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(Este texto es el capítulo 15, páginas 243- 257, del libro Estudios sobre Sonora 2009. Instituciones,
procesos sociespaciales, simbólica e imaginario, co-editado por Alejandro Covarrubias y Eloy Méndez,
Universidad de Sonora-El Colegio de Sonora, 2009, Hermosillo).
solamente por su escala, sino también por el hecho de estar rodeado de vacío y obras en
construcción. Las claras superficies sirven de pantalla para un muy dinámico juego de
luces multicolor. Desde días antes se estaban haciendo pruebas de iluminación nocturna.
La combinación más socorrida fue la de los colores “patrios”, causando el efecto de una
gigantesca bandera ondeando al viento debido las curvas de la envolvente. Pero ahora
las luces se limitan a dos colores: el rojo y el azul. Hay muchos automóviles en la calle
modelo reciente cuando no de uso oficial. También es posible ver personas, que
curiosamente van casi todos uniformados; de cuando en cuando aparece algún traje o
personas, 40 ó 50, que no visten de gala y llevan algunas pancartas. Gritan sentencias,
no se ven contentos. Algunos de los uniformados, con rostro adusto, les contienen, no
les permiten el paso. Entonces uno cae en cuenta de que la casi totalidad del perímetro
del edificio está cerrado y resguardado por cadetes policiales; y que los autos que
abarrotan las calles circundantes son patrullas cuyos códigos son quienes cubren de luz
la plaza de acceso del museo; los discursos vienen y van. Palabras como “cultura”,
“triunfo”, “orgullo”, “progreso”, etcétera son el lugar común; con todo es también
∗
Maestro en Ciencias Sociales por El Colegio de Sonora. Docente del Área de Ciencias y Humanidades
del Programa de Arquitectura de la Universidad de Sonora, unidad regional centro.
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perceptible que la algarabía del momento está ensombrecida por la derrota electoral. De
ahí que se puede apuntar, a partir de la escena descrita, que el ambiente no es una
celebración sino a una conmemoración; y más allá, aún cuando no se alcance a percibir,
y del memorial útil1 (Shanken 2002), que a través de su inserción en la trama urbana la
de la década de 1990, como muchas otras en el país, se encontraba en tensión entre los
modelos citados, buscando una más sólida integración comercial hacia dentro y fuera de
progresos conseguidos (Enríquez 1997); progresos que tenían su referente más potente
entre estos los más importantes por sus alcances y afectación en distintas ciudades
una parte, fortalecen las estructuras urbanas ante la incorporación de los mercados
internacionales y, por otra, la inversión pública como instrumento (de reactivación de)
la economía local.” (Rodríguez 1997, p. 141) Para el caso local, el proyecto Río Sonora
1
Traducción aproximada del término living memorial que denota al monumento conmemorativo de un
evento o personaje que supera su función meramente devocional o estética a favor de la utilidad pública,
como por ejemplo: parques, autopistas, centros comunitarios, entre otros equipamientos públicos.
2
Hermosillo XXI – durante la gestión de Manlio Fabio Beltrones – planteó la
urbanización del cauce ribereño asignando diversos usos de suelo en un plan maestro
suerte de ciudad nueva, refundada pero con pretensiones de “ciudad toda” (Méndez
L. Rodríguez; un lugar para el ocio consumista de la clase media y alta con expectativas
con base los elementos de ordenamiento del urbanismo novohispano, pero con las
referentes simbólicas de los poderes financieros y políticos como avales del pacto
neoliberal que junto con El parque de “La Sauceda” y el Museo del Niño “La Burbuja”
otorgan los espacios públicos con ínfulas democráticas. La crisis económica que inicia
Este contexto es la referencia que permite ubicar, muy aparte de las cuestiones de
estatal saliente tuvo la recuperación del proyecto inconcluso para acaso superar las
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expectativas originales y servir como una plataforma que potenciara la continuidad
1. El conjunto.
jóvenes familias, vacío. Solícitos y muy jóvenes encargados de taquilla y salas ofrecen
indicaciones y sus servicios de guía para las distintas exhibiciones. Pero no hay público
a quien atender, ni aún con el acicate de que dos salas contengan una excelente muestra
también dibujos de la bienal juvenil Diego Rivera en otras tantas. Aunque el lugar está
impecable de limpio, por todos lados es posible observar los detalles de un trabajo de
en pisos, etcétera. Desde su inauguración hace casi dos meses, la promoción salvo en
especular sobre algún tipo de cerco informativo por parte del gobierno panista entrante;
o más todavía, que el museo sufra la misma suerte que la malograda biblioteca José
Vasconcelos. La distancia temporal es aún muy corta para sacar conclusiones fiables en
incluso la prensa le denomina ya, tal vez demasiado pronto, “elefante blanco”.2
2
Nota publicada en la sección Metro del diario El Imparcial, p. 2, 16 de octubre de 2009, Hermosillo,
Sonora.
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El espacio que ocupa el museo originalmente estaba destinado, en el contexto del
un parque urbano – antiguo vivero municipal – que junto con el Francisco I. Madero
ofrecía uno de los pocos espacios de ocio popular en la ciudad. La crisis de la segunda
mitad de la década de 1990 dio cuenta del megaproyecto ribereño, dejándolo a su suerte,
incompleto. Fue con las campañas electorales de 2003 que el proyecto de centro de
pero el proyecto tomó otro derrotero: adoptado por el gobernador entrante se transformó
en un espacio para la cultura y las artes que pretendía competir con el Museo de Arte
Lo anterior explica en parte el porqué dentro del proyecto – que se completa con un
teatro y un ágora – está un centro para visitantes con información turística del estado
3
Según reza el texto explicativo en el acceso a Sala A, donde se exponen los trabajos del acervo de las
bienales estatales de artes plásticas del Instituto Sonorense de Cultura, en el primer nivel del museo.
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Y más allá hacia el oriente pero perfectamente visibles, sin obstáculo alguno desde el
acceso al museo, lo que en breve será un centro comercial con salas de cine. De
aparecerá entre las primeras obras prioritarias del controversial Plan Sonora Proyecta
(PSP).
converger ese incentivo que se había quedado rezagado desde 1995, el cual ha
de la economía regional.4
estatal ante la opinión pública. La capital sonorense no contaba con un espacio para las
comunidad cultural. Los pocos espacios museísticos de la ciudad estaban más dirigidos
resultado de adaptaciones o rescates a cargo del INAH, como la Casa Hoffer, la antigua
penitenciaría del estado, entre otros. Por otro lado, Hermosillo no se precia de ser una
ciudad con atractivos turísticos de peso; sus edificios con valor histórico son más bien
4
“Cultura como indicador del desarrollo”, nota de Martha Obeso, publicada en la sección General del
diario Expreso, pp. 4B y 5B, 2 de marzo de 2006, Hermosillo, Sonora.
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escasos y muy localizados en pequeños sectores apenas supervivientes o recuperados de
la ciudad del siglo XIX. El complejo cultural vendría entonces a enriquecer la cultura
grupos ciudadanos denunciaron la destrucción del parque de Villa de Seris para alojar al
complejo. De poco sirvió que se aclarara por parte de las instancias gubernamentales
implicadas que muchos de los árboles serían trasplantados para conformar un nuevo
resistió las presiones de desalojo cuando se ejecutó el proyecto del Vado del Río
Sonora. A parir de ahí la polémica polarizó a la opinión pública: por un lado, el sector
manifiesto algunas de las zonas “oscuras” del proyecto: no hubo concurso de proyecto
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aún cuando la escala y significación del mismo lo merecían, el acceso a la información
técnica y financiera era reiteradamente negado, por mencionar los más conspicuos.
del PSP y sus mecanismos financieros, propuso reubicar el complejo colindando con el
hotel vecino al tiempo que exigían la instalación de “mesas de trabajo” para debatir el
Sustentable del Estado de Sonora (CEDES) quien determinó que los usos de suelo para
en lucha político-electoral.
El episodio, salvando las debidas distancias, hacía rememorar otros casos similares
Federal, durante las décadas de 1960 y 1980, respectivamente, dejando en claro que la
Hermosillo realizaron durante febrero una muy intensa campaña de promoción de las
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maquetas, animaciones tridimensionales, etcétera – en cuanto espacio estuvo a
sino para mostrar el apoyo al mismo. Las adhesiones a la causa oficial se dieron una tras
marzo la desincorporación y donación por parte del Ayuntamiento de los terrenos del
parque y de una calle aledaña, para iniciar inmediatamente el trasplante de 388 de los
650 árboles existentes, lo cual ocasionó que de la protesta se pasara a la acción directa y
algunos de los activistas, que intentaron frustrar las maniobras fueron detenidos y
un año después.
Desde el exterior los esfuerzos de los diseñadores para no hacer una “caja blanca” – una
tipología espacial muy socorrida para este tipo de espacios – queda por demás
recuerda al mármol, no fluyen con libertad seccionadas como están a cada tantos
colocación. El efecto deseado acaso corre con mayor fortuna en el interior, creando
interesantes volumetrías sobre todo en el cuerpo de las escaleras a medio camino entre
que le resultará más familiar al turista cultural asiduo a los museos. Es el elemento
articulador del edificio con un gran ventanal sur-oriente y rematado en su parte superior
del sol. Las oficinas se apiñan a la izquierda sobre un espacio sin uso. La vista remata
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con una especie de patio interior con sillas y mesas que a su vez tiene vista al boulevard
Vildósola, todo esto detrás de una estructura metálica ligera que hace las veces de
máximo la iluminación natural en sus distintas salas, que ocupan la parte norte del
edificio en sus tres niveles de superficie. Tal requerimiento técnico, sin embargo, choca
de frente con la necesidad de los diseñadores de buscar vistas estratégicas que ubiquen
al visitante dentro del contexto urbano, y más aún, dirigiendo las visuales hacia puntos
del paisaje serrano circundante provocando que algunos ventanales estén orientados al
imagen 2), por no mencionar que la iluminación al ser lateral y no cenital provoca zonas
Imagen 2. Vista de una de las salas superiores del museo. La luz sur entra francamente, reflejándose en
el piso pulido y dejando “manchas” de luz en los plafones / Fotografía del autor.
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A pesar de lo anterior, la escala de las salas según sus usos, la disposición de la
iluminación artificial, los elementos que componen los arreglos museográficos, los
colores y acabados en los muros y pisos, los sistemas de seguridad, etcétera, todo se
Imagen 3. Sala de exhibición temporal en el tercer nivel del museo donde se muestran trabajos gráficos
del pintor Rufino Tamayo / Fotografía del autor.
Al salir del museo, la sensación de abandono se agudiza por la desolación que las obras
solitaria ceiba que no fue “removida” y a la que se protegió con un alto arriate de piedra
altura del arriate pudiera causar accidentes por lo estrecho de las vialidades y la falta de
visibilidad entre los vehículos o peatones que entran o salen del estacionamiento (ver
imagen 4).
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Imagen 4. Una ceiba superviviente a la desaparición del parque Villa de Seris / Fotografía del autor.
aparente –, el espacio más institucional del conjunto. Siendo como fue el turismo la
imaginario discursivo sobre las bondades geográficas que el estado ofrece. Destaca la
instalación de una gran maqueta que representa al estado con lujo de detalle en sus
litoral del Mar de Cortés; el visitante puede observar localizados con indicadores
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Imagen 5. Área del mapa en el centro de visitantes. En primer plano se observa uno de los gabinetes
que marcan alguno de los puntos de especial importancia turística. Los visitantes se desplazan sobre el
puente que representa una serpiente. En segundo plano puede apreciarse claramente el litoral del Mar de
Cortés y la Isla del Tiburón / Fotografía del autor.
Aquí se encuentra la clave principal para comprender el simbolismo pleno del conjunto:
Hermosillo es identificada como la “capital del sol”. El sol centro y elemento dominante
con una capital, por si fuera poco. En el interior otras representaciones solares están
del vestíbulo del museo, que continúa en el exterior mediante los parasoles metálicos
dispuestos entre el pretil y el faldón curvo en sobre la plaza de acceso (ver imágenes 6, 7 y
2. El escenario.
las culturas prehispánicas, dejando de lado la cita textual o mural, mediante el uso de
estructuras, plazas, taludes, etcétera, que de la mano de arquitectos como Alberto Arai,
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Arriba. Imagen 6. Vista
interior del centro de
visitantes. Al centro de la
imagen, a manera de plafón,
penden representaciones solares
/ Fotografía de David Arvizu /
El Imparcial. Centro. Imagen
7. Detalle del elemento
escultórico pendiente en el
vestíbulo del museo. El arreglo
radial que se corresponde con la
planta del espacio pareciera
salir (abajo. Imagen 8) y
proyectar sus “rayos” en la
forma de los parteluces que
separan el pretil del faldón /
Fotografías del autor.
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Pedro Ramírez Vázquez, Teodoro González de León, Abraham Zabludoksky, Agustín
despacho en cargado del proyecto donde se exaltan las fuerzas telúricas de la región,
especialmente del sol (Duarte 2005). Las reproducciones de los petroglifos de distintas
zonas arqueológicas en el estado que coronan los pretiles del Centro de Gobierno o
pontificia del priísmo a partir de la historia oficial para con los “orígenes”, buscando
del poder.
Los estudios sobre mitos creacionistas y religiones antiguas de la segunda mitad del
siglo XX permiten vislumbrar el uso hasta nuestros días de ciertas formas simbólicas
asociadas a las fuerzas de la naturaleza dispuestas alrededor del eje que une a la tierra
tribales (Eliade 1999). Siguiendo este camino se hace posible, con base en mitos yaquis,
5
El macondismo – en referencia al poblado de la celebérrima novela de Gabriel García Márquez – debe
entenderse como la operación de cifrar un imaginario de identidad local en elementos orográficos,
accidentes geológicos, cuerpos de agua, la vegetación misma, etcétera. Véase: Fernández, Roberto. El
laboratorio americano. Arquitectura, geocultura y regionalismo. Biblioteca Nueva, 1997, Buenos Aires.
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El monte corresponde al mundo natural, en donde se encuentran los animales y las
plantas; en otras palabras, es ese espacio que rodea a los pueblos, en el sentido
más amplio del término. Sin embargo, existe una fuerte relación entre el pueblo y
el monte, ya que los seres que habitan cada dominio se adentran en el espacio del
Los edificios del conjunto hasta ahora construidos presentan una composición
alta que el museo pero cuya base-arriate elevada confiere un énfasis espacial es la ceiba.
a conquistarlos; a la mayoría de los grupos no les gustó lo que les dijo y se fueron
6
Las cursivas son propias. Consúltese también: Olavarría, María Eugenia. Cruces, flores y serpientes.
Simbolismo y vida ritual yaquis. Plaza y Valdez/Universidad Autónoma Metropolitana, 2003, México.
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Estas interpretaciones acaso sirven para connotar, por un lado, la vocación de
centralidad de los poderes políticos, de sus instituciones y por extensión a sus espacios
gobernador es así también caudillo. Desde el centro de visitantes y bajo los argumentos
misma del acceso al edificio, con sus estructuras redundantes ofrecen el aspecto de un
Imagen 9. Panorámica del acceso al museo. Las dimensiones del espacio y la altura con respecto del
nivel de calle permiten con suficiencia realizar puestas en escena / Fotografía del autor.
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Imagen 10. El ex gobernador Eduardo Bours Castelo pronunciando su discurso inaugural en el
acceso al museo / Fotografía de Eleazar Escobar / Expreso.
La puesta en escena, sin embargo, comenzó tiempo atrás. A solicitud expresa del ex
acentos de fanfarria que evoca una herencia “revolucionaria” hace mucho tiempo ya
Compuse esta obra en enero de 2005 y el estreno mundial fue el 29 del mismo
mes, en el Festival “Dr. Alfonso Ortiz Tirado” en Álamos, Sonora (…) fue una
petición del ingeniero Eduardo Bours Castelo, a quien está dedicada (cuya meta)
era la de tener un emblema musical de nuestro estado y que bien podría ser una
marcha que nos identificara sonoramente (…) El subtítulo, Aurora del Norte, se
7
“Marcha Sonora (Aurora del Norte). Artículo publicado en el diario Expreso, p. 14A, 18 de febrero de
2006, Hermosillo, Sonora. Las cursivas son propias.
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La alusión a la aurora, la luz solar que inicia, como personificación del gobernante – a
su vez pretendida imagen de una identidad colectiva – que anuncia a escala mundial un
públicos más que una demostración de unidad – ¿o debería ser unicidad? – recuerda un
fetiche atávico. Pero sin duda el elemento ritual preferido por el ex mandatario y sus
jinetes ataviados del color “oficial” siguieron una ruta preestablecida por los pueblos del
Río de Sonora acercándose a la capital del estado para culminar con la “toma de la
e invitaremos a gentes relacionadas con estos temas para hacer una cosa bien
hecha rumbo al 2010… me parece que en el caso de Sonora tenemos que hacer
algo especial, algo diferente, algo de mayor envergadura por la simple y sencilla
del barrio de Villa de Seris, o por lo menos del sector circundante al templo de la
8
“Concluyen cabalgatas sonorenses. Con la ´toma de la Capital´ concluyó la décima cabalgata”, nota
publicada en la versión en línea del boletín El Autónomo, 16 de noviembre de 2008. Disponible en:
http://www.elautonomo.com.mx/index.php/option/article/cabalgatas/noticias-de-hermosillo
9
“Estar del lado de la sociedad afecta positivamente, subrayó el Gobernador Eduardo Bours”, nota de
prensa publicada la página electrónica del Gobierno del estado de Sonora, lunes 24 de marzo de 2008.
Disponible en: http://www.sonora.gob.mx/noticias/templates/template_principal.asp. Las cursivas son
propias.
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carne. Tanto para el propio como para el extraño, andar por las estrechas calles del
barrio evoca hacerlo por un pueblo del Río de Sonora, de ahí su potencial valor
y el embovedamiento de una parte del canal que atraviesa la colonia (para convertirse)
como presidio novohispano hacia mediados del siglo XVIII (ver imagen 11) para
previsiblemente llevar al paseante a través de las calles del barrio hasta el boulevard
Imagen 11. Panorámica de una sección del “corredor histórico” en Villa de Seris. El letrero señala la
fecha de fundación de la “aldea” de la Santísima Trinidad del Pitiquín hacia 1700 / Fotografía del autor.
10
“Recuperan imagen de barrio antiguo”, nota de Zelma Álvarez, publicada en el periódico Expreso, p.
3B, 27de mayo de 2008, Hermosillo, Sonora.
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Mismo caso del parque “Del Centenario” conformado en parte por los árboles
cultural con el parque “La Sauceda”. Actualmente, un mural que figurativamente, casi
operación descrita. Más todavía, y como parte de las estrategias para legitimarse de cara
Turismo en Sonora presentó un proyecto que pretendía recuperar el lago del parque
uno de los puntos más característicos de la ciudad que está incluido en el Plan
Maestro de Turismo para Hermosillo. Ayer (…) Epifanio Salido Pavlovich (dio) a
Hermosillo (…) Van a empezar las licitaciones en este mes para empezar en abril
De ese tamaño era la confianza. Así las cosas, el proyecto de la “capital del sol” estaba
listo: el centro simbólico del régimen, los ejes-corredores que lo unirían con los puntos
11
“La Bandera para julio”, nota de Zelma Álvarez, publicada en el periódico Expreso, p. 1B, 4 de marzo
de 2009, Hermosillo, Sonora.
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3. Reflexiones finales.
El complejo cultural MUSAS si bien fue parte de una muy elaborada estrategia
sobre las obras que faltan. Los beneficios que el complejo completo puede traer a la
siendo el principal mecenas cultural y artístico sin que importe el partido en el poder,
los anhelos de sana separación entre los ámbitos mencionados puede estar aún lejos.
escenográficas tiene que ser reconocido como un problema y tomar las medidas
espacio público, un paseo habitual incluso; una operación que haga sentir a la
ciudadanía agraviada por la pérdida del parque que el sacrificio valió la pena. La
ausencia de visitantes es de cualquier manera preocupante y que quizá sea una llamada
de atención necesaria para repensar las funciones y promoción de este tipo de espacios
12
“Por MUSAS gana bienal (de arquitectura Sonora Alejandro) Puebla Gutiérrez”, nota publicada en el
periódico El Imparcial, p. 1, 4 de diciembre de 2009, Hermosillo, Sonora. La nota apunta como el
responsable del proyecto afirma que el museo, con su tipología, es un “parteaguas” en la ciudad.
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El centro de visitantes, antes de su puesta en marcha efectiva, debe dejar de ser el
Cuando es posible ver casi en tiempo real cualquier parte del mundo a través de un
precisamente a escala a pleno rayo del sol hermosillense para localizar los sitios de
interés de la entidad, si bien es cierto que el proyecto contempla una cubierta ligera,
apreciar hasta el momento no hay evidencia para esperar que el paisaje cambie
anterior fue exactamente uno de los más caros anhelos de todos sus impulsores en los
últimos 20 años.
Sin embargo, al estar estos espacios supeditados por completo a las políticas públicas de
la burocracia en turno y por ende a sus caprichos e intereses partidistas, suelen devenir
en meros símbolos. La clase política parece no poder – o querer – comprender que los
proyectos de alto impacto social y cultural no admiten ya ser edificados por decreto
dejando de lado a la comunidad que pretender servir y menos todavía, que las
infraestructuras que legan a las ciudades pueden dejar muy en claro las intenciones
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Referencias bibliográficas.
http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-233.htm
Ciencias Sociales dirigida por el Dr. Eloy Méndez Sáinz, presentada el 15 de septiembre
hermosillense a fin de siglo. Tomo II. El Colegio de Sonora, 1997, Hermosillo; pp. 17-
56.
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Méndez Sáinz, Eloy. Ciudad fragmentaria. Instituto Sonorense de Cultura, 1997,
Hermosillo.
Moctezuma Zamarrón, José Luis. Yaquis. Comisión Nacional para el Desarrollo de los
hermosillense a fin de siglo. Tomo I. El Colegio de Sonora, 1997, Hermosillo; pp. 119-
143.
Shanken, Andrew. Planning memory: the rise of living memorials in the Unites States
during World War II. En: Art Bulletin, marzo de 2002, pp. 130-147.
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