Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
86
ENRIQUE TIERNO CALVAN
86
PERSPECTIVAS DE VALORACIÓN SOCIAL EN EL SIGLO XIX : LO CURSI
87
KNR1QUL TIERNO CALVAN
88
PLBSPKCT1\AS DE VALORACIÓN SOCIAL E.N EL SIGLO X I X : LO CUHSI
89
ENRIQUE TIERNO CALVAN
90
PERSPECTIVAS DE VALORACIÓN' SOCIAL EN EL SIGLO XIX : LO CURSI
91
KNKIQUK TIERNO CALVAN
92
I ERSI-ILCTHAS DE VALORACIÓN SOCIAL EN El. SIGLO X I X : LO CVKSI
93
ENRIQUE TIERNO CALVAN
94
PERSPECTIVAS DE VALORACIÓN SOCIAL EN EL SIGLO XIX : LO CURSI
(8) «Señorico, ca, to, ta, tín, de señor, ra. Señorito, ta: el hijo de loe
señores, y por cortesía umversalmente generalizada se suele decir del hijo o
hija de cualquier otro sujeto de alguna representación y aunque no tenga tal
significación social, como sucede en infinitas familias de la clase media, donde
ya los criados saben darlo a los hijos de sus amos, cualesquiera que éstos sean,
y a éstos mismos, siendo matrimonio joven, aquel a quien sirven, y si son
tan torpes que no saben dar dicho tratamiento de señorito o señorita no 6e
descuidan ciertamente sus amos en prevenírselo, como que de lo contrarío
creerían faltar al decoro de su clase; tan cierto es que todo el mando quiere
ser algo, al menos de puertas adentro o en el recinto de su propia casa. Y es
mucha digresión la que hemos hecho.» (Diccionario Nacional de Lengua Es-
pañola, por don Ramón JOAQUÍN DOMÍNGUEZ, año 1848, Madrid.)
En la comedia de NARCISO SERRA, escrita hacia 1850, ¡Don Tomás!, hay un
testimonio clarísimo de la nueva acepción de la palabra «señorito»: «Es una
casnalidad.—Yo nunca suelo tener...—Salió tras de mí una chica en la es-
quina del café,—y no me dejaba andar,—metiéndose entre mis pies,—gritán-
dome: "¡Señorito,—cómpreme usté este clavel'."», Col. de Autores Dramáticos
Contemporáneos, Madrid, 1881, t. I, pág. 401.
(9) MARQUÉS DE VALMAR, apéndice a M. Romanos, Memorias de un seten-
tón, Madrid, 1881, t. II, pág. 233: «Allí no dominaban los pollos ociosos e
95
ENRIQtE TIEB-X) (;.U.VAN
TI
insulsos, que como todo lo saben todo lo miran con superioridad desdeñosa.
Aún no Be habían inventado los cursis, que hoy en el trato social son nuevo
motivo de la separación de las clases.» Según se desprende del párrafo indi-
cado el MARQUES DE VALMAR intuyó la existencia de tin cierto profundo nexo
entre señorito {pollos) y cursis.
(10) De esto 9e tenia plena consciencia en el tiempo en que se extendió la
palabra, según el siguiente texto : «El Gabinete, digo, de esta reina (se refiere
a Agripina) sería hoy cursi seguramente ante el de la esposa de cualquier
director de un crédito mobiliario». Cartas trascendentales escritas a un amigo
de confianza, por don José de CASTRO Y SERRANO, primera serie, 2.m edición;
Madrid, 1863, pág. 58 (la primera edición es de 1860).
96
PERSPECTIVAS DE VALORACIÓN SOCIAL EK EL SIGLO XIX : LO CURSI
97
ENRIQUE TIERNO CALVAN
illl Don JUA.N VALKKA percibió en parte este subsuelo comunitario : «En
cuanto a la antigua cursería hemos dicho que apenas osaba ya nadie acusarla-
de este defecto; defecto, por otra parte, tan vago e indefinible que depende
casi siempre del criterio de Jas personas el hallarle o no hallarle en otras. Lo
que sí ocurre por lo común es que las acusaciones son mutuas. No se da ape-
nas sujeto que al calificar a alguien de cursi haga más que pagarle, porque es.
seguro que los calificados por él le califican a boca llena de lo mismo» {Pa-
sarse de. listo, pág. 433, ed. cit.).
98
PERSPECTIVAS DE VALORACIÓN SOCIAL EN EL SICLO X I X : LO CURSI
99
ENRIQUE TIERNO CALVAN
100
PERSPECTIVAS DE VALORACIÓN SOCIAL EN EL SIGLO X I X : LO CUBS1
III
101
; ENRIQUE TIERNO CALVAN
102
PERSPECTIVAS DE VALORACIÓN SOCIAL EN KL SICLO X I X : l.O CUHSI
103
ENRIQUE TIERNO CALVAN
10*
PERSPECTIVAS DK VALORACIÓN SOCIAL EN EL SICLO XIX : LO CURSI
105
ENRIQUE TIERNO CAI.VAN
106