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MACHISMO Y ESTEREOTIPOS: Idiosincrasia a superar.

Es indudable la gran influencia del machismo en las sociedades


latinoamericanas, incluyendo al Perú. Enraizado en el pensamiento colectivo,
pretende alzarse como justificación frente al oleaje de casos de violencia contra
las mujeres; reportados con mayor frecuencia en el territorio nacional.

La violencia contra la mujer está asociada estrechamente al sistema


patriarcal o sistema machista, como se le llama coloquialmente. Este
sistema justifica, reproduce y tolera una serie de imaginarios y prácticas
entre hombres y mujeres, que partiendo de la desigualdad y
discriminación de géneros, termina afectando la vida familia. (Oblitas,
2009, p. 301).

El machismo se expresa a voluntad con la aceptación silenciosa de ideas


estereotipadas e inculcadas desde el seno familiar. En ese sentido, su existencia
persiste en la idiosincrasia tanto de hombres como de mujeres; quienes lo
consideran como una situación normal, puesto que al crecer en un ambiente
donde diariamente se manifiesta en su máxima expresión, generan tolerancia
psicológica hacia la violencia.

Este machismo se traduce en actitudes cotidianas de violencia. Es así


que, según el sondeo, el 59% de entrevistados confesó que una familiar
o conocida había sido víctima de agresión verbal, el 45% dijo que conocía
a mujeres que sufrieron agresión física, el 40% a mujeres que padecieron
acoso callejero y el 14% a víctimas de violación sexual. (Diario Perú 21,
2016)

Pese a ser una lamentable realidad vivenciada constantemente en muchos


lugares del país; existe muy poco interés científico en indagar respecto a sus
causas y consecuencias, así como en la propuesta de posibles soluciones
respecto a ello.

Sin embargo, el problema del machismo no ha sido abordado lo suficiente


por los analistas sociales en relación a la violencia doméstica. Los
estudios en torno a la construcción de la masculinidad, el machismo y las
relaciones violentas al interior de las familias peruanas aún son escasos.
También son escasas las investigaciones que describen y vinculan las
concepciones autoritarias y de poder entre los miembros de la familia.
(Oblitas, 2009, p. 304).

Los estereotipos de género, o modelos de comportamiento para hombres y


mujeres; son construcciones sociales intrínsecas a la existencia humana en sí
misma y su vida en colectividad.

“Por naturaleza, el ser humano piensa con estereotipos. Cuando observamos lo


que pasa en el entorno, nuestro cerebro procesa de manera casi automática la
información detectando los estereotipos”. (Guitton, 2017).
Sin embargo, se han visto estrechamente influenciadas por el machismo, cuyas
repercusiones se manifiestan de un sinfín de formas: violencia de pareja,
feminicidio, violencia intrafamiliar, entre otras.

La noticia de que el día del censo que hace poco hubo en el Perú una
trabajadora de dicho censo fue violada mientras trabajaba, nos recordó
que el Perú es el país más machista de América Latina y que ocupa el
tercer lugar a nivel mundial en violencia de género.
Solo en los primeros meses del 2016, el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables, registró un total de 24 feminicidios y 66 intentos
de este delito. Al año el promedio de feminicidios llega a 120 o 130 en
todo el Perú. (Blanco, 2017, p. 2).
Bajo ése orden de ideas, resulta a todas luces la nocividad de los estereotipos
de género en la sociedad peruana. Éstos son definidos como sigue.
Son ideas, creencias y opiniones preconcebidas que por lo general se
asientan en prejuicios, ideas falsas sobre la realidad social y cultural,
mitos, etc. Por lo general, se expresan en burlas, chistes, críticas,
valoraciones, rechazos, etc. Hacen mención al cuerpo de las mujeres y
utilizan lenguajes sexistas. (Vega, 2015, pp. 2 – 3).
El sexismo es una de las múltiples maneras por las que el machismo sigue
perdurando al interior de la colectividad nacional, pretendiendo legitimar los
abusos desmedidos generados por hombres abusivos hacia las féminas de su
entorno social y familiar.
La creencia de que un sexo es superior al otro. En nuestras sociedades
patriarcales, casi siempre el sexo que se cree superior es el masculino.
Hay muchas manifestaciones del sexismo tales como androcentrismo,
insensibilidad al género, dicotomismo sexual, familismo, sobre
generalización, etc. (Vega, 2015, p. 5)
Como tal, el machismo ha logrado generalizarse y expandirse a sectores como
el desarrollo económico y la industria cinematográfica nacional. Al respecto,
Vega (2015) sostuvo: “Sueldo de una mujer equivale al 67% de lo que gana un
hombre en el Perú”. (p. 9).
El país es machista y clasista y los temas del cine no escapan a eso. Hay
una falta de educación audiovisual y el cine comercial es reflejo del país.
Por un lado, aún se cree que las mujeres pueden tocar solo temas
femeninos, y por otro, prima la visión de pensar solo en consumidores
hombres, o para espectadoras que solo les gustan los karaokes filmados
y el romance básico. (Wiener, 2018, citando a Delgado, 2018).
A pesar que aún hay bastantes aspectos por mejorar, existen algunos avances
en aras a la igualdad real entre hombres y mujeres. “La población femenina
económicamente activa pasó de 4’996.000 personas a 6’832.000 entre el 2001
y el 2013”. (Vega, 2015 citando a INEI, 2013, p. 9).
En los últimos años, y de manera general, podemos afirmar que Perú ha
logrado avances en cuanto a la igualdad de género y el empoderamiento
de la mujer.
A pesar de estos avances en áreas como el fortalecimiento institucional,
la reducción de la mortalidad materna o el acceso a la educación primaria,
persiste la existencia de grandes brechas de género que afectan, en
mayor medida, a mujeres y niñas en situación de pobreza, indígenas que
viven en zonas rurales de la sierra o la Amazonía. Además, los logros
alcanzados son, en muchos casos, muy inestables, lo que ocasiona que
estos grupos vivan en una situación de gran vulnerabilidad. (Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2012, p. 14).
El machismo es un problema social de carácter mundial, por lo que los gobiernos
del planeta tienen gran preocupación por lograr un efectivo empoderamiento
para las mujeres.
La igualdad de género, la autonomía y el empoderamiento de las mujeres
es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y una prioridad para el
Sistema de Naciones Unidas (…) El Perú en respuesta a los compromisos
internacionales suscritos con el fin de erradicar las brechas de género y
de todas las formas de discriminación por sexo, tiene el desafío de
incorporar en las políticas públicas el enfoque de género. (Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2012, p. 6).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Blanco, H. (Ed.). (2017). Lucha Indígena N° 135. En El Perú es el país más
machista de América Latina. Lima: Editorial Lucha Indigena.
Diario Perú 21. (2016). El 74% considera que el Perú es una sociedad machista
[Infografía]. Recuperado de https://peru21.pe/lima/74-considera-peru-
sociedad-machista-infografia-225689
Guitton, M. (2017). ¿Los estereotipos de la mujer peruana, para bien o para mal?
Recuperado de
http://semanaeconomica.com/hagamosclic/2017/05/10/los-estereotipos-
para-bien-o-para-mal/
Oblitas, B. (2009). Investigaciones sociales. (Vol.13). (N°23). En Machismo y
violencia contra la mujer. Lima: UNMSM/IIHS.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2012). Estrategia de


igualdad de género. PNUD Perú. Recuperado de
http://www.undp.org/content/dam/peru/docs/Empoderamiento/Estrategia
%20de%20Igualdad%20de%20Genero%20de%20PNUD%20Peru.pdf
Vega, Z. (2015). Taller de capacitación “Enfoque de género en las entidades
públicas: una mirada a las estrategias comunicacionales”. En Estereotipos
y sexismo en la comunicación pública: Ejercicios. Recuperado de
https://www.mimp.gob.pe/webs/mimp/tallercomunicateg/pdf/02-
Estereotipos-y-sexismo-en-la-comunicacion-publica_ZadithVega.pdf
Wiener, G. (2018). El país es machista y clasista y los temas del cine no escapan
a eso. Recuperado de https://larepublica.pe/domingo/1216753-el-pais-es-
machista-y-clasista-y-los-temas-del-cine-no-escapan-a-eso
ANEXOS

Figura 1. Infografía sobre el machismo en la sociedad peruana


Fuente: Diario Perú 21 y Pulso Perú. (2016).
Figura 2: Publicidad sexista peruana basada en estereotipos de género.
Fuente: Hospital Chalaco III y Municipalidad de Ventanilla.

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