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Investigación

documental y de campo

Informe final
Tema “Las condiciones laborales de los
cuerpos de Seguridad Pública en México
y su relación con los niveles de
inseguridad en el país”.

Raymundo Eduardo Poot Campos

08 de junio de 2018
Índice.
Tema Páginas

Introducción…………………………………….…. 2

Metodología…………………………………….…. 3

Las condiciones aborales…………………….….. 4

Trabajo de campo………………………….…….. 6

La violencia en México…………………………… 13

Conclusiones y recomendaciones……………… 13

Referencias y fuentes de consulta…………….. 15

Anexos…………………………………………….. 16

1
Introducción.
Hace poco más de cuatro años ingresé por primera vez a una corporación de Seguridad
Pública, al principio me desempeñé como auxiliar jurídico, esto debido a que cuento con la
licenciatura en Derecho desde dos mil trece, una vez dentro, no fue complicado entender
muchas de las cosas que antes desconocía y desafortunadamente me hicieron cometer
juicios anticipados en contra de todo aquél que portara un uniforme azul marino y la estrella
de siete picos en el pecho.
Uno de los secretos a voces ligados con la Policía es, sin duda alguna, las precarias
condiciones laborales a las que son sometidos antes, durante y después de cada jornada,
que inician con sometimientos a diversas evaluaciones físicas, psicológicas, cognitivas,
clínicas, socioeconómicas y psicométricas, las que voluntariamente deben aceptar si
pretenden tener al menos una oportunidad de ingresar a las filas policiales para después,
una vez incorporados, ser presas de constantes acosos por parte de los mandos superiores,
sueldos desproporcionalmente inferiores con relación al tipo de funciones realizadas, horas
extraordinarias de trabajo que nunca se ven remuneradas, periodos vacacionales a
expensas de ser suspendidos en cualquier momento, agonizantes e interminables horas
bajo el intenso calor del día o frío durante la noche, sin disfrutar de días inhábiles, ni
momentos de calidad con la familia, ni mencionar que existen lugares en los que no cuentan
si quiera con seguridad social, entendiendo todo lo que ello implica, ni seguro de vida y para
rematar, la alta probabilidad de no volver a casa al día siguiente.
Ahora, menos secreto es el aumento exponencial de los niveles de violencia en todos y
cada uno de los rincones mexicanos, narcotráfico, trata de personas, turismo sexual infantil,
explotación, homicidios como medios para ajustar cuentas, secuestros, maltrato,
corrupción, desinterés de las autoridades, muertes y, desde luego, policías involucrados
directamente con la delincuencia organizada.
Objetivo General.

Averiguar la relación entre las condiciones en las que los elementos policiales de los tres
niveles de gobierno en México realizan sus funciones, la calidad de la prestación del servicio
de Seguridad Pública y su impacto en el contexto de inseguridad que se ha desarrollado en
el país.
Objetivos Específicos.

Mejorar las condiciones de vida, poder adquisitivo, desarrollo personal, profesional y laboral
de los integrantes de las corporaciones policiales.
Dignificar la labor desempeñada por la Policía en nuestro país, otorgándole el valor y la
importancia que ello significa.
Reducir los niveles de violencia generalizada, así como combatir la corrupción y violación
de los Derechos Humanos cometidos por Servidores Públicos y por consiguiente recuperar
la confianza de la población para con las Policías.

2
Metodología.
Toda investigación requiere apegarse a una serie de pasos, procedimientos, técnicas y
métodos para obtener el resultado al que se desea llegar, por lo que además de hacer el
trabajo más sencillo de realizar, ofrece seguridad al respecto de que la información utilizada
proviene de fuentes confiables y en consecuencia llevará al investigador por un camino
mejor iluminado.
Para el caso concreto del presente trabajo, se elaboró el anteproyecto correspondiente en
el que se delimitó el tema, se establecieron los objetivos generales y específicos, el
respectivo marco teórico con los antecedentes de investigación, -en este apartado resultó
escasa la ubicación de proyectos que hayan tratado previamente la relación de las
condiciones laborales del policía con la inseguridad, limitándose a exponer ambos puntos
por separado, lo que es de llamar la atención debido a que la situación actual es
consecuencia de una suerte de bola de nieve que se empezó a gestar a finales del milenio
pasado-, así como las bases teóricas y el plan de trabajo.
Se implementó como apoyo una bitácora de investigación en la que se marcaron las pautas
para ir efectuando cada una de las actividades de campo. En primera instancia se llevó a
cabo una visita a las instalaciones de una Corporación Policial con el objetivo de agendar
una cita para una futura entrevista, la cual se llevó a cabo con posterioridad, en ésta, se
tuvo la oportunidad de platicar con uno de los comandantes de dicha institución, quien
amablemente accedió a ser entrevistado, aunado a lo anterior se me otorgó la autorización
para aplicar una encuesta a una muestra de diez elementos policiales, concluyendo con
éxito.
Se presenta a continuación el Plan de Trabajo.

3
Las condiciones laborales.
Hablar del tema de las condiciones y derechos laborales de los elementos de seguridad
pública, sería redundar en diversos estudios previos que han visibilizado las circunstancias
que el policía debe enfrentar de manera interna en sus respectivas corporaciones,
independientemente del quehacer diario en la calle, que a decir verdad, es el menor de los
males.
Sin embargo, a pesar de los intentos por generar que las miradas se sitúen en el núcleo del
problema, no ha sido suficiente para que las mejoras abracen a la totalidad del estado de
fuerza nacional.
Debemos comenzar a entender al policía como un reflejo de la sociedad. El policía, con sus
buenas y malas prácticas, no surge del vacío, sino que proviene del seno social. No es
extraño, entonces, que los problemas sociales se encuentren también dentro de las
instituciones policiales. A pesar de que visten uniformes, los policías son ciudadanos. Todos
queremos lo mismo: seguridad, salud, respeto, etc. Pero el policía no recibe casi nada de
esto (Rebuffo, 2007, p. 15).
Se pretende reflexionar sobre los derechos que deben de tener los policías, y la importancia
de que dichos derechos se cumplan, ya que ellos son los encargados de ejercer la
protección que el Estado brinda a sus ciudadanos contra los conflictos, las amenazas y los
peligros de la vida cotidiana.
La organización policial y la seguridad pública como función estatal están distribuidas en
México en los tres ámbitos de gobierno de una república federal: a nivel municipal, estatal
y federal, cada uno con atribuciones y responsabilidades. 1
En México existe una gran variedad de policías, cada una con sus funciones y
pertenecientes a cualquiera de los tres niveles de gobierno: federación, estado y municipio.
Por cuanto hace al ámbito federal podemos encontrar a la Policía Federal distribuida en
diversas áreas con atribuciones relativas a la prevención del delito, reacción proximidad
social, inteligencia, entre otros; de igual manera se encuentra la Policía Federal Ministerial
quien tiene como encomienda primordial realizar directamente los actos para nutrir una
carpeta de investigación.
Similar a lo anterior, en las entidades federativas la distribución policial se centra en
prevención, reacción y tránsito por el lado de seguridad pública, mientras que es la Policía
Ministerial, adscrita las Fiscalías o Procuradurías locales, la que lleva la batuta de las
investigaciones. Por cuanto hace al ámbito municipal exclusivamente se cuenta con
actividades de prevención, reacción, tránsito, atención a víctimas, entre otras.
Pareciera que con tan entramada organización en todos los niveles fuera suficiente la
cantidad de efectivos en nuestro país, sin embargo, cada zona tiene sus propias

1
Haro-Reyes, D. J. (10 de enero de 2013). http://www.scielo.org.co. Obtenido de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1794-31082013000100010&script=sci_arttext&tlng=en

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necesidades, independientemente del tamaño de la misma, siempre hacen falta policías,
aunado a que los pocos que existen terminan duplicando esfuerzos, trabajos y recursos en
ciertos puntos de la sociedad, desatendiendo al resto.
Otro de los focos rojos se vislumbra en cuanto a la poca cantidad y calidad del equipo
táctico, que son las herramientas básicas para una prestación eficiente del servicio
(patrullas, con todos sus insumos, uniformes que resistan el ritmo de las actuaciones,
equipo antidisturbios, accesorios como lámparas, candados de mano, bastón pr-24, silbato,
equipos de radiocomunicación, entre otros), así como en la pobre infraestructura, que cada
vez va creciendo en los planos pero no en la realidad.
En el tema de capacitación los resultados han mejorado. Hoy en día las policías han
ingresado al proceso de certificación, lo que ha acarreado mejoras en la planeación de los
sistemas y métodos de capacitación, sin que hasta el momento se haya cubierto a la
totalidad del personal, lo que se traduce prácticamente en periodos de espera relativamente
largos.

Ser policía en México significa tener un empleo mal pagado, de alto riesgo y con un estigma
social muy negativo, por lo que se ha convertido en una actividad secundaria, que se deja
en cuanto surge una mejor opción. Existe una gran rotación en el personal de las
corporaciones (Zepeda, 2010, p. 15).

Se debe tener presente, en todo momento, que la policía es una institución básica de
autoprotección social por excelencia y subsistema a cargo de la prevención y disuasión de
los delitos y las incivilidades, del mantenimiento de la tranquilidad, del orden público y de la
paz social, así como de auxiliar a la justicia en la persecución y la sanción penales
(Moloeznik, 2010, p. 113).

Asimismo, como se mencionó con anterioridad, contemplar el contexto actual sobre el cual
interactúa el policía con la sociedad; en este punto habrá que invertir los mayores esfuerzos,
ya que de otro modo será imposible reparar los daños que esta forma reiterada de trato ha
producido en la policía (Azaola, 2006). Es también aquí donde se encuentran distintas
problemáticas entre ambos factores, que por principio de cuentas se ve cómo las encuestas
ciudadanas reportan que aproximadamente el 80% de los entrevistados desconfían de la
Policía, y del mismo modo, los ciudadanos a nivel nacional la califican con 4,48, y la mayoría
la consideran incapaz y corrupta.2

Además de no contar con capacitación y equipo adecuado, es común que se cumplan


horarios laborales muy extensos y con la acumulación de muchas situaciones estresantes.
Se añade un ambiente interno disciplinario generalmente marcado por la discrecionalidad
y el autoritarismo, mecanismos de ascensos y premiaciones regidos por criterios
discrecionales, o que premian a un "modelo de policía duro".

Sin duda, dentro de los derechos del policía más significativos, que al cumplirse
satisfactoriamente lograrían, sin duda, un avance importante en la policía mexicana, está lo
relativo a salarios dignos, prestaciones competitivas, preparación y capacitación de los

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Haro-Reyes, D. J. (10 de enero de 2013). http://www.scielo.org.co. Obtenido de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1794-31082013000100010&script=sci_arttext&tlng=en

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elementos. Si no se presta atención de manera urgente a lo anterior, es muy probable, el
fracaso de los cambios que se quieran implementar.

En cuanto al derecho a una estabilidad laboral y carrera policial, se encuentra latente una
contradicción en esta temática, ya que mientras se presume la denominada carrera policial,
a nivel constitucional se establece un fuerte obstáculo para que se logre. Así, entonces,
queda abatida una posible estabilidad laboral para el policía, ya que no puede existir una
verdadera carrera policial, amén de que se violan los derechos laborales de estos
servidores públicos.

Pocos avances podrán verse si no se mejoran de manera sustantiva las actuales


condiciones en las que los policías prestan sus servicios. Estas no solo comprenden el
salario, el equipo, la salud o la jornada laboral. Ninguna transformación verdadera será
posible sin llevar a cabo una lucha frontal contra toda forma de trato abusivo, irrespetuoso
o denigrante para el policía.3

Trabajo de campo.
En una actividad consistente en la aplicación de encuestas a policías municipales, se
obtuvieron los siguientes resultados.

De una muestra de 10 encuestados, se reflejó igualdad porcentual en cuanto al sexo, es


decir, participaron cinco hombres y cinco mujeres.

Sexo
50% 50%

HOMBRES MUJERES

Realizamos las comparaciones entre el comportamiento de ambas muestras.


Se puede observar que en el tema de la edad se encuentran en plenitud, o sea, en la etapa
más productiva del ser humano en todos y cada uno de los aspectos de la vida: laboral,
académico, social, reproductivo.

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Haro-Reyes, D. J. (10 de enero de 2013). http://www.scielo.org.co. Obtenido de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1794-31082013000100010&script=sci_arttext&tlng=en

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Mujeres Hombres
EDAD MENOR DE 25 AÑOS EDAD MENOR DE 25 AÑOS
ENTRE 25 Y 35 AÑOS
0% MAYOR DE 35 AÑOS
0% 0% ENTRE 25 Y 35 AÑOS
MAYOR DE 35 AÑOS

40%
60%
100%

Se advierte que el nivel de preparación dista mucho entre cada sexo, mientras que en el
caso de las mujeres se notan más años de preparación en la mayoría de las entrevistadas,
en el caso de los hombres es a la inversa.

GRADO DE GRADO DE ESTUDIOS


ESTUDIOS
40%
SECUNDARIA
20%
PREPARATORIA
60%
60% 20%
LICENCIATURA O
INGENIERÍA
0%
SECUNDARIA
Hombres
Mujeres PREPARATORIA
LICENCIATURA O INGENIERÍA

En el rubro de los puestos al interior de la corporación, se visualiza que en las áreas de


mandos administrativos prevalece la confianza hacia las mujeres, mientras que en la
operatividad los hombres ocupan la mayoría de las plazas.

PUESTO PUESTO
20% 20% 20% 20%
20% 20%
40% 40%

MANDO OPERATIVO
MANDO ADMINISTRATIVO
SUBALTERNO OPERATIVO
Mujeres MANDO OPERATIVO
MANDO ADMINISTRATIVO
SUBALTERNO OPERATIVO
Hombres
SUBALTERNO ADMINISTRATIVO SUBALTERNO ADMINISTRATIVO

7
Uno de los puntos considerados claves en la investigación es conocer los motivos por los
cuales decidieron formar parte de una corporación policial, los resultados dejan un sabor
de boca un tanto agridulce.
Mujeres Hombres
MOTIVO PARA SER POLICÍA MOTIVOS PARA SER POLICÍA
40% 20%
60% 80%

VOCACIÓN Y GANAS DE SERVIR A LA VOCACIÓN Y GANAS DE SERVIR A LA COMUNIDAD


COMUNIDAD
NECESITABA UN EMPLEO Y FUE EL ÚNICO EN NECESITABA UN EMPLEO Y FUE EL ÚNICO EN EL
EL QUE ME ACEPTARON QUE ME ACEPTARON

Por cuanto hace a las oportunidades de capacitación se puede evidenciar lo que se


comentó en párrafos que anteceden y es que debido a los procesos de certificación se
requiere de cierta temporalidad hasta concluir con la totalidad de la fuerza.

CAPACITACIÓN EN EL CAPACITACIÓN EN EL
ÚLTIMO AÑO ÚLTIMO AÑO

40% 40%
60% 60%

SÍ NO Mujeres SÍ NO Hombres

Situémonos ahora en el contexto del horario en que el personal policial presta su servicio,
el cual cuenta con variantes dependiendo del puesto que desempeñen, así, por ejemplo,
quien realiza funciones administrativas cubre una guardia consistente en ocho horas de
trabajo, mientras que a aquellos que realizan funciones de operatividad (vigilancia,
patrullaje, detenciones, aseguramientos) les corresponden dos horarios distintos, uno de
ellos consiste en cubrir una guardia de doce horas por doce de descanso, mientras que el
otro es de veinticuatro horas de servicio por similar tiempo de reposo, sin embargo, en
situaciones especiales éste se suspende para incorporarse a laborar.

8
JORNADA LABORAL JORNADA LABORAL
20%
40%
60% 80%

Hombres
ES JUSTA Y EQUILIBRADA ES JUSTA Y EQUILIBRADA

INJUSTA, EXPLOTACIÓN
LABORAL
Mujeres INJUSTA, EXPLOTACIÓN LABORAL

En seguridad pública, al igual que en las fuerzas armadas, existe una disciplina rígida,
basada en grados jerárquicos verticales, lo que impacta no sólo en el escalafón de mando,
sino también en los niveles de salario y prestaciones.

SUELDO MENSUAL SUELDO MENSUAL


MAYOR A 10 MIL PESOS
MAYOR A 10 MIL PESOS ENTRE 8 MIL Y 10 MIL PESOS
ENTRE 8 MIL Y 10 MIL PESOS MENOR A 8 MIL PESOS

MENOR A 8 MIL PESOS


40% 20%
40% 40%
40%
20%

Mujeres Hombres
Pero ¿son dichos sueldos suficientes para mantener un estilo de vida cómodo, libre de
necesidades y presiones, que garantice la supervivencia del policía y de sus dependientes
económicos?

EL SUELDO CUBRE EL SUELDO CUBRE


SUS GASTOS SUS GASTOS
Mujeres Hombres
40% 20%
60% 80%

SÍ NO SÍ NO

9
Por consiguiente, el próximo dato a conocer tiene que ver con la forma en que los
participantes solventan sus necesidades, por tal razón se les cuestionó sobre si se
desenvuelven en diversas actividades a las policiales con miras a mejorar sus ingresos. Los
resultados entonces se dieron como se esperaba.

ACTIVIDAD EXTRA PARA ACTIVIDAD EXTRA PARA


INCREMENTAR INGRESOS INCREMENTAR INGRESOS

40% 40%

60% 60%

Mujeres SÍ NO Hombres SÍ NO

Sin ahondar de forma directa en la información previa, es decir, que pudiera comprometer
los resultados de la encuesta, se optó por conocer la postura de los participantes en relación
con el tema de la corrupción y su vínculo con la violencia vivida en el país.

CORRUPCIÓN ES CAUSA CORRUPCIÓN ES CAUSA


DE VIOLENCIA 0%
DE VIOLENCIA
20%
Mujeres Hombres
80%
100%

SÍ NO SÍ NO

Se preguntó su postura en cuanto a la posibilidad de ser un servidor público que realice


actos de corrupción, justificándola como un medio de estabilidad económica, en este punto
hubo diferentes puntos de vista entre hombres y mujeres.

NO IMPORTA SER NO IMPORTA SER


CORRUPTO CORRUPTO
0% 40%
Mujeres 100%
60% Hombres

DE ACUERDO EN DESACUERDO DE ACUERDO EN DESACUERDO

10
Para concluir, se consideró preguntar si estarían dispuestos a desempeñarse en algún
empleo que les proporcionara mejores condiciones laborales, como menos horas de trabajo
y más horas de descanso, así como contar con un sueldo que baste para cubrir todas y
cada una de sus necesidades a pesar de que dicho empleo no fuera completamente legal,
desafortunadamente, aunque en menor grado, hubo quien estuvo de acuerdo con ello.

REALIZARÍA ACTIVIDADES NO
LEGALES
0%
0%

Mujeres
100%

DE ACUERDO NI DE ACUERDO NI EN DESACUERDO EN DESACUERDO

REALIZARÍA ACTIVIDADES
NO LEGALES
20%

60% 20%

Hombres

DE ACUERDO NI DE ACUERDO NI EN DESACUERDO EN DESACUERDO

En conclusión, las condiciones en las que los policías actúan dependen en gran medida de
los puestos, cargos, grados y del nivel académico que ostenten. Es importante no dejar de
lado que el grueso de las corporaciones recae en el número de efectivos de reacción o
prevención, es decir, subalternos operativos quienes tiene la ardua y extenuante tarea de
responder directa e inmediatamente a las demandas de la población, generando, por la

11
naturaleza propia de lo mencionado, el contacto verbal, visual y físico entre el servidor
público y el gobernado, acumulando mayores niveles de estrés y de ansiedad en ambas
partes, siendo el uniformado quien está obligado a contener cualquier tipo de reacción
instintiva que lo coloque en evidencia de la sociedad, actualmente a través de las múltiples
plataformas de comunicación e intercambio de información, creando mayor desgaste en él,
haciendo imposible soportar cualquier jornada.

Se ha notado desde hace varios años que profesiones de servicio como médicos,
enfermeras, maestros, policías entre otros presentan un deterioro en los cuidados y
atención profesional a los usuarios de organizaciones de voluntariado, sanitarias, de
servicios sociales, educativos, policiales, jurídicos, etc. Para dar una explicación de esos
cambios se propuso el concepto de burnout (Freudenberger, 1973).4

Existen varias definiciones y formas de llamarlo como «síndrome del trabajador quemado»,
«quemazón profesional», «síndrome del desgaste profesional» entre otras (Gil-Monte,
2005; Japcy & Stefano, 2007). Según Moriana y Herruzo (2004) el término burnout ha sido
delimitado y aceptado por la comunidad científica casi en su totalidad desde la concepción
establecida por Maslach y Jakson (1981a), donde se define como una respuesta al estrés
crónico en donde aparecen tres factores: agotamiento emocional, despersonalización y falta
de realización personal en el trabajo, que puede desarrollarse en aquellos cuyo objeto de
trabajo son personas en cualquier tipo de actividad. El agotamiento emocional se refiere al
sentimiento de estar sobrepasado y agotado en los propios recursos físicos, psicológicos y
emocionales, lo que se expresa en la sensación de «no poder dar más de sí mismo» a los
beneficiarios de su profesión; la despersonalización se refiere a la percepción negativa que
desarrolla el profesional hacia quien atiende, la cual se traduce en una respuesta negativa,
cínica, distante y fría hacia ellos; la reducción del logro personal se refiere a la disminución
del propio sentimiento de competencia y en la realización exitosa del propio trabajo (Gil-
Monte & Peiró, 2000).5

Algunos de los factores en la actividad del policía que lo hacen susceptible de adquirir
el burnout como: la ambigüedad de lo que se le exige; conflicto de funciones como en
exigencias contradictorias, sobre todo en la transmisión de órdenes y en la asignación de
tareas, actividades excesivas o insuficientes; responsabilidad sobre la seguridad de otros
trabajadores u otras personas; factores asociados al desarrollo de la carrera profesional
(ascensos excesivos o insuficientes, poca estabilidad laboral, falta de congruencia con la
categoría), escasa o nula participación en las decisiones sobre cómo desarrollar la tarea en
cuestión (Sánchez, Sanz, Apellaniz & Pascual, 2001). Además de los ya mencionados
estarán la imagen y credibilidad de la institución, la cual, contiene un aspecto común a otras
organizaciones en relación con la ciudadanía (Torres, Sebastian, Ibarretxe & Zumalabe,
2002).6

4, 5 ,6
Nieto, J. M. (24 de mayo de 2011). http://www.scielo.org.pe. Obtenido de
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1729-48272012000100009&script=sci_arttext

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La violencia en México.
Las razones del incremento de la violencia en los años recientes en México deben
rastrearse en la inestabilidad del mercado de drogas y el combate militar que asumió el
gobierno de Felipe Calderón contra el crimen organizado desde fines de 2006 hasta la
actualidad. Por décadas, la violencia relacionada con el tráfico de drogas se mantuvo en
niveles controlados y los enfrentamientos entre traficantes y de éstos con las autoridades
no fueron frecuentes ni generalizados (Astorga, 2009: 2-3). La violencia criminal no es fruto
de un instinto de agresión inevitable de los grupos de la droga, ni la violencia militar es la
forma invariable que el Estado utilizó para imponerse a las redes de narcotráfico. La
violencia se exacerba sólo bajo ciertas condiciones sociales y políticas, o bajo una
configuración particular de las relaciones de poder, cuyo devenir y configuración actual
deben ser cartografiados.

La expansión del mercado de drogas produjo un aumento de la competencia y una mayor


beligerancia entre los grupos criminales. Así como el mayor contacto y la dependencia entre
la clase política y los traficantes produjeron un desequilibrio de poder a favor de los últimos,
el aumento y la aceleración de los intercambios ilícitos agudizaron las tensiones entre los
cárteles de la droga. La característica de este mercado es que el aumento de la
competencia no disminuye el número de oferentes porque el negocio es muy rentable,
dados los elevados precios de las drogas. La liberalización económica y financiera y el
atractivo intrínseco del negocio hacen difícil ralentizar el ritmo de los intercambios ilícitos,
impedir la entrada permanente al mercado de nuevos grupos criminales y prevenir el
aumento de las fricciones. Un mercado de drogas más complejo e interconectado obliga a
los señores de la droga a multiplicar los pactos mafiosos, cuyo incumplimiento genera
mayor inestabilidad de la que busca prevenir.

Los límites que separan a protectores de protegidos, aliados de rivales, amigos de


enemigos, son cada vez menos claros en el mundo actual del narcotráfico. En los últimos
años muchos de los policías que fueron removidos de sus cargos por su complicidad con
el crimen organizado pasaron a integrar los ejércitos privados de los grupos criminales. Ante
la ofensiva del Estado nacional los traficantes solicitan cada vez menos la protección de las
agencias estatales de seguridad y contratan servicios de mercenarios privados (Serrano,
2007: 273).

Conclusiones y recomendaciones.
Procesos de ingreso.
Como se mencionó en la introducción, el ingreso a las corporaciones policiales, sin
distinción del nivel de gobierno al que pertenezcan y del adjetivo calificativo que posean, es
requisito indispensable la aplicación de filtros a cada uno de los aspirantes interesados en
formar parte de ellas.

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Mencionados filtros se materializan a través de evaluaciones especializadas que dependen,
a su vez, de perfiles específicos para cada función. Lo ideal consistiría en la revisión de
mencionados perfiles con la finalidad de humanizarlos y aterrizarlos a la realidad social y
cultural de cada sitio y evitar plasmar características utópicas que inminentemente no
ofrecerán los resultados esperados.
Jornada laboral.
Sabemos de antemano que la jornada laboral consiste en el periodo durante el cual el
trabajador se encuentra a disposición del superior jerárquico otorgándole su fuerza de
trabajo con un fin definido, es así que a nivel de las empresas privadas e instituciones de
gobierno dicho periodo se encuentra estipulado en ocho horas, lo que representa la tercera
parte de un día completo (veinticuatro horas), mientras que las siguientes ocho horas se
destinan al esparcimiento y las restantes ocho al descanso, sin embargo, en la labor policial,
el servicio representa a la totalidad del tiempo de esparcimiento y descanso, es decir,
veinticuatro horas de trabajo, doce horas para el desarrollo personal y doce para descansar,
resultando desproporcionalidad en los periodos, comparándolo con otros empleos.
La propuesta sería entonces equiparar el tiempo de actividad a una tercera parte en relación
con el desarrollo y el reposo, resultando de la siguiente manera:

Propuesta Servicio Desarrollo y esparcimiento Descanso


1 8 horas 8 horas 8 horas
2 12 horas 12 horas 12 horas
3 24 horas 24 horas 24 horas

En ese sentido, en lugar de existir dos turnos en una corporación, lo conveniente sería
contar con uno más, sin embargo, para alcanzar dicho objetivo, también es necesario
incrementar la plantilla policial en misma proporción, alcanzando en promedio un cincuenta
por ciento extra del estado de fuerza con el que se cuenta actualmente. Lo anterior tendría
un gran impacto en el decremento de los niveles de estrés y tensión de los policías y un
incremento en la calidad del servicio otorgado a la población.
Salarios.
Del presente trabajo se desprendió que el sueldo de un policía se encuentra entre ocho mil
y diez mil pesos mensuales como mínimo, dependiendo del grado jerárquico.
Más allá de engrosar los números en las nóminas, la propuesta iría en el sentido de
garantizar a los trabajadores de seguridad pública la estabilidad en la permanencia en el
puesto, siendo causal de remoción diversa circunstancia relacionada con el régimen
disciplinario y no del resultado de la aplicación de evaluaciones de control de confianza,
además de establecer las bases de seguridad social en los lugares en los que no existe y
mejorarlas en donde sí las hay.
Mejoramiento de la imagen de la policía.
La percepción de la sociedad mexicana con respecto a los cuerpos policiales dista de ser
la mejor, circunstancia que cuenta con pruebas y antecedentes suficientes para sustentarla,
toca el turno a los mandos de nuestras policías ejercer dicha jerarquía de manera eficiente

14
y responsable, involucrando a los elementos con la población a la que sirve, estableciendo
mayores niveles de acercamiento, contacto y atención de las demandas que seguramente
esperan a ser escuchadas y principalmente atendidas.

Referencias y fuentes de consulta.


1. Haro-Reyes, D. J. (10 de enero de 2013). http://www.scielo.org.co. Obtenido de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S179431082013000100010&script=sci_arttext&t
lng=en

2. Nieto, J. M. (24 de mayo de 2011). http://www.scielo.org.pe. Obtenido de


http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1729-48272012000100009&script=sci_arttext

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Anexos.

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