No aparecen señales que permitan vislumbrar un recorte de esa caída, más bien existe la
probabilidad de que se profundice. El texto del ITE “Las paritarias después de la
turbulencia” explica que “los aumentos paritarios no son el único factor que interviene en la dinámica salarial, ya que los salarios se modifican por cambios de categoría, aumentos por antigüedad y aumentos por fuera de la escala, entre otros”. Calcula entonces que los salarios nominales del sector privado registrado se incrementarán en promedio 22/23 por ciento anual. Con la estimación de la inflación 2018 cercana al 30 por ciento, el salario real anotaría entonces un retroceso adicional al ya acumulado. Los economistas del ITE proyectan una caída del 5 por ciento, o sea, si no aparecen cambios en la dinámica de las paritarias o si no se gatillan rápidamente las cláusulas de revisión, el deterioro de los ingresos de los trabajadores sería parecido al de 2016.