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Universidad Panamericana del Puerto

Facultad de Ciencia Económica y Sociales

Cátedra de: Diseño y Evaluación de Proyecto

Autor:

Giorgio Pigorini 26.506.554

Profesor:

Luis Gómez

Puerto Cabello, Junio de 2018


Introducción

La inflación es el aumento generalizado de los precios de bienes y servicios


durante un período en un país. El consumidor puede comprar menos productos
con la misma cantidad de dinero cuando sube la inflación. Las personas se
empobrecen y la calidad de vida se deteriora.

La hiperinflación es un tipo inusual de inflación que implica un aumento


general de precios a niveles muy altos. La moneda tiende a perder la
capacidad para desempeñar sus tres funciones: ser unidad de cuenta, medio de
intercambio y reserva de valor. El dinero es funcional cuando cumple los tres
propósitos. Se vuelve disfuncional cuando no puede cumplir alguno de ellos.

Desarrollo

Desde 2016, el poder adquisitivo del bolívar se ha desplomado y cada día


se presentan nuevos obstáculos a causa del colapso de un modelo económico
sustentado en los controles a la actividad privada y un estatismo exagerado. El
resultado de ese modelo ha sido la hiperinflación.

La hiperinflación pasó a ser el principal problema del país desde noviembre


de 2017, cuando el Índice de Precios al Consumidor, la metodología para
medir la variación mensual de precios de bienes y servicios, mostró un alza
superior al 50 por ciento con relación al mes anterior, según cálculos de la
Asamblea Nacional. Las alarmas se encendieron y de inmediato se puso de
moda el nombre de Phillip Cagan, el economista que en los años cincuenta
señaló ese porcentaje como el momento en que la hiperinflación se materializa
de manera innegable.
El efecto social de este fenómeno es el “sálvese quien pueda” marcado por dos
termómetros. Uno es el tipo de cambio, que se dispara de la noche a la
mañana. El otro es la búsqueda frenética de alimentos y medicinas, que han
empujado a los venezolanos a una sobrevivencia bajo la ley de la selva, una
lucha sin reglas, donde “vale todo y nada vale”. Los mensajes en redes
sociales del servicio público de medicinas, por ejemplo, sirven para conectar
al familiar desesperado de un enfermo con un revendedor de medicamentos
que impone un precio exorbitante; el empleado de una industria de alimentos
le vende el producto a sus allegados al precio de la calle, el vecino te toca el
timbre a las siete de la mañana para darte la noticia de que a tu carro le
robaron los dos cauchos traseros, la batería y “le ordeñaron” el aceite, como
me pasó esta semana.

Conclusión

La inflación se ha convertido en un modo de vida, o al menos eso es lo que han


hecho ver políticos y economistas, quienes asumen a la inflación como un proceso
inevitable, un mal necesario.

Quienes asumen la inflación como modo de hacer política siempre pensaran que
existe una inflación buena y una mala; siendo buena en la medida que contribuya a
diluir imperceptiblemente los ingresos de los ciudadanos a favor del financiamiento de
las políticas del Estado y, mala cuando se haga visible e incontrolable la erosión de
los ingresos de los ciudadanos como producto del financiamiento público con
impresión de dinero sin respaldo.

En la actualidad los países cuentan con bancos centrales a excepción de algunos


cuantos afortunados, pero la realidad es que esto no ha sido así siempre; Los bancos
centrales son relativamente nuevos y son una maravillosa invención de los gobiernos,
aunque el primero hayan sido un interés privado se han crearon con el fin de ser
garantes de liquidez para aquellos bancos quebrados, la misma función de
prestamistas de última instancia que hoy cumplen. En el caso de Venezuela el Banco
Central de Venezuela se creó en 1940, antes de ello existía emisión privada de
dinero, los bancos privados emitían dinero bajo el 100% de respaldo en Oro.

Bibliografía

http://especiales.prodavinci.com/hiperinflacion/

https://www.nytimes.com/es/2018/03/03/opinion-prieto-hiperinflacion-venezuela/

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