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Reseña elaborada por Michelle Brugnera Cruz, 3 de septiembre de 2007

Soares, Magda (2003) Letramento: un tema en tres géneros. Belo horizonte :


Auténtica.

• Letramento en la entrada al diccionario: ¿qué es letramento?

Letramento es una palabra recién llegada al vocabulario de la Educación y de las


Ciencias Lingüísticas. Es una nueva perspectiva sobre las prácticas sociales de escritura.
Nuevas palabras se crean (o a viejas palabras se le da un nuevo sentido) cuando emergen
nuevos hechos, nuevas ideas, nuevas maneras de comprender los fenómenos. Si la
palabra letramento nos causa extrañeza, ya que no es muy antigua, otras del mismo
campo semántico siempre nos han sido familiares como analfabetismo, analfabeto,
alfabetizar, alfabetización, alfabetizado e incluso letrado e iletrado.

Las palabras letramento y letrar no aparecen en diccionarios actuales, apareciendo


apenas en un diccionario de siglo pasado, siendo por lo tanto, caracterizadas como
antiguas. El término actual de la palabra letramento proviene de la palabra literacy de la
lengua inglesa. Literacy viene del latín littera que quiere decir letra, más el sufijo cy que
denota cualidad, condición, estado, hecho de ser. Por lo tanto, literacy es un estado o
condición que asume aquel que aprende a leer y escribir. Está implícito que la escritura
trae consecuencias sociales, culturales, políticas, económicas, cognitivas y lingüísticas. En
esta perspectiva, letramento es el estado o la condición que adquiere un grupo social o un
individuo como consecuencia de haberse apropiado de la lectura y de la escritura.

La palabra letramento tal vez haya surgido en virtud de que no utilizamos la palabra
alfabetismo, mientras su contrario, analfabetismo, nos es familiar. Es decir, conocemos
bien y desde hace mucho tiempo el estado o condición de analfabeto, pero sólo
recientemente su opuesto se ha vuelto necesario, pues recientemente pasamos a
enfrentarnos a una nueva realidad social, en donde se hace necesario hacer uso de leer y
de escribir, saber responder a las exigencias de la lectura y de la escritura que la sociedad
hace continuamente. Un aspecto que, de cierta forma, contribuyó a que se resignificase la
palabra letramento fue la modificación del criterio utilizado en encuestas censales1. En
Brasil este proceso viene sufriendo alteraciones, ya que pasó de la verificación de la
1
En Brasil el censo poblacional es hecho por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística- IBGE
habilidad de codificar y decodificar el nombre a la verificación de la capacidad de usar la
lectura y la escritura para una práctica social. En contrapartida a los países desarrollados,
lo que les interesa es la evaluación del nivel del letramento de la población y no el índice
de alfabetización.

La verdad, los países desarrollados están denunciando los índices de personas que
no incorporan los usos de la escritura, ni se apropiaron plenamente de prácticas sociales
de lectura y escritura. De esa forma, no se está refiriendo a índices de alfabetización y sí a
nivel de letramento. En definitiva, un individuo puede no saber leer ni escribir, esto es ser
analfabeto, más ser de cierta forma letrado.

En que perspectiva, concibiendo el letramento como el uso de la escritura y la


lectura en prácticas sociales, se advierte que los sujetos pueden no saber leer y escribir,
ser analfabetos, más de ser de cierta forma letrado, una vez utilizando la escritura y la
lectura en prácticas sociales. Se modifica la idea de que los analfabetos no practican la
lectura ni la escritura, una vez que en el concepto de letramento ideológico, aun sin ser
alfabetizado, los sujetos pueden alcanzar niveles de letramento superiores al de las
personas con niveles más altos de escolarización porque no es solo la lectura y la
escritura, tan enraizadas la escuela, las que desarrollan tales niveles cognitivos. Existen
otras formas de actividades humanas que pueden desenvolver los aspectos cognitivos del
hombre, como actividades políticas como la militancia en partidos políticos, movimientos de
sociedades civiles, organizaciones y otras que puedan relacionarse con las
transformaciones cognitivas.

A partir de ideas expuestas en el primer capítulo del libro de Soares, se puede


concluir que la palabra letramento surgió debido a transformaciones sociales en curso lo
que acarrea nuevas perspectivas, y nuevas concepciones. Así como se modificó el
significado de alfabetizado, se modificó la concepción de analfabeto, percibiéndose, de esa
forma, que el letramento supera la cuestión del acto de leer y escribir, se refiere, en verdad,
al uso que se hace de la lectura y la escritura socialmente.

• Letramento en texto didáctico: que es letramento y alfabetización:

Analfabeto es aquel que es privado del alfabeto, al que le falta el alfabeto, o sea,
aquel que no conoce el alfabeto, que no sabe leer ni escribir. Analfabetismo es el modo de
actuar como analfabeto. Alfabetizar es lograr que el individuo sea capaz de leer y escribir.
Alfabetización es la acción de alfabetizar, de tornar a alguien alfabetizado.

Es en este campo semántico que surge la palabra letramento. En verdad,


conocemos la palabra letrado que en letras signfica erudito. Conocemos también la palabra
iletrado que significa no tener conocimientos literarios.

La palabra letramento es nueva en nuestra lengua y surgió con la autora Mary KATO
en 1986 en su libro:" En el mundo de la escritura: una perspectiva psicolingüística", siendo
enseguida usada en diversos libros, muchos de ellos de educación.

El término letramento surgió porque apareció un hecho nuevo para el cual


precisábamos un nombre, un fenómeno que no existía antes. Fuimos a buscar la palabra
letramento en la palabra inglesa literacy que significa condición de ser letrado. Está palabra
es del mismo campo semántico que la palabra inglesa literate, que significa persona que
domina la literatura y la escritura. Persona letrada es aquella que aprende a leer y a
escribir y que pasa a hacer uso de la lectura y de la escritura, a introducirse en práctica
sociales de lectura y de escritura, o sea, que hace uso frecuente y competente de la lectura
y de la escritura. La persona letrada pasa a tener otra condición social y cultural, cambia su
lugar social, su modo de vivir, su inserción en la cultura y consecuentemente su forma de
pensar se vuelve diferente. Volverse letrado trae consecuencias lingüísticas, cognitivas.

Letramento es el resultado de la acción de enseñar y aprender las prácticas sociales


de lectura y de escrita. Es el estado o la condición que adquiere un grupo social, o un
individuo, como consecuencia de haberse apropiado de la escritura y de sus prácticas
sociales. Apropiarse de la escritura es volverla propia, o sea, asumirla como propiedad. Un
individuo alfabetizado no es necesariamente un individuo letrado, pues ser letrado implica
usar socialmente la lectura y la escritura y responder a las demandas sociales de lectura y
de escritura.

Una estudiante norteamericana, de origen asiática, Kate M.Chong, escribió un


poema llamado :" Qué es letramento" en 1996. En él, la autora afirma que letramento no
es alfabetización, sino que es placer, es ocio, es informarse a través de la lectura, es usar
la lectura para seguir instrucciones, es leer historias que nos llevan a lugares
desconocidos, es usar la escritura para orientarse en el mundo, es descubrirse a sí mismo
por la lectura y la escritura. El poema muestra que letramento es mucho más que
alfabetización, es un estado, una condición de quien se implica en las numerosas y
variadas práctica sociales de lectura y escritura.
Pero finalmente, ¿por qué surgió la palabra letramento? Palabras nuevas aparecen
cuando nuevas ideas, nuevos fenómenos surgen. A medida que el analfabetismo va siendo
superado, que la sociedad se va tornando cada vez más grafocéntrica (centrada en la
escritura), un nuevo fenómeno se evidencia: no basta con aprender a leer y escribir, sino,
sobre todo, es necesario adquirir competencia para usar la lectura y la escritura, para
involucrarse con prácticas sociales de escritura.

En ese contexto, se hace necesario alfabetizar letrando, o sea, enseñar a leer y a


escribir en un contexto de las prácticas sociales de lectura y de escritura, de modo que el
individuo se torne, al mismo tiempo, alfabetizado y letrado.

El letramento involucra la lectura. Leer es un conjunto de habilidades, de


comportamientos y de conocimientos. Escribir, también es un conjunto de habilidades, de
comportamientos, de conocimientos que componen el proceso de producción del
conocimiento. En esa perspectiva, hay diferentes niveles de letramento, dependiendo de
las necesidades, de las demandas, del individuo, de cuál sea su medio, del contexto social
y cultural.

En una noticia del periódico, se relata que el juez de una ciudad sometió a
candidatos a alcalde y concejal a una prueba de alfabetización, respaldándose en una ley
que prohíbe a los analfabetos ser candidatos a cargos electivos. Para el juez, alfabetizado
era aquel que hubiese cursado primero grado completo y llenase formularios sin
dificultades. El juez definió, de ese modo el nivel del texto que los candidatos debería ser
capaz de interpretar y el criterio de corrección de las repuestas que los candidatos
deberían por lo menos interpretar un texto del diario infantil. De este modo, demostró tener
dos conceptos de alfabetización. El primero es el concepto genérico, esto es, aplicable a
cualquier persona. El segundo es el concepto específico, aquel que es aplicable a las
personas que ejercerán la función de alcalde y consejal. Unos 20 días después se publicó
que el Tribunal Regional Electoral (TRE) se opuso al concepto de alfabetización del juez,
considerando que los candidatos eran alfabetizados si concluían algunas series del primer
grado. El juez y el TRE tuvieron diferentes conceptos de alfabetización. El juez evaluaba el
letramento, en cuanto el TRE evaluaba la alfabetización.

La comparación de los criterios utilizados por el Censo aquí en el Brasil y los


criterios utilizados en países del Primer Mundo es esclarecedora. En los países
desarrollados, la preocupación está en los niveles de letramento, en tanto en Brasil
prevalece el índice de alfabetización. Las condiciones necesarias para el letramento son
primeramente una escolarización real y afectiva del alumno, luego, que haya disponibilidad
de material para lectura.

• Letramento en prueba- Letramento: cómo definir, cómo evaluar, cómo


medir.

Evaluar el letramento de un individuo o de una sociedad constituye un desafío-

¿Cómo podremos encontrar indicadores de niveles de dominio en la capacidad de


escritura y lectura, y de sus usos en las prácticas sociales?

La mayor dificultad para evaluar el letramento, está primeramente en la cuestión de


definirlo, para, a partir de este concepto determinar criterios para evaluarlo.

Pero, ¿qué criterios utilizaremos para mirar las diferentes situaciones en las cuales
los sujetos están insertos?

El texto se propone sugerir una base conceptual para discusión de esas cuestiones
ideológicas y políticas que constituyen el núcleo del problema. Esta no es una tarea muy
fácil si tenemos en cuenta que el letramento cubre una amplia gama de conocimientos, de
habilidades, capacidades y funciones, se ha vuelto difícil contemplar todos estos aspectos
en apenas una definición.

El letramento tiene dos dimensiones, que son por lo menos paradojales, las mismas
son la dimensión individual y la dimensión social. En la dimensión individual, el letramento
es visto en el ámbito personal; en cuanto a la dimensión social, el letramento es visto como
un fenómeno cultural. En diferentes definiciones de letramento encontramos las dos di-
mensiones, lo que la facilita la tarea de elaborar una definición adecuada para este térmi-
no.

Las ideas presentadas por la autora nos hacen percibir que se está proponiendo de-
finir precisamente el letramento, teniendo en cuenta las dimensiones sociales e individua-
les sin perder de vista las diferencias socioculturales de los sujetos. Lo que se pretende
cuestionar en cuanto al texto que no fue muy detallado y explícito, es la cuestión de la ne-
cesidad de evaluar el letramento, de medirlo. ¿Quién tiene interés en esa medición? ¿Para
qué necesitamos clasificar los niveles de letramento? ¿En vista de qué se pretende hacer
esa medición? ¿Quiénes son los beneficiarios? ¿No será esa, otra forma de discriminación
social? Estos son algunos cuestionamientos suscitados y vistos como huecos dejados por
el texto.

Con relación a la Dimensión Individual del Letramento es difícil su definición, pues


letramento implican varias habilidades. La primera dificultad entra en la cuestión de saber
leer y escribir. No se puede confundir y creer que, necesariamente, quien sabe leer sabe
escribir, pues no es exacto. Tenemos que tener en cuenta las peculiaridades de cada una
de estas habilidades.

Por lectura, se entiende que esta supera la decodificación de letras. La lectura impli-
ca diversas habilidades cognitivas y metacognitivas, tales como captar significados, inter-
pretar secuencias de ideas o de eventos, analogías, comparaciones, lenguaje figurado,
relaciones complejas, análogas, y además habilidades para hacer previsiones iniciales so-
bre el sentido del texto, entre tantas otras habilidades.

Por escritura, la dimensión individual de letramento, se entiende como un conjunto


de habilidades lingüísticas y psicológicas, como la posibilidad de registrar unidades de so-
nido hasta la capacidad de transmitir ideas a un supuesto lector. Se trata de un proceso de
expresar ideas y organizar el pensamiento en el lenguaje escrito.

El letramento está constituido por competencias distribuidas de manera continua,


cada punto a lo largo de ese continuo indica diversos niveles de habilidades, capacidades
y conocimiento que puede ser aplicado a diferentes tipos de material escrito. ¿Éstas defini-
ciones, considerando la dimensión individual, determinan qué habilidades de lectura y de
escritura caracterizan a una persona letrada?

Desde la Dimensión Social del Letramento éste es el conjunto de prácticas sociales


ligadas a la lectura y a la escritura en que los individuos se involucran en su contexto so-
cial. Las relaciones entre letramento y sociedad no pueden estar separadas de sus usos,
de las formas prácticas que realmente asumen en la vida social.

En la perspectiva liberal del letramento este es definido en términos de las habilida-


des necesarias para que el individuo funcione adecuadamente en un contexto social. Viene
de ahí el término letramento funcional, definido como los conocimientos y las habilidades
de lectura y escritura que hacen que una persona sea capaz de involucrarse en todas
aquellas actividades en las cuales el letramento es exigido en el contexto social. De esta
forma, el letramento tiene un enfoque de funcionalidad que implica la adaptación de los
individuos. Por lo tanto, el letramento se considera responsable de producir resultados im-
portantes en el desarrollo cognitivo y económico, en la movilidad social, en el progreso pro-
fesional y en el ejercicio de la ciudadanía.

En contraposición al concepto liberal del letramento nos encontramos con la inter-


pretación revolucionaria. En ésta concepción, letramento es esencialmente un conjunto de
prácticas socialmente construidas que involucran la lectura y la escritura, generadas por
procesos sociales más amplios y responsables por reforzar o cuestionar valores, tradicio-
nes y forma de distribución del poder presentes en los contextos sociales.

Algunos autores plantean que el letramento está intrínsecamente ligado a la manera


como la lectura y la escritura son concebidas y practicadas en determinado contexto social.

El autor Paulo Freire fue pionero en la idea revolucionaria de letramento al afirmar


que al llegar a ser alfabetizado, el sujeto tendría un medio para tomar consciencia de su
realidad y de transformarla. Para Freire letramento tanto podría ser un medio para la libe-
ración, como para el sometimiento, dependiendo del contexto ideológico en que ocurra.

Otros autores plantean el letramento como medio para una toma de conciencia para
actuar en vista de una transformación de relaciones y prácticas sociales en que el poder es
desigualmente distribuido. De ésta forma es imposible formular un concepto único de letra,
que abarque todos los contextos culturales y políticos.

En diferentes momentos históricos la concepción de letramento se modificó a lo lar-


go del tiempo. Hubo diferentes usos de letramento, dependiendo de las creencias y valores
en las prácticas sociales de cada época. Hay por lo tanto, diferentes conceptos de letra-
mento, conceptos que varían según las necesidades y condiciones sociales específicas de
determinado momento histórico y de determinada etapa de desenvolvimiento.

Soares propone los modelos autónomo e ideológico de letramento, el modelo autó-


nomo considera el letramento como el uso de las habilidades de lectura y escritura para
atender las exigencias sociales. El individuo debe adaptarse a la sociedad. El tipo de habi-
lidad desvinculada depende de la práctica social en que el individuo se involucre. El mode-
lo ideológico de letramento relacionan las formas que las prácticas de lectura y escritura
asumen en determinados contextos sociales, con las estructuras de poder en una socie-
dad. En ese modelo el letramento aumenta la consciencia de los sujetos sobre sus vidas y
su capacidad de lidiar racionalmente con las cosas, de esa forma puede concientizarse de
su realidad hasta transformarla.
¿Es posible una definición?

Definir letramento es una tarea altamente polémica, lo que significa que la


formulación de una definición, que pueda ser aceptada sin restricciones parece imposible.
Sin embargo, una definición general, ampliamente aceptada se hace necesaria cuando se
pretende evaluar y medir niveles de letramento y para que se pueda determinar criterios
que establezcan la diferencia entre esos niveles.

Soares afirma, que sin una definición precisa de letramento, resulta muy difícil
evaluarla y medirla, A pesar de esto se realizan Censos escolares, investigaciones
estadísticas y otros, con el fin de hacer esa medición en contextos escolares, como por
ejemplo, los Censos Demográficos Nacionales y la Investigación por Muestreo.

Los procesos de evaluación y medición del Letramento realizados en contextos


escolares hacen uso de evaluaciones y mediciones sobre varios aspectos, evaluando de
manera progresiva la adquisición de habilidades, de conocimientos, de usos sociales y
culturales de la lectura y la escritura. No obstante, ellas reducen el significado amplio y
variado de letramento a algunas habilidades y prácticas de lectura y escritura a través de
un proceso de pruebas estandarizadas así como informales.

Esta estrecha relación entre letramento y escolarización reduce más de lo que


expande el concepto de letramento y sus efectos sobre la evaluación y medición de este
son significativos, aunque no sean los mismos en países desarrollados y subdesarrollados.
En los países desarrollados, ser iletrado significa ser incapaz de leer y escribir, por lo tanto,
el letramento es el principal problema y no el no letramento (o analfabetismo). En los
países subdesarrollados, ser iletrado significa ser incapaz de leer y escribir, por lo tanto, el
no letramento (el analfabetismo) es el principal problema y no el letramento.

Los patrones del letramento definido por las escuelas varían de acuerdo con el nivel
social y económico del alumno, siendo casi siempre considerablemente más altos para los
alumnos de las clases más altas. En los países desarrollados, los sistemas fuertemente
organizados prescriben patrones estrictos y universales para las adquisiciones progresivas
de niveles de letramento, mientras tanto en los países en desarrollo el funcionamiento
consistente y discriminatorio de la escuela puede generar patrones múltiples y
diferenciados de adquisición del letramento.
Esas cuestiones contribuyen en la definición de criterios para la investigación y
medición del letramento. En la perspectiva de las ideas expresadas por la autora, surge
que las escuelas poseen un serio problema, que viene de siglos, que es la cuestión de la
evaluación. Muchos autores ya lo cuestionaron, otros tantos ya propusieron nuevas formas
de evaluarlo, pero las escuelas que tienen serias dificultades de atreverse a evaluar de
manera innovadora. Así, la escuela sigue evaluando de manera fragmentada, a veces a
través de estímulo- repuesta, sin tomar en consideración el proceso por el cual el alumno
pasa y concibiendo el error como problema y no como parte importante del proceso de
aprendizaje. De esta forma, el letramento es concebido de manera incompleta y
discriminatoria.

Vale resaltar que la cuestión de la medición del letramento no fue suficientemente


esclarecida y desarrollada en el trabajo de Soares, principalmente en lo que se refiere al
aspecto económico, pues como fue observado, alumnos con mayor poder adquisitivo,
tendrá más oportunidades de tornarse letrados, en cuanto a los que proceden de entornos
con menor poder adquisitivo, serán perjudicados. Se continúa con el cuestionamiento de la
necesidad de nivelar el letramento y medirlo. ¿Al final, quien gana y qué gana con
aquellos datos discriminatorios?

Soares también analiza la evaluación y medición del letramento en Censos


poblacionales. Tradicionalmente, las encuestas del Censo recogen datos sobre el
letramento, básicamente a través de dos procesos. El primero es la autoevaluación, o sea,
el propio informante responde si es alfabetizado, letrado o si es analfabeto o iletrado. El
segundo es la obtención de información sobra la conclusión o no por el informante, de una
determinada serie escolar o sea es la obtención de datos sobre la escolarización formal.

La autora destaca que la definición de letramento y sus criterios para evaluarlos


varían enormemente. La línea divisoria para distinguir el alfabetizado, del letrado y el
analfabeto del iletrado varía de sociedad a sociedad. Personas clasificadas como
alfabetizadas o letradas en un determinado país no lo serían en otro. Analizaremos ahora
los dos procesos de medición del letramento trabajados por la autora.

En el proceso de autoevaluación, la clasificación de un individuo tanto alfabetizado o


analfabeto, letrado o iletrado se basa apenas en la evaluación que el informante hace de
sus habilidades de letramento mas también en la estimativa que hace en las habilidades de
otros habitantes. Con los criterios el informante clasifica a sí mismo y a los otros como
dominando o no las habilidades necesarias para que el individuo sea considerado
alfabetizado y letrado. Las informaciones sobre índices de letramento son muy imprecisas
en estas evaluaciones. Y la principal causa de esto es el no entendimiento de las
concepciones de alfabetizado, letrado, analfabeto e iletrado.

El proceso de conclusión del ciclo escolar, a su vez, es al menos conflictivo, ya que


suponer que la conclusión de una determinada serie escolar es evidencia de letramento es
cuestionable. Esa evaluación ofrece algunas ventajas conceptuales en relación al criterio
de autoevaluación, pero trae serios problemas al basarse en suposiciones equivocadas y
controvertida, ya que el proceso de tornarse letrado es gradual y depende apenas de los
ciclos escolares.

Otro aspecto analizado por Soares a la evaluación y medición del Letramento por
estudio de muestreo. La recolección de datos sobre el letramento en encuestas censales
tiene por objetivo proporcionar, entre muchas otras informaciones sobre características
demográficas, sociales y socioeconómicas, un indicador genérico de la extensión del
letramento de la población como un todo.

Este tipo de evaluación lleva en consideración la dimensión individual y la dimisión


social del letramento. Los elementos por muestreo buscan identificar la práctica real de las
habilidades de lectura y escritura y la naturaleza y frecuencia de usos sociales de esas
habilidades. De esa forma, las encuestas por muestreo tienen como objetivo evaluar y
medir niveles de letramento y no solo el nivel básico de saber leer y escribir.

La discusión propuesta es altamente compleja pero necesaria. Una definición


precisa de letramento es indispensable como parámetro para la evaluación y la medida,
más cualquier tentativa de repuesta a esa exigencia tras serios problemas
epistemológicos. El letramento es una variable continua y no discreta o dicotómica, se
refiriere a una multiplicidad de habilidades de lectura y escritura, que deben ser aplicadas a
una amplia variedad de materiales de lectura y escritura, y comprende diferentes prácticas
que dependen de la naturaleza, estructura y aspiraciones de determinada sociedad.

Por otro lado, los índices de letramento pueden ser utilizados para evaluar e
interpretar cambios de sus niveles a través de tiempos, con base de datos de una serie
cronológica de encuestas. Como el concepto de letramento varía de acuerdo con el
contexto social, cultural y político, la interpretación adecuada de los datos sobre el
letramento requiere conocimiento de las definiciones en base a la cuales fueron evaluados
y medidos, y de las técnicas de recolección de datos utilizadas. El punto principal que
enfrentan ambos conjuntos de problemas no es apenas una cuestión conceptual, sino
también una cuestión ideológica y política. Algunas indagaciones quedan para la reflexión,
aunque para ellas no hay repuestas técnicas, porque se insertan en el campo de las
normas y valores.

Para concluir, pienso que esta obra es de gran valor para iniciar los estudios del
letramento. Es, por lo tanto, una obra introductoria, que deja muchas preguntas para que el
lector reflexiones y se interrogue. Es una obra de introducción de ideas, una propuesta
para repensar la alfabetización y su proceso, y repensar diversos conocimientos tan
arraigados en nuestra cultura. Es una obra que propone cuestiones desafiantes a los
educadores.

Por último, el desafío esta lanzado, ahora vamos de frente.

Traducción realizada por estudiantes de la asignatura Lengua II, IFD Durazno, Año
2018, grupo 2do A bajo la supervisión de la docente. Claudia López

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