Sunteți pe pagina 1din 3

L CERRO CAMPANA

El GPS señala que estamos a 176 m.s.n.m. y sobre una colina se divisan
figuras esquemáticas que llaman nuestra atención.Estamos ya cerca a los 300
m.s.n.m. y llegamos al “atrapa niebla”, curiosa herramienta elaborada por
Carlos Quiroz. Esta permite monitorear la humedad que después de un
sofisticado proceso el agua cae gota a gota un recipiente. El tiempo y
probablemente algún individuo, han dañado este “atrapa niebla”. Alzamos la
mirada, el viento desvela al Apu y este se muestra en todo su esplendor
mientras que dos águilas sobrevuelan, nos saludan y se retiran. Bajamos las
miradas y una gran hoyada de unos cien metros de profundidad agudiza las
sensaciones. Pareciera que en otro tiempo la cuneta natural fue bloqueada
intencionalmente para formar una especie de “represa”, el tiempo y la arena lo
han ha cubierto, formando una gigantesca barrera de arena. Impresionado por
el paisaje, imagino el lugar con senderos interpretativos y personas caminando,
aprendiendo de la sabiduría de la naturaleza, de las Lomas Costeras.

Carlos y Percy nos llevan a ver el lecho seco de una caída de agua, a la cual
han bautizado con el nombre de “el candelabro”. La pasión de Carlos por las
manifestaciones culturales de nuestros antepasados lo lleva a inferir que es un
gran petroglifo de la misma forma del “candelabro” ubicado en la península de
la Reserva Nacional de Paracas. Lo curioso es que en la parte inferior de este
“candelabro” existe una estructura en piedra tallada. Esta estructura esta
adosada a una gran roca orientada hacia el norte y que conecta en línea recta
el lecho vertical de la caída de agua. Por sus características estructurales
denota su función ritual asociada al agua, pero lamentablemente el lugar ha
sido víctima del saqueo. Restos de osamentas, de cerámica y restos de
envases de conservas de atún se encuentran esparcidos por el área
arquitectónica. Con indignación registramos el recinto y nos apoyamos sobre la
roca madre para ingerir nuestra sabrosa lonchera de desierto.
Sobre nosotros la neblina empieza a cubrir al Apu de las Lomas. El viento nos
refresca, tomamos un camino curvo y bordeado paredes de granito que nos
conduce hasta la “laguna seca”. Seguramente la lluvia en épocas del “Niño”
debe haber llenado esta área formando una represa natural. Un oasis en medio
de dunas de arena, ¡Que placer!
Frente a nosotros divisamos galpones para pollos, un poco más al sur emerge
entre el horizonte de las “achupallas” el tempo colonial de Huanchaco. Atrás de
nosotros las nubes cubren el gran Apu. El viento hace bailar las sombras de las
“achupallas”.
¡Hemos caminado 20 km! La visita fue productiva, el haber conocido lo que
este cerro cobija y gracias a las explicaciones de dos personas involucradas en
su protección, me impulsa escribir esta crónica de viaje. Un primer gesto para
compartir pero también para exhortar a los organismos competentes en agilizar
la protección de las “Lomas costeras” del cerro Campana. Pero para amar hay
que conocer por lo que urge que la población, estudiantes y profesionales de
diferentes disciplinas se involucren en la investigación y difusión de la
importancia ecológica de este relicto ubicado a solo 6 Km. del Distrito de
Huanchaco.

ECOLOGÍA: “LAS LOMAS DEL CERRO CAMPANA”


Según Wikipendia, una reserva natural o reserva ecológica es un área
protegida de importancia para la vida silvestre, flora y fauna, manejada por el
hombre con fines de conservación, de investigación y educación.
Cerca a la ciudad de Trujillo, existe las “Lomas del Cerro Campana”, se llega a
partir del Km 565 de la Panamericana Norte, su ascenso emplea 4 horas
siendo el invierno la mejor época para tomar fotografías de la flora y fauna, a
decir del periodista Guido Sánchez Santur.
Conociendo la importancia del lugar como centro de biodiversidad biológica, en
1999 el Proyecto Especial CHAVIMOCHIC, en coordinación con la Universidad
Nacional de Trujillo, delimitó la que será la futura área de conservación
ecológica las “Lomas del Cerro Campana”, reservando 4,564 has de propiedad
de la irrigación, independizándola e inscribiéndola en los Registros Públicos de
La Libertad
Desde un inicio los técnicos del PECH apoyaron la elaboración del expediente
técnico presentado ante el ex CTAR para su aprobación regional y su
declaratoria como Area de Conservación por el Instituto Nacional de Recursos
Naturales (hoy ministerio de Ambiente), gestión que se encuentra por finiquitar.
La delimitación de la zona ecológica intangible por parte del PECH tiene un
impacto positivo para la conservación del cerro las “Lomas del cerro Campana”;
desde ese año, la entidad se opuso a todo tipo de concesiones mineras
tramitados en la gerencia regional de Energía y Minas; sus brigadas de
seguridad erradicaron invasiones; no obstante ello, algunas personas y/o
empresas lograron su objetivo bajo el ropaje de peticiones mineras, para
instalar galpones avícolas perjudicando el entorno del área de conservación
regional.
Es injusto atribuir responsabilidades al Proyecto Chavimochic en presuntos
deterioros del cerro “Campana” cuando fue ésta institución que hace más de
doce años se interesa por su preservación dado su valor como ecosistema y
biodiversidad donde conviven diversos tipos de vegetación algunas de ellas
nativas y una rica fauna conformada por especies de mamíferos, aves, reptiles,
polinizadores, entre otros.
El trasvase de las aguas del Santa no sólo mejora y amplia el agro regional,
asegura agua potable a más de 700 mil trujillanos para sus actividades
domésticas é industriales, energía eléctrica a antiguos poblados de la parte alta
del valle de Virú, sino también preserva el medio ambiente a través de más de
una decena de convenios con el INC-La Libertad para la identificación,
inventario, rescate de monumentos arquitectónicos y arqueológicos pre
hispánicos a lo largo de 150 km de longitud en los valles de Chao, Virú, Moche
y Chicama.
La construcción del canal madre al valle de Chicama generará más progreso y
bienestar en la región; los profesionales y técnicos del PECH, en acatamiento a
las normas del medio ambiente, cuidarán la integridad de las “Lomas del Cerro
Campana” tal como lo hicieron con las dos primeras etapas, rescatando
valiosas evidencias halladas en la milenaria provincia de Virú.
Hace poco y a petición de la municipalidad distrital de La Esperanza gestiona la
cesión de 17 has para el área ecológica del cerro Cabras donde se instalarán
bosques secos preservando la muralla Chimú de 8 km de longitud, antigua
defensa de la ciudadela de Chan Chan, unida precisamente por ambos cerros.
Hay que trabajar armonizando criterios con los intereses de la región y la
conservación del medio ambiente, esto hará que subsanen las observaciones
para la declaratoria de Area de conservación Regional de Las “Lomas del Cerro
Campana” por el ministerio respectivo y luego elaborar un Plan Maestro de
Manejo, en la que se delimite la zonificación, se elaboren estrategias, políticas
de gestión del área, planes específicos y programas de manejo en coordinación
con la Universidad Nacional de Trujillo, tal como plantea el periodista Sánchez
Santur.

S-ar putea să vă placă și