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Los 10 mandamientos de los padres cristianos

Los 10 mandamientos de los padres cristianos. Estos mandamientos deben ser observados por padres y
madres.

I. Sé ejemplo de integridad

Los padres son el primer modelo de una vida cristiana para los hijos. La forma de amar y servir a Dios se
convierte en la mayor influencia para ellos. Lo que hablamos y lo que hacemos es lo que al final quedará
como enseñanza para los hijos.

II. Edifica a tus hijos con tus palabras

El cariño no solo debe ser demostrado, sino expresado con palabras. Las palabras de afirmación son
parte importante para la personalidad de un hijo. Sin importar la edad que tengan, las palabras de los
padres tienen un impacto directo en la identidad y la estima de los hijos. En este sentido, todos los hijos
deben ser tratados de la misma forma, con el mismo cuidado y amor.

III. Instruye a tus hijos

Los hijos deben ser aconsejados, enseñados e instruidos por los padres. El rey Salomón decía “Instruye al
niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de el” (Proverbios 22:6). Los principios
bíblicos, la educación, el respeto y la moral deben ser aprendidos primeramente en el hogar. Las iglesias
y las escuelas solo fortalecen lo que los hijos aprenden en casa.
IV. Provee alimento, cuidado y protección

Los padres están llamados a proveer todas las necesidades de los hijos. Desde el sustento material que
incluye alimentos, vestido y un techo, hasta la provisión de cuidado y protección, los padres son los
principales proveedores para los hijos.

V. Disciplínalos cuando es necesario

Como parte de la crianza, la disciplina y la corrección deben aplicarse cuando es necesario. El rey
Salomón decía que “la necedad está ligada al corazón del muchacho, más la vara de la corrección lo
apartará de ella” (Proverbios 22:15).

VI. Sé diligente en conocer el estado de tus hijos

Debemos ser responsables en velar por el estado espiritual y emocional de los hijos. Nunca se debe
asumir que todo esta bien. Presta atención a sus palabras, actitudes y reacciones. Habla con ellos, hazles
preguntas, comparte tiempo con tus hijos y asegúrate que no haya nada que ponga en riesgo su salud
espiritual y emocional.
VII. Selecciona a sus amistades

Como parte del cuidado y la protección, los padres deben velar por las amistades de sus hijos. Desde los
amigos en el vecindario, en la escuela y aun los amigos dentro de la iglesia, todos pueden ser una
influencia positiva o negativa.

VIII. Ora por ellos

La oración más poderosa y efectiva por un hijo, viene a través de los padres. Intercede por ellos en todo
tiempo decretando protección sobre sus vidas, declarando las promesas y el propositos de Dios sobre
ellos. En este sentido no debemos olvidar que gran parte de los milagros que Jesús hizo en los
evangelios, fueron precedidos por la oración de un padre o una madre.

IX. Ora con ellos

De igual manera, los padres deben tomar tiempo para orar junto a sus hijos. Esta será quizás una de las
más importantes enseñanzas que se les imparte. El devocional o altar familiar deben ser parte de la
formación de los hijos.

X. Pasa tiempo de calidad con ellos

Al ser los padres la primera y más importantes influencia en la formación de un individuo, es importante
invertir tiempos de calidad juntos. Los padres deben ser deliberados e intencionales en provocar estos
momentos y fomentar la comunión. Ya sea tiempos para conversar, para divertirse o aún para
emprender proyectos juntos.

Importante: Estos mandamientos deben ser exhibidos aun en las familias donde los hijos no son de
ambos padres. Mejor dicho, aun aquellos que nos hijos biológicos deben recibir el mismo trato y
cuidado, pues ellos también tienen las mismas necesidades que los demás. Entendiendo que cada
situación es distinta, los padres deben hacer todo lo posible por dispensar el mismo trato para todos los
hijos.

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