Geófonos: Los geófonos captan la ruptura del macizo rocoso a través de la
recepción de un frente de ondas. En su interior, el instrumento electro-
mecánico posee una bobina con un núcleo magnético, que tras el movimiento genera una señal eléctrica enviada a los servidores de la estación sísmica y luego convertidas a señales digitales. Entre las informaciones que se obtienen a través de este proceso es posible conocer la energía liberada, magnitud y la ubicación espacial del evento sísmico que pudieran causar daños en las excavaciones. El objetivo de estos equipos es lograr la calibración de los criterios de alerta actualmente disponibles en la mina subterránea, así como también la detección temprana de eventos que no son deseados como por ejemplo los colapsos, permitiéndonos correlacionar la actividad minera con la generación de eventos sísmicos.
Fracturamiento Hidráulico: Un fracturamiento hidráulico consiste en el
rompimiento de la formación mediante un flujo a una alta tasa y presión. La inyección continua de dicho fluido permite ampliar y extender la fractura, cuando se alcanza una amplitud tal, se le agrega un material solido al fluido para que lo conduzca y evitar al termino del tratamiento el cierre de la fractura. Su objetivo es intervenir el macizo rocoso antes de su explotación, para permitir un mejor acceso y una más eficiente manipulación posterior del material. De esta forma, disminuye o evita el uso de explosivos y reduce al mínimo la sismicidad, aumentando radicalmente la seguridad de las personas. Asimismo, es respetuoso con el medio ambiente ya que no contamina y ahorra el consumo de energía.
Método NATM: El método NATM busca maximizar la capacidad de
resistencia y soporte inherente del propio terreno, y es reconocido como una de las técnicas más económicas para construir y evaluar la integridad de un túnel. Además de ofrecer ahorros considerables en material de sostenimiento, personal y tiempo de desarrollo de proyecto; también ofrece beneficios como una enorme resistencia en zonas sísmicas. De hecho, es el método por excelencia para la construcción de una gran mayoría de túneles a nivel global. A diferencia de otro método, donde se sostiene el túnel de inmediato sin dejar que se deforme, el NATM permite la deformación del macizo rocoso antes de proceder a estabilizar el túnel, moderando la necesidad de utilizar enormes cantidades de material de soporte complementario. Algunas de sus características son:
Maximizar la resistencia inherente del macizo rocoso permitiendo su
deformación, de tal manera que la roca sea su propio soporte. Aplicación de una membrana fina de shotcrete para prevenir mayor deformación de la roca Medición y seguimiento sistemático de movimientos en el túnel, para adecuar las posibles medidas de apoyo adicionales requeridas Apoyo flexible, con soportes ‘activos’ que combinan shotcrete con bulones, mallazo y cerchas de acero.
Emisión acústica: la emisión acústica se debe a la liberación de forma
repentina de una energía de deformación elástica almacenada en la roca, debido a una redistribución de tensiones en su interior. Estas ondas parten de su punto de origen, atraviesan la roca hasta la superficie donde pueden ser captadas por medio de transductores. Tras un posterior tratamiento de esta información se puede obtener un análisis de la estabilidad de la roca y en caso de alcanzar niveles de cargas cercanas a la rotura estar prevenidos para esta posibilidad, actuando en consecuencia. La Emisión acústica es muy sensible a inestabilidades locales transitorias, por lo que cuando un material se somete a un estado tensional distinto, desarrolla condiciones inestables locales antes de que se haga inestable toda la masa, dando lugar a fenómenos dinámicos; la presencia de inestabilidades locales da una señal de aviso de la posible inestabilidad total y permite prever dicha inestabilidad.