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La teoría de la gran explosión, mejor conocida como la teoría del Big Bang, es la más popular
y aceptada en la actualidad. Esta teoría, a partir de una serie de soluciones de ecuaciones
de relatividad general, supone que hace entre unos 14 000 y 15 000 millones de años, toda la
materia del universo (lo cual incluye al universo mismo) estaba concentrada en una zona
extraordinariamente pequeña, hasta que explotó en un violento evento a partir del cual
comenzó a expandirse.
Toda esa materia, comprimida y contenida en un único lugar, fue impulsada tras la explosión,
comenzó a expandirse y se acumuló en diversos puntos. En esa expansión, la materia se fue
agrupando y acumulando para dar lugar a las primeras estrellas y galaxias, formando así lo que
conocemos como el universo.
Hay dos posibilidades y los científicos no se ponen de acuerdo. Los científicos no tienen
una respuesta a la pregunta de si el universo tendrá o no un final o si es o no infinito.
Muerte Caliente
En la actualidad continua la expansión del universo, pero según la teoría del Big Bang, no
lo hará eternamente. El universo tuvo un principio y también tendrá un final. En la actualidad el
espacio tiene 150.000 millones de años luz de un extremo a otro del universo.
Como consecuencia de la fuerza de la gravedad o gravitatoria que atrae a los planetas entre
si, el movimiento expansivo se desacelerará hasta anularse. A partir de este momento se
producirá una contracción del Universo hasta su colapso gravitatorio ; Big Crunch (Gran
Implosión), desapareciendo entonces en la nada.
Si el universo se colapsa podría generarse otro Big Bang. Tal vez ya haya ocurrido antes y
seamos un generación más de un largo linaje de universos
Muerte Fria
Pero hay otras teorías que establecen que el universo podría ser infinito y puede expandirse
hasta la eternidad. No sabemos si el Big Bang generó un universo eterno, pero lo que si es
cierto que la energía liberada mantiene en la actualidad el universo en un proceso de
expansión. El Big Bang todavía sigue.
Resultados de últimas investigaciones indican que el universo no está reduciendo su
velocidad, como creíamos, sino que continua acelerando su velocidad de expansión. Lo
explican argumentando que la energía oscura está repeliendo las galaxias y acabando con el
universo. Esta fuerza destructiva es en la actualidad imposible de detectar y no sabemos por
qué existe y cuál es su origen. Si la energía negra continua separando el universo , en 100.000
millones de años la Vía Láctea sería una galaxia solitaria. El universo comenzó en un instante
pero tendría un largo y difícil final frío
Resumen de la teoría del Big Bang
La teoría o hipótesis del Big Bang (Gran Explosión) para explicar el origen del universo,
es la más aceptada por la sociedad científica en la actualidad.
Según este paradigma el universo comenzó hace unos 14.000 millones de años
con una gran explosión .Inmediatamente después de que ocurriera este fenómeno se crearon
el espacio, el tiempo, la energía y la materia. Todo lo que nos rodea, la ropa, el agua, los
árboles, nuestros coches y casas, absolutamente todo esto está constituido por la materia
formada por el Big Bang. El hidrógeno que tiene el agua, se formó inmediatamente después de
ocurrir el Bing Bang.
Pero como consecuencia de la fuerza de la gravedad o gravitatoria que atrae a los planetas
entre si, el movimiento expansivo se desacelerará hasta anularse. A partir de este momento
se producirá una contracción del Universo hasta su colapso gravitatorio ; Big Crunch (Gran
Implosión), desapareciendo entonces en la nada.
La teoría continúa asegurando que después del colapso total, seguirá una nueva expansión,
otro Big Bang , y así indefinidamente en una infinita serie de Big Bang y Big Crunch que con
justificarían también un número infinito de universos. La teoría no entra a explicar las causas
del Big Bang
La prueba de esta teoría se debe al astrónomo Edwin Hubble, que en 1929 observó
que el universo está expandiéndose continuamente y que por tanto, todas las galaxias se
alejan entre si.
Pero el origen del Big Bang, es el mayor misterio de todos los tiempos. A pesar de que la
llamaos teoría del Big Bang; lo paradógico es que no nos dice nada del Big Bang
La inflación explica cómo una ‘semilla’ extremadamente densa y caliente que contenía toda la
masa y energía del Universo, pero de un tamaño mucho menor que un protón, salió despedida
hacia afuera en una expansión que ha continuado en los miles de millones de años transcurridos
desde entonces. Según la teoría inflacionaria, este empuje inicial fue debido a procesos en los
que una sola fuerza unificada de la naturaleza se dividió en las cuatro fuerzas fundamentales
que existen hoy: la gravitación, el electromagnetismo y las interacciones nucleares fuerte (una
fuerza de corto alcance que mantiene unidos los núcleos atómicos) y débil (la fuerza responsable
de ciertos procesos radiactivos como la desintegración beta). Esta breve descarga de
antigravedad surgió como una predicción natural de los intentos de crear una teoría que
combinara las cuatro fuerzas. La fuerza inflacionaria sólo actuó durante una minúscula fracción
de segundo, pero en ese tiempo duplicó el tamaño del Universo 100 veces o más, haciendo que
una bola de energía unas 1020 veces más pequeña que un protón se convirtiera en una zona de
10 cm de extensión (aproximadamente como una naranja grande) en sólo 15 × 10-33 segundos.
El empuje hacia afuera fue tan violento que, aunque la gravedad está frenando las galaxias desde
entonces, la expansión del Universo continúa en la actualidad.
Teoría inflacionaria
Junto a la que acabamos de ver, esta es otra de las más aceptadas y mejor fundamentadas.
La teoría de inflación cósmica, popularmente conocida como lateoría inflacionaria, formulada
por el gran cosmólogo y físico teórico norteamericano Alan Guth, intenta explicar los primeros
instantes del universo basándose en estudios sobre campos gravitatorios fortísimos, como los
que hay cerca de un agujero negro.
Esta teoría supone que una fuerza única se dividió en las cuatro que ahora conocemos (las
cuatro fuerzas fundamentales del universo: gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y
nuclear débil), provocando el origen del universo. El empuje inicial duró un tiempo
prácticamente inapreciable, pero fue tan violenta que, aún cuando la atracción de la gravedad
frena las galaxias, el universo todavía crece y absolutamente todo en el universo está en
constante movimiento.
El impulsor de esta idea fue el astrónomo inglés Edward Milne y según ella, los datos
recabados por la observación de un objeto ubicado a millones de años luz, deben ser idénticos
a los obtenidos en la observación de la Vía Láctea desde la misma distancia. Milne llamó a su
tesis principio cosmológico.
En 1948, algunos astrónomos retomaron este principio y le añadieron nuevos conceptos, como
el principio cosmológico perfecto. Este establece, en primer lugar, que el universo no tiene un
génesis ni un final, ya que la materia interestelar siempre ha existido y en segundo término, que
el aspecto general del universo no solo es idéntico en el espacio sino también en el tiempo.
Aquellos que rehúsan aceptar que el Universo tuvo un principio, pueden encontrar una opción
satisfactoria en la teoría del estado estacionario. Según ésta, el Universo no sólo es uniforme en
el espacio, sino también en el tiempo; así como, a gran escala, una región del Universo es
semejante a otra, del mismo modo su apariencia ha sido la misma en cualquier época, ya que el
Universo existe desde tiempos infinitos
El Universo era eterno y, aunque se hallaba en expansión, siempre había permanecido igual,
fuera cual fuera la región del espacio que observáramos. Esto era así porque se creaba materia
continuamente, de manera que la nueva materia creada iba ocupando el espacio dejado por las
galaxias en expansión. Esta propuesta recibió el nombre de “Teoría del Estado Estacionario” y
afirma la existencia de un Universo homogéneo, es decir, que tiene el mismo aspecto sea cual
sea la región del espacio que observemos y el tiempoen el que lo hagamos. Estas dos
características, homogeneidad e isotropía, son conocidas con el nombre de Principio
Cosmológico Perfecto. La Teoría del Estado Estacionario rechazaba totalmente la hipótesis de
que existiera una radiación cósmica de fondo, puesto que, según ellos, no había habido ninguna
explosión inicial, lo que significaba que en caso de descubrirse su existencia esta teoría se vería
seriamente comprometida.
De acuerdo con Viquez (2007) en la teoría del estado estacionario, la disminución de la densidad
que produce el Universo al expandirse se compensa con una creación continua de materia.
Debido a que se necesita poca materia para igualar la densidad del Universo, esta Teoría no se
ha podido demostrar directamente. La teoría del estado estacionario surge de la aplicación del
llamado principio cosmológico perfecto, el cual sostiene que para cualquier observador el
universo debe parecer el mismo en cualquier lugar del espacio. La versión perfecta de este
principio incluye el tiempo como variable por lo cual el universo no solamente presenta el mismo
aspecto desde cualquier punto sino también en cualquier instante de tiempo siendo sus
propiedades generales constantes tanto en el espacio como en el tiempo.
Los problemas con esta teoría comenzaron a surgir a finales de los años 60, cuando las
evidencias observacionales empezaron a mostrar que, de hecho, el Universo estaba cambiando:
se encontraron quásares sólo a grandes distancias, no en las galaxias más cercanas.
La prueba definitiva vino con el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas en 1965,
pues en un modelo estacionario, el universo ha sido siempre igual y no hay razón para que se
produzca una radiación de fondo con características térmicas. Buscar una explicación requiere
la existencia de partículas de longitud milímetrica en el medio intergaláctico que absorba la
radiación producida por fuentes galácticas extremadamente luminosas, una hipótesis demasiado
forzada. (SEAMP, 2009)
Es asi como esta teoría perdió su popularidad cuando se descubrió la radiación de fondo, ya que
no la explica de manera natural, en contraste con la teoría de la Gran Explosión. Además, la
suposición de que se crea masa, y justamente en la proporción necesaria para mantener
constante la densidad del Universo, no es totalmente sustentada en ninguna teoría física o hecho
observado
La hipótesis fundamental de los proponentes del Universo estacionario es que nueva materia se
crea continuamente de la nada, con lo cual la densidad del Universo se mantiene constante a
pesar de la expansión. Evidentemente, queda del todo fuera de nuestras posibilidades
comprobar experimentalmente si tal efecto existe. Por otra parte, la teoría no postula que la
materia nueva se crea uniformemente por todo el espacio; podría ser que nace en regiones muy
específicas, como por ejemplo en los núcleos de las galaxias, donde ocurren fenómenos muy
extraños.
La teoría del universo oscilante sostiene que nuestro universo sería el último de muchos
surgidos en el pasado, luego de sucesivas explosiones y contracciones.
El momento en que el universo se desploma sobre sí mismo atraído por su propia gravedad es
conocido como Big Crunch, marcaría el fin de nuestro universo y el nacimiento de otro
nuevo.
Esta teoría fue planteada por el profesor Paul Steinhardt, profesor de física teórica en la
Universidad de Princeton.
A mi juicio, lo que el hombre toma como el Todo, es decir este Universo de galaxias que
puede ser avistado con los más potentes telescopios o percibido con los mejores radiotelescopios
del mundo, es en realidad una parte del Todo.
Sostengo que este universo de galaxias, que el hombre toma por el Todo, es tan sólo el
resultado de un supersol que estalló y se está expandiendo hasta el presente. Pero el universo
de galaxias, cual pompa de jabón que se expande, se halla rodeado de “más allá”. Se trata tan
sólo de una burbuja en el Todo y lo denomino microuniverso.
Este microuniverso debe ser considerado como una miniatura que se halla enclavada en
el Todo al que denomino macrouniverso. (Véase al respecto mi obra: El universo y sus
manifestaciones, Ed. Sapiencia, Buenos Aires. Primera parte, capítulo IV.
Pero hay más todavía. Pienso que no sólo existe este microuniverso que nos contiene,
sino que admito la existencia de otros supersoles de la naturaleza del nuestro. Unos en
formación, otros en pleno estallido, algunos en proceso de expansión como el nuestro, otros
contrayéndose en un proceso inverso y finalmente otros ya compactados y prontos a estallar.
También pienso que alguna vez, estas regiones del Todo, es decir del Macrouniverso,
que circundan la región productora de supersoles (miniuniversos), absorberán a ésta y la harán
entrar en un torbellino en donde la materia será imposible, imposibles los objetos. No podrá haber
nada de eso por tratarse de algo continuo, no puntiforme como nuestro mundo compuesto de
átomos. Así es como ya no habrá entonces más objetos para contar, no más cantidades,
números, nada, sino sustancia universal continua.
Puede que algún día, la astronomía me de la razón. Puede que con telescopios mucho
más potentes que los actuales se detecten otros universos pulsando más allá del nuestro, y que
se hable entonces de pluralidad de supersoles o microuniversos que forman parte de una región
del Macrouniverso total.
Esta hipótesis cosmogónica mía la añado como posibilidad a todas las teorías ya
existentes. Pienso que el Macrouniverso es eterno, que la posibilidad de la existencia de los
supersoles es transitoria, lo mismo que la vida y la conciencia.
Aquí, en este modelo de universo o más bien ahora Macrouniverso, la santa creación no
tiene cabida, porque esta entidad absoluta preexistente desde la eternidad a todo acontecimiento
es dinámica por naturaleza.
Dado que la naturaleza íntima de semejante universo, posee un potencial para una mayor
acción, para una actividad acrecentada a desencadenarse en forma espontánea, es posible
entonces el accidente
Las distintas regiones componentes pueden adquirir carácter dinámico explosivo, y esto
basta para formar luego en cadena cosas que antes no existían como los quarks, protones,
neutrones, electrones, neutrinos y todas las posibles partículas subatómicas.
Nosotros, con nuestros limitados sentidos y nuestro relativo cerebro, podemos captar e
interpretar respectivamente tan sólo una versión entre los múltiples mundos. (Véase del autor de
este artículo: El universo y sus manifestaciones; Buenos Aires, Ed. Sapiencia, páginas: 13—15—
24—59 y Tercera Parte, capítulo III, pág. 237 y sigs.).
La teoría cuántica admite tal posibilidad. Cuando se habla de antimateria (por ejemplo),
de posibles mundos espejados con el nuestro, también se está rozando mi hipótesis. Lo mismo
cuando se mencionan los “agujeros negros” del espacio capaces de compactar la materia a
volumen nulo, haciéndola pasar quizás a otra dimensión a través de un “túnel topológico”.
Esto significa que acepto la teoría del big bang como la más plausible en cuanto al
comportamiento de todas las galaxias que huyan unas de otras según comprobaciones
espectroscópicas fundadas en el efecto Doppler—Fizeau, señal de una titánica explosión. Admito
entonces que nos hallamos comprendidos dentro de una gran catástrofe que abarca a todas las
galaxias.
En efecto. Basta con añadir la eternidad a dichos modelos, para pensar que alguna vez
se tuvo que haber producido lo que hoy somos y nos rodea.
Una creación de la nada, choca con nuestra razón. Más lógico es admitir un universo
increado eterno, en constante dinamismo que ora compone galaxias, estrellas, planetas y vida,
ora se conturba de tal manera que ya nada de eso es posible.
Ya hemos visto desde los aspectos biológico, geológico, y ahora astronómico, que la
sinrazón es el telón de fondo de todo acaecer. Al universo no le importa el sufrimiento la tragedia,
el error, la conciencia de nadie. Prosigue ciego, sordo y mudo su marcha, pleno de accidentes
en los niveles biológico, planetario, estelar, galáctico y mayores aun como lo fue la catástrofe
del big—bang, según esta teoría.
Y por fin, si vamos hacia el panteísmo, si el dios creador es el mismo universo, entonces
debemos concluir en que igualmente se trata de un hacedor débil que jamás logra realizarse en
su supuesta creación, y que, si fuera eterno y eficiente –tanto si se hallara inmanente al mundo
o el mundo consistiera en su emanación— entonces ya tendría que haberlo logrado y por
consiguiente este que habitamos debería ser el mejor de los mundos posibles, pero sabemos, y
no me cansaré de repetirlo, que dista abismalmente de serlo.
Veinte años después de Emanuel Swedenborg, la primera teoría moderna sobre el origen
del Sistema Solar fue expuesta por el filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804), quien
en 1754 expuso en su libro “Allgemeine Naturgeschichte und Theorie des Himmels” (Historia
Universal de la Naturaleza y Teoría del Cielo), que nuestro Sistema Solar surgió de una nebulosa
protosolar que se fue condensando. Los pequeños grumos fueron adquiriendo rotación y se
fueron asociando para constituir conglomerados de materia, que posteriormente vendrían a ser
los planetas.
La hipótesis de Kant no puede explicar dos aspectos muy importantes en nuestro Sistema
Solar:
a. El proceso de aglomeración que pasaría a constituir los planetas, haría
que los mismos girasen en sentido retrógrado, por efecto de la fuerza
gravitatoria.
b. No explica como una nebulosa con gases y polvo en estado caótico,
adquiere movimiento de rotación.
A los pocos años, el filósofo francés Pierre Simon de Laplace (1749-1827) escribió
en 1796, en su libro “Exposition du Sistema du Monde” que nuestroSistema Solar surgió a partir
de una nebulosa primitiva de naturaleza incandescente con una condensación central y rodeada
por una atmósfera extensa y muy tenue. Por efecto de la fuerza centrífuga, de la misma se
desprendieron cantidades de materia que constituyeron anillos de equilibrio inestable, los cuales
se fragmentaron y posteriormente se condensaron en torno a puntos, para constituir los planetas.
La hipótesis de Laplace adolece de las mismas deficiencias de Kant, pero explica muy bien
otros aspectos. Entre sus deficiencias se encuentra:
a. No explica el mecanismo de condensación de los planetas. Cada anillo
al separarse, continuaría girando en torno al astro central.
b. No explica el mecanismo de disgregación de la nebulosa en anillos
concéntricos, que posteriormente constituirían los planetas.
c. Esta teoría no respecta el principio de conservación del momento
angular.
d. La teoría no puede explicar la distribución del momento angular en el
Sistema Solar.
Entre sus aciertos:
a. La gran correspondencia de los planos de las órbitas de los planetas con el
plano ecuatorial del Sol.
b. La pequeña excentricidad que poseen cada una de las órbitas de los planetas,
siendo prácticamente circunferencias.
c. Las diferencias entre los planetas terrestres y gaseosos.
La hipótesis de Kant-Laplace fue aceptada de manera general sin casi ningún tipo de
discusión hasta que en 1859, James Clerk Maxwell (1831-1879), al analizar los anillos de
Saturno, llegó a la conclusión de que un anillo constituido por gas y polvo sólo podría
condensarse en una acumulación de pequeñas partículas y nunca podría formar un cuerpo
sólido, debido a que las fuerzas gravitatorias lo fragmentarían antes de que se materializara su
condensación.
La mejora de Faye, tampoco explica los diferentes ángulos de inclinación de los ejes de giro
de los planetas.