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FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS

ADMINISTRACION DE NEGOCIOS INTERNACIONALES

 Asignatura:

 Tema:
 Profesor:
 Alumno :

Alejandro Olave, Fernando. 15090137


Contenido

Introducción .............................................................. Error! Bookmark not defined.

Capítulo1: Aspectos teóricos de la integración y el RegionalismoError! Bookmark


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1.1. Teoría clásica de la integración .................. Error! Bookmark not defined.

1.1.1. El concepto de integración económica en perspectiva histórica ... Error!


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1.1.2. Etapas de los procesos de integración .. Error! Bookmark not defined.

1.1.2.1. Zona o área de libre comercio ....... Error! Bookmark not defined.

1.1.2.2. Unión aduanera ............................. Error! Bookmark not defined.

1.1.2.3. Mercado Común ............................ Error! Bookmark not defined.

1.1.2.4. Unión económica .......................... Error! Bookmark not defined.

1.1.2.5. Comunidad económica o integración económica total .......... Error!


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1.1.3. Objetivos de la integración económica Error! Bookmark not defined.

1.1.4. Costos-beneficios de la integración económicaError! Bookmark not


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1.1.5. Efectos estáticos y dinámicos de la integraciónError! Bookmark not


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1.1.6. Creación y desviación de comercio ..... Error! Bookmark not defined.

1.2. Teoría del nuevo regionalismo.................... Error! Bookmark not defined.

1.2.1. El nuevo regionalismo en américa latina y el caribeError! Bookmark


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1.3. La teoría del regionalismo abierto de CEPALError! Bookmark not
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Capítulo 2: La política peruana de integración comercial con el mundo .......... Error!


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2.1. Política económica y apertura al mundo ..... Error! Bookmark not defined.

2.1.1. Acceso a productos de mayor calidad y menores precios ............... Error!


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2.1.2. Contacto con avances tecnológicos y científicosError! Bookmark not


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2.2.3. Mejores sueldos y calidad de empleo ..... Error! Bookmark not defined.

2.2. Tratados internacionales de asociación estratégica firmados por el Perú


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2.2.1. Ventajas y desventajas pueden traer los tratados de libre comercio Error!
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2.2.2. Acuerdos comerciales mantiene vigentes el PerúError! Bookmark not


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2.2.2.1. Mercosur-Perú ................................. Error! Bookmark not defined.

2.2.2.2. Organización Mundial de Comercio (OMC)Error! Bookmark not


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2.2.2.3. Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC) ... Error!


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2.2.3. Afectación sobre abandono otras plataformas de negociación ........ Error!


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2.2.4. ¿Por qué negociar con países grandes y no solos con países pequeños,
como el Perú? ............................................................... Error! Bookmark not defined.

2.2.5. ¿Cómo se benefician los consumidores con los acuerdos comerciales?


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2.3. Análisis globales que se hayan hecho de estas políticasError! Bookmark
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2.3.1. Afectación sobre el precio de la canasta básica familiar ................. Error!


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2.3.2. ¿Los acuerdos comerciales generan más empleo?Error! Bookmark not


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2.3.4. ¿Con el TLC se creará más empleo en las regiones?Error! Bookmark


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2.3.5. Afectación al acceso de medicamentos genéricosError! Bookmark not


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2.3.6. La salud pública en situaciones de emergenciaError! Bookmark not


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2.3.7. Riesgo de conocimientos tradicionales ... Error! Bookmark not defined.

2.3.8. Los acuerdos comerciales y la preservación del medio ambiente ... Error!
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2.3.9. Afectación de las leyes laborales peruanasError! Bookmark not


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2.3.10. Agenda pendiente del Perú para aprovechar a cabalidad los Acuerdos
Comerciales .................................................................. Error! Bookmark not defined.

Capítulo 3: Acuerdo comercial entre Perú y SingapurError! Bookmark not


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3.1. Antecedentes ............................................... Error! Bookmark not defined.

3.2. El proceso de negociación .......................... Error! Bookmark not defined.

3.3. Principales acuerdos ................................... Error! Bookmark not defined.

3.3.1. Cartas Adjuntas ....................................... Error! Bookmark not defined.

3.3.2. Parte 1: Informe de la I Ronda de Negociaciones Singapur, 14 al 17 de


febrero de 2006 ............................................................. Error! Bookmark not defined.
3.3.2.1. Acceso a mercados .......................... Error! Bookmark not defined.

3.3.2.2. Aranceles ......................................... Error! Bookmark not defined.

3.3.2.3 Reglas de origen ............................... Error! Bookmark not defined.

3.3.2.4. Procedimientos aduaneros ............... Error! Bookmark not defined.

3.3.2.5. Defensa comercial ........................... Error! Bookmark not defined.

3.3.2.6. Medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF)Error! Bookmark not


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3.2.2.6. Comercio Transfronterizo de ServiciosError! Bookmark not


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3.2.2.7. Movilidad Temporal de Personas de NegociosError! Bookmark


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3.2.2.8. Inversiones ....................................... Error! Bookmark not defined.

3.2.2.9. Políticas de competencia .................. Error! Bookmark not defined.

3.2.2.10. Contratación pública ...................... Error! Bookmark not defined.

3.2.2.11. Asuntos institucionales .................. Error! Bookmark not defined.

3.3.3. Parte II: Informe final – Estado de situación Ronda de Negociaciones


...................................................................................... Error! Bookmark not defined.

3.3.3.1. Acceso a mercados .......................... Error! Bookmark not defined.

3.3.3.2. Reglas de origen .............................. Error! Bookmark not defined.

3.3.3.3. Procedimientos aduaneros ............... Error! Bookmark not defined.

3.3.3.4. Defensa comercial (Salvaguardias y Antidumping) ................. Error!


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3.3.3.5. Obstáculos técnicos al comercio ...... Error! Bookmark not defined.

3.3.3.6. Medidas sanitarias y fitosanitarias ... Error! Bookmark not defined.

3.3.3.7. Servicios .......................................... Error! Bookmark not defined.

3.3.3.8. Inversiones ....................................... Error! Bookmark not defined.


3.3.3.9. Políticas de competencia .................. Error! Bookmark not defined.

3.3.3.10. Compras gubernamentales ............. Error! Bookmark not defined.

3.3.3.11. Asuntos institucionales .................. Error! Bookmark not defined.

Bibliografía ............................................................... Error! Bookmark not defined.


Tratado de libre comercio Perú - Singapur

Introducción

Singapur es un excelente punto estratégico para la entrada de nuestros productos a Asia (se
le considera como un “hub”; es decir, un centro financiero y logístico), debido a su ubicación
geográfica es ideal para la exportación de productos con destino a Asia. Esto nos abre un
gran mercado que beneficia enormemente al país. Además Singapur posee un puerto y un
aeropuerto muy eficientes, ambos reconocidos mundialmente por ser de alta calidad.

Singapur es uno de los países más desarrollados tecnológicamente (más que todo en
infraestructura, telecomunicaciones y transporte); por lo tanto, Perú puede aprovechar este
TLC para mejorar en el ámbito tecnológico, Singapur posee lo último en tecnología
internacionalmente, debido a que no solo está conectada con toda Asia, sino con el mundo
entero que desea ingresar a Asia. Singapur sirve de ejemplo a toda Asia; por lo tanto, en un
primer lugar gracias al TLC con Singapur se despierta el interés de otros países asiáticos y
en un futuro se podrían generar negociaciones con más de dichos países expandiendo nuestro
mercado y dando a conocer nuestros productos. En cuanto al TLC con Singapur, éste nos
dará acceso a una economía que, aunque pequeña a escala internacional, es más grande que
la nuestra. Esta nación asiática tiene un PBI de US$ 161 mil millones, una población de 4.6
millones de personas y un producto por habitante de US$ 35,163.

El tratado permitirá que aproximadamente el 87% de los productos que el Perú


importa de dicho país (televisores, computadoras, equipos de sonido y de video,
electrodomésticos, etc.) ingresen libres de aranceles de manera inmediata. El resto será
desgravado en un plazo máximo de diez años. En el 2007, el Perú exportó mercaderías a
Singapur por el poco significativo monto de US$ 4.2 millones, que ahora se espera elevar
sustantivamente. Un aspecto interesante de dicha cifra es que corresponde casi totalmente a
productos no tradicionales: alambres de cobre, uvas frescas, moluscos, conservas de pescado,
t-shirts, colorantes de marigold, etc.

Pero no todo es comercio: el TLC también contempla el aspecto de las inversiones. Singapur
tiene interés en participar en los negocios portuario, aeroportuario, industrial, biotecnológico,
informático, logístico y financiero, en los cuales es uno de los líderes mundiales.

Para esa nación, el nuevo acuerdo tiene el objetivo de emplear al Perú como un hub o centro
de conexiones con el resto de América Latina, así como en una plataforma exportadora hacia
el mercado norteamericano, aprovechando las ventajas que otorga el TLC con ese país. Para
el Perú, el objetivo es que ese pequeño país se convierta en nuestro puente con el resto del
continente asiático, tanto en lo referente al comercio como a las inversiones.

Capítulo1: Aspectos teóricos de la integración y el Regionalismo

1.1. Teoría clásica de la integración

La integración económica inicialmente considerada como una segunda rama del estudio de
las economías internacionales, la teoría de la integración económica experimentó un interés
creciente durante las últimas décadas: investigadores y expertos hicieron progresos
consistentes en campos como la macroeconomía internacional, el monetarismo internacional,
el comercio internacional, la teoría del comercio regional e intra-industrial1 desde los
primeros trabajos de Viner (1950) sobre el impacto de la formación de una unión de
consumidores sobre la producción; tal progreso la convirtió en lo que hoy es considerado un
área completa de investigación. Al mismo tiempo, el interés de los políticos se incrementó

1 Comercio internacional en el que se intercambian productos de la misma industria, es decir, de la


misma naturaleza, por lo que no se actúa según las teorías de la ventaja comparativa y de la dotación
factorial, a diferencia de lo que ocurre en el comercio interindustrial.
desde que comenzaron a preguntarse cómo estos procesos podían ser conducidos o
influenciados para alcanzar mayores niveles de riqueza, bienestar y crecimiento.

Aunque la actual Unión Europea represente el ejemplo actualmente más avanzado de


integración, los últimos 50 años de historia europea no son el único ejemplo de procesos de
integración económica que merecen la atención de políticos e investigadores, casos de
avances en sus etapas iniciales pueden encontrase en otras partes del mundo. Todos estos
casos son una muestra de cómo la integración económica necesita de la creación de mercados
integrados. En ese sentido, este trabajo tiene como propósito estudiar el fenómeno de la
integración tomando como referencia la literatura económica, focalizando la atención en
particular sobre sus objetivos, etapas, costes y beneficios para los países que se integran, y
finalmente describir desde el punto de vista teórico los efectos tanto estáticos como
dinámicos que estos tipos de procesos supuestamente conllevan en las economías modernas.

1.1.1. El concepto de integración económica en perspectiva histórica

La integración económica no es un fenómeno moderno: varios países europeos se


construyeron a partir de un proceso integrador que eliminó las barreras que separaban
distintos mercados regionales. En concreto, Gran Bretaña se constituyó, como unidad
económica, en el siglo XVIII, y Francia lo haría después que la Revolución Francesa
suprimiera las barreras internas que impedían el libre movimiento de mercancías y mano de
obra. La moderna Alemania nace a través de una unión aduanera de Zollverein (Marx citado
en Tamanes, 1990: 202) en 1834, que aglutinó siete estados germánicos. Italia es también el
resultado de un esfuerzo de unificación económica llevado a cabo en 1861. Lo que sí nos
diferencia de épocas pasadas, lo que hace de nuestro tiempo la “era de la integración”
(Haberler, 1964), es la proliferación de ensayos integradores y de propuestas de integración.

En efecto, la palabra integración proviene del latín “integratio”. En esta lengua, sin embargo;
quiere decir renovación; según Machlup (1977) el término “integratio” usado en el sentido
de combinar las partes en un todo data del año 1600. El término integración económica tiene
una historia bastante corta. Aparentemente, Wilhelm Röpke fue el primero en utilizarlo en
un artículo que publicó en

1939 titulado “Problemas decisivos de la desintegración de la economía mundial”, luego


Ropke (1942) publicó un libro titulado “International economic desintegration”, en donde
explica que en el período que va desde 1700 a 1914, las naciones integraron positivamente
sus economías con la economía mundial. En el período mencionado, dominado por el
mercantilismo se integraron los mercados nacionales al disminuir los derechos de paso y
otras trabas feudan. Les al comercio internacional. Desde Röpke, no se detectó un uso del
término hasta 1949. Después de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos creó una
organización gubernamental llamada “Economic Cooperation Administration”2. Estaba
dirigida por Paul Hoffman, quien fue sumamente activo en incitar a los europeos a una unión
económica para favorecer el crecimiento de estos países y, por esta vía desbaratar los
propósitos expansionistas de la Unión Soviética. En un discurso pronunciado en 1949,
Hoffman (citado por Machlup, 1977: 11) utilizó quince veces la palabra integración. El
término tuvo quizás su más preclara consagración en ese famoso discurso.

En el decenio de 1950, el término de integración económica se consagra totalmente, su uso


se difundió y el concepto es definitivamente establecido. En el año 1954, el economista
Premio Nobel Jan Tinbergen (1954: 2) publicó un libro donde relaciona a la integración
económica internacional con el libre comercio mundial, en productos tanto industriales como
agropecuarios. Este autor dice que la integración económica es la creación de la estructura
de la economía más deseable a través de la cual se eliminan las barreras artificiales para la
operación óptima e introduce deliberadamente todos los elementos deseables para la
coordinación y unificación, también distingue entre integración negativa e integración
positiva: las medidas negativas suponen eliminar los obstáculos que separan las economías
y son, generalmente, las más fáciles de definir y adoptar (por ejemplo, suprimir los aranceles
entre países miembros); las medidas positivas entrañan mecanismos de cooperación (por
ejemplo, armonizar políticas macroeconómicas) que se van ampliando conforme la
integración avanza y que resultan, normalmente, más complicadas de poner en práctica.

2La Administración de Cooperación Económica (ACE) fue una agencia del gobierno de Estados Unidos creada
en 1948 para administrar el Plan Marshall.
Quizás la definición más conocida es la del economista húngaro Bela Balassa (1964: 2)3 para
quien es “el proceso o estado de cosas por las cuales diferentes naciones deciden formar un
grupo regional”. Es decir que la define de dos maneras, como un “proceso” y como un
“estado de cosas”. En ese sentido, la noción de proceso es una noción dinámica, que expresa
un concepto de movimiento hacia un estado distinto; un estado de cosas, en cambio, significa
un concepto más estático, por cuanto se refiere a la situación en que están determinados
países cuando intentan formar un grupo regional en un punto determinado del tiempo. Ramón
Tamanes (1990: 170), por su parte, considera que la integración económica “es un proceso
a través del cual dos o más mercados nacionales previamente separados y de dimensiones
unitarias estimadas poco adecuadas se unen para formar un solo mercado (mercado común)
de una dimensión idónea”.

Desde la óptica de Martínez Peinado (1997: 11-12) existen dos dialécticas referentes a la
integración económica, una nacional y otra mundial. La primera es contradictoria con la
globalización, y expresa fundamentalmente las estrategias de los Estados para, agrupándose,
competir contra todos. Todo proceso de integración, desde este punto de vista, es a la vez un
proceso de exclusión (de los competidores). La segunda postura no sólo contradice el proceso
de globalización, sino que es un paso necesario en la imposición de la mundialización, porque
es la mayor estrategia de los capitales más fuertes para aprovechar al máximo el desarrollo
desigual que imponen la expansión internacional del capitalismo y la progresiva debilidad
del Estado nacional. En definitiva: fuera de un proceso integrador una economía nacional
individual no tiene ningún futuro.

1.1.2. Etapas de los procesos de integración

La mayoría de los tratadistas de la integración están de acuerdo que la misma no es un suceso,


sino un proceso constituido por cinco etapas4: la zona o área de libre comercio, la unión

3 En 1980 se publicó una edición con nuevo copyright, pero en realidad es una reimpresión de la edición de
1964.
4 Un Acuerdo Preferencial tenía el inconveniente de chocar contra las normas del extinto GATT (Acuerdo

General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio), que no consideraban tales acuerdos incluidos en las
aduanera, el mercado común, la unión económica y la comunidad económica o integración
económica total. Estas etapas consideran que la economía internacional es un fenómeno de
tipo comercial, en la cual están contenido los siguientes aspectos: comercio de bienes y
servicios, pagos internacionales, problemas monetarios, transporte y comunicaciones,
finanzas y seguros, movilización de personas, etc. Siguiendo esta clasificación clásica
aportada por Balassa (1964: 3-5), describiremos a continuación de menor a mayor, estas
cinco tipologías o fórmulas de integración:

1.1.2.1. Zona o área de libre comercio

Comprende la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias a las exportaciones e


importaciones de bienes que son originarios de los Estados miembros del área, al tiempo que
cada uno de ellos mantiene sus propios aranceles frente a terceros. Un ejemplo de este
esquema de integración es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o
NAFTA, siglas en inglés) firmado por Canadá, Estados Unidos y México, cuyo tratado está
vigente desde el 1 de enero de 1994.

El problema que se deriva de una zona de libre comercio es la necesidad de mantener


controles fronterizos para los productos que procedan de países pertenecientes al área de libre
comercio pero que hayan sido producidos total o parcialmente en el exterior; para tratar de
evitar el problema se establecen “reglas de origen”5 de los bienes que se importan, de manera
de diferenciar la procedencia de un producto y permitir a las autoridades portuarias saber qué
producto amerita recibir las ventajas arancelarias. Por ejemplo, una regla es considerar bienes
originarios de un área de libre comercio a aquellos que incorporan materiales procedentes
del exterior pero sin exceder 50% del total del producto.

excepciones al principio de no discriminación. Sin embargo, para Balassa (1964) y Moavro (1992) un acuerdo
preferencial constituye una forma inicial de integración sin mayor importancia dado su corto alcance.
5 Las normas de origen son los criterios necesarios para determinar la procedencia nacional de un producto.
1.1.2.2. Unión aduanera

En este modelo los Estados que conforman el área de libre comercio establecen un
arancel externo común frente a terceros países. La unión aduanera requiere de mayores
esfuerzos de negociación y acuerdo, ya que cada miembro puede ver modificada su
estructura productiva, en mayor o menor grado, como consecuencia de decisiones comunes,
bajo este esquema permanecen las barreras que impiden la libre circulación de los factores
de la producción.

1.1.2.3. Mercado Común

Un mercado común supone, la existencia de una unión aduanera, pero además requiere
de la liberalización de los factores productivos, pues no se limita únicamente a las
mercancías, como es el caso de los dos estadios anteriores. En este sentido, el mercado
común implica la liberalización efectiva de mercancías, personas, servicios y capitales, por
lo que no existen obstáculos a la entrada y salida de personas que se desplacen con una
finalidad económica (empresarios y trabajadores) en ninguno de los Estados miembros.

1.1.2.4. Unión económica

La unión económica supone un grado más avanzado en el proceso de integración económica


regional. En efecto, la realización de ésta implica la existencia previa de un mercado común,
pero además que haya armonización de las políticas económicas de los Estados miembros.
La unión económica incluye la unión monetaria o de las paridades de las monedas, cuya fase
más avanzada puede conducir a la circulación de una moneda única y a la instauración de
una autoridad monetaria central, como es el caso, por ejemplo, de la Eurozona.

1.1.2.5. Comunidad económica o integración económica total


La integración económica, finalmente, implica la aparición de una autoridad supranacional
que adoptará las decisiones de política fiscal, monetaria y cambiaria. Cualquier decisión
particular dirigida al fomento de una rama productiva o a la corrección de un desequilibrio
regional deberá ser autorizada por dicha autoridad.

Requeijo (2002) sostiene que conviene hacer tres precisiones sobre las etapas de la
integración: 1) las etapas no presentan perfiles nítidos. Por razones taxonómicas se efectúa
esta clasificación que se enumera, pero la realidad demuestra que existen fórmulas
intermedias con mezcla de características, 2) Existe un código de la integración en virtud del
cual o bien el proceso se interrumpe, porque algunos miembros son incapaces de soportar los
costes que entraña, o bien el proceso continúa en busca de una fase superior y 3) A pesar de
la dinámica integradora, el paso de un estadio a otro es una decisión política que entraña
costes y dificultades y que, consecuentemente no puede ser adoptada en solitario por los
dirigentes políticos, sino que ha de ser entendida y refrendada por una mayoría de los
ciudadanos.

1.1.3. Objetivos de la integración económica

Las razones para la integración son de tipo económico y político. Las económicas tienen que
ver con las ganancias asociadas al libre juego del mercado y a una ampliación de los
mercados6, lo que permite una mayor división del trabajo en el seno del espacio integrado y,
consecuentemente, una mejor asignación de recursos reales y financieros: será más fácil para
las empresas obtener economías de escala y alcance, lo que debe permitir un mayor ritmo de
crecimiento de las economías además de una mejora del bienestar general.

La integración busca también aumentar la competencia en el conjunto de los países


miembros. A través de una mayor competencia, la inversión debe acelerarse y provocar una
revitalización de las economías de bloque; también, de esa forma, debe acelerarse el ritmo

6 Adam Smith (2001) en 1776 publicó su obra clásica “Una investigación sobre la naturaleza y causas de la
riqueza de las Naciones”(o simplemente la riqueza de las Naciones), tras resaltar el papel central de la
especialización y la división del trabajo como base del crecimiento de la productividad y la eficiencia, señalaba
como la principal limitación a tales mecanismos es el tamaño limitado del mercado.
de crecimiento y potenciarse el bienestar social. Las políticas se refieren esencialmente al
aumento de cohesión que proporcionan mayores vínculos económicos o a la conveniencia de
formar unidades políticas amplias capaces de hacerse oír en el concierto internacional, pero
en ocasiones pueden presentarse más bien reticencias políticas a la integración, que sólo los
beneficios económicos pueden disipar. Los objetivos de la integración económica pueden
resumirse de la siguiente manera:

Ganar poder de negociación en los foros políticos internacionales y económicos (Mercosur).


Seguro contra eventos futuros como las guerras comerciales o la discriminación comercial
(Grecia, España y Portugal ganaron credibilidad política cuando se unieron a la CE por los
compromisos adoptados). Motivos puramente económicos: aumentar el bienestar social a
través de diferentes mecanismos económicos: economías de especialización, economías de
escala, mayor competencia, mejor y más rápido acceso e implementación de los avances
tecnológicos y mejoras de calidad.

Los objetivos de la integración económica están relacionados directamente con los beneficios
que trae a los países que se asocian en un esquema de integración, sin embargo, también hay
que evaluar los costes que tienen que asumir dichos países.

1.1.4. Costos-beneficios de la integración económica

Todo proceso de integración entraña costos, que deben ser valorados y afrontados, en cuanto
sea posible, de lo contrario, y a medida que el proceso avance, las resistencias de los sectores
afectados se irán intensificando y se correrá el peligro de desvirtuar, de alguna forma, el
empeño. Requeijo (2002) sostiene que al iniciar un proceso de integración es preciso recordar
a la sociedad que hay unos costes que deberán asumirse y que, normalmente, aparecerán
antes que los beneficios del mercado ampliado, y recordarlo con insistencia para que ningún
reducto productivo o social pueda alegar ignorancia7. Siguiendo a este autor, los costos que
puede generar un proceso de integración son los siguientes:

a) Al eliminar las fronteras económicas y aumentar la competencia, aparecen continuamente


ganadores y perdedores. Los ganadores serán, generalmente, los sectores o empresas más
competitivos del espacio integrado, su superior competitividad se apoyará, unas veces,
en los menores costos laborales, otras, en la diferenciación productiva basada en los
niveles tecnológicos más elevados. Cierto es que, como se indicará al analizar los efectos
de la integración, la misma competencia acrecentada puede modificar, al impulsar la
inversión, la situación relativa de sectores o empresas, pero esta transformación requerirá
tiempo y, consecuentemente, no evitará la desaparición de las empresas más débiles. Es
muy posible, por tanto, que los reclamos protectores se sucedan, conforme la competencia
golpee las partes más blandas del tejido productivo.
b) En un espacio integrado, la transmisión del ciclo es más rápida y acentúa las crestas y
valles de la actividad productiva, situación que, en ambos casos, pero sobre todo en la
segunda, planteará dificultades adicionales a las políticas económicas de los países
miembros.
c) Conforme avance el proceso integrador, las políticas económicas nacionales tropezarán
con más restricciones porque se exigirá una mayor armonización de las mismas en el seno
del bloque. Es más, el país más fuerte terminará por imponer sus criterios en determinadas
políticas y los demás deberán acomodar las suyas. En el fondo, el país guía de la
Comunidad Económica Europea (CEE), Alemania ha condicionado, en buena medida,
las políticas económicas de sus socios comunitarios.
d) Dado que el crecimiento tiende a polarizarse, por acumulación de economías externas, la
integración acentuará, probablemente, los desequilibrios regionales y las disparidades
sociales, y lo hará aunque existan mecanismos de compensación, los cuales,
generalmente financieros, pueden paliar las situaciones extremas pero no corregir la
tendencia acumulativa del crecimiento.
e) Finalmente, en los estadios superiores de la integración, habrá cesiones importantes de
soberanía, lo que muy probablemente despertará las reacciones nacionalistas y

7Requeijo (2002: 47) puntualiza que “al decidirse la incorporación de España a la CEE, la opinión pública
española mostraba una rara unanimidad que se ha ido quebrando conforme el acrecentamiento de la
competencia ha creado graves problemas para toda una serie de sectores y empresas españolas”.
complicará el proceso. A partir de la fase del mercado común no es posible acentuar la
integración sin armonizar determinadas políticas e imponer otras: se tenderá a armonizar
las políticas monetarias y fiscales, y a imponer, por ejemplo, las comerciales o
medioambientales.

En cuanto a los argumentos empleados por los teóricos en apoyo a los beneficios de la
integración, existe un amplio repertorio de razonamientos. Tamanes (1990) y Tugores (2002)
señalan lo siguiente: las economías derivadas de la producción en gran escala (o
abreviadamente, economías de escala)8; la intensificación de la competencia dentro del nuevo
mercado ampliado; la atenuación de los problemas de pagos por el ahorro de divisas
convertibles; la posibilidad de desarrollar actividades difícilmente abordables por parte de
determinados países individualmente, debido a la insuficiencia de sus mercados respectivos;
el aumento de poder de negociación frente a países terceros o frente a agrupaciones
regionales; una formulación más coherente de la política económica; así como la ineludible
necesidad a mediano o largo plazo de introducir reformas estructurales que en el contexto de
un status quo nacional podrían aplazarse sine die; y finalmente, la posibilidad de conseguir
sobre la base de un rápido proceso de integración una aceleración del desarrollo económico
(no simplemente del crecimiento)12.

a) Economías de escala: estas son el resultado de una mayor eficiencia, basada en una
dimensión adecuada de la planta, que permite costes medios unitarios mínimos y que
posibilita la competencia en el mercado internacional. Las economías de escala sólo son
posibles cuando la producción se lleva a cabo masivamente, esto es, en plantas de gran
dimensión y en series, todo ello apoyado en un fuerte avance tecnológico. Para que estas
economías se den en la realidad, son necesarias grandes empresas, que únicamente
pueden surgir con vistas a mercados muy amplios (nacionales o internacionales), o como
consecuencia de la concentración de empresas preexistentes dentro de un área en proceso
de integración.

8La hipótesis básica de la Nueva Teoría del Comercio Internacional (NTC) es que este puede originarse no
sólo por la presencia de ventajas comparativas, sino también por la existencia de economías de escala en la
producción; en términos teóricos, este enfoque supone una estructura de mercado de competencia imperfecta
compatible con la presencia de economías a escala (o retornos crecientes de escala)
b) Intensificación de la competencia: la ampliación del mercado resultante de la integración
puede conducir a una cierta intensificación de la competencia. En un mercado nacional
estrecho, determinadas producciones para ser rentables han de ser realizadas por una sola
firma; por el contrario, en un vasto mercado común, pueden ser varias las empresas que
trabajen en una dimensión próxima a la óptima, compitiendo entre sí, y con una serie de
efectos favorables para el consumidor: precios más bajos, mejor calidad, aceleración del
proceso tecnológico, etcétera.

c) Atenuación de los problemas de pagos internacionales: En general, los problemas de


balanza de pagos comienzan a considerarse graves cuando conducen a la contracción de
las reversas de divisas convertibles. Por ello, todo lo que suponga un mejor
aprovechamiento de esas divisas (merced al empleo de mecanismos de compensación de
pagos) puede ser de gran utilidad para mantener un nivel de reservas adecuado, y sobre
todo, para agilizar el comercio intrazonal, lo cual constituye un pre-requisito para acelerar
la integración.

d) Posibilidad de desarrollar nuevas actividades difíciles de emprender aisladamente: La


cooperación y la integración económica ofrecen numerosos ejemplos de que existe la
posibilidad de desarrollar nuevas actividades en el campo tecnológico e industrial,
prácticamente impensables a escala nacional. Las grandes obras hidroeléctricas, las
nuevas industrias (electrónica, informática, satélites, etc.), el desarrollo de la
petroquímica hasta sus últimas ramificaciones, la energía atómica de fusión, son todas
ellas, empresas que normalmente los países más pequeños no pueden desarrollar por sí
mismos de forma individual; pero en las que sí pueden participar efectivamente, en mayor
o menor medida, sí se agrupan regionalmente.

e) Aumento del poder de negociación: En un intento de medir el poder de negociación de


un país, haciendo abstracción de su fuerza militar, pueden tomarse algunos índices
formados a base del PIB, el volumen de comercio, o la capacidad de financiación exterior.
Normalmente, un país tiene mayor poder de negociación en sus relaciones económicas
internacionales cuando mayores son las tres magnitudes citadas. En ese sentido, el poder
de negociación crece más que proporcionalmente por medio de la integración. Por otra
parte, en los organismos y conferencias internacionales, que hoy se celebran tan
frecuentemente, un grupo de países en curso de integración -cada país con un voto–, con
una actitud común pensada y resuelta frente a los problemas debatidos, tiene sin duda;
una mayor fuerza que la de un país cualquiera cuya potencia económica sea equivalente
a lo que suma en conjunto el grupo de países en curso de integración. Además, a la
inversión extranjera, al contar con nuevos alicientes (el acceso a un mercado mucho
mayor), se le podrían imponer determinadas condiciones mínimas (dimensión de la
planta, valor añadido, compromisos de exportación, etc.), prácticamente inaceptables en
las condiciones poco atractivas de un estrecho mercado interno y de aislamiento del país
de cualquier clase de bloque económico.

f) La formulación más coherente de la política económica nacional: Este es un elemento


que con frecuencia se olvida al estimar las ventajas de la integración económica, siendo
no obstante; uno de los que tienen mayor relevancia a corto y a mediano plazo. Un país,
mientras se desenvuelve al margen de toda clase de cooperación e integración, puede
llevar a cabo la política que mejor le parezca en tanto que sea compatible con sus
aspiraciones unilaterales. La participación en determinados organismos internacionales o
la adhesión a acuerdos del mismo tipo (OMC, FMI, BM, etc.) supone ya la aceptación de
una cierta disciplina monetaria, arancelaria y comercial. Es un paso adelante, la
integración económica, por los mayores compromisos que entraña, y por los mayores
riesgos que implica, generalmente obliga al mejoramiento de la propia política
económica, implica la realización de transformaciones importantes de la estructura
económica nacional.

g) La integración económica y las transformaciones estructurales: La integración externa no


puede considerarse como una panacea, no puede pensarse per sé que la integración vaya
a suponer la demolición de los atavismos estructurales de las economías en integración.
La integración supone una gran movilidad de políticos, economistas, intelectuales y
líderes sindicales. El mantenimiento de masas importantes de población marginadas del
circuito monetario social y cultural, se hace cada vez más difícil, al acentuarse el contraste
entre los países más y menos evolucionados. Los grandes cambios tienden a producirse
precisamente cuando las diferencias se hacen más visibles, por ello más insoportables,
cuando el pueblo y sus dirigentes verdaderos toman conciencia de ellas. No existe
contradicción entre integración externa e interna. Carece de sentido atribuir a los grupos
industriales y urbanos el liderazgo de la integración (evidentemente, son los primeros en
apoyarla) para, sobre esa base, atacar los proyectos en curso, infravalorando las
posibilidades que ofrecen para la integración interna9. La promoción de transformaciones
estructurales es algo que a la larga necesariamente habrán de apoyar los grupos
integracionistas. La integración se hace fundamentalmente para fomentar una
industrialización competitiva, a su vez, la industrialización no es posible sin un sector
agrario que garantice el abastecimiento de alimentos a bajo coste, esto último sólo es
factible con una política que canalice hacia el campo los recursos necesarios para
introducir la necesaria revolución tecnológica y la reestructuración de las explotaciones.
En otras palabras, en un área en curso de integración tiende a imponerse el patrón más
evolucionado de los vigentes en cada materia: el sistema fiscal más progresivo, el
educacional más completo, el de seguridad social más avanzada.

h) La aceleración del ritmo de desarrollo y el logro de un alto nivel de empleo: la mejor


prueba de eficacia de la integración –se puede afirmar, incurriendo tal vez en el clásico
tópico del crecimiento– estriba en si acelera o no el desarrollo económico si contribuye
o no a mantener altos niveles de empleo.

Sobre este punto, la discusión podría ser inacabable; así ha sucedido entre los críticos de la
integración económica europea que durante los años 1960 sustentaron dos tesis abiertamente
contrapuestas10: “la integración económica en Europa –decían unos– ha sido posible gracias

9 Tamanes (1990: 202) señala al respecto que los partidos políticos de izquierda han sido en general bastante
miopes, aunque no cabe duda de que en Europa han cambiado su actitud inicial.
10 La polémica sobre la relación causa-efecto en el crecimiento europeo a partir de 1957, se suscitó en 1961

por un artículo del economista belga Alexander Lamfalussy titulado “Europe`s Growth is due to Common
Market?”, aparecido en la Lloyds Bank Review, octubre 1961.
a que en su comienzo coincidió con una excelente fase de la coyuntura”. La tesis contraria:
“la integración económica ha contribuido a acelerar el desarrollo de la economía europea”.
Las pruebas que pueden aducirse en defensa de cada una de esas dos tesis tienen fuerzas
considerables, pero en fin de cuentas, es evidente que la Europa de los años 1960 y de
nuestros días no habría sido ni sería la misma sin la EFTA y CEE. También está claro que
esa Europa de hoy asombra por su desarrollo a un conocedor cualquiera de la Europa de 1948
o, incluso de la década de 1960.

1.1.5. Efectos estáticos y dinámicos de la integración

La teoría de la integración económica trata de conocer y comprender los cambios que se


producen como consecuencia de la unificación de los mercados de diversos países en sus
distintas fases o grados. Normalmente se suele estudiar la simple “unión aduanera” por lo
que también se la llama “Teoría de las Uniones Aduaneras”. El libro que se considera que
abrió este campo de estudio es “The Customs Unions Issue”, de Jacob Viner, publicado en
1950 en el que se analizaban los efectos sobre los sistemas de producción, la estructura del
consumo, la balanza de pago y el desarrollo económico.

Hasta ese momento había un consenso general de que las uniones aduaneras permitirían una
mejora del bienestar mundial y que serían un paso hacia el libre comercio. Viner (1950)
demostró, en cambio, que las uniones aduaneras producían tanto efectos positivos como
negativos. Todo proceso de integración económica implica un sistema de discriminación
aduanera entre naciones ya que las importaciones de un mismo producto están sujetas a
distintos aranceles y barreras dependiendo de que el país de origen pertenezca o no al grupo
que se integra.

Esto implica que alguien se beneficia y alguien se perjudica. Los economistas utilizan el
concepto de óptimo de Pareto11 que se define como una situación en la que nadie puede
mejorar si no es a costa de que otro sea perjudicado. No es posible hacer comparaciones
objetivas entre dos situaciones diferentes si el paso de una a otra implica beneficio para uno

11La Teoría del Segundo Mejor, Teoría del Segundo óptimo, Teorema de la segunda opción (Theory of the
Second best) es uno de los teoremas económicos más importantes avanzados en la segunda mitad del siglo
XX. El teorema fue introducido formalmente por Lipsey y Lancaster (1956: 1132)
y perjuicio para otro. No hay ningún juez en esta tierra con capacidad para sentenciar que el
perjuicio que recibe uno queda compensado por el beneficio que obtenga otro. Por tanto, al
analizar los efectos de una integración económica, hay que partir de la base de que
inevitablemente unos se beneficiarán y otros serán perjudicados y de que no podemos
justificar éticamente ese perjuicio de ninguna forma.

La integración económica produce cambios en la eficiencia global, es decir, en la capacidad


total de producir bienes y servicios que satisfagan necesidades humanas, y en la forma de
distribución de lo producido, pero, como no es posible comparar los beneficios de unos con
los perjuicios de otros, la teoría de la integración económica se centró inicialmente en estudiar
los efectos sobre el sistema productivo, dejando de lado los efectos redistributivos.
Lógicamente esto ha dado origen a estudios críticos alternativos que lo que tratan es de medir
los efectos de la integración sobre el bienestar social, es decir, analizando conjuntamente
todos los efectos.

La teoría establece también la distinción entre efectos estáticos y dinámicos de las uniones
aduaneras. Los efectos estáticos son principalmente los de la reasignación de recursos en el
sistema productivo, los de los cambios en la estructura y pautas de consumo. Los efectos
dinámicos son las consecuencias a largo plazo sobre la tasa de inversión, el cambio
tecnológico y el crecimiento. Es posible que ambos efectos vayan en sentido opuesto, en
otras palabras, es posible que los resultados sean perjudiciales a corto plazo y beneficiosos a
largo plazo o viceversa.

1.1.6. Creación y desviación de comercio

En su análisis, Viner acuñó los conceptos de “creación de comercio” y “desviación de


comercio” que se han convertido en instrumentos imprescindibles para analizar y
comprender los fenómenos y efectos de una integración económica.

La creación de comercio es el aumento del volumen del comercio entre países cuando se
acuerda la unión aduanera entre ellos. La desviación de comercio consiste en que parte de los
flujos de importación y exportación que existían antes de un acuerdo de unión aduanera entre
cada uno de los países firmantes del acuerdo con terceros países, serán sustituidos por
importaciones y exportaciones de y hacia países miembros de la unión, desviándose así las
rutas comerciales internacionales preexistentes. La desviación de comercio es
intrínsecamente un efecto negativo o perjudicial ya que implica sustituir el producto más
eficiente por el menos eficiente.

Ejemplo. Antes de que hubiese unión aduanera, el país A importaba camisas de algodón del
país B porque era el que las producía con mejor calidad-precio. Cuando el país A establece
un acuerdo de unión aduanera con el país C, las camisas procedentes de este país resultan
más baratas que las de B ya que las de este último tendrán que pagar un arancel aduanero
superior. La desviación de comercio que se ha producido ha perjudicado al país que producía
camisas de forma más eficiente. Por tanto, considerando la economía global, la eficiencia ha
disminuido y los recursos (el algodón, en este ejemplo) irán al país que es menos eficiente en
su uso. En cualquier caso, para poder considerar la desviación de comercio como perjudicial
para la eficacia hay que partir del supuesto de que la situación anterior era la más eficaz, lo
cual no necesariamente es cierto. El mercado mundial siempre ha estado distorsionado y las
razones por las que el país A importaba camisas del país B podrían ser muy diversas y no
necesariamente implicar que B era el más eficiente. En última instancia, simplemente la
existencia de aduanas y de un mercado interior protegido por las fronteras de A implica
también la existencia de ineficiencias de partida.

La formación de cualquier unión aduanera siempre da lugar tanto a fenómenos de creación


como de desviación de comercio y la eficiencia global mejorará, según Viner, siempre que
la creación de comercio supere a la desviación de comercio, sin embargo, esta comparación
es muy difícil de realizar. Los análisis posteriores a Viner demostraron que cuando se produce
una unión aduanera los cambios en los aranceles producen una modificación en los precios
relativos entre los productos y modifican la estructura del consumo. Meade (1957) llamó
“expansión comercial” al aumento en las importaciones que sobrepase la desviación de
comercio. Si el coste de producción en el país C es menor que en el país importador A, el
aumento en las importaciones siempre dará lugar a un beneficio económico. Toda unión
aduanera, al variar los precios relativos y la estructura del consumo siempre tendrá un efecto
sobre el bienestar. Aquí se está valorando la eficiencia en el consumo o el intercambio más
que la eficiencia productiva. Con la misma forma de razonamiento que hizo Viner con
respecto a la eficiencia productiva se puede considerar que la formación de una unión
aduanera tenga efectos positivos y negativos sobre el consumo. Se pueden establecer las
siguientes consideraciones respecto a la magnitud de los efectos de una unión aduanera:

 Cuanto más elevadas sean la elasticidades de la demanda y de la oferta en un país


que va a integrarse en una unión aduanera, mayor será la creación de comercio;
 Cuanto mayor importancia tenga el comercio del país con respecto a los países
que formarán parte de la unión aduanera, mayor será la probabilidad de que la
unión proporcione bienestar;
 Cuanto mayor sea la extensión de la unión (en términos económicos) mayores
serán las ganancias obtenidas mediante reasignación de producciones y menor la
posibilidad de desviación de comercio;
 Los efectos beneficiosos serán mayores cuanto mayores hayan sido los aranceles
previos entre los países que se unen ya que la creación de comercio será mayor;
 La desviación de comercio será menor cuanto menor sea el arancel exterior común
puesto por la unión aduanera a países terceros;
 Cuando los países que se unen tienen economías que rivalizan entre sí, la creación
de comercio y el beneficio común será mayor.

Lipsey (1960: 496-513) demostró que la desviación de comercio disminuye el bienestar


cuando los bienes se consumen en una proporción fija, pero que ese efecto puede ser positivo
si los consumidores pueden alterar la estructura de su consumo como reacción a las
variaciones relativas entre los precios.

Los principales efectos dinámicos (a largo plazo) de la integración son las economías de
escala, los efectos sobre la competencia y, en suma, sobre el crecimiento económico.

Economías de escala significa que las empresas de los países que se integran podrán atender
ahora a un mercado mayor y aumentar su producción, consiguiendo así unos costes medios
más bajos. Aunque hay algunas reticencias, la mayoría de los economistas están de acuerdo
en que la unión aduanera permitirá sustanciales beneficios, es decir, permitirá el aumento de
la producción con costes medios más bajos en un gran número de sectores productivos.

Los efectos sobre la competencia son dudosos. Algunos economistas consideran que la unión
aduanera fomenta la competencia entre empresas, forzando así a mejoras en la eficacia
productiva, otros, por el contrario, creen que las uniones aduaneras facilitan la creación de
cárteles y monopolios.

Las uniones aduaneras estimulan las innovaciones, los avances tecnológicos y aceleran el
crecimiento económico ya que permiten el crecimiento del tamaño de las empresas y estas a
su vez destinan proporcionalmente más recursos a la investigación.

1.2. Teoría del nuevo regionalismo

En un contexto mundial marcado por súbitos y turbulentos cambios tecnológicos,


económicos y políticos, dos temas dialécticamente vinculados entre sí, la globalización y la
integración regional, se han convertido en lugar común en la agenda de todo cónclave
internacional. Ambos fenómenos tienen profundas repercusiones sociales que no siempre son
analizadas con la profundidad y detenimiento necesarios. Por supuesto, no se trata de hacerlo
aquí y ahora, sino de esbozar al menos algunos de sus ejes principales con vista a un debate
más sustantivo y abarcador.

No cabe duda que la tendencia más fuerte del mundo contemporáneo a fines del siglo XX y
principios del XXI es aquella que nos lleva hacia una globalización cada vez mayor en lo
económico, en lo social y en lo cultural. No se trata de un fenómeno nuevo; incluso Marx y
Engels lo previeron hace hoy poco más de 150 años en su Manifiesto Comunista:

«Merced al rápido perfeccionamiento de los instrumentos de producción y al constante


progreso de los medios de comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la
civilización a todas las naciones, hasta a las más bárbaras. Los bajos precios de sus
mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas de China y
hace capitular a los bárbaros más fanáticamente hostiles a los extranjeros. Obliga a todas
las naciones, sino quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe
a introducir la llamada civilización, es decir, a hacerse burgueses. En una palabra: se forja
un mundo a su imagen y semejanza.»12

Sí se trata, sin embargo, de un fenómeno polémico, que provoca las más dispares reacciones,
algunas de ellas apasionadamente críticas. No son pocas las ocasiones en que se escucha la
consigna de que hay que «luchar contra la globalización», sobre todo entre los sectores que
conforman hoy la izquierda latinoamericana y caribeña. Quizás corresponda a Jaime Osorio
el mérito de resumir este debate en pocas palabras, cuando afirmó recientemente, en una
mesa redonda celebrada en La Habana bajo el patrocinio de la revista Temas, que la
globalización es «un proceso civilizatorio bárbaro». Como argumentó, resulta positivo «que
se vaya constituyendo un gran mercado mundial, que haya procesos de integración y de
apertura de las economías, que podamos acceder a bienes que se producen en distintas
regiones.» Al mismo tiempo, «hay que tener cuidado en cómo enfrentamos políticamente los
aspectos bárbaros de este proceso civilizatorio» pues no podemos «tirar por la borda todo lo
que de civilizatorio pueda haber.»13

Impulsada como consecuencia de los más importantes logros científicos y tecnológicos


alcanzados jamás por la Humanidad, la globalización podría conllevar beneficios
indiscutibles para todos los habitantes del planeta si se enfrenta desde posiciones solidarias,
como ha propuesto el Santo Padre Juan Pablo II en reiteradas ocasiones. Como han
demostrado recientemente las obras de dos importantes actores del proceso globalizador en
los últimos tiempos, el Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz14 y el financiero George
Soros15, nada sospechosos de simpatías izquierdistas, el sesgo neoliberal impuesto a la
globalización por las instituciones económicas internacionales y los países capitalistas más
desarrollados, conducen al mundo a una creciente división entre ricos y pobres y a la creación
de un orden económico mundial cada vez más injusto e insostenible. Susan George ha ido
más lejos y ha sugerido que detrás del proceso de la globalización existe una clara

12 Carlos Marx y Federico Engels, Obras Escogidas en tres tomos, Moscú, Editorial Progreso, 1973, Tomo I, p.
115.
13 Juan Valdés Paz, y otros, «Controversia - La globalización: una mirada desde la izquierda», en Temas, N° 5,

1996, La Habana, Fondo para el Desarrollo de la Cultura y la Educación, p. 73.


14 Joseph E. Stiglitz, El Malestar de la Globalización, Madrid, Taurus-Santillana, 2002.
15 George Soros, Globalización, Barcelona, Plante, 2002.
conspiración de corte neoliberal que tiene como objetivo final salvar el capitalismo aún a
costa de la marginación y exclusión de buena parte de la humanidad.16

Sin embargo, contrariamente a lo que sugieren, de una forma u otra, varios estudios de
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, la globalización no constituye
realmente una opción política, sino un proceso ante el cual los distintos actores nacionales e
internacionales pueden adoptar actitudes muy disímiles, pero que continuará avanzando con
o sin la participación de éstos, incluso en su desmedro. O sea, como ha insistido Silvio Baró,
estamos ante un hecho objetivo que se produce fundamentalmente en el ámbito de la
producción material, de la base, que a su vez, influye en última instancia sobre la
superestructura social, política y cultural de toda sociedad, pues la globalización «es un
fenómeno esencialmente técnico económico y no exclusivamente técnico económico.»17

Para algunos, el proceso globalizador actual, analizado en el ámbito de su funcionamiento


básico, «está asumiendo formas microeconómicas de redes institucionales crecientemente
extensas, diversas, e integradas, fraguadas al interior de los mercados y entre empresas a lo
largo y ancho del globo.»18Para Manuel Castells, se ha conformado una nueva economía:

«Una nueva economía ha surgido en las últimas dos décadas a escala mundial. Yo la llamo
informativa y global para identificar sus rasgos distintivos fundamentales y poner énfasis en
su interconexión. Es informativa porque la productividad y competitividad de unidades o
agentes en esta economía (sean empresas, regiones, o naciones) depende fundamentalmente
de su capacidad de generar, procesar, y aplicar eficazmente la información basada en el
conocimiento. Es global porque las actividades medulares de producción, consumo, y
circulación, así como sus componentes (capital, trabajo, materias primas, administración,
información, tecnología y mercados) se organizan a escala global, directamente o a través
de una red de vínculos entre los agentes económicos. Es informática y global porque, bajo
las nuevas condiciones históricas, la productividad y la competencia se generan y llevan a

16 Informe Lugano, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2002.


17 Silvio Baró, «Globalización: Contradicciones, Implicaciones y Amenazas», en Análisis de Coyuntura n. º 2.
Globalización: Desafíos en el Mundo de Hoy, La Habana, AUNA Asociación por la Unidad de Nuestra América, 31
de marzo de 1997, p. 3.
18 John Gerald Ruggie, At Home Abroad, Abroad at Home: International Liberalization and Domestic Stability in the

New World Economy, Florence, The Robert Schuman Centre at the European University Institute. (Jean Monnet
Chair Papers, nº 20), 1995 p. 47.
cabo a través de una red global de interacción. Y ha surgido en el último cuarto del siglo XX
porque la Revolución Tecnológica Informática es la base material indispensable que
mantiene semejante nueva economía. Es la unión histórica entre la economía sustentada en
la información basada en el conocimiento, su alcance global, y la Revolución Tecnológica
Informática que dan a luz un nuevo sistema económico distintivo...»19

Marta Harnecker, por su parte, ha señalado los rasgos centrales de este fenómeno en términos
que no dejan lugar a dudas acerca de los beneficios que ellos representan sobre todo para el
capital:

«El capital, hoy, no sólo se traslada a los lugares más alejados del mundo —como lo ha
hecho ya desde el siglo XVI—, sino que es capaz de funcionar como una unidad en tiempo
real a escala planetaria. Cantidades fabulosas de dinero —miles de millones de dólares— se
negocian en segundo en los circuitos electrónicos que unen al mundo de las finanzas. Se
trata de un fenómeno nuevo que sólo comienza a ser posible en las últimas décadas del siglo
XX gracias a la “nueva infraestructura proporcionada por las tecnologías de la información
y la comunicación” y a las nuevas condiciones institucionales que hacen posible ese gran
desplazamiento de capitales, al eliminarse las trabas implantadas luego de la segunda
guerra mundial. Este fenómeno toma un impulso cada vez mayor con la desagregación del
bloque soviético y los cambios económicos llevados adelante por esos países. El mundo
puede funcionar en la actualidad cada vez más como una unidad operativa única, como un
mercado global de capitales.»20

Pero la globalización trasciende también cualquier aserto que la limite a lo económico.


Anthony Giddens, por ejemplo, estima que «la globalización de esta forma puede ser definida
como una intensificación de las relaciones sociales a escala mundial que vincula localidades
alejadas entre sí de manera tal que acontecimientos locales son influidos por acontecimientos
que ocurren a miles de millas de distancia y viceversa.»21

19 Manuel Castells, The Rise of the Network Society, Oxford, Blackwell Publishers, 1996, p. 66. Hay edición
española.
20 Marta Harnecker, La izquierda en el umbral del siglo XXI, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1999.
21 Anthony Giddens, The Consequences of Modernity, Stanford, CA, Stanford University Press, 1990, p. 64.
Abundando en consideraciones que superan la interpretación económica de la globalización,
James Mittelman ha sugerido una definición que resuelve en gran medida los dilemas
planteados por otros. Para él, la definición debe ser un marco que permita abarcar e
interrelacionar diferentes niveles de análisis y distintas perspectivas disciplinarias. Por ello
propone lo siguiente:

«Percibida desde debajo, la forma dominante de globalización significa una transformación


histórica: en lo económico, una transformación en los medios de vida y de subsistencia; en
lo político, una pérdida en el nivel de control ejercido localmente —aun cuando para algunos
resulte limitado— de manera tal que el centro de poder cambia gradualmente en
proporciones variables por arriba y por abajo del estado territorial; y en lo cultural, una
desvalorización de los logros de una colectividad o sus percepciones de ello. Esta estructura,
a su vez, puede engendrar aceptación o resistencia.»22

Pero si la globalización internacionaliza y comprime aún más el proceso de producción, ello


no resulta con las mismas consecuencias para los distintos factores que en ella intervienen.
Los capitales se mueven a velocidades nunca vistas, buscando mayor rentabilidad, muchas
veces ni siquiera con objetivos inversionistas sino meramente especulativos; ello se traduce
en una inusitada acumulación de la riqueza en un limitado número de corporaciones y
personas.

Tal y como lo ha subrayado Ignacio Ramonet, «nunca antes los amos de la Tierra han sido
tan pocos ni tan poderosos».23

Las estadísticas publicadas por los organismos internacionales avalan lo escrito por Ramonet.
El Informe de Desarrollo Humano 2002 del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo reconoció que los niveles de desigualdad en el mundo son «grotescos». El
correspondiente al 2003 señala que «el 5% más rico de la población mundial recibe 114 veces
más ingresos que el 5% más pobre. El 1% más rico recibe los mismos ingresos que el 57%

22 James Mittelman, The Globalization Syndrome: Transformation and Resistance, Princeton, NJ, Princeton
University Press, 2000, p. 6. (Hay edición en español de Siglo XXI Editores).
23 Ignacio Ramonet, Géopolitique du chaos, Paris, Editions Galilée. Collection « L'espace critique », 1997. El

propio Ramonet ha señalado que, en consecuencia, se ha producido un «ascenso de lo irracional» («la montée
de l’irrationnel»).
más pobre. Y los 25 millones de norteamericanos más ricos tienen tantos ingresos como los
2 mil millones más pobres habitantes del planeta.»24

Por otra parte, la globalización ha significado una concentración de las inversiones


productivas, de las producciones tecnológicamente más avanzadas y de las corrientes
mundiales de comercio en los polos más poderosos de la tríada mundial: Estados Unidos,
Unión Europea y Japón. Aunque algunos países de desarrollo medio del Tercer Mundo, como
China o Brasil, por ejemplo, se han beneficiado de estos procesos, lo que caracteriza la
situación de la inmensa mayoría de las naciones de América Latina y el Caribe, de Asia y de
África es la marginalización.25

Esta situación, de por sí groseramente inaceptable, se ve reforzada por el enorme aumento de


la pobreza y, por tanto, de la concomitante desigualdad. En 1995 los miembros de la
Comisión sobre Gobernabilidad Global, encabezada por el ex Primer Ministro sueco Ingvar
Carlsson y el ex Secretario General de la Mancomunidad Británica, el guyanés Shridath
Ramphal, subrayaron esta situación al escribir:

«El asombroso comportamiento de algunos países desarrollados de Asia ha tendido a


obscurecer un aspecto menos admirable de los cambios económicas del mundo de la post-
guerra: el inexorable incremento en el número de los muy pobres. Aunque la economía
global se ha expandido cinco veces en las últimas cuatro décadas, no ha eliminado la
pobreza atroz ni siquiera reducido su preponderancia. Incluso algunos países que han tenido
éxito en otros terrenos no han podido eliminar la pobreza».

«El reforzamiento de la pobreza se demuestra por el hecho de que el número de personas


que caen en la categoría de “pobreza absoluta” del Banco Mundial ha aumentado a 1,300
millones en 1993. Este nivel de pobreza significa una miseria aguda; es vivir al borde mismo
de la existencia.»26 (The Commission on Global Governance, 1995, 21).

24 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Human Development Report 2003: Millennium Development
Goals: A compact among nations to end human poverty, New York, Oxford University Press for the United Nations
Development Program, 2003, p. 51.
25 Eric Toussaint, La Bourse ou la vie: La finance contre les peuples, Bruselas, CADTM, 1998, pp. 55-69.
26 The Commission on Global Governance, Our Global Neighbourhood, Oxford, Oxford University Press, 1995,

p. 21.
Un académico tan poco sospechoso de tendencias izquierdizantes como Zbigniew Brzezinski
se ha referido también a este tema en su poco conocido y sí muy criticado libro sobre «el
desorden global», cuando subrayó la irracionalidad prevaleciente en las sociedades más
adelantadas del planeta imbuidas de lo que calificó como una «cornucopia permisiva», por
su constante tendencia a priorizar la gratificación personal individual, y propensas a «evadir
problemas morales y cívicos sensibles imponiéndoles soluciones doctrinales o técnicas.»
Brzezinski señaló un peligro que resulta evidente para cualquier observador de la realidad
mundial: «En un mundo que se ha vuelto más próximo e íntimo, y que se caracteriza por un
despertar político masivo, la desigualdad se torna menos tolerable.»27

Y es que el mundo del trabajo, cuya fuerza no tiene la movilidad del capital porque no se
puede trasladar sin que se desplacen los trabajadores mismos, ha sido el gran perdedor del
proceso globalizador, como hoy lo reconocen hasta el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional. Junto a la clase obrera, el sector medio de las sociedades también ha sufrido
las consecuencias de la globalización, dando por resultado sociedades cada vez más
polarizadas. Y, por supuesto, en el mundo del Sur, al cual pertenece también América Latina
y el Caribe, estas características son aún más agudas

En América Latina y el Caribe la situación de la desigualdad es aún más terrible que en otras
regiones del planeta. Ya en 1992, cuando aún la globalización no se había convertido en la
palabra de orden, el Diálogo Interamericano, institución cercana al Partido Demócrata de
Estados Unidos, advertía:

«Alrededor de 180 millones de personas, es decir dos de cada cinco personas, viven
actualmente en la pobreza en América Latina. Alrededor de la mitad de estas personas viven
condiciones de pobreza abyecta, con ingresos inferiores a los necesarios para comprar los
alimentos imprescindibles. La brecha entre los ricos y los pobres de América Latina es
mucho más grande que en cualquier otra región importante del mundo: el 20 por ciento más
adinerado de la población de la región gana alrededor de 20 veces más que el 20 por ciento

27Zbigniew Brzezinski, Out of Control: Global Turmoil on the Eve of the 21 st Century, New York, Charles Scribner’s
Sons, 1993, pp. 182-220.
más pobre; en Asia, en cambio, los más ricos ganan casi diez veces más que los más
pobres.»28

Según reconoció el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 1997, esa situación no


había mejorado. «América Latina es la región del mundo donde los ingresos se distribuyeron
de la forma más inequitativa.»29 Por otra parte, como sugiere el propio Banco, «no puede
perderse de vista que la distribución del ingreso de la región se deterioró severamente durante
los años de la crisis de la deuda, de forma que si bien se quebró esa tendencia desde fines de
los ochenta, la concentración se ha mantenido a niveles altos. El 20% más pobre de la
población de cada país recibe tan solo un 3% de los ingresos totales, mientras que en el otro
extremo, el 20% más rico detenta el 60%, las mismas proporciones que se tenían a principios
de los setenta y que durante una época parecieron superadas.»30

La figura que ha sido más identificada con el Consenso de Washington, John Williamson,
quien en 1990 enumerara, con arrogancia y dogmatismo sin par, cuáles eran las respuestas
que América Latina y el Caribe debían dar a la globalización,31 ha debido reconocer 14 años
después que sus predicciones no han sido alcanzadas. Así se expresó a principios del 2003
en un nuevo libro que muy bien pudiera traducirse al español como el Neoconsenso de
Washington:

«Puede ser que éstos no sean los tiempos peores de América Latina, pero son pocos los que
lo ven como entre los mejores. La región ha vivido a través de otra década de crecimiento
lento. Las crisis parecen haber sido cada vez más frecuentes, con las consecuencias en la
Argentina particularmente dolorosas. La pobreza se redujo a principios de la mitad de los
años noventa pero ha estado en aumento de nuevo desde 1997. El crecimiento del empleo en
el sector formal ha sido agónicamente lento. La inversión permanece substancialmente por

28 Diálogo Interamericano, Convergencia y Comunidad: Las Américas en 1993, Washington, Instituto Aspen, 1992,
p. 45.
29 Banco Interamericano de Desarrollo, América Latina tras una década de reformas: Progreso Económico y Social

en América Latina. Informe 1997, Washington D.C., Banco Interamericano de Desarrollo, Septiembre de 1997, p.
76.

31 «What Washington Means by Policy Reform», en Jeffry Frieden, Manuel Pastor Jr., y
Michael Tomz, Modern Political Economy and Latin America: Theory and Policy, Westview Press, Boulder, CO,
2000, pp. 18-23.
debajo de los años setenta. La economía mundial está en recesión. Los precios de muchos
productos primarios han registrado recientemente los niveles bajos y los mercados
emergentes ya no están de moda para los inversionistas. En muchos países hay desilusión
con los líderes políticos, aunque en la mayoría de los casos —según el Latinobarómeto— no
la hay con la democracia.

«Pero al fin y al cabo, los latinoamericanos tienen derecho a sentirse desanimados con que
la última década no materializó las esperanzas que se activaron al finalizar los años noventa,
cuando se esperaba ampliamente que las reformas devolverían la región al camino del
crecimiento que permitiría que los niveles de vida comenzaran a alcanzar a los de los países
industrializados. Los dos primeros años del nuevo siglo no vieron ningún aumento del
ingreso neto de la producción —de lejos, el peor comportamiento desde 1982-83, al concluir
la crisis de la deuda. Los latinoamericanos quieren saber qué salió mal, y quieren una nueva
agenda que prometa corregir las debilidades del pasado.»32

La realidad pura y dura de la condición latinoamericana y caribeña es que, a pesar de todas


las manifestaciones superficiales de aparente tránsito hacia la modernidad, fáciles de percibir
en algunas ciudades latinoamericanas y caribeñas, el estado de la región en su conjunto sigue
siendo el descrito por Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto hace más de 35 años:

«La dependencia de la situación de subdesarrollo implica socialmente una forma de


dominación que se manifiesta por una serie de características en el modo de actuación y en
la orientación de los grupos que en el sistema económico aparecen como productores o
consumidores. Esta situación supone en los casos extremos que las decisiones que afectan
la producción o al consumo de una economía dada se toman en función de la dinámica y de
los intereses de las economías desarrolladas.»33

Si hay alguna diferencia entre la situación analizada certeramente por Cardoso y Faletto por
primera vez en 1966, es que, como ha señalado Aldo Ferrer, «bajo el liderazgo de Estados
Unidos, los centros siguen recomendando a la periferia, y especialmente a América Latina,

32 John Williamson, «Overview: An Agenda for Restarting Growth and Reform» en Pedro-Pablo

Kuczynski y John Williamson, After the Washington Consensus: Restarting Growth and Reform in Latin America,
Washington, Institute for International Economics, March 2003, pp. 1-2.
33 F.H. Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y Desarrollo en América Latina: ensayo de interpretación sociológica,

trigésima edición, México, Siglo XXI editores, 2002, p. 24.


las políticas del Consenso de Washington»34, como lo demuestra el reciente libro de
Williamson y Kuczynski, quienes proponen ahora más de lo mismo.

El resultado de esta situación en términos sociales ha sido subrayado de manera crudamente


sensible por Atilio Borón, al describir las sociedades latinoamericanas como «una
yuxtaposición de universos sociales que ya casi no guardan vínculos entre sí. Aunque parezca
paradoja el Brasil esclavista o el México colonial fueron sociedades mucho más integradas
que las sociedades burguesas de finales del siglo XX: la explotación de las clases subalternas
exigía entonces ciertas formas de sociabilidad por entero ausentes en el Brasil o el México
capitalista de nuestros días.» Los sectores excluidos «viven económica, social, cultural y
ecológicamente segregados.»35

Esta situación «es contestada por sectores sociales cada vez más amplios que se ven
afectados.»36

En conclusión, en América Latina, como en ninguna otra región del globo, pudieran
recordarse algunas de las paradojas que marcan el proceso globalizador:

La globalización hace que nuestras sociedades sean cada vez más interdependientes, pero
cabe preguntar: ¿puede haber interdependencia justa, digna y equitativa y, por tanto estable,
cuando unos pocos son incluidos y otros muchos, muchos más, son excluidos y marginados?

La globalización promueve la integración económica mundial, aumentando asombrosamente


los flujos comerciales y financieros, pero cabe preguntar: ¿es posible una integración de la
economía mundial efectiva y equilibrada cuando lo que se hace es promover la falta de
igualdad, cuando unos pocos son cada vez más ricos y muchos, muchos más, son cada vez
más pobres?

La globalización favorece la vinculación cultural entre países y civilizaciones pero cabe


preguntar: ¿puede calificarse de intercambio cultural mutuamente beneficioso lo que hoy

34
Aldo Ferrer, De Cristóbal Colón a internet: América Latina y la globalización, México, Fondo de Cultura
Económica, 1999, p. 107.
35 Atilio Borón, La sociedad civil después del diluvio neoliberal, Buenos Aires, EURAL, Mimeo, 1995?, p. 34.
36 Jaime Preciado Coronado, «Alternativas al neoliberalismo en la América Latina de la postguerra fría», en

Jaime Preciado Coronado, Jaime Estay Reyno y John Saxe-Fernández, América Latina en la postguerra fría:
Tendencias y alternativas, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1997, p. 82.
existe cuando tres o cuatro consorcios internacionales de la comunicación promueven el
individualismo, el consumismo y la trivialidad y, en algunos casos más graves, la
pornografía, la violencia, el crimen y la drogadicción entre pueblos sin esperanzas?

La globalización debe favorecer la expansión de la ciencia y la tecnología de manera tal que


todos los habitantes del planeta se beneficien de sus logros pero cabe preguntar: ¿puede ser
beneficioso que los principales logros científicos y tecnológicos sirvan hoy principalmente
para acelerar la ruina de los bosques tropicales o para destruir la capa de ozono con emisiones
cada vez más incontroladas de dióxido de carbono, con la sola justificación de que las grandes
corporaciones deben aumentar sus ganancias?

La globalización debe servir para expandir la educación y hacer que cada niño o adolescente
de nuestro planeta tenga acceso a horizontes cada vez más amplios que le permitan una
contribución más plena al desarrollo humano, pero cabe preguntar: ¿puede haber desarrollo
sostenible viable para toda la humanidad si la educación sigue siendo el privilegio de unos
pocos pero quimera inalcanzable para muchos, muchos más?

A diferencia de la globalización, que escapa a la acción directa de los gobiernos y ante la cual
solo cabe la adaptación activa e inteligente para maximizar sus beneficios y minimizar sus
costos, el regionalismo y la integración regional, su forma más acabada y completa,
constituyen instrumentos importantes en manos de los gobiernos y otros actores sociales y
pueden convertirse, junto a otras políticas públicas, en el vehículo idóneo para la promoción
de un desarrollo sostenible con equidad. La percepción común acerca del tema ha aceptado
como hipótesis casi sin discusión que el regionalismo y la integración regional son ideas
fuerza de carácter positivo y que el camino a seguir es el de avanzar desde la integración
comercial a la económica, por vía de los acuerdos de libre comercio y las uniones aduaneras
y de ahí a las monetarias, lo que inevitablemente llevará a la unificación política. Se ha
insistido en que este proceso es ineluctable e irreversible una vez comenzado.

Sin embargo, conviene alertar de antemano contra una percepción idílica del regionalismo y
la integración regional. Tanto los avances y retrocesos del exitoso experimento europeo como
los fallidos intentos latinoamericanos y caribeños demuestran tal aserto. Lo primero que hay
que considerar es que, aún en los casos en que ha sido exitoso, se trata de un proceso de
compleja y prolongada puesta en práctica que requiere a la vez de una clara visión acerca de
sus oportunidades y riesgos, de una férrea y persistente voluntad política y de una
ponderación acertada acerca de los caminos por los cuales debe encauzarse. En segundo
lugar, la definición misma sobre qué se entiende por «regionalismo» e «integración» y la
conceptualización teórica acerca de definiciones, variables e indicadores han sido siempre
polémicas.37 El creciente debate académico actual sobre el tema, que incluso cuestiona los
propios presupuestos acerca del regionalismo y la integración, confirma que, a pesar de la
abundante literatura, todavía no existe un consenso substancial a ese nivel, lo que contrasta
evidentemente con el discurso político integrador internacional.

Los actuales procesos de regionalización e integración regional se inscriben dentro de un


fenómeno más amplio que varios autores definen como el «nuevo regionalismo» a escala
planetaria.38 Por otra parte, el actual florecimiento de «lo regional» se vincula estrechamente
con el reciente apogeo de los proyectos de integración de aspiraciones supranacionales que
de una forma u otra, desde Europa hasta Africa Meridional y desde Asia Sudoriental hasta el
Caribe, se proponen adaptar los Estados Nacionales a las contradictorias consecuencias
multifacéticas que sobre ellos tienen la globalización y la interdependencia

La teoría clásica sobre la integración regional ha puesto énfasis en sus componentes


económicos y, sobre todo, comerciales. A tono con ello, en la América Latina y el Caribe
actual, existe una marcada tendencia a otorgarle la categoría de integración regional
prácticamente a todo acuerdo que se proponga la eliminación de aranceles y la constitución
de tratados de libre comercio. Esta tendencia se ha fortalecido a la vera de las políticas
económicas neoliberales, con su énfasis en el mercado, la desregulación, la privatización, la
competitividad y la liberalización comercial. No son pocos los que califican al proceso

37 James E. Dougherty y Robert L. Pfaltzgraff (hijo), Teorías en pugna en las relaciones internacionales, Buenos
Aires, Grupo Editor Latinoamericano, 1993, pp. 443-480.
38 Björn Hettne, András Inotai y Osvaldo Sunkel: Globalism and the New Regionalism, Londres, Macmillan Press,

1999; National Perspectives on the New Regionalism in the North, Londres, Macmillan Press, 2000; National
Perspectivas on the New Regionalism in the South, Londres, Macmillan Press, 2000; The New Regionalism and the
Future of Security and Development, Londres, Macmillan Press, 2000; y Comparing Regionalisms: Implications for
Global Development, Londres, Palgrave, 2001.
negociador para la creación de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) de
proyecto de integración.39

Sin embargo, todo ello debe ser analizado con la mayor cautela posible. Ni siquiera el proceso
de integración regional del Viejo Continente, que ha desembocado en la creación de la Unión
Europea, con su moneda única, el euro, ha pasado por un proceso como el descrito por los
teóricos: de la unión aduanera o mercado común a la unión económica o monetaria y de ahí
a la unión política. Ese proceso comenzó en 1950 por un acuerdo de cooperación, integración
funcional supranacional y mercado común sectorial, la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero (CECA), y solo después de que habían pasado 7 años, en 1957, se creó el Mercado
Común Europeo. Aún hoy, a casi 50 años de aquel primer paso, la Unión Europea sigue
siendo ante todo un proceso de cooperación intergubernamental con fuertes elementos de
integración supranacional.40

Varios autores han visto en el «nuevo regionalismo» una tendencia positiva dentro del actual
sistema de relaciones internacionales, subrayando rasgos que se relacionan con su proyección
antihegemónica y transformadora. Tal es el caso de James Mittelman, por ejemplo,
participante en el proyecto del Instituto Mundial para la Investigación del Desarrollo
Económico mencionado más arriba, quien ha afirmado lo siguiente:

«En la actualidad, está surgiendo un contragolpe a la reestructuración neoliberal en lo que


puede definirse como los prolegómenos de un regionalismo transformador. Aunque
embrionario aún, es en parte una reacción defensiva de los que han sido marginados en el
mosaico de la globalización, particularmente en zonas fuera de las macro regiones. El
programa político y económico no es muy distinto del modelo integracionista de desarrollo:
fuerte cooperación política al inicio, no al final del proyecto; equidad y equilibrio en las
relaciones entre los estados miembros, incluyendo fórmulas de redistribución; y aumento del
comercio sobre la base de planes de industrialización regional. Aunque un actor debilitado,

40Dos obras sobre el proceso de integración europea ponen énfasis en el «rescate del Estado Nacional» y el
«poder estatal con propósito social.» Véanse Alan S. Milward, The European Rescue of the Nation State, London,
Routledge, 1992 y Andrew Moravcsik, The Choice for Europe: Social Pupose & State Power from Messina to
Maastricht, Ithaca, Cornell University Press, 1998.
el Estado debe ser un agente activo en la integración transformadora; sus principales tareas
son las de racionalizar la producción, construir infraestructuras y promover los
intercambios. Subrayando la organización propia, la fórmula alternativa apela a un
regionalismo que se construye de abajo a arriba y está vinculado a nuevas formas de
identidad cultural —el movimiento femenino, ecologistas, fuerzas democráticas, etc. Al final
del camino, las posibilidades y limitaciones del regionalismo transformador se basan en la
fortaleza de sus vínculos con la sociedad civil. El potencial creador para producir un
crecimiento sostenible y democrático descansa en el apoyo popular y en un sentido de
inclusión de las distintas capas de la población.»41

Según Mittelman, este «nuevo regionalismo», abarca un conjunto de fenómenos muy amplio
y diverso, en el cual se incluyen proyectos «clásicos» en el ámbito de macro regiones y
experimentos inéditos a nivel subregional, incluso entre zonas específicas de dos o más países
distintos, como por ejemplo las que se vienen desarrollando en el Sudeste Asiático, en
específico el Triángulo de Crecimiento Johor-Singapur-Riau entre partes de Malasia,
Singapur y Tailandia. Mittelman también subraya el carácter contradictorio del regionalismo
actual, que entraña procesos de integración y de desintegración, aunque reconoce que, a
diferencia del pasado, en general hay una tendencia hacia un regionalismo más abierto. 42

Tres ideas adelantadas por Mittelman merecen subrayarse. Primero, su propuesta de


clasificación de las formas de regionalización en cinco categorías distintas: auto céntricas,
desarrollistas, neoliberales, degeneradas y transformadoras.43Aunque este intento puede no
resultar del todo satisfactorio, y no corresponde aquí detallarlo, sí resulta conveniente el
esfuerzo por definir una tipología. Segundo, la característica más importante del nuevo
regionalismo es que tiene un carácter realmente mundial, abarcando todas las regiones del
globo y estableciendo vínculos externos mucho más amplios. Estos procesos no están siendo
conducidos en todos los casos por superpotencias «desde afuera y arriba» sino que se
promueven espontáneamente y «desde adentro y abajo». 44 Tercero, aunque se trata de

41James H. Mittelman, «Rethinking the “New Regionalism” in the Context of Globalization», en Global
Governance, n. º 2, 1996, p. 208.
42 Ibíd., pp. 190-191.
43 Ibíd., p. 189.
44 Ibíd., p. 192.
49 Ibíd. P.199
procesos iniciados por los actores estatales en primera instancia, «el crecimiento de la
sociedad civil regional, incluyendo redes sociales y culturales, provee ímpetus.»49

Pero no es ésta la única tendencia. También existe un regionalismo que el investigador


Amitav Acharya, ha calificado de «intruso» o «intrusivo». Señalando que en el pasado el
regionalismo, lejos de cuestionar la soberanía estatal, la defendía y fortalecía, en la actualidad
muchos acuerdos regionales incorporan cláusulas o declaraciones francamente
intervencionistas en los asuntos internos de los Estados participantes o asociados:

«Después de más de 50 años, el regionalismo se ha alejado mucho de su inicial


predisposición favorable a la soberanía. Esta transición puede describirse como inclinada
hacia el “regionalismo intrusivo”. Para entender la naturaleza del regionalismo intrusivo,
resulta útil compararlo con el regionalismo integrador del tipo previsto por los teóricos de
la integración regional en el contexto de la Comunidad Económica Europea. Esta última,
aunque compartía la soberanía, no la desafiaba. El modelo original de regionalismo
integrador estaba basado en la participación constante y activa de los Estados miembros.
La integración regional describía como los Estados eran persuadidos a hacer concesiones
voluntarias de soberanía a fin de realizar objetivos colectivos. El actual regionalismo
intrusivo, por otra parte, no siempre se basa en el consentimiento (aunque puede serlo). Se
distingue también por un elemento coercitivo. Mientras que el desarrollo temprano del
regionalismo integrador en Europa Occidental se apoyaba en la interdependencia
económica, la asociación política, y transacciones funcionales, el regionalismo intrusivo
depende, en última instancia, en la práctica de la intervención humanitaria, como quedó
ilustrado en el caso de la acción de la OTAN contra Serbia.»45

Para Acharya, el Compromiso de Santiago en favor de la Democracia y la Renovación de las


Relaciones Interamericanas, adoptado por la Organización de Estados Americanos en 1991
es un ejemplo de este nuevo «regionalismo intrusivo», que puede incrementar las tensiones
Norte-Sur.

45Amitav Acharya, «Regionalism and the Emerging (Intrusive) World Order: Sovereignty, Autonomy, Identity,»
Ponencia preparada para la 3ra Conferencia Anual del Centro para el Estudio de la Globalización y el
Regionalismo de la Universidad de Warwick, Reino Unido, 16-18 de septiembre de 1999, pp. 6-17.
«El Tercer Mundo reconoce el potencial del regionalismo para fomentar mayor
descentralización y democratización de las instituciones y regímenes globales en su
conjunto. Pero sigue siendo renuente o incapaz de seguir los modelos y prácticas del
regionalismo intrusivo. En la esfera económica, el regionalismo intrusivo puede convertirse
en una herramienta indispensable para que los países del Tercer Mundo se enfrenten más
efectivamente a la globalización. En la esfera política, sin embargo, el regionalismo
favorable a la soberanía seguirá siendo popular en el Tercer Mundo, como un contrapeso
al globalismo y regionalismo intrusivo de Occidente (reconociendo, sin embargo, que los
países del Tercer Mundo pueden no estar siempre en condiciones de separar el regionalismo
en la esfera económica y política).»46

Además, los nuevos procesos de regionalismo e integración regional a escala mundial se dan
en un contexto sumamente contradictorio. Por un lado, ellos son a la vez una respuesta a los
desafíos de la globalización y una forma de insertarse en la economía mundial desde una
posición mucho más favorable. De lo que se trata es de lograr una nueva división
internacional del trabajo que posibilite la competitividad necesaria de las distintas economías
nacionales en un mundo que se reestructura sobre la base de mega bloques regionales.47

Por otro lado, como han señalado varios autores, la globalización ha provocado de forma
paradójica una interrelación más estrecha entre la economía mundial en su conjunto y las
economías locales subnacionales.48 James Rosenau ha inventado el término «fragmegración»
para definir este proceso que fragmenta e integra a la vez a las sociedades a través y dentro
de las fronteras de sus estados nacionales.49 Abocarse a un proceso de integración regional
y/o subregional en América Latina y el Caribe en la actualidad significa tomar en cuenta estas
nuevas realidades.

46 Ibid., p. 22.
47 James H. Mittelman, «Rethinking the international division of labour in the context of globalisation», en Third
World Quarterly, Vol. 16, n. º 2, 1995, pp. 279-282.
48 Jaime Preciado Coronado, y Alberto Rocha Valencia, «Problemas y desafíos actuales del proceso de

regionalización de América Latina y el Caribe», en Jaime Preciado Coronado y Alberto Rocha Valencia, América
Latina: Realidad, Virtualidad y Utopía de la integración, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1997, p. 27.
49 James Rosenau, «Cambio y complejidad: Desafíos para la comprensión en el campo de las relaciones

internacionales», en Análisis Político, n. º 32, Septiembre/Diciembre, 1997, Santafé de Bogotá, Universidad


Nacional de Colombia. Véase también su obra Along the Domestic-Foreign Frontier: Exploring Governance in a
Turbulent World, Cambridge, Cambridge University Press, 1997, II Parte, Capítulo 6, pp. 99-117.
Por ser el más avanzado, sostenido y completo proyecto de regionalismo e integración
regional vigente en la actualidad, resulta importante tomar en cuenta aquellas lecciones que
puedan sacarse de los éxitos y fracasos de la experiencia europea. L. Alan Winters ha
intentado hacer un balance de las lecciones que se derivan para los países subdesarrollados
de este proceso que acaba de cumplir 40 años de existencia.50 A los efectos de esta breve
presentación, hay dos que resultan importantes. La primera es que el fenómeno de la
integración europea ha sido esencialmente político e ideológico movido «por una gran visión
que tuvo efectos económicos residuales afortunados.» A esta conclusión habría que agregar,
sin embargo, que lo que Winters define como «efectos económicos residuales afortunados»
se debió, ante todo, a las favorables políticas de bienestar social que llevaron adelante los
gobiernos europeos en las 3 décadas iniciales, coincidentes con el período inmediato
posterior a la II Guerra Mundial. La concepción de que la integración europea tendría que
producirse sobre la base del principio de que ninguna región o sector social debía ser
perjudicado llevó a la creación de los fondos de cohesión social que jugaron un papel decisivo
en lograr el acceso y exitosa incorporación de los países del Sur (Grecia, Portugal y España)
a la Comunidad en la década de 1980.

Teniendo en cuenta que el proceso integrador regional europeo se ha caracterizado por la


alternancia de períodos de euforia y entusiasmo que lo han acelerado y de pesimismo y duda
que lo han estancado o hasta revertido, Winters ha sugerido que ha resultado importante la
existencia de un organismo ejecutivo supranacional, en este caso la Comisión Europea, la
cual ha sido «vital para el objetivo de la integración como guardián y campeón del ideal
europeo.» De ello se deduce que los proyectos regionalistas e integradores deben buscar el
establecimiento de alguna institución o autoridad supranacional que le dé continuidad a la
aspiración común, cuando los estados que lo integran, por cualquier razón, desfallezcan.

Una lección importante que no fue incluida por Winters y que cobra particular significación
en las actuales circunstancias, surge de uno de los fallos más evidentes que se observan en el
panorama actual desde la firma del Tratado de Maastricht en 1992. La fundación, impulso y
desarrollo de la integración europea desde el Tratado de Roma hasta el de Maastricht fue

50 L. Alan Winters, What Can European Experience Teach Developing Countries About Integration?, Washington D.C.,
Integration and Regional Programs Department, Inter-American Development Bank. (Working Paper Series
215), 1997.
conducido por las elites europeas, sin que los pueblos del continente participaran de una
forma significativa. La integración europea fue producto de un «suave despotismo ilustrado»,
según lo definiera Enrique Barón Crespo, eurodiputado socialista español que presidió el
Parlamento Europeo entre julio de 1989 y enero de 1992.51 El desenlace negativo del primer
referéndum danés sobre Maastricht y el «casi no» del francés en 1993 pusieron sobre el tapete
el tema del «déficit democrático» que padecen las instituciones de la Unión Europea, el cual
se vincula al tema de la doble adhesión de los ciudadanos europeos a su Estado nacional y al
ideal de «Europa».52 Los esfuerzos europeos por solventar este «déficit» han conducido al
controvertido proceso de crear una Convención para modificar los tratados en la Cumbre de
Laeken en el 2000, la cual se ha convertido en una Convención Constituyente que acaba de
presentar un proyecto de Constitución que comenzó a debatirse en la Cumbre de Roma de
junio del 2003. Pero vale llegar a la conclusión de que para evitar el «déficit democrático»
que parece acompañar a todo proceso integrador, conviene vigorizar el papel que en ella debe
jugar la sociedad civil internacional de la región en cuestión.53

Finalmente, como ha demostrado Alan Milward, al igual que la cohesión del Estado Nación
se ha sustentado por la puesta en práctica de «políticas nacionales diseñadas a asegurar
beneficios materiales para amplios grupos sociales», un proceso de integración, que siempre
implica la cesión limitada de algunas facultades soberanas —lo que se ha dado en llamar las
«competencias confiadas»54— sólo puede obtener la adhesión y apoyo de los ciudadanos de
sus respectivos países miembros si logra esos mismos o similares beneficios en el marco de
una nueva forma de cooperación internacional con otros estados nacionales.55 Al aumentar el
desempleo y el consecuente malestar social, e identificarse el mismo, con razón o sin ella,
con los criterios de convergencia aprobados en Maastricht, el «ideal europeo» ya no resultó
tan atractivo para las amplias capas populares del viejo continente. De ahí la importancia que

51 Enrique Barón Crespo, «¿Cómo dar la palabra a los electores?,» en Paddy Ashdown y otros,
¿Cómo pueden los electores de la UE hacer oír su voz?, Bruselas, The Philip Morris Institute for Public Policy
Research, 1995, p. 29.
52 Sobre la conformación de un concepto de adhesión a «Europa» como ente político regional, véase la

interesante obra de J.H.H. Weiler, The Constitution of Europe: «Do the new clothes have and emperor?» and other
seáis on European Integration, Cambridge, Cambridge University Press, 1999.
53 Aunque al hablar de «sociedad civil» la mayor parte de los politólogos incluyen en ese concepto a los grupos

empresariales, esta no es la perspectiva del autor.


54 José Antonio Nieto Solís, Fundamentos y políticas de la Unión Europea, Madrid, Siglo Veintiuno Editores, 1995,

p. 83. Evidente referencia a lo que los anglo parlantes llaman «the pooling of sovereignty»
55 Milward, op. cit., p. 182.
la cuestión social adquiere dentro del proceso regional integrador, como lo han señalado
recientemente varios estudiosos de la Unión Europea.56

1.2.1. El nuevo regionalismo en américa latina y el caribe


Desde el Grupo de Río hasta la Asociación de Estados del Caribe y desde el MERCOSUR
hasta el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el continente americano
ha sido el escenario en la última década de una explosión de acuerdos y arreglos regionales
y subregionales de las formas y tipos más diversos. Coexisten esquemas de liberación
comercial amplios como la ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración) con
pequeñas agrupaciones como el G-3 (México, Venezuela y Colombia), por no hablar del
tupido entramado de arreglos bilaterales. Sobresalen cuatro acuerdos subregionales con fines
de integración económica y comercial: MERCOSUR, la Comunidad Andina, CARICOM y
el Sistema de Integración Centroamericano (SICA). Algunos grupos regionales están
fundamentalmente diseñados para alcanzar la concertación política, como lo es el Grupo de
Río. Otros, como la Asociación de Estados del Caribe, intentan promover y fomentar la
cooperación en todas las esferas, incluyendo el medio ambiente y el desarrollo científico-
tecnológico.

Por otra parte, países de la región participan en procesos cimeros de deliberación y consulta
con países de otras regiones hasta el número de 4: las Cumbres Iberoamericanas, las Cumbres
de Cooperación Asia-Pacífico, las Cumbres de las Américas y las Cumbres con la Unión
Europea. Cada uno de los esquemas de cooperación e integración apuntados en el párrafo
anterior, incluye asimismo una Cumbre anual o bianual.57

Habría que añadir que, según frase muy atinada del actual Embajador de

Chile ante la ONU, Heraldo Muñoz, «la integración es una esperanza frustrada de los países
de América Latina, pero continúa siendo un instrumento esencial para asegurar el crecimiento

56 Iain Begg y François Nectoux, «Social Protection and Economic Union», en Journal of European Social Policy,
Vol. 5, Nº 4, 1995; Tony Judt, «The Social Question Redivivus», en Foreign Affairs, Vol. 76, n.º 4,
September/October, 1997; Martin Rhodes, A New Social Contract? Globalisation and Western European Welfare
States, Firenze, Robert Schuman Centre, European University Institute. EUI Working Papers, RSC n. º 96/43,
1996.
57 Véase Paz Millet y Francisco Rojas Aravena, «Diplomacia de Cumbres: El multilateralismo emergente del

siglo XXI», en Francisco Rojas Aravena (compilador), Globalización, América Latina y la Diplomacia de Cumbres,
Santiago de Chile, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO - Chile), 1998, pp. 201-232,
de las economías latinoamericanas y el bienestar de sus ciudadanos.»58 Por ello, no debe
extrañar que, después de los fallidos intentos de las décadas de 1950, 1960, 1970 y 1980, los
proyectos integradores se hayan convertido nuevamente en temas de alta prioridad política
para la mayor parte de los países de la región en la década de 1990. Sin embargo, el debate
sobre el regionalismo y su forma superior, la integración regional, adolece de una serie de
paradojas que vale la pena contrastar y someter a crítica.

A nivel del discurso político, sigue siendo promovida como una idea fuerza de gran atractivo
y beneficio: la aspiración aún por materializar de nuestros próceres. A nivel de la práctica
cada vez más se marcha hacia una aceptación acrítica de una concepción técnico económica
del problema, por decirlo de alguna forma, lo que restringe la discusión y el análisis de las
opciones de integración, circunscribiéndolas al discurso neoliberal prevaleciente sobre
liberalización comercial como paradigma basado en los supuestos beneficios que comporta
dejar que la «mano invisible» del mercado resuelva los problemas sociales. A nivel del debate
académico sigue prevaleciendo una diversidad y confusión importantes, que «requiere de un
enfoque crítico y alternativo».59

No se puede olvidar el papel que puede jugar el regionalismo y la integración regional como
mecanismo de prevención y solución de conflictos. Aunque en América Latina y el Caribe
no están presentes con la misma virulencia los violentos conflictos étnicos, conflictos
culturales, políticos y sociales que parecen afectar otras regiones del mundo después del fin
de la bipolaridad estratégica, sería una ilusión pensar que no existen en la región condiciones
que podrían propiciar la erupción de tipos diferentes de conflictos. Dos áreas mayores de
conflicto, los unidos dialécticamente entre sí, saltan a la vista a partir de una rápida mirada a
la región.

En primer lugar, debe tenerse en cuenta la naturaleza unipolar del propio sistema inter-estatal
regional. Si al nivel mundial puede defenderse que la política internacional contemporánea
encaja al modelo de un «extraño híbrido, un sistema uni-multipolar con una superpotencia y

58 Heraldo Muñoz, Política internacional de los nuevos tiempos, Santiago de Chile: Editorial los Andes, 1996, p.
122. (Series Temas de Hoy).
59 Lourdes María Regueiro Bello, «La integración latinoamericana: apuntes para un debate», en Revista de

Ciencias Sociales, San Juan: Centro de Investigaciones Sociales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de
Río Piedras, 1997, p. 128.
algunos potencias principales, según lo definiera Samuel Huntington en 1999,60 ése no es el
caso con el sistema estatal Interamericano, donde un modelo del unipolar ha prevalecido en
el pasado y ha prevalecido en el presente.61

La hegemonía o dominación política y militar que los Estados Unidos han ejercido sobre
América Latina y el Caribe se ha fortalecido después del fin de la Guerra Fría y se ha
extendido a la esfera cultural, aunque la región tiende a buscar autonomía en ciertas áreas del
dominio económico, especialmente en América del Sur, aunque también en el Gran Caribe.62
No obstante hay señales abundantes que hacen posible predecir, que tanto al nivel de la
Estado Nacional como al de actores no-estatales transnacionales existe un creciente
movimiento a cuestionar y oponerse a la determinación hegemónica de Washington. El
conflicto entre el unilateralismo ascendente de Estados Unidos y creciente multilateralismo
transformador de América Latina y el Caribe estará presente en el futuro de la región. 63

Tradicionalmente, los gobiernos y actores no-gubernamentales latinoamericanos y caribeños


han percibido el regionalismo, la regionalización e integración regional como fenómenos que
ayudarían sus Estados Nacionales y a la región en su conjunto a superar la asimetría de poder
con el «el Coloso del Norte», aunando sus estrategias y recursos negociadores y estrategias.
De la misma manera, Washington no ha visto con benevolencia cualquier esfuerzo por formar
organizaciones regionales en las que no esté presente o la integración regional o subregional
de Estados o sociedades en bloques que podrían disminuir su capacidad de dominación sobre
la región. Para los Estados Unidos, el ideal ha sido lo que la mayoría de los autores designa
como proyectos panamericanos o neo panamericanos donde, con la presencia de sus
diplomáticos y negociadores, los estadounidenses han podido neutralizar las demandas de la
región e imponer su agenda.64

60 Samuel P. Huntington, «The Lonely Superpower», en Foreign Affairs, Marzo/Abril 1999, Volumen 78, n. º 2,
p. 36, New York: Council on Foreign Relations.
61 Arturo Borja, «Los patrones históricos del continente americano y las limitaciones del realismo estructural»,

en Arturo Borja, Guadalupe González y Brian J.R. Stevenson (coordinadores), Regionalismo y poder en América:
los límites del neorrealismo, México, Centro de investigación y docencia económicas, pp. 69-94.
62 Se entiende por Gran Caribe a la Gran Cuenca del Mar Caribe que abarca no sólo a las Antillas, sino también

a México, toda Centroamérica, Panamá, Colombia, Venezuela, y la Guyanas.


63 Francisco R. Dávila Ardaz, Globalización-Integración: América Latina, Norteamérica y Europa, 2001, México,

Fontamara, 2002, pp. 101-146.


64 Véase el interesante ensayo de Luis Fernando Ayerbe, Los Estados Unidos y la América Latina: La construcción

de la hegemonía, Premio Casa de las Américas en la categoría de Ensayo Histórico-Social 2001, La Habana,
Casa de las América y Ministerio de Cultura de Colombia, 2001.
La segunda fuente de conflicto que no puede separarse del primero, emana del hecho que el
rasgo social principal prevaleciente en la región es el de la persistente desigualdad que
penetra en todos los países, con la excepción de Cuba. La desigualdad del ingreso es mayor
en América Latina y el Caribe que en cualquier otra parte del mundo, como se ha comentado
en todo el trabajo. No se puede subestimar el impacto que este factor tiene sobre la estabilidad
de los países que la integran, como recién acaba de suceder en Bolivia o tuvo lugar en
Argentina a fines del 2002.65

A estas dos fuentes principales de conflicto, tendría que agregarse la vasta agenda de
problemas de seguridad regional como la producción y el tráfico de droga, la corrupción, el
terrorismo, la degradación ambiental, la migración ilegal, la proliferación de armamentos
avanzados, la seguridad nuclear, etc. Además, la región no puede obviar la posibilidad de
conflictos fronterizos como el que enfrentó a Perú y Ecuador en 1995.

Cuando se examina los temas de cooperación e integración regional y en contexto el


latinoamericano y caribeño, no debe olvidarse que la soberanía nacional ha sido un valor
importante para la mayoría de los pueblos de la región. Históricamente abusada por grandes
potencias extra-regionales de una manera u otra, los países latinoamericanos y caribeños son
sumamente sensibles a la idea que la globalización ha limitado su soberanía y reducido su
viabilidad. Con el fin diseñar y llevar a cabo estrategias regionalistas de cooperación e
integración exitosa, las fuerzas políticas que las defienden tendrán que ofrecer beneficios
tangibles si ellos quieren que sus respectivos pueblos apoyen estos proyectos. Debe pues irse
erigiendo un consenso alrededor del tema.

Si es verdad que un proyecto regionalista de integración debe contribuir resolver o disminuir


el impacto de conflictos viejos, también es cierto que debe prever aquéllos conflictos o
disputas que pueden tener lugar alrededor del propio proceso regionalista o integrador.
Cuatro recientes ejemplos lo demuestran: la disputa bananera entre el CARICOM,
beneficiado por las preferencias arancelarias y no arancelarias del Acuerdo de Lomé con la

65 Sobre la importancia de este fenómeno para la seguridad y gobernabilidad del continente, unido a la apuntada
relación asimétrica con Estados Unidos, que sigue empeñado en imponerle a la región fórmulas neoliberales o
liberales, he abundado en Carlos Alzugaray Treto, «Governance, Security, and Interamerican Relations: A
Critique of the Liberal Paradigm», en Gary Prevost y Carlos Oliva Campos, Neoliberliasm and Neopanamericanism:
The View from Latin America, New York, Palgrave Macmillan, 2002, pp. 47-66.
Unión Europea, y los productores centro y suramericanos, respaldados por Estados Unidos y
sus empresas transnacionales; la fricción entre Venezuela y Colombia alrededor de la
aplicación de las regulaciones de transporte de la Comunidad andina; la querella entre Brasil
y Argentina que han producido una crisis dentro de MERCOSUR; la controversia entre Brasil
y el resto del MERCOSUR debido a la decisión de su gobierno de proseguir con las
negociaciones de comercio con la Comunidad andina.

1.3. La teoría del regionalismo abierto de CEPAL

No es posible determinar con certeza la contribución de los acuerdos de integración, en


particular los bilaterales, a la expansión del comercio y la inversión intrarregionales. En
primer lugar, la mayoría de los acuerdos bilaterales continúan basándose en listas positivas,
en que el libre comercio recíproco se otorga sólo a un número limitado de productos,
restringiendo así la cobertura de productos sujetos al comercio liberalizado. Segundo,
muchos pares de países que no han suscrito acuerdos bilaterales de libre comercio han
acusado altísimas tasas de crecimiento del comercio bilateral, más altas que entre otros países
que eran partes en acuerdos de integración. Por ejemplo, en 1992, Brasil y Colombia, Brasil
y México y México y Venezuela registraron tasas de crecimiento del comercio recíproco más
altas que muchos otros pares de países que habían suscrito acuerdos de integración bilaterales
o subregionales (CEPAL, 1994). Si se examinan más detenidamente las tendencias
comerciales de la región se pueden encontrar otras explicaciones, posiblemente
complementarias, de la significativa expansión del comercio intrarregional. Primero, el total
de importaciones de la región ha aumentado enormemente, de menos de 100 000 millones de
dólares en 1990 a casi 150 000 millones de dólares en 1993. Segundo, este incremento
espectacular de las importaciones puede atribuirse a menores niveles de protección,
economías estabilizadas que acusan síntomas de reactivación y, en cada vez más casos, la
apreciación del tipo de cambio. El comercio intrarregional ha crecido como parte de este
fenómeno. Cabe mencionar que las importaciones intrarregionales, como proporción del total
de importaciones, no muestran aumento alguno si se consideran los países en su conjunto; en
1990 correspondieron a aproximadamente 16% del total de las importaciones de los
miembros de la ALADI y a sólo un 14% cuatro años más tarde, en 1993. De hecho, el
crecimiento del comercio intrarregional puede vincularse a procesos unilaterales de
liberalización más o menos simultáneos, que han hecho de la proximidad geográfica un factor
determinante de las corrientes comerciales. Así pues, los países vecinos que han llevado a
cabo la liberalización unilateral, a veces reforzado con acuerdos de integración, han pasado
a ser polos importantes que dinamizan la expansión comercial intrarregional. Dichos polos
incluyen Argentina y Chile, Brasil y Argentina, Colombia y Venezuela y El Salvador y
Guatemala. Por otra parte, además de la privatización, especialmente en los sectores de las
telecomunicaciones y el transporte (Devlin, 1993), la mayoría de los países de la región ha
reducido gradualmente el número de sectores reservados para el Estado y los inversionistas
nacionales y adoptado normas que no discriminan contra los inversionistas extranjeros
(Calderón, 1993). Y así como la liberalización unilateral ha contribuido a expandir el
comercio intrarregional, la desregulación y la privatización han contribuido a aumentar las
corrientes de inversión intrarregionales, sobre todo en los servicios, en que no sólo la
proximidad geográfica sino también la afinidad cultural son importantes variables
explicativas de estas corrientes (Naciones Unidas, 1993). Además de estos factores, el
proceso de reestructuración económica de América Latina y la creciente globalización de
algunas de las empresas más exitosas de la región han movido a dichas empresas a comenzar
a invertir en el extranjero, tanto en América Latina como en otras regiones (Peres, 1993).

Por tanto, parecería que hay dos fenómenos que promueven la integración en América Latina.
Por un lado, la liberalización unilateral, la desregulación y la estabilización han creado
condiciones que, "natural" o espontáneamente, favorecen una mayor interdependencia
económica entre los países que comparten un espacio geográfico y ciertas características
culturales. Además, se suman otras políticas, de carácter preferencial, que pueden fortalecer
más la interdependencia. El regionalismo abierto consiste en afianzar los vínculos entre
ambos elementos, es decir, entre la integración "de hecho" y la integración impulsada por
políticas, de modo tal que aumente la competitividad de los países de la región y constituya,
en lo posible, el cimiento que favorezca una economía internacional más abierta y
transparente (CEPAL, 1994). Para que los acuerdos de integración sean coherentes con el
regionalismo abierto, deberían cumplir las siguientes exigencias (CEPAL, 1994): i)
Garantizar una liberalización amplia de mercados en términos de sectores, que incluya bienes
y servicios, aunque sin excluir los diferentes períodos de transición necesarios para el ajuste
gradual; ii) incluir una liberalización amplia de mercados en términos de países, lo que
implica que debiera facilitarse el ingreso de miembros nuevos, especialmente de socios
comerciales ("naturales") importantes; iii) estar regidos por normas estables y transparentes,
que favorezcan las reglamentaciones comerciales acordes con lo dispuesto en el GATT y
armonicen las normas de conformidad con los acuerdos internacionales; iv) suscribirse entre
países que han logrado estabilizar sus economías, fortaleciendo las instituciones regionales
que aportan financiamiento a la balanza de pagos a fin de minimizar las posibilidades de
desequilibrios macroeconómicos; v) aplicar niveles moderados de protección frente a
terceros competidores y favorecer la introducción de aranceles externos comunes, en forma
gradual, si fuera necesario; vi) eliminar o armonizar los arreglos institucionales (reglamentos,
normas), facilitar la convertibilidad de las monedas o elaborar convenios de pago apropiados
y construir infraestructura, todo ello de modo tal que se minimicen los costos de transacción
dentro de los países y entre ellos; vii) adoptar acuerdos sectoriales flexibles y abiertos que
favorezcan la transferencia internacional de tecnología; viii) incluir medidas especiales que
favorezcan el ajuste de los países o las regiones de menor desarrollo relativo, incluida la
reducción gradual de la protección, brindando al mismo tiempo incentivos fiscales para
promover la inversión intrarregional; ix) favorecer mecanismos institucionales flexibles,
fomentando la participación amplia de los distintos sectores sociales de los países. Las cinco
primeras condiciones tienen una justificación bastante ortodoxa. Las dos primeras generarán
economías resultantes de la producción a escala y la especialización y, junto con las normas
multilaterales estables (iii) y las economías estabilizadas (iv), contribuirían a crear
expectativas favorables para la inversión, tanto nacional como extranjera. Las normas
multilaterales y armonizadas (iii) reducirán también las pérdidas y los costos administrativos.
La razón fundamental para contar con muchos miembros es equivalente a la que favorece a
los "socios naturales" (es decir, los que tienen una alta proporción de comercio recíproco), a
saber, que se reduce la probabilidad de tener que importar de productores más caros, mientras
se facilitan las importaciones de productores más baratos, resultado al que también
contribuirán los bajos niveles de protección frente a terceros (v). Los mercados más amplios
promoverán también mayores inversiones. Los aranceles externos comunes (v) desalentarán
la triangulación y el contrabando y evitarán la necesidad de aplicar normas de origen estrictas,
que cada vez se usan más como instrumentos de protección velados. Quizá la justificación
de las siguientes condiciones sea menos conocida o más polémica. Es posible que la
reducción de los costos de transacción (vi) elimine completamente la desviación del comercio
que provocan las preferencias, ya que puede disminuir el precio de los bienes y servicios
producidos en la región por debajo del precio de las importaciones extrarregionales
(Reynolds, Thoumi y Wettmann, 1993). Para satisfacer esta condición pueden necesitarse
inversiones sustanciales o reformas institucionales profundas, que requieran cuidadosas
evaluaciones de costo-beneficio. Los acuerdos sectoriales flexibles que favorezcan la
transferencia de tecnología (vii) forman parte de una nueva división del trabajo con exigentes
requisitos de información, en que hay una creciente desverticalización de las empresas más
grandes, una descentralización geográfica y subcontratación de actividades productivas, y
una constante necesidad de innovar y difundir tecnología. Estas actividades también forman
parte de lo que puede considerarse un proceso de integración a partir de la innovación. La
propuesta de facilitar procesos de ajuste gradual (viii) se basa en el supuesto de que los
mercados no responden de inmediato a los cambios de los precios relativos, especialmente
los mercados imperfectos e incompletos, tanto de factores como de bienes y servicios finales,
sobre todo en los países subdesarrollados. En el caso de los subsidios que favorecen la
inversión intrarregional en los países de menor desarrollo (viii), se supone que los países que
ganan más pueden compensar a los que ganan menos o sufren pérdidas, y que el éxito de los
acuerdos de integración puede resultar socavado por los países miembros que no se
benefician de manera significativa con el proceso de integración. En cuanto a los mecanismos
institucionales flexibles (ix), se supone un proceso de integración que aún es relativamente
"superficial" y en constante cambio, en tanto la mayor participación de los diferentes sectores
sociales es una propuesta que concuerda con el espíritu democrático que predomina en la
región.

Capítulo 2: La política peruana de integración comercial con el mundo


2.1. Política económica y apertura al mundo
Esto resulta fundamental para economías pequeñas. El Perú es una economía pequeña en el
contexto mundial y únicamente podrá emplear a su población y elevar su nivel de vida y
progresar, si aprovecha sus recursos humanos y naturales y se conecta con todo el mundo
accediendo a sus mercados. La experiencia reciente muestra que, aun en países con territorios
y poblaciones enormes, como la India y China, la creciente integración al mundo de sus
economías ha resultado en tasas de crecimiento del ingreso por habitante que superan
largamente a las de todo el resto de países del mundo. Este proceso se inició en los años
ochenta ambos países se abrieron con fuerza al comercio y a la inversión directa extranjera:
su crecimiento económico se incrementó, y con él, la generación de empleo; como
consecuencia, la pobreza se redujo considerablemente.

Los beneficios han sido mayores para China, que ha alcanzado un mayor grado de apertura.
Sin duda, constituye la mayor victoria contra la pobreza mundial en los últimos tiempos,
teniendo en cuenta el tamaño de su población. En el año 2001, la pobreza afectó a alrededor
de 283 millones de personas menos que en 1981… todo gracias a la “efectiva ayuda
humanitaria” de la apertura. Estudios económicos a nivel internacional, ratifican el impacto
positivo del comercio internacional sobre la economía. Frenkel y Romer (1999) estiman que
el aumento en 1 punto porcentual del ratio comercio a PBI (apertura), implica un incremento
del PBI per cápita en un rango de 1,5% a 2,0%.

Al comentar los efectos de la globalización, el renombrado economista Jagdish Bhagwati


menciona un estudio de Arvind Panagariya, según el cual en las tres décadas siguientes a la
segunda guerra mundial, todos los países que han logrado “milagros económicos”
(crecimiento promedio anual del ingreso per cápita no menor a 3%) presentaron al mismo
tiempo un elevado crecimiento comercial; por el contrario, las caídas en el ingreso per cápita
estuvieron acompañadas por descensos en el comercio. Bhagwati no niega que haya
excepciones, pero considera que se dan por deficiencias en la infraestructura (recordemos
nuestros puertos), restricciones a la inversión o contiendas civiles, entre otros factores que
impiden aprovechar la apertura comercial. Teniendo una economía pequeña, si el Perú quiere
crecer, necesita mercados más amplios. Para ello, la única opción viable es integrarse al
mundo y, a pesar de que hemos avanzado mucho en este sentido, todavía tenemos un largo
camino por recorrer en lo que se refiere a integración comercial.

El gráfico nos muestra el índice de apertura de países muy diversos para el año 2015:

La incidencia positiva de la apertura comercial sobre el ritmo de crecimiento económico, se


corrobora al comparar el crecimiento de países sudamericanos con un punto de partida más
o menos similar, como se muestra en las siguientes gráficas:

2.1.1. Acceso a productos de mayor calidad y menores precios


Durante un período relativamente largo, se consideró que para iniciar su crecimiento
industrial, era muy lógico que los países quisieran proteger su industria “naciente” de la
competencia extranjera. La idea era que, con el tiempo, una vez que alcanzaran una cierta
madurez y se hubieran consolidado sobre la base de un mercado interno cautivo, esas
empresas estarían listas para competir internacionalmente.

Esto nunca se dio en el Perú. Con niveles de protección que colocaron los aranceles por
encima de 60% y que contenían además una serie de restricciones al ingreso de productos
del exterior, nuestro PBI en general y nuestra industria manufacturera en particular,
registraron pérdidas de crecimiento debido a que nunca fueron capaces de competir
eficientemente. Así lo muestra el cuadro siguiente,

Esto puede ser explicado de manera bastante simple: al encarecerse desmedidamente las
importaciones, se encarecía también artificialmente la importación de bienes de capital e
insumos, lo cual aumentaba los costos de producción e impedía la incorporación de nuevas
tecnologías. El contar con un mercado pequeño, pero cautivo, restaba alicientes a la búsqueda
de eficiencia lo cual hacía innecesario que las empresas tuvieran que invertir para prepararse
para competir en otros mercados a los cuales sus elevados costos les hacían difícil conquistar,
lo cual impedía a su vez, generar economías de escala suficientes como para bajar los costos
de producción unitarios. En conclusión, la evidencia muestra que, si bien algunas empresas
pueden haber aprovechado para hacer ganancias extraordinarias, en general, la más
perjudicada fue esa industria que se pretendía proteger.

2.1.2. Contacto con avances tecnológicos y científicos

Uno de los mayores problemas que enfrentan países como el nuestro, es la escasez de
recursos para investigación. Una ventaja adicional de la apertura es que, siendo sólo un
paliativo, permite a las empresas y consumidores tener contacto con las nuevas tecnologías,
sea vía importaciones o vía inversión y aprovechar sus beneficios.

2.2.3. Mejores sueldos y calidad de empleo

La evaluación realizada por el Banco Mundial respecto de los efectos del NAFTA en México,
muestra que los sectores ligados al comercio exterior tienen un nivel salarial hasta 40% por
encima de los sectores no conectados al comercio exterior. Las razones son varias: los niveles
de productividad alcanzados por las empresas ligadas al comercio exterior son mayores y eso
es precisamente lo que les permite competir exitosamente; por esa misma razón, los
empleadores tienen interés en no perder al personar ya entrenado y productivo.

Adicionalmente, vale mencionar algo que ya se viene dando en nuestro país, especialmente
en los sectores agroindustrial y de confecciones: los compradores internacionales, las grandes
firmas, hacen auditorías por presión de sus propios consumidores (y de empresas
potencialmente competidoras) que verifican el cumplimiento de normas y condiciones
laborales. Las empresas que no cumplen con estas obligaciones tienen el grave riesgo de
perder su mercado.
2.2. Tratados internacionales de asociación estratégica firmados por el Perú

Los Tratados de Libre Comercio forman parte de una estrategia comercial de largo plazo que
busca consolidar mercados para los productos peruanos con el fin de desarrollar una oferta
exportable competitiva, que a su vez genere más y mejores empleos. La experiencia muestra
que los países que más han logrado desarrollarse en los últimos años son aquellos que se han
incorporado exitosamente al comercio internacional, ampliando de esta manera el tamaño del
mercado para sus empresas. La necesidad de promover la integración comercial como
mecanismo de ampliación de mercados es bastante clara en el caso del Perú, cuyos mercados
locales, por su reducido tamaño, ofrecen escasas oportunidades de negocios y, por tanto, de
creación de empleos.

2.2.1. Ventajas y desventajas pueden traer los tratados de libre comercio

Los tratados de libre comercio traen consigo beneficios que están relacionados no sólo con
aspectos de tipo comercial, sino que son positivos para la economía en su conjunto: permiten
reducir y en muchos casos eliminar las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio;
contribuyen a mejorar la competitividad de las empresas (dado que es posible disponer de
materia prima y maquinaria a menores costos); facilitan el incremento del flujo de inversión
extranjera, al otorgar certidumbre y estabilidad en el tiempo a los inversionistas; ayudan a
competir en igualdad de condiciones con otros países que han logrado ventajas de acceso
mediante acuerdos comerciales similares así como a obtener ventajas por sobre los países
que no han negociado acuerdos comerciales preferenciales; y, finalmente, fomentan la
creación de empleos derivados de una mayor actividad exportadora. Asimismo, la apertura
comercial genera una mayor integración del país a la economía mundial, lo que hace posible
reducir la volatilidad de su crecimiento, el nivel de riesgo-país y el costo de financiamiento
de la actividad privada en general.

Sin embargo, no todos los sectores de la economía se benefician de igual manera con los
tratados de libre comercio. Hay sin duda productos de mayor sensibilidad en el proceso de
negociación que deben ser protegidos con determinados mecanismos de defensa comercial.
Sin embargo, los efectos negativos sobre ciertos productos también pueden atenuarse y de
mejor manera si se toma las medidas adecuadas para impulsar su competitividad o en todo
caso incentivar su reconversión hacia actividades con un mayor potencial de crecimiento.

2.2.2. Acuerdos comerciales mantiene vigentes el Perú

El Perú participa en la CAN en acuerdos relacionados con la desgravación arancelaria al


comercio de bienes, la liberalización subrregional de mercados de servicios, normas
comunitarias referidas a propiedad intelectual, transporte terrestre, aéreo y acuático,
telecomunicaciones y una gama amplia de otros temas de comercio.

2.2.2.1. Mercosur-Perú

Con este acuerdo se busca formar un área de libre comercio entre el Perú y los cuatro países
integrantes del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), mediante la expansión y
diversificación del intercambio comercial y la eliminación de restricciones arancelarias y no
arancelarias que afectan el intercambio recíproco de bienes y servicios.

2.2.2.2. Organización Mundial de Comercio (OMC)

Es el foro de negociación en el que se discuten las normas que rigen el comercio en los países
de todo el mundo. La OMC es esencialmente el lugar al que acuden los estados miembros
para tratar de arreglar los problemas comerciales que pueda haber entre sí. El Perú es
miembro de la OMC desde su conformación en 1995.

2.2.2.3. Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC)

El Perú es miembro del APEC desde 1998 y el ingreso a este foro responde al deseo de
afianzar los vínculos económicos existentes y generar mayores relaciones económicas con la
región que, en los últimos años, ha presentado el mayor dinamismo en términos de
crecimiento económico.

2.2.3. Afectación sobre abandono otras plataformas de negociación

No. Perú tiene una visión comercial de largo plazo que incluye una agenda integral de
acuerdos y negociaciones comerciales. En el ámbito del comercio internacional no sólo
existen los Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Complementación Económica, que
son instrumentos de negociación bilateral. También existen procesos multilaterales de
negociación, como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA). En ese sentido, la visión comercial del Perú no apunta
únicamente a consolidar determinados beneficios con algún país, sino también a ampliar la
apertura de más mercados para nuestra oferta exportable. Por lo tanto, está en la agenda del
Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) llevar a cabo negociaciones
comerciales con otros bloques económicos, como recientemente lo ha hecho con Panamá,
Venezuela, Costa Rica y Méjico, con el fin de asegurar un mejor acceso de nuestros productos
a los mercados internacionales.

2.2.4. ¿Por qué negociar con países grandes y no solos con países pequeños, como el Perú?
Los países grandes, como Estados Unidos, China, o el bloque de la Unión Europea, son tres
de nuestros principales socios comerciales, y los mercados que más compran en el mundo.
Pero, además, por una razón sencilla: los países que compiten entre ellos, es decir, que
producen bienes similares, no se complementan, mientras que con países que producen
bienes que mayormente adquirimos y no producimos si nos complementamos perfectamente.
En el caso de Europa, China y Estados Unidos, las importaciones peruanas son
complementarias. En este contexto, la desgravación de estos productos favorece la
competitividad de las empresas peruanas, pues se importarán a menor precio más insumos
especializados y bienes de capital que nuestras empresas necesitan para darle mayor valor
agregado a sus productos y de esa manera generar mayor productividad y empleo.
2.2.5. ¿Cómo se benefician los consumidores con los acuerdos comerciales?
Los acuerdos comerciales son beneficiosos para los consumidores peruanos porque mediante
la reducción de los aranceles de importación los consumidores tendrán acceso a una mayor
variedad de bienes finales a precios más baratos, como por ejemplo computadoras, equipos
de transporte, automóviles, libros, discos de lectura por láser para reproducir, aparatos
electrónicos, electrodomésticos y cosméticos, que le país básicamente no produce. De otro
lado, conducirán al establecimiento de reglas y procedimientos que promuevan el
funcionamiento eficiente, transparente y ágil de las aduanas, lo que significa menores costos
de almacenamiento y manejo de mercadería para los importadores y, por tanto, reducciones
adicionales a las producidas por la baja de aranceles–– en los precios pagados por los
consumidores.

2.3. Análisis globales que se hayan hecho de estas políticas

2.3.1. Afectación sobre el precio de la canasta básica familiar


En general, los tratados de libre comercio tienden a abaratar el precio de los productos,
incluidos los de la canasta familiar, debido a que los productos importados cuestan menos
gracias a la eliminación de aranceles. Además, como resultado de los TLC, la inflación tiende
a alcanzar niveles internacionales, los cuales son generalmente inferiores a los que presentan
los países en desarrollo.

2.3.2. ¿Los acuerdos comerciales generan más empleo?

Sí. Con estos acuerdos hay más y mejores empleos. Para generar más empleos necesitamos
invertir y producir más, y para producir más necesitamos mercados más grandes que el
nuestro. En el Perú, las exportaciones sostienen aproximadamente 15 de cada 100 empleos.
No podemos dejar de tener acuerdos comerciales ni de exportar.
2.3.4. ¿Con el TLC se creará más empleo en las regiones?

Mirar hacia mercados externos es fundamental para las regiones. El comercio exterior está
incrementando la actividad económica y el empleo formal principalmente en provincias.
Según cifras del Ministerio de Trabajo, las principales ciudades beneficiadas con el
incremento del empleo gracias a empresas exportadoras, principalmente de productos
agroindustriales y textiles, son Piura, Ica, Trujillo, Chincha y Arequipa, aunque muchas otras
provincias ven los beneficios de los acuerdos comerciales ya hoy.

No, el Acuerdo con Estados Unidos no obligará al Perú a cambiar sus leyes para que
coincidan con las leyes de Estados Unidos. Por otro lado, lo negociado en el TLC no puede
ser incompatible con la legislación interna de los países firmantes. Además, con el TLC se
mantiene la independencia del país para dictar leyes y normas, siempre y cuando estas estén
en concordancia con los principios de libre comercio establecido en el acuerdo. Sin embargo,
es posible que, a fin de poder implementar el tratado, en ciertos temas de negociación se
tenga que adecuar la normativa interna de cada país –y la de la Comunidad Andina– a la
normativa acordada en el TLC. Paralelamente, debido a ese necesario proceso de
convergencia de los mencionados regímenes legales, el TLC constituiría un acicate a la
puesta en marcha y la consolidación de las reformas institucionales en el Perú.

2.3.5. Afectación al acceso de medicamentos genéricos

No. Las disposiciones sobre propiedad intelectual en los acuerdos comerciales del Perú no
restringen el acceso de la población a productos farmacéuticos genéricos y tampoco generan
aumentos en sus precios. Con los acuerdos comerciales ya en vigencia, no han desaparecido
los medicamentos genéricos de las farmacias y no cuestan más dinero a raíz de algún TLC o
acuerdo comercial. Por el contrario, como confirma el Ministerio de Salud, la reducción de
los aranceles a las medicinas importadas beneficia a los consumidores, ya que pueden acceder
a éstas a precios menores.
2.3.6. La salud pública en situaciones de emergencia

La posición del Perú en las negociaciones del TLC es mantener la opción de recurrir a los
mecanismos de licencias obligatorias e importaciones paralelas, cuando se considere
necesario para preservar la salud pública. Las licencias obligatorias son permisos que los
gobiernos pueden expedir para que, sin contar con el consentimiento del titular de la patente,
otras empresas fabriquen los productos patentados o hagan uso de un procedimiento
patentado. Las importaciones paralelas son importaciones de productos, sin la aprobación del
titular de la patente, desde un tercer país. A través de los mecanismos mencionados, en
situaciones en las que la salud pública esté en riesgo, el Perú puede acceder a medicamentos
patentados no comercializados dentro del país, o acceder a otros sí comercializados a un
menor precio.

2.3.7. Riesgo de conocimientos tradicionales

No. Uno de los temas innovadores en la negociación del TLC entre Estados Unidos y los
países Andinos fue el planteamiento hecho por el Perú para que se incorporen disposiciones
que reconozcan, formalicen y protejan los derechos de los pueblos indígenas sobre sus
conocimientos tradicionales y recursos genéticos. Ello quedó materializado en documentos
conjuntos suscritos por Perú y Estados Unidos con motivo de aquella negociación comercial.

La posición peruana es siempre la de resguardar y aprovechar el enorme capital cultural y


natural de los pueblos indígenas, que actualmente no cuenta con un sistema de protección
internacionalmente reconocido. El reconocimiento de la importancia de los conocimientos
nativo sobre el uso de cientos de especies naturales (utilizadas para elaborar alimentos,
abonos, condimentos, bebidas, artesanías, vestidos, fibras, utensilios y medicinas) debe
contribuir a generar beneficios económicos tangibles para las poblaciones y, en particular,
para las distintas etnias del Perú que los han resguardado a lo largo del tiempo.
2.3.8. Los acuerdos comerciales y la preservación del medio ambiente

No. Las negociaciones comerciales relacionadas al medio ambiente buscan siempre


garantizar el cumplimiento de los estándares ambientales y de la legislación ambiental propia
de cada país. Asimismo, se busca fomentar que cada parte alcance altos estándares
ambientales y niveles de protección ambiental, sin que ello signifique la imposición de las
normas de un país a los otros. Los acuerdos comerciales con países desarrollados también
representan una oportunidad para el cumplimento de estándares internacionales en temas de
medio ambiente, con la ayuda de programas de cooperación internacional.

2.3.9. Afectación de las leyes laborales peruanas

Con la firma de acuerdos comerciales el Perú se compromete a respetar el cumplimiento


efectivo de su propia legislación laboral y de los principios fundamentales contenidos en los
convenios internacionales que ha ratificado. En ese sentido, los acuerdos comerciales no
significan para el gobierno peruano la imposición de obligaciones laborales adicionales a las
ya establecidas en su propia legislación.

De otro lado, la vigencia de acuerdos comerciales conllevará mejoras no sólo en la cantidad


sino también en la calidad de los empleos en Perú. Los acuerdos comerciales (como cualquier
otro tratado) dejan siempre abierta la opción soberana del Perú de realizar incrementos en los
beneficios laborales para los trabajadores en concordancia con los acuerdos internacionales
suscritos por el país en el marco de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

2.3.10. Agenda pendiente del Perú para aprovechar a cabalidad los Acuerdos Comerciales
La agenda pendiente en materia de reformas para maximizar las ventajas de los acuerdos
comerciales incluye: el reforzamiento del respeto a la ley y a los derechos de propiedad; la
lucha contra la corrupción y la rendición transparente de cuentas por parte del Estado; la
eficacia del marco regulador y la facilitación de la actividad empresarial (acceso a
financiamiento, la eliminación de sobre-costos y la reducción de barreras a la entrada y salida
del mercado); la promoción de la inversión en educación, capacitación e investigación para
mejorar los procesos productivos mediante la innovación tecnológica; la reconversión
progresiva de los sectores más vulnerables (en especial la agricultura tradicional) hacia
actividades productivas más competitivas y la asistencia técnica a través de un sistema
integral de extensión agropecuaria; la inversión en infraestructura portuaria, aeroportuaria,
vial, ferroviaria y lacustre; la creación de una mentalidad pro exportadora en la población; el
fomento de las cadenas productivas y de la asociatividad, estandarización y normalización
de las PYMES; el avance en la implementación del Plan Estratégico Nacional Exportador
(PENX) y de los Planes Estratégicos Regionales de Exportación (PERX) impulsados por el
MINCETUR

Capítulo 3: Acuerdo comercial entre Perú y Singapur

El Tratado de Libre Comercio Perú-Singapur fue suscrito el 29 de mayo de 2008 en Lima,


por la Ministra de Comercio Exterior y Turismo Mercedes Aráoz Fernández y el Ministro de
Comercio e Industria, Lim Hng Kiang en presencia del presidente del Perú, Alan García.
Dicho acuerdo entró en vigencia el 1 de agosto de 2009.

Los capítulos negociados que incluye este acuerdo son: Comercio De Mercancías, Medida
Especial Agrícola, Reglas De Origen, Aduanas, Medidas Sanitarias Y Fitosanitarias,
Obstáculos Técnicos al Comercio, Salvaguardias Bilaterales, Contratación Pública,
Inversión, Comercio Transfronterizo De Servicios, Entrada Temporal De Personas De
Negocios, Comercio Electrónico, Política De Competencia, Transparencia, Administración
Del Acuerdo y Solución De Controversias.
Los principales productos exportados a Singapur que ya se están beneficiando de este acuerdo
son: cacao, uvas, T-shirts, camisas, espárragos, almejas, locos y machas, entre otros. El
Tratado de Libre Comercio Perú-Singapur brinda al Perú la oportunidad de establecer reglas
de juego claras, con un marco transparente y previsible, que permita tener un comercio
bilateral ordenado, el cual salvaguarde justificadamente los intereses del Perú. Asimismo,
dicho acuerdo hace posible que los productos peruanos ingresen con mejores condiciones al
mercado singapurense, impulsar mayores inversiones y consolidar la estrategia peruana de
convertirse en el centro de operaciones del Asia en América del Sur.

3.1. Antecedentes

Como parte de la estrategia para profundizar nuestras relaciones comerciales con Asia, el
MINCETUR propuso a su contraparte de Singapur en agosto de 2004 la posibilidad de iniciar
negociaciones comerciales con miras a un Tratado de Libre Comercio (TLC).

El 22 de noviembre de ese año, en el Marco de la Reunión de Líderes Económicos de APEC


en Santiago de Chile, en la cual participaron el presidente Alejandro Toledo Manrique y el
Primer Ministro Lee Hsien Loong, se firmó una declaración de voluntad para negociar un
TLC. El proceso se inició formalmente en febrero de 2006 y requirió de 4 rondas de
negociación:

Tabla 1: Fechas y lugares de las negociaciones Perú – Singapur

Ronda Fecha Lugar

I 14 - 17 de febrero de 2006 Singapur - Singapur

II 12 - 16 de junio de 2006 Lima - Perú

III 25 - 28 de septiembre de 2006 Singapur - Singapur


IV 27 -29 de junio 2007 Cairns - Australia

El Tratado de Libre Comercio Perú-Singapur fue suscrito el 29 de Mayo de 2008 en Lima,


por la Ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz Fernández y el Ministro
de Comercio e Industria, Lim Hong Kiang; en presencia del presidente del Perú, Alan García.
El Tratado de Libre Comercio Perú-Singapur entró en vigencia el 1 de agosto de 2009.

3.2. El proceso de negociación

En los últimos años, el Perú ha iniciado un proceso de acercamiento con el Asia, el cual
incluye el inicio de las negociaciones con sus principales socios comerciales en dicho
continente. Es en este contexto que surge el interés de negociar con Singapur, el cual es uno
de los principales centros tecnológicos y hub de negocios en el Asia y en el mundo, por lo
que el Perú puede beneficiarse de la transferencia tecnológica procedente de este país a través
de las inversiones, movimiento de personas y de las importaciones de bienes de capital; así
como, de la experiencia de Singapur en promoción de comercio exterior, desarrollo turístico,
innovación tecnológica y fortalecimiento de las capacidades humanas en negociaciones
internacionales.

Los objetivos que se tuvieron presentes durante el proceso de negociación fueron promover
y facilitar la inversión procedente de Singapur en proyectos de infraestructura en el marco de
la implementación del HUB-Perú y los ejes IIRSA, así como en la producción de mercancías
de exportación aprovechando los mercados con que el Perú mantiene acceso preferencial.
Cabe mencionar, que Singapur es un destino importante de las exportaciones peruanas no
tradicionales dentro del Sudeste Asiático.

Asimismo, se buscó promover el comercio de servicios en los sectores donde Singapur


mantiene liderazgo, tales como los servicios financieros, transporte y telecomunicaciones,
con la finalidad de elevar la competitividad sistémica del Perú. Finalmente, la importancia
de contar con un Tratado de Libre Comercio con Singapur radica en que éste es un referente
para todos los países del Asia en materia de negociaciones comerciales. En este sentido, el
Perú avanza en la consolidación de una imagen positiva en el Este asiático, logro que
contribuye sustancialmente con el objetivo de convertirse en el líder del Pacífico Sur y
"centro de negocios" en América del Sur.

3.3. Principales acuerdos


Tratado de Libre Comercio entre el Gobierno de la República del Perú y el Gobierno de la
República de Singapur, suscrito el 29 de mayo de 2008 y ratificado mediante Decreto
Supremo Nº 043-2009-RE, publicado en el Diario Oficial El Peruano el 26 de julio de 2009.
Fue puesto en ejecución mediante Decreto Supremo Nº 014-2009-MINCETUR, publicado
en el Diario Oficial El Peruano el 1 de agosto de 2009. Fecha de entrada en vigencia: 1 de
agosto de 2009.

 Preámbulo
 Disposiciones iniciales y definiciones generales
 Comercio de mercancías
 Medida especial agrícola
 Reglas de origen
 Aduanas
 Medidas sanitarias y fitosanitarias
 Obstáculos técnicos al comercio
 Salvaguardias bilaterales
 Contratación pública
 Inversión
 Comercio transfronterizo de servicios
 Entrada temporal de personas de negocios
 Comercio electrónico
 Política de competencia
 Transparencia
 Administración del acuerdo
 Solución de controversias
 Excepciones
 Disposiciones finales

3.3.1. Cartas Adjuntas

 Certificación de Origen
 Entendimiento sobre cláusula de nación más favorecida
 Entrada temporal de personas de negocios
 Zonas Francas
 Idioma en certificación de origen

3.3.2. Parte 1: Informe de la I Ronda de Negociaciones Singapur, 14 al 17 de febrero


de 2006
El proceso de negociación. Se han realizado dos rondas de negociación, la I Ronda se celebró
en Singapur entre el 14 y 17 de febrero de 2006, y la II Ronda en Lima entre el 12 y 16 de
junio de 2006.

La I Reunión de Negociación con la República de Singapur se realizó en la ciudad de


Singapur, Singapur, del 14 al 17 de febrero de 2006. Ambas Partes realizaron la remisión de
textos de propuesta la semana previa a la realización de la I Reunión de Negociación. La
metodología de trabajo en la mayoría de grupos de negociación consistió en presentar las
propuestas remitidas por ambas delegaciones en cada tema, a fin de explicar los conceptos
detrás de las mismas e identificar los puntos comunes y las divergencias, y en caso fuera
posible se presentarían acuerdos en cuanto a los temas y/o los textos.

3.3.2.1. Acceso a mercados


 Ambas Partes explicaron sus estructuras arancelarias e impositivas.
 Se acordó intercambio de información respecto a estadísticas de comercio,
procedimientos de licencias de importación y contrapropuestas de acuerdo a lo
señalado en la tabla que consolida los textos propuestos por ambas Partes.
 Se acordaron los artículos correspondientes a ámbito y cobertura, así como un
párrafo sobre transparencia y publicación de los aranceles e impuestos aplicables
a la exportación e importación en internet.
 Por otro lado, se revisaron las demás propuestas de artículos encontrándose gran
convergencia en los textos de eliminación arancelaria, eliminación de impuestos
a la exportación, eliminación de cargas administrativas y tasas consulares,
admisión temporal de mercancías, reentrada para la reparación o alteración de
mercancías, eliminación de restricciones a la importación y exportación.
 No obstante, las principales diferencias se mantienen respecto a la eliminación de
aranceles para productos usados (incluidos los remanufacturados), la denegación
de beneficios arancelarias para productos provenientes de zonas francas y zonas
de tratamiento especial, así como para aquellas mercancías que gocen de subsidios
a la exportación y otras medidas de efecto equivalente.

3.3.2.2. Aranceles
El Perú manifestó su disposición de mantener la franja de precios para 45 subpartidas
nacionales, ante el requerimiento de Singapur se presentaron las principales características
de dicho sistema. A su vez se manifestó que la oferta de eliminación de aranceles tendría
cuatro canastas de desgravación: eliminación inmediata (canasta A), eliminación en 5 años
(canasta B), eliminación en 10 años (canasta C) y plazos mayores a 10 años (canasta D). Esta
última sólo sería aplicable al sector agrícola.

3.3.2.3 Reglas de origen


Se inició la reunión con la discusión referente a las reglas de origen que debían cumplir las
mercancías que no fueran totalmente obtenidas. La propuesta de Perú es que cada una de las
mercancías cuente con un requisito específico de origen, de tal forma que se pueda tomar en
cuenta las sensibilidades de cada sector, así como la posibilidad de mostrar flexibilidad en
aquellos casos donde no existan mayores sensibilidades.

Por su parte, Singapur prefiere establecer una regla general de valor agregado y contar con
un anexo de reglas específicas únicamente para un ámbito limitado de subpartidas para las
que se considere necesario. Después de discutir sobre este tema, se acordó revisar los sectores
de interés de ambas partes. En cuanto a las mercancías totalmente obtenidas, se acordó que
serían consideradas como tales las plantas y productos de las plantas cultivadas en las Partes,
los animales nacidos y criados en las Partes, las mercancías obtenidas de animales vivos, las
mercancías obtenidas de la caza, pesca o acuicultura realizada en las Partes, los minerales y
otros recursos, entre otros.

En lo que se refiere al valor de contenido requerido, se acordó tomar en cuenta para el cálculo
de la mercancía final el valor de los insumos originarios de un material que no llegó a calificar
como originario, a fin de contribuir con el cumplimiento de la regla de origen de la mercancía
final. Con relación al De Minimis, se acordó incluir el concepto, sin embargo está pendiente
de determinar la magnitud del mismo. Asimismo, la delegación peruana ha propuesto que el
De Minimis para el sector textil y confecciones se evalúe sobre el peso en lugar del valor de
la mercancía. En cuanto a la acumulación de origen ambas delegaciones presentaron sus
propuestas, las mismas que coinciden en la acumulación de bienes. Asimismo, en cuanto a
la acumulación de procesos, la delegación de Singapur incluyó en su propuesta flexibilidades
adicionales las mismas que seguirán siendo discutidas y evaluadas en las siguientes rondas.

En el tema de tránsito y transbordo, ambas delegaciones explicaron sus propuestas acerca de


cuáles son los documentos que pueden ser requeridos por la aduana de la Parte importadora,
a fin de que se demuestre que la mercancía no sufrió un proceso ulterior fuera del territorio
de las Partes, en caso no sean expedidos directamente. Este tema ha quedado pendiente por
las consultas internas que cada Parte debe realizar. En lo que se refiere a la certificación, se
discutieron los beneficios y desventajas de la certificación por entidades, así como del auto
certificación, propuestas presentadas por Perú y Singapur, respectivamente.

En cuanto al certificado de origen, se intercambiarán formatos e información requerida en


los mismos a modo de ejemplo, a fin de detectar coincidencias en los mismos. Por otro lado,
a fin de tener procedimientos claros y trasparentes, se acordó incluir plazos para cada una de
las etapas y requerimientos de información que se incorporen en el proceso de verificación
de origen.

Adicionalmente, se acordaron los artículos referentes a accesorios, repuestos y herramientas,


contenedores y materiales de embalaje para embarque, materiales y mercancías fungibles,
materiales indirectos y ciertas definiciones. Otros temas discutidos y que seguirán siendo
evaluados en las siguientes rondas son: juegos y surtidos, excepciones a la certificación,
devolución de derechos de aduana con posterioridad a la importación, requisitos para
mantener registros, entre otros.

3.3.2.4. Procedimientos aduaneros

Las partes intercambiaron información con relación a sus sistemas y operaciones aduaneras.
Luego de analizar ambas propuestas, Singapur propuso un texto único, el cual contempla las
necesidades y requerimientos de la parte peruana. Se ha alcanzado acuerdos en puntos tales
como el despacho de mercancías, cooperación, confidencialidad, envíos de entrega rápida,
sanciones y resoluciones anticipadas. Perú manifestó que el texto es aceptable, sujeto a
revisión con los especialistas de Aduanas del Perú. Perú se comprometió a revisar el texto
consolidado con Aduanas del Perú para expresar su conformidad. Ambas partes se
comprometieron a evaluar otros puntos que puedan ser incluidos en el texto, en caso de que
generen beneficios mutuos.

3.3.2.5. Defensa comercial

Singapur propuso la idea de renunciar bilateralmente al mecanismo de salvaguardia global

bajo el ámbito de la OMC. Perú señaló que no se encontraba dentro de su mandato la

discusión de renuncias o disminución de derechos adquiridos bajo foros tales como la OMC.
De igual manera, Perú señaló que la salvaguardia global obedecía a circunstancias que no

estaban referidas al contexto de una negociación bilateral, en la que se discutía la reducción

del arancel de nación más favorecida – NMF, sino que estaba dirigida a prever situaciones

de desvío global de comercio, producidas por las negociaciones en el ámbito multilateral.

De igual manera, el Perú indicó que en su propuesta de capítulo de salvaguardias bilaterales

se estaba presentando una disciplina referida a la posibilidad que tienen las Partes de

excluirse de una medida global cuando no formen parte del daño a las respectivas ramas de

producción nacional. Con referencia con el tiempo de aplicación de la medida, si bien no

presentó ningún tipo de propuesta, Singapur indicó no encontrarse conformes con la duración

propuesta por Perú (2+2). Singapur manifestó no estar de acuerdo con la posibilidad de

aplicar una salvaguardia más de una vez sobre un mismo bien. Perú señaló que la posibilidad

no debe excluirse, y que en todo caso un procedimiento claro y previsible puede ser la

garantía de no encontrarnos con una aplicación indiscriminada de la salvaguardia. Perú

presentó una propuesta de compensaciones a partir del tercer año de aplicación de la medida.

Singapur manifestó que las compensaciones deberían ser inmediatas, toda vez que la

salvaguardia se materializa en una disminución unilateral de los compromisos asumidos en

el capítulo de acceso. Perú replicó que la salvaguardia constituía un derecho previsto por las

Partes de antemano en el Tratado, dirigido a corregir situaciones no previstas al momento de

negociar la apertura, y que, como mecanismo de corrección, no requería una corrección

adicional (materializada en una compensación). Perú mostró su disconformidad por la

posición de Singapur de vincular los resultados en acceso a la negociación del capítulo,

indicando además que Perú ya presentó una propuesta concreta y que la negociación debería
iniciarse sobre la base de una reacción por parte de Singapur, quedando a la espera de la

misma.

Antidumping y Subvenciones Singapur manifestó que el motivo de su propuesta

antidumping estaba basado en la posibilidad de que se produzca un incremento en las

investigaciones por dumping en contra de su sector privado.

En este sentido, expresó su preocupación por la frecuencia en el uso del mecanismo por parte

del Perú. La delegación del Perú señaló que la renuncia al uso de medidas antidumping en el

marco de Acuerdo Relativo a la Aplicación del Artículo VI del Acuerdo General sobre

Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 (Acuerdo Antidumping) no era una posibilidad.

Ello, debido a razones de política nacional y porque no se tenía ningún mandato que le

permitiera aceptar una propuesta de esa naturaleza. No obstante, mencionó que, de existir un

interés importante de Singapur de negociar este tema, el Perú estaría dispuesto a analizar una

propuesta alternativa que contemplara los intereses de ambas partes, tomando en

consideración las propuestas conjuntas planteadas en el marco de las negociaciones del

Grupo de Negociación sobre las Normas en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Frente a estos comentarios, la delegación de Singapur manifestó que estaría contemplando la

posibilidad de presentar a Perú una propuesta alternativa, previa consulta con sus autoridades

y con su sector privado.

Con relación al tema de subvenciones, el Perú señaló que estaría de acuerdo en reafirmar los

compromisos de ambos países respecto del Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas

Compensatorias y del Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC, pero que en todo caso estaría

dispuesto a revisar con mayor atención la propuesta presentada por Singapur.


3.3.2.6. Medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF)

Las Partes acordaron elaborar un texto único de negociación, basado en la propuesta

presentada por Perú. Dicho texto cuenta actualmente con 17 artículos. Se ha logrado acuerdo

en el artículo Objetivos literal a) y en el artículo Ámbito.

En el artículo Objetivos literal a) se señala que el Capítulo MSF busca proteger la vida o

salud humana, animal o vegetal en el territorio de cada Parte.

En cuanto al artículo Ámbito, se precisa que el Capítulo aplicará a todas las medidas

sanitarias y fitosanitarias de una Parte que puedan afectar el comercio de productos agrícolas

o alimenticios entre las Partes, precisándose que el Capítulo no se aplica a los estándares,

regulaciones técnicas o procedimientos de evaluación de conformidad según se definen en el

Acuerdo de Obstáculos Técnicos al Comercio de la OMC.

Las Partes continuarán revisando los diversos temas y trabajarán entre Rondas a fin de llegar

a posiciones de consenso. Singapur se comprometió a presentar propuestas sobre los

siguientes artículos: Coordinadores/Autoridades competentes y Puntos de contacto, Comité

Conjunto, Consultas y Solución de Controversias, antes de la 2º Ronda, tomando como base

lo discutido en esta Ronda. Respecto al artículo Confidencialidad propuesto por Singapur,

Perú señaló que corresponde al tema de Asuntos Institucionales. Singapur manifestó que

prefería mantener el artículo en el Capítulo MSF, hasta que pueda presentar una propuesta

en el tema de Asuntos Institucionales.


3.2.2.6. Comercio Transfronterizo de Servicios

Se revisaron las propuestas de texto de ambas partes y se identificó que existe consenso
inicial sobre una parte significativa de las obligaciones del capítulo, en particular en
disciplinas claves de no discriminación, presencia local y la mayoría de los elementos del
ámbito de aplicación.

Singapur aceptó exceptuar del ámbito de aplicación a los derechos de tráfico y los
servicios relacionados con los derechos de tráfico.

En el tema de subsidios, Singapur propone exceptuar los subsidios del ámbito de


aplicación del capítulo. Perú propone que a los subsidios en cada una de las Partes se les
aplique las disposiciones de trato nacional, trato de nación más favorecida, transparencia
y regulación doméstica.

En el caso de la reglamentación nacional, el Perú plantea compromisos mínimos más


vinculantes que los establecidos en OMC y otros bilaterales, respetando la materia sujeta
a reglamentación y los criterios clásicos que vienen del artículo VI, párrafo 4 del GATS
(OMC). Singapur no desea ir más allá de los compromisos en OMC.

Singapur plantea asumir compromisos de no limitar los flujos de capitales y al mismo


tiempo mantener la salvaguardia de OMC para crisis de Balanza de Pagos. Perú manifestó
que el manejo de este tema tiene que ser consistente con la forma como se defina el tema
en el capítulo de inversión y en el acuerdo en general.

Perú plantea denegar los beneficios incluso a empresas del propio país que no tengan
actividades sustanciales en el territorio de la otra Parte. Singapur plantea un régimen más
laxo para la denegación de beneficios de empresas de Singapur que puedan no tener
actividades sustanciales en el Perú.

Singapur plantea incluir una excepción para casos de “infraestructura pública crítica”
tales como puertos, redes de telecomunicaciones, etc. Se fundamentan en posibles ataques
terroristas que puedan existir contra esta infraestructura. La propuesta será evaluada por
el Perú.
3.2.2.7. Movilidad Temporal de Personas de Negocios

Ambas partes conversaron sobre los intereses en materia de movilidad temporal de personas.

Singapur propuso un texto con compromisos únicamente para personal transferido dentro de

una empresa, mientras que Perú planteó compromisos para visitantes de negocios,

inversionistas, transferencias dentro de una empresa, profesionales y técnicos.

Singapur expresó tener sensibilidades en el tema de entrada temporal, pero sin embargo

manifestó que están dispuestos a tratar de encontrar puntos intermedios o soluciones creativas

que le permitan asumir compromisos adicionales.

Perú resaltó la importancia de contar con este capítulo tanto para facilitar y promover

mayores relaciones comerciales de bienes y servicios como para la inversión.

Ambas partes estuvieron de acuerdo en que los capítulos sobre comercio transfronterizo de

servicios e inversión cubran al sector de telecomunicaciones. Considerando que ninguno de

los países presentó una propuesta de capítulo específico, Singapur propuso incorporar los

compromisos asumidos en el Anexo sobre Telecomunicaciones Básicas y en el Documento

de Referencia sobre Telecomunicaciones del AGCS. Perú manifestó que hará las consultas

del caso con sus autoridades.

Perú y Singapur concuerdan en que se debe incluir a los servicios financieros en la

negociación, sin embargo, mantienen enfoques diferentes respecto al cómo incluir este

sector.
Singapur propone incorporar “tal cual” los compromisos del AGCS, mientras Perú propone

que el sector este cubierto por los capítulos de servicios e inversión con algunos ajustes o

disposiciones específicas para servicios financieros en temas muy puntuales (regulación

prudencial, seguridad social y pensiones, comercio transfronterizo y obligaciones de

registro). Considerando que ninguna de las dos Partes propuso un texto específico sobre

comercio electrónico, Singapur planteó que la aplicación de los derechos aduaneros sobre

productos digitales se considere en los capítulos de mercancías y servicios. En particular,

Singapur propone que las Partes no apliquen derechos aduaneros sobre productos digitales

bajo este Tratado. Perú manifestó que consultará con las autoridades correspondientes sobre

esta propuesta.

3.2.2.8. Inversiones

Se tomó como base el texto de capítulo propuesto por Singapur. La idea fue revisar
íntegramente el texto propuesto por ellos, proponer la inclusión de temas y hacer comentarios
y preguntas para entender el funcionamiento del sistema legal de Singapur. En líneas
generales el texto incluye casi la totalidad de los temas que son de interés para el Perú. En
esta primera ronda, Perú propuso incluir los siguientes temas:

 Nota Maffezini en el capítulo de Trato de Nación Más Favorecida: Singapur va a


evaluar esto, ya que no tiene esa nota en sus anteriores acuerdos.
 Nota al pie de página referido al término “propósito público” en el capítulo de
expropiación: Singapur adelantó que no creía que existiera problemas con esto.
 Algunas reglas procesales en el capítulo del mecanismo de solución de
controversias Inversionista-Estado: al respecto, el texto propuesto por Singapur
reduce las reglas en comparación con lo negociado con los EE.UU. Singapur ha
propuesto que Perú haga una lista de las cosas que le interesaría incluir para su
discusión. En esta ronda se avanzó en este sentido, solicitando la inclusión de la
necesidad del aviso escrito previo al inicio del mecanismo de solución de
controversias, así como la posibilidad de incluir otras reglas procesales que las
partes acuerden.
 Anexo de Deuda Pública: Singapur iba a evaluarlo.
 Asimismo, en el transcurso de la misma, Singapur propuso incluir las siguientes
disposiciones relacionadas a inversiones en el capítulo de disposiciones finales:
 Párrafos referidos a la exclusión de asuntos tributarios.
 Artículo denominado “savings clause”, destinado a salvaguardar la aplicación del
capítulo de inversiones en un plazo determinado, en caso las partes decidan poner
fin al acuerdo.

De otro lado, ambos países convinieron en trabajar la forma de insertar los servicios
financieros en los capítulos de inversiones y servicios. Mientras que el Perú propuso incluir
aspectos específicos respecto a la exclusión de los esquemas públicos de pensiones,
preservación de la capacidad de regulación prudencial y el tratamiento de servicios
transfronterizos, Singapur propuso que estos temas quedaban cubiertos al hacerse una
remisión a los compromisos de los dos países en el marco de la OMC en servicios financieros,
Ambos países contrastarán las propuestas.

Finalmente, se acordó elaborar los Anexos de Medidas Disconformes para la próxima ronda.

3.2.2.9. Políticas de competencia

Las partes discutieron la propuesta inicial del Perú e intercambiaron información acerca de

sus respectivas leyes de competencia y su correspondiente administración. Ambas partes

compartieron sus puntos de vista en los temas propuestos por Perú, los cuales contemplan

disciplinas relacionadas a monopolios designados, empresas estatales, transparencia y

solicitud de información. Singapur se comprometió a enviar una contrapropuesta del texto

antes de la II Ronda.
Las partes discutieron la propuesta inicial del Perú y decidieron trabajar sobre la base de ella.

Singapur acordó enviar una contrapropuesta antes de la II Ronda.

3.2.2.10. Contratación pública

Perú señaló que, como parte de la política de gobierno, la legislación interna establece

medidas de promoción en favor de la industria nacional, principalmente a través del

otorgamiento de una preferencia de 20%.

Esta preferencia se computa en la etapa de calificación de las propuestas de los proveedores

que participan en procesos de licitación, siempre y cuando tales propuestas incorporen bienes

locales o se trate de empresas que cuentan con planta industrial establecida en el territorio

del país para la provisión de bienes y servicios.

Sobre el particular, se señaló que esta preferencia se haría extensiva automáticamente a los

socios comerciales con los cuales el Perú celebra TLCs como parte de la aplicación del

principio de trato nacional y tomando en cuenta las condiciones específicas que se acuerden

en el Capítulo (lista de entidades, umbrales y excepciones).

Se señaló además que aún no efectuamos transacciones en líneas, pero que se está trabajando

para que en los siguientes años podamos implementar plenamente este sistema. Singapur

mencionó que no mantiene ningún tipo de preferencia ni protección en favor de la industria

nacional. Singapur informó que ellos sólo poseen Ministerios que sería nuestro equivalente

al Gobierno Central y los Statutory Boards que son las entidades que se encargan de

desarrollar puntualmente las funciones correspondientes a cada Ministerio. Según la

información suministrada, Singapur no posee empresas públicas (todas ya se encuentra


privatizadas), ni gobiernos locales. Respecto al tema de los umbrales, Singapur señaló que

se encontraría interesado en negociar los mismos umbrales que ha acordado ese país en el

Acuerdo Plurilateral sobre Contratación Pública de la OMC. A saber, para bienes y servicios

a nivel central a partir de aproximadamente US$150,000 y para la contratación de servicios

de construcción a partir de US$ 7 millones de dólares.

A su turno, Perú señaló necesariamente que se tendría que acordar para el caso de la

contratación de bienes y servicios un umbral por encima de los US$ 100,000 dólares (a

definir), ya que en la gran mayoría de casos debajo de ese monto no necesariamente se

realizan procesos de licitación abiertos o públicos, sino que se contrata por invitación o

directamente. Para el caso de los servicios de construcción, se señaló que se podría acordar

el mismo umbral que se tiene con Estados Unidos. Con relación al tema de registro de

proveedores, Singapur señaló que ellos poseen un registro único a nivel nacional en donde

deben inscribirse todos los proveedores que quieren contratar con el Estado. Al respecto,

resulta importante mencionar que este registro se hace vía electrónica mediante la

presentación de una declaración jurada.

En el caso del Perú, actualmente si bien por ley se crea un registro único para bienes y

servicios a nivel nacional, por el momento éste sólo funciona para el caso de obras públicas

y no es electrónico. Singapur considera imprescindible que el Perú pueda publicar de manera

electrónica en inglés por lo menos un resumen sumario de las convocatorias a licitación

dentro de los alcances del TLC.

De lo contrario, los proveedores singapurenses no podrían identificar oportunidades

comerciales de interés dentro de la cobertura de este Capítulo y que más bien ellos esperan
que en un mediano plazo las contrataciones en línea en Perú sean realidad para poder

participar. Al respecto, CONSUCODE se encuentra actualmente evaluando la factibilidad o

no de poder implementar esta obligación. Ambas propuestas buscan establecer como regla

general en el fondo las mismas obligaciones que las acordadas en el Acuerdo Plurilateral

sobre Contratación Pública de la OMC, así como en los distintos TLCs celebrados no sólo

por Estados Unidos: aplicar los principios de transparencia, no discriminación y debido

proceso.

Es así que se encontró una gran coincidencia de ambas propuestas con respecto a las

disciplinas que se aplicarán a las obligaciones que asuman los países en materia de acceso a

mercado. Se continuará trabajando con la finalidad de que para la segunda Ronda se pueda

tener un texto de negociación listo.

3.2.2.11. Asuntos institucionales

Perú presentó su propuesta para el tema de Asuntos Institucionales, consistente en 6

Capítulos: Preámbulo, Disposiciones Iniciales y Definiciones, Transparencia,

Administración del Acuerdo, Excepciones, y Disposiciones Finales. Singapur accedió a

trabajar sobre la propuesta peruana, realizando preguntas sobre algunos de los textos

propuestos por Perú.

Las Partes acordaron que los textos de Asuntos Institucionales serían dinámicos, y variarían

conforme al avance en las otras mesas de negociación. Antes de la 2º Ronda, Singapur

enviaría comentarios sobre los textos propuestos por Perú.


3.3.3. Parte II: Informe final – Estado de situación Ronda de Negociaciones

En todos los temas tratados a partir de la II Ronda de Negociaciones se comenzó a negociar


sobre textos consolidados y los avances al final de la misma fueron bastante significativos,
tanto así es que se llegó a un acuerdo final en dos de ellos: Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
y Políticas de Competencia. El estado general de la negociación por área temática aparece a
continuación:

3.3.3.1. Acceso a mercados

Con relación al texto, éste ha sido acordado en gran medida. Existe acuerdo sustancial en los
puntos de ámbito; trato nacional; valoración aduanera; eliminación acelerada de aranceles;
impuestos a la exportación; derechos administrativos, de procesamiento aduaneros y
consulares; admisión temporal; reentrada de bienes para su alteración o reparación; ingreso
de muestras comerciales; medidas no arancelarias; y subsidios y derechos compensatorios.
Respecto al artículo sobre la eliminación de derechos aduaneros, Perú enviará una propuesta
de salvaguardia especial agrícola, como también manifestó su intención de mantener la franja
de precios. Singapur manifestó no tener problema con lo último, aunque mostró sus reservas
en el caso de algunos productos (Singapur enviaría lista de interés). Además, Singapur ha
planteado la posibilidad de incluir una cláusula de Nación Más Favorecida (NMF) en el
tratamiento de la franja.

Asimismo, Perú ha propuesto que los bienes usados no se beneficien del programa de
eliminación, con la excepción de una lista de mercancías remanufacturadas acordada por las
Partes. En este sentido, Singapur presentó una propuesta de 145 productos remanufacturados,
de los cuales Perú ha respondido positivamente en 125 (los mismos que se encuentran en
canasta A).

Perú presentará una propuesta de definición para mercancías re manufacturadas. El cuadro


resumen de la última oferta de desgravación arancelaria presentada por el Perú es el siguiente:
Tabla 2: Oferta de desgravación arancelaria

Partidas Promedio Ms desde SGP Promedio Ms desde SGP

A 3694 52.82% 23,045,992 87.22% 21,645,589 86.30%

B 6241 8.92% 353,944 1.34% 315,888 1.26%

C 2565 36.67% 3,022,029 11.44% 3,120,856 12.44%

D 92 1.37% - 0.00% - 0.00%

D 921021 0.13% - 0.00% - 0.00%

Usados 6211 0.09% - 0.00% - 0.00%

Total 6994 100.00% 26,421,965 100.00 25,082,333 100.00%

general

Otros puntos pendientes en el texto son los siguientes:

 La definición de zonas francas y zonas de tratamiento especial, así como la


decisión sobre la aplicación de la desgravación arancelaria a las mercancías
provenientes de éstas. En este sentido, Singapur ha manifestado su preocupación
con relación a la posición peruana de excluir del calendario de desgravación a los
productos elaborados en esas zonas.
 La posible introducción de una cláusula que discipline el uso de las licencias de
importación, la cual es vista por Singapur como innecesaria en la medida que sus
licencias se referirían estrictamente a lo permitido por los artículos XX y XXI del
GATT así como por el artículo XI del mismo.
 La exclusión de las bebidas alcohólicas y tabaco a los beneficios otorgados en los
artículos referentes a la entrada temporal de bienes y el ingreso de muestras
comerciales.
 La inclusión en este capítulo de una cláusula para evitar la imposición de derechos
aduaneros sobre las transmisiones electrónicas; barreras innecesarias al comercio
a los productos digitalizados y a la oferta de servicios a través de medios
electrónicos.

3.3.3.2. Reglas de origen

Ambas Partes acordaron utilizar requisitos específicos de origen (REOs). En el caso del
sector agrícola, se acordó gran parte de los REOs, quedando pendiente los productos lácteos,
productos basados en café, té y otras especies, así como las conservas de pescado y cacao.
En lo que se refiere al sector textil, Singapur aceptó la propuesta peruana presentada para las
fibras, hilados y tejidos (capítulos 50 a 60), una regla de hilado en adelante, excepto para
hilados elastoméricos e hilados artificiales, los cuales podrán provenir de terceros países. Sin
embargo, en lo referente a las confecciones (capítulos 61 a 63) aún no existe acuerdo.

Respecto al texto, las Partes acordaron los artículos relacionados con las mercancías
originarias, valor de contenido requerido, valor de los materiales, accesorios, repuestos y
herramientas, material de empaque para la venta al por menor, contenedores y material de
embalaje para embarque, materiales y mercancías fungibles, materiales indirectos y gran
parte de las definiciones y operaciones mínimas. Asimismo, se ha acordado la inclusión de
una cláusula De Mínimis y un artículo para juegos y surtidos, aunque la magnitud del De
minimis en ambos casos está por definirse. Dentro de los procedimientos aduaneros
relacionados al origen, se acordaron los artículos referentes al tránsito y transbordo y el
proceso de verificación de origen.

Asimismo, se acordó la redacción del artículo referido al mantenimiento de registros,


quedando pendiente únicamente la determinación del número de años en que se deben
mantener estos registros. Adicionalmente, se decidió prescindir de un formato establecido
para la emisión del certificado de origen e incluir un listado de información mínima que éste
debe incluir, el mismo que se encuentra en gran medida acordado. Del mismo modo, las
Partes acordaron mantener excepciones a la certificación, aunque aún está por definirse el
umbral a partir del cual se exigirá la presentación de certificados. Otros puntos pendientes
para la siguiente ronda son los siguientes:

 Analizar la propuesta de REOs que será emitida por Singapur para los
capítulos 25 – 49 y 64 -97
 Acordar la redacción de la coletilla final del literal referido a desechos y
desperdicios.
 Discutir el artículo de acumulación el mismo que se analizará en conjunto con
la propuesta que remita Singapur respecto al Outward Processing.
 Definir el Outward Processing y el ámbito en que se aplicaría.
 Discutir la propuesta peruana de contar con un mecanismo para modificar los
requisitos específicos de origen.
 Trabajar la definición de mercancías recuperadas y re manufacturadas,
productor y producción, el literal de mercancías recuperadas en el artículo de
mercancías totalmente obtenidas y los dos literales pendientes de la definición
de operaciones mínimas que tienen relación con las operaciones de
remanufactura.
 Definir la modalidad de certificación. Singapur insistió en un sistema de auto
certificación, contrario a la preferencia del Perú por certificar mediante
entidades. Cabe mencionar que aún se encuentran pendientes de discusión las
disposiciones relacionadas con la certificación, tales como devolución de
aranceles, facturación por un tercer operador, entre otros.
 Evaluar la posibilidad de incluir la sección referente a procedimientos
aduaneros relacionados a origen en el Capítulo de Procedimientos Aduaneros
(propuesta de Singapur), lo cual implica adicionalmente analizar los artículos
ya acordados en ese capítulo relacionados a sanciones y confidencialidad, a
fin de asegurar que cubran lo planteado en el Capítulo de Origen.
3.3.3.3. Procedimientos aduaneros

Las Partes acordaron todos los artículos relacionados con el tema de facilitación del comercio
tales como el despacho de la mercancía, la cooperación entre las Partes, los envíos de entrega
rápida y las resoluciones anticipadas. Un detalle bastante importante es el hecho que se
establece que, en caso de diferencias en la clasificación de un producto, se solicitará opinión
a la Organización Mundial de Aduanas, decisión que deberá ser respetada.

Es importante señalar que los artículos acordados relacionados con facilitación del comercio
generarán un mejor nivel en el estándar aduanero actual, sobre todo en lo relacionado a
procedimientos sin uso de papeles, automatización y manejo de los sistemas de riesgo. Este
capítulo aún no se ha cerrado debido a que Singapur prefiere negociar los procedimientos
aduaneros relacionados al origen en este Capítulo y no en el de Reglas de Origen, como el
Perú lo desea. En esta parte, aún existen puntos pendientes de acuerdo, tal como se mencionó
anteriormente en la sección que trata los temas sensibles en la mesa antes mencionada.

3.3.3.4. Defensa comercial (Salvaguardias y Antidumping)

Las Partes intercambiaron ideas respecto a la propuesta presentada por Perú. Singapur retiró
su propuesta inicial de renunciar al uso de la salvaguardia general y las medidas antidumping,
tal como se establecen en la OMC. Durante la discusión se acordó la duración de la medida
(2 años + 1 de prorroga adicional); reaplicación después de transcurrido un periodo máximo
al de la duración de la medida inicial; procedimientos a seguir para la aplicación de una
medida; tratamiento de la información confidencial; análisis del daño y relación causal;
duración de la investigación (máximo 6 meses); notificación y consultas cuando las Partes
inicien un procedimiento, adopten una medida provisional, imponen o prorroguen una
medida; Medida de Salvaguardia Global (excluir a la otra parte de la aplicación de la
salvaguardia general si la otra parte no es causal sustancial del daño); salvaguardia
provisional (máximo 180 días) y compensaciones (por el período que supere los 2 años). Los
puntos pendientes en la discusión son los siguientes:

 Número de años para definir el período de transición en función a lo


establecido en el programa de eliminación arancelaria de acceso a mercados.
 El umbral bajo el cual se permitiría la exclusión de la salvaguardia global de
la OMC
 Analizar la propuesta que Singapur enviará respecto a antidumping. Singapur
adelantó que enviará una propuesta que complemente a nivel bilateral el
acuerdo de la OMC.

3.3.3.5. Obstáculos técnicos al comercio

Se acordó trabajar un texto consolidado sobre la base de la propuesta del Perú. Luego de
analizar e intercambiar puntos de vista, ambas delegaciones acordaron los objetivos del
capítulo, al igual que los artículos relacionados con las provisiones generales, cooperación
técnica, coordinadores en la materia y el intercambio de información.

Las Partes han decidido realizar las consultas internas respectivas y discutir los temas
pendientes a través del correo electrónico para antes de la III Ronda. En particular, Singapur
consultará respecto a las definiciones, alcance, estándares internacionales, equivalencias,
regulaciones técnicas y valoración de la conformidad. Perú hará lo propio con el artículo de
transparencia y ambas Partes trabajarán de manera conjunta el artículo de facilitación del
comercio.

3.3.3.6. Medidas sanitarias y fitosanitarias


Se logró culminar satisfactoriamente las negociaciones del Capítulo de Medidas Sanitarias y
Fitosanitarias, el cual consta de 16 artículos. En este Capítulo se establece como objetivos la
protección de la vida y salud humana, animal y vegetal, la facilitación del comercio bilateral
y el fortalecimiento de la colaboración entre las Partes respecto a asuntos sanitarios y
fitosanitarios. Del mismo modo, es importante resaltar que el Capítulo contempla algunos
temas relevantes para el Perú como facilitación del comercio en asuntos sanitarios y
fitosanitarios, armonización, equivalencia, evaluación de riesgo y determinación del nivel
apropiado de protección sanitaria y fitosanitaria, y reconocimiento de zonas libres o de baja
prevalencia de plagas o enfermedades Asimismo, se establece la figura de los Coordinadores
del Capítulo, en el caso del Perú el MINCETUR, será el responsable de coordinar con el resto
de instituciones competentes en todos los temas referentes a la implementación y
administración del capítulo (por ejemplo: derechos y obligaciones, procedimientos de
control, inspección y aprobación, evaluación de riesgo, consulta y solución de controversias).

3.3.3.7. Servicios

En lo que se refiere al Comercio Transfronterizo de Servicios, se revisó el texto consolidado


y se llegaron a acuerdos en diferentes temas.

 Definiciones y Ámbito de Aplicación (aunque persisten diferencias en la inclusión


de subsidios y todavía está sujeta a revisión una propuesta de Singapur sobre la
inclusión de los anexos de telecomunicaciones del GATS en el bilateral).
 Acceso a Mercados y Presencia Local.

Asimismo, se logró un acercamiento en los planteamientos de Transferencias y Pagos,


Denegación de Beneficios, Transparencia, Monopolios y Proveedores Exclusivos de
Servicios e Implementación. Por otro lado, se decidió trasladar los artículos de Excepciones
Generales y Excepciones Relativas a la Seguridad a la mesa de Asuntos Institucionales.

Otros puntos pendientes son los siguientes:

 Subsidios: persisten diferencias respecto a la inclusión de compromisos sobre


subsidios. Sin embargo, se continuará trabajando en nuevas propuestas sobre el
tema. • Medidas Disconformes: Algunas medidas disconformes de Singapur no
pudieron ser revisadas en la reunión conjunta con el grupo de Inversión, por lo
cual se tratará de avanzar en ello para antes de la III Ronda a través del correo
electrónico.
 Regulación Doméstica: se aproximaron posiciones, no obstante, la propuesta de
Perú sigue siendo más ambiciosa en esta materia.
 Restricciones para Salvaguardar la Balanza de Pagos.
 Anexo de Servicios Profesionales: queda pendiente la inclusión del principio de
protección al consumidor.

En el caso del capítulo sobre Movilidad Temporal de Personas de Negocios, se trabajó un


texto consolidado tomando como base el texto de la propuesta peruana e incluyendo en el
mismo las propuestas de Singapur. Se acordó la inclusión de las categorías de visitantes de
negocios, inversionista y transferencias corporativas. Sin embargo, persisten algunos temas
que necesitarán mayor discusión:

 Inclusión de la categoría de Profesionales y Técnicos (propuesta peruana)

 Procesamiento en línea (propuesta de Singapur)

 Existencia de un Comité de Entrada Temporal (propuesta peruana)

 Categorías de visitante de negocios, inversionista, transferencias intra-

corporativas: persisten diferencias en cuanto al período de estadía, el ámbito de

la categoría y algunas facilidades para la entrada.

3.3.3.8. Inversiones

En la mayoría de los asuntos pendientes, Perú y Singapur alcanzaron acuerdos en la elección


del lenguaje apropiado para reflejar el entendimiento de ambas Partes. Perú propuso dos
artículos adicionales sobre “Inversión y Medio Ambiente” y “Formalidades Especiales y
Requisitos de Información”.

Perú también solicitó agregar dos exclusiones al artículo de “Requisitos de Desempeño”, la


primera de ellas relacionada al cumplimiento de las leyes y regulaciones internas y la
protección de la salud y los recursos naturales, y la segunda vinculada a las compras públicas.
Estas propuestas serán estudiadas por Singapur.

Asimismo, Perú y Singapur sostuvieron discusiones detalladas en torno a las disposiciones


del Artículo de Solución de Controversias Inversionista-Estado. Las Partes alcanzaron
acuerdos en los principales aspectos de este mecanismo, incluyendo la aceptación de una
cláusula de exclusión de foros. Quedan pendientes los siguientes puntos:

 Finalizar las discusiones sobre el tratamiento que se le otorgará a los servicios


financieros dentro del marco del acuerdo.
 Singapur debe considerar la propuesta del Perú sobre la definición de “propósito
público” y su vinculación con los términos de “seguridad nacional” y “necesidad
pública” presentes en la legislación nacional.
 Singapur debe considerar la propuesta del Perú sobre la exclusión del Trato NMF
a las reglas procedimentales convenidas en el mecanismo de solución de
controversias inversionista-Estado.
 Discutir la propuesta de Singapur sobre las Medidas Tributarias como
Expropiación. • Discutir con Singapur la mejor forma de vincular la entrada en
vigor del TLC con la finalización del BIT (Acuerdo Bilateral de Inversión)
vigente.

3.3.3.9. Políticas de competencia

Luego de discutir las propuestas presentadas por ambas Partes, las delegaciones acordaron el
texto integral del Capítulo de Política de Competencia, el cual tiene como objetivos promover
la libre competencia y evitar la aparición de prácticas de negocios anticompetitivas dentro de
la zona de libre comercio a través del establecimiento de vínculos de cooperación entre las
autoridades de competencia en temas tales como notificaciones, transparencia, consultas e
intercambio de información.
Cabe destacar que este Capítulo sienta las bases para una cooperación más estrecha entre las
autoridades de competencia, la cual, sin menoscabar la autonomía de las Partes en aplicar y
desarrollar sus políticas y su legislación de competencia, permitirá que el incremento de las
relaciones económicas y comerciales entre las mismas pueda realizarse en condiciones de
competencia. Asimismo, las Partes han acordado excluir este Capítulo del Mecanismo de
Solución de Diferencias del Tratado, habida cuenta de la necesidad de evitar que ello se
traduzca en la perforación de resoluciones adoptadas por un órgano jurisdiccional. Luego del
intercambio de visiones y posiciones respecto a la materia, ambas Partes pudieron llegar a un
acuerdo respecto a casi la totalidad de artículos, los cuales establecen el alcance del capítulo,
definen los mecanismos de consultas, como también los procedimientos a seguir para dirimir
las diferencias existentes entre las Partes.

También, el capítulo determina la manera para implementar el reporte con la decisión final.
En efecto, el capítulo acordado con Singapur contiene una serie de disposiciones que hacen
que el mismo contemple un mecanismo ágil, dinámico y eficaz.

De esta manera, se protegen los derechos que puedan tener los particulares que
eventualmente se vean afectados por el incumplimiento del Acuerdo, garantizando una
solución al problema en tiempos prudentes.

Cabe señalar adicionalmente que el mecanismo tiene varias vías de solución que se iniciando
desde la mediación, pasando por las consultas y la comisión administradora, y concluyendo
con el grupo de expertos como última instancia. El único punto pendiente se refiere a la
aclaración del informe final, en donde Singapur hará las consultas adicionales que permitan
establecer una redacción adecuada para que esta provisión sea plenamente aplicable.

3.3.3.10. Compras gubernamentales

Se ha logrado acordar casi todos los puntos del texto consolidado de negociación con respecto
a que los procesos de contratación públicos se realicen de manera no discriminatoria a partir
de los montos (umbrales) acordados en el Anexo y de conformidad a las excepciones
establecidas en el mismo (programas de apoyo alimentario así como las medidas para
favorecer la participación de las pequeñas y micro empresas); a qué requisitos mínimos deben
tener las convocatorias; plazos mínimos que deben existir para la presentación de propuestas;
criterios generales a considerar en la etapa de evaluación y adjudicación de contratos;
supuestos bajo los cuales las entidades podrán contratar de manera directa; y todas las
obligaciones sobre transparencia (publicación de leyes y demás medidas de aplicación
general), así como los correspondientes compromisos para garantizar la confidencialidad de
la información que posea la naturaleza de reservada.

Durante la Segunda Ronda, Singapur aceptó las propuestas peruanas referidas a que las
contrataciones que se realicen con préstamos u otras formas de asistencia internacional,
aquéllas vinculadas a los servicios de deuda pública y la contratación de servicios de agencias
fiscales o servicios de depósito y los servicios de liquidación y administración de
instituciones financieras reguladas, no se encuentren cubiertos por el Capítulo.

Adicionalmente, ambas Partes acordaron la obligatoriedad de que todas las publicaciones de


leyes, convocatorias y bases se realicen de manera electrónica. Singapur aceptó, además, que
los recursos de impugnación puedan ser revisados por entes administrativos o judiciales
autónomos e independientes distintos a las entidades contratantes del proceso de licitación
en concreto.

Asimismo, ambas Partes presentaron sus ofertas en materia de acceso a mercados. Sobre el
particular, por el lado del Perú, se ofreció la misma cobertura dada en el TLC con Estados
Unidos. Por el lado de Singapur, se ofreció la misma oferta presentada ante el Acuerdo
Plurilateral sobre Contratación Pública de la OMC, así como a Estados Unidos.

Los umbrales acordados a nivel central y subcentral son: para la contratación de bienes y
servicios: US$ 193,000; mientras que para la contratación de servicios de obra pública: US$
7, 500,000. Sin embargo, Singapur señaló que en el caso del Anexo III correspondiente a
“otras entidades públicas” (autoridades portuarias, terrestres, de construcción entre otras en
el caso de aquel país) está considerando la posibilidad de no aplicar el umbral para la
contratación de bienes y servicios de aproximadamente US$ 540,000 que es el que siempre
aplica en la OMC, y en su lugar, utilizar el mismo umbral para todos los anexos en el caso
de bienes y servicios, es decir, US$ 193,000. Se encuentra pendiente para mayor discusión
lo siguiente:

 Singapur considera indispensable para empezar de que por lo menos una sumilla de

las convocatorias se encuentren disponibles en idioma inglés y que esta obligación

deba plasmarse en el texto. Al respecto, si bien Perú también considera importante

que esta información sea publicada en dicho idioma, así como la ley, planes anuales

y demás información relevante, se considera que generaría un mal precedente el que

se establezca en el Capítulo una obligación en ese sentido, ya que ni siquiera esta

obligación ha sido asumida con Estados Unidos.

El Perú no se encuentra en posibilidad de poder implementar en el corto plazo esta petición


debida, fundamentalmente, a las limitaciones presupuestarias y de recursos humanos
existentes. Sin embargo, una alternativa que podría manejarse es que CONSUCODE pueda
obtener cooperación económica para traducir la ley, reglamento y demás normas genéralas,
las sumillas, así como el portal completo del CONSUCODE y del SEACE con la finalidad
de poder identificar las oportunidades comerciales que se presenten, pero sin que se mencione
en el TLC ningún compromiso de que las Partes asumen obligaciones en idiomas distintos a
los propios.

3.3.3.11. Asuntos institucionales

Se acordó el Preámbulo, y prácticamente quedó acordado el Capítulo de Administración del


Acuerdo, estableciendo la Comisión de Libre Comercio, así como los Coordinadores del
Acuerdo. En el Capítulo de Disposiciones Iniciales & Definiciones, las Partes acordaron lo
referido a Disposiciones Iniciales, y discutieron acerca de las Definiciones Generales,
acordando algunas de ellas y reconociendo la necesidad de coordinar algunas definiciones
con el contenido de los otros Capítulos.
Respecto a las definiciones específicas por país, Singapur señaló que enviaría sus
definiciones antes de la 3º Ronda. Respecto al Capítulo de Transparencia, Singapur manifestó
que revisaría y discutiría la propuesta de Perú con los negociadores de otros Capítulos Sobre
el Capítulo de Excepciones, las Partes decidieron mantener este Capítulo como independiente
y continuar revisando su contenido, teniendo en cuenta el contenido de los otros Capítulos.

En el Capítulo de Disposiciones Finales, se acordó algunos artículos (Anexos, Apéndices y


Notas a pie; Entrada en vigor; Adhesión). Singapur sugirió tener una disposición sobre
“terminación” en lugar de “denuncia” y respecto al artículo sobre “textos auténticos” propuso
que, en caso de divergencia entre los textos en inglés y español del Acuerdo, la versión en
inglés prevaleciera. Perú señaló que revisaría ambas propuestas. Las tareas pendientes para
la III Ronda son:

 Singapur enviará sus comentarios sobre los Capítulos de Disposiciones Iniciales


& Definiciones, Transparencia, y Excepciones.
 Perú revisará las propuestas de Singapur en el Capítulo de Disposiciones Finales.

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