Baccharis trinervis (?) Alcotrán Sector III Herbácea abundante
Baccharis spp (?) Alcotrán Sector III Herbácea abundante
Erigeron canadiensis (I) Sector III Herbácea escasa
Abundante
Montanoa hibiscifolia (A) Tora Sector I y III Arbusto
Abundante
Montanoa sp.(A) Tora Sector I, II y III Arbusto
muy abundante
Sonchus oleraceus (I) Lechuguilla Sector I, II y III Herbácea
muy abundante
Wedelia parviceps (?) Sector III Herbácea
muy abundante
Balsaminaceae Impatiens balsamina (I) China Sector I, II y III Herbácea
muy abundante
Begonia guayamensis (A) Begonia Sector I, II y III Herbácea muy
Begoniaceae abundante
Begonia cooperi (A) Begonia Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Betulaceae Alnus acuminata (A) Jaul Sector I Árbol muy abundante
Spathodea campanulata (A) Llama del Sector I, II y III Abundante
bosque
Bignoniaceae Tecoma stans (A) Vainillo Sector I y II Arbusto muy
abundante
Tabebulla rosea (A) Roble de Sector I, II y III Árbol muy abundante
sabana
Jacaranda caucana (A) Jacaranda Sector I, II y III Árbol muy abundante
Amphilophium paniculatum (A) Bateita Sector III Liana abundante
Cordia alliodora (A) Laurel Sector I Árbol abundante
Cordia colococa (A) Laurel Sector III Árbol muy abundante
Cordia symosa (A) Laurel Sector II Árbol escaso
Cordia eriostigma (A) Laurel Sector III Árbol escaso
Boraginaceae Cordia panamensis (A) Laurel Sector III Árbol escaso
Ehretia latifolia (A) Laurel Sector III Árbol escaso

Brassica oleracea (I) Mostaza Sector III Herbácea escasa


Brassicaceae Lepidium costarricensis (A) Lentejilla Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Tillandsia caputmedusae (A) Parásita Sector III Epífita muy abundante
Tillandsia schieden (A) Parásita Sector I, II y III Epífita muy abundante
Tillandsia spp. (A) Parásita Sector I Epífita muy abundante
Bromeliaceae Catopsis mutans (A) Parásita Sector I, II y III Epífita abundante
Catopsis wagnerine (A) Parásita Sector I y II Epífita abundante
Wriese incurbata (A) Parásita Sector I, II y III Epifita abundante
29

Burseraceae Bursera simaruba (A) Indio desnudo Sector III Árbol muy abundante
Selnicereus sp. (A) Cactus Sector III Cactus poco
Cactaceae abundante
Epiphyllum lepidocarpun (I) Tuna Sector III Cactus poco
abundante
Bahuinia rosea (A) Casco de Sector I, II y III Árbol muy abundante
Caesalpiniaceae venado
Cassia reticulata (A) Saranguí Sector II y III Arbusto muy
abundante
Casia grandis (A) Carao Sector III Árbol abundante
Capparis baducca (A) Talcacao Sector II Árbol escaso
Capparidaceae Cleome viscosa (A) Sector III Herbácea abundante
Caprifoliaceae Sambucos mexicana (A) Sauco Sector II Arbusto escaso
Caricaceae Carica papaya (A) Papaya Sector III Árbol escaso
Casuarinaceae Casuarina equisetifolia (I) Casuarina Sector I, II y III Árbol muy abundante
Clethraceae Clethra lanata (A) Nance macho Sector I Árbol abundante
Clusiaceae Rheedia edulis (A) Jorco Sector I Árbol escaso
Commelina sp. (?) Sector III Herbácea
Abundante
Commelinaceae Tinantia erecta (A) Sector II Herbácea
Abundante
Tipogandra disgrega (A) Sector I Arbusto escaso
Tagetes filifolia (I) Anis Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Matricaria chamomilla (I) Manzanilla Sector I Herbácea escasa
Calea urticifolia (A) Jaral Sector III Herbácea poco
abundante
Bidens pilosa (A) Morisecos Sector III Herbácea muy
Compositae abundante
Montanoa hibiscifolia (A) Tora Sector I Arbusto escaso
Melanthera nivea (A) Paira Sector I, II y III Herbácea abundante
Eupatorium pittieri(A) Quitirrí Sector I, II y III Arbusto poco
abundante
Senecio hoffmannii (A) San Rafael Sector III Liana poco abundante
Ageratum conyzoides (A) Santa Lucia Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Sonchus oleraceus (I) Serraja Sector II y III Herbácea abundante
Cosmos sulphureus (I) Cambray Sector III Herbácea abundante
Convoluvulaceae Ipomea sp. (A) Churristate Sector II y III Herbácea muy
abundante
Cornaceae Cornus disciflora (A) Lloró Sector III Árbol muy escaso
Costacea Costus spicatus (A) Cañagria Sector I, II y III Herbácea abundante
Crassulaceae Bryophyllum pinnatum (A) Hoja de aire Sector III Herbácea muy
abundante
Árbol a ón australis (A) Siempreviva Sector I Árbol a muy
abundante
Ecbalium helaterium (A) Chanchitos Sector III Abundante
Cucúrbita pepo (A) Ayote Sector I, II y III Liana muy Abundante
Luffa cilíndrica (A) Estopa Sector II y III Liana muy abundante
Cucurbitaceae Momordica charantia (A) Sorosí Sector III Liana abundante
Sechium tacaco (A) Tacaco Sector I Liana muy abundante
Sechium edule(A) Chayotes Sector I, II y III Liana abundante
Echinocystis coulteii (A) Chayotillo Sector I Liana abundante
Cupressaceae Cupressus benthamii (I) Ciprés Sector I, II y III Árbol muy abundante
Cyatheaceae Sphaeropteris sp. (A) Helecho Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Cyperus hermaphroditus (I) Jacinto zacate Sector I, II y III Herbácea muy
Cyperaceae abundante
Cyperus sp. (A) Coyolillos Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Picreus spp. (A) Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Chenopodiaceae Chenopodium ambrosiodes (A) Apazote Sector III Herbácea muy
abundante
Davalliaceae Nephrolepis sp (A). Helecho Sector I Herbácea abundante
30

Dennstaedtinaceae No identificada (?) Helecho macho Sector I Herbácea muy


abundante
Croton drago (A) Targuá Sector I, II y III Árbol Abundante
Corton xalopense (A) Targuá blanco Sector I Árbol muy abundante
Chamaesyce hissopifolia (A) Golondrina Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Ricinus communis (A) Higuerilla Sector I, II y III Arbusto muy
Euphorbiaceae abundante
Acalypha sp (I). Rabo de gato Sector III Arbusto escaso
Phyllanthus acris (?) Grosella Sector III Árbol escaso
Jatropha gossypiifolia(A) Frailecillo Sector II y III Arbusto abundante
Jatropha aconitifolia (A) Chicasquil Sector II y III Árbol abundante
Euphorbia hoffmannian (I) Lechilla Sector II Herbácea poco
abundante
Sapium thelocapum (A) Yos Sector I, II y III Árbol muy abundante
Inga densiflora (A) Guaba Sector III Árbol abundante
Inga edulis (A) Guaba Sector I, II y III Árbol muy abundante
Inga vera (A) Guaba Sector III Árbol abundante
Inga latipes (A) Guaba Sector I Árbol abundante
Inga marginata (A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Inga nobilis (A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Inga obestediana (A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Inga punctata (A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Inga santindoides (A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Inga exalata(A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Inga leonis(A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Inga micheliana (A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Fabaceae
Inga sierrae (A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Inga stenophylla (A) Guaba Sector I, II y III Árbol abundante
Dalbergia calycina (A) Sector III Árbol escaso
Eritrina globocalix (A) Poro Sector I, II y III Árbol abundante
Eritrina costarricensis (A) Poro Sector I, II y III Árbol muy abundante
Erythrina bertoroana (A) Poró Sector III Árbol escaso
Eritrina subrivervia (A) Poró Sector III Árbol escaso
Pithecollobium latifolium (A) Lorito Sector III Árbol abundante
Desmodium sp. (A) Pega-pega Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Mucuna sp. (A) Ojo de Buey Sector III Liana abundante
Cajanus bicolor (I) Frijol de palo Sector III Arbusto escaso
Phaseolus sp. (A) Frijol Sector II y III Herbácea muy
abundante
Vicia villosa (A) Sector II Árbol abundante
Fagaceae Quercus sp. (A) Roble Sector I Árbol abundante
Quercus costaricensis (A) Roble Secotr I Árbol escaso
Gesnericeae Eticia liliacina (I) Panza de mono Sector I, II y III Herbácea abundante
Gingeribeceae Hembrychyum coronarium (A) Heliotropo Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Graminaceae Zea mays (A) Maíz Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Heliconia mariae (A) Platanilla Sector I y II Herbácea abundante
Heliconiaceae Heliconia latispatha (A) Platanilla Sector I Herbácea abundante
Hymenophyllaceae Hymenophyllum spp. (A) Helecho Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Hyptis verticillata (A) Juanilama Sector II y III Arbusto muy
abundante
Labiateae Salvia occidentalis (A) Verbena Sector II y III Herbácea muy
abundante
Salvia hyptopides (A) Verbena Sector I Herbácea abundante
Maryspianthes chamaedrys (A) Mala hierba Sector II Herbácea abundante
Cinnamomun cinnamonifolia (A) Aguacatillo Sector I, II y III Árbol muy abundante
Cinnamomum spp. (A) Aguacatillo Sector III Árbol muy abundante
Lauraceae Persea americana (I) Aguacate Sector III Árbol poco abundante
Smilacina panicolata (A) Sector III Herbácea abundante
Liliaceae Yuca elephantipes (I) Flor Itabo Sector I, II y III Arbusto muy
abundante
31

Loranthaceae Phoradendron sp. (A) Mata palo Sector I, II y III Parásita muy
abundante
Bunchosia sp. (A) Cerezo Sector I Arbusto escaso
Malpighiaceae Malpighia glabra (A) Sector III Árbol escaso
Sida rhombifolia (A) Escobilla Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Abutilon straitaum (A) Farolillo Sector II Arbusto escaso
Malvaceae Hibiscus spp. (A) Amapola Sector I, II y III Arbusto escaso
Malva parviflora (I) Malva Sector I, II y III Arbusto abundante
Malvaviscus arboreus (A) Amapola Sector I, II y III Arbusto muy
abundante
Calathea spp. (A) Platanilla Sector I, II y III Herbácea escasa
Maranthaceae Calathea crotalifera (A) Platanilla Sector I Herbácea poco
abundante
Miconia spp (A) Sector I Arbusto muy
abundante
Conostegia xalapensis (A) Lengua de vaca Sector I, II y III Arbusto muy
Melastomataceae abundante
Blakea sp. (A) San Miguel Sector I Arbusto muy
abundante
Miconia argentae (A) Lengua de vaca Sector III Árbol abundante
Monochaetum vulcarricum (A) Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Tibouchina semidecandra (A) Nazareno Sector I Árbol abundante
Meliaceae Trichilia glabra (A) Uruca Sector I, II y III Árbol muy abundante
Trichilia havanensis (A) Uruca Sector I, II y III Árbol abundante
Cedrela odorata (A) Cedro amargo Sector I, II y III Árbol abundante
Calliandra calothyrsus (A) Pelo de angel Sector III Arbusto muy
abundante
Mimosaceae Calliandra confusa (A) Caboncillo Sector II Arbusto escaso
Calliandra spp.(A) Carboncillo Sector III Arbusto abundante
Enterolobium cyclocarpum (A) Guanacaste Sector III Árbol poco abundante
Mimosa púdica (A) Dormilona Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Albizzia adinocephala (A) Cenízaro Sector III Árbol escaso
macho
Ficus sp. (A) Higuerón Sector III Árbol abundante
Ficus benjamina (A) Higuerón Sector I, II y III Árbol abundante
Ficus costarricana (A) Higuerón Sector I, II y III Árbol muy abundante
Ficus pertusa (A) Higuerón Sector II Árbol abundante
Moraceae Ficus jimenezii (A) Higuerón Sector II y III Árbol muy abundante
Ficus cunninhgamia (I) Laurel de la Sector I, II y III Árbol muy abundante
India
Ficus nymphaefolia (A) Higuerón Sector I Árbol muy abundante
Dorstenia contrajerba (A) Manos de sapo Sector II Herbácea abundante
Sorocea sp (?). Sector I Arbusto abundante
Musa pardisiaca (A) Plátano Sectort II y III Árbol muy abundante
Musaceae Musa sapientium (I) Banano Sector II y III Árbol muy abundante
Myrsinaceae Ardissia sp. (A) Sector I Árbol escaso
Eugenia jambos (I) Manzana rosa Sector I, II y III Árbol muy abundante
Eugenia costarricensis (A) Murtas Sector III Árbol abundante
Eugenia malaccensis (I) Manzana de Sector II Árbol escaso
agua
Eucalyptus amygdairi (I) Eucalipto Sector I, II y III Árbol muy abundante
Myrtaceae Eucalyptus globulus (I) Eucalipto Sector I, II y III Árbol muy abundante
Eucalyptus citriodora (I) Eucalipto Sector I, II y III Árbol muy abundante
Psidum guineense (A) Guisaro Sector III Árbol abundante
Psidum friedrichsthalianum (A) Cas Sector II Árbol escaso
Psidum attleyanum (I) Cas Sector I, II y III Árbol muy abundante
Myrcia plicatocostata (I) Mirto Sector III Arbusto escaso
Pimenta dioica (I) Jamaica Sector III Árbol escaso
Nyctaginaceae Mirabilis jalapa (A) Maravilla Sector I y III Herbácea muy
abundante
Cuphea cartagenensis (A) Sector III Herbácea muy
Onagraceae abundante
32

Ludwigia decurrens (A) Sector III Herbácea muy


abundante
Epidendrum paniculatum (A) Orquidea Sector I Epífita muy abundante
Epidendrum spp. (A) Orquídea Sector I Epífita abundante
Jacquiniella aporophylla (A) Orquídea Sector I Epífica muy
abundante
Orchidaceae Guzmania sp. (A) Orquídea Sector I Epífita muy abundante
Brassovola nodosa (A) Orquídea Sector I Epífica muy
abundante
Oncidium sphenotis (A) Lluvia de oro Sector I y II Epífita muy abundante
Orchidium spp.(A) Orquídea Sector I Epífita abundante
Sobralia spp. (A) Flor de un día Sector I Epífita muy abundante
Oxalis corniculara (A) Trébol Sector I, II y III Herbácea muy
Oxalidaceae abundante
Oxalis martiana (A) Trébol Sector I, II y III Herbácea abundante
Bucconia frutescens (A) Guacamaya Sector III Arbusto muy
Papaveraceae abundante
Argemone mexicana (A) Cardo santo Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Passifloraceae Pasiflora biflora (A) Calzoncillo Sector III Liana abundante
Rivina humilis (A) Carnín Sector I, II y III Herbácea abundante
Phytolaccaceae Phytolacca icosandra (A) Calalú Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Piper sp. (A) Candelilla Sector I, II y III Arbusto muy
abundante
Piper aduncum (A) Candelilla Sector III Arbusto abundante
Piperaceae Pothomorphe umbellata (A) Candelilla Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Peperomia elata (A) Candelilla Sector I Árbol muy abundante
Peperomia spp. (A) Candelilla Sector I Árbol muy abundante
Plantaginaceae Plantago sp. (A) Llantén Sector III Herbácea muy
abundante
Chasquea pittieri (A) Cañuela Sector I Herbácea muy
abundante
Bambusa vulgaris (I) Bambú Sector III Herbácea Abundante
Arundinaria sp. (A) Sector III Herbácea muy
Poaceae abundante
Pennisetum purpureum (A) Zacate gigante Sector III Herbácea abundante
Coix lacrimae-jobi (A) Lágrimas de Sector III Herbácea abundante
San Pedro
Rotboelia exaltata (A) Orquidea Sector I Epífita muy abundante
Pharus sp. (A) Hierba de hierro Sector I, II y III Herbácea abundante
Polemoniaceae Cobaea scandens(A) Campánula Sector III Liana abundante
Polygonum punctatum (A) Chile perro Sector I y III Herbácea muy
Polygonaceae abundante
Rumex acetolcella (A) Ruibarbo Sector I, II y III Herbácea abundante
Polypodiaceae Phlebodium sp. (A) Helecho Sector I Herbácea muy
abundante
Portulacaceae Portulaca oleracea (A) Verdolaga Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Roupala montana (A) Dantocarne Sector I, II y III Arbusto muy
Proteaceae abundante
Gravillia robusta (I) Gravilia Sector I, II y III Árbol muy abundante

Pteridium aquilinum (A) Helecho macho Sector I Herbácea muy


abundante
Alsophyla erinacea Helecho Sector I Herbácea poco
var erinacea (A) abundante
Pteridaceae Alosphyla phyrma (A) Helecho Sector I Herbácea poco
abundante
Cnemidaria orida (A) Helecho Sector I Herbácea poco
abundante
Cyathea divergents Helecho Sector I Herbácea poco
var divergents abundante
33

Polypodium sp. (A) Helecho Sector I, II y III Herbácea muy


Poypodiaceae abundante
Phlebotium sp. (A) Helecho Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Rubus idaeus (A) Frambuesa Sector I Herbácea muy
abundante
Rosaceae Rubus costaricensis (A) Mora Sector III Herbácea muy
abundante
Prunus persica (I) Durazno Sector I Árbol abundante
Eriobotrya japónica (I) Níspero Sector II y III Árbol muy abundante
Palicourea padifolia (A) Sector I Arbusto abundante
Palicourea adusta (A) Sector I Arbusto abundante
Palicourea macrocalix (A) Sector I Arbusto muy
abundante
Rubiaceae Palicourea sp. (A) Cafecillo Sector I Arbusto abundante
Gonzalagunia rosea (A) Elotillo Sector I, II y III Arbusto muy
abundante
Chomelia sp. (A) Sector I y III Arbol muy escasa
Randia aculeata (A) Crucita Sector I Árbol abundante
Randia karstenii (A) Crucita Sector III Árbol escaso
Posocheria latifolia (A) Fruta de mono Sector I, II y III Arbusto escaso
Coffea arabica (I) Café Sector I, II y III Arbusto muy
abundante
Hamelia patens (?) Coralillo Sector I y II Herbácea abundante
Hoffannia psychitriifolia (?) Sector I Herbácea abundante
Rubiaceae
Richardia scabra (?) Sector III Herbácea muy
abundante
Citrus medica (I) Toronja Sector II y III Árbol abundante
Citrus nobilis (I) Mandarina Sector I, II y III Árbol muy abundante
Rutaceae Citrus aurantium (I) Naranjo Sector III Árbol poco abundante
Citrus aurantiifolia (I) Limón Sector I, II y III Árbol muy abundante
Salicaceae Salix humboltianum (I) Sauce Sector II y III Árbol muy abundante
Sapindaceae Serjania sp. (A) Bejuco juriso Sector I, II y III Liana abundante
Paullinia cururu (I) Grandilla Sector II Liana abundante
Saxifragaceae Hydrangea opuloides (I) Hortencia Sector I y II Herbácea abundante
Selaginellaceae Selaginella spp. (A) Doradilla Sector I Epífita muy abundante
Smilacaceae Smilax sp.(A) Bejuco Sector I Herbácea muy
abundante
Physalis sp. (A) Sector III Abundante
Acnistus arborescens (A) Gutite Sector I, II y III Abundante
Lycopersicon esculentum (I) Tomate Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Witerigia solanacea (A) Sector II Herbácea abundante
Solanum ferrugineum (A) Berenjena Sector I, II y III Herbácea muy
espinuda abundante
Solanum nigrum (A) Hierba mora Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Solanacea Solanum mammosum (A) Pichichío Sector III Herbácea escasa
Solanum sp. (A) Tomatillo Sector I, Herbácea abundante
Solanum guitoense (A) Naranjilla Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Datura arborea (A) Reina de la Sector I, II y III Arbusto muy
noche abundante
Datura candida (A) Reina de la Sector III Arbusto abundante
noche
Cestrum nocturnum (A) Zorrillo Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Cyphomandra betacea (A) Tomates de Sector I Árbol escaso
palo
Sterculiaceae Dombeya wallichii (A) Sector II Árbol escaso
Guazuma ulmifolia (A) Guácimo Sector III Árbol abundante
Tiliaceae Heliocarpus appendiculatus (A) Burio Sector I y II Arbusto muy
abundante
Umbelliferae Apium ammi (I) Culantrillo Sector II Herbácea abundante
34

Falkaria sioides (A) Flor de amor Sector I Herbácea poco


abundante
Phenaz sp.(A) Sector I, II y III Arbusto muy
abundante
Urticaceae Urtica nicaraguensis (A) Ortiga Sector II y III Herbácea abundante
Pilea sp. (A) Sector I Herbácea abundante
Verbena littoralis (A) Sector I, II y III Herbácea muy
Verbenaceae abundante
Lantana camara (A) Cinco negritos Sector II y III Herbácea muy
abundante
Citharexylum donnell-smithii (A) Dama Sector II Árbol abundante
Vittariaceae Antrophyum sp (A) Helecho Sector I Herbácea muy
abundante
Woodsiaceae Diplazium sp. (A) Helecho Sector I, II y III Herbácea muy
abundante
Zingiberaceae Calathea sp. (A) Sector II Herbácea escasa

B. Biodiversidad de Hongos a largo del Río María Aguilar

Los hongos constituyen un componente biótico de suma importancia en los


ecosistemas, por ser organismos descomponedores o microconsumidores, en
especial las especies microscópicas. Este proceso de descomposición pone
a disposición los nutrimientos necesarios para el desarrollo de los productores
primarios, que al fin y al cabo son la base de las redes tróficas en cualquier
sistema biótico.

Sin embargo para efectos del inventario biótico, el estudio de los hongos del
Río María Aguilar, se limitó a la identificación de las especies de
macrohongos. Los microhongos muestran dificultades en su identificación y
se requiere de varios ensayos in vitro para poder clasificarlos hasta el menor
taxón, por lo que no se trabajó este grupo de hongos.

Se logró identificar un total de 37 especies de macrohongos, a lo largo del Río


María Aguilar, agrupadas en 23 familias. La clasificación se realizó con la
ayuda de claves dicotómicas, y la literatura especializada, además de la
corroboración efectuada por un curador especializado en micología. Sin
embargo la lista de especies de macrohongos fue ampliada a 21 especies de
más consideradas como especies esperadas, y que no fueron posibles
encontrar en el campo. La determinación de tales especies esperadas, se
basó en el criterio de la micologa Milago Mata (2000).
35

Cuadro 2
Especies de Hongos Macroscópicos observados y esperados a lo largo del Río
María Aguilar.

Familia Especie Observada Esperada


Amanita brunneolocularis X
Amanita labaconia X
Amanitaceae Amanita fuligineodisca X
Amanita muscarina X
Auricularia delicata X
Boletus auriporus X
Boletaceae Boletus flavoniger X
Boletus frostii X
Calostomataceae Calostoma cinnabarina X
Clorophyllum molybdites X
Cantharellaceae Chlorociboria aeruginascens X
Cantharellus cibarius X
Cookenia speciosa X
Clavicorna viritata X
Clavicoronaceae Clavulinopsis fusiformis X
Oliva homofaloides X
Cookenia tricholoma X
Coprinus disseminatus X
Croprinus micaceus X
Coprinaceae Cotylidia aurantiaca X
Cyathus striatus X
Dictiophora indusiata X
Ganodermataceae Ganoderma applanatum X
Geastraceae Geastrum sccatum X
Helvellaceae Hexagonia papyracea X
Hexagonia tenuis X
Hydropus nigrita X
Hygrophoracae Hygrocybe conica X
Hygrocybe miniata X
Inocybe calamistrata X
Lactarius indigo X
Latiporus sulphureus X
Leotiaceae Lepista nuda X
Leucoagaricus rubrotinctus X
Leocoagaricus birnbaumii X
Lycoperdaceae Lycoperdom pyriforme X
Morchellaceae Morchela esculenta X
Nidulariaceae Nolanea murria X
Panaeolina foenisecii X
Panaeolus semiovatus X
Phallaceae Phellinus gilvus X
Pisolithus tinctorius X
Pleorotus ostreatus X
Polypours tenuiculus X
Polyporus tricholoma X
Polyporaceae Porogramme albocincta X
Psilocybe cubensis X
Pycnoporus sanguineus X
Schizophyllaceae Schizophyllum commune X
Stereaceae Stereum ostrea X
Tremellaceae Tremella fusiformis X
Tretapyrgos nigripes X
Tricholomataceae Trichaptum biformis X
Xerocomaceae Xeromphalina tenuipes X
Macrocybe titans X
Marasmius cladophyllus X
Megacollybia plathyphylla X
Oudemanciella canarii X
36

3.2. Insectos del Río María Aguilar

A pesar de que los insectos constituyen el grupo zoológico de mayor


diversidad y número de individuos en cualquier sistema ecológico, se encontró
una diversidad relativamente baja para los puntos muestreados a lo largo del
cauce del Río María Aguilar. La figura 4 muestra los sitios de mayor
concentración de la biodiversidad entomológica en de la zona de interés.

Fig 4: Frecuencia relativa en la aparición de especies de


insectos a lo largo del Río María Aguilar

San Ramón

Concepción
63% 63%
Zapote, S.Franc. S.
Sebas.
11% 39% Hatillo, Mata Redonda

Nota: Esta figura no representa un grafico de pastel 100%.

En la figura anterior se evidencia, que los sitios que mostraron una mayor
diversidad de insectos, fueron aquellos que a su vez mostraron una mayor
cobertura vegetal. Esta relación no es extraña dado el comportamiento
alimentario de tipo herbario de tales grupos zoológicos, así como de aquellas
relaciones ecológicas que se establecen entre los insectos y las plantas. El
63% (38 especies) de la biodiversidad entomológica se puede encontrar en
San Ramón de Tres Ríos y en los Hatillos, especialmente aquellos sitios
donde los márgenes del río recuperan parcialmente la cobertura vegetal
(Hatillos 2 y 8).

La figura 5 detalla los grupos taxonómicos de mayor relevancia encontrados a


lo largo del Río María Aguilar, donde se aprecia que el 56% (33 especies) de
la biodiversidad entomológica se encuentra repartida entre los grupos de
escarabajos, chinches y mariposas, grupos muy importantes por sus
contribuciones en los procesos de polinización.

Fig 5: Variación en la composición de grupos de


insectos en el Río María Aguilar.

Escarabajos
Moscas
11% 23% Libelulas
7% Saltamontes
7% Chinches
3%
Mariposas
3% 5% Polillas
20% 8% Homopteros
13%
Hymenopteros
Otros
37

Dadas las calidades y características del agua y de los desechos


antropogénicos del Río María Aguilar, existe la posibilidad de que algunas
especies de insectos encontrados en la zona de estudio, se comporten como
vectores de organismos patógenos que eventualmente ponen en riesgo la
salud humana de aquellas comunidades por donde fluye el río. El cuadro 3
detalla la biodiversidad entomológica observada y esperada en el Río María
Aguilar.

Cuadro 3
Especies de Insectos colectados a lo largo del Río María Aguilar.

Determinación Nombre Común Localidad


Taxonómica
Coleoptera
Cantharoidea
Lycidae Escarabajo ala de red Sector III
Lampyridae Luciérnaga Sector I
Cleroidea Escarabajo de alas suaves Sector I
Cucujoidea
Coccinellidae Catarina Sector I y III
Bostrichoidea
Anobiidae Escarabajo narigón Sector III
Scarabaeoidea
Scarabaedae
Melolonthinae Abejón Sector I
Chrysomeloidea
Chrysomelidae Escarabajo hoja (escarabajo) Sector I, II y III
Cassidinae Escarabajo tortuga Sector I
Donaciinae Escarabajo Sector III
Alticinae Escarabajo pulga Sector I
Chrysomelinae Escarabajo hoja Sector I, II y III
Bruchidae Escarabajo semillero Sector I, II y III
Curculionoidea
Curculionidae Escarabajo narizón Sector III
Apioninae Escarabajo Sector III
Diptera
Nematocera
Culicidae Mosquitos Sector I, II y III
Brachycera Moscas Sector I y III
Hymenoptera
Symphyta
Tenthredinidae Mosquita Sector III
Apocrita
Scolioidea
Formicidae Hormiga Sector I, II y III
Sphecoidea
Sphecidae Avispa Sector I, II y III
Apoidea
Apidae
Anthoporinae Abeja Sector I, II y III
Odonata
Anisoptera
Zygoptera
Calopterygidae Libélula Sector I
Coenagrionidae Libélula Sector III
Polythridae Libélula Sector I
Orthoptera
Caelifera
Tetrigidae Saltamontes Sector I
38

Acrididae
Eumastacidae Saltamontes Sector I, II y III
Tanaoceridae Saltamontes Sector I, II y III
Acridinae Saltamontes Sector I, II y III
Ensifera
Tettigoniidae
Phaneropterinae Saltamontes Sector I, II y III
Mantodea
Mantidae Mantis Sector III
Blattidae Cucaracha Sector I, II y III
Dermaptera
Chelisichidae Tijerilla Sector I
Hemiptera
Gymnocerata
Gerridae Insecto acuático Sector I
Miridae Insecto volador Sector I, II y III
Nabidae Insecto damisela Sector I y II
Lygaeidae Semillero Sector I, II y III
Coreidae Insecto patas de hoja Sector II y III
Rhopalidae Insecto volador Sector I, II y III
Scutelleroidea
Corimelaenidae Escarabajo negro Sector I
Pentatomidae Chinche Sector I y III
Homoptera
Cicadoidea
Membracidae Saltaárboles Sector I y III
Cercopidae Saltarín Sector I y III
Cicadellidae Saltahojas Sector I y III
Fulgoroidea
Flatidae Saltahojas Sector III
Lepidoptera
Frenatae
Papilionoidea
Pieridae
Coliadinae
Phoebis trite Mariposa Sector III
Eurema Xanthochlora Mariposa Sector III
Eurema lisa Mariposa Sector III
Nymphalidae
Heliconiinae
Heliconius erato Mariposa Sector III
Heliconius ismenius Mariposa Sector II y III
Heliconius clysonymus Mariposa Sector I
montanus
Ithomiinae
Ithomia heraldica Mariposa Sector II
Greta sp. Mariposa espejitos Sector II
Greta anette Mariposa espejitos Sector II
Pteronymia simplex simples Mariposa espejitos Sector II
Brassolinae
Opsiphanes tamarindi Mariposa Sector I
Nymphalinae
Anartia fatima Mariposa 4
Hesperioidea Polillas Sector I y III
Hesperiidae
Urbanus proteus Polilla Sector III
39

3.3. La herpetofauna del Río María Aguilar

Los grupos mayores que componen la biodiversidad faunística del Río María
Aguilar, son los anfibios y reptiles. La figura 6 muestra la composición de la
diversidad encontrada y/o esperadas de tales grupos zoológicos, donde se
aprecia que el 94% (29 especies) de la diversidad biológica está representada
por reptiles.

Fig 6:Variación en la composición de la herpetofauna


del Río María Aguilar.

6% 6%
Anfibios
19%
Tortugas
Lagartijas
69% Serpientes

A partir de la figura 6 se demuestra que el grupo herpetológico más diverso es


el grupo de las serpientes. Esta diversidad inclinada hacia las serpientes,
responde posiblemente a la alta densidad de roedores que se pueden
encontrar en algunos puntos del río, especialmente en la zona de San Ramón
y Concepción donde se observa en el sotobosque una mayor cantidad de
frutos, semillas y brotes de plántulas que eventualmente pueden ser utilizados
como fuente de alimento por los roedores.

La especie de serpientes más observada en el campo fue la Bothrops


godmani o toboba de altura, especialmente en San Ramón de Tres Ríos,
donde se observan fácilmente durante el día. La observación de los otros
reptiles registrados se dificulta más, debido principalmente a sus hábitos de
vida.

El cuadro 3 detalla la clasificación taxonómica de la herpetofauna observada y


esperada del Río María Aguilar. La determinación de la herpetofauna
esperada se basó en criterio de Chaves, et al (1993).
40

Cuadro 3
Anfibios y Reptiles Observados y Esperados para el
Río María Aguilar.

Determinación taxonómica Esperada Observada Localidad


Amphibia
Bufonidae
Bufo marinus X Sector I, II y III
Ranidae
Rana taylori X Sector I, II y III
Reptilia
Kinosternidae
Kinosternon scorpioides X Sector I, II y III
Emydidae
Rhinoclemmys pulcherrima X Sector II y III
R. funerea X Sector II y III
Squamata- Sauria
Gekkonidae
Lepidoblepharis xanthostigma X Sector II y III
Iguanidae
Basiliscus basiliscus X Sector II y III
Norops cupreus X Sector II y III
N. intermedius X Sector II y III
Sceloporus malachiticus X Sector II y III
Anolis spp. X Sector I, II y III
Squamata – Serpientes
Anomalepidae
Helminthophis frontalis X Sector II y III
Boidae
Boa constrictor X Sector I
Colubridae
Clelia spp. X Sector I
Dendrophidion paucicarinatum X Sector II y III
Drymobius margaritiferus X Sector II y III
Erythrolamprus bizonus X Sector II y III
Geophis brachycephalus X Sector II y III
G. hoffmanni X Sector II y III
Hydromorphus concolor X Sector II y III
Leimadophis epinephalus X Sector II y III
Leptodeira annula X Sector II y III
Mastigodryas melanolomus X Sector II y III
Ninia maculata X Sector II y III
Scolecophis atrocinctus X Sector II y III
Trimetopon pliopelis X Sector II y III
Viperidae
Bothrops picadoi X Sector I
Bothrops godmani X Sector I
Bothrops nigroviridis X Sector I
Bothrops lateralis X Sector I, II y III
Bothrops nummifer X Sector I, II y III
Elapidae
Micrurus nigrocintus X Sector I
41

3.4. La avifauna del Río María Aguilar.

La biodiversidad faunística del Río María Aguilar, se encuentra ampliamente


representada por las aves. El 29% (44 especies) de especies de la totalidad
de la fauna observada (150 especies, entre insectos, anfibios, reptiles,
mamíferos y aves) en el río, son aves de las cuales, de las cuales el 69 % (30
especies) son residentes permanentes de la zona de estudio, como se aprecia
en la figura 7.

Fig 7: Composición relativa de la avifauna, según su


comportamiento ecológico en el Río María Aguilar
Rp
Rt
7% Rr
11%
V
11% Mn
Mp
2%
69%

Rp: Residente Permanente. Rt: Residente Temporal.


Rr: Residente Reproductiva. V: Visitante.
Mn: Migratoria Norteña Temporal. Mp: Migratoria Norteña de Paso.

En la figura 7, se pone en evidencia el deterioro de los sistemas ecológicos de


la zona al observar que sólo el 2% (1 especie) de las especies de aves
registrada requieren de extensiones relativamente grandes de bosque para
poder desarrollar sus procesos vitales. Esta especie recibe el nombre de
Henicorhina leucophys (Soterrey) En otras palabras, las aves actúan como
indicadores biológicos del estado de “salud” de los ecosistemas. Este 2% de
la diversidad de la avifauna, se registró únicamente para la zona de San
Ramón de Tres Ríos, donde se mantienen bosque de galería que propician
condiciones ecológicas favorables, para el desarrollo de tales especies de
aves, las cuales exhiben un menor nivel de tolerancia a las alteraciones del
medio ambiente.

El 58% de las especies de aves observadas no requieren de grandes


extensiones de bosques (ver figura 8), por lo que se comportan como
especies cosmopolitas de grandes áreas de dispersión o son especies con
altos niveles de tolerancia a la influencia humana y con hábitos alimentarios y
de reproducción que se ajustan a las actuales condiciones bióticas y abióticas
del Río María Aguilar.
42

Fig.8: Clasificación porcentual de la especies de aves de


acuerdo con depenencia del bosque.
Río María Aguilar

2%

40% Bosq. Ext.


Parches Bosq.
58% No bosq.

Un aspecto relevante, desde el punto de la ecología, es que el Río María


Aguilar alberga una población importante de aves que requieren de al menos
sitos con parches de bosque, para desarrollarse. El 40% de las especies
encontrada a lo largo del Río María Aguilar pueden permanecer dentro de
este sistema biológico, por lo que el diseño de estrategias de manejo
ambiental debe procurar mejorar las condiciones para el desarrollo pleno de
tales representantes de la biodiversidad del sitio.

El cuadro 4 detalla la clasificación taxonómica de las aves observadas a lo


largo del Río María Aguilar, como también muestra el estado de permanencia
de cada especie y su grado de dependencia con el bosque. De igual forma el
cuadro 5 suministra la misma información pero para todas las especies
esperadas del Río María Aguilar.

Cuadro 4
Aves observadas a lo largo del
Río María Aguilar.

Nombre Científico Nombre Común Estado de Localidad Grado de


permanencia Dependencia
del Bosque
Cathartidae
Cathartes aura Zopilote cabecirrojo Rp Sector I, II y III 3
Coragyps atratus Zopilote negro Rp Sector I, II y III 3
Columbidae
Columba flavirostris Paloma morada Rp Sector III 3
Leptotila verreauxi Paloma coliblanca Rp Sector III 2-3
Psittacidae
Aratinga finschi Perico frentirrojo Rp Sector III 3
Cuculidae
Crotophaga sulcirostris Garrapatero, Tijo Rp Sector III 3
Apodidae
Cypseloides sp. Vencejo V Sector I y III 2?
Streptoprocne zonaris Vencejo Collarejo Rp Sector I, II y III 2-3
Chaetura vauxi Vencejo Grisáceo Rp Sector I, II y III 2
Trochilidae
Campylopterus hemileucurus Ala de sable violáceo Rt Sector I 2
43

Amazilia saucerrottei Amazilia culiazul Rp Sector I, y III 2-3


Amazilia tzacatl Amazilia rabirrufa Rp Sector I, II y III 3
Trogonidae
Trogon collaris Trogon collarejo V Sector I 2
Momotidae
Momotus momota Momoto común Rp Sector I, II y III 2-3
Picidae
Melanerpes hoffmannii Carpintero de Hoffmann Rp Sector III 2-3
Picoides villosus Carpintero Serranero Rp Sector I 2
Piculus rubiginosus Carpintero Verdidorado Rp Sector I 2
Tityridae
Tityra semifasciata Pájaro chancho Rp 2-3
Tyrannidae
Tyrannus melancholicus Pecho amarillo Rp Sector I, II y III 3
Megarhynchus pitangua Pecho amarillo Rp Sector I, II y III 2-3
Myiozetetes similis Mosquero cejiblanco V Sector I 3
Pitangus sulphuratus Bienteveo grande Rp Sector I, II y III 3
Contopus virens Pibí oriental Mn Sector I y III 2-3
Empidonax flavescens Mosquerito amarillento Rt Sector I 2
Elaenia flavogaster Elainia copetona V Sector I y III 3
Zimmerius vilissimus Mosquerito cejigrís V Sector I 2
Hirundinidae
Hirundo rustica Golondrina tijereta Mp Sector I 3
Notiochelidon cyanoleuca Golondrina azul y blanca Rp Sector I 3
Troglodytidae
Thryothorus modestus Soterrey Chinchiriguí Rp Sector I, II y III 3
Troglodytes aedon Soterrey cucarachero Rp Sector I, II y III 3
Henicorhina leucophrys Soterrey selvático pechigrís Rp Sector I 1
Turdidae
Turdus grayi Mirlo pardo, yiguirro Rp Sector I, II y III 3
Ptilogonatidae
Ptilogonys caudatus Capulinero colilargo Rp Sector I 2-3
Vireonidae
Vireo olivaceus Vireo ojirrojo Mp 3
Parulidae
Mniotilta varia Reinita trepadora Mn Sector I 2
Vermivora peregrina Reinita verdilla Mn Sector I, II y III 2-3
Dendroica petechia Reinita amarilla Mn Sector I 3
Seiurus noveboracensis Reinita acuática norteña Mp Sector I, II y III 3
Wilsonia pusilla Reinita gorrinegra Mn Sector I y III 2-3
Myioborus miniatus Candelita gorjinegra Rt Sector I 2
Icteridae
Quiscalus mexicanus Clarinegro grande, zanate Rp Sector I, II y III 3
Thraupidae
Thraupis episcopus Tangara azuleja, viuda Rp Sector I, II y III 3
Piranga bidentata Tangara Rp Sector I 2-3
Emberizidae
Atlapetes gutturalis Saltón gargantiamarillo Rp Sector I y III 2-3
Melozone leucotis Pinzón orejiblanco Rp Sector I y III
Zonotrichia capensis Chingolo, Comemaíz Rp Sector I, II y III

Rp: residente permanente Rt: residente temporal Rr: residente reproductiva


V: visitante Mn: migratoria norteña temporal Mp: migratoria norteña de paso
Grado de Dependencia del Bosque:
1= Necesita bosques extensos. 2= Necesita al menos parches de bosque. 3= No necesita bosques.
44

El cuadro 5 muestra una lista de especies de aves, esperadas por sector, de


acuerdo con los criterios utilizados por Gary y Skutch (1997) en su guía de
aves de Costa Rica, así como su grado de dependencia con el bosque.

Cuadro 5
Aves Esperadas para el Río María Aguilar. 2001

Nombre Científico Nombre Común Estado Localidad Grado de


Dependencia
del Bosque
Accipitridae
Accipiter striatus Mp Sector I 3
Accipiter bicolor Mp Sector I 1
Buteo platypterus Gavilán aludo Mn Sector I 3
Buteo brachyurus Rp Sector I 1
Phasianidae Sector I
Dendrortyx leucophrys Perdíz montañera, Rp Sector I 2
Chirrascuá
Odontophorus guttatus Codorníz Pintada V Sector I 1
Rallidae Sector I
Aramides cajanea Rascón Cuelligrís, V Sector I 3
Poponé
Columbidae Sector I
Columba fasciata Paloma collareja V Sector I 2
Columba flavirostris Paloma morada Rp Sector I 3
Zenaida asiatica Paloma aliblanca Rp Sector I y II 3
Columbina passerina Tortolita común Rp Sector I, II y III 3
Columbina talpacoti Tortolita rojiza Rp Sector I, II y III 3
Columbina inca Tortolita colilarga Rp Sector I, II y III 3
Leptotila verreauxi Paloma coliblanca Rp Sector I y II 2-3
Psittacidae
Aratinga finschi Perico frentirrojo Rp Sector I y III 3
Bolborhynchus lineola Perico listado V Sector I y III 2
Brotogeris jugularis Periquito barbinaranja V Sector I, II y III 3
Cuculidae
Piaya cayana Cuco ardilla Rp Sector I, II y III 2-3
Crotophaga sulcirostris Garrapatero, Tijo V Sector I y III 3
Tytonidae
Tyto alba Lechuza ratonera Rp Sector I, II y III 3
Strigidae
Otus choliba Lechucita neotropical Rp Sector I, II y III 3
Glaucidium brasilianum Mochuelo común Rp Sector I, II y III 2-3
Ciccaba virgata Lechuza café Rp Sector I 2
Caprimulgidae
Nyctidromus albicollis Chotacabras campestre Rp Sector I, II y III 3
Apodidae
Streptoprocne rutila Vencejo Collarejo V Sector I, II y III 3
Trochilidae
Colibri thalassinus Colibrí orejivioláceo verde Rt Sector I 2-3
Lampornis calolaema Colibrí V Sector I 1-2
Selasphorus scintilla Colibrí chispita Rt Sector I 3
45

Ramphastidae
Aulacorhynchus prasinus Tucancillo verde, Curré V Sector I
Picidae
Melanerpes hoffmannii Carpintero de Hoffmann Rp Sector I y III 2-3
Dendrocolaptidae
Xiphorhynchus erythropygius Trepador manchado V Sector I 1-2
Lepidocolaptes souleyetii Trepador cabecirrayado V Sector I 2-3
Furnariidae
Cranioleuca erythrops Colaespina carirroja Rp Sector I 1-2
Thripadectes rufobrunneus Trepamusgo cuellirojizo Rp Sector I 2
Tityridae
Pachyramphus aglaiae Cabezón plomizo V Sector I 2-3
Tityra semifasciata Tityra carirroja, Rp Sector I 2-3
Pájaro chancho
Pipridae Sector I
Chiroxiphia linearis Saltarín toledo Rp Sector I 2
Tyrannidae
Sayornis nigricans Mosquero de agua V Sector I, II y III 3
Legatus leucophaius Mosquero pirata Rr Sector I, II y III 3
Myiodynastes luteiventris Mosquero vientriazufrado Rr Sector I, II y III 2-3
Myiozetetes similis Mosquero cejiblanco V Sector III 3
Myiarchus crinitus Copetón viajero Mn Sector I y III 2
Myiarchus tuberculifer Copetón crestioscuro Rp Sector I y III 2-3
Contopus borealis Pibí boreal Mn Sector I 2-3
Contopus sordidulus Pibí occidental Mn Sector I 2
Contopus virens Pibí oriental Mn Sector III 2-3
Contopus lugubris Pibí sombrío V Sector I 2
Empidonax virescens Mosquerito verdoso Mn Sector I, II y III 2
Todirostrum cinereum Espatulilla común V Sector I 2-3
Elaenia flavogaster Elainia copetona V Sector III 3
Elaenia frantzii Elainia montañera V Sector I 2-3
Zimmerius vilissimus Mosquerito cejigrís V Sector III 2
Hirundinidae
Hirundo pyrrhonota Golondrina risquera Mp Sector I, II y III 3
Hirundo rustica Golondrina tijereta Mp Sector III 3
Notiochelidon cyanoleuca Golondrina azul y blanca Rp Sector III 3
Corvidae
Cyanocorax morio Urraca parda, Piapia Rp Sector I, II y III 3
Mimidae
Dumetella carolinensis Pájaro gato grís Mp Sector I 3
Turdidae
Hylocichla mustelina Zorzal de bosque Mn Sector I 1-2
Catharus ustulatus Zorzal de Swainson Mn Sector I, II y III 2
Catharus minimus Zorzal carigrís Mp Sector I y III 2-3
Catharus frantzii Zorzal gorrirojizo Rt Sector I 2
Catharus aurantiirostris Zorzal piquianaranjado Rp Sector I y III 2-3
Vireonidae
Vireo flavifrons Vireo pechiamarillo Mn Sector I, II y III 2
Vireo olivaceus Vireo ojirrojo Mp Sector I, II y III 3
Vireo flavoviridis Vireo cabecigrís Rr Sector I, II y III 3
Vireo philadelphicus Vireo amarillento Mp Sector I 3
Vireo leucophrys Vireo montañero Rt Sector I 2
Parulidae
Mniotilta varia Reinita trepadora Mn Sector III 2
46

Protonotaria citrea Reinita cabecidorada Mp Sector I, II y III 2


Helmitheros vermivorus Reinita gusanera Mn Sector I, II y III 2
Vermivora chrysoptera Reinita alidorada Mn Sector I, II y III 2
Dendroica petechia Reinita amarilla Mn Sector III 3
Dendroica virens Reinita cariamarilla Mn Sector I, y III 2
Dendroica fusca Reinita gorginaranja Mp Sector I, II y III 2
Dendroica pensylvanica Reinita de costilla castaña Mn Sector I, II y III 2-3
Seiurus aurocapillus Reinita hornera Mn Sector I, y III 2?
Seiurus noveboracensis Reinita acuática norteña Mp Sector III 3
Seiurus motacilla Reinita acuática piquigrande Mp Sector I y III 3
Oporornis formosus Reinita cachetinegra Mn Sector I 1
Oporornis philadelphia Reinita enlutada Mp Sector I, II y III 3
Wilsonia canadensis Reinita pechirrayada Mp Sector I, II y III 2-3
Setophaga ruticilla Candelita norteña Mn Sector I, II y III 2-3
Basileuterus rufifrons Reinita cabecicastaña Rp Sector I, y III 2
Icteridae
Psarocolius montezuma Oropéndola de Montezuma Rp Sector I, II y III 2-3
Amblycercus holosericeus Cacique picoplata V Sector I, y III 3
Molothrus aeneus Vaquero ojirrojo V Sector I, II y III 3
Icterus spurius Bolsero castaño Mp Sector I, II y III 3
Icterus galbula Cacique veranero Mn Sector I, II y III 3
Thraupidae
Piranga rubra Tangara veranera Mn Sector I, II y III 2-3
Chlorospingus ophthalmicus Tangara ojeruda Rt Sector I 2
Emberizidae
Saltator atriceps Saltator cabecinegro Rp Sector I, II y III 3
Saltator maximus Saltator gorgianteado V Sector I y III 3
Saltator coerulescens Saltator grisáceo Rp Sector I, II y III 3
Pheucticus ludovicianus Piquigrueso pechirrosado Mn Sector I, II y III 3
Passerina cyanea Azulillo norteño Mp Sector I, II y III 3
Amaurospiza concolor Semillero azulado V Sector I 2-3
Atlapetes brunneinucha Saltón cabecicastaño Rp Sector I 1
Rp: residente permanente Rt: residente temporal Rr: residente reproductiva
V: visitante Mn: migratoria norteña temporal Mp: migratoria norteña de paso

Grado de Dependencia del Bosque:

1= Necesita bosques extensos. 2= Necesita al menos parches de bosque. 3= No necesita bosques.

3.5 La mastofauna del Río María Aguilar

El 66 % (14 especies) de la fauna total observada y esperada para el Río


María Aguilar, está representada por quirópteros (murciélagos y vampiros) y
roedores donde sobre salen los ratones, ratas y ardillas, todas de importancia
en la dispersión de semillas, polinización de árboles, arbustos y lianas, fuente
de alimento de depredadores y además, como eventuales vectores de
patógenos que ponen en riesgo la salud humana. La figura 9 muestra los
grupos faunísticos encontrados.
47

Fig 9: Variación en la composición de mamíferos


del Río María Aguilar

10%
Quiropteros
24% 42%
Roedores
Carnivoros
Otros
24%

Lamentablemente el grupo de mamíferos mayores (felinos, caninos, etc) es el


componente biótico más afectado por la degradación de los sistemas
ecológicos del Río María Aguilar, ya que tal grupo zoológico, requieren de
grandes extensiones de bosque para poder desarrollarse a plenitud y como
puede apreciarse en el anexo 13, la cobertura vegetal es muy escasa y
alternada con agricultura, de tal modo que no se pueden desarrollar
poblaciones ni individuos de tales grupos faunísticos.

La intolerancia de algunas especies de mamíferos por los ecosistemas


alterados, impide su permanencia dentro de los márgenes del río. De acuerdo
con la revisión bibliográfica se encuentran reportados para la zona que cubre
el Río María Aguilar 68 especies de mamíferos, de los cuales fueron
observados 8 o sea no fue posible determinar el 88% de las biodiversidad en
mamíferos restantes.

Especies como el zorro de agua (Chyronectes minimus), el zorro cuatro ojos


(Thylander oposum), la Marmosa americana, el zorro de balsa (Caloromis
verbianus) el zorrosi (Metachirus nodicaudatus) el serafín del platanar
(Ciclopes didactilus) los osos perezosos (Bradypus variegatus y Coleopus
hoffmani) el armadillo zopilote (Cabasus centralis) el murciélago fantasma
(Diclidura albus) el murciélago pescador (Noctila alvibentris) el vampiro falso
(Vampirum spectrum) el murciélago candelero (Carolia persticilata), el mono
congo (Auloata paliata) el mono colorado (Ateles geogroyi) el carablanca
(Cebus capuchinus), el ratón semiespinoso del bosque (Heromis
desmarestianus), el ratón arborícola (Tilomis watsoni), la rata de la especie
Ototilomis fillotis, la rata de caña (Sigmodum ispidus), el ratón de monte
(Reitrodonthomys mexicanus), el ratón vendado (Vermiscus mexicanus), el
tepescuncle (Agouti paca), el puercoespín (Coendus mexicanus), la guatuza
(Dasyprocta punctata), los conejos de monte (Sylvilagus biceii y S. floridanus),
la comadreja (Monstela frenata), el tolomuco (Meira barbara), el grisón
(Dalictis bittata), los zorrillos hediondos (Spilogale plutorius y Conepatus
semistratus), nutria (Lontra longicaudialis), el pizote (Nausa narica), la martilla
(Potus flavus), el león breñero (Herpailurus yaguarondi), entre muchos otras
especies de mamíferos, no se observaron en ningún punto del río, a pesar
48

que su área de acción involucra toda la zona comprendida desde el


nacimiento hasta la desembocadura del Río María Aguilar. Lo que pone en
evidencia el deterioro ambiental que a sufrido todo el sistema del Río María
Aguilar.

El cuadro 6 detalla la clasificación taxonómica de los mamíferos observados a


lo largo del Río María Aguilar (ver anexo 12 a) y las especies de mamíferos
con mayor probabilidad de ocurrencia. Las especies de mamíferos esperadas
se basó en el criterio propuesto por Reid (1978).

Cuadro 6
Mamíferos Observados y Esperados para el
Río María Aguilar.

Determinación Taxonómica Nombre Común Esp Obs Localidad


Stenondermatinae
Artibeus lituratus Murciélago frugívoro grande X Sector III
A. jamaicensis Murciélago frugívoro jamaiquino X Sector III
S. ludovici Murciélago de las tierras altas X Sector I, II y III
S. lilium Murciélago soldado Amarillo X 2Sector III
Glossophaginae
Glossophaga soricina Murciélago lengua larga X Sector III
Vespertilionidae
Eptesicus furinalis Vampiro café argentino X Sector I, II y III
E. fuscus Vampiro café X
Lasiurus blossevillii Vampiro rojo del oeste X Sector I, II y III
Molossidae
Molossops greenhalli Murciélago cara de perro X
Molossus ater Murciélago perro negro X
Sciuridae
Sciurus variegatoides Ardilla X Sector I, II y III
S. granatensis Ardilla cola roja X Sector I
Murinae
Rattus rattus Rata de caño X Sector I, II y III
R. norvegicus Rata de Noruega X Sector I, II y III
Mus musculus Ratoncillo casero X Sector I, II y III
Dasypodidae
Dasypus novemcinctus Armadillo de nueve bandas X Sector I
Didelphidae
Didelphis marsupialis Zorro pelón X Sector I, II y III
Canidae
Urocyon cinereoargenteus Zorro gris X Sector I
Canis latrans Coyote X X Sector I
Procyonidae
Procyon lotor Mapachín X Sector I
Mustelidae
Mustela frenata Comadreja de cola larga X Sector I
Eira barbara Tayra X Sector I
Esp = Esperada Obs = Observado
Localidades: 1= San Ramón de Tres Ríos, 2= Curridabat, 3= Parque Metropolitano, 4= Puente Hatillos, 5= Hatillos. Para las
especies esperadas se sigue el criterio de Reid 1997.
49

VI Endemismo

De acuerdo con el estudio de biodiversidad de Costa Rica realizado por el


Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio, 1999), Costa Rica se considera
como una zona de endemismo moderado.

El número de especies consideradas endémicas para Costa Rica, ha variado


ya que la investigación científica ha logrado aumentar o disminuir el número
de especies de acuerdo con sus descubrimientos fuera y dentro de nuestras
fronteras.

El grupo biológico con mayor número de especies endémicas es el grupo de


los insectos, de acuerdo con el INBio y el MINAE, se estiman entre 35 000 y
105 000 especies endémicas, para nuestro país. El 10% de las plantas en
Costa Rica, son actualmente consideradas endémicas (una 1200 especies),
donde se han descrito 1090 de ellas. Existen 6 especies de mamíferos
endémicos, 33 de anfibios, 36 especies de reptiles, 19 de peces de agua
dulce y 7 de aves (INBio, 1999).

Para el caso particular del Río María Aguilar, no fue posible observar especies
endémicas de ningún grupo taxonómico; sin embargo la zona de San Ramón
de Tres Ríos (sector donde nace el Río María Aguilar) en especial en las
zonas más altas, eventualmente puede albergar especies endémicas, ya se
encuentra al menos parcialmente contemplada dentro de una de las cuatro
zonas de alto endemismo de Costa Rica, a saber la zona alta de la Cordillera
Volcánica Central, la cual se inicia con el macizo de Turrialba y bordea el
Valle Central por el este y el norte hasta llegar a los macizos Barba y Poás.

Esta es la zona de endemismo más importante en cuanto a vertebrados se


refiere, aquí se han observado 28 especies herpetológicas endémicas
incluyendo el sapo de Holdridge y varias salamandras de la familia
Plethodontidae. Esta zona es considerada como el sitio de mayor diversidad
en salandras Pletodontidos del trópico (INBio, 1999). Gary y Skutch (1997)
afirman que esta es la zona de mayor diversidad de aves en todo el país.

El INBio (1999), también afirma que esta zona alberga gran endemismo
florístico, ejemplo de ello es que los helechos, bromelias y orquídeas aun no
se han descrito por completo, en particular las orquídeas de la tribu
Pleurothallidinae las cuales son orquídeas miniatura.

De las 15 especies de roble (Familia Fagacea), solo el Quercus tonduzii es


considerado endémico y solo se ubica en esta zona de endemismo (Tierras
altas de la Cordillera Volcánica Central).

Hay que resaltar que esta zona de alto endemismo aun posee vacíos en
cuanto a estudios de biodiversidad (INBio, 1999),lo que eventualmente puede
50

incrementar el listado de especies endémicas en varios grupos taxonómicos,


especialmente en aquellos grupos de plantas no vasculares (Musgos,
Hepáticas, Líquenes y Algas).
51

VII Fuentes de agua del cauce del Río María Aguilar

Según la revisión bibliográfica (Víquez y Portilla, 1990), el trabajo de campo,


el análisis cartográfico; así como la fotointerpretación de la zona de interés,
dio como resultado lo expresado en el anexo 8.

En ese anexo se pueden observar una serie de nacientes, los cuales se


concentran en el sector I del Río María Aguilar y en la parte alta de la
microcuenca del Río Tiribí, ambos sitios en San Ramón de Tres Ríos.

Para nuestro caso son importantes los puntos consignados con los números
11 hasta 17, todos nacientes cercanos al cauce del Río María Aguilar.

Sin embargo, hay que denotar que el Río María Aguilar cuenta con un gran
número de afluentes, entre los que podemos mencionar: Río Salitrillo, Río Pío,
Río Puruses, Quebrada Zopiliote, Río Ocloro y otras más que cuentan con sus
respectivos nacientes o fuentes de agua, las cuales no fueron contempladas
en el presente estudio.

Desde el punto de vista de amenazas hidrometeorológicas la microcuenca del


Río María Aguilar, es potencialmente peligrosa por la reducción de la
capacidad de la sección hidráulica como producto de la deposición directa de
desechos sólidos.

La zona más alta de esta microcuenca es también potencialmente susceptible


a generar inundaciones, debido a la convergencia de diferentes situaciones
entre las que podemos mencionar: una amplia red fluvial, terrenos con fuertes
pendientes (de 0 a 90%), suelos de baja estabilidad susceptibles a la erosión,
capacidad de la sección hidráulica reducida, por lo que son frecuentes las
cabezas de agua.

Importante es hacer mención de las nacientes ubicadas en la parte baja del


río, como es la que se encuentra en el Parque Metropolitano del Sur y en los
Hatillos. La primera con un potencial para el esparcimiento y disfrute de la
población circundante a este parque. La segunda con un potencial a
desarrollar en el futuro.
52

VIII Conclusiones

Después de analizar toda la información generada en el presente estudio,


sobre la biodiversidad observada en el Río María Aguilar y aspectos afines se
puede concluir:

a. Interpretación ambiental

 El río muestra tres zonas claramente delimitadas, basadas en las


características de la cobertura vegetal y niveles cualitativos de
contaminación. San Ramón de Tres Ríos (primer sector),
Concepción de Tres Ríos (segundo sector) y el resto del río (tercer
sector).

 El sector que exhibe los mayores niveles de biodiversidad y


densidad de especies es San Ramón de Tres Ríos (primer sector), el
cual eventualmente podría comportarse como un banco de
germoplasma.

 El segundo sector (Concepción de Tres Ríos, antes de llegar al


centro urbano de esta comunidad), se comporta como una zona de
transición entre el primer sector (poco contaminado y con alta
biodiversidad) y el tercer sector (altamente contaminado).

 El sector de San Ramón eventualmente podría exhibir los mejores


niveles de conductividad y conectividad con la zona alta donde
nacen los Ríos Tiribí y Virilla.

 La gran diversidad en flora y aves observados en el Río María


Aguilar no garantiza la “salud ecológica” del río. Muchas son
especies con altos niveles de tolerancia a las alteraciones
ambientales.

 La diversidad se concentran en la zona alta y en zonas cercanas a la


desembocadura, por lo que la mayor parte del río se encuentra
desprovisto de cobertura vegetal y de fauna.

 Los sistemas ecológicos a lo largo del Río María Aguilar, se


encuentran muy impactados y alterados, por lo que el río no exhiben
condiciones que le permita actuar como un verdadero corredor
biológico.

 El río muestra sitios en sus márgenes factibles de ser recuperados,


especialmente en San Ramón, Concepción, Cipreses, Los Hatillos y
Mata Redonda.
53

 Existen sitios donde la recuperación de la cobertura vegetal no es


del todo factible bajo las actuales posibilidades de recuperación,
dada las características de la infraestructura urbana, como ocurre en
San Francisco, San Sebastían, San Cayetano, Paso Ancho y
Sagrada Familia, por lo que el sistema sufre una fragmentación, lo
que impide que el río sea funcionalmente un corredor biológico.

b. Flora del Río María Aguilar

 La flora del Río María Aguilar está compuesta por una gran mayoría
de especies autóctonas y con bajo porcentaje de especies
introducidas. Sin embargo no fue posible determinar la existencia de
especies endémicas de flora.

 Las especies arbóreas se concentran en el sector I (San Ramón).

 Una de las fortalezas biológicas del Río María Aguilar consisten en


que sus márgenes albergan especies con poblaciones reducidas
como el cedro amargo.

 Existen especies de flora que se distribuyen a lo largo y ancho del


Río María Aguilar como la Llama del Bosque, el cedro amargo,
algunos porós, algunas especies de Ingas (guabas y cuajiniquiles). Y
también existen especies muy focalizadas como el jaul, el nazareno,
algunas lenguas de vaca que se encuentran sólo en el sector I.

 La mayoría de las especies de flora introducidas, tienen importancia


comercial o alimenticia.

c. Fauna del Río María Aguilar

 La fauna es el grupo biológico más afectado por las actuales


condiciones del Río María Aguilar.

 Existe una disminución notable de la fauna de acuerdo con lo


observado y lo esperado, posiblemente como producto directo de la
alteración de la cobertura vegetal.

 No se encontraron especies endémicas de fauna.

 Las especies faunísticas observadas tienden a ser más oportunistas


que especialistas, lo que les permite permanecer dentro del Río
María Aguilar.
54

 El sector de San Ramón, alberga especies de aves que no son


observadas ni esperadas en los otros sectores del río

 Las condiciones actuales del cauce del río son incompatible con los
requerimientos de la fauna acuática. Sólo se encontraron dos tipos
de organismos acuáticos: Los oligoquetos (lombrices) del género
Tubiflex, que son considerados indicadores de contaminación por
materia orgánica en el agua, estos fueron encontrados en Los
Hatillos. La presencia de una especie de decápodo (cangrejo) en
Hatillos, permite pensar que tal organismos es un oportunista, por lo
que no se puede interpretar como un indicador de buena calidad del
sistema. Además, es común encontrarlo en diferentes masas de
agua dentro del Valle Central.

 No se observó la presencia de peces u otro organismo acuático,


indicadora de la “buena salud ecológica” del agua del río.
55

IX. Recomendaciones

Más que una primera recomendación, deberíamos de realizar una reflexión


sobre el crecimiento demográfico experimentado en las ultimas décadas en
el valle central de nuestro país. Será acaso que el crecimiento desmedido
sea producto de la falta de planificación de nuestra ciudad capital?. Lo
anterior hace que en estos momentos estemos a la puerta de una
hecatombe de nuestra principal ciudad, de nuestra casa, de nuestro
hábitat, de ese lugar en donde se desarrolla la mayor parte de nuestra
economía. Será ese desarrollo el que origina este desequilibrio?
Entonces cómo recuperar algo que de por sí mismo está condenado a
morir? Estamos consientes de la magnitud de nuestra falta de compromiso
con el medio ambiente? Este problema no es nuevo en el mundo, ya en
otros países se han ocasionado problemas semejantes, sin embargo, un
componente de rescatar es el cambio de actitud, una reorientación de los
procesos educativos en todos sus niveles, que genere un nuevo ser
humano con un alto nivel de compromiso con sus hermanos y con las
futuras generaciones de humanos.... Un ser humano con nuevos
paradigmas, con nuevos valores éticos, morales, espirituales y sobre todo
un ser humano solidario.

La Municipalidad de San José se ha constituido mediante su Comisión de


Gestión Ambiental en una institución que ha dado un paso firme por lograr,
gestar cambios contundentes en el diseño de estrategias que mitiguen los
impactos negativos sobre el ambientales y propiciar así mejores
condiciones y calidades de vida para el josefino del hoy.

Estos esfuerzos municipales, hacen que el concepto de desarrollo


sostenible adquiera alto niveles de significancia y pertinencia dejando de
ser un concepto abstracto o de carácter académico. Aunado a este
esfuerzo la Fundación Defensores de la Naturaleza (FUNDENA), dentro
del marco de los objetivos del Proyecto Corredor Biológico Río María
Aguilar propone las siguientes recomendaciones.

 Para la naciente del Río María Aguilar ubicada en los terrenos del
Hospital Chacón Paut, se remienda dar apoyo a las gestiones
ambientales y administrativas realizadas por las últimas
administraciones de este centro de salud, ante La Alcaldía de la
Municipalidad de La Unión de Tres Ríos, en la búsqueda de
soluciones al problema de contaminación producto de la descarga
directa en la naciente, de aguas servidas provenientes de la
Urbanización Vista Hermosa de San Ramón de Tres Ríos. De
dichos desagües, se pueden observar, aguas jabonosas, y desechos
sólidos como envases plásticos y de papel.
56

 En este mismo Centro Hospitalario se pueden encaminar acciones


de soporte a la gestión ambiental realizada por la Municipalidad de
San José, ya que existe la infraestructura que permitirá desarrollar
diferentes proyectos con la participación de los internos del lugar, y
de la comunidad. Estos proyectos tendrían el carácter dual de
diversificar las acciones terapéuticas y un gran trasfondo ambiental
directamente vinculado con el Río María Aguilar. La crianza de
gallina de monte, mariposas, armadillo, diferentes clases de aves, la
puesta en marcha de viveros y semilleros de especies nativas serían
algunas de las propuestas totalmente viables para esta zona.

 El Hospital posee una infraestructura acondicionada para vivero que


por motivos financieros, se encuentra inactivada. Se podría solicitar
soporte financiero al Instituto de Acueductos y Alcantarillados u otra
institución interesada en la conservación y mantenimiento de
microcuencas hidrográficas.

 Integrar en planes, programas y proyectos de manejo sostenible del


agua y el bosque, a los usuarios del Río María Aguilar desde San
Ramón hasta Concepción de Tres Ríos. Aprovechar que este sitio,
eventualmente se comporta como un verdadero corredor biológico.

 Evaluar los niveles de conectividad y conductividad entre los


bosques de galería de la zona de San Ramón de Tres Ríos.

 Se recomienda realizar una investigación exhaustiva sobre el desvío


del cauce que se realizó cerca de las instalaciones de la Universidad
Autónoma Centroamericana (UACA), por parte de una compañía
urbanizadora. Esta acción que podría ser tipificada como delito
ambiental que influye en la dinámica del río; por cambios abruptos
en el cauce. Por otra parte este mismo centro de estudios comunicó
verbalmente que habían donado de una planta de tratamiento de
aguas negras para disminuir la descarga de materia fecal hacia el
Río María Aguilar. La Municipalidad del cantón propició un uso
inadecuado de tales facilidades, donde el abuso colmató las
capacidad de carga de la planta, dejando fuera de servicio la misma.

 Iniciar con la UACA, un plan de recuperación ambiental donde la


Universidad y las Municipalidades sean los entes rectores en el
mejoramiento de las condiciones actuales del río, y convertir este
esfuerzo en un ejemplo Nacional e Internacional.

 En gran parte de esta zona (desde San Ramón de Tres Ríos hasta
Curridabat), se aprecian sectores que pueden ser recuperados en
periodo cortos de tiempo. Por ellos una planificación en conjunto e
integral de las Alcaldía cuyas áreas de acción se traslapan en el Río
57

María Aguilar, deberá ser operacionalizada a la menor brevedad


posible. Distanciar en el tiempo tales acciones de planificación
permitirá incrementos acelerados del deterioro ambiental cuya
solución a posteriori implicaría una mayor inversión en recursos
humanos, materiales, físicos y económicos.

 Estudiar la factibilidad técnico-económico de la implementación de


medidas que disminuyan los niveles de contaminación de afluentes
que descargan directamente en el Río María Aguilar (Río Ocloro por
ejemplo).

 Estudiar la situación de la tenencia de la tierra en los márgenes del


Río María Aguilar. Existen sectores del río, incluyendo su cauce
que se encuentran cercado con alambres de púa. Si efectivamente
se pretende que el río se comporte como un corredor biológico,
deberán ser eliminados todas aquellas barreras físicas que impidan
el accionar natural de la biodiversidad de la zona.

 Estudiar la factibilidad técnica-económica de la erradicación de


especies introducidas no deseables como los eucalytos y algunos
ficus importados, que caracteriza por ser especies altamente
competitiva, donde logran desplazar especies autóctonas. Estas
especies foráneas exhiben mejores mecanismos de dispersión, alta
resistencia a las condiciones extremas y altos potenciales bióticos,
además no suministran beneficios a la fauna nativa ni a los seres
humanos.

 Iniciar acciones de educación encaminadas a incrementar el nivel de


conocimiento de la flora arbórea y arbustiva de San José. Estas
acciones deberán ser dirigidas a docentes de I, II y III de la
Educación General Básica, con la finalidad de que tales
profesionales se conviertan en agentes multiplicadores de la
alfabetización ambiental.

 Financiar y/o apoyar proyectos escolares, donde los actores de la


educación (estudiantes, padres, docentes y administradores
educativos) interioricen aspectos relacionados con la importancia de
los corredores biológicos en zonas urbana.

 Iniciar acciones locales y muy concretas para incrementar la


cobertura vegetal en aquellos sitios que eventualmente muestran
factibilidad de reforestación como por ejemplo: Concepción,
Cipreses, Parque de la Paz, Parque Metropolitano del Sur, Los
Hatillos, Mata Redonda. De acuerdo con Box y Harrison (1992) un
residente urbano debería disponer de un espacio de 2 Ha al menos
de medio kilómetro de su casa y las reservas naturales en las áreas
58

urbanas debería ser de al menos 1 Ha por cada mil habitantes, lo


que representa al menos 10 m2 por persona. Añade también que los
habitantes deberían de tener acceso al menos a 20 Ha, 100 Ha y
500 Ha de zonas naturales en un radio de 2 Km, 5 Km y 10 Km de
sus casas respectivamente.

 Realizar un estudio exhaustivo sobre densidad arbórea a lo largo y


ancho del Río María Aguilar, con el propósito de conocer el estado
de las especies de mayor interés.

Este estudio es fundamental para iniciar un verdadero programa de


recuperación dela cobertura vegetal, dado a:

 Debe de existir poblaciones de árboles con una densidad que


supere los 100 individuos, de lo contrario la población cae en
el riesgo de sufrir una erosión genética. Iniciado este proceso
de erosión la población está en peligro de desaparición.
 En aquellos sectores donde la población de árboles no
alcanzan la densidad mínima (100 ind.) debe ser reforestados
con ejemplares adultos que no provengan del mismo
progenitor o árbol semillero, para evitar al máximo los
problemas de consaguinidad como está ocurriendo con las
poblaciones de Guayacán real (Guaiacan sanctum) y el
Ñambar (Platymiscum parviflorum) de acuerdo con los datos
de Jiménez (1999).
 Poblaciones conformadas con más de 500 individuos gozan de
una buena garantía de preservación, dado al alto nivel de
intercambio genético, a la baja posibilidad de consanguinidad y
al bajo efecto de la deriva genética.
 Cuando las especies a recuperar son dioicas como ocurre con
las especies de cedro y caobas debe procurarse una relación
entre machos y hembras adecuada, que garantice que el
proceso de polinización cruzada sea de forma optima. Por lo
que el censo de la población debe contemplar la cantidad de
individuos por sexo. Esto no es de importancia en las
especies que se autofecundan como las leguminosas.
 Evitar la extracción selectiva de árboles del Corredor Biológico
Río María Aguilar, como los cedros en otros sitios. Las
hembras de cedro (Cedrela spp) sufren una mayor presión en
comparación a los machos, dad sus características fustales.
 Evitar al máximo que las poblaciones reduzcan su densidad
por debajo a los 0.3 ind./Ha; a este nivel se considera que la
especie es escasa.

 Reforestar con especies en peligro de extinción y que actualmente


se encuentra creciendo fuera de las áreas protegidas del MINAE
59

(Parques Nacionales, etc.) como el ciprecillo (Podocarpus


costarricensis) árbol que germina de forma natural. Además,
evaluar la posibilidad de introducir con Podocarpus guatemalensis, el
cual también está en peligro de extinción.

 Reforestar con especies endémicas como el Ilex hemepiphytica, Ilex


haberi (Aguifoliaceae), ambos crecen sobre los 1000 m.s.n.m.

 Estudiar la factibilidad de un plan de pagos por servicios ambientales


y/o exoneración de tributos fiscales a aquellas personas física y/o
jurídicas que contribuyan con el mejoramiento sustancia y real de
sectores del Río María Aguilar.

 Cambio de manejo del sistema. Sustituir el concepto de río por un


manejo basado en el principio de que el María Aguilar es un
Corredor Biológico con todas las implicaciones que esto conlleva.

 Detectar los principales focos de deposición de desechos sólidos, e


iniciar estudios para minimizar los niveles de tales.

 La reforestación de todos aquellos sitios como El Parque


Metropolitano del Sur y la Paz, con especies como el Caoba
(Swietenia macrophylla) el cual ya escaseaba en el Valle Central a
principios del siglo XX, debido al abuso que se le dio a este árbol
durante el siglo XIX de acuerdo con los reporte de Pittier (1978) y
Standley (1937).

 Reforestar aquellos sitios del Río María Aguilar que se encuentren


protegidos o dentro de los linderos de algunas instituciones como
UACA y otras, El Parque Metropolitano, La Compañía Nacional de
Fuerza y Luz, etc. con todas las especies de árboles citados en el
Decreto 25700 de enero de 1997, los cuales se encuentra vedados
de toda explotación.

 Considerar la siguiente lista de árboles como especies a utilizar en


los programas de reforestación en todas aquellos sitios dentro de
márgenes del Río; así como en aquellos sectores que
eventualmente puede comportarse como puentes naturales entre
aquellas zonas conectables: Mata Redonda y Hatillos con los Cerros
de Escazú y las estribaciones josefinas de la Cordillera de
Talamanca, San Ramón y Concepción con la parte alta de los ríos
Tiribí y Virilla, así como Concepción y San Ramón con los Cerros de
la Carpintera.
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Nombre común Nombre científico Familia

Aguacatillo Cinnamomun cinnamonifolia Lauraceae


Bambú Bambusa spp. Gramínea
Cas Psidium friedrichsthalianum Myrtaceae
Cedro amargo Cedrela odorata Meliaceae
Cedro dulce Cedrela tonduzii Meliaceae
Cenízaro Samanea saman Mimosaceae
Chicasquil Jatropha aconitifolia Euphorbiaceae
Cirrí Mauria heterophylla Anacardiaceae
Gravilia Gravillea robusta Proteaceae
Guaba Inga spp. Mimosaceae
Guachipelín Diphysa robinioides Papilionaceae
Guanacaste Enterolobium cyclocarpum Mimosaceae
Guayabo Psidium guajaba Myrtaceae
Güisaro Psidium guineense Myrtaceae
Güitite Acnistus arborescens Solanacea
Higuerón colorado Ficus costaricana Moraceae
Jocote Spondias purpurea Anacardiaceae
Jobo Spondias mombin Anacardiaceae
Jorco Rheedia edulis Guttiferae
Laurel Cordia alliodora Boraginaceae
Llama del bosque Spathodea campanulata Bignoniaceae
Madero negro Glericida sepium Leguminosae
Malinche Delonix regia Caesalpinaceae
Manzana rosa Eugenia jambos Myrtaceae
Murta Calyptrantes toduzii Myrtaceae
Nance Byrsonima crassifolia Malpighiaceae
Níspero Eriobotrya japonica Rosaceae
Poró copey Erythrina glauca Leguminosae
Quizarra Ocotea spp. Lauraceae
Roble sabana Tabebuia rosea Bignoniaceae
Sotacaballo Pithecellobium longifolium Fabaceae
Surá Terminalia lucida Combretaceae
Targuá Cortón drago Euphorbiaceae
Tucuico Ardisia revoluta Myrsinaceae
Uruca Trichilia glabra Meliaceae
Vainillo Caesalpina eriostachys Leguminosae

 Reforestar con especies autóctonas productoras de frutas, como el


Dama (Citharexylum donnell-smithii) en aquellos sitios protegido, a lo
largo del cauce del río, para incrementar la fauna frugívora.

 Que la Municipalidad de San José actué como un agente catalizador


en la recuperación del Río María Aguilar, y se convierta en una
institución que aglutine todas aquellas personas física y jurídicas
61

interesada en el recurso hidrológico de San José (Compañía


Nacional de Fuerza y Luz, ICE, etc.).

 En aquellos sitios que requieren de una muy pronta recuperación se


recomienda reforestar con especies heliófilas, ya que esta presentan
una tasa de recuperación mayor, como por ejemplo las bignoniáceas
(Los robles de sabana).

 Crear condiciones para que aquellas especies esciófitas (requieren


de menos luz para su estadios juveniles de desarrollo) no sean
desplazadas en aquellos sectores, como producto de la introducción
de especies arbórea con mayores capacidades competitivas.

 Introducir en la zona de San Ramón el árbol gavilán (Oreomunnea


pterocarpa), que a pesar de ser un árbol no maderable, es una
especie en peligro. Actualmente se encuentran protegida
únicamente en la Reserva Biológica Monteverde.
62

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64

GLOSARIO

Abiótico: Componente no viviente de los ecosistemas, a saber: el agua, la


temperatura, algunos sustratos como rocas, arenas, etc.

Afluentes: Todos aquellos cuerpos de agua que desembocan en un cauce


principal. Por ejemplo del Río Ocloro es un afluente del Río María Aguilar.

Amenazas hidrometeorológicas: Son todas aquellos eventuales impactos


negativos sobre la población civil, o a sus obras, como producto directo o
indirecto de las inundaciones.

Análisis cartográfico: Es aquel ejercicio que se realiza sobre un mapa en


particular, como por ejemplo determinar la posición geográfica de un sitio
cualquiera en el mapa.

AyA: Siglas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados.

Biodiversidad entomológica: Todos las especies de insectos que forman


parte de las poblaciones y/o comunidades de un sitio o lugar, como por
ejemplo la lista de especies de insectos encontrados en el Río María Aguilar.

Biótico: Componente viviente de cualquier ecosistema, como por ejemplo los


organismos que viven en un lugar o hábitat determinado. Sin embargo; todas
las acciones realizadas por los seres vivos también se consideran factores
bióticos de un ecosistema, como por ejemplo la reproducción, alimentación,
etc.

Bosque de Galería: Es un conjunto de árboles que coexisten en sitios de


gran pendiente, donde las actividades humanas son poco factibles, como las
laderas de una colina o montaña, etc. En las zonas urbanas los bosques de
galería, son los últimos sitios con representantes de la flora autóctona del
sitio.

Bosquetes: Son sitios de pequeña área con cobertura vegetal principalmente


árboles, ya sea de forma natural o sembrados artificialmente.

Brinzales: Estado juvenil de un árbol, que no alcanza una altura mayor de un


metro.

CNFL: Siglas de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz.

Cobertura vegetal: Conjunto de plantas de cualquier índole, que cubren una


superficie determinada.
65

Condiciones litológicas: Características geológicas, de un sitio cualquiera,


como por ejemplo tipos de rocas, formaciones rocosas, etc

Demanda Bioquímica de Oxígeno: Es la cantidad de oxígeno necesario,


para degradar o desdoblar la materia orgánica, requerido por una población
de bacterias que se encuentran en un cuerpo de agua (río, lago, etc).

Desecador: Aparato que se utiliza en los laboratorio para mantener la


humedad constante de una muestra, un producto químico etc. Donde se
utiliza sustancia que absorben humedad como el cloruro de Calcio.

Ecosistema: Es un sitio determinado donde fluye materia y energía de


acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, donde a su vez se dan
relaciones físicas, químicas y biológicas entre los seres vivos y estos con el
medio.

Especies autóctonas: Son todos los seres vivos que se desarrollan de forma
natural en un sitio determinado, que existen en tales lugares como producto
de los fenómeno de la evolución y la herencia.

Especies con poblaciones amenazadas: Son todas aquellas especies


descritas en el Decreto Ejecutivo 26435 del 3 de diciembre de 1997.

Especies con poblaciones reducidas: Son especies o subespecies de fauna y


flora silvestre, o sus poblaciones que tienen probabilidad de convertirse en
especies en peligro de extinción en el futuro previsible, en todas o parte de
sus áreas de distribución, si los factores que causan su disminución numérica
o la degradación de sus hábitats continúan presentándose o que son raras
porque se encuentran generalmente localizadas en áreas o hábitats
geográficamente limitados, o muy disminuidos, de acuerdo con los
especificado en el Decreto Ejecutivo 26435 del 3 de diciembre de 1997.

Especies heliófilas: Especies de plantas que se principalmente por el efecto


de viento, para lo cual sus semillas cuenta con estructuras que le permiten
“volar”, como la familia Bignoniacea (Robles de sabana).

Estípite: Estructura de soporte de los hongos macroscópicos, denominado


también Talo.

Fitodiversidad: Conjunto de todas las especies de flora existentes en una


zona determinada, donde se incluyen organismos vegetales micro y
macroscópicos.

FONAFIFO: Siglas del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal,


dependencia del Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica.
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Fotointerpretación: Análisis del uso del suelo o características del mismo a


partir de fotografías aéreas tomadas para tal fin, por el Instituto Geográfico
Nacional de Costa Rica.

Fustales: Ultimo estadío de desarrollo de un árbol, el cual se caracteriza por


exhibir todas las condiciones de un árbol típico.

Germoplasma: Estructura biológica de un ser vivo que mantienen información


genética y que a su vez permite la programación o perpetuación de la
especie, como por ejemplo semillas, frutos, tejidos, etc.

Grupo zoológico: Organización de la fauna que permite agrupar organismos


de características similares.

Herbario: Es un mostrario donde se procesa y preserva material vegetal, con


fines científicos, educativos, y/o culturales.

Herpetológico: Referente a anfibios y reptiles.

Impacto ambiental: Todas las acciones realizadas por el ser humano, que
afectan positiva o negativamente al ambiente.

Indicadores biológicos: Organismo que viven en condiciones muy


particulares con rangos ambientales muy estrechos. Esta característica
permite evaluar las condiciones ambientales

Latizales: Estadio intermedio de desarrollo de un árbol. En este el árbol


supera 1,5 m de altura, sin embargo no alcanza las características de un
ejemplar en estado fustal.

Lixivación: Proceso físico que ocurre en el suelo, donde se movilizan hacia


abajo las sustancia que se encuentra en los estratos superiores.

MEP: Siglas del Ministerio de Educación Pública de Costa Rica.

Morgues entomológicas: Aparato que se utiliza para narcotizar insectos.

ONG´s: Siglas de Organizaciones No Gubernamentales.

Organismos descomponedores o microconsumidores: Todas aquellas


bacterias, protozoarios, hongos y demás organismos, que utilizan la materia
orgánica en diferentes estados de descomposición para sus requerimientos
energéticos.
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Organismos patógenos: Son todas aquellas especies microscópicas


(bacterias, protozoarios, etc), que cambian el estado de salud de un ser vivo
macroscópico

Perfusión: Proceso físico donde el agua fluye a través de los poros del suelo.

Polinización: Proceso de transporte del polen de las anteras de los


estambres hacia el pistilo, dentro de una misma especie. Este transporte
puede ser mediado por el viento, agua o un organismos vivo.

Precolación: Proceso de filtración del agua de los estratos superiores del


suelo hacia los estratos inferiores del mismo.

Red trófica: Son todas las relaciones biológicas que ocurren entre los
organismos que componen una comunidad biológica.

Sistemas agrosilvopastoriles: Uso del suelo con triple propósito, donde


convergen la agricultura, los pastos y el bosque.

Sistemas lóticos: Cuerpos de agua donde se observa movimiento o fluye


esta, por ejemplo un río.

Sustrato: Soporte físico donde se desarrolla un organismo epífito. Por


ejemplo un árbol es el sustrato de una orquídea, una roca es el sustrato de
un musgo.

Taxón: Grupo de organismos que comparten características físicas y


biológicas.

UACA: Siglas de la Universidad Autónoma de Centro América en Costa Rica.


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ANEXOS

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