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1.1.2.1. Zona o área de libre comercio ....... Error! Bookmark not defined.
2.1. Política económica y apertura al mundo ..... Error! Bookmark not defined.
2.2.3. Mejores sueldos y calidad de empleo ..... Error! Bookmark not defined.
2.2.1. Ventajas y desventajas pueden traer los tratados de libre comercio Error!
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2.2.4. ¿Por qué negociar con países grandes y no solos con países pequeños,
como el Perú? ............................................................... Error! Bookmark not defined.
2.3.8. Los acuerdos comerciales y la preservación del medio ambiente ... Error!
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2.3.10. Agenda pendiente del Perú para aprovechar a cabalidad los Acuerdos
Comerciales .................................................................. Error! Bookmark not defined.
Introducción
Singapur es un excelente punto estratégico para la entrada de nuestros productos a Asia (se
le considera como un “hub”; es decir, un centro financiero y logístico), debido a su ubicación
geográfica es ideal para la exportación de productos con destino a Asia. Esto nos abre un
gran mercado que beneficia enormemente al país. Además Singapur posee un puerto y un
aeropuerto muy eficientes, ambos reconocidos mundialmente por ser de alta calidad.
Singapur es uno de los países más desarrollados tecnológicamente (más que todo en
infraestructura, telecomunicaciones y transporte); por lo tanto, Perú puede aprovechar este
TLC para mejorar en el ámbito tecnológico, Singapur posee lo último en tecnología
internacionalmente, debido a que no solo está conectada con toda Asia, sino con el mundo
entero que desea ingresar a Asia. Singapur sirve de ejemplo a toda Asia; por lo tanto, en un
primer lugar gracias al TLC con Singapur se despierta el interés de otros países asiáticos y
en un futuro se podrían generar negociaciones con más de dichos países expandiendo nuestro
mercado y dando a conocer nuestros productos. En cuanto al TLC con Singapur, éste nos
dará acceso a una economía que, aunque pequeña a escala internacional, es más grande que
la nuestra. Esta nación asiática tiene un PBI de US$ 161 mil millones, una población de 4.6
millones de personas y un producto por habitante de US$ 35,163.
Pero no todo es comercio: el TLC también contempla el aspecto de las inversiones. Singapur
tiene interés en participar en los negocios portuario, aeroportuario, industrial, biotecnológico,
informático, logístico y financiero, en los cuales es uno de los líderes mundiales.
Para esa nación, el nuevo acuerdo tiene el objetivo de emplear al Perú como un hub o centro
de conexiones con el resto de América Latina, así como en una plataforma exportadora hacia
el mercado norteamericano, aprovechando las ventajas que otorga el TLC con ese país. Para
el Perú, el objetivo es que ese pequeño país se convierta en nuestro puente con el resto del
continente asiático, tanto en lo referente al comercio como a las inversiones.
La integración económica inicialmente considerada como una segunda rama del estudio de
las economías internacionales, la teoría de la integración económica experimentó un interés
creciente durante las últimas décadas: investigadores y expertos hicieron progresos
consistentes en campos como la macroeconomía internacional, el monetarismo internacional,
el comercio internacional, la teoría del comercio regional e intra-industrial1 desde los
primeros trabajos de Viner (1950) sobre el impacto de la formación de una unión de
consumidores sobre la producción; tal progreso la convirtió en lo que hoy es considerado un
área completa de investigación. Al mismo tiempo, el interés de los políticos se incrementó
En efecto, la palabra integración proviene del latín “integratio”. En esta lengua, sin embargo;
quiere decir renovación; según Machlup (1977) el término “integratio” usado en el sentido
de combinar las partes en un todo data del año 1600. El término integración económica tiene
una historia bastante corta. Aparentemente, Wilhelm Röpke fue el primero en utilizarlo en
un artículo que publicó en
2La Administración de Cooperación Económica (ACE) fue una agencia del gobierno de Estados Unidos creada
en 1948 para administrar el Plan Marshall.
Quizás la definición más conocida es la del economista húngaro Bela Balassa (1964: 2)3 para
quien es “el proceso o estado de cosas por las cuales diferentes naciones deciden formar un
grupo regional”. Es decir que la define de dos maneras, como un “proceso” y como un
“estado de cosas”. En ese sentido, la noción de proceso es una noción dinámica, que expresa
un concepto de movimiento hacia un estado distinto; un estado de cosas, en cambio, significa
un concepto más estático, por cuanto se refiere a la situación en que están determinados
países cuando intentan formar un grupo regional en un punto determinado del tiempo. Ramón
Tamanes (1990: 170), por su parte, considera que la integración económica “es un proceso
a través del cual dos o más mercados nacionales previamente separados y de dimensiones
unitarias estimadas poco adecuadas se unen para formar un solo mercado (mercado común)
de una dimensión idónea”.
Desde la óptica de Martínez Peinado (1997: 11-12) existen dos dialécticas referentes a la
integración económica, una nacional y otra mundial. La primera es contradictoria con la
globalización, y expresa fundamentalmente las estrategias de los Estados para, agrupándose,
competir contra todos. Todo proceso de integración, desde este punto de vista, es a la vez un
proceso de exclusión (de los competidores). La segunda postura no sólo contradice el proceso
de globalización, sino que es un paso necesario en la imposición de la mundialización, porque
es la mayor estrategia de los capitales más fuertes para aprovechar al máximo el desarrollo
desigual que imponen la expansión internacional del capitalismo y la progresiva debilidad
del Estado nacional. En definitiva: fuera de un proceso integrador una economía nacional
individual no tiene ningún futuro.
3 En 1980 se publicó una edición con nuevo copyright, pero en realidad es una reimpresión de la edición de
1964.
4 Un Acuerdo Preferencial tenía el inconveniente de chocar contra las normas del extinto GATT (Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio), que no consideraban tales acuerdos incluidos en las
aduanera, el mercado común, la unión económica y la comunidad económica o integración
económica total. Estas etapas consideran que la economía internacional es un fenómeno de
tipo comercial, en la cual están contenido los siguientes aspectos: comercio de bienes y
servicios, pagos internacionales, problemas monetarios, transporte y comunicaciones,
finanzas y seguros, movilización de personas, etc. Siguiendo esta clasificación clásica
aportada por Balassa (1964: 3-5), describiremos a continuación de menor a mayor, estas
cinco tipologías o fórmulas de integración:
excepciones al principio de no discriminación. Sin embargo, para Balassa (1964) y Moavro (1992) un acuerdo
preferencial constituye una forma inicial de integración sin mayor importancia dado su corto alcance.
5 Las normas de origen son los criterios necesarios para determinar la procedencia nacional de un producto.
1.1.2.2. Unión aduanera
En este modelo los Estados que conforman el área de libre comercio establecen un
arancel externo común frente a terceros países. La unión aduanera requiere de mayores
esfuerzos de negociación y acuerdo, ya que cada miembro puede ver modificada su
estructura productiva, en mayor o menor grado, como consecuencia de decisiones comunes,
bajo este esquema permanecen las barreras que impiden la libre circulación de los factores
de la producción.
Un mercado común supone, la existencia de una unión aduanera, pero además requiere
de la liberalización de los factores productivos, pues no se limita únicamente a las
mercancías, como es el caso de los dos estadios anteriores. En este sentido, el mercado
común implica la liberalización efectiva de mercancías, personas, servicios y capitales, por
lo que no existen obstáculos a la entrada y salida de personas que se desplacen con una
finalidad económica (empresarios y trabajadores) en ninguno de los Estados miembros.
Requeijo (2002) sostiene que conviene hacer tres precisiones sobre las etapas de la
integración: 1) las etapas no presentan perfiles nítidos. Por razones taxonómicas se efectúa
esta clasificación que se enumera, pero la realidad demuestra que existen fórmulas
intermedias con mezcla de características, 2) Existe un código de la integración en virtud del
cual o bien el proceso se interrumpe, porque algunos miembros son incapaces de soportar los
costes que entraña, o bien el proceso continúa en busca de una fase superior y 3) A pesar de
la dinámica integradora, el paso de un estadio a otro es una decisión política que entraña
costes y dificultades y que, consecuentemente no puede ser adoptada en solitario por los
dirigentes políticos, sino que ha de ser entendida y refrendada por una mayoría de los
ciudadanos.
Las razones para la integración son de tipo económico y político. Las económicas tienen que
ver con las ganancias asociadas al libre juego del mercado y a una ampliación de los
mercados6, lo que permite una mayor división del trabajo en el seno del espacio integrado y,
consecuentemente, una mejor asignación de recursos reales y financieros: será más fácil para
las empresas obtener economías de escala y alcance, lo que debe permitir un mayor ritmo de
crecimiento de las economías además de una mejora del bienestar general.
6 Adam Smith (2001) en 1776 publicó su obra clásica “Una investigación sobre la naturaleza y causas de la
riqueza de las Naciones”(o simplemente la riqueza de las Naciones), tras resaltar el papel central de la
especialización y la división del trabajo como base del crecimiento de la productividad y la eficiencia, señalaba
como la principal limitación a tales mecanismos es el tamaño limitado del mercado.
de crecimiento y potenciarse el bienestar social. Las políticas se refieren esencialmente al
aumento de cohesión que proporcionan mayores vínculos económicos o a la conveniencia de
formar unidades políticas amplias capaces de hacerse oír en el concierto internacional, pero
en ocasiones pueden presentarse más bien reticencias políticas a la integración, que sólo los
beneficios económicos pueden disipar. Los objetivos de la integración económica pueden
resumirse de la siguiente manera:
Los objetivos de la integración económica están relacionados directamente con los beneficios
que trae a los países que se asocian en un esquema de integración, sin embargo, también hay
que evaluar los costes que tienen que asumir dichos países.
Todo proceso de integración entraña costos, que deben ser valorados y afrontados, en cuanto
sea posible, de lo contrario, y a medida que el proceso avance, las resistencias de los sectores
afectados se irán intensificando y se correrá el peligro de desvirtuar, de alguna forma, el
empeño. Requeijo (2002) sostiene que al iniciar un proceso de integración es preciso recordar
a la sociedad que hay unos costes que deberán asumirse y que, normalmente, aparecerán
antes que los beneficios del mercado ampliado, y recordarlo con insistencia para que ningún
reducto productivo o social pueda alegar ignorancia7. Siguiendo a este autor, los costos que
puede generar un proceso de integración son los siguientes:
7Requeijo (2002: 47) puntualiza que “al decidirse la incorporación de España a la CEE, la opinión pública
española mostraba una rara unanimidad que se ha ido quebrando conforme el acrecentamiento de la
competencia ha creado graves problemas para toda una serie de sectores y empresas españolas”.
complicará el proceso. A partir de la fase del mercado común no es posible acentuar la
integración sin armonizar determinadas políticas e imponer otras: se tenderá a armonizar
las políticas monetarias y fiscales, y a imponer, por ejemplo, las comerciales o
medioambientales.
En cuanto a los argumentos empleados por los teóricos en apoyo a los beneficios de la
integración, existe un amplio repertorio de razonamientos. Tamanes (1990) y Tugores (2002)
señalan lo siguiente: las economías derivadas de la producción en gran escala (o
abreviadamente, economías de escala)8; la intensificación de la competencia dentro del nuevo
mercado ampliado; la atenuación de los problemas de pagos por el ahorro de divisas
convertibles; la posibilidad de desarrollar actividades difícilmente abordables por parte de
determinados países individualmente, debido a la insuficiencia de sus mercados respectivos;
el aumento de poder de negociación frente a países terceros o frente a agrupaciones
regionales; una formulación más coherente de la política económica; así como la ineludible
necesidad a mediano o largo plazo de introducir reformas estructurales que en el contexto de
un status quo nacional podrían aplazarse sine die; y finalmente, la posibilidad de conseguir
sobre la base de un rápido proceso de integración una aceleración del desarrollo económico
(no simplemente del crecimiento)12.
a) Economías de escala: estas son el resultado de una mayor eficiencia, basada en una
dimensión adecuada de la planta, que permite costes medios unitarios mínimos y que
posibilita la competencia en el mercado internacional. Las economías de escala sólo son
posibles cuando la producción se lleva a cabo masivamente, esto es, en plantas de gran
dimensión y en series, todo ello apoyado en un fuerte avance tecnológico. Para que estas
economías se den en la realidad, son necesarias grandes empresas, que únicamente
pueden surgir con vistas a mercados muy amplios (nacionales o internacionales), o como
consecuencia de la concentración de empresas preexistentes dentro de un área en proceso
de integración.
8La hipótesis básica de la Nueva Teoría del Comercio Internacional (NTC) es que este puede originarse no
sólo por la presencia de ventajas comparativas, sino también por la existencia de economías de escala en la
producción; en términos teóricos, este enfoque supone una estructura de mercado de competencia imperfecta
compatible con la presencia de economías a escala (o retornos crecientes de escala)
b) Intensificación de la competencia: la ampliación del mercado resultante de la integración
puede conducir a una cierta intensificación de la competencia. En un mercado nacional
estrecho, determinadas producciones para ser rentables han de ser realizadas por una sola
firma; por el contrario, en un vasto mercado común, pueden ser varias las empresas que
trabajen en una dimensión próxima a la óptima, compitiendo entre sí, y con una serie de
efectos favorables para el consumidor: precios más bajos, mejor calidad, aceleración del
proceso tecnológico, etcétera.
Sobre este punto, la discusión podría ser inacabable; así ha sucedido entre los críticos de la
integración económica europea que durante los años 1960 sustentaron dos tesis abiertamente
contrapuestas10: “la integración económica en Europa –decían unos– ha sido posible gracias
9 Tamanes (1990: 202) señala al respecto que los partidos políticos de izquierda han sido en general bastante
miopes, aunque no cabe duda de que en Europa han cambiado su actitud inicial.
10 La polémica sobre la relación causa-efecto en el crecimiento europeo a partir de 1957, se suscitó en 1961
por un artículo del economista belga Alexander Lamfalussy titulado “Europe`s Growth is due to Common
Market?”, aparecido en la Lloyds Bank Review, octubre 1961.
a que en su comienzo coincidió con una excelente fase de la coyuntura”. La tesis contraria:
“la integración económica ha contribuido a acelerar el desarrollo de la economía europea”.
Las pruebas que pueden aducirse en defensa de cada una de esas dos tesis tienen fuerzas
considerables, pero en fin de cuentas, es evidente que la Europa de los años 1960 y de
nuestros días no habría sido ni sería la misma sin la EFTA y CEE. También está claro que
esa Europa de hoy asombra por su desarrollo a un conocedor cualquiera de la Europa de 1948
o, incluso de la década de 1960.
Hasta ese momento había un consenso general de que las uniones aduaneras permitirían una
mejora del bienestar mundial y que serían un paso hacia el libre comercio. Viner (1950)
demostró, en cambio, que las uniones aduaneras producían tanto efectos positivos como
negativos. Todo proceso de integración económica implica un sistema de discriminación
aduanera entre naciones ya que las importaciones de un mismo producto están sujetas a
distintos aranceles y barreras dependiendo de que el país de origen pertenezca o no al grupo
que se integra.
Esto implica que alguien se beneficia y alguien se perjudica. Los economistas utilizan el
concepto de óptimo de Pareto11 que se define como una situación en la que nadie puede
mejorar si no es a costa de que otro sea perjudicado. No es posible hacer comparaciones
objetivas entre dos situaciones diferentes si el paso de una a otra implica beneficio para uno
11La Teoría del Segundo Mejor, Teoría del Segundo óptimo, Teorema de la segunda opción (Theory of the
Second best) es uno de los teoremas económicos más importantes avanzados en la segunda mitad del siglo
XX. El teorema fue introducido formalmente por Lipsey y Lancaster (1956: 1132)
y perjuicio para otro. No hay ningún juez en esta tierra con capacidad para sentenciar que el
perjuicio que recibe uno queda compensado por el beneficio que obtenga otro. Por tanto, al
analizar los efectos de una integración económica, hay que partir de la base de que
inevitablemente unos se beneficiarán y otros serán perjudicados y de que no podemos
justificar éticamente ese perjuicio de ninguna forma.
La teoría establece también la distinción entre efectos estáticos y dinámicos de las uniones
aduaneras. Los efectos estáticos son principalmente los de la reasignación de recursos en el
sistema productivo, los de los cambios en la estructura y pautas de consumo. Los efectos
dinámicos son las consecuencias a largo plazo sobre la tasa de inversión, el cambio
tecnológico y el crecimiento. Es posible que ambos efectos vayan en sentido opuesto, en
otras palabras, es posible que los resultados sean perjudiciales a corto plazo y beneficiosos a
largo plazo o viceversa.
La creación de comercio es el aumento del volumen del comercio entre países cuando se
acuerda la unión aduanera entre ellos. La desviación de comercio consiste en que parte de los
flujos de importación y exportación que existían antes de un acuerdo de unión aduanera entre
cada uno de los países firmantes del acuerdo con terceros países, serán sustituidos por
importaciones y exportaciones de y hacia países miembros de la unión, desviándose así las
rutas comerciales internacionales preexistentes. La desviación de comercio es
intrínsecamente un efecto negativo o perjudicial ya que implica sustituir el producto más
eficiente por el menos eficiente.
Ejemplo. Antes de que hubiese unión aduanera, el país A importaba camisas de algodón del
país B porque era el que las producía con mejor calidad-precio. Cuando el país A establece
un acuerdo de unión aduanera con el país C, las camisas procedentes de este país resultan
más baratas que las de B ya que las de este último tendrán que pagar un arancel aduanero
superior. La desviación de comercio que se ha producido ha perjudicado al país que producía
camisas de forma más eficiente. Por tanto, considerando la economía global, la eficiencia ha
disminuido y los recursos (el algodón, en este ejemplo) irán al país que es menos eficiente en
su uso. En cualquier caso, para poder considerar la desviación de comercio como perjudicial
para la eficacia hay que partir del supuesto de que la situación anterior era la más eficaz, lo
cual no necesariamente es cierto. El mercado mundial siempre ha estado distorsionado y las
razones por las que el país A importaba camisas del país B podrían ser muy diversas y no
necesariamente implicar que B era el más eficiente. En última instancia, simplemente la
existencia de aduanas y de un mercado interior protegido por las fronteras de A implica
también la existencia de ineficiencias de partida.
Los principales efectos dinámicos (a largo plazo) de la integración son las economías de
escala, los efectos sobre la competencia y, en suma, sobre el crecimiento económico.
Economías de escala significa que las empresas de los países que se integran podrán atender
ahora a un mercado mayor y aumentar su producción, consiguiendo así unos costes medios
más bajos. Aunque hay algunas reticencias, la mayoría de los economistas están de acuerdo
en que la unión aduanera permitirá sustanciales beneficios, es decir, permitirá el aumento de
la producción con costes medios más bajos en un gran número de sectores productivos.
Los efectos sobre la competencia son dudosos. Algunos economistas consideran que la unión
aduanera fomenta la competencia entre empresas, forzando así a mejoras en la eficacia
productiva, otros, por el contrario, creen que las uniones aduaneras facilitan la creación de
cárteles y monopolios.
Las uniones aduaneras estimulan las innovaciones, los avances tecnológicos y aceleran el
crecimiento económico ya que permiten el crecimiento del tamaño de las empresas y estas a
su vez destinan proporcionalmente más recursos a la investigación.
No cabe duda que la tendencia más fuerte del mundo contemporáneo a fines del siglo XX y
principios del XXI es aquella que nos lleva hacia una globalización cada vez mayor en lo
económico, en lo social y en lo cultural. No se trata de un fenómeno nuevo; incluso Marx y
Engels lo previeron hace hoy poco más de 150 años en su Manifiesto Comunista:
Sí se trata, sin embargo, de un fenómeno polémico, que provoca las más dispares reacciones,
algunas de ellas apasionadamente críticas. No son pocas las ocasiones en que se escucha la
consigna de que hay que «luchar contra la globalización», sobre todo entre los sectores que
conforman hoy la izquierda latinoamericana y caribeña. Quizás corresponda a Jaime Osorio
el mérito de resumir este debate en pocas palabras, cuando afirmó recientemente, en una
mesa redonda celebrada en La Habana bajo el patrocinio de la revista Temas, que la
globalización es «un proceso civilizatorio bárbaro». Como argumentó, resulta positivo «que
se vaya constituyendo un gran mercado mundial, que haya procesos de integración y de
apertura de las economías, que podamos acceder a bienes que se producen en distintas
regiones.» Al mismo tiempo, «hay que tener cuidado en cómo enfrentamos políticamente los
aspectos bárbaros de este proceso civilizatorio» pues no podemos «tirar por la borda todo lo
que de civilizatorio pueda haber.»13
12 Carlos Marx y Federico Engels, Obras Escogidas en tres tomos, Moscú, Editorial Progreso, 1973, Tomo I, p.
115.
13 Juan Valdés Paz, y otros, «Controversia - La globalización: una mirada desde la izquierda», en Temas, N° 5,
Sin embargo, contrariamente a lo que sugieren, de una forma u otra, varios estudios de
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, la globalización no constituye
realmente una opción política, sino un proceso ante el cual los distintos actores nacionales e
internacionales pueden adoptar actitudes muy disímiles, pero que continuará avanzando con
o sin la participación de éstos, incluso en su desmedro. O sea, como ha insistido Silvio Baró,
estamos ante un hecho objetivo que se produce fundamentalmente en el ámbito de la
producción material, de la base, que a su vez, influye en última instancia sobre la
superestructura social, política y cultural de toda sociedad, pues la globalización «es un
fenómeno esencialmente técnico económico y no exclusivamente técnico económico.»17
«Una nueva economía ha surgido en las últimas dos décadas a escala mundial. Yo la llamo
informativa y global para identificar sus rasgos distintivos fundamentales y poner énfasis en
su interconexión. Es informativa porque la productividad y competitividad de unidades o
agentes en esta economía (sean empresas, regiones, o naciones) depende fundamentalmente
de su capacidad de generar, procesar, y aplicar eficazmente la información basada en el
conocimiento. Es global porque las actividades medulares de producción, consumo, y
circulación, así como sus componentes (capital, trabajo, materias primas, administración,
información, tecnología y mercados) se organizan a escala global, directamente o a través
de una red de vínculos entre los agentes económicos. Es informática y global porque, bajo
las nuevas condiciones históricas, la productividad y la competencia se generan y llevan a
New World Economy, Florence, The Robert Schuman Centre at the European University Institute. (Jean Monnet
Chair Papers, nº 20), 1995 p. 47.
cabo a través de una red global de interacción. Y ha surgido en el último cuarto del siglo XX
porque la Revolución Tecnológica Informática es la base material indispensable que
mantiene semejante nueva economía. Es la unión histórica entre la economía sustentada en
la información basada en el conocimiento, su alcance global, y la Revolución Tecnológica
Informática que dan a luz un nuevo sistema económico distintivo...»19
Marta Harnecker, por su parte, ha señalado los rasgos centrales de este fenómeno en términos
que no dejan lugar a dudas acerca de los beneficios que ellos representan sobre todo para el
capital:
«El capital, hoy, no sólo se traslada a los lugares más alejados del mundo —como lo ha
hecho ya desde el siglo XVI—, sino que es capaz de funcionar como una unidad en tiempo
real a escala planetaria. Cantidades fabulosas de dinero —miles de millones de dólares— se
negocian en segundo en los circuitos electrónicos que unen al mundo de las finanzas. Se
trata de un fenómeno nuevo que sólo comienza a ser posible en las últimas décadas del siglo
XX gracias a la “nueva infraestructura proporcionada por las tecnologías de la información
y la comunicación” y a las nuevas condiciones institucionales que hacen posible ese gran
desplazamiento de capitales, al eliminarse las trabas implantadas luego de la segunda
guerra mundial. Este fenómeno toma un impulso cada vez mayor con la desagregación del
bloque soviético y los cambios económicos llevados adelante por esos países. El mundo
puede funcionar en la actualidad cada vez más como una unidad operativa única, como un
mercado global de capitales.»20
19 Manuel Castells, The Rise of the Network Society, Oxford, Blackwell Publishers, 1996, p. 66. Hay edición
española.
20 Marta Harnecker, La izquierda en el umbral del siglo XXI, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1999.
21 Anthony Giddens, The Consequences of Modernity, Stanford, CA, Stanford University Press, 1990, p. 64.
Abundando en consideraciones que superan la interpretación económica de la globalización,
James Mittelman ha sugerido una definición que resuelve en gran medida los dilemas
planteados por otros. Para él, la definición debe ser un marco que permita abarcar e
interrelacionar diferentes niveles de análisis y distintas perspectivas disciplinarias. Por ello
propone lo siguiente:
Tal y como lo ha subrayado Ignacio Ramonet, «nunca antes los amos de la Tierra han sido
tan pocos ni tan poderosos».23
Las estadísticas publicadas por los organismos internacionales avalan lo escrito por Ramonet.
El Informe de Desarrollo Humano 2002 del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo reconoció que los niveles de desigualdad en el mundo son «grotescos». El
correspondiente al 2003 señala que «el 5% más rico de la población mundial recibe 114 veces
más ingresos que el 5% más pobre. El 1% más rico recibe los mismos ingresos que el 57%
22 James Mittelman, The Globalization Syndrome: Transformation and Resistance, Princeton, NJ, Princeton
University Press, 2000, p. 6. (Hay edición en español de Siglo XXI Editores).
23 Ignacio Ramonet, Géopolitique du chaos, Paris, Editions Galilée. Collection « L'espace critique », 1997. El
propio Ramonet ha señalado que, en consecuencia, se ha producido un «ascenso de lo irracional» («la montée
de l’irrationnel»).
más pobre. Y los 25 millones de norteamericanos más ricos tienen tantos ingresos como los
2 mil millones más pobres habitantes del planeta.»24
24 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Human Development Report 2003: Millennium Development
Goals: A compact among nations to end human poverty, New York, Oxford University Press for the United Nations
Development Program, 2003, p. 51.
25 Eric Toussaint, La Bourse ou la vie: La finance contre les peuples, Bruselas, CADTM, 1998, pp. 55-69.
26 The Commission on Global Governance, Our Global Neighbourhood, Oxford, Oxford University Press, 1995,
p. 21.
Un académico tan poco sospechoso de tendencias izquierdizantes como Zbigniew Brzezinski
se ha referido también a este tema en su poco conocido y sí muy criticado libro sobre «el
desorden global», cuando subrayó la irracionalidad prevaleciente en las sociedades más
adelantadas del planeta imbuidas de lo que calificó como una «cornucopia permisiva», por
su constante tendencia a priorizar la gratificación personal individual, y propensas a «evadir
problemas morales y cívicos sensibles imponiéndoles soluciones doctrinales o técnicas.»
Brzezinski señaló un peligro que resulta evidente para cualquier observador de la realidad
mundial: «En un mundo que se ha vuelto más próximo e íntimo, y que se caracteriza por un
despertar político masivo, la desigualdad se torna menos tolerable.»27
Y es que el mundo del trabajo, cuya fuerza no tiene la movilidad del capital porque no se
puede trasladar sin que se desplacen los trabajadores mismos, ha sido el gran perdedor del
proceso globalizador, como hoy lo reconocen hasta el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional. Junto a la clase obrera, el sector medio de las sociedades también ha sufrido
las consecuencias de la globalización, dando por resultado sociedades cada vez más
polarizadas. Y, por supuesto, en el mundo del Sur, al cual pertenece también América Latina
y el Caribe, estas características son aún más agudas
En América Latina y el Caribe la situación de la desigualdad es aún más terrible que en otras
regiones del planeta. Ya en 1992, cuando aún la globalización no se había convertido en la
palabra de orden, el Diálogo Interamericano, institución cercana al Partido Demócrata de
Estados Unidos, advertía:
«Alrededor de 180 millones de personas, es decir dos de cada cinco personas, viven
actualmente en la pobreza en América Latina. Alrededor de la mitad de estas personas viven
condiciones de pobreza abyecta, con ingresos inferiores a los necesarios para comprar los
alimentos imprescindibles. La brecha entre los ricos y los pobres de América Latina es
mucho más grande que en cualquier otra región importante del mundo: el 20 por ciento más
adinerado de la población de la región gana alrededor de 20 veces más que el 20 por ciento
27Zbigniew Brzezinski, Out of Control: Global Turmoil on the Eve of the 21 st Century, New York, Charles Scribner’s
Sons, 1993, pp. 182-220.
más pobre; en Asia, en cambio, los más ricos ganan casi diez veces más que los más
pobres.»28
La figura que ha sido más identificada con el Consenso de Washington, John Williamson,
quien en 1990 enumerara, con arrogancia y dogmatismo sin par, cuáles eran las respuestas
que América Latina y el Caribe debían dar a la globalización,31 ha debido reconocer 14 años
después que sus predicciones no han sido alcanzadas. Así se expresó a principios del 2003
en un nuevo libro que muy bien pudiera traducirse al español como el Neoconsenso de
Washington:
«Puede ser que éstos no sean los tiempos peores de América Latina, pero son pocos los que
lo ven como entre los mejores. La región ha vivido a través de otra década de crecimiento
lento. Las crisis parecen haber sido cada vez más frecuentes, con las consecuencias en la
Argentina particularmente dolorosas. La pobreza se redujo a principios de la mitad de los
años noventa pero ha estado en aumento de nuevo desde 1997. El crecimiento del empleo en
el sector formal ha sido agónicamente lento. La inversión permanece substancialmente por
28 Diálogo Interamericano, Convergencia y Comunidad: Las Américas en 1993, Washington, Instituto Aspen, 1992,
p. 45.
29 Banco Interamericano de Desarrollo, América Latina tras una década de reformas: Progreso Económico y Social
en América Latina. Informe 1997, Washington D.C., Banco Interamericano de Desarrollo, Septiembre de 1997, p.
76.
31 «What Washington Means by Policy Reform», en Jeffry Frieden, Manuel Pastor Jr., y
Michael Tomz, Modern Political Economy and Latin America: Theory and Policy, Westview Press, Boulder, CO,
2000, pp. 18-23.
debajo de los años setenta. La economía mundial está en recesión. Los precios de muchos
productos primarios han registrado recientemente los niveles bajos y los mercados
emergentes ya no están de moda para los inversionistas. En muchos países hay desilusión
con los líderes políticos, aunque en la mayoría de los casos —según el Latinobarómeto— no
la hay con la democracia.
«Pero al fin y al cabo, los latinoamericanos tienen derecho a sentirse desanimados con que
la última década no materializó las esperanzas que se activaron al finalizar los años noventa,
cuando se esperaba ampliamente que las reformas devolverían la región al camino del
crecimiento que permitiría que los niveles de vida comenzaran a alcanzar a los de los países
industrializados. Los dos primeros años del nuevo siglo no vieron ningún aumento del
ingreso neto de la producción —de lejos, el peor comportamiento desde 1982-83, al concluir
la crisis de la deuda. Los latinoamericanos quieren saber qué salió mal, y quieren una nueva
agenda que prometa corregir las debilidades del pasado.»32
Si hay alguna diferencia entre la situación analizada certeramente por Cardoso y Faletto por
primera vez en 1966, es que, como ha señalado Aldo Ferrer, «bajo el liderazgo de Estados
Unidos, los centros siguen recomendando a la periferia, y especialmente a América Latina,
32 John Williamson, «Overview: An Agenda for Restarting Growth and Reform» en Pedro-Pablo
Kuczynski y John Williamson, After the Washington Consensus: Restarting Growth and Reform in Latin America,
Washington, Institute for International Economics, March 2003, pp. 1-2.
33 F.H. Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y Desarrollo en América Latina: ensayo de interpretación sociológica,
Esta situación «es contestada por sectores sociales cada vez más amplios que se ven
afectados.»36
En conclusión, en América Latina, como en ninguna otra región del globo, pudieran
recordarse algunas de las paradojas que marcan el proceso globalizador:
La globalización hace que nuestras sociedades sean cada vez más interdependientes, pero
cabe preguntar: ¿puede haber interdependencia justa, digna y equitativa y, por tanto estable,
cuando unos pocos son incluidos y otros muchos, muchos más, son excluidos y marginados?
34
Aldo Ferrer, De Cristóbal Colón a internet: América Latina y la globalización, México, Fondo de Cultura
Económica, 1999, p. 107.
35 Atilio Borón, La sociedad civil después del diluvio neoliberal, Buenos Aires, EURAL, Mimeo, 1995?, p. 34.
36 Jaime Preciado Coronado, «Alternativas al neoliberalismo en la América Latina de la postguerra fría», en
Jaime Preciado Coronado, Jaime Estay Reyno y John Saxe-Fernández, América Latina en la postguerra fría:
Tendencias y alternativas, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1997, p. 82.
existe cuando tres o cuatro consorcios internacionales de la comunicación promueven el
individualismo, el consumismo y la trivialidad y, en algunos casos más graves, la
pornografía, la violencia, el crimen y la drogadicción entre pueblos sin esperanzas?
La globalización debe servir para expandir la educación y hacer que cada niño o adolescente
de nuestro planeta tenga acceso a horizontes cada vez más amplios que le permitan una
contribución más plena al desarrollo humano, pero cabe preguntar: ¿puede haber desarrollo
sostenible viable para toda la humanidad si la educación sigue siendo el privilegio de unos
pocos pero quimera inalcanzable para muchos, muchos más?
A diferencia de la globalización, que escapa a la acción directa de los gobiernos y ante la cual
solo cabe la adaptación activa e inteligente para maximizar sus beneficios y minimizar sus
costos, el regionalismo y la integración regional, su forma más acabada y completa,
constituyen instrumentos importantes en manos de los gobiernos y otros actores sociales y
pueden convertirse, junto a otras políticas públicas, en el vehículo idóneo para la promoción
de un desarrollo sostenible con equidad. La percepción común acerca del tema ha aceptado
como hipótesis casi sin discusión que el regionalismo y la integración regional son ideas
fuerza de carácter positivo y que el camino a seguir es el de avanzar desde la integración
comercial a la económica, por vía de los acuerdos de libre comercio y las uniones aduaneras
y de ahí a las monetarias, lo que inevitablemente llevará a la unificación política. Se ha
insistido en que este proceso es ineluctable e irreversible una vez comenzado.
Sin embargo, conviene alertar de antemano contra una percepción idílica del regionalismo y
la integración regional. Tanto los avances y retrocesos del exitoso experimento europeo como
los fallidos intentos latinoamericanos y caribeños demuestran tal aserto. Lo primero que hay
que considerar es que, aún en los casos en que ha sido exitoso, se trata de un proceso de
compleja y prolongada puesta en práctica que requiere a la vez de una clara visión acerca de
sus oportunidades y riesgos, de una férrea y persistente voluntad política y de una
ponderación acertada acerca de los caminos por los cuales debe encauzarse. En segundo
lugar, la definición misma sobre qué se entiende por «regionalismo» e «integración» y la
conceptualización teórica acerca de definiciones, variables e indicadores han sido siempre
polémicas.37 El creciente debate académico actual sobre el tema, que incluso cuestiona los
propios presupuestos acerca del regionalismo y la integración, confirma que, a pesar de la
abundante literatura, todavía no existe un consenso substancial a ese nivel, lo que contrasta
evidentemente con el discurso político integrador internacional.
37 James E. Dougherty y Robert L. Pfaltzgraff (hijo), Teorías en pugna en las relaciones internacionales, Buenos
Aires, Grupo Editor Latinoamericano, 1993, pp. 443-480.
38 Björn Hettne, András Inotai y Osvaldo Sunkel: Globalism and the New Regionalism, Londres, Macmillan Press,
1999; National Perspectives on the New Regionalism in the North, Londres, Macmillan Press, 2000; National
Perspectivas on the New Regionalism in the South, Londres, Macmillan Press, 2000; The New Regionalism and the
Future of Security and Development, Londres, Macmillan Press, 2000; y Comparing Regionalisms: Implications for
Global Development, Londres, Palgrave, 2001.
negociador para la creación de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) de
proyecto de integración.39
Sin embargo, todo ello debe ser analizado con la mayor cautela posible. Ni siquiera el proceso
de integración regional del Viejo Continente, que ha desembocado en la creación de la Unión
Europea, con su moneda única, el euro, ha pasado por un proceso como el descrito por los
teóricos: de la unión aduanera o mercado común a la unión económica o monetaria y de ahí
a la unión política. Ese proceso comenzó en 1950 por un acuerdo de cooperación, integración
funcional supranacional y mercado común sectorial, la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero (CECA), y solo después de que habían pasado 7 años, en 1957, se creó el Mercado
Común Europeo. Aún hoy, a casi 50 años de aquel primer paso, la Unión Europea sigue
siendo ante todo un proceso de cooperación intergubernamental con fuertes elementos de
integración supranacional.40
Varios autores han visto en el «nuevo regionalismo» una tendencia positiva dentro del actual
sistema de relaciones internacionales, subrayando rasgos que se relacionan con su proyección
antihegemónica y transformadora. Tal es el caso de James Mittelman, por ejemplo,
participante en el proyecto del Instituto Mundial para la Investigación del Desarrollo
Económico mencionado más arriba, quien ha afirmado lo siguiente:
40Dos obras sobre el proceso de integración europea ponen énfasis en el «rescate del Estado Nacional» y el
«poder estatal con propósito social.» Véanse Alan S. Milward, The European Rescue of the Nation State, London,
Routledge, 1992 y Andrew Moravcsik, The Choice for Europe: Social Pupose & State Power from Messina to
Maastricht, Ithaca, Cornell University Press, 1998.
el Estado debe ser un agente activo en la integración transformadora; sus principales tareas
son las de racionalizar la producción, construir infraestructuras y promover los
intercambios. Subrayando la organización propia, la fórmula alternativa apela a un
regionalismo que se construye de abajo a arriba y está vinculado a nuevas formas de
identidad cultural —el movimiento femenino, ecologistas, fuerzas democráticas, etc. Al final
del camino, las posibilidades y limitaciones del regionalismo transformador se basan en la
fortaleza de sus vínculos con la sociedad civil. El potencial creador para producir un
crecimiento sostenible y democrático descansa en el apoyo popular y en un sentido de
inclusión de las distintas capas de la población.»41
Según Mittelman, este «nuevo regionalismo», abarca un conjunto de fenómenos muy amplio
y diverso, en el cual se incluyen proyectos «clásicos» en el ámbito de macro regiones y
experimentos inéditos a nivel subregional, incluso entre zonas específicas de dos o más países
distintos, como por ejemplo las que se vienen desarrollando en el Sudeste Asiático, en
específico el Triángulo de Crecimiento Johor-Singapur-Riau entre partes de Malasia,
Singapur y Tailandia. Mittelman también subraya el carácter contradictorio del regionalismo
actual, que entraña procesos de integración y de desintegración, aunque reconoce que, a
diferencia del pasado, en general hay una tendencia hacia un regionalismo más abierto. 42
41James H. Mittelman, «Rethinking the “New Regionalism” in the Context of Globalization», en Global
Governance, n. º 2, 1996, p. 208.
42 Ibíd., pp. 190-191.
43 Ibíd., p. 189.
44 Ibíd., p. 192.
49 Ibíd. P.199
procesos iniciados por los actores estatales en primera instancia, «el crecimiento de la
sociedad civil regional, incluyendo redes sociales y culturales, provee ímpetus.»49
45Amitav Acharya, «Regionalism and the Emerging (Intrusive) World Order: Sovereignty, Autonomy, Identity,»
Ponencia preparada para la 3ra Conferencia Anual del Centro para el Estudio de la Globalización y el
Regionalismo de la Universidad de Warwick, Reino Unido, 16-18 de septiembre de 1999, pp. 6-17.
«El Tercer Mundo reconoce el potencial del regionalismo para fomentar mayor
descentralización y democratización de las instituciones y regímenes globales en su
conjunto. Pero sigue siendo renuente o incapaz de seguir los modelos y prácticas del
regionalismo intrusivo. En la esfera económica, el regionalismo intrusivo puede convertirse
en una herramienta indispensable para que los países del Tercer Mundo se enfrenten más
efectivamente a la globalización. En la esfera política, sin embargo, el regionalismo
favorable a la soberanía seguirá siendo popular en el Tercer Mundo, como un contrapeso
al globalismo y regionalismo intrusivo de Occidente (reconociendo, sin embargo, que los
países del Tercer Mundo pueden no estar siempre en condiciones de separar el regionalismo
en la esfera económica y política).»46
Además, los nuevos procesos de regionalismo e integración regional a escala mundial se dan
en un contexto sumamente contradictorio. Por un lado, ellos son a la vez una respuesta a los
desafíos de la globalización y una forma de insertarse en la economía mundial desde una
posición mucho más favorable. De lo que se trata es de lograr una nueva división
internacional del trabajo que posibilite la competitividad necesaria de las distintas economías
nacionales en un mundo que se reestructura sobre la base de mega bloques regionales.47
Por otro lado, como han señalado varios autores, la globalización ha provocado de forma
paradójica una interrelación más estrecha entre la economía mundial en su conjunto y las
economías locales subnacionales.48 James Rosenau ha inventado el término «fragmegración»
para definir este proceso que fragmenta e integra a la vez a las sociedades a través y dentro
de las fronteras de sus estados nacionales.49 Abocarse a un proceso de integración regional
y/o subregional en América Latina y el Caribe en la actualidad significa tomar en cuenta estas
nuevas realidades.
46 Ibid., p. 22.
47 James H. Mittelman, «Rethinking the international division of labour in the context of globalisation», en Third
World Quarterly, Vol. 16, n. º 2, 1995, pp. 279-282.
48 Jaime Preciado Coronado, y Alberto Rocha Valencia, «Problemas y desafíos actuales del proceso de
regionalización de América Latina y el Caribe», en Jaime Preciado Coronado y Alberto Rocha Valencia, América
Latina: Realidad, Virtualidad y Utopía de la integración, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1997, p. 27.
49 James Rosenau, «Cambio y complejidad: Desafíos para la comprensión en el campo de las relaciones
Una lección importante que no fue incluida por Winters y que cobra particular significación
en las actuales circunstancias, surge de uno de los fallos más evidentes que se observan en el
panorama actual desde la firma del Tratado de Maastricht en 1992. La fundación, impulso y
desarrollo de la integración europea desde el Tratado de Roma hasta el de Maastricht fue
50 L. Alan Winters, What Can European Experience Teach Developing Countries About Integration?, Washington D.C.,
Integration and Regional Programs Department, Inter-American Development Bank. (Working Paper Series
215), 1997.
conducido por las elites europeas, sin que los pueblos del continente participaran de una
forma significativa. La integración europea fue producto de un «suave despotismo ilustrado»,
según lo definiera Enrique Barón Crespo, eurodiputado socialista español que presidió el
Parlamento Europeo entre julio de 1989 y enero de 1992.51 El desenlace negativo del primer
referéndum danés sobre Maastricht y el «casi no» del francés en 1993 pusieron sobre el tapete
el tema del «déficit democrático» que padecen las instituciones de la Unión Europea, el cual
se vincula al tema de la doble adhesión de los ciudadanos europeos a su Estado nacional y al
ideal de «Europa».52 Los esfuerzos europeos por solventar este «déficit» han conducido al
controvertido proceso de crear una Convención para modificar los tratados en la Cumbre de
Laeken en el 2000, la cual se ha convertido en una Convención Constituyente que acaba de
presentar un proyecto de Constitución que comenzó a debatirse en la Cumbre de Roma de
junio del 2003. Pero vale llegar a la conclusión de que para evitar el «déficit democrático»
que parece acompañar a todo proceso integrador, conviene vigorizar el papel que en ella debe
jugar la sociedad civil internacional de la región en cuestión.53
Finalmente, como ha demostrado Alan Milward, al igual que la cohesión del Estado Nación
se ha sustentado por la puesta en práctica de «políticas nacionales diseñadas a asegurar
beneficios materiales para amplios grupos sociales», un proceso de integración, que siempre
implica la cesión limitada de algunas facultades soberanas —lo que se ha dado en llamar las
«competencias confiadas»54— sólo puede obtener la adhesión y apoyo de los ciudadanos de
sus respectivos países miembros si logra esos mismos o similares beneficios en el marco de
una nueva forma de cooperación internacional con otros estados nacionales.55 Al aumentar el
desempleo y el consecuente malestar social, e identificarse el mismo, con razón o sin ella,
con los criterios de convergencia aprobados en Maastricht, el «ideal europeo» ya no resultó
tan atractivo para las amplias capas populares del viejo continente. De ahí la importancia que
51 Enrique Barón Crespo, «¿Cómo dar la palabra a los electores?,» en Paddy Ashdown y otros,
¿Cómo pueden los electores de la UE hacer oír su voz?, Bruselas, The Philip Morris Institute for Public Policy
Research, 1995, p. 29.
52 Sobre la conformación de un concepto de adhesión a «Europa» como ente político regional, véase la
interesante obra de J.H.H. Weiler, The Constitution of Europe: «Do the new clothes have and emperor?» and other
seáis on European Integration, Cambridge, Cambridge University Press, 1999.
53 Aunque al hablar de «sociedad civil» la mayor parte de los politólogos incluyen en ese concepto a los grupos
p. 83. Evidente referencia a lo que los anglo parlantes llaman «the pooling of sovereignty»
55 Milward, op. cit., p. 182.
la cuestión social adquiere dentro del proceso regional integrador, como lo han señalado
recientemente varios estudiosos de la Unión Europea.56
Por otra parte, países de la región participan en procesos cimeros de deliberación y consulta
con países de otras regiones hasta el número de 4: las Cumbres Iberoamericanas, las Cumbres
de Cooperación Asia-Pacífico, las Cumbres de las Américas y las Cumbres con la Unión
Europea. Cada uno de los esquemas de cooperación e integración apuntados en el párrafo
anterior, incluye asimismo una Cumbre anual o bianual.57
Habría que añadir que, según frase muy atinada del actual Embajador de
Chile ante la ONU, Heraldo Muñoz, «la integración es una esperanza frustrada de los países
de América Latina, pero continúa siendo un instrumento esencial para asegurar el crecimiento
56 Iain Begg y François Nectoux, «Social Protection and Economic Union», en Journal of European Social Policy,
Vol. 5, Nº 4, 1995; Tony Judt, «The Social Question Redivivus», en Foreign Affairs, Vol. 76, n.º 4,
September/October, 1997; Martin Rhodes, A New Social Contract? Globalisation and Western European Welfare
States, Firenze, Robert Schuman Centre, European University Institute. EUI Working Papers, RSC n. º 96/43,
1996.
57 Véase Paz Millet y Francisco Rojas Aravena, «Diplomacia de Cumbres: El multilateralismo emergente del
siglo XXI», en Francisco Rojas Aravena (compilador), Globalización, América Latina y la Diplomacia de Cumbres,
Santiago de Chile, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO - Chile), 1998, pp. 201-232,
de las economías latinoamericanas y el bienestar de sus ciudadanos.»58 Por ello, no debe
extrañar que, después de los fallidos intentos de las décadas de 1950, 1960, 1970 y 1980, los
proyectos integradores se hayan convertido nuevamente en temas de alta prioridad política
para la mayor parte de los países de la región en la década de 1990. Sin embargo, el debate
sobre el regionalismo y su forma superior, la integración regional, adolece de una serie de
paradojas que vale la pena contrastar y someter a crítica.
A nivel del discurso político, sigue siendo promovida como una idea fuerza de gran atractivo
y beneficio: la aspiración aún por materializar de nuestros próceres. A nivel de la práctica
cada vez más se marcha hacia una aceptación acrítica de una concepción técnico económica
del problema, por decirlo de alguna forma, lo que restringe la discusión y el análisis de las
opciones de integración, circunscribiéndolas al discurso neoliberal prevaleciente sobre
liberalización comercial como paradigma basado en los supuestos beneficios que comporta
dejar que la «mano invisible» del mercado resuelva los problemas sociales. A nivel del debate
académico sigue prevaleciendo una diversidad y confusión importantes, que «requiere de un
enfoque crítico y alternativo».59
No se puede olvidar el papel que puede jugar el regionalismo y la integración regional como
mecanismo de prevención y solución de conflictos. Aunque en América Latina y el Caribe
no están presentes con la misma virulencia los violentos conflictos étnicos, conflictos
culturales, políticos y sociales que parecen afectar otras regiones del mundo después del fin
de la bipolaridad estratégica, sería una ilusión pensar que no existen en la región condiciones
que podrían propiciar la erupción de tipos diferentes de conflictos. Dos áreas mayores de
conflicto, los unidos dialécticamente entre sí, saltan a la vista a partir de una rápida mirada a
la región.
En primer lugar, debe tenerse en cuenta la naturaleza unipolar del propio sistema inter-estatal
regional. Si al nivel mundial puede defenderse que la política internacional contemporánea
encaja al modelo de un «extraño híbrido, un sistema uni-multipolar con una superpotencia y
58 Heraldo Muñoz, Política internacional de los nuevos tiempos, Santiago de Chile: Editorial los Andes, 1996, p.
122. (Series Temas de Hoy).
59 Lourdes María Regueiro Bello, «La integración latinoamericana: apuntes para un debate», en Revista de
Ciencias Sociales, San Juan: Centro de Investigaciones Sociales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de
Río Piedras, 1997, p. 128.
algunos potencias principales, según lo definiera Samuel Huntington en 1999,60 ése no es el
caso con el sistema estatal Interamericano, donde un modelo del unipolar ha prevalecido en
el pasado y ha prevalecido en el presente.61
La hegemonía o dominación política y militar que los Estados Unidos han ejercido sobre
América Latina y el Caribe se ha fortalecido después del fin de la Guerra Fría y se ha
extendido a la esfera cultural, aunque la región tiende a buscar autonomía en ciertas áreas del
dominio económico, especialmente en América del Sur, aunque también en el Gran Caribe.62
No obstante hay señales abundantes que hacen posible predecir, que tanto al nivel de la
Estado Nacional como al de actores no-estatales transnacionales existe un creciente
movimiento a cuestionar y oponerse a la determinación hegemónica de Washington. El
conflicto entre el unilateralismo ascendente de Estados Unidos y creciente multilateralismo
transformador de América Latina y el Caribe estará presente en el futuro de la región. 63
60 Samuel P. Huntington, «The Lonely Superpower», en Foreign Affairs, Marzo/Abril 1999, Volumen 78, n. º 2,
p. 36, New York: Council on Foreign Relations.
61 Arturo Borja, «Los patrones históricos del continente americano y las limitaciones del realismo estructural»,
en Arturo Borja, Guadalupe González y Brian J.R. Stevenson (coordinadores), Regionalismo y poder en América:
los límites del neorrealismo, México, Centro de investigación y docencia económicas, pp. 69-94.
62 Se entiende por Gran Caribe a la Gran Cuenca del Mar Caribe que abarca no sólo a las Antillas, sino también
de la hegemonía, Premio Casa de las Américas en la categoría de Ensayo Histórico-Social 2001, La Habana,
Casa de las América y Ministerio de Cultura de Colombia, 2001.
La segunda fuente de conflicto que no puede separarse del primero, emana del hecho que el
rasgo social principal prevaleciente en la región es el de la persistente desigualdad que
penetra en todos los países, con la excepción de Cuba. La desigualdad del ingreso es mayor
en América Latina y el Caribe que en cualquier otra parte del mundo, como se ha comentado
en todo el trabajo. No se puede subestimar el impacto que este factor tiene sobre la estabilidad
de los países que la integran, como recién acaba de suceder en Bolivia o tuvo lugar en
Argentina a fines del 2002.65
A estas dos fuentes principales de conflicto, tendría que agregarse la vasta agenda de
problemas de seguridad regional como la producción y el tráfico de droga, la corrupción, el
terrorismo, la degradación ambiental, la migración ilegal, la proliferación de armamentos
avanzados, la seguridad nuclear, etc. Además, la región no puede obviar la posibilidad de
conflictos fronterizos como el que enfrentó a Perú y Ecuador en 1995.
65 Sobre la importancia de este fenómeno para la seguridad y gobernabilidad del continente, unido a la apuntada
relación asimétrica con Estados Unidos, que sigue empeñado en imponerle a la región fórmulas neoliberales o
liberales, he abundado en Carlos Alzugaray Treto, «Governance, Security, and Interamerican Relations: A
Critique of the Liberal Paradigm», en Gary Prevost y Carlos Oliva Campos, Neoliberliasm and Neopanamericanism:
The View from Latin America, New York, Palgrave Macmillan, 2002, pp. 47-66.
Unión Europea, y los productores centro y suramericanos, respaldados por Estados Unidos y
sus empresas transnacionales; la fricción entre Venezuela y Colombia alrededor de la
aplicación de las regulaciones de transporte de la Comunidad andina; la querella entre Brasil
y Argentina que han producido una crisis dentro de MERCOSUR; la controversia entre Brasil
y el resto del MERCOSUR debido a la decisión de su gobierno de proseguir con las
negociaciones de comercio con la Comunidad andina.
Por tanto, parecería que hay dos fenómenos que promueven la integración en América Latina.
Por un lado, la liberalización unilateral, la desregulación y la estabilización han creado
condiciones que, "natural" o espontáneamente, favorecen una mayor interdependencia
económica entre los países que comparten un espacio geográfico y ciertas características
culturales. Además, se suman otras políticas, de carácter preferencial, que pueden fortalecer
más la interdependencia. El regionalismo abierto consiste en afianzar los vínculos entre
ambos elementos, es decir, entre la integración "de hecho" y la integración impulsada por
políticas, de modo tal que aumente la competitividad de los países de la región y constituya,
en lo posible, el cimiento que favorezca una economía internacional más abierta y
transparente (CEPAL, 1994). Para que los acuerdos de integración sean coherentes con el
regionalismo abierto, deberían cumplir las siguientes exigencias (CEPAL, 1994): i)
Garantizar una liberalización amplia de mercados en términos de sectores, que incluya bienes
y servicios, aunque sin excluir los diferentes períodos de transición necesarios para el ajuste
gradual; ii) incluir una liberalización amplia de mercados en términos de países, lo que
implica que debiera facilitarse el ingreso de miembros nuevos, especialmente de socios
comerciales ("naturales") importantes; iii) estar regidos por normas estables y transparentes,
que favorezcan las reglamentaciones comerciales acordes con lo dispuesto en el GATT y
armonicen las normas de conformidad con los acuerdos internacionales; iv) suscribirse entre
países que han logrado estabilizar sus economías, fortaleciendo las instituciones regionales
que aportan financiamiento a la balanza de pagos a fin de minimizar las posibilidades de
desequilibrios macroeconómicos; v) aplicar niveles moderados de protección frente a
terceros competidores y favorecer la introducción de aranceles externos comunes, en forma
gradual, si fuera necesario; vi) eliminar o armonizar los arreglos institucionales (reglamentos,
normas), facilitar la convertibilidad de las monedas o elaborar convenios de pago apropiados
y construir infraestructura, todo ello de modo tal que se minimicen los costos de transacción
dentro de los países y entre ellos; vii) adoptar acuerdos sectoriales flexibles y abiertos que
favorezcan la transferencia internacional de tecnología; viii) incluir medidas especiales que
favorezcan el ajuste de los países o las regiones de menor desarrollo relativo, incluida la
reducción gradual de la protección, brindando al mismo tiempo incentivos fiscales para
promover la inversión intrarregional; ix) favorecer mecanismos institucionales flexibles,
fomentando la participación amplia de los distintos sectores sociales de los países. Las cinco
primeras condiciones tienen una justificación bastante ortodoxa. Las dos primeras generarán
economías resultantes de la producción a escala y la especialización y, junto con las normas
multilaterales estables (iii) y las economías estabilizadas (iv), contribuirían a crear
expectativas favorables para la inversión, tanto nacional como extranjera. Las normas
multilaterales y armonizadas (iii) reducirán también las pérdidas y los costos administrativos.
La razón fundamental para contar con muchos miembros es equivalente a la que favorece a
los "socios naturales" (es decir, los que tienen una alta proporción de comercio recíproco), a
saber, que se reduce la probabilidad de tener que importar de productores más caros, mientras
se facilitan las importaciones de productores más baratos, resultado al que también
contribuirán los bajos niveles de protección frente a terceros (v). Los mercados más amplios
promoverán también mayores inversiones. Los aranceles externos comunes (v) desalentarán
la triangulación y el contrabando y evitarán la necesidad de aplicar normas de origen estrictas,
que cada vez se usan más como instrumentos de protección velados. Quizá la justificación
de las siguientes condiciones sea menos conocida o más polémica. Es posible que la
reducción de los costos de transacción (vi) elimine completamente la desviación del comercio
que provocan las preferencias, ya que puede disminuir el precio de los bienes y servicios
producidos en la región por debajo del precio de las importaciones extrarregionales
(Reynolds, Thoumi y Wettmann, 1993). Para satisfacer esta condición pueden necesitarse
inversiones sustanciales o reformas institucionales profundas, que requieran cuidadosas
evaluaciones de costo-beneficio. Los acuerdos sectoriales flexibles que favorezcan la
transferencia de tecnología (vii) forman parte de una nueva división del trabajo con exigentes
requisitos de información, en que hay una creciente desverticalización de las empresas más
grandes, una descentralización geográfica y subcontratación de actividades productivas, y
una constante necesidad de innovar y difundir tecnología. Estas actividades también forman
parte de lo que puede considerarse un proceso de integración a partir de la innovación. La
propuesta de facilitar procesos de ajuste gradual (viii) se basa en el supuesto de que los
mercados no responden de inmediato a los cambios de los precios relativos, especialmente
los mercados imperfectos e incompletos, tanto de factores como de bienes y servicios finales,
sobre todo en los países subdesarrollados. En el caso de los subsidios que favorecen la
inversión intrarregional en los países de menor desarrollo (viii), se supone que los países que
ganan más pueden compensar a los que ganan menos o sufren pérdidas, y que el éxito de los
acuerdos de integración puede resultar socavado por los países miembros que no se
benefician de manera significativa con el proceso de integración. En cuanto a los mecanismos
institucionales flexibles (ix), se supone un proceso de integración que aún es relativamente
"superficial" y en constante cambio, en tanto la mayor participación de los diferentes sectores
sociales es una propuesta que concuerda con el espíritu democrático que predomina en la
región.
Los beneficios han sido mayores para China, que ha alcanzado un mayor grado de apertura.
Sin duda, constituye la mayor victoria contra la pobreza mundial en los últimos tiempos,
teniendo en cuenta el tamaño de su población. En el año 2001, la pobreza afectó a alrededor
de 283 millones de personas menos que en 1981… todo gracias a la “efectiva ayuda
humanitaria” de la apertura. Estudios económicos a nivel internacional, ratifican el impacto
positivo del comercio internacional sobre la economía. Frenkel y Romer (1999) estiman que
el aumento en 1 punto porcentual del ratio comercio a PBI (apertura), implica un incremento
del PBI per cápita en un rango de 1,5% a 2,0%.
El gráfico nos muestra el índice de apertura de países muy diversos para el año 2015:
Esto nunca se dio en el Perú. Con niveles de protección que colocaron los aranceles por
encima de 60% y que contenían además una serie de restricciones al ingreso de productos
del exterior, nuestro PBI en general y nuestra industria manufacturera en particular,
registraron pérdidas de crecimiento debido a que nunca fueron capaces de competir
eficientemente. Así lo muestra el cuadro siguiente,
Esto puede ser explicado de manera bastante simple: al encarecerse desmedidamente las
importaciones, se encarecía también artificialmente la importación de bienes de capital e
insumos, lo cual aumentaba los costos de producción e impedía la incorporación de nuevas
tecnologías. El contar con un mercado pequeño, pero cautivo, restaba alicientes a la búsqueda
de eficiencia lo cual hacía innecesario que las empresas tuvieran que invertir para prepararse
para competir en otros mercados a los cuales sus elevados costos les hacían difícil conquistar,
lo cual impedía a su vez, generar economías de escala suficientes como para bajar los costos
de producción unitarios. En conclusión, la evidencia muestra que, si bien algunas empresas
pueden haber aprovechado para hacer ganancias extraordinarias, en general, la más
perjudicada fue esa industria que se pretendía proteger.
Uno de los mayores problemas que enfrentan países como el nuestro, es la escasez de
recursos para investigación. Una ventaja adicional de la apertura es que, siendo sólo un
paliativo, permite a las empresas y consumidores tener contacto con las nuevas tecnologías,
sea vía importaciones o vía inversión y aprovechar sus beneficios.
La evaluación realizada por el Banco Mundial respecto de los efectos del NAFTA en México,
muestra que los sectores ligados al comercio exterior tienen un nivel salarial hasta 40% por
encima de los sectores no conectados al comercio exterior. Las razones son varias: los niveles
de productividad alcanzados por las empresas ligadas al comercio exterior son mayores y eso
es precisamente lo que les permite competir exitosamente; por esa misma razón, los
empleadores tienen interés en no perder al personar ya entrenado y productivo.
Adicionalmente, vale mencionar algo que ya se viene dando en nuestro país, especialmente
en los sectores agroindustrial y de confecciones: los compradores internacionales, las grandes
firmas, hacen auditorías por presión de sus propios consumidores (y de empresas
potencialmente competidoras) que verifican el cumplimiento de normas y condiciones
laborales. Las empresas que no cumplen con estas obligaciones tienen el grave riesgo de
perder su mercado.
2.2. Tratados internacionales de asociación estratégica firmados por el Perú
Los Tratados de Libre Comercio forman parte de una estrategia comercial de largo plazo que
busca consolidar mercados para los productos peruanos con el fin de desarrollar una oferta
exportable competitiva, que a su vez genere más y mejores empleos. La experiencia muestra
que los países que más han logrado desarrollarse en los últimos años son aquellos que se han
incorporado exitosamente al comercio internacional, ampliando de esta manera el tamaño del
mercado para sus empresas. La necesidad de promover la integración comercial como
mecanismo de ampliación de mercados es bastante clara en el caso del Perú, cuyos mercados
locales, por su reducido tamaño, ofrecen escasas oportunidades de negocios y, por tanto, de
creación de empleos.
Los tratados de libre comercio traen consigo beneficios que están relacionados no sólo con
aspectos de tipo comercial, sino que son positivos para la economía en su conjunto: permiten
reducir y en muchos casos eliminar las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio;
contribuyen a mejorar la competitividad de las empresas (dado que es posible disponer de
materia prima y maquinaria a menores costos); facilitan el incremento del flujo de inversión
extranjera, al otorgar certidumbre y estabilidad en el tiempo a los inversionistas; ayudan a
competir en igualdad de condiciones con otros países que han logrado ventajas de acceso
mediante acuerdos comerciales similares así como a obtener ventajas por sobre los países
que no han negociado acuerdos comerciales preferenciales; y, finalmente, fomentan la
creación de empleos derivados de una mayor actividad exportadora. Asimismo, la apertura
comercial genera una mayor integración del país a la economía mundial, lo que hace posible
reducir la volatilidad de su crecimiento, el nivel de riesgo-país y el costo de financiamiento
de la actividad privada en general.
Sin embargo, no todos los sectores de la economía se benefician de igual manera con los
tratados de libre comercio. Hay sin duda productos de mayor sensibilidad en el proceso de
negociación que deben ser protegidos con determinados mecanismos de defensa comercial.
Sin embargo, los efectos negativos sobre ciertos productos también pueden atenuarse y de
mejor manera si se toma las medidas adecuadas para impulsar su competitividad o en todo
caso incentivar su reconversión hacia actividades con un mayor potencial de crecimiento.
2.2.2.1. Mercosur-Perú
Con este acuerdo se busca formar un área de libre comercio entre el Perú y los cuatro países
integrantes del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), mediante la expansión y
diversificación del intercambio comercial y la eliminación de restricciones arancelarias y no
arancelarias que afectan el intercambio recíproco de bienes y servicios.
Es el foro de negociación en el que se discuten las normas que rigen el comercio en los países
de todo el mundo. La OMC es esencialmente el lugar al que acuden los estados miembros
para tratar de arreglar los problemas comerciales que pueda haber entre sí. El Perú es
miembro de la OMC desde su conformación en 1995.
El Perú es miembro del APEC desde 1998 y el ingreso a este foro responde al deseo de
afianzar los vínculos económicos existentes y generar mayores relaciones económicas con la
región que, en los últimos años, ha presentado el mayor dinamismo en términos de
crecimiento económico.
No. Perú tiene una visión comercial de largo plazo que incluye una agenda integral de
acuerdos y negociaciones comerciales. En el ámbito del comercio internacional no sólo
existen los Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Complementación Económica, que
son instrumentos de negociación bilateral. También existen procesos multilaterales de
negociación, como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA). En ese sentido, la visión comercial del Perú no apunta
únicamente a consolidar determinados beneficios con algún país, sino también a ampliar la
apertura de más mercados para nuestra oferta exportable. Por lo tanto, está en la agenda del
Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) llevar a cabo negociaciones
comerciales con otros bloques económicos, como recientemente lo ha hecho con Panamá,
Venezuela, Costa Rica y Méjico, con el fin de asegurar un mejor acceso de nuestros productos
a los mercados internacionales.
2.2.4. ¿Por qué negociar con países grandes y no solos con países pequeños, como el Perú?
Los países grandes, como Estados Unidos, China, o el bloque de la Unión Europea, son tres
de nuestros principales socios comerciales, y los mercados que más compran en el mundo.
Pero, además, por una razón sencilla: los países que compiten entre ellos, es decir, que
producen bienes similares, no se complementan, mientras que con países que producen
bienes que mayormente adquirimos y no producimos si nos complementamos perfectamente.
En el caso de Europa, China y Estados Unidos, las importaciones peruanas son
complementarias. En este contexto, la desgravación de estos productos favorece la
competitividad de las empresas peruanas, pues se importarán a menor precio más insumos
especializados y bienes de capital que nuestras empresas necesitan para darle mayor valor
agregado a sus productos y de esa manera generar mayor productividad y empleo.
2.2.5. ¿Cómo se benefician los consumidores con los acuerdos comerciales?
Los acuerdos comerciales son beneficiosos para los consumidores peruanos porque mediante
la reducción de los aranceles de importación los consumidores tendrán acceso a una mayor
variedad de bienes finales a precios más baratos, como por ejemplo computadoras, equipos
de transporte, automóviles, libros, discos de lectura por láser para reproducir, aparatos
electrónicos, electrodomésticos y cosméticos, que le país básicamente no produce. De otro
lado, conducirán al establecimiento de reglas y procedimientos que promuevan el
funcionamiento eficiente, transparente y ágil de las aduanas, lo que significa menores costos
de almacenamiento y manejo de mercadería para los importadores y, por tanto, reducciones
adicionales a las producidas por la baja de aranceles–– en los precios pagados por los
consumidores.
Sí. Con estos acuerdos hay más y mejores empleos. Para generar más empleos necesitamos
invertir y producir más, y para producir más necesitamos mercados más grandes que el
nuestro. En el Perú, las exportaciones sostienen aproximadamente 15 de cada 100 empleos.
No podemos dejar de tener acuerdos comerciales ni de exportar.
2.3.4. ¿Con el TLC se creará más empleo en las regiones?
Mirar hacia mercados externos es fundamental para las regiones. El comercio exterior está
incrementando la actividad económica y el empleo formal principalmente en provincias.
Según cifras del Ministerio de Trabajo, las principales ciudades beneficiadas con el
incremento del empleo gracias a empresas exportadoras, principalmente de productos
agroindustriales y textiles, son Piura, Ica, Trujillo, Chincha y Arequipa, aunque muchas otras
provincias ven los beneficios de los acuerdos comerciales ya hoy.
No, el Acuerdo con Estados Unidos no obligará al Perú a cambiar sus leyes para que
coincidan con las leyes de Estados Unidos. Por otro lado, lo negociado en el TLC no puede
ser incompatible con la legislación interna de los países firmantes. Además, con el TLC se
mantiene la independencia del país para dictar leyes y normas, siempre y cuando estas estén
en concordancia con los principios de libre comercio establecido en el acuerdo. Sin embargo,
es posible que, a fin de poder implementar el tratado, en ciertos temas de negociación se
tenga que adecuar la normativa interna de cada país –y la de la Comunidad Andina– a la
normativa acordada en el TLC. Paralelamente, debido a ese necesario proceso de
convergencia de los mencionados regímenes legales, el TLC constituiría un acicate a la
puesta en marcha y la consolidación de las reformas institucionales en el Perú.
No. Las disposiciones sobre propiedad intelectual en los acuerdos comerciales del Perú no
restringen el acceso de la población a productos farmacéuticos genéricos y tampoco generan
aumentos en sus precios. Con los acuerdos comerciales ya en vigencia, no han desaparecido
los medicamentos genéricos de las farmacias y no cuestan más dinero a raíz de algún TLC o
acuerdo comercial. Por el contrario, como confirma el Ministerio de Salud, la reducción de
los aranceles a las medicinas importadas beneficia a los consumidores, ya que pueden acceder
a éstas a precios menores.
2.3.6. La salud pública en situaciones de emergencia
La posición del Perú en las negociaciones del TLC es mantener la opción de recurrir a los
mecanismos de licencias obligatorias e importaciones paralelas, cuando se considere
necesario para preservar la salud pública. Las licencias obligatorias son permisos que los
gobiernos pueden expedir para que, sin contar con el consentimiento del titular de la patente,
otras empresas fabriquen los productos patentados o hagan uso de un procedimiento
patentado. Las importaciones paralelas son importaciones de productos, sin la aprobación del
titular de la patente, desde un tercer país. A través de los mecanismos mencionados, en
situaciones en las que la salud pública esté en riesgo, el Perú puede acceder a medicamentos
patentados no comercializados dentro del país, o acceder a otros sí comercializados a un
menor precio.
No. Uno de los temas innovadores en la negociación del TLC entre Estados Unidos y los
países Andinos fue el planteamiento hecho por el Perú para que se incorporen disposiciones
que reconozcan, formalicen y protejan los derechos de los pueblos indígenas sobre sus
conocimientos tradicionales y recursos genéticos. Ello quedó materializado en documentos
conjuntos suscritos por Perú y Estados Unidos con motivo de aquella negociación comercial.
2.3.10. Agenda pendiente del Perú para aprovechar a cabalidad los Acuerdos Comerciales
La agenda pendiente en materia de reformas para maximizar las ventajas de los acuerdos
comerciales incluye: el reforzamiento del respeto a la ley y a los derechos de propiedad; la
lucha contra la corrupción y la rendición transparente de cuentas por parte del Estado; la
eficacia del marco regulador y la facilitación de la actividad empresarial (acceso a
financiamiento, la eliminación de sobre-costos y la reducción de barreras a la entrada y salida
del mercado); la promoción de la inversión en educación, capacitación e investigación para
mejorar los procesos productivos mediante la innovación tecnológica; la reconversión
progresiva de los sectores más vulnerables (en especial la agricultura tradicional) hacia
actividades productivas más competitivas y la asistencia técnica a través de un sistema
integral de extensión agropecuaria; la inversión en infraestructura portuaria, aeroportuaria,
vial, ferroviaria y lacustre; la creación de una mentalidad pro exportadora en la población; el
fomento de las cadenas productivas y de la asociatividad, estandarización y normalización
de las PYMES; el avance en la implementación del Plan Estratégico Nacional Exportador
(PENX) y de los Planes Estratégicos Regionales de Exportación (PERX) impulsados por el
MINCETUR
Los capítulos negociados que incluye este acuerdo son: Comercio De Mercancías, Medida
Especial Agrícola, Reglas De Origen, Aduanas, Medidas Sanitarias Y Fitosanitarias,
Obstáculos Técnicos al Comercio, Salvaguardias Bilaterales, Contratación Pública,
Inversión, Comercio Transfronterizo De Servicios, Entrada Temporal De Personas De
Negocios, Comercio Electrónico, Política De Competencia, Transparencia, Administración
Del Acuerdo y Solución De Controversias.
Los principales productos exportados a Singapur que ya se están beneficiando de este acuerdo
son: cacao, uvas, T-shirts, camisas, espárragos, almejas, locos y machas, entre otros. El
Tratado de Libre Comercio Perú-Singapur brinda al Perú la oportunidad de establecer reglas
de juego claras, con un marco transparente y previsible, que permita tener un comercio
bilateral ordenado, el cual salvaguarde justificadamente los intereses del Perú. Asimismo,
dicho acuerdo hace posible que los productos peruanos ingresen con mejores condiciones al
mercado singapurense, impulsar mayores inversiones y consolidar la estrategia peruana de
convertirse en el centro de operaciones del Asia en América del Sur.
3.1. Antecedentes
Como parte de la estrategia para profundizar nuestras relaciones comerciales con Asia, el
MINCETUR propuso a su contraparte de Singapur en agosto de 2004 la posibilidad de iniciar
negociaciones comerciales con miras a un Tratado de Libre Comercio (TLC).
En los últimos años, el Perú ha iniciado un proceso de acercamiento con el Asia, el cual
incluye el inicio de las negociaciones con sus principales socios comerciales en dicho
continente. Es en este contexto que surge el interés de negociar con Singapur, el cual es uno
de los principales centros tecnológicos y hub de negocios en el Asia y en el mundo, por lo
que el Perú puede beneficiarse de la transferencia tecnológica procedente de este país a través
de las inversiones, movimiento de personas y de las importaciones de bienes de capital; así
como, de la experiencia de Singapur en promoción de comercio exterior, desarrollo turístico,
innovación tecnológica y fortalecimiento de las capacidades humanas en negociaciones
internacionales.
Los objetivos que se tuvieron presentes durante el proceso de negociación fueron promover
y facilitar la inversión procedente de Singapur en proyectos de infraestructura en el marco de
la implementación del HUB-Perú y los ejes IIRSA, así como en la producción de mercancías
de exportación aprovechando los mercados con que el Perú mantiene acceso preferencial.
Cabe mencionar, que Singapur es un destino importante de las exportaciones peruanas no
tradicionales dentro del Sudeste Asiático.
Preámbulo
Disposiciones iniciales y definiciones generales
Comercio de mercancías
Medida especial agrícola
Reglas de origen
Aduanas
Medidas sanitarias y fitosanitarias
Obstáculos técnicos al comercio
Salvaguardias bilaterales
Contratación pública
Inversión
Comercio transfronterizo de servicios
Entrada temporal de personas de negocios
Comercio electrónico
Política de competencia
Transparencia
Administración del acuerdo
Solución de controversias
Excepciones
Disposiciones finales
Certificación de Origen
Entendimiento sobre cláusula de nación más favorecida
Entrada temporal de personas de negocios
Zonas Francas
Idioma en certificación de origen
3.3.2.2. Aranceles
El Perú manifestó su disposición de mantener la franja de precios para 45 subpartidas
nacionales, ante el requerimiento de Singapur se presentaron las principales características
de dicho sistema. A su vez se manifestó que la oferta de eliminación de aranceles tendría
cuatro canastas de desgravación: eliminación inmediata (canasta A), eliminación en 5 años
(canasta B), eliminación en 10 años (canasta C) y plazos mayores a 10 años (canasta D). Esta
última sólo sería aplicable al sector agrícola.
Por su parte, Singapur prefiere establecer una regla general de valor agregado y contar con
un anexo de reglas específicas únicamente para un ámbito limitado de subpartidas para las
que se considere necesario. Después de discutir sobre este tema, se acordó revisar los sectores
de interés de ambas partes. En cuanto a las mercancías totalmente obtenidas, se acordó que
serían consideradas como tales las plantas y productos de las plantas cultivadas en las Partes,
los animales nacidos y criados en las Partes, las mercancías obtenidas de animales vivos, las
mercancías obtenidas de la caza, pesca o acuicultura realizada en las Partes, los minerales y
otros recursos, entre otros.
En lo que se refiere al valor de contenido requerido, se acordó tomar en cuenta para el cálculo
de la mercancía final el valor de los insumos originarios de un material que no llegó a calificar
como originario, a fin de contribuir con el cumplimiento de la regla de origen de la mercancía
final. Con relación al De Minimis, se acordó incluir el concepto, sin embargo está pendiente
de determinar la magnitud del mismo. Asimismo, la delegación peruana ha propuesto que el
De Minimis para el sector textil y confecciones se evalúe sobre el peso en lugar del valor de
la mercancía. En cuanto a la acumulación de origen ambas delegaciones presentaron sus
propuestas, las mismas que coinciden en la acumulación de bienes. Asimismo, en cuanto a
la acumulación de procesos, la delegación de Singapur incluyó en su propuesta flexibilidades
adicionales las mismas que seguirán siendo discutidas y evaluadas en las siguientes rondas.
Las partes intercambiaron información con relación a sus sistemas y operaciones aduaneras.
Luego de analizar ambas propuestas, Singapur propuso un texto único, el cual contempla las
necesidades y requerimientos de la parte peruana. Se ha alcanzado acuerdos en puntos tales
como el despacho de mercancías, cooperación, confidencialidad, envíos de entrega rápida,
sanciones y resoluciones anticipadas. Perú manifestó que el texto es aceptable, sujeto a
revisión con los especialistas de Aduanas del Perú. Perú se comprometió a revisar el texto
consolidado con Aduanas del Perú para expresar su conformidad. Ambas partes se
comprometieron a evaluar otros puntos que puedan ser incluidos en el texto, en caso de que
generen beneficios mutuos.
discusión de renuncias o disminución de derechos adquiridos bajo foros tales como la OMC.
De igual manera, Perú señaló que la salvaguardia global obedecía a circunstancias que no
del arancel de nación más favorecida – NMF, sino que estaba dirigida a prever situaciones
se estaba presentando una disciplina referida a la posibilidad que tienen las Partes de
excluirse de una medida global cuando no formen parte del daño a las respectivas ramas de
presentó ningún tipo de propuesta, Singapur indicó no encontrarse conformes con la duración
propuesta por Perú (2+2). Singapur manifestó no estar de acuerdo con la posibilidad de
aplicar una salvaguardia más de una vez sobre un mismo bien. Perú señaló que la posibilidad
no debe excluirse, y que en todo caso un procedimiento claro y previsible puede ser la
presentó una propuesta de compensaciones a partir del tercer año de aplicación de la medida.
Singapur manifestó que las compensaciones deberían ser inmediatas, toda vez que la
el capítulo de acceso. Perú replicó que la salvaguardia constituía un derecho previsto por las
indicando además que Perú ya presentó una propuesta concreta y que la negociación debería
iniciarse sobre la base de una reacción por parte de Singapur, quedando a la espera de la
misma.
En este sentido, expresó su preocupación por la frecuencia en el uso del mecanismo por parte
del Perú. La delegación del Perú señaló que la renuncia al uso de medidas antidumping en el
marco de Acuerdo Relativo a la Aplicación del Artículo VI del Acuerdo General sobre
Ello, debido a razones de política nacional y porque no se tenía ningún mandato que le
permitiera aceptar una propuesta de esa naturaleza. No obstante, mencionó que, de existir un
interés importante de Singapur de negociar este tema, el Perú estaría dispuesto a analizar una
Grupo de Negociación sobre las Normas en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
posibilidad de presentar a Perú una propuesta alternativa, previa consulta con sus autoridades
Con relación al tema de subvenciones, el Perú señaló que estaría de acuerdo en reafirmar los
Compensatorias y del Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC, pero que en todo caso estaría
presentada por Perú. Dicho texto cuenta actualmente con 17 artículos. Se ha logrado acuerdo
En el artículo Objetivos literal a) se señala que el Capítulo MSF busca proteger la vida o
En cuanto al artículo Ámbito, se precisa que el Capítulo aplicará a todas las medidas
sanitarias y fitosanitarias de una Parte que puedan afectar el comercio de productos agrícolas
o alimenticios entre las Partes, precisándose que el Capítulo no se aplica a los estándares,
Las Partes continuarán revisando los diversos temas y trabajarán entre Rondas a fin de llegar
Perú señaló que corresponde al tema de Asuntos Institucionales. Singapur manifestó que
prefería mantener el artículo en el Capítulo MSF, hasta que pueda presentar una propuesta
Se revisaron las propuestas de texto de ambas partes y se identificó que existe consenso
inicial sobre una parte significativa de las obligaciones del capítulo, en particular en
disciplinas claves de no discriminación, presencia local y la mayoría de los elementos del
ámbito de aplicación.
Singapur aceptó exceptuar del ámbito de aplicación a los derechos de tráfico y los
servicios relacionados con los derechos de tráfico.
Perú plantea denegar los beneficios incluso a empresas del propio país que no tengan
actividades sustanciales en el territorio de la otra Parte. Singapur plantea un régimen más
laxo para la denegación de beneficios de empresas de Singapur que puedan no tener
actividades sustanciales en el Perú.
Singapur plantea incluir una excepción para casos de “infraestructura pública crítica”
tales como puertos, redes de telecomunicaciones, etc. Se fundamentan en posibles ataques
terroristas que puedan existir contra esta infraestructura. La propuesta será evaluada por
el Perú.
3.2.2.7. Movilidad Temporal de Personas de Negocios
Ambas partes conversaron sobre los intereses en materia de movilidad temporal de personas.
Singapur propuso un texto con compromisos únicamente para personal transferido dentro de
una empresa, mientras que Perú planteó compromisos para visitantes de negocios,
Singapur expresó tener sensibilidades en el tema de entrada temporal, pero sin embargo
manifestó que están dispuestos a tratar de encontrar puntos intermedios o soluciones creativas
Perú resaltó la importancia de contar con este capítulo tanto para facilitar y promover
Ambas partes estuvieron de acuerdo en que los capítulos sobre comercio transfronterizo de
los países presentó una propuesta de capítulo específico, Singapur propuso incorporar los
de Referencia sobre Telecomunicaciones del AGCS. Perú manifestó que hará las consultas
negociación, sin embargo, mantienen enfoques diferentes respecto al cómo incluir este
sector.
Singapur propone incorporar “tal cual” los compromisos del AGCS, mientras Perú propone
que el sector este cubierto por los capítulos de servicios e inversión con algunos ajustes o
registro). Considerando que ninguna de las dos Partes propuso un texto específico sobre
comercio electrónico, Singapur planteó que la aplicación de los derechos aduaneros sobre
Singapur propone que las Partes no apliquen derechos aduaneros sobre productos digitales
bajo este Tratado. Perú manifestó que consultará con las autoridades correspondientes sobre
esta propuesta.
3.2.2.8. Inversiones
Se tomó como base el texto de capítulo propuesto por Singapur. La idea fue revisar
íntegramente el texto propuesto por ellos, proponer la inclusión de temas y hacer comentarios
y preguntas para entender el funcionamiento del sistema legal de Singapur. En líneas
generales el texto incluye casi la totalidad de los temas que son de interés para el Perú. En
esta primera ronda, Perú propuso incluir los siguientes temas:
De otro lado, ambos países convinieron en trabajar la forma de insertar los servicios
financieros en los capítulos de inversiones y servicios. Mientras que el Perú propuso incluir
aspectos específicos respecto a la exclusión de los esquemas públicos de pensiones,
preservación de la capacidad de regulación prudencial y el tratamiento de servicios
transfronterizos, Singapur propuso que estos temas quedaban cubiertos al hacerse una
remisión a los compromisos de los dos países en el marco de la OMC en servicios financieros,
Ambos países contrastarán las propuestas.
Finalmente, se acordó elaborar los Anexos de Medidas Disconformes para la próxima ronda.
Las partes discutieron la propuesta inicial del Perú e intercambiaron información acerca de
compartieron sus puntos de vista en los temas propuestos por Perú, los cuales contemplan
antes de la II Ronda.
Las partes discutieron la propuesta inicial del Perú y decidieron trabajar sobre la base de ella.
Perú señaló que, como parte de la política de gobierno, la legislación interna establece
que participan en procesos de licitación, siempre y cuando tales propuestas incorporen bienes
locales o se trate de empresas que cuentan con planta industrial establecida en el territorio
Sobre el particular, se señaló que esta preferencia se haría extensiva automáticamente a los
socios comerciales con los cuales el Perú celebra TLCs como parte de la aplicación del
principio de trato nacional y tomando en cuenta las condiciones específicas que se acuerden
Se señaló además que aún no efectuamos transacciones en líneas, pero que se está trabajando
para que en los siguientes años podamos implementar plenamente este sistema. Singapur
nacional. Singapur informó que ellos sólo poseen Ministerios que sería nuestro equivalente
al Gobierno Central y los Statutory Boards que son las entidades que se encargan de
se encontraría interesado en negociar los mismos umbrales que ha acordado ese país en el
Acuerdo Plurilateral sobre Contratación Pública de la OMC. A saber, para bienes y servicios
A su turno, Perú señaló necesariamente que se tendría que acordar para el caso de la
contratación de bienes y servicios un umbral por encima de los US$ 100,000 dólares (a
realizan procesos de licitación abiertos o públicos, sino que se contrata por invitación o
directamente. Para el caso de los servicios de construcción, se señaló que se podría acordar
el mismo umbral que se tiene con Estados Unidos. Con relación al tema de registro de
proveedores, Singapur señaló que ellos poseen un registro único a nivel nacional en donde
deben inscribirse todos los proveedores que quieren contratar con el Estado. Al respecto,
resulta importante mencionar que este registro se hace vía electrónica mediante la
En el caso del Perú, actualmente si bien por ley se crea un registro único para bienes y
servicios a nivel nacional, por el momento éste sólo funciona para el caso de obras públicas
comerciales de interés dentro de la cobertura de este Capítulo y que más bien ellos esperan
que en un mediano plazo las contrataciones en línea en Perú sean realidad para poder
no de poder implementar esta obligación. Ambas propuestas buscan establecer como regla
general en el fondo las mismas obligaciones que las acordadas en el Acuerdo Plurilateral
sobre Contratación Pública de la OMC, así como en los distintos TLCs celebrados no sólo
proceso.
Es así que se encontró una gran coincidencia de ambas propuestas con respecto a las
disciplinas que se aplicarán a las obligaciones que asuman los países en materia de acceso a
mercado. Se continuará trabajando con la finalidad de que para la segunda Ronda se pueda
trabajar sobre la propuesta peruana, realizando preguntas sobre algunos de los textos
Las Partes acordaron que los textos de Asuntos Institucionales serían dinámicos, y variarían
Con relación al texto, éste ha sido acordado en gran medida. Existe acuerdo sustancial en los
puntos de ámbito; trato nacional; valoración aduanera; eliminación acelerada de aranceles;
impuestos a la exportación; derechos administrativos, de procesamiento aduaneros y
consulares; admisión temporal; reentrada de bienes para su alteración o reparación; ingreso
de muestras comerciales; medidas no arancelarias; y subsidios y derechos compensatorios.
Respecto al artículo sobre la eliminación de derechos aduaneros, Perú enviará una propuesta
de salvaguardia especial agrícola, como también manifestó su intención de mantener la franja
de precios. Singapur manifestó no tener problema con lo último, aunque mostró sus reservas
en el caso de algunos productos (Singapur enviaría lista de interés). Además, Singapur ha
planteado la posibilidad de incluir una cláusula de Nación Más Favorecida (NMF) en el
tratamiento de la franja.
Asimismo, Perú ha propuesto que los bienes usados no se beneficien del programa de
eliminación, con la excepción de una lista de mercancías remanufacturadas acordada por las
Partes. En este sentido, Singapur presentó una propuesta de 145 productos remanufacturados,
de los cuales Perú ha respondido positivamente en 125 (los mismos que se encuentran en
canasta A).
general
Ambas Partes acordaron utilizar requisitos específicos de origen (REOs). En el caso del
sector agrícola, se acordó gran parte de los REOs, quedando pendiente los productos lácteos,
productos basados en café, té y otras especies, así como las conservas de pescado y cacao.
En lo que se refiere al sector textil, Singapur aceptó la propuesta peruana presentada para las
fibras, hilados y tejidos (capítulos 50 a 60), una regla de hilado en adelante, excepto para
hilados elastoméricos e hilados artificiales, los cuales podrán provenir de terceros países. Sin
embargo, en lo referente a las confecciones (capítulos 61 a 63) aún no existe acuerdo.
Respecto al texto, las Partes acordaron los artículos relacionados con las mercancías
originarias, valor de contenido requerido, valor de los materiales, accesorios, repuestos y
herramientas, material de empaque para la venta al por menor, contenedores y material de
embalaje para embarque, materiales y mercancías fungibles, materiales indirectos y gran
parte de las definiciones y operaciones mínimas. Asimismo, se ha acordado la inclusión de
una cláusula De Mínimis y un artículo para juegos y surtidos, aunque la magnitud del De
minimis en ambos casos está por definirse. Dentro de los procedimientos aduaneros
relacionados al origen, se acordaron los artículos referentes al tránsito y transbordo y el
proceso de verificación de origen.
Analizar la propuesta de REOs que será emitida por Singapur para los
capítulos 25 – 49 y 64 -97
Acordar la redacción de la coletilla final del literal referido a desechos y
desperdicios.
Discutir el artículo de acumulación el mismo que se analizará en conjunto con
la propuesta que remita Singapur respecto al Outward Processing.
Definir el Outward Processing y el ámbito en que se aplicaría.
Discutir la propuesta peruana de contar con un mecanismo para modificar los
requisitos específicos de origen.
Trabajar la definición de mercancías recuperadas y re manufacturadas,
productor y producción, el literal de mercancías recuperadas en el artículo de
mercancías totalmente obtenidas y los dos literales pendientes de la definición
de operaciones mínimas que tienen relación con las operaciones de
remanufactura.
Definir la modalidad de certificación. Singapur insistió en un sistema de auto
certificación, contrario a la preferencia del Perú por certificar mediante
entidades. Cabe mencionar que aún se encuentran pendientes de discusión las
disposiciones relacionadas con la certificación, tales como devolución de
aranceles, facturación por un tercer operador, entre otros.
Evaluar la posibilidad de incluir la sección referente a procedimientos
aduaneros relacionados a origen en el Capítulo de Procedimientos Aduaneros
(propuesta de Singapur), lo cual implica adicionalmente analizar los artículos
ya acordados en ese capítulo relacionados a sanciones y confidencialidad, a
fin de asegurar que cubran lo planteado en el Capítulo de Origen.
3.3.3.3. Procedimientos aduaneros
Las Partes acordaron todos los artículos relacionados con el tema de facilitación del comercio
tales como el despacho de la mercancía, la cooperación entre las Partes, los envíos de entrega
rápida y las resoluciones anticipadas. Un detalle bastante importante es el hecho que se
establece que, en caso de diferencias en la clasificación de un producto, se solicitará opinión
a la Organización Mundial de Aduanas, decisión que deberá ser respetada.
Es importante señalar que los artículos acordados relacionados con facilitación del comercio
generarán un mejor nivel en el estándar aduanero actual, sobre todo en lo relacionado a
procedimientos sin uso de papeles, automatización y manejo de los sistemas de riesgo. Este
capítulo aún no se ha cerrado debido a que Singapur prefiere negociar los procedimientos
aduaneros relacionados al origen en este Capítulo y no en el de Reglas de Origen, como el
Perú lo desea. En esta parte, aún existen puntos pendientes de acuerdo, tal como se mencionó
anteriormente en la sección que trata los temas sensibles en la mesa antes mencionada.
Las Partes intercambiaron ideas respecto a la propuesta presentada por Perú. Singapur retiró
su propuesta inicial de renunciar al uso de la salvaguardia general y las medidas antidumping,
tal como se establecen en la OMC. Durante la discusión se acordó la duración de la medida
(2 años + 1 de prorroga adicional); reaplicación después de transcurrido un periodo máximo
al de la duración de la medida inicial; procedimientos a seguir para la aplicación de una
medida; tratamiento de la información confidencial; análisis del daño y relación causal;
duración de la investigación (máximo 6 meses); notificación y consultas cuando las Partes
inicien un procedimiento, adopten una medida provisional, imponen o prorroguen una
medida; Medida de Salvaguardia Global (excluir a la otra parte de la aplicación de la
salvaguardia general si la otra parte no es causal sustancial del daño); salvaguardia
provisional (máximo 180 días) y compensaciones (por el período que supere los 2 años). Los
puntos pendientes en la discusión son los siguientes:
Se acordó trabajar un texto consolidado sobre la base de la propuesta del Perú. Luego de
analizar e intercambiar puntos de vista, ambas delegaciones acordaron los objetivos del
capítulo, al igual que los artículos relacionados con las provisiones generales, cooperación
técnica, coordinadores en la materia y el intercambio de información.
Las Partes han decidido realizar las consultas internas respectivas y discutir los temas
pendientes a través del correo electrónico para antes de la III Ronda. En particular, Singapur
consultará respecto a las definiciones, alcance, estándares internacionales, equivalencias,
regulaciones técnicas y valoración de la conformidad. Perú hará lo propio con el artículo de
transparencia y ambas Partes trabajarán de manera conjunta el artículo de facilitación del
comercio.
3.3.3.7. Servicios
3.3.3.8. Inversiones
Luego de discutir las propuestas presentadas por ambas Partes, las delegaciones acordaron el
texto integral del Capítulo de Política de Competencia, el cual tiene como objetivos promover
la libre competencia y evitar la aparición de prácticas de negocios anticompetitivas dentro de
la zona de libre comercio a través del establecimiento de vínculos de cooperación entre las
autoridades de competencia en temas tales como notificaciones, transparencia, consultas e
intercambio de información.
Cabe destacar que este Capítulo sienta las bases para una cooperación más estrecha entre las
autoridades de competencia, la cual, sin menoscabar la autonomía de las Partes en aplicar y
desarrollar sus políticas y su legislación de competencia, permitirá que el incremento de las
relaciones económicas y comerciales entre las mismas pueda realizarse en condiciones de
competencia. Asimismo, las Partes han acordado excluir este Capítulo del Mecanismo de
Solución de Diferencias del Tratado, habida cuenta de la necesidad de evitar que ello se
traduzca en la perforación de resoluciones adoptadas por un órgano jurisdiccional. Luego del
intercambio de visiones y posiciones respecto a la materia, ambas Partes pudieron llegar a un
acuerdo respecto a casi la totalidad de artículos, los cuales establecen el alcance del capítulo,
definen los mecanismos de consultas, como también los procedimientos a seguir para dirimir
las diferencias existentes entre las Partes.
También, el capítulo determina la manera para implementar el reporte con la decisión final.
En efecto, el capítulo acordado con Singapur contiene una serie de disposiciones que hacen
que el mismo contemple un mecanismo ágil, dinámico y eficaz.
De esta manera, se protegen los derechos que puedan tener los particulares que
eventualmente se vean afectados por el incumplimiento del Acuerdo, garantizando una
solución al problema en tiempos prudentes.
Cabe señalar adicionalmente que el mecanismo tiene varias vías de solución que se iniciando
desde la mediación, pasando por las consultas y la comisión administradora, y concluyendo
con el grupo de expertos como última instancia. El único punto pendiente se refiere a la
aclaración del informe final, en donde Singapur hará las consultas adicionales que permitan
establecer una redacción adecuada para que esta provisión sea plenamente aplicable.
Se ha logrado acordar casi todos los puntos del texto consolidado de negociación con respecto
a que los procesos de contratación públicos se realicen de manera no discriminatoria a partir
de los montos (umbrales) acordados en el Anexo y de conformidad a las excepciones
establecidas en el mismo (programas de apoyo alimentario así como las medidas para
favorecer la participación de las pequeñas y micro empresas); a qué requisitos mínimos deben
tener las convocatorias; plazos mínimos que deben existir para la presentación de propuestas;
criterios generales a considerar en la etapa de evaluación y adjudicación de contratos;
supuestos bajo los cuales las entidades podrán contratar de manera directa; y todas las
obligaciones sobre transparencia (publicación de leyes y demás medidas de aplicación
general), así como los correspondientes compromisos para garantizar la confidencialidad de
la información que posea la naturaleza de reservada.
Durante la Segunda Ronda, Singapur aceptó las propuestas peruanas referidas a que las
contrataciones que se realicen con préstamos u otras formas de asistencia internacional,
aquéllas vinculadas a los servicios de deuda pública y la contratación de servicios de agencias
fiscales o servicios de depósito y los servicios de liquidación y administración de
instituciones financieras reguladas, no se encuentren cubiertos por el Capítulo.
Asimismo, ambas Partes presentaron sus ofertas en materia de acceso a mercados. Sobre el
particular, por el lado del Perú, se ofreció la misma cobertura dada en el TLC con Estados
Unidos. Por el lado de Singapur, se ofreció la misma oferta presentada ante el Acuerdo
Plurilateral sobre Contratación Pública de la OMC, así como a Estados Unidos.
Los umbrales acordados a nivel central y subcentral son: para la contratación de bienes y
servicios: US$ 193,000; mientras que para la contratación de servicios de obra pública: US$
7, 500,000. Sin embargo, Singapur señaló que en el caso del Anexo III correspondiente a
“otras entidades públicas” (autoridades portuarias, terrestres, de construcción entre otras en
el caso de aquel país) está considerando la posibilidad de no aplicar el umbral para la
contratación de bienes y servicios de aproximadamente US$ 540,000 que es el que siempre
aplica en la OMC, y en su lugar, utilizar el mismo umbral para todos los anexos en el caso
de bienes y servicios, es decir, US$ 193,000. Se encuentra pendiente para mayor discusión
lo siguiente:
Singapur considera indispensable para empezar de que por lo menos una sumilla de
que esta información sea publicada en dicho idioma, así como la ley, planes anuales
Bibliografía
Carlos Marx y Federico Engels, Obras Escogidas en tres tomos, Moscú, Editorial
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