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UNIVERSIDAD NACIONAL INTERCULTURAL DE LA AMAZONIA

Facultad de Ingeniería y Ciencias Ambientales

Departamento Académico de Ingeniería Agroforestal Acuícola

LEYES DE LA TERMODINAMICA EN LOS


ECOSISTEMAS

DOCENTE : Blgo. Robert, Cucho Flores

Ing. Ricardo, Cerna Mercado

Autores:

Quio Ruiz, Adrian

Sebastián Noningo, Héctor

Llerena Chota, Jadira

Capitán Quirino, Abraham

YARINACOCHA - PERÚ

2015
Energética del ecosistema
La luz solar que inunda la Tierra es la mayor fuente de energía que mantiene el
funcionamiento del planeta. La energía solar llega a la Tierra en forma de luz en
partículas energéticas conocidas como fotones. Cuando estos fotones llegan a la
atmósfera, el suelo y el agua, parte de ellos se transforman en otra forma de
energía —el calor— que calienta la Tierra y la atmósfera, impulsa el ciclo de agua
y produce las corrientes de aire (vientos) y agua. Algunos de los fotones que
llegan a las plantas se transforman en energía fotoquímica utilizada en la
fotosíntesis. Esta energía, almacenada en los enlaces químicos de los
carbohidratos y otros compuestos basados en el carbono, se convierte en fuente
de energía para los demás organismos vivos. De este modo, la historia de la
energía en un ecosistema es en gran parte la historia del carbono en forma de
materia orgánica, es decir, los tejidos vivos y muertos de plantas y animales.

Todos los procesos ecológicos son el resultado de la transferencia de energía; los


ecosistemas no difieren de los sistemas físicos como la atmósfera en el sentido de
que se encuentran sujetas a las mismas leyes físicas. En el presente capítulo se
explorarán las vías, la eficiencia y las constricciones que caracterizan el flujo de
energía en el ecosistema. En primer lugar, no obstante, se examinarán las leyes
físicas que gobiernan el flujo de energía.

Las Leyes de la termodinámica dirigen el flujo de energía

El flujo de energía en el ecosistema mantiene la vida. Las leyes de la


termodinámica dirigen la energía. La primera ley afirma que, si bien es posible
transferir energía, ésta no puede crearse o destruirse. La segunda ley indica que,
cuando se transfiere la energía, parte de ella deja de ser utilizable. A medida que
la energía recorre un ecosistema, gran parte de ella se pierde en forma de calor
respiratorio. La energía se degrada de un estado más organizado a uno menos
organizado o entropía. Sin embargo, el flujo continuo de energía solar evita que
los ecosistemas se desmoronen.
La energía fijada mediante el proceso de fotosíntesis constituye la
Producción primaria

El flujo de energía por un ecosistema comienza con el control de la luz solar por
las plantas verdes, un proceso denominado producción primaria. La cantidad total
de energía que se fija a las plantas es la producción primaria bruta. La cantidad de
energía que queda después de que las plantas hayan cumplido con la necesidad
respiratoria se conoce como producción primaria neta en forma de biomasa
vegetal. La tasa de producción primaria se denomina producción primaria neta,
que se mide en unidades de peso por unidad de superficie por unidad de tiempo.

La temperatura, la luz y los nutrientes controlan la producción primaria en


los Ecosistemas terrestres

La producción de los ecosistemas terrestres se ve afectada por el clima, en


particular la temperatura y la precipitación. La primera influye en la tasa de
fotosíntesis y la cantidad de agua disponible limita la fotosíntesis y la cantidad de
hojas que se pueden mantener. Las condiciones cálidas y húmedas hacen que la
selva tropical lluviosa sea el ecosistema terrestre más productivo. La disponibilidad
de nutrientes también influye de forma directa en las tasas de producción primaria.

La temperatura, la luz y los nutrientes controlan la producción primaria en


los Ecosistemas acuáticos

La luz constituye un importante factor que limita la producción en los ecosistemas


acuáticos y la profundidad a la que penetra la luz resulta crucial para determinar la
zona de producción primaria. La disponibilidad de nutrientes es la influencia
predominante en la producción de los océanos. Los ecosistemas más productivos
son las aguas costeras de poca profundidad, los arrecifes de coral y los estuarios,
en los que existe una mayor disponibilidad de nutrientes. Asimismo, la
disponibilidad de nutrientes es un factor dominante en la restricción de la
producción primaria neta de ecosistemas lacustres. En los ríos y arroyos, la
producción primaria neta es baja, donde los suministros de materia orgánica
muerta de los ecosistemas terrestres vecinos forman la principal fuente de
energía.

Distribución de energía

La energía fijada por las plantas se distribuye a diferentes partes de la misma y a


la reproducción. El porcentaje que se distribuye a cada componente varía en
función de la forma de vida vegetal y las condiciones ambientales. El patrón de
distribución influirá de forma directa en la biomasa en pie y la tasa de producción.

La producción primaria Varia con el tiempo

La producción primaria de un ecosistema varía con el tiempo. Las variaciones


estacionales y anuales en humedad y temperatura afectan a la producción
primaria de manera directa. En los ecosistemas en los que predomina la
vegetación leñosa, la producción primaria neta disminuye con la edad. A medida
que la proporción de biomasa leñosa respecto del follaje aumenta, una mayor
parte de la producción se destina al mantenimiento.

La Producción primaria limita la producción secundaria

La producción primaria neta se encuentra a disposición de los consumidores


directamente como tejido vegetal o indirectamente a través del tejido animal. Una
vez que se consume y se asimila, la energía se destina al mantenimiento,
crecimiento y reproducción y a las heces, orina y gas. Los cambios en la biomasa,
incluyendo cambios de peso y reproducción, forman la producción secundaria.
Ésta depende de la producción primaria. Cualquier restricción ambiental sobre la
producción primaria afectará a la producción secundaria del ecosistema.

Los consumidores difieren en la Eficiencia de producción

La eficiencia de producción varía. Los homeotermos cuentan con una elevada


eficiencia de asimilación pero una reducida eficiencia de producción, dado que
deben gastar mucha energía en el mantenimiento. Los poiquilotermos presentan
una baja eficiencia de asimilación pero una elevada eficiencia de producción:
emplean más energía en el crecimiento.

Cadenas tróficas y flujo de energía

Una de las funciones básicas del ecosistema es el flujo de la energía proveniente


del Sol a través de varios consumidores hasta la disipación final mediante una
serie de transferencias energéticas conocida como cadena trófica. Los diferentes
miembros de una red trófica pueden agruparse en categorías denominadas
niveles tróficos o de alimentación. Los autótrofos ocupan el primer nivel trófico; los
herbívoros que se alimentan de autótrofos forman el siguiente nivel trófico; los
carnívoros que se alimentan de herbívoros constituyen el tercer nivel trófico.

El flujo de energía por los ecosistemas toma dos rutas: una por la cadena trófica
de los herbívoros y la otra por la de los detritívoros. La mayor parte de la
producción es utilizada por los organismos que se alimentan de materia orgánica
muerta. Ambas cadenas tróficas se relacionan a través del suministro de materia
orgánica muerta y desechos de la cadena alimentaria de consumidores, que
constituye la fuente de entrada para la cadena trófica de los detritívoros.

Los flujos de energía por los niveles tróficos pueden Cuantificarse

En cada nivel trófico, la eficiencia se clasifica en: eficiencia de consumo, la


proporción de energía disponible que se consume; eficiencia de asimilación, la
porción de energía ingerida que se asimila y no se pierde como desecho; y
eficiencia de producción, la parte de energía asimilada que se destina al
crecimiento y la respiración. Estos cálculos de eficiencia pueden emplearse para
cuantificar el flujo de energía por la cadena trófica.

La Eficiencia de consumo determina la vía del flujo de energía en el


ecosistema

La eficiencia de consumo determina el flujo de energía por el ecosistema. La


cadena trófica de los detritívoros predomina en los ecosistemas terrestres, donde
los herbívoros consumen sólo una pequeña parte de la producción primaria neta.
En los ecosistemas de aguas abiertas, como los lagos y océanos, los herbívoros
consumen una porción mayor de producción primaria. La eficiencia de consumo
de los depredadores es similar en estos ecosistemas.

La energía disminuye en los niveles tróficos sucesivos

La cantidad de energía que fluye a un nivel trófico disminuye en cada uno de los
siguientes niveles tróficos de la cadena. Este patrón se produce debido a que no
toda la energía se emplea para la producción. En términos generales desde el
punto de vista de la ecología, sólo el 10 por ciento de la energía almacenada como
biomasa en un determinado nivel trófico se convierte en biomasa en el siguiente
nivel.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
 Smith, R.L. y Smith, T.H.2007. Ecología. Sexta edición. Pearson Educación,
S.A. Madrid, España. pág. 444-469.

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