Sunteți pe pagina 1din 2

PERSPECTIVA SOBRE LA INSEGURIDAD DE CALI

En el presente documento pretendo abordar el tema de la inseguridad pública de la ciudad de


Cali; y para ello indudablemente he de remitirme a la información más confiable a la que los
medios nacionales e internacionales de información me permitan llegar, para que con estos
datos pueda por ultimo presentar un juicio crítico acerca de los problemas de fondo que estos
medios no dejan tan claros y que se deben mencionar, para así pasar por ultimo a postular
alguna(s) posible(s) solución(es) a las problemáticas expuestas.

El comienzo de la mirada al problema.

Según los indicadores que la propia alcaldía ofrece la inseguridad de Cali es muy alta, siendo la
tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes de 82 a 66 (año 2014), ganándole esto
notoriedad negativa a la ciudad, al punto, además, de hacerla ver como una de las más inseguras
del mundo, o al menos así lo plantea el portal web Archdaily que la ubica en el puesto 21 del
ranking mundial, aunque este último apelativo se de en base a una característica particular de
la delincuencia, el asesinato; postulando el hecho de la ciega de vidas como la consecuencia
ultima de la gran masa de situaciones decadentes que se presentas en la ciudad, siendo la
principal la tasa de desempleo que es del 11.9% según el boletín de empleo de la misma alcaldía
de la ciudad (agosto-octubre de 2017); ya que es indudable que cuando no hay cómo sostener
la existencia, siendo esto el simple vivir aunque sea sólo con las condiciones más fundamentales,
y esto, de una manera socialmente aceptada, es natural y consecuente -por el impulso de
aferrarse a la vida-, que se llegue a procurar la existencia aunque sea de una manera socialmente
no aceptada, conociéndose esto como delinquir.

Planteamiento de preguntas.

Pero entonces ¿esa gente que delinque es el principal autor de la inseguridad pública? Esta
pregunta más que retorica se podría tomar como ontológica, pues no es una pregunta por el
autor inmediato y visible sino por el autor oculto, mimetizado, al que poco se busca pues su
naturaleza es más chocante y difícil de tratar que la de una banda de sicarios o una pandilla de
barrio - a los cuales se les mete a la cárcel o se les retira la vida, ya que poco pueden hacer contra
el gobierno que tiene muchos más medios y fuerza de acción – y me refiero al mal que drena
continuamente recursos y vitalidad al gobierno y por ello a la sociedad, la corrupción.

Una aclaración.

Pero antes de seguir creo necesario para no caer en un despropósito de ambigüedad, el traer a
colación la cuarta definición de la RAE sobre la corrupción:
“En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la
utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra
índole, de sus gestores.”

Continuación del trato al problema.

Siguiendo ahora con que, según los estudios realizados por Noticias Caracol, el Valle del Cauca
y por ende Cali como su capital, presentan un ITD (índice de Transparencia Departamental) de
74.4, el quinto más bajo del país (2015), pero tengo que decir que claro, esto, aun así, no indica
que no haya corrupción. Existe entonces un índice de 25.6 de no transparencia en los negocios
gubernamentales del Valle del Cauca, mostrándonos esto una posibilidad de la corrupción en
Cali, de al menos un 20% - aunque siendo información no actualizada se podría pensar que es
menos-, de los por lo menos 1000 empleados públicos entre contratistas y nombrados, según el
SIGEP (Sistema de Información y Gestión de Empleos Públicos) de Colombia (2017), mostrando
esto que han presentado algún comportamiento sospechoso, poco transparente o corrupto.
Esto quiere decir que al menos 200 personas con influencia en el gobierno de Cali y por ende en
la sociedad caleña, son el factor base de la inseguridad en Cali.

Pero ¿Quiénes son? y ¿por qué siguen en esos cargos del poder público? Son dos preguntas
sobre las cuales se pueden ofrecer distintas respuestas, siendo las más certeras, por lo menos a
la primera de ellas, las dadas por las entidades pertinentes de orden público, las cuales tiene los
medios y la información para hacer el rastreo de las operaciones de los funcionarios públicos,
pero que a su vez son sólo una herramienta que necesita un empleador, el cual con la
información decide cómo obrar y es ahí donde se da la respuesta a la siguiente. Pero
quedándome entonces con la información de la que dispongo trataré de contestar esta segunda
pregunta, sacando unas preguntas derivadas, las cuales ayuden a ver el problema más
ampliamente y son: ¿Por qué una persona que no cumple el trabajo por el que se le paga sigue
en su puesto de trabajo? Y antes de esto ¿cómo llegó a tomar este cargo?, encontrándose un
esbozo de respuesta a ellas en la página web de la alcaldía de Cali, que muestra que el alcalde
tiene como su tercera función el “Dirigir la acción administrativa del municipio; asegurar el
cumplimiento de las funciones y la prestación de los servicios a su cargo; representarlo judicial
y extrajudicialmente; y nombrar y remover a los funcionarios bajo su dependencia y a los
gerentes o directores de los establecimientos públicos y las empresas industriales o comerciales
de carácter local, de acuerdo con las disposiciones pertinentes.”; esto sin ignorar claro el sistema
libre aspiración a cargos públicos y por competencias que tiene la ciudad; dejándonos entonces
con que el alcalde de la ciudad es quien pone a cargo y destituye a los funcionarios de su
gobierno y además es el principal veedor de la transparencia y buen proceder de estos
funcionarios públicos de Cali; pero claro, esta es una de sus mucha funciones, las cuales también
requieren tiempo y dedicación. Pero por supuesto él no es el único que puede estar tras la buena
labor de los funcionarios públicos, pues la sociedad caleña no se divide en gobernantes con
poder absoluto y ciudadanos sin voz ni voto, sino todo lo contrario, son los ciudadanos (en
forma general, tanto participantes de cargos públicos como no participantes de estos) los que
en conjunto tienen el poder y son los funcionarios públicos (ciudadanos particulares encargados
por la generalidad de los ciudadanos para velar por los intereses de la generalidad) los que
siguen lo estipulado por los primeros.

Así la solución más amplia sería que la sociedad caleña en general se interesara más por los
procesos que se llevan a cabo en el gobierno, pidiendo más claridad, una redición de cuentas
más amplia, para que de este modo se tenga un gobierno más limpio, haciendo esto que los
recursos sí se destinen para lo que fueron concebidos y de este modo la sociedad caleña reciba
lo que le es propio y beber del gobierno, una buena educación, un sistema de salud que
realmente cubra las necesidades de los ciudadanos, una mejor infraestructura y preparación de
nuestros servidores de orden público, y claro, una gama de empleos amplia, producto de que
las industrias locales hayan sido apoyadas por un gobierno con la posibilidad de hacerlo, entre
otras muchas cosas.

S-ar putea să vă placă și