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BIOGRAFIAS DE ARTISTAS AUTORES Y COMPOSITORES
ECUATORIANOS
En esta sección queremos darles a conocer datos breves de la vida de algunos de los
compositores, autores, artistas, músicos y más personajes de nuestra cultura musical.
Aprovéchenla al máximo. Gracias.
A partir del año 1921 con su haber literario musical enriquece el folklore nacional
presentando sus obras: AMOR GRANDE Y LEJANO, NEGRA PENA, TUS OJOS, VASO
DE LÁGRIMAS, ALEJÁNDOSE, CON TUS DESENGAÑOS, MIS PESARES, SOLO,
AÑORANZAS, CUANDO ME MIRAS, OJERAS, ALMAS GEMELAS, OJOS NEGROS, y
quizá el más conocido de todos por lo polémico de su texto, el pasillo REBELDÍA.
En 1925 recorre otros rincones del país como Fiscalizador de Impuestos y en 1945
publica su libro “HUERTO OLVIDADO” para luego viajar a Colombia y radicarse en
Bogotá desempeñándose como Jefe de Redacción de la Revista Estampa, en donde
escucha su pasillo OJERAS grabado por la RCA VÍCTOR bajo el título RECUERDO
ANGUSTIOSO, atribuyendo la composición a los Hnos. López. Por gestiones del
Consulado, hace que se rectifique el error cometido y dicha disquera le propone la
grabación de 12 de sus poesías con música de Francisco Paredes Herrera,
composiciones grabadas en Buenos Aires por la cantante Marta de los Ríos.
La actividad musical comenzó con su primo Pepe Dredsner, primero cantando en casa
y luego en fiestas particulares; cuando aprendieron a tocar la guitarra creció la actividad
musical y sus amigos les llamaban Los Mariachis porque su especialidad era la música
mexicana.
Se ha hecho acreedor a varios homenajes: en 1950 en Chile a donde fue invitado por la
Sociedad de Músicos obtiene también el primer premio en improvisación; en Bogotá en
mayo de 1978 recibió la placa folklórica como el “Folklorista de América”, fue
homenajeado en 1958 en Radio “Tarqui” de Quito en el programa “Fiesta del pasillo” y
otras.
CARLOTA JARAMILLO
Su primer disco lo grabó en los estudios de Radio “El Prado” de Riobamba en 1938, el
pasillo Amor grande y lejano de su cuñado Ángel Leonidas; La emisión de 1000 discos
se agotó muy rápidamente. Luego el pasillo Honda pena de Carlos Villafañe y Guillermo
Garzón, allí grabó alrededor de 10 discos. En 1942 Carlota Jaramillo y Luis Alberto
Valencia graban a dúo para el sello Odeón de Argentina, y después para Ifesa del
Ecuador el pasillo Sendas distintas.
Murió a los 83 años de edad a causa de traumatismos cerebrales producidos por una
caída.
Nació en Cuenca el 8 de Noviembre de 1891 en una casona del barrio de San Francisco.
Hijo único del Profesor Francisco Paredes Orellana, Músico y Organista, Maestro de
Capilla y Cantor de la Iglesia Catedral, de San Francisco y de la capillita de los
Salesianos, calificado de viejo bueno, bonísimo; y de su cónyuge Virginia Herrera, que
falleció joven en Cuenca.
Siguiendo el ejemplo de su padre pronto demostró un claro talento para el arte, y desde
muy niño se interesó en el aprendizaje de la guitarra, la concertina y el armonio, siendo
su progenitor quien le inculcó los rudimentos musicales.
De escasos siete años ingresó a la escuela de los Hermanos Cristianos donde hizo la
Primera Comunión, cantó en el Coro escolar que dirigía el Hermano Agustín y completó
la primaria. Luego pasó al Colegio de San Luis y fue un alumno bueno pero tan
olvidadizo que a veces ni siquiera preparaba las lecciones por componer música. Por
eso, al llegar al quinto curso abandonó los estudios para tomar clases de armonía y
composición con el padre italiano José Nicolás Basso, de la Orden Salesiana.
Era un joven que vivía inmerso entre notas y melodías, componiendo canciones con
tanta facilidad que causaba el asombro de las gentes sencillas de entonces, poco
familiarizada a esta clase de genialidades. En 1910 creó el pasodoble "Viva Plaza"
dedicado al General Leonidas Plaza Gutiérrez y estrenado ese año en Cuenca por la
banda del Batallón "Constitución".
En 1913 compuso el vals "Soy Feliz" dedicado a Rafael Sojos y con Alfonso Estrella
Marchan partieron a la provincia de El Oro en gira artística. Primero estuvo algún tiempo
en Zaruma, organizando una banda militar y conquistando no solamente por su arte,
sino también por sus delicados modales y elegancia en el vestir. Con su amigo eran los
dandies preferidos en todos los ambientes y despertaban ilusiones en los corazones
femeninos. Allí formó la banda de la escuela "Juan Montalvo", actual Centro Escolar
"Guillermo Maldonado".
Paredes era por entonces un guapo mozo que solía brindar por las noches hermosas
serenos. "Garboso, ufano con el buen terno, la pavita de rebeldes crenchas, corbata de
lazo, su flor en el ojal, pantalón listado, el abrigo al brazo.... no le rodaba un moco".
En 1919, durante el trayecto del camino a una serenata vísperas de San Juan, compuso
la música del célebre pasillo "El alma en los labios" basado en la letra del malogrado
vate guayaquileño Medardo Angel Silva, que se empezó a tocar y a cantar con inusitado
éxito y delirante entusiasmo en todo el país. (1)
En 1922 compuso el pasillo "Anhelos" con letra del poeta mexicano Juan de Dios Peza
y viajó a Guayaquil como Director artístico de la fábrica de rollos para pianola de Feraud
Guzmán, donde se mantuvo por seis años, ayudándose económicamente como docente
de música en algunas escuelas fiscales.
Era el más popular compositor nacional no sólo de música sino también de letras que
daba a conocer bajo diferentes seudónimos porque siempre tuvo algo de poeta. Por sus
anotaciones personales sabemos que gustaba firmar sus composiciones utilizando los
más diversos nombres.
(1) Silva se había suicidado la noche del 10 de Junio de 1919 pero la noticia arribó tarde
a Cuenca, pues recién el 15 se enteró Paredes del in suceso, camino de la peluquería
"La Elegancia" de Justo Lucero, que funcionaba en los bajos de la casa de Dña.
Hortensia Mata. Impresionado vivamente, compuso la música que requería letra tan
sentida como bella y el 21 la terminó, cantando el pasillo por primera ocasión la noche
del 22, en el sector de la Virgen de Bronce, ante sus amigos Alfonso Estrella Marchán,
Alberto Andrade Córdova y Víctor Sarmiento.
En 1930 compuso la música del pasillo "Rosario de Besos" con letra del poeta
colombiano Libardo Parra Toro. Esa fue una de las primeras composiciones suyas
grabada por la casa disquera "Víctor" y desde entonces las más afamadas casas
grabaron sus composiciones. El 32 formó el Trío Guayaquil con el tenor Alfonso Calero,
el barítono Carlos A. González, y Paredes en el acompañamiento al piano, realizando
varias giras artísticas por el país.
En 1935 puso música de pasillo al poema "Manabí" de su amigo Elías Cedeño Jerves,
quien se inspiró en una puesta de sol guayaquileña para escribir dichos versos. La
música quedó tan bien y resultó tan hermosa que Cedeño se emocionó enormemente y
desde entonces es el Himno de esa provincia.
En 1936 la banda de la Armada de los Estados Unidos interpretó su obra "Recuerdos
del Chimborazo" en un Concierto al aire libre en Bound Brook, New Jersey, trasmitido
por la Red Azul de la National Brocadcasting Company en onda corta y para América
Latina.
Ese año decidió sentar cabeza y empezó a trabajar como profesor de música de las
escuelas de Guayaquil pero el nombramiento definitivo recién le llegó en 1943.
Enseñaba Cantos y Rondas infantiles de acuerdo a la edad, obras en ritmos nacionales
y nociones sobre teoría musical. Estableció un Plan de Música y Canto para los seis
grados primarios con horas sociales y lo demás. Talentoso y cumplidor en sus horarios,
lo hacía todo con mucha seriedad.
En Agosto del 36 contrajo matrimonio en Quito con la dama guayaquileña Virginia León
Barrera, de familia de músicos como él, matrimonio feliz aunque sin hijos. Tuvo de
testigo al notable músico y compositor Sixto María Duran y volvieron a Guayaquil,
habitando una casa de madera en Clemente Ballen entre Boyacá y García Avilés.
De temperatura nada vulgar, moreno, alto, delgado y de buen porte, "achicaba sus ojos
la espontaneidad de la sonrisa entre la jorga". En política era un convencido militante
socialista que había compuesto la música del Himno de ese partido y en su casa
empezaron a celebrarse las reuniones del Consejo Provincial Socialista del Guayas.
Sufría desde hacía algún tiempo de dolencias estomacales que se le fueron agudizando
con el paso del tiempo al punto que ya no le dejaban salir de su casa y falleció en la
madrugada del 1° de Enero de 1952. Su entierro se realizó el mismo día en el
Cementerio General. Al cumplirse el año sus amigos le dedicaron una hermosa lápida
de mármol. Durante el acto cantó sus canciones la soprano lírica española Maria
Francisca Rimbaud.
Se le conocen 219 composiciones pero el resto de sus obras que suman un total de 857
corresponden a 43 ritmos distintos. No produjo música sacra en razón de sus ideas,
pero fue un romántico que supo cantar al amor y a la mujer, a la nostalgia, a las alegrías
y penas de la vida, así como a la poesía y tristeza de los ratos perdidos.
Existe una recopilación de sus obras con datos biográficos suyos escrita por su pariente
la Dra. Paredes Roldan y titulada "Del sentir cuencano F.P.H. su vida y su obra 1891 -
1952".
“Horas de Pasión”, letra del vate mexicano Juan de Dios Peza con el que traspone por
primera vez las fronteras patrias y alcanza prensajes en Colombia, República
Dominicana, Estados Unidos y España; los pasillos “Manabí”, “Rosario de Besos”,
“Unamos los corazones”, el “Último Pasillo”, “Anhelos”, “Como si fuera un niño”, “Amor
que Renace”, Paloma del ensueño”, Playas del Adiós”, “Por tu amor”, “Un triste
despertar”, “Vamos linda”, y, finalmente, el Pasillo “Tú y Yo” con versos del Dr. Manuel
Coello, que fue llevado por los Hermanos Miño Naranjo a la Segunda Feria de la Canción
Iberoamericana realizada en Barcelona, España, donde obtuvo el Primer Premio. Los
Sanjuanitos: “Cuitas de amor”, “Al pie del Capulí”, “Palomita cuculí y muchos creaciones
más. Pese a lo popular de sus composiciones y el éxito que éstas tenían, de todas las
menciones honoríficas que ganó Paredes Herrera durante su trayectoria de compositor,
a más del título ganado en el Festival Español, sólo utilizó el conferido por el Ministerio
de Educación en que se lo declaraba profesor de música a nivel escolar.
El maestro Castro comenta: “Es falla del sistema que a los jóvenes no les guste nuestra
música ya que es de nuestra propiedad, hay que tenerla viva y no negar lo nuestro…”
Julio Jaramillo
Realizó grabaciones a dúo con muchos personajes entre los cuales se destacan Olimpo
Cárdenas, Alci Acosta, Daniel Santos y otros. Fue sin duda un cantante versátil, su estilo
no se limitó a interpretar el pasillo, entre sus más de cinco mil grabaciones incluyó:
boleros, valses, tangos, cha cha chas, una que otra ranchera y también temas con ritmo
del folklore venezolano y paraguayo.
Nuestro Juramento fue la canción que lo hizo famoso y su disco rompió records de venta
que aún hoy, habiendo transcurrido más de cuarenta años, cuesta mucho alcanzar. De
pronto, Ecuador fue más visible que nunca en el mapa. Desde México hasta Bueno
Aires, pasando por Lima y Caracas sus discos estaban de moda. Julio no se dio cuenta
de lo que estaba ocurriendo hasta que llegó a Montevideo y una multitud de fanáticos lo
fue a recibir para volverlo a bautizar como Mr. Juramento.
…“Julio Jaramillo camino por las mismas calles que nosotros, se guareció bajo los
mismos portales y canto debajo de los mismos balcones, y aun así tuvimos que esperar
el cariño que vimos en su entierro para comprender el significado que tuvo su vida y su
trayectoria musical, recién nos dimos cuenta que del error que habíamos cometido
cuando lo dejamos partir, de la forma que lo hicimos, a buscar en otros países el
reconocimiento que aquí se le negaba”.
Jaramillo es una leyenda y a la hora de calificar a los valores que Ecuador ha tenido a
lo largo de esta centuria, sin duda alguna será considerado como el mejor cantante del
siglo.
Nació en Quito en el populoso barrio La Tola el 23 de Abril de 1918, fueron sus padres
Don Manuel Antionio Valencia y Doña Dolores Córdova quienes en sus hijos Luis Alberto
y Olga Beatriz tienen la representación del arte que ellos también lo practicaron.
Mucho se ha escrito sobre su vida de cantante, formando dúo con su hermana Olga,
Esperanza Rivadeneira, Rigoberto Mena, Nelson Chávez y por último y el más
destacado con Gonzalo Benítez, formando el dúo Benítez y Valencia.
Entre sus más destacadas obras musicales están los pasillos AQUELLOS OJOS, TU
PARTIDA, ACUÉRDATE DE MI, Los Albazos AMOR IMPOSIBLE, POR DONDE
ANDARÁS MI AMOR, y otros ritmos como VASIJA DE BARRO, EL TORO BARROZO,
la tonada LEÑA VERDE, y más.
El artista Ernesto Albán, más conocido como (DON EVARISTO), al despedirlo dijo: “A
PESAR DE QUE FÍSICAMENTE ESTÁ MUERTO, PARA EL FUTURO VIVIRÁ MÁS,
PUES EL DIOS DEL MUNDO QUE ES EL PUEBLO, LO TENDRÁ
PERMANENTEMENTE EN SU MEMORIA”.
NALDO CAMPOS
su hermana Holanda quería que la gente se enterara que hay un muchacho que toca
bien el requinto y formaron un trío para grabar un disco, es así como se hace conocido
en Ifesa. En ese tiempo Julio Jaramillo había llegado al Ecuador y estaba grabando allí
Naldo Campos es el creador de los arreglos de música ecuatoriana en fusión con ritmos
extranjeros, para el artista Héctor Jaramillo, con verdadero éxito.
Tiene más de treinta años de dirigir grabaciones; con el uso de la guitarra como requinto
ha sido PIVOTE del movimiento músico-cultural; ha dirigido a la mayor parte de los
artistas nacionales y entre los extranjeros a Daniel Santos, Alci Acosta, Lucho Barrios,
Pedrito Otiniano, Los Kipus, Orlando Contreras, Tito Cortez, Jesús Vásquez, entre otros;
ha grabado en países como México, Colombia, Venezuela y USA.
Se dedicó a componer, es autor de letra y música de unos 150 boleros, pasillos, valses,
temas bailables y las más importantes: los pasillos TENDRÁS QUE RECORDARME,
POR TI LLORANDO, PARECE MENTIRA, AUNQUE NOS DIGAN AMANTES, el vals
JUNTOS Y AMANTES, entre muchas otras.
NICASIO SAFADI
Nació en Beirut, Líbano, en el año de 1902, arribó a tierra Huancavilca cuando tenía
cinco años de edad y con amigos del barrio de Clemente Ballén y Francisco García
Avilés, aprendió sus primeras palabras en español , posteriormente se nacionaliza como
Ecuatoriano.
En 1910 ya dominaba la lengua de la madre patria y sabía tocar guitarra de “oído”. Todas
las noches de ese Guayaquil que no volverá, “el turquito” alegraba a los habitantes de
su barrio con canciones ecuatorianas. Decidió aprender música a su manera,
dominando la guitarra, el bandolín, el contrabajo y empezó a componer. Al mismo tiempo
formó una serie de dúos con: José Alberto Valdivieso Alvarado (Diablo Ociosos), con
Zapatier, con el “peruano” Chávez y otros, hasta unirse con Enrique “Pollo” Ibáñez y
consolidar el dúo Ecuador.
Uno de sus capítulos más interesantes de su vida fue el viaje que emprendió a Estados
Unidos, en compañía del el “Pollo Ibáñez”, con quien formó el inmortal dúo Ibáñez
Safadi, y que culminó con la grabación de inmortales páginas de nuestro pentagrama
como “GUAYAQUIL DE MIS AMORES”, un pasillo que se convirtió en himno de todos
los guayaquileños. Partieron el 4 de Junio de 1930, en el Transatlántico “Santa Teresa”,
realizando una serie de exitosas presentaciones en ciudades como: Buenaventura,
Nicasio Safadi tuvo muchos discípulos, entre ellos: Carlos Rubira Infante, Olimpo
Cárdenas, Dúo Mendoza Sangurima, Julio Jaramillo, Máxima Mejía, Blanquita
Palomeque, Dúo Saavedra Palomeque, Nancy Murillo, Vicentica Ramírez, Pepe
Oresner, Hnos. Montecel, entre otros.
Contrajo matrimonio con Enriqueta Vásconez en Guayaquil con quien tuvo 5 hijos. En
los últimos años de su vida, una inesperada trombosis lo tuvo durante varios meses
cerca del momento final. Repuesto, a costa de tanto sacrificio, quedó sin embargo
imposibilitado de mover manos y brazos, por lo que no volvió a tocar su guitarra; a pesar
de todo, seguía componiendo llegando a sumar veinte álbumes de sonetos-pasillos. En
los últimos años, fijó su residencia en una villa de la ciudadela “La Atarazana”, frente a
la cual cruza la avenida que hoy lleva su nombre.
Entre sus más destacas obras aparte de GUAYAQUIL DE MIS AMORES recordamos
sus inolvidables temas: “Ojos que matan”, “Invernal”, “Los Jilgueros”, “Si… pero calla”,
“Pobrecito mi cariño”; “Lirios de amor”, “El verso imposible”, “El viajero solitario”,
“Después de aquella noche”, “Sueño y Dicha, “Y yo no he de volver”.
NICOLAS FIALLOS
Nicolás Fiallos nació en Baños, en Tungurahua, el 25 de julio de 1919. Es viudo. Estuvo
casado con Macrina Guevara, con quien contrajo matrimonio cuando él tenía 22 años y
ella un poco menos de 16 años. Tuvo dos hijos: Jaime Enrique y Rafael. Tiene 10 nietos
y 11 bisnietos.
Tiene 160 canciones grabadas. Entre sus canciones más reconocidas se encuentran
los pasacalles: El mendigo, Otro cielo, Rinconcito ecuatoriano; y Adiós guambrita; los
pasillos: Solo, Fatal pasión, Besos, Gracias amor, Olvido, Amor incomparable, Vuelta al
hogar, Te quiero te quiero, Contempla y dímelo, Amémonos; los albazos, Mi dolor, El
mantenedor; los aires típicos: Dos instantes, Toda mi vida y Adiós; y el sanjuanito Linda
baneña. Su fuerte siempre ha sido la música e incluso tiene temas en los que utiliza
poemas, como “Llénalo de amor”, basado en un texto de Amado Nervo.
Fue pintor y dibujante. Trabajó para Ifesa dibujando los avisos de prensa de los
lanzamientos de las nuevas canciones que iban apareciendo. También se dedicó a
pintar las vitrinas del almacén “Emporio Musical”, en Guayaquil. Allí también fue
zapatero, pero el negocio solo duró un año.
Vive al sur de Quito, en un terreno que compró cuando llegó a vivir a la ciudad, de
manera definitiva, hace 40 años. Lo hizo con su mujer, Macrina Emelina, y con los dos
hijos de ambos. Hoy eso parece muy lejano, sobre todo cuando afirma sin problema que
vive en la soledad, y luego lanza una sonrisa. “Mi mujercita falleció cuatro meses antes
“No he tenido que bajarles el tono a las canciones que canto. Las toco en las mismas
notas que cuando empecé a grabar”
Este músico, compositor, pintor, zapatero, tiene en su registro una serie de temas que
han sido cantados por varios artistas, entre ellos Julio Jaramillo, Hnas. Mendoza Suasti,
Paulina Tamayo, Segundo Rosero, Hnas. Mendoza Núñez, Trío Colonial, Teresita
Andrade, Ana Lucia Proaño y Margarita Laso. “Muchos profesionales y artistas
reconocidos han interpretado mis canciones”, dice. ¿Alguna versión favorita? Nicolás
tiene la respuesta precisa: “Todas son muy buenas. Cada una con su estilo, pero
siempre dirigida a darle éxito a la canción”. Años atrás él había sido la voz de sus
canciones o de creaciones de otros, todo por la fascinación que surgió en su natal
Baños, cuando cierto día en casa de su abuela encontró una guitarra vieja y se apropió
de ella. Tenía 7 años. Un año después era el cantante de la familia, de la escuela, de
las fiestas y horas sociales. “Solía cantar canciones a las que les agregaba estrofas que
me iba inventando”, recuerda. Su auditorio se daba cuenta, lo festejaba, eran los
tiempos del juego. Esta época llegó a un punto en el que el deseo de travesear se
tradujo, el día que murió su abuela, en el acto de revisar libros y encontrar un poema.
El autor de esas palabras no importa en esta historia. Lo relevante está en que algo se
movió en el niño para tomar su guitarra y crear una armonía en ritmo de pasillo.“Marchita
flor” dio inicio al compositor.Cuando la luz eléctrica llegó a su hogar, la radio le reveló el
universo de músicos y cantantes. Decidió seguir ese camino. En su primer día en Quito,
un poco antes de cumplir 18 años, consiguió entrar en ella. Julio Cañar, otro baneño
compositor, autor del pasodoble “Sangre ecuatoriana”, lo llevó a radio El Palomar; luego
pasó por radio Bolívar hasta permanecer cuatro años en radio Democracia. Era la época
de las presentaciones en vivo en los estudios, a inicios de los años 40. Nicolás no estaba
solo. Lo acompañaba Vicente Acosta, coterráneo, y juntos formaron el Dúo Los
Baneños, que años después, en un viaje a Guayaquil, se desintegraría.
La historia da su vuelco en 1945, cuando Luis Pino Yerovi lo contrata para que grabe en
su sello “Odeón”. Como parte de su dúo y del grupo Cachullapi, Nicolás empieza una
carrera que lo llevó por varios escenarios del país, a hacer canciones para múltiples
artistas y a ser acompañamiento de otros, todo en medio de una certeza, por la que se
reconoce deudor de quienes vinieron antes que él, a quienes llama sus maestros, “los
buenos compositores”… aunque por una razón que se puede denominar humildad, él
no quiere colocarse en el grupo. Quizá eso sea trabajo de otros.
Esta gran creación “AMARGURA” fue inspirada en el largo romance que dejó profundas
huellas en su vida. En 1956 durante una fiesta particular en Quito, conoció a una gran
artista chilena que desde antes ella tenía el deseo de conocerlo por que admiraba sus
composiciones. Fueron estrechando más su relación hasta que nació el amor entre los
dos, un amor que a pesar de su mayoría de edad, se manifestó desde el comienzo con
la vehemencia y la pasión de los jóvenes, pero era al mismo tiempo un amor prohibido,
puesto que ambos estaban casados y con hijos.
A pesar de esta circunstancia, durante ocho años se amaron ciegamente; pero llegó un
instante en que se dieron cuenta que eso no podía continuar y llegaron a la conclusión
de separarse, era el único remedio, que aunque era muy AMARGO debía curarlos de
aquella gran pasión. Decididos a esto dejaron de verse, pero todo era en vano, a los
pocos días su pasión los empujaba inexorablemente el uno al otro. Finalmente ella con
mayor voluntad que la de don Pedro Echeverría, viajó a los Estados Unidos y no volvió
más. Se fue repentinamente sin decir nada, ni siquiera un adiós; nuestro gran maestro
sufrió mucho, bebió con exceso para mitigar la pena y hasta lloró por la pérdida de ese
carió. En aquellos instantes tan amargos, nació AMARGURA en letra y música, una
tarde del mes de noviembre de 1964. El nombre es AMARGURA y no AMARGURAS y lo
grabó por primera vez el dúo Miño Erazo, con los arreglos y ensayos de Don Pedro
Pablo Perico Echeverría.
Yo llevo en el alma una amargura,
dolorosa espina que me mata,
es que tu partida me tortura
y en silencio lloro mi dolor.
Fuiste tu mi fe y mi esperanza,
dueña de mis sueños juveniles,
eres la ilusión que no se alcanza,
eres tú la dueña de mi amor
Quiera Dios que vuelvas algún día
Para poner fin a mí tormento
Solo tu regreso calmaría
Ya que por tu ausencia me lamento
Vuelve pronto vuelve amada mía
Para así calmar este sufrir.
Esta composición nos describe lo sensible que es el alma de un compositor, quizá
el doble del común de los mortales.
Don Segundo Bautista nació en Salcedo (Cotopaxi) el 23 de diciembre 1935. Guitarrista, pianista,
acordeonista, cantante autor y compositor. Estudió en la escuela de no videntes en Quito. A los
seis años empezó formalmente su aprendizaje de piano, guiado por uno de sus compañeros de
la escuela. La guitarra, en cambio, la aprendió a ejecutar a raíz de una donación que de este
instrumento le hizo la señora Laura Rivera de Arteta, de la Cruz Roja, después de saber de la
gran afición que tenía Bautista por la música. Formó el trío "Los Montalvinos", "Cuerdas y
fantasía" integró el Conjunto Los Barrieros y luego prosiguió como solista.
Entre sus composiciones musicales constan: Collar de lágrimas (fox incaico) (letra de Ruperto
Carrión); Mis tres diablitos (zapateado); Ilusión fugaz (tonada); Me alejo de ti (pasacalle);
Cariñocita (zapateado); Proceso de amor (tonada / Segundo Bautista (música y texto); y la
Fiel cantor y cultivador de la mejor música, Don Víctor Manuel Valencia Nieto, nativo de
Machachi, Provincias del Pichincha, nace el 24 de diciembre de 1894, hijo de Daniel
Valencia y Doña Eloisa Nieto. Terminando sus estudios primarios pasó al Instituto
Nacional “Mejía”, para luego de graduarse continuar sus estudios en “Calígrafo”.
Fue en estos años cuando nace en su corazón y en su alma la vocación del arte musical
como autor y compositor y desde entonces ha venido entregando en cada una de sus
composiciones originales un pedazo de su alma en el pentagrama para hacernos vivir
la triste o alegre evocación de un recuerdo.