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La Teoría de las Inteligencias Múltiples

La Teoría de las Inteligencias Múltiples fue ideada por el psicólogo estadounidense Howard Gardner como
contrapeso al paradigma de una inteligencia única. Propuso que la vida humana requiere del desarrollo de
varios tipos de inteligencia.

Las Inteligencias Múltiples

Howard Gardner y sus colaboradores de la prestigiosa Universidad de Harvard advirtieron que la


inteligencia académica (la obtención de titulaciones y méritos educativos; el expediente académico) no es un
factor decisivo para conocer la inteligencia de una persona.
Un buen ejemplo de esta idea se observa en personas que, a pesar de obtener excelentes calificaciones
académicas, presentan problemas importantes para relacionarse con otras personas o para manejar otras
facetas de su vida. Gardner y sus colaboradores podrían afirmar que Stephen Hawking no posee una
mayor inteligencia que Leo Messi, sino que cada uno de ellos ha desarrollado un tipo de inteligencia
diferente.
Por otro lado, Howard Gardner señala que existen casos claros en los que personas presentan unas
habilidades cognitivas extremadamente desarrolladas, y otras muy poco desarrolladas: es el caso de los
savants. Un ejemplo de savant fue Kim Peek, que a pesar de que en general tenía poca habilidad para
razonar, era capaz de memorizar mapas y libros enteros, en prácticamente todos sus detalles.
Estos casos excepcionales hicieron que Gardner pensase que la inteligencia no existe, sino que en realidad
hay muchas inteligencias independientes.

¿Qué son las Inteligencias Múltiples?

El concepto de Inteligencias Múltiples fue desarrollado por el psicólogo estadounidense Howard Gardner
durante la década de los años 80, y representa una idea muy poderosa: que las capacidades de nuestra
mente no forman parte de una sola habilidad llamada inteligencia, sino de muchas que trabajan en
paralelo y que, muchas veces, son ignoradas o eclipsadas simplemente porque no las valoramos.

De este modo, Gardner rechazaba la idea de que existiese una inteligencia unitaria capaz de ser medida por
pruebas de lápiz y papel. Si los seres humanos nos caracterizamos por ser increíblemente versátiles a la hora
de adaptarnos a retos novedosos e improvisar, ¿por qué deberíamos hacer que la manera en la que medimos
el potencial de nuestra mente sea tan rígida?

¿Por qué no reconocer que todo aquello que nos hace únicos y especiales se encuentra en habilidades
mentales que no tienen que ver solo con resolver puzzles y operaciones matemáticas, sino que también
involucran la sensibilidad artística o la gestión de las emociones?

Así pues, Gardner desarrolló la Teoría de las Inteligencias Múltiples, según la cual cada persona dispone de
varios tipos de habilidades mentales que son independientes entre sí. De este modo, alguien que obtiene una
puntuación de Cociente Intelectual muy alta podría ser muy mala en la mayoría de las inteligencias que son
ignoradas por el test que ha rellenado, y alguien que ha obtenido una puntuación muy baja podría ser un
genio incomprendido en otras habilidades.

Inteligencias múltiples: 8 tipos de inteligencia

La investigación de Howard Gardner ha logrado identificar y definir hasta ocho tipos de inteligencia
distintas. Vamos a conocer de manera más detallada cada una de las inteligencias propuestas por la Teoría
de las Inteligencias Múltiples de Gardner a continuación.

► Inteligencia lingüística
La capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarnos con los demás es transversal a todas las
culturas. Desde pequeños aprendemos a usar el idioma materno para podernos comunicar de manera eficaz.
La inteligencia lingüística no solo hace referencia a la habilidad para la comunicación oral, sino a otras
formas de comunicarse como la escritura, la gestualidad, etc.
Quienes mejor dominan esta capacidad de comunicar tienen una inteligencia lingüística superior. Profesiones
en las cuales destaca este tipo de inteligencia podrían ser políticos, escritores, poetas, periodistas…

¿Cómo mejorar la inteligencia lingüística?

Si quieres conocer más sobre la inteligencia verbal y cómo progresar en este ámbito, te invitamos a leer el
siguiente artículo:

► Inteligencia lógico-matemática

Durante décadas, la inteligencia lógico-matemática fue considerada la inteligencia en bruto. Suponía el axis
principal del concepto de inteligencia, y se empleaba como baremo para detectar cuán inteligente era una
persona.
Como su propio nombre indica, este tipo de inteligencia se vincula a la capacidad para el razonamiento
lógico y la resolución de problemas matemáticos. La rapidez para solucionar este tipo de problemas es el
indicador que determina cuánta inteligencia lógico-matemática se tiene.
Los célebres test de cociente intelectual (IQ) se fundamentan en este tipo de inteligencia y, en menor
medida, en la inteligencia lingüística. Los científicos, economistas, académicos, ingenieros y
matemáticos suelen destacar en esta clase de inteligencia.

¿Es posible mejorar la inteligencia lógico matemática?

Por supuesto que sí. Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este tipo de inteligencia y las claves
para mejorarla aquí:

► Inteligencia espacial

La habilidad para poder observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas está relacionada
con este tipo de inteligencia, en la que destacan los ajedrecistas y los profesionales de las artes visuales
(pintores, diseñadores, escultores…).
Las personas que destacan en este tipo de inteligencia suelen tener capacidades que les permiten idear
imágenes mentales, dibujar y detectar detalles, además de un sentido personal por la estética. En esta
inteligencia encontramos pintores, fotógrafos, diseñadores, publicistas, arquitectos, creativos…

¿Cómo podemos incrementar nuestra inteligencia espacial?

Es una habilidad que se puede mejorar. Aquí tienes toda la información:

► Inteligencia musical

La música es un arte universal. Todas las culturas tienen algún tipo de música, más o menos elaborada, lo
cual lleva a Gardner y sus colaboradores a entender que existe una inteligencia musical latente en todas las
personas.
Algunas zonas del cerebro ejecutan funciones vinculadas con la interpretación y composición de música.
Como cualquier otro tipo de inteligencia, puede entrenarse y perfeccionarse.
No hace falta decir que los más aventajados en esta clase de inteligencia son aquellos capaces de tocar
instrumentos, leer y componer piezas musicales con facilidad.

► Inteligencia corporal y cinestésica

Las habilidades corporales y motrices que se requieren para manejar herramientas o para expresar ciertas
emociones representan un aspecto esencial en el desarrollo de todas las culturas de la historia.
La habilidad para usar herramientas es considerada inteligencia corporal cinestésica. Por otra parte, hay un
seguido de capacidades más intuitivas como el uso de la inteligencia corporal para expresar sentimientos
mediante el cuerpo.
Son especialmente brillantes en este tipo de inteligencia bailarines, actores, deportistas, y hasta cirujanos
y creadores plásticos, pues todos ellos tienen que emplear de manera racional sus habilidades físicas.

► Inteligencia intrapersonal

La inteligencia intrapersonal refiere a aquella inteligencia que nos faculta para comprender y controlar el
ámbito interno de uno mismo en lo que se refiere a la regulación de las emociones y del foco atencional.
Las personas que destacan en la inteligencia intrapersonal son capaces de acceder a sus sentimientos y
emociones y reflexionar sobre estos elementos. Según Gardner, esta inteligencia también permite ahondar
en su introspección y entender las razones por las cuales uno es de la manera que es.
Por otro lado, tanto saber distanciarse de la situación para desdramatizar eventos con un impacto emocional
negativo como saber identificar los propios sesgos de pensamiento son herramientas muy útiles tanto para
mantener un buen nivel de bienestar como para rendir mejor en diferentes aspectos de la vida.

► Inteligencia interpersonal

La inteligencia interpersonal nos faculta para poder advertir cosas de las otras personas más allá de lo que
nuestros sentidos logran captar. Se trata de una inteligencia que permite interpretar las palabras o gestos, o
los objetivos y metas de cada discurso. Más allá de el contínuum Introversión-Extraversión, la inteligencia
interpersonal evalúa la capacidad para empatizar con las demás personas.
Es una inteligencia muy valiosa para las personas que trabajan con grupos numerosos. Su habilidad para
detectar y entender las circunstancias y problemas de los demás resulta más sencillo si se posee (y se
desarrolla) la inteligencia interpersonal. Profesores, psicólogos, terapeutas, abogados y pedagogos son
perfiles que suelen puntuar muy alto en este tipo de inteligencia descrita en la Teoría de las Inteligencias
Múltiples

► Inteligencia naturalista

Según Gardner, la inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y categorizar los aspectos vinculados
al entorno, como por ejemplo las especies animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la
geografía o los fenómenos de la naturaleza.
Esta clase de inteligencia fue añadida posteriormente al estudio original sobre las Inteligencias Múltiples de
Gardner, concretamente en el año 1995. Gardner consideró necesario incluir esta categoría por tratarse
de una de las inteligencias esenciales para la supervivencia del ser humano (o cualquier otra especie) y
que ha redundado en la evolución.
Hay que señalar que aunque para Gardner este tipo de inteligencia se desarrolló para facilitar el uso creativo
de los recursos que nos brinda la naturaleza, actualmente su uso no solo se limita a los entornos en los que
no hay construcciones humanas, sino que estos últimos también podrían ser "explorados" de la misma forma.

En contexto

Gardner afirma que todas las personas son dueñas de cada una de las ocho clases de inteligencia,
aunque cada cual destaca más en unas que en otras, no siendo ninguna de las ocho más importantes o
valiosas que las demás. Generalmente, se requiere dominar gran parte de ellas para enfrentarnos a la vida,
independientemente de la profesión que se ejerza. A fin de cuentas, la mayoría de trabajos precisan del uso
de la mayoría de tipos de inteligencia.
La educación que se enseña en las aulas se empeña en ofrecer contenidos y procedimientos enfocados a
evaluar los dos primeros tipos de inteligencia: lingüística y lógico-matemática. No obstante, esto resulta
totalmente insuficiente en el proyecto de educar a los alumnos en plenitud de sus potencialidades. La
necesidad de un cambio en el paradigma educativo fue llevado a debate gracias a la Teoría de las
Inteligencias Múltiples que propuso Howard Gardner.
Por otro lado, Howard Gardner ha señalado que lo importante de su teoría no son las 8 inteligencias que
propone, sino la conceptualización de la cognición humana como procesos paralelos y relativamente
independientes los unos de los otros. Por ello, ha señalado varias veces que posiblemente las inteligencias
múltiples no son las que él propuso, sino otras que no ha tenido en cuenta o que agrupa bajo el nombre de
una sola inteligencia.

TEORIA DE LA INTELIGENCIA MULTIPLE SEGÚN DANEIL GOLEMAN

"Esta teoría fue propuesta en 1983, por Howard Gardner, psicólogo norteamericano; esta teoría sostiene que
existe un conjunto de habilidades distintas o formas de asimilar el conocimiento, a las que él llamó
inteligencias múltiples, estas conforman la estructura intelectual del hombre. Estas inteligencias pueden ser
modeladas y combinadas de variadas maneras adaptativas por las personas y culturas."
¿Qué es la inteligencia?
Inteligencia es básicamente la habilidad de aprender, comprender y de resolver problemas. El término
inteligencia nace con dos vocablos latinos, Inter: entre, y eligiere: escoger; se refiere a nuestra capacidad de
escoger. En su sentido científico es un flujo cerebral, que nos impulsa a solucionar un problema aplicando una
facultad específica de entre varias opciones. Este no es un acto aislado o independiente en el hombre, esta
ligado a la cultura, creencias, ideologías y al medio ambiente en general. Las inteligencias múltiples se
refieren a la capacidad humana de aprender y aplicar ese conocimiento de múltiples maneras.
Antecedentes
Este es un tema que ya ha sido estudiado en el pasado, por pedagogos que han estudiado y analizado las
distintas formas de adquirir el conocimiento. Personajes con Rousseau, Pestalossi, Freobel, Montessori,
Dewey, entre otros, con distintas metodologías han explorado la mecánica del aprendizaje de las personas, a
través de las experiencias, las relaciones y la integración de ambas en la práctica.
DESCRIPCIÓN DE LOS SIETE TIPOS DE INTELIGENCIA
Según Gardner hay siete formas de inteligencia, cada una es independiente de las demás, con sus propias
reglas, bases biológicas y sus propios procedimientos para desarrollarse.
La Inteligencia Lingüística: esta se refiere al lenguaje; y a la capacidad de una persona para comunicarse.
Siendo el lenguaje nuestra forma de comunicación, esta inteligencia es muy valorada en
la sociedad actual, el sistema simbólico que utiliza son las palabras y requiere del dominio de ciertas
destrezas mentales como la fonología, la sintaxis y la semántica. Los políticos llegan a sobresalir por su
capacidad de expresarse en público.
Los niños piensan en las palabras, les gusta leer, escribir, contar historias, jugar con las palabras y
necesitan libros, elementos para escribir, papel, diarios, diálogos, debates, cuentos, etc.
La Inteligencia Musical: esta habla de la habilidad de producir e interpretar ritmos, tonos y timbres, es
valorada por todas las culturas humanas por ser una forma excelente de expresar emociones. Todos los
músicos y compositores desarrollan este tipo de inteligencia.
Los niños piensan por medio de ritmos y melodías, les gusta silbar, oír, entonar sonidos con la boca cerrada,
llevan el ritmo con los pies o las manos y necesitan tiempos dedicados al canto, asistir a conciertos,
tocar música en la casa o en la escuela, instrumentos musicales, etc.
La Inteligencia Lógico-Matemática: se deduce de la capacidad de una persona en el razonamiento, para
resolver problemas, de comprender y usar la matemática, la lógica y otros lenguajes científicos. Esta
inteligencia es valorada por científicos y especialistas, además de ser temida por los estudiantes. Los niños
piensan por medio de la reflexión, les gusta experimentar, preguntar, resolver rompe cabezas lógicos, calcular
y necesitan cosas para explorar y pensar, materiales para ciencias, cosas para manipular, etc.
La Inteligencia Espacial: es la capacidad de percibir con precisión el mundo viso-espacial que nos rodea, es
indispensable para nuestra adaptación y la comprensión del espacio que nos rodea, la ubicación en un mapa,
de objetos. Es valorada por decoradores, arquitectos, ingenieros, artistas, etc. Los niños piensan
en imágenes y fotografías, les gusta diseñar, dibujar, visualizar, garabatear y necesitan arte, vídeo, películas,
diapositivas, juegos de imaginarios, laberintos, rompe cabezas, libros ilustrados, etc.
La Inteligencia Corporal Quinestésica: son las habilidades necesarias para desarrollar actividades físicas y
artes manuales. Este tipo de inteligencia es desarrolla en atletas, bailarines, además de cirujanos y
costureras. Los niños piensan por medio de sensaciones corporales, les gusta bailar, correr, saltar, construir,
tocar, y necesitan juegos de actuación, teatro, movimientos, cosas para construir, deportes, etc.
La Inteligencia Personal: esta forma de inteligencia es esencial para la vida, permite la asociación entre
la herencia genético-cultural del individuo y su interacción con el medio ambiente. Puede expresarse de dos
maneras:
 La inteligencia intrapersonal o capacidad para analizar y entender los sentimientos de uno mismo. Los
niños piensan muy íntimamente, les gusta fijarse metas, meditar, soñar, estar callados, planificar y necesitan
lugares secretos, tiempo para estar solos, proyectos manejados o su propio ritmo, etc.
 La inteligencia interpersonal o capacidad de percibir y comprender las emociones y conductas de los
demás. Los niños piensan intercambiando ideas con otras, les gusta dirigir, organizar personas, relacionarse,
manipular, asistir a fiestas, mediar y necesitan amigos, juegos grupales, reuniones sociales, festividades,
clubes, etc.

INTELIGENCIA ESPIRITUAL

La inteligencia espiritual no es un monopolio de las religiones, es un patrimonio del hombre.


La inteligencia espiritual relaciona el espíritu y la materia, se ocupa de la trascendencia, de lo
sagrado, de los comportamientos virtuosos: perdón, gratitud, humildad y compasión, de comprender
que somos parte de un todo con el cual necesitamos estar en contacto.
Algunos lo hacen orando, otros asumiendo su responsabilidad social, practicando las
leyes espirituales del amor, paz, felicidad. Son los que mejoran la calidad de sus vidas.
Si el intelecto se olvida de la compañía del espíritu, degrada el medio ambiente, las creencias, la
familia; es decir aquello que más importa. Hoy que la educación descuida la inteligencia espiritual está
creando autómatas altamente capacitados. Para que la tecnología se humanice debe congeniar con la
fuente. El espíritu individual y social se nutren, la enfermedad del espíritu se paga, la bancarrota
espiritual precede a la quiebra económica.

El quiebre espiritual se produce cuando todo tiene precio pero ya nada tiene valor.
Capital y responsabilidad social, cooperación, dimensión ética, fraternidad, solidaridad, son factores
críticos. Si el 80% de la riqueza está en manos del 20% de la gente, hay que apuntar a cómo terminar
con esa desigualdad, la injusticia, la pobreza, y la marginalidad.
Prigogine se rebeló con contra la idea de una naturaleza pasiva, sujeta a leyes deterministas y
atemporales. Einstein dijo "Dios no juega a los dados", para Prigogine nada es definitivo. Aunque el
universo aparece como terminado, existen sin embargo, otros muchos posibles.
El futuro no está escrito, tenemos autoconciencia y la capacidad de crear el porvenir. Con la atención
bien dirigida producimos la energía, con la intención latransformamos en lo que deseamos obtener.
Cualquier cosa crece o se marchita según cómo se la atiende, así la intención programa su
realización. La inteligencia espiritual se fundamenta en principios verdaderos y permanentes y se
materializa cuando las buenas ideas se llevan a la práctica.

La fuerza interior espiritual. Hay que trabajar con uno mismo para que la voluntad llegue más lejos que la
inteligencia. Primero encontremos nuestra misión, luego consultemos con ella, sin limitarnos a la mera
interpretación sensorial. Mis pensamientos crean mi mundo, me alejaré de lo que hago sin querer, y sembraré
la semilla de lo que quiero ser, confiando en mi capacidad, en mis propósitos y superando mis limitaciones.

Coeficientes encadenados. El CI -coeficiente intelectual- mide la capacidad de resolver problemas, el CE,


emocional, la posibilidad de automotivarnos y de motivar, el CES ( coeficiente de inteligencia espiritual) cómo
nos relacionamos con el todo y con los principios universales. El CES tiene la fortaleza del porqué, el CI y
el CCR ( coeficiente de creatividad) sugieren el qué hacer, la visión. El cómo hacer, implica la disciplina
del CEJ - coeficiente de ejecución-, el CE es el Quantum de la pasión. ¿ Cómo convertir espíritu en materia?

Centrada en la misión la inteligencia espiritual orienta a las demás. Nacemos con un potencial: ante cada
estímulo, un espacio de libertad precede a la respuesta, la que mejora percibiendo lo que otros no ven. Si los
valores controlan la conducta, los principios controlan sus consecuencias. El coeficiente de inteligencia
espiritual suma la integridad de sostener los principios primordiales, el hacer y cumplir con las promesas, el
escuchar y seguir la voz de la conciencia.

Para quitar el chaleco de fuerza que traba el potencial humano, se precisan conductores: Claridad en el
querer. Compromiso con el trabajo y no con el dinero que sólo compra la satisfacción. Adaptación de la
acción al talento y a los objetivos. Operar con sistemas y recursos aptos para cumplir con la
misión. Sinergia: el coro armónico con los demás.

¿Debo hacerlo? es la pregunta que pone en marcha a la inteligencia espiritual. Somos libres para elegir
nuestras acciones, lo que no podremos nunca es evitar sus consecuencias.

INTELIGECIA EMOCIONAL

La Inteligencia Emocional es uno de los conceptos clave para comprender el rumbo que ha tomado la
psicología en las últimas décadas.
De un modelo preocupado fundamentalmente en los trastornos mentales por un lado y por las capacidades de
razonamiento por el otro, se ha pasado a otro en el que se considera que las emociones son algo intrínseco a
nuestro comportamiento y actividad mental no patológica y que, por consiguiente, son algo que debe ser
estudiado para comprender cómo somos.
Así pues, la Inteligencia Emocional es un constructo que nos ayuda a entender de qué manera podemos influir
de un modo adaptativo e inteligente tanto sobre nuestras emociones como en nuestra interpretación de los
estados emocionales de los demás. Este aspecto de la dimensión psicológicca humana tiene un papel
fundamental tanto en nuestra manera de socializar como en las estrategias de adaptación al medio que
seguimos.

Inteligencia Emocional: ¿en qué consiste?

Siempre hemos oído decir que el Cociente intelectual (IQ) es un buen indicador para saber si una persona
será exitosa en la vida. La puntuación del test de inteligencia, decían, podría establecer una relación fuerte
con el desempeño académico y el éxito profesional.
No obstante, los investigadores y las corporaciones empezaron a detectar hace unas décadas que las
capacidades y habilidades necesarias para tener éxito en la vida eran otras, y éstas no eran evaluables
mediante ningún test de inteligencia. Es necesario tener en cuenta una concepción más amplia de lo que
son las habilidades cognitivas básicas, aquello que entendemos que es la inteligencia.
Prueba de ello es que empezaron a ganar terreno algunas teorías de la inteligencia que intentaban
comprenderla desde ópticas diferentes, como la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner,
la teoría de Raymond Cattell (y otros) que explicaba las diferencias entre Inteligencia fluida y cristalizada,
o la Inteligencia Emocional que popularizó Daniel Goleman.
Las emociones juegan un papel vital en nuestro día a día

Si pensamos detenidamente en la trascendencia de nuestras emociones en nuestra vida diaria nos daremos
cuenta rápidamente que son muchas las ocasiones en que éstas influyen decisivamente en nuestra vida,
aunque no nos demos cuenta. Podríamos plantearnos: (1) ¿Compré mi coche haciendo cálculos sobre la
rentabilidad y los comparé con otros modelos y marcas? (2) ¿Elegí a mi pareja porque era objetivamente la
mejor opción? (3) ¿Es mi empleo el que me ofrece el mejor salario? Gran parte de nuestras decisiones son
influenciadas en mayor o menor grado por las emociones.
Ante esta realidad, cabe resaltar que existen personas con un dominio de su faceta emocional mucho más
desarrollado que otras. Y resulta curiosa la baja correlación entre la inteligencia clásica (más vinculada al
desempeño lógico y analítico) y la Inteligencia Emocional. Aquí podríamos ejemplificar esta idea sacando a
colación el estereotipo de estudiante “empollón”; una máquina intelectual capaz de memorizar datos y llegar a
las mejores soluciones lógicas, pero con una vida emocional y sentimental vacía. Por otro lado, podemos
encontrar personas cuyas capacidades intelectuales son muy limitadas, pero en cambio consiguen tener
una vida exitosa en lo que refiere al ámbito sentimental, e incluso en el profesional.
Este par de ejemplos llevados al extremo son poco habituales, pero sirven para percatarse de que es
necesario prestar más atención a esta clase de habilidades emocionales, que pueden marcar nuestra vida y
nuestra felicidad tanto o más que nuestra capacidad para puntuar alto en un test de inteligencia convencional.
Para eso es importante profundizar en la Inteligencia Emocional.

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Elementos de la Inteligencia Emocional

El gran teórico de la Inteligencia Emocional, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, señala que los
principales componentes que integran la Inteligencia Emocional son los siguientes:

1. Autoconocimiento emocional (o autoconciencia emocional)

Se refiere al conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo nos influyen. Es


importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta a nuestro comportamiento, cuáles son
nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos débiles. Mucha gente se sorprende de lo poco que se
conocen a ellos mismos.
Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar decisiones cuando estamos en un estado psicológico
poco equilibrado. Tanto si nos encontramos demasiado alegres y excitados, como si estamos tristes y
melancólicos, las decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca racionalidad. Así pues, lo mejor será
esperar unas horas, o días, hasta que volvamos a tener un estado mental relajado y sereno, con el que será
más sencillo poder valorar la situación y tomar decisiones mucho más racionales.

2. Autocontrol emocional (o autorregulación)

El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones, para no
dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son
efímeras y cuáles son duraderas. No es raro que nos enfademos con nuestra pareja, pero si fuéramos
esclavos de la emoción del momento estaríamos continuamente actuando de forma irresponsable o impulsiva,
y luego nos arrepentiríamos.

3. Automotivación

Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer nuestra
atención en las metas en vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo
e iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con tesón y de forma positiva ante los
imprevistos.

4. Reconocimiento de emociones en los demás (o empatía)

Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás
expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección de estas
emociones ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no estrictamente lingüísticos (un
gesto, una reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a establecer vínculos más estrechos y
duraderos con las personas con que nos relacionamos.
Además, el reconocer las emociones y sentimientos de los demás es el primer paso para comprender e
identificarnos con las personas que los expresan. Las personas empáticas son las que, en general, tienen
mayores habilidades y competencias relacionadas con la IE.

5. Relaciones interpersonales (o habilidades sociales)

Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e incluso, en
muchos casos, para un buen desempeño laboral. Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas
personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy
buenas vibraciones; una de las claves de la Inteligencia Emocional.
Así, gracias a la Inteligencia Emocional vamos más allá de pensar en cómo nos hacen sentirnos los
demás, y tenemos en cuenta, además, que cualquier interacción entre seres humanos se lleva a cabo en un
contexto determinado: quizás si alguien ha hecho un comentario despectivo sobre nosotros es porque siente
envidia, o porque simplemente necesita basar su influencia social en este tipo de comportamientos. En
definitiva, la Inteligencia Emocional nos ayuda a pensar en las causas que han desencadenado que otros se
comporten de un modo que nos hace sentirnos de un modo determinado, en vez de empezar pensando en
cómo nos sentimos y a partir de ahí decidir cómo reaccionaremos ante lo que otros digan o hagan.

¿Por qué las empresas necesitan este tipo de inteligencia?

Hoy en día son muchas las corporaciones que invierten grandes sumas de dinero en formar a sus
empleados en Inteligencia Emocional. La razón de esta apuesta estriba en que las empresas se han dado
cuenta de que una de las claves del éxito comercial y de la venta de sus productos radica en el grado en que
sus trabajadores son capaces de reconocer y controlar sus emociones, así como las de sus clientes.
Es casi impensable concebir un comercial de ventas que carezca de habilidades en el trato con los clientes,
un empresario sin motivación para la dirección de su compañía o un negociador que no sepa capaz de
controlar sus impulsos y emociones. Todo el conocimiento técnico basado en la mejor relación entre estudios
académicos y experiencia no será ninguna garantía para estas personas, porque tarde o temprano
malograrán operaciones económicas por un deficiente conocimiento de sus emociones.

Empleados con IE, los más demandados

Cabe resaltar que en el proceso de selección de personal de las empresas la tendencia va enfocada a poner
al candidato en situaciones de fuerte estrés o incomodidad para así poder examinar su reacción y su
capacidad para lidiar con sus emociones.
El psicólogo de las organizaciones Jonathan García-Allen explica: “La época en que los procesos de
selección de personal se basaban en la experiencia laboral y los conocimientos técnicos terminó.
Actualmente, el método ha evolucionado y los aspectos relacionados con la Inteligencia Emocional, como
las habilidades interpersonales y la gestión de las emociones, han cobrado un protagonismo clave. Esta
creciente relevancia del aspecto emocional en el trabajo viene motivada por la tendencia a la tercerización de
la economía en los países occidentales, en que el intercambio económico está mediado por la confianza
entre ambos agentes”.
De ahí se desprende, según señala García-Allen, que los empleados con alta Inteligencia Emocional resulten
mucho más productivos para las corporaciones.

¿Hay evidencia empírica que la sostenga?

El concepto de Inteligencia Emocional cuenta con evidencia empírica de dos tipos. Por un lado, se ha
detectado las partes del encéfalo que intervienen en su aparición y no tanto en la de otro tipo de
procesos mentales. Por el otro, al utilizar test estandarizados para su medición y analizar los datos obtenidos,
se ha visto que la Inteligencia Emocional cuenta con su propia estructura factorial, de modo que correlaciona
positivamente con las puntuaciones generales de CI, pero estadísticamente no se comporta exactamente
igual que estas.

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