Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El ambiente que dominaba antes del siglo IV era de superstición, mitos, intentos de
explicar el mundo y la vida pero, bajo argumentos no contrastables con la realidad, a este
tipo de pensamiento se lo llamo pre filosófico, o mejor conocido como mítico, que
buscaban dar respuestas a:
La cuestión de qué es el hombre, y cuál es su origen.
El por qué de la vida y de la muerte.
¿Qué hemos de entender bajo el concepto de " pensamiento pre-filosófico"?
La cuestión del origen del mundo y de la sociedad.
El pensamiento prefilosofico fue sencillamente aquel tipo de pensamiento que se dio antes del
nacimiento de la Filosofía en el siglo VI a.C. en la Grecia antigua: un pensamiento mítico y uno
religioso, que no tenían la pretensión expresa de un conocimiento científicamente fundamentado o
de mayor grado de racionalidad.
La estructura mental del hombre egipcio, lo mismo que la del mesopotámico, arranca del principio
que los autores de la obra han calificado como "pensamiento creador de mitos".
El hombre moderno ve al medio ambiente que le rodea como un “ello”, como algo impersonal,
mientras que el antiguo y el primitivo lo tratan personalmente, a través del “tú”. Así, el moderno
concibe los fenómenos de un modo abstracto, mientras el primitivo y el antiguo los consideran por
medio de la relación concreta, emotiva. De esta manera, el hombre antiguo no se enfrentaba a un
ello (una cosa) sino a un tú (alguien), la naturaleza se hallaba conectada con la sociedad y la
sociedad con ella.
El primitivo no advierte ninguna diferencia entre la realidad y la apariencia. Todo aquello que
pueda a afectar a su entendimiento, a su voluntad o a sus emociones queda establecido en su
conciencia como una realidad. Esta es la causa por la que los sueños son considerados por él
como realidades, tan significativas como la función del comer o cualquier otra actividad.
Vista a través de la relación del hombre con su medio ambiente y por la expresión de sus mitos, la
dimensión conceptual del mundo mesopotámico parece manifestar "una sensación de angustia" Y
un temor obsesivo hacia las fuerzas turbulentas e inexplicables de la naturaleza. En cambio, en
Egipto, el mismo método nos lleva a establecer que la naturaleza con la que el hombre se
relacionaba estrechamente era más benigna, aparte de que la estabilidad social estaba
garantizada por el mismo faraón, quien era el hijo Y la imagen del Creador
En cambio, aunque en Israel el hombre mantuvo una relación emotiva con Dios, el carácter de su
religión no descansa en la naturaleza, sino en Dios mismo, Y aparte, el Dios hebreo es un Dios
ético, no directamente utilitario. En esta religión, Dios se eleva sobre el nivel de un Dios
naturaleza, la trasciende. Aquí, la naturaleza deja de considerarse divina. Es Dios quien prevalece.
La naturaleza es su agente, no su par.
Podemos puntualizar algunos temas:
Probablemente se pregunte el por qué, el cómo y el hacia dónde, pero en esas explicaciones no
encontramos respuestas estrictamente lógicas. Las respuestas, sencillamente, las inventaba; por
eso era infalibles, por eso vivía en un mundo que le resultaba transparente, sin lugar a dudas:
inventaba el porqué de las cosas esquivando el cómo. Pero "cuanto menos se conoce el mundo,
más fácilmente se le explica”. Por ello es que la mentalidad primitiva es esencialmente acrítica.
Esta "unión" se apoya en símbolos. Un símbolo (del griego symballein = correspondencia o unión
de dos mitades) es, pues, una representación que hace aparecer un sentido secreto, es la
epifanía (manifestación) de un misterio" y en tanto que un misterio es, por definición, inexplicable,
el símbolo que los representa nunca quede explicado de una vez y para siempre, sino que
siempre hay que volver a descifrarlo o interpretarlo.
El símbolo no es la cosa, sino su representación. En este sentido, la religión termina por negar los
elementos del mundo físico, haciendo prevalecer una voluntad que apunta "más allá" de lo
meramente existente. La fe o creencias subjetiva es la fuerza motriz que le da origen. Podemos
decir que "en la conciencia religiosa el mito adquiere un nuevo sentido: pasa a ser simbólico. La
religión completa el proceso de desarrollo que el mito como tal no puede completar.
Como síntesis: Tanto el pensamiento mítico como el religioso son las primeras formas de
pensamiento creadas por el ser humano, para dar razón del mundo que le rodea. Mediante ellos,
todo lo que le maravilla y resulta incomprensible llega a tener un sentido. La finalidad de ambos
resulta hacerla de explicar la realidad. Ambas formas de pensamiento son producto de la creación
subjetiva, en cuanto que es una persona la que los produce desde su propia perspectiva; sin
embargo, expresan la manera de pensar y sentir de toda la comunidad. El pensamiento mítico y
en el religioso se encuentran los valores, creencias y costumbres que se tienen en alta
estima dentro de esa sociedad.
Hoy en día, este tipo de pensamiento podría ser una forma errónea de dar razón de las cosas,
pero para los hombres primitivos era el único modo posible y confiable de esclarecer la realidad.
Las ideas enunciadas en ellos fueron aceptadas como "verdaderas" por sus comunidades.
Curiosidades
Hablando de los mitos, es necesario saber cómo eran, por eso, el mito el de Sísifo es un buen
ejemplo, que luego será tomado por algunos filósofos para simbolizar la condición humana actual.
Mito de Sísifo
Sísifo fue promotor de la navegación y el comercio, pero también avaro y mentiroso. Recurrió a
medios ilícitos, entre los que se contaba el asesinato de viajeros y caminantes, para incrementar
su riqueza. Desde los tiempos de Homero, Sísifo tuvo fama de ser el más astuto de los hombres.
Cuando Tánatos fue a buscarle, Sísifo le puso grilletes, por lo que nadie murió hasta que Ares
vino, liberó a Tánatos, y puso a Sísifo bajo su custodia.
Pero Sísifo aún no había agotado todos sus recursos: antes de morir le dijo a su esposa que
cuando él se marchase no ofreciera el sacrificio habitual a los muertos, así que en el infierno se
quejó de que su esposa no estaba cumpliendo con sus deberes, y convenció a Hades para que
le permitiese volver al mundo superior y así persuadirla. Pero cuando estuvo de nuevo en
Corinto, rehusó volver de forma alguna al inframundo, hasta que allí fue devuelto a la fuerza por
Hermes.
En el infierno Sísifo fue obligado a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera
empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia
abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio...