Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando
pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2
“Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad,
no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te
consumirán” Isaías 43:2 (NTV)
En el Salmo 116:7 (RVR) la Biblia dice:¡Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha
hecho bien! (NTV). ¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila, que el Señor ha sido bueno
contigo!”
Esto no es solo buena sabiduría espiritual del Señor; también es sabiduría para tu salud. La
Biblia dice que un corazón en paz es un corazón saludable: Proverbios 14:30 El corazón
apacible es vida para la carne (RVR) “La paz en el corazón da salud al cuerpo.” (NTV).
No es lo que comes lo que destruye tu salud, sino lo que te come a ti es lo que la deteriora.
Puedes tener los mejores planes saludables —consumir comida fresca, nutritiva, orgánica y en
las porciones apropiadas— pero si tienes resentimiento contra alguien o te preocupas por el
futuro, tu salud va a sufrir.
Enfrentamos todo tipo de preocupaciones en nuestras vidas, pero la mayoría de ellas giran en
torno a estas cinco áreas. Nos preocupamos:
Ahora…
Se requiere más que fuerza de voluntad para dejar de preocuparse. Ya lo sabes, porque ya lo
has intentado. Has pensado: “No debería preocuparme sobre esto”, aun así, sigues
preocupándote.
Va a tomar más que fuerza de voluntad el dejar de preocuparse. Se requieren cuatro cosas:
1. Tienes que conocer a Dios.
Jesús dice en Mateo 6:32 “32 porque los gentiles se angustian por todas estas cosas, pero
vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas.
La versión TLA dice: “Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen
como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan” (TLA).
Si no tienes una relación con Dios, tienes toda la razón para preocuparte. ¡Tienes que conocer
a Dios! Como creyente, tienes un Padre Celestial quien ha prometido cuidarte. Eres un hijo de
Dios, y los hijos tienen privilegios especiales. Cuando te preocupas, Dios dice: “Tú eres mi hijo.
¿Por qué estás actuando como un huérfano?”.
Significa que Dios habita en la alturas, eso significa que Dios está por sobre tus problemas, él
está por sobre tu circunstancia.
Una rueda de bicicleta se compone de llanta, los rayos (o radios) y el eje o buje. La rueda sin el
eje que está en el centro, pierde su equilibrio, no puede avanzar, tambalea.
No puedes vivir tu vida sin que Dios este en el centro de tu vida. Poner a Dios en el primer
lugar reducirá el estrés.
Lo que quieras que Dios bendiga en tu vida, ponlo primero a Él en esa área.
¿Quieres que Dios bendiga tu negocio? Ponlo a Él primero en tu negocio.
¿Quieres que Dios bendiga tu matrimonio? Ponlo a Él primero en tu matrimonio.
¿Quieres que Dios bendiga tu tiempo? Ponlo a Él primero en tu tiempo.
¿Quieres que Dios bendiga tus finanzas? Ponlo a Él primero en tus finanzas.
¿Cuál es el resultado de seguir estos pasos? Una paz mental increíble: Leer Primero (RVR)
Filipenses 4:7 “Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a
comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de
Cristo” (Filipenses 4:7 TLA).
Si tienes una relación con Dios por medio de Jesucristo, conoces a Aquel que ha creado tu futuro. Sus
promesas acerca de tu futuro dan vida, no preocupaciones que destruyen tu estómago.
Una de esas 7.000 promesas bíblicas dice: “Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo.
Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te
quemarás; las llamas no te consumirán” Isaías 43:2 (NTV)
No tienes por qué preocuparte. Aquel que sostiene tu futuro, lo caminará junto a ti.
Haz esta oración hoy: “Padre celestial, Admito que a veces, me olvido que tú estás conmigo. ¿Perdóname por
hacerlo? Necesito conocerte mejor. Necesito conocer, mejor tu Palabra y tus promesas. Ayúdame a ponerte
primero, en cada área de mi vida. Ayúdame a vivir un día a la vez. Ayúdame a no preocuparme, por el mañana
y enfocarme en lo que estás haciendo, en mi vida justo ahora. Quiero confiar en tu promesa, de cuidar de cada
una de mis necesidades –financieras, familiares, físicas, sociales, espirituales y emocionales. Ayúdame a confiar
más, y preocuparme menos. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.