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ENCEFALOPATÍA ESPONGIFORME BOVINA

(EEB)

I. INTRODUCCION

La EEB se comunicó por primera vez en el año 1986 en el Reino Unido. Desde ese
momento hasta el 30 de Julio del 2004 se han comunicado más de 188.000 casos en el
mundo. La mayoría de los casos han ocurrido en el Reino Unido (183.880) y en varios
países de Europa (4.824). Fuera del continente
Europeo se ha comunicado su aparición en Japón, Israel, Estados Unidos y Canadá.

El origen de la misma aún no está totalmente definido, pero la hipótesis más


ampliamente aceptada es que se produjo al alimentar bovinos con harinas de carne y
hueso conteniendo restos de tejido nervioso de animales enfermos. La fuente de
infección original podrían haber sido ovinos infectados por Scrapie o bovinos afectados
por la enfermedad hasta entonces no detectada.

El agente que produce la enfermedad es una proteína que se denomina prion o su sigla
PrP (del ingles proteinaceous infectious particle). La PrPc (la “c” es de celular) es una
glicoproteína que está normalmente presente en la membrana plasmática de las células,
aunque predominantemente en las células del Sistema Nervioso Central (SNC). Por un
cambio en la conformación de esa proteína se transforma en la forma anormal
infectante denominada PrPsc (la “sc” es de scrapie). Esta PrPsc se empieza a acumular
dentro de las células produciendo vacuolas en las células nerviosas (lo que le da un
aspecto de esponja y de ahí el nombre de la enfermedad).

La proteína infectante (PrPsc) ingresa al organismo por vía digestiva a través del
consumo de raciones conteniendo harinas de carne y hueso contaminadas y así se
origina la infección en los animales. (OIRSA- 2005)

II. MARCO TEORICO


1.1. Reseña historia

En diciembre de 1984, un granjero del sur de Reino Unido (West Sussex) observó un
comportamiento extraño en una de sus vacas lecheras; el animal se había vuelto más
agresivo y tenía problemas para coordinar sus movimientos. En febrero de 1985, la
vaca murió. Unos meses después ya no era una sola vaca, sino nueve más en la
explotación las que sufrían estos signos (agresividad, pánico e incoordinación).

Al comienzo, se sospechó que se trataba de alguna intoxicación con plomo o mercurio


o una contaminación en el alimento. Más tarde murieron muchos animales más.
El gobierno inglés decidió analizar muestras de los animales muertos y, en el
laboratorio, encontraron el encéfalo con apariencia de esponja, un gran parecido con el
tejido cerebral de las ovejas con scrapie. Así se diagnosticó, por primera vez, la
encefalopatía espongiforme bovina (EEB).

Tres años después del primer caso de vacas locas, se demostró que la enfermedad
bovina podía desencadenarse por una manipulación en la cadena alimenticia del
ganado. Los piensos que se administraban a las vacas eran elaborados con harinas
procedentes de carne de ovejas, algunas de las cuales podrían haber padecido scrapie
(OIE, 1992), posteriormente, en la preparación del mencionado alimento concentrado
se agregó la harina de carne y de huesos derivada de cadáveres de bovino, entre los
cuales ya se contaban bovinos afectados con la EEB.

Es importante conocer los factores de riesgo que favorecieron la aparición de la


enfermedad en el Reino Unido y su posterior diseminación por las demás regiones:

a) Aumento de la población ovina, que coincidió con el crecimiento de los efectos del
scrapie
b) A comienzos de la década del 80, la industria de elaboración de alimento
concentrado para los animales (piensos) sufrió una modificación. En la etapa de
extracción de las grasas en el proceso de elaboración de harinas de carne y huesos,
se redujeron dos factores claves, la temperatura y la presión a la que era sometida
la materia prima. Posiblemente la EEB ya existía como una entidad diferente al
scrapie, en una reducida población de bovinos, antes de los cambios mencionados
en el proceso, lo que pudo permitir el reciclaje del agente causal de la enfermedad
en los bovinos, con lo cual la enfermedad se amplificó y se originó el brote.

La epidemia de EEB ha causado grandes consecuencias económicas para la industria


derivada del ganado bovino, y gran preocupación en materia de salud pública al
considerarse el riesgo potencial que constituía para el hombre. (OIRSA- 2005)

1.2 Agente etiológico:

Este grupo de Encefalopatías está causada por un agente transmisible no


convencional, denominado “prion”, señalándolo de esta manera para expresar que se trata
de una proteína infecciosa desprovista de un ácido nucleico o material genético.

La EEB es una enfermedad crónica, degenerativa y fatal que afecta al sistema


nervioso central de los bovinos adultos. Es causada por una partícula proteíca infecciosa
(prión) de menor tamaño que los virus, que se transmite a través del consumo de harinas de
carne y hueso elaboradas con tejidos de rumiantes infectados. La presentación de los signos
clínicos demora entre dos y ocho años a partir del consumo del material infectado. No existe
evidencia de que se transmita horizontalmente por contacto directo; algunos datos indican un
riesgo de transmisión materna para los terneros nacidos de madres infectadas, aunque esta
vía no tiene significado epidemiológico por no haber sido demostrado científicamente.

Una característica particular de los priones es su resistencia a la inactivación por


procedimientos físicos y químicos, incluyendo desecación, congelación, radiación
ultravioleta, enterramiento, métodos por desinfección química y aplicación de calor, así
como a la degradación por ciertas enzimas proteolíticas. El agente de la EEB, al ser
altamente resistente puede perdurar varios años en el ambiente y en los subproductos de
origen animal.

Hasta el momento no existen vacunas para su prevención ni tratamientos, por lo que el


control se limita a la efectiva aplicación de la prohibición de alimentar a rumiantes con
proteínas de rumiantes, a la restricción de la movilización de bovinos infectados y
sospechosos, sus productos y subproductos, identificados mediante los rastreos
retrospectivos y prospectivos de la vigilancia epidemiológica que se inicie a partir del caso
índice, el diagnóstico, el sacrificio sanitario y disposición de cadáveres, la descontaminación
del material e instalaciones contaminados, actividades que deben ser debidamente
difundidas para obtener el apoyo de los sectores involucrados, la comprensión de los
alcances del brote y de las medidas aplicadas, así como de su efectividad. (OIRSA- 2005)

1.2.1. Especies susceptibles:

Principalmente es el ganado bovino (género bos) pero también afecta a otras


especies de bóvidos incluyendo al búfalo (género Bubalus). En zoológicos, varias
especies de bóvidos y felinos silvestres han desarrollado la enfermedad, en el
primer caso por la administración de suplementos alimenticios elaborados con
harinas de carne y hueso contaminadas con el prión y en los felinos por comer
cadáveres de bovinos infectados incluyendo la médula espinal. La evidencia indica
que en los humanos la variante de Creutzfelt-Jakob está asociada al consumo de
carne y materiales específicos de riesgo de animales afectados por EEB. El grupo
de mayor riesgo es el ganado lechero dada su larga vida productiva y la frecuente
suplementación con alimentos concentrados que pudieron haber sido elaborados
con harinas de carne y hueso de origen rumiante infectados, antes de la prohibición
de alimentar rumiantes con éstas. (OIRSA- 2005)
1.2.2. Variantes para cada especie
1.3. Transmisión horizontal, vertical, etc

En el Reino Unido la enfermedad (EEB) apareció con mayor frecuencia a partir de 1985,
después que hacia finales de la década de 1970 se racionalizó el tratamiento
de los cadáveres y desechos animales en los desolladeros (reduciendo el grado de
calentamiento y modificando el sistema de extracción de las grasas). Esta harina de cuerpo
animal se adicionó por esa época en gran cantidad a los alimentos concentrados para
rumiantes. De ello resultaron dos posibilidades para la aparición de BSE: o bien el "agente"
del scrapie, es decir la proteína priónica del mismo (PrPSC) no sólo pudo superar el nuevo
proceso de tratamiento de cadáveres, sino también "saltar" la barrera de especies del
pequeño al gran rumiante o se activó un nuevo agente patógeno propio del bovino, la
proteína priónica de la BSE (PrPBSE). (Dirksen, 2005).

En cambio hasta la fecha no hay evidencia alguna de la transmisión espontánea cuando se


mantienen juntos ovinos con scrapie y bovinos. El largo período de incubación de la BSE
que se reconoció tardíamente produjo la amplia distribución de la PrPBSE en la población
bovina. Las medidas que se tomaron primero en el Reino Unido, más tarde también en los
otros países de la UE y en Suiza para imitar y erradicar la BSE, debido al interrogante sobre
su transmisión al hombre, tuvieron enormes efectos sobre la economía de mercado y la
política: en el Reino Unido hasta el año 2000 se sacrificaron por BSE 180.000 bovinos y sus
cadáveres se eliminaron. (Dirksen, 2005)

FIG.% . ORIGEN DE LA EPIDEMIA DE EEB EN ELREINO UNIDO

FUENTE: BALFAGON, 2001.


El riesgo comparativo de que los descendientes de vacas con EEB contraigan la
enfermedad, sólo es 10% mayor que para terneros provenientes de rebaños libres de BSE.

Experimentalmente la BSE puede transmitirse del bovino a partir de material cerebral con
PrPBSE, por vía oral, al bovino, ovino, caprino y ratón; por vía intercerebral con este
material se puede transmitir a bovino, ovino, caprino, cerdo, mono, visón, ratón y hámster.
Con respecto a su comportamiento en ratones de laboratorio el agente de la BSE parece ser
uniforme; en algunas características se diferencia de otras cepas PrPSC conocidas desde
hace más tiempo. (Dirksen, 2005).

Existen indicios de que la EEB produce la variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jacob


(nv-ECJ) en humanos, mediante el consumo de productos cárnicos contaminados con tejido
del SNC de animales infectados.(Rushton, 2003 )
Entre tanto ocurrieron transmisiones del agente de la EEB al hombre, donde (hasta ahora
sólo en el Reino Unido y Francia) causan una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-
Jakob (vCJE); la proteína priónica que provoca ambas enfermedades evidentemente es
idéntica (PrPBSE = PrPVCIE); también se lo considera como causa de la encefalopatía
espongiforme felina (PrPFSE).
Aparentemente no hay un peligro de transmisión del scrapie (conocido desde hace más de
250 años en el Reino Unido), al hombre. La enfermedad de CJ ocurre en países libres de
scrapie y en aquellos lugares con scrapie con igual frecuencia (en promedio 1 caso/millón de
habitantes/año) (Dirksen, 2005).

1.4. Periodo de incubación

El periodo de incubacion de la enfermedad es bastane largo, de 4-5 años (OIE,2011).

1.5. Enfermedad

1.5.1. Sintomatología

La EEB se manifiesta en bovinos adultos de ambos sexos, sin distinción de razas o


cruzamientos; la mayoría de casos registrados se refieren a ganado lechero, debido al
manejo zootécnico y al periodo de vida productiva más prolongada. El curso clínico
es variable, puede extenderse varios días o presentarse varias semanas en forma
progresiva y fatal. En términos generales los principales signos neurológicos son los
siguientes:

 Cambios en el comportamiento: Agresividad, rechinamiento de dientes,


nerviosismo o dificultad para pasar puertas, posición anormal de las orejas,
cambio temperamental, recelo.
 Sensibilidad: Ceguera, presión de la cabeza contra objetos, lamido excesivo,
coceos en el aire, hiperestesia
 Postura y movimientos: desplazamientos en círculos o torneo, paresia, golpeo
de miembros, decúbito prolongados, caídas, postura anormal de la cabeza,
temblores y ataxia (ICA, 2008).

Fig $. Diagrama tridimensional de la proteina normal y su derivado


prionico

Fuente: DOS SANTOS, 2014.

Fig $. Vaca afectada por encefalopatia espongiforme bovina en brote Reino Unido.

Fuente: DOS SANTOS, 2014.

Fig $. Incineracion de vacas enfermas en Reino Unido.


Fuente: DOS SANTOS, 2014.

Fig $. Daños prionico en cerebro humano.

Fuente: DOS SANTOS, 2014.


1.6. Patogenia, tropismo y signos patognomonicos

Los problemas surgen cuando el plegamiento normal del prión se modifica y la proteína
adquiere una conformación anómala. Al imaginar la cadena de aminoácidos (estructura
primaria) del prión, se ha de tener en cuenta que esta cadena se pliega sobre sí misma
(estructura secundaria) y aún torna a plegarse de manera más compleja hasta adquirir una
forma globular (estructura terciaria). La conformación de ciertas partes de esta estructura
globular es muy característica, ya que en ellas la proteína se dispone a manera de tirabuzón
(dominio en hélice alfa) o a manera de hoja de papel con múltiples dobleces paralelos
(dominio en lámina beta) (2,5,6).
En el prión normal predominan los dominios en hélice alfa sobre los dominios en lámina
beta. Los cambios conformacionales que confieren patogenicidad a los priones consisten
precisamente en la adquisición de dominios en lámina beta, que llegan a predominar sobre
los dominios en hélice alfa (2,5,6). Tal riqueza de dominios en lámina beta es responsable de
que los agregados de priones anómalos posean las características tintoriales de la amiloide,
con las que los patólogos están muy familiarizados. De hecho, el rojo Congo se ha propuesto
como posible tratamiento de las enfermedades priónicas, pues al unirse a los priones
anómalos alteraría la estructura de los mismos y los inactivaría (7,8).
En cualquier caso, las neuronas, que tan eficientes son en la síntesis y degradación de los
priones normales, resultan ser completamente incapaces de deshacerse de los priones
anómalos, cuyos agregados, mediante mecanismos aún desconocidos, provocan la muerte
neuronal, intensa gliosis reactiva y aparición de vacuolas en el tejido cerebral (2). Del
aspecto espongiforme que las vacuolas imprimen al parénquima encefálico deriva parte de la
designación de este conjunto de enfermedades. La alusión a otro rasgo prominente, la
transmisibilidad, completa la denominación convencional de estos procesos: encefalopatías
espongiformes transmisibles (EET).
La siguiente pregunta que surge es cómo un prión normal puede cambiar su plegamiento y
convertirse en un prión anómalo. Contemplado de forma simplificada, el cambio inicial
puede tener lugar espontáneamente o producirse por la influencia de priones anómalos que
han sido introducidos en el organismo bien mediante ingestión de productos contaminados o
bien de forma yatrógena. Los priones anómalos, al ponerse en contacto con los priones
normales, hacen que éstos pierdan su plegamiento habitual y adopten una conformación
anómala. De esta manera se va extendiendo de forma lenta y silente el proceso hasta que
muchos años después, destruido ya un gran número de neuronas, aparecen los primeros
síntomas (1-3,5-8).

En contraposición a los virus y bacterias, que tienden a replicarse con rapidez y dejan sentir
sus efectos en breve plazo, los priones anómalos son lentos en su propagación y los síntomas
de las enfermedades priónicas pueden tardar en aparecer entre 10 y 40 años. Esta
imprecisión en el conocimiento del período de incubación de las EET hace que las
predicciones del número de casos humanos que pueden originarse a partir de la epidemia de
la vacas locas oscilen ampliamente entre unos pocos centenares y varios millones (4,9,10).
Pero la conexión entre vacuolas, transmisibilidad y priones no siempre ha sido tan evidente.
El laborioso esclarecimiento de este enlace, posibilitado por disciplinas tan dispares como la
neuropatología, la antropología y la biología molecular y jalonado por dos premios Nobel, se
remonta al menos al siglo XVIII y ha tenido escenarios tan diversos como las islas del
Pacífico Sur y las praderas inglesas. La historia de las EET, además de interesante, es
imprescindible para entender unas enfermedades que de pronto han dejado de ser un arcano
para expertos y se han convertido en una obsesión colectiva que demanda insistentemente la
atención de los patólogos.

HALLAZGOS NEUROPATOLOGICOS
ECJ, kuru, GSS e IFF
El examen macroscópico del encéfalo en la ECJ puede poner de manifiesto hallazgos muy
poco llamativos o, dependiendo del tiempo de evolución, signos inespecíficos de atrofia cor
tical y dilatación ventricular. El cuadro histológico, en cambio, es muy distintivo. Así,
durante mucho tiempo, los cambios espongiformes (fig. 2) de la corteza cerebral, ganglios
basales, tálamo, corteza cerebelosa y subiculum han sido la piedra angular del diagnóstico
de la ECJ. Mediante el estudio ultraestructural puede comprobarse que las vacuolas están
rodeadas por una membrana y contienen restos membranosos (fig. 3). Estos cambios
espongiformes parecen ser el resultado de la dilatación del retículo endoplásmico y el
aparato de Golgi en las dendritas neuronales. En otras enfermedades en las que también
tiene lugar una extensa pérdida neuronal, tales como la enfermedad de Alzheimer y la
enfermedad de los cuerpos de Lewy, pueden producirse cambios de vacuolización
inespecífica del neurópilo que resulten indistinguibles de los cambios espongiformes de la
ECJ. Cabe resaltar, por otra parte, que los cambios espongiformes pueden estar ausentes en
algunas EET, particularmente en el IFF. Otros hallazgos histológicos de las EET son la
pérdida neuronal y la hiperplasia e hipertrofia de los astrocitos y la microglia (fig. 4).
La presencia de abundantes placas amiloideas de PrP viene a completar el cuadro
histológico del kuru, aunque el GSS y hasta un 15% de los casos de ECJ también presentan
placas amiloideas.
Estas placas amiloideas son muy llamativas en el kuru (placas de kuru), en el que afectan
sobre todo a la capa granular del cerebelo y presentan un centro eosinófilo del que emergen
unas fibrillas radiadas, alrededor de las cuales se dibuja un halo claro. Las placas amiloideas
visibles en algunos casos de ECJ también son placas de tipo kuru, mientras que las placas
que acompañan al GSS, que tienen una gran predilección por el cerebelo, suelen ofrecer un
aspecto multicéntrico, es decir, son el resultado de la agrupación de varios depósitos
pequeños. En el IFF, por el contrario, las placas amiloideas están ausentes, siendo el rasgo
más notable la pérdida severa de neuronas en el tálamo y las olivas inferiores, algo menos en
el cerebelo y prácticamente nada en el córtex cerebral.
Esta pérdida neuronal se acompaña de gliosis reactiva, pero los cambios espongiformes son
muy poco llamativos o están completamente ausentes (2,18,33,44,45).
vECJ
En la vECJ la vacuolación de las neuronas y el neurópilo, pérdida neuronal y gliosis se
acompañan siempre de un hallazgo distintivo consistente en que las placas amiloideas se
rodean de un halo de cambios espongiformes («placas floridas ») tanto en la corteza cerebral
como en la cerebelosa. Los cambios espongiformes son muy llamativos en los ganglios
basales y, de forma focal, en la capa molecular del cerebelo, mientras que la gliosis es
particularmente prominente en el tálamo posterior. La inmunohistoquímica pone de
manifiesto depósitos de PrP en las placas, paredes de los vasos sanguíneos y neuronas
pequeñas de las cortezas cerebral y cerebelosa.
Además, se obtiene inmunorreactividad para PrP en tejidos linfoides tal como las amígdalas,
el bazo y los ganglios linfáticos. Estos hallazgos contrastan con los de la forma esporádica
de la ECJ, en la que la gliosis talámica es rara, las placas amiloideas con PrP están presentes
en menos del 15% de los casos y no se detecta PrP en los tejidos linfoides (4,46).
Scrapie y EEB
El scrapie se caracteriza por vacuolación que afecta especialmente las neuronas y menos al
neurópilo, pérdida neuronal, gliosis, pocas placas amiloideas, cambios severos en los
núcleos del tronco cerebral (vestibular, pontinos, olivas, núcleo rojo), columna de Clarke,
cerebelo e hipotálamo, sin que haya afectación de la corteza cerebral, el tálamo o el estriado.
En cambio, en la EEB hay vacuolación tanto de las neuronas como del neurópilo, pérdida
neuronal, gliosis y algunas placas amiloideas, siendo los cambios más severos en el tronco
del encéfalo (núcleos del trigémino, núcleo solitario), algo menos en el diencéfalo y
mínimos en la corteza cerebral (11,28).

INMUNOHISTOQUIMICA, WESTERN BLOT Y OTROS ESTUDIOS


El estudio histológico convencional de las EET se ha de completar con la demostración de la
acumulación de PrPSc en el tejido nervioso, lo que es posible gracias a la disponibilidad de
anti- cuerpos dirigidos contra PrP que permiten la aplicación de técnicas de
inmunohistoquímica y western blot. La demostración inmunohistoquímica de los agregados
de PrP en tejido parafinado aprovecha la resistencia a la proteinasa K propia de PrPSc, pues
si bien los anticuerpos disponibles parecen ser incapaces de distinguir entre PrPC y PrPSc, el
pretratamiento con proteinasa K elimina los epítopos amino-terminales en el caso de PrPC y
los anticuerpos correspondientes tan sólo proporcionan una inmunorreacción positiva en
presencia de PrPSc. KG9, 3F4, 6H4 e IA8 son las clonas de algunos de los anticuerpos
comúnmente utilizados para la identificación de PrP.
En la forma esporádica de la ECJ el patrón de inmunotinción de PrP se caracteriza por una
positividad puntiforme en el neurópilo y alrededor de los cuerpos neuronales y por la
presencia, más infrecuente, de masas globulares extracelulares que se localizan en la
vecindad de los cambios espongiformes (fig. 5). La vECJ, en cambio, pone de manifiesto
una fuerte inmunotinción en las «placas floridas», así como en numerosas placas de más
pequeño tamaño a menudo dispuestas en agregados irregulares (46-48).
El western blot de homogeneizados cerebrales pretratados con proteinasa K proporciona
diferentes patrones de bandas de priones diglicosilados, monoglicosilados o no glicosilados
que se asocian a la ECJ esporádica (patrón 1), a la ECJ yatrógena (patrón 3) o a la vECJ y la
EEB (patrón 4). El patrón de glicoformas de la vECJ, sin embargo, es compartido por el
GSS y el IFF (49-51). En cualquier caso, la interpretación de la significación diagnóstica de
los patrones del western blot es compleja y es obvio que éste es un método a manejar en
centros de referencia, con los que debería consultarse cualquier caso sospechoso de vECJ.
En el caso del GSS, el IFF y las formas heredadas de ECJ, la secuenciación del gen PRNP
es, por supuesto, un aspecto crucial del estudio.
Comentario aparte merece la biopsia amigdalar para el diagnóstico de la vECJ. En efecto, la
presencia de PrPSc en el sistema linforreticular puede utilizarse como uno de los criterios
diagnósticos de la vECJ, pero es preciso resaltar que en los órganos linfoides tanto la
concentración total de PrPSc como el número de células que ponen de manifiesto la
acumulación son muy inferiores a lo que ocurre en el sistema nervioso, por lo que se
requiere un alto grado de virtuosismo en la inmunohistoquímica y de sensibilidad en el
western blot (46).
Por último, cabe mencionar que la constatación de que el plasminógeno se une
selectivamente a PrPSc (y no a PrPC) podría ser de gran utilidad diagnóstica, pues esta
propiedad permitiría la detección de PrPSc posiblemente incluso en la sangre periférica. Esta
afinidad podría tener también significación patogénica, por cuanto PrPSc, al unirse al
plasminógeno, le impediría llevar a cabo la proteólisis de la plasmina, de gran importancia
en la remodelación sináptica (52).

Epidemiología

Las EET no son contagiosas en el sentido habitual del término. Para lograr la transmisión se
necesita material específico (sistema nervioso de un individuo afectado) y contacto
penetrante.
Los estudios epidemiológicos no han identificado ningún factor especial de riesgo para la
ECJ esporádica y los casos ocasionales de ECJ habidos en histotécnicos y patólogos
(ninguno implicado en estudios de las EET) no parecen constituir evidencia de riesgo por
exposición ocupacional a pacientes o tejidos en el medio sanitario. De hecho, el riesgo de
infección para el personal anitario se considera muy inferior al que plantean las autopsias de
pacientes con hepatitis vírica o infección por VIH, por lo que las precauciones que se toman
para éstas son más que suficientes en las necropsias de los enfermos con EET. La
confirmación del diagnóstico de EET reviste una importancia obvia y, salvo en las formas
familiares en las que basta con el estudio de linfocitos de sangre periférica, requiere la
obtención de tejido del sistema nervioso central (53-60).
Los científi cos piensan que la enfermedad se transmite entre los bovinos por alimentación
con desechos animales procesados de bovinos u ovinos infectados. El prion es resistente a
los procedimientos comerciales de desactivación tales como el tratamiento térmico, o sea
que no puede ser destruido completamente durante el procesado. La incidencia de la EEB es
mucho mayor en el ganado lechero que en el de carne, ya que el ganado lechero recibe mas
raciones concentradas que pueden contener harina de carne y huesos.

1.8. Distribución Mundial

La EEB fue diagnosticada por primera vez en ganado bovino en


el Reino Unido en 1986. En 1989 se identificaron los primeros
casos en ganado vivo fuera del Reino Unido, en las Islas
Falkland y Oman, que había sido importado desde el Reino
Unido(FAO,2005).

En 1989, Irlanda reportó el primer caso no importado (nativo)


fuera del Reino Unido y en 1990, Suiza reportó el primer caso nativo en el continente
europeo. Otros casos nativos fueron posteriormente reportados en muchos países de
Europa(FAO,2005).

En 2001, Japón reportó el primer caso nativo fuera de Europa y este caso fue seguido por la
presencia de casos nativos en Israel y América del Norte(FAO,2005).

CRONOLOGIA DE LOS EVENTOS BÁSICOS DE LA EEB

 1986. primer caso diagnosticado en bovinos en Gran Bretaña.


 1989. primeros casos importados en islas Malvinas y Omán.
 1989. primer caso nativo en Irlanda.
 1990. primer caso nativo en el Continente Europeo (Suiza).
 2001. primer caso nativo en bovinos en Japón.
 2003. primer caso nativo en bovinos en Canadá.
 2003. primer caso en EE.UU en bovinos importados.
 2005. primer caso nativo en bovinos en EE.UU.

CUADRO: CASOS DE EEB EN GANADO BOVINO

Cuadro: Casos de EEB en ganado bovino de granja en el mundo (animales


nativos e importados)

1987
1988 /
y 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Total
1999
antes
No
Austria - 0 0 1 0 0 1
disponible
Bélgica - 10 9 46 38 15 11 129
Canada - 1 0 0 0 1 1 1 4
Rep. Checa - 0 0 2 2 4 7 15
Dinamarca - 1 1 6 3 2 1 14
No
Finlandia - 0 0 1 0 0 1
disponible
Francia - 80 161 274 239 137 54 945
Alemania - 6 7 125 106 54 59 357
No
Grecia - 0 0 1 0 0 1
disponible
Irlanda - 442 149 246 333 183 126 9 1.488
Israel - 0 0 0 1 0 0 1
Italia - 2 0 48 38 29 7 124
Japon - 0 0 3 2 4 5 14
No No
Liechtenstein - 2 0 0 0 2
disponible disponible
Luxemburgo - 1 0 0 1 0 0 2
Holanda - 6 2 20 24 19 6 77
Polonia - 0 0 0 4 5 11 2 23
Portugal - 380 149 110 86 133 92 950
Eslovaquia - 0 0 5 6 2 7 20
Eslovenia - 0 0 1 1 1 2 5
España - 0 2 82 127 167 131 4 513
Suiza - 333 33 42 24 21 3 0 456
Reino Unido
446 178.956 14.443 1.202 1.144 612 242 197.045
*
I. Falkland - 1 - - - - - 1
Oman - 2 - - - - - - 2
EE.UU. - - - - - - 1 - 1

Estatus de los Países Miembros respecto de la encefalopatía espongiforme bovina De


acuerdo con la Resolución N° 20 (84a Sesión General de la Asamblea Mundial, mayo de
2016

•Riesgo de EEB insignificante Países Miembros clasificados en la categoría de países en


que el riesgo de encefalopatía espongiforme bovina es insignificante:

Alemania Eslovenia México Argentina España Namibia Australia Estados Unidos de


América Noruega Austria Estonia Nueva Zelanda Bélgica Finlandia Países Bajos Brasil
Hungría Panamá Bulgaria India Paraguay Checa (Rep.) Islandia Perú Chile Israel Portugal
Chipre Italia Rumania Colombia Japón Singapur Corea Letonia Suecia Costa Rica
Liechtenstein Suiza Croacia Lituania Uruguay Dinamarca Luxemburgo Eslovaquia Malta.
China

•Riesgo de EEB controlado

Canadá Iralnda Reino Unido Francia Nicaragua Taipei Chino Grecia Polonia

1.8.1. Distribución Nacional JENNIFER

1.8.2. Situación Actual

Situación actual En los últimos años, se ha dicho y repetido que algunos países no han
registrado casos de EEB porque su sistema de vigilancia no es eficiente. Como la EEB fue
descrita por primera vez en el Reino Unido en 1986, la detección se basa en la notificación
de los casos clínicamente sospechosos. Aunque desde 1990 está quedando cada vez más
claro que no se trata de un problema exclusivamente británico y cada vez hay más países
europeos que han detectado la enfermedad en sus propias cabañas, la falta de casos
registrados ha sido considerada hasta ahora como sinónimo de inexistencia de la
enfermedad. He ahí el problema: si en un país hay EEB, pero ni se ha detectado ni se ha
notificado, se sigue exportando partiendo del principio de que el país en cuestión está libre
de EEB y así es como otros países se infectan. En muchos países europeos se ha implantado
ahora un sistema de vigilancia activa. Se han hecho pruebas de la EEB en las poblaciones de
riesgo desde 1999/2000 en unos países y desde 2001 en otros. Entre los animales analizados
había vacas que murieron o fueron eliminadas o desechadas. La probabilidad de detectar
animales infectados es superior en estos grupos de alto riesgo, ya que es probable que la
EEB haya provocado la muerte, la eliminación o el sacrificio de estos animales. Como por
término medio tienen que haber pasado cuatro a seis años antes de que se pueda diagnosticar
la EEB, las pruebas pueden concentrarse en los animales mayores de tres años. 4 Vigilancia
pasiva: vigilancia de los sospechosos notificados, es decir, animales notificados por
presentar signos clínicos compatibles con la EEB 5 Vigilancia activa: realización de pruebas
con los animales que no han sido notificados como sospechosos de EEB pero que pertenecen
a poblaciones de riesgo Conf. OIE 2001 97 Los primeros resultados indican claramente que
la vigilancia activa es más objetiva y puede contribuir a valorar la situación real de la EEB
en un país. Por consiguiente, se está viendo ahora que la enfermedad existe en algunos
países europeos que durante años se ha considerado que no la tenían. En 1986, se
consideraba que la encefalopatía espongiforme bovina no era más que un problema en Gran
Bretaña. Más adelante, se pensó que el problema se limitaba a unos pocos países. Ahora se
cree que se trata de un problema europeo. La cuestión es saber si se ha limitado realmente a
Europa. Puede que haya llegado el momento de aprender de los errores cometidos y evaluar
seriamente si puede haber problemas en el propio país, incluso fuera de Europa. Por más que
se sepa que se han exportado harinas de carne y huesos, así como bovinos, al mundo entero,
desafortunadamente, aún no es posible detectar la infección en los animales o las harinas
importados. Pasarán años antes de que en un país dado se pueda determinar si el problema se
ha trasladado también a su suelo. Las harinas importadas son consumidas por los animales
domésticos y los MER se reciclan y acaban formando parte de los piensos. Piensos que
serán consumidos por el ganado y, como los animales no se pondrán enfermos hasta que
hayan pasado cinco años por término medio, el agente de la EEB podría así ir ganando
terreno poco a poco. Si no se toman medidas profilácticas a tiempo y la vigilancia no es
eficiente, pueden pasar décadas antes de que se observe la epidemia

SITUACION ACTUAL EN PERU

Perú es declarado libre de 'las vacas locas. El reconocimiento le permitirá al país exportar
carne a cualquier mercado del mundo. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OEI)
reconoció oficialmente al Perú como país libre o con riesgo insignificante de la enfermedad
de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), conocida como “mal de las vacas locas”,
informó el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa). Esto en el marco de la 78
Reunión General de la OIE que se realiza durante esta semana en Francia y donde participan
175 países miembros. El jefe del Senasa, Oscar Domínguez, precisó que el mencionado
reconocimiento permitirá a las empresas peruanas exportar carne, en todas sus formas y
variedades, a cualquier mercado del mundo. La EEB es una enfermedad que afecta al
ganado bovino y que causa daños irreversibles en el sistema nervioso hasta provocar la
muerte, y su impacto en términos económicos es altísimo para los productores. A finales de
diciembre pasado el Senasa presentó ante la OIE el expendiente respectivo para poder
declarar al Perú libre de esta enfermedad. El expediente peruano se trabajó durante los
últimos seis años, logrando recolectar en el período

1.8.3. Graficos

Mapa de Distribución Geográfica [OIE]

EEB: Datos de los primeros casos nativos


El diagnóstico sólo puede ser confirmado por examen microscópico
del tejido cerebral después del sacrificio del animal (Manual de Pruebas de
Diagnóstico y Vacunas para los Animales Terrestres de la OIE).

1.9.1. Normatividad para el traslado internacional OIE, describir


pruebas descritas o alternas del SENASA

Manual de estándares para las pruebas diagnósticas y vacunas.- Su propósito


es contribuir a la armonización internacional de métodos para la vigilancia y
control de las enfermedades de los animales más importantes. Se describen
estándares para las pruebas diagnósticas de laboratorio y para la producción y
control de productos biológicos de uso veterinario. El Manual se actualiza
aproximadamente cada cuatro años. El capítulo del Manual de consulta para
la aplicación del Plan de Emergencia es: Encefalopatía Espongiforme Bovina.
Puede se consultados en el sitio web de la OIE: (OIRSA- 2005)

http://www.oie.int/esp/normes/mmanual/a_index.htm
1.9.2. Diagnostico del país

Los países pueden desear someter a examen los bovinos importados de


países o zonas que no están libres de encefalopatía espongiforme bovina,
los bovinos que han consumido alimentos potencialmente contaminados
procedentes de países o zonas que no están libres de encefalopatía
espongiforme bovina, los bovinoSWW PPPPPPPPs nacidos de vacas
afectadas por la enfermedad y los bovinos que han consumido alimentos
potencialmente contaminados por agentes de otras encefalopatías
espongiformes transmisibles. A la hora de definir una estrategia de
vigilancia, las autoridades deben tener en cuenta las dificultades
asociadas a la obtención de muestras en las explotaciones. Estas
dificultades incluyen el coste más alto, la necesidad de formar y de
motivar a los ganaderos y la indemnización en caso de repercusiones
socioeconómicas negativas. Compete a las autoridades encontrar las
medidas para superar estas dificultades. (OIRSA- 2005)

1. APLICACIÓN DEL PROCEDIMIENTO DE VIGILANCIA DE


TIPO A:

Para que una estrategia de vigilancia de la encefalopatía


espongiforme bovina sea eficaz, el país que la aplica deberá utilizar
datos de buena calidad (o estimaciones fiables) sobre la distribución
por edades de su población bovina adulta y sobre el número de
bovinos sometidos a las pruebas de detección de la enfermedad por
grupo de edad y de subpoblación. La aplicación del procedimiento
siguiente permitirá detectar una prevalencia de la encefalopatía
espongiforme bovina de al menos un caso por 100 000 en la
población bovina adulta, con un nivel de fiabilidad del 95%, en el
país, la zona o el compartimento en cuestión. En el presente Anexo,
los Cuadros 1 y 2 permiten determinar el objetivo de puntos deseados
para la vigilancia y el valor, en número de puntos, de las muestras
tomadas para la vigilancia. El procedimiento consiste en atribuir un
valor, expresado en puntos, a cada muestra, en función de la
subpoblación de la que procede y de la probabilidad de detectar
bovinos infectados en dicha subpoblación. El número de puntos
atribuidos a una muestra lo determinan la subpoblación de la que
procede y la edad del animal del que se toma. El número total de
puntos acumulados se compara después periódicamente con el
objetivo de puntos fijado para un país, una zona o un compartimento.
Un país debe diseñar su estrategia de vigilancia de modo que las
muestras sean representativas del rebaño del país, la zona o el
compartimento y tenga en cuenta factores demográficos como el tipo
de producción y la situación geográfica, así como la posible
influencia de determinados métodos tradicionales de explotación del
ganado. El procedimiento aplicado y las hipótesis formuladas deben
justificarse plenamente con documentos que se conservarán durante 7
años.

Dirección Técnica de Salud Animal del OIRSA San Salvador,


noviembre de 2005. 24 Plan de Emergencia ante un Brote de EEB en
los países miembros del OIRSA Los objetivos de puntos y los valores
en puntos de la vigilancia que se indican en el presente Anexo se
obtuvieron aplicando los siguientes factores a un modelo estadístico:
a. una prevalencia de un caso por 100 000 en la población bovina
adulta;
b. un nivel de fiabilidad del 95%;
c. patogenia y manifestación patológica y clínica de la encefalopatía
espongiforme bovina:

i. Sensibilidad de los métodos de diagnóstico


empleados;
ii. Frecuencia relativa de manifestación por edad
iii. Frecuencia relativa de manifestación en cada
subpoblación;
iv. Intervalo entre alteración patológica clínica y
manifestación clínica
d. Composición de la población bovina y distribución de los animales
por edades
e. Influencia de la encefalopatía espongiforme bovina en el sacrificio
o la disminución de los animales en las cuatro subpoblaciones
f. Porcentaje de animales infectados pero no detectados en la
población bovina.

Aunque el procedimiento acepta información muy básica sobre la


población bovina y puede utilizarse con estimaciones y datos menos
precisos, una recolección y una documentación cuidadosas de los
datos incrementan notablemente su valor. Dado que las muestras de
casos clínicos sospechosos ofrecen a menudo más información que las
muestras de animales sanos o muertos por causas desconocidas,
prestar atención a los datos que se utilizan es una forma de reducir
considerablemente el coste del procedimiento y el número de muestras
necesarias. Los principales datos que se deben utilizar son:

g. Número de animales de la población bovina, por grupos de edad;


h. Número de bovinos sometidos a las pruebas de detección de la
encefalopatía espongiforme bovina, por grupos de edad y de
subpoblación. (OIRSA- 2005)

2. VIGILANCIA DE MANTENIMIENTO (TIPO B) :

Los países que, mediante una evaluación del riesgo (que incluya la
vigilancia), hayan demostrado que cumplen los requisitos de “riesgo
insignificante”, deben mantener un nivel reducido de vigilancia. Para
que una estrategia de mantenimiento de la vigilancia de la
encefalopatía espongiforme bovina sea eficaz, el país que la aplica
deberá utilizar datos de buena calidad (o estimaciones fiables) sobre
la distribución por edades de su población bovina adulta y sobre el
número de bovinos sometidos a las pruebas de detección de la
Dirección Técnica de Salud Animal del OIRSA San Salvador,
noviembre de 2005. 25 Plan de Emergencia ante un Brote de EEB en
los países miembros del OIRSA enfermedad por grupo de edad y de
subpoblación. La aplicación del procedimiento siguiente permitirá
detectar una prevalencia de la encefalopatía espongiforme bovina de
al menos un caso por 50 000 en la población bovina adulta, con un
nivel de fiabilidad del 95%, en el país, la zona o el compartimento en
cuestión.
La vigilancia de mantenimiento debe centrarse en las subpoblaciones
en las que la prevalencia de la enfermedad es más alta (especialmente
en los casos clínicos sospechosos). El número de muestras de casos
clínicos sospechosos tomadas al año debe ser aproximadamente el
mismo que el número de muestras de casos clínicos sospechosos
tomadas al año durante el tiempo que necesita el país, la zona o el
compartimento para obtener un estatus respecto de la encefalopatía
espongiforme bovina (a lo máximo 7 años). (OIRSA- 2005)

1.9.3. Vigilancia (programas para esa enfermedad )

En los animales determinados bajo riesgo se debe establecer un programa de


inspecciones y exámenes para determinar la presencia o ausencia de EEB. Este
programa deberá mantenerse durante la vida de los animales. El programa debe
incluir: exámenes cuidadosos cada tres meses de todos los animales susceptibles para
identificar signos clínicos compatibles con EEB hasta que mueran o sean
sacrificados; identificación individual de todos los animales sujetos a vigilancia de
por vida; muestreo para detectar la enfermedad en cada animal bajo riesgo al
momento del sacrificio o de su muerte. Cuando se determine que el brote de EEB se
debió a la importación de productos biológicos contaminados, es muy probable que
haya muchos animales dispersos infectados en el mismo nivel de desarrollo de la
enfermedad. En esta situación, conocer las tasas de ataque en los hatos infectados
conocidos, puede ser de utilidad en las investigaciones de los hatos sospechosos que
pudieron haber sido expuestos al mismo producto. (OIRSA- 2005)
1.9.3.1. Vacunacion

No existen vacunas ni otro método para poder efectuar la profilaxis de


esta enfermedad. Las únicas medidas seguras y razonables para evitar
la difusión de la misma es el correcto manejo de los tejidos infectados
con priones para que no sigan contagiando a otros animales o al
hombre. La incineración de tejidos infectados sospechosos, hasta
convertirlos en cenizas en un horno crematorio, es una medida
efectiva.

La Organización Mundial de la Salud ha dictado pautas de


bioseguridad a cumplir para tratar de frenar el avance de la
enfermedad. Ellas son:

- Tomar precauciones con los elementos transmisores: carnes,


vísceras, sangre y fluidos sospechosos de contener priones.
- Recomendar cuidados con la transmisión iatrogénica (provocada
por el médico) en transplantes, cirugía o manipulación de residuos
biológicos.
- Dar inmediato aviso de las Encefalopatías Espongiformes
humanas a la oficina de la OMS en Ginebra, Suiza.

Por otra parte, la OMS ha definido los métodos de esterilización que


sirven para destruir el prión en tejidos u objetos infectados:

- Sumergirlo en una solución de urea 8 molar durante una hora.


- Solución de sulfododecilsulfato al 10% durante 10 minutos a 80º
C.
- Solución acuosa de fenol al 90%.
- Hidróxido de sodio 1 normal: 40 gramos por litro durante media
hora a 20º C.
- Agua lavandina: hipoclorito de sodio con contenido no inferior al
2% de cloro activo por 1 hora.
- Esterilización por calor húmedo: 134º C durante 20 minutos.
- Ultrafiltración mediante sistemas de porosidad inferior a 7
nanómetros.

Todos aquellos que trabajen con materiales sospechosamente


priónicos deben utilizar máscara, anteojos de seguridad, doble par de
guantes y delantal plástico. Todos los elementos que han estado en
contacto con los materiales sospechosos deben ser sumergidos en
ácido fórmico durante una hora, luego lavados con formol al 40 % y
por último esterilizados en una de las formas descriptas.

En los humanos se recomienda el uso de hormonas exclusivamente


obtenidas por ingeniería genética y de países libres de EEB (vaca
loca). (OIRSA- 2005)

1.9.3.2. Tratamiento de animales infectados, sus productos y subproductos

No existe tratamiento efectivo para animales, por lo que todos los


casos deben ser sacrificados, muestreados y posteriormente destruidos.
Tampoco existe tratamiento para acondicionar productos y
subproductos de animales infectados, debido a que no hay un método
que garantice la inactivación efectiva del agente de Dirección Técnica
de Salud Animal del OIRSA San Salvador, noviembre de 2005. 11
Plan de Emergencia ante un Brote de EEB en los países miembros del
OIRSA la EEB que permita su comercialización. Ni la carne y los
productos de los casos confirmados deben ser sometidas a proceso de
obtención de harinas u otros productos, por lo tanto éstos deben
destruirse por incineración.

19.3.3. Destrucción de animales

Dado que no existe tratamiento de animales infectados, todos los


animales clínicamente compatibles a EEB deben ser sacrificados tan
pronto como sea posible a efecto de colectar muestras apropiadas y
remitirlas al laboratorio autorizado. Estos casos no deben enviarse a
una planta de sacrificio, de procesamiento industrial o cualquier otra
en donde el material infectado pudiera incorporase a la cadena
alimentaria de las personas o de los animales. Preferentemente deben
ser sacrificados en la Unidad de Producción donde se encuentren e
identificarse plenamente para verificar en cualquier momento su
identidad. No deben sacrificarse con impacto de bala en la cabeza para
asegurar la integridad de las muestras y evitar la contaminación del
ambiente con el agente de la EEB. (OIRSA- 2005)

1.9.4. Legislación

El país debe contar con el marco legal propicio que faculte a los servicios
veterinarios a aplicar las medidas de prevención contra la EEB y este Plan de
Emergencia relativas a:

• La prohibición o aplicación de las medidas de mitigación de riesgo, a las


importaciones de bovinos y sus productos; así como de harinas de carne y
hueso y biológicos originarios de países con riesgo significativo por EEB de
conformidad con las recomendaciones del Código Sanitario para los Animales
Terrestres de la OIE

• La prohibición y vigilancia de la prohibición de alimentar a rumiantes con


proteínas de rumiantes

• Disposiciones y vigilancia de las disposiciones para evitar, en alimento, el


reciclaje para ganado y la amplificación del agente de la EEB en el proceso de
elaboración, distribución, comercialización y etiquetado, sí como la existencia
de registros del origen y destino de las harinas de origen animal y de los
alimentos para animales

• Disposiciones y vigilancia de las disposiciones relativas al uso, elaboración,


importación, distribución, comercialización, etiquetado y registros del origen y
destino de productos biológicos elaborados con materiales de origen bovino;

• Disposiciones y vigilancia de las disposiciones relativas a la transformación de


despojos animales y su empleo en la alimentación animal;
• La declaración obligatoria de la enfermedad y examen de todos los bovinos con
signos clínicos compatibles a EEB

• Examen en laboratorio autorizado de todas las muestras encefálicas tomadas en


el marco del sistema de vigilancia epidemiológica, así como disposiciones para
evitar que los animales de los cuales se hayan obtenido las muestras ingresen a
la cadena alimentaria de las personas o de los animales hasta la comprobación
de resultados negativos a EEB

• La obtención de recursos financieros y humanos, entre otros, para la activación y


ejecución que conlleva la aplicación de este plan de emergencia.

• La coordinación interinstitucional entre los Ministerios/Secretarías de


Agricultura y Ganadería y los Ministerios/Secretarías de Salud. (OIRSA-
2005)

1.9.4.1. POLÍTICA Y CONSIDERACIONES GENERALES

Política general Considerando que la EEB es una enfermedad de


la lista de la OIE, con impacto significativo en el comercio
internacional de ganado y sus productos y que adicionalmente es
una zoonosis, la política a seguir, en caso de su ocurrencia en
territorio nacional, es determinar el origen y la extensión de la
enfermedad en el hato nacional, así como su modo de
diseminación y posteriormente erradicar la enfermedad tan
rápido como sea posible, usando una combinación de estrategias
que incluyen:

 Cuarentena inicial a todo el ganado de las unidades de


producción infectadas o sospechosas. Tomando en
cuenta que la EEB se disemina a través de alimento
contaminado para ganado, no es necesario establecer
áreas de restricción o de control salvo circunstancias
excepcionales; Dirección Técnica de Salud Animal del
OIRSA San Salvador, noviembre de 2005.
Plan de Emergencia ante un Brote de EEB en los países
miembros del OIRSA

 Investigaciones epidemiológicas para determinar la fuente de


infección y posteriormente identificar al ganado y animales bajo
riesgo que pudieron haber adquirido la infección a través de una
exposición común o similar
 Destrucción y disposición sanitaria de los casos confirmados y de
parte o de la totalidad de sus hatos, dependiendo de los hallazgos
derivados de las investigaciones veterinarias
 Vigilancia y monitoreo mediante pruebas post mortem al cerebro
y material de la médula espinal a los animales que determinen las
investigaciones veterinarias, con la finalidad de establecer los
límites del brote, proveer evidencia de la erradicación y
restablecer la condición de libre de la enfermedad
 Cuarentena de por vida con exámenes trimestrales a los animales
determinados bajo riesgo
 Evitar el ingreso a la cadena alimentaria de productos animales
infectados o sospechosos
 Campaña de comunicación al público.
 Políticas de compensación acordadas y compartidas con el sector
productivo El responsable de desarrollar y coordinar el plan de
emergencia será el jefe de los servicios veterinarios nacionales.

Estrategia para el control y erradicación Los detalles de la


política de control y erradicación dependerán del tipo de
incidente que haya dado inicio a la respuesta de emergencia:
EEB en un animal importado, EEB en un animal autóctono o un
caso humano de la variante de Creutzfelt-Jakob. Los detalles
también dependerán de la categorización de los animales
involucrados que hayan resultado de las investigaciones
epidemiológicas. Será mucho más factible recuperar el estatus
libre de EEB si se comprueba mediante investigaciones
epidemiológicas que los casos confirmados son importados. Pero
si resultan autóctonos, significará que el ciclo de transmisión de
la EEB a través de materiales infectados se ha establecido en el
país. (OIRSA- 2005)

III. BIBLIOGRAFIA TIPO APA

 DIRKSEN G, GRÜNDER H, et al. 2005. Medicina interna y cirugía del


bovino.Buenos Aires-Argentina: Inter-Medica; 2005. p.970-973.
 BALFAGÓN P, MONSERRAT R. 2001. La encefalopatia espongiforme bovina: un
problema de salud publicaque genera alarma social. Instituo nacional de salud
publica adjunto de Barcelona. Revision Enf. Emergentes 2001;3(2):78-87. P.80.
 RUSHTON J, VISCARRA R. 2003. FAO. El impacto económico de la EEB en el
sector agropecuario. Proyecto TCP-RLA-1077. p.8.
 ICA, 2008. Encefalopatia espongiforme bovina. Signos clinicos y diagnostico.
Instituto Colombiano Agropecuario. Enlace:
https://www.ica.gov.co/getdoc/d8ff2a8e-2568-41d1-a4b4-e6640499cbe2/Signos-
clinicos-y-Diagnostico.aspx ( visitado el03-06-18).
 DOS SANTOS M. 2014. Destructores de cerebros. Revista AXXON – Argentina.
Enlace WEB: http://axxon.com.ar/rev/149/c-149Divulgacion.htm (visitado 03-06-18)
 2004 – 2008 unas 1,095 muestras de bovinos negativas a la enfermedad. ANDINA –
26/05/10
© Copyright Gestion.pe - Grupo El Comercio - Todos los derechos reservados.
 http://www.censa.edu.cu/wp-content/uploads/2016/09/Belkis-Corona.pdf
 http://www.fao.org/tempref/GI/Reserved/FTP_FaoRlc/old/prior/segalim/animal/eeb/
enfermedad/distri.htm
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 http://wahis2-devt.oie.int/doc/ged/d2933.pdf

 Organismo internacional regional de sanidad agropecuaria (oirsa-2005)

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