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Poder Judicial de la Nación

CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DE TRABAJO

PROSECRETARÍA GENERAL

BOLETÍN TEMÁTICO DE JURISPRUDENCIA

Acción de Amparo y Juicios Sumarísimos

OFICINA DE JURISPRUDENCIA

AGOSTO 2005

TEMÁTICO AMPARO Y JUICIOS SMARÍSMOS.

1) AMPARO.
1.2. Evolución de la jurisprudencia de la CSJN: a) antes de 1994.
b) Después de 1994.
1.3. Cuestión de vigencia o no de la ley 16986.
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2) AMPARO INDIVIDUAL.
2.1. Requisitos.
2.2. Procedencia.
2.3 Improcedencia.
2.4. Rechazo in límine.
2.5. Cuestiones de competencia.
2.6. Bilateralidad. Legitimación. Terceros.

3) PROCEDIMIENTO.
3.1. Plazos.
3.2. Recursos.

3.3. Ejecución de sentencia.

4) MEDIDAS CAUTELARES,

5) AMPARO POR MORA.

6) AMPARO SINDICAL.

7) PROCESOS SUMARÍSIMOS.

1) AMPARO.

1.2. Evolución de la jurisprudencia de la CSJN:


a) antes de la reforma constitucional de 1994.

Basta la comprobación inmediata de que una garantía constitucional se halla restringida sin orden
de autoridad competente y sin expresión de causa que justifique la restricción, para que aquélla
sea restablecida por los jueces en su integridad, aun en ausencia de ley que la reglamente. Las

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garantías individuales existen y protegen a los individuos por el solo hecho de estar consagradas
en la Constitución, e independientemente de las leyes reglamentarias.
CSJN “Angel Siri s/ rec de habeas corpus” 27/12/57 Tomo 239 pág. 459.

En consideración al carácter y jerarquía de los principios de la Carta Fundamental relacionados con


los derechos individuales, corresponde apartarse de la doctrina tradicional de la CSJN que
relegaba al trámite de los procedimientos ordinarios, administrativos o judiciales, la protección de
las garantías no comprendidas estrictamente en el hábeas corpus.
CSJN “Angel Siri s/ rec de habeas corpus” 27/12/57 Tomo 239 pág. 459.

Acreditado en la causa que no hay constancia de cuál es la autoridad que dispuso la clausura de
un diario ni de los motivos determinantes de dicha medida, e invocadas por el recurrente las
garantías de libertad de imprenta y de trabajo que aseguran los arts. 14, 17 y 18 de la CN,
corresponde revocar por vía de recurso extraordinario la sentencia que, fundada únicamente en
que el hábeas corpus sólo protege la libertad física o corporal de las personas, no hizo lugar al
levantamiento de las restricciones impuestas al derecho de publicar y administrar el diario por el
apelante.
CSJN “Angel Siri s/ rec de habeas corpus” 27/12/57 Tomo 239 pág. 459.

Con arreglo a la reiterada jurisprudencia de la CSJN, la vía del hábeas corpus sólo procede cuando
se invoca una restricción ilegal de la libertad corporal de las personas. Los demás derechos
garantizados por la CN deben ser defendidos por otras acciones ajenas a dicho remedio. (Voto del
Dr. Carlos Herrera).
CSJN “Angel Siri s/ rec de habeas corpus” 27/12/57 Tomo 239 pág. 459.

En un régimen constitucional como el vigente en la República, la jurisdicción proviene de la ley,


entendiendo el término e su acepción más amplia, comprensiva de las normas constitucionales. La
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actuación de cualquiera de los agentes de los poderes constituidos y en especial de los judiciales,
debe ajustarse a aquéllas, no sólo en cuanto al contenido de las resoluciones sino también en
cuanto a la competencia y a la forma de expedirlas. Por lo mismo que el Poder Judicial es custodio
de la observancia de la Constitución por los otros poderes, está obligado al respeto e las propias
limitaciones, especialmente a no exceder su jurisdicción. (Voto del Dr. Carlos Herrera).
CSJN “Angel Siri s/ rec de habeas corpus” 27/12/57 Tomo 239 pág. 459.

El contralor de constitucionalidad está sujeto a la reglamentación de los procesos judiciales, porque


de otra manera la división y la igualdad de los poderes quedarían rotas en beneficio del judicial y
aunque se arguya la posibilidad de que el silencio legislativo o la inoperancia de los procedimientos
legales no pueden impedir la vigencia de los derechos y principios constitucionales, no es dado a
los jueces, so color de que una vía legal sea preferible a otra, prescindir de las prescritas por el
órgano legislativo. La prescindencia de base normativa para la actuación jurisdiccional sólo puede
ser admisible en condiciones vitalmente extremas, que no se cumplen en el caso en que el
recurrente, por la vía de un recurso de hábeas corpus, ha solicitado que se tomen las medidas
necesarias para hacer cesar la clausura de un diario, por considerarla violatoria de la libertad de
imprenta. (Voto del Dr. Carlos Herrera).
CSJN “Angel Siri s/ rec de habeas corpus” 27/12/57 Tomo 239 pág. 459.

El recurso de amparo deducido con invocación de los derechos constitucionales de la libertad de


trabajo, de la propiedad y de la libre actividad, es una garantía distinta a la que protege la libertad
corporal y que, a semejanza del hábeas corpus, procura una protección expeditiva y rápida, que
emana directamente de la Constitución.
CSJN “Samuel Kot SRL s/ rec. De hábeas corpus” 5/9/58 Tomo: 241 pág. 291.

Sin una reserva que, expresa o implícitamente, emane de los preceptos constitucionales, y que
imponga una inteligencia restringida del recurso de amparo, la interpretación amplia es la que
mejor consulta los grandes objetivos de la ley suprema y las genuinas finalidades de aquella
garantía. Lo que primordialmente tienen en vista el hábeas corpus y el recurso de amparo, no es el
origen de la restricción ilegítima a cualquiera de los derechos fundamentales de la persona
humana, sino estos derechos en sí mismos, a fin de que sean salvaguardados.
CSJN” Samuel Kot SRL s/ rec. De hábeas corpus” 5/9/58 Tomo: 241 pág. 291.

Siempre que aparezca de modo claro y manifiesto la ilegitimidad de una restricción cualquiera a
alguno de los derechos esenciales de las personas así como el daño grave e irreparable que se
causaría remitiendo el examen de la cuestión a los procedimientos ordinarios, administrativos o
judiciales, corresponderá que los jueces restablezcan de inmediato el derecho restringido por la
rápida vía del recuso de aparo. En tales hipótesis, los jueces deberán extremar la ponderación y la
prudencia, a fin de no decidir por el sumarísimo procedimiento de esta garantía constitucional,
cuestiones susceptibles de mayor debate y que corresponda resolver de acuerdo con los
procedimientos ordinarios.
CSJN” Samuel Kot SRL s/ rec. De hábeas corpus” 5/9/58 Tomo: 241 pág. 291.

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Es procedente el recurso de amparo interpuesto por el propietario de una fábrica que ha sido
ocupada durante casi tres meses por una parte de su personal obrero, que no invoca ni pretende
derecho alguno a su posesión o detención, sino el propósito de mantenerse en el inmueble sin
ejercer violencia alguna, defendiendo de esa manera su trabajo a la espera de la resolución
definitiva del conflicto laboral que sostiene con la empresa. Siendo manifiesta e indudable la
legitimidad de la vía de hecho escogida, aún en la hipótesis de que los obreros tuvieran toda la
razón en el conflicto, nada hay, en el solo aspecto de la ocupación, que corresponda diferir a los
procedimientos ordinarios establecidos por las leyes para la dilucidación de los aspectos de fondo
del conflicto gremial y de los derechos de las partes, ni, tampoco, que requiera ser debatido en una
acción real o en un interdicto posesorio. Además, es manifiesto el agravio serio e irreparable que
resulta de la paralización del establecimiento. En tales condiciones, existe una restricción ilegítima
de los derechos constitucionales de la propiedad y de la libertad de trabajar, cuya protección no
tolera ni consiente dilaciones propias e los procedimientos ordinarios.
CSJN” Samuel Kot SRL s/ rec. De hábeas corpus” 5/9/58 Tomo: 241 pág. 291.

El amparo es un medio defensivo implícito en la Ley Fundamental para la tutela de las “garantías
constitucionales” y no una acción sumarísima creada por los jueces, al margen de toda norma legal
que lo autorice, para posibilitar la defensa procesal de todos los derechos individuales imaginables,
incluso los nuevos derechos privados existentes en el orden de las relaciones entre particulares,
como lo son el dominio y sus atributos, que gozan de minuciosa y adecuada protección legal (Voto
de los Dres. Aristóbulo Aráoz de Lamadrid y Julio Oyhanarte).
CSJN” Samuel Kot SRL s/ rec. De hábeas corpus” 5/9/58 Tomo: 241 pág. 291.

Hay amparo de la libertad contra actos emanados de autoridades públicas, pero no contra los que
provengan de sujetos particulares. Tal es el principio prácticamente uniforme de la legislación y la
doctrina contemporáneas y si bien es posible que el legislador amplíe la esfera de acción del
amparo, extendiéndolo a las violaciones cometidas por personas privadas, no cabe admitir que los
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jueces, sobre la base de supuestos principios implícitos en la Constitución, tengan la misma


potestad ampliatoria. (Voto de los Dres. Aristóbulo Aráoz de Lamadrid y Julio Oyhanarte).
CSJN” Samuel Kot SRL s/ rec. De hábeas corpus” 5/9/58 Tomo: 241 pág. 291.

Requerido el amparo como consecuencia de una controversia entre particulares sobre derechos
privados, como son el dominio y sus atributos, y siendo innegable que en el derecho argentino
existe una amplia y expeditiva tutela jurisdiccional de aquéllos, tal remedio debería concederse no
por ausencia, sino por la supuesta ineficacia de dicha tutela; lo que es improcedente, porque al
juzgador le está vedado pronunciarse sobre el acierto del Congreso o de una legislatura en la
elección de los medios que estimó aptos para el logro de los fines legales. (Voto de los Dres.
Aristóbulo Aráoz de Lamadrid y Julio Oyhanarte).
CSJN” Samuel Kot SRL s/ rec. De hábeas corpus” 5/9/58 Tomo: 241 pág. 291.

El amparo es un proceso excepcional, cuya utilización sólo procede en las delicadas y extremas
situaciones en las que por carencia de otras vías legales aptas, peligra la salvaguarda de derechos
fundamentales, por lo cual se exige para su apertura circunstancias muy particulares,
caracterizadas por la presencia e arbitrariedad o ilegalidad manifiestas que, ante la ineficacia de los
procedimientos ordinarios, puedan provocar un daño concreto y grave, sólo eventualmente
reparable por esa vía urgente y expeditiva.
CSJN “De León, Marcelo c/ Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados
s/ amparo” 27/9/88.

La acción de amparo contra actos de la autoridad pública es inadmisible cuando no media


arbitrariedad o ilegalidad manifiestas y la determinación de la eventual invalidez del acto requiere
una mayor amplitud de debate o de prueba, o la declaración de inconstitucionalidad de leyes,
decretos y ordenanzas.
CSJN “Juarez, Rubén y otro c/ Ministerio de Trabajo” 10/4/90.ED 138:93.

Para la procedencia del amparo se requiere la demostración de la carencia de las otras vías o
procedimientos aptos para solucionar el conflicto y, en su caso, su ineficacia para contrarrestar el
daño concreto y grave, pues se trata de un remedio excepcional que no tiene por objeto obviar los
trámites legales ni alterar las jurisdicciones vigentes.
CSJN “Juarez, Rubén y otro c/ Ministerio de Trabajo” 10/4/90.ED 138:93.

No se configura el supuesto de manifiesta ilegalidad en la actuación de la autoridad nacional que


haga admisible el amparo, si la decisión del Ministerio de Trabajo se sustenta en las facultades
establecidas por la ley 23551 y decreto 467/88.
CSJN “Juarez, Rubén y otro c/ Ministerio de Trabajo” 10/4/90.ED 138:93.

La acción de amparo no constituye, en principio la vía adecuada para discutir la validez


constitucional de leyes y reglamentos, a menos que la violación de derechos o garantías sea

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palmaria, caso en el cual puede ser declarada la inconstitucionalidad en un proceso de tan limitado
conocimiento como el reglado en la ley 16986. (Del voto del Dr. Fayt).
CSJN “Juarez, Rubén y otro c/ Ministerio de Trabajo” 10/4/90.ED 138:93.

Es ajustado a derecho el acogimiento de la vía del amparo incoado por magistrados judiciales
contra el Estado Nacional por reclamo de diferencias salariales, si dicha vía no redujo las
posibilidades de defensa de la demandada en cuanto a la amplitud de discusión y prueba referente
a las cuestiones planteadas y decididas ya que es preciso evitar que el curso de los procedimientos
ordinarios torne abstracta, o tardía, la efectividad de las garantías constitucionales. Además, es
necesario tener en cuenta las profundas alteraciones de carácter extraordinario que determinan la
admisibilidad del remedio excepcional como es la vía del amparo, procedente en casos especiales.
CSJN “Vilela, Julio y otros c/ Estado Nacional s/ amparo” 11/12/90 ED 13/12/91.

No es óbice a la aceptación formal de la vía del amparo incoado por magistrados judiciales contra
el Estado nacional por diferencias de sueldos lo dispuesto por el art. 2°, inc. D) de la ley 16986 que
impide declarar la inconstitucionalidad de normas, pues en el caso no se trata de declarar la
inconstitucionalidad de los actos que fijaron las remuneraciones, sino tan sólo de considerar su
insuficiencia.
CSJN “Vilela, Julio y otros c/ Estado Nacional s/ amparo” 11/12/90 ED 13/12/91.

Resulta formalmente procedente el amparo incoado por magistrados judiciales contra el Estado
Nacional por diferencias de sueldos, si se tiene en cuenta la finalidad del art. 96 de la CN y la
necesidad de asegurar, en forma inmediata, la independencia del Poder Judicial.
CSJN “Vilela, Julio y otros c/ Estado Nacional s/ amparo” 11/12/90 ED 13/12/91.

El servicio de justicia requiere regularidad, continuidad y eficacia y es una actividad pública básica,
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esencial y no prescindible. En consecuencia, se hace necesario oír y decidir el amparo incoado por
magistrados judiciales contra el Estado Nacional por diferencias de sueldo en los términos del art
1° de la ley 16986. (Voto en disidencia de los Dres. Rocca, Gonzalez Palazzo, Cipriano Garay y
Spota).
CSJN “Vilela, Julio y otros c/ Estado Nacional s/ amparo” 11/12/90 ED 13/12/91.

El art. 2° de la ley 16986 no puede ser entendido en forma absoluta, porque ello equivaldría a
destruir la esencia misma de la institución que ha sido inspirada en el propósito definido de
salvaguardar los derechos sustanciales de la persona reconocidos por la Constitución, cuando no
existe otro remedio eficaz al efecto.
CSJN “Peralta, Luis y otros C/ Estado Nacional”. 27/12/90. LL 3/6/91.

El art. 2° inc. D) de la ley 16986 halla su quicio constitucional en tanto se admita el debate de
inconstitucionalidad en el ámbito del proceso de amparo, cuando en el momento de dictar
sentencia se pudiese establecer si las disposiciones impugnadas resultan o no claras, palmaria o
manifiestamente violatorias de las garantías constitucionales que este remedio tiende a proteger.
CSJN “Peralta, Luis y otros C/ Estado Nacional”. 27/12/90. LL 3/6/91.

El carácter excepcional de la vía de amparo, obliga a admitirla únicamente en aquellas situaciones


que revelen la imprescindible necesidad de ejercerla para salvaguarda de derechos fundamentales,
en tanto ella no altera las instituciones vigentes ,ni faculta a los jueces para sustituir los trámites
pertinentes por otros que consideren más convenientes y expeditivos. (Del voto del DR. Belluscio).
CSJN “Peralta, Luis y otros C/ Estado Nacional”. 27/12/90. LL 3/6/91.

La lesión al derecho constitucional de propiedad, producida en ocasión del cumplimiento de función


administrativa dentro del área del Poder Judicial de la Nación, es cuestión que habilita la acción
regulada en la ley 16986, pues –en el caso- aquélla es grave y evidente y afecta prestaciones de
carácter alimentario.
CSJN “Sanchis Ferrero, Lilia y otros c/ Estado Nacional” 20/5/92 LL Feb. De 1993 n°24.

La acción de amparo contra actos de la autoridad pública es inadmisible cuando no media


arbitrariedad o ilegalidad manifiestas y la determinación de la eventual invalidez del acto requiere
una mayor amplitud de debate o de prueba o la declaración de inconstitucionalidad de leyes,
decretos y ordenanzas.
CSJN “Del Canto, Ismael y otro c/ Ministerio de Trabajo” 7/7/92 DT marzo 1993.

La razón de ser de la vía excepcional del amparo no es someter a la vigilancia judicial el


desempeño de los funcionarios y organismos administrativos ni el control del acierto con que la
administración desempeña sus funciones.
CSJN “Del Canto, Ismael y otro c/ Ministerio de Trabajo” 7/7/92 DT marzo 1993.

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Para la procedencia de la vía del amparo cabe exigir la demostración de la carencia de otras vías o
procedimientos aptos para solucionar el conflicto y, en su caso, su ineficacia para contrarrestar el
daño concreto y grave, pues se trata de un remedio excepcional que no tiene por objeto obviar los
trámites legales ni alterar las jurisdicciones vigentes.
CSJN “Del Canto, Ismael y otro c/ Ministerio de Trabajo” 7/7/92 DT marzo 1993.

b) Después de la reforma constitucional de 1994.

Como lo ha resuelto reiteradamente esta Corte, la acción de amparo constituye un remedio de


excepción, cuya utilización está reservada para aquellos casos en que la carencia de otras vías
legales aptas para resolverlas pueda afectar derechos constitucionales, máxime cuando su
apertura requiere circunstancias muy particulares, caracterizadas por la existencia de arbitrariedad
o ilegalidad manifiesta y la demostración, por añadidura, de que el daño concreto y grave
ocasionado sólo puede eventualmente ser reparado acudiendo a la vía urgente y expeditiva del
amparo” (Fallos 307: 2419, entre otros muchos).
CSJN “Ballesteros, José” 4/10/94 citado por Rivas, Adlfo “El amparo” EDc. La Rocca 2003
pág.202.

La inadmisibilidad de la acción de amparo cuando no media arbitrariedad o ilegalidad manifiesta no


varió con la sanción del nuevo art. 43 de la CN, que reproduce el art. 1° de la ley 16986,
imponiendo idénticos requisitos para su procedencia. (Dres. Nazareno, Moliné O’Connor, Fayt,
Belluscio, Boggiano, Lopez y Vazquez).
CSJN “Servotron SACIFI c/ Metrovías SA y tros” 10/12/96.

El amparo únicamente procede para la tutela inmediata de un derecho constitucional violado en


forma manifiesta; es inadmisible, en cambio, cuando el vicio que compromete garantías
constitucionales no resulta como evidencia y la dilucidación del conflicto exige una mayor amplitud
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de debate y prueba. Este criterio no ha variado con la sanción del nuevo art. 43 e la CN pues, en lo
que aquí importa, el nuevo texto reproduce el art. 1 de la ley 16986, imponiendo idénticos
requisitos para su procedencia formal.
CSJN “Prodelco c/ PEN” 7/5/98.

El actor no ha acreditado que el decreto 1285/99 lo afecte en sus derechos, con arbitrariedad e
ilegalidad manifiestas y en forma actual o inminente, tal como lo exigen los arts. 43 de la CN y 1°
de la ley 16986 para la procedencia de la acción de amparo. Toda vez que no se advierte cómo se
restringen, limitan o modifican sus actuales condiciones laborales, máxime cuando los nuevos
barcos no sustituirán a los nacionales, sino que explotarán el excedente del recurso que aquéllos
no pueden aprovechar por una limitación de capacidad operativa estructural de la flota pesquera
nacional y no como consecuencia del decreto 1285/99. (Del dictamen del Procurador General de la
Nación al que adhieren los ministros Nazareno, Moliné O’Connor, Belluscio, Lopez y Bossert).
CSJN “Casime, Carlos c/ Estado Nacional” 20/2/01.

La acción de amparo tiene una finalidad preventiva y no requiere la existencia de daño consumado
en resguardo de los derechos (Fallos: 320:690 y sus citas). En la especie, el actor (capitán de un
buque pesquero argentino) invoca que su actividad se encuentra afectada por el régimen el decreto
1285/99, lo cual, lejos de constituir una hipótesis abstracta o meramente conjetural sin
consecuencias jurídicas, traduce un interés serio y suficiente para configurar la existencia de un
caso en los términos de los arts. 116 y 117 de la CN (Fallos: 307:1379; 310:606). (Del voto en
disidencia del Ministro Boggiano).
CSJN “Casime, Carlos c/ Estado Nacional” 20/2/01.

Este Tribunal ha decidido que “la acción declarativa, al igual que el amparo, tiene una finalidad
preventiva y no requiere la existencia de daño consumado en resguardo de los derechos” (Fallos:
307:1379, cons. 7 y voto concurrente del Juez Petracchi; 320:690). Y este es el caso traído a esta
Corte pues el actor persigue que se mantenga el régimen que regula su actividad laboral y que se
anule el nuevo consagrado en el decreto 1285/99 por el que se permiten nuevas modalidades en la
actividad pesquera que, en alguna medida, competirá con la que se venía desarrollando. Este
interés parece lo suficientemente concreto a fin de considerar que la planteada es una causa en los
términos de los arts. 116 de la CN y 2 de la ley 27 y desecha la idea de que la acción deducida se
reduce a una consulta sobre la vigencia o derogación de un determinado régimen jurídico. (Del
voto en disidencia de los ministros Fayt y Vazquez).
CSJN “Casime, Carlos c/ Estado Nacional” 20/2/01.

La acción de amparo no tiene por objeto obviar los trámites legales ni alterar las instituciones
vigentes, ni justifica la extensión de la jurisdicción legal y constitucional de los jueces, a quienes no
les corresponde el control del acierto con que la Administración desempeña las funciones que la ley
le encomienda válidamente o la razonabilidad con que ejerce sus funciones propias.
CSJN “Ramos, Marta y otros c/ Pcia de Bs As y otros” 12/3/02 LL 2003-B-292.

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La doctrina sobre el alcance de la acción de amparo y su carácter de vía procesal excepcional no


ha sido alterada, sin más, por la inclusión en la reforma constitucional de 1994 del art. 43, que
mantiene el criterio de excluir la acción cuando por las circunstancias del caso concreto se requiere
mayor debate y prueba y por tanto no se da el requisito de “arbitrariedad o ilegalidad manifiesta” en
la afectación de los derechos y garantías constitucionales, requisitos cuya demostración es
imprescindible para la procedencia de aquélla (Disidencia de los Dres. Belluscio, Bogiano y
Maqueda).
CSJN “Pcia de San Luis c/ Estado acional” 5/3/03. ED 13/3/03. LL 4/4/03 n° 105310.

La ampliación del universo de los sujetos legitimados para accionar por la vía del amparo
establecida tras la reforma constitucional de 1994, no se ha dado para la defensa de cualquier
derecho sino como medio para evitar discriminaciones y tutelar los derechos mencionados en el
segundo párrafo del art. 43 de la CN, es decir los que “protegen al ambiente, a la competencia, al
usuario y al consumidor, así como los derechos de incidencia colectiva general”.
CSJN “Cámara e Comercio c/ Afip” 26/3/03 LL 20/11/03 n° 106558.

Aun cuando la reforma constitucional de 1994 importó un ensanchamiento de la protección


constitucional, lo cual ha sido consagrado en el 2° párrafo del art. 43 con relación a determinados
sujetos y materias, ello no enerva la exigencia que para todo tipo de causas consagra el art. 116 de
la CN, acerca de que quien alegue padecer una afectación de sus derechos, demuestre un interés
concreto, inmediato y sustancial a fin de viabilizar la acción de amparo.
CSJN “Galantini, Miguel c/ Asoc. Correntina Amateur de Jockey sobre césped y pista” 1/6/04.

La circunstancia de que la aplicación del decreto 2416/01 de la Pcia de Entre Ríos que estableció
el “período de normalización” – prohibió iniciar acciones y suspendió los plazos procesales- del
sistema jubilatorio de amas de casa creado por la ley 8107, haya aparejado una lesión a las
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actoras, no es suficiente por sí sola para invalidar la norma, pues mediando una situación de grave
necesidad, el interés particular debe ceder ante el general, aún cuando se derive un menoscabo a
supuestos derechos, en especial cuando la norma o responde a un criterio que persigue móviles
persecutorios o de indebida discriminación (Del dictamen del procurador general sustituto que la
Corte hace suyo).
CSJN “Beron, Luisa y otro c/ Pcia de Entre Ríos” 15/2/05. LL 1/6/05 n°9.

Es competente el fuero laboral para conocer en la acción de amparo interpuesta contra la empresa
concesionaria del subterráneo y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, antela decisión de
aquella de no cumplir la resolución 1105/2003 de la Subsecretaría de Regulación y Fiscalización
que declaró la insalubridad de determinados puestos de trabajo e la actividad empresarial pues la
cuestión debatida se vincula con aspectos e derecho laboral y se subsume en los casos que el art
20 de la ley 18345 asigna a la Justicia Nacional del Trabajo, la que conocerá por medio de los
jueces de primera instancia. (Del dictamen del procurador fiscal subrogante que la Corte hace
suyo).
CSJN “Perez, Carlos c/ Ciudad de Buenos Aires y otros “ 8/2/05 DJ 8/6/05, 419; LL 6/6/05, 7.

La procedencia de la acción de amparo exige circunstancias muy particulares caracterizadas por la


presencia de arbitrariedad o ilegalidad manifiestas que, ante la ineficacia de los procedimientos
ordinarios, originan un daño concreto y grave, sólo eventualmente reparable por esta vía urgente y
expeditiva.
CSJN “Intendente de Ituzaingó y otro c/ Entidad Binacional Yaciretá” 23/11/04 DJ 20/4/05, 11; LL
11/4/05, 4.

Debe rechazarse la acción de amparo tendiente a impugnar la constitucionalidad de las


restricciones financieras motivadas por la crisis desencadenada a fines de 2001 – ley 25561,
decretos 1570/01, 214/02 y normas concordantes- y obtener la restitución de la moneda de origen
de depósitos bancarios constituidos en la divisa extranjera, pues no se ha demostrado que tales
normas irroguen a la parte actora un perjuicio que supere los límites tolerables del sacrificio
impuesto por la emergencia, debiendo tenerse en cuenta que cuando se tachan de
inconstitucionales diferentes opciones legislativas debe acreditarse acabadamente que todas ellas
merecen tal descalificación por el perjuicio que provocan para que el planteo prospere. (Del
dictamen del Procurador General que la Corte hace suyo).
CSJN “Bustos, Alberto y otros c/ Estado Nacional” 26/10/04 LL sipl. Esp. Octubre 2004. LL
26/11/04, 7.

Cuestiones de competencia.
Si bien el art. 16 e la ley 16986 veda articular cuestiones de competencia en el juicio de amparo,
ello rige solamente para las partes mas no para los jueces, quienes deben, en primer término,
examinar su competencia, según el art. 4°, segundo párrafo, de dicha ley. (Del dictamen del
procurador fiscal que la Corte hace suyo).
CSJN “Ente Nacional Regulador del Gas” 9/11/04 DJ 27/4/05, 1120; LL 20/4/05, 15.

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Fallos de Cámara.

En el caso se trataba de un hábeas corpus preventivo frente a la amenaza formulada, según el


requirente, de la libertad física de los llamados “piqueteros” ante un programa de acción formulado
por ellos en todo el territorio nacional para una fecha determinada. Pero tal requerimiento no se
compadece con ninguno de los supuestos de competencia de la Justicia Nacional del Trabajo. Las
disposiciones en materia de competencia fueron de aplicación al caso de acuerdo a lo establecido
en los arts. 8 y 10 de la ley 23098 y del art. 7 apartado 6, del Pacto de San José de Costa Rica,
disposiciones ambas que no fueron alteradas por lo establecido en el 4° y último párrafo del art. 43
de la CN, según la reforma de 1994. En consecuencia deben remitirse los autos al juez
considerado competente que, en el caso, teniendo en cuenta la extensión territorial a que se refiere
el planteo realizado en la demanda, es la Justicia Penal Federal.
CNAT Sala de Feria Expte n° 59/01 sent. 12 31/7/01 “Boico, Roberto y otros c/ PEN”.

1.3. Cuestión de vigencia o no de la ley 16986.


Fallos de Cámara.
El art. 43 de la CN, incorporado por la reforma de 1994, no ha alterado significativamente la
fisonomía de la ley 16986 ni las líneas jurisprudenciales diseñadas en su torno respecto de la
admisibilidad de la acción de amparo. Ha ampliado el catálogo de los derechos susceptibles de
protección por esa vía ante los actos de autoridad pública que, en forma actual e inminente los
lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta; ha completado, al
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compás de esa ampliación, el número de los legitimados, y ha suprimido la exclusión dispuesta por
el art. 2° inc d) – ya relativizada por los Tribunales- de los casos en los que la declaración de
invalidez de los actos requiriera la de la inconstitucionalidad de normas jurídicas de carácter
general. (Del voto del Dr. Morando, al que adhiere la Dra Guthmann).
CNAT Sala de Feria “Confederación General del Trabajo c/ Estado Nacional” 24/1/97. DT 1997-A-
506.

El art. 43 de la CN garantiza que “toda persona puede interponer acción expedita y rápida de
amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o
amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta
Constitución, un tratado o una ley”. Agrega que “en el caso, el juez podrá declarar la
inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva”, con lo que deroga la
norma (de dudosa constitucionalidad ya desde antes de la reforma de 1994) contenida en el art. 2°
inc. D) de la ley 16986, reglamentaria de la acción de amparo. En realidad, el art. 43 de la
Constitución ha reformulado el concepto del amparo de acuerdo con los principios más amplios
que los que informaron en su momento la ley 16986, por lo que ésta – que no ha sido
expresamente derogada- sólo puede entenderse subsistente en cuanto no se oponga a la norma
superior sobreviniente. (Del voto del DR. Guibourg).
CNAT Sala de Feria “Confederación General del Trabajo c/ Estado Nacional” 24/1/97. DT 1997-A-
506.

La regulación expresa del amparo en el nuevo texto constitucional con la marcada jerarquización
que ello implica, ha producido un cambio con respecto a la situación preexistente, en relación son
su procedencia formal y sustancial, liberándole de cualquier vasallaje procesal, siendo su ejercicio
directo, principal y no subsidiario, que por su origen no requiere de legislación complementaria
alguna.
CNAT Sala IX “Verrocchi, Ezio c/ Administración Nacional de Aduanas” 16/9/96 DT 1996-B-3135.

Fallos de otras cámaras.

La ley nacional de amparo 16986 mantiene su vigencia en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires,
en tanto su contenido normativo no se oponga a los principios del art. 14, parr. 4° de la Constitución
local, esto es, ausencia de formalidades procesales que afecten la operatividad del amparo,
brevedad y perentoriedad de los plazos.
Cam Cont Adm ty Trib de la Ciudad de Bs As Sala I 29/12/00 “Vera, Miguel c/ Gob de la Ciudad de
Bs As” LL 2001-E-839. Criterio confirmado por el Tribunal Superior de la Ciudad Autnónoma de Bs
As el 4/5/01 (LL 2001-E-42).

Debe considerarse la vigencia de la ley 16986, pues no se ha producido una derogación en bloque
de la misma; por tanto se mantendrán las condiciones de la acción mientras no medie una
derogación expresa.
CN Fed. Cont. Adm. Sala 1 14/7/99 “García, Nélida y otros c/ Poder Ejecutivo” LL 1999-E-615.

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Poder Judicial de la Nación

En igual sentido: CNCivil Sala F 17/12/96 “Luraschi, Agustin c/ Municipalidad de Bs As” LL 1997-C-
447.

2) AMPARO INDIVIDUAL.

2.1. Requisitos.

Debe considerarse que el amparo estudia conductas de ilegalidad o arbitrariedad manifiestas. En


consecuencia, la acción no se habilita para hechos o actos que no padezcan de notoria invalidez.
Hay, como lo señala Sagües (“Ley de amparo, comentada, anotada y concordada con normas
provinciales” Bs As 1979, págs 193/4), en el amparo, un discreto análisis fáctico, normativo y
axiológico, y por tanto no se excluyen de él algunos mecanismos probatorios mínimos y un rápido
juzgamiento de constitucionalidad. Pero si la cuestión es intrincada, deberá remitirse a otro tipo de
procedimiento.
CNAT Sala III Expte n° 11246/90 sent. 66088 25/4/90 “Aguilar, Juan c/ Adm. Nac. De Aduanas s/
amparo” (VV.- L.-G.-)

En cuanto a la limitación contenida en el inc. d) del art. 2 de la ley 16986, la CSJN ha expresado
que “debe ser interpretado como un medio razonable concedido para evitar que la acción de
amparo sea utilizada caprichosamente con el propósito de obstaculizar la efectiva vigencia de las
leyes y reglamentos dictados en virtud de lo que la Constitución dispone, pero no como medio
tendiente a impedir que se cumplan los fines perseguidos por la misma ley cuando el acto de
autoridad arbitrario se fundamente en normas que resultan palmariamente contrarias al espíritu y a
la letra de las leyes(…). El amparo instituido pretorianamente por aplicación directa de cláusulas
constitucionales y cuya finalidad es asegurar la efectiva vigencia de la Constitución misma, no
USO OFICIAL

puede recibir un límite legal que impida su finalidad esencial cuando ésta requiere que se alcance
la cima de la función judicial, como es el control de la constitucionalidad de normas
inconstitucionales…”. (Conf. “Peralta Luis y otro c/ Estado Nacional” 27/12/90).
CNAT Sala III Exppte n° 23689/96 sent. 72785 4/11/96 “Lamanna, Rubén c/ Estado Nacional s/
amparo” (P.- E.- G.-)

En el régimen del amparo, es improcedente reexaminar, al dictar la sentencia definitiva, el


cumplimiento acabado de las exigencias adjetivas de la acción porque se vulnera, también, el
principio de preclusión, salvo en los supuestos muy excepcionales, en los cuales la necesidad de
mayor amplitud de debate surge evidente durante la tramitación. (Del dictamen del Fiscal General
n° 34036 del 6/6/02, al que adhiere la Sala).
CNAT Sala VI Expte n°3984/02 sent. 54980 20/6/02 “Carestía Saenz, Amilcar c/ Estado Nacional y
otro s/ amparo” (De la F.- CF.-)

El amparo no ha sido creado para obviar los procedimientos normales ni para abreviar los plazos
que toda causa judicial o recurso administrativo importan, sino que se trata de una arbitrio al que
sólo debe recurrirse ante la ineficacia de los procedimientos ordinarios, la cual no se establece en
base a parámetros normales, sino que atiende a que el perjuicio sólo pueda evitarse o
repararse por la vía urgente y expeditiva (CNCivil y Com Fed Sala 3° 16/9/99 “Air Delta SRL c/
Estado Nacional”). El perjuicio que pueda ocasionar la dilación de los procedimientos corrientes no
importa otra cosa que la situación común de toda persona que peticiona mediante ellos el
reconocimiento de sus derechos (CN Civ y Com Fed Sala 3° 1/10/98 “Musitani de Violente,
Celestina c/ Onra Social Minsterio de Economía!).
CNAT Sala VIII Expte n° 22779/01 sent. 22723 23/11/01 “Quaglino, Mariana c/ Colegio Público de
Abogados de la Cap. Fed s/ amparo” .

La reclamación administrativa previa y la comunicación a la Procuración del Tesoro no


constituyen actos necesarios para la habilitación de la vía judicial. Los arts. 30 a 32 de la ley
19549, modificados por el art. 12 de la ley 25344 han impuesto dicha reclamación previa a las
demandas contra el Estado. Ya antes de la sanción de la ley 16986, y vigente la ley 3952, la CSJN,
en la causa “Tricerri, Silvio”, consideró que esa exigencia no regía para los juicios de amparo,
criterio compartido en doctrina por Bidart Campos y Sagües (“Ley de amparo”, de este último Bs As
1979, pág 146). La comunicación a la Procuración del Tesoro no rige en los juicios de amparo (art.
11 de la ley 25344).
CNAT Sala VIII Expte n° 19818/01 sent. 22827 5/2/02 “Alvarez, Mario c/ Estado Nacional s/
amparo” (B.- M.-)

Es de la naturaleza misma de la acción de amparo la posible existencia de una grave lesión o


amenaza a derechos fundamentales. La sola mención de su existencia obliga al magistrado a la
apertura de la feria judicial para considerarla y consecuentemente, aceptarla o rechazarla, según
el caso.
CNAT Sala de Feria Expte n°1/00 sent. 1 6/1/00 “Asociación Bancaria SEB c/ Bco Central de la
República Argentina s/ amparo” (Simon. Guthmann).
Sumarios de fallos de primera instancia.

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Poder Judicial de la Nación

El art. 43 de la CN limita el amparo a un tipo particular de acción u omisión, es decir, a aquella que
“en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad
manifiesta” ciertos derechos constitucionales. Así, es criterio del Más Alto Tribunal que el acto u
omisión debe conculcar e forma clara e inequívoca derechos constitucionales sin necesidad de un
largo y profundo estudio de los hechos, ni de amplio debate o prueba (CSJN Fallos 306:1253 y
788). La procedencia de una demanda de amparo requiere, entre otros requisitos, la alegación y
demostración de que el demandante es titular de un derecho que se invoca y que el acto contra el
que se intenta la acción adolece de ilegalidad manifiesta. El cumplimiento de una u otra exigencia
es bastante para decidir sin más la desestimación de las pretensiones del reclamante (CSJN
7/12/60 “Lucilo, Raúl c/ Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones Civiles” JA Reseñas 1969-813,
n° 211).
JNT 30 Expte n°6992/05 sent. Del 2/5/05 “Grafex SA c/ Unión Personal de Fábricas de Pinturas y
Afines s/ amparo”.

2.2. Procedencia.

La acción de amparo resulta admisible aún cuando no se hayan dado ninguno de los supuestos
contemplados en los incisos del art. 2 de la ley 16986, siempre que no existan otros recursos o
remedios procesales o administrativos que permitan obtener la protección del derecho o garantía
constitucional de afectado. (Del voto del DR. Lescano, en mayoría).
CNAT Sala V sent. 16801 23/10/92 “Placenta, Carlos c/ PEN s/ amparo” (L.- M.- V.-)

Cuando el planteo del escrito de inicio se proyecta sobre sujetos pasivos que no son de naturaleza
pública, es obvio que no rige la ley 16986. En el caso, la pretensión encuadra en lo previsto por los
USO OFICIAL

arts. 43 de la CN, 321 y 498 del CPCCN y la esencia del reclamo está vinculado a la incapacidad
del trabajador y a un sistema que mediatiza el cobro del resarcimiento lo que justifica un trámite
celérico, en particular si se tiene en cuenta la amplitud del texto constitucional y que no subyace
una disputa fáctica que justifique un intenso trámite de cognición. La jurisprudencia de la CNAT
siguiendo el criterio de esta Fiscalía General, ha aplicado las disposiciones del juicio sumarísimo
en hipótesis muy similares a la presente y en demandas destinadas a impugnar el polémico
sistema de renta de la ley 24557 (ver, entre muchos otros, Dictamen n° 27523 del 5/8/99
“Cyment, Cyrla c/ Generali Argentina Cía de Seguros Patrimoniales SA s/ amparo” del registro de la
Sala II). En consecuencia, y por razones objetivas, se ordena la tramitación de la acción de amparo
sin que esto implique, obviamente, sentar posición acerca de su admisibilidad final. (Del dictamen
del Fiscal General n° 39778 el 24/2/05, al que adhiere la Sala).
CNAT Sala V Expte n° 25901/04 sent. 67484 7/3/05 “Gomez, Hugo c/ Asociart ART y otro s/
aparo” (B.- GM.-)La sala reiteró el criterio en autos: “ Toledo, Silvia c/ Berkley Internacional ART s/
amparo” sent. Int. 22806 del 25/4/05 (B.- M.-)

Verificándose en el caso que los actos cuestionados lesionan en forma actual y con arbitrariedad
manifiesta derechos reconocidos por la CN, constituyendo discriminación arbitraria que la empresa
demandada impidiera, por razones de edad, el acceso a categorías superiores a pilotos que
superaban los 57 o 58 años, procede el amparo solicitado y la demandada deberá abstenerse de
aplicar la pauta discriminatoria por edad contenida en los llamados a cobertura de vacantes.
CNAT Sala IX Expte n°16349/04 sent. 12519 31/5/05 “Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas c/
Aerolíneas Argentinas SA s/ amparo” (P.- B.-)

Cuando la naturaleza de la contienda se proyecta sobre el contrato de trabajo y la calificación


remuneratoria de un rubro genera una duda razonable, se impone al juez requerido asumir el
conocimiento de la controversia a la luz de lo previsto en el art. 4 de la ley 16986. (Del dictamen del
Procurador General del Trabajo n° 20781 del 23/9/96, al que adhiere la Sala).
CNAT Sala X sent. Int. 277 26/9/96 “Cardozo, Nestor y otros c/ Estado Nacional s/ amparo”.

Debe ser admitido el recurso de amparo interpuesto por el accionante, tendiente a que el Estado
Nacional le otorgue un empleo adecuado a su capacidad laboral, o en su defecto se le concedan
las prestaciones de desempleo previstas en los arts. 118 y 119 de la ley 24013. Así se lo entiende
toda vez que la situación por la que atraviesa el amparista es patética (cuenta con 51 años de
edad, hace cuatro años que está desocupado e incapacitado en forma absoluta y permanente y su
beneficio provisional le fue negado por cuestiones formales) y sin perjuicio de que en su momento
deba acreditar dichas circunstancias, es necesario antes del pronunciamiento definitivo oír al
estado Nacional a fin de que se expida sobre el particular. En el caso no se trata de un litigante
común y no podría descartarse “ab initio” una actitud que lejos de tender a obtener la derrota del
adversario, implicara si no un allanamiento, al menos la posibilidad de paliar, en parte, un estado
que se ha denunciado como afligente. Pero aún cuando ello no fuera así y se alegaran cuestiones
de hecho y derecho para rebatir la pretensión, es recién al momento de dictar sentencia en que
podrá examinarse el contenido de las pretensiones y defensas articuladas por las partes.
CNAT Sala X Expte n°9857/99 sent. 4304 16/7/99 “Luna Pozo., Santos c/ Estado Nacional s/
amparo”.

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Poder Judicial de la Nación

El juez a quo admitió la acción de amparo sobre la base de operatividad del derecho a la salud y a
la vida y condenó a la Obra Social del Personal de la Sanidad Argentina y al Estado Nacional a
entregar al demandante el medicamento oncológico que su grave dolencia requiere. El Estado
Nacional se halla en rebeldía y el Ministerio de Salud de la Nación apela la resolución de primera
instancia expresando que el pedido de informe fue sustanciado en el ámbito del Ministerio de
Trabajo, repartición ajena al debate. Dicho planteo resulta inatendible, toda vez que la acción ha
sido dirigida contra el Estado Nacional en su acepción genérica y esa surte de autonomía funcional
no sería oponible al actor, en particular si se repara en que los ministerios no son compartimentos
estancos con personalidad jurídica propia y el órgano que recibió el oficio debió remitirlo de
inmediato a la repartición que consideraba apta, en especial si se tiene en cuenta que se trataba de
una persona que invocaba un muy delicado estado de salud y requería una medicina oncológica.
FG Dictamen n° 33494 27/3/02 Expte n° 28387/01 “Tscheiller, Carlos c/ Estado Nacional y otro s/
amparo” Sala IV.
El art. 43 de la CN ha impuesto una perspectiva de análisis amplia acerca de la admisibilidad de la
acción de amparo y las limitaciones que surgirían de la ley 16986 no serían trasladables a las
presentes actuaciones en particular si se tiene presente que en el caso el sujeto pasivo no es la
autoridad pública. En el caso se inició acción de amparo por parte de una trabajadora destinada a
cuestionar la retención e una suma importante, en concepto de impuesto a las ganancias a calcular
sobre la indemnización por despido. Adviértase que se trata de una pretensión muy relevante que
afecta un crédito de innegable esencia alimentaria y que, en principio, la cuestión no parecería
poseer una complejidad que justificara apartarse de la acción celérica elegida.
FG Dictamen n° 30114 18/8/00 Expte n°14800/00 “Cardaci, Andrea c/ Scotiabank Quilmas SA s/
amparo” Sala V.

Inmediatez de respuesta.
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El art. 43 de la CN diseñó la acción de amparo desde una perspectiva muy amplia, que soslaya
exigencias temporales y que desplaza lo previsto en la ley 16986. Pero esta circunstancia no
significa que la acción de amparo prevea, por su esencia, cierta inmediatez de respuesta frente al
acto que se pretende cuestionar. Desde esta perspectiva de análisis, admitir la pretensión a dos
años de producido el acto cuestionado desnaturalizaría la esencia del aparo, porque implicaría
afirmar su viabilidad para desactivar una actitud que podría ser juzgada antijurídica, pero que ha
tenido lugar en un pasado remoto y esta conducta da sustento a la falta de urgencia en la que se
fundó el juez a quo para convertir el trámite en ordinario.
FG Dictamen n° 37600 11/3/04 Expte n°28653/03 “Schamberger, Miguel c/ PEN y otros s/ amparo”
Sala IX.

Lesión inminente.
La acción e amparo requiere, como requisito esencial, que la lesión sea inminente y que no es
viable cuando se trata de desactivar retroactivamente procederes que podrían ser reputados
antijurídicos ni cuando la operatividad del acto en cuestión se pospone para una fecha futura que
permite un adecuado debate en el ámbito procesal ordinario.
FG Dictamen n° 28066 8/10/99 Expte n° 20213/99 “Le Suivant SRL c/ Pen y otro s/ amparo” Sala
VI.

2.3 Improcedencia.

Cuando existe otro medio judicial más idóneo.


El art. 2 inc. A) de la Ley de Amparo establece que la acción no será admisible “cuando existan
recursos o remedios judiciales o administrativos” que permitan obtener la protección del derecho o
garantía que se trate. O sea que la acción resulta admisible “siempre que no exista otro medio
judicial más idóneo”. El planteo articulado en este caso resultaría ser un incidente del principal y
está relacionado con el pago de una indemnización por accidente por el Fondo de Garantía, en la
forma dispuesta por la ley 23982, por lo que debe confirmarse el rechazo de la acción, in límine..
CNAT Sala I Expte n° 23473/02 sent. Int. 52275 11/9/02 “Romano, Oscar c/ Minsterio de Trabajo
PEN s/ aparo” (V.- Pir.-)

En este caso la misma parte actora admitió haberse sometido al trámite de la comisión médica y
ante un resultado no satisfactorio para su situación, decidió, pese a la existencia de remedios
judiciales aptos para obtener la modificación de ello, inaugurar un procedimiento totalmente
excepcional como es el amparo. Como en el caso se encuentra en juego la protección del derecho
a la salud, a pesar de que se advierten serias inobservancias de índole formal, correspondería se
enmarque la acción en el inc. 2° del art. 321 del CPCCN, ya que ello permitiría mantener las
cautelas adoptadas hasta tanto se dicte pronunciamiento definitivo, y además, alcanzar en un
proceso plenario excepcionalmente abreviado los elementos que permitan establecer el derecho
del pretendiente y más allá de las eventuales oposiciones que puedan articular los sujetos pasivos
involucrados.
CNAT Sala II Expte n° 25886/02 sent. Int. 50451 27/12/02 “Vera Medina, Hector c/
Superintendencia de Riesgos del Trabajo y otros s/ amparo” (B.- R.-)

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Poder Judicial de la Nación

El amparo no ha sido creado para obviar los procedimientos normales ni para abreviar los plazos
que toda causa judicial o recurso administrativo importan, sino que se trata de un arbitrio al que
sólo debe recurrirse ante la ineficacia de los procedimientos ordinarios, la cual no se establece en
base a parámetros normales, sino que atiende a que el perjuicio sólo pueda evitarse o repararse
por esa vía urgente y expeditiva” (CNac Civ y Com Federal Sala 3 16/9/99 “Air Delta SRL c/ Estado
Nacional”. En consecuencia esta acción constituye un remedio de excepción cuyo empleo, en
principio procede únicamente en ausencia de procedimientos establecidos por el legislador para la
tutela judicial del derecho debatido (art. 43 CN).
CNAT Sala II Expte n° 486/04 sent. 92394 19/3/04 “Dota SA de Transporte Automotor y otros c/
Estado Nacional y otro s/ amparo” (G.- B.-)

La inmediatez con que se debe conferir la tutela amparista responde a un presupuesto fáctico
jurídico propio de esta acción: la urgencia objetiva. Esta, a su vez, remite a la idea de daño cierto,
concreto, grave, irreparable, que se irrigaría sobre los derechos enumerados en el art. 43 de la CN,
si estos no fueran restablecidos prontamente. Lo irreparable en el ámbito amparista conduce a la
idea de imposibilidad de restituir, restablecer, salvaguardar, preservar in natura el derecho que se
denuncia violentado. La existencia de otras vías procesales aptas que haría improcedente el
amparo no es postulable en abstracto sino que depende, en cada caso, de la situación concreta de
cada demandante, cuya evaluación es propia del tribunal. En efecto, el amparo será la vía más
idónea en tanto y en cuanto de la concreta naturaleza del caso, nacida de las circunstancias de
persona, tiempo y lugar, se derive que la remisión a las vías procesales establecidas por las
normas adjetivas no otorgan protección adecuada, útil, a los derechos.(Del voto del Dr. Capon
Filas).
CNAT Sala VI Expte n° 29976/02 sent. 56440 16/9/03 “Glasserman, Susana y otros c/ Estado
Nacional s/ ampaoro” (CF.- De la F.-)

Los derechohabientes del trabajador fallecido iniciaron una acción de amparo a fin de obtener el
USO OFICIAL

cobro de la indemnización por fallecimiento por parte de la ART quien había rechazado el siniestro
denunciado por considerar que aquél no revestía carácter laboral. La sentenciante de primera
instancia rechazó la acción, in límine por no reunir los recaudos procesales exigidos. Por su parte
el Fiscal General sugirió revocar la decisión recurrida y ordenar la tramitación de la acción en el
marco adjetivo elegido por la parte actora. No debe perderse de vista que la acción de amparo
requiere, para su procedencia, la presencia de un acto de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta y
cuando la urgencia, a raíz de tal acto de arbitrariedad, pueda ser calificada como tal de acuerdo a
un parámetro de evaluación netamente objetivo. Además también se requiere la inexistencia de
otra vía idónea para dilucidar los hechos y derechos que se encuentran sometidos a debate. Y si
bien en el caso la situación de los accionantes desde que el trabajador fallecido era sustento
económico de la familia, es crítica, dicho apremio no difiere de aquél que padecen otros
accionantes que inician demandas con fundamento en igual normativa (ley 24557). Por ello, y en
virtud de las facultades establecidas por el art. 56 de la ley 18345 correspondería disponer que a
las presentes actuaciones se les imprima el trámite de juicio ordinario en vez de su rechazo in
límine.
CNAT Sala X Expte n°13202/04 sent. Int. 11653 22/12/04 “Perez, Norma c/ Cía Argentina de
Seguros Victoria SA y otro s/ aparo”

La acción de amparo no está pensada para alterar las instituciones procesales vigentes, ni faculta
a los jueces a sustituir los trámites pertinentes por otros más celéricos, en especial en casos en los
cuales la polémica reviste aristas litigiosas y existen vías alternativas idóneas, que no se han
cuestionado de una manera fundada como forma de acceso a la jurisdicción. Para más, en el caso,
el escrito de inicio permite inferir que nos encontramos ante un supuesto no diferenciado de
aquellos otros que tramitan ante esta Justicia Nacional del Trabajo y que hacen a los
incumplimientos en el marco de una relación laboral, lo que revela, asimismo, la inadmisibilidad
formal de la queja.
FG Dictame n° 34656 18/3/04 “Granda, María c/ AFIP s/ amparo” Expte n° 905/04. Sala X.

Sumarios de fallos de primera instancia.


Tal como se desprende del art. 43 de la CN la acción de amparo procede, siempre que no exista
otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión que con arbitrariedad o ilegalidad
manifiesta afecte derechos reconocidos por la CN, un tratado o una ley. Si bien es cierto que el
sistema de prevención y reparación de infortunios laborales consagrado por la ley 24557 establece
la obligación patronal de asegurar los riesgos definidos en la ley (art. 2), en el caso no invoca el
amparista cuál es la norma que le impide mejorar el seguro obligatorio y abarcar también los
riesgos de trabajo excluidos de la citada normativa (art. 239 inc. 1). Tampoco existen, en el caso,
razones de urgencia que justifiquen la adopción de la vía intentada, en tanto no se invoca la
existencia de un daño irreparable, actual o potencial, que no pueda ser atendido por la vía
ordinaria.
JNT 4 Expte n° 1135/05 sent int. Del 21/2/05 “Arroyuelo Construcciones SA c/ PEN y otros s/
amparo”.

Cuando lo que se cuestiona es la validez jurídica de una resolución administrativa que, por sus
efectos, habría producido una merma en los ingresos del accionante, sin abrir juicio alguno sobre la

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Poder Judicial de la Nación

legitimidad o ilegitimidad de la medida impugnada, el planteo debe transitar por los trámites
procesales ordinarios, en tanto, excede los límites prietos de la acción de amparo, sobre todo al
reparar que el accionante ni siquiera expresa la medida concreta del perjuicio patrimonial que
sufre, con lo cual resulta imposible conocer el grado real de lesión que se le habría inferido.
JNT 27 sent. Del 16/8/01 “Cohen Arazi, Eduardo c/ Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad
Alimentaria CENASA y otro s/ amparo”,

Cuando el sujeto pasivo no es de naturaleza pública y no se exhiben arbitrariedad o


ilegalidad notorias.
Si el planteo de la demanda se proyecta sobre un sujeto pasivo que no es de naturaleza pública, se
desplaza la aplicabilidad de la ley 16986, siendo encuadrable en las previsiones del art. 43 de la
CN y 321 inc. 2) del CPCCN como amparo contra actos de particulares. Pero para ello es
necesario, tal como lo sostuviera la CSJN (Fallo el 19/3/87 ED 125-544) que se exhiba, como regla,
la arbitrariedad o ilegalidad notorias que requiere la ley de amparo, pues de lo contrario se llevaría
a la ordinarización del amparo, desnaturalizando su función y procedimiento sumarísimo (Conf
“Código Procesal comentado y concordado Finocchietto – Arazi Ed Astrea Bs As 1993, pág 95).
CNAT Sala IV Expte n°10266/00 sent. Int. 38046 6/7/00 “Cifuentes, Demófila c/ Liberty ART SA s/
amparo” (M.- L.-)

Cuando se necesita debate detenido o extenso.


USO OFICIAL

La CSJN ha resuelto que el amparo no es viable en el caso de cuestiones opinables, que requieren
debate o prueba, o cuando la naturaleza del asunto exija aportar al pleito mayores elementos de
convicción de los ya arrimados a autos. El acto impugnado debe ser palmariamente ilegítimo, y tal
circunstancia debe emerger sin necesidad de debate detenido o extenso; de ahí que si el caso
planteado versa sobre cuestiones fácticas o jurídicas opinables, o reclama por su naturaleza un
más amplio debate de los puntos controvertidos, corresponde que éstos sean juzgados con
sujeción a las formas legales establecidas al efecto.
CNAT Sala III Expte n°11216/90 sent. 66088 25/6/91 “Aguilar, Juan c/ Administración Nacional de
Aduanas s/ amparo” (VV.- L.- G.-)

El actor reclama la reincorporación en su antiguo puesto de trabajo, el pago de los salarios caídos
desde el momento en que – a su juicio- debió ser reincorporado y la aplicación de multas, para el
caso de incumplimiento. Tal planteo no resulta diferente de aquéllos otros en los cuales los
trabajadores persiguen el acatamiento de disposiciones legales o convencionales vinculadas a
créditos laborales y alimentarios, y de acuerdo a invariable doctrina de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, la acción de amparo no está pensada para alterar las instituciones adjetivas
vigentes, ni faculta a los jueces a sustituir los trámites pertinentes por otros más celéricos, en
particular, en los supuestos en los cuales los remedios ordinarios no han sido impugnados como
una forma oportuna de acceso a la jurisdicción (Fallos 267:165; 280:238). (Del voto de la Dr.a
Porta, en mayoría).
CNAT Sala III Expte n° 7357/02 sent. 83498 29/4/02 “Jaramillo, Angel c/ DNV s/ amparo” (P.- G.-
E.-)

La aplicación de la regla ”iura novit curia” impone a los jueces la determinación del derecho que
rige la pretensión, sin que eso implique una alteración, claro está, de los presupuestos fácticos
invocados en el caso. En este caso, una estricta sujeción al contexto fáctico invocado por el actor
permite, que se reclamo inicial sea judicialmente limitado a un requerimiento al organismo público
para que se expida sobre la omisión en que sostenidamente incurre, en especial si se considera
que, en sentido idéntico o contrario al pedido del actor, el Estado se encuentra constitucionalmente
obligado a responder. La acción puede ser entendida, entonces, como un requerimiento al Estado
para que se expida de modo que o bien el tratamiento de las cuestiones intentadas devenga
abstracto, o bien se brinde al actor una certeza fáctica a partir de la cual pueda diseñar un eventual
reclamo. (Del voto del Dr. Guibourg, en minoría).
CNAT Sala III Exppte n° 7357/02 sent. 83498 29/4/02 “Jaramillo, Angel c/ DNV s/ amparo” (P.- G.-
E.-)

Cuando el conflicto versa sobre modificaciones en las condiciones contractuales.


Tal como lo ha establecido la doctrina de la CSJN (ver Fallos: 267:285; 260:288; etc), el amparo no
está pensado para alterar las instituciones adjetivas vigentes, ni faculta a los jueces a sustituir los
trámites pertinentes por otro de mayor conveniencia, en especial cuando los remedios ordinarios
no han sido impugnados con claridad como una forma de acceso oportuno a la jurisdicción. Desde
esta perspectiva el conflicto que se plantea en el caso concreto constituiría un supuesto no
diferenciado de tantas controversias que tramitan ante esta Justicia Nacional del Trabajo y que se
relacionan con modificaciones de las condiciones contractuales, por lo que la vía elegida no sería

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Poder Judicial de la Nación

procedente. (Del dictamen del Fiscal General n° 24787 del 3/8/99 al que adhiere la mayoría de la
Sala De la Fuente y Fernández Madrid).
CNAT Sala VI Expte n° 26247/03 sent. Int. 26694 26/2/04 “Pagnanelli, Walter c/ CEAMSE s/
amparo” (CF.- De la F.- FM.-)

Sumarios de fallos de primera instancia.

El amparo es formalmente inadmisible cuando el vicio constitucional alegado no resulta con


evidencia y la dilucidación del conflicto exige una mayor amplitud de debate; criterio que no ha
variado con el art. 43 introducido por la reforma constitucional de 1994 pues su texto reproduce lo
establecido por el art. 1 de la ley 16986 imponiendo idéntico requisito para la procedencia formal
del amparo (Conf Fallo del 10/12/96 causa S 871-XXXI). Además no es admisible la vía de amparo
o sumarísima que pretende reemplazar trámites procesales preexistentes, que no se han
impugnado con fundamento como acceso idóneo a la jurisdicción y que las acciones excepcionales
no están dirigidas sino a desactivar actos de manifiesta y palmaria antijuridicidad (Fallos 259:204;
280:238; etc). En el caso, se planteó acción de amparo contra los empleadores (dueños de casinos
y bingos) y la autoridad administrativa que dictó una medida prohibiendo el manejo de máquinas
electrónicas de juegos de resolución inmediata. El asunto a diluciar reviste aristas tan dudosas y
complejas que es necesario debatir en un proceso de mayor amplitud y debate.
JNT 41 Expte n° 25150/02 sent. Del 9/9/02 “Elhamond, Karina y otros c/ Gobierno de la Ciudad de
Bs As y otros s/ amparo”.

Resoluciones judiciales.
Toda impugnación a resoluciones judiciales dictadas en el marco de un proceso ordinario debe
ser llevada a cabo por los remedios procesales establecidos. El amparo es, por esencia,
inadmisible cuando existen recursos judiciales idóneos para obtener la protección del derecho, y
USO OFICIAL

muy especialmente cuando el acto impugnado emana del órgano del Poder Judicial en ejercicio de
su jurisdicción. Por otra parte, la acción de amparo no está pensada para alterar las instituciones
procesales vigentes ni faculta a los jueces a sustituir los trámites pertinentes por otros que podrían
ser considerados más aptos pero que implicaría apartarse de la regulación adjetiva. (Del dictamen
del Fiscal General n° 33168 del 14/2/02, al ue adhiere la Sala).
CNAT Sala IV Expte n° 28609/01 sent. Int. 39861 14/2/02 “Morano, Mirta c/ Galvan, Felix s/
amparo”.

La acción de amparo no es el remedio adecuado para cuestionar la conducta de órganos


jurisdiccionales o cuasi jurisdiccionales que cuentan con una revisión judicial plena, toda vez
que existen otros remedios o recursos judiciales que permiten obtener la protección de los
derechos o garantías constitucionales cuando alguien entiende que se encuentran conculcados
(conf. Art. 2 inc a) de la ley 16986).
CNAT Sala V Expte n° 2592/01 sent. 65231 17/12/01 “Gatica Sepúlveda, Ruth c/ Tribunal de
Trabajo Doméstico y otro s/ amparo” (L.- M.- Balestrini).

No resulta viable el amparo tendiente a que se dejen sin efecto resoluciones emanadas del
Poder Judicial , más allá de la opinión que susciten, dado que su eventual revisión debe ser
efectuada por las vías recursivas existentes en el orden judicial provincial o, en su caso, mediante
las pretensiones sustanciales que se estimen pertinentes.
CNAT Sala X sent. 6505 23/6/99 “Guazzotti, Ricardo c/ Montaña, José s/ amparo”.

Sumarios da fallos de primera instancia.


La acción de amparo resulta en principio inidónea cuando lo cuestionado es un acto del poder
judicial, pues de lo contrario se afectaría seriamente la seguridad jurídica, al autorizarse que un
tribunal interfiriera en los actos que son de competencia de otro. Así lo establece la ley 16986 – en
un aspecto que no puede considerarse reformado por las prescripciones del art. 43 de la CN-
cuando en el art. 2 inc. B) declara que la acción de amparo no será admisible cuando “el acto
impugnado emanara de un órgano del poder judicial”.
JNT 27 sent. Del 3/10/01 “Astrillón, Carina c/ Posse, Carlos y otro s/ amparo”.

Declaración de inconstitucionalidad de una norma.

Fallos de Corte.

El art. 43 de la Constitución Nacional dispone expresamente que en el proceso de amparo “el juez
podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva”.
CSJN “Lapiduz, Enrique c/ DGI” 28/4/98.

El planteo de inconstitucionalidad a través de la acción de amparo procede, conforme lo dispuesto


expresamente por el primer párrafo del art. 43 de la CN, al reconocer que el juez podrá efectuar tal
declaración respecto de la norma en que se funde el acto lesivo.
CSJN “Centro de Despachantes de Aduana c/ PRN” 1/9/98.

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Poder Judicial de la Nación

La acción declarativa de inconstitucionalidad que, como el amparo, tiene una finalidad preventiva y
no requiere la existencia de daño consumado en resguardo de los derechos, es un medio
plenamente eficaz y suficiente para satisfacer el interés de la actora – en tanto procura se declare
la inconstitucionalidad de normas nacionales de carácter federal por ser presuntamente violatorias
de la Carta Magna y de varios tratados internacionales- por lo que puede prescindirse válidamente
del nomen iuris utilizado por la interesada y atender a la real sustancia de la solicitud mediante el
ejercicio de la demanda declarativa que regula el art. 322 del CPCCN.
CSJN “Pcia de Río Negro c/ Estado Nacional” 31/5/99.

La circunstancia de que la actora haya demandado por la vía prevista en el art. 322 del CPCCN no
constituye un óbice para la aplicación del art. 43 e la CN (según la reforma de 1994), en virtud de la
analogía existente entre esa acción y la de amparo. (Disidencia del Dr. Vazquez).
CSJN “Hidroeléctrica Ameghino c/ Estado Nacional” 14/6/01.

El pedido de declaración de inconstitucionalidad de una norma importa el ejercicio de una acción


directa de inconstitucionalidad, de aquellas que explícitamente la Corte ha admitido como medio
idóneo, ya sea bajo la forma del amparo, la acción de mera certeza o del juicio sumarísimo en
materia constitucional, para prevenir o impedir las lesiones de derechos de base constitucional.
(Disidencia del Dr. Vazquez).
CSJN “Hidroeléctrica Ameghino c/ Estado Nacional” 14/6/01.

Es formalmente admisible el recurso extraordinario deducido contra la sentencia que rechazó el


amparo tendiente a obtener la inconstitucionalidad del art. 7, punto 2, ap. A del decreto de
necesidad y urgencia 1002/99, pues se halla en tela de juicio la validez constitucional de normas
federales y la decisión ha sido contraria a los derechos que la apelante sustentó en la Ley
Fundamental.
CSJN “Cooperativa de Trabajo Fast Limitada c/ Estado Nacional” 1/9/03. LL 17/9/03 n° 106193.
USO OFICIAL

Fallos de Cámara.

El amparo, con posterioridad a la reforma constitucional de 1994, ha dejado de ser una garantía
innominada derivada de la cláusula de los derechos implícitos del art. 33 de la CN, para
convertirse, al ser mencionada expresamente en el art. 43 de la Carta Fundamental, en una acción
autónoma “expedita y rápida”que no debe ser trabada con obstáculos procesales (Quiroga Lavié,
Humberto “El amparo, el Habeas Data y el Hábeas Corpus en la reforma constitucional”; en
Rosatti, Horacio y otro “La Reforma Constitucional” pág 112), quedando abolida por suspensión
normativa, la veda articulada por el art. 2 inc d) de la ley 16986, toda vez que dispone
expresamente el referido art. 43 en primer término que “…en el caso el juez podrá declarar la
inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva…”.
CNAT Sala IX Expte n° 21337/96 sent.369 1/10/96 “Federación Argentina de Empleados de
Comercio y Servicios y otros c/ Estado Nacional s/ amparo” (P.- B.-)

Cuestionamiento del ius variandi.

Resultan inadmisibles las acciones de amparo que implican reemplazar las vías procesales
ordinarias por otras eventualmente consideradas más expeditivas. Máxime cuando, como en el
caso, los trabajadores cuestionan la legitimidad del uso abusivo del “ius variandi” (art. 66 LCT), el
que aún en caso de verificarse, resulta válido y eficaz, contando únicamente el trabajador con la
posibilidad de considerarse despedido (conf reforma introducida por la ley 21297 al antiguo art. 71
LCT).
CNAT Sala II Expte n° 2102/01 sent. 48188 19/3/01 “Ibarra, Patricia c/ Casas de Ferrari, María
s/amparo” (G.- B.-)

2.4. Rechazo in límine.

Resulta ajena al objeto del juicio de amparo la pretensión de un grupo de vigiladores de un banco
en proceso de liquidación que reclama la duplicación de las indemnizaciones en base a lo
determinado por la ley 25561, en tanto se encuentran en colisión normas de derecho común, el
proceso adecuado para resolver la cuestión es el proceso ordinario, por cuanto se requiere
amplitud de alegación y de prueba, y porque sólo en dicho proceso se podría dictar una sentencia
de condena, que es, en definitiva el interés de los actores que no resulta satisfecho con la
declaración abstracta de inconstitucionalidad de una disposición dictada en el marco de un proceso
liquidatorio de un banco comercial.
CNAT Sala I Expte n° 4319/03 sent. 82225 15/12/04 “Perez Avila, Eduardo y otros c/ Banco Central
de la República Argentina s/ amparo” (V.- Pir.-)

No es viable la acción de amparo deducida por una trabajadora que, en virtud de una norma estatal
que estima inválida en tanto suspende la aplicación de ciertas cláusulas del CCT que la

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Poder Judicial de la Nación

comprende, considera que se encuentra en peligro de recibir de su empleadora un retaceo en los


beneficios que estima le corresponden. No se trata en el caso de una asociación sindical que actúa
frente al poder administrativo en defensa de sus propios intereses y de los intereses colectivos de
sus afiliados. En este caso el perjuicio provendría, en su oportunidad, de un incumplimiento de la
empleadora y en ese momento la actora tendría abierta la vía del reclamo judicial contra el
incumplimiento patronal, igual que cualquier trabajador perjudicado por la falta de otorgamiento de
algún derecho. No se da, en el caso, el requisito previsto en el art. 2 inc. A) de la ley 16986,
circunstancia que obsta al trámite iniciado.
CNAT Sala III Expte n°46695/90 sent. 61027 16/2/91 “Trotta, Paula c/ Minsterio de Trabajo s/
aparo” (G.- VV.-)

Un conflicto de características complejas que implica una polémica que se proyecta sobre las
vicisitudes propias de los “contratados”, presenta matices debatibles que lo tornan ajeno al régimen
excepcional del amparo. Es necesario recordar la invariable doctrina de la CSJN en cuanto a que la
acción de amparo no está pensada para alterar instituciones adjetivas vigentes, ni faculta a los
jueces a sustituir los trámites pertinentes por otros más celéricos, en particular en los supuestos en
los cuales los remedios ordinarios no han sido impugnados como una forma oportuna de acceso a
la jurisdicción (Ver Fallos 267:165; 280:238, etc).
CNAT Sala VII Expte n° 3923/03 sent. Int. 24525 6/5/03 “Avila, Carmen y otro c/ ENHOSA s/
amparo”

No procede la acción de amparo cuando los argumentos invocados lucen genéricos y hacen
alusión a un daño pero no se delimita concretamente el perjuicio que se menciona, incumpliéndose
con los requisitos formales emergentes de los arts. 1 y 2 de la ley 16986 y 43 de la CN. Para más,
en el caso la propia amparista hace alusión a la producción de prueba pericial contable a fin de
acreditar la lesión que invoca, lo que conduce a la necesidad de un proceso cognoscitivo de mayor
flexibilidad, con amplitud de debate y prueba. Esta circunstancia hace que la situación fáctica
USO OFICIAL

denunciada deba encuadrarse en el marco de las previsiones del art. 2° inc. D) de la ley 16986.
CNAT Sala IX Expte n°3579/03 sent. Int. 6127 16/4/03 “GIMO’S SA c/ PEN s/ amparo”

Ante el rechazo in límine de la acción de amparo, por parte del juez de primera instancia al
considerar que la prueba instrumental debió acompañarse con el escrito de inicio, corresponde
recordar que el art. 43 de la CN ha consagrado una perspectiva amplia en lo que hace a la
admisibilidad inicial del amparo. Y en el caso, lo cierto es que el actor ofreció la prueba destinada a
corroborar sus dichos y pidió que se cursara intimación en los términos del art. 388 del CPCCN,
dirigida a avalar sus afirmaciones. Por lo que el rechazo in límine decretado denota un criterio
excesivamente formal reñido con la esencia de una vía que tiende a priorizar el acceso inmediato a
la jurisdicción.
FG Dictamen n° 33405 15/3/02 Expte n° 5130/02 “Trosini, Angel c/ Estado Nacional y otro s/
amparo” Sala VI.

2.5. Cuestiones de competencia.

Aun en el caso en que la contienda presente aristas dudosas en lo concerniente a la aptitud


jurisdiccional del magistrado en función de la materia, la misma debe forzosamente ser analizada a
la luz de lo previsto en el art. 4 de la ley 16986 que impone el conocimiento de la causa al primer
Magistrado requerido.
CNAT Sala II Expte n° 20002/01 sent. 91110 15/11/02 “Lobps, Josefina c/ Centro Garrigos. Depto
de Educación, Coonsejo Nacional de la Niñez, la adolescencia y la familia s/ amparo” (G- B.-)

El art. 16 e la ley 16986 impide realizar planteos relacionados con cuestiones de competencia en
los procesos de amparo. También es irrecurrible la vía procesal elegida, conforme lo establece el
art. 15 de la ley citada. (Del voto del Dr. Eiras, en mayoría).
CNAT Sala III Expte n° 11355/00 sent. 81037 “Salinas, Teresa c/ Estado Nacional s/ amparo” (E.-
P.- G.-)

El art. 4 in fine de la ley 16986, instituido como cauce razonable para prevenir el escándalo jurídico,
impone en casos como el presente, la competencia del juzgado ( o de la Sala, en el supuesto de
apelación) que hubiera prevenido en el juzgamiento del acto u omisión cuyos efectos pudiesen
perjudicar a varias personas. (Del voto del Dr. Guibourg.)
CNAT Sala III Expte n° 11355/00 sent. 81037 “Salinas, Teresa c/ Estado Nacional s/ amparo” (E.-
P.- G.-)

El art. 4 de la ley 16986, ante situaciones dudosas impone el conocimiento de la causa al primer
juez requerido, acorde con la naturaleza de un procedimiento excepcional que tiende a la rápida
reparación de las garantías constitucionales que se aducen conculcadas.
CNAT Sala III Expte n°23591/99 sent. 79955 18/11/99 “Valiente, Enrique y otros c/
Superintendencia de Servicios de Salud s/ amparo” (P.- G.-)

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Poder Judicial de la Nación

Las cuestiones de competencia, en el marco de la acción de amparo, deben ser analizadas desde
una perspectiva de amplitud, coherente con la celeridad de esta tipología procesal. Ello no
significa, obviamente considerar que todo lo concerniente al régimen de que se trata estaría
comprendido en el dilatado diseño de nuestra competencia, sino sostener que la tipología del
amparo impone un punto de vista disímil en materia de aptitud jurisdiccional que sólo permite la
inhibitoria en hipótesis muy claras (Conf. Dictamen n° 20795 del 27/9/96 en autos “Asociación de
Supervisores de la Industria Metalmecánica de la República Argentina ASIMRA c/ Estado Nacional
s/ amparo”).
CNAT Sala IV Expte n° 21452/96 sent int. 32285 23/10/96 “ Ruiz, Juan c/ PEN s/ amparo”..

La naturaleza de la acción tal como ha sido interpuesta, impide articular cuestiones de competencia
(art. 16 ley 16986) y sería muy atípica una declinatoria en segunda instancia relacionada con una
idoneidad para juzgar. Por otra parte, el art. 6 de la ley 25587 está destinado a zanjar conflictos de
competencia futuros, pero no a legitimar inhibitorias en cualquier momento del trámite. (Conf el
dictamen del Fiscal General n°34036 del 6/6/02, al que adhiere la Sala).
CNAT Sala VI Expte n° 3894/02 sent. 54980 20/6/02 “Carestía Saenz, Amilcar c/ Estado Nacional y
otro s/ amparo” (De la F- CF.-)

El art. 16 de la ley de amparo establece que en este tipo de procesos no podrán articularse
cuestiones de competencia. El precepto aludido implica prohibir el planteamiento de la
incompetencia por vía de inhibitoria, dado que tales trámites no se concilian con la celeridad que
debe gobernar la sustanciación del proceso de amparo.
CNAT Sala X sent. Int. 6245 18/9/00 “Strauss, Agripina c/ Gobierno Nacional y otro s/ amparo”.

El art. 16 de la ley 16986 establece con absoluta claridad que no resulta pertinente la articulación
de cuestiones de competencia. Como señala Palacio, dicha norma implica, entre otras cosas, la
prohibición del planteo de la incompetencia por vía de inhibitoria, desde que dichos trámites no se
USO OFICIAL

concilian con la celeridad que debe gobernar la sustanciación de los procesos de amparo (Derecho
Procesal Civil T. VII pág. 172). Y aún en la hipótesis en que se entendiera que subsisten razonables
dudas acerca del órgano que resulta competente para tratar el tema en debate, las mismas deben
ser dirimidas de conformidad con el principio de amplitud previsto en el art. 4 de la ley de amparo,
el cual ordena al “juez requerido” asumir el conocimiento de una acción que por su característica
de celeridad, no admite debates plenos en punto a la aptitud jurisdiccional y que el remedio del
amparo debe llegar al fondo de la cuestión con la mayor prontitud posible sin que, por un exceso
de técnica, se dificulte la determinación del órgano judicial competente que abra, sin más, el
camino a la bilateralidad del contradictorio y la composición jurisdiccional.
CNAT Sala X Expte n° 14945/00 sent. 8616 6/9/00 “Perrota, Ricardo y otros c/ Gobierno
Nacioonalñ, Misterio de Economía s/ aparo” (Sc.- C.-)

Aun cuando se entendiera que subsisten dudas razonables en torno al órgano competente para
tratar el tema convocante, las mismas deben ser resueltas de acuerdo con el principio de aptitud
descripto en el art. 4 e la ley de amparo, que ordena al “juez requerido” asumir el conocimiento de
una acción, que por sus características de celeridad, no admite debates plenos en torno a la aptitud
jurisdiccional y que el remedio el amparo debe llegar lo antes posible al fondo del asunto sin que,
por un exceso de técnica, se dificulte la determinación del órgano judicial competente que abra, sin
más, el camino a la bilateralidad del contradictorio y la composición jurisdiccional (Conf esta Sala
“Cardozo, Nestor y otros c/ Estado Nacional” SI 277 26/9/96 entre otras).
CNAT Sala X Expte n°17893/01 sent. Int. 8228 23/4/02 “Pazos, Ricardo y otro c/ Estado Nacional
s/ amparo”.

Es competente para entender en el amparo iniciado a fin de disponer de las sumas de dinero
depositadas oportunamente, el magistrado que ordenó dicho depósito en virtud de la tramitación
del proceso iniciado por el fallecimiento del esposo de la actora. Esto es así, toda vez que el pedido
de disposición de fondos es una derivación de la causa principal, lo que implica que – por razones
de conexidad- deba entender en ella el mismo judicante.
CNAT Sala X Expte n° 29250/02 sent int. 9319 18/3/03 “Galarza, Tránsito por sí y en rep. de sus
hijos menores c/ PEN s/ amparo”.

Si bien el escrito de inicio no es demasiado claro en lo que respecta al carácter de la relación que
subyace, no es menos verdad que se ha invocado la vulneración del derecho a trabajar y se ha
aludido a normas que se proyectan sobre facetas de nuestra disciplina y que conciernen al ejercicio
de la libertad sindical. Los matices expuestos hacen que la cuestión referida a la competencia
presente aristas dudosas que deberían ser resueltas de conformidad con el principio de amplitud
descripto en el art. 4° de la ley 16986 que ordena al juez requerido asumir el conocimiento de una
acción que, por sus características de celeridad, no admite debates plenos en torno a la aptitud
jurisdiccional.
FG Dictamen n° 35645 11/3/03 Expte n° 36158/02 “Villafañez, Luis c/ Aeropuertos Argentina 2000
SA y otro s/ aparo”. Sala VI.

El actor, docente con dedicación exclusiva en la Universidad de Buenos Aires interpuso acción de
amparo contra una resolución de la demandada que, a su juicio, vulnera el ejercicio de derechos

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Poder Judicial de la Nación

fundamentales. El escrito de inicio pone de relieve que el conflicto no se funda en normas legales o
reglamentarias del Derecho del Trabajo, por lo que no es aplicable lo dispuesto por el art. 20 de la
ley 18345 y tampoco se dan en el caso los supuestos del art. 4 de la ley de amparo en cuanto
a la existencia de una duda, como para hacer viable sin más, la intervención del juez laboral, por
lo que se justifica la inhibitoria decretada en primera instancia.
FA Dictamen n°39804 2/3/05 Expte n° 26952/04 “Cegarra, Marcelo c/ UBA s/ amparo” Sala VIII.

2.6. Bilateralidad. Legitimación. Terceros.

Legitimación.

El art. 43 de la C.N. incorporado a partir de la reforma del año 1994 no ha alterado el diseño de la
ley 16986 ni las líneas jurisprudenciales trazadas acerca de la admisibilidad de la acción de
amparo puesto que sólo ha ampliado el repertorio de los derechos susceptibles de protección con
la inclusión de los denominados derechos difusos y aquéllos de incidencia colectiva colocando la
legitimación activa en cabeza de cualquier afectado entre los que se encuentran las asociaciones
registradas que tengan por objeto la protección o promoción de esos derechos y donde claramente
se ubican las entidades sindicales, quienes además también poseen la potestad para iniciar de
modo directo la presente acción, al resultar titular del derecho a la huelga que se pretende
afectado.
CNAT Sala II Expte n° 20098/01 sent. 91073 7/11/02 “Confederación de Trabajadores de la
Educación de la Rep. Argentina CETERA c/ Estado Nacional. Ministerio de Trabajo s/ nulidad de
resolución.”(B.- G.-)

Terceros.
USO OFICIAL

Fallos de Corte.

La intervención de terceros en el trámite del amparo – que no está expresamente prevista en la ley
16986- es de interpretación restrictiva.
CSJN “Capella, Rubén y otros c/ Honorable Tribunal de Cuentas” 9/8/01.

Fallos de Cámara.

El art. 90 inc. 11 del CPCCN admite la intervención de quien acredite sumariamente que la
sentencia pudiera afectar su interés propio, en tanto el art. 91 primer párrafo claramente explicita
que la actuación del interviniente será accesoria y subordinada a la de la parte a quien apoyare, no
pudiendo alegar ni probar lo que estuviese prohibido a ésta. El tercero adhesivo carece de
legitimación para contraponer pretensiones propias a los de la parte coadyuvada e, igualmente,
articular excepciones materiales o procesales que le sean personales y además apelar las
resoluciones si la parte coadyuvada la consintió expresamente (CPCCN comentado por Carlos E.
Finocjietto T I pág 359/60).
CNAT Sala I Expte n° 14319/02 sent. Int. 52990 10/4/03 “Rodríguez Roberto c/ Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Bs As s/ amparo” (V.- P.-)

Al imprimirse a la causa el trámite previsto por el art. 498 el CPCCN, resulta aplicable lo normado
en el inc. 6, en cuanto consagra la recurribilidad de la sentencia definitiva y de las providencias que
decreten o denieguen medidas cautelares, excluyendo así las hipótesis concernientes a facetas
laterales como son, en la especie, las que se refieren a los caracteres de la intervención de
terceros.
CNAT Sala II Expte n° 32565/02 sent. Int. 50902 24/6/03 “Sindicato del Personal de Frigoríficos de
Carnes Ecocarnes SA s/ amparo” (B.- R.-)

La ley 16986 que reglamenta el trámite de la acción de amparo no prevé la intervención de


terceros. Así es como el art. 16 prohibe las excepciones previas y los incidentes en general que
conspirarían contra el proceso rapidísimo y abreviado que caracteriza al amparo. Si en algún caso
debiera flexibilizarse aquella norma a favor de la intervención de un tercero, tal interpretación sólo
podría formularse cuando el derecho de defensa que se reclama fuese a la vez relevante para el
caso y de imposible ejercicio por otra vía (sent. De esta Sala N° 60609 del 26/10/90 en autos
“Santillan, Juan c/ Dirección Nacional de Asociaciones sindicales s/ amparo”).
CNAT Sala III sent. N° 80117 20/12/99 “Valiente, Enrique y otros c/ Superintendencia de Servicios
de Salud s/ amparo” (P.- G.-)

La ley 16986 que reglamenta el trámite de la acción de amparo no prevé la intervención de


terceros. Esta imprevisión no es casual, ya que la ley busca un procedimiento rápido y sencillo,
acorde con la urgencia propia de los derechos que se desea garantizar. Así es como el art. 16
prohíbe las excepciones previas y los incidentes en general. En estas condiciones, si en algún caso
debiera flexibilizarse aquella norma a favor de la intervención de un tercero, tal interpretación sólo
podría formularse cuando el derecho de defensa que se reclama fuese a la vez relevante para el

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Poder Judicial de la Nación

caso y de imposible ejercicio por otra vía. Del criterio impuesto resulta que la intervención de
terceros en el proceso es –en principio- incompatible con el carácter rapidísimo del juicio de
amparo.
CNAT Sala III Expte n° 23591/99 sent. 80117 20/12/99 “Valiente, Enrique y otros c/
Superntendencia de Servicios de Salud s/ amparo” (P.- G.-)

En el marco normativo que rige la acción de amparo son irrecurribles las resoluciones referidas
tanto a la admisión como a la denegatoria de la intervención de terceros (art. 15 de la ley 16986).
CNAT Sala VII Expte n° 27295/02 sent. Int. 24138 8/10/02 “Asociación Argentina de Distribuidores
Representantes de Editoriales c/ Estado Nacional s/ amparo.”

Sumarios de fallos de primera instancia.


Si bien la intervención de terceros no está prevista por la ley 16986, no está expresamente
excluida, máxime a la luz de lo dispuesto por el art. 17 de la ley citada. Corresponde entones al
magistrado evaluar en el caso concreto si se reúnen los extremos necesarios que ameriten admitir
su intervención. Si, como en el caso, la resolución administrativa cuestionada puede afectar los
derechos del tercero, en cuyo caso surge un interés legítimo, tal circunstancia amerita su
presentación en estos actuados. Corresponde adoptar para el particular el trámite previsto por el
CPCCN en los arts. 90 y sgtes, instrumentándolo de tal mono que no desnaturalice la calidad y
celeridad del tipo de proceso en el que se ventila la cuestión.
JNT 41 Expte n° 14319/02 sent. Del 7/2/03 “Rodríguez, Roberto c/ Gobierno de la Ciudad de Bs As
s/ aparo” . Fallo confirmado por la Sala I sent. Int. 52990 del 10/4/03.

3) PROCEDIMIENTO.
USO OFICIAL

No contestación de la demanda.
La remisión al art. 71 de la L.O., cuando falta la contestación de demanda, se contrapone con el
diseño propio del proceso sumarísimo, tipología expresamente declarada aplicable al caso por el
magistrado interviniente al encuadrar la vía procesal intentada con sustento en el art. 43 de la CN
en las previsiones del inc. 2 del art. 321 del CPCCN. La falta de contestación de la demanda
engendra, en el proceso examinado, las mismas consecuencias que en el ordinario y sumario (Lino
Palacio “Derecho Procesal Civil” Tomo VI pág 399, pto c) y en tal sentido debe remarcarse que, en
los lineamientos de la ley procesal común, tal situación no es equiparable a la rebeldía que autoriza
a prescindir de la apertura a prueba, sino que sólo conserva como sustancial analogía la
apreciación de los hechos y una presunción simple o relativa que debe ser corroborada por la
prueba producida por el demandado.
CNAT Sala II Expte n° 24993/99 sent. 87785 19/4/00 “Bertana, Pedro c/ Aerolíneas Argentinas SA
s/ amparo” (B.- R.-)

Acumulación de procesos.
La acumulación de procesos sólo es viable cuando aún no se ha dictado el pronunciamiento y las
causas se encuentran en la misma instancia, tal como lo dispone el art. 188 del CPCCN,
supletoriamente aplicable al caso de amparo en virtud de lo dispuesto por el art. 17 de la ley 16986.
En el caso no sería procedente, toda vez que en los autos principales ha recaído sentencia tanto
de primera como de segunda instancia.
CNAT Sala III Exppte n° 12705/00 sent. 51291 22/8/00 “Barbella, Nélida c/ Estado Nacional y otro
s/ amparo” (P.- E.-)

3.1. Plazos.

El diseño constitucional actual de la acción de amparo difiere de la ley 16986 en relación con la
rigidez de los plazos allí previstos (art. 2 inc. 3 de la mencionada ley). Esta modificación legal
implica desplazar aquella limitación temporal en el acceso a la jurisdicción.
CNAT Sala III Expte N° 17594/98 sent. Int. 49034 26/11/98 “Giménez, Luis y otros c/
Superintendencia de Servicios de Salud y otro s/ amparo”.

La acción de amparo no ha perdido carácter excepcional por haber sido incorporada al texto
constitucional, del mismo modo que su ausencia de él no impidió su admisión pretoriana, primero, y
su reglamentación legal, después de su plena aceptación por los tribunales nacionales. La
exigencia de su interposición dentro de un plazo breve (quince días, art. 2 inc. E ley 16986) lejos de
contrariar la norma constitucional – y resultar así pasible de una tacha de inconstitucionalidad
sobreviviente al texto de la ley suprema- se ajusta con exquisita precisión a los requisitos de
admisibilidad material de la acción según el mismo art. 43 de la CN.
CNAT Sala VIII Expte n° 6342/00 sent. 24192 18/7/03 “Galarza, Pablo y otros c Sol y Oro SA s/
sumarísimo” (M.- B.-)/

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Poder Judicial de la Nación

No puede invocarse inminencia de un daño que justifique la vía de la acción de amparo, cuando en
el caso la misma se inició un año y medio después de producirse el acto cuestionado. La
inactividad del afectado durante un lapso tan prolongado, en el cual podría haber interpuesto
eficazmente las acciones regulares, torna desechable al amparo, pues resulta un instituto
excepcional, únicamente viable ante la inoperancia de todos los demás trámites procesales ya
legislados, para atender idóneamente al problema planteado.
CNAT Sala IX Expte n° 37370/02 sent. 10484 15/5/03 “Benticuaga, Irene y otros c/ INPI s/ amparo”
(P.- B.-)

3.2. Recursos.

Plazos.
El art. 15 de la ley 16986, que regula la acción de amparo, establece que el recurso deberá
interponerse dentro de las 48 horas de notificada la resolución impugnada y debe fundarse en el
mismo acto.
CNAT Sala III Expte n° 14218/00 sent. 81217 31/8/00 “Sola, Danilo c/ PEN s/ amparo” (P.- G.-)

El plazo establecido en el art. 15 de la ley 16986 debe interpretarse completa y armonizadamente


con lo dispuesto por el art. 156 del CPCCN. Así entonces si esta última norma expresamente
ordena no computar las horas correspondientes a días inhábiles, también impone el comienzo de
dicho cómputo a partir el día siguiente al de la notificación, por lo que si la ley de amparo no dice
nada semejante, corresponde remitirse a las disposiciones del Código Procesal, como lo manda el
art. 17 de la ley especial. En consecuencia, el plazo del art. 15 ya citado debe contarse
efectivamente hora a hora exceptuando las que pertenezcan a días inhábiles, pero iniciando su
USO OFICIAL

curso a la cero hora del primer día hábil siguiente al de la notificación de la sentencia o resolución
judicial susceptible de apelación, ya que así lo impone una interpretación sistemática del art. 156
ya citado.
CNAT Sala V Expte n° 5128/02 sent. Int. 21855 15/10/02 “Dorado, Luis c/ PEN s/ amparo” (M.- R.-
GM.-)

Dentro del marco procesal específico que delimita la acción de amparo no resulta procedente la
posibilidad que se apliquen otros plazos que los establecidos por el art. 15 de la ley 16986 y
resultan inadmisibles las argumentaciones referidas al art. 54 de la ley 18345 y a la posibilidad de
que se apliquen otros plazos que los expresados en la primera norma citada. (Del dictamen del
Fiscal General al que adhiere la Sala).
CNAT Sala VII Expte n° 18069/02 sent. Int. 23952 26/6/02 “Carrizo, Carlos c/ Instituto Nacional de
la Propiedad Industrial s/ amparo” .

Si se imprimió a la presente acción el trámite previsto por la ley 16986, el plazo para la
presentación del recurso de apelación debe ser de 48 horas, conforme lo dispone el art. 15 de la
norma citada.
CNAT Sala X Expte n° 24168/01 sent. Int. 7861 30/11/01 “Pazos, Ricardo c/ Estado Nacional s/
amparo” (C.- Sc.-)

Efectos.

Cuando, como en el caso, el efecto devolutivo de la apelación implica, en los hechos, la


denegatoria al acceso a la segunda instancia, corresponde otorgar al recurso efecto suspensivo,
para evitar que el transcurso del tiempo impida la garantía de la doble instancia, sin perjuicio de lo
que se pueda resolver en el momento en que arriben las actuaciones principales y acerca del
alcance de lo acontecido. (En el caso se trataba de la suspensión de un acto electoral de un
sindicato)
CNAT Sala I Expte n°5909/05 sent. Int. 55578 8/4/05 “Giovanni, Roberto y otros c/ Junta Electoral
Sindicato ünico de Trabajadores de Edificios de Rentas s/ amparo”.

La ley 16986 restringe la apelación únicamente a los casos de sentencias definitivas, de


resoluciones que declaren manifiestamente inadmisibles la acción de amparo y de resoluciones
que disponen medidas de no innovar (art. 15), por lo que resulta improcedente el recurso que
plantea la crítica relativa a la procedencia e idoneidad de la vía procesal intentada.
CNAT Sala III Expte n° 13491/00 sent. 81802 29/12/00 “Tobio, Marcela y otros c/ Gobierno
Nacional, Ministerio de Economía s/ amparo” (G.- E.-)

Según lo preceptuado por el art. 15 de la ley 16986 sólo resultan apelables la sentencia definitiva,
las resoluciones previstas en el art.3, vale decir, las que declaran manifiestamente inadmisible el
amparo intentado, y las que dispongan medidas de no innovar o la suspensión de los efectos del
acto impugnado.

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Poder Judicial de la Nación

CNAT Sala III Expte n° 11491/01 sent. 5238923/8/01”Asociación e Pilotos de Líneas Aéreas
Comerciales c/ Estado Nacional s/ amparo”.

En tanto los propios actores invocaron la ley 16986 debe estarse a lo dispuesto en el art. 15 que
establece expresamente que la apelación se concede en ambos efectos y que por ende, suspende
la ejecución misma de la decisión cautelar. Ello no implica en modo alguno un pronunciamiento
anticipado sobre el contenido de la apelación en su aspecto sustantivo, tema que deberá
resolverse oportunamente.
CNAT Sala IV Expte n° 16222/00 sent. Int. 38192 5/8/00 “Griffin, Miguel y otros c/ CONICET s/
amparo” (M.- L.-)

La decisión que trae como consecuencia el archivo de las actuaciones debe considerarse, por
sus efectos, análoga al pronunciamiento definitivo, y por lo tanto es apelable en los términos del
art. 15 de la ley 16986. (Del dictamen del Fiscal general n° 37493 del 25/2/04 al que adhiere la
Sala).
CNAT Sala VII Expte n° 24040/03 sent. Int. 25265 9/3/04 “Bordón, Enrique y otros c/ Estado
Nacional / amparo”.

En el caso se entablaron recursos de hecho destinados a cuestionar la forma de la concesión de


las apelaciones deducidas contra la resolución cautelar que suspendió el acto electoral de
autoridades de la asociación gremial demandada. Si se opta por el efecto devolutivo, la apelación
implicaría, en los hechos, la denegatoria al acceso a la segunda instancia en lo que respecta a una
resolución judicial de trascendencia, ya que no habría tiempo material para la revisión del
pronunciamiento. Por otra parte, el efecto suspensivo conllevaría la afectación de la pretensión
precautoria y tendría como consecuencia la celebración del acto electoral. Entre las dos opciones
resulta más coherente con el derecho de defensa en juicio, privilegiar el ya mencionado acceso a la
segunda instancia aunque esto signifique una elíptica y tácita revocatoria de la cautela.
USO OFICIAL

FG Dictamen n° 39237 2/11/04 Expte n° 23028 “Ventura, Carlos y otros c/ Unión Ferroviaria s/
amparo” Sala III.

3.3. Ejecución de sentencia.


Toda impugnación a las resoluciones judiciales dictadas en el marco de un proceso ordinario debe
ser llevada a cabo por los remedios procesales establecidos, pues el amparo es, por esencia,
inadmisible cuando existen recursos judiciales idóneos para obtener la protección del derecho y
muy especialmente cuando el acto impugnado emana del órgano del Poder Judicial en ejercicio de
su jurisdicción. Por ello, correspondería desestimar la acción de amparo interpuesta por la
demandada para cuestionar un remate, en un expediente ordinario toda vez que no corresponde
apartarse de las vías ordinarias ante el organismo jurisdiccional apto.
FG Dictamen n° 33168 14/2/02 Expte n°28609/01 “Morano, Mirta c/ Galvan Felix s/ amparo”.

4) MEDIDAS CAUTELARES,

Cuando el recurso se deduce en los términos del art. 62 de la ley 23551 posee efectos suspensivos
y , en este caso, resulta ocioso el dictado de la medida cautelar solicitada.
CNAT Sala I Expte n° 7057/03 sent. Int,. 53098 5/5/03 “Asociación Gremial de Empleados de
Comercio de Río Cuarto c/ Ministerio de Trabajo s/ ley de asoc. Prof”.

No resulta procedente una medida precautoria coincidente con el objeto del juicio, ya que ello
desvirtúa el instituto cautelar por cuanto el objeto de la medida se confunde con el resultado al cual
se pretende llegar por medio de la sentencia definitiva, más aun si –como en el caso- no se aportan
elementos de juicio que persuadan acerca de la irreparabilidad del perjuicio sufrido.
CNAT Sala III Expte n°22174/04 sent. 55891 7/3/05 “Illesca, Avelino y otros c/ COTO CIC SA s/
sumarísimo” (E.-P.-)

Los actos administrativos son susceptibles de impugnación por vía judicial (art. 23 ley 19549)) y la
propia ley 16986 diseña un procedimiento rápido para hacer cesar sus efectos cuando ellos se
juzgan contrarios a derechos o garantías constitucionales. Puesto que en ese contexto procesal se
admiten medidas cautelares (art. 15 de la ley citada) se impone concluir que a la presunción de
legitimidad de los actos administrativos puede contraponerse un derechos verosímil de la parte
afectada, aún sin mediar respecto de él una conclusión definitiva.
CNAT Sala III Expte n° 12328/00 sent. 81038 14/7/00 “Cares, Osvaldo c/ PEN s/ amparo” (P.- E.-)
Medida de no innovar. Procedencia.

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Poder Judicial de la Nación

La acción de amparo se impetró con el fin de cuestionar y dejar sin efecto la resolución de la
demandada de trasladar a la trabajadora (discapacitada motriz) a otro edificio, a considerable
distancia del que se desempeñaba hasta el momento, lo que podría tornar operativas eventuales
consecuencias dañosas relacionadas con su salud. Se solicita una medida de no innovar, la cual es
procedente toda vez que en relación a la verosimilitud del derecho de la pretendiente, es exigible
su discreta apariencia, ya que la acreditación incontestable del fundamento jurídico de la
pretensión principal constituye materia de debate propia del proceso de conocimiento. En tal
inteligencia, tal requisito aparece satisfecho en el caso, pues de la presentación inicial surgen los
elementos que configuran las exigencias del art. 230 CPCCN. Asimismo resulta procedente la
medida toda vez que es necesario mantener el estado de cosas existente al momento del reclamo,
pues de concretarse el traslado dispuesto podría tornarse ilusoria la sentencia a dictarse o bien
ocasionar perjuicios irreparables a su salud.
CNAT Sala III Expte n° 11875/00 sent. 81010 11/7/00 “Garibaldi, Silvia c/ ANSES s/ aparo” (E.- P.-
G.-)

Medida de no innovar. Improcedencia.

Si bien en el marco de una pretensión precautoria no cabe exigir del peticionante la acreditación de
su derecho con total certeza, pues ello es materia del litigio principal, no puede prescindirse de una
demostración de la apariencia o verosimilitud del derecho invocado por la parte actora
(tradicionalmente llamado “fumus boni iuris”) en forma tal que, de conformidad con el cálculo de
probabilidades, sea factible prever que en el proceso de fondo se declarará ese derecho.
CNAT Sala III Expte n° 17894/01 sent. 82868 31/10/01 “Rojas, Guillermo c/ Ministerio de Trabajo s/
amparo” (P.- G.-)

Recurso extraordinario. Improcedencia.


El interlocutorio que ordena una medida cautelar en el proceso de acción de amparo no es
USO OFICIAL

“sentencia definitiva”, pues no pone fin al proceso ni decide definitivamente sobre el mérito del
derecho sustancial en juego, salvo el supuesto que cause un gravamen irreparable de imposible o
insuficiente reparación ulterior – lo que debe apreciarse según las circunstancias fácticas de cada
caso- , por lo que “es improcedente el recurso extraordinario deducido contra sentencias que
resuelvan cuestiones procesales”(CSJN 26/6/79 “Piedra, R. c/ Palacios, Oscar” LL 30-IX).
CNAT Sala X Expte n° 12238/00 sent. Int. 6368 30/10/00 “Asociación Personal Jerarquizado de
ATC SA c/ Estado Nacional s/ amparo” (S.- Sc.-)

Medida cautelar (accesoria y provisional) y tutela anticipada o urgente.


Un jugador de fútbol profesional inició acción de amparo a fin de conseguir su “libertad de
contratación” ante la falta de pago de remuneraciones por parte del club para el que se
desempeña. No obteniéndola y atento la posibilidad de desempeñarse en un club de Méjico,
solicitó como medida cautelar, que la AFA emita su “transfer” en tiempo oportuno pues de lo
contrario perdería la posibilidad de trabajo en el exterior. La juez a quo, ordenó a la AFA “otorgar la
libertad de contratación requerida”. Ésta organización apela la medida fundándose en que
carecería de legitimación pasiva, pues sólo actúa como órgano de registro de los contratos entre
los deportistas y sus respectivos clubes. En este caso sólo caben dos alternativas: o la tramitación
completa del juicio sumarísimo – si existiera controversia respecto de la procedencia del acto cuya
realización pide el actor-o la tutela urgente. Una medida como la ordenada en la sentencia de
grado implica la satisfacción del interés del pretensor y, por sus efectos irreversibles, agota el
objeto del proceso principal. En el caso la demandada ha sido oída en el juicio, si bien no por la vía
regular del traslado de la demanda, sí por la incidental, al apelar una sentencia interlocutoria que
dispuso una medida cautelar. Lo hizo con amplitud y expuso su punto de vista respecto de los
presupuestos de hecho de la pretensión de fondo y los alcances de las normas legales y
convencionales involucradas. Ello habilita el ejercicio de la plena aptitud jurisdiccional del tribunal
que cuenta con todos los elementos de juicio necesarios. Por ello y ante la existencia de una fecha
límite muy próxima, cuya inexorable llegada tornaría abstracto el goce por el actor de su libertad de
trabajar (art. 14 de la CN), cumplidos que se hallan los requisitos de la normativa reglamentaria
pertinente, “daño grave e irreparable que se causaría remitendo el examen de la cuestión a los
procedimientos ordinarios, administrativos o judiciales” (CSJN “Kot, Samuel SRL” Fallos 241:291),
corresponde hacer lugar a la demanda e amparo y ordenar a la AFA que certifique la condición de
futbolista libre de contratación del actor.
Sala de Feria Expte n° 50/05 sent. Int. 9 27/1/05 “Milano, Mauro c/ Asociación del Fútbol Argentino
s/ medida cautelar”.

Medida cautelar innovativa. Nulidad de los despidos. Reinstalación de los despedidos.


Los actores, directivos y fundadores de una entidad gremial (Asociación Gremial del Personal
Superior de Alto Paraná) fueron despedidos por razones de “reorganización y eficiencia
empresaria”. Peticionan la nulidad de tales despidos con fundamento en la disposición contenida
en el art. 1 de la ley 23592 que obliga a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su
realización. Interpusieron acción de amparo fundada en el art. 43 de la CN y peticionaron una

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Poder Judicial de la Nación

medida cautelar innovativa con fundamento en el art. 230 del CPCCN y en el art. 47 de la ley
23551. Sus pretensiones se extendían también a la reinstalación en el puesto de los trabajadores
despedidos hasta tanto se dicte la sentencia de fondo. Pero no son encuadrables en la hipótesis
del art. 230 ya citado aquellas resoluciones que conllevan una innovación que coincide con la
finalidad de la acción en trámite y que implica, en los hechos, el restablecimiento de una
contratación que una parte juzga ya fenecida.
CNAT Sala de Feria Expte 23/01 sent. Int. 7 31/7/01 “Castía, Ricardo y otros c/ Alto Paraná SA s/
amparo sindical”.

5) AMPARO POR MORA.

Inapelabilidad.
La Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo, en el Fallo Plenario “Zubdesa Transporte de
Caudales SA c/ EFA” (JA 1985-2-341) distinguió dos etapas en los recursos de amparo por mora:
una relativa a la admisión o rechazo in límine de la petición, donde la decisión es inapelable; y otra
posterior, supuesta la admisión inicial, donde es posible el recurso. Por ello, si el juez de primera
instancia, in límine, rechazó la petición y consideró inoportuno solicitar informes a la autoridad
administrativa, tal resolución es inapelable.
CNAT Sala III Sent. N° 59250 7/11/89 “Confederación General del Trabajo c/ Ministerio de Trabajo
s/ amparo” (L.- VV.-) En el mismo sentido: Expte n° 8555/02 sent. 83530 7/5/02 “Esteves, Susana
c/ Estado Nacional s/ amparo por mora” (P.- E.-)

La resolución inicial del juez sobre la procedencia formal de la solicitud de amparo por mora en la
USO OFICIAL

administración es inapelable, teniendo en cuenta la reforma introducida por la ley 21686 al art. 28
de la ley 19549. (Del voto del Dr. Morell, en mayoría).
CNAT Sala V Sent. Int. 15483 8/10/90 “Asociación Personal de Hidronor SA c/ Ministerio de
Trabajo y Seg. Soc. s/ amparo” (V.- M.- Morando).

En el “amparo por mora” contemplado en el art. 28 de la ley 19549, reformada por la ley 21686
existen divergencias en cuanto a la apelabilidad o no de la sentencia de fondo. En la justicia en lo
contencioso administrativo, en la actualidad, rige un fallo plenario que la considera apelable
(“Transporte de Caudales Zubdesa SA c/ Ferrocarriles Argentinos” del 5/2/85, pub. ED 115-408).
También existen opiniones contrapuestas en la doctrina: Bay se inclina por la apelabilidad (LL
1981-A-181) y Pearson las considera inapelables (LL 1982-D-912), al igual que la Sala VII de esta
Cámara (LL 19990-B-198). Lo que no admite dudas es que la resolución referida a la ejecución de
la sentencia en un amparo por mora, resulta inapelable sea cual fuere el ordenamiento procesal
que se aplique supletoriamente (la ley 16986, el art. 498 CPCCN o la ley 18345).
CNAT Sala X Expte n° 4683/01 sent. Int. 9305 12/3/03 “Ortega de Rivera, Mónica c/ Estado
Nacional. Ministerio del Interior s/ aparo por mora” (Sc.- C.-)

6) AMPARO SINDICAL.

Los actos que, conjeturalmente ilegales o arbitraros, lesionen, alteren, restrinjan o amenacen
algunos de los derechos colectivos reconocidos por la CN, leyes o tratados, afectan en un doble
sentido a una pluralidad de personas, dando lugar a la protección que el art. 43 de la Carta Magna
ofrece en los supuestos de lesión de derechos de incidencia colectiva general: directamente a los
sindicatos legitimados para ejercer dichos derechos y, mediatamente, a los trabajadores cuyas
condiciones de trabajo son reguladas por la acción de esas entidades. La CGT es una de las
asociaciones inscriptas a las que se refiere el art. 43 de la CN, sin que su capacidad representativa
estatutaria ni su preexistencia, ni la previsión programática de una ley especial que regulará los
requisitos y formas de su organización, puedan serle opuestas como excluyentes de la legitimación
que la norma atribuye a aquéllas para deducir acciones en defensa de los derechos colectivos.
CNAT Sala de Feria 24/1/97 “CGT c/ Estado Nacional. PEN s/ amparo” (Morando. Guthmann.
Guibourg).

Corresponde que los jueces restablezcan de inmediato el derecho restringido, por la rápida vía del
recurso de amparo, siempre que aparezca de modo claro y manifiesto, la ilegitimidad de una
restricción cualquiera a alguno de los derechos esenciales de las personas, así como el daño grave
e irreparable que se causaría remitiendo el examen de la cuestión a los procedimientos ordinarios,
administrativos o judiciales. La remisión de cada uno de los posibles legitimados por el art. 43 de la
CN (sindicatos, trabajadores, empleadores o asociaciones de empleadores), al reclamo
administrativo previsto por el inc a) del art. 24 de la ley 19549, para cuestionar los decretos de los
que trata este caso, importaría esterilizar toda posibilidad de cierta impugnación – máxime frente a
la presunción de legitimidad contenida en el art 12 de la misma ley- y generaría situaciones

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Poder Judicial de la Nación

consumadas insusceptibles de rectificación, de suerte que sólo restaría a cada uno de los
trabajadores cuyas condiciones de trabajo resultaran peyorativamente alteradas – o, por hipótesis,
a cada empleador cuyas cargas resultaran acentuadas- el ejercicio de las acciones judiciales
indemnizatorias.
CNAT Sala de Feria 24/1/97 “CGT c/ Estado Nacional. PEN s/ amparo” (Morando. Guthmann.
Guibourg).

El art. 43 de la CN ha reformulado el concepto de amparo de acuerdo con principios más amplios


que los que informaron en su momento la ley 16986, por lo que ésta no ha sido expresamente
derogada, sólo puede entenderse subsistente en cuanto no se oponga a la norma superior
sobreviniente. (Del voto del Dr. Guibourg).
CNAT Sala de Feria 24/1/97 “CGT c/ Estado Nacional. PEN s/ amparo” (Morando. Guthmann.
Guibourg).

Interpretar que la expresión “toda persona” contenida en el art. 43 de la CN otorga acción a


cualquiera, aún a aquellos que no se vean personalmente afectados por la medida impugnada,
sería probablemente excesivo: en ese contexto, la Constitución habría impuesto un sistema de
control constitucional no ya descentralizado, sino difuso, pero con efectos erga omnes. (Del voto
del Dr. Guibourg).
CNAT Sala de Feria 24/1/97 “CGT c/ Estado Nacional. PEN s/ amparo” (Morando. Guthmann.
Guibourg).

Así como la negociación colectiva es uno de los derechos genéricos de las entidades sindicales
con personería gremial cualesquiera sean los ámbitos, material, territorial o personal, en que
aquéllas ejerzan la representación colectiva de los trabajadores (art. 31 inc. C) ley 23551), del
mismo modo la asociación con personería gremial es la institución más adecuada para ejercer la
defensa de aquél derecho genérico cuando éste pueda considerarse afectado en forma igualmente
USO OFICIAL

genérica. (Del voto del DR. Guibourg).


CNAT Sala de Feria 24/1/97 “CGT c/ Estado Nacional. PEN s/ amparo” (Morando. Guthmann.
Guibourg).

Si no se admitiera la vía del amparo para declarar ilegítimas e inaplicables las disposiciones
contenidas en los decretos cuestionados, sería imposible borrar retroactivamente la influencia que
inevitablemente tienen ahora sobre la disponibilidad negocial de los ciudadanos y de las
asociaciones en las que ellos se agrupan. (Del voto del Dr. Guibourg).
CNAT Sala de Feria 24/1/97 “CGT c/ Estado Nacional. PEN s/ amparo” (Morando. Guthmann.
Guibourg).

La vía administrativa para impugnar un acto de alcance general no es otro que el recurso (conf.
Comentario al art. 24 de la ley 19549 en Hutchinson, Tomás. “Régimen de Procedimientos
Administrativos” Astrea. Bs As, 1992). Un recurso es, por definición, una petición dirigida a la
autoridad superior para que revoque, anule o deje sin efecto lo dispuesto por otra autoridad a ella
subordinada. Pero en el presente caso los actos de alcance general impugnados son decretos
emitidos por el “Jefe Supremo de la Nación”, jefe de gobierno y responsable político de la
administración General del país” (art. 99 inc. 1 de la CN), por lo que han de considerarse como la
decisión final de la administración y contra ellos no cabe otro recurso que la acción judicial: la
decisión el Poder Ejecutivo agota por sí misma la vía administrativa (Conf. Art. 90 ley 19549 de
procedimientos administrativos). (Del voto del Dr. Guibourg).
CNAT Sala de Feria 24/1/97 “CGT c/ Estado Nacional. PEN s/ amparo” (Morando. Guthmann.
Guibourg).

Cuando la controversia se proyecta sobre la salud de los trabajadores (en el caso el Sindicato de
Obreros de Estaciones de Servicio cuestionaba diversas resoluciones dictadas por la Adm Gral de
Ingresos Públicos que traerían aparejada la necesidad de un control por los trabajadores de
sustancias potencialmente nocivas para la salud), justifica que la contienda sea tratada en un
ámbito celérico, como el que prevé el art. 43 de la CN, norma cuya teleología le concede una
mayor amplitud a la acción de amparo. La existencia de otras vías no siempre es obstáculo para la
procedencia de la acción de amparo cuando, por las características de lo acontecido y el potencial
agravio al derecho a la salud y a la vida, aquéllas pueden no implicar un acceso idóneo y oportuno
a la tutela jurisdiccional. (Del dictamen el Fiscal General ante la CNAT n° 36492 28/7/03, al que
adhiere la Sala).
CNAT Sala de Feria Expte n°12873/03 sent. 2 29/7/03 “Sindicato de Obreros de Estaciones de
Servicio, Garages, Playas de Estacionamieto c/ AD Gral Ingresos Públicos. Estado Nacional s/
amparo” (Gonzalez. Morell).

Requisitos.
El art. 15 del decreto 467/88, reglamentario de la ley 23551 establece las potestades del Ministerio
de Trabajo de la Nación para expedirse en las contingencias que pueden acaecer en los procesos
electorales de las asociaciones sindicales e, incluso, le concede facultades para dictar la
suspensión del trámite de renovación de autoridades o la puesta en posesión del cargo de los
electos. Más allá del parecer que suscite el decreto reglamentario, la CSJN en la sentencia dictada

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Poder Judicial de la Nación

el 10/4/90 en autos: “Juarez, Rubén y otro c/ Ministerio de Trabajo de la Nación”, avaló el ejercicio
de tales prerrogativas y ciñó la intervención jurisdiccional a las hipótesis de arbitrariedad ostensible
o a la vía ordinaria recursiva prevista por el art. 62 de la ley 23551. En este contexto normativo y a
la luz de la doctrina sentada por el Alto Tribunal, frente a una acción sumarísima lo que
corresponde precisar es si la conducta del Ministerio de Trabajo de la Nación, en el ejercicio de sus
facultades, puede ser reputada o no, por su contenido, como ostensiblemente ilegítima o
manifiestamente arbitraria, en los términos del art. 47 de la ley 23551 y 321 y 498 del CPCCN, que
son las normas adjetivas que supeditan a la existencia de la antijuridicidad notoria, la posibilidad de
intervenir judicialmente fuera de las vías ordinarias. (Del dictamen n° 39840 del 9/3/05 del Dr.
Alvarez, al que adhiere la Sala).
CNAT Sala IV Expte n°1464/05 sent. Int. 43012 21/3/05 “Asociación de Empleados de la DGI de la
Nación c/ Estado Nacional. Ministerio de Trabajo s/ aparo” (G.- M.-)

Representación.

La asociación gremial que acciona si bien puede invocar la representación de los intereses
individuales y colectivos de los trabajadores de la actividad, de conformidad con lo dispuesto por el
art. 31 inc. A) de la ley 23551, su legitimación se ciñe a las contiendas de carácter colectivo, ya que
para representar los intereses individuales o pluri -individuales, es necesario que la asociación
acredite por escrito el consentimiento de los trabajadores en los términos del art. 22 del decreto
477/88. Frente a ello, y toda vez que en el caso, la acción de amparo se ha promovido alegando la
representación sólo de un grupo de afiliados, cabe concluir que el Sindicato carece de legitimación
para accionar como lo hizo , en tanto se trata de un conflicto pluri-individual – no colectivo- en el
que los afectados no han otorgado mandato en forma expresa ni consentimiento por escrito de
conformidad con lo previsto en el decreto citado, el que, más allá de las críticas que pudiera
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merecer, en el caso no ha sido cuestionado en su constitucionalidad.


CNAT Sala de Feria Expte n° 108/02 sent. 13 29/1/02 “Sindicato Flota Petrolera e Hidrocarburífera
c/ secretaría de Asuntos Fluviales. Ministerio de Economía S/ amparo” (Rodríguez..- Guthmann.-)

Derechos emergentes de la libertad sindical.

Al tratarse de una acción de amparo destinada a impedir una limitación al ejercicio de los derechos
emergentes de la libertad sindical que, por imperio de la ley de fondo, se rige por las disposiciones
propias del proceso sumarísimo, corresponde entender al juez de primera instancia (art. 47 y 63 de
la ley 23551) e inhibirse este Tribunal de conocer en las presentes actuaciones en razón del grado.
Esto es así pues según lo dispuesto por el art. 62 de la ley 23551, la competencia de este Tribunal
se ciñe a las acciones que promueva la autoridad administrativa del trabajo, a las demandas por
denegatoria tácita de una personería gremial o de una inscripción y en acciones de
encuadramiento sindical que se promueven por haber vencido el plazo previsto para que se
pronuncie aquella autoridad, sin que lo hubiera hecho o bien a la revisión de las resoluciones
administrativas definitivas emanadas del Ministerio de Trabajo de la Nación, como órgano de
aplicación y en los recursos consagrados en el art. 36 de dicha ley (inc b y f). Y la presente acción
fue fundada en el art. 47 de la ley 23551 destinada a cuestionar el proceso de renovación de
autoridades de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (Filial Tucumán). (Del voto e la Dra
Porta, en minoría).
CNAT Sala III Expte n° 13588/99 sent. Int. 49992 31/8/99 “Sotelo, Rene c/ Asociación de
Trabajadores de la Sanidad Argentina s/ aparo” (P.- G.- E.-)

En el caso corresponde decidir la competencia de este Fuero para entender en un conflicto donde
un afiliado de ATSA Tucumán alega irregularidades en la convocatoria a elecciones y reclama su
derecho a participar activamente en las mismas. El art. 47 de la ley 23551, en el pensamiento del
legislador, se halla dirigido al ejercicio de la tutela judicial contra actos de particulares (y en primer
lugar contra actos del empleador), sin perjuicio de la calificación de tales actos como prácticas
desleales, según los arts. 53 y sgtes .Por su parte, el art. 60 se refiere a dos tipos de conflictos
intrasindicales: los suscitados entre dos organizaciones de distinto grado y los que se planteen
entre una asociación sindical y sus afiliados; el segundo de éstos es el que se presenta en este
caso. Pero no corresponde que intervenga el juez de primera instancia, pues una decisión en tal
sentido, con remisión al art. 47 de la ley sindical, resultaría contradictoria con los argumentos
expuestos y haría intervenir a los tribunales locales, mientras que el art. 60, por el contrario, remite
al procedimiento del art. 59 e implica la intervención de esta Cámara. (Del voto del DR. Guibourg,
en mayoría).
CNAT Sala III Expte n° 13588/99 sent. Int. 49992 31/8/99 “Sotelo, Rene c/ Asociación de
Trabajadores de la Sanidad Argentina s/ aparo” (P.- G.- E.-)

Petición de control de legalidad.

Resulta procedente la acción de amparo interpuesta por una asociación sindical simplemente
inscripta, fundada en el art. 43 de la CN, y destinada a cuestionar la omisión en que incurriera el
Ministerio de Trabajo al no ejercer el control de legalidad de un convenio colectivo suscripto por

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Poder Judicial de la Nación

una entidad gremial que incluiría cláusulas regresivas, violatorias del orden público laboral. La
polémica, en este caso, está dirigida, en lo esencial, a que la autoridad administrativa ejerza el
control de legalidad impuesto por el art. 4 de la ley 14250 de una manera expresa y que no se
produzca la homologación tácita a la que alude el art. 6 de la ley 23546, con la modificación
introducida por el art. 22 de la ley 25877. Vale decir, que la pretensión está dirigida a que la
autoridad administrativa se expida ante una inquietud de los “administrados” y se trata de una
suerte de derecho a peticionar y a obtener una respuesta en torno a la “legalidad” de lo convenido.
(Del dictamen del Fiscal General n°38532 del 16/7/04, al que adhiere la Sala).
CNAT Sala VII Expte n°12313/04 sent. Int. 25668 3/8/04 “Nueva Organización Sindical
Gastronómica c/Ministerio de Trabajo s/ amparo”.
Sumarios de fallos de primera instancia.

Conflicto sindical interno.

No cualquier violación de derechos jurídicamente tutelados da lugar a la acción de amparo, ya que


para que ella resulte procedente, el derecho pretendidamente conculcado debe revestir, expresa o
tácitamente, jerarquía constitucional. Y si bien la Carta Magna garantiza al trabajador el derecho a
participar de una organización libre y democrática y el derecho de defensa, debe tener en cuenta
que la ley 23551 garantiza también la efectiva democracia interna (art. 8) y la existencia de un
procedimiento de separación de afiliados que garantice el derecho de defensa (art. 16 inc. C), en el
cual el afiliado tendrá derecho a participar con voz y voto (art. 9, parr. 4| decreto 467/88). Por otro
lado, una eventual sanción de expulsión que se pudiera adoptar es susceptible de revisión judicial
a instancia del afectado.
JNT 25 Expte n° 25445/03 sent. Int. Del 20/11/03 “Acosta, Leonardo c/ Asociación de Trabajadores
de la Industria Lechera de la Rep. Argentina s/ amparo”.

Tratándose de un conflicto sindical interno en el que aún no se ha agotado la vía asociacional


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correspondiente, toda vez que el órgano competente de la entidad gremial aún no se expidió sobre
la cuestión, la acción de amparo no se encuentra expedita. Ello así, toda vez que el campo de
aplicación del art. 47 de la ley 23551 está limitado a aquellos casos en que la propia ley 23551 no
haya regulado la defensa de los derechos por ella consagrados mediante requisitos y
procedimientos distintos. Esto es así por cuanto resultaría contradictorio hacer prevalecer en esos
supuestos la norma del art. 47 como tutela de jerarquía superior cuando puede vislumbrarse la
intención del legislador de utilizar a ésta como medio de cobertura de todas aquellas contingencias
frente a las cuales el ordenamiento positivo no contiene un medio expresamente previsto para el
mismo fin protectorio (Conf CNAT Sala X sent. 8485 del 9/2/01 “Unión Personal Civil de las FFAA c/
Estado Mayor Círculo Fuerza Aérea s/ sumarísimo”).
JNT 25 Expte n° 25445/03 sent. Int. Del 20/11/03 “Acosta, Leonardo c/ Asociación de Trabajadores
de la Industria Lechera de la Rep. Argentina s/ amparo”.

7) PROCESOS SUMARÍSIMOS.
Plazos.
El proceso sumarísimo regulado por el art. 498 del CPCCN dispone que el plazo para interponer la
apelación es de tres días, apelación que debe fundarse ante el mismo órgano que dictó la
resolución recurrida dentro del plazo de cinco días e notificada por ministerio de la ley, la
providencia que lo concede (Conf. Arts. 245, 246 y 498 inc. 3) del CPCCN, en igual sentido
Finocchietto- Arazi en “Cósigo Procesal Civil y Comercial de la Nación” TII.588).
CNAT Sala III Expte n° 26549/02 sent. 84047 24/9/02 “Ferreyro, María y otros c/ Colegio de
Escribanos de la Capital Federal s/ amparo” (P.- E.-)

De conformidad con lo dispuesto por el CPCCN aplicable al trámite de estos actuados, el apelante
debió limitarse primero a la mera interposición del recurso y luego debió fundarlo dentro de los
cinco días de notificada la providencia que lo acuerde, plazo que corre automáticamente a partir de
la fecha en que queda notificada por nota la resolución que concede la apelación (conf arts. 245 y
246, en sentido análogo Colombo “Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Anotado y
Comentado” TI, pág 406 Ed. Abeledo Perrot).
CNAT Sala III Expte n° 16708/02 sent. Int. 53605 10/9/02 “Farías, Humberto c/ Sky Plast SA s/
sumarísimo”.

En el proceso sumarísimo, de acuerdo con lo establecido por el art. 498 del CPCCN, el plazo para
apelar es de tres días, recurso que debería fundarse dentro del término de cinco días de notificada
por ministerio de ley la providencia que lo concede. Esta interpretación resulta clara de los
contenidos de los arts. 246 y 498 inc 2 el CPCCN.
CNAT Sala VII Expte n° 1496/96 sent. Int. 20299 30/10/98 “Martins, Osvaldo c/ unicipalidad de la
Ciudad de Buenos Aires s/ sumarísimo”

Recursos.

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Si se trata de un proceso sumarísimo, de conformidad con lo dispuesto por el art. 321 del CPCCN,
debe tramitar según lo preceptuado por el art. 498 de dicho cuerpo legal, que sólo declara
apelables la sentencia definitiva y las resoluciones que decretan o deniegan medidas cautelares
(inc. 6). En el caso, la providencia que intimó al profesional a acompañar el bono fijo previsto por el
art. 51 de la ley 23187 no reviste tal carácter, y resulta inapelable.
CNAT Sala III Exppte n° 27164/02 sent. 53674 10/9/02 “Centurión, Mauricio c/ Ente de
Cooperación Técnica y Financiera s/ sumarísimo”.

Al tratarse de un proceso sumarísimo, previsto en el art. 498 el CPCCN, referido en esta caso al
art. 52 de la ley 23551, el plazo para apelar se encuentra limitado a tres días, tal como lo dispone
expresamente el inciso 2 de la norma citada en primer término.
CNAT Sala X Expte n° 2440/97 sent. 3296 25/2/98 “Lasagabaster, Mercedes c/ INTA s/
sumarísimo” (Sc.—S.-)

Sumarios de fallos de primera instancia.

Planteo de nulidad.
No es procedente la nulidad planteada respecto de la resolución que dispone tramitar las
actuaciones de acuerdo a las reglas del juicio sumarísimo, toda vez que la misma está fundada no
en un vicio de procedimiento, sino en un supuesto error in indicando, al decidir acerca de la
naturaleza del procedimiento. Por otra parte, el juicio sumarísimo es un procedimiento de
conocimiento abreviado, pero que permite una adecuada oportunidad de debate y prueba acerca
de los hechos controvertidos y conducentes, garantizando suficientemente el derecho al debido
proceso.
JNT 25 Expte n° 7481/01 sent. Del 29/11/01 “Altamira, Roberto c/ Junta Nacional Electoral de la
UOMRA de la Cap Fed s/ amparo”.
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Exclusión de tutela.
El procedimiento de exclusión de tutela posee una naturaleza eminentemente cautelar y tiene por
objeto solamente determinar la verosimilitud de la conducta atribuida al trabajador y al sólo efecto
de que el principal adopte la medida invocada en su demanda, la que debe merituarse en atención
a las circunstancias que “prima facie” tornen verosímil el planteo traído a decisión, sin que ello
implique abrir juicio acerca de la legitimidad final o el acierto de la medida, aspecto que deberá ser
dilucidado en otro proceso (Conf. “Derecho Colectivo del Trabajo” Alvarez, Bermudez y otros Ed La
Lay, pág 391). Si bien esta tesis no es la que cosecha el mayor número de adhesiones en doctrina
(la postura más arraigada le otorga carácter definitivo al pronunciamiento), las circunstancias
especiales que rodean el caso concreto, hacen que aquélla recobre mayor vigor.
JNT 41 Expte n° 11146/03 sent. 9091 19/12/03 “Gobierno de la Ciudad de Bs As c/ Juarez, Rogelio
s/ sumarísimo”.

Citas Bibliográficas.

TRAMITE PROCESAL

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