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La Mina de Agua Sucia

Cuenta la historia, que hace muchos años en un pequeño poblado cercano al rio
Cececapa llamado Los Plancitos, vivió un hombre que conocía la ubicación de la
verdadera Mina de Agua Sucia.

Sin que nadie supiera el motivo, cada viernes de la semana el hombre acudía
misteriosamente a la Mina de Agua Sucia llevándo consigo una gallina blanca y un manojo
de velas de cera de castilla, con los cuales practicaba sacrificios en honor de la enigmática
criatura que cuidaba celosamente el encanto y las riquezas de La Mina de Agua Sucia.

Un dia, la única hija del hombre, ansiosa por descubrir el sitio al que su Padre se dirigía
cada Viernes con la gallina y las candelas lo siguió con mucha cautela para no ser
descubierta.

La astucia de la jóven siguiendo a su padre fué tan grande que logró llegar al lugar donde
estaba la Mina, pero su estancia fue fugáz pues al llegar al sitio vió como se levantaba un
enorme remolino que se acercaba violéntamente a ella, obligándola a huír y dejándola al
descubierto frente a su Padre, quién enfurecido por tal atrevimiento la castigó
severamente.

Y, esque no era raro que el hombre guardara celosamente la ubicación de la Mina de


Agua Sucia, pues se dice que al afortunado hombre cada vez que llegaba a la mina se le
aparecía un enorme lagarto de oro, el que después de los sacrificios ofrecidos le permitía
al dichoso hombre cortarle un pedazo de su cola de oro macizo.

Los habitantes del pueblo aseguraban que el hombre viajaba a El Salvador a vender el oro
que obtenía de La Mina de Agua Sucia, sin embargo los aldeanos nunca supieron que la
mina era el hogar del lagarto de la cola de oro que renacía.

La Lluvia de Peces
Según el folclore, popular, es un fenómeno meteorológico extraordinario que sucede
en la ciudad de Yoro, a un kilómetro de distancia, hacia el Suroeste de la población, en
la llanura llamada "El Pantano", que limita al Oeste con el cerrito de "El Mal Nombre".
Consiste en una lluvia de peces que se sucede anualmente, entre los meses de mayo
y julio, iniciando generalmente a las cuatro o cinco de la tarde, con una nube negra,
seguida de fuertes descargas eléctricas, que aparece en el cerro de Mata Agua.

Según los habitantes de Yoro, este fenómeno ha venido ocurriendo en esta zona
desde hace más de un siglo.
Testigos de este fenómeno señalan que comienza con un oscurecimiento del cielo
causado por nubes densas, seguido por relámpagos y truenos, vientos fuertes, y una
lluvia copiosa que dura de 2 a 3 horas (comportamiento típico de las tormentas
tropicales). Una vez que la lluvia ha cesado, los pobladores encuentran cientos de
peces esparcidos por el suelo, aún vivos. Los pobladores los recogen y transportan a
sus casas para cocinarlos y comerlos posteriormente.
Los peces son de agua dulce, siempre se los encuentra vivos, y, según los
pobladores, no son del tipo de peces que se encuentra en áreas cercanas.
Muchas personas atribuyen la aparición de los peces al milagro de un sacerdote
católico español, el padre Manuel De Jesus Subirana, considerado por muchos como
un santo. Subirana visitó Honduras entre 1856 y 1864. Al encontrar mucha gente
pobre y hambrienta, oró durante tres días y tres noches pidiendo a Dios un milagro
que ayudara a los pobres a conseguir alimento.

Pero Varias teorías se han formulado para explicar científicamente, este curioso como
interesante fenómeno; pero la que parece más acertada es la que lo atribuye a una
tromba marina procedente del Atlántico, por la constante dirección de donde la nube
procede, por ir el aguacero acompañado de frecuentes y formidables descargas
eléctricas, y por caer invariablemente en la planicie de "El Pantano", en donde, debido
a la existencia de minerales de hierro, hay quizá, un polo que atrae a la tromba, en la
cual vienen los misteriosos pececillos.

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