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‘Titulo original: From Caligari to Hitler. A Psyebological History (of the German Film Publicado en inglés por Princeton University Press, 1947 ‘Traduccién de Héctor Grossi Revisién de Rafael Grasa Indice de Filmes realizado por Nuria Vidal CCublerta de Mario Eskenazi 1 edicion castellana; Ediciones Nueva Vision, 1961 18 edicién en Ediciones Paidés, revisada, 1985 © 1947, by Princeton University Press © de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibérica, S.A. Mariano Cubf, 92; 08021 Barcelona; ¥ Editorial Paidés, SAICE, Defensa, 599, Buenos Aires, ISBN: 84.7509-336-1 Depésito legal: B-11.425/1985 ‘Compuesto en linotype por Grafiip; Pallas, 85; 08005 Barcelona. Impreso en Huropesa; Recaredo, 2; 08005 Barcelona. Impreso en Espafia - Printed in Spain. INDICE Prfcio. 2 2 6 6 ee ee ee Introduccion, ee yee 1, 12. 1B. 14, 15, 16, 17, I.— 1 PEniopo Ancatco (1895-1918) Pay gute... ee ee Presagios Boo 5 96 qo 5 Génesis de Us 2 2 Dt II.—e1 Pertono bE oscveRna (1918-1924) La conmocién de la libertad. 2. 1 1 ee Caligati. 9. ee ee Procesién de tirmos |) )) | 0 0-0 El cos mdos 2. ee Dilema crucial. ee 6 0 0 De la rebelién ala sumisiin. =.) 1. 1 st III. PERtop0 pe ESTABILIZACION (1924-1929) Decadencia. ee La tierra estéril =. pe ce La prostituta y el adolescemte 1 1 1) 1 1] EI nuevo realismo . Ce Monje 2. ee ee Fugaz amanecer . Fo TV. — kt PRRIODO PREHITLERIANO (1930-1933) Canciones ¢ ilusiones a7 63 8 95 105 112 127 133, 146 171 180 191 18. Los asesinos estén entre nosotros. . - ee (202 19, Herejfas timidas. ee 209 20, Porunmundomejor 2...) 1] 1 ll Lor 21. Epica naconel . . 2) ff] ) ll Be ‘SUPLEMENTO. — LA PROPAGANDA ¥ LOS FILMES DE GUERRA NAZIS 1. Puntos de mira y medidss nazis... 1. 257 3. El mundo de la svistica, 9. 0. ee 4, Dramaturgia de la pantalla a 5. Conflicto con la relidad. 2... 3 Bibliografia © eee ee HW Undies Ale reorw bres tt tet. erate fees et ee eet 1281929, Indice anditico. 6 ee ee ee ee BME Indice de peliculas. 6 2. 1 ee ee ee 8D Paidds Estética / 2 1, L, Benevolo La ciudad y el arquitecto 2.8. Kracauer De Caligari a Hitler Siegfried Kracauer DE CALIGARI A HITLER Historia psicoldgica del cine aleman Q Ediciones Paidés Barcelona - Buenos Aires - México PREFACIO Este libro no se ocupa_meramente del cine alemén_en cuanto tal, sino que intenta darnos, en_un sentido especifico, un conocimiento mayor dela Ale: “mania_prebitlerian: Mi tesis consiste en_que pueden_revelarse,por_medio de un_andlisis del cine germano, las_profundas tendencias_psicolégicas dominantes en Alemania de 1918 a 1933, tendencias que influyeron en el curso de los acontecimientos ‘del perfedo indicado y que habrin de tomarse en cuenta en la era poshitleriana. ‘Tengo razones para creer que la utilizacién del cine en la presente obra como medio de investigacién puede extenderse con provecho al estudio de la conducta de masas, tanto en Estados Unidos como en otros paises. Creo tam- bién que los estudios de este tipo pueden contribuir a planear peliculas —para no mencionar otros medios de comunicacién— que pondrén en prictica de manera efectiva los objetivos culturales de las Naciones Unidas. Quedo muy reconocide a Miss Iris Barry, conservadora de a Biblioteca Cinematogrifica del Museo de Arte’ Moderno de Nueva York, a quien se debe, literalmente, la existencia de mi libro; no s6lo sugirié esta investigacién, sino que ayudé gencrosamente, y en diversas formas, a su realizaciGn. Estoy agre- decido a la Fundacién Rockefeller, que me habilit6 para lanzarme a la empresa, y a Mr, Jobn Marshall, de ese organismo, por su permanente interés en su desarrollo, Deseo expresar mi profunda gratitud a la Fundacién en Memoria de John Simon Guggenheim, que por dos veces me honr6 con una beca, y a Mz. Henry Allen Moe, secretario general de dicha Fundacién, quien jamés dejé de propiciar mis esfuerzos. Por la ayuda y consejo permanentes en la orgeniza- cién del material y en cuestiones de estilo, recuerdo expresamente a Miss Bar- bara Deming, ex investigadora del Cuerpo Cinematogréfico de la Biblioteca del Congreso; y a Miss Margaret Miller, Miss Ruth Olson y Mr. Arthur Rosen- hheimer Jr., del Musco de Arte Moderno, También expteso mi agradecimiento al bibliotecatio del Museo de Arte Moderno, Mr. Bernard Karpel, as{ como al personal de Ja biblioteca; todos cllos me proporcionaron su ayuda, paciente experta, siempre que me fue necesatia, e hicieron cémoda mi presencia en biblioteca de tan valiosisimo acervo pata la investigacién cinematogréfica, Final- 9 mente, deseo dar las gracias a mi est i it , las gracias a mi esposa, si bien cuanto pueda decir para ex: pre mi teoocniet seh inslcent Como sinpte me fa ayuda en la preparacién de este libro y, como siempre, me he beneficiado mucho con su aptitad para percibir Jo esencial y penetrar hasta su médula. Mayo de 1946 ‘Nueva York, 10 Siegfried Kracauer INTRODUCCION : i Cuando, a partir de 1920, Jas peliculas alemanas lograron_romper_el_boicot declarada_por_los_ali blicos de >¢_los_aliados_contra_su_ex-cnemigo, asombraron_a-los_piblicos_de Paris, Londres y Nueva York, que vieron_en_ellas_realizacio descon- res e1 fron as_realizaciones_tan_¢ certantes_como_fascinadoras._D. dos lo: rod ia a, iscusiones apasionadas, Mien- tras que un ctitico se referia a él como eran en rigor weraces expresiones de le vida ‘contemporinea alemana, Y, en general, se verd que Ja técnica, el conte rnido narrative y la evolucién de las peliculas de una nacién son dnica y tot mente comprensibles en relacién con el auténtico perfil psicoldgico que carac- teriza a ese pals. n Las pelfculas de i i mis directa que otros medios artisticos, por dos_razones, rs Primero, las_pelicul i ual. dovkin director cinematogréfico ruso, destaca el carécter colectivo de Ia produc- in cinematogréfica, identificéndola ‘con Ia produccién industrial: «El gerente bic no potde Hegat 2 nada sin capataces y obreres, ¥ su exfuetzo calcvo no legaré 4 buen puerto si ctda colaborador se atiene sélo la realizacén me Clinica de su limitada funcin, El trabajo de equipo es el que hace de toda tarea, tun de la mis insignificant, parte de un trabajo vivo, que To conecta orpéice Imente con el trabajo geneals.? Prominentes ditectores dl cine alemén, com partian csa opinién y actusban consecventemente, Al observar la filmacién tina pelicula dirigida por G. W. Pabst en los estudios franceses de Joinville, me pereaté de que prestaba gran atencién «las sugerencias de sus técnicos en cuss to se referian a detalles de decorados y distribucién de luces. Pabst me dijo que consideraba inestimables tales aportaciones. Puesto que cualquier unidad de. produccién cinematogrfica corporiza una mezcla de intereses y tendencas hheterogéneas, es I6gico que el trabajo de equipo tienda a excluir el manejo ar- bitrario del las sacteiticascomunes a odo equipo’ | : ; yundo_lugat, las_pel i soe, Peck rnpoanre, por is tata, due Hx Bnes populares —2y ars er ds precios, los motivos cinematogréficos populaes—~ saisfacen deseos reales Intsas, Ocasionalment, se ha destacado que Hollywood consigue vender peliculas {que no proporcionan a las masas lo que éstas realmente desean. Segin esa opiniGn, Tes peliculas de Hollywood con frecuencia estupidizan y conveneen a un pblico inclimdo aceptarias por propia pasvided y le arolladora propaganda embargo, no debe sobreestimarse la influencia distorsionadora del es os ins fo Pt, 7 a etait Ma be eB 2 ae, 10, Balézs, Der Geist des Films, pgs. 187-188. B terial, suprimiendo las peculiaridades individuales a favor de ca- ; masivo hollywoodense. El fabricante depende de las cualidades inherentes @ su ‘material; inclusive las peliculas nazis eins ae guerra, a pesir lee eee de propagands, relejaban cieras caractristicas nacionles que no podian, ser inventadas." Lo qu cst par cls aplica con mayor raz6n a las pelicu- lag de una sociedad abierta a la competencia. Hollywood no puede permitirse ignorar la espontancidad del pablico. El desagrado general se manifista en los menores ingresos de taqulla, y la industria cinematogréica, vitalmente interes da en ls ganancias, debe ajustars, en lo posible, «los cambios del clima men ta Epo soneamariono retibe, sin duds, lo que Hollywood quiere que ; pero, a Ja larga, los deseos del publico determi naturaleza de los sets; peo, la del paiblico determinan a naturaleza de | i _ Mis que credos explicios, Jo que las peliculas sf i Jégicas, los estratos profundos. de la mentalidad_colectiva que —mis_o_i ‘corren por debajo de la dimensién_consciente, Claro esté que las publicaciones ‘populares, ‘adios, bestsellers, ‘anuncios, modos idiométicos Seen sia) se dimentarios de la vida cultural del pueblo ofrecen también valiosa informacién tcerea de las actitudes predominant y las tendencas‘ovimas difundidas. Peto el medio cinematogréfico excede en amplitud a esa fuente. recursos espe feulas pueden y deben. analizs {o_visible en su totalidad. Ese esfuetzo deriva en lo que Erwin Panofsky defini6, able fo que Erwin Panofsl i, en memorabl conferercia, como la «dinamizacién del espacio: «En me Gnematogrdic. . el espectador esti en una butaca fija, pero sélo fisicamente...; estéticamente est en continuo movimiento, y su ‘ojo se identifica con el lente de la cémara que ‘cambia continuamente de distancia y direccién. Y el espacio exhibido al especta- ae tan ae ‘como el mismo espectador. No sélo se mueven los cuerpos lidos en el espacio, sino que el espacio mismo se mucve -ambie jirando, disolviéndose y rectistalizéndose...»." Se ee En el curso de sus conquistas espaciales, tanto las peliculas de ficcién como las documentales apresan innumerables componentes del mundo que reflejan: 11 Wee Senn wis. de en ln Faure sWill uve Commercalzaton of Publshing Destoy Good Wiig? New Directions, 9, 1946, pi, 26. nme rT Alemania pehideriana, la industiacincmatogrdica estaba menos concentra gure» Bar Ua, ig niet nr opting, 9 Sac, ivan compass mesos, Ext condujo a una dverscactin Je In predic, ree Ce aa de la pantalla alemana. eau aeiomaane PS ptnaaty, Se and Medion in the: Moving Picurese, Tron oe ee . de Moving Picrete, Tronton, 1937, pis “4 enormes despliegues de masas, formas casuals de los cuerpos humanos y de los bjetor inanimados y une infinita sucesién de fenémenos menores. En realidad, a ala se revels paticlarmente intecsada_en_Io_pesueto- Aunque esta gente de la baja clase media ya no podia esperar la se- fguridad burguesa, desprecis todas las doctrinas e ideales més en armonfa con su condiciSn, manteniendo actitudes que habfan perdido todo contacto con la reali- dad, La consecuencia fue el desamparo mental; persistieron en un tipo de vacio que se sumé a su obstinacién psicolégica. La conducta de la pequefia burguesfa propiamente dicha fue particularmente notable. Comerciantes, pequetios propie- 19, Véase Rosenberg, Geschichte der Deutschen Republik; Schwaraschild, World in Tran- ces eters "20, Notable entre esos andlisis ex Horkheimer, ed, Studien iiber Autoritit and Fami- lie; véase especialmente, HHorkheimer, «Theoretische Eatwirfe uber Autortit und Families, ples. 376. 21. Neumann, Beberoth, plgs. 18-19, 25. 22, Fromm, Escape from Freedom, pig. 284 (existe trad. castellana en Ed, Paidés) 23. Véase Kracauer, Die Angestelten. 18 tarios y artesanos, estaban tan saturados de resentimiento que no quisieron adap- tarse, En vez de comptender que su adhesién a la democracia podria favorecet su interés prictico, prefitieron, como los empleados, escuchar las promesas nazis, Su sometimiento a los nazis estaba basado en fijaciones emocionales més que en cualquier consideracién objetiva de los hechos. De tal manera, detis de Je historia evidente de Jos cambios econémicos, de Jas cxigencias socialesy_de las magquinaciones paliticas, existe una historia secre ta que abarca Jas tendencias intimas del pueblo alemén, La demostraciGn de esas “Fendencias_p lel_cin derio y de la ascensién de Hitler 19 EL PERIODO ARCAICO (1895-1918) 1, PAZ Y GUERRA wei coal nent en_si mismo. Sin embargo, farse_de_tomar_en quent, Durante ge peril. espetalmente-dueants el cus cde Ja guerra, se com dela ee oh iblica de los hermanos SI . a conocer su ie cn el Wintergarten-de Berlin, se tatcba de ‘regments de ‘escenas tomados y proyectados con un aparato de su fabricacién.' Pero este ante: cedente apenas tuvo consecuencias; basta 1910, Alemania_carecié virtualmente de industria cinematogrética propia. Las peliculas de origen norteamericano, ita- Tiano y francés —entre ellas las de Mélits— conquistaron al piiblico de los pri- titivos espectéculos bajo carpa (Wanderkinos), invadieron los nickelodeons (La- denkinos) después de 1900, y luego se proyectaton en las pantallas de las pri- metas salas cinematogréficas propiamente dichas, que comenzaron a Tentamente.? El orgullo det mendigo era una pelicula francesa de 1902, que pre- sentaba a un noble mendigo parisiense que, después de salvar a una dama, reche- zaba altaneramente el dinero que ésta le oftecia, porque anteriormente 1o habta acusado de ladrén.’ Estas peliculas de alia nivel motal_competian con las porno- atificas que, por supuesto, nunca guardaban conformidad con sus excitantes pro- ‘meses Ext 1906 51908, las peliulas ganaron en longitu y Se ncorpoRoR Tos titulos impresos. A causa de tales adelantos, esos afios marcaron la ingugura- cién de muchas salas nuevas y la apaticién de los distribuidores alemanes de peliculas Oskar Messter, Ja figura més notable entre Jos escasos productores alemanes Se este perfodo, no hizo ningin esfuerzo, en su autobiografia. pata_disminuir_ L. Olimsky, Filmwirtscft, pl. 20; Kalbus, Deutsche Filmbunst, 1 11 2. Olimsky, Filmvirtschaft, pig. 14; Kalbus, Deytscbe Filmkunst, I, 12, 5. Exhibida por Hans Richter en una conferencia en Nueva York, el 25 de mayo de 1983. 4. Messter, Mein Weg, pig. 98; Bochmer y Reitz, Film in Wirtschaft und Recht, pgs. 45. tire breton do 2 tos Messter comenzé a trabajar en un modesto estudio ubi- ‘ado en la Friedrichstrasse de Berlin, postetiormente cuartel general de nume- rosos productores de cine de menor importancia y discutible ética comercial. Es- taba dotado del afin investigador de los pioneros por experimentar y probar toda innovaci6n. En uni ‘eran_taros los primeros planos, una de sus varias_mujeres_ciclistas con das,_procedimiento_ que, i alemanes.® in Messier pi rimeros Ta los mnoros», Originarios de Francia y EE. UU., esta especie floreci ‘en Alemania entre 1908 y 1909. Un tenor catacterizada con ropas adecuadas, de de sincronizar los movi- pie frente a una tela pintada, simulaba cantar, tratando_de_ sin “mientos de su boca con un gramé “Ademés de arias de grandes éperas, canciones folkléricas y parodias , se podia escuchar a Otto Reutter, i comparable artista de cabaret, cuyas canciones expresaban una sintomitica critica de la vida con humor amargo y égil. Durante la feria de Paris de 1900 ya se hhabfan exhibido filmes de esta naturaleza, pero resultaron demasiado costosos y complicados para que se continuara con ellos.’ Es indudable que la circunstancia particular que se daba en Alemania derivaba de su tradicional predileccién por todas las formas de expresién musical, “Durante toda esa épocs, el cine tenia los caracteres de un chico de la calle; ‘una ‘criatura sin educacin, “que corre alocadamente por los estratos inferiores de Ia sociedad. Mucha de la gente cautivada por el cine jamés habia presenciado con anterioridad especticulos“artisticos; otro sector fue atraido al cine desde el teatro. Hacia 1910, el teatro de la ciudad provincial de Hildesheim informé haber perdido el 50 por ciento de su clientela, que solia ocupar los tres tipos de Tocalidades més baratas. Los cizcos y espectéculos de variedades también se la- mentaron de la misma forma® Las salas cinematogréficas, atraccién_para_obreros j6venes, vendedoras, desocupados, holgavanes fa, ien{an mala reputacién. ‘Proporcionaban asilo-para los pobres y un_refugio para los enamorados. Y,.0c “Firulmente, paiaalgin intelectual extravido. En Francia, in del cine de las ataduras culturales y prejuicios inte- lectuales permitié prosperar a artistas como Georges Mélits o Emile Cohl, pero en Alemania el sentido cinematogréfico no parecié animarse. Entonces, .después de 1910, en respuesta a un movimiento iniciado en Francia, esa libertad desapa- reaié. El 17 de noviembre de 1908 la compafiia francesa de cine Film d'Art, recientemente fundada, dio a conocer L'assassinat du duc de Guise (El asesinato 5, Véase Messter, Mein We 6 Este escena eth incluide en el film de S. Licot, Quarante ans de cinéme, Véase tambiéa Messter, Mein Weg, pis. 98, 7. Ackerknecht, Lichtspelinagen, plg. 151; Zaddach, Der literarische Film, pigs. 14-16; Messer, Mein Wea, pigs. 64-66, 78-79. 8." Zimmercimer, Filmzensur, pigs. 27-2 ‘véase también Altenloh, Soriologie des Kinos. 4 del duque de Guise), embiciosa creacién protagonizada por miembros de la Comé- Franguise, con acompafiamiento de miisica de Saint-Saéns. Este fue ol primero de innumerables filmes que habrian de ser confundidos con obras de arte porque, pretendiendo investigar posibilidades cinematogrificas, imitaban al teatro y adap- taban oélebres producciones literarias. Italia siguié el cjemplo francés, y 1a pantalla norteameticana prefitié a actores famosos en obras teatrales famosas. Lo mismo ocurrié en Alemania, Los més destacados_ entre_los_disestores, sctores rar interés por el cine, después ‘buitse,. en_ parte, rimitivo cine alemén_que, baj igen, proclam cel _futuro_attistico del cine. G. Union, que gradualmente aumenté el némero de salas cinemato- ~ ‘gréficas y se dedicé a la produccién de peliculas, aun antes de Ja guerra. A fin de promover el cine, Davidson entré en contacta.con Max Reinhardt, el principal ~ productor teatral de Berlin y, alrededor de 1911-1912, paricip6 en ln creacién. de una entidad que habria de regular Jas relaciones entre los cineastas los ds- _Tmaturgos." Claro esté que Ta perspectiva de ventajas tangibles influyé para ablan: dar la resistencia de mucha gente que habia sido hostil al cine. J6venes sctores de teatros berlineses se mostraron dispuestos @ ganar algéin dinero extra en los studios, A su vez, los directores teatrales aprovecharon para reducir la page de esos actores; y, atin més, comprendieron —no sin satisfaccién— que los tea- tos podrfan attaet ast a los cinemanfacos, ansiosos de adorar de cuerpo presente a sus favoritos de la pantalla." cidié con la evoluciSn de una industria cinematogréfca avséstona, Durante los GItimos cuatro afios de la’ preguerra se construyeron grandes estudios en Tem- + pelhof y Neubabelsberg, en las inmediaciones de Berlin, en terrenos reservados hasta hoy para la produccién de peliculas; estudios cuyas vitreas paredes inter- cambiables posibilitaron la combinacién del trabsjo en interiores y extetiores practicado en esa época. Todo parecia brillante y prometedor. El propio Max. Reinhardt. empez6 a dirigit_ peliculas. Hugo von Hofmannsthal ceil une «ple za ontrican, Das fremde Madchen (La muchacha extranjera),? uno de los primeros ~ filmes fantisticos que pronto se constituirfan en una institucién alemana, De la comedia de Arthur Schnitaler, Liebelei (Amorios), a la anacr6nica novela de la cla- 9. Bardéche y Bracillach, History of Motion Pictures, pig. 42. 10, Bochmer y Reitz, Fm in Wirtschaft und Recht, pig. 3; Davidson, «Wie das deut- sche Lichtpicltheater entstands, Licht Bild Bibne, pégs. 7-8; Diaz, Asta Nielsen, pégs. 343% Zaddach, Der literarische Film, pig. 2. - Il, Kalbus, Deutsche Filmkunst, I, 13. 12, «25 Jahre Filmatelier», 25 Jabre Kinematograpb, ple. 66. 13. Realizada en 1913. 25 se media, Eva, de Richard Voss, fueron pocas, Jas obras notables que la pantalla. dei6_ de Jado, Pero esta sslacién_del_cine con literatura de calidad result, de esperar, un desating, La gente de teatro, tradicionalmente adherida a las mo- “Gidedes Gel cocennio, era incapez de captr las leye dferencants de a nueva tateria cinematogréfca. Su actitud frente a las peliculas era de condescendencia. Las tecibieron euspiciosamente, como un medio para realzar el arte de los acto- res y, ademés, como una grén oportunidad para popularizer las producciones teatrales, Para ellos, cl cine significaba simple y Ianamente un nuevo escenario. En el verano de 1910, la pantomima de Reinhardt, Sumurun, fue llevada al cine, en una pelicula que aburrié plenamente al piiblico, malgastando 2000 me- tos de celuloide con una exacta transctipcién de la obra teatral original, Los amados_reformadores_del_cine_(Kinoreformbewegung),.juntocon. las igs dm icas_y_tode clase de Uniones.que_perse- -gulap_fines_culturales, ejercieron andloga iniluencia. Desde_191 e505 grupos reaccionatios ¢_manifesaton, para justifiar, su_existencia, oponign: se a la inmoralidad de las peliculas y de las como fuente de corrup- -cién de Ja_juverttud, Es patente su semejanze con las Ligas Puritanas de EE. UU. ‘Sin embargo, el movimiento alemén diferfa de todos Jos similares del extcanjero fen que manifestaba una deliciosa indignacién por el descuido con que el cine ‘ataba las obras maestras de fa literatura." En 1910 sucedié que la pelicula Don Carlos suprimla dos personajes importantes del drama de Schiller. Para los re- formadores del cine, eso constituia un crimen. Todo film «literatio» no tenia sino una obligacién: preservar la integridad total de su modelo. {Estos porta- voces de la clase media educada protegian a Schiller tan ardientemente en defensa de los fueros del arte? La literatura clisica gozaba de temible autoridad y, al de- fendetla, prosternébanse ante el desco alemin de servir al poder establecido. Al hostigar a la industria cinematogréfica con sus protestas culturales, los reforms: dores del cine sobrevivieron a la guerra y continusron estigmatizando lo que con- sideraban basura en las peliculas por medio de inmimeros folletos, invariable- mente revestidos de terminologia metaffsica. Afortunadamente,todas.csos_esfucrzos. para_reformar_el_cine,_arrastréndolo al mundo del teatro, y_ la literatura._despertaron.el_escepticismo. de_los_expertos a de las masas. Los espectadores rechaza- zon la versiGn filmada de Sumurun por su total falta de detalles y primeros planos, que podian encontrarse aun en las peliculas comunes. Desalentado por esa reac: cién, el poeta alemén Ernst von Wolzogen desistié de escribir libretos cinemato- srificos, en razn de que la multitud sélo aplaudta lo trivial. Fl pablico. preferia, clevadas_adaptaciones, Ja prod 14. Para un anisis det cine con pretensiones artsticas y de mentalidad lit de los teformadores del cine, véase Zaddach, Der litererische Film, pigs. 17, 22-29, 30:33 26 va,_trataban_temas populares, De aquella época-s6lo rafias; pero puede siponerse que es0s filmes més bien eran equiparables a los eje dido a expresarse con facilidad. En 4913 surgicron_tas peliculas_dedetectines, género obviamente inspirado por el ciné-roman francés, popularizadas en EE, UU. durante la guetta. El pri- mer detective alemin que protagonizé una serie de filmes fue Ernst Reicher, en el papel del sagaz Stuart Webbs, quien, con su gorra puntiaguda y la inevitable pips, lucia todas las marcas de fébrica de Sherlock Holmes. Dado que gozaba de ‘mensa popularidad, muy pronto fue seguido por competidores que trataron vana- mente de eclipsarlo, Se hacian llamar «Joe Deebs» o «Harry Higgs», estaban en cexcelentes términos con Scotland Yard y vivian a la altura de sus nombres in- aleses, parcciendo exactamente gentlemen modelados por un sasire londinense.* en crear la contrapartida_nacion alemana del. gran-detective. i podria, explicatse por la_sut ién_del detective clésico a la democsacia libe- ‘ral. Aquel, el sabueso solitatio que por medio de la razén destruye Jas telarafias de las fuerzas izracionales y logra que la decadencia triunfe sobre los instintos coscuros, es el héroe predestinado de un mundo civilizado que cree en las bendi- ciones de Ja inteligencia y libertad individual. No es un mero accidente el hecho de que su majestad el detective esté actuelmente desepareciendo tanto de la no- vela como del cine, para dar paso al rudo «investigador particular»: pareciera que las posibilidades del liberalismo estuvieran temporalmente exhaustas. 3s alemanes jams han legoda-a un oéyimen democstica, no -ban ests- nes_de_engendrar_una_versiGn_propia_de Sherlock Halmes._Sin la_percepcién de la vida en el extraniero los capacité para gazar dor. del detective inglés, ese a la evolucién de la produccién nacional, las peliculas extranjeras con- tinuaron inundando las salas cinematogréficas alemanas, que desde 1912 se ha bfan multiplicado sin cesar.” En Leipzig se inauguré un nuevo palacio Licbtspiel, con el estreno de Quo Vadis, espectacular film italiano que la prensa recibié con crfticas s6lo adecuadas para una verdadera obra teatral."" Hacia finales del perfodo de posguerra, los filmes daneses fueron ganando en influencia, en gran parte a causa de Asta Nielsen, y atrajeron al piblico aleman al concentrarse en conflictos psicolégicos desarrolledos en escenarios naturales, El éxito de los westerns not 15, Jahier, «42 ans de cingman, Le rile intellectuel du cinéma, pl. 26, 16, Kalbus, Deutsche Filmkunst, 1, 39. 17. Jason, “Zablen sehen uns an», 2 Jabre Kinematogrephe, pig. 67. 18. Olimsky, Filmwirtscbal, pig. 21 27 teamericanos fue _particularmente atrollador. Broncho Bill y Tom Mix conquista- ton los corazones de la juventud alemana, que habia devorado, volumen tras volu- men, las novelas de Karl May desarrolladas en un Far West imaginario y plaga- das de tribus indias, carretas entoldadas, traficantes, cazadores, hazaiias y aven- tureros. Para los adultos, asentados y juiciosos, era inexplicable el encantamiento gjercido por esa falsa literatura sobre los adolescentes, pero éstos loraban lagri- mas de deleite cuando el noble jefe indio Winnetou, cristianizado, moria en los ‘brazos de su amigo Old Shatterhand, un desfacedor de entuertos, aleman por su- puesto. Por sus:modos sencillos y sereno aspecto, permanente actividad y hechos heroicos,el_cowboy del_ cine norteameticano_tambign_scducia_a_muchos_inteles- tuales_alemanes irésolutos_y_desorientados, Mentalmente_desconcertada, Ja_ip- ‘telligentsia acogié de bucn grado las puetiles simplificaciones de los westerns, la ‘vida en_que el héroe no tiene sino un solo y claro camino a seguir. De la mis ‘manera, al declararse Ta guerra, muchos qivones ‘corrieron entusiastamente a in- corporarse a filas. No los movia tanto el patriotismo como un apasionado deseo de escapar de una libertad dificil y hallar una vida sujeta a presiones compul- sivas. Deseaban ser mandados. \demés de los west r aquellos afios estaban en boga comedias breves protagonizadas por 1 Was Ties Fatty Fatty y Tontolini. Todas. las. del _pi- -blico cinematogréfica_patticipaban_de_la_risa_que aguéllos_provocabs ‘manes_gustaban_de esa clase de diversin visual. Por lo tanto, es muy sorpren- teed ellos_mismos_fueran_totalmente_incapaces de_producic_una_com ‘popular en-cine Ya en 1921, un escritor alemér ay llanamente que los alemanes carecian de ideas cinematogréficas cémicas, y adr bio, los franceses y Iuego los norteamericanos habfan aprendido a explorar dicho dominio con maestria.” Esa extrafia deficiencia puede conectarse con el carécter de las viejas bufo- nadas cinematogréficas. Cayeran 0 no en la comicidad gruesa, invariablemente exponian a su héroe a toda clase de traspiés y peligros en tal forma que, para escapar, dependia de una sucesién de accidentes fortuitos. Al cruzar la via del tren, éste se aproxima, amenazando con aplastatlo, y sélo en el tltimo momento de su vida se salva al cambiar el tren de via, invisible hasta ese momento. El héroe, individu. bueno, desvalido, que jamés dafiaba a nadie, superaba los tran- ces de un mundo gobernado por Ia casualidad. La comedia se ajustaba, en esa forma, a las condiciones especificas de la pantalla; el film, més que ningdn otro medio, puede indicar las contingencias de la vida. Era un verdadero tipo cine- matogrifico de comedia. ¢Proponfa alguna moraleja? Se ponfa de parte de los cerditos en su lucha contra el gran lobo feroz, haciendo de Ja suerte el aliado natural de sus héroes. Esto, incidentalmente, complacia a los pobres. La tradi- cional ideologia alemana que tiende a desacteditar la nocién de suerte en favor 19. -Mélihausen, «Aufstieg des Filmse, Ufa-Blatter 28 1 ! | de la de destino explica que aquel tipo de comedia, basada en la casualidad y-un {ngenuo deseo de felicidad, fuera inaceesible para_los aleinanes. Estos ben desarro- ee a ok humor concn, de ee ‘personajes confiad suerte, s es un humor emocional, que de conciliar la humanidad con su condicién trigica, y no s6lo hace relt con las curiosidades de a vida, sino también comprender, por medio de esa risa, su fata- lidad, Esas tendencias eran, clara_est&, incampatiblescon—los_actitudes_Iatentes, cen las aciuaciones. de un Buster Keaton oun Harold Lloyd —Existeademés. una, Totima interrelaciénentre_bébitos jntelectuales_s_los_movimientos_del-cyerpo., causa de sus_creencias, los_actores alemanes deben babsr sentido quena.po cian, el tipo aptopiado. para_gage.y_.gestos scmejantes a los de los comediantes ano, del cine nor No s6lo parte de la juventud alemana, sit ign el lan de los reformadores del cine crefan firmemente que Ja guerta daria a su vids “Gris un sentido nuevo y maravilloso. EI prefacio de Hermann Hafler a su libro sobre el cine y las clases cultas es clarficador al respecto. Fechado en setiembre de 1914, ensalza la guerra como un medio seguro para llevar a cabo los nobles esignios de los reformadores del cine y, finalmente, se vuelea en uno de eros ditirambos belicosos, usuales en aquella época. «Quiera (la guerra) purificar nues- tra vida piiblica est como un trueno limpia la atmésfera. Quiera permitirnos volver a vivir y darnos ansias de arriesgar la vida en acciones tales como Jo fordena esta hora, La paz se ha tornado insoportable.»® Hifker y sus semejan- tes habian entrado en el frenesi. . En_rigor, Ja_paz habia_presenciac is i e ales produccién doméstica era ‘demasiado insignificante para competir con “hs ‘alas ‘extranjeras que inundaban las salas de exhibicién, que habfan pare- cido aumentar con el tinico propésito de absorber el aporte extranjero. Las pe Yieulas de Pathé Freres y Gaumont inundaron el mercado alemén. La Danish Nordisk Ilegé al extremo de arruinar la Projektion-A. G. Union de Davidson” Ta guerra invirtié los sérminos de la dificil situacién, liberando_dréstcs. mente. la piace pesandela compeiencia cattanicrs. Después Je haberse clausurado i ‘pio er inematograficos, enfrentados ahora con el problema de_satis- Ficer por s-mistoos-la-demanda interna, Esta eta inmensa. Somadas a Tas slat” ‘exhibiciGn ya establecidas, se crearon numerosas més para los militares, cet anas al frente, que exigian permanente abastecimiento de peliculas nuevas. Fue tuna feliz coincidencia que, inmediatamente antes de la guerra, se habilitaran 20. Hifker, Der Kino und die Gebildeten, pig. 4. 21, Boehmer y Reitz, Film in Wirtschaft und Recbt, pig. 5; Kalbus, Deutsche Filmksnst, 1,3. 29 ~ de mercado... Se_podsi estudios grandes y modernos. Comenzé una ola de euforia, y con increfble rapi-_ dez afloraron nuevas compa cas. De acuerdo con una fuente apa- renfemente digna de crédito, el mimero de esas compaiifas se elev6 de 28 en 1913 245 en 1919. También florecieron las salas cinematogréficas, cada vez més lujo- sas. Bue. tos dividendos. La clase media comenzé a presta alguna aizncién al cine* De tal forma Je fue oftecida al cine alemén una oportunidad vinica: se torné ‘autnomo: ya no necesité emular la produccién extranjera para mantener su valor (a_ pensar, que, en_esas_circunstancias_ favorables, Alemania -pydo_haber i atdcter_nacional paises lo hicieron, En e30s afios, D. W. Griffith, Chaplin y Cecil B. De Mille dieron cuerpo al cine norteamericano, y la industria sueca cobré forma propia Pero Ja evolucién alemana no fue similar. De octubre de 1914 en adelante, Messter sustituy6 los noticiatios de preguerra de Pathé Fitres, Gaumont y Eclair por semanarios filmados que reflejaban diversos sucesos de Ja guerra con Ja ayuda de tomas documentales, Estos boletines ilustrados, difundidos tanto ~ entre los pafses neutrales como en Ia patria, eran completados con peliculas pro- pagandisticas, en las que extras vestidos con uniformes briténicos se rendian a valientes tropas alemanas, El gobierno apoyaba peliculas de ese tipo, como medio de hacer que | pueblo persistiera en el esfuerzo. Posteriormente, en el curso de le guerra, el Alto Mando ordend que operadotes escogidos participaran en las acciones tilitares. El propésitd era obtener material gréfico impresionante que sirviera tanto de propaganda como de documento histérico. Un rollo filmado desde un submatino, que detallaba desde muy cerca cl hundimiento de buques aliados, obtavo mucho éxito." Pero en forma alguna estas actividades cinemato- Xs sréficas eran exclusivas de los alemanes. Los franceses tenfan ideas similares acer- ‘ca del uso de los documentales de guerra y los realizaron con idéntico afén.* En el terreno de las peliculas de ficcién, las pantallas reflejaron cantidades, ‘de dramas, melodramas, comedias_y_farsas_patsiticas,-naderias_sobresataradas. de ovias, banderas flameantes, oficiales humos cuatt ia 191. ic movimien- “405.se-habla convertido cn_una guerra de posicién_de_inciertos_xesultadas, el ppiblico se negé, aparentemente, a scguir tragéndose los caramelos patristicos. Sobrevino un marcado cambio en los temas de diversisn. Las numerosas peliculas ‘que explotaban el patriotismo fueron desalojadas por otras con argumentos de 22, Boehmer y Reitz, Film in Wirtschaft und Recht, pigs. 56; Olimsky, pigs, 23:24; Jason, «Zahlen sehen uns anv, 25 Jabre Kinematograph, Brasilach, History of Motion Pictures, pigs. 135-136. ‘23. "Rohde, «German Propaganda Moviese, American Cinematographer, enero de 1943, ig. 10; Ackethnecht, Lichtspieliragen, pAgs. 2122; Messter, Mein Weg, pégs. 128-130 24, Bardiche y Brasllech, History of Motion Pictures, pig. 93. Fimwirscbole, “61; Bardéche y 30 dias de paz. Al recobrar parte de sus intereses normales, la gente se adaptaba as( a la guerra estabilizada. . Surgieron muchas comedias que transferian a 1a pantalla conocides obras de Ja escena con actores teatrales populares en Berlin, Se afeciamn atinos tan. estercotipedos como el teniente_prusiano, o la adolescente y_priosipalmente. ce dieron_a Ja. salaz_ diversign sexual. en_cl campo de estar_comedi Insatisfecho con papeles teatrales me- ores en drames clésicos, este actor de Reinhardt encontré una salida para su ingenio vivaz y su agudeza, haciendo de cémico en farsas cinematogréficas. En tuna de ellas hacia de aprendiz judio, empleado en un negocio berlinés, que siem- pre a punto de ser despedido, terminaba por convertirse en el yerno del patrén. Pronto le gusté dirigir comedias de un rollo. Aunque, bajo los nazis, Kalbus denun- ci6 a Lubitsch por desplegar «un descaro totalmente ajeno a nuestro verdadero Set», ef pablico alemdn contemporéneo no se sintié en manera alguns escandali- zado, sino que goz6 a sus anchas con el actor y sus filmes.* ‘La_guerra_no, troducir modificaciones. vitales; tampoco_sngsa: de vcon la presentacién de algunos favoritos del piblico como Fern Andra y Erna Morena. Los productores alemanes de cine continuaron ex plorando vetas abiertas ya previemente en intentos de preguerta y, en el mejor te los casos, se limitaban a interpretar nuevas vatiaciones sobre un mismo tema. Ocasionalmente, con seguro instinto, se lanzaron sobre scripts que més tarde fueron utilizados una y otra vez. Durante ese petfodo se llevaron al cine novelas pasadas de moda y dramas, teatralmente efectivos, de Sudermann.” Las peliculas Ebundaban en suspense dramatico, buenos pepeles yun enfoque burgués; también én detalles realistas, y oftecian vn cuidadoso panorama de la melancélica Prusia Griental, cualidades que las hicieron atractivas pot muchos afios para los. pro- ductores cinematogrificos. Slo hacia cl Gual de Ja guetta se_pradujeron los_hechos_que_causaron el aciipiento del-cine-alemdn-propis licha, si bien resultaron realmente efec- tivos en razén de un proceso global previo a su aparicién, Aunque este proceso fareeid de un fuerte impulso y de resultados notables, establecié —de todos modos— los fundamentos que permitieron el surgimiento de las soluciones. La contribucién deci ie sca los tra ‘bajos. faturos Ja .constituys. la, prepara neta = Gores, ditectores_y_técnicos. Algunos de esos. veteranos continuaron trabajando en la época de Hitler, entre otros Carl Froelich, destacado director que no tuvo dificultades en ocupar una posicién clave en la industria cinematogréfica alema- 25. Kalbas, Deutsche Fimkunst, 1, 34. Kalbus Se coups ampliamente de la produecién semana de_guerra; véase pips. 1819, 3237, 26, Ibid, pigs. 25-2. 27, Zaddach, Der literarische Film, pi. 34 31 2 3 x é a na. Ingresé en uno de los estudios de Messter como electricista, luego manejé una cémara y, ya en 1911 0 1912, comenzé a ditigit peliculas.” ‘Muchos otros practicaron realizando peliculas, olvidadas hace mucho tiem- po. Aprendieron de sus propios errores. Emil Jannings, también él notable en la Alemania nazi, describe asi su debut como actor de cine durante Ia guerra: «Cuando me vi por vez primera en el cine, sufti una impresién desoladora. ¢Real- mente parecia yo tan esttpido como todo ¢s0?».” ae Jannings fue s6lo uno de Jos numerosos actores gue realizaron su _apren-_ stasis ibe durante l-peioda-acico, Todos ellos intgiavian powttionmeme “una especie de compatifa de actores. Ast, ef reparto de todos los filmes pr tados en Alemania incluirfa miembros de esa «corporacién», que a pesar de admitir permanentemente nuevos reclutas, conservaba intacta a su vieja guardia, Mientras que Hollywood cultiva «estrellas» mas que equipos o conjuntos, y el cine ruso usa frecuentemente a no profesionales para sus peliculas, el cine ale- mén se basa en un cuerpo permanente de actores y profesionales muy discipli- nados que se ajustan a todos los cambios de modas y estilos que sobrevengan.* Haber conocido actores, familiares al péblico cinematogréfico contemporé- neo, en un pasado que ya es historia, es una experiencia pavorosa; lo que una vez fue nuestra vida ahora esta archivado, e inconscientemente nos sentimos despla- zados. No fueron los antecesores de Werner Krauss o Albert Bassermann los que ocuparon Jas pantallas, durante la Primera Guerra Mundial, sino ellos mis- mos, figuras irrevocablemente ajenas a nuestros dias. Una de’las actrices fue Henny Porten, que —rara .excepcién— comenz6 su carrera cinematogréfica sin expetiencia teatral alguna, Desde 1910 en adelante, esta rubia ingenua, muy pon- derada como tipo ideal de Ja mujer alemana, se mantuvo en el favor popular, haciendo con igual facilidad papeles cémicos y trégicos, vulgares mujeres de cam- pesinos y damas delicadas." Otra figura de aquellos viejos tiempos fue Harry Piel, Iamado el Douglas Fairbanks aleman. Aparecié hacia mediados de la guerra, como héroe de Unter beisser Sonne; pelicula en que domaba varios leones (del circo Hagenbeck de Hamburgo). Desde sus inicios, Piel parece haber sido fiel al tipo que personificarfa en el futuro: cl de un caballero temerario que sobresale en derrotar a ctiminales ingeniosos y cn rescatar a nifias inocentes. Cuando apatecia en traje de noche corporizaba la ilusién que una nia inmadura tiene de un perfecto 28, Messter, Mein Wee, pigs. 37, 99 y sigs 29. Jannings, «Mein Werdegangs, UfarMagezin, 1-7 de octubre de 1926. 50. C. A. Lejeune, escitor cinematogrifica inglés, comenta este asunto en forma inte- resante. La compafia alemane de actores, dice, eesti bien para la manera de ser alemana y serf siempre el tipo para cualquier sector del cine que trabaje sobre la base fantésticopeito- légiea, para cualguicr produccién que construya todo partiendo de los materiales de estudio fen vez de rescatar agin significado de la materia prima que ofrece le vides. Lejeune, Ci ems, pig, 142. 31. Kalbus, Deutsche Filmkunst, 1, 19-21 32, Tid, pigs. 89.90, 32 caballero, y el encanto juvenil que itradiaba era tan dulce como los caramelos coloreados que, en las ferias curopess, constituyen el, deleite de los nifios y los estetas decadentes. Sus peliculas estaban hechas al estilo simplista de las novelas baratas y no en cl matizado de los conflictos psicolégicos; en ellas se reemplazaban los resultados trégicos por los finales felices y, en general, ofrecfan tuna variacién alemana de los melodramas angloamericanos. Estos subproductos brillantes y placenteros se yerguen aislados sobre una masa de sombrios produc- tos «artisticos». La personali Jnante_de iti i Asta Nielsen, En 1910, después de aiios de triunfos teatrales, hizo su debut ci- nematogréfico en Abgriinde (Hacia el abismo), pelicula de la Copenhagen Nordisk dirigida por su esposo, Urban Gad. Este film, singularizado por su longitud entonces desusada, no ha dejado otra huella que algin comentario entusiasta; se conservan algunos fragmentos demostrativos de Ia aptitud de la estrella para la pantomima, signo de su predestinacién para el cine. Convencido de su futuro, Paul Davidson le ofrecié a Asta Nielsen sueldos y condiciones de trabajo fabulosos si ella accedia a poner sus dotes a disposicién de su compafia, Union. Ella acept6, se instalé en Berlin y, alrededor de 1911, comenzé a aparecer en peliculas que durante la guerra hicieron que tanto los soldados franceses como los alemanes pegaran sus Fotografias en sus refugios del frente. Lo que ellos sentfan oscuramente, Guillaume Apollinaire lo expresaba con un torrente de palabras: «(Ella es todo! Es la vi sién de un borracho y el suefio de un solitario, Rfe como una chica totalmente feliz, y sus ojos expresan tanta ternura y timidez que no se puede hablar de ellos». cepcional_cariquecié la pantalla alemana en_més_de un sen. fundo como su perspicacia para los impactos cinematogréficos que se expresan con los detalles. Diaz, su biégrafo, se maravillaba ante la confusiéa de objetos triviales acumulados en su casa, coleccién que inclula articulos semiclegantes de ropas masculinas, instrumentos épticos, bastones pequefios, sombreros deformes yy batas imposibles. Ella le dijo: «Lo que estoy interpretando, lo hago en todas partes. Me gusta formarme una idea tan detallada de mis personajes, que los analizo hasta en sus iltimos elementos externos, que son precisamente todas estas equefias tonterfas. Todas estas bagatelas son més reveladoras que las exagera- ciones presuntuosas. Realmente construyo a mis personajes, y he aquf los ele- mentos mis decorativos, més efectivos para componer las fachadas». El mundo cinematogtifico aleman seria incompleto sin los personajes que Asta Nielsen cre6 durante la era del cine mado.” : lg. 7. Véase imbanst, 1, 13. 33. Diaz, Aula Nielzem, pig. 61, Para la cita de Apolinaite, véase también MallBausen, «Aufstieg des Films, UjaBlitter; Kalbus, Deutsche 33 2. PRESAGIOS Cuatro piezas del conjunto de peliculas arcaicas requieren consideracién es. pecial porgue_anticiparon importantes temai que aparecieron en Ta posguetra. “Tres de ellas reflejaron_mundos fantisticos llenos de criaturas quiméricas, conse- ‘uentes con las teotias cinematogrificas alemanas progresistas de esa época. Mas de un escritor contempordneo alentaba a los productores de peliculas de entonces ‘a sustanciar las posibilidades especificas del cine, atendiendo no tanto a los ob- jetos de la realidad, como a los productos de la pura imaginacién. Hermann ‘Hiifker —que habia ensalzado Ia guerra como la salvaci6n para los males de la paz— aconsejaba a los poetas del cine entretcjer elementos reales ¢ irreales. jLos entusiastas de ia guerra gustaban de los cuentos de hadas: un auténtico fenémeno alemén! De matera scmejante, Georg Lukacs, que luego cambiaria de esteta burgués a pensador marxista (en ambos casos yéndose a los extremos), esctibié en 1913 que él consideraba al cine un equivalente de los cuentos de hadas y los suefios.! EI primero en Mevar ala prictica las doctrinas de_sus contemporineos fuc Paul Wegener, actor_de Reinhardt. cuya_cata_oiogol.bacia_sospechar_ Jas. extra- ‘fas _visiones_que lo obscsionaban.? Sus deseos de representarlas en la pantalla se concretaron en filmes que resultaron verdaderas innovaciones. Trasuntaban re- giones gobernadas por leyes diferentes a las nuestras; ofrecian sucesos a los que sélo el cine podia dar verosimilitud, Wegener estaba animado por la misma ppasién cinematogréfica que haba inspirado a Georges Mélits a hacer pelfculas como Le voyage dans la lune (Viaje a la luna) y Le cake-alk infernal. Pero mien- tras el amable artista francés encantaba a todas las almas infantiles con el hechizo de sus deslumbrantes trucos, el actor alemén result6 un mago siniestro que convocaba a las fuerzas demonfacas de Ja naturaleza humana. trabajo de avanzada también por inaugurar la explotacién de las viejas leyendas. ‘Hanns Heinz Ewers, autor del libreto.cinematogrsfico.en colaboracién con el mismo “Wegener, posefa un auténtico sentido filmico, Ademds, tenfa la buena suerte de ser 1. Véase Pordes, Das Lichtspil, pig. 10. 2. Mack, Wie komme ich zum Film?, pig. 114 34 ‘un autor con una itmaginacién que se regodeaba en las sengaciones fuertes y el sexo; fue alisdo natural igrifica oficial sobre Horst Wessel, Peto precisamente esa clase de imaginacién Jo foraé a entrar en esferas ricas en sucesos extrafios y experiencias sensuales, siempre buen material cinematogréfic. "Tomando elementos de E. T. A, Hoffmann, de la leyenda de Fausto y del cuento de Poe William Wilson, Ewers nos presenta al pobre estudiante Baldwin firmando un pacto con el extrafio hechicero Scapinelli. Esta encarnacién de Satén promete a Baldwin un matrimonio ventajoso y riquezas inagotables con la con- icién de que le ceda su imagen reflejada en el espejo. La imagen, mégicamente reseatada del fondo del espejo y transformada en una persona independiente, resultaba una brillante idea cinematogedfica. Segin los términos del pacto, Bald- ‘win conoce a una hermosa condesa y se enamora de ella, por Jo cual su prome- tido oficial Jo desafia. El duelo es inevitable. A peticién del padre de la con- desa, el estudiante, famoso como esgrimista, acepta perdonar la vida de su ad- versirio. Seapinelli impide con maquinaciones Ja llegada de Baldwin al lugar del lance a la hora convenida, y, por més que éte se da prisa, sélo lege a tiempo de enterarse que su doble fantasmal lo ha reemplazado, matando al infe- liz pretendiente. Baldwin queda deshonrado por haber faltado a su promesa. Trata de convencer a la condesa de su inocencia, pero todos los intentos de rchabilitarse son malignamente frustrados por su doble, Es obvio que el doble no es sino una de las dos almas que habitan en Baldwin, El eyo» codicioso que lo hace sucumbir a tentaciones diabélicas asume vida propia y comicnza a des- ttuir al otro «yon, al mejor, que él ha traicionado. Al fin, el estudiante deses- perado termina por matar de un tiro a su imagen en el mismo desvin donde tuna vez cobré vida, El balazo disparado sobre la aparicién en realidad lo mata 42, Entonces, entra Scapinelli y rompe el pliego en que se redacté el pacto, cuyos pedazos, al caer, cubren el cadaver de Baldwin. La novedad cinematogréfica de Der Student coe haber “vido a sus contemporéneos, Un ctitico la comparé con pinturas de Rivera, elogio ‘que habria de ser crudamente controvertido por otro crftico que, con motivo de su reposicién en 1926, calificé el film de increfblemente ingenuo y francemente ridiculo».* El film es uno de los muchos que se han perdido, Y, lamentablemen- te, su significado radica menos en el trabajo de cimara que en el tema propia: mente dicho, que, pese a todas sus filiaciones angloamericanss, atrajo a los ale- 3. Vease Ewers, Der Student von Prog; Kalbus, Deutsche Filmkunst, 1, 17;, Wesse, Grommacht Fides, pig. 125 y sigs, Para Stellan Ryg, director de Ja pelicula, véase Cobiken, ‘Ate ich noch rund um die Fridichstrase ging... 25 Jabre Kinematograph, pig, 13. "4. Seeber, «Szenen aus dem Film meines Lebens», Licht Bild Bibne, pég. 16. La cita esté tomada del diario de Hanover, Volkswille, invierno 1926-1927 (recorte en poder de Hentik Galeen, Nueva York), 35 ‘manes en forma tan irresistible como si hubiera sido exclusivamente extraido de fuentes nativas. Der Student von Prag introdujo en el cine un_tema que se tornaria en una cobsesiGn de Ja pantalla alemena: una_preocupacisn temerosa_y_profunda por el “trasfondo del «yo». Al separar a Baldwin de su imagen y al enfrentarlos, Ia pe- Tieula de Wegener simboliza una clase especial de personalided dividida. En lugar de no'tener conciencia de su propia duslidad, el aterrorizado Baldwin se da cuen- ta de qu ett spresedo por un antagonist que no s sina él mismo. Ete xe tun viejo motivo rodeado por todo un halo de significados, pero gno era tam- bien la eameripig, con apatieneis de suetos, de lo experimeniado efective mente por la clase media alemana en relacién con la casta feudal gobernante en Alemania? La oposicién de la burguesia al régimen imperial lleg6 a ser en deter- minada época suficientemente aguda para eclipsar su hostilidad hacia los obreros, que compartian con ella la indignacién general contra las instituciones semiab: solutistas de Prusia, los abusos del grupo militar y las tonterias del kaiser, La frase corriente «las dos Alemanias» se aplicaba en particular a las diferencias entre el sector gobernante y Ia clase media, diferencias profundamente sentidas por la tiltima, Mas, a-pesar de este dualismo, el gobierno imperial estaba a favor de principios econdmicos y sociales que los liberales, sin embargo, estaban dis- urshs a sepa. Enea cons concen, tenfan que admits que idem tificaban con la misma clase gobcrnante a la que se oponian. Ellos represental a as dos Alemani ‘ Cone ann La determinacién con que Der Student von Prag trata su horroroso asunto como un caso de psicologia individual también es reveladora. Toda la accién exterior es meramente un espejismo que refleja lo que sucede en el alma de Bald- win, Baldwin no ¢s una parte del mundo, sino que el mundo esta contenido en Baldwin y es el refleo de él. Presentindolo asi, nada més apropiado que localizar el asunto en una esfera fantéstica, donde no tenian por qué considerarse las exi- gencias de la realidad social. Esto explica, parcialmente, la predileccién del cine alemén de posguerra por los temas imayinarios. El sentido c6smico attibuido a la vida interior de Baldwin refleja la profunda aversién de toda la clase media alemana a relacionar su dilema mental con su ambigua condicién social. Evitan rastrear ideas o experiencias psicolégicas entre las causas econémicas y sociales, como solian hacer los socialistas. Su actitud, fundamentada en el concepto idea lista de la individualidad auténoma, coincidia arménicamente con sus intereses précticos. Toda vez que cualquier concesién al pensamiento materialista de los socialistas podria haber minado esos intereses, instintivamente la evitaban, exa- gerando a autonomia del individuo. Esto los llevé a concebir duplicidades exte- tiotes como si fueran duslidades interiores, pero preferfan tales complicaciones psicolégicas a instancias que scarrearan una pérdida de sus privilegios. Sin em- 36 bbargo, parece que alguna vez dudaron si su repliegue en le profundidad del alma los salvaria de una quiebra catastrOfica de la realidad social. El suicidio de Bald- win refleja esas premoniciones. Mesenes pods su segunda pelicula, Der Golem (El gélem), (de la cual, com de su primera pelicula, se hizo ota versién después de la guerra) con a ay de Henrik Galeen, un attista imagi i fico, dire pelicula y se reservé un papel en Ja misma, Presentado en los comienzos de 1915, el film ejemplifcaba nuevamente la genuina pasién de Wegener por ob- tener efectos cinematogréficos de temas fantésticos. Ahora, la levenda que sus. ‘tentaba el film era una medieval, de origen judio, sein la cual el rabino Loew de Praga insufla vida en un Golem —estatua que él mismo habla hecho con Sills poniendo un signo mgico en su corsaén, Unos operarios que cavan un pozo en una vieja sinagoga extracn Ja estatua y se la llevan a un anticuario. Este da posteriormente —en un libro cabalistico— con una noticia sobre los procedimientos del rabino Loew y, siguiendo sus indicaciones, logra la milagrosa metamorfosis. Ahora la anécdota vira hacia la psicologla moderna. Mientras. el Golem actia como servidor del anticuario, ocutte una segunda transformacién: aquél, el torpe robot, se enamora de la hija de su sefior y, de esa manera, se transforma en un set humano, con alma propia. La chica, horrorizada, trata de escapar de su imponente ptetendiente, circunstancia en la que él comprende su terrible soledad, Esto lo enfurece. Rabioso, persigue a la joven, destruyendo ciegamente cuanto obstéculo se opone en su camino, Al final, muere al caer de tuna torre; su cuerpo ¢s la estatua de arcilla destruida, > Los _motivos de Der Golem reaparecen_en melodra- ma en seis pattes que goz6 de enorme éxito durante la guerra. El papel del tftulo fue asumido por el popular actor danés Olaf Fonss, cuyo aspecto romén- tico influyé en las modas del Berlin elegante. Habida cuenta que esta serie —pre- ccursora de los filmes de Frankenstein— nacié de fuentes distintas que Ja leyenda cinematografica Der Golem de Wegener, Jas analogias entre. ambas_peliculas_ son particularmente notable *“Como el Golem, Homunculus es un producto artificial, Generado en una retorta por el profesor Hansen, {amoso cientifico, y su asistente Rodin, llega s ‘un hombre de brillante intelecto y_voluntad_indomable. Pero_no_bien.se centera del secreto de su nacimiento, se comporta como el Golem. Homunculus “es un Golem en la esfera consciente, Se siente un desamparado y anhela el amor pata liberarse de su fatal soledad, Este deseo todopoderoso io leva a palses Iejanos, donde espera que su secreto no se conozca; pero la verdad siempre se conoce y, pese a que haga cualquier cosa por conquistar los corazones de la 5, Basado en la informaci6n ofrecida por Henrik Galeen. Para los otros filmes de We- gence, véanse Kalbus, Deutsche Filmkunst, 1, 63, ¥ Zaddach, Der litererische Film, pig. 36. 3m gente, ésta se resiste horrorizada, diciendo: «Es Homunculus, el hombre sin alma, el servidor del diablo, un monstruo». Cuando le matan el perro, aun Rodin, st tinico amigo, no puede evitar que el defraudado Homunculus’ desprecie @ la ‘humanidad. Al presentar Jo que le ocurriré después,la_pelicula_predice_sorpren- dentemente_a Hitler. Obsesionado por el odio, Homanculus se hace dictador de tun_gran pais, y entonces comienza a tomarse inaudita_venganza_por_sus_sulti- ‘mientos, Distrazado de obrero, incita a las_masas_a_la_huelga, Jo que le permite “que A, el dictador, las aplaste sin piedad. Finalmente, precipita una guerra mun- dial, Su existencia monstruosa es tronchada nada menos que por un_rayo.° ato Homunculus como Der Golem retratan a personajes cuyos_rasgos anotmales se presentan como resultado de origenes también anormales. Pero el supuesto de tales origenes no ¢s sino un subterfugio poético, que trata de expli- car el hecho, aparentemente inexplicable, de que estos hérocs son, o creen set, diferentes de sus congéneres. ¢Qué los hace tan diferentes? Homunculus expli ita Ia razén de la que el Golem tiene una oscura conciencia: «Se me ha defrau- dedo en a mayor cosa que Ja vida tiene para ofrecer». Alude a su ineptitud para dar y recibir amor, defecto que no puede sino proporcionarle un fuerte sentimiento de inferioridad. En la época en que se dio # conocer Homunculus, €l gtan filésofo alémin Max Scheler daba conferencias en reuniones piblicas acerca de la causa del odio que Alemania despierta en todas partes del mundo, Los ales tent leio de inferioridad ‘Los slemanes_se_parccian a Homunculus:—tenfan_un_complejo « ‘causa de la evolucién histérica que fue en detrimento de la autoconfia clase media. A diferencia de los inaleses y franceses, lo “evar a cabo su_revolucién. y, en consecuencia, nunca pudieron establecer una sociedad verdaderamente democrética. En forma significativa, Ia literatura ale- mana no offece una sola obra que —como Balzac o Dickens— penetre un todo social articulado, En Alemania no cxistia una unidad social. Las capas de clase media estaban en un estado de inmadurez politica, contra la cual temian huchat por temor a que luego peligrara su condicién social ya insegura. Esta conducta retrégrada produjo un estancamiento psicolégico. Su hébito de alimentar las sen- saciones —intimamente asociadas— de inferioridad y soledad era tan adolescente como su inclnacin « maniacs en sion fut, Las dos figuras cinematogréficas artifciales_reaccionan contra la fmustracisn, cn foram Gatechs En cl cade Homancslas, Tos impulses que lo maceen a le ‘accién son muy obvios. En él se combinan el poderoso deseo de la destruccién con tendencias sadicomasoquistas que se manifiestan en su indecisién entre la sumisién humilde y la violencia vengativa. La muy acentuada amistad con Rodin agrega un toque de homosexualidad que flota en toda Ia pelicula. El psicoané- lisis moderno esti indudablemente justificado al interpretar estas perversiones 6, Véase Fonss, Krig, Sult Og Film, Sobte la pelicula, véase también una nota en la Bi blioteca del Mateo de Arte Moderno, archivo de recortes 38 como un medio para escapar de los suftimientos especificos que padece el Ho- munculus. El hecho de que ambos filmes traten de esas «vilvulas de escape» revela fuerte predisposicién por parte de los alemanes para utilizalas. Incontrolablemente enfurecidos, el Golem y Homunculus padecen muertes tan alejadas de Ia normalidad como sus origenes. La de Homunculus es estric tamente supranatural, aunque pudo haber sido muerto por un acto de_justicia (© venganza. Aislindolo definitivamente del resto de Ja humanidad, su fin ates- tigua no s6lo —como lo hizo Der Student von Prag— el deseo del alemén de clase media de exaltar su independencia frente a las exigencias sociales, sino tam- bién su orgullo en este sislacionismo deliberadamente escogido. Al igual que el suicidio de Baldwin, la muerte de ambos monsttuos anuncia presagios tenebrosos. Der Andere (El otro) fue Ja_cuarta_pelicula del_periado arcaico que deno- tabs inguietud_psicoldgica, una contrapartida realista de las tes fantasias proce: “dentes, Presentada en 1913, estaba basada en la pieza teatral de Paul Lindau ‘del mismo titulo, que dramatizaba un caso del tipo Dr. JekyllMc, Hyde, plantedn- dolo en una asfixiante atmésfera burguesa, En este caso, el Dr. Jekyll es un ilustra- “do abogado berlinés, el Dr. Hallers, quien durante una reunién sonrie eseéptica- mente al enterarse de un caso de personalidad dividida, Sostiene que nada de eso puede sucederle a él. Pero, sobrefatigado por su trabajo, Hallers cae de un caballo y, como consecuencia del golpe, se torna con creciente frecuencia vic- tima de un suefio irresistible, de donde repetidamente emerge como «el otro». Este otro «yo» es un pfearo que se asocia con un ladrén para robar ef piso que habita el propio abogado. Interviene Ja policia, arrestando al ladrén. Cuando lo indagan, su eSmplice cac una vez més en profundo suefio y, al despertarse, revela sex el doctor Hallers, un Hallers completamente inconsciente de su participacién en el delito. Su ruina sobreviene después de ser forzado a identificarse como el céimplice dl Inde, El asunto iene, empeto, un final fli Halles sesbea st salud_y se casa: queda el _prototipo del_ciudadano inmune_a todas Tas perturbaciones psicoldgicas, Ta aventura de Hallers insinda que cualquiera puede ser presa de una desin- tegracién mental como Baldwin y, de esta forma, volverse un paria como Ho- munculus. Pero Hallers es definido como un alemén de la clase media. A causa de su parentesco espiritual con las figuras fantésticas de las otras peliculas, pare- ciera de todo punto de vista justifiable considerar éstas también representan- tes de Ia clase media. En vez de especular sobre esa vinculacién, Der Andere \a trata como una cosa transitoria, La desintegracién de Hallers aparece como una enfermedad curable y, lejos de terminar trigicamente, el protagonista vuelve al 7. Programa publiitario de la pelicula; Kalbus, Deutsche Filukunst, 1, 14, La parte del Dr. Halles fae el primer papel cinematogrifco de Albert Bassermann. 39 paraiso tranquilo de su vida normal, Esta diferencia debe atribuirse a un cam- bio de perspectiva. Mientras que | Jas fantésticas reflejan_esponténeamente cicrtas actitudes sintomdticas de intranqullidad colectiva, Der Andere enfoca las mismas_actitudes desde el punto de vista de un trivial optimismo de clase media. Conduite minima a andcdata- minimis I-iatrangalidad xsi 9, ‘€n_consecuencia, la simboliza expresivamente por medio de un accidente efime- ‘fo que no puede invalidar le confianza en una permanente segut a 40 3. GENESIS DE UFA . de fas medidas de organizacién adoptadas_pot_las autocidades_alemanas, EI origen cde esas medidas puede asignarse a dos observaciones que todos los alemanes bien informados estaban cn condiciones de formular durante Ja Primera Guerra Mundial, En primer lugar, cok esc influencia-ejetd Yoxlimes_antigermanos en_cusauic extra, hecho que Jos alarmé mu- cho més, en cuanto apenas se habjan dado cuenta del inmenso poder sugestivo, inherente al cine. En_ segundo lugar, “cign local, Para satisfacer la inmensa demanda, productores incompetentes habfan inundado el mercado con peliculas que resultaron ser inferiores en calidad al ‘grueso de los filmes extranjeros; ' ademés, el cine alemén no habia sido animado todavia por el celo propagandistico evidenciado por los aliados. “~Conscientes de_esta_peligrosa_situacién, 1 de modifcarla mediante su_intervencién_direc “Fea En 1916, el gobierno, con el apoyo de asociaciones que promovian obje- tivos culturales, politicos y econémicos, fundé la Deulig (Deutsche Lichtspiel- Gesellschaft), compafiia_cinematos -éfica que, pot medio de filmes documentales apropiados, habria_de edicarse 4 Ta policed del pals tania-en ol xiang como en la propia Alemania.” A comienzos de 1917, siguié la fundacién._de Sule (BE aad Filmant); fundada como. un simple ofgenismo ‘pbernmenial, abastecta a las Topas, en los frentes de batalla, con salas de proyeccién y se también cargo de la tarea de proveer los documentales que registraban las ividades militares.? ‘Esto ya eta algo, pero no suficente. Cuando, tras la entrada de los Esta: dos Unidos en la_guerra, Tas peliculas de_ese_pals_se_expandieron_por_todo_ el_mundo, io con fuerza _incombatible | odio a Alemania, tanto en los neutrales ‘como en los enemigos, los dirigentes_alemanes Wegaron_a_la_conclu. ‘sién_de_que_s6lo_una_enorme_organizacin_podrla contrastacar_csa_campafia, El trataron 1. Boehmer y Reite, Film in Wirtschaft und Recht, pfs. 6. 2. Ibid, ple. 6; Kalbus, Deutscbe Filmunst, 1, 42, 5. Kalbus, ibid, pig. 44, Bardiche y Brasillach, story of Motion Pictures, phe. 135 4 cr anlzotence general Ludendoiten_persone_tomé_a_initve_recomendando {rv unién de-tes prnelales compaties cnematogricia cata ove mus tersls ‘antes_diseminades pudieran canalizarse en_pro_del_j cio ‘Suge: fencias fueron_érdenes. Mediante_una_resolucidn_del_Alto MandoAlemin_ de ‘noviembre de 1917, en contacto estrecho _con_prominentes_financieros, indus- triales_y armadores, la Messter Ja_Union de Davidson_y_1 “consolas por Is Nordisk =con sl anoya den. grupo. de bangose= zon en una nueva empresa: Ufa (Universum Film A, G.). El total de sus acciones Stabe alrededor de veinticnco millones de mateon, de los que el Reich se quedS con casi un tercio: ocho millones. El cometido oficial dela Ufa sta hacer_propa- ido ofc ganda_en favor de Alemania, de acuerdo con, trices_gubernamentales. Estas no s6lo hablaban de propagand: inematog recta, sino también de peliculas caracteristicas de Ja cultura alemana y de filmes al servicio de Ia edu- cacién nacional. Para Ja concrecién de sus objetivos, Ufa debia clevar el nivel de la produc- ién interna, pues s6lo peliculas de alta calidad podian estar en condiciones de competir (y no digsmos de superar) con los éxitos extranjeros en propaganda efectiva. Alentada por ese interés, Ufa_reunis aun. equipo de. productores, ar- -tistas_y téenicos de talento, y organi bajo de estudio con la minuciosidad de la que depende el xito_en cualquier campafia de propaganda. Ademés, Ufa tenfa que vender su mercadéria. Con plena conciencia de ello, comenzé a infiltrar- se en la Ucrania ocupada ya en marzo de 1918.° En su esfuerzo por hacer del cine alemin un arma de propaganda, el go- bierno_no habla _previsto la derrota y la revolucién, Sin embargo, los sucesos de noviembre no afectaron a esa arma, excepto —claro esté— a Bula, que, como tun residuo de Ja administracién imperial, fue disuelta a fines de 1918, En el aso de Ufa, se procedié a_una_transferencia de la propiedad: cl Reich renuncié participacién, y ¢l Deutsche Bank comenz6 a adquirir Ja “mayoria de las ‘acciones, incluyendo las de la Nordisk.* Pero este cambio econémico no implicé “un cambio de orientacién. Toda vez que Tos nuevos duefios de Ufa apenas dife- ‘lan de los viejos, se sintieron inclinados a perpetuar en la pantalla el programa nacionalista y conservador usado por el régimen anterior. Slo cra deseable un eve retoque: con vistas a la situacién doméstica real, los filmes que se pro- dujeran deberian establecer de manera absolutamente clara que la Alemania so- fads por Uls no ers, de ningune forma, idéntica a la Alemania de los soci tas. 4. Jabrbuch der Filmindustrie, 1922-1923, pig. 26, y 1923-1925, pép. 12; Neumann, Film-«Kunst», pigs. 3637; Olimsky, Fiimwiltschelt, pig. 24; Vincent, Histoire de Part cint smatonrephigue, pag. 139. 5. Jabrbuch der Fimindustie, 1922-1923, pg. 27; Jacobs, American Film, pig. 303. 6 Neumann, Film-«Kunst», pigs. 3637; Jahrbuch der Filmindustrie, 1922-1923, pig. 28, y 19231925, pl 12. 42 A cause de a. trnsformatin-de-la-en-une- compan pivada su conse. twaciéa_en inda fue _parcialmente_desplazada por consideraciones _pu- ramente comerciales, especialmente con miras a la exportacidn, Pero tambi exportacién era de aplicacién publicitaria, y, precisamente en cl interés de Ja cxpansin econémica, gestaba atin, como antes, la trea de perfeccionat el cine, alemén, de forma_que_pudiera imponerss_a_un_mundo-deididamente poco pro- clive a sceptar_culguier conibucion_de_ese_origen. Les peliculas alemanss-de yosguerra chocaron con un tigi i ios afas. Para HR te Hloguea, jinmediatamente después de la guerra Ufa comenzé a ase- fgurarse derechos en’salas cinematogréficas de Suiza, Escandinavia, Holanda, Es- pafia y otros paises neutrales, Deulig, que como Ufa continué trabajando bajo Ja Repiblica, adopts la misma politica, estableciendo contacto en la zona baleénica.? La génesis de Ufa testimonia el carfcter autoritario de la Alemania impe- rial, “Aunque en tiempo de guerra las autoridades de todos los paises beligerantes asumen virtualmente poderes ilimitades, el uso que se hace de los mismos no ‘es igual en todas partes. Cuando los dirigentes alemanes de la época de guerra cordenaron Ia creacién de Ufa se apropiaron de actividades que en las democra- cias son fruto de la presién de la opinién publica. Por manipulada que esté dicha opinién, conserva una espontaneidad que ningtin gobierno democrético pue- cde permititse’ dejar de tomar en consideracién. Después de la entrada de Nor- teamérica en la guerra las peliculas antigermanas fueron oficialmente propiciadas, pero el gobierno se apoyaba en tendencias emocionales socialmente existentes. sas peliculas expresaban lo que el pueblo sentfa realmente. En Alemania, nin- ‘guna consideracién similar originada en sentimientos populares influyé para to- mar las decisiones en favor de una campafia cinematogrifica parecida. Condicio- nados por las necesidades de Ia guerra, es0s filmes estaban exclusivamente basa- dos en argumentos hechos por expertos. Las autoridades alemanas daban por st- puesto que la opinién piblica podia modelarse en patrones conforme a su deseo. Sintomaticamente, os alemanes estaban tan acostumbrados al manejo autoritat de sus asuntos que creyeron que la propaganda cinematogréfica enemiga también cra Ia resultante de una similar planificacién gubernamental. Cualquier sistema de organizacién tiene que lenarse de vida, El nacimiento se originé no_sélo en Ja creacién de. Ufa,.sino también en la ida_en_la Alemania de_posguerra. Todos los ale- in_en_una_disposicién xa Aufbruch. En el fértl sentido con que se la usaba entonces, la palabra significaba abandono del mundo dertuido de ayer hacia un mafiana edificado sobre el terreno de concepciones re- Esto explica por qué, como en Rusia, ol arte expresionista se hizo fod.” volucionat 8 Jacobs, American Film, pig. 9. Kucte, Expresionismus, pi 4% Repentinamente, el piiblico capté el significado de las pinturas de vanguar- dia y se vio reflejado en dramas visionarios que anunciaban a una humanidad suicida el evangelio de una nueva era de hermandad. Intoxicados por tales perspectivas, que ahora parecian estar a su alcance, Jos intelectuales, estudiantes, artistas y todo aquel que sentia ese impulso se aprestaron a resolver con igual facilidad los problemas econémicos, sociales politicos, Lefan El capital o citaban a Marx sin haberlo leido; crefan en el so- cialismo internacional, en el pacifismo, cl colectivismo, la direccién aristocrdtica, Ja vida comunitaria religiosa o la resurreccién nacional y, frecuentemente, pre- sentaban una mezcla confusa de esos ideales variados como un ideal nuevo. Pero cualquiera que fuera la causa por que abogaran, les parecia un remedio universal para todos los males, particularmente en los casos en que su descubrimiento se debia a la inspiracién més que al conocimiento. Cuando, después del armisticio, Max Weber, egregio profesor y gran demécrata alemén, critics —en un mitin— Jas humillantes condiciones de paz que tenian preparadas los aliados, un escultor de reputacién local grité: «jAlemania debe permitir que las demés naciones la crucifiquen para bien del mundo!» La ansiedad con que el escultor se Tanzé a esta declaracién dostoicvskiana era muy a Alemania fue_cubierta_por_in- ‘numerables programas y manifiestos, y el mis pequefio de Ios salon aonb eo damor de salons sesonaba on el clamor de salons dscusiones. Era-ano-de-sos 108 i fesieniaes el alma de todo un pueblo rebasa sus limites tradicionales. “En el despertar de este tumultuoso Aufbruc} iltimos prejuicios contra el cine, Y lo que es atin més importante, el cine atrajo energias creadoras que ansiaban una oportunidad para expresar adecuadamente las nue- vas esperanzas y temores que saturaban Ja nueva era, Jévenes pintores y escti- “matogrificos animados, como cl resto de su_generacidn, por el deseo de comulgar con el pueblo. Para ellos el cine era, més que un medio rico en posibilidades virgenes, el unico medio para difundir mensajes a las masas. Naturalmente, los productores cinematogréficos y los grandes ditigentes entraron en conflicto ccon esas intenciones tan elevadas, pactando toda os de compromisos, Pero, asf y todo, esta efervescencia de posguerra enriquecié la pantalla alemana_can_sin- gular signifcada y-lenguaje propio. 44 EL PERIODO DE POSGUERRA (1918-1924) 4, LA CONMOCION DE LA LIBERTAD Denominar revoluciSn a los sucesos de noviembre de 1918 seria exagerado, En Alemania no bu tal rovluién, Lo que ocurtétenmente fo la cal de Tos que detentaban el mando como consecuencia de una situaci6n militar desesperada y de una revuelta de la marina, que s6lo se matetializ6 porque el pueblo estaba harto de la guetra. Los socialdemécratas que ssumieron el poder estaban tan faltos de preputacign pars-la-tevelucidn” que, origiariamente, ni_squleta_pensaron en" ablecer_una_repdblica, Su_priclamacién fue sepentina e_improvisads,* Estos “dirigemtes, en quienes Lenin habia depositado tanta esperanza, demostraron ser - incapaces ‘de climinar a los grandes terratenientes, industriales, generales y a la organizacin judicial. En lugar de crear_un En _lugar de crear_un_ejército del_pueblo-confiason_en las 7 formaciones_antidemocréticas_del Freikorps_para_aplastar_a_los_espartaquistas, El 15 de enero de_1919, ofc y.a Karl Liebknechr, ctimen al que pronto seguirla la serie de notorios asesinatos 2 de Feme*, ninguno de los cuales fue jamés castigado. Tras las primeras semanas de Ja nueva republica, las viejas clases gobernantcs nema fi restablecerse, Exgepcign hecha de escasas reformas, poco era lo_quc_habia cambiado,? “Sin embargo, la ola de excitacién intelectual que acompaiié inclusive a esa revolucién malograda revela el cataclismo que padecié Alemania después: del colapso de la vieja jerarquia de valores y convenciones. Por un corto tiempo, el cspftitu_alemén twvo una oportunidad inica_para_superar hébitos Hereditaios. “y feotganizatse completamente, Gozé de libertad de cleccida, y el ambiente es- taba leno de doctrinas que tataban de captarlo y atraerlo hacia un reagrupe- miento de actitudes intimas. En el dominio de la vida publica, nada se habia arreglado ain. La gente sufsfa hambre, desorden, desocupacién, y aparecieron los primeros sintomas de 1 Ja inflacién, Las luchas callejeras se tornaron sucesos diarios. Las soluciones re- volucionarias parecian, ora remotas, ora inmediatas, La latente lucha de clases alentaba temores y esperanzas. 1, Schwareschild, World in Trance, pigs. 51-5. * Organizacién terrorsta nai, 2, Rosenberg, Geschichte der Deutschen Republik, pigs. 48, 7173. a De los dos tipos de peliculas en boga inmediatamente después de la gue- tra, el primero estaba_amesado con materias vinculadas a Ia vida sexual, con iinnegable tendencia hacia lo pornogrdlica. Los filmes de esa clase aprovecharon | Tfrenitunr sexual ofiialmente fomentada en Ia Alemania de pregucrra, En st época, los muchachos de dieciocho aiios no ingresaban a la Universidad_sin_qus el colegio los hubiera iniciado por medio de algin médi Jos_peligres_de Tas enfermedades vendteas y en cl uso de_profidcticos, — chard Oswald, on worst dretior cnematogrdic con ara_desc las necesidades del mercado, intuy6 que habia llegado la h ra se Hostnamieno a a-panalla- Consiga bimente gut I lad_para_C tir Tas Enfermedades Venéreas (Gesellschaft xur Bekinrpjung der Geschlechts- 0 “FranBheiten)_patrocinara su_pelicula Es werde Licht (Hégase la luz), que_ts taba de la accidn destructora de Ia sffilis. Era el afo 1917. En cuanto la taquilla justificé su celo higiénico, Oswald continué manteniendo viva la lama y en. 1918 agregé una segunda y tercera partes." La pelicula se estiré como un acordes En ef mismo afio, la Union de Davidson, evidentemente estimulada por el éxito de Oswald, presents Keimendes Leben que, con Jannings, hacta publicidad higié nica bajo los auspicios de yn alto funcionario sanitatio’ Este digno patrocinio > deslumbré, naturalmente, a los censores. ‘Cuando, inmediatamente-después-dela guerra, el Consejo_de_ Repres — ‘es _def Pueblo abolid Ia censura_—medida que revela las ideas confusas del ‘obierno acerca de las exigencias revolucionarias—, Ja_consecuencia_no_fue_ls tansformacién_de Ia pantalla én_una_plataforma_de_propaganda_pol ‘un repentino aumento de peliculas que pretendian ocuparse de la cultura Al-no temer ya a supervision oficial, todos caian en prolija 3 3 excesos sexuales. 3, Tonifcado por la atmésfera de libertad, Richard Oswald se sitis ‘reador que afadi6 una cuarta patte.a Es ey seanbiéa_bizo.vn, film, am: do Die Prostitutian Se produjeron cantidades de peliculas parecidas, bajo titulos tan tentadores como: Vom Rande des Sumpfes; jen, die der Abgrund verschlingt; Die Verlorene Téchter; Hyanen der Lust. Una de ellas, Geliibde der Keuschbeit, mezclaba tomas que detallaban Jas aventuras amorosas de un sacerdote catélico ¥ con otras de devotos que rezsban el rosario por Ia salvacién del alma del reli- ¢ #980. Otras_dos peliculas signi tuladas_Aus..cines Manes Miad- S, ebeniabren Anders. als die_Anderen_(Diferentede.jos.oftos) tab ‘tendencias homosexueles: ambas aprovechabsn la rvidesa_resonancia de la campa del doctor Magnus Hirschfeld contra el pargrafo 175 del Cédigo Penal que sancio- a ciertas précticas sexuales anormales. las 3. Kalbus, Deutsche Filmmkunst, 1, 40-41 4 Tbid,, pag. 41; Jabrbuch der Fulmindustrie, 1922-1923, pép. 2. 5. Kalbus, Deutsche Fidmbunst, 1, 41; Eger, Kinoreform, pégs. 1718; Zimmereimer, Falezensur, pg. 76. 48 La atraccién ejercida por los temas sexuales resulté una jugosa especulacién. comercial. De acuerdo con los balances, muchas salas de’ exhibicién duplicaben sus entradas mensuales siempre que presentaran importantes peliculas sexuales.* Naturalmente, éstas eran anunciadas con un lenguaje adecuado. Por ejemplo, la pelicula Das Mideben und die Ménner fue presentada como «una pelicula pi- cante extraida de la vida de una muchacha que quema su juventud en brazos de Jos hombres y se agosta con el nostilgico deseo de la grandeza de una pureza inalcanzable»? Las peliculas de esa ralea atrafan a la multitud de soldados des- movilizados atin no adaptados a una vida civil que parecia rechazatlos, a los jéve- nes que habian crecido como maleza mientras sus padres estaban en la guerra; y 1 todos aquellos que aparecen en épocas de desajuste buscando trabajo, jugando, esperando oportunidades o simplemente callejeando. Los més privilegiados también gozaban con esos estimulantes, como puede inferirse del éxito de Opium (Opio), {que fue proyectada en una sala Iujosa de Berlin con las localidades totalmente ven- didas durante tres semanas Claro esté que en ese caso se trataba de evitar ser visto Las peliculas sexuales daban testimonio de las urgencias primitivas que se desperiaron en todos los paises beligerantes después de la guerra. La naturaleza misma impulsaba a ese pueblo que se habia enfrentado durante una eternidad a la muette y Ia destruccién a ratifcar sus violados instintos vitales por medio de excesos. Era un proceso casi automético; el equilibrio no podia alcanzarse en cl acto. Sin cmbargo, dado que los alemanes sobrevivieron a la matanza para suftir « continuacidn las penurias de una especie de guerra civil, esta moda de Jos filmes sexuales no puede ser plenamente explicada como un mero s{ntoma de liberacidn repentina de Ja presién. 'Tampoco implicaba un significado revolu- cionario. Aunque algunos parecian escandalizarse por Ia intolesancia del Cédigo Penal, esas peliculas no tenlan nada en comiin con la agitacién de preguerra contra Jas anacrénicas convenciones sexuales. Tampoco reflejaban los revolucio- natios sentimicntos exéticos que alentaban en la literatura contempordnea. Eran wulgares que vendian sexo y evasi6n. El hecho de que el piblico sdlo_pelfc Tas pidiera indicaba mas bien una falta de voluntad generalizada a verse envuel- tos en actividades revolucionarias; de no ser asi, ef interés en lo sexual hubiera sido absorbido por el interés en los objetivos politices propuestos. Los excesos son, frecuentemente, un intento inconsciente de ahogar la conciencia de frustra- cones {ntimas y profundas, Este mecanismo psicolégico parece haberse impuesto a muchos alemanes. Era como si se sintieran_ paralizados ante Ja libertad que se les ofrecia y se acogieran_ instintivamente_a_los. placeres_sin_prablemas_de Is” carne, Los filmes sexuales estaban rodeados de una aureola de tristeza. 6. Eger, Kinorform, ps. 23 1 Ibid, pig. 7 B Ibid pig. 18 49 ‘Junto al eco favorable que_tenian estos filmes-se. .ala6, como es de suponer, una Wade apoateiSn, En Disseldorf, el piblico de Gelibde der Keuscbbeit Wee’ “pele Te pantalla; en Baden, el procurador fiscal se incauté de las copias del Gian de Ovwal, Die Prostitution, y vecomend6 su procesamicato legal? En otras partes, la inicietiva foe asumida’por Ja juventud. En Dresde se hicieron att Paes nes contra el film Fraulein Mutter (Madre soltera), mientras que en Leip. Bi, los boy.scouts (Wanderodgel) redsctaron un manifesto que censurabt ¢ la es rey ronrdfica presente entre el ambiente de actores y propietarios de salas. © Ean esas cruzadas el resultado de ln austeridad revolucionaria? Bl hecho de qe ln javentud que habia hecho manifestaciones en Dresde dstibuyera fo- fe as Misamites revela que esa campaiin local era una maniobra reaccionaria wie tada para distter los resentments de la sfrida pequeia burguesia conta vieja clase dominante, Responsebili judios de los filmes scavales._los sits i poder dirgit sla baja clase saeiie hacia donde querian, Lo cierto es que esas orgias y extravagancias exan co} a ean Tndignacién, moral mucho mis venenosa en cuanto ocultaba Lt cent Pecia los que abrazaban ln vida reaisticamente., También los_socalises Janzaron_atagues_cont i as. facional fanto ef la Asamblea a saree lepslaturas declararon que su accién para socializar y comuni come justia cinematogréign contribuitia eficazmente a terminar con la plage El eine procaz,"" pero proponer In socilizacién por razones de’ moralidad con de Pere ce. argomento que desacreditaba la idea que pretendia apoyar. Lt Yencional 6T™ bie revolucionario; el argumento se adecuaba a la mentalidad ges er listeos, Esto. ejempliica la escsién entre las convicciones de muchos Socialistas y sus prejuicios y tendencias de clase media. Tn plaga cundis en 1919 y Iuego se aplacé, En mayo de 1920, la Asamblea Nacional rechaz6 varias mociones a favor de la socializacién y, simulténeamente, secre a ley que regolaba todas las matetias cinematogrlicas del Reich. Se reinici6 Ja a nacional.” EL otro tipo de peliculas en boga tras ln guerra ue el expectéculo histrico Mientras Tas peliculas sexuales colmaban los estratos inferiores del mundo cine- tnatogrifce, las de historia se afianzaron pronto en los niveles altos, reservados ait anaatan o no las altas cimas de la perfeccién artistica, los fundadores ge Uns que, como ya se vio, propiciaban la idea de poner el arte al servicio de la propaganda, las plancaban como tales. Hannes anteartieulo Publicado en enero de 1920 por Rudolf Pabst pruebe 9. Kalbus, Deutsche Filmbunst, 1, 41-42. 10. Eger, Kinoreform, plas. 2728. II, Ibid, pig. 31; Moteck, Sittengescbichte, pégs, 37.39 12, Jabrbuch der Filmindustrie, 19221923, pls. 31 50 la seriedad con que Jos alemanes se prepararon para 1a reconquista de una Pro: eae ciién econdmica y cultural mundial." Pabst eticaba severamgate Jos aa poesplicidad porque subordinaban el entretenimiento a la propaganda. Deck que eualquier piblico desea ser entretenido; por Io tanto, esos soros s¢ aecmtitn por set interludios abursidos. Explicaba el tremendo éxito de 18 me: serene Ike Glmes extranjeros de propaganda precisamente por el hecho de s=t Welcalas notables, plenas de suspense y de accién, peliculas —destacabe” ae Pepavian Ia propaganda muy sutilmente en. vez de vociferala. Su conclusén ert SRETge alemancs no deblan comunicar abiesamente a los publicos forinsos #0 ‘ee cbeantable efciencia econémica sino inducitlos admitila por medio. de iifeaas Targas ue ofrecieran a la vex un entretenimiento notable. Pars dhe ene de medio. para un fin ese entretenimiento cinematogréfico tenfa que Pe simviers fin en ei mismo. No fue mera casualidad que bacia 1920 Deulig, due Fee Mhronces se habla especilizado en documentales de propaganda, comen- viet a incuir en su produccién peliculas descriptivas de Gccién.* No bien se habia terminado de fundar Ufa cuando sus ditigentes siguieron ya Ia Iinea que cl ariculo de Pabst seialaba como politica correcta, Exists 0 modelo _de_entreteni sie att fuera Rolossal: 5 Claro esté que st Comenzé por invertirlos en la pe il pels a la teoria de in transmnigracion de las almas para atrastrar una historia de sre a través de tres edades hist6ricas con una pomposa presentacién > Este primer intento de grandilocuencia fue sept Jogradas; estaban inspiradas pot Davidson, quien, después de la gran fusién ert bre de 1917, 20 habla convertido en uno de ls jefes dirgentes de Ufa. Davidson sofiaha con dramas suntuosos que presentaran 4 su nueva fav ‘Negri; crefa que slo Lubitsch aus para que el proyecto atrajera a éste, «No, estimado dizector,, contests Lubitseh, «esto no es para mf, Yo seguiré con mis comedias.» Pero Sudis a los dessos_de Davidson, Mientras la guerra se aproximaba lentamente n, Lubitsch dirigié-a Pola Negei en-dos icin Die-Mumie Ha y Carmen. T elculs, protagonizadas por sus amigos los actores Emil Jannings y Harry Liedike, fandaron su reputacién como ditector dramético y lo revelaron como 13, Pabst, «Bedevtung des Filmes, Moderne Kinematograpbie, 1920, pigs. 26 ¥ sis Véase ambien Vincent, Histoire de Vart cinématogrepbigue, pis. 140. 4. "Bochmer y Reite, Film in Wirtschaft and Recht, pis. 6 4 IS, Toanenbetam, «Der Grossfilms, Der Film von Morgen, pig, 65; Kalbus, Deutche Filmkusnst, 1, 44 31 Luperespecticulo italiano. Filmes como Quo Vadis y Cabiria ‘Vinci, hecha en 1918 por Joe May; una gigantesca estupide: que _ por realizaciones més < fa manejar a mujer tan superior, por lo que se es mente _ L ravarry , [terete ces OukeTsch tun verdaders discipulo de Max Reinhardt, cuyos recursos de escena adapts a la pantalla con éxito. ® El eco que tuvo Carmen fue sulicientemente promisorio para alentar una produecién posterior de dramas espectaculares. En los dos primeros.aiios_de_pos- fuera Lubitsch hizo cuatro. de_esos filmes, que justifearon_ampliamente ls_es anzas de éxito internacional forjadas por Davidson. Esta seri een Madame Dubarry, presentada en la mayor sala berliness, el Ufa al 8 de septiembre de 1919, dia en que abrié sus puertas al, piblio. ” Por entonces, las calles de Berlin eran recortidas por enormes manifestaciones; ‘en Madame Dubarry se presentaban multitudes semejantes de parisienses, soli iantados pata ilustrar la Revolucién Francesa, ¢Se trataba de un film revolucio- hario? He aqui los puntos sobresalientes de la trama: 1a condesa Du Barty, ex tprendiza de sombrercra, después de llegar a set la omnipotente amante de This XV consigue la libertad de su amado, Armand de Foix, apresado por haber dado muerte a su adversario en un duelo y lo hace nombrar miembro de la guat- dda real en palacio, Pero, tal como lo dice la sinopsis dada por Ufa, «Armand fo puede soportar estas nucvas condiciones y conspira, haciendo del remendén Puillet el jefe de los planes revolucionarios», Paillet encabeza una delegacién que se dirige al palacio en el mismo momento en que el rey cae victima de una Giruela que lo levard a la muerte, Madame Du Barry encuentra al remendén en tuna escalera y lo envia a la Bastlla. Poco después —el desprecio de la narracién por los hechos histéricos sélp lo iguala el descuido por su significado— Armand Picita a las masas a asaltar ese simbolo del poder absolutista. Luis XV muere y ov amante, expulsada de la corte, es atrastrada al tribunal revolucionatio que Preside Armand. Este trata de salvarla, Pero Paillet se anticipa a ese intento Be amor matando a Armand y haciendo condenar a muerte a Madame Du Barry ‘Al final, so la ve en el cadalso rodeada por innumerables puitos vengatives que emergen de una multitud que goza fanéticamente con la caida de su hermoss cabeza. Esta narracign de Hans Keily, autor asimismo del resto de las produccio- nes espectaculares de Lubitsch, en colaboracién con Norbert Falk y ottos,.priva. de su significado a i6n._En_vee de analizar_los hechos.tevolucionarios eau eausas-econsmicas_y_soiales, Jos presenta. permanensemente. coma Lt te sua cos, Es un amante engafiado el que, animado_por “el deseo de venganza, induce _las_masas_a_que_tomen_la jastilla, De manera Similar, Ta ejecucin de Madame Du Barry se atribuye a motivos de venganza personal mis que a razones politicas. Madame Dubarry no explota las pasio- 16, Davidson, «Wie das deutsche Lichtspeltheater entstand», y Lalbitsch, «Wie mein ‘sreeahle enistande, Licht Bild Bihne, péys. 8, 314; Kalbus, Deutscbe Pilmivnst, 1, See Sor Para Davison, véase «Was is los?e, Ufa Magazin, S14 de abil de 1927, Para Pole Nekinane Kalbus, Deutsche Fimbanst, 1, 3132, y Balis, Der sictbare Mensch, ple, 67 17. Jabrbuch der Filmindusrie, 1922-1923, pat, 29. 52 nes inherentes a la Revolucién sino que reduce la Revolucién a un derivado de pasiones privadas, Si fuera de otra forma, la trégica moerte de los smantes no hubiera conseguido eclipsar el levantamiento victorioso del pueblo. * Las tres superprodueciones siguientes de Lul stl Ja a minuciosa pi presenténdola en un am- biente abigarrado que incluia intrigas cortesanas, la Torre, dos mil extras y algén episodio histérico. En este caso particular no tuvo necesidad de distorsionar mucho Jos hechos reales para hacer que Ia historia pareciera el producto de la vida privada de un tirano, También aqui los deseos despéticos destruyen sentimientos tiernos, Un caballero a sueldo mata al amante de Ana Bolena y"finalmente ella mmisina llega al patibulo, Para acentuar Ia atmésfera siniestra se insertan episo- dios de torturas gue fueron vistos por un critico como «tersa su gestiGn del horror medieval e insensible exposicién de la pena de muerter.” “Todos estos ingtedient del_farabn), que sin embary 6 algo nuevo porque sustituyd a la Torre por Ja Esfinge y_aumenté_considerablemes Tanigas.. El Tirano, faraén Amenes, esté tan perdidamente enamorado de la esclava griega ‘Theonis que se niega « devolver la muchacha a su legftimo propietario, un rey ctiope; razén por Ia cual ambas naciones se traban en guerra sangricnta. Para Conttibuir a la confusién politica y emocional se agrega la predileccién de Theonis ppor un joven Ilamado Ramis. En un estado de total enajenacién, Ja anécdota, inesperadamente, desemboca en un final feliz, pero —en el tiltimo momento— prevalece el sentido trdgico y, en vez de sobrevivir a sus dificultades, Jos aman- tes son lapidados por el pucblo, mientras Amenes muete de un ataque de con- suneidn interior.” ‘Sumurun (1920), versi6n cinematogréfica de Ja pantomima tcatral Sumurue ind Boleyn (Ana Balena, 1920} insistié ocho millones y medio. de marcos €. vintura-dela vida sexual-de Enrique VIL, de Reinhardt, con Pola Negti_de protagonist, prefirié_los_ambientes_fantésti- 3s de Oriente al réino de la historia, haciendo de un jeque_ansioso de aventuras exuales Ia conttapartida cémi EI jefe sorprende 1 hijo'y a su amante, una bailatina, en un momento de intimidad, incidente arze- iglado por un juglar jorobado que quiere vengarse de Ja joven bailarina porque ésta no le corresponde. En un ataque de celos, el jeque mata a Ja pareja mientras {que el sensible jorobado se siente impelido a matar al jeque. Cargada de besos 1,28 Pasion, Escepind! Photo, oles de 12 Ufa Verleib Programme, 1923, 19. Cita de sDeceptions (Ame Boleyn), Exceptional Photoplays, abril de 1921, pée. 4 ‘véanse también Tannenbaum, «Der Grossilms, Der Film von Morgen, pigs, 66, 68, 7h; je Vereth Programme, 1923, 1, 10, Para Henny Porten, en extn plc, wéase Amigue Cinérma! Cinémal, pgs. 6162. 30. Programa de la pelicula; Kalbus, Dewtsebe Fulmkunst, 1, 47 33 C Ue dee 131) = 8 3 3 5 é s y caddveres, esta fantasia espectacular pretendia una especie de superioridad sobre su tema, satirizéndolo agradablemente.” “Toda la setie dio lugat a numcreses filmes espectaculares,_qoe, invariable mente, adoptaro por Lubitsch y sus colabaradores, FL muy clogiado Danton de Buchowetski ado_en 1921) supers atin a Madame Dubar is iin Francesa, Envidiando Ja popularidad de Danton, el Robespierre de esta pelicula lo acusa de libertinaje y convivencia con los ‘arist6cratas; pero el magistral discurso de Danton trans- forma un auditorio mal dispuesto en una multitud de partidarios extasiados. A fin de conjurar este peligro, Robespierre difunde el rumor de que han legado ali- mentos y serén distribuides gratuitamente, El recurso da resultado: la gente ‘escapa, abandonando a Danton a merced de su despiadado enemigo, Segén esa pelicula, las masas son tan despreciables como sus conductores.” La recepcién internacional dada a cualquier realizacién depende de su capa- cided para desatar, en todas partes, fértiles incomprensiones. Las peliculas de Lubitsch —las primeras producciones alemanas de posguerta que se conocerfan cea el extranjero— poselan esa condicién. Hacia fines de 1920 comenzaron a parecer en EE, UU., entusidsticamente recibidas por un pablico que, para en- tonces, més bien repudiaba los dramas histéricos. Todos Jos crftioas comtempo- rfacos coincidian en elogiar como virtud fun t0s_filmes su. sentido sutenticidad, su notable «realismo histérico», «La historia», decla un eti- fico de Anna Boleyn, «se nos presenta desnuda, real, sin romanticismo, en toda su grandeza y barbatie». El pueblo norteamericano, molesto por el fracaso de le politica de Wilson, tenia tal ansia de historia descarnada que se sintié atraido por peliculas que ‘describian grandes acontecimientos hist6ricos como obra de intrigantes sin escrdpulos, Consecuentemente, Lubitsch fue Hlamado_el_egran hu- manizador de la historian i ‘Europay.® TLos franceses habian sufrido mucho a causa de Alemania para reaccionar ‘tan ingenuamente como los norteamericanos. Obsesionados por la desconfianza, crefan que cuanto provenia de allende el Rin estaba concebido para envenenarlos. Por lo tanto, juzgaron a Lubitsch més como un propagandista inteligente que como un gtan humanista, y sospechaban que sus peliculas enlodaban deliberada- mente el pasado de los’ aliados. En esas pelfculas —declaré Canudo, escritor cinematogrifico de Parfs— «la historia francesa... estaba pintada por la pluma pervertida y sexual de los alemanes». La misma opinién dominaba en otros pai tes vecinos de Alemania, Aunque Fréd-Ph. Amiguet, de Ginebra, fue tan amable ‘como para admirar la inspiracién de los espectéculos de Lubitsch, los califies 21, Progtama de la pelicula; Jacobs, American Film, pig. 306; Film Index, pig. 200b. 22; tes que formaban’ una gigantesca columna, y una lucha a muerte contra los ~ tigres.® Los circos de esa época consegufan buenas ganancias con el alquiler de animales. Todo el conjunto de peliculas, con su regusto por escenarios exéticos evocaba la alucinacién de un prisionero. La prisién era, desde luego, Ia patria bloqueada y mutilada; por lo menos, esa era le forma en que muchos alemenes la sentian. Lo que ellos llamabsn su misién mundial babfa sido desbaratada y todas las sélidas parccian selladas, Estas peliculas devoradoras de espacio reve- lan cudn amargamente Jamentaba ‘el alemin medio su encierro voluntario. Ac ‘como sustitutivos que_satisfaclan_ingenvamente el_suprimido_deseo_de ox ansién_por medic de_plieuas que-serlian- si inaginasién vole a abe xionarse el mundo, Tacluyendo a Ophir. En cuanto a Ophis, los prospectos dé - Die Herriy der Welt (La duciia del mundo) no omitfan destacar que Ia idea de ubicar ese seino mitico en Africa habla sido postulada por Karl Peters. Puesto que Karl Peters era el animador de la Sociedad Alemana de Colonizacién (Deutscher Kolonialverein) y uno de los fundadores del Africa Oriental Alemana, la mencién ~ dde su nombre indicaba abiertamente las connotaciones opottunistas de Ia pelicula. La inflacién impidié a los productores de peliculas enviar —en ese momento— ~ expediciones costosas al confin del mundo.” Como consecuencia, se vio una pagoda china coronar la cima de una colina y la Manura arenosa de Brandeburgo hizo las vveces de un desierto auténtico. Esta ficcién resulté un veh{culo de progreso, y obligé a Jos equipos de los estudios alemanes a desarrollar més de una técnica esp 34, Programa de esta pelicula; Kalbus, ibid., pies. 47-48. 433. Kalbus, bid, pig. 48, Para otras peliculas exéticas de aventuras, de esta clase, véase Birnbaum, «Massenscenen im Film», Uje Blatter, y Kalbus, ibid., pigs. 9091. 36. Kalbus, ibid, pigs. 49, 94; Mibsam, Tiere im Film», Ufe-Blitter; Tannenbaom, Det Grosslilme, Der Filer von Morgen, pig. Ti; Bolias, Der sicbtbare Menscb, pig. 112. ‘37. Kalbus, Deutsche Filmkunst, 1, 102-104 59 En aras de una completa informacién —manfa muy aburrida para cultivar- no_deben_omi las comedias_producidas durante el Wei mis fue Lubitsch quien se_puso a la cabeza en ese ci “arla para complacer-a Davidson, ¢Lo abandond?, Mientras incitaba_a una masa de extras para que insultaran_a Madame Dubarry-y-dieran.vivas.a Anna Boleyn, también dirigia una especie de opereta cinematogréfica: Die Puppe (La muiieca, 1919), y Ik ‘Die Austernprinzessin (La_princesa de las ostras, 1919), a la que se critica el haber ridiculizado torpemente hébitos norteamericanos.* De Gea forma puso en préctica la filosofia de su jorobado en Sumurun, que «debe danzat y brincar otra vez porque el publico quiere reir. Teniendo en cuenta a rapide con que Lubitsch cambié asesinatos y sorturas por danzas y bromas ces muy probable que sus comedias surgieran del mismo nihilismo que sus dramas histéricos. Esta tendencia le facilité el drenado de la gravedad de los grandes hechos y la conversién de las ‘posibilidades cémicas en entretenimientos. Condi- entados por él, los entretenimientos sc rornaban platos exquisitos. Desde 1921 en adelante, habiendo terminado con la histori i Samente al Sabroso entretenimiento del_que_era_maestr EL tcta-nibatiés, 1901), friamente recibida, Pola Negri, dolero, se movia en medio de grandiosas formas arquitecténicas en una parodia de las jactanciosas maneras balcénicas de militarismo pomposo, y tal vez de la moda expresionista, ® Si no hubiera sido por Lubitsch, las comedias cinematogréficas _alemanas de la época apenas si hubjeran sido dignas de meneidn, Por encima de produccio- nes de genuino humor cinematopraico —prévalecfan_adaptaciones_de_operctas—y “obtas teattales entre éstas_la indescriptible Ale Heidelberg (El principe estu- ‘diante, 1923)—; y las comedias norteamericanas se acreditaban més cfectivamente que las nativas ante un ptiblico ansioso de pasar un momento risuefio. ® Esto prueba una vez mds que, en Alemania, el natural deseo de felicidad no era tanto ‘exigido como tolerado. ‘Las necesidades escapistas eran compensadas, en parte, por Ja urgencia de tomar partido en el choque de opiniones. Veraz expresién de indignacién flistes, ‘varias peliculas deploraban_Ja_general_depravacin_de_posguerra,_la_locura_pot ‘al baile y los nouveaux riches. Desenfrenados mensajes de_pro} ¢ mez ‘aban con estos dictados , de la foresta, Cuando, poco después, el joven partié, otra sombra, oculta hasta entonces en los arbustos, emergié repentinamente como si también siguiera el astro de aquella risa, Al cruzarse con esa sombra mistetioss, Janowitz alcanaé a verla fugazmente: parecia un burgués comin, La oscutidad sepulté al hombre, haciendo imposible su seguimiento. Al dia siguiente, grandes titulares de los diarios anunciaban; «Horrible ctimen sexual en el Holstenwall.. La joven Gere trude... asesinada». La oscura intuicién de que Gertrude podria haber sido la muchacha de la feria llevS a Janowita al entierro de la victima, Durante la ce © remonia, tuvo la repentina sensacién de descubrir al asesino, que atin no habla sido aptesado. El sospechoso también parecié reconocerlo, Era el burgués, la sombra entrevista en los arbustos. Carl Mayer, coautor_con Janowitz de Caligeri, nacié en Graz, capital de sttiaca donde su padre —un rico comerciante— habtia progre- sra obsesionado Ia idea de transformarse en un jugador ‘clo de los filmes de tiranfas imaginarias Hepa a su fin con Das Wachsfi- ~S gurenkabinett (EL bombre_de_la figuras.decera), Presentada en toca en que la vida comenzaba a parecer normal la_mensiont Celica mare el fin del pesfodo en_el. que el_atormentado esp germiinico Pa rps Conia, EL gidn ceatogrfio fae ert por Henne er ee ca Nosferatu habia identficado ol tirano eon la peste, A su nuevo Fin ie aignd tres tiranos, si bien reducidos a figuras de cera." ‘Tal como en Caligari, la escena transcurre en ‘una feria, donde se exhiben esas figuras. Un joven poeta muerto de hambre (William Dieterle) se allega al Gnimador del especticulo, quien habfa solictado a alguien que escribiera cuentos acerca de las figuras de cera. ‘Aqueél lleva al aspirante 2 Ja casilla oscura donde fuarda sus figuras y, lentamente, las ilumina una por tuna, Fascinado por la oO 16,

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