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miércoles, 6 de junio de 2018

La realidad de los estereotipos sexuales en los instrumentos


musicales

Informe de lectura del texto THE SEX-STEREOTYPING

OF MUSICAL INSTRUMENTS por Harold F. Abeles y Susan Yank Porter

En nuestra actual sociedad, día a día nos enfrentemos a estereotipos sexuales en cualquier
ámbito de cosas, en la familia o en el trabajo. En el mundo de la música no es distinto,
específicamente en lo relacionado al objeto más preciado para un músico, su instrumento.

Tal vez, gran porcentaje de los músicos aprendimos determinado instrumento cuando niños
porque alguien nos dijo ese instrumento es de niño o ese es un instrumento más delicado
para una niñita como tú, esta es una realidad muy fuerte, que tal vez uno de sus
fundamentos es relacionar ciertos instrumentos a músicos famosos por la ejecución del
mismo o por la relación al timbre de sus sonidos, donde un instrumento con un sonido
dulce, debería ser ejecutado por una niña, y en su contraparte, un instrumento que produce
mayor volumen o timbres y colores más graves, debería ser ejecutado por un niño.

De esta manera lo refleja un estudio llamado The Sex-Stereotyping of Musical


Instruments realizado en Carolina del Norte en el año 1975 y publicado en 1978, en que a
través de gráficos y estadísticas perfectamente claras, nos podemos dar cuenta de cómo los
humanos entendemos los instrumentos musicales mirados bajo el punto de vista de los
estereotipos sexuales asociados a ellos y a su ejecución. Realmente es un problema
tremendo cuando los estereotipos limitan ciertos comportamientos y/o gustos personales,
1
tal como lo menciona el texto, que existen ciertos instrumentos asociados a la masculinidad
o a la femineidad como la batería y el violín, respectivamente.

De acuerdo a las estadísticas que arrojó el estudio número 1, donde participaron 149
personas donde su misión era escoger un instrumento para su hijo o hija, en cualquiera de
los dos casos. Los resultados fueron claros, la batería y trompeta para los niños, mientras
que para las niñas los predilectos fueron el violín, flauta y clarinete.

Podríamos explicar estos resultados desde una postura generacional 1, ya que desde siempre
se nos han inculcado estas posturas sexistas, tales como relacionar a la mujer con debilidad
y al hombre con fortaleza, en absolutamente todo ámbito.

A diferencia del estudio número 1, por otro lado, el estudio número 4, del mismo texto
(“The Sex-Stereotyping of Musical Instruments” (1978) hace una importante evidencia. Se
experimentó con 47 niños de 3 a 5 años de edad donde ellos se relacionarían con distintos
instrumentos por un momento. Lo que se vio reflejado fue muy distinto a la opinión de los
padres que escogieron instrumentos para sus hijos en el anterior estudio, el resultado de este
experimento reflejó que los niños más pequeños no propenden sexualmente al momento de
la elección de los instrumentos que ellos utilizaron, por lo que se puede concluir que los
estereotipos son un tema de carácter generacional, es decir, mientras los niños son más
grandes, existen más estereotipos que la sociedad va insertando en ellos.

Desde una amplia mirada en los cuatro estudios se puede deducir que la edad es
directamente proporcional a la importancia de los estereotipos en los instrumentos
musicales. Por lo que los adultos son los responsables de esto cambios.

A decir verdad, nuestra realidad universitaria, nuestra tradición musical y todo lo que esté
relacionado a este edificio, no deja de tener un claro estereotipo sexual, un ejemplo es el
bajo porcentaje de profesoras de instrumento o de cualquier asignatura impartida en la
universidad, en relación a los profesores varones, parecida es la realidad del Directorio de
la Sociedad de Música Universitaria (Michigan) del año 1972 y 1974, donde se muestra que

1. que está relacionado con las generaciones en tanto grupo de personas

2
aunque las mujeres constituyen el 25 por ciento de los maestros de cuerdas representan
solo el 3 por ciento de los metales y el 6 por ciento de la percusión (Mayer, 1976).

Situación similar ocurre en nuestra universidad, donde en las clases de mi carrera (Teoría
de la música, tercer semestre), de las nueve asignaturas que curso, solo dos de aquellos
ramos los dicta un profesora. Traducido a porcentaje solo alrededor del 20% de los
docentes que me relaciono son mujeres.

Esta realidad no tan solo es parte de la música docta o académica, sino que también en el
mundo de la música popular, donde podemos notar claramente las marcadas tendencias al
uso de instrumentos predeterminados para hombre y mujer, apelando nuevamente a la
asociación de ser un instrumento fuerte para los hombres y uno sensible para las mujeres,
aunque hay muchas excepciones, como nuestra gran baterista chilena, Juanita Parra, por
nombrar un caso cercano.

En resumen, existe a nivel general un estereotipo sexual relacionado a la práctica, estudio


y enseñanza de los instrumentos musicales, respaldado por una gran legado tradicionalista
que parte desde el día en que nacemos, y que con el pasar del tiempo nos vamos moldeando
a estereotipos que posteriormente marcarán nuestra vida en cualquier situación.

En este contexto la educación y la enseñanza en el hogar son dos ejes fundamentales para
un infante, que en algún caso hipotético quisiera aprender un instrumento que socialmente
es considerado femenino o masculino, y de esta manera poder evitar que los estereotipos lo
hagan desistir de su anhelo de aprender y ejecutar un instrumento, ya que la música,
actualmente, debiese usarse como un medio unificador y no discriminatorio en ninguno de
sus niveles.

Claudio Esteban Reyes Ovando.

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Bibliografía / Referencias

 Cita traducida al español del “The Sex-Stereotyping of Musical Instruments”,


Harold F. Abeles y Susan Yank Porter (1978)
 http://recursostic.educacion.es/artes/rem/web/index.php/curriculo-musical/item/360-
m%C3%BAsica-y-g%C3%A9nero-estereotipos-sexuales-a-trav%C3%A9s-de-la-
m%C3%BAsica
 https://es.thefreedictionary.com/generacional

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