Se trata de una bicicleta de tres ruedas con motor eléctrico que funciona a energía solar. Permite además la tracción a pedal, con una autonomía de funcionamiento de 45 kilómetros y una capacidad de carga de hasta 250 kilos.
Mide 3 metros de largo por 1,3 de ancho, tiene frenos
de seguridad y un límite de velocidad de hasta 10 kilómetros por hora. Es de fácil mantenimiento y reparación, y le brinda a los recicladores urbanos protección contra la lluvia y el viento. Además, les provee un espacio de carga ordenado. Así, el proyecto ofrece una alternativa viable para reemplazar la tracción a sangre y dinamizar el tránsito en las ciudades.