Según el testimonio unánime en la iglesia antigua, Marcos, discípulo de Pedro, fue
el autor del segundo evangelio, su nombre “según Marcos” aparece en toda la tradición de su texto. Sin embargo, no encontramos ninguna referencia en el evangelio que nos señale quien fue su autor. El título “según Marcos” se agregó posteriormente. Lo más probable, es que esta adjudicación es obra de la identificación que se llevó a cabo en tiempos patrísticos entre el autor del evangelio y Juan Marcos (cf. Hch 12,12.25; 13,5-13; 15,37-39; Col 4,10; Flm 24; 2 Tim 4,11). La afirmación explicita más antigua que encontramos sobre Marcos como autor de un evangelio, nace de Papías de Hierápolis (Principio del s. II d.c., Citado en Eusebio, HE 3.39.15). Papías declara “Marcos, habiéndose convertido en interprete de Pedro, puso por escrito rigurosamente todo lo que este recordaba de lo que el Señor había dicho o hecho, pero sin darle un orden”. Fundamentándose en la declaración de Papías y en la afirmación de otros escritores cristianos antiguos, el evangelio se reconoció tradicionalmente a Marcos, que lo escribiría en Roma tras la muerte del apóstol (ca. 64-67 d.c.). El hecho de que fuera Roma el lugar en el que Marcos Redacto su evangelio no sólo nos lo recomienda el testimonio de Papías, sino también los prestamos latinos que apareen en el texto griego y la atmosfera de la pronta persecución que adhiera el evangelio. Debido a que Mc 13 no presupone que se hubiera destruido el templo de Jerusalén, es probable que el evangelio entonces se redactara antes del año 70 d.C. Este testimonio es repetido en sus puntos esenciales por San Ireneo (alrededor del año 200), quien añade que Marcos escribió su evangelio después de la muerte de los apóstoles Pedro y Pablo. En este punto, la noticia de Ireneo dependería en gran parte del prólogo antimarcionita al evangelio de Marcos (entre los años 160 y 180), que da asimismo a Marcos el título de interprete de Pedro y hace saber que Marcos escribió su evangelio en Italia después del fallecimiento de Pedro. El intérprete de Pedro es designado también a Marcos por el africano Tertuliano (después del año 220). Clemente de Alejandría (alrededor del año 215) nos dice además que pedro predico el evangelio en Roma y que Marcos escribió su evangelio a Ruegos de los cristianos romanos cuando aún vivía Pedro. Justino Martin (alrededor del año 165) tiene, pues, razón al llamar al evangelio de Marcos “las memorias de Pedro”, en el sentido que Marcos hubiera traducido oralmente al griego los sermones arameos del príncipe de los apóstoles que habría expuesto en los pueblos de habla griega a pesar de su insuficiente conocimiento de esta lengua. En conclusión, el punto en común de todas estas noticias más antiguas, es que a Pedro fue la fuente de Marcos y que este escribió su Evangelio en Italia o más exactamente en Roma. Marcos escribió su evangelio para que los miembros de su comunidad profundizasen en la fe, este tiene como objetivo presentar el Reino de Dios y de esta forma preservar los recuerdos de Pedro sobre las enseñanzas de Jesús.