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INFORME DE LECTURA

Chomsky, Noam (1992). “El control de los medios de comunicación”, desde


www.upv.es

Noam Chomsky es un destacado lingüista estadounidense nacido en 1928. Sus aportes


al campo de la lingüística lo convierten en el padre de la gramática generativa
transformacional. Actualmente es muy reconocido por sus análisis críticos acerca de la
realidad social, política y económica de nuestro mundo. En títulos como
“Conocimiento y libertad”, “Ilusiones necesarias, control de pensamiento en las
sociedades democráticas”, “El Nuevo orden mundial (y el viejo)”, “Cómo nos venden la
moto” (con Ignacio Ramonet) o “Las diez estrategias de Manipulación Mediática”, el
autor sitúa a los medios norteamericanos como instrumentos estratégicos de poder y los
analiza en detalle.
En esta línea de pensamiento se encuentra “El control de los medios de comunicación”
que pertenece a la videoconferencia “Fabricando consenso” presentada por el autor en
1992. Se trata de un texto del ámbito académico con una secuencia
predominantemente argumentativa en tanto sostiene claramente su punto de vista. El
autor analiza la relación entre los medios de comunicación y la democracia desde un
marco histórico-político aunque sin dejar de lado sus conocimientos sobre la
comunicación y los discursos. Por ello, contribuye al campo socio-político y, así
también al de su propia disciplina.
En cuanto al contexto, se puede observar como hecho relevante, anterior por supuesto,
la guerra del Golfo ocurrida en 1991. La misma tuvo como partícipe principal a Estados
Unidos con su firme convicción de intervenir para “salvaguardar ” la integridad de un
país, Kuwait, el cual fue invadido por Irak, entre otras razones, por la lucha en la
obtención del petróleo. Durante ese conflicto, los medios de comunicación tuvieron un
rol preponderante con la transmisión de imágenes en vivo como un plan estratégico
para legitimar la intervención armada e instalar la idea de “guerra limpia”. Estos hechos
pusieron otra vez de manifiesto la importancia de los medios de comunicación y la
problemática de su rol para la sociedad en su conjunto.
Chomsky analiza el modelo de propaganda utilizado a lo largo de la historia pues
cuestiona la influencia de los medios de comunicación en la política. En cuanto a la
hipótesis, el autor afirma que la manipulación informativa atenta contra la democracia.
La finalidad de su análisis es demostrar y, por qué no, concientizar a la población,
acerca de que el dominio y la manipulación que se ejercen desde los medios afecta al
sistema democrático.
En concordancia con el autor sobre su propuesta, vemos que no sólo resulta clara y
convincente sino también sumamente actual: los medios de información pueden ocultar
la verdad e influir en las decisiones de la sociedad. Ofrece una mirada cabal sobre
diversos hechos históricos a los cuales podemos remitirnos para comprobar su incisiva
mirada y que aún hoy siguen en vigencia.
Para comenzar con su argumentación propone dos definiciones de democracia, una en la
cual existe la participación de la gente y los medios son libres e imparciales y otra, en la
que no debe permitirse la participación de la gente y, además, los medios de
información están controlados. Esta segunda definición es, según el autor, la que
predomina aún en nuestros tiempos.
Tal es así que, para demostrar lo dicho anteriormente, recurre a la narración histórica
sobre lo sucedido con la primera operación moderna de propaganda durante el mandato
de W. Wilson con la cual se convirtió a una población pacifista en una bélica y agresiva
convencida de participar en la Primera Guerra Mundial. El éxito de la operación fue tal
que, finalizada dicha guerra y, utilizando las mismas técnicas, también se eliminaron
los sindicatos y se persiguió a distintos miembros de la comunidad a los que se los
acusaba de pertenecer al partido comunista. Todo esto fue logrado, arguye el autor, con
el apoyo de ciertos grupos de poder económico y financiero que obtuvieron beneficios y
dominaron los medios de información. Agrega, además, que no se hubiera podido llevar
a cabo sin la ayuda de los intelectuales, los que pusieron su conocimiento al servicio de
estos grupos y se encargaron de diseminar una postura ideológica.
Con este accionar se logra, según lo argumentado por el lingüista, controlar y dirigir el
pensamiento y, de este modo, se consigue llevar a cabo lo elaborado por una minoría.
Es por este motivo, que el autor concluye que la sociedad es llevada bajo su propio
consentimiento, a través de la manipulación informativa, como un “rebaño”. Llama a
este sistema un “totalitarismo autoimpuesto”.

El desarrollo de la argumentación nos permite observar una marcada defensa por la


libertad de expresión y de pensamiento. La ideología del autor se ubica claramente en
oposición a la manipulación informativa que perjudica a la democracia.
Así también, en cuanto a las convicciones que presenta podemos establecer una relación
con Ryszard Kapuzscinsky quien en “¿Reflejan los medio la realidad del mundo?
Nuevas censuras, sutiles manipulaciones” (1998) demuestra también cómo los medios
de comunicación manipulan los hechos y muestran una realidad alterada para atrapar a
la audiencia y enriquecer a ciertos grupos económicos.
Como se mencionó anteriormente, la propuesta resulta claramente convincente. En la
actualidad sabemos que no alcanza solamente con recibir noticias a través de los
medios, como ciudadanos debemos asumir una postura crítica y comprometida con la
realidad. Para ello, debemos aceptar que “informarse cuesta” como sostiene Ignacio
Ramonet. Sin embargo, este esfuerzo es indispensable si queremos realmente ejercer la
libre expresión y, sobre todo, el libre pensamiento en una sociedad democrática que
aspire a medios de información también libres de intereses o, por lo menos, honestos al
representarlos.
Son numerosos los ejemplos que podemos ofrecer acerca de la manipulación sobre la
sociedad. Si nos remontamos a la historia de nuestro país, uno muy recordado y sentido
por los argentinos que vinculamos con la visión de Chomsky es la guerra de Malvinas.
Es ampliamente conocido el actuar de los medios de comunicación frente a los sucesos,
la falsedad de las noticias presentadas para lograr contener y controlar a la sociedad.
Cabe aclarar que dicha guerra fue planificada y llevada a cabo por un gobierno de facto.
Otro hecho, ya en democracia, lo constituye la campaña del entonces candidato Dr.
Fernando De la Rúa para ser elegido como Presidente de la Nación perpetrada por un
grupo económico que necesitaba esa elección por parte de la ciudadanía. Y consiguió su
objetivo: De la Rúa fue electo Presidente en 1999. Bien recordamos cómo finalizó su
mandato en 2001, otra muestra del poder ejercido por cierto grupo.
Así también, durante la emisión del último campeonato mundial de fútbol pudimos
observar la gran cantidad de horas dedicadas al mismo en diferentes medios
hegemónicos de comunicación con lo cual se logró fácilmente mantener a la mayor
parte de la población interesada en ese evento y sin preocupación por otros asuntos
sociales.
En resumen, es destacable la relevancia del análisis abordado por Chomsky para
mantenernos atentos acerca de las consecuencias de la manipulación informativa y,
sobre todo, como manifiesta el autor, si estamos interesados en un constante
cuestionamiento sobre el tipo de democracia en la cual vivimos y deseamos vivir.

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